• libro non mode - David Jimenez Cano

    https://gigalibros.com/non-mod.html

    ?Que pasaria si la humanidad fuera capaz de trascender como especie y evolucionar hasta llegar a interaccionar con Inteligencia Artificial (IA)?

  • Victimes de la mode ?: Comment on la crée, pourquoi on ...

    https://www.amazon.es/Victimes-mode-ne-D%C3%A9couverte-Poche/dp/2707147788

    Victimes de la mode ?: Comment on la crée, pourquoi on la suit (La Découverte/Poche) : Erner, Guillaume: Amazon.es: Libros.

  • La Mode : MIOMANDRE Francis - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Mode-MIOMANDRE-Francis/dp/B003X1EJBY

    La Mode. 1927. In-12. Broché. Bon état, Couv. légèrement passée, Dos fané, Intérieur bon état. 60 pages. Pages non-coupées. Illustraions sur page de titre.

  • preventa exclusiva del libro depeche mode faith and devotion

    https://www.depechemode.cl/noticias/preventa-exclusiva-del-libro-depeche-mode-faith-and-devotion/

    6 dic 2019 — El libro no llegara masivamente a nuestro país por lo mismo se logro un acuerdo para importarlo de manera directa mediante la editorial ...

  • depeche mode.ma non troppo-rust - Librería Publics.

    https://www.llibreriapublics.com/es/libro/depeche-mode-ma-non-troppo-rust_779340

    DEPECHE MODE.MA NON TROPPO-RUST. MITO DEL ROCK. MALINS, STEVE. 24,50 €. IVA incluido. Consulta disponibilidad. Editorial: ROBIN BOOK EDITORIAL ...

  • DEPECHE MODE | STEVE MALINS | Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-depeche-mode/9788496222762/1125544

    Desde sus primeros discos, dejaron bien claro que no eran un grupo de pop electrónico al uso: retomaron la herencia del rock clásico americano de los cincuenta ...

  • Publican libro de Depeche Mode - Indie Rocks!

    https://www.indierocks.mx/musica/noticias/publican-libro-de-depeche-mode/

    Actualmente Dennis Burmeister pasó de ser un coleccionista a un reconocido historiador que ha trabajado en numerosos documentales, no solo de Depeche Mode, sino ...

  • Depeche Mode en España - El libro - Home | Facebook

    https://es-es.facebook.com/depechemodeenespana/

    Depeche Mode - "Going Backwards" (360 Version). Watch the non-360 version here: http://smarturl.it/GoingBackwardsVid?IQid=360youtube Music video by Depeche Mode ...

  • Depeche Mode en España - -5% en libros | FNAC

    https://www.fnac.es/a1307310/Depeche-Mode-en-Espana

    Este libro no es, ni trata de ser, una biografía, sino un ensayo sobre la relación del grupo con nuestro país: sus visitas, conciertos y grabaciones, ...

  • Libro Depeche Mode | MercadoLibre

    https://listado.mercadolibre.cl/libro-depeche-mode

    Envíos Gratis en el día ✓ Compre Libro Depeche Mode en cuotas sin interés! ... Depeche Mode: Mito Del Rock (musica Ma Non Troppo). 161250 pesos$161.250.

  • Los secretos que guardamos de Lara Prescott

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    En plena guerra fria, dos secretarias reciben un encargo que cambiara sus vidas para siempre: dejar su aburrido trabajo en Washington como mecanografas de la CIA para ayudar a introducir de manera ilegal miles de ejemplares de la novela El doctor Zhivago en la URSS, donde la censura la considera contraria al sistema. Mientras tanto, su autor, Boris Pasternak, con el apoyo incondicional de Olga, su musa y amante, se debate en Rusia sobre la publicacion internacional de un libro que podria suponer su consagracion como escritor o bien una sentencia de muerte.

  • Solamente Tu Secretaria, Emma K Johnson de Emma K. Johnson

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    En su amor esta el exquisito equilibrio entre los negocios y el placer.

  • El Club Rojo de Rocio Verdejo

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    Alexa, no discutas, te guste o no te guste voy a ampliar tu seguridad. Puedo ceder en muchas cosas, pero no en eso. -- Por favor papa, lo menos que quiero es andar por la vida con dos nineras. Tengo veinticuatro anos, soy una mujer. -- Ya te lo dije no quiero hablar mas del asunto. He dicho que a partir de hoy te acompanaran Bruno y Jorge. No quiero correr ningun riesgo contigo. La chica no discutio mas con su padre sabia que cuando se ponia en ese plan era dificil convencerlo de nada. Esa discusion era comun entre Alexa y Gonzalo. Ambos tenian un caracter muy dificil, y la mayor preocupacion del hombre era la seguridad de su unica hija, pero tambien el tenerla vigilada. Gonzalo Martin Casado era un abogado y politico muy importante, perteneciente a una de las familias mas ilustres de Espana. Habia desempenado los mas diversos cargos dentro del gobierno, todos de gran importancia, habia sido ministro, diputado, e incluso habia llegado a ser asesor del Presidente de Gobierno. Tenia setenta anos, pero muy bien llevados, el estilo de vida que habia tenido le habia permitido mantenerse asi. Nacido en una cuna de oro, nunca habia tenido que trabajar fuerte, era el encargado junto con su hermano de los negocios de su familia. Pero la carga mayor la habia llevado Pablo, su hermano menor, porque Gonzalo desde muy joven se dedico a la politica, esa era su verdadera vocacion. Era un hombre muy respetado y muy influyente entre los miembros del partido, y en general en todo el pais. Se habia casado hace treinta y cinco anos con Ana Velazquez De Los Rios, por supuesto, tambien de una de las mejores familias de Madrid, ella con sesenta anos tambien aparentaba muchos menos, siempre se ha dedicado a ser la esposa perfecta. Siempre vestida de manera muy elegante, con excelente educacion y unos modales exquisitos, habian sido perfectos el uno para el otro, ella lo habia ayudado a escalar posiciones dentro del partido, era muy lista y siempre habia motivado a su marido a asumir retos. En realidad, ella era el cerebro y el el ejecutor, pero de cara a la sociedad ella era una esposa florero. Se habian casado muy enamorados, el con 35 anos ella con diez menos, por supuesto querian tener familia, necesitaban un heredero, perpetuar el apellido Martin. Pero se les hizo muy dificil, luego de diez anos de incontables tratamientos se rindieron. Pero ocurrio el milagro, quedo embarazada, y el dia de su aniversario de bodas numero once, nacio Alexa Martin Velazquez, una hermosa nina que llego a completar la felicidad de la pareja. Luego por mas que lo intentaron no pudieron tener mas hijos, pero para ellos la dicha de tener a su preciosa hija era mas que suficiente. Durante su ninez, Alexa vivio entre algodones y lujos, habia ido a los mejores colegios del mundo, sus amistades o mejor dicho conocidos pertenecian a la realeza y a las mas altas esferas sociales. Habia viajado por todo el mundo, con veinticuatro anos seguia siendo la nina mimada de papa. Tambien tenia una ventaja adicional, era una verdadera belleza, cuerpo de modelo, delgada, alta, una cabellera negra como el azabache, los ojos grises como un cielo tormentoso, labios carnosos y cara de muneca. Nunca habia trabajado a pesar de tener una carrera de leyes, estudio en Oxford como su abuelo, su padre, su tio y uno de sus primos. Todo por complacer a su padre, la chica era inteligente y no tuvo dificultad ninguna en terminar con buenas calificaciones la carrera. No tenia ningun interes en ejercer, aunque no tenia duda que mas pronto que tarde tendria que hacerlo. Su familia tenia, entre otros negocios un despacho de abogados, uno de los mejores de Madrid, pero iba a retrasar lo mas posible esa situacion. Afortunadamente su tio Pablo no tenia intenciones de retirarse y para beneficio de ella tenia dos hijos que si querian dedicarse a esto. Ella tenia otros intereses, o por lo menos eso le hacia creer a todos, era fiestera, compradora compulsiva, caprichosa, era una referencia en cuanto a vestir. La prensa de cotilleo la seguia por todas partes, era habitual en desfiles de modas, inauguraciones de restaurantes, discotecas, y todos los mejores sitios de la ciudad. Eso era lo que se esperaba y por supuesto lo cumplia a cabalidad. Todo el mundo queria estar cerca de Alexa, eso era sinonimo de estatus, pero no era tonta, no confiaba en nadie, simplemente les seguia el juego. Sus unicos y verdaderos amigos eran Brad y Sofia. La Alexa que ellos conocian era la real, la que conocian los demas era un personaje, ella solo interpretaba un papel. A Brad Taylor lo habia conocido en Oxford, era ingles, ambos empezaron a estudiar el mismo dia. Era muy guapo, alto, rubio, ojos azules, delgado, pero con musculos definidos, y lo mejor de todo era encantador, tanto, que Alexa perdio la virginidad con el a los dieciocho. Pero luego de un tiempo se dieron cuenta que funcionaban mejor como amigos que como novios. El chico era de una excelente familia de Londres, era el primer abogado, su padre era medico, pero el no tenia esa vocacion. Cuando Gonzalo lo conocio, le agrado, pero nada mas, para el, Alexa estaba prohibida para todos. No queria que nadie se le acercara con otras intenciones. Cuando terminaron la carrera, Alexa lo invito una temporada a Espana, y le habia gustado tanto que se quedo. Luego de unos meses comenzo a trabajar en el despacho de abogados de la familia Martin. Sofia Jimenez y Alexa eran amigas desde que eran ninas porque ella era hija de una de las mejores amigas de su madre y apenas se llevaban un ano de diferencia, asistieron a los mismos colegios, y siempre habian sido inseparables. Ella estudio veterinaria, tenia una clinica pequena, pero se sentia muy orgullosa de ella. A pesar de que su familia tenia dinero habia querido comenzar por algo pequeno. Igual que Alexa, iba a los mejores sitios, pero ella era diferente a su amiga, su familia la habia dejado hacer siempre lo que quisiera, no era asidua a las compras, ni tampoco se aguantaba a nadie que no le agradara, y no le gustaba seguir esos estupidos codigos sociales. Era una rebelde, pero en el buen sentido de la palabra. Ahora le habia dado por ponerse el cabello azul, tenia piercings en "sitios divertidos", como decia ella, y unos cuantos tatuajes. Pero era una chica bastante centrada, que amaba a los animales, y se involucraba en organizaciones que los defendian, amaba tambien la naturaleza y sobre todo amaba su cuerpo. Era vegetariana, hacia muchos ejercicios, nunca habia usado drogas, no bebia casi alcohol, aunque con semejantes amigos, en ocasiones no podia negarse a esto ultimo. Los tres a pesar de ser muy diferentes, eran los mejores amigos, y disfrutaban mucho estando juntos. Y sobre todo eran amigos incondicionales. Alexa tambien tenia intereses profesionales, pero nada que ver con las leyes, a ella le gustaban los negocios, y sobre todo lo relacionado con los inmuebles. Le encantaba el diseno de interiores su sueno siempre habia sido dedicarse a eso, y de hecho estaba buscando la manera de hacerlo. Con el dinero que su padre le asignaba, compro un pequeno departamento, en Malasana, lo iba a remodelar y luego lo venderia. Pero necesitaba dinero para eso, le gustaban mucho ese tipo de proyectos y tenia talento para ello, le habia decorado en su totalidad la clinica de Sofia y el resultado habia sido maravilloso. Pero si su padre lo supiera estaria en problemas. Estaba empenado en controlarle la vida, en todos los aspectos, profesional, sentimental, y su propia privacidad ya que estaba segura que no solo era vigilada por Bruno y Jorge, su padre nunca estaria tranquilo solo con ellos dos. Debian estar siguiendola por lo menos tres o cuatro personas mas. Esas ultimas semanas habia estado mas paranoico que nunca. Ella desconocia la causa, pero estaba muy molesta por ello. Pero ella siempre optimista le veia el lado bueno a todo, Bruno su guardaespaldas estaba para comerselo, era un mulato, muy guapo, era de Brasil, experto en artes marciales y experto en armas tambien. Por lo menos tenia algo agradable que admirar. -- Alexa, ?como piensas comenzar con el proyecto de Malasana con esos dos siguiendote a todos lados? -- Le pregunto Sofia, mientras revisaba un gatito que le habian traido a consulta. -- No tengo ni idea… Con Jorge podia, porque se quedaba en el coche y yo tenia un poco mas de libertad de movimiento, pero Bruno no se me despega. Ahora mismo esta plantado en la puerta de entrada. -- Le respondio Alexa con cara de hastio. -- Si ya lo vi, pero que suerte tienes amiga, ese Bruno esta guapisimo y tiene cara de ser un semental. Y la reputacion que tienen los brasileros es que son muy calientes y sexuales. ?Porque no te lo ganas a fuerza de polvos? -- Dijo Sofia sonriendo. -- No creas que no lo he pensado, pero estoy esperando para hacer mi jugada. Tiene muy pocos dias en el puesto. -- Dijo Alexa mirando por la ventana, hacia donde estaba su guarda espaldas. -- Asi voy a matar dos pajaros de un tiro. Le doy a mi cuerpo alegria y de paso consigo algo de libertad de movimiento. -- Eres una perra maquiavelica, pobre tipo. -- No te hagas la inocente, tu misma me has dado la idea. -- Si, pero del dicho al hecho… -- Dijo Sofia. -- Y acerca de eso de darle alegria a tu cuerpo, ?no saliste el sabado con Ricardo? -- Si, pero no terminamos enrollados. Ese hombre es insipido, sali con el solo porque mi padre me lo pidio, y para no tener problemas acepte. Ambas familias tienen negocios y tienen la falsa ilusion de que podamos llegar a mas. Pero creo que la misma noche de bodas me moriria del aburrimiento. -- Pero es guapo, tampoco seria mucho sacrificio. -- Le dijo Sofia, mientras terminaba con su paciente felino. -- Creeme si es un sacrificio, el chico no tiene ni idea de lo que hace, es puro estuche, la unica vez que nos acostamos intento hacerme sexo oral, y mientras lo hacia casi que me pongo a limarme las unas. Ambas soltaron una carcajada, el pobre Ricardo habia sido un tema de conversacion muy divertido. Cuando Alexa salio Bruno la siguio de manera automatica, aprovechando la oportunidad se contoneo mas de la cuenta, necesitaba comenzar a trabajarlo. Mientras lo hacia miro de reojo y vio que el moreno estaba muy concentrado y no precisamente en la seguridad. Ya habia plantado el gusanito, aunque todavia no estaba segura de que esa fuera una buena opcion, lo que menos queria era perjudicar a nadie, y si su padre se enteraba lo despediria de inmediato. Luego de salir de la clinica de Sofia fue a su departamento, habia conseguido mudarse sola, muy a disgusto de Gonzalo, la unica condicion es que estuviera cerca de su casa, en el Barrio Chamberi. A ella no le importo, de momento eso serviria. Esa noche tendrian una cena en el club social donde asistian, la familia Martin tenia una de las membresias mas antiguas y esa noche era el aniversario. Afortunadamente para Alexa, Sofia y Brad tambien asistirian. Por lo menos no se iba a aburrir. Para esa noche se decidio por un vestido verde esmeralda, bastante discreto, era largo, con un drapeado hasta la cadera que le hacia un cuerpo precioso. Alexa era delgada, pero con unas formas perfectas, se hizo un recogido que la hacia lucir bastante elegante, y un maquillaje muy suave, pero con los labios rojos, siempre los llevaba de ese color cuando salia por la noche. Sus padres pasaron por ella en la limusina, les gustaba mucho alardear de lo que tenian. Se saludaron como siempre y Gonzalo lleno de cumplidos a las dos mujeres mas importantes de su vida

  • Habitacion 69 (Diario de Alma 1) de Dulceida Justin

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    Habitacion 69 es una novela de caracter erotico y explicito. Alma es una mujer muy seductora con la mente abierta, ella utiliza un diario para relatar sus andaduras sexuales.
    Su irresistible seduccion la lleva a diferentes suenos de amor. Varios amantes quedan presos de su perversion, sin prejuicios se aventura al placer, haciendolos sentir el mejor amante que se podria tener. Generosa y fogosa en el sexo. Tiembla de excitacion en plena provocacion. Alterados sus sentidos se deja llevar por otra ilusion. Mujer pervertida apasionada y enamoradiza a pesar de que solo sea una noche, tal vez. Ella es, Alma.

  • Hasta mi ultimo aliento de Sophie Saint Rose

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    Vivianne Barms es una joven alegre a la que una enfermedad cardiaca le altera la vida, provocando que practicamente no se relacione con nadie. Enamorada de Scott y harta de su situacion, arriesga su vida en una operacion con pocas posibilidades de exito con un unico objetivo. Scott.

  • Intercambios. No volveras a ser la de ayer de Lorena A. Falcon

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    Una madre, una hija, una perdida.

  • El abismo que nos separa de Claudia Cardozo

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    ?Puede el abandono de una mujer afectar de tal forma a un hombre? ?Es excusa suficiente la destruccion de sus ilusiones de joven enamorado para convertirse en un hombre danado? Victoria Sterling ha vivido siempre in con for Me con su destino. De caracter inquieto y deseosa de conocer nuevas aventuras, no duda en me ter se en toda clase de problemas para desespero de sus padres y de una hermana a quien ama pero que no puede ser mas distinta a ella. Nada cambia nunca en la serena region de Inglaterra en la que ve sus dias pasar hasta que la llegada de un atractivo joven de pasado tragico tras toca su mundo hasta sus cimientos. Pero ella no es la unica que alberga sentimientos por el recien llegado. Emma, su hermana, tambien lo ama.

  • La chica que perdio su zapato (Chicas Magazine 4) de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Gina esperaba durante la cena de la empresa era terminar la noche en la cama de Blake Miller, el hijo pequeno del imperio para el que trabaja en la revista Golden Miller. Pero lo peor no fue eso, no, lo peor fue perder en su dormitorio su zapato, ese del que no existia un par igual en todo el mundo y que tenia que recuperar a cualquier precio.
    Sin embargo, cuando le pide a Blake que se lo devuelva, el no parece dispuesto a entregarselo sin obtener algo a cambio. Y lo que el incorregible y mujeriego Blake Miller quiere es desconcertante: que Gina lo ayude a convertirse en un chico bueno, uno que pueda hacerse cargo junto a su hermano mayor de la direccion de la revista.
    Pero ?puede Blake cambiar? ?Y ella conseguir que lo haga?

  • Labios de piedra de Nancy Huston

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    En Labios de piedra, Nancy Huston traza la biografia de Saloth Sar, uno de los mayores genocidas del siglo xx bajo el pseudonimo de Pol Pot, y la contrapone a su propia historia de joven rebelde, a traves de Dorrit, su alter ego. Nacida en Canada, su rechazo a una vida programada la lleva a labrarse su propia formacion intelectual y humana. Su busqueda la llevara al mismo Paris efervescente y radical que anos antes habia pisado Saloth Sar. Emigrado a Paris desde Camboya, Saloth Sar transformara su marxismo teorico en hechos y, ya como Pol Pot, sumira a su pais en un horror sin precedentes.

  • Elemental (Guardianes Del Alma 2) de Kim Richardson

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    Kara y un pequeno nino estan juntos, solos, en un pequeno rio. El sostiene su mano. El agua fria les hace cosquillas en los pies. Una niebla fina se levanta y teje hilos alrededor de ellos, y Kara huele el tenue olor a carne podrida. Algo toca sus dedos del pie. Ve hacia abajo. Manos blancas se extienden afuera del agua y la sujetan por los tobillos. Ella salta hacia atras, jalando al nino con ella. Aparecen mas manos por todos lados. Una niebla espesa, negra, se levanta y cubre la corriente. Largos tentaculos se enredan alrededor de sus piernas, como serpientes blancas. Kara grita y patea la niebla. Un hedor a hierro la ahoga. La niebla desaparece. Kara lucha por equilibrarse. Ella esta en un rio de sangre. El nino tiene sangre en sus muslos. Kara siente nauseas. Oye un chapoteo. Una figura en el rio...un hombre, no… La retorcida cabeza humana y el torso enfermo que se levantan sobre el rio nacen de una confusion de entranas humanas y de insectos, de la parte posterior de un monstruo horrible. Las piernas largas del insecto se arrastran hacia ella, negras y afiladas. Forunculos y llagas cubren la piel del monstruo, como lepra. Sus ojos rojos brillan entre la niebla negra. Cierra sus mandibulas. El nino le suelta la mano a Kara. Es arrastrado debajo del rio sangriento. Kara se dobla hacia abajo y agita sus manos en la sangre, buscando al nino. Un sollozo. Kara Mira hacia arriba. La criatura tiene al nino. Agarra al chico por el cuello y lo exprime. Abre su boca. Sangre escurre por sus puntiagudos dientes amarillos. Lentamente trae al nino hacia su boca humeda mientras la criatura no deja de gritar. Kara desperto sobresaltada. Su corazon golpeaba contra su pecho mientras parpadeaba tratando de abrir sus pegajosos ojos cubiertos con lagrimas y sudor. Todavia media dormida, se sento en su cama con los brazos estirados delante de ella, lista para salvar al nino del monstruo. Se quito el flequillo pegajoso de la frente sudada y espero, calmandose, hasta que los efectos del sueno se disiparon. Habia estado llorando. Limpio su cara y sus ojos lentamente se ajustaron a la luz de la manana que se colaba en su habitacion. Las sombras oscuras fueron enfocandose. Sus pinturas de demonios y angeles que cubrian las paredes como papel tapiz parecian aun mas siniestras en la tenue luz. Se sacudio con un escalofrio. Las pinturas eran parte de una historia que Kara debia contar. Recien despertando de sus pesadillas, tomaba su pincel y pintaba una y otra vez las recurrentes historias. Se convencia a misma que era una especie de terapia, y que quizas, algun dia, las pesadillas se detendrian. Despues de un tiempo su madre se nego a entrar en su habitacion. Kara recordo que su madre habia lanzado sus manos en el aire, gritando que los monstruos iban a atraparlas. Pero para Kara, eran solo pinturas. Sabia que no podian lastimar a nadie. 5:00 am… aun demasiado temprano para levantarse para la escuela. Se forzo a cerrar los ojos y se reacomodo en su cama. Los debiles ronquidos desde el segundo cuarto al final del pasillo confirmaban que su madre no se habia despertado con sus gritos. Se sintio aliviada. Su madre trabajaba largas horas, asi que merecia una buena noche de descanso. Cada noche Kara sonaba con monstruos horribles y con un nino asustado de cabello rubio enredado y pijama azul y blanco… a punto de ser comido. Se despertaba gritando en el momento que el nino desaparecia entre la boca del monstruo. Kara solto un largo suspiro. No podia volver a dormirse. Bajo las piernas de su cama y fue de puntillas a su vestidor. Los tablones de pino se sacudieron. Pintura blanca se descarapelaba de las patas y de la parte superior del mueble, dandole un falso aspecto antiguo. Faltaban algunas perillas de los cajones superiores, y Kara habia utilizado boligrafos secos para reemplazarlas. Levanto un marco metalico. La cubierta de vidrio estaba agrietada y astillada. Kara la acerco a su rostro. Un hombre con cabello castano despeinado y una sonrisa amistosa sostenia a una nina con coletas castanas de mono amarillo. Kara sintio como su pecho se comprimia. Apenas y podia recordar ese dia. La imagen de su padre se habia desvanecido a lo lejos. Habia muerto cuando ella tenia solo cinco anos, y Kara no lo recordaba en absoluto. Ella dibujo su rostro con el dedo. !Que no daria por tener un verdadero padre! Quiza su madre estaria un poco mas cuerda si hubiera un hombre alrededor de ella. Kara sintio un gran dolor en su corazon, y con un suspiro, coloco el marco en el aparador. El rostro de Kara la veia fijamente detras del espejo roto y forzo una sonrisa. Hoy era su decimoseptimo cumpleanos. Diecisiete anos; era la edad cuando las chicas se enamoraban e iban a la Universidad para seguir sus suenos. Su sonrisa se desplomo. El trabajo de verano de Kara apenas le habia dado lo suficiente para ayudar a pagar la comida. Ella nunca podria ahorrar lo suficiente para ir a la Universidad. Una cucaracha recorrio su espejo y se detuvo justo en el medio. Estaba al nivel de los ojos de Kara, con sus dos ojos negros como piedras viendola con una especie de inteligencia extrana. Sus antenas se movian nerviosamente. !BAM! Kara despego el libro el espejo y tiro la cucaracha muerta en su bote de basura. Se sintio culpable de matar al insecto. Fruncio los labios y miro al espejo otra vez. Deberia estar feliz, ella lo sabia. Pero se sentia vacia por dentro. Le faltaba una parte, como un coche al que le faltaba una rueda y que por lo tanto no podia conducir. Desde hace meses habia estado deprimida. En la escuela no queria hacer nada aparte de su pintura y la lectura de sus libros. Incluso su mejor amigo Mat la evitaba. Hacia dos semanas, a la hora del almuerzo, le dijo que andar con ella estaba haciendo que su cerebro se derritiera; lo estaba deprimiendo. Sin Mat para apoyarla se sentia aun mas perdida y confundida. Ella trato de sacudirse la sensacion, pero nada funciono. Se sentia sola. El suave canto de los pajaros llego a sus oidos. Kara sonrio. Aunque a veces le molestaba, cantaban maravillosamente. El canto llego a ser mas fuerte, mas intenso, y entonces oyo el graznido de los cuervos, muchos de ellos… Extrano, Kara penso para sus adentros. Se asomo a la repisa de la ventana. El piso de madera se sentia frio debajo de sus pies. Presiono la cabeza contra el cristal y miro hacia fuera. Casi veinte cuervos estaban encaramados en los altos arces. Con sus cabezas inclinadas, le croaban a algo que estaba abajo y que Kara no podia ver. Se esforzo para poder mirar a traves de las ramas. Un escalofrio recorrio su columna vertebral. Su corazon se le subio a la garganta. En medio del camino habia un nino… el mismo nino de sus suenos. Kara aplasto su nariz contra el vidrio y miro la pequena figura en pijama caminando como patito por la calle. Estaba descalzo. En agosto, el clima de Montreal era aun bastante templado, incluso en las primeras horas de la manana. Lo vio plantar sus pies y pararse firmemente. El nino camino por los coches aparcados. Hojas de periodicos se enrollaban a su alrededor, atrapadas en el viento invisible. Tengo que ir a buscarlo, le dijo Kara a la ventana. Se decidio y se coloco un par de pantalones grises y un sueter. Con un clic, abrio la puerta de su dormitorio y camino en las sombras. Cuidando de no despertar a su madre, se deslizo furtivamente por la oscuridad y corrio a la puerta de su casa. Bajo las escaleras de dos en dos y reboto en el vestibulo. Recupero su aliento y abrio las puertas de cristal. El aire del exterior olia a hojas mojadas y hierba, fresco contra su piel, aludiendo ligeramente al ya proximo otono. Las aceras estaban llenas de charcos grises, y Kara salto para evitarlos. Corrio hasta el lugar de la calle donde ella habia visto por ultima vez al nino. Se habia ido. La calle estaba muy tranquila, y Kara noto que los pajaros repentinamente habian dejado de cantar. El viento se detuvo. Kara temblo. Un escalofrio le subio por la espalda, y su corazon martillo en sus oidos. “!Oye, chico!” dijo en una suave voz, no queriendo despertar al vecindario. “Nino… ?donde estas?” Paso por el lugar y se detuvo. Ella se puso de rodillas y busco debajo de los coches aparcados. No habia nada. El no podia estar lejos. Era un nino pequeno, penso Kara dando unos pasos hacia adelante. Se detuvo. Los pelos en la parte posterior de su cuello se erizaron. Sintio que algo no estaba bien, algo le decia que se echara a correr… Y alli estaba. Kara contuvo su respiracion. Lo podia ver claramente ahora -- no al nino, sino a un apuesto desconocido al que ya habia visto antes. Estaba inclinado contra un auto estacionado, sus brazos cruzados sobre el pecho. La mirada del extrano fija sobre ella. El corazon de Kara se detuvo. Era alto y delgado. Una chaqueta de cuero marron abrazaba sus poderosos hombros, y llevaba jeans deslavados con una playera ajustada que resaltaba su musculoso pecho. La miraba con una sonrisa casi tonta pintada en la cara, con apenas una sombra de hoyuelos en sus mejillas. Su cara era hermosa sin lugar a dudas. Demasiado perfecto. El tipo de rostro que enviaba millones de mariposas a sacudirse en la boca de su estomago. Kara le habia dado el apodo de “el acosador galante”… su preciosa sombra. ?Que esta haciendo el aqui a esta hora? Ella fruncio el ceno. Algo no tenia sentido. Parte de ella se sentia emocionada de tener a un tipo de tan buen aspecto siguiendola, pero la otra parte le provocaba carne de gallina… y no en el buen sentido. Habia algo muy raro en la forma que la veia. El acosador galante peino su cabello rubio con sus dedos y se dio la vuelta. Se encontro con los ojos de Kara y viro hacia el otro lado, pretendiendo estar interesado en los autos estacionados. A Kara no le parecia para nada un asesino en serie como Anibal Lechter… el tipo que descuartizaba y se comia a sus victimas, como una especie de guiso exotico. No. El tenia una boca tan hermosa que simplemente no podia imaginarselo comiendose a nadie. Kara no podia entender por que el la estaba acosando. Con su falta de gracias delanteras y sus curvas invisibles, no tenia mucho que ofrecerle al sexo opuesto en el campo visual. ?Que resultaba tan atractivo y “acosolicioso” en ella? Nada. Eso la hacia sospechar de el. Las cosas que son demasiado buenas para ser ciertas usualmente lo son, pensaba. Especialmente cuando ella estaba involucrada. Arranco los ojos de el por un momento para buscar al nino otra vez. Sombras oscuras acechaban a lo largo de la silenciosa calle y Kara se sintio tensa. Pero nada mas se movio. El chico no estaba a la vista. Y cuando se volvio para ver a su acosador galante, este habia desaparecido, como si fuera un producto de su imaginacion. En serio estoy enloqueciendo, penso Kara, retirando su flequillo de la cara. Una ligera llovizna refresco sus mejillas calientes, y Kara la agradecio… Algo se movio en la esquina de su ojo. Al principio, penso que era su acosador galante que habia regresado, pero rapidamente se dio cuenta de que no era el. Este hombre tenia el pelo blanco y la piel grisacea palida. Vestia un traje oscuro, y Kara podia ver que era un traje caro y...un poco fuera de lugar para esta hora de la manana. Estaba inclinado contra un poste de luz en la calle. Incluso desde la distancia podia verse que algo andaba muy mal con sus ojos. Eran negros. Y la estaban vigilando.

  • Te quiero, Marta de Maria Ferrer Payeras

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    Porque las segundas oportunidades si existen…

  • La chica de ayer de Erina Alcala

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    Lia, tenia una empresa de eventos, junto con su socia y amiga americana Aby. la montaron cuando vinieron de Espana y empezaba a funcionar cuando Lia, al venir de dar un presupuesto de un rancho cercano para una fiesta, paro en el bar de un motel de carretera. Alli conocio a la unica persona que habia, un vaquero guapo y alto, llamado Taylor y se acosto por primera vez con un hombre.
    Al cabo de los anos coincidieron para hacer un evento en el rancho de los padres de Taylor. El, estaba comprometido y a punto de casarse y ella conocio en esa reunion a su hermano Will. Y se dio cuenta de que lo que habia pasado con Taylor anos antes, habia sido…
    Estaba en una encrucijada y Taylor tambien. Sin embargo Will, lo tenia muy claro…
    ?Que pasaria entres los hermanos y Lia? ?lucharia Taylor por ella? o ?Lucharia Will por la mujer de su vida sabiendo que habia sido de su hermano antes?

  • Padre Modelo de Elena Romero

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    Mario lo tenia todo.
    Dinero de sobra.
    Admiradoras tras el.
    Amigos en todas partes.

  • Senora de rojo sobre fondo gris de Miguel Delibes

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    Un prestigioso pintor, sumido en una grave crisis creativa, va hilando ante su hija sus recuerdos mas intimos en un monologo que es a la vez homenaje y exorcismo. Su relato se centra en dos acontecimientos: la detencion de dos de sus hijos por motivos politicos y, fundamentalmente, la enfermedad y muerte de su mujer, Ana, a los cuarenta y ocho anos. Ana contagiaba una sensacion de belleza y plenitud que cobro un verdadero alcance sobre el fondo gris de lo cotidiano y los sinsabores de la enfermedad. Historia de un amor en carrera desenfrenada hacia la muerte y sobrecogedora semblanza de un personaje femenino, Senora de rojo sobre fondo gris es una profunda leccion de humanismo y madurez artistica que solo Miguel Delibes podia ofrecernos.

  • La hermandad de la rosa (Las tres damas 1) de Amelia Noguera

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    Una emocionante novela historica de suspense, para fans de Perez Reverte o Julia Navarro, inspirado en el bestseller “El nombre de la rosa” del maestro Eco. Todo ello, con la delicada forma de escribir de la autora de “La pintora de estrellas” o “La marca de la luna”, que han emocionado a miles de lectores.
    La intrigante historia de dos enigmaticas familias en los albores de la Revolucion francesa: asesinatos, secretos oscuros, amores y aventuras, y el amor mas potente de todos: el de un padre por su hija. La Hermandad de la Rosa es una novela que engancha al lector hasta la ultima pagina.

  • El Secreto de las Fiestas de Francisco Casavella

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    <>, confiesa en la primera frase de la novela Daniel Basanta, tambien conocido como Danielucho, o Lucho a secas. <> Daniel es un marciano que no acaba de encajar en el mundo. ?O acaso es el mundo el que es raro de narices?

  • Doma, lucha de sumision de Mamba Negra

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    Danielle visita todos los dias la cafeteria que hay en frente de las oficinas de su trabajo y ahi esta el; Jared. Un seductor camarero que no ha podido evitar que llame su atencion.
    Quiere jugar con el, someterlo, hacer de el un esclavo sexual con el que disfrutar. Sin embargo, ?Jared sera capaz de someterse?
    Dos dominantes comenzaran una guerra por el poder y traspasaran barreras en las que sus sentimientos se veran involucrados.
    Danielle y Jared. Dos Amos respetados en el mundo del BDSM.
    ?Quien ganara la batalla?
    Y lo mas importante, ?podran dejar el juego una vez iniciado?
    Descubrelo en DOMA.
    Arde de placer con esta intensa historia llena de erotismo, BDSM, y por supuesto, romance.
    No apto para corazones debiles.

  • Tristeza de los citricos de Liliana Blum

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    Sabado al fin. Lucia se levanto de la cama con ese pensamiento y una sonrisa. Las ensonaciones que acumulo en su mente durante todos los otros dias iban a tomar forma al fin. La semana habia sido eterna. Asi eran todas desde que conocio a Marcelo. Camino por el pasillo rumbo a la cocina, moviendo un poco las caderas al ritmo de una musiquita dentro de su cabeza. La casa olia a encierro: abrio la ventana que daba al patio y el jardin. Se habria fijado en el polvo acumulado en el alfeizar, pero algo mas capturo su atencion. Una de las macetas parecia haber sufrido un ataque con granada: sus entranas de tierra expuestas, fragmentos de planta y trozos de barro yacian dispersos por los adoquines. No eran ni las ocho de la manana. Sin pensar, su dedo indice fue a posarse sobre el lagrimal para quitarse una lagana: tardo unos segundos en procesar la totalidad de la escena. No era muy buena para la jardineria, pero intentaba mantener vivas las plantas en las macetas mas bonitas que podia encontrar: un ama de casa se valora por la limpieza de su hogar, el cuidado de su jardin y el buen cuerpo a pesar de los hijos. Por la brutalidad de la imagen no habia advertido en primera instancia al Capitan Capibara, pero el grito de Eloisa la arranco de tajo de aquella mezcla de indignacion e incredulidad ante el destino de las violas. Se sorprendio por encontrar a su hija alli. ?Por que le afectaba a ella la tragedia de aquella planta si la unica preocupacion de la nina a esa hora era ver Discovery Kids? Aquello era tragedia para senoras de cierta edad. Su abuela solia decir que una maceta rota en la manana era presagio de un mal dia que solo empeoraria a medida que corrieran las horas. Pero Lucia no era supersticiosa, sino pragmatica. Aquello solo significaba mas trabajo para ella. Las caritas formadas por las motas de los petalos regadas entre la tierra contribuian a dar el efecto de una masacre. Cerro los parpados y se convencio a si misma de que ese accidente no podia arruinar su sabado: nada que no pudiera resolverse con una visita al vivero, una escoba y un recogedor. El sabado era el mejor dia. Algo tan nimio como eso no cambiaria sus planes. Abrio los ojos y percibio el cadaver del cobayo. Extendido tras una tortuga de barro que albergaba a las dalias, con la cabeza destrozada por detras, parecia llevar una corona de cuajos de cerebro y sangre. Comprendio al fin el grito de su hija que, aullando, tiraba con fuerza de su ropa, como si quisiera castigarla a ella por la muerte de su mascota. ?Le daria tiempo a limpiar aquello antes de su cita? II Un, dos, tres, cuatro... y cinco. Lucia conto despacio, con parsimonia, antes de cortar el chorro del aceite y poner el sarten sobre la flama. Vertio todo un tramo de chorizo hasta verlo expulsar su propia grasa rojiza sobre el teflon. Luego de unos minutos, cuando el aroma inundo la cocina, fue rompiendo uno a uno los cinco huevos para incorporarlos. El desayuno tan bellamente dispuesto frente a el provoco en Cesar esa expresion de gula que ella conocia muy bien: un vaso con medio litro de jugo de naranja, una taza de cafe con leche, cinco tortillas de harina y los huevos con chorizo, brillantes como charol. Lucia lo miro engullir aquello desde la puerta de la cocina. El doctor le habia prohibido grasas, azucares y alcohol, ademas de haberle ordenado una vida menos sedentaria. Prediabetico, hipertenso, con mas placa en las arterias que un hombre del doble de su edad, el candidato ideal para un infarto. Pero su marido no daba indicios de entender los riesgos de ignorar las recomendaciones medicas. ?Por que, entonces, le habia preparado Lucia aquel desayuno? Era obvio: no lo queria y le daba igual lo que le pasara; aun mas, si se moria pronto por comer asi, mejor. No. No era cierto. Lo hizo porque lo amaba tanto que no podia negarle nada, porque lo respetaba y sabia que era un adulto capaz de tomar sus propias decisiones, y no queria actuar como si fuera su madre. Regreso a la cocina. El reloj con silueta de cafetera de la pared parecia estatico. Se volvio a sentir como en la primaria, contando los minutos para salir de clase. Comenzo a preparar un huevo estrellado y sirvio un vaso de leche con chocolate para Eloisa. Cuando escucho la voz de Cesar, estaba a punto de ponerle unos ojitos de catsup a la yema. --?Por que esta llorando la nina? Lucia enderezo la espalda y respiro hondo para controlarse: le crispaba que Cesar se refiriera asi a su hija, sobre todo porque Eloisa estaba sentada frente a el en la mesa. ?No podia preguntarle? Desde la barra de la cocina, ella grito como si estuviera muy lejos: --Elo, dile a tu papa que paso. Lucia termino de pintarle una boca a la cara amarilla y decoro las orillas con picos rojos para simular un sol. Le puso un popote al vaso y contemplo su obra: podrian decir lo que fuera de ella, pero nunca descuidaba a su hija. Al contrario, detalles como este hacian que Eloisa diera grititos de alegria y se colgara de su cuello para decirle que era la mejor mama del mundo. Pero hoy el esfuerzo se veria neutralizado por la muerte del roedor vegetariano que la esclavizaba obligandola a cortar dos veces al dia trozos de apio, zanahoria y lechuga para alimentarlo. --Mataron al Capitan Capibara, papi. La voz de Eloisa se quebro; la nina sorbio mocos y luego uso el dorso de la mano para limpiarse. Lucia entro en ese momento y puso el huevo-sol frente a su hija. Cesar hizo contacto visual con ella, esa expresion patetica de perfecto inutil, como siempre que no sabia como actuar con Eloisa. Con el paso de los anos, ambos habian llegado a perfeccionar aquella comunicacion no verbal hasta llegar a niveles insospechados: incluso a veces podian mandarse al carajo con un simple gesto, o incluso un suspiro con la fuerza adecuada. Se acerco para recoger la taza vacia de su marido y le susurro: --El cuyo --luego, en voz mas fuerte--: voy a traerte mas cafe. --?Que le paso al cuyo, mija? --pregunto el con falsa seguridad. --Tenia la cabeza toda explotada por atras. --La nina se cubrio la cara con las manos y se solto a llorar--. Solo tenia su carita... Lucia contuvo el aliento por unos segundos haciendo acopio de paciencia. Tras descubrir el cadaver, le habia tomado casi media hora hacer que su hija dejara de llorar y ahora estaba chillando otra vez. ?Podria volver a calmar a Eloisa y aun asi llegar a tiempo a su cita? --?La cabeza, dices? --Cesar introdujo un tenedor lleno de huevo en la boca y ella rogo a los cielos que no continuara hablando mientras masticaba. ?Pero cuando han escuchado los santos las plegarias de una esposa?--. Si le arranco la cabeza, entonces fue un cacomixtle --dio un trago a jugo de naranja--. No hay duda. El hombre masticaba y discurria al mismo tiempo sobre los habitos depredadores de esos animales. El ruido de la comida triturada, la saliva haciendo su parte en el proceso de deglucion y la mandibula moviendose obligaron a Lucia a recoger rapido algunos trastes usados y volver a la cocina en busca de refugio. Era repugnante. Quisiera pensar que si de novios lo hubiera visto hacer algo asi, jamas se habria casado con el. ?Estaba ciega? ?O a partir de cierto tiempo a el dejaron de importarle los modales? Al menos Eloisa ya habia dejado de llorar y escuchaba con interes la informacion sobre el asesino del Capitan Capibara. Lucia abrio el grifo para lavar los trastes. Mezclada con el sonido del agua, llegaba a sus oidos la voz de su marido describiendo el modus operandi de los cacomixtles. El olor a huevo del sarten le provoco nauseas y tuvo que verter un chorro de cloro en gel en el recipiente del jabon. Eso arruinaria la suavidad de sus manos; tendria que usar una buena crema para revertir el efecto. Era sabado y necesitaba que su tacto fuera el mas terso del mundo. III Consulto su telefono: faltaba una hora para el inicio de su primera clase. La de reposteria habia sido recomendacion de su mama y la de natacion, de la suegra. El camino al corazon de un hombre es a traves del estomago, habia dicho su madre, una de las mujeres mas ingenuas que Lucia conocia. Tal vez por eso creia que usar refranes populares era el mejor vehiculo para transmitir la sabiduria. Como las parabolas de Jesus a sus discipulos, decia con una mano en la cintura y la otra tocando el crucifijo que pendia de su cuello. Parecia una taza: una taza muy devota. La suegra, en cambio, abatida por la obesidad y la diabetes, era menos religiosa y mucho mas pragmatica. Una tarde, durante una comida familiar, se habia acercado a su nuera para apretarle con el indice y el pulgar una lonja sobre la cintura. <>. Lucia la contemplo como si no creyera lo que habia oido: ?como se atrevia a decirle algo asi, ella, que parecia una ballena? Entonces, como si fuera psiquica, la suegra agrego: <>. Luego exhalo: se agitaba por cualquier movimiento, hasta por hablar. El papa de Cesar no volvio a tocarme desde que me puse asi. Lucia habia comenzado a apilar los trastes para llevarlos al fregadero. La senora la seguia del comedor a la cocina, esperando una reaccion, pero ella apreto los labios y tenso la quijada en directa proporcion a como se sentia ofendida. <>. En ese instante, las dos hicieron contacto visual. Sus ojos parecian decir: sabes a lo que me refiero. Metio en su maleta deportiva traje de bano, gorra, toalla, goggles, y un estuche en donde guardaba el champu, jabon, desodorante, crema corporal y perfume, luego puso su delantal y una cofia en una bolsa de plastico que guardo junto con lo demas. Frente al espejo, sumio el vientre. Eloisa se quedaria en casa con Cesar un rato, pero mas tarde el la dejaria con alguna de las abuelas, que se peleaban por cuidar a la unica nieta en ambas familias. Los sabados por la tarde el jugaba futbol con sus amigos. Aunque aquello sonaba como una actividad atletica, en realidad se trataba de un partido en el que todos los jugadores, panzones y con calcetines que les cubrian las pantorrillas, se quedaban parados lanzandose pases mediocres con la pelota. Si alguno llegaba a correr, era solo por unos diez o veinte metros antes de parar y encorvarse para recuperar el aliento con las manos apoyadas en las rodillas. Media hora despues llegaban a la conclusion de que ya habian hecho suficiente ejercicio y buscaban una sombra, abrian la hielera y sacaban las cervezas. En el hipotetico caso de que alguno hubiera llegado a quemar alguna caloria, la recuperacion del partido los hacia volver a su casa mas gordos que al salir a la cancha. Pero eso si: la culpa habia sido de Lucia y sus kilos de mas por el embarazo; sus estrias y la grasa extra en su cuerpo habian provocado que Cesar le fuera infiel. Como si las gallinas fueran responsables de que las degollaran por tener plumas. Era estupido. No tenia logica. Y sin embargo, esa habia sido su excusa. Termino de quitarse la ropa y la arrojo con fuerza al cesto de mimbre en el bano. Desnuda, tomo la crema depilatoria y se agacho para untarla en sus piernas. Un olor quimico y punzante impregno sus pulmones. Esta sustancia no podia ser buena, pero no tenia tiempo ya de depilarse con cera caliente. Eloisa asomo su cabecita por la puerta del bano: --Mami, ?vamos a comprar otro cuyo? Doblada hacia el frente y con las manos embadurnadas de blanco, Lucia tuvo una vista privilegiada de las lonjas de su vientre y de sus pechos colgantes. Penso en las perras callejeras. Se irguio de inmediato y succiono aire antes de enfrentarse con el espejo para comprobar que aquella imagen era reversible con tal solo cambiar de posicion. Estoy hecha una vaca, penso. No hablo en voz alta porque la psicologa de la escuela les habia advertido que los comentarios vengativos sobre el cuerpo moldeaban las mentes de las ninas. Un futuro de anorexia, bulimia y frustracion perpetua las esperaba si escuchaban a sus madres denostar sus propias figuras. --Vamos a ver, mi amor. --El reloj indicaba que ya habian pasado los tres minutos requeridos. Tomo el rastrillo sin filo para remover la crema--. Si va a andar libre en el jardin como el otro, lo va a matar tambien ese animal. --Se llama cacomixtle. --Habia un cierto aire de superioridad en la vocecita de su hija. Le fascinaba poder corregir a su madre--. Pero puede vivir en una jaula. --Eso, el cacomixtle. --Lucia enjuago el rastrillo en el lavabo y vio caer grumos de crema y vellos negros--. Si lo ponemos en una jaula se va a morir de tristeza. Eloisa puso cara de compungida, como siempre que estaba a punto de hacer un berrinche. Maravilloso. ?Por que no podia ir a importunar al papa que no estaba haciendo nada? Su marido le habia sido infiel con la asistente del contador que llevaba las cuentas de su microempresa. El idiota habia cerrado la ventana del navegador, pero sin salir de su cuenta de correo electronico, una direccion que Lucia desconocia. A la hora en que se sento a revisar sus mensajes en la computadora familiar, se encontro con la bandeja abierta y una carta no leida. Era una carta de amor cursi y con pesima ortografia. Cuando Cesar regreso del trabajo hubo gritos e incluso algunos ridiculos punetazos que lanzo Lucia y que el neutralizo sin problema tomandola de las munecas. Mientras montaba su escena, Cesar se defendia diciendo que no era su culpa que ella hubiera perdido interes en el sexo y que lo tuviera abandonado, ocupada a tiempo completo con la bebe. Eso, sin mencionar lo mucho que habia engordado durante el embarazo. --Elo, no llores. A lo mejor compramos un gatito. --Se acerco a la nina y le acomodo el cabello detras de las orejas--. O tal vez un cachorro que no vaya a crecer mucho. La carita infantil se ilumino con aquellas palabras y Lucia no pudo dejar de experimentar un estrujamiento en el corazon, un dolor bueno, tierno. Si por atender a esta criatura el cerdo de su esposo habia corrido a los brazos de esa puta, bien habia valido la pena. Con el tiempo, la terapia, la inercia y las intervenciones de su madre y suegra, que terminaron enterandose, el matrimonio se habia repuesto de aquel <>. La infidelidad habia sido un episodio del pasado, como aquella vez que la lavadora se descompuso o ella olvido sacar un pollo del horno y la cocina quedo apestando a quemado durante dias. Pero no habian dado los pasos necesarios para resolver el problema de fondo. Solo lo guardaron al fondo del closet, como los regalos que no gustan pero no se pueden reciclar. Lucia no lo perdonaria nunca. --?De veras, mami? --Si --Lucia se puso un sosten que le aumentaba el busto un par de tallas y que la hacia parecer una paloma golona. Analizo su cuerpo desde varios angulos y se puso perfume en la y griega que se le formaba entre los pechos rebosantes--. Aunque papa no quiera. IV Lo que Lucia tenia con Marcelo era sexual. Tras conocerse, nunca se habian visto fuera del motel: jamas habian compartido una comida o ido al cine. No conocian a ningun miembro de sus respectivas familias y nunca irian juntos al supermercado. Ella no le traeria a la cama un remedio para la gripa ni el la veria recien levantada y sin maquillaje. Ningun futuro. Solo sexo. Marcelo la hacia sentir ligera, sin peso, radiante incluso, como una medusa que flota en el oceano y no piensa nada porque no tiene cerebro. Al volver a casa tras estar con el, Lucia permanecia varias horas suspendida en esa ingravidez deliciosa, como cuando de nina patinaba durante horas y al quitarse los patines tardaba en adaptar de nuevo sus pies al piso. Encendio la luz: siempre la sorprendia la distribucion de los muebles, que podia variar de un cuarto a otro; el kit de condon, champu, jabon y pastillas de menta sobre el lavabo; la regadera de paredes transparentes, visible desde la cama. El aroma a productos quimicos queria enmascarar los olores sexuales de las parejas que habian estado alli, pero a ella le parecia que mas bien los exaltaba. Marcelo bajo la hielera del carro; saco una cerveza para el y una bebida preparada de lata para Lucia. Si las rutinas de su vida domestica le resultaban tediosas, las que habia desarrollado con su amante la prendian: quedarse de ver cerca de la escuela de reposteria, dejar su carro alli y subir al de Marcelo, que la esperaba sonriente, oliendo a locion Calvin Klein y con una cara que la hacia sentir como si ella fuera lo mejor que le habia sucedido en toda la semana, manejar hasta el motel en las afueras de la ciudad, ponerse una gorra deportiva y lentes oscuros antes de entrar. Luego sexo por el tiempo exacto de sus clases de reposteria y natacion juntas, y regresar a casa banada, como si hubiese nadado. Pocas veces hablaban de camino al motel: apenas sobre el clima, si Marcelo habia tenido que esperarla mucho tiempo, la falta de fluidez en el trafico. Aunque el conocia la situacion de Lucia y la existencia de una hija (la cicatriz de la cesarea y las estrias eran imposibles de pasar por alto), no sabia detalles de su vida. Ya en el cuarto, el intercambio de palabras entre ambos se reducia a peticiones especificas o a indicativos de que algo iba bien. Entre ellos habia sexo y nada mas. Ese era el proposito del oasis. Lucia dejo la bolsa sobre el tocador y acepto la bebida que Marcelo le puso en la mano. Sentados muy cerca uno del otro, en la orilla de la cama, bebieron en silencio sin quitarse los ojos de encima. Necesitaban tiempo para pasar de sus respectivos mundos a este privado, como el pez angel que hace un ano le habia comprado a Eloisa. Segun el empleado de la tienda de mascotas, era necesario ponerlo en la bolsa de agua dentro de la pecera de la casa, y abrirla poco a poco. <>. Asi con ella: requeria un periodo para que su cerebro, pero sobre todo su cuerpo, supiera que ahora estaba con Marcelo. Al terminar su margarita, Lucia se sintio aclimatada al olor de Marcelo, a la textura de su piel. Se desvistieron sin ayudarse y se acercaron para cerciorarse de la realidad del cuerpo ajeno. Se besaron despacio al principio, pero a medida que se adentraban uno en el otro, sintio la urgencia de besarlo mas rapido y de modo casi violento, como necesitara devorarlo. Estaba acostumbrada a gritar muy fuerte cuando cada particula de su ser se estremecia con lo que ella solo podia definir como felicidad. Esta vez no pudo: ya estaba cerca, pero perdio el impulso a mitad del camino, igual que un jabon que se resbala entre las manos. Cambiaron de posicion varias veces y por fin fingio su orgasmo. ?Para que alargar el tormento? Poco despues, Marcelo se convulsiono debajo de ella con ese ruido animal y viril que a Lucia le parecia el sonido mas hermoso del planeta, pero que hoy estaba manchado de rencor. El si, pero ella no. Se dejo caer de espaldas sobre la cama, brazos y piernas extendidos como una estrella de mar, la vulva humedecida. El ambiente impregnado de su propio olor marino, del sudor de los dos, de semen, oscilaba sobre ellos como el Espiritu Santo en el libro de catecismo de su hija. Lucia giro la cabeza hacia Marcelo, que ostentaba ese gesto de agradecimiento y satisfaccion que tienen los hombres despues de eyacular. Cuando lo vio por primera vez, nunca imagino que terminaria asi con el, esperando a que el ritmo cardiaco se les normalizara y el sudor se secara en la piel mientras el cansancio del orgasmo les recorria cada fibra de sus musculos. Movio la mano hasta tocar la de Marcelo: entrelazaron los dedos y ella cerro los ojos. Se habian conocido en un negocio de insumos para oficinas y escuelas. Lucia hacia fila para sacar fotocopias; el revisaba unos mapas sobre el mostrador perpendicular a ella. ?Arquitecto? Marcelo la sorprendio mirandolo y le sonrio. Sin duda soltero. Tenia aun ese aire de osadia y ligereza de espiritu que nunca sobrevive a los primeros anos de matrimonio. Ella se sonrojo: hacia anos que no coqueteaba, anos tambien sin que un hombre la mirara asi. Al levantar la cara para darle al empleado el cuaderno con las recetas de la abuela para fotocopiar, se dio cuenta de que el seguia mirandola. Sin mas la invito a un cafe. ?Que encontro en sus ojos que intuia la posibilidad de que ella aceptara? ?O era algo que hacia con todas? No importaba. Habia aceptado de inmediato, sintiendo un calor intenso que la recorria completa. Era como una de esas comedias romanticas: se emocionaba a una distancia segura. Pero de pronto se habia convertido en el personaje principal, sentada en un cafecito con decoracion retro y frente a un hombre mucho mas joven que ella. Contra todos los consejos maternos y de revistas femeninas, tuvo sexo con el en la primera cita, si es que a eso se le podia llamar cita. Si se habia vuelto un personaje de pelicula cursi, una mujer que en realidad no era ella, ?que mas daba? La noche despues de haber estado con Marcelo por primera vez, Lucia paso por todos los estados posibles: feliz, angustiada, feliz, arrepentida, feliz, entusiasmada, feliz, avergonzada, feliz, con ganas de repetir. ?Pensaria el que era una puta que hacia eso con cualquiera? Tras varias vueltas sobre el colchon habia decidido que no importaba: nadie, salvo ellos, lo sabria. Ademas, si no la tomaba en serio, era irrelevante: ella ya estaba casada. ?No era ese el unico proposito de ser tomada en serio? Lucia se coloco a horcajadas sobre las caderas de el y le regalo la vista de su cuerpo entero. Coloco sus palmas abiertas sobre el pecho y jugo con esos vellos oscuros y gruesos. Quiso iniciar el sexo otra vez, pero no pudo. El deseo la habia abandonado y se sentia sin fuerzas, como un juguete sin baterias. El la jalo hacia si para besarla: ella correspondio sin ganas y fue evidente para los dos. --?Que pasa? Quien sabe si fuera el dia del mes (faltaba una semana para su periodo), o si en verdad la escena del cuyo la habia afectado mas de lo que pensaba, pero la tristeza ensombrecio su cara. Nunca habia sido buena para ocultar sus estados de animo: su desolacion era evidente. No hubiera querido contaminar este espacio, lo que sea que Marcelo y ella tenian, con el tedio de su otra vida, con sus problemas de ropa sucia, las fechas limites de pago, comidas balanceadas o como limpiar un dibujo con crayola de las paredes. Pero ante la pregunta de Marcelo, su cerebro no tuvo mas opcion que contarle lo que habia pasado esa manana: la maceta, el cuyo, el llanto de Eloisa, la actitud desesperante de Cesar, la culpa que la embargaba por haberse reunido con el cuando su hija se habia puesto tan mal. --?Que es un cuyo? Lucia puso los ojos en blanco por un segundo. ?Que pasaba con el vocabulario de los jovenes de hoy? --Es lo mismo que un conejillo de indias --intento que su voz no adquiriera el tono didactico que usaba con su hija. Marcelo tenia cara de no entender--. Los animalitos que usan en los laboratorios para experimentar... Tampoco. Los roedores no estaban en el repertorio de conocimientos de su amante. Iba a agregar que los cuyos eran un platillo muy apreciado en Peru, pero el ya estaba tocandole las tetas y no era precisamente agradable. --Basta --tomo las munecas de Marcelo--. No me estas escuchando. Vio la expresion de su amante: impaciencia, fastidio. Queria sexo y ella estaba hablando de sus sentimientos. Un parpadeo. El deseo de Marcelo de estar en cualquier otra parte. Quizas con una mujer de su propia edad, con preocupaciones de chica joven y sin hijos. Un segundo, pero alli estaba, era evidente. ?Lo habia arruinado todo? Un silencio incomodo se concentro en el aire, como la humedad pesada antes de una tormenta. Marcelo se puso de pie y comenzo a vestirse. --Quede de llevar a mi hermana al centro comercial. Tal vez la maternidad la habia vuelto mas sensible para detectar las mentiras, pero esta era la primera vez que Marcelo mentia y era tan estruendoso como un vaso que se estrella contra piso. Lucia sintio un malestar que se extendia por su cuerpo. Fingio consultar la hora en su celular y dijo que tambien debia irse. Se metio a banar y mojo su traje de bano en la regadera. Seco su cuerpo con la toalla que habia traido de su casa. Una puesta en escena para beneficio de su estabilidad conyugal.

  • Mythos de Stephen Fry

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    Los mitos griegos contados como nunca hasta ahora: como una apasionante novela fantastica.
    He aqui los mitos griegos como nunca los habiamos visto hasta ahora. Como si se tratase de una superproduccion hollywoodiense; de una serie de television al estilo de Juego de tronos; de una narracion epico-fantastica de J. R. R. Tolkien. Y es que Stephen Fry -espiritu renacentista que tanto actua y presenta programas de television como escribe libros- aborda la mitologia griega con pasion y sin renunciar al rigor, y nos cuenta los avatares de sus personajes como en la mas trepidante de las novelas. Y asi, asistiremos boquiabiertos a la aparicion del Caos primigenio y al nacimiento de Atenea, que emerge de la cabeza de Zeus; nos sobrecogeremos al ser testigos de como Cronos castra y destrona a su padre; temblaremos al cruzarnos con Pandora dispuesta a destapar la temible jarra; contendremos el aliento al descubrir que Persefone osa probar la fruta del Inframundo; nos emocionaremos con los amorios de Eros y Psique; iremos de caza con la hermosa Artemisa.

  • Enemiga por accidente (California Beach 2) de Olivia Kiss

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    Claire le declaro la guerra a Thomas una noche en la que sus caminos se cruzaron en el California Beach. Un choque casual los convirtio en enemigos no solo en la intimidad, sino tambien de forma publica. Se odian y evitan verse por encima de todas las cosas.
    Sin embargo, sus mejores amigos van a casarse y han decidido que ellos oficien la ceremonia.
    Juntos.
    Un punado de encuentros, un discurso que preparar, unos cuantos secretos y una tension sexual no resuelta conseguiran que, finalmente, todo estalle por los aires.
    ?Podran Claire y Thomas ser algo mas que enemigos por accidente?

  • Promesas incumplidas de Javier Moscoso

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    Promesas incumplidas es una historia sobre la ambicion, ligada a la promesa igualitaria y al desengano que marco el Romanticismo. De la mano de Javier Moscoso, uno de los mejores ensayistas espanoles contemporaneos.

  • La sexta planta de Diego Garcia Andreu

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    Jaime Murillo, escritor de novelas de terror con un exito mediocre, vive en la sexta planta de un edificio en un barrio alejado de Madrid con Noelia Pineda, su mujer, y Javier Murillo, su hijo de nueve anos.
    Ante la crisis financiera que arrastra la familia, Jaime se propone escribir la novela que lo catapulte hacia el exito, sin embargo, ningun hilo argumental lo satisface. Despues de mucho meditarlo, al fin se decide: ?sobre quien iba a escribir, si no?
    El proyecto parece avanzar a buen ritmo, hasta que un dia recibe una carta sin franqueo revelando una terrible premonicion. Si, quiza escribir sobre ello no habia sido una buena idea, pero ahora ya no hay vuelta atras y el terror, la intriga y el desconcierto estan servidos.
    Esta novela podria considerase una segunda parte de El proceso del mal, no obstante y aunque guarda un ligero hilo conector, la obra es independiente.

  • Quiereme hasta el infinito de Jenny Del

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    Me asome por el cristal del escaparate de la tienda donde trabajaba mi amiga Daniela, la salude con la mano y me hizo un gesto para que entrara. Realmente era la duena y tenia tres trabajadoras. --Hola --le di un beso en la mejilla. --Hola, guapa, que sorpresa. --Estoy de lo mas agobiada --casi rompo a llorar. --No, por favor, dame cinco minutos que ya cierro y vamos a tomar algo. --Vale, tranquila, te espero fuera, necesito que me de el aire. --Claro --me acaricio la mejilla. Me encendi un cigarrillo mientras la esperaba, necesitaba contarle la verdad que le llevaba mucho tiempo ocultando. No tardo en salir, me echo la mano por el hombro para transmitirme el carino y nos fuimos a una terraza a tomarnos algo. --Cuentame, te veo una tristeza en los ojos que no es normal. --Me va a matar, me va a matar --rompi a llorar. --???Quien te va a matar, Judith??? --Enzo --me levante la camiseta por el costado y se puso las manos en la boca. --???Eso te hizo Enzo??? --No te lo he querido contar, pero llevo asi un ano --cogi el movil y le ensene videos que yo habia grabado. --Hijo de pu... !Hay que denunciarlo! --Tengo miedo, me advirtio de muchas cosas. --No te advirtio, te amenazo y te juro por mi vida que no vas a estar sola en esto, pero a esa casa no vuelves. --Si no vuelvo me va a matar. --Pasara por encima de mi cadaver. --Tiene mucho favoritismo... --Tiene una mierda, Judith, no, no va a hacer contigo esto nunca mas y no te lo deberias de haber callado ?No has hablado con tus padres? --No me creerian, por muchos videos que les ensenara, serian capaces hasta de justificarlo. Ya sabes como son. --Hoy te vienes a mi casa. --No puedo, tengo que volver. --???Volver??? !Ni de cona! --Tengo que pensar bien las cosas. --No tienes nada que pensar, es mas, no te lo voy a permitir, vas a denunciarlo. --Es abogado, te lo recuerdo. --?Y? ?Por eso ya tiene inmunidad? ?Eres tonta? --Lo debo de ser, pero no quiero que las cosas se compliquen mas. --Tienes que salir de esa casa ya, no vas a dormir con esa bestia, jamas pense que Enzo fuera asi. --Tiene una doble cara. --La tiene, no me lo podia imaginar, pero con esos videos lo puedes hundir. --No quiero hundirlo, es mi marido. --Hablas como una victima, bueno, es lo que eres, pero vas a ir a por el y yo te llevare de la mano. --Tengo mucho miedo. --Pues no lo tengas, nos vamos a mi casa ?Donde esta el? --En Madrid, salio esta manana despues de darme unos punetazos y advertirme, llega manana. --!Amenaza! Joder deja ya de decir advertencia, deja de justificarlo, al final vas a ser como tus padres. Ahora mismo vamos a tu casa, coge todas tus cosas y te vienes a la mia. --Me buscara cuando regrese y sera peor. --Judith, vamos a ir a por las cosas, manana te vas a buscar un abogado y no solo uno cualquiera, piensa en algun companero de el, que no pueda verlo y que estaria feliz de hundirlo. --Pues tengo dos de un mismo despacho en mente, pero eso seria una guerra abierta. --Pues vamos a la guerra, te acompanare en todo momento, asi que ahora vamos a tu casa, recoge todo lo que puedas y manana nos vamos a ese despacho. --No lo se, tengo que pensarlo. --?Y que te siga dando esas palizas y un dia te de un mal golpe y te deje desgraciada para siempre o muerta? ?En serio? --Dios es que ir al despacho de los hermanos Ochoa, sera ya la cronica de una guerra anunciada. --Pues vamos a la guerra, ya te lo he dicho y te lo repito, eres muy joven aun, solo tienes veintiocho anos y no puedes vivir de esta manera. Llevaba tiempo diciendote que te veia rara, ahora se lo que te pasaba y creeme que no te voy a dejar ni respirar hasta que no te separes de el. --Ira a buscarme a mi trabajo cuando terminen mis vacaciones. --?Las has comenzado hoy? --Si. --Tienes todo el verano y nos dara tiempo a que alguien le pare los pies, para empezar te vienes a mi casa, alli puedes estar todo el tiempo del mundo, lo sabes --soy profesora por eso de las largas vacaciones. --Si --me eche a llorar de nuevo y nos abrazamos. Y no se de donde saque fuerzas o fue simplemente que me deje llevar por primera vez por alguien que tiraba de mi y en este caso lo hacia Daniela, asi que fuimos a mi casa y con todo el miedo del mundo me puse a recoger mis objetos personales y ropa. Terminamos metiendo en mi coche y en el suyo todo aquello que me pertenecia personal, de lo demas no queria nada, simplemente solo queria salir de esa situacion que llevaba tanto tiempo atemorizandome. Cerre la puerta dejando antes las llaves del piso dentro, era de los dos, lo compramos en gananciales antes de casarnos, pero no queria nada de lo que habia en el interior y el piso, que fuera un juez quien decidiera si se vendia o me pagaba mi parte, pero bueno, temia que llegara hasta ese momento. Llore de camino a casa de mi amiga conduciendo mi coche, ella iba en el suyo delante. Sentia tanto miedo y tristeza, que era la sensacion mas rara que podia tener una persona. Fue descargar todo en su casa y el telefono comenzo a sonar, era el, me puse a temblar de miedo, Daniela me lo quito de las manos y lo cogio. --Enzo soy Daniela, escuchame letradillo, tu ex mujer esta conmigo y cuando digo tu ex mujer, es porque no va a volver a tu casa ni muerta, se llevo todo. Acercate por aqui si tienes huevos, que vas a aparecer en todos los informativos del mundo. --Dile que vaya para la casa ahora mismo y me espere a que vuelva manana --dijo en tono enfadado ya que Daniela, tenia puesto el manos libre. --Creo que no me has entendido. Que no, que no va a volver mas, que no va a ir a las manos de un maltratador como eres tu.

  • El resurgir de los lobos (Canada 1) de Mariah Evans

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    “-Se lo que eres… cazador.
    Adrien la miro confundido.
    -?Como puedes saberlo? Nuestras identidades son secretas.
    -Ayudame por favor o manana morire -suplico.”

  • Titeres con cabeza de Rocio Duran Bollo

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    Viernes, 24 de diciembre de 2004 Ricardo Gabarra, tumbado bocabajo sobre el suelo, junto al quitamiedos de la carretera mas transitada de las afueras de Madrid, respiraba despacio e intentaba recuperar la calma, mientras se juraba a si mismo no volver a disparar a un hombre. Lo peor ya habia pasado y estaba vivo. Era libre. Jamas habia vivido esa sensacion antes. Era una mezcla de felicidad, triunfo y miedo que le impedia hasta pensar. No sabia que esos sentimientos fueran la expresion de la libertad, o al menos no era asi como los recordaba de cuando era un hombre libre, siete anos atras, antes de que la prision acabase con cualquier minimo atisbo de esperanza. La carretera aun podia verse sin demasiada dificultad, pero pronto se convertiria en unas lineas reflectantes sobre un fondo negro. Levanto la mirada. Con mucho esfuerzo alcanzo a ver un panel de esos que anuncian los pormenores del trafico, en el que se leia una advertencia: <>; una fecha: <<24 de diciembre de 2004>>; y un deseo: <>. Despues de leerlo se quedo paralizado un instante al darse cuenta de como un simple panel destinado a otras personas y a otros fines resumia tan bien su situacion: el peligro, que desde luego existia; la lluvia, que en unos minutos habia provocado que el frio se pegase a su cuerpo y que la humedad penetrase hasta lo mas profundo de su ser; y, quiza lo peor, que ese deseo era lo mas cerca que iba a estar de la felicidad en esas Navidades. Sacudio la cabeza. Sabia que aun no podia relajarse y mucho menos permitir que su mente le jugara malas pasadas, aunque la ansiedad, el terror sufrido por lo que acababa de ocurrir y una mezcla de sensaciones que luchaban sin tregua dentro de el y que daban paso al cansancio, comenzaban a invadirle. Aparto por un instante los ojos del asfalto que observaba entre la maleza, apoyo la frente en un monton de tierra que asomaba entre los hierbajos aplastados por el peso de su cuerpo y volvio a respirar. Necesitaba ser otra persona, tener una nueva identidad... otra vez. Pero esta seria la ultima: o lo lograba o se dejaria atrapar, asesinar, o lo que fuera que quisieran hacerle. No podia seguir huyendo. Estaba demasiado cansado y se sentia demasiado mayor. Ademas, habia abandonado toda idea relativa a reencontrarse con su mujer, que era el motor que habia guiado sus pasos hasta ese momento; ella no lo merecia. Tantos anos pensando que estaba muerto, todos esos suenos frustrados e imposibles de recuperar. Por no hablar de las heridas. Miles de heridas forjadas con el paso del tiempo que no cicatrizarian jamas. <>, penso mientras una ligera sonrisa se dibujaba en sus frios y agrietados labios. Queria descansar unos minutos mas, pero era consciente de que debia estar alerta. Se enderezo con cuidado para buscar un coche que creyo haber oido acercarse. Fue entonces cuando la vio. No estaria a mas de cien metros de distancia y apenas se distinguia pese a su fondo blanco: la corona real sobre el haz de lictores entrelazado con el hacha y una espada rendida. <>, recordo, y se quedo quieto, abandonado a su destino. Al menos esperaba que realmente fueran los buenos. --Ni se te ocurra moverte. Una sola estupidez y eres hombre muerto. El acero que sintio en la nuca lo convencio. Lunes, 12 de abril de 2004 Ana --Hola, guapa --dijo el hombre--. ?Como te llamas? La pequena miraba a aquel hombre intentando adivinar por que la saludaba a ella. Sus labios apretados no parecia que fuesen a abrirse para pronunciar palabra alguna desde el asiento trasero de ese Volvo XC90 detenido en la calle Eloy Gonzalo, frente a la panaderia Orio, donde se encontraba sentada. --?No me vas a decir nada? ?Cuantos anos tienes? El silencio de la nina incomodo al hombre, pero no se dio por vencido. --El se llama Aki y solo tiene seis meses. --Le enseno un gatito negro, con la punta de la cola blanca, que escondia bajo el abrigo. El rostro de la pequena se ilumino. --Me llamo Ana y tengo siete anos. ?El gatito es tuyo? --Si. El gatito es mio. ?Donde esta tu mama? --Ha entrado un momento a comprar el pan. --Ah, vaya, el pan. ?Y te ha dejado aqui solita? --Me dijo que tardaria un minuto. --La nina hablaba con seguridad mientras acercaba a la ventanilla una muneca vestida de color rosa y con unos tirabuzones de ese rubio blanco y brillante que les suelen poner--. Y no estoy sola, estoy con Pepilla. --!Que bien! --El hombre sonrio de forma exagerada--. ?Y crees que a Pepilla le gustaria jugar con Aki? La nina dudo. Agarro mas fuerte a la muneca y la apreto contra su pecho. Desde donde se encontraba podia ver la panaderia aunque no a su madre, por mucho que estirara la cabeza. Segun se movia, sus pequenos rizos negros se balanceaban y sus enormes ojos oscuros se abrian mas y mas, buscandola. --Vale --dijo mientras se quitaba el cinturon y tiraba de la palanca de la puerta--. Pero quiero coger yo al gatito. --Claro, princesa, no te preocupes. La nina dio un salto para bajar del coche. Tardo mas de lo esperado porque se distrajo un segundo mirando al frente al escuchar que las campanas de la parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel comenzaban a sonar. El hombre aguardaba con impaciencia, vigilando la panaderia y, a la vez, a la pequena. Cuando sono la segunda campanada, a la nina aun no le habia dado tiempo a posar ambos pies sobre el suelo. El hombre lanzo el gato contra la pared y, con sus dos enormes manos, agarro a la cria, le tapo los ojos y la boca, y la llevo en volandas hasta el maletero del coche aparcado detras del Volvo. El sonido de la ultima campanada coincidio con el ruido que hizo la bailarina azul de la pequena al impactar contra el suelo. Capitulo 1 Miercoles, 6 de octubre de 2004 El rostro vendado y la piel fria, mojada e inerte de una nina junto a un gato negro muerto fue la imagen que, con un sobresalto, desperto a Laura a las dos de la manana. Tras el desconcierto inicial, se incorporo y se seco las gotas de sudor que perlaban su frente. No estaba segura de saber donde se encontraba. Miro a su alrededor pero no consiguio reconocer lo que veia. Cerro los ojos de nuevo y respiro hondo con el unico deseo de que, al volver a abrirlos, la muerte se hubiese alejado de su mente. Las pesadillas habian vuelto despues de tanto tiempo. Ya casi habia olvidado esa sensacion de miedo e impotencia que tanto sufrimiento le habia causado anos atras. Le resultaba curioso como la mente era capaz de olvidar y de recordar con la misma facilidad. Por fin se atrevio y despego los parpados. Sus ojos se encontraron sin querer con el espejo sobre su comoda que solia darle los buenos dias, y la imagen que reflejo le hizo sentirse vacia. Se volvio a tumbar en la cama. El sol se colaba por las rendijas de la persiana y mostraba con sus reflejos los colores del arco iris en los sitios mas insospechados, como en su mano, y decidio jugar a agarrarlos entre los dedos mientras meditaba y respiraba para tranquilizarse. <>, penso. Lo malo de esa pesadilla en concreto era que ya formaba parte de su vida y, por desgracia, tenia gran semejanza con el mundo real. <>. Se lo habian aconsejado una y otra vez, y ella se lo repetia casi a diario, pero no lo lograba. Ese caso, esa nina, ese hombre... la estaban poniendo a prueba. No era la primera vez que le ocurria. Habia trabajado en muchos asuntos que la habian llevado hasta el limite, pero nunca se habia planteado abandonar. Y ahora, cuando creia que la experiencia y la frialdad por fin la acompanaban, sentia que por primera vez en toda su carrera estaba a punto de darse por vencida. Pero no debia, no podia. A veces sentia como si tuviera una deuda con los muertos que podria saldar con esta nina. Como si todos los asesinatos a los que se habia tenido que enfrentar y que no habia sido capaz de resolver se hubiesen reencarnado en este, lo que no dejaba de ser algo absurdo y obsesivo. ?Acaso los muertos daban segundas oportunidades? Decidio levantarse y sentarse frente al ordenador. Escribio en un buscador las palabras clave: <>, <>, <>, pero todo lo que aparecia eran muertes de pequenas a manos de sus familiares, muchas veces un padre despechado que lo que queria era vengarse de la madre o, si no, depredadores sexuales. En muchas ocasiones pertenecientes al entorno de la menor; en otras, las menos, simples desconocidos que las pequenas habian tenido la inmensa mala suerte de cruzarse. Laura sabia que cuando empezaba a sonar con sus asuntos la cosa era grave y que no dejaria de hacerlo hasta el final: con la sentencia condenatoria. Lo extrano era que las pesadillas solian llegar con los crimenes sin culpable o con un sospechoso contra el que aun no habia suficientes pruebas; incluso en los supuestos en los que, pese a haber culpable y pruebas, el juicio se presumia complicado. Nada de eso ocurria en este asunto: aqui habia un asesino confeso que llevaba cerca de seis meses en prision provisional a la espera de juicio. Jaime Andradas tamborileaba con sus dedos sobre la mesa de nogal del despacho del jefe de la seccion IV de la Unidad de Droga y Crimen Organizado, Joaquin Gutierrez, mientras este le dedicaba una mirada escrutadora. Su companero se retrasaba, no era nada extrano, pero si dificil de disculpar una y otra vez. --Llevamos mas de veinte minutos esperando a Olivares. ?Donde demonios se ha metido? -- pregunto Gutierrez aflojandose el nudo de la corbata. --Lo he llamado al movil pero no me lo coge. Quiza este conduciendo. Estoy convencido de que estara a punto de entrar por la puerta --respondio Jaime sin levantar la vista de la antigua mesa y sin dejar de golpear sus dedos contra ella. Rodrigo Olivares, oficial del Cuerpo Nacional de Policia, llevaba cinco anos destinado en la UDYCO central. En concreto en el grupo 41, dedicado a cocainicos, integrado en la seccion IV. Bajito, con el pelo recogido en una coleta y con un tatuaje en el antebrazo derecho --en el que con letras antiguas, grandes y negras podia leerse non omnis moriar--, se movia por todo el territorio nacional segun la femina de turno. Era capaz de organizar un viaje a Las Palmas un fin de semana, el miercoles siguiente pasar el dia en Valencia, y el jueves llegar a un juzgado de Madrid a declarar en cualquier juicio en el que hubiese sido citado como testigo. Jaime no sabia como lo conseguia. Ese rasgo de su personalidad despertaba tanto recelo en el resto de los agentes de la unidad como admiracion en su companero. Pero eso a veces le hacia perder la nocion del tiempo, y no siempre en el mejor momento

  • Afrontar el Fuego (La isla de las Tres Hermanas 3), Nora Roberts de Nora Roberts

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  • Vientos de guerra de Elena Garquin

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    Estados Unidos, 1861.
    La apacible existencia de Brianna Fallon en Boston cambia cuando se ve obligada a aceptar un empleo en el hogar de Wyatt Miller, el dueno de una de las plantaciones de algodon mas importantes de Atlanta. Un hombre oscuro, atractivo y enigmatico que despierta en ella emociones que no creia poseer, hasta el punto de poner a prueba su juramento mas sagrado.
    Para Wyatt, la presencia de Brianna supone encarar un pasado que intenta olvidar para enfrentarse a sus propias emociones y a una mujer llena de secretos que no puede manejar, pero que debe desentranar para salvar su vida, su corazon y su alma.
    Mientras ambos luchan por superar la atraccion que sienten, el inicio de una guerra que sacudira los cimientos del pais pondra a prueba la fortaleza de unos sentimientos que apenas han empezado a surgir.
    Cuando dos almas danadas se encuentran, estan destinadas a sanarse.
    Cuando dos corazones laten al unisono, deben luchar por mantenerse a flote.
    Cuando el viento habla el lenguaje de las armas, el amor puede ser la unica salvacion.

  • La casa de arenas movedizas de Carlton Mellick Iii

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    Esta es la historia de dos ninos que no conocen a sus padres, aunque viven en la misma casa que ellos. Suenan con el momento en que podran abrazarlos por primera vez, pero parece que los padres nunca tienen tiempo para ir a verlos. Los ninos saben que tienen que estar en algun lugar de la mansion que comparten con sus progenitores, pero tienen prohibido salir de la guarderia en la que viven. Siempre les han dicho que si la abandonan, sus vidas corren peligro.

  • Esta cosa llamada amor de Hailey Smoke

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    Julia:
    Alto, moreno y hermoso? Si, ese es el. Xander es un veterano con una sonrisa atractiva, dulce y protectora del corazon con un cuerpo de desmayo despues. Y el es un cliente. Si, que sea profesional, sin embargo, no me importaria conocer mas de el despues de las horas de trabajo. Veo la forma en que me mira y yo no soy el unico barridos por la innegable atraccion entre nosotros. ?Tenemos una oportunidad de amor o nuestro pasado a nosotros que negar?
    Xander:
    Un evento desafortunado llevo a Julia a mi vista. Desafortunado, si, pero estoy agradecido por ello. Querer volver a verla, me converti en su cliente. Amable y hermosa, ella es un soplo de aire fresco, un faro de luz en mi vida solitaria. La quiero y ella me quiere. Solo el tiempo dira.

  • Mil campanas de Isabel Keats

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    Encontrarte con tu primer amor despues de un monton de anos parece una jugarreta poco elegante del destino; sobre todo, cuando ese <> te hizo sufrir tantisimo. Sin embargo, Lili no es una mujer rencorosa y acepta seguir viaje con el por California. Eso si, si algo tiene muy claro en esta vida es que no esta dispuesta a convertirse en una de esas pateticas mujeres que tropiezan dos veces con la misma piedra.

  • perdida en mi memoria de Brianne Miller

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    Un dolor indescriptible me saca de mi estado inconsciente con un gemido. Abro los ojos para encontrarme en una habitacion blanca, llena de maquinas cuyos cables estan enganchados a mi cuerpo, y una via sale de mi brazo hasta una bolsa colgada en una barra. Tengo un tubo instalado en la garganta, lo que me impide hablar, y algo me tira en la mejilla. Cuando estiro la mano para ver que es, descubro que una enorme gasa la cubre casi por completo. El panico me asalta al darme cuenta de que estoy en un hospital. ?Que me ha pasado? ?Por que estoy aqui? Un sonido ensordecedor llena el silencio de la habitacion cuando intento levantarme con desesperacion para quitarme todos esos cables. Una doctora entra a toda prisa para inmovilizarme en la cama. Me debato en un intento de escapar, pero una enfermera inyecta algo en la via, y empiezo a sentirme muy cansada. Se que la doctora esta hablando, pero no consigo escucharla. --Senorita, calmese. Ahora mismo le sacaremos el tubo, pero tiene que relajar la garganta para que no le hagamos danos mayores a los que ya tiene. Calmarme... Me calmare cuando alguien me explique que demonios hago en un hospital y como he llegado a estar en un estado tan lamentable... Pero si no me sacan el tubo no podre preguntarlo, asi que me tumbo en la cama y las dejo trabajar. Me duele hasta el ultimo hueso del cuerpo, pero nada es comparable a esto. Sentir como el tubo sale de tu traquea es doloroso y repulsivo, pero el dolor que siento en todo el cuerpo mitiga su intensidad. Cuando la doctora ha terminado su trabajo, una enfermera me pone una bolsa de calmantes y nos deja a solas. --Bien, senorita, ahora que estamos solas, debo presentarme. Soy la doctora Stevens, cirujana cardiotoracica del hospital Bellevue de Manhattan. ?Puede decirme su nombre? Abro la boca para hablar, pero las palabras no fluyen. Acabo de darme cuenta de que no recuerdo nada. Ni quien soy, ni que ha pasado... nada. El panico se apodera de mi al dame cuenta que soy una mujer anonima en medio de alguna parte. La doctora debe haber adivinado mi terror al descubrirlo, porque me coge la mano y me sonrie tranquilizadora. --Tranquila, le costara un poco hablar debido a la irritacion que te ha producido el tubo endotraqueal. --No me acuerdo de nada --gimo con la voz ronca. La doctora observa mis pupilas con ayuda de una linterna, y me hace repetir una serie de movimientos absurdos antes de volver a dejarme tranquila. --No hay signos de danos cerebrales, asi que sufres amnesia post-traumatica. Te han agredido con sana, y tu cerebro reacciona ocultando esos recuerdos para que puedas seguir adelante, asi que es normal que no lo recuerdes. Poco a poco vendran los recuerdos, pero ahora necesita descansar. Tuve que repararle un desgarro en la aorta debido a una punalada muy cerca del corazon, esta viva de milagro. Duerma un poco, hablaremos despues. Cierro los ojos y la doctora Stevens sale de mi habitacion cerrando la puerta tras de si. Intento dormirme, pero el sueno no llega. Los murmullos llegan hasta mi desde la puerta de la habitacion. --Aun esta muy debil. No va a serle de ninguna ayuda --dice la doctora Stevens. --Tengo que hablar con ella. Necesito saber que recuerda. Es la voz de un hombre. Una voz profunda y ronca, que penetra en mi mente y me hace sentir mareada, vulnerable. --Ahora necesita descansar. Vuelva manana --dice la doctora. --!No puedo esperar hasta manana! Es imprescindible que identifique al agresor, o puede que manana tenga otra victima en el hospital. --Sufre amnesia post-traumatica. No recuerda nada, ni siquiera sabe quien es. Si descansa un poco quizas consiga volver a recordar. --!Que haga un esfuerzo, maldita sea! --!Esa mujer ha pasado por un autentico infierno! ?Acaso quiere obligarla a recordar algo que no va a volver a su mente por mucho que ella quiera? Lo unico que conseguira entrando en esa habitacion sera preocuparla, inspector, y creame, despues del trauma que ha sufrido es lo peor que podria hacer. --!Esta bien, maldita sea! Volvere por la manana. El silencio vuelve a inundar mi habitacion. Inspector, agresor, victima... Eso quiere decir que el motivo por el que estoy en el hospital no ha sido un accidente. Sea lo que sea lo que me ha pasado ha sido intencionado, y no puedo acordarme ni de que ha ocurrido ni de quien pudo hacerlo. Los calmantes empiezan a hacerme efecto y poco a poco me quedo dormida. Me despierto mucho tiempo despues. Lo se porque por la ventana solo entra la luz de una farola, y mi habitacion esta en penumbra. Miro alrededor, y me encuentro con la silueta de un hombre sentado en el sillon, que se levanta y se acerca a mi lentamente. La iluminacion de las maquinas apenas me deja verle, pero estoy segura de que no le conozco. El desconocido enciende la luz que hay encima de mi cama y deja al descubierto sus rasgos cincelados. Es moreno, con el pelo corto y de punta, y de ojos color caramelo. Bastante alto, si contamos que sobrepasa la maquina que hay al lado de mi cama, y de hombros fornidos. Labios carnosos y sensuales, y dos hoyuelos hacen amago de aparecer en sus mejillas. Va vestido con un sencillo traje de chaqueta anil y una camisa blanca. Se sienta con cuidado a mi lado en la cama, y coge mi mano entre las suyas. Empiezo a ponerme nerviosa. Su comportamiento es el de alguien que forma parte de mi vida, pero no me suena de nada. ?Le conozco? Y si es asi, ?por que demonios no le recuerdo? --Por fin se ha despertado. Bienvenida al mundo de los vivos, senorita. --Gra... gracias. --Soy el inspector Davis, agente de la unidad de victimas especiales de la policia. ?Recuerda su nombre? Ahora entiendo la familiaridad con la que me trata. Soy una victima, y esta haciendo su trabajo. Niego con la cabeza, frustrada, en respuesta a su pregunta, que no es lo unico que he olvidado. --Tranquila, es normal debido al trauma que ha sufrido. Esta viva de milagro. --?Que... que ha pasado? --Una mujer la encontro detras de un cubo de basura sin apenas pulso y llena de golpes y cortes. Gracias a Dios era estudiante de ultimo ano de medicina, y logro mantenerla con vida hasta que llego la ambulancia. Ha tenido mucha suerte. --Tengo que darle las gracias, ?podria decirme quien es ella? --Ha estado aqui todo el dia. La obligue a irse a casa a descansar, pero prometio venir manana. --Gracias. Siento no serle de ayuda, inspector, pero no me acuerdo de nada. Ni de quien soy, ni de que paso... de nada. --Tranquila. Sufre amnesia post-traumatica. La doctora Stevens cree que lograra recordar con el tiempo. Mientras eso ocurre, tengo a todo mi equipo buscando alguna pista en el escenario del crimen, espero que encuentren algo que nos sea de ayuda para que deje de ser una victima anonima. El inspector se levanta de mi cama, y tras apagar la luz, vuelve a ocupar su lugar en el sillon. --Deberia descansar. El cuerpo se cura mejor cuando esta descansando. --?Va a quedarse ahi? --pregunto intrigada. --No hay nadie a quien pueda avisar para que la cuide, y yo no tengo nada mejor que hacer, asi que si, me quedare aqui. --Le dijo a la doctora que volveria por la manana. ?Por que ha cambiado de opinion? --No lo hice, es la segunda vez que vengo desde que esta usted aqui. Lleva durmiendo mas de veinticuatro horas. --Gracias por quedarse.

  • El enigma del Salon Victoria de Antonio Puente Mayor

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    1899. Seis respetables caballeros despiertan una manana en el salon de un hotel tras una noche de francachela. Para su sorpresa, junto a ellos aparece el cadaver, desnudo y pintado de dorado, de una joven prostituta que habia intervenido en la fiesta.

  • El angel de Dryfield Hall de Claudia Cardozo

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    El angel de Dryfield Hall, una novela que cautivara al lector hasta la ultima pagina.

  • Tranquilas. Historias para ir solas por la noche de Varios Autores

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  • Los dias modernos, Cristina Lopez Schlichting de Cristina Lopez Schlichting

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  • El fantasma enmascarado de Raul Garbantes

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    Illinois, 1960. Nathan Jericho es un hombre anticuado y el detective perfecto para clientes que necesitan resolver casos imposibles. Son especialmente las mujeres en apuros quienes tienen una afinidad especial con el detective caradura y hallan en el un protector reservado que no cejara en su empeno por hallar la verdad, sin importar los riesgos. En esta oportunidad una viuda desequilibrada solicita sus servicios para que la salve de ser asesinada por su esposo, el cual ha muerto hace muchos anos y ahora se le aparece usando la misma mascara que llevaba el dia que la conocio en un baile de disfraces. ?Como es esto posible? ?Testimonio de locura o experiencia paranormal? Jericho no cree en historias de fantasmas y debera resolver este misterio antes de que sea demasiado tarde.

  • Un lugar en el mapa de Shaun Prescott

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    Shaun Prescott es uno de los autores revelacion de la nueva literatura australiana: un relato alegorico y mordaz sobre la desaparicion de los pueblos.

  • Medio Principe, Rocio M Bescos de Rocio M. Bescos

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  • Azul. Un despertar a la realidad 3 de Mercedes Franco

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    Azzure se prepara para el gran baile donde la reina espera presentarla por todo lo alto ante la nobleza de Azzure, la preparacion es un suplicio, pero con resultados fascinantes, cuando se ve en el espejo apenas puede reconocer a la chica que se vestia con estilo punk rock y gorros.

  • Redes de Raquel Antunez

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    Mertixell y Ariadna, dos amigas y periodistas de un importante periodico, se ven envueltas en la investigacion policial del asesino en serie mas buscado de los ultimos tiempos.
    San Antonio y Santa Catalina son dos ciudades unidas por una serie de sucesos que haran temblar a todo el pais, donde ambas companeras -tan diferentes entre si- trabajaran en equipo con la policia y seran claves para armar las piezas de un macabro puzle que deparara en una conclusion inesperada.
    Y si, ademas de la tension que viven en esos momentos, le sumamos que la vida privada de ambas se ve completamente patas arriba y que tienen que lidiar con sentimientos encontrados, nuevos, inapropiados, explosivos. -lo cual no es suficiente para frenar sus impulsos-, la cosa se complica un poco mas.
    ?Conseguiran atrapar al Asesino del Mordisco?
    Un sorprendente thriller erotico escrito a dos voces, una mezcla perfecta entre suspense y erotismo.

  • Arrancame el Alma (Arrancame el Corazon 2) de Kris Buendia

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    De nuevo la luz entra por la ventana. !Es tan odioso! De todas las cosas que odio en el mundo--y que son muchas-- es que entre la luz por la ventana y queme mis ojos recordandome cosas, como mi <> Alguien toca la puerta de mi habitacion, se ha dado cuenta que he tirado el vaso de cristal contra la ventana. --!Adelante!--grito, me duele hasta la garganta. Definitivamente no soy una persona mananera, pero mi trabajo requiere que despierte a las seis de la manana todos los dias, al menos los primeros seis meses. Odio mi trabajo. --?Todavia no has salido de la cama?--pregunta mi asistenta y mejor amiga, Jane Paige, es tres anos mayor que yo, pero tenemos la misma mente de un cachorro abandonado. Mi trabajo le ha salvado la vida y ella me salva el culo todos los dias desde que la contrate para que fuese mi asistente personal. --Odio levantarme temprano y odio mi trabajo--resoplo sentandome en la orilla de la cama. Jane me observa y se rie. --No es la primera vez que te escucho decir eso--dice: --cuando no madrugas no lo odias. Buen punto. Entonces solamente odio madrugar, no mi trabajo. --Date prisa--Me ordena: --Debes estar en el set dentro de media hora. Termino de sacar mi culo del gigante colchon de la habitacion del hotel y entro al enorme cuarto de bano. Odio que reserven la suite presidencial siempre, cada vez que me hospedo en un hotel, y tambien odio que reserven una habitacion en el hotel mas ostentoso de la ciudad. En estos momentos tambien odio todo lo que tenga que ver con Nueva York. No es que tenga una ciudad favorita. En realidad naci y creci en Londres. Tuve una infancia casi normal y digo casi porque a la edad de quince anos empece a modelar y despues a actuar. Amaba el modelaje y a veces tambien amo actuar. Pero lo que si odio son los reflectores. Deberia de ser como la cantante Sia, ella canta dandole la espalda al publico porque no quiere ser famosa. Es una buena idea y estupida a la vez, porque yo no soy cantante y tampoco puedo esconder mi identidad a estas alturas del partido. Tengo veintiocho anos y aunque mi carrera me ha ayudado a salir adelante y a mi familia. Debo admitir que a veces la odio. Debo admitir que a veces la odio. Mi palabra favorita en el mundo es "Odio" Odio ser famosa. Odio no poder hacer lo que quiero. Odio no tener a mi familia conmigo. Odio no poder comer lo que quiero. --A veces lo hago sin que se den cuenta. Odio las revistas de chismes. Odio que me llamen: "Estrella solitaria" Odio no tener una relacion normal que dure mas de dos meses. Pero es porque odio que se enamoren de mi y odio el AMOR. Odio no conocer gente normal. --Al menos mi asistente y mi guardaespaldas lo son. Y seguramente la lista sigue, pero debo estar en el set dentro de... veinte minutos. Perfecto. Llego al set no sin antes pasar entre mas de diez fotografos y todos los medios de prensa, hasta me parecio ver letras en japones en uno de los microfonos de uno de ellos. --Buenos dias, senorita Sparkle-- me saluda uno de los chicos del set. --Buenos dias--Devuelvo el saludo automaticamente con mi cara de hielo. La ultima noticia que lei acerca de mi decia: <> Malditos idiotas. Estoy empezando a odiar tambien mi apellido[1], de ahi se inspiraron para llamarme su maldita <>. Era de esperarse, han preparado todo para mi en el ridiculo monstruo de cuatro ruedas. Me dejo caer en uno de los sillones de terciopelo y cierro mis ojos. Definitivamente nunca podre acostumbrarme a la vida de lujo. Pero lo ironico es que he comprado para mis padres una mansion y le he enviado un coche lujoso ultimo modelo a mi hermano menor. Es la unica manera en que puedo disfrutar de mi dinero. Compartiendolo con mi familia y con aquellos que no tienen nada y han sido menos afortunados que otros. Abro mis ojos y lo primero que encuentro es una revista con mi nombre en primera plana: "LA ESTRELLA SPARKLE UNA VEZ MAS NOS HA SORPRENDIDO CON SU JUGOSA DONACION A VARIOS CENTROS DE BENEFICENCIA" Inmediatamente tomo la revista y como la idiota que soy la leo: "La actriz de accion Jessica Sparkle, ha sorprendido a varios centros de beneficencia entre ellos, asilo de ancianos, hospitales infantiles, y varios orfanatos alrededor del mundo, haciendo una donacion de mas de cinco millones de dolares. ?La estrella solitaria no tiene con quien compartir su fortuna? ?La fama no le basta y quiere comprar el amor de los mas necesitados? --!Joder! --arrojo la revista y cae en los pies de nada mas y nada menos que Steven Franks, el director. --Buenos dias a ti tambien--se agacha y levanta la revista pero no la lee. Me remuevo en el asiento molesta por lo que acabo de leer. La prensa puede ser cruel cuando quiera y lo he permitido porque no voy a armar una guerra por cosas falsas que escriban sobre mi. Pero lo que si odio es que hayan mencionado la cantidad y el destino al que fue a dar mi dinero. No me interesa hacerme mas famosa de lo que soy y para empezar ?Como demonios se dieron cuenta? --Tienes que ignorar lo que escriban de ti--dice: --y si de algo te sirve, escriben cosas peores de los directores. Me rio ante su comentario, definitivamente Steven ha tenido un mal ano con la ultima pelicula que digirio, se le involucro con la ultima protagonista y le costo su primer divorcio. Pobrecito, me da pena. --Lo tomare en cuenta, Steven. --Bien, continuemos con las escenas de la pelea, me dijiste que no querias una doble asi que espero que hayas desayunado bien y hayas practicado la rutina de pelea. --Por supuesto. Media hora mas tarde, despues de la ultima revision de mi vestuario y maquillaje, me encuentro en una escena de un edificio abandonado y estoy a punto de pelear con diez hombres armados. -- !ACCION! El primer hombre sale por la parte de atras tomandome del cuello, asi que me inclino y lo aprisiono del brazo haciendolo brincar por encima de mi cabeza y cayendo sobre un colchon. Luego, dos hombres me toman desprevenida y arrebato sus armas; empiezo a dispararles, no sin antes patearles el culo. Amo las escenas de pelea. Capitulo dos Despues de cuatro horas ante las camaras y varias repeticiones, estoy agotada. --Buen trabajo, Jessica. --me felicitan los chicos a los que les acabo de patear el trasero. Jane se acerca con una toalla y un bote con agua. --Tu madre ha llamado--me indica. No me sorprende que mi familia este preocupada por lo que acaba de salir en el periodico y revistas acerca de la donacion. Lo que me recuerda que tengo que arreglar el pequeno problema. Entro a mi camerino y llamo a mi madre, preparandome para el sermon de la semana. --!Por el amor de Dios, Jessica Anne Sparkle! --chilla mi madre: -- Como se te ocurre divulgar que has donado semejante cantidad. Por el amor de Dios, mi madre todavia no entiende que no soy yo la que publico toda esa mierda. --Madre, no grites--le respondo poniendo los ojos en blanco y Jane se rie: -- Yo no publico esas cosas, ?Cuantas veces tengo que explicarte? ?Piensas que tambien publico las noticias sobre el clima? Escucho que mi madre rie pero se contiene: --No te hagas la listilla conmigo, senorita. El hecho de que golpees fuerte en la camara no quiere decir que todavia no pueda darte de nalgadas cuando te vea. !Soy tu madre! --Si que lo eres. --resoplo. Amo a mi madre y la extrano a morir en estos momentos. --?Te ha gustado la nueva casa? --Nos encanta, pero tu padre dice que es muy grande para nosotros dos. --Claro que no, la llenaran con nietos, pero claro, no con los mios. --Me preocupas hija, tienes veintiocho anos y todavia no tienes un novio decente. Aqui vamos otra vez. --Mama, no voy a tener esa conversacion contigo por telefono. --De acuerdo, ?Cuando vendras a visitarnos? --No lo se, estoy por finalizar la filmacion de una nueva pelicula. --?Siempre de peleas, sangre y mal hablados? Me parto de la risa. --Lo mal hablada lo aprendi de ti, asi que no te quejes, y si, es de accion --Lo mal hablada lo aprendi de ti, asi que no te quejes, y si, es de accion como me gustan. Escucho que resopla-- ?Cuando haras una pelicula romantica? De esas que a veces los protagonistas se quedan juntos. Esta bien, mi sonrisa se fue. --Mama, para empezar eso es una fachada para vender la pelicula, pero si quieres, puedo quedarme con el chico al que le acabo de partir el cuello. --!Por Dios! --Grita: --Eres igual a tu padre de terca. Definitivamente lo mal hablada es lo unico que has aprendido de mi. --No es cierto--contraataco: --Tambien me has ensenado a compartir y valorar y eso es lo que hago siempre, asi que por favor, te lo ruego, no leas esas cosas y dile a papa que los visitare pronto. --Esta bien, te amo mi pequena estrella. Solamente a mis padres les permito que me llamen asi. --Tambien te amo, dile a papa que lo amo. Pongo mi telefono sobre la mesa y suspiro. --Tu madre es unica--dice Jane: --Ya quisiera que la mia me llamara para reprenderme. Tomo la mano de Jane y la aprieto. --Estoy segura que donde quiera que esten, su intencion nunca fue separarse de ti. Jane crecio en una casa de acogida casi toda su vida hasta que una vez me encontre con ella en una cafeteria. Yo iba con una peluca para ocultar mi identidad y un hombre me toco el culo y ella salio a mi defensa, desde ese momento le propuse que fuese mi asistente, aunque cuando se dio cuenta de quien era yo, estuvo casi media hora sin hablar y me tocaba la cara para ver si yo era real. Hemos sido amigas por casi ocho anos cuando empezaba mi carrera como actriz y desde ese momento todo ha sido de maravilla al lado de ella. Pero Jane es diferente a mi, yo me veo fuerte ante las camaras, mi cara de hielo es una mascara para protegerme de toda la mierda que me rodea. Pero Jane es Jane, si tiene que mandarte al diablo lo hace y si tiene que llorar tambien lo hace, yo no. Yo tengo mi orgullo bien definido, y nunca acepto mis debilidades aunque Jane las ha ido conociendo una a una. --Cuentame --Cambio de tema: -- ?Como te fue en esa cita con el aleman? Se parte de risa por mi pregunta. --Una mierda--a juzgar por su expresion cuando se refiere <> a sus citas es porque fue todo un exito. --Entonces salio todo bien. --Si, el sexo fue increible, bien dicen que los alemanes son apasionados y agresivos en la cama pero... --Por favor--la corto: --Tu vida sexual es mucha informacion para mi. --Lo dice la medio virgen--Se mofa. Pongo cara de hielo e ignoro su comentario tomando un poco de agua. --De acuerdo, lamento haber dicho eso. --De acuerdo, lamento haber dicho eso. Su comentario no me ofende, pero !Tengo veintiocho anos por el amor de Dios! --Todavia no se a que viene eso de que soy medio virgen. --Porque lo eres--Ve que no digo nada prosigue: --Eres una rubia sexy de ojos azules, famosa, inteligente, rica y joven, no entiendo la razon de que no has podido estar con ninguno de los bombones con los que has salido. --Y yo no entiendo lo tuyo, una morena como tu ha estado con un aleman que apenas conoce. Mi comentario hace que se parta de risa de nuevo. A Jane todo le causa gracia y eso es lo que me encanta de ella, es la unica que me hace salir de mi cueva de hielo. Ahora somos dos la que nos reimos a carcajadas. --Aquel actor estaba deliciosamente perfecto para ti. --?Theo James? --pregunto y ella dice si con la cabeza. --Somos buenos amigos, no tenemos nada en comun, ademas el britanico esta tan ocupado como yo. Pero en otra vida le habria hecho de todo. Ahora soy yo la que rie a carcajadas sola. --Eres una pervertida, todavia no puedo creer que hayas tenido relaciones unicamente en el modo oral. --Es mejor asi, me gusta disfrutar sin ser penetrada. --No sabes lo que te pierdes. --El dolor no es lo mio. --me mofo. --Te dolera la primera vez, pero luego lo disfrutaras y te acordaras de mi. --!Eres asquerosa! --No me refiero mientras lo haces, idiota. Me refiero a que me daras la razon, el sexo oral es delicioso pero es un aperitivo nada mas. --Bueno, lo tomare en cuenta. La verdad es que tiene razon, se que la primera relacion sexual siempre duele y no es que no haya querido, pero los hombres con los que he salido han sido unos idiotas que no me han hecho sentir comoda al respecto. Despues ya no los vuelvo a ver, supongo que soy una friki en la cama y por eso salen corriendo. --Debo decir que tu estilo de vida <> te ha hecho una experta. --Pues no se han quejado, los he dejado tan satisfechos que muchas veces se quedan dormidos y se olvidan que tengo una vagina. --Eres una virgen pervertida y mal hablada. --Gracias. Capitulo tres Hoy es el ultimo dia de grabacion, y estoy nerviosa al respecto, pero que digo !Siempre lo estoy! --De acuerdo, Jessica, tienes que correr lo mas rapido que puedas y saltar desde el edificio. ?Estas segura que puedes hacerlo? --Si, he saltado desde mas alto. --Bien, no te preocupes si sale mal a la primera, volveremos a repetir hasta que salga perfecto. Odio repetir escenas de saltos. Me da el vertigo y solamente Jane lo sabe, que en estos momentos aprieta su labio inferior sabiendo lo que estoy pensando y me hace senas de <>

  • Magia Blanca (Novelas del Tarot 3), Malala Macaroni de Malala Macaroni

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  • Amor entre las sombras (Club del Crimen 3) de B. Amann

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    Dos hombres que lucharan por amarse en un mundo que no lo permite. Peter Brandon y Robert Norris estaban destinados a estar juntos desde crios pese a la epoca en que nacieron, la sociedad que les rodeaba y la resistencia a admitir un amor mas alla de los convencionalismos. Una profunda amistad que se convirtio en amor con el paso de los anos, con el roce constante, con las risas compartidas y las frecuentes discusiones. Creyeron poder crear un futuro, juntos, pero el destino se volvio contra ellos. Martin Saxton seguia libre y esperaba el momento oportuno. Entre las sombras, hilando una telarana de secuestros, muertes y amenazas que les cercaba lentamente. A ellos y a cuantos les amaban, poniendoles en peligro. En una epoca en la que unicamente importaban las apariencias lucharon por cambiar las cosas. Por defender a quienes no podian hacerlo por si mismos. A quienes a nadie importaban. Lucharon por un amor mas fuerte y profundo que la obsesion de un hombre por destruirlo.

  • Noches de neon de Scarlett De Pablo

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    Cuando Butterfly conoce a Blake Novak, un luchador de artes marciales, instantaneamente se siente atraida hacia el. Lo que Blake no sabe de ella es que vive una doble vida, y que debajo de ese encanto infantil y las pelucas de colores, esta Mia Gabrielli, la hija de un jefe del crimen organizado.

  • Promesas de sal y limon (El club de las Tulipanes 1) de Lucia De Vicente

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    Cadiz, junio de 2000. Ana dio un beso a su madre, otro a su padre y salio corriendo para atravesar el enorme patio del Santa Brigida Irish School a fin de atender la llamada de sus tres amigas, que estaban haciendose fotos con su querida profesora de Lengua y Literatura, la senora Quesada. El coctel que siguio a la ceremonia de graduacion de las alumnas que ese ano terminaban el colegio estaba a punto de finalizar. Hacia pocos dias se habian sometido a la dura prueba de la selectividad y tanto ella como sus queridisimas companeras de fatigas y aventuras obtuvieron magnificas calificaciones, tal y como se esperaba de ellas. La direccion y el profesorado tenian a las cuatro por buenas chicas. Las consideraban de las mejores estudiantes de su promocion, pero ella no pudo evitar una sonrisita ladina al pensar en eso. Lo cierto era que entre todas disponian de una buena coleccion de travesuras y fechorias en su haber, aunque tenian la virtud de haber salido siempre indemnes de ellas. <>, penso sin perder el paso, acercandose al grupo para posar para la instantanea. --Chicas, !hoy es nuestro dia! --grito al tiempo que levantaba el birrete de pega que les facilitaron los organizadores del evento, al mas puro estilo de Yankilandia--. Hoy, por fin, podemos quemar Cadiz; no tenemos que regresar al colegio. !Y ya somos todas mayores de edad! Solo una semana atras habian celebrado el dieciocho cumpleanos de Gabriela, la mas joven y la mas inteligente de las cuatro, por mucho que esa cualidad no se viera reflejada en sus calificaciones escolares. Ni tampoco en la facilidad para hacer amistad con el resto de sus companeras. --Tambien es nuestro ultimo dia juntas, Ana --lloriqueo Gabriela--. Hoy todas dormiremos en nuestras casas y a partir de manana cada cual seguira con su propia vida y no volveremos a vernos. --Vamos, vamos, pequena --la regano con carino la senora Quesada, abrazandola--. Hoy no pienses en eso. Como os he dicho siempre, teneis que vivir el momento. Ya sabes, carpe diem. Manana, Dios proveera. --Eso, Gabriela --corroboro Beatriz, la decana del grupo y a la que todas concedian el papel de protectora, aunque solo se llevaran unos pocos meses de diferencia--. Ademas, si que vamos a volver a vernos; lo hemos prometido. --Deberiamos sellar eso como Dios manda, ya sabeis… --propuso Patricia, la pragmatica, con un gesto picaro--, para que a ninguna se nos ocurra faltar el dia que acordemos para la quedada. --?Que es eso de sellar las promesas? --quiso saber la profesora, que miraba de una a otra, curiosa, intentando rellenar los huecos de su conversacion. --Bueno, cada vez que… --!Callate, Gabriela! --interrumpio Beatriz a la menor, alarmada ante la disposicion de esta a contar su mas protegido secreto; el que todas guardaban con celo, aunque seguramente el miedo a ser descubiertas tenia mas peso que la fidelidad a la palabra dada. --Pero si ya no pueden castigarnos --se defendio esta. --?Y que mas da? --protesto ella, enfadada. --Nada, dona Fina --salio al paso Patricia--. Se trata de una ceremonia infantil e inocua que celebramos cada vez que nos hacemos alguna promesa de futuro, no se preocupe. La profesora las miro a todas, analizando las diferentes reacciones, y sonrio enigmatica. --Ay, ninas, ?pensais que he nacido ayer? --repuso moviendo la cabeza ligeramente de un lado al otro--. Por muchos anos que lleve intentando instruir esas y muchas otras cabecitas de calabaza, nunca terminare de acostumbrarme a que sigais siendo tan inocentes aun el dia de vuestra graduacion. ?Creeis que no estoy al tanto de vuestro juramento… tequilero? --lo denomino despues de pensar un rato y a falta de otra palabra mas adecuada que acudiera a su mente. Las cuatro se miraron asombradas. --!Pero, dona Fina! --salto Beatriz, anonadada al darse cuenta de lo que la senora Quesada acababa de confesar--. ?Desde… cuando lo sabe? La mujer rio divertida. --Pues, posiblemente desde el primer dia. Os recuerdo que, por mi aula, han pasado montones de alumnas antes que vosotras y seguiran pasando despues. Y todas, absolutamente todas, teneis un punto en el que infringir las normas de la escuela se convierte en vuestro objetivo primordial. Incluso las que teneis fama de formales y estudiosas. --?Como se dio cuenta? --cuestiono Ana--. Siempre hemos actuado con mucho cuidado. --El primer dia que Gabriela bajo al comedor y dejo sobre la mesa su desayuno entero, sin tocar ni una tostada, y el resto, con cara de lechuga vieja, os quejasteis de que algo os habia sentado mal y que os dolia la cabeza, lo supe. Luego solo tuve que buscar las pruebas en vuestras habitaciones y, perdonad que os diga, sois muy poco originales intentando ocultarlas. Las cuatro se miraron alarmadas. --?Y por que no nos delato? --pregunto Patricia. Ella siempre era la mas inquisitiva, no en vano el curso siguiente se matricularia en la Facultad de Derecho e intentaria convertirse en la abogada mas aguerrida y resolutiva de toda Espana. --No hubiera servido de gran cosa --admitio--. Todos los profesores sabemos que estas cosas ocurren y es casi imposible evitarlo. Lo unico que hacemos es intentar que no se nos vayan de las manos y empiecen a convertirse en un problema. Una pequena cogorza no mata a nadie, siempre y cuando no se produzca demasiado pronto o se repita con asiduidad. Vosotras habeis sido cautas, la verdad. Un par de veces por curso y solo en los dos ultimos. --?Hacen la vista gorda? --dijo Gabriela, asombrada. --Solo a veces, ya os digo. En vuestro caso no era alarmante. Es condicion del ser humano transgredir las normas y, si los superiores lo afrontamos con excesivo celo o rectitud, lo unico que conseguimos es potenciar ese deseo natural de rebeldia. --!Gracias, dona Fina! --exclamo Beatriz, abrazandola, a punto de que se le saltaran las lagrimas por la emocion. --Pero esta noche, ya que acabo de dejar de ser vuestra profesora --propuso dona Fina, quitando hierro al momento--, ire con vosotras y compartire esos chupitos de tequila para celebrar la clausura de nuestro Club de las Tulipanes. --!Genial! --gritaron las cuatro a coro. --Ademas, tenemos algo para usted --confeso Gabriela, incapaz de guardar una sorpresa. --Gabriela… --la reconvino Patricia. --Dejala, Paty --la defendio Beatriz--. Ya sabes que Gabriela es asi. Anda, Ana, ve a buscar los regalos de la senora Quesada. Ella tambien estaba deseando ver la cara que pondria la profesora cuando le entregaran todo lo que llevaban tiempo preparando, asi que partio de inmediato con una inestable carrera sobre los tacones, ya que, acostumbrada a los zapatos del uniforme, no tenia suficiente practica para andar con ellos por un terreno tan desigual como el del patio del colegio, y se dirigio a la habitacion que habia compartido con Beatriz durante los ultimos siete anos. El equipaje de ambas estaba alli, embalado y dispuesto para ser trasladado por ultima vez hasta sus respectivos domicilios. Los armarios parecian los nichos deshabitados de un cementerio, que esperan su proximo inquilino como si el anterior no hubiera dejado alli algo mas que su esencia durante una larga temporada. Sintio ganas de llorar, pero hizo un esfuerzo supremo y consiguio reprimir las lagrimas. No queria estropearse el ligero maquillaje que se aplico para acudir a la ceremonia, ya que ese dia estaba todo, o casi todo, permitido. Evito volver a mirar la habitacion y recogio la bolsa de plastico que reposaba sobre su cama, o sobre la que lo fue hasta ese dia, y salio zumbando de alli para no derrumbarse y caer en la pena que sentia que empezaba a ahogarla. Del mismo modo que llego, corrio para volver al punto en el que las demas la esperaban, solo que esa vez eligio la puerta principal, para atajar camino. --!Morales! --la reconvino sor Elisa, la portera--, !no corra! Aunque sea su ultimo dia en esta escuela, las normas se cumplen hasta el final. Ella pego un frenazo en seco, sonrio a la monja carcelera --como la apodaban entre ellas--, pidio disculpas con una taimada sonrisa y, en cuanto piso el ultimo escalon que daba acceso al recinto, volvio a correr como alma que se llevara el diablo. --Aqui teneis, chicas --dijo al entregar su preciada carga. Todas dejaron que Beatriz hiciera los honores sin siquiera consultarlo entre ellas, como en un acuerdo tacito. Esta saco una caja cuadrada, verde, de tamano aproximado de treinta por treinta centimetros y se la entrego a la profesora. --Para que tenga un recuerdo nuestro. La mujer la tomo agradecida y emocionada. Cuando levanto la tapa, se le llenaron los ojos de lagrimas. --Esta firmada por las cuatro --aclaro Gabriela, ante el silencio acongojado de dona Fina. --Es una placa de plata con el decalogo de nuestro club --especifico Patricia. Se referia a la hermandad que surgio de forma inesperada despues de que en la sesion de cine semanal del colegio emitieran El Club de los Poetas Muertos. Ellas quedaron tan impresionadas con la pelicula, y se vieron tan reflejadas en los chicos de aquel internado, que quisieron hacer algo semejante. Y, como no podia ser de otro modo, la unica docente capaz de emular las virtudes del senor Keating era su querida profesora de Lengua y Literatura, que ademas compartia asignatura con el personaje de Robin Williams. A dona Fina le encanto la idea desde el primer minuto, pues en el fondo era otra inconformista, libre pensadora y un poquito reaccionaria, como John Keating, aunque en otro estilo. A la senora Quesada le gustaba la poesia como al que mas, claro que si, pero preferia la narrativa. Y de entre toda, la de los autores del romanticismo de los siglos XVIII y XIX; Jane Austen, Charlotte Bronte y su hermana Emily, Lord Byron, Mary Shelley, Alexandre Dumas, Gustavo Adolfo Becquer… Pero, ademas, algo que nunca reconocio delante de sus alumnas fue que era una defensora a ultranza de la romantica actual. Seguia la obra de Johanna Lindsey, Kathleen Woodiwis, Marie Jo Putney, Nora Roberts, Diana Gabaldon, Virginia Henley y un larguisimo etcetera de autoras, de las que era voraz lectora. Ellas no tardaron en averiguarlo. Les extranaba tanto verla leyendo, en los recreos y antes de irse a la cama, aquellos libros de bolsillo de pastas forradas con papel de periodico, concentrada al maximo y componiendo caras y gestos de admiracion, que no pudieron evitar dar rienda suelta a su curiosidad.

  • Tony Takitani de Haruki Murakami

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    Tony Takitani es un joven que ha crecido aislado, entre las burlas de los companeros y muy solo, pues su padre, trompetista de jazz, se ausenta a menudo para tocar en giras. Buen profesional, se dedica a ilustrar portadas para revistas de automoviles o anuncios. Hasta que de pronto conoce a una chica, empleada a tiempo parcial de una editorial, a la que le gustan especialmente los vestidos.
    Maravillosamente ilustrado por Ignasi Font, este relato del celebre escritor japones nos habla de la soledad y la falta de afecto en la sociedad actual.

  • El sentido de la locura de Jim Geekie , John Read

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    La obra que el lector tiene en sus manos analiza esa experiencia que solemos denominar locura, esquizofrenia o psicosis, la cual se halla presente en todas las sociedades y, hasta donde alcanza nuestro conocimiento, en todas las epocas, ya que la tendencia de la mente a desviarse de lo que una sociedad determinada considera <> y aceptable, junto con la propension del resto de los miembros de dicha sociedad a sancionar estas desviaciones, es uno de los aspectos centrales de la naturaleza humana.

  • El Gran Capitan de Jose Calvo Poyato

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    Con su maestria de narrador y sus profundos conocimientos de historiador, Jose Calvo Poyato nos introduce en la vida del soldado espanol mas insigne de todos los tiempos: Gonzalo Fernandez de Cordoba, el Gran Capitan.

  • Una Navidad en Escocia de Anne Aband

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    Susan Edwards bajo del tren que la habia traido a Edimburgo desde su ciudad natal, Londres. Habia sido una decision repentina, incluso irracional. Dejar su puesto como profesora adjunta de la facultad de arqueologia para ir a excavar en un posible yacimiento cerca de la ciudad escocesa... !toda una locura! Pero si se lo pedia su profesor favorito, no tenia ninguna duda. Se supone que ella la hermana mayor, la sensata y que Caroline era la menor, la que deberia hacer toda clase de locuras. Pero en su caso, no era asi. Su hermana pequena salia con Frank, un abogado de lo mas aburrido y trabajaba en una compania de marketing, en el mismo edificio que su novio. Aburrido. Pero si ella estaba contenta, le parecia bien. Susan llevaba ya tres anos, desde que termino la carrera con excelentes notas, trabajando en la misma universidad donde saco su titulacion. Habia terminado el doctorado, y tambien habia terminado la relacion con Thomas, colega suyo y companero de la universidad. Y termino porque el se fue a las excavaciones de Atapuerca, en Espana. Le pidio que le acompanara, pero en ese momento ella tuvo miedo. Y ahora el habia encontrado una novia espanola. Se alegraba por el. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si no arriesgas, no ganas, y cuando su antiguo profesor, Henry McDall, le solicito ayudarle en un pequeno yacimiento en unos terrenos familiares, a las afueras de Edimburgo, no se lo penso. Penso que la aventura la llamaba, que la vida le estaba diciendo que volviera a sacar de dentro de ella ese espiritu arriesgado, capaz de hacer cualquier cosa. Sus padres aceptaron a reganadientes su marcha, y en la facultad le dieron una excedencia de un ano. Todavia se sorprendia de lo facil que habia sido todo. Bajo del tren buscando al profesor McDall, pero no lo vio. Era un hombre de edad avanzada, pero le prometio que la iria a recoger para llevarla a la casa donde vivia y donde ella se instalaria, un edificio familiar de cuatro pisos con un precioso jardin, segun le habia contado. Se abrigo un poco mas; en octubre y en Edimburgo no hacia precisamente calor. Llevaba un gracioso gorro con un gracioso pompon de color rosa que le habia regalado Caroline. Saco la maleta con ruedas y camino hacia la parte cubierta del anden, pues comenzaba a caer una fina llovizna. --!Lo que faltaba! --se dijo mirando por encima de la gente que se habia bajado. ?Donde estaria el profesor? Se iba a quedar helada, y, ademas, no sabia donde estaba su casa. --Eh, senorita, ?es usted Susan Edwards? --una voz ronca la interpelo por detras. Ella se volvio con una sonrisa aliviada y se quedo con la boca abierta. Un tipo pelirrojo, con el cabello mojado chorreando por la cara y con dos inmensos ojos azules, le sonreia como si ella fuera un tesoro encontrado. --Si, si --acerto a decir. Era el hombre mas guapo que nunca habia visto. Con facciones regulares, alto y de anchas espaldas. --Entonces, vamos, que mi tio le espera en la casa con un buen ponche caliente. El escoces le cogio la maleta rozandole con la mano. Ella la retiro, como si le hubiese dado un calambre. Caminaron hacia fuera de la estacion, ella detras de el, mojandose, pero ya no le importaba. Su vida se habia iluminado de repente. Comenzo a elucubrar. ?Estaria soltero? ?Se habia fijado en ella? Seguro que alguien tan atractivo estaba casado y si no, era porque tenia algo malo, penso con ironia. Llegaron al aparcamiento y abrio una furgoneta bastante vieja para meter la maleta. --Entre, senorita --dijo el abriendole la puerta del copiloto. --Gracias, esto... --Sean, me llamo Sean McDall y el profesor es mi tio. He tenido que coger su furgoneta porque mi coche esta en el taller, espero que no le importe. --Oh, por favor, Sean, tuteame. Debemos de ser de edad parecida. --Esta bien, Susan. El viaje, ?bien? --dijo mientras arrancaba la furgoneta que gimio ante el esfuerzo. --Si, los paisajes de Londres aqui son maravillosos, y esto --dijo ella senalando en general --, es tan bonito… Nunca habia estado en Edimburgo. --Entonces me encantara ensenarte el lugar, cuando no estes trabajando con mi tio. Aunque no se si tendras tiempo, esta tan emocionado que pasa casi todas las horas excavando. --Seguro que encontramos un momento --dijo ella pensando que querria pasar mas de un rato con el escoces. Enseguida llegaron a su calle y de nuevo Sean recogio su equipaje y lo llevo dentro. La lluvia estaba cayendo con mas persistencia y el gorro de Susan se empapo, al igual que su cabello negro. Entraron en la casa y se quitaron los abrigos. Un gracioso perrito de raza indeterminada salio a saludarles moviendo el rabo. --Se llama Wee, que significa pequeno. Nunca crecio como nos prometieron. Ella acaricio al perrito que se fue trotando hacia el salon, como pidiendole que lo acompanaran. Susan se quedo mirando al escoces que llevaba unos pantalones de franela y un jersey oscuros. Si la habia impresionado en la estacion, ahora simplemente no podia ni hablar. --Pasa, Susan, mi tio te espera. ?Prefieres un ponche, un cafe, o te? --Te estara bien, gracias, Sean. Susan paso hacia el saloncito y Sean se la quedo mirando. ?De donde habia sacado su tio una ayudante tan preciosa? Tenia el cabello oscuro, le recordaba a la obsidiana y sus ojos verde oscuro eran un sueno. Ademas, era una preciosa mujer con curvas, como le gustaba a el. Si iba a estar alli mucho tiempo, deberia tener cuidado. Se fue a preparar los tes moviendo la cabeza, no, otra vez no. No se volveria a colgar de ninguna chica, de momento.

  • La comunidad de la sangre de Anne Rice

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    Las Cronicas Vampiricas continuan con el relato del Principe Lestat y la fundacion de la Comunidad de la Sangre.

  • Piezas perdidas de Tamara Ortiz Santiago

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    Las malas decisiones de Evelyn son las que le han hecho llegar a donde esta. Despues de un pasado donde todo era de color negro, creyo que por fin comenzaba a ver la luz. Logan para ella era la persona con la que iba a pasar el resto de sus dias. A pesar de las discusiones donde intentaba justificar todos sus actos y palabras, muy en el fondo sabia que… Todo iba a empeorar.Nikolai para ella es un soplo de viento, la calma despues de la tormenta, los rayos de sol despues de un dia nublado, esa cancion que siempre esta ahi para mejorar tu dia, tratandote como el deberia haber hecho. Nikolai es dos anos menor que ella, ?Que puede aportar mas que problemas? El que le abran los ojos y le hagan ver que una mujer siempre debe ser amada como merece.

  • Las respuestas de Catherine Lacey

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    Por la autora de Nunca falta nadie, uno de los mejores libros del ano segun The New Yorker yVanity Fair.