• libro no hay vuelta atras - Melinda Gates

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    Una llamada a la accion para empoderar a las mujeres y cambiar el mundo.

  • NO HAY VUELTA ATRÁS | MELINDA GATES | Casa del Libro

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    16 may 2019 — Sinopsis de NO HAY VUELTA ATRÁS ... Una llamada a la acción para empoderar a las mujeres y cambiar el mundo. Durante los últimos veinte años, ...

  • No hay vuelta atrás: El poder de las mujeres para cambiar el ...

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    No hay vuelta atrás: El poder de las mujeres para cambiar el mundo (Conecta) : Gates, Melinda, Guelbenzu de San Eustaquio, Ana: Amazon.es: Libros.

  • El poder de las mujeres para cambiar el mundo Versión Kindle

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  • No hay vuelta atrás | Penguin Libros ES

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    «No hay vuelta atrás revela verdades dolorosas sobre las mujeres que viven en las zonas más vulnerables del mundo. Con su relato de fortaleza y esperanza, ...

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  • No hay vuelta atrás | Gates, Melinda | 978-84-16883-59-2

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    En este libro sincero e inspirador, Gates rememora esa experiencia personal, defiende con empeño el vínculo entre el empoderamiento de las mujeres y el ...

  • Libro No hay Vuelta Atras, Melinda Gates, ISBN ...

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  • No hay vuelta atrás. El poder de las mujeres para cambiar el ...

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    Gates, Melinda. Libro en papel. 9786073177559 Cafebrería El Péndulo ...

  • El karma del highlander de Rose Gate

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    Sarah Alcantara es una arpia consumada. Duena de una de las principales editoriales de Romantica del pais tiene un lema:
    “Si no tienes vagina, ni te pases por mi oficina”.
    A sus treinta y dos anos, no tiene pareja. Los hombres en su vida solo tienen un cometido, darle placer una sola vez, despues los expulsa de su vida. No los quiere cerca y por ello solo trabaja con mujeres y sus autoras son de sexo femenino.
    El premio W Romantic Ediciones se acerca, quedan cinco dias y no tiene manuscrito ganador. Sus chicas, o su aquelarre de brujas, como ella las llama, le insisten en que lea un manuscrito que ha caido en su poder, fuera de plazo y del cual todas estan enamoradas.
    Sarah jamas ha leido una historia que le haya hecho sentir tantas emociones. Aquel libro que narra la historia de un Highlander atormentado, cala hondo en ella. A partir de ese momento Kenan Mackenzie aparece en sus suenos para llenar de lujuria sus noches y hacer flaquear los cimientos de su perfecta existencia.
    En la entrega de premios algo ocurre, algo que cambiara el rumbo de los acontecimientos y que marcara un antes y un despues en la calculada vida de la protagonista.
    Si te gustan las historias de escoceses, los saltos en el tiempo, crees en la magia y disfrutas con el erotismo. No puedes perderte el Karma del Highlander, una historia que te sorprendera.

  • Los lios de Almudena de Cristin Ferro

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    Alvaro, el jefe serio y mandon, es un hombre guapo, sexy y seguro de si mismo que intentara cambiar por hacer feliz a la mujer que tiene a su lado. Empezara dejando atras su caracter hurano y se descubrira a si mismo sonriendo cada vez mas.
    Almudena es una mujer de fuerte caracter y personalidad muy definida, es la unica duena de su vida y de sus decisiones. Debido a su pesima situacion familiar, luchara por mantener siempre el control, le pese a quien le pese. Esa es la razon por la que en sus planes nunca entro acabar con un hombre que la controle, que la domine y le de ordenes.
    Alguien empezara a amenazar la tranquila vida de la pareja. Al principio de forma anonima y sin importancia, para derivar en un acoso sin precedentes. Almudena no se dejara acobardar y eso desembocara en una tension irrespirable entre la pareja. Situacion que acabara provocando encontronazos continuos y miles de peleas que, poco a poco, iran desgastando la relacion.

  • Aventuras de Tres Rusos y Tres de Jules Verne

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  • LOLA. Todas las promesas que se ahogaron en el mar de Nazaret Yeste Vilchez

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    Lola vive en la descomunal Manhattan. Es joven, dulce y una gran profesional del mundo de la moda. Sin embargo, el fantasma de su unica relacion esta a punto de arrojarla al vacio. Literalmente. ?Por que no lo olvidas, Lola? ?Por que no empiezas de cero? ?Por que no te bajas de ahi antes de que te hagas mas dano?

  • La noche del rey de Jorge Alcalde

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    Febrero de 1810. El rey Jose I realiza su primer viaje por Andalucia con la esperanza de ganarse el afecto del pueblo sobre el que debe reinar. En esas mismas fechas, la joven Asuncion suena con viajar a Francia y conocer el esplendor y el glamur de la nueva Europa idealizada por los folletines. Aparentemente, sus destinos no tienen por que cruzarse, pero un crimen forzara el encuentro. Entre ellos se teje una increible red de personajes: un funcionario del rey obsesionado con el arte que utiliza sus contactos para traficar con cuadros en Paris; una espia viuda que ha prestado sus servicios a los franceses en la Isla de Leon y esta a punto de jugarse la vida y cambiar de bando por amor; un miembro del Gobierno patriota, viejo, cojo y atrabiliario, que escapa de Sevilla y pretende iniciar su propia batalla en los dias previos al asedio de Cadiz; un viajero americano que huye de su oscuro pasado y recorre Espana relatando en su diario la crudeza de la guerra de la Independencia…

  • Un deseo por navidad de James Lopez

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    Cuando naces en un pueblo y vives ahi es muy dificil salir adelante, estudiar una carrera o en todo caso ser independiente es complicado, el exito es casarse y atender bien a tu marido, quien se casa es una mujer con mucha suerte, quien se casa es triunfante, y es por eso que Margaret ha evitado visitar a su familia, no quiere escuchar comentarios sobre su solteria. Maggy no era una mujer que no creia en el amor, todo lo contrario; ella creia ciegamente en aquel sentimiento, el problema es que aun no encontraba aquel hombre que la hiciera sentir parte de algo. Margaret Fabri ha pasado los ultimos anos pidiendole a los santos de su pueblo y a Santa Claus que le envien el amor, cada cumpleanos soplaba la vela con el unico pensamiento de encontrar aquel hombre especial que la amara sin condiciones. Cuando cumple treinta y cinco anos, ella ya sabe perfectamente que ni Santa Rosa de Lima y mucho menos Eros le mandaran al amor de su vida.
    Ha tenido que ver a sus hermanas pequenas casadas, a sus amigas las liberales llevar un anillo en sus dedos y a todos sus ex que solo buscaban divertirse terminando en una iglesia y diciendo <>. ?Que paso con ella? es la pregunta que todos los dias se hace. Ella es linda, tiene un buen empleo y dos gatitos que le hacen compania, ?que esta mal con ella?
    Pero esta navidad todo cambia, su padre le pide que pase noche buena en la casa del pueblo remarcando que toda la familia ira. Ella esta aterrada, desde hace anos ha evitado ir a todas las fiestas para evitar aquellas miradas y preguntas que se repiten una y otra vez cada ano: ?Y cuando se casara la pequena Maggy? o advirtiendole que se le pasara el tren. Pero esta vez sera diferente, porque Santa Claus bajara por su chimenea para mostrarle la otra cara del amor.

  • Estelar de Brandon Sanderson

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  • Manderley en venta y otros cuentos de Patricia Esteban Erles

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    Patricia Esteban Erles es la primera dama de una obra tan oscura como apasionante, construida a lo largo de los anos y los titulos. Su mirada unica y su voz magistral le han convertido en referente del universo fantastico en espanol. Los cuentos de Manderley en venta abren la puerta a obsesiones con el espacio domestico, el extranamiento de la rutina, el juego gotico, fantasmal y negro de lo insolito, la inquietud de la normalidad.

  • A los Pies de Omphalos de Henry Raynal

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    Este es el relato de un escritor, quien, tras un lento y progresivo proceso de sumision, pasa a ser el esclavo absoluto de la enigmatica criada de su tio, hasta el punto de convertirse practicamente en su perro fiel, al que ella pasea atado a una cadena. La narracion se extiende a la reflexiones que su personaje, Luc, el escritor y victima complacida, recoge en su bloc de notas, unico acto, privado y secreto, de independencia en el que expresa toda la plenitud de su estudio.

  • Desearas de Erika Halvorsen

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  • El secreto de tu mirada de Raquelita Gomez

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    Segunda y ultima parte de la Bilogia Secretos. Tracy es una chica alocada que, a sus dieciocho anos de edad, solo quiere vivir la vida y pasarselo bien. Esto se intensifica cuando se abre la posibilidad de viajar a Grecia. Alli conoce a su "amor fugaz de Grecia al que nunca volvere a ver". Pero quiza esa definicion no le agrade tanto al destino como le gusta a ella. Gael es famoso por impresionar y ser impredecible. Su naturaleza le hace querer ser un alma libre, pero lo que no espera es la conexion invisible que tiene con Tracy. Quiza los dos necesiten descubrir lo que es el amor. Quiza los dos esten hechos el uno para el otro. Quiza sean alma gemelas y no quieren darse cuenta.Quiza solo tengan que descubrirse. Eso lo decidira el destino.

  • La biblioteca de Emma de Yauci Manuel Fernandez

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    Rick es un anciano con una triste historia guardada en secreto durante decadas. Hace anos que su hijo dejo de dirigirle la palabra, pero una enfermedad terminal dara un cambio total a la vida de Rick. Su inminente destino le llevara a relatar a sus nuevos amigos con todo detalle el suceso que le hizo dejar de creer en la felicidad. No obstante, a veces confiarle tus secretos a las personas a las que quieres puede convertirse en la sonrisa que necesitas para dar tus ultimos pasos en el camino de la vida.

  • La constelacion del olvido de Pilar Gonzalez Alvarez

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    <>, son las ultimas palabras de Andrea de Luna en el lecho de muerte. Un sueno premonitorio le advierte de que su biznieta Andreita desvelara el secreto familiar guardado con tanto celo durante mas de un siglo.
    ?Cumplira Andrea su promesa? ?Evitara que el misterio salga a la luz?

  • Belleza Animal de C. M. Rose

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    No podia creer lo que mis ojos estaban viendo era una casa gigantesca de dos plantas, habia espacio para mas de seis automoviles, parecia una mansion; me dio algo de nostalgia al ver esa casa y recordar mi hogar; parecia mas bien una casa de una familia muy adinerada que de seis personas como me habia comentado la senora Montes, revise varias veces las direccion que me anoto en un pedazo de papel, si era exactamente la misma pero no podia creer que en ese lugar solo vivieran seis personas y todos hombres, debia existir algun error para ello; estaba reconsiderando la idea de buscar otro lugar, pero no tenia mucho dinero para seguir viviendo en un hotel o en cualquier parte necesitaba estar en un lugar fijo; solo era unos dias que podia probar si me gustaria quedarme o si me queria marchar, lo peor que podia perder era mi tiempo. Agarre muy fuerte la llave contra mi pecho, odiaba que la senora Montes no me haya dado mucha informacion de mis companeros, iba ser un poco extrano compartir vivienda con seis hombres, pero la propuesta que ella me dio era tentadora y no me queria rehusar, era algo que me beneficiaba demasiado. Tome una gran bocanada de aire y segui adelante, abri la pequena reja; todo se veia muy limpio en la parte de afuera, el pasto estaba tan verde y parecia recien cortado, arrastrando mi gran maleta me acerque a la puerta y la toque varias veces, nadie abrio la puerta me enoje un poco. No me sentia muy comoda entrando a una casa sin que las personas que vivian alli no supieran que alguien iba a estar cuando regresaran, pero me encontraba muy cansada y lo que mas deseaba en ese momento era poder sentarme, tomar un vaso de agua y dormir un buen rato; no pude soportarlo y entre. – !Buenas tardes! – Grite muy fuerte esperando que alguien me escuchara. – !Buenas tardes soy el nuevo huesped la senora Montes me envio! – Segui gritando tal vez a la nada, pero igual continue esperando que alguien me escuchara. – Perdon la intromision y por haber entrado de esa manera… – Conclui que la casa estaba vacia se encontraba en silencio absoluto; era algo incomodo, era mejor dar media vuelta y marcharme; tal vez esperar en el pequeno portico a que alguien llegara, podria estar allanando una propiedad privada y en vez de estar en la casa podria terminar presa. Me senti aterrorizada y un escalofrio recorrio mi espalda en tan solo pensar en que llegaria estar en prision y la unica llamada tendria que hacerla a mi madre y me mataria por todo esto. Estaba algo perturbada, estar en un lugar que no conocia y que nadie me podria recibir y mucho menos sin saber con quien iba a vivir; ya habia entrado y debia afrontar que estaba en una casa que no era mia, sin permiso. Deje mis cosas en la entrada, pude notar que toda la casa estaba pintada con un tono blanco, el color de los muebles contrastaba de una manera muy estetica; tal vez tendrian a alguien que les limpiara todo estaba impecable, me daba mucha verguenza ensuciarla o arruinarla. No podia ser que seis hombres fueran tan limpios, podrian ser gais y parejas todos; y yo podria incomodarlos, o todos podrian ser hermanos, muchas ideas comenzaron a rondar mi cabeza de que serian estos seis chicos, o que relacion tendrian entre ellos. Me quite los zapatos y me adentre mas a la casa. – ?Hola? – Dije asomandome a la cocina, me sorprendio muchisimo al verla, era muy hermosa, la decoracion era muy sencilla, pero me gustaba; estaba segura que en esa cocina cabian mas de diez personas sin ningun problema; me acerque al frigorifico, se que no estaria bien pero no pude evitar abrirlo, para ver que comian estos hombres. Al verlo de arriba abajo me sorprendio muchisimo que tuvieran carne cruda congelada como para alimentar a un batallon. Menos mal no era vegetariana sino seria un karma para mi vivir con seis carnivoros; toda la estanteria de la cocina estaba de comida enlatada, frituras y caramelos. Parecia que estos chicos comian como animales, nunca habia visto tanta comida y estaba acostumbrada a ver mucha comida al tener una familia tan grande, pero ellos me estaban sorprendiendo sin ni siquiera conocerlos. Sali de la cocina, pero la curiosidad pudo conmigo, revise cada rincon de la casa, el primer piso tenia una habitacion muy grande, pero parecia que nadie la estaba usando, la cama estaba solo con el colchon, y parecia que hace mucho tiempo nadie entraba en ese gran lugar. Me sente en la cama, el colchon parecia comodo no me recoste; si lo hacia me quedaria dormida y eso seria el peor problema porque el que pudiera suceder en este lugar; pase mi dedo por la pequena mesita de noche, la linea por donde pase mi dedo quedo marcada demostrando que habia una gran gruesa capa de polvo e. Si esa llegase a ser mi habitacion tendria mucho que limpiar antes de poder dormir, tenia su propio bano, que tambien se notaba que estaba sin usar desde hace un buen tiempo. Termine de revisar el primer piso y no habia muchas cosas interesantes, sabia que no debia subir, pero no pude residirteme; para mi mala suerte todas las habitaciones estaban cerradas con llave, habia seis habitaciones cerradas y un bano. Baje desanimada las escaleras por no saber ni siquiera como eran, camine hasta el gran salon, habia un sofa de color blanco; me sente un rato mientras me imaginaba como serian mis companeros, a que se dedicarian o que harian de sus vidas, el sofa era demasiado como, me recoste un momento, estaba demasiado agotada para luchar con el cansancio, por mi cabeza comenzaron a pasar imagenes de leones tigres, lobos y zorros, no entendia muy bien el porque; cerre un momento los ojos y me quede profundamente dormida. Capitulo 1 Buscando donde vivir Me comenzaba a arrepentir de haber dejado mi casa, la comodidad de la que estaba acostumbrada, arrastrando la maleta por la calle y muy desanimada, no sabia que iba hacer, o para donde debia irme; aun no tenia amigos y no conocia a nadie, pero aunque estuviera mal por todo lo que habia pasado aun pensaba en iniciar mis clases en la universidad y me lograba animar un poco, habia trabajado tanto para lograrlo y no podia rendirme; pero las cosas no estaban marchando muy bien, pero no podia vivir en una casa compartida donde a todas horas hay personas gritandose groserias o cosas muy obscenas; la ropa sucia de cualquiera terminaba dentro del frigorifico, o alguien dormido encima de la mesa de la cocina desnudo pero creo que lo peor que todas las cosas que sucedian en esa casa eran las cucarachas, creo que hubiera pasado los gritos, la ropa sucia o una que otra vez a alguien dormido completamente desnudo, pero ese animalito no lo tolero, me habia quedado literal en la calle, pero ahora era mi responsabilidad y mi problema ver que hacia para salir de esta horrible situacion. Mi paciencia tenia su limite y estaba por acabarse me comenzaba a desesperar, mis clases estaban por comenzar, necesitaba un lugar lo antes posible para instalarme. Una parte de mi pensaba y se replanteaba en dejar todo botado y regresar al pueblo, despues de la lucha que tuve con mis padres esa idea no me entraba en la cabeza, al dejar la casa estaba segura que mi habitacion, debia estar transformada por uno de mis hermanos. – Hola – Dije atendiendo mi celular. – ?Como que hola no sabes quien soy? – Mama lo siento, estoy caminando y no pude ver quien era. – ?Que estas haciendo tan temprano un sabado en la calle? La ciudad es peligrosa ?No quieres regresar? – No mama – <> pense mientras se me ocurria que inventarle a mi progenitora. – Estoy conociendo la ruta que debo tomar todos los dias para ir a la universidad. – Menti. – Bueno tu sabras como hacer las cosas, no me hagas caso mas bien dame el numero del telefono de donde estas viviendo. – !?Que?! – Me exalte – ?Para que lo necesitas? – Si no atiendes ese aparato puedo llamar a esa casa para que me digan que estas haciendo. – Era increible por lo que estaba pasando. – Mama no tienen telefono ahi. – no se si estaba mintiendo o siendo honesta. – !?Como que no?! – mi mama estaba histerica, comenzo a gritar y no se por cuanto tiempo lo estuvo haciendo, segui caminando con mi maleta y mi celular alejado de mi oido, estaba segura que no queria quedarme sorda por los gritos de ella. – Mama no lo se, la verdad no he pregunte. – Pregunta de una buena vez – Necesitaba decirle algo para tranquilizarla. – Esta noche te llamare y te dire si hay o no hay telefono ?Te parece? – No muy convencida acepto; se que no estaba de muy buen genio, pero necesitaba que se tranquilizara, entre en panico. – !Dios iluminame! – Grite de la desesperacion que ese momento me consumio. Las personas me miraron como si estuvieran viendo a una loca. No estaba tan lejos de enloquecerme entonces no me molestaba que miraran de esa manera. Los dias pasaron y mi primer de clase llego, odiaba tener que dormir en hostales, era muy incomodo, teniendo una maleta gigante. Llegue a la facultad con una mi fiel compania que era la maleta morada que mis padres me habian regalado, los demas estudiantes me observaban de una manera extrana, no los puedo culpar nadie va a una universidad con una maleta llena de cosas y tan grande; estaba segura que este dia iba a ser demasiado largo. No podian seguir asi, esa semana debia pagar un hotel por lo menos para poder dejar mis cosas en un lugar seguro. Ojala ese fuera mi unico problema, todos los dias tenia a mi madre llamandome a preguntarme como eran mis companeros y que se los pasara para poder hablar con ellos. Todo se empezaba a complicar cada dia mas, el dinero que mis padres me enviaban, mas el que habia ahorrado desde la secundaria se estaba agotando con los dias. Necesitaba encontrar un trabajo de medio tiempo al igual que un lugar bueno, bonito y no muy costoso para vivir. Despues de la tormenta por fin llego la calma y las cosas comenzaron a mejorar, aunque no tuviera un lugar donde vivir, encontre un trabajo de medio tiempo, lo cual me venia como anillo al dedo, teniendo ya una entrada economica, me sentia un poco mas tranquila. Pero me gustaria encontrar un lugar donde pudiera vivir mas tranquila y sentirme mas comoda, aunque el hotel era bueno no era lo mismo que estar viviendo en una casa con companeros, o en un departamento sola. Un dia escuche a unos companeros hablando de que en la cartelera de nuestra facultad publicaban, lugares que alquilaban desde habitaciones, casas compartidas hasta departamentos para uno solo. Las cosas estaban mejorando y era algo que me alegraba muchisimo. Estaba muy enojada, llame a cada lugar de los que habia visto en la cartelera, ya estaban alquilados o pedian demasiado dinero y era el momento que no tenia tanto como para pagar, cada dia iba a revisar la cartelera, para ver si habia algo nuevo, o quizas disponible. Posiblemente fue cosa del destino o suerte no estaba segura, pero era la direccion de una mujer Emma Montes duena de una empresa de bienes raices; ya habia desgastado todas mis ideas asi que no perdia nada en intentar hablar con ella. En mi ultima clase de ese dia estaba demasiado ansiosa, queria ir a ver a la senora Montes, queria salir de la situacion tan horrenda en la que me encontraba; estaba contenta de que ese dia no trabajara, fue un alivio poder estar tranquila en mi busqueda; no fui al hotel aun tenia un par de horas para la guardar mis cosas, antes de que me cobraran otra noche. Tome el metro, con cada estacion menos sentia que estaba mas cerca de una solucion que me beneficiaria, me puse a ver por la ventana pensando en que conseguiria algo muy bueno. Por fin despues de unos minutos por fin llegue a mi destino, sali del vagon como si me estuvieran persiguiendo, segui la ruta que habia encontrado; camine un par de calles hasta que por fin encontre el lugar que tanto ansiaba, un letrero gigante con el nombre de Emma Montes me hizo sentir la persona mas dichosa del mundo. – !Buenas tardes! – entre saludando, esperando que alguien apareciera. – Bienvenida buenas tardes. – A los pocos segundos aparecio una mujer vestida con un perfecto vestido blanco y una chaqueta roja; con una pequena placa dorada con su nombre. – Busco a la senora Montes. – Dije, mirando a la mujer que me sonreia, parecia una modelo de pasarela, aunque ya pasara los cuarenta se veia demasiado bien; tenia unos tacones negros que eran bastante altos; su cabello tan negro como el carbon le llegaba un poco mas abajo de los hombros, detras de esas curiosas gafas amarillas escondia unos espectaculares ojos azules. – ?Que necesitas linda? – Me pregunto mirando sobre las gafas. – Es que … necesito un lugar donde vivir… – Titubee por un momento – ?Usted me puede ayudar? – La mire esperando respuesta ella se limito a sonreir. – Claro que te puedo ayudar, acompaname a mi oficina. – Ella camino por un pasillo, donde habia mas personas, algunas hablando por telefono, otros mirando una especie de folletos y otros escribiendo sin darse cuenta de la presencia de la senora Montes o mia, se encontraban muy concentrados en sus trabajos, todos los cubiculos estaban ocupados, se escuchaba el bullicio de todos hablando. – Sigue por favor. – Antes de que la puerta se abriera pude leer la inscripcion “Emma Montes Gerente General” – ?Como te llamas? – Me pregunto rodeando el escritorio que ocupaba gran espacio de la oficina. – Jessica. – Me sente en una de las sillas de cuero blanco frente a la Senora Montes, por la decoracion de su oficina pude notar que ella amaba el blanco, todas las paredes tenian el mismo color, al igual que la alfombra peluda. Tambien parecia que le gustaba muchos los gatos, tenia cuadros con gatos pintados al igual que una pequena estatua y otras cosas con la tierna forma. – Bueno Jess. – <> La senora Montes era un poco confianzuda conmigo. – Yo soy Emma Montes, por favor dime Emma. – Me miro fijamente con una sonrisa de oreja a oreja. – Cuentame que es exactamente lo que deseas. – Llegue a la ciudad hace un mes y estaba en una casa compartida con mas personas, pero las cosas se descontrolaban, fue terrible, despues de eso he vivido en hostales y ahora me encuentro en hotel. – ?Estas en un hotel ahora? – asenti. – Un hotel en esta ciudad es muy costoso, necesitamos encontrar algo para ti y pronto. – ella comenzo a buscar algo en su computadora que no podia faltar que fuera de un blanco mate muy hermoso.

  • Algo mas que una burlona sonrisa irlandesa (Socios Irlandeses 3) de Begona Gambin

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    Llega la esperada tercera entrega de la trilogia <>.

  • Las alas del destino de Antonio Torres Rodriguez

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    A veces nos pasamos la vida entera esperando encontrar a nuestra media naranja y cuando se consiguen conjugar todos los ingredientes para que suceda el encuentro y los elementos se alinean permitiendo que la providencia la ponga frente a nuestros ojos, entonces aparece el factor mas influyente y determinante, nosotros mismos, provocando que por una decision erronea se nos pase el tren que tanto tiempo estuvimos esperando y deseando, llegando a alcanzar tan solo a ver como se nos aleja en el a quien tanto buscamos. Eso mismo debio de pensar Paula cuando quedo desorientada en el anden del metro, viendo como se perdia por la boca del tunel el ultimo vagon. Ni imaginarlo podia cuando una semana antes viajaba como cada manana con destino a la universidad y por los cristales del vagon vio a una joven de aspecto delicado que tambien portaba libros entre los brazos, que se mostraba frente a ella al otro lado de las vias en el convoy que coincidia en horario con direccion opuesta. Las dos jovenes se quedaron mirando fijamente hasta que la velocidad y entre el gentio que abarrotaba el interior de los vagones obstaculizaron la visibilidad entre ellas. Paula quedo atraida desde ese mismo momento y su imagen ya no se aparto de su mente durante toda la jornada, pensando en su belleza y en su mirada, imantada con la de ella. A la manana siguiente y envuelta en la misma voragine cotidiana subio de nuevo al metro que le llevaria a tomar las clases universitarias. Probablemente ya nunca mas volvere a verla, pensaba, mientras el metropolitano comenzaba desplazarse sobre las vias dejando ver sobre la ventanilla el paso revolucionado de la vida al otro lado del cristal. La parada se iba acercando al mismo tiempo que su inquietud subia de tono a la espera de saber si lo del dia anterior fue solo una coincidencia y ya nunca mas se daria otro casual encuentro. Pero el convoy se detuvo coincidiendo tambien en esta ocasion frente al vagon de la desconocida pasajera y alli estaba. De nuevo sus figuras se quedaron inmoviles y mudas frente a frente, con un mensaje de atraccion mutua en sus miradas, y tras unos breves minutos otra vez la velocidad se interpuso entre las dos rompiendo el encanto del encuentro. El pulso se le altero y por primera vez comenzo a sentir un cosquilleo dulce que le recorria el cuerpo. La alegria y la sonrisa se instalaron en ella al tiempo que su mirada se quedaba anclada en cualquier objeto, al azar y con el horizonte perdido. Su concentracion quedo limitada a un recuerdo y por su mente ya no pasaba otra cosa mas que la imagen de quien comenzaba a sentirse enamorada. Pasaron varios dias mas y la dulce sensacion se tornaba temerosa, solo un dia mas de clases en la universidad y de nuevo regresaria a su ciudad, a su pais, lo que significaba que probablemente ya nunca mas volverian a encontrarse, que todo quedaria en una hermosa ilusion efimera. No asi, y consciente de ello, se atrevio a dar un paso adelante. No podia dejar escapar la oportunidad de conocer a aquella chica que le ocupaba su pensamiento todas las horas del dia y en sus suenos. A la manana del ultimo dia se levanto mas temprano que de costumbre y tomo el metro de anterior horario al habitual, con la intencion de apearse en la parada del encuentro y pasarse al otro anden, esperar al convoy en que acostumbraba a viajar la desconocida pasajera y provocar un encuentro mas cercano. Y asi lo hizo, se abrieron las puertas y subio al vagon donde la joven de delicado semblante se mostraba cada manana desde dias atras. Busco y busco, pero no la encontro en el compartimento, no estaba alli. Fue entonces cuando su manifiesta desilusion se multiplico, al ver que la joven se hallaba en el convoy opuesto, en el mismo vagon en que ella viajaba cada dia. La expresion de sus miradas lo dijeron todo y Paula solo acerto a salir precipitadamente del metro y quedarse en el anden, donde por ultima vez vio alejarse a la mujer que le habia trabado el corazon. Cuento del hombre bipolar La calida manana veraniega invitaba al relax y disfrute de los placeres mediterraneos en la pequena ensenada. Como cada manana estival el cuentacuentos disfrutaba de la brisa marinera junto a su pino preferido, bajo su sombra, a la espera de que los jovenes y curiosos que transitaban la playa acudieran a su encuentro, donde cada dia les contaba un cuento, les narraba una historia con sabor a mar napolitano. Poco a poco y como en una liturgia los escuchantes se iban sentando a su alrededor, esperando a que el narrador comenzara su relato. El contador bebio un trago de agua fresca y comenzo su historia, la del hombre bipolar: Cuentan que hace ya algunos anos, tantos como los que no alcanzamos a haber vivido, existio un joven inquieto hijo de esta isla. Pietro, como se llamaba, sonaba cada dia con recorrer otros lugares, otros paises, con vivir aventuras y nuevas experiencias. El creia que era la mejor manera de encontrarse a si mismo, la de ir puliendo su pensamiento a golpe de vivencias. Tantas ilusiones y ansias por recorrer mundo tenia que cada manana subia a la colina mas alta de Ischia, para en los dias claros observar el horizonte, la silueta de la costa napolitana, la linea del paisaje toscano; cada jornada hasta la puesta del sol, donde Neptuno pinchaba con su tridente al astro rey para llevarlo a su reino a dormir, para al dia siguiente despertar de nuevo radiante y vigoroso, esplendido de luz, exultante de vida. Uno de aquellos dias, en el que el otono se hizo patente y las nubes comenzaron a nublar el horizonte, Pietro decidio que habia llegado el momento de partir a buscar su propia identidad, aquella que, contaban los mayores del pueblo, llevamos dentro y que solo aparece con el transcurrir de los dias y las experiencias. Era tan inquieto que no soporto la espera, quiso adelantarse a su tiempo y a las vivencias para provocar su llegada lo antes posible. Bajo de la colina y fue en busca de su amada madre, de la que se despidio, para luego acercarse a los barcos amarrados en el puerto y en uno de ellos cruzar hasta su horizonte sonado. Recorrio la Toscana, sus colinas y campos cosechados, y continuo hasta llegar a Venecia, por donde navego en gondolas por entre canales, con el revolotear de palomas al sonido bizantino del repicar de San Marcos. Y continuo su caminar; y camino hacia el norte hasta poner sus pies andariegos en las orillas del Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, con ritmo de vals y entre lagos con blancos cisnes que se difuminaban con los paisajes de palacios nevados. Y siguio la senda con la vista puesta en los Alpes, en su esbelta cordillera y por los verdes valles a su falda. Continuo hacia el Norte, hacia el Este, hasta las tierras bajas, entre canales y molinos de viento, al color de los interminables campos de tulipanes. El mar se situo a sus pies y decidio bajar continente hacia el Sur, hasta quedar prendado en las riberas marsellesas de la Costa Azul. Siguio el mismo punto cardinal en su rosa de los vientos hasta enamorarse de Sierra Morena y recorrer sus montes bandoleros a lomos de una yegua cartujana; miro hacia el Este y anclo sus ojos en los tristes fados de la dulce y triste Lisboa, donde se sento a mirar el horizonte atlantico, igual que anos atras hacia sobre la colina de su querida isla mediterranea. La anoranza le invadio y decidio que aquel era el momento de regresar. Y regreso. Nadie en su pueblo recordaba ya al joven Pietro, ni siquiera su querida madre salio a recibirlo, ya no estaba entre los moradores vivos de Ischia. Sus paisanos, que no lo reconocian, murmuraban a su paso preguntandose quien seria aquel desalinado personaje que caminaba siempre solo y hablando en voz alta, cambiando el tono, preguntandose y respondiendose a la vez, llorando y consolandose, riendose a doble carcajada. Comenzaron a llamarle el hombre bipolar, porque era capaz de mostrar doble personalidad. Hasta que una manana uno de los mas ancianos de la isla lo reconocio y recordo que salio muchos anos atras a recorrer mundo para encontrarse a si mismo, fue el que supo llegar a la conclusion mas logica, que Prieto no solo habia encontrado su identidad sino que habia regresado acompanado de su otro yo, el que se dice que todos llevamos dentro. Busca a tu hermano Busca a tu hermano, prometeme que no dejaras de buscarlo por nada del mundo. Fueron las ultimas palabras que Milagros pronuncio a su hijo Jose Antonio antes de morir. Ella siempre tuvo en el presentimiento que su primer hijo se lo robo aquel militar franquista que no paraba de piropearlo. No lo olvidaba, nunca olvido la expresion de su cara mientras repetia -!Pero que nino mas guapo!- como tampoco habia olvidado su nombre, Laureano Gil de la Hoz, el responsable del traslado de las presas republicanas en el viejo tren de mercancias con direccion a la prision de San Carlos. La guerra espanola causaba estragos en la zona republicana por los ataques de los fascistas sublevados. Milagros cayo presa aquella noche de 1.937 en la que los rebeldes entraron armados en el pueblo, mataron a la mayoria de los hombres y apresaron a las mujeres en edad de luchar. Solo tuvo tiempo para envolver a su hijo en la toquilla y, a punta de fusil y a empujones, la subieron al camion que las traslado al tren. Al segundo dia de ingresar en la carcel una monja le arrebato a su hijo de entre los brazos con la excusa de que las condiciones del presidio no eran las adecuadas para la salud del nino. Dos dias mas tarde, la misma monja, fue a decirle que su hijo habia muerto. Ella tenia el convencimiento de que no era verdad, que su hijo estaba vivo y que se lo habian robado, mas aun, despues de que la religiosa se negara a que pudiera verlo por ultima vez. Jose Antonio tenia el conocimiento de que Milagros no era su madre biologica, aunque para el nunca supuso inconveniente alguno, siempre la acepto como su propia madre desde que era un nino, cuando se quedo a vivir con ella hasta el dia en que murio. La hermana de Milagros, Encarnacion, fue a visitarla despues de acabada la guerra. La contienda las mantuvo separadas durante varios largos anos en los que la miseria y el hambre recorrian el pais de punta a punta. La noche que los falangistas entraron en el pueblo y se llevaron a las mujeres, Encarnacion, embarazada por aquel entonces, se escondio en la cuadra y no salio de alli hasta que se fueron. Al dia siguiente huyo y no regreso hasta pasados algunos anos. Jose Antonio tenia una hermana algo menor que el y recordaba el dia que junto a su madre fueron a visitar a Milagros a la ciudad, a reencontrarse las dos hermanas despues de varios anos separadas. Milagros lloraba desconsolada abrazada a Encarnacion, implorando al cielo que le devolviera a su hijo querido que le habian robado. A partir de aquel dia Milagros se convirtio en su verdadera madre. Encarnacion permitio que el nino se quedara con su hermana por unos dias, para que le hiciera compania y le ayudara a olvidar a su hijo desaparecido, pero aquellos dias se convirtieron en toda una vida. Para Milagros, Jose Antonio paso a ser Antonio a secas, como se llamaba su hijo biologico, habia encontrado en su sobrino el remedio a sus desconsolados males. Sin embargo, no echo en olvido a su hijo desaparecido, cada dia recordaba como y cuando se lo quitaron de entre los brazos para no verlo nunca mas. Nunca perdio la esperanza, hasta el ultimo de sus dias no dejo de pedirle a Jose Antonio que lo buscara y que, cuando lo encontrara, le dijera lo mucho que lloro por el, que nunca lo dio por muerto y que nunca lo habia olvidado. Los esfuerzos por satisfacer a su madre, por encontrar el paradero de Antonio, fueron infructuosos. Busco pesquisas por todas partes, en la antigua carcel, en el convento de la monja que se lo arrebato, pero todo fue inutil. El paso de los anos se habia encargado de borrar el minimo indicio de la existencia del nino Antonio. A la muerte de Milagros, el unico familiar que le quedaba vivo era su hermana Encarnita, que vivia en el pueblo donde Encarnacion habia muerto algunos anos atras. Con el dolor de la perdida de su madre y con la promesa que le hizo a esta de no dejar de buscar a su hijo, Jose Antonio decidio ir a visitar a su hermana.

  • Cuando Sonries de Erica Vera

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    Buenos Aires. 2016. —Uh. Me olvide de contarte. Hoy te llamo tu madrina —dijo Jimena mientras terminaba de secar el plato que le alcanzaba Damaris—. Atendi porque no dejaba de sonar y pense que era importante, perdon. —Esta bien. Vi la llamada. Me escribio tambien. —?Y? —Nada. No le he dicho nada. —!?Por que?! Deberian saber lo que paso. —No. Y no me vas a convencer. —Creo que deberias contarles, Dami. —Le acaricio la mano en el intercambio de vajilla y le sonrio con dulzura. Aun pese a los dias que habian pasado y los antiinflamatorios que habia tomado, seguia llevando la marca de la mano de su marido en el rostro. —No creo que sea buena idea. Podria llegar a provocar una tragedia. No. —No estas sola, amiga. —Lo se. !Gracias! —Entonces… —Entonces… cuando me recupere, analizare que hacer. Yo no quiero volver y ser una carga para nadie, Jimena. No quiero que se compadezcan de mi. Ya tu sabes. —Si… pero alla esta tu mama, tu familia. Creo que… —Lo se. No creas que no pienso en ellos. —?Y entonces? —Entonces, nada. Por ahora no pienso volver y es decision tomada. —Te vas a arrepentir y lo sabes. Jimena y Damaris se acostaron a dormir sin hablar demasiado. La noche caia sobre el departamento que compartian en la capital portena desde hacia unas semanas. Sin embargo, una de las dos no podia conciliar el sueno. Como cada vez que hablaban sobre su tierra, todo volvia a comenzar. Los recuerdos regresaban como disparos que dolian como el primer dia. Todo lo que habia vivido en Republica Dominicana afectaba sus dias en el presente y estaba segura de que afectarian su futuro para siempre. Se acaricio la cicatriz del labio que, de a poco, iba sanando y se rebullo en la cama. Al cabo de unos minutos de pestanear en la negrura de la habitacion, se sento y tomo el celular para releer el mensaje de su madrina Margarita: Margarita: Mi nina, la casa no es la misma sin usted. Su madre la extrana, la necesita… igual o mas que yo. Vengase, aunque sea de visita. ?Estaba bien lo que hacia? ?Era correcto condenar a toda su familia por culpa de los recuerdos? ?Debia alejarse de sus seres queridos para olvidar? Cerro los mensajes y googleo el precio de los pasajes. Conocia de memoria los montos exactos y cada tanto controlaba si habia habido alguna variacion. Sabia, tambien, cuando y en que fecha serian mas economicos. Enseguida ingreso un dia cualquiera de agosto y encontro lo que ya sospechaba. Caro, muy caro. Aunque quisiera volver, no podria. Jimena desayunaba sobre la pequena mesita de la cocina: dos tostadas y un cafe con leche. Damaris se levanto cuando escucho la puerta cerrarse. No deseaba cruzarse con la mirada punzante de su amiga; sabia que podia ser insistente cuando queria. Desde que ella habia llegado con las marcas de su marido en el rostro, Jimena intentaba convencerla de que se marchara a su tierra, aunque mas no fuese de vacaciones. Insistia en que debia alejarse de Tom, de sus malos tratos y del infierno en que se habia convertido su matrimonio. Con las pantuflas puestas y la bata suelta en el cuerpo, camino hasta la cocina y puso la pava. Sonrio. Jimena, siendo argentina, no tomaba mate. Ella, dominicana, amaba con pasion aquel <> del que se enamoro apenas llego. Coloco la yerba en el recipiente, lo giro dejando la boca sobre su palma, y lo batio unos segundos. Le agrego un poco de azucar e inserto la bombilla tal y como habia aprendido a hacer. Se sento con los pies estirados y contemplo el edificio que le tapaba el sol. Odiaba vivir rodeada de cemento y ruido. Si algo extranaba de su pueblo era el silencio y la naturaleza. Ultimamente, los dias se hacian cada vez mas pesados porque las imagenes de su casa, del mar y de su familia la sorprendian a cada momento. Jimena tenia razon. Debia volver. Debia llenarse el alma de carino, de abrazos y sobre todo de amor… del bueno, del sano. La tarde la encontro en la misma posicion y la sorprendio el horario. Debia alistarse para ir a trabajar. Habia aprendido a viajar en subte y a hacer las combinaciones necesarias para ahorrarse dinero y tiempo. Al principio le habia costado; todo era nuevo para ella. Sin embargo, su curiosidad y, mas que nada, la necesidad la instaron a moverse por la ciudad como si fuera una portena mas. —Hola, ?Como estan? —saludo con una sonrisa enorme; la misma que siempre llevaba clavada en el rostro. A nadie se le ocurriria pensar que sufria, que su alma dolia y mucho. Eran pocos los que sabian la verdad y la razon sobre su labio partido y el moreton que su nariz aun cargaba. —!Damaris! !Por fin! —Walter se acerco y la abrazo con fuerza—. No se te ocurra dejarme otra vez con estas bichas. ?Que te paso en la boca? —Nada… Estoy bien. —Pero mira como tenes… —No es nada, Walter. Dejalo. Cuentame… ?Que te han hecho? —Lo abrazo para alejarlo del escrutinio y asi entraron a la cocina del restaurante donde trabajaban. —?Que hiciste? ?Donde fuiste? —A ningun lado, carino. Descanse mucho. —Damaris habia tenido que pedir unos dias obligada. No queria presentarse a trabajar en el estado en que la habia dejado Tom despues de la ultima pelea. Una semana para curarse las heridas de la piel. Las del alma… llevarian mucho mas, si es que algun dia sanaban—. Salimos con Jime a comer y a tomar algun trago por ahi, pero nada mas. —Una semana de vacaciones y… ?vos te quedas durmiendo en tu casa? —Creeme que lo necesitaba. —!Que bien mentia! !Cuanto habia aprendido de el! Walter y Damaris saludaron a los cocineros y al resto del staf de Pentos, el famosisimo restaurante de Puerto Madero. Gisela y Pia sonrieron con picardia cuando la vieron llegar. —Pero miren quien volvio… —comento Gisela cruzandose en el camino de Damaris. —No empecemos, Gisela. —Se interpuso Walter. —Si, mejor. No vale la pena. ?Vamos, Pia? Las dos se alejaron del pasillo, dejando una estela de veneno en el aire. —No les hagas caso. —Es que no las entiendo. ?Cual es su problema? —No les des bola. Vamos. Victoria ya debe haber llegado. Victoria era prima de Jimena. Asi fue que Damaris habia conseguido aquel puesto de trabajo aun siendo indocumentada. Aquel era un gran favor que le debia a su amiga y a Victoria tambien. Porque arriesgarse a perder el restaurante era una gran posibilidad. Los controles en Capital Federal eran exhaustivos, y cada vez que alguien con traje y corbata entraba preguntando por la duena, Damaris temblaba. —Ay, pero !que bonita! —Victoria la abrazo y, de a poco, recupero la calma que Pia y Gisela le habian arrebatado con sus gestos. Su jefa, al igual que Jimena, si sabia que habia ocurrido. Habia tenido que contarle para poder pedirle los dias necesarios. —Gracias. ?Como estas tu? ?Como ha estado todo por aqui? —le pregunto. —Igual. Ninguna novedad. Con Walter te extranamos mucho, Dami. —Pues veran, yo no puedo decir lo mismo —bromeo—. Disfrute mucho mis dias en casa. —Me alegro —respondio Victoria con la voz apagada, sabiendo que aquello era todo un montaje—. ?Estan listos para abrir? —!Claro! La noche estuvo bastante tranquila. El frio del invierno amedrentaba a la gente y, aunque el lugar estaba casi lleno, la jornada paso sin grandes sobresaltos. Pia y Gisela no tuvieron tiempo de molestar a Damaris porque su sector fue el mas concurrido. Ella, en cambio, agradecio volver al trabajo en una noche como aquella. —Dami, anda a comer. Pia se queda en tu lugar. Despues cambian. —Que la cubra Walter que tiene dos mesas —protesto la joven. —Vas vos, nena —le dijo Victoria con la peor cara. —Anda, corazon —animo a Damaris que se habia quedado dura en la puerta de la cocina. —Puedo comer mas tarde, no hay problema. —No. Vas a ir ahora que no hay muchos clientes. Devoro el plato de ravioles que Justino, el cocinero, habia preparado para ella y salio apresurada para volver a su puesto. Le sonrio a Walter mientras avanzaba hacia su sector y, cuando giro por el costado de la barra, se detuvo en seco. Sentado en una mesa un hombre de cabello corto, con una sonrisa igual a la de… !No! No diria su nombre. No lo habia pronunciado desde la ultima vez que se vieron. Pestaneo. Pestaneo. Pestaneo. !A Dios gracias! Era muy parecido, si, pero no era el. Capitulo 2 Un pasado que se fue Hay un delicado equilibrio entre honrar el pasado y perderse en el. Eckhart Tolle Jimena, como siempre, roncaba. Damaris abrio con mucho cuidado la puerta de su cuarto y la cerro lentamente para que el ruido de las bisagras no despertase a su amiga. Se quito la ropa, se puso el pijama y se sento en la cama con el espejito y las toallitas desmaquillantes entre las piernas. Habia utilizado bastante base para enmascarar el moreton que le habia quedado en la nariz. Mientras la pintura desaparecia de su rostro, sus ojos vagaban por los rasgos que aun conservaba de aquella nina que se habia criado en una tierra completamente diferente a la que pisaba en este momento. Damaris. Damaris Juarez Penaloza. Su madre, al igual que muchas otras, habia bautizado a su primera hija de aquella manera porque era comun unir los nombres de sus padres para formar el de los hijos. Su padre se llamaba Dalmiro y ella Marisa. Habia nacido en Abreu, un pueblito remoto en la provincia de Maria Trinidad Sanchez, al noreste de la Republica Dominicana, donde el verde enarbola la ciudad y el azul del mar son parte del paisaje cotidiano; donde las casas se banan en flores y la paz anida en el corazon de sus habitantes. Suspiro y cerro los ojos. Se echo hacia atras, dejandose envolver por las imagenes de su vida, de su pasado. La casa de Damaris esta —porque aun sigue ahi— ubicada a un paso de la carretera que une Rio San Juan (Norte) con Cabrera-Nagua (Sur) en el corazon de Abreu, dentro de un extenso solar[1] repleto de arboles de aguacate[2], chinola[3] y guandules[4]. En el centro, una vivienda de concreto con los pisos pulidos de rojo carmesi no la diferencian del resto que tienen las mismas caracteristicas. Comoda. Con tres habitaciones amplias, frescas y una galeria ancha desde donde se puede observar el pueblo en todo su esplendor. Detras de la propiedad se extiende un manto verde que finaliza con una caida libre de rocas afiladas y puntiagudas, donde el mar arremete sin descanso los dias tormentosos. Desde muy pequena fue servicial, amable, pero con mucho caracter. Se acostumbro a ayudar a su familia en cualquier tipo de quehacer domestico y nunca, jamas, tuvo una objecion sobre el destino que le toco en suerte. Ademas, cargaba con la gran responsabilidad de cuidar de sus tres hermanos mas pequenos desde que tuvo memoria. El espejo le devolvia una imagen triste que nada tenia que ver con esa muchachita que reia feliz los dias de sol, que corria por el campo con las manos repletas de limoncillos[5]. Se acaricio el rostro y sus dedos siguieron hasta la cabeza. Su cabello siempre perfecto parecia ser lo unico que no habia cambiado a lo largo de los anos. Su pelo negro seguia lacio, suave, sedoso, y aun caia sobre sus hombros, como una lluvia azabache. Al enredar los dedos entre los mechones, el cuero cabelludo se quejo; en Buenos Aires jamas se soltaba el pelo. La cola que, apretada, llevaba siempre como un estandarte, guardaba dentro recuerdos de su pasado. Tener el cabello atado significaba mantener su historia atada tambien; firme, contenida. Por la noche, cuando era el momento de liberar su pelo, se dejaba llevar por todo lo que su imagen le devolvia y liberaba tambien la melancolia, el miedo, la tristeza que cargaba con ella. No se dejo ganar por la angustia que le provocaba sentir los recuerdos y continuo con la inspeccion del rostro que le devolvia el espejo. Su cuerpo, el que habia comenzado a florecer con apenas once anos, tampoco era el mismo. Y sus ojos… Sus ojos verdes, que siempre llamaban la atencion de quien la mirase, habian perdido tiempo atras su brillo esmeralda. Ya no arrancaban los mas intensos suspiros y, en cambio, solo inspiraban lastima. Lastima y preocupacion. Esa noche, como nunca antes le habia pasado, deseo encontrarse en los brazos de su mama y llorar para sacar fuera todo el dolor que cargaba dentro. Las lagrimas se fueron formando con lentitud en su garganta. Porque la angustia suele nacer alli; justo entre las cuerdas vocales y el plexo solar. Luego, se propaga hacia arriba y llega con fuerza a los ojos que ya no tienen manera de aguantar el dolor que quema en el pecho. Como cada vez que pensaba en su madre, las penurias vividas a su lado y los problemas atravesados cobraban fuerza, y las cicatrices de lo vivido picaban, ardian, molestaban. Y no solo las que cargaba su cuerpo, sino tambien su alma. Marisa, su madre, habia aceptado trabajar en el Hotel de La Catalina, poco despues de que su esposo Dalmiro abandonara la casa. El altercado habia sucedido cuando Damaris era apenas una nina y su hermano Miguel acababa de nacer. Una madrugada lluviosa, el hombre habia regresado a dormir pasado de copas. Irreconocible y enojado ante la indiferencia de su esposa, le confeso que se habia acostado con Joanne, una extranjera para la cual trabajaba haciendo jardineria en una de las villas de Orchid Bay. Loco y aturdido por el ron, le grito a su mujer que no volveria porque se mudaria con su amante al dia siguiente. Y cuando todos pensaron que Marisa se tenderia a llorar y lo perdonaria, ella tomo las cosas de Dalmiro y las arrojo, una a una, fuera de la casa. No le importo su estado ni el que diran. El griterio se esparcio como la polvora y alerto a los vecinos que no se perderian otro espectaculo, igual o mejor, al que estaban acostumbrados. De a poco, fueron apareciendo detras de las ventanas, para disfrutar del show de los Penaloza. —!Se me larga de aqui! ?oyo? —le grito desencajada desde la puerta. —Pero claro que me largo, cono. !Vieja loca! —respondio el, balanceandose de aca para alla con las pocas cosas que sus manos pudieron juntar. Despues de anos y anos de infamias, golpes y sobre todo verguenzas, Marisa por fin habia logrado defenderse y poner punto final. La mujer, con casi treinta y seis anos y en la flor de su vida, comenzo a trabajar en el hotel por recomendacion de dona Margarita, su mejor amiga y madrina de Damaris. A partir de aquel momento, su mente se expandio hacia otros horizontes. Su actitud cambio completamente; era otra persona. Entendio que su independencia economica y la ayuda de su hija mayor era todo lo que necesitaba para salir adelante. No paso mucho tiempo hasta que Dalmiro se arrepintiera y regresara pidiendo disculpas. Luego de rogar, en vano, el perdon de Marisa, se mudo a Gaspar Hernandez con su familia y jamas nadie volvio a saber de el. Los anos pasaron. La vida y la rutina se acomodo: Damaris, cuidando a sus hermanos y yendo del liceo[6] a la casa. Las vacaciones con los amigos y los primos en El Breton. Las risas, las tardes largas y los bailes bajo la lluvia. Hasta que una manana soleada, uno de sus hermanos amanecio volando de fiebre y ella, luego de dejar a los dos mas chicos en lo de dona Margarita, se monto a una guagua[7] y se dirigio al hospital de Cabrera. Braulin estuvo internado mas de un mes sin que ningun medico supiese que lo afectaba. El dia en que el doctor Suarez Alcequiez les informo que estaba casi seguro de que el nino sufria de malaria y que, segun sus calculos, el cuadro estaba demasiado avanzado, las mujeres creyeron morir. Les dijo que, la unica y ultima esperanza, era que el nino fuese trasladado al hospital General de Nagua donde contaban con mas recursos. Y asi, los planes cambiaron y ya nada fue igual. —?Que haremos ahora? —sollozaban madre e hija, mientras aguardaban los partes medicos sentadas en un banco de madera de la sala de espera. El doctor aclaro que, a pesar de sus esfuerzos, traer la medicina que Braulin necesitaba se estaba complicando cada vez mas. No solo por razones economicas, sino tambien burocraticas; demasiados papeles y dinero. No habia otra manera: Braulin seria traslado inmediatamente a Nagua. Al cuadro complicado se le sumo una deshidratacion importante y una insuficiencia renal. Marisa no tuvo mas opcion que pedir permiso en el hotel para ausentarse y acompanar a su hijo. Hasta el momento Damaris, en complicidad con las enfermeras y doctores, cuidaba a su hermano desde muy temprano para luego cambiar el turno con su madre, quien se quedaba por las noches. Era mas que obvio que en Nagua no tendria los mismos privilegios y que dicho viaje requeriria de la presencia de Marisa constantemente. El gerente general del hotel le dejo bien en claro cual era la situacion. No habia mucho que pensar; no trabajaba, no cobraba. Fue asi que Marisa, lejos de abandonar a su hijo, partio hacia Nagua esperando y rogandole a Dios que al regresar contara con aquel puesto laboral. Damaris quedaba a cargo de Juan y Miguel, abandonaba el liceo y comenzaba a trabajar algunas horas en un salon de belleza en La Catalina. Se dedicaba a su casa y a sus hermanos mientras que su mama acompanaba a Braulin. Pero… la vida volvio a poner a prueba a la familia. Un mediodia caluroso, pesado y fatigoso, el tio Rosario Penaloza se apeo rapidamente de la pasola[8] y le trajo la noticia mas triste. Braulin no habia sobrevivido. Su madre acababa de llamarlo por telefono y le habia pedido que Damaris hablara con el pastor Lucero para acordar los detalles de su velatorio. La muchacha dejo a los pequenos solos en la casa, corrio en busca del religioso y se ocupo del sepelio de su hermano. ?Estaba preparada para aquello? Por supuesto que no. Damaris poco recordaba de su padre. Tenia presente algunos momentos que habian pasado juntos, pero no mucho mas. Ni siquiera habian quedado las fotos. Ningun recuerdo de el y de su paso por sus vidas quedaba en la casa de la familia. Sonrio avergonzada mientras se quitaba el labial de la boca. Casualmente, o no, habia encontrado un companero igual o peor que su padre. Quizas, como dicen, la manzana no se cae muy lejos del arbol. Sin embargo, con el pequeno Braulin era diferente. De el si tenia muchos recuerdos, fotos, sonidos, aromas. Braulin era dos anos mas chico que ella y con quien habia compartido no solo la habitacion, sino muchisimas aventuras durante los primeros anos de infancia. Si cerraba los ojos y volaba hacia la playa, podia verlo saltar las olas del mar con una sonrisa gigante en el rostro. Con los ojos iguales a los de su hermana; de un verde esmeralda magico y particular iluminando sus gestos.

  • La disculpa de Eve Ensler

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    Que extrano me resulta escribirte. ?Te estoy escribiendo desde la tumba, desde el pasado, desde el futuro? ?Escribo como si fuera tu, o como querrias que fuera, o como quien de verdad soy desde mi propia comprension limitada? ?Acaso importa? ?Estoy escribiendo en una lengua que nunca hable ni entendi, que has creado en el interior de nuestras mentes para salvar distancias y remediar nuestra falta de conexion? Quiza este escribiendo tal como soy de verdad, ahora que me has liberado con tu presencia. O puede que no este escribiendo nada y que sencillamente me estes utilizando como un medio para satisfacer tus propias necesidades y tu version de la historia. No recuerdo haberte escrito jamas. Raras veces escribia cartas. Escribir cartas, acudir a alguien, habria sido una senal de debilidad; eran los demas quienes me escribian a mi. Jamas habria permitido que nadie pensara que me importaba lo suficiente como para escribirle una carta. Hacerlo me habria rebajado, me habria puesto en inferioridad de condiciones. Incluso contarte esto me resulta extrano. No es algo que de ordinario sabria o diria, a menos que hubieses entrado en mi mente. Pero no lo discutire, pues se me antoja certero. Tu siempre me escribias cartas. Me parecia peculiar y extranamente conmovedor. Viviamos en la misma casa y aun asi me escribias, con tu caligrafia de nina pequena, tratando de formar renglones rectos, pero desviandote por toda la pagina. Era como si estuvieras tratando de establecer contacto con algun aspecto de mi, con una parte que no encontrabas en los momentos mas intensos de nuestro conflicto, como si mediante poesia trataras de apelar a un yo secreto que una vez te deje ver. Normalmente, escribias cartas de disculpa. Que apropiado que ahora quieras una carta de disculpa por mi parte. Siempre te estabas disculpando, suplicando perdon. Te habia reducido a un degradante mantra diario de <>. Un dia te mande a tu cuarto sin cenar y te obligue a quedarte alli hasta que comprendieras y reconocieras tu mal comportamiento. Al principio te mostraste terca, callada durante veinticuatro horas. Tu madre estaba preocupada. Pero puede que entonces te entrara hambre o te aburrieras, porque me escribiste una carta en un pedazo de carton que traian mis camisas de la tintoreria. La pasaste por debajo de la puerta de mi dormitorio. Era una suplica dramatica, una lista. Siempre te gustaron mucho las listas. Ahora veo que necesitabas catalogar las cosas, darles sentido con una especie de aritmetica literaria. Era una lista de todo lo que habias aprendido y todo lo que no volverias a hacer. Recuerdo que lo primero era mentir; no volverias a mentir. Y yo sabia, a pesar de perseguirte diariamente y de hacerte creer que eras una vil mentirosa, que eras la nina mas sincera que habia conocido jamas, aunque no conocia a muchas. Detestaba a los ninos. Hacian ruido y lo desordenaban todo y se portaban mal. Era demasiado viejo para tener hijos, solo los tuve para dejar mi legado. Pero estoy divagando. Aquella carta de carton con tu apresurada caligrafia en rotulador morado y las flores torcidas que habias dibujado en los margenes te saco de la habitacion, y ahora me pregunto si por eso seguiste escribiendo, como si se tratara de una especie de pasaporte hacia la libertad. Desde que abandone el mundo de los vivos he estado atrapado en un lugar de lo mas debilitante. Se parece mucho a lo que la gente suele decir del limbo: la nada, el olvido. El limbo no es un lugar externo, no exactamente. Al contrario, he estado basicamente en ningun sitio. Flotando, sin amarres, dando vueltas. Aqui no hay nada, nada que ver, no hay arboles, no hay oceano, no hay sonidos ni olores, no hay luz. No hay lugares tal como los concebimos, no hay arraigos, nada a lo que aferrarse. No, no hay nada, excepto el reflejo de lo que mora en mi interior. <> Eso es de Eliot. Tal vez no sepas que era mi poeta favorito. Sus palabras acuden a mi a menudo en este limbo. Llevo casi treinta y un anos de tu tiempo dando vueltas en este lugar, pero es extrano, porque aqui no hay tiempo, no hay mas que un vacio agonizante, un espacio infinito que me engulle y que es terrorificamente vasto y sumamente claustrofobico a la vez. Deje el mundo de los vivos cargado de resentimiento y rencor. Incluso en mi lecho de muerte, la virulencia de mi ira fue mas poderosa que el cancer que consumia mi cuerpo. Mi rabia era tan perniciosa que era capaz de luchar contra la morfina y el delirio, y darme energia para disenar y ejecutar mis ultimos castigos. Y tu pobre madre, ?que podia hacer? La habia amedrentado durante tantos anos, atizandola con mis gritos, mi condescendencia y mis amenazas, que para entonces se habia convertido en una complice apocada y fiel. Trato de seguirme la corriente, me decia que tal vez no fuera el mejor momento para tomar decisiones tan extremadas como aquellas. Lo hizo todo excepto decirme que habia perdido la cabeza. Mis ultimos pensamientos y alientos estuvieron tenidos por el deseo de hacer dano, el deseo de crear un sufrimiento que perdurara en el tiempo. Puede que no lo sepas, pero en ese momento final insisti en que te eliminaran de mi testamento. No heredarias nada, <>, dije con mucha fuerza. Incluso en mi fragilisimo estado, aquel acto de venganza me dio vida. Fue la ultima oportunidad que tuve de abolirte, de erradicarte, de castigarte. Y cuando tu madre me pidio que me lo replanteara, insisti en que tu te lo habias ganado. ?Por que iba a dejarle nada a una hija que habia sido tan obstinada y desleal? El cuestionamiento de tu madre avivo mi furia todavia mas y me volvi mas vengativo, tratando incluso de eliminar tu caracter. La obligue a prometerme que, dijeras lo que dijeras tras mi muerte, no te creeria jamas, ya que hacia muchos anos habia quedado plenamente demostrado que eras una mentirosa descarada. Mentirosa. Obligue a tu madre a que se comprometiera, en esencia, a desconfiar y dudar de ti para siempre. En ese sentido, la obligue a exterminarte igual que yo lo habia hecho. La obligue a escoger a su marido antes que a su hija, pero aquello no era nada nuevo, tu madre tenia mucha practica en hacer ese sacrificio. Se lo habia exigido durante la mayor parte de tu vida. Y yo sabia perfectamente lo mucho que se despreciaba por consentirlo. Veia como, con los anos, habia minado el respeto que se tenia como madre, eliminado su seguridad y su voz, y como la habia debilitado hasta el punto de no gustarse o no reconocerse siquiera y, aun asi, segui insistiendo. La primera etapa de mi tiempo en este reino de muerte, que senti como si hubiese durado anos, la pase inmerso en un bucle infinito compuesto de todas las traiciones y decepciones vividas, de todas las formas en que mis companeros, hijos y supuestos amigos habian puesto de manifiesto su estupidez o debilidad, reviviendo toda aversion justificable y ejecutando venganzas imaginadas. Naturalmente, tu estabas entre las primeras de la lista. Abandone el mundo tan furioso contigo, que para castigarte me negue incluso a avisarte de que me estaba muriendo. No te llame para despedirme. Queria que las esquirlas de mi rabia te cortaran y te hicieran sangrar para obligarte a llevarme contigo, para que arrastraras una hemorragia de culpa y desesperacion y te preguntaras durante el resto de tu vida por que nunca estuviste a la altura, por que nunca fuiste la hija que esperaba que fueras. Resuelto a dejarte sin cierre ni final, no planee ni permiti siquiera que se celebrara una ceremonia o un funeral. Me parecian demostraciones vulgares y pateticas de emociones absurdas e inutiles. Y, ademas, si me llorabas, era muy probable que terminaras desprendiendote de mi. Retenerte era el unico poder que me quedaba a esas alturas, la unica forma de agarrar tu ser, la unica forma de llamar y conservar tu atencion. Pocos dias despues de morir, antes de entrar en este plano, te vi sentada en el suelo de mi armario en Florida con la cara hundida en mi viejo jersey amarillo de cachemira. Al principio no entendi que estabas haciendo, pero luego, a medida que te observaba, comprendi que estabas oliendo lo que quedaba de mi, inhalando mi colonia y mi esencia, tratando de hallar un lugar en el que depositar tu dolor. Y, a mi pesar, aquello me conmovio. Me devolvio a un tiempo que habia sido docil entre los dos, un tiempo albergado por un carino casi insoportable. Verte en el suelo ante mi armario, tratando de hallarme, de hallar esa ternura, provoco en mi una oleada de tristeza y perdida; y entonces desapareci. Deje atras tu mundo, deje atras la belleza, deje atras la posibilidad de la salvacion. Y fui arrojado al interior de una desenfrenada repeticion de ofensas y agravios. Dicen que asi como vives, moriras. Y es cierto que con el tiempo mi furia se volvio letal. <>, solia advertirme mi madre, ya que siempre estaba inexplicablemente furioso. Y entonces mi rabia cambio de sentido y me pudrio el cuerpo inundandolo de un terror insufrible. Fue como si la ira se hubiese replegado sobre si misma, devorando y asfixiando mi angustiada psique en un callejon de lamentos, de una ansiedad insoportable, de dudas desgarradoras y de una torturadora autorrecriminacion. No podia avanzar. No podia retroceder. No habia salida. Paralizado en este lugar del limbo, carecia del lenguaje y de la voluntad, y de la comprension para liberarme. Se que fui un cinico que rechazaba con desden todas las sandeces relacionadas con el mas alla. Pero ?que sabia yo sobre nada? Y a esto ni siquiera lo llamaria el mas alla. No esta <> de nada, sino a continuacion. En este sentido, la muerte es atroz e infinita. O quiza solo lo sea esta muerte concreta que me ha tocado a mi. Imagino que habra otros a quienes su buen proposito los lleve en sus alas a lugares mas resplandecientes. Si he aprendido algo aqui -y no ha sido facil aprender gran cosa, pues mi cerebro esta ofuscado por la angustia-, lo que he descubierto es que es de suma importancia resolver los conflictos mientras vives, puesto que todos los asuntos pendientes te persiguen al siguiente plano y determinan el estado de tu ser. Todo agravio que hayas ocasionado en vida, todo dano cuya culpa no hayas asumido, se convierte en una especie de fango espiritual, una sustancia viscosa que construye tu encierro. Es una jaula, pero esta dentro de ti, y eso resulta todavia mas insufrible e inquietante. Estas atrapado en ti mismo, absorbido por el barro de la obsesion eterna. Gritarias, pero el lodo es tan denso que impide que te salga la voz. No hay alivio posible. Por eso te doy las gracias, Eve, por invocarme, por darme esta oportunidad de rendir cuentas por mis espantosas acciones. Se que no hay ninguna garantia de que vaya a ser liberado de este angustiante limbo, pero tu ofrecimiento de recibir esta disculpa ya ha modificado este paisaje de desesperacion. Soy consciente de que tu proposito es claro. La profundidad y la sinceridad y la necesidad de tu mision son evidentes y potentes. Se que me estas pidiendo que me disculpe, y debo decir que este terreno me resulta desconocido y antinatural. No recuerdo haberme disculpado jamas por nada. De hecho, se me inculco que al pedir perdon uno muestra debilidad, se vuelve vulnerable. Imagino que es mi vulnerabilidad precisamente lo que necesitas de mi, tal vez fue lo que siempre necesitaste. Hare todo lo posible por no justificar ni racionalizar mis acciones. Al contrario, tratare de dar cuenta de mis acciones e intenciones. Al contartelas, no pretendo obtener comprension ni perdon, se trata de una confesion en el sentido mas profundo. Ciertamente, es algo que preferiria que permaneciera oculto ante ti, ante Dios, ante mi mismo. Pero ha llegado el momento de someterme, sin reservas, sin justificaciones, a esta rendicion de cuentas. Me he preguntado: ?que es una disculpa? Es humildad; es la admision de las ofensas y una rendicion; es un acto de intimidad y conexion que exige un gran autoconocimiento y entendimiento. Estoy seguro de que no dare la talla.

  • Fragmentos de Pamela Diaz

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    Una llamada telefonica cambio el rumbo de su vida.
    Un pacto desesperado para reunir a los suyos. la cambio a ella.
    ?Que harias por salvar a tu familia? ?Hasta donde serias capaz de llegar?
    Amber lo tenia claro. <>, se habia dicho a si misma.
    Pero ?y si la persona que pretendes destrozar es el unico hombre que te hace sentir bien, el unico que consigue que tu corazon palpite mas deprisa?
    ?A quien escogerias? ?Aun llegarias hasta el final?

  • Seis hermanas. Los anos de la inocencia de Rebeca Tabales

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    Elisa Torrealba llega a Madrid la primavera de 1880. Ella y su hermana quedan huerfanas y se instalan en la sombria casa solariega de sus tios, un matrimonio severo. Elisa mira con curiosidad y espiritu critico todo cuanto ocurre a su alrededor, le cuesta mantener las formas y comportarse como una senorita, pero quiere hacerse un sitio en ese nuevo y complicado mundo, y sabe ser encantadora, cuando quiere. Las Torrealba son un misterio para la aristocracia madrilena, su dote, su caracter y su reputacion preocupan e interesan a los cotillas, y tambien a algunos hombres. Fernando y Ricardo Silva, herederos de la fabrica de Tejidos
    Silva, jovenes, nuevos ricos y solteros deseados, representan lo mejor y lo peor del Madrid del fi n de siglo en todas sus formas. La tradicion y la transgresion, la ciencia y el juego, la razon y el instinto, la prudencia y la pasion son los escenarios en que compiten. Elisa entrara en sus vidas y forzara una lucha aun mas grande. Por primera vez Ricardo se aburre de su vida nocturna de calavera y suena con encontrar un amor que de verdad lo cambie, mientras que Fernando duda de su compromiso con la hermosa y convencional Catalina Hinojosa. De fondo estan las vidas de los criados, los pequenos empleados y la burguesia emergente de la revolucion industrial, la aristocracia madrilena con sus tertulias, sus paseos en carretela por el Retiro, los bailes, las verbenas, la elegancia y la decadencia de un tiempo de inocencia que nunca volvera.

  • Companeros y amantes de Tara Taylor Quinn

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    Desde que su madre los habia dejado, Kelsey Shepherd vivia con su padre, Mark, que ademas era el director de su colegio. Kelsey queria a su padre y echaba mucho de menos a su madre, pero no le gustaba el secreto que su madre le habia pedido que guardara.

  • El jeque que me amo de Loreth Anne White

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    Cuando el mar arrastro a aquella bella y misteriosa mujer hasta la isla del jeque David Rashid, la vida del guapisimo ejecutivo dio un vuelco. Aquella belleza desperto poderosas pasiones en el, pero ocultaba un secreto que podria destruirlos a ambos.

  • Anita Dolar de Roma Garcia Guereta

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    Chicago, 1912.Anita Schneider es una de esas princesas americanas que volaron en bandada a Reino Unido para casarse con un lord y ofrecer asi a su familia un lugar en la despiadada sociedad neoyorquina.Como la esperanza de su madre, quien suena con ser recibida como una reina por las grandes familias de Nueva York, y la martir de su hermano Ernest, que desea un matrimonio sencillo con su amor de la infancia, Anita llegara a Londres con unas ambiciones mas misteriosas de lo que su familia piensa.Sin embargo, tras un flirteo por el que sale mal parada, su camino a traves de la alta sociedad britanica se le hara mas dificil todavia.

  • Highlander de Gema Perez

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    Ano 2019.
    Una pringada oficinista mas.
    Hasta que hice el viaje de mi vida.
    Un viaje a Escocia. Las tierras altas.

  • Las malditas de Stacey Halls

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    En un tiempo de miedo y sospechas ser mujer es el mayor de los riesgos.

  • La sombra dorada de Luis M. Nunez

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    Tiempo atras, en el momento mas oscuro de la humanidad, el dios de la luz de oro fue derrotado y su nombre quedo en el olvido para todos, excepto para aquellos que siguieron siendole fieles.
    Pero ahora ha regresado y se cierne sobre un mundo que no es capaz de imaginar la marea de muerte que esta a punto de desatar, pues es el enemigo de todo lo vivo y desea reinar sobre huesos blanqueados.
    Esta es la historia de la batalla desesperada contra Abaven.
    Esta es la historia de quienes se alzaron contra el.

  • Te mando un beso de Gabriela Valdivia Marquez

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    En los anos 2009 y 2010 Mexico esta contrastado. Por un lado estan en puerta los festejos del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolucion; y por otro, la violencia e inseguridad, debido a los enfrentamientos del ejercito contra los carteles.

  • Las diez mil vidas de Milo de Michael Poore

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    Milo ha tenido 9.995 oportunidades hasta ahora y le quedan solo cinco vidas para ganarse un lugar en el alma cosmica. Si no aprueba con nota, lo espera el olvido eterno. Pero lo unico que Milo quiere es caer por siempre en los brazos de la Muerte. O Suzie, como el la llama. Suzie no solo ha sido la amante de Milo durante sus incontables escalas en la Otra Vida; Suzie es, literalmente, su razon para vivir. Milo va de vida en vida, zambullendose en una existencia tras otra, y rezando por que llegue el dia en que no tenga que volver a separarse de ella. Pero “Las 10.000 vidas de Milo” es mas que una gran historia de amor: con cada viaje de la cuna a la tumba, Milo descubre nuevas piezas del increible rompecabezas cosmico, que solo se revelaran utiles si es capaz de dilucidar a tiempo lo que significa formar parte de algo mayor que el infinito.
    Michael Poore nos deleita con el encanto oscuro de las obras de Neil Gaiman y el humor inteligente de Kurt Vonnegut, con una historia sobre todas las cosas que hacen de la vida un acontecimiento profundo, hermoso, absurdo y desgarrador. Porque es algo mas que la historia de Milo y Suzie. Tambien es tu historia.

  • Cual es tu historia de Ana Paula Benitez

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    Al desnudo, esta historia comenzo asi. Desperte aquella manana con casi la mitad del cuerpo sobre el escritorio. Me habia quedado escribiendo hasta muy tarde y, como siempre, me habia dormido frente a la laptop. Mire la pantalla por un momento y note que al menos no habia arruinado la escritura. Si habia babeado el escritorio de manera descomunal… Buen trabajo. Mire hacia la ventana y la luz del sol me cego por unos segundos. Me cubri los ojos con una mano y me apoye en el escritorio con la otra. Me levante y camine lentamente hacia la ventana. Sin antes bostezar y estirarme, corri las cortinas blancas y abri un poco la ventana para que el viento de la manana refrescara la habitacion. Me voltee y camine hacia la cocina con la idea de prepararme un cafe, pero no pude ni siquiera completar medio trayecto cuando fui atacada por una pieza de Lego. Si, leyeron bien. --!Ah! !Tony! !Deja de robar las cosas de los vecinos! --Con furia me dirigi hacia la cuna del gato y como de costumbre me encontre con nadie--. Desagradecido, te compro una cuna hermosa y sigues durmiendo en cualquier otro lado. !?Sabes cuanto cuesta una cuna como esa?! Calle al darme cuenta de lo inutil que era quejarme. Aun asi, se sentia muy bien. Escuche un estruendo en el patio trasero del edificio y al fin supe hacia donde debia gritar. Corri hacia la ventana y sali al balcon cargada de colera y autoridad. Asi es, soy duena de un gato y lo trato como tal... o algo asi. --!Tony! !Te voy a matar! Mire hacia el patio y note que el causante de tal estrepito no habia sido Tony. Despegue los labios para hablar, pero lo unico que salio fue un balbuceo bastante incoherente. --Hola. Al desnudo, asi comenzo. Un hombre de tez palida y ojos azules y profundos estaba parado detras de una reposera. Se veia muy nervioso y apresurado. Y lo unico que traia puesto era un reloj de oro. ?Quien era el? ?Por que estaba desnudo? ?Donde estaba Tony? Frunci el ceno y abri la boca de nuevo, pero segui sin hablar. --Tuve una mala noche --bromeo el--. ?Podrias ayudarme? --Am... --!Vivo en el noveno piso! --aclaro repentinamente--. No soy un extrano. Tu eres la duena del gato cleptomano, ?verdad? --S-Si. Mi Tony es popular entre los vecinos. --Entonces... ?me ayudas? --!E-Espera alli! Me voltee y corri hacia el dormitorio. Resbale con un calcetin y cai de espalda. Oh, bendita habitacion la cual no habia ordenado desde la ultima visita de mi madre... Tome una toalla y corri hacia el balcon de nuevo procurando no pisar otro calcetin asesino. Arroje la toalla por el balcon y le indique a mi desvestido vecino del noveno piso que esperara en la puerta. Me coloque las pantuflas y baje por el ascensor hasta la planta baja. Estaba nerviosa, avergonzada, como siempre cuando tenia que socializar con alguien. Abri la puerta y mi vecino entro con una sonrisa y una expresion de alivio en el rostro. --Gracias. --De nada. Hice una mueca nervuda con los labios y me mire los pies. --Necesitaria otro favor --mi vecino se rasco la nuca al hablar. Luego bufo, pero no dejo de sonreir ni por un segundo. --Claro. --?Me prestarias tu telefono? Necesito llamar al cerrajero para que abra la puerta, no tengo las llaves encima y, bueno... Hizo un ademan y al fin deje escapar una risilla. --No hay problema. Subimos por el ascensor en silencio, ni siquiera me atrevi a verlo. Escuche alguna que otra risa suelta en el aire por parte de el, pero no me atrevi a mirar ni una sola vez. !Adios, manana cuasi tranquila! --Soy Benjamin. --Cara. --?Cara? --Si. --Ya veo. Benjamin apreto los labios y contuvo la risa. Lo ignore por completo. Habia sido el centro de bromas en la escuela primaria y secundaria, ya estaba acostumbrada. Entramos al departamento y me dirigi a la mesa del comedor en busca del telefono celular. Escuche que la puerta de la entrada se cerro con suma delicadeza y supuse que aquel hombre envuelto en la toalla era bien educado. --Ten. --Le entregue el telefono y me aleje mientras el marcaba el numero--. Tony --murmure --. Tony, ?donde te metiste? Me incline un poco para mirar debajo de la mesa, pero no encontre nada. Junte el bloque y lo sacudi de arriba abajo por unos segundos, en silencio trate de especular donde podria estar husmeando mi felino amigo. --?Tony? --la voz de Benjamin me hizo voltear. --Mi gato --respondi mientras me sumergia en aquellos orbes llenos de curiosidad--. Sientate... donde quieras. Lo siento. Educacion Cara. Se educada tambien. --Estoy bien --contesto sin dejar de mirar los cuadros--. Bonita decoracion. --Gracias... --En especial las tazas sucias y los paquetes vacios en el escritorio --menciono y apunto el escritorio con el dedo indice. --Es mi zona de trabajo --trate de defender injustificable. --Oh, claro, necesitas ese paquete para... ?En que trabajas? --Con una ceja arqueada hacia arriba me miro. --Soy... escritora. --!?Escribes?! !Eso es fantastico! --?Eso es ironia? --pregunte con desconfianza. --?Que? !No! ?Por que haria algo como eso? Am... ?Porque la mayoria del tiempo las personas que conozco piensan que no es un trabajo real? ?Porque ni siquiera mi madre esta conforme con lo que hago? --No lo se --bufe y oculte la verdad en tres palabras. Note un brillo especial en los ojos de Benjamin. Aquel hombre con clase paso a comportarse como un nino en cuestion de segundos. --?En serio crees que es fantastico? --!Por supuesto! --Benjamin alzo las manos en el aire y me miro como si fuera una ingenua--. Me encantan los libros --comento--. Quiero decir, los buenos libros --esclarecio--. Cuando era pequeno no tenia muchos amigos. --?En serio? Con esa increible apariencia era dificil de creer. Lindos ojos, lindos labios, lindos modales... --Oye --Benjamin murmuro ofendido--. Me enfermaba mucho, tenia un sistema inmunologico deplorable. --Alli iba el y sus complejas y elegantes palabras. Benjamin se rasco la nuca por unos segundos, suficientes como para permitirme memorizar los detalles de su sonrisa--. Leia muchos libros --conto el--, Julio Verne, Edgar Allan Poe, Mark Twain, ?los conoces? --No personalmente --bromee--. Pero si, los he leido. --Lo que hacen con las palabras --hablo inmerso en su mundo--. !Son artistas! ?No crees? -- Asenti con la cabeza y el me senalo--. Los escritores son artistas, nobles artistas que viven haciendo lo que aman y que no son tan valorados como deberian. --Supongo --murmure. No supe que decir, senti las mejillas calidas y me rasque la nariz para tratar de ocultar el notorio rubor que probablemente tenia en el rostro. --!Claro que si! --reafirmo--. Crean mundos, personas, historias... --Benjamin miro el escritorio--. Pero tu casa es un desastre, si me permites decir. Benjamin tenia un modo bonito de insultar a las personas. Te ofendia, pero con cierto respeto que te provocaba mas frustracion que enojo. Benjamin se coloco las manos en la cintura, pero segundos despues cambio de postura y se puso en accion. Mi vecino tomo algunas tazas de sopa instantanea sin esperar un segundo mas y las tiro en el tacho de basura. Luego camino hacia el escritorio, arrugo los paquetes vacios e hizo lo mismo que antes. Yo solo admire la espalda de Benjamin en silencio por unos segundos. --Oye, no hagas eso. Excelente reaccion, Cara, verdaderamente apresurada y certera. --?Acaso los necesitabas? --pregunto con ironia. --N-No, pero... --?Pero...? --Es mi casa. --Y se nota --bromeo Benjamin. --!Oye! --No creo que sea una buena idea tener tantas cosas tiradas, al menos que estes construyendo una granja de cucarachas en tu propia sala. --Tal vez lo este haciendo. --?Si? --Son populares en los paises asiaticos. Benjamin dejo escapar una risilla y miro el polvo de los estantes con cierto pudor. --Oh, ya entiendo --susurre. --?Que tienes un gran problema? --No --respondi--, eres un obsesivo compulsivo por la limpieza. Benjamin me miro con la boca abierta y sonrojado, aun mas sonrojado que yo. !Touche! --!El cerrajero! --cante con felicidad al oir el timbre del departamento. Ignore los reproches de Benjamin y atendi al cerrajero con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando al fin el cerrajero pudo abrir la puerta, Benjamin me agradecio una vez mas y se despidio. Y asi, la tortura comenzo. 1 Drama innecesario ?Por que tortura? Porque al dia siguiente de aquel encuentro no tan maravilloso decidi salir al mundo por uno de los objetos mas preciados por el ser humano y al volver a mi dulce hogar me encontre con que Benjamin estaba esperando frente a la puerta. --Es un chiste --dije con la bolsa de arena para gato aun en brazos. --No --respondio con seguridad--. No puedo dejar que esa cosa nos consuma a todos. --?Cosa? --Solo abre. --De acuerdo. --?Y tu gato? --Todavia no volvio. --Tal vez este muerto debajo de toda esa basura. --!No bromees con eso! --No era una broma. Tony no estaba muerto. Volvio horas despues con la ropa interior de la vecina del quinto piso. Un gato cleptomano y un vecino obsesivo compulsivo, fantastico. --Tu casa no se ve tan mal cuando esta limpia. --Benjamin dejo la escoba por un momento y suspiro cansado. --Tienes razon. Mire a Benjamin y comence a reir sin poder evitarlo. El me miro con cierta incredulidad y curiosidad. --Esperaba un agradecimiento. --!Lo siento! Me cubri el rostro para que no me viera reir. Benjamin se veia muy gracioso con el delantal puesto, y los guantes, y el panuelo en la cabeza, y las mejillas rosadas de tanto trapear. Eso si, conste que yo no lo habia obligado a nada. El se ofrecio solo. Bueno, “ofrecer”, mas bien, se metio en mi departamento y lo considero parte de su habitad natural, pulcro y refinado. --Grosera. Me compuse segundos despues y lo mire con cierta pena, pero me di cuenta que el solo estaba bromeando. Benjamin sonrio un poco y se saco el panuelo de la cabeza. Se sento en el sofa y Tony se acerco a el. --?Tienes agua al menos? --Si. Fui a la heladera a buscar la botella y el aprovecho la oportunidad para mirar mi trabajo en la laptop. Ignoro el interrogatorio realizado por los maullidos extranos de Tony, se saco los guantes y enseno el reloj de oro. Se sento en la silla del escritorio y en silencio leyo algunas oraciones. Observe como los labios de Bejamin se movian mientras el pronunciaba de manera inaudible cada palabra. Note que reaccionaba con cada palabra, que las sentia, y que sus ojos brillaban con cada uno de esos sentimientos. Trague saliva al ver que estaba sucediendo. Me estaba enamorando. --Escribes muy bien. --Supongo. --Algo detallista. --?Lo crees? --Si, es como si observaras demasiado las cosas. --Mi madre siempre dice eso --comente mientras dejaba un vaso de agua fresca en el escritorio--. Que observo mucho, que pienso mucho. --?Lo haces? --Eso creo. --?Tienes portavaso? Tome un papel lleno de garabatos y se lo di. Benjamin tomo el papel y bufo por la nariz. Mi vecino del noveno piso bebio un poco de agua y dejo el vaso encima del papel. --Di algo de mi. --?Sobre ti? Aquella pregunta me tomo por sorpresa. --Si, algo. Note que los labios de Benjamin estaban humedecidos por el agua y sonrei un poco. Entrecerre los ojos y mire hacia la ventana, luego volvi a mirar a Benjamin y deje escapar aire por la boca. --Cuanta concentracion --bromeo el. Benjamin sonrio un poco y el foco imaginario se encendio encima de mi. --?Que tal tu sonrisa? --?Mi sonrisa? Benjamin amplio mas aquella mueca de felicidad cuando escucho mis palabras. --Si... por ejemplo, cuando te ries, tus labios se estiran junto con tus fosas nasales --le explique. El se toco la nariz, curioso--. Tienen una perfecta armonia, y se hacen unas pequenas muecas en los costados, como unos hoyuelos casi perfectos... casi. --Arrugas, malo para mi edad. Rei un poco y negue con la cabeza. --Pero cuando sonries con tranquilidad no se notan las muecas y los labios se vuelven mas finos y delicados, como si supieran que era el momento perfecto para moverse de aquella manera. --Por algun motivo habia bajado el tono de voz al hablar. Note que me habia inclinado para verlo mejor y que estaba demasiado cerca de el--. !Sin mencionar que parecen bien cuidados! --Me separe casi un metro de el. Lo se, a veces exagero demasiado--. ?Usas manteca de cacao? --Solo en invierno --dijo con una sonrisa burlona. --Y esa sonrisa burlona de costado es muy diferente a la ganadora o a la nerviosa. --?Existen mas sonrisas? --Si --respondi. Hice un ademan para que se moviera. Benjamin se levanto de la silla y se paro al lado del escritorio. Yo me sente en la silla y respire hondo para tratar de concentrarme y volver al trabajo. --Eres muy buena --murmuro Benjamin--. Pero no sabes nada de los detalles del hogar. Puse los ojos en blanco y deje escapar un quejido. Quise enojarme, quise sentirme ofendida. Pero no pude hacerlo ni un poquito. Tampoco pude evitar enamorarme de el. Aprendi cada detalle de el como si fuesen parte de una pintura. Desde el lunar debajo de su barbilla hasta la profundidad de su voz. El dia que nos conocimos, el habia salido con una chica por segunda vez. Una chica a la que jamas habia llamado de nuevo, a la que creyo jamas haberla visto o invitado a una cena y con la que aprendio una gran leccion. La dulce venganza de una mujer resentida. La mujer lo dejo en un cuarto de hotel, desnudo, atado a la cama y solo con el reloj para que se preparara cuando la mucama entrara y lo viera alli con una camara a un lado, una nota, y una foto de el desnudo. Rei lo suficiente como para que el tambien se riera de la desgracia que le habia pasado. Odie eso, odie caerle tan bien. Odie aquella sonrisa y aquellos gestos. Y los ame, ame todo de el. Odie que me abrazara cada vez que queria y que se parara tan cerca para leer la pantalla. Odie que me ayudara a escribir porque me resultaba cada vez mas dificil ser independiente. Depender de alguien de aquella manera... pateticamente romantico. Y ame los abrazos, calidos y llenos de afecto. Ame los juegos y las palabras aburridas que salian de su boca. Ame el orgullo que le salia por los poros cada vez que hablaba del trabajo, de alguna mujer o de un buen dia. Ame cuando bromeaba con sinonimos absurdos e inexistentes. Ame aquella sonrisa variante, aquellos ojos brillantes y aquella actitud deslumbrante. Amar y odiar al mismo tiempo las mismas cosas solo me hacian sentir confundida y nerviosa. Era una tortura eterna. Una tortura que yo misma cree.

  • El Levante de Mircea Cartarescu

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    Mircea Cartarescu comenzo a escribir El Levante en 1987, cuando era un amargado profesor en una escuela de barrio en Bucarest. Recien casado y con una hija pequena, escribia en la cocina, en su maquina de escribir Erika, sobre un mantel de hule; con una mano tecleaba y con la otra mecia el cochecito de la nina.
    Concluyo la obra pocos meses antes de la caida del comunismo, sin sonar siquiera con la posibilidad de publicarla. El resultado fue uno de los experimentos poeticos mas fascinantes escritos jamas: una epopeya heroico-comica, que es tambien una aventura a traves de la historia de la literatura rumana, que sigue la tecnica utilizada por James Joyce en el capitulo del Ulises <>. Pero no hace falta conocer la literatura rumana para disfrutar como un nino de las aventuras del poeta Manoil, de Zotalis, de la bella Zenaida, del temible Yogurta, de los piratas y ladrones que pululan por las aguas del Mediterraneo, y de acompanarles en su propia Odisea, plagada de batallas, amores y deserciones. Un delicioso escenario bizantino donde se confunden realidad y ficcion, y un cautivador relato que invita a una lectura gozosa, pueril, inolvidable.

  • Dejame amarte (Dejame amarte 1) de Norah Carter, James M. Miller

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    Por fin aterrice en Ibiza, la isla magica la llamaban. Al bajar por las escaleras del avion casi pude percibir el olor a mar. Tras un ano de trabajo casi sin tiempo para mi, aqui estaba, ya dispuesta a disfrutar de tan merecidas vacaciones. – !Que empiece la fiesta! -grito desatada mi amiga Letizia mientras bajaba las escaleras de dos en dos, haciendo la cabra. – !Que tiemble Ibiza, que alla vamos! -respondio chillando Alessandra, que venia con ganas de comerse el mundo. Negue con la cabeza ante el espectaculo que estaban montando mis amigas nada mas llegar a la isla, la gente nos miraba pensando que veniamos de despedida de soltera. Era nuestra primera vez en Ibiza para las tres y podia ocurrir cualquier cosa. – Paola, no nos mires con esa cara que luego te damos dos Gin Tonics, te vienes arriba y no hay quien te averguence -me solto Alessandra ante la atenta mirada de todos los viajeros que andaban siguiendonos hasta llegar a la recogida de maletas. Una sonrisa juguetona se reflejo en mi cara a la vez que la miraba, dejando entrever que no pensaba contestarle y menos delante de tanto publico. Llegamos hasta las cintas donde comenzo a salir el equipaje de todos los pasajeros, rapidamente pude observar mi equipaje; haber comprado una maleta de color amarillo chillon me hizo ser de las primeras en reconocerla y cogerla, asi que les dije a mis amigas que las esperaba fuera fumandome un cigarro. Sali fuera del aeropuerto y respire el aire de Ibiza mientras miraba el radiante cielo. ?Que tenia esta isla que todo el mundo hablaba de ella? Pronto esperaba comprenderlo y, sobre todo, vivirlo. El clima estaba perfecto, un refulgente sol iluminaba la isla, pero una suave brisa daba la perfecta estabilidad que proporcionaba el mes de mayo. Un mes ideal para aventurarse en Ibiza, pues la marabunta extranjera aun no habia invadido el lugar, pero tenia el ambientazo justo ya que muchos locales y discotecas abrian durante ese mes. Letizia y Alessandra salieron a tope, tenian unas ganas de marcha inmensas. Las dos comenzaron a reprocharme, a modo broma, que ya me habia preocupado yo mucho en esperarlas. Les guine el ojo y les dije que era por la verguenza que me habian hecho pasar bajando con tanto escandalo las escaleras del avion, preferia fumarme un cigarrito sola que en "mala" compania. Terminamos muertas de risa las tres, cuando de pronto escuchamos los acordes de la maravillosa "California Dreamin" de los miticos The Mamas and The Papas. Nos giramos y vimos llegar una camioneta decorada al estilo mas hippie que una pueda imaginar, !era una Volkswagen Kombi! !Que pasada! Solo las habia visto en los documentales. Paro con un frenazo frente a nosotras y del interior salieron varios chicos y chicas, todos estaban buenisimos, iban vestidos de hippies... !Y varios estaban cantando en directo con la musica de la cancion de fondo! Con unas voces muy similares a las de los cantantes originales. Las tres nos quedamos con la boca abierta; encima, el chico que iba de copiloto – que llevaba el torso desnudo y estaba para comerselo-, se acerco directo a nosotras para invitarnos a la fiesta "Flower Power" en Pacha que era esa misma noche. Nos miramos las tres y empezamos a chillar que si. Nos pusimos a bailar al ritmo de "California Dreamin" de subidon. No se que nos impresionaba mas, si ver al copiloto con el microfono cantando esa cancion con esa voz tan extraordinaria o comprobar que estaba mas rico que la mozarela. A las tres se nos quedo una cara de tontas portentosa mirando a ese efebo cantarin contoneandose cerca de nosotras. Aunque el era mas de la edad de mis amigas -ya que yo tengo 30 y ellas 27-, parecia mas joven aun. Sinceramente, nunca me habia importado la diferencia de edad, pero me gustaban los hombres mas mayores que yo, y si se les notan las canas en las sienes... mejor que mejor. El chico dejo unos segundos de cantar, nos entrego tres pases y nos dijo que le gustaria vernos esa noche por Pacha. Letizia no tardo ni un segundo en responder. – No dudes de que estaremos, de eso me encargo yo -dijo Leti descaradamente. – Entonces me ocupare de que sea una noche inolvidable para vosotras. Por cierto, me llamo Zeus. Aunque por el acento deduzco que sois italianas, yo, esta noche, si me dejais, os llevare al Olimpo. – Tu nos puedes llevar al Olimpo, a las olimpiadas y adonde te de la gana, que te damos autorizacion -solto Alessandra mientras subia un poco sus gafas de sol y lo miraba de arriba abajo, pasandose ligeramente la lengua por los labios. Zeus respondio con una sonrisa que lo hacia mas guapo aun. Luego se sumo a los otros chicos y chicas vestidos de los anos 70 con simbolos hippies, juntos se perdieron hacia el interior del aeropuerto; venian a promocionar e invitar a la gente a la fiesta de esta noche apareciendo de esa manera en los lugares. !Yo estaba flipando, llevabamos 5 minutos en Ibiza y ya teniamos planes para la noche! Nos fuimos hacia un taxi que estaba libre. El conductor arranco y Alessandra y Letizia no paraban de bromear sobre la fiesta, me decian que se me iban a quitar todas las pelusas de ese ano pasado en el que tuve el chichi cerrado por obras. El conductor tenia puesta la radio de Ibiza y comenzo a sonar una de las canciones favoritas de las tres, porque nos recordaba la noche que nos conocimos. Se trataba de "Shake it off" de Taylor Swift. !Uauh! Que recibimiento nos daba la isla, esto no podia ser casualidad. Le pedimos al taxista que subiera el volumen. Y nos pusimos a cantar y bailar las tres... !Joder, que subidon! Como era normal, Letizia broto de felicidad, asomo la cabeza fuera del taxi y empezo a chillar como loca. – !Esta noche alegria para mi cuerpooooo y para el de mis amigasssss! !Que salgan todos los hombres guapos que nos los comemos! Me gire para mirar al conductor y ponerle cara de "lo siento", el movio su cabeza como diciendo que no pasaba nada, a la vez que sonreia; creo que debia de estar acostumbrado a todo lo que veia en esta isla. Algo decia dentro de mi que a la vuelta nada volveria a ser lo mismo y me agarre con fuerza a mis amigas, nos miramos y sonreimos mucho mientras nos adentrabamos en la carretera. Le preguntamos al conductor si era verdad que mucha gente se queda tan impresionada de lo que vive en Ibiza que es capaz hasta de cambiar su residencia. El conductor, como respuesta, nos conto la historia de una pareja de alemanes jovenes, chico y chica, que llegaron a la isla por su luna de miel... Hasta que el descubrio los atardeceres en la playa de Benirras, un lugar emblematico de la isla, donde todo el mundo se va a despedir el sol cada tarde y se montan unas fiestas improvisadas extraordinarias con gente tocando la guitarra y los tambores. Al parecer, el chico aleman se enamoro de la percusion y no volvio a Alemania. Los dos se separaron y el se quedo en Benirras todo el verano tocando los bongos, para despues establecerse en la isla de por vida... !Nos quedamos muertas! Pero, ?eso era verdad? – !Eso y mucho mas! Esto es Ibiza, tened cuidado con lo que deseais que puede hacerse realidad -solto el conductor del taxi mientras entraba en Santa Eulalia. Por fin llegamos a nuestro destino: apartamentos Bahia. Situados en el paseo maritimo, en primera linea de playa, rodeados de un buen rollo y un entorno tranquilo al mismo tiempo, y lejos de las super discotecas. !Justo lo que queriamos! Teniamos de todo cerca para vivir las vacaciones de nuestra vida: restaurantes, tiendas, una playa de arena muy cuidada y limpia llena de hamacas y sombrillas. !Que ganas de zambullirme en esas aguas transparentes!

  • Amar sera suficiente (Ley OSDE 2) de Jennifer Palau

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    En medio de otra rebelion en la que la Organizacion combate el Anexo de la Ley OSDE, que nuevamente siembra el caos en la sociedad, Nina lucha contra su lado oscuro. Al mismo tiempo, Izan debe tomar una decision para protegerla, pues han cometido el error de olvidar que enamorarse podia conllevar ser impulsivos, sobre todo ante el peligroso Hans Blake, dispuesto a mantener su mandato, incluso llevando a cabo unos planes que jamas nadie podia imaginar.
    Para ella, el es un enemigo.
    Para el, ella es un recuerdo.

  • Supersticion (Mafia 2) de Raquel Attard

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    En Roma habia una vieja supersticion que decia que matar a tu sangre te auguraba una vida de penalidades. Cosomo no era de mi sangre, pero ya lo queria como si lo fuera. Por eso me dolia tanto estar ahi, apuntando con mi pistola a su cabeza. Dice la supersticion que su fantasma te perseguira hasta el fin de tus dias, instalando en tu vida la mala suerte. No era justo. Era el quien nos habia traicionado. Era el quien debia cargar con la pena, no yo. Note que algo frio se apoyaba en mi cabeza. Me gire y vi a Blake apuntandome. --Dejalo --me ordeno. Contuve el aliento, destrozado porque ella atentara contra mi vida y, a la vez, aliviado porque la muerte de mi amigo ya no estuviera en mis manos. Segundo Prologo BLAKE Baje al salon en busca de mis padres, despues de hablar con Zia y Fiorella. Por suerte, o gracias a mi esfuerzo, habia aprobado el ultimo examen y podria hacer el Doctorado el ano que viene. Sin embargo, no sabia lo que me esperaba al final de la escalera. Ojala no hubiera salido de mi habitacion. Ojala no hubiera bajado ese ultimo escalon. Mi vida no habria cambiado para siempre. Mi madre estaba llorando, desconsolada. Mi tio Agostino andaba concentrado, caminando de un lado a otro sin encontrar un rumbo fijo, hasta que levanto la cabeza y sus pasos lo guiaron hacia mi. --Blake, tu padre... su coche. Corri como si me estuvieran persiguiendo y, en cinco segundos, ya estaba en el garaje. Encontre a mi padre subido en su vehiculo, con una mano en el volante, otra en las marchas y el pie en el embrague. Le temblaba todo el cuerpo. --Papa, ?que pasa? --Hay una bomba, Blake. No se como han llegado hasta aqui, pero me han tendido una trampa. Uno de nuestros hombres de seguridad estaba intentando desactivarla, mientras yo habia estado ajena a todo, riendo con mis amigas por unas notas que ya de poco servian. Mi telefono vibro en el bolsillo y, por inercia, lo cogi. Pense que, si alguien llamaba en ese preciso momento, quiza fuera para ayudarnos. Desee que hubiera una intervencion divina, que algo o alguien impidiera lo que estaba a punto de pasar. --Han puesto una bomba en el coche de mi padre --informe a quien me llamaba. Ni siquiera me fije en quien era la persona al otro lado del telefono. Escuche un ?Que? ahogado y me lo aparte de la oreja. Voy para alla. Dijo esa lejana voz. Mis ojos seguian fijos en los de mi padre. Nunca vi tanto miedo en ellos. Ni tanta resignacion. --Blake, tienes que ser fuerte. Cuida de tu madre y tus abuelos. Hija, tu y solo tu --remarco la palabra--, eres mi legado. --?Que dices? --grite con calma--. ?Que estas diciendo? --volvi a repetir sin sentido--. Saldras de esta, papa. Te jubilaras a tu manera, como tu querias. Queria infundirle fuerza, pero ni siquiera podia tocarlo. No podia arriesgarme a que la bomba detonara. --Escuchame bien, porque no se cuanto tiempo tenemos. Esto no lo ha hecho un clan enemigo, esto es obra de alguien que nos conoce. Encuentralo y venga mi muerte, hija. Eso fue lo ultimo que me dijo mi padre antes de que su cuerpo se convirtiera en cenizas. Lo siguiente que recordaba era a Alex gritando que saltara. El fuego. El miedo. La niebla. Las sombras. Alex desapareciendo como lo habia hecho mi padre minutos antes. Su cuerpo calcinado. Una unica lagrima. Y la oscuridad. La vida nunca volveria a ser igual. Capitulo 1. Nueva York BLAKE Desde el rascacielos mas alto de Nueva York contemplaba mi ciudad. Las calles que me habian visto crecer, la vida que habia disfrutado… todo estaba alli, oculto tras edificios gigantes que empequenecian a las personas. Y muchos de ellos eran nuestros. La cadena de hoteles De Lucchi se erigia mas alla de donde alcanzaba la vista y silenciaba la verdadera realidad que emergia del asfalto. Mientras las personas caminaban de un sitio a otro, perdidas en el curso de sus vidas, yo estaba concentrada en la frontera. La que dividia el bien y el mal, el corazon y la razon, la suerte y el destino. Habia heredado el negocio de la peor forma posible y ahora tenia que ser la cabeza de familia, tenia que enfrentarme a mis peores pesadillas y, me habia preparado para ello, me enseno el mejor. Aunque mi padre nunca habia pretendido que mi corazon se convirtiera en piedra. El queria a mi madre como a nadie, era el amor de su vida. Y me queria a mi, a mis tios, a mis primos y a mis abuelos. Por ello me resultaba tan dificil seguir sus pasos, continuar el camino que el habia preparado tan sabiamente para mi. Porque yo nunca seria como el. Tan dura y bondadosa, tan noble y fuerte. Pero lo intentaria. Desde lo mas profundo de mi ser. Lo ultimo que me pidio antes de morir fue que vengara su muerte. El estaba seguro de que aquello debia haberlo orquestado alguien que nos conocia muy bien, puesto que consiguieron acercarse demasiado. Entraron en nuestra propiedad. En nuestro territorio. Hice la firme promesa de descubrir quien habia sido. Se la hice a el y me la hice a mi misma. Y nada ni nadie me impediria cumplir su ultima voluntad. Haria de ella mi mision personal. Pero eso que me habia pedido mi padre, era lo mismo que me ponia en un aprieto, porque debia desconfiar hasta de mi propia sombra. Debia posicionarme por encima de lo que era ahora, ver las cosas en perspectiva, distanciarme del presente. Tenia que descubrir a la mujer que habia en mi, a la estratega, a la mafiosa. Y no seria una tarea sencilla. Mi abuelo siempre decia que a una persona no la hacia grande quien era, sino quien tenia alrededor. Si te rodeas de tu gente, si esa gente te es leal, es porque tu demuestras que merece la pena que te sigan. ?Como romper con aquello que tenia tan arraigado? Ayudaba que la gente solo viera lo que queria ver. Ayudaba poder ocultarse a plena vista. Volvi a casa, esperando encontrar esa parte de mi humanidad que veia perdida. Y parecia que el destino habia jugado sus cartas, porque mi madre me sorprendio con algo que me encogio el corazon. Una nota llego desde Roma. --Carino, ?quien ha escrito esto? --me pregunto mi madre en cuanto llegue. --No se de que me hablas. Cogi el papel que me tendia, esperando encontrar amenazas o algo peor. Un vestigio del futuro que me aguardaba. --Esta nota. Estaba en la puerta. Se la quite de las manos. En ella rezaba Il mio cuore e per voi 1 , con una caligrafia rapida pero preciosa. ?Como era posible que necesitara algo que no conocia? ?como podia doler algo que ni siquiera teniamos? Esa relacion maravillosa que podiamos haber construido, que latia a nuestro alrededor, recordandonos a cada instante que la vida podia ser mas. Arrugue el escrito y me lo guarde en el bolsillo de la chaqueta. Debia apartar a Alex de mi mente, tenia que olvidarle y pensar en lo que estaba por venir. Necesitaba curarme, y eso unicamente lo conseguiria haciendome de hierro. No habia sitio para nadie mas. Y una cosa si tenia clara: nunca volveria a ser la misma. Pero, para mis adentros, sin que nadie me escuchara, me permiti pronunciar por ultima vez: mi corazon tambien es tuyo, Alex. Capitulo 2. Roma ALEX Estaba sentado en la Fontana di Trevi, pero mi mente estaba a muchos kilometros de alli, en Nueva York. Pese a que Roma era mi casa, queria volver, queria verla, pero por el momento iba a ser imposible. Tenia que acabar con los Leoni. Aqui contaba con la ayuda de mi primo y los hombres que antes estaban a mi cargo y ahora estaban al suyo. Romano volaria a Italia manana. Era algo que teniamos que hacer los tres juntos. La venganza seria epica. Lo unico bueno de estar aqui era que me reencontraria con Julia y ella por fin volveria a reunirse con Sebastian y podria acompanarnos en nuestra nueva vida. Por fin podriamos llevarnosla a Nueva York y estar de nuevo juntos toda la familia. Bass y Julia merecian tener una vida feliz por encima de todo. O una vida. Solo pedia eso. Mi hermano y mi cunada habian pasado por mucho. Llevaban juntos desde el colegio. A veces, no sabia como lo hacian. Como tenian esa complicidad, esa conexion, ese poder el uno sobre el otro. Nunca los habia visto pelear. Seguro que lo habrian hecho, mas veces de las que pudieran contar y, sin embargo, ahi estaban. Separados, pero mas fuertes que nunca. Bass era el mediano de los tres y, por ello, habia heredado la gracia de mi madre y el saber estar de mi padre. No era tan serio como yo, tan distante. No era tan despreocupado como Romano, tan descuidado. Tenia lo mejor de cada uno y yo no podia admirarlo mas. Sabia lo que mi cunada, lo que cualquier persona, veia en el. Sabia lo que valia y lo valoraba por ello. Por eso, estaba seguro de lo intranquilo que se encontro cuando Leo lo informo de que Julia estaba en peligro, y que su actitud anterior era, simplemente, fachada. Mi hermano tenia la peculiar costumbre de impregnar sus palabras con burla e ironia, creyendo que asi tapaba la realidad de lo que ocurria a nuestro alrededor. Por una parte, casi se lo agradecia, porque hacia que todo pareciera mas facil, mas liviano. Aun asi, sabia que estaba en contacto permanente con Leo por si ocurria algo. Y el momento habia llegado. Esta amenaza ya no podiamos ignorarla. Los Leoni se dieron cuenta de que Julia estaba haciendo transacciones para nosotros y la presionaron para que nos delatara. Pero ella nunca lo haria. Mi primo, que la tenia vigilada y la protegia de lo que pudiera pasar, mando un mensaje a Bass y corrimos hacia Roma. Quedaba poco para que se reencontraran. Teniamos que esperar a Julia en la Piazza Cociferi en cinco minutos. Bastian ya estaba alli. Me levante de la Fontana y dirigi mis pasos hacia esa parte de mi ciudad que me resultaba tan conocida, pero lentamente, esperando darles un poco de intimidad. Dios sabia que la necesitaban, pese a que yo tambien estaba deseando verla.

  • Una noche magica de Danielle Steel

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    Es verano y Paris se prepara para la Cena Blanca, un banquete anual en un lugar emblematico de la ciudad, al que sus exclusivos invitados acuden vestidos de blanco.

  • Conjuro de luz de V.e. Schwab

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    Vivi lo que el destino les depara a tus amados heroes. y enemigos.
    El equilibrio de poder finalmente se ha roto. La precaria estabilidad entre los Londres finalmente ha llegado a su punto de quiebre. La oscuridad ha proyectado sus sombras sobre el Imperio Maresh, alguna vez vibrante con la vivacidad roja de la magia. ?Aprovechara otro Londres para resurgir?
    ?Quien caera? Kell, que creyo ser el ultimo Antari vivo, comienza a flaquear bajo la presion de lealtades rivales. Frente a la tragedia, ?podra sobrevivir Arnes?
    ?Quien se alzara? Lila Bard, alguna vez una ladrona comun -pero jamas corriente-, ha sobrevivido y se ha vuelto cada vez mas fuerte al atravesar una serie de combates magicos. Pero ahora debera aprender a controlar la magia, antes de que esta pueda consumirla. Mientras tanto, el desprestigiado capitan del Aguja Nocturna, Alucard Emery, reune a su tripulacion y juntos emprenden una carrera contra el tiempo para conseguir lo imposible.
    ?Quien tomara el control? Ademas, un viejo enemigo regresa a reclamar la corona, mientras un heroe caido intenta salvar a un mundo de la descomposicion.

  • Guerrera Ardiente de Laura Cruz

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    Lloth, reina de la oscuridad, mejor conocida como la reina arana, habia logrado despertar de un profundo sueno, en el cual se habia sumido durante algunos siglos. Este, habia sido el castigo que habia recibido, por llevar la destruccion hacia la tierra de los elfos de la luz. Todos habian recobrado fuerzas, inclusive, los humanos, habian participado en esta contienda, la cual, tenia como unico destino, suprimir todo el peligro que representaba el poder de esta hechicera. La reina arana, era conocida por ser ambiciosa, codiciosa y lujuriosa, tenia un apetito tremendo por el sexo y el poder descomunal. Siempre habia tenido una necesidad incontrolable de mantener bajo su pie, a todos controlados, sumisos y obedientes ante sus deseos, ya que, era una mujer caprichosa, hermosa, pero con un alma tan oscura, que era capaz de hechizar a cualquiera, convirtiendolo rapidamente en su subdito. La reina Lloth, habia seducido a muchos hombres a lo largo de la historia, tanto asi, que habia logrado conquistar al rey Bernardo, lider de los humanos, quien casi le habia entregado su poder, pero Tredel, rey de los elfos, habia conseguido intervenir antes de que esto fuese demasiado tarde. El elfo de la luz, siempre se habia caracterizado por tener una vision mucho mas clara del futuro, una sensacion de prediccion y una magia increible, que podia superar inclusive en algunos aspectos la propia magia de la reina Arana. La gran batalla, se habia desatado en el reino de Rattnar, un lugar, que siempre habia sido codiciado por Lloth, la cual, sabia que al controlar la tierra de la luz, tendria dominio sobre todos los reinos. Rattnar era un lugar hermoso, un lugar de sueno, donde el sol, alumbraba con sus rayos hermosos cada manana, alimentando la vida y generando una paz enorme, que era inigualable en ninguna parte del planeta. Los elfos, tenian bajo su poder una gran cantidad de artefactos magicos, tesoros, riquezas y armamentos poderosos, que habian sido arrebatados de las manos de los grandes monstruos y bestias, que habian tratado de aflorar desde el mismo infierno, pero estos, luchando en una batalla tras otra, habian logrado reunir un arsenal de artefactos magicos que no podian estar en manos de cualquiera. Esto, habia llevado a la codiciosa reina Lloth, a ascender cada vez mas en sus ansias de poder controlar todos estos elementos que podrian significar su dominio total. La guerra definitiva, como la habian llamado, habia terminado despues de que muchos elfos hubieran muerto, bajo el liderazgo de las tropas oscuras de Lloth y el rey Tredel. Estos, eran los dos lideres mas poderosos que se encontraban en el campo de batalla, totalmente dispuestos a defender en contra de cualquier enemigo sus propios ideales. Pero mientras todos reunian fuerzas para luchar contra Lloth, esta parecia burlarse de todos como si se trataran de bufones, ya que, ella podia utilizar solo un porcentaje minimo de su poder y superarlos. Pero Tredel, tenia un arma secreta, un hechizo profundo que era capaz de condenar a un sueno infinito a Lloth. Ella sabia perfectamente que no podrian hacerle nada, aquellos hombres combinados con los elfos y algunos humanos unidos, habian utilizado toda su furia y habilidades para combatirla, pero el rey Tredel, habia ordenado que no se le hiciera un dano grave, ya que, la queria con vida. Un romance en el pasado, los habia mantenido muy enamorados, pero las diferencias de caracter, las formas diferentes de ver el mundo y la codicia distorsionada de la mente de Lloth, habia hecho que Tredel se enfocara en objetivos totalmente distintos. Este, quiza habia sido uno de los peores errores cometidos por el rey, ya que, dejarla con vida, era algo absolutamente peligroso, un riesgo para la raza entera, ya que, siempre existia la posibilidad de que esta reina arana, tarde o temprano despertara nuevamente. Algunos anos habian pasado, desde que habia sido condenada al sueno infinito, esta, en medio de la pelea, habia sufrido un trance absolutamente profundo del cual, no habia podido escapar, todos, la habian llevado hacia la fosa mas profunda de la tierra, y alli, debia permanecer sepultada durante toda la eternidad. Pero este mito, a lo largo de los anos, fue generando muchos mas curiosos, cada vez eran mas los que sentian una necesidad de buscar a la reina Arana y despertarla, sobre todo, los elfos oscuros, aquellos sobrevivientes que lucharon azulado y que habian sido desterrados hacia el abismo, un lugar desolado, donde nadie debia ir jamas si no querian sufrir los torturas y persecuciones de los elfos oscuros. Estos, habian sido alejados de la fosa, el lugar donde habia sido enterrada la reina Arana, pero uno de ellos, iria mas alla de los limites, y despues de mucho tiempo de exploracion, investigacion y busqueda, finalmente habia conseguido su objetivo. Erond, uno de los elfos oscuros mas letales que hubiese nacido jamas, habia iniciado su propio viaje personal de descubrimiento, finalmente, habia encontrado un objetivo en su vida, y para el, la unica opcion era regresarle la vida a la reina arana. No sabia cuales serian las implicaciones, pero sabia que alli estaba su verdadero futuro. Muchas veces, Erond habia intentado formar parte de las tropas de Rattnar, pero este, debido a su corazon codicioso, habia sido rechazado por los comandantes de las tropas. En venganza, sabia que debia buscar a un poder equivalente al del rey Tredel, asi que, despues de indagar, supo que al despertar a la reina arana, encontraria un contendiente nuevo que posiblemente despertaria con toda su furia para destrozar el reinado de Tredel. Habian pasado muchos siglos, el rey se habia hecho viejo y estaba cansado, asi que, habia entregado su control a su unica hija, la princesa Galadriel, la cual, llevaba muy bien las cosas en el reino de Rattnar. La busqueda hacia la fosa, habria permitido que Erond finalmente se encontrara frente a frente con la tumba de la reina arana, y despues de movilizar una gran roca y pronunciar el conjuro maldito, finalmente la habia despertado. Aquella mujer espectacular, de cabellos amarillos abundantes, labios rojos, rostro perfilado, grandes senos, curvas espectaculares, y una sensualidad tremenda, finalmente habia vuelto a la vida. -- ?Quien ha sido el honorable elfo que me ha despertado? Se escucho en toda la caverna, mientras la hermosa reina arana peinaba su cabello. -- Mi amada Reina Lloth. Es un placer para mi presentarme ante ti. Soy Erond, hijo de Perr. Estoy aqui para regresarle nuevamente la libertad que te arrebataron injustamente. -- Debo agradecerte de la unica manera en que puedo pagarle a un hombre, mi estimado Erond. Ven aqui, no puedo verte con claridad. Permiteme observarte. -- Dijo la reina. Erond, quien se encontraba inclinado, se puso de pie, y lentamente comenzo a avanzar hacia la espectacular mujer, la cual, habia sido descrita muchas veces por las leyendas, pero no se imaginaba que fuese tan espectacular. Realmente era una mujer que podia dejar a un hombre sin aliento, despampanante, bella, imponente, pero esta, parecia estar un poco cansada, de hecho, acababa de despertar de un sueno de duracion de siglos, por lo que, necesitaba alimentarse de la energia de algun elfo poderoso. Pero esta, no tenia intenciones de asesinar a Erond, de hecho, estaba muy agradecida por el hecho de que este hubiese puesto su vida de por medio en medio de esta exploracion para poder encontrarla. La reina, sabia que en el corazon de Erond habia una gran utilidad, y esta, sentia que podia utilizar la a su favor, empleando al propio Erond como un canal para poder materializar toda la maldad que ella podia hacer, emanar desde las profundidades del abismo. -- Eres un hombre muy hermoso, Erond. ?Puedo besar tus labios? -- Dijo la mujer mientras peinaba el cabello blanco del elfo oscuro. Los dedos de aquella mujer, se perdieron entre los y los ojos grisaceos del guerrero, el cual, la miraba directamente a sus ojos rojos, los cuales, parecia mirarlo directamente hacia su alma. Era una mujer absolutamente exotica, extrana, quiza intimidante, pero el se mantuvo siempre firme, dispuesto a enfrentar las consecuencias de lo que habia hecho. Pero parecia que recibiria un premio, ya que, la reina Arana, estaba sumamente agradecida por lo que habia hecho aquel hombre. Lo tomo de la mano, despues de darle un beso apasionado en el cual, su lengua, habia paseado por todo el interior de su boca y finalmente, lo habia llevado a deshacerse de sus ropas. Ella simplemente queria poseer el cuerpo del guerrero, que la complaciera, habia sido un largo tiempo de sueno, asi que, tras despertar, lo unico que deseaba, era que la llenaran de placer. -- Mi reina, no se si esto sea correcto. -- Dijo el intimidado guerrero. -- Has venido especialmente para despertarme de un sueno maldito, que debia mantenerse durante toda la eternidad. Ven a mi, puedo darte un placer que nunca antes habias conocido. Sentiras mi cuerpo y nunca podras renunciar a la conexion que habra entre nosotros. -- Dijo la reina, antes de lamer su cuello y morderlo. -- ?Realmente me crees digno de poder disfrutar de tu apasionada lujuria, mi reina? -- Tienes un espiritu fuerte, aguerrido y letal, asi que, permiteme a mi tomar la decision de si eres digno o no. Aquello, fue suficiente para dejar muy en claro que la reina seria quien llevaria el control de aquel encuentro. Tomo a Erond de una manera muy fuerte, y despues de acariciarle el pene durante algunos segundos, besando continuamente sus labios, aquel elfo estaba tan excitado, que ya no podria contenerse ante la necesidad de follarla. Habia dejado que esta mantuviese el control de absolutamente todo en aquel encuentro, pero ya su excitacion habia superado sus propios limites, asi que, Erond la tomo por el cabello y comenzaron a besarse de una manera salvaje, sabiendo hacia donde los dirigia aquella interaccion. Tenia que saciar su sed, Erond tenia unas ganas increibles de follarla, era un apetito descomunal que se fue haciendo cada vez mas incontrolable. La necesitaba, y aquella mujer, se fue desnudando poco a poco, deshaciendose de su traje de cuero, el cual, cayo al suelo, exponiendo un cuerpo espectacular que era una delicia con solo verlo. -- !Contempla! Todo mi cuerpo sera para ti. Podras devorarme limitaciones. Soy tuya, me has ganado, Erond, hijo de Perr. Pero esto, tendra un precio, y quiero que me garantices tu lealtad. En esas condiciones, Erond y no podia negarse ante nada de lo que pudiese proponerle esta mujer. Era la reina mas poderosa de los elfos oscuros, una diosa de maldad, la cual, se estaba ofreciendo a el sin ninguna condicion, mas que la lealtad. Si queria follarla, si queria tenerla entre sus brazos, penetrarla, y hacerle el amor de una manera salvaje, tenia que acceder a todo lo que dijera. Era un momento crucial, pero el propio Erond, estaba poniendo su alma en juego. -- He atravesado los peores sufrimientos y dolores para llegar hasta aqui, mi reina. No voy a retroceder un solo paso, estoy dispuesto a llegar hasta las ultimas circunstancias si es necesario. Permiteme tenerte, y nunca mas me separare de ti. -- Dijo Erond. La reina lo llevo directamente al suelo, y tras tenerlo en posicion horizontal, se acomodo justo sobre el, se ubicaron ambas manos en su cadera, mientras su cono, humedo, jugoso y mojado, estaba latiendo de deseo por ser penetrado una vez mas.

  • Seducida por la tentacion Trilogia Tentacion de Helena Sivianes

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    Tres anos, eso es lo que he perdido de mi vida, tres anos que le regale para que me tratara como el quisiera, cuando todo me parecia maravilloso y los dias de color de rosa. Pero he sufrido, he llorado luchando por una relacion que no llegaba a ningun lado. Por fin veo la luz. Las lagrimas son solo eso, lagrimas. He derramado demasiadas durante dos meses. Cuando empezaba a encontrarme bien, a salir del agujero, el aparecia otra vez en mi vida para hundirme mas en la miseria, hacerme sentir debil y totalmente dependiente de el. Fue muy doloroso como ocurrio todo, de la noche a la manana. Como fui tan idiota para no darme cuenta antes. Senales habia, pero yo estaba enamorada, o eso creia. Ahora, tras todo este tiempo alejados el uno del otro, me he dado cuenta de que no es asi. Llamemosle rutina, eso es lo que era mi vida, comoda, sencilla y sin complicaciones, y ahora era el quien necesitaba de mi, quien me lo iba a decir. --!He dicho que te olvides de mi! --le grite a Pedro tras la puerta de mi apartamento--. !No quiero volver a verte! !Tu lo jodiste todo y yo no quiero ni necesito arreglarlo, haz que te entre en esa cabeza tan dura que tienes! --Venga, Dani, no seas cria, los vecinos te estan escuchando, dejame entrar y lo hablaremos --intentaba calmarme con su voz seductora, como tantas otras veces lo habia hecho, con exito. --No gritare mas, pero hazme el favor de irte --consegui decir, mas calmada--. Por favor, vete, no me hagas mas dano --dije mientras deslizaba la espalda por la puerta de entrada de mi apartamento. Estuve asi varios minutos, en esa posicion, sin decir nada, aguantando las lagrimas para poder escuchar el sonido de sus pasos alejarse de la puerta, y sin darme cuenta me quede dormida abrazada a mis piernas. Los encuentros con el siempre me dejaban agotada emocionalmente. Desde hacia dos semanas venia un dia si y otro tambien en mi busqueda. Le habia dado la opcion de explicarse cuando todo ocurrio, pero despues de dos meses perdio su oportunidad, yo habia pasado pagina y no queria seguir sabiendo de el. Hice caso a mis amigas, Tere y Merche. El siempre supo que decir y como decirlo, aunque a mi me cabreara, pero gracias a ellas ahora me sentia bastante mejor. --Lavate la cara, peinate y quitate ese maldito pijama --me decia Merche los primeros dias tras dejarlo con Pedro--, aqui no se acaba el mundo, asi que arriba y vamonos, no me seas idiota. Y asi fue, me sacaron de casa, me obligaron a arreglarme, me ayudaron a concentrarme en mi trabajo y aqui estoy, dos meses despues. Pensaba que todo estaria mejor, no sabia que el volveria a las andadas, no les quise decir nada, pero... Sono el timbre de casa y me desperte sobresaltada. Aun estaba sentada en el suelo, apoyada en la puerta. Me levante despacio y atisbe a traves de la mirilla de la puerta. Ahi estaban mis dos amigas y traian cara de pocos amigos. Joder con la vecina cotilla, maldito sea el dia en que le di el numero de estas dos para casos de emergencia. --No te hagas la tonta y abrenos la puerta, que te estamos escuchando respirar detras. --Tere y su impaciencia. Descorri la cadena que habia echado hacia un rato, cuando aparecio Pedro, y abri la puerta. Sabia que mi cara no era la mejor para recibirlas; seguro que parecia un oso panda, con el rimel y la sombra de ojos por toda la cara, y encima me acababa de despertar, asi que las ojeras no beneficiarian mi look y denotarian mi estado de animo. --Antes de que digais nada --las senale con el dedo--, me lo dijisteis y soy una completa idiota, asi que ayudadme a recoger esto un poco, me ducho, me visto y nos vamos, no quiero pasar ni un solo minuto mas aqui hasta el momento de tirarme a dormir la mona en mi cama. Y dicho y hecho; no abrieron la boca y, como si estuvieran en su casa --a veces pienso que si, porque estan mas aqui que en las suyas--, se fueron a la cocina, sirvieron tres copas de lambrusco y se dedicaron a recoger un poco el estropicio que tenia por mi salon. Siempre me decian que no entendian como podia trabajar en medio de aquel caos, pero ese caos era mi paraiso. --De verdad, Daniela Garcia, no se como consigues trabajar aqui --me gritaba Merche, la responsable del grupo. Buenos consejos y un punto de humor algo seco, pero aun asi la queria con toda mi alma. Si no fuera de ese modo, seguro que no seria mi amiga. Merche es alta, con un cuerpo de infarto, pelo largo y negro, unos impresionantes ojos azules y todo curvas y elegancia. Si tuviera que decir a quien me recuerda, sin duda seria a la actriz Megan Fox, aunque desde luego Merche es mucho mas guapa. --Y date prisa en arreglarte si no quieres que entre en la ducha y te corte el agua caliente. --No seas borde, Merche --la critico Tere--, entra y hazlo del tiron, ?no ves que le hace falta agua helada para aclararse las ideas? --Y esta es mi terremoto, mi rubia, aunque de tonta no tiene un pelo, alocada, extrovertida, sin pelos en la lengua y otro bellezon donde los haya, algo mas baja que Merche y con curvas mas redondeadas. La jodida estaba buena a reventar; y es que con esas curvas, el pelo tan rubio, los ojos verdes, los labios carnosos y la gracia natural para hablar tenias que quererla si o si. Aquella bruja era mi bruja particular y, como si lo viera venir, sali corriendo de la ducha y la vi entrar, tambien corriendo, con un vaso lleno de hielos que me tiro por la cabeza. --!Seras gilipollas! --le grite mientras intentaba aguantar la risa--. Anda, vete para el salon que en diez minutos estoy lista. Cuando sali de mi habitacion las dos se quedaron mirandome. Sabia que aprobaban lo que veian. Les dije que no queria estar alli, que necesitaba a toda costa salir de fiesta; ese idiota no me amargaria una noche mas y estaba decidida a dejarlo claro. --Pero, chica, que guapa estas --me regalo Merche--. ?Ese vestido es nuevo? Me habia decidido por uno rojo de tirantes finos y corte a medio muslo que resaltaba las formas de mi cuerpo. Cuando me di la vuelta, vieron que la parte trasera dejaba poco a la imaginacion, pues el vestido muestra mi espalda casi hasta donde empieza a perder su nombre. --Joder, chica, estas para que te echen un polvo de los de multiorgasmos --primera de la noche--, y si no lo hacen avisame que le pateo el culo. Esta noche las chicas estaban de acuerdo en darme una tregua y no hablaron nada de lo que habia pasado poco antes de que llegaran a mi casa. Era viernes y me veian animada para una noche de fiesta en Sevilla que con nuestros veintiocho anos no podiamos desperdiciar. Fuimos a cenar y acabamos en la terraza Bilindo. Despues se quedarian en casa; las necesitaba cerca de mi. Al dia siguiente no trabajaban y yo tenia que terminar el papeleo de la fiesta que estaba organizando para un congreso en un hotel y cerrar el catering. La noche estaba siendo increible. Bebimos lo justo porque tenia que estar despejada y no levantarme muy tarde, asi que a eso de las cuatro de la manana decidimos regresar. En mi casa tenian disponible la habitacion de las visitas, aunque en el armario habia mas ropa que la que una visita esporadica podria usar. Y asi fue como mi tarde espantosa se convirtio en una noche de chicas, risas y diversion

  • Hay brujulas que estan mejor perdidas de Chloe Widholz

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    El archivo Word del editor tiene los parrafos definidos “Justify”, esto a veces puede hacer que aparezcan parrafos con grandes espacios entre las palabras. Y digamos que la poesia eres tu y no lo creen esos poetas locos. LO QUE LOS LECTORES YA HAN DICHO: “Me gustaria darte las gracias, tanto por escribir esta historia, como por permitirnos leerla. Tambien por hacer que derramara esas lagrimas que siempre se derraman cuando el corazon se te infla tanto que no sabes de que otra forma hacerlo explotar. Definitivamente esta es una historia que siempre voy a recordar.” “Solo puedo decir que, tienes una hermosa manera de escribir. Me enamore de las palabras de Edward, no crei llegar a mas hasta que el dio su conceptualizacion del arte y cuando se describio a si mismo. Espero poder haber captado lo que deseas transmitir.” “No es una de las mejores novelas que he leido, sin duda, ES LA MEJOR. Puedo jurarlo. Es realmente increible. Ahora tu novela es mi pequeno gran secreto que muchas otras han leido y eso me alegra bastante por ti. Gracias por compartirla con nosotros y gracias por escribir como lo haces. No dejes de hacerlo, te mereces el cielo. Eres, como dice en una de las cartas, eres una persona que es poesia porque no tienes idea de lo que me has hecho sentir y te lo agradezco.” “Eres una excelente escritora y sacar cada carta de tu imaginacion pienso que es lo mas impresionante que he leido y visto, mil felicitaciones y gracias por compartir toda esta historia con nosotras, de verdad, fue fantastica.” “Eres unica en tu clase ademas de increible. Eso se refleja en tus historias, te admiro como escritora y espero con ansias tus proximos trabajos. Cambia, pero solo para ser mejor y pulir esa hermosa chica que eres.”

  • La luz tras la ventana de Lucinda Riley

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  • Contigo hasta el infinito de Niamh Byrne

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    ?Pueden los polos opuestos enamorarse sin remedio?
    Cuando Frances y Georgia se conocieron en sus anos de instituto nadie hubiera apostado ni un penique por que hicieran buena pareja. Ni siquiera mala. No podian ser mas diferentes ni vivir en mundos mas separados. Frances es la hija menor de un matrimonio que se sostiene a duras penas; con un padre alcoholico y un hermano boxeador y bastante conflictivo, su infancia y adolescencia han sido una constante huida hacia delante. Por el contrario, Georgia MacFarland es la hija unica de una pareja dedicada al mundo de la publicidad, que atesora una herencia noble dentro de la sociedad escocesa.
    Pero lo que Facebook unio anos atras. No parece que nada ni nadie pueda separarlo, ni siquiera Brianna, pese a todo su empeno. O Niall Campbell, que parece haberse encaprichado de Gigi.
    Cuando Frankie deja Amsterdam y vuelve a Glasgow para reencontrase con los viejos fantasmas familiares no imagina que su relacion con Gigi va a llegar a un punto sin retorno: una encrucijada vital donde las decisiones que tome marcaran su destino.
    Esta pareja tan dispar se vera enfrentada, cuestionada y desafiada constantemente a lo largo de su relacion; solo la inquebrantable voluntad de Frankie y el amor a prueba de bombas de Gigi podran superar todos los obstaculos y mantener su amor a flote contra viento y marea.
    Juntas son capaces de llegar al infinito y mas alla.
    ?Las acompanas?

  • Alex, la indomita sobrina del conde de Nieves Hidalgo

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    Londres. 1819 El intenso olor penetraba por los resquicios de la ventana que aun no se habia reparado, desgajada por un rayo que se habia colado por ella y recorrido la galeria de lado a lado dos noches antes. Por mas que intento sujetar los tablones que, de momento, cubrian los desperfectos, las intensas rafagas de viento los soltaban una y otra vez. Era como si el cielo hubiera querido castigar Londres durante los ultimos quince dias: las calles se encontraban casi intransitables y el Tamesis, utilizado como alcantarilla de la ciudad, se habia desbordado en diversos puntos, provocando que la pestilencia se extendiese por toda la urbe. Jerome Graham recoloco el tablon y maldijo en voz alta, en un tono tan subido que su reverberacion le sobrecogio. Se cerro cuanto pudo el cuello de su levita de pano grueso y se dispuso a acabar la ronda. No le gustaba aquel trabajo, pero daba gracias por tenerlo; al menos, podia llevar un plato de comida caliente a su casa, lo que ya era mucho despues de haberse pasado meses buscando ocupacion. Alli se estaba caliente y la tarea no era fatigosa. Sin embargo, tener que deambular solo durante las grises tardes por las distintas salas, una vez cerradas a los visitantes, lo ponia nervioso. La enorme mansion del siglo XVI en el barrio de Bloomsbury habia sido adquirida por el Gobierno a cambio de veinte mil libras, para convertirla en el museo que habia abierto al publico sesenta anos antes, justo el 15 de enero de 1759. El funcionario que lo contrato le aseguro que era una suerte servir de celador en un lugar repleto de cultura y obras de arte, pero a el le importaban poco los libros, manuscritos o cuadros, asi como las antiguedades egipcias, griegas, o de donde procedieran. Lo unico que le movia a hacer sus solitarias rondas, provisto del candil de aceite, era el digno jornal que permitia comer y vestirse a su familia. Por el, hubiera vuelto a los muelles; entre el barullo de los estibadores no tenia que estar constantemente mirando a su espalda. Alli, por el contrario, el silencio del museo lo impresionaba de tal manera que en cada rincon creia ver figuras que se movian, y con los susurros del aire por cualquier corriente el vello se le ponia de punta. Sobre todo, aquella tarde. Juraria que habia escuchado pasos en la sala donde se exponian los restos egipcios, pero se convencio de que su imaginacion, siempre propensa al recelo, le jugaba una mala pasada. ?Quien iba a colarse en el museo para robar? Todo cuanto se exponia en vitrinas o sobre pedestales era mas viejo que Matusalen y la mitad estaba roto. Incluso aquella piedra, que habian traido de lejos y que todo el mundo iba a admirar, no era mas que un trozo de basalto lleno de garabatos que ni el mas listo podia entender. Desde luego, si el fuera un ladron, la casa Montagu seria el ultimo lugar al que entraria a desvalijar. Con andar cansino atraveso la sala en la que se custodiaban los famosos manuscritos de sir Hans Sloane, aquel medico y naturalista que dejo en testamento su herencia al Gobierno britanico, paso despues por otra anexa que contenia cientos de volumenes antiguos, y se dirigio hacia la zona del museo en la que se encontraban los restos del antiguo Egipto. Esas salas en concreto eran en las que con mas recelo hacia su ronda. Cada vez que entraba en ellas tenia la sensacion de que alguien tiraba de su desgastada levita. Procuraba inspeccionarlas lo antes posible, sin detenerse a mirar los ojos vacios de las estatuas o los cuerpos envueltos en putrefactas vendas que descansaban en las vitrinas. Comprobado que todo estaba en orden, tomo el camino de las escaleras que bajaban a los sotanos. Alli habia multitud de cajas sin abrir, cuadros envueltos en papel aceitado y hasta un feretro de solo Dios sabia la epoca. Su rutinario trabajo pasaba por confirmar que todo estuviera tranquilo y si, por casualidad, se hubiera colado alguna rata en el recinto, acabar con ella. Alzando el farol por encima de su cabeza recorrio el lugar, miro a un lado y otro, reviso los rincones donde dias antes viese algun roedor muerto y regreso hacia las escaleras. Dio un vistazo al reloj de bolsillo, unica herencia de su padre, y comprobo que en una hora mas acabaria su turno. Peter Sunset lo reemplazaria para hacer el de la noche. Ascendia ya cuando creyo oir un crujido. Se volvio, levanto el candil y sus ojos atisbaron el lugar. El sonido se repitio. Ya no le cupo duda de que algun infecto bichejo estaba haciendo de las suyas. Renegando entre dientes desanduvo el camino y se armo con la porra que siempre colgaba de su cadera. --Ven aqui, precioso --dijo a la oscuridad--. Ven con papa. El silencio lo envolvio como un mal presagio, pero siguio su avance tratando de ubicar al animalejo. Algo se movio detras de una pila de cajas y Jerome mostro su dentadura mellada forzando una sonrisa, seguro de haber localizado al intruso. Avanzo con cautela dispuesto a aporrearlo, rodeo el feretro de madera pintada y... Antes de que pudiera saber lo que estaba sucediendo, un objeto contundente choco contra su craneo obligandole a sumirse en la inconsciencia. La figura embozada que lo habia dejado fuera de combate paso por encima del cuerpo, escondio la pequena estatua que acababa de sustraer bajo los pliegues de su capa y desaparecio en la oscuridad. Capitulo 1 Londres. 1819 Regresar a Londres habia sido, sin duda alguna, una de las peores decisiones de su vida. Lejos de Inglaterra, abstraida por la voragine que suponia cada hallazgo, el recuerdo doloroso de su desden se habia mitigado, aunque, no por ello, estaba olvidado. Si algo tenia era buena memoria y jamas se lo perdonaria. La aficion de su madre por la cultura egipcia arrastro a su padre, anos atras, a abandonar su trabajo como profesor en Eton para sumarse al equipo arqueologico de Giovanni Battista Belzoni. Ella, por tanto, se habia criado a caballo entre Londres y la tierra de los faraones, llegando a convertirse en una aplicada colaboradora. Como cualquier joven, a veces echaba de menos acudir a las fiestas londinenses, aunque en Egipto no faltaron las veladas en algun hotel o en la mansion de un millonario excentrico deseoso de agasajarlos. Ella procuraba alejarse de toda la parafernalia que, por costumbre, seguian manteniendo sus padres: acicalarse para las cenas, aunque estuvieran rodeados de dunas y polvo. Lo veia una estupidez suprema, a la que la mayoria de las veces tenia que plegarse para no enfadarlos. Como el esnobismo de Belzoni de tener que utilizar a un capataz de intermediario cuando queria preguntarle algo a uno de los egipcios que achicaban tierra. En mas de una ocasion se lo dejo ver porque para ella cualquier hombre era igual a otro, pero el italiano solo sonreia, se encogia de hombros y la dejaba con la palabra en la boca. Lo que si echaba de menos cuando no estaba en Londres eran las partidas de ajedrez con su tio, reir con las bromas de su primo Jason y ponerle al dia de sus secretos a Nicole, su esposa. No era un bicho raro, como solia decir de ella la condesa viuda en tono jocoso, a la que, a pesar de no ser su abuela, tenia como tal. Pero si era cierto que ciertas costumbres de la aristocracia no iban con ella. Se encontraba mucho mas a gusto enfrentandose a la amplitud de los espacios abiertos y recibiendo el sol en el rostro, que poniendo buena cara a personas que no le interesaban. Era la vida que deseaba y que le agradaba. Por desgracia, a pesar de la distancia y el tiempo transcurrido, seguia sin poder evitar que un hombre le quitase el sueno. Uno a quien, parecia haber quedado claro, ella no le interesaba en absoluto. El trabajo en las excavaciones apenas le habia dejado tiempo para pensar en otra cosa que no fuera extraer de las arenas del desierto los vestigios de una civilizacion milenaria. Pero la actualidad mandaba y hubieron de regresar a Londres para poner al dia las inversiones de su padre en la industria textil, interesarse por una fundacion en la que colaboraba y estar presentes en la celebracion en honor del heredero de Jason y Nicole, vizcondes de Wickford: Cayden Lionel Rowland. [1] Sabia que pisar Creston House implicaba volver a enfrentarse a la espiral de emociones que para ella suponia la presencia de Daniel Bridge. Creyo poder controlarlas, que iba a ser capaz de dominar los latidos de su corazon cuando volviera a verlo, mostrarse distante con el. !Que ilusa! Apenas pisar el salon donde todos se encontraban reunidos, aquel estupido organo enamoradizo comenzo a dar saltos en su pecho. Porque el estaba alli, como bien suponia. Daniel Bridge no solo era el medico de la familia Rowland, sino amigo personal de Jason desde que le salvara la vida durante la guerra, y se contaba con el para cualquier acontecimiento; incluso disponia de una habitacion permanente reservada para su uso en Creston House. Ahogo un suspiro porque, si cabia, lo encontro mas guapo aun que cuando se marcho a Africa por ultima vez. Relego el momento de saludarlo tanto como pudo, dedicandose a repartir sonrisas y abrazos a los demas, consciente de la presencia de Daniel en la sala y de su inevitable reencuentro. Alto, ancho de hombros, luciendo ese cabello rubio que ella sono tantas veces con despeinar y aquellos ojos azules que, mal que le pesara, habian invadido sus noches, era imposible obviarlo. Su boca la llamaba como un canto de sirenas y no pudo sino recordar aquella primera vez en que, como despedida, antes de que partieran de Inglaterra, la habia besado. Para ella habia supuesto un vuelo hasta las nubes, materializar un anhelo tanto tiempo deseado que quiso repetir. Asi se lo pidio, como una boba, con los ojos colmados de ilusion juvenil. Como respuesta, Daniel la habia apartado de el, dejandola con una sensacion de frustracion que se prolongo hasta el ridiculo por haberse manifestado tan entregada. Claro que peor fue a su regreso, en aquel maldito baile de mascaras en el que el se presento disfrazado de Lucifer, todo vestido de rojo, por completo irreconocible, y la abordo cuando buscaba un momento de paz en los jardines. Habia tomado su mano para llevarla hacia la espesura, la habia besado y luego, cuando ella se encontraba en el septimo cielo, la habia dejado aturdida con una frase que arruino sus expectativas: --Sigues besando como una nina. Evocar el modo en que se burlo de ella hizo que se la llevaran los demonios de nuevo. No lo habia olvidado, era imposible dejar de lado su desprecio. Se le avinagro el gesto. Y justo entonces, a su espalda, escucho su voz. --Hola, Alex. Se volvio esbozando una sonrisa forzada. Aunque consiguio mantenerla asi, fria y desangelada, dandole a entender que se la dedicaba por puro compromiso, empezo a escuchar en su interior el retumbar de unos latidos que la delataban. Tan fuertes eran que temio que Daniel pudiera escucharlos, asi que se ladeo un poco para aceptar la copa de champan que le ofrecia uno de los criados, tratando de darse tiempo y calmarse un poco. --?Como te va, Bridge? --pregunto de modo escueto, rehusando mirarlo a la cara. Daniel se mordio los labios para contener una sonrisa por su saludo tan banal. Alexandra no habia cambiado en nada, seguia siendo aquella muchacha discola, empecinada y tozuda. Bueno, si que notaba un cambio en ella: estaba preciosa, mucho mas bonita. Con razon habia acaparado su atencion desde el mismo momento en que hizo acto de presencia: su cabello rubio claro recogido en bucles, sus ojos vivaces e inteligentes, casi plateados, su estrechisima cintura... Y !condenada fuese!, con un escote que magnificaba sus atributos mas de lo que el hubiera querido y que le provoco un tiron en la ingle.

  • Tres jefes para una tribu de Hugo Sanz

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    Si tuviera que echar la vista dos anos atras cuando comence en este mundo, me vendrian muchos nombres a la cabeza. Pero por una razon u otra, los que a bote pronto me resuenan son los de Maria Jose Valiente, Reme Martinez, Mercedes Munoz, Raquel Alvarez y Rosa Martinez. Cada una de ellas saben lo agradecido que les estoy y que siempre tendran un lugar en mi corazon. !Os quiero mucho! Luego vinieron muchas otras que ire nombrando a lo largo de mis proximas publicaciones, pero ahora, siendo fiel a mis principios, las tengo muy presentes como esas luces que iluminaron mi camino y que siempre estuvieron y siguen estando ahi. A Sol ya le agradecimos a traves de las palabras de Jenny Del, pero como ahora me toca a mi, quiero decirte que mi trayectoria en este mundo hubiera sido muy dificil sin ti, que gracias por todo y que, aunque a veces nos saquemos de quicio para entendernos con la portada, siempre seras para mi la mejor. !Te quiero, bonita! A Manu y Hugo, sois de lo mejorcito que me he encontrado por el camino... !Sois la bomba! A Janis Sandgrouse, mi loquita, la loquita de todos, esa que aparte de letras, tiene un gran corazon, gracias por todo. Gracias por aceptar sin pensar hacer el prologo de esta tribu !Eres adorable! Y ahora, como no, a todas mis chicas de la tribu, las que llegasteis antes, despues o ahora. Todas habeis sido el motor para que se forjara este grupo en el que las locuras son mas bonitas si se hacen en vuestra compania y cada paso es mas facil teniendoos en nuestro dia a dia. Estoy seguro de que de aqui saldra algo maravilloso, que perdurara en el tiempo !Os llevo en mi corazon! Gracias a todos y cada uno de vosotros por llenar de color mis dias mas grises. Dylan Martins La vida es bella… Mi tribu, mis princesas, mi familia virtual: una vida escribiendo sin confianza en mi. De haber sabido que encontraria tanto carino y apoyo, no lo hubiera pensado. Mil gracias, por tanto, porque no solo me leeis, sino que me habeis convertido en parte de vuestras vidas. Un dia con vosotras, es un milenio en el paraiso. A Alma Fernandez, amiga incondicional, una persona como pocas, mi lectora cero y una de las principales que me dio el empujon para animarme a publicar. Sin ti hoy no seria lo que soy. A Ariadna Baker, que fue una de las primeras en abrirme su corazon y una de mis heroinas de la romantica. Y por supuesto a mis companeros y amigos, Dylan y Hugo, que me ayudaron, brindaron su apoyo y consejos, y me hicieron parte de su familia. En un mundo donde todos miran por sus intereses, vosotros me pusisteis a vuestra altura. !Gracias por tanto, gracias por todo! Manu Ponce La magia de perderme entre vosotras… Bueno bueno…despues de la formal dedicatoria de mis companeros y amigos pues ahi va la mia… Holaaaaa, preziozotas (se escribe asi Dylan) Hace unos meses volvi a este mundo que por diferentes motivos tuve que abandonar… Tengo muchas personas a las que agradecer la acogida recibida, pero al primero al que quiero dar las gracias es a Dylan… El fue quien me pego ese empujon (no penseis mal) para salir de mi cueva y le estoy muy agradecido porque ese fue el primer paso y el mas importante. Me apoyo y dio la cara por mi sin tener que hacerlo y eso solo pasa cuando tienes la suerte de cruzarte con una persona que es puro corazon. A partir de ahi solo me queda estar agradecido a todas y cada una de vosotras. Por cada me gusta, por cada comentario, por cada sonrisa, por cada momento en el que conseguis que, sin hacer una mueca, mi cuerpo sonria. Luego aparecio nuestro Manu. Timido, cortado, un poco distante, no entiendo aun el motivo …viendo la formalidad de Dylan y la mia. Pero detras de esa timidez y esa sonrisa se esconde una grandisima persona. Para terminar, quiero agradeceros a todas/os el increible trato que recibimos por vuestra parte. Y que muchos son dichosos disfrutando del poder de lo material, pero mi felicidad es la de ir cada noche a mi cama sabiendo por vosotras que os hemos sacado una sonrisa…esa es la razon de ser de esta aventura llamada escritura. GRACIAS TRIBU. HUGO SANZ / Prologo !!!Hola, hola, tribu!!! Aqui voy, con esta peticion que el jefe, Dylan Martins, me hizo a modo de reto (que le gusta un reto a este hombre, oye). ?Y por que nos llamamos tribu? Facil y sencillo, ocurrencias del senor Dylan una manana en un post que puso... Bueno, un momento, que empiezo por el principio. Todo empezo con una invitacion por parte de tres hombres, tres escritores que se juntaron en un grupo y la liaron parda no, lo siguiente. Dylan Martins, Manu Ponce y Hugo Sanz administran el grupo de Facebook "Amor, Erotismo y Libros" y mandan invitacion para unirse a todas las chicas que encuentran en su lista de amistades (que no son pocas, ya os lo digo yo), y alla que vamos aceptando una tras otra y !!que empiece la locura!! Viernes por la noche, primera quedada facebookiana multitudinaria en un post donde, el que mas o el que menos se va perdiendo al seguir los comentarios (no va por nadie en especial, o si, quien sabe jajaja). Entre risas, chupitos de zumo de pina, licores y tonterias varias pasamos unas horas de aquel primer viernes. Pero no acabo con esa noche, !no! El sabado seguimos la locura, y claro, al final Dylan nos pone los buenos dias diciendo que despues de ese fin de semana ya somos una tribu. Ojo que el gif que puso de gente bailando como si fuera la danza de la lluvia no tenia precio, creo que me vi por ahi danzando jajaja. Pues asi comenzo todo, con una invitacion, una primera ronda de risas y de ahi el camino rodado. Dylan y Hugo llevan el arte en la sangre, gaditanos puros ellos (yo soy medio andaluza, sera por eso por lo que estoy un poquitin loca y que me pidio que hiciera esto), y Manu, segun dice, es hombre de Mundo porque ha estado en varios lugares (culo inquieto, que se llama jajaja). ?He dicho ya que a Dylan Martins le gustan los retos? Y parecia un angelito, con esa carita de no romper un plato nunca... Pues le gustan (prueba de ello es que este yo escribiendo este prologo) y se le ocurrio hacer otra quedada de viernes, concretamente el 15 de mayo de 2020, por eso de que era dia festivo, y aunque estuvieramos en casa por el confinamiento habia que volver a darlo todo. "Viernes, 22 horas, os pongo reto". Este Dylan... Y claro, despues de eso que el jefe sabe hacer como nadie, lanzar el post y dejarnos pensando, las chicas de la tribu, esas loquitas que nos sacan la sonrisa a [email protected], empezaron a preguntarse (yo incluida) que se le estaria pasando por la cabeza al jefe Dylan para retarnos el viernes. Y... ?que se le ocurrio? Fotos de calcetines, si, si, leeis bien. Cal-ce-ti-nes. En el post, que acompana con un banner donde vemos una foto de los que ellos tres llevan puestos, propone que todas subamos una de los calcetines que llevamos, o que nos vamos a poner, para hacer el reto y, si llega a las 50 fotos, el junto a los otros dos jefes, Manu y Hugo, hacen un libro con un relato cada uno para todas las chicas de la tribu, y pusieron un margen de diez dias para escribirlo y publicarlo. Y ?a que no sabeis que hicimos las chicas?... Pues aqui teneis el resultado jajaja. Foto de los piececitos con nuestros calcetines, alguna puso mas de una y eso llevo a que Hugo dijera que no valia, pero en ese texto de peticion habia algunos vacios que no especificaban bien jajaja (ojo, que veiamos que no llegabamos y yo me vine arriba y mande una con 18 pares de calcetines bien surtidos y colocados para catalogo), y al final llegamos al reto, !vaya si llegamos! Como que lo superamos y con creces, que si nos ponemos a contar los calcetines de aquel post... Fue una locura de Dylan pero que nos hizo reir a [email protected] (insisto, habia quien se perdia por los comentarios y claro, teniamos que ir poniendo GPS). Ese viernes empezamos con las risas y el sabado estabamos [email protected] con la resaca calcetinera pero no perdimos ni la sonrisa, esa que nos gusta tener bien puesta, ni las risas que siguieron todo el fin de semana. Y asi dia si y dia tambien, sonriendo y riendo con las locuras que alli compartimos porque, como bien hemos dicho al principio, somos una tribu. Una en la que los jefes son la cana, con ese desparpajo tan suyo y que cuando sueltan alguna te hacen llorar de la risa (juro que no me he reido nunca tanto como en el poquito tiempo que tiene de vida el grupo). Y las chicas de la tribu, loquitas mias todas que siguen las ocurrencias de los tres Reyes Magos, o los Tres mosqueteros, o como se nos ocurra llamarles un dia asi porque si. Pero tambien las mias y las de cualquiera de ellas que ponga un post para dar los buenos dias, las buenas tardes o simplemente respondiendo a nuestros comentarios. Chicas, sois muchas y no me daria el dia para nombraros a todas (eso lo dejo para los jefes jajaja que hay que darles trabajo y guerra ?verdad?), pero sabeis que la tribu es tan vuestra como de nuestros tres jefes, a quienes les pido en este pequeno espacio que me brindan que no pierdan nunca, jamas, esa sonrisa, la alegria y sobre todo que sigan escribiendo, que con cada aventura que sale de esas cabecitas nos hacen reir a carcajadas (mis gatos me miran mal pero ya estan acostumbrados) en el sofa de casa, en la cama, en la cocina o donde sea que estemos leyendo. Dylan, Manu, Hugo, creo que hablo en nombre de todas las chicas de la tribu cuando os digo GRACIAS, si, asi, con mayusculas, negrita y subrayado, por esos ratitos que nos haceis pasar cada dia y que valen millones, como vuestras sonrisas. Y mis gracias particulares por pedirme que hiciera este prologo, que contara un poquito los inicios de nuestra tribu (por cierto, habra que ponerle nombre, ?no? ?Como lo veis, jefes? ?Y vosotras, chicas? Yo ahi lo dejo, voy aprendiendo de ellos, lanzo la cuestion y me voy jajaja), unos inicios que han traido risas a estos dias desde que empezamos y que espero, y deseo, que sigan siendo mas, muchos mas, y que vosotros tres, los mas loquitos de la tribu, no cambieis nunca. Y ahora pasamos a los relatos, a ver con que nos sorprenden, que lo han tenido bien calladito mientras escribian, ni una pincelada han dado, que no soltaban prenda ellos. Eso si, se lo han currado porque ?recordais que el reto era que lo tendrian escrito y publicado en diez dias? Pues nos ensena Dylan la portada unos dias despues de lanzarlo y nos dice que lo van a sacar antes de lo esperado. Si es que... con ellos no faltan las sorpresas, oye. Os dejo con las locuras que aqui han escrito los jefes y me voy a leerlos. Nos vemos en el grupo, tribu. Besitos de esta loquita. Janis Sandgrouse La tribu y los celos ?Una

  • ?Y si nos perdemos? de Paris Yolanda

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    Blue, una famosa cantante mundialmente conocida, disfruta de su publico y su trabajo. Sin embargo, harta de las presiones de su manager, decide tomarse unas vacaciones y ser solamente Celeste Ortiz, sin imaginarse lo trascendental que sera este viaje en su vida. De haberlo sabido, jamas lo hubiera hecho, ?o si?

  • Lo que esconde el mar de Lucia Mallen

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    ?QUE MISTERIOSO SECRETO SE ENCUENTRA TRAS LO QUE ESCONDE EL MAR?

  • El capitan Hayden y la tramposa de Sandra Bree

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    Una novela romantica, ambientada en la epoca victoriana, que te hara reir y enamorarte.

  • Oscuras Realidades de Jose Herrera Arcos

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    Oscuras Realidades, es una novela de suspense, terror, enigmas y misterios ancestrales, donde las luces y las sombras de sus protagonistas son, o no, los causantes de los fenomenos paranormales que afectan tanto a sus vidas como al entorno que los rodea.
    Ambientada en la mas absoluta actualidad, el autor no pasa por alto algunos de los aspectos mas intimos de la psicologia e incluso psiquiatria, para mostrar las posibles conexiones entre la realidad y el abstracto mundo de los espiritus que nos rodean.

  • Atrevete a sonar junto a mi de Amelia Chardin

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    Paula tiene su vida perfectamente organizada. Huerfana desde muy pequena, siempre ha tratado de evitar todo aquello que pueda conllevar complicaciones: cosas como enamorarse, dejar su comodo pero aburrido trabajo para buscar otro mas emocionante o conocer a nuevas personas aparte de sus dos companeros de piso y su adorada amiga de la infancia.

  • Frio de Jordi Sierra I Fabra

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    En su mundo aseptico de asesino a sueldo no habia sitio para los sentimientos, aunque el destino le deparaba una sorpresa dulce, sensual y amarga a la vez.

  • Licantropa Urbana de Daniel Santos

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    Lucinda Fenrira
    La orgullosa hija del Alfa
    La Princesa de Licanes
    En Londres, al menos.

  • Cuentos de Ciclismo de Aa. Vv.

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    Cuentos de ciclismo es una antologia de veinte narraciones y un prologo que, de la mano de consagrados novelistas y habiles fabuladores, nos trasladan desde las penurias del esfuerzo a las cimas de la gloria. Una obra variada y amena para que el lector disfrute en cada pedalada. Cualquiera que haya ayudado, desde su casa, a Indurain a subir el Mortirolo sabe un poco de esta epica del ciclismo, que nos tiene en vilo todos los veranos y, nada menos que en los Campos Eliseos, nos hace sonar con la meta ilusoria. Lo dificil, como dice Arreola, es hacer valer luego la misma ventaja. Mientras todo se mueva en terreno resbaladizo, en tanto aparezcan esos vertiginosos precipicios a ambos lados de la calzada, con tal de mantener minimamente el equilibrio para seguir leyendo, podemos darnos por satisfechos. Que la Grand boucle nos proteja, y que sigan girando nuestros bujes mientras perseguimos denodadamente la vraie vie, sorteando las simas donde acechan las viboras. Loado en las alturas El Aguila de Toledo. Bendito el que viene en nombre de Indurain. LUIS MARTINEZ DE MINGO

  • la muneca tatuada de Abigail Villalba Sanchez

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    “A veces, ni siquiera yo se quien soy, ni que me trajo aqui. El tiempo pasa a mi alrededor como un velo de lluvia llevado por el viento, como un susurro gritado a la nada. Pero estoy aqui, guardando un secreto que nadie quiere conocer, que a nadie le interesa. Estoy sola, completamente aislada en la negrura y, sin embargo… continuo esperando. ?Que espero? No lo se. ?A quien? Tampoco. Solo tengo la certeza de que, al final, tras los dias que escapan por mi ventana llegara algo, y ese algo, cambiara mi vida” Ara releyo las lineas que estaban escritas en la pared. Tras dos largas semanas de busqueda, habia encontrado la puerta que daba a esa habitacion. Por fin. Apenas se habia fijado si algo era diferente a la primera vez que habia entrado, pues lo unico que le interesaba era saber si aquellas frases seguian alli. Suspiro profundamente y las acaricio con la yema de los dedos, con dulzura. A pesar del tiempo que habia empleado en investigar sobre ellas, no habia encontrado nada que arrojara un poco de luz sobre su misterio. Incluso habia buscado mas letras en su habitacion, Aun sabiendo que en esas cuatro paredes no habia nada de interes. Era frustrante y, a la vez, emocionante. De hecho, era lo unico emocionante que habia alli. --?Quien demonios eras? --pregunto, en un susurro y arrastrando las silabas, como si le costara vocalizar. Carraspeo, sacudio la cabeza y dejo su voz escondida en un rincon, apartada para otro momento. Despues se sento en el suelo y apoyo la espalda en la pared, justo al lado del parrafo. Sus ojos violetas se entrecerraron, mientras luchaban contra el polvo que ella misma habia levantado. Intento no toser pero, tras un incomodo momento, su pecho se contrajo dolorosamente en una serie de espasmos. Poco a poco, el polvo se asento y Ara consiguio tomar un poco de aire, pese a que este no era el mejor. Efectivamente, la habitacion seguia tal y como ella recordaba: mas pequena que el resto, pintada en un brillante tono azul y decorado con pequenos elefantes amarillos. Aparentemente, la habitacion de un nino. Pero ?por que parecia que ese nino nunca habia nacido? Todo estaba sin usar, impecable… salvo por la gruesa capa de polvo que cubria todo a su alrededor. Tras unos segundos de completo silencio, en los que ni siquiera ella se atrevio a pensar, Ara se levanto y deambulo por la habitacion, como si fuera la primera vez que lo hacia. Observo cada detalle, cada minuscula particula que conformaba ese pequeno y extrano universo. Acaricio los juguetes pulcramente colocados en la estanteria, y sonrio cuando noto en ella una inesperada ola de carino y esperanza. Ignoraba por que, pero aquellos sencillos elementos llenaban su mente de musica, de risas y de un incontrolable anhelo. No era la primera vez que le pasaba, asi que desecho como pudo los sentimientos y continuo con su escrutinio, esta vez, para acercarse a la cuna. Nunca antes lo habia hecho pero, como de costumbre, ignoraba por que. Quiza fuera porque las letras la habian llamado mas la atencion o, simplemente, porque le daba miedo encontrarse algo alli que no quisiera ver. Esa vez, sin embargo, impulsada por esa repentina necesidad de saber mas, se acerco y aparto el cobertor de seda azul con toda la lentitud del mundo. Y la vio… Y grito. Como si la poca voz que le quedaba quisiera escapar. En la cuna habia una muneca, una pequena, desnuda y con los ojos abiertos. Y en su frente, bajo el pelo rubio, habia dos palabras escritas, dos palabras que a ella se le tornaron eternas, hermosas y siniestramente vacias. Porque, ?quien se atrevia a decir “te quiero” a alguien que, en realidad, no existia? *** Ignoraba cuanto tiempo habia pasado desde que cerro los ojos. ?Una, dos horas? ?Quiza mas? La oscuridad rodeaba todo lo que tenia al alcance de la mano, incluso el reloj que marcaba las cinco y media de la manana. Enzo se estremecio cuando el frio acaricio sus brazos desnudos y su rostro, apenas despierto. Somnoliento, se paso la mano por la barba de tres dias que nacia en su menton y despues, bostezo sonoramente. No recordaba cuando se habia quedado dormido, ni siquiera recordaba haberse desnudado. Fruncio el ceno, se rasco la nuca y contemplo el reflejo de la television encendida, justo frente a el. Una pelicula porno brillaba en la pantalla, aunque sus gemidos baratos quedaban ahogados por el silencio de la habitacion. Ignoro por completo la pelicula y cogio el mando que reposaba junto a su cadera, apenas cubierta por la sabana. Aun asi, no fue consciente de que los canales pasaban ante sus ojos, en un vano intento de venderse a el, a sus ojos y a ese bolsillo que, cada dia, se llenaba de mas billetes. En realidad, su mente estaba muy lejos de alli, oculta en un lugar al que nadie queria entrar, ya que podian perderse tanto como el lo estaba haciendo. Al cabo de un rato, Enzo suspiro, cerro los ojos y se levanto. Era evidente que no podia dormir y, si podia evitarlo, no iba a perder el tiempo. Cogio de la silla sus pantalones de traje, su camisa blanca y una corbata que le gustaba bastante. Despues se paso una mano por el pelo, dejo que este se alborotara bajo ella y se puso los zapatos. Justo en ese momento, su movil, que habia quedado relegado a uno de los bolsillos, vibro con insistencia. --?Si? --pregunto, con suavidad. --?Papa? ?Eres tu? --Una voz sutil, apenas un silbido, atraveso la barrera del sueno y le hizo despejarse. --?Ocurre algo, princesa? --Enzo suspiro profundamente y se detuvo junto al ascensor. Una triste sonrisa se dibujo en sus labios, como tantas veces a lo largo de esos dos meses. --No… o si, no lo se. --La voz de la pequena parecio titubear, porque casi desaparecio--. La abuela dice que no vas a volver hasta dentro de mucho. ?Es verdad? Enzo se estremecio con fuerza al notar la tristeza implicita en esa frase, una desolacion tan arrolladora como la que el mismo cargaba. Trago con fuerza, carraspeo y se obligo a dar un paso mas, a seguir adelante a pesar de todo. --Volvere, Adriana. No se cuando, pero lo hare lo antes posible --contesto, sin ser capaz de mentirla--. ?Te ha explicado la abuela por que no estoy alli? ?Por que tengo que quedarme aqui? El silencio parecio alargarse durante lo que solo fueron unos segundos. Casi podian escucharse las dudas de la pequena hacerse palabras. --No demasiado bien. Dice que tienes una mision, como los heroes que salen en la tele --susurro, emocionada--. ?Es verdad? --Es verdad, si. Pero no soy ningun heroe de la tele --contesto, en el mismo tono cadente y dulce de la nina--. Solo soy un hombre que hace lo que tiene que hacer. De nuevo, el silencio se apodero de la conversacion. Ninguno dijo nada durante unos momentos, hasta que Enzo cayo en la hora que era. Tomo aire y lo solto con un suave bufido. --?Te has dado cuenta de la hora que es, canija? ?No deberias de estar en la cama? -- ?Si? Oh. --Adriana dejo escapar una carcajada llena de dulce picardia--. Ahora voy, promesa. --?Promesa de verdad? --!De la buena! Enzo sonrio, como solo el podia hacer en esos momentos: calmadamente, con suavidad, con paciencia. Con carino. Su corazon acelero sus latidos hasta que resonaron sobre el ruido del ascensor al llegar, sobre el ultimo silencio de la conversacion. Suspiro, aferro el telefono con mas fuerza y apreto la mandibula hasta que esta crujio. Como echaba de menos estar con ella. Como anhelaba volver atras en el tiempo, a esos estupidos momentos en los que sus brazos no eran el unico refugio. Como deseaba regresar a ese ideal que mantenia vivo en su cabeza, cual frenetica llama a punto de morir. Como dolia la cruda verdad. --?Adriana? --susurro, con la voz rota. --?Si, papa? --Te quiero. --?Estas…llorando? --pregunto, con tanta tristeza que el sintio como se le encogian las entranas de puro desasosiego. --No, carino. Los heroes no lloramos --contesto y tras dejar que una lagrima desbordara sus ojos, colgo. *** Hacia un frio horrible en aquella habitacion y Ara no tardo en ser consciente de ello. Se cruzo de brazos, se mordio el labio inferior y observo, de nuevo, la dichosa muneca que habia trastocado su mundo en tan solo unos segundos. ?Cuanto llevaba alli? ?Y por que? ?Era para ella o, simplemente, pertenecia a esa habitacion, como todo lo demas? Frustrada, se aparto de la cuna unos pasos y miro a su alrededor, sin saber bien donde posar sus ojos. De pronto, alli donde posaba su mirada veia algo nuevo, algo inquietante que hacia que su corazon latiera desbocado. Incluso el espejo que la reflejaba, con sus perfectas grietas a los lados, le parecia distinto. Ara se estremecio cuando el miedo que llevaba por dentro amenazo con salir mas deprisa de lo que ella podia soportar. La sensacion de que todo se le iba de las manos no fue tan fugaz como pensaba porque permanecio con ella incluso cuando, momentos despues, decidio salir corriendo. Hacia anos que no recurria a eso y hacia incluso mas que no huia de nada. Al menos, no estando despierta o consciente. El resto… bueno, con el resto de los miedos no podia hacer nada, porque incluso ella sabia que en las pesadillas no habia una manera justa de lucha. El pasillo parecia infinitamente largo y oscuro, lo cual era curioso, porque estaba perfectamente iluminado por pequenas lamparas de pared que apenas titilaban. Como siempre, las puertas se sucedian unas a otras: hechas de madera, de cristal, acero. Habia puertas desvencijadas, rotas, nuevas… cada una cerrando la entrada a un secreto que, tarde o temprano, descubriria. Sin embargo, y aunque su curiosidad innata la llevaba a querer abrirlas todas, esa vez solo se detuvo al llegar a una puerta en concreto. Una discreta, blanca y limpia, con un brillante veintidos anclado en ella. Ara suspiro freneticamente, abrio la puerta y volvio a cerrarla tras de si. Poco a poco sus latidos fueron tranquilizandose, hasta que se convirtieron en un murmullo apenas tapado por el ronco sonido del ventilador que giraba en el techo de la habitacion. Alli se iniciaban sus recuerdos, precisamente en aquella habitacion. Podria decirse que, de alguna manera, todo habia empezado alli, aunque no entendia ni como, ni por que. De aquel lugar, con sus paredes pintadas en verde y con aquellas cortinas blancas que rozaban el suelo, solo podia decir cosas buenas. --Por fin en casa --susurro quedamente, mientras se quitaba la fina camiseta de manga larga y la dejaba en el respaldo de una silla, donde se podian ver otro monton de prendas apiladas. Nadie contesto a su timido saludo aunque ella tampoco esperaba respuesta. Ignoraba el tiempo que llevaba alli, pero nunca se habia encontrado con nadie mas, aunque tenia la certeza de que no estaba sola. ?Como iba a estarlo, a fin de cuentas? Tendria que ser tonta para creer que toda la comida, el agua y la ropa aparecian por arte de magia. Alli, en algun lugar, habia alguien mas y era cuestion de tiempo que le encontrara. Ara sonrio brevemente cuando la conocida sensacion de bienestar acaricio su piel erizada. Obvio la television apagada y los relojes que marcaban las seis de la tarde, y despues, tras acariciar el lomo de los libros que se acumulaban en la mesilla, se dirigio al bano contiguo. Adoraba la rutina del dia a dia, a pesar de todo: despertar, sonreir, descubrir que habia tras la siguiente puerta. Despues, regresar a aquella habitacion, perderse en la dulzura del agua caliente… y esperar al dia siguiente. Era agradable, aunque una tarea solitaria que, poco a poco, mermaba su espiritu. A veces, no podia evitar hacerse preguntas mientras el agua mecia sus caderas llenas de cicatrices, rojizas, que parecian recientes. ?Por que ella? ?Por que alli? ?Por que siempre tenia la sensacion de que su vida era un sueno inconcluso? Pero las respuestas nunca llegaban, o al menos, ella nunca sabia interpretarlas correctamente, lo que era realmente frustrante.

  • El codigo del dinero de Raimon Samso

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    Se que para conseguir algo distinto es preciso antes ser una persona distinta y hacer cosas diferentes. Cualquier ambito de nuestra vida mejora cuando nosotros mejoramos, pero no antes. Siempre en este mismo orden. El dinero no es ajeno a esa regla. De modo que para que nuestra economia cambie, antes tendremos que <> nosotros. Este libro trata sobre ese cambio personal y sobre hacer cosas diferentes. En mi trabajo diario con personas, he comprobado que estas muy a menudo desean que sus circunstancias mejoren sin mejorar antes su mentalidad. La ley del orden nos ensena que <>. Y que no se pueden forzar las circunstancias externas para convertirlas en lo que uno no es. La pregunta que cualquiera debera formularse tarde o temprano es: ?concuerdan mis creencias con mis deseos? Es paradojico pero las personas que mas necesitan cambiar precisamente son las mas reacias al cambio, las mas inflexibles. Tal vez piensan que cambiar sus opiniones sea un sintoma de debilidad. A la vez, se sienten incomodas cuando escuchan que es su propia inflexibilidad lo que les separa de lo que desean. Este libro propone cambios en las creencias sobre el dinero. Sin esa apertura, todas las respuestas que contiene pasaran inadvertidas. <> proporciona una informacion que adquiere significado desde cierto tipo de mentalidad, la que este libro propone desarrollar en el lector que se halla listo para abrazarla. <> proporciona las respuestas a las preguntas que todos nos hemos formulado sobre la libertad financiera; sin embargo, se de antemano que no todas se recibiran con agrado. En realidad, no creo que existan problemas, sino soluciones que no gustan. Nuestros problemas, desde luego, no estan en el mundo sino en las percepciones de la mente que lo contempla. Y las soluciones definitivas a los problemas de dinero requieren desaprender todo aquello que ha demostrado no funcionar hasta la fecha. Este libro propone un cambio de los paradigmas estereotipados sobre el dinero. Esta dicho que cada vida es un reflejo de las decisiones, habitos, elecciones, creencias, emociones y comportamientos que han conducido justo hasta el momento presente. Y mientras quede alguien que crea que sus problemas de dinero no tienen nada que ver con su mentalidad y comportamiento, habra sufrimiento por asuntos de dinero. He comprobado que los problemas economicos no estan causados por el dinero sino por los patrones mentales sobre el. La economia personal, en condiciones normales, es el reflejo de patrones mentales, de decisiones y conductas. He concluido que el dinero, en realidad, se hace en la mente. Casi todo lo que una persona promedio sabe sobre el dinero se basa en opiniones condicionadas que ha ido acumulando a lo largo de su vida. El exito economico es una clase de programacion mental (cifras con muchos ceros) y el fracaso economico es otra clase de programacion (cifras con pocos ceros). En ambos casos, todo se reduce a la clase de software o programacion instalada en el cerebro: un programa perdedor o uno ganador en el juego del dinero. La lectura de este libro ayudara a las personas a reprogramarse para conseguir prosperidad. La diferencia entre las personas que manifiestan prosperidad y las que no, radica en que las primeras aplican formulas utiles y las segundas formulas inutiles. Este libro te ensenara a distinguir unas de otras. Te propongo que lo estudies, llevalo a todas partes, como un buen companero, hasta que domines su contenido. Es un libro para leer, releer, subrayar y anotar. Quisiera que fuese tu libro de cabecera como emprendedor de tu negocio personal. Y quisiera que me considerases tu coach financiero. Puedo ayudarte a mejorar tu relacion con el dinero. Lo que sigue es una lista de las mayores mentiras sobre el dinero que he escuchado. Son mitos sin fundamento, supersticiones y prejuicios. He comprobado que hay mas problemas ocasionados por <> que por lo que no sabe. He aqui algunas (no todas) de esas creencias irracionales sobre el dinero: no me interesa el dinero, no puedes ser rico y espiritual, para hacerse rico hay que trabajar mucho, pobre pero honrado, es mas noble y espiritual ser pobre, los ricos son gente mala, no puedes divertirte y ganar dinero, no soy buena con el dinero, si yo gano es que alguien pierde, no hay suficiente dinero para todos, mas vale malo conocido que bueno por conocer el dinero no es importante, el dinero corrompe, cuanto mas ganas mas impuestos pagas el dinero no da la felicidad, el dinero es sucio... Solo el hecho de mencionarlo y escribirlo, me agota. ?Entiendes ahora por que hay tantos problemas economicos? Si te has reconocido en alguna de estas creencias, no te incomodes, no te culpabilices; en realidad lo importante no es lo que has creido hasta este dia, sino lo que elijas creer de ahora en adelante. Seamos claros en esto, yo creo que es perfectamente compatible el que te vayan bien las cosas y hacer un gran bien a los demas. Las personas, por lo general, no relacionan sus creencias con el dinero porque les parecen !cosas desvinculadas! En este libro explico por que si tienen relacion. Mis anos en la banca me han ensenado que la prosperidad es un <>. Todas las personas que han entrado en contacto con las ideas expuestas en este libro, y que desarrollo en mis cursos, han cambiado de algun modo su economia. Mi deseo es contribuir a la formacion financiera de las personas para aliviar el sufrimiento por motivos economicos. Este libro tambien trata sobre el cambio que el mundo esta experimentando y que nos pide una nueva mentalidad porque se que cuando cambian las reglas del juego es preciso reajustar el modo de jugarlo. ?Conoces las reglas de la nueva economia? Te contare lo que se sobre esto. Ahora mismo, existen millones de personas en todo el mundo --que tienen un sueldo pero no tienen una vida-- suspirando por conquistar la libertad financiera, deseando deshacerse de su ocupacion y crear un nuevo estilo de vida con significado. Creo que todos necesitamos, ya lo manifeste en su dia, una sacudida, un shock para despertar del sueno que mantiene a tanta gente atada a un empleo que no aman, que no les hace ni libres ni ricos. Pero no esta en mi voluntad ofender a nadie que lea este libro, ni imponer mis opiniones a las suyas. Por favor, pido que nadie se tome lo que esta apunto de leer como un asunto personal. Por mi parte, me comprometo a escribir sobre el dinero a las claras y sin rodeos. Cuando me refiera al sistema educativo, por favor, que ningun profesional de la ensenanza se sienta aludido. Para mi los docentes, a todos los niveles, son heroes y heroinas que hacen mucho con poco. Mi hermana es profesora en un instituto, trabaja con adolescentes, y se de primera mano que su dia a dia es mas duro de lo que cualquiera de nosotros pueda imaginar. Mi aprecio y respeto para todos esos profesionales.