• libro nadie me entiende - Silvia Diez , Monica Cunill

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    Conoci a Monica en un momento muy extrano de mi vida en el que el suelo se estaba derrumbando bajo mis pies. Un amigo, Damas Baste, me la presento, y nada mas verla senti su luz. Me ha pasado pocas veces, pero senti un amor a primera vista que no podia explicar racionalmente. Casi desde el primer momento acordamos escribir a cuatro manos el libro que ahora tienen en las suyas, un libro gestado en distintas charlas que despues sirvieron para nutrir cada uno de los capitulos. Monica me invito a realizar uno de los posgrados en duelo que suele impartir en Girona y Lloret. Fue una experiencia muy especial. Durante esos intensos dias en los que hablabamos constantemente de la muerte y de lo que supone enfrentarse a una perdida, unos dias en los que no pare de llorar, era paradojicamente capaz --y no solo yo, sino todo el grupo-- de disfrutar con cualquier detalle. Se creo un vinculo muy especial entre todas las personas que estabamos alli, porque curiosamente la muerte une. Compartimos nuestras perdidas y el dolor que estas habian causado, y tambien nuestros miedos ante la posibilidad de perder a seres queridos. En ese momento no entendia como Monica podia encontrar la fuerza para dedicarse a acompanar a personas que habian perdido a seres queridos, porque yo no encontraba la fuerza para mirar de cara la muerte. Y ella me contesto: <>. Me costaba creerla, pero su fe es inquebrantable y contagiosa. Este libro esta basado en buena medida en sus 15 anos realizando acompanamiento a personas que han sufrido la perdida de un ser querido, con lo cual recoge las vivencias de muchos casos reales. Es un libro que se ha escrito en un momento muy especial de nuestras vidas tanto a nivel personal como profesional y en un momento social de cambio profundo en el que es ineludible palpar la incertidumbre y hacerle frente. Antes, aun era posible esconderse tras una falsa seguridad, ahora resulta imposible: todas las certezas se derrumban, mostrandonos que solo el dia de hoy cuenta. ?Y si nos desembarazamos de nuestra negatividad gritandonos tambien que <>? Todo es posible cuando un nino de 15 anos como Albert Casals recorre el mundo con 20 euros desde Barcelona a Nueva Zelanda sin dinero ni equipaje y sin poder caminar despues de haber sufrido una leucemia cuyo tratamiento le ha dejado en una silla de ruedas. Estas personas y muchas otras que se superan nos demuestran que la vida es mas simple de lo que nuestra mente dibuja, enganandonos y deformando la autentica realidad. Verifican que nos hemos creado una sinfin de falsas necesidades que nos esclavizan y que en pos de la seguridad hemos perdido el instinto de supervivencia y la libertad. Hay mucho que agradecer si cada dia entra y sale el aire de nuestros pulmones, podemos disfrutar de la tierra y el sol que nos acogen, dormir, beber y comer. Y aun mas si tenemos a personas a quienes amar y que nos aman, con las que podemos compartir instantes, sean como estos, sean siempre bellos, porque manana, incluso antes, ya se habran desvanecido. Hemos titulado este libro Nadie me entiende porque es el sentimiento mas comun en las personas que sufren el dolor de una perdida, un dolor que esta ahi y que efectivamente solo la persona que lo sufre puede saber lo mucho que duele, aunque puede dejarse acompanar y saber que no esta sola. Solo pensamos en la muerte cuando la vida nos obliga a ello: un amigo enferma, un familiar se muere, sufrimos una enfermedad, empezamos a sentirnos mayores y cansados… Tal vez no sea agradable pensar en la muerte, sin embargo la realidad es que hoy puede ser tu ultimo dia, igual que puede ser el mio. Barcelona, 18 de marzo de 2013 SILVIA DIEZ MUNTANE Lloret de Mar, 4 de abril de 2013 Este libro es un trocito de mi historia. Recoge muchos de los momentos y de las emociones compartidas con personas que han vivido la perdida de un ser querido y me han permitido coger sus manos en este duro tramo del camino. Es un homenaje a sus lagrimas, a sus suspiros, a su rabia, a sus miedos y sobre todo a su capacidad ilimitada de amar. Les estoy profundamente agradecida a cada uno de ellos por ensenarme a confiar en la fuerza interior, en la magia de la vida y en el mensaje de la muerte. Y por encender la llama de mi fe. Los milagros existen, no hay duda, y para mi coincidir con Silvia fue la senal inequivoca de que este libro seria posible. Su dulzura cubre todo lo que toca. Solo alguien como ella podia acompanarme en este reto: transmitiros a todos vosotros que hay esperanza tras la perdida y que todo, absolutamente todo lo que nos ocurre en esta vida tiene un sentido, solo necesitamos creer. Espero de todo corazon que la lectura de este libro te aporte luz. DRA. MONICA CUNILL La historia de Sara. Piedras en el camino <>. Sara hablaba muy lentamente. Guardaba largos silencios entre cada una de las preguntas que iba planteando a su audiencia para dar tiempo a reflexionar. Sabia que la mente de todas aquellas personas que estaban en la sala escuchando se estaba colapsando con imagenes y pensamientos que llevaban a emociones convulsas. Mientras permanecia callada --preocupada tambien por no hacer ruido con su respiracion ante el microfono que tenia ante si--, Sara se dedicaba a observar, a escudrinar incluso, aquellos rostros que seguian con los ojos cerrados. Se detenia en cada una de las caras --en algunas se adivinaba el rictus de angustia y malestar-- intentando adivinar cual era su historia, cual habia sido su perdida, como era su relacion actual con la vida… Cuando veia asomar una lagrima, la embargaba la compasion. Hubiera corrido hacia esa persona para abrazarla, para decirle que no estaba sola, pero habia aprendido que ella no podia salvarlos, ni debia caer en esta tentacion. Seguro que alguno se rebelaba contra la crueldad del ejercicio. Sin embargo resultaba una buena forma de aprender a anclarse en el simple presente, lo unico que tenemos, lo unico autenticamente real. Ella podia mostrarles un camino, el camino que a ella le habia servido despues de perder a su hijo mayor, David, con 21 anos. Queria compartir con aquellas personas, y con otras con las que iba encontrandose en sus charlas y talleres, los recursos que habia adquirido para comprender otras formas de vivir la vida, de amarla y disfrutarla a pesar del dolor. Tambien queria acompanarlas para que no se sintieran tan aisladas del mundo, aunque no podia recorrer el camino por ellas. Sara seguia emocionandose una y otra vez con las reacciones que provocaba este ejercicio, sobre todo cuando algunas personas leian sus cartas de despedida en voz alta. En muchas personas sentia que se producia un nuevo despertar a la vida, que conectaban con todo aquello que tenian para disfrutar, amar y compartir con sus seres queridos y encontraban respuestas simples a lo mas complicado. Despues de haber perdido a su hijo David, habia quedado sumida en la mas completa oscuridad, estaba perdida y desesperada. Se negaba a seguir adelante. Su vida habia perdido el sentido, si es que alguna vez lo habia tenido. Se daba cuenta de que, al final, nunca se habia planteado cuales eran sus autenticos deseos, sino que se habia limitado a hacer lo que correspondia, lo que se esperaba de ella. Se habia esforzado en ser la perfecta hija, la amante perfecta, la perfecta esposa y madre. A lo largo de toda su vida se habia limitado a seguir el carril que nos marcamos o nos marcan desde pequenos, puede que nuestros padres, puede que la sociedad o, en definitiva, nosotros mismos por miedo a no asumir riesgos, por miedo a responsabilizarnos de nuestra vida de forma autentica, por miedo a la libertad. Nos escondemos tras las normas, nos escondemos tras los hijos, tras la pareja… Nos excusamos con aquello de <>, <>, <>… Antes de que su hijo David muriera, Sara estaba casada y tenia tres hijos: David, el mayor de todos, Marta y Miguel. Trabajaba como directora de marketing en una multinacional, y Sergio, su marido, era director general de una fabrica textil con bastantes problemas financieros. A pesar de todo, eran propietarios de una bonita y amplia casa en Barcelona, de mas de 170 metros cuadros, jardin y piscina comunitaria, y disfrutaban de un estatus economico desahogado. Los fines de semana siempre los pasaban fuera de la ciudad, en una casa rural, esquiando, en un hotel cerca de la costa o haciendo escapadas al extranjero. A lo largo de las sesiones que tuvo con su terapeuta, Sara comprendio que hasta que ocurrio lo de David, se habia pasado todos los dias de su vida corriendo de un lado para otro sin saborear nada del todo. <

  • Nadie me entiende (NARRATIVA) Tapa blanda - Libros

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    Nadie me entiende (NARRATIVA) Tapa blanda – 28 mayo 2013 ... Sara acaba de perder a su hijo David en un accidente de coche, una pérdida que afronta con la ayuda ...

  • Nadie me entiende (NARRATIVA) Versión Kindle - Amazon

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  • Nadie me entiende - Mónica Cunill,Silvia Diez Muntané

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    28 may 2013 — Sinopsis de Nadie me entiende: ... La superación de la muerte de un ser querido a través de la historia de una madre que vive el duelo por la ...

  • Nadie Me Entiende - Silvia Díez, Monica Cunill -5% en libros

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    Sara acaba de perder a su hijo en un accidente de coche, una pérdida que afronta con la ayuda de su terapeuta. En esta novela atravesamos con ella el dolor ...

  • Nadie me entiende - Libro de Sílvia Díez - Lecturalia

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    Sara acaba de perder a su hijo en un accidente de coche, una pérdida que afronta con la ayuda de su terapeuta. En esta novela atravesamos con ella el dolor ...

  • NADIE ME ENTIENDE - MONICA CUNILL OLIVAS - Agapea

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  • NADIE ME ENTIENDE. AMAR LA VIDA TRAS UNA PERDIDA ...

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    En esta novela atravesamos con ella el dolor y el miedo que despierta la pérdida hasta abrazar la celebración de la vida que esta nos trae. El libro desgrana el ...

  • Nadie Me Entiende | Librería Online TROA. Comprar libro

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  • nadie me entiende - amar la vida tras una pérdida - La llar del ...

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    NADIE ME ENTIENDE. AMAR LA VIDA TRAS UNA PÉRDIDA, DÍEZ, SÍLVIA / CUNILL, MÓNICA, 5,95€. Sara acaba de perder a su hijo David en un accidente de coche, ...

  • La solucion autoinmune de Amy Myers

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    En La solucion autoinmune la doctora Amy Myers, prestigiosa y senera figura de la medicina funcional, expone su enfoque, clinicamente probado, destinado a prevenir e invertir la evolucion de una amplia gama de sintomas y enfermedades asociados a la inflamacion, tales como alergias, obesidad, asma, enfermedad cardiovascular, fibromialgia, lupus, sindrome del intestino irritable o cefaleas cronicas.

  • Sin consuelo: ?Como vivir con una culpa que te invita a morir? de Max Almiron

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    Todo comienza cuando otra muerte azota la vida de Kurt. Las pruebas le apuntan, el pasado y el presente se combinan formando una mezcla explosiva, que acaba con todo su mundo tal como lo conocia.
    Una historia de terror y misterio que te introducira a un mundo al que no te gustara pertenecer, pero que hasta cierto punto existe.

  • Una perfecta educacion de Curtis Sittenfeld

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    Cuando su padre la acompana hasta la entrada del prestigioso internado Ault de Massachusetts, no parece que Lee Fiora anore demasiado a la familia que deja atras en su pequena ciudad de Indiana, seducida por las brillantes fotografias del elegante folleto promocional del centro: chicos de uniforme delante de vetustos edificios de ladrillo y chicas con falda escocesa y palos de lacrosse sobre un cesped inmaculado. Pero como no tarda en descubrir, Ault es un mundo aparte, habitado por jovenes ricos, hastiados y atractivos que se rigen por sus propios codigos. Tan intimidada como atraida por su deslumbrante entorno, Lee luchara por construir una nueva identidad que le permita seguir adelante, un delicado equilibrio entre dejar de sentirse una extrana y no olvidarse de ser ella misma.
    Con una protagonista tan autentica y llena de matices como el Holden Caulfield de Salinger o el Mick Kelly de McCullers, Una perfecta educacion es un afilado retrato de la intensa y contradictoria edad de los ritos de paso, una divertida, desprejuiciada y sensual puesta al dia de la eterna novela de aprendizaje.

  • Todos tus nombres de Fernando Garcia Paneda

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    Javier Castillo, autor de El dia que se perdio la cordura

  • Suenos fragiles de Yara Zgheib

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    Suenos fragiles es una novela emocionante, sincera y desgarradora que narra las vivencias de un grupo de mujeres, unidas por la enfermedad pero tambien por la esperanza, por el apoyo mutuo y por las ganas de vivir.

  • Confina-Dos de Anna Garcia

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    "Estiramos... Mantenemos durante diez segundos... No os olvideis de la respiracion... Utkatasana..." --?Que haces? --Yoga. --?Eso es yoga? Parece que le estes gritando a la vecina mientras tienes retortijones. --Shhhh. Por favor. Que me desconcentras. --?Desde cuando practicas yoga? --Desde hoy mismo, y pienso hacerlo todos los dias. --Ya. Claro. --Vete. No me hagas hablar, que me tengo que concentrar en respirar. --?Desde cuando te tienes que concentrar en...? --Alex, ya. ?No tienes nada que hacer en vez de molestarme? --Uy, si. Un monton --contesta con sarcasmo--. Quedaria con mis amigas, pero resulta que me obligas a quedarme en casa... --Claro. Porque el virus este lo he creado yo en la Thermomix, !no te fastidia! Que no lo digo yo, Alex, que lo dice el gobierno. Que no podemos salir. Ni tu, ni yo, ni nadie. --La vecina de enfrente sale. --Muy seria, dejo de mirar la pantalla de mi Tablet para centrarme en mi hija--. La vi anoche. --Estaria sacando la basura... Alex me mira enarcando una ceja mientras niega con la cabeza. --Y no tiene perro --insiste--. Y no eran horas para ir a la farmacia o al medico. No me extranaria que esa loca estuviera pasandose por el arco del triunfo la prohibicion de salir. Es la misma que pone la musica de Raphael y el Puma a todo trapo todos los domingos por la manana. La misma que vive asomada a la mirilla y no duda en abrir la puerta en cuanto ve algo que no le agrada. La misma que se queja constantemente de que sus vecinas de arriba, un grupo de estudiantes, pisan muy fuerte en el suelo y hacen un ruido infernal. La que tiene frita a la cartera, que en breve se negara a repartirnos mas cartas. E incluso tengo grandes sospechas de que es ella la que roba ropa de los tendederos del terrado. --El friky ese ha cambiado de postura hace rato... --dice Alex, senalando la pantalla de mi Tablet con un dedo y devolviendome al presente de golpe. Chasco la lengua y me doy por vencida. --?Y deberes? ?No tienes? --Ya los he hecho todos. --Ni de cona. --?Por que nunca me crees? --Porque tu fama te precede. --Te lo juro, mama. --De acuerdo. Te creo. Sigueme. Por el rabillo del ojo la veo caminar detras de mi con expresion satisfecha por haberse salido con la suya. O eso le hago creer el tiempo que tardo en ponerle en la mano un trapo y un bote de limpia muebles. --?Que es esto? --Esto es un trapo y esto... --Giro el envase para que pueda leer la etiqueta, pero ella me corta antes. --!Ya se lo que es! !Me referia a por que tengo que hacerlo yo! --Porque yo tengo que bajar a comprar y asi te mantienes ocupada. --Prefiero bajar yo a comprar. --No puedes. --!?Por que?! --Porque los ninos sois los que mas lo... --Mama, no soy una nina --me corta--. Tengo catorce anos. --Lo que tu digas. Mi respuesta sigue siendo no. --!Esto es muy injusto! !Me haces parecer una apestada! !Encerrada en esta mierda de piso! !A ver si viene ya papa a buscarme! --Pues siento comunicarte que han recomendado que los hijos de padres separados pasen el confinamiento con el progenitor con el que lo hayan empezado. --!?Que?! --Yo tampoco estoy entusiasmada con la idea, asi que menos dramas. --Fantastico... --resopla, dandome la espalda con el telefono ya en la mano--. Esto no se va a quedar asi. Voy a hablar con papa y seguro que vendra a por mi, aunque tenga que infringir la ley. --Si, seguro que si. Dejara a su amiguita en casa y vendra corriendo a buscarte --susurro, justo antes de salir de casa. Apoyo la espalda en la puerta, cierro los ojos y respiro profundamente. Esta manana ha salido un psicologo en la television explicando los posibles efectos negativos que esta situacion podria provocar. Decia que el confinamiento podria llevar al enfado, a la frustracion, al miedo o a la locura, y que todo eso podria ir a mas con el paso de los dias. Yo llevo solo tres dias confinada en casa con mi hija y puedo asegurar que he pasado ya por todos los estadios. El psicologo daba algunos consejos para poder sobrellevarlo mas o menos bien, tales como marcarse una rutina, hacer algo de deporte y hablar con amigos y familiares, ya sea en persona o por telefono. Nosotras, hablar, hablamos. Y nos gritamos tambien. A veces incluso nos insultamos un poco. Tambien hablo por telefono con mi familia, aunque a mi padre aun le cueste un poco hacerse con las nuevas tecnologias, con amigos e incluso realizo videoconferencias con mis alumnos del instituto. Asi que esa parte la cumplo. ?Deporte? Si soy sincera, nunca he sido amante del deporte. Tampoco es que mi horario en el instituto y la preparacion en casa de las clases me dejaran mucho tiempo para practicarlo, pero me he propuesto que el confinamiento no me lleve al sobrepeso, asi que pongo todo de mi parte para lograrlo. Si no me interrumpen como hoy, claro esta. Ya se que mi estilo no es el mas depurado, y quiza mis mallas tienen mas anos que Alex, pero el merito esta en intentarlo, ?no? --!?Que estas haciendo tanto rato en el rellano?! La voz de la vieja loca me sobresalta, y clavo la mirada en la puerta de delante. --Senora, metase en sus asuntos. --!Voy a llamar a la policia! --?Y por que motivo, si se puede saber? --!Porque solo se puede salir de casa para comprar bienes de primera necesidad e ir al medico! --!Y a eso voy, senora! --!Sin entretenerse por el camino! Resoplando y fulminando su puerta con la mirada, empiezo a alejarme hacia las escaleras. Al llegar a la calle, aun maldiciendo a la vieja, me tapo la boca y la nariz con el panuelo que llevo anudado al cuello y me dirijo al supermercado situado al final de la calle. Con el paso acelerado y la cabeza agachada, miro por el rabillo del ojo a un lado y a otro. Me siento como si estuviera haciendo algo ilegal, como si me estuviera escondiendo. Me consuela que el comportamiento de la poca gente con la que me cruzo sea igual que el mio. Un senor mayor incluso ha cruzado de acera para no tener que pasar cerca de mi. Lo entiendo, aunque no puedo evitar sentirme algo mal por ello. Una vez dentro del supermercado, me sorprende ver que reina el caos absoluto. Hay pasillos enteros con estanterias totalmente vacias. Algunos clientes corren empujando un carrito, mirando a un lado y a otro, sucumbiendo al panico por no encontrar lo que buscan. Un par de agentes de seguridad intentan que mantengan la calma, sin exito alguno. --La gente esta fatal... --susurro mientras camino hasta el pasillo de los lacteos. Cuando llego, me quedo totalmente en shock--. ?Donde...? Giro sobre mi misma, algo desubicada. Un carrito me golpea por la espalda. Dolorida, me doy la vuelta en busca de una explicacion o disculpa, pero a la senora parece importarle bien poco mi estado, y enseguida se pierde por otro pasillo. --Perdone... ?donde esta la leche? --le pregunto a una empleada del super, que me mira con expresion de agobio antes de contestar. --Estaba ahi. --?Estaba? Vuelvo a mirar hacia las estanterias vacias, atando cabos, de repente consciente de que las imagenes de supermercados desabastecidos, con interminables colas de clientes, son la cruda realidad. Empiezo a sentir agobio al imaginarme abriendo la nevera y encontrandola vacia, teniendome que conformar con una rama de apio mojada en hummus. Presa del panico, acelero el paso y recorro los pasillos a la carrera, llenando el cesto sin ningun criterio especifico. --Mantengan la distancia --me pide la cajera una vez me pongo en la cola y yo la miro recelosa, agarrando mi cesta de la compra como si temiera que alguien me la fuera a robar. En el fondo, no respiro tranquila hasta que salgo de nuevo a la calle, con una extrana sensacion de victoria, como si hubiera conseguido pasar una prueba. Con mi bolsa colgada al hombro, de nuevo con la boca y la nariz tapadas, corro hacia casa. Una vez en el ascensor, resoplo agotada y miro mi reflejo en el espejo. Empiezo a tener un color cetrino nada favorecedor. Quiza podria subir al terrado la hamaca de playa y aprovechar para tomar el sol. Asi tambien podria vigilar que nadie hurte ropa ajena. Con esa idea aun en la cabeza, meto la mano dentro de la bolsa. Saco una botella de horchata y la miro detenidamente. No es que me guste especialmente y creo que es la primera vez que la compro. En realidad, empiezo a preguntarme por que lo he hecho. Y sigo con la misma sensacion cuando echo un vistazo dentro de la bolsa y veo la coliflor, la lata de melocoton en almibar, la caja de conos de fresa y las toallitas de bebe. --Ni siquiera me gusta demasiado la fresa --susurro con la caja en la mano mientras se abre la puerta del ascensor y salgo al rellano. --!?Eso es un bien de primera necesidad?! --Escucho a la vieja gritar, consiguiendo asustarme de nuevo. No me lo puedo creer... --!Senora, por favor! !Haganos un favor a todos y centrese en Que bello es vivir! --!Voy a llamar a la policia! --!Y yo al asilo! !A ver si le hacen un hueco! En cuanto cierro la puerta de casa a mi espalda, descubro a Alex al final del pasillo, de brazos cruzados y con gesto de reproche. --?Haciendo amigas? --me pregunta. --Esa mujer es insufrible --digo, camino a la cocina. --!Hostias, helado! !Genial! --grita ella al ver la caja en mi mano, siguiendome con la clara intencion de abrirla y llevarse uno. --Ni hablar. Hay que racionar la comida, que no puedo estar saliendo cada dia a comprar. --?Coliflor? !Joder, que asco! ?Esto que es? ?Alcachofas en vinagre? Mama, ?que mierda has comprado? --Pues... --Rapido, que no te vea dudar. Con conviccion. No puede saber que entraste en panico y compraste lo primero que viste en las estanterias del supermercado--. Tienes que comer mas verdura, Alex. ?Has limpiado? Intento mantenerme firme y aguanto su mirada de brazos cruzados, imperterrita. Ella me mira durante unos segundos mas con una mueca extrana dibujada en la boca, hasta que se da por vencida. --Si. --?Seguro? --Enarca una ceja dandome a entender que no piensa contestarme--. ?Y has hablado con tu padre? Se la respuesta nada mas verle la cara, y tambien puedo adivinar como ha ido la conversacion a tenor de su comportamiento esquivo. --Si... --?Y va a venir a rescatarte? --insisto, cada vez mas convencida de la respuesta de su padre, mascando esta pequena victoria con deleite. --No. Me ha dicho que tengo que quedarme aqui por mi bien --contesta de forma esquiva, sin mirarme a los ojos--. Y ademas tiene mucho trabajo... --Ya. Bueno. Lo siento por ti, entonces --digo mientras me doy la vuelta para intentar que no vea la sonrisa de satisfaccion que se ha dibujado en mi cara. Cuando acabo de guardar todos los deliciosos manjares que he comprado, abro la caja de los helados y le tiendo uno a Alex. Ella lo coge y me sonrie de medio lado. Al ir a guardar el resto en el congelador, veo una luz de esperanza en el horizonte materializada en una pizza sabor barbacoa. La saco con orgullo, consciente de que sera el golpe definitivo para meterme a mi hija en el bolsillo. Parte 2: Hector. 4o 1o Me quito el casco de la moto y me peino el pelo con los dedos de la mano, de forma perezosa. Luego me froto la cara y bostezo de forma prolongada. Al principio fui reacio a marcharme el hospital, desoyendo a todos los companeros que insistian para convencerme. Me negaba a irme porque sentia como si, al hacerlo, les estuviera abandonando en la estacada. --Hector, por favor... Vete a casa a descansar. ?Cuantas horas llevas currando? --Estoy bien. --Imposible. Llevas mas de cuarenta y ocho horas sin parar. Vete a casa. --Desoyendo sus palabras, cojo el historial de otro de los pacientes postrados en una camilla en mitad del pasillo del hospital. Las Urgencias estan tan colapsadas que colocamos a los pacientes donde podemos, a la espera de ser atendidos. Dani pone una mano encima del historial para impedirme leerlo y me lo quita al rato--. Vete. A. Casa. Ahora. Es cierto que te necesitamos, pero descansado y en plenitud de facultades. Ahora mismo, eres mas peligroso que util. Asi que, despues de hacerme de rogar, le hice caso y aqui estoy, sentado sobre mi moto, con los brazos apoyados en el casco, intentando poner en orden mis pensamientos. Aun me cuesta creer que todo esto este pasando en realidad. Las calles desiertas, los hospitales colapsados y los supermercados vacios son mas propios de una pelicula apocaliptica. Antes de subir a casa, entro en el colmado de Hamza para comprar algo de pan. --Hola, Hector. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Bien tambien. --?Y tu mujer y los ninos? --Bien. Asustados, pero bien. --Cualquier cosa, ya sabes donde vivo. --Gracias --me responde con una sonrisa agradecida. --?Te queda algo de pan? --le pregunto. --Creo que al fondo hay pan para hamburguesas... --Bueno. Menos es nada --contesto, encogiendome de hombros. --Tienes aspecto de cansado --comenta cuando estoy de nuevo frente a el--. ?Mucho trabajo en el hospital? --Si. --Es mas grave de lo que nos hacen creer, ?verdad? Le miro durante unos segundos, valorando si decirle la verdad o enganarle. --Saldremos de esta --opto por contestar, guinandole un ojo para infundirle confianza y afianzar mis palabras. Parece funcionar, porque el sonrie abiertamente, asintiendo a la vez con la cabeza. Levanto la palma de la mano para despedirme al tiempo que salgo de la tienda y camino hacia mi portal. Normalmente subo por las escaleras, corriendo y retandome a mi mismo para hacerlo cada vez en menos tiempo. Hoy no. Hoy subo en el ascensor. Apoyado en una de las paredes, observo mi reflejo en el espejo. Realmente no tengo buen aspecto. Si un paciente me viera acercarme con estas pintas, no creo que creyera que esta en buenas manos. Lo primero que hago al entrar en casa es quitarme la ropa y meterla dentro de la lavadora. Luego, dejo las zapatillas de deporte en el lavadero y me dirijo hacia el bano para pegarme una ducha. Toda precaucion es poca cuando vengo de un sitio tan contagioso como un hospital. Pierdo la nocion del tiempo. Plantado bajo el chorro de agua, dejo que esta golpee suavemente mi cabeza y mis hombros mientras apoyo las palmas de las manos en las baldosas. Cuando salgo, me visto con un pantalon corto y una camiseta vieja, cojo una cerveza y un par de los panecillos que he comprado antes, que pienso zamparme sin molestarme siquiera en rellenarlos con alguna loncha de embutido, y me dejo caer en el sofa. Cojo el movil y busco el telefono de mi padre. --Hola, hijo --me responde al primer tono. --Vaya. Que rapido --comento. --Es que estaba haciendo un Sudoku. --Ah, muy bien. ?Como estais? --Bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias. ?Y tu? --Ya sabes... cansado, pero bien. --?Estas en casa? --Si. Me han... obligado a tomarme un descanso. --Me alegro. ?Como estan las cosas por el hospital? --Bien. --No hace falta que me mientas. Soy viejo, pero tengo television y tu madre me obliga a ver todos los programas especiales acerca del Coronavirus. Es lo unico que se ve en casa, aparte de los gemelos esos que tiran paredes. --Se me escapa la risa--. Yo no me rio. Ahora no para de imaginar como quedaria el comedor si tiraramos la pared que lo separa de la cocina. Concepto abierto, lo llama ella. Si no me mata el colesterol, lo haran tu madre y sus ideas de bombero. -- Resopla de forma prolongada antes de continuar--: ?Y bien? --No es facil, papa, pero vamos haciendo progresos. Decidi parecer algo mas optimista de lo que ahora mismo me siento. --Eso es bueno, ?no? --Si. --Vale. --Le escucho hablar con mi madre de fondo--. No se lo voy a preguntar. No. Porque no hace falta. Me vas a volver loco... Esta bien. Espera. Hijo. --?Si? --?A que no esta permitido ir a la peluqueria? --?A la...? ?Mama tiene intencion de ir a la peluqueria? --Dice que tapar sus canas es cuestion de primera necesidad. --!No puede hacerlo! --Gracias. Dice que no puedes hacerlo. --Los escucho discutir durante unos minutos en los que yo intento meter baza, sin exito. La voz de mi madre se vuelve cada vez mas debil, y entonces mi padre vuelve a hablarme--: Cualquier dia la tienes que ir a buscar al cuartelillo. O eso, o acaba conmigo. --No la dejes salir. Dile que haga una lista de lo que necesitais del supermercado y manana os lo voy a buscar yo. --Ya la ha hecho. ?Le hago una foto y te la envio al movil?

  • El mundo hasta ayer de Jared Diamond

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    El ganador del premio Pulitzer, autor de los best sellers Colapso y Armas, germenes y acerovuelve al pasado en busca de un futuro mejor.

  • En un lugar del Caribe de Irene Mckinstry Oria

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    Mientras el Imperio espanol y el Reino de la Gran Bretana se enfrentan en elCaribe en la Guerra del Asiento, la hija de un almirante ingles se enamora de unmarino vasco, prisionero de la Real Armada britanica. Anne Stewart e Inigo deIturriaga deciden romper las rigidas normas de una sociedad que habia previstodos destinos muy diferentes para ellos y, a partir de ese momento, se enfrentan alas consecuencias de su arriesgada decision.

  • Tu tan cancer y yo tan virgo de Begona Oro

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    PREMIO JAEN 2018

  • La bruja de los zapatos rojos de Helen C. Rogue

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    Ari es la supervisora de una cadena de restaurantes. En uno de ellos, conoce a Marcos, el gerente. Desde el primer momento se sienten atraidos el uno hacia el otro. Pero una serie de circunstancias hace que se distancien. Cuando vuelven a encontrarse, estalla la bomba de relojeria… Un relato donde la tension sexual es patente desde el minuto uno, y donde lo peor es enfrentarse a unos sentimientos ocultos pero que estan a flor de piel.

  • Un dia de diciembre de Josie Silver

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    Una novela magica y emocionante que nos recuerda las inexplicables vueltas que da la vida de camino a la felicidad.

  • Suenas a blues bajo la luna llena de Dulcinea (paola Calasanz)

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    Hay amores que son de otro mundo. y la luna siempre nos abraza. Dulcinea regresa a la ficcion con una nueva, profunda y fantastica bilogia que inspirara de nuevo a todos sus lectores.

  • Samael de Roberto Augusto

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    BEST SELLER EN SU PRIMER MES DE LANZAMIENTO EN AMAZON
    ***UNA HISTORIA LLENA DE PASION, EMOCIONES Y ACCION QUE TE ATRAPARA DESDE EL PRINCIPIO***
    Samuel lleva dos anos en paro y bebe demasiado. Su mujer lo abandona y acaba solo, durmiendo en la calle. Un dia se encuentra con Ares, el jefe de un grupo antisistema que le invita a unirse a su organizacion. Asi inicia un nuevo camino en su vida que le transformara por completo. Se convertira en un lider despiadado que no se detendra ante nada para lograr sus metas en su lucha contra una sociedad que desprecia y a la que considera corrupta.

  • La Princesa del Jefe de Clara Montecarlo

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    Jure que la protegeria, y es lo que voy a hacer.
    No soy un buen tio, y no te voy a gustar.
    Pero un hombre de verdad nunca la dejaria en la estacada.
    Y yo soy un hombre de verdad. De los que ya no quedan.

  • Entre Trazos de David Sando

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    Hefestia se encuentra al borde de una guerra. La joven Alia esta en paradero desconocido, nadie ha visto al mago Suricata desde hace semanas, y Partia Bonaserra ha abandonado la Brigada Demoniaca. Pero la vida sigue en Atroreth y mas alla de sus fronteras, y en esta antologia de relatos visitaremos a algunos de nuestros personajes favoritos para descubrir que ha ocurrido con ellos.
    En “Reflejos” el Rey de las Ratas se enfrenta a un futuro incierto.

  • La doctrina del Sainte-Victoire de Peter Handke

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    De vuelta a Europa necesitaba escribir todos los dias y releia de un modo nuevo muchas cosas. Los habitantes del pueblo apartado y solitario que sale en el Bergkristall de Stifter son muy laboriosos. Cuando una piedra se cae de un muro la vuelven a poner; las casas nuevas las construyen como las viejas; los tejados que tienen algun desperfecto los reparan con el mismo tipo de pieza de madera. Donde aparece de un modo claro y llamativo esta tenacidad es en el caso de los animales: el color se queda en la casa I . En cierta ocasion, en medio de los colores me senti como en mi elemento. Los matorrales, los arboles, las nubes del cielo, incluso el asfalto de la calle tenian un brillo que no era ni de la luz de aquel dia ni de la estacion del ano. El mundo de la Naturaleza y el de las obras del hombre, el uno a traves del otro, me depararon un momento de beatitud que conozco por las imagenes de la duermevela (sin embargo, sin este elemento amenazador que anuncia lo extremo o lo ultimo) y al que se le ha llamado el nunc stans: momento de eternidad. Los matorrales eran retama amarilla; los arboles eran pinos aislados de color marron; las nubes, a traves de la niebla que se habia posado sobre la tierra, aparecian con un color azulado; el cielo (el mismo cielo que Stifter aun podia poner de un modo tan sosegado y tranquilo en sus narraciones) era azul. Me habia parado en la cima de una colina de la Route Paul Cezanne, que, en direccion al este, va de Aix-en-Provence al pueblo de Le Tholonet. Distinguir los colores y, todavia mas, darles nombre es algo que desde siempre me ha resultado dificil. Goethe, en su Teoria de los colores, haciendo gala un poco de sus conocimientos, habla de dos sujetos en los cuales en parte me veo a mi mismo. Los dos, por ejemplo, confunden <>: solo con pequenas matizaciones de mayor o menor claridad, mayor o menor viveza parece que estos colores cobran independencia y se distinguen unos de otros a sus ojos. Uno de ellos ve en el negro un cierto tono marron y en el gris un cierto tono rojizo. En general, lo que los dos perciben con mayor finura es la gradacion de claro y oscuro. Probablemente tienen un defecto de vision, pero Goethe los ve todavia como casos que estan en el limite entre lo normal y lo patologico. No hay duda: dice que si hablando con ellos uno deja que la conversacion siga derroteros azarosos y les pregunta sobre los objetos que tiene delante, termina en la mayor de las confusiones y acaba temiendo volverse loco. Esta observacion del cientifico, dejando aparte el hecho de que en ella me reconociera a mi mismo, me mostro lo que es la unidad entre mi mas remoto pasado y el momento presente: en un momento dilatado de ese <> estoy viendo como la gente de entonces -padres, hermanos e incluso abuelos-, unidos con la gente de ahora, se divierten oyendome decir los colores de las cosas que me rodean. Parece literalmente como si el hacerme adivinar los colores fuera un juego de familia; un juego en el que en realidad los que estan confundidos no son los otros sino yo. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con los dos sujetos de experimentacion de Goethe, en mi caso, por lo visto, no se trata de una enfermedad hereditaria. Dentro de mi circulo yo soy un caso aislado. A pesar de esto, con el tiempo me he dado cuenta de que no soy lo que normalmente se llama un daltonico y que tampoco padezco ninguna modalidad especial de esta enfermedad. A veces veo mis colores y los veo tal como son. Hace poco estaba yo en la nieve, en la cima del Untersberg. A muy poca altura por encima de mi cabeza, hasta tal punto que casi lo podia coger con la mano, dejandose llevar por el viento, planeaba un grajo. Vi el amarillo de sus garras, pegadas al cuerpo, como el color amarillo propio de las garras de un pajaro; el marron dorado de las alas que brillaban al sol; el azul del cielo. Estos tres colores producian las lineas de una amplia superficie extendida en el aire y a la que en aquel mismo momento percibi como una bandera tricolor. Era una bandera sin pretension alguna, un objeto hecho simplemente de colores. Sin embargo, gracias a ellos, las banderas de tela, que, hasta entonces, las mas de las veces, lo unico que hacian era impedirme ver lo que habia detras, se han convertido por lo menos en algo que puedo contemplar; porque en mi fantasia esta presente su origen pacifico. Hace veinte anos me examinaron para ver si era util para el servicio militar. En aquella ocasion, el mozo que normalmente estaba tan inseguro cuando le preguntaban sobre colores, en la prueba de la tabla cromatica, de entre la marana de puntos saco con bastante precision los numeros que le pidieron. Cuando luego comunique en mi casa el resultado del examen (<>), mi padrastro tomo la palabra -ya no nos hablabamos- y dijo que en aquel momento por primera vez estaba orgulloso de mi. Anoto esto porque en lo tocante a este asunto lo que he dicho de palabra ha sido siempre incompleto y ademas ha tenido una claridad equivoca. Al hablar de este hombre decia siempre que estaba <>. Sin embargo, este detalle, que en si mismo corresponde a la realidad, deforma la historia entera. ?La realidad no es mas bien que aquel dia vi la casa y el jardin con una extrana sensacion de llegada ? La observacion de mi padrastro me resulto repulsiva inmediatamente. Pero ?por que en mi memoria ha quedado asociada al fresco marron rojizo del huerto que aquel hombre terminaba de cavar? ?No llegaba tambien yo a casa en parte orgulloso con la noticia? Como sea, lo que ha quedado de aquel incidente ha sido el color de la tierra. Cuando ahora busco este momento ya no me veo como el joven de pocos anos que era entonces sino como un ser atemporal, sin perfil, como mi yo deseado, metido completamente dentro del marron rojizo, como dentro de una claridad gracias a la cual puedo comprenderme a mi mismo y tambien al soldado que era entonces. (Uno de los primeros recuerdos de Stifter eran las manchas oscuras que habia en el. Mas tarde supo <>. Ahora sus narraciones abren en mi una y otra vez zonas coloreadas en bosques cualesquiera.) Durante la guerra franco-alemana de 1970/71, Paul Cezanne hizo que su padre, el banquero acaudalado, le liberara del servicio militar mediante el pago de una suma de dinero. Paso la guerra pintando en L'Estaque, una localidad que en aquel tiempo era un pueblo de pescadores junto a una bahia, al oeste de Marsella, y que actualmente es uno de los barrios de esta gran urbe. Conozco el lugar unicamente por los cuadros de Cezanne. Pero solo este nombre, L'Estaque, abre en mi un espacio para una imagen de lo que es la paz. La region, incluso aquello en lo que esta se ha convertido, sigue siendo <>; no solo frente a la guerra de 1870, no solo para el pintor de entonces y no solo frente a una guerra declarada. No olvidemos que en los anos que siguieron a este retiro Cezanne continuaba trabajando a menudo alli; tenia especial predileccion por pintar en dias de mucho calor y bajo <> que le parecia <>. Los cuadros del tiempo en que estuvo escondido eran casi exclusivamente en blanco y negro, fundamentalmente con una atmosfera sentimental de invierno; en cambio, luego, aquel lugar, con sus tejados rojos ante el mar azul, se fue convirtiendo poco a poco en su <>. En las cartas que escribia desde L'Estaque encontramos por primera vez, junto a su nombre, la palabra <>, como hacian los pintores clasicos. Es el lugar <>. Los cuadros de despues de la guerra ya no reflejan estados de animo ni representan momentos especiales del dia o estaciones del ano: la forma muestra una y otra vez de un modo contundente la elementalidad del pueblo junto al Mar Tranquilo y Azul. Hacia el cambio de siglo aparecieron en L'Estaque las refinerias de petroleo y Cezanne dejo de pintar aquel lugar; dentro de unos cuantos siglos vivir carecera totalmente de sentido, decia. Solo en los mapas geologicos, la region, con su juego de colores, aparece totalmente virgen, y una pequena superficie de un verde de reseda, probablemente para mucho tiempo, lleva incluso el nombre de Calcaire de l'Estaque. Si, al pintor Paul Cezanne le debo el haber estado en medio de los colores en aquel lugar libre que hay entre Aix-en-Provence y el pueblo de Le Tholonet y que incluso el asfalto de la carretera se me apareciera como sustancia coloreada. Me he criado en un ambiente de pequenos campesinos en el que casi los unicos sitios donde habia cuadros eran la casa rectoral y las pequenas capillas que habia junto a los caminos; de ahi que desde el principio no haya visto en ellos mas que algo meramente accesorio y que durante mucho tiempo no haya esperado de ellos nada decisivo para mi. Algunas veces, leyes como la prohibicion de imagenes -caracteristica de algunas religiones o de algunos estados- las entendia yo como algo deseable; yo, que unicamente miraba los cuadros como quien mira algo que le distrae. Un objeto ornamental al que era posible prolongar hasta el infinito, por el hecho de corresponder a mi sed de infinitud -al llevarla mas lejos y darle fuerza-, ?no era el verdadero objeto que tenia enfrente? (En una ocasion, viendo un suelo con un mosaico romano me fue posible imaginar la muerte como un bello transito, sin la angostura habitual que llamamos <>.) ?Y no es la doctrina acabada de los colores y las formas lo que puede cobrar vida de un modo absolutamente maravilloso? (Aqui viene a cuento una frase de un cura de otro <> -ningun laico deberia permitirse una predicacion como esta-, y no hay que olvidarla, fijemonos en que ha omitido el articulo delante de la ultima palabra: <>.) Por esto, en relacion con los pintores me comportaba mas bien con una cierta ingratitud; pues no era nada infrecuente que aquellos supuestos objetos accesorios me sirvieran cuando menos de tablas de contemplacion y que no poco de lo que habia alli se convirtiera en imagenes recurrentes de la fantasia y de la vida. No obstante, en esta operacion de mirar, los colores y las formas, en si mismos, se convertian en algo de lo que apenas me daba cuenta. Lo que contaba era siempre el objeto especial que habia alli. Los colores y las formas, sin objeto, eran demasiado poco; los objetos, en la familiaridad que les daba la luz del dia, demasiado. <> no es aun la expresion adecuada; porque lo que tenia valor eran precisamente las cosas corrientes a las que el pintor habia colocado a la luz de lo especial… y que ahora puedo llamar sin mas <>. Los ejemplos que se me ocurren son todos ellos paisajes: y concretamente aquellos que corresponden a las imagenes amenazadoras, despobladas y silenciosamente bellas, de la duermevela. Lo que en ellos llama la atencion es el hecho de que formen siempre una serie. A menudo llegan incluso a encarnar todo un periodo de la obra de un pintor: las Plazas metafisicas, desiertas, de De Chirico; las ciudades de la jungla de Max Ernst, desoladas a la luz de la luna, unas ciudades cada una de las cuales lleva el nombre de Toda la ciudad; el Reino de las luces de Magritte, aquella casa que sale tantas veces, bajo arboles frondosos, en la oscuridad, mientras que alrededor brilla un cielo blanquiazul de dia; y, finalmente, y en primer lugar, las casas de madera escondidas en los pinares de Cape Cod/Massachusetts, del pintor americano Edward Hopper, y que llevan nombres como Carretera y casas o Carretera y arboles. Sin embargo, los paisajes de Hopper tienen me nos de amenaza onirica que de realidad abandonada. Uno puede reencontrarlos a la luz del dia y de la razon en el lugar donde estan; y cuando hace unos anos fui a Cape Cod, adonde tenia ganas de ir desde hacia tiempo, y busque alli sus cuadros, por primera vez, dondequiera que estuviera en aquella franja de tierra, senti que estaba en el reino de un pintor. Las curvas, las elevaciones y hundimientos de aquella carretera de dunas podria dibujarlas ahora. Los detalles, a menudo completamente distintos de los que pinto Edward Hopper, se encuentran en mi memoria, a derecha e izquierda, como en una pantalla. En el centro de un cuadro de estos, tomado de la realidad, metido en la gruesa capa de hielo de un estanque y formando un conjunto con una caja de lata que hay al lado, hay una inflorescencia de junco. Una vez llegado alli, por interes mio, me marche con la conciencia de que fuera, en el taller de un pintor y en las formas del paisaje de New England, habia hecho los preparativos para una guia de viajes; por la noche vi brillar las casas de madera entre los pinos -no estaban abandonadas, en absoluto, mas bien representaban una vivienda ideal- y encontre alli el hogar del protagonista de un relato que todavia tenia que escribir. Los poetas mienten, leemos en uno de los primeros filosofos. Parece pues que desde siempre impera la opinion de que lo real son los estados malos y los sucesos deplorables y que, consecuentemente, las artes son fieles a la realidad cuando tienen como objeto fundamental y como norma lo malo o la desesperacion, mas o menos comica, que lo malo provoca. Sin embargo, ?por que ya no puedo oir hablar de todo esto?, ?ni ver ni leer nada? ?Por que asi que escribo una sola frase en la que me queje, me acuse o me ponga en evidencia, a mi mismo y a otros -!a no ser que se trate de la santa ira!-, se me pone literalmente una nube negra ante los ojos? Y si, por otro lado, nunca voy a escribir nada sobre la fortuna de haber nacido, o sobre el consuelo de un mas alla mejor, la inevitabilidad de la muerte sera siempre lo que me guie, y, sin embargo, espero que no sea nunca mi tema fundamental. Es cierto que al principio Cezanne pintaba cuadros de terror, como las tentaciones de San Antonio. Pero con el tiempo su unico problema fue la realizacion (<>) de lo terreno, puro y sin culpa: de la manzana, de la roca, del rostro de un ser humano. Lo real era entonces la forma alcanzada; la forma que no lamenta la desaparicion de las cosas en los avatares de la historia, sino que transmite un ser en paz. El arte es esto solo. Pero justamente lo que le da a la vida su gusto es lo que al transmitirlo se convierte en problema. ?Que era lo que empezaba en mi cuando, en aquella ocasion, todavia en la epoca de los cuadros magicos, nosotros, la mujer y yo, ibamos en coche por otro paisaje del sur de Francia? Una parte de aquel viaje es ahora tambien aquel paseo de la tarde anterior, cuando fui a la tierra ondulada, todavia por explorar, en la que se encontraba la casa de la mujer. Era uno de los ultimos dias del ano y el mistral -el viento, normalmente frio, que baja del macizo central- era en aquella ocasion calido; sus rafagas, fuertes pero continuas, sin lo repentino y brusco que tienen los vientos de tormenta, que impiden mirar comodamente. Aunque pronto dejo de haber camino, quedaba todavia una sensacion de proximidad: estaba cerca de la casa de la mujer. Esta me enseno por primera vez los cuadros de Edward Hopper, era capaz de gozar de las cosas pequenas y sabia <>. Me sente en un claro del bosque cubierto de hierba que se movia en un unico temblor. Las copas de los arboles, inclinadas, casi inmoviles. El aire era claro y al oeste, en el horizonte, en el que aun habia luz, se formaban continuamente mechones de nubes que se levantaban bruscamente hacia el cielo y alli volvian a desaparecer; y la luna, que salio despues sobre el horizonte, se empareja ahora -<> (asi describio Cezanne en una ocasion su forma de pintar)- con otra luna que, en un atardecer que tenia una calma parecida, vi por encima de la linea del horizonte como si fuera el arco de la puerta de un granero. Estaba sentado en medio del silbido del viento, igual que hace anos el nino estaba sentado oyendo silbar un pino determinado (y como mas tarde, en medio del ruido de una gran ciudad, pude estar oyendo el murmullo del rio que la atravesaba). El viaje en coche del dia siguiente fue el principio de un viaje que ibamos a hacer los dos y que nos llevo al llano, a la costa. El mistral habia dejado de soplar; un dia suave de invierno, despejado y amplio. En el paisaje pedregoso, a una cierta distancia unos de otros, crecian pinos mediterraneos. El nombre exacto de estos pinos, que vuelve a mi con frecuencia como un estribillo, junto con el ano de 1974, me lo dijo la mujer: pins parasol. La carretera, descendiendo levemente, pasaba junto a estos pinos. Entonces (no <>), junto con la carretera y los arboles, el mundo estuvo abierto. <> paso a ser tambien <>. El mundo era un reino terrenal, firme, sustentador. El tiempo esta parado, es eterno y cotidiano. Lo abierto, una y otra vez, puedo ser tambien yo. Puedo rechazar lo cerrado. Debo estar siempre muy tranquilo en el mundo de fuera (en los colores y las formas). Incurrire en culpa en el momento en que, en peligro de cerrarme a mi mismo, no quiera la presencia de espiritu que puedo tener hasta el fin de mis dias. En un relato que escribi cinco anos antes, un paisaje, aunque era llano, se abovedaba y se acercaba tanto al protagonista que parecia expulsarlo de el. Sin embargo, el mundo de 1974 -un mundo completamente distinto, dilatado, concavo, que libraba de toda opresion y que pensaba en el cuerpo libremente- sigue estando ante mi como un descubrimiento que debo transmitir: los pinos parasol y mi alegria de vivir, he aqui una realidad valida. Como fuera, a partir de entonces, los pins parasol fueron muchas veces de utilidad cuando ante mi se convertian en bovedas los vestibulos de las casas de los otros, aunque la persona de aquel mundo de antes pudiera una y otra vez perder la presencia de animo y la serenidad (hay una culpa propia). ?Fue entonces, y no antes, cuando realmente empezo algo para mi? ?No fue mucho antes, delante de otros arboles meridionales, cuando pude imaginar una alegria racional? Ante los oscuros cipreses del verano de 1971, en Yugoslavia: ?que es lo que alli, dia tras dia, iba cediendo en mi que al fin alguien abrio los brazos por primera vez? (Una parte de esto es tambien aquel moral, a cuya sombra nos sentabamos a menudo, y la luminosa arena que habia a sus pies, salpicada con el suave rojo de los frutos que habian caido.) En aquella ocasion tuvo lugar la transformacion. El hombre que yo era se hizo grande y al mismo tiempo sintio anhelos de estar de rodillas, o tumbado en el suelo con el rostro hacia abajo, y de no ser nadie en medio de todo eso. La transformacion era natural. Era el deseo de reconciliacion que, como dice el Filosofo, venia del <>; y este deseo me parecio real-racional y desde aquel momento me sirvio tambien para escribir. Al mismo tiempo no era una epoca buena. (Mi madre, temiendo que iba a morir, me estaba mandando gritos de socorro a los que yo no sabia como contestar.) Por esto, en los cipreses volvia a ver yo los arboles funerarios magicos de la Antiguedad. <>: esta era desde hacia tiempo una maxima al escribir: representarse los objetos que hay que apresar, de tal modo que parezca que los estoy viendo en un sueno, con el convencimiento de que alli, y solo alli, es donde aparecen en su esencia. Entonces, en torno al que escribia estos objetos formaban una arboleda desde la cual este, y muchas veces solo forzado por la necesidad, volvia a encontrar una vida. Es cierto que repetidamente veia en las cosas algo esencial, pero esto no se podia transmitir a los demas; y cuando se empenaba en fijarlo dejaba de estar seguro de si mismo. No, los cuadros magicos -ni los de los cipreses- no eran los verdaderos cuadros para mi. En su interior se encuentra una Nada, ajena totalmente a la paz, una nada a la que, por propia voluntad, no me gustaria volver jamas. Yo solo soy fuera, entre los colores del dia. Al Estado se le ha llamado la <>. En cambio, yo se que estoy obligado al reino de las formas, como a un orden juridico distinto en el que <>, como ha dicho el Filosofo, <> y toda forma tiene el poder de un ejemplo (aunque los artistas mismos, en los nuevos estados, sean <>).

  • Dejame amarte (Dejame amarte 3) de Norah Carter, Monika Hoff

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    Por fin estaba en Dubai, me centre en disfrutar al maximo de esa experiencia, en aquel pais, junto con uno de los hombres mas ricos del mundo. Despues de lo que habia pasado con Brian, me apetecia vivir cada oportunidad que me pusiese la vida por delante. Me sentia extrana en ese coche de lujo sentada en el sillon de atras, el iba sentado junto a mi, delante iba el chofer y uno de seguridad, por supuesto ibamos escoltados por dos coches delante y dos detras, el dispositivo de seguridad que llevaba era impresionante. En el camino pude observar la cantidad de rascacielos y lujo que derrochaba esa gran ciudad. Llegamos a un muelle privado donde aparcaron los coches y me guiaron hasta un yate impresionante donde invitaron a montarme para continuar nuestro trayecto al que rapidamente descubri que era una isla privada a pocos kilometros de la costa. En el yate nos sirvieron un champagne que solo la botella anunciaba que posiblemente seria mas cara que lo que costaba mi casa, el sabor era indescriptible, no recordaba haber tomado en mi vida uno con un sabor tan fino y delicado. Cuando nos situamos frente a la isla y pude ver todo ese complejo privado que tenia, por poco me da un desmayo, sin duda era para quedarse ahi a vivir toda una vida, el color del mar era uno de los mas atractivos que habia conocido. Entramos a la villa de lujo con una superficie habitable de mas de 1.500 metros por planta, pude comprobar que tenia ocho dormitorios con sus cuartos de banos, una terraza en cada nivel, ascensor, un salon, cocina impresionante y una piscina frente al mar que sin duda era la mas bonita que habia visto en mi vida. Mi cara era de tonta total, el sonreia al mirarme, unos jardines de lujo hacian que todo aquello fuese todavia mas lujoso y extravagante, a los alrededores veinte villas pequenitas que servian de alojamiento para las personas que invitase. Solte las maletas en aquella habitacion que podia medir unos 100 metros cuadrados tranquilamente y coloque todo lo que llevaba. Me puse un banador muy elegante y por encima me tire un vestido tipo arabe de mangas por el codo y por encima de las rodillas, muy elegante pero playero a la vez. Baje hacia abajo y ahi estaba el, en la terraza, con su banador y tomando una copa mientras me esperaba, pude comprobar que tenia un cuerpo impresionante, se notaba que lo trabajaba mucho, el moreno lo hacia mas atractivo y seductor aun. -- Estas preciosa, no sabes cuanto me alegro de que hayas aceptado mi invitacion --dijo mientras me entregaba una copa de vino. -- Me ha venido muy bien hacer este lapsus en mi vida, gracias por pensar en mi para este viaje. -- Manana por la manana iremos al centro comercial mas importante de la ciudad para que escojas el vestido que quieras, no te habia dicho que pasado manana hare una fiesta exclusiva en esta isla y vendran invitados muy especiales y exclusivos, se alojaran aqui durante unos dias. -- !Que verguenza! No se si estare al nivel. ?Como me has hecho esto? --esboce una sonrisa. -- Por supuesto que estaras y estas al nivel, no invito a permanecer unos dias de mi vida a cualquiera, manana compraremos el vestido, podras escoger el que mas te apetezca y que mejor creas que te sienta, quiero que estes deslumbrante --hizo un guino de ojo. -- Esta bien, te agradezco mucho que hayas pensado en mi para disfrutar de esta fiesta y estancia, que no esta al alcance de cualquiera. -- Vuelvo a repetirte que no eres cualquiera --agarro mi mano y la acaricio suavemente. -- Me halaga que asi sea, la verdad que estar en un lugar asi, es algo para recordar toda la vida, y tener la posibilidad de disfrutarlo te da una sensacion que sabes que sera unica. -- Pues te puedes quedar aqui y fijar tu residencia, eso si, tendras que aguantarme aqui contigo --guino de nuevo su ojo. -- ?Me estas haciendo una proposicion? -- Pues claro, tienes tiempo para pensarlo --sonrio mientras levantaba su copa. -- Entonces, si acepto, tendre que ver como pones a cada una de tus mujeres en uno de los bungalos exteriores, ?verdad? --fui directa a la yugular. -- Si tu te quedases, serias mi unica mujer, renunciaria al resto de ellas --dijo mientras daba un sorbo a su copa. -- Me lo estas poniendo muy facil, algun truco tiene que haber. -- Ninguno, Paola, te ofrezco todo lo que tengo para ti sola, desde el momento en que te vi sabia que serias lo unico que desearia y no podria comprar en la vida. -- Al final me lo voy a creer --dije mientras me metia en la piscina ya que el calor de ese lugar era asfixiante. -- Me encantaria verte con un traje rojo para esta noche, debe quedarte espectacular ese color. -- Me gusta, lo veo lo bastante elegante para una ocasion como esta. -- Pues buscaremos el traje rojo mas bonito de todo Dubai. -- Menos mal que vas a pagar tu, porque solo el nombre de esta ciudad indica que el mejor traje no debe de bajar de cinco ceros. -- Ese no es el problema, quiero que con lo que compremos te sientas a gusto y resplandeciente. -- Yo la verdad que con cualquier trapito estoy mona --dije bromeando. -- De eso soy testigo --dijo riendo. Salir de la piscina y me fui directa para el mar, tenia ante mi la mejor playa privada que jamas hubiese imaginado poder pisar, me meti en el agua y me zambulli, al salir ya lo tenia frente a mi con una sonrisa en los labios y rodeandome con sus brazos. Nos quedamos mirandonos unos segundos hasta que nuestros labios se encontraron y comenzaron a juntarse de la manera mas dulce que jamas pude imaginar de ese hombre. Al separarnos me regalo una sonrisa que advertia lo feliz que le habia hecho ese momento, la verdad que a mi tampoco me habia disgustado, es mas, me habia dejado con muy buen sabor de boca. Salimos hacia fuera y nos tumbamos en una de esas tumbonas balinesas que habian repartido alrededor de toda la orilla de la playa, rapidamente teniamos un chico del servicio preguntandonos que queriamos tomar, mando a pedir una botella de vino, ya veia como habia dos chicos preparando una parrillada de marisco en una de las barbacoas que habia alrededor del jardin. -- Es una de las veces que mas bonito veo el mar, debe ser por la belleza que tu has traido a este lugar. -- Que exagerado eres --puse ojos en blanco. -- Sabes que es cierto lo que digo, ?te apetece que nos traigan la cena aqui o nos vamos al jardin? -- A mi me da igual, pero aqui se esta de escandalo, no me importaria seguir disfrutando de este momento. -- Sus deseos son ordenes para mi --hizo un gesto a uno de los del servicio para que nos preparase una mesa en aquel lugar. -- Debe ser alucinante vivir en un mundo donde todo lo que quieras lo tienes al instante. -- Vente a instalarse aqui y compruebalo por ti misma --puso cara de interesante mientras acariciaba mi rodilla. -- Al final me lo voy a tener que pensar --dije mirandole fijamente a los ojos aunque ni se me pasaba por la cabeza plantearmelo. -- Tienes toda la semana para hacerlo, esperare la respuesta impaciente. -- En una semana no puedo decidir toda una vida --recorde lo bien que habia dejado mi estado en la Toscana gracias al anillo que me habia regalado Brian de un regalo que le hizo mi jeque. -- Dejame amarte y veras lo facil que es pensar todo. Me entro una suave risa . -- Tengo una semana para hacerlo. -- Eso lo se, desde el momento que aceptaste venir por esos dias conmigo. -- Bueno de todas formas yo no tengo que trabajar y me puedo quedar unos dias mas, lo digo por si me dejas disfrutar de esto el tiempo que necesite, luego cuando me aburra... !aqui te quedas! --solte bromeando. -- Bueno, tambien me puede valer por si necesito algunos dias mas para conquistar tu corazon. Se me caia la baba con las cosas que me decia ya que cualquier mujer desearia que un hombre de esas caracteristicas estuviese babeando por ella, cada palabra que me decia era con un carino y un derroche de amor impresionante, me puse a pensar que la vida se habia encaprichado en ponerme una serie de hombres ricos en mi camino, pero ese era muy gracioso ya que todas mis bromas las entendia perfectamente y me las seguia sin darle importancia a lo que le estaba diciendo. Me daban ganas de contarle al jeque lo del anillo y que lo habia vendido, seguramente el se lo iba a tomar bien, incluso se alegraria de que hubiese caido en mis manos, lo que no estaba segura era de que le gustara enterarse de la relacion que habia tenido con Brian, asi que por ahora no se lo contaria, pero conociendome... poco me faltaba para contarselo. Nos pusieron una mesa entre las dos tumbonas y justo a la altura para estar comodos, un precioso mantel blanco sobre ella, con una mariscada, todo estaba cuidado hasta el minimo detalle, la cuberteria era la mas fina que habia visto en mi vida. Ya estaba viendo como el jeque iba a coger los cubiertos para comer la langosta que ya estaba abierta y preparada, lo mire muerta de risa y le dije que conmigo se dejase de tanto protocolo, que yo me la iba a zampar con los dedos, le hizo mucha gracia y me dijo que adelante. -- Cuentame sobre tu vida --le pedi mientras me limpiaba las manos con la tipica toallita de limon. -- ?Que quieres saber? -- No se, como es esto de ser jeque. No creo que sea tan facil como parece. -- La verdad es que no --fruncio el ceno. -- Pues eso --bebi de mi copa de vino--, cuentame un poco. -- A veces la gente piensa que por tener dinero todo es sencillo y no es asi --se apoyo en el respaldo de la silla y me miro fijamente a los ojos--. Tenemos problemas, como todos, pero claro que el dinero ayuda. -- Eso seguro --esa parte la entendia--. ?Que es lo mas dificil? -- Los amigos. -- ?Tener amigos es dificil? -- Tener amigos no, pero ese es el problema --bebio un poco de su copa y la puso de nuevo sobre la mesa--. Cuando estas en una situacion tan privilegiada como la mia, no tienes mas remedio que ser siempre desconfiado. La gente siempre se ha acercado a mi por mi posicion social, si podemos decirlo asi, o por mi dinero. Me quede mirandolo mientras llegaba a entenderlo. -- ?Y como los diferencias? -- No lo haces, a veces te guias por tu instinto, otras veces por no tienes mas que desilusionarte --se encogio de hombros. -- Y te hace ser mas desconfiado, supongo. -- Si, claro. Pero confio mucho en mi sexto sentido. Esto no es nuevo para mi asi que ya tengo experiencia. -- ?Y que te dice tu sexto sentido conmigo? --quise pegarme nada mas decir la pregunta en voz alta, no podia mantener la boca cerrada nunca. Esbozo una sonrisa sesgada y me miro con la diversion brillando en sus ojos. -- No creo que te guste saberlo. -- Y tanto que me gusta. Bueno, tal vez no me gusta --reconoci--, pero soy una alcahueta de primera, asi que lo quiero saber. -- No te adelantes a los acontecimientos, Paola, deja que la vida decida. Lo mire durante largo rato, esa frase me era demasiado conocida. -- No puedes pedirme que no lo haga. Soy una alcahueta de primera --al final acabe riendo y el conmigo pero era cierto, era demasiado curiosa para mi propio bien. -- Quizas un poco mas adelante te lo cuente --me guino un ojo--. Ahora disfrutemos del tiempo que estaremos juntos y ya veremos que nos trae el futuro. -- Ya veremos si aciertas o no --lo mire a los ojos mientras volvia a beber. -- Brindo por eso --levanto la copa y yo hice lo mismo. La comida fue bastante divertida. La verdad era que no tenia nada que ver con la impresion de seriedad que daba. Era un hombre bastante divertido, al menos conmigo era asi, y, sobre todo, atento. Me sentia bien con el y eso me daba un poco de miedo. Pero estaba dispuesta a vivir el dia a dia y no pensar en nada mas. Estuvimos de nuevo disfrutando del sol durante un par de horas mas y luego volvimos a darnos una ducha. Estuve mas tiempo de la cuenta en la banera, pero me habia preparado un perfecto bano con sales aromaticas y relajantes y queria disfrutarlo al maximo. Habiamos quedado en que tendria la tarde libre para descansar o hacer lo que quisiera ya que el tenia asuntos de negocios que arreglar y asi yo podria descansar un rato, y que nos veriamos a la hora de la cena. -- Quiero verte espectacular --me dijo antes de despedirse de mi en la puerta de la habitacion y marcharse. Me decidi por una falda cenida negra y de talle alto que llevaba, la habia comprado especialmente para ese viaje, y una blusa de seda blanca. Se transparentaba demasiado asi que use ropa interior blanca tambien. No sabia si le gustaria que se viera mas de la cuenta teniendo en cuenta el personal de servicio. Me mire en el espejo y no vi nada del otro mundo o que pudiera ofenderle asi que me encogi de hombros y segui arreglandome. Media hora mas tarde entre al salon. Estaba sirviendose una copa y yo me quede en la puerta contemplandolo. -- Me alegra que ya estes aqui --dijo sin tan siquiera darse la vuelta. -- Espero no llegar tarde. -- Tampoco tendrias que disculparte, esperaria el tiempo que fuese necesario. Me gusto ese comentario y sonrei.

  • Karma, ?por que me odias? de Daniel De La Pena

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    Si alguna vez has pensado que el karma te odia, esta es tu historia.
    Si no lo has pensado nunca… !!estas mintiendo!!

  • No destruyas al Devorador de Lighling Tucker

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    ?Se puede recomponer un corazon roto?
    Chase no esperaba que, al reencontrarse con Aimee cinco anos despues, no reconociera a la mujer que tenia ante el.
    Aimee esta destruida, esa es la mejor definicion de la mujer que es ahora. Consumida por los excesos a los que recurre para olvidar, la linea entre la vida y la muerte comienza a desdibujarse.
    ?Se puede seguir amando a pesar de la distancia?
    El nunca dejo de buscarla, habria descendido al mismisimo Infierno para traerla de vuelta. Y eso Aimee lo sabe. Chase esta dispuesto a romper todas las barreras que ella este dispuesta a poner entre ambos.
    ?Por que huir?

  • Una tumba en el aire de Adolfo Garcia Ortega

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    La noche del 24 de marzo de 1973, tres jovenes espanoles, Humberto, Fernando y Jorge, cruzaron la frontera francesa para ir a Biarritz a ver la pelicula El ultimo tango en Paris, entonces prohibida en la Espana franquista. Se sabe que esa noche entraron en una discoteca y alli los esperaba un cruel destino. Confundidos por policias por un grupo de miembros de ETA, fueron secuestrados, torturados y asesinados. Nunca mas se supo de ellos. Sus cuerpos nunca aparecieron. Pero siempre hubo un punto debil. Esta novela se inspira en los hechos reales para contar, con escrupulosa verosimilitud, la historia de aquel fatidico encuentro.

  • Absolutamente Heather de Matthew Weiner

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    Los Breakstone (Mark, un exitoso gestor de fondos, su esposa Karen y su hija adolescente Heather) parecen la familia perfecta, duenos de una vida inmaculada en la ciudad de Nueva York. En el otro extremo esta Bobby Klasky, expresidiario e hijo de madre drogadicta, mentiroso con tendencias psicopatas, que no podia ser menos afortunado. Cuando Mark descubre a
    Bobby mirando a su hija, entendera como de lejos es capaz de llegar para mantener a salvo a su familia. Contada de una forma elegante y llena de matices que evocan directamente la atmosfera de Mad Men, Heather, la obsesion mantiene el ritmo y la tension narrativa propias de la mejor tradicion del cine negro; es mucho mas que un thriller domestico: es una fabula oscura acerca de los retos a los que se enfrenta una familia en la sociedad del siglo xxi.

  • La lista del corazon de Kasie West

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    El verano de Abby Turner se esta volviendo un verdadero desastre.
    En primer lugar, tiene sentimientos por Cooper, su mejor amigo, pero definitivamente el no siente lo mismo por ella (?como se supone que debemos lidiar con un corazon roto?). En segundo lugar, ya no puede manejar la ansiedad de su madre, que cada vez es peor. Y, como si esto fuera poco, la acaban de rechazar en una exposicion de arte porque su trabajo <> (?y esto? !Siempre sono con ser una artista y exhibir sus obras en una galeria!).
    Entonces es cuando Abby crea <>, que consta de diez cosas que debe hacer para lograr darle profundidad y sentimiento a su obra; diez experiencias que, quizas cambien su vida para siempre. pero ?que sucede cuando comenzamos a descubrir mas cosas sobre nosotros mismos de las que creiamos posibles? ?Es posible cambiarse a uno mismo?

  • Agentes de Dreamland de Caitlin R. Kiernan

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    En una calurosa manana un agente especial del gobierno llega a Winslow, Arizona, y se reune con una mujer para intercambiar informacion sobre un suceso inexplicable que ha ocurrido unos dias antes.
    En un rancho cerca del mar de Salton el lider de un culto ofrece a sus seguidores algo en lo que creer: el futuro se aproxima y ellos van a participar en su llegada.
    Un dia despues de los acontecimientos en el rancho que inquietaron tanto al agente del gobierno como para buscar ayuda de “otras” fuentes, el Laboratorio de Fisica Aplicada de la Universidad Johns Hopkins pierde contacto subitamente con una sonda interplanetaria de la NASA, que ha encontrado algo extrano mas alla de la orbita de Pluton.
    Y una mujer que flota fuera del tiempo busca en el futuro y en el pasado respuestas que puedan salvar a la humanidad.

  • El general del ejercito muerto de Ismail Kadare

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    Veinte anos despues de la derrota del ejercito italiano en Albania, un general asume la mision de recuperar los cadaveres de sus compatriotas caidos alli en combate durante la Segunda Guerra Mundial. Entre ellos, los restos del emblematico coronel Z., por especial encargo de su aristocratica madre y de su muy atractiva viuda. En compania de un capellan militar se traslada al vecino y accidentado pais, y emprende la penosa labor de localizar, desenterrar y reunir los despojos de aquel ejercito muerto. En el largo itinerario, que se prolonga durante meses, resucitaran las viejas historias, unas emotivas y otras crueles, de quienes fueron sus protagonistas directos, tanto muertos como vivos. El barro, la oscuridad, las inclemencias del tiempo y la mirada desconfiada de los aldeanos constituyen la atmosfera que envuelve a la pintoresca pareja. Una atmosfera que se va cargando por momentos, provocando tensiones reflexivas entre el general y el religioso sobre su cometido, la guerra, el amor, la vida y la muerte, hasta desentranar el destino del coronel Z.

  • Pleyades de Michael Dantes

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    Era el ano 1942 cuando los Nazis avasallaban una gran parte del continente europeo, la segunda guerra mundial se mantenia fuerte y sangrienta mientras que millones de personas perdian sus vidas. Jericco Goldstein era uno de los tantos Doctores en el imperio Nazi, lo fue hasta el dia en que fue sorprendido vendiendo informacion privada de Alemania a Rusia y a Los Estados Unidos de Norteamerica, fue sentenciado a una muerte lenta y miserable.
    Despues de morir se enfrenta a terribles sucesos que seguro nadie esperaria despues de la muerte, el terror y el misterio lo acompanaron desde el inicio de su sufrimiento. El renace en un mundo medieval que se asimila al planeta Tierra y se ha de topar con los hechos mas sucios y oscuros de la historia, desamparado y solitario, es senalado y juzgado como un hereje por parte de los sombrios enemigos que hizo desde su gran llegada a Pleyades.

  • Una casa al sur de Munich de Lola Munoz

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    Elena Morey, una joven estudiante espanola, viaja a Munich para perfeccionar su aleman trabajando como au pair.
    En un desafortunado incidente durante la Oktoberfest conoce a Gerhard Huber, un atractivo ingeniero con el que inicia una intensa pero complicada relacion.
    La desaparicion de su vecina, Aileen Bauman, hace que la policia empiece a investigar su entorno. Los extranos comportamientos de quienes le rodean le llevan a sospechar de todos, incluso del hombre del que no ha podido evitar enamorarse.
    Una espiral de intrigas, pasiones, infidelidades y ambiciones que estara a punto de terminar con su vida.

  • ?Quien me lo iba a decir? – Mercedes Perles de Mercedes Perles

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    NOVELA GANADORA DEL X PREMIO TERCIOPELO DE NOVELA ROMANTICA.

  • Di mi nombre (Samsari 1) de Mia Martin

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  • Sonar una bestia de Cesar Guemes

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    Un combate a muerte contra un monstruo.

  • Dreamers de Ana Idam

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    Ane ha vuelto a su ciudad de origen y ha hecho realidad su sueno.Martin lleva anos tatuando pieles, pero sigue sonando despierto.Martin cree que afronta su pasado con fortaleza.Ane tiene miedo, pero trata de buscar su esencia.Un cafe, un rastro de tinta en su piel. Musica y libros, desayunos que se convierten en un lugar de encuentro.Escudos que les protegen, mentiras demasiado usadas; hay vidas que pesan.Pero a pesar de todo, poco a poco, entre Ane y Martin ira creciendo algo mas que una simple atraccion. ?Podran superar los pesados obstaculos sin que se tambaleen sus vidas?Entra y suena con ellos, con esta historia narrada a dos voces, se testigo de como mojan sus suenos en cafe y los hacen realidad.

  • El chico del Maravillas de Lluis Llach

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    Roger Ventos, futuro baritono reconocido a escala internacional en el mundo de la opera, tiene unos origenes peculiares. Nace en 1939 en la ciudad francesa de Seta, pero a los quince anos su madre lo manda a Barcelona con su tio, Lluis Ventos, tramoyista en un teatro de variedades del Paralelo. Es alli, entre los bastidores del teatro Maravillas, donde Roger descubre a su verdadera familia mas alla de los lazos de sangre y empieza a recibir clases de canto en el Liceo.
    La vida de Roger desde entonces basculara entre dos polos: el de la calidez familiar de su Maravillas
    y el de la independencia personal consagrada a las exigencias del canto. Mientras seguimos su fulgurante carrera operistica, asistimos tambien a traves de sus ojos a la evolucion forzosa del viejo teatro del Paralelo. Y lo hacemos con una esplendida galeria de personajes secundarios que subraya el impacto de una historia conmovedora.
    Literariamente impecable, El chico del Maravillas consolida a Lluis Llach como un autor de referencia. En su obra mas personal y emotiva, las experiencias de un cantante lirico, que vive la musica de una forma apasionada y al mismo tiempo reflexiva, trascienden al personaje y reflejan las complejidades de toda una epoca.

  • Tu por mi, yo por ti de Emilia Hover

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    Alejandro Smith, trabajo desde que era un nino en la compania de su padre, y nunca llego a ser un adolescente normal por eso. Su padre habia enganado su madre, dando como resultado el nacimiento de un hijo fuera del matrimonio, en el anonimato. el era Marcos, un hermanastro astuto e interesado que aparecio cuando crecieron a reclamar lo que decia ser suyo.

  • Un lugar junto al mar de Angela Drei

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    Una historia sobre las decisiones, la vida y el amor.

  • La Flor de Chamberi de Claudia Gomez

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    Julia Prado, una periodista de radio y television, a traves de la historia que le cuenta Margarita, una vendedora de flores casi anciana, es capaz de descubrir quien es ella en realidad. Pasado y presente conviven en esta apasionante novela ubicada en el Madrid republicano y que nos trae una historia fascinante de nuestro pasado reciente. Conspiraciones, muerte, enganos…, se cruzan en las historias de vida de “La Flor de Chamberi”, vidas que nos emocionan con la profunda sinceridad y cercania de sus personajes.”

  • Dieciocho meses y un dia de Paz Castello

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    Dieciocho meses y un dia es el tiempo que Sabina Lamer, una afamada pintora afincada en Peniscola, lleva encerrada en el atico donde vive. Sufre de una grave agorafobia, fruto del estres postraumatico que desarrollo tras ser la unica testigo del asesinato de su mejor amiga, en plena calle, a manos de su ex marido. Desde aquel momento, Sabina es incapaz de cruzar el umbral de la puerta de su casa, que tambien es su estudio, desde donde contempla el mar y las calles del casco antiguo de Peniscola, ciudad que eligio para desarrollar su carrera profesional.Esta convencida de que cuando el asesino de su amiga, en prision provisional a la espera de juicio, este encerrado para siempre, sera capaz de superar su angustia y podra salir de casa, por fin, para volver a pintar el mar Mediterraneo que tanto ama y retomar su tranquila vida en aquel paraiso de la costa mediterranea. Sin embargo, el presunto asesino queda en libertad y Sabina enloquece aun mas entre las cuatro paredes de su estudio. A partir de ese momento, la obsesiva y recurrente idea de Sabina, es la de hacer justicia, desamparada como se siente por el sistema judicial, buscando la forma de vengar la muerte de su amiga, con la dificultad anadida de no poder salir de casa. Para conseguirlo tendra que enfrentarse a si misma, a sus miedos, y a los condicionamientos que su encierro le plantean, convirtiendo su claustrofobica vida en un medio para escapar de si misma.

  • Por fin es viernes de Javier Romero

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    INSPIRADA EN HECHOS REALES. Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habre vivido en vano (Martin Luther King).Esperanza. Una simple palabra que define esta preciosa y entranable historia de amor en la que Pedro, a pesar de su aspecto, luchara por hallar aquello que mas anora. Un hombre roto y desmadejado, como un muneco de trapo, que encontrara en Sara la razon para seguir viviendo; la unica razon.Una fabula, la busqueda de una quimera, pero, por encima de todo, una leccion inspirada en hechos reales que ensena el bien mas preciado y que, en ocasiones, dejamos morir en el intento: la esperanza es lo ultimo que se pierde.

  • El pais de los crepusculos de Sebastia Bennasar

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    Ha llegado el frio en la Vall de Boi. Y, con las primeras nevadas, tambien ha llegado un implacable asesino que va dejando cadaveres torturados y martirizados en las iglesias de este valle, todas ellas Patrimonio de la Humanidad. El comisario Jaume Fuster -un hombre que no teme a nada ni a nadie- tendra que combatir viejas supersticiones medievales en medio de la belleza del lugar, donde todo vuelve, tambien los lobos.

  • Lady Shadow de Mar Vaquerizo

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    Nerea es coleccionista y marchante de arte, un empleo digno pero, sobre todo, legal. Es la tapadera perfecta para su otra profesion, ladrona de guante blanco y, segun la policia, de las mejores que han existido.

  • Vertigo (El piso mil) de Katharine Mcgee

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    Nueva York, ano 2118. En Manhattan se alza una supertorre de mil pisos, un prodigio arquitectonico. En ella, cinco adolescentes ocultan peligrosos secretos. LEDA, acosada por el recuerdo de la noche mas atroz de su vida, esta dispuesta a todo con tal de evitar que la verdad salga a la luz. WATT solo quiere hacer borron y cuenta nueva, pero Leda le obliga a retomar su carrera de pirata informatico.

  • Adicto a ti de Mabel Diaz

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    Javier es policia en Sevilla. Lleva una vida tranquila y ordenada. Con todas las situaciones bajo control. Cuando Paula, una veterinaria madrilena, impulsiva y rebelde, irrumpe en la vida de Javier durante unos carnavales, este vera como su apacible mundo se desmorona. Intentara alejarla de el, a pesar de lo mucho que la desea.
    Paula no cesara en su empeno por conquistar a ese hombre, volviendole adicto a ella. Sabe que el sexo explosivo que tiene con el policia es una tentacion demasiado grande para el y jugara todas sus cartas para conseguirle.

  • Codigo criminal de Alfredo De Braganza

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    Una esfera estroboscopica de estilo de los anos setenta giraba sobre la pista de baile. La discoteca estaba llena de gente. Parapetado tras su cristal, el disc jockey pinchaba una mezcla de canciones de peliculas clasicas de Bollywood con modernas de musica electronica. Jaime Herrero escruto el ambiente. Habia un grupo de chicas jovenes altas, flexibles, parecian modelos. De hecho, estaba seguro de que lo eran, tenian cuerpos de infarto. Como estrategia de marketing, los hoteles de cinco estrellas de Nueva Delhi promovian a agencias de modelos femeninas a invitar a sus representadas a sus piscinas, pero tambien a las discotecas, para llenar el ambiente con guapas y atractivas mujeres. Desde que habia llegado a Nueva Delhi para ocupar el cargo de agregado cultural en la embajada espanola no habia visto mujeres de ese tipo. <>, se dijo apoyandose en la barra. Aquel era el nuevo orden en la India. Un pais moderno en el que se fundia lo occidental con lo oriental. Fuera del hotel de cinco estrellas, podria encontrar la miseria mas putrefacta, y en el interior, el lujo mas fatuo. <>. Pidio una cerveza Kingfisher. <>, dijo al barman, alzando la voz debido al volumen altisimo de la musica que hacia que incluso en algunos momentos le vibrase el pecho. Aquel sabado habia participado en un pesado y somnifero simposio sobre la historia de la literatura india. Nada mas llegar a su apartamento, se encontro con la necesidad de salir, de despejarse. Al dia siguiente comenzaban sus vacaciones y el vuelo a Espana lo tenia reservado para la tarde. Se ducho, se cambio de ropa, cambiando el traje y la corbata por ropa mas juvenil y moderna, se hizo un sandwich, que devoro conforme bajaba al parking, y condujo con su coche oficial a la conocida discoteca Privee Club del hotel Shangri-La's Eros. Degustando su cerveza, Jaime Herrero disfrutaba observando el ambiente alegre y juvenil. Al ritmo de parpadeantes luces de colores, en la pista de baile la multitud de cuerpos se contoneaba al son de la musica electronica y disco. La gente cantaba a grito pelado estribillos de una cancion en hindi, al tiempo que reian. Un grupo de sijs salto a la pista. La escena le parecio jocosa al espanol, que saco su telefono movil y grabo a los jovenes con turbante moviendose como si fueran modernos John Travolta en Fiebre del sabado noche. El siempre quiso aprender a bailar. Desde muy joven disfrutaba viendo las peliculas de Gene Kelly que ponian los fines de semana durante la sobremesa en el canal publico de la television espanola. Una joven india se acerco a el y le pregunto si queria bailar. No era muy guapa, pero iba vestida de modo atractivo; un top rojo y unos pantalones estampados de flores. Jaime acepto con una sonrisa y un <>. <>, se dijo a si mismo mientras ella le cogia de la mano y se iban a la pista de baile. Jaime comenzo a moverse torpemente. Nadie parecia fijarse en el. <>. La chica le sonreia y le animo a adentrarse un poco mas en la masa giratoria de gente bailando. Jaime se encogio de hombros, haciendo saber que le parecia bien. <>. Se atrevio a mover con mas desenfado brazos y piernas. <>. El consumo de cerveza le habia hecho estragos en los rinones. Tenia ganas de vaciar la vejiga. Por encima de la cabeza de varias personas vio el simbolo de los servicios. --Ahora vuelvo --dijo a la joven senalando el lateral semioscuro donde se veia el signo en neon de los servicios de caballeros. La chica asintio alegremente sin dejar un momento de contonearse. Jaime maniobro hasta salir de la pista, camino entre las mesas y fue directo al pasillo que indicaba la senal. Bajo unas escaleras y camino por otro pasillo revestido de madera. Una puerta indicaba con un vector de hombre que era el servicio de caballeros. Jaime entro. Orino y fue a lavarse las manos. Frente al espejo, mientras se enjuagaba, vio que el hombre que tenia a su lado sacaba una jeringuilla e hizo amago de clavarsela en el cuello. Jaime hizo una finta esquivando su mano. El hombre blandio la jeringuilla como si se tratase de un cuchillo. Un joven sij entro en el servicio, quedandose estremecido por la escena. Entonces el atacante echo una mano a la espalda y saco una pistola, momento que aprovecho Jaime para situarse detras del sij, abrir la puerta y salir corriendo. Cuando cruzaba el pasillo escucho una detonacion producida dentro de los servicios. Se estremecio. Una expresion de horror aparecio en su rostro. Se tropezo con el primer escalon de las escaleras. --!No! !No! --exclamo en voz alta, levantandose de un salto. Corrio hacia el interior de la discoteca. El horror se transformo en desesperacion, abriendose paso a empujones. Iba a alcanzar la salida situada al otro extremo del local cuando sintio un fuerte impacto en la cabeza. Un disparo habia acabado con su vida. 2 Aquella misma noche, a esa misma hora, Agustin Cortazar se encontraba con un empleado indio de la embajada espanola en Nueva Delhi, en el local Dabaang Delux, en el limite entre el estado de Delhi y Uttar Pradesh. La musica estridente parecia que saliese de un radiocasete. Todo parecia casero. Aquel sabado por la noche Sudeep Agarwal habia llevado al joven espanol a conocer un espectaculo donde los hombres echaban billetes a las bailarinas. Repantingado en su silla, Agustin no dejaba de reirse de la absurdidad de aquel espectaculo. El espanol se lo habia pedido desde hacia tiempo, pero Sudeep argumentaba que esos espectaculos eran ilegales, y que mejor se fuera al Mall y se tomase una cerveza tranquilamente en un lugar limpio y con buena gente, como el bar habitual al que iban los becarios espanoles de la embajada, como el Ruby Tuesday en Connaught Place. Agustin Cortazar llevaba cinco meses trabajando como becario en la seccion consular y estaba convencido de que en la Camara de Comercio de su comunidad autonoma no le renovarian por otros seis meses. Por este motivo Sudeep accedio, pero con la promesa de que no se lo dijera a ningun espanol de la embajada. De este modo, Agustin les dijo a sus companeros de apartamento que se iba al cine y que mas tarde cenaria en Old Delhi en un puesto callejero: comida tipica india y deliciosa hecha en barbacoas o tandoor. Habian quedado en un punto de encuentro y, desde alli, con Sudeep conduciendo su moto, habian llegado al local que ocupaba tres plantas de un edificio cubierto de cables y anuncios de todo tiempo de productos a la venta. Era una edificacion dentro de una zona llena de comercios. Habia tanto ruido en la calle que el volumen de la musica que hubiera en el interior pasaba desapercibido. --Tu no hables. No digas nada. Ya de por si tienes aspecto de musulman --le dijo aparcando la moto. --?Me tomas el pelo? --pregunto Agustin sin evitar reirse. --Si se enteran de que eres extranjero esperaran de ti que gastes todo el dinero que llevas contigo. --Bueno, no llevo mucho. --Pues entonces, mejor no abras la boca --termino de advertirle mientras subian las escaleras --. Y ni se te ocurra sacar el movil y grabar como si fueras un turista en un local de estriptis de Las Vegas. El interior del local era cochambroso. Habia cables electricos pelados que colgaban de todas partes. El suelo estaba levantado en algunas zonas, y el joven becario habia visto ya dos ratas corriendo de un lugar a otro. Una vez que se sentaron en una mesa, Sudeep pidio unas cervezas y contemplaron el espectaculo. Para el espanol, las jovenes bailarinas le parecieron de las indias mas feas que habia visto, pero no vulgares; vestian con trajes elegantes. Podrian pasar incluso por bailarinas de una pelicula de Bollywood de bajo presupuesto. La verdad es que no era lo que se habia imaginado: ver a jovenes indias con cuerpos perfectos contoneandose en posturas que le despertarian la imaginacion, como hizo la primera vez que vio un libro ilustrado sobre las posturas del Kamasutra. En la mesa de al lado, un indio con una barriga enorme y con pinta de comerciante silbaba estruendosamente mientras que su companero tiraba billetes al aire en direccion a una bailarina cargada de peso que movia sus caderas al son de la musica hindi. El espanol se tapaba la cara riendose a mas no poder de lo cutre que le parecia todo aquello. --?Y ya esta? --pregunto Agustin a Sudeep en voz baja. --?Como que si ya esta? --Hombre, ?luego no hay…? --Y se rio--. Ya me entiendes. --Agustin --contesto frunciendo el ceno--, te dije que esto no es un burdel. Aqui, en el norte, no tienen mucho glamur, pero en Bombay estos espectaculos son mas sofisticados. Aun asi, siguen siendo ilegales. --?Por que? --Porque la mayoria de estas chicas estan forzadas a hacer esto. Las traen de los interiores de la india para bailar delante de hombres. A muchas incluso las fuerzan a prostituirse. --Venga ya, hombre. Lo que tengo ganas es de emborracharme, quitarme la camiseta y salir a bailar. --Ni se te ocurra, que nos echan a palos. Ya sabia yo que habia sido mala idea traerte. Como se entere el senor Federico Villa… --Calla, calla, el agregado comercial esta de viaje en Calcuta. Conociendole, a esta hora estara en algun lugar con los pantalones bajados. Dos hombres se situaron frente a ellos, tapandoles la vista de la pista de baile. Llevaban pantalones vaqueros y chaquetas de cuero. Sudeep penso que eran policias de paisano, y que habia llegado el momento de soltar el argumento plausible que tenia preparado para la ocasion: <>. Agustin ni se inmuto, pensaba que si llegara el caso tendria que ensenar su tarjeta de visita con el escudo de Espana encima de la frase Embassy of Spain. --Os lo pasais bien, ?eh? --dijo uno de ellos mientras un tercer hombre, por la espalda, levantaba el menton de Sudeep y le rebanaba el cuello con rapidez y adiestramiento, como lo hacian los vendedores de pollos matando al animal, al estilo halal. La conmocion sacudio a Agustin Cortazar con tal violencia que lo dejo sin aliento. El fue el siguiente. 3 En Madrid, como inspector general de Servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores, a Santiago Gonzalez no le habia costado renunciar a la cerveza y al vino. El itinerario entre su residencia al trabajo y su rutina diaria llena de reuniones y eventos sociales, le habian hecho perder las ganas de beber por si solas. En cambio, ocupando el puesto de embajador de Espana en la India, esas ansias habian reaparecido con contundencia. Nueva Delhi es considerada la ciudad con mas sedes diplomaticas del mundo. Cada semana se suceden fiestas oficiales de celebracion del dia nacional de un pais extranjero, recepciones y cualquier otro motivo plausible que implique el contacto entre extranjeros e indios y fortalecer lazos politicos y comerciales. En esos eventos se come y se bebe, y Santiago se habia excedido en el consumo de alcohol y comida, especialmente de dulces, durante los pasados meses. Ademas, el clima sofocante de Nueva Delhi, y el letargo de su rutina diaria en la embajada, le habia incitado a ingerir grandes cantidades de cerveza fria. Incluso no parecia que hubiera ningun problema en beberse diariamente una botella entera de vino. Le habia prometido a Carmen Losada, su mujer desde los ultimos treinta y cuatro anos, que se jubilaria tras su puesto como embajador en la India. A ella le repetia que sus ganas de ascender en el escalafon de la diplomacia fuera una buena prueba de su narcisismo y que a la hora de la verdad no habia lugar para ella. ?Por que, si no, habia aceptado su puesto en la India? En Estepona, en Malaga, tenian un apartamento cerca de la playa. Desde que el invierno habia tocado su fin en Nueva Delhi y habia comenzado el caluroso verano, no habia dia que rememorasen los paseos en el cercano Puerto Banus de Marbella, las cenas en las terrazas, los banos en la playa y las partidas de cartas de la tarde. <>, le habia dicho para animarla. <>. Aquel domingo al mediodia, sentado en su lujosa residencia, Santiago leia los periodicos digitales en su ordenador portatil mientras degustaba un sabroso aperitivo y una cerveza fria antes de comer. Aun no habia trascendido a la prensa las noticias sobre la muerte de los espanoles empleados en la embajada. La policia habia puesto en la morgue los cuerpos de los fallecidos a la espera de los miembros del departamento de criminologia, a quienes se les esperaba el lunes. Al ser domingo, se acentuaba aun mas la lentitud burocratica. No habian avisado a nadie. Mas tarde, el gobierno de Espana exigiria explicaciones por este flagrante modo de actuar. Por su parte, el gobierno indio se escudaria en que los asesinatos habian sido tan crueles que merecian ser investigados de manera profesional antes de informar a la embajada de Espana. En el salon de la residencia del embajador, el aire acondicionado estaba puesto a dieciseis grados y los ventiladores de techo estaban a una velocidad media. En las noticias nacionales indias se comentaba que aquel verano iba a ser el mas caluroso de los ultimos cincuenta anos. --Traeme otra --pidio a su mujer, levantando la mirada de la pantalla de su ordenador.

  • Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal

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    La enigmatica llamada de telefono que recibe Federico en la piscina municipal de Chamberi y una extrana oferta de trabajo son el punto de inicio de una aventura indagatoria protagonizada por un cuarenton con estudios universitarios y sin perspectiva alguna de futuro. Este, obligado por las circunstancias a convertirse en una suerte de espia mercenario, se vera envuelto sin remedio por una realidad turbia en la que nada es lo que parece, y en la que el odio, la venganza y la hipocresia terminaran por contagiarlo.

  • Esclavos del honor de Raul Borras San Leon

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    La epopeya de los heroes del sitio de Baler.

  • Cruzare la eternidad de Donna Kenci

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    Alejandria, ano 30 a. C. --Date prisa, muchacho. No hay tiempo que perder --me dijo en voz baja, tras descubrirme bajo las capas de mi atuendo. --?Es aqui? --interrogue a mi viejo amigo. --Si. --Se detuvo mirando hacia un lado y hacia el otro, para cerciorarse de que nadie me habia seguido--. ?Que ha pasado? ?Hemos caido otra vez? --inquirio. --Nos han vuelto a derrotar --le confirme. Echo un ultimo vistazo hacia la oscuridad de la noche, antes de dejarme paso. --?Cleopatra esta...? --Esta bien, hemos escapado --le asegure--. Vive, pero no por mucho tiempo. Esta decidida a quitarse la vida, antes de dejarse atrapar por ellos. No me hizo falta anadir nada mas, su silencio fue acompanado de un gesto de nerviosismo. Una vez en el interior, aparte de mi cabello la gruesa tela con la que me habia cubierto para no ser reconocido. Al instante, el viciado aire de la camara inundo mis fosas nasales. Olia a muerte y no pude evitar sentir una profunda desolacion. Otee la sala con dificultad, hasta que mis ojos se habituaron a la tenue luz que provenia de la abertura, justo al otro extremo de la entrada. --?Donde esta Neith? --pregunte al anciano, sin dejar de atisbar a mi alrededor. --En esa habitacion --me contesto, indicando el lugar con su mano. Al volver a mirarme, su rostro se mostro compungido--. Te dejare con ella a solas, pero no debemos esperar mucho mas o no funcionara. Asenti con la cabeza, incapaz de articular palabra. Mi cuerpo temblaba y un nudo en mi garganta me impedia tragar saliva, pero hube de armarme de valor para enfrentar a lo que me esperaba en aquel lugar. Avance despacio, con pasos titubeantes hasta llegar al umbral, entonces la vi. Yacia sobre una superficie de piedra, apenas cubierta por un fino tejido de lino. Estaba inmovil. Me aproxime para taparla mejor, sin ser consciente realmente de lo que ocurria. No podia ser cierto. No lo era. Me incline sobre su cuerpo con lentitud. Tenia los bellos ojos cerrados, rodeados por sus largas pestanas y coronados por sus perfectas cejas. No debi hacerlo, pero sin lograr reprimirme, la toque. Di un respingo al sentir la frialdad de su piel y me lleve la mano a la frente tratando de contener un lamento, aunque resulto inutil. Mis lagrimas comenzaron a brotar sin remedio, resbalando por mis mejillas. --?Por que lo has hecho? --le susurre con una mezcla de rabia y dolor--. Mi dulce y preciosa Neith. Grite para soltar toda la afliccion que me consumia por dentro, a la vez que estampaba mi puno contra la pared. --?Por que me has dejado? --Me enjugue el reguero salado que corria por mi cara--. Tan solo un dia mas y habriamos sido libres. --Solloce, mientras acariciaba su mano. Recorde su risa, su voz, su intensa mirada. Contemple sus hermosas facciones, esperando que abriera los ojos y me sonriera como tantas veces habia hecho al despertar entre mis brazos. Sin embargo, no ocurrio. ?Que le habia impulsado a quitarse la vida? Tras el anuncio de su padre que acababa de prometerla para contraer matrimonio con el tio de Cleopatra, Neith le confeso que aun seguiamos viendonos, le amenazo con escaparnos si no cejaba en su intento por casarla con aquel hombre. Pero no pudo impedir que su padre se saliera con la suya en contra de su voluntad, asi que Neith y yo decidimos fugarnos en cuanto regresara de la mision que se me habia encomendado. Una suave palmada en la espalda me saco de mis pensamientos. Me gire para encontrarme con la expresion preocupada del sacerdote sem. --Mi joven Sekani, comprendo tu dolor, pero sabes que no surtira efecto si nos demoramos mas. Esa era mi unica esperanza, asi que intente recobrar fuerzas para concentrarme en lo que tendria lugar a continuacion. Asenti con conviccion. --Adelante, comienza cuando quieras --le confirme. Sus arrugadas manos levantaron mi brazo derecho, palpando mi muneca, no sin antes observarme con gesto interrogante. --?Estas seguro, muchacho? --Sus ojos mostraban lastima--. No habra vuelta atras. Tienes que entender que no es posible saber cuantas veces regresaras de la muerte hasta encontrarla. A lo mejor tienes suerte y en tu primera reencarnacion hallas a Neith, pero ten en cuenta que si la fortuna no esta de tu lado, podrian transcurrir mas de mil anos sin que se cruce en tu camino. Suspire, totalmente convencido de lo que iba a hacer. No me importaba vivir una y otra vez durante cientos de anos, si con eso conseguia permanecer un solo dia mas junto a ella. La idea de perderla para siempre no era una opcion. --No puedo vivir sin ella --conteste. El sabio anciano supo que no cambiaria de opinion, que estaba decidido a llevar a cabo aquella locura, costara lo que costase. Meneo la cabeza con un gesto de desaprobacion, mientras repetia el movimiento que acababa de realizar conmigo. Sujeto el brazo de Neith para girar su palma hacia arriba; a continuacion extrajo de su tunica un objeto punzante, que no logre identificar y comenzo a grabar algo en su muneca, a la vez que susurraba una oracion ininteligible. Me mantuve en silencio, presenciando el extrano ritual que tenia lugar frente a mi, siguiendo cada movimiento con atencion, hasta que me di cuenta de que habia dibujado un ankh en la piel de Neith. --Ella no te reconocera --solto de improviso el sacerdote, sin levantar la vista--. Al estar muerta durante la ceremonia, una de las partes de su alma ya ha comenzado a olvidar, aunque aun no es demasiado tarde--. Se interrumpio para sondear mi expresion--. Tu si lo recordaras todo y tendras la mision de hacer que rememore su primera vida. Neith sentira el vinculo que os une, pero eso la confundira. Debes ser paciente para ganarte su confianza e impulsarla a recuperar sus recuerdos. --Lo hare --le dije con solemnidad. --Es importante que nunca le reveles su pasado --me advirtio--. Si lo haces, Neith no recobrara su memoria jamas. Tendra que hacerlo por ella misma. --Puedo ayudarla, pero no desvelarle nuestro secreto --resumi. --Asi es. El sacerdote sem se dirigio al otro extremo de la sala para limpiar los utensilios en un recipiente con agua. Acto seguido me hizo extender mi brazo para proceder a esculpir otro ankh en mi piel, repitiendo la misma invocacion entre murmullos. El simbolo de la vida eterna quedo marcado en la parte interna de mi muneca. Con cuidado, intente limpiar los restos de sangre, pero no me dio tiempo, senti un tiron en el brazo y vi como el anciano unia mi mano con la del cuerpo sin vida de Neith, quedando las dos palmas pegadas, frente a frente, al tiempo que pronunciaba unas palabras dirigidas a la diosa Isis. --Isis es la unica que puede hacerlo posible, aunque esto va en contra de nuestras creencias, pero ella nunca me ha fallado con este ritual. Funcionara --me explico. Cuando finalizo, avanzo unos pasos hasta detenerse frente a la pared y presiono un pequeno bloque de piedra que sobresalia. La sorpresa me invadio al descubrir como se abria un resquicio, revelando la entrada a una camara secreta. --?Eso es lo que creo? --pregunte con intriga. --Si, es la estancia donde han depositado todas sus pertenencias de valor --me confirmo, mientras se introducia en la oscuridad del habitaculo. Al momento regreso con un objeto en las manos--. Toma. Poseer objetos de su antigua existencia acelerara la recuperacion de sus recuerdos. --Extendio su brazo hasta dejar caer en mis manos un colgante--. Guardalo en un lugar donde nadie pueda acceder a el, para que puedas rescatarlo en el instante en que os reencontreis y se lo entregues. Mi corazon dio un vuelco al fijarme con atencion en la joya. Se trataba del amuleto que yo mismo le habia regalado, una preciosa piedra de lapislazuli, engarzada en un borde grueso de oro. Sin dudar, lo colgue de mi cuello y lo escondi bajo mi atuendo. --Asi sera --le prometi. Me palmeo el brazo para infundirme animo. --?Que pasara con Egipto ahora que hemos sido derrotados? --Cambio bruscamente la conversacion. --No lo se. El destino de Egipto esta en manos de Roma --le explique, abatido. Se llevo las manos a la boca, mientras su mirada se entristecia. Resoplo, pero se recompuso con rapidez, aclarando su garganta antes de hablar

  • De Pixar al cielo de Lawrence Levy

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    Hoy en dia, Pixar es uno de los grandes del entretenimiento: el estudio que revoluciono los efectos digitales especiales y la animacion por ordenador, y desarrollo una serie de peliculas de gran exito, incluyendo la iconica Toy Story. Sin embargo, cuando Lawrence Levy se unio a Pixar en 1995, era una compania de software que apenas se mantenia a flote. Trabajando en estrecha colaboracion con Steve, Lawrence establecio cambios audaces, reorganizo las operaciones comerciales, lidero la salida a bolsa de la compania y fue pieza fundamental en su venta por 7.400 millones de dolares a The Walt Disney Company en 2006. Durante el proceso, Lawrence y Steve forjaron una profunda y duradera amistad. Este libro revela ademas un lado de Steve Jobs muy diferente al hombre dominador de la leyenda: un individuo curioso y reflexivo que preferia llegar a resoluciones mutuas sobre las decisiones empresariales y que, aunque inicialmente impopular entre sus empleados, se convertiria en el motor del talento creativo sin precedentes de Pixar.

  • La rubia de ojos negros de Benjamin Black

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  • Ojala pudiera decirte te quiero (Ojala pudiera 1) de A. Leon

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    Primera parte de la trilogia de misterio “Ojala pudiera…”

  • Los perros de agosto de Alexis Ravelo

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    El 6 de agosto de 2007, Gonzalo Santana Caralt fue nombrado presidente del consejo de administracion de Permucasa. La noticia fue portada en todos los periodicos regionales e incluso ocupo una columna en alguno nacional. Esa misma manana, el cadaver de Andres Ortiz Benitez, alias Reverendo, aparecio en el puerto de La Luz y de Las Palmas. El hallazgo ocupo un sueltillo en la pagina de sucesos de la prensa local y una entrada en un periodico digital. Ambas noticias estaban estrechamente relacionadas, pero nadie lo sabia. 2 En periodismo existen cinco preguntas a las que todo articulo bien redactado debe responder. Los pedantes las llaman las cinco uves dobles del periodismo: What, Who, When, Where, Why. Para los de frances: Que, quien, cuando, donde y porque. En la pagina anterior he respondido a cuatro de esas preguntas. Para responder a la quinta, tendre que extenderme un poco mas. Si te interesa y tienes un rato libre, continua leyendo. Si no, cierra inmediatamente el libro y utiliza ese tiempo que tu crees que te sobra en ocupaciones mas meritorias, como cortarte las unas de los pies o enchufarte a la consola. Tu te lo pierdes. 3 ?Sigues ahi? Vale. Comenzare por el principio. En el verano de 2007 yo hacia practicas de empresa en Realidad Canaria, un periodicucho digital que entro en quiebra unos meses despues. Por cierto, aprovecho para jurar por enesima vez que no tuve nada que ver con ese fracaso. Me encontraba en el ultimo ano de carrera y me vino muy bien pasar ese tiempo en casa de mi familia. En Realidad Canaria no me sobrecargaban de trabajo. Solo me encargaron documentar las secciones de Politica, Sucesos, Economia y Sociedad, ademas de un blog, el blog del Gordo Castro, donde aprovechaba para poner a parir sistematicamente a todo bicho viviente. Tener a un machaca cerca les venia de perlas a los otros tres redactores y enseguida me converti en un veapor: <>, <>... Ya se sabe: no hay mayor tirano que un enano con el latigo en la mano. En los ratos libres, igual que los otros, espiaba a traves de la ventana a la artista del atico de enfrente, que se pasaba la vida embadurnando lienzos como su madre la trajo al mundo. Todos sospechabamos que lo sabia. <>, como la llamaba Olga, nos tenia siempre despistados. En fin, de cualquier manera, y artistas nudistas aparte, yo trabajaba mas que el psicoterapeuta del Gollum, y aprovechaba la minima oportunidad para escaquearme de la redaccion. Por eso, ese lunes me apunte a llevar un paquete al ferry que hacia la linea entre Gran Canaria y Fuerteventura. Realidad Canaria hacia concursos imbeciles entre sus lectores. De que color era el caballo blanco de Santiago o cuantos dias de la semana llevan la letra eme. Los premios eran igual de tontos que las preguntas: una depiladora, un microondas, un juego de vasos para tomar tequila. Esa semana, la ganadora habia sido una majorera. Para ahorrarse los gastos de mensajeria, Viera, el director, pidio a un amigo suyo, que trabajaba como contramaestre, que le hiciese el favor de llevarlo. No recuerdo como se llamaba el tipo, pero me ofreci voluntario para acercarselo en Babieca. Babieca era el pobre scooter amarillo que en aquella epoca soportaba habitualmente mis noventa y ocho kilos, y estaba aparcado, como siempre, delante del edificio. Viera, que de todos modos me lo hubiera ordenado, me agradecio el favor. Asi que cogi el paquete (que contenia un robot de cocina marca Acme) y sali para el muelle. He caido en la cuenta de que no me he presentado. Me llamo Jorge. Jorge Castro Fajardo. Aunque todos me llaman el Gordo. El Gordo Castro. Y no porque caiga en Navidad, sino porque me sobran unos kilillos. En concreto, casi veinte. Desde antes de tener uso de razon, ya queria ser periodista. Ahora que lo tengo, preferiria ser fontanero, pero que se le va a hacer, estudie para esto y en esto es en lo que voy consiguiendo trabajo. Mis padres son buena gente. El es maestro y ella enfermera. Dicho asi, parece todo muy convencional, como sacado de una peli yanqui, ?verdad? Pues agarrense: mi hermano mayor, Eduardo, es policia. Eso si, un mero agente. Sin embargo el piensa que es Harry el Sucio. Yo soy un tipo mas bien raro, eso hay que reconocerlo. A lo mejor por eso ligo poco. Y cuando digo <>, quiero decir <>. Y cuando digo <>, quiero decir <>. Me gustan los cuentos de H. P. Lovecraft, las pelis gore y Led Zeppelin. Me aburren las comedias romanticas y los emos. Y hay dos cosas que detesto minuciosamente: las corbatas y mi hermano Eduardo. Digo todo esto porque asi casi no tendre que volver a hablar de mi y podre en adelante dedicarme a contar lo que tengo que contar. Ya sabes mas o menos como soy y como es mi vida habitualmente. En cuanto a la apariencia, mejor no contar demasiado. Si te cruzas por la calle con un tipo que lleva una melena negra descuidada, camiseta cutre sin planchar y vaqueros destrozados a la altura de las rodillas, quiza sea yo. Procura no pararte a olerme, porque sudo como un cerdo, sobre todo en verano.

  • Lola. Los errores existen de Eve Romu

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    Trabajar en una discoteca no es facil, todo tiene que estar listo, no puede faltar de nada... Vasos, bebida, canitas, limon, camareros, seguridad, DJ, musica, bailarinas y accion, mucha accion.
    Mi vida era perfecta; llena de tiempo libre, las mejores amigas, una familia a la que adoro, un curro donde me lo pasaba de fiesta en fiesta... ?Que mas se puede pedir?
    Pero un dia aparecio Samuel, mi quebradero de cabeza particular... Alto, moreno, guapo, con una mirada de escandalo, atrevido y desquiciante.
    De esa manera y con el en escena, mis fines de semana se convirtieron en una competicion.
    ?Quien de los dos ganara?
    Perdon, no me he presentado aun. Mi nombre es Lola, soy acuario, tengo 28 anos, morena y de ojos marrones, alta, extrovertida y algo cabezona.
    Pero ahora te tengo que dejar, o mejor aun, ?te vienes a tomar algo a la discoteca de mayor exito de la zona? Si te animas me encontraras alli...
    Las puertas de Suspiros quedan abiertas
    !A Divertirse!

  • Ayudame a recordar (Amores inesperados 3) de Tamara Bueno

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    Perdida y encuentro.
    Duelo y comienzo... o ?tal vez es al contrario?
    Spencer y Gabriela. Dos mundos, dos ajenos que se hallan el uno al otro en un momento... complicado.

  • Un escalon para besarte, Angie Garcia de Angie Garcia

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    Violeta acaba de cumplir treinta anos cuando su estable vida en Barcelona se desmorona y tiene que volver a su pueblo, a vivir de nuevo en casa de su madre.

  • Brazofuerte (Cienfuegos 5) de Alberto Vazquez-figueroa

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    Quinta entrega de esta apasionante saga, Brazofuerte narra las extraordinarias peripecias del canario Cienfuegos cuando una terrible palabra resuena en sus oidos: <>.