• libro nacidos en mauthausen - Wendy Holden

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    Emotiva historia de tres jovenes mujeres que fueron confinadas por los Nazis a un campo de trabajo y que ocultaron su embarazo durante todo su calvario, enfrentandose asi al horror con la pasion por la vida y el amor. Sus hijos nacieron pocos dias antes de la liberacion del campo, escapando por poco al exterminio, y pese a su debilidad fisica (pesaban menos de 1,5 kilos) y a la fragilidad de sus madres, apenas esqueletos vivientes, lograron sobrevivir.Esta es la historia de estas tres familias.

  • NACIDOS EN MAUTHAUSEN | WENDY HOLDEN - Casa del ...

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    Sinopsis de NACIDOS EN MAUTHAUSEN ... Emotiva historia de tres jóvenes mujeres que fueron confinadas por los Nazis a un campo de trabajo y que ocultaron su ...

  • Nacidos en Mauthausen (OTROS NO FICCIÓN) Versión Kindle

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    Nacidos en Mauthausen (OTROS NO FICCIÓN) eBook : Holden, Wendy, García de Isusi, ... Dejó su profesión para dedicarse por completo a la escritura de libros, ...

  • Nacidos en Mauthausen (OTROS NO FICCIÓN) Tapa blanda

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    Nacidos en Mauthausen (OTROS NO FICCIÓN) : HOLDEN, WENDY, García de Isusi, Víctor Manuel: Amazon.es: Libros.

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    Nacidos En Mauthausen, libro o eBook de Wendy Holden. Editorial: Rba. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • NACIDOS EN MAUTHAUSEN - HOLDEN WENDY

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    ... nacidos y después protégelos en los campos de concentración nazi. Es un libro que a pesar de la adversidad está lleno de esperanza hacia una nueva vida.

  • nacidos en mauthausen.rba-rust - Librería Publics.

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    NACIDOS EN MAUTHAUSEN.RBA-RUST, HOLDEN,WENDY, 20,00€. ... Editorial: RBA/INTEGRAL-LIBROS-; Año de edición: 2015; ISBN: 978-84-9056-501-8. Páginas: 432.

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    NACIDOS EN MAUTHAUSEN, HOLDEN WENDY, 20,00€. Emotiva historia de tres ... Editorial: RBA LIBROS; Año de edición: 2015; ISBN: 978-84-9056-501-8. Páginas: 432.

  • Nacidos en Mauthausen - Libro de Taylor Holden - Lecturalia

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    19 dic 2021 — La lucha por la vida de tres madres y sus bebés en el horror de los campos nazis Emotiva historia de tres jóvenes mujeres que fueron ...

  • Una deliciosa distraccion de Tina Wainscott

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    !Dale rienda suelta!

  • Una hora menos: Relatos desde las afortunadas, Jossy Loes de Jossy Loes

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  • El otro lado de Carlos Navas Martinez-marquez

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    En Lost Signal, el pueblo mas aislado del condado de Maryland, oscurece antes que en cualquier otra zona de Norteamerica.
    Las leyendas de los lugarenos aseguran que muchos de sus habitantes perdieron la cordura en los ultimos anos, hastiados por la soledad, las largas distancias y la dificultad para las comunicaciones, aunque todavia quedan atisbos de lucidez entre los 23 habitantes que actualmente viven alli.
    Corinna Sanders y Jeffrey Logan establecen un extrano lazo de amistad que les lleva hasta una recondita casa en lo mas profundo del bosque, una construccion forestal con un pasado realmente perturbador.
    El interior de la casa parece albergar un juego psicologico que ambos quieren llevar demasiado lejos. Pero Corinna ha descubierto que salir de las oscuras dependencias de Fairmont Creek no va a ser el unico de sus problemas.
    El cuerpo de River Ville, un hombre fallecido en extranas circunstancias, completa un puzzle sobrecogedor en el que ninguna de las piezas encaja, aunque todo parece estar inquietantemente relacionado.
    ?Quien es River Ville? ?Que secretos esconde su cuerpo? ?Quienes son y que pretenden Corinna y Logan?
    ?Encontraran la ansiada verdad antes de que sea demasiado tarde para todos?
    Las extranas y desconcertantes revelaciones que van encontrando vaticinan que algo mucho mas escalofriante esta a punto de suceder…

  • Soy yo o es que aqui hace mucho calor de Charo Izquierdo

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    Todas sabemos que llega, aunque no sabemos cuando. Se preve en silencio y se sufre en silencio la mayoria de las veces.
    Para segun que cosas, nuestra ultramoderna epoca no lo es tanto, y la menopausia sigue siendo uno de los grandes tabues que, aun en pleno siglo xxi, siguen instalados en nuestra sociedad.
    Este libro explica de forma rigurosa y accesible todo lo que tienes que saber acerca de la menopausia: desde la revolucion hormonal y los tratamientos medicos recomendados, pasando por la alimentacion y el ejercicio fisico mas adecuados, hasta todo lo relacionado con rituales de belleza especificos, tu estado animico o la actividad sexual.

  • Te sigo amando de Bianca De Santis

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    Te puedo describir mi vida en tres simples palabras: Dinero, diversion y Mujeres

    Ella esta de vuelta en mi vida, en mis pensamientos, en mi respirar. y la quiero en mi cama.
    Cuando eramos pequenos, yo era el mejor amigo de su hermano.

  • Todo lo mejor de Cesar Perez Gellida

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    Una ciudad separada por un muro y unida por un sanguinario asesino. Dos investigadores que descubriran que la crueldad no tiene limites.

  • Prisionera (En los brazos del Highlander 2) de Iris Vermeil

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    Iona MacKinnon espera con ansia que regrese con vida su estimado Gared Sutherland de la fria batalla. El guerrero, guarda un huracan de sentimientos contradictorios en su corazon pero en el fondo de su alma, ama a la doncella en silencio. Ella siente morir al saber que el va a desposarse con otra mujer para sellar un pacto entre los clanes enemistados. Entre idas y venidas, los amantes apuestan por su amor y deciden tomar una decision muy importante juntos para evitar ese casamiento. ?Podran vivir libremente su romance sin que nadie se entrometa en su relacion? ?Triunfara el amor entre ellos despues de un largo sufrimiento?
    Sientete prisionera como Iona de un amor apasionado, real y puro. Descubre la segunda entrega de la serie En los Brazos del Highlander.

  • La novia gitana de Carmen Mola

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    La novela policiaca mas revulsiva de la literatura espanola.

  • Aunque sea lo ultimo que haga de Federico Correa Gil De Biedma

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    Ano 1997, la comisario Rocio Prados se halla en el cementerio de Santander con Maria, dispuesta a poner fin de una vez por todas al caso de Una rosa blanca. Una rosa negra. Mientras, en Madrid, su fiel Mendia acude a la llamada de una mujer que asegura tener pruebas que apuntan a su marido como el responsable de la muerte de su hermano, diez anos atras. Asegura que no ha sido su unico crimen. Cuando la policia llega el marido ha huido.

  • El secreto de Marina de Alexa Ardente

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    Marina guarda un secreto que no le permite entregarse al amor de Jorge. El piensa que las reservas de Marina son porque el es unos cuantos anos mayor que ella. Pero no se trata de eso. Peter, el que habia sido su novio la tortura con un secreto que quiere poner al descubierto.

  • La comunidad de Helene Flood

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    Me preguntas que cuando conoci a Jorgen. ?Te puedes creer que no me acuerdo? Debio de ser en el jardin o en la escalera o en el portal de casa, pero no lo recuerdo. Mi hijo habia nacido justo despues de la mudanza y habia sido prematuro. Eran tantas las consultas en el hospital, tantas las cosas que nos preocupaban… No lo digo por eludir el tema. Es la pura verdad. Sencillamente no me acuerdo. Pero si que me viene a la memoria la primera vez que lo vi. Tuvo que ser a principios de julio del ano en que nos mudamos. Lo puedo situar con precision porque fue pocos dias despues de adquirir el apartamento, una calurosa tarde de verano, cuando Asmund y yo aun viviamos en el viejo y ya no pude aguantarme mas: tenia que ir a ver la casa donde estaba a punto de empezar nuestra nueva vida. Ellos estaban sentados en la terraza del jardin cuando llegue. Ya sabes que el camino de la entrada pasa justo al lado. Los mire al cruzar, preparada para saludarlos, pero estaban comiendo en la mesa y ni siquiera me vieron. Eran cinco, y por lo visto buenos amigos. Yo estaba sola. Me encontraba en las ultimas semanas del embarazo, con una tripa enorme, y habia caminado a paso rapido, asi que estaba sudando muchisimo. Ademas, no los conocia. Me encerre en mi nuevo hogar. El apartamento estaba vacio. Los anteriores duenos se habian llevado sus cosas, pero habian quedado sus olores. No olia a nosotros, ?sabes a lo que me refiero? Cuando nos hicimos con el apartamento era como si hubiesemos comprado tambien un cierto estilo de vida, un espacio social, algo asi. Como si, por alguna razon, fueramos mas distinguidos que antes solo porque eramos los propietarios de esa casa, en esa direccion. Pero ahora que el apartamento se ha vaciado de su elegante mobiliario, ahora que mis pasos resuenan entre las paredes, desnudas y con agujeros de clavos, me asaltan las dudas. No encuentro otra manera de explicarlo: tengo la impresion de haberme disfrazado con unos zapatos demasiado grandes para mi. En la cocina, me acerque a la ventana y observe la terraza y a quienes estaban sentados alli. No abri la ventana aunque hacia calor. No se. Tal vez no queria importunarlos. Por lo visto habian terminado de cenar. Habia algunas botellas de vino en la mesa. Charlaban y yo oia sus voces pese a que las ventanas estaban cerradas; no lo que decian exactamente, pero si el tono. Fuera el tema que fuese, el debate parecia intenso, si bien el ambiente era bueno. De tanto en tanto rompian a reir, los cinco a coro. Eran tres hombres y dos mujeres. Reconoci a uno de los hombres: era un cineasta que habia realizado un polemico documental un par de anos atras. No recuerdo sobre que…, los refugiados, su integracion o algo asi. La prensa habia escrito mucho sobre ello. Tambien una de las mujeres me sonaba; tenia la impresion de haberla visto en la television. Sentados a uno de los lados largos de la mesa habia un hombre y una mujer que claramente eran pareja. El tenia el brazo apoyado en el respaldo de la silla de la mujer, y, en una de esas, cuando algo los hizo reir a todos, ella se volvio hacia el sonriendole y le retiro algo de la mejilla. Luego el movio el brazo y se lo puso en la parte baja de la espalda. La mujer se acerco hacia la mesa para decir algo. Llevaba el pelo largo, de un rojo intenso, recogido en una trenza espesa y bien atada, y al inclinarse hacia delante para hablar la trenza se le deslizo a un lado. Su marido, sentado junto a ella, la tomo con cuidado para recolocarla en su lugar. La mujer se volvio hacia el, consciente de que la tocaba, y siguio hablando sin dejar de sonreirle. Tal vez estaba contando algo que habian vivido juntos. El hombre me daba la espalda, de modo que no me resultaba facil verle el rostro, pero cuando miro hacia un lado pude apreciarlo. Era guapo, con el cabello ondulado tirando a gris. Pomulos prominentes y una sonrisa amplia y seductora que parecia usar a menudo. Le eche cuarenta y pico, quien sabe si ya rozaba los cincuenta. Era Jorgen. Aquella fue la primera vez que lo vi. Como no parecian advertir mi presencia, me quede alli y segui mirandolos: cinco amigos que hablaban de cosas importantes en torno a una mesa durante una noche de verano en un jardin de Kastanjesvingen. La mujer de la trenza se levanto. Cogio una bandeja vacia de la mesa y se dirigio hacia el camino que lleva al portal de la casa. A mitad de trayecto me vio. Era evidente que yo estaba ahi, de pie, en medio de la ventana. No es que estuviera fingiendo que no los observaba. Me habia quedado como fascinada, y no se me ocurrio que tendria que haberme apartado de alli. La mujer se detuvo para mirarme. Alce la mano en un gesto de saludo. La mujer no se movio. No me devolvio el saludo. No me sonrio, pero tampoco parecia molesta. Su expresion era casi neutra. Se quedo un instante ahi mirandome, solo un momento, luego siguio su camino. Desde donde estaba la oi abrir la puerta del portal. Me aleje apresuradamente de la ventana, avergonzada por haberlos estado observando con tanto descaro. Lo note en el estomago: me habia comportado de manera inapropiada. Me senti abochornada. El primer sabado Los arboles que me rodean son de hoja caduca, con copas enormes y ramas robustas, muy distintos a los abetos del bosque cercano a la casa donde creci. Y, sin embargo, se, a la manera en que saben los que suenan, que me encuentro en el bosque de mi ninez. Lo conozco bien: se lo facil que es desaparecer en su interior. Recorres senderos que conoces. De repente te sales del camino siguiendo el ruido de un ciervo o porque atisbas unos arandanos exuberantes un poco mas alla, y, al volver, todo ha cambiado. Mires donde mires, hay arboles oscuros y silenciosos, hileras y mas hileras, y ninguno se parece a los que ya conoces. En el sueno estoy buscando a alguien que ha desaparecido. Al principio no se de quien se trata. Luego caigo en la cuenta de que son mis hijos. !Lukas!, grito, y echo a correr. !Emma! Ante mi, el bosque se abre a un calvero. No es grande, como mucho cinco metros hasta que el bosque espeso empieza de nuevo, pero aqui el sol se cuela entre las copas; es un sitio luminoso y calido, en las laderas crece hierba joven. Me detengo. El lugar es hermoso, pero algo no encaja. Siento un nudo en la garganta y me cuesta respirar. Algo espantoso ha sucedido. En el salon hace frio por las mananas. Cierro a mis espaldas la puerta del dormitorio con sigilo: no quiero despertar a los demas. En la luz sin relieves de la manana, el salon me resulta desconocido. Tal vez mi cuerpo aun este sumido en la pesadilla, porque los muebles parecen enormes y severos. Los estantes parecen cerrados y la mesita del cafe, desacostumbradamente pulcra. Mis pies absorben el frio del suelo. Junto a la entrada encuentro mis zapatillas. Me las calzo y voy a la cocina. Tambien aqui me sorprende la pulcritud. Anoche Asmund y yo compartimos una botella de vino mientras veiamos una pelicula bastante mala, aunque quien sabe si luego mejoro algo. Me entro sueno y me fui a la cama a media pelicula. Asmund debio de limpiar cuando acabo. La luz roja del lavavajillas me dice que el programa ha terminado, de modo que, por una vez, se acordaria de ponerlo en marcha antes de acostarse. Me apoyo en la encimera de la cocina. Este espacio es el principal argumento en la venta de nuestro apartamento. Fue aqui donde se tomo la fotografia que ocupaba por entero la primera pagina del folleto que nos mostraron en nuestra primera visita. La cocina es grande y luminosa, y mientras que el resto de las ventanas dan o bien a un muro lleno de vegetacion que se levanta detras de la casa, o bien al edificio de al lado, las de la cocina se asoman al jardin. Para aprovechar mas la luz, el arquitecto que diseno el edificio alla por los anos cincuenta hizo de esta pared una larga sucesion de ventanas. Hemos colocado la mesa de la cocina justo delante, de modo que, cuando nos sentamos ahi, podemos ver el pequeno jardin entero: la terraza con sus muebles de exterior, el anoso manzano, la hilera de buzones y la valla de listones blancos. Mas alla se extiende Kastanjesvingen, la calle sin salida que termina en una rotonda a unos cuarenta metros de nuestra puerta. Al otro lado de la calle hay casas unifamiliares; algunas de ellas datan de la decada de los cincuenta, como nuestro edificio de cuatro apartamentos, pero otras son mas recientes. Y mas alla de esas casas se alza Bakkehaugen, la colina que nos separa del centro de la ciudad. Y, aunque no pueda verla desde las ventanas de la cocina, saber que la ciudad esta justo ahi detras me produce una calida sensacion de hogar. Pensar que vivimos asi, en una apacible calle cerrada, pero con la ciudad tan a mano que casi se puede tocar. Me siento. Estoy en silencio, a la escucha. ?Hay alguien despierto ahi arriba? ?Se mueve? ?Los ruidos que oigo provienen de el? Es demasiado pronto, eso si que lo se. Puede que sea yo la unica que no duerme en toda la casa. Con todo, el silencio no es total. Las paredes no estan bien aisladas; se oyen incluso vientos moderados, las ramas del castano cuando chocan contra la ventana del salon, el crujido de los tablones cuando algun vecino camina. Todavia tengo sueno y me desperezo. Anoche me dormi profundamente. No he oido a Lukas subirse a nuestra cama. Me he despertado a oscuras y asustada por la pesadilla; al abrir los ojos, he visto su cabello revuelto, su manita cerca de la mia, los deditos con mugre bajo las unas y una tirita verde que le cubria una herida invisible en el dedo indice. He sentido un alivio enorme despues del sueno. Alli estaba el. Todo estaba bien. Le he revuelto el pelo. ?A que hora habra entrado en la habitacion? Al otro lado de la calle veo a Rikard Hoffmo salir de su casa marron. Se detiene en los escalones de la entrada y mira a su alrededor como un terrateniente que vigila sus dominios. Tiene los brazos en jarras, las manos a cada lado de su voluminosa barriga. Se estira, lleva las caderas a un lado y luego al otro; la barriga le cuelga y se balancea por encima de la cintura. Se prepara para salir a correr, pues el es asi: ya ha cumplido los setenta y va a correr dos veces por semana, haga el tiempo que haga. Su conjunto deportivo azul, con una tira blanca en cada pierna, es un superviviente de los anos setenta, lo que le confiere un aspecto si cabe aun mas comico. Pero Hoffmo tiene algo, una especie de autoridad natural, que te quita las ganas de encontrarlo risible. Nos llevamos bien, el y yo. <> Nos llamamos por el apellido a modo de broma. Ahora se dobla hacia delante. Toca el suelo. Es agil para un hombre de su edad y corpulencia. Vuelve a erguirse, hace un estiramiento y ya esta listo para correr. Levanto la mano para saludarlo desde la ventana, pero no me ve. Oigo pisadas de nino antes de que Lukas entre en la cocina, con esos piececitos veloces que golpean en el suelo. Se agarra a mi y se me sube al regazo. Me apoya la cabeza en el hombro y cierra los ojos. Seria perfectamente capaz de quedarse alli dormido; es capaz de dormirse donde sea. Una parte de mi quisiera que lo hiciera y pasar el tiempo asi, sentada en paz con el nino adormilado encima. --Lukas --le digo--, ?esta noche has entrado tu solito a nuestro cuarto? Abre los ojos y me mira. --Si. Pero no es una afirmacion, sino mas bien una pregunta. ?Si? ?Yo hice eso? --Es que no te he oido entrar --le comento. No considera que esto merezca respuesta. Apoya de nuevo la cabeza en mi hombro y cierra los ojos. Respiro hondo, atenta a senales de vida en el apartamento de arriba. Lukas abre de nuevo los ojos. --Mami, ?podemos buscar mi tiranosaurio grande? Me levanto y veo a Hoffmo correr con pasos cortos y ligeros por el camino de acceso a su garaje. Se apoya en el porton y me ve. Alza la mano para saludarme y le devuelvo el saludo con un gesto militar en honor a su hazana deportiva, lo que le produce una risa que sacude en oleadas su voluminosa humanidad. Despues de desayunar, hacemos las camas y nos preparamos para un dia que se presenta de lo mas ajetreado. Ya hace tiempo que lo hemos planificado todo. Ahora solo falta poner los planes en marcha. Asi seran nuestros fines de semana hasta diciembre. A veces pienso que somos hamsteres en una rueda, de camino a una cita para luego acudir a la siguiente, en una cuesta arriba que no termina jamas. Hace algunos anos fantaseaba con la idea de poner la casa en alquiler, retirar nuestros ahorros del banco y comprar cuatro billetes para volar a Vietnam. Vivir alli de un hotelito que tendriamos junto a la playa. Vivir en el ahora. Disponer de tiempo para nosotros, para los ninos. Ver los dias pasar. No vivir contra reloj, cumpliendo tareas y terminandolo todo antes de desplomarnos en la cama para recuperar fuerzas y empezar de nuevo al dia siguiente. No. Yo quiero vivir. De verdad. Una vida autentica, en contacto con la naturaleza. Hoy ya no pienso asi. En la playa de Vietnam habrian pasado otras cosas: nos habria preocupado la rentabilidad del hotel; a los huespedes les habria molestado esto o aquello; habriamos sufrido inundaciones y temporadas de sequia; las tuberias estarian deterioradas por los anos y resultaria demasiado caro reemplazarlas. Y asi sucesivamente. Asmund rescata una camiseta de entre la ropa que se amontona en un rincon. Mientras hago la cama le hablo de mi sueno, aunque ya no logro recordar los detalles: estaba buscando algo y tenia miedo. --Debo de haber dormido profundamente --le digo--, porque Lukas entro en el cuarto y se acosto entre los dos sin que me despertara. --Tenemos que quitarle esa costumbre --comenta Asmund mientras se ajusta el reloj a la muneca--. Ya es lo bastante mayor como para dormir solo. --Solo tiene cuatro anos --replico. --A los cuatro anos Emma dormia toda la noche en su cama --senala Asmund--. Y eso de dormir de dia…, de verdad que eso tiene que acabar, Rikke. Ya es muy mayor para necesitar una siesta por las mananas. --Claro --contesto sin ganas de seguir discutiendo. Lukas es mi nino de la suerte. Nacio dos meses antes de tiempo. Estabamos mudandonos al apartamento cuando llego. Yo estaba sacando tazas y abriendo cajas cuando un dolor muy agudo se me extendio por el estomago y la espalda. No se donde estaba Asmund, probablemente trayendo muebles nuevos. Emma se hallaba en casa de la abuela. Yo me encontraba delante de los armarios vacios de la cocina y pense: ?Me habre pasado? ?Habre hecho demasiados esfuerzos? ?Deberia sentarme un rato? Llegue al hospital ya casi de parto. Llame a Asmund mientras esperaba al taxi. Se precipito al coche y llego al hospital justo a tiempo. Se llevaron al nino en cuanto nacio: tenian que hacerle pruebas, medirlo, pesarlo. El tiempo era oro y algo de informacion debio de perderse en medio de aquel frenesi, o puede que me extraviara en las brumas del parto, porque no entendia la situacion, porque no sabia como estaba el nino. ?Estaba vivo o no? Solo sabia que se lo habian llevado. Me volvi hacia Asmund: --?Hemos vuelto a ser padres? Asmund estaba llorando, pues el es asi, no lo puede evitar, se le saltan las lagrimas en bodas y bautizos. Entro una doctora, ceno fruncido y labios apretados, y yo al verla asi pense: El nino ha muerto. Senti el miedo primero como un golpe en el estomago, pero luego se extendio por los brazos y las piernas, se apodero de todo mi cuerpo. Ni la doctora ni Asmund se dieron cuenta, pero en los segundos que pasaron antes de que nos dijera que todo estaba bien, que el nino era pequeno pero fuerte, que habria que hacer un monton de pruebas, que tal vez resultase necesario realizar un seguimiento en el hospital, pero que todo saldria bien…, durante esos segundos estuve segura de que lo habia perdido. Era mi realidad. Y luego, al caer en la cuenta de que no lo habia perdido, probablemente, mi alivio fue tan grande que todo lo demas, el riesgo de asma y de TDAH, o los posibles problemas pulmonares, no me preocupo lo mas minimo. He vuelto a ese momento una y otra vez. Aun lo hago. Mi nino de la suerte. De una forma u otra es un premio. Lo habia perdido. Lo recupere. --Ya estoy --dice Asmund. Va vestido de ciclista, conjunto negro con rayas amarillas. Mientras yo llevo a Emma al teatro del colegio, y desde ahi ire a un cafe donde he quedado con mi hermana, el se llevara a Lukas de paseo a Baerum para que vea a amigos. Claro, va con la bici electrica, pero vestido como si fuese a correr un maraton. Ha engordado algo en estos ultimos anos. No tiene nada de extrano, estas cosas pasan. Sus amigos tambien han cogido peso. Algo les ha ocurrido mediada la treintena. Algo que ha dejado huellas fisicas. --?Que pasa? --me pregunta. --?Que pasa de que? --?Que me miras? Sonrio. --Tu atuendo --le contesto. --Ya. Eso. ?Me aprieta? ?Me queda muy justo? --No, para nada. Se ve muy profesional. Me hace un guino. --El Tour de Tasen, carino --dice mientras va al salon. Lo oigo alzar a Lukas en alto y soltar un rugido. Lukas se rie. La culpa me raja el estomago, rapida y dolorosa. Alla va. El padre de mis hijos, el hombre al que prometi amar y honrar. Termino de hacer la cama y recojo la ropa sucia del suelo. Arriba el silencio sigue siendo total.

  • Un marques para mi (Nobles 4) de Olga Salar

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    Lady Alice Alvanley estaba cansada de fingir que todo iba bien, cansada de sentirse sola e incomprendida, de que sus padres apenas tolerasen su presencia en sus vidas.
    Por todo ello, habia decidido independizarse de ellos y, ?que mejor manera de hacerlo que buscandose un marido que la sacara de alli?
    Lucius Whinthrope no podia quitarse de la cabeza a la osada Lady Alice. Primero habia tenido que intervenir para que esta no estropeara el compromiso de su hermana y, despues de que este, por fin, se hubiera formalizado, parecia encontrarsela alla donde fuera. ?Se habria convertido el marques en su nuevo objetivo?

  • El coleccionista de miedos de Luca Domina

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    En el coleccionista de miedos hallaras; repulsivos visitantes en momentos inoportunos, suicidios extranos, espiritus que no descansan en paz, personas trastornadas, posesiones demoniacas, animales vengativos, leyendas orientales y cajas misteriosas procedentes de la Deep Web. Todo encerrado en ocho historias con una narrativa que te atrapara en sus garras.

  • Fruta prohibida de Jeanette Winterson

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  • Una fea esplendorosa de Eva Benavidez

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    Como hijo segundo de un laird escoces, Alexander MacFire vive sus dias rodeado de diversion, placeres y naturaleza... hasta que su vida toma un giro inesperado cuando una carta proveniente de la hermana Inglaterra llega a su clan.
    Tres anos despues, con sus modales y descaro camuflados tras ropa elegante y a la medida, el nuevo duque de Fisherton intenta, sin mucho exito, encajar en la estirada nobleza inglesa. Ademas de ir de juerga con sus nuevas amistades, Alex esta empenado en hacer sentir orgullosos a sus difuntos padres. Para eso debe cumplir con su primera obligacion como par del reino: asegurar su legado. Sin embargo, no esta dispuesto a escoger una esposa de entre las remilgadas debutantes, a menos que la candidata sea la unica dama que no se espanta ante su tamano y salvajismo, quien logra encender en el un fuego inaplacable.

  • Tazas de caldo de Vicente Verdu

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    Cada vez es mas amplio el consenso acerca de que el aforismo es el genero mas ajustado y representativo de nuestra epoca. Ajustado por su brevedad aprendida de la comunicacion en las redes, por su necesidad de condensar incisivamente el pensamiento al modo del lenguaje publicitario, y representativo del momento en que la lectura debe copiar los tiempos breves que impone el imperio de la imagen.
    Todo en la forma y proposito del aforismo parece coincidente con esta nueva naturaleza de la comunicacion. Pero hay un factor mas. Y es que, a pesar de todo, no es corriente que los jovenes cultiven el aforismo y si que lo hagan los autores en los que se han acumulado la vida y sus peripecias.
    En el caso de estos ultimos, cada sentencia aforistica condensaria la esencia fundamental del pensamiento y caeria sobre el papel, o la pantalla, como gotas depuradas por la experiencia. De hecho el aforismo recibio su primera influencia de la tradicion gnostica que reflejaron escritores como Esquilo o Pindaro, aparte del presocratico Heraclito de Efeso. De modo que, curiosamente, en aparente paradoja, el aforismo o el proverbio vienen de muy lejos y son hoy, a todas luces, lo que mas se aproxima a la manera expresiva de la epoca. Vicente Verdu, uno de los mejores ensayistas europeos a la hora de senalar las tendencias sociales y explorar El estilo del mundo (Anagrama, 2003), viene a ser con este libro el testimonio directo de lo que se lleva y adonde nos llevan las nuevas tendencias de la literatura.
    Con su lucidez proverbial y la belleza de su estilo, Tazas de caldo es, asi, de una parte, la obra mas personal de su autor, y, de otra, una muestra de pensamiento filosofico y sociologico propagado mediante pildoras. O, en el mejor de los casos, mediante balas de plata. ?Balas de plata que dan en el blanco y sosiegan como un caldo? ?Tazas de caldo para consumir el texto a sorbos y no ya de un grosero tiron, como los bestsellers baratos? Efectivamente, cualquier acierto en la diana de la verdad, la emocion o el deseo procuran paz y compania de espiritu. Pero tambien, como sin humor no se llega a ninguna parte, la <> evoca la <>. Marx regresa asi desde el capital ardiente y pesado de una vieja siderurgia a la irradiacion correspondiente al presente <>, que seduce con el artero fulgor de una chispa.

  • Senora Miler (Valkiria 1) de Eva Gonzay

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    Aparco y justo cuando estoy a punto de salir del coche comienza a llover. --Maldita sea--rezongo enfadada. Otra vez he olvidado meter el paraguas en el coche, y ademas odio los dias lluviosos, me ponen de mas mal humor del que suelo tener ultimamente. Apago el motor y me miro en el espejo retrovisor para atusarme un poco el pelo. Me gusta la imagen que veo, a mis cuarenta y tres anos puedo decir que estoy estupenda y, aun asi, ultimamente no me siento bien. Hay algo en mi vida que falla o algo que me falta. Realmente no se lo que es y eso me genera una ansiedad y una tension que me va a provocar alguna arruga nueva. Tengo una empresa de gestion de cuentas con mas de cuarenta personas a mi cargo. Soy una mujer de exito que podria decir que lo tiene todo, incluso un novio apuesto cuatro anos menor que yo que es la envidia de mas de alguna arpia. Y a pesar de todo eso me falta algo. Si es que no me merezco lo que tengo, yo quejandome cuando hay gente que se muere de hambre, a veces me doy asco. Intento ser positiva. Hoy es viernes, esta noche Jorge vendra a casa, cenaremos y con suerte echaremos un polvo aburrido como siempre, pero al menos tendre un orgasmo. --Buenos dias, senora Miler--gritan golpeando en mi ventanilla. Me cago en la leche, menudo susto me acaba de dar Gabriel, el conserje del edificio. Ahi esta, en pie como una estatua al lado de la puerta sujetando un paraguas enorme para acompanarme a la entrada. Me bajo y le dedico una sonrisa tan falsa que seguro que piensa que me he puesto botox o alguna mierda de esas que no te dejan estirar los labios. Me pregunto cuanto hace que no sonrio de verdad. --Buenos dias, Gabriel, siempre usted tan servicial--digo de camino a la entrada. --Siempre es un placer, senora Miler. Suspiro en modo zen para no soltarle un berrido y hacerle comprender de una puta vez que no soy una senora, no me he casado y por lo tanto sigo siendo una senorita. Se que lo hace por educacion y por respeto, pero no me gusta. --Que tenga un buen dia--me despido antes de coger el ascensor hasta la ultima planta. Cuando las puertas se abren ya oigo el barullo desde la otra punta del pasillo. Otra vez me la estan liando estas listillas. Se ha formado un cierto grupito entre mis empleadas mas jovenes, de esos en los que cada vez que es el cumpleanos de una, aparece aqui con tres bandejas de pastas y cafe para todo el mundo. Hacen un corrillo a la hora del desayuno que siempre se acaba estirando mas de la cuenta. ?Que se piensan? ?Que tienen derecho a que yo les regale el dinero? Miro la hora en el reloj de pulsera que Jorge me regalo, es feo de cojones, pero a el le parece una autentica belleza y de vez en cuando me lo pongo para darle el gusto. Son las diez menos cuarto y la hora del desayuno termina a las nueve y media. En cuanto me ven aparecer por la puerta del comedor todas giran la cabeza hacia la pared donde cuelga el reloj como una manada de perras que acaba de encontrar un hueso. Sus caras se descomponen y me miran estupefactas como si la culpa de que las haya pillado encima sea mia. --Buenos dias, senora Miler, ?le apetece picar algo? Es el cumpleanos de Nuria y ha traido algo para desayunar. Ahi esta, la descarada de Valeria, mi secretaria personal. Es la que ha tomado la voz por todo el grupo. Si no fuera porque es bastante mas eficiente que las tres ultimas que he tenido y porque ademas es la hija de uno de mis mejores clientes, la despediria sin dudarlo. A veces me siento como Miranda Priestly en El diablo se viste de Prada, una autentica zorra a la que todas sus empleadas temen, todas menos Valeria. --Ya he desayunado, gracias. ?Os pensais que las llamadas y los correos se contestan solos? --berreo echando chispas por los ojos--espero que al final de vuestro turno os quedeis a recuperar el tiempo que habeis perdido. Esto no es el colegio, aqui no se reparten chuches en los cumpleanos, ni en los santos, ni en todo lo que se os ocurra celebrar. Todas me miran con cara de cordero degollado y van saliendo una a una pasando por mi lado con la cabeza gacha. Algunas pronunciando disculpas en susurros, las que no, seguramente, me maldicen mentalmente. Ya lo se, me acabo de comportar como una autentica zorra sin escrupulos ni empatia, o al menos eso es lo que me dira mi psicologo el lunes cuando acuda a la visita para regalarle cien euros por no ayudarme. Si es que encima soy gilipollas. Me siento fatal conmigo misma cuando me comporto asi, pero soy incapaz de evitarlo. Las palabras comienzan a salir de mi boca sin ningun tipo de filtro, a veces no se ni lo que he dicho hasta que termino de hablar y recapacito, pero para entonces ya es tarde. --Podria haberla felicitado al menos--suelta Valeria al pasar por mi lado. --?Como dices? --pregunto indignada. Lo que me faltaba, que ahora venga la mocosa prepotente esta a decirme lo que tengo que hacer. --Nuria cumplia cincuenta anos, eso no pasa todos los dias. --Hay muchas cosas que no pasan todos los dias, como que os encuentre a todas en vuestros puestos cuando llego. Haz el favor de ir a tu mesa de una vez y prepararme los informes que te pedi ayer. --A la orden. Valeria se da la vuelta muy digna y camina pasillo adelante mientras yo la observo y la maldigo a la vez. Creo que ni siquiera ha cumplido los treinta, pero la cabrona tiene unos ovarios y una seguridad en si misma que me recuerda a mi con su edad, quiza por eso le permito esa insolencia. Le doy unos minutos mientras me hago un cafe en la maquina de capsulas. Valeria trabaja dentro de mi mismo despacho y cuando entre quiero verla en su mesa concentrada en lo que tiene que hacer. Doy un sorbo al cafe y miro lo que queda de las dos bandejas de pastas. La boca se me hace agua, tienen una pinta deliciosa y sin ningun tipo de remordimiento cojo una y me la llevo a la boca. --Umm, joder, que rica esta. Me como un par de ellas mas, me termino el cafe y me limpio la boca para borrar cualquier huella que pueda delatar mi pecado. Cuando entro en el despacho echo un vistazo a la mesa de Valeria, que se encuentra justo en la parte derecha. Teclea algo en el ordenador mientras habla por telefono a traves de los auriculares, pero eso no le impide dedicarme una mirada reprobatoria y cabecear como si pensase algo horrible sobre mi. Suspiro tratando de calmar mis nervios. Aqui la que manda soy yo y a veces tengo la sensacion de que la que tiene el poder es ella. Todavia me pregunto por que le permito toda esa desfachatez que tiene, he echado a otras por mucho menos. Valeria cuelga y al sentarme en mi mesa veo que los informes que le he pedido no estan. --?Todavia no me has preparado los informes? --grazno senalando mi mesa. --Si que los tengo, es solo que la impresora se ha atascado y he tenido que imprimirlos de nuevo. --Ya, claro. Valeria se pone en pie de forma brusca haciendo que su silla acabe estampandose contra la pared, recoge el fajo de papeles que hay en la impresora, los cuadra sobre su mesa hasta que quedan perfectamente alineados y despues se acerca a la mia y los suelta ante mi como si fuesen una bomba. --O empiezas a comportarte como una mujer adulta y con educacion o me vere obligada a despedirte--amenazo recogiendo los papeles. --Si quiere que los demas mostremos educacion y respeto, deberia usted predicar con el ejemplo, senora Miler. Quiza mostrar algo de humanidad con sus empleados facilitaria que todo el mundo aqui se sintiese mas comodo y rindiese mas. Hay unos cursos muy buenos sobre liderazgo y... --Mira, Valeria--la interrumpo conteniendo las ganas de despedirla con efecto inmediato--tu trabajo aqui es hacer lo que yo te pido durante las ocho horas de tu jornada, si no te gusta, ahi tienes la puerta. Valeria no se mueve ni un centimetro, pero me dedica una mirada capaz de congelar un desierto. --Lo imaginaba, ahora vuelve a tu puesto--le ordeno resoplando. Capitulo 2 Por fin llego a casa y me dejo caer en el sofa como si acabase de llegar de correr la maraton de Nueva York. Me siento realmente agotada, es como si llevase una mochila cargada de piedras a todas horas y no pudiese quitarmela ni para dormir. Dentro de un par de horas llegara Jorge, pediremos que nos traigan la comida a casa, sacare una buena botella de vino y despues de charlar un rato, nos iremos a la habitacion para echar otro polvo aburrido. No es que me queje, el sexo con Jorge es bueno. Siempre tiene mucho cuidado de asegurarse de que yo acabe retorciendome entre espasmos con su polla dentro. Pero siempre es lo mismo, el encima, yo debajo, follamos, y cuando nos corremos se da la vuelta y se duerme como un nino pequeno. ?Que hay de las noches intensas de sexo salvaje de las que hablan mis amigas? ?Que pasa con lo de follar en la cocina? O en el porche, o en el jardin como animales porque hemos tenido un calenton. Al principio pensaba que era yo, que no lo pongo lo suficiente o que no soy divertida ni espontanea en la cama. Intento hacer cosas diferentes, proponerle algun juego erotico o vestirme con lenceria tan sexi como cara, pero lo unico que consigo es que se empalme como un animal y me acabe llevando al mismo sitio de siempre; la cama. Cuando llega cuelga su americana en el respaldo de la silla y la plisa con sumo cuidado. Yo lo observo hacerlo con la misma incredulidad que siempre que viene. No acabo de acostumbrarme a sus manias ni a su obsesion por el orden, es un hombre demasiado mecanico y cuyo funcionamiento aprendes demasiado deprisa. ?Sera eso lo que me aburre? --He pedido la cena mientras venia de camino, espero que no te importe, estoy muerto de hambre--dice mientras me da un beso casto y se va al bano. --Claro--digo rascandome el pelo. Me entran ganas de seguirlo al bano, de pronto me siento ardiente y deseosa de sentirle dentro. Me lo imagino sacandose la polla de los pantalones para orinar y solo puedo pensar en acercarme, masajearla hasta ponerla dura como necesito y pedirle que me folle alli mismo. Mi sexo palpita al pensarlo, pero cuando Jorge ve que me acerco al bano estira una pierna y empuja la puerta para entornarla. Resoplo resignada y me voy a la cocina para disponer la mesa. --?Que tal te ha ido el dia? --me pregunta una vez estamos cenando. --Otra vez he vuelto a pillar a esas descaradas celebrando un cumpleanos en horas de trabajo, no se como pueden tener tanta cara--reniego de mal humor. --No seas asi, mujer, que haya buen ambiente entre el personal de trabajo es bueno para ti, asi rinden mas. --?Como van a rendir mas si no estan en sus puestos? --berreo dejando el tenedor sobre la mesa. Lo que me faltaba, como si no tuviese ya bastante con que la lista de Valeria trate de darme lecciones, ahora me viene Jorge y se pone de su lado. --No te enfades, nena--trata de calmarme. --No me llames, nena, te lo he dicho mil veces, joder, no lo soporto. Yo no soy la nena de nadie, ni tampoco una senora ni... --Eh, eh, vale ya, Ingrid--me detiene con las manos en alto--relajate, ?vale? Yo solo digo que no te vas a morir por darles diez minutos extra. --Diez minutos extra por siete personas que habia alli son setenta. Soy yo la que hace frente a los gastos, ?sabes? Dejo de comer y me bebo lo que queda de mi copa de vino de un trago. --Ponme mas, por favor--le pido a Jorge sin apenas mirarlo. --Esta bien, dejemos ese tema--dice mientras me sirve--tengo una sorpresa para ti. --?En serio? --pregunto realmente sorprendida. --Si. Jorge se saca algo del bolsillo de su camisa perfectamente planchada y me lo tiende. Es un pequeno sobre, lo cual me alivia porque por un momento he pensado que iba a sacar una cajita con un anillo y ya se me estaban ocurriendo un monton de formas de decirle que se fuese de mi casa y ninguna era agradable. Abro el sobre y extraigo una tarjeta negra con un logotipo extrano en forma de latigo y las letras La mazmorra escritas debajo. Le doy la vuelta sin comprender que es y en el dorso veo que es un vale por una sesion en el lugar en cuestion. --?La mazmorra? ?Que es esto, Jorge? Suena al sotano de castigo de algun castillo. Jorge sonrie con su dentadura perfecta ante mi cara de poker y da el primer sorbo a su copa de vino. --Dices que el sexo que tenemos te aburre, ?no? --Bueno, no es que me aburra, es que, no se, me falta algo, Jorge, te lo he dicho mil veces. --Pues esa tarjeta es ese algo. --?Como dices? --Se que tengo mucha culpa de ese aburrimiento tuyo, yo soy muy simple, me gusta follar siempre del mismo modo porque me siento comodo y se que el resultado siempre es bueno, ya sabes, cuando algo funciona para que cambiarlo, ?no? Pongo los ojos en blanco, a veces no se que cojones hago con el, en serio. --Se puede follar de muchas maneras, Jorge--digo con los ojos desorbitados. --Ya lo se, nena, quiero decir, Ingrid--se disculpa rapidamente--por eso he contratado esa sesion. --?Has contratado una sesion? ?De que? --Entraremos en una sala con una dominatrix de esas. --!?Que?! --berreo iracunda--?tu te has vuelto loco o que? Yo no voy a hacer ningun trio con nadie. --Que no es eso, Ingrid, no vamos a follar con ella. En la sesion simplemente nos guiara, nos forzara a conocer nuestros limites y nos dara algun que otro azote, nada mas, o eso creo--explica confuso. Vamos, que el muy gilipollas no tiene ni puta idea de lo que es. --Es decir--digo poniendome en pie completamente alucinada por lo que estoy escuchando--que pasas de follarme cada vez que vienes en modo misionero, a querer que una mujer nos pellizque los pezones y te retuerza los huevos mientras nos azota si nos portamos mal, ?es eso? Mi puta vida, si es que no me puedo creer que me este hablando en serio. Jorge ha palidecido en el momento que he hablado de sus preciadas pelotas, esas que nunca quiere que toque porque no se fia de que no le haga dano. --No es eso, mujer, he pedido una sesion de iniciacion, algo suave. Un amigo me hablo de ese sitio, me dijo que puedes aprender a estimularte de muchas formas y que reaviva el sexo en las parejas. --?Hablas de nuestros polvos de mierda con tus amigos? Esto es el colmo. Conociendo como son los hombres, seguro que ahora piensan que la sosa soy yo, cuando aqui, el atontado que tengo delante es incapaz de dejarme meterle mano en el sofa porque piensa que el unico lugar apropiado para el sexo es una cama. --Nosotros podemos reavivar el sexo sin ayuda de nadie, bastaria con que te soltases un poco, que eres mas soso que chupar el palo de un helado. --Intento esforzarme, Ingrid. Pense que te gustaria, pero si te vas a poner asi, lo anulo y problema resuelto. Si hombre, anularlo dice, para una vez que vamos a hacer algo diferente. --No anules nada, iremos a esa sesion y mas vale que te dejes llevar. --Te lo prometo--dice mas relajado. --Y ahora explicame por que has escogido a una mujer. --?Que? Bueno, es lo normal, ?no? --Lo normal, ?por que? Porque tu eres un hombre y pasas de que otro tio te vea la polla, ?no? --Joder, Ingrid, como estas hoy. Lo hice por ti, pense que te sentirias mas comoda si quien nos hacia la sesion era una mujer. Ya, claro, ahora encima se piensa que soy estupida. Aqui el que se va a sentir comodo es el, en fin, no voy a discutir mas. --?Follamos? --pregunta senalando la habitacion. --Si es que eres todo un romantico, si senor--rezongo fulminandolo. Estoy cabreada como una mona y tengo ganas de tirarle algo a la cabeza, pero creo que es mejor un polvo soso que acabe en orgasmo que seguir en esta conversacion de besugos. Cuando Jorge me penetra cierro los ojos y trato de imaginarme que no estamos en esta cama, ni yo debajo con las piernas abiertas y el encima bombeandome de forma mecanica. Intento pensar en algo mas divertido y excitante, pero entonces me agarro con fuerza a sus nalgas porque me apetece que me folle fuerte y sentirlo bien adentro y el se queja de que soy muy bruta y me corta el rollo completamente. --Me vas a clavar las unas, ten cuidado--dice jadeando. --?Cuando es esa sesion? --pregunto dejandome hacer sabiendo que mi orgasmo ya no va a llegar. --Manana, manana por la tarde. ?Te va bien? --Perfecto.

  • Jugando con fuego 3 de Tanatos 12

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    Tercera entrega de esta historia en la que, desde un primer momento, Pablo se vera sorprendido por una Maria que muestra una gran entereza a pesar de lo vivido en casa de Alvaro.

  • El filo de la verdad de Selva Palacios

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    Un sol de justicia caia impio sobre Nueva Trada. Ni siquiera los ancianos mas longevos recordaban haber sufrido con anterioridad un calor como ese que asolaba la ciudad desde hacia varios dias. Mik Rogers accedio con parsimonia a una de las tabernas mas inmundas del puerto. Saludo al dueno mientras caminaba hacia el fondo del local. Los parroquianos dormian la mona o bebian sumidos en el pozo de sus pensamientos. Ninguno tenia demasiada gana de charla, de juerga o de trifulca. Eso lo dejarian para cuando la noche cayera y la temperatura diese un respiro. Dentro no olia a orines como en las inmediaciones, pero si a sudor rancio. Mik arrugo la nariz y clavo su mirada en la mesa mas apartada, esa que permanecia guarecida por la penumbra en un rincon y que habia reclamado tiempo atras como suya. La utilizaba como centro de operaciones para sellar todo tipo de acuerdos turbios. El antiguo pirata llevaba trece anos pululando por los bajos fondos de aquella ciudad maldita, esclavo de los pactos que amarraban en corto su conciencia, preso de los malos recuerdos que enturbiaban sus pesadillas. Un hombre se hallaba sentado en su silla. Portaba esa mirada turbia de quienes ya estan acostumbrados a que el duermevela ligero sustituya un descanso reparador. Daba cuenta sin prisa alguna de una botella de vino medio vacia y mantenia la cabeza gacha, como si en el fondo quisiera pasar desapercibido. Mik alzo las cejas, sin dar credito. Debia tratarse de un error: a aquella hora intempestiva esperaba encontrarse con un servicial criado y, en cambio, era un caballero el que ahora habia engarzado su mirada con la suya y lo estudiaba con un rictus de seriedad demasiado impostado bajo su sombrero. No albergo duda alguna: el origen de ese tipo era noble y lo dilucido por sus ropas, por la rigidez a la que sometia a su espalda, pero, sobre todo, por la manera en que desentonaba en aquel tugurio. Estaba fuera de su ambiente y era tan obvio que, si perdia cuidado, pronto tendria problemas. Mik se sento frente al desconocido con recelo, pero intrigado por saber que asuntos queria tratar con un don nadie como el. -- Dispensa si no me quito el sombrero -- dijo hombre, tocandose el ala --, pero tengo motivos para conservarlo sobre mi cabeza. Mik sonrio, divertido. Su dentadura blanca contrasto al instante con su piel morena. -- ?Y cuales son dichos motivos, senor? Si no le importa que le pregunte... -- Dos, principalmente -- contesto, muy sereno --. El primero, que deseo minimizar el riesgo de ser reconocido. El segundo, que no pretendo tener deferencia para con un hombre de tu calana. Sin ofender --. Anadio, muy serio. Mik rio. Echo la cabeza hacia atras y expulso con fuerza el aire por la nariz. Despues, robo un trago a la botella que reposaba sobre la mesa. El liquido caliente se deslizo por su garganta y le revolvio las tripas. -- Hace falta mucho mas que palabras para ofenderme, senor, asi que pierda cuidado. Yo si que me descubrire la cabeza -- anuncio, tras despojarse de su sombrero y dejarlo descansando sobre la rodilla izquierda --. Al fin y al cabo, estoy ante un respetable miembro de la ilustre ciudad de Nueva Trada. El caballero le dedico una sonrisa ladeada que no duro mucho. Paso por alto el tono condescendiente de Mik y fue directo al grano. -- Supongo que te estaras preguntando por que estoy aqui cuando podria haber enviado a un intermediario en mi lugar... Mik coloco el codo en el respaldo de la silla y apoyo la espalda en la sucia madera. Estudio a aquel tipo, intrigado. Tenia la piel muy blanca y su barba bien recortada enmarcaba una boca de labios finos y dentadura pobre. -- Entiendo que estara a punto de desvelarme la incognita. -- En efecto. Veras, la cuestion es que si puedo encargarme yo mismo de un asunto tan delicado como este que nos trae entre manos, no lo dejare en las de otros. Es el unico modo de asegurarme de que todo saldra como es debido. Mik se fijo en sus unas bien cortadas, en sus dedos largos y finos. Estaba claro que aquel tipo nunca se habia ganado el pan con el sudor de su frente. Su interlocutor y el no podian ser mas distintos en cualquier aspecto en que se compararan. Alzo el menton y lo miro a los ojos. -- Le escucho. Antes de hablar, el desconocido aparto la vista. No acostumbraba a tratar a hombres como Mik de igual a igual. Probablemente, era la primera vez en su vida que un negro lo miraba directamente a los ojos. Y no le gustaba, pero tendria que soportarlo. O mas bien acostumbrarse: cada vez eran mas los esclavos que compraban su libertad. Los tiempos estaban cambiando y no para bien. -- Quiero que te encargues de un pequeno asunto que deseo encomendarte. Y te advierto de que, si no cuento con tu discrecion absoluta, habra consecuencias. Mi posicion en esta ciudad es privilegiada. Soy amigo personal del gobernador y me ha puesto al tanto de tu peculiar... situacion. Mik torcio el gesto y chasqueo la lengua: si venia de parte de Joaquin Ventura, el mandamas de Nueva Trada, sabia que tipo de tarea se disponia a encomendarle el caballero: una sucia, en la que se mancharia las manos de mierda o de sangre. Probablemente de ambas. Se encogio de hombros, dispuesto a seguir con la conversacion como si trataran asuntos mas mundanos. -- Creo que ha quedado sobradamente demostrada mi capacidad para desempenar todo tipo de encargos con eficacia y sin levantar sospechas -- expuso Mik --. Mi reputacion me procede. -- !Desde luego, eso no lo pongo en duda! Estoy ante el mejor asesino de la ciudad -- dijo, bajando la voz --. Por no hablar de tu habilidad creando toda clase de pocimas y unguentos. !Tu eficacia es legendaria! -- rio sin ganas y se inclino ligeramente hacia el --. No estoy aqui para cuestionar tus sanguinarios metodos, Rogers, al contrario. Lo que deseo es que los utilices en mi beneficio, pero antes quiero acotar los terminos bajo los cuales cumpliras mis ordenes. Deberas seguirlas a rajatabla para no dejar margen de error. La improvisacion es enemiga del exito. El caballero sudaba copiosamente bajo sus delicados ropajes. Sendos cercos de sudor se expandian bajo las axilas oscureciendo la tela y una pelicula brillante perlaba su frente haciendola brillar. En cambio, Mik resistia con bastante entereza los envites del clima. Ventajas de provenir del continente africano. -- ?A quien desea que borre del mapa? -- pregunto Mik, repentinamente cansado de tanto rodeo --. ?A un rival en los negocios? ?A un viejo enemigo? ?Al amante de su esposa, tal vez? Rio su ocurrencia, pero el caballero lo escrutaba con aires de suficiencia y el gesto bien serio. No volvio a tocar la botella, aunque la miro de pronto como si necesitara desesperadamente un trago. -- En tu ultima suposicion no ibas muy desencaminado -- admitio, muy a su pesar --. En este caso, el amante soy yo. Quiero casarme en segundas nupcias, pero para ello, primero debo enviudar y por ende, mi esposa debe morir. Mik lo miro durante un buen rato con la boca cerrada a cal y canto. Se paso la mano por la mejilla y se rasco la cabeza, que lucia afeitada para evitar la molesta invasion de piojos y otros parasitos. -- Lo que me esta pidiendo es del todo imposible, senor -- le informo con solemnidad -- . No asesino a mujeres ni a ninos. Siento comunicarle que no soy su hombre. Busquese a otro. Se levanto con parsimonia y se coloco el sombrero en la cabeza. Murmuro una despedida. La voz del caballero lo detuvo cuando ya le daba la espalda. -- ?Un asesino con escrupulos? !No puedo creerlo! Mik no se giro. Efectivamente, aun no habia perdido toda la rectitud que quedaba en el, aquella que Samuel Rogers le inculco. Dio un paso mas en direccion a la salida, deseando que el aire torrido de la calle le golpeara en la cara para asi, al menos, sentir algo. -- !No puedes negarte, escoria! No estas en condiciones de rechazar mi peticion. Tienes contraida una deuda con esta ciudad y con nuestro gobernador. ?O acaso lo has olvidado? Mik se detuvo y cerro los ojos. Gruno. Solto un improperio en alguna lengua desconocida y se sento de nuevo a la mesa. Su humor se habia agriado y ni siquiera hizo el mero intento de disimularlo. -- ?Por que? -- No estas en disposicion de negociar, ni de hacer preguntas, Rogers. Mik se trago su orgullo acompanado por una buena dosis del vino barato que tenia frente a el. -- No me malinterprete, senor, se lo ruego. No es menester mio juzgarlo. Eso queda entre usted y Dios -- expuso con la solemnidad de un parroco encerrado en un confesionario --. Supongo que estara al corriente de que existen alternativas para hombres como usted. Seguro que halla un metodo efectivo para disfrutar de los placeres que su... amante pueda proporcionarle sin poner en riesgo la integridad de nadie. Muchos caballeros siguen este precepto y son plenamente felices. Incluso cuentan con la bendicion de su esposa. El tipo rio. Alzo la cabeza y le dedico una mirada furibunda por encima del ala de su sombrero. -- Es usted muy temerario, Rogers. De ser otras las circunstancias, no le quepa la menor duda: mandaria que lo azotaran hasta verlo desangrarse y nada me complaceria mas que esa vision. Sin embargo, no soy la clase de bestia inhumana que cree que soy. No pretendo deshacerme de mi esposa por capricho. Mi matrimonio fue una farsa desde el inicio. Nos unimos por interes mutuo de nuestras familias y nunca desarrollamos sentimientos de afecto el uno por el otro. Al contrario, detesto a esa vaca esteril que no ha sido capaz de cumplir con su unica obligacion: traer a mi heredero al mundo. Y, tras una decada, senor Rogers, comprendera que ya no albergo absolutamente ningun tipo de esperanza. Ese feliz acontecimiento no va a suceder: no me dara descendencia. Por ello, me veo en la obligacion de sustituir a mi amada esposa por otra mas... competente. Y mas joven. He ahi la razon de hallarme frente a usted. Por eso requiero de sus... servicios. Mik exhalo un suspiro y lo taladro con la mirada. -- ?Y no ha considerado el divorcio? El caballero enfurecio. Una sombra negra planeo sobre sus ojos. -- !No digas sandeces! -- Grito, provocando que un par de miradas se posara sobre ellos. Percatandose de ello, bajo la cabeza y la voz --. !Eso es pecado! !Una blasfemia propia de la gente barbara del norte! Y aunque fuese legal en Nueva Trada, sin mi, mi esposa no es nada. !No es nadie! Creeme, ella opinaria lo mismo: estara mejor bajo tierra que deshonrada y condenada al ostracismo de la alta sociedad. Mik entorno los ojos y puso las palmas de sus manos encima de la mesa. -- Lo lamento mucho senor, pero creo que su problema tiene mejores soluciones que esa... -- Si no eres tu, Rogers, !otro se encargara! --. Le interrumpio el tipo, perdiendo la poca paciencia que le quedaba --. Hare que te ejecuten en la horca. A ti y a los tuyos, a los que quedan. Solo tengo que mover un dedo y el peso de la justicia caera sobre tu tripulacion por entero. !Piensalo bien, necio! Dio un punetazo en la mesa que delato su nerviosismo. La botella vibro durante un efimero instante. Mik trago saliva y bajo la mirada. Reflexiono acerca de su situacion y de sus opciones. El caballero, por muy poco que mereciera tal apelativo, estaba en lo cierto: no tenia mas alternativa que aceptar. Cargaria en el foso de su conciencia con otra vida que iba a sesgar por encargo, por no hablar de todas las que arrebato en alta mar, con Samuel Rogers y despues, como capitan del Servus. Aquellos tiempos quedaban bien lejos. Otros mas oscuros eran los que le estaba tocando vivir. Mandaria al cielo otra alma para que la suya fuese directa al purgatorio. Y esta vez, se trataria de una mujer inocente cuyo unico pecado era no haber parido hijos. !No podria hacerlo! Se imagino a si mismo empunando su daga pero no hundiendola en la carne de aquella dama. Aunque no la mirara una sola vez a los ojos para leer en ellos como pedia misericordia, sabia que no seria capaz de infligirle dano alguno. Se conocia mejor que nadie. Era un hombre cauto, pese a la vida que llevaba. Pensaba detenidamente las consecuencias de sus actos. Nunca se precipitaba antes de actuar. Samuel le enseno a ser mas astuto, mas rapido, mas fuerte y mas valeroso que ningun otro. Solo asi habian sobrevivido ambos en aquel mundo gobernado por hombres blancos. Por eso, cuando una idea cruzo su mente, fue tal el cambio que acusaron sus facciones que el caballero se puso en alerta, mas no dijo nada. -- Esta bien, senor -- concedio Mik --. Lo hare. Digame como se llama su esposa, donde y cuando. El como, me lo reservo para mi. El caballero sonrio. Los ojos le brillaban. Una gota de sudor descendio por su sien hasta aterrizar sobre la mesa. Mik lo miro con desagrado. Quiza Dios o la naturaleza no deseaban que aquel sujeto se reprodujese. De inmediato compadecio a su esposa, a pesar de que no fuese buena idea empatizar con una futura victima. El desconocido ni siquiera se percato de las tribulaciones del antiguo pirata. Estaba demasiado ocupado celebrando su triunfo por anticipado. No veia el momento de regresar con su amante y yacer con ella en pecado por ultima vez. Pronto la convertiria en su esposa mientras fingia llorar a la anterior. Se inclino sobre la mesa y coloco la mano en torno a su boca: -- Escucha atento y no pierdas detalle -- repuso con voz grave --. Manana, emboscaras el carruaje en el que Elvira regresa a casa. Al anochecer. * Dona Elvira de Diego se enjuago el sudor de su frente con un suave panuelo de seda. Lo empapo tras restregarlo tambien por la cara y por el cuello hasta que la tela se torno translucida. Volvio a guardarselo en las profundidades de su generoso escote. Resoplo, maldiciendo para sus adentros el calor tan insoportable que hacia dentro del carruaje. No veia la hora de regresar a casa, asearse y meterse en la cama. Habia sido un dia agotador. La visita a su prima lejana, Angustias, no se desarrollo todo lo bien que esperaba. Angustias la recibio con animos destemplados pese a que fue ella quien insistio, misiva tras misiva, en que debian verse de inmediato. Ambas tenian la misma edad. Se habian criado juntas, casi como hermanas. Sin embargo, su relacion nunca fue buena. Llevaban cinco anos sin verse cuando a Angustias le entro apremio por citar a su prima en su lujosa mansion, ubicada a las afueras de Nueva Trada. En seguida Elvira comprendio que las prisas de Angustias obedecian a un unico proposito: el deseo de restregarle la felicidad que experimentaba por la cara. Contaba con un esposo carinoso y atento, cuatro hijos maravillosos que gozaban de buena salud, unas amistades solidas y unos excelentes contactos que la convertian en una de las damas mas populares de la ciudad. Por si esto fuera poco, acababa de adquirir una lujosa mansion equipada con los ultimos adelantos modernos de tres plantas y catorce habitaciones. Su afianzada posicion dentro de la alta sociedad nuevatradense era ya un hecho consolidado. Angustias recibio a Elvira en su salon de te. Proyectaba seguridad y confianza en si misma, nada que ver con esa chiquilla vacilante que diez anos atras era un alma en pena. Sus lamentos se debian a que ningun hombre la pretendia, ninguna propuesta de matrimonio llegaba. La envidia la corroia al ver como su prima Elvira se prometia con uno de los mejores partidos de la ciudad: Leopoldo de Diego. Habia llovido mucho desde entonces. Las tornas giraron tanto que se terminaron invirtiendo. La tirria de Angustias hacia su prima se habia transformado en una superficial lastima tenida de fingida compasion. Durante varias horas, frente a una taza de te que se habia quedado frio, Elvira tuvo que aguantar los comentarios hirientes y las sarcasticas burlas de su prima, que no paraba de jactarse de su larga racha de buena suerte. Era, precisamente, de lo que carecia Elvira en aquellos momentos, pero aguanto la tempestad con estoicismo y clase. Siempre con una sonrisa permanente en sus labios. Porque ante todo, si algo caracterizaba a dona Elvira de Diego era, precisamente, la clase que tenia. Y asi lo demostraba cada vez que tenia ocasion: llevaba el orgullo adherido a su persona como una suerte de segunda piel. Ni Angustias ni nadie la veria flaquear jamas, aunque Elvira sintiera que su vida se estaba desmoronando sin que pudiera hacer nada por evitarlo. El camino estaba plagado de baches. La senora De Diego se agarro con firmeza a su asiento y respiro agitadamente. Apoyo los pies con firmeza en el suelo para evitar caer hacia delante. El cochero restallo el latigo con el que azuzaba a los caballos. Debia darse prisa. Estaba a punto de anochecer y la oscuridad propiciaba que bandidos y pistoleros campasen a sus anchas por los desolados caminos, desamparados ante la ausencia de luz. Un repentino mareo invadio a Elvira. No solo lo causaba aquel maldito y accidentado viaje, sino el tercer trozo de pastel que habia engullido en casa de su prima Angustias. Demasiado dulce para pasar aquel amargo trago. No le habia caido bien en el estomago y ahora pagaba las consecuencias de su gula. Cerro los ojos y sintio la desagradable sensacion que acompana a una repentina arcada. Dio dos golpes secos en la pared del carruaje. El cochero no se detuvo. Lo intento otra vez, ya sin paciencia. Se hizo dano en los nudillos al aplicar en el proceso todas las fuerzas que le quedaban. Por fin, el vehiculo paro a un lado del camino. Elvira abrio la puerta y descendio apresurada. Su sudor era frio, lo percibio en cuanto se levanto una leve brisa. Con la mano izquierda se tapaba su boca. Con la derecha, se tocaba el vientre. Ese vientre que era yermo, esteril. Se acurruco tras un arbol, se agacho y vertio la merienda sobre unas hierbas procurando no hacer demasiado ruido mientras regurgitaba. Desde su posicion, el cochero seguro estaria escuchando los estertores que la garganta de Elvira emitia. Eran tan poco dignos de una distinguida dama que un repentino arranque de verguenza la invadio. Se le pusieron rojas las mejillas otorgando algo de color a su tez palida y empanada. Un pensamiento esperanzador broto de las profundidades de su mente. ?Y si estaba encinta? Desecho la idea de inmediato, torturandose por albergar ilusiones huecas. Era fisicamente imposible. Leopoldo llevaba sin yacer con ella meses. El fracaso de su matrimonio se comportaba como un viejo fantasma que de vez en cuando acudia a ella para atormentarla. Elvira se incorporo y, con el mismo panuelo que antes, limpio sus labios. Una solitaria lagrima salio despedida de uno de sus ojos azules. No se molesto en secarla. Achaco su presencia al hecho de que se encontraba mal del estomago, y no a la tristeza que se empenaba en invadirla. Apoyo su mano en el tronco del arbol que tenia al lado. Se sereno contemplando el horizonte anaranjado. Consiguio respirar con normalidad al fijar la vista en esos ultimos rayos de sol que se perdian lejanos, oblicuos, moribundos, a punto de ser tragados por la oscuridad. Sin previo aviso, un brazo le rodeo la cintura con fuerza. Una mano le tapo la boca. La punta de una daga rozo su yugular. Elvira se olvido de tomar aire. Estaba paralizada y no solo debido al miedo. Hacia mucho tiempo que no sentia el calor de otro cuerpo cera del suyo, el cuerpo de un hombre. Percibio un aroma varonil invadiendo sus fosas nasales que, en otras circunstancias, le hubiese suscitado cierto agrado. Sin embargo, en el contexto de un asalto esta informacion paso desapercibida y el terror se manifesto sin tapujos. Las rodillas le temblaron. La garganta se le cerro. Ni siquiera el grito que habia dejado a medias termino de salir. Aquel era su fin. El fin de Dona Elvira de Diego, ilustre senora de Nueva Trada. -- No se mueva o la matare -- susurro una voz ronca a su oido. El acento delataba que se trataba de un extranjero. Un proscrito, tal vez. Elvira descendio la mirada y, bajo la luz del crepusculo, estupefacta, descubrio que la mano que le tapaba la boca pertenecia a un hombre de piel oscura. Un mestizo, quiza algo peor. Se pregunto que querria aquel malnacido de ella. Dinero. Joyas. Un rescate. Deshonrarla, en el peor de los casos, mancillando su cuerpo sin remedio. Entonces su esposo la repudiaria para siempre y de manera definitiva. Aquel seria para Elvira un fin peor que la muerte. El corazon le latia tan rapido que creyo estar a punto de abandonar este mundo. Recupero su voz tan solo para emitir un leve quejido. Ni siquiera en esas circunstancias era capaz de imponerse, de luchar por su vida. Reprocho internamente su propia pasividad, su cobardia. Aquel fue el ultimo pensamiento racional que tuvo antes de desmayarse de puro espanto, de autentico pavor.

  • La locura de Chloe (Trilogia Locura 2), Chloe Magne de Chloe Magne

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  • Contra amazon de Jorge Carrion

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    Las bibliotecas y las librerias -reales o de ficcion, recorridas o leidas- son escenarios fundamentales de nuestra educacion sentimental e intelectual. En este libro de cronicas que ensayan y de ensayos narrativos, Jorge Carrion viaja a las innovadoras bibliotecas y librerias de Seul; investiga en Napoles y en Capri la historia de la mitica casa de Curzio Malaparte; entrevista a libreros y a escritores de Miami; conversa sobre libros y ciudades con Alberto Manguel, Iain Sinclair, Luigi Amara o Han Kang; interpreta las bibliotecas de Don Quijote y del Capitan Nemo, y rinde homenaje a algunas de las librerias y de las bibliotecas mas fascinantes del mundo -y de su propia vida. Mientras Amazon sigue conquistando espacios fisicos y virtuales, el autor de Librerias -el libro de referencia internacional sobre el tema, traducido a las lenguas mas importantes del mundo- y de “Contra Amazon. Siete razones / Un manifiesto” -que ha sido un autentico fenomeno en el mundo cultural anglosajon- defiende la figura del librero y la libreria de autor, al tiempo que nos invita a viajar y -sobre todo- a leer con espiritu critico.

  • ?Quien mato a Alex?: El secreto desvelado, Janeth G.S de Janeth G. S.

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  • Magia Salvaje de Lucia Herrero

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    Morgan tiene un secreto: no es un hada comun, y su mayor miedo es que su verdadera naturaleza salga a la luz. Lance teme no ser lo bastante bueno para tomar el relevo de su maestro. Y, sobre todo, teme perder el control con esa hada temeraria que lo saca de quicio.
    Una boda rodeada de funestos presagios los hara emprender juntos un viaje que cambiara sus vidas para siempre. Mientras sin darse apenas cuenta se descubren el uno al otro, sus enemigos se multiplican, especialmente cuando alguien decide sacar provecho de una vieja afrenta que cayo en el olvido pero nunca fue perdonada.
    ?Y si la unica forma de salir victoriosos fuera enfrentarse a sus propios miedos y aceptarse a si mismos? ?Presentaran batalla a su propio orgullo para superarse y encontrar la felicidad?

  • Iron flowers de Tracy Banghart

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    En un mundo de hombres en el que las mujeres no tienen ningun derecho, cada provincia del reino debe presentar a sus jovenes mas hermosas para que el principe heredero pueda elegir a su pareja. Asi es como dos hermanas, Nomi y Serina, terminan confinadas en dos habitats contrapuestos: la hermosa, fragil y debil en la inhospita prision de Mont Ruin y la chica resuelta, practica y luchadora entre las sedas y fiestas de palacio. Dos historias de superacion, supervivencia y amor entre hermanas… Porque, cuando la solucion no llega, solo queda cambiar las reglas: !Que empiece la revolucion!

  • Creo que me enamore de ti de Carmen Batista

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    Te quiero, le dije, como amigos...
    Amigos que comparten la vida, los gustos, la cama, esto ultimo no se lo dije, pero lo pense. Mejor guarde silencio y vi como continuaba hablandome de su novia con quien se iba a casar.
    La verdad no estoy segura de poder continuar ocultando mis sentimientos y fingiendo, " no importa que sienta esto, ya se me pasara".
    No se si podre seguir haciendo un lado esto que siento, por momento me podria confundir y creer en que lo nuestro funcionaria, pero luego esta su boda, su chica y el hecho de que espera que yo ayude con los preparativos. Definitivamente tengo ganas de arrancar... Deberia detenerme, estar a solas para componer mi corazon, mis heridas y desde ahi continuar... huir de todo, eso es lo que deberia hacer... Si tan solo el entendiera... si tan solo el me amara como yo...

  • Sin llegar nunca a la cumbre de Paolo Cognetti

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    El nuevo libro del autor de Las ocho montanas.

  • Mil besos tuyos de Tillie Cole

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    Poppy es una nina risuena y una prodigiosa violonchelista. Rune es misterioso y amante de la fotografia. Su hitoria juntos comenzo desde que eran muy pequenos, cuando se convirtieron en complices de aventuras, secretos y de un amor inquebrantable. Los anos han pasado y, tras la muerte de su abuela, Poppy tiene la mision de llenar un frasco con mil besos de la persona que haga a su corazon estallar de amor, y sabe que solo con Rune podra iniciar esa gran aventura.

  • Amor, Sexo y Musica (Entre letras y un cafe 2) de Maleja Arenas

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    Escuche una vez a alguien decir que el amor puede ser constructivo, apasionado, ardiente, febril, vigoroso, fantastico o todo lo contrario. Destructivo, amargo, solitario y devastador.
    Cuando me enamore por primera vez, encontre lo segundo. destruccion.
    Cuando me enamore por segunda vez encontre. Mi Todo.

  • Vamos a contar mentiras de B. S. Gairald

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    Una tormenta de nieve deja incomunicadas a cuatro amigas en una casa rural. Blanca y Concha son pareja, Helena y Sofia. no. Encerradas sin luz y sin cobertura, deciden contar historias para matar el tiempo: Blondie es una gata muy especial para su duena; en una zona rural, una cartera reparte algo mas que cartas; Dorian conoce a Malak; Leonor huye de su pasado; Almu y Mari son solo buenas amigas. por ahora; una sincronia sucede en Granada; un misterioso crimen sacude el bosque y dos investigadoras lo intentan aclarar; la abuela Juana tiene un secreto; Cati escribe los amores que quisiera para su vida. Las horas pasan y las cuatro amigas beben demasiado. Ademas, ellas tambien tienen su propia historia, asi que pronto afloran rencillas latentes y sentimientos soterrados. Esa convivencia forzada supondra un punto de inflexion en sus vidas. La primera obra de B. S. Gairald es un conjunto de relatos que tocan temas tan dispares como lo son las cuatro protagonistas que los narran: amores secretos o desinhibidos, soledad, esperanza, muerte, humor, destino. La autora combina mensajes <> y humor, dosis de cruda realidad y momentos de cierta magia.

  • Vanessa (Senoritas americanas 4) de Scarlett O'connor

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    ?Quien estaria tan desesperado como para casarse con la arisca Vanessa Cleveland?Desesperado y demente. William Witthall, conocido como el conde Loco, esta en la ruina. Quiza se deba a su mala administracion o, tal vez, a su aficion a hablar de duendes. No lo sabe. Lo unico de lo que esta seguro es de que necesita ayuda para salvar sus tierras, y ?quien mejor que la brillante senorita Cleveland?
    Vanessa no podra resistir el desafio de probar que puede hacer todo aquello que le es vedado, mas aun, cuando los secretos de su pasado vuelvan para atosigarla y la obliguen a averiguar de que estan hechos sus suenos y aspiraciones.

  • Deseo confuso de Amy Meyer

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    Amanda es una chica joven que nunca ha mantenido relaciones sexuales. Hugo, un chico mayor que ella, se enamora perdidamente de su inocencia hasta el punto que decide cambiar su vida con tal de tenerla.
    Todo parece ir muy bien hasta que Hugo decide presentarla a sus padres y Amanda es reconocida como la amante del padre de Hugo. Sin embargo, hay algo que no encaja, la amiga del padre de Hugo murio ocho meses atras y era mayor que la dulce chica.
    ?Son la misma persona la dulce chica virgen que descubre el sexo con Hugo y la mujer madura que mantuvo relaciones sexuales con su padre?

  • Nuestros mejores momentos de Audrey Ferrer

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    Elea es psicologa y su vida esta patas arriba.
    Marco solo es alguien de su pasado. Alguien enterrado, olvidado, carente de importancia... al menos eso es lo que ella quiere creer.
    Pero ?y si ese seductor de ojos verdes vuelve con su sonrisa ladeada para demostrarle que no esta dispuesto a rendirse?
    ?Y si se reencontraran en el MOMENTO menos idoneo?
    Paula es la mejor amiga de Elea, ademas de la mas picante y divertida. Podria ayudar a la psicologa en su desorden, si no estuviese demasiado ocupada con sus lios con dos hombretones.
    Un libro, pero dos historias de amor, dos conquistadores irrefrenables, muchas risas y... emocion.

  • Una boda imperfecta de Dina Reed

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    Max Harper es representante de deportistas y sabe que la unica manera de conseguir un contrato mas ventajoso para Jeff Bristol, una estrella del futbol y uno de sus mejores amigos, es que siente la cabeza. O, al menos, que lo finja. Jeff es una figura del deporte, guapo y sexy, pero tambien mujeriego y juerguista. Y no piensa cambiar. Por eso, cuando su representante le propone una boda por interes, para limpiar su imagen y conseguir un fichaje multimillonario en un club frances, ni se lo piensa y acepta casarse con la chica que elija Max. Max no tiene ni idea de donde va a encontrar una novia para Jeff, hasta que recibe una llamada de su hermana Gwen. Su padre acaba de cortarle el grifo y esta desesperada. Gwen no ha trabajado en su vida, no tiene experiencia mas que en gastar y en irse de fiesta y necesita un cambio de aires y dinero con tanta urgencia que, cuando su hermano le cuenta que busca una novia para el insoportable de Jeff Bristol, ni se lo piensa. Ella siempre ha querido vivir en Paris y tiene la intuicion de que alli va encontrar su sitio en el mundo, asi que se propone como candidata a novia, a cambio de una cantidad importante de dinero y de vivir en una mansion enorme junto al Sena, en la que no tenga que cruzarse con su marido de pega. A Max le parece un desproposito, pero le cuenta a Jeff que su hermana esta dispuesta a casarse con el en esas condiciones y el acepta sin dudarlo. Gwen le odia tanto que jamas cometeria el error de enamorarse de el y viceversa. Primero, porque el no cree en el amor y, segundo, porque jamas tendria nada, absolutamente nada, con la irritante, caprichosa y tocapelotas de Gwen Harper. O eso cree. Porque en Paris descubriran que lo que parece ser odio, esconde atraccion, deseo, fuego y algo tan fuerte que podria cambiar sus vidas para siempre... Capitulo 1 Aquella manana de mediados de mayo, Max se desperto con la llamada de Vivian, su asistente: --Vivian, ?que pasa? --pregunto Max porque sabia que tenia que pasar algo para que su asistente le llamara a las seis de la manana y mas cuando la noche anterior habia estado en una fiesta hasta las tantas. Fiesta en la que, por cierto, habia acabado enrollandose con una modelo que estaba durmiendo a su lado, una tal Alison o Alice ?o era Meadow? El caso era que la tenia metida en su cama y que lo que menos queria era que despertara. Asi que salto de la cama y se encerro en el cuarto de bano mientras que Vivian se excusaba: --Disculpa que te llame a estas horas. Imagino que anoche te acostarias tarde, pero es que esto es importante. Max se sento en el confortable sillon blanco del lujoso bano de la suite presidencial del hotel mas caro y elegante de Nueva York, apreto las mandibulas y respondio: --Dispara. --La prensa deportiva europea abre hoy con las imagenes de Jeff Bristol de vacaciones en Ibiza. Max resoplo, se paso la mano por la cara y replico temiendose lo peor: --!Mira que le adverti que fuera discreto! !Hoy los de la prensa vuelan drones en cualquier sitio! ?Y como le han cazado? ?Follando? ?Borracho? ?Practicando deportes de riesgo? ?Haciendo...? Vivian trabajaba con su jefe desde hacia diez anos y le conocia tan bien que le interrumpio, antes de que siguiera trepandole la bilis hacia la garganta: --Le han pillado en un barco, metido en un jacuzzi con cuatro bellezas exoticas, dandoles de beber champan de la botella y luego untandoles protector solar en el cuerpo. Max, que ya solo podia pensar en la bronca que le iba a pegar al irresponsable de su representado, inquirio: --?En el cuerpo? --Las chicas estaban desnudas y Jeff sale en las fotos con las manos en los traseros y en los pechos. Max bufo porque se imaginaba el escandalo que estarian siendo las fotos en Europa: --!No quiero ni imaginarme los titulares! A Vivian, para quitarle hierro al asunto, solo se le ocurrio decir: --Ni los comentarios en las tertulias de la television. Pero es verano y estas noticias se toman con cierto cachondeo. Quiero decir que no estamos ante una tragedia. Y ya sabes como son estas cosas, Max, dan que hablar el primer dia, pero luego se olvidan rapido. --?El presidente del club que esta dispuesto a pagar una cantidad indecente de dinero por el loquito de Jeff va a olvidar que es un juerguista, un pendon y un tarambana en el que no se puede confiar en absoluto? --bufo Max que estaba que se subia por las paredes. --No te pases, Max. Jeff es un buen chico. Ha trabajado muy duro este ano y necesita desconectar y divertirse. Tampoco ha hecho nada malo... --No, que va, !dejarse retratar en un entorno de sexo, alcohol y seguramente drogas es algo de lo mas sensato y prudente cuando estamos negociando el contrato del ano! --grito Max, sin tenerle sin cuidado si la tal Alice, o Britney o como diablos se llamara, se despertara y saliera pitando de alli. Al contrario, deseaba que lo hiciera porque no habia nada que le diera mas pereza que la tipica conversacion mananera, despues de un polvo de una noche. --!No exageres tampoco! No habia drogas por ninguna parte, solo esa botella de champan y el protector solar. --!Me figuro las bromitas que estaran haciendo a costa del protector solar de las narices! --Helen Black, la reina de las mananas, ya sabes, dice que Jeff Bristol ha protagonizado, sin proponerselo, la mejor campana de prevencion del cancer de piel. Max, a pesar de que estaba que rabiaba, no pudo evitar reirse, pues lo de su asistente no tenia remedio: --!Espera que todavia voy a tener que llamarlo para felicitarle por su buena accion! Vivian, que por supuesto que sabia lo que se estaban jugando y solo queria que salieran del entuerto de la manera mas airosa posible, afirmo: --La situacion se ha vuelto un tanto delicada, pero estoy segura de que tiene arreglo. Por eso, y aun sabiendo que te iba a despertar, te he llamado... Max lo unico que sabia era que tenia que plantarse delante de ese inconsciente para cantarle las cuarenta: --Voy a tomar el primer vuelo que pille para Espana. Necesito hablar con Jeff. No puede seguir asi. !Tiene que dejar las mujeres y las fiestas de una maldita vez! --?Y que vas a hacer? ?Encerrarle en un monasterio? --replico Vivian con guasa. A Max le cabreo la bromita de su asistente, pero al momento se le paso por la cabeza una idea que hizo que entornara los ojos y murmurara: --O hacer que siente la cabeza por narices... Vivian, perpleja por las palabras de su jefe, pregunto ansiosa por saber que estaba tramando: --?Como que por narices? --Que a este no le puedo meter a monje cartujo porque tiene que entrenar y jugar los partidos, pero como que me llamo Max Harper que yo a este tio lo caso. Vivian solto una carcajada, pues para nada pensaba que su jefe fuera a salir con algo parecido: --!Estas de broma! !Solo puedes estar de cona! !Es que no puedo creerlo! Max estaba tan cabreado que, con la vena hinchada del cuello y el ceno fruncido, activo la camara del telefono movil para que Vivian le viera: --?Esta es la cara de un tio que no esta hablando en serio? --inquirio a su asistente. Y Vivian al ver que su jefe estaba como Dios le habia traido al mundo, solo pudo tragar saliva porque aquello era un autentico espectaculo. Max Harper era sin duda el tio mas bueno que habia visto en su vida. Y mira que ella estaba acostumbrada por su trabajo a ver a tios buenos a diario. Max era representante de deportistas y por la agencia pasaban autenticos dioses griegos, pero Max era otra cosa. No solo tenia un cuerpo para perder el aliento, porque hacia mucho deporte y lo marcaba todo... Es que era guapo como el solo, castano, de pelo abundante, peinado con raya al lado, tenia unos ojos enormes de un verde salvaje, la nariz recta, la boca en su justo grosor, el menton marcado, la sonrisa perfecta... Aunque bueno, ?habia algo que no fuera perfecto en Max? Pues hasta eso que no habia podido evitar mirar de refilon lo tenia increiblemente bien, tanto que mascullo: --!Madre mia! Sin embargo, Max se lo tomo por otro lado y replico: --!Pues eso mismo! No voy a permitir que Jeff Bristol se arruine la carrera y que de paso pisotee mi prestigio y mi reputacion. Manana mismo me plantare en Ibiza y le exigire que corte con su faceta de vividor y mujeriego. El presidente del club que le quiere fichar es un tipo estricto, serio y riguroso al que no creo que le haya hecho ninguna gracia ver a su proximo fichaje estrella hacer el mamarracho en un barco. Vivian, que por mucho que dijera su jefe seguia pensando lo mismo, insistio: --Hace lo que cualquier joven soltero que... Vivian, de repente, se callo porque escucho a una voz femenina muy melosa decir: --Max, cielo, ?vuelves a la cama? Esta gata en celo tiene ganas de mucho mas... Vivian tuvo que morderse los labios para no partirse de risa y Max en cambio gruno: --!Cierra la puerta, por favor! !Estoy trabajando! Y no tengo tiempo de nada mas. Coge tus cosas y vete, si eres tan amable... La gata en celo le miro alucinada de estar escuchando aquello y replico enroscandose un mechon de pelo rubio en el dedo indice: --Estas vacilandome, ?verdad? Porque te recuerdo que soy Ada Brandon, el sueno de medio mundo. Ada. Se llamaba Ada, penso Max, que solo tenia ganas de perderla de vista para siempre. --No dudo de que seas el sueno de medio universo, pero yo tengo que trabajar --le hablo Max, haciendole gestos con la mano para que se fuera. Sin embargo, Ada, que estaba desnuda y con el pelo cayendole en cascada sobre los pechos, replico: --Los hombres tan ocupados me ponen muchisimo. Te dejo mi tarjeta en la mesilla. Se que vas a tardar muy poco en llamarme. Luego, se paso la lengua por los labios, se pellizco los pezones con ambas manos y se marcho dando un portazo... Capitulo 2 Max se olvido completamente de Ada hasta que su asistente se la recordo cuando iba en el taxi de camino al puerto de Ibiza: --Vivian no paro de llamar a Jeff y no me coge el telefono. ?Cuando fue la ultima vez que hablaste con el? --le pregunto mosqueado. --Hace un rato. Te esta esperando. Le habras pillado haciendo algo... --Solo espero que no se le haya ocurrido ponerse otra vez a untar protector solar a diestro y siniestro --dijo Max mientras se ponia sus gafas de sol de aviador. --No seas duro con el. Ademas, quien este libre de pecado que tire la primera piedra --replico Vivian porque la verdad era que Jeff le caia genial. Y bueno... Tambien habia algo mas. Y no era exactamente que estuviera celosa, porque sabia que su jefe jamas iba a fijarse en una chica como ella, pero le daba mucha rabia que perdiera su tiempo con mujeres como Ada Brandon. Max se revolvio en el asiento molesto, pues su asistente no tenia ninguna razon: --Yo puedo hacer con mi vida lo que me de la gana. Soy soltero y no estoy a punto de firmar un contrato con un club que esta dispuesto a pagar lo que sea por tenerme. --Eres el representante y tambien tendras que dar una imagen de seriedad y rigor. ?No crees? Max admiraba muchisimo a Vivian, llevaban trabajando juntos desde el primer dia en que monto la agencia, pero a ratos era una verdadera mosca cojonera: --Yo soy un tio discreto, que no va por ahi dejandose retratar a la luz del dia haciendo cosas indecorosas. --!Ay, por favor, hablas como si fueras mi abuelo! --exclamo Vivian divertida. --Hablo como un tio sensato y con cabeza... --Tanta que te lias con Ada Brandon --le recrimino Vivian en un tono tan duro que cualquiera hubiera dicho que estaba celosa. --No se quien es, si te digo la verdad. La fiesta era un aburrimiento, de pronto aparecio esa chica, hablamos, tampoco era que tuviera una conversacion muy estimulante, pero... --Ya, tiene unas piernas interminables, pechos abundantes, cintura de avispa, un culazo de impresion, melenon rubio... --aseguro Vivian con un deje de rabia un tanto extrano. --Pues si, tiene todo eso. ?Y? Vivian penso que lo que sucedia era que ella no podia ser mas normal y corriente, media 1,60 m, era pelirroja, un poco entrada en carnes, de pechos pequenos y culo normal tirando a plano... y en la vida su jefe se fijaria en ella. Eso era lo que pasaba. Y lo llevaba bien. Y a ratitos fatal. Pero en general le tenia cogido el tranquillo a la cosa y sufria lo justo y necesario. Ahora bien, como eso a su jefe no le importaba para nada respondio: --Que si, que es una preciosidad, la modelo con los que todos suspiran... --Yo no suspiro por esa chica. Los dos decidimos pasar un rato agradable y nada mas -- preciso Max, que lo tenia todo clarisimo. Vivian sonrio, respiro aliviada y replico con total sinceridad: --Me alegro porque no te pega para nada. Esa chica es tan frivola y superficial que no se como puedes perder tu tiempo con personas asi. Max arqueo una ceja y murmuro porque la verdad era que le costaba entender que tuviera que explicar algo asi: --Necesito mis momentos de esparcimiento y diversion. Como imagino que tu los tendras y no seran siempre con catedraticos en Filosofia y cosas semejantes. Vivian penso que hacia un monton que no tenia ni rollos porque en su corazon solo habia sitio para una persona: --Yo es que no soy de rollos. Soy de enamorarme y... --le aclaro. --!Y no lo haces desde hace mil anos! --le interrumpio Max--. Puesto que no te he conocido ni un novio en este tiempo. ?O es que te niegas a que los conozca? --?Por que iba a hacer eso? No. No ha surgido, pero estoy genial asi. Me va muy bien. Estoy de maravilla... --mintio porque a veces le daban unas llantinas tremendas. Unas llantinas que eran una mezcla de pena por estar enamorada de alguien que jamas iba a corresponderle y de rabia por no poder librarse de ese sentimiento que la tenia carcomida. A Max le gusto saber que su asistente no estaba con nadie, era algo un tanto absurdo y tambien ilogico, porque a el le tenia que dar lo mismo. Pero los novios siempre descentraban y asi estaba volcada a tope en el trabajo. Era un pensamiento un tanto cabron y egoista, pero el no era perfecto. Y en esas estaba cuando el taxista por fin se detuvo, por eso hablo: --Lo celebro, Vivian. Y ahora voy a cortar que ya he llegado a mi destino. Hablamos. Adios. Max pago la carrera del taxi, se apeo y accedio a traves de un elegante pantalan hasta el yate de impresion que habia alquilado su amigo. Una vez alli, pregunto a un marinero que donde estaba Jeff Bristol y le respondio que le estaba esperando en cubierta. Max se subio al yate que era el colmo de la sofisticacion y del lujo y efectivamente en cubierta le esperaba Jeff con banador turbo, gafas de sol de pasta negra y un daiquiri en la mano. --!Bienvenido al paraiso, Max! --le saludo Jeff alzando su bebida. Max torcio el gesto porque no estaba para bromitas y mascullo: --No me toques los cojones, Jeff, que me tienes contento. Jeff se acerco a su amigo, le abrazo porque le queria como al hermano mayor que no habia tenido y luego se justifico: --Estabamos en el quinto pino, en el mar, y esos mamones me cazaron con un punetero dron. --Te lo adverti una y mil veces, pero tu solo vas a lo tuyo --le regano en un tono que sonaba perfectamente a la tipica bronca de hermano mayor. Y es que en el fondo casi que lo era... Max tenia treinta y cuatro anos y Jeff veintiseis, se conocian desde con dieciseis le descubrio en las categorias juveniles de un club ingles y desde entonces llevaban trabajando juntos y mucho mas. Porque a esas alturas eran amigos y casi que tambien familia. No en vano, con quien Jeff pasaba las Navidades y demas fechas senaladas era con Max, entre otras cosas porque no tenia absolutamente a nadie. Su madre le abandono en un orfanato cuando era un bebe y desde entonces estuvo en distintas casas de acogida hasta que, gracias a estar tocado por la fortuna para el futbol, pudo fichar por un club ingles y a partir de ese momento su vida cambio para siempre. Jeff se puso triste al escuchar aquello, ya que si habia una persona en el mundo a la que no queria decepcionar esa era Max Harper: --Joder, tio, lo siento. Los dos vamos en el mismo barco. Yo jamas haria nada que fuera en tu contra. Max trago saliva, pues sabia que las palabras de Jeff eran sinceras. Y es que si algo tenia ese chico era un corazon de oro, y no podia ser mas noble, pero le perdian demasiado las fiestas y las mujeres y esta vez la habia pifiado a lo grande. Por eso se puso muy serio y aseguro: --Pues lo has hecho, campeon. Tu sabes lo que nos estamos jugando. Conoces bien como es el presidente del club con el que llevas toda la vida sonando. ?Que crees que habra pensado al verte retratado tocandole el culo y las tetas a esas tias? Jeff bajo la vista al suelo, avergonzado, nego con la cabeza y le recordo: --Salgo untandoles proteccion solar. No me las folle en el jacuzzi. En eso fui muy cuidadoso, por si me tomaba alguna foto alguien de a bordo. No soy tan estupido, aunque lo parezca, Max. Tome mis precauciones y me encerre con esas cuatro chicas en mi camarote. Ahi si que pasaron cosas, pero en cubierta solo fue la chorrada del champan y del protector solar porque en Ibiza no veas como pega el sol. Por cierto, ?que haces asi vestido, con traje y corbata? Imagino que habras traido banador, ?quieres cambiarte y nos damos un paseito? !Este yate es un desfase! Max contrario el gesto porque ese chico parecia que no estaba entendiendo nada: --Jeff, no he venido a pasar unos dias de vacaciones locas contigo. He venido a decirte que eres un pedazo de irresponsable y de insensato y que tienes que enmendar la pifia ya. Jeff, sintiendose una mierda, se apreto el puente de la nariz y replico cariacontecido: --Claro, Max. He alquilado el yate por una semana, pero si quieres hoy mismo lo devuelvo y me encierro en casa a entrenar duro con maquinas y tal... --Entrenando duro en casa no vas a limpiar tu reputacion de golfo y sinverguenza. Necesitamos un golpe de efecto mucho mas potente. Y yo tengo el plan perfecto...

  • Sombras en el bosque de Phoebe Locke

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    Un asesinato sin sentido. Una leyenda terrorifica. Una familia poseida.

  • Yo te vi primero, Noa J. Sanz de Noa J. Sanz

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    Reconozco que no estoy en mi mejor momento, de verdad que no, ?pero hacia falta mudarme al culo del mundo para escapar de mi patetica existencia?
    Joder, aparte de lo que no quiero nombrar, no encuentro motivo alguno para semejante locura.
    ?Acaso no necesitaban veterinarias mas cerca? Posiblemente. El caso es que no me di la opcion de tener otra oferta mejor. Soy asi de impulsiva.
    Ahora me encuentro en medio de la nada. Rodeada de vacas, toros, pollos, algun que otro especimen que no me atrevo a mencionar, y digamoslo asi., granjeros malhumorados deseando que me vuelva a la ciudad. ?O no?

  • Un caballero en Moscu de Amor Towles

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    Condenado a muerte por los bolcheviques en 1922, el conde Aleksandr Ilich Rostov elude su tragico final por un inusitado giro del destino. Gracias a un poema subversivo escrito diez anos antes, el comite revolucionario conmuta la pena maxima por un arresto domiciliario inaudito: el aristocrata debera pasar el resto de sus dias en el hotel Metropol, microcosmos de la sociedad rusa y conspicuo exponente del lujo y la decadencia que el nuevo regimen se ha propuesto erradicar. En esta curiosa historia se basa la segunda novela de Amor Towles, que despues de recibir innumerables elogios por Normas de cortesia, su opera prima, se consolida como uno de los escritores norteamericanos mas interesantes del momento. Erudito, refinado y caballeroso, Rostov es un cliente asiduo del legendario Metropol, situado a poca distancia del Kremlin y el Bolshoi. Sin profesion conocida pese a estar ya en la treintena, se ha dedicado con autentica pasion a los placeres de la lectura y de la buena mesa. Ahora, en esta nueva y forzada tesitura, ira construyendo una apariencia de normalidad a traves de los lazos afectivos con algunos de los variopintos personajes del hotel, lo que le permitira descubrir los jugosos secretos que guardan sus aposentos. Asi, a lo largo de mas de tres decadas, el conde vera pasar la vida confinado tras los inmensos ventanales del Metropol mientras en el exterior se desarrolla uno de los periodos mas turbulentos del pais. Ademas de mantenerse durante casi cincuenta semanas en las principales listas de exitos de Estados Unidos y de superar el millon de ejemplares vendidos, Un caballero en Moscu ha obtenido numerosos premios, entre los que destacan el del Libro del Ano segun The Times y The Sunday Times. Escrita con suma elegancia, calido sentido del humor y un aprecio muy profundo por los grandes clasicos de la literatura rusa, esta novela excepcional nos habla de nuestra inagotable capacidad para arrostrar los infortunios de la existencia.

  • El vuelo del petirrojo de Jose Luis Jimeno Zarza

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    ?Puede una nina de once anos sobrevivir sola en un conflicto belico?
    Angela apenas ha salido de la ninez cuando mira de frente al hambre, el frio y la represion de los vencedores; no obstante, el amor y la solidaridad de algunas personas que aun conservan la pureza de los inocentes, dulcificaran esa mirada de nina que ha tenido que contemplar tantas tragedias.
    Esta es la historia de tres mujeres fuertes que luchan solas en un mundo que parece haberse vuelto loco. La historia de Julia, madre coraje que no esta dispuesta a renunciar a sus ideales. La de la dulce Maria, segada su juventud solo por haber nacido mujer y hermosa. Y la de Angela, la adolescente que conseguira doblegar los barrotes de esa ciudad sitiada y emprender el vuelo hacia la madurez.
    Y en el recuerdo, como un espejismo entre el horror, las tardes felices de un jardin cordobes y las figuras de dos hombres, que aunque ya no esten, siguen presentes en los corazones.

  • La menorah de Petra de Carlos Diaz Dominguez

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    En 1967 Araceli Artigas es seleccionada para formar parte de un grupo de arqueologos que, financiados por la UNESCO, van a realizar la excavacion mas importante efectuada hasta la fecha en la ciudad jordana de Petra.

  • El pacto. Quedate a mi lado de Martina Bell

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    La historia de Paul y Alba nunca fue facil y la vida vuelve a ponerles trabas para que demuestren si su amor es, realmente, tan fuerte como creen. ?Lograran superarlas y ganara finalmente el amor?

  • Fantasias Eroticas 1 de Jacinda Minx

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    Una coleccion erotica de historias prohibidas y fantasias que atraparan sus sentidos y satisfaran sus deseos traviesos.

  • Un elefante para Carlomagno de Dirk Husemann

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    La fascinante historia de como viajo un elefante desde Bagdad hasta Aquisgran en tiempos del emperador Carlomagno. En el ano 802 latension entre el emperador Carlomagno y el califa de Bagdad se encuentra en un punto culminante en su lucha por alcanzar la hegemonia politica y religiosa. Isaak de Colonia, un sirviente del emperador Carlomagno, debe hacerle llegar un increible regalo del califa de Bagdad como muestra de amistad: un elefante. Junto con Thankmar, su esclavo, emprendera un largo y peligroso viaje para evitarun enfrentamiento entre los dos monarcas. El viaje del animal se convierte en una peligrosa aventura a traves de la Europa medieval.Para los europeos, el elefante es la reencarnacion misma del demonio y debe ser destruido. Pero su muerte empujaria a los dos imperios a una terrible guerra. Una fascinante historia que nos muestra la Europa del siglo IX, los viajes de la epoca y las diferenciasculturales entre los dos imperios mas importantes de ese momento. <>Frankfurter Neue Presse

  • Contigo, una y otra vez de Cesar Poetry

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    Cesar Poetry presenta una novela sensible y elegante sobre el amor, la soledad y la felicidad, acompanada de las bellas ilustraciones de Ana Santos.

  • Mi boca florece como un corte de Anne Sexton

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    Se une a Poesia Portatil la voz de Anne Sexton, una de las poetas mas importantes de la poesia norteamericana del siglo XX.

  • Salvaje de Nicola Marsh

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    Hudson Watt era el mejor amigo de Makayla Tarrant. Sin embargo, le rompio el corazon y ahora, cinco anos despues, ha regresado. Esta mas sexy que nunca y puede hacer que Mak triunfe como bailarina. o que fracase. Ella quiere odiarlo. Quiere demostrarle que es inmune a su atractivo. Pero, sobre todo, Mak quiere. !tenerlo todas las noches y de todas las maneras posibles

  • Comer para no morir, Michael Greger de Michael Greger

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    La gran mayoria de muertes prematuras podrian prevenirse con tan solo llevar a cabo sencillos cambios en la dieta y en el estilo de vida. En Comer para no morir, el doctor Michael Greger, experto en nutricion y medico de fama mundial, analiza las quince primeras causas de muerte (enfermedades cardiovasculares, distintos tipos de cancer, diabetes, enfermedad de Parkinson o hipertension arterial, entre otras) y explica como algunos cambios en la alimentacion y el estilo de vida pueden ser mas eficaces que las pastillas u otros tratamientos farmacologicos y quirurgicos, y de este modo vivir una vida mas saludable.

  • La casa veneciana, Mary Nickson de Mary Nickson

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  • Legacy (Hijos de Leiah 1) de Rotze Mardini

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    Nota: Cada libro de esta serie es independiente y autoconclusiva.
    “En el reino de Leiah, hubo tiempos de paz y prosperidad donde las especies sobrenaturales coexistian bajo el mandato de un noble soberano de la sangre mas pura de la raza vampirica, pero un dia la ambicion de una criatura codiciosa hizo que fueran arrojados al mundo de los humanos.”

  • Refugios del corazon de Maria Moreno

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    El aeropuerto estaba tan abarrotado como siempre. Era imposible caminar sin tropezar con una maleta o con un viajero. Fuera el calor era insoportable, humedo y cargado como solo una ciudad costera podia padecer. Creia que al entrar se sentiria aliviada por el aire acondicionado, pero no fue asi, hubiera preferido el calor a esa multitud. Sudaba como nunca lo habia hecho antes, las gotas bajaban por su frente, por su pecho, por el labio superior. Le hubiera encantado poder darse una ducha, pero si no corria no cogeria el vuelo que habia estado esperando durante todo el verano. Empezo a zigzaguear entre la multitud, un pie aqui y otro alla, menos mal que llevaba poco equipaje, de lo contrario ya hubiera tenido algun problema mas serio. Saco el pasaje de su bolso y lo enseno en el mostrador. Facturo su pequena maleta. Unos pasos mas. Paso el bolso por el control de seguridad, lo volvio a coger y avanzo rapidamente hacia el avion. Habia llegado justo a tiempo, no habia cola para embarcar, lo que no sabia es que si hubiera tardado un minuto mas, habrian retirado las escaleras para subir. Era la ultima pasajera. Una vez dentro una azafata la acompano hasta su asiento. Se acomodo como pudo en el sillon, se abrocho el cinturon y miro por la ventanilla. !Que estampa mas triste! No habia tenido tiempo de mirar atras desde que se habia subido en el taxi que la llevo al aeropuerto. !Maldito despertador! Debia haber tirado ese trasto la primera vez que lo llevo a reparar, pero le tenia carino, siempre acababa encarinandose con todas sus cosas. La vista que tenia ahora enfrente no le provocaba ningun sentimiento. Aviones, escaleras, gente caminando hacia la terminal, gente saliendo de la terminal... La azafata interrumpio sus pensamientos al pasar por el pasillo observando que todos los pasajeros llevaran puestos sus cinturones. Volvio sobre sus pasos y desaparecio en la cabina. Lo siguiente que recordaba del viaje era la voz del piloto saludando a los pasajeros. Se echo hacia un lado, suspiro y se quedo dormida. Ocho horas de vuelo son muchas horas para una persona con claustrofobia, y ella lo sabia, asi que en cuanto se levanto por la manana se tomo un relajante que le permitiria soportar tanto rato en el avion. Se quedo dormida abrazada a su bolso, ocho horas de sueno que la llevarian a otra ciudad, a otra vida, sin planes, sin nada que perder, lejos como siempre habia sonado. Tan lejos que el dolor no pareciera real, que acudiera a su alma como un mal sueno, una de esas pesadillas de las que te despiertas y te sientes inmensamente aliviado de que haya sido un sueno. Su vida no lo habia sido, pero quizas pudiera irse lo bastante lejos de su casa, de sus raices, de su lengua, como para creer que si, que lo que le habia sucedido le habia pasado a otra persona, o que solo habia sido un mal sueno. Si por la manana te despiertas y no reconoces nada de lo que ves, si la gente con la que hablas no habla tu idioma, si no tienes nada mas que un triste bolso con tu documentacion y algo de dinero, nada te recordara tu vida anterior, nadie ni nada te arrebatara tu vida actual, porque simplemente no la tienes. Es curioso como se puede caminar, hablar, comer y hasta dormir con ese terrible vacio en el alma que te recuerda que estas muerta, que funcionas porque en su dia no te dejaron decidir que se acabo, que no soportabas el dolor ni un segundo mas, que te ahogabas y querias descansar, no sentir, no pensar, dejar de sentir ese vacio en el estomago que solo el dolor del corazon puede provocar, esa punzada que se asienta en lo mas hondo del alma y que te impide respirar. Deberia haber sido mas cuidadosa aquel dia, no haber dejado la puerta del bano sin pestillo. Le hubiera dado tiempo a morir antes de que alguien hubiera podido abrirla. Abrio los ojos sobresaltada por el zarandeo al que la estaba sometiendo la azafata: --Senora, hemos llegado, hora de desembarcar. La miro fijamente, no recordaba donde estaba. Miro un segundo a su alrededor y por fin se ubico. El avion, estaba en el avion. Tras sonreir a la azafata educadamente, se levanto para colocarse en la cola que se trasladaba lentamente hacia la puerta del avion. Bajo aun adormilada y se dirigio hacia el autobus que la llevaria a la zona de llegada del aeropuerto. Este aeropuerto era mucho mas grande que el de la ciudad de la que no se habia despedido y al bajar del autobus y no escuchar ni una palabra en su idioma se sintio aliviada. Por fin. Caminaba lentamente, con los ojos fijos en la multitud que esperaba para recibir a los pasajeros. Brazos que se abren, besos, saludos. Ningun sitio como un aeropuerto para comprobar cuanto nos echamos de menos unos a otros. Madres a sus hijos, hermanos a sus hermanas, maridos, mujeres, amigos... Atraveso el primer bullicio y se dirigio a recoger su pequena maleta. Despues de casi media hora esperando junto a la cinta transportadora, finalmente la maleta aparecio. Se escabullo como pudo y se coloco detras de toda esa gente. Miro a su alrededor. Quien quiera que viniera a buscarla ya deberia haber llegado. En el mail que le habia enviado no habian especificado si era un hombre o una mujer, solo que alguien acudiria al aeropuerto a recogerla. De repente se encontro ante sus narices una cartulina con su apellido: Miss Santa Cruz. Era un hombre alto, trajeado, de complexion fuerte, aunque ya cerca de los sesenta a juzgar por las arrugas de su rostro. Ella se detuvo y le miro. En su perfecto ingles, le saludo: --Buenas tardes, yo soy Miriam Santa Cruz -le tendio la mano que su interlocutor apreto al saludar y sonrio. --Yo soy Paul, de la agencia. Encantado, senorita Santa Cruz. Veo que era cierto lo de su perfecto ingles. Perdone que lo haya dudado pero nos encontramos con cada cosa cada vez que recogemos a alguien que dice hablar ingles y luego no sabe ni saludar. Miriam sonrio. El hombre le parecia educado y amable. Le cogio la maleta y le indico que le siguiera: --Tengo el coche cerca, no habra que caminar mucho. ?Que tal el vuelo? --Estupendo -?que otra cosa podia decir si habia pasado todo el trayecto durmiendo?- Estoy un poco cansada, pero nada mas. --Bueno, pues la llevare a casa del senor Grant y podra instalarse hoy mismo. Aunque creo que la recibira su esposa, Charlotte, el no esta en el pais en este momento. "?No esta en el pais?", penso Miriam. Claro, si habian acudido a una agencia como aquella para contratar a una asistenta, seguramente se dedicarian a algo que les proporcionara mucho dinero. Solo conseguir entregar el curriculum fue toda una odisea. Si no hubiera sido por Antonio, aquel companero suyo de la universidad, que trabajaba en la empresa y le habia ayudado a "colar" su curriculum en medio de los que si iban a revisar, jamas lo habria conseguido. Siempre le parecio buen chico ese Antonio, hacia muchos anos que no le veia y sin embargo, cuando se presento en la agencia para pedirle ayuda, no lo dudo ni un instante. La asesoro sobre el tipo de persona que buscaban, como debia vestirse para la entrevista si la llamaban y hasta que foto debia poner en la solicitud para que inspirase confianza. "Not only" era una agencia de empleo muy exigente ya que quienes acudian a ellos, gente de todas partes del mundo, tambien lo eran. Paso la entrevista y consiguio el puesto en NY. Paul la saco de su ensimismamiento al preguntarle: --?Habia visitado antes esta ciudad? --No, y no por falta de ganas -respondio. --Le va a fascinar. ?Puedo hacerle una pregunta? ?Por que ha traido tan poco equipaje? Normalmente la gente viene con dos o tres maletas, y no estoy exagerando. --No se cuanto tiempo voy a estar, primero debo pasar el periodo de prueba. Ademas, en esa maleta esta todo lo que tengo. Miriam le miro con un deje de tristeza que encogio el corazon de Paul. No la conocia, pero desde el momento en que empezo a hablar con ella le habia caido bien. Una mujer joven, espanola, guapa, preparada, que solo tiene una pequena maleta, que no tiene planes, ni miedo de no tenerlos, no es lo que solia recoger. Normalmente eran chicos y chicas mas jovenes, estudiantes que buscaban sacar algun dinero para pagarse los estudios o que querian aprender ingles. Otros tenian pretensiones mas altas. Esta ciudad es el lugar perfecto para sonar, para creer que uno va a llegar y va a conseguir el sueno americano, trabajar en publicidad, cine, television, hacerse millonario... Lamentablemente estos volvian con algo de dinero y la tremenda carga de la decepcion. En esta ciudad gigantesca nadie es nadie. Algunas de las personas que contrataban se quedaban para siempre porque habian encajado en el trabajo y habian sido lo bastante realistas como para conservarlo. Habria que ver en que lugar se colocaba ella. Durante todo el trayecto desde el aeropuerto JFK hasta la zona de Central Park, donde se encontraba la casa donde iba a trabajar, las unicas vistas que les habian acompanado eran carriles de autovia, algun que otro tunel, casas viejas y campo. Ahora que por fin entraban en la avenida y se empezaban a divisar los edificios mas propios de una ciudad como Nueva York, Miriam no pudo por menos que exclamar: --!Dios mio! Es tal como sale en las peliculas.

  • En busca del origen perdido de Alba Vicente , Ferran Llorens

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    ?De donde venimos? Para responder esta pregunta, la Tierra nos permite algo muy curioso que consiste en ir rascando poco a poco hasta hallar restos fosilizados de organismos que nos dan informacion muy precisa sobre que, incluso quien, habia ahi.

  • Los hundidos de Daniel Mendelsohn

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    Este libro empieza con la historia de un muchacho que crecio en una familia golpeada por la tragedia: seis de sus miembros desaparecieron en Europa durante la segunda guerra mundial. Era un asunto del que no se podia hablar y que fue aduenandose paulatinamente de la imaginacion del joven Daniel Mendelsohn. Muchos anos mas tarde, a partir del descubrimiento de unas cartas que su abuelo recibio en 1939, el silencio se convirtio en una pregunta que lo interpelaba y decidio seguir la pista de los parientes perdidos durante el exterminio nazi.

  • Tres anos antes de Josep Aguilella

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    – ?Que por que os cuento esta historia?

  • El dilema de Elsa de Begona Gambin

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    Si te atreves a conocer la historia de Elsa y Adam experimentaras una amalgama de sentimientos que no te dejaran impasible.