• libro mas alla de la frontera - Luis Bauset Martorell

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    Mario perdio su empleo, hizo las maletas y emigro. Dejo atras todo aquello que amaba, incluida Sara, quien se uniria a el tiempo despues. En el nuevo pais conocera a Carmela, una emigrante gallega ya establecida, y a Braulio y Sebastian, dos jovenes recien llegados al nuevo pais. Juntos, viviran una experiencia que pondra de manifiesto la capacidad de superacion del ser humano y descubriran que emigrar, en contra de sus prejuicios, no era como ellos habian pensado.

  • MAS ALLA DE LA FRONTERA (EL VIEJO TOPO) - Casa ...

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    25 may 2012 — El libro MAS ALLA DE LA FRONTERA (EL VIEJO TOPO) de E.P. THOMPSON en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Más allá de la Frontera Versión Kindle - Libros - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. Más allá de la Frontera de [Luis Bauset Martorell] ...

  • Mas alla de la frontera Tapa blanda - Libros - Amazon.es

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    Mas alla de la frontera : Brown Steven, Brown Steven: Amazon.es: Libros.

  • Libro: Más allá de la frontera - 9788415216315 - Marcial Pons

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    Más allá de la frontera.[ Thompson, E.P. (1924-1993); ]. A principios de 1944, una misión del SOE (Ejecutivo de Operaciones Especiales) británico fue ...

  • Mas allá de las fronteras - Rudi ... - Planeta de Libros

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    1 ene 2020 — Más allá de las fronteras son las extraordinarias memorias de diez años de ... Suscríbete y recibe todas las novedades de libros de Historia.

  • Más allá de las fronteras de Minos - Lecturalia

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    Resumen y sinópsis de Más allá de las fronteras de Minos de Mario Escobar Golderos. Tras la destrucción de Ione, ... Este libro todavía no ha sido reseñado ...

  • Mas allá de las fronteras - Rudi ... - Editorial Planeta

    https://www.planetadelibros.cl/libro-mas-alla-de-las-fronteras/311510

    1 ene 2020 — Rudi Haymann · Sinopsis de Mas allá de las fronteras: · Otros libros de Historia · Todas las opiniones de Mas allá de las fronteras.

  • Más allá de la frontera de Christian Betanzos - IberLibro.com

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    Disponible ahora en Iberlibro.com - Encuadernación de tapa blanda - Autoedición, Barcelona - 2015 - Condición del libro: Bien - La fotografía que aparece en ...

  • MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA. BAUSET MARTORELL, LUIS ...

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    MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA (Libro en papel) ; Editorial: EDICIONES ALFEIZAR ; Año de edición: 1920 ; Materia: Literatura y ficción ; ISBN: 978-84-120363-9-8 ; Páginas: ...

  • allá de la frontera - bulgaria, 1944 - Libreria COMPAS

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    MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA. LA POLÍTICA DE UNA MISIÓN FRACASADA: BULGARIA, 1944, THOMPSON, E. P., 22,00€. ...

  • La ultima linea del espejo de Gema Samaro

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    La manana era tan perfecta que ni nos inmutamos cuando un tipo con una bolsa de papel de una hamburgueseria en la cabeza salio a nuestro paso: --Fjewisfgielikie --dijo el tio de la bolsa. Eva y yo nos miramos y soltamos una carcajada. El senor se habia hecho dos agujeros para los ojos y habia abierto una ranura para la boca, pero la bolsa se habia ladeado de tal forma que no se le entendia nada. --?Podemos ayudarle en algo? --pregunto Eva, sin poder contener la risa. --Kefjeiwsfejiowe. --Disculpe, ?se podria quitar la bolsa? Es que no le oimos --propuse llevandome el dedo indice a la oreja. El hombre se ajusto la bolsa para que coincidiera la abertura con la boca y, de nuevo, se dirigio a nosotras: --Buenos dias, senoras --solto con una inclinacion de cabeza que por poco hizo que la bolsa saliera disparada. Nosotras rompimos a reir, mientras el tipo volvia a ajustar la bolsa a la cabeza. --Buenos dias. --Logramos decir al fin. --No quiero asustarlas... --No, tranquilo. No nos asusta --replique sin poder reprimir la carcajada. Era un tipo alto, atletico, joven a tenor de su voz, de sus manos y de su vestimenta, una camiseta de rayas y unos pantalones vaqueros desgastados. --Siento abordarlas de esta forma, pero no me queda mas remedio que hacerlo asi. --No se preocupe. ?Que vende? ?Ofertas de dos por una? --pregunto Eva, con los ojos achinados por la curiosidad y la risa. --No, no vendo nada --respondio encogiendose de hombros--. Estoy aqui por otra razon. Era primavera, la vida estallaba por todas partes, incluidas nosotras que estabamos exultantes, eramos primavera, dos flores que no podiamos mas que imaginar razones de lo mas creativas para explicar lo que estabamos viviendo: --Teatro de calle, es usted actor. Esto es una performance comercial financiada por la marca de las hamburguesas --deduje mirando a mi alrededor, convencida de que publico y actores en breve nos rodearian para disfrutar del espectaculo. --Esto es la vida --repuso muy serio y ofendido, dando un paso atras dramatico, como un actor de cine mudo. Era una pena que el pobre hombre estuviera tan perjudicado como para plantarse en la calle con una bolsa de Burger King en la cabeza a las ocho de la manana. No parecia borracho, mantenia bien la verticalidad y hablaba estupendamente. Posiblemente seria un trastornado: --?Donde vive? --Quise saber para devolverle a su casa. --!A usted que le importa! --?Tiene familia? --!Oiga, dejeme en paz! --protesto dando un manotazo al aire--. No soy un perturbado. --Entonces, ?quien es? --inquiri mordiendome los labios. --Alguien que necesita saber muchas cosas... --?Y por que lleva el rostro tapado con esa bolsa ridicula? --pregunto Eva retirandose un mechon de pelo detras de la oreja. --Me compre un pasamontanas en un chino y lo he perdido. Soy un desastre. No tenia nada mas a mano para cubrirme y me he colocado esta bolsa. --?Por que se cubre? ?Le conocemos? --dije intentando reconocer su mirada, unos ojos verdes, que brillaban de un modo especial. --Dejense de preguntitas y vayamos al grano. --El tipo se echo la mano a la espalda y saco una especie de punal. Cuando la primavera arranca con toda su fuerza, cuando la vida despierta, cuando el sol reina en lo alto de un cielo perfecto, lo que menos esperas es que esa maravilla se malogre por culpa de un atracador con una bolsa de papel en la cabeza. Respire hondo y tome a Eva por el brazo. Estaba embarazada de cinco meses y esos sustos podian resultar mas que peligrosos. Sin embargo, mi amiga estaba encantada. --!Que maravilla! --exclamo Eva, contemplando extasiada el arma--. !Es una daga de vela, de acero, hierro y madera, espectacular! !Del XVII! ?Me equivoco? --Se equivoca. Es del XVI. --Vi hace poco una asi en el Museo Lazaro Galdiano. --Esta es mia --informo el hombre agitando la daga al aire--. Lleva toda la vida conmigo, es una preciosidad --susurro mirandola fascinado. --!Es una joya! --grito Eva. --Cuidela mucho. Nosotras tenemos prisa. !Buenos dias! --me despedi tirando de Eva para salir pitando de alli. --!No tan deprisa! --El tipo nos corto el paso empunando la daga. Mire a derecha y a izquierda y por alli, a escasos veinte metros de la farmacia, no habia mas que un gato parduzco indolente cruzando la calle. Lo mejor era terminar aquello cuanto antes: abri mi bolso, cogi mi cartera, saque el DNI que luego renovarlo era un fastidio, y se lo tendi al atracador. --Tenga. Y dejenos marchar. --?Para que quiero yo esa cartera tan horrible? --replico mirando con desden mi cartera maravillosa roja, de hace mil anos, y a la que tengo tantisimo carino. --!Quien va a hablar! !El encapuchado de la bolsa de papel! !Tiene usted tanto estilo atracando! --A mi, la verdad, que tu cartera tambien me parece un pelin de abuela --comento Eva llevandose la mano al pecho. --No tienes ni idea, Eva. Y usted... Si no quiere dinero, ?que quiere? --dije molesta por lo que habia dicho de mi cartera y guardandola con mimo en el bolso. Eva metio la mano en su bolso, extrajo un bote de repelente de insectos y, apuntando a la cara del hombre, hablo con la serenidad propia de la mala de la pelicula: --Si lo que busca es sexo, preparese porque con esto... --Senora, no me ofenda, se lo ruego. Ni soy un agresor sexual ni un mosquito tigre. !Ande, guarde eso! --Como que, si lo fuera, me lo iba a decir... --Soy un hombre de palabra. Puede confiar en mi --confeso solemne, con una leve inclinacion de cabeza. --Dejese de pamplinas y no nos haga perder mas tiempo. ?Que quiere? ?Pasarse la manana vacilandonos? --El tio me estaba sacando de mis casillas. --Me cuesta muchisimo hacer esto --explico el tipo, moviendo la daga a un lado y a otro, con un movimiento zigzagueante de la muneca--. Pero la vida nos obliga a veces a hacer cosas que atentan contra nuestros principios y kdfeiofaejfeifeofejek. --No se esfuerce, que no se le entiende nada --le corte muy borde. El hombre se coloco la bolsa de nuevo para que pudieramos escucharlo y siguio: --Decia que lamento mucho lo que voy a hacer, pero no me queda otra para recuperar lo que es mio. --?De que habla? !Nosotras no tenemos nada suyo! --espete con un gesto de desprecio. --No estoy tan seguro, por eso es mejor hacer cierta comprobacion --informo el embozado trazando con la daga circulos en el aire. No tenia miedo. Y no porque fuera inmortal y supiera que no podia pasarme nada, es que la situacion era tan absurda que cualquier mortal no habria sentido mas que bochorno ante semejante espectaculo. --Deje de hacer el idiota y guarde esa daga --le ordene sin pestanear, como la mama le exige al nino que deje de jugar con las cerillas. --Solo sera un momento, senora. --!No hay momentos que valgan! Tome a Eva nuevamente del brazo y cuando apenas habiamos dado un paso, el hombre se dirigio a mi amiga diciendo: --Senora, ?ve aquello de alli? --Y senalo con el dedo indice a algo que estaba detras de nosotras. --?El que? --pregunto mi amiga. --Eso de ahi, grande, de lunares, con ojos grandes, dientes afilados, cola, cuernos... --!Que bobadas dice! --solte indignada. --Eso solo puede ser una jirafa --dedujo Eva entre risas. Las dos nos dimos la vuelta y al hacerlo el tiparraco aprovecho para gritar: <> y largarle una cuchillada a mi amiga en el culo, rauda y traicionera, que la hizo caer de rodillas al suelo. --!Rata inmunda! --le chille a la cara--. ?Que ha hecho? --Lo... lo... puedo explicar... Veran... yo... yo... tengo la profunda conviccion... --Antes de que el vil y rastrero energumeno terminara la frase, le arrebate la daga y se la puse en el cuello. --!Como le suceda algo al bebe que espera mi amiga, voy a convertir su vida en una perpetua agonia! --le amenace rabiosa, yo creo que hasta me salio espuma por la boca. Mis amenazas le resbalaron. Insensible, cruel y frio, el siguio a lo suyo: --?Por que solo le preocupa el bebe y no su amiga si le he propinado una punalada de picaro en el trasero? Mire a Eva, tenia la tela de su vestido blanco y las piernas banadas en sangre. Sin embargo, su rostro no mostraba ni el mas leve indicio de dolor, solo incredulidad y asombro. Las dos sabiamos que faltaban apenas unos segundos para que su herida cicatrizara y empezaramos a tener serios problemas ante un tipo demasiado curioso. --!Marchese de aqui! --le exigi a voz en grito. --Senora, lamento profundamente haberle dado este susto en su estado, pero no tengo otra forma de saber si usted es una de los nuestros. --!Majadero! --grite empunando la daga a un centimetro de su nariz--. Larguese si no quiere que le deje el cuerpo como un colador. --Haga lo que quiera, no pienso irme. Necesito comprobar como evoluciona esa herida -- replico el tipo, flematico, senalando con el dedo indice a mi amiga.

  • Las horas perdidas, Lorena Franco de Lorena Franco

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    Josh Parker, uno de los directivos creativos de la prestigiosa agencia publicitaria en la que trabaja Paula Hawkins, aparece brutalmente asesinado. Paula es la ultima persona que lo vio con vida y, junto al inspector Paul Tischmann, intentara resolver el misterioso crimen.
    Las voces de Paula y Paul se entremezclan para dar paso a un inquietante y escalofriante Thriller con algo oculto, para lo que ni siquiera sus propios protagonistas estaran preparados.
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  • Claroscuro (Luces y Sombras del Amor y el Sexo) de Paz Iribarne

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    Recopilacion de relatos cortos que indagan en la belleza y en la oscuridad que a veces encierran las relaciones. El amor y el sexo no son otra cosa que aquello que las personas definen con su propia naturaleza, haciendo reales algunas historias, que parecieran sacadas de la mejor serie de ficcion.

  • Cien canciones para Amelia de Maruja Moyano

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    El dia que Amelia desaparecio parecia un dia normal, como cualquier otro. El otono hacia semanas que arrancaba hojas de los arboles plantados a la entrada de aquel pequeno patio de vecinos y el viento las arremolinaba obcecadamente junto al pozo situado a la derecha de la entrada de mi casa, justo enfrente de la de Amelia Apenas habia comenzado la tarde y corri, como cada jornada, con mi pedazo de pan con chocolate, a pasar unas horas con ella, a contarle los pormenores de mi manana escolar y, mientras me rehacia las coletas con aquellas manos finas y habiles, escucharla cantar las canciones de aquella epoca en la que las heridas de la contienda continuaban sangrando y el Madrid de principios de los anos sesenta se llenaba de gentes de otras partes de Espana, que escapaban de la miseria de sus pueblos y se encontraban de bruces con mas miseria. La puerta estaba cerrada, extranamente cerrada, porque en aquel tiempo las puertas se cerraban solo de noche y la casa de mi vecina siempre estaba abierta y mas a aquella hora en la que yo solia visitarla. Aplique la oreja a la madera despues de llamarla varias veces sin obtener respuesta, y volvi sobre mis pasos mordisqueando con desgana el chocolate, defraudada por el inesperado planton de mi vecina. Nadie habia echado en falta a Amelia aquella manana. Los hombres partian muy temprano hacia el trabajo, aquellos que lo tenian, los demas salian tambien temprano a buscarlo por las obras y los talleres. Habia que caminar un cuarto de hora hasta llegar a una parada de autobus que comunicaba aquel barrio marginal y apartado con el centro de la capital y otros barrios colindantes y mas afortunados. Excepto Pedro, un joven al que una bomba en el ano 44, siendo un nino pequeno, le habia amputado una pierna y le habia dejado privado de la vision de un ojo cuando jugaba con otro nino en el campo. El vivia con su madre, ya anciana, que recogia chatarra y la revendia para abastecerse de lo mas basico; los ninos y ninas, que en aquella epoca abundabamos, acudiamos a la escuela muy pronto, aliviando la carga de trabajo de nuestras madres durante unas horas; las mujeres trabajaban sin descanso desde el amanecer: despues de preparar el almuerzo de sus maridos y el bocadillo que los hijos que ya iban a la escuela comerian en el recreo, calentaban la leche para todos --en el caso de que tuvieran--, despues salian con los orinales repletos de porqueria a volcarlos en el descampado anexo a aquel conjunto de casitas en las que habitabamos, y que crecia con el paso de los meses sin permiso ni control. Aquel era un barrio colonizado por la miseria, sin agua corriente ni alcantarillado, con luz electrica enganchada quien sabe como, rodeada de campo con escasos arboles y un buen monton de basura. Sus habitantes, en su mayoria inmigrantes andaluces, luchaban a diario por sacar la cabeza de los barrizales de los dias de lluvia y las colas de leche en polvo para sus hijos, como resultado de una parte del acuerdo del regimen franquista con EEUU, a cambio de la instalacion de bases militares en territorio espanol. Pero como decia, nadie echo en falta a Amelia. Yo insistia en preguntarle a mi madre donde estaba Amelia, y ella, molesta y un poco celosa por mi interes, me daba razones vagas que no acababan de convencerme: <>, <>, <>. Nadie atendia a mi preocupacion, ni mi madre ni las vecinas del patio. Nadie. En realidad, nunca se hace mucho caso a los ninos, y en aquellos anos menos aun. Nadie parecia percatarse de que mi angustia, la angustia de una nina de cinco anos, era algo lo suficientemente importante como para pararse un momento y escuchar. Fue la senora Josefa la que dio la voz de alarma avanzada la tarde, cuando al sacar agua del pozo encontro las gafas de Amelia con un cristal roto enganchadas en el cubo. Recuerdo que, a pesar de mi escasa edad y de que no entendia muy bien la situacion, el hecho de que todas las vecinas acudieran curiosas y alertadas a contemplar aquella pesca fortuita, evidencia de que algo andaba mal en el vecindario, me produjo cierto alivio. !Por fin se habian dado cuenta de que Amelia habia desaparecido! Padecia una miopia lo suficientemente importante como para impedirle marchar sin sus gafas. Entonces comenzaron los golpes en la puerta, los gritos de llamada, los corrillos y los comentarios morbosos sospechando que ella, mi querida Amelia, pudiera estar en el fondo del pozo de cuyas aguas bebiamos los habitantes de aquel patio; o tal vez un ataque repentino la hubiera dejado muerta o postrada, incapaz de moverse y abrir la puerta. Unas vecinas jaleaban para tirar la puerta abajo, otras, mas prudentes, preferian llamar a las autoridades y que se hicieran cargo de una posible desgracia. Tardaron mucho en decidir que hacer, hasta que dos vecinos en moto marcharon hacia el puesto de policia mas cercano --y bastante lejano-- para alertar del incidente. Era ya de noche y me encontraba acostada en mi cama, a punto de sumergirme de lleno en el sueno, cuando los vecinos volvieron acompanados de varios policias. Escuche las voces de los adultos y el ruido del motor del coche patrulla. Me asome a la ventana: todo el mundo estaba reunido en el patio frente a la casa de Amelia. Sonaron varios golpes en su puerta y la llamada potente de una voz masculina que achaque con acierto a los uniformados. Por fin, el estruendoso golpe de una patada en la puerta de Amelia resono en la noche en medio del sepulcral silencio de los vecinos expectantes. La casa de Amelia estaba vacia. Digo vacia porque ella no estaba; en cambio, su humilde pero primorosamente decorado hogar se presentaba ante los circunstanciales invasores pulcro y acogedor. Yo lo conocia bien, no era necesario entrar para visualizar cada detalle de aquella casa. Empece a llorar al pensar en que aquellos hombres revolverian sus delicadas pertenencias, aquellas que yo no volveria a tocar jamas. Supe, porque me lo decia el corazon desde un lugar no identificado dentro de mi, que no volveria a ver a Amelia, que los dias de dicha en los que me cantaba sus canciones mientras trenzaba mi pelo; que me ensenaba fotos de los anos en que actuaba en los teatros; que me permitia disfrazarme con sus zapatos y sus complementos de coloridas plumas… aquellos dias en los que con dulzura me llamaba <> habian desaparecido para siempre con ella. Al dia siguiente sondearon el pozo, cuyas aguas abastecian a un buen numero de familias, y comprobaron que no albergaba cadaver alguno, calmando asi los peores temores de los vecinos preocupados por su salud. Yo tambien me alegre, pero no porque temiera contaminarme con los fluidos de un cuerpo muerto, sino porque al menos estaba segura de que Amelia no se habia ahogado en aquel oscuro y profundo hueco al que a los ninos y ninas del patio se nos tenia prohibido asomarnos. Una vez lo hice bien agarrada al cuello de mi padre y me dio pavor mirar hacia aquellas profundidades negras como el mismisimo infierno; al menos eso es lo que me sugirio aquel abismo interminable y oscuro, y tambien fue esa la intencion de mi padre: provocarme un sentimiento de miedo hacia el pozo y mantenerme alejada de el. No recuerdo con claridad que paso despues. Las idas y venidas de gente a aquella casa, posiblemente la policia y algunos familiares que fueron localizados, se mantuvieron durante algunas semanas. Lo que si recuerdo es un profundo sentimiento de tristeza, un vacio que permanecio dentro de mi durante mucho tiempo. Llore la ausencia de Amelia como si hubiera sido la de mi propia madre. Creo que escuche la palabra <> por primera vez durante los dias que siguieron a la desaparicion de Amelia. Aquella palabra me produjo una sensacion de desazon inexplicable. No sabia muy bien que pasaba con la gente que moria. Decian los mayores que tras la muerte las personas subian al cielo si habian sido buenas, o caian a las llamas de un infierno aterrador si habian sido malas. Amelia debia estar sin duda en el cielo, no podia imaginarmela en ningun otro lugar si no estaba a mi lado, asi que dirigia mis ojos hacia lo alto, escudrinaba con los ojos semicerrados entre las nubes; trataba de mirar directamente al sol con mis manos por visera; buscaba verla, una senal, un saludo, sus rasgos dibujados en el aire… cualquier cosa que me indicara que no la habia perdido para siempre. No era posible que se hubiera marchado, ni siquiera al cielo, sin despedirse de mi, eso no era propio de ella. A veces escuchaba hablar a mi madre con otras vecinas, y al acercarme curiosa callaban o decian bajando la voz: <>. Y aunque era muy pequena, me producia enfado, me sentia absolutamente sola ante una pena que no me permitian compartir con nadie. Eran mi pena y mi soledad mucho mas grandes que el pecho que las albergaba. Ni siquiera mi madre conseguia calmar los llantos nocturnos que ella atribuia a pesadillas y terrores infantiles. En realidad, cada noche creia que al despertar todo seria como antes, pero nunca fue asi, la verdad se me mostraba implacable cada amanecer. * * * Tan solo hacia tres anos que Amelia ocupaba aquella casita con patio. Tres anos desde el milagro, o eso decia mi madre al recordar lo que pudo haber sido un drama en mi casa y que, gracias a la vecina recien llegada, no llego a pasar. Unas pocas semanas desde que aquella mujer joven, sola y peculiar se instalo en su casa frente a la mia, ocurrio algo inesperado. Era invierno y anochecia pronto, mi madre planchaba y mi padre aun no habia vuelto del trabajo. Yo era muy pequena y lloriqueaba aburrida y sonolienta despues de tomarme un vaso de leche con galletas. No habia mucho mas. Mama decidio acostarme, mas que nada por quitarme de en medio para que la dejara trabajar tranquila en sus quehaceres. Al poco de acostarme, deje de lloriquear y mama continuo con su plancha creyendome dormida. El viento silbaba frio en el exterior. Ella acabo pronto con la plancha y entro en el pequeno cuarto para asegurarse de que estaba bien arropada en mi mantita, pero lo que encontro le hizo gritar de horror: yo estaba boca arriba, fria y con los ojos abiertos, inmovil y segregando una espesa espuma blanca por la boca. Abrio la puerta de la calle gritando desesperada y pidiendo ayuda; los vecinos abrieron sus puertas. Tambien Amelia. Ella fue la primera en entrar, me cogio en brazos y me tumbo en el suelo de la cocina mientras todo el mundo se arremolinaba impotente a nuestro alrededor. Con su propio panuelo limpio mi boca por dentro y por fuera y comenzo a presionar ritmicamente mi pecho, soplando aire en mis pulmones de tanto en tanto. Aquel masaje cardiaco duro unos minutos que a todos les parecieron interminables; eso es lo que me contaron anos despues. De pronto comence a llorar con todas mis fuerzas, despertandome de no se sabe que triste sueno. Mi corazon latia y mis pulmones se llenaban de aire y lo exhalaban de nuevo.

  • LA ELEGIDA. EL NUEVO MUNDO de Eva Olarra Diez

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    Cuando en la tierra ya nada es lo que era y todo lo que conocimos ya no existe, se establece un nuevo orden con nuevas criaturas que hacen que la supervivencia sea un milagro. En la actualidad esta poblada por brujos, guerreros oscuros y otras criaturas sin alma.
    En todo este caos Veronica, la elegida y Jayden, un guerrero oscuro tendran que descubrir la verdad y enfrentarse a su propio destino.

  • Princesa La Hija Prometida de de Alena Garcia

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    Los pasos de Eva sobre la nieve hacian a esta crujir como si fueran cristales aplastados. Una vez, un amigo de su padre, un ruso de origen cosaco, del Don, le dijo que aprenderia a conocer la intensidad del frio en cuanto diese dos pasos por la nieve. Y asi era. Cuando la nieve cruje mucho, es que el frio se acerca o pasa de los veinte grados bajo cero. Hacia veintiseis grados bajo cero aquella tarde de febrero en Moscu. Eva caminaba ensimismada, hipnotizada por el sonido de cada uno de sus pasos sobre la durisima y crujiente nieve. Tras una caminata de mas de veinte minutos, entro en un cafe para calentarse un poco y descansar. La cafeteria era pequena, coqueta y acogedora. Habia entrado alli sin saber muy bien por que; algo atrajo su atencion. Se sento en una mesa de la esquina, la mas alejada de la puerta. De inmediato aparecio un camarero para preguntarle que deseaba. El chico era alto, rubio, de grandes ojos verdes un tanto rasgados, con salientes pomulos casi mongoles. El tremendo atractivo fisico del muchacho no pudo pasar desapercibido a Eva, a la que le subio un leve rubor a las mejillas. Una cara como aquella era mas apropiada para el teatro o para el cine que para estar en aquel diminuto cafe de Barvija, a las afueras de Moscu. El joven le entrego a Eva la carta, pero ella la rechazo con un gesto de la mano. --No hace falta, gracias. Solo quiero te, te negro. Que este ardiendo, por favor. He entrado solo para calentar un poco el estomago y la garganta -- dijo ella elevando imperceptiblemente las comisuras de sus labios en un intento, vano, de sonreir. --Ahora mismo se lo traigo, senorita -- dijo el amable camarero con una franca y preciosa sonrisa que dejo ver las dos filas de dientes perfectos y blancos. Eva se sentia a gusto en ese lugar, como no se habia sentido desde hacia anos. No queria irse. Pidio otro te y un trozo de pastel casero que le recomendo el guapisimo camarero. Algun ingrediente no identificable por su paladar la traslado a su infancia. Recordo las fiestas en su casa de Marbella, en el sur de Espana, en la luminosa y sin par Andalucia, su amada tierra de adopcion. Su padre le preparaba unas fiestas de cumpleanos que eran la envidia de todos los ninos ricos de la zona de San Pedro de Alcantara, casi todos ellos hijos de extranjeros de todas las partes del mundo afincados en ese paraiso natural que es la Costa del Sol. Tantos recuerdos provocaron que Eva perdiera la nocion del tiempo. Se quedo alli sentada, como un barco anclado en alta mar, con el tenedor en la mano derecha y el ultimo trozo de pastel pinchado, pero sin terminar de llevarselo a la boca. El camarero noto que algo le ocurria a aquella extrana chica. No pudo dejar de percibir que era millonaria. El abrigo de pieles y el anillo de diamantes que lucia bastaban. --Senorita, ?se encuentra usted bien? ?Necesita que le llame un taxi? --Si, si, estoy bien, gracias -- contesto ella saliendo del letargico bucle de recuerdos que se habia apoderado de su mente. --Es que tengo que cerrar. Hace tiempo que dieron las once. No queria interrumpirla, lo siento, pero he de cerrar y marcharme a casa, es tarde. Son casi las doce. --Oh, perdoneme. ?Por que no me dijo nada? Estoy tan bien aqui, tan a gusto… Se me ha pasado el tiempo volando. Eva se levanto de la silla con apresuramiento. Rebusco en su bolso, saco la cartera y dejo un billete de cinco mil rublos sobre la mesa. La cuenta de los dos tes y el pastel no pasaban de los setecientos rublos, por lo que el camarero se apresuro a ir a la caja para darle el cambio. Cuando volvio a la mesa, Eva ya salia, diciendole buenas noches y dejandole alli con una propina de mas de cuatro mil rublos. Sasha salio a la calle. --Senorita, oiga, el cambio, se deja el cambio -- grito el. Eva estaba a punto de entrar en un Mercedes negro, de lunas tintadas, con un hombre de mas de dos metros que le abria la puerta. Ella se giro y le dijo, con una sonrisa: --Por las molestias. Sasha se quedo mirando, con la boca abierta, como desaparecia la berlina de lujo a toda velocidad, pero sin hacer un solo ruido. Se habia quedado con las ganas de decirle algo mas. Eva le parecio la mujer mas bonita que habia visto nunca. Y tambien la mas triste. * * * * --Me habeis seguido, ?verdad? – inquirio Eva tanto al chofer que conducia como al copiloto. --Esta zona, de noche y con esta helada, no es apropiada para una mujer joven -- contesto severo y frio Andrei, el copiloto. --Solo he salido a estirar un poco las piernas, a pasear. Os lo he dicho. Que salia a pasear. Me habria gustado volver andando a casa. --Tenemos ordenes, Eva Valerievna -- respondio Andrei con el tratamiento formal de nombre mas patronimico. --Si, lo se, lo se. Soy su esclava. No hace falta que me lo recordeis a cada paso. Yo misma renuncie a mi libertad -- le corto Eva, apretando los labios mientras intentaba contener una lagrima que pugnaba por precipitarse por la mejilla. * * * * El Mercedes llego al palacio de Viktor Sokolov, tras pasar tres controles de seguridad donde, en cada uno de ellos, salieron dos hombres con chalecos antibala y armados con fusiles de ultima generacion. Eva salio del vehiculo, entro en la casa y se dirigio a su habitacion, subiendo por las escaleras de madera. Una voz la interrumpio en su ascension. --!Eva! --Si, Viktor, dime… --?Por que has vuelto tan tarde? Hace mucho frio, te puedes resfriar. No estas acostumbrada a estos inviernos. --Solo he salido a estirar un poco las piernas. Queria andar. Finalmente he entrado en un pequeno cafe que hay a veinte minutos de aqui, en la carretera. Alli he perdido la nocion del tiempo. No me diras ahora que estabas preocupado por mi. Viktor subio unos pocos escalones y se quedo a dos metros por debajo de ella. La miro a los ojos, con intensidad, con una mirada que Eva aun no era capaz de descifrar. No sabia si la mataria algun dia o la forzaria como un salvaje cualquiera, amparado en su poder y su "trato". Pero Eva no bajo su mirada y se la sostuvo con firmeza. Finalmente, Viktor dijo: --Esta bien, haz lo que quieras. Despues, bajo las escaleras y se introdujo en su despacho, un cuarto al que Eva tenia prohibido el acceso. Ella entro en su dormitorio, una estancia de casi cien metros cuadrados, con bano propio y muebles italianos de lujo. La habitacion estaba demasiado recargada para su gusto. No se podia decir que fuera hortera, como sucedia en muchas casas de nuevos rusos (nuevos ricos), pero con menos de la mitad, se decia Eva, habria quedado mas elegante y espaciosa. Se tumbo en la cama sin quitarse la ropa y cogio el libro que estaba leyendo desde hacia unos dias. Doctor Zhivago, de Boris Pasternak. La pasion por los libros de Eva le venia de su madre, Natalia, poetisa y critica de arte, especialista en el Siglo de Plata de la literatura rusa, con varios ensayos publicados sobre el tema. Pero Natalia se caso con Valeri Novikov, un inteligente hombre de negocios que acabo metido en asuntos sucios de mafias. Se trasladaron a vivir a Espana y alli nacieron sus dos hijas: Yevguenia y Eva. Natalia dejo de escribir ensayos, mas nunca abandono la lectura, un habito que lego a la menor de sus hijas: Eva. Eva leia y leia. La lectura de los clasicos rusos suponia su unico consuelo y un eficaz antidoto contra la depresion y la amargura que amenazaban con instaurarse para siempre en su alma. Pensaba en el camarero que habia conocido esa tarde, y en el acogedor cafe donde se sintio libre por unas horas. Manana volveria a ir, se dijo, mientras recorria con la mirada las peripecias que les sucedian a Yuri y a Larisa. Al dia siguiente, hacia las cinco de la tarde, se disponia a salir de la mansion para tomar te en la pequena cafeteria que habia descubierto. Cuando cogia del perchero su abrigo de vison blanco, Viktor salio de su despacho para interesarse por su repentina salida. --?Adonde vas ahora? – inquirio groseramente. --A dar un paseo y a tomar un te. Llevo aqui todo el dia sin estirar las piernas, me duele la cabeza y necesito aire -- contesto Eva. Esta tarde vienen unos amigos a cenar y quiero que estes en casa. La cena es a las ocho en punto. No vengas mas tarde de las siete y media. --Podrias haberme avisado -- senalo ella. --Si, podria haberlo hecho. Pero ya ves que no ha sido asi -- zanjo el entrando en su despacho. Eva agarro el abrigo con rabia y salio al frio exterior donde la helada le golpeo en la cara nada mas abrir la puerta. Seguia haciendo veintiseis grados bajo cero, y ademas habia una leve brisa que metia el frio por el cuerpo a traves de los ojos. A Eva, de todas formas, le gustaba respirar la helada, sintiendo como el aire descendia hasta sus pulmones, siendo por vez primera consciente de tener esos organos

  • Sonka de Ignacy Karpowicz

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    Hace mucho, mucho tiempo... Asi comenzaba Sonka ciertas frases en las que no aparecian ni vacas, ni gallinas, ni cerdos; ni fiestas, ni pan, ni impuestos; ni siegas de heno, ni recolecciones de patatas, ni granizadas. Asi comenzaba frases que se le atascaban en la garganta o se detenian en sus lisas encias, desdentadas, para deslizarse de nuevo hacia el interior de su cuerpo, hasta los pulmones, el corazon y el polvo arremolinado entre sus viejos y desgastados organos. Sin embargo, despues de ese <>, a veces las palabras superaban los obstaculos, atravesaban el tejido de la carne y del tiempo, resonaba hasta la ultima de sus silabas y solo entonces volvian a penetrar en el cuerpo: viajaban a traves de los oidos hasta el cerebro, donde se hacian un hueco y esperaban a que el sueno destensara los sucesos aciagos, a que disipara los problemas. Entonces, como en tantas otras ocasiones, las palabras aparecian en los suenos en forma de historias, unas buenas, otras malas, dependiendo de por donde se mirara, cuando se despertara y adonde se hubiera o no llegado. Habian pasado diez, treinta o cincuenta anos, aunque para Sonka veinte, cuarenta o sesenta anos significaban <>, una invariable lejania. Y despues de ese <>, despues de ese <>, siempre surgia, de un modo identico, la epoca en que Sonka, siendo aun muy joven, habia vivido y experimentado con tal plenitud que luego ya no tuvo ni vida ni sentimientos. !Bah!, decia moviendo un racimo de dedos, saltaron los plomos, los fusibles, !paf! Porque las personas, como solia decir, no estan hechas de materiales duraderos, se componen de lo que comen: leche, carne y harina; frutas, setas, prosfora y sal. Pues si, sobre todo sal. Es la que le confiere al conjunto su sabor y su forma, hace que la persona no se estropee, no se pudra, sino que se reseque hasta que comienza a parecerse a un hueso que ha pasado mucho tiempo expuesto a la lluvia y al sol. Porque cuando una persona, y desde luego una mujer de pueblo, siente demasiadas cosas y vive demasiado deprisa, algo le chisporrotea por dentro, chisporrotea y chisporrotea, hasta que la instalacion entera queda inservible. Dios Padre, nuestro Hospadzi,[1] no acepta reclamaciones, a pesar de lo cual a veces se le olvida enviar al capataz ataviado con su tunica negra y su calavera y que con su guadana siega piernas, tendones y ligamentos para que reine una cierta pulcritud y un cierto orden efimeros, hasta que llegue la pulcritud de las cupulas radiantes y el orden definitivo, reflejado en los ojos abismales de los santos retratados en tablas doradas, en la fuente misma de la nada. Sonka extrajo el clavo de la cadena a cuyo extremo aguardaba, placidamente, una vaca manchada. La res rumiaba hierba y daba leche, paria cada dos anos, proporcionaba carne y piel; producia dinero, que, si bien no era mucho, no se podia desdenar. Producia ese dinero como si se tratara de la casa de la moneda, incluso cuando dormia o cuando por debajo de su inquieta cola excretaba una plasta que se esparcia como una imagen del test de Rorschach. El prado alimentaba a la vaca, y la vaca, al alimentar a los de la ciudad, alimentaba tambien a Sonka. El mundo esta organizado de tal manera que para que unos puedan comer es preciso que otros coman. Porque si todos dejan de comer, decia Sonka, el mundo enflaquecera, y si el mundo enflaquece hasta quedar en los huesos, entonces ni la grasa de castor ni los curanderos podran hacer nada. Despues de extraer el clavo Sonka aguardo un instante a que su respiracion dejara de golpearle las costillas con tanto dolor, se apoyo en la cayada nudosa, pesadamente, tal y como en tiempos se apoyaba en una horca, e incluso mas pesadamente, porque ahora se sentia pesada, terriblemente pesada, como si fuera un saco de carne. Se arreglo el panuelo, lanzo unos chasquidos y le dijo a la res: --Nu, Mucka, pashla.[2] La central lechera manchada, automotriz y con las ubres colmadas, miro a Sonka con el marron mas marron de sus ojos, en cuyo fondo crecia la hierba, revoloteaban los tabanos y en el abrevadero nadaban unos minusculos pececillos espinosos, kaluchki,[3] de los cuales se saca un provecho tan pequeno como ellos mismos, aunque lo que es pequeno o inservible en epoca de bonanza se convierte en grande e indispensable en tiempos de hambre y guerra. Sonka se puso a caminar muy despacio, ni siquiera miro hacia atras por encima del hombro, el izquierdo para el mal de ojo, el derecho para deshacer los hechizos, porque sabia que la res conocia el camino: un sendero abierto a fuerza de pasar por alli, y que descendia con suavidad hasta la orilla del rio, llena de pisadas de pezunas. Una vez alli, la vaca beberia unos dos cubos de agua y la viejecita sacaria del bolsillo un caramelo de menta de los baratos. Despues tendria que regresar, cuesta arriba, deteniendose al menos tres veces para que la respiracion la alcanzara, porque, como decia Sonka, la respiracion no caminaba al mismo ritmo que la persona, y si alguien va demasiado deprisa es capaz de perder su propio aliento, y cuando alguien pierde su aliento, ni san Nicolas el Milagrero ni san Menas pueden encontrarlo. Pero en cuanto la vereda arenosa sale de detras de los matorrales, entonces ya se puede dejar que las piernas te lleven a casa sin ninguna inquietud. De tanto en tanto, un coche con matricula de Bialystok o incluso de Varsovia pasa junto a ese camino arenoso. Cruza en un visto y no visto, levantando tanto polvo que parece una cortina de humo. Y en ese momento --como sucede en los cuentos, cuando el principe aparece a caballo y ve a una campesina en la que descubre su destino, la felicidad, sus vastagos y la maldicion del matrimonio morganatico-- aparecio por la carretera una limusina de quinientos caballos. Aparecio y, finalmente, se detuvo. Aquella mole ovoide, un Mercedes clase S, permanecio inmovil, lanzando destellos grisaceos como si se tratara de un escarabajo agigantado. La vaca estornudo, rumio la hierba almacenada en uno de sus multiples estomagos, hasta un total de cuatro, movio las pezunas y parecio interesarse unicamente por los tabanos que intentaban posarse en su nariz. En cambio, Sonka se puso una mano como visera. La mano --ahora endurecida, con astillitas clavadas, con callos, con la historia de muchas decadas encima-- le permitia ver mejor. Tfu, penso Sonka, prystanuli i buduc stsac.[4] Sin embargo, nadie evacuo la vejiga en plena naturaleza. Sonka se habia equivocado en la eleccion de las palabras, aunque no habia cometido ningun error en la apreciacion de lo que iba a suceder, pues no pretendia decir nada en concreto. Al igual que tras el invierno llega siempre la primavera, tambien cuando se para un coche con matricula de Varsovia se tiene la seguridad de que va a ocurrir algo inoportuno. El Mercedes se quedo parado, el polvo se poso; los altavoces tronaban --la puerta delantera, del lado del conductor, se habia abierto-- y del coche surgio el principe de la ciudad. Pero en lugar de decir <>, <>, <>, en lugar de eso la puerta se cerro y la musica dejo de oirse, sin mas. El polvo se poso, el V8 del coche enmudecio, la vaca continuo caminando por el arcen; tras la vaca, Sonka --dificil saber quien llevaba a quien--, y tras ella no parecia haber nada: todo lo que poseia, se lo habia ofrecido a otros hacia mucho tiempo, y lo que no tenia, no podia darlo ni robarlo. De su mismo lado, en ese mismo arcen, se quedo el principe de la ciudad, con una mochilita en vez de un cetro y una sonrisa en lugar de un reino. El tipo llevaba un pantalon corto de camuflaje militar con unos bolsillos inservibles, una camiseta de manga corta color naranja como los incisivos de una nutria y unas sandalias de ante con un aspecto aun mas suave que el abrigo de piel de oveja karakul de Wiera, la del Ayuntamiento de Grodek, la mas elegantona de la comarca, que una vez a la semana iba a Bialystok en su coche, un Golf, que asi se llamaba, made in Germany, igual que la pesadilla que vivio Sonka; y si la calidad del coche igualaba, aunque solo fuera en parte, a la que tenia aquella guerra, entonces no quedaba otra que envidiar a Wiera: su Golf le prestaria servicio durante anos, sin averias, y jamas se le iria de la cabeza ni de sus pensamientos. !Hay que ver!, penso Sonka, intrigada y algo nerviosa, es tan mono este principito que podria colocarlo en el salon, limpiarle el polvo una vez a la semana y, en Navidad, adornarlo con colgantes dorados, farolillos y pajaritos, encender una vela, sacar del calcetin el ultimo anillo que me dejo mi madre y mirarlo y mirarlo hasta la saciedad, y despues, a dormir. El jovenzuelo de la ciudad tendria nombre, cosa que Sonka imaginaba, tendria una posicion, aunque Sonka no lo podia imaginar, y era evidente que estaba de mal humor, lo cual provoca que salgan innecesariamente arrugas que ni Lancome ni la doctora Irena Eris pueden remediar. Durante un buen rato se palpo los bolsillos y rebusco en la mochila, como si hubiera perdido un papel con consejos y respuestas a todas las preguntas del mundo: ?que hacer y como vivir?, ?de que huir y con quien huir?, ?adonde huir y por cuanto dinero?; y, sobre todo: ?donde cono esta el numero del puto seguro? Pero no saco ningun papelito, sino un paquete dorado de cigarrillos --comprado en un duty-free, como saben quienes fuman y vuelan mucho por el mundo--. Encendio uno, le dio una calada y tuvo un ataque de tos. Zdyjlina,[5] le susurro Sonka a la vaca, que habia detenido su marcha junto a unos matorrales y meditaba acerca de la naturaleza de los tabanos. El principe saco un movil a la ultima, tan bonito y reluciente que parecia ideal para colocarlo sobre la Puerta Real del iconostasio y, en caso de maxima urgencia --una inundacion, una guerra, un Gobierno de derechas--, llamar al Jefe y quejarse a gusto, abrirle el corazon y aprovecharse de una tarifa plana: Spasi, Hospadzi, spasi.[6] Pero ese movil, aunque fuera muy bonito y brillara mucho bajo el sol de agosto, no puso en contacto a su dueno con el dueno de un aparato similar al otro lado de la linea, en algun lugar de un mundo real, con cines, centros comerciales y pizzas por telefono, marcando el 0800, llamada gratuita, el envio tambien gratuito para los pedidos superiores a treinta zlotys. Sonka sabia que el urbanita se habia detenido en el culo del mundo elevado a la decima potencia porque ningun operador de telefonia movil cubria aquel pedazo de tierra, ningun sociologo reflejaba a sus habitantes en las estadisticas, ni siquiera el pope se acercaba por alli en su Daewoo Espero y cuando lo hacia era para consagrar a toda prisa, bendecir mecanicamente, meterse el sobre en el bolsillo y a otra cosa; se dejaba ver entre tres y cinco veces al ano, dependiendo del numero de decesos, puesto que el numero de fiestas no cambiaba. Alli, en el fin del mundo, en Krolowe Stojlo, al lado de la metropoli Sluczanka, habia solo cuatro casas. En la mas pequena vivia Sonka. En otras dos se divertian los ratones, pues sus duenos se acomodaron en ataudes y ahora venian sus herederos desde las ciudades, algunos fines de semana, no todos, mas bien pocos, y era una lastima que lo hicieran con tan poca frecuencia, porque rompian la rutina, introducian algo de ruido en el silencio, algo de vida en el vacio. En cambio, la cuarta casa era otra cosa: nueva, construida con bloques de hormigon durante el segundo mandato del presidente Kwasniewski, embellecida con ventanas de plastico, con hermosos y resplandecientes mosaicos en las paredes hechos con trocitos de botellas rotas, en forma de flores, olas y otras chorradas. En el huerto habia filas de orondos enanitos como si estuvieran en un campo de concentracion, entre caballones de repollos y cebollas, colocados asi pensando en la maxima de que lo hermoso ha de observar una disciplina. En el balcon, una balaustrada de yeso. Ademas, columnas, un porche, una cornisa, al mas puro estilo barroco rusosluczankiano.

  • El beso que no te di de Magdalena Lasala

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    Isabel murio besando a Diego. Ya nadie y ya nada podria separarlos. Los dos cuerpos fueron velados juntos, en un altar a su amor infortunado. Una estruendosa lluvia anego las huertas de Teruel durante varios dias, mientras los amantes recibian el homenaje silencioso del mundo hasta que fueran sepultados en la misma tumba. Juntos para siempre. Magdalena Lasala novela con su maestria habitual el tragico destino de los amantes de Teruel y, por primera vez, nos cuenta quienes fueron realmente Isabel de Segura y Diego de Marcilla, de que familias procedian, como era el Teruel de la epoca y que sucedia en el siglo XIII que les toco vivir, en una recreacion historica llena de detalles y personajes inolvidables.

  • Hay un Androide en mi armario de Olaf Serra

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    Axel ha conseguido construir un androide al que ha dotado de unas cualidades poco comunes, entre ellas, de un sentido del humor que a veces raya el absurdo.

  • Elisa frente al mar [LGBTI] de Clara Asuncion Garcia

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    Dos mujeres se reencuentran en lo alto de un acantilado tras dieciocho anos de ausencia. El pasado que une a estas dos mujeres, Nuria y Elisa, esta construido a base de amor, renuncia y dolor. Su reencuentro significara el retorno a ese pasado perdido, a su adolescencia, sus recuerdos y las personas que dejaron atras.

  • Entre llamas te volvi a encontrar de Alexa Blanco

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    Margarita tenia seis anos cuando Alex, un nino marcado por un tragico suceso familiar, llego a su colegio.Tras convertirse en amigos inseparables, Alex se fue a vivir lejos.
    19 anos despues, la vida de Margarita dara un vuelco inesperado a raiz de un incendio en su edificio.
    Y las consecuencias… Tendras que leer su historia para saberlas.

  • Una esposa obediente (Novias Del Oeste 1) de Amaya Evans

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    Tiempo Presente --Tierra llamando a Ellie--dijo alguien a su lado. Era su hermana, que estaba ese dia acompanandola en la floristeria. -- ?En que pensabas? --Solo agradecia lo que tengo--le dijo sonriendo. -- ?No te gustaria ser la duena de este sitio?--le pregunto senalando con su mano todo a su alrededor. Ellie se rio--Claro que si tontica, pero ahora me conformo con estar administrandolo. --No veo la hora de que podamos trabajar juntas en la floristeria. -- ?De verdad te gustaria?--no se imaginaba a su hermanita en una floristeria, la veia mas con un salon de belleza o una tienda de ropa. Siempre la veia pendiente de su atuendo, comprando cosas de maquillaje y mirando canales y revistas de moda. -- !Claro!--hablo emocionada--siempre he querido trabajar contigo en un sitio que sea de las dos. --Pero si estas estudiando Peluqueria, ?como vas a tener una floristeria? --Podemos tener algo que incluya las dos cosas ?No te parece? --Umm, no lo se...ya veremos, primero necesito que termines esa carrera. --No falta mucho y mientras te sigo ayudando aqui--se acerco a ella--hablando de otra cosa, tengo algo que decirte. -- ?Que sera?--la miro con ojos entrecerrados. Conocia bien a su hermana y sabia que habia hecho alguna travesura. --Es que ayer estaba con mi amiga Wendy en el mall y vimos un local, donde hay una agencia de novias. -- ?Si?--he escuchado de esos sitios, que locura que haya gente que se presta para eso. --No me parece nada malo, de hecho hay gente que no tiene mucha vida social y es por eso que van alli. De hecho... yo entre. -- ?Que tu hiciste que? --Lissi, tu no necesitas estar en un sitio asi, eres una chica joven, tienes amigos y Dios sabe que tienes una agitada vida social. --Si, es verdad, pero es que yo no fui alli por mi, fui por ti. Un silencio sepulcral se hizo en el local. Luego de un minuto Ellie le pregunto con cierto temor--: Era para ayudar a alguien, me imagino. --Si, era para ayudarte a ti. -- ?Pero es que te has vuelto loca? Yo nunca he dicho que necesite un esposo o novio. --No lo dices, pero se que necesitas una vida amorosa. Estas muy sola hermana y no quiero verte asi. --Pues da la casualidad de que no necesito nada de eso y me haces el favor y vas a ese sitio y sacas de alli todo lo que tenga que ver conmigo. --Pero Ellie. --Ya te lo dije, no quiero saber nada mas de eso--se alejo furiosa de alli y entro a la bodega. Lissi, se dio la vuelta y salio furiosa tambien por haberle dicho a su hermana, mejor se hubiera quedado callada y no se habrian peleado, ahora tendria que ir a ese sitio a cancelar todo. Dias despues... --Ellie, tienes una llamada--le dijo una de las trabajadoras del lugar. --Ya la tomo--estaba terminando de atender una clienta. Un momento despues llego a la oficina-- ?Bueno?--contesto la llamada. --Buenas tardes, hablo con la senorita Ellie Drum. --Si, con ella habla. ?En que puedo ayudarla? --Habla con Madeleine Crawford. Hemos recibido su perfil hace unos dias en nuestra agencia matrimonial y tenemos algunos buenos prospectos para usted, de hecho hay varios caballeros interesados. --Disculpe--interrumpio a la mujer, antes de que siguiera hablando. Yo no he dado permiso para que mi perfil este en su agencia. -- ?Perdone? Creo que no entiendo. --Si, es que mi hermana fue la que llevo mis datos y me inscribio alli, pero yo no he dado mi consentimiento para eso. --Me apena mucho escuchar eso. Somos una agencia muy seria y no estanos acostumbrados a este tipo de incidentes. No se como pudo pasar, ya que por lo general necesitamos la firma de la persona para que podamos hacer todo esto. Le pido disculpas por el inconveniente. --No se preocupe, solo necesito que quiten mi perfil de su agencia, de hecho le dije a mi hermana que lo hiciera, pero veo que no me hizo caso. --No se preocupe, lo haremos inmediatamente. De todas formas, le pido el favor de que pase por la oficina de la agencia para que la conozca y de paso pueda ver con sus ojos que eliminamos su nombre de nuestra base de datos. --Pues no lo se...la verdad estoy algo ocupada. La mujer insistio--sera solo un momento, le aseguro que no tardara nada y en cambio podra quedar tranquila sabiendo que usted misma vio como sus datos se eliminan y quedan seguros. --Bien, tratare de pasar esta misma tarde un momento. ?Podria por favor enviarme su direccion en un mensaje de voz a mi celular? -- Muy bien, asi lo hare. La estaremos esperando. Que tenga un buen dia. En la noche, Ellie, fue a la dichosa agencia, que estaba bastante lejos de donde trabajaba, todo estaba oscuro y penso que no habia nadie. Seguramente ya era muy tarde y no se iban a quedar esperando hasta que ella fuera. Cuando se daba la vuelta para irse, escucho un ruido desde adentro y vio una luz, que venia de una oficina. Que raro, penso haber visto que esa oficina estaba oscura. Una mujer sonriendo se asomo--Buenas noches. --Buenas noches, soy Ellie. -- ?Como estas querida? Soy Madeleine. Estamos en obras y parece que se ha quemado un fusible y nos ha dejado a oscuras. Sigue por aqui--le dijo ensenandole el camino. Llegaron a una oficina bastante bonita con fotos de varias parejas en la pared. Habia algunas vestidas con ropas como del oeste e incluso habia unas vestidas con ropas de la edad media. Que extrano--penso. --Esas son fotos de parejas que se han conocido en la agencia--dijo emocionada--No me canso de mirarlas y pensar en que esta agencia ha ayudado a tantos a conocer el amor de su vida. --Me imagino que eso la hace feliz--dijo tratando de disimular si incomodidad ante el hecho de que ella no queria estar alli, ni tenia intencion de aparecer en una de esas fotos con cara de pastel. --Bueno, linda. Vamos a ponernos manos a la obra, quiero que llenes este papel y me des tu firma. Miralo detenidamente para que veas lo que dice, alli estas dando consentimiento para eliminar tus datos de nuestra agencia. Ella lo leyo y estuvo de acuerdo. Luego de firmar, la mujer la dejo sola un momento y le dijo que ya volvia. Ella se quedo viendo nuevamente las fotos un rato, hasta que se oyo un estruendo y la oficina quedo totalmente a oscuras. !Grandioso! ?Ahora como diablos saldria de alli? -- ?Hola? ?Hay alguien alli? Senora Crawford--llamo. Nadie le contesto. Comenzo a sentir frio y decidio salir de alli para ver que pasaba. Abrio la puerta y se encontro con que afuera si habia luz y habia una especie de cuarto antiguo. Dio unos pasos por curiosidad y la puerta detras de ella se cerro y ante sus ojos aterrados, desaparecio sin dejar evidencia alguna, de haber estado alli. Donde antes estaba la manera de salir de alli, habia una solida pared y la puerta de esa habitacion, ahora estaba del otro lado. --Pero... ?Que diablos sucede aqui? Madeleine, esto no es gracioso. Senora hagame el favor de dejarme salir de aqui--grito alto--Oh Dios, y ahora ?Que podia hacer? ?Esa mujer era una loca? Miro hacia todos lados y se asomo a la ventana. Habia mucha vegetacion, pero mas adelante el terreno se veia arido. Habia una especie de carreta vieja y un caballo pastando muy cerca. Salio de alli, para encontrarse con una enorme bestia que se le tiro encima haciendola gritar. -- !Auxilio! !Esta cosa va a matarme, alguien que me ayude! De repente, la cosa encima de ella se retiro y un hombre aparecio frente a ella-- ?Que demonios hace usted en mi casa? -- ?Quien es usted? ?Donde esta la senora Madeleine?--miro para todos lados, encontrandose con un perro enorme, que parecia un lobo y que la miraba con curiosidad. -- ?Quien es Madeleine? --La senora duena de la agencia, estabamos hablando y se fue la luz. Todo quedo a oscuras. Lo siguiente que supe es que estaba aqui--volvio a mirar al perro--Esa bestia deberia estar amarrada, puede matar a alguien. --Mire, senorita--le dijo de una forma como si lo dudara--No se quien es usted y que quiere, pero le agradezco que salga de mi casa, antes de que deje de portarme como un caballero. Ademas esta bestia es mi perro, se llama Goliat y lo unico que hacia era saludarla, porque afortunadamente le cayo bien. No quiero decirle lo que puede hacer con un extrano en la casa. Ella se sintio tonta--Muy bien, entonces debo agradecer a Goliat que no me haya matado--dijo mirando al perro con ojos entrecerrados--. En cuanto a irme, no puedo hacerlo. ?Que quiere que le diga? la agencia matrimonial estaba aqui hace un momento. -- ?Agencia? --Si--lo miro como si fuera idiota.

  • Por donde sale el sol de Blanca Garcia-valdecasas

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    Por donde sale el Sol: Violeta, la mujer del pintor Rogelio Diaz, le dice que esta pintando por rutina y deben cambiar de aires y paisajes, viajar, con sus siete hijos. Ella se ocupara de todo. El se deja convencer: se iran a Chile por un par de anos. Ocurre un imprevisto y Violeta no los acompana en el viaje pero sera un personaje oblicuo, siempre presente, fundamental, a lo largo de la novela. Historia de amor: entre ellos dos, amor a la familia, a las personas, al Arte, la Naturaleza, a toda la Creacion.

  • La noche de los Nibelungos de Miguel Angel Casau

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    Alex Sistiaga se encuentra de paso en su ciudad natal asistiendo al entierro de uno de sus mejores amigos. Alli se reune con otro buen companero de toda la vida. Juntos, charlan sobre los viejos tiempos y disfrutan recordando aventuras de su adolescencia. Pero, una vez acabadas las exequias, mientras dan un paseo por el puerto deportivo, algo anomalo ocurre en la ciudad: hay una caida generalizada de las conexiones moviles y de internet coincidiendo con el paso de un enorme meteoro en el cielo. Casualidad o no, a raiz de este acontecimiento comienza "La noche de los Nibelungos", presagio de una barbarie que pronto se convertira en caos.
    Unas criaturas antropomorfas, hasta entonces desconocidas para el ser humano, emergen de repente entre las sombras masacrando todo lo que encuentran en su camino, por eso Alex los ha bautizado como Nibelungos: entes oscuros materializados del interior de la tierra.
    En realidad, nadie conoce su procedencia o naturaleza, ni el motivo por el que han surgido. Los Nibelungos son un enigma. Un enigma, salvaje y despiadado, que se alimenta de carne humana...

  • Esclava de un Nazi de Myrian Gonzalez Britos

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    El 30 de enero de 1933, Hitler es nombrado el jefe del gobierno aleman y muchos alemanes creen que han encontrado al salvador de la nacion. Mientras tanto, en el bucolico pueblo de Blankenstein, el humilde jardinero, Sebastian Ackermann, llega a la vida de la caprichosa judia, Lya Rubinstein, para doblegar su corazon y su propio orgullo.Entre peleas, disputas, bromas y muchos besos, viven una intensa historia de amor prohibida, hasta que, un mal entendido cambia el destino de sus almas.Sebastian y Lya toman caminos distintos sin lograr olvidar el pasado.

  • En mitad del invierno de Rachel Ripley

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    Tawny miro el papel que acababa de aparecer por debajo de la puerta; al ver el membrete de correos y leer la palabra juzgado, estrangulo un sollozo. No podia mas. Se dejo caer sobre una silla, el unico mueble que habia en la pequena habitacion, ademas del catre. Lucho contra el nudo que se le habia formado en la garganta. Habia llorado demasiado y no estaba dispuesta a derramar ni una lagrima mas. Tenia que encontrar el modo de seguir adelante, pero se sentia demasiado perdida, sin la mas minima idea de como encontrarlo. Agacho la cabeza y suspiro de nuevo, preguntandose donde se habia estropeado todo, en que momento su vida se habia ido a la mierda. Seis meses atras, tenia un trabajo, un marido, una hermosa casa, un coche caro. Ahora solo tenia diez cajas semivacias y un monton de papeles como el que acababa de aparecer bajo la puerta. A quien queria enganar. Sabia cuando empezo todo a desmoronarse: el veinte de julio, dia de su quinto aniversario de matrimonio. Alex y ella habian decidido tomarselo libre tras meses de interminables jornadas de trabajo en las que apenas habian podido verse. De ese modo, podrian relajarse y descansar un poco, antes de ir a cenar y al teatro. No sabia ni a que restaurante irian ni que obra verian; el lo habia mantenido en secreto, a pesar de sus intentos por averiguarlo. Tampoco hizo muchos. El perdia rapidamente la paciencia, y ella habia aprendido a detectar en su tono de voz cuando habia llegado el momento de dejar de preguntar. No queria que aquel dia se estropeara por nada. Pero el telefono sono temprano; reclamaban a Alex para una reunion de ultima hora. Estuvo a punto de pedirle que, ya que era el CEO, intentara cambiarla a otro dia, pero se abstuvo. En el fondo, se sintio aliviada ante la idea de tener un dia para ella sola, descansar y estar tranquila. Protesto un poco, por obligacion, y le pidio que no volviera muy tarde, para que pudieran llegar con tiempo. El le aseguro que haria lo que pudiera, y se marcho. Cuando le vio meterse en el coche, decidio que era el momento perfecto para prepararse un bano y probar una de aquellas bombas de espuma que habia comprado a escondidas. Entro en el dormitorio contiguo al bano y encendio la radio; otro de sus pequenos placeres cuando estaba sola. Tarareando la cancion que sonaba en aquel momento, abrio los grifos, y se hizo un mono con la larga melena. Cuando la banera estuvo llena, metio la bomba en el agua, mirando, fascinada como giraba sobre si misma, siseando y disolviendose mientras ella aspiraba con deleite el suave olor a lavanda y fresa que desprendia. Se quito el albornoz, dispuesta a meterse en el agua, cuando en la radio ceso la musica y comenzo el informativo, que se abrio con la noticia de un hombre que acababa de ser puesto en libertad tras pasar veinte anos en prision por intento de asesinato. Fue al dormitorio y apago el transistor. No queria que nada estropeara aquella calma, aquel momento sin tension, el primero del que disfrutaba en mucho tiempo. Cuando iba a meter un pie en el agua, sono el timbre. Suspiro, poniendo los ojos en blanco, dudando si abrir la puerta o ignorarlo, pero volvio a sonar. Chasqueo la lengua con fastidio, se puso el albornoz, y bajo las escaleras del duplex hacia la puerta. Al otro lado aparecio una mujer delgada, alta y morena que, nerviosa, le pregunto si estaba Alex. Supuso que era una colaboradora freelance de la empresa con algun problema, por lo que le pregunto si queria que le diera algun mensaje. Ella asintio. --?Puede decirle a Alex que su mujer lo esta buscando? Es urgente que hable con el. Se quedo helada. ?Su mujer? No, no. No podia ser. Le pregunto si era algun tipo de broma, porque ella era la esposa de Alex. De hecho, era su quinto aniversario de boda, recalco. Ella palidecio y Tawny temio por un momento que fuera a desmayarse. Balbucio algo ininteligible, se dio media vuelta y salio corriendo calle abajo. A partir de ese momento, todo fue muy rapido, mucho mas de lo que pudo procesar. Cuando su marido llego a casa, le pregunto por la mujer que decia ser su esposa. El, sorprendido, le aseguro que seria alguna antigua empleada que intentaba vengarse de el. No era del todo descabellado. Desde su pedestal, su marido solia humillar ante el resto de la plantilla a los empleados que consideraba poco productivos o validos, para despues despedirlos sin contemplaciones, lo cual le habia granjeado bastantes enemigos. Eso era: la venganza de una mujer despechada; una treta para crear tension en la pareja. Decidio creerle y olvidarse del asunto, mas que nada porque Alex se nego en redondo a volver a hablar de ello y dio el tema por zanjado. Asi quedo hasta que, dos dias despues, encontro en su correo electronico un mensaje con el asunto <>. El corazon le dio un vuelco al descargar y leer el documento adjunto; <>, se dijo, aunque decidio comprobarlo en el Registro Civil. Queria, necesitaba terminar de una vez con todo aquello. Se le cayo el alma a los pies cuando le informaron de que era valido. Alex y aquella mujer, Tania Davidson, estaban casados. Hacia ocho anos. No daba credito. !Ocho anos! !Alex estaba ya casado cuando se caso con ella! ?Como era posible que ni siquiera lo hubiera mencionado? ?Y las consecuencias legales? Uno no se olvida de la noche a la manana de un matrimonio anterior; el, ademas, sabia que ella lo habria comprendido y habria esperado el tiempo necesario para poder casarse tras el divorcio. Claro, que tonta. ?Como no se le habia ocurrido antes? Seguro que su marido tenia los papeles del divorcio en algun lado. Pero cuando le enseno el certificado, el, deshecho en lagrimas, confeso. Estaba casado con Tania, pero no era feliz en su matrimonio, nunca lo fue. Era una mujer mezquina y vengativa que le maltrataba, le anulaba y le hacia sufrir; por ello no tuvo el valor para enfrentarse a ella y pedirle el divorcio. Anos despues, cuando conocio a Tawny, y se enamoro perdidamente de ella, tuvo miedo de que le abandonase al enterarse de que no se habia divorciado. No le quedaba mas remedio que actuar como si Tania no existiera. Ella le miro, incredula y herida. El le aseguro que pediria el divorcio, que lo arreglaria todo. Habia cometido un error, era cierto, pero ella era la unica mujer a la que amaba, la unica que le habia hecho plenamente feliz. Hacia anos que no la veia, que no tenia contacto con ella. Para el, ella era lo mas importante, su gran amor, le repitio mil veces, al tiempo que le rogaba que no le dejara, que no podia vivir sin ella, que no sabia lo que haria si ella le abandonaba. Habia sido un error, grave, si, pero provocado por el amor que sentia por ella; solo parecio calmarse cuando ella le aseguro que le daria una nueva oportunidad si pedia el divorcio. Intento ser fiel a su palabra, dejar aquello atras y actuar como si nada hubiera ocurrido, pero no podia dejar de darle vueltas. ?Por que no se lo habia contado?, ?por que no habia confiado en ella? Cuando se lo pregunto, el se enfado, gritandole que no dejaba de hurgar en la herida, que no le importaba hacerle sufrir. Volvieron los gritos y las peleas, las lagrimas, las noches en vela. Fue en una de aquellas noches cuando recordo que, en el correo electronico que Tania le habia enviado, la firma automatica incluia el link a su cuenta de Facebook. Se removio en la cama. No, no era una buena idea. Si Alex se enteraba…; pero tenia que hacerlo. Cogio el portatil, bajo al salon de la planta baja, se sento de rodillas en el sofa, busco el mail y pincho el enlace. Al leer su estado civil, casada, algo se retorcio en su interior. Trago saliva y pincho en los albumes de fotos. Se le llenaron los ojos de lagrimas. El mas antiguo era de hace ocho anos, de su boda con Alex. Pero el mas reciente, de hacia tres meses y medio, contenia las fotos de un viaje a los fiordos noruegos. En todas ellas, aparecian Alex y ella besandose, abrazandose, sonriendo, riendo, haciendo el ganso… Una maldita pareja feliz. Tres meses y medio. Contuvo una arcada. La misma semana en que Alex le conto que tenia que acudir a un seminario de team-building que se impartia fuera de la ciudad. La misma semana que ella no pudo acompanarle porque estaba hasta el cuello de trabajo. Como sonambula, se levanto a coger su agenda, y cotejo las fechas con las de las demas fotos en las que ambos aparecian juntos. Cerro los ojos, negando con la cabeza, lagrimas de dolor y rabia corriendo por sus mejillas. Todos los viajes de negocios que Alex habia hecho coincidian con las fechas de los albumes de fotos, viajes paradisiacos a lugares donde Tawny muchas veces le pidio que fueran juntos y el se limito a grunir que el sitio estaba muy lejos o era demasiado caro.

  • Confidencias y traiciones de Catherine O'connell

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    A la manana siguiente de su despedida de soltera, Maggie Trueheart despierta en su cama junto a un desconocido. Pero haber enganado a su prometido no sera lo peor de un dia que empieza con mal pie: su amiga Angie ha sido asesinada. Cuando el amante ocasional se convierte en el principal sospechoso del asesinato, la integridad de Maggie tambalea: ?debe ayudarlo confesando que paso la noche con el o mentir para proteger su futuro matrimonio? Mientras ella se debate entre la verdad y la mentira, la policia investiga a cada una de sus amigas poniendo al descubierto secretos aparentemente insignificantes. Alguna de ellas miente. ?o quizas todas?

  • Cupido se rie de mi de Loles Lopez

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    Michael es un enamoradizo que ansia encontrar a la mujer que lo ayude a mantener los pies en el suelo. Pero tiene un problema: le gustan todas y se cansa rapidamente de ellas.

  • Un dia mas sin ti, Pat Casala de Pat Casala

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    Julia y Zack estaban destinados a estar juntos aunque lo suyo fuera un amor lleno de obstaculos. Les separan once anos, ella es la hija menor de edad del General de la base donde viven y el un Capitan de la Fuerza Aerea incapaz de saltarse las reglas por mucho que su corazon sufra con sus decisiones. Pero a veces amar es suficiente y ella lucho con todas sus fuerzas por demostrarlo.
    Hasta esa manana.
    Zack esta roto, no se puede creer ese final ni esta dispuesto a aceptarlo. Entra en su casa con la firme determinacion de vengarse, no descansara hasta encontrarle porque sin Julia su vida esta acabada. Su historia no puede acabar asi despues de todos los obstaculos a los que se han enfrentado para estar juntos.
    Escucha un sonido en la cocina. Esta tan desesperado por verla acurrucada en su sofa con su enorme sonrisa… ?Acaso su mente le traiciona?

  • No importa donde de Luz Guillen

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    Carmen esta desencantada con el amor. Debido a su trabajo como abogada especializada en divorcios, es una esceptica incorregible por lo que a relaciones sentimentales se refiere.

  • Nuestro amor no fue casualidad de Rose B. Loren

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    Inma es una joven disenadora madrilena cuyo unico objetivo es alcanzar la fama en el mundo de la moda, por lo que se traslada a Nueva York en busca de un futuro mas prometedor, dejando a sus padres desilusionados por su decision.
    Con su duro trabajo y tras anos de dedicacion casi en exclusiva, consigue que sus disenos desfilen por una de las pasarelas de moda mas importantes del mundo, pero un fatal accidente hara que tenga que dejarlo todo y regresar a Espana. Alli conocera a Lucas, inspector jefe de policia y mano derecha de su padre.
    Durante semanas, ambos conviviran juntos, mientras el amor comienza a florecer sin que ellos se percaten mas que de una fuerte atraccion.
    Sus vidas se complicaran, una trama se cierne detras del accidente de sus padres, aunque siempre estara presente el amor que ambos se profesan y lucharan contra todos los obstaculos que la vida les depara.

  • El abrazo del monstruo de Felix J. Palma

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  • Siempre te he amado, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter

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    ?Quien diria que un “simple” viaje puede cambiar tu vida por completo?
    Cuando Carlota y Fran llegan, junto a sus amigos, al Caribe, no podran ocultar por mas tiempo lo que sienten el uno por el otro. El secreto que han guardado por anos, saldra a la luz.
    Pero no todo sera tan facil y, a veces parece ser que, por mas que ames a alguien, esa persona no esta destinada a permanecer en tu vida. ?Lo estaran ellos dos?

  • Expiacion (Aristocratas y pecadores 2) de Isabel Keats

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    Surrey, 1807 Al oir abrirse la puerta del salon, John William Cavendish, octavo conde de Sherrington, se giro y vio que uno de los lacayos daba paso a la senorita Lovegrace. <>, apreto los labios, <>. Despues de una casi imperceptible inclinacion de cabeza, volvio su atencion al decantador y a las copas de cristal labrado que su amigo Gurney tenia siempre a mano para los invitados. --?Desea una copa de clarete, senorita Lovegrace? O quiza, un vasito de ratafia. --Nada, milord, muchas gracias. De nuevo se hizo el silencio. Otra de las cosas que a Sherry --como le llamaban sus amigos -- le molestaba de la senorita Lovegrace era que nunca hacia el menor esfuerzo por mantener una conversacion yendo y viniendo, como si despreciara la necesidad de rellenar el silencio con trivialidades. En fin, se dijo resignado al tiempo que daba un trago de vino, el que esa mujer no tuviera ni idea de conducirse en sociedad no queria decir que el tuviera que ponerse a su altura. Con la copa en la mano, se acerco a la chimenea, apoyo uno de los brazos en la repisa y miro a la senorita Lovegrace que se habia sentado en uno de los sillones frente al fuego. --?Tiene frio? --Eran los ultimos dias de septiembre y, pese a que ese verano el tiempo habia sido extraordinariamente calido para los estandares de Inglaterra, empezaba a refrescar por las noches. --En absoluto. No le sorprendia. El vestido que llevaba, aunque elegante y a la moda, era de lineas muy sencillas y, al contrario que el resto de las jovenes damas del grupo, la senorita Lovegrace no parecia muy amiga de los escotes pronunciados. Sherry fruncio el ceno, molesto por lo laconico de la respuesta; estaba tentado de no decir una sola palabra mas hasta que alguno de los otros invitados se reuniera con ellos, pero de nuevo, su buena educacion vino al rescate y eligio otro topico irreprochable para conservar, al menos, una semblanza de urbanidad entre ambos. --Me ha dicho nuestra anfitriona que el abuelo de usted, el general Lovegrace, y su marido son amigos desde hace muchos anos. --El conde de Burlington tambien estuvo en el ejercito antes de heredar el titulo. Mi abuelo y el lucharon en la batalla de Vila Velha --respondio en ese tono sensato y poco inclinado a las tonterias que, invariablemente, lo ponia a la defensiva. Los extraordinarios ojos oscuros, uno de sus rasgos mas atractivos --si no el unico en su opinion--, que hasta ese momento habian estado contemplando las llamas, se clavaron en el--. Tengo entendido que usted tambien estuvo en el ejercito. Lady Burlington comento que resulto herido en Austerlitz. Sherry se encogio de hombros y dijo en tono ligero: --Un par de rasgunos sin importancia. Se que es terrible no poder presumir de hazanas gloriosas, pero confieso que mi paso por el ejercito transcurrio en su mayor parte sin pena ni gloria. --Vacio la copa de un trago y fue a servirse otra--. ?Seguro que no quiere tomar nada? --Seguro. Y creo que usted tampoco deberia beber mas. Semejante impertinencia lo hizo volverse a mirarla con incredulidad, pero se libro de tener que contestarle como se merecia porque, justo en ese momento, la puerta del salon se abrio de nuevo y dio paso a las senoritas Sandford. En esta ocasion, el recibimiento fue muy distinto. Sherry dejo la copa vacia en el mueble con un golpe seco y se apresuro a reunirse con ellas. Con gesto galante, las cogio a ambas de la mano y se inclino a besarles el dorso, primero a una y luego a la otra, al tiempo que les hacia un extravagante cumplido que las hizo soltar una risita y lanzarle una mirada coqueta por debajo de las pestanas. Poco despues, ya estaban todos los invitados reunidos en el salon y, a instancias del mayordomo, pasaron al comedor. Como de costumbre, su anfitriona se habia mostrado benevolente y lo habia sentado entre dos de las mujeres mas hermosas de la reunion: a un lado tenia a la senorita Lavinia Sandford, una belleza rubia --algo insulsa en opinion de Sherry, pero suficiente para distraerse coqueteando con ella unos cuantos dias-- y al otro a Isabella, con un aspecto mas sensual y felino que nunca. Gurney, que estaba sentado enfrente, devoraba a esta ultima con la mirada, sin apartar los ojos del pronunciado escote que dejaba a la vista buena parte del pecho generoso. Sherry esbozo una sonrisa de diversion; saltaba a la vista que a la madre de su amigo no le habia sentado nada bien que su hijo invitara a la notoria duquesa de Whitworth y hacia todo lo que estaba en su mano para poner la mayor distancia posible entre los dos. Lo cierto era que la reputacion de Isabella dejaba bastante que desear; en los ultimos tiempos el anciano duque, su marido, casi nunca la acompanaba a ningun sitio, lo que ella aprovechaba para campar a sus anchas. Un poco mas alla, diviso a la senorita Lovegrace. Como solia ocurrir, le habia tocado sentarse entre dos de los miembros menos atractivos de la reunion. A un lado, la senora Perris, cuyo marido habia sido un alto cargo en la Compania Britanica de las Indias Orientales y quien, ademas de ser sorda como una tapia, consideraba que la considerable fortuna que habia acumulado su difunto esposo le daba carta blanca para decir lo primero que se le pasara por la cabeza; al otro, el reverendo Lewis, un hombre soltero de mediana edad quien, cada vez que abria la boca, hacia que la de Sherry se abriese tambien en un enorme bostezo. A pesar de todo, la senorita Lovegrace parecia manejar la situacion con soltura. En ese momento, las miradas de ambos se cruzaron. Sherry cogio la copa de clarete y la vacio de un trago, desafiante. La senorita Lovegrace se limito a clavar en el esos extraordinarios ojos oscuros y, como de costumbre, fue Sherry el primero en apartar la vista. Molesto consigo mismo, se volvio hacia Isabella y empezo a coquetear con ella. En realidad, pese a su innegable belleza y el atractivo sensual del que hacia alarde sin pudor, la duquesa de Whitworth --el amor de juventud de uno de sus mejores amigos, el marques de Ravensworth-- no le atraia lo mas minimo. Debajo de sus innumerables encantos, Sherry siempre habia sido consciente de una desagradable avidez, mas propia de la prostituta consumada que era en el fondo. --?Sabes algo de Benedict? Me ha dicho un pajarito que esta pasando el verano en Ravensworth Park. Asi que por ahi iban los tiros, se dijo con desagrado. Le habia extranado mucho que Isabella aceptara la invitacion de Gurney, pero claro, al fin y al cabo Grafton House quedaba a poco mas de doce millas de Ravensworth Park. Desde que habia sabido que ella formaria parte del grupo de conocidos que Gurney habia invitado pasar unos dias en su casa, la pequena campana que en el campo de batalla le avisaba de que las cosas se estaban poniendo feas no habia dejado de tocar a rebato en su cabeza. La sofisticada duquesa de Whitworth no pegaba en absoluto en esa humilde reunion campestre; segun Sherry tenia entendido, ella detestaba el campo y no solia salir de Londres si podia evitarlo. Isabella debia de haber averiguado que Grafton House no quedaba lejos de Ravensworth Park y, conociendo de sobra como funcionaba la vida social en las zonas rurales, seguramente habria pensado que los caminos del marques Ravensworth y el suyo estaban destinados a encontrarse antes o despues. Por fortuna, eso aun no habia ocurrido. --Si, esta con su esposa y su hijo. Los labios de Isabella se fruncieron en una mueca que, en opinion de su interlocutor, le restaba mucha de esa belleza por la que era tan admirada. --!Su esposa! --chasqueo la lengua con desprecio--. Seguro que ya esta aburrido hasta las lagrimas. --Lo dudo mucho. --Sherry dio un sorbo de vino y, con parsimonia, se seco los labios con la servilleta--. Ademas de bellisima, Lillian es una mujer encantadora. Conozco bien a mi amigo, jamas se quedaria tanto tiempo en un sitio en el que no estuviera muy, pero que muy, a gusto. Isabella recibio el dardo envenenado con un resoplido furioso y se volvio a hablar con el joven Besford, que estaba sentado a su izquierda. Sherry sintio un pinchazo de lastima por la senorita Lucy Sandford, quien les dirigio a ambos una mirada de disgusto; su prometido no podia disimular la atraccion que sentia por la diosa pelirroja. Sherry se termino la copa de clarete y, de inmediato, uno de los lacayos se apresuro a rellenarsela. En ese momento noto de nuevo la mirada desaprobadora de los ojos oscuros y con un gesto imperceptible para el resto de los presentes, levanto la copa en un brindis desafiante y dio un buen trago. <>, se pregunto con resentimiento, antes de volverse a hablar con la rubia Lavinia del vestido que la madre de esta habia encargado a una renombrada modista para su presentacion ante la reina con fingido entusiasmo. Sherry, que tenia cuatro hermanas mayores, hizo todos los comentarios pertinentes y solto las exclamaciones oportunas cuando venian al caso, pese a que tenia la cabeza ocupada en otros asuntos. Habia aceptado la invitacion de Gurney para escapar de sus dos hermanas mayores y de su madre, que se habian instalado en Rutlands ese verano y llevaban semanas recordandole que, con veintiocho anos mas que cumplidos, ya iba siendo hora de que buscara una esposa adecuada. Sin embargo, el no tenia la menor intencion de casarse; al menos en un futuro cercano. No entendia la urgencia. Todas sus hermanas estaban casadas y era el orgulloso tio de un monton de sobrinos --cada ano alguna de ellas presentaba al orgulloso esposo de turno una nueva criatura, cuando no un par-- que podrian heredar el titulo; pero cuando lo decia en voz alta su madre y sus hermanas ponian el grito en el cielo. Sherry no era partidario del enfrentamiento directo, al menos con las mujeres de la familia, asi que habia hecho lo que solia cuando las cosas se ponian dificiles: salir huyendo. Penso que le vendria bien cambiar de aires unos dias para relajarse, pero desde que su anfitriona le habia presentado a la senorita Lovegrace el mismo dia que llego a Grafton House, su paz interior se habia esfumado y no tenia ni idea de cual era el motivo.

  • Narrenturm de Andrzej Sapkowski

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    El fin del mundo no llego en el Ano del Senor de 1420, aunque senales muchas hubo de que asi habiade ser… Transcurre la turbulenta primera mitad del siglo XV en Silesia, un pais entre los grandes reinos polacos, alemanes y bohemios. Los seguidores de la herejia fundada por Jan Hus -los husitas- se extienden por la region. Aceptada por pobres y villanos, la nueva fe produce convulsiones sociales y politicas. Los grandes senores estan divididos: algunos se muestran a favor de los husitas, otros en contra. La poderosa Iglesia de Roma lanza una cruzada tras otra contra los herejes, intentando destruirlos. La horca y la antorcha recorren los campos del corazon de Europa. Pero los espias husitas estan por todas partes y sus ejercitos, formados por campesinos y aldeanos, derrotan a los nobles y los pasan a cuchillo. Reinmar de Bielau, llamado Reynevan, es un joven noble silesio, un medico estudioso de la alquimiay ferviente partidario de trovadores y minnesanger. Su apasionamiento por una mujer casada lo llevara a enfrentarse a una poderosa familia, los Sterz. Perseguido por encargo de ellos, Reynevan huye por todo el centro de Europa, escondiendose de los asesinos a sueldo. En un principio la huida es poco mas que un juego, pero pronto las cosas empiezan a complicarse. Reynevan no lo sabe, pero la huida emprendida transformara por completo su vida. Encontrara asiel verdadero amor y la verdadera amistad, vivira aventuras y peligros, y por fin participara en laguerra del lado de los mas debiles. O al menos eso cree.

  • El rapto de la novicia, los canones de los Pujol y monsieur Pipet de Lagarde de Alfonso Ussia

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    El marques de Sotoancho, Cristian Ildefonso Laus Deo Maria de la Regla Ximenez de Andrada y Belvis de los Gazules, un peculiar senorito de la Baja Andalucia al que Ussia situa en La Jaralera, una residencia
    ficticia ubicada entre las provincias de Cadiz y Sevilla, regresa con una nueva aventura. Dentro de una galeria de personajes que incluye yihadistas, guardias civiles, monjas variadas y una madre superiora, aparece Paula, una joven novicia que en el convento lleva el nombre de sor Veronica, a la que desea raptar, muerto de amor por ella, junto con sus soldados yugoslavos, en una disparatada y divertidisima trama.

  • La biblioteca de agua de Clara Obligado

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    ?Como se construye una ciudad? ?Se puede leer en ella como si fuera una biblioteca? ?Es escribir una forma de descifrar las capas de la memoria? ?Que indicios esconde el paso del tiempo?

  • La astronauta de S.k. Vaughn

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    La astronauta May Knox flota en el espacio, va a la deriva. Solo una persona puede salvarla: el hombre al que rompio el corazon. Pero esta a un millon de kilometros.

  • Soy una mama de Megan Maxwell de

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    Las manos aterciopeladas y fuertes de mi guapo marido recorren mi cuerpo, produciendome millones de estupendas sensaciones, y no solo sexuales. <> El olor a los aceites corporales con los que me masajea me hace suspirar con deleite, mientras siento y escucho la dulce y suave musica chill out que suena a nuestro alrededor y me dejo llevar por el momento. !Que paz! !Que tranquilidad! Esto es vida. <> <> Abro un ojo sobresaltada. ?Que suena? ?Que es ese punetero <>?, y ?donde estan Alfonso y la musicachill out? !Oh, noooooooooooooooo! Al instante, soy consciente de la realidad. Estoy sola en medio de mi enorme cama, porque mi currante maridin ya se ha marchado a trabajar y lo que suena es mi despertador. !Que asco! Las 7.30. Alargo la mano y lo apago. Esperare a la segunda alarma. Tengo cinco minutos antes de que suene la del movil y tenga que ponerme como Rambo, alerta y en accion. Me arrebujo debajo del edredon de plumitas de oca. <>, pienso mientras dejo que mi cuerpo entre en un perezoso coma, hasta que de pronto oigo: <>. !La alarma del movil! Rabiosa, niego con la cabeza. Pero ?ya han pasado los puneteros cinco minutos? Resignada, y tras acordarme de todos los antepasados habidos y por haber del listo que un dia invento el madrugar, saco un pie del edredon de plumitas de oca. --Uf..., !que frio! Pero antes de que mi cabeza piense en meter el pie de nuevo debajo, me reactivo y busco las zapatillas, que, oye..., siempre alguna se cuela bajo la cama. ?Por que mis puneteras zapatillas tienen que hacer lo mismo casi todas las mananas? Cuando consigo rescatarla, me la pongo y, aun con las pestanas pegadas por el sueno, me dirijo hacia las habitaciones de mis tres hijos. Angelitos, seguro que duermen como troncos, cuando digo desde el pasillo abriendo las dos puertas al mismo tiempo: --!A levantarse! Vamos..., vamos..., que hay que ir al cole. Como es habitual, no me hacen ni caso. ?Para que? Simplemente se arrebujan en sus edredones de plumitas y continuan durmiendo a pata suelta. Cinco minutos despues, despues de lavarme los dientes, mirarme en el espejo y maldecir porque no soy la chica que fui hace anos, que a cualquier hora estaba lozana como una lechuga, vuelvo al ataque amenazando como una posesa: --Una de dos: u os levantais o vais al cole en pijama. Ni que decir que a esa segunda llamada, y en especial por mi tono de voz de mala malota, abren los ojos, me miran con ganas de decirme de tooooooooo..., pero se levantan. !Ja! Menuda soy cuando me pongo en plan madrastrona. Una vez que veo que han puesto sus piececitos en el suelo, regreso a mi habitacion y me visto con rapidez. Vaqueros, camiseta y deportivas. ?Donde quedaron los tacones y los trajes que hace anos me ponia y me hacian estar impresionante? Ay..., que pena..., que pena me doy a veces. Con lo que yo fui, lo mona que iba a trabajar a la gestoria y lo que actualmente soy. Eso si, lo soy por dejada, no porque sea un trol, porque fea, fea, no soy. Lo se, no hace falta que nadie me lo diga. Pero lo que si es cierto es que fue tener ninos y deje de sacarme partido. ?Por que? Cuando tuve a Nerea, mi hija mayor, un flotadorcillo aparecio alrededor de mi cintura. Con Aaron, se afianzo y, tras David, el flotadorcillo se instalo definitivamente y, aunque haga ejercicio o me ponga a dieta, no desaparece. Sin duda, ya es parte de mi. Eso si, cada manana, cuando lo veo, pienso: <>. Y lo pienso porque Alfonso, mi marido, desde hace tiempo es un obseso de la dieta y el ejercicio. El tio esta fibroso y estupendo. Tambien se lo curra. Como diria mi insoportable suegra: <>. !Lamadrequelapario! ?Por que no se quedaria muda al nacer? Pero llega el lunes, y mi poca falta de voluntad me hace comerme un cruasan con mantequilla para desayunar, y pienso: <>. Al dia siguiente, en vez de un cruasan, me como dos y, cuando estamos a miercoles, vuelvo a pensar: <>. Saber..., saber..., se que lo empezare un lunes. Lo que queda por determinar es de que ano sera. Una vez acabo de arreglarme, bajo a la planta inferior de mi bonito adosado, ese que mi maridin y yo compramos con esfuerzo y sudor, y comienzo a preparar desayunos, almuerzos y mochilas. Cuando pongo un pie en la planta baja, mi perra, esa gran... gran... GRAN bonachona y paciente que nos soporta a todos y a la que llamamos Torrija, se levanta con las orejas aun a la virule y me saluda. Ay, Dios, !que rica es mi perra! Nos la encontramos hace tres anos una Semana Santa que fuimos a Toledo a ver las procesiones. Al regresar al coche, la vimos asustada y temblando como una hoja debajo de las ruedas del vehiculo. Cuando conseguimos sacarla ensenandole una de las ricas torrijas que habiamos comprado, la pobre se abalanzo sobre ella y, con el cachondeo de <>, con Torrija se quedo, y por supuesto se vino con nosotros a casa para ser uno mas de la familia. Donde caben cinco, caben seis. Tras nuestro saludo mananero de lametazos y cabezazos mientras le digo cosas como si la pobre fuera tonta del bote, la dejo satisfecha de mimitos y entro en la cocina y me pongo en accion. Abro la nevera, saco leche, mantequilla y embutido. Luego, de un armarito, cojo cereales, Cola Cao, pan de molde, papel de plata y galletas. Todas las santas mananas, lo mismo, !que monotonia! Con rapidez, preparo los desayunos y me enfrasco en los almuerzos. Si, esos sandwiches que envuelvo en papel de plata por las mananas y que, a veces, revisando las mochilas de mis queridos retonos, aparecen chafados y con un extrano color verde del tiempo que algunos llevan alli olvidados. Cuando mis tres hijos, Nerea, Aaron y David, entran en la cocina, es el mismo cantar de todas las mananas. Si la mayor no se pega con el pequeno, el mediano chincha a la mayor, o el pequeno empuja al mediano. !Todos los santos dias lo mismo! Al final, como siempre, tengo que ponerme en plan Cruella de Vil --ya lo de madrastrona les sabe a poco--, doy quince voces, porque con dos no reaccionan, y asi consigo poner algo de orden. Pero no..., no creais que el orden dura mucho. Es darme la vuelta y el show de mis ninos vuelve a comenzar. Veinte minutos despues, llega el momento <>. Oh, Dios..., ?como no? Ese tambien es otro clasico mananero. Pero, !ja!, ya soy graduada en dolores matutinos y no les hago mucho caso, que me los conozco. Se que, si presto atencion a esas dulces vocecitas o miro sus ojillos candorosos y suplicantes de <>, me compadecere del liante en cuestion y dos horas despues lo tendre repanchingado en el sillon, mas feliz que una perdiz jugando con la PlayStation y con una cara de satisfaccion al mas puro estilo <>, y no, !eso se acabo! Tras conseguir que desayunen, dejen de pegarse y cojan sus mochilas, logro que se pongan los abrigos. Nerea se lo abrocha. A sus catorce anos, !por fin! se ha dado cuenta de que, si no se cuida, enferma, pero Aaron, con diez, y David, con casi seis, es otro cantar. Estamos en febrero, hace un frio que pela, pero mis hijos parecen nordicos: !nunca tienen frio! Eso si, se cogen unos gripazos que es para matarlos. Por mas que les explico que cuando hace frio uno tiene que abrigarse, no lo entienden, y cuando voy a recogerlos al colegio, se me ponen los pelos como escarpias al verlos salir remangados y sin el abrigo puesto. Pero ?en que idioma tengo que hablarles? En fin, salvado el tema de salir abrigaditos de casa, abro la puerta y, una vez fuera de nuestra parcelita, nos dirigimos los cuatro juntitos y en armonia al colegio. Bueno, lo de la armonia es un decir, porque aunque yo quiero mucho a mis ninos, reconozco que son pesaditos... pesaditos, pero pesaditos, y continuan martirizandose los unos a los otros todo lo que pueden y mas, hasta que de pronto, las suplicas del que le dolia la tripa y sus malas caras se esfuman al ver a su amiguito o amiguita en cuestion, y eso me hace creer con fervor que seguramente voy a tener un hijo o una hija que dentro de unos anitos ganara el Goya al mejor actor dramatico y podre poner la estatua sobre la chimenea como un trofeo. Uisss..., !que mono me va a quedar!

  • Un apartamento en Urano de Paul B. Preciado

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    Con prologo de Virginie Despentes. Urano, el gigante helado, es el planeta mas frio del sistema solar, y tambien un dios de la mitologia griega. Urano da ademas nombre al uranismo, concepto forjado por el primer activista sexual europeo, Karl-Heinrich Ullrichs, en 1864 para definir el <>. Paul B. Preciado suena con un apartamento en Urano donde vivir fuera de las relaciones de poder y de las taxonomias sexuales, de genero y raciales que la modernidad ha inventado. <>, dice el autor, <>

  • Lo que le falta al tiempo de Angela Becerra

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    Ella pensaba que la muerte era obscena, hasta que abrio el armario. Durante quince anos habia estado tentada de tocarla, pero su madre le habia advertido que los muertos no se tocan. Habia llegado el dia. Su madre ya no estaba para impedirselo y ella se sentia mas sola que nunca. ?Seria fria como imaginaba? ?O aquella sensacion de vida que parecia emanar de aquel cuerpo adolescente, encogido por el tiempo dormido, le regalaria algo mas que una presencia sacrilega y muda? Tiro de la palanca y el gran cofre de cristal aristado surgio de la oscuridad. Limpio con delicadeza la capa de polvo incrustado, hasta ver aparecer del fondo aquellas pestanas clausuradas que de pequena tantas veces habia querido abrir con sus propios dedos. ?Por que nunca habia despertado por mas que la llamaba? Una luz cenital cayo de lleno sobre La Santa, marcando como un pincel los claroscuros de su tez sonrosada y serena, interrumpida por las marcas dejadas por las piedras. Si, a pesar de las heridas infligidas con alevosia y de los cientos de anos transcurridos entre esos cuatro cristales, la muerta seguia siendo bella: una bella dormida. Ahora que volvia a verla, sentia que ese cuerpo la inundaba de calidez. ?Los muertos acompanan mas que los vivos? ?Donde habia quedado aprisionado el corazon de esa pequena adolescente? Una paloma blanca sin alas. ?Seguiria latiendo inmovil con sus suenos vacios de esperanzas? La cerradura lloraba oxido y sus manos, empapadas de presagios, vacilaban. Levanto la tapa y cuando estaba a punto de acariciar el rostro de La Santa, una antigua medalla que descansaba sobre el pecho inerte llamo su atencion. ?Era un escudo? Parecia un extrano simbolo, una especie de moneda que, a modo de jeroglifico, entrecruzaba algunas letras latinas creando un circulo cerrado, intrigante y bello. La retiro despacio, procurando no rozar los ropajes deshilachados de la muerta, temiendo despertarla de su eterno letargo. Despues, en un gesto instintivo, miro a lado y lado buscando quien la recriminara. Nadie; solo los ojos amarillos de su gata la observaban ausentes. Un pequeno robo, un regalo para su cuello. Mas tarde, no tuvo el valor de tocar a la muerta por miedo a confirmar sus sospechas. ?Y si estaba fria como su padre y su madre? ?Y si se deshacia como las alas de una mariposa entre sus dedos? Seguiria pensando que era tibia; tan tibia y calida como una hermana. No estaba preparada para perder a otro ser querido. No, por ahora. Empujo de nuevo el arca y el mecanismo volvio a esconder en la penumbra aquel secreto tan celosamente guardado. Salio a la calle con la sensacion de saberse protegida; la medalla que ahora llevaba escondida entre sus senos habia pertenecido a La Santa; era como si estuviera a su lado y a cada paso que daba le dijera <>. Cruzo la rue Saint-Jacques y tomo el camino de siempre, entreteniendo sus ojos en las empezunadas gargolas de la iglesia de Saint-Severin; dragones, aguilas y leones, como aves rapaces, parecian rugirle desde lo alto. Ahora ya no les temia. Despues de abrir el sarcofago y enfrentarse cara a cara con la muerte, le quedaban pocos miedos por resolver. El bullicio de las terrazas acabo por envolverla en alegrias. Su barrio tenia el alma joven y esa manana de junio ella celebraria su veintitres cumpleanos regalandose lo que llevaba ansiando desde hacia mucho: recibir clases del gran pintor y maestro Cadiz. Sus cuadros eran un grito de provocacion distante y a la vez intimidatorio. Parecia deleitarse manoseando la psiquis del observador hasta extraerle los deseos mas escondidos, produciendo un estado de hipnosis sobre su obra de la cual era imposible liberarse. Desde hacia anos seguia su trayectoria. Lo conocia todo de el; su trazo inimitable, su personal colorido, su magistral tecnica pictorica, y lo admiraba con veneracion de principiante, aunque estaba dispuesta a que no se lo notara. Habian hablado por telefono, y a ella le parecio demasiado facil todo. ?Le estaria tomando el pelo? En el trayecto al estudio de aquel gigante de la pintura acabo por decidir que se haria imprescindible; una alumna ejemplar capaz de aportar algo que al pintor le fallaba en sus cuadros: los pies. Aquellos manchones informes no acababan de estar a la altura del resto de su obra y habian acabado convertidos en uno de sus sellos, pero a ella no podia enganarla: era pintora y estaba convencida de que no sabia hacerlos mejor. Una vez cruzo las entranas de Paris, salio del metro en el Boulevard Montparnasse y fue deambulando entre mesas y tiendas. Todavia le quedaban treinta minutos y no iba a llegar ni un segundo antes, ni uno despues. Camino y camino hasta alcanzar la calle que aparecia en el plano. Frente al numero 2 del passage de Dantzig se detuvo. Lo que veia no podia ser cierto. Aquello era una isla donde parecia gemir la naturaleza en su abandono. Decenas de cabezas mutiladas rodaban por los suelos entre madreselvas sin madre y cuerpos sin dueno. Un gato del color de la madera dormia sobre una mesa abandonada, mientras los pajaros hacian de las suyas en ese paraiso perdido en medio del tiempo. Sabia que el taller de Cadiz estaba en pleno corazon del barrio, lo suponia grandioso, pero lo que nunca llego a imaginar es que fuera exactamente La Ruche, el pabellon de las Indias Britanicas construido por Eiffel para la Exposicion Universal de 1900. Parecia a punto de venirse abajo. A la entrada, las cariatides cansadas de anos resistian estoicas el peso de la fachada. Toco el timbre. Una voz grave, de violonchelo ronco, la invito a pasar llamandola por su nombre. ?Como sabia que era ella? ?La estaria observando? De pronto, sus manos le escurrian ansiedades. Se miro en el cristal de la ventana y se gusto. El olor a trementina, pintura y disolventes le dio la bienvenida. Un desorden infernal se respiraba, sofocandola. Cientos de botes esparcidos por el suelo, en medio de diarios extendidos, fotos, monticulos de arena, sacos de cemento, pegamentos, mediums, espatulas y pinturas derramadas, amenazaban con devorarla. No quedaba un solo centimetro limpio. Chorreones de acrilicos, oleos y gomas habian ido formando una especie de suelo lunar con crateres y empinadas colinas de dificil acceso. ?Como podia alguien trabajar en medio de semejante caos? Parecia que durante anos nadie lo hubiese limpiado. A pesar de ello, aquel pabellon circular era una autentica obra de arte de la arquitectura. Por un momento imagino a Chagall, Kandinsky, Soutine, Modigliani, Giacometti, Calder, Picasso, todos sus idolos reunidos en ese espacio unico, y su pensamiento fue interrumpido por los pasos del pintor. Lo vio venir enfundado en su mono de trabajo y todo el le parecio un cuadro viviente. Desde la serpiente de humo que dejaba su pitillo hasta los brochazos amarronados de su ropa llevaban su huella artistica. Se detuvo frente a ella mirandola con ojos estacionarios y despues de un largo silencio en que logro intimidarla, le hablo. --Mazarine, ?se puede saber que buscas?

  • Un marido para Suzanna de Christine Rimmer

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    Ni en sus peores pesadillas Suzanna habria imaginado que la dejarian plantada en el altar. Tampoco habria esperado que pasaria su noche de bodas con un atractivo e irresistible desconocido.
    Pero lo que sin duda habria jurado que nunca sucederia era que iba a quedarse embarazada. y no le iba a quedar otro remedio que aceptar la proposicion de matrimonio de aquel arrogante vaquero.

  • Nada que tu no quieras de T.s. Williams

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  • El temperamento melancolico de Jorge Volpi

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    El temperamento melancolico es una desenfrenada novela en la que Jorge Volpi ilustra las terribles consecuencias de fundir vida y arte, asi como la inevitable melancolia que conlleva este peligroso acto.

  • Joaquin Sabina. Perdonen la tristeza de Javier Menendez Flores

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    Esta edicion, ampliada y puesta al dia, supone el retrato biografico mas completo del artista andaluz. El autor, el unico periodista que ha escrito un libro sobre Sabina con el propio Sabina, el que mas veces lo ha entrevistado y quien mejor conoce las claves de su cancionero, ha revisado el texto original y analizado los aspectos mas relevantes de su trabajo a partir del irrepetible 19 dias y 500 noches (discos de estudio, recopilatorios y en directo; giras propias y compartidas; colaboraciones con otros musicos; libros). En total, mas de un tercio de este volumen es inedito.

  • El exodo de Amanda de M. G. Aranguren

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    La protagonista, Amanda, decide emprender un viaje hacia el pasado. A lo largo de ese camino se ira encontrando con personajes que le trasmitiran la sabiduria de sus propias experiencias vitales.
    Los ejes centrales sobre los que gira la historia son el feminismo, el amor, la superacion y el perdon al que todos aspiramos.
    Una novela que entre humor y vivencias, nos ensenara como la mujer ha luchado a traves de los tiempos por la igualdad y por enarbolar la bandera del amor como emblema de algo que siempre debe ser bidireccional.
    La autora, ademas, nos sorprendera con un final totalmente inesperado.
    Sinopsis:
    Amanda, una mujer casi septuagenaria, se halla instalada en la rutina que el devenir del destino y los largos anos de matrimonio le han impuesto.

  • Auschwitz de Esther Mucznik

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    <> Shlomo Venezia, superviviente de Auschwitz El campo de concentracion de Auschwitz es el sinonimo del mal absoluto que el nazismo preconizo. Los judios y gitanos sirvieron como cobayas para la experimentacion diabolica de los nazis, gaseando a mas de un millon de personas y matando de hambre, frio, agotamiento o, simplemente, de soledad y desesperanza. Sin embargo, muchos presos resistieron a la total deshumanizacion del campo esforzandose por mantener la dignidad. Cuidar la higiene, escribir o dibujar eran actos que ayudaban a sobrevivir. Esther Mucznik cuenta a traves de las voces de aquellos que sobrevivieron al infierno de Auschwitz el insoportable silencio tras los asesinatos de ninos, la barbarie de la experimentacion medica sobre miles de hombres y mujeres o la lucha por sobrevivir en un campo de horror y muerte. Estos son los relatos que deben servir para mantener viva la memoria de aquellos que sucumbieron a la maquinaria del terror nazi.

  • La guerra total de Canal Historia

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    Llega el libro de Historia que todos los seguidores estaban esperando: el relato unico y fascinante de la Segunda Guerra Mundial, la contienda que cambio el mundo para siempre.

  • Si esto es una mujer de Lorenzo Silva

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    La inspectora de homicidios Manuela Mauri lleva siete meses de baja cuando recibe la visita de la oficial Guadalupe Larbi para pedirle que se reincorpore al trabajo: solo ella, le dice, tiene la autoridad y el empuje necesarios para sacar adelante una complicada investigacion en la que la Brigada Provincial de Policia Judicial de Madrid no consigue avanzar.

  • Normal de Warren Ellis

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    Normal es un centro para el tratamiento de trastornos psiquicos de cientificos, economistas, estrategas mentales… Todos tienen en comun el haberse dedicado a analizar que pasara en el futuro. Bajo una estricta vigilancia y sometidos a una medicacion intensa, estan divididos en dos grupos que no se comunican entre si: el de los que se dedican a la ” prevision estrategica ” , que dependen de instituciones sin animo de lucro y que buscan como evitar los desastres que se avecinan (cambio climatico, guerras devastadoras, rapaces gobiernos disfuncionales…); y los de ” prediccion estrategica ” , a sueldo de empresas y ” think tanks ” de seguridad, que dan por hecho tales desastres y buscan metodos para sobrevivir a los mismos. Adam Dearden, un especialista en ” prevision estrategica ” , tras sufrir una crisis nerviosa, es internado en Normal.

  • Entre tus sombras de Gemma Garcia Veiga

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    El descubrimiento de una mujer torturada en una finca de Fresnedilla no sera un crimen mas para Alejandra Casado y su equipo; alrededor de la victima, Sofia Piedrahita, amante del ministro de Justicia, se entreteje una realidad manipulada para el divertimento de una mente privilegiada. La teniente Casado, de la Guardia Civil, revelara que la verdad duele una vez, pero la mentira se convierte en una herida abierta siempre que se recuerda: cuestionando el pasado, alterando el presente y aniquilando el futuro. Para dar caza a este depredador debera rastrear cada detalle de su vida, encontrando su propio lado oscuro e inconfesable, hurgando en los secretos de familiares y amigos. Vivimos en un mundo que no controlamos, meras marionetas que en las manos equivocadas condicionan de manera poderosa lo que conocemos, pensamos y creemos.
    Una novela en donde la verdadera victima y lo motivos cobran mas importancia que el asesino.

  • El dueno del mundo (Los Austrias) de Jose Luis Corral

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    Fines de primavera del ano de 1539; Carlos de Austria, emperador de Alemania y rey de las Espanas y de las Indias, se encierra, desesperado por la muerte de su esposa Isabel, en un monasterio cercano a Toledo. Entretanto, sus enemigos amenazan su poder y sus dominios. En Gante, su ciudad natal, los comerciantes se rebelan en protesta por los excesivos impuestos. Los turcos avanzan hacia Europa y ganan posiciones en el Mediterraneo. Los protestantes cuestionan su autoridad.

  • Confia en mi, estoy mintiendo de Ryan Holiday

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    -Hoy en dia: un rumor malicioso por Internet puede costarle millones a una empresa.

  • Deseada por el peligro (Secuestrada por el peligro 2) de Melissa Hall

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    Alanna Gibbs ha conseguido huir de sus secuestradores, volver a casa y despedirse de su mejor amiga ante una tumba vacia. Llena de ira y de presion, acepta el trato que le ofrece su padrastro Ronald; Encontrar a su padre y recuperar el dinero que este le robo al verdadero Vikram. Pero ella no podra llegar hasta Gael sola, necesitara la ayuda de las personas que la alejaron de su vida cotidiana durante meses.
    Bloody no esta dispuesto a caer una vez mas ante las promesas de un nuevo mafioso que insiste que es el verdadero Vikram, pero tampoco tiene pensando en pasar toda su vida en prision. Buscara a su viejo jefe en Mexico, siempre y cuando el supuesto Vikram acceda a ayudarlo en un par de problemas que tiene pendientes y no lo dejan dormir por las noches.
    Bloody no asume tener que reunirse con la chica que lo volvio loco. Aun asi, intentara acercarse a Alanna incluso cuando ella esta junto a su nuevo novio, Raymond, el cual no tardo en aparecer en la vida de ambos.
    ?Podran admitir que se desean por encima de todos los problemas que causo Gael y Shana? O, ?Alanna seguira sintiendose traicionada por la persona que la secuestro y la deseo sin darse cuenta?

  • Cuando la muerte tiene cita de Arturo Prenafeta

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    Era un restaurante no muy grande en un barrio de clase media. No era un lugar lujoso, pero si bonito. La entrada llevaba a un pasillo alargado que pasaba por al lado de unos ventanales de un comedor secundario del lugar. Antiguamente habia sido de esas casas grandes de familia de los anos 40 con varios dormitorios en el segundo piso. Ahora, todas esas habitaciones tambien han sido convertidas en comedores. El comedor principal estaba en el patio trasero, donde habia construida una terraza con unos cobertizos de lona habilitados para fumadores. El restaurante, salvo algunos comedores del segundo piso, no era oscuro ni romantico. Era un lugar frecuentado tanto por parejas como grupos de amigos. Son casi las 8 de la noche de un dia de principio de otono. Oscurecio hace poco y en las calles los arboles cambian su verde por un tono amarillento, aunque aun no pierden mucho sus hojas. Juan entra por el pasillo hasta la entrada principal. Lo recibe una mesera vestida completamente de negro con pantalones y una polera con el nombre del local. Le hace las preguntas de rutina, mesa para cuantos, fumadores o no fumadores, primer o segundo piso. Lo ubica en el comedor secundario con los ventanales que esta al lado de la entrada. Los ventanales, ademas de dar al pasillo se proyectan hacia la calle, donde se observa una plaza linda, bien cuidada e iluminada, con los arboles mostrando distintos tonos de verde y amarillo propios del otono. El comedor tiene cerca de ocho mesas. Hay un grupo de cuatro personas en una y una pareja en otra. El resto estan vacias. La mesera lo ubica en una mesa para dos pegada al ventanal que da a la calle. Las mesas son relativamente pequenas con una sola base circular. Las sillas de madera son color caoba, al igual que el resto del mobiliario. La mesera le pregunta si desea pedir algo mientras espera. Juan le pide una botella de agua mineral. La mesera se retira. Juan saca su telefono del bolsillo del pantalon. Revisa si tiene algun mensaje nuevo. Ninguno. Le escribe un mensaje a Daniela, la persona con que se iba a juntar. Le pregunta si le falta poco por llegar y si quiere tomar vino, para pedir una botella. Mientras aguarda que le conteste el mensaje observa a la gente despreocupada pasar por fuera del restaurante. Espera poder verla por si pasa por ahi para hacerle una sena indicandole donde esta. En eso llega la mesera con la botella de agua mineral y un vaso con dos hielos. Abre la botella y le sirve agua en el vaso hasta la mitad. El le agradece a la mesera y vuelve a revisar su celular. Daniela le responde que esta a diez minutos, que pida una botella de vino, pero que no se la tome entera antes de que ella llegue, junto al emoticon de una cara risuena. Juan se da media vuelta para ver a la mesera y pedirle el vino. En eso ve entrar un par de personas mas al comedor. La mesera le toma el pedido del vino y vuelve al poco rato con la botella y dos copas. Destapa la botella y le sirve una copa. El ambiente en el lugar es tranquilo. Esta a medio llenar y nadie habla a un volumen muy alto. La musica del lugar, en ese momento, es rock de los 90. En el rato que lleva ahi han sonado canciones de Nirvana, Stone Temple Pilots, R.E.M... La banda sonora ahi alternaba entre rock y pop de los 90 y 2000. Juan ya lleva la mitad de su copa y aun no ve pasar a Daniela por afuera del restaurante, cuando ella le toca el hombro con la mano. El se da vuela y se saludan con un ligero beso en los labios. Daniela es profesora de ingles y trabaja en un horario bastante flexible para un instituto de idiomas. Aprovecha esa facilidad para mantenerse muy en forma, es muy deportista y le gusta la vida al aire libre. Su ninez la paso junto a su familia en un pueblo pequeno y muy tranquilo. Se vino a vivir a la ciudad cuando entro a estudiar a la universidad hace ya quince anos. De baja estatura y poseedora de una gran personalidad, se hace notar en cualquier lugar. Es la mayor de cuatro hermanos y la unica mujer. Sabe muy bien lo que quiere en la vida y es muy decidida e impetuosa. Viste con jeans negros, una blusa verde y una chaqueta de mezclilla celeste. Su pelo es negro y liso. Lo usa partido al medio y le llega hasta la mitad de la espalda. Se sienta delante de el y le pregunta si ya pidio algo para comer. Juan le dice que no, pero que esta pensando en ordenar los ravioles con bolonesa. Daniela se decide por el salmon con pure de arvejas. Daniela y Juan han estado saliendo por casi cinco meses. Juan fue muy deportista de joven, pero los ultimos anos se ha dejado estar, perdiendo mucho la condicion fisica. Ahora que sale con Daniela ha comenzado a preocuparse mas y a tratar de ponerse en forma, ella lo ha motivado. Muchos fines de semana hacen senderismo en los cerros cercanos a la ciudad para aprovechar el buen clima del verano y de principios del otono. Se conocieron por una aplicacion de citas y se llevaron muy bien desde el comienzo. Tienen gustos en comun que ambos valoran, como el estilo de musica y el tipo de peliculas. Juan es metalero y a ella le gusta mucho el grunge, aunque de repente tambien les da por ir a bailar estilos mas tropicales. Respecto a las peliculas, a ambos les encantan las comedias. Hablan de superficialidades como que tal habia estado el dia y curiosidades de las noticias, cuando la mesera les trae sus platos. Les llena las copas de vino, les pregunta si necesitan algo mas, les desea buen provecho y se retira. Entonces Juan le pregunta a ella acerca de que le quiere hablar. Ella, un poco incomoda, da algunos rodeos sobre que ha estado pensando mucho sobre su vida ultimamente y le relata como se siente. Le cuenta que ha hablado harto con sus padres y con su mejor amiga. Le dice que ella siempre tuvo claro que queria formar una familia y ahora se habia dado cuenta de que necesitaba que fuera pronto, por su edad. Juan la escucha atento practicamente sin interrumpirla. Luego de un rato contandole, le informa que ha tomado una decision. --He llegado a la conclusion de que tu no eres el adecuado para mi y creo que lo mejor seria que dejaramos la relacion hasta aqui. Juan la mira con poco asombro y calmadamente le pregunta cual es el problema. --A pesar de que todavia te quiero y considero que eres una gran persona, noto que no te va bien en lo economico y no veo que tengas posibilidades de mejorar --le responde Daniela--. El toca el tema de los sentimientos y ella le reconoce que si hay, pero que es necesario tomar otros aspectos en cuenta. --No es lo unico importante, lo de contigo pan y cebolla es de adolescentes. Yo necesito un hombre al que le vaya lo suficientemente bien para que yo no necesite trabajar. Yo quiero tener hijos y dedicarme a ellos cien por ciento por lo menos los primeros tres anos --dice Daniela, luego hace una pausa y continua -. Ademas, contigo veo que estaria repitiendo la historia de mi papa. A el nunca le fue bien en lo economico y de nina eso me hizo sufrir mucho. --Lo estoy intentando. Estoy constantemente buscando un mejor trabajo, todas las semanas postulo a varios anuncios --le responde el. Juan lleva anos buscando una oferta mas rentable y ha probado muchas formulas distintas. A veces envia curriculos muy completos; otras, mas bien resumidos. A veces pide mucho mas que su sueldo actual y a veces solo un poco mas. Tambien trata de estar constantemente en contacto con sus amigos y conocidos por si aparece alguna oportunidad. Ella esta consciente de que Juan realmente se esta esforzando. Sin embargo, le hace ver que, segun lo que el mismo le conto, lleva mas de cinco anos en lo mismo y no logra mejorar. Si no ha progresado su situacion en ese tiempo, no cree que lo vaya a lograr pronto. --?Y que si pasan cinco anos mas? Yo no puedo esperar tanto tiempo --le reprocha ella. Juan insiste que su situacion no es tan mala, que lleva tiempo ahorrando para el pie de un departamento y que ya tiene suficiente como para hacerlo. Ella le rebate que con lo que tiene ahorrado el dividendo sera alto, entonces su situacion no va a cambiar. Finalmente, el acepta su decision, le agradece la honestidad y el lindo tiempo que pasaron juntos. Terminan la cena, la acompana a tomar un taxi y se despiden amigablemente. Luego, Juan se dirige a su casa, camina cerca de diez cuadras para finalmente toma un taxi. En el intertanto piensa en muchas cosas, siente algo de dolor por la ruptura, pero no es la primera vez que terminan con el y tampoco es la mujer que mas ha amado. El sentimiento que mas lo abrumaba en ese momento era la frustracion. Sabia que Daniela tenia mucha razon y desde un inicio le dijo que su sueno era formar una familia.

  • Servicio incompleto de Nina Minina

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    Podriamos resumir en unas pocas lineas con mas o menos gracia de que va esta historia, el problema es que aun no lo tenemos demasiado claro.

  • Amando a Zoe de Maria Las Heras

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    Un encuentro casual, como cualquier otro llevo a Lucia; quien creia conocerse, quien creia tener definida su forma de amar, a descubrir los limites de la pasion de la mano de quien le llevaria a conocer, mas alla de las fronteras del bien y el mal, mucho mas alla de los limites, el verdadero amor, el que no conoce barreras y que permanece etereo en el aire que respiran los amantes ?Que serias capaz de hacer por amor? ?Cual es el limite? Una situacion al borde del abismo, un plan desesperado, un final inesperado y sorprendente y un amor lleno de pasion eterna... Todos tenemos, hemos tenido, tendremos o deseariamos tener una Zoe en nuestra existencia

  • El desamor segun Alba de Mira Lau

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    Alba es muy fan de “La Casa de Papel”, el sushi y las olas del mar.
    A sus 29 anos lo tiene todo: amigos estupendos, un buen trabajo y un novio genial.
    Eso, hasta que Marc le pide un “tiempo para pensar”.
    Ahora Alba tendra que decidir como afronta ese tiempo para sufrir lo menos posible.
    Y si Marc no regresa…?Podra Dave, su joven y sexy companero de trabajo, ayudarla a recuperar la ilusion?
    Una novela breve, que nacio pensada como guion de TV y que esta siendo ya traducida al ingles.

  • Apasionante verano de Adrian Blake , Brianne Miller

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    ?Que pasaria si tras pasarte el ano entero ahorrando para tus vacaciones al llegar encontrases que el dueno del chalet que has alquilado tambien se lo ha alquilado a otras personas? Miriam y Hugo se encuentran en esa situacion. Tienen dos opciones: o pasarse el tiempo intentando solucionarlo… o pasar unas vacaciones ardientes y divertidas. ?Que elegirias tu?

  • El manuscrito de aire de Luis Garcia Jambrina

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    El 6 de enero de 1515, una pequena aldea de indios tainos muy proxima a la ciudad de Santo Domingo, en la isla La Espanola (Haiti, para los nativos), es arrasada por el fuego. Conmovidos por la tragedia,
    varios frailes dominicos se dirigen a Espana para rogar al rey que envie a alguien a la isla para descubrir a los culpables y hacer justicia.

  • Reflejos del pasado de Mar Fernandez

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    Selena Anderson es una mujer que adora su trabajo y su amada Alabama. Pero su vida dara un brusco giro cuando recibe la llamada de Andrew Kimball, un prestigioso abogado de Nueva Orleans. Esa llamada le descubrira una familia que desconocia poseer, y a pesar de que no estar muy contenta con la idea, decide tomarse su viaje a Nueva Orleans como una aventura. Alli conocera a Evolet Wilson, su tia abuela y la plantacion de sus ancestros.Meses despues debera regresar para la lectura del testamento de Evolet. Todo cambiara cuando descubre que alguien le ha dejado un misterioso diario en la recepcion del hotel. Sus suenos se mezclan con la realidad, y el enigma que entrana el diario la llevara a protagonizar una alocada carrera por descubrir el secreto de la plantacion junto a Andrew Kimball.?Conseguira llegar a la verdad??Lograra aceptar los sentimientos que Andrew despierta en su interior?

  • Stoner de John Williams

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    John Williams ha construido un personaje solidamente humano, tan humano que cualquiera podria contemplarse en su reflejo. Stoner es una novela sobre la integridad y la renuncia; una historia que consigue que te impliques, que comprendas, que disculpes y admires en la misma medida el estoicismo y las debilidades de este profesor al que es muy probable que ya me sienta vinculada para siempre. Stoner es, sin duda, un ejemplo de para que sirve la literatura. Stoner se presenta como un canto a la dignidad de la vida, pese a sus miserias y a sus decepciones; como un himno a la belleza de los pequenos gestos; como una loa a los instantes de quietud y de paz. Su lectura reconforta tanto que obligara a los hombres y mujeres a retomar las paginas del libro en cuanto se les presente la menor ocasion. No lo tengan a mano cuando cojan el coche, o se eternizaran en los semaforos...Stoner de John Williams es algo mas que una gran novela, es una novela perfecta, bien contada y muy bien escrita, de manera conmovedora, que quita el aliento.