libro lo imprevisible
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libro lo imprevisible - Marta Garcia Aller
https://gigalibros.com/lo-imprevisible.htmlEste libro no esta aqui. No ha podido llegar al lector porque este libro esta confinado. Acabe de escribirlo en febrero de 2020, a tiempo de convertirse en una de las novedades de la primavera. O eso creia yo. Brinde por ello con amigos nada mas entregarlo. No sabia por entonces que aquella iba a ser la ultima vez que pisariamos un bar en mucho tiempo. Ni que este ano nos ibamos a quedar sin primavera. De eso iban, al fin y al cabo, las paginas que acabaron confinadas. Advertian de que habia que ir acostumbrandose a convivir con todo aquello que no se puede prever. A principios de marzo, Lo imprevisible ya estaba impreso y empaquetado, listo para llegar a las librerias. Y ahi se quedo. Atrapado por sorpresa en las cajas de una imprenta de Igualada, el primer municipio espanol en decretar el confinamiento total por el brote de coronavirus. Igualada sonaba entonces, igual que Bergamo, como si fuera el reactor 4 de Chernobil. No se podia salir ni entrar de alli por el alto riesgo de contagio. Mi editora me llamo para avisarme de que la publicacion del libro se retrasaria. La semana siguiente se decreto el estado de alarma que puso a Espana en cuarentena. Y luego la COVID-19 fue paralizando el resto del planeta. Mas de tres mil millones de personas nos quedamos encerradas en casa durante semanas para tratar de frenar el virus que cambiaria el mundo. Asi que este libro no es exactamente el mismo que en febrero. De alguna manera, ninguno lo somos. Tampoco el lector. Ya no me va a costar convencerle de que un espejismo tecnologico nos ha hecho creer que tenemos bajo control mas cosas de las que en realidad estan a nuestro alcance. Eso ha quedado claro ahora que el mundo esta patas arriba. Mientras reescribo estas lineas, aprovechando mi propia clausura, aun no sabemos cuanto durara el estado de alarma. Ni cuando podremos volver a salir de casa para ir a trabajar o abrazar a la familia. Tampoco cuando volveran a abrir las librerias para que estas paginas, estas si, lleguen por fin a sus manos. De pronto, ya no sabemos nada del futuro. Ni de lo que hay a la vuelta de la esquina. Solo hay algo seguro: nunca ha sido tan imprevisible. De pequena me fascinaba un libro que fantaseaba sobre como seria el ano 2020 y del que solo recuerdo esa fecha y el dibujo de una banera robotica. He olvidado tambien el titulo, pero no aquel cuarto de bano. De el salian todo tipo de brazos que lavaban, peinaban y secaban el pelo de un nino sumergido en espuma sin mover un dedo. Todavia me da algo de envidia cuando lo pienso. Tal vez por eso siempre habia imaginado 2020 como un ano futurista. Y, por supuesto, que a estas alturas ya tendriamos banos con robots. Antes de que esta devastadora pandemia que me tiene recluida en casa mientras escribo provocase la peor crisis economica y sanitaria desde la Segunda Guerra Mundial, los nuevos anos veinte se preveian de otra manera. Iba a ser la decada dorada del progreso tecnologico y la robotizacion. De la medicina personalizada y la inteligencia artificial. Y ahora resulta que 2020 es el ano en el que Occidente descubrio que no tenia suficientes camas, ni medicos, ni mascarillas para atender a sus enfermos en caso de emergencia. Y mientras la inteligencia artificial y la genetica van dando forma a la medicina del futuro, en nuestros hospitales del presente los medicos improvisan batas con bolsas de basura para protegerse. A principios de ano todavia viviamos ajenos a lo que se avecinaba. Las ferias tecnologicas prometian grandes avances que ahora parecen frivolos (conste que antes del coronavirus, tambien). En enero se presento en Las Vegas un minirrobot rodante que se controlaba desde el movil, pensado para acercar un rollo de papel higienico alla donde alguien lo necesitara. Tambien se anuncio un sensor para avisar con un mensaje al movil si el bano huele mal antes de tener que asomarse a comprobarlo.1 No es esto lo que de nina entendia por un bano robotizado, ni tampoco por lo que pasara a la historia el papel higienico en 2020. En enero, mientras en la feria tecnologica mas importante del mundo se presentaban estos inventos para el supuesto vater del futuro, ya habia un nuevo coronavirus extendiendose por China que pronto llegaria al resto del planeta. En las semanas siguientes, a medida que la amenaza avanzaba, la gente reacciono, para sorpresa de Gobiernos y reponedores de supermercados, almacenando compulsivamente montanas de papel higienico. Por inutil que fuera comprar decenas de rollos, el acaparamiento irracional transmitia una paz a la poblacion que ningun robot podria prever. El miedo a lo desconocido entra dentro de eso que a los humanos nos vuelve imprevisibles. Una epidemia de incertidumbre La escritura de este libro ha pasado por una mocion de censura, dos elecciones generales y una pandemia mundial. La rutina iba desapareciendo mientras andaba yo buscando eso que nos vuelve imprevisibles. Para encontrarlo, he mantenido entrevistas con un centenar de expertos en cuestiones muy diversas: matematicos, astrofisicos y psicologos; con filosofos, abogadas e ingenieras; antropologos, linguistas y policias; con una nina de tres anos, varias empresarias de exito y un ligon de Tinder; en estas paginas hay tambien genetistas, meteorologos y hasta un excombatiente de Irak que ahora reparte burritos a domicilio. No faltan las opiniones --ultimamente, nunca lo hacen-- de politologos, epidemiologos y periodistas, ademas de las charlas con un par de neurologos, varios humoristas famosos y algun que otro robot. Nos hemos ido acostumbrando a los sistemas de inteligencia artificial que calculan por nosotros que carretera escoger para evitar los atascos y predicen que tiempo va a hacer. Al fin y al cabo, hay algoritmos para todo. Los hay que generan noticias falsas, invierten en bolsa y anticipan a quien vamos a votar. Otros prometen predecir los delitos, el amor y hasta el orgasmo. Incluso hay robots que conducen, componen musica y pintan cuadros como los de Rembrandt. Se automatizan los despachos de abogados, las consultas de los medicos y los templos budistas.2 La inteligencia artificial aspira a automatizarlo todo. ?Todo? No, todo no. Al computo del algoritmo siempre se le escapara lo imprevisible. Y, mas alla de las pandemias, la vida esta llena de situaciones cotidianas que lo van a seguir siendo. Al final, los dilemas humanos son los mismos de siempre, solo que nunca habiamos tenido como especie tanta informacion disponible. Por eso nos desconcierta tanto descubrir lo vulnerables que somos en realidad. Por una parte, nos hemos vuelto, en cierto modo, mas previsibles que nunca gracias al mayor procesamiento de datos de la historia. Por otra, el mundo esta transformandose a tal velocidad que desconocemos las nuevas reglas de juego. No es casualidad que tanto desconcierto coincida con un profundo cambio tecnologico. La nueva era de la predictibilidad tecnica se caracteriza, paradojicamente, por una epidemia de incertidumbre. En 2016, nadie vio venir el brexit ni la victoria de Trump.3 A partir de entonces, la cronica geopolitica ha sido una sucesion de acontecimientos inesperados. Tanto cambio constante llevaba tiempo desconcertandonos, mucho antes de que llegara el coronavirus. La sensacion de estar entrando en territorio desconocido ya se habia generalizado en un Occidente a medio repensar. El exceso de informacion puede tener mucho que ver con ello. Alvin Toffler ya advertia en El shock del futuro que la saturacion informativa podia crear mecanismos de defensa en la gente, que necesitaria simplificar tanto el mundo para comprenderlo que acabaria reafirmando sus prejuicios. Era 1970.4 La sobrecarga de informacion tambien provoco un aumento de la incertidumbre en los tiempos de Gutenberg. En cierto modo, la llegada de la imprenta tambien trajo consigo una acentuacion del sectarismo.5 Acceder a mas informacion de diferentes concepciones religiosas no genero mas tolerancia, sino la conviccion de que la unica vision verdadera del mundo era la propia. La imprenta supuso un enorme progreso tecnologico para la humanidad que inauguro la Edad Moderna. Sin ella, no se entenderian las guerras de religion de los siglos XVI y XVII que causaron millones de muertos en Europa. La manera en la que accedemos a la informacion (y a la desinformacion) transforma a las sociedades, como veremos en el capitulo dedicado a como la verdad y la mentira se vuelven mas imprevisibles con los algoritmos. Cuando los cambios tecnologicos se aceleran tanto, aumenta la sensacion de vertigo. ?De donde viene tanta incertidumbre, teniendo como tenemos un acceso a la informacion y unos avances cientificos y tecnologicos con los que nuestros padres y abuelos solo podian sonar leyendo a Julio Verne? En menos de un siglo, hemos visto llegar la penicilina y el 5G, los viajes a Marte y la secuenciacion del genoma. Y en el momento mas algido de las promesas tecnologicas, cuando el futuro parecia capaz de automatizarlo todo, el mundo, de pronto, se paraliza de golpe por un virus. Una cuarentena no deja de ser, al fin y al cabo, una tecnica medieval para la prevencion de los contagios. Tanto algoritmo y tanto big data,6 y cuando llega la gran pandemia nos tenemos que encerrar todos en casa como en tiempos de Boccaccio, pero con wifi. Antes de la llegada de la COVID-19, se me ocurrio consultar con un experto en la estructura del universo. ?Quien mejor para darle un poco de perspectiva al asunto? Pregunte a Martin Rees, astrofisico y astronomo real, si veia relacion entre la incertidumbre y la era de los algoritmos: <
>. A diferencia de lo que les ocurrio a nuestros antepasados, para nosotros el proximo siglo sera drasticamente diferente al actual. Por no saber, no sabemos ni en que planeta viviremos para entonces.7 -
Lo imprevisible - Marta García Aller | PlanetadeLibros
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LO IMPREVISIBLE | MARTA GARCIA ALLER | Casa del Libro
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Lo imprevisible - Libro de Marta García Aller - Lecturalia
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LO IMPREVISIBLE · GARCÍA ALLER, MARTA - Tipos Infames
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LO IMPREVISIBLE - GARCÍA ALLER MARTA
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lo imprevisible - garcía aller, marta - Cervantes y compañía.
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Lo imprevisible - García Aller, Marta - Todos tus libros
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Veloces las ruedas de Erina Alcala
https://gigalibros.com/veloces-las-ruedas.htmlCuando Carmen y Rafa tuvieron su primer hijo, lo llamaron como su padre. Rafael Pelaez, habia sido toda la vida policia Local de Sevilla, aunque vivian en Camas porque Carmen, era de Camas y trabajaba en el Ayuntamiento en los primeros Servicios Sociales que se implantaron, ella era politica, no trabajaba para el Ayuntamiento, sino que era parte de un partido politico que gano las elecciones y la nombraron la Concejala de Servicios Sociales. Asi se conocieron. Se casaron y tuvieron a su primer hijo. Rafael estaba muy orgulloso del pequeno, pero cuando nacio su segunda hija Rocio, esta no se separaba de su padre ni por asomo y su hijo mayor era mas independiente ya desde pequeno. Sin embargo, Rocio era la viva imagen de su padre, hasta los ojos raros grises plateados eran suyos. Mas tarde cundo ya no esperaban mas hijos, vino Sergio el pequeno. y asi conformo su familia a la que adoraba. Rafael era un hombre alto y recto, estricto en el trabajo, y muy trabajador, pero era un guason de cuidado. Y eso lo heredo Rocio de el. Pronto se compraron una casa, porque Carmen casi ganaba mas que el y estuvo casi 16 anos en la politica metida. Pero la dejo cuando otro partido gano las elecciones y se quedo en casa. Habian pagado una buena casa y los hijos estaban en una edad mas complicada y ella queria disfrutar de ellos. La politica le habia ocupado horas interminables de no pasarlos con sus hijos y sentia que les habia robado el tiempo. Estaban muy enamorados y al no tener deudas y Antonio ganar un buen sueldo, ella se quedo en casa, hacia algunos cursos, pero nada mas. 16 anos, mas las que estuvo de joven en el partido, habian sido suficientes. Rocio crecia y su padre estaba orgulloso de todos sus hijos, pero Rocio era su ojito derecho. Ya desde pequena decia que iba a ser policia como su padre. Se ponia la chaqueta de gala que arrastraba por el pasillo de la casa, y se hacia una pistola de carton. --Debes tener cuidado con las armas Rafa --Le decia Carmen--, esta nina es un peligro. De adolescente fue distinta al resto de las ninas, en cuanto su padre volvia a casa se iba de paseo al campo y queria que su padre le contara que habian hecho ese dia o merendaban fuera, o si era verano, le compraba un helado. Rafa no queria ir con ellos. Ya estaba con sus amiguetes y las chicas y Sergio era pequeno, aunque a veces se lo llevaban, era muy madrero. Asi que su padre agrandaba las historias que a ella le parecian magicas y le encantaban los uniformes. Cuando su padre se vestia lo miraba ponerse toda la parafernalia sin perderse un minimo detalle. Cuando acabo el instituto, le dijo a su padre que no iba a ir a la universidad, y su padre se enfado un poco, pero ella le prometio que haria criminologia por la UNED, pero antes queria ser como el y empezo a prepararse las oposiciones para cuando salieran. Y la segunda vez aprobo. Pero esa vez su padre, ya estaba muy enfermo. Mientras estudiaba en casa las oposiciones, se metia a estudiar a la habitacion de su padre que estaba al final en cama y este le decia que debia tener cuidado si aprobaba, que habia que ser recta en el trabajo, y una seleccion de normas que ella anoto en una libreta. Sabian que a su padre no le quedaba mucho. Su madre cogio una depresion y sus hijos hicieron una pina para pasar todo el tiempo con el. Rafa, el mayor, tampoco quiso ir a la universidad y Sergio terminaba el colegio. Ese si queria ser informatico desde que nacio. Cuando aprobo las oposiciones, y apenas le quedaban dias para hacer su graduacion y que le dieran la plaza, su padre murio y para ella fue de una gran tristeza que su padre no pudiera verla vestida con su uniforme con todos sus companeros y sus oposiciones aprobadas, pero su madre si hizo un esfuerzo para ir a verla con sus hermanos. Luego se encerro en casa a pasar su luto, como todos, salvo que Rafa, estaba montando un pub nocturno, ella empezo a trabajar en Sevilla en el centro de Triana, la misma comisaria en la que trabajo su padre. La dejaron dos anos en la administracion y contestando el telefono y ella aprovecho para cumplir la promesa que le hizo a su padre, apuntarse a la Universidad a Distancia y estudiar Criminologia. Cogia asignaturas sueltas y no le importaba tardar cinco anos en acabar la carrera, la acabaria. A los dos anos de estar al telefono, le asignaron como companero el companero de su padre, que fue un padre para ella y le enseno mucho. Y por fin patrullaba en un coche en la calle. Manolo, la protegia por ser la hija de su mejor amigo y companero, y le enseno todo cuanto sabia. Con el tiempo y la cabo de unos anos, acabo la carrera, y cuando su madre ya estaba mejor, su hermano Rafa, se echo una novia, Alba y entre ambos llevaban el pub y alquilaron un pequeno atico que estaba encima del bar y era del mismo dueno. Solo tenia el pub y la vivienda arriba. Y se independizo. Su hermano Sergio entro en la universidad a hacer informatica. Y ella se independizo tambien a un apartamento en Triana de dos dormitorios, a veinte minutos de su comisaria, se habia comprado un coche pequeno y ahorraba lo que podia, tenia un buen sueldo con los turnos. Se alquilo el piso vacio porque era mucho mas barato, lo pinto ella un fin de semana que no tenia trabajo y en unas tardes se fue a Ikea y se volvio loca, comprando todo. Su hermano Sergio le echo una mano para montar las cortinas y las lamparas y el resto lo puso ella. Vivir independiente era estupendo, aunque echaba de menos llegar y tener la comida hecha y la ropa limpia, pero no queria darle trabajo a su madre ya mas. Aun le quedaba Sergio en casa. Y su pension de viudedad no era demasiado alta. Asi, podia salir con algun chico, y tener su intimidad. Hasta que con 28 anos conocio a un empresario americano, Lucas una noche en un bar de copas y empezaron a salir, claro que Lucas solo iba a estar unos meses en Espana, pero decidieron salir ese tiempo juntos. Pero jamas, olvidaria que por unos dias su padre no la habia visto vestida de uniforme. Le consolaba que pudiera cuidarla desde arriba y que se sintiera orgullosa de ella en el trabajo. Y estaria contento de que estuviese con Manolo, su mejor amigo y companero, un padre para ella. CARLOS. La madre de Carlos, Antonia, llego a Barcelona de jovencita. En su pueblo no habia nada, y sus padres tenian hijos que alimentar. Ella era la pequena y sus tres hermanos varones emigraron a una fabrica de coches en Alemania a trabajar. Y ella se quedo con sus padres. Su vida era trabajar en el campo. Pero cuando la gente que habia emigrado a Barcelona bajaba a las fiestas del pueblo en agosto, un tio suyo, Emilio, el hermano pequeno de su padre, que habia emigrado a Manresa, un pueblo grande de Barcelona, le dijo que le dejara que se la llevara, que iba a hacer la pobre chica alli en el campo. En Manresa, donde vivia su tio, tendria mas probabilidades de entrar en una fabrica o en algun lugar y ganarse su dinerito. Sus padres accedieron a duras penas porque se quedaban solos, pero Antonia queria irse a vivir otro mundo que no un pueblo de 700 habitantes, en el campo. Asi que le metieron la poca ropa que tenia en una maleta y cuando paso la feria y sus tios se fueron a Manresa se la llevaron con ella. Tenia una prima de su edad, Encarna, trabajando en una fabrica de suelas de zapatos y alli le consiguio su tio un trabajo con su prima. Les daba una pequena parte a sus tios para la comida y vivir alli en su casa, pero la mayoria del sueldo se lo dejaban para que ahorrase. Alli fue muy feliz con sus tios y su prima. Llevaba ya tres anos en Manresa cuando un dia salio con su prima por Barcelona y conocio a Gerard que iba con un grupo de amigos. Gerard era un chico alto y guapo o eso le parecio a ella y trabajaba en trabajos de altura, en estructuras y demas. Iba a verla todos los fines de semana a Manresa hasta que, al ano, se hicieron novios y a los dos se casaron y se fueron a Barcelona. Se compraron un piso, Gerard ganaba un buen sueldo y tuvieron un hijo, Carlos. Ya no tuvieron mas hijos. Carlos, era un chico alto y serio y se preguntaban a quien les habia salido ese nino tan serio, porque ellos eran simpaticos. Carlos crecio sin mas hermanos. Lo intentaron, pero ya no pudieron tener mas hijos, asi que fue un nino bueno y un buen adolescente y un dia llego a casa y dijo que queria ser mosso descuadra. Y se quedaron los padres sin saber que decir, pero su padre le dijo que primero la universidad y despues hiciera lo que quisiera.
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Hijos de la sombra de Graciela Ramos
https://gigalibros.com/hijos-de-la-sombra.htmlEra una pequena comunidad olvidada por las lineas cartograficas. No quedaba de paso para ningun lugar. Cada vez tenia menos habitantes. Los jovenes huian, los viejos morian. La vida de todos circulaba por las calles empolvadas alrededor de la unica plaza coronada por la comuna, la comisaria, la iglesia, la escuela primaria y el club social. Los grifos incrustados en lapidas eran los proveedores de agua potable. Rosalinda Espinosa era la curandera para todos los males. Era curioso ver como las personas salian del unico dispensario y caminaban hasta la casa de Rosalinda. Lo que les decia el doctor tenia que estar avalado por ella. El club social, un respiro para las almas cansadas. Y la iglesia, con todos sus dones, era la que gobernaba en el pueblo. "?Por que habre nacido aca? ?Tendre el valor para irme algun dia de este pueblo?", rezaba Agustin. 2 Los huevos, amontonados en la canasta de mimbre, marrones, gordos, fanfarrones, esperaban. Agustin, apurado, los vio, se detuvo y les clavo la mirada. Su pecho comenzo a palpitar y su respiracion a acelerarse. Comenzo a largar aire por la nariz como un bufalo. Estaba enojado. Tenia ganas de correr al gallinero, apresar una por una las ponedoras y acogotarlas. Y ahora, con la llegada de Eusebio, el gallo nuevo, estaban como locas. No paraban de poner y poner huevos. "Espero que esta vez no me toque a mi. Por favor. Ella no entiende que me averguenza salir con esa canasta por el pueblo. Me la paso esquivando a los conocidos y escondiendome de las chicas. ?Tanto le cuesta entender que un chico no puede andar vendiendo huevos? Esas son cosas de viejas, o bien, de mujeres", pensaba Agustin, cruzando los dedos. Tratando de escabullirse antes de que lo vieran. --Hoy va la Rosana a vender los huevos --dijo Erna, su madre, como si hubiera escuchado su pensamiento--, y uste vaya a arreglar el alambrado del gallinero antes de irse a la escuela. !Dios bendiga mis gallinas! Esos zorros me los manda el mismisimo diablo. A la Pepa le mataron el Quique. No se puede reponer la pobre. Un pavo como ese… El pavito lo esta criando en la cocina. Es hijo del Quique. Erna era el motor de la familia, a su manera, porque todo lo sometia a la voluntad de Dios. Luis, su padre, trabajaba en el aserradero de los Salvatierra, como casi la mitad del pueblo. Y Rosana, su hermanita, se pasaba la mayor parte del tiempo haciendo munecas de trapo con los retazos de tela que quedaban en el costurero de su madre. Luego, a escondidas, las vendia en la feria que eventualmente se hacia en la escuela. Con ese dinero Agustin le traia del pueblo vecino, Las Chunas, pinturas de labios, de unas, revistas. Las tenia escondidas en una caja con candado debajo de la cama. Era su tesoro. --Pobre dona Pepa. Si, lo queria al pavo. Voy a arreglar el gallinero -- contesto Agustin y salio rapido. A ver si todavia se arrepentia y le enchufaba la canasta. Era extrano ver como funcionaban las cosas en su familia, su padre era el hombre de la casa, pero todo se hacia como lo mandaba su madre. Rosana se acomodo el sombrero de tela gastado, tomo la canasta con los huevos y camino hacia la calle. A ella no le importaba, pero, claro, no era tan eficiente como Agustin, recorria la mitad de las calles y nunca se acordaba de cobrar las deudas de la semana anterior. --!Pase a cobrarle a dona Pepa, que se viene haciendo la sota y me debe dos docenas ya! --grito Erna desde la cocina. Y asi las cosas se acomodaron para Agustin. Silbando y con las herramientas de la precaria cajita de madera de su padre, fue a visitar la casa de las gallinas. "Cuando me vaya de este pueblo, voy a ser medico", rumio. 3 Acariciaba sus crines, revisaba sus patas, la llamo Lola. La yegua no era suya, era de Cosme, un vecino. Se la prestaba los dias habiles para que pudieran ir a la escuela en Las Chunas. A cambio, lo ayudaban a mantener su huerta, que ocupaba el potrero donde antes, cuando era joven, tenia caballos. Rastrillar, limpiar, poner las semillas. El ano pasado habian cosechado mas de cien zapallos y doscientas zanahorias. Las habia contado, si, no podia controlar esa mania de contar las cosas. No lo hacia feliz, lo cansaba, pero hasta que no llegaba al ultimo numero no podia parar. Erna sacudia la cabeza y observaba desde la ventana de la cocina. --!Cuantas veces le tengo que decir que primero ensilla el sulky, luego se pone el guardapolvo! --grito. --!No voy en sulky! --contesto y ajusto las correas de cinchar. Hacia calor y no tenia ganas de ir a la escuela. Pero sabia que, si queria una oportunidad para progresar en la vida, debia estudiar. Eran muy pocas las familias que podian enviar a sus hijos pupilos a diferentes ciudades para cursar el secundario. --!Mejor que vaya solo, esos dos burros no son buena compania para uste! -- contesto Erna y siguio con sus cosas. Se referia a sus amigos. Marcos habia repetido tres veces primer ano. Y Diego, dos. Salio como un rayo montado sobre Lola mientras conjugaba los verbos. Tenia leccion. Le faltaba poco para terminar el secundario. No le costaba tanto estudiar, pero no le gustaba ir solo a la escuela, era como ir desnudo. Sentia que todo el mundo lo escrutaba, el extrano, el raro… Cuando estaban los tres juntos, era diferente. Enfrentaban con heroismo las miradas inquisidoras
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Cautivada por ellos de Lorena Concepcion
https://gigalibros.com/cautivada-por-ellos.htmlLauren Hayse esta convencida de que su vida no debe cambiar ni un apice, si no algo terrible podria ocurrir. La muerte de su madre esta muy presente, pues el responsable sigue por ahi suelto y la vigila muy de cerca. La llegada repentina de sus futuros hermanastros cambiaran las reglas del juego, asi como sus sentimientos, haciendola sentir emociones que ni ella misma entiende, y que no podra controlar.
Ulrik y Nolan Felton no se esperan que el futuro marido de su madre tenga una preciosa hija que hara que se planteen todo su mundo en muchos sentidos.
“Esta historia es tan emocionante, trepidante y tan sensual que no podras dejar de leer, preparate para adentrarte en la piel de un trio amoroso sin igual”. -
A bocados de placer de Josefina Rossi
https://gigalibros.com/a-bocados-de-placer.html -
MALDITAS de A. Hattaway
https://gigalibros.com/malditas.htmlAlba sufre parasomnias, terrores nocturnos que la llevan a deambular por la calles de Barcelona hasta despertarse frente al cadaver de una joven, en unos de los lugares mas misticos de la ciudad.
Un asesinato ritualizado y la aparicion de un antiguo manuscrito haran que la policia tenga que abandonar cualquier metodo convencional y usar tecnicas menos ortodoxas para descubrir al asesino y todos los misterios que se van abriendo.
Quien mato a Ana Garcia y por que Alba la encuentra en su primera noche en una ciudad a la que acaba de llegar, no seran las unicas incognitas a desvelar en un Thriller psicologico impredecible de perdida y supervivencia que celebra la inquebrantable fuerza del destino a tres tiempos. -
Eternas (Bellas 2) de Dhonielle Clayton
https://gigalibros.com/eternas-bellas-2.htmlLA FAVORITA HA CAIDO EN DESGRACIA. Y HAN PUESTO PRECIO A SU CABEZA.
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Dulce sueno de Vanessa Gonzalez Villar
https://gigalibros.com/dulce-sueno.htmlEste trata de una chica llamada Valery que se embarcada en un problema con un juego demoniaco donde sus amigos la meten sin ella querer, su vida ante de todo eso momentos desafortunado, era bastante normal ella ha darse cuenta del problema toma la decision de buscar una salida pero lamentablemente no es facil se encontrara con un demonio todas las veces que ella duerma experimentara pesadilla tan reales y dolorosas. Debera sobrevivir tres semanas sin dormir durante esas semana tendra que escribir en un cuaderno todas la pesadillas que tenga.
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Maraton de Brian Freeman
https://gigalibros.com/maraton.htmlUna bomba estalla en pleno maraton en la ciudad de Duluth. El detective Jonahtan Stride se suma a la frenetica busqueda del autor. Alguien asegura haber visto a un joven musulman con una mochila, y pronto se desata la caza al hombre. Pero las cosas son mas complejas de lo que parecen…
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El secreto de las siete chimeneas de Maria Sala
https://gigalibros.com/el-secreto-de-las-siete-chimeneas.htmlSara tiene once anos y reside en un barrio Madrileno de clase media junto a su familia. Le encanta comer pizza los domingos, jugar con sus amigos y hacer rabiar a su hermana mayor. Su vida transcurre con total normalidad hasta que una tarde su padre muere frente a ella. Este suceso lo cambia todo: la pequena deja de hablar y se encierra en si misma.
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Hechas polvo de Alba Duro
https://gigalibros.com/hechas-polvo.htmlEstas frente a una coleccion que incluye 3 libros escritos por Alba Duro.A continuacion te dejo los titulos de las obras:
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Cuando te golpeo de Meena Kandasamy
https://gigalibros.com/cuando-te-golpeo.htmlLa segunda novela de Kandasamy la ha situado en los altares de la novela contemporanea India.
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Que se pare el mundo que me bajo (Que la ley no nos separe 2) de Olga Salar
https://gigalibros.com/que-se-pare-el-mundo-que-me-bajo-que-la-ley-no-nos-separe-2.htmlQue la practica hace al maestro es el mantra que guia a Susana, y que la lleva a buscarse un novio de pega con el que aprender a ser sexy e interesante.
El problema es que toda practica conlleva sus riesgos; y mas cuando el sujeto en cuestion es un abogado inteligente, atractivo y acostumbrado a deslumbrar a las damas.
?Que puede hacer ante eso una jueza acostumbrada a lidiar con toda clase de abogados? ?Ceder a la tentacion o admitir a tramite la propuesta? -
Iluminas mi vida de Bella Winters
https://gigalibros.com/iluminas-mi-vida.htmlUn chico atractivo que es multimillonario y… ?bombero?Lance es todo un misterio que esta metido en un grave problema. A pesar de ser todo un playboy y el heredero de una gran fortuna, no podra disponer del dinero hasta que se case.Es entonces cuando se le ocurre la brillante idea de ofrecerme cinco millones de dolares para hacerme pasar por su prometida. Y cuando se desata el caos.El trato era que el me diera el dinero, pero, tonta de mi, al final le acabe entregando mi corazon junto a una pequena sorpresa.Pero, ?podre retener a mi lado a un hombre que puede tener a cualquier mujer que desee?
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Aprendiendo a conquistarte (Aprendiendo 3) de Manu Ponce
https://gigalibros.com/aprendiendo-a-conquistarte-aprendiendo-3.htmlTarde horas en poder reaccionar, pues me quede en shock. Da igual que tengas un titulo de Medicina debajo del brazo. Cuando es la salud de los tuyos la que esta en juego los miedos se apoderan de ti y mas cuando la personita a la que el destino zarandea es tan solo un bebe, un bebe de corta edad que no cuenta con las suficientes armas para defenderse. Ojala me hubiese podido cambiar por el. Ojala, pues lo hubiese hecho con los ojos cerrados. Mi nino, se trataba de mi nino y no las tenia todas conmigo de que saliera adelante. La cara circunspecta de Alec cuando entramos en su despacho una vez que termino con su ronda de consultas por la planta tampoco es que ayudara demasiado. --Amigo, explicamelo todo con detalle, por favor. Y tambien a Nora, porque estamos abatidos--Ella coloco su mano sobre la mia y me la apreto con todas sus ganas. --Ahora vais a tener que sacar fuerzas de flaqueza porque vuestro hijo os necesita, el estado de Irvin reviste una gravedad extrema, dada su corta edad. --?Por que ha ocurrido esto, Alec? El nino tuvo moquitos hace unos dias, pero segui la recomendacion de la pediatra y se le paso, estaba perfecto hasta ayer--le pregunto ella. --Es que este tipo de bronquitis asmatica aguda como la de vuestro pequeno es muy traicionera. Los moquitos de los que me hablas seguro que no tienen nada que ver con este cuadro. Como os digo, hay ninos que no presentan absolutamente ningun sintoma en los dias anteriores y, de repente, ocurre. --?Y que va a pasar? Dimelo por favor, se que es muy grave, pero nuestro pequeno va a salir adelante, ?verdad? --prosiguio ella en el colmo de la angustia. --Yo espero que si y no olvides que estamos haciendo todo lo posible para que asi sea--le recordo el. --?Solo lo esperas? ?Hay alguna posibilidad de que no sea asi? Dimelo, por favor, porque me estoy muriendo del los miedos se apoderan de ti y mas cuando la personita a la que el destino zarandea es tan solo un bebe, un bebe de miedo. --Nora, debes mantener la calma, por favor. Los nervios no son buenos companeros en momentos como estos. A ver, ya lo he hablado antes con Ryan, el nino esta entubado, lo que significa que hay una maquina que esta respirando por el, proporcionandole oxigeno de un modo artificial, por eso esta estable. --?Y entonces? ?Que va a pasar cuando le retireis la respiracion artificial? La cara de Nora era el mas penoso de los poemas y a mi se me partia el alma. Nuevamente senti que le habia fallado, que no estaba en casa cuando Irvin enfermo y que se habia comido todo el marron solita en los primeros momentos. --Esa es la pregunta del millon, Nora. Veras, Irvin no tiene que volver a respirar de un momento para otro, pues se trata de un proceso paulatino. Poco a poco iremos rebajando el porcentaje de oxigeno que reciben sus pulmones para que, lentamente, vaya volviendo a respirar, pero no de golpe. --Hasta que al final sea el mismo quien respire por si solo y nos lo podamos llevar a casa, ?es correcto? --Es correcto siempre que, efectivamente, el bebe lo logre, creo que me estoy explicando con claridad. --Alec, ?quieres decir que nuestro hijo podria no lograrlo? Pero el es un nino sano, totalmente sano. De hecho, cuando nacio, le hicieron muchas pruebas y precisamente en este hospital. --Ya, lo que sucede es que, a veces, determinados bebes vienen de serie con malformaciones congenitas en los pulmones que no dan la cara hasta mas adelante. --?Malformaciones congenitas? ?Irvin sufre una malformacion pulmonar congenita? --No, en principio no tiene por que, pero si te adelanto que hay que descartarlo. Es fundamental descartar cualquier problema. --Y si no la tiene, si no tiene una malformacion de esas, ?entonces saldra adelante sin problema? --Siempre y cuando sea capaz de volver a respirar por si mismo, ya te lo he comentado. --?Y si no fuera capaz, Alec? ?Y si mi pequeno no lo lograra? --No te pongas en esas, Nora. Es mucho mejor que no te pongas en esas. se trata de un proceso paulatino. Poco a poco iremos rebajando el porcentaje de oxigeno que reciben sus pulmones --!Se trata de mi hijo! --Dio un golpe en la mesa que ninguno de los dos esperabamos. --Carino, tienes que calmarte, Alec solo trata de ayudarnos, el no tiene ninguna culpa de lo que nos esta sucediendo--le explique intentando abrazarla. --Pero no me habla claro, ?no ves que no me habla claro? Esta dando vueltas y vueltas. Y mientras, yo no se hasta donde quiere llegar. --Nora, ?quieres que te proporcionemos un calmante? --le pregunto. --!Yo no quiero ni calmantes ni ocho cuartos! A mi no me vas a dejar fuera de combate mientras mi nino me necesita. Hablame claro, ?que le puede suceder a Irvin en el peor de los casos? --En el peor de los casos no superaria la insuficiencia, Nora, pero nos estamos poniendo en lo peor. --?Nos estamos poniendo en lo peor? ?Y en que te pondrias tu si fuera tu hijo? ?Crees de veras que yo puedo calmarme con un diagnostico similar? Ryan, dile que se esta equivocado, dile que es un incompetente, diselo tu, por favor... --Nora, ya, por favor. Vamos a salir de este despacho inmediatamente. Alec, te pido disculpas en su nombre, no sabe lo que esta diciendo. --No hay ningun problema, Ryan, os mantendre puntualmente informados de la evolucion del peque. --Ni te imaginas cuantisimo te lo agradezco, amigo. Sali con ella, que estaba tan fuera de si que no le pidio ni disculpas, y la abrace. --Nora, Alec no te ha dicho que este todo perdido ni mucho menos. Es solo que nuestro nino va a tener que luchar como un campeon, pero el lo es, que no te quepa duda. --Ya, ya lo se, pero tambien existe la posibilidad de que no supere esto y lo sabes. Ni tu ni yo nos chupamos el dedo y sabemos perfectamente a lo que nos enfrentamos, amor. --Venga, vamos a ser fuertes, que nosotros podemos--la alente mientras por dentro tambien estaba roto. --Es que no podria soportarlo, ahora que tengo una familia no podria soportarlo. Irvin y tu sois lo mas importante --Pero no me habla claro, ?no ves que no me habla claro? Esta dando vueltas y vueltas. Y mientras, yo no se hasta --Nora, Alec no te ha dicho que este todo perdido ni mucho menos. Es solo que nuestro nino va a tener que luchar --Es que no podria soportarlo, ahora que tengo una familia no podria soportarlo. Irvin y tu sois lo mas importante para mi y, si llega a pasarle algo, yo me voy detras de el, ?me oyes? --No digas eso, Nora, no digas eso. --Dejame que lo diga porque es lo que siento. No estoy dispuesta a perderos a ninguno de los dos, Ryan, os quiero demasiado... para mi y, si llega a pasarle algo, yo me voy detras de el, ?me oyes? --No digas eso, Nora, no digas eso. --Dejame que lo diga porque es lo que siento. No estoy dispuesta a perderos a ninguno de los dos, Ryan, os quiero demasiado... Capitulo 2 Decir que estaba entre la espada y la pared seria quedarme muy corto.... Sin embargo, no fue eso lo que me preocupo durante las siguientes horas. Irvin podia permanecer entubado un maximo de setenta y dos, transcurridas las cuales tendria que luchar por si mismo. Antes de eso, irian haciendole pruebas para ver como sus pequenos pulmones reaccionaban a la rebaja de la ayuda. Mi desesperacion era absoluta y se acrecentaba por momentos. Lo cierto es que no me apetecia hablar con nadie, solo queria estar encerrado en mi mismo. Pese a eso, me tocaba aupar a Nora y no era precisamente facil. Mi madre no tardo en llegar con Frank de la mano. Verla asi de feliz, al haber rehecho su vida, fue la unica alegria que recibi en un dia en el que el cielo lucia gris, lo mismo que nuestras almas. --Hijo, ?que ha sucedido? --Me dio un beso y me pregunto incluso antes de presentarme a su pareja. --Mama, es el nino, pero se pondra bien--le dije porque tenia a Nora delante y el panorama era como para desalentarla mas. --O no, suegra, o no... Nos han dicho que nuestro pequeno se puede morir. --?Que mi nieto se puede morir? ?Quien ha sido el desgraciado que os ha dicho eso? Decidmelo que me va a oir, un nieto mio no se va a morir en la vida porque no me da a mi la gana. Ya le salio a mi madre ese temperamento tan suyo que mostro en todos los momentos dificiles de la vida. --Mama, Irvin esta en las mejores manos, en las de mi amigo Alec, que es un reputado neumologo. El esta haciendo todo lo posible. --Pero si es que no me lo puedo creer, el nino estaba como una rosa--murmuro. Mi madre no tardo en llegar con Frank de la mano. Verla asi de feliz, al haber rehecho su vida, fue la unica alegria --Ya, pero es que nos han explicado que estos problemas pulmonares son asi, que dan la cara cuando menos lo esperas y que son capaces de llevarse toda tu felicidad por delante--le explico ella. --Pero es que eso no puede ser, tiene que haber algun error. Hijo, vuelve a hablar con ese muchacho y que te lo explique, que seguro que se ha equivocado. Frank trato de hacerla entrar en razon y enseguida lo entendio. Mi madre podia tener un pronto un tanto fuerte, pero luego ponia los pies en la tierra. El dia transcurrio con la maxima de las amarguras no, sino con lo siguiente. --Hijo de mi vida, tienes que comer algo, no has probado bocado en horas. Y Nora tampoco. Llevatela a la cafeteria, que Frank y yo os informaremos de cualquier novedad. --Te lo agradezco, pero yo no me muevo de aqui ni muerta, te lo advierto desde ya--le aseguro Nora. --Hijo, pues ve tu y asi le traes algo cuando vuelvas. Entendi que mi madre tenia toda la razon y que debia alimentarme y estar fuerte por lo que pudiera pasar. Las cosas podian torcerse mucho y Nora no parecia preparada para afrontar una noticia tan dramatica. Yo tampoco es que lo estuviera, pero alguien tendria que sostener al otro si llegaba el momento. Una vez en la cafeteria saque mi movil y vi que habia cantidad de mensajes de Iris. Ella estaba preocupadisima y yo, con tanto pesar, ni siquiera le envie un cochino mensaje explicandole. La llame directamente, que otra cosa podria hacer. --Por fin, estaba que no podia mas. Dime por favor que tienes buenas noticias y que Irvin se pondra bien. --Pues no lo se, Iris, lo cierto es que no lo se--La voz se me quebro. --?No lo sabes? Pero eso no puede ser, ?que te dicen tus companeros? --Que todavia es pronto para saber si saldra adelante o no, si volvera a respirar por si mismo--Me eche a llorar directamente, ya no pude mas y con ella me encontre en la libertad de quitarme la mascara. --Va a salir, ya veras que si. Cielos, cuanto desearia poder estar ahi contigo y darte un abrazo. Esto es un infierno, --Va a salir, ya veras que si. Cielos, cuanto desearia poder estar ahi contigo y darte un abrazo. Esto es un infierno, un jodido infierno. --Si que lo es, si que lo es. Lo siento mucho, pero no puedo seguir hablando contigo, es que tengo un nudo en la garganta... --Por favor, ve informandome de todo, estoy aqui que me subo por las paredes. ?Sabes que te quiero con toda mi alma? --Lo se, lo se--le respondi, aunque lo que no le dije fue que ese amor me dolia mas que ninguna otra cosa en un instante en el que no podia saber hacia donde iba mi vida. --Pues, eso, no me olvides, porfi, que no puedo con los nervios. Se que estas muy liado, pero necesito ir sabiendo. Me senti inmensamente presionado. Sin ella saberlo, me estaba poniendo muy nervioso. Nada podia reprocharle, pues yo en su caso habria actuado exactamente igual, pero no estaba en su caso, estaba en el contrario y totalmente destrozado. Reconozco que estuve en la cafeteria mas tiempo del necesario, porque sabia que Nora estaba acompanada y yo necesitaba evadirme un poco antes de volver a enfrentarme a la tristeza de sus ojos. La vida nos estaba dando un buen varapalo y precisaba ir asimilando poco a poco que todo podia volver a dar un giro... Un giro que en ese caso podia ser el mas dramatico de todos. Termine volviendo con un sandwich en la mano y con la mas fingida de las sonrisas, con la intencion de insuflarle algo de animo. Para entonces, mi madre la abrazaba porque parecia no estar en el mundo de los mortales. No logre que le diera ni un bocado al sandwich en las siguientes y largas horas que permanecimos a la espera de noticias. un jodido infierno. --Si que lo es, si que lo es. Lo siento mucho, pero no puedo seguir hablando contigo, es que tengo un nudo en la garganta... --Por favor, ve informandome de todo, estoy aqui que me subo por las paredes. ?Sabes que te quiero con toda mi alma? --Lo se, lo se--le respondi, aunque lo que no le dije fue que ese amor me dolia mas que ninguna otra cosa en un instante en el que no podia saber hacia donde iba mi vida. --Pues, eso, no me olvides, porfi, que no puedo con los nervios. Se que estas muy liado, pero necesito ir sabiendo. Me senti inmensamente presionado. Sin ella saberlo, me estaba poniendo muy nervioso. Nada podia reprocharle, pues yo en su caso habria actuado exactamente igual, pero no estaba en su caso, estaba en el contrario y totalmente destrozado. Reconozco que estuve en la cafeteria mas tiempo del necesario, porque sabia que Nora estaba acompanada y yo necesitaba evadirme un poco antes de volver a enfrentarme a la tristeza de sus ojos. La vida nos estaba dando un buen varapalo y precisaba ir asimilando poco a poco que todo podia volver a dar un giro... Un giro que en ese caso podia ser el mas dramatico de todos. Termine volviendo con un sandwich en la mano y con la mas fingida de las sonrisas, con la intencion de insuflarle algo de animo. Para entonces, mi madre la abrazaba porque parecia no estar en el mundo de los mortales. No logre que le diera ni un bocado al sandwich en las siguientes y largas horas que permanecimos a la espera de noticias.
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Los Crimenes Azules (Ethan Bush 1) – Enrique Laso de Enrique Laso
https://gigalibros.com/los-crimenes-azules-ethan-bush-1-8211-enrique-laso.htmlLos cadaveres de dos jovenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultanea. Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos. Un prometedor agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI asignado al caso. Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos decadas antes… Sumergete en una intrincada investigacion que hara las delicias de los amantes del genero.
EL COMIENZO DE UNA SAGA QUE LLEVA VENDIDAS MAS DE 550.000 COPIAS
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Maestros de la costura de Shine
https://gigalibros.com/maestros-de-la-costura.htmlEn Maestros de la Costura descubriras todo lo necesario para iniciarte en este apasionante mundo: desde lo que has de tener en tu costurero basico hasta entender patrones, pasando por conocer las principales puntadas a mano y a maquina. Basado en el programa de TVE del mismo nombre, el libro te muestra las fotografias del paso a paso y los patrones elementales para que seas capaz de hacer tu propio proyecto.
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Al caer la noche de Mary Kubica
https://gigalibros.com/al-caer-la-noche.htmlJessie Sloane esta intentando reconstruir su vida despues de pasar anos cuidando de su madre enferma. Alquila un nuevo apartamento y solicita plaza en la universidad. Pero, cuando en la universidad le informan de que su numero de la seguridad social no es valido, Jessie descubre un sorprendente detalle que le hace dudar de todo lo que cree saber.
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Nunca te fies de una Mosquita Muerta de Lara Blanc
https://gigalibros.com/nunca-te-fies-de-una-mosquita-muerta.htmlAqui estoy, sentada en una sala de espera para realizar una entrevista. Unos meses atras, mi vida ha vuelto a encauzarse. No puedo estar mas feliz. Tengo un proyecto de negocio, al que he ido dedicando muchos ratos fuera del horario laboral y que comienza a despegar. Tambien tengo pareja, por fin tengo una relacion sana y equilibrada llena de planes. Estoy tranquila, confio en mi y creo que he llegado a un punto de mi vida en el que me veo capaz de hacer cualquier cosa, sin miedo y sin inseguridades. No he pensado mucho en lo que ponerme. Llevo unos vaqueros claros y un jersey rojo, pero he querido pintarme los labios con el carmin de Oli, que solo uso para las ocasiones especiales, porque esta, en cierta manera, lo es. Aunque no tengo un discurso preparado y no se lo que voy a decir. Lo que me salga, sin filtro... Pero espero decirlo bien. --Puedes pasar --me dice una chica jovencita, con un vestido bien cenido y unos tacones altos. Sonrio y pienso que hay cosas que nunca cambian. Entro a la sala que conozco bien. Una mesa redonda blanca con varias sillas del mismo color y un ventanal que no deja pasar mucha luz, quiza sea por la malla metalica que la cubre. Esta sentada a la mesa una chica joven, diez anos menor que yo, calculo a ojo. Es delgada, morena, con ojos oscuros y muy bonita. Vuelvo a sonreir, el casting de belleza aqui es importante. --Me llamo Monica y esta es la primera entrevista que realizo de este tipo --me dice con una sonrisa timida. --Yo soy Eva, pero eso ya lo sabes, y tambien es mi primera vez --contesto mientras me siento. Se mueve inquieta en la silla y se retira un mechon de pelo tras la oreja. Observa los papeles que tiene delante y coge aire. --Creo que la pregunta mas obvia es por que quieres dejar la empresa --me dice algo nerviosa, se ha debido de saltar el protocolo. Es el momento de hablar o callar para siempre. Por un momento, me acuerdo del Calvo Cabron y una carcajada se me escapa. --Esta empresa es un desastre --le digo en un tono relajado--. Es caotica. Un dia dicen una cosa y manana dicen otra. Lo que hoy esta bien, manana no... Han conseguido que este hasta las mismas tetas de trabajar aqui. --Noto como sus ojos se agrandan, no se esperaba que fuera a decirle algo asi, pero me divierte su reaccion--. Quiero irme porque llevo cinco anos comiendo mierda, con unos jefes que no han sabido valorarme y que, en muchas ocasiones, me han tratado fatal. --No veo en tu expediente ninguna queja por tu parte --me interrumpe. --?Cuanto tiempo llevas trabajando aqui? --Dos meses y medio. --Monica, todas las personas que se han quejado a Recursos Humanos estos ultimos anos han sido despedidas, por eso no tienes ninguna queja en mi expediente. En esta compania, como en muchas otras, los Recursos Humanos tienen de <
> solo el nombre. --Ella carraspea y se aleja de la mesa, creo que estoy dandole una mala impresion, pero se que, si se queda el tiempo suficiente aqui, se acordara de mis palabras--. Lo que si veras en mi expediente son varias faltas. --Ella asiente--. ?Sabes de que son? --Incumplimiento de horario --dice ella casi en un susurro. Si, la tengo acojonada. Pobre. --Por llegar quince minutos tarde. Lo que no se si tendras ahi son mis correos al respecto. Los dias anteriores a cada una de esas faltas habia salido de aqui, como pronto, a las nueve de la noche. --Ella me mira incredula y yo saco los papeles de mi bolso--. Estos son los fichajes. Observa mis papeles y, despues, los suyos. Me vuelve a mirar y se que empieza a creer lo que le estoy contando. --Esto no esta bien --musita. --Esta no es una empresa para quedarse, Monica, es un sitio del que huir lo antes posible. Yo me he quedado demasiado tiempo aqui, pero me voy porque merezco mas cosas... Merezco que me traten bien, que me valoren, que me paguen un buen salario... Y se que, si hubiera sido un hombre, no habria tenido ninguno de estos problemas. --Parece que lo tienes muy claro. --Asi es. --Sonrio para que vea que no soy una loca, solo una mujer harta--. No se si te estoy poniendo en un compromiso por decirte todo esto. ?Tienes que transcribirlo? --Ella asiente de nuevo--. Bueno, si esto te causa problemas, tal vez te haga ver el tipo de empresa en la que trabajas. No le ha hecho mucha gracia mi comentario. Quiere terminar cuanto antes y saca el papel de baja voluntaria para que lo firme. Lo firmo y me dan ganas de escribir debajo < >, pero no lo hago. Creo que es suficiente con haberselo dicho a la cara a mi ultimo jefe. Me levanto, me despido y me voy, abandonando el edificio del mal… Por fin. Pero, mientras me dirijo al coche, me empapa un mar de recuerdos. La risa de Oli, los refranes de Carmen, las tonterias de Julio, Martina y sus venganzas, los vaivenes con Hugo... No todo ha sido malo, tambien se quedan aqui muchos momentos buenos, aunque es hora de dejarlo atras y cerrar una etapa. Al fin y al cabo, todos ellos ya se han ido, me toca a mi dar el paso. Me meto en el coche con un nudo en la garganta. Parece que fue ayer cuando Hugo y yo nos escondiamos en los banos. !Cuantas vueltas dimos y que estupidos...! Por no hablar, por no ser lo suficientemente valientes como para decir lo que pensabamos. Suspiro y pienso que de todo se aprende, aunque sea a hostias. Llamo a Martina antes de arrancar, se que esta esperando que lo haga y no me perdonara si no es la primera en saberlo. --Soy libre --digo tras un largo suspiro. --!Siii! --grita ella, consiguiendo que despegue el movil del oido--. !Ya era hora! !Que les jodan! --Emite ruidos indescifrables mientras yo sonrio--. !Tenemos que celebrarlo! ?Como te sientes? --Bien... Rara... --Hago una pausa porque no se como explicarlo--. Me he acordado de muchas cosas, ?sabes? --Ya... Son muchos recuerdos. Las dos nos quedamos en silencio, pero se que esta al otro lado del telefono sonriendo como lo estoy haciendo yo. --Estas pensando en [email protected] [email protected] La Rubia responde con una carcajada. --Efectivamente. 2. Empecemos por el Principio Junio 2012 Un mes. Habia pasado un maldito mes desde el ultimo mensaje de Hugo: < >. ?Cuanto tiempo mas podia necesitar? Treinta dias. Setecientas veinte horas. Cuarenta y tres mil doscientos minutos. Toda una punetera eternidad… El habia dejado de comer con nosotras, ya no se apuntaba a las cervezas poligoneras y evitaba todo contacto, pero, por alguna extrana razon, yo seguia pensando que todo podia solucionarse. Estaba convencida de que el dia de la < > estaba cada vez mas cerca. Yo podria explicarle todas mis dudas, el malentendido del polvo inexistente con Martina, mis miedos... Y el lo entenderia, volveriamos a estar juntos y le pondriamos un nombre a lo nuestro. !Ingenua! Suspire mientras visualizaba los arrumacos de la reconciliacion y Martina me dio una patada por debajo de la mesa. Nos habian convocado a todos los compradores en la sala de juntas y llevabamos diez largos minutos de espera sentados alrededor de aquella mesa gigantesca. El silencio era incomodo, las sonrisas forzadas y el jefe de Recursos Humanos, el Imberbe, nos observaba a todos desde su posicion presidencial. Era logico que se me fuera la pinza en tales circunstancias. Era la segunda vez que estaba alli, pero seguia impresionandome el espacio. Me hacia sentir incomoda, pequena. El gran ventanal, la mesa de cristal rectangular, las sillas blancas mullidas de ejecutivo, los cuadros con frases motivadoras... Roberto abrio la puerta de sopeton. Tras la salida de Daniel, el jefe de Diseno se habia hecho cargo del departamento de Compras de forma temporal. Aunque lo de hacerse cargo era realmente una forma de hablar, no le veiamos el pelo y este jefe si que tenia cabellera, no como el Calvo Cabron. Aun no le habia puesto mote y eso me incordiaba. Habia intentado llamarle el monologuista porque hablaba el solo sin parar, pero no podia decirlo muchas veces seguidas sin que se me trabara la lengua. El monologuista, el monologuista, el monologuista... Es dificil. Me sentia optimista, pensaba que la peor etapa en la empresa habia pasado, era imposible que hubiera algo peor que trabajar con el Calvo Cabron. Sin embargo, todavia me quedaba mucho por ver de la locura de Shoes and Bags. No puedo decir que no tuviera datos suficientes para hacerme una idea general de donde estaba. Habia comprobado que el trabajo y el salario no tenian una correspondencia real, no habia mujeres en puestos de direccion y el plan de crecimiento que nos habian presentado era puro humo. Deberian haber sido senales suficientes como para llegar a la conclusion de que no era una empresa ejemplar, pero yo estaba a otras cosas: sacar la faena, mantener el trabajo, la guerra con el Calvo, descubrir que le ocurria a Martina, Hugo... --Ya estamos todos --dijo el Imberbe con su voz de adolescente. A veces, venia al trabajo con una mochila al hombro y juro que parecia que se acababa de bajar del autobus escolar. Me parecia algo espectacular que aquel senor con una pinta tan juvenil fuera el jefe de Recursos Humanos de una compania como aquella--. Como sabeis, la empresa esta modificando su estructura. --Nos miro a todos como un orador acostumbrado a hablar en publico, dedicando unos segundos a cada uno de nosotros para hacernos sentir importantes--. El departamento de Diseno ha sido el pionero en realizar los cambios necesarios para acometer nuestro plan de crecimiento y, como Roberto ya tiene experiencia en dicha gestion, Compras sera el siguiente departamento en amoldarse a las nuevas necesidades de la empresa. < > No podia evitarlo. Cuando empezaban con aquellas charlas, mi cabeza volaba a otros temas. Daban muchas vueltas. Observe a la Oscura, sentada frente a nosotras. Sonreia con su cara de belleza infantil al jefe de Recursos Humanos, le faltaba ponerse a darle palmas. Llevabamos semanas haciendo apuestas acerca de si seguia viendose con el Calvo Cabron o habia pasado de el en cuanto dejo de ser su jefe. < >. --Sera algo progresivo, pero no queremos que se alargue demasiado en el tiempo. --Echo un breve vistazo a Roberto, apoyado junto a la puerta, que asintio en silencio--. Os dividiremos en cuatro equipos, acordes con las cuatro lineas de coleccion de la empresa. Intente concentrarme en lo que decia el Imberbe, pero, en cambio, me quede mirando la camiseta que llevaba. Era graciosa, tenia un dibujo de E.T con su dedo hacia arriba y era lo que le faltaba para parecer aun mas crio. < > --Diseno, Compras y Comercial comenzaran a trabajar juntos en pocas semanas bajo la misma area. De esta forma, Roberto dejara de ser vuestro jefe directo y lo seran los nuevos responsables de las lineas. Al oir hablar del departamento Comercial, fue inevitable volver a pensar en Hugo. Le echaba muchisimo de menos. Putos miedos. Me habian jugado una mala pasada. Queria dejar de ser la cobardica, aunque aun me quedaba batalla y lo sabia... Todos miraron a Roberto y yo les imite sin saber por que lo hacian. Llevaba unas pintas muy raras. La camiseta gris tenia bolitas del uso, los pantalones le iban pequenos y el pelo siempre lo tenia alborotado. < >. --Dentro de un par de semanas abandonare la empresa --dijo nuestro jefe--. Me embarco en un nuevo proyecto, pero quiero dejarlo todo lo mejor organizado posible. < >. Olivia nos habia adelantado esta parte. Segun sus fuentes, que parecia que no las iba a revelar jamas, a Roberto le habian invitado a irse. No debian de estar contentos con su trabajo, aunque era bastante absurdo despedirlo despues de darle mas responsabilidad. --... junto con Eva llevaran la linea vestida y casual. <>. Mire a Martina con disimulo y levante las cejas preguntandole <>. Ella cerro los ojos unas milesimas de segundo, enviandome el mensaje mental de <>. < >. --... y Clara llevara la linea infantil. ?Teneis alguna pregunta? < >. Todos dijimos que no, pero me apuesto un dedo de la mano a que no fui la unica que no presto la suficiente atencion. Cuando salimos de la sala de juntas, mire suplicante a Martina para que me contara que habia pasado alli dentro. --Nos dividen en grupos, pero tu y yo estamos juntas --dijo ella soltando una carcajada. --?Y que mas? --pregunte mientras caminabamos de vuelta al departamento. --Nos van a mover. --Traspasamos la puerta de la seccion en ese mismo instante--. No han dicho donde nos llevan, pero estaremos con el equipo comercial y con Diseno. Todos juntos. < > --?Y con quien nos toca? --En Diseno con el equipo de Lucas y Alexandra. Y en Comercial, creo que con Charly. --La mire preguntando por el sin decir su nombre mientras mi corazon saltaba en el pecho, alentado por la esperanza--. Vamos a trabajar con Hugo -- respondio ella en voz baja como si leyera mi mente. Todos mis huesitos se rieron a la vez y note como se formaba una gran sonrisa en mi cara. < >. < >. < >. 3. No Estaba Muerto, Estaba de Parranda Martina queria sacarle el jugo a lo de estar soltera, Julio disfrutaba como si estuviera de vacaciones y a Oli le faltaba tiempo para apuntarse a todos los planes que inventaban estos dos. Yo les odiaba en secreto por toda la pasta que se evaporaba de mi cuenta, aunque la verdad es que me venia bien para entretenerme y no martirizarme con el tema de Hugo. Ese sabado nos ibamos de cena y quedamos en el centro para tomar una cerveza. Las primeras en llegar fuimos Oli, Martina y yo, despues aparecieron Marco y Julio y, finalmente, llego Carmen. Olivia habia adoptado a Carmen desde el mismo momento en el que se incorporo a la empresa. Empezo a comer con nosotras, despues se unio a las cervezas y aquel dia fue el primero que salio con nuestro grupo. Llego la ultima, pero con energia. Llevaba puesto un top azul de corte desigual, con un solo hombro al aire, una falda vaquera y unas sandalias rojas de tacon. Carmen siempre llevaba tacon y sus andares eran los mismos. Tenia una forma de caminar curiosa porque lo hacia rapido, como si llegara tarde a todas partes. Bajita, voluptuosa, con grandes pechos, que entonces trataba de tapar, y unas piernas impresionantes. Solia cambiar con frecuencia el color de su pelo, que entonces llevaba a lo garcon con el flequillo a un lado, y, cuando la conocimos, era castano con reflejos rojizos. Sus ojos verdes, de tonalidad oscura, desaparecian en una linea horizontal cuando sonreia y Carmen sonreia mucho, siempre de verdad porque no sabia mentir. --Ya estoy aqui --nos dijo a modo de saludo, plantandose delante de nuestra mesa. Lo que no sabiamos entonces era que Carmen habia llegado para quedarse, que iba a ser una mas en nuestro grupo y que anos despues nos costaria identificar las anecdotas en las que ella aun no estaba. La mente tiene esas cosas, cuando una persona es importante en tu vida parece que te haya acompanado en cada uno de tus momentos importantes. Justo antes de aparecer, el Cesar estaba contandonos que tal le habia ido en su ultima entrevista de trabajo. Julio, tras ser despedido por hacer una mamada a su novio en plena empresa, llevaba un par de meses en el paro. Despues de los besos de rigor, el continuo su historia como si no hubiera habido ninguna interrupcion. --No me gusto nada la propuesta. El salario seria entero a comision, sin un sueldo base. Quieren que me haga autonomo y eso no lo veo. Seria, basicamente, trabajar por mi cuenta. --Si trabajas por tu cuenta, nunca te saldran las cuentas --respondio Carmen con un guino. --Eso he pensado yo, pero sin la rima. --Julio sonrio burlon--. Por cierto, me gusta tu pelo. Pero no te lo digo para ligar contigo, soy gay y este es mi novio. --Uuuh... !Miralo!--canto Olivia--. Ya se presenta como gay y deja claro que tiene novio. Asi, en una frase. < > --Le encanta decir que tiene novio --Puse los ojos en blanco--. No te ofendas, Marco, pero esta muy cansino con eso de que tiene pareja. El Decolorado hizo un gesto, quitandole importancia. < >. --Lo dice todo el tiempo y le odiamos por ello. --Martina hizo una mueca y se recogio su pelo rubio tras la oreja --. Ahora todas sus amigas estan solteras y el esta con un hombre al que no podemos criticar porque es muy mono. --La Rubia lanzo un beso al aire a Marco y este se lo devolvio. Tenia razon, como casi siempre. Odiabamos a Julio por tener pareja. Era un amor-odio, no un odio de verdad, pero es que el Cesar era un plasta. Remarcaba esa palabra recreandose en ella en cualquier frase. < >, <>, <>, <>... Daban ganas de ahogarlo. No nos entretuvimos demasiado alli, teniamos una reserva en un restaurante italiano que le habian recomendado a Olivia y no queriamos perder la mesa. El sitio era coqueto, las paredes blancas estaban repletas de carteles de peliculas italianas de los anos sesenta, las mesas eran redondas con manteles a cuadros y el toque romantico lo ponian las velas y todas las parejitas que teniamos a nuestro alrededor prometiendose amor eterno. Ideal para ir creando ambiente en una salida de fiesta. Al menos, las pizzas estaban ricas y el vino fresquito... Pero, con el alcohol, la lengua empezo a soltarse… --Entonces, ?las tres estais solteras? --pregunto Carmen. -
El eco de las mentiras de Ian Rankin
https://gigalibros.com/el-eco-de-las-mentiras.htmlEn un bosque al sudeste de Edimburgo han encontrado el cadaver de un detective privado desaparecido desde hace mas de una decada. John Rebus conoce bien el caso, porque originalmente formo parte del equipo encargado de la investigacion, que estuvo plagada de errores e intereses ocultos. Ahora tanto Rebus como la policia tienen una segunda oportunidad para atrapar al culpable, pero las presiones de la familia de la victima y la prensa les dejan muy claro que se juegan mucho mas que la reputacion.
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La heredera 2 de Jana Westwood
https://gigalibros.com/la-heredera-2.htmlSeptiembre de 1860. Sunset Bayou, Oakville.
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Pensandolo mejor de Kristan Higgins
https://gigalibros.com/pensandolo-mejor.htmlUna hermana a la que hace siete anos que no ve…?Las circunstancias de la vida haran que sea su mayor apoyo?
Ainsley O’Leary esta preparada para casarse, preparadisima: incluso ha encontrado el anillo de compromiso que su novio guardaba escondido. Lo que no se esperaba es que Eric le diera planton sin miramientos y lo publicara en un blog que, como no podia ser de otra manera, acaba por hacerse viral. Destrozada y humillada, decide acercarse a su media hermana, Kate, que lucha ella misma para recuperarse tras la perdida de su marido. -
Agujas de papel, Marta Gracia Pons de Marta Gracia Pons
https://gigalibros.com/agujas-de-papel-marta-gracia-pons.htmlUna novela que consigue trasladarnos a la Barcelona y al Paris del siglo XIX , llena de personajes ficticios y reales que cobran vida gracias a la habil pluma de su joven autora.Barcelona, finales del siglo xix . Amelia Rovira, hija de una de las familias mas prosperas de la burguesia catalana tradicional, quiere cumplir uno de sus suenos: convertirse en modelo de alta costura y trabajar para los modistos parisinos mas en boga del momento, que por aquel entonces comenzaban a hacer uso de las pasarelas. En su lucha por conseguir lo que desea, Amelia debera enfrentarse a la oposicion de su familia y empezar una nueva vida. En una epoca de grandes transformaciones sociales, su lucha por convertirse en una mujer independiente y duena de si misma pondra en evidencia la existencia de dos mundos antagonicos y enfrentados: los prejuicios y etiquetas de la sociedad mas conservadora y el deseo de libertad para elegir su propio destino.
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Blanco letal de Robert Galbraith
https://gigalibros.com/blanco-letal.htmlBilly, un joven con problemas mentales, se presenta en el despacho de Cormoran Strike para pedirle que investigue un crimen que cree haber presenciado de nino. Pero cuando el detective se dispone a hacerle mas preguntas, Billy sale corriendo despavorido de la oficina.
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El mundo de Sir de Remedios Moreno
https://gigalibros.com/el-mundo-de-sir.htmlDespues de mas de quinientos anos, la leyenda de Barsali se reanuda. Llego el momento en que Drako y su jinete se encuentren para poder cumplir juntos su destino.
Las vidas de un joven matrimonio y la de sus tres hijos cambiaran radicalmente durante una simple excursion familiar al descubrir, repentinamente, un mundo de seres fantasticos tan real como el que conocian.
David, un chico de solo trece anos, descubrira que sobre el recae el destino de ambos mundos, tendra que luchar con criaturas temibles, crecera junto a su dragon y descubrira que todo lo que haga tendra sus consecuencias.
Un destino para el que nadie lo ha preparado, una lucha inevitable, Barsali es solo el principio y la leyenda acaba de comenzar.
?Sera capaz el jinete de estar a la altura? -
Cuervos blancos palomas negras de Antonio Guisado
https://gigalibros.com/cuervos-blancos-palomas-negras.html<
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Secretos de belleza coreanos para una piel radiante de Charlotte Cho
https://gigalibros.com/secretos-de-belleza-coreanos-para-una-piel-radiante.html!Los secretos de la piel mas bonita del mundo! En Corea, tener una piel sana y brillante es una prioridad. En este libro, Charlotte Cho te guia a traves de los pasos de la rutina coreana para cuidar la piel que te ayudaran a conseguir que tu rostro luzca un aspecto inmejorable. Con los tutoriales paso a paso de Charlotte, sus consejos y productos recomendados, aprenderas a mimar y cuidar tu piel en casa y a lograr el look de maquillaje natural que admiramos en las mujeres de las calles de Seul.
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Confesiones de un editor de Walter Hines Page
https://gigalibros.com/confesiones-de-un-editor.htmlWalter Hines Page relato de forma anonima en ‘Confesiones de un editor’ (1905) los defectos de la profesion al mismo tiempo que desvelo sus opiniones con respecto al mundo de la edicion. Los criticos del New York Times le reprocharon que hubiera titulado el libro de una manera enganosa, pues implicaba que Page estaba confesando sus propias malas conductas. El libro, sin embargo, fue elogiado por informar al publico general acerca de la corrupcion que impregnaba la industria editorial en aquel momento. Page analiza en esta coleccion de articulos las razones que subyacen al exito de unas publicaciones sobre otras. Tambien senala los efectos que la comercializacion de la literatura ejerce sobre la calidad de los contenidos. El libro supone toda una declaracion de intenciones para cualquiera que deseara convertirse en editor en los albores del siglo xx y un texto del todo relevante para el nuevo milenio.
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De nosotros los hombres de Javier Figuero
https://gigalibros.com/de-nosotros-los-hombres.htmlNarraciones cortas prenadas de ironia y humor negro, aconsejables para entender las relaciones entre los hombres y las mujeres de hoy en dia. Es verdad que no siempre es fundamental que coincidan los dos agentes en un tiempo y un lugar, pero lo contrario resultaria mucho mas aburrido para ambos generos. Un ejercicio de estilo personalisimo que redescubre la importancia de la sorpresa argumental. Los que nos conceden ahora su atencion con estas lineas, podrian desde luego prescindir de este libro, pero renunciarian con ello a una oportunidad unica de divertimento y de provocacion a su misma inteligencia.
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Mucho mas que sexo de Oliver Cruz
https://gigalibros.com/mucho-mas-que-sexo.htmlLas locuras de Gabriela y sus amigas, donde el sexo y la lujuria tomaron el control, terminan cuando Gabriela conoce a Jose Alberto.
Comenzara la historia de un amor imposible y Gabriela tendra que darse cuenta de que solo el deseo no es lo que quiere.
Es ahi cuando aparece Luis Fernando, quien le ensenara que el amor es mucho mas que juegos de cama.
?Podra tener con el lo que verdaderamente anhela? -
Quedate esta noche de Olga Salar
https://gigalibros.com/quedate-esta-noche.htmlDafne es una mujer de exito, fantastica en su trabajo como fotografa de moda. El problema es que es un desastre en la vida real, propensa a los accidentes y con un nulo sentido de la orientacion, su vida transcurre entre percances domesticos y cuartos oscuros de revelado.
El unico instante en que todo su cuerpo coordina a la perfeccion es cuando mira a traves de la lente de su camara. No obstante, su vida dara un giro cuando su habitual rescatador, el atractivo policia de la puerta de al lado, le pida que le ayude en un asunto delicado.
El regreso inesperado de su hermana Chloe, y los mordaces comentarios de su amigo Pablo, volveran patas arriba su tan valorada tranquilidad. -
Mano Negra (Novelas del Tarot 2), Malala Macaroni de Malala Macaroni
https://gigalibros.com/mano-negra-novelas-del-tarot-2-malala-macaroni.html?Puede una mujer valiente escapar al asedio de un jefe de la ‘Ndrangheta? Una novela para reir, sufrir y amar como nunca antes.
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Amurao. La boda roja de Fran Barrero
https://gigalibros.com/amurao-la-boda-roja.htmlLa boda roja
Una pareja de recien casados es encontrada muerta en los aseos del salon en que celebraban su enlace. Nadie parece haber visto nada. Cristina Collado y su nuevo companero, Victor Garza, tendran que componer el extrano rompecabezas. Los analisis de la forense Maite Redondo y del equipo de la policia cientifica seran de vital importancia para resolver el caso.
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Los amantes anonimos de Salvador Gutierrez Solis
https://gigalibros.com/los-amantes-anonimos.htmlCarmen Puerto esta despierta desde hace una hora, pero no quiere comenzar este lunes, esta semana, y finge dormir. Continua, ficticiamente, el sueno de la pasada noche. Ha sonado que paseaba entre las dunas de una blanca y luminosa playa, como si fuera una de las mujeres que aparecen en el cuadro de Alex Katz que cuelga en una de las paredes del salon; que se banaba en un mar esmeralda, agua templada, acogedora; que se tumbaba en la arena, desnuda, relajada. Corria, gritaba, era feliz. Ha sonado que un hombre, alto, moreno y guapo, muy musculoso, el pelo corto y rizado, encrespado, la esperaba tumbado sobre una toalla, tambien desnudo. Cuando llegaba a su lado, el hombre la abrazaba, la besaba, la acariciaba, y comenzaban a hacer el amor. El hombre, se parecia a Alberto pero no era Alberto y hacia el amor hasta quedar sin fuerza, felices ambos, desmayados de tanto placer. A continuacion, reian, bebian cerveza y comian bocadillos, antes de volver a hacer el amor. Cuando desperto, Carmen estaba desnuda y muy excitada, y siguio sonando, ficticiamente, mientras se acariciaba con un pequeno vibrador violeta. Quiere seguir sintiendo a ese hombre a su lado, volverse a banar en ese mar esmeralda, cuando la pantalla del ordenador portatil, que la acompana en la cama, se ilumina. --?Estas despierta? --No, por eso te respondo. --Ese humor tuyo... --El humor tiene horario nocturno. --A veces ni eso. --No escoges la serie adecuada. --No te imagino riendote con una teleserie. --Deberias llevar tu imaginacion al gimnasio... --?Hay gimnasios para la simpatia? --Los cerraron con esto de la crisis. --Y a ti no te pillaba uno cerca... --Te dejo, me voy al gimnasio --en la pantalla de su Iphone puede leer JJ1 . Carmen Puerto minimiza la ventana del chat y atiende la llamada de telefono. --Dime --su voz es seria y ronca, como si pretendiera exhibir que le molesta que la llamen tan temprano, todavia en la cama. Al mismo tiempo, Carmen abre una fotografia en la pantalla de su ordenador portatil: un hombre de unos cuarenta anos, moreno, alto, con nariz prominente, ojos grandes, marrones, cejas muy pobladas, y negras, como su cabello, con facciones agradables, con una gabardina de un gris verdoso. Es Jaime Cuesta. --Carmen, disculpa la hora, pero necesitamos tu ayuda -- la conoce Jaime y sabe que tono de voz y que palabras debe emplear. --?Estas con esa? --enfadada, interrumpe a Jaime. --?Como, quien? --Esa, tu companera o lo que sea, la tal Julia... --Si, si... --disimula Jaime, pero Julia, a su lado, sabe que habla de ella y recrea un gesto de incertidumbre. --Dile que no vuelva a intentar localizarme, que no lo vuelva a intentar, que me deje en paz -- dice Carmen muy despacio, grave, amenazante. --Yo se lo digo, no te preocupes. --Jaime, no me has entendido, quiero que se lo digas ahora mismo... --?Ahora? --Ahora. --Diselo tu --le indica, y Julia arquea las cejas, preguntando. --?Que cono pasa? --le susurra Julia a Jaime, muy cerca del oido. --Yo no voy a hablar con esa tipa, diselo tu... --ordena Carmen. --No creo que... --divaga Jaime, en medio de una situacion, violenta y embarazosa, ante la que no sabe como reaccionar. --Adios, Jaime, adios... --amenaza Carmen con finalizar la conversacion. --Cono. --Adios, adios... --Espera. --Diselo. --Julia, por favor, no vuelvas a intentar localizar a Carmen --por fin dice Jaime, que se lleva un dedo a la sien, escenificando locura, mientras que Julia frunce el ceno, visiblemente contrariada. Hace por hablar, pero Jaime se lo impide, tapandole la boca con la palma de la mano. --Que no lo vuelva a hacer --imagina Carmen la escena al otro lado del telefono. Puede ver a Julia muy enfadada, histerica, haciendo lo imposible por arrebatar el movil de Jaime. --No lo hara --trata Jaime de conservar el equilibrio, contentando a Carmen, manteniendo en silencio a Julia. --Si lo hace... --no concluye Carmen la frase. --No te preocupes. Tras un incomodo silencio de varios segundos, Carmen pregunta con desinteres: --?Que habeis encontrado? --Julia te lo acaba de enviar al WhatsApp. --Julia... --Si, ya lo tienes. Carmen abre una nueva fotografia en la pantalla del ordenador. En ella se puede ver a una mujer de unos treinta y largos, cuarenta tal vez, pelo rubio muy corto, cara delgada, mas atractiva que guapa, cuello muy estilizado, ojos amplios, luminosos, de un azul cielo, sin pendientes en las orejas, de piel blanca. Es una fotografia de Julia Nunez. --Ahora te llamo --interrumpe Carmen bruscamente la conversacion. Julia se separa de Jaime, se muerde los labios y golpea con fuerza su hombro derecho. --!Eres el puto perro de la pirada esta, el puto perro, puto perro, que lo sepas! --le recrimina con violencia. --Vete a la mierda. No se detiene Carmen a contemplar las tres imagenes que ha recibido en su telefono movil, directamente las reenvia a su cuenta personal de correo electronico. El dormitorio permanece a oscuras, apenas unos rayos de sol se cuelan por las primeras rendijas de la persiana. Sin embargo, Carmen se mueve con agilidad en la oscuridad, esta acostumbrada a ella. Abandona la cama, busca a sus pies la parte superior de un chandal azul marino con tres rayas blancas en las mangas, que se coloca a toda velocidad, no cierra la cremallera, y recorre el pasillo y el salon, entre una densa penumbra que fabrica un decorado fantasmagorico; en la cocina, introduce una taza de agua en el microondas, selecciona un minuto en el temporizador, escoge al azar un tarro de capuchino --varios tarros se apilan sin orden junto a la placa de vitroceramica, sobre la encimera--; lia un cigarrillo con tabaco, Cutters Choice; anade dos pastillas de sacarina al agua caliente y cuatro cucharadas de capuchino en polvo; se dirige al desordenado y oscuro salon, durante varios segundos contempla un cuadro de Alex Katz en el que aparecen dos mujeres caminando entre las dunas de una playa --Partida --, en la pared que prosigue al pasillo, y el sueno de la pasada noche regresa fulgurante y electrico durante un segundo. Enciende el cigarrillo y lo coloca sobre un cenicero de cristal, transparente, toma asiento en un sofa de cuero marron, frente a una pantalla de plasma de 50 pulgadas, bajo otra reproduccion de Alex Katz, Blue umbrella , que representa a una mujer con la cabeza cubierta con un panuelo y bajo un paraguas en un dia de lluvia. Conecta la pantalla de plasma y, ayudandose de un teclado inalambrico, accede a su correo electronico y comienza a examinar las tres fotografias que se ha reenviado desde su telefono movil. En la primera fotografia puede ver una blanca y palida mano de mujer, seccionada limpiamente donde arranca la muneca, con las unas pintadas de un rojo intenso. --Un corte limpio, una sierra electrica con toda probabilidad. Sin rastros de sangre, unas en perfecto estado, pintadas una vez fallecida --repite en voz alta lo que escribe en una libreta de pastas verdes. La segunda fotografia corresponde a un pie, seccionado a mitad de tobillo, igualmente blanco y palido, tambien limpio de restos de sangre, igualmente las unas perfectamente pintadas, pero en esta ocasion de un azul marino muy brillante. Con una pequena cicatriz junto al menique, no reciente , tal vez un corte de la infancia, deduce mentalmente Carmen. --?Te gusta el color? --se gira Carmen, y le pregunta al cuadro de Alex Katz que tiene a su espalda: Karen (La sonrisa de Karen ). En la tercera fotografia aparece un corazon humano, cortadas las arterias y venas a ras, dentro de una de esas bolsas de plastico transparente que se utilizan para conservar alimentos. --Vaya, ha pasado por el super --murmura Carmen Puerto, sin apartar la vista de la pantalla. Carmen abandona momentaneamente el sofa de cuero, se coloca en cuclillas delante de la pantalla y, como si estuviera escaneando o memorizando las imagenes, examina las tres fotografias centimetro a centimetro. Se detiene especialmente en las unas pintadas de la mano y pie, en sus llamativos colores. Bebe el resto de capuchino con un gesto de desaprobacion, ya frio, y a ella le gusta muy caliente, lia un nuevo cigarrillo, y marca el telefono de Jaime (JJ1 ). --?Por que habeis sacado el pie y la mano de sus bolsas? --le recrimina a Jaime, nada mas escuchar su voz. --Ahhh --duda Jaime, se lleva la mano libre a la nuca, centra su mirada en Julia, que continua furiosa--, para que se vieran mejor en las fotografias --concluye. --No alteres mortajas, hijo mio ... Habeis manipulado unas pruebas --le advierte Carmen. No puede evitar pensar en Hilario Pino cada vez que habla con Jaime. --Nosotros no hemos hecho nada, ya sabes... De todos modos, lo han hecho siguiendo el procedimiento, no temas, las bolsas tambien van a ser analizadas --trata de ser convincente Jaime. --Cuando hagan las pruebas los batiblancas descubriran que los restos corresponden a tres personas diferentes, a tres mujeres, con toda probabilidad. Pero esto no quiere decir que sean victimas preferenciales --explica Carmen Puerto mientras recorre con su mano la pantalla, tal si estuviera acariciando los miembros encontrados. --Tres mujeres... --intenta decir Jaime. Julia escucha cerca de su hombro. --Tres mujeres de mas o menos la misma edad, si, tres mujeres... --se detiene un instante Carmen, hipnotizada por el azul de las unas del pie--. Estan congelados todos los restos, y me atreveria a decir que hasta hace no tanto estuvieron en un congelador, a muy baja temperatura, veinticinco o treinta grados bajo cero. Seguramente, no se trata de un congelador domestico, mas potente. --Si, estaban congelados... --confirma Jaime, sorprendido. --Teneis que haberlos encontrado en un lugar muy publico, muy popular, necesita llamar la atencion, presentarse ante todos como es debido... a lo grande: es su carta de presentacion. Ya estoy aqui , nos esta diciendo --sigue hablando Carmen mientras no cesa de mirar las fotografias de la pantalla. --Carmen, los han encontrado en tres puntos diferentes -- le rectifica Jaime, y los labios y ojos de Julia fabrican un gesto de satisfaccion. --Joder, tres sitios diferentes, joder, mas a lo grande de lo que imaginaba... Va a por todas el hijo de la gran puta. --Si, en tres. --?Donde? --Madrid, Barcelona y Sevilla. --Joder, joder, si que apunta alto. --Si, y en lugares muy populares, como tu decias --una apostilla de Jaime que contraria a Julia. --Evidente. --El pie en Madrid, en la Plaza del Callao, a escasos metros del edificio Capitol. En Barcelona, en Plaza Catalunya, la mano. El corazon, en Sevilla, a unos pocos metros del Ayuntamiento. En los tres casos, dentro de papeleras, perfectamente envueltos, bien protegidos, en esas bolsas... -- le informa Jaime. --Esas bolsas que han estropeado. --Las van a analizar --repite Jaime. --?Ya hemos comprobado las camaras de seguridad? --Si, y de momento no hemos encontrado nada. --Nada, nada... --replica Carmen y amplia nuevamente las fotografias de los tres miembros. Conoce la posicion de las camaras , escribe Carmen Puerto en su libreta. --Estamos tratando de buscar con cuantas de las denuncias por desaparicion que tenemos coinciden. Estamos en ello, ya sabes... --le gustaria a Jaime ser mas preciso. --Con ninguna coincidira, ya te lo digo --sentencia Carmen y se dirige a la cocina para prepararse otro capuchino--. Todavia no hay denuncias. --?Tu crees? --Necesita llamar la atencion --dice Carmen a la vez que abre fotografias de los lugares indicados, a traves de la aplicacion de Google. --No te puedes imaginar la que se ha montado --comienza a decir a Jaime, pero Carmen lo interrumpe. --?Cuando los habeis encontrado? ?Con cuantas horas de diferencia? --pregunta Carmen, con un lapiz en la mano. --La mano de Barcelona, ayer por la noche. El pie de Madrid cuatro horas despues, sobre las dos de la madrugada y el corazon de Sevilla hace un rato... a las siete. En ese orden los hemos encontrado. --Vaya juerga que se ha metido el cabron --comenta Carmen. Anota en una libreta: BCN, ?sabado 31M/1J?, Mad 1J, ?Sev 1J/2J? --Estamos comprobando si le podria haber dado tiempo a una sola persona... --dice Jaime. --Le ha dado --y rodea con un circulo las abreviaturas de las fechas y de las ciudades anotadas. --?Tu crees? --escucha Jaime en su telefono el crujido, al quemarse, del papel del cigarrillo que Carmen esta fumando. --Estos han sido los fuegos artificiales... --masculla Carmen. --?Fuegos artificiales? --Volvera a matar --sentencia Carmen, al tiempo que despliega sobre la pantalla un programa pirata por el que puede acceder a las camaras de seguridad de los tres lugares en los que se han encontrado los miembros. --?Como? --Volvera a matar. Y no tardara en hacerlo. LUNES, 2 DE JUNIO DE 2014. 9:00 H. A pesar de la llamada que la saco de la cama poco antes de las ocho, Carmen Puerto se entrega a su rutina diaria. Como cada manana, salvo la de los domingos, a las nueve en punto conecta la camara del videoportero de la puerta al ordenador y aguarda la llegada de Jesus mientras fuma, toma un capuchino y escucha las noticias en la radio. Aunque ella misma ha sido la que ha construido y mantiene esta excusa a lo largo de los anos, en realidad no solo lo hace por esperar la llegada de Jesus. En estas esperas, frente a la pantalla del ordenador, cada manana contempla a sus personajes habituales: los clientes del bar de la esquina, en direccion a la Avenida de Andalucia, Manuel, el propietario del taller de motocicletas, y sus caracteristicos silbidos; la duena de la fruteria de la esquina, Rocio, ese anciano de estirado pelo negro que saca a pasear su perro, un boxer con el cuello blanco, a Monica, la dependienta de la pequena tienda de ultramarinos de enfrente. Con suerte, tambien puede contemplar Carmen a otras nuevas personas, desconocidas, anonimas, a las que asigna actividades y personalidades de todo tipo. <
>. Cuando era una nina, con su hermana Ana, Carmen Puerto jugaba a algo parecido, se asomaban al balcon y trataban de adivinar quien apareceria bajo el arco de la plaza. Contabilizaban los aciertos en una libreta y la que antes llegaba a diez era la ganadora. A las 9.02 h. aparece Jesus en la pantalla del ordenador. A pesar de que la imagen no es lo nitida que Carmen desearia, puede verle ojos de sueno y gesto de lunes. Carmen se reincorpora, apoya los antebrazos sobre el cristal que cubre la mesa. Repite Jesus la camisa negra, con doble cuello, que se compro en las ultimas rebajas y unos vaqueros gastados, manchados en la parte posterior de la rodilla izquierda, descubre Carmen. Como siempre, su bolsito azulon colgando de su hombro derecho. Y como casi siempre, justo despues de levantar la persiana metalica, Jesus se queda un instante, menos de un segundo, mirando hacia la camara del portal adyacente a su establecimiento. Tal vez sea su manera de desear buenos dias cada manana. --Buenos dias --dice nada mas dejar de verlo--. Karen, se ha cortado demasiado el pelo esta vez, le hace cara de tonto -- se gira Carmen sobre ella misma y le comenta al cuadro que tiene a su espalda. Como la mayoria de las ubicadas en la zona, la casa de Carmen Puerto cuenta con dos plantas, fachada estrecha, rectangular, rematada por una azotea. Calle Padre Pedro Ayala, barrio de Nervion, en Sevilla. Es una zona muy tranquila, familiar, con aspecto de pueblo en la mayoria de sus calles. Muy cerca de la antigua fabrica de cerveza Cruzcampo y de la Prision Provincial, < >, como se la conoce en la actualidad. Nada dejo al azar, la situacion geografica de la vivienda de Carmen Puerto surgio de un minucioso estudio previo: a menos de 15 minutos, caminando, de la estacion de tren de Santa Justa; a menos de dos kilometros, tras finalizar la Avenida de Andalucia, de la SE30 , que conecta con Cadiz, Huelva, Malaga y Cordoba; y a menos de 10 minutos, en coche, del aeropuerto de San Pablo. La planta baja de la casa de Carmen Puerto la ocupan la puerta de entrada, tras la que se encuentra la empinada escalera que conduce a su vivienda, y la peluqueria para < > de Jesus, Jesus Fernandez Cortes, su particular inquilino. Aunque exteriormente pueda parecer mas amplio, a tenor del tamano de la fachada, el piso de Carmen Puerto, situado en la primera planta del edificio, es relativamente pequeno: 66 metros cuadrados. Un dormitorio con dos ventanas que dan a la calle, pero que siempre estan cerradas, las persianas hasta abajo; un amplio salon cuadrado y oscuro; un cuarto de bano y una cocina rectangular, que concluye en un pequeno lavadero, en el que se eleva una escalera metalica, de caracol, que conduce a la azotea. Todavia sentada frente a la pantalla de plasma, Carmen da por concluida la conexion con la calle de esta manana, una vez que Jesus ha accedido a la peluqueria. Recupera las fotografias de los tres miembros seccionados que le han enviado Jaime y Julia. Contempla las imagenes una a una, las examina y analiza de forma individual, y a continuacion de manera colectiva, estableciendo posibles vinculos que desarrolla mentalmente. No escribe en su libreta, de momento. Visita las portadas de las ediciones digitales de algunos periodicos, necesita comprobar que, de momento, nadie ha filtrado la noticia. A traves de una de sus cuentas falsas, escoge @arga2 en esta ocasion, accede a la cuenta de Twitter de Pedro Gines, un periodista de < >, celebre por sus apariciones televisivas y por sus informaciones < >. --De momento este cabron no ha dicho nada --murmura Carmen, tras comprobar que su ultimo tuit es del 31 de mayo. A continuacion, como si alguien le indicase los pasos a dar, Carmen se coloca unas gafas de sol, unas Rayban metalicas con cristales verdes, descuelga un manojo de llaves de un clavo en la pared, a la izquierda del cuadro de Alex Katz de las dos banistas que pasean relajadamente entre las dunas y se dirige a la cocina. Se prepara un capuchino: agua muy caliente, cuatro cucharadas y dos comprimidos de sacarina. Introduce una de las llaves en la cerradura de seguridad de la reja metalica negra que separa la cocina del lavadero. Una lavadora, un pequeno tendedero y tres estanterias de pvc . Nada mas comenzar a subir la escalera de caracol, escucha: <>, que exclama un My Little Pony de tonos violetas, rosas y grisaceos, con voz aguda de cuento infantil, sentado en el septimo peldano. La voz del pequeno unicornio no sorprende a Carmen Puerto, que se detiene a medio camino de la escalera e introduce una llave en la cerradura que hay en la trampilla del techo. Ayudandose de las dos manos levanta la portezuela de acero y una avalancha de luz, de rayos de sol, se proyecta sobre su rostro. Por unos segundos, instalada en la oscuridad, Carmen Puerto se siente indefensa, vulnerable, atropellada, a pesar de la proteccion de las gafas. Aun asi, la rutina traza el recorrido, repite los movimientos de cada manana, tiene memorizadas todas las distancias, y accede a la azotea sin mayores complicaciones. Flanqueada en sus cuatro costados por un tupido y alto canizo artificial, desde la azotea de Carmen solo se contempla el cielo, interminable y azul, como una infinita cupula monocolor. Ningun edificio, antena o similar a la vista, como si se tratara de un lugar en mitad de la nada o por encima de todo. Carmen Puerto camina hasta la parte delantera, donde se alza la fachada principal del edificio hacia la calle Padre Pedro Ayala y ayudandose de una manguera azul marino riega un amplio arriate donde crecen sus plantas de marihuana. Verdes y frondosas, rezuman salud y atencion permanente. Comprueba el estado de las hojas, busca imperfecciones, examina el color y grosor de los tallos, toca la tierra para cerciorarse de que la humedad es la adecuada. Seguidamente, busca en la parte inferior de un armario de aluminio una llave, oculta en la parte interna, que no tarda en encontrar. Abre el armario, de la balda superior coge un cenicero, papel de fumar y boquillas marrones, un encendedor y una cajita de madera. Toma asiento en una hamaca de lona, en el centro de la azotea, y lia dos cigarrillos con marihuana. Durante unos segundos contempla el cielo, sin nubes, azul, monotematico, que lo cubre todo, mas alla de los canizos que la protegen de posibles miradas. A continuacion, con naturalidad, es un ritual que repite la mayoria de los dias que luce el sol, se despoja del chandal azul marino que la cubre, tambien de la ropa interior, bragas y sujetador blancos, de algodon, y desnuda se deja caer sobre la hamaca. Comienza a fumar la marihuana con los ojos cerrados. Sigue teniendo Carmen un cuerpo menudo y armonico, los anos aun no se han cebado con ella; su piel continua siendo palida y tersa, con un mapa de pecas en el pecho y en las mejillas. Delgada, de ojos inquietos, de un marron miel, nariz con intencion aguilena. Desde los veinticinco, dentro de unos meses cumplira cincuenta anos, Carmen tine su pelo de una intensa tonalidad cobriza que subraya la delgadez de su rostro. Raramente usa pendientes, anillos o pulseras, como en tantas otras cosas es una mujer sencilla, austera. Si tuviera que elegir Carmen una parte de su cuerpo se decantaria por sus manos, puede que lo haya confesado en alguna ocasion, afiladas, de unas cuidadas, jamas pintadas. Le gusta mirarlas cuando habla por telefono o cuando fuma marihuana desnuda en la azotea, como en este momento. Pero ahora, Carmen no mira sus unas, sigue reproduciendo las tres fotografias que le han enviado Jaime y Julia. Trata de establecer conexiones, puentes, con otras imagenes similares que conserva en su memoria. Una mano, un pie y un corazon congelados, envueltos en bolsas de plastico de las que se emplean para la conservacion de alimentos. < >, deduce. -
Increiblemente tu de Aida Ramos
https://gigalibros.com/increiblemente-tu.htmlNayra vive una vida aparentemente ideal, una familia feliz, una gran amiga, un novio que parece perfecto, un trabajo en una importante entidad bancaria. Pero el destino tiene algo muy distinto preparado para ella y, como si de un castillo de naipes se tratara, su vida empieza a desmoronarse.
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La mirada de la ausencia de Ana Iturgaiz
https://gigalibros.com/la-mirada-de-la-ausencia.htmlUna fascinante novela historica con tintes romanticos ambientada en el Bilbao de finales del siglo XIX.
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La mitad de la noche de Mayra Montero
https://gigalibros.com/la-mitad-de-la-noche.htmlUn domingo de agosto de 1926, cuando Magdalena Laparra ha vuelto de Cuba para pasar las vacaciones con su familia, coge a sus dos hijos, uno de cada mano, y se mete al mar en la playa de Biarritz con la intencion de ahogarse. La nina de siete anos, Elsa, advierte algo extrano en la actitud de su madre y consigue escapar tras un forcejeo. El nino pequeno en cambio, de solo dos anos, muere ahogado y Magdalena es internada en un psiquiatrico por el resto de su vida.
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Amos y Mazmorras VII de Lena Valenti
https://gigalibros.com/amos-y-mazmorras-vii.htmlAmos VII
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Un conflicto sin fin de Lorena A. Falcon
https://gigalibros.com/un-conflicto-sin-fin.html -
La vida de la letra de Manuel Longares
https://gigalibros.com/la-vida-de-la-letra.htmlPor primera vez se reunen en un volumen con el titulode La vida de la letra las tres primeras obras de ManuelLongares, aparecidas entre 1979 y 1992. En este periodoel autor publico La novela del corse, Soldaditos de Paviay Operacion Primavera, que agrupo posteriormente bajoese titulo de <
>, que la presente edicionconserva. Estas obras de caracter experimental y degenero incierto en las que la narracion adopta formulasensayisticas o teatrales, constituyen un encendido homenajea la literatura, porque a diferencia de las ficciones, dondela imaginacion del autor se sirve de su experienciade la realidad para poner letra a la vida, en estas tres obrasse hace exactamente lo contrario, es decir, se da vidaa la letra. -
No te olvides de mi de Carlos Fonseca
https://gigalibros.com/no-te-olvides-de-mi.htmlLa Transicion no fue el periodo modelico que muchos politicos pregonan, sino una etapa conflictiva y tragica, en la que decenas de personas perdieron la vida intentando asentar las fragiles libertades que comenzabamos a recuperar frente a quienes defendian la pervivencia de un franquismo sin Franco.
Yolanda Gonzalez Martin, una estudiante bilbaina de 19 anos, fue una de esas luchadoras anonimas. Ni fue la primera ni seria la ultima victima de aquel tiempo convulso, pero las circunstancias que rodearon su brutal asesinato en febrero de 1980 en Madrid la convirtieron en el simbolo de una generacion de jovenes idealistas que se echo a la calle decidida a cambiar el mundo. -
Le llamaban Bronco de Laura Sanz
https://gigalibros.com/le-llamaban-bronco.htmlTexas, 1868
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La improbabilidad del amor de Hannah Rothschild
https://gigalibros.com/la-improbabilidad-del-amor.htmlUna novela deslumbrante sobre el amor, un famoso cuadro desaparecido y un oscuro secreto del pasado. Una brillante combinacion de thriller, romance y satira sobre el mundo del arte.
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Algun Dia, Hoy de Angela Becerra
https://gigalibros.com/algun-dia-hoy.htmlEn una noche de tormenta y barro nace una nina bastarda a la que, creyendola muerta, bautizan con el nombre de Betsabe. Nadie sabe que en su interior lleva la fuerza de la feminidad, asi como la magia y la rebeldia que la haran superar todos los obstaculos. Creara un vinculo indisoluble con su hermana de leche, Capitolina, una pobre nina rica, y ninguno quedara indiferente a su mirada de fuego. Ni siquiera Emmanuel, el revolucionario frances salido del Montparnasse mas artistico que, al conocerla, caera enfermo de amor.
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Las rosas de las espinas de Alexandra Martin Fynn
https://gigalibros.com/las-rosas-de-las-espinas.htmlElizabeth Colt, la propietaria de la fabrica de revolveres mas importante de los Estados Unidos, se hallaba trabajando frente al pequeno escritorio que habia dispuesto en su alcoba. A traves de los enormes ventanales, enmarcados por cortinas satinadas, se atisbaba el hilo ceruleo que comenzaba a ganar la batalla a la noche. Una lampara de aceite iluminaba el gesto concentrado de la mujer, que respondia a la carta que le habia enviado Abraham Lincoln. Desde que iniciara la Guerra de Secesion, un ano atras, la demanda de armas se habia duplicado y la compania recibia permanentes presiones por parte del Gobierno. La elegante caligrafia de la <
>, tal como la llamaban, ornaba las paginas de la misiva que dirigia al jefe de Gobierno: Respondiendo a su inquietud, senor presidente, confie en que la compania Colt seguira funcionando al maximo de su capacidad para apoyar su magnifica gesta. Si los mas de mil empleados con los que cuento no alcanzan para sostener la produccion, contratare a mil mas. Debemos ganar esta guerra, para que el sueno de la libertad de los esclavos se vuelva realidad. Si los estados del sur se independizan de los Estados Unidos y fundan una nacion basada en el trafico de personas, la humanidad toda habra fracasado. Esta fabrica no descansara hasta que la Union se alce victoriosa. La mujer debio abandonar la tarea por un momento para limpiarse la enrojecida nariz. Desde hacia dos dias no paraba de toser y estornudar. Sin duda, aquella indisposicion era consecuencia de todos los pesares que habia debido sobrellevar en los ultimos diez meses: su esposo habia fallecido el pasado enero, victima de la enfermedad de la gota y, en agosto, debio afrontar la perdida de su embarazo, que se encontraba en estado avanzado. Aquella criatura que llevaba en el vientre habia sido el unico consuelo frente a la muerte de Samuel. Pero el destino se llevo tambien a su pequena nina, dejandola devastada. En aquel momento, entro en el cuarto la senora Witts, el ama de llaves de la mansion. Cualquiera la hubiera confundido con la duena de la casa, de tan orgullosa y augusta que era su postura. --Buenos dias, senora --saludo--, ya son casi las seis de la manana, ?desea que le haga traer una taza de chocolate? --Buenos dias, querida. En un rato, por favor. Aun no termino con esto --respondio Elizabeth, entre toses. --En media hora le hare subir el servicio. La mujer ya se retiraba, pero se volvio y dijo: --No lo tome a mal, senora, pero, ?me permite hacerle una sugerencia? --Por supuesto. --Quiza le convendria guardar cama, al menos por un par de dias. Y llamar al medico. Aunque usted insista en ignorarlo, es evidente que esta cursando un fuerte constipado. Elizabeth desestimo aquello con un ademan y replico: --Querida, agradezco mucho su preocupacion, pero no tengo tiempo para caer enferma. Estamos en guerra; no puedo permitirme ni la debilidad ni el descanso. --Lo se, senora, pero… --Tengo apenas treinta y cinco anos. Dormire cuando sea vieja. En aquel momento, una doncella entro a la habitacion. --Senora Colt, disculpe la interrupcion --dijo--. Acaba de llegar un jinete; un soldado. Dice que trae una carta urgente de parte del comandante del Ejercito del Potomac, el general George McLellan, y que debe entregar el sobre en mano. Le dije que usted no estaba en condiciones de recibirlo, pero el insistio mucho. Ante la mencion de su viejo amigo, Elizabeth se envolvio en su pesada bata e indico: --Que pase a verme. --Pero... !usted esta en ropa de cama! --reclamo el ama de llaves. --El cabalgo tres dias seguidos desde Arlington Heights para llegar aqui y no lo voy a tener esperando. Hagalo subir y prepare un cuarto para que el pobre se asee y descanse. Las dos empleadas se retiraron y cerraron la puerta tras de si. El joven militar se mostro avergonzado cuando sus botas dejaron un reguero de barro en la lujosa alfombra Aubusson. Estaba tan sucio que el azul de su uniforme casi no se distinguia bajo las capas de polvo que lo cubrian. No acepto la invitacion a sentarse, por temor a dejar inservible la silla que le ofrecian. --?Cual es su nombre, muchacho? --se intereso Elizabeth. --Gregory Hall, senora. --Muy bien, Gregory. Digame, ?cual es el mensaje que desea entregarme personalmente? --El comandante McLellan me pidio que le de esta carta. Debo aguardar a que usted escriba la respuesta, para llevarsela a el lo antes posible. --La leere en este mismo instante. Ahora, vaya con la senora Witts. Ella le esta preparando un cuarto para que pueda lavarse, comer y descansar un poco. --Le agradezco su generosidad, senora Colt, pero debo partir lo antes posible. Si tengo sueno o hambre, no tiene importancia. Debo responder a mi comandante. Elizabeth sonrio. Era sabido que McLellan era idolatrado por sus tropas. --Si no come ni duerme, caera rendido en el camino y no podra cumplir la orden de su superior --la mujer tiro del cordel que llamaba al servicio--. El ama de llaves lo acompanara. El muchacho agradecio y siguio los pasos de la empleada. Cuando se encontro a solas, Elizabeth rompio el sobre con el sello del Ejercito y leyo la carta que contenia. De inmediato comprendio porque McLellan no habia utilizado ni el correo militar ni el telegrafo para comunicarse con ella. Arlington Heights, Campamento General del Ejercito del Potomac, 5 de octubre de 1862 Querida E.: Espero que te encuentres muy bien y que el pequeno Caldwell este creciendo sano y fuerte. Lamento mucho no haber podido visitarte luego del fallecimiento de tu esposo. Bien sabes el afecto y el agradecimiento que le he profesado a lo largo de estos anos, pues el ha sido para mi una fuente invalorable de inspiracion y apoyo. Yo me encuentro bien, aunque mi alma sangra por el resultado de la batalla de Antietnam. Obtuvimos una victoria sobre el ejercito que comanda el general Lee, pero eso no me brinda mas que la tibia satisfaccion de haber cumplido con mi deber. En un solo dia perdi a 12 000 soldados, entre muertos, heridos, prisioneros y desaparecidos. Desde el parapeto en el que me encontraba mientras se producia la lucha, vi a mis muchachos caer y amontonarse como pilas de carne inerte. Y observe a los sobrevivientes, arrastrando sus maltrechos espiritus, con los miembros agarrotados y los ojos secos de tanto llorar a sus companeros. Al final de aquella dramatica jornada, recibi ordenes de Lincoln en las que me instaba a lanzarme, de inmediato, tras las tropas confederadas. Su plan era cortar la retirada a Lee, antes de que el pudiera reponerse de sus perdidas en el campo de batalla. Sin embargo, desoi sus demandas, pues hacer aquello hubiera implicado sacrificar miles de hombres mas. El se niega a comprender que hoy no cuento con los recursos necesarios para asegurar una victoria: los regimientos estan mermados y las municiones escasean. Tambien tenemos una urgente necesidad de nuevas armas, pues muchas de las que teniamos se averiaron en la refriega y hemos perdido miles a manos de los rebeldes. Tengo la conciencia tranquila, pues se que mi decision fue acertada. Sin embargo, todos se han vuelto en mi contra: los politicos, los oficiales y los periodistas opinan que soy indeciso y cobarde. Peor aun; me llaman traidor, por haber dejado escapar a Lee. Y Lincoln sigue presionandome para que lance mis tropas al campo de batalla, aun en la precaria situacion en la que se encuentran. Yo resisto en mi conviccion, pero se que, mas temprano que tarde, seran sus ordenes las que se ejecuten. Por ello, me urge recuperar mis recursos. Nuestro ejercito sera arrasado si no contamos con armas suficientes antes de una nueva lucha. En suma, necesito tu ayuda. No te pedire nada en concreto, pues lo ultimo que deseo es comprometerte. Si lo unico que puedes enviarme son palabras de aliento, estas seran para mi un tesoro en este escenario de desolacion. De mas esta decir que esta comunicacion y todas las que sigan, sea cual fuere su naturaleza, deben mantenerse en el mayor de los secretos. Si envias a alguien a reunirse conmigo, asegurate de que sea una persona de nuestra mutua confianza. Recelo de todo el mundo. Tuyo, G. Elizabeth dejo la carta sobre el escritorio y se tomo el rostro con las manos. Penso que McLellan debia estar realmente desesperado para ponerla en una situacion tan delicada como aquella. El no podia ignorar que, si se descubria que ella le habia enviado armas de manera ilegal, aquel seria el fin de la compania Colt. Y habia sido inteligente al elegir las palabras que estampara en su carta: ?como podria alguien negarse a brindar una ayuda que evitaria la muerte de miles de seres humanos? La mujer se restrego los ojos, como si de ese modo pudiera aclarar su vision. Pero solo un cumulo de ideas contradictorias se enredaron en su mente. --Si tan solo Sam estuviera aqui… --susurro. Entonces, se puso de pie y se acerco a la enorme pintura en la que estaba plasmada la figura de su esposo. Y con un suave ademan, extendio la mano para acariciar el marco dorado. --?Que debo hacer, querido mio? --le pregunto a la imagen del retrato. Elizabeth sabia muy bien que el padre del comandante habia sido una persona muy importante para Samuel Colt. Su apoyo habia sido clave en un momento en el que el contexto economico y politico se presentaba muy adverso para el inventor de armas. Tan estrecha se volvio la amistad entre ambos que, en el lecho de muerte del anciano doctor McLellan, Samuel le juro que velaria por el porvenir de sus dos hijos varones. Dado ese compromiso, Elizabeth estaba segura de que su esposo hubiera deseado que ella honrara la promesa hecha a un moribundo. Aquella certeza la inclinaba en favor de enviar la ayuda que el militar le solicitaba. Por otra parte, ella no dudaba de que McLellan ansiaba salvar la vida de miles de soldados; una gesta que apoyaria cualquier persona con corazon. Sin embargo, comprendia cabalmente que enviarle armas al comandante, sin la anuencia del Gobierno, era una jugada que podia poner en riesgo el futuro de su fabrica y de todo aquello por lo cual ella y su esposo habian luchado tanto. Urgida por resolver su conflicto interior, la mujer unio las manos en oracion. Su padre, el reverendo William Jarvis, le habia inculcado el camino de la fe, y ella lo transitaba cada vez que necesitaba reunir fuerzas para salir adelante. En aquel momento, requeria mas que nunca la guia del Senor, pero de El solo obtuvo un angustioso silencio. Agobiada por la roca que le pesaba en la espalda, volvio a dirigir la mirada a la imagen de su amado. Fue entonces cuando los primeros colores del alba iluminaron la habitacion y un reflejo rojizo parecio dar vida al retrato de Samuel Colt. A Elizabeth se le empanaron los ojos y, por un instante, tuvo la impresion de que el le sonreia. Entre lagrimas, tomo aquello como la senal que estaba esperando y se sintio algo mas aliviada. En su corazon y en su mente, la decision estaba tomada: no ignoraria el pedido del general McLellan, en honor a todo lo que su padre habia hecho por Samuel Colt. Y, menos aun, dejaria indefensos en la batalla a miles de soldados que luchaban por una causa noble. Estaba dispuesta a correr los riesgos que fueran necesarios. Con la decision asumida, regreso a su escritorio, coloco la mano sobre la carta que habia estado escribiendo a Lincoln y dijo, en voz alta: --Perdoname, Abraham, por hacer esto a tus espaldas. Es en beneficio de tu causa. Con algo de alivio por la resolucion adoptada, era menester reflexionar acerca de como instrumentar la ayuda que le ofreceria a McLellan. Lo primero que debia decidir era que tipo de armamento enviar. Sabia que al comandante le convendria recibir rifles Springfield, los mismos que el Ejercito distribuia entre los soldados; pero aquello no seria posible. Deshacerse de un gran numero de armas largas implicaria incumplir el contrato que la Colt habia firmado con el Gobierno y aquello resultaria en multas monstruosas para la compania. Elizabeth decidio, en consecuencia, entregar revolveres que, ademas, serian mas simples de transportar de incognito. George habia mencionado que muchas de las armas con las que contaba se habian averiado en batalla. Ella sabia que algunas podrian ser reparadas por sus empleados, pero la fabrica no podia prescindir de los brazos de sus operarios, dada la enorme cantidad de trabajo que tenian pendiente. Sin embargo, si se reordenaban los turnos y se ajustaban algunos procesos, podia hacer el sacrificio de enviar algunos hombres. Pero solo serian unos pocos; los suficientes para sacar del aprieto a McLellan. La idea era que los enviados permanecieran unos dias en el campamento militar, tratando de arreglar la mayor cantidad de revolveres y rifles que fuera posible. Ahora Elizabeth debia pensar en quienes serian las personas idoneas para realizar semejante labor. Sin duda, deberian ser excelentes trabajadores, ademas de hombres de su entera confianza. Casi sin proponerselo, tres nombres acudieron a su mente: William Green, George Arlen y Jim Carson, tres obreros que, ademas de ser excelentes personas, eran incansables y muy capaces. Los tres habian sido esclavos fugitivos que, tras su huida, se refugiaron en la fabrica de Colt, al amparo de Samuel y de ella. Y Elizabeth sabia que el honor de aquellos hombres haria que dieran su vida por cualquier causa en la que ella se embarcara. Por ultimo, McLellan habia enfatizado que, si ell -
La nina de sus ojos de Vicente Muleiro
https://gigalibros.com/la-nina-de-sus-ojos.htmlEs aca, sobrina, donde se levanta ese elefante de hormigon. Ahi vivieron. Desde ya, no en este cuadrupedo cargado de signos, la Biblioteca Nacional, construida con una forzada modernidad destinada a envejecer al dia siguiente de su inauguracion. No. En el Palacio Unzue, emplazado entonces en esta gran manzana: Aguero, Libertador --que en este tramo se llamaba Alvear--, Austria y Las Heras. Ahi vivieron, y ahi trabajo mi tio y tu tio abuelo Blas, un personaje al que llegue a conocer. ?Que se puede ver que ellos tambien hayan visto? Un ejercicio posible: contemplar las copas de los arboles que persisten y se trenzan en lo alto, tener la suerte de que la brisa del rio solape la cara y el pecho mientras se mira hacia arriba, dejandose encandilar por las fugaces estrellas solares que se filtran en la espesura. Puede que Peron y Nelly hayan compartido esas suaves epifanias; puede que Peron, contaminado por la adolescencia de ella, haya sentido otra vez la libertad intemporal de una promesa. Aca es. En la barranca que cae hacia la avenida quedan restos del jardin que disenara Ruben Dario. Pero las plantas de ambar que el poeta hizo sembrar ya no estan; las veinte palmeras arracimadas sobre el estanque esfumado, tampoco; al pino inclinado con claveles del aire que besaban el tronco, no se lo ve. Es sobre esa pared de enfrente que alguien escribio <
> cuando Eva agonizaba a unos pocos metros. Nelly no se propuso reemplazarla. Tenia apenas catorce anos cuando se instalo en el Palacio, a principios del 54, pero suficiente lucidez para darse cuenta de que por ese camino no lo iba a encontrar a Peron. Ella le ofreceria otras pulsaciones de la devocion. Del Palacio Unzue, estrictamente de la planta del Palacio Unzue, no queda nada. Sobre la calle Austria, el Instituto Nacional Juan Domingo Peron, y el cafe donde el, muneco de marmol, sonrie desde una mesa, no son restos de aquella construccion porque todo fue condenado al derribo. Rugientes excavadoras y rencorosas piquetas ascendieron a los trompicones por la barranca con el objetivo fundamental de aniquilar a sus fantasmas por orden del general Pedro Eugenio Aramburu, que detentaba la presidencia. Durante su enfermedad, Eva habia desatado tambien aqui las desmesuras de su entrega fundacional. Cuando agonizaba en su cuarto del primer piso, los umbrales de la residencia se convirtieron en un centro de peregrinacion y de vigilia; tras su muerte, fue uno de los santuarios donde muchos trataron de enjuagar una pena huerfana. Si buscas en Internet, podras encontrar la filmacion, de poco mas de un minuto, de la demolicion aquella. Con voz deportiva y celebrante, el relator del noticiero cinematografico presenta la destruccion como un inevitable capitulo del progreso urbano. Las paredes caen como bombardeadas desde las costas de Normandia, en el ambito estallan los bloques de cemento contra el piso y un polvo de muerte ocupa el espacio. No es facil suponer que habra encontrado aquella brigada salvaje. ?Manuales de historia militar en la biblioteca? ?Un triste zapato de tacon? ?Los lapices siempre afilados y en fila de Peron, como otro peloton a sus ordenes? Es posible que no, que nada. Hay que recordar que, tras el golpe del 55, grupos de saqueadores ingresaron como un tropel de furia a robar y a burlarse de la intimidad de los derrotados y los muertos. El vestuario de Eva fue conservado para su exhibicion insultante, para que la plebe supiera de los lujos y exorbitancias en las que pueden caer los resentidos y las putas cuando el poder y los amasijos de la historia les dan un lugar. Pero no saben, no tienen ni idea de hasta donde pueden llegar dos guachos --como Peron y Eva-- si les es dado disfrutar de sus conquistas en un palacio afrancesado, como el Unzue, comprado por el Estado nacional para salvar a unos ricatolicos en desgracia y destinarlo a residencia presidencial, con sus insomnes leones de piedra blanca, su galeria flanqueada por columnas de gloria, su majestuosa escalera en Y. No saben: Peron y Eva se trepaban a las barandas de esa escalera y reconstruian alli los juegos de toboganes placeros que no habian disfrutado a su debido tiempo. La ausencia de infancia la prolonga para siempre, dijo un poeta diestro en paradojas. Desde el primer piso se montaban en las barandas, el a la derecha y ella a la izquierda. La voz de partida la daba ella, porque decia que siempre era justa y que, en cambio, el era ducho en triquinuelas. Se lanzaban a caballo desde la baranda y llegaban al unisono, o sea que la diferencia sobre quien de los dos apoyaba primero el pie era de decimas de segundos. Peron cantaba !gane! y Eva protestaba. En esas competencias los encontro una vez el padre Leonardo, que llegaba a intercambiar opiniones sobre conflictos terrenales. Eva le exigio: Padre, usted se me queda en la punta de la escalera y dictamina, como si fuera la voz del Senor, quien de los dos pone primero el pie en el suelo, porque este es un vivo. Y el cura los vio: dos saetas sonrientes, zigzagueando sobre los pasamanos redondeados de marmol, sin concederse nada, concentrados, sin mirarse siquiera de reojo para hacerse de la contienda. !Peron!, canto el cura. El se dejo ganar la siguiente carrera, pero Eva se dio cuenta y le dio un ataque de furia. La misma sensacion de frescura y clandestinidad sentian acaso cuando se preparaban para salir a una funcion de gala. Peron, con frac; Eva, con el calce de un vestido disenado en Europa. Van a decir de todo, menos que esta ropa no nos queda bien. Y partian del brazo y abrazados por el mismo burbujeo pecador, por la certeza de compartir una agradable sobrecarga jocosa al saludar al personal de Cancilleria, a los dignatarios del cuerpo diplomatico. Esos juegos, y otros mas graves, se derrumbaban junto con los esplendidos balcones que se habian dejado acariciar por el jardin; se hacian humo como las alfombras persas y los cortinados que alguna vez habian enmarcado la pose radiante de Eva. En esas semanas de demolicion alguien creyo escuchar su gemido por las noches, pero se trataba de roces del viento entre las paredes despenadas, soplos de brisa sobre los pedazos de una puerta que, en lo alto, daba al vacio sobre la calle Austria, extranas figuras de derrota aptas para la circulacion de espectros, hasta que al dia siguiente esos restos de vida habitada tambien caian bajo el dictamen de una masa vengadora. Pero el encuentro de Nelly con Peron no se produjo alli. Se produjo en la Quinta de Olivos, entonces residencia de descanso para los fines de semana e, impensadamente, una de las sedes de la Union de Estudiantes Secundarios (UES), en este caso para el recreo de las senoritas, segun la iniciativa del ministro de Educacion, Armando Mendez San Martin, quien habia cargado sobre si la responsabilidad de distraer a su jefe tras la concentrada soledad que respiraba luego de la muerte de su mujer. Nelly, Nelida Haydee Rivas, Nelita, vivia en San Telmo; era la hija de la portera de una casa de departamentos en Chacabuco al 1200. Habia crecido en las penumbras sepias de un hogar pobre y concurria al segundo ano del colegio profesional, que entonces preparaba a las mujeres en el arte de dejar caer una milanesa en la sarten y en las murallas defensivas de su monte de Venus. Sin proponerselo, Nelly gozaba de un raro ascendiente entre sus companeras que estaba dado por su circunspeccion, la firmeza de sus palabras, su seguridad motriz y la capacidad resolutiva para las nimiedades de la vida escolar. No le habia dicho ni a sus padres, ni a sus mas cercanas companeras de curso, que acariciaba el deseo de entregarse al Senor, que la indefinible intensidad con que cargaba su persona requeria una resolucion fuerte, con alguna variante del absoluto. Ese absoluto no podria ser otro que Dios mismo. Los espacios de consagracion deberian ser amplios, silenciosos y secretos como un templo, lejos del rumor humano; su habitat cotidiano, una celda donde no entrara una mota de polvo; su cuerpo, una piedra blanca, lisa e ignorada. El rumor mental de su solipsismo se complacia con esas imagenes pero, al contrario de su impulso inmaculado, las visceras le respondian a su imaginacion con un cosquilleo indefinible que subia y bajaba de su vientre a su garganta, de su garganta a su vientre. Cuando el curso tuvo que elegir a la delegada de la UES, su triunfo no deseado fue comodo: era la chica mas carismatica, aunque ese carisma no se apoyara en despliegues jocosos o liderazgos sonoros. Se nego a aceptarlo, mira vos. No estaba en el mundo para los esparcimientos deportivos y los cielos abiertos. Pero los maestros y los padres coincidieron en que una apertura a la expansion corporal podia combatir cierta palidez que a ellos les preocupaba. Decidio probar para complacerlos, con la salvedad de que, si la actividad le disgustaba, renunciaria de inmediato. Peron eran dos silabas vibrantes en la casa de Nelly, en ese cuarto de prestado al que el padre llegaba de la fabrica de chocolates Noel y donde la madre descansaba de sacar brillo a los corredores. Era, Peron, alguien a quien borrosamente se le debia la digna subsistencia, pero mas aun la promesa de salir alguna vez de ese cuartucho donde los tres se escuchaban la respiracion por las noches, acostumbrados ya al aroma de sopas o fritangas que seguia flotando a la hora de conciliar el sueno. En algun lugar, a Nelly le importaba mas conocer al Presidente, ese mito casero, que hacer deportes, subirse a una motoneta o respirar hondo, entre la arboleda, el aire rioplatense. -
Los Guardianes de Javier Perez Campos
https://gigalibros.com/los-guardianes.htmlAparecen en los limites de la vida, cerca de tu ultimo aliento.
A veces son solo una voz. Otras, una presencia.
Te guian, te ayudan y luego. desaparecen.
Todas las culturas han hablado de ellos, pero durante siglos han sido olvidados. Es la hora de sacar a la luz una antigua verdad.
?Quienes son los Guardianes?
En esta nueva investigacion, Javier Perez Campos ha seguido de cerca el fenomeno de las apariciones que salvan vidas. El resultado es un documentado relato en el que el autor recorre el tiempo y el espacio para conocer a los protagonistas de estos fenomenos. En su perseverancia para desentranar el misterio, incluso ha llegado a someterse a experimentos para generar fantasmas. -
Tierras de niebla y miel de Marta Abello
https://gigalibros.com/tierras-de-niebla-y-miel.htmlOceano Atlantico, marzo de 1899 Decidio marcharse el dia del eclipse, bajo el influjo de la luna roja. Compro un nombre falso, fingio su muerte y con el miedo en las entranas huyo de Nueva Orleans. A sus veintitres anos y quebrando su destino, Martina de Icaza regresaba a Cadiz. La bocina del vapor Montevideo atrono sobre las aguas del Atlantico, tintadas de purpura al atardecer. La joven, vestida de seda negra y tafetan, aferro con sus manos enguantadas la barandilla de popa. Se sintio observada, sin mas certeza que su instinto. Solo estaban ella y aquel mar de duelo dibujando una fragil linea entre el pasado y el futuro. --Senorita… !Si esta lloviendo! ?Que hace aqui? --Erlinda, su doncella mulata, surgio de entre las sombras y luces de la cubierta de botes--. Ya le he planchado el vestido para la cena. !Llevo horas buscandola! La cotidianeidad ahuyento su desazon. Toda la audacia mostrada en la huida desaparecia al recordar los dedos frios de Conrado sobre su cuello, la traicion, el infierno. Sujeto las cintas de su capota de crespon que el viento pretendia arrebatar y se apresuro hacia las escotillas que conducian a los camarotes de segunda clase. --!Ay, senorita! !Digame que no estoy beoda! --El buque escoraba a estribor haciendoles perder pie. Huerfana y criada en uno de los hospicios catolicos de Nueva Orleans, Erlinda solia contar que las monjitas la encontraron hacia dieciocho anos junto a un tonel de miel de cana del muelle y que por eso su piel tomo el color del mar Caribe. Martina siempre prefirio su compania a la de otras sirvientas y ahora era su ancla para no desfallecer ante el humillante regreso a la casa familiar. La osadia de abandonar a Conrado traeria consecuencias: quizas su padre quisiera obligarla a volver o internarla en un convento; quizas su madre intercediera para evitarlo. El final de la alfombra de arabescos del pasillo de camarotes les anuncio que habian llegado al 201, uno interior de cuatro literas situado en popa que compartiria durante los dieciseis dias de travesia con las hermanas Williams, dos viajeras neozelandesas que habian embarcado en La Habana. Las vibraciones de los motores y los gemidos del buque, mas perceptibles en la madrugada, le daban noches insomnes, pero era lo que habia podido pagar. Su partida a America fue en una lujosa suite de primera, con vientos a favor durante la travesia y cenas con aristocratas y estrellas del canto; su vuelta, en un oscuro camarote de segunda y el mar enfurecido. Aun asi, contaba con un colchon confortable, lavamanos con agua fria y caliente y un timbre electrico para llamar al servicio. La libertad no necesitaba ostentacion ni toallas de algodon egipcio. Palpo la limosnera que llevaba a la cintura, alli donde guardaba la cedula de identidad falsa que la identificaba como Catalina Valdivia, viuda, residente en Sevilla. Una mascara para protegerse ante preguntas incomodas. Quisiera Dios que su esposo no descubriera su treta, pero, si lo hacia, aquella cedula despistaria sus pesquisas. Apenas le quedaban unos dolares de plata tras el pago de los pasajes y volvio a contarlos uno a uno, como quien custodia un tesoro. Descorrio la cortina de su litera y se sento en ella sujetando entre sus manos la novela que habia tomado prestada de la biblioteca del barco, Juana Eyre. Acaricio la portada color sepia y la abrio por una de las paginas doblada en la esquina superior: <
>. Suspiro. Ya no creia en hados ni predestinaciones. Solo en causas y efectos. --!Hoy ha caido un hombre por la borda, senorita! --Erlinda se santiguo descolgando del armario un vestido de crepe y muselina negra mientras le daba su parte del dia--: Y dos soldados de Cuba estan en la enfermeria de infecciosos y… Con el rizador de pelo en la mano, Erlinda parloteaba apremiandola a asearse y vestirse. Senalo con desden el desorden en las camas de sus companeras de camarote. --Son de la mala vida, que se lo digo yo --dijo enrollando un mechon en el tubo caliente--. Dos mujeres que andan mas cerca de los cuarenta que de los treinta, que viajan solas y no usan corse… Y huelen a jazmin, !como las prostitutas de Nueva Orleans! Martina cabeceo riendo: --Son intelectuales, Erlinda. Mujeres listas que viajan por el mundo. Indiferente a las vidas y cuitas de sus pasajeros, el veloz vapor de la Compania Trasatlantica surcaba el oceano a catorce nudos. Bajo los truenos que rugian impasibles, enfrento la intensa lluvia que comenzo a azotar sus tres cubiertas. Erlinda salio hacia el comedor de tercera con los emigrantes y sirvientes. Martina hacia el de segunda, donde compartia mesa con las Williams y una familia de Barcelona. Los zapatos le apretaban como si quisieran detener sus pasos; mas aun cuando creyo oir la risa de Conrado dentro de un camarote y ver su rostro en un camarero de piso que la saludo al pasar. Se dio prisa en las escaleras que conducian al comedor y se detuvo ante las puertas batientes, tras el trajin de platos y voces confusas. Rebusco en su bolso de mano un botecito de sales y aspiro para recuperar el valor, el mismo que la habia sacado del vacio. El buque chirrio, inclinandose a babor, y se sujeto a la barandilla metalica, paralizada por el vertigo en su estomago al imaginar la furia de Conrado exigiendo que buscaran su cuerpo en el Misisipi, blasfemando ante la escueta nota en la que Martina anunciaba su decision de terminar con todo. El lamento del Montevideo atravesando la tormenta la llevo de regreso a su huida por las calles heladas de Nueva Orleans, aterrada porque habia llegado la hora. Tuvo que retrasar sus primeros planes a causa de la extraordinaria ventisca helada que azoto la ciudad: en sesenta anos no se habia visto temporal igual. El dia de San Valentin se alcanzaron los catorce grados bajo cero y ocho centimetros de nieve cubrieron las calles en un atipico Mardi Gras. La flota quedo amarrada a puerto y su evasion quedo truncada: los vapores corrian el riesgo de sufrir averias en su maquinaria por los pequenos icebergs desprendidos de un Misisipi congelado desde su cabecera hasta el golfo de Mexico. Todos los estados de la Union sufrieron lo que las cronicas llamaron la Gran Ola de Frio, que llevo a Minnesota a alcanzar los cincuenta y nueve grados bajo cero. Todo se helo, como su propia vida. Su exultante llegada a aquella hermosa casa de la calle Bourbon, un edificio de ladrillo espanol, altos techos y grandes ventanales como bocas de fiera, pronto quedo eclipsada por el caracter voluble y colerico de Conrado Lefebvre, por sus escapadas a los antros de Baton Rouge. La paz en el hogar se mantenia con regalos y promesas, con arrepentimientos que para Martina eran falsas monedas. Tal vez se hubiera resignado con alguna migaja de amor; tal vez hubiera acatado el consejo del padre Francois de no reprender sus faltas, de asumir las propias, de olvidar la posibilidad de un divorcio que la condenaria por siempre. Pero cuando aparecio aquel hombre en sus vidas, cuando resquebrajo la vida de Martina como un espejo, de parte a parte, decidio abandonar aquel infierno, asi se congelara como Nueva Orleans. Y huyo para esconder la pena y la humillacion, para liberarse de un secreto que a nadie podria revelar jamas. El padre de Martina, que tras la boda aun andaba por los cafes de Cadiz pavoneandose del buen matrimonio de su hija, que emparentaba a los de Icaza con los Lefebvre de Jerez, le habia asegurado una vida facil, prestigio, riqueza y buenas amistades con lo mas granado de la sociedad espanola y francesa en Nueva Orleans. Demetrio de Icaza no conto con que su buena fortuna, leida en sus manos por una gitana en el parque Genoves, se desmontaria como un castillo de naipes. Y ante el fuego de la sala, con el frio rodeando aquella casa que sentia prision, espero librando la batalla entre lo correcto y lo osado hasta que la aguja pincho su indice manchando su labor con una pequena perla carmesi. Se la entrego a Mammy Dorothea para que la limpiara y conto con los dedos los diez dias que ya habian pasado desde la partida de Erlinda. La doncella, que se habia despedido para seguir a Martina en su huida, la esperaba en una pension cercana al puerto donde trabajaba una de sus antiguas companeras del hospicio. Sus contactos con buscavidas le permitieron vender su sortija de esponsales, disponer un baul con ropa y enseres para el viaje y conseguir una nueva cedula de identidad que eliminara piedras de su camino. Conrado apenas reparo en la ausencia de Erlinda. Cuando Mammy Dorothea le informo, esputo en la fina escupidera de porcelana de la sala y penso que la servidumbre era desagradecida por naturaleza. Aquella mulata seguro que se habia encaprichado de algun marinero de su tierra. < > -
El rey del hampa de Marcia Cotlan
https://gigalibros.com/el-rey-del-hampa.htmlPaddy entro en El tuerto Joe, la taberna mas famosa del puerto, y se dirigio a la mesa del fondo, donde un hombre alto, vestido de negro y con gesto taciturno, fumaba un cigarro y bebia whisky. El local olia ligeramente a vinagre y la madera del suelo crujia con cada paso. --Acabamos de hablar con Robert Penrose, jefe. Dice que hay unas cuantas partidas de naipes importantes a la vista y que podra reunir el dinero. Pide un par de semanas mas y pagara los intereses por el retraso. --Paddy era un hombreton robusto, aunque no demasiado alto. Su poblada barba pelirroja ponia de manifiesto su origen irlandes. Cuando estaban en publico, siempre llamaba jefe a su amigo, pero en privado utilizaba su apellido: Raven. --?Le ensenaste a ese cabron estirado lo que ocurre cuando no me pagan a tiempo? --Los ojos del hombre eran dos brasas. Tan oscuro estaba el local que cada vez que daba una calada al cigarro, se le iluminaba brevemente el rostro haciendolo parecer un demonio. No prestaba demasiada atencion a Paddy. Estaba mirando a la tabernera que, a su vez, se lo estaba comiendo con los ojos. Su voz profunda y varonil habia hecho que la mujer se estremeciera. --Claro, jefe --respondio Paddy, frotandose un puno y sonriendo--. Le hemos dado lo suyo. --De acuerdo, entonces. Dale esas dos semanas de plazo. Si despues no paga… --No pagara, jefe --se atrevio a interrumpirlo Paddy--. Ese bastardo de Penrose cree que podra ganar haciendo trampas, pero lo que no sabe es que Malone jugara con el, y no hay tramposo que se le escape a Malone. --Raven miro a Paddy pensativo. --Tendremos que ayudarlo entonces. Hay que asustarlo lo suficiente como para que se concentre. Si se juega algo que le duela mas que su propia vida, tal vez se convierta en un mejor tramposo. Dicen que los aristocratas dan mucha importancia a eso del honor. --Dio una calada al cigarro y sus ojos relumbraron en la oscuridad de la taberna--. Debe de tener una esposa, quizas no la ame, pero hara lo que sea para que no se sepa que la secuestraron. Su honor quedaria manchado para siempre. Traela, eso le hara saber que vamos en serio. Paddy asintio. Raven se levanto, con el cigarro aun entre los labios, y se dirigio a la tabernera. Ella le sonreia con ojos lujuriosos. Casi de forma inconsciente, la mujer se atuso el cabello ligeramente despeinado y se paso la lengua por los labios. --?Como te llamas? --le pregunto el, que acaba de comprar la taberna y aun no conocia a sus empleados. --Millisent, mi rey --le dijo la joven, melosa, mientras contenia la respiracion para elevar su ya de por si abundante busto. --?Soy tu rey? --le pregunto con la voz fria, casi indiferente. --Por supuesto, Raven --respondio ella como si ya lo conociese--, sois mi rey y el rey de todos nosotros. El rey del hampa --le dijo; el torcio la boca en lo que podria haber sido considerado como una sonrisa, aunque no era mas que una mueca. --Ven --le dijo a la tabernera. Ella salio de detras de la barra. El le puso la mano al final de la espalda, casi en el trasero, y la empujo delicadamente escaleras arriba. Cuando habia llegado al primer piso y ya estaba fuera del alcance de la vista de Paddy, dijo en voz elevada, pero sin llegar a gritar--: Paddy, trata bien a la esposa de Penrose. Ella no es culpable de haberse casado con un maldito hijo de perra tramposo. El hombre vestido de negro era, efectivamente, el rey del hampa. Tenia veintiseis anos y la dureza de su gesto demostraba todo lo que habia tenido que pasar hasta llegar a su posicion actual. Nadie controla a los maleantes de Londres si no tiene mano de hierro. Lo apodaban El Cuervo. Si le preguntabas a alguien el motivo de tal apodo, te decia que se debia a que siempre vestia de negro o a que, cuando aparecia en persona para ver a alguien, nunca traia buenas noticias. Pero en realidad el mismo se habia hecho llamar El Cuervo debido a su apellido: Raven. William Raven, ese era su nombre, pero casi nadie lo sabia ni lo habia utilizado nunca. Solo su madre, cuando era nino, lo llamaba Billy. Margaret Raven, su madre, habia sido prostituta. William era hijo de alguno de sus clientes, ella nunca supo decir de cual, porque era una moza atractiva y bastante solicitada en el burdel en el que trabajaba. Recordaba de su madre las caricias y los besos, la sensacion de amparo que suponia dormirse entre sus brazos. Esas sensaciones habian durado poco, ya que ella comenzo a escupir sangre un invierno y habia muerto antes de llegar la primavera. Raven tenia ocho anos y tras su muerte empezo a vivir en la calle, a robar para poder comer, a imponerse al resto de muchachos para que ellos no se impusieran a el. Su constitucion fuerte y su altura le hicieron un gran favor: era facil infundir miedo con tal envergadura corporal. Media mas de un metro noventa, sus hombros eran anchos y los musculos de su cuerpo parecian esculpidos a cincel. Incluso vestido de negro y con el gesto constantemente tenso (ceno fruncido y boca apretada) era un hombre tan atractivo que cortaba la respiracion. <
>, solia decir cuando alguien le pedia mas tiempo para pagar una deuda o imploraba su perdon tras intentar traicionarlo. Y ciertamente no lo era. Habia hecho lo que habia tenido que hacer para llegar donde estaba: robar, golpear y asesinar. Solo por eso seguia vivo, porque cuando habian querido robarle, golpearlo o matarlo, el habia sido mas rapido. En eso consistia la supervivencia. Tambien seguia vivo porque habia sabido rodearse de amigos leales: Paddy y Alistair eran sus inseparables. Pero al igual que su dureza y crueldad eran legendarias en los bajos fondos londinenses, tambien era famosa su extrema amabilidad con las prostitutas, que tanto le recordaban a su madre. Nadie habia vuelto a golpear a una prostituta desde que el mandaba en los bajos fondos. Pero tampoco les permitia a ellas burlarse de el. Lo temian tanto como lo deseaban y jamas se hubiesen atrevido a traicionarlo. Todas, sin excepcion, esperaban ser las elegidas de Raven, que un dia entrase en uno de los burdeles y subiera con ellas a los cuartos. Pero Raven nunca se acostaba con prostitutas, precisamente porque le recordaban a su madre. Y como los hijos de ellas le recordaban a si mismo, no habia nadie mas generosos que el con aquellos chiquillos. Con todos los chiquillos de los bajos fondos, en realidad. < >, le decia Alistair lleno de orgullo. Alistair era la voz de la conciencia de Raven y aunque era un incordio soportar a veces sus sermones, el rey del hampa siempre lo escuchaba para no perder demasiado el contacto con la realidad. Raven era un hombre cruel, tenia que serlo, pero queria que alguien le marcase los limites de tal crueldad y no habia nadie como Alistair para ese cometido. *** Rosalind Penrose habia llegado puntual a la cita, como era su costumbre. El anciano senor Havisham la hizo pasar a su despacho. Era pequeno y oscuro, y los muebles tenian muchos anos y demasiado uso. --?Tiene algo para mi, senor? --le pregunto la joven, ansiosa. --Me temo que no, milady. La mayoria de las familias piden institutrices con experiencia y por muy buenas que sean mis palabras sobre vos, cuando se enteran de que nunca antes habeis trabajado, os desechan. Lo siento. --Y realmente lo sentia. Aquella joven dama le parecia muy agradable y necesitada de trabajo. Era una lastima que una muchacha asi se viese obligada a trabajar por culpa de un hermano calavera que habia dilapidado la fortuna familiar en las mesas de juego. Queria ayudarla de verdad. Fue entonces cuando penso en su cunado--. Aunque quizas haya algo… Si no os importa viajar, claro. --Expliquese, por favor --rogo ella con un brillo de esperanza en los ojos. --Mi cunado Arthur ha hecho una considerable fortuna con un negocio de maderas, pero como usted bien sabra, no todo en esta vida lo puede comprar el dinero. No compra, por ejemplo, la clase. Mi cunado quiere contratar a alguien que eduque a sus dos hijas y que les de a el y a mi hermana algunas lecciones de como comportarse, pero en Nueva York no encuentra a nadie dispuesto a ello. Las institutrices mas cualificadas consideran que trabajar para una familia como la de mi hermano es rebajarse. --?Nueva York? --pregunto ella decepcionada, a pesar de que deseaba desde hacia tiempo conocer la ciudad, pero no era el momento adecuado--. Me temo que no puedo irme tan lejos, senor Havisham. Mi hermano… --Perdonad que os interrumpa, milady, y perdonad por lo que voy a deciros, pero vuestro hermano no es digno de que sigais sufriendo por el. Si no os alejais, acabara arrastrandoos en su caida --le dijo con sinceridad el anciano. --Lo se, senor Havisham, pero, aun asi… --Ella habia bajado la mirada y la tenia fija ahora en la gastada alfombra del despacho. Parecia consternada. --Hagamos una cosa. Os lo pensais, y si no tengo noticias vuestras en una semana, eso me indicara que no aceptais la propuesta. Teneis siete dias para pensarlo. --De acuerdo --dijo ella, aun con el animo decaido. Se levanto de la silla raida y se dirigio a la puerta--. Buenas tardes y muchas gracias -
Mas alla del invierno, Isabel Allende de Isabel Allende
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Gritar que sigo viva de Blanca Fernandez Soriano
https://gigalibros.com/gritar-que-sigo-viva.htmlDescubre la poesia de Blanca Fernandez. Esa mirada al mundo esperando una respuesta en cada uno de sus pasos y al propio tiempo se pregunta poeticamente si su ausencia es responsable. Y no hicimos nada frente a la destruccion de lo que supuso un aislamiento de la palabra, de la naturaleza, los cuerpos... con una madurez, ya integrada en su juventud. Pero hay algo profundo en esa integracion del otro…Tu y yo somos lo mismo. Mas no olvida como componentes de su creacion: la tradicion, el cuento, la mirada hacia los que aun perdidos han sido habitados...y aunque metafora, son espejo. Hay un sentir que es habitar poeticamente, pese a que la cronologia – costumbre- semeje matar el tiempo... un tiempo que vivimos y quizas ya no posee el aroma de antano. Mas como diria Pavese, “hasta el dolor puede ser creador”. Hay un latir y el corazon que es el centro de toda poesia. La continua exclamacion ante la perdida de lo amado- pues vas, amor exanime, al unico lugar adonde no puedo seguirte- no excluye el amor pese a que creamos lo contrario: “No es el amor quien muere, somos nosotros mismos”, que diria Luis Cernuda. Pero hay un retorno a las estaciones del tiempo, a los objetos cotidianos que semejan ser contemplados ex novo, las sensaciones del cuerpo, los colores, los animales... En resumen, una mirada que no capta sino que parece querer concebir Nuevos aires...y respiro. La poesia semeja devenir himno en ese Partire que quizas recoja lo vivido y lo ofrece en solidaridad con los otros y esa afirmacion del amor y al mundo, escuchando su voz interior y plasmandola en palabras cuando llegan o esperando cuando se ocultan -Verso libre- y con la mirada atenta a las sorpresas del exterior, salvadoras -gente leyendo poesia en el autobus-. Y buscar los centros de reposo, sorprendidos en lo cotidiano -quietude de l’hiver- ternura en los recuerdos – requiem. Tambien hay rebeldia ante la mentira, y un descubrir el poder de la palabra o ese amor que corporeiza en los gestos amorosos en la piel y la mirada...el silencio...el respiro... el universalizar al otro y lo otro y fundirlos en los elementos... y la cancion propia que es poesia y la del otro que se entrana nuestro acontecer, y el ritmico canto a la naturaleza... Yo escribo. Y mientras el sol cae, cae, cae sobre nosotros. Eres poeta, sigue escuchando los balbuceos, los ritmos...Contempla los gestos de las gentes y las sonoridades del universo. Joaquin Verdu de Gregorio Indice Autobiografia a la manera de Gloria Fuertes Destruccion Oda al mundo Lengua y literatura En la estacion Yahoos Bifurcacion No puedo perdonar al invierno. El silencio del abandono Una mota de polvo Suplentes 2:30 AM Ansiedad Zapatos borgona Cuentos Resiliencia Adelante Soy un pato Bailar bajo la lluvia Yo voy de rojo, ellos de naranja. No lo hago a proposito, pero no puedo evitarlo La lucha Me sale escribir. Que retumbe Saltar sobre un lecho de piedras, Corazon en emigrante “Abrigada” Verso libre Pero a veces. Y entonces fuego. La douce quietude de l'hiver Cosas trascendentales Guia para la supervivencia en casos extremos Requiem Fortaleza Puedes escribir los versos mas tristes esta noche o llamar a mi puerta y preguntar que tal. Parecia que todo estaba perdido. Frente unido Mis palabras Besarte al final del mundo Quedate con quien te siga abrazando cuando te quedes dormido Merida Respirar El puto condicional Bisiesto Guerra y paz Sinceramente Despertar Capturada en el silencio Atardecer en Debob En un cajon Caminos de ida Autobiografia a la manera de Gloria Fuertes Galardonado en el XIX premio de poesia de Aspe 2018 convocado por la Concejalia de Cultura del Ayuntamiento de Aspe Naci no muy lejos del mar piel rosa y olor a sal, con fuerza de tormentas en mi garganta. Desde entonces me cantaron, me leyeron a Gloria y se inventaron mil historias al momento, y asi creci, mecida entre realidad y ficcion. Llevada en brazos empece a viajar, aun no he parado. A los seis meses ya saludaba por la calle, y al ano la recorria de arriba a abajo. Rei la mayor parte del tiempo y, en cuanto supe, pase el resto escribiendo. Ame desde entonces las palabras, aunque no siempre era correspondido: pase muchos meses muda. Quise ser mas alta, mas guapa y mas rapida, mas graciosa. Sobre todo, mas valiente. Tarde mucho en quererme, tuve mucho miedo. Pase los doce encerrada en banos y a los trece rompi con todo. No sabia contestar a ninguna pregunta, apenas puedo aun. Dude todo el tiempo, me quiero por ello. Adopte por entonces mi primer perrito, era mayor, aun en ocasiones llora en suenos. Mas tarde vino el primer felino, asi el segundo y luego el tercero, que practicamente se colo en casa. Me cambiaron la vida, yo lucho por cambiar la suya. A los quince conoci la amistad -por ellas ahora vivo, vivir, pero de verdady a los diecisiete conoci el amor, el del bueno, el que merecia, -me costo reconocerme eso-. Lo escribi todo en servilletas, mesas y pantallas que nunca sabran de que hablaba. Por todo lo que se me ha olvidado, sigo escribiendo. Por todo lo que me debo, sigo viviendo. Destruccion Oda al mundo Nos separaron con grandes muros, palabras de gigantes y mucho miedo. Tu y yo, que es lo mismo. Y no hicimos nada. Bebieron el agua de cada rio, cada oceano. Quemaron cada arbol, cada esbozo de vida. Una Madre muriendo a manos de sus hijos. Y no hicimos nada. Vendieron nuestros cuerpos como suyos. Nos humillaron, nos utilizaron. Nos mataron. Y no hicimos nada. Acabaron con todo lo que fue alguna vez valioso. Crecimos en mentiras, unas prioridades cambiadas. Y no hicimos nada Preferimos huir, escondernos. Los pocos valientes perdieron la batalla. Una esperanza perdida en miradas. Y ni siquiera entonces hicimos nada. Lengua y literatura Despues de todo este tiempo, no puedo evitar echar de menos el futuro. Mirar la luna, a tu lado, y pensar que nos observa. Caernos, juntos, en un pozo infinito de irrealidad. Porque pretendi ser Alicia y olvide que, hasta ella, tuvo que despertar. Y tu quisiste ser el Principe Azul fuera cual fuera el cuento que yo habitase, pero te quedaste en sapo. Fue un desastre. Asi que acabamos tirados con otros restos de cuentos superficiales. Y, en ese momento, (ya no se ahora) no te parecio suficiente. Cogiste tu corona de papel albal y, literalmente, corriste como rana que lleva el diablo. Y, mirame, ahi me quede. Esta nada de mi que se pregunta sobre una conjugacion diferente una que me permita, no se, quizas olvidar. Y, ahora, miras a la luna y la confundes con mis ojos. Y no puedo evitar, despues de todo este tiempo, desear que morir de amor solo hubiese sido
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El juego de Ender (premio Nebula 1985) de Orson Scott Card
https://gigalibros.com/el-juego-de-ender-premio-nebula-1985.htmlLa novela mas famosa de ciencia ficcion moderna: un clasico indiscutible, ganadora de los premios Hugo, Nebula y SF Chronicle.
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Algo mas que un verano de Noni Garcia
https://gigalibros.com/algo-mas-que-un-verano.htmlAntonio miraba el mar de la playa de Matalascanas con pesar mientras los rayos del sol banaban su cuerpo. Desde que dos anos atras, en aquel mismo lugar, una noche de luna llena, aquel malnacido hubiera apunalado a David provocandole una muerte instantanea, no habia sido capaz de volver. Siempre habia sido la preferida de ellos, donde se conocieron hacia algo mas de un lustro, donde dio comienzo una historia de amor tan maravillosa que dudaba mucho que nunca volviera a repetirse. No se habia cerrado al amor, habia tenido algun que otro encuentro en esos dos anos, pero todos eran comparados con David y no le duraban mas de unas semanas. Ivan, el joven socorrista de Proteccion Civil, que apenas llevaba trabajando un par de semanas alli, ayudaba a un anciano a salir del agua cuando un chico de unos treinta anos, con un cuerpo digno de un dios del Olimpo, llamo su atencion. El hombre giro la cara y sus miradas se encontraron. Ivan sintio que el mundo se paraba, que nada existia entorno a ellos, y supo que cupido habia lanzado una flecha directa a su corazon. O asi lo definirian las novelas romanticas que le gustaba leer, el pensaba que se trataba de un deslumbramiento. Volvio a su puesto y paso horas observandolo en silencio, hasta que su turno termino y decidio que era un buen momento para darse un bano. El calor asfixiante de aquel infernal mes de julio invitaba a hacerlo, y el pensaba aceptar la invitacion. Antonio salia del agua cuando vio que entraba el joven socorrista que vio ayudando al anciano. Miro su cuerpo de arriba abajo. Era alto, de constitucion ancha, no estaba gordo, pero era grande, no era un hombre musculado, aunque si se le veia bastante fuerte. Le gusto lo que estaba viendo y decidio volver a entrar en el agua. No habia ningun signo evidente de que fuera gay, mas su radar le decia que si lo era. Nado durante unos minutos antes de acercarse a el, tenia que buscar algun pretexto con el que entablar conversacion, y lo encontro al posar su mirada en el chiringuito de la playa. Lo conocia de sobra, su tio era el dueno, pero el joven no lo sabia y eso jugaria a su favor. --Perdona, ?tienes un momento? --le pregunto cuando llego a su altura. --Si, dime... --Ivan no podia creer que el hombre que le habia robado el aliento se estuviera dirigiendo a el. --He visto antes que trabajas aqui y queria preguntarte: ?sabes que tal se come en el chiringuito? --Muy bien. Yo suelo comer ahi cuando no tengo ganas de cocinar. --Genial. Entonces me acercare cuando salga. --Haces bien. Seguro que te encantara. No eres de aqui, ?verdad? --Si, soy de aqui, pero hace mucho tiempo que pisaba esta playa. --Ya sabia yo que no te habia visto antes. Mi nombre es Ivan. --Encantado, Ivan. Yo soy Antonio. Unieron sus manos y sintieron la conexion que habia entre ellos. Ivan penso que esa era una despedida, Antonio quiso que no se fuera. --?Y hoy tienes ganas de cocinar? --Casi nunca tengo ganas de hacerlo. --Los dos rieron, aun con las manos unidas. --?Puedo invitarte a comer? --Solo si puedo invitarte esta noche a tomar una copa --contesto Ivan, guinandole un ojo y sacando su sonrisa mas picara. --Acepto. Salieron del agua, se secaron un poco, cogieron sus cosas de la arena y fueron al chiringuito. Compartieron una comida entre risas y anecdotas, y Antonio agradecio que su tio no estuviera por alli, era el unico que podia descubrirle la mentira que habia contado a Ivan. Se despidieron tras el cafe, intercambiaron numeros de telefono y quedaron en verse a las diez, para cenar y salir a tomar unas copas. Antonio lo vio marchar. Si bien le sacaba unos buenos ocho anos, no era algo que le importara mucho. Sabia que podian pasar un buen rato de cama y le habia gustado su frescura y alegria. 2 La noche llego, la cena paso, las copas los acompanaban en el local de moda y ninguno de los dos queria seguir con aquel tonteo que tanto los estaba calentando. Antonio dio el paso. Con una mano tomo la cintura de Ivan, con la otra su cuello, se acerco a el y lo beso con cautela, como pidiendo permiso, hasta que el respondio invadiendo su boca con una lengua ardiente que lo volvio loco. --?Nos vamos? --pregunto Antonio, separandose de Ivan. --Si. --?A tu casa o a la mia? --A la tuya, comparto piso con dos chicas. Salieron del local de la mano, caminaron entre besos y caricias hasta llegar al coche, donde se dedicaron nuevas caricias. Antonio se aparto de el, debia mantener la calma o darian un buen espectaculo en mitad de aquella concurrida calle. Cuando llegaron a su casa, fueron directos a la habitacion, no habia tiempo de ensenarle cada estancia, la excitacion estaba consumiendolos, la lujuria exudaba de cada de sus cuerpos. Con un ansia desmedida, se deshicieron de la ropa, tirandola en cualquier lugar, eso era lo que menos importaba en ese momento. Lo unico que querian era perderse el uno en el cuerpo del otro, disfrutar de un orgasmo que los dejara exhaustos... O dos... O tres... Ambos se deleitaron mirando, degustando con los ojos, a la persona que tenia delante. Unieron sus labios, sus cuerpos, rozaron sus erectas pollas y suspiraron al sentir el contacto. --Soy activo --dijo Antonio entre besos. --Estamos de suerte. Soy pasivo --respondio Ivan a su pregunta velada. Antonio lo tumbo en la cama, se subio sobre ella, devoro su boca, su lengua paseo por su pecho desnudo, y rozo el bello que cubria su torso con la nariz. Le encantaba el cosquilleo que provocaba, le gustaban los hombres con pelo, ese que escaseaba en el. Beso su falo y lo lamio hasta casi llegar al glande. --?Estas sano? --pregunto casi susurrando debido a la excitacion. --Si, ?por que? Antonio no respondio, simplemente engullo su verga hasta que toco su garganta, provocandole una arcada y haciendo que un gemido ronco brotara de la garganta de Ivan. La succiono una y otra vez, hizo que entrara y saliera de su boca a un ritmo demencial, para despues abandonarla y buscar en la mesita de noche un condon y un bote de lubricante. Ivan se dejo hacer, se dejo llevar. Volvio a sentir los labios de Antonio rodeando su miembro, la humedad de su lengua degustando su placer, esa pequena gota de fluido preseminal que acababa de disparar. Noto el dedo banado de lubricante acariciando la rosada entrada de su ano, pujando por entrar en el, y se relajo para que el acceso fuera mas facil. Instantes despues un segundo lo acompano. Jugo dentro de el, entrando y saliendo, rotando, abriendo y cerrando, dando de si el lugar para que la penetracion pudiera llevarlo a tocar las estrellas. Ivan tiro del pelo de Antonio, haciendo que abandonara su polla. Su mirada, llena de lujuria, lo enloquecio y lo deseo aun mas dentro de el. --No me tortures mas. !Follame ya! Antonio se incorporo, rozo su ereccion la de el, mordio su labio inferior, se separo de el, rasgo el envoltorio del preservativo y se lo coloco ante su atenta mirada. Coloco un cojin debajo de sus caderas, abrio bien sus piernas y lo penetro poco a poco hasta estar completamente dentro de el. Espero unos segundos, era consciente del grosor de su verga, y sabia que tenia que habituarse a ella. Le dedico unos suaves besos en los labios para que se relajara aun mas, sus lenguas se enredaron en un cadencioso baile que casi les hizo olvidar lo que estaban haciendo. Ivan aparto su rostro, acunandolo con sus manos, y asintio con la cabeza dandole a entender que estaba listo. Fue lo unico que necesito Antonio para empezar a embestirlo con suavidad, hasta que la lujuria lo cego, haciendo que un ritmo infernal los hiciera disfrutar de un baile de placer a los dos. Ivan recibia con gusto los golpes certeros en su prostata con cada envite. Retorcio las sabanas con los punos cuando el placer empezo a dominarlo, y se corrio haciendo que su placer chorreara por el vientre de los dos. Poco despues, Antonio se quedo inmovil y pudo sentir los espasmos que su orgasmo estaban provocando en su falo. Salio de el, se tumbo a su lado y con el dorso de su mano limpio el sudor que perlaba su frente. Miro a Ivan, tenia los ojos cerrados y aun tenia la respiracion agitada. Era guapo, mas de lo que se habia fijado en un primer momento y su poblada barba le daba un toque de hombre tosco, justo como siempre le habian gustado los hombres. Rudos y fuertes, pero rendidos en la cama. --?Lo has pasado bien? --quiso saber Antonio. --La duda ofende --contesto Ivan tomando con un dedo unas gotas de semen. --?Puedo confesarte algo? --Si. --El dueno del chiringuito es mi tio. Lo de esta manana fue una excusa para acercarme a ti. --Lo se --confeso Ivan, dejandolo perplejo. --?Lo sabias? --pregunto sorprendido. --Esta manana no, pero, cuando nos despedimos tras la comida, mi hermana nos vio y me lo dijo.