• libro lo extraordinario - Fran Zabaleta

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    Un hombre que quiere desaparecer. Un paraiso envuelto en leyendas. Una busqueda milenaria a punto de terminar.

  • Lo extraordinario Tapa blanda – 29 febrero 2020 - Libros

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    Lo extraordinario : Zabaleta, Fran, Los Libros del Salvaje: Amazon.es: Libros.

  • Lo extraordinario: Bajo la piel de las montañas late el corazón...

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    LIBRO MÁS VENDIDO EN THRILLERS HISTÓRICOS LA NUEVA NOVELA DEL AUTOR DE «VIAJE AL INTERIOR» Y «EN TIEMPO DE HALCONES».

  • Lo extraordinario - Fran Zabaleta

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    21 sept 2020 — Las mejores novelas históricas, de aventuras y libros de historia y viajes. ... El Courel de la novela «Lo extraordinario», de Fran Zabaleta.

  • Nueva novela: «Lo extraordinario», ya en preventa - Fran ...

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    Un viaje al pasado legendario de una tierra de belleza deslumbrante. Portada Lo extraordinario final 400. Lo extraordinario. Fran Zabaleta. Editorial Los Libros ...

  • «Lo extraordinario», de Fran Zabaleta - VigoÉ

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    29 mar 2020 — libros. «Lo extraordinario», de Fran Zabaleta. Fran Zabaleta, veterano escritor de novela histórica, da un salto al presente con una ...

  • LO EXTRAORDINARIO - FRAN ZABALETA | Alibrate

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  • Lo extraordinario - Lektu

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    ePub libro libro físico ... Una novela repleta de suspense y aventura y una dura historia de superación personal en un entorno extraordinario, ...

  • Lo extraordinario: Bajo la piel de las montañas late el corazón ...

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    Leyendo este libro, me pregunté cien veces cómo es que no es más conocido este autor. La verdad, basado en el calibre de este libro, donde la historia te va ...

  • CUANDO IRRUMPE LO EXTRAORDINARIO | ERIN LANGE

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  • La Reina (Hermanas MacBride 1) de Kira Freitas

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    Libro 01 de la Trilogia de las Hermanas MacBride

  • Una navidad para Lola de Hugo Sanz

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    La vida de Marc parecia completa gracias al carino de su pequeno hijo, el apoyo de sus padres, un trabajo que le entusiasmaba y buenos amigos con los que pasar el tiempo libre. Unicamente el amor parecia darle esquinazo...
    Sin embargo, aquella Navidad el destino le tenia preparado el mejor de los regalos: conocer a Lola, una chica muy especial que desde el principio despunto como candidata ideal para ocupar su corazon.
    Lo suyo se fue forjando poco a poco, disfrutando ambos jovenes con intensidad de cada uno de los momentos que podian compartir, tanto a solas, como en compania de sus respectivos complices, Alex y Carmen, presos a la vez de una fascinante atraccion.
    El mimo de Lola hacia Nico, el hijo de Marc, fue el detonante para que el entendiera que ella representaba una oportunidad que no podia dejar escapar...
    ?Era oro todo lo que relucia? ?Por fin triunfaria el amor, desinteresado y sin reservas? ?Representaba aquello el principio de una romantica relacion alumbrada por las brillantes luces propias de las fechas mas entranables del ano?
    Una historia preciosa con sabor navideno...

  • La gran mentira de Karen Cleveland

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    Entras en la habitacion de tu hijo. El caos habitual. Recoges restos de comida, ropa desperdigada, abres el armario para ponerlo todo en su sitio… y lo ves. Y entonces te das cuenta de una horrible verdad: tu propio hijo puede ser un peligro. Stephanie Maddox dirige el departamento de Asuntos Internos del FBI, donde supervisa que todos sus companeros cumplan las reglas. Llegar hasta aqui le ha costado casi dos decadas de trabajo duro y sacrificios personales, como la relacion con su hijo adolescente, Zachary, que espera con nervios su admision a la universidad. Como madre soltera, Steph se perdio muchos eventos escolares, cumpleanos y vacaciones, pero la verdad es que moveria cielo y la tierra por el, incluso lo protegeria de un terrible secreto de su propio pasado. Nunca se pudo imaginar que Zachary guardaria sus propios secretos.

  • Mi estrella mi vecino de Olivia Chipres

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    Mi estrella, mi vecino #4
    El es Garrett Taylor, actor mas sexy del mundo, segun una revista, pero para su familia y amigos es Jason Morrison.
    Ella es Lynn Russell, una solterona, segun su familia. Lynn vuelve a su hogar, para las navidades en familia, como todos los anos.
    Jason vuelve a su casa, luego de varios anos sin ver a su familia. Eligio estas fechas por un presentimiento...
    El destino quiso que se volvieran a encontrar, viajando desde Las Vegas hasta St. George, Utah. Un viaje a su ciudad natal que lo cambiara todo.
    Hasta que aparecio Trevor y pone su mundo al reves.... ?querra ella tener algo con el? O ?seria Jason el indicado?
    Mientras que para Jason es un diamante en bruto, una vieja companera de estudios llamada Emily se empecina con quererlo todo de el.
    Conoce el desenlace de esta historia de amor cuando conozcas a sus protagonistas. Seguro pensaras que son el uno para el otro.

  • Al otro lado del tiempo, Keith Laumer de Keith Laumer

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  • Entre brumas (Seleccion RNR), Raquel R. Gallagher de Raquel R. Gallagher

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  • A tres metros sobre el cielo de Federico Moccia

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    Babi es una estudiante modelo y la hija perfecta. Step, en cambio, es violento y descarado. Provienen de dos mundos completamente distintos. A pesar de todo, entre los dos nacera un amor mas alla de todas las convenciones. Un amor controvertido por el que deberan luchar mas de lo que esperaban. Babi y Step se erigen como un Romeo y Julieta contemporaneos en Roma, un escenario que parece creado para el amor.

  • Con aroma a madera de Luz Barreras

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    Una historia que nos recuerda que cada dia tiene mil cuatrocientos cuarenta minutos para vivirlos, que las cosas sencillas de la vida pueden obrar magia y que hay muchos caminos para llegar al hogar.

  • Censurado de Darlis Stefany

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    Anabell hizo de todo para que Dylan, su relacion mas larga llevara a la relacion a otro nivel. en la cama. Fueron meses de coqueteos, insinuaciones y profundos escotes. ?Que fue lo que hizo Dylan? Enganarla, enganarla con su prima la rusa. El despecho es peligro ?Pero algo mas peligroso que eso? Una botella de Vodka. Entonces con estos dos ingredientes peligrosos Anabell decide tomarse una sexy, caliente y reveladora foto con destino a Dylan para demostrarle que hizo la eleccion equivocada de chica rusa. ?El problema? Ella escribio un 0 y no un 8 en el destinario de la foto. Jared solo queria dormir la noche que su celular sono, pero el sueno se fue en el momento en el que vio la linda e inolvidable foto que cierta chica le envio. El no es Dylan y no conoce a ninguna rusa, pero sin duda alguna le gusta lo que vio. Ahora Jared y Anabell viven una doble vida de mensajes picantes y comentarios en persona. En lo que ambos coinciden es en dos cosas: Las fotos no van a detenerse y nadie debe saber mas que ellos de las fotos. Despues de todos son fotos censuradas. Entre divertidas experiencias, amigos alocados, un hermano con desvios sexuales, perversion y muchos recuerdos confusos de una ninez traumatica Anabell y Jared van cayendo el uno por el otro. Cuando todo se complica, el pasado emerge y los recuerdos regresan ellos deberan demostrar que tan capaces son de sostenerse y continuar con su alocada y epica relacion…

  • ?Seria mi novia, senorita? (Mi senorita 1), Javiera Bielefeldt de Javiera Bielefeldt

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    Ashlee es una joven mujer, la cual al terminar sus estudios, debe hacerse cargo de la economia familiar, tras ser diagnosticada la leucemia que padece su hermana.
    Lleva dos anos trabajando para Christopher Adams, dueno de una emergente y prestigiosa empresa de marketing.
    Una movida inesperada de un cliente, hara que Christopher haga una mas inesperada propuesta a Ashlee.
    ?Seran capaces de diferenciar la ficcion de la realidad? ?O se rendiran a aquello que esta destinado a ser?

  • La sombra del pasado de Patricia Hortiguela

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    Cuando me levante esa manana no me imaginaba que iba a ser un dia tan extrano. Ahora me encontraba en un atasco sin saber bien a donde dirigirme. Solo buscaba huir rapidamente. Habia conseguido guardar algunas cosas en una pequena maleta, lo imprescindible. El atasco estaba consiguiendo ponerme muy nerviosa. Cuando estaba quieta, mi cabeza no paraba de dar vueltas y eso no era bueno, ya que podia arrepentirme y regresar. Habia decidido irme y no queria ni debia regresar. Esta ultima vez habia sido la gota que habia colmado el vaso. No iba a permitirle que volviera a tratarme asi, no me lo merecia. Deseaba escapar de ese circulo vicioso y malicioso en el que me encontraba. Los coches de delante no avanzaban debido a algun suceso que desde mi posicion no llegaba a distinguir. El tiempo iba empeorando, habia empezado a nevar con fuerza y si no nos moviamos pronto la carretera iba a estar intransitable. Ademas, los coches no paraban de tocar el claxon y eso me desquiciaba. Busque en la guantera, recordaba tener un mapa de carreteras. Despues de sacar los papeles del coche, un paquete de clinex y unos cedes antiguos encontre el libro de mapas. Hubiera preferido usar el GPS del movil, pero tenia poca bateria y queria mantenerla, por si acaso. Me costo un poco situarme en el mapa, indague hasta encontrar una carretera alternativa. Habia decidido ir hacia el norte porque siempre me habia gustado el mar y me parecia un buen lugar donde empezar de nuevo, ademas de que estaba lejos de mi anterior residencia. Solo queria alejarme de el todo lo que pudiera y lo mas rapidamente posible. Tuve que hacer unas cuantas maniobras y hasta cometer alguna infraccion para conseguir llegar a la carretera que queria. Se trataba de una carretera comarcal poco transitada y mal asfaltada, pero por lo menos me estaba moviendo de nuevo. Continue por ella atravesando pequenos pueblos cada vez mas aislados los unos de los otros. El paisaje era hermoso incluso cubierto por la nieve. No estaba muy acostumbrada a conducir con nieve. En Madrid, de donde era, el clima era muy bueno y pocas veces nevaba. Ojeaba de vez en cuando el mapa para orientarme un poco, pero no estaba muy segura de que fuera por buen camino. Me estaba dejando guiar por la carretera. Conduje por lo que parecia un puerto, tuve que reducir para subir lentamente. El tiempo iba empeorando. La carretera era cada vez mas empinada pero ya no podia hacer otra cosa, no habia sitio para dar la vuelta. Corone y empezo el descenso. El coche se aceleraba por su propio peso y tenia que frenar lentamente para evitar que me derrapara por la nieve cuajandose en el asfalto. Tuve miedo, debia ir con cuidado si no queria salirme y caer por el desfiladero. Iba concentrada en la carretera, en las curvas y en frenar el coche para no embalarme demasiado, cuando el sonido del movil me sobresalto. Por la melodia, sabia de sobra quien me llamaba; era el. Habia regresado a casa y se habia dado cuenta de que no estaba. Un gran miedo me invadio porque estaria furioso. El estomago se me encogio como otras muchas veces me habia sucedido cuando el se enfadaba conmigo. Con el tiempo habia empezado a conocerlo muy bien y cuando se enfurecia se volvia peligroso, irascible y violento. Cualquier cosa, por nimia que fuera, era suficiente para que saltara y empezara una discusion, en las cuales yo siempre salia perdiendo por mas que me disculpara. El movil no paraba de sonar, estaba empezando a dudar si cogerlo o no, pero no debia hacerlo porque el me convenceria para regresar y ya estaba harta de esa relacion tan danina. Subi la musica para asi dejar de escuchar el movil, pero era imposible; en cuanto acaba la melodia, volvia a empezar. Se notaba que estaba desesperado por hablar conmigo. Un sonido de mensaje me indico que habia dejado algo en el buzon de voz. Al rato, otro mensaje mas. Como pude, toque la tecla para oir los mensajes: <>. Otro mensaje: <>. Y luego, mas mensajes, cada uno mas subido de tono: <>. Un escalofrio me sacudio el cuerpo. Si me cogia, me lo haria pagar; de eso estaba segura. Sabia que debia dejar de escuchar esos mensajes del buzon de voz, pero no podia. <>. Empezaron a temblarme las manos solo de imaginarme lo que me haria si volvia o si me encontraba. La sola idea me dejaba sin respiracion. Rompi a llorar de puro miedo. Las lagrimas me brotaban sin control. Me costaba ver bien la carretera entre la nieve y el llanto. Decidi dejar de oir sus mensajes o no conseguiria calmarme. Al dejar el movil, cogi sin querer una llamada suya. En cuanto me di cuenta de lo que habia hecho, empece a temblar, me faltaban las fuerzas. No era capaz de colgarle, por lo que le escuche decir a gritos: --?Por que te has ido? Mas te vale que vuelvas. ?Donde esta mi cena? Te voy a tener que dejar las cosas claras sobre quien manda en esta casa. ?Por que no me hablas, maldita estupida? --Yo... --fue lo unico que consegui que me saliera por la boca. Queria decirle tantas cosas, pero no me salia la voz como en las otras veces me habia sucedido cuando hablaba o intentaba hablar con el. El miedo me paralizaba. --Yo, yo... ?solo sabes decir eso? Si es que eres tan idiota que no vales para nada. Si no fuera por mi, nadie estaria contigo --ataco. Mi voz interior intentaba coger fuerzas y gritarle que no iba a regresar, que no queria volver a verlo y que me estaba yendo muy lejos de su lado, pero no salia nada de mi boca. --Mas te vale que estes viniendo para aca --amenazo. No respondi. --No encontraras a nadie que te soporte y menos que te quiera, asi que deja de hacer el idiota y vuelve a casa --ordeno. --No --consegui decir muy bajito. --?Acaso has dicho algo? Como tenga que ir a buscarte te rompere todos los huesos del cuerpo --amenazo. Su amenaza me hizo estremecer hasta el punto de que movi el volante sin querer y perdi el control del coche. Hice una maniobra un poco brusca al intentar recuperarlo y consegui lo opuesto, perdi la adherencia a la calzada y derrape. Perdi el control. El coche patinaba en la calzada llena de nieve y se embalaba sin poder impedirlo. Frene fuertemente en un intento por detenerlo, pero las ruedas resbalaron y provocaron que el coche se fuera de culo hacia la derecha. Di un volantazo en la otra direccion para evitar que se cruzara en la carretera. Comence a ir de un lado a otro sin conseguir controlarlo, ni parar. Una curva cerrada aparecio delante de mi y supe que no podria tomarla. Seguia deslizandome por la calzada sin adherencia y a bastante velocidad. Cuando llegue a la curva, intente girar dando otro volantazo, pero el coche torcio sin control, girandose y cambiando de sentido, ahora iba de culo descendiendo. Golpee el quitamiedos y despues cai marcha atras por la ladera. No podia ver por donde iba, solo notaba los golpes, los envites y el ruido de ramas chocando con la carroceria. Veia como la carretera por donde me habia caido se alejaba de mi y como los arboles me rodeaban en mi descontrolada caida. Estaba asustadisima, pense que me iba a matar. Que triste final para mi vida, era la unica idea que me surcaba la cabeza. Moriria en esa carretera y nadie me encontraria ni me echaria en falta. Cerre los ojos esperando el triste desenlace. No puedo asegurar cuanto tiempo estuve cayendo puesto que a mi me parecio una eternidad. Un fuerte golpe detuvo el coche, oi ruidos de cristales rotos y la carroceria abollandose. El cinturon me agarro fuertemente al asiento y salto el airbag que me golpeo duramente en la cara y los brazos. La luna del coche se desquebrajo y todo se volvio oscuridad. --Es la ultima vez que se repite esto, no te pueden volver a expulsar -- recrimino Joaquin. --No ha sido culpa mia, estaban pegando a Juan y yo solo lo defendi -- respondio Tomy, su sobrino. --Sabes que no me gusta que te metas en peleas, debias haber intentado ayudarle sin violencia. --Te prometo que para la proxima lo tendre en cuenta--respondio Tomy, sonriendo. --Alguien iba demasiado rapido en la curva --comento Joaquin al llegar a la curva de la carretera. Se veia que el quitamiedos habia sido arrancado. --Se habran llevado un gran susto --opino Tomy. --Parece que las marcas de las ruedas son recientes, voy a parar y asegurarme que no hay nadie herido. Tu quedate en el coche y ten el telefono a mano por si hay que llamar a emergencias --manifesto. --Pero puedo ayudarte --suplico Tomy. --Quedate en el coche y obedece --ordeno Joaquin. --Vale. Joaquin salio del coche y se acerco a la curva, tuvo que inclinarse bastante para ver bien por la linde. Le parecio distinguir un coche entre la maleza y los arboles. Rapidamente busco el mejor sitio por donde descender con cuidado, ya que la pendiente era pronunciada y resbaladiza debido a la nieve. Fue bajando hasta llegar a un abollado Opel Corsa negro. El coche estaba de morros, por lo que habia caido hacia atras. Joaquin penso que eso podia haber salvado a los ocupantes. La luna del coche estaba desquebrajada, asi que se acerco a la puerta del piloto para poder comprobar si habia alguien en el interior. Entonces vio a una chica que parecia estar inconsciente, golpeo el cristal para ver si reaccionaba, pero no hubo respuesta. Joaquin se imagino lo peor. Intento abrir la puerta, pero estaba atascada; por ahi era imposible. Se dirigio a la puerta del copiloto y esta si se abrio, aunque con dificultad. Echo un rapido vistazo al interior y pudo comprobar que dentro del vehiculo solo estaba la chica. Tenia que sacarla de alli. Antes de entrar en el coche, Joaquin comprobo que el vehiculo estaba atascado y que no iba a seguir descendiendo por la ladera porque un gran arbol lo habia detenido. Se acerco a la joven y la llamo suavemente para ver si se despertaba, pero no hubo respuesta. Se sento en el asiento del copiloto y reviso por encima sus heridas. Tenia un golpe en la cabeza por el que sangraba y algunos cortes superficiales, pero no parecia algo grave; seguramente gracias a que llevaba puesto el cinturon de seguridad. Se lo desabrocho y suavemente la saco del asiento colocandosela en su regazo. No pesaba gran cosa, asi que le fue facil moverla. Al tenerla tan cerca, aprovecho para observarla detenidamente. Tenia el cabello castano claro y por los hombros, unos labios carnosos y la tez con un color rosado. Era una joven hermosa, no le cabia duda de ello. Con la mano la limpio unos pequenos trozos de cristal que tenia en la cara y cuando lo estaba haciendo la joven abrio los ojos. Unos ojos verdes impresionantes lo miraron. Al ver a ese hombre tan cerca de mi me asuste, aunque al tiempo su dulce mirada me tranquilizo. No sabia muy bien por que, pero sentia que no iba a hacerme dano. Intente moverme y el dolor me paralizo. Entonces cai en la cuenta de que habia tenido un accidente y que ese hombre me estaba ayudando. --Por favor, no me lleves a un hospital --suplique. Si iba a uno mirarian mis contactos y lo llamarian a el. Entonces sabria donde encontrarme y nada habria valido la pena. --Tendria que ir a que le revisaran --opino el. --No hace falta --lloriquee. Creo que el percibio mi desesperacion y aunque yo sabia que no lo comprendia no insistio mas. --Esta bien, no iremos al hospital --acepto Joaquin. --Gracias --respondi aliviada. --Sera mejor que salgamos del coche --sugirio. La idea de salir del coche me parecio bien, todo dentro de el me recordaba al accidente. Lo unico bueno es que no me encontraba tan mal. Tenia el cuerpo dolorido, pero no tenia nada roto. Ademas, estando en los brazos de ese hombre incluso me sentia a gusto. Su cercania en vez de ponerme nerviosa me provocaba el efecto contrario. La verdad es que si hubiera podido me habria quedado asi un rato largo. Me imaginaba que esa satisfaccion tambien se debia a estar lejos de Mateo y de su asfixiante control; hacia mucho tiempo que no me sentia un poco libre. Joaquin salio con cuidado del coche conmigo en brazos. Una vez fuera, me dejo suavemente. Cuando pose los pies en el suelo perdi un poco el equilibrio, pero el me sujeto para que no me callera. Sus manos agarrandome fuertemente desprendian una seguridad que me hacian sentir muy rara y a la vez tranquila. No me sujetaban de forma posesiva ni intentaban hacerme dano; al contrario, lo hacian para ayudarme. Era tan diferente a la forma como me agarraba Mateo. --?Se encuentra bien? --me pregunto preocupado. Asenti con la cabeza. Vi entontes como estaba el coche o mejor dicho lo que quedaba de el. Estaba destrozado, parecia mentira que hubiera sobrevivido al accidente puesto que estaba irreconocible. La parte de atras estaba hundida y no se distinguian los asientos traseros porque habian desaparecido en un amasijo de hierros. Si en vez de caer hacia atras hubiera caido con el morro por delante, no lo estaria contando. Un horrible escalofrio me sacudio, podia haber muerto. Habia huido para vivir y casi me mato yo sola. La asimilacion de ese hecho me conmociono y explote. No pude aguantar mas toda la tension, el miedo y la adrenalina que tenia. Rompi a llorar como una nina y no podia parar, mi cuerpo se agitaba con cada lloro. Joaquin al verme tan desconsolada creo que hizo lo unico que se le ocurrio para calmarme. Me abrazo. Un abrazo fuerte e intenso hasta que mis lloros empezaron a menguar. Cuando me agarro senti toda su fuerza y su calor. Escuche el latido de su corazon y senti su suave respiracion que me acariciaba la cabeza. Ese dulce abrazo hizo que mi miedo desapareciera y poco a poco consegui calmarme. Una vez que me recompuse, el olor de su fragancia me penetro. Olia a hombre, junto a algo que parecia animal, pero lejos de desagradarme me encanto, era reconfortante y muy varonil. El calor que su cercania desprendia me hizo dejar de temblar, ya no tenia frio ni tampoco miedo, aunque debia tenerlo, no solo por el accidente sino porque era un desconocido el que me abrazaba, pero no lo tenia. Ese hombre me hacia sentir bien incluso despues de un accidente y no sabia como lo conseguia. Habia dejado de llorar y me sentia totalmente recompuesta. --Tio Joaquin, ?llamo a emergencias? --pregunto alguien desde arriba. Levante la mirada hacia donde venia la voz y pude ver lo lejos que se encontraba la carretera y por donde habia caido. Me estremeci solo al recordarlo y entonces el me apreto mas fuertemente para tranquilizarme y sirvio. --No hace falta Tomy, esta bien. Ahora subimos --respondio. Su voz era tan viril, lo mire a la cara. Entonces me di cuenta de lo guapo que era. Tenia el cabello corto y de color castano oscuro. Unos grandes ojos marrones y unas bonitas facciones, su nariz y sus labios tenian el tamano perfecto y eran muy masculinas. Como seguia abrazandome, pude comprobar que su cuerpo estaba musculado y que tenia un porte atletico; ademas, era mas alto que yo. Fui entonces consciente de la cercania de su cuerpo con el mio y empece a acalorarme solo de pensar en ello. No habia estado tan cerca de ningun hombre a excepcion de Mateo y el no me hacia sentir nada de eso. Jamas me habia agarrado con tanto carino. --?Cree que sera capaz de subir por la ladera? --pregunto mientras me separaba de su dulce abrazo. Sali de mi ensimismamiento y mire la cuesta; dije si con la cabeza. --De todas formas, la ayudare --manifesto. Me coloco la mano en la espalda y me empujo suavemente para que iniciara el ascenso. Poco a poco fuimos subiendo por la resbaladiza ladera. Era muy empinada y nos costaba ascender. Mis zapatillas casi sin suela no eran el mejor calzado para esa tarea y provocaban que me resbalara continuamente. Aunque el siempre me ayudaba para que no me cayera, sujetandome por la espalda. Nos agarrabamos a las ramas para ir subiendo. Nos toco un tramo que era muy empinado y complicado. El se adelanto y una vez que estuvo bien sujeto me dijo: --Agarrese a esas ramas e intente llegar hasta mi mano. Asenti y cogi las ramas que me indicaba. Con la otra mano agarre otra rama que estaba mas arriba y, al soltarme para intentar ascender, el pie derecho me resbalo y cai al suelo. Para frenar el golpe puse la mano derecha y me hice dano en la muneca. Ademas, por culpa de la acumulacion de la nieve descendi un buen trozo de ladera. --!Mierda! --blasfemo el. Me levante todo lo rapido que pude y me disculpe por la torpeza: --Lo siento mucho. Joaquin no pudo evitar que la joven se cayera, no pudo agarrarla desde su posicion y solo vio como se resbalaba. Bajo rapidamente hasta ella, que ya estaba levantandose del suelo. --?Esta bien? --pregunto preocupado. --Si, es que soy muy torpe, perdona --me justifique de nuevo. --No tiene por que disculparse, es culpa mia por no haberle ayudado mejor. Soy yo el que lo siente --se disculpo Joaquin. Me sorprendio su respuesta y no supe que contestar. Mateo jamas me habria dicho eso, me habria chillado e insultado por mi torpeza. Ese hombre a todas luces era muy diferente. --Deme la mano y no la soltare --prometio mirandome fijamente a los ojos. Yo lo mire atonita y supe que lo decia de verdad, la honestidad de sus ojos me lo dejaba claro. No lo dude ni un instante, podia fiarme de el. Asi que le di mi mano izquierda y me deje guiar, a sabiendas de que no me soltaria. Ya no hubo mas incidentes y subimos hasta la carretera. Al llegar arriba, vi a un muchacho joven que estaba al lado de un coche. --Dices que esta bien, pero tiene muy mal aspecto --opino al verme. --No seas desagradable, Tomas --contesto enfadado, al tiempo que me soltaba la mano y se dirigia a su coche--. Perdon --se disculpo mirandome. --Seguramente tengas razon y tenga una pinta horrible --dije para quitar miga al asunto. El joven asintio y me sonrio. Era un muchacho guapo tenia el pelo negro y la tez morena. Tendria unos 12 anos mas o menos y una mirada vivaz. Me revisaba de arriba a abajo inspeccionandome. Yo me mire y pude darme cuenta de por que me observaba asi: tenia la ropa manchada y empapada debido a la caida. Solo llevaba puesta una camisa de manga larga y unos vaqueros azules que dificilmente podrian verse con tanta suciedad y barro. Mis manos estaban sucias y me imaginaba que tambien tendria la cara igual. Debia de tener un aspecto espantoso. Me sacudi un poco la suciedad de la ropa y de las manos, pero fue inutil. Empece a sentir frio, habia anochecido y la nieve era ya muy compacta. No estaba segura de cuanto tiempo habia estado en el coche puesto que era de dia cuando estaba conduciendo, pero la verdad es que tampoco me importaba demasiado. --Juraria que llevaba una manta en el maletero --dijo el hombre. --Apuesto lo que quieras a que la usaste con algun animal --indico el muchacho. --!Mierda! Es cierto --respondio. Se quito su cazadora, se acerco a mi situandose delante y me la coloco en los hombros. Se aseguro de que no se me cayera y me dijo: --Asi entrara en calor. Su mirada era tan intensa y a la vez tan tranquila que me embelesaba. --Gracias, pero tu tendras frio --opine. --No se preocupe por mi, usted necesita entrar en calor mas que yo -- contesto. Le sonrei como agradecimiento. Que hombre tan detallista, pense. Mateo jamas hubiera hecho eso por mi. --Habra que llamar a la Guardia Civil -comento mientras buscaba el movil en sus pantalones vaqueros. --Preferiria que no --intervine. Me miro extranado y entrecerro los ojos frunciendo las cejas de una forma encantadora. --Es lo normal en estos casos, se da parte y si pueden sacaran el coche. --No me importa el coche. --Seguramente tampoco te iba a servir de mucho despues del accidente -- intervino el muchacho. El hombre me observada sorprendido por mi negativa de avisar a la Guardia Civil. La verdad es que no queria dar parte alguno, pero por como me miraba intuia que ese hombre no lo iba a dejar pasar. Lo que menos queria era que Mateo se enterara de mi accidente y de donde me encontraba porque me haria regresar. Un escalofrio de miedo me recorrio todo el cuerpo. Me abrigue mas con la cazadora que me habia prestado, intentando entrar en calor y que el miedo desapareciera. No queria volver a ver a Mateo, la sola idea me aterrorizaba. Cerre los ojos para coger fuerzas. Existia la posibilidad de que, como el coche era mio, igual no tendria por que enterarse de nada. Rogaba a Dios que asi fuera porque si el hombre insistia mucho o llamaba a la Guardia Civil, no me quedaria mas remedio que dar parte. --Podemos dejarlo para otro momento, no me veo con ganas --dije intentando que dejara el tema. --Esta bien --acepto. Le sonrei con gratitud. --?Quiere que la llevemos a algun sitio o que llamemos a alguien para que venga a buscarla? --me pregunto. --No, gracias --respondi. --Pero ?que va a hacer? No se puede quedar aqui. Y si no quiere que llamemos a alguien, diganos a donde acercarla -insistio. --Puede tutearme, me sentiria mejor --intente cambiar de tema. --Esta bien --contesto. --?A donde quieres que te llevemos? --volvio a formular la misma pregunta. --No iba a ningun sitio en concreto --respondi sinceramente.

  • Un don un tanto molesto (+qav 2) de M. N. Mera

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    Segunda parte de la saga familiar "Mas q. un amor de verano (+qav)"
    Maria
    De una manera u otra, y aunque no lo hubiera buscado, siempre habia estado unida a la muerte, por ello desde hacia un par de anos trabajaba en una funeraria. Mis companeros de trabajo enseguida se habian dado cuenta de los beneficios de tener una licenciada en bellas artes trabajando con ellos; yo era capaz de llevar a cabo cosas que ellos no sabian hacer y que ni siquiera les gustaban, por eso siempre me reservaban los casos mas complejos. Como el que tenia en ese momento entre manos. Aunque... ?Que estaba sucediendo? ?Seria otra sorpresa de mi don?

  • Rododendro. Cronicas de Rockville de Ruben Aido Cherbuy

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  • Quedate conmigo de Marjorie Ortega

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    ?Hasta donde llegarias por amor?

  • El encuentro de Jesus Ruiz Mantilla

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    A principios del siglo XVII, dos paises se reparten la hegemonia mundial: Espana e Inglaterra. Enfrentadas sus monarquias durante decadas, sus nuevos reyes, Felipe III y Jacobo I, acuerdan firmar un tratado que ponga fin a las constantes luchas por ampliar territorios y por el dominio del mar. En la primavera de 1605, una delegacion inglesa con mas de 700 personas se desplaza a Valladolid, capital entonces del reino espanol, para firmar la paz. Una de las personas designadas para esa delegacion fue William Shakespeare, aunque no sabemos si llego a viajar.

  • Amante Despierto de J. R. Ward

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    Antiguo esclavo de sangre, el vampiro Zsadist todavia lleva las cicatrices de un pasado lleno de sufrimiento y humillacion. Conocido por su innegable furia y su siniestro caracter, es un salvaje temido tanto por humanos como por vampiros. La rabia es su unica compania, y el terror su unica pasion, hasta que rescata a la hermosa aristocrata de la diabolica sociedad de restrictotes. Bella se siente irremediablemente atraida por el increible poder que Zsadist posee. Pero incluso mientras su mutuo deseo empieza a apoderarse de ambos, la sed de venganza de Zsadist contra los secuestradores de Bella le lleva a la locura. Ahora Bella debe ayudarle a superar las heridas de su tortuoso pasado, y encontrar un futuro con ella...

  • El hombre que caminaba solo de Claudio Hernandez

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    Un pasado turbio. Maria Angels esta postrada en una silla de ruedas y no puede quitarse de la cabeza el recuerdo de la cara de su hija, emergiendo del agua; tomando aire. Una cara que desdibujaba todos los rostros del espanto; sus ojos abiertos. Su boca en una O perfecta gritando a voz en vivo que la ayudaran. Sin embargo, se ahogo. Emilio, su pareja, se tiro al agua, pero solo pudo salvar a su propia hija; Aina. Desde entonces, cada dia que amanece es un calvario y cada noche que acecha es un vomito. Treinta anos despues, en Amer, cuando caen las primeras castanas de los castanos, vienen los asesinatos. Emilio descubre varios dedos adoptando una forma estrangulada, que emergen de unas hojas secas. Los dedos muestran un color purpureo y el hombre que caminaba solo, desde siempre, coge el telefono movil y avisa a la Policia Local. Cuando el coche patrulla con sus brillantes luces azules destellando entre las ramas de los arboles llega, Emilio no recuerda nada. El Alzheimer se le presenta en cualquier momento, pero cuando esta lucido, regresa el perfil intelecto de su profesion, la psiquiatria, de la que ya no ejerce. Unas horas mas tarde, cuando el juez forense levanta el cadaver, descubre que se trata de su hija Aina. Enloquece y sospecha de su hijo; al que abandono treinta anos atras. Sin embargo, las huellas y el ADN encontrado en el cuerpo de su hija, son de si misma. Y las muertes se suceden alrededor de su familia y todas las sospechas conducen a su hija muerta. Entonces el inspector de Policia Andres, de pocos modales y gran vicio por el tabaco, toma el relevo de la investigacion con su peculiar astucia. Y no es casualidad que el inspector Andres este alli.

  • Aumenta el calor (Serie Castle 3) de Richard Castle

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    En la tercera novela de la <> la sexy e intrepida detective Nikki Heats se encuentra en graves problemas… El famoso periodista James Rook es el unico que puede ayudarla y hacer que el calor aumente.

  • Amberly, la esposa perfecta (Hermanas Davenport 1) de Veronica Mengual

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    Descubre a las hermanas Davenport en esta trilogia.
    Tres hermanas que haran su “pequena revolucion” dentro de la epoca en la que les toca vivir.

  • El hijo inesperado del jeque de Carol Marinelli

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    La seduccion del jeque... tuvo consecuencias para toda la vida.

  • Me robaste el corazon de Marta Flores

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    Decidida, asi me habia levantado ese dia, decidida a empezar una nueva vida, sin tener que preocuparme de nada y poder dormir a pierna suelta. Me llamo Almudena, tengo veintidos anos, vivo en Torrente, un pueblo de Valencia. No se quien es mi familia, la verdad es que no se ni donde naci. Me dejaron con seis anos, en casa de una mujer, la abuela Pepa, que era como queria que la llamara. Ella me dio una educacion, me enseno a querer a las personas por lo que eran y no por lo que tuvieran. Siempre me repetia que todos eramos iguales ante los ojos de Dios, se tuviera mas, o se tuviera menos. Mi abuela tenia noventa anos y llevaba dos en cama, yo deje mis estudios para encargarme de ella. Tenia un hijo, mi tio Pedro, por llamarlo de alguna manera, un hombre bueno para nada y al que le tenia miedo cuando estaba en casa, pues ya habia intentado dos veces abusar de mi. Una noche, hace tres anos, le estaba leyendo a la abuela cuando mi mundo se me cayo a los pies.--Almudena, hija, deja de leer un momento. --Que te pasa abu, no me asustes. --Dejame hablar y no me interrumpas, mis dias en este mundo ya se estan acabando y quiero decirte algo. Prometeme que siempre seras una buena nina, que cumpliras todos tus suenos, esos que yo te quite desde que estoy en esta cama --yo estaba empezando a llorar--. Se que te sera dificil al principio, pero yo estare siempre cuidando de ti. --Abuela, tu no me puedes dejar y menos con el tio, sabes que no puedo estar con el, a solas --Hija, eso es lo que mas me preocupa, cuando yo no este, coge los ahorros, ya sabes donde estan, vende la casa que esta a tu nombre y vete lejos donde el, no pueda encontrarte --Abu, no me hagas esto por favor, no te vayas. --Almudena, ven, dame un abrazo, quiero que sepas que lo has sido todo para mi y te quiero muchisimo. Cuando no este llama a mi amiga Juana, ella te dira lo que tienes que hacer, se feliz mi nina, y no mires nunca hacia atras. Esa fue la ultima conversacion que tuve con ella, al dia siguiente ya no vio la luz del dia, pero yo, comence a vivir un infierno. A la semana de enterrar a mi abuela aparecio mi tio Pedro, para reclamar la herencia de su madre, cosa que no le habia dejado ni un centimo, aquello lo puso hecho un basilisco y lo pagaba conmigo. --Ninata ese dinero es mio y me lo vas a dar, era mi madre, tu solo eres la basura que recogio por lastima. ?Donde esta mi dinero? --Tu no tienes nada, no quisiste saber nada de ella, solo le diste una mala vida, igual que a mi.--Contigo tengo algo pendiente y lo sabes, ya no esta tu abuela para defenderte. --Ni se te ocurra ponerme tus sucias manos encima. Vete de mi casa, si no... --Si no, ?que, estupida? Crees que alguien va a venir a defenderte, voy a ensenarte como disfrutan un hombre y una mujer. Me empujo contra la pared y empezo a manosearme. Yo empece a llorar y a pedirle, por favor, que no me tocara, pero estaba claro que no me iba a dejar. Me agarro del pelo y me llevo a mi habitacion, me tiro en la cama y se puso encima de mi. Yo le pedia llorando a gritos que no lo hiciera, pero le dio igual, empezo a bajarme el pantalon y a toquetearme. Me puso bocabajo, arrastrando mis piernas fuera de la cama, yo no dejaba de llorar y gritar, pero no me sirvio de nada, rompio mi braga y abrio mis nalgas, para toquetearme. Yo me queria morir, solo pensaba que me soltara, pero no tenia intencion. --Pero que buena estas putita, te voy a desvirgar todos tus agujeritos y creo que voy a empezar por el de atras, me gusta mas, aunque como lo tienes todo apretadito, da igual por donde empiece. --Por favor Pedro, no lo hagas, te doy todo el dinero, te lo juro, pero no lo hagas --?Sabes?, el dinero me lo daras igual, pero antes voy a probar este culito que tienes, que me esta pidiendo que entre. Pense que me moria cuando me penetro por detras, jamas habia estado con un hombre, claro que sabia lo que era el sexo, pero nunca imagine que me iba a pasar lo que me estaba haciendo. Pense que no terminaria nunca, me dijo que gritara mas, que eso le ponia, ya ni gritar podia, creo que me desmaye porque cuando desperte estaba sola. No me podia mover, el dolor que sentia era inmenso. Poco a poco, me fui levantando de la cama y vi que estaba llena de sangre. ?Que me habia hecho ese desgraciado? Arruinarme la vida, eso hizo. Como pude, me meti en el bano a lavarme bien, no dejaba de llorar mientras me lavaba, pero hasta aqui habia llegado, no me pondria mas una mano encima. Me vesti y fui directa al hospital, el medico que me atendio, me dijo que me habia desgarrado, pero con el tratamiento que me habia recetado, se pasaria en unas semanas. Me aconsejo que fuera a poner una denuncia con el informe que me iba a dar. La verdad es que no tenia pensado hacerlo, no queria mas problemas con el, pero al final me convencio, me dijo que era la unica manera de que no me molestara mas. Le di las gracias y me fui para comisaria. Al llegar a comisaria me atendio un hombre un poco mayor, le dije a lo que iba, y llamo al comisario, el cual me hizo pasar a su despacho --Buenos dias, mi nombre es Hugo. ?En que puedo ayudarla? Madre del amor hermoso... Bueno, si os digo guapo, os mentiria, era mas que eso. Alto, moreno, con unos ojos marrones preciosos, y un cuerpo de escandalo con ese uniforme, no creo que llegara a los treinta y cinco, pero eso era lo de menos. --Buenos dias, me llamo Almudena, venia a ponerle una denuncia a mi tio-- se me quedo mirando y le extendi el informe del medico. Cogio el papel y segun iba leyendo, apretaba los dientes y su cara era de cabreo. Yo, me estaba poniendo cada vez mas nerviosa y con ganas de llorar. --Bien, esto lo vamos a solucionar ahora mismo. Dime el nombre de ese desgraciado. --Pedro Perez Gonzalez. Quiero denunciarlo y solicitar una orden de alejamiento. No quiero verlo ni en pintura, rompi a llorar --Hugo se levanto y me ofrecio un vaso de agua. --No te preocupes, este energumeno lo va a pagar bien caro, voy hacer todo lo posible para que no vea la luz del sol en una buena temporada. --Gracias, no sabe como se lo agradezco, no me imagino lo que pueda pasar la proxima vez --Almudena. ?Con quien vives? ?Vives con el? ?Con tus padres? --No senor, vivo sola desde hace seis meses que murio mi abuela, y la verdad es que ahora tengo mas miedo que antes. --?Acaso ya lo habia intentado antes? --Si senor, cuando vivia mi abuela ella lo evitaba amenazandolo, y solo me manoseaba, pero desde que ella murio, vivo con el miedo a que aparezca y lo siga haciendo-- empece a llorar. --Mira, vamos hacer una cosa. Lo primero es dejar de llorar, lo segundo, llamame Hugo, y lo tercero es que antes de que salgas de aqui ya estara detenido. ?Aun esta en la casa? --No senor, digo, Hugo --me sonrio--. Salio de casa y me dijo que volveria, es lo que hace desde que lo conozco, va y viene, asi ha sido siempre y ahora que no esta mi abuela, no se que hacer. Dio orden de que lo detuvieran, al saber que yo no tenia mas familia, pues al preguntarme si tenia donde ir, le conte toda mi historia. Me dijo que no me preocupara, que me llevaria a casa de su madre que vivia sola y cuidaria de mi. Eso hizo, me llevo a mi casa para que recogiera algo de ropa, y luego a casa de su madre, una casita unifamiliar con un pequeno jardin en la parte trasera, esa mujer ya estaba al tanto, pues mientras recogia mis cosas lo escuche hablando con alguien. --Hola carino. ?Como estas? Me llamo Clara y soy la mama de Hugo, pasa reina que yo cuidare de ti. --Gracias senora, se lo agradezco en el alma-- era guapisima a sus sesenta anos, no me extrana que el hijo fuera tan guapo. --No, no, nada de senora, llamame Clara, que, si no, me enfadare. Ven, te voy a acompanar a tu cuarto. Hugo, ?comes con nosotras? --le dijo a su hijo. --Claro mama, como siempre que vengo. Subimos las escaleras y me llevo al que seria mi cuarto, frente habia otro que era el de Hugo, por lo que su madre me conto y al fondo estaba el suyo. Al entrar en el que seria mi cuarto, me llamo la atencion que habia fotos de una chica rubia, guapisima, asi como el cuarto se veia muy femenino: las paredes en uno rosa palo precioso y la cama y muebles blancos, y con un bano en la habitacion. --?Quien es esa chica tan guapa, Clara? --Es mi hija, murio hace un ano de cancer. --Ohh, lo siento mucho... --No te preocupes mi nina. Anda, vamos a comer que mi hijo estara desmayado. Comimos, contandoles mi historia, como habia ido a parar a casa de la abuela, la enfermedad de ella, y el calvario que nos hizo pasar mi tio. Hugo se despidio de nosotras y me sorprendio cuando al hacerlo de mi, me dio un beso en la mejilla ante la mirada sonriente de su madre. Clara me trataba con tantisimo carino, que se habia convertido en la madre que nunca tuve, ibamos a todos los lados juntas, habia dias que nos ibamos a casa de Hugo a comer, despues ella se iba y nos dejaba solos. Cuando estabamos solos, charlabamos de la vida, o veiamos alguna peli, siempre le pedia romantica y al final el, acababa consolandome, abrazandome y dandome besos en la mejilla, nunca llego a mas conmigo Tres anos habian pasado de ese maldito dia, tres anos con pesadillas y con miedo sabiendo que estaba en la carcel. Entre Hugo y yo, fue creciendo una bonita amistad, me hacia salir con el y sus amigos, me cuidaba como si fuera de cristal y, poco a poco, me fui enamorando de el, sin decir nada. Su madre se daba cuenta y me decia que el, tambien lo estaba de mi, pero me costaba creerlo pues jamas paso de un abrazo o besarme en las mejillas. Un miercoles a la hora de comer, Hugo llego con muy mala cara, que no paso desapercibida, ni por su madre, ni por mi. --Hijo, ?que te ha pasado? Traes muy mala cara. ?No estaras enfermo? --No mama, no estoy enfermo, tranquila. Almudena, tengo que decirte algo y no se como hacerlo, sientate y escuchame bien. --Tu tio, salio ayer de la carcel-- menos mal que me dijo sientate, porque en ese momento empece a temblar--. No temas, que no permitire que te pase nada. ---Me tengo que ir lejos de aqui, no quiero ni cruzarmelo. --Almudena, tranquila, tiene una orden de alejamiento no puede acercarse a ti-- sali corriendo para mi cuarto

  • Mi sombra, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Cuando el final se acerca de Kathryn Mannix

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    <>. Sunday Times <>. The Times <>. The Observer Cuando el final se acerca explora el gran tabu de nuestra sociedad y la unica certeza que todos compartimos: la muerte. Kathryn Mannix, doctora pionera y especialista en cuidados paliativos, nos ofrece respuestas a las preguntas mas intimas en torno al proceso de la muerte, y lo hace con una delicadeza y sinceridad que conmueven. A traves de una serie de relatos tomados de su experiencia clinica, en las cuatro decadas que lleva ejerciendo como medico, la autora expone que enfrentarse a la muerte de manera clara y abierta, con serenidad y conocimiento, encierra un gran poder terapeutico. Las historias que incluye esta obra nos muestran como los que van a morir se aferran a los que se quedan; no porque estos sean mas valientes, o personas fuera de lo comun, sino porque eso es lo que hacemos los seres humanos. Estos testimonios nos guian para saber como actuar en los momentos mas dificiles. Algunos son conmovedores, otros son tragicos, a veces son incluso divertidos, y siempre entranan sabiduria. Este es un libro necesario para todos: para los que estamos afligidos o pasando por un duelo, para los enfermos y tambien para los que estamos sanos. Al leerlo, estaremos todos mejor preparados para la vida, y tambien para la muerte.

  • Enamorarse de Olga Salar

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    Las hermanas Obando son dos mujeres completamente opuestas, tanto fisica como mentalmente y, a pesar de ello, ambas buscan lo mismo: la felicidad de la que todo el mundo habla, y la misma meta de una vida plena.

  • Un discreto amor de Lily Cerda

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    Lord James Hamilton es el septimo Duque de Rodhersay, Marquez de Burleg, y Conde de Glasgow.

  • Aniquilacion de Mariah Evans

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    Tras la llegada de los vampiros al tranquilo pueblo de Banff y la invocacion de la bestia, Christopher se infiltra en la comisaria como agente de policia, con el objetivo de ocultar las pruebas que ponen de manifiesto la guerra iniciada por lobos y vampiros por la conquista del territorio.

  • Lo que el aleman ha conseguido, que no lo joda la Zorrupia (Mafia de tres 2) de Angy Skay

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    La inexpresiva y monotona vida de Angelines Folla Doblado… ?Que? ?Pensabais que estabais leyendo Lo que el anis ha unido, que no lo separe el poli? Pues no. Estais en el libro correcto, en el de la amiga loca por los vehiculos, la misma que, gracias a un golpe de suerte, se gasta casi toda su fortuna en comprarse el coche mas caro de la historia. Uno como el de el.

  • Fuera de su tiempo de Rangel M. Bellerose

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    1 CAPITULO 1 El libro 877 en las cuevas de Altamira, Espana. -!Fred!, !Fred!-, grito, -!han encontrado algo muy extrano, raro..., ven por favor! Fred era su companero, un arqueologo con bastante mala reputacion en las relaciones sociales, pero un gran profesional en su campo, habian avisado a quien grita para que entrasen en la cueva, y de inmediato, esta supo de lo extraordinario que tenian ante sus ojos. -?Que sucede senorita Storm?-, le pregunto Fred. Ese hombre siempre pensativo con su sombrero beige y bigote. -Creo que no se va a creer lo que hemos hallado en la cueva-, le dijo la mujer arqueologa. Al igual que su companero, esta era una joven de unos veintisiete anos, entusiasta por descubrir cosas del pasado, de la historia, pero a diferencia de Fred Smith, ella ni tenia su prestigio en ese mundo, ni la valia de la que tanto presumia su companero. No en vano, Fred era portada por tantos nuevos hallazgos, como por su desleal comportamiento ante la sociedad mas de elite. -Esta segura... son pocas las cosas que me sorprenden a estas alturas de la vida-, le respondio, -vaya a llamar a Victor, el no querra perderse su fabuloso descubrimiento. -Victor ya esta en la cueva, senor Smith-, le dijo ella. La mujer siempre correcta y amable en sus palabras, era una joven educada en la alta sociedad britanica, pero su pasion por lo desconocido le llevo a escoger una profesion, donde no era muy bien recibida. -Estupendo..., pues vamos a la cueva a ver eso tan fascinante. Ambos entraron a ese maravilloso lugar, en donde el tiempo quedo paralizado, donde nuestros ancestros dejaron sus huellas en forma de pinturas, como si aquel recondito lugar perteneciera al pasado. En una de las grutas, en donde se habian centrado los esfuerzos de los tres arqueologos, y el de los seis acompanantes o peones, asomaba bajo la dura piedra, una especie de paquete, atado con hilos de hebras y envuelto en multiples hojas de una especie de higuera, pero hojas de mayor tamano. -?Que es lo fabuloso?-, pregunto Fred. Victor le miro incredulo, este era otro joven, de unos treinta anos, sin mucha experiencia o reconocimiento, pero mucho mas entregado que Fred en sus labores, de origen hispano, a diferencia de Fred Smith y Camila Storm, los cuales eran ingleses, -ese paquete ha sido conservado a conciencia..., debe ser incluso mas antiguo que las pinturas. -Yo solo veo un trozo de hojas podridas-, respondio el ingles. -No podemos apreciar su tamano hasta que no lo desenterremos, pero queria que fuese usted quien lo describiese, creo que puede ser algo significativo-, le dijo Camila alumbrando con el candil. -Esta bien..., no deberia perder el tiempo, pero si es usted quien me lo propone, lo hare-, le contesto. Se sabia que Fred era un hombre muy admirado entre las senoritas, un verdadero seductor con estas y tambien con alguna que otra senora. -?Quiere que lo extraiga yo?-, le pregunto Victor. -No..., prefiero que lo hagan mis hombres, ellos tienen mas experiencia, si os apartais podremos comenzar. Tras un largo y laborioso trabajo, bajo la tenue luz de las antorchas, los arqueologos prestaban su paciencia al convencimiento de que estaban ante algo digno de ser estudiado, muy poca atencion habia sobre las cuevas de Altamira, tenian todos los permisos en regla para trabajar alli, y estos podian hacer cuanto les diese la gana en aquella magica y espectacular cueva. La noche se les vino, no era facil desenterrar en la piedra un objeto tan fragil como las alas de una mariposa, danadas con el paso de los siglos, y utilizando tan solo unas escobillas de puntas metalicas. -Creo que hoy va a ser dificil que lo podamos extraer-, decia Fred, -tal vez debieramos descansar hasta manana. -Usted es quien decide senor-, le respondio la joven emocionada con todo lo que se hallaba en las cuevas. -!Vamos a recoger todo y manana se proseguira donde lo hemos dejado!-, exclamo a sus operarios. Todos abandonaron el trabajo, la voz de Fred retumbaba en las paredes y se podian escuchar caer gotas de humedad al fondo en la oscuridad de la agonica cueva, de hecho, ese bulto estaba en el rincon ultimo, donde se supone que los antepasados usaban para dormir debido a la poca altura del techo de la cueva en esa zona. -?Le apetece cenar esta noche conmigo?-, pregunto el ingles a la joven, -en mi tienda dispongo de todo para su comodidad. Camila miro timidamente al hombre, luego un poco nerviosa miro a Victor, el cual estaba cerca de ellos, -no creo que sea apropiado para una mujer soltera. -Unicamente se trata de mantener una conversacion... no veo nada mal intencionado en ello, me gustaria conocerla un poco mas-, le hablo en tono seductor. -Entonces podriamos cenar los tres juntos-, respondio sujetando del brazo al hispano. Eso no gusto a Fred, de hecho, se le pudo notar en sus gestos, pero como iba a poder decir ahora que no, -claro…, cuantos mas seamos mejor-, dijo. Se alejo de ellos direccion a su tienda, los otros dos arqueologos se quedaron rezagados, -no debiste decirle eso, no creo que le guste que entre en su tienda-, solto Victor. -Pues que se enfade, somos un equipo y no veo razon para que no pueda cenar con nosotros. -Yo pienso que para el si que la hay…, no soy mas que un incordio entre vosotros. Ella se sonrojo, no porque tuviera nada con Fred, sino por el simple hecho de escuchar a Victor hablar de posibilidad de encuentro sexual con un hombre. -No hable asi, nada hay entre Fred y yo..., es un magnifico arqueologo, pero al igual que lo sera usted. -La conozco desde hace poco tiempo, pero es usted muy amable y me gustaria... que si fuese posible nos tutearamos-, le dijo. -?Como voy a hacer eso?…, en mi familia siempre se ha hablado con respeto, no puedo tutearle-, respondio sonriente y un poco menos sonrojada. Durante la noche, en la tienda de Fred, cenaban los tres con una vacia conversacion, podia notarse la tension entre quien no queria estar alli, quien no deseaba que alguno estuviera alli y el poco tiempo que hacia que se conocian, a veces era el silencio quien gritaba. -?Y pertenece usted a la familia de los Storm de Londres?-, le pregunto el ingles. -Mi padre es Alva Storm, hijo del dueno del mayor banco de Inglaterra, pero no me gusta nada que se me relacione con eso-, respondio. -No la entiendo, con una de las familias mas reputadas del pais, no comprendo que esta haciendo usted aqui, manchandose las ropas y las manos con tierra. -Hay pasiones que no entienden de logica..., usted deberia entenderme. -?Yo?, mi padre era herrero, muchas veces use el martillo, pero deseaba salir de ese trabajo tan duro y monotono..., esta fue mi unica alternativa y ahora me alegro por haberlo hecho. -Pensaba que lo suyo era mas vocacional-, le dijo Victor. -Al principio si, pero cuando has encontrado tantos tesoros y tantos reconocimientos, ya no es lo mismo. -Pero si es usted muy joven-, le dijo Camila. -Tengo ya treinta y seis anos…, ?joven?, llevo treinta trabajando, no en la arqueologia, pero trabajando…, solo quiero parar y disfrutar de lo que he conseguido-, decia. Miro a la joven, -y sin duda disfrutar de la compania de una senorita… tal vez se refiera usted a eso cuando dice que hay pasiones que no entienden de logica. Ella se sonrojo y le desvio la mirada, -es tarde..., creo que me voy a retirar. -Es cierto, muchas gracias por la cena y el vino-, dijo tambien Victor, -yo la acompano a su tienda senorita. -Buenas noches-, les dijo el ingles sin levantarse del asiento, algo poco habitual en un hombre al retirarse una mujer de la mesa. Victor y Camila salieron bajo un manto de estrellas, la noche era silenciosa, junto a la tienda de Fred, se encontraba la de Victor y un poco mas alla, la de la arqueologa en una extension pequena de terreno que mantenia la horizontalidad en el terreno, detras estaban las de los operarios. -?Cree usted que se ha molestado el senor Smith por no responderle?-, le pregunto la joven a Victor. -Creo que se ha molestado por otros motivos... es usted una joven muy bella y Fred es un hombre... como decirlo. -?Lanzado? -Bueno mas o menos... a mi no me gusta interferir en la vida de nadie, pero tenga cuidado con el. -No se preocupe por nada, soy una mujer con las ideas claras. -Me gusta que sea asi, pero el amor ciega... creame. -Buenas noches, gracias por acompanarme y por sus palabras. -Buenas noches... que descanse-, le dijo. Ella entro en su tienda y el joven se retiro a la suya, el dia habia concluido. La luz que entraba a traves de la tela beige de la tienda, dibujaba sus formas en el cuerpo bien vestido, con las prendas del sueno, de Camila. Esa claridad molesto en sus cerrados ojos, era la hora de levantarse y seguir con el trabajo, no sin antes tomar una buena taza de te caliente, era finales de otono y ya refrescaba bastante. Nada mas salir de su tienda, la mujer se dejo llevar por el fresco de la soleada manana en un enclave tan maravilloso, Camila sonaba desde pequena con la historia, con encontrar ese eslabon perdido que nos une a los mas primitivos. -Buenos dias-, le dijo Fred sentado junto a los demas, tomando el te y rodeando un pequeno fuego donde calentaban el agua, antes de comenzar con las labores. -Buenos dias, senor Smith…, tengo muchas ganas de ver que contiene ese bulto, apenas he podido dormir. El arqueologo la miro con prepotencia, -no creo que pueda mostrar nada mas maravilloso que esas pinturas de los techos, cada dia estoy mas fascinado con ellas. -Es algo que no le pongo en duda, pero ?no tiene interes por saber que contiene ese objeto? -Hay una gran controversia en si esas pinturas son antiguas o falsas..., debemos acabar con esa idea de inmediato, esto se debe mostrar al mundo como lo que es, y sinceramente no veo nada en particular con ese envoltorio. -Pero usted mismo ha visto con el esmero en que se ha tratado de conservar…, no puede contener algo banal. -Ya hemos recogido muestras de puntas, herramientas e incluso cenizas, lo que a mi realmente me fascina son esas pinturas, mi obligacion es datarlas lo antes posible para que se maraville el mundo. Ella mostro en su rostro la decepcion con la que la habia despertado, no comprendia que le habia hecho cambiar de opinion en la noche, -entonces., ?no va a reanudar los trabajos para desenterrarlo? -Por supuesto que no, ese trabajo lo podeis hacer vos y su buen amigo Victor-, le contesto. Seguramente no le habia caido bien que invitara al joven arqueologo a cenar y mucho menos que le rechazara su proposicion de conversar con ella a solas. -Muy bien senor Smith... puede que luego de que lo hallamos desenterrado no se nos reconozca ni el lugar, ni la fecha, nosotros no tenemos su prestigio y veracidad ante los medios.

  • El eterno legado (La hija de la Sacerdotisa 1) de Elisabet Castany

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    ?Que pensarias si todo lo que creias saber sobre tu familia no es mas que una compleja y escabrosa mentira? Amy, una joven profesora de arte en una escuela de Barcelona, descubre tras la muerte de su padre unas misteriosas cartas relacionadas con la desconocida familia de su madre. La necesidad de saber y un peligro inminente que la acecha la llevan a Llo, un pequeno pueblo situado en las montanas del Pirineo frances. Pronto se vera inmersa en una espiral de mentiras y traicion donde conocera de primera mano la verdad sobre sus origenes. Luchar contra la amenaza que pesa sobre su persona no sera tarea facil, tampoco lo sera enfrentarse a lo que le tiene preparado su propio destino. El misterio, la historia, el amor y un gran secreto ancestral se entremezclan para dar vida a esta poderosa historia que te cautivara por completo. ?Te atreves a empezar?

  • En la piel de Barbra (Mujeres heroinas 2) de Anna Anudi

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    Y tu ?que harias por las personas que quieres?

  • Y si… no fuera el de Manoli Madrono Gomez

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    Me miro una y otra vez en el espejo. Cuento las marcas en mi cara; arrugas que a mis treinta anos empiezan a saludarme, marcas del frio y del calor que se han quedado comodas en mi joven, o ya no tan joven, rostro. Cojo del mueble del aseo unas pinzas y uno a uno voy deshaciendome de los pelos sobrantes de mis cejas. !Listo! Quedan tal y como me gustan, con su cabeza gruesa y su cuerpo fino. Me vuelvo a mirar de nuevo al dichoso espejo y poco a poco me acerco. Otro dia mas con ojeras, pienso para mi misma, pero esta vez son mas oscuras, moradas y con los lagrimales rojizos, que cualquiera que me observe bien se creera que estoy enferma. Me maquillo lo mejor que puedo, para que nadie note esa pena, esa miseria que llevo por dentro. Me dirijo a mi habitacion y me deleito otra vez en el espejo, pero esta vez en el de mayor altura para ver si algo no encaja en mi. Observo mi metro sesenta, cubierto por unos vaqueros grises ajustados a mis perfectas piernas, una blusa negra dejando ensenar un pequeno escote y mis botines marrones favoritos que me hacencrecer diez centimetros mas. Mi larga melena pelirroja cae en cascada por mi delgada espalda. Sonrio y me veo estupenda. Cojo mi chaqueta americana marron y mi bolso a juego, me cercioro de que tengo las llaves y las demas cosas dentro de mi peludo bolso y cierro de un portazo. Estaciono mi Seat Ibiza anaranjado en los aparcamientos subterraneos de la empresa. Me bajo de el y cierro las puertas. Me monto en el ascensor despues de saludar a Sam, ya entrado en anos y vigilante de la planta subterranea; si algo malo pasara, solamente el seria el culpable. Subo desganada, apenas duermo y ultimamente las musas me han olvidado, cosa que no me ayuda para escribir mi columna en el periodico. Respiro hondo y relajo mi cuerpo con tranquilidad, me espera un gran dia. Las puertas se abren, dejandome paso a la decima planta... Capitulo 1 Gire a mano derecha y sali como alma que lleva el diablo del ascensor. Odiaba los sitios cerrados, estrechos y, sobretodo, apelotonarme entre las personas, con los virus que pueden transmitir. !Vale, si! No lo voy a negar, soy demasiado escrupulosa. En su lugar estaba Hannah, mi leal secretaria, ya entrada en edad, pero fiel como un perrito. Era decir cualquier palabra y la tenia a mis pies. --Buenos dias, senorita Gel --me saluda tan amablemente. --Buenos dias, Hannah, un cafe cuando puedas, ?si? --casi le suplique. Tendria que saber despues de tantos anos al ver mi rostro que el cafe deberia de ser en vena y no en vaso. --?Un mal fin de semana? --me pregunto, sabiendo la respuesta. --Quizas peor que mal. --Me deje caer en mi silla y encendi el ordenador. --Vuelvo enseguida --dijo Hannah yendo a por mi cafe. Observe por encima los papeles que me habia dejado mi secretaria, y ni siquiera sabia por donde empezar. <>, me pregunte sin hallar la respuesta. Di una vista atras a mi pasado. Entre en la revista por mi padre. Me consiguio el mismo el puesto, justo despues de terminar la carrera de periodismo. Sabia que mi gran sueno era ser columnista y no estar en las calles buscando el ultimo informativo. Y por ello hablo con uno de sus mejores companeros del "mus", como el solia decir. Despues de hacer la entrevista, el senor Muester quedo encantado conmigo y decidio darme la columna que yo eligiera de las vacantes que existian en ese instante. Con apenas veintidos anos elegi la columna de "Los deseos". Quizas era mi vena romantica o los deseos encerrados en mi ser los que me llamaban a ocupar ese puesto. El comienzo fue duro, pero poco a poco me hice con la revista y sobre todo con el corazon de Muester, que me animo a darle un giro a mi propia columna. Decidi que los lectores tambien se volcaran en ella y no solo fueran historias que salieran de mi cabeza. La idea era que mujeres y hombres me relataran cual era su mayor deseo y yo poderles ayudar a cumplirlos. Asi, cada dia me llegaban emails de personas desconocidas con un pequeno seudonimo para que nadie al leer las preguntas los conociera, solo sabrian ellos mismossu identidad. Poco a poco me hice hueco y la revista subio un escalon a la fama, y todo gracias a mi, por lo que la empresa me estaria eternamente agradecida. Pero ultimamente mi vida era un caos. ?Como ayudar a los demas si ni yo misma podia ayudarme? Esa era mi pregunta diaria. Y lo peor era que en el unico sitio que me encontraba a gusto era en mi oficina, que todo habia que decirlo, aparte de la del senor Muster, era una de las mejores; con su azul cielo cubriendo tres de las cuatro paredes, ya que una de ellas era acristalada y me dejaba ver lo mejor de la ciudad, el mobiliario color gris carretera, y en el suelo una preciosa moqueta gris claro. Definitivamente me encantaba. Era un lujo trabajar en ella y me lo habia ganado honradamente. Seguia inmersa en mis pensamientos hasta que escuche un pequeno golpe en la puerta. --Pasa --le anuncie a Hannah con una de mis mejores sonrisas. La verdad es que la apreciaba muchisimo y no veia mi vida sin ella. --Senorita Bel, queria comentarle algo --me expuso, seria, mientras dejaba mi taza de cafe sobre el escritorio. --Hannah, te he dicho mil veces que me llames Julia. --Le senale la silla que se encontraba delante de mi para que se sentara. --Vera, sabe que... manana cumplo sesenta anos, ?verdad? --termino de decir. --!Si, lo se! --exclame entusiasmada.La semana anterior le habia ido a comprar un detalle que seguro que le encantaria. --Senorita, vera... --Empezo a inquietarse. ?Que le pasaba? --?Estas enferma, Hannah? Te encuentro algo palida --le pregunte, preocupada. --No, no es eso. --Se acerco un poco mas al escritorio. --?Entonces? Dime, me estas poniendo nerviosa. --le suplique. --Manana es mi ultimo dia de trabajo --solto. Y en ese momento senti como si me hubieran echado un cubo de agua encima. Me agarre a los brazos de la silla giratoria, porque crei tambalearme y caer. Respire hondo, lo mas que pude, y poco a poco me levante. Intentaba estar calmada, tarde o temprano esto iba a suceder. Pero yo... Ella… No podia estar pasandome esto a mi. !No! Y menos en esos momentos. --?Se encuentra bien? --observo Hannah alarmada. Ya no pude callar mas. --?Que si estoy bien? ?En serio me preguntas si estoy bien? --Eche el asiento hacia atras y vi miedo en los ojos de Hannah. --Senorita, yo... Lo siento. --Miro hacia sus pies. --!Que lo sientes! ?En serio? --Ella afirmo--. Mira, Hannah, te aprecio como si fueras mi madre. Me has visto crecer en mi puesto de trabajo y flaquear en el personal. Pero !No! Ahora no me puedes dejar. !Me niego! Deambule por el despacho, de una esquina a otra, asomandome por mi preciosa pared de cristal y observando a todos los transeuntes que parecian pulgas a mi merced. Senti caer una de mis lagrimas queriendo provocar un mar de lagrimas y desembocar en mis labios. Pero rapidamente me la limpie, impidiendo que esto no me derrumbara mas de lo que ya estaba. Me di la vuelta hacia Hannah, que estaba cabizbaja y llorando. Pero !Por Dios! ?Que culpa tenia ella? Me acerque y me agache a su altura. Hice que me mirara a los ojos y senti, por primera vez en los ocho anos desde que era mi mano derecha, pena, tristeza y desilusion. --Perdoname. No me he comportado bien. Sabes que no paso por una buena situacion en mi matrimonio y ahora me tengo que despedir de una de las personas mas importante en mi vida --le manifeste. --Pero, ya sabia que esto pasaria. Meses atras lo hablamos. Ademas, ya le tengo la persona perfecta para reemplazarme. Manana vendra conmigo para ensenarle todo y que usted de el visto bueno --anadio en un hilo de voz. --Seguro que sera tan perfecta como tu. Secate esas lagrimas y perdoname --le pedi mientras le daba un tierno abrazo--. Ademas, siempre podremos quedar para tomar un cafe, ?verdad? --Le sonrei. --Claro, senorita. --Se enjuago las lagrimas y me sonrio--. Vuelvo a mi puesto de trabajo, debo adelantar algunos papeles para manana. --Vale, ve. --Le deje via libre y se fue. La observe desde mi puerta. Me fascino nada mas conocerla. Y ya cuando me relato su historia la idolatre. Era una madre coraje y recorde entre lagrimas cuando se abrio a mi y me conto su vida. Madre de cinco hijos y viuda a los veintiseis...Una lastima, pense en ese momento. Perdio a su marido y mejor amigo en un accidente de coche. Por lo visto, el hombre regresaba a casa despues de dos semanas de trabajo sin parar, y un camion se le echo encima, haciendo que su Seat quinientos saliera por la cuneta y perdiera la vida en el acto. Era vendedor ambulante y ganaba lo justo para sobrevivir, aunque sin vicios, pero lo suficiente para que sus hijos y mujer comieran. Me conto que, al no estar asegurado ni tener un seguro de coche en condiciones, ella se vio con una mano adelante y otra atras. Su casero la ayudo porque siempre fueron fieles pagadores y nunca tuvo ningun problema con ellos, y al menos algunos meses podria estar sin pagar el alquiler. Se busco un trabajo en una casa un par de horas y limpiando portales. Despues de un tiempo, vio que esos trabajos no le daban para todo el mes, por lo que decidio terminar sus estudios. Por la tarde cursaba las asignaturas pertinentes para poder obtener el graduado escolar. Y poco a poco se saco su titulo de auxiliar administrativo. Despues de llamar a mas de una empresa en busca de un trabajo, a sus treinta y dos anos consiguio entrar por una baja maternal a su actual trabajo, y Muester quedo prendando de ella y le hizo un contrato fijo, y a la chica que trabajaba en ese puesto la derivo a otra columna de la revista.

  • 12 reglas para vivir de

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    ?Cuales son las reglas esenciales para vivir que todos deberiamos conocer? Regla n.deg 1: mantente erguido con los hombros hacia atras., como las langostas; regla n.deg 8: di la verdad, o por lo menos no mientas; regla n.deg 11: no molestes a los ninos cuando montan en monopatin; regla n.deg 12: cuando te encuentres un gato por la calle, acaricialo.

  • Ultimatum de Rafael Guerrero

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    Sicilia, Madrid y Siria son los escenarios preparados para el detective privado Rafael Guerrero en su tercera novela. Escenarios que desencadenaran en un Ultimatum para su ser, persona y personaje. Prostitutas, mafiosos, espias y detectives privados que forman parte de una misma historia. Una historia que parte de la realidad de un detective privado de verdad, protagonizada y escrita por el mismo.

  • Madera de savia azul de Jose Luis Gil Soto

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    Una gran novela, llena de emociones y aventura, que nos traslada hasta un mundo medieval legendario para mostrarnos las grandes pasiones que, desde el principio de los tiempos, mueven al ser humano.

  • El precio de estar a tu lado de Leire F. Cascon

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    Ubicada en la Inglaterra victoriana, “El precio de estar a tu lado” es la historia de Ann Lake, una nina nacida dentro del seno de una familia adinerada y de gran posicion que aprendera que dinero y posicion social no son suficientes para alcanzar la felicidad. La vida de Ann cambia drasticamente tras la repentina muerte de su madre, lo cual provocara en ella una crisis vital que da lugar a un encerramiento que agrieta su vida marcandola en un antes y un despues.

  • El destino de Noah (Semillas Negras 3) de Lorraine Coco

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    Han pasado cinco anos desde el nacimiento de Noah y las cosas no parecen haber mejorado. Todos han tenido que hacer grandes sacrificios, mientras Raynard y sus temibles y cada vez mas abundantes aliados se esfuerzan en imponer su era de terror y destruccion.
    La batalla final se acerca y es el momento de tomar decisiones y descubrir lo que el destino tiene preparado para cada uno de los Guardianes y la totalidad de las razas. ?Podra un nino traer la paz de nuevo a la tierra? ?Seran suficiente sus muchas habilidades para asegurar el destino de Dakata, Constantine, sus padres y el resto de Guardianes?
    La tercera y ultima parte de la serie Semillas Negras llega para emocionarte, atraparte y dejar una huella eterna en tu corazon.

  • Catorce Colmillos de Martin Solares

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    Una semana muy oscura de 1927 un hombre es asesinado en extranas circunstancias y su cuerpo aparece en un callejon de Paris.

  • Pareja asignada (Programa de Novias Interestelares 2) de Grace Goodwin

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    Cuando una potencial amenaza contra su vida obliga a Eva Daily a buscar refugio en otro mundo, solo le queda una opcion disponible. Debe postularse al Programa de Novias Interestelares. Despues de una valoracion intima y sensual de su idoneidad, a Eva se le asignara una pareja y se la transportara a ese mundo para convertirse en su novia.

  • La red de Alice de Kate Quinn

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    LA NOVELA HISTORICA DEL ANO

  • Un cafe al final de todo (Cafenamorada 2) de Bet Alifanow

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    Carmela !Caras vemos, corazones no sabemos!, no es posible que Santiago me proponga un amor tan bonito cuando tenia su vida hecha con la tal Romina y ahora con un hijo en camino... Definitivamente el amor no es para mi... Ahora debo redimensionarme, olvidar a Santiago, reconstruir Cafenamorada y seguir adelante. Como decia mi abuela, !Si llegas a caer, no te queda mas que limpiar tus rodillas y seguir adelante!, !Nunca decaigas, somos mujeres guerreras!, !Nunca lo olvides! Esas palabras me retumban en la cabeza mientras dura el trayecto desde el desastre de almuerzo con Santiago y Cafenamorada, pero no puedo creer lo que veo cuando llego. Sebastian esta con un grupo de personas a los que veo que les da ordenes. Me bajo rapidamente del taxi y corro a enfrentarlo, no me importa armar un espectaculo. !Estoy llena de ira!--!Que carajo haces aqui! --le grito. --?No es evidente? Estoy tratando de arreglar el desastre que dejo el incompetente de tu amante, porque la unica forma que algo te salga bien, es que yo este presente solucionandote todo. Mi rabia es tan grande que la use para estamparle una sonora cachetada, vi sus punos cerrarse, y aunque me dio miedo que me golpeara lo enfrente. --?No habras tenido tu algo que ver con este incendio para poder ser despues la solucion? --le digo con toda la rabia que cargo acumulada--. Pues estas muy equivocado, !Largarte que yo me basto sola! Para mi sorpresa quedo tan impactado con la acusacion que solo me miro con rabia, se dio la vuelta y se fue, eso solo me dio pie para pensar que definitivamente aqui hay gato encerrado. No parare hasta que la verdad salga a la luz... Me quedo parada mirandolo todo, no se de donde ha salido esta gente, ni que hacen aqui, bueno evidentemente estan tratando de ordenar las cosas luego del incendio, pero no puedo permitir que pase esto, eso seria dejar que Sebastian se salga con la suya. Me acerque hasta el hombre que estaba hablando con Sebastian para hablar con el. --Buenas tardes, disculpe, pero me gustaria saber ?quien es usted y que hace aqui? --le digo con voz calmada. El tipo me mira de arriba abajo en una inspeccion nada decente que me hizo sentir incomoda y me lleno de rabia. --?Y usted es? --me replica con arrogancia. --La duena del lugar --le espeto sin mas--, y aun estoy esperando por saber ?quien es usted y que hace aqui? --le digo con altaneria, ya que me irrito su actitud. Sin ningun tipo de remordimiento por su parte, con altivez me responde. --A mi me contrato su esposo para arreglar este desastre, me dijo expresamente que solo debo hablar con el sobre las necesidades y arreglo del local. !Esto es el colmo de las cosas malas del dia!, mi paciencia y los buenos modales se fueron de vacaciones en este instante, cierro los ojos por unos segundos e inhalo con mas fuerza que nunca, cuando los abro, lo miro con fiereza y le digo: --En primer lugar, no es mi esposo, en segundo lugar, yo soy la unica duena y en tercer lugar tiene exactamente cinco minutos para salir de aqui con sus hombres antes que llame a la policia y levante cargos por allanamiento --digo con voz fuerte y cargada de rabia. --!Usted no me da ordenes! --me dice el muy descarado--, tengo con contrato que... --!Me importa un comino su contrato! --le grito interrumpiendolo--, yo no lo contrate asi que me vale mierda lo que opine, salga de mi negocio o lo denuncio por allanamiento, robo y cualquier otra cosa que se me ocurra --le digo mientras marco el numero del jefe de policias en mi telefono. --No hay necesidad de alterarse senora --me dice el tipo haciendo enfasis en el "senora"--, ya le digo a mis hombres para salir de aqui, pero alguien debe hacerse cargo del trabajo que empezamos a hacer y... --Salga de aqui inmediatamente y arreglese con quien lo contrato, yo no tengo nada que ver con usted --le digo sin dejarlo decir mas nada. Mientras sigo intentando con la llamada, veo como me dirige una mirada de muchisima rabia, se da la vuelta y va a hablar con su gente, minutos despues todos se van en una camioneta Ford azul. No se que me impulso a colgar la llamada y tomarle una foto a la camioneta justo antes que cruzara. Reviso la imagen, aunque soy mala tomando fotos y la tembladera que tenia no era normal, la foto quedo lo bastante nitida para que se distinguiera la placa y el modelo. Vuelvo a insistir con la llamada al jefe de policia, esta vez enseguida me contesta y le explico lo que acaba de ocurrir, me pide que le envie la foto por WhatsApp, para investigarlo todo. A groso modo le explico que no tengo ningun trato ni relacion con mi ex esposo, por si esta gente le da por denunciarme. Muy amablemente atendio mi pedido, quedando que debia pasar lo mas pronto posible por la comisaria para formalizar una denuncia si era mi gusto. Me recomienda que llame a una empresa de seguridad por si quiero resguardar el negocio hasta que empiece la remodelacion. Conversamos unos minutos acerca de los hechos y nos despedimos. Aun intranquila, le envio la foto y recibo de vuelta el numero de la empresa de seguridad. Enseguida me pongo en contacto con ellos, le explico la urgencia y ellos me dicen que me atenderan inmediatamente. Como no tengo oficina donde atenderlos para finiquitar el contrato, los cito en un cafe que queda a pocas cuadras de Cafenamorada, quedamos en 40 minutos. Un poco mas calmada, pero con la tristeza a flor de piel, me voy caminando con el frescor de la tarde dandome en la cara hacia el cafe donde me vere con la empresa de seguridad. Mi mente es un cumulo de imagenes y conversaciones que se mezclan sin sentido alguno. El incendio, la situacion con Santiago, Sebastian y su aparicion con la gente para la remodelacion, demasiado rapido pense, la angustia y la incertidumbre se apoderaron de mi por un instante. Llego al cafe, los muchachos de la barra me conocian, me dieron su pesar por lo sucedido, me sente en una mesa al fondo del local, enseguida me trajeron <>, segun sus propias palabras. Yo me rio ante la ocurrencia y le doy las gracias. El muchacho que me atiende sonrie y se aleja dejandome sola rumiando con mis pensamientos. Mientras saboreaba el cafe, me acorde de una frase que me decia mi papa que, segun el, era del Rey Alejandro de no se donde, que decia: "parece ser una necesidad basica del corazon humano en toda crisis importante, una buena taza de cafe caliente", cuanta razon tenian ambos… Toca pensar, pero mi mente es un torbellino de imagenes, mi corazon una montana rusa de sentimientos, quiero llorar, pero mis ojos estan secos, debo calmarme para poder pensar con cabeza fria todo lo que esta pasando y planificar como resolverlo. Tengo que enfrentarme a mi realidad, debo ser fuerte, pero no se de donde sacar fortaleza, pienso en mis hijos, en todo lo que he pasado para llegar aqui. Sin darme cuenta mi super cafe se termina y enseguida veo como lo cambian por otro, !que buen servicio!, cierro mis ojos mientras sigo con mi cafe, pongo mi mente en blanco, no quiero pensar por unos minutos... Los retos son los que hacen la vida interesante: superarlos es lo que hace que tenga sentido. (Joshua J. Marine). Santiago Salgo corriendo detras de Carmela, veo como sube al taxi y yo sin poder detenerla. Me quedo como un estupido paralizado viendo como se aleja... La molesta voz de Romina me saca de mi momento de dolor. --Santiiiiiiii, ?quien es esa mujer?, ?Por que sales detras de ella? --me dice mientras toca mi antebrazo. --Lo que yo quiero es saber Romina, ?como demonios llegaste aqui?, ?quien carajo te dijo que yo queria verte? y ?de donde salio la ridicula idea que estas embarazada? --Ay Santiiii son muchas preguntas, ya se me olvido la primera y no me alces la voz que estoy embarazada !Dios mio!, en que estaba pensando yo cuando empece a salir con esta mujer. Mi cara es fiel reflejo de la molestia que sentia. --Santi... --me dice agarrando mi mano. --Romina... --digo con voz de hastio y soltandome de su agarre--, en primer lugar, tu cuento de estar embarazada de mi es practicamente un imposible, creeme se muy bien por que te lo digo y, en segundo lugar, aunque ya no me importe, quiero saber a que viniste. --Pues una noticia como esta tenia la obligacion de dartela en persona Santi --me dice con voz melosa--, despues de hablar con tus padres y decirles que serian abuelos nuevamente, me dijeron que estabas aqui y vine a sorprenderte. Masajeo mis sienes, me esta empezando la migrana y tener a Romina aqui no me ayuda, debio ser muy convincente para que, por segunda vez en mis cuarenta y dos anos, mi madre se meta en mis asuntos sentimentales. --Realmente no se si es que no entiendes lo que se te dice o te haces la desentendida a proposito --le digo mirandola con cansancio, veo como su cara se contrae por unos segundos para luego poner la misma expresion cansina que tanto me disgusta. Camino a su alrededor estresado y con un mar de pensamientos e imagenes revoloteandome en la cabeza, paro en mis divagaciones para preguntarle: --?Donde estan tus cosas? --pregunto. --Estaba tan emocionada que viaje con lo que cargo encima Santiii. Pense que podiamos salir de compras aqui. No conteste nada, simplemente la tome por el codo y nos dirigimos al lobby del hotel, le doy las llaves de la habitacion mientras le digo: --Sube a la habitacion y esperame alli. --?A donde vas Santi? --Ya regreso. Salgo del lugar sin voltear a ver a Romina, la suave brisa de la tarde refresca mi cara, y me hace consciente del problema en el que estoy metido. Necesito buscar a Carmela y explicarle la mentira de Romina...

  • El sistema de Ricardo Menendez Salmon

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  • El Encanto del principe azurro de M. A. Petersen

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    Un dia cualquiera en que la vida por fin comienza a darte un descanso al agobio de anos de problemas familiares, laborales y economicos, dejandote ver la luz al final del tunel, !no te descuides! Ese precisamente puede ser el dia en que aparezca tu mas temible competidor, el que puede definitivamente cerrarte la puerta a la felicidad.
    Al menos eso es lo que creyo Blake Ward de Jack Hauteville, el chef de comida italiana mas reconocido del pais, quien no dudo en armar un alboroto en su pequeno restaurante familiar, alegando el plagio y “destruccion”de sus recetas con la potente voz de un baritono.

  • Un corazon para dos de Jessi Kirby

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    Cuando las sirenas me despertaron justo antes del amanecer, no se como supe que iban a por el. No recuerdo haber saltado de la cama ni haberme atado los zapatos; tampoco recuerdo como llegue al camino de la entrada, ese sinuoso sendero que hay entre nuestras casas. No recuerdo mis pies golpeando el suelo, mis pulmones aspirando aire ni mi cuerpo corriendo para atrapar lo que mi corazon me decia que era cierto. Pero recuerdo cada detalle despues de eso. Puedo ver las luces azules y rojas que brillan en el claro cielo del amanecer. Puedo escuchar las voces entrecortadas de los medicos. Las palabras <> que se repiten entre el ruido de sus radios en el fondo. Recuerdo los profundos y ahogados sollozos de una mujer desconocida, y que sigo sin conocer. Tambien el extrano angulo de la camioneta blanca de la chica, con el toldo oculto bajo los tallos destrozados, y las flores de los girasoles que crecian a lo largo del camino. La reja, astillada y rota. Recuerdo los cristales, que parecian grava, esparcidos por el asfalto. Sangre. Demasiada. Y su zapatilla tirada a un lado, en medio de todo aquello. El corazon que, con un rotulador negro, yo habia dibujado en la suela. Aun puedo percibir el vacio de su zapatilla cuando la recogi y como su liviandad me hizo caer de rodillas. Puedo sentir las manos enguantadas que me levantaron y que luego me sujetaron cuando trate de correr hacia el. No dejaron que me acercara. No querian que lo viera. Y, por eso, lo que mas recuerdo de esa manana es que me quede de pie a un lado del camino, sola, mientras la oscuridad se cernia a mi alrededor y el dia cambiaba mi vida. La luz de la manana sobre los petalos, dorados y vibrantes, esparcidos por donde el yacia, agonizando. 1 La comunicacion con los receptores del trasplante puede ayudar a los familiares de los donantes tras su perdida… En general, las familias de los donantes, los receptores, y sus parientes y amigos se pueden sentir reconfortados al hablar sobre sus experiencias con la donacion… El regalo de la vida… Pueden pasar meses o anos antes de que alguno de ellos este listo para enviar o recibir correspondencia, o tal vez nunca llegue a haber ninguna relacion. Programa de Servicios a las Familias de los Donantes Alianza de Vida Cuatrocientos dias. Repito el numero en mi cabeza. Dejo que se apodere del sentimiento de vacio mientras aprieto el volante. No puedo permitir que se vaya como cualquier otro dia. Cuatrocientos merece algun reconocimiento. Como trescientos sesenta y cinco, cuando le lleve flores a su madre y no a su tumba, porque sabia que el habria querido que las tuviera ella. O como en su cumpleanos. Eso fue cuatro meses, tres semanas y un dia despues: el dia ciento cuarenta y dos. Lo pase sola. Ese dia no tuve animo para ver a sus padres y, en realidad, una parte pequena y secreta de mi creia que, si yo estaba sola, quiza el podria regresar, cumplir dieciocho anos y seguir donde nos habiamos quedado. Estudiar el ultimo ano conmigo, enviar solicitudes a las mismas universidades, regresar por ultima vez a casa o ir al baile de graduacion, lanzar los birretes al aire y besarnos hasta que llegaran al suelo. Cuando el no regreso, cogi una sudadera que aun conservaba su olor, o eso pensaba yo. La aprete contra mi cuerpo y pedi un deseo. Desee, con todas las fuerzas, que no tuviera que hacer ninguna de estas cosas sin el. Y mi sueno se hizo realidad. El ultimo ano se transformo en una niebla. No envie por correo las solicitudes a la universidad. No sali a comprar el vestido para el baile de graduacion. Olvide que habia un cielo para besarnos debajo de este. Los dias pasaron, uno tras otro, sin fin; parecian infinitos, pero se fueron en un parpadeo, como las olas que se rompen en la orilla, o las estaciones que pasan. O el latido de un corazon. Trent tenia un corazon de atleta: fuerte, estable, diez latidos mas lento que el mio. Antes, nos acostabamos pecho contra pecho, y yo respiraba mas lento para seguir su ritmo. Trataba de enganar a mi pulso para que hiciera lo mismo; pero nunca funciono. Tres anos despues, mi pulso se aceleraba con solo estar cerca de el. Pero encontrabamos nuestra propia sincronia, con su corazon latiendo a un ritmo lento y estable y el mio llenando los espacios intermedios. Cuatrocientos dias y demasiados latidos por contar. Cuatrocientos dias, demasiados lugares y momentos donde Trent ya no existe. Y aun sin respuesta de uno de los pocos sitios donde si existe. Un claxon suena detras de mi, y me saca bruscamente de mis cavilaciones. Por el espejo retrovisor puedo ver al conductor que sigue maldiciendo mientras maniobra para adelantar a mi coche. Se lo ve furioso y esta gritando a traves de su parabrisas: <>. Me pregunte lo mismo al entrar en el coche. No estoy segura de lo que estoy haciendo, solo se que tengo que hacerlo porque debo verlo con mis propios ojos. Por lo que senti cuando vi a los otros receptores. Norah Walker fue la primera receptora en contactar con la familia de Trent, aunque su nombre lo supieron despues. Los receptores y las familias de sus donantes pueden ponerse en contacto en cualquier momento a traves del coordinador de trasplantes, pero recibir aquella carta fue una sorpresa para todos nosotros. La madre de Trent me llamo el dia despues de recibirla y me pidio que fuera a su casa. Nos sentamos juntas, en una sala bien iluminada, en ese hogar que guardaba tantos recuerdos, como aquel dia en que pase corriendo frente a la puerta, hasta cinco veces, deseando que el notara mi presencia. Oi sus pasos que trataban de alcanzarme y empece a correr mas despacio, solo lo suficiente para que llegara junto a mi. Se las arreglo para hablar, con la respiracion entrecortada. --!Eh! --Respiracion--. !Espera! --Respiracion. Teniamos catorce anos. Eramos unos desconocidos hasta ese momento. Hasta esas dos palabras. Cuando fui a casa de Trent a hablar con su madre, me sente en el sillon donde el y yo soliamos ver peliculas y comer palomitas del mismo bol. Fueron sus palabras y la gratitud que habia en ellas las que me sacaron del lugar oscuro y solitario en el que yo habia habitado durante mucho tiempo. La carta, escrita con letra temblorosa y en un papel bonito, desperto algo en mi. Era sencilla. El receptor estaba profundamente apenado por la muerte de Trent. Profundamente agradecido por la vida que le habia dado. Esa noche regrese a casa y le escribi una respuesta: le queria agradecer la vitalidad que me habia otorgado con sus palabras. Y, la noche siguiente, escribi a otro receptor, y mas tarde a otro: cinco en total. Cartas anonimas para personas anonimas a las que queria conocer. Y, cuando se las envie al coordinador de trasplantes para que las hiciera llegar a los receptores, fue con la leve esperanza de que esas personas me escribieran una respuesta. Que pudieran darse cuenta de mi presencia, como el lo hizo. Me vuelvo y veo que el esta alli, sonriendo, apretando un girasol que es mas alto que yo. Su tallo se arrastra detras de el. --Soy Trent --dice--. Me acabo de mudar aqui, en esta misma calle. Debes de vivir cerca, ?verdad? Esta semana te he visto pasar todas las mananas. Eres rapida. Me muerdo el labio inferior mientras caminamos. Sonrio por dentro. Trato de no confesar que todos esos dias he reservado la velocidad para el tramo de camino frente a su casa. Desde que el camion de la mudanza se detuvo en el camino de la entrada, y el bajo de un salto. --Soy Quinn, digo. --Respiracion. Escribir las cartas me hizo sentir como si pudiera respirar de nuevo. Escribi sobre Trent y sobre todo lo que me dio cuando estaba vivo. La sensacion de que podia hacerlo todo. Felicidad, amor. Las cartas eran una manera de honrarlo y una esperanza de algo mas. Una mano anonima que se estiraba hacia el vacio, buscando una conexion. Una respuesta. Me rio porque el aun no ha recuperado el aliento, y porque no parece recordar que lleva un enorme girasol en la mano. --Oh --dice, siguiendome la mirada--, se suponia que este era para ti. Yo… --Se pasa una mano por el pelo, parece nervioso--. Yo lo he arrancado por alli, cerca de la reja. Lo extiende hacia mi y se rie. Es una risa que quiero seguir escuchando. --Gracias --respondo. Y estiro la mano para cogerlo. Lo primero que me regalo. Despues de doscientos ochenta y dos dias, y de enviar y recibir muchas cartas, de rellenar formularios de aceptacion y de recibir asesoria previa a la reunion, su madre y yo fuimos a la oficina de Servicios a las Familias de los Donantes, nos sentamos juntas y esperamos a que llegaran; queriamos conocerlos en persona. Norah fue la primera que hablo con nosotras y que nos tendio la mano. A pesar de todas las veces que me habia imaginado el encuentro, no estaba preparada para lo que senti cuando nos cogimos de la mano, la mire a los ojos y supe que tambien habia en ella una parte de Trent. Una parte que le habia salvado la vida a la chica y le habia dado la oportunidad de ser madre de una pequena nina, de pelo rizado, que miraba desde detras de las piernas de Norah, y esposa del hombre que estaba de pie junto a ella, llorando. Cuando la mujer respiro hondo, con los pulmones de Trent, y acerco mi mano a su pecho, para que sintiera como se llenaban y se expandian, mi corazon tambien se lleno. Paso lo mismo con los demas receptores que conoci: Luke Palmer, siete anos mayor que yo, nos toco una cancion con su guitarra, y podia hacerlo gracias a que Trent le habia dado un rinon. Estaba John Williamson, un hombre callado pero calido, mayor de cincuenta anos. Escribio varias cartas poeticas acerca de la manera en que su vida habia cambiado desde que recibio el trasplante de higado. Aquel dia lucho para encontrar las palabras correctas con las que poder expresarse en esa pequena recepcion. Y luego estaba Ingrid Stone, una mujer con los ojos de un tono azul claro, tan diferentes de los ojos de color cafe de Trent, pero que podia ver el mundo de nuevo, y pintarlo con colores vivos, gracias a ellos. Dicen que el tiempo sana todas las heridas, pero conocer a esa gente, una improvisada familia de extranos que estaban unidos por una sola persona, sano mas en mi que todo el tiempo que habia pasado en los dias anteriores. Por eso, cuando no tuve respuesta del ultimo de los receptores empece a buscarlo. Realice busquedas en internet, compare fechas con noticias y hospitales, hasta que lo encontre con tanta facilidad que casi no me lo creia. Ante los demas, he fingido que comprendo la razon por la que no ha respondido. Que, como nos dijo la mujer de los Servicios a las Familias de los Donantes, algunas personas nunca responden y se debe respetar su decision.

  • Por un simple cafe de Maria Santos

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    El sol ilumina desde el celeste cielo la gran ciudad que, despierta ya a esas horas, se prepara para el acontecimiento que tendra lugar. Las aves se pasean con majestuosidad por las calles, el aroma que desprenden las primeras flores de la primavera inunda cada rincon de la ciudad donde una joven pareja comienza los preparativos para su gran dia. Los nervios, las prisas y los detalles de ultima hora enmarcan el final de 7 meses de larga espera. El momento ha llegado. Las notas del Canon de Pachebel comienzan a sonar por todo el lugar. La novia inicia la marcha. A los pies del altar un nervioso novio espera impaciente para convertirla en su mujer. El padrino avanza orgulloso por el engalanado pasillo de la iglesia, la novia lo acompana con la mirada depositada en su futuro marido. – Hermanos estamos aqui reunidos para unir en santo matrimonio a estos dos jovenes que con seguridad y firmeza aceptan hoy delante de sus seres queridos convertirse en marido y mujer. La ceremonia transcurre entre emociones contenidas, llantos silenciosos y nervios ocultos. El momento tan esperado para la pareja llega. Los dos de pie y mirandose a los ojos se disponen a realizar los votos matrimoniales con los que sus vidas quedaran unidas. – Tu Sergio tomas a Natalia como tu legitima esposa en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. – Si quiero- dijo Sergio con una gran sonrisa dibujada en su rostro. – Tu Natalia tomas a Sergio como tu legitimo esposo en la salud y en la enfermedad, en la adversidad y en la prosperidad, en la riqueza y en la pobreza, para amarle y respetarle todos los dias de tu vida. Un largo silencio se hizo tras las palabras del sacerdote, un silencio roto solamente por el murmurar de los alli congregados temerosos de lo que estaba a punto de pasar. La novia continuaba en el mas absoluto de los mutismos cuando en un rapido movimiento empezo a correr por el gran pasillo, para desde la puerta decir dos unicas palabras que desgarraron el corazon del joven enamorado. – No puedo. Sergio desperto de golpe. Finas gotas de sudor se dejaban guiar por la gravedad a traves de su rostro. Su respiracion todavia agitada esperaba para recuperar su ritmo normal. Aquella pesadilla se presentaba cada noche como un cruel invitado dispuesto a colarse en sus suenos para entorpecer su descanso. Sergio se resigno a no dormir una noche mas y se levanto a refrescarse un poco en el bano. La imagen que observo en el espejo era la de un hombre demacrado, aplastado por los golpes de la vida que se habia dejado hacer sin luchar, desde hacia casi tres anos no se reconocia cuando se miraba al espejo. Aquel joven alegre, lleno de vida, que siempre veia la vida de forma objetiva habia dado paso a un ser infeliz, rabioso con el mundo que acababa por pagar su amargura con todo aquel que se le acercase. La noche, como todas aquellas en las que el insomnio ganaba la batalla, se presentaba larga y tediosa. Como otra noche mas se dirigio a uno de los dormitorios de su casa. En aquella habitacion, decorada en tonos pastel, dormia en una pequena cama una nina de apenas 3 anos, que con una sonrisa en la boca se deja guiar por el magico mundo de los suenos entrando en reinos fantasticos, mezclandose con principes y princesas, hadas y magos, castillos y grandes barcos piratas e introduciendose en mil y un aventuras. Su padre la mira con ternura desde la puerta. Ella es lo unico bueno que le ha quedado de aquella historia que termino con sus ilusiones, con sus alegrias, y en definitiva con el hombre que una vez fue. Ahora solo vivia por y para ella, para aquella pequena de ojos verdes cual esmeraldas que sin articular palabras habia conquistado su corazon hacia casi 3 anos. – Nadie volvera a jugar con nosotros. No dejare que vuelvan a hacernos dano- prometio Sergio a su hija, promesa que repetia cada noche desde hacia practicamente tres anos. Sergio volvio a arropar a su pequena y salio del cuarto en direccion a su despacho, rendido a pasar otra noche mas en vela. A varias manzanas de alli, en un pequeno apartamento alejado del centro de la ciudad, una joven se sienta frente al televisor con la esperanza de que los programas dirigidos a noctambulos hagan efecto somnifero y el sueno vuelva a instalarse en su mundo. Sus cabellos negros recogidos en una desalinada coleta y sus ojos del color del carbon abiertos como platos desvelan el insomnio que la invade. – ?No piensas dormir?- dice una joven acercandose al sofa. – No queria despertarte. Lo siento pero no puedo dormir. – Es por lo de manana. Leire no te preocupes que seguro que te cogen. – Ya, pero no puedo evitar estar nerviosa. Sabes que necesito el trabajo, ese dinero es la unica forma de poder pagarme la universidad y ya llevo unos anos de retraso como para seguir posponiendolo. – Mira si no quieres dormir alla tu como, pero yo me voy a la cama. Y no te preocupes en serio que conozco a Pablo Aguilar, el tio que lleva las contrataciones en mi revista y es un tio guay, seguro que te contrata. – Gracias por conseguirme la entrevista, ya se que solo es de camarera pero algo es algo. – Si de verdad quieres agradecermelo baja el volumen anda, que yo si quiero dormir. La conversacion termino con un cojin volando derecho a la cabeza de su companera de piso, que solo deseaba dormir tras un dia de trabajo. Leire continuo en el salon pensando en sus suenos, poder convertirse en una periodista de renombre era algo que anhelaba desde la mas tierna infancia y ahora gracias a ese trabajo de camarera en una revista puntera podria pagar las matriculas de la universidad y hacer realidad su sueno. CAPITULO 2 Por la manana Leire se preparo para su entrevista de trabajo. Desayuno cuanto pudo ya que los nervios le habian cerrado el apetito. La entrevista seria para un puesto de camarero en la revista Pasarela una de las revistas de moda mas importantes del pais. Leire estaba contenta ya que aunque solo fuera como camarera entraria a trabajar a una gran revista de moda y podria conocer de primera mano los entresijos que se encierran en una redaccion. Rocio, su companera de piso era redactora de la revista e intentaba calmarla hablandole de la gente de la empresa, de los companeros, pero aun asi Leire sabia lo que se jugaba y por ello estaba tan nerviosa. – Tu tranquila Leire. La gente en la revista es muy maja. – ?Incluso Arturo?- dijo Leire con sarcasmo conocedora del jueguecito que se traian ella y su companero Arturo. – Arturo es territorio prohibido senorita- dijo Rocio siguiendo el juego- Aunque no te lo creas hay un buen ambiente en la revista. Mira la mas estirada seria Mercedes, del departamento de marketing, pero incluso ella es simpatica cuando quiere. Todos son amables, agradables y...bueno deberia decir todos menos Sergio. – Sergio ?ese es el hermano de la estirada Mercedes? – Si, el redactor jefe y mi mas inmediato superior. Es un amargado. – No sera para tanto. – ?No? Yo llevo trabajando en la revista cerca de un ano y no lo he visto sonreir ni un solo dia. Su hija lo aguanta porque solo tiene 3 anos y no le queda mas remedio, sino ya se hubiera emancipado. – Bruta- dijo Leire al oir el comentario de Rocio. – Bruta no. Cuando entre a trabajar me contaron un poco la historia, al parecer su mujer y madre de la cria le abandono hace unos anos. Claro que si yo estuviera casada con ese muermo tambien saldria corriendo. – Seguro que no es para tanto. Y venga que al final con tanta charla me vas a hacer llegar tarde. ******************************************************************* – Venga cielo un poquito mas y terminamos. – No... – Vamos Arancha esta cucharada y ya ?vale? La nina acerco su cara hasta el utensilio y abriendo la boca se termino el desayuno. – Muy bien, ahora mientras papa recoge esto ves a por la mochila, que tenemos que ir a la guarderia. – Con Pilu...- grito la nina. – Siii. Venga corre- dijo Sergio mientras recogia el tazon del desayuno de su hija. La nina llego corriendo con su abrigo y la pequena mochila que llevaba cada dia a la guarderia con todo lo que pudiese necesitar: una muda de ropa y un panal por si acaso, toallitas, el almuerzo y agua. – Arancha, no corras que te vas a caer. Ven que te ponga el abrigo. – Y uego amos a ve a la titas Merce y Ana. – Claro que si- dijo Sergio besando a su hija. Sergio cogio a su hija en brazos y se marcho con ella dispuesto a comenzar otro dia de rutina en su vida. Tras dejar a su hija en la guarderia, Sergio se dirigio a su despacho. La revista se encontraba en un alto edificio situado en una de las mejores zonas empresariales de la capital. Nada mas entrar en su despacho se dejo caer en su silla con la intencion de relajarse un poco antes de ponerse a trabajar, cosa que le fue imposible al entrar su amigo Arturo. – Macho vaya cara traes. Dejame adivinar, otra noche sin pegar ojo. – Tanto se me nota. Esa maldita pesadilla se repite noche si, noche tambien. Y no lo entiendo, podria tomarmelo como un recuerdo mas pero en el sueno Natalia y yo no llegamos a casarnos, sin embargo en la vida real si que nos casamos y fuimos matrimonio durante cerca de 2 anos. – Quizas deberiamos leer uno de esos libros para conocer los significados de los suenos, igual si entendieses el sueno dejaria de repetirse. – Si o podriamos hacer una ouija, invocar al gran Sigmund Freud y que lo descifre el. Asi me ahorraria el dinero del libro. Arturo no me digas que crees en esas cosas. – Solo era una idea, pero tranquilo que dejo el tema. Macho desde que te dejo Natalia eres un autentico aguafiestas. No se porque sigo siendo tu amigo. – Pues largate tu tambien- dijo Sergio con tono enfadado- tampoco te necesito- dejo los papeles que tenia en la mano y salio del despacho en direccion a los ascensores. – Sergio- grito Arturo sin poder evitar que su amigo se marchase. Poco despues entraban en la revista Rocio acompanada de Leire. Al ver a Arturo sentado en la cafeteria con semblante preocupado ambas se le acercaron. – Buenos dias- dijo una alegre Rocio. – Buenos dias- respondio Arturo de manera automatica. – Menos entusiasmo por favor, que me abrumas. – Lo siento Rocio pero es que creo que he metido la pata con Sergio. Esta muy susceptible y a veces se me olvida. – Con ese hombre es dificil no meter la pata, no entiendo porque sigues siendo su amigo. – Rocio no seas cruel. Sergio es un buen tipo solo que esta pasando por una situacion complicada, pero cuando salga del bache y vuelva a ser el que era tendras que pedirme perdon. – Yo a ti te pido lo que sea, sabes que me encantan las reconciliaciones- dijo Rocio picaramente- Uy que descortes soy, mira Arturo te presento a mi companera de piso y mejor amiga Leire Garces. Con suerte se incorporara a las filas de Pasarela como nuestra nueva camarera. – Encantado- dijo Arturo dandole dos besos a Leire.

  • After Dark de Haruki Murakami

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    Perfil de una gran ciudad. Captamos esta imagen desde las alturas, a traves de los ojos de un ave nocturna que vuela alto. En el amplio panorama, la ciudad parece un gigantesco ser vivo. O el conjunto de una multitud de corpusculos entrelazados. Innumerables vasos sanguineos se extienden hasta el ultimo rincon de ese cuerpo imposible de definir, transportan la sangre, renuevan sin descanso las celulas. Envian informacion nueva y retiran informacion vieja. Envian consumo nuevo y retiran consumo viejo. Envian contradicciones nuevas y retiran contradicciones viejas. Al ritmo de las pulsaciones del corazon parpadea todo el cuerpo, se inflama de fiebre, bulle. La medianoche se acerca y, una vez superado el momento de maxima actividad, el metabolismo basal sigue, sin flaquear, a fin de mantener el cuerpo con vida. Suyo es el zumbido que emite la ciudad en un bajo sostenido. Un zumbido sin vicisitudes, monotono, aunque lleno de presentimientos. Nuestra mirada escoge una zona donde se concentra la luz, enfoca aquel punto. Empezamos a descender despacio hacia alli. Un mar de luces de neon de distintos colores. Es lo que llaman un barrio de ocio. Las enormes pantallas digitales instaladas en las paredes de los edificios han enmudecido al aproximarse la medianoche, pero los altavoces de las entradas de los locales siguen vomitando sin arredrarse musica hip-hop en tonos exageradamente graves. Grandes salones recreativos atestados de jovenes. Estridentes sonidos electronicos. Grupos de universitarios que vuelven de una fiesta. Adolescentes con el pelo tenido de rubio y piernas robustas asomando por debajo de la minifalda. Oficinistas trajeados que cruzan corriendo la encrucijada a fin de no perder el ultimo tren. Aun ahora, los reclamos de los karaoke siguen invitando alegremente a entrar. Un coche modelo Wagon de color negro y decorado de forma llamativa recorre despacio las calles como si hiciera inventario. Lleva una pelicula negra adherida a los cristales. Parece una criatura, con organos y piel especiales, que habita en las profundidades del oceano. Una pareja de policias jovenes hace la ronda por la misma calle con expresion tensa, pero casi nadie repara en ellos. A aquellas horas, el barrio funciona segun sus propias reglas. Estamos a finales de otono. No sopla el viento, pero el aire es frio. Dentro de muy poco comenzara un nuevo dia. Nos encontramos en Denny's. Iluminacion anodina, aunque suficiente; decoracion y vajilla inexpresivas; diseno de planta calculado hasta el menor detalle por ingenieros expertos; musica ambiental inocua sonando a bajo volumen; empleados formados para que sigan el manual a rajatabla. <>. Mires a donde mires, todo esta concebido de forma anonima e intercambiable. El establecimiento se halla casi lleno. Tras barrer el interior del local con la mirada, nuestros ojos se posan en una chica que esta sentada junto a la ventana. ?Por que en ella? ?Por que no en otra persona? No lo se. Sin embargo, por algun motivo, la chica atrae nuestra atencion... de un modo espontaneo. Ocupa una mesa de cuatro asientos, esta leyendo un libro. Sudadera gris con capucha, pantalones vaqueros, zapatillas deportivas de color amarillo destenidas tras multiples lavados. Sobre el respaldo del asiento contiguo cuelga una cazadora. Tampoco esta parece nueva, en absoluto. Por lo que respecta a la edad, hara poco que la chica es universitaria. Ya no es una estudiante de bachillerato, pero aun conserva el aire del instituto. Tiene el pelo negro, liso, corto. Lleva poco maquillaje, ninguna joya. Cara pequena y delgada. Gafas con montura negra. De vez en cuando frunce el entrecejo con aire reconcentrado. Esta absorta en la lectura. Apenas aparta los ojos del libro. Es un grueso tomo de tapa dura, pero, como lleva puesta la sobrecubierta de la libreria, no se ve el titulo. Dada la gravedad con que lo lee, debe de tratarse de un libro de contenido muy serio. La chica no se salta una sola linea, sino que, por el contrario, parece ir masticandolas a conciencia, una a una. Sobre la mesa hay una taza de cafe, un cenicero y, al lado de este, una gorra de beisbol de color azul marino con la <> de los Boston Red Sox. Posiblemente le vaya un poco grande. En el asiento contiguo descansa un bolso bandolera de piel marron. A juzgar por lo abultado del bolso, la chica ha ido embutiendo en el de forma apresurada todo cuanto le ha venido a la cabeza. Alza la taza a intervalos regulares y se la lleva a la boca, pero no parece que saboree el cafe. Tiene la taza delante y se toma el cafe porque eso es lo que tiene que hacer. Como si se acordara de pronto, se pone un cigarrillo entre los labios y lo enciende con un mechero de plastico. Achica los ojos, lanza el humo de manera libre y facil, deja el cigarrillo en el cenicero y, luego, se acaricia las sienes con la punta de los dedos como si quisiera alejar el presentimiento de un futuro dolor de cabeza. La musica que suena a bajo volumen es Go Away Little Girl, de Percy Faith y su orquesta. Nadie la escucha, por supuesto. Hay gente muy diversa comiendo y tomando cafe en Denny's esa madrugada, pero ella esta sola. De vez en cuando levanta la mirada del libro y echa una ojeada al reloj de pulsera. Por lo visto, el tiempo no avanza tan rapido como ella quisiera. Tampoco parece que haya quedado con alguien. No recorre el interior del local con la mirada ni dirige los ojos hacia la puerta. Simplemente esta sola leyendo un libro y fuma algun que otro cigarrillo, inclina la taza de cafe con un gesto maquinal y espera a que el tiempo transcurra deprisa, aunque solo sea un poco. Sin embargo, es obvio que aun falta mucho para el amanecer. La chica interrumpe la lectura y mira hacia fuera. Por la ventana del primer piso puede ver, a sus pies, la calle concurrida. Aun a aquellas horas la calle esta llena de luz, con una multitud de transeuntes que van y vienen. Personas que se dirigen a algun sitio y otras que no se dirigen a ninguno. Personas que tienen un objetivo y otras que no lo tienen. Personas que querrian detener el paso del tiempo y otras que querrian acelerarlo. Tras permanecer un rato contemplando esa imagen deslavazada de la ciudad, la chica respira hondo y vuelve a posar los ojos sobre las paginas del libro. Alarga la mano hacia la taza de cafe. En el cenicero, el cigarrillo, al que solo ha dado unas caladas, va convirtiendose en ceniza sin perder su forma original. Se abre la puerta automatica y un hombre joven, alto y desgarbado, entra en el local. Chaqueta de piel negra, pantalones chinos arrugados de color verde oliva, zapatones marrones. Lleva el pelo bastante largo, con grenas. Quiza se deba a que durante los ultimos dias no ha tenido la oportunidad de lavarselo. O quizas a que acaba de cruzar algun matorral muy espeso. O puede que, para el, lo habitual sea llevar el pelo enmaranado. Esta delgado, pero, mas que tener un fisico elegante, lo que parece es desnutrido. Del hombro le cuelga un gran estuche de color negro de un instrumento musical. De un instrumento musical de viento. Ademas, en la mano sostiene una sucia bolsa de lona. Atiborrada, al parecer, de partituras y de varios objetos de pequeno tamano. En la mejilla derecha presenta un corte profundo que atrae las miradas. Una pequena cicatriz producto, al parecer, de la incision de un objeto afilado. Aparte de esto, nada en el llama particularmente la atencion. Es un joven normal y corriente. Tiene el aire de un perro cruzado, bonachon, aunque no muy listo, que vaga perdido por las calles. La camarera encargada de acomodar a los clientes se acerca y lo conduce hasta una mesa al fondo del local. Pasa por delante de la chica que lee. Y, en el preciso instante en que acaba de dejar la mesa atras, el joven se detiene, como si de repente le hubiera venido algo a la cabeza, retrocede despacio igual que si estuviera rebobinando una pelicula y vuelve junto a la mesa. Ladea la cabeza, mira con profundo interes el rostro de la chica. Resigue sus recuerdos. Le cuesta acordarse. Es el tipo de persona que se demora al realizar cualquier cosa. La chica percibe su presencia y alza la mirada, entrecierra los ojos, mira al joven que se le ha plantado delante. Es tan alto que tiene que levantar mucho la cabeza. Sus miradas se encuentran. El chico esboza una sonrisa. Una sonrisa que intenta demostrar que no abriga ninguna mala intencion. El le dirige la palabra. --Oye, perdona si me equivoco, pero tu eres la hermana de Eri Asai, ?verdad? Ella no dice nada. Mira el rostro del joven con ojos de estar contemplando un arbusto demasiado espeso en un rincon del jardin. --Nos vimos una vez --prosigue el joven--. Te llamas Yuri, ?verdad? Tu nombre tiene una silaba diferente al de tu hermana. Todavia observandolo con cautela, ella lo corrige de forma concisa: --Mari. El joven levanta el dedo indice. --!Eso es! Mari. Eri y Mari. Una silaba distinta. No te acuerdas de mi, ?verdad? Mari ladea levemente la cabeza. Puede significar tanto que si como que no. Se quita las gafas y las deja junto a la taza de cafe. La camarera vuelve y pregunta: --?Estan juntos? --Si --responde el. La camarera deposita la carta sobre la mesa. El hombre toma asiento frente a Mari y deja el estuche del instrumento musical en el asiento contiguo. Luego le pregunta, como si se acordara de pronto: --No te importa que me siente aqui un rato, ?verdad? Despues de comer me ire enseguida. He quedado en otra parte. Mari frunce levemente el entrecejo. --Eso se dice antes, ?no crees? El hombre reflexiona sobre el significado de sus palabras. --?Que he quedado luego? --No me refiero a eso --dice Mari. --O sea, que se trata de una cuestion de modales. --Si. El hombre asiente. --Tienes razon. Deberia haberte preguntado primero si podia compartir tu mesa. Te pido perdon. Pero el local esta lleno y voy a quedarme poco rato. ?Te importa? Mari se encoge levemente de hombros. Con ello viene a decir: <>. El hombre abre la carta, la mira. --?Ya has comido? --No tengo hambre.

  • Guardame el secreto de Carol Martin

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    Yo, lo unico que tenia que hacer, era cubrirle las espaldas a mi mejor amiga. No necesitaba en mi vida mas complicaciones pero, muy a mi pesar, accedi a ayudarla para que enganara a su pareja, quien, ademas, era mi empleado.
    Nunca podria haberme imaginado que ese hombre llegaria a convertirse en alguien mas para mi y que, ahora, quienes teniamos que guardar un secreto, eramos nosotros.

  • Cuadernos De Rusia. Diario 1941 de Dionisio Ridruejo

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    Estos Cuadernos de Rusia, la obra cumbre de la literatura memorialistica sobre la Division Azul, los redacto Dionisio Ridruejo entre otono de 1942 y primavera de 1943, desde el confinamiento en Ronda, a su vuelta del frente ruso. Editados de forma postuma a finales de los anos 70 del siglo pasado, ahora cobran nueva luz en esta edicion critica y definitiva, a cargo del historiador Xose M. Nunez Seixas, cuando su figura ha quedado ya situada sin vacilaciones en la historia intelectual y politica espanola del siglo xx.

  • Adolescente Afortunada de Elena Romero

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    Laura tenia 19 anos.
    Victor 40.
    Ella estudiaba en la universidad.
    El era un tiburon de los negocios.

  • Crueles cadenas (Suenos de libertad) de Isabella Abad

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    Esta novela es la secuela de Asmina, amores y pasiones de una esclava. Como ella, es autoconclusiva.
    ?Has pensado cuan duro puede ser la vida para aquellos que tienen la marca de la miseria?
    ?Cuan cuesta arriba pueden ser el empleo, la educacion, la libertad? ?Cuan dificil enamorarse de alguien que parece una estrella lejana?

  • El fin de Oz de Danielle Paige

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    Basada en El mago de Oz, llega la cuarta y ultima entrega de esta serie juvenil best sellerinternacional.

  • Nunca digas siempre (Latidos), Jennifer Armentrout de Jennifer L. Armentrout

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  • Otin de Esteban Navarro

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    Isidro Mezquita, un escritor sesenton, cansado de su vida aburrida y falto de ideas para escribir su nuevo libro, decide refugiarse en Otin, una poblacion abandonada de la provincia de Huesca. Alli alquila una destartalada y arrendatario le ofrece los servicios de su sobrina, Adela, una chica de caracter introspectivo que se emplea en la casa del escritor como asistenta encargada de la limpieza y de la cocina.