• libro las libelulas purpura - Salva Vercher Ibanez

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    Flanagan habitaba un cuchitril en los suburbios de Madrid. Las paredes llenas de mugre, las abundantes goteras en el techo y un silencio perpetuo eran sus unicos companeros. Cuando sono el timbre, le dio un vuelco el corazon y se quedo paralizado. Temia que fuesen unos matones para reclamarle el pago de la deuda. Tuvo que sonar una segunda vez para que su cuerpo y su mente reaccionaran. Con satisfaccion hubiera comprobado a traves de la mirilla quien diablos era, pero la lente estaba rota, como casi todo en su casa. Asi que pregunto, con una voz quebrada por el exceso de whisky y tabaco. Una vocecilla similar al maullido de una gata en celo le respondio. --Buenas noches, senor Flanagan --lo saludo el casero cuando le abrio la puerta. Era evidente que estaba molesto--. Me he tomado la libertad de venir a verlo a esta hora intempestiva, ya que usted nunca esta en casa durante el dia, para recordarle que me debe tres meses de alquiler. --Espero en silencio algun tipo de reaccion por parte de su interlocutor--. Lo siento, pero ya no puedo soportar los gastos y me vere obligado a invitarlo a que haga las maletas. --Lo siento, senor Perez, pero ultimamente he tenido ciertos pagos extraordinarios. Le prometo que al finalizar la semana usted habra cobrado ya los meses pendientes. ?Quiere pasar a tomar cafe y unas galletitas? --dijo Flanagan. --Muchas gracias, pero es tarde y manana he de madrugar. Buenas noches. --El casero, contrariado, dio media vuelta y se marcho. Flanagan le devolvio las buenas noches cuando ya habia desaparecido escaleras abajo. Entro en su apartamento, saco una botella, su balsamo predilecto, y se dispuso a tomar el ultimo trago antes de acostarse. Quizas medio vaso de whisky escoces sin hielo calmara su sed y lo ayudase a conciliar el sueno. Se quito la camiseta raida y los muelles de la cama chirriaron cuando se recosto. Tamizada por la persiana, la luz del cartel luminoso de la planta baja entraba en la habitacion. Pertenecia al bar de Manuel, el segundo hogar de Flanagan, a tenor de las horas que pasaba alli. Habia sido un dia mas, sin nada extraordinario que rememorar; igual que lo fue el anterior y, casi con total seguridad, lo seria el siguiente. Penso en los anos dulces y lejanos de su vida. En la cara de ternura que le ponia su mujer cuando la sorprendia con una caja de bombones, siempre de chocolate puro, como a ella le gustaban. O en el beso conmovedor que le regalaba su hija antes de acostarse. Con estos recuerdos, exasperadamente vividos por la anoranza, se quedo dormido. No era frecuente que lo hiciera con tanta facilidad. Desde hacia muchos anos, solo conseguia adormecerse unas pocas horas. Durante la vigilia nocturna, solia dejarse llevar por pensamientos mas ambiguos, mientras lo invadian la melancolia y la frustracion. En terminos maritimos, era un naufrago, vocablo que quizas la sociedad sustituiria por otro mas peyorativo. Alguien que lo habia tenido todo en sus manos y, a la larga, habia acabado perdiendolo. Estudio en una de las mejores academias de Policia del pais, con unos resultados excelentes. Fue el que obtuvo la nota mas alta en las oposiciones, no solamente de su promocion, sino de la ultima decada. Entro en la comisaria de la Policia Nacional del distrito de Tetuan, en Madrid, y en menos de un ano se convirtio en inspector. Todo indicaba que aquel muchacho raquitico de tez palida llegaria lejos. Anos mas tarde, y despues de resolver algunos de los casos mas dificiles, su creciente adiccion al alcohol le empezo a pasar factura: acentuo su mal caracter e hizo que en el cuerpo policial se le multiplicaran los enemigos. A partir de ahi, sus errores se fueron acumulando, pero solo uno le echo a Asuntos Internos encima: acabar con la vida de un pobre inocente. Aunque Flanagan le habia advertido que levantase las manos, el joven metio una en el bolsillo, posiblemente para sacar el carne de identidad y esclarecer que el no era el peligroso delincuente que estaba buscando. Aquello hubiese quedado en un disparo en defensa propia debido a una desgraciada confusion, pero dio positivo en alcohol en el analisis que le realizaron a posteriori, y Asuntos Internos, que desde hacia mucho tenia su expediente sobre la mesa, comenzo a vigilarlo las veinticuatro horas del dia. Despues se paso a la investigacion. Era un detective de poca monta, al que le encargaban casos esporadicamente, y apenas ganaba para sobrevivir. La luz del alba se asomo por las rendijas de la persiana. Flanagan ya llevaba unas cuantas horas despierto, demasiadas. La relatividad del tiempo se hacia mas patente cuando el tedio se apoderaba de el. Aunque intentaba ocuparse en quehaceres que lo ilusionaran, la verdad es que nada le despertaba el menor interes.

  • Las Libélulas Púrpura (Thriller y suspense) Versión Kindle

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  • Las Libélulas Púrpura Tapa blanda – 18 febrero 2020 - Amazon

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  • LAS LIBELULAS PURPURA | SALVA VERCHER IBAÑEZ

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    Las Libélulas Púrpura es una novela repleta de misterio y emoción, en la que el instinto del protagonista será crucial para que logre ... Detalles del Libro.

  • Las Libélulas Púrpura - mayo 2020 - Editorial Círculo Rojo

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  • Suenos rotos de Manoli Madrono Gomez

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    Elena es una joven sonadora, la cual, quiere ser en unos anos arquitecta, pero todos sus suenos se vendran abajo al poco de empezar sus estudios en la universidad. Al principio todo sera maravilloso al conocer a Josue y Oscar. Dos jovenes con los que tropezara en la universidad. Pero su vida dara un giro brusco al conocer una verdad escondida de su familia, de la cual no tienen ni idea su hermano, menor, Hector y ella. Sus suenos e inocencia se veran envueltos en una cuerda floja la cual amenaza con romperse en cualquier instante. Pero sea como sea, Elena debe saltar todos los obstaculos en los que se vera envuelta en el camino hacia sus suenos y su propia felicidad, aunque en ese camino se dara cuenta que nada en esta vida es facil.

  • Dicen que cantaron canciones de Federico Garrido Villar

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    Cuando abrio la puerta de la taberna, el oficial ya le esperaba sentado en el fondo, con los brazos cruzados y el rostro cenudo. Envuelto en una maltratada capa de lana, con la mano sobre la espada, Soronas cruzo ante la barra, saludo al tabernero con un ligero gesto, intercambio unas breves palabras con varios conocidos y se sento frente al oficial, quien le saludo de manera fria. --Un lugar muy agradable para cerrar un trato, ?no crees? --dijo, con media sonrisa. El tabernero, un hombre alto y desgarbado, se acerco, dejando dos jarras de cerveza sobre la mesa. El oficial rechazo la suya. --No, gracias. No suelo beber. El tabernero miro a Soronas y este se encogio de hombros. Cuando se quedaron de nuevo a solas, el oficial se inclino sobre la mesa y se atuso el espeso bigote. Era un hombre maduro, de facciones marcadas y ojos frios. --?Sabes quien soy? Soronas nego con la cabeza. --Soy el capitan Bundas Bland, segundo oficial de la Guardia Real. Soronas ni siquiera parpadeo. No parecia muy impresionado, a pesar de estar sentado frente a la mano derecha del comandante Gando y uno de los oficiales de mayor confianza del rey Peldas. --No es habitual que un oficial de mi rango se reuna en tugurios como este con la clase de gente que… bueno… alguien como tu… --Asesino, esa es la palabra que buscas --gruno Soronas. --Si, bueno, en ese aspecto eres la persona mas indicada, Soronas el Silencioso. Tu reputacion te precede. Mercenario, espadachin y asesino. Dicen que estuviste en la batalla de Cronton y que un dia tu tambien serviste a nuestro Rey. --Hace tiempo --mascullo Soronas. --Tambien dicen que mataste a Orfald el Fiero en los bosques de Astaria y fuiste el primero en coronar las murallas de Intis. Muchos te daban por muerto. Incluso el rey Peldas. --Estoy vivo --se limito a replicar Soronas, que hacia honor a su fama de hombre parco en palabras. --?Como te convertiste en… asesino a sueldo? ?Como pasaste de ser un respetado caballero, un gran capitan, a malvivir vendiendo tu espada por una bolsa de monedas? --No estoy aqui para hablar de mi --repuso Soronas con frialdad. Bebio un trago de cerveza y anadio:--. ?Que tengo que hacer, capitan? --Dentro de un rato, llegaran un joven y un hombre alto y fornido. Un noble de alta cuna y su escolta. Deberas acompanarlos por este apestoso barrio hasta el lupanar de Davay. Supongo que lo conoces. Soronas hizo un debil gesto con la cabeza. --Muy bien --dijo Bland, mesandose el bigote--. Indicales el camino y procura que nadie os moleste. Una vez en el burdel, acompanalos al interior y quedate ante la puerta de la habitacion que escoja el joven. No te muevas de ahi ni abras la boca, y luego traelos de vuelta, sin un rasguno. Ese es tu cometido. --Un trabajo sencillo --dijo Soronas. --Espero que lo sea --repuso Bland--. Por eso te he hecho llamar. Y por los viejos tiempos. Por la memoria de mi padre. Soronas no dijo nada. En otro tiempo, muchos anos atras, antes de que acabara en el peor barrio de Ulis trabajando como espadachin, matando o protegiendo a desconocidos por unas monedas, el capitan Urtas Bland habia sido su companero de armas, su colega, su amigo. En otro tiempo. Ahora era un hombre diferente. --Conoci a tu padre. Era un amigo fiel. --Lo se --dijo Bland, con voz queda--. Me hablo mucho de ti. El capitan Grey. Nunca imagine que fueras tu, Soronas el Silencioso. El mercenario le sostuvo la mirada, sin pronunciar palabra. --El capitan Grey murio hace mucho --susurro, al cabo de un rato. --Esta noche podras volver a servir al Rey --dijo Bland, con firmeza--. No de la manera en que lo hacias en el pasado, en el campo de batalla, junto a mi padre. Pero me encargare de que Su Majestad lo sepa. --No --dijo Soronas, con voz gelida--. Hare el trabajo, pero el Rey no sabra nada. Esa es mi unica condicion. --De acuerdo. Lo que tu prefieras. Aqui tienes una parte --le entrego una bolsa de monedas, que Soronas cogio en silencio--. Cien reales de plata. Otros cien cuando el joven noble este aqui de vuelta. Soronas apuro la jarra de cerveza y se puso en pie. --?A donde vas? No tardaran en llegar. --Esperare en la calle. Cuando abandono la taberna, apoyo la espalda contra la pared, junto a un perro famelico que mordisqueaba un hueso, y saco su pipa de madera tallada para fumar "hojahierba", una costumbre que los Enanos de Montenegro habian traido a Uliman. Acababa de dar las primeras chupadas, cuando vio aparecer entre el gentio a un joven embozado, de modales timidos, y un hombreton con cota de malla y espada al cinto. Soronas se acerco a la pareja y se coloco delante del gigante, quien le miro irritado. Tenia una cara que parecia cincelada en marmol y cuajada de cicatrices. --!Apartate, escoria! --escupio, levantando una mano. Antes de que llegara a rozarle, Soronas se aparto la capa, mostro una afilada daga, y entre dos parpadeos coloco el arma en la garganta del veterano. Su joven acompanante retrocedio, temeroso. En ese preciso instante, el capitan Bland llego a la carrera y miro la escena asustado. --Por todos los dioses, Grey. Guarda esa maldita daga. Con una sonrisa, Soronas volvio a esconder el arma bajo su ropa y dio una calada a la pipa. --Me llamo Soronas el Silencioso. --Mi senor --dijo Bland, dirigiendose al joven--. Este es el hombre que acabo de contratar. Os podeis fiar de el. Os conducira a salvo hasta la Casa de Davay y luego os traera de vuelta sin ningun percance. --?Este mendigo? --repuso el gigante, arrugando aun mas el ceno. A Soronas le recordaba un toro-- ?De que cloaca lo habeis sacado, capitan? --No es ningun pordiosero, os doy mi palabra. Es un gran luchador. En otra epoca sirvio en el ejercito. --Ya --mascullo el gigante. --Pronto se hara de noche --indico el joven, con voz aflautada--. Si es posible, querria estar cuanto antes en la Casa de Davay. --Claro que si, mi senor --dijo Bland, con aire solicito. Miro al gigante y anadio:--. Cuida de el, Hunk. Lo dejo en tus manos. --Teneis mi palabra de que no le ocurrira nada, capitan. Bland se volvio hacia Soronas y le escruto en silencio: --Recuerda el trato. Protege al chico y no hagas preguntas. A la vuelta, recibiras el resto del dinero. ?Esta claro? --Como una cancion de los Silfos. Con un gesto, sin dejar de inhalar el humo de "hojahierba", Soronas se alejo por la calle, seguido por Hunk y el joven noble, mientras Bland los contemplaba con los brazos en jarra. Fue un trayecto corto y sin incidentes, a pesar de que se encontraban en el peor barrio de Ulis, conocido como el Basurero de Atras. En las calles de tierra apisonada, cubiertas de charcos de orina e inmundicias, entre edificios de madera o de adobe, pululaban vagabundos, jaques, ladrones, rameras y buscavidas. A los mas afortunados les robaban las escasas monedas que llevaran encima y a los menos, les degollaban en una esquina y abandonaban su cadaver desnudo sobre la basura. Habia tugurios donde servian licores que dejaban ciego, casas de juego, burdeles, pensiones en las que se violaba, robaba y asesinaba a los incautos, patios invadidos por las malas hierbas y la basura, sotanos donde se vendian esclavos, carnicerias cuya mercancia era de todo menos comestible, templos dedicados a los Dioses Mayores en los que hacia anos no entraba un solo fiel, oscuros recintos destinados a la venta de venenos y drogas. Un mundo cruel y miserable, en el que Soronas sabia como moverse. Hunk lo pudo comprobar en cuanto se internaron en un laberinto de calles malolientes donde pendencieros armados con espadas se apartaban al ver a Soronas y muchas personas le miraban con una mezcla de miedo y recelo. --La gente aqui te respeta --comento Hunk.

  • Hagase usted mismo de Enzo Maqueira

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    Abandonarlo todo y huir. Irse al sur, a la Patagonia, a la casa donde paso los veranos de la infancia. Esa es la estrategia para dejar atras una relacion enfermiza que termino de la peor manera y una vida que parecia encaminada pero que de pronto perdio sentido. Lejos de la ciudad, en la desolacion de un pequeno pueblo en medio del desierto, el protagonista intenta escribir el guion de una pelicula como un modo desesperado de escapar de la mediocridad. Lleva un cuaderno, piensa tramas posibles, pero siempre se desvia de su objetivo: lo asedia el pasado, el recuerdo de una escena bochornosa, el hallazgo de una pistola escondida en la casa.
    Como en Electronica, su celebrada novela, Enzo Maqueira vuelve a meter el dedo en la llaga y propone un relato despiadado, con aires de policial domestico, acerca de los grandes mandatos de nuestro tiempo: la busqueda desesperada de la felicidad, el reconocimiento y la trascendencia.

  • Sean Cote no tiene limites de Iris T. Hernandez

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    No creas que para llegar hasta aqui el camino ha sido facil. Hemos tenido que sortear demasiados baches, y no me siento orgullosa de cuanto he hecho. Puede que si no hubiera actuado de forma impulsiva hubiese evitado consecuencias que han cambiado el sentido de nuestra vida.

  • El reino imposible de Yeyo Balbas

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    Una apasionante novela sobre el fin del reino visigodo y los inicios de la conquista musulmana de la peninsula iberica. Yeyo Balbas nos regala una recreacion magistral llena de epica y personajes extraordinarios.

  • Luro de Luciana Sousa

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    La protagonista de Luro es una joven embarazada que trabaja en una estacion de servicio, en un pequeno pueblo de la pampa argentina. Atiende el bar y limpia. Los dias son todos iguales, sumergidos en la lentitud que provoca el calor infernal del verano. Pero esa quietud se altera cuando la joven encuentra a un inmigrante escondido en el bano, temeroso y hambriento, y rapidamente le avisa a Julio, el dueno del bar.

  • Una mascara imperfecta de Nina Andrassy

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    Disfrazar sus emociones era su arte y forma de vida.
    Alejandro Forrester era un bastardo que habia tenido que adaptarse a llevar una vida de la que siempre habia renegado. Forzado por su padre, desde muy joven debio enfrentar las decepciones y las burlas de las que fue objeto, por eso su compromiso con la descarada Berenice Valencia era un triunfo y un medio para conseguir un fin, aunque significara sacrificar a la mujer que queria.
    La sumision y la obediencia siempre habian regido su vida.
    Sofia Valencia era la hija perfecta con los padres perfectos y el novio perfecto de cara al mundo, pero en su corazon siempre estaria a la sombra del hombre al que en realidad amaba y que nunca tendria. Despreciada por su padre y obligada a aceptar un compromiso que no la hacia feliz, ademas debia ser testigo de como Alejandro, su gran amor, y su hermana planeaban su boda.
    Pero aunque el verdadero amor tarda en llegar, cuando se encuentra no hay poder humano que pueda contra el.

  • Un rincon del mundo de Christina Baker Kline

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  • Tu y yo. Nivel principiante de S. J. Hooks

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    Al mirar la hora, di un leve suspiro de alivio. Mi clase estaba a punto de comenzar y, por suerte, ella no habia hecho acto de presencia. Por lo general, desaprobaba que mis alumnos faltaran a clase, pero por lo visto la cosa habia cambiado mucho desde el inicio del semestre de primavera, cuando ella entraba con aire despreocupado en el aula, irritandome cada dos por tres. Volvi a mirar mi reloj. Hora de empezar. Entonces la puerta se abrio bruscamente y mi buen humor se desvanecio. Como iba a faltar a clase. Seria la primera vez. Entro a la sala con su habitual aire danzarin, con unos cascos absolutamente descomunales, meneando la cabeza al ritmo de la musica. ?Acaso era minimamente consciente de las miradas que despertaba? ?Le importaba? Probablemente no, dado el atuendo--por llamarlo de alguna manera-- que elegia. Las botas militares que calzaba estaban gastadas y sin lustre, llevaba unos pantis negros llenos de agujeros, una falda diminuta y, por si fuera poco, le habia recortado el escote a la blusa de manga larga, de modo que el hombro le quedaba al descubierto. Mis ojos se posaron ahi, notando la ausencia de un tirante de sujetador. Los cachas del fondo tambien se fijaron, y la siguieron con la mirada en su recorrido, mientras sus movimientos hacian patente que definitivamente no llevaba nada debajo de la cenida blusa. Al levantar la vista hacia ella, nos cruzamos la mirada fugazmente. Me dedico una amplia sonrisa con un guino. De repente, senti que la pajarita me apretaba el cuello y tuve que reprimir el impulso de quitarmela de un tiron. Cuando paso como si tal cosa por delante de mi mesa, fingi que miraba la hora. Imponia demasiado a tan corta distancia... Esos labios rojos y todo ese potingue negro que llevaba embadurnado en los ojos. Era como mirar a un mimo en version distorsionada. Yo no entendia por que decidia presentarse con esa facha cuando, por lo demas, era bastante mona. Tenia buen tipo, los ojos azules y grandes, y una larga y brillante melena castano cobrizo. Pero nunca se dejaba el pelo suelto. Ese dia parecia que se habia enrollado espesos mechones con una batidora antes de sujetarselos en la coronilla con un prendedor. Su aspecto no era lo unico que me fastidiaba. La chica no parecia tener ninguna consideracion por el hecho de que yo fuera su profesor, ni por el decoro con el que se suponia que debia comportarse en mi presencia. A menudo me llamaba <>, a pesar de que la corregia cada vez que ocurria. Yo no era <> cuando daba clase y esperaba que mis alumnos se dirigieran a mi con el tratamiento de <> o bien <>. Ni que decir tiene que mis expectativas se veian truncadas en lo que se referia a esa irritante joven. Ese dia habia sido practicamente la primera vez que me habia guinado el ojo y yo no habia tenido la menor idea de como reaccionar en esa coyuntura. Ella era totalmente impredecible, lo cual me ponia nervioso. Nunca dudaba en interrumpirme en clase si discrepaba en algo. ?Y cuando no discrepa en algo? Jamas en mi vida habia conocido a una chica tan dogmatica y testaruda hasta la exasperacion. Tenia ganas de que acabase el semestre para poder perderla de vista de una vez por todas. Era lista --eso era innegable-- y yo estaba convencido de que aprobaria la asignatura con nota alta. Se sento en primera fila, como siempre, y la observe mientras dejaba el bolso en el suelo. El movimiento hizo que el escote de su blusa, de por si holgado, se deslizara por debajo del hombro, dejando aun mas al descubierto su palida piel. Eso me molesto mas si cabe que sus continuas interrupciones y su reprobable conducta. ?Por que no vestia como Dios manda? Seria una jovencita encantadora si se pusiese una falda con un largo decente y, tal vez, una blusa de seda. Pero, por lo visto, se empenaba en ir como una pordiosera, echando a perder sin remedio mi buen humor. A mi me gustaban el orden y la previsibilidad, y con ella en mi clase no podia disfrutar de ninguna de las dos cosas. Se apellidaba, como no, <>[1]. La senorita Wilde se habia convertido en un constante motivo de fastidio en mi horario docente de martes y viernes, por lo demas agradable, y no veia la hora de librarme de ella. Carraspee para avisar a mis alumnos de que la clase daba comienzo, y por una vez se serenaron rapidamente. Yo conocia de sobra el motivo de su inusitado comportamiento: ese dia ibamos a tratar la novela Lolita de Vladimir Nabokov. La trama subida de tono de un hombre maduro que se enamora y mantiene relaciones sexuales con una nina de doce anos la convirtio en un clasico de todos los tiempos en las aulas. Aun estaba prohibida en muchos lugares, y nada hacia sentir a mis alumnos de literatura mas adultos que leer libros <>. Cuando comenzo la clase, me sorprendio ver que, por una vez, la senorita Wilde no participaba; tomaba apuntes en silencio con un esbozo de sonrisa en el rostro. En el transcurso del debate, un estudiante sentado al fondo comento que el personaje principal, Humbert, era un enfermo mental que no controlaba sus actos, por lo que se merecia un poco de indulgencia. --Pero no puedes defenderlo --replico una chica cuyo nombre yo no recordaba--. !Es un pervertido consumado y corrompe a la nina! --En realidad, pienso que ocurre al contrario --tercio la senorita Wilde, sin levantar la vista de sus apuntes. --?Como? --se sorprendio la chica--. ?Lo dices en serio? --Como que me apellido Wilde --respondio ella--. Estoy casi segura de que Lolita es la que corrompe a Humbert. Lo seduce y el cae rendido a sus pies. ?Que tio no lo haria? --!Pero si no es mas que una cria! --insistio la otra chica. --Efectivamente, pero sabe de sobra lo que se hace cuando lo seduce. No es su primera experiencia sexual; luego el practicamente come de la palma de su mano. No digo que el actuara bien, pero tienes que recordar que la ve como una chica joven, y por su parte su madurez emocional no supera la de un nino de doce anos. La chica se quedo sin argumentos y bajo la vista. --Esa es una buena observacion --admiti. Aunque las intervenciones a destiempo de la senorita Wilde me fastidiaban, siempre realizaba excelentes aportaciones a los debates. Por lo general, me agradaba tener a alumnos tan participativos en mi clase para animar los debates. Solo que en su caso habia algo que me crispaba. Por alguna razon, sacaba lo peor de mi. --Bien, ?por que creen que el autor decidio escribir sobre un tema tan controvertido? --pregunte a la clase. Algunos levantaron la mano, pero desistieron en cuanto la senorita Wilde intervino sin permiso. Otra vez. Aprete los dientes. No cabia duda de que la chica era inteligente, pero ?por que no respetaba las reglas como el resto? Por Dios, es de lo mas exasperante. --!Senorita Wilde! Se callo y me miro. Por desgracia, no parecia intimidada en absoluto y se limito a lanzarme una mirada de extraneza. --?Si, Stephen? --pregunto amablemente. --Profesor Worthington --corregi. Menos mal que el semestre acabara pronto. Ella se limito a sonreirme. --Si no espera su turno para hablar, puede abandonar el aula --dije, retandola para mis adentros a continuar su perorata. Hizo una sena para que yo continuara y se reclino en el asiento con gesto divertido. Pedi a los demas estudiantes que opinaran y recibi unas cuantas respuestas nada inspiradas sobre los tabues. Una de las chicas llego incluso a argumentar que el verdadero pervertido era el autor. Suspire y de mala gana di la palabra a la senorita Wilde, que sonrio maliciosamente y se inclino hacia delante. --Creo que Nabokov utiliza a los protagonistas a modo de simbolos. Yo me hacia una idea bastante aproximada de adonde pretendia ir a parar con eso pues, como siempre, habia dado en el clavo. Habria sido mucho mas facil si simplemente hubiese podido echarla de clase tanto por su ridicula pinta como por sus estupideces, pero no era el caso. Era lista y no tuve mas remedio que seguir concediendole la palabra. --?En que sentido? --pregunte, y asenti. --Humbert es un hombre mayor y de mundo, pero atrofiado a nivel emocional. Le gusta la literatura seria y la musica clasica. Representa a Europa. Lolita es joven, marchosa e ingenua. Le gusta la Coca-Cola, la musica rock y las revistas de moda. Esta claro que encarna la interpretacion del autor de Estados Unidos, la cual no es precisamente halagadora. --Titubeo y sonrio satisfecha--. Pero igual me equivoco. A lo mejor las motivaciones de Nabokov no iban tan alla. A lo mejor le vino la inspiracion una noche en un sueno. --Alzo la vista hacia mi con su sonrisa torcida, y anadio--: Al fin y al cabo, ?que hombre maduro no suena con acostarse con una chica mas joven? Volvio a guinar el ojo. Puede que yo fuese inexperto en lo concerniente al sexo opuesto, pero no hacia falta ser un genio para entender que la senorita Wilde estaba burlandose de mi. La punta de la lengua asomo entre sus labios. --Se acabo la clase --dije, y aprete la mandibula. Me sente a mi mesa y me puse a recoger los libros. --Hasta el viernes, Stephen --oi decir a la senorita Wilde al pasar por delante de mi hacia la salida con los demas alumnos. Alce la vista y la observe caminando tan campante con su ridicula indumentaria. Mis ojos captaron fugazmente algo que asomaba por el borde superior de su blusa justo por debajo de la nuca: un tatuaje. Mi mirada fue descendiendo hasta su trasero y sus estilizadas piernas, cubiertas por los espantosos pantis. Ella miro por encima del hombro y me dedico una sonrisa antes de cruzar la puerta. Como no iba a llevar un tatuaje. Salta a la vista que le trae sin cuidado su aspecto o que la tomen en serio. Ojala usara ropa mas favorecedora. Estaria bastante guapa si le pusiera un poco de empeno. Eche las cosas a mi bolsa y me dirigi a toda prisa al coche. La clase me habia dejado frustrado y contrariado, de modo que decidi ir al gimnasio de camino a casa. Al llegar al coche, vi que tenia una llamada perdida de Matt. Marque su numero y respondio despues de sonar varias veces. --!Stevie! --dijo en tono cantarin--. ?Que pasa? --No lo se. Me has llamado tu. --Ah, vale. ?Por que nunca lo coges? --Tenia clase. Habia dejado el telefono en el coche. --Sabes que puedes llevarlo encima, ?verdad? No se trata de un telefono para el coche, aunque entenderia que pensases eso. --?De que estas hablando? --Necesitas un telefono nuevo. El que tienes es un ladrillo. ?Sirve para mandar mensajes? --Lo sabes de sobra --respondi--. ?Por que me has llamado? --Quiero que salgas conmigo esta noche. --Es martes. --?Y? --Pues eso, ?no trabajas manana? --Si, ?y? Suspire. --Dejalo. No, no puedo salir. --?Por que no, tio? No tienes clase por la manana. --Tengo que corregir unos trabajos y terminar un articulo. Ademas, tenia ganas de pasar una noche tranquilamente en casa. --Pasas todas las noches tranquilamente en casa --repuso Matt y practicamente pude oir como ponia los ojos en blanco. --Bueno, es lo que me gusta. --Te juro por Dios que no me explico como es posible que estemos emparentados. Eres el tio de treinta y tres anos mas carca del mundo. Opte por no puntualizar el hecho de que Matt y yo solamente estabamos emparentados por el matrimonio de nuestros padres. --Lo digo en serio --continuo--. Estas soltero y tienes a tiro pibones jovenes, pero ?cuanto hace que no echas un polvo? ?Quien se acuerda a estas alturas? --No las tengo <>, como tu dices. Esta prohibido salir con alumnas y lo sabes. --No estoy hablando de salir --replico Matt--. Estoy hablando de que alguien ponga en tu polla una mano que no sea la tuya. ?No suena fantastico? --Tengo que irme --dije--. Voy al gimnasio. --Genial, nos vemos alli en diez minutos --contesto Matt y colgo sin darme tiempo a protestar. Fantastico. Justo lo que necesitaba despues del dia que llevo.

  • Gold and Diamonds 4 de Eli Jane Foster

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    La vida de Sara da un vuelco cuando conoce al atractivo doctor Calvin Mayors. Trabajar con el como su enfermera es una dulce tortura. Deseaba estar a su lado mas que nada, pero Calvin tiene unos gustos algo especiales y lo demostraba en los descansos que se tomaba en pleno horario laboral con mujeres que consentian todos sus caprichos. Los celos estan a punto de volverla loca. ?Podria ella llegar a atraerle? Y lo mas importante, ?podria llegar a enamorarle?

  • Sonata gitana de Colt

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    “No busco tu lastima, ni tu perdon. Solo quiero dejar en manifiesto que la vida es una cruel broma. Nadie me dio la oportunidad de expresarme o explicar por que hice lo que hice.
    La magnitud de mi amor por la Gitana solo podria compararse con el amor que la musica me dio, y no fue suficiente.
    Fui la consecuencia del abandono, del aislamiento y una mente brillante que intentaron reprimir y, a pesar que intenten borrar mi nombre de la historia, mi Sonata Gitana vivira por siempre…”

  • El ladron de cartas de Rogelio Aronna

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    Paulino Chain tenia una unica obsesion, robar cartas en los buzones, hasta que un dia descubre que una de las cartas resulta una seria amenaza para la destinataria. Impedido de recurrir a la policia decide iniciar la investigacion por su cuenta. A partir de alli se implica en una pesquisa que lo llevara a vivir las peripecias mas insolitas e insospechadas.

  • Solo una chica buena de Fabiola Arellano

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    Maricela se preparo para enfrentar el que, creia, seria el dia mas importante de su vida. Los anos de lucha en contra del machismo y acoso por fin se verian recompensados. El tan ansiado ascenso al puesto de direccion comercial en SAACSA era practicamente un hecho. Se ducho con calma, disfrutando en todo momento de la refrescante sensacion del agua al resbalar por su piel como si se tratase de la suave caricia de un amante. Salio del cuarto de bano sintiendose renovada. <>, prometio a su doble opuesto mirandose al espejo con aprobacion. Su rostro ovalado de finas facciones estaba adornado con unos ojos color caramelo de largas pestanas y mirada penetrante. Labios suaves y llenos de un apetecible tono rosado. No solia llevar mucho maquillaje, apenas si usaba algo de rimel, un gloss brillante en los labios y listo. Acostumbraba llevar su larga cabellara castana en un rigido mono. <>. No cabia de jubilo, habia llegado el momento de mostrar a todos esos machistas, en especial a su padre, la autentica valia de una mujer decidida. Ella seria la primera persona del sexo femenino en ocupar un puesto directivo en esa empresa, mismo que durante generaciones habia sido destinado en exclusiva para los varones. El movil sono indicandole que tenia un mensaje: Hoy Cinthya: Hola, senora manda mas, solo quiero desearte suerte en el gran dia de tu coronacion. [?] 07:15 a.m. Maricela: Adoro tu sarcasmo, me levanta el animo, pues estoy muy nerviosa. X3. 07:16 a.m. Cinthya: Eso es normal, este paso es decisivo para tu carrera. Relajate, bonita, y disfruta de lo que con tanto esfuerzo te has ganado. 07:17 a.m. Maricela: No puedo estar tranquila, el imbecil de Luis Alfredo tiene dias de lo mas amable conmigo, y eso no me da buena espina. Se que algo grande se trae entre manos. 07:18 a.m. Cinthya: Amiga, tu siempre tan imaginativa. Deja esa costumbre de crearte telenovelas en la cabeza. Lo mas probable es que don Acosador este feliz por el puesto que le ofrecieron en el extranjero y no pueda ocultar su regocijo. 07:19 a.m. Maricela: Tal vez tengas razon, quiza estoy siendo un poco paranoica, pero esa actitud en el no es normal. Tengo la certeza de que no se ira sin dejarme un recuerdito. Los tipos como el jamas olvidan ni perdonan un rechazo. 07:21 a.m. Cinthya: Hiciste bien en ponerlo en su lugar. Lo que no estoy de acuerdo contigo es que no lo denunciaras. Las ratas como esa tienen que estar en donde pertenecen: las cloacas. 07:23 a.m. Maricela: Se que mis motivos pueden parecerte absurdos, pero creeme cuando te digo que el tipo tiene demasiada influencia sobre los viejos accionistas, para ellos es San Luis Alfredo, su palabra es incuestionable y no hay quien lo baje del pedestal en el cual lo han colocado. Yo siempre he llevado las de perder, pues, para mi desgracia, no tengo modo de probar mis acusaciones. Por fortuna ya se va y me librare del el. 07:25 a.m. Cinthya: ?Lo ves? No hay de que preocuparse, don Acosador ya es cosa del pasado y no volvera a molestarte. Pobres de las chicas en la filial a la que ira, seran ellas las que tengan que soportar sus constantes acosos. 07:27 a.m. Maricela: No se, tengo el extrano presentimiento de que esta guerra entre nosotros no ha terminado. 07:28 a. m. Cinthya: Tranquila, bonita, como ya te dije: relax... Nos vemos el viernes, recuerda que tenemos que celebrar a lo grande tu acenso; con bombos y platillos. 07:29 a.m. Maricela: De acuerdo. Ya me urge que llegues, te extrano. Me encantaria ir a recibirte al aeropuerto, pero como comprenderas me es imposible. 07:31 a.m. Cinthya: Lo se, no te preocupes, Dante estara esperandome, supongo que con todo y comitiva de bienvenida. Ya nos pondremos al dia cuando nos veamos. Arrasa con toda esa sarta de machos arcaicos, ?de acuerdo? Besos. 07:33 a.m. Maricela: Ok. Deseame suerte, amiga. 07:35 a.m. Cinthya: !Suerte, bonita!!! :* 07:36 a.m. Durante un momento, estuvo tentada a preguntar, una vez mas, sobre el asunto de la inminente boda de Alex, pero la actitud de Cinthya era de lo mas normal y relajada, mostrandole que estaba bien y que sus palabras en la anterior conversacion, cuando creyo haber metido la pata al decirle sin mas la buena nueva, eran verdad; la obsesion de su amiga por Alex era cosa del pasado. Esto la hizo reflexionar; quiza debia cortar cuerda a su desbocada imaginacion y centrarse mas en sus problemas reales. Emocionada, miro el traje sastre que descansaba sobre su cama. Lo habia comprado especialmente para la ocasion. El color azul metal era unico y el estilo elegante y discreto le concedia la imagen que deseaba dar a los accionistas de la empresa: una mujer exitosa, en la cuspide de su carrera. Y lo mejor de todo, que no necesitaba valerse de sus atributos fisicos para conseguirlo. La falda de tubo llegaba debajo de la rodilla, el saco no delataba el cuerpo que se escondia debajo y la sobria camisa blanca con rayas azul claro era el toque perfecto entre seriedad y buen gusto. El trayecto a su trabajo le precio inusualmente lento, se dijo que quiza era debido a la ansiedad que sentia. Se quedo unos minutos mirando la fachada acristalada del edificio central, tomo una gran bocanada de aire y entro decidida a enfrentarse a los buitres. --!Buenos dias, Claudia! ?Alguna novedad? --pregunto tratando de ocultar su nerviosismo bajo la mascara de profesionalismo con la cual a diario se revestia al cruzar la puerta de su oficina. --No, Mary. Todo esta en orden. ?Preparada para tu gran dia? --la cuestiono su secretaria con una sonrisa complice. --Por supuesto. --?Crees que tengamos algun problema con la nueva jefa si abrimos esto al terminar la junta de accionistas? --pregunto, con una sonrisa picara, Dafne, otra de las chicas de su equipo de trabajo, mientras les mostraba una botella de champana. --No lo se, quiza esa tipa resulte ser peor de quisquillosa que Luis Alfredo. Menos chisme y mas accion. --Maricela dio un par de palmadas--. !A trabajar, flojas, que no se les paga por venir a cotillear! --bromeo e hizo una mueca imitando al susodicho. Las chicas rieron ante tan magistral interpretacion. --Es un alivio que se vaya, es de lo mas incomodo trabajar con el. Por muy recatada que sea tu ropa, parece que tuviera un escaner, te desnuda con la mirada y siempre esta toqueteandote accidentalmente --expreso Claudia con verdadero desagrado. --!Accidente nada!, eso que se lo crea su abuela --alego Dafne con una mueca de asco--. A mi me insinuo que si yo queria, me ponia apartamento y coche a cambio de mantenerlo calientito todas las noches. Por fortuna, en cuanto me case con Emilio, dejo de molestarme. --Yo lo siento por Mary, le ha tocado recibir la peor parte, el tipo parece obsesionado con ella. <>, penso Maricela con amargura al recordar el dia que, por poco, ese canalla consigue mancillarla. Gracias a Julian, del apartamento de finanzas, que llego a tiempo para interrumpirlo, es que pudo salvarse. Desde entonces procuro nunca mas quedarse a solas con su jefe. No les conto a las chicas hasta que grado habia llegado el asunto, pero si les pidio que cada vez que Luis Alfredo la mandase llamar y cerrara la puerta de su oficina, se inventaran cualquier pretexto para rescatarla lo mas pronto posible, y gracias a eso, el no habia podido atacarla de nuevo. --No saben como les agradezco que siempre estuvieran al pendiente de mi. --Les sonrio con afecto--. Creo que mas que festejar mi ascenso, tenemos que celebrar que esa vibora no volvera a molestarnos. --Mary tiene razon, por fin nos libraremos de esa alimana. Pobres de las chicas de la filial a la que va, ahora les tocara a ellas lidiar con el --reitero Dafne. --Es curioso, eso mismo me dijo Cinthya esta manana. --Por cierto, ?como esta? Con eso de que es toda una celebridad y acaba de ganar otro premio... --Quiso saber Claudia, pues ella, al ser la secretaria, recibia las llamadas entrantes del apartamento y la fotografa le habia simpatizado de inmediato desde la primera vez que llamo. --Bien, llegara el viernes para asistir a la boda de su hermano. --Oh, si, lo habia olvidado, y eso que fui yo quien recibio a los tortolitos cuando vinieron a traerte la invitacion. !Que memoria la mia! --Perdon que interrumpa su hora del chisme, chicas, pero esta por comenzar la junta y Mary tiene que entrar --les comunico Dafne. Mientras avanzaban por el pasillo, continuo--: No quiero dejar pasar la oportunidad de agradecerte el que me recomendaras con los accionistas para ocupar el puesto de asistente que tu dejaras vacante. Claudia, Ariana, Dafne y Maricela se habian acoplado de maravilla, se apoyaban unas a las otras; <>. Ese era su lema. Como siempre que una pieza es movida, habia que llenar el hueco. Cuando a Luis Alfredo se le ofrecio el puesto de director comercial de la nueva division Estados Unidos, los accionistas habian llamado a Maricela y le dijeron que el candidato mas viable para ocupar el puesto vacante era ella. Entre otras cosas, le preguntaron que, en caso de darse el ascenso, a quien recomendaria para ocupar la plaza de su asistente y le dieron un par de dias para pensarlo. Maricela no necesito tanto, convoco a junta de chicas en el bano de damas y, por unanimidad, decidieron que fuera Dafne la afortunada, ya que su esposo se habia quedado sin trabajo y lo estaban pasando mal para completar las facturas de cada mes. --No tienes nada que agradecer, sera un placer tenerte como asistente. Se que lo haras bien. --Se abrazaron emocionadas, y Mary siguio su camino.

  • Dejame amarte (Dejame amarte 2) de Norah Carter, Monika Hoff

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    Habia transcurrido mas de un mes desde que volvi de Paris, la tristeza no habia pasado pero el dolor habia menguado. Me habia costado volver a coger la rutina, pero gracias a Marta y a los chicos de la academia, todo fue mucho mas facil ya que intuyeron desde un primer momento que volvia totalmente derrotada. La ultima vez que vi a Brian me habia dejado bastante mal. Esa imagen no podia borrarla de mi memoria y mi eso se reflejaba en la cara. Asi que entendi, desde el momento que volvi, que mis amigos lo notaran. Sabia que no seria capaz de enmascarar la tristeza que sentia. Me habia volcado totalmente en los estudios y los fines de semana saliamos sin perdernos ni un solo dia. Los chicos siempre tenian alguna fiesta o lugar al que ir. Yo sabia que lo estaban haciendo por hacerme sentir mejor a mi, o al menos hacerme reir y se los agradecia. Clark seguia tonteando mucho conmigo, ademas que decia que antes de Navidades me iba a robar el corazon, a mi me hacia mucha gracia, pero sabia que no seria posible nada con el ya que mi cabeza estaba en otro lugar por mucho que quisiera evitarlo, todo seria cuestion de tiempo y yo me habia propuesto olvidarlo a toda costa. Pero no era nada facil. Una cosa era la resolucion o lo decidida que estaba a conseguirlo, y otra muy distinta que pudiera hacerlo tan rapido como me hubiese gustado. Pero lo haria, de eso no tenia dudas. Marta comia la mayoria de los dias conmigo, a ella le cumplia el contrato en su apartamento en enero, y le propuse que como las dos ibamos a estar hasta junio, pues que se viniese al mio a la vuelta de las navidades, a ella le hizo mucha ilusion eso, aunque aun para ello faltaban dos meses. Estabamos preparando en la Academia la fiesta de Halloween ya que habiamos decidido que como se celebraria un sabado, nos iriamos al chalet de uno de los chicos que se habia ofrecido para que se hiciese alli. Desde el momento en que lo propuso, todos los demas aceptamos encantados. La verdad es que necesitabamos, o al menos yo, distraccion, y esa seria una oportunidad perfecta para poder divertirme, sin pensar en nada mas que en pasarmelo bien. Marta estaba muy ilusionada con aquella fiesta, decia que ibamos a coger la borrachera mas grande del mundo, que si caiamos redondas, tendriamos alli donde dormir, asi que no habia nada por lo que preocuparse. A mi me hacia mucha gracia verla asi, como una nina pequena que sale por primera vez con sus amigas, asi que me rei con su comentario y le dije que por supuesto, pero que si se emborrachaba y hacia alguna locura, yo tendria suficiente con decir que no la conocia. Esto hizo que las dos terminaramos partiendonos de la risa. Pero ella seguia, no paraba de buscarme la lengua y decir que esa noche seguro que iba a caer en los brazos de Clark, me tenia majara con ese tema ya que decia que cada vez el estaba mas obsesionado conmigo. Estuve a punto de decirle que podia estar todo lo obsesionado conmigo que le diese la gana, pero que no tenia nada que hacer. Pero eso seria tener que hablar sobre Brian de nuevo y no me apetecia, queria sacarlo de mi mente, asi que preferir aguantar a mi amiga, iba a ser lo mejor. Esa semana la pasamos preparando como nos ibamos a disfrazar. Estuvimos varias horas discutiendo sobre que disfraz usar y a todos les encontrabamos fallos. Al final decidimos ir de enfermeras cadaveres. No habia sido la mejor eleccion porque con la profesion de Brian... pero en fin, vi a mi amiga tan ilusionada con la idea que me costo decirle que no, asi que hice de tripas corazon y acepte. Nos tuvimos que buscar dos batines blancos y que fueran muy cortos ya que Marta decia que para disfrazarse tambien habia que estar sexy. Yo no entendia que tenia que ver una cosa con la otra, si ibamos a ser unas enfermeras zombies y se lo dije, a lo que ella contesto que fuese como fuese, antes muerta que sencilla, asi que me rei pero acepte tambien. Nos pasamos unos dias como locas buscando todos los complementos y lo necesario para estar a la altura de las circunstancias. Los batines blancos nos fue facil conseguirlos pero Marta tuvo que pedirle a una amiga que nos lo arreglara ya que eran demasiado largos, y fue todo un acierto porque nos lo dejo perfectos. A mi, verme con ese uniforme me trajo demasiados recuerdos, demasiadas imagenes de Brian en mi cabeza... Me recrimine a mi misma, tenia que olvidarme de el. Por fin llego tan esperado dia. Yo me habia levantado temprano y me habia tomado un cafe mientras pensaba. Me gustaba ese momento de tranquilidad por las mananas y poder disfrutar del silencio y la soledad. Cuando me tome el cafe y me fume un cigarro, prepare el desayuno para Marta y para mi. Ella habia dormido la noche anterior en casa porque habiamos decidido que de ahi saldriamos por la tarde ya disfrazadas para la fiesta. -- Buenos dias, Marta --le dije cuando la vi aparecer. -- Buenos dias, bella ragazza --dijo mientras me daba un abrazo que yo correspondi rapidamente. -- ?Que tal dormiste? --pregunte cuando se separo de mi. -- Como una bebe, ademas sone con la fiesta y que pasaba una noche de lujuria y sexo irrefrenable --me rei con el comentario, no cambiaria--, me he levantado de lo mas feliz del mundo, creo que senti hasta el orgasmo. -- No hace falta que me cuentes todos los detalles --dije riendome. -- Ah, no, si no me importa --nego muy seria con la cabeza mientras cogia las tostadas a las que yo le acababa de echar mantequilla y las ponia sobre la mesa--. Pero lo peor de todo fue que el del sueno era Patrick --termino diciendo mientras se sentaba. Me quede con las tazas de cafe a medio camino entre la encimera de la cocina y la mesa. No se como no se me cayeron o como me estaba aguantando las ganas de reirme. La cosa es que, tras unos segundos mirando la cara descompuesta de mi amiga ante tal revelacion, que puedo asegurar que lo era, consegui poner las tazas encima de la mesa y que no se me derramara ni una sola gota. Claro que, despues de eso, empece a descojonarme. -- Mierda, no tenia que habertelo dicho --gimio y yo no podia dejar de reir, me sente hasta que se me pasase el ataque de risa--. Bueno, tampoco es para tanto --dijo unos segundos despues. --Pues claro que no --me seque las lagrimas de los ojos--, es solo un sueno, no le tienes que dar mayor importancia. -- Pues eso mismo pienso yo. -- Pero fue un buen orgasmo, ?no? --pregunte inocentemente mientras le daba un bocado a la tostada. -- Pues si --dijo despues de atragantarse con el cafe y yo sonrei al verla colorada por la verguenza--. Pero vamos, que solo fue un sueno. Digo... los suenos son solo eso, suenos. Me estaba riendo de lo lindo de nuevo al verla a ella misma intentando convencerse de ello. En ese momento supe, o imagine, que a Marta le gustaba Patrick, pero si ella no lo queria ver, no seria yo quien se lo mostrara. Me divertiria y ya. -- ?Y tu como has dormido? --pregunto para cambiar el tema y le segui la corriente. -- Bien, la verdad que ultimamente me esta costando menos conciliar el sueno --reconoci--, y ya no me desvelo casi nada. -- Me alegra oir eso. Ya veras que bien nos lo vamos a pasar hoy. -- Miedo me esta dando dejarte a ti cerca del alcohol. -- Beber de vez en cuando no es malo y, ademas, con esos disfraces super sexys que llevamos, vamos a tener a todos los tios babeando por nosotras. -- Vamos de zombies, no podemos ir sexys --volvi a reirme, Marta tenia cada cosa... -- Y tanto que podemos, si un poco mas corta la bata y vamos ensenando el tanga. Ademas, son bastante ajustados, Maria hizo un buen trabajo. -- Desde luego el disfraz es mas de actriz porno que de otra cosa. Menos mal que llevaremos la cara verde. -- Lo que nos hara mas sexys --batio las pestanas y las dos comenzamos a reirnos--. Pero bueno, tu no tendras problemas, Clark no te dejara ni a sol ni asombra. No se que le das, hija mia, pero ese chico esta loquito por ti. -- Que este lo loquito que quiera que no va a catar, eso te lo digo yo --le dije muy seriamente. -- Quien sabe, no es malo darle una alegria al cuerpo. Esta bien --dijo cuando me vio poner los ojos en blanco, desesperada ya con ese tema--, ?vamos a comer aqui? -- Si, tenia pensado hacer algo rapido de comer para que pudieramos arreglarnos con tiempo y no llegar tarde a la fiesta. -- Vale, entonces voy preparando yo los disfraces para que este todo listo --se levanto de la mesa, decidida a irse. -- Ah, Marta... -- ?Si? -- No me contaste... --ella enarco las cejas ante la curiosidad-- ?Como es Patrick en la cama? Salio resoplando de la cocina mientras yo me reia a carcajadas. Iba a disfrutar de lo lindo haciendola rabiar con Patrick, o al menos hasta que me dijera que le gustaba. Esas eran cosas que no se le ocultaban a una amiga, claro que primero deberia de darse cuenta ella. Me levante y me puse a recoger la mesa, dispuesta a ponerme a cocinar. El dia paso rapidamente. Almorzamos temprano y descansamos un rato en el sofa mientras veiamos la television. Un par de horas antes de que comenzara la fiesta, empezamos a ducharnos y arreglarnos el pelo. Tardamos mas de lo habitual porque, aunque pareciese mentira, las dos estabamos nerviosas y bastante ilusionadas con la fiesta. Nos pusimos el disfraz y nos maquillamos una a la otra. Al ver el desastre que nos habia quedado, decidimos quitarnos el maquillaje y el disfraz para no mancharlo mientras volviamos a intentarlo de nuevo. Miramos hasta varios tutoriales de maquillaje en Youtube que teniamos guardados desde que elegimos el disfraz. -- Creo que no esta tan mal --dijo Marta cuando a la quinta nos miramos en el espejo. -- Pues no, y si esta mal, asi se va a quedar. Ya no nos quedan toallitas desmaquillantes --dije mientras miraba el desastre que habia montado en la habitacion. Las toallitas sucias estaban por todos lados. Nos iba a hacer mucha gracia cuando al dia siguiente tuvieramos que recoger todo. Terminamos de vestirnos, preparamos unos pequenos maletines que compramos de enfermera (que utilizariamos como bolsos) y salimos de casa dispuestas a divertirnos. Cogimos el coche de Marta y nos fuimos directas para la fiesta, estaba claro que ya llegabamos tarde, antes de salir de casa ya nos habiamos tomado un chupito de whisky. Ibamos cantando en el coche la cancion de la bicicleta que habia acabado de salir de moda y la cantaba Shakira junto con Carlos Vives, estabamos muy emocionadas por la noche que nos esperaba. Llegamos a la fiesta y aparcamos el coche en el parking del chalet, ya se acercaban hacia nosotros Patrick y Clark, disfrazados de Batman y Superman respectivamente, venian con un Gin Tonic para cada una, nos miramos y empezamos a reirnos, Marta sabia de sobra que mis miradas iban a recordarle aquel sueno toda la noche. -- Estais muy sexys --dijo Patrick mirando intimidante a Marta. -- Doy fe --solto Clark mirandome de arriba abajo. -- Gracias, chicos --dije sonriendo. Marta ni gesticulo, comenzo a andar para adentrarse en el jardin donde estaba toda la fiesta, atras, por supuesto, siguiendole, ibamos los tres. Nos pusimos en un barril que quedaba libre y hacia de barra, apoyamos los Gin Tonic y empezaron a venir companeros del curso a saludarnos, habia un buen rollo bestial y todo el mundo se habia preocupado en currarse bien el disfraz. Habiamos unas treinta personas pero en ese barril nos quedamos en plan fijo los cuatro, yo estaba que me moria de la risa con Patrick y las indirectas tan bestiales que le tiraba a Marta, aunque Clark tampoco se quedaba corto, lo que pasaba era que yo le dejaba tan cortado solo con la mirada, que se retraia un poco. Pero los otros dos eran los que estaban dando el cante ya que aunque Marta se cortaba por las cosas que le decia Patrick, ella le respondia con todo el salero, se notaba que era de Cadiz, el sur siempre es el sur y el caracter se nota a leguas, no se cortaba ni un pelo en decirle una burrada y quedarse tan pancha, pero eso lo unico que conseguia era que Patrick soltara mas bestialidades, la verdad es que estaba pasando unos momentos buenisimos con aquella situacion. Nos tomamos tres o cuatro chupitos seguidos, pero decidimos cortar porque ya el nivel de alcohol estaba por encima de la cabeza, le diese lo que le diese a Marta, ella se lo tomaba, asi que yo le decia que en vez de Gin Tonic nos ibamos a tomar un Whisky cola, lo que hacia era llevarle un Coca Cola sin alcohol y ella se lo bebia, cuando llegaba alcohol era que le traiga un Gin Tonic y asi no iba mezclando, aunque llevabamos un ritmo impresionante bebiendo. Cuando me di cuenta, Marta estaba bailando en medio del jardin ante los gritos de animo de nuestros companeros, pero ella se sentia la Britney Spears por lo menos, estaba super metida en el papel de cada cancion y estaba segura de que estaba dando un buen show, aunque realmente lo estaba dando. Llego un momento que Marta iba por su lado y nosotros tres por el otro, estaba irrefrenable y no habia Dios que la parase, nosotros observamos muertos de risa desde aquel rincon, no nos despegamos del barril ni a tiros, parecia que lo estabamos escoltando. Patrick que estaba ya en su salsa y loco por Marta, se fue hacia la pista y se puso a bailar con ella, eso era todo un espectaculo y estaba todo el curso pendiente a ellos, en el fondo creo que eran la envidia porque se lo estaban pasando bomba mientras todos los demas charlaban. Mientras yo volvia con dos Gin Tonic, para Clark y para mi, el me hizo sena con los ojos para que mirase hacia la pista, y cuando me volvi me quede impactada de la estampa que estaba viendo, Marta y Patrick dandose un pedazo de morreo en medio de la pista mientras bailaban y ante los ojos de todo el mundo. Yo me quede muerta, mire a Clark y al volverme ya lo tenia justo enfrente y me dio un beso en los labios, rapidamente reaccione y me eche para atras, me quede muy cortada y lo mire a los ojos y le dije que no lo volviese a hacer, pero se me escapo una risa que fue mi sentencia para esa noche, en el fondo esa risa me habia delatado sobre que en el fondo me habia gustado ese beso. Evidentemente no eran como los de Brian pero tampoco podia quejarme, aunque en el fondo algo me frenaba a hacer alguna tonteria, tenia como una especie de voz diciendome al otro lado de mi cabeza que eso no era lo que yo queria. Clark se tiro toda la noche intentando robarme otro beso, asi que me tire todo el tiempo jugando a esquivarlo, mas de uno logro alcanzar la comisura de mis labios, cada vez que pasaba yo le propinaba una patada en el culo. Cada vez que miraba la pista veia el mismo espectaculo, Marta y Patrick bailando como si estuviesen solos y metiendose unos morreos tipicos de quinceaneros que se pensaban que se iba a acabar el mundo al dia siguiente. Patrick no paraba de decirme que aprendiese de mi amiga y yo le respondia que era mucha italiana para tan poco hombre, a el le encantaba que le dijese esas cosas y mas con la mirada que le echaba, por supuesto el me decia que menos atacar y mas probar para luego opinar. Nos tiramos toda la noche tomando copas y soltando indirectas, la verdad que se me hacia la noche comoda a su lado, me encantaba ese pique que manteniamos los dos, a Clark se le notaba a leguas que tenia unas ganas de cogerme impresionantes, si me hubiera cogido en otra epoca ya lo hubiera dado yo la del pulpo, pero ahora mismo era incapaz de pasar de aquel juego. Yo cada vez que miraba a Marta me reia al pensar que al dia siguiente iba a querer morirse cuando se acordarse de que habia sido el centro de atencion toda la noche en la fiesta. Me removi incomoda cuando algo golpeo mi cara, le di un manotazo a lo que fuera para que dejara de molestarme. Abri un poco los ojos y los cerre cuando la luz del sol me dio en ellos. Levante la mano y me aprete las sienes, tenia un dolor de cabeza impresionante, habia bebido demasiado. Levante un poco la cabeza y volvi a abrir los ojos lentamente para irme acostumbrando a la luz del sol. Lo primero que vi fue la cara de Clark muy cerca de la mia, tan cerca que meti un bote pero el ni se inmuto, asi seria la borrachera que cogio. Me tenia agarrada por la cintura, le quite la mano y empece a levantarme sin querer hacer mucho ruido.

  • Aprender a hablar con las plantas de Marta Orriols

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  • Crimenes de invierno de Iris Zamora Vera

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    Tras un periodo de baja por motivos personales, el inspector de policia Adam Berg se traslada a un pequeno pueblo de montana y se incorpora al cuerpo de policia haciendose cargo de un extrano caso de asesinato. Despues de un largo periodo intentado huir sin exito de su pasado, a lo largo de la investigacion el inspector encuentra por fin una forma de enfrentarse a sus propios fantasmas y conforme va avanzando en el caso tambien ira poniendo en orden su vida personal en una nueva etapa llena de cambios y nuevos rostros que le iran ayudando a recomponerse.
    Clarissa Ericson huye de un pasado turbulento y dramatico en busca de un lugar anonimo donde volver a ser ella misma. El aire frio, las montanas nevadas y la soledad le daran una nueva oportunidad de encontrarse, pero hay cosas de las que uno no puede huir y tarde o temprano tendra que hacer frente a las viejas heridas que le atormentan, solo asi podra hallar la paz que tanto ansia. Sin pretenderlo, Clarissa se ve envuelta en la investigacion y aunque procurara pasar desapercibida no deja indiferente al inspector Adam Berg, que pronto siente por ella un interes irremediable.
    Ambos se ven envueltos en una trama de mentiras y enganos familiares en los que tendran que ir poniendo luz para esclarecer la verdad, todo con la ayuda de una intrepida periodista que intenta reinventarse y navega sin rumo en una vida en la que por fin encuentra algo de emocion que le sacude las telaranas.
    Mientras tanto, a muchos kilometros de distancia la inocente Edurne vive su propio infierno y rodeada de inseguridades, miedos y decisiones poco afortunadas se ira adentrando en las tinieblas de una relacion peligrosa y oscura que la llevaran a un desenlace incierto y peligroso. Sin embargo, las ganas de vivir y el amor incondicional la guiaran en una aventura hacia la busqueda de la felicidad, de la supervivencia, y de la superacion personal donde se encontrara con algunas sorpresas inesperadas.
    Pero la vida de todos ellos tiene un nexo en comun que no les dejara indiferentes, y lo que parecia una simple investigacion en un pequeno pueblo de montana termina siendo una conmovedora historia donde la amistad, el amor, el desengano y la intriga siempre estaran presentes.

  • El informe Alcatraz de Lisbeth Cavey

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    Briana hereda la fortuna de sus abuelos y la gran casa familiar, sin embargo, no se imagina que en ese mismo momento ha abierto algo que habia permanecido subyacente durante anos.
    Intriga, misterio, secretos, accion y los terrorificos episodios de paralisis del sueno que sufre cada vez con mayor intensidad, la pondran a prueba una y otra vez.
    Ella no estara sola en esta aventura; Aitor Bravo, policia de la comisaria de La Costa y alguien que se debate entre la atraccion y la desconfianza hacia Briana, vivira junto a ella situaciones que le haran aflorar todo tipo de sentimientos.

  • El mito de las dietas de Tim Spector

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    ?Por que fracasan la mayoria de las dietas? ?Por que una persona que come un determinado alimento aumenta de peso mientras otra que come lo mismo adelgaza? ?Por que, pese a todos los consejos sobre que hemos de comer, seguimos engordando?

  • El Alcalde y la Activista: Todo vale en la politica y en el amor de Laura Benet

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    Cristina es una joven idealista y romantica, que cree en la vida sana y en la defensa del medio ambiente. Esta dispuesta a todo con tal de defender aquello que le importa. Hasta de enfrentarse al alcalde y a quien haga falta, sin medir las consecuencias. Aunque ese alcalde tan guapo y atractivo no quiera escucharla.

  • Fuimos destino de Veronica Blacksmith

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    La vida de la joven Sara es perfecta: buena estudiante, aunque de familia humilde, quiere ir a estudiar magisterio a la universidad junto a su primer amor Javier, con quien planea casarse… Sin embargo, un grave accidente familiar provocara que todos sus planes de futuro al lado de Javier queden truncados. Su familia acaba arruinada, asi que Sara se ve empujada a casarse con un hombre algo mayor que ella, pero muy rico, cuyo matrimonio serviria para salvar la maltrecha economia de su familia, para ello debera abandonarlo todo: sus suenos, su carrera, su amor… y marcharse a vivir a Inglaterra.
    No obstante, el transcurrir de los anos, y el caprichoso destino, conseguiran que, tras la muerte de su marido, Sara se encuentre de nuevo con Javier en Espana. A su vez, Sara se vera envuelta en una telarana de intrigas politicas y financieras que le haran tomar conciencia del mundo en el que se habia estado moviendo su acaudalado esposo.

  • Objetivo Madeleine de Alfredo De Braganza

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    Paris, 1943. Noor, una princesa india convertida en espia aliada para luchar contra los nazis, es apresada y torturada en un edificio del que nadie ha salido con vida. En su poder, la informacion que puede hundir la reputacion del Vaticano y descalabrar el proyecto de Hitler.
    ?Sera capaz de soportar el infierno para cumplir con su mision?

  • ?Todavia suenas conmigo? (Destino 1) de Lina Galan

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    Mario, rico y atractivo empresario. Su tipo de vida no admite relaciones largas ni estables. Incontables mujeres pasan por su vida atraidas por el y el misterio que parece envolverle.

  • Venganza de Calavera 1 (AMOS Y MAZMORRAS 13) de Lena Valenti

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    KODA KUMAR ES EL PEQUENO DE LOS CALAVERA. EL QUE POSEE EL
    DON DEL CHAMAN. Y EL QUE HA VIVIDO SIEMPRE PARA LOGRAR SU VENGANZA.
    AHORA ESTA A PUNTO DE LLEVARLA A CABO, PERO DESCONOCE LAS CONSECUENCIAS.
    SKY SABE DE JUEGOS, DE SEDUCCION Y DE LEER ALMAS. PERO HA VIVIDO
    PERMANENTEMENTE DOMINADA POR EL PODER DEL PATRON.
    CUANDO KODA KUMAR LA SECUESTRA NO SE IMAGINA COMO DE CARA
    VA A SER SU LIBERTAD. PERO ESTA DISPUESTA A LUCHAR POR ELLA.

  • La maleta de Ana de Celia Santos

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    En los anos sesenta y setenta del siglo pasado, cientos de miles de mujeres espanolas emigraron a Alemania para trabajar. Eran heroinas anonimas que se enfrentaban a un mundo nuevo y a menudo hostil solo para ayudar a sus familias.

  • Los que no amaban de Jonathan Rodmore

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    Casi todos hemos bajado a lo mas oscuro de nosotros mismos. En ese infierno de nuestra alma es cuando conocemos nuestros pensamientos mas aterradores. Esos que jamas nos atrevemos a contarle a nadie. Es ahi abajo cuando somos capaces de hacer cualquier cosa para encontrar un barco que nos devuelva al puerto de la cordura, de la felicidad o que simplemente nos lleve de vuelta a ser "normales". Estas son historias de personas que tocaron fondo… y siguieron cayendo. Personas que navegaron el abismo de sus aguas oscuras porque dejaron de amar, de amarse o de ser amados. Y que lejos de llegar a buen puerto, sus barcos tan solo les llevaron al borde de si mismas.

  • Aguas oscuras (Erika Foster 3) de Robert Bryndza

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  • Un Golpe Inesperado de Mariana Torres

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    Cansada de la rutina, Dolly anhela algo de emocion en su vida. Colton, cansado de los giros sorpresivos de la vida, empieza a plantearse terminar de una vez por todas con su existencia. La unica testigo del intento de suicidio no puede ser mas que Dolly. ?Que sera de estos desconocidos cuando el destino los ponga en el mismo camino?

  • Lo que sembramos de Regina Porter

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    Iluminando mas de seis decadas de cambios radicales, desde la lucha por los derechos civiles y el caos de Vietnam hasta el primer ano de Obama como presidente, las familias de James, un exitoso abogado de origen irlandes, y Agnes, una hermosa mujer afroamericana que vive en el Bronx, se uniran de manera inesperada, intima y profundamente humana.
    Con un penetrante humor, dialogos cargados de autenticidad y un dominio narrativo que te transporta a cada uno de los lugares y epocas descritos, el debut de Regina Porter es a la vez un retrato familiar intimo y una exploracion brillante de como la raza, el genero y la clase chocan en la America moderna.

  • Una mujer diferente de Carol Robbins

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    En el corazon de Hannah Fryman ya no queda sitio para nadie. Tan solo para su adorada hermana, su proxima sobrina en camino y su incipiente carrera como pintora, por la que lucha con teson todos los dias y a todas horas para intentar conseguir por fin el sueno de su vida. Escocia es su refugio y solo alli, junto a su familia, disfruta de las cosas buenas de la vida que le hacen autenticamente feliz. Si. Hannah huye del amor, decepcionada por la tormentosa relacion que ha mantenido hasta hace unos meses. Lo ultimo que desea es volver a complicarse la vida con un hombre. No, definitivamente. Enamorarse no se encuentra entre sus proximos planes.

  • Como besar a un canalla de Amanda Mariel

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    Un malentendido que rompe los lazos de la amistad, impulsa a lady Natalie a encontrar el amor de su vida.

  • Los Horcher de Elisabeth Horche

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    Berlin, 1904. Gustav Horcher, cumpliendo su sueno, abre un restaurante en el corazon de la capital alemana. Pocos anos despues, las dos guerras mundiales y el regimen de Hitler determinaran la vida del pais y sus habitantes.

  • El Club del Domino de Scarlett Pastor

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    Cuando Celia Armando la vio entrar en su consulta por primera vez, no imagino lo que su vida cambiaria. Todo su mundo se veria trastocado por los acontecimientos, que se suceden uno tras otro en rapida sucesion sin que pueda hacer nada por cambiarlos. Acontecimientos que, de mano de su paciente, la llevaran a descubrir un mundo totalmente desconocido para ella. Un mundo de excesos, mentiras y secretos, en los que nadie es quien dice ser y que la llevaran a desconfiar de todos.

  • La casa y la isla de Ronaldo Menendez

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    Anabela y Rebeca comparten un pasado adolescente de amores y traiciones. Anos despues sus vidas vuelven a cruzarse en torno a un joven medico revolucionario cubano, que ha decidido no volver a ejercer ni salir jamas de su casa. Esta especie de ‘inxilio’ se convierte en el nucleo de una historia trepidante donde el autor interviene como un personaje mas, tejiendo las biografias de estos tres personajes y la suya propia.

  • Breve tratado de historia de las religiones de Frederic Lenoir

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    ?Cual fue la primera religion de la humanidad? ?Como surgieron las nociones de dios, sacrificio, salvacion, plegaria, clero…? ?Por que se paso de la adoracion a las deidades femeninas a las masculinas? ?De la creencia en muchos dioses a uno solo? ?Cuales

  • La muerte siempre encuentra el tiempo de Renato Mendoza

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    La ambicion de un grupo de investigadores conduce a la raza humana hacia una catastrofe global sin precedentes. Una a una, las ciudades del planeta van manifestando sintomas de lo que podria ser una extincion prematura. Sin embargo, pequenos grupos de personas logran sobrevivir en algunos pequenos poblados. Acorralados por la muerte, un grupo disfuncional de supervivientes logra prolongar su existencia mas alla de lo esperado. La busqueda de respuestas parece ser tan esquiva como la busqueda de la salvacion.

  • El dia que me quieras (Los Collinwood 1) de Victoria Magno

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  • Las mariposas de tu luna de Roma Garcia

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    <>. Dafne admiraba la luna como cada noche cuando, de repente, una colonia de mariposas entro por la ventana de su habitacion. Todo cambio aquel dia, pues a partir de ese momento, tendria una mision: salvar a Lilian, Gerpelin y Lucinda, su madre, de las garras del dios de la luna. Para ello, contara con la ayuda de Marlfield, un chico totalmente desconocido, que le hara cambiar la percepcion de su mundo y la acompanara en tal complejo cometido. Nada sera lo que parece y todo lo que aparentemente es facil, sera todo lo contrario. ?Podran salvar a las chicas de la luna? ?Derrotaran a Kavenski, su dios? ?Moriran en el intento? ?Terminara sintiendo por Marlfield algo mas que una amistad?

  • Almendra de Won-pyung Sohn

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    Ese dia hubo un herido y seis muertos. Primero mama y la abuela. Luego un estudiante universitario que quiso disuadir al hombre. A continuacion, dos senores cincuentones que iban al frente de un grupo del Ejercito de Salvacion y un policia. Y, por ultimo, el propio hombre. Se eligio a si mismo como el destinatario final de sus cuchillazos indiscriminados. Se clavo el arma bien hondo en el pecho y, al igual que las otras victimas, murio antes de que llegaran las ambulancias. Como siempre, yo me quede viendo todo lo que sucedia con cara inexpresiva. 2 El primer suceso ocurrio cuando yo tenia seis anos. Los sintomas aparecieron mucho antes, pero fue entonces cuando la cosa salio a la luz. De todos modos, fue bastante mas tarde de lo que habia previsto mama. Fue una negligencia de su parte, porque ese dia no vino a buscarme al jardin de infancia. Segun me conto despues, estaba con mi papa, al que hacia anos que no veia. Acariciando las paredes desvaidas del osario donde descansaban sus restos, le dijo que iba a olvidarlo. No habia conocido a otro hombre, pero quiso decirselo de todos modos. Mientras ella le ponia de esta manera el punto final a su historia de amor, se olvido por completo de mi, que era el fruto imprevisto de esa relacion de juventud. Despues de que se marcharan los demas ninos, sali tranquilamente del jardin. Todo lo que sabia a los seis anos acerca de donde estaba mi casa era que quedaba en algun lugar al otro lado del puente. Al llegar alli, saque la cabeza por la barandilla. Abajo, los coches corrian veloces deslizandose sobre el asfalto. De pronto me acorde de haberlo visto hacer en algun lado y junte toda la saliva que pude para darle a alguno de los coches que pasaban, pero la baba desaparecio en el aire antes de llegar al suelo. Repeti la operacion varias veces, absorto en lo que ocurria, hasta que me sobrevino un mareo y me senti como flotando. --?Que haces, nino? !No hagas porquerias! Levante la vista y vi a una senora que me miraba mal. Sin embargo, siguio su camino como los coches deslizandose sobre el asfalto y volvi a quedarme solo. Para bajar del puente habia escaleras en los cuatro costados, pero yo no sabia que direccion tomar. De todos modos, el paisaje que se veia era igualmente gris y frio hacia ambos lados. Pasaron unas palomas sobre mi cabeza batiendo sus alas, asi que decidi seguirlas. Cuando me di cuenta de que me habia equivocado de camino, ya habia ido demasiado lejos. En ese entonces, nos ensenaban en el jardin la cancion Hacia delante y pense, como decia la letra, que el mundo era redondo y que en algun momento llegaria a casa si iba siempre hacia delante, de modo que segui moviendo sin descanso mis pequenos y torpes pies. Un buen rato despues, la avenida se convirtio en una calle estrecha y enfilada por casas viejas. No se veia a nadie. Sobre las paredes derruidas habia pintados numeros desconocidos y leyendas en rojo que decian <>. De repente oi un grito quedo. ?Habia sido un <> o un <>? ?Quiza un <>? Como sea, habia sido breve y bajo. Fui en direccion de donde procedia. El sonido se fue acercando, a veces como un <>, otras como un <>. Sonaba tras la esquina y hacia alli fui sin vacilar. Habia un chico tirado en el suelo. No podia estimar su edad, pero era de contextura pequena. Sobre su cuerpo se cernian y se retiraban sin descanso unas sombras negras. Le estaban pegando. Los gritos cortos no provenian del chico, sino de las sombras que lo rodeaban. Sonaban a algun arte marcial. Estaban dandole patadas y arrojandole escupitajos. Despues me entere de que eran chicos de secundaria, pero en ese momento me parecieron adultos. Al parecer, hacia rato que lo golpeaban, porque el chico tirado no se resistia ni se quejaba, sino que se zarandeaba hacia un lado y otro como un muneco de trapo. Una de las sombras le dio un puntapie en el costado a modo de remate y a continuacion desaparecieron todos. El chico estaba banado en sangre como si le hubieran echado encima un tarro de pintura roja. Me acerque. Tendria unos once o doce anos, es decir, el doble de mi edad, pero no me parecio mayor, sino un nino como yo. Como un cachorro recien nacido, su pecho subia y bajaba con rapidez al ritmo de su respiracion breve y frenetica. Era evidente que corria peligro. Volvi sobre mis pasos. El callejon seguia desierto y lo unico que veia eran las confusas leyendas rojas sobre las paredes grises. Despues de deambular un buen rato, encontre una pequena tienda de dulces y comestibles. Tras abrir la puerta corrediza, me dirigi al dueno: --Senor… En la television estaban poniendo Diversion en familia. El dueno se reia entre dientes mirando el programa y no parecia haberme oido. Los participantes jugaban a tratar de entender con los oidos tapados la frase que le decia la persona de delante para repetirsela a la de atras. La frase que habia que transmitir era <>. No se como me acuerdo todavia de aquello, ya que en ese entonces no tenia ni idea de lo que significaba. Como sea, una mujer joven habia pronunciado con voz fuerte y clara una frase totalmente diferente y eso provoco la hilaridad del publico presente en el estudio y del dueno de la tienda. Al final se acabo el tiempo y el equipo de la mujer perdio el juego. El dueno se paso la lengua por los labios como lamentando que hubiera terminado. --Senor… --repeti. --?Si? --dijo dandose la vuelta por fin. --Hay alguien tirado en la calle. --?En serio? --respondio sin hacer mucho caso y acomodandose mejor. En la television, los equipos se aprestaban a enfrentarse en una revancha que daba muchos puntos y podia revertir el resultado de la competencia. --Se puede morir --le dije, toqueteando los caramelos que se exhibian en orden bajo la vitrina del mostrador. --?Si? --Si, de verdad. Justo en ese momento, giro de nuevo la cabeza hacia mi: --Dices cosas terribles como si nada. ?No te han ensenado que no se debe mentir? Me quede callado un momento buscando palabras que sonaran mas convincentes, pero mi vocabulario no era lo que se puede decir muy amplio a los seis anos. Como no se me ocurria otra cosa que sonara mas real que lo que acababa de decirle, volvi a decir: --Se puede morir. 3 Pense todo el tiempo en el chico tendido en el suelo frio. Pense en el mientras el dueno de la tienda ponia la denuncia por telefono a la policia y se quedaba viendo el programa hasta el final, tambien cuando me dijo que me fuera si iba a quedarme toqueteando los caramelos sin comprar nada y tambien mientras la policia se dirigia al lugar despues de mil vueltas. Sin embargo, hacia ya rato que el chico estaba muerto cuando llegaron. El problema fue que resulto ser el hijo del dueno de la tienda. Me quede sentado en un banco de la comisaria balanceando las piernas, que aun no me llegaban al suelo. Las movia de manera alterna y eso levantaba un vientecillo frio. Ya habia entrado la noche y me moria de sueno. Justo cuando iba a dormirme, aparecio mi mama por la puerta de la comisaria. Al verme, se puso a gimotear y a acariciarme la cabeza sin parar hasta que me dolio. Pero, antes de que se apaciguara su alborozo por haberme encontrado, volvio a abrirse la puerta y entro el dueno de la tienda. Llego con la cara banada en lagrimas y lanzando aullidos desgarradores mientras lo sostenian varios policias. Tenia una expresion completamente diferente a cuando estaba en la tienda viendo la television. Se dejo caer en cuclillas temblando y empezo a golpear el suelo con los punos. De pronto, se levanto de un salto y comenzo a gritar y a senalarme con el dedo. No podia entender todo lo que me decia, pero logre captar lo siguiente: <>. A su lado, un policia lo calmo diciendole: <>, y lo sostuvo cuando se dejo caer de nuevo al suelo. No comprendia por que me reprendia aquel senor. Yo era serio todo el tiempo. De hecho, jamas me reia ni me excitaba, de modo que no habia ninguna razon para que me dijera aquello. Sin embargo, como era demasiado pequeno para expresarlo en palabras, me quede callado. Fue mi mama la que hablo en mi lugar. En un abrir y cerrar de ojos, la comisaria se convirtio en un caos por los gritos del hombre que habia perdido a su hijo y los gritos de la mujer que habia encontrado al suyo. Esa noche jugue con los bloques de construccion, como siempre. Hice una jirafa que se convertia en un elefante cuando le doblaba el cuello hacia abajo. A mi lado, mama no dejaba de escrutarme. --?No tuviste miedo? --me pregunto. --No --le respondi. No se como, pero muy pronto corrio el rumor de lo que paso aquel dia. Sobre todo, el hecho de que no se me movio un musculo de la cara a pesar de que vi a una persona morir a golpes. A partir de entonces, comenzaron a ocurrir las cosas que tanto preocupaban a mama. Todo se agravo cuando entre en la escuela primaria. Un dia, una nina que caminaba delante de mi cuando saliamos de la escuela tropezo con una piedra y se cayo de bruces. Como me impedia el paso, me quede esperando a que se levantara con la vista fija en el pasador de Mickey Mouse que sujetaba su pelo a la altura de la nuca. Sin embargo, la nina se quedo tirada en el suelo sin parar de llorar. De pronto aparecio su madre y la ayudo a ponerse en pie. --?No sabes preguntarle a una companera que se ha caido si no se ha hecho dano? Eres peor de lo que me han contado --dijo la madre mirandome enfadada.

  • La saga de la mandragora de Nuria Munoz Aige

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    Cuando tres excursionistas novatos sufren un terrorifico accidente y se extravian cerca del pico de Aneto, empieza para ellos una gran aventura sobrenatural que los transportara a un mundo que creian imposible: subitas grietas que se abren en un glaciar, un inquietante pueblo de otros tiempos inexistente en el mapa y, por encima de todo, la constante presencia de una malvada saga de criaturas singulares que parece haber sobrevivido al paso de los siglos.
    A lo largo de la novela, el presente de un pueblo del Pirineo aragones se entrelaza de manera escalofriante con la Edad Media, con la construccion de sus iglesias romanicas, sus supersticiones e incluso sus inquisidores en busca de brujas.
    Y todo, para acabar descubriendo sorprendentemente como ellas, a pesar de todo, siguen entre nosotros.

  • La escena interior de Marcel Cohen

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    Entre 1943 y 1944, en el Paris ocupado, el autor perdio a toda su familia (madre, padre, una hermana de escasos meses, abuelos paternos, tios), detenida en distintos momentos y enviada a Auschwitz tras pasar por el campo de internamiento de Drancy. A Marcel Cohen le salvo que, durante una redada, el jugaba en el parque con Annette, la joven criada bretona de la familia paterna. Tenia cinco anos. Mucho tiempo despues, alejandose de todo rasgo ficticio, Cohen relata lo que ha podido averiguar de sus familiares desaparecidos: la juventud de la madre en Estambul, su coqueteria, el agua de colonia que utilizaba su padre, las rocambolescas vidas de los tios. Y lo hace a partir de algo muy pequeno: los escasos objetos y fotos que sobrevivieron. Ante una imagen de su padre tocando el violin, una pequena huevera o un caballito cosido a mano, es decir, objetos y hechos, y un punado de recuerdos, Cohen reconstruye las vidas truncadas de aquellos que no sobrevivieron a la barbarie.

  • Kilometro 28 de Manuel Leon Caballero

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    Todo comienza cuando el coche se le para en mitad de la nada. El joven Dani no tiene ni idea de la pesadilla que esta a punto de experimentar y que pondra a prueba su cordura. En este lugar nada es lo que parece…

  • En la cama del siciliano de Sharon Kendrick

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    Cuando la esposa que lo habia abandonado le pidio el divorcio, el multimillonario siciliano Rocco Barberi decidio aprovechar la oportunidad. Nunca habian hablado de su doloroso pasado, pero aquella era la oportunidad perfecta para hacer suya a Nicole y olvidarse de ella para siempre.

  • La ciencia de la salud de Dr. Valentin Fuster

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    ?Como conseguir un peso adecuado y mantenerlo? ?Como dejar de fumar y no recaer? ?Como sobrevivir al estres? El cardiologo Valenti Fuster ofrece en La ciencia de la salud consejos basicos para cuidar la salud y mejorar la calidad de vida. El libro puede leerse de principio a fin o ser consultado ocasionalmente. La ciencia de la salud presenta en un lenguaje claro y ameno, ilustrado con ejemplos de pacientes anonimos, lo que la medicina sabe hoy dia sobre algunos de los problemas de salud que mas preocupan a los ciudadanos: el control del peso, la dieta ideal, el colesterol, la actividad fisica, la tension arterial, los chequeos de salud, el consumo de alcohol, la adiccion al tabaco, el estres y hasta la felicidad.

  • Segundas Oportunidades de Carol Martin

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    “No se si puedo ser hombre de una sola mujer”. Esa frase me atormentaba dia y noche. Nunca pense que mi prometido pudiera decirme eso a poco tiempo de nuestra boda.
    Estuve a punto de hundirme. El que fue mi mejor amigo no me dejo y gracias a el sali adelante.
    La imagen de Jorge no se me iba de la mente y mi relacion con Marco se convirtio en fisica.
    Tenia que decidir que hacer, seguir con el hombre que me queria como sumisa o intentarlo con quien me hacia sentir una verdadera mujer.

  • El silencio antes del invierno de Yolanda Revuelta

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    Tessa camino por la ya solitaria y vacia casa con la mirada baja y las manos en las caderas. Ya no quedaba nada de su antigua vida, solo blancas paredes desnudas y suelos relucientes de caoba. El camion de la mudanza se habia llevado los ultimos muebles y sus pertenencias, todo ello bien distribuido en enormes cajas de carton que aguardarian en un garaje hasta que ella encontrase algun lugar donde vivir. Ni siquiera los recuerdos se habian quedado; se habian esfumado de un plumazo, como sus ultimos diez anos de matrimonio. Habian comprado esa casa pocas semanas antes de casarse. Aquello fue amor a primera vista. Su porche flanqueado por dos enormes columnas griegas causaba un efecto clasico y tradicional que les habia enamorado. La casa estaba situada en uno de los distritos mas encantadores de Georgetown y se habian divertido decorandola y creando espacios nuevos donde creian que envejecerian juntos; nada mas lejos de la realidad. A su manera habian sido felices, a pesar de sus muchas noches vacias a causa de sus compromisos laborales y sociales que les privaban de la compania del otro. Su matrimonio, como el de muchos, iba a buen ritmo. Tenia sus desaceleraciones, pero se compenetraban bien y nada hacia presagiar aquel fatidico dia en el que Tom se sirvio su segunda taza de cafe. Deberia haberle extranado, el tenia mucho cuidado con la cafeina y no solia abusar de ella a causa de un amago de infarto que habia padecido dos anos antes y le habia mantenido postrado en una cama de hospital toda una semana. No estaba preparada para ver como todo lo que habian creado juntos estaba a punto de precipitarse por el desague. Una fatidica manana de sabado de septiembre, Tom le habia pedido el divorcio. --No soy feliz, Tessa --le dijo, sin mas. Aquella frase la dejo impactada y tuvo que tomar aire para poder continuar con esa extrana conversacion que cambiaria su vida tal y como la conocia hasta el momento. Escucho las razones y ella, mas sorprendida que dolida, decidio no luchar; quizas porque ya sabia que su matrimonio estaba herido de muerte antes de que su marido le dijese que llevaba dos anos teniendo una aventura con su secretario. !Que tipico y soez al mismo tiempo! !Su secretario! Debia confesarlo, le habia pillado desprevenida. Se habia amoldado de tal forma a la rutina diaria, que no habia notado esos cambios sutiles que algunas mujeres, mas avispadas que ella, solian cazar al vuelo. Jamas penso que Robert, el hombre con el que su ya exmarido trabajaba codo con codo mas de doce horas diarias, compartiese algo mas que despacho y almuerzos. Estaba claro que tres eran multitud. Tom no se habia andado por las ramas. Una semana mas tarde habia exigido a su abogado varias clausulas, entre ellas, una destacable y confidencial: si la incumplia, el la llevaria ante los tribunales, le haria pagar una alta cifra por danos morales y ademas le haria la vida imposible, tanto que ella desearia que se la tragase la tierra (bueno, eso ultimo era una lectura libre, pero sabia que Tom cumplia siempre lo que prometia). Deberia mantener la boca cerrada y no hablar jamas de los jamases de la vida privada de su marido ni del motivo de su divorcio. Punto final. Asi era la vida de un politico en Washington: llena de mentiras, rencores y chantajes a gran escala. Tan pronto estabas en la cima como al dia siguiente, por un pequeno o no tan pequeno desliz, te encontrabas nadando en el fango de los perdedores. No habia segundas oportunidades y Tom lo sabia mejor que nadie. Descalza, se dirigio a la ventana y apoyo las manos en el marco. Washington D.C. tenia su encanto; sin embargo, ella sabia mejor que nadie que podia llegar a ser una ciudad destructiva para aquellos que tuviesen el valor de querer conquistarla. A sus casi cuarenta anos estaba divorciada, sin un lugar donde vivir y lo peor de todo es que se habia quedado sin trabajo. Para alguien que adoraba su profesion, esto ultimo podia convertirse en la peor de las condenas. Su boca se curvo un poco hacia arriba cuando nuevos pensamientos comenzaron a tomar forma en su mente. Leccion numero uno: no trabajes nunca a las ordenes de tu marido. Leccion dos: cambiar de profesion, ser asesora politica a la larga puede llegar a ser demoledor. Leccion tres... Suspiro y el cristal se empano con su aliento. No habia leccion tres, porque quedaba anulada con las dos primeras. --Ser tu misma --susurro contra el cristal--. Y hacerte valer. Su movil vibro en el bolsillo de su pantalon. Se quedo mirando fijamente el nombre en la pantalla y un segundo despues, solto otro hastiado suspiro. Era de esperar que su abuela la llamase. Nada mas descolgar, escucho la armoniosa voz de la anciana. --!Hola, carino! Odiaba que el resto del mundo sintiese lastima por ella. Cerro los ojos unos segundos y decidio que no le iba a mentir. Ya lo hacia bastante consigo misma. --Hola, abuela. ?Que tal va todo? --Eso deberia preguntartelo yo a ti, ?no? Nancy Hereford irradiaba energia a sus ochenta y seis anos. Su apellido, de ascendencia noble, le habia abierto muchas puertas a lo largo de su vida. Pero Tessa sabia que su abuela, mas que una aristocrata, era un alma guerrera. Tras todos esos titulos nobiliarios habia una mujer luchadora y feminista que no se dejaba mangonear por el sexo contrario. --Intento no pensar demasiado en ello --dijo con entereza. Tessa escucho un bufido perfectamente audible a traves de la linea. --Deberias haberle cortado las pelotas cuando dormia. Nos habriamos ahorrado muchos disgustos --replico con voz gelida. Tessa no supo si reir o llorar ante el comentario. --El dramatismo nunca ha ido contigo, abuela. --Lo se, lo se --se apresuro a anadir la mujer--. Pero me espanta que te este haciendo sufrir. --Aprendere a vivir sin el. Un breve silencio se adueno de la linea. --Tienes que aprender mas que eso. Has venido a esta vida para cambiar las cosas, no para aceptarlas. ?Comprendes? Su abuela habia sido la primera persona a la que habia llamado para contarselo y ahora entendia mas que nunca el porque. --Si --respondio Tessa con voz contenida. --Bien, ahora sal de esa casa y aventurate. Los labios de Tessa se levantaron mas por un lado que por otro de la boca. --No es tan sencillo. --Intento no mostrarse afectada. --Nadie ha dicho que lo sea; sin embargo, debes ser valiente y mostrarte al mundo como la mujer que eres. Tessa se pregunto que tipo de mujer era ahora. Le daba la impresion de no conocerla, de ser una desconocida para si misma. --Eres una Hereford. Y eso ya lo dice todo. Quizas por sus venas corriese sangre aristocratica, pero su apellido no era el mismo que el de su abuela. Iba a replicar, pero la anciana tomo de nuevo la palabra. --Habia pensado que podrias pasar algunos dias en la casa de Cornualles. --Crei que la habias vendido. --!?Que te hizo pensar que haria algo asi?! Jamas podria deshacerme de esa casa --dijo con acritud--. Tu padre era el que se empenaba en que la vendiese, pero lo unico bueno que ha hecho ese hombre en la vida ha sido engendrarte a ti. Tessa esta vez sonrio. Estaba claro que Nancy Hereford no sentia ningun tipo de admiracion por su unico yerno. --?Que me dices? --No se, abuela... --respondio. Tessa, dubitativa. --Escuchame bien. Te voy a dar un consejo, aunque se que es lo ultimo que quieres oir en este momento: Todos quieren evitarse el dolor de la ruptura, pero necesitas sufrir ese dolor para sanar, ?comprendes? La mirada de Tessa se perdio en las nubes algodonosas de un cielo grisaceo que amenazaba lluvia. Su abuela, como ya era costumbre, tenia razon. --Eso es algo que no logre que tu madre entendiera y aun sigue pagando las consecuencias de un matrimonio fallido y un marido excesivamente egolatra. No obstante, ella es ella, y tu eres tu. --La voz de su abuela se escucho alta y clara a traves del telefono--. Lame tus heridas, pequena, y luego vuelve al mundo mas fuerte que nunca. Veinte minutos mas tarde, Tessa cerro la puerta de la casa. Fuera esperaba un taxi. No miro hacia atras, cogio el asa de su maleta, se ajusto el abrigo a causa de un viento frio y desagradable que soplaba con fuerza y, mas decidida que nunca, descendio los escalones del porche flanqueado por las dos inmensas columnas de estilo griego, que ya no le parecian ni tan elegantes ni tan exoticas. El taxista la saludo y, acto seguido, sin mediar una palabra mas, guardo su equipaje en el maletero. Una vez dentro del taxi, pregunto: --?A donde vamos? --Al aeropuerto --contesto Tessa, dejando atras diez largos anos de su vida. CAPITULO 2 El vuelo habia sido apacible y a pesar del jet lag, se sentia bien al estar tan lejos de Washington y de todos los problemas que habia dejado atras, o al menos eso esperaba. Mientras cruzaba el Atlantico sentada en su butaca de clase turista, el contrincante de Tom para el senado, Bruno Makinson, le habia telefoneado. Al parecer, su divorcio ya era un hecho consumado en el terreno politico. Segun Makinson, eran muchos los rumores y especulaciones que pululaban por los despachos de Washington D.C. sobre su ruptura matrimonial. Pero como era de esperar, Tom no habia confirmado ni desmentido nada en referencia a la noticia que habia cambiado sus vidas por completo, algo muy tipico de el. Y ella no iba a ser quien levantase la liebre, asi que se limito a cambiar de tema, muy a pesar de su interlocutor. El hecho en si le hizo sentirse vulnerable; sin embargo, la propuesta siguiente obro lo contrario. Permitio que su autoestima subiese como la espuma. Makinson le habia ofrecido trabajar en su campana, ella seria quien decidiria su salario y horario. De no haber estado en ese momento sobrevolando el Oceano Atlantico seguramente habria aceptado la sugerencia sin ningun tipo de reparo. Seria la venganza perfecta. Recordo las palabras de su abuela. En el fondo sabia que necesitaba unos dias para si misma, para recomponerse y volver al mundo como una mujer fuerte y dispuesta a mirar al frente, dejando atras las lamentaciones. Y asi se lo hizo saber a Makinson. Agradecio su interes, se despidio afectuosamente y colgo, con las ilusiones renovadas. Poner los pies en suelo ingles fue mejor de lo que esperaba. Llego a Londres, respondio algunos mensajes pendientes e importantes, otros directamente los borro, como los de algunos companeros que trabajaban en la campana electoral de Tom y decian estar preocupados por ella. Veinte minutos mas tarde tomo otro vuelo hasta el aeropuerto de Newquay. Durante el vuelo solicito un Uber y hojeo una revista del corazon que abandono a los pocos segundos, ya tenia suficiente con su vida como para interesarse en la de otros. Cerro los ojos y, antes de que pudiera darse cuenta, un dulce sueno la vencio. Una hora mas tarde aproximadamente, una pequena sacudida la hizo volver a la realidad: era una servicial azafata, que la aconsejaba abrocharse el cinturon para mayor seguridad. --Muchas gracias --dijo la azafata antes de alejarse--. Espero que el vuelo haya sido de su agrado. Tessa sonrio amablemente, a pesar de tener el cuello tenso. Estaba claro que no habia elegido una postura de lo mas recomendada para su pequena siesta. Nada mas aterrizar puso rumbo a la salida de forma precipitada. Estaba deseando llegar a la casa y darse un bano caliente para aliviar sus piernas cansadas y evitar que el incipiente dolor que comenzaba a fraguarse muy cerca de su sien fuese a mayores. Trato de no colisionar con otros pasajeros y sus maletas mientras notificaba al conductor la terminal y el numero de puerta por la que iba a salir. Cruzo la puerta y, nada mas hacerlo, entrecerro los ojos: un soplo de aire frio y humedo le dio la bienvenida. Las inclemencias del tiempo nunca le habian importado, pero habria agradecido unos calidos rayos de sol a su llegada. Se abrocho el abrigo e intento no echarse a temblar por el brusco cambio de temperatura. El coche solicitado ya la estaba esperando, con un unico destino: Tintagel. Unos dias en soledad era lo que necesitaba para purificar alma y mente. Atras quedarian Tom y un pasado del cual ya no queria saber nada. Pasar pagina se habia vuelto una necesidad.

  • Una semana en Nueva York de Louise Bay

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    Anna esta harta de citas. Esta cansada de que le rompan el corazon. Es sexy, divertida e inteligente..., pero tambien es un iman para hombres que no la merecen. Salir de Londres y pasar una semana de vacaciones en Nueva York es la mejor solucion para superar su ultima ruptura y poder tener una aventura veraniega con un desconocido. Pero para proteger su danado corazon decide imponerse ciertas reglas: nada de contarse sus vidas, nada de intercambiar numeros de telefono y nada de decirse los nombres reales. Solo sera una noche divertida y excitante.
    Ethan, exitoso seductor <>, tambien tiene sus reglas: nada de citas, nada de quedarse a dormir y nada de hacer promesas.
    Todo parece perfecto..., pero las reglas se hacen para romperse...

  • Tiempo de promesas, Elena Garquin de Elena Garquin

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    Ano 917.

  • Las manos van al pan de Meg Ferrero

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    --!Perdon! --se disculpo la camarera por el leve empujon propinado sin intencion y paso de largo con prisas, sin esperar a ver si su justificacion era aceptada. !Joder! Menuda educacion. Vale que el estuviera acostumbrado a otro tipo de lugares para comer, pero esto era el colmo. La chica, que habia pasado a su lado dejando un aroma intenso a curcuma, a canela y pudiera ser que tambien a curry, le habia lanzado, de manera literal, el plato a la mesa. Lo curioso habia sido el modo de hacerlo. Habia girado de tal manera la muneca que un plato asi lanzado, sin ese giro, hubiese acabado encima del comensal, pero ella lo habia dejado con maestria justo en su sitio, aunque con un estrepitoso repiqueteo, mientras el plato terminaba de asentarse en la mesa. Quiza fue ese gesto el que lo dejo tan descolocado que ni siquiera fue capaz de decirle a la camarera lo que pensaba de su escasa educacion. Y, encima, el empujon en el hombro. Aunque tenia que aceptar que eso no le habia molestado tanto como le gustaria reconocer. !Menuda cadera! Se giro de forma casi imperceptible para no ser descubierto en su curiosa inspeccion visual. Si, aquella mujer que contoneaba su generoso trasero de forma casi infantil era justo el tipo de muchacha por el que el, en cualquier otro momento de su vida, se hubiese sentido atraido. !Mentira! Se sentia profundamente atraido. Tanto, que su miembro viril comenzo a cobrar vida propia. !Habia que joderse! ?Cuanto tiempo llevaba sin estar con una mujer? Tampoco tanto como para ponerse asi. !Mierda! En otro momento no hubiese dudado en lanzarse al ataque, insinuarse con un despliegue indecente de todos sus encantos, que eran muchos, y conseguir su numero y una cita. Una cita que, estaba seguro, ambos tardarian en olvidar. Y eso con solo ver su silueta de espaldas. Su larga melena rubia ondulada, brillante y sedosa que, hubiese jurado, llevaba recien lavada con un algun champu de rosas, otro olor que lo seducia, llamaba de manera poderosa su atencion. Su ancha y fuerte silueta lo cautivo como hacia tiempo no le sucedia. Siguio mirando un instante mas, tan solo un segundo en el que se permitio volver a ser el mismo de siempre, el hombre que el creia ser, pero desistio al momento ya que la camarera no parecia que se fuese a volver para que el pudiese apreciar su rostro. No queria parecer un imbecil embelesado por una mujer delante del resto de los comensales, que no tardarian en seguir la direccion de su pose y su curiosa mirada. Ataco sin demasiado interes el rapido bocadillo que habia pedido y... sin previo aviso, el cumulo de sensaciones del sabor de aquel mordisco lo dejo sin respiracion. Paro incluso de masticar, con todo el bocado aprisionado en el interior de la boca, para no perderse ni uno solo de los diferentes sabores y aromas que llegaban a sus fosas nasales a traves de su cavidad bucal. !No podia ser! Pero si el habia ido a un bar "de mala muerte" en busca de alimento, mas que comida, en una rapida escapada desde el hospital. ?Quien se iba a imaginar que en un restaurante de menu del dia iba a encontrarse con semejante delicatessen? !Y encima en un bocadillo! Comenzo a masticar, ahora mas relajado, con todos sus sentidos puestos en el interior de su boca. Hasta se permitio el lujo de cerrar los ojos y dejarse atrapar por el instante. !Estaba exquisito! Tenia que apuntar todos los sabores, olores y sensaciones que el bocadillo le estaba haciendo experimentar. Saco de su pequena mochila, con rapidez, una ajada libreta de cuero sujeta por una goma y con innumerables papeles con notas dentro. Incluso se excito con el sonido del "click" de su boligrafo favorito, que era el que siempre daba el escopetazo de salida para alguna de sus creaciones, para algo que el adoraba hacer, para escribir. Y eso mismo fue lo que se dedico a hacer: escribir. Mordia, masticaba con cara de placer, tragaba y escribia. !Echaba de menos su trabajo! En cuanto volviera, esa seria su primera critica. La revista gastronomica para la que trabajaba le habia dado un largo permiso, pero el echaba en falta escribir y conquistar a la gente con sus palabras y piniones. Si, el era un critico gastronomico relativamente famoso. Trabajaba en la revista Tapas, nam,nam magazine, una revista mensual del grupo editorial de revistas como Esquire, Forbes o L'Of iciel. La definian como una revista de estilo de vida y gastronomia dirigida principalmente a foodies y urbanitas adictos a la cocina, de unos treinta y cinco anos y de clase media-alta o alta. !Adoraba su trabajo! Dejo un instante el boli sobre la mesa para atacar los ultimos bocados de su comida y giro la muneca para comprobar la hora. !Joder! Tenia que irse. Se limpio de manera descuidada y recogio todas sus cosas. La sonrisa en la cara, al salir del establecimiento, le recordo por un instante que estaba vivo y le devolvio las fuerzas que necesitaba para continuar. Volvio a girarse para buscar con la mirada a la camarera que le habia dejado, o practicamente arrojado, el plato con aquel bocadillo sobre la mesa. Tan solo pudo apreciar en la distancia su perfil, estaba claro que era lo mas que iba a conseguir evaluar de ella. Tenia que irse, pero ahora sabia donde habia una camarera con rostro desconocido que lo habia embaucado con sus curvas y su olor, y donde podia comerse un bocadillo de cinco estrellas de manera rapida y por unos pocos euros. ?Recordaba la felicidad? Si, ahora si, aunque fuese efimera y en forma de una desconocida con un bocadillo. No era un hombre muy exigente, ?no? Capitulo 2 El hospital estaba casi en frente del restaurante, asi que no tardo mucho tiempo en llegar. Lo dificil era encontrar la habitacion de su hermano. Los hospitales de la capital eran inmensos y, cuando comenzabas a recorrer los pasillos, era como ir de compras a Ikea: entrabas, pero no sabias por donde ibas ni cuando llegarias al lugar deseado. Se ponia malo con todo el trafico de gente de esos lugares, que parecian ponerse de acuerdo en ir en el sentido contrario a su marcha e impedirle llegar a su destino. --!Ya he vuelto! --dijo Carlos entrando a la vieja habitacion donde, por suerte, solo habia otro paciente con un familiar. --!Buenas! --saludo al resto de la gente. --Buenas tardes --contestaron, educados, los demas. --?Por que comes tan rapido? --comento molesto su hermano--. Ya sabemos que me voy a morir, pero no va a ser precisamente ahora, no tienes que ir con prisas a los sitios y volver como si te fuera la vida en ello. Carlos se quedo sin respiracion. ?Por que tenia que morirse? La vida no podia ser una puta mierda tan grande. Su padre acababa de morir de cancer y hacia un ano que lo habian hecho su madre y sus otros hermanos por el mismo problema. ?Seria algo genetico? !Joder! No se podia creer que su hermano lo banalizase de aquella manera. Ademas, todavia no estaba diagnosticado. Aunque todo apuntase a ello, lo habian ingresado para hacerle pruebas y descartar un tumor cerebral. Carlos era el hermano menor de una familia de cuatro hermanos. Habia nacido cuando su madre tenia cuarenta y seis anos, y en aquella epoca a eso se le llamaba "hijo de madre aneja", vamos, que fue el "goma rota" de turno, el error, un fallo de calculo por asi decirlo, ya que sus hermanos ya tenian mas de veinte anos cuando el nacio. Su infancia habia sido muy feliz, de eso no tenia ninguna queja. No habia tenido hermanos, eso si, habia tenido cinco padres. Un poco malcriado si que habia salido, si. Lo unico malo de toda esa infancia llena de dicha, en la que el habia sido el "juguetito" de la familia, era que todos habian sido muy mayores para el y la desgracia se cernio sobre sus vidas cuando el cancer los envolvio como un manto gris del que no se puede salir. No podia quejarse de sus padres, habian vivido muy bien y muchos anos hasta que murieron, pero no podia decir lo mismo de sus hermanos, y menos de Alfredo, el que ahora estaba tumbado en aquella triste cama de hospital. Apenas pasaba los sesenta y no parecia tener muchas esperanzas de un buen pronostico. Habia sufrido demasiado las demas perdidas de su familia y ese era su ultimo familiar cercano vivo. Bueno, estaban sus sobrinos y sus cunadas, pero las muertes de sus hermanos tambien los habian distanciado, amen de la diferencia de edad. --!Quiero estar aqui! ?Vale? --contraataco molesto--. ?Ha pasado el medico? --Pero si hoy no nos va a decir nada definitivo --amonesto con rapidez Alfredo. --Eso no lo sabemos. !Mierda! Esta espera me esta matando... --!No, chaval, me esta matando a mi! --se carcajeo su hermano. --No tiene ni puta gracia --protesto enfadado Carlos. --Si que la tiene, al menos reconocemelo. Alfredo siempre habia sido el mas simpatico de sus hermanos. No es que los demas hubiesen sido malhumorados, pero este era con el que mas afinidad habia tenido, quiza porque era el menor de los tres y el de una edad mas cercana a la suya. Era muy amable y campechano, afectuoso y muy sociable, risueno y siempre bromeaba, aun en las peores circunstancias. Los dos habian sufrido juntos las muertes de sus familiares y Alfredo era el que siempre habia tirado de el. La enfermera que entro en la habitacion interrumpio su conversacion. Hora de las constantes. Era una vieja estirada con la que Carlos no podia, le superaba que "una sota" como ella estuviese en una planta como la de oncologia. ?Se podia ser mas antipatica y desagradable? Lo malo, o lo bueno, segun se viese, de haber pasado tanto tiempo en esa planta era que ya se conocia a todo el mundo. --?Pueden salir los familiares? Ni un triste "por favor" o "?les importaria?". No. Esta entraba y pontificaba. Carlos no la podia ver ni en pintura. Salio de bastante mal humor de la habitacion y se planto en la entrada a esperar. Cuando "su majestad, la reina de Saba", salio de la habitacion sin decir ni una sola palabra, Carlos volvio a entrar y se sento en el incomodo ?sofa?, ?sillon?, ?silla? !?Como demonios se le podia llamar a aquello?! Desde luego, era de todo, menos comodo. Dejo que su hermano durmiera un rato la siesta mientras el aprovechaba para escribir sobre "su bocadillo". Aunque, junto con todo el despliegue de sabores y olores que el bocata le rememoro, se mezclo el deseo por la empleada de generosas caderas. !Joder! Otra vez su miembro viril lo importunaba con sus demandas cuando estaban fuera de lugar. Llego la noche y con ella el cambio de turno. Por fin se iba a ir la petarda de la enfermera de la tarde. La suerte que habian tenido era que tanto su hermano como su companero de habitacion estaban solamente para hacerse pruebas y lo cierto es que las enfermeras no tenian que entrar mucho, ya que los pacientes no precisaban medicacion. Comprobaban constantes y poco mas. El problema real que se le presento a Carlos fue su sorpresa cuando la enfermera del turno de noche entro para preguntar a los pacientes como estaban. Y esta, ?de donde cono habia salido? !Pero si el se conocia a todos los trabajadores de ese hospital! Que tia mas buenorra. !Vaya por Dios, esta no tenia que estar entrando y saliendo! --?Todo bien? --pregunto con voz dulce, mientras se sentaba y acomodaba de manera informal sobre la cama de su hermano y procedia a tomarle la tension de forma manual. !Pero si todas usaban el tensiometro automatico! Vale, no importaba, se supone que de esta manera era una tension mucho mas fiable y exacta, y el podria mientras devorarla con la mirada a sus anchas. Si, tambien se consideraba un experto erudito en el arte de la enfermeria y la medicina debido a todo el tiempo vivido en los hospitales. --Perfecto --contesto Alfredo ante su espectacular sonrisa. Carlos no pudo ni contestar, aunque la pregunta, entendia, no iba dirigida a el. Rubia, con el pelo mas que estirado en una altisima coleta y fuertota, como a el mas le gustaban. Esas mujeres con curvas en las que te puedes perder explorando... !Joder, que tetas! Queria hundir la cara ahi hasta perderse por completo. Y esas caderas anchas, esos muslos fuertes, pero prietos. !Dios! ?Estaria mal si le pedia el telefono? No era una nina, tampoco es que se fuera a asustar, ?no? Calculaba unos treinta y pocos, no veia anillo por sus dedos, aunque eso, en una enfermera, no era indicio de nada. Las buenas enfermeras no llevaban anillos ni las unas pintadas porque era antihigienico y porque se tenian que lavar las manos de forma continua. Si, Carlos sabia mucho de enfermeras, y en el mas amplio sentido de la palabra, ya que habia terminado liandose con alguna que otra. Y esta era una de las buenas. Sus perfectas unas limpias y bien recortadas junto con su accion de tomar la tension manual se lo decia a gritos. !Joder! ?Como iba a saber si estaba casada? Bueno, !a las trincheras! --!Hombre, enfermera nueva! --comento con un enorme despliegue de encanto. !Cono! Menuda mirada de reproche recibio a cambio. Fue entonces cuando se dio cuenta de que, si hablaba, no le dejaria oir la tension. Sus mejillas enrojecieron. ?Alguna vez le habia pasado? !Joder! No recordaba nunca antes un bochorno igual. La enfermera termino y le dirigio una mirada algo sorprendida. --Nueva... en esta planta. --Y volvio a dirigirle la mirada a Alfredo. -- Me llamo Lucia, he visto que estareis por aqui esta semana mientras te hacen pruebas --afirmo con una dulce sonrisa, que hizo que Carlos se removiera incomodo en esa mierda de silla-sillon-sofa--. No te preocupes, ya veras como no es nada y en una semanita estas de nuevo en tu casa. Tomate estos dias como un descanso merecido del trabajo, te relajas, lo disfrutas y ya veras que feliz. --Feliz, lo que se dice feliz... --contesto Alfredo embobado--, no lo se. Y dime tu como se descansa en una cama con estas sabanas que parecen esparto y con esta maravillosa comida que ofreceis. La carcajada de la enfermera dejo pasmados y boquiabiertos a los dos hermanos. ?Se podia ser mas preciosa y espontanea? --!Es cuestion de actitud! --afirmo guinando un ojo, como si le acabase de revelar el misterio del Santo Grial. Y se fue. Se fue sin que ninguno pudiese articular ni una palabra mas. Alfredo miro a su hermano automaticamente y comenzo a descojonarse. --Esta es de las que a ti te gustan, ?eh? Imaginate que de esta mierda conseguimos que por fin sientes la cabeza... Carlos lo miro molesto. --?Pero que sentar ni que sentar la cabeza? A mi dejame de tonterias. --Y bajando la voz, para que no lo oyesen los del al lado le dijo--: !Pero no jodas que no tiene el polvo del siglo! --Vaya que si lo tiene --contesto su hermano entre risas, mientras el otro paciente, espectador de la situacion, se quedaba con dos palmos de narices y sin la tension tomada.

  • Mas alla de los suenos de Laura Morales

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    Aquellos suenos sin sentido la estaban volviendo loca. Un arido y solitario paraje recibia a Ashenee cada noche, un lugar que se le antojaba tan peligroso como hermoso.
    Atrapada en su tranquila rutina, acostumbrada al sonido de los platos en el fregadero, al grito de las comandas en la cafeteria, al olor del cafe y al de dulces recien hechos, no se imaginaba lo que el destino tenia preparado para ella. Este decide darle senales que nadie mas ve y, una noche, tras observar una aurora boreal, su vida cambia por completo.
    Aquellas montanas no eran suenos; eran tan reales como los acelerados latidos de su corazon, y tan verdaderos como aquel joven que suplicaba ayuda. Ahora tendra la oportunidad de encontrarse a si misma, pero perseguir sus anhelos dividira dolorosamente su corazon.

  • Todo tuyo de Judith Galan

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    LAURA. En pocos dias, tres hombres irrumpen en la planificada y tranquila vida de Laura: un atractivo aleman, un vagabundo de mirada intensa y un joven informatico.

  • Placer en la oficina de Josefina Rossi

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  • En el horizonte de Robyn Carr

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    La neurocirujana Maggie Sullivan siempre habia trabajado en unas condiciones de extrema presion y sabia que debia bajar el ritmo antes de quemarse por completo. El mejor lugar, sin duda, para lograrlo era Sullivan’s Crossing.
    El nombre se lo debia al bisabuelo de Maggie, y la tierra y la encantadora tienda de ultramarinos en el cruce de caminos entre Colorado y Continental Divide pertenecia en esos momentos al excentrico padre de Maggie, Sully. Ella se moria de ganas de poder permitirse una vida como la suya.
    Pero el mundo de Maggie se tambaleo de repente y tuvo que hacerse cargo de Crossing. Cuando un senderista, callado y de aspecto serio, Cal Jones, se ofrecio a echarle una mano, ella sospecho enseguida de sus motivos, hasta que averiguo la verdadera razon de su aislamiento deliberado.
    Aunque tanto Cal como Maggie estaban inmersos en una lucha por superar la perdida y la soledad, el tiempo compartido habia despertado en Maggie la esperanza de hallar algo mejor en el horizonte. siempre que ambos lograran aprender a encontrar la paz y la curacion, y quizas el amor, juntos.