• libro la vida que perdimos - Consolacion Gonzalez Rico

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    Ricardo, un viejo artista de origen espanol que habita en uno de los pintorescos edificios del centro historico de Poitiers, no tiene mas vinculos con el mundo actual que Madeleine, la joven que acude cuatro horas cada dia para ocuparse de la limpieza y prepararle la comida. El resto del tiempo, las paredes muestran a Ricardo los jirones de la soledad que lo acompana.

  • LA VIDA QUE PERDIMOS | CONSOLACION GONZALEZ ...

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  • LA VIDA QUE PERDIMOS - CONSOLACION GONZALEZ RICO

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  • La vida que perdimos - Audiolibro - Consolación González Rico

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    14 dic 2020 — En 2018 publica su nueva novela La vida que perdimos (Premium ... palabra escrita en un libro de hojas amarillentas gastadas por el tiempo.

  • VIDA QUE PERDIMOS. VV.AA. Comprar libro

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  • La vida que perdimos - Consolación González Rico

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    12 mar 2018 — Ricardo, un viejo artista de origen español que habita en uno de los pintorescos edificios del centro histórico de Poitiers, ...

  • Toledo presentación libro La Vida que perdimos - MAS ...

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    La escritora toledana de la localidad de Torrecilla de la Jara, Consolación González Rico, finalista del Premio Planeta, presenta mañana en la toledana Sala ...

  • La calma de las aranas de Consolacion Gonzalez Rico

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    Una carcel, tres hombres que confluyen en ella por caminos diferentes. Tres vidas marcadas por la genetica, el maltrato o el abandono: Juan Pablo Ayala, un abogado experto en la manipulacion y la estafa; Sebastian Valdes, un chileno victima de la homofobia, la dictadura y la pobreza; Alberto Aguirre, un muchacho de clase acomodada con una infancia sobrada de obligaciones y escasa de atencion familiar.

  • De joyas y guerreros de Andrea Luna

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    Todos buscamos algo. De alguna manera, a
    veces La busqueda se convierte en la esencia de
    nuestras vidas. ?Que buscas? ?Que harias para tenerlo contigo al fin?
    ?Y si buscaras el amor de tu vida, perdido en los
    confines dei fiempi? ?Que harias para que el
    reencuentro se produzca? ?En quien conliarias?
    Dicen que si dos almas estan destinadas a
    encontrarse ni el Universo podra contra su fuerza
    de atraccion…
    Para Leonor y William implicara reunirse
    atravesando mas de tres siglos de separacion.
    Una venganza extrema a finales dei siglo XVII
    llevara al joven caballero ingles a una busqueda
    imposible en la Patagonia Argentina dei siglo
    XXI. ?Podran Julian Sinclair, un esceptico
    investigador, y Pedro Nampelkan, un mapuche
    exiliado, ayudarlos contra una magia tan
    poderosa? Comienza a descubrir el poder de la
    Patagonia magica…

  • Ranita busca principe de Luz Maestre

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    Dolores Diana Parto Garcia no era una princesa.
    Si tuviese que ser parte de un cuento de hadas terminaria siendo la rana. Aunque podria pasar por los besos de todos y cada uno de los principes sin concederse el milagro.
    Desde que tuvo uso de razon sufrio las burlas de todo el mundo. A pesar de todo, aprendio a levantarse de cada caida, de manera literal. Sin embargo, nunca perdio la esperanza, porque como siempre dicen: es lo ultimo que se pierde y ella sabia que, en algun momento, su principe azul llegaria. Eso, o acabaria casandose con Dios, los dotes para ser una buena monja los poseia.

  • Todo vale en la guerra, en Hollywood y en el amor de Olivia Kiss

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    Cuando Sarah consigue el papel de su vida como actriz protagonista en una pelicula, lo ultimo que espera es tener que lidiar con Kevin Larson, su companero de rodaje. No solo es caprichoso, egocentrico y poco profesional, sino que ademas parece dispuesto a arruinar el proyecto en el que ambos estan trabajando, algo que desde luego Sarah no piensa consentir.
    Sin embargo, entre las luces de Hollywood, las fiestas y la fama, ella empieza a darse cuenta de que quizas las apariencias enganen, porque descubre que Kevin no es solo un tipo superficial, sino tambien un hombre acostumbrado a esconder sus sentimientos. Ahora bien, ?esta Sarah dispuesta a poner en peligro su sueno para poder conocerlo de verdad?

  • Por Siempre te Amare: Hasta el silencio me habla de ti, Manuel Alejandro de Manuel Alejandro

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    Jose Luis es un muchacho que ha llegado a la cuspide de su carrera estudiantil, sin embargo la inesperada noticia que su amor de infancia se ha casado lo lleva a hundirse en la mas profunda melancolia, en ese momento cumbre y dramatico aparece en su vida Luisa Maria, una chica con una belleza fisica abrumadora atrapando el corazon de Jose Luis desde el primer instante que la ve. De inmediato nace una buena amistad entre ellos, pero la meta real de Jose Luis es conquistarla, emprendiendose en una larga travesia de lucha entre multiples pretendientes y diversos obstaculos durante nueve anos, en donde va descubriendo la verdadera Luisa Maria que se mantenia escondida y que lo impulsaria en convertirse en escritor, con un desenlace inesperado y a la vez cautivador, llevando al lector hasta el borde maximo de emociones y sentimientos encontrados.
    Una novela que debe ser leida a paso lento...

  • Feliz final de Isaac Rosa

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    Esta novela reconstruye un gran amor empezando por su final, la historia de una pareja que, como tantas, se enamoro, vivio una ilusion, tuvo hijos y peleo contra todo -contra ellos mismos y contra los elementos: la incertidumbre, la precariedad, los celos-, lucho para no rendirse, y cayo varias veces.
    Cuando el amor se acaba, surgen las preguntas: ?donde se torcio todo?, ?como hemos acabado asi? Todo amor es un relato en disputa, y los protagonistas de este cruzan sus voces, confrontan sus recuerdos, discrepan en las causas, intentan acercarse. Feliz final es una autopsia implacable de sus deseos, expectativas y errores, donde afloran rencores sedimentados, mentiras y desencuentros, pero tambien muchos momentos felices.
    Isaac Rosa aborda en esta novela un tema universal, el amor, desde los muchos condicionantes que hoy lo dificultan: la precariedad y la incertidumbre, la insatisfaccion vital, las interferencias del deseo, el imaginario del amor en la ficcion.
    Porque es posible que el amor, tal y como nos lo contaron, sea un lujo que no siempre podemos permitirnos.

  • Daniel, Musculos de Azucar de Isabel Conde

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    Daniel era un joven de 27 anos.
    Atractivo. Dotado...
    Fuerte. Divertido.
    Pero era mucho mas.

  • Incitacion (La Profesional 1) de Kris Buendia

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  • Un cupcake para Daniela de Silvana D. Saba

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    Cuando se cierra una puerta, se abre una ventana en la Toscana.
    Algunas veces esa ventana es el lugar donde, sin buscarse, se encuentran dos corazones solitarios y la chispa enciende la llama del amor y de la pasion.
    Tras divorciarse, Lucy abandona Roma para comenzar una nueva vida con su Teckel en Firenze, donde abre su negocio de reposteria.
    Mattia y su hijita Daniela son nuevos en la ciudad, necesitaban cambiar de aires y rehacer sus vidas lejos de los recuerdos, por lo que se mudan desde Torino al mismo barrio en el que Lucy tiene su pasteleria.
    Lucy no busca una relacion, pero cuando conoce a Mattia ve en el al perfecto principe azul salvo por un detalle, Daniela, y es que Lucy no sabe relacionarse con los ninos. Interrogantes, dudas y miedos se conjugaran para quitarle el sueno a Lucy y ponerle trabas a su relacion con Mattia.
    Un cupcake sera el inicio de esta dulce historia ambientada en la Toscana que entrelazara el destino de sus protagonistas, llevandolos a afrontar sus miedos y prejuicios, y a encontrar esa ventana hacia los comienzos y las nuevas oportunidades.
    Ternura, risas, amor venganza, celos. ?Podra triunfar el amor?

  • La Senora McGinty ha Muerto de Agatha Christie

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    La senora McGinty aparece asesinada. James Bentley, su inquilino, es acusado del crimen y condenado a la horca, pero el superintendente Spence de Scotland Yard no cree que sea el verdadero culpable y, para demostrarlo, pide ayuda a Hercules Poirot. El detective belga conseguira desentranar una verdad que las pistas mas superficiales habian ocultado.

  • LONDON: ?Destino o casualidad? de Luz Rios

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    El mundo conspira, las circunstancias se acoplan y las piezas de mi vida encajaron hasta llevarme a mi alma gemela. ?Casualidad o destino? Mi respuesta es destino, no puede haber otra cuando el viaje de tu vida te lleva a encontrar a ese ser que te ilumina, te mejora, te comprende y te acompana; ese amor que tiene el poder de destruirte, pero que dentro de la destruccion te hace renacer en una mejor version de ti. Esta novela habla de lo que me llevo a encontrar ese amor, aceptarlo en mi vida y permitirme renacer.
    Se que a el lo encontrare en cada una de mis vidas.

  • Emperadores y barbaros de Peter Heather

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    Peter Heather, autor de La caida del Imperio romano, nos propone una vision innovadora de la historia de los barbaros. Basandose en los nuevos hallazgos de la arqueologia, combate el topico de una Europa dividida en la antiguedad entre un Imperio romano prospero y cultivado y unos espacios habitados por tribus de barbaros pobres e incivilizados.

  • Poseidon (Elohim 1) de Mariah Evans

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    Una ciudad que cayo en el olvido. Una ciudad que, en nuestros dias, vuelve a nuestra memoria. Asi empieza todo, con una ciudad perdida durante milenios que ansia ser descubierta de nuevo, con sus luces y sombras.
    Laureano Molina es un reputado historiador e investigador de antiguas civilizaciones, cuyo descubrimiento podria cambiar la concepcion sobre los origenes de la humanidad. A su muerte, su legado queda incompleto por decision propia y sera su nieta Lucia Molina, una joven licenciada en Cultura Clasica, la que asumira voluntariamente la tarea de descubrir que es lo que su abuelo con tanto esmero se encargo de ocultar y por que motivo lo hizo.
    Gael, un joven informatico, es una de las ultimas personas que colaboro con Laureano, con el cual mantenia no solo una relacion profesional, sino una confianza absoluta.
    La tenacidad de Lucia obligara a Gael a ayudarla en su mision, si bien el guarda sus propios secretos. A la vez, debera protegerla frente a fuerzas inimaginables que escapan a la compresion del ser humano y que podrian traer de vuelta un mal ancestral.
    Juntos iniciaran la busqueda de la verdad visitando lugares tan emblematicos como Egipto y recordando emplazamientos donde Laureano habia viajado con Lucia, tales como Israel, Malta y muchos otros.
    Todo esta conectado. Ellos siempre han estado aqui, protegiendonos, aunque la humanidad no haya sido consciente de ello.

  • Los chicos del calendario 4: Agosto, septiembre y octubre, Candela Rios de Candela Rios

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    Me llamo Candela Rios. Supongo que a estas alturas del ano no hace falta que te explique quien soy o por que estoy recorriendo el pais de norte a sur y de este a oeste. Los chicos del calendario ha llegado a su ecuador y cada vez estoy mas cerca de acabar esta aventura. Cada mes he vivido una experiencia unica y he conocido a personas maravillosas con las que he aprendido lecciones inolvidables.
    En agosto, septiembre y octubre visitare tres nuevas ciudades para continuar con mi busqueda de un hombre que valga la pena y me haga cambiar de idea sobre el sexo opuesto. Aunque ?quereis saber algo? Creo que empiezo a atisbar lo que buscaba. No tanto al hombre en si, sino la respuesta. Empiezo a entender que todo es cuestion de perspectiva o del momento vital de atravesamos. Y que la cuestion no es tanto dar con ese ejemplar perfecto y unico en su especie, sino encontrar ese chico cuyo momento coincida con el tuyo y haga que este caos que es el dia a dia sea tan intenso que ya no te importe subirte a la montana rusa del amor.

  • Compartiendo La Misma Cama de Penelope Dunn

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    Estoy totalmente impresionada. "?Como dices?", pregunto. "Es absurdo", manifiesta con sorpresa mi hermana menor. El abogado de mi padre, Alexis, intenta mostrarse relajado y peina su cabello suavemente. No tengo motivos para desconfiar de el. De hecho, confio totalmente en cada una de sus palabras y acciones. Ha laborado tantos anos para nosotros que se considera un integrante mas de nuestra familia. "Se que papa no seria capaz de atreverse a hacer eso. Supongo que todo es una equivocacion. Es realmente insolito", digo en voz baja, pero el niega con su cara. "Quiero ver su testamento, por favor, porque pienso lo mismo", dice Natalia. Le cede los documentos a mi hermana. "Ana, Natalia, era su voluntad, se los aseguro", dice viendonos fijamente. "Yo mismo escribi su testamento, luego su padre lo leyo, estuvo de acuerdo y firmo los papeles necesarios. Era su voluntad, se los aseguro". Hablamos sobre ese tema con mama unos dias antes de la partida definitiva de nuestro padre. Por eso, Natalia esta tan asombrada como yo. Entiendo lo que esta pensando, pues el mismo pensamiento atraviesa mi mente. En ese momento, nos acercamos a la cama de nuestra madre. Sabiamos que solo podiamos brindarle calidad de vida, porque su enfermedad la habia deteriorado tanto que ya no era posible sanarla. Esperabamos que se sintiera bien en sus ultimos dias de vida. "Quisiera pedirte algo", revelo mama en voz baja. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que me pidiera. "Seguro, mama", le dije, con toda la seriedad del mundo. "Quiero pedirte que hagas todo lo necesario para conservar nuestra casa. "Siento que este hogar es parte de nuestras vidas. En estos muros estan las historias de mis padres y mis abuelos. Hay vida aqui, lo se. Esta ha sido mi casa desde que naci. Lo mismo paso con mis padres, y con ustedes. No quiero que nadie, salvo tu, se haga cargo de ella. Como eres la hija mayor, debes prometermelo. Quedara en tus manos, asi como mi madre la dejo en las mias al partir para siempre. Debes cuidarla hasta que tengas un hijo y puedas darselo como herencia familiar tambien. Debemos... conservarla", dijo, tomando mi mano con la poca fuerza que le quedaba. "Te lo prometo, mama", dije con fuerza. La idea de que otra persona comprara nuestro hogar no habia pasado por mi mente hasta ese momento. Esperaba tener hijos y que crecieran en ese espacio, al igual que mis sobrinos, si Natalia finalmente decidia tener hijos. Era nuestra casa, y mi deseo era que siguiera siendolo mientras estuvieramos vivos. No podia estar en otras manos que no fuesen las mias, porque era parte de nuestra identidad y nuestras vidas, como decia mama. Esperaba honrar ese compromiso, y no me importaba si eso implicaba cualquier sacrificio. Sin embargo, las cosas estaban cambiando. Al parecer, alguien me lo quitaria. Nos lo quitaria. Esa persona era Cristina. Nos quitaria nuestro hogar, ese que mi madre adoraba con toda su alma. Cristina estaba sentada en silencio, y su atuendo negro de pies a cabeza le ayudaba a simular que de verdad lamentaba la perdida de papa. "!Papa no le habria heredado La Estancia a esa... mujer!", dijo Natalia con fuerza. "Ella no simpatizaba con este lugar, o, mejor dicho, lo detestaba, y el era consciente de ello. Dijo que era una montana de excremento. !Lo dijo en las narices de papa!", dijo, senalando con su mano a nuestra madrastra. "Entiendo, Natalia, y no sabes cuanto lo lamento. Realmente tengo las manos atadas. La Estancia, el area circundante y todas las hectareas de bosque cercanas pasan a manos de Cristina por decision de su padre", dice nuestro abogado, y nos ve con una expresion de melancolia. Papa habia dicho que dejaria la casa en mis manos. Entendia lo especial que era el lugar para nosotras, en especial para mi. Mama le habia pedido como ultimo deseo que me la dejara como herencia. Y la habia puesto a mi nombre, pero solo por un tiempo, con la unica finalidad de evadir impuestos. Habia sido idea de su contador. Luego le habia asegurado a mi madre que, al fallecer, la pondria permanentemente a mi nombre. Fui testigo presencial de ese hecho. Incluso habia llorado al momento de decirselo. Entonces me siento en el borde de la cama. Aun no creo lo que esta sucediendo. No entiendo como es posible. Ahora soy yo quien cree que va a llorar. No puedo creer que nuestro padre haya faltado a su palabra y nos haya dejado a nuestra suerte. ?Por que lo haria? No lo entiendo. Lo acompane hasta el dia de su muerte. "Ana, hija adorada, te amo", susurro. "Eres mi hija mayor. Has sido mi favorita desde que naciste. Organice todo para que nadie ajeno a nuestra familia te perjudique ni te quite la casa", dijo. Sostuve su mano durante su ultimo aliento y me vio fijamente. !Hizo todo lo contrario a lo que dijo que haria! "De todos modos, su padre preparo todo para que ambas puedan vivir en el apartamento que dejo en El Rosal, si Cristina acepta. Pueden estar tranquilas. No van a quedarse en la calle", dice Alexis, tocando el hombro de Natalia. "Creo que no es necesario oir nada mas sobre casas", responde Cristina. "?Eduardo me lego algo mas?", dice. Se nota su molestia. "Desafortunadamente, no. Solo ese apartamento y una pension de por vida que podras disfrutar hasta que mueras", revela con crudeza Alexis. "?Nada mas?", pregunta con fuerza. "?Ese viejo tacano no me dejo nada, nada mas?". "No", responde Alexis. Su cara muestra su creciente molestia. "?Pero y la empresa? Las prendas antiguas de oro, la casa en Canada y la de Malta...", pregunta. Alexis respira con fuerza. "Lo repartio entre toda la familia. De todos modos, la suma mensual que recibiras es alta. Creo que tienes suerte". "?Alta? No quiero pensar como seria si fuese baja", le dice con altivez. "Merezco mucho mas, por todo lo que me esforce por nuestro padre. Ese viejo avaro y vil no me dejo nada mas, a pesar de que tuve que limpiar su tras…". Me levanto con furia. Aunque no se como lo hago, me pongo de pie y camino hacia Cristina. Le doy una bofetada en su mejilla izquierda, y el sonido que produce mi movimiento es tan fuerte que retumba en las paredes. Cuando puede voltear, noto la expresion de odio genuino en la cara de Cristina. No obstante, entiende que sus acciones me han hecho perder la compostura y olvidar mi educacion, asi que frena sus deseos de levantarse y golpearme. Natalia sonrie ante mi osadia. Es la primera vez que lo hace durante la reunion. "Vete. No mereces estar en este hermoso hogar. Solo eres una puta malvada que se caso con mi padre por dinero. No entiendo que vio mi padre en ti. Quiero apretar su garganta, pero no lo hago. "Sera mejor que salgas de aqui", le grito en cambio, con fuerza. "Yo si lo se. No es ningun misterio. Se como cabalgar un pene. Soy mas talentosa que muchas otras mujeres. Tal vez pueda ensenarte a hacerlo. Creo que te hace mucha falta aprender de ese tema", dice, y empieza a reir abruptamente. "!Me das asco!", lanza Natalia. "Sal, o te sacare a patadas", le exijo, con mis manos apretadas. Cruza sus brazos antes de salir. "Lo hare, pero antes de hacerlo les dire que voy a vender esta mierda. Quiero que antes del lunes desocupen este espacio. Si no lo hacen, lo lamentaran", informa, sonriendo maliciosamente mientras nos mira. CAPITULO 2 ANA Creo que voy a tener un infarto. Mi corazon acelerado hace que piense en ello. No puedo decir ni una palabra. Tampoco se que pensar. "Ana, ya puedes estar tranquila. Esa loca se fue", dice Natalia, y pone su mano en mi muneca. Se me ocurre una idea y empiezo a hablar con mi voz quebrada. "Usare mi asignacion mensual para comprar esta casa de una vez", digo. Subo mi mano y sujeto con fuerza la de Natalia. Giro para ver a Alexis. Pero el niega con su cara. "Eso no va a pasar", dice. Lo veo con asombro. "Por otra razon desagradable, supongo", dice Natalia. "Lo que sucede es que puedes disponer de ese dinero solo cuando cumplas veintiuno". "?Como? ?Que llevaria a nuestro padre a decidir algo asi?", digo. La noticia me sorprende aun mas y crea mas incertidumbre. "Algunas personas mayores toman ese tipo de decisiones cuando sus hijos son adolescentes o llevan una vida... un poco intranquila. Tambien lo hacen porque consideran que quienes rodean a sus hijos podrian enganarlos o hacerlos caer en trampas terribles", dice Alexis, y luego grune ligeramente y levanta sus manos. "Ya tengo veinte. La gente que me rodea tiene buenas intenciones, y llevo mi vida con tranquilidad. Papa era consciente de ello". Alexis encoge sus hombros y se queda en silencio. Suspiro y caigo en un sofa cercano. Entiendo que ese divan esta alli porque papa queria que sus clientes se sintieran comodos al visitarlos, pero ahora siento que es parte de una historia. La historia de terror que estoy viviendo por sus decisiones. Mis manos estan atadas mientras el espacio que ha sido el hogar de nuestra familia por cinco siglos es vendido como un pedazo de madera. Quedara en manos de gente ajena a la casa. Se que podrian remodelarlo por completo. Incluso tirar todo. Tal vez usen el espacio en el que esta enterrada mi abuela y mi madre para construir algo mas. No puedo dejar que lo hagan. Ahora que lo pienso, me doy cuenta de que no hubiera imaginado, por muy pesimista que fuese, que viviria todas esas cosas tan terribles durante la lectura del testamento de papa. Natalia camina hacia mi, se arrodilla y toca mis manos. "Tiene que haber algo que podamos hacer. Quiero conservar La Estancia. Fue el juramento que le hice a mama. Le asegure que siempre seria parte de nuestra familia, como ha sido hasta ahora", digo, y subo mi cara para ver a Natalia. "?Si hay algo que podamos hacer?", le pregunto mientras me levanto con prisa. El frunce su ceno y luego sonrie ligeramente, aunque su expresion no indica nada mas. Se quita sus gafas para limpiarlas y yo tomo aire en espera de su respuesta. Natalia tambien esta expectante. "Puedes hacer algo, aunque tal vez no quieras hacerlo", responde, revisando los documentos frente a el. "Cuentanos". Aclara su garganta y me ve fijamente. "Como habras notado, ustedes tienen el cuarenta y ocho por ciento de las acciones de la compania de su papa". Natalia no entiende nada. Yo tambien siento que me habla en otro idioma. "No lo habia notado. Y es cierto. No sabia nada sobre el asunto. Solo habia escuchado que ya no seriamos duenas de La Estancia. Continua, por favor". "Antonio Jose Velez es el dueno del cincuenta y dos por ciento restante", dice. Natalia abre su boca de par en par. Antonio Jose Velez. Es un hombre con cabellera negra perfectamente cortada, una piel dorada por el sol, perforaciones en algunas partes de su cuerpo, una expresion desafiante en sus ojos y una anatomia trabajada durante anos en un gimnasio. Su cara es provocativa, pero por lo que habia dicho papa, no debia dejarme llevar por esa apariencia seductora. Es un tipo diabolico para los negocios. Negocios que se tratan casi siempre de comprar empresas. Empresas que se mostraban debiles o con resultados negativos inesperados. Hacia ofertas hostiles a los accionistas para comprarlas e insistia hasta que lo lograba. Aunque me siento cada vez mas confundida y perdida, la imagen de Antonio Velez llega paulatinamente a mi mente. "?Antonio Jose Velez tiene la mayoria de las acciones de la empresa?", pregunto, con mi voz expresando mi incredulidad. "!Dime que es mentira!", pide Natalia. Alexis niega con su cara. "Es verdad. Adquirio esa mayoria accionaria hace dos o tres anos". Dos o tres anos, pero yo no sabia nada de nada. Recorde que papa siempre me contaba lo que sucedia en la compania. Lo habia hecho desde que yo tenia diez anos, para despertar el interes de mi hermana y el mio en la compania. Tomo aire y levanto mi cara para intentar pensar con claridad. ?Por que papa lo habria hecho? Solo una razon llega a mi mente: la empresa estaba tan mal que la unica solucion que habia visto mi padre era cederle la mayoria a Antonio. Papa habia vendido parte de la compania a ese sujeto sin decirnos nada. Se habia desprendido de la mayor parte de su empresa, la que habia fundado y planeaba dejarnos como herencia, supuestamente, a un cazador de empresas en aprietos que seguramente la desguazaria para venderla otra vez y ganar mas dinero. "?Por que? ?La empresa tenia dificultades?", le pregunto. "Hasta donde recuerdo, siempre tuvo buenos resultados", dice Natalia. "Los tuvo. La empresa era exitosa. Me parece que la participacion de Antonio la hizo mas exitosa de lo que ya era. Creo que vender las acciones fue el mejor negocio que pudo hacer su papa". "?De que modo se relaciona ese senor con La Estancia?", pregunto. Otras interrogantes aparecen en mi mente. "De ningun modo. Sin embargo, en el testamento queda claro que, si una persona tiene el setenta por ciento o mas de las acciones de la compania, tendra la potestad de parar la venta o alquiler de la casa o el terreno alrededor. Queda claro que ustedes no llegan a esa cifra, pero en caso de que... de que... te convirtieras en la esposa de Antonio Velez… Cristina no podria vender la casa, y la comprarias cuando cumplas veintiuno, con tu herencia". Natalia abre sus ojos de par en par. "Es un chiste, ?verdad?", pregunto. Mis ojos tambien estan muy abiertos. "No. Solo haciendo eso podras quedarte con La Estancia". ?Entonces debere casarme con Antonio Velez para conservar la casa?

  • Los Pecados de Olivier (Senor Brooks 1) de Andrea Adrich

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    Noah ha dejado su pueblo natal y su familia para perseguir su sueno: ser disenadora de moda. Con mucho trabajo y parte de los ahorros de sus padres abre una pequena tienda en Nueva York. Su sueno y todo su mundo se vienen abajo el dia que un desconocido entra en su tienda anunciando que es el nuevo propietario del local y que tiene que marcharse.
    Ese desconocido es Olivier Brooks, el chico malo de las finanzas. Un empresario despota, manipulador y adicto al control; dueno de un imperio que maneja con mano dura.
    Olivier siempre consigue lo que quiere. hasta que se encuentra con Noah. Ella no esta dispuesta a que le arrebate su sueno, y Olivier no esta dispuesto a que se salga con la suya: las cosas se hacen a su manera o no se hacen.
    ?Sera Noah lo suficientemente imprudente para caer en sus redes? ?Cedera Olivier, por una vez en su vida, el control?

  • El lamento de los inocentes de Marcos Nieto Pallares

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    La linea de luces que las farolas alargaban calle abajo, posibilitaba vislumbrar mi sombra sobre la acera. Cambiantes detalles como esa negra silueta, resultaban los unicos capaces de eludir a la realidad en mis recuerdos. Lo inamovible, lo que el transcurrir del tiempo no altera o erosiona lentamente, se mantenia en ellos con todo lujo de detalle. El tantas veces transitado camino a casa, se perpetuaba en mi memoria desde la primera vez que lo recorri; fotografia que en cualquier momento podia revisar, e incluso, visitar. Poseia el don de volver a cualquier evento preterito, espacio ocupado, instante remoto..., para vivirlo de nuevo. Un album de vivientes instantaneas: el interior de mis celulas cerebrales. Rememoraciones que ayudaban a hallar donde otros no encontraban. Actuar en lo avistado tiempo atras, me ofrecia gran ventaja ante casos complejos. De conocer mis facultades, muchos las atribuirian al fenomeno de la hipermnesia; lo mio va mucho mas alla. Pocos saben de mi secreto y espero que asi siga siendo. No permitire que utilicen mis sesos como a los de un conejillo de indias. El pasar de los anos me agudizo el don, hasta el punto de obligarme a vivir inmerso en dos mundos equidistantes: presente y recuerdos. Detentaba la capacidad de penetrar en mi intelecto para de este modo, acceder a cualquier punto anterior. Pero en ocasiones, mas bien se me empujaba a ellos de forma alevosa e inconsciente. Quedar pensativo propiciaba que la bobina de mi cerebro retrocediera. Un hecho actual y espontaneo, me remitia sin previo aviso a episodios de una vida ya cumplida, convirtiendome entonces en un mero espectador. E inmerso en los detalles de una nocturna Manhattan, al tiempo que cruzaba un paso de peatones ensimismado en sus anchas y horizontales rayas, dos luces emergieron de la nada deslumbrandome hacia una indeseada evocacion: tres impactos. Ante el brillo cegador de los faros del vehiculo que colisionaba con mi Mustang, una luna agrietandose como un copo de nieve al nacer. Y tras el vidrio quebrado, el capo doblandose como un agitado mar de metal. Refulgiendo al son de una luna llena, fragmentos de cristal envolviendo ese asiento en el cual ya no reposaba mi espalda; materia dispuesta a salir disparada por donde una lamina vidriada brillaba por su ausencia. Un paquete de tabaco surcando el espacio a mi derecha. Colillas, plasticos... y mi ser exento del cinturon de seguridad. Las costillas parecian querer salirseme del pecho; el organismo se me abalanzaba presto a escapar de ese habitaculo a punto de convertirse en un amasijo de hierros. De haber entrado alli por voluntad propia, me habria deleitado en los detalles. Pero de forma impensada, solo podia observar al milimetro, revivir en primera persona el traumatico y ulterior suceso; tomarmelo con calma desde una perspectiva lejana quedaba fuera de mi alcance. Y vole con la cabeza por delante. Vino entonces el segundo impacto: mi masa golpeando la dura calzada. Pero antes vivi el tercero: emocional --el orden es lo de menos--. Mientras surcaba la oscuridad contemple a la conductora del coche contra el que acababa de estamparme: cara contra el volante, cabello desmelenado e impregnado en sangre... Estire la mano en un acto reflejo intentando arrancarla de ese timon que se le incrustaba poco a poco... Y al tiempo que yo proseguia con mi destino <> a ras de un techo de chapa azul, ella consumaba su muerte, la ausencia de latidos en su corazon.

  • El gato tuvo la culpa de Hebe Uhart

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    "El gato tuvo la culpa" compila relatos de los primeros libros de Hebe Uhart, editados en los 60 y los 70, hasta ahora inaccesibles a los lectores, y les suma otros, fechados entre los 80 y los 90 que no fueron incluidos en “Relatos reunidos” (Alfaguara, 2010). Contiene, entre otros, "La elevacion de Maruja", una nouvelle nunca antes reeditada.
    Cuentos o cronicas en que la mirada de Hebe Uhart recala en historias de personajes con habitos que oscilan entre la logica y el capricho, conmovedores, siempre alejados del sentido comun, en un mundo que progresa mas alla de sus voluntades.
    Una obra de la que tempranamente se hizo duena una voz potente que ha permanecido con el paso de los anos y se mantiene vigente. La idea del libro es acercar a los nuevos lectores de Uhart sus textos mas secretos.
    Los relatos de “El gato tuvo la culpa” nos han esperado todo este tiempo para seguir iluminando bellamente partes de un mundo que sentimos proximo y a la vez extrano.

  • La casa de Electra de Carlos Tromben

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    Una mujer en el lugar equivocado que acepta correr el riesgo.

  • Los Caminos del Amor de Lily Cerda

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    Los Caminos del Amor

  • El arbol de las almas perdidas de Emma Kelsen

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    agia”

  • Cecile de Nancy G. Ayala

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    !Una historia fantastica completamente adictiva!

  • El codigo del dinero de Raimon Samso

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    Se que para conseguir algo distinto es preciso antes ser una persona distinta y hacer cosas diferentes. Cualquier ambito de nuestra vida mejora cuando nosotros mejoramos, pero no antes. Siempre en este mismo orden. El dinero no es ajeno a esa regla. De modo que para que nuestra economia cambie, antes tendremos que <> nosotros. Este libro trata sobre ese cambio personal y sobre hacer cosas diferentes. En mi trabajo diario con personas, he comprobado que estas muy a menudo desean que sus circunstancias mejoren sin mejorar antes su mentalidad. La ley del orden nos ensena que <>. Y que no se pueden forzar las circunstancias externas para convertirlas en lo que uno no es. La pregunta que cualquiera debera formularse tarde o temprano es: ?concuerdan mis creencias con mis deseos? Es paradojico pero las personas que mas necesitan cambiar precisamente son las mas reacias al cambio, las mas inflexibles. Tal vez piensan que cambiar sus opiniones sea un sintoma de debilidad. A la vez, se sienten incomodas cuando escuchan que es su propia inflexibilidad lo que les separa de lo que desean. Este libro propone cambios en las creencias sobre el dinero. Sin esa apertura, todas las respuestas que contiene pasaran inadvertidas. <> proporciona una informacion que adquiere significado desde cierto tipo de mentalidad, la que este libro propone desarrollar en el lector que se halla listo para abrazarla. <> proporciona las respuestas a las preguntas que todos nos hemos formulado sobre la libertad financiera; sin embargo, se de antemano que no todas se recibiran con agrado. En realidad, no creo que existan problemas, sino soluciones que no gustan. Nuestros problemas, desde luego, no estan en el mundo sino en las percepciones de la mente que lo contempla. Y las soluciones definitivas a los problemas de dinero requieren desaprender todo aquello que ha demostrado no funcionar hasta la fecha. Este libro propone un cambio de los paradigmas estereotipados sobre el dinero. Esta dicho que cada vida es un reflejo de las decisiones, habitos, elecciones, creencias, emociones y comportamientos que han conducido justo hasta el momento presente. Y mientras quede alguien que crea que sus problemas de dinero no tienen nada que ver con su mentalidad y comportamiento, habra sufrimiento por asuntos de dinero. He comprobado que los problemas economicos no estan causados por el dinero sino por los patrones mentales sobre el. La economia personal, en condiciones normales, es el reflejo de patrones mentales, de decisiones y conductas. He concluido que el dinero, en realidad, se hace en la mente. Casi todo lo que una persona promedio sabe sobre el dinero se basa en opiniones condicionadas que ha ido acumulando a lo largo de su vida. El exito economico es una clase de programacion mental (cifras con muchos ceros) y el fracaso economico es otra clase de programacion (cifras con pocos ceros). En ambos casos, todo se reduce a la clase de software o programacion instalada en el cerebro: un programa perdedor o uno ganador en el juego del dinero. La lectura de este libro ayudara a las personas a reprogramarse para conseguir prosperidad. La diferencia entre las personas que manifiestan prosperidad y las que no, radica en que las primeras aplican formulas utiles y las segundas formulas inutiles. Este libro te ensenara a distinguir unas de otras. Te propongo que lo estudies, llevalo a todas partes, como un buen companero, hasta que domines su contenido. Es un libro para leer, releer, subrayar y anotar. Quisiera que fuese tu libro de cabecera como emprendedor de tu negocio personal. Y quisiera que me considerases tu coach financiero. Puedo ayudarte a mejorar tu relacion con el dinero. Lo que sigue es una lista de las mayores mentiras sobre el dinero que he escuchado. Son mitos sin fundamento, supersticiones y prejuicios. He comprobado que hay mas problemas ocasionados por <> que por lo que no sabe. He aqui algunas (no todas) de esas creencias irracionales sobre el dinero: no me interesa el dinero, no puedes ser rico y espiritual, para hacerse rico hay que trabajar mucho, pobre pero honrado, es mas noble y espiritual ser pobre, los ricos son gente mala, no puedes divertirte y ganar dinero, no soy buena con el dinero, si yo gano es que alguien pierde, no hay suficiente dinero para todos, mas vale malo conocido que bueno por conocer el dinero no es importante, el dinero corrompe, cuanto mas ganas mas impuestos pagas el dinero no da la felicidad, el dinero es sucio... Solo el hecho de mencionarlo y escribirlo, me agota. ?Entiendes ahora por que hay tantos problemas economicos? Si te has reconocido en alguna de estas creencias, no te incomodes, no te culpabilices; en realidad lo importante no es lo que has creido hasta este dia, sino lo que elijas creer de ahora en adelante. Seamos claros en esto, yo creo que es perfectamente compatible el que te vayan bien las cosas y hacer un gran bien a los demas. Las personas, por lo general, no relacionan sus creencias con el dinero porque les parecen !cosas desvinculadas! En este libro explico por que si tienen relacion. Mis anos en la banca me han ensenado que la prosperidad es un <>. Todas las personas que han entrado en contacto con las ideas expuestas en este libro, y que desarrollo en mis cursos, han cambiado de algun modo su economia. Mi deseo es contribuir a la formacion financiera de las personas para aliviar el sufrimiento por motivos economicos. Este libro tambien trata sobre el cambio que el mundo esta experimentando y que nos pide una nueva mentalidad porque se que cuando cambian las reglas del juego es preciso reajustar el modo de jugarlo. ?Conoces las reglas de la nueva economia? Te contare lo que se sobre esto. Ahora mismo, existen millones de personas en todo el mundo --que tienen un sueldo pero no tienen una vida-- suspirando por conquistar la libertad financiera, deseando deshacerse de su ocupacion y crear un nuevo estilo de vida con significado. Creo que todos necesitamos, ya lo manifeste en su dia, una sacudida, un shock para despertar del sueno que mantiene a tanta gente atada a un empleo que no aman, que no les hace ni libres ni ricos. Pero no esta en mi voluntad ofender a nadie que lea este libro, ni imponer mis opiniones a las suyas. Por favor, pido que nadie se tome lo que esta apunto de leer como un asunto personal. Por mi parte, me comprometo a escribir sobre el dinero a las claras y sin rodeos. Cuando me refiera al sistema educativo, por favor, que ningun profesional de la ensenanza se sienta aludido. Para mi los docentes, a todos los niveles, son heroes y heroinas que hacen mucho con poco. Mi hermana es profesora en un instituto, trabaja con adolescentes, y se de primera mano que su dia a dia es mas duro de lo que cualquiera de nosotros pueda imaginar. Mi aprecio y respeto para todos esos profesionales.

  • Prohibido nacer de Trevor Noah

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    – Mi madre me queria tanto, que tuvo que tirarme de un coche en marcha para que huyera. – Mi padre me queria tanto, que cuando paseaba conmigo lo hacia por la vereda de enfrente, sin mirarme. – Mi padre era suizo, muy blanco. – Mi madre era xhosa, muy negra. – Y, segun las leyes del apartheid, por ser de razas distintas tenian prohibido hacer el amor. – Pero al parecer lo hicieron… porque naci yo. – Lo peor que podia haber hecho. Trevor Noah (Johannesburgo, 1984) nacio en una familia pobre en la violenta Sudafrica del apartheid. Dos decadas despues, es la nueva estrella de la comedia politica en EE. UU. y el principal azote de Donald Trump. <> Michiko Kakutani, ‘The New York Times’

  • Mordiscos de Terror de Vicente Silvestre Marco

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    Antes de sumergirte de lleno en la lectura permiteme darte las gracias. Esta obra no tendria ningun sentido sin que tu formes parte de ella, sin un lector que recorra este sendero de pensamientos, hilados en palabras, y lo recree en su imaginacion. El texto que tienes frente a ti consiste en una recopilacion de los mejores relatos que he escrito durante los ultimos anos. Su hilo conductor es el terror en sus multiples representaciones, desde el mas ajeno, crudo y brutal, hasta el mas cercano, aquel que puede estar ocurriendo a la vuelta de la esquina, oculto bajo un velo de normalidad. Todos ellos tienen como objetivo removerte en tu asiento, producirte ese inquietante y adictivo cosquilleo ante el inminente desastre y el horror que lo acompana. Si disfrutas con la lectura y deseas ayudarme a que continue con mi trabajo como escritor puedes hacerlo con algo tan sencillo como publicar tu opinion en la pagina de "Mordiscos de Terror", en Amazon. Esto me proporcionara una mayor visibilidad y que asi pueda dedicarle mas tiempo y esfuerzo a la escritura. Y ya, sin mas demora, espero que tengas unos... Felices mordiscos. El regalo de Dante La mosca se mantuvo inmovil durante medio minuto. Empezo a caminar en una diagonal ascendente, cruzando el ventanal nocturno. Apresurada, salto y dibujo una espiral justo antes de iniciar una serie de lanzamientos contra el cristal. Una, dos, tres y hasta cuatro veces se abalanzo con su cuerpo, zumbando como protesta tras cada embiste infructuoso. Despues del ultimo impacto recorrio unos pocos centimetros y se detuvo en la imagen reflejada de un hombre joven, justo en el centro del iris. El hombre se llamaba Dante y llevaba una hora contemplando la erratica danza del insecto sobre el cristal. Pasaron dos minutos mas y la mosca no parecia dispuesta a seguir moviendose. Dante extendio el brazo con lentitud hacia la mosca y, en un centelleante movimiento, la mano se lanzo contra el cristal. No hubo sonido alguno. La mosca quedo atrapada entre los dedos indice y pulgar, panza arriba, moviendo frenetica las patas y la cabeza. La imagen reflejada del hombre sonrio, pero era una sonrisa hueca, carente de satisfaccion. Los labios regresaron al hieratismo original. Con un ademan florido, cargado de dramatismo, los dedos que sostenian el insecto regresaron al ventanal y se detuvieron al entrar en contacto con la fria superficie. A continuacion, el dedo indice se deslizo, presionando, hasta que la estructura de la mosca crujio y el juego se detuvo por completo. Dante se incorporo, recorrio desnudo el elegante salon, decorado con muebles oscuros que pretendian aparentar una manufactura de roble o algun otro arbol que llevaba extinto miles de anos; se detuvo unicamente para servirse un vaso de wiski con hielo en el aparador de las bebidas y siguio su camino hasta el alto espejo de cuerpo entero que quedaba justo al lado de la cabina de tejidos. Dio un largo trago. Agito distraido la bebida. Apenas sintio la humedad punzante del hielo, condensada en las paredes de vidrio del vaso. Contemplaba su propio cuerpo con la curiosidad de un desconocido peligroso. Suspicaz. Hosco. Era un cuerpo sin las imperfecciones de eras pasadas, suspendido en la plenitud fisica de la veintena. Un nucleo cohesionado de carne, huesos, musculos, organos y fluidos, donde todo defecto habia sido arrancado o corregido. Podria observar su superficie durante toda una vida -- teniendo en cuenta que vida e inmortalidad eran sinonimos, al menos en teoria-- y jamas encontraria pecas u otros heterogeneos cambios en la pigmentacion de la dermis, verrugas, vello corporal o elementos innecesarios como los pezones. Conservaba los genitales ya que, aunque existian infinidad de programaciones capaces de estimular los centros neuralgicos del placer, el sexo resultaba un elemento casi protocolario en muchos de los eventos; ademas, ofrecia la posibilidad de concebir descendencia a traves de los Bancos de natalidad, siempre que estuviera dispuesto a sacrificar muchos de sus privilegios y, por supuesto, filtrara su semilla por todas las modificaciones geneticas exigidas a todo ser humano digno de ser llamado como tal. Sin embargo, aquella idea le provocaba un profundo rechazo intelectual. No podia imaginar ningun motivo de peso para traer una nueva vida a aquel mundo. Un mundo tan puro, tan perfecto, que le aranaba los sentidos con su complacencia. --Perfecto. Una palabra agrietada, escupida, y con ella Dante estrujo el vaso de cristal provocando una pequena lluvia de fragmentos plateados. Un irregular colmillo de vidrio quedo anclado en la palma de la mano y la cara interna de los dedos. La sangre fluia, deslizandose por el antebrazo hasta el codo, en un riachuelo invertido, para acabar cayendo como una llovizna roja; repiqueteando en el suelo hasta entonces impoluto. El dolor no llegaba. Tan solo un misero hormigueo que le indicaba que el tejido estaba danado. El Eco. Un efecto secundario, supuestamente beneficioso, de mantenerse joven durante siglos. Regeneracion tras regeneracion los nervios se tornaban opacos a las sensaciones. Por supuesto, podia utilizar un programa o un simulador para creer que sentia dolor, pero habria sido una mentira mas, no muy diferente a ese extrano escenario que le parecia el mundo real. Trato de evocar el recuerdo del dolor clavando el improvisado cuchillo en su pecho. Percibio la resistencia osea de una de sus costillas y continuo arrastrando el vidrio hasta abrir una horrible sonrisa encarnada. Luego otra y otra mas. Las heridas se abrian como bocas timidas y hambrientas. El hormigueo se habia extendido por la totalidad de su torax, pero nada mas. Durante un segundo considero la posibilidad de perforarse el globo ocular, sin embargo, sabia que no supondria ninguna diferencia y la regeneracion de organos era mas lenta que la de los tejidos superficiales. Una molestia innecesaria. Arrojo el pedazo de vidrio a un lado, hastiado, y programo la cabina de tejidos. Mientras se hallaba sumergido en el gel de la capsula que sanaria su cuerpo intento recordar algo de su primera centuria, un recuerdo que le trajera sentimientos autenticos, experiencias de cuando todavia se sentia vivo; pero el pasado se le escurrio una vez mas en aquel sumidero interno donde la memoria, la imaginacion y los suenos formaban una emulsion indivisible. Dante. En el salon. Una hora mas tarde. El cuerpo renovado y vestido con un esmoquin cuyo diseno llevaba de moda los ultimos cincuenta anos, aunque su origen se remontaba a los albores de la Humanidad, cuando los pre-humanos apenas vivian mas alla de unas pocas decadas y andaban divididos en agrupaciones territoriales que compartian rudimentarios elementos culturales. El rostro de Dante estaba banado por la luz verdosa de una fulgurante pantalla virtual que flotaba frente a el. Un formulario de aceptacion de normativas, con letra minuscula, ilegible; al final del documento, con caracteres ampliados: Aceptar Envio y, a escasa distancia, Cancelar Envio. La luz parpadeaba, saltando juguetona, de una opcion a otra y asi permanecio durante un largo minuto. La pantalla resulto invadida por la imagen de un hombre --el nombre de Arcadio suspendido en el margen inferior-- y el sonido intermitente de un telefono. --Responder. El mismo rostro aparecio ahora en movimiento; de fondo se escuchaba musica de salon y conversaciones alborotadas. Ambos se saludaron con educacion y Dante percibio en Arcadio aquel tono zalamero que tanto lo asqueaba.

  • La traicionada de Kiera Cass

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    Desde el coche de caballos en marcha, mire por encima del hombro y a traves de la ventanilla trasera, como si alguien pudiera seguirme. Pero enseguida me recorde a mi misma que era una idea ridicula; no quedaba nadie en Coroa que pudiera ir tras de mi. Silas --mi marido-- estaba muerto, igual que mis padres. Aun tenia alguna amiga en la corte, pero eran leales al rey Jameson, y ahora aun mas, despues de que lo hubiera dejado plantado la misma noche en que iba a declararseme. En cuanto a Jameson..., al menos daba la impresion de que contaba con su perdon por haberme fugado con un plebeyo, y no un plebeyo cualquiera, sino uno extranjero, nada menos. Delia Grace habia ocupado mi puesto al lado el rey, y yo no tenia ningunas ganas de recuperarlo. Y no habia nadie mas. Aparte de ellos, las unicas personas que me importaban iban en el carruaje, a mi lado. Aun asi, seguia mirando. --Me he pasado la mayor parte de mi vida adulta haciendo eso exactamente --comento lady Eastoffe, mi suegra, apoyando una mano en mi muslo. En el otro banco, delante de nosotras, dormia Scarlet, mi hermanastra. Aunque durmiera, habia algo en su postura que dejaba claro que podria despertarse en una fraccion de segundo, una reaccion que se habia vuelto habitual en ella desde el ataque. Por la ventanilla lateral vi a Etan, que cabalgaba con ese gesto orgulloso e irritante, siempre atento. Escrutaba la fina niebla, y por el modo en que ladeaba constantemente la cabeza estaba claro que escuchaba con atencion, por si percibia alguna senal de peligro. --Espero que despues de este viaje todos podamos dejar de mirar atras constantemente -- comente. Lady Eastoffe (ahora debia llamarla <>) asintio, mirando a Scarlet, muy seria. --Ojala. Cuando lleguemos a casa de los Northcott, tenemos que encontrar el modo de enfrentarnos al rey Quinten. Cuando lo hagamos, las cosas se pondran en su sitio... para bien o para mal. Trague saliva, reflexionando sobre el sentido de aquellas ultimas palabras. Un dia saldriamos del palacio del rey Quinten victoriosos, o no saldriamos nunca. Observe a mi nueva madre: aun me sorprendia que hubiera aceptado un matrimonio que la unia tan estrechamente a un rey tan malvado. Aunque lo cierto era que yo habia hecho lo mismo, casi sin darme cuenta. Los Eastoffe eran descendientes de Jedreck el Grande, el primero de la larga serie de reyes de Isolte. El actual soberano del pais, el rey Quinten, era descendiente del primer hijo varon de Jedrek, pero la primogenita habia sido una mujer. Los Eastoffe eran descendientes del tercer hijo de Jedreck. Solo Etan --que era de la familia Northcott-- podia presumir de un linaje que se remontaba hasta la primogenita de Jedreck, su hija mayor, a la que habian despojado de sus derechos dinasticos a favor del primer varon. Independientemente de como fuera la historia, Quinten veia en todos los Eastoffe y Northcott una amenaza al reinado de su dinastia, que duraria poco, a menos que la salud de su hijo mejorara repentinamente. Yo no lo entendia. No entendia por que parecia decidido a deshacerse --no, a matar-- a todos los hombres con sangre real. El principe Hadrian no era lo que se dice un hombre fuerte, y, cuando al rey Quinten le llegara su hora --como les llega a todos los mortales--, alguien tendria que ocupar el trono. No veia que sentido tenia que estuviera matando a todos los que podian reclamarlo legitimamente. Silas incluido. Asi que ahi estabamos, decididas a hacer lo que fuera necesario para que las muertes de nuestros seres queridos no hubieran sido en vano, y del todo conscientes de que probablemente no lo conseguiriamos. --?Quien va ahi? --grito una voz, perfectamente audible por encima del crujido de las ruedas. Al momento, el coche se detuvo. Scarlet irguio el cuerpo de golpe, y de bajo la falda saco un pequeno cuchillo que yo no sabia que escondia. --Soldados --murmuro Etan--. De Isolte. --Luego se dirigio a ellos alzando la voz--: Buenas tardes. Soy Etan Northcott, soldado de su majestad... --?Northcott? ?Eres tu? Observe que Etan relajaba el gesto y fruncia los parpados, como para ver mejor. De pronto se le veia mucho mas tranquilo. --?Colvin? --dijo el. No hubo respuesta, asi que asumi que seria afirmativa--. Estoy escoltando a mi familia de vuelta a casa, procedentes de Coroa. Ya habras oido lo de mi tio. Estoy acompanando a su viuda y a sus hijas a casa. Se produjo una pausa: evidentemente, el mensaje resultaba confuso para el soldado, que tardo un momento en reaccionar. --?Viuda? ?Me estas diciendo que lord Eastoffe ha muerto? El caballo de Etan se puso algo nervioso, pero el enseguida reacciono y lo mantuvo firme. --Asi es. Y sus hijos. Mi padre me confio que me encargara de traer al resto de la familia a casa. Un silencio incomodo. --Le damos nuestro pesame a tu familia. Os dejaremos pasar, pero tenemos que hacer un control de seguridad. Protocolo. --Si, por supuesto --accedio Etan--. Lo entiendo. El soldado se acerco para examinar nuestro carruaje mientras otro lo rodeaba para mirar los bajos. Por su voz, comprendi que el que nos miraba era el que habia estado hablando con Etan. --Lady Eastoffe --dijo, mirando a Madre--, lamento muchisimo su perdida. --Le agradecemos la consideracion. Y sus servicios --respondio ella. --Las senoras han tenido suerte de haber dado con el mejor regimiento de Isolte --dijo, sacando pecho--. Este camino suele estar plagado de coroanos. Prendieron fuego a un poblado fronterizo hace apenas dos semanas. Si las llegan a encontrar, no se que les habria podido pasar. Trague saliva, baje la mirada y me gire hacia el soldado. Viendo a una dama de mas junto a las de la familia Eastoffe y la direccion de la que veniamos, enseguida ato cabos. Fruncio los parpados y miro a Etan para que se lo confirmara. --La viuda de mi primo Silas --explico el. El soldado meneo la cabeza. --No puedo creerme que Silas nos haya dejado..., ni que se casara --anadio, mirandome de nuevo. Parecia estar ordenando sus pensamientos, asimilando que Silas se hubiera casado con una coroana, algo que le resultaba increible. Como a muchas otras personas. Su gesto, en un principio sentencioso, se transformo en una sonrisa complaciente. --No puedo culparla por querer salir de alli --me dijo, senalando con un gesto de la cabeza el camino que habiamos dejado atras--. No sigo mucho las noticias de Coroa, pero es imposible no estar al tanto de que su rey practicamente se ha vuelto loco. --?Tu crees? --dijo Etan--. Yo diria que ya lo estaba antes. El soldado se rio. --Tienes razon. Pero, segun parece, una joven lo rechazo, y desde entonces no hay quien lo entienda. Se rumorea que destrozo uno de sus mejores barcos a hachazos, ahi mismo, en el rio, a la vista de todos. Tambien se dice que tiene otra amante, aunque no le es fiel en ningun sentido de la palabra. Y he oido que hace unas semanas prendio fuego a su castillo. --Yo he estado ahi --dijo Etan, sin inmutarse--. Desde luego no se ha perdido gran cosa. Tuve que hacer un gran esfuerzo para morderme la lengua. Por mal que estuviera Jameson, nunca habria destruido la obra maestra de la artesania coroana que era el castillo de Keresken. Pero lo que mas me dolia --si es que era cierto-- era que Jameson se estuviera viendo con otras chicas a espaldas de Delia Grace. No podia soportar la idea de que, despues de luchar tanto por conseguir lo que queria, tuviera que admitir que estaba completamente equivocada. El soldado se rio estentoreamente ante la ocurrencia de Etan, pero luego se puso serio. --Con lo impredecible que esta ultimamente, se dice que podria intentar invadirnos. Por eso tenemos que registrar los carruajes, incluso los de las personas de confianza. Jameson esta tan loco que ahora mismo podria hacer cualquier cosa. Senti que me ruborizaba, y me dio mucha rabia. Por supuesto, nada de eso era cierto. Jameson no estaba loco, ni planeaba ninguna invasion, ni nada por el estilo..., pero la mirada desconfiada de aquel hombre me dejo bien claro que era mejor que me guardara aquellos pensamientos para mi sola. Madre me apoyo una mano en la rodilla para tranquilizarme y hablo al guardia por la ventanilla: --Desde luego, lo comprendemos, y les damos las gracias de nuevo a todos ustedes por su trabajo. Los tendre presentes en mis oraciones en cuanto lleguemos a casa. --Esta limpio --dijo el otro soldado desde el lado contrario de la carroza. --Pues claro que lo esta --respondio el primero, en voz alta--. Son los Eastoffe, bobo. -- Meneo la cabeza y se retiro--. !Abrid las barricadas! --les grito a los otros--. Dejadles pasar. !Id con cuidado, Northcott! Etan asintio, y por esta vez no dijo nada. Cuando llegamos a la frontera, observe por la ventanilla y vi a decenas de hombres. Algunos nos saludaban, mostrando respeto, mientras que otros se limitaban a mirar. Temi que alguno de ellos me reconociera como la chica que supuestamente habia vuelto loco a su rey, y que me exigieran salir del carruaje para volver con el. Nadie lo hizo. Habia emprendido aquel viaje voluntariamente. Mas que eso, lo habia deseado. Pero aquel pequeno incidente me hizo darme cuenta de que no solo estaba cruzando una frontera; estaba penetrando en un mundo diferente. --El camino hasta casa no deberia ofrecer mayores dificultades --dijo Etan, cuando dejamos atras a la multitud. Scarlet volvio a meterse entre los pliegues de la falda el pequeno punal que habia escondido entre las manos. Menee la cabeza; ?que pensaba hacer con el exactamente? Madre se acerco y me rodeo los hombros con un brazo. --Un obstaculo menos; quedan muchos otros por delante --bromeo. Y, pese a todo, me rei.

  • Te sigo esperando de Cristal Marea

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    Alejandra es una joven que se enamoro en secreto de Fernando cuando estuvo en la universidad, pero para ella era el menos indicado. La decepcion de verlo enganar a otras mujeres la llevo a una gran desilusion por lo que decidio olvidarse del amor y dedicarse por completo a sus estudios de postgrado. Cuando regresa a su ciudad, ella quiere retomar el tiempo perdido y abre su corazon para encontrar a ese hombre ideal que la lleve al altar y en eso, se reencuentra con Fernando. Enseguida siente que nunca pudo olvidarlo y el hace todo lo posible por demostrarle que ha cambiado y busca las miles de maneras para conquistar su corazon, pero Alejandra, se niega a que su corazon siga sintiendo amor por Fernando y fija su mirada en Sergio, pero este resulta ser la antitesis de lo que ella quiere.
    Despues de insistir en alejarse de Fernando, el no desiste y al final, le hace ver a Alejandra que se merece una oportunidad y ella se da cuenta que el amor ya habia tocado su puerta en el pasado y no se habia ido de su corazon por lo que termina por entregarse y ser feliz con el hombre que siempre habia amado.
    Es una novela, fresca y actual que te hara vivir grandes momentos de romanticismo y aventura.

  • Quiero volver a bailar bajo la nieve de Beatriz Saiz

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    Entro en su casa. El silencio me acompana mientras acudo a la cocina a dejar la compra. Hara unos dos meses que deje de fingir. Desde aquella tormenta de principios de diciembre. Asi que no pienso poner ninguna excusa. Me he mudado porque le amo, y estaba equivocada. El no es sexo, es mucho mas, pero me da miedo confesarselo. No quiero asustarlo. Se siente seguro detras de esa fachada, pero he visto mas alla. He permanecido atenta en los momentos que no tenia la mascara puesta. He descubierto su yo de verdad, y me fascina. Muchisimo. Me seducen sus intensos ojos marrones. Me cautiva su sonrisa ladeada. Me apasiona en la cama. Adoro su cuerpo. Me hipnotiza la manera en la que no quiere implicarse, sin poder evitar entregarme pequenos trocitos que atesoro bajo llave. El es distinto a lo que se cree que demuestra. Antes de meterme en el meollo, subo a cambiarme de ropa. Cojo una camiseta de el, en concreto, la que se puso anoche para dormir. La huelo nada mas ponermela e inspiro profundamente. Su olor persiste. Pillo unos pantalones de yoga y me pongo unos calcetines. Me hago un mono en lo alto de la cabeza y regreso a mi lugar favorito de la casa. Aprovecho mi dia libre para preparar una cena romantica para cuando regrese de trabajar. Tras colocar las cosas en su sitio, me lavo las manos y comienzo a pelar las patatas. Las dejo en un bol con agua y pico las cebollas en juliana. Corto, a su vez, la verdura para la salsa; las introduzco en una olla y dejo que se haga a fuego lento. Me pongo con el pescado, su comida favorita; en este caso, salmon. Seguro que me comera a mi de postre, despues de este festin. Escucho el tintineo de las llaves muy cerca de la puerta. Esta a punto de entrar y mi cuerpo se excita por la anticipacion. Como siempre que estoy con el. Me contempla desde el umbral. Le echo una rapida mirada y percibo en sus ojos varias emociones, pero no consigo distinguirlas. Me pregunto en que estara pensado para que tantos sentimientos lo atraviesen en un par de segundos. Me giro para prestar atencion a la salsa que se cuece en la olla. El me abraza por la espalda y apoya la barbilla en mi hombro. Me da un tierno beso en el cuello y me muerde. Rio en sus brazos y el se queda medio embobado con el sonido de mi risa. Regresa a mi hombro despues de repartir pequenos besos por mi clavicula e inhalar mi aroma. Lo se porque entierra la nariz en mi cabello y aspira profundo, varias veces. Ojala pudieramos estar siempre asi. Pero, por desgracia, uno de los sentimientos que sus ojos me gritan con claridad es: culpa. ?Culpa? ?Por que? Zarandeo la cabeza para aquietar esas ideas. No me gusta hacia donde van mis pensamientos. Hago un esfuerzo por bloquearlos. Siguen presentes en mi mente. ?Que narices me ocurre? Meto las patatas y las cebollas en el horno, y me volteo para contemplarlo fijamente. Tengo miles de preguntas instaladas mi rostro, en mis ojos, pero temo lanzarlas. Lo mas seguro es que para el sea facil descifrar lo que pienso... Mi mirada me delata. A el, sin embargo, siempre le ha resultado sencillo ocultarlo. No es un libro abierto ni pretende serlo. Y, al contrario de lo que piense, adoro su caracter reservado. Es una de las cosas que han hecho que me enamore de el. Es como una de esas buenas recetas, que no elaboras tan a menudo porque necesitan su tiempo de coccion, junto con una pizca de paciencia; pero, al final, el resultado es de lo mas delicioso. Asi es mi amor por el. Le confieso que lo quiero, pero se mantiene inmovil, sin dejar de estudiarme, sin moverse. Mantengo la mirada fija en el, aguanto la respiracion, esperando una respuesta, pero el solo me contempla. En su mirada soy capaz de leer con claridad que siente lo mismo, pero teme meter la pata. ?Me quiere? Seguro que pensara que esa clase de sentimientos van en contra de sus planes. Acerca su boca despacio, sin apartar la vista, como si sus ojos pudieran transmitirme lo que acaba de descubrir y tiene miedo a decir. Le sonrio y me besa. Aparto mis manos de el y solloza en mi boca, pero se relaja cuando las enredo en su pelo. Necesito su contacto. Sus manos, su lengua, su cuerpo, comprender que esta conmigo. El chico que me enamoro y es incapaz de decirme lo que siente, aunque sus ojos lo gritan por el. De algun modo, adivino lo que intenta explicarme, y lo quiero mas si cabe. Pero no son mas que los deseos de una necia enamorada. A la manana siguiente, su ordenador me arroja toda la verdad. Comprendo que imagine lo que me clamaban sus ojos, quise creer que sus caricias silenciosas marcaban mi cuerpo con pequenos <> y pretendi escuchar a sus labios posesivos. No fue mas que eso. Una mentira. Un engano. Una traicion. Capitulo 1 PASADO Bad Wolves – Zombie 23 de febrero de 2017. Me llamo Mackenzie y no es oro todo lo que reluce. Mi vida es perfecta, poseo lo que cualquier otra persona sonaria o querria. Estudie Derecho y ejerzo de abogada para la empresa de mi padre. Gracias a la carrera conoci a mi unico y gran amor, mi marido Jason. Es un hombre atractivo, alto; no muy delgado, quiza mas bien fuerte; ojos azules, pelo castano, detallista, simpatico y leal. En la soledad de mi despacho, me pregunto como es que acabo conmigo. No soy guapa, por lo menos para mi no lo soy: tengo la belleza de lo que hoy en dia se conoce como curvy, el pelo rojo (tenido, por supuesto), los ojos color miel, y doy gracias al senor de que por lo menos soy simpatica. Los ninos del colegio me senalaban y se burlaban de mi, veia el rechazo en los ojos de la gente, y no me gustaba nada. No paro de pensar en como mi marido se fijo en mi; soy masoquista. <>. Me centro en el trabajo a la vez que me tomo un cafe y reviso en el ordenador las cuentas de la empresa. Me meto en internet para comprobar el correo, hay mas de cien sin leer. Un suspiro se escapa de entre mis labios; es mas agotador de lo que pensaba. No les echo un ojo siquiera, me levanto de la silla y camino por mi despacho: ?que es lo que me pasa? ?Por que parece que no estoy contenta con nada? <>. El sonido de la puerta hace que me paralice en medio del despacho. Respiro e intento concentrarme. Aviso a quien ha tocado de que pase y compruebo que es mi odiada secretaria. Bueno, mas bien yo soy su odiada jefa, porque a mi ella me da igual. Hace algun tiempo comprobe que lo que yo hacia, luego lo acababa haciendo ella. ?Me tenia el pelo? Alla que iba Rachel a tenirselo; adquiria un coche, y tardaba menos de dos segundos en tener el mismo; ?que me compraba una falda? Al dia siguiente la traia ella. Lo mejor de todo es que me critica a escondidas como si no pudiera escucharla, pero si que lo hago. --Senora Mackenzie, acuerdese que tiene una reunion a las cuatro de la tarde --senala Rachel --, y no se olvide de la cena con su marido por la noche. --Lo olvidaba: tambien quiere a Jason, de ahi el retintin de su tono. --Gracias --contesto sin mas. Rachel cierra la puerta y vuelve a dejarme en la soledad de mi despacho. Esa que a veces asfixia, me aprieta, y me impide respirar. Tomo un par de bocanadas de aire, y unas tres veces mas. Y, cuando al fin me tranquilizo, me preparo la reunion de esta tarde. No se cuanto mas va a durar mi actitud, fingiendo ser alguien cuando en realidad la verdadera Mackenzie pugna por salir. Y ultimamente no veas como lucha, me cuesta mantenerla encerrada en un rincon de mi cuerpo, en un minusculo escondrijo donde nadie pueda encontrarla. La reunion no salio tan mal como pensaba gracias al perfecto de mi marido, porque yo no sabia ni lo que estaba haciendo. Sin embargo, los socios se quedaron impresionados y ese es el resultado que necesitamos. Antes de ir a cenar, me desplazo hasta mi casa para ducharme; me encontrare con Jason en el restaurante, porque tiene que hacer un par de cosas mas en el despacho. Me pongo los cascos, cojo un libro, lleno la banera y me zambullo en ella. Abro el libro por donde me habia quedado y leo un poco. Tras el bano, me visto con un traje negro, unos zapatos de tacon rojo, me dejo el pelo suelto y me maquillo un poco. Los labios, por supuesto, me los pinto del mismo color que mis zapatos; en mi opinion, es un tono que me sienta de maravilla. Al entrar en el restaurante, Jason, el increible y dulce Jason, me esta esperando con un ramo de flores. Me lo como a besos hasta que el camarero tose a nuestras espaldas. Entonces decidimos sentarnos y pedir para comer. --?Que tal, preciosa? --se interesa cuando el camarero se aleja. Ambos tenemos por norma no hablar de nuestro trabajo y, aunque el me salva el culo la mayoria de las veces, eso es lo que hacemos. No queremos que el trabajo interfiera en la vida familiar, y viceversa. --Muy bien, mejor ahora que estoy contigo. --El me regala su dulce sonrisa ladeada y me agarra la mano--. ?Tu? --Fantastico, no sabes lo estupendo que es verte. --Tu siempre tan adulador --digo, incluso me pongo timida. --Es la verdad, Kenzie. No sabes lo bella que eres, me tienes loco. Cuando llegamos a casa, la cosa ha subido de tono, bastante, para ser sinceros, y hacemos el amor. Al terminar, Jason me abraza desde atras, me da un beso en la nuca y me desea buenas noches. Yo me siento sucia, vacia. Me odio. Me odio por no sentir lo mismo que el por mi, me odio por no poder amarlo de la misma manera, y me odio por volver a dejar salir a la verdadera Mackenzie a la luz. A la manana siguiente me doy una ducha, me visto y me dirijo a la cocina a prepararme un cafe; solo que ese cafe ya esta hecho, y me lo entrega un hombre con una dulce sonrisa en los labios. --Te quiero --expresa cuando llego a el, y me agarra por la cintura--. No me cansare de decirtelo. --Yo tambien te quiero. --Y es verdad. El problema es que no lo amo. --He de ir al curro. No tardes; no abuses por ser la hija del jefe. --Me guina un ojo y me besa. --No lo hare.

  • Sol de mayo de Antonio Manzini

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    Cuarta novela de la serie protagonizada por el subjefe Rocco Schiavone, un personaje de una verdad y una profundidad tales que da la impresion de tener vida propia.

  • Un lugar para refugirarse de Mia Nizar

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    Un lugar para refugiarse.

  • Y tu que harias si. . . 1 de Lena Valenti

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    --?Has sacado al perro? Ya se habia acostumbrado a que Zac no le contestara cuando le decia hola al llegar a casa despues de un largo dia de trabajo. De hecho, ni recordaba cuando dejo que la indiferencia la albergara, ?cuando dejo de importarle que su marido no le respondiera? Suponia que, simplemente, paso una vez, y despues sucedio todos los dias como un ritual monotono y apatico. Olivia llegaba a su casa sobre las cinco y media de la tarde. Era la directora en funciones y de marketing de las grajeas Smiling, una marca de populares caramelos que se vendian en todo el mundo, como los Trident o los Smint, a diferencia de que los suyos tenian triptofano, una sustancia que ayudaba al cerebro a segregar serotonina, algo que segun los cientificos era <>. Heredo el negocio de su padre, un quimico farmaceutico que un dia decidio abandonarlo todo por su sueno, que no era otro que ayudar a que la gente se sintiese un poco mejor. Con los anos, Luis se prejubilo, aunque mucho le costo al buen hombre, porque adoraba su trabajo. Sin embargo, su hija, que habia estudiado marketing y direccion de empresas en la Universidad, estaba ya capacitada para llevar la compania y por fin delego sus labores en ella. Desde hacia cuatro anos, Olivia se hacia cargo del imperio de los caramelitos, a costa de pasar mas de ocho horas en las oficinas, recibiendo llamadas de distribuidores y vendedores de todas partes del mundo. Y esas mismas horas eran las que le pasaban factura al llegar a casa, en forma de un dolor de pies terrible y una migrana ocular muy molesta. Por eso, la cuarta cosa que hacia cuando llegaba a su hogar ademas de saludar a su marido, besuquear a su Gran Danes de dos anos llamado <> (porque era enorme) y descalzarse los zapatos de tacon, era abrir el armario del botiquin farmaceutico y tomarse un par de ibuprofenos de golpe. Despues, se dirigia de nuevo al salon, con Caballo pisandole los talones y lamiendole los tobillos, justo como hacia en ese instante. --Caballo, por el amor de Dios... No chupes --le espeto mientras tiraba de la pinza que le sujetaba el mono alto y perfecto. Ese era su look laboral favorito desde hacia un tiempo. Mono tenso y pelo recogido. No obstante, en su casa se liberaba y dejaba suelta y libre su melena rubia con reflejos cobrizos. Olivia fijo sus ojos verde azulados en Zac y se masajeo la nuca con los dedos. Tenia los hombros tan cargados que apenas se podia mover. Zac se encontraba donde siempre. En el sofa del salon, vestido con un chandal gris, con los pies embutidos en unos calcetines gruesos y negros, su MacBook Pro sobre las piernas, las gafas de ver de pasta negra resbalandole por la nariz, y sus ojazos de onix fijos en la pantalla mientras sus dedos no dejaban de teclear, como si hacerlo, detenerse, fuera pecado. Tenia el pelo despeinado, negro como el ala de un cuervo, con las puntas que le senalaban a todas partes, y la barba naciente moteaba su apuesta mandibula y su barbilla, marcada por un increible hoyuelo que a Olivia le fascinaba. Aun ahora, despues de cuatro anos de matrimonio, reconocia que su marido seguia siendo un hombre guapo y atractivo. --Zac --le repitio ella condescendiente. --Dime, preciosa --contesto ausente, concentrado en su ordenador. --Hola. ?Tierra llamando a Zac? --repitio con tono sarcastico, meneando la mano delante de su cara. --Hola, carino. Pero la saludaba sin verla, enfrascado como estaba en esa novela interminable que se habia comido dos anos y medio de su vida, casi toda la paciencia de Olivia y parte de su matrimonio. --Te he preguntado que si has sacado al perro --sujeto el dedo gordo de su pie y lo zarandeo un poco. --No. No he podido --argumento continuando con su escrito. --?No has podido? --Olivia se saco con brio la camisa blanca de la cinturilla de la falda de ejecutiva que siempre solia llevar. Conjuntos muy parecidos, de sobrios colores. Invariable estilo--. ?En serio? --se coloco con los brazos en jarra sin moverse, golpeando el parque con la punta del pie cubierto por las medias color carne y marcando el ritmo como un diapason. Nunca habia tenido mal caracter, pero ultimamente su paciencia pendia de un hilo muy fino--. ?Llevas aqui todo el dia, escribiendo en el sofa, y has sido incapaz de sacar a Caballo? ?Acaso esperas que yo venga de trabajar despues de mas de ocho horas de dura jornada y tenga que sacar a mi pobre perro que no ha salido en todo el dia? Esta vez, Zac alzo la mirada ante el tono poco amistoso de Olivia. Se subio las gafas hasta colocarlas en su sitio y sonrio como un angel pidiendo disculpas. Sabia que eso siempre le funcionaba con ella. Y lo peor, es que lo hacia sin maldad y sin animos de buscar ningun tipo de redencion. --Se me ha pasado el tiempo --se encogio de hombros. Olivia resoplo y puso lo ojos en blanco. --No me lo puedo creer... Sabes que Caballo jamas se hace caca ni pipi en casa. Que se aguanta aunque le estalle la barriga porque sabe que eso no esta bien y no nos gusta. ?Por que no eres capaz de pensar en el? <>, penso agriamente. --Lo se. Perdona, Olivia --Zac sacudio la cabeza y se reprendio a si mismo--. De verdad. Sabes que me pongo a escribir y se me va el mundo de vista... Estoy a punto de terminarlo. --Si, ya... --Olivia alzo la mano para detenerle--. Me lo llevas diciendo desde hace muchos meses --recalco con acidez. --Esta vez va en serio, carino. Me queda poco, son las paginas mas trascendentales de mi novela. Cuando la acabe, todo cambiara --la mirada de Zac se impregnaba en verdad, el se queria creer lo que decia, pero a ella ya no la convencia. Olivia siempre se mordia la lengua cuando le sacaba el tema de su libro. Zac dejo su trabajo como periodista tres anos atras en un periodico muy importante del pais para escribir una historia de la que todavia no le habia dejado leer un solo fragmento. Demasiado tiempo invertido en el mismo y en su manuscrito para que despues, al ser autor novel, nadie se lo fuera a editar. No sabia que tonterias y que suenos imposibles tenia Zac en la cabeza, pero Olivia habia pasado de decidir apoyarlo en todo, encargandose de la economia familiar, de la manutencion de su preciosa casa en Collserola, de responsabilizarse de todos los seguros, a dejar de creer en el y en su proyecto. Se habia hartado de verle hacer siempre lo mismo, sin conseguir frutos, arando un campo que parecia que no iba a germinar jamas. Sin ayudarla en nada. Olivia se habia hartado de deslomarse y de no recibir ni un masaje ni una palmadita de animo en la espalda. Desde hacia tres anos, para Zac solo existia su novela. Nada ni nadie mas. Olivia habia sido cruelmente relegada al olvido. Zac parpadeo un par de veces, esperando que ella cediera y no se enfadara demasiado con el. Y Olivia prefirio alejarse de las confrontaciones porque temia el dia en el que la discusion se le fuera de las manos, y dijera algo de lo que pudiera arrepentirse. Asi que, se alejo de su marido y se dirigio a su habitacion, zanjando la diatriba. Alli se puso ropa de correr. Sus pantalones cortos, sus Asics de colores, una susdadera de color negro, y sujeto a Caballo con la correa para realizar la quinta labor que sistematicamente hacia siempre al llegar a casa: darle una vuelta a su pobre perro que bien se merecia. Olivia ignoraria de nuevo lo que ella merecia o necesitaba, y pasaria por alto todo los detalles que Zac ya no tenia con ella. Y obviaria el hecho de que ese dia era su veintiocho cumpleanos y de que el lo habia vuelto a olvidar. Ni una cena romantica, ni un regalo hecho a mano, ni un beso ni un te quiero. Cero. Mientras se secaba las lagrimas de impotencia y frustracion de los ojos, su benevolencia la insto a que creyera una vez mas en el. Tal vez, solo tal vez, Zac decia la verdad. Acabaria la maldita novela, se centraria en recuperar su antiguo trabajo y lucharia por recuperarla a ella. Podia esperar un poco mas. Total, llevaba casi tres anos asi

  • Encierrate Conmigo (Todo Saldra Bien 12) de Laura Lopez Alfranca

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    Tras un buen rato de espera en soledad, Thelma habia llegado a la conclusion de que la muerte era mucho mejor que su vida. Incluso en aquella extrana sala con una mesa enorme, con silla negra a juego y ese extrano cuadro saliendo de esta; sin ser el cielo prometido por las Sagradas Escrituras, le parecia mucho mejor que la vida terrenal. Preferia aburrirse y sentir un terrible sueno mientras esperaba, que tener... No, no iba a pensar en su vida anterior. Es mas, si iba a tener una nueva vida en el Paraiso tras demostrar su modestia y temor de Dios, ya no necesitaba preocuparse por su curiosidad. Ya nadie la azotaria por ella y eso le hizo sentirse como nunca. Nadie la castigaria por... por existir, mucho menos tras ascender. Decidido: iba a ser quien siempre habia deseado. Eso le hizo resplandecer de felicidad, literalmente. Le gusto tener un arcoiris en el corazon y verlo brillar. Al final, a pesar del sufrimiento, tenia la sensacion de que podria ser feliz de verdad. Se estremecio y no pudo evitar un gritito de alegria. Se levanto, se sento en la gran silla de enfrente y toco el cuadro, que era completamente negro. Al hacerlo, de pronto le mostro algo... No creia que fuera arte, porque eran formas geometricas con nombres abajo. --Oh, brujeria --se dijo sin miedo. Eso era extrano, hasta no hacia mucho, la palabra le hacia temblar. Siguio tocando hasta que aparecio un rectangulo gris, que contenia varios chiquititos. Habia cuatro ceros rojos separados y una cara amarilla; no debia de tener muy buena salud. Pulso y de pronto aparecieron numeros de diferentes colores. Volvio a presionar y aparecio un cuadrado rojo con un punto negro, el rostro tenia mala cara. Pobre criatura. Iba a llorar por el, pero aguanto. --Lo siento, amigo. Lo acaricio para consolarlo y, de pronto, todo volvio a estar como al principio, incluso la cara amarilla sonrio otra vez. --La verdadera brujeria es muy extrana, pero no parece especialmente diabolica --se dijo no muy convencida, y volvio a apretar con el dedo. Tras unas cuantas pruebas, entendio que aquello debia de ser una especie de juego pernicioso a la par que divertido. No supo cuanto estuvo asi hasta que sintio una barbilla en su hombro, ni se sobresalto. Debia reconocer que le gustaba esa nueva faceta. --?Sabes? Tambien me aficione al buscaminas cuando llegue aqui --aseguro la mujer con una sonrisa--. Incluso tras tener tantas consolas, sigue siendo mi videojuego favorito. La miro; era una mujer hermosa de piel tostada, cabellos negros, ojos verdes y rasgos afilados. Sus ropas eran extranas, un tanto impudicas y comodas. Empezaba a temer que todos hubieran tenido razon con ella y hubiera acabado en el infierno. Incluso asi, la perspectiva no la asustaba. --?Consola? ?Es otro invento malvado? --pregunto Thelma con curiosidad. --Espera... --pidio la mujer y reviso dentro de lo que parecia papel amarillo, largo y doblado para contener papeles mas pequenos. Debia ser rica si podia permitirse semejante lujo--. Segun las notas, te hemos rescatado en plena epoca de colonizacion estadounidense y durante la caza de brujas. --He entendido la caza de brujas, pero todo lo demas me confunde. Thelma torcio el gesto, lo habia dicho con mucha ligereza. --La muerte nos quita el miedo. Se llama cerebro reptiliano, ?sabes? --aseguro la otra mujer y con un movimiento, la invito a sentarse--. Por lo que no debes temer, has llegado al lugar adecuado para ti. Entonces eso explicaba todo: no habia reptiles del miedo en su cabeza. ?Los reptiles se podian considerar demonios tambien? Nego con la cabeza. Debia ir poco a poco para descubrir lo que realmente ocurria. Por suerte, su interlocutora parecia dispuesta a hablarle. --Esto no parece el paraiso de las Sagradas Escrituras. --La reto con una sonrisa. Era una amiga, no una jueza y la trataria en consonancia. --No, es la antesala y podras ir alli una vez que acabemos, si quieres. ?Te parece bien escucharme? ?Deseas descansar un poco y cuando despiertes te explico? --inquirio la mujer. Thelma nego con la cabeza--. Entonces, lo primero que debo hacer es presentarme: mi nombre es Safo. --Encantada, lady Safo. --Solo Safo, por favor. Lady es para la intimidad --pidio la mujer con un guino. No la comprendio, pero le gustaba--. Lo segundo, es que no eres una bruja. --Al fin alguien me escucha. Era como quitarse un peso de encima. --Sin embargo, tampoco podemos catalogarte como una persona mundana. La miro sin comprender. ?Eso era bueno? Madre siempre decia que habia que tener cuidado con la soberbia, sobre todo las mujeres. --Eres una persona que jamas llego a desarrollar un talento maravilloso destinado a inspirar a las generaciones venideras. En tu caso, deberias haber sido una virtuosa de la musica --explico la mujer--. Aunque se les dieron diferentes senales a tus padres, estos no solo las ignoraron, sino que actuaron con miedo. ?Lo recuerdas? Thelma nego, no recordaba ningun caso en concreto y su familia siempre habia temido al mundo. El pastor y su mujer veian al maligno en cada esquina, incluso en su simiente. Casi podia escuchar a su madre llamandola perezosa porque estaba a punto de quedarse dormida, para luego citar algunos pasajes de la Biblia y golpearla para asegurarse de que escuchaba. --Asi que tenemos dos opciones: puedes ir a descansar en el paraiso de la religion de la que provienes --comento-- o convertirte en un espiritu y musa. --?Espiritu? ?Me convertire en un ser malvado? --pregunto y eso le disgusto porque no deseaba causar dano a nadie. --No, no, no. Volveras al mundo terrenal con tus recuerdos y moralidad, no vas a volverte malvada tras la muerte, solo faltaba. -- La calmo y ayudo Safo --. Se te mandara a un edificio sensible por concentrar a musicos y deberas inspirarlos para que sigan sus caminos, tanto para desarrollar su potencial, como su bondad y felicidad. Ya sea presentandote ante ellos o en sus pensamientos con las tecnicas que consideres oportunas. --?Que considere oportunas? --Exacto, eres tu quien escoge la forma y a quien dar tus dones y tu ayuda. Eso sonaba mucho mejor, sin duda alguna. Bostezo. No sabia si deseaba volver a la vida tras la suya; pero tener un proposito tras la muerte, y tan noble, poco apropiado para alguien como ella... era tentador. --Cuanto mas poder vayas obteniendo, mas amplio sera tu rango de influencia y podras trabajar con otras como tu. Le explico datos sobre movilidad, poderes como espiritu y otros como musa, conocimientos y habilidades que se le concederian cuando aceptase; ademas de que despertaria sin el dolor pasado y cualquier trauma que cargase. Sonaba muy bien, pero no podia pensar. Lo que mas deseaba era descansar durante una eternidad. Le vino a la cabeza algo que decia la comadrona del pueblo: <>. Debia ser igual de cansado salir de la misma. --?Debo decidir ahora? Desearia poder descansar un poco y orar para encontrar la mejor solucion. --Con dormir sera suficiente. La oracion aqui se hace redundante --aseguro Safo--. En cuanto sientas que recuperas las fuerzas tras tu vida y te decidas a un nivel emocional, apareceras alli donde corresponde. Habria deseado preguntarle mucho mas, pero volvio a abrir la boca y la mujer la tapo con una manta pesada, mullida y tan agradable como el fuego del hogar. Cerro los ojos y se dejo descansar. Cuando los volvio a abrir, oyo un ruido muy alto y a alguien gritando. Se preocupo, ?era el infierno? Miro alrededor y se golpeo la cabeza con una lampara; siseo, ya podria haber aterrizado en otro lugar que no fuera el techo. Por suerte, eso hizo que los conocimientos vinieran a su cabeza con suavidad, como cuando la niebla se despliega por encima de la hierba y la cubre. Escucho con mas atencion e identifico que eso no era un grito infernal, sino un tipo de musica llamada heavy metal. Siguio atendiendo y en su cabeza pudo ver la partitura especialmente compleja de esa cancion. Sonrio con orgullo sobre sus nuevos conocimientos; le gustaban mucho. Aunque no estaba satisfecha con solo eso, sentia hambre de mas. Ojala pudiera encontrar la forma de anadir mas sabiduria a su cabeza. Estaba permitido y aplaudido, como su cabeza le dijo en sus recuerdos. Estaba bien que tuviera forma de consultar sus dudas mentalmente. Miro hacia abajo y reconocio que se encontraba en un cuarto de estar. Se concentro: Espana, Madrid, un edificio antiguo --por las paredes y el ladrillo que vislumbro por sus nuevos poderes--. La decoracion del cuarto de estar era mas bien clasica, pero la television era de ese ano. De pronto, sintio en su corazon la musica del mundo y lloro conmovida por su indescriptible belleza. Era otro idioma que comprendia a la perfeccion, uno que hablaba directamente al corazon y ella debia traducirlo para llevar felicidad a otras personas. Suspiro y dejo de mirar con su vista, su alma podia ver las melodias y las historias que las acompanaban: podia percibir personas ancianas con talento sin explotar, gente mas joven perdida en sus caminos y pequenos que no habian florecido. No solo humanos, sino criaturas que en vida habia considerado perversas y las habria temido. Suspiro, aliviada de poder aprender de nuevo y mejor de aquel mundo que, de pronto, se le antojo inmenso aunque estuviera limitado a varias casas. Podria descubrir de primera mano la evolucion de las sociedades, los nuevos inventos... Conocer. Conocer sin que nadie decidiera que debia ser quemada. Iba a dar las gracias a Dios, cuando de pronto alguien empezo a golpearla con fuerza con una escoba por el costado. La musica habia cesado, la del mundo y la de la casa. --!Lo que me faltaba, un fantasma malvado para encantar el piso! --exclamo una anciana de voz rasposa sin dejar de atizarla. --!No soy malvada! --Nina, no mientas, seguro que te ha mandado la del tercero. Voy a quejarme de ella en la junta de vecinos del viernes, !su, su, su... fantasma! --insistio--. !Vete antes de que te exorcice y te duela mas!

  • Por y para siempre (La Posada de Sunset Harbor 2) de Sophie Love

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    --Buenos dias. Emily se estiro y abrio los ojos. La imagen que le dio la bienvenida era la mas hermosa que hubiese podido imaginar: Daniel, rodeado por las limpias sabanas blancas y con el halo de la luz matutina besandole el cabello revuelto. Inspiro una bocanada de aire profunda y satisfecha, preguntandose como habia podido alinearse su vida de un modo tan perfecto. Parecia que el destino, tras tantos anos de dificultades, por fin habia decidido darle un respiro. --Buenos dias. --Le devolvio la sonrisa con un bostezo. Volvio a acurrucarse bajo las sabanas, sintiendose comoda, abrigada y mas relajada de lo que lo habia estado nunca. La calma silenciosa de las mananas en Sunset Harbor contrastaban drasticamente con el ajetreo de su antigua vida en Nueva York. Podria llegar a acostumbrarse a aquello: al sonido de las olas rompiendo a lo lejos, al olor del oceano, a tener a un hombre atractivo tumbado junto a ella en la cama. Se levanto y fue hacia las puertas cristaleras que daban al balcon, abriendolas para poder sentir la calidez del sol en la piel. El oceano destellaba en la distancia, y los rayos de luz iluminaron el dormitorio principal que tenia a la espalda. A su llegada, hacia seis meses, habia sido un desastre lleno de polvo, pero ahora era una ensenada de tranquilidad de paredes y sabanas blancas, alfombra suave, una preciosa cama con dosel y mesitas de noche antiguas cuidadosamente restauradas. En aquel momento, con el sol dandole en la cara, Emily sintio que por una vez todo era perfecto. --?Estas lista para tu gran dia? --dijo Daniel desde la cama. Emily fruncio el ceno, con la cabeza todavia demasiado embotada por el sueno como para comprenderle. --?Mi gran dia? Daniel sonrio con suficiencia. --Tu primer cliente, ?recuerdas? A los pensamientos de Emily le hicieron falta un segundo para caer en la cuenta, pero enseguida recordo que tenia a su primer cliente, el senor Kapowski, durmiendo en la habitacion al final del pasillo. La casa que se habia pasado seis meses restaurando habia pasado de ser un hogar a un negocio, y aquello significaba que tenia que preparar un desayuno. --?Que hora es? --pregunto. --Las ocho --contesto Daniel. Emily se quedo paralizada. --?Las ocho? --Si. --!No! !Me he quedado dormida! --exclamo, volviendo a entrar a la carrera al dormitorio desde el balcon. Cogio el reloj despertador y lo agito con furia--. !Se suponia que tenias que despertarme a las seis, maldito cacharro! Lo volvio a dejar con un golpe sobre la mesita de noche y despues se apresuro hacia la comoda en busca de algo de ropa, lanzando sueteres y pantalones por todas partes. Nada le parecia lo bastante profesional.; habia tirado a la oficina toda la ropa que habia tenido para la oficina de su antigua vida en Nueva York, y ahora todo lo que tenia era ropa practica. --Tranquila --rio Daniel entre dientes desde la cama--. No pasa nada. --?Como que no pasa nada? --gimoteo Emily, saltando a la pata coja mientras se ponia unos pantalones--. !El desayuno empezaba a las siete! --Y solo hacen falta cinco minutos para escalfar un huevo --anadio Daniel. Emily se quedo paralizada alli donde estaba, medio vestida y con cara de haber visto a un fantasma. --?Crees que querra huevos escalfados? !No tengo ni idea de como escalfar un huevo! En lugar de tranquilizarla, las palabras de Daniel solo sirvieron para hundirla todavia mas en el panico. Arranco un arrugado sueter liliaceo del cajon y se lo paso con la cabeza, consiguiendo que la electricidad estatica le encrespase el cabello al instante. --?Donde esta mi mascara de pestanas? --pregunto, corriendo de un lado al otro--. ?Y podrias dejar de reirte de mi? --anadio, dirigiendo una mirada enfurecida a Daniel--. Esto no es divertido. Tengo a un huesped. !A un huesped que paga! Y no tengo mas que zapatillas de deporte que ponerme. ?Por que tire todos los tacones? Las risitas ahogadas de Daniel se convirtieron en carcajadas. --No me rio de ti --consiguio decir--. Me rio porque soy feliz. Porque estar contigo me hace feliz. Emily hizo una pausa; aquellas palabras tocaron algo en lo profundo de su ser. Lo miro, alli tumbado de manera languida como si fuera un Dios en su cama. Daniel tenia una cara con la que no se podia estar enfadada mucho tiempo. Daniel aparto la vista. Aunque Emily ya estaba acostumbrada a que Daniel se encerrase en si mismo cuando demostraba demasiado lo que sentia, aquello seguia poniendola nerviosa. Los propios sentimientos de Emily eran tan evidentes que era como si fuera trasparente. No le cabia duda de que siempre llevaba el corazon en la mano. Pero a veces Daniel la hacia sentirse perdida. Con el nunca estaba segura, y aquello le recordaba de manera casi dolorosa a sus relaciones anteriores y a la falta de estabilidad que habia sentido en ellas, como si estuviese de pie en la cubierta de un barco que se balancease sobre el mar y nunca fuese a acostumbrarse al balanceo. No queria que aquella historia se repitiese con Daniel, queria que con el fuese distinto. Pero la experiencia le habia ensenado que en la vida es muy raro conseguir lo que se desea. Volvio a girarse hacia la comoda, ahora en silencio, y se puso unos pequenos pendientes de plata. --Tendra que servir --dijo, desviando la mirada del reflejo de Daniel en el espejo para mirarse a si misma, y su expresion paso de ser la de una chica llena de panico a la de una mujer de negocios decidida. Salio con paso firme del dormitorio y se lo encontro todo sumido en el silencio. El pasillo del segundo piso era ahora imponente, con unas preciosas lamparas de pared y una arana en el techo que atrapaba la luz del sol matutino y la reflejaba en todas partes. El suelo de madera se habia pulido hasta la perfeccion, anadiendo un toque rustico pero glamuroso. Emily miro hacia la puerta que habia al final de dicho pasillo, la puerta de la habitacion que previamente habia pertenecido a Charlotte y a ella. Restaurar aquella habitacion habia sido lo mas dificil de todo, puesto que para ella habia sido como borrar a su hermana. Pero todas las cosas de Charlotte estaban ordenadas con cuidado en un rincon especial del atico, y Serena, amiga de Emily y artista local, habia creado algunas obras de arte asombrosas con la ropa de su hermana. Aun asi, seguia sintiendo un cosquilleo en el estomago al saber que habia un desconocido durmiendo al otro lado de aquella puerta, un desconocido al que ahora tenia que servirle el desayuno. En sus fantasias de convertir la casa en un hostal nunca habia llegado a imaginar como seria realmente, que aspecto tendria ni como se sentiria al respecto. De repente le parecia que no estaba preparada en lo mas minimo, como si fuera una nina jugando a ser adulta. Recorrio el pasillo hacia las escaleras asegurandose de hacer el minimo ruido posible. La nueva alfombra color crema era esponjosa bajo sus pies, y no pudo evitar mirarla con adoracion. La transformacion de la casa habia sido una autentica maravilla que contemplar. Todavia quedaba trabajo por hacer: el tercer piso en concreto era un completo desastre, con habitaciones en las que todavia ni habia entrado, y aquello sin mencionar los demas edificios de la propiedad que contenian una piscina abandonada y todo un ejercito de cajas que organizar. Pero lo que habia conseguido hasta el momento con una pequena ayuda de la amable gente de Sunset Harbor todavia le sorprendia. La casa le parecia ahora una amiga, una que todavia tenia secretos que compartir. De hecho, habia una llave en concreto que estaba demostrando ser todo un misterio; no importaba lo que intentase Emily, no conseguia encontrar que era lo que abria. Lo habia comprobado todo, desde los cajones de los escritorios hasta las puertas de los armarios, pero todavia no lo habia encontrado. Bajo la larga escalera que ahora contaba con unas barandillas pulidas y relucientes, la esponjosa alfombra de aspecto resplandeciente y los afianzadores de cobre que destacaban los colores a la perfeccion. Pero mientras bajaba admirandolo todo, se percato de que habia una mancha en la alfombra: una huella de barro desdibujada. Era claramente la huella de la bota de un hombre. Se detuvo en el ultimo escalon. <>, penso. Pero entonces noto que la huella se alejaba de ella, dirigiendose hacia la puerta principal, lo que significaba que la persona habia bajado las escaleras. Y si Daniel seguia en la cama, entonces aquella huella solo podia pertenecer a su huesped, el senor Kapowski. Emily se apresuro hacia la puerta y la abrio a toda prisa. El senor Kapowski habia llegado con su coche el dia anterior por el camino de entrada recien pavimentado y habia aparcado justo alli. El coche ya no estaba. Emily no se lo podia creer. Se habia ido. CAPITULO DOS Llena de panico, volvio a entrar corriendo en la casa. --!Daniel! --grito desde el pie de las escaleras--. !El senor Kapowski se ha ido! !Se ha ido porque no me he levantado a tiempo de prepararle el desayuno! Daniel aparecio en lo alto de las escaleras cubierto unicamente con unos pantalones de pijama, dejando al descubierto los hombros anchos y el pecho musculoso. Su cabello estaba enmaranado, lo que le daba el aspecto de un estudiante que se hubiese levantado con prisas. --Seguramente tan solo haya ido a Joe's --repuso, bajando las escaleras hacia Emily al trote--. Mencionaste lo buenos que son sus gofres, ?recuerdas? --!Pero se supone que yo le tengo que preparar el desayuno! --exclamo Emily--. El hostal es un B&B, de bed and breakfast, alojamiento y desayuno, no un B de bed a secas! Daniel llego al pie de los escalones y la tomo entre sus brazos, abrazandola suavemente por la cintura. --Quizas no se haya dado cuenta de lo que significa la segunda B. Quizas creia que significaba <>. O banana --bromeo. Le dio un beso en el cuello, pero Emily lo aparto agitando la mano y se escabullo de su abrazo. --!Daniel, deja de hacer el tonto! --espeto--. Esto es serio. Es mi primer huesped y no me he despertado a tiempo de hacerle el desayuno. Daniel sacudio la cabeza y puso los ojos en blanco con afecto. --No es para tanto. Habra bajado a desayunar junto al oceano en lugar de eso. Esta de vacaciones, ?te acuerdas? --Pero desde mi porche se ve el oceano --tartamudeo Emily con una voz que empezaba a fallarle. Se dejo caer sentada en el ultimo escalon sintiendose pequena, como una nina que hubieran castigado a sentarse alli, y dejo caer la cabeza entre las manos--. Soy una anfitriona horrible. Daniel le froto los hombros. --Eso no es verdad. Simplemente todavia no le has cogido el ritmo. Todo es nuevo y extrano, pero lo estas haciendo bien. ?Vale? Dijo aquella ultima palabra con firmeza, casi con paternalismo, y Emily no pudo evitar sentirse reconfortada. Alzo la mirada hacia el. --?Quieres que te escalfe a ti un huevo al menos? --pregunto. --Eso seria un detalle --dijo Daniel con una sonrisa. Tomo el rostro de Emily entre las manos y le dio un beso en los labios. Fueron juntos a la cocina y el sonido de la puerta abriendose desperto a Mogsy y a su cachorro, Lluvia, de su duermevela en el lavadero que habia justo al otro lado de la puerta tipo granero. Emily sabia que mantener a los perros fuera de la cocina y de cualquier otra parte de la casa que necesitase para el negocio del hostal era un deber absoluto si no queria que le cerrasen el negocio al instante por higiene y salubridad, pero se sentia mal por confinar a los perros a un espacio tan pequeno de la casa. Se recordo a si misma que era una situacion temporal; ya habia conseguido que cuatro de los cinco cachorros de Mogsy fuesen adoptados por amigos del pueblo, pero Lluvia, el mas pequeno de la camada, era mas dificil de colocar, y nadie parecia ni remotamente interesado en aceptar a la madre. A fin de cuentas era, siendo amables, una perra callejera bastante fea. Tras llevar a los perros fuera y darles de comer, Emily volvio a la cocina. Mientras tanto Daniel habia logrado salir un momento al jardin para recoger los huevos que habian puesto aquella manana las gallinas Lola y Lolly, y habia preparado una jarra de cafe. Emily acepto una taza agradecida y aspiro el aroma antes de acercarse a los fogones Arga, otra de las reliquias de su padre que habia restaurado, y se puso a practicar el arte de escalfar huevos. De entre todas las habitaciones de la casa, la cocina era su preferida. Aquel pobre espacio habia sido victima del tiempo y el abandono a su llegada, y despues los habia asaltado una tormenta que habia provocado mas danos, y despues la tostadora se habia fundido y habia provocado un incendio. El dano por el humo habia sido mas destructor que el fuego en si: las llamas tan solo habian alcanzado un estante y consumido algunos libros de cocina, pero el humo habia conseguido filtrarse por todos los huecos y resquicios, dejando tras de si manchas negras y el olor de plastico quemado en todo lo que habia tocado. En tan solo seis meses, a aquella habitacion le habia pasado todo lo malo que podia pasarle. Pero tras algunas noches de trabajo duro, por fin habia sido restaurada por tercera vez y tenia un aspecto encantador con su frigorifico retro y su original palangana blanca victoriana Belfast, ademas de sus encimeras de marmol negro. --Resulta --dijo Emily, sirviendo su quinto intento de huevo escalfado en el plato de Daniel--, que no soy una cocinera tan mala despues de todo. --?Ves? --dijo Daniel, cortando la clara del huevo y dejando que la yema dorada cayese sobre la tostada--. Ya te lo habia dicho. Tienes que escucharme mas a menudo. Emily sonrio, disfrutando del humor amable de Daniel. Ben, su ex, nunca la habia hecho reir como lo hacia Daniel, y tampoco habia podido reconfortarla nunca en sus momentos de panico. Con Daniel era como si nada fuera nunca demasiado complicado para hacerle frente. No importaba si se trataba de una tormenta o un incendio, Daniel siempre le hacia sentir que todo iba bien, que podia arreglarse. Su estabilidad era uno de sus rasgos mas atractivos; podia calmarla y tranquilizarla del mismo modo en que la tranquilizaba el oceano. Pero aun asi Emily nunca estaba segura de que opinaba Daniel, de si sentia lo mismo que ella. Tenia la impresion de que su relacion era como la marea, y al igual que esta, no podian controlarla por mucho que lo intentasen.

  • La hermana luna (Las Siete Hermanas 5) de Lucinda Riley

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    La hermana luna es el quinto volumen de la emocionante saga de Lucinda Riley Las Siete Hermanas, una serie de novelas basada en la mitologia griega y en la astrologia que enamorara a sus lectoras y que en este caso nos transporta a Granada, Barcelona y Madrid.

  • la muneca tatuada de Abigail Villalba Sanchez

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    “A veces, ni siquiera yo se quien soy, ni que me trajo aqui. El tiempo pasa a mi alrededor como un velo de lluvia llevado por el viento, como un susurro gritado a la nada. Pero estoy aqui, guardando un secreto que nadie quiere conocer, que a nadie le interesa. Estoy sola, completamente aislada en la negrura y, sin embargo… continuo esperando. ?Que espero? No lo se. ?A quien? Tampoco. Solo tengo la certeza de que, al final, tras los dias que escapan por mi ventana llegara algo, y ese algo, cambiara mi vida” Ara releyo las lineas que estaban escritas en la pared. Tras dos largas semanas de busqueda, habia encontrado la puerta que daba a esa habitacion. Por fin. Apenas se habia fijado si algo era diferente a la primera vez que habia entrado, pues lo unico que le interesaba era saber si aquellas frases seguian alli. Suspiro profundamente y las acaricio con la yema de los dedos, con dulzura. A pesar del tiempo que habia empleado en investigar sobre ellas, no habia encontrado nada que arrojara un poco de luz sobre su misterio. Incluso habia buscado mas letras en su habitacion, Aun sabiendo que en esas cuatro paredes no habia nada de interes. Era frustrante y, a la vez, emocionante. De hecho, era lo unico emocionante que habia alli. --?Quien demonios eras? --pregunto, en un susurro y arrastrando las silabas, como si le costara vocalizar. Carraspeo, sacudio la cabeza y dejo su voz escondida en un rincon, apartada para otro momento. Despues se sento en el suelo y apoyo la espalda en la pared, justo al lado del parrafo. Sus ojos violetas se entrecerraron, mientras luchaban contra el polvo que ella misma habia levantado. Intento no toser pero, tras un incomodo momento, su pecho se contrajo dolorosamente en una serie de espasmos. Poco a poco, el polvo se asento y Ara consiguio tomar un poco de aire, pese a que este no era el mejor. Efectivamente, la habitacion seguia tal y como ella recordaba: mas pequena que el resto, pintada en un brillante tono azul y decorado con pequenos elefantes amarillos. Aparentemente, la habitacion de un nino. Pero ?por que parecia que ese nino nunca habia nacido? Todo estaba sin usar, impecable… salvo por la gruesa capa de polvo que cubria todo a su alrededor. Tras unos segundos de completo silencio, en los que ni siquiera ella se atrevio a pensar, Ara se levanto y deambulo por la habitacion, como si fuera la primera vez que lo hacia. Observo cada detalle, cada minuscula particula que conformaba ese pequeno y extrano universo. Acaricio los juguetes pulcramente colocados en la estanteria, y sonrio cuando noto en ella una inesperada ola de carino y esperanza. Ignoraba por que, pero aquellos sencillos elementos llenaban su mente de musica, de risas y de un incontrolable anhelo. No era la primera vez que le pasaba, asi que desecho como pudo los sentimientos y continuo con su escrutinio, esta vez, para acercarse a la cuna. Nunca antes lo habia hecho pero, como de costumbre, ignoraba por que. Quiza fuera porque las letras la habian llamado mas la atencion o, simplemente, porque le daba miedo encontrarse algo alli que no quisiera ver. Esa vez, sin embargo, impulsada por esa repentina necesidad de saber mas, se acerco y aparto el cobertor de seda azul con toda la lentitud del mundo. Y la vio… Y grito. Como si la poca voz que le quedaba quisiera escapar. En la cuna habia una muneca, una pequena, desnuda y con los ojos abiertos. Y en su frente, bajo el pelo rubio, habia dos palabras escritas, dos palabras que a ella se le tornaron eternas, hermosas y siniestramente vacias. Porque, ?quien se atrevia a decir “te quiero” a alguien que, en realidad, no existia? *** Ignoraba cuanto tiempo habia pasado desde que cerro los ojos. ?Una, dos horas? ?Quiza mas? La oscuridad rodeaba todo lo que tenia al alcance de la mano, incluso el reloj que marcaba las cinco y media de la manana. Enzo se estremecio cuando el frio acaricio sus brazos desnudos y su rostro, apenas despierto. Somnoliento, se paso la mano por la barba de tres dias que nacia en su menton y despues, bostezo sonoramente. No recordaba cuando se habia quedado dormido, ni siquiera recordaba haberse desnudado. Fruncio el ceno, se rasco la nuca y contemplo el reflejo de la television encendida, justo frente a el. Una pelicula porno brillaba en la pantalla, aunque sus gemidos baratos quedaban ahogados por el silencio de la habitacion. Ignoro por completo la pelicula y cogio el mando que reposaba junto a su cadera, apenas cubierta por la sabana. Aun asi, no fue consciente de que los canales pasaban ante sus ojos, en un vano intento de venderse a el, a sus ojos y a ese bolsillo que, cada dia, se llenaba de mas billetes. En realidad, su mente estaba muy lejos de alli, oculta en un lugar al que nadie queria entrar, ya que podian perderse tanto como el lo estaba haciendo. Al cabo de un rato, Enzo suspiro, cerro los ojos y se levanto. Era evidente que no podia dormir y, si podia evitarlo, no iba a perder el tiempo. Cogio de la silla sus pantalones de traje, su camisa blanca y una corbata que le gustaba bastante. Despues se paso una mano por el pelo, dejo que este se alborotara bajo ella y se puso los zapatos. Justo en ese momento, su movil, que habia quedado relegado a uno de los bolsillos, vibro con insistencia. --?Si? --pregunto, con suavidad. --?Papa? ?Eres tu? --Una voz sutil, apenas un silbido, atraveso la barrera del sueno y le hizo despejarse. --?Ocurre algo, princesa? --Enzo suspiro profundamente y se detuvo junto al ascensor. Una triste sonrisa se dibujo en sus labios, como tantas veces a lo largo de esos dos meses. --No… o si, no lo se. --La voz de la pequena parecio titubear, porque casi desaparecio--. La abuela dice que no vas a volver hasta dentro de mucho. ?Es verdad? Enzo se estremecio con fuerza al notar la tristeza implicita en esa frase, una desolacion tan arrolladora como la que el mismo cargaba. Trago con fuerza, carraspeo y se obligo a dar un paso mas, a seguir adelante a pesar de todo. --Volvere, Adriana. No se cuando, pero lo hare lo antes posible --contesto, sin ser capaz de mentirla--. ?Te ha explicado la abuela por que no estoy alli? ?Por que tengo que quedarme aqui? El silencio parecio alargarse durante lo que solo fueron unos segundos. Casi podian escucharse las dudas de la pequena hacerse palabras. --No demasiado bien. Dice que tienes una mision, como los heroes que salen en la tele --susurro, emocionada--. ?Es verdad? --Es verdad, si. Pero no soy ningun heroe de la tele --contesto, en el mismo tono cadente y dulce de la nina--. Solo soy un hombre que hace lo que tiene que hacer. De nuevo, el silencio se apodero de la conversacion. Ninguno dijo nada durante unos momentos, hasta que Enzo cayo en la hora que era. Tomo aire y lo solto con un suave bufido. --?Te has dado cuenta de la hora que es, canija? ?No deberias de estar en la cama? -- ?Si? Oh. --Adriana dejo escapar una carcajada llena de dulce picardia--. Ahora voy, promesa. --?Promesa de verdad? --!De la buena! Enzo sonrio, como solo el podia hacer en esos momentos: calmadamente, con suavidad, con paciencia. Con carino. Su corazon acelero sus latidos hasta que resonaron sobre el ruido del ascensor al llegar, sobre el ultimo silencio de la conversacion. Suspiro, aferro el telefono con mas fuerza y apreto la mandibula hasta que esta crujio. Como echaba de menos estar con ella. Como anhelaba volver atras en el tiempo, a esos estupidos momentos en los que sus brazos no eran el unico refugio. Como deseaba regresar a ese ideal que mantenia vivo en su cabeza, cual frenetica llama a punto de morir. Como dolia la cruda verdad. --?Adriana? --susurro, con la voz rota. --?Si, papa? --Te quiero. --?Estas…llorando? --pregunto, con tanta tristeza que el sintio como se le encogian las entranas de puro desasosiego. --No, carino. Los heroes no lloramos --contesto y tras dejar que una lagrima desbordara sus ojos, colgo. *** Hacia un frio horrible en aquella habitacion y Ara no tardo en ser consciente de ello. Se cruzo de brazos, se mordio el labio inferior y observo, de nuevo, la dichosa muneca que habia trastocado su mundo en tan solo unos segundos. ?Cuanto llevaba alli? ?Y por que? ?Era para ella o, simplemente, pertenecia a esa habitacion, como todo lo demas? Frustrada, se aparto de la cuna unos pasos y miro a su alrededor, sin saber bien donde posar sus ojos. De pronto, alli donde posaba su mirada veia algo nuevo, algo inquietante que hacia que su corazon latiera desbocado. Incluso el espejo que la reflejaba, con sus perfectas grietas a los lados, le parecia distinto. Ara se estremecio cuando el miedo que llevaba por dentro amenazo con salir mas deprisa de lo que ella podia soportar. La sensacion de que todo se le iba de las manos no fue tan fugaz como pensaba porque permanecio con ella incluso cuando, momentos despues, decidio salir corriendo. Hacia anos que no recurria a eso y hacia incluso mas que no huia de nada. Al menos, no estando despierta o consciente. El resto… bueno, con el resto de los miedos no podia hacer nada, porque incluso ella sabia que en las pesadillas no habia una manera justa de lucha. El pasillo parecia infinitamente largo y oscuro, lo cual era curioso, porque estaba perfectamente iluminado por pequenas lamparas de pared que apenas titilaban. Como siempre, las puertas se sucedian unas a otras: hechas de madera, de cristal, acero. Habia puertas desvencijadas, rotas, nuevas… cada una cerrando la entrada a un secreto que, tarde o temprano, descubriria. Sin embargo, y aunque su curiosidad innata la llevaba a querer abrirlas todas, esa vez solo se detuvo al llegar a una puerta en concreto. Una discreta, blanca y limpia, con un brillante veintidos anclado en ella. Ara suspiro freneticamente, abrio la puerta y volvio a cerrarla tras de si. Poco a poco sus latidos fueron tranquilizandose, hasta que se convirtieron en un murmullo apenas tapado por el ronco sonido del ventilador que giraba en el techo de la habitacion. Alli se iniciaban sus recuerdos, precisamente en aquella habitacion. Podria decirse que, de alguna manera, todo habia empezado alli, aunque no entendia ni como, ni por que. De aquel lugar, con sus paredes pintadas en verde y con aquellas cortinas blancas que rozaban el suelo, solo podia decir cosas buenas. --Por fin en casa --susurro quedamente, mientras se quitaba la fina camiseta de manga larga y la dejaba en el respaldo de una silla, donde se podian ver otro monton de prendas apiladas. Nadie contesto a su timido saludo aunque ella tampoco esperaba respuesta. Ignoraba el tiempo que llevaba alli, pero nunca se habia encontrado con nadie mas, aunque tenia la certeza de que no estaba sola. ?Como iba a estarlo, a fin de cuentas? Tendria que ser tonta para creer que toda la comida, el agua y la ropa aparecian por arte de magia. Alli, en algun lugar, habia alguien mas y era cuestion de tiempo que le encontrara. Ara sonrio brevemente cuando la conocida sensacion de bienestar acaricio su piel erizada. Obvio la television apagada y los relojes que marcaban las seis de la tarde, y despues, tras acariciar el lomo de los libros que se acumulaban en la mesilla, se dirigio al bano contiguo. Adoraba la rutina del dia a dia, a pesar de todo: despertar, sonreir, descubrir que habia tras la siguiente puerta. Despues, regresar a aquella habitacion, perderse en la dulzura del agua caliente… y esperar al dia siguiente. Era agradable, aunque una tarea solitaria que, poco a poco, mermaba su espiritu. A veces, no podia evitar hacerse preguntas mientras el agua mecia sus caderas llenas de cicatrices, rojizas, que parecian recientes. ?Por que ella? ?Por que alli? ?Por que siempre tenia la sensacion de que su vida era un sueno inconcluso? Pero las respuestas nunca llegaban, o al menos, ella nunca sabia interpretarlas correctamente, lo que era realmente frustrante.

  • Las Caricias del Jeque de Susan Stephens

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    Sola y embarazada, Lucy Gillingham estaba decidida a proteger a su futuro hijo de su peculiar familia. Pero Tadj, el atractivo desconocido con el que habia pasado una noche inolvidable, habia vuelto para revelarle un secreto sorprendente. !Estaba esperando un hijo de un rey del desierto! Tadj daria seguridad a su heredero, pero ?estaria Lucy dispuesta a aceptar aquella propuesta escandalosa y compartir el lecho real?

  • A la sombra de Caprice de Camila Winter

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    Arabella y El legado de la autora Camila Winter en esta antologia de romance victoriano.

  • El arte de conducir bajo la lluvia de Garth Stein

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  • El violinista en el balcon de Ana Alvarez

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    ?Desde cuando estar encerrado es un obstaculo para celebrar tu cumpleanos… y encontrar el amor?

  • El Muro de las Tormentas de Ken Liu

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    Kuni Garu, ahora emperador Ragin tras su victoria en la Guerra del Crisantemo y el Diente de Leon, se enfrenta a la tarea de hacer realidad sus ideales de justicia y conservar el poder en una corte en la que las rivalidades son cada vez mas abiertas. Distintas fuerzas y grupos pugnan por imponerse y se preparan para una lucha a largo plazo. Entre tanto, una nueva amenaza existencial se cierne sobre Dara desde el exterior. En la esperada continuacion de ” La gracia de los reyes ” Ken Liu da un nuevo giro a la fantasia con una poderosa novela en la que tienen cabida batallas epicas y controversias filosoficas, intrigas politicas y criaturas sobrenaturales, invenciones tecnologicas y luchas entre los dioses. y el examen mas extraordinario que se haya narrado nunca.

  • Angustia de Daniel Gonzalez

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  • No parare hasta conseguirte de Luca Castelli

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    Patricia no ha nacido ayer y sabe que la vida da muchas vueltas, pero ?tienen que ser precisamente en esa direccion? La joven pediatra no da credito al estrenar puesto de trabajo y comprobar que su jefe es, nada mas y nada menos... !que su ex!

  • La chica de un solo ojo de Cesar Garcia Munoz

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    Nota: La chica de un solo ojo es un relato de 7 capitulos.

  • La escuela no es un parque de atracciones de Gregorio Luri

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    Un perfecto analisis de la educacion actual para animarnos a volver a una escuela en donde el conocimiento valioso y las practicas soportadas por evidencias sean realmente el eje. Porque con la escuela no se juega.

  • Cosplay, Daniela S. K de Daniela S. K

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  • Uno entre diez mil (Crossboots 1) de Koral Standford

    https://gigalibros.com/uno-entre-diez-mil-crossboots-1.html

    Abigail Sheppard lo pierde todo cuando se encuentra en el mejor momento de su vida.
    Hundida, regresa al pequeno pueblo de Texas que la vio crecer en busca del apoyo incondicional de su madre.
    Mientras intenta superar sus inestables emociones, su peor enemigo, Ryan Townsend, aparecera cuando menos se lo espera.
    Eso provocara que los recuerdos de su pasado la golpeen de nuevo.
    Sobre todo, cuando descubre lo que el le ha estado ocultando durante todos estos anos.

  • El designio de los dioses de Alfonso Solis

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    Kalam, un joven medico procedente de la ciudad de Assur, emigra con su esposa Damkira y su hijo Nabui a Ninive, capital del imperio asirio. Gracias
    a sus habilidades medicas, consigue salvar la vida del todopoderoso rey Assarhaddon. Este, como agradecimiento, le nombra su medico personal y Kalam se traslada con su familia al palacio real. Pero poco le dura la felicidad al joven medico. Assarhaddon se encapricha de Damkira e intenta alejarle de ella enviandole a la guerra contra los temibles cimerios. Comienza asi un largo peregrinaje que le llevara desde el Egipto de los faraones hasta el Kushan de los yuezhi. El odio y los deseos de venganza guiaran sus pasos de nuevo hasta Ninive con el objeto de hacer justicia y asesinar al hombre que le habia separado de su amada familia.

  • ?Y si el secreto de la felicidad estuviera en la mente? de Alejandro Gonzalez

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    – ?Donde escondieron la felicidad?
    – ?Por que aprender a meditar?
    – ?Como empezar a meditar?
    – Tipos de meditacion: meditacion vipassana, meditacion budista, meditacion trascendental, meditacion zen…
    – Tecnicas de meditacion
    – Los 9 niveles de la meditacion
    – Antar Mouna o silencio interior
    – Concentracion o Trataka
    – Meditacion y conciencia testigo
    – Relajacion
    – Yoga Nidra
    – Yoga del sonido (Nada Yoga y Mantras para meditar)
    – Respiracion y Pranayama
    – Mindfulness o como disfrutar de la vida
    – Estado de flow
    – Haz que suceda

  • ?Quien te crees que eres? de Alice Munro

    https://gigalibros.com/quien-te-crees-que-eres.html

  • La mujer del heredero de Myrna Mackenzie

    https://gigalibros.com/la-mujer-del-heredero.html

    La fotografa de Bodas Bellas, Regina, creaba recuerdos perfectos que los novios conservaban para siempre. Sin embargo, al mirar las fotos de su propia boda se dio cuenta de que apenas conocia al hombre con el que se habia casado.

  • Decisiones arriesgada de Mar Carrion

    https://gigalibros.com/decisiones-arriesgada.html

    Megan Lewis es una joven periodista que trabaja en un periodico importante de Pittsburgh y que escribe sobre asesinatos violentos. Cuando una noche acude a la casa de su vecina de enfrente y descubre accidentalmente su cuerpo apunalado y sin vida, decide investigar el brutal asesinato. La victima trabajaba como chica de compania en La Orquidea Azul, una agencia cuyos clientes son hombres influyentes y adinerados. Para asegurarse el puesto de redactora jefe del periodico, Megan decide infiltrarse en la agencia, pero pronto se encontrara con los obstaculos que el policia encargado de la investigacion, el atractivo detective de homicidios Derek Taylor, pone en su camino. Megan tendra que debatirse entre la atraccion que siente hacia el policia, que es mutua y evidente, y el deber profesional que la reclama.

  • El taller de munecas de Elizabeth Macneal

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    La embriagadora historia de una joven que aspira a convertirse en artista y del hombre que, obsesionado con ella, amenaza con destruir su mundo para siempre.

  • La mentira que nos unio de Rose Days

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    Madeleine no penso dos veces cuando la casamentera del Londres le consiguio matrimonio con el unico heredero del conde de Yorkshire. Esa boda era muy importante para la joven, por muchos motivos.