• libro la vengadora - Florencia Canale

    https://gigalibros.com/la-vengadora.html

    “Juro que vengare tu muerte, Mariano de mi alma. Se que estaras orgulloso de mi, de mi valentia que es la tuya, que es la de la familia, la de los Boedo.”
    Damasita Boedo es la joven mas bonita de la alta sociedad saltena. Proveniente de una tradicional familia federal y tempranamente huerfana, crece junto con sus hermanos al cuidado de sus tios paternos. Su infancia y su adolescencia transcurren entre las atenciones solicitas de parientes y criados, y la alternancia festiva con las familias mas encumbradas de Salta. Sin embargo, muy temprano muestra un caracter impetuoso e indomable, que dara mas de un dolor de cabeza a quienes la rodean.

  • La vengadora - Florencia Canale | PlanetadeLibros

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    13 ene 2020 — Recibe cada mes las novedades de novela histórica. Cargando... Otros libros de Novela histórica.

  • LA VENGADORA | S. WILLIAMS | Casa del Libro

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    15 nov 2017 — El libro LA VENGADORA de S. WILLIAMS en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • LA VENGADORA | JANE FEATHER | Casa del Libro

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    El libro LA VENGADORA de JANE FEATHER en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • La vengadora (Fuera de colección) Versión Kindle - Amazon.es

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    La vengadora (Fuera de colección) eBook : Canale, Florencia: Amazon.es: Libros.

  • La vengadora eBook : Williams, S. - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/vengadora-S-Williams-ebook/dp/B076H8N1SW

    Mirar en el interior de este libro. La vengadora de [S. Williams] ... La vengadora es una novela original, que engancha de inmediato y no da un respiro ...

  • La vengadora - Libro de Jane Feather - Lecturalia

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    Resumen y sinópsis de La vengadora de Jane Feather ... Este libro todavía no ha sido comentado ¿Quieres ser el primero ? Otros libros del autor.

  • La vengadora - S. Williams - Babelio

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    La vengadora par Williams Añadir a mis libros · S. Williams. ISBN : 8466661980. Editorial: Ediciones B (15/11/2017). Calificación promedio : 3.75/5 (sobre 2 ...

  • La vengadora | Penguin Libros ES

    https://www.penguinlibros.com/es/novela-negra-misterio-y-thriller/10963-libro-la-vengadora-9788466661980

    La vengadora es una novela original, que engancha de inmediato y no da un respiro hasta la última página.

  • la vengadora - feather, jane - Librería Luces

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    Jane Feather es una de las escritoras de novela romántica de mayor fama y reconocimiento mundial. Con más cinco millones de libros vendidos en todo el mundo, la ...

  • El segundo sexo de Simone De Beauvoir

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    “El segundo sexo” no solo ha nutrido a todo el feminismo que se ha hecho en la segunda mitad del siglo, sino que es el ensayo feminista mas importante de la centuria. Todo lo que se ha escrito despues en el campo de la teoria feminista ha tenido que contar con esta obra, bien para continuarla en sus planteamientos y seguir desarrollandolos, bien para criticarlos oponiendose a ellos. “El segundo sexo”, que es el ensayo de una filosofa existencialista, se encuadra en el ambito mas amplio de un pensamiento ilustrado que toma de la ilustracion precisamente sus aspectos positivos, emancipatorios; ante todo, una concepcion igualitaria de los seres humanos, segun la cual la diferencia de sexos no altera su radical igualdad de condicion. Al mismo tiempo, es un ensayo filosofico que analiza el hecho de la condicion femenina en las sociedades occidentales desde multiples puntos de vista.

  • Azael de A.g. Dones

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    He vuelto a encontrarlo, al hijo prodigo, tan mundano como cualquiera de los mortales a los que jamas debio acercarse, tan quebrantado como unicamente puede estarlo quien ha padecido la Eternidad entre ellos.
    Desde mi atalaya celestial, observo sus actos desesperados para cumplir el mandato de mi Padre, que es tambien el suyo.
    Yo, que todo puedo verlo, lo contemplo sin comprender como puede preferir mi hermano esta vida entre mortales. Poco importa, seguire observando con la paciencia que da la inmortalidad y tal vez asi alcance a comprender que le hizo caer; por que, siendo los dos tan iguales, somos ambos tan distintos.
    Mi hermano se ha protegido a si mismo con la coraza de un cascaron vacio, pero, si los mortales pudieran ver mas alla, si trataran de conocerlo realmente, si fueran apenas conscientes de su naturaleza... entonces lo amarian y temerian tanto como a sus falsos dioses.

  • Busca la felicidad de Sophie Saint Rose

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    La vida de Beverly era un autentico desastre. No tenia ilusion por nada y solo se le alteraba el corazon cuando veia a su jefe. Asi que Julia, su angel de la guarda, le da un empujoncito para que se espabile. ?Pero no habra cambiado su vida demasiado rapidamente?

  • La doctora de Silvia Tarrago

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    El amor a la medicina y el apoyo incondicional que se dan entre ellas haran invencibles a estas cuatro mujeres ante los recelos de una sociedad que, gracias a ellas, empieza a cambiar.

  • Una vida de perros de Estefania Salyers

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    Si el amor de tu vida se casa con otra, no te preocupes, tienes tres remedios para superarlo: tu mejor amiga, la Gran Manzana y un perro faldero.

  • Madame B de Sandrine Destombes

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    Una ultima revision general y Blanche Barjac podria cerrar la puerta del piso. Ya habia acabado con las manchas que quedaban y estaba impaciente por volver a casa. Le dolian los hombros y estaba convencida de que se le habian pelado las rodillas de estar toda la noche agachada. Habia tenido que cambiar la alfombra y la disposicion de los adornos, pero en general se sentia bastante satisfecha. Tenia que empezar a hacer deporte cuanto antes. Todos sus musculos se lo pedian a gritos. Adrian ya la habia advertido. A partir de cierta edad, ese trabajo se convertia basicamente en un desafio fisico. Pero Adrian tenia setenta y seis anos, y todo lo que decia parecia en mayor o menor medida un consejo de sabio, asi que Blanche se habia acostumbrado a escuchar solo lo que le interesaba. Tendria tiempo para pensar en la artrosis y el reumatismo. Iba a cumplir treinta y nueve a finales de ano. Lo unico que necesitaba era hacer un poco de ejercicio. Desde hacia unos meses, Blanche habia empezado a separar residuos. Ella misma llevaba las bolsas de basura, recicladas y reciclables. Era su toque personal. Implicaba algunas gestiones mas, pero al fin y al cabo cada uno debia poner un poco de su parte. Por supuesto, siempre quedaban algunos desechos inclasificables, sobre los que Blanche no habia encontrado ninguna indicacion en internet o que simplemente no podia tirar. Por lo general, dejaba que Adrian se ocupase de ello. Con cuarenta anos de experiencia a sus espaldas, la eficacia de sus metodos habia quedado mas que demostrada. El habia intentado transmitirle todo su saber, pero Blanche preferia que se reservase algunos secretos. Sabia que, mientras aun tuviera cosas que ensenarle, el viejo hombre permaneceria a su lado. Blanche cerro con cuidado para no dar un portazo al salir. El propietario le habia asegurado que en esa planta no vivia nadie mas, pero la discrecion siempre era de rigor, sobre todo a altas horas de la noche. Por mas que llevase ropa neutra y fuese con la cabeza gacha en todo momento, la carretilla plegable llena de bolsas de colores era lo bastante llamativa para que alguien pudiera recordarla, llegado el caso. Sin embargo, tenia un punto a su favor. Nadie se fijaba en una senora de la limpieza. A lo sumo, algun testigo podria recordar la estatura o su aspecto a grandes rasgos, pero jamas seria capaz de describir su rostro con precision. En el ascensor que la llevaba al aparcamiento, Blanche reflexiono sobre su vida y su profesion. Hasta el momento su trabajo era irreprochable, pero ?por cuanto tiempo mas? Adrian ya no era joven, y sin el tendria que dejarlo. Con el dinero que habia ahorrado podria mantenerse unos cuantos anos, pero ?que haria en su dia a dia? Su madre habria sabido encontrar las palabras para calmarla, pero ya no estaba, y desde hacia un tiempo la echaba muchisimo de menos. Apreto las mandibulas varias veces. No era el momento ni el lugar para ponerse a dudar del futuro o rememorar el pasado. Aun tenia un arsenal de cosas por hacer antes de enviar las fotos del resultado. Le llevaria como minimo una hora de viaje llegar a casa de Adrian, sin contar la parada en el vertedero. Despues tendria que examinar la informacion que contenian el ordenador y el movil que habia rescatado en el piso y hacer capturas de pantalla de lo que considerase relevante antes de destruir a conciencia ambos dispositivos. Y aun faltaria quemar los ultimos indicios y su propia ropa antes de poder disfrutar de un desayuno en familia bien merecido. Ser limpiadora requeria cierto rigor y Blanche Barjac era una de las mejores. 2 Hacia una semana que Blanche esperaba pacientemente un nuevo encargo. Habia vuelto a su estudio de la rue Halle, en el distrito XIV de Paris. En cualquier otra parte se habria pasado los dias caminando arriba y abajo, pero alli el techo abuhardillado no le permitia dar mas de cinco pasos seguidos. Habia aprovechado el obligado descanso para poner sus documentos en orden. Oficialmente, Blanche se comprometia a eliminar todo rastro de sus intervenciones. Una vez cumplida la mision, los clientes no tenian nada que temer. Estaba en juego su propia reputacion. Adrian incluso le habia dejado una frase preparada por si le preguntaban sobre el tema. Pero Adrian tambien la habia advertido acerca de la precariedad laboral del sector y la necesidad de tomar ciertas precauciones. Aparte de obligarla a abrir un plan de ahorro al inicio de su carrera profesional, el viejo hombre le habia ensenado como cubrirse las espaldas. No se trataba de chantajear a nadie, sino de tener un seguro de vida. Si llegasen a detener a uno de sus clientes, Blanche necesitaba poder recordarle hasta que punto era imprudente implicarla. Por eso conservaba con sumo cuidado un souvenir mas o menos incriminatorio de cada mision: el arma del crimen, una fotografia, un mensaje… No era una decision premeditada, pero hasta la fecha sus grandes limpiezas siempre le habian permitido hacerse con algun elemento inculpador. Los objetos los almacenaba Adrian en su cobertizo, y Blanche se encargaba de digitalizar y archivar lo demas en su ordenador. Una base de datos le facilitaba tener los expedientes actualizados. Blanche acababa de rellenar la ficha 92 y se preguntaba que sentiria cuando llegase a la numero 100. Puede que se regalase un viaje para celebrarlo. Sonaba con conocer Argentina, pero siempre encontraba alguna excusa para posponerlo. En realidad, Blanche era incapaz de alejarse de Adrian. Era un pilar para ella, su protector. Desde hacia un tiempo la animaba a que se distanciase un poco, a que pasase unos dias sin contactar con el. Sin embargo, el resultado era poco convincente. Blanche habia vuelto a morderse las unas y se olvidaba a menudo de tomar la medicacion. Este ultimo argumento habia sido mas efectivo que ningun otro, asi que Adrian la esperaba a ultima hora del dia. Mientras tanto, Blanche ocupaba el tiempo como podia. Catalogar el ultimo encargo que habia hecho no le llevo mas de media hora. Era un caso clasico de limpieza que no habia exigido demasiado trabajo. A un hombre de negocios casado y con dos ninos se le habia ido la mano con el trabajador sexual que habia recibido en casa mientras su pequena familia disfrutaba de la nieve en Courchevel. Su primera reaccion fue llamar a su abogado, quien le aconsejo los servicios de RecureNet & Associes.

  • Con vistas al mar de Sherryl Woods

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    Hannah Matthews estaba orgullosa de su capacidad para solucionar cualquier crisis. Sin embargo, con la negativa de su abuela a irse a una residencia, el inesperado embarazo de su hija y la repentina vuelta de un antiguo amor a su vida, tenia que enfrentarse a unas cuantas crisis. Y el hecho de haber tenido que volver a la casa de su infancia, en Seaview Key, era otro motivo de estres.

  • Morir no es tan facil de Belinda Bauer

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    El cuerpo que Patrick Fort esta examinando en clase de anatomia intenta decirle que ha sido victima de un asesinato. La vida ya es suficientemente extrana para el obsesivo Patrick, que padece el sindrome de Asperger, incluso antes de tratar de resolver un posible homicidio. Sin embargo, se vera obligado a unir las sutiles piezas de un rompecabezas a traves de pistas silenciosas que gritan por existir, en una sofisticada investigacion que le hara sentirse vivo mientras tiene la muerte muy cerca.
    Galardonada con el Premio Theakstons Old Peculier de Novela Negra 2014 por ser, segun los miembros del jurado, <>, Morir no es tan facil es tambien una novela original y unica, que inaugura una nueva manera de entender el thriller psicologico, y que llevara al lector hacia nuevos territorios: el de la perplejidad, la sonrisa extrana, el humor negro, el asombro y el miedo, con un final tan brillante como sorprendente.

  • Rendicion (Premio Alfaguara de novela 2017), Ray Loriga de Ray Loriga

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  • Un amor de otra galaxia de Patricia Robledo Sanchez

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    Novela de ficcion romantico-erotica. Nos cuenta el exodo de una parte privilegiada de la humanidad, en busca de un planeta donde sobrevivir, a causa de la destruccion de la Tierra. Jane, una periodista muy audaz y Jack, el piloto, viviran una torrida relacion a bordo de la nave que se vera truncada por los acontecimientos. Nuestra protagonista descubrira los planes ocultos de los humanos poderosos, pero no podra evitar el desastre que se les avecina. Wine es uno de los seres alienigenas que recibira a los humanos y que se interpondra entre Jane y Jack, formando un triangulo amoroso con un impredecible final, tanto para ellos tres como para el resto de los humanos.

  • Niebla en Tanger de Cristina Lopez Barrio

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    El 24 de diciembre de 1951 Paul Dingle desaparecio en el puerto de Tanger sin que se llegara a saber que fue de el. Sesenta y cuatro anos despues, Flora Gascon sospecha que es el mismo hombre con el que ha tenido una aventura en Madrid y del que se ha enamorado. El nexo entre ellos: Niebla en Tanger, la novela que Paul tenia sobre su mesilla de noche.

  • Extasis (Celebrity 3), M. S. Force de M. S. Force

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  • El nino que comia lana de Cristina Sanchez-andrade

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    Un nino traumatizado por la desaparicion de su cordero empieza a comer lana, que vomita en forma de bolas; un ama de cria suena con emigrar a America mientras mantiene la leche utilizando a un perrito; a un marques le proporcionan dentaduras postizas de dudosa procedencia; a un nino le extirpan las amigdalas, que acaban convertidas en trofeo; un naufrago logra sobrevivir gracias a un secreto inconfesable; una anciana toma una decision inaudita tras la muerte de su marido; un oficinista selecciona por catalogo a una novia que al final resulta no ser la mujer con la que sonaba…

  • Tuya Sin Limites 3 de April Russel

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    Mikhail ha decidido dar ese paso que tanto le costo dar por miedo a su pasado, proponerle matrimonio a Megan. Para ella todo parece estar perfecto. Aunque aun no conoce por completo al que en unos meses sera su esposo. Megan se ha puesto como meta descubrir sus limites sexuales en esas diez salas, donde lo unico que sabe es que una vez entre, no podra arrepentirse de hacer lo que haya dentro. Pero ni el sexo, ni la fama y mucho menos un anillo de compromiso en su anular le hace feliz por completo. Quiere conocer eso que tanto atormenta a Mikhail. Un secreto que al ser revelado, puede fortalecer su relacion, como destruirla por completo. El peor temor de ese hombre frio y gelido que lo unico que ha conocido en la vida es dolor, y sufrimiento.

  • Erase una vez en Londres de Laura Maqueda

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    ?Puede el modelo mas famoso del mundo enamorarse de una chica corriente?

  • Dulces caricias (Pretty 2) de M. Leighton

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    --!Que pasada! Este lugar es impresionante --dice Sig Locke cuando los guio a nuestra fiesta privada atravesando las puertas del Exotique, uno de los elitistas clubs de baile que poseo. --?Estas segura de que quieres hacerlo? --Hemi, mi hermano pequeno, esta hablando con su novia, Sloane. Ella sonrie. --Cielo, esto es para Sig. Quiero que su primer viaje a Chicago sea inolvidable. Ya te lo he dicho. Ademas --le dice, inclinandose para morderle la barbilla--, quiza yo pueda aprender algunos movimientos. La sonrisa de Hemi es lenta, pero yo se lo que esta pensando. Ya esta imaginandola bailando en una pole dance, realizando un numerito privado solo para el. --!Oh, Dios! --interviene Sig al tiempo que se tapa los oidos con las manos--. !No quiero escuchar nada de eso! Me rio y sacudo la cabeza, deteniendome para mirar a mi alrededor. Siempre siento una mezcla de orgullo y excitacion cuando entro en uno de mis clubs. He levantado un imperio de clubs de baile elegantes, unos locales elitistas que se extienden por Estados Unidos y otros paises. Y aunque no suelo visitar ninguno mas de dos veces al ano, entrar en cualquiera de ellos es todo un impacto. Todo sigue exactamente igual que cuando estuve aqui hace trece meses. Los suelos de marmol negro relucen, la barra de cromo brilla bajo las suaves luces del techo y todas las hermosas camareras estan vestidas con esmoquines sin mangas que muestran un poco de escote y se detienen a mitad del muslo. Con clase. Sexys. Mias. Se que podria acercarme a cualquiera y salir de alli con ella en menos de diez minutos. Ni siquiera tendria que decir quien soy. Este es solo uno de los muchos dones que poseo. No estoy siendo arrogante al respecto, son hechos. Tengo algo que ellas quieren. Y ellas, algo que quiero yo. Por lo menos para una noche. Pero ahora no es momento para eso. Esta noche he venido por Hemi, mi hermano pequeno. Les dije a el y a su novia, Sloane, que podian navegar conmigo a Hawaii en uno de mis yates de lujo. Una vez alli, disfrutaran de las vacaciones de dos semanas que he organizado para ellos. Que los haya acompanado uno de los hermanos de Sloane ha sido toda una sorpresa, pero... que mas da. Esto es lo menos que podia hacer por Hemi, ya que fue el quien encontro y puso a disposicion judicial al policia corrupto cuyas acciones llevaron a la muerte a nuestro hermano pequeno, Ollie. --Vamos --les digo--. Por aqui. Cuando Hemi me explico que queria venir aqui esta noche, llame y ordene al gerente que preparara una de las zonas VIP para nosotros. Se encuentra situada a la izquierda del escenario, lo suficientemente cerca como para oler el perfume de las bailarinas. Si la inocente novia de mi hermanito quiere aprender algunos movimientos, tendra el mejor asiento de la casa. Segun avanzamos, reconozco a algunas de las chicas. Me sorprende que sigan aqui. No recuerdo sus nombres, pero si alguna caracteristica de cada una de ellas. La rubia es una gritona. A la pelirroja le gusta que sea brusco. La otra rubia es agobiante. Al ver su mirada clavada en mi mientras camino, recuerdo todas las cosas desagradables que me dijo cuando por fin se dio cuenta de que lo que decia iba en serio. <>. Se entero de la forma mas dificil. Una vez que nos sentamos, una morena de agradable aspecto con piernas kilometricas y tetas casi debajo de la barbilla viene a apuntar lo que queremos. La sonrisa que me brinda es... interesada. Sepa o no quien soy, apuesto mil dolares a que podria conseguir que se colara en el cuarto de bano conmigo. Echariamos uno rapido y ardiente. Un poco salvaje. Pero con la compania con la que estoy esta noche, no me planteo hacer nada parecido. <>, pienso mientras valoro su figura quirurgicamente mejorada una vez mas. --Lo siento, ?como has dicho que te llamas? ?O debo llamarte <>? --bromeo con ella, guinandole un ojo. No me sorprende la reaccion que obtengo. Se inclina hacia mi. --Me llamo Pandora --susurra con voz ronca, mostrandome una vista de sus atributos--, pero puedes llamarme como quieras, hasta <>. Arqueo una ceja al tiempo que sonrio de medio lado. --?Que tal si comenzamos con una ronda de chupitos? De tequila Patron. Pago yo. Abre una cuenta y ve anotando lo que tomemos. Sus ojos brillan. Se siente atraida por mi, lo percibo. He visto esa misma mirada muchas veces. --?Su nombre, senor? --pregunta ella antes de mostrar la lengua para humedecerse aquellos carnosos labios. --Reese Spencer. Amplia los ojos de forma casi imperceptible. Casi. Sabe quien soy. No es facil descubrir que soy el dueno del club, pero se corre la voz de vez en cuando. Y los rumores deben de haber llegado a ella. --Si, senor. Ahora vuelvo con los chupitos. Asiento con la cabeza, mostrandole mi agradecimiento, y concentro la atencion en el escenario cuando la luz se atenua y el proyector se enciende. La musica cambia de registro y todos los ojos se clavan en la hermosa rubia platino que camina por la pista en forma de T que conduce desde la parte trasera, donde estan los vestuarios, al escenario. Miro con silencioso entusiasmo. Me gusta mirar a las bailarinas y me alegra que el club este funcionando bien y que todo este en orden, pero mas que nada quiero que se acabe la noche para poder descansar antes de manana. Tengo que asistir a un funeral. Bebo mientras mi hermano bromea con su novia. Me gustaria encontrar un amor asi de comodo y envidiable si pensara en mantener ese tipo de relacion. Pero como no quiero, apenas les presto atencion. Miro mas alla de ellos, pasando de sus efusivas demostraciones publicas de afecto para concentrarme en el hermano de Sloane, Sig. Parece un buen tipo, y esta disfrutando del club. --!Dios! Esa chica tiene que traer aqui ese culo y sentarse en mi regazo --dice cuando sale al escenario otra rubia con curvas mas pronunciadas. Se rie y grita antes de tomar otro trago de su whisky Southern Comfort con Sprite. Me pilla mirandolo y grita todavia mas fuerte al tiempo que me da un golpe jugueton en el brazo. --!Bebe, hombre! Necesito que alguien se emborrache conmigo. Estar en un club como este con mi hermana esta afectandome mas de lo que debiera. --Se rie un poco mas de algo que considero justificado. --Creo que lo estas haciendo bien tu solo --comento, fijandome en que casi pierde el equilibrio y se cae de la silla. Estoy pensando como excusarme cuando la musica cambia de registro una vez mas y me detiene. Los insinuantes acordes de Madonna cantando Justify my love me parecen una interesante aunque extrana eleccion para un baile, y hacen que vuelva a mirar a la plataforma. Aparece una joven en el lado izquierdo del escenario. Camina lentamente por la pista, haciendo que la sigan todos los ojos. Utiliza una camisa masculina y una corbata..., nada mas. Sus piernas son larguisimas con los tacones de aguja que lleva puestos, largas y perfectamente torneadas. Son las piernas de una bailarina. Fuertes, atractivas..., pecaminosas. Cada paso que da es un movimiento sexy y sensual, un contoneo lento y deliberado. Me siento mas erguido en la silla. De golpe he pasado de estar ligeramente interesado a sumamente intrigado, y no se por que. He visto bailar a cientos de chicas. Pero nunca he visto a esta, y es ella la que posee algo que atrae toda mi atencion. A medida que se acerca, me doy cuenta de que su espeso pelo castano esta cubierto por un sombrero asentado en un angulo arrogante en su cabeza. Tiene un brillante baston negro en la mano. Se detiene cuando llega al centro del escenario, blandiendo el baston una vez antes de apoyarlo delante de su cuerpo. Con un movimiento calculado, tensa las piernas y se inclina hacia delante, mostrando la longitud de sus muslos y las curvas de su culo perfecto. Antes de que me de tiempo a estudiarla entera, se endereza y hace girar el baston por encima de su cabeza sosteniendo un extremo con cada mano. Arquea la espalda, haciendo que suban las que parecen unas tetas deliciosas. Entonces, todavia moviendose lentamente, baja el eje hasta la parte delantera de su cuerpo. Cada accion es suave, calmada. Cada movimiento, sexy y fluido, con el cuerpo fusionado a la perfeccion con la musica. Echo un vistazo a su cara. Por debajo de la sombra del ala del sombrero, solo puedo ver su boca. Pero, !joder!, menuda boca. Sus labios aparecen pintados de un rojo brillante y son, seguramente, los mas exuberantes que haya visto nunca. Entran en la categoria que siempre he llamado <>: sensuales y perfectos para deslizarse por mi glande. Despues de haber venido casi obligado, sin esperanza alguna de divertirme, me veo sorprendido por el espasmo que da mi pene cuando la veo cogerse el labio inferior entre los dientes y morderlo. Pero asi es. Tengo que contener el gemido que se forma en mi pecho cuando ella se deja caer de rodillas y aleja el baston de su cuerpo como si estuviera haciendo una flexion de brazos mientras se desliza boca abajo sobre su estomago. Despues de algunos movimientos, suelta el eje de madera y se echa atras sobre la espalda para comenzar a girar las caderas, como un gato a punto de estirarse. Casi puedo escuchar su ronroneo. Con las piernas sobre el escenario, desliza las manos desde la parte superior de los muslos hasta el estomago, tirando del dobladillo de la camisa lo suficiente como para insinuar burlonamente lo que lleva puesto debajo antes de pasar a los pechos y la garganta. Sus agiles dedos agarran la corbata y la arrastran muy despacio por su cuello. Con decision, retuerce las manos y enrolla la seda alrededor de sus munecas. Durante unos segundos, es como si estuvieramos ella y yo. A solas en la habitacion. Sin nada entre nosotros, salvo la musica. Y esa condenada corbata. En mi mente parpadean con claridad imagenes en las que la ato con aquel trozo de tela roja, lo que me hace palpitar detras de la cremallera. Sube una pierna hacia arriba con languidez, mientras deja la otra tendida en el escenario. Se estira y agarra el tobillo, rozando la rodilla con sus manos atadas. Sus muslos estan perfectamente separados para revelar unas bragas negras de saten. Cuando las veo, lo unico en lo que puedo pensar es en arrodillarme entre sus piernas y besar la tela sedosa. La veo fruncir los labios para depositar un casto beso en su rodilla. Me siento cautivado. Pero cuando vislumbro un breve instante su lengua, siento como si pudiera hacer un agujero en la mesa con mi ereccion. Esa joven posee algo inexplicablemente sexy. Es como si no supiera que estamos alli, como si estuviera perdida en su mente. Y, Dios, !como me gustaria formar parte de lo que esta imaginando! Siento una mano en el brazo, interrumpiendo mi concentracion. Me siento irritado por la intrusion. Intento zafarme sin molestarme en girarme hasta que escucho una voz. Es la de mi hermano. Y esta decidido a llamar mi atencion. Lo miro finalmente sin tratar de ocultar mi agitacion. --?Que? --?Puedes llevarnos a casa? Sloane no se encuentra bien. Quiza sea por algo que ha comido antes. --Me lanza una mirada significativa. Me lleva un segundo desconectar por completo de la chica que me tenia tan absorto, pero lo consigo de mala gana. Recuerdo que Sloane no ha bebido el tequila... y por que. Hemi me conto que estaba embarazada, aunque todavia no se lo han comunicado a su familia, por lo que me pidio que no dijera nada. --Oh..., vale --respondo con algo de brusquedad--. Si, puedo llevaros. Reacio a irme sin mas, miro de nuevo hacia la parte delantera de la sala a tiempo para ver a la bailarina, ahora de nuevo de rodillas, quitandose el sombrero. Cae una melena de sedosos rizos castanos. Solo logro atisbar un breve destello de su cara antes de que el cabello se arremoline para ocultar su rostro. Pero aun asi veo unos ojos verdes, que se ensanchan cuando se encuentran con los mios. Al instante me transporto en el tiempo. Anos y anos atras. A la suave hierba de un claro en el bosque. Y a la suave piel de la chica que tengo debajo. Recuerdo esos ojos. Esa boca. Me acuerdo de una version un poco menos provocativa y madura de ese cuerpo femenino. De lo que senti al tocarla, al abrazarla. De como se reia, de como sabia, de como termino todo. Y no puedo olvidar. <>. Es Kennedy

  • Lobos de Ruben Gozalo

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    Siempre le encargan las mierdas. De cualquier clase. No le hace falta ver The Wire para comprender que la mierda cae de golpe y hacia abajo. Sin avisar. A veces, lo mejor es hacerse el sueco, mirar hacia otro lado y ponerse una pinza en la nariz. Aunque el hedor sea irrespirable. Rara vez cuestiona las ordenes. Sobre todo cuando habla Don Silvano. Si, senor. No, senor. Lo que usted ordene. Que la Tierra es cuadrada. Por supuesto, senor, inconcebible que fuese de otra manera. La paciencia no es una virtud de su jefe. Dos principios rigen su vida: aqui y ahora. Si considera que alguien le mira mal, no duda en arrancarle los ojos. Pero si es bizco, Don Silvano. Razon de mas para dejarle ciego. ?Acaso no ves que ese hijo de puta me mira mal? Seguro que me ha echado un mal de ojo. Jose es bueno con la pala y la cal. Se considera un autodidacta. Nadie le ha ensenado, pero con los encargos del Don aprende deprisa a deshacerse de la basura. Ya ha perdido la cuenta de los sujetos a los que ha tenido que enterrar en los ultimos meses. Se conoce al dedillo casi todos los rincones de la sierra de Madrid. A traves de la luna del coche inspecciona el aparcamiento, atestado de vehiculos. El reloj marca las doce y cuarto. El objetivo sigue sin aparecer. Unas nubes grises amenazan con enturbiar la apacible manana otonal. De vez en cuando, ve a alguna mujer con un carrito de la compra saliendo del supermercado y a algun sin techo husmeando en los contenedores de basura. Le molesta la espera. Lleva reclinado sobre el asiento del conductor las ultimas cuatro horas. Los minutos se eternizan. Los segundos parecen inabarcables losas de tiempo. Para hacer mas llevadera la jornada enciende la radio. Solo hablan de corrupcion y recortes. Ajustes y mas ajustes para cuadrar las cuentas de la Administracion. Los politicos se estan cargando el sistema. Peligran la sanidad, la educacion, las ayudas a la dependencia. El pais naufraga a la deriva, sumido en una grave crisis institucional. No hay timon y los burocratas que gobiernan solo piensan en meter la mano en la caja. Senadores con cuentas en Suiza. Partidos que se financian con cajas B. Politicos que viven en un universo paralelo al sufrimiento de la gente. Y a todo esto, frases cargadas de eufemismos. A la marcha de los jovenes al extranjero en busca de trabajo la denominan movilidad exterior. A los recortes los han bautizado como reformas estructurales, las subidas de impuestos se han convertido en cambios en la ponderacion fiscal y para referirse al rescate de la banca es preferible emplear terminos como fondo de liquidez. Jose prefiere el castellano castizo. Eso de adulterar el lenguaje no va no el. Si uno es el mayor cabron sobre la faz de la Tierra, es el mayor cabron sobre la faz de la Tierra y punto. Esta tarde se reanudara el juicio contra el exbanquero de la caja de ahorros madrilena que, sin ningun tipo de pudor, se llevo hasta los marcos de las puertas, comenta el locutor. Sabe que si algo sale mal perdera el empleo. Su jefe no pertenece a ninguna ONG. Tampoco concede segundas oportunidades. Eso si, todos los domingos acude a misa y los lunes es de los de rosario y novena. Por sus pecados. Por sus muertos. Que son muchos. Durante anos se dedico al negocio de la seguridad. Al principio en poligonos, fabricas, tiendas y centros comerciales. Muchas horas y poco dinero a fin de mes. La mayoria de las veces le pagaban en B. O sea, en negro, sin seguro ni alta en la Seguridad Social. Era eso o nada. Y de algo hay que vivir. Porque el aire, nutrientes, tiene pocos. Cansado de chuparse horas y horas a la intemperie, de revisar bolsos a las senoras al salir de los establecimientos, de custodiar furgones y cachear a pobres diablos, se hizo guardaespaldas. Empezo desdoblando funciones, de chofer y maton, a tiempo parcial. Durante unos meses, se convirtio en la sombra de un empresario. Le acompanaba a todos los sitios. Incluso cuando iba a casa de sus amantes. Mientras se las tiraba, le hacia esperar en la habitacion contigua. Con frecuencia, los jadeos entrecortados y los chirridos del somier se filtraban a traves de los tabiques. Cuando eso ocurria, trataba de pensar en otra cosa. La alineacion del Atleti el ano que gano la Copa y la Liga. Simeone, Caminero, Molina, Pantic... La lista de la compra de la semana. Espaguetis, carne picada, tomates, galletas, unos cuantos cartones de leche, pollo, salami... Pero su excitacion iba en aumento. El sudor le recorria la frente, la carotida se le hinchaba bajo la piel y se tenia que aflojar la corbata. Por momentos, le entraban tales sofocos que debia ir a refrescarse al cuarto de bano. Dejaba correr el agua durante unos minutos, que se le hacian eternos. Su cara se proyectaba en el cristal. La mandibula tensa, los pomulos contraidos y la inquietud dibujada en sus ojos. Oscuros. Relucientes. Como si estuviesen banados en una pelicula de barniz. En esos instantes se acordaba de los consejos de un amigo suyo. Gerardo, para disminuir la libido y evitar que los pensamientos lujuriosos se apoderasen de su mente, pensaba en su abuela. Una mujer de noventa anos, desdentada, en silla de ruedas y mas fea que Picio. Esa tecnica le servia para alejar el sexo de su cabeza. Pero a el ese metodo no le funcionaba en absoluto. De hecho, al pensar en su abuela se excitaba aun mas, al acordarse de unas fotos picantes que se hizo la yaya de joven, donde estaba rebuena. Asi las cosas, cada vez que su antiguo jefe visitaba a alguna de sus amantes, Jose terminaba con un terrible dolor en la entrepierna. Que mierda hago yo aqui. !De perrito faldero para un gilipollas!, se decia furioso. Una noche tuvo que entrar en la habitacion de improviso, alarmado por los gritos de su jefe. Pedia que le socorriesen. !Detenla, por Dios! !Quiere matarme! Al atravesar el umbral de la puerta, se quedo sin palabras. El tipo que le habia contratado se hallaba bocabajo. En cueros, atado de pies y manos, con unas correas a la cama. Junto a el, una rubia de vertigo enfundada en un body, con un liguero y unos zapatos rojos, mas relucientes que una puesta de sol en Granada. La mujer, con los pechos al aire y carcomida por el odio, le estaba introduciendo una barra de metal por el culo. !Hijo de perra! !Asi que vas a llevar a esa fiesta a tu esposa y a mi que me jodan, eh! !Pues toma! !Pedazo de cabron! !Quitamela de encima! Le toco llevar al tipo a Urgencias. En plena noche. Menudo papelon. La tapiceria del BMW se puso perdida. Sangre por todas partes. El hombre gimoteando. !Ay, me muero! !Me muero! Y en el recto, un boquete del tamano de un tunel. Los medicos mirandole el trasero. Inspeccionando. Preguntando. ?Que ha pasado? ?Como se lo ha hecho? !No se como vamos a poder sacar eso de ahi! Hay que llevarle al quirofano, deprisa. No pudo volver a sentarse durante los tres meses siguientes. Un desgarro de vertigo. Ciento noventa y siete puntos de sutura. Y cuando caminaba, lo hacia con las piernas bien abiertas. Los pies en forma de uve. Un andar de pato mareado. Le despidieron por aquello. Por supuesto. Vuelve a mirar el reloj. Problemas. El fulano ya deberia estar alli. Quiza le ha ocurrido algo. Eso no es bueno. Al menos, para los intereses del Don. Quiere algo limpio. Sin ruidos ni fuegos artificiales. No como la ultima vez. Que la cosa se salio de madre. Era un asunto en apariencia sencillo. Aunque facil, en esta vida, ya no hay nada. Debia ajustar cuentas con un constructor que no queria pagar las tarifas de Silvano. La proteccion tenia un precio. Los que se retrasaban sufrian percances. Accidentes. Contratiempos. La idea era secuestrar al hijo del empresario. Un nino de papa. Un pijo progre de los de o sea, de verdad, te lo juro. Con su Jaguar, su acento insufrible, su camisa de Ralph Lauren y el telefono movil pegado a la oreja. Una noche lo abordo en su apartamento. De una patada destrozo la puerta. Al chico le entro el panico. Se puso a gritar y a correr por las habitaciones. Desde el balcon de la vivienda trato de pasar al piso de al lado. Salto. Calculo mal la distancia. El joven se precipito al vacio desde mas de treinta metros de altura. A pesar de la rapidez con la que llego la ambulancia, no se pudo hacer nada. Se partio el cuello. La policia ni se molesto en investigar el caso. Balconing fue el veredicto. Una practica muy extendida entre los jovenes a los que solo les interesaba el sexo, las drogas y la busqueda de nuevas emociones. El constructor no tardo en abonar los atrasos y la penalizacion por demora. Era padre de familia. Tenia otras tres hijas. Suena el movil. El politono es una cancion de Rosa Leon. El brujito de Gulubu: Habia una vez un bru. Un brujito que en Gulubu. A toda la poblacion embrujaba sin ton ni son. Pero un dia llego el Doctor manejando el cuatrimotor. ?Y saben lo que paso? En la pantalla aparece la foto de su mujer. Obesa. Con quince kilos de mas. Pelo negro. Mirada estrenida. Dientes amarillos de tanto fumar. Apariencia de simio al despertarse dentro de una jaula. Mal follada. Tras unos cuantos tonos, lo coge ofuscado. Odia que le llamen durante su horario laboral. El curro es sagrado. Como el futbol. Las canas en la tasca de Paco. O las incursiones nocturnas de los sabados por la noche con sus amigos. !Que pasa! Tienes que ir a recoger al nino al colegio. !Y que mas! Estoy currando. Hoy no puedo, Jose, te lo dije. Debo acompanar a mi hermana al medico. ?Que le ocurre? Cosas de mujeres. El conoce de sobra cuales son los asuntos de las mujeres: hablar mal de los hombres, ir de tiendas y dejar la cuenta del banco en numeros rojos. Tiritando. Eso se le da de fabula a Eva. ?A que hora sale? A las tres. !Parece mentira que no sepas ni eso! Lo de su hijo tiene explicacion. Un preservativo roto. O un no preservativo. Ni siquiera es capaz de recordarlo. Ocurrio durante una noche de borrachera y los detalles continuan siendo confusos. Un polvo apresurado. Un no te preocupes, Jose. Que no pasa nada. Y pasa. Por supuesto que pasa. Siempre pasa. A todas horas. En todos los sitios. En cualquier epoca. La practica de la marcha atras tiene sus consecuencias. Millones de espermatozoides flotando por ahi. Bichitos agitados. Con inquietudes. Uno que se adelanta. Sortea los obstaculos. Se burla del resto. Fecunda el ovulo. ?Aun no te ha venido la regla? Suele retrasarse, carino. En tan solo unos meses a Eva se le ensanchan las caderas, la tripa le sobresale por el pantalon, el tamano de sus pechos crece, lo mismo que los pezones y, de vez en cuando, le entran antojos. ?Me compras ese vestido? Si, el de mil trescientos euros. El de color gris. Es precioso. ?Te gusta? Y Jose paga. !Que remedio! La VISA pasa de un establecimiento a otro. De la tarjeta magnetica saltan chipas. De tanto gasto le arde el bolsillo. Y los caprichos de su novia se suceden a una velocidad de vertigo: bombones, porras, pepinillos en vinagre, snacks, jamon iberico de bellota, queso de oveja, chuletas de cordero, toston asado, angulas, caviar. A los que hay que sumar algun que otro anillo y varias pulseras. Y de la figura estilizada, del escultural cuerpo tostado por los rayos del sol del verano, no queda ni su sombra. Varices, estrias, celulitis, pliegues de piel en lugares inimaginables. Esta atrapado. Pillado. Jodido. Encarcelado. Pintar la habitacion. Elegir la cunita, la silla de paseo, la ropa, los patucos, el sonajero y el kit de bano del bebe son los siguientes pasos. !Ah, no, Jose, antes de tener al nino hay que casarse! De blanco y por la iglesia, como Dios manda. !Que van a pensar mis padres! Lo cierto es que a el le importa una mierda lo que piensen sus futuros suegros. Ni siquiera los conoce. Tampoco siente ningun deseo por conocerlos. Cuanto mas lejos esten mejor. Meses mas tarde, se entera de que el sentimiento es reciproco. ?Y no querras que vivamos en tu furgoneta? ?Que tiene de malo? Es grande, espaciosa, y muy confortable. Lo ultimo de lo ultimo. Necesitamos una casa, ?me oyes? Y poco despues un empleado de una sucursal bancaria le habla sobre las magnificas condiciones de la hipoteca. Comenta terminos que le suenan a chino. Cuota mensual, productos vinculados, TAE del 5%, interes suelo, Euribor mas 0,45% y un seguro en caso de que le ocurra cualquier percance. !Por el amor de Dios! !Que me va a ocurrir! !Si solo tengo veintisiete anos y, segun el ultimo chequeo que me realizaron a traves de la mutua de la empresa, mi corazon esta mas sano que un roble! El del banco omite la letra pequena. En el contrato hay mucha. Minuscula, invisible. Ni con lupa se distinguen los caracteres de algunas de las clausulas. Por eso no se preocupe, le comenta el director. Firme aqui y ahi. Es un chollo, se lo garantizo. Por una casa que vale ciento cuarenta mil euros terminara pagando el triple. Porque el dinero hay que devolverlo. Si o si. De otra forma el banco se queda con el aval. La casa del pueblo de sus padres, las tierras, el tractor, el viejo Renault 19 y hasta su furgoneta. Las deudas se cobran. Desde el principio de los tiempos. Desde que el hombre es hombre. Nadie hace nada por otro semejante. Y eso lo sabe. !Vaya que si lo sabe! El altruismo no existe. Solo lo utilizan las empresas a traves de sus planes de responsabilidad social corporativa, con el unico objetivo de ahorrarse dinero y decir a la sociedad: mirad que buenos somos. Aunque se hayan llevado por delante la mitad del Amazonas o hayan dejado la capa de ozono hecha un cristo. Meses mas tarde aparece Luisito. Llega con antelacion. !Zas! Un regalo que llora a todas horas. ?Es que no se puede dormir ni un solo dia en esta casa? Yo ya me he levantado tres veces. Te toca a ti darle el biberon. Pero ?que clase de padre eres? Se caga y se mea al menos cinco veces diarias. Llora. En cuanto pierde el chupete. Berrea. Con su sueldo, apenas gana para panales y los potitos cuestan un rinon. Lo mismo que la guarderia y los gastos van surgiendo a medida que trascurren las semanas. Los meses. El bebe crece deprisa. La ropa ya no le sirve y hay que comprar mas. Del sexo en el matrimonio ni hablar. No, carino, hoy tengo jaqueca. Eva se las ingenia muy bien: Estoy muy cansada. !Ni te imaginas como me duelen las muelas! Lo siento mucho, amor, pero me encuentro en ese periodo del mes. Tengo infeccion, carino. !Otra vez sera! Cuando Luis cumple tres anos surge un tema espinoso. La escolarizacion del nino. Su educacion se convierte en una cuestion prioritaria que desata discrepancias en el seno familiar. ?No querras que nuestro hijo vaya a un colegio publico?, le pregunta su esposa con los brazos en jarras y el humo emergiendo de sus orejas. ?Que tiene de malo? Ya sabe que esa noche dormira en el sofa y la Cuaresma tendra caracter anual. Asi que en los proximos dias le tocara comprar unas revistas guarras y practicar a escondidas. Las putas son demasiado caras. Y, ademas, con su sueldo seguro que no le llega ni para un trabajo oral. No hay mas que verte. Yo fui a uno y no me paso nada. Aprendi un monton. !Hasta llegue a ser guardia de seguridad! Por favor, no pretenderas que nuestro hijo se convierta en un zoquete. !Mira tu caso, por ejemplo! Eres un inutil. !Una victima de la LOGSE!

  • Regalo del Cielo, Mercedes Gallego de Mercedes Gallego

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  • Una boda por contrato de Anne Aband

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    Andy, un atleta australiano, esta desesperado por participar en las olimpiadas. Jordi, entrenador de la seleccion espanola de atletismo, ha mostrado interes en su ficha. Andy haria cualquier cosa por formar parte del equipo. incluyendo pagar a una desconocida, casarse con ella y obtener asi la nacionalidad.

  • El despertar de las gargolas de Lorena A. Falcon

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    Una fantasia oscura sobre el poder y la rebelion de una mujer.

    ?Acaso el poder no es para usarlo?

    Tura siempre quiso una vida mejor y ahora lo tiene todo al alcance de la mano: magia, poder y su independencia. El reino la necesita para sobrevivir, ella ya no necesita a nadie, ?o si? ?Acaso tiene la fuerza para luchar contra los hombres que quieren controlarla, los enemigos que acechan tras los muros y su propio deseo? Pronto se encuentra a punto de perderlo todo y con el enemigo atravesando las murallas.

  • Todo por ti (completa) de Lorena Lazo

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    Primera parte de la trilogia “Todo por ti”

  • Alborada de Cristina Duran

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    Camila estaba acostada, pero no dormia, solo disimulaba que lo hacia. No se acordaba de cuando habia dejado de anorar un beso o una caricia de su marido. Solo ansiaba oir el sonido de la puerta de la calle cerrarse. Cuando por fin lo escucho, echo las sabanas hacia atras. Lucas por fin se habia marchado a trabajar. Era el momento de escapar de la carcel de su hogar. Se sento en su taburete delante del tocador, encendio las luces del espejo y mientras se maquillaba pensaba: <> Mientras ese pensamiento se reproducia en su cabeza una y otra vez, peinaba su larga melena negra azabache, maquillaba sus ojos verdes intentando tapar el desgaste de la vida y la rutina. Intento que el labial rojo tapara su falta de besos. Su escasez de suenos. Con un suspiro fue al armario y se vistio con su vestido rojo de polipiel, corto, por encima de las rodillas. Sus botas negras de tacon de aguja y una chaqueta de cuero negra para tapar el frio de la noche. Lista para salir. Preparada para olvidar su desgana entre musica, humo de cigarrillo y vaivenes de cadera. En el salon cogio su bolso, las llaves de su coche y su telefono movil. Ahi iba una noche mas dispuesta a espantar sus malos suenos, alejar la rutina de un matrimonio que habia empezado a asfixiarla. Llego al club y saludo a sus companeras, habia logrado una sintonia especial con ellas. Aexcepcion de una compa- nera que buscaba cualquier oportunidad para pelearse con ella. Aguanto estoicamente los piropos de su jefe, ese hombre que ponia su carne de gallina y le calentaba la sangre. No sabia como, pero llevaba todo un ano, resistiendose a los multiples encantos de Marc. No queria serle infiel a su marido, aunque la atraccion que sentia por aquel individuo, crecia cada dia mas. Se preparo para salir al escenario, ese escenario que la llamaba, que hacia que se entregara en cada nota de musica a un baile sensual y desenfrenado. Su cuerpo siendo invadido por cada nota musical, el vaiven de sus caderas animando al publico. La alborada rozaba en el cielo cuando llegaba a casa, pero ese dia algo le habia entretenido, haciendo que se le hiciera demasiado tarde. Lucas no tardaria en volver. Mientras conducia su viejo coche pensaba en el hecho que le habia retrasado. Marc la habia llamado para ordenarle que bailara para el, con una excusa que no lograba recordar. Podia haberse negado, pero algun diablo poseyo su alma, porque no supo decir que no. Su jefe puso una melodia que la incitaba a contonear sus caderas y bailo para el. Las prendas de ropa fueron cayendo. Pudo haberse negado, pero le apetecia tanto sentirse querida, el deseo que sentia por Marc sobrepasaba al que una vez sintiera por su marido. Se transporto a otra galaxia sin darse cuenta, solo estaba su cuerpo y la musica. Estaba en su propio mundo, cuando unos sentimientos que no deberia sentir, se abrieron paso por su alma y su corazon. Hasta que sintio unas manos fuertes y asperas posarse en sus pechos. Entonces volvio a la realidad y sintio que se ahogaba con la lujuria que empezaba a recorrerle todo el cuerpo. Deseo prohibido, anhelaba tanto lanzarse a esos brazos, dejarse llevar. Pero una vez mas huyo llenandose de insatisfaccion. Todo su ser clamando por entregarse y dejarse enamorar. Pero creia que no debia. Sentia que no era lo correcto. Aparco y subio corriendo, no le daba tiempo a ducharse, se desnudo escondiendo su ropa de trabajo y para tapar su desnudez se puso una bata de seda. Justo cuando ponia la cafetera al fuego y el pan en la tostadora la puerta de la calle se abria. Su marido entro con paso cansado al apartamento. --?Te has dormido? Normalmente a esta hora me tienes el desayuno -- protesto el, solo queria comer, una ducha caliente y dormir. --Ya voy Lucas, ya voy --contesto ella molesta, cansada de ser solo una criada para el. Hacia tiempo que no se sentia como una mujer, tampoco el la trataba como tal. De mala gana sirvio el desayuno como su marido esperaba, como siempre ni un beso. Ni un agradecimiento, ni darse cuenta que su corazon ya volaba muy lejos del que fue su hogar. Reprimiendo un bostezo fue al cuarto de bano para darse una ducha corta, unos minutos despues Lucas entro en el bano. No le dedico ni una sola mirada al cuerpo de su mujer. --!Joder! !Y ahora me quitas la ducha! --volvio a quejarse. --Ya voy a salir Lucas, ?por un dia podrias dejar de protestar? ?Que tal si te metes en la ducha conmigo y me haces el amor salvajemente? ?Cuanto hace que no me tocas Lucas? --Pregunto ella con amargura. --Estoy cansado Camila te prometo que en nuestras vacaciones sera todo fantastico --contesto el deseando irse a dormir. --Si como el ano pasado que las anulaste --ahora le llego el turno a Camila de quejarse. Salio de la ducha envuelta en una toalla y se marcho del bano rozandose con el cuerpo de su marido con la intencion de provocar una reaccion en el. Como siempre nada paso, entonces ella se sintio cansada y dolida. Cuando llego a la habitacion se sento en la cama y penso: <>. A Lucas solia molestarle cuando su mujer se ponia minifaldas o escotes, no le gustaba que nadie la mirara. Por eso Camila habia decidido vestirse como realmente le gustaba. Ya no le importaba su opinion, ya le daba igual lo que Lucas quisiera. Se vestiria como ella realmente queria hacerlo. Tal vez asi podria lograr algo de su atencion. Aunque ya dudaba que quisiera eso. Se perdio en el fondo del armario buscando sus antiguas minifaldas, las vaqueras nunca pasaban de moda. Despues de ponerse la ropa interior se coloco la corta prenda. Busco algo con que conjuntar y encontro un corse precioso. Sonrio malevolamente. Salio del vestidor calzandose unos zapatos de tacon de aguja rojos, Lucas aun no habia salido del bano. Se llevaria una sorpresa. O eso queria pensar. Cogio su rizador de pelo del cajon y procedio a rizarse su lisa melena. Se esmero en maquillarse, aunque no se maquillo tanto como cuando iba al club. Sonrio cuando sintio la presencia de su marido en la habitacion. Se levanto lentamente sin mirarle, se puso una cazadora vaquera. Y se acerco a el para darle un beso en la mejilla. --Querido, me voy a trabajar --dijo para despedirse. --?Desde cuando vas asi a trabajar? --pregunto el mirando su atuendo y sintiendose preocupado. --Desde que he decidido que no me importa lo que me digas. Chao mi amor --contesto ella saliendo de la habitacion. Cogio su bolso, las llaves del coche y salio en direccion al garaje. Era una tortura encontrar aparcamiento en aquella ciudad. Cuando por fin encontro un hueco aparco, corrio ave- nida abajo para poder abrir la tienda de bisuteria que tenia a medias con su mejor amiga. Se sorprendio de que Samanta aun no hubiese llegado, levanto el cierre y colgo el cartel de abierto. Dejo su bolso y la cazadora en la parte de atras para poder trabajar comodamente. La campanita sono, penso que seria demasiado temprano para que fuera un cliente, creyo que era su amiga. Por eso se agacho para ordenar los collares de la estanteria de abajo. Supo que no era Sami cuando sintio una mano grande y aspera pasearse por su pierna. Sabia que su marido no era. Sentia su sangre mas caliente y espesa. El tacto de la persona que le tocaba no era el mismo que el de su marido. Le falto el aliento, sentia que se ahogaba, Lucas jamas causo ese efecto en ella. Podia sentir un calor que le quemaba. --?Cuando te vas a rendir y ser mia? --pregunto Marc con esa voz ronca que le volvia loca. En ese momento todo el flujo sanguineo se le habia acu- mulado en la entrepierna. Quiso aullar de frustracion, de deseo incumplido. Deseo poder ser libre para poder entregarse sin miedos. Se le puso la carne de gallina cuando el paso su lengua por su cuello. --Llevas un ano resistiendote a mi. Me estas volviendo loco de deseo. Cuando te veo bailar en el club solo pienso en empotrarte contra la pared. --Estoy casada Marc. No me acostare contigo nunca --murmuro ella intentando no gemir. Con un movimiento rapido y experto la arrincono con- tra el mostrador, le levanto la pierna para poder conseguir una pose intima. Se restrego descaradamente. --?Me sientes? ?Sientes lo duro que me pones? --volvio a preguntar el incansable. --?A que has venido Marc? --pregunto ella intentando que su voz no sonara ronca. --A darte la noche libre. Esta noche se cierra el club por motivos personales. Pero manana por la noche a la hora de siempre. Siempre el mismo juego, el provocando e intentando seducirla, ella intentando resistirse. No queria convertirse en una mujer infiel. No oyeron la campanita de la puerta, concentrados como estaban en ganar terreno. --Vaya amiga si quieres vete a un hotel yo me encargo de la tienda --se escucho decir a Samanta con voz alegre. --Hagamos caso a tu socia, vamonos, dejame llevarte al paraiso --dijo con chuleria Marc. --Marc por favor vete. Tengo que trabajar --suplico Camila de repente sintiendose agotada por culpa de aquella situacion. Entonces el la solto y salio del lugar, dejandola temblorosa y triste. Sami quiso acercarse y abrazarla para darle consuelo, pero Camila no queria que se acercara aun. Necesitaba recomponerse. Su entrepierna latia furiosa y sentia las piernas como si fueran gelatina. Marc siempre arrasando, dejandola con ganas de mas y muerta de deseo por el. Cuando su cuerpo volvio a la tranquilidad suspiro, sus ojos se llenaron de lagrimas. Samanta se acerco preocupada y le dio un corto abrazo. Como amigas lo sabian todo sobre sus vidas, por eso Sami volvio a decirle lo de siempre. --Cam tienes que pedirle el divorcio a Lucas no puedes seguir asi. Te esta destruyendo, hermana no puedes seguir asi. Lo primero que hiciste fue irte a trabajar a ese club. No estas haciendo cosas logicas. --Necesitaba algo para escapar de la rutina, Lucas se dedica a ignorarme -- intento defenderse Camila. Aunque en el fondo sabia que Sami tenia razon. --Y llevas un ano bailando en ese club de striptease, no es que me parezca mal. ?Pero que pasara si Lucas te descubre? --pregunto preocupada Samy. --No lo hara, en este ultimo ano lo unico que ha hecho es trabajar en su taxi. Ni me sorprenderia que se quedara a dormir en el --contesto dolida ella. La campana le salvo de seguir hablando, llegaban clientes, empezaba el dia de trabajo. Jornada que Camila esperaba que fuera intensa para poder olvidar los problemas de su casa. Borrar de la memoria su soledad, dejar entre renglones ese infierno que se habia convertido su matrimonio. Cuando cerraron la tienda a las siete ella le dio una orden a su amiga. Tenia la noche libre y no estaba dispuesta a quedarse en casa. --Sami, reune al grupo. Saldremos esta noche. --Manana es dia laboral. No podremos trasnochar mucho --advirtio Samanta. --?Que te parece cena en el Ginos de Gran Via? Y luego una copichuela rapida en el Gin club --planeo Camila sabiendo que su amiga moveria cielo y tierra por una pizza marinera en el Ginos. --Quedamos en la boca del metro de tu barrio --dijo aceptando Sami. Camila subio la calle sonriendo, era tan facil convencer a su amiga. Ojala fuera tan facil de convencer su marido para tener una noche loca, o para hacerle ver que su matrimonio se iba a la basura. Sus ojos se posaron en el escaparate de una tienda y se enamoro de un vestido, espero que el semaforo cambiara para cruzar y poderselo comprar. Entro tambien en un establecimiento de lenceria para elegir ropa interior nueva. Se enamoro de los encajes, de las sedas, de los lazos y de los colores brillantes. Lastima que por mas dinero que gastara en lenceria Lucas no se fijara en ella. Feliz con sus compras fue a buscar su coche para dirigirse a casa, compro en el supermercado algo rapido para prepararle a su marido para cenar. Subio casi corriendo las escaleras, ese era su ejercicio diario, penso que quiza podria apuntarse a un gimnasio para ejercitarse en las horas del mediodia. Pero luego penso que no seria buena idea, esas horas eran las que aprovechaba para dormir.

  • Tu mirada oscura sobre mi vestido de calaveras rojo de Yaiza Castro

    https://gigalibros.com/tu-mirada-oscura-sobre-mi-vestido-de-calaveras-rojo.html

    Escoge la senda del pecado, y desnuda tu alma al romance mas ardiente y peligroso. Una policia temeraria, pin up y alocada. Un agente de operativos especiales letal y que exuda peligro por cada poro de su piel. Una explosion. Una investigacion. Un amor envuelto en llamas. Un entramado criminal que clava las garras en lo mas profundo del corazon del organigrama policial. Dos enigmaticas figuras que dirigen el destino de todos desde las sombras. Un amor del pasado. Un misterio por resolver. Un romance que hunde sus cimientos en el erotismo mas salvaje.
    Disfruta del mejor romance y el mejor suspense en una historia donde ambos generos se aunan para conformar una novela pasional y trepidante.

  • El pequeno libro de la inversion en valor de Christopher H. Browne

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    Hoy en dia hay muchas maneras de ganar dinero en los mercados, pero la unica que ha mantenido su exito a lo largo de los anos es la de la inversion en valor, una estrategia que consiste en comprar acciones de aquellas companias que se negocian por debajo de su valor intrinseco y obtener beneficios de su rendimiento a largo plazo.

  • El legado de Damian, Chris de Witt [PDF] de Chris De Witt

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    Damian Di Monaco, de setecientos anos, es un implacable guerrero de la casta de los Silverwalkers de la Estirpe de Plata. Tiene a su cargo hallar un simbolo, indispensable para la evolucion de la estirpe, que esta en poder de una guardiana, Maia Serrano.

  • Luna perdida: Ellos eligen sobrevivir, Ayla Soriano de Ayla Soriano

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  • Por un punado de besos de Jordi Sierra I Fabra

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    Llega a la gran pantalla y a todas las librerias Por un punado de besos, una historia tan real como la vida misma; una historia de amor, mentiras y superacion personal.

  • Mentiras que seducen de Alessandra Torre

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    Hay secretos que pueden acabar con el amor mas grande… o hacerlo mas fuerte.

  • Aislados en el paraiso de Clare Connelly

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    Rio Mastrangelo no queria nada de un padre que nunca le habia reconocido. Por eso, cuando heredo inesperadamente una isla, decidio venderla tan rapidamente como pudiera. Sin embargo, la posible compradora que llego a sus costas no era la mimada heredera que Rio habia estado esperando y su sensual cuerpo lo atrapo con un torrido e innegable deseo.

  • El amor te encuentra (Hermanas McVee 2) de Annabeth Berkley

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    Tess McVee resoplo cuando llego frente al hotel rural que su hermana le habia recomendado, en un pueblo perdido de la region vinicola de Georgia. Creia que no iba a llegar nunca. Se habia perdido dos veces intentando encontrar la carretera que le llevaria a Dahlonega y sentia un enfado tan grande que no se aguantaba ni ella. Quito la llave del coche y su cuerpo se estremecio por la baja temperatura. Hacia frio y solo queria meterse bajo la ducha para entrar en calor y librarse del cansancio de tantos kilometros en el cuerpo y mas de seis horas al volante. Intento calmar su frustracion como le habian aconsejado en la terapia para aprender a gestionar sus emociones de la que acababa de salir. Esperaba ver los resultados en breve. Respiro profundamente un par de veces y trato de comprender <>. ?Que querian decirle? Tess no encontraba otra explicacion: Que eso le pasaba por confiar en su hermana, resoplo de nuevo. Penso en Sharon. Siempre estaba sonriendo, siempre parecia feliz... y, por lo visto, para ella, tomarse un tiempo para replantearse la vida se reducia a aislarse de la civilizacion. ?Por que habia hecho caso a su sugerencia? Salio del coche dando un portazo. Se tenia que haber recluido en un resort de cinco estrellas en Hawai, penso. Alli no sabia si hubiera podido reflexionar mucho, pero hubiera contado con mas comodidades y el clima seguro que seria mas calido. Ya era tarde para eso. Murmuro entre dientes unos cuantos improperios malsonantes, maldiciendo la idea que habia tenido su hermana. Ahi estaba y ahi se iba a quedar hasta que supiera que hacer con su vida. No iba a volver a casa hasta que no tuviera una idea clara sobre hacia donde dirigir sus pasos. Bastante humillada se habia sentido ante su familia como para regresar igual de avergonzada que se habia ido. Saco su equipaje del maletero antes de dirigirse a la puerta. Era un pintoresco hotel de tres plantas pintado en color claro, rodeado por un pequeno jardin, vacio de flores, por la epoca en la que estaban. Supuso que no tardaria en llenarse de calabazas de Halloween, que se celebraria en un par de semanas. ?A quien le gustaba Halloween?, murmuro molesta. Volvio a resoplar. Asi, quejandose por todo, no podia seguir, se recrimino. Se obligo a dejar ir la frustracion y el enfado que sentia. Cogio aire con intencion de encontrar el lado positivo y disfrutar de su estancia, como sabia que tenia que hacer para empezar a sentirse mejor. La teoria del curso al que habia asistido se la sabia de memoria y parecia ser momento de aplicarla. Seguro que todo iria bien y una ducha caliente la estaba esperando para acabar de llevarse toda la decepcion y la apatia que sentia, se animo. El calor del acogedor hotel la abrazo nada mas entrar la puerta y Tess lo agradecio. Parecia que las cosas se arreglaban. Un pequeno recibidor le daba la bienvenida, aunque habia delante de ella media docena de personas de diferentes edades. Todos parecian estar esperando la llave y ninguno parecia tener prisa. Tess resoplo de nuevo, molesta. Miro hacia la sencilla recepcion. Un hombre con camisa vaquera parecia que estaba intentando organizarse revisando varios papeles de diferentes tamanos a la vez, mientras cogia las llaves de las habitaciones. Miro a su alrededor. Una pequena salita en color crema, con estampados florales en los sillones y una pequena mesa de madera de caoba, se abria a uno de los lados. Habia que reconocer que daba la sensacion de que el hotel era agradable, aunque la espera no lo resultara tanto. Cuando despues de un rato esperando, fue su turno, la poca paciencia que le quedaba y que, de por si, tenia, se habia agotado. --?Su nombre? --le pregunto sin mirarla el hombre que tenia sentado tras el desordenado mostrador. --Tess McVee --le respondio seria. Nathan Murray asintio buscando entre los papeles que habia sobre la mesa. La recepcionista se habia puesto de parto hacia dos dias, dos meses antes de lo esperado, sorprendiendoles a todos. No habian tenido tiempo de contratar a nadie ni formarlo para el puesto, asi que el habia asumido el cargo, suponiendo que no seria tan dificil. Y, probablemente no lo era, si no hubiera sido porque no le gustaban en absoluto las gestiones administrativas, y mucho menos las informaticas. Despues de dos frustrados intentos de trabajar con el ordenador y entender el programa instalado para las reservas, habia optado por la solucion mas tradicional y la mas sencilla para el. El papel y el boligrafo. Cuando Lucy volviera ya se encargaria de pasar al ordenador lo que hiciera falta. Lo malo era que no terminaba de aclararse con sus propias notas ni con un intento de cuadrante que habia improvisado para asegurarse de no colocar a nadie en una habitacion equivocada. --Aqui esta --exclamo aliviado cogiendo la llave asignada --. Es la habitacion 211. Levanto la vista para darsela y se sorprendio de ver ante el a una mujer preciosa y parecia que muy enfadada. Su cabello largo y castano enmarcaba un rostro alargado de nariz pequena y expresivos ojos de color avellana. Tess no se esperaba que el hombre que le tendia la llave y que se habia levantado al mirarla fuera tan alto y atractivo. Ojos claros, cabello corto castano, mandibula cuadrada y nariz recta. Le sorprendio gratamente. Era mas alto que ella, ancho de hombros, parecia delgado, aunque la camisa vaquera no le daba demasiada informacion. Por lo menos, era agradable de mirar, algo que agradecer despues de un largo viaje. Le cogio la llave, ridiculamente grande, que no parecia tener intencion de soltar. --Nathan Murray --se le presento soltando finalmente la llave--. Aviseme si necesita cualquier cosa. --Lo tendre en cuenta --le respondio firme. No estaba alli para hacer amigos, se recordo. --Bienvenida a Dahlonega --le dijo con una sonrisa que casi le quito el aire. Tess asintio obligandose a dejar de mirarlo. No queria saber nada de ningun hombre por muy guapo que fuera. La ultima relacion que habia tenido habia supuesto una experiencia muy desagradable y casi habia terminado con sus relaciones familiares. El muy cretino la habia utilizado para conseguir informacion de su propia empresa y robarle clientes. Se habia sentido tan estupida... A eso habia que anadir que su padre solo contaba con su hermana para la direccion del negocio familiar. Esos dos golpes simultaneos habian sido demasiado para ella y su escasa paciencia y confianza. Se habia despedido por orgullo y ahora estaba alli, en mitad de Georgia, sin trabajo, sin pareja y sus expectativas se reducian a una ducha con agua caliente. Nathan la vio dirigirse al unico ascensor que tenia el hotel. Era alta y estilizada, y tenia bastante caracter a juzgar por la rabia que escondian sus ojos y que, esperaba no se la hubiera producido el tiempo de espera frente a la recepcion. Una mujer asi podria hacer lo que quisiera con un hombre, penso. La vio llamar impaciente al ascensor. Nathan se le acerco para apretar el boton por ella. --Quiza alguien se haya dejado la puerta abierta --le comento despreocupado. Tess le miro. De cerca era mas alto de lo que le habia parecido y tambien mas atractivo. Por su estatura, Tess pocas veces encontraba a hombres con los que necesitara levantar la mirada para hablar. Ademas, percibio que olia a algun perfume caro. --Vamos --le dijo el cogiendole la maleta grande sin esfuerzo--. La acompanare a su habitacion. Empezo a subir por las escaleras que habia junto al ascensor. Tess resoplo mas alto de lo que esperaba sin soltar su maleta de mano, y Nathan se giro para mirarla divertido. --?Ha sido un largo viaje? Aqui descansara bien --le aseguro antes de seguir subiendo. Tess le siguio bastante molesta. No le apetecia nada subir escaleras. Si hubiera querido hacer ejercicio se habria quedado en su casa, con el gimnasio, al que iba a diario, a cinco minutos. Menos mal que las vistas no estaban mal, penso fijandose en los pantalones vaqueros del hombre que subia delante de ella. Cuando llegaron a la segunda y ultima planta del hotel, Nathan cerro la puerta del ascensor que se habia quedado medio abierta inutilizandolo. --Problema resuelto --le dijo antes de mirarla y darle opcion de caminar delante de el por el acogedor pasillo que terminaba en la puerta de su habitacion. Nathan sonrio cuando ella paso por delante de el. Ahora era su turno de apreciar sin disimulo su bonito cuerpo enfundado en un abrigo oscuro. No le habia visto alianza en el dedo ni senal de ella, y aunque hacia mucho tiempo que no tenia ninguna relacion, desde su desagradable divorcio, no le importaria cenar con ella algun dia... aunque para eso, tendria que encontrar a alguien que se encargara de la recepcion. Tess abrio la puerta de su bonita y calida habitacion y cuando fue a girarse para cogerle el equipaje a Nathan, el la esquivo para entrar y llevar la maleta junto a la cama de matrimonio. --Espero que disfrute de su estancia aqui, senora McVee. --Senorita --le corrigio ella dandose cuenta inmediatamente despues, a juzgar por la sonrisa de el, que habia sido un gesto intencionado para enterarse de su estado civil. Nathan le sonrio abiertamente y de una manera muy atractiva.

  • Perfil asesino (Andanzas 3) de John Connolly

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    El hallazgo fortuito de una fosa comun, a orillas de un lago en el norte de Maine, pone al descubierto un espeluznante asesinato en masa cometido hace mas de treinta anos. Todos los miembros de una comunidad religiosa, los Baptistas de Aroostook, desaparecieron sin dejar rastro en 1964, y, ahora que sus cadaveres han vuelto al presente como una muda acusacion, alguien parece muy interesado en que el misterio quede sin resolver. Pero el pasado regresa con inusitada brutalidad. La primera victima es Grace Peltier, una estudiante que, al investigar sobre el fanatismo religioso en el estado de Maine, ha ahondado en la vida y el enigmatico final de la comunidad de Aroostook. En apariencia, Grace se ha suicidado, pero hay indicios de asesinato mas que suficientes para que la familia solicite la intervencion del detective Charlie Parker, <>.

  • A ras del ocaso de Kevin Calvo

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    Habia vuelto a suceder. Otra vez la misma pesadilla que le estaba atormentando y dejandole en vela durante toda la semana. No habia dado resultado las pastillas para dormir que le habia recetado el psicologo hace dos dias, y eso que "resultaban" ser bastante fuertes. Despues de dos meses aun continuaba considerandose culpable de aquel accidente. Aquel en el que resulto catastrofica e irreparable, acabando con la vida de aquella mujer con su hijo, y aun sabiendo que la culpa fue de aquel camionero, se sentia rencoroso consigo mismo por no haber estado pendiente del trafico y no de aquel maldito Porsche 911 que le adelanto sin apenas poder ser visto de la velocidad a la que iba. Segun los forenses, el camionero triplicaba la tasa de alcohol y, por si fuera poco, se quedo dormido al volante e invadio el carril del coche de los difuntos, que tragicamente no sirvio de mucho el frenazo ya su coche colisiono con el e hizo que por muy poco que fuera, lo empujo hasta tal punto que se vio arrastrado con el camion y ambos salieron despedidos fuera de la carretera. Nadie sobrevivio a aquel accidente. El camionero terminara su vida entre rejas y el no volvio a ser el mismo. Despues de despejarse un poco, y de encender la luz de la radio que mostraron las 06:37h, decidio darse una ducha para quitarse el sudor que lo empapaba provocado por la pesadilla, pero mientras estaba preparando el agua caliente, sono el fono porta. ?Quien podria ser a estas horas? !Es sabado! Penso mientras se rascaba la barba de una semana de su rostro cuadrado con caracteres imponentes. Se acerco a la cocina y contesto a la llamada. -- ?Quien? -- con voz risuena y desganada. -- ? No vas a abrirle a un amigo ? --sono mientras se reia. --? Carlos…? ? Eres tu…? -- contesto. -- Pues claro hombre, ?quien sino…? -- dejando una pausa que duro mas bien poco. -- Vamos Oscar abre, aqui hace un frio de cojones, y no voy a esperar mas y tu querras escuchar lo que tengo que decirte. No respondio, directamente abrio la puerta y fue a la entrada a recibir a su amigo. La casa no estaba como para recibir visitas, no habia limpiado a fondo desde hace un mes minimo, desde que invito a sus padres a comer y de eso ya hace tiempo, al igual que el no habia ido a la barberia a arreglarse su pelo con grenas y negro como el carbon. Pero penso en que Carlos no diria nada por ello, seguramente lo entenderia, mucho trabajo y muchas mas comeduras de cabeza. Abrio la puerta quitando los dos cerrojos y ahi estaba el, con un abrigo de borrego y una bufanda que le cubria practicamente su diminuta cabeza redonda tiritando mientras soplaba a sus manos frotandolas entre si para entrar en calor. Hacia tiempo que no sabia nada de Carlos, y no recordaba que estuviera tan rechoncho y bajito, asi que con una sonrisa burlona lo invito a pasar senalandole permiso sin decir nada cerrando la puerta detras de si. Como un tornado se lleva todo a su paso, recogio toda la basura que pudo llevandola a la cocina. Pasaron 5 minutos bien largos y ninguno de los dos habia abierto la boca ni para suspirar. Carlos contemplando aquel estercolero y terminando de entrar en calor , fue el primero en decir algo. --Veo que has estado bastante ocupado. -- dijo mientras se quitaba la bufanda y los guantes.-- Si puedes prepararme un cafe largo te lo agradeceria. Algo caliente no sentaria nada mal. --Perdon por el desorden, ya sabes... trabajo...-- contesto Oliver mientras sonreia de forma vergonzosa. -- Y sobre el cafe, tengo en polvo. -- adjunto mientras observaba como su invitado inesperado daba el visto bueno con un simple movimiento de cabeza. Despues de preparar las tazas de cafe y ponerse una camiseta que pillo tirada en el respaldo de una silla de la cocina, se dirigio al salon donde le esperaba su amigo y aquello tan misterioso que queria saber y no iba a tardar mucho es descubrir. -- Sera importante para venir a estas horas un sabado. -- propino dejando las tazas sobre la mesa de centro.-- Aunque no te preocupes, me pillaste despierto. -- No te va a gustar, pero seguramente aceptaras seguro. -- contesto mientras daba un sorbo a la taza mojandose los labios con el cafe. -- Desembucha. -- Esta bien. Ejem…-- pauso mientras daba otro sorbo.-- Es con relacion al accidente Oliver... Ayer murio Tomas, el camionero. -- ?A muerto ? ?Y que pasa con eso?-- pregunto mientras estiraba las piernas encima de la mesa. -- Veras, no ha muerto de forma natural. Ha sido asesinado. Ayer a las 12h tenia su ultimo juicio para sentenciar el caso, pero se ha dado el caso de que iba a confesar algo que por ahora no sabemos. -- ? Asesinado ? Y por la confesion, me da que ya es un poco tarde...? No crees?-- dijo sonriendole.-- Ademas sabes que desde aquel dia estoy fuera de servicio, y no tengo porque saber lo que me estas contando, aunque ya es un poco tarde. -- Eso ya lo se, pero pense que podria servirte para dar un paso al frente y ayudarte a superar aquello. --contesto.-- Y sobre la confesion, su abogado es quien lo sabe, pero con lo ocurrido, se suspendio el juicio y el abogado esta en su domicilio con una patrulla bajo su casa por si las moscas.-- anadio poniendo su mano en el hombro de su amigo. -- No se si estoy preparado Carlos. Y parece un caso concluido. Ves a hablar con el abogado y fin de la historia.-- propuso recogiendo las tazas vacias para dirigirse a la cocina para dejarlas. --Puede ser, por eso quiero que vengas conmigo , me acompanes a la comisaria y vayamos a hablar con el abogado. No pierdes nada por ello. Oliver al escuchar lo que le propuso, penso en ello mientras ordenaba un poco la cocina y le servia un poco mas de cafe a Carlos. Y entre tantos pensamientos, su subconsciente o esa voz que todos tenemos y nos habla, le decia que aceptara la proposicion y ahuyentara a sus fantasmas de una vez por todas. Su fiel amigo, companero de trabajo y hasta hace unos meses, su segundo en resolver crimenes de casos abiertos, habia ido hasta su casa de buena manana solo por y para ayudarlo a superar el miedo que lo comia poco a poco, dia tras dia. Asi que, sin dudarlo mas , se dirigio a su habitacion, que estaba igual de desordenada que el resto de la casa ,se vistio, se aseo en el bano y cogio el abrigo del perchero que estaba entrando al salon. Cogio las llaves de la casa y miro a Carlos que aun tenia el abrigo puesto y estaba mirando a la nada con la mirada perdida. -- Vamos. -- le dijo abriendo la puerta y cerrandola con llave despues de que su amigo y companero, saliera antes que el. -- Antes tenemos que pasar por comisaria, recuerda. Sera rapido. Tras subir al coche, un Volkswagen Golf Mk2 negro del 92, que en mas de una ocasion habian pedido el cambio por uno mas nuevo, pero la contestacion del comisario Molina que siempre recibian era la misma, " no hay suficientes ingresos, y si os lleva donde quereis ir, aun hace su trabajo". La comisaria no estaba a mas de 15 minutos de la casa de Oliver, que vivia en Alboraya. Lo que le venia muy bien si queria irse al domicilio para descansar, comer, resolver dudas o planificar presentaciones para exponer al resto del cuerpo de policia. Hacia mas de 3 anos que junto a Carlos, habian subido al rango de inspector que tanto estaban deseando. Desde que entraron al cuerpo con 25 anos, los dos habian sido una y carne patrullando las calles de Valencia Centro y Norte, creyendose los reyes de las calles como en las peliculas de Hollywood. En mas de una ocasion han tenido que hacer persecuciones a conductores ebrios y sobre todo a adolescentes que llevaban estupefacientes o habian tenido algun encontronazo en grupo porque uno habia mirado mal o millones de otras excusas infantiles que solian decir. Pero, despues de casi 10 anos haciendo lo mismo, los dos querian aspirar a mas y poder llevar las pruebas de los casos y ser ellos quien van en busca de delincuentes gordos y no de los de poca monta. Tras tanto insistir al comisario de que les diera la oportunidad, llego el dia en que los llamo a los dos a entrar en su despacho. Tenian que atrapar a una banda que se dedicaba al trafico de armas y al blanqueo de dinero. Les llevo bastante tiempo en atraparlos ya que las pruebas y confidentes eran escasos o mas bien nulos. Se les apodo, Bolivares ,ya que la mayoria del grupo eran bolivianos y una pequena parte espanoles, del que formaban parte de una organizacion mas grande y del que ellos solo eran intermediarios al igual que otras pequenas bandas que han ido capturando.

  • Cita con el jefe de Brenna Day

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    Bufo intentando recogerme en un mono los largos rizos rebeldes que se niegan a permanecer en su sitio a la vez que sostengo el tubo del telefono con el hombro contra mi oreja cuando la voz al otro lado de la linea vuelve a chillar con estridencia. –!Prometo no meterte en problemas si me pones con Zadir! –aprieto el boli entre mis dientes y pongo los ojos en blanco suspirando porque mi nuevo puesto de secretaria rapidamente se esta volviendo el trabajo mas estresante del mundo–. !Te lo suplico por lo que mas quieras! Solo dejame hablar un momento con el… –Lo siento, alteza –respondo tratando de adoptar una voz distante y profesional–. Pero ya hemos hablado acerca de esto. Doy unos golpecitos nerviosos con el boli y miro las luces de la centralita. Estoy tentada de cortar la comunicacion, pero es mi trabajo atender cada una de las llamadas. He perdido la cuenta ya de cuantas princesas han llamado en lo que va del dia suplicando para que las ponga con el jeque. Y la verdad es que la paciencia se me empieza a agotar. Echo un vistazo a mi alrededor. La sala esta repleta de administrativos, todos ellos con las narices metidas en sus ordenadores, ajenos a los malabares que debo hacer para aplacar a estas mujeres… Vaya dia he tenido, hoy si que esto se me ha hecho eterno. Por fortuna no falta tanto para que acabe mi turno y llegue mi reemplazo. Que ganas de salir de aqui, encerrarme en mi cuarto, tumbarme en el sofa con un libro en las manos y leer hasta quedarme dormida. –Debes hacer una excepcion conmigo–insiste la princesa. Suspiro largamente. –Conoces las reglas, sabes que no puedo poner en contacto a su majestad con ninguna princesa. –!Pero yo no soy cualquier princesa, soy la prima de Zadir! Cierro los ojos porque no se que mas decirle. Cuando acepte el puesto de secretaria mi idea acerca de lo que involucraria era muy distinta. Pero las cosas han cambiado en el reino desde que el principe Zadir se ha convertido en jeque y ha anunciado que pronto tomara esposa. Si quiero permanecer aqui y no volver a mi pais, esto es lo que toca. –Lo siento, pero el jeque lo ha dejado claro. No quiere ver a ninguna princesa, ni siquiera a su prima –digo con voz cortante pero al instante me arrepiento de haber sido tan directa. Me muerdo el labio inferior cuando oigo su gemido de pena y cuando empieza a sorberse la nariz a punto de romper en llanto, me apresuro a anadir–. Oye, se lo dificil que debe ser para ti esta situacion, pero creeme que no puedo hacer nada. –?Crees que lo sabes? !Pues dejame decirte que tu no tienes ni punetera idea! Y te puedes considerar afortunada por ello, porque ser una princesa no es tan guay como parece. Si tan solo supieras lo estresante que puede llegar a ser… Suspiro para mis adentros pensando si tan solo supieras quien soy en realidad… pero no puedo decirselo a ella ni a nadie porque estoy aqui de incognito. Y si, estoy de acuerdo en que ser una princesa en estas tierras puede ser una condena. Como heredera del reino de Nueva Macedonia estoy destinada a casarme mediante un matrimonio arreglado, igual que lo han hecho mis hermanas. Pero me resisto a ello. Soy un espiritu libre y el dia que me case quiero estar enamorada de un hombre que me quiera por lo que soy, y no por razones de estrategia politica. Por eso en cuanto vi la oportunidad de salir de mi casa paterna no la desperdicie. Cumplidos mis veintiun anos pedi permiso a mis padres para tomar un empleo fuera del reino. Naturalmente se opusieron rotundamente, no esta bien visto que la hija de un rey renuncie a sus privilegios. Por otra parte siempre he amado el arte y mis padres me han animado desde nina a que desarrolle mis talentos artisticos. Asi que decidi aplicar a la escuela de Bellas Artes de Lederland, la mas prestigiosa de la region. En cuanto mi aplicacion fue aceptada, a mis padres no les quedo mas remedio que dejarme marchar. !Tenia un ano para vivir mi vida a mi aire, sin condicionamientos ni ataduras! Sin decirle nada a mis padres, en el ultimo momento cancele mi matricula en la escuela y en cambio decidi arriesgarme a venir a una entrevista de trabajo a Nueva Abisinia para un puesto de secretaria que, para mi sorpresa, finalmente obtuve. Ser secretaria de un jeque sonaba exotico y excitante, lo opuesto de mi vida en casa. Pero aqui estoy, !haciendo de celestina entre el jeque y sus pretendientes! Vaya ironia. Al parecer no puedo huir de los dramas amorosos. Miro el telefono con un suspiro. Me pregunto que cara pondria Nadia si le dijera que soy una de las suyas… –Comprendo, alteza, pero ordenes son ordenes –digo en cambio, y del otro lado de la linea puedo oir el gemido de frustracion de la princesa. –?De verdad el no te ha hablado de mi? Me quedo en silencio sorprendida por su pregunta. Carraspeo antes de responder en el mismo tono impersonal de antes. –Lo siento, pero las secretarias no tenemos permiso para hablar con su majestad. O al menos eso creo, pues yo nunca lo he hecho. En lo que llevo trabajando aqui apenas le he visto una vez, y eso porque era la ceremonia de su asuncion al trono. Recuerdo que yo estaba en la ultima fila, mas atras imposible, pues era el sitio que se nos habia indicado a los administrativos. Pero el problema es que soy tan bajita que ni siquiera en puntillas alcanzaba a distinguir lo que sucedia alli delante. Al ver mi frustracion, Dumar, el jefe de guardias, se apiado de mi e hizo que le siguiera hasta uno de los palcos reservados para los visitantes extranjeros. Y al llegar alli alucine, pues el palco estaba justo arriba del escenario y el principe estaba tan pero tan cerca que me parecia que si alargaba el brazo podria tocarle. Estaba sentado en un trono antiguo rodeado de su guardia real y se veia tan grande y musculoso que, aun sentado, su figura conseguia empequenecer a todos los demas hombres que estaban a su lado. El joven principe se habia ganado su reputacion luchando codo con codo con los guerreros mas feroces del reino, y podia entender su fama, porque en verdad su sola presencia imponia y transmitia una fuerza descomunal. Sus amplias espaldas y su pecho macizo hacian que la seda de su tunica negra se tensara hasta con su movimiento mas leve. Era una pared de musculos y cuando se levanto para recibir la corona de manos de su madre, senti que las rodillas se me aflojaban y el pulso se me disparo de tal forma que me vi obligada a aspirar el aire por la nariz para no desmayarme. Cada uno de sus pasos resonaban como truenos en la inmensidad del salon silencioso. El publico parecia hipnotizado a la espera de sus palabras. Y cuando por fin hablo, su voz grave y profunda vibro estremeciendo mis entranas. Madre mia, no era asi como yo me imaginaba a los reyes en mi infancia, cuando mi nana me contaba las historias de principes andantes de modales suaves y refinados. Este hombre no tenia nada de refinado, !y mucho menos de suave! Todo lo contrario, se rumoreaba que el principe era un cavernicola sin escrupulos, un bruto que cuando queria algo lo reclamaba para si arrebatandolo sin miramientos. !Y ademas tenia la boca mas sucia que una letrina! Eso lo sabia yo porque una vez le oi discutir con alguien cuando una de las lineas telefonicas quedo abierta por accidente. !Jamas habia escuchado a alguien usar semejantes palabrotas! Madre mia, estaba tan avergonzada que tuve que darme aire con ambas manos para que la cara dejara de arderme. A pesar de todo lo que se decia acerca del nuevo jeque, desde aquel dia quede tan impactada por su aura de poder que no pude evitar empezar a tener fantasias con el. Por las noches cuando no puedo dormir me siento en la cama, abro mi portatil y me paso horas mirando fotos del principe. En ellas siempre sale serio, con expresion reconcentrada, como si sonreir fuera un delito. Entonces amplio las imagenes para tratar de descubrir lo que ocultan esos ojos color cafe. !Hay tanto misterio en ellos! Un enigma por el que siento mucha curiosidad y algo de temor. A veces siento que el corazon se me encoge al pensar que el jamas me dedicara una sola de sus miradas misteriosas. Mejor asi, me digo, porque como lo hiciera estoy segura que me impondria tanto que probablemente me quedaria mirandole balbuceando como una tonta. El sonido de la voz de Nadia al otro lado de la linea vuelve a sacarme de mis ensuenos. –Oye, tendrias que hablar con mi primo algun dia. Es muy majo y estoy segura que le caerias bien. ?Majo? ?El gran Zadir? ?De veras estamos hablando de la misma persona? Yo no usaria esa palabra para describirle. Quizas mandon, bruto, arrogante, cabezota, controlador o excentrico. ?Pero majo? Definitivamente no. Impaciente echo un vistazo a mi reloj. –Alteza, debo cortar la comunicacion, hay otras prince… eh. quiero decir otras personas en linea, y casi se me ha hecho la hora de… –!Espera un momento! –desesperada grita a pleno pulmon y del susto que me he pegado casi me caigo de la silla–. !No me cuelgues, por favor! Hay algo que debes saber. No pensaba decirtelo, pero me has demostrado que puedo confiar en ti –entrecierro los ojos porque cuando una princesa empieza a hacerme la pelota es senal de que nada bueno se trae entre manos–. Es algo para el jeque –continua–. Tengo que darselo cuanto antes porque lo necesitara si quiere casarse. Hago una mueca apretando el telefono en la mano. Vaya, esto es nuevo… ?un objeto que necesitara para casarse? !Estas princesas si que tienen imaginacion! Es increible los disparates que estan dispuestas a decir con tal de obtener una cita con el jeque. –Ya, me imagino… –respondo ironica con el dedo indice suspendido sobre el boton rojo lista para cortar la llamada. –No comprendes. No es ningun pretexto. Tampoco es un juego. !Es un asunto de estado! Si no me haces caso, Zadir jamas podra tomar esposa. Y como el gabinete se entere de que tu lo has permitido… Enderezo mi espalda frunciendo el entrecejo. –?Me estas amenazando? –Solo te estoy advirtiendo de manera amistosa. Oye, Luana, se que estas atareada y que hablar todo el dia con chaladas como yo no debe ser nada facil –sonrio ante sus palabras suavizando mi expresion tensa–, pero te prometo que no seran mas que unos minutos. Hago una mueca mirando el tubo del telefono con perplejidad. ?Un asunto de estado? ?Que el jeque no podra tomar esposa? Esto si que se sale de lo habitual. Suspiro con resignacion. –Vale, tienes treinta segundos para explicarte. La princesa toma aire y empieza a hablar a toda velocidad. –Mira, hace anos me he quedado con algo que es de Zadir. El probablemente se haya olvidado que alguna vez me lo dio. Pero ahora que se que le urge tomar esposa me gustaria devolverselo. Es un objeto muy significativo para el. Comprenderas que no puedo decirte que es por motivos de confidencialidad, pero te aseguro que le estaras haciendo un gran favor. –Aun asi no puedes ver al jeque… –No, pero podrias recibirlo tu. Confio en ti y estoy dispuesta a dejarlo en tus manos. ?Que dices? A decir verdad no suena tan mal, y hasta donde yo se recibir paquetes a nombre del jeque forma parte de mis obligaciones. Resoplo mirando el reloj. Igual puedo hacerlo. Me gustaria ayudar a la princesa, ella ha sido la unica que me ha tratado con respeto y amabilidad… Ademas, no estare haciendo nada en contra del reglamento. Mordisqueo la punta del boli debatiendome. –Por favor, di que si –suplica la princesa–. !Te prometo que despues de esto te dejare en paz! No sabes lo doloroso que es tener esto aqui conmigo, sabiendo que el no me quiere… Oigo que su voz se quiebra en un sollozo. Pronto el llanto es incontenible, y alejo el tubo del telefono de mi oido haciendo una mueca. Incomoda me revuelvo en mi asiento forzando una sonrisa al darme cuenta que mis companeras se me han quedado mirando. Seguro que me han visto gesticular como una trastornada y creeran que soy demasiado blandengue para cumplir con mi trabajo. !Dios mio, odio que la situacion se me vaya de las manos! Debo tomar una decision de inmediato. Me aclaro la garganta y anado en un susurro para que nadie mas que la princesa pueda oirme. –De acuerdo, lo hare. Pero tiene que ser en una hora o asi porque debo esperar a que cambie el turno. –!Estupendo, en una hora estoy alli! –Antes debo pedir autorizacion para que nos dejen entrar la encomienda al palacio. ?Es muy grande el paquete? –!No, que va, si es una cosita de nada! Pero preferiria que esto quede entre tu y yo. Puedo confiar en ti, ?verdad? –Esto… –miro a mi alrededor y bajo la voz hasta que practicamente no se me oye–. Vale, esperame al final de la avenida de entrada, !y no te acerques demasiado al palacio, hay guardias por todos lados! –!Sabia que podia contar contigo! Al colgar el telefono me dejo caer agotada sobre el respaldo de la silla. Esto no es vida. Cierro los ojos pensando que estoy a punto de meter la pata hasta el fondo. Eres una inconsciente, me digo mordiendome el labio inferior.

  • Infamia de Ledicia Costas

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    Emma Cruz es abogada y profesora de derecho penal. Se traslada al pequeno pueblo gallego de Merlo para impartir clases en la universidad, sin saber que ese lugar esta marcado por la desgracia.
    Su llegada coincide con el veinticinco aniversario de la desaparicion de las hermanas Giraud, a quien parece que se las haya tragado la tierra. Asi, Emma descubrira que los habitantes de Merlo guardan secretos inconfesables. ?Que fue de las hermanas Giraud? ?Estan muertas? Y si es asi, ?quien fue el responsable
    y por que nunca encontraron sus cuerpos?

  • La Implacable de Mary Bastidas

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    Desperto de madrugada, asustada, pero alerta, al ser sorprendida por una llamada. Tomo su arma al instante como un reflejo, siempre la colocaba sobre la mesa de noche. Era su mejor compania en aquel apartamento donde vivia sola. Al contestar solo escucho la respiracion de una persona... – !?quien es?!… !?que es lo que quiere?! Pero no hubo respuesta... – !Es la tercera vez que me llama esta semana! !Ya deje de molestarme! Al no recibir una respuesta, colgo con rabia para luego dejarse caer en la almohada rendida del sueno. 2 Al dia siguiente debia presentarse temprano ante su jefe, el Teniente Fabian Ortiz. Su hermana y companera de trabajo, la Detective Jenny Santiago, habia sido violada por un hombre que entro a su apartamento en horas de la noche. Jenny desperto asustada, gritando, pero nadie la oyo pues este la habia amordazado con cinta adhesiva mientras aun dormia. Intento golpearlo, pero el asaltante retuvo sus munecas con fuerza inmovilizandolas. Lamentablemente, estaba muy oscuro y Jenny solo pudo ver su sombra sobre ella. Su hermana, la Detective Lina Santiago, quien vivia en el apartamento de al lado, desperto al recibir su llamada minutos despues de los hechos. Tomo su arma inmediatamente y fue a su apartamento donde la encontro semidesnuda, presentando varios hematomas en distintas partes de su cuerpo. Lina juro encontrar al culpable, darle una paliza y encarcelarlo. Su hermana Jenny fue internada en cuidados intensivos. Esa manana, Lina presentia el motivo de la reunion con el jefe. Le asignarian un companero sustituto. Esa noche no pudo dormir bien, por eso al llegar a la oficina fue primero por su habitual taza de cafe sin azucar y sin leche para despertarse. Luego fue a la oficina del Teniente Ortiz para recibir, lo que ella consideraba, una mala noticia. – buenos dias – saludo sin entusiasmo – Lina, ?que son horas estas de llegar? – lo siento jefe, anoche no dormi bien, ?ya vio mis ojeras? – contesto para luego beber de su taza – Esta bien Lina, quiero presentarte al Detective Josue Velazquez, hoy es su primer dia, el sustituira a la Detective Jenny Santiago para que ambos investiguen su caso; Detective Velazquez, le presento a la Detective Lina Santiago El Detective Josue Velazquez se levanto de la silla y volteo a verla. Era un hombre alto, delgado y atletico. Su aspecto era muy profesional a diferencia de la Detective Lina Santiago quien, como de costumbre, vestia de negro como una especie de luto perpetuo. Vestia formal, chaqueta y pantalon de tela, usaba lentes que resaltaban sus ojos color almendra. Cabello negro brillante. Apuesto en realidad, pero Lina no lo noto. Velazquez, por su parte, admiro de arriba abajo su cuerpo esbelto y su cabello negro, el cual contrastaba con su piel blanca y sus ojos verdes enmarcados en aquellas cejas perfectas los cuales lo embrujaron al instante. Se miraron fijamente a los ojos, serios, manteniendo el profesionalismo. Velazquez le ofrecio su mano para saludarla. – !es un placer conocerla, Detective Santiago! – lamento no poder decir lo mismo Detective Velazquez, pero preferiria trabajar sola en este caso, no necesito su ayuda ni la de nadie para resolverlo – !Lina! – le reprendio su jefe – !que manera tan grosera de recibir al Detective Velazquez! !entiendo que este molesta por lo sucedido a su hermana, pero no justifica que se comporte de esta manera! Lina se mantuvo seria y callada. El Detective Velazquez aun la contemplaba en silencio. No parecia ofendido del todo... – pierda cuidado Teniente Ortiz, ya me habian advertido sobre el temperamento de la Detective Santiago, pero a pesar de su actitud irreverente, me da gusto conocerla – Su comportamiento es muy profesional, eso me brinda tranquilidad, acaba usted de demostrar que es muy paciente y tolerante, cualidades que, lamentablemente, no posee la Detective Santiago. Se que juntos haran un buen equipo para encontrar a ese delincuente. Yo tambien estoy molesto por lo ocurrido, pero por fortuna, se controlar mis impulsos mejor que usted Santiago. – disculpe Teniente, no se volvera a repetir – !eso espero! si asigne al Detective Velazquez al caso es por su vasta experiencia en Criminologia ademas de poseer una Maestria en Psicologia – !?Psicologo?! !Excelente, nos vamos a llevar muy bien! – exclamo Lina con sarcasmo para luego beber de su taza Al Teniente Ortiz no le agrado su actitud, pero al mismo tiempo la comprendia ya que sabia muy bien que Lina sentia repudio hacia los psicologos... – ya puede retirarse Santiago, aun hay cosas que debo hablar con el Detective Velazquez – con su permiso Teniente – adelante Lina se acerco a la puerta, pero se detuvo antes de salir, espero a que Velazquez se sentara de nuevo para decir con una sonrisa falsa y sarcastica... – !Detective Velazquez... el placer es todo mio! Luego salio tirando la puerta mientras Velazquez bajo la cabeza sonriendo... – !creo que le agrado!… !luce demasiado joven para tener 23 anos! – ?esta preparado para lo que viene? nadie quiere trabajar con ella, le dicen 'la implacable', supongo que ya entendio el por que, necesitara mucha tolerancia – no se preocupe, ya se acostumbrara – !es usted muy valiente! Lina es como una hija para mi, es como una nina malcriada, pero a pesar de eso la adoro, es muy dedicada a su trabajo, a veces violenta, pero eso tiene una explicacion que no quise incluir en los expedientes que le proporcione para decirselo personalmente Velazquez se mostro intrigado. El Teniente Ortiz se puso en pie, le dio la espalda e introduciendo las manos en los bolsillos continuo diciendo... – Detective Velasquez, la informacion que esta a punto de escuchar no debe salir de esta oficina, ?me comprende? es confidencial – tiene mi palabra – es necesario que usted lo sepa dado el hecho de que trabajara a su lado por un tiempo considerable, ademas usted es Psicologo, creo que no le costara trabajo entenderlo – soy todo oidos Ortiz suspira. – Como ya le he dicho anteriormente, Lina es como una hija para mi, pero no lleva mi sangre. Le ofreci empleo a ella y a su hermana como un favor a su madre en su lecho de muerte. Murio de cancer anos despues de que Lina huyera de la casa. Unos dias antes de morir, me rogo que cuidara de sus hijas, me pidio que no las abandonara a su suerte. Conoci a Lilly en un tiempo en que me habia separado de mi actual esposa. Nos hicimos muy buenos amigos, y con el tiempo me enamore de ella, pero mi amor no fue correspondido, asi que volvi con mi esposa y deje de verla por un tiempo. Luego me entere de que se habia casado con un tipo que la golpeaba y a Lina... Ortiz hizo una pausa, sus ojos se le humedecieron. Velazquez esperaba en silencio a que continuara... – le falto el respeto en varias ocasiones, ?si entiende lo que le quiero decir? – si senor, lo comprendo perfectamente – por fortuna no se fijo tambien en Jenny, supongo que era demasiado joven para el, apenas una adolescente – ?cuantos anos de diferencia hay entre ambas? – tres anos – ?y donde esta su padre? – no lo se, Lilly solo me dijo que se divorcio de el porque le fue infiel con otra mujer, Jenny estaba recien nacida cuando ocurrio Ortiz hizo una pausa de silencio. – Creo que Lina aun esta resentida con su madre, con su padrastro y con la vida, supongo que por eso es tan grosera y agresiva… a veces la reprendo, pero continua desafiante y rebelde – voltea – Es por esta razon que he requerido su presencia en este caso. Creo que usted puede ayudarla mejor que yo. – hare todo lo que este a mi alcance – se lo agradezco, solo le pido que sea cauteloso para que ella no lo descubra – sere discreto – solo espero que sepa manejarla, Lina detesta a los psicologos Josue solto una carcajada. – eso no es muy alentador Ortiz sonrio. – pero se nota que es usted muy paciente, se que hara un gran trabajo – gracias por su confianza, espero no defraudarlo Se dieron la mano y luego Velazquez abandono la oficina. 3 Tras salir de la oficina del Teniente Ortiz, Lina se dirigio al gimnasio donde otros policias se ejercitaban. Tan furiosa estaba que sabia que necesitaba golpear algo para calmarse. Se coloco sus guantes y su ropa de entrenamiento y comenzo a golpear y patear el saco con mucha destreza mientras balbuceaba... – 'pierda cuidado Teniente, ya me habian hablado de su comportamiento'… !psicologos! Lina grito de rabia y golpeo el saco con toda su fuerza. Continuo golpeando y pateando hasta quedar sin aliento y empapada en sudor. Terminado el entrenamiento, fue a las duchas y se metio a banar. Se quedo inmovil bajo el agua como un ritual de relajacion. Mas tarde, ya en su oficina y con el cabello aun mojado, trabajaba en la investigacion cuando tocaron a la puerta. – Adelante Se trataba del Detective Velazquez... – !Detective Velazquez! ?a que debo el honor de su visita? – exclamo Lina con sarcasmo – necesito que me pase el expediente y toda la informacion relacionada al caso de la Detective Jenny Santiago – por supuesto, deme 10 minutos y se lo hago llegar, ?algo mas que esta humilde servidora pueda hacer por usted? Su sarcasmo evidente le incomodo... – ?que tal si me invita a pasar y sentarme? – adelante, como si estuviera en su casa… ?desea tambien un masaje en los pies? Velazquez se acerco al escritorio algo disgustado y le dijo... – Detective Santiago, apenas van unas horas desde que fuimos presentados y usted no ha hecho sino mostrarse arrogante hacia mi, la razon la ignoro, pero de igual manera me pregunto ?por cuanto tiempo continuara en esa actitud? Lina continuo escribiendo en su computador ignorando su pregunta. Velazquez noto su cabello mojado y como su intencion era llamar su atencion se aventuro a comentar... – ?Estuvo nadando? Su cabello aun esta mojado A Lina le molesto el comentario, pero continuo escribiendo... – ademas de psicologo, indiscreto !interesante! – comento con una sonrisa sarcastica – !se ve muy bien asi! siempre he dicho que no hay nada mejor que introducir mis dedos en el cabello rebelde de una mujer – ?y a su esposa le gusta que le haga eso? – pregunto con sarcasmo Velazquez apoyo sus manos en el escritorio, se inclino y le dijo en secreto… – soy soltero - contesto guinandole un ojo Lina fingio que no lo habia escuchado al tomar un boligrafo para hacer una anotacion en una libreta. – la vere mas tarde, Detective Santiago Lo observo con expresion de desagrado mientras se marchaba de su oficina. Tan pronto cerro la puerta, Lina tiro el boligrafo con rabia. 4 Al dia siguiente, ambos se dieron a la tarea de investigar a fondo la violacion de Jenny. Lina la visito en el hospital para mostrarle varios sospechosos en base a antecedentes penales e historial de violacion. Jenny vio todas las fotos y escogio solamente a dos. Jenny no pudo ver el rostro del asaltante, pues estaba muy oscuro, sin embargo, indico que, a juzgar por su sombra, debia tratarse de un hombre alto, delgado y que posiblemente tendria barba pues le fue posible palpar su rostro en el forcejeo inicial y su textura era velluda. Afirmo ademas que su olor era muy peculiar como si estuviera drogado o alcoholizado. Fue lo unico que pudo percibir en la penumbra. El asaltante inmovilizo sus manos con cinta adhesiva y tapo su boca con la misma para evitar que gritara. Uso guantes asi que tampoco encontraron huellas digitales. Velasquez entrevisto al primer sospechoso, pero este tenia una coartada convincente asi que lo descartaron. Llevaron al segundo sospechoso a la sala de interrogatorios, esta vez el Teniente Ortiz presencio la entrevista del otro lado del espejo. Una vez mas, Velazquez se encargo de interrogarle y no hallo culpabilidad en el. Pero Lina no estaba satisfecha, queria interrogarlo ella misma y mirarlo a los ojos de cerca. – Teniente Ortiz, permitame que lo interrogue – !Lina, por favor, no empieces de nuevo! – disculpe, pero creo que Velazquez no hizo todas las preguntas necesarias – mis preguntas fueron mas que suficientes Detective Santiago, !ese hombre no violo a su hermana! – !?como puede estar tan seguro?! – !basta!… estoy satisfecho con el trabajo realizado por el Detective Velazquez, asi que no le permitire objeciones adicionales Detective Santiago! ?Quedo claro? – si mi Teniente, muy claro, con permiso Lina salio rabiosa tirando la puerta. – tal vez debio permitirle que lo interrogara – sugirio Velazquez – confie en mi, lo habria torturado, ya lo esta tomando personal por tratarse de su hermana – Solo esta reviviendo el pasado, todo esto le hace recordar los abusos cometidos por su padrastro, es logico que asuma esa actitud... hablare con ella Lina sintio ira al verse colocada en un segundo plano, como si su sexto sentido femenino no tuviera validez alguna. Se sentia inservible e impotente al no poder hacer nada al respecto. Salio de alli directo al bano el cual estaba desocupado en ese momento. Se paro frente al espejo y se contemplo a si misma. Su respiracion era algo agitada. Se echo agua en la cara para intentar calmarse, tomo un papel de un dispensador y se seco, luego volvio a mirarse en el espejo cuando, en un arranque de rabia, golpeo el espejo con toda su fuerza convirtiendolo en pedazos que cayeron al suelo manchados de sangre. Lagrimas de rabia comenzaron a brotar de sus ojos. Recosto su espalda a la pared al sentirse mareada y se dejo caer al piso lentamente sosteniendo su mano derecha herida. Encogio sus piernas y oculto su cabeza entre sus brazos mientras su llanto fue aumentando gradualmente a medida que la sangre continuaba brotando de las heridas en su mano. Luego escucho pasos firmes entrando al bano, los cuales se detuvieron justo frente a ella. Al levantar la cabeza, descubrio a Velazquez observandola con algo de lastima y compasion lo cual la enardecio aun mas. – este es el bano de damas, ?como se atreve? – le grito Velazquez se percato de su mano ensangrentada, luego vio los pedazos de vidrio en el suelo, al igual que el espejo roto... – !siete anos de mala suerte! – !pudrase! Velasquez se agacho y la miro a los ojos...

  • Eres para mi (Quinteto de la muerte 2) de Sandra Heys

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    Nueva entrega de la serie Quinteto de la Muerte: Te metes con una y te metes con todas.

  • Escribiendo juntos de M Suarez

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    Manuel es un escritor de novelas de ciencia ficcion que distribuye su carrera entre la Ciudad de Mexico y Los Angeles.

  • Llegaste para quedarte, Carol S. Brown de Carol S. Brown

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    Elliot Wise, segundo hijo del duque de Lennox, ya no ha vuelto a ser el mismo desde hace un ano. Una horrible tragedia se cernio sobre el, destruyendo su vida, por eso, ante la noticia de ser el heredero de el ducado de Weston, no muestra demasiado entusiasmo. Dicha herencia conlleva un titulo y responsabilidades con nombre de mujer. ?Quien es esa joven, que no se comporta como una dama, pero que le despierta sentimientos que creia olvidados hace ya mucho tiempo?
    Cassie Price, vive de cerca la perdida del viejo duque de Weston, siendo este su padrino, ahora vera como un desconocido hereda su titulo y se instala en la casa. Algo le dice que el nuevo duque no sera tan permisivo con ella. Ese hombre querra tener voz y voto en su futuro, y eso es algo que ella no piensa permitir.

  • La chica de los ojos tristes de Noelia Hontoria

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    Adriana amaba viajar. Desde pequena siempre supo que no queria una vida prefabricada como los demas, ella era especial. Por encima de todas las cosas, deseaba almacenar en su retina paisajes de belleza desmedida, disfrutar de escenas urbanas cotidianas, integrarse en otras culturas desconocidas y atesorar miles, quizas millones de kilometros recorridos. Le gustaba imaginar que llevaba a sus espaldas una mochila magica en la que conservar la esencia de cada paso andado, cada kilometro viajado. Nunca supo bien de quien habia heredado esta pasion. Quizas de su tia preferida, Carla, quien siempre tenia una anecdota que contar de cada ciudad que habia visitado. O tal vez de sus padres, quienes sin saberlo le habian inculcado el deseo de conocer mundo. A pesar de que ambos tenian una coleccion de sellos en el pasaporte mas bien escasa, los dos poseian grandes conocimientos del mundo que nos rodea, cada uno por una razon diferente: la madre de Adriana era una reputada profesora de Geografia, mientras que su padre, cocinero, habia editado sin exito dos libros de recetas internacionales. Sin duda, sus ansias de viajar la habian llevado a vivir los mejores momentos de su vida y si de algo no se arrepentia, era de cada minuto vivido en ciudades que no le pertenecian. Adriana era hija unica, pero nunca fue una nina malcriada. Jamas le falto un capricho ni un regalo bajo el arbol de Navidad, pero tampoco educacion, carino y un castigo cuando lo merecia. Crecio en un hogar sin altibajos, sin problemas economicos ni familiares y paso su adolescencia como cualquier otra joven de su edad: le gustaba tomar cafe con sus amigas los viernes por la tarde, mirar ropa en el centro comercial y, de vez en cuando, salir por la noche a tomar un Malibu con pina en los bares "de mayores". Queria crecer rapido para ser como ellos, saber bailar, no tener toque de queda y no verse en la obligacion de dar explicaciones de con quien andaba o donde iba. Quizas si Adriana hubiese sabido lo que le esperaba unos anos despues de la mayoria de edad, habria deseado que su vida acabara en ese cafe de los viernes por la tarde. Pero por suerte o por desgracia para ella, la vida siguio su curso y Adriana se convirtio en una bella jovencita de pelo negro y ojos miel. Fue a la Universidad, aunque nunca llego a terminar la carrera. La vida le tenia preparado otro destino, eligio otros caminos y paso de ser una adolescente feliz a una marioneta de quien, con capricho, mueve los hilos de nuestra vida. ?Quien decide quien merece vivir una buena vida y quien se ahogara en una existencia marcada por las sombras? ?Somos nosotros los que, con nuestras acciones, marcamos nuestro futuro o realmente existe un destino escrito para cada uno desde el momento en que venimos al mundo? La joven no conocia la respuesta a la pregunta que se repetia todas las noches, pero un buen dia decidio que era el momento de buscar una salida del tren que ya habia descarrilado hace mucho tiempo. Se marcho. Huyo por la ventanilla del servicio de la tripulacion, como los cobardes, atraveso las vias, cambio de estacion e, incluso, de medio de transporte. Habia llegado el momento de romper con todo lo que le ataba a su vida anterior: familia, amigos, ciudades... creo una caja de recuerdos y guardo en ella lo que mas le importaba. Ese tipo de objetos que jamas tendrian valor material en un mercadillo de segunda mano, pero que para ella ahora eran todo su mundo. Con sumo cuidado, selecciono sus fotos preferidas con recelo de no aparecer en ninguna. Cerro la caja y con la llave se hizo un colgante. Creia en el poder de los amuletos y si queria empezar de nuevo, reescribir su historia, iba a necesitar uno. Con sus propias manos cambio su largo pelo negro por una melena rubia a la altura de los hombros y volvio a estudiar, pero esta vez no fueron las aulas de la Universidad las que disfrutaron de su inteligencia: una manana de Enero se matriculo en un curso de TCP, tripulante de cabina de pasajeros o, como lo llamaba el resto del mundo, azafata. Comenzar una nueva vida no fue facil: gestionar la documentacion fue casi mas dificil que encontrar un piso decente y economico en una gran ciudad como Madrid. Queria algo cerca de la Escuela pero con un alquiler acorde a su cuenta bancaria: apenas habia tenido unos meses para ahorrar y los lujos no tenian cabida en su nuevo plan de vida. Tras dos noches durmiendo en un hostal de dudosa reputacion, logro encontrar un habitaculo en un piso modesto pero limpio. Su habitacion estaba decorada en tonos azules y contaba con un mobiliario bastante basico: una cama vieja pero comoda, un escritorio de melanina, un pequeno armario suficiente para su escaso equipaje y un par de cuadros de motivos marineros. Muy a su pesar, tuvo que resignarse a compartir piso con dos chicas de nacionalidad alemana, participantes de un programa de intercambio europeo, con las cuales apenas cruzo una centena de palabras durante todos los meses que duro su estancia. Adriana se escudaba en los obstaculos del idioma para no tener mucha conversacion con sus alegres companeras, pero ella bien sabia que ese no era el motivo real. Era consciente de que su vida ahora se encontraba en una etapa absolutamente temporal, que esto no duraria mucho. Le gustaba Madrid, le hacia sentirse extrana entre un mar de gente, pero no queria pasar aqui el resto de su vida. En ese momento, hacer amistad con las alemanas no entraba entre las prioridades de su nueva vida. Tampoco le interesaba conocer a sus companeros de Escuela. Ocho chicas y tan solo un varon que quedaban cada fin de semana para disfrutar de la noche madrilena. Despues de tres negativas por parte de Adriana, habian dejado de intentar convencerla para salir con ellos. La veian algo rara, taciturna y solitaria. Y no se equivocaban. En ocasiones hablaban de ella a sus espaldas y todos coincidian en que era una chica amable, responsable y con buenas maneras, pero no entendian como alguien tan joven podia tener tan poca vida social. Algunos apostaban a que tendria algun problema psicologico, otros simplemente achacaban su actitud a un posible novio demasiado celoso y absorbente. Fuera lo que fuera lo que marcaba la actitud de Adriana con el mundo, todos estaban de acuerdo en que no era la mejor personalidad para una futura azafata de vuelo. La realidad era bien diferente: sus fantasmas no la dejaban abrirse de nuevo al mundo. Desde que ocurrio aquello que nunca debio suceder, se acostaba cada noche imaginando que todos tenemos una segunda oportunidad y basta un "lo siento" o una explicacion para enmendar todos nuestros actos. Pero al final de cada noche, sus suenos siempre se transformaban en pesadillas. La vida siguio su curso y pocos meses despues abandonaba esa Escuela que le habia dado una nueva oportunidad, esta vez con el titulo bajo el brazo. Contra todo pronostico, Adriana fue la primera de su promocion que consiguio ser seleccionada en una de las entrevistas que la propia Escuela organizaba con algunas companias aereas. A pesar de que su tren descarrilo hacia apenas un ano, habia logrado encender los motores del avion de su nueva vida. Acepto sin dudarlo: ante la oportunidad que se abria delante de ella, ni siquiera reviso las condiciones de su contrato. No le interesaban las cifras mensuales, las horas de trabajo ni el convenio. Solo queria empezar, por fin, su vida. Dicen que nunca es tarde para volver a empezar y Adriana estaba a punto de comenzar el viaje hacia lo que realmente merecia. Un 7 de octubre de 2007, partio de madrugada, con nocturnidad y alevosia. No le hizo falta facturar. En su escasa maleta de mano llevaba un par de kilos de ropa, su documentacion y su caja de recuerdos. Pero lo que mas pesaba no era nada material que pudiera llevar con ella. Su secreto la acompanaba, alla donde fuera, con la carga anadida de saber que jamas iba a poder desprenderse de el. Las horas de espera en el aeropuerto volaron: antes de darse cuenta, la voz metalica que provenia de los altavoces del aeropuerto ya anunciaba la salida de su vuelo. Cogio su equipaje de mano, su secreto y su desesperanza y se puso en la cola de ese conductor de destinos al que vulgarmente llaman avion. Deteniendose un instante, como si quisiera saborear aquel momento, saco de su bolsillo la carta arrugada que habia recibido apenas unos dias antes y comprobo con la pantalla de la sala de embarque que no se habia equivocado de sitio. En ambos lugares rezaba la misma frase. Destino: Aeropuerto de Luqa. Malta.

  • La hija del jardinero de Natalia Roman

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    Angel y Demonio
    ?Como dos hermanos que crecen juntos y con las mismas normas de educacion pueden ser tan distintos?
    La vida de Cristina se vera marcada por una guerra sin cuartel entre los hermanos Osoro. Uno es un psicopata asesino; el otro, un juez respetable.
    No existe nada peor en la vida que los celos y la sed de venganza, y esos sentimientos nublaran la razon del pequeno de los Osoro convirtiendolo en un hombre sin sentimientos. Un hombre capaz de todo y con un unico proposito: ver llorar a su hermano lagrimas de sangre.
    Cristina se convertira en el blanco de todos sus macabros y despiadados planes de venganza, pero por mas que intente destruirla Robert siempre la amara y estara ahi para recomponerla.
    ?Puede el amor restaurar un corazon destrozado?
    ?Dejarias que el odio y la venganza de un hombre marcaran tu vida? ?O serias capaz de dejar de lado todo el dolor y aferrarte a ese otro hombre cuya pasion te hace olvidar tanta barbarie?
    Amor y odio, pasion y venganza. Dos hermanos con unos sentimientos muy distintos hacia una misma mujer: la hija del jardinero.

  • Para las amantes de la regencia de Varios Autores

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    Llega lo que todas las amantes de la novela romantica de regencia esperaban.

  • Prisionera (Los caballeros del tiempo 2) de Jimena Cook

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    Cuando llega la noche ella aparece en sus suenos, perdida, en peligro y con un secreto que oculta tras su mirada…

  • el ultimo invierno de Encarna Bernat

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    Castillos de tristeza habitados por fantasmas. Cunas repletas de olvido, mares construidos a base de lagrimas desbordantes de dolor, llanto de viejos… Habitadas en su interior por espectros, almas atrapadas en el pasado, cuerpos que ni siquiera son la sombra de lo que han sido. Frio, mucho frio y soledad, una inmensa y exasperante soledad llenan los dias de los que alli habitan. Te busco entre todos los rostros llenos de amar gura, de arrugas que fueron instalandose por todo el cuerpo. Manos temblorosas, voces apagadas... Miro los cabellos plateados, busco acaso un gesto, cualquier detalle, un perfil. Pero no te encuentro y me desespero, porque veo ojos sin vida, y me miran implorando que llegue el final o acaso una alegria, algo que para bien o para mal, cambie sus vidas y los saque de esta brutal monotonia. Observo sus caras llenas de sufrimiento y mi desespero aumenta porque no te veo. Entonces contribuyo a hacer que ese inmenso oceano de lagrimas crezca un poco mas, y resbala por mis mejillas un llanto inconsolable. Comprendo que te he perdido, porque aunque te vuelva a ver se que no me reconoceras, y si lo haces, sera tan solo un instante. Se que no tendre tiempo de decirte nada, y te habras marchado para siempre, si no lo has hecho ya. Encarna Bernat Aquella manana la television anunciaba que la ciudad de Milan amanecia cubierta por un gran manto blanco de nieve. En Florencia, donde yo me encontraba, en cambio, se esperaban fuertes lluvias para el resto de la semana. En aquel momento aquello era la noticia del dia, junto al descenso tan brusco de las temperaturas. La enorme avenida era un ir y venir de gente, un mar de caras donde todas las personas a las que veia caminaban abrigadas y con prisa de llegar a donde quisiera que fuesen. Por suerte para mi, era un domingo, no necesitaba salir a ninguna parte. Algo que por otro lado agradeci. Una vez mas, me sentia un ser privilegiado. Fuera debia de hacer un frio espantoso, el cristal se empanaba con mi respiracion y la calefaccion estuvo funcionando toda la noche. Tenia que corregir unos trabajos de la facultad, era una maravilla poder trabajar en casa. El destino me habia llevado hasta alli, hasta aquella ciudad a la que tanto queria y de la que me enamore desde el primer momento en que pise su suelo anos atras. Florencia tenia magia. Podias pasear por sus calles y respirar el arte por donde fueras, sentirlo alla donde posaras la mirada. Apague la television y me puse musica, esta vez elegi a Chopin. Me relajaba escuchar las notas de su piano mientras corregia. En aquel momento, lejos de Espana, lejos de todo, me sentia tranquila. Era un dia cualquiera, en una vida cualquiera como tantas otras. No tenia nada de especial pero durante mi estancia en Florencia, en el poco tiempo que llevaba, me sentia bien dentro de mi rutina. Tenia mi orden establecido. El apartamento que alquile, al principio de llegar, estaba cerca de la facultad, lo que suponia una ventaja para mi. Coloque una taza de cafe bien caliente sobre la mesa de trabajo despues de vestirme con ropa informal, queria sentirme comoda. Sentada en la butaca comence a leer las recensiones de la asignatura de Arte de segundo curso; el tema era libre, solo pedia que estuviera relacionado con la pintura. En caso de ser italiana, la epoca que pedia era el Renacimiento; tambien les di la opcion a mis alumnos de poder escoger algun pintor espanol. Cuando llevaba ya un buen rato sumergida corrigiendo trabajos, me quede sorprendida. De entre todos mis alumnos solo uno de ellos habia hecho el trabajo sobre Velazquez, el titulo era <>, de Kiara Carrici. Aquel trabajo llego a mis manos, y hubiera sido uno mas, si ese no fuera el titulo de mi tesis doctoral. Respire hondo y me quede mirando las letras como si intentara buscar un significado a todo aquello. Aquel trabajo, que ahora tenia ante mis ojos, me habia devuelto a una realidad hasta entonces casi olvidada para mi. El escrito era de Kiara, una de mis mejores alumnas. Pasaron unos minutos y volvi a la realidad sintiendo las lagrimas resbalar por mis mejillas. La musica seguia sonando, me quede pensativa. La vida continuaba. Nada se habia detenido, ni en aquel momento ni en ningun otro. Fuera, en la calle, la lluvia persistia, cada vez lo hacia con mas fuerza, golpeando constantemente los cristales. La avenida era un ir y venir de paraguas, predominaban los colores tipicos de aquellos dias de frio tan caracteristicos, el marron, el gris y el negro sobre todo. Atras quedaban los dias de primavera donde todo se engalana, las gentes con colores llamativos, los escaparates, hasta el cielo se vestia de un azul mas intenso en aquella epoca del ano. La ciudad entera se llenaba de vida e invitaba a caminar por cualquier calle y disfrutar de la buena temperatura. En cambio, ahora parecia adormecida o recien acabada de levantar. Los dias son mas oscuros en invierno, la gente sonrie menos. ?Que habia sido de mi vida? Por primera vez en mucho tiempo me di cuenta de lo deprisa que pasa todo; cuando nos parece que el dolor se va a instalar para siempre en nuestras vidas, y en cierta manera asi es, te das cuenta de que ya todo ha pasado y de que nada volvera a ser igual que antes. Llevaba ya unos meses en Florencia y ver el trabajo de mi alumna sobre la me s a me hi z o p e n s a r , me hi z o r e c o r d a r l o q u e v i v i p o c o a nt e s d e d e j a r E s p a na ... Todas las mananas subia al tren que me llevaba de camino a la ciudad, para mas tarde coger el autobus con objeto de llegar hasta la universidad. Recuerdo las mananas de invierno de pie, esperando a que llegara la locomotora que me llevaria a otra provincia, lejos de mi ciudad. Recuerdo los madrugones para poder asistir a las clases que tenia a primera hora. Mi universidad tenia buena fama en cuanto a su nivel academico. Y asi, el tiempo que duro mi formacion universitaria, dia tras dia, mi vida transcurria entre la estacion de tren y la facultad, donde pasaba casi todo el tiempo entre clases, trabajos y tutorias, con las pertinentes colas en la puerta del despacho del profesor de turno. El ferrocarril siempre me ha hecho recordar cosas que, si bien nunca he olvidado, han permanecido bajo el efecto de la ensonacion. Le recuerdo como si fuera ayer mismo. Sobre todo, cuando escucho el sonido de algun tren en la lejania acercarse hasta mi. Le recuerdo de pie con el silbato en sus grandes y fuertes manos. Su uniforme siempre impecable. Mis padres tuvieron que cambiar de ciudad por razones de trabajo, asi que las vacaciones las pasabamos con mis abuelos maternos. Recuerdo el olor a aceite de oliva impregnando toda la casa, la tibieza de aquellos cuerpos cargados de anos, !con que amor y con que ternura nos abrazaban cuando llegabamos! Todo se llenaba de risas, de alboroto infantil. Pasar las vacaciones con ellos era como visitar otro mundo, acostumbrada como estaba yo a vivir en la ciudad. Alli todo cobraba nuevas dimensiones. La vivienda de mis abuelos era la tipica casa valenciana, tenia dos alturas, a mi me parecia que era la mas grande y bonita del pueblo. Cuando llovia, mi abuela solia poner una madera para que el agua no de colase adentro. Mi abuelo trabajaba en los ferrocarriles, era capataz. Nos decia, sin nosotros comprender el significado, que preferia el humo a la escarcha. Con el tiempo supe que cuando nevaba, y en Baneres por aquel entonces nevaba mucho, el tenia que salir con sus trabajadores a despejar las vias para que el tren pudiera pasar sin ningun tipo de problema. Le recuerdo con el rostro serio, pero aunque estuviera cansado, siempre tenia una sonrisa para mi y yo lo queria, no solo por eso sino por muchas cosas mas. Siempre que iba al pueblo a pasar unos dias con ellos, al doblar la esquina, alli estaba el esperandome con una enorme sonrisa dibujada en la cara. A mi me parecia que aquella sonrisa llenaba todo mi universo infantil. Que la calle se hacia mas grande cuando le veia frente a mi, sonriendo. Llego el dia en que no habia nadie. Nadie aguardaba mi llegada en la esquina como siempre. Entonces me di cuenta de que nunca mas volveria a verle. Y aquel dia, simplemente me hice mayor. Supe lo que aquello significaria a partir de ahi en adelante en mi vida. Desde entonces, cada vez que subo a un tren no puedo evitar acordarme de mi abuelo, de todo lo que me enseno, de lo mucho que aprendi a su lado.

  • La asombrosa bibliotecaria de Little Rock de Olivia Ardey

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    Nicole Smith es la bibliotecaria de Little Rock, placido pueblo de Maryland donde importa mucho el que diran. Hija del dueno del rancho de la Doble SS, tiene una vida modelica y un <> novio, marine de la US Army y heroe local.
    Sin embargo, esconde un espiritu libre que solo se salta las normas cuando saca del armario sus tacones de la suerte y huye del aburrimiento, lejos de los cotilleos. Niki ha leido mucho y probado muy poco. Por culpa de una averia domestica, el nuevo sheriff del condado, nada parecido a su soso y puritano marine, despierta sus fantasias mas atrevidas.

  • El impostor de Lina Galan

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  • Mi error fue tu promesa de Moruena Estringana

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    Puede una promesa ser mas fuerte que el amor?

  • La cocina de las legumbres de Fundacion Alicia

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    ?Sabias que las alubias negras contienen un 50% mas de hierro que un filete, que los garbanzos aportan tanto acido folico como las espinacas o que la primera espuma que hizo Ferran Adria fue de legumbres?

  • Mi mejor jugada de Blanca Tunez

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    Despues de que Jason fuese valiente y confesase su sexualidad, las cosas no salieron nada bien con su familia. Tras echarlo de casa, Scott lo acoge en su piso y comienzan a vivir juntos, lo que ocasiona problemas con Alex hasta el punto de romper.Sintiendose libre, decidio volver a la universidad para despejarse y avanzar un poco mas en todos los aspectos. ?Podra Alex recompensar lo que ha hecho de alguna forma? ?Jason sera capaz de perdonar, no solo a Alex, si no a sus padres por su desprecio? Al mismo tiempo, Autumn se establece en Minnetsota despues de encontrar a Cameron y de ser cosnciente de lo que hizo en el pasado, se pone de lado de su hermano para apoyarlo en todo lo posible. El tiempo la ayuda a reconciliarse con todos a los que hizo dano en el pasado y con ella misma, estableciendo una nueva vida, conociendo a alguien especial?Sera capaz de no estropear esa relacion? ?Podra enamorarse de nuevo y permitirse ser feliz sin pensar en el pasado?

  • Cuando la vida es sexo de Mar De La Vega

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    Si hay una palabra que define la vida de Adriana Herranz sin duda es SEXO. Psicologa y sexologa de profesion, por su consulta van a pasar pacientes de todo tipo, alguno acompanado de graves peligros para ella. En el plano personal esta casada con Hugo Velarde y muy unida al hermano gemelo de este, Bruno. Descubre en esta intensa novela todos los detalles de la complicada y sensual vida de Adriana.

  • Mi pequeno mundo de Sonia Puente

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    Bienvenidos al mundo de Sophie y Jorge.

  • Vertigo por perderme en ti, Rebeca Banuelos Ortiz de Rebeca Banuelos Ortiz

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  • Aldea de luna. el comienzo de Noelia Senas Polo

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    Shara no es una chica atrevida. Mas bien demasiado prudente. Pero el destino esta preparado para ir a su encuentro. O quizas es ella la que tenga que ir en busca del destino. Mezcla de amor, misterio, traiciones y algo sobrenatural que la lleva hasta un camino que jamas se imaginaria.