• libro la pieza 25 pilar urbano pdf - Pilar Urbano

    https://gigalibros.com/la-pieza-25.html

    La pieza 25 habla de pactos en la oscuridad, juegos sucios de compraventa de una absolucion, presiones fiscales, amenazas a un juez, estratagemas, guerra entre togas La incisiva y valiente escritora ofrece un documento unico, verdadero periodismo de investigacion en donde todo se narra con intensidad, accion y detalle para que pueda leerse como una novela a pesar de no ser ficcion sino realidad pura y dura.

  • La pieza 25 de Pilar Urbano libro gratis pdf y epub - Hola Ebook

    https://www.holaebook.com/book/pilar-urbano-la-pieza-25.html

    La pieza 25 libro para descargar gratis en formato epub, mobi y pdf. Baja todos los libros de Pilar Urbano para tu Kindle o cualquier lector de ebooks.

  • La pieza 25 - Pilar Urbano - PDF • Descargar Libros Gratis

    https://www.debeleer.com/la-pieza-25-pilar-urbano/

    La pieza 25 – Pilar Urbano ... Todos ellos han hecho posible este libro: El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach; la abogada del Estado, acusadora particular ...

  • La pieza 25 (PDF) - Pilar Urbano

    https://tonina.net/index.php/es/categorias/libros-de-fantasia/item/19514-la-pieza-25-pdf-pilar-urbano

    20 ago 2019 — Un sbsnico de intrigas del caso Urdangarin, que en realidad era el caso Infanta. Etiquetado como. Pilar Urbano · fantasia. Libros Relacionados.

  • la pieza 25 - La Esfera de los Libros

    http://www.esferalibros.com/uploads/ficheros/libros/primeras-paginas/201711/primeras-paginas-primeras-paginas-la-pieza-25-es.pdf

    19 nov 2017 — 16 PILAR URBANO. Deben de ser las cuatro de la madrugada. Se despereza. Extiende los brazos dos veces, tres, cuatro.

  • Ebook LA PIEZA 25 EBOOK de PILAR URBANO - Casa del ...

    https://www.casadellibro.com/ebook-la-pieza-25-ebook/9788491641872/6051232

    El eBook LA PIEZA 25 EBOOK del autor PILAR URBANO en PDF al MEJOR PRECIO en Casa del Libro.

  • La pieza 25 (Actualidad) Versión Kindle - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/pieza-25-Actualidad-Pilar-Urbano-ebook/dp/B078C57YLG

    La pieza 25 (Actualidad) eBook : Urbano, Pilar: Amazon.es: Libros.

  • La pieza 25 - Pilar Urbano - Libros4

    https://www3.libros4.net/la-pieza-25-pilar-urbano/

    29 ene 2018 — Descargar libro La pieza 25 - Pilar Urbano epub, para kinddle, PC, Android, Iphone. Descarga libros gratis.

  • La pieza 25: operación salvar a la Infanta

    https://anikaentrelibros.com/la-pieza-25

    Falta(n): pdf ‎| Debe incluir lo siguiente: pdf

  • Somos eternos (Trilogia Mi tarea pendiente 3), Marta Lobo de Marta Lobo

    https://gigalibros.com/somos-eternos-trilogia-mi-tarea-pendiente-3-marta-lobo.html

    Si, parece que habia conseguido controlar mi vida, que por fin Nueva York era mi hogar
    y habia encontrado el amor, pero aquella punetera entrevista me hizo saber que no era asi.

  • Kalopsia de M. Sallow

    https://gigalibros.com/kalopsia.html

    Desearia poder resumir todo lo que me sucedio alrededor de los trece anos pero eso seria imposible, solo se que me fragmente en algun momento durante ese tiempo, se que mi cabeza se volvio un caos y que me volvi una criatura completamente diferente a lo que era. Existen personas que cambian nuestro mundo con solo aparecer en nuestras vidas, eso fue lo que me sucedio. Su presencia era tan atrayente y llamativa que inevitablemente me arrastro hacia si, me enseno lo que es la maldad, la sociedad, el dolor, el miedo y el abandono. Todo cambio y solo necesito mirarme unos segundos a los ojos.

  • Teoria y practica de Francisco Bitar

    https://gigalibros.com/teoria-y-practica.html

    La pareja de Elisa y Reno tiene los dias contados: mientras se esfuerzan por seguir juntos, crece la fuerza que los conduce a la separacion. Dos adolescentes suenan con hacer un viaje en auto, pero al terminar el colegio todo lo solido se desvanece. Un hombre recorre la casa que habito veinte anos atras y se lo relata en vivo a su exmujer. Tomas acaba de ser padre, Erica esta divorciada, y la atraccion que sienten entre ellos parece salvarlos del fin del mundo.
    Escritos con un estilo propio y despojado, los relatos de Francisco Bitar son directos y emocionales y tienen el poder de transitar por lugares profundos, a veces desoladores. Sus personajes, treintaneros a los que les cuesta madurar, pierden el equilibrio de sus vidas y lo restablecen con lo que encuentran a mano.
    En Teoria y practica, Bitar expresa con tono poetico conflictos que erosionan la individualidad, el amor, la amistad y la vida cotidiana. Los derroteros de una generacion pero tambien el tiempo erratico de la autonomia estan narrados desde el corazon de los hechos.

  • Un tiempo nuevo de Elizabeth Jane Howard

    https://gigalibros.com/un-tiempo-nuevo.html

    No pasa nada en la vieja y senorial casa de campo de los Cazalet y resulta que pasa todo>>. FERNANDO R. LAFUENTE, ABC <>. ROBERT SALADRIGAS, La Vanguardia <>. S. SANCHEZ-REYES PENAMARIA, Zenda <>. HILARY MANTEL Estamos en 1945, la guerra ha terminado. El momento, tan anhelado por los Cazalet, ha llegado finalmente, pero una Inglaterra atormentada por las privaciones y la desintegracion del Imperio ensombrece la emocion por la noticia.

  • La sala Marte de Rachel Kushner

    https://gigalibros.com/la-sala-marte.html

    El camino que recorre Romy, condenada a dos cadenas perpetuas, es el que parece programado para ciertas personas y que pone en cuestion el sueno americano: un camino que va directo desde la pobreza hasta la carcel. En La sala Marte entramos de lleno en este mundo extrano situado tras los muros de una prision de mujeres, cargado de detalles y de un idioma y una rutina propios; un mundo aparte pero unido intimamente al del exterior.

  • La chica en la niebla, Donato Carrisi de Donato Carrisi

    https://gigalibros.com/la-chica-en-la-niebla-donato-carrisi.html

    < La gente quiere al monstruo.
    Y yo les doy lo que quieren.>>Una chica desaparecida en un pueblo de montana.
    La lluvia, la niebla, las luces.
    Las luces son las de las camaras.
    Han llegado los medios de comunicacion.
    Y todo ha cambiado.

  • Becky Blue 1. El enigma de la mujer encantada de Raul Mendoza Canepa

    https://gigalibros.com/becky-blue-1-el-enigma-de-la-mujer-encantada.html

    ?Que persigue Tony? ?Quien es Becky Blue? y ?Quien domina el mundo? son las interrogantes de este juego de azares y sortilegios, cuyo ultimo casillero es el 100. Este es el primer libro de una saga que me llevo anos concluir. Entrelineas se esconden los grandes misterios que usted debera descifrar.
    Dos jugadores tiran los dados en el universo. El senor del bien posee los dorados y domina el buen destino de los hombres. Marco, el senor del mal, tiene los dados negros entre sus manos. Usted sera ajeno a las claves de este juego hasta que descubra el gran secreto que lo convierte en jugador. Si logra tal hazana, siga fielmente su turno.

  • Amar a un Highlander de Kate L. Morgan

    https://gigalibros.com/amar-a-un-highlander.html

    Nadie en toda las Tierras Altas maneja la espada como el laird Logan Mcllvanney. Es un hombre fiel a su familia, protector de su clan, y jamas ha rendido cuentas a nadie. Cuando llega a Evertown un familiar del mejor sanador de toda Escocia, la atraccion es inmediata y abrasadora, pero Logan no puede olvidar que la mujer es una sassenach.

  • Un amor a la medida de Vanessa Lorrenz

    https://gigalibros.com/un-amor-a-la-medida.html

  • Mientras me quieras de Charo Gabarro

    https://gigalibros.com/mientras-me-quieras.html

    Elise, una mujer sin suenos demasiados pretenciosos, conoce Paris en su luna de miel. Alli encuentra una ciudad de la que enamorarse y descubre un futuro con el que no se atrevio a sonar. Marcel, un exitoso empresario parisino con el corazon blindado, se cruza de pronto en su camino. Entre ellos comienza una historia de amor, desconfianza, sexo y celos. en la que la eterna lucha entre la cabeza y el corazon no da tregua.

  • La historia de nuestras vidas de Marisol Gallardo

    https://gigalibros.com/la-historia-de-nuestras-vidas.html

    Este es mi testimonio. La historia de tres generaciones de una familia, la mia, que comienza antes de la Guerra Civil, y llega hasta nuestros dias. Una novela con personajes reales, donde se mezcla la realidad con la ficcion.

  • Su alma al diablo (M. Cacho 2) de Artur Rodriguez

    https://gigalibros.com/su-alma-al-diablo-m-cacho-2.html

    Siempre que se gana algo, se pierde otra cosa.
    Si solo lo hubiera sabido cuando, hace un ano, mi viejo me mando al Burton College. Entonces tenia dieciseis anos y, a pesar de toda la mierda que me habian metido en la cabeza, hice un monton de colegas; te lo aseguro. Lo pasamos en grande sorbiendo nenuco a todas horas y moviendo el esqueleto. Pero de golpe aparecio un fiambre y todo se torcio. La muerte siempre lo tuerce todo. Y, despues de esa muerte, llegaron otras muertes. Y todo se mezclo con la birra y el amor, con el mal y el colegueo, con los suenos y las risas; con un Londres invernal y una lluvia que lo lava todo, que se come tu alma como si fuera un maldito Boca Bit, que te mata y te resucita.
    Esta bien, lo que tienes entre manos son mis aventuras de crio.
    Colega, lo vas a flipar.

  • Todo un verano sin Facebook de Romain Puertolas

    https://gigalibros.com/todo-un-verano-sin-facebook.html

  • La barbarie de la virtud (Ensayo), Luis Gonzalo Diez de Luis Gonzalo Diez

    https://gigalibros.com/la-barbarie-de-la-virtud-ensayo-luis-gonzalo-diez.html

  • Soy Buena de Ali Land

    https://gigalibros.com/soy-buena.html

    Soy buena. o mala.

  • Un nuevo comienzo (Edentown 12) de Annabeth Berkley

    https://gigalibros.com/un-nuevo-comienzo-edentown-12.html

    Era sabado por la manana. Brooke Sawyer estiro los brazos perezosa. El sol entraba por la ventana de su dormitorio y no tenia ninguna prisa por levantarse. Ya madrugaba demasiado durante la semana para ir a trabajar como profesora al instituto como para hacerlo tambien el fin de semana. Miro el reloj digital de su mesilla. Marcaba las nueve de la manana. Aun asi, ya habia dormido suficiente, penso sonriente. Se levanto con calma. No tenia ningun plan mas que seguir estudiando el ultimo master online al que se habia apuntado. Esta vez era sobre Igualdad de genero, algo que le parecia muy interesante y que, sin duda, le ayudaria a mejorar de alguna manera a la hora de impartir sus clases. El anterior que habia cursado sobre Inteligencia Emocional, lo estaba poniendo en practica con grandes resultados. Bajo las escaleras tranquila y satisfecha mientras se recogia su larga y ondulada melena oscura en una coleta. Fue a prepararse un cafe en la cocina, cuando se quedo parada. ?Habia visto algo al pasar por el salon? Retrocedio sobre sus pasos y se quedo quieta en la puerta. No podia ser cierto. --?Dan? --pregunto con el ceno fruncido. El hombre alto y rubio que estaba en el salon con los brazos de jarras y cabizbajo cogio aire antes de darse la vuelta y mirarla. --Brooke --le dijo a nombre de saludo. Brooke le miro boquiabierta. --?Que estas haciendo aqui? --Tambien es mi casa --le recordo con una sonrisa cinica. Brooke noto que una rabia tremenda se apoderaba de ella. Una rabia que se acentuaba al ver que seguia siendo tan guapo y atractivo como recordaba. Deberia estar prohibido ser perfecto, penso malhumorada. --?Que pretendes? --le pregunto airada--. No pensaras quedarte aqui. --?Por que no? --le pregunto insolente aparentando diversion--. Esta casa es muy grande para ti sola y la mitad es mia. Asi que tengo el mismo derecho que tu. Brooke entro en el salon con los brazos en jarras, en la misma posicion que el y miro la coleccion de maletas y mochilas deportivas que habia a su alrededor. --Pero ?para cuanto tiempo has venido? ?Es que piensas quedarte todo el verano? Dan Sullivan hizo un gran esfuerzo para no decirle lo que realmente pensaba de semejante recibimiento. Apreto los labios con fuerza para evitar que varias palabras malsonantes salieran por su boca. Bastantes problemas tenia en su vida como para tener que lidiar con una solterona frigida y amargada, penso ocultando la furia que sentia. Tenia tanto derecho como ella a vivir en esa casa y estaba decidido a ejercerlo. --Podria decirse que si --le confirmo ocultando que iba a quedarse mas tiempo--. Asi que si tienes algun problema al respecto es cosa tuya. No te voy a quitar la habitacion, me quedare con la del final del pasillo. Dan paso por su lado, cogio dos maletas y subio por las escaleras sin mirarla. Brooke lo vio subir, incredula. Eso no podia ser cierto. No podia estar sucediendo de nuevo. Pero lo peor de todo era tener que darle la razon. Realmente tenia el mismo derecho que ella a estar alli. Su tia se habia casado con el tio de el en segundas nupcias, habian comprado la casa juntos y ambos la habian heredado a partes iguales cuando ellos habian fallecido en accidente de trafico hacia unos diez anos. Fue a la cocina muy molesta. Abrio el armario donde tenia el cafe y cerro la puerta con fuerza. Preparo la cafetera con movimientos secos y bruscos mientras murmuraba todas las groserias y palabras malsonantes que le nacian de dentro. Dan volvio a por el resto de su equipaje y miro hacia la cocina donde una visiblemente malhumorada Brooke preparaba el cafe. La observo con una mueca. Iba descalza y con un pijama veraniego de dos piezas. Tuvo que reconocer que el tiempo la habia tratado bien. La chica que habia conocido e ignorado en el instituto se habia convertido en una mujer atractiva y por lo menos ya no se escondia tras las horribles gafas de pasta que llevaba siempre y sus oscuras ropas dos tallas mas grandes. Ahogando un suspiro subio otras dos maletas. Ella no iba a sacarle de alli y eso lo tenia claro. El habia vuelto a Edentown para quedarse, por lo menos de momento y la casa era suficientemente grande para los dos como para no tener que mirarse siquiera. Sonrio con ironia. En la casa podrian no cruzarse, pero ella no parecia saber que iba a trabajar el ano siguiente como entrenador del equipo de beisbol del instituto donde ella daba clases. Hizo una mueca. Si no lo queria ver era su problema. El debia preocuparse por el, por rehacer su vida, por pensar en su futuro. Necesitaba tranquilidad, espacio, calma, y estaba seguro de que en Edentown iba a encontrarlo. Su ultima lesion en el campo de juego habia acabado definitivamente con su carrera deportiva. Aun no habia saltado la noticia a los medios, y no sabia cuanto tardaria en hacerlo. Habia contactado con el entrenador de su instituto para conocer la posibilidad de entrenar a los estudiantes. Para el habia sido muy humillante, pero queria seguir vinculado al beisbol y era lo primero y lo unico que se le habia ocurrido. Afortunadamente el entrenador Mitchel iba a jubilarse al ano siguiente y se sintio muy afortunado de cederle el puesto sin tener que preocuparse por nada mas. Dan se habia propuesto que fuera temporal mientras pensaba que hacer con el resto de su vida. No habia sido justo que todo su futuro se desmoronara por una estupida lesion. Y no le habia gustado nada tener que decir adios al exito y a la fama. Los contratos publicitarios habian desaparecido. Las llamadas para asistir a las galas deportivas se habian esfumado. Las citas con las modelos y actrices del momento se habian cortado por lo sano, y las pocas entrevistas que habia tenido en los ultimos dos meses habian sido para preguntar maliciosamente por su declive profesional y personal. Poco despues de su accidente habia estado en Edentown para el evento deportivo que se habia organizado en primavera. Habia recordado lo que era un hogar, lo que era estar rodeado de gente que lo conocia desde siempre. Se habia sentido aceptado incluso por antiguos companeros del instituto y eso que reconocia que en su juventud se habia comportado como un autentico idiota. Ya no habia vuelta atras, penso cerrando la puerta de la habitacion en la que iba a quedarse. ?Que habia hecho Brooke con esa habitacion? Pintarla en amarillo y combinarla con tonos azules. Hizo una mueca. Era demasiado femenina para su gusto. Demasiado luminosa, demasiado alegre. Penso en su elegante y lujoso apartamento en la ciudad. Tenia que pensar que hacer con el. Lo habia cerrado con la esperanza de poder volver algun dia, pero sabia que las estrellas de beisbol lesionadas tenian una vida muy fugaz, y mas cuando dejaban de jugar en mitad de la temporada. Maldijo la lesion que le habia sesgado su carrera deportiva y maldijo la soledad tan grande que sentia. Se sento sobre la cama. Si por lo menos Erin no hubiera empezado a salir con el medico ese del que parecia que estaba tan enamorada... Su eterna novia del instituto, tan bonita, tan encantadora... siempre habia estado a su lado. Le habia seguido a la universidad y el se habia portado con ella como el egocentrico irresponsable que era. La habia abandonado embarazada... Por entonces le habia parecido bien. No iba a cargarse con una mujer y un crio cuando empezaba a lanzarse su carrera profesional. Pero ahora no tenia tal carrera, ni a Erin ni al nino que habia perdido poco despues de descubrir que estaba embarazada. Se dejo caer, resbalando, desde la cama hasta la alfombra del suelo. No se podia sentir peor. Estaba completamente solo. Sus padres se habian mudado a la costa hacia tiempo. Llevaban su propia vida. El no iba a preocuparles con sus problemas. La tristeza le arraso los ojos llenandolos de lagrimas. Quiza solo fuera una mala racha, penso. Ademas, Dan Sullivan no tenia problemas, se repitio como tantas veces el ultimo mes. Estiro el brazo hasta una de sus mochilas. Abrio la cremallera y saco la botella de whisky que habia comprado poco antes de llegar a Edentown. Miro por la ventana. El sol lucia radiante, ajeno a todo lo que sentia, penso malhumorado. Abrio la botella. Sabia que era demasiado temprano para beber. Sabia que no solucionaba nada entregandose al alcohol. Ya habia comprobado que tampoco le servia como via de escape. Sabia que ni siquiera le convenia hacerlo. Pero le dio igual. Todo le daba igual. El cafe no habia hecho que el malhumor que sentia Brooke se desvaneciera. Subio a darse una ducha sin comprender que pretendia Dan quedandose alli en Edentown. Esperaba que no hubiera vuelto por Erin. Erin McNamara era muy feliz con Dylan Blake. Ya les habia ocasionado problemas en su anterior visita para la celebracion del evento deportivo. No iba a dejar que les volviera a fastidiar. Ella sentia mucho aprecio por su inseparable companero de instituto y aunque, a veces, todavia le molestaba que Erin fuera tan encantadora y perfecta se alegraba por ambos. Se metio en el cuarto de bano para ducharse. Dan Sullivan no iba a interferir en sus planes de fin de semana. Abrio el grifo del agua. Los pocos dias que habia estado Dan en la primavera y en los que tambien se habia empenado en compartir la casa con ella, apenas habian intercambiado unas pocas palabras. Dan tenia demasiada vida social en Edentown, y cuando no estaba alternando con alguien se encerraba en la habitacion. Brooke recordo que le habia sorprendido bebiendo solo en casa mas de una vez, pero no le presto mayor atencion. Siempre habia ido un idiota egoista y prepotente. Aunque, tenia que reconocer a reganadientes que, desde que habia vuelto a verlo casi sentia pena por el. Todo lo extrovertido, sonriente y exitoso que parecia, desaparecia al entrar en casa. Se encerraba en el dormitorio que habia escogido como propio y no lo volvia a ver hasta el dia siguiente con otra radiante sonrisa segundos antes de pisar la calle. Tambien recordo los dias de instituto cuando el era el capitan del equipo de beisbol. Popular, atractivo a mas no poder y el que se llevaba todas las miradas de las estudiantes. Ella no lo soportaba. Siempre sonriendo, siempre tan guapo, siempre tan atento con su eterna y perfecta novia, la capitana del equipo de animadoras. Jamas se habia fijado en ella. Resoplo molesta. No iba a conseguir estropearle el fin de semana. El agua de la ducha empezo a salir fria, motivo perfecto para salir de alli, secarse el cabello y empezar a estudiar su master. Y, por supuesto, ignoraria a Dan, como siempre habia hecho.

  • Se llamaba Manuel de Victor Fernandez Correas

    https://gigalibros.com/se-llamaba-manuel.html

  • Te quiero, Marta de Maria Ferrer Payeras

    https://gigalibros.com/te-quiero-marta.html

    Porque las segundas oportunidades si existen…

  • Morir en Primavera de Ralf Rothmann

    https://gigalibros.com/morir-en-primavera.html

    <> Rothmann rememora el final de la segunda guerra mundial, en febrero de 1945, cuando el ejercito aleman esta a punto de sucumbir ante la ofensiva aliada. Los estragos de la guerra son visibles en todo el pais. Walter y Friedrich, dos amigos de diecisiete anos que trabajan en una vaqueria, creen que nunca seran llamados a filas y trazan planes para el futuro. Sin embargo, acabaran siendo reclutados por las tropas nazis y asistiran al caos provocado por la desbandada del ejercito aleman. Aclamada como una de las obras mas importantes de la ficcion contemporanea alemana, Morir en primavera es una emocionante novela en la que la inocencia y la culpa, la libertad y el destino, la amistad y el deber, son conjurados en un estilo limpio y contenido.

  • Nunca te fies de una Mosquita Muerta de Lara Blanc

    https://gigalibros.com/nunca-te-fies-de-una-mosquita-muerta.html

    Aqui estoy, sentada en una sala de espera para realizar una entrevista. Unos meses atras, mi vida ha vuelto a encauzarse. No puedo estar mas feliz. Tengo un proyecto de negocio, al que he ido dedicando muchos ratos fuera del horario laboral y que comienza a despegar. Tambien tengo pareja, por fin tengo una relacion sana y equilibrada llena de planes. Estoy tranquila, confio en mi y creo que he llegado a un punto de mi vida en el que me veo capaz de hacer cualquier cosa, sin miedo y sin inseguridades. No he pensado mucho en lo que ponerme. Llevo unos vaqueros claros y un jersey rojo, pero he querido pintarme los labios con el carmin de Oli, que solo uso para las ocasiones especiales, porque esta, en cierta manera, lo es. Aunque no tengo un discurso preparado y no se lo que voy a decir. Lo que me salga, sin filtro... Pero espero decirlo bien. --Puedes pasar --me dice una chica jovencita, con un vestido bien cenido y unos tacones altos. Sonrio y pienso que hay cosas que nunca cambian. Entro a la sala que conozco bien. Una mesa redonda blanca con varias sillas del mismo color y un ventanal que no deja pasar mucha luz, quiza sea por la malla metalica que la cubre. Esta sentada a la mesa una chica joven, diez anos menor que yo, calculo a ojo. Es delgada, morena, con ojos oscuros y muy bonita. Vuelvo a sonreir, el casting de belleza aqui es importante. --Me llamo Monica y esta es la primera entrevista que realizo de este tipo --me dice con una sonrisa timida. --Yo soy Eva, pero eso ya lo sabes, y tambien es mi primera vez --contesto mientras me siento. Se mueve inquieta en la silla y se retira un mechon de pelo tras la oreja. Observa los papeles que tiene delante y coge aire. --Creo que la pregunta mas obvia es por que quieres dejar la empresa --me dice algo nerviosa, se ha debido de saltar el protocolo. Es el momento de hablar o callar para siempre. Por un momento, me acuerdo del Calvo Cabron y una carcajada se me escapa. --Esta empresa es un desastre --le digo en un tono relajado--. Es caotica. Un dia dicen una cosa y manana dicen otra. Lo que hoy esta bien, manana no... Han conseguido que este hasta las mismas tetas de trabajar aqui. --Noto como sus ojos se agrandan, no se esperaba que fuera a decirle algo asi, pero me divierte su reaccion--. Quiero irme porque llevo cinco anos comiendo mierda, con unos jefes que no han sabido valorarme y que, en muchas ocasiones, me han tratado fatal. --No veo en tu expediente ninguna queja por tu parte --me interrumpe. --?Cuanto tiempo llevas trabajando aqui? --Dos meses y medio. --Monica, todas las personas que se han quejado a Recursos Humanos estos ultimos anos han sido despedidas, por eso no tienes ninguna queja en mi expediente. En esta compania, como en muchas otras, los Recursos Humanos tienen de <> solo el nombre. --Ella carraspea y se aleja de la mesa, creo que estoy dandole una mala impresion, pero se que, si se queda el tiempo suficiente aqui, se acordara de mis palabras--. Lo que si veras en mi expediente son varias faltas. --Ella asiente--. ?Sabes de que son? --Incumplimiento de horario --dice ella casi en un susurro. Si, la tengo acojonada. Pobre. --Por llegar quince minutos tarde. Lo que no se si tendras ahi son mis correos al respecto. Los dias anteriores a cada una de esas faltas habia salido de aqui, como pronto, a las nueve de la noche. --Ella me mira incredula y yo saco los papeles de mi bolso--. Estos son los fichajes. Observa mis papeles y, despues, los suyos. Me vuelve a mirar y se que empieza a creer lo que le estoy contando. --Esto no esta bien --musita. --Esta no es una empresa para quedarse, Monica, es un sitio del que huir lo antes posible. Yo me he quedado demasiado tiempo aqui, pero me voy porque merezco mas cosas... Merezco que me traten bien, que me valoren, que me paguen un buen salario... Y se que, si hubiera sido un hombre, no habria tenido ninguno de estos problemas. --Parece que lo tienes muy claro. --Asi es. --Sonrio para que vea que no soy una loca, solo una mujer harta--. No se si te estoy poniendo en un compromiso por decirte todo esto. ?Tienes que transcribirlo? --Ella asiente de nuevo--. Bueno, si esto te causa problemas, tal vez te haga ver el tipo de empresa en la que trabajas. No le ha hecho mucha gracia mi comentario. Quiere terminar cuanto antes y saca el papel de baja voluntaria para que lo firme. Lo firmo y me dan ganas de escribir debajo <>, pero no lo hago. Creo que es suficiente con haberselo dicho a la cara a mi ultimo jefe. Me levanto, me despido y me voy, abandonando el edificio del mal… Por fin. Pero, mientras me dirijo al coche, me empapa un mar de recuerdos. La risa de Oli, los refranes de Carmen, las tonterias de Julio, Martina y sus venganzas, los vaivenes con Hugo... No todo ha sido malo, tambien se quedan aqui muchos momentos buenos, aunque es hora de dejarlo atras y cerrar una etapa. Al fin y al cabo, todos ellos ya se han ido, me toca a mi dar el paso. Me meto en el coche con un nudo en la garganta. Parece que fue ayer cuando Hugo y yo nos escondiamos en los banos. !Cuantas vueltas dimos y que estupidos...! Por no hablar, por no ser lo suficientemente valientes como para decir lo que pensabamos. Suspiro y pienso que de todo se aprende, aunque sea a hostias. Llamo a Martina antes de arrancar, se que esta esperando que lo haga y no me perdonara si no es la primera en saberlo. --Soy libre --digo tras un largo suspiro. --!Siii! --grita ella, consiguiendo que despegue el movil del oido--. !Ya era hora! !Que les jodan! --Emite ruidos indescifrables mientras yo sonrio--. !Tenemos que celebrarlo! ?Como te sientes? --Bien... Rara... --Hago una pausa porque no se como explicarlo--. Me he acordado de muchas cosas, ?sabes? --Ya... Son muchos recuerdos. Las dos nos quedamos en silencio, pero se que esta al otro lado del telefono sonriendo como lo estoy haciendo yo. --Estas pensando en [email protected] [email protected] La Rubia responde con una carcajada. --Efectivamente. 2. Empecemos por el Principio Junio 2012 Un mes. Habia pasado un maldito mes desde el ultimo mensaje de Hugo: <>. ?Cuanto tiempo mas podia necesitar? Treinta dias. Setecientas veinte horas. Cuarenta y tres mil doscientos minutos. Toda una punetera eternidad… El habia dejado de comer con nosotras, ya no se apuntaba a las cervezas poligoneras y evitaba todo contacto, pero, por alguna extrana razon, yo seguia pensando que todo podia solucionarse. Estaba convencida de que el dia de la <> estaba cada vez mas cerca. Yo podria explicarle todas mis dudas, el malentendido del polvo inexistente con Martina, mis miedos... Y el lo entenderia, volveriamos a estar juntos y le pondriamos un nombre a lo nuestro. !Ingenua! Suspire mientras visualizaba los arrumacos de la reconciliacion y Martina me dio una patada por debajo de la mesa. Nos habian convocado a todos los compradores en la sala de juntas y llevabamos diez largos minutos de espera sentados alrededor de aquella mesa gigantesca. El silencio era incomodo, las sonrisas forzadas y el jefe de Recursos Humanos, el Imberbe, nos observaba a todos desde su posicion presidencial. Era logico que se me fuera la pinza en tales circunstancias. Era la segunda vez que estaba alli, pero seguia impresionandome el espacio. Me hacia sentir incomoda, pequena. El gran ventanal, la mesa de cristal rectangular, las sillas blancas mullidas de ejecutivo, los cuadros con frases motivadoras... Roberto abrio la puerta de sopeton. Tras la salida de Daniel, el jefe de Diseno se habia hecho cargo del departamento de Compras de forma temporal. Aunque lo de hacerse cargo era realmente una forma de hablar, no le veiamos el pelo y este jefe si que tenia cabellera, no como el Calvo Cabron. Aun no le habia puesto mote y eso me incordiaba. Habia intentado llamarle el monologuista porque hablaba el solo sin parar, pero no podia decirlo muchas veces seguidas sin que se me trabara la lengua. El monologuista, el monologuista, el monologuista... Es dificil. Me sentia optimista, pensaba que la peor etapa en la empresa habia pasado, era imposible que hubiera algo peor que trabajar con el Calvo Cabron. Sin embargo, todavia me quedaba mucho por ver de la locura de Shoes and Bags. No puedo decir que no tuviera datos suficientes para hacerme una idea general de donde estaba. Habia comprobado que el trabajo y el salario no tenian una correspondencia real, no habia mujeres en puestos de direccion y el plan de crecimiento que nos habian presentado era puro humo. Deberian haber sido senales suficientes como para llegar a la conclusion de que no era una empresa ejemplar, pero yo estaba a otras cosas: sacar la faena, mantener el trabajo, la guerra con el Calvo, descubrir que le ocurria a Martina, Hugo... --Ya estamos todos --dijo el Imberbe con su voz de adolescente. A veces, venia al trabajo con una mochila al hombro y juro que parecia que se acababa de bajar del autobus escolar. Me parecia algo espectacular que aquel senor con una pinta tan juvenil fuera el jefe de Recursos Humanos de una compania como aquella--. Como sabeis, la empresa esta modificando su estructura. --Nos miro a todos como un orador acostumbrado a hablar en publico, dedicando unos segundos a cada uno de nosotros para hacernos sentir importantes--. El departamento de Diseno ha sido el pionero en realizar los cambios necesarios para acometer nuestro plan de crecimiento y, como Roberto ya tiene experiencia en dicha gestion, Compras sera el siguiente departamento en amoldarse a las nuevas necesidades de la empresa. <> No podia evitarlo. Cuando empezaban con aquellas charlas, mi cabeza volaba a otros temas. Daban muchas vueltas. Observe a la Oscura, sentada frente a nosotras. Sonreia con su cara de belleza infantil al jefe de Recursos Humanos, le faltaba ponerse a darle palmas. Llevabamos semanas haciendo apuestas acerca de si seguia viendose con el Calvo Cabron o habia pasado de el en cuanto dejo de ser su jefe. <>. --Sera algo progresivo, pero no queremos que se alargue demasiado en el tiempo. --Echo un breve vistazo a Roberto, apoyado junto a la puerta, que asintio en silencio--. Os dividiremos en cuatro equipos, acordes con las cuatro lineas de coleccion de la empresa. Intente concentrarme en lo que decia el Imberbe, pero, en cambio, me quede mirando la camiseta que llevaba. Era graciosa, tenia un dibujo de E.T con su dedo hacia arriba y era lo que le faltaba para parecer aun mas crio. <> --Diseno, Compras y Comercial comenzaran a trabajar juntos en pocas semanas bajo la misma area. De esta forma, Roberto dejara de ser vuestro jefe directo y lo seran los nuevos responsables de las lineas. Al oir hablar del departamento Comercial, fue inevitable volver a pensar en Hugo. Le echaba muchisimo de menos. Putos miedos. Me habian jugado una mala pasada. Queria dejar de ser la cobardica, aunque aun me quedaba batalla y lo sabia... Todos miraron a Roberto y yo les imite sin saber por que lo hacian. Llevaba unas pintas muy raras. La camiseta gris tenia bolitas del uso, los pantalones le iban pequenos y el pelo siempre lo tenia alborotado. <>. --Dentro de un par de semanas abandonare la empresa --dijo nuestro jefe--. Me embarco en un nuevo proyecto, pero quiero dejarlo todo lo mejor organizado posible. <>. Olivia nos habia adelantado esta parte. Segun sus fuentes, que parecia que no las iba a revelar jamas, a Roberto le habian invitado a irse. No debian de estar contentos con su trabajo, aunque era bastante absurdo despedirlo despues de darle mas responsabilidad. --... junto con Eva llevaran la linea vestida y casual. <>. Mire a Martina con disimulo y levante las cejas preguntandole <>. Ella cerro los ojos unas milesimas de segundo, enviandome el mensaje mental de <>. <>. --... y Clara llevara la linea infantil. ?Teneis alguna pregunta? <>. Todos dijimos que no, pero me apuesto un dedo de la mano a que no fui la unica que no presto la suficiente atencion. Cuando salimos de la sala de juntas, mire suplicante a Martina para que me contara que habia pasado alli dentro. --Nos dividen en grupos, pero tu y yo estamos juntas --dijo ella soltando una carcajada. --?Y que mas? --pregunte mientras caminabamos de vuelta al departamento. --Nos van a mover. --Traspasamos la puerta de la seccion en ese mismo instante--. No han dicho donde nos llevan, pero estaremos con el equipo comercial y con Diseno. Todos juntos. <> --?Y con quien nos toca? --En Diseno con el equipo de Lucas y Alexandra. Y en Comercial, creo que con Charly. --La mire preguntando por el sin decir su nombre mientras mi corazon saltaba en el pecho, alentado por la esperanza--. Vamos a trabajar con Hugo -- respondio ella en voz baja como si leyera mi mente. Todos mis huesitos se rieron a la vez y note como se formaba una gran sonrisa en mi cara. <>. <>. <>. 3. No Estaba Muerto, Estaba de Parranda Martina queria sacarle el jugo a lo de estar soltera, Julio disfrutaba como si estuviera de vacaciones y a Oli le faltaba tiempo para apuntarse a todos los planes que inventaban estos dos. Yo les odiaba en secreto por toda la pasta que se evaporaba de mi cuenta, aunque la verdad es que me venia bien para entretenerme y no martirizarme con el tema de Hugo. Ese sabado nos ibamos de cena y quedamos en el centro para tomar una cerveza. Las primeras en llegar fuimos Oli, Martina y yo, despues aparecieron Marco y Julio y, finalmente, llego Carmen. Olivia habia adoptado a Carmen desde el mismo momento en el que se incorporo a la empresa. Empezo a comer con nosotras, despues se unio a las cervezas y aquel dia fue el primero que salio con nuestro grupo. Llego la ultima, pero con energia. Llevaba puesto un top azul de corte desigual, con un solo hombro al aire, una falda vaquera y unas sandalias rojas de tacon. Carmen siempre llevaba tacon y sus andares eran los mismos. Tenia una forma de caminar curiosa porque lo hacia rapido, como si llegara tarde a todas partes. Bajita, voluptuosa, con grandes pechos, que entonces trataba de tapar, y unas piernas impresionantes. Solia cambiar con frecuencia el color de su pelo, que entonces llevaba a lo garcon con el flequillo a un lado, y, cuando la conocimos, era castano con reflejos rojizos. Sus ojos verdes, de tonalidad oscura, desaparecian en una linea horizontal cuando sonreia y Carmen sonreia mucho, siempre de verdad porque no sabia mentir. --Ya estoy aqui --nos dijo a modo de saludo, plantandose delante de nuestra mesa. Lo que no sabiamos entonces era que Carmen habia llegado para quedarse, que iba a ser una mas en nuestro grupo y que anos despues nos costaria identificar las anecdotas en las que ella aun no estaba. La mente tiene esas cosas, cuando una persona es importante en tu vida parece que te haya acompanado en cada uno de tus momentos importantes. Justo antes de aparecer, el Cesar estaba contandonos que tal le habia ido en su ultima entrevista de trabajo. Julio, tras ser despedido por hacer una mamada a su novio en plena empresa, llevaba un par de meses en el paro. Despues de los besos de rigor, el continuo su historia como si no hubiera habido ninguna interrupcion. --No me gusto nada la propuesta. El salario seria entero a comision, sin un sueldo base. Quieren que me haga autonomo y eso no lo veo. Seria, basicamente, trabajar por mi cuenta. --Si trabajas por tu cuenta, nunca te saldran las cuentas --respondio Carmen con un guino. --Eso he pensado yo, pero sin la rima. --Julio sonrio burlon--. Por cierto, me gusta tu pelo. Pero no te lo digo para ligar contigo, soy gay y este es mi novio. --Uuuh... !Miralo!--canto Olivia--. Ya se presenta como gay y deja claro que tiene novio. Asi, en una frase. <> --Le encanta decir que tiene novio --Puse los ojos en blanco--. No te ofendas, Marco, pero esta muy cansino con eso de que tiene pareja. El Decolorado hizo un gesto, quitandole importancia. <>. --Lo dice todo el tiempo y le odiamos por ello. --Martina hizo una mueca y se recogio su pelo rubio tras la oreja --. Ahora todas sus amigas estan solteras y el esta con un hombre al que no podemos criticar porque es muy mono. --La Rubia lanzo un beso al aire a Marco y este se lo devolvio. Tenia razon, como casi siempre. Odiabamos a Julio por tener pareja. Era un amor-odio, no un odio de verdad, pero es que el Cesar era un plasta. Remarcaba esa palabra recreandose en ella en cualquier frase. <>, <>, <>, <>... Daban ganas de ahogarlo. No nos entretuvimos demasiado alli, teniamos una reserva en un restaurante italiano que le habian recomendado a Olivia y no queriamos perder la mesa. El sitio era coqueto, las paredes blancas estaban repletas de carteles de peliculas italianas de los anos sesenta, las mesas eran redondas con manteles a cuadros y el toque romantico lo ponian las velas y todas las parejitas que teniamos a nuestro alrededor prometiendose amor eterno. Ideal para ir creando ambiente en una salida de fiesta. Al menos, las pizzas estaban ricas y el vino fresquito... Pero, con el alcohol, la lengua empezo a soltarse… --Entonces, ?las tres estais solteras? --pregunto Carmen.

  • Patitas de arana de Manuela Riobo

    https://gigalibros.com/patitas-de-arana.html

    En las hermosas y verdes tierras del Morrazo, en el pueblo de Meira, hay una pequena casita en la que vive Susan con sus dos hijos pequenos. Ocasionalmente recibe la visita de Bull, un antiguo novio que todavia conserva la facilidad de chantajearla y manejarla de cuando eran pareja.
    Un dia tras una visita medica en un centro hospitalario situado en las afueras de Vigo conoce a Alexio. Este la ayuda en una delicada situacion. A raiz de ese encuentro se inicia entre ellos una singular relacion.
    Alexio, poco a poco se ve envuelto en el dia a dia de Susan, cada vez mas interesado en ella, decide sortear a su lado los crueles y despoticos actos de venganza que Bull llevara a cabo al verse apartado de su vida.

  • Dos besos de mas de Minerva Ros

    https://gigalibros.com/dos-besos-de-mas.html

    Habia sido uno de los turnos mas horribles en los que habia trabajado. Todo habia salido mal, y Lucia era consciente de que si habian conseguido llegar al final del dia sin hojas de reclamaciones o la policia incordiandoles en la entrada habia sido exclusivamente porque Diego habia desplegado todo su encanto. Estaba cabreado porque le habia tocado a el supervisar aquel turno del demonio, porque Lucas se habia puesto a vomitar en la cocina y habian tenido que tirar una tanda de hamburguesas que se encontraba peligrosamente cerca del asqueroso cerco de jugos gastricos del camarero. Todos estaban cansados, porque, aunque se alegraban de que el restaurante fuera bien, los fines de semana eran agotadores y los jefes recortaban todo lo que podian en personal, y no les importaba la tremenda carga de trabajo que tenian que asumir. Les salia mas barato darles un pequeno plus a fin de mes que contratar a mas camareros. Cuando salia el tema, Diego siempre se ponia a blasfemar en argentino por todo el office, sin cortarse. Luego tomaba aire y volvia a salir a sala con la sonrisa de siempre. Aquella noche habian tenido que aguantar un turno especialmente intenso y sin poder suplir a Lucas cuando se marcho a casa con una gastroenteritis de caballo. Uno de los jefes del local, al que hacia poco le habia dado un aire y decia que queria involucrarse en el negocio y no ser solamente socio capitalista, habia hecho mal un pedido, por no tener ni idea y carecer de un minimo de humildad para reconocerlo, basicamente, y al poco de empezar se habian quedado sin la salsa de las patatas fritas estrella de la carta y habian tenido que mandar a uno de los pinches corriendo al supermercado de la esquina a por tomates, y habia sido Diego, y no el jefecillo de los cojones, el que habia tenido que lidiar con las infulas del cocinero porque esos no eran los tomates roma que habia pedido, sino que ponia en el envoltorio que eran tomates pera. --Son lo mismo, Carlo. --No lo son, Diego, !la receta no va a quedar igual! !Este nino es un inutil! --!Son lo puto mismo, Carlo! --insistio Diego con aparente calma, mirandole fijamente e intentando hacerle entender por las buenas que no anadiera lena a aquel infierno. Al rato, un grupo de amigos que estaban en la primera parada de su parranda nocturna, con varias cervezas de mas entre pecho y espalda, se pusieron a gritarle obscenidades a Ana y a tirarle pellizcos al culo cuando les traia los pedidos. Ana, por supuesto, le propino a uno de ellos tal bofetada que le puso a llorar del susto. Gritos, amenazas con llamar a la policia, exigencias de hojas de reclamaciones, Diego que sale, pone orden, manda a Ana a otro lado, se encara con los tipos, los tipos que al final se marchan por no pelearse con ese encargado de mas de metro noventa que esta en mejor forma fisica que todos ellos juntos. Los de la mesa once, una pareja tan acaramelada que estaban empezando a dar un poco de asco, se intentaron marchar sin pagar sobre las diez de la noche. Estallo una copa de vino en uno de los lavavajillas, y hasta que alguien pudo tomarse un rato para deshacerse de los cristales anduvieron corriendo de un lado a otro con los platos sucios e incluso lavando cosas a mano para salir del paso. Cuando por fin echaron abajo la persiana, con todo aun por recoger y fregar, Diego decidio tomarse un momento junto a la salida de atras. Y alla se lo encontro Lucia cuando sacaba una de las primeras tandas de bolsas de basura. Diego fumaba, con los ojos entornados, masajeandose el cuello, y a ella le parecia que no podia existir en el mundo, objetivamente hablando, nadie mas sexy. Ninguna estrella de Hollywood, ningun modelo de ropa interior, con mas atractivo que aquel hombre cansado y sudoroso, y aun asi divino bajo la luz de las farolas. Diego le ofrecio el cigarrillo. --No fumo --dijo Lucia. --Yo lo estoy dejando --comento Diego. Y Lucia cogio el cigarro y le dio una calada porque, basicamente, en ese instante le apetecia mucho tener en los labios algo que hubiera pasado por la boca de Diego. Fumaron un par de minutos en silencio, con cierta complicidad. --Despues de esto necesito librar como tres anos --bromeo Diego restregandose la barba y provocandole a Lucia un pequeno brote de placer. Fue entonces cuando a ella se le paso algo por la cabeza, muy fugazmente. Estaba segura de que aquel arrebato se debia al cansancio y a la tension acumulada del dia, y quiza a que, como todo ser humano que lo tuviera cerca, habia tenido algun que otro sueno erotico con el. Sabia como era Diego, y sabia como era ella. Conocia a la clase de chicas que le gustaban a el, con las que coqueteaba y que solian acompanarlo, incluida aquella ocasion en que lo pillo alli mismo, hacia unos meses, en la parte sin luz del callejon, mientras la rubia de la mesa ocho que no habia dejado de lanzarle miradas coquetas toda la noche estaba de rodillas frente a el. Lucia se acordaba de la verguenza, de la curiosidad y de la irresistible cara de placer de Diego, antes de escabullirse de vuelta al office intentando no ser vista. Diego era de los que dejaba que una clienta le hiciera una mamada en el callejon de atras en pleno turno y despues volvia al trabajo como si nada. Ella no se acercaba siquiera a tener un minimo de aquella osadia, pero en ese momento, como si estuviera borracha, andaba con todos los cables cruzados. --?Tienes algo que hacer despues? --le pregunto, aparentemente indiferente, pero tambien intentando dejar caer que le gustaria llevarselo a casa, o a cualquier otro lugar, y quiza hacerle lo de la rubia de la mesa ocho. --Me ire a intentar dormir todo lo que me deje el cuerpo --dijo Diego con un suspiro de cansancio, mirando el vacio. Lucia aun lo observo un poco mas sin entender si se trataba de una indirecta o no se habia dado cuenta. Fuera lo que fuese, se alegro, porque en el momento en que la supuesta invitacion a acostarse con ella salio de su boca, se le derrumbaron las ganas. ?En que estaria pensando? No iba a ser la primera camarera que se pillaba por Diego y despues de que el se lo pasara bien un par de dias se tenia que acabar marchando destrozada, porque Diego era incapaz de mantener ninguna clase de relacion mas alla de la cama. O de los callejones traseros. Y, lo peor, ella ni siquiera estaba pillada por el. Le gustaba porque tenia ojos en la cara y era imposible no fijarse en sus pectorales, o en su espalda tensa y musculada cuando se agachaba a recoger una caja o a colocar el genero en las baldas, o cuando se desvestia sin disimulo delante de quien fuera en los vestuarios y dejaba al aire los tatuajes y el cuerpo fibroso por todo el deporte que practicaba. Y era un companero agradable y divertido. Pero, mas alla de eso, ni siquiera era su tipo. Mas alla del sexo, nunca tendrian ningun tema de conversacion interesante. Y Lucia no se sentia capaz de estar con alguien solo por el sexo. Ni siquiera con Diego. Se lo habia propuesto muchas veces, pero no le funcionaba. Lucia era de las que sin pensarlo se enamoraba con el primer golpe de viento, y normalmente esperaba que las relaciones fueran mucho mejores de lo que eran en realidad. Ella no sabia estar sin la ternura ni las palabras bonitas, y se le iba toda excitacion de pensar en terminar de follar y levantarse de la cama como si nada. Lucia le devolvio el cigarrillo y estiro los brazos. --Hale, Lucita, nos toca pringar. Lucia volvio a la realidad. Diego se habia liado con muchas, y se acostaria con muchas mas, sin duda. Pero Lucia nunca seria una de ellas, y todo estaba bien asi. Capitulo 1 Dos anos despues No supo bien por que se fijo, porque ella nunca levantaba la cabeza cuando iba de camino a la boca del metro, y menos cuando iba tan embebida en su propio mundo y se acercaba peligrosamente la hora de la comida. Sin embargo, ahi estaba; acababa de pasar por su lado y era el. No la habia reconocido. Ella se giro y le busco con la mirada hasta localizarle entre el gentio, un poco antes de llegar al paso de cebra de la avenida. --!Diego! --le llamo para que no desapareciera--. !Diego! Y el se giro. No pudo evitar sonreir al ver a su viejo companero de trabajo, tan alto, tan rubio, de ojos de color avellana y un atractivo natural como pocos habia conocido en su vida, con el pelo un poco mas largo de como lo recordaba recogido en un pequeno mono desalinado, una camiseta de manga corta que habia conocido tiempos mejores y unos enormes pantalones de payaso de color verde botella bailando en la cintura solo sujetos por unos tirantes a sus hombros. Parecia que estuviera dentro de una piscina portatil. Al principio, cuando el se giro y la reconocio, ella solo sonrio, pero al verle asi vestido no pudo evitar echarse a reir. El la reconocio a lo lejos y tambien sonrio, senalandose los pantalones. Y de repente eran dos viejos amigos partidos de risa en mitad de la calle un dia cualquiera. Quiza fue la impresion de la indumentaria, o que realmente en aquel dia gris se alegraba mucho de encontrarse con alguien que, en su tiempo, llego a ser un buen companero, e incluso un poco amigo a ratos, con quien compartio muchas horas de su vida. El hecho es que, en vez de saludarle de manera normal (llevaban unos dos o tres anos sin verse, desde que ella dejo el restaurante), se acerco a el y le dio un verdadero abrazo de oso, muerta de la risa. Y en ese momento el se quedo bastante impresionado por lo que estaba pasando. No se esperaba el abrazo, ni la risa. Tampoco es que esperase recibir indiferencia al pasearse vestido de payaso por media ciudad, pero el calor de aquel abrazo (la cercania de ella, la risa, y el sol que le hacia desprender un aroma dulzon a su pelo, la mano de ella acariciandole el hombro y dandole una palmadita), los dos o tres segundos que duro, le hizo sentir bienvenido por primera vez en mucho tiempo.

  • Senoras que se empotraron hace mucho de Cristina Domenech

    https://gigalibros.com/senoras-que-se-empotraron-hace-mucho.html

    ?Donde estan las lesbianas en la historia?

  • Un amor pendiente de Erika Marc

    https://gigalibros.com/un-amor-pendiente.html

    Olivia es una bella y sencilla joven mexicana que tiene una beca universitaria en la ciudad de Quebec y, para solventar sus gastos, trabaja como camarera en eventos de la alta sociedad.
    Una noche, presta sus servicios en una lujosa mascarada en donde celebran el cumpleanos del guapo, arrogante y magnate millonario: Evan Trudeau. <>.

  • ?Y si probamos…? de Tierra Salvaje

    https://gigalibros.com/y-si-probamos-8230.html

    ?Y si probamos…?
    A Nico y a Mamen les gusta fantasear con terceros. Es un juego, una forma de excitarse mutuamente, hasta que se convierte en algo demasiado tentador. La aparicion de Jorge cambia sus vidas por completo.

  • La Indiana de Maria Teresa Alvarez

    https://gigalibros.com/la-indiana.html

    Maria Teresa Alvarez referente en la novela historica en Espana

    Una oscura noche de 1877, en el pueblo de Candas, Asturias, los ninos Marina y Silverio pierden a sus respectivos padres en la mar. El se pondra a faenar como pescador para mantener a su madre y sus hermanos. Ella, inteligente y despierta, continuara en la escuela y ayudara a su amigo a seguir educandose. Pero Marina tambien tendra que abandonar pronto los libros, su gran pasion, para trabajar en una fabrica de conservas.

  • El verano de tu vida de Lucy Morton

    https://gigalibros.com/el-verano-de-tu-vida.html

    Esto no puede estar pasando. !No puede estar pasando! Quiero gritar, quiero bailar, quiero irme a un karaoke, ponerme hasta arriba de mojitos y cantar toda la noche. En 24 horas, voy a casarme con el hombre mas maravilloso sobre la faz de la tierra y no puedo creer que una chica como yo, del monton, haya tenido esta suerte. Conoci a Martin en un pub de Nueva York al que solia ir con mis amigas cada viernes. Habia acabado de romper mi relacion de un ano y medio con un idiota llamado Joshua y lo unico que me apetecia esa noche era tener sexo sin compromiso con un completo desconocido. Queria arriesgar, necesitaba aventura y pasion. Me puse el vestido rojo. Si, ese vestido rojo, llamativo, ajustado, escotado y exuberante que todas las mujeres tenemos en nuestro armario, pero que no nos atrevemos a ponernos nunca. Llame a Charlotte, Pam, Lucy y Betty, que como siempre, vinieron corriendo a consolarme. Era una suerte poder contar con ella, no todo el mundo puede decir que tiene las mejores amigas del mundo. --!Menudo idiota! -dijo Charlotte, la mas pizpireta y alocada de todas--. !Por la solteria! --!Por la solteria! --gritamos todas al unisono. Excepto Betty. Betty, la mas modosita del grupo, el raton de biblioteca siempre con sus inseparables gafas de pasta y sus monos mal hechos, se limito a sonreir en silencio. --?Que pasa, Betty? --pregunto Lucy, una cascarrabias malhumorada, que a pesar de todo, soportabamos por sus siempre graciosos chistes. --Bueno, yo… --balbuceo Betty--. He conocido a un chico. Nos reimos y a continuacion, la bombardeamos a preguntas. Lo cierto, es que aunque me alegraba por la dulce Betty, no me apetecia escuchar lo bonito que habia sido su encuentro en el metro con un atractivo hombre con el que acababa de iniciar una relacion; tras otro fracaso personal que anotaria en mi agenda de relaciones amorosas. Gracias a mi distraccion, vi al hombre mas perfecto que Dios (si es que existe), creo. Oh, si… En ese momento crei en Dios y en los angeles que habian traido hasta la tierra a un Adonis de cabello castano, ojos rasgados de color azul y unos labios carnosos que desee desde el primer momento. No pude evitar mirarlo fijamente con descaro, mientras mis amigas seguian hablando con Betty sobre el tio del metro. El dejo de mirar al tipo barbudo que tenia enfrente para devolverme la sonrisa. !Que sonrisa! --Kate. Kate. Kate. !Kate! --chillo Pam--. ?Que te pasa? ?Donde estas? La voz chillona y aguda de Pam hizo que todos los presentes en el pub nos miraran. Me sonroje y en un ataque de valentia, me levante y fui hacia el Adonis que me habia robado el corazon desde el minuto uno en el que repare en su presencia. Claro que en vez de saludarle, me coloque estrategicamente entre el y su amigo y me apoye en la barra dirigiendome al atolondrado camarero, utilizando dos tacticas infalibles: Pechos y trasero. Trasero en pompa, pechos apoyados en la barra pareciendo mas tersos, redondos y deseables. El amigo barbudo del Adonis puso los ojos en blanco y se fue al bano. --Martin Logan. !Mi Adonis tenia nombre! --Kate Spencer. Sonrei picaramente ofreciendole mi mano. El la beso, como los galanes de Hollywood de la epoca dorada. --?Quieres algo? Yo invito --se ofrecio, caballeroso y amistoso. --Un Bloody Mary --respondi coqueta. Fue el inicio de la mejor noche de mi vida. Tal vez estuviera mal que dejara colgadas a mis amigas. Al fin y al cabo, habian quedado conmigo esa noche para consolarme y yo se lo pagaba, sustituyendolas por un hombre al que acababa de conocer. Y aunque en principio, lo unico que queria esa noche de noviembre era olvidar mis penas, ahogarlas en alcohol y tirarme a cualquier tio en el mugriento bano de un pub; acabe descubriendo que era verdad lo que mi abuela decia siempre: <>. Cinco anos mas tarde, las mariposas siguen revoloteando por mi estomago cada vez que estoy con el. Y hoy ademas, una mezcla explosiva de temblor en las piernas y un nudo de emocion en la garganta, han venido a visitarme para hacerme saber que al fin, unire mi vida con la del hombre al que amo. !Para siempre! En la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte nos separe. Reviso mi agenda. Quiero que todo este perfecto manana. Vestido y complementos listos, el restaurante, las flores, la iglesia, el menu, la tarta nupcial, los invitados… Martin se ha portado muy bien. Ha dejado que me quede sola en el apartamento que compartimos desde hace tres anos, y se ha ido a la habitacion de un hotel. Imagino que habra salido a celebrar la ultima noche de soltero con sus amigos, aunque prometimos que nada de "alocadas" fiestas en las que el hombre prometido acaba tirandose a la del streptease. No pasa nada, confio en el y se que no le van ese tipo de mujeres. Martin es elegante y refinado, cuidadoso hasta con el mas infimo detalle. A veces me pone un poco nerviosa que quiera tenerlo todo siempre tan organizado, pero hasta eso me gusta de el. Suena mi telefono, es Betty. Betty se caso el ano pasado con el tio del metro. Lo llamo asi porque soy muy mala para los nombres y no recuerdo como se llama. Y si, se que tal vez soy la peor amiga del mundo por no recordar el nombre del marido de una de mis mejores amigas. --?Todo listo, Kate? --pregunta entusiasmada. --!Si! He estado revisando las listas y todo esta preparado. --?Y Martin? --Supongo que en el hotel. No nos veremos hasta manana en el altar. !En el altar, Betty! !Oh, Dios…! Estoy tan nerviosa… ?Tu tambien estabas tan nerviosa? No lo recuerdo. Betty no se desprendio de sus gafas de pasta, ni siquiera enfundada en el bonito vestido de novia palabra de honor que llevo el dia de su boda. El tio del metro la miro embelesada como si fuera la mujer mas hermosa del mundo. Recuerdo haber envidiado esa mirada y haber deseado con todas mis fuerzas, que Martin me mirara asi el dia de nuestra boda. --Claro que si, Kate --dice riendo--. ?No lo recuerdas? Me temblaban las manos, Karl ni siquiera acerto a la primera al colocarme el anillo de casados. Eso es, Karl. Recordaria el nombre del tio del metro hasta despues de la boda. --?Quieres que quedemos? ?Se lo comento a las chicas? --propone. --!Claro

  • Las chicas de negro de Madeleine St John

    https://gigalibros.com/las-chicas-de-negro.html

    Sidney 1950. Los escaparates lucen cargados de maniquies con faldas de volantes y corpinos enriquecidos con los accesorios mas preciados. Pero Goode's no son solo los grandes almacenes mas reputados de la ciudad, donde encontrar lo ultimo en moda. Para cuatro mujeres, las incansables trabajadoras de la seccion de vestidos de mujer, siempre perfectas en sus uniformes negros, es tambien su unica oportunidad de independencia. Mientras aconsejan a sus clientas sobre telas y modelos, en su interior todas ellas cultivan suenos de libertad, de un papel diferente al de hija, esposa y madre. Asi, en una Australia en la que conviven con armonia gente procedente de todos los paises europeos como consecuencia de la guerra, llega un momento de grandes cambios y oportunidades inesperadas para todas ellas.
    Entre una fiesta, y un vestido nuevo, Lesley, Patty, Fay y Magda viviran su propio momento magico cuando decidan quienes quieren ser realmente.

  • Ojos sabor a menta de Rocio Ramirez Castillo

    https://gigalibros.com/ojos-sabor-a-menta.html

    “Me llamo Veronica pero todos me dicen Vera, para no confundirme con mi mama, que se llama igual que yo. Pero soy diferente a las demas. Cuando veo colores, siento sabores. Cuando escucho musica, veo colores. Tengo los sentidos intercambiados, o sinestesia. En la escuela me dicen “la rara” o “la come-colores”. No tengo amigos, pero si hay dos chicos en mi vida. Mario, el chico que me gusta, porque cuando toca su guitarra veo colores en su musica, y Raul, el chico que mas odio, es un arrogante, un presumido, pero… tambien me gusta, porque tiene ojos sabor a menta”.

  • Luz de luna de Daniel Valcarcel De Miguel

    https://gigalibros.com/luz-de-luna.html

    Luz de luna narra diferentes sucesos que acontecen a un pintor de nombre desconocido, de como tiene relaciones con diversas mujeres, entabla conversaciones profundas con distintas personas y experimenta una vida equilibrada y sin demasiados problemas.
    El libro desafia lo habitual, la realidad cotidiana, para aportar una percepcion peculiar, una nueva manera de construir lazos interpersonales que puede, de algun modo, servir y dar resultado al lector.
    Una obra original, cuanto menos.

  • Amor con vistas al mar de Eva Zamora

    https://gigalibros.com/amor-con-vistas-al-mar.html

    ?Tiene precio el amor verdadero?

  • El Tormento de Alex de Elena Garcia

    https://gigalibros.com/el-tormento-de-alex.html

    Las imprudencias se pagan y eso es algo que, por desgracia, Alex sabe muy bien. Un hombre atormentado por una mala decision. Una promesa cada dia mas dificil de cumplir y un sentimiento que creia olvidado amenazan con florecer de nuevo en su interior.

  • Montaneros, una especie en extincion de Jose De La Rosa

    https://gigalibros.com/montaneros-una-especie-en-extincion.html

    Los Mountain, una familia de hombres marrulleros, hoscos y salvajes, son los duenos de la montana. Al menos asi lo creen ellos, que tratan al resto de habitante de Great Peak como si fueran forasteros, aunque sus antepasados llegaran a la zona cien anos atras.
    Cuando tio Rhett Mountain decide explotar la mina de plata descubierta en sus propiedades, todos saben que la apacible vida de la comarca desaparecera con ella. Pero Jedidiah Mountain, el mayor de sus sobrinos, tiene una idea para que los planes de su tio no se lleven a cabo.

  • Raices de mujer de Luisa Garcia Martinez

    https://gigalibros.com/raices-de-mujer.html

    Una infancia marcada por el maltrato, la soledad y el aislamiento. Una vida llena de porques. Un lugar al que no le permiten volver.Sara es una periodista reconocida en la ciudad de Londres. Ha luchado con fuerza para enterrar su pasado y forjarse un futuro prometedor, pero la enfermedad de su hermano la obligara a volver a sus raices. Regresara al lugar donde crecio, a sus tierras, al anisado aroma de las vinas. Volvera a sentarse bajo la sombra del arbol gordo, donde conocio el amor por primera vez, un amor que creia perdido.Los fantasmas del pasado la enfrentaran a sus miedos, a revivir pasiones olvidadas y a perderse en los ojos que un dia la cautivaron. ?Es posible recuperar un amor al que se habia renunciado? ?Seran tan fuertes sus raices como para elegir un nuevo destino?

  • La biblia de los Caidos. Tomo 1 del Testamento de Sombra de Fernando Trujillo Sanz

    https://gigalibros.com/la-biblia-de-los-caidos-tomo-1-del-testamento-de-sombra.html

    Sueltaesecrucifijo,anormal--gruno Julio, lanzando un zarpazo alas manos desu companero. Oscar retrocedio para esquivar el golpe mientras aferraba con mas fuerza la cruz de plata que habia robado en una iglesia poco antes de acudiralli. Era grande, pesada y estabarecargadacon profusion de detalles ornamentales. --Nunca he visto a un vampiro --dijo con un levetembloren la voz--. Tener un crucifijo me daconfianza. Julio carraspeo. El sonido reboto entre las paredes curvadas del anden. Eran las tres de la madrugada y la estacion de metro de San Bernardo estaba desierta. --No eres creyente --se burlo--. No te servira de nada. Pero no temas, los vampiros no beben sangre de idiotas. Tengo entendido que les produce diarrea. Secagan patasabajo. Oscar no se dejo provocar ni desvio la atencion de las manos de su companero. Sabia que esperaba una oportunidad para arrebatarle la cruz. Julio podia ser muy molesto cuando se aburria. En el ultimo trabajo que les encargaron, les toco escoltar a una de las chicas del jefe. Tuvieron que esperar en elcoche cerca de cuatro horas mientras la mujer se probaba toda la ropa de un centro comercial. Julio no paro de incordiarlecon cualquier pretexto. Yahora,en aquelsolitario anden, no habia mucho que hacer. Ademas, elsi tenia miedo. No podiaadmitirlo abiertamente porqueeso no ofrecia una buenaimagen en alguien desu profesion. Sesupone que nada puedeasustara unmaton asueldo, y normalmenteeseeraelcaso, pero no esta vez, no cuando setrataba de un... --!Cerrad el pico de una vez! !Los dos! --Gruno Emilio,eljefe. Los dos guardaespaldas obedecieron. Irguieron sus musculosos cuerpos y aguardaron. En eso invertian la mayor parte del tiempo, en esperar. Emilio era un jefe razonable, quizas demasiado para ser el cabecilla de una red de trafico de drogas que introducia toda clase de sustancias ilegales en Madrid. Hablaba mucho. En opinion de Oscar, Emilio sobreestimaba el poder de la palabra y la conversacion, lo cual dejaba poco lugar para la accion intimidatoria, que era la especialidad de los dos guardaespaldas. Como consecuencia, tenian bastante tiempo libre, que Oscar invertia en el gimnasio. Curiosamente, ahora que daba menos palizas a los morosos, estaba mas fuerte que nunca. Que desperdicio. En cambio, con su anterior jefe, lascosaseranmuy diferentes.Allicuando alguien se pasaba delaraya, Oscar seencargaba desenalarleal insensato su error, de unmodo doloroso, por supuesto, porquesi no, secorriaelriesgo de queel pobreinfeliz no aprendieralaleccion. --No creo que venga --dijo Julio--. En cualquiercaso, sea o no un vampiro,es un impuntual. Emilio consulto elreloj. --Esperaremos --dijo eljefe--. Su reputacion es intachable. Eselmejor, nuncafalla, y siemprecumplesu palabra. Sise hacomprometido a venir, vendra. Oscar se pregunto como el jefe sabia tanto del vampiro. No es que figurara en las paginas amarillas, precisamente, aunque en realidad, ningun asesino asueldo lo hacia. Julio se habia ofrecido para hacerel trabajo elmismo, asegurando queentreel yOscar podrian liquidaral objetivo sin problemas. Oscar se puso bastante nervioso cuando se entero delatrevimiento de su estupido companero, que por supuesto no habia contado con su opinion antes deabrir la bocaza. Por fortuna, Emilio era un hombresensato y desestimo la oferta, lesaseguro que yateniaal hombreindicado paraeltrabajo. Oscar suspiro aliviado. Una cosa era proteger al jefe por la calle, intimidar a algun camello que se pasara de la raya, y dar alguna que otra paliza a quien se retrasara en un pago, pero matar a una persona, asesinarla a sangre fria, era algo muy diferente. Hacen falta algo mas que musculos para lograrlo;es necesario talento, inteligencia, y otrascualidades que seguro que Julio no tenia. Tal vezel bocazas de su companero podria liquidar a un delincuente vulgar, en la calle, a solas y sin un plan complejo. Pero se trataba de matar a un juez y de eso solo puede ocuparse un profesional. Oscarconsiguio mantener la compostura cuando Emilio les dijo que iba a contratara un vampiro. No sonrio nifruncio elceno, ni pregunto si habia oido bien. Porelcontrario, se mantuvo serio y espero a queeljefeexplicara que habiasido una broma. Pero no lo era. Oscar habia oido rumores en las calles sobre vampiros, demonios y otras criaturas. Estupideces. La gente dice cualquier cosa cuando esta drogada o para asustar a los demas. Tambien se hablaba de fantasmas, angeles y toda clase de figuras sobrenaturales muy poco originales. Incluso oyo una vez una leyenda sobre un hombre que no tenia alma. Menuda basura. Oscar se estaba cansando de lidiarcon tanta chusma en su trabajo, a veces incluso a pesar del dinero que ganaba. Estaba ahorrando y calculaba que en un par de anos, o tal veztres, podria salir de aquelasqueroso mundo. Sin embargo, su jefesicreiaen esas historias,almenos,en los vampiros. Cuando lesexplico queteniaa un asesino infalible y quesetrataba delreputado Sombra, Oscar no pudo evitar sorprenderse. Aquel nombrelesonaba, estabaseguro de quelo habia oido antes y enmas de una ocasion. Laincertidumbre de no recordar mas datos lellevo arobarelcrucifijo, por siacaso. Julio le dio una patada a una lata abollada, que fue rodando con un molesto chirrido hasta caer en las vias del metro. Dos ratas salieron corriendo entrelos railes. --?No puedesestarte quieto? --lereprendio eljefe. Julio seencogio de hombros. --Alo mejorelruido asustaalos vampiros. Un periodico que descansaba sobre un banco se elevo en elaire y oscilo en un baile lento y pausado. El panelelectronico que mostraba el nombre delaestacion parpadeo. Dela oscura boca deltunelsurgio humo, tal vez niebla. Elairesusurro. --La verdad es que el ruido no nos asusta. --Se giraron. Habia un hombre justo detras de Julio, con una sonrisa turbia en la cara--. Lo cierto es quelos queasustamos somos nosotros. Julio dio un paso atras, sobresaltado. El recien llegado era un hombre bien parecido, de cabello castano, un poco mas largo de lo que dictabala moda, pero queleconferiacierto airerebelde y atractivo. Calzaba unas llamativas deportivas decolor rojo, vaqueros gastados y una camisa de cuadros por fuera del pantalon, formando un conjunto muy informal. Media metro ochenta, mas o menos, y aunque no estaba ni la mitad defuerte quelos fornidos guardaespaldas de Emilio, seadivinabacierto tono muscular y bien proporcionado. --Tu debes deser Sombra --dijo Emilio. --Elmismo --confirmo elasesino--. Mis disculpas porelretraso. Otro asunto reclamaba miatencion. Se movia con aire despreocupado, despacio, pero sin dejar de pasear. AOscar le llamo la atencion que tuviera la piel bronceada, le habia imaginado tan palido como una hoja de papel. A pesar de que fuera un vampiro y un asesino implacable, su aspecto no le impresiono. No aparentaba mas de treinta anos, pocos para un autentico profesional, a menos, claro, que de verdad fuera inmortal. Lo cierto era que contemplarleestaba disipando sus miedos,empezabaacreer que no setrataba de un vampiro. --Tengo un trabajo parati. --Eljefechasqueo los dedos. Oscar saco un sobrecon documentacion y selo tendio a Sombra, pero laatencion del vampiro se habia dirigido a otra parte. --Bonita cruz --dijo. Alargo la mano y acaricio los bordes plateados con el dedo indice--. Es una cruz presbiteriana. Su diseno esta basado en las cruces celtas medievales de Irlanda y Gran Bretana. Representa una doctrina protestante del siglo XVI , una opcion religiosa interesante. --Yo no... --Oscar se quedo momentaneamentesin palabras--.?No te desagrada? --?Ami? --seextrano el vampiro--. Yo tengo tres, de oro. --?Podemoscentrarnosen los negocios? --dijo Emilio. --Desdeluego. --Sombratomo elsobre y extrajo la documentacion. Larepaso conmucharapidez, un par desegundos por pagina--. Un juez... No es una peticion habitual. --?Ya has leido todo elinforme? --pregunto Oscar un tanto asombrado. --Leo muy deprisa --aseguro Sombra. Oscar no le creyo. Estaba claro que era un fanfarron. Sintio el impulso de preguntarle algun dato concreto para desenmascararle, pero supuso que al jefe no le gustaria la idea. El vampiro retomo sus andares tranquilos, deslizandose entre ellos, silencioso, echando algun vistazo esporadico alas paginas delinforme. --?Algun problema? --quiso sabereljefe. --En absoluto --contesto Sombra--. Entiendo queestecaballero hainterferido en tus negocios y quieres librarte deel. --Tu tareaes matar y los motivos no teinteresan--dijo Emilio--. O almenoseso es lo que dicen deti. Eso y que nuncafallas. El vampiro se detuvo. Quedo deespaldasaellos, mirando las vias delmetro. --Puedesestar seguro de que yo no fallo jamas. La preguntaera por simplecuriosidad profesional. Emilio suspiro. --Es un juez muy testarudo. No quiere aceptar un soborno y eso que le he ofrecido una cantidad mas que razonable... Es una de esas personas conmoral, no las soporto. Ha encarcelado a varios miembros de mi organizacion y se ha convertido en una amenaza para mi red de trafico de drogas. Lo quiero muerto. Sieres tan bueno como se dice, puedes fijarel precio queteconvenga. --Ya veo. Es una gran oferta, sin duda --dijo Sombra aunmirando a la oscuridad del tunel--. Claro que asesinar a un juez no sera facil. Provocara unainvestigacion... --?Yeso que mas te da? --leinterrumpio Oscar--. ?No eres un vampiro? --Lo soy--dijo Sombrasin volverse. --Entonces no tendras problemasenmatarle --siguio Oscar--.Ano ser quete hayas inventado esachorrada paracobrar mas pasta y dar miedo alos demas. Sombrase volvio, le miro directamentealos ojos. --?Te doymiedo? Oscar dejo lacruzen elsuelo y saco su pistola. --No. Yno creo queseas un vampiro --dijo mientras leapuntaba directamenteal pecho--. Mas bien eres un fantoche. --?Queestas haciendo? --pregunto Julio. Su forzudo companero retrocedio un paso. --Guardaelarma --le ordeno eljefe. Oscar no obedecio. --?Por que? Sies un vampiro de verdad, la bala no le hara nada.?No esasi? Sombraempezo aandar haciael,con unasonrisaencogidaen los labios. Seacercaba despacio,zigzagueando. --Cierto, una bala no puede detenerme. --?Te has vuelto loco? --pregunto Julio. --No lo hagas --insistio eljefe. El vampiro seacerco mas, siempre mirando directamentea Oscar. --Quieres apretar el gatillo, ?verdad? Lo veo en tus ojos. --Sombra comenzo a caminar en circulos alrededor de Oscar, que mantenia el canon apuntandole en todo momento--. Tienes dudas, deseas dispararme y averiguar si de verdad soy o no un vampiro. Suponias que el crucifijo te protegeria de mi, pero hascomprobado que no y eso te ha puesto nervioso. Sombraacelero un poco el paso, estrechando un poco elcirculo con cada vuelta. Julio y Emilio le pedian a Oscar que bajaraelarma, pero el guardaespaldas no les haciacaso. --!Retrocede! --grito Oscar. Una gota de sudor resbalo por la mejilla. La pistola empezo a temblar en sus manos--. Disparare, te lo advierto. Elasesino aumento la velocidad. --Veo queeres un hombre muy fuerte ymusculoso. Si no soy un vampiro, no deberias necesitaresa pistola parareducirme. Como puedes ver, estoy desarmado. --Sombra sacudio su camisa de cuadros para hacer patente que no ocultaba nada. Siguio girando. Pasaba delante de Julio yEmilio cada vezmas rapido, siempre bajo laamenaza delcanon de Oscar--. Pero no guardas la pistola. Elmiedo te domina. Oscarestiro un poco el brazo. Ahorala pistolaestabaa menos de un palmo del pecho de Sombra. La mano letemblaba. --!Te he dicho queretrocedas! --?Por queibaa hacerlo? La bala no puedeconmigo. Vamos, dispara y compruebalo. No me pasara nada. --!Bajaelarma, imbecil! --grito Julio. --!Dejad de dar vueltas! --ordeno Emilio. Sin detener su movimiento alrededor de Oscar, Sombra separo los brazos y coloco su pecho a un centimetro escaso del canon de la pistola. --Asi, justo en elcorazon --dijo. El guardaespaldas, que continuaba girando al ritmo de Sombra para mantenerle encanonado, empezo a sentirseconfuso ymareado--. Manten el pulso, no tiembles tanto. Mucho mejorasi... Ahora dispara,acabemoscon esto. --!Tu telo has buscado! --Hazlo --dijo Sombra,con suavidad,casien un susurro--. No seascobarde, vencetumiedo. !Dispara! Sombrasonrio ymostro loscolmillos. Seinclino un poco hacia delante. Oscarapreto el gatillo. Un disparo atronador resono en elanden y quedo ahogado por la punzada de un gemido. Elcorazon de Oscar latia descontrolado. Cuando sumano temblorosaseabrio, la pistola humeantereboto contraelsuelo. --?Que has hecho? --grito Emilio. Oscar aun no lo entendia. Hacia un i

  • La tumba de Sarah (Tracy Crosswhite 1) de Robert Dugoni

    https://gigalibros.com/la-tumba-de-sarah-tracy-crosswhite-1.html

    Hace veinte anos que Sarah desaparecio. Desde entonces su hermana Tracy duda de que el violador que cumple condena por su asesinato, Edmund House, sea realmente el responsable de aquel crimen.

  • EL AMARGO DON DEL OLVIDO: Nada es lo que parece, ni nadie es quien dice ser, A.V. San Martin de A. V. San Martin

    https://gigalibros.com/el-amargo-don-del-olvido-nada-es-lo-que-parece-ni-nadie-es-quien-dice-ser-a-v-san-martin.html

    Aqui es donde deberia dejar impresas esas pequenas pinceladas que resuman la historia de este libro. Pero la verdad es que poco importa que describa como es Ines, su protagonista; que narre de forma atrayente su pasado o deje constancia del incendio que todo lo trunca porque todo lo que diga puede ser cierto, o no, o tal vez cambiar antes de que termines de leer esta sinopsis.

  • El asco de Horacio Castellanos Moya

    https://gigalibros.com/el-asco.html

    El libro mas emblematico y controvertido de Castellanos Moya.

  • Abrazos en el aire de Inmaculada Leon Tirado

    https://gigalibros.com/abrazos-en-el-aire.html

    La lucha de una mujer por sobrevivir en una sociedad que la limita humana, politica y socialmente.

  • Tierra sin hombres de Inma Chacon

    https://gigalibros.com/tierra-sin-hombres.html

    El aguacero descargo sobre el camposanto como si quisiera cobrarse una deuda. Los goterones rebotaban sin interrupcion sobre los paraguas que rodeaban el ataud, resignado a recibir el diluvio soportando el sonido constante de la lluvia al estrellarse contra la tapa. Mientras, los deudos permanecian con la mirada clavada en el hoyo. Ni una sola corona de flores, ni una lagrima, ni un ramo descuidado, ni un suspiro, ni un rezo, ni un gesto de desolacion. Solo el ruido del agua. Y, a lo lejos, el mar, embravecido y triunfante, levantado sobre si mismo para que todos supieran que tambien el habia acudido al entierro. Ninguno de los presentes recordaba haber vivido un temporal semejante. Se habia formado cinco dias atras, cuando el horizonte comenzo a llenarse de nubes que se ennegrecian a medida que se acercaban a tierra y alcanzaban la costa, alimentandose unas a otras, despacio, amenazantes, hasta formar una masa de nubarrones que encapoto el cielo de Cobas y se precipito sobre las colinas donde se desperdigaba la aldea. Desde entonces, no habia dejado de llover. Desde el promontorio donde se encontraba el cementerio se divisaba el monte que albergaba la mina de oro que cambio el destino de Elisa, una mina explotada a cielo abierto en tiempos de los romanos, que permanecio dormida hasta poco antes de la Gran Guerra, cuando una empresa britanica decidio abrir un tunel para acceder a la antigua explotacion, en busca de recursos con que financiar el conflicto que se avecinaba. Las expectativas de la compania fueron tan grandes que comenzo a extenderse por los alrededores, como una plaga invisible, una enfermedad contra la que los lugarenos trataron de protegerse: la contagiosa fiebre del oro. La aldea empezo a llenarse de mineros que alteraron la vida cotidiana de la localidad. Se construyeron casas importantes para los ingenieros --con sus trajes de chaqueta, sus pajaritas y sus sombreros de bombin-- y barracones para los trabajadores, cuyas constantes trifulcas se resolvian con demasiada frecuencia a tiros de pistola que resonaban como el presentimiento de una maldicion. Los ingleses comprendieron enseguida que los beneficios no compensaban los costes y, para alegria de los vecinos, no tardaron en marcharse. Pero aun no se habian apagado los ultimos suspiros de alivio cuando llego una empresa francesa para horadar una nueva galeria desde la mina hasta la orilla del mar. Para lavar los minerales construyeron una estructura de hormigon frente a la playa de Ponzos, que muy pronto se convertiria en la mayor atraccion de la chiquilleria y en lugar prohibido para las mozas casaderas. Elisa no recordaba si aquel laberinto de hormigon llego a funcionar alguna vez, porque la presencia de los franceses en la zona tambien resulto muy breve. Sin embargo, ya fuera producto de su memoria o de su fantasia, se veia a si misma extasiada, mirando como llegaba hasta el lavadero el oro entreverado en la piedra, en vagonetas que se desplazaban por medio de railes, para terminar despues en unas balsas de decantacion donde se separaba el metal noble de las impurezas. Tampoco sabia si era cierto o no, pero ella diria que desde cualquier punto y desde cualquier casa, imponiendose de nuevo como la premonicion de un maleficio, se podia oir el sonido que producian las calderas de vapor al impulsar las ruedas de dos inmensos molinos donde se trituraban las extracciones. Y mientras los parroquianos vivian los ecos de la mina como una amenaza constante, Elisa los escuchaba como el preludio de una emocion desconocida. Con los franceses volvieron las peleas y las pistolas, los escandalos de faldas, los conflictos entre trabajadores y patronos, el alcohol, el juego, el espejismo de la abundancia en las manos de los mineros y el derroche. La fiebre y el delirio. El mal del que habian intentado protegerse los aldeanos. El tiempo habia pasado sobre la mina como un tornado, el antiguo lavadero se encontraba abandonado a su suerte, cubierto de hierbas, envuelto en el mismo manto de agua que rebotaba sin misericordia sobre los paraguas del cementerio y habia convertido el suelo de Cobas en un lodazal. Elisa se miro los zapatos, empapados y hundidos en la tierra que esperaba el cuerpo sin vida del hombre con el que hubiera querido ser feliz. Junto al cumulo de arena que le cubriria para siempre, habia una pila de conchas que ella misma ordeno recoger en la playa de Ponzos para que las colocasen sobre la sepultura. Las mas pequenas irian en los bordes y las grandes sobre el lecho, a modo de un manto que le protegiese de la humedad. El viento desplazaba las rachas de agua de un lado a otro, transformadas en remolinos que acabaron por traspasar la tela de su vestido negro. El rugido era tan fuerte que ni siquiera permitia escuchar el rezo del sacerdote en el ultimo responso. Sin embargo, entre acometida y acometida, Elisa creyo oir el sonido de las campanas que doblaban desde la ermita de la isla de Santa Comba, el lugar donde habia empezado la historia que estaba a punto de enterrar. Antes de que los oficiales cargasen sus palas, mientras el cura pronunciaba el Requiescat in pace, y sin que nadie lo hubiera podido predecir, las nubes comenzaron a abrirse y dejo de llover. Elisa cerro su paraguas, miro hacia arriba y presto atencion a las campanas. !Si, eran las de la ermita! Las mismas que redoblaban en las romerias de cada ultimo domingo de agosto desde que ella tenia memoria. Las que sonaban la tarde en que se comprometio con el hombre mas bueno de la tierra. El que la habia querido toda una vida. El mas dulce y sonriente de la vecindad. Eloy el de las cesteiras, el hijo del tio Mauricio y la tia Juanita. No habia otro, desde el cabo Prior al alto de La Bailadora, que supiera mirar con mas ternura que el, con sus ojos enormes y oscuros, profundos como la bocamina y serenos hasta decir basta. Las mujeres de su familia se habian dedicado, de generacion en generacion, a vender cestos de mimbre en las ferias del concejo. Elisa las habia visto desde su ventana cientos de veces, una detras de otra, desde la zona donde se situaba su casa, las Covarradeiras, hasta perderse de vista en la ladera del monte, cargadas de cestos que transportaban sobre la cabeza atados entre si para formar un solo bulto que superaba con creces el tamano de sus cuerpos. Y a medida que avanzaban aquellas procesionarias por la carretera bordeada de pinos que conducia a Ferrol, se iban incorporando las vendedoras de leche con tres grandes cantaras de zinc cargadas del mismo modo, unidas por las asas, sobre la cabeza, sin mas proteccion que <>, un panuelo enrollado como un pequeno cilindro que actuaba de base para la carga. Cuando era pequena, Elisa solia preguntarse como conseguian aquellas mujeres mantener el equilibrio durante las dos horas que tardaban en cubrir la distancia que las separaba de Ferrol: casi nueve kilometros que tambien harian de vuelta en fila de a uno. Su madre, Rosalia la de las leiteiras, era una de esas mujeres. La hija de un marinero que se pasaba la vida en barcos mercantes y de una mujer enfermiza que aprendio a escribir para que nadie tuviera que leerle las cartas que de vez en cuando le enviaba el marido, y que murio antes de que Rosalia cumpliese los catorce anos, no sin haberle ensenado a equilibrar el peso de las lecheras sobre la cabeza, y a leer y a escribir cuando llegaba la noche. Rosalia se habia casado a los dieciseis anos con Mateo, un mozo de la zona del Priorato que regreso de la emigracion argentina para hacerse cargo de la herencia de sus abuelos, y le dio a Rosalia dos hijas y una vida repleta de ausencias.

  • Escape Room de Chris Mcgeorge

    https://gigalibros.com/escape-room.html

    Una habitacion. Un cuerpo. Cinco sospechosos. Tres horas para encontrar al asesino.

  • ?Seras un error, Pablo? de Veronica Mengual

    https://gigalibros.com/seras-un-error-pablo.html

    ?Quien no se ha sentido nunca atraido por su profesor?
    Y es que los amores prohibidos siempre son los mas intensos…

  • Inutil ilusion traicionera de Noe Casado

    https://gigalibros.com/inutil-ilusion-traicionera.html

    Despues de tres anos de dura investigacion, el juez Fabio Castel asiste al entierro de Ezequiel Zahner, un escurridizo mafioso al que estaba a punto de incriminar. Durante el sepelio aparece una misteriosa y atractiva mujer con zapatos rojos que se despide del difunto.

  • Historia oculta de la musica de Luis Antonio Munoz

    https://gigalibros.com/historia-oculta-de-la-musica.html

    Mozart, Haydn, Carlos Gardel o Louis Armstrong eran masones. Satie compuso musica en su juventud para la Orden Rosacruz. Leonardo da Vinci escribio un tratado sobre musica que se encuentra perdido y diseno extravagantes instrumentos musicales. Hitler concibio su plan de invadir Europa despues de escuchar una opera de Wagner. Schumann frecuentaba sesiones espiritistas al tiempo que Chopin tuvo visiones de espectros en su retiro de Valldemosa.

  • Camas y famas de Daniel Samper Pizano

    https://gigalibros.com/camas-y-famas.html

    Los amores mas inesperados, tragicos y divertidos que cambiaron la historia del mundo y las letras bajo la lupa de Daniel Samper Pizano.

  • Lugar equivocado, momento justo (Bourbon Street Boys 2) de Elle Casey

    https://gigalibros.com/lugar-equivocado-momento-justo-bourbon-street-boys-2.html

  • Passion Fruit. sexo, sexo y brilli de Kate Bristol

    https://gigalibros.com/passion-fruit-sexo-sexo-y-brilli.html

    Alberto Ruiz Saavedra es el politico revelacion del ano, guapo, carismatico y una de las fortunas mas grandes del pais. Por si todo esto fuera poco, esta en todas las revistas del corazon, pues sale con Marlene, la cantante de moda con quien va a casarse. Su vida parece un cuento de hadas ?verdad? Quizas lo seria si su relacion no fuera una farsa y no estuviera locamente enamorado de su… chacha.

  • Atrapada por ti de Carolina Fuentes

    https://gigalibros.com/atrapada-por-ti.html

    Segunda y ultima parte de la bilogia Atrapada;
    Erick Covarrubias, arruino mi vida de todas las maneras posibles, me ha hecho vivir los peores 8 meses de mi vida, me ha tenido secuestrada y enganada, pero nada es igual, ahora tengo un motivo muy grande por luchar y salir de este infierno; estoy embarazada y no dejare que el le haga dano a mi hijo. Tengo un plan porque no voy a dejar que me siga teniendo… Atrapada.

  • Mas rapida que la vida de Celia Santos

    https://gigalibros.com/mas-rapida-que-la-vida.html

    Hay vidas que contienen toda la emocion de una gran novela.

  • La ultima Sibila de Isabel Abenia

    https://gigalibros.com/la-ultima-sibila.html

  • Es facil dejar de fumar, si sabes como de Allen Carr

    https://gigalibros.com/es-facil-dejar-de-fumar-si-sabes-como.html

    Reconocido mundialmente como el sistema mas eficaz para dejar de fumar, quien sigue el metodo EASYWAY no solo dejara de fumar de inmediato, sino que lo encontrara facil y disfrutara del proceso.
    Funciona para todos, incluso para el fumador empedernido. Cualquiera que siga sus instrucciones se mantendra como no fumador y estara feliz de serlo durante el resto de su vida.

  • Un lugar junto al mar de Angela Drei

    https://gigalibros.com/un-lugar-junto-al-mar.html

    Una historia sobre las decisiones, la vida y el amor.