• libro la luz prodigiosa - Fernando Marias

    https://gigalibros.com/la-luz-prodigiosa.html

    Guion cinematografico basado en la novela homonima (Premio Ciudad de Barbastro 1991) de Fernando Marias, autor tambien del guion. Dirigida por Miguel Hermoso, cuenta como principales protagonistas a Alfredo Landa, Nino Manfredi, Kiti Manver y Jose Luis Gomez. Contiene 16 paginas de fotografias a color de la pelicula.

  • LA LUZ PRODIGIOSA | FERNANDO MARIAS AMONDO

    https://www.casadellibro.com/libro-la-luz-prodigiosa/9788495157928/2978808

    Hace veinticinco años Fernando Marías publicó La luz prodigiosa, su primer libro, que acababa de ganar el premio de Novela Corta Ciudad de Barbastro y sería ...

  • La luz prodigiosa (Opera Prima) Tapa blanda - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Luz-Prodigiosa-Opera-Prima/dp/8495157926

    La luz prodigiosa (Opera Prima) : Marias Amondo, Fernando: Amazon.es: Libros.

  • Libro: La luz prodigiosa - Marías, Fernando - Marcial Pons

    https://www.marcialpons.es/libros/la-luz-prodigiosa/9788495157928/

    Hace veinticinco años Fernando Marías publicó La luz prodigiosa, su primer libro, que acababa de ganar el premio de Novela Corta Ciudad de Barbastro y sería ...

  • La luz prodigiosa - Libro de Fernando Marías - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/2304/la-luz-prodigiosa

    Murió García Lorca realmente en 1936? Lo único cierto es que jamás se encontraron sus restos, que sólo conocemos lo sucedido de forma fragmentaria y que aún ...

  • La luz prodigiosa - Fernando Marías | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-la-luz-prodigiosa/1044

    6 feb 2003 — La luz prodigiosa · Fernando Marías · Sinopsis de La luz prodigiosa: · Otros libros de Fernando Marías · Todas las opiniones de La luz prodigiosa.

  • LA LUZ PRODIGIOSA. MARIAS, FERNANDO ... - Popular Libros

    https://www.popularlibros.com/libro/la-luz-prodigiosa_274330

    LA LUZ PRODIGIOSA 15,20€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. Guión cinematográfico basado en la novela homónima (Premio Ciudad de Barbastro 1991) de ...

  • la luz prodigiosa - marias, fernando - Letras a la taza

    https://www.letrasalataza.com/libro/la-luz-prodigiosa_15510

    Hace veinticinco años Fernando Marías publicó La luz prodigiosa, su primer libro, que acababa de ganar el premio de Novela Corta Ciudad de Barbastro y sería ...

  • LA LUZ PRODIGIOSA - MARÍAS FERNANDO

    http://quelibroleo.com/la-luz-prodigiosa

    Una de las historias más originales de la literaura española, una delicia de libro. Tan entretenido que el tiempo pasa volando. hace 5 años.

  • Libro La Luz Prodigiosa, Fernando Marías, ISBN ...

    https://www.buscalibre.es/libro-la-luz-prodigiosa/9788495839381/p/3008231

    Libro La Luz Prodigiosa, Fernando Marías, ISBN 9788495839381. Comprar en Buscalibre - ver opiniones y comentarios. Compra y venta de libros importados, ...

  • La realeza del escoces de Penelope Sky

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    London es mucho mas util de lo que habia anticipado; me da lo que necesito como si fuese una profesional.

  • Escandalo en el dormitorio de Caitlin Crews

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    Un multimillonario desaparecido y una mujer inocente para… doblegarlo.

  • Siete susurros de Roser A. Ochoa , Yolanda Garcia

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    Desde el principio de los tiempos han existido romances que se hicieron eternos. Entre estas paginas encontraras siete efimeras historias de amor, cargadas de ternura, sensualidad, nostalgia, magia, alma…

  • VenganZa: El apocalipsis zombi desde el otro lado de la verja de Gemma Herrero Virto

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    El apocalipsis zombi contado desde el otro lado de la verja

  • Y que le gusten los perros..., ?no era una pelicula? de May Bonner

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  • Un amor de quita y pon de Noni Garcia

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    !Estoy reventado! Rita se acaba de ir y la noche no ha tenido desperdicio alguno. Tengo que empezar a dejar de hacer estas cosas porque hoy es miercoles, tengo mucho trabajo y no se si mi cuerpo aguantara hasta la cena de esta noche que promete ser larga y aburrida. Voy a cancelar los planes que tengo para esta tarde porque me urge descansar. Definitivamente, me estoy haciendo mayor y estas noches de sexo las voy a tener que aplazar para los fines de semana. Alguien llama a la puerta y estoy seguro de que sera Rita que se ha dejado algo. No me molesto en ponerme nada mas alla de los pantalones del pijama porque no va a ver nada que no haya visto esta noche. Abro la puerta esperando encontrarme con ella, pero cual es mi sorpresa al ver que es alguien que no conozco. Por su vestimenta deduzco que es la nueva empleada del hogar que me ha mandado la empresa de limpieza porque Trini ya se ha jubilado. La chica me mira, aparta la vista y caigo en la cuenta de las pintas que tengo a las ocho de la manana, vestido con el pantalon del pijama, con el pelo revuelto y cara de haber estado follando toda la noche. No se por que, pero hasta me siento un poco avergonzado. --Disculpa, crei que eras otra persona. Pasa y sientate, enseguida estoy contigo. La chica pasa diciendo un timido "Gracias" y se sienta en una de las sillas que rodean la mesa del salon dando la espalda al pasillo que lleva a las habitaciones. La observo si ser visto. No creo que tenga mucho mas de treinta anos, es morena, con el pelo muy corto y medira un metro sesenta aproximadamente. Demasiado delgada para mi gusto y con la mirada demasiado triste o, al menos, eso me ha parecido al verla aparecer en mi puerta. Rapidamente me pongo una sudadera y vuelvo al salon. Ella se levanta de la silla al verme llegar, pero sigue con la mirada baja. --Mi nombre es Gonzalo, aunque creo que eso ya lo sabras. --Le tiendo la mano y ella timidamente la toma. --Yo soy Nadia. Soy la persona que va a sustituir a Trini. --Me lo he imaginado... Por ese acento deduzco que eres argentina, ?verdad? --Levanta la mirada y clava sus preciosos ojos marrones en los mios. Si, es tristeza lo que veo en ellos. --Si, espero que eso no sea un problema. --Claro que no. ?Por que lo iba a ser? --Antes de que la empresa me mandara aca, fui a otra casa y no quisieron que trabajara en ella por no ser espanola. --Aqui no tendras ese problema. Mi madre vive en Buenos Aires. --De alla soy yo. --Una timida sonrisa se marca en su rostro. --Te enseno la casa rapido que tengo un poco de prisa. Visitamos todas las habitaciones y cuartos de bano del piso. Noto su cara de sorpresa cuando ve la enorme cama de la ultima habitacion del pasillo, pero es discreta y no dice nada. Pasamos por el salon que ya lo vio al llegar y entramos en la cocina. Por unos instantes su cara se ha iluminado y su mirada me ha deslumbrado, pero solo han sido unos instantes. Despues sus ojos han vuelto a estar tristes, incluso mas que antes. Me intriga esa tristeza, algun dia conseguire averiguar el porque, para eso soy psicologo. Su expresion pide a gritos ayuda porque sola no puede superarla. Quiza, cuando tenga un poco mas de confianza con ella, podamos tocar el tema. Le explico que Trini se encargaba de hacer la compra una vez en semana, o si yo le dejaba alguna nota en la nevera porque me hiciera falta algo con urgencia. --Sabados y domingos no se trabaja y los dias de fiesta tampoco. Si necesitara algun dia libre me lo tendria que avisar con un par de dias de antelacion, aunque si es alguna urgencia tampoco habria problema. --De acuerdo, senor. --Creo que poco mas hay que contar... Bueno, si. Si la puerta de mi dormitorio esta cerrada es porque no se puede entrar, probablemente estare acompanado. --Abre mucho los ojos pero no dice nada.

  • La vacuna de Alberto Vazquez-figueroa

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    Los meses que siguieron fueron tranquilos, como si el mero hecho de deponer las armas negandose a continuar defendiendo la granja a tiros hubiera propiciado que el virus decidiera tomarse un descanso, o tal vez --y eso era lo mas probable--, que estuviera aprovechando el alto al fuego para mutar hacia una nueva estructura aun mas danina. Retirado momentaneamente a sus cuarteles de invierno, el infernal ejercito invisible recuperaba fuerzas, decidido a lanzar un definitivo asalto destinado a liberar para siempre al planeta de su mas enconado enemigo. Ya habia conseguido que incontables fabricas cerraran, miriadas de vehiculos se detuvieran, bandadas de rugientes aviones se posaran definitivamente e incluso que algunas centrales nucleares dejasen de proporcionar energia porque los que sabian manejarlas estaban muertos o faltaba el material de mantenimiento apropiado. Los seres humanos habian construido un mundo exclusivo para seres humanos, a imagen y semejanza de los seres humanos y dirigido por seres humanos, por lo que cuando esos seres humanos fallaban todo se desmoronaba. El golpe habia sido tan duro que ni siquiera el corto periodo de supuesto armisticio les habia servido para tomar aliento y disponerse a reanudar la lucha o buscar nuevas armas. Se limitaban a rezar y confiar en que todo hubiera acabado. A veces rezar es bueno. Y confiar tambien. Pero solo a veces. Una tibia manana, cuando en la atribulada familia nadie estaba aun muy seguro de que podria ocurrir de alli en adelante, un muchacho que casi parecia un cadaver viviente hizo su aparicion por el sendero. Se le advertia agotado, con aire ausente, como drogado, borracho o inmerso en un universo propio. No prestaba atencion a las flores, ni a los arboles, ni a los pajaros, y apenas reacciono en el momento de cruzar un charco que le empapo los zapatos. Corrieron hacia el. --?Que te ocurre? ?Estas enfermo? --Solo agotado. --?Tienes hambre? --Mucha. Le ayudaron a entrar en la casa. --?Que te apetece? --Cualquier cosa. --?Patatas con chorizo o perdiz escabechada? Tambien podemos prepararte un conejo a la brasa, pero tardara un poco mas. Hay que matarlo. Les observo como si le costara un inaudito esfuerzo aceptar tan absurda pregunta. --?Hablan en serio? --Totalmente. Se decanto por la perdiz acompanada de pan fresco y un vaso de leche, y al terminar observo a las tres mujeres y a los dos hombres que le observaban a su vez. Una de las mujeres, la que le daba el pecho a un nino, inquirio: --?Como te llamas? --Victor. --?Y a donde vas? --Aun no lo se. Mis padres murieron el mes pasado y todavia no lo he decidido. --Puedes quedarte el tiempo que quieras. --No tengo dinero. --Ni admitimos dinero, ni son estos tiempos de cobrar a quienes mas lo necesitan --intervino Samuel. --Pero la comida... --Comida sobra. Las cosechas estan siendo increibles, los rios se han llenado de peces y los campos de conejos, ciervos y perdices. --?Y eso por que? --Suponemos que puede deberse a que al disminuir la contaminacion, la naturaleza ha reaccionado, pero no estamos seguros. Costaba trabajo aceptarlo, pero asi era. El virus que mataba a millones de personas no se mostraba inhumano, sino mas bien <> y parecia dispuesto a conceder el control del planeta a unos animales que hasta esos momentos se habian limitado a ser victimas de los hombres. Ningun gobierno habia querido --o se habia atrevido-- a dar una cifra exacta del numero de fallecidos, pero cabia suponer que la poblacion mundial estaba siendo diezmada a marchas forzadas. Y a medida que los habitantes supuestamente mas inteligentes del planeta tendian a desaparecer, ese planeta se fortalecia y cedia el testigo de la supremacia a quienes nunca habian deseado ser supremacistas. --!De acuerdo! --admitio el muchacho, que aun se mostraba confundido--. Les sobran alimentos. ?pero que ocurre con la enfermedad? ?No les asusta? --Naturalmente que nos asusta --admitio Saul--. Durante un tiempo convertimos la granja en una fortaleza pero llego un momento en que nos dimos cuenta de que vivir en un eterno estado de terror es peor que no vivir. --Algo se de eso. Pase un mes en una unidad de cuidados intensivos con temblores en todo el cuerpo. Crei que nunca mas podria volver a trabajar. --?A que te dedicas? --Soy dibujante. --?Pintor...? --Pintor es decir demasiado. Quizas algun dia lo sea, pero de momento me limito a los comics. --?Que clase de comics? --se intereso Laura, a la que como siempre le interesaba todo. --De aventuras, pero ahora quiero empezar una serie sobre la epidemia; un reflejo del tiempo que nos ha tocado vivir, con ciudades vacias, violencia, miedo y familias rotas. --Pues aqui no vas a encontrar ciudades vacias ni familias rotas, pero podras trabajar tranquilo --le hizo notar Saul--. Si quieres puedes instalarte en una de las cabanas del bosque. --?Y como les voy a pagar? --!Que pesadez! Echaras una mano en la granja. --No me parece suficiente. --?Y que te parece un porcentaje sobre tus futuras ganancias? Probablemente alguien estara escribiendo un libro sobre la epidemia, pero en estos momentos nadie puede hacer una pelicula y el testimonio de un comic seria muy interesante. --A condicion de que fuera bueno... --puntualizo Anabel--. ?Eres bueno? El recien llegado pidio una hoja de papel y un lapiz y apenas necesito un par de minutos para demostrar que era muy bueno plasmando con todo lujo de detalles la desolacion de una gran ciudad de enormes rascacielos por cuya avenida principal tan solo se distinguia una jirafa. --Eres bueno... --aceptaron de comun acuerdo--. ?Pero, por que una jirafa? --Porque en ese entorno resulta insolita, y cuanto estamos viviendo se me antoja insolito. --De pequena me encantaba pintar jirafas... --senalo Aurelia. --Pero tenian cabeza de jirafa y patas de cocodrilo --le recordo su tio--. Eran horribles. --Odio a los cocodrilos... --reconocio Victor. --Todo el mundo odia a los cocodrilos. --Los egipcios no. Sobek era el dios de la abundancia y la fertilidad, creador del Nilo. --Es que los egipcios eran muy raros. Siempre andaban de costado y con la mano extendida, como pidiendo una comision o una limosna. Como no era cuestion de pasarse la tarde diciendo sandeces, las mujeres decidieron acompanar al nuevo miembro de la comunidad a la mayor de las cabanas del bosquecillo, y en cuanto hubieron desaparecido, Samuel, al que Anabel habia dejado al cuidado del nino, comento, mientras comenzaba a cambiar los panales: --Esto me huele mal. --?Que esperabas? --senalo su hermano--. Siempre ha sido un cagon. --No me refiero al nino; me refiero a que ese chico nos puede traer problemas. --?Anabel...? --aventuro Saul. --Y Aurelia. Tu eres su padre y la sigues viendo como a una nina, pero ya no es ninguna nina y ese es el primer muchacho que ha visto en mucho tiempo. --Ya lo se. --Y es muy agradable. --Ya me habia dado cuenta. --?Y que podemos hacer? --?Hacer? --le replico su hermano como si acabara de decir una herejia--. No puedo hacer nada. Durante la mayor parte de mi vida me considere dueno y responsable de mis actos, pero ya no soy su dueno, y por lo tanto tampoco soy responsable. Es el punetero virus el que marca la pauta. --No en este caso. Se trata de tu familia. --Se trata de <>, y si tienes alguna idea de como encarar este problema te agradeceria que la expresaras porque mas vale equivocarse juntos que por separado. --Pedirle que siga su camino. --?Por que razon? ?Porque no confiamos en nuestra hermana o porque tu no confias en tu sobrina ni yo en mi hija? --!Visto asi...! --Visto como lo has expuesto. Los dos sabemos que Anabel siempre hace lo que le da la gana, incluido tocar el acordeon, pero ya no es la misma y espero que a estas alturas tenga un cierto sentido de la responsabilidad. Samuel tambien hubiera deseado que lo tuviese pero no podia olvidar que su hermana menor habia sido siempre una de las criaturas mas liberales disparatadas y desinhibidas del planeta.

  • In crescendo de Beatriz Berrocal

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    Roman Salgado llega para ocupar el nuevo cargo de director bancario. Quiere instaurar una nueva forma de trabajo, mas actualizada y cooperativa, algo por lo que no sera bien recibido. A esto se le suma el ser homosexual, un hecho que parece no encajar con la moral estricta y encorsetada de las viejas glorias del banco.

  • Una musica prodigiosa de Mitch Albom

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    Mitch Albom da vida al que quiza sea su personaje mas inolvidable, Frankie Presto, el mejor guitarrista que jamas haya existido sobre la faz de la Tierra, inspirado en el compositor de Recuerdos de la Alhambra, Francisco Tarrega, natural de Villarreal.

  • Los espias del Papa de Eric Frattini

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    A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y cuyos nombres he preferido que no aparezcan en este libro. A las fuentes que me han prestado una ayuda inestimable y que me han pedido no ser citados en este libro. A Domenec Pastor Petit, el primero y mas importante historiador espanol sobre los servicios de inteligencia. Los de mi generacion han aprendido mucho con su medio centenar de libros sobre la materia. A Giuliana Bullard y Susan Cooper, del Archivo Nacional de Estados Unidos (NARA), por facilitarme el acceso a los documentos <> (IWG). A los miembros de la Comision para el Esclarecimiento de las Actividades del Nazismo en la Republica Argentina (CEANA), Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Al padre Piaras Jackson, S.J., del Centro de Comunicacion Jesuita de Dublin. A Siobhan O'Donovan, de la Biblioteca Nacional de Irlanda. A Ugo Carandino, de la Casa San Pio X de Roma. A Alison Weir, por su magnifica documentacion sobre el reinado de Maria Estuardo y su epoca y por sus ricos conocimientos sobre la figura de David Rizzio. A David M. Cheney, por permitirme revisar sus magnificos y bien documentados archivos historicos sobre la jerarquia catolica y la Curia romana. Sin ellos me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A Salvador Miranda, de la Florida Internacional University Library, verdadero maestro y experto en la historia del Sacro Colegio Cardenalicio. Sin su documentacion me hubiera sido muy dificil escribir este libro. A la Oficina de Prensa de la CDU, Union Democrata Cristiana de Alemania (Christlich Demokratische Union Deutschlands), por su informacion sobre Josef Muller. Al Institute of Documentation for the Investigation of Nazi War Crimes en Haifa (Israel), por haberme facilitado toda la documentacion relativa a las relaciones del Vaticano con la Alemania nazi, la informacion sobre las relaciones de miembros de la jerarquia vaticana en la evasion de criminales de guerra nazis, asi como los expedientes originales relativos a altos jerarcas nazis que mantuvieron contactos con Pio XII durante la ocupacion de Italia. A Pilar Cortes, mi muy querida editora, por creer en esta historia y en mi. Y por ultimo, y muy en especial, un agradecimiento a todas aquellas personas y organismos que me han puesto trabas, barreras y cortapisas para evitar que este libro fuese como es hoy. Ello me ha permitido agudizar mi sentido de la curiosidad y, por lo tanto, mi investigacion. A t o d o s e l l o s, mi ma s humi l d e y s i nc e r o a gr a d e c i mi e nt o. Una p a r t e d e e s t e l i b r o e s d e t o d o s e l l o s. Nota del autor Hace ya cuatro anos aparecia publicado mi libro La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano en la editorial Espasa Calpe. En el relataba de forma pormenorizada y documentada las operaciones del servicio de inteligencia papal desde 1566 a 2004, desde el papa Pio V al papa Juan Pablo II. La obra se convirtio rapidamente en un gran exito de ventas, siendo traducida y publicada en otros paises como Portugal, Canada, Francia, Brasil, Polonia, Rusia, Estados Unidos, Australia, o Gran Bretana, Bulgaria, Rumania e Italia. Mas de dos centenares de libros resenados en su bibliografia, 39 archivos consultados y centenares de documentos fueron utilizados para relatar las operaciones de la Santa Alianza desde los tiempos de Felipe II, Isabel de Inglaterra o Enrique IV de Francia a la epoca de Ronald Reagan, Lech Walesa o Juan Pablo II. Aquel era un libro sobre la historia del servicio de espionaje, conocido hoy dia como La Entidad. Esta obra que tienen ahora entre sus manos, LOS ESPIAS DEL PAPA, bien podria ser definida como una segunda parte de la anterior, como una continuacion, una historia de aquellos actores o, mejor dicho, espias desconocidos que jugaron un papel decisivo en esa misma historia, defendiendo los intereses de Roma, del Papa, del catolicismo y del Vaticano a lo largo y ancho de todo el mundo. Este libro relata la vida y avatares de veintiun agentes y jefes del espionaje papal que se convirtieron en la llamada <>, en los soldados de las sombras siempre a las ordenes del Sumo Pontifice de Roma. David Rizzio, Lamberto Macchi, Roberto Ridolfi, Tebaldo Fieschi, Umberto Benigni, Michel d'Herbigny, Gunther Hessner, Nicolas Estorzi, Edouard Gagnon, Carlo Jacobini o Luigi Poggi son algunos de los hombres que operaron bajo el protector manto de la Santa Alianza. Ninguno recibio preparacion alguna en tareas de espionaje, pero todos ellos tuvieron una mejor oportunidad sobre otros espias de paises enemigos de llevar a buen termino las operaciones encomendadas por Roma. Mientras los agentes de la CIA operaban para defender el estilo de vida americano y los agentes del KGB el estilo de vida comunista, los agentes de la Santa Alianza espiaron y operaron siempre en defensa de la fe catolica. Ellos contaban con la proteccion del Sumo Pontifice y la cruz. No son James Bond, ni nada por el estilo, pero para muchos el haber estudiado sus vidas y dejarlas reflejadas en este libro bien podria no solo ayudar a comprender mejor el papel que los Sumos Pontifices jugaron en la historia de Europa, sino tambien a conocer los sacrificios de muchos de estos <> para llevar hasta los mas reconditos confines de la tierra la palabra de Dios, incluso a riesgo de su propia vida en lugares como la Inglaterra protestante, la Francia revolucionaria, la Alemania nazi o la Rusia comunista. Estas son sus historias… ERIC FRATTINI Prologo Anatomia de un <> ?Quien es, realmente, Eric Frattini?, ?que es y que no es? Se le ha podido presentar como <>. Los antropologos susurrarian de el: <>. Por mi parte, yo diria de Frattini que <>, y, a despecho del tiempo que pasa en archivos de Estados Unidos, Gran Bretana, el Vaticano e Israel, nadie alli le ha insinuado metodologias o contactos para desentranar cientos de misterios. Si el lector me lo permite, anadiria que yo se como es, debido a que yo soy algo asi como su doble. Eric Frattini es tal vez el gran heredero de mi casi medio siglo como historiador de los servicios de inteligencia de todo el mundo. Frattini no solo ha sido capaz de adentrarse en la madriguera del MI6 en Londres o de la CIA en Langley (Virginia); en la sede del FBI en Washington o del FSB (Servicio Federal de Seguridad) en Moscu, sino tambien en el corazon de La Entidad, el servicio de inteligencia vaticano. Ya con una obra anterior, La Santa Alianza. Cinco siglos de espionaje vaticano (Espasa Calpe, 2004), que ha sido tambien publicada en Portugal, Francia, Polonia, Rusia, Brasil, Estados Unidos, Canada, Australia, Gran Bretana, el autor nos revelaba la vida y milagros de los superdotados espias de la inteligencia vaticana. Eric Frattini, como uno de los mayores expertos historiadores de los servicios secretos, acaba de traspasar el umbral de algo que a mi, tambien como historiador, se me antojaba como tabu. El autor no es un ente que se nutre de mitos, morbosidades, ni ansias de poder o dinero. En su idiosincrasia no queda espacio para ejercer el arte de epater, palabra francesa para describir una sensacion de desconcierto en el lector, y es que el autor de este libro es un <> nato y puro. No podia ser de otro modo para osar, como el ha hecho, enfrentarse a organizaciones criminales como Al Qaeda o la mafia italiana; a grupos empresariales, como los magnates de la prensa, o al regimen de Saddam Hussein; a grupos politicos como la propia ONU o el Estado Vaticano; o a servicios secretos como la CIA, el KGB, el Mossad o el MI6. Llevado en su afan de conocerlo y abarcarlo todo, algun dia broto ese aguijon afilado que le sirvio para franquear esos altos muros eclesiasticos y encararse con la Curia romana: los agentes secretos papales y sus cinco siglos de operaciones encubiertas. ?Que subyace en los textos de Eric Frattini?; sin duda, el analisis profundo del dolor y la maldad que el poder provoca, y de ahi sus documentadas indagaciones, para comprender y hacer comprender.

  • De postre, tu de Claudia Velasco

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  • Hasta que nos volvamos a encontrar (Bilogia Amame 2), Priscila S de Priscila S

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    La vida de Alison cambio por completo desde que decidio instalarse en Paris. Nunca penso que alli podria convertirse en la mejor bailarina de ballet, ni que cumplir un sueno no la hiciera feliz.
    Anos despues, y con una vida hecha, lo unico que mantenia era el recuerdo del que creyo el amor de su vida. Los recuerdos de Nicolas seguian atormentandola.
    La ciudad del amor volvera a ponerla a prueba. ?Que ocurrira cuando el pasado vuelva a convertirse en presente?
    Familias enemigas volveran a verse las caras cuando el pasado vuelva a ser presente.

  • Enemigos apasionados (Doncellas cautivas 1) de Cathryn De Bourgh

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    Ambientada en el ducado de Milan y en el territorio de Toscana durante el siglo XV.
    El dia de su boda con el conde Visconti, Isabella Manfredi es raptada por un intrepido y guapo joven hijo de su peor enemigo: Enrico Golfieri.
    Pero el malvado raptor quedara prendado de la belleza de la joven y sucumbira al amor y a su cuerpo suave y voluptuoso una y otra vez, despertando en la joven sensaciones que ignoraba.
    Sin embargo ambos pertenecen a familias enemigas que conspiraran para separarlos colocandolos en una encrucijada donde la traicion y el deseo libraran una batalla feroz.

  • Irresistible y desconocido de Melissa James

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  • Descubriendote de Brenda Novak

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    India Sommers tenia una familia perfecta, hasta que un exnovio disparo a su marido. Aquello no solo le arrebato al hombre que amaba, sino que la hizo sentirse responsable de lo ocurrido.

  • Los saltos de Sara. La historia completa de Susanna Herrero

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    Este libro es una recopilacion de la historia completa de Sara Summers que incluye los titulos: Los saltos de Sara, Las caidas de Sara, Las decisiones de Sara y Simplemente Sara.

  • Infierno helado de Lincoln Child

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    Un techno-thriller escalofriante que auna las leyendas de los indios americanos con los descubrimientos cientificos mas punteros. Un caso terrorifico al que solo podra enfrentarse un hombre: el enigmatologo Jeremy Logan.

  • Hasta las estrellas y vuelta de Iria Nunez

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    Ainhoa, como cualquier chica de su edad, busca su lugar en el mundo. Su sueno: ser educadora social, algo con lo que su padre no esta muy de acuerdo y se ve obligada a estudiar, ademas, empresariales para continuar con el negocio familiar.

  • Los duenos de internet de Natalia Zuazo

    https://gigalibros.com/los-duenos-de-internet.html

    Este libro propone cambiar la logica monopolica de internet y aduenarnos de nuestro propio modo de relacionarnos con la tecnologia para vivir en un mundo mas equitativo.

  • Noche Eterna de Isabel Conde

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    Conozco a los tipos como el.
    No se van a casar contigo.
    Tienes suerte si siguen ahi al amanecer.

  • !Despeinate! de Tamara Marin

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    Eli es una educadora infantil de veintitres anos, joven e impulsiva. Le encantan los tatuajes, los piercings y la velocidad, no necesariamente en ese orden.
    Ella vive <> y le importa bien poco lo que la gente opine.
    Max es un bombero de treinta cuatro anos; serio, organizado, meticuloso y le gustan las mujeres parecidas a el.
    ?Conseguira Max apartar a un lado sus prejuicios?
    ?Podra Eli estar con un hombre tan opuesto a ella?
    ?Seran capaces de dejar atras sus diferencias?

  • Si te gusta comer, aprende a adelgazar de Dr. Nicolas Romero

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    En Si te gusta comer, aprende a adelgazar, el doctor Romero nos dara recomendaciones para tener un peso perfecto, pero, lo mas importante, sin dieta y sin estar obsesionados con la comida. Nos ensenara a tener una actitud nueva ante la comida, sin que el estres del dia a dia nos influya.

  • Congo de David Van Reybrouck

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    El mas importante reportaje sobre Africa desde los tiempos de Kapuscinski.

  • Amar a Jason Thorn de Ella Maise

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    Jason Thorn... El amigo de la infancia de mi hermano...

  • Los pasatiempos de la reina que buscaba catarinas de Jean Baptiste Andrea

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    A traves de la voz y el pensamiento de un nino al que todos consideran <>, Jean-Baptiste Andrea celebra la infancia, pero tambien la crueldad que puede nacer de los juegos mas inocentes.

  • El silencio mas noble de Susana Lopez

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    <> nos cuenta la historia de tres mujeres nacidas a principios del siglo XX: Lucia, una joven vasca de origen humilde; Elvira, una inmigrante burgalesa que se traslada a Bilbao para trabajar; y Renata, una bella italiana de padre gallego. Son mujeres normales, amas de casa, sencillas madres de familia que tienen en comun el coraje para hacer frente a las adversidades. Sus destinos se cruzan a partir de un suceso violento ocurrido en 1937, en plena guerra civil. Desde entonces, y a su pesar, sus destinos se unen irremediablemente.

  • Todo el amor se me acabo en suspiros de Kristell Alvarez S

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    Alicia esta con casi un pie en el altar, eligiendo los ultimos detalles de su boda sonada, cuando su prometido le confiesa que se ha casado con otra mujer, la cual espera un hijo de el. El mundo se desmorona ante ella. Todos sus suenos se ven destruidos de golpe y porrazo. Ahora debe enfrentar no solo la desilusion de saberse traicionada, sino tambien debe hacerse cargo del engorroso trabajo de deshacer una boda y avisar a los invitados. Y es en medio de este dificil trance que conoce a Frenando, un presuntuoso abogado que llega a su vida a tirar por la borda su estoica decision de no volverse a enamorar. A su lado vive un torrido romance que viaja a la velocidad de la luz, ?sera el indicado o terminara por romperle tambien el corazon?… Rodrigo, su mejor amigo, esta completamente convencido de que un amor tan acelerado terminara por romperle el corazon, pero ella cree que a pesar de quedarse sin suspiros de tanto llorar, su corazon es aun capaz de vivir un gran amor. ?Quien tendra la razon?

  • Consejos de amor (Julia), Elizabeth Harbison de Elizabeth Harbison

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  • Las brumas del miedo, Rafael Abalos de Rafael Abalos

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  • Elena sabe de Claudia Pineiro

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    Se trata de levantar el pie derecho, apenas unos centimetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el pie derecho no se mueve. No se eleva. No avanza en el aire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, no avanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Pero no lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En la cocina de su casa. Tiene que tomar el tren que sale para la Capital a las diez de la manana; el siguiente, el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomo a las nueve, entonces piensa, y sabe, que tiene que tomar el de las diez, poco despues de que la medicacion logre que su cuerpo cumpla con la orden de su cerebro. Pronto. El de las once no, porque entonces el efecto de la medicacion habra declinado hasta desaparecer y ella estara igual que ahora, pero sin esperanza de que la levodopa actue. Levodopa se llama eso que tiene que circular por su cuerpo una vez disuelta la pastilla; conoce el nombre desde hace un tiempo. Levodopa. Asi le dijeron, y ella misma lo anoto en un papel porque sabia que no iba a entender la letra del medico. Que la levodopa circule por su cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en la cocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacer por el momento. Cuenta calles en el aire. Recita nombres de calles de memoria. De atras para adelante y de adelante para atras. Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno, Lupo. Levodopa. Solo la separan cinco cuadras de la estacion, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando. Cinco. Calles que todavia no puede andar con sus pasos esforzados aunque si repetir sus nombres en silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie. Nadie que le pregunte por su salud ni que le de el pesame tardio por la muerte de su hija. Cada dia se le aparece alguna persona que no pudo velarla o no pudo estar en el entierro. O no se atrevio. O no quiso. Cuando alguien muere como murio Rita, todos se sienten invitados a su funeral. Por eso las diez no es una buena hora, piensa, porque para llegar a la estacion tiene que pasar por delante del banco y hoy se pagan las jubilaciones, entonces es muy probable que se cruce con algun vecino. Con varios vecinos. Aunque el banco abra recien a las diez, cuando su tren este entrando en la estacion y ella con el boleto en la mano se acerque al borde del anden para tomarlo, antes de eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendo la cola como si tuvieran miedo de que la plata alcanzara solo para pagarle a los que primero llegan. Solo podria evitar el frente del banco dando una vuelta manzana que su Parkinson no le perdonaria. Ese es el nombre. Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda el. O ella, y se pregunta si al Parkinson habria que tratarlo de el o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia. O una condena. Entonces decide que lo va a llamar Ella, porque cuando la piensa, piensa <>. Y puta es ella, no el. Con perdon de la palabra, dice. Ella. El doctor Benegas se lo explico varias veces pero Elena todavia no termina de entender; si entiende lo que tiene porque lo lleva en el cuerpo, pero no algunas de las palabras que usa el medico. La primera vez estaba Rita presente. Rita, que hoy esta muerta. Les dijo que el Parkinson es una degeneracion de las celulas del sistema nervioso. Y a las dos les cayo mal la palabra. Degeneracion. A ella y a su hija. El doctor Benegas seguramente se dio cuenta, porque enseguida trato de explicarles. Y dijo, una enfermedad del sistema nervioso central que degenera, o hace mutar, o cambia, o modifica de manera tal algunas celulas nerviosas que dejan de producir dopamina. Y Elena se entero entonces de que cuando su cerebro ordena movimiento, la orden solo puede llegar a sus pies si la dopamina la lleva. Como un chasqui, penso aquel dia. Entonces el Parkinson es Ella, y la dopamina el chasqui. Y el cerebro nada, piensa, porque sus pies no lo escuchan. Como un rey derrocado que no se da cuenta de que ya no gobierna. Como el emperador sin traje del cuento que le contaba a Rita cuando era chica. Rey derrocado, emperador sin traje. Y ahora esta Ella, no Elena sino su enfermedad, el chasqui y el rey derrocado. Elena repite sus nombres como antes repitio los de las calles que la separan de la estacion; esos nombres comparten su espera. De atras para adelante y de adelante para atras. Emperador sin traje no le gusta porque si no lleva traje esta desnudo. Prefiere rey derrocado. Espera, repite, combina de a pares: Ella y el chasqui, el chasqui y el rey, el rey y Ella. Prueba otra vez, pero los pies siguen ajenos, ni siquiera desobedientes, sordos. Pies sordos. A Elena le encantaria gritarles, pies muevanse de una vez por todas, hasta carajo les gritaria, muevanse de una vez por todas, carajo, pero sabe que seria en vano, porque sus pies no escucharian tampoco su voz. Por eso no grita, espera. Repite palabras. Calles, reyes, otra vez calles. Incluye palabras nuevas en su rezo: dopamina, levodopa. Intuye que la dopa de dopamina, y la dopa de levodopa, deben ser la misma cosa, pero solo intuye, no tiene certeza, repite, juega, deja que su lengua se trabe, espera, y no le importa, solo le importa que el tiempo pase, que esa pastilla se disuelva, circule por su cuerpo hasta sus pies y estos se enteren, por fin, de que tienen que ponerse en marcha. Esta nerviosa, lo cual no es bueno, porque cuando se pone nerviosa la medicacion tarda mas en actuar. Pero no puede evitarlo. Hoy va a jugarse la ultima carta para tratar de averiguar quien mato a su hija, hablar con la unica persona del mundo a la que cree que puede convencer de que la ayude. A cambio de una deuda lejana en el tiempo, casi olvidada. Va intentar cobrar esa deuda, aunque Rita, si estuviera, no estaria de acuerdo, la vida no es un trueque, mama, hay cosas que se hacen porque si, porque Dios manda. No va a ser facil, pero lo va a intentar. Isabel se llama la mujer a la que busca. No esta segura de si se acordara de ella. Cree que no. De Rita si, le manda una postal cada fin de ano. Tal vez no sepa de su muerte. Si nadie le dijo, si no leyo el unico aviso funebre que pusieron recien dos dias despues del entierro en nombre del colegio parroquial donde trabajaba Rita, el cuerpo directivo y docente, alumnos y padres acompanan a Elena en este momento tan dificil, si ella no la encuentra al fin de ese dia, seguramente este diciembre esa mujer que Elena hoy busca enviara una postal dirigida a un muerto, deseandole feliz Navidad y un prospero Ano Nuevo. De Rita se acuerda, pero de ella, de Elena, Elena piensa, seguramente no. Y si se acordara no la reconoceria, asi doblada, con ese cuerpo viejo que no se corresponde con los anos que tiene. Sera su tarea, le va a explicar quien es y por que esta alli, frente a ella, cuando la enfrente. Le va a contar de Rita. Y de su muerte. Aunque sea le dira lo poco que entiende en medio de todo lo que le contaron. Elena sabe donde encontrar a Isabel, pero no como llegar. Alli donde ella misma la llevo hace veinte anos, siguiendo a Rita. Si la suerte esta de su lado, si Isabel no se mudo, si no murio como murio su hija, alli la encontrara, en una vieja casa en Belgrano, con puerta de madera pesada y herrajes de bronce, justo al lado de unos consultorios medicos. No se acuerda del nombre de la calle, si se acordara al menos de la pregunta que le hizo entonces su hija, ?vos escuchaste alguna vez una calle que se llame Soldado de la Independencia, mama?, entonces sabria. Pronto va a saber, porque si se acuerda de que es a una o dos cuadras de la avenida que corre bordeando Buenos Aires desde Retiro hasta la General Paz, cerca de una plazoleta, y de las vias de un tren. No vieron el tren, pero escucharon su marcha y Rita pregunto, ?que ramal es?, pero Isabel no contesto, porque lloraba. Para saber como volver a viajar, esta segunda vez, casi veinte anos despues, Elena fue a la remiseria de la esquina de su casa, la que pusieron hace unos anos en el local donde antes habia estado la panaderia en la que Elena compro para su familia el pan de cada dia desde que llego al barrio, recien casada, hasta que desaparecio el pan y aparecieron los autos de alquiler. El chofer no sabia, soy nuevo, se disculpo y le pregunto al dueno. Repitio las palabras de Elena, dijo, la avenida que bordea Buenos Aires, de Retiro a la General Paz, cerca de una via, y el dueno le contesto, Libertador, y Elena que si, que se llamaba Libertador, ahora que se lo dice se acuerda, y que tenia que ir hasta Belgrano, hasta una plazoleta. Olleros, dijo otro chofer que acababa de llegar de un viaje, eso ya no estoy segura, dijo Elena, Olleros, repitio el hombre con seguridad, pero ella no se acordaba del nombre de la calle, si de la puerta de madera, y de los herrajes de bronce, de Isabel, y de su marido, poco de su marido. ?La llevamos?, le preguntaron y Elena dijo que no, que era mucho viaje, mucho gasto, que iba a ir en tren y en todo caso, si ya no podia consigo misma y su cuerpo no se animaba al subte, tomaria un taxi en Constitucion, le hacemos precio, propuso el dueno, no, gracias, contesto ella, le podemos fiar, insistio, en tren, dijo Elena, no me gustan las deudas, y no dio lugar a otra insistencia, subte cerca no la deja ninguno, senora, el de Carranza, pero de ahi tiene como diez cuadras, le dijeron, si toma taxi tenga cuidado de que no la paseen, digale al taxista que vaya derecho por 9 de Julio hasta Libertador y de ahi otra vez todo derecho hasta Olleros, bueno, no, corrigio el chofer que sabia, porque Libertador se convierte en Figueroa Alcorta, antes de llegar al Planetario se va a tener que fijar que doble a la izquierda, hasta el Monumento a los Espanoles, y que retorne Libertador, o en el Hipodromo de Palermo, aclaro el dueno, pero no deje que la paseen, ?en serio no quiere que la llevemos? Elena se fue sin responder, porque la misma pregunta ya la habia contestado antes y demasiado esfuerzo era para ella todo como para contestar dos veces lo mismo. Constitucion, 9 de Julio, Libertador, Figueroa Alcorta, Planetario, Monumento a los Espanoles, Libertador, Olleros, una puerta de madera, herrajes de bronce, una puerta, Olleros, Libertador, 9 de Julio, Constitucion. De atras para adelante, de adelante para atras. No recuerda en que lugar del rezo tiene que meter el Hipodromo. Espera, piensa, cuenta otra vez las calles. Las cinco que la separan de la estacion y las otras, las que no conoce, o no se acuerda, aquellas hacia donde va para cobrar una deuda en la que cree a fuerza de necesidad. Rey sin corona. Ella. Desde su posicion, sentada, trata de levantar el pie derecho en el aire, y el pie ahora se da por enterado y se eleva. Entonces esta lista, sabe. Apoya la palma de cada una de sus manos sobre sus muslos sentados, junta los dos pies para que sus piernas queden en un angulo de noventa grados a la altura de la rodilla, luego cruza la mano derecha al hombro izquierdo y la mano izquierda al hombro derecho, empieza a balancearse en la silla y, con el impulso, se levanta. Asi la hace levantar el doctor Benegas cuando la revisa, y ella sabe que es mas dificil de esa manera pero lo intenta cada vez que puede, practica, porque quiere estar entrenada para la proxima visita. Quiere impresionar al doctor Benegas, mostrarle que puede, a pesar de las cosas que le dijo la ultima vez que la vio, quince dias antes de que Rita apareciera muerta. Parada frente a la silla que acaba de dejar levanta el pie derecho, lo eleva en el aire, apenas unos centimetros, lo mueve hacia adelante hasta que sobrepasa el pie izquierdo lo suficiente como para que ese movimiento signifique un paso, entonces lo baja, y ahora es el turno del pie izquierdo que debe hacer lo mismo, exactamente lo mismo. Elevarse. Avanzar en el aire. Bajar. Elevarse, avanzar en el aire, bajar. De eso se trata. Apenas de eso. De caminar, para llegar a tomar el tren de las diez

  • Supervivientes del fin del mundo de Fernando Neira

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    Cuando desgraciadamente las predicciones de unos cientificos indios se hicieron realidad en las que la tierra iba a ser asolada por una tormenta solar y el mundo que conociamos se habia ido a la mierda, por suerte, !Lucas Giordano estaba preparado! Poco antes de que los paises se hundieran en el caos, Irene Sotelo tuvo la valentia de comentarselo a su jefe y por raro que parezca, este la hizo caso y comprendio que no se podia hacer oidos sordos a lo que se avecinaba. Juntos, el millonario y su fiel asistente decidieron olvidarse de las normas vigentes hasta ese momento y disenaron una sociedad donde las mujeres fueran mayoria para asegurar que pudiese sobrevivir al desastre … sin importar que eso supusiera que cada hombre tocara a cinco mujeres….

  • Amor sin instrucciones de uso de Olga Salar

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    Erik abrio la puerta de la casa de su amigo y vecino, y entro sin siquiera encender las luces. Las casas de la urbanizacion en que vivian estaban distribuidas del mismo modo, por lo que conocia al dedillo donde se encontraba cada pared o pasillo. Se habia pasado todo el dia escribiendo, por lo que apenas habia tenido tiempo para nada mas. No obstante, su promesa de regarle las plantas a Pablo se habia impuesto a su cansancio y al hambre que sentia, y se habia obligado a cumplirla antes de quedarse dormido frente al teclado. Siguio por el pasillo y se detuvo abruptamente al ver que habia una luz encendida en el salon. Desconcertado, ya que Pablo le habia dicho que no llegaria hasta el domingo, entro y se quedo petrificado en la puerta de la entrada. Tendida en el sofa, durmiendo, habia una mujer. Erik habia visto desfilar por casa de su amigo a infinidad de mujeres. La mayoria, famosas y despampanantes, pero la chica del sofa parecia estar hecha de otra pasta. No porque no fuera bella, que lo era. Sus piernas eran increibles. Erik daba las gracias a la suerte que habia hecho que su falda se subiera lo justo para mostrarselas. No obstante, emanaba de ella un halo de serenidad que lo perturbaba mas de lo esperado, tanto, que tardo unos segundos en reaccionar, aunque finalmente saco el movil del bolsillo trasero de sus vaqueros y busco entre sus contactos el numero de Pablo Duarte. Su amigo descolgo al tercer tono: --Erik, me pillas en un mal momento, ?es urgente? --pregunto este. De fondo se escuchaba el sonido de musica y de gente hablando, por lo que dedujo que debia de estar en alguna fiesta de promocion. --Lo cierto es que si --susurro preocupado por despertar a la bella durmiente. --Dame un segundo. Erik escucho como Pablo se disculpaba con alguien y tras varios segundos de silencio en la linea el sonido de fondo se disipo. --?Que sucede? --pregunto cuando estuvo lo suficientemente lejos como para hablar con tranquilidad. --He ido a tu casa a regar las plantas, tal y como me pediste, y me he topado con que hay una mujer durmiendo en tu sofa. --Ya veo --comento con tanta calma que Erik dudo que le hubiera entendido--, ?Como es? Erik observo a la mujer. --Guapa, esbelta... --Eso ayuda poco. La mayoria de mis amigas son tal y como la describes. --Tiene los ojos mas bonitos que he visto en mi vida. Pablo guardo silencio al otro lado de la linea, ?como podia saberlo si estaba durmiendo? --?Como lo sabes? --Porque los estoy viendo ahora mismo. --?Se ha despertado? Erik bajo el tono de su voz. --Solo un segundo. --?Que mas me puedes decir de ella? --insistio. Despues de todo habia una mujer en su casa y Pablo estaba seguro de no haberle dado la llave a ninguna. --Es pelirroja. --?Pelirroja? --Si. Te lo acabo de decir, no me digas que todas tus amigas tienen el cabello de ese color o te cuelgo. --No. !Dejala dormir! --?Porque es guapa? ?O por que es pelirroja? Escucho a Pablo reir al otro lado de la linea. --No soy tan facilon --dijo riendo--, es porque si es guapa, pelirroja y tiene los ojos bonitos no hay duda de que es mi hermana. Alex estaba teniendo un sueno maravilloso del que se negaba a despertar. Estaba tan cansada del viaje que se habia quedado dormida en el sofa de su hermano, a pesar de que su propia casa estaba a solo cien metros mas alla. El problema era que su hogar llevaba tres anos deshabitado, el mismo tiempo que habia estado viviendo en Paris, y Alex no tenia intencion de cruzar el umbral de su casa hasta que esta hubiera sido fumigada y debidamente limpiada. Alex era una mujer valiente y decidida, capaz de enfrentar cualquier problema con determinacion y valentia, no obstante, su arrojo desaparecia cuando se trataba de insectos, a grosso modo, fueran cuales fueran. Nunca hacia distinciones en ese campo. Por ese motivo, el de los posibles invitados no deseados en su hogar, habia invadido el domicilio fraternal, y alli estaba teniendo un maravilloso sueno con un guapisimo desconocido como protagonista. El desconocido era tan atractivo que, si todavia lo recordaba cuando se despertase, iba a convertirlo en el protagonista de su nueva novela, un asesino en serie tan guapo seria capaz de sorprender a cualquier lector, por muy listo que este fuera. Pero ya lo pensaria cuando se despertara. T Capitulo 1 ras una semana de okupa en casa de su hermano, Alex por fin podia entrar en la suya sin temor a ser devorada por los supuestos insectos que la habian invadido mientras ella habia estado viviendo en Paris. Aun asi, a pesar de la fumigacion previa, paso con cierto temor. Estar de regreso implicaba demasiados cambios que iba a tener que comenzar a asumir. El primero de ellos acababa de superarlo: estaba de regreso en Londres, de nuevo cerca de sus padres y de su hermano y, como no, de todo lo que habia tratado de evitar mudandose a Paris. No obstante, el cambio de editorial la habia empujado a regresar y, aunque era una persona que no solia amilanarse por nada, una parte de ella no podia evitar sentirse nerviosa. El segundo cambio era el que la habia ilusionado lo suficiente como para plantearse regresar. Tras convertirse en una escritora valorada y exitosa de novela negra, la mayor editorial del genero acababa de contratarla para que escribiera una serie con ellos. La unica peticion era que estuviera ambientada en Londres. Tras darle muchas vueltas a sus opciones, Alex habia decidido regresar con la intencion de ambientar su trabajo en el Londres victoriano. Era la primera vez que se planteaba escribir una novela con trasfondo historico, pero la idea la habia emocionado tanto que casi sin darse cuenta ya tenia el guion para las dos primeras novelas. Esa iba a ser la primera vez que Scarlett Payne, la escritora misteriosa de la que todo el mundo hablaba, iba a salir de su zona de confort y a aventurarse en un proyecto tan fascinante que la habia empujado a regresar a la ciudad de la que habia huido tres anos antes, cuando la persona en quien mas confiaba la habia traicionado. --?Alexa? ?Se puede pasar? --pregunto Pablo en la puerta de entrada. Alex dejo de lado sus pensamientos y salio al encuentro de su hermano. El era la unica persona que la llamaba Alexa, ni siquiera su madre la llamaba de ese modo, para ella era Alejandra, nada de anglicismos ni de diminutivos. Borro los pensamientos sobre su madre, a la que habia estado evitando desde que regreso y fijo su atencion en su hermano. Pablo estaba de pie con su sonrisa traviesa, la misma que lo habia encumbrado a la fama; el cabello negro y rizado, que solo el habia heredado de su madre espanola, y sus ojos del mismo verde azulados que los de su hermana melliza, brillando divertidos. --Pasa. --?Estas segura? ?No hay restos de la masacre a la vista? Ya sabes que tengo el estomago delicado --siguio burlandose de su hermana. Despues de todo el haber nacido siete minutos antes que ella le otorgaba cierto poder como el hermano mayor que era. --Muy gracioso. Pero al mismo tiempo que contrate a un fumigador hice lo propio con un servicio de limpieza. No hay cadaveres a la vista. --!Maravilloso! --anuncio entrando en la casa y, tras cruzar los diez metros que separaban la entrada del salon, se dejo caer con cierto encanto en el sofa. --?No tienes trabajo? --pregunto Alex sentandose con el. --Tengo mucho trabajo, pero como soy un buen hermano he decidido aparcarlo para ayudarte con la mudanza. Ella arqueo con desconfianza una ceja y lo observo en silencio. --?Tantas ganas tienes de que me marche de tu casa? Pablo se sintio pillado, pero como el buen actor que era recupero su expresion neutra y trato de encandilar a su hermana con palabras bonitas. --Por supuesto que no. Lo unico que me interesa es tu bienestar. --!Ja! --Te lo digo completamente en serio. --?No tiene nada que ver el que mi presencia en tu casa haya acabado con tu vida... romantica? --aventuro Alex. Pablo le lanzo una mirada furibunda. --De acuerdo, supongo que esa parte tambien ha tomado peso en mi decision de ayudarte. --Acepto tu ayuda --dijo ella saltando del sofa y poniendose de pie--, pero no la necesito para mudarme. En tu casa apenas hay dos maletas; la mayoria de mis cosas de Paris llegaran esta tarde. Lo que necesito es tu ayuda para encontrar un asistente. Esta vez fue Pablo quien salto del sofa. --?Como dices? Ella se encogio de hombros. --Necesito un asistente. --?Estas segura de eso? Asintio con la cabeza. --Solo tengo una peticion: debe ser una mujer. Fue la ocasion de Pablo para asentir. --Creo que es lo mas inteligente. ?Y como pretendes que te la consiga? No tengo ni la mas remota idea de como hacerlo. --Tu no, idiota. Habla con tu representante, estoy segura de que ella sabra donde puedo conseguir un asistente. --Michelle no es muy de fiar para esa tarea. Lo unico que tiene en cuenta para contratar a alguien es su aspecto. Cuanto mas feos, mejor. --?Por que? --No tengo ni idea, una vez le pregunte, pero se nego a responderme. Aunque tengo la teoria de que lo hace para evitarme tentaciones. Alex no dijo nada. Principalmente porque no sabia que decir ante semejante confesion. Fuera como fuera no podia criticar a su hermano ya que ella estaba haciendo lo mismo. Pretendia que su asistente fuera una mujer para evitarse problemas como enamorarse de el. Algo que ya habia hecho previamente y habia sido un desastre. Ahora lo unico que ella necesitaba era una asistente que fuera competente y, sobre todo, de fiar. --!Lo tengo! Erik me conto el otro dia que su prima habia llegado a Londres y que buscaba trabajo, quizas puedas entrevistarla. Habia considerado contratarla como secretaria, pero si lo haces tu mejor que mejor. Su hermana suspiro sonoramente para demostrarle su irritacion. --Eres increible. ?Cuantas secretarias tienes? ?Y quien demonios es Erik? --Actualmente tengo tres secretarias. Y Erik, ya que lo preguntas... es tu vecino. --Tu eres mi vecino y ?para que necesitas tantas secretarias? --Yo soy tu vecino de la izquierda, Erik es tu vecino de la derecha. Y no necesito secretarias, solo las contrato para hacerles un favor a mis amigos. --No creo que esos amigos merezcan la pena si te utilizan para que contrates a sus novias. Pablo fulmino a su hermana con la mirada. --No todas son novias. Una de ellas es la hija de mi chofer --anuncio con mucha dignidad, un segundo antes de darse la vuelta y dar por terminada su conversacion T Capitulo 2 res dias despues de su conversacion con Pablo, Alex estaba sentada en su despacho con Harper, la prima de su vecino de la derecha, quien, a pesar de su edad, ni siquiera llegaba a los treinta, tenia un brillante curriculo. --?Desde cuando conoces a mi hermano? --No lo conozco de nada --respondio con una sonrisa avergonzada--, en realidad el que este aqui ha sido cosa de mi primo. --Entiendo. --Acepto y siguio leyendo sus aptitudes--. ?Puedo preguntarte por que abandonaste un trabajo como profesora de informatica para venir a Londres? Harper enrojecio de repente y Alex se sintio culpable por haber hecho una pregunta tan directa sin una pizca de tacto. --No tienes por que responder si no lo deseas. --No, no... Es solo que me averguenza un poco confesarlo y tampoco creo que me deje en buen lugar hacerlo. --Se encogio de hombros, como si no hubiera solucion mas que decirlo--. Sufri un desengano amoroso. Mi prometido me abandono por otra mujer unas semanas antes de nuestra boda. Quedarme alli me asfixiaba. --Hizo una pausa--. Bueno, en realidad lo que me asfixiaba era ver la lastima en los rostros de las personas. No me gusta que me compadezcan. Mi primera opcion fue Sidney, pero al final me entro el panico y decidi quedarme aqui. Por primera vez, desde que le habia abierto la puerta esa manana, Alex sintio una conexion con aquella rubia de apariencia delicada que tenia delante. Todo, desde su mirada dorada sin maquillajes, hasta su vestido insulso indicaban que era una persona que preferia pasar desapercibida y, aun asi, su belleza era demasiado llamativa para lograrlo al cien por cien. --?Por que Sidney? --Mi mejor amigo vive alli. La observo en silencio y le ofrecio una sonrisa. Si, en la superficie parecia alguien fragil, una persona capaz de romperse con facilidad, y para algunas personas que escucharan su historia seguro que lo verian de ese modo, pero Alex era distinta. Ella conocia en carne propia lo dificil que era abandonar la comodidad del hogar para tratar de recomponerse en otra parte, alejada tanto de lo bueno como de lo malo. --?Cuando puedes empezar? Como si no se hubiera esperado esa respuesta, Harper agrando los ojos por la sorpresa y se llevo la mano a los labios para ahogar un gritito de alegria. No obstante, su expresion cambio de repente tan velozmente que Alex se planteo si habia imaginado su sonrisa. --?Me das el trabajo por lastima? Te acabo de decir que me molesta que me consideren alguien tan lamentable. --No, ?por que? ?Hay algun motivo por el que deberia tenertela? Los ojos color caramelo de Harper brillaron afilados. --?Crees eso realmente o solo tratas de complacerme? A Alex le gusto ese punto de rebeldia que le estaba mostrando. Necesitaba un asistente, alguien que ordenara su correspondencia, que hiciera las labores de investigacion cuando fuera necesario, pero tambien necesitaba alguien que fuera capaz de criticar su trabajo sin amilanarse, alguien con cierta capacidad de critica que la ayudara a mejorar. --No tengo ningun interes en complacerte. No tengo por que contarte esto, aunque lo voy a hacer. Parece que te has montado tu propia pelicula acerca de lo que crees que te dire, pero que no te compadezco, igual que tampoco me compadeci de mi misma cuando mi anterior asistente, y novio, robo mi trabajo y lo hizo pasar como suyo. En aquel entonces yo tambien me marche de Londres y me refugie en Paris. --Pero eres bellisima. --Tambien lo eres tu. --Pero... --Al contrario de ti --la corto Alex--, yo jamas senti que fuera culpa mia. Asi que, bien pensado, si... un poco si que te compadezco. No obstante, si estas dispuesta a tirar por la borda este trabajo por eso es que te he sobrevalorado. Durante unos segundos que se sintieron eternos las dos mujeres se miraron en silencio, cada una debatiendose en sus propias dudas. Harper estaba decidida a quedarse en Londres. No tenia previsto regresar a Birmingham en mucho tiempo. No solo porque deseaba evitar a Justin y a su futura esposa todo lo que fuera posible, sino porque una parte de ella le decia que debia despertar del largo letargo en el que se habia sumido. Desde que conocio a Justin y hasta su ruptura habia ido dejando de lado sus suenos y aspiraciones en favor de las de el. Y esa falta de ambicion habia terminado por pasarle factura. Si tan solo hubiese escuchado a David cuando le advertia las cosas habrian sido distintas. --Puedo empezar ahora mismo, si lo deseas. --Perfecto. Pues vamonos de compras. --?De compras? --Miro a su nueva jefa con curiosidad. Alex Blackesley Duarte era una mujer estilosa de la cabeza a los pies mientras que ella misma se ponia cualquier cosa que apareciera en su armario sin preocuparse por si las piezas combinaban o no. ?Como, pues, iba a saber ella aconsejarle sobre ese tipo de cosas? --Si, necesitamos ordenadores, impresoras, papel... Ya sabes. Este despacho lleva tres anos vacio. La tinta se ha secado y nada funciona como deberia. !Por supuesto! Se dijo Harper, en ese tipo de compras si que podia serle de utilidad a su nueva jefa. --!Eso suena muy bien!

  • Lo que moja la lluvia de Adriana Abenia

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    Tras publicar su primer libro, Cecilia, una joven incapaz de librarse de los demonios de su pasado, recibe la inesperada oferta de un misterioso editor frances: escribir su segunda novela en un apartamento a su disposicion en el corazon de Paris. Impulsiva, Cecilia acepta. Para su sorpresa, una vez alli, descubre que el piso es una replica exacta del que aparece en su novela y que el editor es su vecino, un hombre que le atrae mucho pero que, por algun extrano motivo, despierta en ella temores dormidos y abre una vieja herida que se resiente con la lluvia.

  • Blue de Danielle Steel

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  • Canas y barro de Vicente Blasco Ibanez

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    Publicada en 1902, “Canas y barro” es sin duda una de las novelas donde el vigor expresivo de Vicente Blasco Ibanez alcanza una de sus cotas mas altas.
    En “Canas y barro”, Vicente Blasco Ibanez describe la Albufera valenciana: las costumbres, el modo de vida de los pescadores y de los agricultores del arroz, las fiestas con que la gente humilde de la laguna se esparcia o la organizacion perfectamente democratica de la pesca mediante los redolis.

  • No hay salida (Lottie Parker 4) de Patricia Gibney

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    No hay nada mas peligroso que un rostro familiar
    Un grito corta el aire en un entierro en el cementerio de Ragmullin. Encogido en el fondo de una tumba abierta yace el cuerpo semienterrado de una joven. La inspectora Lottie Parker debe encargarse de la investigacion y enseguida sospecha que podria tratarse de Elizabeth Byrne, una joven desaparecida pocos dias atras al volver del trabajo en tren desde Dublin.
    Poco despues, otras dos mujeres de Ragmullin desaparecen, y Lottie y su equipo creen que un asesino en serie anda suelto. Ademas, las desapariciones son muy parecidas a la de un caso sin resolver de hace diez anos.
    Bajo presion por parte de su nuevo jefe y de la prensa, Lottie tratara de resolver el caso, pero ?lograra hacerlo antes de que haya mas victimas?

  • Nuestro secreto mas oscuro de Joan Llensa

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    Viernes, 7 de junio de 2019. Anochecer. En las afueras de Aurora. Ella esta de pie frente al chico. Tiene una leve sonrisa en el rostro, palido y bonito, que le acentua la mirada cristalina. Posee el cabello deslumbrante. Unos reflejos del crepusculo le dan un vivido latido, mas parecido a una forma de vida de otro mundo o a una cascada de fantasia violeta intenso. El chico le habla con dulzura, casi como si quisiera camelarsela. Ligando quiza. Su nariz puntiaguda destaca en un rostro huesudo y estrecho. Y su cabello desgarbado le da un aspecto de dejadez. Como su ropa; desgajada y sucia. Son dos polos opuestos. Ella agarra la mochila, que habia dejado a los pies, se la cuelga en el hombro y ladea la cabeza. Es entonces cuando la sonrisa se le tuerce y se le ensombrece el rostro. Ha percibido un movimiento detras del chico, que esta por girarse. La chica le aferra los brazos con fuerza y su atencion regresa a ella. Da un paso al frente y el la agarra de la cintura, malinterpretando las senales. La sombra a su espalda esta cada vez mas cerca. La muchacha susurra unas palabras que hacen reir al chico. Carcajea con la cabeza inclinada hacia atras y los ojos cerrados. A ella, sin embargo, se le transforma el rostro en puro terror. El miedo agranda sus ojos y los anega. Sus labios son ahora una mueca, igual que un mal trazo hecho por un nino pequeno; desgajado y deforme. No puede gritar. No puede moverse. La sombra se ha convertido en una enorme barra metalica que desciende a toda velocidad sobre el craneo del chico. El sonido le desgarra un trozo de alma. Como el trozo de algo que le ha salpicado el rostro. Quiere llorar. Quiere chillar. No lo hace. El peso del chico de rostro huesudo se deja caer inerte encima de ella en un instante que se alarga en el tiempo. No podra aguantarlo. Se abatira encima, y ella, a su vez, caera en el barro imposibilitandole asi la huida. La sombra agarra al chico en un abrazo que le envuelve el pecho. La chica ha caido y se ha golpeado la cabeza con una piedra. Su vision se torna borrosa y tambaleante. Sabe que se desmayara, perdera el conocimiento. Quiza sea lo mejor. El chico huesudo vuelve en si. Debe tratarse de un intento inconsciente del cuerpo por afanarse a la vida. Lucha en el aire, con brazos y piernas, golpeando a un enemigo que no puede ver. Un enemigo que lo abraza tan fuerte que le roba el aliento. Luego, cuando la lucha se vuelve mas una derrota que una defensa, el agresor afloja la tension y el cuerpo del chico cae al suelo embarrado junto a la chica. Ella se siente mareada. Todo le da vueltas. Lucecitas de colores. Borrones difusos que la envuelven. Es incapaz de moverse. ?Sera la siguiente? La sombra gigante no se da por vencida ni satisfecha. La puede distinguir como si se tratara de un titere que alguien dirige. Intuye como se arrodilla encima del chico y levanta los brazos en alto y las manos hechas punos. Pero, en un parpadeo ella ya no ve lo que ocurre a continuacion. Su mundo se ha vuelto negro. Y, con toda probabilidad, es lo mejor que podia sucederle. 2 OLIVIA Viernes, 7 de junio. Noche. Barrio residencial Los Alamos, Aurora. Estoy sentada en el viejo sillon del salon, frente a la ventana, cuando me sobresalta el timbre. Mis manos envuelven la humeante taza de cafe descafeinado con leche. Veo como las gotas de lluvia salpican el cesped del jardin. Se crea una burbuja que explota un segundo despues. Es tarde y la luz anaranjada de las luces del jardin ilumina con un aura fantasmal. El timbre suena de nuevo. Me intranquilizo. Miro el reloj. Las 22:13. ?Quien sera a estas horas? No es que sea muy tarde, pero una no espera visitas. Y menos un viernes. Se supone que es dia de sofa y tele. Al menos para nosotros. Me levanto sin ganas. Una presion en el pecho se apodera del aire de mis pulmones. Es algo irracional. Lo se. No tiene por que ser nada malo. Quiza Justin se ha olvidado de las llaves y solo sea eso. Despues de cenar acostumbramos a dar un paseo por el barrio. Nada mas lejos que poner en marcha la circulacion y mantener el cuerpo activo. Hoy se ha marchado solo. No me apetecia salir bajo el paraguas. Y me arrepiento enseguida. Siento una punzada de alerta que me dice que no es normal. Dejo la taza en la mesilla y me dirijo a la puerta sin dejar de darle vueltas a las posibilidades que se puedan presentar. Son apenas unos metros de distancia. Se me antojan eternos. Cuando llego me detengo un instante con la mano en el pomo y tomo aire, aspiro un breve sorbo de valentia. Abro justo en el momento que el timbre suena por tercera vez y entonces tengo la confirmacion de que ha ocurrido algo. Algo malo. La silueta ensombrecida de un hombre me esta mirando fijamente. Esta sorprendido como un nino al que descubres comiendose un caramelo a escondidas. Aparta el dedo del boton y el DONG retumba fuera de lugar. --Mama --susurra con la voz arrastrada y pesada. Es Justin, mi hijo. Esta llorando. A mi se me hunde el suelo bajo mis pies y me traga las piernas. Un temblor helado me recorre la piel. <>, me pregunto. Estoy a punto de echarle un sermon por presentarse de este modo. Pero se que no servira de nada. Esta aterrado. Mas incluso que yo misma. Se lo puedo ver en los ojos. Chispeantes. Llorosos. Temblorosos. En lugar de reprocharle nada, hago lo que haria cualquier madre. --?Que ocurre, carino? --Doy un paso hacia el con los brazos abiertos--. ?Por que estas llorando? ?Te has hecho dano? Justin me resquebraja el corazon con esos ojos miel y cae de rodillas al suelo. Rodea mi cintura con sus enormes brazos y me aprieta contra el. Esta empapado. ?Donde tiene el chubasquero? Su pelo negro le cae sobre el rostro. Parecen serpientes. O sanguijuelas. Hace unos meses que no quiere que se lo corte. Dice que quiere llevarlo como aquel cantante que le gusta tanto. ?Como se llama? No lo recuerdo. --Yo no queria hacerle dano, mama --murmulla. ?Hacerle dano? ?A quien ha hecho dano? No. Justin es un buen chico. Es incapaz de hacerle mal a nadie. <>, pienso. --Te lo prometo, mama. Lo prometo. Lo prometo. Me lo creo. Se lo digo. Me agacho en el suelo y le cojo la cara con mis manos. Le doy besos. Su rostro esta ardiendo. Quiza tenga fiebre. No se que ha hecho --o que cree que ha hecho--, pero el necesita que lo calmen, que lo cuiden. Y eso hago. Soy su madre. Su protectora. --No te preocupes por nada, carino --lo consuelo. Aprieto mis brazos en su robusto y ancho cuerpo. Abro los ojos. Una sensacion de vulnerabilidad se aduena de mi. <>, me pregunto. Y rapidamente mis ojos recorren la calle, los matorrales, las ventanas iluminadas de los vecinos. Por suerte para nosotros es dia de lluvia y estamos a salvo. No estoy segura, pero me anima pensarlo. Lo empujo hacia arriba para que se levante del suelo y el se deja llevar. <>, pienso. Si tuviera que levantarlo me seria imposible. Justin mide casi metro noventa, es ancho de hombros y pesa demasiado. No, no esta gordo. Es macizo. Una masa de musculos. Ya de bebe tenia un tamano poco habitual. El parto fue dificil, largo y muy doloroso. Senti cada contraccion como una muerte anunciada. Y la eternidad de cada empujon que acompanaba un desgarro mas a mi fragil cuerpo. Fue algo tan horroroso que me prometi a mi misma no volver a tener ningun otro hijo. Y lo cumpli. Tras el dolor, en cuanto esos ojitos color miel, casi ambarinos, se posaron en mi todo lo demas desaparecio. Dos lucecitas que pense que me reconocian y una ligera mueca parecida a una sonrisa. La mujer que le habia hablado y acariciado a traves de la piel durante nueve largos meses, le habia cantado canciones y, claro que si, me miraba por primera vez pensando en lo afortunado que era de tenerme como madre. --He hecho una cosa mala, mama. Mala de verdad. <>. En lugar de eso le digo: --Nada que no se pueda arreglar con un tazon de chocolate, carino. La frase estrella. Si. El chocolate calentito lo arreglaba practicamente todo cuando tenia ocho anos; las caidas en bicicleta, las rodillas ensangrentadas, los juguetes rotos o un simple dia triste. Una solucion que siempre traia la luz a los momentos oscuros. Me siento tan pequena mientras lo acompano a la cocina sin dejar de mantenerlo apretado a mi.--Sientate --le digo. El obedece. Me apresuro en abrir el armario y rebuscar la lata de chocolate instantaneo. Pongo el agua a calentar y se que debo comprender lo que ha sucedido para ayudarle. Le digo: --Justin, cielo. ?Que es lo que te hace estar tan nervioso? Aguanto la respiracion. El hace chocar sus unas con un ruido que me martillea los oidos. Le cuesta articular las palabras. Las tiene atascadas en la garganta. Decido animarlo, darle un poco de seguridad. Le doy un beso en la frente, tomo una bocanada de aire y digo: --Nada que no podamos solucionar. Vuelvo al agua, que ya hierve, y la vierto en la taza grande. La que tiene un dibujo de aquella serie que le gusta tanto. Le echo tres cucharadas de cacao y remuevo esperando oir su voz. --Es muy extrano, mama. --Ha funcionado. <>, pienso--. Yo no queria, pero... le iban a hacer dano. Un trueno lejano retumba en el cielo. Dejo de respirar. Quiero girarme y preguntarle mirando a sus ojos, pero no puedo hacerlo. Me da miedo lo que pueda contarme. Ahora lo se. De verdad hay algo de lo que preocuparme. Mi corazon lo sabia. Pero todavia no se nada en realidad. Ademas, soy su madre. Dios, ?que debo hacer? ?A quien le iban a hacer dano? ?Que ha hecho? --Cuentame, hijo --le digo y me giro ocultando el temblor que me invade. El tintineo de la cuchara contra la taza me delata. El no se da cuenta. La dejo encima de la mesa. Le abrazo otra vez y, por primera vez, me doy cuenta de que lleva la camisa manchada de barro. No. No es barro. Parece... Es sangre--. ?Estas herido, carino? Dejame ver. Miro su cuello, sus manos. Le levanto la camiseta y reviso su espalda, su torso. --No, mama. --Detiene la revision cogiendome de las manos--. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. El eco esta en mi cabeza reverberando. Entonces, ?sabe que es sangre? Yo no he dicho nada en voz alta. No puedo. Solo lo he pensado. Aun a sabiendas que estoy obligada a pronunciarme. Para eso soy la madre. Para eso soy la adulta. Sus ojos me suplican anegados. Finjo que mi corazon se cubre con un manto de hielo. Lo justo para que no se rompa en mil pedazos. --?Sangre? --pregunto haciendo como que no tiene importancia--. ?Algun amigo tuyo se ha hecho dano? Por favor, que sea eso. Te lo suplico, Dios. --Ya te he dicho que yo no queria, pero le iba a hacer dano. No entiendo nada. Hago acopio de toda la fuerza de la que poseo y me dispongo a preguntar. Debo saberlo todo y a la vez no quiero. --No podia dejar que le hicieran dano. Porque ella es mia. Cada vez estoy mas preocupada y desconcertada por lo que pueda haber hecho. --Justin, carino. ?De quien estas hablando, hijo? --De Judith, mama. ?Judith? ?La vecina? No entiendo que tiene que ver ella en todo esto. Ha dicho que era suya. Y la sangre de su camiseta, ?tambien sera de ella? --?Le ha ocurrido algo malo a Judith? Justin me mira muy serio. Sus ojos chisporrotean y sus labios se curvan hacia arriba. --La he salvado, mama. La he salvado. --Carino, debes contarme todo lo que ha ocurrido desde el principio. Justin asiente con la cabeza. Se lleva la taza de chocolate a los labios y da un buche. Entonces, se relame los restos que tiene alrededor de la boca. Y empieza a hablar. 3 SANTIAGO Sabado, 8 de junio. Manana. Los Desamparados, Aurora. El dia se ha levantado con aquella sensacion sofocante que te impide respirar bien. O por lo menos a mi. Odio el verano. Su pegajosa humedad, que no te quitas de encima en todo el dia y que, por las noches, incluso es peor. Y vamos de camino a eso. Primeros de junio y ya me siento fatal. --?Que tenemos esta vez? --me pregunta Alicia Bravo, mi companera. --Por lo que se, se trata de un yonqui de la ciudad al que le deben haber salido mal las cosas. El sargento Mendoza solo ha dicho que lo habian encontrado literalmente aplastado. Es el unico punto interesante del caso. Se lo digo a Alicia y le cuento mis pensamientos y suposiciones sobre los hechos. Que no tengo el menor interes y que solo se trata de uno mas en la larga lista de delincuentes de poca monta que salpican la comarca. Ella va asintiendo en silencio. Es una chica aplicada. A pesar de que acaba de salir de la academia de policia, tiene ese impetu por querer aprenderlo todo, por querer arreglarlo todo. Una energia y optimismo que me sobrepasa y que yo ya perdi hace anos. --?Crees que daremos con su asesino? Me rio. --?Y a quien le importa? Un drogadicto victima de un ajuste de cuentas. Con un poco de suerte se mataran entre ellos y no causaran problemas. A nadie le importa esta gentuza. A menos, claro, que se vean envueltos personajes publicos o atracos a establecimientos o viviendas. Entonces, se aprovecha para una buena campana en contra de nuestro trabajo. Las botas de Alicia ya tienen una capa de barro que se le pega al suelo. Es guapa. Lleva el pelo castano recogido en una cola alta, justo por debajo de la gorra. Tiene el cuerpo delgado y debo reconocer que esta muy sexi de uniforme. Nos acercamos al descampado donde ya estan los de la cientifica recogiendo pruebas. La escena es como un paraje extraterrestre y ellos como astronautas a quienes cuesta moverse por la falta de gravedad. Estan tan graciosos. Blanco y marron. Limpieza y suciedad. --?Tenemos algo? --pregunto. --Lo que imaginabamos. Todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas rivales. Es bien conocido que Olot, la capital de la comarca, esta en guerra por el control de sus calles. Es un enclave primordial entre la Costa Brava y Francia que los narcos quieren usar a su antojo. Que ya usan, mejor dicho. Algunos comercios de la zona ya estan siendo extorsionados desde hace meses y sueltan una buena cantidad de euros para obtener cierta proteccion. --Entonces, nada --lo corto. Quiero acabar cuanto antes. Estos altercados me aburren sobremanera--. Comencemos con el papeleo y cerramos el caso. --De eso nada, Tiago. Juan me sonrie. Que hijo de la gran puta. Sabe que me esta jodiendo y lo disfruta. --A mi no me retienes, aunque lo haya matado el ministro de Cultura. Lo pienso por un segundo y hasta me parece gracioso. Me produciria cierto placer ver al ministro envuelto en un caso, con el como sospechoso, aunque de asesinato... no lo veo. --Me temo que esta vez no te libras tan facil. Me da unos guantes de latex y unos patucos de plastico. Repite el proceso con Alicia. Me los pongo, observando a la inspectora Bravo. Me pregunto si mi entusiasmo al salir de la academia era la mitad del de ella. Ya ni me acuerdo. Han pasado siglos. Cuando terminamos de ponernos el equipo, seguimos a Juan --yo de mala gana-- por el descampado. El plastico se adhiere al suelo, que parece succionarme hacia abajo. Como si supiera que no debo avanzar, que no debo ver lo que hay alli. Y que mi final esta tan cerca que la tierra me reclama. Han cubierto la zona con una carpa de color amarillo chillon. ?A quien se le ocurre? No quieren que nadie lo vea, que no llame la atencion de curiosos y lo senalan asi. Una gran diana amarilla en medio del fango oscuro. Cuantas incongruencias. De momento no hay mirones salvo un viejo con un perro y una pareja de jovenes con los moviles en alto. --?Quien lo hallo? --pregunto fijandome en el viejo de pelo canoso. Me suena de algo, pero no logro situarlo. --Sandra Barcino --responde Juan. Saca la libreta de espiral de un bolsillo imposible en el traje cientifico y hojea. Luego sigue--: Vive en el barrio residencial de alli al lado. --Senala con el brazo--. Salio a correr por el bosquejo como todos los dias y casi se tropieza y cae encima del cadaver. Uno de los agentes, con un bigote tan ridiculo que me recuerda a Hitler, nos levanta la cinta del cordon policial. Nos agachamos y, tras un crujir en mi espalda, entramos en el cerco y me sorprendo enseguida. Mi cabeza se habia hecho una fotografia mental. Nada que ver con lo que mis ojos me muestran. Incluso veo a Alicia Bravo que reprime un grito. ?O una arcada? --Pero ?esto que...? --no logro terminar. Juan me ayuda. --Te dije que no podrias dejarlo. Tiene razon. Jamas habia visto algo asi. Siento un repentino interes morboso. Creo que he dejado de parpadear y mis ojos absorben los detalles que tengo delante. --Le golpearon la cabeza con aquella barra metalica. Mas tarde se la aplastaron con multitud de golpes --relata Juan--. Creemos que con esa gran roca de alli. --Senala con el boligrafo--. Tiene muestras de sangre y masa cerebral incrustadas. Asi como otros fluidos. Jamas he visto nada igual. El ensanamiento con el cuerpo parece apuntar a algo muy personal, muy pasional. Demasiado para un yonqui. <>, pienso. --Lo mas extrano es la zona pectoral. Hundida casi en su totalidad. Las costillas estan tan destrozadas que tengo la certeza de que en el laboratorio podre certificar que estan hechas pedazos. --?Con la piedra? Niega con la cabeza. --No lo creo. Es pronto y no te puedo dar una respuesta hasta que lo examine a fondo. Pero estoy convencido casi al cien por cien de que se lo han hecho con los punos. ?Con los punos? Juan debe ver mi sorpresa en los ojos porque responde sin que yo pronuncie palabra. --Los moratones que presenta en la dermis y la manera en que se han formado me hace pensar que lo han golpeado hasta aplastarlo. No se si habras visto algun documental de gorilas de los que hacen en National Geographic, pero asi es como creo que ha muerto. La inspectora Bravo se disculpa y se aleja de la carpa. Sin duda esta afectada por lo que ve. Ninguna academia te prepara para esto. Una cosa es hablar de un cadaver, y la otra es verlo y olerlo. La realidad es dura de cojones. --?Lo ha matado a golpes un gorila? --Sin ninguna duda ha sido alguien con una fuerza extraordinaria. Y si, se que te lo preguntas, estaba vivo en el momento en que lo han golpeado. Animal o persona aun no lo se, pero no podre darte mas detalles hasta que le realice un examen mas a fondo. --Ya estas tardando --le digo y dejo que siga con su trabajo. En cuanto salgo, me quito los guantes de latex y saco el telefono movil de mi bolsillo. Llamo a la jueza Pelayo, y le pido que se apresure con el levantamiento del cadaver. Necesito algo mas para poder investigar. Tengo esa extrana sensacion que acompana al peligro. Algo en mis entranas que me dice que hay algo mas que se nos escapa. Nunca hay tanto ensanamiento en los ajustes de cuentas entre traficantes. Se pegan cuatro tiros o siete cuchilladas y listo. No esto. Me seco el sudor de la frente y me acerco a Alicia Bravo. --?Estas bien? --He estado mejor, pero se me pasara, senor. --No es como en las peliculas, ?verdad? --digo para calmarla un poco. No funciona. Me falta tacto--. Y deja de llamarme <>. O Tiago o te buscas un nuevo companero. No soy tan viejo. Me regala una sonrisa. Se que mas por quedar bien conmigo que por la ayuda que le presto. --!Tiago! --La voz de Juan me hace girar de nuevo hacia el montaje de otro mundo--. Me olvidaba de otra cosa importante. --Sigue --le digo, viendo que le cuesta trabajo mantener el aliento y el equilibrio. --En la linde del bosque hemos encontrado una mochila. --Me senala el lugar donde veo a otros dos policias de la cientifica atareados recogiendo muestras.

  • Eternamente Tygrain (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams

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    Jasmine Mukhtar estaba convencida de que el karma la odiaba, prueba de ello era que su regreso a Bahir vino acompanado de un ataque en pleno desierto que cambio su futuro en un abrir y cerrar de ojos. De pronto se encontro luchando no solo por su vida, sino por la del principe tygrain que el destino volvio a poner en su camino y a quien habia jurado proteger.
    Sharif Al-Hanak tenia en mente dos cosas: Capturar a los bastardos que estaban sembrando el caos en las tribus del desierto y llevarlos ante la justicia. Una tarea sencilla que, sin saberlo, lo conduciria a una trampa mortal en la que no solo estaria a punto de perder la vida, sino que tambien pondria en su camino a la unica mujer a la que un tygrain no podia resistirse.
    Unidos por una promesa, un principe tygrain y su guardiana deberan poner a prueba el vinculo que los une y enfrentarse a los secretos de un pasado que nunca debio ser desenterrado.

  • Mandibula de Monica Ojeda

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    Una adolescente fanatica del horror y de las creepypastas (historias de terror que circulan por internet) despierta maniatada en una cabana en medio del bosque. Su secuestradora no es una desconocida, sino su maestra de Lengua y Literatura, una mujer joven a quien ella y sus amigas han atormentado durante meses en un colegio de elite del Opus Dei. Pero pronto los motivos de ese secuestro se revelaran mucho mas oscuros que el bullying a una maestra: un perturbador amor juvenil, una traicion inesperada y algunos ritos secretos e iniciaticos inspirados en esas historias virales y terrorificas gestadas en Internet.

  • Lugares a evitar cuando cae la noche de Juan Ignacio Cuesta

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    La peninsula iberica es una region con nucleos urbanos rodeados de extensisimas zonas oscuras. A destacar, por ejemplo, el negror del interior valenciano, soriano, burgales o el occidente manchego-salmantino. Con tantas zonas deshabitadas, muchas de ellas substrato de bosques extensos, montanas misteriosas o valles solitarios, no es extrano que a lo largo de la historia hayan surgido todo tipo de asentamientos humanos aislados, especialmente idoneos para ser escenario de leyendas e historias muy diversas relacionadas con lo sobrenatural o con el misterio infinito que es la conducta humana en ciertas ocasiones. Hay de todo: bosques sagrados, santuarios extranos, despoblamientos sospechosos o elementos mobiliarios morbidos, como las frecuentes fosas de necropolis rupestres, por ejemplo. Son lugares a los que no conviene ir de noche, a riesgo de tener un mal encuentro...

  • Atenazada de Jorge Borges

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    Bridget era una chica dura.
    De las que pueden darte una paliza.
    Con cazadora de cuero y botas de pinchos.
    Pero su mundo era muy oscuro. y peligroso.

  • Voces humanas de Penelope Fitzgerald

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    Penelope Fitzgerald vuelve a inspirarse en su propia vida para trazar una inolvidable historia sobre la guerra y la brutalidad con la que afecta a las vidas de las personas. En Londres, en pleno Blitz, un plato de la BBC se trasforma en un gigantesco dormitorio compartido. Decenas de hombres y mujeres se hacinan en un edificio que en cualquier momento podria ser alcanzado por el enemigo. Sam Brooks, un director de programa desesperado, busca consuelo en los brazos de sus asistentes: Vi Simmons, una mujer practica y animada; Lise Bernard, una medio francesa embarazada o Della, una gran seductora. Amor, tragedia y aprendizaje. Experiencias humanas que se entrelazan en un opresivo microcosmos, mientras las bombas resuenan en el exterior y cada nueva noticia mantiene en vilo a toda una nacion.

  • Lia, aqui y ahora de Edurne Cadelo

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    Lia siempre fue organizada y metodica, creyo que envejeceria al lado de Carlo, su unico amor; aunque se equivoco, porque su relacion termino despues de estar juntos durante dieciocho anos, y no de la mejor manera posible.
    Lia esta adaptandose a su nueva etapa, sola, disfrutando de la tranquilidad de Santander, su ciudad, cuidando de sus hijos e incluso un poco de ella misma; es entonces cuando Julia, su mejor amiga, le regala un viaje bastante surrealista a un resort del Caribe.
    Alli el destino, o una mano negra, pondra a Axel en su camino. Un chico mas joven, guapo y algo engreido, con el que lograra sentir de nuevo.
    A partir de ese instante, Lia entendera que los asuntos del corazon no atienden a la razon, al menos no siempre.

  • Una chica mala para Dorek – Emily Delevigne de Emily Delevigne

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    Irina Maxwell es una reconocida modelo internacional que disfruta de su apacible vida junto a su hija Amy. De origen humilde, ha luchado mucho por darle a su pequena un buen hogar, alejada de los hombres y de los multiples problemas que causan… hasta que Dorek Nowak decide cruzarse en su camino una vez mas.

  • Mi dama de compania de Natalia Giron Ferrer

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    Un suceso hace que Nivill Darcy, la hija mayor de una familia muy importante de la sociedad britanica, y Edward Wingfield se separen, con la intencion de que sea para siempre.
    Siete anos no son suficientes para olvidar el pasado, mas cuando el dolor y el rencor han alimentado a Edward, el actual duque de Richmond, todo ese tiempo. Para su desgracia, conoce a Jane Fairfax, la dama de compania de la baronesa Delacroix, y su parecido con cierta mujer que le hirio en lo mas profundo es asombroso.
    Desde ese momento, solo pensara en destruirla, aunque el camino le lleve directo al infierno.
    ?Conseguira Edward olvidar el pasado sin arruinar sus vidas? ?Podra el amor ganar el poder a la venganza?

  • La obra maestra de Francine Rivers

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    La autora de exitos de mayor venta del New York Times, Francine Rivers, regresa a sus raices romanticas con esta inesperada y redentora historia de amor. Un profundo relato que nos recuerda que la misericordia de Dios puede restaurar aun a los mas quebrantados y convertirlos en una obra maestra imperfecta pero maravillosamente impresionante. Roman Velasco es un exitoso artista de Los Angeles, California, que aparenta tenerlo todo: mujeres, fama y fortuna.

  • Multimillonario Intrepido. Zane de J. S. Scott

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  • Miles de emociones con tu nombre de Ana Forner

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    Me llamo Valentina y soy de La Rioja. Creci entre vinedos y mi mundo era la bodega y Victor.

  • No cambies nunca, preciosa de Sophie Saint Rose

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    A Lara le llamo la atencion el camion en el aparcamiento y al ver el numero cuatro en la puerta trasera entrecerro los ojos. --Sera hijo de su madre. --Cabreada giro el volante metiendo su trailer de trece metros en el aparcamiento. Los neumaticos derraparon sobre la gravilla y freno tras el camion mientras varios gritaban si estaba loca. Cogio el bate que tenia en el asiento de al lado y abrio la puerta saltando del camion con agilidad. Varios al reconocerla levantaron las manos en son de paz antes de salir casi corriendo. Con un mal gesto aparto a un lado su larga trenza negra dejandola caer sobre su espalda y camino hacia el bar. Sus botas resonaron sobre la madera del porche y tiro de la puerta entrecerrando sus preciosos ojos verdes para acostumbrarse a la falta de luz. Dio un paso a su interior y pudo ver a Billy con una cerveza en una mano sentado en la barra. Pero no perdia el tiempo del todo porque con la otra mano le tocaba el culo descaradamente a una rubia que estaba como una cuba. La verdad es que no tenia mal gusto. Se acerco a el y tan distraido estaba que ni vio como levantaba el bate de beisbol. El golpe en sus piernas le tiro del taburete y la chica grito saliendo despavorida. Billy gimio en el suelo cogiendose una de sus piernas por debajo de la rodilla. --Joder, Lara. --?Donde debias estar, Billy? --Paso el bate a la otra mano y se agacho para pegarle un punetazo que le hizo rebotar la cabeza en el suelo. --?Donde debias estar, Billy? --!En Houston! --grito cubriendose con los brazos--. Vamos, somos amigos de la infancia. --?Amigos? --Le golpeo con el bate en la espalda y el gimio de dolor. --!Los amigos no se traicionan! !Los amigos cumplen! !Como cumpli yo al darte el trabajo, vago quejica! --Le golpeo de nuevo en la espalda y varios gimieron de dolor. --!Te lo adverti la ultima vez! -- Furiosa le dio una patada en el trasero. --!A Lara Princeton no se la torea! --Se agacho para gritarle a la cara --!Por cierto, estas despedido! --Hizo el amago de pegarle un punetazo de nuevo y este se cubrio como una nina. Mirandole con desprecio se incorporo antes de echar un vistazo a su alrededor. Senalo a uno que era musculoso y con los brazos llenos de tatuajes. --Tu, ?sabes conducir un camion? --Trabajo para los Carrigan. --Dos mil pavos si entregas ese cargamento en Houston antes de dos horas. Los ojos del tipo brillaron y dio un paso al frente. --Hecho, jefa. --Vamos. --Se agacho y tiro del llavero de la empresa que colgaba del bolsillo trasero del vaquero de Billy y le senalo con el dedo. --Por cierto, hablare con mi hermana de lo que haces cuando te tomas descansos, cabrito. --Le dio una patada en el estomago que le doblo de dolor y varios gimieron igual que el. Se volvio saliendo del local de muy mala uva y le explico a su nuevo hombreton a donde tenia que llevar la mercancia. Jack asintio. --Conozco el sitio. --Bien, cuando llegues a nuestra central con el camion, mi hermano te pagara. Buen viaje. Se subio a su camion y con agilidad lo volvio saliendo del aparcamiento. Cogio su movil del salpicadero y llamo a su hermano. --?No me digas que ya lo has entregado? --No he tenido esa suerte. Por su tono Tim se tenso. --?Que ocurre? --He pillado a Billy en el bar de la interestatal. El que tiene una tia casi en bolas en el anuncio. --?El Risck? --Ese. --Me cago en su... --Tranquilo, he conseguido otro conductor. Pagale cuando llegue. Dos mil. --?Estas loca? !Es el doble de la tarifa habitual! --Ya, pero es que hay que entregar la mercancia y tenia que robarselo a Carrigan. Su hermano se echo a reir. --El viejo se va a poner de muy mal humor. --Sobre todo porque sus congelados se han quedado en el aparcamiento. Se partia de la risa y no pudo menos que sonreir. --?A que hora vuelves? --Si tengo suerte y todo va bien, sobre las tres. Dile a Mindy que como vuelva a posar sus ojos en Billy, la encierro en casa de por vida. --Supongo que sera el quien no se acercara a ella. Tranquila. ?Crees que recuperaras su amistad? --?Con Billy? --Sonrio divertida. --Claro que si, no puede vivir sin mi. Agotada giro el volante metiendo el camion en la nave que tenia al lado de su casa. Estaba cargado de televisores y lo que menos queria era perder la carga antes de entregarla al dia siguiente. Estaba apagando el contacto cuando vio por el espejo retrovisor como su hermano se acercaba cojeando y abria su puerta mientras ella recogia su mochila. --Son las cuatro. --Te dije si todo iba bien. --Se bajo de un salto y le dio un beso en la mejilla. --Deja de preocuparte. --Tenemos un problema. Se volvio para mirar la silueta de su hermano. Solo entraba la luz de la luna por la puerta, pero cuando se acostumbro pudo ver que estaba tenso. --?Que pasa? --?Aparte de que Billy ha llamado a Mindy con sus quejas por tu delicado trato? --Si, aparte de eso. No estarias asi si no fuera por algo mas grave. --Nos han robado un camion. Me acaban de avisar hace diez minutos. Palidecio. --?Que? --El de papa. --?No lo llevaba Scott? --Si, bajo a mear y cuando salio el camion no estaba. Esfumado. --?Antes o despues de dejar la carga? --Antes. --Ella fue hasta la cabina y abrio la puerta. --Lara estas agotada. Llevas casi veinticuatro horas trabajando. --Si no encuentro esa carga tendremos que pagar cincuenta mil dolares por ella. Eso es un lujo que no podemos permitirnos. Y eso sin contar el camion. --Se subio a la cabina y arranco el motor encendiendo las luces. Miro a su hermano a traves de la ventanilla y le guino un ojo. -- Cuida del fuerte. Tim asintio preocupado y ella dio marcha atras. Fue directamente a su central y dejo el camion. Entro en la oficina a toda prisa y cogio las llaves de su camioneta. Todos sus camiones llevaban un GPS que ella se habia preocupado en instalar. Solo lo sabian su hermano y ella para que los chicos no se confiaran. Cuando se subio a su ranchera, saco el portatil de su mochila. Abrio el ordenador y pincho en la aplicacion. No le costo encontrarlo. El numero uno estaba como a cien millas de alli direccion sur. Arranco mirando la pantalla y un minuto despues estaba en la carretera. Estiro la mano y abrio la guantera para coger la pistola y ponerla en el asiento a su lado. Iba tan deprisa que poco mas de una hora despues vio la parte trasera de su camion. Cogio la radio. --?Tim? --Estoy aqui. --Lo tengo. --Dame las indicaciones. --Va por la diez direccion Sonora. Acabamos de pasar Kerrville. --No les pierdas de vista, pero no te acerques demasiado. --Tranquilo, me mantengo a distancia. No estoy tan loca. Su hermano rio al otro lado de la linea cuando empezaron a subir una pequena colina. Ya empezaba a amanecer y de repente vio humo ante el camion. Entrecerro los ojos estirando el cuello. --Os juro que como me jodais el camion os despedazo vivos. --Pero entonces lo vio. Colina arriba un coche gris habia tenido un accidente y salia de el un humo negro que no presagiaba nada bueno. Vio como su camion aceleraba pasando de largo. --Mierda. --Cogio la radio pisando a fondo y grito --!Tim, heridos en la carretera! Voy a detenerme. !Tim! Su hermano no contestaba y tiro la radio frenando la ranchera a un lado. Sin parar el motor corrio hacia el coche que era un BMW ultimo modelo y se acerco al conductor. La ventanilla estaba rota. El tipo tenia sangre en la cara y estaba desmayado. Toda la parte delantera estaba como un acordeon y los airbags habian estallado, asi que solo veia la mitad de su rostro. Sin perder el tiempo intento abrir la puerta. Miro el capo del que salia un denso humo negro que la hizo toser. --!Eh, amigo! !Despierte! --La puerta no se abria y era porque el lado izquierdo del vehiculo habia recibido la peor parte. Metio la mano dentro del coche por la ventanilla y noto como se cortaba, pero consiguio llegar al boton de los seguros. Intento abrir de nuevo, aunque sabia que no podria y corrio rodeando el coche por delante. Olia a gasolina y mucho. --!Amigo, despierte! --Abrio la puerta del copiloto y saco la navaja que siempre llevaba en su bota. Pincho los airbags y corto la tira del cinturon. Le escucho gemir. --Estupendo, esto es estupendo. --Le cogio por el brazo y tiro de el, pero pesaba muchisimo. Al ver la llama en el capo el corazon se le puso en la boca y tiro de el con todas sus fuerzas tumbandolo sobre el asiento del copiloto. Agarro sus manos y tiro de su cuerpo sintiendo que se le arrancaban los brazos por el esfuerzo, pero en cuanto saco su torso el resto de el cayo sobre la cuneta. Con la respiracion agitada siguio tirando del tipo y en ese momento llego un hombre con pinta de granjero. --Dejeme ayudarla. Entre los dos tiraron del hombre alejandole lo suficiente. Lara sonrio sudando a mares. --Lo conseguimos. La explosion la lanzo sobre la hierba y se quedo sin aliento al caer de espaldas. Intentando recuperar el resuello tomo aire y gimio de dolor sentandose. Al girarse y mirar hacia atras vio sangre sobre una piedra. Entonces escucho los gritos y al volverse de golpe se mareo. Pudo centrar la vista y vio a varias personas en la carretera. Una persona de uniforme se acerco a alguien que estaba en el suelo y grito pidiendo una ambulancia. ?Seria el granjero? Medio mareada se intento levantar, pero una pierna le fallo tirandola de nuevo. El ayudante del sheriff corrio hacia ella. --No se mueva. Ya viene la ayuda. --El hombre... --Se sujeto a su brazo queriendo levantarse. --Esta vivo, los dos estan vivos. Sintio un alivio enorme y se dejo caer de rodillas. --Bien. --Se sintio agotada y miro esos ojos castanos. --Me han robado el camion, ?sabe? Tengo que recuperarlo. Los seguros son unos buitres en estos casos. El tipo sonrio. --?Lara Princeton? --La misma --dijo antes de poner los ojos en blanco y caer desmayada hacia atras. --!Eres famosa! --exclamo su hermana emocionada haciendo que pusiera los ojos en blanco antes de mirar la television que tenia delante, mientras intentaba ponerse comoda en el sofa porque la espalda la estaba matando. --Lara Princeton --dijo el presentador de los informativos locales que sonreia de oreja a oreja--. Una heroina local que no solo es capaz de perseguir a los que intentaban robarle uno de sus camiones, sino que en medio de esa persecucion ha sido capaz de detenerse para ayudar a un accidentado justo antes de que su coche explotara en pedazos. Si, senor. Asi son las mujeres en Texas --dijo orgulloso como si fuera su padre. Se echo a reir sin poder evitarlo y su hermana pequena la miro indignada con sus preciosos ojos azules. --Tampoco fue para tanto. --Si que lo fue. --Ambas miraron las imagenes del coche ardiendo y como los bomberos intentaban apagarlo mientras a ella la metian en una ambulancia. Mindy la miro asustada. --Te digo que no fue para tanto. Apaga eso. En ese momento entro su hermano en el salon con el movil en la mano. --?El camion esta intacto? --?Quieres dejar de pensar en el trabajo? !Por poco la cascas! --Sois unos exagerados... ?El camion esta bien o no? --Esta bien. Han ido a buscarlo y esta todo. Pero esos cabrones se han escapado. Suspiro del alivio. Al menos lo habian recuperado. --Espero que ese cliente no nos abandone por no entregar a tiempo. El telefono de Mindy sono en ese momento y se levanto de un salto. --Es Billy. --?Como que es Billy? --grito mientras su hermana salia corriendo. Asombrada miro a su hermano que se encogio de hombros. --?Que quieres que te diga? No soy capaz de dominaros. Y me pasa desde siempre. --Muy gracioso. Su hermano suspiro sentandose a su lado. --?Estas bien? --preguntaron a la vez. Tim sonrio. --Hoy me duele mucho menos. --Sus ojos azules le echaron un vistazo de arriba abajo desde su tobillo vendado hasta su brazo que se habia llevado sus buenos puntos. --En este momento me preocupas mucho mas tu. --Estoy bien. Algo dolorida pero bien. Manana como nueva. --Reprimio un gemido levantandose y camino cojeando hacia la puerta. --Creo que voy a acostarme un rato. --Lara... Se volvio para mirarle y Tim sonrio. --No tienes por que encargarte de todo, ?sabes? Puedes relajarte de vez en cuando. --Claro que si, para eso te tengo a ti. --Le guino un ojo girandose con cuidado y en cuanto salio del salon grito --!Mindy, que es eso de que todavia hablas con ese inutil! !Ven aqui ahora mismo! --Su hermana no contesto. --Muy bien, ire yo. !Preparate para cuando llegue! Tim sonrio antes de mirar la imagen en el televisor. La foto de uno de los hombres mas ricos de America saludando al presidente de los Estados Unidos salia en ese momento. Frunciendo el ceno subio el volumen. --Efectivamente se acaba de confirmar. Rob Folder era el hombre accidentado y su pronostico es reservado. Su jefe de prensa hara unas declaraciones en unos minutos y por supuesto las seguiremos con interes. Su hermano chasqueo la lengua y cogio el mando apagando la tele. ?Debia contarselo a su hermana? --!Mindy ni hablar! !Ya estas dejando a ese inutil! --grito su hermana desde el piso de arriba. --!Solo me llevas tres anos! !No puedes darme ordenes!

  • Mi inocente duquesa de Miranda Bouzo

    https://gigalibros.com/mi-inocente-duquesa.html

    Olive Marse es una espia francesa.
    Nicholas es un espia ingles.
    ?Que puede ocurrir cuando se ven obligados a casarse?

  • Sexo, alcohol, paracetamol y una imbecil (Cate Maynes 0) de Clara Asuncion Garcia

    https://gigalibros.com/sexo-alcohol-paracetamol-y-una-imbecil-cate-maynes-0.html

    Coleccion de relatos de la detective privada Cate Maynes.

  • La Costa de Alabastro de Victoria Alvarez

    https://gigalibros.com/la-costa-de-alabastro.html

    Una enfermera llega a una mansion ruinosa en la costa normanda para cuidar de la joven Sophie Clairmont, una nina inteligente y un tanto especial, durante los ultimos meses de su vida. La Segunda Guerra Mundial acaba de terminar y las huellas de la ocupacion nazi son visibles por todas partes, pero no son solo los soldados alemanes los que todavia parecen rondar por Monjoie. La difunta madre de la nina, tan perfecta y querida, hace sentir su presencia en las vidas de todos. Y cuando la pragmatica enfermera llegue para cuidar a Sophie ira descubriendo que el retraido senor Clairmont tambien esta abrumado por sus propios fantasmas.