• libro la crianza rebelde - Ana Acosta Rodriguez

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    ?Te has sentido desbordada por las quejas, llantos y gritos de tus hijos? ?Crees que te faltan herramientas para gestionar rabietas y berrinches de manera respetuosa? ?Pierdes la paciencia muy a menudo? ?Te gustaria educar a tus hijos sin castigos ni gritos pero consensuando limites saludables? Te entiendo y estoy aqui para ayudarte. A traves de mi innovador modelo de disciplina para preescolares C.E.R. (consciente, empatica y respetuosa), aprenderas a establecer normas y limites desde la atencion plena, la empatia y el respeto.

  • La Crianza Rebelde: Educar desde el respeto, la consciencia ...

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    Libro muy interesante que te ofrece un nuevo punto de vista y altternativo a la crianza tradicional, me ha ayudado mucho a reflexionar y a ser consciente , si ...

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  • Educar Desde el Respeto, la Consciencia y la Empat�a

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    Libro La Crianza Rebelde: Educar Desde el Respeto, la Consciencia y la Empat�a, M.Sc Ana Amparo Acosta Rodriguez, ISBN 9781697412055.

  • La Crianza Rebelde: Educar desde el respeto, la consciencia

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    Excelente libro para los que queremos dejar atr�s paradigmas sin sentidos y criar a nuestros hijos de una manera 'consciente', desde el amor, el respeto y la ...

  • La Crianza Rebelde: Educar desde el respeto, la ... - Goodreads

    https://www.goodreads.com/book/show/48928541-la-crianza-rebelde

    Personalmente creo que es un libro de cabecera para quieren llevar una crianza respetuosa y consciente y por eso lo recomiendo.

  • La Crianza Rebelde - Ana Acosta Rodriguez | PDF - Scribd

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    infancia. Ana Acosta, la autora de este libro, no solo practica este tipo de crianza; se ha formado y ha ayudado a muchas madres que no ...

  • La crianza rebelde - Rese�a cr�tica - Ana Acosta Rodr�guez

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    Este libro est� pensado para padres y madres que quieran construir una forma de guiar y acompa�ar a sus hijos distinta a la aprendida en sus familias y en ...

  • Libro: La Crianza Rebelde C92 | Meses sin intereses

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    T�tulo del libro, La Crianza Rebelde: Educar desde el respeto, la consciencia y la empat�a. Autor, Ana Amparo Acosta Rodriguez. Idioma, Espa�ol.

  • La Crianza Rebelde: Educar Desde El Respeto, La Conciencia

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    Descripci�n. Libro: La Crianza Rebelde: Educar desde el respeto, la consciencia y la empatia. Preguntas y respuestas. Nadie ha hecho preguntas todav�a.

  • La profecia de Aztlan de Mario Escobar

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    La ciudad perdida de los aztecas encierra un laberinto de secretos que puede cambiar el rumbo de la historia. Una trepidante mezcla de ficcion y realidad en un mundo que se mueve al borde del abismo, del autor de los exitos de ventas ‘La Conspiracion Maine’ y ‘El Secreto de los Assassini’ .

  • Suenos (Italia 1) de Elizabeth Betancourt

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    La maleta vieja y desgastada sobre la cama matrimonial provocaba que sus pensamientos revolucionaran otra vez. Las preguntas asaltaban su cabeza sin contemplacion, cada reflexion parecia un latigo que golpeaba su cabeza como si deseara castigarla. --Esto es una completa locura, Melania. --Las palabras de su prima, la perfecta, siempre coherente y logica Danna, aparecian en su mente como si de un disco rayado se tratara. Su familia adoptiva, La tia Mitzi, el tio Arnold y por supuesto, Danna, conseguian hacerla dudar de si misma desde que tenia memoria. Todo lo que comenzaba a emprender y cualquier idea que se le cruzara por la mente era considerada una "locura". --"Deberias de pisar la tierra firmemente, Melania. !Fijate en tu prima! Ha logrado conseguir un contrato fijo en el supermercado y ahora tiene un trabajo digno y mas o menos bien pagado. Tu siempre aspirando a cosas imposibles... !Debes ser realista Melania! --Solia decir la tia Mitzi a menudo y tarde o temprano lograba disuadirla de aquellas ideas fantasiosas que provocaban suenos de una vida diferente, una en la que se sintiera llena y ese vacio que la llevaba persiguiendo desde siempre finalmente se disipara como las cenizas del fuego que se las llevaba el viento. La mayoria de las personas, al menos aquellas que formaban su entorno, elegirian la seguridad que les proporcionaba esa rutina y aparente apacible vida que mas que pacifica era tediosa, tan estatica que llegaba a ser pesada y hartaba. Si, en definitiva, su alma necesitaba poder brincar, poder sentir una emocion nueva, sentirse viva en verdad. Hasta hacia una semana ni se le habria cruzado por la mente algo como lo que estaba a puntito de hacer. Trabajaba en el taller de costura de sus tios porque a Danna nunca se le habia dado bien aquella labor, el taller y la costura la aburrian de sobremanera, encontrar el empleo de jornada completa en el supermercado habia sido una feliz noticia para ella, pues le gustaba moverse y en ese trabajo una siempre reponia estanterias, ordenaba, hacia inventarios y mil cosas mas, ademas se llevaba estupendamente con sus companeras de trabajo y no la habia costado integrarse en el grupo de "Mercomax". Quien habia tenido que cargar con la dificil pareja que eran Arnold y Mitzi Wilson, habia sido la joven Melania que habia aprendido desde nina a lidiar con el temperamento de sus tios. Lo cierto es que les amaba con locura, se habian hecho cargo de ella sin dudarlo ni por un segundo en cuanto sus padres, cuyos rostros apenas recordaba, no, lo cierto es que no los recordaba, se habian muerto en un accidente automovilistico dejandola sin el amparo que representaban sus figuras con tan solo un anito de edad. El agradecimiento que sentia por los Wilson era infinito, pues la habian dado techo, comida e incluso amor a su manera, pero sus formas de pensar contrastaban muchisimo con la suya. Ella deseaba con ansias poder caminar por muchos senderos y ver hasta que destino la llevarian. Sus suenos eran grandes y sin limites, a veces sentia que podia conseguir cualquier cosa que se propusiera, pero sus tios la bajaban a la tierra de inmediato, matando de un tiro todos los pajaritos que volaban por su cabeza. Tal vez fuera una sonadora irremediable a la que la realidad podia golpear con fuerza, pero una vida sin suenos, deseos y objetivos le parecia una forma de respirar insipida, como esos platos saludables que cocinaba a veces la tia Mitzi y que sabian basicamente a nada. Ni sal, ni condimentos... !Nada! Suspiro por enesima vez mientras borraba las gotitas de sudor de su frente con la manga de su camisa de algodon. En su mente habia una batalla, un gran dilema: Por una parte, su lado salvaje, ese tan lleno que aspiraba por nuevas emociones que podria conservar toda la vida en forma de recuerdos y por otro, la sensatez con la que habia crecido gracias a la firme educacion de sus parientes que preferian vivir en una burbuja contemplando el mundo a traves de su fina capa transparente. Para ellos, la realidad consistia en ciertos pasos que uno debia dar: El primero, por supuesto nacer. El segundo, estudiar. Despues elegir si continuar con estudios superiores o trabajar. Segun el tio Arnold, la educacion en la crisis que amenazaba al mundo actualmente era algo inutil que solo representaba gastos innecesarios que se podian ahorrar por si algun dia los necesitaban. El tercer paso consistia en encontrar un empleo e intentar ahorrar dinero, parecia que cuanto mas se trabajaba y menos se gastaba era mejor, como si el dinero se coleccionara. Algo que a Melania la costaba comprender, pues, aunque no habia compartido su opinion con nadie de sus conocidos, ella pensaba que si uno trabajaba tenia el pleno derecho de disfrutar de la manera en que vea correcta de su esfuerzo. Curiosamente, sus tios siempre se quedaban con todo el dinero que ganaba de las clientas del taller. Con los anos, la vista de Mitzi habia empeorado y a Melania se le daba muy bien coser y confeccionar... por lo tanto las mujeres del contorno solian acudir a ella. El dinero que ganaba iba directamente a las cartillas de ahorro de la familia, para posibles percances futuros, decian sus tios... Era una pena porque Melania deseaba desde hacia mucho tiempo poder pagarse un curso de Diseno de moda corte y confeccion. Le gustaba en verdad ese trabajo, era lo unico que provocaba el brillo en su mirada, queria avanzar, sentia una enorme creatividad en su interior que deseaba explorar. A veces se imaginaba a si misma creando disenos de vestidos y conjuntos hermosos, como las que llevaban las modelos en las pasarelas mas espectaculares de Paris que una podia ver gracias a internet. En su habitacion, tenia monton de libros que la duena de la libreria que se encontraba al lado del taller, habia tenido la amabilidad de regalarla. Casi todos eran sobre moda, era algo que la fascinaba e inspiraba. Melania movio su cabeza de un lado a otro, sus cabellos del color del vino tinto se movieron salvajemente golpeando la piel de sus mejillas, como si de esa forma pudiera borrar las dudas que estaban a punto de convencerla de quedarse y seguir con su vida tal y como llevaba veinte anos, pero una voz interior la gritaba que prosiguiera, que no debia temer y que ya era hora de abandonar el nido, de alzar las alas y ver lo que la deparaba esta nueva aventura, este nuevo capitulo del libro de su vida que deseaba abrir. --Llevas reflexionando una semana, Melania. !Ya lo tienes decidido! --Se dijo a si misma y un brillo adorno su mirada de color verde oliva. La hoja que habia imprimido seguia sobre su cama, al lado de su vieja maleta que habia logrado adquirir en una tienda de segunda mano. Era antigua, pero desprendia clase, segun Melania que se habia enamorado de aquella maleta a primera vista, imaginando un viaje memorable con una sonrisa de oreja a oreja, pues para alguien que llevaba estancada en la pequena ciudad pintoresca de "Boring", en el corazon de Oregon, era como una peripecia. Siempre que venia un visitante al lugar donde habia crecido y al cual conocia como a la palma de su mano, reia a carcajadas ya que el eslogan de aquella mini ciudad que ni debia ser catalogada como "ciudad", era: "El lugar mas excitante para vivir, todos los dias son una aventura". La frase que habia elegido el alcalde, un vejestorio que debia tener ciento veinte anos, pero que no cambiaba ni un apice de aspecto fisico como si fuera la reina de Inglaterra, contrastaba totalmente con el nombre de aquel sitio. Se acerco al papelito que se habia arrugado ligeramente, pues lo miraba cada noche antes de acostarse pensativa. Pronto las reflexiones sobre si esta decision era tan acertada como en su imaginacion, se convertian en suenos. Con una media sonrisa, lo tomo entre sus dedos y leyo por enesima vez el anuncio que iba mudar su vida: Fabbriche di Vergemoli (Toscana) La hermosa zona, frecuentada en el pasado glorioso del pais por grandes artistas, esta dentro del proyecto europeo de la compra de casas por un euro. Debido al gran descenso de habitantes del pais por culpa de la crisis, el gobierno ha optado por este nuevo y revolucionario metodo que es perfecto para los amantes de la naturaleza, las almas sensibles y artisticas que deseen la libertad y lanzarse a la gran aventura de reformar un hogar y devolverle su grandeza de antano en cinco anos. Para mas informacion, consulte a la siguiente direccion web: www.casasporuneuroeuropa.it El anuncio estaba acompanado de una imagen de la zona que quitaba el aliento. El verdor de los prados, el cielo de un azul tan claro y hermoso que seguramente las mejores poesias se debian haber inventado contemplando semejante panorama. Aquella tierra en plena primavera, adornada por varios colores intensos que se mezclaban en el verde del inmenso prado. Los rayos del sol parecian caminar por el campo y las flores parecian aplaudir antes de que la luna, como buena madre que era, les mandara dormir y descansar en el confort de la noche. Aquellos rayos iluminaban a un caseron de tejas verdes como si fuera el protagonista de un escenario de algun musical famoso. La paz que transmitia la imagen llevaba a la joven mujer a visualizarse sentada en las escaleras blancas decoradas con pequenas macetas de flores bien cuidadas, bebiendo una copa de vino blanco y observando la luna mientras sonaba despierta. En la pagina web, la descripcion de la hermosa casa, resultaba muy apetecible de aceptar la unica y especial oferta con la cual uno pocas veces podia encontrarse en la vida. Seis habitaciones, una sala de estar y comedor, una cocina, un mirador amplio con vistas espectaculares e inspiradores y un sotano, ademas de las extensas tierras que tambien estaban dentro de aquella oferta mas que generosa. --Es una propuesta tan diferente y singular que no aceptarlo y lanzarse podria llevarme a lamentarme y preguntarme durante el resto de mi vida lo que habria pasado en caso de haber aceptado... Hablo sola consigo misma, como solia hacer. A veces su familia la miraba como si fuera un bicho raro cuando hacia ese tipo de cosas.

  • Cuando ya no este de Victor Baldovi

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    Estamos en 1918. Tras cuatro largos anos la guerra por fin ha acabado. La razon se ha impuesto a las armas y la Paz ha llegado al corazon de los Hombres. Somos muchos los que deseamos que tras los horrores que se han presenciado en el campo de batalla la Humanidad nunca mas se alce en armas contra si misma. Ojala que el sufrimiento por el que hemos pasado, y que muchos reviviran toda su vida al mirarse al espejo, haya servido para terminar con la guerra, como decia la maxima tantas veces escuchada en boca de los politicos. Cuando aun se podia escuchar el eco de los canones una sombra empezo a planear sobre las naciones de todo el planeta. Una mortal enfermedad, conocida como “gripe espanola”, “dama espanola” o “muerte purpura”, esta diezmando los estratos de la poblacion mundial. Se transmite facilmente de persona a persona y nadie parece estar a salvo de sus garras invisibles. En medio del caos el gobierno aprueba leyes y publica consejos higienicos que pretenden ser una importante linea de defensa ante el rapido avance de la enfermedad, pero nunca un enemigo habia sido tan resistente y mortifero. ?Como se transmite esta enfermedad? ?Como reconocerla? ?Como cuidar a los pacientes? ?Como fabricar una mascarilla casera? Este libro, escrito con sangre, esfuerzo y lagrimas, intentara responder estas preguntas y muchas otras para que cualquier persona, con o sin conocimientos medicos, sepa como combatir una enfermedad que ha cambiado nuestro mundo para siempre. II ?QUE ES ESTA ENFERMEDAD? A pesar de que ha corrido el rumor de que un medico y cinco enfermeras habian sido ejecutadas en secreto por inocular el germen de la influenza a sus pacientes, esta historia no es cierta. Tampoco lo es la que asegura que Alemania habia logrado introducir en el mercado aspirinas infectadas. La verdad es que esta enfermedad apodada como “gripe espanola” es simplemente una especie de influenza o gripe. Una vez infectados, algunos pacientes empeoran desarrollando neumonia u otras afecciones y los casos mas complicados fallecen. A diferencia de los brotes de resfriados comunes, que generalmente tienen lugar en los meses frios, las epidemias de gripe se pueden producir en cualquier estacion del ano. El germen de la influenza es un viejo conocido del Hombre y todos los anos viene a visitarnos pero durante una epidemia resulta extremadamente contagioso. Es lo mismo que me dijo Emily el primer dia. Dios, parece que hayan pasado anos. ?Que dia era? No salir de casa hace que todos los dias parezcan iguales. Era... Martes. Cinco de noviembre de mil novecientos dieciocho. --No es la primera epidemia de gripe que ve el mundo --me dijo Emily con su marcado acento britanico, frente a una cocina de hierro en el comedor donde estaba preparando la comida--. Y te aseguro que no es el azote mas grande que ha sufrido la Humanidad. Cojee hasta la mesa llevando dos platos, dos cubiertos y dos vasos de cristal que habia sacado de un armario. Creia en la igualdad y que tanto el hombre como la mujer debian colaborar con las tareas de la casa. El mantel ya estaba puesto y lo deje todo en un lado de la mesa. --?Y cual fue, senorita escritora? ?La peste negra? ?El colera? Sin esperar a que respondiera, mientras distribuia los platos y los vasos por la mesa segui hablando con un falso tono de profesor sabelotodo: --Si me permite responder yo apostaria por la peste del siglo catorce. Bacterium pestis. Me volvi hacia Emily y vi que me miraba desde la cocina. Tenia una expresion de diversion y curiosidad, como si hubiera visto a un simio hacer una complicada operacion matematica. Sonreia, se formaban unas arruguitas en la comisura de su boca y a traves de sus labios se podian ver unos grandes dientes frontales que me recordaban a los de un conejo. Para algunos aquellos dientes eran un defecto pero a mis ojos eran un rasgo que anadia atractivo a su rostro junto con sus ojos verdes, su pequena nariz y sus labios carnosos. Emily volvio a centrarse en la cocina de hierro y volco el contenido de la sarten, una tortilla de patatas, en un plato grande. --Muy bien senor --dijo Emily en espanol y camino hacia la parte del comedor donde estaba la mesa llevando en una de las manos un plato con una tortilla de patatas. Su brazo izquierdo era ortopedico y lo llevaba pegado al cuerpo--. ?Y la segunda mas grave? Emily dejo el plato sobre la mesa. Por mi cara supo que no tenia ni idea y siguio hablando: --Viruela. En 1520. Cincuenta y seis millones de muertos. Y por cierto, ya no se llama bacterium pestis. Aproveche que se llevaba la mano humana a la espalda para desabrocharse el delantal para sujetar su muneca y estrecharla entre mis brazos. --?Y como se llama ahora? Emily coloco su brazo mecanico frente a ella a modo de escudo. Sonrio, tomo aire para responder pero giro la cabeza para toser. Lo hizo de una forma tan delicada que apenas me preocupo. --Picor de garganta --me susurro. --Pues no tiene un nombre muy terrible. --No tonto. Se llama... Iba a robarle un beso pero Emily aparto la cabeza. Me miro seriamente y como si fuera un secreto me susurro: --Si es gripe no quiero contagiarte. --?Por una tos? ?Por que vas a tenerla? --dije sonriendo pero ella no se reia. Emily se zafo de mis brazos y se quito el delantal caminando hacia la pared donde estaba la cocina. Suspire y empece a maniobrar para doblar mi pierna ortopedica y sentarme a la mesa. Emily trajo una botella de agua y se sento junto a mi. --Y digame, scriptrix pestis, ?como llaman ahora al bicho ese? --dije mientras cortaba la tortilla en cuatro partes mas o menos iguales. Emily sonrio. Durante el resto de la comida Emily me hablo sobre las diferentes epidemias que habian tenido lugar en la Historia, haciendo especial hincapie en las de gripe. No era el mejor tema de conversacion durante una comida pero me gustaba el brillo que aparecia en sus ojos cuando hablaba de algo que le interesaba. La escuche como un aplicado alumno sin interrumpirla y de vez en cuando hice alguna pregunta para demostrar que la estaba escuchando. --?Sabias que la epidemia de gripe de 1775 tambien afecto a los caballos y a los perros? --me dijo. Iba a responder pero Emily volvio a toser, mucho mas intensamente que antes y su cara se torno roja por el esfuerzo. Cuando dejo de toser se llevo la mano al pecho y empezo a respirar profundamente. Las lagrimas corrian por sus mejillas. Se las limpio, bebio agua y se quedo inmovil respirando profundamente, cada vez mas relajadamente. --Estoy bien... A veces me pasa... Es una sensacion rara, como que se me cierra la garganta y que necesito toser para volver a respirar... No es nada carino, estoy bien... Pero yo no lo estaba. Le cogi su mano de carne y hueso y se la estreche con ternura. --Sea lo que sea puedes contarmelo. ?Que ocurre? Golpeo la mesa con el puno cerrado. Junto a la maquina de escribir tengo varias pilas con cuadernos, documentos y hojas escritas a maquina que tiemblan por el golpe. Estoy tan enfadado que tengo ganas de tirarlo todo por el suelo. Emily me conto que dos dias atras, cuando volvia de casa de sus padres en Londres tras pasar las celebraciones de todos los santos con ellos, entro en su compartimento un joven soldado que tosia de forma intermitente. --?Por que no saliste o te pusiste un panuelo? --!Lo hice! !Me levante y sali del vagon! !Estuve en el pasillo hasta que decidio bajar! Emily cogio los cubiertos, los lanzo enfadada al suelo y se llevo las manos al rostro. La dama empieza a reirse. Parece que lo haga sin ganas y su intento de carcajada me hiela la sangre. Me levante de la silla, me acerque a Emily, hice que se levantara y nos quedamos abrazados en mitad del comedor. --Vamos, todo saldra bien... Seguro que no estas contagiada. Solo fue un momento. La dama se rie cada vez con mas fuerza. --!Basta! --le grito pero es inutil, apenas puedo oir mi propia voz. Miro la maquina de escribir y golpeo sus teclas con el puno. Durante un segundo el estruendo que provoco acalla la risa de la dama. Devuelvo las palancas de tipos que se habian enredado a su posicion original y empiezo a teclear letras que forman una palabra y luego una frase. Cada vez que presiono una tecla dejo de escuchar la risa de la dama. Tecleo un punto, presiono la barra espaciadora y luego la tecla de las mayusculas, golpeo una letra, vuelvo a presionar la tecla de las mayusculas para desactivarlas y continuo escribiendo. III Dia 2. Miercoles, 6 de noviembre 1918 --!No pienso venderte nada y menos si no llevas puesta una mascarilla! --dijo la dependienta de la panaderia. Llevaba un gran panuelo que le tapaba la boca y la nariz. Estaba apartada del mostrador de cristal, pegada a la pared. --?Por que? !Yo no tengo la enfermedad! --!Ya te he dicho que me da igual, no quiero arriesgarme! Hay otras panaderias a las que no les importa vender a toda clase de personas, vete a comprar en ellas. Los duenos de la panaderia Keller siempre habian sido muy amables conmigo y con mi mujer. Habiamos hablado de mis origenes espanoles, de las diferencias entre paises, de cine, de teatro e incluso de politica y del curso de la guerra. Pero tras la aparicion de la “gripe espanola” me habia convertido en un probable foco de infeccion. ?DE DONDE PROCEDE? A pesar de que muchos periodicos llaman a esta enfermedad “gripe espanola” no hay razon para creer que se originara en Espana. Si se la llama asi es porque el avance de la enfermedad fue ampliamente documentado por la prensa espanola. En la calle la cola de gente que esperaba entrar llegaba a la esquina. Muchas tiendas habian reducido su aforo para que no coincidieran muchas personas en un mismo espacio y evitar la propagacion de la gripe y en la panaderia Keller solo se podia entrar de uno en uno. Algunas personas que esperaban gritaban que me largara de una vez, otras que me sirvieran pero todas tenian prisa por entrar. El panadero salio de la trastienda armado con una escoba. La sujetaba frente a el como si fuera una lanza. Llevaba una mascarilla, manchada de harina. --?Que es lo que pasa aqui? --ladro el panadero. Emily entro en la panaderia con el ceno fruncido. --!No! !Solo una persona a la vez! --le grito la dependienta. Cuando vio que era mi mujer, y que tampoco llevaba mascarilla se alejo aun mas del mostrador de cristal. --!Esa bruja no quiere que compremos aqui! --grito Emily-- !Se cree que mi marido por ser espanol ya tiene el germen de la influenza! --!Eso no es verdad backfisch! !Si llevara mascarilla y guantes no habria problema! --?Por que debo llevarla si no estoy enfermo? --Si quiere se lo sirvo yo --dijo una joven con delantal, la cobradora de la tienda. Se habia levantado de su sitio junto a la puerta para ayudar a la dependienta. --De eso nada, que se vayan a otra parte. --Despues de todas las veces que hemos venido a comprar aqui --dijo Emily con tristeza. --!Aqui no queremos germenes espanoles! --dijo el panadero empujandome con la escob.

  • Una corte de llamas plateadas de Sarah J. Maas

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    El agua negra que le pellizcaba los talones estaba helada. No como la mordedura del frio invernal, ni siquiera el ardor del hielo solido, sino algo mas frio. Mas profundo. El frio de los huecos entre las estrellas, el frio de un mundo anterior a la luz. El frio del infierno, el verdadero infierno, se dio cuenta mientras luchaba contra las fuertes manos que trataban de empujarla dentro del caldero. El verdadero infierno, porque era Elain la que yacia en el suelo de piedra con el hombre Fae de pelo rojo y un solo ojo que se cernia sobre ella. Porque esas orejas puntiagudas se clavaban en el cabello marron dorado de su hermana, y un brillo inmortal irradiaba de la piel blanca de Elain. Un verdadero infierno, peor que las profundidades de tinta a pocos centimetros de sus pies. Sumerjanla, ordeno el rey Fae de rostro duro. Y el sonido de esa voz, la voz del macho que habia hecho esto a Elain… Ella sabia que iba a entrar en el Caldero. Sabia que perderia esta lucha. Sabia que nadie vendria a salvarla: ni la sollozante Feyre, ni el antiguo amante de Feyre amordazado, ni su devastado nuevo companero. Ni Cassian, roto y ensangrentado en el suelo. El guerrero seguia intentando levantarse con brazos temblorosos. Para alcanzarla. El Rey de Hybern… el habia hecho esto. A Elain. A Cassian. Y a ella. El agua helada mordio las plantas de sus pies. Fue un beso de veneno, una muerte tan permanente que cada centimetro de ella rugio en desafio. Iba a entrar, pero no lo haria con suavidad. El agua se aferro a sus tobillos con garras fantasma, tirando de ella hacia abajo. Se retorcio, arrancando el brazo del guardia que la sujetaba. Y Nesta Archeron senalo. Un dedo… al Rey de Hybern. Una promesa de muerte. Un objetivo marcado. Unas manos la empujaron hacia las garras del agua que la esperaban. Nesta se rio del miedo que aparecio en los ojos del rey justo antes de que el agua la devorara entera. En el principio y en el final habia oscuridad y nada mas No sintio el frio mientras se hundia en un mar que no tenia fondo, ni horizonte, ni superficie. Pero sintio el ardor. La inmortalidad no era una juventud serena. Era fuego. Era mineral fundido que se vertia en sus venas, hirviendo su sangre humana hasta que no era mas que vapor, forjando sus fragiles huesos hasta que eran acero fresco. Y cuando abrio la boca para gritar, cuando el dolor la partio en dos, no hubo ningun sonido. En este lugar no habia mas que oscuridad, agonia y poder… Ellos pagarian. Todos ellos. Empezando por este Caldero. Empezando ahora. Ella desgarro la oscuridad con garras y dientes. Rasgo, hendio y destrozo. Y la oscura eternidad a su alrededor se estremecio. Se agito. Se agito. Ella se rio cuando retrocedio. Se rio de la bocanada de poder en bruto que arranco y trago entera; se rio de los punados de eternidad que introdujo en su corazon, en sus venas. El Caldero lucho como un pajaro bajo la pata de un gato. Se negaba a ceder. Todo lo que le habia robado a ella, a Elain, se lo quitaria ella. Envueltos en la negra eternidad, Nesta y el Caldero se enroscaron, ardiendo en la oscuridad como una estrella recien nacida. Primera Parte: Aprendiz Capitulo 1 Cassian levanto el puno hacia la puerta verde del tenue pasillo y dudo. Habia abatido a mas enemigos de los que le importaba contar, habia estado de rodillas en la sangre en innumerables campos de batalla y habia seguido luchando, habia tomado decisiones que le costaron la vida de guerreros expertos, habia sido un general, un soldado y un asesino, y sin embargo … aqui estaba, bajando el puno. Dudando. El edificio en el lado norte del rio Sidra necesitaba pintura nueva. Y suelos nuevos, las tablas que crujian bajo sus botas al subir los dos pisos habian sido una indicacion. Pero al menos estaba limpio. Definitivamente sombrio para los estandares de Velaris, pero a decir verdad la propia ciudad no tenia barrios bajos, y eso no era decir mucho. Habia visto y permanecido en lugares mucho peores. Sin embargo, nunca entendio por que Nesta insistia en vivir alli. Entendia por que no se alojaba en la Casa del Viento: estaba demasiado lejos de la ciudad, y no podia volar ni tamizarse, lo que significaba tener que lidiar con los diez mil escalones de subida y bajada. Pero ?por que vivir en este basurero, cuando la casa de la ciudad estaba vacia? Desde que Feyre y Rhys habian terminado la construccion de la casa del rio, la casa de la ciudad habia quedado abierta a cualquiera de sus amigos que la necesitara o quisiera. Sabia de hecho, que Feyre habia ofrecido a Nesta una habitacion alli… y habia sido rechazada. Fruncio el ceno ante la pintura desgastada de la puerta. Ningun sonido se filtraba a traves del gran hueco que habia entre la puerta y el suelo, lo suficientemente ancho como para que incluso las ratas mas gordas pudieran pasar por el; no habia olores frescos en el estrecho pasillo. Tal vez tuviera suerte y ella estuviera fuera, tal vez durmiendo bajo la barra de cualquier taberna de mala muerte, que hubiera frecuentado la noche anterior. Aunque eso podria ser peor, ya que tendria que buscarla alli. Cassian volvio a levantar el puno, el rojo de su Sifon parpadeando en las antiguas luces de los focos colocados en el techo. Cobarde. Ten las malditas pelotas. Cassian golpeo una vez. Dos veces. Silencio. Cassian casi suspiro de alivio en voz alta. Gracias a la maldita Madre… Unos pasos cortos y precisos sonaron desde el otro lado de la puerta. Cada paso mas enfadado que el anterior. Plego las alas, cuadrando los hombros mientras separaba los pies. Una postura de lucha tradicional, que le fue inculcada durante sus anos de entrenamiento, ya era casi un recordatorio muscular. No se atrevio a considerar por que el sonido de esos pasos hizo que su cuerpo tomara esa posicion. El chasquido que produjo al abrir cada uno de sus cuatro candados bien podria haber sido el golpe de un tambor de guerra. Cassian repaso la lista de cosas que debia decir, como Feyre le habia sugerido que las dijera. La puerta se abrio de un tiron, el pomo giro con tanta fuerza que Cassian se pregunto si ella lo estaba imaginando como si fuera su cuello. Nesta Archeron ya tenia el ceno fruncido. Pero alli estaba. Tenia un aspecto infernal. --?Que quieres? --Ella no abrio la puerta mas alla de un palmo. ?Cuando la habia visto por ultima vez? ?En la fiesta de fin de verano que fue en la barcaza en el Sidra el mes pasado? No tenia tan mal aspecto. Aunque supuso que una noche tratando de ahogarse en vino y licor nunca deja a nadie con un aspecto particularmente bien a la manana siguiente. Especialmente en… --Son las siete de la manana --continuo ella, mirandolo con esa mirada azul grisacea que siempre encendia su temperamento. Llevaba solo una camisa de hombre. Cassian apoyo una mano en el marco de la puerta y le dedico una media sonrisa que sabia que sacaba sus garras. --?Una noche dura? Un ano, en realidad. Su hermoso rostro estaba palido, mucho mas delgado de lo que habia sido antes de la guerra con Hybern, sus labios sin sangre, y esos ojos… frios y afilados, como una manana de invierno en las montanas. Ninguna alegria, ninguna risa, en ningun plano de ella. Hizo ademan de cerrar la puerta con la mano. El metio su bota en el hueco antes de que ella pudiera romperle los dedos. Sus fosas nasales se expandieron ligeramente. --Feyre te quiere en la casa. --?En cual? --dijo Nesta, frunciendo el ceno ante la bota que habia metido en la puerta--. Tiene cinco. Reprimio su respuesta. Ese no era el campo de batalla y el no era su oponente. Su trabajo consistia en llevarla al lugar asignado. Y luego rezar que la hermosa casa a la que Feyre y Rhys acababan de mudarse no fuera reducida a escombros. --La nueva. --?Por que mi hermana no me vino a buscar ella misma? El conocia ese brillo sospechoso en sus ojos, la ligera rigidez de su espalda. Sus propios instintos surgieron para enfrentarse a su desafio, para empujar y descubrir lo que podria pasar. Desde el solsticio de invierno, solo habian intercambiado unas cuantas palabras. La mayor parte habia sido en la fiesta de la barcaza el mes pasado. Habian consistido en: Muevete. Hola, Nes. Muevete. Con gusto. Despues de meses y meses de nada, de apenas verla, eso habia sido todo. Ni siquiera habia entendido por que se habia presentado a la fiesta, especialmente cuando sabia que estaria atrapada en el agua con ellos durante horas. Amren probablemente merecia el credito por la rara aparicion, debido a cualquier influencia que la mujer tuviera sobre Nesta. Pero, al final de esa noche, Nesta habia estaba al frente de la fila para salir del barco, con los brazos apretados alrededor de si misma, y Amren habia estado melancolica en el otro extremo, casi temblando de rabia y repulsion. Nadie habia preguntado que habia pasado entre ellas, ni siquiera Feyre. El barco habia atracado, y Nesta practicamente habia salido corriendo, y nadie habia hablado con ella desde entonces. Hasta este dia. Hasta esta conversacion, que se sentia como la mas larga que habian tenido desde las batallas contra Hybern. Cassian dijo por fin--: Feyre es una Alta Lady. Esta ocupada dirigiendo la Corte Oscura. Nesta ladeo la cabeza, con el cabello castano dorado deslizandose sobre un hombro huesudo. En cualquier otra persona, el movimiento habria sido contemplativo. En ella, era la advertencia de un depredador, que evaluaba a su presa. --Y mi hermana --dijo con esa voz plana que se negaba a dar cualquier senal de emocion--, ?considero necesaria mi presencia inmediata? --Sabia que probablemente necesitarias asearte, y queria darte tiempo. Te espera a las nueve. Espero la explosion mientras ella hacia las cuentas. Sus ojos se iluminaron. --?Parece que necesito dos horas para ponerme presentable? El aprovecho la invitacion para observarla: largas piernas desnudas, un elegante barrido de caderas, una cintura fina – demasiado fina- y unos pechos llenos y apetecibles que no encajaban con los nuevos y afilados angulos de su cuerpo. En cualquier otra mujer, esos magnificos pechos habrian sido motivo suficiente para que el comenzara a cortejarla en el momento en que la conociera. Pero desde el instante en que conocio a Nesta, el frio fuego de sus ojos habia sido una tentacion de otro tipo. Y ya que era una Alta Fae, toda la dominacion y agresion inherentes -y una actitud de mierda- hacia que la evitara en la medida de lo posible. Especialmente con lo que habia pasado durante y despues de la guerra contra Hybern. Ella habia dejado mas que claro sus sentimientos hacia el. Cassian dijo por fin--: Parece que te vendrian bien unas cuantas comidas abundantes, un bano y ropa de verdad. Nesta puso los ojos en blanco, pero se toco el dobladillo de la camisa. Cassian anadio--: Echa a ese desgraciado, aseate y te traere un te. Sus cejas se alzaron una fraccion de pulgada. El le dedico una sonrisa torcida. --?Crees que no puedo escuchar a ese macho en tu dormitorio, tratando de ponerse la ropa en silencio y escabullirse por la ventana? Como si se tratara de una respuesta, un ruido sordo llego desde el dormitorio. Nesta siseo. --Volvere dentro de una hora para ver como van las cosas. -- Cassian puso suficiente mordacidad detras de las palabras que hasta sus soldados sabrian que no debian presionarlo, que requeria siete sifones para mantener su magia bajo control por una buena razon. Pero Nesta no volaba en sus legiones, no luchaba bajo su mando, y ciertamente no parecia recordar que tenia mas de quinientos anos y... --No te molestes. Llegare a tiempo. Se aparto de la jamba de la puerta, agitando ligeramente las alas mientras retrocedia unos pasos. --Eso no es lo que se me pidio. Tengo que acompanarte de una puerta a otra. Su rostro se tenso. --Ve a posarte en una chimenea. Esbozo una reverencia, sin atreverse a quitarle los ojos de encima. Ella habia salido del Caldero con… regalos. Regalos considerables, oscuros. Pero nadie habia visto ni sentido ninguna senal de ellos desde la ultima batalla con Hybern, desde que Amren habia destrozado el Caldero y Feyre y Rhys habian logrado arreglarlo de la misma forma. Tampoco Elain habia revelado ningun indicio de sus habilidades videntes desde entonces. Pero si el poder de Nesta seguia siendo capaz de arrasar campos de batalla… Cassian sabia que no debia hacerse vulnerable a otro depredador. --?Quieres tu te con leche o con limon? Le cerro la puerta en la cara. Luego cerro cada una de las cuatro cerraduras. Silbando para si mismo y preguntandose si ese pobre bastardo dentro del apartamento huiria de hecho por la ventana -mas que nada para escapar de ella- Cassian recorrio el tenue pasillo y fue a buscar algo de comida. Ese dia necesitaria sustento. Especialmente cuando Nesta supiera precisamente por que su hermana la habia convocado. Nesta Archeron no sabia el nombre del macho en su apartamento. Busco en su memoria empapada de vino mientras regresaba al dormitorio, esquivando montones de libros y montones de ropa, recordando miradas en la taberna, el encuentro humedo y caliente de sus bocas, el sudor cubriendola mientras lo montaba hasta que el placer y la bebida la enviaron al bendito olvido, pero no recordaba su nombre. El macho ya se habia asomado a la ventana, con Cassian sin duda acechando en la calle de abajo para presenciar su espectacular y patetica salida, cuando Nesta llego a la tenue y estrecha habitacion. La cama con postes de laton estaba desarreglada, las sabanas medio derramadas sobre el chirriante e irregular suelo de madera, y la ventana agrietada golpeaba contra la pared con sus bisagras sueltas. El hombre se giro hacia ella. Era guapo, como lo eran la mayoria de los machos Altos Fae. Un poco mas delgado de lo que a ella le gustaban, practicamente un nino comparado con la imponente masa de musculos que acababa de llenar su puerta. Se estremecio cuando ella entro y vio su expresion de dolor al ver lo que llevaba puesto. --Yo… Esa es ... Nesta se quito la camisa, dejando solo la piel desnuda a su paso. Sus ojos se abrieron de par en par, pero el olor de su miedo permanecio, no el miedo a ella, sino al macho que habia escuchado en la puerta principal. Cuando recordo quien era su hermana. Quien era el companero de su hermana. Quienes eran los amigos de su hermana. Como si algo de eso significara algo. ?A que oleria su miedo si se enterara de que ella lo habia utilizado, se habia acostado con el, para mantenerse a raya? Para calmar esa oscuridad que se retorcia en su interior desde el momento en que salio del Caldero. El sexo, la musica y la bebida, que habia practicado ese ultimo ano, ayudaban. No del todo, pero impedia que el poder se desbordara. Incluso si ella todavia podia sentir que corria por su sangre, enroscado en sus huesos. Le arrojo la camisa blanca. --Ya puedes usar la puerta principal. Se colgo la camisa por encima de la cabeza. --Yo… ?Sigue…? --Su mirada seguia en los pechos de ella, que se asomaban contra el frio de la manana; su piel desnuda. El vertice de sus muslos. --Adios --Nesta entro en el cuarto de bano oxidado y agujereado, adjunto a su dormitorio. Al menos el lugar tenia agua corriente caliente. A veces, Feyre y Elain habian intentado convencerla de que se mudara. Ella siempre ignoraba sus consejos. Al igual que ignoraria lo que le dijeran ese dia. Sabia que Feyre planeaba una reprimenda. Quizas algo relacionado con el hecho de que Nesta habia firmado la escandalosa cuenta de la noche anterior en la taberna a la cuenta bancaria de su hermana. Nesta resoplo y giro la manilla de la banera. El metal estaba helado al tacto y el agua chisporroteo, para luego rociar la banera agrietada y manchada. Esa era su residencia. Sin sirvientes, sin ojos vigilando y juzgando cada movimiento, sin compania a menos que ella los invitara. O a menos que los entrometidos guerreros indiscretos hicieran su asunto para pasar por alli. El agua tardo cinco minutos en calentarse lo suficiente como para empezar a llenar la banera. Habia habido algunos dias en el ultimo ano en los que ni siquiera se habia molestado en tomarse el tiempo. Algunos dias en los que se habia metido en el agua helada, sin sentir su mordida, sino la de las oscuras profundidades del Caldero mientras la devoraba por completo. Mientras le arrancaba su humanidad, su mortalidad, y la convertia en esto. Le habia costado meses luchar contra el panico que tensaba su cuerpo y que hacia que sus huesos temblaran por estar sumergidos. Pero se habia obligado a enfrentarse a ello. Habia aprendido a sentarse en el agua helada, con nauseas y temblores, con los dientes apretados; se habia negado a moverse hasta que su cuerpo reconocio que estaba en una banera y no en el Caldero, que estaba en su apartamento y no en el castillo de piedra al otro lado del mar, que estaba viva, inmortal. Aunque su padre no lo estaba. No, su padre era cenizas en el viento, su existencia marcada solo por una lapida en una colina a las afueras de esta ciudad. O eso le habian dicho sus hermanas. Te ame desde el primer momento en que te tuve en mis brazos, le habia dicho su padre en esos ultimos momentos juntos. No pongas tus sucias manos sobre mi hija. Esas habian sido sus palabras finales, escupidas al Rey de Hybern. Su padre habia desperdiciado esas palabras finales en ese gusano de rey. Su padre. El hombre que nunca habia luchado por sus hijas, no hasta el final. Cuando habia ido a salvarlas, a salvar a los humanos y a los Fae, si, pero sobre todo, a sus hijas. A ella. Un gran y estupido desperdicio. Un poder oscuro e impio fluyo a traves de ella, y no fue suficiente para evitar que el Rey de Hybern le rompiera el cuello. Ella habia odiado a su padre, lo odiaba profundamente, y sin embargo el la habia amado, por alguna razon inexplicable. No lo suficiente como para intentar librarlos de la pobreza o evitar que se murieran de hambre. Pero de alguna manera habia sido suficiente para que el levantara un ejercito en el continente. Para llevar a la batalla un barco que llevaba su nombre. Todavia habia odiado a su padre en esos ultimos momentos. Y entonces su cuello se habia quebrado, sus ojos no estaban llenos de miedo mientras moria, sino de ese tonto amor por ella. Eso era lo que habia perdurado: la mirada de sus ojos. El resentimiento en su corazon mientras el moria por ella. Habia quedado en su memoria, royendo en ella como el poder que habia enterrado en lo mas profundo, corriendo desenfrenadamente por su cabeza hasta que ningun bano helado pudo adormecerlo. Podria haberlo salvado. Fue culpa del Rey de Hybern. Lo sabia. Pero tambien era suya. Asi como fue su culpa que Elain fuera capturada por el Caldero despues de que Nesta lo espiara con ese escrutinio, era su culpa que Hybern hubiera hecho cosas tan terribles, cosas para cazarla a ella y a su hermana como a un ciervo. Algunos dias, el miedo y el panico encerraban el cuerpo de Nesta tan fuerte que nada le permitia respirar. Nada podia impedir que el horrible poder empezara a surgir, a surgir, a surgir en ella. Nada mas alla de la musica de aquellas tabernas, las partidas de cartas con desconocidos, las interminables botellas de vino y el sexo que no la hacia sentir nada, pero que le ofrecia un momento de liberacion en medio del rugido de su interior. Nesta termino de lavarse el sudor y otros restos de la noche anterior. El sexo no habia sido malo; habia tenido mejores, pero tambien mucho peores. Incluso la inmortalidad no era suficiente para que algunos machos dominaran el arte del dormitorio. Asi que se habia ensenado a si misma lo que le gustaba. Consiguio un te anticonceptivo mensual en un boticario local, y luego habia traido a ese primer macho aqui. El no tenia ni idea de que su virginidad habia estado intacta hasta que vio la sangre manchada en las sabanas. Su rostro se habia tensado con desagrado, y luego un atisbo de temor de que ella pudiera informar a su hermana que su primer companero de cama no la habia dejado satisfecha o informarle al insufrible companero de su hermana. Nesta no se habia molestado en decirle que evitaba a ambos a toda costa. Especialmente a este ultimo. Estos dias, Rhysand parecia alegrarse con hacer lo mismo. Despues de la guerra con Hybern, Rhysand le habia ofrecido trabajos. Puestos en su corte. Ella no los queria. Eran ofrendas de lastima, intentos de conseguir que formara parte de la vida de Feyre, que tuviera un empleo remunerado. Pero el Alto Lord nunca le habia agradado. Sus conversaciones eran friamente civilizadas en el mejor de los casos. Ella nunca le dijo que las razones por las que la odiaba eran las mismas razones por las que ella vivia alli. A veces tomaba banos con agua fria. Otros dias se olvidaba de comer. No soportaba el crujido y el chasquido de la chimenea. Y se ahogaba en vino, musica y placer cada noche. Cada cosa maldita que Rhysand pensaba de ella era cierta y ella lo sabia mucho antes de que el hubiera seguido su puerta. Cualquier ofrenda que Rhysand le lanzara fue hecha unicamente por amor a Feyre. Mejor pasar su tiempo de la manera que ella deseaba. Ellos seguian pagando por ella, despues de todo. La llamada a la puerta hizo temblar todo el apartamento.

  • El instante preciso en que los destinos se cruzan de Angelique Barberat

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  • La maldicion de los Borbones: De la locura de Felipe V a la encrucijada de Felipe VI, Jose Zavala de Jose Zavala

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  • Quien sabe si manana seguiremos aqui de Kim Young-ha

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    Hace veinticinco anos que no mata a nadie. Hace tiempo que lo cambio todo por llevar una vida normal. Pero Unji, su hija, lleva dias sin pasar por casa y los numeros del telefono se desdibujan cuando intenta llamarla. ?Como funcionaba esto exactamente? ?Cual era el numero? De hecho. ?a quien queria llamar?

  • Antes de Descubrirte (Solteronas 1) de Amaya Evans

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    Alexandra estaba en la pequena salita que habian bautizado "el cuartel". Era la mas pequena de las que tenia su tia en la enorme casona, que llamaba hogar. Cuando las tres hermanas habian llegado a vivir alli, les habia dicho que cuando necesitaran un sitio donde hablar y pasar tiempo, ese podia ser solo para su uso personal, y ellas aceptaron gustosas. --Addie ?Crees que el cartero venga hoy? --pregunto la menor de ellas. --No se para que quieres que venga. Hasta donde tengo entendido no tienes ningun pretendiente que te envie notas de amor. --No necesitas ser tan grosera--le respondio Annie a la defensiva--si lo pregunto es porque espero la ultima revista de modas, ademas de unas novelas. Alexandra, la mayor, nego con la cabeza--ya calmense ambas--trato de poner orden entre esas dos. Se la pasaban peleando cada vez que podian--Creo que es mejor que vivas el presente. ?Que haces con leer esas novelas que no te aportan nada bueno? --le dijo a su hermana menor. --Al menos no estoy esperando que el correo venga con libros de brujeria, como hace Addie. --!No son libros de brujeria! --le grito Addie, la hermana del medio. Ella siempre habia tenido un caracter fuerte, pero era la mas gentil y espiritual de las tres. Annie tambien era buena, sin embargo, era demasiado sonadora y eso la preocupaba todo el tiempo. --Que yo sepa, a eso que haces se le dice brujeria. --Que yo sepa a la gente como tu, se le dice ignorante. Lo que leo se llama astrologia, y es un conocimiento antiguo. Gracias a eso, se que eres Tauro, que eres mas terca que una mula y que siempre quieres tener la razon en todo. --Mas terca que tu, lo dudo. --Los de signo Libra como yo, no somos tercos. Somos personas ecuanimes, justas, sensible a las necesidades de los demas--le respondio con altivez. --Siii, claro. --Basta ya, las dos--las mando a callar Alexandra. --Todos tenemos derecho a que nos gusten cosas distintas y hay que respetarlo. Adeline, si Anne, quiere leer novelas de romance, dejala. No puede hacerle dano despues de que no confunda la realidad con esas historias. Y tu, Anne, respetaras el hecho de que Adeline disfrute de sus lecturas sobre los astros. A mi no me gusta ninguna de las dos cosas y no por eso, me burlo de ustedes. Ambas hermanas se quedaron calladas, pero fue Adeline la que cambio el tema para aligerar un poco el ambiente. --Parece que nuestro vecino ya llego de viaje. --?Porque lo dices? --Porque vi su carruaje esta manana llegando a la casa. --?Y eso que? --Annie rodo los ojos. --Pues que la ultima vez que vi el carruaje fue hace casi un mes. --Vaya, si que estas pendiente de todo lo que hace el vecino. ?Lo conoces siquiera? --No. Pero me parece que siempre es bueno conocer gente y mas si viven cerca. Alex la miro extranada--No es que viva precisamente cerca, es un conde, sus tierras son extensas. --Claro, pero su propiedad es la mas cercana. --Addie, de verdad que no se que es lo que le ves de extraordinario a ese hombre. --Pues eso mismo. Que es muy misterioso, que no se deja ver de nadie, y todo el tiempo se la pasa encerrado. Annie bostezo aburrida--pues yo tengo la solucion. Solo pregunta a la tia Helen todo lo que quieras saber de el. Ella vive aqui desde hace mucho y seguramente sabe quien es, y si es soltero o casado. --No quiero saber sobre el, para casarme--respondio ella molesta. --Pues la verdad es que no nos caeria nada mal que fuera un soltero, guapo y rico--anadio Alex. Addie la miro con resignacion--?Quien querria meterse con alguna de nosotras? Somos tres solteronas y eso es abominable ante los ojos de la sociedad. --Solterona seras tu. Yo todavia puedo conseguir a alguien. --dijo Annie indignada ante la sola idea de ser llamada solterona. --En eso tienes razon, todavia a los veintiuno podrias conseguir un buen prospecto. --Addie las miro a ambas como si estuvieran locas--se les olvida algo importante, creo. --?Que cosa? --pregunto Annie. --No tenemos un peso donde caernos muertas. --La tia nos podria ayudar--Annie salto emocionada del sofa donde minutos antes retozaba. --La tia es muy reticente al hecho de buscar marido. Como ella no necesito ninguno, creo que piensa que nosotras deberiamos hacer lo mismo. --Pero yo si sueno con casarme con un marido rico, noble y con una hermosa casa. Quiero tener muchos ninos que corran por el jardin y asistir a eventos de todo tipo con el. Primero debemos hablar con la tia para ver si esta de acuerdo en ayudarte a cumplir con ese sueno--le dijo Addie, medio divertida. Alex se levanto de la silla y empezo a caminar de un lado a otro--El momento debe ser ahora. La temporada sera en dos meses y las jovenes en edad casadera ya estan desde hace mucho arreglando sus ajuares para asistir. Addie comenzo a negar con la cabeza--Oh no, conmigo no cuenten para eso. Ademas, me gusta mucho mas el campo, prefiero quedarme aqui. Eso de la temporada no es lo mio. Alex sonrio conocedora de que lo que le importaba a su hermana era ese dichoso vecino--Muy bien, si eso es lo que quieres...pero al menos trata de darnos una mano convenciendo a la tia Aurora. Presiento que nos espera un trabajo arduo para sacarle un si. Como Alexandra, lo predijo, su tia armo todo tipo de excusas para desanimarlas. Fueron dos semanas de insistir dia y noche las veinticuatro horas de cada dia de la semana, hasta que la pobre mujer aburrida de su cantaleta, acepto. --!Por Dios santo!! Me tienen aburrida con ese tema. Saben bien que no estoy de acuerdo en que una mujer quiera ser un adorno en la vida de un hombre. Pero si ustedes lo desean tanto, las ayudare. Dios sabe que su padre querria verlas en una temporada consiguiendo un buen marido, aunque a mi me parezca ir directo al infierno. Las chicas se echaron a reir. --?Y en que han pensado? Porque si lo que quieren es asistir a esta temporada, dejenme decirles que van terriblemente tarde para todo. No tienen un ajuar como corresponde, ni tampoco las conexiones. Alexandra hablo timidamente--pensamos que usted las tendria, tia. La mujer se quedo pensativa--Bueno...ciertamente las tengo, pero hace mucho que no me hablo con algunas de mis amistades. Sin embargo, creo que mi buena amiga Lady Grantley, podria ayudarlas dandoles hospedaje en su casa. Voy a escribirle inmediatamente--se levanto de su silla rapidamente sin achaques o dolencias. Su tia era una mujer joven todavia, y muy atractiva. Ellas no sabian porque habia decidido tener esa vida solitaria, pero lo respetaban. --!Oh! Se me olvidaba. Diganle a la senora Bradford, que haga los arreglos para llevarlas a la modista del pueblo. Eso funcionara al menos para que tengan unos pocos vestidos presentables que puedan usar hasta que lleguen a Londres. Luego, si es que la condesa acepta tenerlas en su casa, las llevara a su modista y alli manden a hacer el resto de su vestimenta. Debe ser todo el ajuar de Annie, ella debe verse elegante e impecable. --Tia...por mi no se moleste--le dijo Alexandra--yo solo ire en calidad de chaperona de mi hermana. Se muy bien que, si voy como una jovencita debutante, solo hare el ridiculo. Una mujer de 25 anos solo sirve para ser dama de compania o chaperona. --?Entonces solo sera Annie? Alexandra asintio--solo ella. Es la que todavia tiene oportunidad. --Muy bien, si eso es lo que quieres, asi se hara. Pero de todas formas muchacha, vas a ir con atuendos adecuados. El hecho de que seas la acompanante de tu hermana no significa que vas a vestirte mal o como si fueras una anciana.

  • Planes de Boda de Sophie Saint Rose

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    Emma Emerson despues de salir a toda prisa de su pueblo natal en Texas, tiene que lidiar con su nuevo jefe. Malhumorado y sin sentido del humor, Kaine la vuelve loca. Literalmente. Asi que decide con su futura suegra que tiene que casarse con el.

  • Indivisa manent (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida

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  • Descubriendo la PNL; un mundo de opciones para el exito de Cupertino Castro

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    La excelencia personal es un concepto tan amplio que las personas a menudo tenemos problemas para entender lo que realmente significa. ?Significa la excelencia que tenemos que abandonar todas nuestras viejas creencias? ?La excelencia requiere la creacion de una nueva identidad? ?Que pasa con los amigos y la familia, ?como figuran ellos en la formula de la excelencia personal? Tantas preguntas y; sin embargo, solo parece existir un punado de respuestas disponibles. Normalmente no hablamos de excelencia personal, pero esta determina los resultados de tantas cosas en nuestras vidas, desde como manejamos las relaciones personales hasta como nos desempenamos en el lugar de trabajo. ?Existe un campo que se centre en la excelencia personal? Si y ese campo se llama programacion neurolinguistica, o simplemente, PNL. Con el fin de simplificar las cosas con relacion a este campo tan emocionante, he querido preparar dos definiciones esenciales de la PNL: La PNL es un metodo para explorar y modificar el pensamiento y el comportamiento humanos a traves del lenguaje. La PNL es un conjunto de tecnicas para modelar la excelencia personal en todos los aspectos de la vida de una persona. La programacion neurolinguistica esta compuesta por todo un mundo de opciones que se pueden utilizar a voluntad para hacer cambios en la mente humana. Si alguna vez te has preguntado si existia una manera de superar viejas creencias y valores para hacer cambios positivos en tu vida, ahora posees en tus manos el elixir de los dioses. A raiz que la PNL ha existido desde hace ya varias decadas, ha llegado a abarcar mas de un campo formal de estudio. La PNL ya no es solo linguistica o lenguaje en uso. Es psicologia, sociologia, linguistica, e incluso hipnosis, todo rodado en un paquete dinamico. Para facilitarte tu viaje en este emocionante campo, hemos disenado este volumen con miras a darte una ventaja vital al proporcionarte los conceptos y principios esenciales que animan este campo para que te vuelvas mas adepto en tus estudios continuos de la programacion neurolinguistica. Seria una tarea imposible encajar todos los conceptos que el campo de la PNL ha absorbido a lo largo de los anos en un volumen compacto como este; sin embargo, lo cierto es que existen algunos elementos en esta disciplina que simplemente permanecen en el tiempo. Estos son los conceptos fundamentales y los supuestos que formaran el nucleo de tus estudios de la PNL. Aqui te los dejo en pequenas piezas, facil de digerir: APRENDIZAJE Y CAMBIO PERSONAL Uno de los supuestos mas importantes en la PNL es que toda persona, independientemente de su origen social, es capaz de utilizar el lenguaje para aprender y alcanzar la grandeza personal o la excelencia. Por “grandeza” nos referimos a la progresion personal de un estado actual hacia uno mas deseable. No necesitamos ser un super humano para mostrarle al mundo que somos capaces de un cambio positivo. La PNL puede ayudarte a lograr pequenos y grandes cambios en tu manera de pensar, sentir y aprender. A traves de estos pasos de bebe, seras capaz de desarrollar una renovada apreciacion de cuanto control tienes sobre tu vida. Las cosas solo pueden mejorar despues de una aplicacion inicial de tecnicas de PNL. A traves del uso de tecnicas de PNL muy puntuales, es posible hacer cambios en minutos y lo mas importante es posible validar si el cambio ha ocurrido o requiere algun refuerzo. Existen numerosas tecnicas probadas para cada situacion y mediante la practica, es posible crear tus propias tecnicas. En la medida que utilices las tecnicas de PNL, tu cerebro aprendera los pasos y los incorporara como parte de su repertorio de recursos, lo que significa que en algunas situaciones puedes estar aplicando una tecnica sin estar plenamente consciente de ello, lo que resulta muy poderoso. EL IMPACTO DEL LENGUAJE En la PNL, todo se logra y se puede lograr mediante el uso del lenguaje. Esta es la presuposicion primaria que impulsa el componente linguistico de la programacion neurolinguistica. No hay nada en tu mente, o en la totalidad de la existencia humana y la realidad, que no puede ser expresado y entendido a traves del lenguaje. Esto permite a los profesionales de la PNL tener mucho control para abordar situaciones y formular soluciones ante desafios especificos. La PNL introduce numerosos enfoques linguisticos como el metamodelo y los patrones del lenguaje que no son de uso comun por la mayoria de la poblacion. Estos enfoques a menudo motivan a los practicantes a ir mas alla de los viejos modos de pensar para que puedan obtener informacion valiosa sobre como sus propias mentes funcionan en ciertas situaciones. Mediante el uso especifico del lenguaje, las inflexiones, el tono y el tempo apropiado, es posible llegar a ser un mejor comunicador en todos los sentidos ya sea para aumentar tus habilidades como negociador, vendedor, terapeuta, padre de familia, con tu pareja o simplemente ser la persona que quieres ser. LA RIQUEZA DE LOS SENTIDOS El sistema VAKOG presupone que las personas tienen sistemas de representacion dominantes que utilizan diariamente para dar sentido a la realidad. VAKOG es una sigla que representa los principales sentidos humanos: V – visual, A – auditivo, K – kinestesico, O – olfativo y G – gustativo. Los dos ultimos sistemas de representacion, olfativo y gustativo, son menos frecuentes; sin embargo, tambien deben tomarse en cuenta cuando estes descubriendo por primera vez tu sistema de representacion dominante. El punto del Sistema VAKOG es que cada uno de nosotros tiene nuestras propias maneras de pensar, expresar y comprender el mundo, y todos debemos tomar este factor en consideracion al comunicarnos unos con otros. Por ejemplo, si la persona con la que estas hablando esta operando con un sistema de representacion visual predominante, el uso de palabras y conceptos que aludan a un sistema de representacion auditiva probablemente frene el progreso e incluso puede causar malentendidos. El sistema VAKOG es ampliamente utilizado en ventas, en el coaching, psicoterapia, la mercadotecnia, en la educacion, en la meditacion, la atencion plena (mindfulness) y practicamente en cualquier instancia donde se utilice el lenguaje para persuadir de manera efectiva.

  • Aqui mando yo de Luca Costantini

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    <>, le pregunto enfadado Ramon Espinar a Pablo Iglesias antes de levantarse y marcharse cerrando la puerta de la nueva residencia del lider de Podemos, en el verde y acomodado municipio de Galapagar, provincia de Madrid. Era un dia frio de enero. Mas aun en las afueras de la capital, donde el aire era limpio y fresco. Dos agentes de seguridad aguardaban a pocos metros de la entrada de la residencia de Iglesias y su pareja, Irene Montero, numero dos de la formacion. Ya avanzado el dia, llego al chalet una pequena delegacion de dirigentes del partido. La encabezaba Espinar, hombre de confianza del secretario general, ademas de companero de mil batallas y protegido por el propio Iglesias, incluso durante la polemica de especulacion sobre un piso social que en su dia quito una patina de pureza a aquel proyecto que decia poder cambiar por completo Espana. El grupo liderado por Espinar se dirigia a una reunion muy delicada. En la residencia se encontraban Iglesias, Montero, sus dos mellizos y la ninera. El encuentro era reservado y se celebraba en lo que ironicamente varios dirigentes de Podemos llamaban el bunker. Este era y es la residencia de la pareja que lidera el partido: un chalet de piedra, protegido por bajos muros y alejado de la jauria madrilena. El encuentro versaba sobre la estrategia a adoptar ante la mayor traicion hasta aquel momento conocida en Podemos. Uno de los fundadores, Inigo Errejon, acababa de anunciar a traves de las redes sociales su desafio maximo: entraba en la plataforma creada por Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, y concurria a las elecciones regionales fuera del partido. Errejon se habia limitado a enviar en aquella manana del 17 de enero una breve llamada al movil de Iglesias. Le informaba de su decision. Sin mas. Minutos despues habia aparecido al lado de Carmena, ella de 75 anos, el de 35, para sellar la alianza que suponia el comienzo de la semana mas tragica de Podemos. La efemeride era dramatica: el partido estaba a punto de cumplir su quinto aniversario. En la cocina del chalet de Iglesias, durante la reunion con Espinar, pronto se delinearon dos posturas. La frentista y la aperturista. La primera, como no, representada por Iglesias, ya ciego de venganza. La segunda, conciliadora, defendida por Espinar, quien, como su interlocutor, acababa de ser padre. <>, era el argumento defendido por el hombre de mayor peso de Podemos en Madrid. En una guerra siempre hay vencedores y vencidos, mientras que en la guerrilla esa dicotomia se difumina. Y resistir significa ganar tiempo. La guerra de guerrilla era el enfoque defendido por Espinar. Una tactica destinada a salvar los muebles, incluso si hacia falta apostando por un preacuerdo electoral con Mas Madrid, formacion a la que todos ya apodaban <>. Iglesias llevaba pocas semanas de su baja de paternidad autoimpuesta. Los meses anteriores habian sido duros. Un parto prematuro y de alto riesgo le habia hecho reflexionar sobre el sentido de su trayectoria, y en definitiva de su futuro. Errejon, el antiguo companero y amigo desde los anos del activismo universitario y de las primeras tertulias en el programa La tuerka, llevaba meses sin visitarle. Si algo de amistad quedaba, aquel anuncio lanzado en Facebook lo habia quemado todo. <>, apostaba Iglesias, azuzado por Montero, siempre esceptica sobre la lealtad de Errejon. Espinar resistia. Sobre todo en lo tocante a la dura confrontacion electoral. <>. No todo estaba perdido a su juicio. El concepto de <> habia calado en las cronicas de los medios de comunicacion y tambien entre los inscritos al partido. La fidelidad es una cualidad muy apreciada en los ambientes politicos, asi como en el ejercito y en los clanes de la malavida. Pero para Espinar habia margenes de negociacion. Sobre todo hacia falta evitar que en la periferia el partido se rompiera tal y como estaba ocurriendo en la capital. Queria ganar tiempo y aislar a Errejon, para demostrar el escaso recorrido de su plataforma, y relanzar un proyecto de convergencia en el que podian caber todas las sensibilidades, sin que por ello se perdiera el <> de Podemos. La conversacion subio de intensidad. Hasta niveles jamas imaginados por el entonces vicario madrileno de Podemos. Iglesias empezo a dudar de el. Espinar era el encargado de coordinar a los barones territoriales del partido; eso le otorgaba un poder considerable, aunque el secretario de Organizacion fuera Pablo Echenique, un pablista de pura cepa. Hasta que la sangre llego al rio. Iglesias acuso a Espinar de ser el tambien un errejonista, o sea, un conspirador que trabaja en la sombra para desbancarle del trono de Podemos. Una ofensa a la cara. Algo asi como tildar en los anos treinta a un comunista de trotskista. Y el anticipo de una rapida condena del lider. <>, le repregunto enfadado Espinar. Se levanto y se marcho cerrando la puerta del bunker. Aquella reunion sello la segunda grave desavenencia interna en tan solo cuatro dias. Un punto de inflexion, con Iglesias bloqueado en su vivienda e Irene Montero en el Congreso de los Diputados, echando gasolina al fuego de la polemica. Hubo acusaciones a Errejon de oportunismo y arribismo. Se le pidio que evitara acudir a las reuniones (encuentros, por cierto, a los que llevaba un ano sin ir). Hasta se le reprocho no renunciar a su escano, <>, dijo Echenique. El bunker, o fortaleza, adquirido por Iglesias para buscar un nicho de relax, se estaba convirtiendo en casi una carcel. Los dirigentes del partido le acusaron de cerrarse a todo tipo de critica y estar alejado de la realidad. Todo eso tan solo seis meses despues de la feroz polemica sobre su compra. Fue a mediados de 2018 cuando se filtro la informacion de que los IglesiasMontero se habian hipotecado a treinta anos para comprar una vivienda en las afueras de la capital, por un total de 660.000 euros. Una cifra ingente que chirriaba con las acusaciones de especuladores que lanzaban contra sus contrincantes politicos. Y una contradiccion con sus promesas de cercania a los <>, que zanjaron con un referendum interno y a la bulgara que les otorgo la legitimidad de seguir al mando del partido. El chalet dispone de jardin, tiene 268 metros cuadrados, cuatro habitaciones y tres banos, ademas de una piscina que en realidad es pequena y poco profunda para poder nadar en ella. Un defecto originario que alimento el enfado de Montero, quien se quejo en privado por el revuelo mediatico generado por algo que en su opinion es menor de lo que aparenta. Aun asi, sobre el precio a pagar desde el sector inmobiliario aseguran que la operacion es un chollo. Que el valor del chalet es de al menos un millon de euros. Mientras que sobre el antiguo propietario sobrevuela un velo de misterio. Nadie sabe quien es. Algo peculiar para una ciudad como Madrid, cuyo circulo de elites es reducido y muy cotilla. Sectores influyentes de la izquierda madrilena van mas alla. Aseguran que detras de la compra se encuentra el emprendedor y amigo de Iglesias, Jaume Roures. El magnate catalan de la television fue quien en los dias mas duros del golpe a la democracia en Cataluna ofrecio su vivienda en Barcelona para celebrar un encuentro entre Iglesias y Oriol Junqueras, lider de ERC. El se define <> tanto de Iglesias, como de Juan Carlos Monedero y Ariel Jerez, fundadores de Podemos. En algunas fotos del portal Idealista, que retratan el interior de la vivienda antes de la compraventa, se pueden apreciar en las paredes fotografias de los rostros de historicos lideres del comunismo sovietico y chino. Entre ellos, Mao. Rostros del panteon comunista sin duda poco habituales para una residencia ubicada en la sierra, a pocos kilometros de las villas de la burguesia madrilena que sale de la ciudad el fin de semana. Sobre aquella compra sobrevuela una tercera version, que apunta a los fondos recibidos desde paises de America Latina y con los que Podemos supuestamente habia pagado las primeras campanas electorales. Pero esa tesis, que circula en los ambientes de la izquierda de la capital, carece de pruebas y los responsables de Podemos siempre han negado tener vinculos financieros con los gobiernos populistas de America Latina (Bolivia, Venezuela y Argentina, entre otros). Sobre este punto volveremos luego. Sea como fuere, el chalet de Galapagar es importante no solo por la incongruencia ideologica, sino tambien por la iconografia. Esa residencia para adinerados esta en las antipodas del barrio rojo de Vallecas, zona popular de la que Iglesias juro no alejarse nunca. Su mudanza fue leida como el simbolo de la hipocresia de dos dirigentes crecidos como activistas en la lucha por la vivienda digna y social. Como en las antiguas dachas de los secretarios comunistas sovieticos, Iglesias asume la costumbre de invitar a su residencia a varios dirigentes para hablar de manera confidencial sobre todo tipo de asuntos. Antes que Espinar, tambien Carmena le habia visitado para intentar cerrar la candidatura conjunta para el Ayuntamiento, que finalmente fracaso. El chalet de Galapagar tambien se ha convertido en el simbolo de la deriva personalista de Podemos. En una palabra: hiperliderazgo. Con ese termino se explica la degeneracion de un instrumento politico pensado como colectivo, pero que ha acabado bajo el mando de un solo hombre, o de una sola pareja. Una formacion cuyo simbolo es el circulo y que se ha reducido a entidad vertical, en la que el lider hace y deshace a su antojo. Ejemplos de este tipo de formaciones se pueden encontrar en varios partidos o movimientos de la epoca de la pos Guerra Fria. En Italia, por ejemplo, con los partidos de Berlusconi y el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo y la familia Casaleggio, o en Francia, con Marine Le Pen y Emmanuel Macron. Tambien Ciudadanos, el otro actor de la nueva politica espanola, parece inclinado a ese tipo de dinamica. El personalismo exasperado del lider politico suele conducir a su aislamiento. La obsesion por el poder y el temor a las traiciones le empujan a eliminar a todos los versos sueltos. Se rodea de personas de extrema confianza, pero tambien de lacayos y de dirigentes intelectualmente modestos. Iglesias comienza a tomar esa deriva en enero de 2016, cuando estalla el escandalo de la Operacion Jaque Pastor. El Pastor es una jugada del ajedrez pensada para ganar un partido en tan solo cuatro movimientos. Si el adversario no lo neutraliza de inmediato, quien lo practique conseguira un jaque mate en pocos minutos. En aquella epoca el partido estaba dividido sobre apoyar o no al PSOE de Pedro Sanchez y su gobierno de coalicion con Ciudadanos. Iglesias rechazaba esa postura. Queria dar el sorpasso al PSOE. Todo se precipita con el hallazgo de un ordenador abierto en la sede del partido, y boom: se descubre un chat liderado por Errejon en el canal encriptado Telegram con directrices para crear lo que los pablistas llamaron el <>. Ven que Errejon va buscando apoyos en los territorios, concretamente en el Pais Vasco, Cataluna, Andalucia y Madrid, para plantar cara al lider de Podemos. En el chat participan una decena de personas. Entre ellas hay dirigentes muy destacados: Rita Maestre, Sergio Pascual, Jose Manuel Lopez y Emilio Delgado, entre otros. Este grupo fija como primer objetivo tomar el control de la federacion madrilena. Y de ahi lanzar un ataque global a Iglesias. Empieza el baile de acusaciones e Iglesias reacciona de inmediato. Cesa al secretario de Organizacion, Sergio Pascual, amigo intimo suyo y de Errejon. Llevaban anos juntos en el activismo de izquierda, pero el juego habia acabado. Ahora la cuestion va de politica y poder. <>, sentencio el lider.

  • Nuestros comienzos en la vida de Patrick Modiano

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    Despues de un prolongado silencio tras ser galardonado con el Premio Nobel, Patrick Modiano regresa a las librerias por partida doble con dos libros breves: la novela Recuerdos durmientes y esta obra de teatro, Nuestros comienzos en la vida, que no es la primera incursion en el genero del escritor pero si la mas ambiciosa.

  • Todo empezo con un beso de Marian Arpa

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    Paty estaba rendida, habia estado todo el dia preparando las maletas y en ese momento solo deseaba acostarse. Sus companeras de piso, Veronica, a la que todos llamaban Vero, y Maria, tenian otros planes. --Venga, arreglate que nos vamos de marcha. --Estoy yo para juergas --exclamo ella quejumbrosa por el cansancio. --Por eso mismo, !pasatelo bien mientras puedas! No sabes lo que te vas a encontrar en casa --sugirio Maria. --Las dos sabeis que no me importa mucho lo que me encuentre en casa, lo que me quita el sueno es esa empresa en la que no quiero trabajar. Se que mi madre trabajo mucho para levantarla, y yo solo pienso en venderla. Me siento como si estuviera traicionandola. --Tu madre querria que fueras feliz. --Lo tuyo son los ninos. Traspasa ese negocio y buscate un empleo que te guste. --Maria era practica hasta la medula. Vero las escuchaba mientras se desnudaba para darse una ducha. --Y si no, haz lo mismo que hizo tu padre, dejala en manos de los administradores. A el le funciono, solo se ha hecho cargo cuando no ha tenido nada mas que hacer. A Paty ya se le habia ocurrido esa opcion. Patricia, Paty para sus amigos, era una muchacha muy responsable. A su joven edad, habia terminado dos carreras universitarias, la de abogada y la de maestra. Esta ultima era su vocacion, lo sentia en el alma. Habia ido a pasar el verano a Estados Unidos para perfeccionar su ingles. Siempre que podia estaba fuera de su casa. Desde muy nina su padre la habia llevado interna al colegio, y cuando tuvo la oportunidad de estar en su casa, se sentia como una extrana, asi que siempre que podia alquilaba un piso con varias estudiantes y se iba a vivir con ellas. Su padre nunca se lo habia dicho, pero ella sabia que el deseaba un varon, y al nacer ella y morir su madre en el parto, el la hacia responsable indirecta de su desgracia. Mientras fue un bebe la dejo al cuidado de las criadas de la casa. El casi nunca estaba debido a su profesion y cuando estaba, la miraba de tal forma que la nina corria a refugiarse a los brazos de los criados. Estos habian sido sus padres y los adoraba. Cuando el mayordomo murio ella cayo en una profunda depresion, sentia como si se hubiese muerto su autentico padre. Sin embargo, ahora que la vida de su progenitor estaba llegando a su fin, no sentia pena, solo temor y nerviosismo porque sabia que a partir de entonces tendria que hacerse cargo de la empresa que habia fundado su madre antes de que naciera. Cuando su madre murio, su padre no quiso saber nada de la empresa y la dejo a manos de los colaboradores de su esposa. No le importaba si iba bien o no, se sentia traicionado y resentido, y durante anos no puso el pie en ella. Cuando se retiro del ejercito echaba de menos la actividad y fue entonces cuando se dedico a la empresa. Ahora era el turno de Paty y a ella no le apetecia nada trabajar alli. Su vocacion eran los ninos, los adoraba y, sin embargo, a la manana siguiente saldria de Estados Unidos hacia Espana, donde le esperaba un futuro nada alentador. --Esta noche vamos a pasarlo bien. --Vero, era la mas locuaz de las tres. --Olvidate de manana, intenta no pensar en ello. --Maria la empujaba hacia el bano--. Date una buena ducha y arreglate, esta noche tiene que ser memorable. Las tres amigas se fueron a cenar y despues a un bar de copas. Maria y Vero trataban de animar a Paty para salir a bailar. --Id vosotras, yo os observare mientras tratais de ligar --bromeo ella riendo, repantigandose en el sillon. Las dos se fueron hacia la pista de baile. Paty las miraba mientras ellas trataban de vislumbrar a sus presas. De repente aparecieron al lado de sus amigas dos chicos muy apuestos, les dijeron alguna cosa que les hizo reir y empezaron a bailar los cuatro. --Senorita, ?puedo invitarla a una copa? --Aquella voz profunda hizo que Paty se girara. Un hombre muy guapo la miraba desde la altura y ella se lo quedo mirando interrogativamente--. Vera, mis amigos han ido tras sus amigas y me han dejado solo. --Ella se pregunto, si habian estado escuchando su conversacion--. Para estar yo solo en la mesa de al lado y usted sola aqui... --Ahora estaba segura de que la habian escuchado. A Paty se le escapaba la risa. --Sientese, por favor. --Soy Roberto --se presento tendiendole la mano. --Y yo Patricia, Paty para los amigos. Su mano era diminuta comparada con la de Roberto, el pudo notar la energia de aquella pequena mano al estrecharla. Sus miradas se encontraron mientras el apreciaba a la mujer que tenia delante. Ella parecia divertida, asi lo indicaba la sonrisa con que lo miraba. --?Puedo preguntar que es eso tan gracioso? --En realidad nada, solo estaba pensando. --El la miro intensamente. Tenia unos ojos grises que parecian traspasarle--. Estaba pensando en lo transparentes que son los hombres... cuando buscan un revolcon. --?Eso es lo que piensas? --?Acaso no es eso lo que andais buscando? --le respondio con otra pregunta. --Si. --La sonrisa de Roberto se ensancho. --Pues dejame decirte algo: ahorrate esa copa, yo no estoy disponible. El la miro sorprendido, nunca antes habia conocido a una mujer tan directa. La mirada de ella observaba sus reacciones y se sintio cautivo bajo esos bellos ojos negros. Se prometio a si mismo que antes de que terminara la noche, habria destruido las barreras que ella estaba construyendo a su alrededor. Roberto llamo al camarero y pidio una botella de champan, cuando ella le pregunto a que venia aquello, le contesto que brindaba por un buen reto. Paty supo al momento que ella era ese desafio. El se proponia seducirla, vaya arrogancia, ya se daria cuenta de que ella no era facil. Estuvieron largo rato hablando, ella le conto que estaba alli para perfeccionar el idioma y que a la manana siguiente volvia a casa. El no le hablo de su trabajo, simplemente le estuvo contando que estaba de vacaciones, que trabajaba en un pais conflictivo y que de vez en cuando necesitaba alejarse de los problemas que rodeaban la politica entre paises. El tema dio para una larga charla, sus amigas y los companeros de el hacia rato que se habian ido. --No nos esperes levantada --le susurro Maria al oido cuando se despidieron. Ellos siguieron con su amena charla. Paty le contaba cosas sobre Espana y el pudo notar el ensombrecimiento de sus ojos cuando hablaba de su casa. Supuso que era un tema delicado asi que no lo tocarian, habia otras muchas cosas en las que el estaba interesado, hacia mas de cinco anos que no pisaba su pais. Notaron que poco a poco, se iban quedando solos. --Sera mejor que nos vayamos antes de que nos echen. --Si, tienes razon. --Asintio ella mirando su reloj--. Se ha hecho muy tarde y manana tengo que madrugar. Al levantarse Paty, el pudo ver lo menuda que era. La habia estado observando durante la velada. Era una mujer muy bella, sus grandes ojos oscuros estaban rodeados de unas espesas pestanas, su boca era una tentacion, sus gruesos labios estaban hechos para hacer perder la cabeza a los hombres, su pequena nariz era perfecta, y tenia ademas una brillante melena negra rizada. Ahora que estaba de pie pudo ver sus bien proporcionadas formas. Andaba delante de el y el balanceo de sus caderas era tan delicado como toda ella. --Voy a parar un taxi, te llevare a tu casa --dijo Roberto al salir del local. --No, vivo aqui cerca, prefiero caminar. --Entonces te acompanare. --No hace falta. --Insisto. Empezaron a caminar charlando como si fueran viejos amigos, se sentian bien el uno con el otro. Cuando quisieron darse cuenta estaban frente al portal de la casa de Paty. --Vivo aqui. --Un lugar muy tranquilo. --Si, voy a echar de menos este sitio. Su voz sono melancolica pensando en lo que le esperaba en Espana. El se dio cuenta al ver tristeza en sus hermosos ojos y se pregunto por que. --?Quieres que suba? --Deseaba borrar aquella expresion de su rostro. --Ya te he dicho... No la dejo terminar. --Lo se, lo se... pero no me negaras un beso de despedida. Ella iba a protestar, como el esperaba que hiciera, y cuando abrio la boca para hablar, la silencio con sus labios tragandose la protesta. Roberto sintio las pequenas manos de ella en su pecho empujando y la cogio suavemente por los hombros. La resistencia de ella no duro nada y noto como las pequenas manos se cogian a su camisa para acercarlo mas. Al ver la rendicion de ella, las manos de el se trasladaron a la cintura y la estrecho contra su cuerpo al tiempo que sus labios se volvian mas exigentes, su lengua acariciaba insistentemente los tentadores labios de Paty, hasta que ella abrio la boca y pudo probar su dulce sabor. El tiempo quedo en suspenso al oir el jadeo de ella al sentirlo dentro. Roberto sonrio satisfecho. Al sentirla tan calida y tan entregada su cuerpo estaba reaccionando con un fuego abrasador. Paty disfrutaba de unas sensaciones extraordinarias, ese beso estaba haciendole sentir una extrana conmocion en todo su cuerpo, se sentia ligera como la brisa, un delicioso cosquilleo le recorria el cuerpo entero. Entonces su timida lengua, por voluntad propia, empezo a acariciar la de el, las sensaciones se multiplicaron. Escucho un gemido y no supo si era de ella o de el. Roberto creia que dominaba la situacion hasta que ella empezo a devolverle el beso, en ese momento se encontro temblando de deseo, sus manos se cineron a la cintura femenina y la levanto del suelo, para ahondar mas en aquella boca que lo estaba enloqueciendo. Las manos de Paty se abrazaron al cuello masculino no dejando espacio entre los dos, la boca de Roberto no le daba respiro, caia sobre la de ella una y otra vez y su lengua la recorria con salvaje intensidad, tanta, que ella se sentia mareada, casi no podia respirar, pero no le importaba, hacia rato que no era duena de lo que estaba pasando. Roberto sentia que su entrepierna estaba dura y palpitante, la deseaba, pero ella le habia dejado muy claro que no queria un lio de una noche. Penso que excitados como estaban, no le seria dificil llevarla a la cama, los dos estaban consumiendose en la pasion, pero el no seria quien decidiera eso, era un hombre responsable, no se aprovecharia de haberla llevado a tal estado. Tenia que terminar con aquella voragine de sensaciones mientras aun pudiera, separo la boca de la de ella, abrazandola contra su pecho, dejo que resbalara por su cuerpo hasta tocar con los pies en el suelo. Sintio la acelerada respiracion de Paty contra su pecho, la beso en el cuello donde el pulso le latia alocadamente. Al cabo de unos minutos, cuando ella pudo volver a pensar con claridad, lo miro con los ojos dilatados. El apoyo su frente contra la de ella. --?Estas segura de que quieres que terminemos asi? Ella pudo sentir el calido aliento de Roberto y la recorrio un estremecimiento. Se dio cuenta de que estaba apoyada contra el arbol que habia enfrente de su casa, no sabia como habia llegado alli, lo ultimo que recordaba era que estaban en medio de la acera. El apoyaba una mano en el tronco del arbol, por encima de su hombro. --Si, sueltame, por favor. --No te estoy cogiendo. El tono seductor de el la confundio. Se dio cuenta de que era ella la que se aferraba a el, una mano la tenia en el pecho de su camisa y la otra rodeaba el brazo que Roberto tenia apoyado en el arbol. Retiro las manos como si le hubiera dado un calambre. --?Estas bien? --Si... si... No se sentia bien en absoluto, sus rodillas parecia que no la sostenian. Se agarro al tronco del arbol por la espalda, porque necesitaba un anclaje. Roberto se sintio herido en su amor propio, aquella pequena mujer lo habia seducido desde el primer momento y ahora le decia que no queria nada mas con el. Se miraron largamente a los ojos, como queriendo grabar ese momento en sus memorias… --Bueno, pues... Adios... Roberto le dio un breve beso en la frente, se dio la vuelta y se fue caminando por la acera dejando a Paty alli enfrentandose a sus confusos sentimientos. Capitulo 1 Hacia seis meses que Paty habia vuelto a Espana, su padre habia muerto dos meses despues de su regreso de una enfermedad cardiaca y ahora estaba sola en el mundo, no tenia mas familiares, pero tenia a los sirvientes que mas que empleados eran una familia para ella.

  • Algo maravilloso de Barbara Freethy

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    Es el tipo de historia sobre la que el periodista de investigacion Matt Winters escribe, no la que quiere vivir. Cuando descubre un bebe recien nacido en su puerta, entra en panico... entonces con desesperacion se vuelve a su hermosa y tentadora vecina Caitlyn Deveraux para que le ayude. Despues de todo, !se supone que las mujeres saben todo en cuanto a bebes!

  • Con fina desobediencia de Fermin De La Calle

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    Todo sobre el rugby : episodios iconicos, jugadores famosos y personajes menos conocidos.

  • Contando estrellas (Bdb) – Christina Birs de Christina Birs

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    Mencia de Cusanza, una joven erudita del siglo XV, regresa a Compostela tras haber pasado los ultimos anos en Roma. Consciente de que alguien la persigue, se refugia en la iglesia de Santa Maria Ligure, al sur de Genova, a sabiendas de que alli estaran a salvo tanto ella como el contenido del pequeno cofre que porta consigo.
    En la actualidad, la figura de Mencia es objeto de estudio por parte de un equipo de investigadores encabezado por la arqueologa Sira Lopez, quienes, con el proposito de aportar luz sobre ciertos detalles un tanto oscuros de la historia, acometen una excavacion en el entorno de las ruinas de Santa Maria Ligure. Inmersa en el trabajo que la acercara al objetivo profesional que tanto ansia, un expolio llevado a cabo en extranas circunstancias hara que la vida planificada al milimetro de Sira se desestabilice. Pero no tanto como lo supondra la llegada del lugarteniente Enzo Fossati, con quien, muy a su pesar, se vera obligada a trabajar con el fin de esclarecer el caso.

  • Idus de Julio de Felipe Ortin

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    Un alto cargo ejecutivo regresa a su hogar despues de varios meses en el extranjero por motivo de negocios. Al llegar a su casa en plena noche, un asombroso descubrimiento le hace sospechar que su mujer le ha estado enganando con alguien. Pero no un alguien cualquiera, sino uno de sus tres mejores amigos. Pero, ?cual de ellos? Las pistas y los indicios que va recogiendo no le ayudan a desvelar el misterio, mientras su relacion amorosa se desmorona.
    Paralelamente a su vida personal, en el ambito profesional, las cosas tambien han cambiado en la oficina, despues de tanto tiempo, y un ejecutivo envidioso tratara de evitar el ascenso de categoria del protagonista, utilizando rastreras artimanas para conseguir escalar en la compania a costa del personaje principal.

  • La estrella robada de Mary Higgins Clark

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    Faltaban veintidos dias para Navidad, pero este ano Lenny queria comprar sus regalos con antelacion. Seguro de que nadie conocia su presencia y tan inmovil y silencioso que apenas se oia respirar, observo desde el confesionario como monsenor Ferris recorria la iglesia cerrando con llave las puertas para la noche. Con una sonrisa despectiva en los labios, aguardo impaciente a que las luces del sagrario se apagaran. Al ver que el monsenor echaba a andar por el pasillo lateral encogio el cuerpo, pues eso significaba que iba a pasar por delante del confesionario. Una de las tablas del cubiculo crujio y Lenny blasfemo en silencio. Por un resquicio de la cortina vio que el clerigo se detenia y aguzaba el oido. Luego, creyendo que no era nada, monsenor Ferris siguio hasta el fondo de la iglesia. Instantes despues la luz del vestibulo se apago y se oyo una puerta al cerrarse. Lenny se permitio un suspiro audible. Estaba completamente solo en la iglesia de San Clemente, en la calle 103 Oeste de Manhattan. Sondra se hallaba bajo el portal de una casa situada justo enfrente de la iglesia, al otro lado de la calle. El edificio estaba en reformas y el andamio, levantado a ras de suelo, la ocultaba de la vista de los transeuntes. Queria asegurarse de que el monsenor salia de la iglesia y entraba en la rectoria antes de dejar al bebe. Durante los dos ultimos dias habia asistido a los oficios de San Clemente para conocer las costumbres del clerigo. Tambien sabia que cada dia a las siete, en epoca de Adviento, dirigia el rosario. Debilitada por la tension y el esfuerzo del parto ocurrido unas horas antes, con los pechos hinchados por el liquido que precedia a la leche, se apoyo en el marco de la puerta. Un debil gemido procedente del interior de su abrigo parcialmente abotonado hizo que sus brazos, llevados por el instinto materno, hicieran el gesto de mecer. En la hoja de papel que planeaba dejar con el bebe habia escrito cuanto podia revelar sin delatarse: <>. Sintiendo un nudo en la garganta, Sondra vio la figura alta y algo encorvada del monsenor salir de la iglesia y dirigirse a la rectoria, situada justo al lado. Era el momento. Habia comprado dos camisitas, unos patucos, un camison largo, un abrigo con capucha, algunos biberones y panales desechables. Habia arropado a la pequena al estilo indio, con una bata de lana gruesa y dos mantas, pero la noche era tan fria que en el ultimo momento habia traido consigo una bolsa de papel marron. Habia leido en algun lugar que el papel era un buen aislante contra el frio. De todos modos, el bebe no iba a pasar mucho tiempo a la intemperie, solo hasta que Sondra encontrara un telefono y llamara a la rectoria. Lentamente, se desabrocho el abrigo y cambio de postura al bebe teniendo especial cuidado con la cabeza. Las farolas de la calle le permitian ver la cara de la pequena con claridad. --Te quiero --susurro con vehemencia--. Siempre te querre. La nina levanto la vista. Tenia los ojos totalmente abiertos por primera vez. Unos ojos marrones, unos mechones claros y rizados sobre una frente diminuta, labios pequenos y encogidos buscando el pecho de la madre. Sondra estrecho la cabecita y sus labios rozaron la suave mejilla de la criatura al tiempo que le acariciaba el cuerpecito. Luego, con gesto decidido, introdujo la diminuta figura en la bolsa marron y cogio el cochecito de segunda mano que, cerrado, descansaba a su lado. Los coches aparcados la protegian de las miradas curiosas al cruzar la calle en direccion a la rectoria. Subio los tres escalones de la estrecha entrada y abrio el cochecito. Tras colocar el freno, deposito a su hijita debajo de la capota y dejo la bolsa con la ropa y los biberones a sus pies. Se arrodillo y la contemplo por ultima vez. --Adios --susurro, y echo a andar a toda prisa hacia la avenida Columbus. Telefonearia a la rectoria desde una cabina situada a dos manzanas de alli. ***** Lenny se enorgullecia de ser capaz de entrar y salir de una iglesia en menos de tres minutos. Podria haber alarmas silenciosas, penso al abrir su mochila y sacar la linterna. Tras dirigir el haz de luz al suelo, inicio el recorrido de costumbre. Primero se encamino hacia el cepillo de los pobres. Sabia que ultimamente la cuantia de las limosnas habia disminuido, pero este cepillo contenia una recaudacion mas sustanciosa de lo normal, entre treinta y cuarenta dolares. Los cepillos de las ofrendas, situados debajo de las velas votivas, fueron los mas satisfactorios de las ultimas diez iglesias que habia saqueado. Habia siete, cada uno instalado frente a la estatua de un santo. Con mano rapida, forzo los cerrojos y recogio el dinero. Durante el ultimo mes habia acudido a misa en dos ocasiones para estudiar la distribucion de la iglesia y habia observado que el cura consagraba el pan y el vino en copas muy sencillas, de modo que no se molesto en forzar el tabernaculo. Ademas, se alegraba de no hacerlo. En su opinion, los dos anos vividos en la escuela parroquial le habian afectado profundamente, pues ahora le creaba remordimiento hacer ciertas cosas, lo cual era un fastidio a la hora de saquear iglesias. En cambio, no tenia reparos en hacerse con el trofeo que le habia llevado hasta aqui: el caliz de plata con el diamante en forma de estrella en la base. Habia pertenecido al sacerdote Joseph Santori, el fundador, un siglo atras, de la parroquia de San Clemente, y era el unico tesoro que poseia esta iglesia historica. Sobre una vitrina de caoba, en un nicho situado a la derecha del sagrario, colgaba un retrato de Santori. La vitrina, muy ornada, poseia una reja destinada a proteger el caliz. En una de las ocasiones en que habia asistido a misa, Lenny se habia acercado para leer la placa expuesta debajo de la vitrina: <>.

  • Black. Cruce de caminos de Bea Melworren

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    Ricardo jamas penso que volver a Santander para el enlace de Jaime, su hermano, podria llevarlo a encontrarse con Carolina.
    Es algo absurdo e irracional, pero no tiene miedo y no piensa perder la oportunidad de entender a esa mujer que se escuda tras un doloroso pasado para no aceptar la atraccion que hay entre ambos.

  • El Secreto De Gibola de Ane Odriozola Cia

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    Nerea Fabbi Isasmendi era una joven donostiarra de veintisiete anos a la que la vida habia tratado bien, o esa sensacion tenia al menos ella. Era alegre, inteligente, tenia don de gentes y unos bonitos ojos negros que resaltaban junto a su larga melena de color chocolate. La mayor desgracia que habia sufrido en su vida, por llamarlo de alguna manera, era la separacion de sus padres, algo que no le habia supuesto ningun trauma, ya que sucedio cuando apenas contaba cuatro anos. Desde que tenia uso de razon, sus padres habian vivido cada uno por su lado, por lo que no sentia ninguna anoranza por los tiempos en los que los tres formaban una misma familia. Simplemente, no recordaba aquella epoca. Era cierto que le hubiera gustado no ser hija unica, pero era algo que tambien tenia sus ventajas, asi que tampoco se lamentaba por ello. De padre italiano y madre euskaldun, Nerea siempre supo que al terminar sus estudios se emplearia en la empresa inmobiliaria familiar que fundara su abuelo muchos anos atras y en la que su madre trabajaba. Desde bien pequenita habia pasado infinidad de tardes en la oficina, observando como su madre conversaba con los clientes, y era un trabajo que le gustaba. Su abuelo Bittor, al que ella siempre habia admirado, habia luchado durante toda su vida por sacar adelante la empresa y lo habia hecho realmente bien. Habia conseguido que su inmobiliaria fuera una de las mas importantes y con mayor volumen de compraventa tanto de Donostia como de alrededores. Sus servicios incluso traspasaban la muga, llegando hasta Hendaya, Biarritz o Baiona. Su abuelo, que ya tenia noventa y cinco anos, habia sido el tipico hombre incapaz de alejarse del trabajo y disfrutar de su jubilacion. Todo el que lo conocia sabia que no era hombre de paseos por la playa de la Concha, tardes jugando al mus o txikiteo por la parte Vieja. El era un hombre de negocios, y asi era como disfrutaba, haciendo negocios. Habia gozado durante largo tiempo de una salud de hierro, y siguio participando en muchas de las compraventas que se gestionaban a traves de su inmobiliaria hasta que cumplio los noventa anos. Se consideraba a si mismo una persona trabajadora y perseverante; quizas algo intransigente en segun que cosas, y siempre habia sido consciente de cual era su mayor debilidad: su nieta Nerea. Sentia predileccion por aquella joven carinosa, despierta, resuelta y con ganas de aprender. Se habia encargado personalmente de su formacion y la consideraba su relevo para el futuro de la empresa, por lo que en cuanto cumplio los dieciseis anos, decidio llevarla con el a todas las reuniones con clientes a las que ella pudiera acudir sin que faltara a ninguna clase, por supuesto. Daba lo mismo si la reunion era con un cliente que queria vender un piso, comprar un garaje o incluso asesoramiento para el alquiler de una nave industrial. Ella lo acompanaba siempre que podia y, tras la reunion, acudian a tomar un chocolate caliente en invierno o un helado en verano para <>, como su abuelo solia decir. --Aitona, ?como le has podido decir que habia otros dos compradores interesados y que tenia diez minutos para decidirse o perderia la compra? ?No me habias dicho que era el unico interesado en el piso? --le pregunto la joven a su abuelo. Bittor cogio un churro, lo mojo en su chocolate y le dio un mordisco. --Y asi es. No se ha interesado nadie mas por ese piso en los ultimos cinco meses. --Entonces, ?que ha sido eso, un ordago? --Exactamente --dijo el y continuo con la explicacion antes de que su nieta pudiera decir nada mas--. Si te has fijado en la expresion del hombre en la visita a la casa, habras notado que le ha gustado. El sabe que no es un piso en Miraconcha, pero que es de lo mejorcito que se puede permitir. El problema de este tipo de clientes es que su propio criterio no es suficiente para ellos. Dudan de si estaran haciendo bien en comprar o no, y necesitan saber que hay mas personas interesadas. Les parece que, si lo quieren tambien otros, sera porque es una buena compra, y es entonces cuando deciden ir a por ello. Al final, quedan satisfechos pensando que han sido mas rapidos e inteligentes que los demas. --Pues no se con los otros, pero con este, !has acertado de pleno! De los diez minutos que le has dado, !no ha tardado ni cinco en querer cerrar el trato! --Ahora ya lo sabes. Cuando encuentres a un cliente asi, !le lanzas un ordago! --le contesto el guinandole un ojo. --Pues ya puedes decirme donde has aprendido a interpretar asi, !porque hasta yo me lo he creido! Bittor rio con ganas ante la ocurrencia de su nieta, pero no pudo evitar que los recuerdos vinieran a el. Hubiera querido contestarle que habia sido la vida misma la que le habia obligado a interpretar; hablarle de los secretos que nunca le habia confesado y de los remordimientos que sentia cuando echaba la vista atras. Pero, en lugar de eso, decidio coger el ultimo churro que quedaba en el plato e introducirlo en el poco chocolate caliente que quedaba en su taza. Habia pasado mucho tiempo de todo aquello y preferia no recordar. El telefono sono mientras ella se estaba duchando. Se aclaro el pelo lo mas rapido que pudo y salio a toda prisa, pero para entonces habia dejado de sonar. Decidio meterse nuevamente en la ducha cuando en su movil empezo a sonar una cancion de Chayanne a todo volumen. <>, penso. Contesto la llamada; era su madre la que llamaba con tanta insistencia. --Nere, ?donde estas? Te he telefoneado a casa, pero no contestas --le dijo Lourdes a su hija. --Estoy en casa, ama, pero es que estaba en la ducha. !Tienes el don de la oportunidad! --contesto ella. --!Vaya por Dios! Te llamaba para decirte que hoy no puedo subir a ver al abuelo. Me sabe mal porque no lo he visto en toda la semana, pero me reuno con el presidente de una comunidad que quiere que llevemos la administracion del edificio y hemos quedado esta tarde. ?Iras tu a verlo, por favor? Ademas, la ultima vez me comento que queria hablar contigo de algo importante. --Claro, no hay problema. No hace mucho que lo visite, pero ire hoy nuevamente. Esta tarde a ultima hora, Jon y yo nos marchamos a pasar el fin de semana a los Pirineos, pero para entonces ya habre bajado de la residencia. --Cogio una toalla y escurrio su pelo--. A ver que tal lo veo hoy. En mi anterior visita estaba bastante apagado, como sin muchas ganas de nada. --?Y que quieres? !Son noventa y cinco anos! Su cuerpo esta cansado, su cabeza esta cansada... Mentalizate de que no va a ir a mejor --dijo Lourdes, intentando preparar a su hija para lo que era inevitable. Tras pasar por la oficina y cerrar un par de temas que tenia pendientes, Nerea cogio su moto y recorrio la distancia que habia entre la oficina y la residencia de ancianos en la que vivia su abuelo, en el barrio de Aiete. Habian estrenado el verano y el tiempo era calido, lo que hizo que disfrutara especialmente del paseo. Paso cerca del parque de Aiete, situado en una de las colinas que rodean la ciudad. Su majestuoso palacio habia sido escogido como residencia veraniega por distintos aristocratas, como la reina Isabel II, la reina Maria Cristina o Alfonso XIII, y desde que su abuelo vivia en una residencia cercana, se habia convertido en el lugar preferido para sus tardes de paseo. Aparco cerca de la puerta principal y llamo al timbre. Realmente aquel edificio no daba la sensacion de ser un hogar para ancianos. De hecho, en la puerta principal se podia leer sobre un cartel dorado y con una caligrafia senorial: <>. Siempre le habia dado la impresion de que mas bien parecia un hotel. El trato del personal habia sido siempre excepcional, las instalaciones estaban muy cuidadas, las habitaciones eran individuales y, lo mas importante, su abuelo estaba contento alli. Saludo a la recepcionista, que le indico que el anciano se encontraba en su habitacion. Subio las escaleras de dos en dos, llamo a la puerta y entro. Bittor Isasmendi habia sido un hombre activo, con iniciativa y energia para llevar a cabo multitud de proyectos. Las veinticuatro horas del dia no eran suficientes para todas las ideas que tenia en mente, pero, a esas alturas de su vida, se encontraba muy cansado, tanto fisica como mentalmente. Ni siquiera habia sido consciente de los anos que tenia a sus espaldas hasta que cumplio los noventa. Y no fue el hecho de ser nonagenario lo que le provoco tal debilitamiento, sino la muerte de su esposa, su adorada Leonor. Con nombre de reina y doce anos menos que el, ella habia sido la pieza fundamental e imprescindible de su vida. Era una mujer dulce, atenta, leal y poseedora de una paciencia infinita gracias a la cual el pudo dedicar gran parte de su tiempo a sus proyectos empresariales. Ella sabia como calmarlo, como animarlo o como consolarlo, segun la ocasion, y, aunque siempre habia permanecido a la sombra de su marido, el le atribuia a ella gran parte de su exito. Hasta que un dia cualquiera, de pronto, ella fallecio, sin previo aviso. Se encontraba en la terraza de su casa regando las plantas cuando cayo al suelo repentinamente. Un derrame cerebral le arrebato a la mujer de su vida en cuestion de segundos, el tiempo que el tardo en ser consciente de que el declive de su vida tambien era inminente. Su hija y su nieta hicieron todo lo posible para que Bittor se repusiera de aquel duro golpe. Lo visitaban a diario y contrataron a una persona para que lo atendiera y acompanara de forma permanente. Pero no funciono. No podia soportar ver a otra mujer trabajando en la cocina de su esposa, ni regando sus plantas, ni sentada en el sillon donde ella solia leer las revistas de papel cuche que tanto le gustaban. Empezo a sentirse un extrano en su propia casa, ya no estaba comodo alli y por eso, decidio visitar varias residencias de ancianos. Cuando se decanto por una de ellas dio la noticia a su familia. A partir de aquel dia, podian visitarlo en su nuevo hogar. --Aitona, ?que tal estas? --lo saludo Nerea desde la puerta. Se acerco hasta el, le dio un beso en la mejilla y un abrazo con cuidado de no moverle la sonda que llevaba para el oxigeno. Hacia unos meses que el medico se lo habia recomendado y el notaba sus beneficios. --!Kaixo maittia! Me alegro de verte. Pensaba que hoy vendria tu madre. --El tambien le dio un beso. --Queria venir, pero tiene trabajo, asi que he venido yo. --Me parece perfecto. Me gusta que venga ella, pero me gusta mas que vengas tu --dijo sonriendo a su nieta. --?Cuanto tiempo te queda enchufado a esta maquina? ?Le digo a la enfermera que te la quite y nos vamos a pasear al parque? Hoy hace un dia precioso para uno de nuestros paseos --dijo Nerea con ganas de animar a su abuelo. --No, hoy estoy bastante fatigado. Perdoname, pero no estoy para paseos. Ademas, quiero hablar contigo de algo importante. Tengo algo que pedirte, algo que quiero que hagas. Si no te importa, hoy nos quedamos aqui. --Claro aitona, como prefieras --contesto Nerea--. ?Y que es eso que quiere que haga por usted, caballero? --Nerea hizo una reverencia extendiendo el brazo hacia su abuelo, un gesto totalmente exagerado que hizo que los dos rieran. El anciano continuo: --Pues veras... Ya se que no te gusta que te hable de lo que sucedera cuando yo fallezca, pero, antes de que me cortes, escuchame un momento. --Parecia estar muy decidido a seguir la conversacion, asi que esta vez su nieta no le detuvo con frases como <> o <>. El anciano no se anduvo con rodeos--. He pensado mucho sobre esto y quiero que te quedes con mi casa. Yo no la voy a necesitar porque pienso terminar mis dias aqui, por lo que no veo el motivo para que no te mudes cuando quieras. Tu piso es muy bonito, pero no me puedes negar que se te ha quedado pequeno. Mi casa tiene mas de cien metros cuadrados, garaje para dos coches y esta en pleno Boulevard. Con lo que te he ensenado en todos estos anos, !espero que no me rechaces un caramelito asi! --Bittor guino uno de sus cansados ojos a su nieta. --Aitona, tu casa es tuya y mudandome alli me pareceria que estoy invadiendo tu espacio, aunque no tengas intencion de volver. De momento, Jon y yo nos arreglamos, asi que puedes estar tranquilo --contesto ella. --!Terca como una mula! Sabia que dirias eso. Vamos a ver, no pretendo que te mudes a mi casa sin mas, lo que deseo es que mi casa pase a ser tuya, escriturarla a tu nombre, sin tener que esperar a que la heredes cuando yo muera. Me gustaria ver como la reformas y la pones a tu gusto. Pronto formaras una familia y tendras ninos, y dificilmente podreis estar comodos en un piso tan pequeno. --?No estas corriendo demasiado? --dijo ella riendo--. !Todavia no tengo intencion de quedarme embarazada! Ademas, ?has hablado sobre esto con mi madre? --pregunto. --Si. Ella sabe que mi casa la heredaras tu, igual que sabe que el negocio pasara a sus manos. En su dia tuvimos nuestros mas y nuestros menos, pero no puedo negar que su trabajo en la inmobiliaria ha sido impecable durante todos estos anos. Por eso creo que es justo que la agencia la herede ella. Con el tiempo terminara en tus manos, pero, de momento, pienso que tiene que ser asi. --No se, aitona, me sabe mal quedarme con tu casa. Es como si te estuviera quitando algo que es tuyo --protesto. --Yo ya no la necesito, y me haria muy feliz que fuese para ti. Prometeme que hoy mismo llamaras a mi gestor y te pondras en marcha con este tema. La joven no tuvo mas remedio que aceptar. Cuando su abuelo se empecinaba en algo, no habia replica posible. Continuaron conversando sobre temas triviales hasta que la maquina de oxigeno se detuvo. Entonces, Bittor se sento en una silla de ruedas de la que solia echar mano los dias en los que mas agotado se sentia y, empujado por Nerea, dieron una vuelta por la residencia. Salieron al jardin, merendaron, charlaron y tras disfrutar un ratito mas de la buena temperatura de aquella maravillosa tarde de verano, Nerea lo llevo de vuelta a su dormitorio. Le dio un beso en la frente, un abrazo y se despidio de su abuelo. --Acuerdate de lo que hemos hablado. Habla con mi gestor. Agur, maittia. --?Senorita Fabbi? Puede pasar, adelante. --La secretaria del gestor de su abuelo le indico cual era el despacho en el que la estaban esperando. Al salir de la residencia, viendo que todavia tenia un par de horas hasta reunirse con Jon, habia hecho la llamada que le habia pedido su abuelo. El gestor le pidio que pasara por la oficina, alegando que aquellos no eran temas para tratar por telefono. En quince minutos habia aparcado su moto y estaba frente a la gestoria. --Supongo que esta al tanto del deseo de su abuelo de hacerle una donacion en vida y que por eso me ha llamado. ?No es asi? --le dijo el con una actitud muy profesional. --Asi es. Vengo de visitarlo y me ha insistido en que debia hablar con usted. Se que quiere poner su piso a mi nombre. --Esta en lo cierto. De hecho, los papeles estan preparados; el siguiente paso es acudir al notario para tramitar los documentos de transmision. --Bien, pero hay algo que quiero preguntarle antes de firmar documento alguno. --Nerea no estaba del todo convencida de lo que su abuelo se proponia--. ?Esta usted seguro de que el tiene claro el asunto de la donacion? A mi me ha insistido en el tema, pero ya esta muy mayor y no quisiera hacer nada que le pudiera perjudicar. --Puede usted estar tranquila por eso. Hace anos que su abuelo me hizo participe de su intencion. Cuando tomo la decision de ingresar en la residencia, tambien decidio el destino que le daria a su hogar. El quiere que pase a sus manos y yo lo tengo todo preparado. Nerea conocia la gran amistad que habia entre su abuelo y aquel hombre. Bittor habia realizado un sinfin de gestiones a lo largo de muchos anos con el padre del hombre que se encontraba frente a ella. Siempre que hablaba de el decia que era <>. Una vez jubilado, la gestoria habia pasado a manos del hijo y, a pesar del cambio, su abuelo habia depositado toda su confianza tambien en el, tal y como lo habia hecho con su padre. --Si no tiene inconveniente, necesito una fotocopia de su carne de identidad para gestionar la cita con el notario. Ella saco su cartera del bolso y le dio el documento. El gestor salio de la oficina dejandola sola. En la mesa habia sendas carpetas con un sinfin de documentos en su interior; en la portada de una de ellas se podia leer: <>. Deseo abrirla para ver que era lo que habia dentro, pero no se atrevio. El gestor tenia que llegar de un momento a otro con la fotocopia de su DNI. La puerta se abrio, el hombre se asomo y con cara de disculpa dijo: --Lo siento mucho, pero la fotocopiadora no funciona. Vamos a cambiar el toner, a ver si asi solucionamos el problema. Enseguida estoy de vuelta con usted. No cerro del todo la puerta, pero casi. Ella no lo dudo. Curiosa por naturaleza, le dio la vuelta a la carpeta que llevaba el nombre de su abuelo y la abrio. Dentro se encontro con infinidad de documentos, entre los que habia copias de escrituras, documentos bancarios... Pero lo que mas le llamo la atencion fue un papel que contenia lo que parecia un listado. El titulo que presentaba el encabezado del documento era: <> y le seguian una lista de propiedades, como el piso que queria donarle, la agencia inmobiliaria, acciones bancarias... y, por ultimo, un apunte que a Nerea le parecio muy extrano: <>. Justo en aquel momento el gestor entro en la habitacion con la fotocopia en la mano. Al ver lo que Nerea estaba haciendo, se abalanzo sobre la mesa y cerro el expediente rapidamente. --!Estos documentos son confidenciales! El hombre se mostro enfadado con ella y tambien consigo mismo por haber cometido el error de marcharse dejando los documentos a su alcance. En realidad, no habia nada que la nieta de Bittor Isasmendi no pudiera ver, pero en todos aquellos anos habia aprendido que la confidencialidad hacia sus clientes era algo inquebrantable. Nerea se sintio como si le acabaran de pillar copiando en un examen. Con las mejillas coloradas por la verguenza, pidio disculpas y continuaron la reunion. El quedo en llamarla cuando tuvieran cita con el notario, y, sin mas dilacion, dieron por finalizado el encuentro. Antes de salir del despacho, ella se giro y dijo: --Se que no deberia de haber mirado sus papeles y de nuevo le pido disculpas, pero hay algo que me ha llamado la atencion. Entre los bienes de mi abuelo figura un caserio del que nunca habia oido hablar. ?Que sabe usted de eso? --Pues no mucho, la verdad. Debe de ser el caserio de algun familiar de su abuelo. El ultimo propietario fallecio y parece ser que el es el pariente mas cercano, por lo que ahora le pertenece, pero los papeles estan sin regularizar. Su abuelo no esta muy interesado en el --le explico el gestor. Nerea saco el movil de su bolsillo nada mas salir de la gestoria y le mando un mensaje a su novio: <>. A Jon no le extrano que su novia de pronto le hubiera cambiado todos los planes; era muy aficionada a hacerlo. En el ultimo momento se le ocurria que seria buena idea cambiar de rumbo, y dicho y hecho. Penso en rebatirle el cambio, pero sabia que ella le esperaria con un discurso lleno de argumentos para justificar ese fantastico plan de ultima hora, por lo que penso que le seria mas rentable aceptarlo directamente. Escribio en su movil: <>, y le dio a enviar. Sonrio al pensar la cara que pondria ella al leer el mensaje. Era una broma de pareja. El le llamaba churri y ella fingia que se enfadaba por utilizar con ella un apelativo tan barriobajero. Nerea vio llegar la furgoneta y le hizo una sena a Jon para que el viera donde lo estaba esperando. Jon se bajo del coche, beso a su novia y subio los trastos al maletero. Estaban obstaculizando la calzada y no habia tiempo para mas. Se subieron los dos al vehiculo, se ataron los cinturones de seguridad y se pusieron en marcha. --A ver, senorita. ?Que es ese cambio de planes? !Si lo tenemos todo preparado para ir a los Pirineos! --Tranquilo, la siguiente vez que vayamos seguiran ahi, en el mismo sitio. Te propongo un plan alternativo, mucho mas cerquita. Nos vamos a pasar el fin de semana a Legazpi. Quiero echar un vistazo a la zona y si hay suerte, encontraremos lo que estoy buscando. Hay algunas cosas que he hablado con mi aitona y con su gestor esta tarde que tengo que contarte. Le relato a su novio con todo tipo de detalle la conversacion que habia tenido con su abuelo y la visita a la gestoria. Jon la escucho en silencio, y cuando termino, dijo: --Vamos a ver. Asi que tu aitona te regala uno de los mejores pisos que te puedas imaginar en pleno Boulevard donostiarra y tu te preocupas por un caserio del que puede que tu aitona solo sepa el nombre. A lo mejor esta en ruinas o simplemente ya no queda nada de el, pero, aun asi, has decidido que es el plan perfecto para pasar el fin de semana: !a la caza del caserio perdido! --Jon intento sonar sarcastico, pero no lo consiguio. --!Venga, Jon! Esta cerca y puede que encontremos lo que busco o puede que no, pero sin irnos muy lejos seguro que veremos lugares que merecen la pena. --Vale, vale, me rindo. Eres capaz de pasarte todo el camino justificando el viaje. Al final voy a terminar preguntandome: ?como no se nos habria ocurrido antes? --Jon sonrio. Cogieron la A1 y dejaron a un lado localidades como Lasarte, Tolosa, Ordizia, Beasain... En menos de una hora estaban en Zumarraga, cogiendo el desvio hacia Legazpi. Pasaron por delante del parque de bomberos y llegaron a lo que parecia la entrada del pueblo, una recta con diversas fabricas a ambos lados. Una vez en el centro, aparcaron en el parking subterraneo que habia junto al ayuntamiento. Salieron del aparcamiento por las escaleras centrales y lo primero que hicieron fue buscar a alguien a quien preguntar por el caserio en cuestion. Un matrimonio mayor se encontraba sentado en uno de los bancos situados en los porticos de la iglesia, mirando hacia un parque lleno de ninos que corrian de un lado a otro. El hombre debia tener dificultades de movilidad porque tenia dos bastones apoyados en el banco, uno a cada lado. A su derecha se encontraba la que creian seria su mujer, una senora de pelo blanco que sin duda en su juventud habria sido muy guapa y elegante, puesto que todavia lo seguia siendo. Se acercaron y Nerea les pregunto si conocian el caserio Gibola. --Gibola... --El hombre dudo un momento--. Ninguno de los dos hemos nacido aqui. Yo soy de Ordizia y mi mujer es gallega, pero llevamos muchos anos viviendo en Legazpi, y yo juraria que el caserio Gibola esta en Brinkola, un barrio que esta a unos diez minutos en coche de aqui. Deberiais preguntar a alguien de alli. Tras dar un pequeno paseo por el centro del pueblo, volvieron al parking y programaron el GPS direccion Brinkola. En aproximadamente diez minutos y despues de atravesar otro barrio llamado Telleriarte, pasaron por debajo de un puente de siete arcos realmente alto donde el GPS les indico que habian llegado a su destino. Enfrente de un estanque lleno de patos, gansos, ocas y hasta un pavo real, vieron a un hombre vestido con pantalones de mahon, una camisa de cuadros y calcetines de artilla con albarcas de goma en los pies, el calzado tipico de los caseros. Detras del hombre habia un cartel que indicaba el nombre del caserio y la venta de pan casero: <>. Pararon la furgoneta y se acercaron a el. --Arratsalde on, ?Vendes pan? --le pregunto Jon al hombre antes de que Nerea tuviera tiempo de decir nada. --Berdin --contesto el casero--. Si, tengo pan casero, leche, huevos... productos de caserio. Me dedico a ello. --Pues un pan casero y un par de litros de leche ya nos llevariamos --contesto Jon. Le encantaba la leche de caserio. No tenia nada que ver con la leche que se compraba en el supermercado, tenia muchisimo mas sabor. Y con el pan le pasaba lo mismo--. ?Podria ser? --Si, claro. Leche tengo toda la que querais y el pan es de hoy mismo. Los viernes hay mercado en el pueblo y suelo hacer mas cantidad. Si me acompanais os lo doy enseguida. Aparcaron a un lado la furgoneta y lo acompanaron unos metros hasta la entrada del caserio. El casero se hizo con la leche y el pan, y mientras lo ponia todo en una bolsa, Nerea aprovecho para preguntarle por el caserio Gibola. --Estamos buscando un caserio y nos han dicho que esta por aqui. Su nombre es Gibola. ?Lo conoces? El casero puso cara de sorpresa. Nerea y Jon no supieron como interpretar aquella expresion. --Si que lo conozco. No queda lejos de aqui, pero no encontrareis a nadie alli. Esta deshabitado. ?Por que lo buscais?

  • Su banana de Penelope Bloom

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    EL ES ADICTO AL POTASIO

  • Helter Skelter de Vincent Bugliosi

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    LA VERDADERA HISTORIA DE LOS CRIMENES DE LA FAMILIA MANSON *** 7 MILLONES DE EJEMPLARES *** (El libro de true crime mas vendido de todos los tiempos) Prologo de Kiko Amat El sabado 9 de agosto de 1969, tras una alerta de posible homicidio, tres agentes de policia acuden a la vivienda de la actriz Sharon Tate --la mujer del director de cine Roman Polanski, embarazada de ocho meses-- situada en el 10050 de Cielo Drive, en el opulento barrio angelino de Bel Air. En la mansion, descubren los cuerpos salvajemente asesinados de la actriz y otras cuatro personas en lo que parece un crimen ritual. Al dia siguiente, no muy lejos, en el barrio de Los Feliz, encuentran los cadaveres acuchillados del matrimonio Leno y Rosemary LaBianca. En el cuerpo de la mujer se identifican posteriormente cuarenta y una heridas de arma blanca. En tres puntos del domicilio, alguien ha dejado escrito, con la sangre de una de las victimas, unas extranas proclamas. La erratica investigacion que siguio a estos bestiales asesinatos --que al principio no se relacionaron entre si, a pesar de las coincidencias-- basculo entre la estupefaccion y la impotencia. ?Quien habia cometido aquellas atrocidades? Y ?por que? Mientras los titulares de la prensa de toda Norteamerica alimentaban la conmocion y el estupor, y las especulaciones sobre los sospechosos y los moviles se sucedian, la investigacion iria apuntando a un grupo de jovenes que se habia establecido en el arido entorno del rancho Spahn --un antiguo escenario natural de westerns al norte de Los Angeles reconvertido en comuna hippy-- liderados por Charles Manson --alias Jesucristo--, cuyo poder e influencia sobre el grupo --la Familia-- llegarian al punto de lograr que mataran siguiendo sus oscuros designios. El autor de este clasico de la literatura criminal, el fiscal Vincent Bugliosi, tomo las riendas de uno de los casos mas extensos e intrincados de la historia judicial norteamericana, y, ademas de relatar con una precision y rigor deslumbrantes los pormenores de los crimenes y del proceso judicial que generaron, compuso un retrato portentoso y aterrador de la <> y de su lider, uno de los iconos mas terribles y perdurables de la cultura popular. Tras cincuenta anos de los infames asesinatos, presentamos la edicion mas completa del libro, que incluye un posfacio del propio Bugliosi de 1994 y una profusa seleccion de imagenes.

  • Por un punado de besos de Jordi Sierra I Fabra

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    Llega a la gran pantalla y a todas las librerias Por un punado de besos, una historia tan real como la vida misma; una historia de amor, mentiras y superacion personal.

  • No mas secretos, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Animal de nieve de Dara Scully

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    Llego con el galope de los caballos. Los animales habian comido de su mano, habian lamido aquellas palmas blancas, hermosas: palmas hechas para la caricia. Las alumnas lo vieron desde los dormitorios. Desde las ventanas: los ojos calientes de la casa. De pie, algunas ya vestidas, otras todavia en camison, los pies desnudos, frios sobre el suelo de madera. Tenian la vista clavada en el hombre desconocido. Quien seria, se preguntaron. Quien seria aquel hombre que tocaba a los caballos con sus manos delicadas, que se quitaba luego el sombrero en un saludo correctisimo. Tal vez un ministro, se dijeron, o un predicador; sin duda alguien de importancia, pues ahi estaba Miss Bell, erguida, rigida como su baston: una mujer de negro. La expectacion ascendia en los dormitorios. Pronto lo perderian de vista, entraria en la casa, su casa, su colegio. Seguiria a Miss Bell por los pasillos, por los rellanos silenciosos, entraria tal vez en su despacho. ?Para que?, se preguntaban. Una de las maestras va a casarse. Tal vez nos deje Miss Stone, que tiene el rostro blanco de las novias. Las alumnas especulaban. Un hombre habia penetrado en sus dominios, en su colegio de paredes de piedra, de entramados de flores en los jardines. ?Acaso se aventuraban a decirlo? ?Era tal vez un maestro? ?Se atreveria Miss Bell a dejar que un hombre ensenara a las muchachas? Frederic permanecia en silencio. Habia dejado atras un hilo de pisadas suaves, un rumor en la gravilla. No habia visto a las muchachas en las ventanas. Podria haber alzado la cabeza, mirarlas: rostros pequenos como flores tras los cristales. Pero seguia con la vista a la mujer que cojeaba. Su baston acompasaba el movimiento de su cuerpo. Le recordo a un fantasma que habia conocido una vez, en un tiempo apenas perceptible. Ella tampoco hablaba. Se habia presentado con educacion; habia en sus gestos una elegancia solapada, cierta nobleza en los rasgos afilados, en sus manos. Alguien habria dicho: no es solo una profesora. Una directora de un colegio para ninas. Un animal dormido la poseia. Habitaba en su cojera, acentuada en las escaleras que llevaban al ultimo piso. Quiso preguntarle su edad. Quiso saber, aquella primera vez, ante la mirada ciega de las muchachas, cuando se habia quedado coja. Si se habia caido de un caballo. Si habia sido la enfermedad o una rotura mal curada. Pero el silencio se habia vuelto movedizo. No hubiera podido hablar, aunque lo deseara. Estaba alli, denso, caliente, un silencio que ascendia por la casa. Una palpitacion muda de las voces de las ninas, de las maestras, todo detenido ante el paso irregular de quien guiaba la vida del colegio. Era un lugar sobrio. Los pasillos estrechos se abrian a las aulas. Dijo que se las ensenaria luego, cuando se hubiera acomodado. ?Llegaria su equipaje al mediodia? Algunas de las maestras ya se habian instalado. Le senalo las escaleras, el tercer piso: los dormitorios. Alli las alumnas cuchicheaban. Una de ellas, alta, de gesto altivo, observaba desde la balaustrada. Luego les relataria como Miss Bell habia guiado al hombre por el colegio. Imaginaria el paso desigual, la voz grave, el gesto amplio de la mano ante las cosas. Imitaria con perfeccion sus movimientos. Era sin duda un maestro, de geografia tal vez, quizas un refuerzo para las matematicas. Un maestro joven, de mirada diafana. <> Las ninas sonaban con los amantes. Sonaban con las novias, con Miss Stone, que llevaba un anillo dorado. Pero la muchacha se conducia con misterio. Habia visto mas de lo que contaba, y lo que decia se alteraba a traves de sus palabras. Podia ser todo lo que ellas imaginaran. Un caballero, un religioso, un hombre del mal. Lo que ella dijera seria aceptado por las muchachas aun descalzas, aun vestidas de blanco nocturno. Tenia el poder de la que ha visto, dominaba la ceguera de las otras. <>, les dijo. Y ellas empezaron a vestirse. Lo dejaron con la promesa de la comida. El cuarto era pequeno, desnudo; la luz aniquilaba su misterio. Veia el jardin desde la ventana. Un parterre de flores se acomodaba ante sus ojos. Al fondo, los sauces cercaban la casa, la hierba todavia humeda de rocio, fresca. Imagino sus paseos por aquel jardin cuidado, la lectura entre los sauces. De nino disfrutaba leyendo en los jardines. Aspiraba el aroma de las flores, la tibieza de la hierba; sus manos acariciaban la tierra con el cuidado de quien toca a un animal pequeno. Supo que aquel jardin lo acogeria. A diferencia de la casa, de las alumnas todavia invisibles, aquel jardin le resultaba conocido. Lo habia habitado antes, en otra vida, en otro tiempo feliz y escurridizo. Comio en su cuarto, en el escritorio que daba a la ventana. Una mujer joven le trajo una bandeja. Le dijo que pronto subirian su maleta, el baul pequeno y anticuado. El se habia quitado la chaqueta, se habia desatado los zapatos. El viaje habia sido largo. <>, le pregunto. Un cierto bullicio se habia apoderado de la casa. Las muchachas, uniformadas, calzadas ya con sus botas relucientes, cruzaban las estancias, se reconocian de nuevo, volvian a la vida del colegio. Habian pasado alejadas un verano entero. Habian aprendido palabras nuevas, tenian cosas que contarse. A el le daban jaqueca. Aquella voz caliente, unisona, trepaba por las paredes de la casa. Tomaria la cena en su cuarto. Comeria en la quietud de aquel reducto pequeno, aquel espacio blanco, limpio. Se enfrentaria a ellas a la manana siguiente. Desperto temprano, antes que la casa. En el jardin se intuia el otono; los sauces ondulaban sus ramas con el viento. El dia seria fresco. Atras quedaban el verano, las fresas maduras sobre la mesa, los largos banos en el rio. El colegio se plegaba sobre el frio, comenzaban a encenderse las chimeneas, las estufas. Pronto pasearian con mitones. Las capas largas de las ninas rozarian las hojas, la hierba a punto de escarcharse. Un invierno prematuro se intuia en los parterres. O tal vez era su propia debilidad. Su miedo creciente a haberse equivocado. Estaba en un colegio. A los treinta y seis anos ensenaria musica por primera vez. Dejaria atras las ensenanzas basicas, la botanica, el algebra, el estudio meticuloso de la ciencia. Aquello que le habian ensenado se disipaba. Tocaria como cuando era nino, ensenaria escalas, tal vez no ensenara nada en absoluto. ?Que sabrian las alumnas de musica? ?Habria alguna virtuosa entre ellas? En realidad no le importaba. Las ninas se mantenian alejadas, su voz habia enmudecido. Estaba alli como podia estar en cualquier parte, atento solo al trazado de las nubes en el cielo. Un ultimo lugar al que aferrarse, aquel colegio, aquella musica que le habia sido devuelta tras anos en la sombra. Habria preferido desayunar en su cuarto, pero aquella mujer joven de la vispera le pidio que la siguiera. Las maestras desayunaban en el comedor pequeno. Eran de edades variadas, de rostros serenos, agrietados algunos, lisos como el de las muchachas los mas jovenes. Habia un solo hombre entre ellas, anciano, ajeno sin duda a la ensenanza. No pregunto por el. Tampoco por Miss Bell, que se encontraba ausente. Las maestras mas mayores le tendieron la mano, saludaron con una educacion uniforme, aprendida tras largos anos en el colegio. Tambien su voz resultaba similar, de inflexion clara; la voz de quien gobierna multitudes. Las imagino ante las alumnas, algunas severas, otras sumisas, domadas por sus criaturas. No reconocio ningun rostro de la calle en ellas. Aquellas mujeres crecian en las escuelas, en los hospicios; caian luego en manos del colegio y alli acababan de formarse. Poseian una mirada comun; los muros de la casa las aislaban. Quizas habian sonado con viajar, con amar a hombres o a mujeres; tal vez lo hicieran todavia, tendidas sobre el lecho blanco, virginal, abiertos sus ojos a la noche. Imagenes de playas amplias o reuniones jubilosas, cualquier cosa que no fueran ninas malcriadas. --Asi que sera usted nuestro profesor de musica --le dijo una de ellas.

  • La capital de Robert Menasse

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    Bruselas es el corazon de la UE y tambien de esta novela. Esta obra es un viaje a las interioridades de la vida politica europea a traves de cinco historias conectadas que corren paralelas, cada una con un protagonista diferente, y que se centran en la vida diaria de la capital europea desde diversas perspectivas. La capital sigue de cerca el destino de sus personajes en sus frecuentes encuentros, ofreciendo una vision de sus vidas profesionales asi como de sus coloridas vidas privadas, alejadas de las oficinas y congresos. La mirada penetrante de Menasse, cargada de humor e ironia, hace de esta novela una lectura tan irresistible como importante en los tiempos actuales de nacionalismos, desde el Brexit hasta la independencia de Cataluna.

  • Crimen en Kensington de Christopher St. John Sprigg

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    Un pequeno hotel residencial en el centro de Londres, un siniestro matrimonio propietario, un conjunto de excentricos huespedes, un concienzudo inspector de Scotland Yard, un periodista de sociedad joven y curioso… y una inquietante desaparicion.

  • Hija de revolucionarios de Laurence Debray

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    Laurence Debray es hija del filosofo Regis Debray y la historiadora Elizabeth Burgos. Sus padres provenian de familias acomodadas y tradicionales -la de el parisina, la de ella venezolana-, y ambos abrazaron la causa revolucionaria de Fidel Castro y el Che. En 1967 Regis Debray se unio a la guerrilla del Che en Bolivia como agente de enlace, fue detenido y poco despues cayo el lider.

  • La fragancia de lo infinito de Rosa Alcantara Menendez

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    ?Hay algo mas irresistible que el amor?

  • Vino para principiantes de Juan Carlos Ortega

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    Mi estilo de ensenanza para el aprendizaje y disfrute del vino se puede resumir en la frase “Romanticismo si, Esnobismo no”. Con ella quiero decir, que me encanta toda la parte pasional que envuelve el vino y que le da ese aire, a veces misterioso, que invita a adentrarse en este mundo de conocimiento y placer.
    Aplico un enfoque sencillo y practico de ilustracion, que lo llevara de la mano, paso a paso, por el extenso mundo del vino.
    Dejo de lado el enfasis que le dan algunos eruditos, el cual convierte al vino en un campo de especialistas que solo puede ser disfrutado por personas con un nivel elevado de conocimiento. Respeto su posicion, mas no la comparto.
    “Todo influye y nada es determinante”, con esta frase de mi propia cosecha, quiero expresar que todos podemos disfrutar del vino desde que nos iniciamos en el, independientemente del nivel de conocimientos que tengamos.

  • Promesas incumplidas de Javier Moscoso

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    Promesas incumplidas es una historia sobre la ambicion, ligada a la promesa igualitaria y al desengano que marco el Romanticismo. De la mano de Javier Moscoso, uno de los mejores ensayistas espanoles contemporaneos.

  • Un Mal Nombre (Dos amigas 2) de Elena Ferrante

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  • La paciente del sotano de Gianni M. Fori

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    Se notaba algo ronco tras despertar, temblaba y tosia cuando se ponia en marcha, se notaba frio y rigido aquella manana. Sin embargo, era el amor de mi madre y aun se negaba a abandonarlo; para ser sincero, en parte gracias a el logre terminar mi carrera y ahora me llevaba a mi primera practica laboral. Siempre fue asi, con ese pequeno y viejo Fiat 127 beige que alguna vez le regalo mi padre y estaba a muy pocos kilometros de pasar a mis manos. Encendi el estereo con rapidez como si se tratara de la ausente calefaccion, el primer articulo que le colocaba, indispensable y la forma en que marcaba territorio frente a mi hermano menor. Corrobore con el reloj pulsera la hora de mi partida, coloque la primera marcha y deje que los neumaticos se deslizaran suave sobre el asfalto helado que se extendia frente a nosotros. Montaba entre el intermitente trafico de la autopista interestatal en una extensa curva elevada mientras nos sacaba de mi ciudad natal, y cual riel me llevaba sin escalas a la vecina urbe, la vieja ciudad de Edam. Se notaba a simple vista que esta era algo mas extensa, ruidosa y acelerada, mi vision se debia explayar a la lejania para suponer sus limites entre humedos edificios pintorescos y los modernos rascacielos que competian por resaltar sobre el horizonte. Coloque la luz de giro y alinee el automovil con el carril derecho en busca de la siguiente salida, volvi a chequear el kilometraje, en efecto habia recorrido los veinte kilometros que debia segun la aplicacion en mi telefono movil; si iba a usar mas aquel vehiculo necesitaria un GPS ya que nunca tuve un buen sentido de la ubicacion. Mis dedos tamborileaban la madera del timon siguiendo un ritmo silencioso y aleatorio, de alguna manera me sentia entre extrano y ansioso con lo que iba a emprender en aquel lugar, sensaciones asi de contradictorias inundaban mi mente en tanto disminuia la distancia con mi destino y repasaba el plan una vez mas. Apague el motor luego de trepar la calle y estacionar, me asegure doblemente de haber colocado el freno de mano y me desplome sobre la butaca para luego soltar un suspiro nervioso, como si hubiese podido desprender con el pensamientos negativos o pesimistas. Volvi hacia mi derecha y por fin contemple el sitio que me aguardaba pacientemente. Tenebroso no lo definia con exactitud, como el imaginario popular del estado comentaba, si bien rezaba ser un viejo e imponente hospital blanquecino y sin gracia de fines de los sesentas, no se apreciaba como me lo habian relatado, aunque algo indescifrable tenia de anomalo. De seguro mis nervios intentaban hacerme pasar un mal rato, y es que tampoco era para menos, pues la fama del director era bien conocida en el ambiente al que recientemente me incorporaba, casi rozando la leyenda urbana y naturalmente se contagiaba al resto de su institucion. Empuje la puerta y otra vez me asegure doblemente de haberla cerrado correctamente, maldita mania, pero tampoco queria regresar mas tarde para corroborar que al viejo Fiat no le faltase nada. De pronto, una ventisca rozo mi espalda como el ligero toque gelido de alguien llamandote, erizando la piel y haciendo que vuelva a ver aquel edificio. Sonrei pensando en la bienvenida que me daba el Hospital Mental Saint Gabriel. Usar bata blanca no era precisamente algo que me pusiera euforico o el cumplimiento de un deseo magico, a diferencia de algunos companeros de universidad quienes sonaban desde su pubertad para vestirlo. Resultaba incomodo y para ser franco sentia me aportaba poco como profesional, para mi no pasaba de ser un mero uniforme al cual no le encontraba sentido usar sin saber todavia si me aceptaria el director. Pero un fugaz razonamiento me hizo percatar seria la manera mas rapida para diferenciar a los pacientes del resto del personal, de otra manera siendo nuevo podrian confundirme con uno de ellos e internarme. Una fantasia paranoica cruzaba mi mente, la de una situacion cliche de pelicula, donde amarrado con una camisa de fuerza gritaba que no estaba loco mientras guardias me arrastraban por la fuerza a la sala de lobotomia. Estaba bien, me habia dejado llevar y eso estaba bien, mi mente debia estar aceitada para lograr lo que fui a buscar, quiza algo poco etico, pero sin duda funcionaria. Caminando por los amplios pasillos rogaba que ese viejo hospital no me defraudara y debiera posponer mi proyecto. * * --Clerici Andre --llamaron desde el despacho con el tono de un verdugo aguardando por su victima. Me levante de una de las seis sillas que se disponian a lo largo del pasillo, me notaba algo nervioso, aunque me sentia mucho mas ansioso por conocer al protagonista de tantas historias y mitos. El despacho parecia una consulta mas y probablemente lo fue en alguna epoca arcaica. Decenas de cuadros tapando las paredes empapeladas quintuplicaban mis certificados y diplomas, el viejo escritorio despedia olor a madera caoba mientras sostenia mucho papeleo tras un cartel que titulaba el cargo de Director. --Si, doctor Faraday --salude y me respondio extendiendo su brazo invitandome a tomar asiento, en tanto un leve giro hizo rechinar su oxidado sillon cafe. En ningun momento el habia quitado la vista a mis papeles. Me sente en uno de los dos sillones que lo enfrentaban, el izquierdo, casi me veia devorado de lo mullido que era, tuve que acomodarme de nuevo y evitar recargarme sobre su respaldo para no parecer un perezoso. Bajo levemente los papeles y me observo por sobre ellos adoptando una postura tensa, esta vez me escrutaba con su vista fria y desdenosa tras esos lentes redondos de marcos metalizados. Lo entendia de sobra, estaba a muchos doctorados de el, pero alli me encontraba solicitando el puesto vacante que me recomendo la Universidad Estatal de Edam. Descanso sus codos en el escritorio y enlazando sus manos apoyo su menton. El incomodo momento se me hacia interminable, me empezaba a exprimir sudor con solo clavar su mirada severa tras la nube de silencio que nos cubria. Afortunadamente me advirtieron de lo particular que podria llegar a ser el director Christopher Faraday, mas alla de sus canas engominadas hacia atras, sus visibles sesenta anos o sus accesorios sacados de una tienda de antiguedades, ?quien usa bronce en estos dias? Durante mis estudios escuche toda clase de leyendas girando en torno a el y a este hospital mental, algunas muy escalofriantes y anti-eticas, otras cargadas de inusual valor cientifico y moral, y otras rozaban una suerte de pacto con el mismisimo Satanas. Sin embrago, nunca fui una persona que se pudiese doblegar con facilidad y, al parecer, el tambien lo comprobo. --?Pero quien se cree usted para trabajar aqui si apenas se recibio de psicologo? --empezo a decir altanero, lanzando mi expediente sobre el escritorio --No tiene idea de nada aun. --Pues, si bien soy consciente de no tener gran experiencia en el area, me atrevo a solicitar el honor de hacerlo para aprender de esta honorable institucion --conteste sin ocultar sarcasmo, casi como si hubiese ensayado la respuesta frente a un espejo. De psicologo a psiquiatra no habia mucho que ocultar, mas que sentirme como David y Goliat me imaginaba como la piedra arrojada. El director hizo una mueca que se asemejaba a una sonrisa retorcida, como si mi respuesta le divirtiera, sus dedos comenzaron a bailar sobre el escritorio y su postura de pronto se relajo. --Estas muy equivocado si crees que este es un sitio para que un novato como tu venga a experimentar. Aqui las vidas de nuestros pacientes estan en manos de verdaderos profesionales. De pronto me veia cuestionandome: ?Por que estaba perdiendo mi tiempo en este lugar y con el? Y mas cuando la recomendacion universitaria me abriria infinidad de puertas. Pero inmediatamente volvio a mi una mejor respuesta. --Como acaba de senalar, creo que tengo mucho por crecer y no creo estar equivocado de lugar al pensar en este hospital como el mejor para hacerlo. Seria mas que un honor ser considerado para el puesto.

  • Memoria por correspondencia de Emma Reyes

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    En 1969, Emma Reyes envio a un amigo historiador la primera de las 23 cartas en las que le revelaba como habia transcurrido su infancia. Durante mas de tres anos su amigo recibio la correspondencia, leyo los dolorosos recuerdos de la artista y llego a un acuerdo tacito de confidencialidad que solo rompio cuando decidio mostrarle los textos a Gabriel Garcia Marquez, quien animo a Reyes a seguir escribiendo. La correspondencia se mantendria hasta 1997 cuando se escribio la ultima carta del libro. Con una escritura que brilla por su honestidad y por su distanciamiento de lo pretencioso, Reyes describe las adversidades que vivio durante su infancia en Colombia a comienzos del siglo xx, la mayor parte de la cual transcurrio en un convento. Relata sin autocompasion, con inteligencia de adulta pero con ojos de nina, y logra transmitir al lector las mismas sensaciones que ella sintio. Publicado por primera vez en Colombia en 2012 se convirtio en uno de los libros del ano en ese pais, y desde entonces sigue emocionando a cuantos se acercan a el.

  • Abre Tus Alas de Maricela Gutierrez

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    ?Puede tu vida cambiar de la noche a la manana?, ?puedes volver a empezar y hacer de cuenta que la oscuridad nunca existio? Esas son las preguntas que se hace a diario Marian Taylor, una mujer que tiene que aprender a salir adelante y huyendo de su pasado emprende una aventura que la llevara al otro lado del mundo en busca de un mejor futuro para su pequena hija, sin imaginar que el destino tiene grandes sorpresas preparadas para ella.

  • Secreto inconfesable (Pecado 1) de J. Kenner

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  • Mala gente que camina de Benjamin Prado

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  • Si me lo pide el corazon (Minstrel Valley 1) de Bethany Bells

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    !Bienvenidos a Minstrel Valley!

  • Te encontrare de Raquel Antunez

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    Alexia es jueza de lo penal y cuando culmina el caso criminal mas importante de toda su carrera, sabe que debe replantearse toda su vida. La separacion de su marido no sera facil, asi que decide liarse la manta a la cabeza y marcharse al pueblo donde se crio, en Costamata de Gradec. Pero alli, lejos de paz y tranquilidad, le espera un duro golpe. De forma inesperada, Irache, su ahijada, desaparece sin dejar rastro.
    En la investigacion Alexia se ve envuelta en una voragine de sucesos. Por suerte, se reencuentra con Samuel, un viejo amigo que calara hondo en su corazon y sera su apoyo en este caso.
    Entre las paginas de Te encontrare se esconde el amor en todos sus estados: puro, enfermizo, eterno, platonico, imposible, robado, desgarrador, que nace, que muere. ?te atreves a encontrarlo?

  • Aunque suene con tu nombre de Natalia Sanchez Diana

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    Unas reliquias, un libro publicado en la epoca victoriana, un hombre misterioso y mucho deseo en esta nueva novela para amantes de las flores y del romance.

  • El tatuador de Auschwitz de Heather Morris

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    Basada en la gran historia real de Lale y Gita Sokolov, dos judios eslovacos que consiguieron, contra todo pronostico, sobrevivir al Holocausto.
    Para Lale, los dias transcurren entre el horror y su trabajo como tatuador de prisioneros. Entre estos prisioneros se encuentra Gita, una joven de la que queda enamorado. En ese momento, la vida de Lale cobrara un nuevo sentido y hara todon lo posible para que Gita y el resto de prisioneros sobrevivan.
    Despues de la guerra, deciden mudarse a Australia para poder comenzar de nuevo. Tras la muerte de Gita, Lale siente el peso de su pasado y la irremediable necesidad de contarlo.
    Esta es su historia.

  • Pasion a ciegas de Suzanne Brockmann

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    Cuando el amor llega es muy dificil escapar de el.

  • Tu, mi deuda pendiente de Scarlett O'connor

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    !Scarlett lo ha hecho de nuevo! <> es una novela llena de sensualidad y erotismo que te volvera a hacer creer en el amor.
    -Melanie Rogers

  • La leyenda del guerrero de Emma G. Fraser

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    Amy Campbell, una joven que acaba de perder su trabajo y su novio, decide embarcarse en un viaje a Escocia para conocer a su familia paterna y la historia de su clan junto a una amiga, Bonnie. Tras ver una representacion del final de la guerra entre los Campbell y MacDonald, las jovenes deciden visitar las ruinas del castillo MacDonald, pero un fuerte tornado las sorprende, llevandolas al ano 1615, en medio de la guerra de los clanes.
    Iain MacDonald, tras heredar el titulo de laird de su clan, rechaza la oferta de matrimonio de Reid Campbell con su hija, por lo que este le vuelve a declarar la guerra. Tras numerosas muertes de inocentes, Iain jura vengarse de todos los Campbell, incluidas las mujeres de ese clan. Pero cuando Amy se cruza en su camino, su valentia y belleza lo atraen de tal manera que no podra dejarla escapar facilmente.
    Pero cuando los Campbell los atacan, Amy tendra que hacer frente a su destino para cambiar el curso de la historia.

  • Gente Toxica de Bernardo Stamateas

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  • Contra las estrellas, Claudia Gray de Claudia Gray

    https://gigalibros.com/contra-las-estrellas-claudia-gray.html

    Una batalla intergalactica. Una alianza forzosa. Una pasion imposible.
    ?Suenan los androides con amores electronicos?

  • Mi rompecabezas de Rosa Cortes

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    Clara seguia buscando el verdadero amor, su peor pesadilla era quedarse soltera y por eso tiene una relacion que no le aporta lo que ella necesita. Su marido es un maltratador.
    Pablo es su mejor amigo y quien la ayuda a seguir adelante, secretamente esta enamorado de ella. La relacion con el prospera como el desea, pero entre las sombras. Todo tiene que ser asi hasta que Clara decida que hacer con su vida y con su matrimonio.

  • Mama no me deja contarlo de Cathy Glass

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    Cuando Reece, un nino de siete anos, llega a casa de Cathy en regimen de acogida, ya ha pasado por otras cuatro familias. Ha sido expulsado de varios colegios por su comportamiento agresivo y alborotador.

  • Mi hermana, asesina en serie de Oyinkan Braithwaite

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    Apuesto a que no sabiais que la lejia enmascara el olor a sangre. La mayoria de gente la utiliza indistintamente y da por hecho que es un producto que sirve para todo. No se molestan en leer la composicion en la etiqueta, ni en volver a echar un vistazo a la superficie que acaban de limpiar. La lejia desinfecta, pero para eliminar residuos no es ninguna maravilla. Por eso no la uso hasta haber eliminado cualquier rastro de vida y de muerte del cuarto de bano. Es evidente que lo han reformado hace poco. Tiene ese aspecto de no haberse utilizado nunca, sobre todo despues de haberme pasado casi tres horas limpiandolo. Lo mas complicado ha sido llegar a la sangre que se habia filtrado entre el plato de ducha y la junta, un sitio facil de descuidar. No hay nada sobre ninguna superficie: el gel, el cepillo de dientes y la pasta dentifrica estan guardados en el armario que hay sobre el lavabo. Luego esta la alfombra de ducha: una cara negra sonriente dentro de un rectangulo amarillo en una habitacion por lo demas blanca. Ayoola esta sentada sobre el asiento del inodoro, con los pies arriba, abrazandose las rodillas. Se le ha secado la sangre del vestido y no hay riesgo de que gotee sobre el suelo blanco y, ahora, brillante. Lleva las rastas recogidas en un mono para que no rocen el suelo y no deja de mirarme con sus grandes ojos marrones. Le da miedo que este enfadada, que cuando termine lo que estoy haciendo le eche un sermon. Yo no estoy enfadada. En todo caso, estoy cansada. Me cae el sudor de la frente al suelo y lo limpio con la esponja azul. Cuando me ha llamado estaba a punto de cenar. Habia dejado todo preparado en la bandeja: el tenedor a la izquierda del plato, el cuchillo a su derecha. Habia doblado una servilleta en forma de corona y la habia colocado en el centro. Habia pausado la pelicula en los creditos iniciales y el temporizador del horno acababa de sonar cuando mi telefono ha empezado a vibrar violentamente sobre la mesa. Cuando llegue a casa, la cena ya estara fria. Me levanto y aclaro los guantes en el lavabo, pero no me los quito. Ayoola mira mi reflejo en el espejo. --Tenemos que mover el cuerpo --le digo. --?Estas enfadada conmigo? Quiza una persona normal lo estaria, pero ahora lo que siento es la urgente necesidad de deshacerme del cuerpo. Cuando he llegado, lo hemos transportado hasta el maletero de mi coche para poder limpiar y fregar sin tener que estar soportando su fria mirada. --Coge tu bolso --respondo. Volvemos al coche y el sigue en el maletero, esperandonos. A estas horas de la noche, en el Puente Continental 3 apenas hay trafico y, como no hay farolas, esta muy oscuro, pero mas alla del puente se ven las luces de la ciudad. Lo llevamos al mismo sitio donde llevamos al ultimo: lo lanzamos y cae al agua. Por lo menos no estara solo. Se ha filtrado un poco de sangre en el revestimiento del maletero. Ayoola se ofrece a limpiarla, porque se siente culpable, pero yo le quito la mezcla de las manos. La he preparado yo misma con una cucharada de amoniaco y dos de agua. La echo sobre la mancha. No se si en Lagos tienen la tecnologia necesaria para llevar a cabo una investigacion rigurosa de una escena del crimen, pero Ayoola nunca podria limpiar de manera tan eficiente como yo. LA LIBRETA --?Quien era? --Femi. Estamos en mi habitacion y yo escribo el nombre. Ayoola esta sentada con las piernas cruzadas en mi sofa, descansando la cabeza sobre el respaldo del cojin. Mientras se banaba, he quemado el vestido que llevaba y ahora se ha puesto una camiseta rosada y huele a polvos de talco. --?Y su apellido? Ella arruga la frente, aprieta los labios y sacude la cabeza, como si intentara lograr que el apellido salte del fondo del cerebro hasta la parte frontal. No le sale y se encoge de hombros. Yo deberia haber cogido su cartera. Cierro la libreta. Es pequena, mas que la palma de mi mano. Una vez vi un video de TEDx en que un hombre afirmaba que le habia cambiado la vida el hecho de llevar una libreta encima y anotar en ella un momento feliz cada dia. Por eso la compre. En la primera pagina, escribi: <>. Desde entonces no he escrito practicamente nada en ella. --No es culpa mia, ?sabes? Pero yo no lo se. No se a que se refiere. ?A su incapacidad de recordar el apellido? ?O a su muerte? --Cuentame que paso. EL POEMA Femi le habia escrito un poema. (Ella recuerda el poema, pero no su apellido. ) Te reto a que encuentres un defecto en su belleza; o a dar a luz a una mujer capaz de estar a su lado sin palidecer. Se lo habia dado escrito en un trozo de papel dos veces doblado que recordaba a nuestra epoca en el instituto, cuando los adolescentes se pasaban notas de amor en la ultima fila del aula. Todo eso la habia conmovido (pero vamos, a Ayoola siempre le conmueve que alaben sus meritos), de modo que habia aceptado ser su novia. Cuando cumplieron un mes de relacion, ella lo apunalo en el bano de su piso. No era su intencion, por supuesto que no. El se habia enfadado y le gritaba en la cara con su aliento caliente que apestaba a cebolla. (Pero ?por que llevaba la navaja?) Era por proteccion. Con los hombres nunca se sabia, querian lo que querian cuando lo querian. Ella no pretendia matarlo, solo ahuyentarlo, pero a el no le habia asustado su arma. Media mas de metro ochenta y ella le pareceria una muneca, con su cuerpo pequeno, sus pestanas largas y sus carnosos labios rosados. (Descripcion de ella, no mia.) Lo mato con la primera punalada, directa al corazon. Pero despues le asesto dos mas para asegurarse. El cayo al suelo y ella solo oia su propia respiracion. CUERPO ?Este os lo sabeis? Entran dos chicas a una habitacion. La habitacion esta en un piso situado en una tercera planta. En la habitacion hay un cadaver de un hombre. ?Como llevan el cuerpo hasta la planta baja sin ser vistas? Primero, reunen el material. --?Cuantas sabanas necesitamos? --?Cuantas tiene? Ayoola salio corriendo del bano y volvio armada con la informacion de que habia cinco sabanas en el armario de la colada. Yo me mordi el labio. Necesitabamos muchas, pero me daba miedo que su familia sospechara si la unica sabana que quedaba era la que tenia puesta en la cama. Para el hombre promedio eso no hubiera sido nada peculiar, pero este era meticuloso. En la estanteria los libros estaban ordenados alfabeticamente por autor. En el bano tenia la gama completa de productos de limpieza; hasta compraba el mismo desinfectante que yo. Y la cocina estaba reluciente. Ayoola parecia estar fuera de lugar, como una plaga en una existencia por lo demas pura. --Trae tres. Segundo, limpian la sangre. Absorbi la sangre con una toalla y la escurri en el lavabo. Repeti la operacion hasta que el suelo quedo seco. Ayoola rondaba por alli, se apoyaba en un pie y luego en el otro. Yo ignore su impaciencia. Se tarda mucho mas en deshacerse de un cuerpo que de un alma, sobre todo si no quieres que quede ningun rastro de juego sucio. Pero yo no dejaba de lanzar miradas al cadaver desplomado, apoyado contra la pared. No podria hacer un trabajo riguroso hasta que el cuerpo estuviese en otro sitio. Tercero, lo convierten en momia. Extendimos las sabanas en el suelo ya seco y ella enrollo el cuerpo. Yo no queria tocarlo. Distingui su torso esculpido por debajo de la camiseta blanca. Parecia un hombre capaz de sobrevivir a un par de heridas, pero lo mismo podia decirse de Aquiles o de Cesar. Era una pena pensar que tras la muerte, su espalda ancha y sus abdominales tonificados irian menguando hasta quedar reducidos a poco mas que hueso. Cuando llegue, le comprobe tres veces el pulso, y despues otras tres mas. Podria haber estado durmiendo, con aquel aspecto tan apacible. Tenia la cabeza hacia delante, la espalda curvada contra la pared y las piernas de lado. Ayoola empujaba el cuerpo hacia las sabanas con la lengua fuera. Se limpio el sudor de la frente y se mancho de sangre. Doblo un trozo de sabana y cubrio el cuerpo con ella, ocultandolo de la vista. Despues la ayude a hacerlo rodar y a envolverlo firmemente entre las sabanas. Nos pusimos de pie y lo miramos. --?Ahora que? --pregunto.

  • Lia, aqui y ahora de Edurne Cadelo

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    Lia siempre fue organizada y metodica, creyo que envejeceria al lado de Carlo, su unico amor; aunque se equivoco, porque su relacion termino despues de estar juntos durante dieciocho anos, y no de la mejor manera posible.
    Lia esta adaptandose a su nueva etapa, sola, disfrutando de la tranquilidad de Santander, su ciudad, cuidando de sus hijos e incluso un poco de ella misma; es entonces cuando Julia, su mejor amiga, le regala un viaje bastante surrealista a un resort del Caribe.
    Alli el destino, o una mano negra, pondra a Axel en su camino. Un chico mas joven, guapo y algo engreido, con el que lograra sentir de nuevo.
    A partir de ese instante, Lia entendera que los asuntos del corazon no atienden a la razon, al menos no siempre.

  • Cosas que pasan cuando te enamoras por internet de Belen Peralta

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    “Cosas que pasan cuando te enamoras” es una comedia romantica fresca y divertida, historias comicas sobre las citas a traves de internet y redes sociales. Una reflexion acida en uno de los mejores libros divertidos para adultos.