• libro la belleza del mal - Annie Ward

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    El thriller psicologico mas explosivo y vertiginoso desde La mujer de la ventana.

  • La belleza del mal : Annie Ward - Roca Libros

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    16 jul 2020 — La historia de amor entre Maddie e Ian comenzó en un encuentro casual durante una fiesta en el extranjero. Casi dos décadas después, casados y ...

  • LA BELLEZA DEL MAL | ANNIE WARD | Casa del Libro

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    El thriller psicológico más explosivo y vertiginoso desde La mujer de la ventana. ¿Una historia de amor perfecta? ¿O la historia de un crimen perfecto?

  • La belleza del mal (Thriller y suspense) Versión Kindle

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  • La belleza del mal (Thriller y suspense) Tapa blanda

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  • "La belleza del mal" - Annie Ward - Libros que hay que leer

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    18 jun 2020 — "La belleza del mal" - Annie Ward. Hoy os traigo la reseña de un libro que debería haberse publicado en abril y que, por lo que todos ...

  • LA BELLEZA DEL MAL - ANNE MARIE WARD - Agapea

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  • La belleza del mal - Annie Ward - Babelio

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    Críticas (3), citas extractos de La belleza del mal de Annie Ward. Pocas veces recomiendo un libro al principio de mi reseña. Estaba tan ...

  • La belleza del mal - Libro de Annie Ward - Lecturalia

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  • Reseña: La Belleza del Mal, de Annie Ward - Crónicas ...

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    16 jun 2020 — Pocas veces recomiendo un libro al principio de mi reseña. Estaba tan convencida que sería un thriller más de tantos que…, ¡qué malos son ...

  • Las paginas perdidas de Ugo Nasi

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    A Viola Borroni, una joven fiscal de la Fiscalia de Roma, le han encargado la investigacion sobre la extrana muerte de un hombre que ha sido encontrado con la punta de una flecha medieval en el corazon. Mientras tanto el padre de Viola desaparece. ?Los dos hechos estan conectados? A principios del siglo XX el prior del convento de Mondragone -el padre Giuseppe Strickland -vende a un comerciante polaco un manuscrito del siglo XI que contiene inscripciones desconocidas y enigmaticas representaciones de figuras femeninas, de plantas y de constelaciones. Antes de entregarlo quita, sin que el comprador lo sepa, las primeras catorce paginas y las esconde en su oficina. ?Cual es el contenido de aquellos folios y por que ocultarlos? Esas paginas perdidas se convierten en la obsesion de Adolfo Hitler que, durante la Segunda Guerra Mundial, organiza una comision de investigacion y de estudio para encontrarlas. Una historia llena de suspense, un ir y venir a traves del tiempo, donde se entrecruz…

  • Tu alteras mi mundo de

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  • La ultima vez que me dijiste adios de Ray Bolivar

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    En la esquina de Montera, antes de llegar a Gran Via, hay una puta que siempre me tira los tejos. Tiene los ojos grandes y es muy guapa. El pelo le cae rizado hasta la cintura y cuando mira lo hace con tanta intensidad que una se acojona. Me atrae el color de su piel y los labios, pero jamas me atreveria a besarla. La unica vez que bese a una mujer estaba demasiado borracha, demasiado cansada y demasiado perdida. Pienso mientras bebo un sorbo del delicioso Cafe Matte que sirven en el Starbuck de Sol. Todos los sabados vengo aqui y todos los sabados ocurre lo mismo. El chico de ojos claros sonrie y es amable. Su companera toma nota y cuando el pedido esta listo sonrien otra vez. Ni se sabe el dinero que he gastado en cafes y ni siquiera se su nombre. En cambio, el de la puta si lo se. Se llama Elena y es de Republica Dominicana. En cuanto me dijo el nombre pense en Elena de Troya. --Nina, oyeme, muchacha. --Apenas llevaba una semana en el despacho y tenia prisa. Cuando me di la vuelta casi chocamos. --Perdon. --Nada, no tiene importancia. --Usaba un perfume caro y zapatos de tacon, un lunes a las ocho treinta de la manana. Yo tambien usaba tacones, pero no escandalosos. --Me encantan tus ojos, que lo sepas. --Asi me dijo en medio del gentio, del frio y yo con la ansiedad en el medio del pecho porque el trabajo era nuevo nuevisimo y no queria llegar tarde asi que cuando dijo aquello fue como, !tragame tierra! La verdad, no sabia que hacer. No tenia ni la menor idea de como salir del paso. Recuerdo que baje la cabeza por la verguenza y ella aprovecho para acariciarme el rostro. --No tengas miedo, yo te voy a cuidar. --Me escabulli como pude, sofocada y con un palpito en el pecho que casi me mata. En la oficina ese dia las cosas no fueron bien. Mi jefe me miraba y me miraba como si no tuviera otra cosa que hacer. Entraba a mi despacho, hacia un par de llamadas y de nuevo venga a mirarme. Hasta que me lo dijo. --A ti te pasa algo. --?Que? --Fue lo unico que atine a responder. Con los nervios tire las hojas al suelo y un cenicero de porcelana de lo mas hortera que me jefe insistia en mantener sobre mi mesa por si me daba por fumar. De repente el chico de Starbuk me interrumpe y me quedo cortadisima. --Hola. --Me acomodo un mechon de pelos lo mejor que puedo. El chico sonrie y le devuelvo la sonrisa. Senala hacia la ventana. Al principio no comprendo. --!Ah! Gracias. --Es Isabel. Me hace senas desde la calle. Salgo deprisa. Fuera hace frio. --Pero, ?que haces aqui? ?Por que no entras? --Me estampa dos besos euforicos. --!Lo consegui, lo consegui! --No entiendo una palabra. --!Nina! --Casi me sacude--. Juanjo, ayer nos liamos. --?Como? --Asi misma me quede yo. Hemos pasado la noche juntos. No te lo vas a creer. --Pone carita de mujer fatal--. Soy mala, tia, muy mala. Isabel es mi amiga del alma. Tiene dos crios y un perro hermoso. Me duele decirlo, pero la vida le va mejor que a mi. Liga mucho y es independiente. Todo esto desde que se separo de su marido. --Entonces, ?que vas a hacer? --Me voy, tia. --Solo pase a avisarte. --Pero ?no ibamos de tiendas? --Otro dia, cielo. Juanjo me esta esperando. --Me planta otra vez dos besos y me extiende un billete de veinte euros--. Tomate el cafe a mi salud y deseame suerte. --No hace falta que me invites. --!Que si!, mujer. Otro dia me lo devuelves. --Dice antes de cruzar la calle y perderse en direccion al metro. Un cuarto de hora mas tarde dudo entre Zara y Mango. Las dos tiendas estan atestadas de gente y no estoy de humor. En realidad solo deseaba conversar con Isabel y contarle un par de verdades. El telefono suena en ese momento. Es mi madre. No lo cojo. Regreso a casa sin prisa. A las 9: 30 abro la puerta. Un minuto despues llega Miguel. Lo primero que hace es servirse una copa de vino tinto. Estoy en la terraza contemplando las nubes. --Hola, cielo. --Me rodea la cintura con sus brazos. No contesto. --?Pasa algo? --Me volteo. --Anoche no viniste. --Ya, bueno. Los sabados quedo con los amigos. --Se da un trago. --Miguel, por favor. --Huele a perfume barato y a puta africana. No tengo nada en contra de los negros, pero su olor es inconfundible y llevo justo cuatro semanas, cuatro semanas oliendo el mismo olor en la ropa, en su cuerpo. Me mira a los ojos. --Eva, todo esta bien. Se que he estado distante estos meses. --Distante es cinco meses sin follar--. Se que a veces no estoy. --En realidad nunca esta. Entre pitos y flautas pasa mas tiempo, segun el con sus padres que en su casa, porque esta tambien es su casa, en la hipoteca a treinta anos dice, Miguel y Eva. Bebe vino otra vez, me acaricia la pierna. Odio cuando hace eso. Odio cuando dice que no pasa nada mientras el mundo se cae a pedazos. Asi llevamos seis meses, fingiendo que no pasa nada. Yo no se que pensar. Me gustaria que las cosas fueran igual que antes. Lo unico que hago es llorar por los rincones. Tal vez necesito ayuda o darle una patada en el culo, como dice Isabel. --Eva --repite--, no pasa nada. --Me deshago de su abrazo y entro en la casa. El me sigue y me toca el culo. Doy un respingo. --?Que haces? --Nada. --Sonrie burlon. --?Como que nada? --De nuevo se da un trago, pero esta vez es diferente. Lo se por el modo en que me mira. Deja la copa sobre la mesa y se dirige al cuarto. Tocan a la puerta. Es Angel, uno de los amiguitos de Miguel. Cuando me ve se queda extranado. <> El telefono suena otra vez, lo ignoro. --?No vas a entrar? --Claro, claro. --?Que tal la fiestecita? --Angel se lleva la mano a la nuca. Se que esta nervioso. Al final no tiene la culpa. Nunca, nadie tiene la culpa. La histerica soy yo, la loca soy yo. --?Que fiesta? La peste a alcohol casi me derriba. <> Voy al salon en busca de una cajetilla de cigarros. Necesito fumar o lanzarle un bolardo a alguien a la cabeza. --!Eva!, !Eva! --Grita Miguel desde la habitacion. Lo ignoro. Solo pienso en la cajetilla de cigarros. Deberia estar en algun lugar del salon. Entonces me doy cuenta de que Miguel esta parado en la puerta con una mochila en la mano. --?Donde estan los vaqueros nuevos? --No comprendo lo que esta pasando--. !Eva! --Sube el tono de voz. ?Donde estan los vaqueros? --Tocan a la puerta. Empiezo a ponerme nerviosa. --?Que vaqueros? --Miguel resopla. --Los nuevos, Eva, los nuevos. --De nuevo tocan a la puerta. Debe ser la vecina de al lado, le encanta tocar a la puerta cuando discutimos. --No lo se. --Miguel se impacienta. Angel le toca el brazo y le dice algo en voz baja que lo contiene. Regresa a la habitacion sin decir una palabra. Encuentro los cigarros en la cocina, escondidos en el ultimo cajon. Ahi los habia puesto tres anos atras, justo cuando conoci a Miguel. La cajetilla contiene un papel que desenrollo. Leo la primera linea y casi me echo a llorar. Dice lo siguiente: para la Eva del futuro. Si estas de los nervios hazme caso, deja el puto cigarro y cuida tu relacion. Estrujo el papel y lo dejo caer al suelo. Ese ha sido mi lema durante los ultimos tres anos, cuidar de la relacion, tragar y callar como si no hubiera un limite, como si la vida se tratara unica y exclusivamente del otro. No quiero llorar, me lo repito una y otra vez hasta que el portazo desencadena la rabia y el dolor. Lloro porque se que mi mundo, el maldito mundo que tarde tres anos en construir esta a punto de irse a la mierda. La habitacion esta hecha un asco. Miguel ha revuelto los cajones y el armario. Sobre la cama, encuentro su movil. No quiero hacerlo, pero me acerco. Dudo entre abrir el wasap o no. El mensaje en la pantalla tiene mala pinta, pero cuando lo abro es devastador. --?Asi es como te gustan? --En la foto, una morena ensena las tetas. Todavia sigo en shock cuando me percato de la presencia de Miguel. Esta en la puerta de la habitacion con el rostro desencajado. Ni siquiera soy capaz de hablar porque en mi interior tengo un incendio que ha empezado a devorarme. Me tiembla la mano y abro mucho los ojos cuando lo escucho hablar. --!Pero! ?Que cono haces? !Joder! --Me arrebata el movil de la mano y me lanzo sobre el. Capitulo 2 No se que dia es ni donde estoy. El techo esta pintado de blanco y a mi lado hay una persona. La cabeza me duele horrores. --!Eva, Eva! !Gracias a Dios, estas bien! --Intento hablar, sin embargo me doy cuenta de que es imposible. Solo de pensar en abrir la boca me recorre un corrientazo de dolor. Mama esta muy desmejorada. Las ojeras le llegan hasta las rodillas y parte del maquillaje se le ha corrido. Mi madre quiere hablar, pero no le salen las palabras. En vez de eso me abraza y llora. --!Hija!, !perdoname! !Pense que te perdia!, !de verdad! --Mis ojos deben reflejar sorpresa, ansiedad o espanto porque se apresura a explicarme--. Llevas tres dias inconsciente, Evita, !tres dias! --Se enjuga las lagrimas--. !Ahora, Miguel no se va a ir de rositas! !Va a pagar por esto, ya contrate un abogado! !Nadie le pega a mi hija!, !no senor! La cabeza me da vueltas. Me siento aturdida y desbordada. Afuera escucho gritos. No puede ser. <> La puerta se abre y empujan a alguien. Detras entra Miguel afeitado y lustroso, esta guapisimo. --!Evita! --Se arrodilla ante la cama--. !Mi amor! ?estas bien? --Me toma la mano, la aprieta, la besa--. Cielo, !menudo susto me has dado! Todo es tan subito que mi madre se ha quedado paralizada. Cuando reacciona, mi primo Jorge ya esta en pie. <> --!Pero!, ?como te atreves a empujarme? --Grita Jorge. Dos medicos entran en la habitacion y detras un policia. --!Senores!, !esto no puede ser! !Tienen que salir de la habitacion de inmediato! --Miguel esta frente a mi primo con los punos apretados. Cuando quiere es adorable, pero es un hombre con caracter y si quisiera, podria hacerle mucho dano a Jorge. Se pasa la mitad del tiempo entrenando en el gimnasio para estar en forma, aunque no tiene una gota de grasa. Jorge, por el contrario, es como una hoja debilucha arrastrada por el viento. --!Yo tengo derecho, es mi mujer! --Dice Miguel--. !Ni ella --senala a mi madre--, ni nadie puede quitarme ese derecho! !Yo la traje, esta viva por mi! --Lo unico que le falta es golpearse el pecho y orinar en derredor. Esta muy mono. --!Hijo de puta! --Grita mi madre y se abalanza sobre el. El policia la contiene. Yo no puedo mas de la ansiedad. Me retuerzo en la cama como una loca. El medico llama a una enfermera y se sienta mi lado. --Tranquila, Eva. Muy pronto vamos a solucionar esto. No te preocupes. --La enfermera inyecta una solucion en el suero y el panico se convierte en una sensacion placentera, en un deseo enorme de dormir. Capitulo 3 Cuatro semanas mas tarde me encuentro mas recuperada. Los medicos me han explicado que ademas de la fisura en la mandibula han debido tratarme la anemia. Abro los ojos cuando mencionan el tema de la anemia. Por suerte no era grave, pero tienen que estudiarlo. Miguel ha venido todos los dias a verme por la manana y por la tarde. Una vez se presento con flores y casi me muero de la alegria. Se pasa de carinoso y yo me derrito en cuanto lo veo. Es tan varonil que he estado a punto de saltarle encima un par de veces y desnudarlo, pero me contengo, una tiene orgullo y dignidad. No se lo que ha hecho para no coincidir con mi madre. De alguna forma lo han arreglado para evitar encuentros desagradables y lo agradezco. Ahora mismo lo que necesito es tranquilidad. Mi madre insiste en seguir adelante con la denuncia. Miguel no ha mencionado el tema ni una vez, pero se su opinion. En el reporte medico dice que me rompi la mandibula contra una superficie solida e irregular, debido a un resbalon. Mama lo ha repetido una y otra vez desde el primer dia. No se cree una mierda. La vispera del alta recibo la visita inesperada del medico. Es un hombre alto y amable, debe rondar los sesenta anos.

  • Mi error fue ser solo tu mejor amiga. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Una boda por sorpresa de Dylan Martins

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    Tras una duradera y fuerte amistad entre Iker y Sheila, esta le pide el mayor favor de su vida.
    Iker no puede creer lo que Sheila llega a pedirle, pero por la amistad que los une, acepta.
    La locura que llevan a cabo hara que su relacion cambie por completo, arrastrandolos a un nuevo nivel donde nunca pensaron verse juntos.
    El fuerte caracter de ella y la tranquilidad de el seran el detonante de situaciones que los pondran al limite.
    Despues de esa peticion, ?lograran resolver todo lo que parece separarlos para siempre?

  • El dios asesinado en el servicio de caballeros de Sergio S. Moran

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    Veronica, alias Parabellum, es detective paranormal y debe enfrentarse a todo tipo de criaturas en su trabajo. Pero detener una guerra entre dioses griegos y nordicos puede ser demasiado incluso para ella.

  • La isla de las ultimas voces de Mikel Santiago

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  • Verano magico de Laura Keller

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    ?Como olvidar aquel atardecer en que Miki se declaro ante mi asombro, para luego regalarme mi primer beso de amor? Comenzaba a despertar el mes de agosto, curioso, porque en ese momento un sol perezoso se marchaba a dormir en el horizonte sobre el mar, nuestro mar. Marta y Elena fueron testigos de excepcion de momentos magicos como no podria sonar hoy. Si es que aquello no fue realmente un sueno, tampoco me extranaria. Ni me importaria. Y no hablo solo de esa magia que produce el amor cuando llega como una fuerte ola para derribarnos en la orilla, sino tambien la que no pude evitar usar para divertirme, algunas veces, o dar rienda suelta a mi temperamento y deseo de justicia en otras. El Portil siempre sera un lugar magico en mi corazon, el escenario en el que los suenos se hicieron realidad, asi como otros lugares que llegaran con el tiempo, pero que nunca tendran el impacto que suelen tener los primeros deseos, las primeras experiencias de chica adulta, o casi adulta. Claro que solo podria asociar una palabra a ese verano y ese pueblo: Elena. En una ocasion le pregunte a mi madre de que estan fabricados los suenos, ella me aseguro que de buenas intenciones y conciencias tranquilas cuando se trata de suenos felices. Aquello me marco durante mucho tiempo, asi que estuve teniendo buenos pensamientos y deseos para todos mis conocidos antes de dormir. He pasado toda la vida procurando no dejar dormir a la nina que llevo dentro, asi que hoy, despues de tantos anos, quiero desearte lo mejor antes de sumergirme en otra maravillosa historia nacida de mis recuerdos. ?Me acompanas? Capitulo 1 Viviendo deprisa Vuelve a pulsar el boton para iluminar el reloj despertador, lo hace mas como gesto nervioso, espontaneo, que por interes en saber la hora. Ya poco importa. Son casi las cuatro y media de la madrugada. Aun permanece sentado en la cama, con la espalda apoyada en la pared y abrazado a sus rodillas; asi se sento al entrar en su dormitorio a las once y asi seguira hasta que desfallezca. Hasta el fin de los dias. ?Dormir? ?Quien podria dormir cuando los recuerdos cercanos estan golpeandolo por dentro? Con sana, sin piedad. El llanto habia cesado pasadas las tres de la madrugada, ya no tenia mas lagrimas y tanto la garganta como el pecho le dolian como jamas antes. El recuerdo de lo sucedido duraria mas, mucho mas, quizas toda su vida, mas incluso que las imagenes grabadas de tantas sonrisas y miradas complices que seguro no volveran a producirse nunca mas. El motor que lo hacia flotar sobre las olas hasta el dia anterior se habia quedado sin gasolina. Eso, al menos, es lo que diria su padre, que ama mas a su lancha motora que a su propia familia. Ella... ella ya no volvera a ser la misma, y el mucho menos. Todo ha terminado, el sueno se desvanecio tan rapido como llegaron los golpes, gritos e insultos de ese imbecil. El reloj despertador marca las cinco menos cuarto y vuelve a brotar el llanto, aunque no siente lagrimas recorrer sus mejillas como antes. Ojos achinados al sonreir, una boca fina pero rosada dibuja una curva perfecta sobre una pequena cara de porcelana, seguro que tan suave como los petalos de una rosa. Nunca mas. Nunca volvera a ver esa sonrisa, al menos con los ojos de antes. Aprieta con fuerza sus piernas, siente que el volcan de emociones estallara de un momento a otro. De nuevo. No quiere que sus padres lo oigan llorar. Aprieta los dientes hasta pensar que se le partiran. Le duelen los golpes recibidos, pero es un dolor insignificante si lo compara con su orgullo, e inexistente al compararlo con lo que acaba de perder. Aunque ella nunca fue suya. Nunca. Unas horas despues, a solo unos edificios de distancia: Lo mejor de las vacaciones es que no hay despertador que arruine tus suenos, eso estoy pensando mientras estiro todo mi cuerpo sobre la cama, incluso creo haber oido un crujido en una rodilla o la espalda. Bueno, no tener que arroparme tiene tambien su punto interesante, aunque a mis amigas les gusta mas hacerse el gusano de seda bajo las mantas que sudar en verano sobre la sabana. !Mis amigas, ya lo olvidaba, habiamos quedado para dar un paseo esta manana! Mi hermana Noelia ya no esta en su cama, asi que enciendo la radio y subo el volumen a la mitad, la voz de Alejandro Sanz con Los dos cogidos de la mano me acompana mientras voy al cuarto de bano: <>. Y aun sigue cuando regreso para elegir una falda corta azul y una camiseta de tirantes blanca. !Por Dios, que blanca estoy! Espero que eso cambie pronto al recordar los planes para ir a la playa. Termino de vestirme con unas Adidas blancas, tarareando sin exito una cancion de Michael Jackson que no conozco, y apago la radio antes de ir a la cocina; alli conversan mi madre y Noelia. --?Ya te has vestido? ?Vas a algun sitio? --pregunta mama. --A dar un paseo, he quedado con mis amigas. ?Quieres que haga algun recado? --Si, acuerdate de traer el pan a la vuelta, toma dinero. Saco una galleta de fibra del paquete y la mojo en la leche mientras mi madre busca dinero en su bolso, guardado como siempre en el segundo cajon bajo la vitroceramica. Aprovecho para preguntar a Noelia. --?Haces algo hoy? --Nada, estudiar Matematicas para recuperar en septiembre. --Si quieres, puedes venirte conmigo. --Mejor otro dia. --Vale. Tomo una servilleta de papel y escupo el trozo de galleta que he mordido. !Que asco! Es como carton mojado en leche. --!Nina, esas galletas son muy caras! --Pues estan asquerosas. --Pero cuestan tanto porque adelgazan. --?Y no sera mejor no comer nada? Mi madre y Noelia me miran en silencio, ?quien podria rebatir mi brillante comentario? Busco una magdalena, pero ya han guardado la bolsa tras cerrarla con una pinza de la ropa para que no se pongan duras, he llegado tarde. A ver si mis amigas traen algun dulce o helado y puedo robarles un par de mordiscos. Me bebo la leche de dos sorbos y salgo corriendo. --!Me voy, que llego tarde, luego traigo el pan! --!Antes de las dos y media! !Laura, los dientes, no te los has lavado! Es verdad, pero no tengo tiempo. ?Que digo? Tengo todo el del mundo. Es asombroso como se me olvida que puedo detener el tiempo a mi antojo. Meses atras, cuando descubri lo que pasaba pero no era capaz de controlarlo, tuve tanto miedo a que fuera producto de mi imaginacion o que se tratase de un tumor, que me someti a varias pruebas medicas en la cabeza. Ahora es una gozada poder usarlo para hacer el bien. !Me siento como una superheroina al pensarlo! Una magdalena esponjosa y deliciosa entre los dientes, luego me lavo los dientes con calma, me cepillo un poco mas el pelo, para que quede impecable, y me marcho tras hacer regresar todo a la normalidad. Hemos quedado en la plaza, en uno de los bancos en que solemos sentarnos por las tardes; ahora que no hay nadie por la zona, podriamos probar a sentarnos en el templete, la zona de los mayores, pero ninguna se atreve a proponerlo. ?Que pasaria si lo hiciesemos? Supongo que nada, pero nunca se sabe. --Bueno, ?que vamos a hacer este verano? --pregunta Inma. Lleva su acne y malhumor caracteristicos de cuando le viene la regla. --Ya lo hemos dicho estos dias, vamos a veranear Laura y yo en El Portil y vosotras dos en Punta Umbria --responde Marta tras elegir sitio en el banco. --?No vamos a quedar en agosto? ?Tampoco vamos a salir estos dias? --pregunta Patri. --Pero si hemos hablado ya de eso, iremos a la playa en autocar dentro de tres dias. --Ya lo habia olvidado. ?Lo de la discoteca sigue en pie? --De eso no te olvidas nunca. Todas nos reimos, sabemos lo que le gusta salir de noche, los chicos y las discotecas a Patri. Han pasado solo diez minutos y la plaza comienza a llenarse de ninos jugando, alguna pandilla como la nuestra en otro banco y vecinos que la cruzan para ir al mercado del barrio de enfrente. El templete sigue vacio, tal vez porque la gente guapa aun no se ha despertado. !Que envidia! Seguro que estuvieron ayer de fiesta hasta muy tarde. La conversacion deriva, como siempre, en la ropa que vamos a ponernos cuando vayamos a Rompeolas, la mejor discoteca del recinto ferial; luego llegan los chicos; por ultimo si decidimos beber alcohol o no. Decidimos que no, como siempre. Inma se enfada. Yo me marcho. --Lo siento, es tarde y tengo que comprar el pan. --Me despiden con una sonrisa y me encamino cuesta arriba hacia la avenida de las Fuerzas Armadas. Antes de llegar, a la altura del kiosco, una moto aparece de repente, casi atropellandome, y me da un susto de muerte. --!Idiota! --grito. --Esa boquita... Quedo muda y paralizada. Miki me observa desde una moto demasiado grande para su edad, diecisiete anos cumplidos en mayo, casi ayer. Chupa de cuero negra, sonrisa de suficiencia, mirada que te hace derretir al instante... No se puede pedir mas. --Me has asustado. --Lo siento, pecosa. ?Puedo compensarte llevandote? ?A donde vas? --Aqui al lado, no hace falta. ?Y esta moto? --Un regalo de mis padres por las buenas notas, ?te gusta? --Si, es bonita. --No logro ver la marca, pero es negra y cromada. --?Seguro que no quieres dar una vuelta? --Es que... voy a comprar el pan. --No se por que, pero me da mucha verguenza decirlo--. Es ahi al lado y tengo que regresar ya. --Puedo venir a buscarte esta tarde. ?En serio? ?Acaba de decirme que vendra a buscarme? No puedo creermelo. ?Es esto una cita? ?Que pierdo por probar y decir que si? --?A las cinco? --pregunto con timidez, casi no puedo mirarle a los ojos. --No me hagas esperarte. Aqui mismo, ?vale? Asiento con la cabeza y observo como arranca la moto y se marcha despacio, casi torpe, como si aun no controlase bien el peso de la maquina. Antes de desaparecer, desvia la mirada un segundo hacia mi. Me tiemblan las piernas y necesito apoyarme en la pared. ?Que hago aqui? ?Que tenia que hacer? !Es verdad, comprar el pan! Bueno, esperare unos minutos mas para recrearme en lo que acaba de pasar. Pienso en llamar a Marta cuando llegue a casa, contarselo todo mientras gritamos como locas y escucho que todo es imposible o que lo he sonado, pero decido que no hay nada que contar, y que no deseo que se pueda estropear el sueno en el que ahora me veo nadando para llegar a la orilla de dulce fantasia en la que me espera Miki. La orilla que me permitira respirar su amor, su calido aliento, esa misma tarde.

  • El espejismo de Dios de Richard Dawkins

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    Desde su posicion de declarado ateismo, Dawkins disecciona en este libro la irracionalidad de la creencia en Dios y el dano que la religion, desde sus numerosas perspectivas, ha causado en la sociedad a traves de los siglos. Mediante un exhaustivo analisis de todos los argumentos que sustentan la religion, demuestra la improbabilidad de la existencia de un ser supremo y ofrece las multiples ventajas que, segun su criterio, ofrece el ateismo para el individuo y la sociedad.

  • La vida verdadera de Adeline Dieudonne

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    Una novela acida e intensa. El fenomeno literario de 2018 en Francia.

  • Conquistar el cielo de Paolo Giordano

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    Tras ganar en 2008 el afamado Premio Strega con La soledad de los numeros primos, una primera novela que se convirtio de inmediato en un fenomeno de ventas y critica en todo el mundo, Paolo Giordano vuelve a abordar en Conquistar el cielo los ideales de la juventud y las vicisitudes de la pasion a traves de la vida de cuatro jovenes a lo largo de veinte anos.

  • A un corazon del cielo de Diego Rivera

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    Si hay algo que aprendi, es que la vida puede cambiar de rumbo de un dia para el otro sin aviso, y que el destino, tal y como lo teniamos planeado, de pronto puede desaparecer. Fue al comienzo del verano que lo conoci a el, a Gerard, el chico que se convirtio en el hombre de mi vida sin esperarlo. Fuimos amigos al comienzo, pero con el pasar del tiempo nos fuimos enamorando profundamente y gracias a el, pude vivir la mejor epoca de mi vida luego de que los medicos me diagnosticaran una MCD (Miocardiopatia Dilatada) en el corazon, enfermedad que iria acabando conmigo en pocos meses a no ser que apareciera un donante compatible conmigo a tiempo.
    Angustia, miedo, risas, amigos, llanto, amor e incertidumbre, son algunas de las palabras que mas resaltaron aquel caluroso verano que marco mi vida para siempre.
    Mi nombre es Domiana Rey, y esta es mi historia.

  • Libre de Pecados de Kelly Dreams

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    Despues de casi un milenio pagando sus pecados, Gerion, uno de los soldados de elite del purgatorio, sabe que el pago total de su deuda esta cerca, todo lo que necesita es llevar a cabo esta ultima mision y rescatar a una mujer cuyo destino podria alterar el equilibro del cielo y el infierno.Para Shura, dejar atras una vida marcada por la perdida, las pesadillas y los enganos, es primordial, pero para hacerlo, tendra que escapar primero de la clinica en la que lleva dos anos recluida, una mision aparentemente imposible... hasta que aparecio el.Dos mundos en colision y un camino compartido llevaran a Gerion y Shura a poner a prueba sus almas y su capacidad de perdon.

  • Nadie esta seguro con un libro en las manos de Santiago Alba Rico

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    La experiencia de la lectura viene siempre determinada por dos coordenadas materiales. Una tiene que ver con el texto, que nos llega en diferido, en la distancia de un pasado que, cristalizado y conservado entre las tapas del libro, como en una lata de conservas, dejo de existir hace ya tiempo y nos alcanza por tanto amortiguado, despuntado y vencido: es lo que llamamos ‘ficcion’. La otra coordenada tiene que ver con el cuerpo del lector. La lectura reclama la postura sedente y condiciones mas o menos confortables para la concentracion. Ponerse a leer es, de alguna manera, aburguesarse. Se puede leer tambien, es verdad, en una trinchera o de pie en un vagon de metro, pero hasta tal punto el libro impone unas reglas ergonomicas de recepcion que, apenas abrimos sus paginas, incluso baqueteados en medio de una tormenta, la lectura nos protege tanto de las verdades que contiene el libro como del mundo en que lo leemos. Esta diferencia en el tiempo y esta comodidad en el espacio constituyen la fuente de todos los peligros asociados a la literatura: el de que nos tomemos demasiado en serio lo muy lejano, como don Quijote, y el de que, al reves, nos tomemos como imposible o increible lo mas cercano.

  • La luz tras la ventana de Lucinda Riley

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  • Timantti de Rebeca Stones

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  • Viernes (Atemporal 5) de E. L. Todd

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    Me ama.

  • El anillo del griego de Lynne Graham

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  • La fuerza y el viento de Oscar Lobato

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    Una apasionante novela de piratas del siglo XXI, capaces de robar a banqueros estafadores, nazis escondidos o capos de la droga.

  • Mas generoso que la soledad de Yiyun Li

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    Un profundo misterio yace en el corazon de esta magnifica novela de Yiyun Li, ‘una de las mejores novelistas jovenes de los Estados Unidos’ (Newsweek) y celebre autora de Las puertas del paraiso, ganadora del premio PEN / Hemingway. Ambientada entre los Estados Unidos de hoy y la China de la decada de 1990, Mas generoso que la soledad es la historia de dos mujeres y un hombre, cuyas vidas cambian por un asesinato que quiza uno de ellos cometio. Cuando Moran, Ruyu y Boyang eran adolescentes, se vieron involucrados en un misterioso ‘accidente’ en el que una amiga ingirio un veneno que la convirtio en un ser vegetativo hasta su muerte.

  • La travesia de las anguilas de Albert Llado

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    Cada ciudad tiene barrios olvidados. Tambien la Barcelona olimpica, a la hora de transformarse con el impulso de los Juegos, ignoro algunos de los suyos. La travesia de las anguilas retrata el despertar a la vida de un grupo de adolescentes a principios de los noventa, en uno de esos no lugares nacidos en el tardofranquismo, fruto de la falta de escrupulos de los especuladores inmobiliarios y la indiferencia de las autoridades. Eran barrios sin servicios y sin ley, donde para un adolescente la comprension del mundo se moldeaba a base de desahucios, redadas policiales, delincuentes de bajo vuelo, mujeres maltratadas y hombres que se autodestruian en los bares. Pero tambien ahi los adolescentes eran capaces de construir un universo con sentido, con sus propias reglas y su propio lenguaje, alzar amistades indestructibles, iniciarse en la lectura en la unica papeleria y elaborar una epica de la resistencia que no les abandonaria jamas. Albert Llado se plantea en este libro como podemos narrar e interpretar los margenes sin resignarnos a la marginalidad. Y logra hacer visible la humanidad que malvive en la realidad desconocida, aspera y nada fotogenica de esos barrios que mas que periferia son cuneta.

  • El silencio bajo el agua (Los Elementos 3) de Brittainy C. Cherry

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    “Siempre estare ahi para escuchar tu silencio.”

  • Los anos que amamos locamente de Rosa Villacastin

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    Una cronica imprescindible, atrevida y desvergonzada de la Transicion espanola.

  • Me perteneces de M. A. Petersen

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    Ryan Williams, el “chico estrella" de una importante firma legal, libre de ataduras, guapo, trabajador e inteligente, ha organizado bajo sus terminos cada proximo paso en su vida, partiendo por lo fundamental: gozar de su exito y dejarse querer. Sin embargo todas sus convicciones comienzan a temblar porque su nueva e irreverente secretaria, Elizabeth Miles, ha decidido sin pudor que va a seducirlo, a invertirle los papeles y a ponerlo a arder a su antojo, prometiendo llevarlo a limites insospechados de placer a cambio de una sola intransable condicion: ser su sumiso.
    ?Podra Ryan cederle el control a aquella inusual chica, rompiendo con sus prejuicios masculinos? ?Que tendra planeado Elizabeth para guiarlo hasta entregarse con absoluta y total devocion? Por que, si es lo que ambos desean, ?una relacion que se alimenta esencialmente del mas intenso placer parece no ser suficiente?
    Ven y averigualo...

  • Cuando sea manana de Adriana W Hernandez

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    Sus vidas iban a la perfeccion, rodeados de popularidad, fama, amor y riquezas. Hasta que una serie de eventos extranos los lleva a conocerse en las peores circunstancias. Ahora, deben luchar por sobrevivir e investigar la manera de salir de alli a salvo. Lo peor esta por venir cuando se enteren el por que se encuentran en ese lugar y se sepa toda la verdad. Cada segundo cuenta.
    El amor lo puede todo ?Podra ayudarlos a salir con vida a los dos? ?Quienes estan involucrados?

  • A traves de mi ventana de Ariana Godoy

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    !Llega por fin la novela juvenil que esta triunfando en Wattpad!

  • Gimpel, el tonto de Isaac Bashevis Singer

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    El primer libro de relatos de Isaac Bashevis Singer, Premio Nobel de Literatura.

  • Un caballero inconveniente de Catherine Brook

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    Inglaterra, 1830 Habian pasado cuatro anos desde que Edwin Allen habia asistido a una fiesta de esas. En general, las semanas campestres de lady Pembroke eran del agrado de toda la sociedad, y bastante anheladas por aquellos jovenes que ya se sentian preparados para entrar en el mundo tragico pero ineludible del matrimonio. El no estaba listo, y dudaba que algun caballero de veinticuatro anos recien salido de la universidad lo estuviese. A menos, claro, que fuese un hombre con un fuerte sentido de la responsabilidad y apego a lo tradicional, virtudes que nadie podria adjudicarle jamas. En realidad, era muy dificil que le adjudicaran alguna virtud. Edwin sonrio ante el pensamiento y tomo un sorbo de la copa, su unica compania en el solitario jardin. Para su gran fortuna, era el baile de inauguracion y todos estaban dentro festejando, por lo que era improbable que lo importunaran. No era que detestase las fiestas o a las personas, solo que el preferia entretenimientos mas interesantes. De preferencia, con mujeres menos recatadas que las alli presentes y caballeros tan bromistas como el. Todavia recordaba la discusion que tuvo con Julian al respecto. --Se que eres un adulto, pero el sentido comun me dicta que no es conveniente dejarte solo en casa --habia dicho su hermano Julian con tono inflexible despues de que Edwin rechazara rotundamente la idea de ir a la semana campestre de lady Pembroke. --Si ese es el unico inconveniente, me quedare en un hotel --habia respondido el, haciendo que en los rasgos de Julian apareciera esa mueca contrariada que tanto le divertia. --No, no es el unico. Estas en edad de empezar a introducirte en sociedad. La aristocracia sabe que te has graduado, les ha resultado toda una sorpresa porque todos juraban que te expulsarian. Han empezado a incluirte en las invitaciones. --Espero que no tengan la absurda idea de que me he reformado, porque de ser asi… --Edwin --habia interrumpido su hermano--, ya no eres un jovenzuelo. --Que haya pasado la etapa de bromas no me hace un caballero respetable. No tengo animos para tratar con gente estirada y damas que parpadean como si los ojos se le fueran a secar solo por no pestanear cada medio segundo. !Por Dios, Julian! Sabes que asistir a esa fiesta en particular es gritar que estas buscando esposa. Soy muy joven para eso. No pienso ir y es mi ultima palabra. Por supuesto, no habia contado con que el conde de Granard, que siempre habia sido mas bien benevolente con el y con su melliza Clarice, se pusiera inflexible en el tema. Habia pocas personas que pudieran obligar al famoso mellizo Allen a hacer algo que no deseaba, y Julian estaba en ese reducido grupo que solo conformaban el y Clarice. El primero porque habia sido lo mas cercano que tuvo a una figura paterna cuando quedaron huerfanos a los siete anos, y la segunda porque era su melliza, su otra mitad, y no habia nada que Edwin no hiciera por ella… aunque moriria antes de confesarselo. Asi pues, valiendose de ese respeto que Edwin le tenia, habia conseguido arrastrarlo hasta alli. Por fortuna, Edwin era el cuarto hijo de un conde y sus posibilidades de heredar un titulo eran casi nulas. De lo contrario, estaria rodeado de jovenes casaderas que lo asfixiarian con sus perfumes de rosas y lo marearian con tanto aleteo de pestanas. No tener una fortuna considerable y ser bastante joven tenia sus ventajas. Cuando todos comprendieran que no se habia regenerado --y el se encargaria de que quedase claro-- todo volveria a la normalidad. La aristocracia dejaria de enviarle invitaciones y darian un paso hacia atras cada vez que lo vieran entrar. Despues de todo, si algo inspiraban los mellizos Allen era cautela, y no era para menos. Todos sabian que fueron los mellizos quienes, a la tierna edad de ocho anos, liberaron a los perros de caza en el almuerzo de lady Milford, y ni que decir de cuando Edwin habia incendiado un salon en Eton --y por eso fue expulsado--. La sociedad estaba siendo demasiado idiota al pensar que un personaje como el se podia reformar. Sabia que algunas matronas estaban desesperadas por casar a sus hijas, pero no era necesario llegar a fantasias absurdas. -- Edwin --susurro una voz suave a sus espaldas. Edwin se tenso y se permitio hacer una mueca de repulsion antes de girarse con una sonrisa algo tensa. --Lady Lydia, que sorpresa. En realidad no lo era en lo absoluto. Sabia que la dama estaba alli: llevaba intentando evitarla toda la noche. Supuso que habia sido demasiado optimista de su parte pensar que podria huir de ella toda la semana. --No sabia que habias regresado. Me alegra mucho volver a verte --dijo con una sonrisa. Edwin admitia que tenia una sonrisa bonita. Lastima que fuera lo unico en su rostro. No habia cambiado en lo absoluto desde la ultima vez que la vio; si acaso se habia vuelto mas fea. Tenia una nariz gruesa, como la de las ilustraciones de las brujas en los cuentos; unos ojos muy grandes y un rostro demasiado redondo. Su cuerpo prometia ser un poco mas tolerable, pero era dificil de descifrar con tantas capas de tela encima. La sociedad no las apodaba a ella y a sus hermanas <> por nada. --Llegue hace poco. Por mas que la cortesia lo exigiera, Edwin no se atrevia a responder con un <>. No solo porque no se alegraba, que ya era una razon muy poderosa puesto que el no solia hacer uso de ese tipo de mentiras, sino porque solo agravaria el problema. Habia pensado que una separacion de cuatro anos lo solucionaria por si solo, pero cuando la joven habia intentado llamar su atencion esa noche supo que habia pecado de ingenuo. --Podrias haberme escrito. Edwin tuvo que contener una mueca. No, definitivamente el problema no se habia resuelto. Habia sido demasiado esperar considerando que era un Allen, un apellido maldito para la sociedad, ya que quienes los portaban vivian entre lios y escandalos. En el caso de los mellizos Allen, y de el en particular, los problemas no los encontraban, sino que ellos mismos, ansiosos de diversion, iban en busca de estos. Sin embargo, en ese caso particular, el problema si lo habia encontrado. !Y vaya problema! Todavia recordaba aquel dia con un escalofrio. Clarice y el estaban haciendo un favor que implicaba el allanamiento de habitaciones privadas durante una fiesta. A punto de ser descubiertos, Edwin habia salvado la situacion haciendose el perdido y pregonando que habia quedado con lord Sheritong para hablar de los terminos del cortejo de su hija. Que diablos iba a imaginar que lord Sheritong se enteraria. Asi fue como termino haciendole la corte a Lydia, que, por mas que el solia mostrarse desagradable, se aferraba a el como su tabla de salvacion. No era de extranar. Ella no tenia mas pretendientes y queria conservar al unico que tenia, asi fuera tolerando sus desplantes. A la larga, a Edwin le habia dado pena la joven y habia dejado de comportarse como un desalmado, pero no habia dudado en aprovechar su regreso a la universidad para poner fin a aquel cortejo tan espantoso. O al menos creyo haberle puesto fin. Aunque las pruebas apuntaran lo contrario, todavia queria creer que la joven se habia acercado a saludarlo solo por amabilidad. Si, eso es algo que ella haria. --Los chismes llegan mas rapido que una carta --apunto Edwin, fingiendo indiferencia--. Y hablando de chismes, no deberias estar aqui fuera mucho tiempo. No es bueno para tu reputacion. Lydia lo miro de una forma extrana, como si no lo comprendiera. --?Te sucede algo, Edwin? Te noto extrano. --Estoy bien. Pero deberiamos regresar… --Hizo ademan de marcharse. Si no se iba ella, tendria que hacerlo el. Una situacion asi era tentar demasiado al apellido Allen. --No entiendo la urgencia. Se que no es correcto, pero ya que nos vamos a casar… Edwin no escucho lo que dijo despues de eso. La insinuacion del matrimonio lo detuvo en seco. ?Casar? ?Se habia vuelto loca? Seguro que si. En cuatro anos podian suceder muchas cosas, y no era por ser cruel, pero el constante rechazo al que Lydia debia haberse visto sometida podia haber afectado sus capacidades mentales. Suponia que era uno de los efectos mas drasticos de saberse una solterona. Algunas se amargaban, otras vivian de ilusiones y unas pocas como lady Lydia mezclaban esas ilusiones con la realidad hasta fusionarla y convertirla en un mundo ideal que solo ella veia, con un caballero solo para ella. Edwin debia dejarle claro que el no podia ser ese caballero. --?Casarnos? Tenia muchas cosas mas que decir, pero la incredulidad lo superaba. La palabra le causaba fobia. Casarse. Asumir responsabilidades. De verdad ella se habia vuelto loca. Tomo un sorbo de licor para tranquilizarse. Lydia lo miro con extraneza. --Antes de marcharte dijiste que cuando regresaras nos casariamos. Edwin casi se atraganta con la bebida. Su piel palidecio dos tonos. El no pudo haber dicho semejante idiotez. Era cierto que mentia con frecuencia para salir de problemas, y tambien recordaba que antes de enfrentar algunos encuentros con ella se tomaba unas cuantas copas para darse valor, pero que lo condenaran si habia prometido semejante cosa. Bajo ninguna circunstancia, ni siquiera borracho, podria haber mencionado algo tan absurdo. Edwin se tomaba muy en serio su libertad. Jamas bromearia con ello. Definitivamente esa joven habia perdido el juicio. --Bueno, esas no fueron tus palabras exactas --continuo ella al ver su expresion de incredulidad. Edwin respiro con alivio. Le alegraba saber que no era el quien estaba perdiendo la cordura--, pero dijiste que necesitabas ir a la universidad para poder ofrecer a la dama con la que te casaras un futuro prometedor. Dijiste que mi padre jamas aceptaria a un don nadie en la familia. Eso si lo recordaba. Si, eso habia sido con exactitud lo que habia dicho, aunque estaba seguro de que la mencion de lord Sheritong habia sido un ejemplo y no una insinuacion. Recordaba haber dicho: <>. Dicho de esa forma si parecia una indirecta, pero !que diantres! Estaba demasiado desesperado por quitarsela de encima.

  • La fuerza de un destino de Marti Gironell

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    Con veintiun anos, Ceferino Carrion huye de la gris y asfixiante Espana franquista en busca de aires nuevos, por lo que embarca en un buque desde Le Havre con destino a los Estados Unidos. En Nueva York cambiara de identidad y se convertira en ciudadano estadounidense como Jean Leon. Su peripecia vital lo lleva hasta California, donde su espiritu emprendedor y una serie de golpes de suerte lo situan a un paso de la gloria, junto a las estrellas de cine a las que admira y de las que se convertira en amigo y confidente.
    Con James Dean planea abrir La Scala, un restaurante que, a pesar de la muerte prematura del actor, seconvertira en un referente en el Hollywood de los anos cincuenta y sesenta y que conto con clientes habituales como Paul Newman, Warren Beatty, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o los Kennedy.
    Con una vida de pelicula, Jean Leon demostro que, con sacrificio y esfuerzo, los suenos, incluso el de elaborar su propio vino, estan al alcance de la mano.

  • El expreso de la Luz Negra de Philip Reeve

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    No es la primera vez que Zen y Nova viajan de un planeta a otro en tren. Provienen del Imperio de la Red, cuyas vias ferreas recorren media galaxia. Pero esta vez es distinto. Han pasado por un portal interplanetario que ni siquiera deberia existir. Han hecho cosas terribles para poder abrirlo, no saben a donde les conduce, y no esta nada claro que puedan regresar.

  • Soy una mama de Megan Maxwell de

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    Las manos aterciopeladas y fuertes de mi guapo marido recorren mi cuerpo, produciendome millones de estupendas sensaciones, y no solo sexuales. <> El olor a los aceites corporales con los que me masajea me hace suspirar con deleite, mientras siento y escucho la dulce y suave musica chill out que suena a nuestro alrededor y me dejo llevar por el momento. !Que paz! !Que tranquilidad! Esto es vida. <> <> Abro un ojo sobresaltada. ?Que suena? ?Que es ese punetero <>?, y ?donde estan Alfonso y la musicachill out? !Oh, noooooooooooooooo! Al instante, soy consciente de la realidad. Estoy sola en medio de mi enorme cama, porque mi currante maridin ya se ha marchado a trabajar y lo que suena es mi despertador. !Que asco! Las 7.30. Alargo la mano y lo apago. Esperare a la segunda alarma. Tengo cinco minutos antes de que suene la del movil y tenga que ponerme como Rambo, alerta y en accion. Me arrebujo debajo del edredon de plumitas de oca. <>, pienso mientras dejo que mi cuerpo entre en un perezoso coma, hasta que de pronto oigo: <>. !La alarma del movil! Rabiosa, niego con la cabeza. Pero ?ya han pasado los puneteros cinco minutos? Resignada, y tras acordarme de todos los antepasados habidos y por haber del listo que un dia invento el madrugar, saco un pie del edredon de plumitas de oca. --Uf..., !que frio! Pero antes de que mi cabeza piense en meter el pie de nuevo debajo, me reactivo y busco las zapatillas, que, oye..., siempre alguna se cuela bajo la cama. ?Por que mis puneteras zapatillas tienen que hacer lo mismo casi todas las mananas? Cuando consigo rescatarla, me la pongo y, aun con las pestanas pegadas por el sueno, me dirijo hacia las habitaciones de mis tres hijos. Angelitos, seguro que duermen como troncos, cuando digo desde el pasillo abriendo las dos puertas al mismo tiempo: --!A levantarse! Vamos..., vamos..., que hay que ir al cole. Como es habitual, no me hacen ni caso. ?Para que? Simplemente se arrebujan en sus edredones de plumitas y continuan durmiendo a pata suelta. Cinco minutos despues, despues de lavarme los dientes, mirarme en el espejo y maldecir porque no soy la chica que fui hace anos, que a cualquier hora estaba lozana como una lechuga, vuelvo al ataque amenazando como una posesa: --Una de dos: u os levantais o vais al cole en pijama. Ni que decir que a esa segunda llamada, y en especial por mi tono de voz de mala malota, abren los ojos, me miran con ganas de decirme de tooooooooo..., pero se levantan. !Ja! Menuda soy cuando me pongo en plan madrastrona. Una vez que veo que han puesto sus piececitos en el suelo, regreso a mi habitacion y me visto con rapidez. Vaqueros, camiseta y deportivas. ?Donde quedaron los tacones y los trajes que hace anos me ponia y me hacian estar impresionante? Ay..., que pena..., que pena me doy a veces. Con lo que yo fui, lo mona que iba a trabajar a la gestoria y lo que actualmente soy. Eso si, lo soy por dejada, no porque sea un trol, porque fea, fea, no soy. Lo se, no hace falta que nadie me lo diga. Pero lo que si es cierto es que fue tener ninos y deje de sacarme partido. ?Por que? Cuando tuve a Nerea, mi hija mayor, un flotadorcillo aparecio alrededor de mi cintura. Con Aaron, se afianzo y, tras David, el flotadorcillo se instalo definitivamente y, aunque haga ejercicio o me ponga a dieta, no desaparece. Sin duda, ya es parte de mi. Eso si, cada manana, cuando lo veo, pienso: <>. Y lo pienso porque Alfonso, mi marido, desde hace tiempo es un obseso de la dieta y el ejercicio. El tio esta fibroso y estupendo. Tambien se lo curra. Como diria mi insoportable suegra: <>. !Lamadrequelapario! ?Por que no se quedaria muda al nacer? Pero llega el lunes, y mi poca falta de voluntad me hace comerme un cruasan con mantequilla para desayunar, y pienso: <>. Al dia siguiente, en vez de un cruasan, me como dos y, cuando estamos a miercoles, vuelvo a pensar: <>. Saber..., saber..., se que lo empezare un lunes. Lo que queda por determinar es de que ano sera. Una vez acabo de arreglarme, bajo a la planta inferior de mi bonito adosado, ese que mi maridin y yo compramos con esfuerzo y sudor, y comienzo a preparar desayunos, almuerzos y mochilas. Cuando pongo un pie en la planta baja, mi perra, esa gran... gran... GRAN bonachona y paciente que nos soporta a todos y a la que llamamos Torrija, se levanta con las orejas aun a la virule y me saluda. Ay, Dios, !que rica es mi perra! Nos la encontramos hace tres anos una Semana Santa que fuimos a Toledo a ver las procesiones. Al regresar al coche, la vimos asustada y temblando como una hoja debajo de las ruedas del vehiculo. Cuando conseguimos sacarla ensenandole una de las ricas torrijas que habiamos comprado, la pobre se abalanzo sobre ella y, con el cachondeo de <>, con Torrija se quedo, y por supuesto se vino con nosotros a casa para ser uno mas de la familia. Donde caben cinco, caben seis. Tras nuestro saludo mananero de lametazos y cabezazos mientras le digo cosas como si la pobre fuera tonta del bote, la dejo satisfecha de mimitos y entro en la cocina y me pongo en accion. Abro la nevera, saco leche, mantequilla y embutido. Luego, de un armarito, cojo cereales, Cola Cao, pan de molde, papel de plata y galletas. Todas las santas mananas, lo mismo, !que monotonia! Con rapidez, preparo los desayunos y me enfrasco en los almuerzos. Si, esos sandwiches que envuelvo en papel de plata por las mananas y que, a veces, revisando las mochilas de mis queridos retonos, aparecen chafados y con un extrano color verde del tiempo que algunos llevan alli olvidados. Cuando mis tres hijos, Nerea, Aaron y David, entran en la cocina, es el mismo cantar de todas las mananas. Si la mayor no se pega con el pequeno, el mediano chincha a la mayor, o el pequeno empuja al mediano. !Todos los santos dias lo mismo! Al final, como siempre, tengo que ponerme en plan Cruella de Vil --ya lo de madrastrona les sabe a poco--, doy quince voces, porque con dos no reaccionan, y asi consigo poner algo de orden. Pero no..., no creais que el orden dura mucho. Es darme la vuelta y el show de mis ninos vuelve a comenzar. Veinte minutos despues, llega el momento <>. Oh, Dios..., ?como no? Ese tambien es otro clasico mananero. Pero, !ja!, ya soy graduada en dolores matutinos y no les hago mucho caso, que me los conozco. Se que, si presto atencion a esas dulces vocecitas o miro sus ojillos candorosos y suplicantes de <>, me compadecere del liante en cuestion y dos horas despues lo tendre repanchingado en el sillon, mas feliz que una perdiz jugando con la PlayStation y con una cara de satisfaccion al mas puro estilo <>, y no, !eso se acabo! Tras conseguir que desayunen, dejen de pegarse y cojan sus mochilas, logro que se pongan los abrigos. Nerea se lo abrocha. A sus catorce anos, !por fin! se ha dado cuenta de que, si no se cuida, enferma, pero Aaron, con diez, y David, con casi seis, es otro cantar. Estamos en febrero, hace un frio que pela, pero mis hijos parecen nordicos: !nunca tienen frio! Eso si, se cogen unos gripazos que es para matarlos. Por mas que les explico que cuando hace frio uno tiene que abrigarse, no lo entienden, y cuando voy a recogerlos al colegio, se me ponen los pelos como escarpias al verlos salir remangados y sin el abrigo puesto. Pero ?en que idioma tengo que hablarles? En fin, salvado el tema de salir abrigaditos de casa, abro la puerta y, una vez fuera de nuestra parcelita, nos dirigimos los cuatro juntitos y en armonia al colegio. Bueno, lo de la armonia es un decir, porque aunque yo quiero mucho a mis ninos, reconozco que son pesaditos... pesaditos, pero pesaditos, y continuan martirizandose los unos a los otros todo lo que pueden y mas, hasta que de pronto, las suplicas del que le dolia la tripa y sus malas caras se esfuman al ver a su amiguito o amiguita en cuestion, y eso me hace creer con fervor que seguramente voy a tener un hijo o una hija que dentro de unos anitos ganara el Goya al mejor actor dramatico y podre poner la estatua sobre la chimenea como un trofeo. Uisss..., !que mono me va a quedar!

  • Yo te quiero mas de Nidia Restovich

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    ?Se puede volver a amar con el intenso impetu del primer amor?

  • !Tierra Tragame!, Martina Minkoff de Martina Minkoff

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  • Desafiando las normas de Maria Martinez

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    Con esta novela se cierra la trilogia Cruzando los limites, con un gran exito de ventas y critica, que afianza a Maria Martinez como la gran autora New Adult de nuestro pais. Maria recoge a dos personajes de Rompiendo las reglas para crear una historia fascinante, sexy y muy actual. Un broche de oro para concluir una serie destinada a ser un clasico del New Adult espanol. A veces, el camino que mas temes es el que te lleva a casa. Un solo segundo basta para cambiar toda una vida. Spencer lo sabe muy bien. Su pasado esta lleno de perdidas que la han ido marcando desde muy nina. Aunque nunca imagino que la mas tragica de todas ellas llegaria en el mismo instante que su camino se cruzo con el del chico equivocado. Han transcurrido casi tres anos desde ese fatidico encuentro. Tres anos en los que ha intentando recomponerse, dejando atras a la chica que una vez fue y de la que tanto se averguenza. Y por fin cree haberlo conseguido. Eric necesita pasar pagina. Quiere empezar de nuevo, cerca de su familia, y olvidar todas las mentiras con las que ha crecido. Sin embargo, cuando te has pasado la vida yendo de un lado a otro sin descanso, establecerse puede resultar mucho mas dificil de lo que en un principio parecia. Y el no deja de pensar que su lugar esta en alguna otra parte muy lejos de Port Pleasant. Spencer y Eric encajan como dos mitades. Ella esta rota de muchas formas distintas y no permite que nadie se le acerque demasiado. El tiene problemas que no esta dispuesto a admitir y lo que mas teme es lo que mas desea. Aun asi, pronto se daran cuenta de que no pueden estar lejos el uno del otro. Y lo que comienza siendo una amistad, se ira transformando en otro sentimiento mucho mas intenso, incapaz de enganar al corazon. Un alma perdida. Un corazon roto. A veces, la persona que menos esperas se acaba convirtiendo en la mas importante de tu vida.

  • Coincidencia millonaria de Gina Rosi

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    --Deberias conectarte totalmente con Chad esta noche. --!Que! --Exclamo--. !De ninguna manera! --Miro hacia arriba y me encuentro con los ojos grises de mi prima en el espejo. Ella esta de pie detras de mi, arreglando mi masa de cabello cobrizo intenso con mechas rubias en preparacion para la fiesta de cumpleanos de Chad Black, a la que practicamente me obliga a asistir. En este momento me esta mirando con su propia expresion particular de exasperacion. --En serio, Sarah --dice, insertando otro alfiler en mi cabello para mantener el estilo que esta creando--, necesitas divertirte un poco. Y por lo que me has dicho, Chad es lindo, sexy y esta ansioso por darte justo lo que necesitas. --Yo y todas las demas chicas de Nueva York --me burlo--. Vamos, Liz, no esta tan mal. Me divierto. Te tengo a ti, Brandon, todos esos hermosos libros en mi e-reader y un trabajo increible --hago una pausa--, que no es tan sorprendente, pero lo que sea. Liz se rie y se echa hacia atras el pelo negro y rizado que le llega hasta la espalda. Ella acababa de regresar del trabajo cuando le hable de la fiesta de Chad, a la que no estaba seguro en ese momento, a la que queria asistir. Inmediatamente, lo dejo todo y comenzo a ayudarme a prepararme, insistiendo en que tenia que irme. Ella debe estar cansada, despues de un largo dia en el bufete de abogados donde trabaja, pero aun se ve deslumbrante. Me gusta pensar que nos parecemos, al menos en cuanto a rasgos, nuestros padres son gemelos identicos despues de todo, pero en el color tomamos como nuestras madres. Mi piel es palida y un poco rosada en un buen dia, mientras que Liz tiene un tono caramelo claro absurdamente hermoso. --Estoy segura de que sabes lo patetico que es cuando mi novio, yo, los libros y el trabajo somos tu unico derecho a una vida llena de diversion --dice Liz, todavia sonriendo--. Cuando dije divertido, no me referia a la version PG. --Me mira a los ojos en el espejo y baja la voz a un susurro teatral--. Me refiero al sexo. Me rio. --No voy a tener sexo con Chad. Es suficiente con que practicamente me obligues a ir a su fiesta. --Si --dice sin arrepentirse--, Brandon pasara la noche y no quiero preocuparme por ser ruidosa. --Ella sonrie con picardia--. De todos modos, ambas sabemos que si no te obligo, te sentaras en tu habitacion suspirando por ya-sabes-quien. Niego con la cabeza. --No suspiro, y puedes decir su nombre. --Se que puedo, solo deseo que lo olvides. --Me clava otro alfiler en el pelo. --Su nombre es Jim Weyland --digo obstinadamente. Ella pone los ojos en blanco--. Y es un idiota. --El no es. --Es demasiado. Las dos nos reimos, recordandonos cuando eramos ninas. Practicamente crecimos juntas y hemos sido inseparables toda nuestra vida. Su risa termina en una pequena risa. --No se tu, pero cuando un chico te invita a salir, te lleva, pasa dos meses haciendote enamorar de el, y cuando finalmente le dices como te sientes, te dice que el tambien te ama, pero… --se detiene--, ?cuales fueron las palabras exactas de nuevo? Yo no respondo. No quiero recordar A veces, todavia es demasiado doloroso pensar en ello. Liz tiene razon. Paso demasiado tiempo pensando en Jim Weyland. El escritor de largometrajes mas renombrado de Gilt Traveler, un viajero de aventuras de fama mundial, y el hombre del que he estado enamorado, silenciosamente y sin ser correspondida durante los ultimos dos anos. Inmediatamente despues de la universidad, consegui un trabajo en Gilt Traveler, una de las muchas publicaciones propiedad de Gilt Magazines. Me enamore de Jim en mi primer dia en el edificio despues de la entrevista, cuando paso junto a mi en el vestibulo. Habia empezado como asistente de Mark Willis, el editor principal de funciones, y me dirigia a los ascensores cuando un chico alto, moreno y apuesto con confianza se acerco a mi, haciendome mirar fijamente. Me guino un ojo y casi me tropece con mis tacones de ocho centimetros. No sabia quien era en ese momento, pero lo descubri muy pronto. Por alguna providencia divina, tambien trabajo en Gilt Traveller. Era un escritor talentoso, guapo, encantador y nada parecido a los chicos que habia conocido en la universidad. Me invito a cenar, convirtiendome en la envidia de todas las chicas de Gilt, porque nunca habia salido con nadie de la oficina. Fue magico. O eso creia yo. Al final de la semana, me acoste con el. Al poco tiempo, supe que me estaba enamorando de el. Estupidamente, le dije como me sentia, y el respondio diciendome que yo era dulce y que el tambien me amaba, pero que nunca podria comprometerse con ninguna mujer y que solo me haria dano a la larga si lo intentaba. --Lo digo en serio cuando digo que te amo --dijo con seriedad, con una expresion apasionada que siempre me habia hecho sentir como si yo fuera la persona mas especial del mundo para el--. Significaria mucho para mi si pudieramos ser amigos despues de esto. Liz todavia esta esperando que responda. Cierro los ojos, tratando de bloquear el triste recuerdo--. Dijo que no puede comprometerse con una sola mujer. --Eso --dice Liz--. Cuando un chico hace eso, es un idiota, y no sigues siendo amigo de el por ningun motivo. Ni siquiera irias a la fiesta de Chad esta noche si Jim estuviera en la ciudad para decir ‘Oye, Sarah, ?por que no vamos a pasar el rato en este o aquel cafe? Sere tan encantador y divertido, mientras me complace el hecho de que en solo dos meses conmigo, te hice incapaz de enamorarte de nadie mas’. Hemos tenido esta pelea un par de veces, aquella en la que ella me dice lo poco saludable que es mi amistad con Jim para mi, y yo trato de defender a Jim y el hecho de que dos anos despues de que me rompio el corazon, todavia estoy en amor con el. Cuando no respondo, Liz, inusualmente, deja el asunto descansar. Clava un ultimo alfiler en mi cabello y da un paso atras, mirando su obra. La mayor parte de mi cabello esta recogido en un peinado que es intencionalmente desordenado, pero elegante, con algunos mechones enmarcando mi rostro. Es encantador. Me encuentro con los ojos de Liz en el espejo y sonrio con agradecimiento. --Gracias. Ella le devuelve la sonrisa. --No hay problema. Ahora ve a esa fiesta y diviertete. --Ella guina un ojo--. En caso de que cambies de opinion y decidas sacudir el mundo de Chad. Deje un regalo en tu bolso. Mirandola con recelo, me acerco a mi cama y cojo el bolso negro, lo abro y pongo los ojos en blanco ante el ‘presente’. --Definitivamente no los necesitare --digo con una sonrisa. Liz se encoge de hombros. --La noche aun no ha terminado. Permiteme un poco de esperanza. * * * * Menos de una hora despues, estoy frente a la sala Oyster, un exclusivo restaurante y bar en el segundo piso del Swanson Court Hotel. Desde el exterior, es imposible adivinar que hay una fiesta en el interior. Deteniendome en el pasillo fuera de las puertas, veo mi reflejo en el cristal y agradezco a mis estrellas por Liz. Tambien me ayudo a escoger mi ropa, un vestido verde oscuro del mismo color que mis ojos, con un escote sugerente y un dobladillo que termina justo por encima de mis rodillas, combinado con tacones negros que suman diez centimetros a mi modesto metro sesenta y cinco. Satisfecho de que nada esta fuera de lugar, abro las puertas y entro en una tranquila antesala ocupada por una sonriente anfitriona, que me dirige hacia otro par de puertas que se abren directamente al restaurante. En el interior, la fiesta esta en pleno apogeo, y aparentemente incluye a todos los jovenes elegantes, artisticos o creativos de la ciudad de Nueva York. Eso no es sorprendente. Chad Black, el celebrante, es un fotografo galardonado que a veces trabaja para Gilt Traveler. Desde la entrada, vislumbro a algunas personas de la oficina, y luego a Chad al otro lado de la habitacion, susurrandole algo a una rubia increiblemente delgada, que se rie de lo que sea que este diciendo. Chad tipico. Le encanta coquetear, y ha estado intentando, de muy buen humor, meterse en mis pantalones durante anos. Tomo una copa de champan de un camarero que pasa, con los ojos todavia en Chad. Es guapo, muy guapo, con cabello largo y castano, ojos color caramelo y una sonrisa encantadora que le da la apariencia de ser el vecino inofensivo, amistoso, pero increiblemente atractivo. Lo se mejor, su amor por las mujeres es generoso, no discriminatorio y definitivamente no monogamo. Levanta la vista de la oreja del rubio y me nota. Sonriendo, se disculpa y se acerca. --Sarah, carino --exclama por encima de la musica pop fuerte, luego me besa en ambas mejillas antes de inclinarse hacia atras para mirarme--. Te ves impresionante. --Tu tambien --respondo, esquivando una segunda ronda de besos--. Gran fiesta. --?Yo se, verdad? --Toma mi mano y hay un destello cuando alguien toma una foto. No tengo tanta influencia social como algunas de las otras chicas de Gilt, asi que no me preocupa que mi foto aparezca en alguna de las columnas de moda o chismes. Chad todavia esta hablando. --Tengo grandes amigos que se dan cuenta de que no hay nada mas importante que celebrar el hecho de que hace veintiocho anos vine a este mundo en beneficio de las mujeres de todas partes --proclama. Me rio. Estas tan lleno de eso. --Si --responde con una sonrisa encantadora--. Pero me amas. --Si --Entonces, ?por que no me dejas mostrarte lo loco que estoy por ti? Le doy un manotazo en el brazo. --Porque me amo demasiado. Suspira exageradamente. --Ven entonces. Te presentamos a algunos de mis amigos. --Tirando de mi a traves de la habitacion, me lleva a un grupo de personas hablando y riendo con bebidas y bocadillos. --Chicos, esta es Sarah --anuncia Chad--, en cuyas bragas estoy tratando de meterme. --Me guina un ojo, impenitente, mientras sus amigos ululan. Alguien tira de su manga y le susurra algo al oido. --Vuelvo enseguida --me dice antes de irse para ocuparse de lo que necesite. Uno de los amigos, un tipo de cabello castano desordenado y rostro sin afeitar, me dice su nombre con un acento britanico fresco. Tambien presenta al resto del grupo. Hay un pintor, una morena con curvas que trabaja en un tabloide, un critico gastronomico y la mezcla tipica de escritores, artistas y otros tipos creativos. --La mayoria de las veces fuimos a la universidad con Chad --dice un britanico--. ?Como lo sabes? --El hace un trabajo para nosotros…, la revista donde trabajo. --?Que revista? --La pregunta viene de la pintora, una mujer menuda con un corte pixie. --Viajero dorado --respondo. --Esa es buena. --La escritora sensacionalista, creo que su nombre era Annabel, parece impresionada--. ?Que haces? --Soy un asociado de funciones --les digo. Es el titulo oficial de mi trabajo real, que consiste en escribir los pequenos articulos en los que los escritores no pueden molestarse. --Suena como un buen concierto --dice alguien. --Si, lo es --estoy de acuerdo con un encogimiento de hombros. --No puedo esperar el momento en que una modelo en bikini salga de un pastel --declara un britanico, terminando su bebida e inmediatamente cogiendo otra de una bandeja que pasa. --?Pasara? --Pregunto interesada. Nunca habia visto algo asi fuera de las peliculas. --No es probable. No es una fiesta de fraternidad. --Suena melancolico. Chad regresa. --Entonces, chicos, ?habeis convencido a Sarah de que valgo al menos una noche de su tiempo? --?Eres tu? --Dice una de las mujeres, sacudiendo su cabello--. No por lo que recuerdo. El resto del grupo se echa a reir y me uno a ellos. Chad intenta parecer molesto, pero falla. --!Chad, carino! --La voz suave viene del otro lado de la habitacion y todos miramos en esa direccion. La oradora es una mujer vagamente familiar, alta y esbelta, con una masa salvaje de cabello rubio oscuro y piernas de un kilometro de largo luciendo un mono ajustado. --Aqui viene Claudia --oigo decir a alguien. Pero no estoy escuchando. Mi corazon esta martilleando, mis ojos se fijaron en el hombre de pie junto al recien llegado. Jim Weyland. ?Que esta haciendo el aqui? Pienso, presa del panico y euforico al mismo tiempo. Se supone que debe estar en Inglaterra, haciendo paracaidismo con Reese Fletcher, el temerario multimillonario de la electronica de sesenta anos. Habiamos hablado por telefono hace solo unos dias, y no menciono nada sobre regresar a Nueva York. Sin embargo, aqui estaba, con la mujer mas hermosa de la fiesta, nada menos. Todavia no me ha visto, asi que tengo tiempo de mirarlo. El esta de pie, mirando a su cita mientras se arroja a los brazos de Chad, su expresion, esa irresistible combinacion de aburrimiento y misterio que solo algunos chicos pueden lograr. Su cabello oscuro es corto a los lados y hacia atras, mas largo al frente, con un atractivo mechon cayendo sobre su frente. Su cuerpo, perfecto con una elegante camisa y pantalones oscuros, esta en forma y atletico. Mi corazon se atora en mi garganta, llenandose con el familiar dolor agridulce que siento cada vez que lo veo.

  • El bidon de leche de Alex Divaro

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    La leche se usa para acompanar el cafe, el te y el cereal. Podria decirse que es uno de los alimentos mas aburridos que existen, algo asi como la vida de Bel, monotona e invariable. Sin embargo, algo tan simple como este producto lacteo, en un dia de compra, termina siendo el hilo conductor entre ella y el senor Barba, un hombre atractivo que la ayuda a darle un vuelco a su existencia y a eso que le pasa en la cama…

  • Jardin de invierno, Kristin Hannah de Kristin Hannah

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    Una gran historia de amor ambientada en la Segunda Guerra Mundial de Kristin Hannah, la autora de El Ruisenor.

  • Cuentos para quererte mejor de Alex Rovira

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  • Erase una vez en diciembre de Claudia Cardozo

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    ELIZA El ano de Eliza Summers no habia hecho mas que empeorar desde el momento en que empezo. Primero fue lo de su madre, que eligio esperar a la manana despues de que celebraran la llegada del nuevo ano para anunciar que habia decidido mudarse a Canada con su nuevo novio. A Canada. Con un hombre al que apenas conocia. El hecho de que aquel hombre le agradara y que le pareciera el mejor tipo con el que su madre se habia involucrado desde que podia recordarlo no fue un gran consuelo. Hasta entonces solo habian sido ella y su madre y de pronto se vio diciendole adios sin saber cuando volveria a verla. Bueno, en realidad no era cierto aquello de que solo habian sido ella y su madre. Tambien estaba su hermana Linda, pero ella tambien se fue; lo hizo mucho antes, cuando se caso y formo su propia familia, asi que a Eliza no le habia quedado otra alternativa que hacerse a la idea de que ella y su madre eran una especie de equipo de dos, companeras. Pero claro, la senora Summers no habia estado de acuerdo. A la marcha de su madre habia seguido el cierre de la empresa de diseno grafico en la que habia trabajado durante tres anos. Su jefe la mando a llamar a mediados de mayo para decirle que habia decidido vender porque las cuentas no daban para mas. Era una empresa pequena y apenas habia conseguido sostenerse en el ultimo ano; era dificil mantener una cartera de clientes que les permitiera sufragar los gastos cuando las nuevas tecnologias habian dado un bandazo en el mercado. Muchas personas que habian recurrido a ellos hacia unos anos ahora se volcaban a realizar sus propios disenos en linea a un costo mucho menor del que ellos podian permitirse cobrar. Su jefe fue muy amable, incluso le dio una pequena gratificacion que no le correspondia y le deseo la mejor de las suertes; segun el, seguro que con su talento para el dibujo podria encontrar algo mejor muy pronto. Unos meses despues, en tanto Eliza se afanaba por cambiar el pienso de la jaula de un huron particularmente malhumorado, tuvo que reconocer que las predicciones del bueno de Owen estaban lejos de haberse concretado. No solo no consiguio un buen trabajo sino que no pudo dar con uno relacionado con su especialidad antes de que sus ahorros empezaran a descender de forma alarmante. Asi que no le quedo mas alternativa que buscar algo mas. Cualquier cosa que le sirviera para pagar las cuentas. Lo bueno fue que no le tomo mucho esfuerzo encontrarlo; no solo eso: la paga era decente y le quedaba cerca de casa. Lo malo... bien, lo malo era que no era precisamente la clase de empleo que habria tomado de haber podido elegir. --?Como le va a Cosmo? ?Esta comodo? Eliza ahogo un suspiro y sonrio al oir los pasos de la senora Fitzwilliam tras ella. La mujer era un encanto, se recordo cuando la vio introducir un dedo por entre los barrotes de la jaula para acariciar los morros del animal que, como por obra de gracia, habia decidido enroscarse y parecer muy pacifico, nada que ver con las poses de demonio de Tasmania que asumia siempre cuando ella se le acercaba. --Ya me gustaria a mi sentirme tan a gusto --respondio ella dirigiendole una mirada recelosa --. Estaba a punto de terminar con el y luego me pondre con Buster. La senora, que era una de las mujeres mas altas que habia visto, mantenia una postura encorvada y reia entre dientes mientras hacia algunas carantonas al animal. --Bien. He visto que parece estar mejor pero hay que mantenerse muy atentas con el. Solo por si acaso. Buster, el pequeno erizo, era el residente mas viejo de la tienda de mascotas y el consentido de la senora Fitzwilliam. La duena de la tienda hacia los ruiditos mas graciosos para llamar su atencion cada vez que pasaba junto a su jaula y nada parecia alegrarle mas que cuando el erizo elevaba la cabecita con suavidad para fijar sus ojos oscuros en ella. A Eliza no terminaba de convencerle esa comunicacion que la senora parecia entablar con todos los residentes que tenian en la tienda, como ella les llamaba, pero tampoco se esforzaba por encontrarle sentido. Le gustaban los animales como al que mas, pero estaba lejos de ser un doctor Dolittle. --Nunca hubiera pensado que un erizo requeria tantos cuidados. La senora Fitzwilliam asintio al oir su comentario en tanto la veia asegurar la jaula del huron, que parecio muy satisfecho de que lo dejaran en paz. --Son muy fragiles, pero valen la pena; son los animalitos mas afectuosos que puedas imaginar. A Eliza no se le ocurrio contradecirla aunque la verdad era que le parecia que eran mas bien indiferentes, como la mayoria de los que se encontraban en la tienda. El negocio de la senora Fitzwilliam se encontraba cerca del edificio de apartamentos en que habia vivido siempre, algo apartado del centro de Boston. Era una zona muy poblada y tan lejos de las mas renombradas de la ciudad que los alquileres eran accesibles y, segun le conto la senora cuando llevaba un par de semanas trabajando alli, fue eso lo que le permitio reunir el dinero para rentar el espacio y cumplir su sueno de tener una tienda de ese tipo. El lugar en si no era muy grande pero el senor Fitzwilliam era contratista y habia logrado dotar al espacio de una apariencia muy agradable. Aprovecho los techos altos para acomodar una hilera de estantes multicolores en los que apilaban los juguetes para mascotas que eran el orgullo de la senora Fitzwilliam y las enormes bolsas de comida estaban dispuestas en un semicirculo en un extremo del lugar. Habia una trastienda que fungia de almacen y un pequeno espacio en el que Eliza acostumbraba comer cuando no le daba el tiempo para ir al cafe que tenian al otro lado de la calle y que ofrecia unos almuerzos bastantes economicos. Habian sido unos cinco meses muy raros, se dijo ella en tanto seguia a la senora al mostrador. Jamas hubiese imaginado que terminaria trabajando en un lugar como aquel, pero aunque no hubiera sido sincera de no reconocer que echaba de menos su viejo empleo, donde podia hacer lo que en verdad le gustaba, alli tampoco le iba tan mal. --Voy a necesitar que manana te quedes una hora mas despues del cierre. Traere algo de casa para que ambas podamos cenar ?que dices? El senor Fitzwilliam dijo que hoy prepararia lasana y pense en guardar un par de trozos para nosotras... Eliza fruncio el ceno; no tanto por el pedido en si, que no era poco habitual; no era raro que se quedara un rato mas al menos una vez por semana para hacer un inventario o pasar las ordenes de algunos pedidos de ultima hora. Lo que le llamo la atencion fue la expresion ilusionada en el rostro de la senora; no parecia como si resintiera tener que quedarse tambien y sacrificar el poco tiempo que podia pasar en compania de su marido y sus tres bulliciosos hijos. --Claro. No hay problema. Su jefa parecio encantada con su respuesta; tanto, que Eliza la vio dar palmaditas y no pudo menos que arquear una ceja. --Procura traer ropa comoda --sugirio la senora al vuelo. --De acuerdo... --Nada inflamable. --?Que? La senora se inclino para tomar una pecera enorme y la sostuvo como si no pesara nada en tanto le dirigia una mirada sonriente en la que Eliza creyo distinguir un leve tinte de verguenza. --Es posible que me haya pasado un poco el ano pasado y tuvimos un pequeno incidente. Nada serio --se apresuro a aclarar ella ante su expresion intrigada--. Unas cuantas llamas. Ni siquiera hizo falta llamar a los bomberos; lo solucione de inmediato con el extintor. --Ya. ?Que es exactamente lo que vamos a hacer? --Pregunto Eliza empezando a sentirse un poco preocupada. --Pondremos las decoraciones navidenas, por supuesto. --Pero... todavia estamos en noviembre. --Fines de noviembre --corrigio la senora luego de dejar su carga sobre un aparador--. Vamos con mucho retraso, en realidad. Siempre me ha gustado empezar en octubre, pero estas semanas hemos tenido demasiado trabajo... --Octubre --susurro Eliza, consternada-- ?Decora la tienda para Navidad en octubre? La senora rio e hizo un gesto distraido. --!No seas tonta! Sacamos las cosas del almacen en octubre, pero no empezamos a decorar hasta inicios de noviembre --aclaro ella. --Aun asi. Es demasiado pronto... --No lo creo. El tiempo pasa muy rapido, y ademas, la Navidad es una epoca tan bonita que me gusta alargarla tanto como puedo. ?Cuando acostumbran ustedes poner el arbol y esas cosas? Eliza estuvo a punto de decir que ya no habia un <> en lo que a ella se referia. Sin la presencia de Linda y ahora, tras la partida de su madre, su pequena familia se habia reducido a un solo miembro: ella. Y si de por si, cuando estaban las tres, nunca se habian afanado mucho por celebrar la Navidad mas alla de los correteos para decorar la casa al descuido un par de dias antes de la vispera y las acostumbradas carreras para comprar los regalos y preparar una cena sencilla, ese ano no tenia planeado hacer nada en especial. Aun mas, en lo que a ella se referia, pensaba hacer como si fuera un dia cualquiera. Pero no quiso sonar rara ni tener que dar demasiadas explicaciones respecto a por que le emocionaba tan poco la temporada, de modo que se encogio de hombros para dar a entender a la senora que no era algo acerca de lo que le apeteciera hablar. Por suerte, ella parecio entenderlo porque enrumbo su artilleria a un tema menos peliagudo que no fuera el escaso entusiasmo de su ayudante. --Bueno, de cualquier forma tenemos que poner manos a la obra. El ano pasado ganamos el concurso y no podemos ser menos este --comento ella. --?Que concurso? --El de decoracion navidena --explico ella--. Se organiza todos los anos entre los negocios de la zona. --?En serio? --Si, claro. Y tuvimos tambien una mencion especial como el mejor iluminado. Eliza contuvo un grunido. --Por eso lo de la ropa inflamable --aclaro la senora luego de tenderle una ruma de revistas de psicologia animal--. El senor Fitzwilliam dijo que debio de tratarse de un cortocircuito por una sobrecarga... demasiadas luces. Tendre mas cuidado, pero solo por si acaso... y sujetate bien el cabello. El ano pasado estuve a punto de desaparecerme el flequillo. Eliza se llevo una mano a su cabello castano que llevaba suelto sobre los hombros y lo echo hacia atras por instinto. --Esta bien --acepto ella a reganadientes. --Estupendo. Sera divertido; el ano pasado no tenia a nadie que me ayudara y tuve que hacerlo todo sola --comento la senora con un suspiro de agrado antes de observarla con expresion ansiosa-- ?Tienes algun pedido en especial? --?Pedido? --Musical --explico ella--. A mi me gustan los clasicos. Un poco de Sinatra, algo de Armstrong, pero tengo todo tipo de discos; podemos poner lo que gustes. --?Se refiere a villancicos? --Si, claro. ?Te gusta Buble? Mi hija lo adora. Eliza hizo un gesto vago. --?Acostumbra oir villancicos mientras decora? --!Por supuesto! ?Tu no? Iba a ser una hora muy larga, se dijo Eliza forzandose a contener una mueca y esbozar lo mas parecido a una sonrisa que pudo fingir. --?Sabe que? Usted escoja --ofrecio ella--. Lo que prefiera estara bien. --Como quieras. Eliza abandono la tienda unas horas despues con el torso embutido en su chaqueta favorita, que era lo bastante mullida para protegerla del aire frio que habia empezado a azotar los arboles de la calle. Le parecia increible que estuvieran ya a puertas del invierno y, por ende, de la Navidad. De no ser por la senora Fitzwilliam, era posible que no hubiera reparado en ello hasta unos dias antes; tan poco le importaba ese ano. En realidad, habria preferido que su jefa no mencionara nada porque asi hubiera sido mas facil ignorarlo. Ahora, aunque pensaba mantener a raya toda esa tonteria en su apartamento, iba a verse obligada a fingir un entusiasmo que estaba lejos de sentir solo para no decepcionar a la senora. Nunca entenderia por que la gente le daba tanta importancia a esa celebracion, se dijo al dar una patada a una piedra con la que estuvo a punto de tropezar. Era una excusa para gastar de mas, beber mucho y comer hasta reventar; ademas de medir el afecto que uno pudiera sentir por alguien gracias a los regalos que la mayoria se afanaba en comprar. Todo el mundo finge ser mejor de lo que en verdad es en Navidad, musito entre dientes al arrebujarse mejor en su abrigo y dar una mirada alrededor para estudiar los comercios de la cuadra que, descubrio con horror, habian empezado a decorar sus escaparates. Incluso creyo reconocer la espantosa figura de un enorme muneco de nieve inflable asomando del techo de una zapateria. Tira de chiflados despilfarradores. Eso era lo que eran, se repitio una y otra vez tras fruncir el ceno y desviar la mirada hacia una esquina poco iluminada, donde hasta el mes pasado funcionaba una heladeria que siempre le parecio demasiado elegante para la zona. No fue raro que el negocio cerrara al poco de abrir y tampoco que un anuncio de <> permaneciera colgado durante semanas antes de notar que lo habian retirado hacia algunos dias. Desde entonces, cada vez que pasaba por alli al dirigirse al trabajo y volver horas despues, habia advertido un ruido proveniente del interior que indicaba que estaban haciendo algunos trabajos para adaptarlo a lo que fuera que pensara abrir el nuevo inquilino. Eliza sentia curiosidad, lo mismo que el resto de la cuadra, e incluso habia comentado el tema con la senora Fitzwilliam, que parecio un poco preocupada ante la posibilidad de que pudiera tratarse de algun tipo de competencia, pero Eliza intento tranquilizarla entonces al decir que a su parecer debia de tratarse de un establecimiento de comida, que eran los mas populares en la zona. En ese momento, se detuvo unos minutos ante la cristalera tapiada y aguzo el oido por si le llegaba algun sonido ademas del golpeteo que le sirviera de pista, pero no hubo nada que pudiera considerar un indicativo del giro que pensaban dar al negocio, asi que, tras dar una ultima mirada, se encogio de hombros y se dirigio a la parada del autobus. Mientras apoyaba la frente sobre el cristal una vez que ocupo un asiento en la ultima unidad que pasaba por alli a esa hora, y se ajustaba los auriculares, se dijo que en lugar de husmear donde no le incumbia, deberia preocuparse por lo que le esperaba al dia siguiente. Una hora junto a la senora Fitzwilliam decorando la tienda con villancicos como acompanamiento musical. Seria un milagro si salia de una pieza de algo como eso, se dijo refundiendose en el asiento con los ojos entornados por el fastidio. De una pieza y con su cabello intacto.

  • Llamame irresistible, Susan Elizabeth Phillips de Susan Elizabeth Phillips

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  • No te enamores de mi de Loles Lopez

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    Natalia es una respetada forense. Trabaja en Nueva York y es adicta al trabajo. Su hermana pequena, Jessica, va a casarse y le pide que vuelva a Toledo para conocer a su prometido, Alfredo. Natalia no cree en el amor. Pero cuando conoce a Ewan, un amigo de la infancia de Alfredo algo cambia. Cualquier chica estaria encantada de contar con sus atenciones, pero ella no esta dispuesta a saltarse la norma inquebrantable de repetir con el mismo hombre. Con el vivira situaciones alocadas e incluso peligrosas, pero intentara por todos los medios que Ewan no se enamore de ella.

  • Correr el tupido velo de Pilar Donoso

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    Una extraordinaria, brutal y honesta investigacion

  • La Emperatriz 1 de Itxa Bustillo

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    Perseguir y capturar a “El Fantasma del Galeon” un barco pirata con posesiones inglesas y espanolas robadas que iba rumbo a Tortuga era la mision que llevaria a cabo como corsario el capitan Charles Walker, mas conocido como “el lobo marino Walker” pero el curso los llevo por otro rumbo trastocandole la mision y los planes.
    Cuando “El Emperador” su barco y uno de los navios mas veloces y con la tripulacion mas temible y sanguinaria llego a “Puerto de la Cruz” en “La Espanola” jamas se imagino que con la ciudad saqueada y el botin, tuviera tambien que llevarse algo mas y la casualidad por haber estado en el lugar equivocado le costaria caro.
    Con los anos su legado y el peso de su nombre continuaria y “La Emperatriz” surcaria los mares de manera temible haciendo su voluntad y posicionando su lugar en la historia de la pirateria con el mismo peso con el que lo han hecho todos aquellos que por siglos han enarbolado con orgullo y fervor amenazante su insignia; esa del craneo y las tibias o espadas cruzadas, la bandera negra de la calavera.
    Ambicion, odio, venganza.
    Cuando los hombres pierden su voluntad, cuando solo una mujer es la unica perdicion.
    ?Quieres conocerla?
    Esa fue su herencia, esa fue su libertad, esta es su historia.

  • Atraccion legal de Lisa Childs

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    Ronan Hall, un abogado de divorcios increiblemente atractivo, arruino la reputacion de Muriel Sanz para conseguir un acuerdo mas sustancioso para su ex. Ella, en venganza, quiso destruir su carrera. Tendrian que haberse odiado, pero no podian dejar de tocarse ni de besarse. Si no se destrozaban en los tribunales, era posible que lo hicieran en el dormitorio.

  • En el momento justo de Chris De Witt

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    ?Volvera la protagonista de esta historia a confiar en los hombres?

  • Todo es posible 1 Paris. Nueva York. Copenhague de Audrey Carlan

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  • La paciente del sotano de Gianni M. Fori

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    Se notaba algo ronco tras despertar, temblaba y tosia cuando se ponia en marcha, se notaba frio y rigido aquella manana. Sin embargo, era el amor de mi madre y aun se negaba a abandonarlo; para ser sincero, en parte gracias a el logre terminar mi carrera y ahora me llevaba a mi primera practica laboral. Siempre fue asi, con ese pequeno y viejo Fiat 127 beige que alguna vez le regalo mi padre y estaba a muy pocos kilometros de pasar a mis manos. Encendi el estereo con rapidez como si se tratara de la ausente calefaccion, el primer articulo que le colocaba, indispensable y la forma en que marcaba territorio frente a mi hermano menor. Corrobore con el reloj pulsera la hora de mi partida, coloque la primera marcha y deje que los neumaticos se deslizaran suave sobre el asfalto helado que se extendia frente a nosotros. Montaba entre el intermitente trafico de la autopista interestatal en una extensa curva elevada mientras nos sacaba de mi ciudad natal, y cual riel me llevaba sin escalas a la vecina urbe, la vieja ciudad de Edam. Se notaba a simple vista que esta era algo mas extensa, ruidosa y acelerada, mi vision se debia explayar a la lejania para suponer sus limites entre humedos edificios pintorescos y los modernos rascacielos que competian por resaltar sobre el horizonte. Coloque la luz de giro y alinee el automovil con el carril derecho en busca de la siguiente salida, volvi a chequear el kilometraje, en efecto habia recorrido los veinte kilometros que debia segun la aplicacion en mi telefono movil; si iba a usar mas aquel vehiculo necesitaria un GPS ya que nunca tuve un buen sentido de la ubicacion. Mis dedos tamborileaban la madera del timon siguiendo un ritmo silencioso y aleatorio, de alguna manera me sentia entre extrano y ansioso con lo que iba a emprender en aquel lugar, sensaciones asi de contradictorias inundaban mi mente en tanto disminuia la distancia con mi destino y repasaba el plan una vez mas. Apague el motor luego de trepar la calle y estacionar, me asegure doblemente de haber colocado el freno de mano y me desplome sobre la butaca para luego soltar un suspiro nervioso, como si hubiese podido desprender con el pensamientos negativos o pesimistas. Volvi hacia mi derecha y por fin contemple el sitio que me aguardaba pacientemente. Tenebroso no lo definia con exactitud, como el imaginario popular del estado comentaba, si bien rezaba ser un viejo e imponente hospital blanquecino y sin gracia de fines de los sesentas, no se apreciaba como me lo habian relatado, aunque algo indescifrable tenia de anomalo. De seguro mis nervios intentaban hacerme pasar un mal rato, y es que tampoco era para menos, pues la fama del director era bien conocida en el ambiente al que recientemente me incorporaba, casi rozando la leyenda urbana y naturalmente se contagiaba al resto de su institucion. Empuje la puerta y otra vez me asegure doblemente de haberla cerrado correctamente, maldita mania, pero tampoco queria regresar mas tarde para corroborar que al viejo Fiat no le faltase nada. De pronto, una ventisca rozo mi espalda como el ligero toque gelido de alguien llamandote, erizando la piel y haciendo que vuelva a ver aquel edificio. Sonrei pensando en la bienvenida que me daba el Hospital Mental Saint Gabriel. Usar bata blanca no era precisamente algo que me pusiera euforico o el cumplimiento de un deseo magico, a diferencia de algunos companeros de universidad quienes sonaban desde su pubertad para vestirlo. Resultaba incomodo y para ser franco sentia me aportaba poco como profesional, para mi no pasaba de ser un mero uniforme al cual no le encontraba sentido usar sin saber todavia si me aceptaria el director. Pero un fugaz razonamiento me hizo percatar seria la manera mas rapida para diferenciar a los pacientes del resto del personal, de otra manera siendo nuevo podrian confundirme con uno de ellos e internarme. Una fantasia paranoica cruzaba mi mente, la de una situacion cliche de pelicula, donde amarrado con una camisa de fuerza gritaba que no estaba loco mientras guardias me arrastraban por la fuerza a la sala de lobotomia. Estaba bien, me habia dejado llevar y eso estaba bien, mi mente debia estar aceitada para lograr lo que fui a buscar, quiza algo poco etico, pero sin duda funcionaria. Caminando por los amplios pasillos rogaba que ese viejo hospital no me defraudara y debiera posponer mi proyecto. * * --Clerici Andre --llamaron desde el despacho con el tono de un verdugo aguardando por su victima. Me levante de una de las seis sillas que se disponian a lo largo del pasillo, me notaba algo nervioso, aunque me sentia mucho mas ansioso por conocer al protagonista de tantas historias y mitos. El despacho parecia una consulta mas y probablemente lo fue en alguna epoca arcaica. Decenas de cuadros tapando las paredes empapeladas quintuplicaban mis certificados y diplomas, el viejo escritorio despedia olor a madera caoba mientras sostenia mucho papeleo tras un cartel que titulaba el cargo de Director. --Si, doctor Faraday --salude y me respondio extendiendo su brazo invitandome a tomar asiento, en tanto un leve giro hizo rechinar su oxidado sillon cafe. En ningun momento el habia quitado la vista a mis papeles. Me sente en uno de los dos sillones que lo enfrentaban, el izquierdo, casi me veia devorado de lo mullido que era, tuve que acomodarme de nuevo y evitar recargarme sobre su respaldo para no parecer un perezoso. Bajo levemente los papeles y me observo por sobre ellos adoptando una postura tensa, esta vez me escrutaba con su vista fria y desdenosa tras esos lentes redondos de marcos metalizados. Lo entendia de sobra, estaba a muchos doctorados de el, pero alli me encontraba solicitando el puesto vacante que me recomendo la Universidad Estatal de Edam. Descanso sus codos en el escritorio y enlazando sus manos apoyo su menton. El incomodo momento se me hacia interminable, me empezaba a exprimir sudor con solo clavar su mirada severa tras la nube de silencio que nos cubria. Afortunadamente me advirtieron de lo particular que podria llegar a ser el director Christopher Faraday, mas alla de sus canas engominadas hacia atras, sus visibles sesenta anos o sus accesorios sacados de una tienda de antiguedades, ?quien usa bronce en estos dias? Durante mis estudios escuche toda clase de leyendas girando en torno a el y a este hospital mental, algunas muy escalofriantes y anti-eticas, otras cargadas de inusual valor cientifico y moral, y otras rozaban una suerte de pacto con el mismisimo Satanas. Sin embrago, nunca fui una persona que se pudiese doblegar con facilidad y, al parecer, el tambien lo comprobo. --?Pero quien se cree usted para trabajar aqui si apenas se recibio de psicologo? --empezo a decir altanero, lanzando mi expediente sobre el escritorio --No tiene idea de nada aun. --Pues, si bien soy consciente de no tener gran experiencia en el area, me atrevo a solicitar el honor de hacerlo para aprender de esta honorable institucion --conteste sin ocultar sarcasmo, casi como si hubiese ensayado la respuesta frente a un espejo. De psicologo a psiquiatra no habia mucho que ocultar, mas que sentirme como David y Goliat me imaginaba como la piedra arrojada. El director hizo una mueca que se asemejaba a una sonrisa retorcida, como si mi respuesta le divirtiera, sus dedos comenzaron a bailar sobre el escritorio y su postura de pronto se relajo. --Estas muy equivocado si crees que este es un sitio para que un novato como tu venga a experimentar. Aqui las vidas de nuestros pacientes estan en manos de verdaderos profesionales. De pronto me veia cuestionandome: ?Por que estaba perdiendo mi tiempo en este lugar y con el? Y mas cuando la recomendacion universitaria me abriria infinidad de puertas. Pero inmediatamente volvio a mi una mejor respuesta. --Como acaba de senalar, creo que tengo mucho por crecer y no creo estar equivocado de lugar al pensar en este hospital como el mejor para hacerlo. Seria mas que un honor ser considerado para el puesto.

  • Con un par de alas de Alba Saskia

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    Lia, despues de vivir en Tarifa una estrepitosa historia de amor con Hugo, regresa a Barcelona hecha anicos. Su amiga Manu la acoge y le da treinta dias para rehacerse. Mientras, Perpetua, la madre de Lia, ajena al drama que vive su hija, continua enviandole cartas a Tarifa creyendo que sigue alli. La ayuda incondicional de Perpetua y de Manu sera crucial para que Lia pueda comenzar una nueva vida, sobre todo cuando Maria, una antigua amiga con quien compartio anos de estudio en una escuela de ballet, aparece y se convierte en el puente para construir un futuro profesional haciendo lo que ama: bailar. Y Marcelo, un guapo jugador de waterpolo, estara dispuesto a acompanarla en esa nueva danza que es su vida.

  • 1921, diario de una enfermera de Eligio R. Montero

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    El 22 de julio de 1921 llegan a Madrid las horribles noticias sobre el Desastre de Annual, una de las batallas mas sangrientas a las que el Ejercito espanol se enfrento en el norte de Africa. Las Damas Enfermeras, jovenes aristocratas formadas por la reina Victoria Eugenia, abandonan sus vidas de lujo y se movilizan para acudir en ayuda de los miles de heridos que colapsan los hospitales. Laura, una de ellas, se desplaza hasta alli en busca de respuestas sobre la repentina e inexplicable desaparicion del capitan de aviacion del que esta enamorada. Pero lo que encontrara en Melilla no es lo que esperaba. El amor por su piloto se vera puesto a prueba cuando atienda a un misterioso heroe con el rostro vendado que no recuerda nada de su pasado.

  • Taragh (Saga Anam Celtic 2), Angy Skay de Angy Skay

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    Poder.
    Cuando los padres de Taragh fallecen tragicamente en un accidente, ella se queda sola en un mundo dificil, hasta que una noche en el Grand Hotel de Malahide, todo cambia gracias a un trato.
    Considerada una mujer fria y sin sentimientos decide enlazar su vida bajo un majestuoso trato con Cathal O’Kennedy, el mismo hombre del que planea poco tiempo despues su asesinato. El, un temible tirano capaz de hacer temblar hasta al mas temible guerrero, ansia poseer todos y cada uno de los tesoros mas valiosos de Irlanda.
    Mientras, Maureen, debera involucrarse en la lucha, con mentiras hacia el que sera su futuro marido, lo cual acarreara un final nada deseado.
    Llega la continuacion de la saga Anam Celtic, una historia donde el romanticismo, la pasion, la magia y las aventuras son las protagonistas.

  • El Retrato ( El Don 1) de Patricia Villanueva Polo

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    Este libro de la saga es autoconclusivo.
    Sinopsis: Genevieve acaba de ser atacada en su propia casa. Por suerte un hombre interviene y logra librarla de su agresor, aunque ahora la policia es incapaz de encontrarlo, pues no ha dejado huellas ni rastro alguno de su presencia.
    Al volver del hospital el sonido de un viejo retrato cayendo al suelo la alerta, rebelando la presencia de su salvador. Un hombre cuyo rostro es sospechosamente familiar. Lleva anos fantaseando con el, pero no puede ser real, pues insiste en provenir del interior del retrato, haber nacido en el siglo XVII y ser presa de una maldicion que le obliga a cumplir con todos los deseos de su duena.
    ?Es un sueno o acaso una treta para sumergirla en sus oscuros juegos? ?Que hizo para estar maldito? La atraccion se vuelve cada vez mas poderosa y Gene no puede evitar desearle. Y, en el mundo de El Retrato, los deseos son un arma muy peligrosa.

  • El estafador del amor de Natalia Divan

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    Antes de continuar, me cercioro por ultima vez de que estoy en el lugar adecuado: <>, leo en la placa de una fachada. Si, es aqui. Camino unos pasos esquivando a un par de ancianas que se mueven con dificultad, cada una de ellas sujetandose del brazo de la otra, y llego a la entrada de un edificio senorial, solemne y recientemente reformado. Sobre la puerta descansa anclado un distintivo 2 dorado. Este es un barrio de pijos. Me acerco al portero automatico y presiono el boton junto al cual hay una pegatina en la que se puede leer <>. --?Si? --pregunta una voz femenina a traves del telefonillo. --Eh, hola --titubeo nerviosa--. Soy Alizee. Ayer pedi una cita para... --Suba --la voz me interrumpe y, tras un zumbido electrico, la puerta se abre. Entro y cierta fragancia delicada me acaricia el sentido del olfato. No se trata del tipico ambientador en spray de marca blanca que se utiliza para disimular olores, ni mucho menos. Parece ser que en esta comunidad gusta bastante lo delicado, lo exclusivo. --Hola --le digo a la limpiadora. --Buenos dias --me saluda educadamente y vuelve a centrar la atencion en sus quehaceres. Subo en ascensor hasta el tercer piso. Alli, la puerta del 3o B esta entreabierta. Pego timidamente y entro. --?Le ha sido facil encontrar aparcamiento? --me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja la recepcionista, que esta sentada tras un escritorio. Es una senora de unos sesenta y pico anos que viste de forma muy elegante y que es bastante sexy. --He venido en metro. --Le devuelvo la sonrisa. --!Ah! --Ella hace una mueca. Supongo que la gente que contrata los servicios de un detective no es gente que, en general, suela usar el transporte publico. Eso es muy lower-class. En este momento me replanteo si, de verdad, puedo permitirme desembolsar tanto dinero en esto. --Agustin la atendera en un momento --dice la mujer, centrando su atencion en un monton de papeles que comienza a ordenar--. Puede ponerse comoda. Dicho y hecho. Me siento en un confortable sillon que hay en la entrada y me dedico a admirar la decoracion: muebles buenos y modernos, plantas naturales, bastante luz que entra a traves de las amplisimas ventanas, elegante papel de pared, un titulo enmarcado de detective reconocido por el Ministerio del Interior... Un pasillo parece conducir al resto de las estancias del piso, imagino que esto es una casaoficina. En la habitacion en la que me encuentro hay, ademas, una puerta cerrada a cal y canto con un cartelito de metal incrustado que reza <>. Lo mas probable es que Agustin este ahi dentro, tras el letrero. Miro de soslayo a la recepcionista, que continua poniendo orden en su escritorio. ?Estaran Agustin y ella casados? Tras cinco minutos de espera, la puerta que estaba cerrada se abre y, al otro lado, aparece un senor trajeado, canoso, alto y languido de la misma edad que la recepcionista. --?Alisei? --Me dirige una mirada. --Alizee --le corrijo la pronunciacion. --Disculpe. Pase. Entro en su pequeno despacho, en el que me siento como atrapada en una jaula por la falta de ventanas y las numerosas estanterias repletas de libros que tocan el techo. Ambos tomamos asiento, cada uno a un lado de un escritorio de roble. --Bueno... --dice lentamente mientras entrelaza las manos, como si no supiera por donde empezar--. Mi nombre es Agustin, aunque eso ya lo sabra. ?Te parece bien que nos tuteemos, Alizee? Ahora lo he dicho bien, ?verdad? --Si --respondo con una risilla nerviosa--. Mejor nos tuteamos. --Sofia, la recepcionista, me ha dado algunos detalles sobre lo que necesitas, pero mejor que me lo expliques tu misma. --Pues --mientras hablo me fijo en que sus ojos, cansados por el paso del tiempo pero todavia hermosos, son celestes como el cielo-- quiero investigar a mi pareja. --?Hombre o mujer? --pregunta mientras comienza a realizar anotaciones. --Es varon. Se llama Marcos. --Dejame adivinar: crees que te es infiel con alguien --sugiere sin dejar de escribir--. Una amiga, quizas. --No... --!Vaya! --Da un chasquido con los dedos--. Suele ser eso. Entonces, ?de que se trata? --Creo que mi novio no es quien dice ser. Temo que me ha estafado y que me engana, pero no estoy segura. No se que pensar. --Interesante... --dice rascandose la barbilla--. ?En que te basas para acusarlo de tal cosa? --Me llego un mensaje. Saco mi telefono movil del bolso, ingreso en mi cuenta de Instagram y le muestro el misterioso mensaje privado que recibi hace un par de dias de un perfil 'vacio', sin fotos, ni seguidores, ni seguidos ni ninguna descripcion, y cuyo nombre de usuario es <>, una sucesion aparentemente aleatoria de letras y numeros. Estoy convencida de que, quien sea que esta detras de esta cuenta, la creo con el unico fin de ponerse en contacto conmigo. Agustin lee el mensaje en voz alta: --<>. --?Que te parece? --pregunto intrigada por conocer su opinion --Ummh... --Se rasca ahora compulsivamente la cabeza, pensativo--. La imagen de la que habla, ?en ella apareces con Marcos? --Si. Es la primera que subo junto a el. Soy muy celosa de mi intimidad. --?Puedo verla? Asiento con la cabeza y le muestro la fotografia durante algunos segundos. Fue tomada en un restaurante por un camarero. --?Marcos sabe que la has subido? --No. Mi novio ni siquiera tiene redes sociales. --!Oh!... ?Que edad tiene Marcos? --La mia. Veintinueve. --?Alguien menor de treinta anos, en pleno 2019 y que no tiene ni una sola red social? --Entiendo lo que estas sugiriendo. Confieso que a mi tambien me parecio raro al principio, pero tampoco es como para desconfiar... ?O si? --Mira, te sere claro, Alisei... --Alizee --vuelvo a interrumpirle. --Disculpa. Como decia, existe la posibilidad de que, si, se trate de un estafador. A juzgar por el tono de desesperacion, ese mensaje que has recibido parece sincero, aunque podria ser completamente contrario a la verdad y perseguir algun oscuro objetivo como destruir vuestra relacion. Dicho esto, te advierto de que en los ultimos anos se han puesto muy de moda los conocidos como 'estafadores del amor'. --?Que es eso? --pregunto atonita, aunque ya formando una idea en mi mente de lo que puede significar. --Son personas, hombres en su mayoria, que se aprovechan de sus victimas haciendoles pensar que sienten grandes sentimientos hacia ellas. Se ganan su confianza, a veces logran meterse en sus casas, les apartan de sus familias y amigos y les sacan todo el dinero que puedan. --Oh, mon Dieu. --Me llevo la mano a la boca al ver similitudes respecto a mi relacion con Marcos. --Pero no seamos negativos, por favor. Al menos, no todavia. No tenemos ninguna prueba solida para acusar a tu novio de nada. --Le da un pequeno sorbo a su botellita de agua. Parece tener la lengua seca de tanto hablar--. Estos estafadores suelen aprovecharse de individuos debiles, psicologicamente hablando. Gente que no tiene muchos amigos, gente timida, que esta sola, maleable... Gente mas facil de enganar. ?Te sientes identificada? --No me considero una persona debil ni timida --respondo con total sinceridad--, pero, cuando lo conoci, yo estaba sola. Acababa de llegar a Espana. --Ahi esta --exclama Agustin chasqueando los dedos, como si acabara de descubrir la clave --. El fue tu apoyo, ?verdad? --Si. Me ayudo muchisimo. --Alisei, necesito que me lo cuentes todo. Como lo conociste, cuando, que me des detalles de su actitud a lo largo de todo este tiempo... No te dejes nada en el tintero ?de acuerdo? --La historia es un poco larga --le advierto. --Descuida. Tengo toda la tarde para escucharte. --Pues vamos alla... Tomo aire y me preparo para hacer memoria y hablar sobre todo lo que se de Marcos.