• libro la alegria de cocinar - Karlos Arguinano

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    Karlos Arguinano se ha propuesto meter en la cocina a quienes nunca la pisan, a divulgar el placer no ya de comer un buen plato, sino de elaborarlo. Cocinar como forma de divertirse, compartir, probar y experimentar. Un espacio que nos aleja del estres de la vida cotidiana y que nos permite gozar con nuestras propias creaciones. Aprende a pochar, sofreir, reducir, escaldar, macerar; elaborar una buena salsa, preparar una masa, marinar una carne; combinar ingredientes, gestionar tiempos de coccion, potenciar sabores.

  • La alegría de cocinar (Planeta Cocina) Tapa dura - Amazon.es

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    La alegría de cocinar (Planeta Cocina) : Arguiñano, Karlos: Amazon.es: Libros.

  • karlos arguiñano - la alegria de cocinar - Casa del Libro

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    Karlos Arguiñano se ha propuesto meter en la cocina a quienes nunca la pisan, a divulgar el placer no ya de comer un buen plato, sino de elaborarlo. Cocinar ...

  • La alegría de cocinar - Karlos Arguiñano | PlanetadeLibros

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    7 nov 2017 — La alegría de cocinar, de Karlos Arguiñano. El saber de cuatro décadas entre fogones reunido en un libro imprescindible.

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  • La Alegría De Cocinar - KARLOS ARGUIÑANO - Agapea

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  • La alegria de Cocinar. KARLOS ARGUIÑANO - Carrefour

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  • La Alegría De Cocinar - TROA Librerías

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  • la alegria de cocinar - karlos arguiñano - Letras a la Taza

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    LA ALEGRIA DE COCINAR, KARLOS ARGUIÑANO, 22,90€. Karlos Arguiñano se ha propuesto meter en la cocina a quienes nunca la pisan, ... Otros libros del autor.

  • la alegria de cocinar - arguiñano, karlos - Librería Publics.

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    LA ALEGRIA DE COCINAR. RECETAS PARA DISFRUTAR Y ... Karlos Arguiñano se ha propuesto meter en la cocina a quienes nunca la ... ... Otros libros del autor.

  • 1000 recetas de oro de Karlos Arguinano

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    Tras siete decadas de vida y medio siglo cocinando, Karlos Arguinano nos brinda un amplio recetario que configura el mejor testimonio de su experiencia y amor por la gastronomia.
    Mil recetas que son un homenaje a todos los elementos que le han llevado a convertirse en el cocinero de referencia de millones de hogares. Un cuidado y amor unicos por la materia prima, elaboraciones sencillas aptas para todo tipo de cocineros, consejos que dan al plato el toque especial y una propuesta amplia para todo tipo de paladares y ocasiones.
    Arroz caldoso con tempura de borraja, canutillos de pastel de pescado, bloody mary con berberechos o crema de calabaza con cigalita y beicon… Recetas de elaboracion propia, para disfrutar en familia o con amigos, y de las que emana esa alegria contagiosa que tan bien define su cocina.

  • Chantaje 1: Mi peor opcion – Mia del Valle de Mia Del Valle

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    Permitanme advertirles, que esta no es una clasica y autentica historia de amor, ni yo el principe azul de los cuentos de hadas.
    Soy un hombre vengativo, herido, y con sed de justicia. Somos dos clanes enfrentados por el odio de las inmoralidades desde hace anos, pero ya no mas. El destino armo el plan perfecto, puso en bandeja de plata frente a mi, una inocente alma que pagara los danos causados por su sangre. En este caso la venganza es practicamente una obligacion, una forma de sanar dolores y fantasmas que llegan desde el pasado. Solo que, lo que comenzo como un plan perfectamente calculado desde el principio, se desmorona frente a mis ojos, como un castillo de arena a merced del viento.
    ?Cuando sucedio? !?Como?!
    No lo se con exactitud, solamente puedo asegurar que paso y todo lo planeado va a tener que cambiar. aun no se como, porque se compra lo que tiene precio, lo que tiene valor. se conquista.
    Al menos por una noche tendra que ser mia.

  • Cicatrices de la memoria de Sealtiel Alatriste

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    <>

  • Hormigas en la playa de Rafa Moya

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    Hormigas en la playa narra la historia de una obsesion. La obsesion de Eric por Pau, un amigo de juventud. Ambos se reencuentran treinta anos mas tarde de haberse perdido de vista, en una reunion de antiguos alumnos. A partir de ahi, Eric intenta recuperar la relacion que tuvieron en el pasado y para ello emprende una supuesta operacion de acoso basada en una nostalgia quiza mal planificada. Para algunos, una historia de amor, para otros un novela de suspense, quiza una novela urbana, psicologica, oscura, cerrada, emotiva, vital y para todos una novela impactante y dificil de olvidar.

  • El intruso. Mi vida en clave de intriga de Frederick Forsyth

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  • El monje de Moka de Dave Eggers

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  • Caballos lentos de Mick Herron

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    Caballos lentos es la primera entrega de la multipremiada serie protagonizada por el irreverente y sarcastico Jackson Lamb, un libro que The Mail on Sunday describe como <> y que The Daily Telegraph escogio entre las veinte mejores novelas de espias de todos los tiempos. De lo que no cabe duda es de que Jackson Lamb y sus <> no dejaran indiferente a ningun lector. En esta serie, Mick Herron ha modernizado con brillo y humor la tradicional novela de espionaje y nos brinda una mirada critica y sin concesiones sobre la sociedad britanica actual. Londres, hoy en dia: la Casa de la Cienaga es el reino de Jackson Lamb; un vertedero al que van a parar los miembros de los servicios de inteligencia que han metido la pata alguna vez: por dejarse un documento olvidado en un tren, por despistarse en una vigilancia, o porque la bebida los ha vuelto poco fiables. Son los <>, los parientes pobres del espionaje britanico, y tienen una cosa en comun: todos quieren volver a la accion, salir de alli a cualquier precio. El mas amargado de todos es River Cartwright, que se pasa la vida transcribiendo conversaciones interceptadas de telefonos moviles. Sin embargo, cuando se produce el secuestro de un joven y los autores amenazan con decapitarlo y mostrarlo en directo por internet, River lo ve como una oportunidad para redimirse. ?La victima es quien parece ser? ?Y que relacion tienen los raptores con el periodista caido en desgracia que los caballos lentos investigan? Mientras suena el tictac del reloj que nos acerca al plazo establecido para la ejecucion, River descubre que cada uno de los implicados tiene intereses ocultos. Si los caballos lentos no consiguen demostrar que no son tan inutiles como los consideran los demas, el eco de la muerte de un joven resonara por todo el mundo. Mick

  • No te enamores del profesor de Karol Miller

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    Natalie Taylor es una joven que ha tenido que superar las malas artes del destino. Se enfrenta junto a su hermana a una nueva etapa tras la perdida de su padre. Por fin, parece que vera cumplida una promesa: Graduarse. Pero no sera un camino de rosas el que le queda por delante. Antes de convertirse en una Licenciada debera aprobar todas las asignaturas, incluida la que imparte James McLean.
    El es un profesor arrogante, prepotente, exigente, experimentado, guapo y tremendamente sexy. Es un pecado para todas las mujeres. Cuando Natalie conoce a su profesor solo hay una palabra que le asalta constantemente: Peligro. Pero James parece no estar interesado en algo mas cuando ve a Natalie. Solo busca sexo sin compromiso, sin complicaciones. Pero ambos no pueden luchar contra su atraccion.
    La vida da muchas vueltas y el paso del tiempo cambia a las personas. ?Que ocurrira cuando vuelvan a encontrarse? ?Sera capaz Natalie de conquistar el corazon de James? ?O se rendira a los encantos de otro?

  • Los pecados de Lord Cameron de Jennifer Ashley

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    1881. Los cuatro hermanos Mackenzie son ricos, poderosos, peligrosos, excentricos y. escoceses. Los escandalos y rumores que les envuelven, las habladurias sobre sus amantes y sus oscuros apetitos, tienen alborotado a todo el pais. Cualquier dama sabe que si es vista con uno de ellos perdera la reputacion de inmediato.

  • Sasha. la rosa negra de Patricia P. Guerola

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    ?Donde te esconderias si tu padre, antes de ser asesinado, te advirtiera que corres peligro? ?En quien confiarias cuando todos a tu alrededor suponen una amenaza para ti?
    Sasha es una joven que lo tenia todo. Una persona a la que, en cuestion de segundos, toda su vida cambia y se vuelve oscuridad, tocandole ser una sombra de lo que un dia fue y convirtiendola en una mujer capaz de pelear contra quien haga falta.

  • Metodo Bravo de Monica Galan Bravo

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    Este libro pretende ser un manual de ayuda gracias al que cualquier persona obtenga las claves practicas, tecnicas y herramientas imprescindibles para triunfar hablando en publico, pasando del miedo al placer escenico.

  • El alma de la radio de Angeles Donate

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    Querida Senorita Leo, Me llamo Elisa y es la primera vez que escribo una carta. !Ojala no hubiera tenido que hacerlo nunca! Se la envio a usted, pero en realidad va dirigida a mis padres. A ellos no tengo el valor de mandarsela. Espero que puedan perdonarme algun dia por lo que estoy a punto de hacer. Estoy cansada y solo tengo diecisiete anos. Pero es que cada dia he vivido por dos y lo que es peor... se que asi sera el resto de mi vida. ?Se imagina usted lo que es eso? Mis padres tuvieron gemelos, pero mi hermano murio con cinco anos. Habia nacido muy debil, con problemas de corazon. Desde entonces, me converti en la superviviente. No soy mas que eso. Haga lo que haga, el siempre esta presente. Por muchos anos que pasen, hay personas muertas que ocupan mas espacio y hacen mas ruido que las vivas. Cuando me miran, no pueden evitar pensar en el y reviven el dolor de su ausencia. Marco es la sombra pegada a mis talones y yo soy la sal que cae en la herida abierta de mis padres, que no les deja cicatrizarla. Cada oportunidad que pierdo la pierdo para mi, pero tambien para el. Si desaprovecho una habilidad, la desaprovecho tambien para el. Cada sueno que no cumplo, cada error que cometo, cada... Y lo peor de todo es que yo tambien echo de menos a Marcos. A veces creo que me estoy volviendo loca. Siento que lo voy a traicionar, porque yo tuve la suerte de quedarme con la vida, la de los dos. Preferiria no haber llegado hasta aqui. Necesito descansar, senorita Leo, espero que pueda entenderme. Todo pesa mucho para mi. Quiero descansar, papa y mama. No lloreis por mi. Por eso digo adios y os pido perdon. Elisa German cerro los ojos. Tumbado en su cama, trato de imaginar a la chica mientras escribia aquella carta tan triste. ?Habria cumplido su amenaza? Tal vez, mientras el escuchaba sus palabras por la radio, Elisa ya no existia, como una estrella lejana que vemos, pero ya se ha extinguido. La voz de la locutora lo habia transportado a una pequena habitacion con las paredes de color celeste. Por algun motivo la imaginaba asi. Alli, una chica de diecisiete anos con mirada de cincuenta se inclinaba sobre una hoja de cuadritos, aferrada a su pluma con el mismo desespero que un naufrago se agarra a lo que queda de su barca. Desde su oscuro cuarto en la pension, German podia incluso ver las palabras de tinta emborronadas por las lagrimas Unos golpes en la puerta le sobresaltaron. --Abra inmediatamente --dijo una voz chillona al otro lado--. ?Como se lo tengo que decir? No es la primera vez que se duerme con el pitillo en la mano... !Un dia se quemara vivo! Y de paso a todos nosotros. German contuvo la respiracion y trato de no mover un solo musculo de su cuerpo. Habia visto en los documentales que algunos animales del Amazonas, para escapar de sus depredadores, se pasaban horas en la misma postura. Si podia hacerlo un bicho cualquiera... ?por que no lo iba a conseguir el, un representante de la especie superior? --No me tome por tonta, senor Gomez. Se que esta usted ahi --insistio la mujer--. ?No me quiere abrir la puerta? !Pues abra el cajon de la mesita! El solitario viajante siguio sin moverse. No le hacia falta obedecer la orden para saber que encontraria ahi dentro: una biblia de bolsillo y un papel plastificado que contenia los Diez Mandamientos de la pension La Perla. El quinto era: <>. German abrio los ojos solo para confirmar que el humo del ultimo cigarro enturbiaba aun la habitacion. Sonrio con satisfaccion. Desafiar a dona Concepcion y a su regimen tiranico en aquel piso de huespedes de la Barceloneta le provocaba cierto placer. Al otro lado de la madera, oyo la respiracion entrecortada de su patrona. Se la imagino olisqueando su puerta como un perro sabueso. --Un dia tendremos un disgusto --murmuro la mujer mientras se alejaba cojeando por el pasillo--. Y todo sera rechinar de dientes y lamentaciones... Solo entonces German se atrevio a revolverse en su cama, dando la espalda a aquella voz agria. Luego se puso en pie. Se dio cuenta de que, al colgar el traje en el armario, se habia quedado abierto. El espejo interior le devolvia ahora su propia imagen: un varon de treinta y muchos, alto para los de su generacion, hombros anchos y una promesa de tripa a corto plazo. Un hombre sin mujer y sin hijos, pero con siete maletas descansando a sus pies. <>, solia decir cuando pedia cama en las pensiones y hostales. De mas joven, cada semana habia buscado clientes en una ciudad distinta. Y, por las noches, los companeros de bar eran todos nuevos. En aquellos primeros anos solo era fiel a Cherie, aunque supiera que su relacion se sustentaba en una mentira. La marca que representaba en exclusiva para el litoral mediterraneo presumia de ser <>. Asi lo explicaba el en las pequenas mercerias que visitaba a lomos de su Seat 1400. --Estos sujetadores vienen de Paris, como los ninos. Solo que a ellos los traen las ciguenas y a esta maravilla de saten la traigo yo --repetia una y otra vez para embaucarlas. Los primeros anos, de tanto decirlo, casi llego a creerselo, aunque los viajes a primeros de mes a la fabrica de Mataro le devolvian a la realidad. Aquello le habia resultado divertido hasta que dejo de serlo. Quince anos despues, ya tenia sus puntos de venta fijos y a las dependientas les daba igual de donde venian los productos. Eran vistosos, salian bien de precio y a las clientas les gustaban, tres motivos suficientes para hacer pedidos generosos. Sus primeros companeros de barra, viajantes como el, se acabaron casando y fueron sustituidos por otros con menos arrugas y una conversacion que le sonaba a repetida. Hacia tiempo que German preferia pasar las noches con su vaso de whisky Dyc en el cuarto, a solas con la voz y las historias que narraba su unica posesion de valor: la radio. Sintonizaba el dial con pericia y, mientras aguardaba el sueno, descubria vida y milagros de otros oyentes a traves de sus cartas al consultorio radiofonico. Lo habia descubierto por casualidad y, al principio, el morbo y el aburrimiento le llevaron a engancharse. Sin embargo, ni uno ni otro tenian ya importancia. Era con ella, fuera quien fuera, con quien se citaba cada noche. Con la presentadora del programa. O mejor dicho, con su voz, dulce pero con un punto seco que impedia que se hiciera empalagosa. <>, suspiro mientras se encendia el ultimo cigarrillo de la jornada. Mil y una noches habia tratado de imaginarse como seria su amiga y cada vez el resultado era distinto. <>, penso. Sin saber muy bien por que, se la imaginaba con una melena castana, no muy alta, y con una talla noventa de sujetador. En su fantasia, la voz de la senorita Leo vivia en el centro de Barcelona. Habia enviudado prematuramente y tenia dos hijos que iban a la escuela, tal vez a la Salle Condal, como su padre. Aunque era mujer, tenia que trabajar para llevar el pan a la mesa. --Hoy te quiero asi --le hablo a la radio, exhalando circulos de humo. Justo en ese momento, la voz repitio el nombre de Elisa, que desplazo a la locutora en los pensamientos de German. --No lo hagas, chiquilla, no lo hagas... Espera un poco. ?No sabes que en menos de veinticuatro horas todo puede cambiar? Aguanta, Elisa, te lo ruego. Solo unos dias. !Espera! No tienes nada que perder. -- Fueron las ultimas palabras que el viajante lanzo a la noche anonima antes de quedarse dormido, sin saber si aquella chica aun podia escucharle.

  • La Revolucion rusa contada para escepticos, Juan Eslava Galan de Juan Eslava Galan

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    El triunfo de la Revolucion rusa transformo el mundo y fue trascendental para la historia de la politica contemporanea. Este libro, riguroso y ameno, nos ayudara a entender los motivos que provocaron el derrocamiento de los Romanov y el triunfo de la Revolucion.

  • Historias de un agente inmobiliario de Jacobo Armero

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    UNA NOVELA PARA ENTRAR A VIVIR

  • Los mellizos no deseados del multimillonario de Ciara Cole

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  • La mujer escorpion de Thomas Peterson

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    El texto tiene dos protagonistas con nombre propio: Juana Maria y Nemesio. Ambos son oficinistas que en teoria son companeros de trabajo. Ella es una mujer joven y atractiva, creyente a todo trance de la astrologia y muy atenta a los avatares de su signo Escorpion y su planeta regente, Pluton. Asimismo, la diosa griega Nyx (deidad de la noche) esta involucrada formando una trilogia en torno a la cual gira la vida cotidiana de Juana Maria; entonces tenemos a Nyx, Pluton y al Escorpion. Estas tres entidades conforman el caracter de la protagonista: frivola, seductora, un tanto prosaica y muy proclive a los placeres carnales.

  • Tatiana cuesta arriba 2 de Rosario Martin Martinez

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    Me desperto el sonido repelente del despertador electrico de mi mesita de noche como cada manana, me gire inconscientemente en la cama para abrazarme a ella y fue ahi cuando cai en la cuenta de lo que habia pasado el dia anterior. Vuelta a la realidad, Alejandro… Aquella noche me dormi llorando, abrazado a la almohada que aun conservaba el olor de Tatiana. No me podia explicar, aunque no paraba de darle vueltas a la cabeza buscando un porque, como Tatiana habia actuado de la forma que lo hizo... Otra cosa a la que no le encontraba explicacion era a como, en tan poco tiempo, habia dado tanto de mi a alguien que conocia desde hacia unos meses. No podia evitar tener la sensacion de haberle dado las herramientas suficientes para hacerme mierda. Ya se lo dije en una ocasion, cuando le entregas a una persona tus miedos, tus inseguridades, tus entranas al fin de cuentas, es como si le estuvieses dando la formula secreta para destrozarte la vida en el momento que le plazca. Tu persona en las manos de otra, un titere, creo que no hay nada mas jodido, bueno si, que esa persona sea cabrona, ahi es donde verdaderamente estaras jodido... Sinceramente, deseaba con todas mis ganas que no usase todo lo que conocia de mi para hundirme. Seguia queriendo y necesitando creer que ella era diferente. Una parte de mi seguia en calma, observando desde un sillon de cuero negro como mi otro yo se autodespellejaba vivo por la incertidumbre. Aquellos nervios jodidos de no saber como podria actuar Tatiana, era como si estuviese en vilo constantemente, eternamente alerta, aunque mi yo que tranquilo observaba desde el sillon negro tuviese la certeza de que Tatiana jamas daria un paso que me hiciese dano, no podia ser falso todo lo que vi en sus ojos tiempo atras, no podia ser mentira todo lo vivido... Recuerdo la primera vez que la vi. Entre en aquella jugueteria buscando un puzle grande para poner en el despacho una vez lo hubiese terminado. Paso frente a mi, no me miro, supuse que le acababan de dar una mala noticia porque la vi limpiarse de la mejilla las lagrimas que le caian de sus ojos turquesas. Poco despues, gracias a mi fuerza de conviccion, me entere de que sus lagrimas eran porque la habian despedido. Fue ahi donde supe que tenia que hacer algo. Me atrajo tanto que hable con Mara, dependienta y companera de trabajo de Tatiana, ex amante mia y buena amiga actualmente. --Mara, ?quien es esa? --senale en su direccion con mi menton. --Tatiana, una de las dos chicas que trabaja en la administracion. --Es guapa. --Muy guapa, pero para tu informacion, creo que esta casada. --No soy celoso --le guine el ojo. --?No piensas cambiar nunca? --?Para que? Me va genial asi. --Creo que la han despedido... A dos companeras de caja tambien le han dado la magnifica noticia. Se esta jodiendo mucho la cosa por aqui. --?Podrias darme su numero de telefono? --No tengo su telefono, Alex… Es mi companera de trabajo no mi amiga... La agarre por la barbilla y la acerque a mi con mi prepotente chuleria. A veces merecia una patada en la boca, lo reconozco. --Estoy seguro de que podras encargarte de eso --le guine el ojo--. Confio en ti. --Eres un psicopata. --Pasamelo en cuanto lo tengas --deje la caja del puzle sobre la cinta de la caja de Mara. --?Un puzle? --Para mis ratitos libres, va a quedarme bastante chulo en la pared de mi despacho. De entre tantos puzles que se apilaban en las estanterias, elegi uno de un puente sobre un rio con una iluminacion natural bastante chulo. Ahora solo quedaba montarlo... --A ver si te enamoras de una vez y dejas de dar bandazos... !Y la lata! --anadio. --No, gracias --le guine un ojo--. Mi compromiso no tiene precio. Aun no ha nacido la mujer que consiga hacerme creer en el amor. Consigueme eso. --Hare lo que pueda pero no te prometo nada. --Confio en ti. Pocos dias despues tenia el numero de Tatiana memorizado en mi agenda. Habia veces que me preguntaba como cojones me verian las mujeres a las que me acercaba. Me ponia en su lugar, si un tio se acercase a mi, pidiendome favores a golpe de guino de ojo o de sonrisita picara, le mandaria a la mierda, directamente, sin pensarmelo. Lo tenia mas claro que el agua. ?Que cono veian en mi para complacerme con cada idiotez que se me antojaba? Mara me dijo que habia abandonado la jugueteria y que andaba mandando curriculums a diestro y siniestro, incluso sin importarle donde llegaban. Estaba desesperada por trabajar, me encanto que fuese tan activa y que no se dejase hundir facilmente. Fingi que habia llegado uno a mi oficina, rece porque no recordase, como ya me dijo Mara, donde habia ido entregandolos. Cuando le dije a Susana que llamase a aquel numero y le ofreciese un puesto en el bufete me dijo que estaba loco, que no necesitabamos a nadie, era cierto, con Susana y conmigo bastaba, pero necesitaba tenerla cerca, no se que cono me paso con ella. La segunda vez que la vi fue en el encontronazo del ascensor. Eso no lo planee, eso si fue capricho del destino, pero me salio a pedir de boca. No queria nada serio con ella, mas bien seguir puteando a Susana. Tatiana me gustaba fisicamente, me atraia de una forma bestial, pero no mas que otras mujeres que habian pasado por mi vida. ?Que fue entonces lo que me engancho a ella desde el primer momento que la oi hablar? Sera eso a lo que llaman flechazo, capricho del destino. No pare hasta follarmela y una vez que lo hice solo desee hacer el amor con ella. La lucha interna que se desato dentro de mi no dio fin hasta hacia apenas unos dias, cuando decidi, como un gilipollas, ir mas alla con ella. ERROR. Si te iba bien siendo un cabron, para que tuviste que ir a mas... Sali de la cama y me dirigi al bano a darme una ducha y a afeitarme. Era un dia importante, tenia juicio. Me pare a mirarme en el espejo y vi reflejado un rostro diferente al del habitual. Hacia tiempo que no veia a ese que estaba mirandome desde el espejo. Las ojeras eran considerables. Me puse el traje negro con raya diplomatica que me daba un toque serio y una camisa blanca. Ultimamente me habia estado vistiendo delante de Tatiana y me encantaba como me miraba, me hacia sentirme tan especial... El tio perfecto me dijo en una ocasion. Nunca nadie me habia visto asi, nunca, jamas, mas bien todo lo contrario; el tio de los mil y un defectos, el que no sabia querer a nadie nada mas que a el mismo, el que unicamente se dedicaba a estar de flor en flor cagado por si algun dia daba con la que descolocase su vida… Sergio estaba esperandome en el portal del bloque de apartamentos donde yo vivia. Estaba apoyado en el capo de su coche fumandose un cigarro, parecia chulesco pero yo sabia lo noble y buen tipo que era. Los dias que tenia juicios siempre pasaba a buscarme en su coche porque yo me ponia bastante nervioso, no soy tan de hierro como quiza quiero llegar a aparentar. Sergio es mi companero de trabajo pero a la vez mi mejor amigo, el si que sabe como soy. Sabe tanto de mi que el dia que nos peleemos tendre que matarlo (notese la ironia). Se podria decir que es el hermano que nunca tuve. Me subi a su AUDI RS7 rojo, me flipaba aquel coche. --Buenos dias, hermano --nos chocamos el puno. --Buenos dias. --?Listo? --Si --dije mirando por la ventanilla. --A ti te pasa algo. !Como me conocia el cabron, joder! --Nada, una mala noche. --?Has follado demasiado y descansado poco? --le mire arqueando una ceja--. Lo se, nunca es demasiado, pero a ti algo te pasa. A el si que no le enganaba, y conociendolo me iba a estar dando tralla hasta que se lo contase. --Movida en el bufete. --?Otra vez Susana? Tio, sacala de una puta vez de tu vida. --Esta vez son dos las que me han dejado como estoy; Susana y Tatiana... --Trio magistral... ?Te has planteado follartelas a las dos a la vez? --Si, justo eso es lo que tengo en mente en estos momentos, tenia pensado hacer un grupo de WhatsApp y concretar dia, hora y lugar... --vacile--. Las he despedido. A Sergio se le paralizo la cara. No era para menos... Sergio sabia lo adicto que me estaba volviendo a Tatiana. El primer consejo que me dio cuando le conte que habia visto una tia que me gustaba en la jugueteria fue: "follatela y a otra cosa, hermano ". Y le hice mucho caso... Tanto que !la contrate en el bufete! Ahora me sentia en tierra de nadie, no me sentia encajar en ningun lado. No encajaba ni en mi propia casa, aun en el bano habia infinidad de cosas de ella, y en mis cajones ropa suya… --?Pero que cojones...? --Susana confirmo lo que yo ya sabia. --No estaba embarazada. !Te lo dije! --Exacto. Nunca lo ha estado. Odio las mentiras, disfrute echandola del bufete. Estaba deseando que llegase ese dia. --?Y Tatiana? --Ella sabia que Susana no estaba embarazada. --?Que dices, tio? --Lo que escuchas. Y prefirio mantenerle la mentira a una tia que me destrozo en el peor momento de mi vida antes que ponerse de mi lado y quitarle la puta mascara juntos, hubiese sido perfecto, pero no, Tatiana es igual que todas las tias que han pasado por mi vida, no era especial, Sergio, no lo era… Los dos nos quedamos callados. Aparco su coche y nos bajamos, Sergio atraia decenas de miradas de las mujeres, el siempre decia que era yo el iman, a mi no me quedaba ninguna duda de que era el… Caminamos con la mirada al frente hasta llegar a los juzgados. Deje mi maletin en el control de escaner y pase el arco detector. Le di la mano a Sebastian, el de seguridad. Me recordaba a mi padre. Sebastian es un tio alto, grande, de unos cincuenta y pocos anos, el pelo canoso y algunas arruguillas que le marcan la frente y los ojos. --Buenos dias, Vidal. --Buenos dias, Sebastian. ?Como esta hoy? --Bien, hijo... Algo cansado. --Unas vacaciones, Sebastian, necesita usted unas vacaciones... --asintio mientras sonreia. --?Hay juicio hoy? --Asi es. --Que tengas mucha suerte, aunque tu no necesitas de eso. Un pitido del arco detector nos saco de nuestra conversacion. --Sergio, las llaves del coche que estan en tu bolsillo derecho... Lo dijo sin apartar la vista de mi para fijarla en Sergio, algo mecanico, como si aquella frase se la hubiese dicho miles de veces. Me rei. --Ostias, perdona, Sebastian. Vi a Pablo y Victor a lo lejos, sentados en uno de los bancos metalizados que habia fuera de la sala, cogidos de la mano. Aquella relacion me parecia bastante fuerte, solida a pesar de no llevar mucho tiempo juntos. Dos hombres que habian luchado por su amor a pesar de que nadie apoyase aquello, a pesar de perder sus puestos de trabajo y, lo que era peor aun, perder familiares como en una ocasion me comento Tatiana que le habia pasado a Pablo. Me parecian dos tios valientes que habian sido capaces de enfrentarse a todo y a todos por puro amor. Cuando supe que Pablo habia sido la pareja de Tatiana durante anos y que vivieron juntos, senti unos celos bestiales, ?por que cojones no me la cruce antes en mi camino? No se por que no llegaba a estar del todo enfadado con ella, mi mente la queria lejos, mi razon me obligaba a conservarla cerca. Se levantaron practicamente a la vez al verme llegar. --Buenos dias, Senor Vidal --Pablo me estrecho la mano y seguidamente Victor. --Buenos dias. El es Sergio, mi procurador. Se estrecharon las manos entre ellos. Estaban muy nerviosos, podia notarlo. No tenian porque estarlo. Aunque era complicado no preocuparse, aquello era pan comido. Por suerte, el juez, habia aceptado la grabacion que aportabamos, en ella se oia a Estela decirle a Pablo que "estaba despedido por maricon, el y su novio". Estaba seguro de que se irian para casa con una buena indemnizacion en el bolsillo.

  • Como romper las reglas… y no morir en el intento de Kaera Nox

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    Cuando se trata de hombres, Paula tiene tres reglas basicas en su vida:
    1o Polvos rapidos en lugares neutrales.
    2o “Una y no mas, Santo Tomas”.
    3o NUNCA mezcles negocios y placer.

  • Venganza de amor de Vanessa Lorrenz

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    Londres 1845 Las manos comenzaban a dolerle de tanto tallar el piso, dejo de fregar las baldosas para levantarse y estirar el cuerpo. Casi lloro al ver que su vestido se habia mojado con el agua del cubo, estaba destrozado. No es que fuera un buen vestido, pero por lo menos cubria su cuerpo proporcionandole el calor que necesitaba. Maldijo al ver que se le estaban empezando a formar ampulas de tanto fregar. Esa era la tonica de todos los dias desde que habia llegado a ese orfanato. Bueno, tal vez no siempre, pero si desde que las demas ninas se encargaban de hacerle la vida imposible, siempre salia reganada y con un castigo tras otro. Suspiro pensando que aun le faltaba lavar las sabanas de las camas y, gimio pensando que las tenia que pasar por el agua caliente para que quedaran pulcramente limpias. Sophie no comprendia a sus once anos de edad como la vida daba tantas vueltas. Vivia en una pequena casita junto a sus padres, que eran campesinos. Mientras ambos vivieron, ella tuvo la mejor infancia que una nina puede tener, aunque no tenian muchas pertenecias, por lo menos si todo el amor de sus progenitores. Hasta que la desgracia toco a su puerta: las fuertes tormentas subieron la creciente del rio, sus padres, al percatarse de que su pequena parcela se destruiria, salieron para tratar de salvar lo poco que les permitiera el clima, sin saber que la corriente los arrastraria a los dos dejandola en el abandono. Esa fue la historia que le dijeron a ella cuando le dieron la amarga noticia. No tenia ningun familiar al cual le pudieran dar su custodia, realmente fue una suerte que alguien se preocupara por ella, y no la dejara desamparada. Claro que ahora que sufria todo ese maltrato por parte de las huerfanas del orfanato, deseaba que nadie la hubiera ayudado, aunque se quedara en la indigencia. Termino de fregar el suelo, y para cuando tiro el ultimo cubo de agua, sus manos estaban practicamente en carne viva. En cuanto llego a la habitacion que compartia con otras quince ninas, saco un saquito de tela que guardaba de debajo de la cama y contenia un unguento que le habia dado una senora en el mercado al ver el estado de sus manos. La buena mujer se habia quedado horrorizada al ver las llagas que habia en ella, y en un gesto de compasion le regalo el unguento para que se lo aplicara por las noches. Tal vez funcionaria con mayor eficacia si no tuviera que estar todo el dia fregando pisos y cacharros. Las demas companeras ya estaban en sus camas mientras ella lloraba curandose las manos. Sintio unos brazos rodeandola y se limpio las lagrimas antes de darse la vuelta y fundirse en un abrazo con Lidia, otra de las huerfanas que habian llegado tambien tras perder a sus padres. --Te duele mucho, Sophie. Te prometo que manana te ayudare a fregar los pisos. --No es necesario, Lidia. --Miro su amiga con sus ojos marrones; tenia una melena castana trenzada de manera que no se le soltara ningun cabello--. Ahora me pondre este unguento y se me calmara el dolor. --Dejame ayudarte a trenzarte el pelo. Dejo que su amiga la ayudara, mientras ella terminaba de curar sus heridas, despues se puso su bata de dormir de tela rigida que le habia dado la madre superiora, y se acostaron juntas en la misma cama. --?Sabes, Lidia? Algun dia saldremos de aqui, y haremos lo imposible por no tener ninguna carencia. Te lo prometo. Entraremos en sociedad y tendremos hermosos vestidos que seran la envidia de todas las debutantes-- dijo mientras acariciaba el cabello de su amiga. --Si, y nos casaremos con un conde, nos llevara a vivir a su castillo. --Si, nos llevara a vivir a un castillo. Sonrio pensando que esperaba encontrar la fuerza para cumplir con esa promesa, porque no pensaba seguir viviendo en la miseria. Eso lo juraba. Capitulo 1 Londres 1853 El corazon amenazaba con salirsele del pecho, solo tenia unas semanas para buscar un lugar donde irse a vivir junto con Lidia. La madre superiora habia sido muy clara: se tenian que ir de ahi porque ya pasaban de la edad aceptada dentro del orfanato. --Por suerte he pedido algunos favores para no dejarlas en la indigencia. Una modista las estara esperando para que la sirvan. Deben de ayudarla en todas las labores que ella les pida. A cambio tendran techo y comida. Pero ya se arreglaran con ella en cuanto lleguen. Tienen una semana para prepararlo todo, en cuanto llegue la carreta con las provisiones, se marcharan con ellos. Te dare una carta para Madame Rosset. Ahora toma esto. --La madre superiora le tendio un pequeno bolsito de tela mugriento--: eran las pocas cosas de valor que encontraron en tu choza. Al escuchar esas palabras, miles de sentimientos se agolparon en su pecho. Su infancia estaba atrapada en ese pequeno bolsillo. Lo tomo con las manos temblorosas, sabiendo que ahi estaba su vida. --?Sabe si aun esta disponible la casa donde vivian mis padres? --No, desafortunadamente la casa solo era arrendada; como todas las de la zona, le pertenece al conde de Kent. La dio en alquiler en cuanto saliste de ahi. Lo siento. Sabia que no le quedaba nada, pero por un segundo guardo la esperanza de darle una visita al que en algun momento fue su hogar. Acaricio el lacito con el que estaba amarrado el pequeno bolsito, ahi estaba todo lo que significaba su pasado. --Gracias, madre superiora. Estaremos preparadas para partir. Salio del despacho de la mujer que habia sido para ellas la unica figura materna en los anos que estuvieron ahi. Lidia estaba sentada en el banquillo donde se cepillaban el cabello. Su amiga miraba al vacio, sumida en sus pensamientos, ajena a la preocupacion que embargaba a Sophie. En cuanto las dos pusieran un pie fuera del orfanato, nada seria igual; unicamente se tendrian la una a la otra para protegerse. --?Que sucede Sophie? No me digas que se entero la madre superiora de que hemos metido otro gatito al orfanato. Debemos convencerla de que las ninas pequenas se han encarinado tanto con el que no podemos dejarlo en la calle. --No, de hecho, me mando llamar para decirme que tenemos que tener nuestras pertenencias listas, saldremos de aqui en cuanto llegue la carreta con las provisiones. Al parecer, una modista nos estara esperando para que comencemos a servir para ella. --!?Nos estan echando de aqui?! No pueden hacernos esto, ?como vamos a sobrevivir? Las demas huerfanas... ?Que pasara con ellas? ?Quien las cuidara ahora? --Tenemos que irnos, es hora de comenzar una nueva vida fuera de estas paredes, las hermanas de la caridad ya no pueden mantenernos. Tenernos aqui genera gastos. Y sabes que las donaciones de las damas de sociedad cada vez son menos. --?Y adonde vamos a ir? No conocemos nada mas alla de estas paredes. --Lidia parecia realmente afectada. --Ya veras como nos ira mejor --dijo tratando de infundirle algo de animo. --Tengo miedo de lo que vamos a encontrar alla afuera. Quiero seguir aqui. --Sabes que la unica forma de que te quedes aqui es tomando los habitos y consagrando tu vida a Dios. ?Tu has sentido el llamado del Senor? Porque yo definitivamente no lo he sentido. Necesito saber que nos depara la vida fuera de aqui. Por mucho que la nueva experiencia le diera miedo, tambien sentia un cierto nerviosismo por descubrir cosas venideras. --Tampoco lo he sentido, pero me aterra pensar que andaremos las dos solas por el mundo. Recuerda lo que le paso a Emily, no supimos nada de ella hasta que la encontraron tirada en un callejon oscuro del puerto. Solo Dios sabe lo que tuvo que pasar. Pero su muerte fue horrible. --Ay, Lidia, no debemos pensar que nos pasara algo asi. Ademas, nosotras trabajaremos para una modista. No creo que nos suceda nada malo, simplemente no debemos acercarnos al puerto. Sabes que esa zona es peligrosa. Trabajaremos todo lo que podamos para comenzar una vida. --Tengo miedo, Sophie, miedo de no saber como vivir. ?Acaso tu no tienes miedo? --Si, claro que tengo miedo, pero tambien una deuda pendiente que cobrar y, para eso necesito salir de estas paredes. --No entiendo de que estas hablando.

  • Mi lugar cerca del cielo de Mita Marco

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    ?Y si tu vida se redujese al trabajo?
    ?Y si tuvieses dos amigas locas dispuestas a cambiar eso?
    ?Y si se empenan en presentarte a un chico monisimo y super simpatico?
    ?Y si, por si fuera poco, te vuelves a encontrar con tu ex novio, porque ha vuelto de Miami?
    ?Y si, cada vez que lo vuelves a ver, tu corazon parece que salta a la comba?
    ?Y si hubiese vuelto a por ti y tu estas conociendo a otro?
    ?Y si guardases un gran secreto que pudiese destruir esa relacion con la que siempre sonaste?
    Esta es la historia de Sara. De segundas oportunidades y nuevos comienzos. Un libro romantico, divertido y real como la vida misma, donde, quizas, te sientas mas identificada con nuestra protagonista de lo que crees. O quizas no.

  • Comprada de Alba_duro

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    Cuando estas sentado en el hotel mas lujoso del pais, rodeado de las mujeres mas bellas, sosteniendo una copa del mejor vino y fumando un Habano de la cosecha especial cubana, te das cuenta de que todo valio la pena. Te das cuenta de que estas en la cima del mundo y el unico asiento que hay es el tuyo y no pertenece a nadie mas, eres dueno de todo aquello que sonaste y puedes dar ordenes con solo una mirada. Las bondades de la vida y del dinero son mas que satisfactorias y muy adictivas, sobre todo cuando vienes de pasar tanto trabajo en tu ninez y todo lo lograste gracias con tus propios meritos y nadie puede decir lo contrario. Quiza no sea la vida perfecta y quiza algunas cosas no son como se esperaban, pero al fin y al cabo cuando el dinero en el banco se multiplica practicamente solo, te das cuenta que con el puedes comprar todo lo que quieras. Y a todos los que quieras. Simplemente es cuestion de poder y placer. Andres nunca penso estar en esa situacion, pero, asi le sucedio. Despues de tanta lucha y trabajo las cosas por fin se dieron y sus ideas y negocios traspasaron las fronteras y sus propios limites, el era ahora un hombre millonario, poderoso y codiciado. Si, tenia a las mujeres a sus pies, y no solo por su dinero sino por ser el dueno de la empresa mas exitosa de su pais segun una reconocida revista dedicada a medir los estandares de cada empresa. Con solo cinco anos de fundada, "NUDE MAGAZINE" contaba con las mejores ventas dentro del mercado de revistas para adultos, ademas tenia las mejores modelos, el mejor material y la mejor calidad humana en el entorno de trabajo. La verdad es que el exito de la compania estaba destinado, todo se dio en el momento justo y con las personas justas. Para el la satisfaccion de ver sus suenos hacerse realidad y convertirlos en lo que siempre imagino fue mas alla de un simple protocolo. Se necesito tiempo, esfuerzo, dedicacion, creatividad, gritos, desvelos, constancia... En fin, el camino fue duro y en algunos momentos tristes, pero el resultado fue el mejor. El respeto que sienten cada una de las personas que trabajan con Andres es indescriptible, ademas cada una de sus instrucciones son magistrales y siempre dan en el clavo, Realmente habia nacido para todo esto y era sin lugar a dudas un genio en toda la extension de la palabra. Pero, no todo podia ser bueno, pues Andres desarrollo un ego inmenso y quiza en algunos casos una prepotencia sobre todas las personas que lo rodeaban, su manera de actuar ante las personas se transformo en autoridad y sentia tener el poder para hacer. Y lo tenia, solo que algunas veces parecia enfermo por el y nunca aceptaba un no por respuesta. Pero, para todos era mas importante la revista y las ganas de salir adelante. A pesar del mal genio que a veces tenia "El Jefe", todos daban lo mejor de si. Estaba trabajando en la revista mas prestigiosa del pais, tenian sueldos muy por encima de promedio y todas las comodidades que pudieran exigir... Y mas. El trabajo era el sonado por cada uno de ellos. Todo lo que se vivia dentro de la empresa a diario, reflejaba como Andres habia encontrado la formula perfecta para el exito y el poder: dinero. Supo que esa palabra era magica y todo se resolvia con el. Todos tenian un precio, incluso el. I Andres habia empezado el proyecto despues de graduarse con honores en la Universidad de Las Artes, y entonces pudo conseguir todos los materiales para armar un pequeno estudio de fotografia en su pequeno departamento a las afueras de la ciudad. Su primera modelo era una companera de la universidad. Hermosa, elegante y sin ningun tipo de tabues ni pudor. Elena poso para Andres con lenceria muy sexy y luego completamente desnuda. No hubo firma en algun contrato, no hubo acuerdo en nada, solo estaban las ganas de cada uno, Andres queria llevar a cabo su proyecto y Elena solo queria sentirse mujer y jugar con su sensualidad, con su cuerpo, con sus ganas de sentirte atractiva y deseada. El proyecto fue rechazado por varias companias en la ciudad y los alrededores, todos coincidian en que las fotos eran de muy buena calidad y que la modelo era hermosa, pero siempre daban la misma excusa: hay mucha competencia y creo que es mas de lo mismo.

  • Los ascensores dormidos de La Habana de Carlos Diaz Dominguez

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    <>. Esa fue la singular sugerencia que le planteo el presidente de la editorial al exitoso escritor Alberto Rodriguez-Conde. La aceptacion del nuevo proyecto le va a arrastrar a una aventura que cambiara su destino.

  • Entre fronteras de Alfredo Gaete Briseno

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    Esta bien, de acuerdo, me has convencido. Buscare la forma de ayudarte. Aquella afirmacion resonara para siempre en mi mente. No deja de asombrarme como mi desesperacion influyo tanto para conseguir de Elisa, la famosa editora que asegura el exito, aquel favor. No fue facil lograr la primera entrevista. Su secretaria resulto imposible de traspasar: atenta, mas bien encantadora, aleccionada para deshacerse de uno sin sacar ronchas, demostro ser de una eficacia insoportable. Acostumbrada a intermediar entre las llamadas telefonicas y Elisa, sobre todo las de los escritores que la buscan desesperados por conseguir aunque sea unos pocos minutos de su atencion, sabe a la perfeccion cuales son las que pueden pasar. Asi, por telefono me fue imposible acceder a ella. Mi ego lo hubiera agradecido, pero sin duda yo no estaba en la lista de los afortunados. La obsesion por hablarle me condujo hasta su lugar de trabajo, y enfrentado a su secretaria, me pregunte en que maldito momento habia tomado la ridicula decision de ir. Su amabilidad fue la misma que por el auricular, y luego de registrar mi nombre y telefono, se comprometio a comunicarse conmigo apenas pudiera concertar mi anhelada entrevista. Me senti tonto, parado ahi, a sabiendas de ser imposible un buen resultado. Tuve deseos de acercarme a la puerta de su despacho, y contra toda norma de urbanidad, abrirla y exigir una entrevista, de inmediato, sin importar con quien estuviera reunida, si es que habia alguien. Pero dude y recapacite, era una idea demasiado estupida, de modo que agradeci a la secretaria su gentileza y di la vuelta para retirarme a esperar una llamada que de seguro nunca recibiria. No se me paso por la mente, al girar, encontrarme con ella de frente. -!Que sorpresa! ?Que te trae por aqui? -Habia olvidado por completo ese modo condescendiente que me resultaba insoportable, adquirido a medida que subia uno a uno los peldanos de la escalera del exito, sin dar un solo paso en falso. -Quisiera hablar contigo unos minutos… si los tienes, por supuesto. -La timidez con que hable me hizo sentir avergonzado, sobre todo al recibir su respuesta, impregnada en una calidez propia de quien ha conseguido una equilibrada seguridad en si misma. -Pero por supuesto, ven, entremos a mi oficina. -Dirigio la mirada hacia su secretaria-. Ya sabes, Fernanda, no me pases llamadas. Por instantes, tanta amabilidad me hizo sentir que aquella Fernanda era una inutil que jamas le habia dado mis mensajes, pero de inmediato recapacite: su obligacion era defender los deseos de negativa provenientes de la jefa, ocupandose de que nunca alguien pudiera percibir desprecio. -Gracias. -La segui hasta su despacho, una calida habitacion rodeada de ventanales, ambientada con muebles Reina Ana en caoba, fragiles en apariencia, igual que su figura. Observe la pulcritud y el orden: cada cosa en su lugar. Recorde la primera vez que entre alli. Recien contratada por la editorial como editora, me fue presentada para ocuparse de mis asuntos. En silencio, durante algunos instantes, su mirada recorrio mi figura del pelo a los pies. De aquello a su apartamento en avenida Providencia, mediaron solo un par de reuniones. Cualquier mujer, en la actividad que fuera, hubiera querido coquetear, y en lo posible acostarse, con aquel escritor considerado "el hombre del siglo" por la critica feminista. Me parecio bien trabajar con ella y a la vez gozar de una intimidad que mientras duro, fue encantadora. Pero los tiempos cambiaron… Observe, a traves del grueso ventanal, el atascamiento de vehiculos y la gran cantidad de peatones que circulaban por la vereda de enfrente. Por enesima vez me pregunte que habia ocurrido conmigo, donde estaba el exitoso escritor capaz de dar vida nueva a quien se le ocurriera tomar en sus manos uno de sus libros de crecimiento personal, o como ahora le dicen, autoayuda. Hojearlo era suficiente aliciente para no soltarlo y hurgar en las librerias hasta encontrar otro, del mismo autor, y tener mas capitulos llenos de mensajes para leer y repasar una y otra vez. Pero los tiempos cambiaron y gaste mis fondos, mientras pensaba que serian eternos. -Te has perdido durante mucho tiempo, y… no se te ve bien. ?Que te ha sucedido? -Tu lo sabes, Elisa, me abandonaste, y… -!Ya, por favor no empecemos con eso! Los humos se te subieron a la cabeza, enloqueciste con todas las ofertas que otras mujeres mas atractivas que yo te hicieron, y terminaste por creerte eso de que el exito, una vez que se consigue, es eterno. Y ya ves… no siempre. A pesar de la instruccion dada a su secretaria para no ser molestados, era evidente que en cualquier momento podia entrar con algo urgente que le permitiera deshacerse de mi, de modo que decidi no andar con rodeos. -Ayudame, tu puedes hacerme resucitar. -Gracias, me halagas, pero no es tan facil. -Pero tu, si te lo propones, puedes. Te necesito, Elisa, y reconozco que sin ti valgo la nada misma. Ya que nuestra relacion afectiva parece no tener destino, lo que por supuesto lamento, y al mismo tiempo respeto, te ruego al menos que no cortes el lazo profesional. Recuerda que fui yo quien te llevo al estrellato, es tu oportunidad para devolverme la mano. -Nunca he olvidado eso, pero tampoco el dano que me hiciste despues… Dejame pensarlo, no se si sea conveniente que tu y yo volvamos a involucrarnos. -Pero sera solo una relacion profesional. -Conoces igual que yo la falsedad de esa afirmacion. Me mantiene alejada de ti el recuerdo, y tu te has hundido en tu decadencia, pero somos seres vulnerables: superada mi rabia y tu otra vez en las tablas, seremos como la miel para la abeja. -Y eso, ?te parece tan malo? -Si, porque ya una vez se convirtio la abeja en mosca y… -?Y? -Pues, y la miel en... ?Necesitas que termine la frase? Senti un golpe bajo y la obligacion de congraciarme. -Como has dicho, somos seres vulnerables. La fama me puso ciego, te perdi y me arrepiento. No fui consecuente conmigo, me desintegre no se en que momento y creo haber pagado con creces. Mira el estado en que me encuentro, y asi, como alguna vez te alumbre el camino, puedes darte el lujo de hacerlo al reves. -?El lujo? No has cambiado mucho, ?eh? -Lo se: Genio y figura hasta la sepultura; sin embargo, no es tan malo que sea como soy, ?no te parece? Elisa arqueo las cejas, indicando un grado de desconcierto. -Quiero decir que en el estado en que me encuentro, ser asi es lo poco que me mantiene en pie. Callo durante un rato. Hice un esfuerzo para no cortar esa pausa, hasta que ella decidiera hacerlo. -No lo se, dejame pensarlo. Otro silencio inundo el lugar. Me parecio indecisa y de nuevo le permiti un espacio de tiempo para ordenar sus pensamientos. Su rostro se mostro mas relajado y tuve la sensacion de haber logrado influir en sus sentimientos. -Esta bien, de acuerdo, me has convencido... creo tener una buena idea. No interrumpi. -La editorial esta interesada en un tema que podria ser un buen conducto para devolverte la figuracion que tanto deseas: la inmigracion de peruanos en Chile… Mas bien, de peruanas. Hazme una novela entretenida, al limite, y te la publico. Quede perplejo. "?Es la mejor manera de vengarse que se le puede ocurrir?" -Tu sabes que esa no es mi linea, Elisa, ?que pretendes? -Me has dicho que deseas ser resucitado, ?no? Asenti con la cabeza. -Bien, entonces necesitamos lograr algo que venda. -Pero las personas, en especial las mujeres, engulleron mis libros. -Engulleron, si, tres libros, pero eso es pasado. Escribiste tres libros diciendo lo mismo y no te importo, ?por que ahora te pones tan quisquilloso? Revivirte no sera facil y el camino, obviamente, no es publicar el cuarto: ese tema se te agoto. Debemos entregar a tus lectoras algo renovado: !Ahora, novelista! ?Como te suena? !El escritor de los suenos de oro, rompe los esquemas: en lugar de salvar a las personas, ahora las destruye! Tiene que ser algo asi, un impacto. Suena bien, ?no te parece? Me gusta la idea, ese libro si sera devorado, y debemos dar en el clavo para conseguir continuidad, porque si no gustas, te mueres… y creeme que para siempre. -Me parece detestable, aparte de ser una novela… -!Si, detestable! Pues mas que mejor, y debe ser un verdadero golpe. !Al limite!, como te acabo de decir, para que de mucho sobre que hablar. Una historia verdadera, cruenta, que lleve al lector hasta el ultimo rincon de los personajes. Seres sacados de la vida real, trabajados para que suden patetismo. Y lo que no consigas, inventalo, pero que sea fuerte, hasta llegar al borde de lo creible. Tus lectoras han olvidado su lealtad hacia ti. !Las despertaremos! Sera un escandalo para ellas, el mas encantador de los escandalos. Ya tendras tiempo de justificarte ante los medios de comunicacion: television, radio, revistas… Ya armaremos algo. -?Y sobre peruanos?, ?si nada se de ellos? ?No te parece pedirme demasiado? Ni siquiera he ido a ese pais, y con el estado de mis finanzas las posibilidades de viajar son nulas. Creo que en verdad me estas tomando el pelo. -Tal vez sea mejor que no los conozcas. Podras evaluarlos con absoluta imparcialidad, miralo desde ese punto de vista y te parecera una gran ventaja. Su risa aparecio de improviso para sellar sus palabras, poniendome los pelos de punta. En verdad estaba cambiada, sin duda no era la mujer que alguna vez conoci. Su largo rostro palido, apenas delineados los ojos bajo esas cejas casi tan oscuras como el pelo liso que le caia sobre los hombros, le daban una expresion diferente, y su voz, otrora timida, estaba repleta de mordacidad. Yo no podia estar de acuerdo con aquella locura, me parecia una manipulacion grotesca a mis lectoras, y por supuesto hacia mi mismo, pero me mantuve en silencio. Era una buena oportunidad para volver a brillar y no quise espantarla. Por eso, decidi darme un tiempo para pensar. -Definitivamente, me pides algo que no se si estoy dispuesto a hacer, aparte de tampoco saber si soy capaz… Dejame pensarlo, dame unos dias. Entorno los ojos, centrados en mi, como si con ellos fuera a lanzarme un dardo.

  • Proveedores de almas de Oscar Brizuela Bello

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    La vida de un apacible pueblo agricola de Indiana se ve sacudida violentamente por un tragico acontecimiento que alterara la convivencia de sus habitantes. La muerte de dos personas en el atraco al banco de la ciudad deja al Sheriff Atkinson una herida que no puede cicatrizar. Senalado por sus vecinos, emprendera un viaje al pasado para liberar sus demonios y redimirse ante su pueblo. En su camino surgiran dudas que le haran tambalearse entre dos mundos: el nuestro, y el del mas alla.

  • El hombre que ya no soy de Salvador Navarro Leon

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    Elisa, sevillana en la cuarentena y con dos carreras universitarias, aunque es de buena familia tiene una vida echada a perder, cree encontrar su salvacion en Roberto, un alto ejecutivo de abrazos imponentes. Despojada de toda etica, se entromete en el territorio explosivo de un hombre de exito en plena catarsis por la muerte violenta de su hermano pequeno; seduce a Fidel, amigo inseparable de su ansiado objeto del deseo, para acceder a el sin entender de las lealtades entre ellos, haciendo de cada paso un intento desesperado por dejar de ser una mujer maldita.

  • Aun esta oscuro de Silvia Coma

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    Tres mujeres unidas por el arte de contar historias y las trampas de la memoria. La sombra de un pasado que vuelve

  • La boda de mi hermana de Dylan Martins

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    Coge aire, sonrie y disimula todo lo mal que te cae. --Buenos dias, senor Moretti --sonrio fingiendo con la misma frialdad. --Buenos dias, Rebeca -- le devolvi la sonrisa, la llame como siempre por su nombre y no por su apellido como ella se dirigia a mi -- Te queda muy bien esa coleta -- le hice un guino tan falso como lo que le habia acabado de decir. Segui sin pararme ante ella, como cada manana, no la aguantaba, pero era la hermana de mi socio Julian y me la tuve que comer con patatas, ni mas ni menos. Procuraba llevarlo lo mejor posible, !que se le iba a hacer! Otras cosas peores o al menos eso queria pensar yo para sobrellevar aquella pequena cruz. Por suerte, mi talante no es malo y soy de los que se lo echan todo a la espalda, razon por lo que veia mi relacion con ella como un reto. Dia que pasaba, dia logrado... Entre en mi despacho y encontre un monton de expedientes autorizados sobre mi mesa, se veia que el dia anterior el equipo financiero habia visto viabilidad en muchos de ellos; ahora me tocaba a mi decidir cuales si y cuales no. Mire por la ventana y me encantaba esa sensacion de paz que se respiraba tras los amplios cristales, el mar... Mi trabajo me fascinaba, tenia con Julian una empresa financiera a gran escala. Llevabamos con ella cinco anos, pero nos habiamos afianzado a pasos agigantados, encontrandonos ya entre las mas importantes del pais. Vivia solo en un atico de doscientos metros y cien de terraza frente al mar ?Que mas podia pedir? Aquel atico habia supuesto para mi la consecucion de un reto y podia decir que habia logrado la casa de mis suenos, como si del programa televisivo del mismo nombre se tratara, en un tiempo record. Una novia, queria una novia, pero yo en ese sentido era una bala perdida; tan pronto me enamoraba como me desenamoraba, tan pronto amaba como me ahogaba, asi que lo mio debia ser algo como una alergia a largo tiempo con una mujer. No podia negar que era un seductor y un mujeriego. Creo que ahi esta la clave, el juego de la seduccion me podia... Pero cuando la presa caia en mis garras, como que empezaba a perder interes a marchas forzadas. ?Culpa de ellas? No, indiscutiblemente mia, pero esas cosas no se fuerzan y era mi condicion. Ese dia solo vine a dejar listo el trabajo y me iba para casa a preparar equipaje de mano, ya que a la manana siguiente salia rumbo a Cracovia. Mi hermana Lis se habia enamorado de un polaco llamado Kiev y se casaba alli el fin de semana, no se pudo haber buscado uno de Cadiz, no; ella de Polonia. En fin, tocaba ir a cumplir, en el fondo la adoraba y como no teniamos padres, debia llevarla yo al altar, por supuesto orgulloso de cumplir ese papel. Se trataba del gran acontecimiento del ano, que digo del ano, del siglo... Que mi hermana fuera feliz era una de las grandes prioridades de mi vida, y si su felicidad estaba en Cracovia, como si estaba en la Conchinchina, yo la apoyaba a muerte. Valore los expedientes y me fui directo para casa, tambien queria descansar. --?Donde vas tan rapidito? Vale que seas una bala, pero que salgas como una de ellas, a eso ya estoy menos acostumbrado--me pregunto Julian con el que me cruce y a punto estuve de arrollarlo. --No querras que llegue con mala cara a la boda de mi hermana. Alli habra cantidad de macizas avidas de un seductor como yo y uno tiene una reputacion que mantener--bromee. --No, no vaya a ser que la alta sociedad de Cracovia se pierda la oportunidad de conocer a una prenda como tu, tira para alla, hombre y no olvides brindar a mi salud. --Eso siempre... --Si, porque brindar, brindaras, pero anda que te has acordado de mi para llevarme, granuja.... --Alguien tiene que quedarse al frente del negocio, amigo, fuiste tu quien lo dijo; no me fastidies, yo por mi te hubiera llevado--le di una palmadita en el hombro y me marche de alli al galope. Sali saludando con una sonrisa a Rebeca, en el fondo iba pensando que ahi se quedaba y que la iba a perder de vista unos dias. Bien mirado, seguramente ella pensaria lo mismo. Pues nada, los dos felices, al final iba a resultar que se nos contentaba con poco. Lo mio con ella fue como los amores a primera vista, pero al reves; desde el primer momento nos caiamos mal y no hubo forma de remediarlo. De vez en cuando lo intentabamos, pero nada, ni poniendo de nuestra parte. Por respeto a Julian lo soportabamos estoicamente y procurabamos no darle mayor importancia, pero que me caia como el culo, me caia como el culo. Y apostaba un brazo y no lo perdia a que a ella le sucedia lo mismo. Llegue a mi casa y me sente a comer. Lola, la mujer de servicio me habia puesto la mesa. Aquel mediodia cocino para mi un pescado en salsa que estaba delicioso, pues tenia una mano en la cocina increible y la casa me la mantenia como los chorros del oro; no podia haber escogido una senora mejor. Ademas era toda amabilidad, tenia cincuenta y cinco anos, pero aparentaba diez menos, con una vitalidad fuera de serie. --Tu hermana Lis estara bellisima vestida de novia. Por favor mandale recuerdos de mi parte, quiero que sepa que la tengo presente. --Por supuesto que lo hare y ella te estara muy agradecida. Sabes que te consideramos como de la familia. --Y yo a vosotros. Me he tomado la libertad de confeccionarle yo misma una liga para que la lleve puesta ese dia. ?Se la daras? --Ni que decir tiene que se la dare. Eres un amor, Lola. Muchas gracias en su nombre, aunque ya te llamara ella para dartelas. Ya sabes, es mas cumplida que un luto--bromee. --Un torbellino es lo que es esa nina y con que sea la mitad de feliz que yo le deseo, ya va servida--suspiro. --Pues tranquila, que esa con su Kiev es feliz un rato largo. Yo no se lo que le ha dado el polaco, pero le ha sorbido el seso--rei. --Que cosas tienes--me imito riendo con ganas. Ella se iba a las cuatro. Una hora despues de que yo llegara y comiera, recogia la cocina y se marchaba hasta el dia siguiente, que llegaba a las ocho de la manana.

  • El visitante de Stephen King

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    El mal puede tener muchas caras…
    incluso podria tener la tuya.

  • Agua por todas partes de Leonardo Padura

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    Los libros de Leonardo Padura estan hechos de historia, y de literatura, y de humo de cigarro cubano, y del beisbol al que tan aficionado es el narrador de La Habana. La nueva obra de Padura es una celebracion y un homenaje al genero de la novela, del que se siente tan deudor; en sus paginas aborda cuestiones en torno este invento que lleva ya cuatro siglos tratando las cuestiones de los humanos y siendo una herramienta de transformacion de la sociedad y un reflejo de ella.

  • El frio invierno de Claudio Hernandez

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    El frio invierno no llego a Boad Hill solo, con el, vinieron los asesinatos. El sheriff Burt no sabe que hacer ante la primera victima que encuentran sepultada bajo la nieve, pero pronto sera una costumbre encontrar cadaveres de jovenes chicas, de la escuela secundaria New Academy. El asesino pronto recibe el apodo de Jack pies de pluma ya que no deja ninguna huella. En un pueblo “aunque el sheriff diga que es una ciudad” donde nunca ha sucedido nada, todos son ahora sospechosos. Peter, un hombre que a sus mas de treinta anos de edad sigue viviendo con su padre, lucha por ser un escritor de exito mientras esta enamorado de Ann, la hermana de su mejor amigo Denny. John, el padre de Peter esta preocupado por el futuro de su hijo y trata de quitarle de la cabeza su amor platonico. Un dia Peter roza la mano de Ann y entra en un trance fugaz que le sumerge en la mas absoluta oscuridad y despues ve como Ann es maltratada por su marido, un sadico y violento hombre que posee dos caras. Mientras tanto, los asesinatos continuan y Peter se distancia de su amada Ann y su mejor amigo Denny. Un dia, cuando el marido de Ann muere tras caerse por las escaleras de su casa, borracho, Peter corre hacia el entierro para ver a Ann notando algo extrano en ella. Le toca las manos y tras la oscuridad ve lo sucedido. Algo que tiene que ver con los asesinatos. El don de Peter para leer las mentes le permitira un dia de forma casual, descubrir al asesino. Todos le conocian a el. Pero solo Peter sabia quien era.

  • La promesa de Pisa de Juan J. Prieto , Mano Bouzamour

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    Sam Zafar, hijo de inmigrantes analfabetas y fieles seguidores del Islam, le hizo una promesa a su hermano en Pisa: no equivocarse como el lo hizo, no terminar en la carcel.

  • El mundo al reves de Myriam Oliveras Palomar

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    A la pandilla le quedan los dias contados: es septiembre y se avecina la partida de Echo, quien se muda a Barcelona para comenzar la universidad. A Evelyn le da la sensacion de que las cosas han estado demasiado tranquilas por Foscor ultimamente, y este hecho, unido a la inminente separacion de su amor platonico, la tiene en un estado de permanente angustia y malos presentimientos.

  • Atame y no me sueltes de Laura Palma Avila

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    Segunda parte de Atame Comandante.

  • El Muro de las Tormentas de Ken Liu

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    Kuni Garu, ahora emperador Ragin tras su victoria en la Guerra del Crisantemo y el Diente de Leon, se enfrenta a la tarea de hacer realidad sus ideales de justicia y conservar el poder en una corte en la que las rivalidades son cada vez mas abiertas. Distintas fuerzas y grupos pugnan por imponerse y se preparan para una lucha a largo plazo. Entre tanto, una nueva amenaza existencial se cierne sobre Dara desde el exterior. En la esperada continuacion de ” La gracia de los reyes ” Ken Liu da un nuevo giro a la fantasia con una poderosa novela en la que tienen cabida batallas epicas y controversias filosoficas, intrigas politicas y criaturas sobrenaturales, invenciones tecnologicas y luchas entre los dioses. y el examen mas extraordinario que se haya narrado nunca.

  • La promesa de no olvidarte (Skye 2)-Yolanda Revuelta de

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    Connor, con ayuda de su endoscopio, escucho los lentos y fragiles latidos de su paciente. Su tez cetrina, su respiracion casi apagada, arritmica y debil dejaban claro su diagnostico: no le quedaba mucho tiempo de vida. El infarto que habia padecido tan solo unos dias atras, habia diezmado el organo vital y la muerte acechaba, estaba cada vez mas cerca. <>, penso mientras guardaba el endoscopio en su maletin de piel y luego arropaba a la enferma para que no se enfriase. Ellen Campbell se habia negado a ser ingresada en un hospital y su familia, a pesar de estar totalmente en desacuerdo, al igual que el, habian respetado su ultima decision. Uno debia elegir como vivir y como morir. Esa era una cuestion. La otra, pensando de forma egoista, era peor: ?Como se lo iba a decir a Kate? Debia ser sincero y obrar como medico de familia. Kate merecia saber la verdad, aunque le doliese. Se pregunto que diria Sloan al respecto, pero su amigo estaba lejos, demasiado lejos para comentarle algo asi. Ademas, estaba de lo mas ocupado viviendo su propia historia de amor con Madison. No, no podia empanar un momento asi. Sloan y Madison necesitaban su propio espacio de paz y tranquilidad, no tardarian en estar de vuelta, pero mientras tanto, el debia hacerse cargo de la situacion. Cerro el maletin y, antes de salir de la habitacion, su mirada recayo de nuevo en la moribunda. Ellen Campbell se moria, le quedaban pocas horas y nadie podia hacer nada para remediarlo. Algunos rezarian y otros llorarian, el penso que Kate seria de los ultimos y lo lamento, porque ella no necesitaba mas sobresaltos ni disgustos. Con cierto pesar dejo la habitacion, cerro la puerta tras de si, y se dispuso a buscar a Ian, el marido de la enferma, el era el primero al que debia comunicar lo que estaba a punto de suceder. *** El dia, como era de esperar, se torno gris y ventoso. El invierno parecia querer ganar su ultima batalla a una primavera que habia entrado casi a hurtadillas en la isla. El plomizo cielo auguraba lluvia y solo las plegarias del padre Mills parecian retrasar lo inevitable. El feretro ya descansaba en suelo santo. Ellen habia muerto serena, y al parecer, en paz consigo misma. --Yo soy la resurreccion, y la vida, dice el Senor: el que cree en mi, aunque este muerto, vivira; y todo aquel que vive, y cree en mi no morira eternamente... Las palabras del reverendo se escucharon entre un silencio doloroso y abrumador, solo roto por el rugido del mar. Connor levanto su mirada del suelo y sus ojos, casi sin pretenderlo, buscaron a Kate entre los asistentes. No habia sido facil notificarle la muerte de su madre, pero aun mas dificil habia sido no poder abrazarla y darle consuelo. Elliot y Matt se encontraban a su lado, cabizbajos y algo confusos por tantos cambios, por tanto dolor. Kate los protegia, dejando descansar el peso de sus manos abiertas sobre los respectivos hombros de sus hijos. <>, penso Connor. --De Jesucristo, nuestro unico Mediador y Abogado. Amen. Con las ultimas palabras del padre Mills se dio por concluido el acto religioso. El sacerdote se santiguo mientras las primeras gotas de lluvia comenzaban a hacer acto de presencia. Algunos de los presentes empezaron a desligarse del resto por varios puntos del cementerio; solo un gracil y profugo rayo de sol encontro un resquicio entre las densas y cenicientas nubes. Connor se percato del pequeno fenomeno y no pudo evitar decir en voz queda: --Hasta siempre, Ellen. En ese mismo instante, alguien tiro de su americana y Connor no tuvo mas remedio que prestar atencion al zarandeo de la tela. Sonrio al ver al hijo mayor de Kate, que estaba de pie a su lado. --?Que tal, Elliot? --le saludo. El nino se encogio de hombros y a continuacion, sus labios se levantaron mas por un lado que por otro de la boca. Connor, como respuesta, le revolvio el pelo con la mano. --?Podemos ir manana a tu casa? Hace mucho que no vamos --se quejo. Connor fruncio los labios. --?Tu madre esta conforme? --Supongo que si. --?Solo lo supones? Elliot lo miro con expresion compungida. --Hablare con tu madre, ?de acuerdo? El nino asintio despacio, no muy convencido. --Esta triste. Connor atrajo a Elliot hacia el. --Es logico. Todos lo estamos. --!Elliot, nos vamos! La voz de Kate se dejo oir por el silencioso cementerio. Tanto Connor como el nino miraron en direccion a ella. Estaba preciosa, a pesar de que sus ojos estaban irritados e hinchados por las lagrimas. Vestia de negro riguroso y Connor penso que su aspecto parecia mas endeble que la ultima vez que se habian visto. Kate hizo un ademan con la mano. A su lado se encontraban su padre, su hermana Rosemary y Matt que lo observaba con los ojos muy abiertos, como si deseara que la incursion de su hermano hubiese sido todo un exito. --Debes obedecer a tu madre, ve con ella. --Pero...--comenzo a protestar el nino. --No la hagas enfadar --le aconsejo. Elliot, cabizbajo y arrastrando los pies, se alejo muy a su pesar de Connor. El nino anduvo un par de pasos y, sin previo aviso, le dio una patada a una piedra con la punta de su zapato. Por el movimiento parabolico que alcanzo el guijarro, Connor supo que la frustracion de Elliot era considerable. Matt debio imaginarse el resultado de la conversacion porque en ese mismo instante, su mirada se perdio en el suelo. El lo vio marchar y su corazon se agrieto un poco mas. Deberia haber mantenido las distancias, se lo habia reprochado miles de veces a lo largo de estos ultimos dias, por nada del mundo deberia haber besado a Kate aquella tarde, en su casa, pero ya era tarde para las lamentaciones. El dano estaba hecho y las consecuencias de su error, las estaban pagando tambien los ninos. Algo imperdonable por su parte. Los vio marchar y tuvo que hacer un esfuerzo para no echar a correr tras ellos. Debia ser sincero consigo mismo y aceptar las consecuencias: Lo habia intentado y habia perdido. CAPITULO 2 --Muchacho, tienes peor aspecto que yo, y eso ya es decir. Connor ignoro el comentario y se centro en escuchar el potente latido de Graham a traves del endoscopio. --Tu corazon es como un roble, fuerte y potente. Graham sonrio de oreja a oreja. --Los escoceses morimos en el campo de batalla, no en la cama. Connor sonrio, pero no comento nada al respecto, rodeo al paciente y coloco de nuevo el endoscopio en la espalda, a la altura de donde se encontraban los pulmones. --Haz una respiracion profunda. Graham obedecio. --Otra. --?Todo bien? --pregunto Graham una vez expulsado el aire. --Perfecto. No queda rastro de esa tos que te ha dado tanto la lata. Graham se levanto de la camilla y se dispuso a ponerse la camisa. --No se que habria hecho sin ti. --Hubieses buscado otro medico--comento sin mas a la vez que se alejaba de su paciente. Los labios de Graham se curvaron ligeramente. --Tu eres el mejor medico que conozco. Esta vez fue el turno de Connor en sonreir. --Te agradezco la confianza, pero tu no conoces a demasiados medicos para afirmar algo asi. Tienes una salud de hierro. El orgullo se reflejo en los ojos de Graham. --Ha sido un exceso de trabajo, el cansancio y el no poder dormir --comento abrochandose la camisa--. Si no llega a ser por ti y por Kate, hubiese desfallecido sobre la barra. --Y Alison --afirmo Connor.

  • En defensa de la felicidad de Matthieu Ricard

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    Tras el exito de El monje y el filosofo, un autentico tratado de la felicidad, a la vez que una valiosa y convincente guia para nuestros individualismos carentes de puntos de referencia. Todos aspiramos a la felicidad, pero ?como encontrarla, conservarla e incluso definirla? A esta cuestion filosofica por excelencia, tratada por el pensamiento occidental con una mezcla de pesimismo y burla, Matthieu Ricard aporta la respuesta del budismo, una respuesta exigente pero tranquilizadora, optimista y accesible a todos. Dejar de buscar a toda costa la felicidad fuera de nosotros, aprender a mirar en nuestro interior pero a mirarnos un poco menos a nosotros mismos, familiarizarnos con una vision a la vez mas meditativa y mas altruista del mundo… Con el bagaje de su doble cultura, de su experiencia como monje, de su relacion con los mas grandes sabios, de su conocimiento de los textos sagrados asi como del sufrimiento de los hombres, el embajador mas popular y reconocido del budismo en Francia nos propone una reflexion apasionante sobre el camino de la autentica felicidad y los medios para alcanzarla.

  • Seguiremos viviendo de Elisabet Pedrosa I Domenech

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    Vete, Gina, no tengas miedo, te queremos. Te damos las gracias por todo lo que nos has dado y hemos aprendido. Has sido inspiracion y maestra. Gina, bonita, perdoname si alguna vez no he estado a la altura de la situacion. Y perdona a aquellos que no te han descubierto debido al miedo a la diferencia, a la enfermedad o al dolor. Tu me has ensenado a no tener miedo, a entender lo importante en la vida: el amor con mayusculas. Vete, Gina, no tengas miedo, ?no ves la luz de las almas? Seras libre de este cuerpo tan bonito que te ha encarcelado. Canta, baila, salta, juega, porque por fin seras libre para hacerlo. No tengas miedo, alli encontraras a gente buena que te espera y te quiere. Ya te puedo imaginar con tu carcajada sonora haciendoles felices. Vete, guapa; ve, hija, seguiremos adelante, te lo prometo; honraremos tu memoria. Nos dejas un legado inmortal de once anos de vida. Vete, muneca dulce, ve, Gina, no tengas miedo. Yo ya no tengo miedo y te puedo acompanar y mirar a la muerte de cara y aceptarla como una celebracion de la vida. !Gracias! Esto tambien te lo debo a ti. Sueltate, bonita, yo te acompanare, ahora ya puedo… Gracias por todas las personas de corazon generoso a quien nos has acercado. Ya queda menos, hija, no sufras, no sufras mas. Estamos a tu lado, estaremos siempre. Tu estaras en nuestro corazon, en mis manos, con tu perfume de muneca de porcelana. Tus hermanos te abrazan, te dicen adios. Tambien lo saben hacer. Desfilan familia y amigos de corazon y te dicen adios; como el abuelo, que te queria curar -- pues eras su primera nieta-- y ha tenido que aceptar que te morias. Y tu dudas si irte o no, porque tambien ha sido bonita la vida, y cada minuto de tu vida ha valido la pena, hasta el ultimo. Pero ya no te queda energia, lo se, hija, lo se, y lo siento en el alma. Esta vez no te puedo pedir que te quedes, no lo puedo hacer. Tengo que dejarte marchar. Prometi un dia --hace ya tiempo-- que respetaria tu decision y que no te impondria una vida sin sentido ni conciencia. Y ahora, por fin, puedo cumplir mi promesa. Ve, Gina. Adios. Plegaria en la muerte de Gina. 18 de enero de 2014. Tanatorio Les Corts, Barcelona. Introduccion 18 de enero de 2014. Hacia dos dias que habia muerto nuestra hija Gina, de once anos, y estabamos a primera hora de la manana al lado de su feretro, de cuerpo presente, en el tanatorio Les Corts de Barcelona. Entonces llego Sergi, el medico de paliativos, para darnos el pesame. Gina entro en paliativos en mayo de 2013. Cuando el medico se fue ya tenia muy clara la idea de escribir. Inspirada por la larga fila de gente que se acerco para acompanarnos, y despues de escuchar muchas historias de muerte y de vida, me di cuenta de que debia compartir alguna cosa con relacion a lo que habiamos vivido. Tanto dolor y sufrimiento a causa de una larga, cruel e invalidante enfermedad, y tantas perdidas constantes tenian que tener algun sentido. Y a medida que pasaban las horas crecia con fuerza en mi cabeza un proyecto que iba tomando forma de libro y que se llenaba de significado, y que ha culminado en el que teneis en las manos. Este texto nace de la desesperacion de una madre a quien se le ha muerto una hija, de la necesidad de explicar y compartir. Soy madre de dos hijos mas, Pol y Jan, y estoy casada con un indio catalan (mediador y emprendedor); soy guionista de profesion y escribo libros, pero solo cuando me suceden cosas, y esta era muy excepcional. La perdida de un hijo o una hija nos situa en el peor de los escenarios; no obstante, si aprovechamos esta crisis para indagar en nosotros mismos, resulta tremendamente reveladora. Este libro ha sido cien por cien terapeutico, y me gustaria que tambien lo fuera para vosotros: tanto si estais pasando por un proceso de duelo, como para cuando os encontreis en esta situacion, o simplemente para girar vuestra vida del reves -- zarandearla-- y darle una nueva dimension. Todos tenemos perdidas, grandes y pequenas. Estamos todos en el mismo barco y, por el camino, inevitablemente, vamos sufriendo perdidas personales, emocionales y materiales, y un dia tambien perderemos lo que consideramos mas fundamental, nuestra vida. Moriremos, y mas nos vale ir aprendiendo. Este no es un libro politicamente correcto, pues lo que sentimos no siempre es agradable de escuchar. Es un libro que habla de la muerte pura y dura, sin eufemismos y mirandola a la cara con aceptacion y naturalidad. La proximidad de la muerte transmite una lucidez que, sin duda, nos puede ayudar a vivir con mas conciencia. Despues de la muerte de Gina he entendido que no debemos temer a la muerte, porque esta no borra, solo transforma. No se trata de un punto final, solo es un punto y aparte en el que cada cual descubre en que lugar coloca a sus difuntos mas queridos, pues estan ahi y seguiran estando ahi de otra manera, en el mundo sin formas. Este viaje de dolor y perdida empezo con el diagnostico de la enfermedad de Gina cuando solo tenia un ano de vida. Y despues hemos asistido a la perdida progresiva de sus capacidades hasta el dia de su muerte. Os aseguro que ha sido una autentica crueldad. Asi pues, fuimos familiarizandonos con la perdida con los anos. Sus fuertes crisis eran anuncios aterradores de que un dia la vida de Gina se podia acabar. Gracias a los anos de psicoanalisis pude empezar a hablar de la posibilidad de que se muriera, aunque con solo imaginarlo podia sentir que enloquecia de dolor. El disparo de salida fue cuando hicieron entrar a mi hija en el programa de paliativos. A pesar de que entrar en paliativos no es una sentencia de muerte --de hecho nosotros estabamos convencidos de que le quedaban unos cuantos anos mas de vida--, al cabo de nueve meses Gina se moria. Seguramente, la intuicion, nuestro sexto sentido, ya lo sabia. Nuestra fortuna fue que llegamos al final de la vida de Gina con el privilegio de habernos podido despedir de ella y de haber podido celebrar cada instante a su lado como si fuera el ultimo. Cada muerte es una historia, y cada duelo tambien; no pretendo dar lecciones de como se tiene que llevar, se hace como se puede. Se necesitan herramientas, ayuda, carino, coraje. Espero que nuestro testimonio sea inspirador, util y balsamico, aunque para conseguirlo hay que estar dispuesto a cruzar la puerta del dolor. Pero es que sin dolor ni sin final tampoco hay vida autentica. Ahora ya no tengo ninguna duda de que la muerte nos puede hacer mas sabios. La voluntad de este libro no es herir sensibilidades. Si lo hace, perdonadme. Estoy convencida de que todas las personas que teneis a Gina en el corazon (padres, abuelos, hermanos, tios, primos, amigos o conocidos) expresais el amor que sentis por ella y la recordais, a vuestra manera; yo lo he hecho con este libro. Es la narracion en primera persona del amor profundo entre una madre y una hija a traves del dialogo intimo, en el imprescindible ejercicio de evocar. Pero teneis que saber que nunca estuve sola en este periplo. Lo que teneis en las manos es tambien el relato de una familia que ha asistido en directo a la muerte de una nina a traves de los anos, los meses, las semanas, los dias, los minutos y los segundos. Tras ella nos encontramos en el dia siguiente de la muerte, que es mas insoportable todavia, y que nos llevo por una montana rusa de recuerdos y sentimientos dolorosos en la que, cuando creiamos que nos recuperabamos, volviamos a caer. Asi es el duelo, imprevisible y tortuoso; sin embargo, se tiene que transitar. Sobre todo, los primeros dias sin nuestra hija Gina fueron tremendamente desoladores. Despues de tantos anos de luchar por su vida y que todo girara a su alrededor, estabamos perdidos. En mi caso, me di cuenta de que, o bien me ponia a escribir, o bien me moriria de tristeza o enloqueceria. Y escribi, tal y como ya lo habia hecho en otras ocasiones, para procesar, para digerir, para expulsar. El objetivo era explicar la muerte de Gina, pero entonces entendimos que no era solo de muerte de lo que necesitabamos hablar, sino tambien de las vivencias enriquecedoras y dolorosas de los ultimos anos al lado de nuestra hija. Por esta razon, la narracion del libro no es lineal: es un ir y volver del presente al pasado, con un retorno continuo al escenario del sofa del comedor de nuestra casa donde nos despedimos de Gina. Siento que este libro es la tercera parte de una trilogia que la vida misma ha creado. La primera parte fue Criaturas de otro planeta, la presentacion en sociedad de Gina y de su enfermedad, y que sirvio para dar a conocer el sindrome de Rett y para recoger bastante dinero -- gracias en buena parte a Dolors, la abuela de Gina, y al periodista Marc Serena-- para empezar y dar continuidad a la investigacion. La segunda parte fue El meu amor sikh, en el que contaba en forma novelada como se transformaron nuestras vidas con la aparicion del amor con mayusculas, Kewal, que ha hecho de padre de Pol y de Gina; el nacimiento de mi tercer hijo, Jan, y la terrible evolucion de la enfermedad de Gina. Y ahora desgraciadamente ha llegado la tercera parte, Gina, la muerte y la despedida de nuestra hija. Es una trilogia que habla de la vida tal cual es --sin disfrazarla-- y del deseo de vivirla a pesar de las peores circunstancias, porque podemos aprender a ser resilientes, superar las crisis y salir reforzados de ellas.

  • Operacion Munich de Rosa Tellez

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    Cuando Elena se reencuentra con Nando tras siete anos sin saber nada el uno del otro, la pasion que desbordaban cuando se conocieron resurge cual Ave Fenix de sus cenizas.
    Su historia comienza cuando Nando salva la vida a Elena tras un atentando de los insurgentes en la base de PRT en Afganistan, donde se encontraban realizando labores de reconstruccion del pais por encargo del Ministerio de Defensa de Espana.
    Tras aquel acontecimiento, nada sera igual. Elena y Nando emprenderan un camino juntos que cambiara sus vidas para siempre y que les adentrara en situaciones extraordinarias, teniendo que llevar a cabo acciones extremas de las que dependeran sus vidas.
    Nada, ni nadie, es lo que parece.
    Pasion desenfrenada, intrigas, mentiras. todo para conseguir un objetivo incierto.
    Adentrate en esta aventura que no te dejara indiferente.

  • Inframundo (Guardianes Del Alma 4) de Kim Richardson

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    Kara inhalo profundamente y soplo el polvo de una fila de libros con cubiertas agrietadas y lomos arrancados. El aire olia a una mezcla de pegamento y moho. Las motas de polvo flotaban como un enjambre de insectos y la humedad caliente y humeda se sostenia en el ambiente y se aferraba a su ropa. No era el ambiente perfecto para guardar libros viejos, pero le encantaba el olor rancio de la tinta sobre el papel. Era el olor de la imaginacion... donde las grandes mentes se unian y creaban magia con tinta y papel, el olor de aventuras aun no descubiertas. En los libros, todo era posible… y eso le encantaba. Limpio el sudor de su frente y sujeto su cabello en una coleta. Ella apreto Las Aventuras de Huckleberry Finn entre El Llamado de la Naturaleza y El Viejo y el Mar, en la seccion de novelas clasicas. Las coloco en una perfecta linea recta, con sus lomos dispuestos verticalmente. Una vez que estuvo satisfecha con su trabajo, limpio la humedad y la suciedad de sus manos en sus pantalones de mezclilla, agregandole un tanto a la capa de suciedad de la jornada. La escalera se sacudio y se tambaleo bajo su peso. Apreto las manos con firmeza alrededor del riel y bajo con cuidado. Una vez que llego a la parte inferior, salto el ultimo escalon. Con una sonrisa en su rostro, Kara empujo un carrito de metal apilado con libros y revistas hacia la parte delantera de la tienda. Se agacho bajo la unica bombilla que oscilaba nerviosamente de un cable suelto en el centro de la tienda y condujo el carro entre montones de libros que se tambaleaban peligrosamente en altas torres, llegando hasta el techo en algunos lugares. Rayos de luz se derramaban a traves de un gran ventanal de la parte delantera de la tienda iluminando las estanterias con un suave resplandor dorado. Las particulas de polvo brillaban a la luz como copos de nieve en miniatura. Kara podia ver las telaranas grises que colgaban de las esquinas mas altas del techo e hizo una nota mental para retirarlas mas tarde con su escoba. Papel tapiz pintado a rayas marrones y beige se escarapelaba de las paredes detras de un debil mostrador de madera colocado a la derecha de la tienda. Una vieja caja registradora con botones manuales y una palanca roja estaba colocada encima de el. Debajo de la caja registradora habia una vitrina con bolas de cristal de diferentes tamanos. Kara se reia al ver su retorcida imagen en ellas. Una brisa calida agito el flequillo de Kara de su rostro. Los carillones de viento cantaron suavemente encima de la puerta abierta. Kara estornudo y el carrito dio un salto. Un grueso manto de polvo cubria la mayoria de los estantes de libros posteriores, una clara indicacion de que aun tenia mucha limpieza que hacer. Tardaria mucho en retirar el polvo de anos de abandono de la tienda. Dudaba seriamente que alguna vez hubiera estado limpio, para empezar. En su primer dia en la tienda, Kara habia limpiado muy bien las ventanas y habia barrido y trapeado los pisos de su sucia capa de mugre y de unas manchas color marron que ella preferia no saber que eran. Kara inhalo alegremente el viento del verano que llegaba desde la puerta abierta... dientes de leon y cesped recien cortado... su espiritu sonreia con cada nuevo olor. Era una sensacion increible. Habia terminado la escuela y ahora era, oficialmente, una empleada en un lugar que admiraba y respetaba. El Sr. Patterson le habia dado un trabajo de verano en su libreria. Sus funciones eran ayudarle a clasificar todos los libros en un nuevo programa informatico, mantener la tienda limpia y trabajar la caja registradora cuando el estaba en su hora de almuerzo. Habia resultado ser el mejor trabajo de todos y Kara estaba determinada a ahorrar suficiente dinero para cursar el primer semestre en el Dawson College. El Sr. Patterson incluso le dijo que podria seguir trabajando medio tiempo cuando fuera a la escuela. Ella no podria pedir un mejor jefe o un mejor trabajo. Por fin, las cosas finalmente estaban mejorando para ella. Sujeto el carro, tomo un punado de revistas National Geographic y las coloco por fecha a lo largo del estante intermedio del revistero. Las coloco todas juntas... y se congelo. Su cabello se erizo de repente. Kara sintio una presencia inexplicable. Siguio la fuente de la sensacion hacia la ventana... Alguien estaba mirandola desde el otro lado de la calle. Su corazon se agitaba en su pecho. Una chica joven con un vestido blanco estilo antiguo con un gran lazo rojo atado en el medio, miraba a Kara desde el lado opuesto de la calle. Su sedoso cabello negro le llegaba a la linea de la mandibula y acentuaba sus rasgos afilados. Era hermosa, como una muneca de porcelana. Parecia tener cerca de doce anos. Incluso desde la distancia, Kara podia ver rastros de enrojecimiento alrededor de sus ojos y nariz. Su palido rostro se retorcia en una mueca, tenia una mirada aterrorizada. Kara casi podia sentir su tristeza. Sus ojos suplicaban ayuda, la ayuda de Kara. Una conexion inexplicable con la chica se removio en el pecho de Kara. Era como si estuvieran emparentadas de alguna manera, como si fueran primas segundas. La chica volvio la cabeza de repente y empezo a retroceder. Dos hombres en trajes grises meticulosamente entallados se acercaban a la joven desde ambos lados. Su pelo era blanco platino y sus rostros eran identicos. Su piel tenia un enfermizo color blanco parecido a los albinos. Se movian con rapidez, con un proposito. La chica se reclino contra la pared frontal de la tienda vecina. Fijo su vista una vez mas en los ojos de Kara, en una suplica silenciosa. Con los labios, deletreo Ayudame. Kara contuvo su respiracion. La muchacha estaba atrapada entre los dos misteriosos hombres de ojos negros. El ruidoso martilleo del corazon de Kara ahogo todos los demas sonidos a su alrededor. La chica no era rival para esos dos malvados hombres. Kara tenia que hacer algo, tenia que salvarla. Kara empujo el carrito fuera de su camino y se arrojo sobre el mostrador. Tomo el bate de beisbol que el Sr. Patterson mantenia oculto detras del mostrador en el caso de una operacion peligrosa con un cliente y salio corriendo de la libreria a la calle. Se detuvo de golpe. Estaba vacia. La nina habia desaparecido y los hombres de ojos negros tambien habian desaparecido. La calle estaba en silencio, la acera estaba vacia salvo por unas palomas recogiendo migajas en el suelo. ?Estaban sus ojos jugandole una broma otra vez? ?Era esta otra de sus visiones extranas? Durante los ultimos meses habia tenido sentimientos recurrentes de que estaba siendo vigilada. Habia percibido espeluznantes sombras en lugares oscuros siguiendo todos sus movimientos, arremetiendo contra ella cuando pensaban que ella no estaba mirando. Pero tan pronto como ella daba la vuelta para hacer frente a lo que fuera, desapareceria en un abrir y cerrar de ojos. Quizas este era uno de esos sucesos, o tal vez ella se estaba volviendo loca. Ella penso que debia ser eso. "?Planeas pegarle a alguien con ese bate?" Kara giro, un apuesto adolescente con una sonrisa insolente peinaba su rubio cabello con sus dedos. Con la cabeza en el aire, paseo hacia ella dando saltitos. "?Estare seguro? ?O debo volver mas tarde?", rio David, metiendo sus manos en los bolsillos. Kara lo ignoro y observo el lado opuesto de la calle. "Yo... me parecio ver algo". David levanto las cejas. "Asi que decidiste hacerla de vigilante y tomaste un bate de beisbol... ?para golpearlos?" "Vi a una chica. Creo que estaba en problemas...no. Se que estaba en problemas. Estaba muy asustada, necesitaba mi ayuda". Los nudillos de Kara estaban blancos por la fuerza con la que presionaba el bate. Recordo el rostro petrificado de la nina cuando los hombres se acercaron. "?Que chica?" David la busco por la calle. "No veo a ninguna chica. ?Seguro que has visto algo? Ya sabes, todo ese polvo que inhalas todo el dia podria estar afectando tu cerebro". Kara suspiro y bajo el bate. "Estaba alli hace un minuto, estoy segura de ello. Y habia dos hombres de aspecto extrano con el pelo blanco... realmente feos y escalofriantes. Senti que iban a hacerle dano. Tenian unos ojos negros que daban miedo". "?Ojos negros? ?Como si los hubieran golpeado en la cara o algo asi? Justo como lo ibas a hacer tu con el bate, ?no?" Kara miro la cara perpleja de David y decidio dejar el tema. Claramente pensaba que ella estaba loca. Ella movio la cabeza y se encogio de hombros. "No importa", respiro con frustracion y luego le dio una sonrisa ladeada. "?Que haces aqui tan temprano? Pense que tenias practica de futbol". "Asi es", David hizo varios pases con los pies para impresionar a Kara. "Se cancelo. Creo que podriamos ir al cine, o algo asi". Kara se esforzo para no sonreir, pero su rostro la habia traicionado. Miro hacia otro lado. Sus mejillas se sentian calientes, y supo al instante que se habia sonrojado. Su corazon rebotaba entre sus orejas. "Bueno… dejame preguntarle primero al Sr. Patterson. Quiza aun necesite que me quede el resto del dia". Esperaba secretamente que no lo hiciera, David habia venido a la tienda todos los dias desde la primera vez que se habian encontrado accidentalmente hacia ya dos meses. Y cada vez que llegaba, las mariposas se agitaban dentro de su vientre. Con el bate de beisbol colgando a su lado, Kara entro a la tienda. David se agacho debajo el carillon de viento y la siguio. Oyo el chasquido de la puerta de atras, volvio a ver hacia arriba. El Sr. Patterson caminaba hacia ellos. Sus huesos crujian y tronaban. Rasco su cabeza, haciendo ondas en su pelo blanco. Sus cortas piernas se asomaban por debajo de sus habituales bermudas caqui y coloridas camisas hawaianas amarillo con naranja. Las tablas del suelo crujian bajo el peso de sus pies descalzos. Kara nunca entendia por que andaba descalzo sobre la suciedad y el polvo del suelo, pero con el paso del tiempo se habia acostumbrado a ver sus cuadrados dedos del pie y largas unas amarillas. Se hizo una nota mental para adquirir un certificado de regalo en el spa local Pies de Diez para una pedicura. Si estaba obligada a ver sus pies, por lo menos deberian verse bien. El Sr. Patterson les saludo con entusiasmo. "!Hola, Denis! ?Que te trae a este lado del mundo literario? ?Has venido a comprar un libro por fin? Hay una nueva seccion con grandiosos libros de aventuras para ninos alli..." el arrojo su larga barba blanca sobre su hombro y senalo a un alto estante de libros a su izquierda. David sonrio incomodamente y rasco la parte posterior de su cuello. "Uh… no, Sr. P... pero gracias de todos modos. Estoy seguro que todos son… muy buenos" David volvio a ver a Kara y hablo por la esquina de su boca. "El todavia me llama Denis". Kara cubrio su boca y se rio. El Sr. Patterson se detuvo y miro con recelo Kara. "?Clara? ?Por que estas sujetando el bate loco? ?Paso algo? ?Entraron en un combate con un cliente psicotico?" David suspiro. "?El bate loco? ?En serio? Suena un poco loco para mi..." Kara pateo a David en la espinilla y escondio el bate de beisbol a sus espaldas. "Uh… nada. Solo estaba… limpiandolo". Se inclino sobre el mostrador y dejo caer el bate detras de el. "En realidad, Sr. P", dijo David, "vine a ver si Kara podia tomarse el resto de la tarde". "Ya veo". El Sr. Patterson vio a David sospechosamente por un momento. Sus ojos azules se asomaban por debajo de los pliegues de cientos de arrugas. El fruncio los labios y se rasco la cabeza. "Bueno, no veo por que no. Creo que Clara ya hizo suficiente por hoy. Puedes irte con Denis si lo deseas".

  • Contra el cancer de Joseph Mercola

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  • Romance entre jefes (Los jefes 6) de Victoria Quinn

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    Se como es no tener padre.

  • Bilogia completa de Te quiero en mi vida de Sabina Rogado

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    Cuando Alexia (una chica timida e introvertida) descubre al unico chico que ha pasado por su vida, liado con otro, su mundo se viene abajo y, si por un instante cree que ahi se acaban los contratiempos, esta muy equivocada porque todo parece complicarse hasta que, de repente, una invitacion completamente casual, hace que su vida de un giro inesperado en el momento en que termina en una discoteca donde tiene el privilegio de conocer al actor de moda y del que el mundo entero habla.

  • El vacio de Victoria Schwab

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  • Suenos de Invierno de Kelly Dreams

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    Las inclemencias meteorologicas fueron las culpables de que Nakia se viese obligada a buscar cobijo en una de las cabanas del complejo turistico en el que trabajaba. Pasar la noche a solas en medio de la montana no era la mas interesante de las opciones, pero, ?que otra opcion le quedaba?
    Alexei llego a las montanas de Domjab buscando un momento de libertad, una ultima bocanada de aire fresco antes de hacer frente a su irremediable destino, con lo que no contaba era que las nevadas montanas traerian consigo la presencia de una mujer que pondria a prueba su paciencia y se grabaria a fuego en su piel.
    Una aventura de una noche, un encuentro sin normas, sin preguntas, solo placer y que haria peligrar cada una de sus prioridades.

  • Fuego en mi corazon de Emilia Hover

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    El es un padre soltero, rudo y codiciado que ama con todas sus fuerzas a sus hijos, pero necesita un poco de ayuda en su vida.

    Se suponia que yo era la ninera, al menos eso es lo que dice mi contrato.

  • Voz de Christina Dalcher

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    CIEN AL DIA. NI UNA MAS. Esa es la cifra de palabras que la neurolinguista Jean McClellan y el resto de mujeres tienen derecho a pronunciar cada dia. Una sola palabra por encima de esa cifra y cientos de voltios de electricidad recorreran las venas de cualquier mujer que se atreva a sobrepasarla. Ese es el mandato del nuevo gobierno. Las mujeres no pueden escribir, los libros les han sido prohibidos, sus cuentas bancarias han sido transferidas al hombre de la familia mas cercano y se han suprimido todos los empleos para las mujeres.

  • El misterio entre Cervantes y Shakespeare de Margotte Channing

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    Esta es una historia diferente en la que German Cortes camina por ella, a veces de puntillas, de la mano de Cervantes, Shakespeare, algun lord ingles de la epoca, e incluso junto al mismisimo Gabriel de Borbon. Pero no es un viaje en el tiempo ni nada parecido, German sigue con los pies asentados en el siglo XXI cuando le toca investigar el asesinato de dos frailes agustinos, uno en el Monasterio del Escorial, y otro en la Biblioteca Britanica.
    Desde el momento en el que interrumpen sus vacaciones, el comisario y su inseparable Isabel, dedican todas sus energias a descubrir que cerebro maquiavelico es el que ha perpetrado esas muertes, que no son las unicas que descubriran a lo largo de la investigacion.
    Ayudado por sus fieles amigos consigue reducir poco a poco el circulo de sospechosos, descubriendo por el camino un secreto que puede hacer cambiar el curso de nuestro pais.

  • Rendida de Tierra Salvaje

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    Su desdichado y pobre pene encerrado en el interior de su ajustado boxer Calvin Klein, se estremecia y palpitaba a causa de las diabluras llevadas a cabo durante la manana debajo del mostrador junto a Rosalia, su joven companera en la recepcion. Ciriaco sacudio la cabeza a un lado y al otro con fuerza y se dijo a si mismo que era un tonto de capirote. ?Pero que diablos le estaba ocurriendo? Le complacia la frecuencia y la variedad en las relaciones sexuales, y adoraba a cualquier femina lozana con la que se le presentara la oportunidad de acostarse, pero habitualmente no se lanzaba al vacio como si fuera un vulgar adolescente. Sobre todo, si tenia la certeza de que iba a quedar insatisfecho. Sucedia, sin embargo, que su companera Rosalia lo volvia completamente loco haciendole perder la razon sin remedio. Habia algo en aquella muchacha, no podia precisar exactamente el que, algo poco comun en otras mujeres, que lograba perturbarle intensamente. No se trataba simplemente de una respuesta puramente erotica, ni tan solo que su polla se agitara por el sexo y el deseo hacia ella junto a toda aquella memorable feminidad que lo acompanaba. Aunque debia reconocer que sus redondos pechos, sus rotundas nalgas y aquel par de estilizadas piernas resultaban tremendamente sensuales para cualquier mortal. Cualquier miembro de aquel hotel, fuese hombre o mujer, se sentia irremediablemente atraido por la curvilinea figura de la guapa recepcionista. Los multiples escarceos de Rosalia con diferentes miembros del hotel e incluso con algun conocido cliente que les habia visitado, tanto hombres como mujeres, eran bien conocidos por todos ellos pues ella no trataba en modo alguno de ocultarlos. No, lo que verdaderamente lo seducia era el espiritu indomable de aquella linda gatita. Su energica repulsa a todo aquello que pudiera desacreditarla, ya fuera la prepotente actitud machista de Ciriaco --de la que en numerosas ocasiones el muchacho se avergonzaba-- o bien otros elementos como la zorra, engreida y vanidosa de Valentina. La subdirectora era astuta y malpensada y, dicho sea de paso, ni la mitad de eficaz en su trabajo que Rosalia. Vicente, el director del hotel, era aun mas incompetente que su arrogante asistente, y no deberia estar al frente ni tan siquiera de una pequena pension asi que aun menos de un hotel de cinco estrellas archiconocido en todo el pais. Ciriaco llego al fin al primer piso y, al tiempo que gozaba de la discreta, pero opulenta decoracion penso que el Hotel Alameda era, sin ningun genero de dudas, uno de los mejores hoteles del pais. Los enormes lienzos que colgaban en las paredes de la galeria de la primera planta junto a las antiquisimas estatuas de bronce y los jarrones de estilo chino deberian tener un valor incalculable --supuso mientras intentaba menguar su incipiente ereccion. Penso en dirigirse directamente a la suite ocupada por Celia Luzaro, la famosa escritora vitoriana y de exito mundial; sin embargo, volvio sobre sus pasos y se paro ante un cuadro de un autor del siglo XVIII nada celebre. La figura femenina que aparecia en el lienzo era de cabellos de tonos rojizos, de pronunciadas curvas bajo aquel vestido de epoca y de bellos bordados. Una mujer representativa de la sociedad burguesa de la epoca y que por alguna siniestra razon le recordo al instante a Rosalia. Al imaginar a su estupenda companera de recepcion engalanada con aquel magnifico vestido de seda, en lugar de con su habitual traje de chaqueta de color gris marengo, su mano se encamino al instante hacia su entrepierna en busca de una leve caricia. Se presiono su miembro por encima de los pantalones de pinzas, al mismo tiempo que fantaseaba con la imagen de Rosalia despojandose del vestido y quedandose desnuda ante el. Imaginaba el roce con su desnudo cuerpo y el perfil redondeado de su delicado trasero, redondo como un par de manzanas, mientras el se dedicaba a palparlo a conciencia. Era plenamente consciente de que dicha caricia complaceria enormemente a la muchacha: ciertamente apenas media hora antes su descarado y audaz magreo sobre sus nalgas habian logrado arrancarle un sonoro orgasmo. Mientras seguia acariciando su cada vez mas inquieta virilidad, Ciriaco sopeso la opcion de llevar a cabo una necesaria pausa en su habitacion. Experimentaba una profunda incomodidad entre las piernas. Debia resolver un par de cosas que tenia pendientes, pero una efimera masturbacion lograria que sus pensamientos se relajasen. Penso en el momento de la placentera descarga, pero al mismo tiempo imagino que le resultaria poco o nada gratificante. No queria correrse con la sola compania de su imaginacion y su mano, sino que deseaba compartir aquel momento con Rosalia. O en su defecto con cualquier otra mujer. Volvio a su cabeza la faena que la recepcionista le habia encargado y recordo la penetrante mirada que Celia Luzaro, la popular novelista cuya ducha no funcionaba desde hacia veinte minutos, le habia regalado el dia anterior. Ciriaco, eres un sinverguenza y un bribon --se dijo al dirigir sus pasos hacia la suite numero veintisiete, la cual ocupaba aquella madura mujer en cuyo sinuoso y apetecible cuerpo reparo desde la primera vez que la vio. Debia reconocer que se sentia plenamente atraido por aquella dama. Si senor, la senora Celia Luzaro era deliciosamente atractiva para un joven muchacho como el. Nada mas verla llegar al hotel se quedo prendado de su esbelta figura y de aquellos expresivos ojos verdes que tanta curiosidad le habian inspirado. Ciriaco sospecho que el aspecto confusamente idealista de aquella mujer, acaso vendria dictado por su prolifica inspiracion a la hora de imaginar historias, pero por otro lado penso que seguramente se correspondiese con un problema en la vista, pues al firmar en el libro de registro del hotel necesito echar mano de las gafas que tenia guardadas en el bolso. Luego supo, por boca de la propia senora Luzaro, que desde hacia tres anos tenia un problema de vista cansada debido al uso asiduo del ordenador al escribir sus novelas. Pese a la evidente molestia de Celia Luzaro con su vista, no le habia impedido obsequiarle con una pronta y encantadora ojeada por debajo de aquel par de lentes de exquisito diseno italiano que la hacian parecer mas joven de lo que realmente era. Cuando el muchacho le sonrio, ella se sonrojo de manera encantadora y volvio a tomar del mostrador el bolso de mano de Valentino que debia haberle costado un buen monton de dinero. Luego cuando le entrego una suculenta propina y apenas se rozaron sus dedos, volvio a enrojecer intensamente. Ciriaco se cuestiono sobre que temas versarian las novelas de aquella mujer, y en cuanto tuvo ocasion se lo pregunto a Rosalia. Pues para serte franca, la verdad es que no tengo ni la mas remota idea. Nunca lei ninguno de sus libros. La informacion de Claudia, su camarera favorita, le resulto mucho mas valiosa. !Bah! Menuda bazofia, son unos libros sin el mas minimo interes. A las jovencitas y las marujonas que no buscan mas que sensibleria y cursileria y nada de follar les encantan. No gastaria ni un euro en uno de ellos. Ciriaco sonrio abiertamente meditando sobre todas aquellas cosas que la rubita de Claudia estaria dispuesta a tantear, a succionar y lamer, a manosear y acoger en aquel soberbio cuerpo. Llamo a la puerta dos veces con los nudillos y enseguida escucho ruido en el interior de la suite. Celia Luzaro le habia dado la sensacion de ser una mujer un tanto inocente pese a ser una persona celebre y haber corrido mucho mundo. No daba la sensacion de estar muy convencida de su feminidad, pese a que cualquiera la hubiese imaginado como una autora de novela rosa con unos modales refinadamente femeninos. Hola --saludo cuando la senora Luzaro abrio la puerta. Tengo entendido que tiene un problema con la ducha. Pues la verdad es que si --le contesto ella mirandole con cara de sorpresa y una expresion apocada en el rostro. Necesito darme un bano para relajar los musculos del cuello que los tengo agarrotados y apenas salen unas gotas... ?Seria tan amable de arreglarla? Se lo agradeceria infinito... Tras estas palabras en busca de auxilio, entro a la habitacion con un frufru de seda rosa palido que balanceaba en torno a sus piernas. Ciriaco trato de contener la risa mientras la seguia hasta el cuarto de bano. Pese a la abundancia de invencion que se le podia imaginar gracias a su profesion, Celia habia claudicado ante un evidente y recurrente estereotipo: La idea de la mujer fatal que recibe al fontanero, cubierta con un simple neglige transparente y zapatillas de bajo tacon. Aquella prenda no daba lugar a que corriese la imaginacion de uno, pues se traslucia todo y ademas el escote de la espalda le llegaba hasta el inicio de las nalgas. El problema radicaba en que las artimanas de aquella madura mujer lograron el efecto deseado. Ciriaco noto que su libido se aceleraba y que su virilidad se encabritaba por debajo del pantalon. No tuvo duda de que se habia topado con una nueva admiradora. La vestimenta, los ademanes de la escritora y la sensual fragancia que la envolvia asi lo atestiguaban. Ciriaco centro su vista en aquel excitante balanceo de las caderas de la senora Luzaro bajo aquella ligera prenda y se interrogo sobre las causas que la llevaban a mostrarse de ese modo tan sumamente explicito. La suavidad de la tela era de una delicadeza sublime y, si se hubiera encontrado en un casino, hubiese apostado todo su dinero a que la mujer no llevaba ninguna otra prenda. Ante aquel pensamiento su miembro se rebelo debajo del pantalon buscando un mejor acomodo. Miro disimuladamente a la senora Luzaro, la cual corrio la puerta de la mampara a un lado y aparento un gran interes por la averiada ducha. Ciriaco, mientras revisaba el mando de la ducha que no parecia sufrir ningun dano, penso que Celia Luzaro poseia una belleza realmente cautivadora. Con su ondulado cabello, sus modales y su semblante indiferente, no guardaba la mas minima relacion con Rosalia, pero poseia un gran atractivo. Celia era delicada y fragil al mismo tiempo, lo cual la hacia mas interesante que aquella estampa refinada y artificial que pretendia sugerir. Aquella mujer era toda ella ternura, un ser candido y sin ningun atisbo de malicia. En ese momento le vinieron a la cabeza las palabras de Claudia sobre sus empalagosos escritos y reflexiono si todo aquello se debia a que la senora Luzaro tenia pensado variar la tematica de sus novelas y pasar a desarrollar unas narraciones de caracter mas erotico y donde el elemento sexual fuera mucho mas evidente. Si fuera tan amable... necesito darme un bano y como vera el mando esta atascado. No funciona ni a un lado ni al otro. --le comento mientras se acercaba a el y casi rozo el brazo del muchacho con su seno.

  • VILOX de Sophie Saint Rose

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    Alon se levanto de la cama. Le habia despertado el sonido del telefono movil pero no tenia ni punetera idea de donde lo habia dejado. Siguiendo el sonido lo encontro tirado en el suelo al lado de sus vaqueros. -Joder Rohr, he dormido dos horascontesto despues de descolgar. -Jefe ,tenemos un pequeno problema con uno de los nuestros. Suspiro y se sento en la gran cama apoyando los codos en las rodillas - ?Que cono pasa ahora?. -Una hembra ha sido atropellada y la han llevado al hospital . -?Y que hacia a las dos de la manana paseando por la calle??A que hospital?- pregunto levantandose y cogiendo los vaqueros sin soltar el telefono. -Al de la setenta y siete. -Te veo en el aparcamiento en diez minutos- colgo y termino de ponerse los vaqueros . Cogio una camiseta negra que estuviera limpia . Se puso la pistolera alrededor de los hombros y comprobo que su pistola Glock estuviera cargada. No la utilizaria con los humanos pero tenia que estar preparado. Se calzo unas deportivas , cogio una cazadora y salio por la puerta de su apartamento . Cuando llego al aparcamiento subterraneo se subio a su moto Kawasaki . Se puso el casco y arranco. No habia mucho trafico en Nueva York esa noche ,asi que logro llegar a tiempo al aparcamiento del hospital donde Rohr y Taix ya lo estaban esperando .Se quito el casco y sus companeros se pusieron delante de el. "No te has puesto las lentillas" le dijo Taix telepaticamente. Inmediatamente entrecerro los ojos, cogio las gafas de sol que le tendia Rohr y se las puso. Eran las dos de la manana -"Las gafas llamaran la atencion" dijo Taix . -"Los ojos dorados llamarian la atencion aun mas"- contesto Alon . -?Donde esta?- pregunto ya en voz alta. Solo utilizaban la telepatia para temas relacionados con sus dones. -Todavia en urgencias -contesto Taix . - su nombre es Clarissa Forester. -Vamos , haremos lo de siempreAlon se acerco a la entrada de urgencias.-. ?Has llamado a la ambulancia?

  • La mujer sin marido de Lori Beasley Bradley

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    En el nombre de Dios, ?que hice para merecer tal verguenza y humillacion? Callie Jamison estaba sentada con su espalda erguida, usando su mejor traje negro y su sombrero: su vestimenta de luto. Se enjugo las lagrimas de rabia y verguenza. En el asiento del acompanante del calesin de su marido, bajaban por la calle Principal de Ellsworth, Kansas. En aquella soleada manana de junio, volvian del juzgado, lugar donde un juez acababa de disolver su matrimonio de diez anos con Evan Jamison. Fui una buena esposa. Lagrimas de verguenza mojaron la mejilla bronceada de Callie, quien se negaba a dirigirle la mirada a Evan. ?Como pudo hacerle esto? Ahora era una mujer divorciada, una mujer sin marido. ?Como soportaria la verguenza y el ridiculo? Las divorciadas eran destinadas a ser rechazadas. -!Ahi esta, Callie! Tu nuevo hogar -dijo Evan con desprecio cuando detuvo el calesin frente a la Casa Ellsworth. -No puedes estar hablando en serio -respondio Callie mientras miraba el edificio de tres pisos con estructura de madera y la leyenda <> grabada en oro en la enorme ventana delantera-. No puedo quedarme en este lugar, tiene… mala reputacion. -El juez dijo que tenia que pagar por tu alojamiento y comida en una residencia adecuada -se burlo Evan-. Ahora eres una mujer de mala reputacion, Callie, asi que esto te sienta muy bien, en mi opinion. Evan comenzo a reirse mientras levantaba sus tres bolsos de viaje de la parte trasera del calesin. -Apurate, mujer -le grito Evan mientras cargaba sus bolsas y las dejaba en la entrada de la casa de huespedes-. No tengo todo el dia. Tengo un rancho que administrar. Y supongo que vas a traer a esa nina a mi casa tan pronto como puedas. Evan no habia ocultado ni un poco su amorio con Polly Hardin, una chica de diecinueve anos, hija de un vecino y antigua alumna de Callie en la escuela. Durante los ultimos siete anos, Callie habia educado a los ninos que vivian en Ellsworth. Callie respiro hondo, se levanto la falda y se bajo del calesin. La brisa calida y seca hizo que un mechon suelto de su cabello castano se posara en sus ojos azules llenos de lagrimas. Callie lo volvio a colocar en su sitio con su mano enguantada. Sostuvo la cabeza en alto, se enderezo la chaqueta y camino por el polvoriento sendero. Le costo poner un pie delante del otro mientras seguia a Evan hasta el llamativo vestibulo de la casa de huespedes del pueblo, que tambien funcionaba como burdel, si los rumores eran correctos. Jovenes mujeres con vestidos de encaje estaban sentadas en sillones tapizados en terciopelo rojo. Callie no necesitaba mas pruebas para comprobar que los rumores eran correctos. La Casa Ellsworth era, de hecho, un burdel. Le hare una solicitud al juez. No hay nada menos adecuado para una maestra de escuela y una mujer que va a la iglesia. Evan no puede estar hablando en serio. -?Como puedo ayudarlos? -pregunto un hombre alto con cicatrices en la cara desde detras del mostrador, observando las bolsas que Evan llevaba y a Callie. Los penetrantes ojos oscuros del hombre le provocaron un escalofrio a Callie. -?Tienes lista la habitacion de la que te hable, Caine? -pregunto Evan mientras le dirigia una sonrisa de satisfaccion a Callie. -Se que querias que este en el tercer piso -respondio Matthew Caine con la mirada puesta en Callie. Se lamio sus delgados labios y sonrio. -Pero he tenido que dejarla abajo con las chicas hasta que algo se desocupe alli arriba. Tengo la casa llena en este momento. -Matt, ?no es un poco vieja para que este aqui abajo con nosotras? -pregunto una de las jovenes mujeres. -Parece tan vieja como mi madre, e igual de mojigata con su cuello alto y su cabello recogido bajo ese sombrero de matrona. Las demas mujeres rieron, y Callie sintio como sus mejillas enrojecian de verguenza al tiempo que sus ojos se llenaban de lagrimas. Le hare una peticion al juez, incluso si me tengo que arrastrar hasta el juzgado de rodillas. No puedo quedarme en este lugar horrendo junto con estas mujeres. -No me importa donde carajo la pongas -grito Evan y dejo caer las bolsas de Callie al suelo de madera pulida. -Ella no es mas mi problema. Levanto las manos en el aire, se dio la vuelta y abandono el vestibulo. -Que hombre tan encantador -murmuro con sarcasmo una de las jovenes al acercarse a Callie. – ?Donde la quieres, Matt? ?En la vieja habitacion de Ruthie? El hombre alto asintio con la cabeza sin apartar la vista de los senos de Callie. Puedo jurar que me esta tomando las medidas. -Vamos, carino -dijo la chica y se inclino para recoger dos de los bolsos de Callie-. Te mostrare tu habitacion. Callie se agacho, tomo su otro bolso, y siguio a la delgada pelirroja, quien paso el mostrador y camino por un estrecho y oscuro pasillo empapelado con el mismo llamativo tapiz del vestibulo. -Las chicas usamos estas habitaciones porque hay una puerta que da al exterior al final del pasillo para que nuestros clientes no tengan que salir por el vestibulo -explico la mujer senalando una luz difusa al final del pasillo-, y para que ese cabron entrometido de Caine no sepa nuestras idas y venidas – anadio mientras abria una puerta al final del pasillo. -?No tiene llave? -pregunto Callie con los ojos abiertos y horrorizada ante tanta vulgaridad por parte de la joven. La pelirroja llevo los bolsos de Callie a una habitacion donde una gran cama con marco de bronce era el elemento central. En la pared opuesta habia un armario alto. En una de sus puertas habia un espejo ovalado con una fisura que lo atravesaba. Vio un lavamanos con una jarra y un cuenco, ambos esmaltados. Un orinal a juego estaba en el suelo junto a la cama. Al lado de la ventana se veia un pequeno tocador con un espejo ovalado arriba sobre la pared. La habitacion olia como si el antiguo residente hubiera dejado el orinal lleno y nadie se hubiera molestado en vaciarlo. -Me llamo Maisie -dijo la chica, estrechandole su pecosa mano-, pero la mayoria de las chicas me llama Ruby por mi cabello. -?Que nombre te gusta mas?- pregunto Callie tomando la calida mano de la chica. Maisie la miro perpleja como si nadie le hubiera hecho esa pregunta antes. -Mi mama y mi abuela siempre me llamaban Mae -le susurro-. Tu puedes llamarme Mae si quieres. -Soy Callie -dijo mientras le estrechaba la mano-. Gracias por ayudarme con los bolsos, Mae. -Por nada -respondio la linda chica con una sonrisa que acerco las pecas de sus mejillas a sus brillantes ojos verdes. -Matt si que es una molestia terrible, y un holgazan. Nos manda clientes, se lleva la paga y estamos seguras de que se queda con mas del diez por ciento -dijo Mae entrecerrando los ojos-. Ten cuidado con el -le advirtio-. No me gusto la forma en que te miro. Al menos no soy la unica que se dio cuenta. -Tendras que conseguir tu propia agua de la bomba de atras y llevar tu orinal al retrete de afuera. Tambien esta en la parte de atras, pero puedes llegar facilmente desde la puerta que esta al final del pasillo. Sus ojos recorrieron la habitacion y se detuvieron en la cama, en donde se encontraba un delgado colchon sin almohada. -Me temo que tendras que conseguir tu propia ropa de cama -suspiro Mae-. La mayoria de nosotras cargamos la nuestra en el maletero cuando viajamos de ciudad en ciudad, pero tu puedes comprar ropa de cama nueva en el mercado de la calle. -Gracias -dijo Callie frunciendo el ceno. No habia considerado la ropa de cama cuando empaco sus cosas apresuradamente esa manana. Asumio que Evan la llevaria al hotel y no la dejaria en este prostibulo. Sin embargo, Callie sabia perfectamente cual seria el resultado en el juzgado. Evan y el juez Sterling jugaban juntos al poquer y Callie sabia que el hombre le concederia a Evan el divorcio que queria. -?Tienes dinero? -pregunto la chica con humildad-. Si no tienes, puedo darte unos cuantos dolares hasta que puedas conseguir los tuyos. -Tengo un poco -respondio Callie con una debil sonrisa-, pero muchas gracias por la oferta. -No es facil ser una mujer y estar por tu cuenta -suspiro Mae-. Tienes que pagar todo. La mayoria de nosotras comemos en El Filete Jugoso, al otro lado de la calle. El viejo Jenkins canjea las comidas por una mamada en la cocina de vez en cuando, siempre y cuando su mujer no este alli – dijo ruborizada. Callie sonrio. Conocia a Hiram Jenkins. -Creo que puedo pagar por mi comida. -!Casi me olvido! -anadio la chica mientras se dirigia a la puerta-, aqui esta tu llave -dijo sacando la llave de la cerradura y entregandosela a Callie. -Todas llevamos la nuestra con nosotras. Nunca se las dejamos a Caine en la recepcion cuando salimos. -Gracias, Mae -dijo Callie-. Supongo que sera mejor que guarde mis cosas y haga una lista de lo que necesito comprar en el mercado. -Claro, senora -respondio Mae y abrio la puerta. Las risas joviales y agudas de las jovenes entraron por la puerta y Mae puso los ojos en blanco. -Tabby debe haber contado otro de sus tontos chistes. Es tu vecina, por cierto, y te lo advierto ahora -dijo con un guino, senalando con la cabeza la pared que separaba la habitacion de Callie de la de al lado-. Tabby disfruta de su trabajo y puede ser muy ruidosa cuando lo hace. Cuando la chica cerro la puerta, Callie se apresuro a ponerle llave y comprobo que funcionara con un giro de la perilla y un fuerte tiron. Una vez convencida de que la puerta era segura, se tomo un minuto para estudiar su nueva morada. Las paredes de yeso eran de un verde palido y apagado, pero algunas grietas marcaban el yeso en ciertos lugares. Callie arrugo su nariz. No queria saber de que eran las manchas que bajaban por la pared detras de la opaca cabecera de metal de la cama. Podria pintar para refrescar el ambiente. Pero me niego a considerar este lugar como mi residencia permanente. La unica ventana de la habitacion no tenia cortina y cuando Callie se acerco a ella, noto huellas. Parecia como si se hubiera apoyado una cara contra el vidrio, tratando de echar un vistazo al interior

  • F*llame como si salieras de la carcel de Jorge Borges

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    Toda mi vida he sido su protegida.
    Desde los 16 anos.
    Ahora tengo 21.
    Erik lleva 3 anos en la carcel.

  • Las posesiones de Llucia Ramis

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  • Dos corazones en Waterloo de Violeta Otin

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    Lord Broomfield, el duro y abnegado comandante de husares del ejercito britanico, jamas hubiera esperado reencontrarse con miss Stella Hatton en un elegante salon de Bruselas. La ultima vez que se vieron fue hace ocho anos, cuando el entonces conde de Harding, fanfarron y egoista, habia apostado en un club de caballeros que seria capaz de enamorar a la dama antes de que terminase la temporada… Con lo que no habia contado era con enamorarse a su vez de la joven. Sin embargo, lo que habia comenzado como un simple juego pronto se convirtio en una pasion que provoco la caida en desgracia de Stella. Ahora, con las tropas de Napoleon amenazando la paz enEuropa, lord Broomfield tiene ante si un reto aun mayor: recuperar el corazon de la dama, que esta a punto de contraer matrimonio con un misterioso caballero del que nadie parece saber nada.