libro hozuki la libreria de mitsuko
-
libro hozuki la libreria de mitsuko - Aki Shimazaki
https://gigalibros.com/hozuki-la-libreria-de-mitsuko.htmlMitsuko tiene una libreria de viejo especializada en obras filosoficas. Alli pasa los dias serenamente con su madre y Taro, su hijo sordomudo. Cada viernes por la noche, sin embargo, se convierte en camarera en un bar de alterne de alta gama. Este trabajo le permite asegurarse su independencia economica, y aprecia sus charlas con los intelectuales que frecuentan el establecimiento. Un dia, una mujer distinguida entra a la tienda acompanada por su hija pequena y los ninos de cada una se sienten inmediatamente atraidos entre ellos. Ante la insistencia de la senora y por complacer a Taro, a pesar de que normalmente evita haceramistades, Mitsuko aceptara volver a verlos. Este encuentro, sin embargo, podria poner en peligro el equilibrio de su familia.
-
Hôzuki, la librería de Mitsuko - Libro - nordicalibros.com
https://www.nordicalibros.com/product/hozuki-la-libreria-de-mitsuko/Hôzuki, la librería de Mitsuko ... Mitsuko tiene una librería de lance especializada en obras filosóficas. Allí pasa los días serenamente con su madre y Tarô, su ...
-
"Hôzuki, la librería de Mitsuko” de Aki Shimazaki - Las ...
https://www.laslibreriasrecomiendan.com/libro-de-la-semana/hozuki-la-libreria-de-mitsuko-de-aki-shimazaki/Hôzuki, la librería de Mitsuko o cuando una hora de lectura tiene el efecto de la orilla ... Otro es zambullirme en un libro de papel suave y olor seco y no ...
-
HOZUKI, LA LIBRERÍA DE MITSUKO | AKI SHIMAZAKI
https://www.casadellibro.com/libro-hozuki-la-libreria-de-mitsuko/9788416830732/551243029 may 2017 — Sinopsis de HOZUKI, LA LIBRERÍA DE MITSUKO ... Mitsuko tiene una librería de viejo especializada en obras filosóficas. Allí pasa los días ...
-
Hozuki: la librería de Mitsuko: 56 (OTRAS LATITUDES)
https://www.amazon.es/H%C3%B4zuki-librer%C3%ADa-Mitsuko-Otras-Latitudes/dp/8416830738Hozuki: la librería de Mitsuko: 56 (OTRAS LATITUDES) : Aki Shimazaki, Aki Shimazaki: Amazon.es: Libros.
-
HOZUKI, LA LIBRERÍA DE MITSUKO - SHIMAZAKI AKI
http://quelibroleo.com/hozuki-la-libreria-de-mitsukoCreo que puedo decir que es la primera vez que encuentro un libro que condensa en tan poco espacio tantas reflexiones, lo que hace que aunque haya leído la ...
-
Hozuki, la librería de Mitsuko - Aki Shimazaki - Lecturalia
https://www.lecturalia.com/libro/103093/hozuki-la-libreria-de-mitsukoMitsuko tiene una librería de lance especializada en obras filosóficas. Allí pasa los días serenamente con su madre y Tarô, su hijo sordomudo.
-
Mis críticas: Hözuki, la librería de Mitsuko
http://www.lalibreriadejavier.com/?p=3827522 jul 2017 — Hozuki libreria Mitsuko nordica javier descargar ... Es una pequeña librería que se surte de libros que su dueña compra en otros sitios.
-
Hôzuki, la librería de Mitsuko - Trabalibros
https://trabalibros.com/libros/hozuki-libreria-mitsuko-aki-shimazakiHôzuki, la librería de Mitsuko (Aki Shimazaki)-Trabalibros. Hôzuki, la librería de ... “Coloco en el escaparate unos libros de ocasión que acabo de comprar.
-
Hôzuki, la librería de Mitsuko - Aki Shimazaki - Fnac
https://www.fnac.es/a1368225/Aki-Shimazaki-Hozuki-la-libreria-de-MitsukoHôzuki, la librería de Mitsuko. Publicado el 29 mayo 2017. Normal (Libro) en español. 5. 1 opiniones. 1 el favorito de nuestros expertos libreros.
-
Reseña «Hozuki, la librería de Mitsuko» | Katakrak
https://katakrak.net/cas/blog/rese-hozuki-la-librer-de-mitsukoNovela circular. Un ejercicio que se asemeja a la ceremonia del té. Aki Shimazaki, radicada en Canadá y de origen japonés, autora de este libro escrito en ...
-
El Corazon de Yamato de Aki Shimazaki
https://gigalibros.com/el-corazon-de-yamato.html?Cuanto dura el amor? ?Bajo que formas vuelve a encenderse? ?Cuales son las consecuencias del amor perdido?
-
Mujer y maestra de Viviana Rivero
https://gigalibros.com/mujer-y-maestra.htmlCIUDAD DE CORDOBA, SEPTIEMBRE DE 1884 Las dos jovenes mujeres cruzaron la calle y comenzaron a escuchar la voz del rezador que cantaba trisagios en la casa de los Martinez. El sol de la tarde caia sobre las sencillas construcciones de la cuadra. Ya en la vivienda, no necesitaron golpear; la puerta estaba abierta de par en par. Desde la entrada se alcanzaba a ver el cadaver del nino puesto sobre la mesa del humilde comedor; y a la gente, comiendo empanadas a su alrededor. Mercedes observo de reojo a Frances Wall y, al ver su desazon frente a la imagen, decidio alertarla: [?]No se asuste, miss, los velorios de los angelitos son asi. La norteamericana, que intentaba conservar su fortaleza, contesto con una sena de asentimiento y Mercedes la tomo del brazo con decision para ingresar juntas a la morada. La madre del nino las distinguio entre los demas. Sus cabellos claros y sus vestidos arreglados sobresalian: [?]Maestra Frances... Maestra Mercedes... [?]Pochita... [?]la saludo Mercedes. [?]Senorita..., mi hijito se nos fue. Tres dias lucho, pero se le acabaron las fuerzas... Todo fue sufrimiento... Deberia haber visto su carita... pero ahora... ya es angelito. Las maestras entendian su sufrimiento, sabian cuanto amaba la mujer a su unico hijo varon, de solo cuatro anos; siempre les hablaba de el cuando las cruzaba en el colegio mientras limpiaba las aulas. [?]Lo siento tanto, Pocha..., tanto [?]dijo miss Wall acongojada. Mercedes, con los ojos llenos de lagrimas, miro a la madre, y, comprendiendo que se esperaba que pronunciara en estos casos, exclamo: [?]!El angelito ya esta en el cielo! El semblante de Pocha se desdibujo de dolor, pero, a punto de comenzar el llanto, se contuvo: ella no debia llorar. Al fin y al cabo, esa era una noche de fiesta, su hijo era ahora un angel. Las tres se acercaron al cuerpo sin vida de Danielito. Llevaba ropa blanca y a su alrededor la mesa estaba cubierta de flores artificiales; a la altura de los brazos, dos pedazos de papel blanco semejaban las alas. Sobre el pendia del techo, a modo de cielo raso, una sabana blanca decorada con estrellitas de papel brillante. Su madre lo miro con devocion y dijo: [?]Manana se lo prestamos a los Ramirez. Ellos lo necesitan, le pediran al angelito un milagro para don Esteban. La sepultura se hara recien el jueves. Frances Wall se escandalizo ante la idea de que el pequeno difunto fuera prestado a otra familia antes de ser enterrado. Mercedes, mas acostumbrada a esta practica de las clases bajas argentinas, le dijo a la madre: [?]Cuente con nosotras para lo que necesite, Pocha. [?]Si, lo que sea [?]agrego miss Wall. [?]Muchas gracias. Ahora pasen y unanse a nosotros. La madrina de Danielito hizo empanadas y el padrino trajo vino patero [?]dijo la madre senalando el patio de donde provenia el bullicio. Los padrinos, como era de esperar, se habian hecho cargo de la parte que les tocaba. Por cortesia, fueron hacia el patio. Alli el clima era en verdad festivo; un musico preparaba su guitarra para comenzar con las canciones y, tal vez, si esa noche los animos acompanaban, hasta hubiera baile. La familia Martinez debia considerarse privilegiada al haber sido elegida por el destino para que su nino muriera antes de los siete anos y pudiera convertirse en un angel de Dios. Los convidados comian y charlaban animadamente. Las dos maestras saludaron a algunos conocidos. Otros, de lejos, las miraron con desden. El colegio normal, recientemente inaugurado por el gobierno para formar maestras, que le quitaba preferencia a la Iglesia catolica en la educacion, mas la ley 1420, que erradicaba por primera vez los contenidos religiosos de los programas escolares, tenian a los cordobeses divididos a muerte. El propio vicario Clara, por carta pastoral, habia prohibido el envio de ninas catolicas a esa escuela, lo que le habia valido la suspension en su cargo por parte del gobierno y hasta una inminente accion judicial. El presidente Roca, continuando con la politica de Sarmiento, habia nombrado vicedirectora del colegio normal a miss Wall. Y desde su apertura, en junio, la maestra norteamericana se habia convertido en uno de los blancos preferidos de la critica. Los cordobeses tradicionalistas se preguntaban: <>. Los liberales, en cambio, festejaban con bombos y platillos la separacion de la ensenanza y la religion, recientemente instaurada. Hasta la joven Mercedes Castro, maestra y profesora argentina, catolica de buena familia, caia en la volteada de las criticas. ?Como era posible que una chica de cuidada educacion apostolica romana apoyara este tipo de ensenanza nueva impuesta por el gobierno, y se aventurara a servir de apoyo a <
>, tal como llamaban popularmente a las docentes norteamericanas traidas por idea del educador? Esa era la razon por la cual muchos ojos escrutaban a las dos jovenes en la colmada casa de la familia Martinez, en la ciudad de Cordoba. Miss Wall no se amilano y en la galeria se dedico a convencer a una de las mujeres para que enviara a su hija al colegio que regenteaba, explicandole que no habia ningun peligro espiritual en sus claustros. Mercedes decidio entrar una vez mas al comedor; queria rezar un rosario por el pequeno. Ya en la sala, pudo sentir la presencia de la muerte mas alla del disfraz de festejo. Y en la mitad de sus plegarias, un recuerdo doloroso de su ninez la golpeo: la remembranza del velorio de sus padres, anos atras, se le hizo tan vivida que antes de terminar sus oraciones necesito salir a tomar aire. Mientras lo hacia, por la puerta del frente hizo su ingreso dona Teresa Garcia, una de las maximas exponentes de las familias tradicionales de la ciudad de Cordoba, acompanada de dos sirvientas. La sencilla Pocha Martinez y la aristocratica Teresa Garcia se encontraban ligadas por un extrano vinculo. Dos anos atras, en el verano, durante una gran creciente del rio Primero, el marido de Pocha habia salvado la vida de uno de los hijos de dona Teresa. El nino, que jugaba distraido, no habia visto venir la pared de agua proveniente de las lluvias en las sierras y el hombre, arriesgando su vida, lo pudo sacar de la correntada. Y ahora la senora Garcia, como buena cristiana, venia a acompanar a la humilde mujer a pesar de las diferencias sociales que las separaban. De lejos, Mercedes alcanzo a escuchar la exclamacion de dona Teresa: [?]Pocha querida..., !su hijo ya es un angelito! [?]Unas pocas palabras mas en tono bajo y algunos murmullos dolorosos de la duena de la casa completaron el encuentro. Luego, dona Teresa paso al patio, donde la recibio el senor Martinez. Mientras charlaba con el, descubrio a miss Wall y a Mercedes, a quienes miro durante un buen rato, hasta que, decidida, recogio sus faldas y se acerco a ellas. [?]Buenas tardes, senoras. [?]Buenas tardes [?]contestaron pasmadas y casi al unisono. Las dos maestras conocian muy bien a la senora Garcia: era una de las principales oponentes a la escuela normal cordobesa donde ellas trabajaban. La mujer habia enviado una extensa carta al colegio instandolas a que se retractaran de semejante obra. Al mismo tiempo, se habia tomado el trabajo de ir casa por casa, visitando a las familias mas importantes de la ciudad, para explicar que Dios no veia con agrado la existencia de una escuela sin ensenanza religiosa. Aseveraba, tambien, que nadie que se preciara de cristiano podia enviar alli a sus ninos. A mas, cada tarde, a la hora del gallo, se hacia llevar por su cochero hasta la casona de la calle Alvear, donde funcionaba la escuela, y alli, frente a la construccion, rezaba un rosario, rogandole al Jesus bendito que expulsara a las huestes malignas de la ciudad, las que ella veia representadas en ese edificio. Durante los primeros dias habia llegado escoltada por tres -a veces, cuatro- senoras de igual pensamiento; pero la vagancia y la comodidad de las mujeres habia primado, y ahora solo la acompanaba una de sus sirvientas. La voz de Teresa dirigiendose a las maestras se escucho con claridad en el patio: [?]Senoras, no se que vinculo tienen ustedes con Pocha Martinez, pero la Providencia me ha hecho encontrarlas en este lugar, asi que no ahorrare palabras para lo que tengo que decirles. -
El cuerpo nunca miente de Alice Miller
https://gigalibros.com/el-cuerpo-nunca-miente.htmlEl cuarto mandamiento -<
>, heredado de la moral tradicional- nos exige que honremos y queramos a nuestros padres, pero oculta una amenaza. El que quiera seguirlo pese a haber sido despreciado o maltratado por sus padres solo podra hacerlo reprimiendo sus verdaderas emociones. Sin embargo, el cuerpo a menudo se rebela, con graves enfermedades, contra esta negacion y esta falta de reconocimiento de los traumas infantiles no superados. Alice Miller nos permite comprender estos mensajes que nos envia el alma y asi liberarnos de los sintomas e, incluso, de los traumas. -
Isla de Plata de Christian Martins
https://gigalibros.com/isla-de-plata.htmlIsla de Plata tiene unas calas magicas, un parque de atracciones flotando en la montana y muchos secretos.
Sarah Owens viaja a la isla intentando encontrar su lugar en el mundo, pero en ella encontrara muchisimo mas; un gran amor y una historia secreta que cambiara su vida para siempre. Aunque ella aun no lo sabe, este sera el viaje de su vida.
?Te apetece dar un paseo por la isla? -
El legado de Ava, Elena Fuentes Moreno de Elena Fuentes Moreno
https://gigalibros.com/el-legado-de-ava-elena-fuentes-moreno.htmlEsta es una historia de amor poco corriente, fraguada mucho antes de que sus protagonistas existieran.
Ava no es una mujer comun, tampoco una buena persona, pero si le das la mano, te conducira hacia el interior de una historia fascinante: su vida. Su existencia comenzo cuando sus padres dejaron atras una humilde realidad, en busca de oportunidades y promesas de un futuro mejor. No podian imaginar que tras las fronteras de Espana, les esperaba una vida completamente diferente en escenarios con los que jamas osaron ni sonar y sobre los que se asentara un legado que perdura hasta nuestros dias. -
No cerreis mi tumba de Enrique Laso
https://gigalibros.com/no-cerreis-mi-tumba.htmlETHAN BUSH REGRESA CON UN NUEVO CASO
REGALO EXCLUSIVO: !LA NOVELA ‘CRIMENES DIABOLICOS’!
Septima entrega de la saga del agente especial del FBI Ethan Bush, que suma mas de 750.000 copias vendidas en todo el mundo, en 6 idiomas, y que se ha convertido en un fenomeno internacional en el panorama de la novela negra y policial.
MAS DE 750.000 LECTORES DE TODO EL PLANETA SE HAN ENGANCHADO A ETHAN BUSH
Ethan regresa a Kansas, para ayudar a su buen amigo Jim Worth, detective de homicidios. Una mujer ha sido asesinada y parece que a traves de su diario y mensajes privados puede dar pistas sobre la persona o personas que acabaron con su vida. El agente del FBI vuelve al estado que tantos recuerdos le trae, y alli se encontrara de nuevo con Vera Taylor o solicitara la colaboracion de la medium Juliet.
EL CASO MAS EXTRANO DE LA CARRERA DEL AGENTE ETHAN BUSH
?PUEDE ALGUIEN AYUDAR A ESCLARECER SU PROPIO ASESINATO?
-
El Hombre de Tiza de C.j. Tudor
https://gigalibros.com/el-hombre-de-tiza.htmlHay juegos que solo tienen un final posible.
-
Rojo (Fundacion 2) de Carlos Sisi
https://gigalibros.com/rojo-fundacion-2.htmlAmerica no responde. Ya nadie esta a los mandos. En el resto del mundo, los medios evitan usar la palabra “vampiro”. Los llaman El Enemigo, la Marea Roja, o metahumanos, pero se les llame como se les llame, estan llegando a Europa. Son cada vez mas fuertes. Las mentes sincronizadas de Elexia y Alkibiades estan despertando a los Nueve, y sus planes de venganza son imparables.
-
Prestame Tu Proteccion (Prestame 10) de Iris Boo
https://gigalibros.com/prestame-tu-proteccion-prestame-10.htmlTenia la frente apoyada contra la fria pared del pasillo y me daba igual que no hubiese luz alli, ni que Irina se hubiese ido hacia dos minutos, ni que fuese probable que nunca se hubiese limpiado desde que inauguraron el punetero local. De lo unico que era consciente era de que queria darme de cabezazos contra esa pared hasta perder la consciencia, pero tampoco debia hacerlo. Porque la causante de mi frustracion era la misma a la que debia mantener a salvo y, ante todo, soy un profesional. Que mis genitales esten deseosos de que nuestros cuerpos se revuelquen juntos y felices, como dos cerdos en un charco de barro, no quiere decir que mi cabeza lo permita. Porque hay unas reglas basicas que no se pueden romper, y mezclar las necesidades sexuales y el trabajo nunca sale bien. Y no, lo de Antonella no es trabajo; si, es una punetera camarera, pero nunca sera parte de mi trabajo. Me he ocupado del equipo de seguridad del club, del equipo de la casa y de los hombres que me sirven de apoyo en mis funciones para mantener segura a Irina. Las chicas de la barra no estan en mi circulo de trabajo, aunque pueda parecerlo. Antonella es solo una manera de sacar toda la tension que llevo dentro, porque se que, de no hacerlo, esto me iba a explotar en la cara. Siempre escuche esa expresion que dice <
>, pero a mi no me ha funcionado. Antonella es solo sexo sin complicaciones, sin planes de futuro, de familia ni nada de eso, aunque la tipa ha resultado ser la peor de las que pude escoger. En mi defensa dire que precisamente su caracter fue lo que me atrajo, porque era de ese tipo de personas de las que uno no se enamora, ni tan siquiera se deja atrapar por ellas y lo que ofrecen. Antonella es desechable y ella lo sabe, por eso todo este lio que ha montado a nuestro alrededor. Por querer poner un buen muro entre nosotros me he metido en un lio peor, porque uno no manda sobre sus propios sentimientos, uno no elige de quien se enamora y yo he caido ahi por Irina. Levante la cabeza y me gire hacia la salida por la que habia desaparecido ella. Ahora tengo que arreglar todo esto, porque si he llegado a aguantar este extremo de la vara, bien puedo sostener el otro. Voy a luchar por recuperar lo que he perdido, por ganarme lo que ahora esta en las antipodas de lo que pudo haber sido. Pero voy a pelear por ello, porque he sido un marine y los marines no se rinden, luchan hasta el final. Capitulo 1 Irina Subia en el ascensor junto a Serg, directa hacia el despacho del tio Yuri en su hotel. No es que fuese algo fuera de lo normal que hiciesemos aquel tipo de visitas, pero mi hermano parecia preocupado, algo poco frecuente en el desde que llegamos a este pais. Desde que dejamos Rusia, hemos intentado construirnos una nueva vida, pero la sombra de Constantin Jrushchov ha volado sobre nuestras cabezas desde entonces. Hasta ahora parecia que Serg estaba a salvo, pero cuando se trata de tipos tan poderosos como el, nunca se sabe. --?Crees que son malas noticias? --le pregunte a mi hermano. --No se, pero no tiene pinta de que sea algo bueno. --No iba a decirle que todo saldria bien, porque esas palabras nunca han funcionado con Serg y conmigo. Los dos aprendimos a esperar lo peor, a no hacernos ilusiones. Primero la muerte de mama, luego la enfermedad de papa. Encontrar a nuestra familia americana fue lo mejor que nos habia pasado en mucho tiempo, pero todo se acaba tarde o temprano. Cuando llegamos a la planta reservada de los Vasiliev, las puertas se abrieron con rapidez. Senti los ojos de alguien sobre nosotros y no pude evitar pensar que seguramente asi era. Nadie llegaba hasta alli si no tenia la autorizacion correspondiente y nosotros no teniamos ninguna de esas tarjetas o llaves especiales de acceso, asi que solo quedaba una opcion: vigilaban y controlaban nuestros movimientos. Lo primero que vimos en el largo y suntuoso pasillo fue a un hombre parado frente a la enorme puerta de madera del despacho de Yuri. Era Phill. Al vernos, esbozo una pequena sonrisa y saludo con la cabeza en nuestra direccion. --Os estan esperando. --Dio un par de golpecitos y de seguido abrio la puerta. Me cedio el paso y entre. Phill se quedo fuera y eso me extrano. --?Tu no entras? --Mi orden es esperar a que me llamen mas tarde. --Y cerro la puerta. Habia esperado algo mas de el, ya que desde que llegue a Las Vegas se habia convertido en algo mas que mi chofer, casi pensaba que era un amigo. Nuestro tio y mis primos estaban esperandonos y aquello me puso mas nerviosa de lo que ya estaba. --Si tomais asiento, empezaremos con todo esto. --Obedeci por inercia. --?Es algo malo? --Llamenme impaciente, pero no soy de esas personas que evitan las malas noticias todo lo que pueden, yo prefiero afrontarlas lo antes posible. --Jrushchov tiene a un hombre siguiendo a Irina. --Creo que perdi parte del color de la cara en ese momento. Fue escuchar ese nombre y senti como todos mis fluidos salian corriendo a esconderse. --No tienes que preocuparte, pequena --intervino Yuri. --Lo primero que quiero que entendais es que todo se esta desarrollando como Viktor anticipo. --Viktor asintio con la cabeza, pero no era suficiente para tranquilizarme. --?Quieres decir que todo este tiempo habeis sabido que me estaban buscando? --Viktor se levanto de su asiento y camino hacia mi. --Estos tres meses no queriamos recordaros a Jrushchov ni sus intenciones, pero todos sabiamos que no iba a quedarse quieto. Tu tambien lo sabias, ?verdad? --?Saberlo? Si, pero habia intentado no pensar en ello. --Boby le ha dedicado todos nuestros recursos, esperando a que llegara a nosotros o, mejor dicho, a ti. Porque si te tiene a ti, tiene a Serguey. Eres la reina de esta partida de ajedrez -- explico Yuri. --?Y ahora que me ha encontrado? --pregunte. --Ahora es cuando le damos la vuelta a todo. --?Y como lo hacemos? --pregunto esta vez Serguey. --Esperabamos que con el truco del apellido, el pensara que habiamos fracasado en nuestro intento de esconderos. --Aquella jugada con nuestros permisos de residencia, para cambiar nuestro apellido real, ?habia sido un truco que tenia que fracasar? --Eso quiere decir que teneis un plan. --Serguey parecia entender todo esto mejor que yo, o al menos no perdia el tiempo con lo que ya habia sucedido. --No se como se llama esta jugada en el ajedrez, pero, basicamente, vamos a hacer desaparecer a la reina delante de sus narices. --?Y por que no se ha hecho antes? La desaparicion definitiva, quiero decir. --Llamenme practica, pero soy de esas personas a las que no les gustan los juegos, yo soy de las que va directa al grano. --Porque queriamos que llegara a nosotros, que sepa que estamos aqui, jugar en nuestro tablero. --Algo asi como que nuestro equipo juega en casa --anadio Nick. --No voy a aburriros con una explicacion detallada de nuestro plan estrategico, porque solo teneis concentraros en vuestra parte. --Y porque tampoco te iban a entender, Viktor, a veces incluso a mi me cuesta seguirte. -- Viktor sonrio a Nick de forma petulante. --Que forma tan sutil de llamarme genio. En fin, como decia. Ahora es el momento de hacer desaparecer a Irina de forma mas concienzuda. --?Como de concienzuda? --quise saber. --No vas a hacer nada ilegal, tranquila. Hay una manera de hacerlo, de forma totalmente legal, rapida y efectiva. Y por si fuese poco, ademas sera segura, muy segura. --?Por eso estamos aqui los dos? --dijo Serg. --Por eso estais aqui los tres --aclaro Yuri. --?Que? --Te vamos a casar. --Fue Andrey el que lo dijo, por eso entendi que no era una broma. De todos mis primos, el no bromeaba con este tipo de cosas. --?Casarme, con quien? --?Donde demonios iban a meterme estos locos? --Phill. --Dijo Serg. Yuri sonrio y Andrey asintio con la cabeza. --A grandes rasgos, tu matrimonio con Phill te dara un nuevo apellido. Uno con el que los hombres de Jrushchov ni pensaran en buscarte. Y segundo, tendreis que viajar --aclaro Yuri. --En Miami tenemos un negocio, un club, al que me gustaria que le dieras una nueva direccion. Se que conoces el terreno y que tu perspectiva le daria el enfoque con clase que queremos darle. Ya me entiendes, hacer que algo vulgar sea algo elegante y mas rentable --detallo Viktor. --?Quereis que dirija el club? --Eso le daba otra direccion a todo el asunto y sonaba interesante. --Queremos que lo conviertas en algo con clase y sabemos que puedes hacerlo. Te proporcionaremos todo lo que necesites. El resto, es cosa tuya. --Dirigir un club, ser yo quien por una vez diera las ordenes, no quien las recibiese. Sabia que estaba mordiendome el labio inferior, era un tic que tenia y que me asaltaba cada vez que mi cabeza se ponia a darle vueltas a algo. --Y no estaras sola, Phill viajaria contigo y, como sera tu < >, estara cerca de ti en todo momento. Ya detallaremos mas despues. --Me he tomado la libertad de preparar la documentacion del divorcio y los certificados para el enlace. De esta manera, no habra ningun problema a la hora de disolver el matrimonio. -- Andrey, era bueno tener un abogado en la familia. --Aqui, mi hermano mayor, lo que no os ha dicho es que se ha sacado un certificado para poder oficiar bodas, asi se asegura lo de la confidencialidad y esas cosas --puntualizo Nick. ?Se estaba riendo de Andrey? Creo que si, porque el pobre estaba poniendo los ojos en blanco. --A ver, quedamos en que ibamos a dejar el menor numero de pistas posibles, ?no? Pues eso. Bueno, Irina, tu decides. ?Quieres hacerlo o buscamos otra alternativa? --?La hay? --La idea no es que me sedujera realmente, pero si mis primos, los supergenios a la hora de crear estratagemas de este tipo, se inclinaba por esta... --Claro, pero no seria legal, o implicaria un confinamiento indefinido en casa de mis padres. Yo creo que mi idea es la mejor, pero, claro, no soy yo la que va a pasar por un matrimonio falso, huir a Miami y dirigir un club. Son demasiados cambios y de mucho peso. ?Se creian que me iba a echar atras como una cobarde pusilanime? He bregado con matones durante anos alli en Rusia y no tenia a nadie para cubrirme la espalda. ?Dirigir un club con Phill protegiendome? Seria como ir a la batalla dentro de un tanque. --Puedo hacerlo. ?Donde tengo que firmar? Capitulo 2 Phill Hay veces en que uno se pregunta hasta donde llegaria por desempenar su trabajo. No, no me refiero a un triste operario en una fabrica o una oficina. Trabajar con los Vasiliev va mas alla de todo eso. Se que el mio no es un trabajo convencional, por eso me gusta. Me aliste en la marina porque soy de esa clase de personas que necesitan emocion en su vida, conocer lugares, personas; en una palabra, movimiento. Y si, el ejercito te da eso y grandes dosis de disciplina, algo que necesitaba en aquel momento. Pero tambien te da una buena palada de realidad: que los cabrones con poder son los peores cabrones del mundo y, como estes debajo de ellos, tu vida estara jodida. Con los Vasiliev descubri que habia otro tipo de cabrones, los que ponian a cada uno en su sitio, los que defendian a los suyos, los que tenian su propia manera de hacer justicia y, joder, vaya si me gustaba eso. Los Vasiliev estan hechos de otra pasta. Para que luego digan de los codigos de honor asiaticos. Los Vasiliev eran duros, muy duros, pero tenian que serlo. Mi padre ya me puso al corriente del terreno en el que se movian. No es que me gustara entrara ahi, no entendia aquella fidelidad para con ellos, al fin y al cabo, eran mafia, el miedo tenia que tener algo que ver, pero termine por entender a esta familia. Ellos seguian un camino mas o menos recto y cuando apartaban a alguien de el lo hacian de una forma limpia. Creo que porque pensaban que lo que se gana con malas artes te lo quitan de igual manera. !Ah! Pero pobre del que pusiera piedras en ese camino, o intentase sacarles de el. Habia una premisa que todo el mundo conocia: < >, y habia una base solida para sustentarla. Les jodes, la pagas, pero a su manera. Y ahora venia el motivo por el que estaba en el despacho del jefe supremo con una pluma en la mano y firmando un acta matrimonial. Me habian encomendado una mision importante, muy importante, y yo acababa de aceptar. Tenia que proteger a Irina Sokolov, una familiar de los Vasiliev, mis jefes, y debia hacerlo de la manera mas completa que habia pensado. Tenia que mantenerla oculta sin estar oculta. Eso lo entendia, porque ella no habia cometido ningun crimen, no merecia pasar su vida encerrada en una casa, no debian robarle su vida. Como me habian explicado, habia una forma de hacerlo, a su manera. ?Proteccion de testigos? Si, pero con los recursos Vasiliev. Paso uno: darle un apellido diferente a Irina. Una simple boda, con la salvedad de que los papeles del divorcio ya estaban redactados y firmados para que no hubiese problemas a la hora de disolver el matrimonio. Paso dos: llevarla bien lejos, al otro extremo del pais. --Listo. --Le entregue los documentos a Andrey Vasiliev, el abogado de la familia. Era un tipo serio, tirando a frio, y extremadamente puntilloso con los temas legales. --Seguro que tienes cosas que deseas llevar contigo, asuntos que dejar arreglados. Pero recuerda que no debes decir a nadie donde vas, no dejes pistas que otros puedan seguir. Si tienes mascotas, o plantas que regar, entregale las llaves a Sam y el se encargara de todo. --Viktor Vasiliev me miraba de esa manera que decia que no queria cabos sueltos, que esto no era un juego. Asi que asenti. No estaria aqui si fuese un blandengue que no aguanta la presion de un jefe como el. --Sere discreto. --Bien. Ya sabes donde debes estar a media noche. --Viktor se giro para sentarse de nuevo tras su mesa--. !Ah! Despidete como dios manda, vas a estar mucho tiempo lejos de casa. Asenti de nuevo y sali de la habitacion. ?Donde se ha visto una boda en la que los novios se ven unos minutos antes de la boda y despues firman los documentos por separado? En alguna de esas culturas extranas, seguro. Aunque esto es Las Vegas, reino de las bodas, por absurdas que sean. Mi padre estaba esperando cuando sali del ascensor, preguntando con su mirada como habia ido todo. --?Donde vamos? --pregunto. --?Comida en familia? --Me dio una palmada en la espalda como haciamos los hombres y me sonrio. --Tienes suerte, Candy va a hacer pizza de kale para cenar. --?Kale? ?Eso no es una verdura? --Lo es, si. Antes la tomaba en licuados, pero Candy me ha descubierto que cuidarse tambien puede hacerse con cosas ricas. --Ese era mi padre, el de < >. --Lo probare. --La llamare entonces para que haga una grande. Mientras, tienes que preparar la maleta. -- Asenti hacia el y caminamos juntos hasta su coche. -
Tu y yo. Nivel principiante (Tu y yo 1) de S.j. Hooks
https://gigalibros.com/tu-y-yo-nivel-principiante-tu-y-yo-1.htmlElla es su alumna. El tiene mucho que aprender.
-
Suave como la lluvia de Miguel Rubio
https://gigalibros.com/suave-como-la-lluvia.htmlAlli seguia, sentado en el borde de la silla, sin creerme del todo lo que acababan de anunciarme. Aquello no podia ir conmigo, tenia que ser un error o simplemente no estaba pasando. El medico se habia puesto de pie y me mostraba las radiografias senalando con un boli las manchas blancas. Parecia el tipo que anuncia el tiempo en la television despues de las noticias. Solo que las tormentas se extendian desde el centro de mi craneo. --Como le digo, desgraciadamente no esta encapsulado, lo que facilitaria las cosas. Se encuentra disperso y su propagacion parece rapida --me miro un instante y volvio a apuntar con el boli--. Lo previsible es que se extienda desplazando el cerebro, comprimiendolo poco a poco, y me temo que ya no hay forma de frenarlo. En este sentido, la resonancia es clara. Aunque, desde luego, me gustaria realizarle una biopsia. La realidad es que hay una gran variedad de tumores de esta clase y generalmente son muy agresivos. Lo siento mucho, pero como le he dicho no es operable. No hay gran cosa ya que podamos hacer. Quiza, si hubiera venido antes... En estos casos, la deteccion precoz es fundamental, desafortunadamente no siempre es factible. <>. Nunca me habian gustado los medicos y jamas solia ir a consulta, pero supongo que la larga enfermedad de mi madre me metio el miedo en el cuerpo. Mal asunto. Cuando uno teme a los medicos, no puede esperar que estos traigan buenas noticias. Este era el caso. Yo siempre habia sufrido jaquecas de manera esporadica y, un dia, al final del verano, me maree en casa y me cai al suelo. Pense que seria agotamiento, que estaba bajo de defensas, algun virus. Mi madre siempre se empeno en que conservaramos aquel seguro medico que yo nunca usaba y que a ella no sirvio para salvarle. El caso es que esta vez decidi hacerme un chequeo completo. Al parecer, demasiado tarde. Finalmente, a mi tampoco me iba a servir. --Lo que me resulta extrano --continuo casi para si-- es que no tuviese ningun sintoma hasta el mareo de aquel dia. Salvo las jaquecas, claro. Bueno, tambien es cierto que no en todas las personas se manifiesta del mismo modo. La ciencia aun tiene mucho camino que recorrer en este sentido. --Justo el que yo no tengo --murmure. --?Perdon? --se guardo el boligrafo en el bolsillo superior de la bata y me miro como si no me hubiera visto antes. Respire hondo. --?Cuanto me queda, doctor? --pregunte intentando que no se me quebrase la voz. El medico, que tenia una cabeza enorme pero sana, apreto los labios y su boca se curvo hacia abajo. Igual que un preso que se niega a confesar algo. Se dejo caer en la silla como si fuese el el derrotado. Volvio a coger el boli y lo sostuvo agarrandolo por los extremos con dos dedos de cada mano. Me fije, otra vez, en su cabeza y luego mire la radiografia de mi craneo. --Bueno --balbuceo--, de todos modos, vamos a ir controlando la presion sobre el cerebro, de manera que podamos... --?Cuanto me queda? --repeti. Todos hemos oido historias de gente a la que le cae de pronto una enfermedad y se acabo. Pero siempre son los demas: ese al que una maceta le revienta la cabeza camino del trabajo, otro al que un camion le pasa por encima cuando corre por la calle escuchando musica por los auriculares del movil, o aquel al que lo fulmina un rayo mientras pasea ensimismado en sus cosas, quiza haciendo planes para el fin de semana. Eso nunca nos pasa a nosotros. --Bueno, es dificil precisar con exactitud, tenga en cuenta que... --?Cuanto? --insisti--. Si no es mucho, no quisiera desperdiciarlo aqui repitiendole la misma pregunta una y otra vez. El doctor se volvio a guardar el boligrafo en el bolsillo de la bata, como si le hubiera dolido mi falta de interes en sus explicaciones. O puede que lo que le molestase era no poder seguir haciendo de hombre del tiempo con la radiografia de mi craneo. --Yo diria que dos, tres, cuatro meses a lo sumo --arqueo las cejas para anadir--. Lo siento, lo siento de veras. Un par de frases que derrumban una vida entera. Asi estaban las cosas. Un sujeto con una bata blanca, una cabeza enorme y un boli en la mano, te senala unas manchas en una radiografia y empieza la cuenta atras. Tu vida se ha acabado. Tarde un momento en reaccionar, hasta pense que no sentia nada, que todo era muy extrano, que quiza no me importaba. Pasados unos segundos note un frio humedo deslizarse por la columna vertebral. Me estremeci. --?Se encuentra bien? <
>. Me agarre las manos con fuerza, como si eso pudiera sostenerme. --?Que me va a pasar a partir de ahora? --quise saber. El medico miro un momento hacia algun punto por encima de mi y recupero su tono monocorde. A veces las palabras son cuchillos afilados con ganas de cortar, de hacer sangre. --Es muy probable que la motricidad se vea afectada. Mas adelante podria tener dificultades para expresarse verbalmente, ademas de esto, la gestualidad puede verse comprometida, y, evidentemente, es mas que previsible que termine afectando tambien a las funciones cerebrales. Me mire las manos, tenia los dedos y los nudillos blancos. Afloje la presion. Baje la vista hasta la punta de los zapatos, me apoye sobre las rodillas, cogi aire como si fuera a echar a correr y me levante con cierta dificultad. Es curioso, pero de repente parecia que me habian caido treinta anos encima. Ese era el resultado que las palabras de aquel hombre habian tenido sobre mi. Como una maldicion de efectos inmediatos. Me sentia sin fuerzas, y me pregunte si no seria que mis musculos habian captado el mensaje y decidian rendirse sin presentar batalla. Si el horizonte era ya inalcanzable, ?para que seguir persiguiendolo? --De todos modos, le propongo iniciar un tratamiento cuanto antes --continuo--. Podemos probar con radio y quimio... --?Tratamiento? --pregunte cargado de agresividad--. ?Ese que no va a servir para salvarme? --solte un bufido y anadi--: Olvidelo. --Escuche, es normal su reaccion, pero creo que deberiamos empezar por... Cogi mi chaqueta, le di la espalda y sali de alli arrastrando los pies. Sin escucharle, sin despedirme y sin molestarme en cerrar la puerta. Me encamine por el pasillo esforzandome en respirar. Notaba plomo en los zapatos y arena en los pulmones. Me parecio que la chica de recepcion me miraba sabiendo que tenia delante a un condenado. Un hombre al que se le acababa el tiempo. Como el pobre diablo que espera su turno en el corredor de la muerte. Al entrar en el ascensor choque contra un individuo de unos treinta y pocos anos, e hice que se le cayera el movil. Ni siquiera me disculpe, le mire a los ojos y me parecio extranamente familiar; bajo la mirada y le vi agacharse para recuperar su telefono mientras se cerraban las puertas. El ascensor empezo a descender y yo notaba que en mi interior crecia algo que era mucho mas que un enfado. Tambien habia tristeza. Pero, sobre todo, me atrapo una rabia desconocida, irracional, salvaje. Una especie de odio incontrolado que no supe si iba dirigido hacia aquel medico, hacia el hombre contra el que habia chocado, hacia el mundo entero o, sencillamente, hacia mi mismo. No recuerdo el camino de vuelta a casa. Mis zapatos debieron decidir por mi. La rabia habia dejado paso a un profundo vacio en mi pecho, como si me hubiera atravesado una bala y por el agujero penetrase un viento helado. Cerre la puerta, deje las llaves sobre la repisa, me quite la chaqueta y encendi la radio, desde hacia tiempo mi habitual y unica compania. Marc Cohn cantaba para mi. Saints preserve us, We're all going down, Saints preserve us, Wherever we might fall [1] . Abri el mueble y cogi una botella de conac que estaba casi entera, y ni siquiera recordaba como ni cuando habia llegado alli. Supongo que era de alguna cesta navidena, de los viejos tiempos, cuando en la empresa nos hacian estos regalos para justificar los sueldos de mierda. Luego ya no les preocupo, todo el mundo pagaba una mierda similar. Se acabaron las cestas. Despues tambien se acabaria el empleo. El caso es que me tumbe en el sofa escuchando aquella cancion y, envuelto en una asfixiante tristeza, me bebi el maldito conac hasta perder el conocimiento. A la manana siguiente tenia una horrible resaca. Me dolia tanto la cabeza que pense que el tumor se habia acelerado y acabaria conmigo ese mismo dia. Tome las pastillas que utilizaba para las jaquecas, aunque sabia que no eran muy efectivas, y me invadio el panico. Me plantee ir al hospital y suplicar que me dieran algo que me hiciera dormir para siempre. Sentia terror ante la perspectiva de una larga agonia y sabia que seria mejor quitarme cuanto antes de en medio. Me arrastre hasta el bano, vomite y, entonces si, entonces la rabia, la pena y la autocompasion se apoderaron de mi en forma de un torbellino confuso, y me derrumbe por completo. Llore como no recordaba haberlo hecho nunca. Llore por saber que me estaba muriendo. Por mi madre, que habia fallecido hacia seis meses y a la que aun le debia esas lagrimas. Pero tambien por la vida vulgar que habia llevado, por ser un hombre pusilanime que no habia sido capaz de hacer realidad ninguno de sus suenos, ni tampoco encontrar nunca la felicidad. Llore por no haberme casado con Carmen, que tanto me quiso y a la que no supe corresponder y preferi dejar atras. Por los anos que perdi trabajando en un sucio almacen, creyendome seguro, hasta que me echaron para contratar a otro tipo mas joven cuyo sueldo era aun mas bajo que el mio. Por no haber conseguido materializar mi secreta ambicion: escribir una novela. Llore por no haber viajado mas, no haber leido mas, no haber reido mas, no haber follado mas. Y entonces, toque fondo y llore por Eva, claro, por no haberla mantenido a mi lado, por no haber podido olvidarla, por haberla buscado en todas las mujeres que conoci despues y, sobre todo, por lo patetico que resultaba que siguiese pensando en una chica con la que habia salido cuando tenia 17 anos. Asi era yo: cobarde y patetico. Y sobre todo, llore por eso -
Huye, Jane, huye de Joy Fielding
https://gigalibros.com/huye-jane-huye.html*Umbriel recupera este clasico de Joy Fielding, autora bestseller del New York Times y reina indiscutible del thriller.
-
Boabdil, Un hombre contra el destino de Antonio Soler
https://gigalibros.com/boabdil-un-hombre-contra-el-destino.htmlEn Un hombre contra el destino, Antonio Soler pone en juego su indiscutible talento para la narracion para contar la historia de dos personajes formidables: Boabdil, el ultimo rey nazari de Granada, encarnacion de un sino tragico, y Gonzalo Fernandez de Cordoba, el Gran Capitan, ejemplo de las virtudes guerreras. Estos dos hombres, obligados a enfrentarse aunque en otras circunstancias hubieran estado destinados a entenderse, simbolizan el final de una epoca apasionante que Soler recrea con destreza, conocimiento y nervio.
-
Divorcio ?Con o sin Azucar? de D. Arquero Lopez
https://gigalibros.com/divorcio-con-o-sin-azucar.htmlLa mayoria de los Divorcios se resuelven de forma conflictiva por no saber como afrontarlo.
Las dudas y miedos frente a lo desconocido, pueden llevarnos a tomar desafortunadas decisiones que marquen el resto de nuestra vida.
Conoce los aspectos del Divorcio que tienen una importancia vital y aprende a manejarlos para conseguir un Divorcio digno.
La propia pareja, los hijos, la casa, el coche, el trabajo, los amigos, la familia. Son los elementos que nos han acompanado hasta ahora en nuestro dia a dia. Tener que deprenderse de ellos o cambiar la forma en que debemos verlos, puede ser traumatica y dolorosa.
No es facil, pero si sabemos como, todo resulta menos complicado y podemos enfrentarlo con la seguridad y confianza necesaria para no cometer errores que tendrian dificil solucion en un futuro cercano. Un mal paso, puede marcar nuestra vida por mucho tiempo.
Adelantate a las situaciones, aprende a tener vision propia, a valorar lo importante, a desterrar los miedos, los temores y descubre que despues del Divorcio, la vida continua.
Descubre las claves, pautas y consejos a seguir en un proceso tan complicado y a la vez tan simple.
Porque el Divorcio, no puede ser el fin. Debe ser el comienzo. -
El ultimo aliento de Karin Slaughter
https://gigalibros.com/el-ultimo-aliento.htmlA los trece anos, la ninez de Charlie Quinn llego a un brusco y desolador final. Dos hombres, con asuntos pendientes con su padre, que era abogado, irrumpieron en su casa y despues de esa terrible noche el mundo de Charlie no volvio a ser el mismo.
-
Solo podria amarte a ti de Sandra Bree
https://gigalibros.com/solo-podria-amarte-a-ti.htmlNueva York, 1880 Max Kerrick cerro la puerta del despacho con un golpe seco. Con pasos largos llego hasta el escritorio que estaba en el centro de la sala y observo la correspondencia amontonada. Todo estaba en riguroso orden, tal y como le gustaba. Los rayos de sol penetraban en la estancia a traves de los visillos blancos. La ventana estaba abierta y la tela se hinchaba con la brisa matinal refrescando el cuarto. Con manos temblorosas cogio el fajo de sobres buscando uno en especial. No le deberia ser dificil dar con el ya que lo habia estado ojeando hacia un par de horas. Sin embargo, no lo veia. A punto de llamar a su empleada aparecio la carta. Con un languido suspiro rodeo la mesa, se sento en la silla y se preparo a responder la misiva. No estaba contento en absoluto con lo que iba hacer, pero ya no tenia mas opcion. Despues de darle muchas vueltas habia llegado la hora de dar una leccion a su nieta. --!Esta nina del diablo! --mascullo entre dientes soltando la pluma por unos segundos. Se froto la sien apaciguando el dolor de cabeza. Ultimamente pensar en Valentine le provocaba molestias. !Ella no podia hacer lo que se le antojara! No lograba entender como habia cambiado tan de repente. Siempre habia sido una nina buena y dulce, y de la noche a la manana se habia vuelto una respondona y una desobediente. Estaba seguro de que la culpa era de ese hombre, de Trevor. Desde que el aparecio en Nueva York todo se habia vuelto patas arriba. De ser una familia intachable habian pasado a ser la comidilla de todos los chismes de las reuniones, tanto sociales como politicas. Y Max habia luchado mucho en su vida para mantener esa posicion que habia transitado de generacion en generacion, como para ahora permitirse el lujo de que su nombre fuese arrastrado por los suelos. Capitulo 1 Texas (El Paso) Era uno de esos dias calidos de junio en que los rayos de sol se filtraban en la estancia donde Jane Wingate habia ubicado el nuevo despacho de su hermano mayor, Wolf. En ese momento el aporreo la pared con el puno haciendo que uno de los cuadros cayese hecho anicos al suelo de piedra. Estaba enfadado, y no era para menos. Llevaba sonando con el rancho de Max Kerrick durante toda su vida, y de mil maneras diferentes habia estudiado el modo de hacerse con el, de restaurar la propiedad y darle unos usos que ahora no tenia. El rancho llevaba mucho tiempo abandonado de la mano de Dios. El se habia puesto en contacto con el dueno en varias ocasiones y habia llegado a ofrecer mas de lo que en si valia. Sin embargo, Max Kerrick habia rechazado todas sus ofertas. Pero ahora... ahora se la cedia mediante un contrato matrimonial. Lo malo de todo es que el no deseaba casarse. No era contrario a los esponsales, pero definitivamente odiaba que alguien quisiera imponerselo. Wolf Wingate era el mayor de cuatro hermanos y el responsable de sacar adelante a su familia. Su padre, Leonardo, era un borracho al que se lo podia encontrar mas facilmente en la cantina que en cualquier otro sitio. Mas de una vez habian tenido que recogerlo a altas horas de la madrugada en un estado de total embriaguez. Petter, el menor de todos, tenia doce anos y era el unico que parecia interesado en seguir sus pasos. Era responsable y le gustaba estudiar y aprender. Luego estaban Jane y Julian, que eran mellizos. Tan parecidos y tan dispares a un tiempo. Julian estudiaba en Inglaterra, o al menos fingia que lo hacia, ya que tenia que haber concluido su carrera hacia mas de un ano, puede que dos, y todavia no parecia acercarse el dia en que terminase. Pocas veces acudia a la casa familiar si no era por alguna ocasion especial o por falta de dinero. Y Jane, sin embargo, se creia duena absoluta de la residencia. Organizaba fiestas y reuniones redecorando continuamente las habitaciones y haciendo lo que le venia en gana. La ultima habia sido dejarse embarazar negandose a decir quien era el padre. Wolf intuia que se trataba de un hombre casado al que ella queria proteger. El caso es que esa ultima disputa con ella lo habia impulsado a acelerar su prisa por independizarse. Deseaba tener su propia casa y su propia vida sin la necesidad de sentirse avergonzado a cada momento por lo que hiciese su familia. Pero de ahi a casarse tan rapido existia un abismo. Posiblemente por genes maternos, su mente era agil y despierta, eso lo habia llevado a ejecutar varios negocios con bastante exito. Habia invertido mucho dinero en reses triplicando los beneficios. Con su duro esfuerzo y trabajo habia podido mantener el nivel de vida al que siempre habian estado acostumbrados. Es decir, antes de que Leonardo se diera al alcohol y al juego y comenzara a despilfarrar como si el dinero creciese en lo alto de los arboles. Si Wolf ahora era un ganadero de renombre, creador de su propio imperio, no era gracias a nadie mas que a si mismo. Wolf poseia tierras en Boston, era socio mayoritario de un club de hipica en Nueva York, y tenia una hacienda en Mexico llamada como su difunta madre: <
>. Cerro los ojos y la vision del rancho Kerrick se aparecio ante el como un espejismo. Los altos muros exteriores de piedra gris, ahora semiderruidos y derrumbados por multitud de sitios; la casa agrietada de bellas lineas antiguas que alojaba toda clase de plantas y enredaderas creciendo de forma silvestre; el amplio terreno que lo circundaba, ideal para el pasto del ganado... La imagen desaparecio de su mente tan rapido como habia llegado. La entrada de su amigo Richard en la camara atrajo su atencion. --He escuchado el golpe y creo que no he llegado en buen momento, ?me equivoco? -- comento, observando la habitacion hasta que sus ojos oscuros se posaron en los restos del cuadro --. !Vaya, yo tambien actuaria asi si me hermana me hubiese puesto el despacho de esta manera! ?No es un divan demasiado femenino? Quiza si fuese en otro color en vez de ese rosa brillante seria otra cosa. Wolf no se habia fijado en eso y al hacerlo fruncio mas el ceno. ?Como diablos se le habia ocurrido a Jane poner ese mueble alli? Recorrio con la vista el resto del despacho. El divan no era lo unico desagradable, tambien lo eran el delicado servicio de te que decoraba una estanteria acristalada y la cenefa celeste que partia las paredes en dos. Tener una charla con su hermana iba a ser lo siguiente en hacer. De momento se limito agitar la carta que tenia en su mano. Sus ojos grises de mirada intensa y peligrosa le dijeron a Richard que Wolf no se hallaba asi por la decoracion del estudio. --?Que pasa? ?Te ha llegado la contestacion de Kerrick? Wolf afirmo. --Esta vez no me da una negativa directa, sino que me hace una contraoferta. --!Pero eso son estupendas noticias! --exclamo, jubiloso. --No lo son. --Wolf le hizo una senal para que se sentase en el divan, pero Richard prefirio el banco de madera que estaba junto a la estanteria. Ambos se conocian de toda la vida y entre ellos el afecto quiza era mas fuerte de lo que Wolf sentia por sus propios hermanos--. Su contraoferta no se trata simplemente de dinero. Richard aflojo el panuelo de seda que llevaba atado al cuello. --Entonces ?de que se trata? Wolf le tendio la carta y camino hasta la ventana, dejando vagar la mirada sobre los campos. Los rayos de sol banaban los trigales y los prados, y los colores verdes se mezclaban con los tonos dorados. --!Vaya! --silbo Richard, abrumado--. El viejo parece haberlo pensado muy bien --comento despues de leer--. Siempre se ha dicho que estaba un poco loco, y desde luego muy cuerdo no debe de estar si quiere entregarte a su nieta sin siquiera conocerte. --Dejo la carta sobre la mesa del escritorio y volvio a su sitio--. ?Que tipo haria algo asi? Wolf, con los ojos aun sobre el paisaje, se encogio de hombros. --Tu lo has dicho: solo a un loco se le ocurriria hacer algo asi. --Es una decision dificil. ?Que vas a hacer? --pregunto Richard. Se volvio a el agitando la cabeza. --No voy a pensarlo siquiera. Todo tiene su precio, pero el que el pide es excesivo. Richard solto un fuerte suspiro. --!Que desilusion! Supongo que eso significa que renuncias a la propiedad; bien, tal vez puedas ir mirando otras. Wolf apreto los punos contra las caderas. Richard sabia cuanto deseaba el aquellas tierras. --Si has leido bien, aunque me casase con esa mujer tampoco me otorgaria la totalidad. Ella tendria la mitad de todo. -
Noches de tormenta de Nicholas Sparks
https://gigalibros.com/noches-de-tormenta.htmlAdrienne Willis es una mujer cuya vida esta sumergida en el caos, por lo que decide pasar unos dias en la pequena localidad costera de Rodanthe, en Carolina del Norte, con el motivo de hacerse cargo del hotel de su amiga Jean durante un fin de semana. Adrienne espera encontrar la tranquilidad que tanto anhela para poder reflexionar y resolver los conflictos presentes en su vida: su marido que le ha sido infiel quiere volver a casa y su hija Amanda cuestiona absolutamente todas sus decisiones. Al mismo tiempo que Adrienne se instala en Rodanthe se pronostica la llegada de una gran y peligrosa tormenta. El Dr. Paul Flanner llega justo antes de que la tormenta haga su aparicion, pero el doctor no se alojara en el hotel por vacaciones, sino para enfrentarse a su conciencia. Cuando la tormenta llega, Adrienne y Paul quedaran incomunicados en el hotel durante el fin de semana, un fin de semana magico en el que encontraran consuelo y que no solo cambiara sus vidas, sino que les marcara para siempre.
-
Un cadaver muy frio (Las cosas y casos de la senora Starling 1) de Ana Bolox
https://gigalibros.com/un-cadaver-muy-frio-las-cosas-y-casos-de-la-senora-starling-1.htmlAbrio los ojos como si los parpados soportasen el peso del planeta. Estaba oscuro y el aire viciado le lleno los pulmones con un olor acre. La nausea subio rapida hasta la garganta, sin avisar. Se incorporo sobre un costado y devolvio. Un dolor punzante le recorrio el cerebro, como el rayo que se ramifica con dedos cada vez mas finos hasta alcanzar el ultimo rincon del firmamento, y durante un instante la oscuridad se torno roja y se lleno de chispas que se apagaban tan pronto como se encendian. Sintio el hedor acido del vomito y tosio. Un hilillo de baba le resbalo por la barbilla y se deslizo hasta el cuello cuando se dejo caer sobre la espalda. La oscuridad volvio. ?Donde estaba? Fruncio el ceno en un intento por concentrarse y una nueva punzada de dolor le atraveso el craneo. Se llevo la mano a la frente y apreto con fuerza. Sintio un alivio pasajero, pero el dolor seguia alli, detras de las cuencas de los ojos. El ultimo recuerdo que lograba extraer de la memoria era que habia salido a realizar algunas compras para Navidad. Ya habia oscurecido y avanzaba cargada con algunas bolsas junto al Yankee Stadium. La brisa agitaba las ramas de los arboles que se alzaban ante la puerta numero cuatro. Eso podia recordarlo bien. Habia pasado por delante de ella. Despues solo era capaz de evocar el sonido de sus propios pasos alejandose de la explanada que se abria ante el estadio. A lo lejos, un semaforo parpadeaba en ambar. Luego ya no habia nada hasta aquella oscuridad. CAPITULO 2 Danny’s Coffeeshop No parecia una asesina. La anciana senora Lacey entro en el Danny’s Coffeeshop, el lugar donde se habian citado, envuelta en un abrigo de pano grueso y abrazada a su bolsito de imitacion de piel de cocodrilo, como si temiera que alguien fuera a arrebatarselo en cualquier momento. Anne Starling, parapetada tras las hojas de un ejemplar atrasado del New York Times, la observo desde la mesa. No se movio. Aunque venia bien recomendada, queria estudiarla antes de darse a conocer. Llevaba la cabeza embutida en un ridiculo sombrero de cuyo frontal, sujeto con alfileres, caia un velo oscuro, rigido como la visera del yelmo de un caballero medieval, pero que apenas le cubria la mirada huidiza con la que escrutaba a su alrededor. Parecia una abuela venerable. Cuando la telefoneo la noche anterior, la senora Lacey le conto que habia conseguido su numero a traves de una vecina, amiga de una tal senorita Tarckle que hablaba maravillas de ella. Aquel comentario encendio su vanidad, ?para que negarlo? No era tan frivola como para fingir que el hecho le ruborizo. No lo hizo en absoluto. Dejo que el halago removiera el recuerdo de la pasada primavera, cuando ella y James viajaron a Washington. Alli, junto a la avispada Jane Tarckle, habia tenido la oportunidad de resolver un caso de asesinato del que, desde luego, James no habia sabido nada. Una circunstancia que ella no estaba dispuesta a alterar, como no pensaba contarle ni una palabra de este. Si es que habia caso, naturalmente, porque durante la conversacion que mantuvo con ella, la senora Lacey no le habia parecido una mujer muy en sus cabales. Con voz misteriosa le pregunto si era posible que su vecino, el senor Snow, cuya desaparicion la inquietaba y habia motivado su llamada, hubiera sido raptado por una boa y llevado a lo largo de la enorme tuberia que el ayuntamiento habia obligado a montar en el patio interior. Le habia costado disimular la carcajada que le subio a la garganta y no llego a estar segura de si la tosecilla con la que pretendio camuflarla consiguio su objetivo. Cuando recupero la compostura, le pregunto si por casualidad estaba leyendo a Edgard Allan Poe. La senora Lacey enmudecio durante un segundo y luego exclamo una serie de agudos aaahes y ooohes, mientras farfullaba alabanzas porque habia sido capaz de averiguar la lectura con la que entretenia los largos atardeceres de invierno. Cuando, despues de colgar, James le pregunto quien habia llamado a esas horas, Anne se cuido de ocultarle a su marido la insolita conversacion, que disimulo bajo la absurda excusa de una vendedora telefonica que pretendia seducirla con las bondades de la nueva aspiradora AX7, capaz de succionar al propio Nueva York, segun le habia asegurado, de haberselo propuesto. James enarco las cejas y ella se encogio de hombros y adopto el gesto ingenuo que hasta entonces le habia proporcionado tan buenos resultados. --?Y que pinta Poe en todo esto? --le habia preguntado. Anne habia vuelto a encogerse de hombros antes de acercarse, abrazarlo y recorrerle el cuello con pequenos mordiscos. James no habia preguntado mas. Eran las diez de la noche y su marido, un bendito credulo. La sonrisa de Anne al recordar lo que habia ocurrido despues de los mordisquitos desaparecio tras la taza de cafe, de la que dio un largo sorbo antes de volver a observar a la senora Lacey. La anciana miraba a su alrededor en busca, sin duda, de la figurita de Shiva labrada en jade que Anne le habia indicado como sena para que la identificara. Por supuesto, no habia ninguna talla de aquel tipo en todo el Danny’s Coffeeshop porque Anne, despues de comprarla a precio de oro en una almoneda del Upper West Side, la habia dejado en el maletero del coche. ?Y si la senora Lacey era una espia sovietica con ganas de tomarse la revancha por aquel asunto del elefante lanudo que ella habia ayudado a resolver, pocos meses antes? La mujer se toco la rosa que llevaba prendida en el ojal del abrigo y que debia identificarla ante Anne, que entrecerro los ojos y la midio con la mirada. De ser una agente rusa, exageraba demasiado su nerviosismo, de modo que decidio que debia de tratarse de la autentica senora Lacey, una simple anciana preocupada por la desaparicion de su amigo. Anne doblo el periodico, lo dejo sobre la mesa, junto a la taza de cafe, y la saludo con la mano. La senora Lacey abrio mucho los ojos, pero no se movio. Anne se sintio estupida. Tal vez deberia haber traido consigo la figurita. Se levanto y camino hasta ella. --?La senora Lacey, supongo? --?Como lo sabe? --No es dificil: me habia citado aqui, a esta hora, con usted. Y, ademas -- Anne senalo el ojal en el cuello del abrigo--, lleva la rosa con que dijo que se identificaria. La anciana fruncio el ceno y la observo en silencio durante algunos segundos. --?Donde esta Shiva?
-
Cero se repite siempre de G. S. Prendergast
https://gigalibros.com/cero-se-repite-siempre.htmlOCTAVO es un soldado de bajo rango del ejercito Nahx carente de voz propia, pero sabe cual es su deber: proteger a su companera, y dejar que sea ella quien dispare, quien mate a los humanos. RAVEN es una chica de dieciseis anos de edad que se encuentra en un campamento de verano cuando ocurre la terrible invasion de los Nahx. Aislada en el bosque, Raven solo puede esperar el rescate, pero un alienigena asesina a su novio y ella se oculta para evitar sufrir su mismo destino. Arrojados en un mundo violento y desconocido, Octavo y Raven son presas del odio y el miedo. Pero cuando Raven es gravemente herida, y Octavo abandona su unidad de asalto, su supervivencia dependera de la confianza que puedan depositar el uno en el otro.
-
Dulce promesa (Dulce Londres 3) de Eva Benavidez
https://gigalibros.com/dulce-promesa-dulce-londres-3.html -
Medianoche en Damasco – Maha Akhtar de Maha Akhtar
https://gigalibros.com/medianoche-en-damasco-8211-maha-akhtar.htmlUna novela llena de aventuras, amor, heroismo y traiciones, que nos permite entender la situacion actual de Siria, firmada por Maha Akhtar, autora best seller por La nieta de la maharani.
-
Mi diosa pelirroja de Marian Arpa
https://gigalibros.com/mi-diosa-pelirroja.html -
Secretos de belleza coreanos para una piel radiante de Charlotte Cho
https://gigalibros.com/secretos-de-belleza-coreanos-para-una-piel-radiante.html!Los secretos de la piel mas bonita del mundo! En Corea, tener una piel sana y brillante es una prioridad. En este libro, Charlotte Cho te guia a traves de los pasos de la rutina coreana para cuidar la piel que te ayudaran a conseguir que tu rostro luzca un aspecto inmejorable. Con los tutoriales paso a paso de Charlotte, sus consejos y productos recomendados, aprenderas a mimar y cuidar tu piel en casa y a lograr el look de maquillaje natural que admiramos en las mujeres de las calles de Seul.
-
La Mejor Apuesta de Nora Roberts
https://gigalibros.com/la-mejor-apuesta.htmlSerena MacGregor ya estaba cansada de que su acaudalada y bienintencionada familia se metiera en su vida. Estaba decidida a depender de si misma y, de paso, poner un toque de aventura en su vida. Fue asi como acabo trabajando como crupier en un crucero y en los brazos del jugador Justin Blade. El encanto y atractivo de aquel hombre parecian tenerla hipnotizada, pero no lo suficiente como para que no se percatara de que Justin le estaba ocultando algo.
-
Guerra de imperios de Ben Kane
https://gigalibros.com/guerra-de-imperios.html<
> es la nueva saga del autor de la trilogia < >, el maestro de la novela historica. -
Hasta la eternidad (Samsari 3) de Mia Martin
https://gigalibros.com/hasta-la-eternidad-samsari-3.htmlUltima y apasionante entrega de la trilogia <
> de Mia Martin. -
Lead (Stage Dive 3) (Traduccion), Kylie Scott [PDF] de Kylie Scott
https://gigalibros.com/lead-stage-dive-3-traduccion-kylie-scott-pdf.htmlComo el cantante principal de Stage Dive, Jimmy esta acostumbrado a tener lo que sea que quiere, cuando quiere, ya sea bebida, drogas o mujeres. Sin embargo, cuando un desastre de Relaciones Publicas sirve como una llamada de atencion sobre su vida y lo manda a rehabilitacion, se encuentra con Lena, su nueva asistente para mantenerlo fuera de problemas.
Los Caballeros de la Ciencia: El secreto mejor guardado de la Iglesia, Juan Soto Miranda de Juan Soto Miranda
https://gigalibros.com/los-caballeros-de-la-ciencia-el-secreto-mejor-guardado-de-la-iglesia-juan-soto-miranda.htmlLa aparicion de tres cadaveres reproduciendo la escena de la crucifixion de Cristo, con referencias a versiculos de la Biblia perfectamente talladas en la madera, da comienzo a un caso sin precedentes. El protagonista de la escena es Jesus Lopez, un famoso misionero benedictino criado al amparo de una todopoderosa familia, con el cardenal Gabriel Harrington a la cabeza, sin ninguna relacion aparente con los otros dos crucificados.
La investigacion llevara a la sargento Maria Ballesteros al misterioso diario del misionero, cuyas extranas anotaciones constituyen un nuevo enigma que pondra en el punto de mira a Los Caballeros de la Ciencia, un desconocido grupo al que el manuscrito hace referencia, y al cardenal Gabriel Harrington, que esta siendo amenazado en relacion a un antiguo y controvertido proyecto empresarial, y cuyas condicionadas respuestas no dejaran satisfecho a nadie.
El padre Daniel, mentor del misionero, y el hermano Federico, su mejor amigo, colaboraran con las autoridades en una trepidante historia en la que la conjuncion de religion y ciencia, intereses economicos y espiritualidad, asesinatos, misterio… les llevara en un viaje hasta los mas altos estamentos eclesiasticos en el Vaticano, donde se desarrollara la partida final que revelara los motivos de una renuncia papal y el secreto mejor guardado de la Iglesia.
El secreto esta en Sasha de Rafa Melero Rojo
https://gigalibros.com/el-secreto-esta-en-sasha.htmlEl asesino en serie es una criatura de una enorme complejidad y que camina a paso lento y seguro, como un camaleon, cambiante y letal, y siempre al acecho de su proxima victima; algunos pueden cometer sus crimenes durante anos antes de que surja un indicio que ponga a la policia tras su pista. Nadie sabe esto mejor que el sargento de los Mossos d'Esquadra Xavi Masip, que tras el asesinato de la mujer de un empresario barcelones es capaz de atar cabos con el caso de <
Regreso a Eterna de Mila Martinez
https://gigalibros.com/regreso-a-eterna.htmlLa botella de vino que Norma Barnett habia descorchado era de una calidad magnifica. No obstante, la etiqueta traia recuerdos a su mente que necesitaba mantener lejos. Lleno una copa y la llevo hasta la mesa auxiliar donde habia dejado el ordenador portatil abierto. Paseo la vista por el salon, demorandose en los detalles. El apartamento que habia alquilado no era grande, pero resultaba acogedor. Aunque de decoracion sencilla, las luminosas vistas al mar eran impagables. Le procuraban el entorno de paz que venia buscando. Su vida habia entrado en una fase de estancamiento y tenia que tomar decisiones, variar el rumbo. Tras llamar a un restaurante italiano para que le trajeran comida, se acomodo en el sofa. Tenia hambre, asi que esperaba que no tardaran demasiado. Paso la mano por su corto cabello casi blanco, de tan rubio. El cambio de look fue una de las primeras medidas que tuvo que adoptar antes de regresar a Espana. Habia dejado atras muchas cosas, pero una de ellas le costo sobremanera: su espesa melena pelirroja. Con todo, el nuevo corte de pelo le daba un aire desenfadado y juvenil, al tiempo que femenino. Tambien se habia operado de la vista, con lo cual ahora solo usaba gafas para leer y sus ojos grises mostraban una expresividad mucho mas manifiesta. La transformacion fisica radical constituia toda una declaracion de intenciones sobre lo que pretendia hacer con su vida. Despues de que la Guardia Civil desmantelara La Esencia, la organizacion que habia fundado en Espana junto a su padre, no le quedo mas remedio que alejarse un tiempo del pais y continuar dirigiendo sus actividades en las sedes que seguian funcionando en el extranjero. Si no hubiera sido por algunas personas entrometidas de las que preferia no acordarse, el ahora no estaria en la carcel, sino disfrutando de una merecida jubilacion en Estados Unidos, su pais de origen. Le echaba muchisimo de menos. No podia ir a visitarlo, ni siquiera podian hablar. No obstante, sabia que, debido a su edad avanzada y a la ausencia de antecedentes penales, no tardaria en quedar libre. Por suerte, la que entonces era su amante, Lola, estaba fuera de toda sospecha. Fue quien llamo para avisarle de lo ocurrido y la que se encargo de comprar los billetes de avion que las conducirian a miles de kilometros de alli. Un pasaporte falso que la identificaba como Norma Barnett, el nombre que ahora utilizaba tanto para sus negocios internacionales como en su vida privada, le permitio salir del pais sin ser detenida. A Lola tambien le procuro documentacion falsa. No podia arriesgarse a que descubrieran que habia desaparecido y ataran cabos. Esas identidades ocultas las tenia guardadas celosamente por si algun dia las necesitaba. Y el dia, desgraciadamente, llego. Habian transcurrido algunos meses desde aquello y era hora de regresar. Todavia tenia que arreglar algunos asuntos. Noelia Blanchard estaba en busca y captura. Norma Barnett tenia las manos libres. El timbre del videoportero interrumpio sus pensamientos. Se levanto con rapidez. La comida debia de estar alli. Por la pantalla vislumbro a una joven con el logo del restaurante estampado en el frontal de la gorra y de inmediato apreto el boton para que entrara en el edificio. Al cabo de unos segundos, oyo el sonido del ascensor deteniendose en su planta y abrio la puerta. La mujer de la gorra era altisima --rondaria el metro noventa-- y todavia le parecio mas alta cuando se aproximo a ella portando la caja de comida. Estaba a punto de entregarle el dinero, que llevaba preparado en la mano, cuando la chica levanto la vista y la miro a los ojos. Norma se quedo repentinamente sin habla. Aquellos iris grises jaspeados de verde y ambar eran dificiles de olvidar, al igual que su llameante melena ondulada de color caoba. Y muchisimo mas el perfume que desprendia, que llenaba la mente de imagenes ancestrales, que hacia recordar el olor de la tierra humeda tras la lluvia. De aquella mujer emanaba algo visceral, estimulante y peligroso a un tiempo. --Te traigo tu comida --anuncio con una voz grave y particular que hacia tiempo que no oia. Recuperada de la impresion, Norma sonrio levemente y se hizo a un lado para dejarla pasar. --Gracias --dijo la recien llegada--. No esperaba menos, despues de haber sobornado con una bonita suma al chico del restaurante. Hasta me ha regalado su gorra. --No te voy a preguntar como me has encontrado esta vez. Nunca dejas de sorprenderme, Iduna. --Te dije que lo haria, aunque en esta ocasion me ha costado un poco mas, debo reconocerlo. Has abandonado tu melena pelirroja y las gafas. El nuevo aspecto te sienta bien, <
Rabell Falls de Clara Ann Simons
https://gigalibros.com/rabell-falls.htmlJulia borro el mensaje y apago la pantalla del telefono movil. Casi admiraba su persistencia y tenacidad; seria logico haber abandonado hace ya mucho tiempo y ya no sabia que debia hacer para que la dejasen en paz de una vez. Ellos en cambio, seguian intentandolo, incluso cambiando de numero de telefono. ?Acaso no estaba lo suficientemente claro que no queria saber nada de ellos? Al fin y al cabo, sus padres tampoco habian querido saber nada de su vida, sobre todo tras el divorcio. Ya no era la pequena Julia de doce anos que se encerraba en el bano a llorar mientras sus padres discutian y se gritaban como si estuviesen locos, ahora era una mujer adulta y totalmente independiente. Lo habia sido desde muy joven; tras el divorcio, la falta de atencion de sus padres y el continuo ir y venir entre ambas casas y la de su abuela cambiando casi cada ano de instituto la habian hecho madurar muy rapido. Quiza demasiado. --!Que les den! --exclamo entre susurros mientras revisaba los numeros de la que seria su siguiente adquisicion antes de llamar a su mano derecha en la empresa. Mark Troy se habia convertido en una pieza casi fundamental para el negocio, aunque a Julia, a veces, le costase aceptarlo. Casi tan ambicioso como ella, no le importaba dedicar horas y horas a analizar los interminables datos financieros de las empresas que serian su objetivo, digiriendolos para presentarselos a los inversores de la manera mas atractiva posible. Mark era lo que en el mundo de las finanzas llamaban un "quant" alguien capaz de utilizar modelos matematicos para conseguir una ligera ventaja sobre los competidores, y Julia nunca habia trabajado con un quant mejor que el. --Ya esta todo analizado, Julia--anuncio Mark orgulloso nada mas entrar en el despacho.--No creo que tengamos problema para convencer a los inversores, si se cierran el sesenta por ciento de las operaciones de la empresa, el cash flow empieza a ser positivo a partir del segundo ano y podemos trocear las distintas divisiones vendiendolas por partes. --?De cuantos despidos estamos hablando? --pregunto Julia sin dejar de mirar a traves de la enorme ventana de su despacho en pleno distrito financiero de Boston. --De unos cuatrocientos, habra que negociar con los sindicatos, pero en estos momentos nos ven casi como a unos heroes que venimos a salvar su barco a la deriva--admitio Mark. --Bien, concreta una reunion con los posibles inversores para dentro de una semana, estare unos dias fuera--anuncio Julia--y, por favor, Mark, quiero que todos los numeros cuadren a la perfeccion y que cada inversor reciba un dosier en color con la propuesta, ya sabes lo mucho que le gustan a los fondos buitre los graficos. --Y que negociemos los despidos por ellos--anadio el matematico casi como un robot. Realmente Mark no era matematico, tenia un doctorado en fisica cuantica por una prestigiosa universidad, pero en la empresa casi todos se referian a el como "el matematico" o simplemente el quant. Su trabajo analizando datos financieros le proporcionaba un salario muy superior al que conseguiria dando clases en cualquier universidad o trabajando como investigador, aunque Julia nunca se habia detenido a preguntarle si lo disfrutaba, ni siquiera se lo habia planteado. --Julia, otra cosa--anadio Mark antes de salir del despacho. --Dime. --He estado dando vueltas a lo de la compra del hotel rural ese en Vermont y sigo sin verlo. Lo siento, no pretendo dudar de tu olfato para las operaciones financieras, nos has llevado muy lejos, pero por mas simulaciones que hago me sigue pareciendo un negocio que no esta a la altura del resto de nuestras adquisiciones--reconocio el quant bajando la mirada. --Tengo mis motivos, limitate a prepararme los numeros que te he pedido y que la semana que viene esten listas las propuestas de los estudios de arquitectura para remodelar el hotel. Del resto ya me ocupo yo, manana partire hacia alli para analizarlo sobre el terreno--replico Julia muy seria. Una vez que Mark abandono el despacho y se quedo sola, Julia no pudo evitar reflexionar sobre la adquisicion del pequeno hotel rural sin apartar la vista de la ventana. Al dia siguiente partiria hacia Rabell Falls, una pequena poblacion en el estado de Vermont para arrasar hasta la ultima piedra de aquel hotel rural y convertirlo en un moderno centro de convenciones en miniatura para que las empresas y los hipsters ricos pudiesen hacer retiros junto al lago o en la temporada de esqui. Reconocio que Mark tenia razon, habia dado en el clavo con su comentario sobre la adquisicion, era cierto que no estaba a la misma altura que el resto de sus operaciones habituales, ni siquiera cerca de ellas. Sin embargo, esta no era en modo alguno una operacion habitual; se trataba de algo personal, como cuando hacia tres anos compro la empresa donde trabajaba su padre para cerrarla. Aquella vez apenas consiguieron cubrir los gastos y poco mas, con el consiguiente enfado de uno de los fondos buitre con los que trabajaban. Al menos en este caso, el hotelito rural de Rabell Falls significaba una inversion lo suficientemente pequena como para poder asumirlo con los fondos propios de su empresa, sin necesidad de inversores externos. Ese pequeno hotel era el ultimo escollo que le quedaba para romper con su pasado; una vez que acabase con el, no habria nada que le recordase a la Julia asustada y fragil de anos atras. Ni a sus padres. Y de todos sus recuerdos de cuando era nina, el maldito hotel era una espina que tenia clavada desde hacia muchos anos, odiaba ese hotel con todas sus fuerzas. Recordaba aquel aciago verano cuando todavia era una nina, cuando acompano a sus padres a pasar una semana de vacaciones en un pequeno hotel junto a un lago en la localidad de Rabell Falls, en el estado de Vermont. Supuestamente era la oportunidad para arreglar las cosas entre ellos, aunque acabo siendo el detonante que se llevaria por delante su matrimonio. Es mas que probable que ese matrimonio estuviese ya herido de muerte, pero a partir de esas vacaciones todo se precipito demasiado rapido. De sus recuerdos de aquel verano solamente guardaba gritos y mas gritos, lloros, frustracion, desesperacion. La sensacion de ser la hija que nadie queria. Odiaba ese hotel con toda su alma. La alarma del telefono sono de improviso sacandola de sus pensamientos y con un suspiro recordo que habia quedado para comer con Jacob Harmon. Ya pasada la edad de jubilacion, Harmon era una especie de leyenda en el mundo de los fondos buitre, temido e idolatrado a partes iguales entre sus companeros y competidores. A pesar de la diferencia de edad, era lo mas parecido que Julia tenia a un amigo. Poco despues de terminar la facultad supo reconocer el potencial de aquella joven que se pasaba horas y horas trabajando sin importarle nada mas en la vida. Fue entonces cuando la tomo bajo su tutela y se convirtio en su mentor, fue el quien le enseno a canalizar la ira, la frustracion y el odio que llevaba dentro y convertirlas en algo productivo. El viejo zorro le desvelo valiosos trucos del oficio y la convirtio en lo que era hoy en dia, volviendose aun mas rico en el proceso. --Perdona, Jacob, se me ha hecho un poco tarde, ya sabes que estamos preparando una adquisicion importante--se disculpo al llegar a la mesa de uno de los restaurantes mas lujosos del distrito financiero. --Tranquila, Julia, yo acabo de llegar tambien, he aprovechado para observar a las otras mesas --respondio el viejo inversor esbozando una sonrisa. Ni siquiera necesitaba dar una explicacion, Julia sabia perfectamente las reglas del juego y era consciente de que a esos restaurantes no se va solamente por la comida sino que es mucho mas importante dejarse ver y enviar un mensaje. Nada mas enfocar su mirada tres mesas hacia la derecha se dio cuenta de que los representantes de dos grandes bancos de inversion estaban sentados junto a los directivos de una empresa de software puntera de la zona de Cambridge. --Lo que tu suponias--musito de manera criptica asintiendo con la cabeza ante la sonrisa de satisfaccion del viejo zorro. --Por cierto, Julia, estaria muy interesado en aumentar mi participacion en la nueva adquisicion, ?habeis terminado de analizarla? --inquirio inclinandose hacia ella y bajando la voz. --Mark esta poniendo en orden los analisis y vamos a concretar una reunion la proxima semana con posibles inversores para la primera ronda de financiacion, aunque por supuesto ya sabes que tu fondo tiene prioridad a la hora de invertir con nosotros. Le dire a Mark que te adelante el dosier en cuanto este listo sin esperar a la reunion general--respondio ella con una breve sonrisa. --?Sigues pensando en comprar ese hotelito en Vermont? --Salgo manana hacia alli a ver si logro convencer al dueno de una vez. Hasta ahora solo he tenido muy buenas intenciones, pero nada mas, no acaba de decidirse a firmar la compraventa. Pasare alli el fin de semana--aclaro Julia con un gesto de desagrado. --No parece que tengas muchas ganas de ir--apunto el viejo inversor. --Ninguna. Preferiria no volver a ver ese sitio en mi vida, pero tengo que convencer a ese viejo imbecil de que firme antes de que el banco se quede con el hotel. Ya le han cortado todas las lineas de financiacion, ni siquiera se como es capaz de aguantar--le informo Julia negando con la cabeza. El viejo inversor se quedo callado al observar al camarero acercarse a ellos con los primeros platos, retomando la palabra en cuanto estuvo lo suficientemente lejos como para no poder escucharlos. --?Estas segura de que quieres hacer esto? --pregunto Harmon mirando por encima de las gafas
Un lugar al que escapar de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/un-lugar-al-que-escapar.htmlCharlene suspiro mirandose al espejo con el cepillo de dientes en la boca. Dios, no se podia ser mas patetica. Cogio el cepillo de dientes y se froto con fuerza arriba y abajo pasandose la mano por sus rizos rubios. Ya no tenia corte, ni nada. Estaba hecho un desastre. Se paso la mano por la cara y puso los ojos en blanco al ver un grano al lado de la nariz. Escupio en el lavabo y abrio el grifo enjuagandose la boca. Cogio la toalla del colgador y se la paso por la boca incorporandose. Al menos seguia teniendo los ojos verdes. Eso era lo unico que no habia cambiado en su vida en el ultimo ano. Tirando la toalla al suelo, salio del bano y se rasco la barriga por encima del pijama de cuadros que llevaba puesto desde hacia una semana. Estaba claro que habia entrado en zona roja. Atraveso el apartamento que estaba hecho un desastre y se sintio aun mas culpable si eso era posible, pero decidio ignorarlo como todo en su vida para ir hasta la cocina y abrir la nevera. Gimio tapandose la cara al ver que estaba vacia. Cerro de un portazo y susurro --Para eso inventaron el servicio a domicilio. El telefono, que debia estar debajo de los cien periodicos que tenia sobre la mesa del estudio, empezo a sonar, pero Charlene hizo como si no lo hubiera escuchado, escogiendo uno de los menus de los restaurantes de la zona que tenia colgados de la puerta de la nevera. --Chino... japones...--Paso el dedo por los menus y entrecerro los ojos al ver una nota escrita por ella misma que decia "!Espabila de una puta vez!" Cogio el post it y lo arrugo tirandolo por encima de su hombro. --Italiano. No es lo mejor para desayunar, pero de todas maneras ya tienes el estomago hecho una mierda... Busco su movil y cuando lo encontro se dio cuenta que no lo habia cargado en varios dias. Quizas tenia que haber contestado al telefono. Encogiendose de hombros se dejo caer en el sofa y marco el numero del restaurante. Veinte minutos despues estaba comiendo espaguetis a la carbonara sentada en el sofa viendo la tele. El programa de la manana era de lo mas aburrido, pero a falta de otra cosa... Llamaron a la puerta y gruno sin moverse. Seria el casero para decirle que su patetica vida acababa de empezar y que lo que habia vivido hasta ahora era un juego de ninos. Despues le pegaria una patada en el culo, echandola del apartamento por deberle dos meses. --!Charlene! !Abre la puerta! No era el casero. Era aun peor. Su prima. Se arrastro fuera del sofa y dejo el envase sobre la mesa de centro antes de ir hacia la puerta y abrir. Su perfecta prima Rubi, con su perfecto bebe en brazos, la miro de arriba abajo horrorizada. Se volvio y camino por el pasillo para volver a sentarse en el sofa, mientras Rubi miraba el apartamento sin poder pronunciar palabra, a la vez que entraba el carrito del nino y cerraba la puerta.
La maestra de titeres de Carmen Posadas
https://gigalibros.com/la-maestra-de-titeres.htmlSi ha habido una mujer destinada a brillar, esa es Beatriz Calanda, la protagonista de la nueva novela de Carmen Posadas. La autora hace un recorrido por los sesenta ultimos anos de la historia de Espana a traves de la exhibicion que <
Tu tambien puedes tener un cuerpo como el mio de Alexandra Kleeman
https://gigalibros.com/tu-tambien-puedes-tener-un-cuerpo-como-el-mio.htmlLa singular primera novela de Alexandra Kleeman es un cruce sorprendente y a ratos inquietante entre La subasta del lote 49 de Thomas Pynchon y Ruido blanco de Don DeLillo.
Mariposas heladas (Mistery Plus), Katarzyna Puzynska de Katarzyna Puzynska
https://gigalibros.com/mariposas-heladas-mistery-plus-katarzyna-puzynska.htmlEl hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer en un paraje helado destapa una cadena de secretos que se inicio en la decada de 1950.
El Sueno de Nerea de Manuel Iglesias Hernandez
https://gigalibros.com/el-sueno-de-nerea.htmlNerea, una anciana vasca afincada en Abina (Vizcaya), cuenta la historia de su vida a su nieto. Le habla de como su amistad con Nicolasa, esposa del fundador del PNV, le permitio conocer y convertirse en fiel seguidora de este lider y, con ello, ser persona defensora de las creencias religiosas de sus antepasados, de las antiguas leyes nacidas siglos atras. Una convencida de que el pueblo vasco siempre fue un pueblo elegido por Dios, creencia de la que presumia. Mas, conforme paso el tiempo, dejo de ser seguidora del nacionalismo carlista que proclamaba el lema "Dios y Ley Vieja", tal como hiciera su maestro, en defensa de un "Dios-Nacion", transmutacion que haria del independentismo una nueva religion.
Siempre contigo, princesa de Nuria Teixidor Ibanez
https://gigalibros.com/siempre-contigo-princesa.htmlMartin y Carlota llevaban once anos sin verse. Once anos donde sus vidas habian dado giros inesperados, donde no han logrado olvidarse. Su relacion hizo aguas un lluvioso abril de 2006 cuando todavia eran ninos. Un par de chiquillos que se habian visto obligados a aprender el significado del mundo de manera vertiginosa.
Un concurso musical les unio, la fama les llevo a lo mas alto y de la misma forma en que culminaron el Everest del triunfo tambien visitaron la otra cara de la moneda. ?De verdad tanto exito profesional, tantas canciones, tantas vivencias les hacian felices si no podian compartir la alegria con la persona que amaban?
Una nueva oportunidad de reencontrase se les presentaba. Carlota habia logrado una cierta estabilidad emocional tras multiples relaciones fallidas y Martin solo deseaba verla, pedirle perdon y que todos los fantasmas que les rodearan desaparecieran pero nada seria facil. El corazon debia ganar a la cuadriculada razon.
La historia de Carlota y Martin no habia hecho mas que empezar.
Juego de Sombras de Aitor Angelats
https://gigalibros.com/juego-de-sombras.htmlSiguiendo las indicaciones de una desesperada carta de auxilio que ni siquiera lleva su nombre como destinatario, Ted Legentrell, un desconocido cientifico de Domstrool, se ve empujado a embarcarse en el Cillian y atravesar el mar con rumbo a Angra. Al pisar por fin tierra firme, Ted conocera al senor ToddCodge, responsable de tal llamada de socorro. Juntos investigaran una oleada de muertes y desapariciones y se adentraran en un laberinto de pistas desordenadas y desconcertantes, que les conduciran a desenmascarar el nudo de mentiras y sombras que se cierne sobre Cliffdavil.
Al final de todas las pesquisas, descubriran que tras aquel oscuro cortinaje de misterio siempre estan “ellas”; una sombria incognita vestida de feminidad.
El primogenito (La rendicion de un libertino 1) de Laura Merce
https://gigalibros.com/el-primogenito-la-rendicion-de-un-libertino-1.htmlPrimera entrega de la trilogia <
Una vida entre guerras de Miguel Angel De La Iglesia Garrido
https://gigalibros.com/una-vida-entre-guerras.htmlFrancia 1917, en plena guerra, un nino se queda huerfano a pronta edad. Se vera obligado a vivir con el unico familiar que le queda, un empresario aleman con unas enormes ansias de poder y secretos inconfesables. Crecera dando tumbos, hasta que el nazismo emergente le atrapa. Envidia, egoismo, soledad y traicion conviven cada dia, hasta que conoce a Marie, momento en que se enfrentara a todo lo que habia dado sentido a su vida hasta entonces. Un amor imposible que le lleva a la locura. Descubrira como las decisiones que toma, afectan irremediablemente, a los que le rodean y sus errores lo perseguiran el resto de su vida.
Quiero ser tu sumisa de Danae Sousa
https://gigalibros.com/quiero-ser-tu-sumisa.html!Voy a realizar el viaje de mi vida! Las bermudas es mi sueno de toda la vida.
A corazon abierto (En cuerpo y alma 4) de Mimmi Kass
https://gigalibros.com/a-corazon-abierto-en-cuerpo-y-alma-4.htmlLas vacaciones en Tromso inician cambios maravillosos en la relacion de Erik e Ines. Tras la vuelta a Chile se entregan a una etapa dulce y sosegada, pero los problemas del dia a dia, en casa y en el trabajo, ponen en peligro el amor que han construido.
Llamada Nocturna de Lara Arbi
https://gigalibros.com/llamada-nocturna.htmlSaltillo, Coahuila. Febrero de 2020 3: 10 am El tono particular del celular de Sara, la hizo despertar de su profundo y reparador sueno. Casi lamentaba no haberlo apagado. Pero siempre existia la posibilidad de una llamada emergente de parte de alguien de su familia o de alguna amistad que requiriera de ayuda. Por eso, lo dejaba encendido. Siempre. Ella saco la mano de debajo de su gruesa y abrigadora frazada y sintio el frio apoderandose de su brazo. No era invierno, era que acostumbraba dormir con la refrigeracion al maximo, durante los meses calurosos. Definitivamente aquella era una llamada inesperada y eso de despertar de pronto, hacia que su pulso estuviera erratico y desatinado, asi que el celular termino resbalandosele de su mano. --!Auch...! --exclamo molesta, su voz se escucho ronca. Por suerte la alfombra frente al buro amortiguo el golpe y el celular sobrevivio al accidente, pero moverse para tomarlo casi le cuesta irse de cabeza al suelo. "!?A quien se le ocurre llamar a esta hora?!" rezongo en pensamientos. "!Ah! Si es otra vez el Joel, que necesita raite porque anda bien borracho, !lo va a lamentar!" Juro Sara, sin ver quien llamaba. --Diga --respondio Sara con voz aguardentosa y los ojos cerrados, pero nadie le respondio. Habian cortado. Tenia tanto sueno que no se preocupo en ver quien habia llamado, suponia que si era un conocido, le volveria a marcar, y si no lo era, le enojaria mucho enterarse de que se habia esforzado para descubrir que era un numero no identificado. Se lanzo sobre su almohada sin soltar el telefono, se arropo y cerro los ojos dejandose llevar por el sopor. En pocos segundos estuvo de nuevo sumergida en la agradable inconsciencia del sueno. Las imagenes empezaron a brotar en su mente, recreando realidades no existentes. Un encuentro con amigas en una reunion de cumpleanos. Habia muchas risas, buen ambiente, y repentinamente; todo desaparecio, de nuevo gracias a los tonos de su celular. Moverse hizo percibirlo en su mano y se agradecio a si misma por no haberlo soltado. En ese momento no recordo el detalle de que una llamada inesperada la habia despertado minutos antes, asi que respondio sin revisar quien marcaba. --Diga --balbuceo, completamente adormilada, y escucho una voz de alguien que no reconocio. --!Hola, hola! ?Como estas, amiga? Que placer escucharte. --?Que si como estoy? --respondio con cierta ironia--. !Pues estoy dormida! !Son las tres de la manana! ?Por que no esperaste a que amaneciera para llamar? --Oye; perdona la hora. Es que acabo de llegar. No te hubiera molestado de no ser porque necesitaba asegurarme de que te vere --dijo el tipo. Su voz era agradable, pero percibia un dejo de preocupacion en ella--. Si no hay inconveniente, voy alla en taxi, pero necesito que me digas tu direccion para que el taxista llegue sin problema, y la hora a la que pudieras recibirme, por favor. --?Quien habla? --pregunto sin abrir los ojos. --!Ja! ?Como que, quien? !Pues yo!, crei que me habias reconocido. Oye, luego hablamos de esos detalles, ahorita urge que me digas tu direccion. Tengo que arreglar mi estancia. Me estan esperando. Ella checo el numero entrante y se dio cuenta de que si era un numero que tenia en su agenda, y estaba a nombre de un amigo que hacia muchisimo tiempo no contactaba. --?Eres Alejandro Medina? --?Y quien mas te iba a estar hablando a estas horas, sino un viejo conocido? El suyo era un numero que se empolvaba en la agenda de Sara. Hacia tanto que ese amigo no le llamaba, que muchas veces estuvo tentada en eliminarlo de su agenda para que no le ocupara espacio. Alejandro Medina habia sido un buen companero de la preparatoria. El, se habia ido a estudiar la carrera profesional a la ciudad de Mexico, y desde entonces le habia perdido la huella. Habian pasado ya varios anos, considerando que ambos habian terminado ya su carrera profesional, y tenian al menos dos anos trabajando en lo suyo. Ella se sento en su cama, acomodando la almohada como respaldo y continuo la conversacion. --Ah. Perdona. No te reconoci la voz. Es que ya traes el tonito de "chilango". ?Ya tienes en que anotar? --le pregunto ella, pensando en aclarar condiciones. --Si, claro. Dime. Y fastidiada por estar despierta cuando debia estar durmiendo, termino diciendole su direccion con santo y sena, asi como los horarios en los que la podria encontrar, pues ella trabajaba. --Quisiera saludarte, pero si tienes que ir a trabajar, pues... lo mejor sera que nos veamos en algun restaurante, a la hora de la comida, o tu di a que hora y donde, ?no? --Bueno. Apunta: manana a la 1:30 en el restaurante "Delicias". Esta por la calle Venustiano Carranza, una cuadra despues del cruce con la Avenida Universitaria. Yendo de norte a sur. Esta muy visible. No te vas a perder. !Ey! Pero, hace tanto que no nos vemos que no te voy a reconocer. Y tampoco creo que tu lo hagas. He cambiado. ?Como te ubico? --Bueno. Veamos; llevare camisa azul lisa, y una cachucha beisbolera de color blanco. Llevo cabello un poco largo. Pero poquito. Tu, ?que llevaras puesto? --Mi uniforme de la empresa. Es color verde tierno, con blusa rosada. Lleva saquito del mismo color. Trabajo en con un licenciado. Muy estricto, por cierto. Apunta esto; yo traigo el cabello hasta el hombro, color cobrizo. Ya no soy rubia, ?recuerdas? --!Oh! Claro, como lo iba a olvidar. Bueno, te dejo dormir un poco mas y nos vemos en las "Delicias" a la hora de la comida. Hasta luego, linda. !Oye! ?No se molestara tu marido o tu novio, si sabe que saliste a comer conmigo? --Por supuesto que no. Primero porque, que yo recuerde, no estas tan lindo --bromeo ella--, y segundo, porque no me he casado todavia, ni tengo novio formal. !Nadie se enojara contigo! --Perfecto --lo dijo con tono de complacencia regularmente disimulado--. Entonces nos vemos en las "Delicias". --Hasta luego --dijo ella y en cuanto termino la comunicacion se recosto de nuevo, sin soltar su celular. Entonces recordo un detalle. "Hasta luego... !?linda?! Ay, Alejandro. Si que te has achilangado", penso sonriendo. Su voz y sus maneras eran diferentes a las que recordaba, pero era logico; habian pasado varios anos sin verse y suponia que al terminar sus estudios, el se habia quedado a vivir en la capital. Antes de quedarse dormida le vino a la mente otro detalle: "?Como que me recordaba rubia, si yo me teni el cabello hasta el segundo semestre de la profesional? El ya se habia ido a la capital", le dio vueltas al dilema por unos segundos, pero tenia sueno y termino concluyendo: "Lo dijo por no quedar mal. Despues de todo yo le estaba aclarando que llevaba el cabello tenido de rubio". No lo analizo demasiado. Tenia mucho sueno y necesito poco tiempo para volver a quedar profundamente dormida. *** Desperto al siguiente dia dando un salto, porque la sorprendio la alarma de su despertador. No recordaba el incidente de la llamada. Tenia prisa por alistarse y preparar un buen desayuno. Eso era fundamental para que, ella se sintiera bien durante la jornada de trabajo. Una hora despues, salio de su departamento, entro a su auto y hasta que cerro la puerta, recordo lo de la llamada nocturna. La curiosidad la acoso y se las arreglo para sacar su celular del bolso, mientras maniobraba el volante para enfilar rumbo a su trabajo. "Era el. Alejandro. Ademas me lo aclaro. No estoy segura de que sea el que recuerdo. Hace mucho que no lo veo. Bueno, ya lo vere a la hora de la comida" --despues de unos minutos de ir conduciendo, penso--. "?Que querra? !Ah!, me late que me quiere engatusar con algun negocio. Sucede tanto. Los embaucan a ellos, y ahi los traen, apurados consiguiendo gente que le entre a tal o cual estupido negocio de ventas" --viro a la izquierda--. "Lo que no sabe este cuate, es que no soy de las que se deja controlar. Soy de las que habla claro y directo. Lo saludare por los viejos tiempos, pero en cuanto empiece con sus cosas... !A volar, chiquitito!" Olvido el asunto en cuanto se ocupo de su trabajo, y lo recordo solamente a la hora de la salida, en el momento en que tomo su bolso y lo colgo al hombro. Estaba por ver a ese companero que hacia tiempo se habia ido a la capital. Se preguntaba, como se veia el ahora. A que se dedicaba, y sobre todo, que queria. Tenia muy en cuenta que una de las opciones de los estudiantes universitarios para apoyar el pago de sus estudios, era vender algo; sobre todo seguros. Ella consideraba a los vendedores de seguros como una plaga. Una vez mas se puso a planear los argumentos que usaria para no permitirle que la engatusara con algun plan suyo que trajera. Era verano. Al salir a la calle sintio que el calor le lastimaba la cara. Hubiera deseado irse directamente a casa a acostarse y disfrutar del descanso, viendo un programa de television o durmiendo, en medio de un ambiente refrigerado, y no tener que enfrentar una situacion que podia llegar a ser molesta. Pero no podia dejar de lado el compromiso que se habia creado con el tal Alejandro. Para desvanecer el sentimiento de molestia se concentro en los recuerdos de sus anos de bachillerato. No habian sido tan buenos. Habia pasado momentos amargos, dias pesados por el estudio, por los dichosos examenes que solian ponerles, y todas esas cosas relacionadas con, tener que aprobar para pasar el semestre. Pero Alejandro, si era un buen recuerdo. Estaba consciente de que con el tiempo la gente suele cambiar. Ella misma habia cambiado. Debia considerar que ahora Alejandro trajera, no muy buenas manas. Pero ya iba en camino a cumplir con esa cita y sucediera lo que sucediera, pronto estaria de regreso en casa. Se prometio que regresaria sintiendose tranquila, sin haberse dejado colgar obligaciones que no deseaba. "!Por nada del mundo debo dejarme embaucar con un negocio suyo, o lo que sea. Si se enoja, !pues que se enoje! Si. Es que, tratar de mantener a la gente contenta, muchas veces implica meterse uno en un berenjenal. ?Pero, y por que? No soy Hermanita de la caridad. Pero sobre todo, quiero vivir tranquila. Por Dios que si". Suspiro cuando penso esto y el semaforo se puso en rojo. Trato de no exasperarse. Recordaba que todo pasa, y pronto ese asunto estaria concluido. Normalmente no era tan hurana para relacionarse, pero la manera en que se dieron las cosas; esa llamada a las tres de la madrugada, el colgarle un compromiso que le conflictuaba un poco la existencia en un dia en el que deseaba estar tranquila, todo eso le hacia sentir cierto rechazo hacia ese encuentro. El semaforo cambio a verde y ella avanzo a la velocidad a la que iban el resto de los autos, unas cuadras mas adelante dio vuelta a la derecha. Ya estaba sobre la calle Carranza. Avanzo un poco mas y encontro la Avenida Universitaria. Sabia que a la derecha encontraria el acceso al restaurante. Afortunadamente habia lugares disponibles para estacionar su auto dejandolo bien protegido y sombreado con amplios tejados. Vio la hora en su celular y sonrio; estaba a tiempo. No encontraria a un Alejandro fingiendo que no estaba malhumorado por su tardanza. Se arreglo un poco el cabello y su maquillaje, y metio una pastilla de menta a la boca para refrescar su aliento, entonces salio del auto. Era un lugar de sobra conocido por ella. Habia estado muchas veces ahi, sola o acompanada, asi que sabia a donde dirigirse con confianza. Una vez adentro, se dedico a localizar a alguien con las caracteristicas que le describio su amigo; camisa azul corte formal, cachucha beisbolera de color blanco, cabello un poco largo. No estaba a la vista. Se sintio desconcertada por eso. Vio la hora y se dio cuenta de que habian pasado solamente diez minutos de la hora de la cita. Supuso que por haber estado fuera de su tierra tanto tiempo, podia haberse desubicado. En ese momento se acerco a ella uno de los jovenes meseros. --?En que puedo servirle, senorita? Ella se alegro de recibir ayuda. --Ah, si. Busco a un hombre que viste camisa azul y trae cachucha blanca. Tendra unos, treinta anos. ?Ha visto a alguien asi? El joven penso en ello por unos segundos y respondio: --La verdad no. No he visto a nadie vistiendo asi. Tal vez decidio quitarse la cachucha, pero aun asi no recuerdo haber visto a alguien de camisa azul, solo. Esperando a alguien --Sara se sintio incomoda por la situacion--. Pero dejeme dar una vuelta por el restaurante a ver si lo localizo. ?Cual es el nombre del senor? --Alejandro Medina. Gracias por su ayuda. Mire; me sentare por mientras, en esa mesa -- dijo, senalando una mesa situada en un rincon. --Bien, ahora vuelvo --dijo el joven amablemente. Sara se sento en la mesa desocupada y se sintio bien. Fue cuando comprendio que podia haber un monton de razones por las que Alejandro no estuviera ahi a tiempo. Si el joven mesero no lo localizaba, lo esperaria. Y hasta se previno pensando en que si no llegaba, ella no le daria otra cita. "!Que se vaya al cuerno, si no viene!" Entonces rio para si misma pensando en que se estaba defendiendo de algo que todavia no sucedia. Unos minutos despues vio que el mesero estaba de regreso. Pronto sabria si Alejandro, estaba o no estaba en ese lugar. "Pues, si esta aqui, que poco caballero. El deberia venir a mi encuentro", penso, una vez mas a la defensiva. Pero no habia llegado. --Mire, ya di la vuelta por el local y por los reservados y... no, el senor no ha llegado. ?Va a esperarlo? Tal vez no tarde. --Si, lo esperare. ?Donde puedo sentarme? --Ahi, donde esta. Si se siente comoda. --Si, estoy comoda --la razon era que no estaba muy a la vista, por eso de que no llegara Alejandro--. Estoy en buen punto para detectarlo en el momento en que entre por esa puerta -- aclaro ella. --Bien, ?desea tomar algo, mientras espera? Ella penso en una bebida suave para bajar la tension que le causaba ese trance. --Una cerveza, por favor. Cuando le sirvieron su bebida, Sara empezo a sentirse mas relajada y dispuesta a esperar a su amigo. La limitante era que solamente tenia una hora para comer y despues debia regresar a su trabajo. "Es el colmo. Le llamare a ver que pasa". --"?Alejandro?… !Oye!, ?que pasa que no llegas? !Se me esta haciendo tarde! --le dijo Sara, y no reprimio su molestia. --!Hijole! Sarita, lo siento. Es que me perdi. Pense que iba a ser facil y no. Lo siento. !Dame un minuto mas!, ?ok? --Pero un minuto nada mas. !Tengo que volver al trabajo! Sin embargo, los minutos pasaron sin que Alejandro apareciera y cuando se dio cuenta de que solo restaban veinte minutos de descanso, decidio comer algo para regresar al trabajo. Llamo al mesero y le pidio algo de carne y verduras y un refresco, aclarandole que solo podia quedarse ya menos de veinte minutos. "Como me esta haciendo pesado el dia, este amiguito. Primero, me llama a una hora inadecuada, me cita porque el quiere y por lo visto va a aparecer cuando el lo decida. !Pues, no! No se haran las cosas como el quiera, ?es que, piensa que porque viene de la capital va a obligarlo a uno a hacer lo que el quiera? !Para nada! Ya no soy tan docil como lo era en la prepa". Faltando diez minutos para su hora de entrar al trabajo, ella pago la cuenta y sintiendose indignada, salio hacia su auto. Apenas tendria tiempo de llegar a las oficinas donde trabajaba. No le perdonaria que le descontaran parte de su sueldo gracias a su irresponsabilidad. Al abrir la puerta del restaurante, sintio de inmediato el golpe del aire calido del exterior que se percibia mas al haber estado en un ambiente refrigerado. Con paso apresurado se dirigio a su auto, y justo cuando abrio la puerta escucho una voz a sus espaldas. --!Oh!, !Sara! --dijo. Cuando ella volteo a ver quien le hablaba, se encontro con un tipo que realmente no conocia, pero llevaba una cachucha blanca y camisa azul. Era Alejandro Medina. Ella se quedo estatica, pensando en que, no era asi como recordaba que era Alejandro. En todo caso, los anos lo habian transfigurado. "Pero me ha demostrado que es Alejandro. Incluso su numero de celular es el que tengo en la agenda". --?E-estas suficientemente molesta como para no darme un abrazo de bienvenida? --dijo el recien llegado, con expresion apesadumbrada. Ella no se atrevio a mostrarse violentamente enojada. Su sentido de cortesia supero a su enojo y con toda calma respondio: --Es muy tarde, Alejandro. Tengo que irme a mi trabajo. Creo que dejaremos nuestra cita para otro dia, ?de acuerdo? El se agito, mostrandose apenado y entonces le dijo: --Tienes razon. Lo siento mucho. Te he estado causando muchos trastornos desde que llegue. !No tengo derecho a perturbar tu vida! Sin embargo no quisiera irme sin que platicaramos. Mira, tengo una idea para lograrlo sin causarte mas dolores de cabeza. --?Cual es esa idea? --respondio ella, con gesto cansado. --Me ire contigo para ver donde esta tu lugar de trabajo, pero no, no te preocupes, no entrare. Me quedare en algun lugar cercano a esperar tu hora de salida. Asi, no habra mas contratiempos, por lo que sea. Tu no tienes por que batallar con mi desubicacion. !Es que ya ni me acuerdo, de las calles de mi ciudad, caray! Ella vio la hora. Le quedaban cinco minutos para llegar a su trabajo, y eso la hizo responder: --Pues, vamos. Y, estoy de acuerdo en que me esperes en algun lugar cercano. Lo siento, no te puedo pasar a las oficinas. Tengo un jefe muy intransigente. --No, no. Claro que no haria eso. Se hara como tu dices. !Vamos! Y con toda presteza, el fue a la puerta del copiloto obligando con eso a Sara a entrar para abrirle la puerta y apurar las cosas. Pero ella aceptaba el trance porque la hora le preocupaba. Ella actuaba con rapidez. Estaba seria, la verdad era que estaba molesta. Sin embargo lo haria por los buenos tiempos y solamente por esta ocasion. !Nunca mas! Encendio el auto y se apuro a salir rumbo a su trabajo. Alejandro iba en silencio, Su rostro no mostraba preocupacion, cosa que estaba causando mayor indignacion en Sara. Ademas se sentia un poco intrigada. El Alejandro que recordaba no era asi. Claro que habian pasado ya algunos anos por ellos y el tiempo cambia la fisonomia, muchas veces hasta el punto de volverlos irreconocibles. Pero... "Que distinto es. No hay nada en el, que me recuerde al Alejandro de la preparatoria". El Alejandro que observaba era un hombre de mediana edad, alto, de complexion recia. No podia decirse que era del todo, bien parecido. Varonil, si. Pero habia una actitud en el que le provocaba ansiedad, y hasta algo de temor. Habia algo en todo lo que estaba sucediendo desde que le llamara por la noche, que le estaba provocando un sentimiento extrano. Tenia la sensacion de que poco a poco estaba quedando mas atrapada en una situacion anomala, a la que no se decidia a ponerle fin, por no ser descortes con un viejo amigo. "!Vamos, vamos! !Somos viejos conocidos! Fuimos companeros de la preparatoria, no tengo por que sentirme atemorizada", argumento para quitarse de encima esa extrana sensacion que la embargaba. "Aun cuando el haya cambiado y se haya vuelto un tipo amanado por los anos que ha vivido en la capital. Claro, debe de haber pasado muy malos momentos, pero no creo que sea tan tonto de arriesgarse a venir a su tierra a cometer una tontera. Menos contra mi, que fuimos amigos"
La mano de Fatima de Ildefonso Falcones
https://gigalibros.com/la-mano-de-fatima.htmlEn la opulenta Cordoba de la segunda mitad del siglo XVI, un joven morisco, desgarrado entre dos culturas y dos amores, inicia una ardiente lucha por la tolerancia religiosa y los derechos de su pueblo.
Vicio Puro de Rosalia Reyes
https://gigalibros.com/vicio-puro.htmlVicioso: Amor, Sexo y Dudas con el Malote Vividor
Marcus era un tipo simple.
Egoista. Creido. Vividor.
Atractivo. Irreverente.
Sexy. Cabr*n.
Encuentros en Bonaval de Sonsoles Onega
https://gigalibros.com/encuentros-en-bonaval.htmlMariana suena con ser periodista en la ciudad de Santiago. Su vida transcurre entre la perdida temprana de su madre y la incomunicacion con su padre, Manolo, un hombre refugiado en el mismo ofi cio que anhela su hija e incapaz de mostrar sus sentimientos mas alla de los folios que escribe en una vieja olivetti. A punto de iniciar sus estudios universitarios, Mariana se cruza con Timoteo, un cazador de pensamientos que deambula por las ruas compostelanas y que se convierte en el protagonista de la historia que la joven aspira a publicar algun dia. A partir del encuentro, Mariana recorrera la ciudad tratando de reconstruir la leyenda de Santiago. A lo largo de esa investigacion le seran desvelados multitud de secretos; entre ellos, los que le permitiran recuperar la memoria de una familia condenada al olvido, la suya.
Ella, el… y el danes de Ana Alvarez
https://gigalibros.com/ella-el-8230-y-el-danes.htmlUna novela de amor repleta de risas y emociones que hara, una vez mas, las delicias de las fans de la autora y entusiasmara a sus nuevas lectoras.
La invencion de la naturaleza de Andrea Wulf
https://gigalibros.com/la-invencion-de-la-naturaleza.htmlLa esplendida biografia de Alexander von Humboldt, el heroe perdido de la ciencia y padre de la ecologia.
Suena conmigo de Marion S. Lee
https://gigalibros.com/suena-conmigo.htmlUna romantica novela que te atrapara y no dejaras de leer.
(Im)posible [LGBTI] de Lena Wolf
https://gigalibros.com/im-posible-lgbti.htmlEl ultimo ano de instituto puede convertirse en algo insoportable sobre todo cuando: has perdido a tu madre, eres homosexual, has cambiado de colegio, de ciudad y, ademas eres victima del bulling.
Quiero confiar en ti de Lorena Concepcion
https://gigalibros.com/quiero-confiar-en-ti.htmlAtenea no era de esas chicas que se comian el mundo, pero tampoco se dejaba pisar. Nunca le habia importado tanto que la gente no la viera, en ninguno de los sentidos, o que no la tuvieran tanto en cuenta como ella queria. Como se decia a si misma, era invisible para los demas. Asi era ella, invisible a los ojos de cualquiera que no fuera su familia, y claramente, sabia que el problema era suyo, estaba en su caracter, no se hacia notar, y en muchas ocasiones era bueno, pero en otras, no tanto. A sus veintidos anos nunca habia tenido novio, tampoco tenia muchos amigos a causa de su timidez y sus inseguridades, pero ella estaba a gusto asi, no era debil, ni se dejaba menospreciar por nadie, era una chica fuerte, simplemente pasaba desapercibida. Atenea estaba convencida de que siempre seria asi para el resto de su vida, acabaria sola y con un monton de gatos, de hecho ya tenia uno, solo era cuestion de tiempo. Rio ante tal ocurrencia. Pero solo hubo un momento en su vida en el que deseo ser alguien que no pasara desapercibido, y ese momento fue cuando le vio a el, Kian, su vecino. Atenea habia alquilado un apartamento en el centro de la ciudad hacia unos meses y la primera vez que lo vio fue mientras se instalaba, el le ayudo con la mudanza y se presentaron, pero todo quedo alli. La segunda vez fue la tipica conversacion entre vecinos, el fue a pedirle sal, asi que tampoco paso nada. Otras veces solo se saludaban de pasada, el casi nunca estaba en su apartamento, pero la gran mayoria de las veces que venia, lo hacia acompanado de unas chicas que parecian y que claramente, eran modelos. Eso a Atenea no le gustaba, pero era tan guapo... alto, en forma, con unos brazos musculosos con los que mas de una noche habia sonado que la abrazaba, y otras cosas que la hacian sonrojarse. Su cabello rubio corto que la hacia querer meter los dedos mientras el la hacia gritar, y sus ojos color caramelo que tanto deseaba que la miraran. Ojala ella fuera de su tipo. Nunca se habia considerado una chica fea, pero tampoco se arreglaba mucho ?para que?Aunque lo hiciera seguirian sin hacerle caso, o peor, estaria ridicula. Era viernes por la manana y festivo, por lo que no tenia nada planeado, seguramente pasaria el dia en casa leyendo o recogiendo. Esa noche no habia dormido casi nada por culpa de un maldito sueno erotico con Kian. Atenea nunca habia tenido ninguno, pero desde que lo habia conocido, en su cabeza solo rondaba el, y eso no podia ser bueno, tenia que olvidarse de Kian lo antes posible, pues lo suyo jamas sucederia, ni en un millon de anos. El nunca estaria con una chica como ella teniendo a un moton de modelos babeando a sus pies. Aun llevaba el pijama, que no era otra cosa que una camiseta grande de su hermano que se habia dejado la ultima vez que vino a pasar la noche. Iba bajando las escaleras de marmol cuando llamaron a la puerta, se miro rapidamente en el espejo del recibidor para revisar que su pelo moreno y liso estaba presentable, sus ojos azules se veian mas intensos por la luz de la manana. <>. Se paso los dedos por el pelo y se lo puso a un lado y abrio la puerta. – Buenos dias.- Dijo Kian con una enorme sonrisa ensenando su perfecta dentadura en cuanto Atenea le abrio la puerta. Se quedo paralizada y le dio un vuelco el corazon, de todas las personas que podrian haber llamado, Kian era el ultimo al que esperaba. Estaba guapisimo, y vestido, no como ella. Llevaba unos pantalones vaqueros que le quedaban de lujo y una camiseta que hacia patente su musculado cuerpo, Atenea se sonrojo e imagenes del sueno de la noche anterior vinieron a su mente. – Bu... buenos dias.- Logro decir atropelladamente. – ?Te pillo en mal momento?- Pregunto mirandola de arriba abajo, si Atenea no lo creyera posible pensaria que la estaba devorando con la mirada, pero no era posible ?no? Decidio no darle mas vueltas pues ella no podia gustar a un chico como el. – No, bueno, no.- Rio.- ?Necesitas algo? – No, solo queria invitarte a desayunar.- Ahora Atenea se sorprendio aun mas, y se percato de la bolsa que Kian llevaba en la mano. - Mi madre es aficionada a la reposteria y me ha envido muchos dulces y yo solo no puedo con ellos, asi que si somos dos...Si no quieres desayunar conmigo te los doy igual, no quiero que se estropeen. ?Que no queria desayunar con el? ?Estaba loco o que? ?Por que tenia que ser tan malditamente amable y guapo? Aunque la invitacion solo fuera para que no se estropearan los dulces, a Atenea le valia. Sin embargo, por la cuenta que le traia a su corazon no sabia si merecia la pena, pero deseaba tanto pasar tiempo con el y conocerlo mejor que no pudo resistirse. – No, claro. Pasa. Yo invito a cafe.-Sonrio como una nina subida en el mejor columpio del parque. – Gracias. – Voy a cambiarme y... – No tranquila, por mi no te preocupes, asi estas bien.- El la miro de arriba abajo una vez mas con una sonrisa picara y le guino un ojo. AAtenea se le incendio la cara y a pesar de que la camiseta la cubria hasta los muslos sintio que estaba desnuda.- Si abres siempre asi la puerta vendre mas a menudo.- Le guino un ojo. ?Estaba coqueteando con ella? No podia ser, seguro que era algo que le salia sin mas. – Ja, ja. Alli esta la cocina, ahora bajo.- Y le dedico una sonrisa coqueta. Nunca se habia sentido asi, ella no era de coquetear con chicos !si ni siquiera sabia que sabia hacerlo! Pero un momento con el la habia hecho sentir la mujer mas sexy del mundo. Pero tenia que mantener las distancias, el no era para ella, pues solo hacia falta ver con que clase de chicas iba para saber que ella no era su tipo ni de lejos. En cuanto termino de arreglarse bajo por las escaleras de nuevo con el corazon martilleandole en el pecho. Como deseaba que su sueno se hiciera realidad y el hubiera subido a su habitacion y la tumbara en la cama para hacerla suya << ?Pero que estas pensando? !Madre mia, que verguenza! Menos mal que nadie escucha mis pensamientos...>>. – ?Como prefieres el cafe?- Pregunto el mientras ella bajaba las escaleras. – No, yo no bebo cafe, no me gusta, prefiero cacao.- Sonrio. Atenea no llego a pisar bien el siguiente escalon y se cayo de culo bajando un par de escalones.- !Au!- Y empezo a reirse. – ?Estas bien? - Corrio Kian hacia las escaleras. Atenea no paraba de reir. – Si, que caida mas tonta. Siempre estoy en el suelo. - Atenea no podia parar de reir, habia sido una caida tan tonta que preferia reir a pensar que se habia caido delante de Kian. Intento ponerse en pie pero el tobillo le dolio un poco. – Espera, ya te ayudo.- Entonces Kian la cogio en brazos. – No hace falta...- A Atenea se le iba a salir el corazon, se abrazo al cuello de Kian y aspiro su aroma. – No te preocupes.- La corto el sonriendole encantadoramente. Una corriente de pura electricidad le recorrio el cuerpo, olia tan bien... Noto como sus duros y tonificados musculos hacian la fuerza suficiente para sostenerla, la cual no parecia que le supusiera ningun esfuerzo. AAtenea le recorrio un deseo ardiente que se anido entre sus piernas. Quiso que su comedor fuera mas grande para que la sostuviera mas tiempo entre sus brazos, su calor la traspasaba y sentia la necesidad de hundir su cara en su masculino cuello y besarlo, pero se contuvo. Evito como pudo que el sintiera como su pulso estaba acelerado, y desvio la mirada de su perfecto rostro para no sentir la tentacion de besar esos gruesos y seductores labios. Por fin la sento con cuidado en el sofa. – A ver, dame tu pie.- La examino.- No tienes nada, un poco de hielo y estaras como nueva. Fui entrenador de futbol de los ninos de mi pueblo cuando era adolescente y vi muchos esguinces y roturas, y esto no es nada. Pero no te fies mucho que no soy medico. Voy a por hielo.- Le dedico una sonrisa encantadora que la fundio como un helado derretido por sol de verano. Antes de ir a por el hielo cogio un cojin y lo puso en la mesilla, y despues, con mucho cuidado, deposito el pie femenino. Su contacto la quemaba y la hacia desear mas, mucho mas. Algo que claramente no iba a hacer, ella no era su tipo, pero tampoco queria serlo, ya habia sufrido bastante en el amor como para encapricharse de alguien que jamas la corresponderia. Tenia que dejar de pensar en el. – Gracias.- Dijo Atenea. El no se habia reido de ella cuando se habia caido, a pesar de que ella no paro de reir, y eso le encanto ?Pero que le iba a hacer si las caidas tontas le hacian tanta gracia? Su gata, Diana, una persa blanca de ojos verdes se acerco a ella para pedirle que le pusiera de comer, Atenea la acaricio y la gata se tumbo a su lado en el sofa. Kian volvio enseguida con el hielo envuelto en un trapo de cocina. El se situo otra vez de rodillas delante de ella y se lo deposito en el pie magullado. Estuvieron unos minutos en silencio, el aguantandole el hielo en el pie y ella observando como la cuidaba. Atenea se deleito mirando al impresionante chico que le estaba poniendo hielo en el pie. Estaba guapisimo y solo deseaba que la mirara con deseo y la tocara ardientemente. – No sabia que tenias un gato.- Dijo el rompiendo el silencio pero sin dejar de mirar su pie magullado. – Es una gatita.- Le sonrio aunque el no la miro. – Ah, es muy bonita.- Senalo mirando ahora a la gata que dormia placidamente a su lado. – Si, pero a veces es una borde.- Rieron los dos. Atenea no podia dejar de mirar como Kian acariciaba dulcemente su pie alrededor del hielo, proporcionandole caricias calientes que la hacian estremecerse, estaba haciendo gala de todo su autocontrol para no lanzarse al cuello del hombre. Penso que por tal de que el la cogiera cada vez que ella se caia, se caeria encantada todas las veces que hicieran falta. Atenea rio ante tal tonteria y rio mas al recordar su caida. – ?De que te ries?- No se habia dado cuenta de que lo habia hecho en voz alta. – Solo pensaba en la caida.- Y volvio a reir.
Pon tus manos sobre mi, Mina Vera de Mina Vera
https://gigalibros.com/pon-tus-manos-sobre-mi-mina-vera.htmlSofia y Paula, amigas del alma desde la adolescencia, no pueden creer que la vida se lo este poniendo tan dificil. Paula, alta y exuberante, parece brillar con luz propia en la fruteria en la que trabaja y conquista a sus clientes con su vibrante personalidad, pero no ha vuelto a encontrar un hombre que valga la pena despues de su fracaso matrimonial cuando aun era muy joven. Para la bella y menuda Sofia es aun mas complicado: madre soltera, haciendo malabares para llegar a fin de mes y sacar a su hijo adelante, limpia casas y acepta cada vez mas trabajos extra, como ayudar a Paula en la fruteria. Los hombres de sus vidas deben estar ahi fuera, en algun sitio, piensan, pero estan demasiado ocupadas sobreviviendo como para detenerse a considerarlo.
Los que corren contra el viento de Maria Correa Luna
https://gigalibros.com/los-que-corren-contra-el-viento.htmlUn hombre que lo tiene todo, una mujer que se sabe capaz de todo corren contra el viento.?Que es eso a lo que se enfrentan?Un viento quiere arrasarlos, impedirles avanzar hacia lo que buscan: el pasado los desafia, un misterio de ese pasado que se extiende sobre ellosy sobre el mundo.