• libro historia oculta de la musica - Luis Antonio Munoz

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    Mozart, Haydn, Carlos Gardel o Louis Armstrong eran masones. Satie compuso musica en su juventud para la Orden Rosacruz. Leonardo da Vinci escribio un tratado sobre musica que se encuentra perdido y diseno extravagantes instrumentos musicales. Hitler concibio su plan de invadir Europa despues de escuchar una opera de Wagner. Schumann frecuentaba sesiones espiritistas al tiempo que Chopin tuvo visiones de espectros en su retiro de Valldemosa.

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  • Historia oculta de la música - La Esfera de los Libros

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    Mozart, Haydn, Carlos Gardel o Louis Armstrong eran masones. Satie compuso música en su juventud para la Orden Rosacruz. Leonardo da Vinci escribió un.

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    Libro Historia Oculta de la Musica. Magia, Geometria Sagrada, Masoneria y Otros Misterios, Luis Antonio Muñoz, ISBN 9788491647485.

  • Su rostro verdadero (Las bodas del diablo 2) de Agatha Allen

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  • Si tenemos suerte, alguien nos amara de Berenice Islas De La Paz Perez

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    Si tenemos suerte, alguien nos amara, es la historia de una joven que sufre una perdida, la cual la lleva a embarcarse en una serie de aventuras para buscar el amor y la felicidad, las que finalmente la hacen reencontrarse consigo misma.

  • Lena (Juegos Salvajes) de Lena Wolf

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    Lena no podia creer lo que veia ante sus ojos. Sus cosas, sus queridas, escasas y preciadas pertenencias, esparcidas sin orden y con bastante furia por toda la habitacion. Se afano en agacharse y recoger uno de los libros que habia quedado cerca de los pies de la cama, y mientras lo hacia, otros dos salieron disparados desde las manos de la que, hasta entonces, habia sido su amiga y companera de piso, para rebotar contra el colchon y precipitarse al suelo. --No puedes hacerme esto --gruno entre dientes, pero ahi termino su alegato, no tenia nada mas con lo que defenderse ni mas argumentos que dar salvo los ya expuestos. Apelar a la humanidad, a la caridad y a su tan preciada amistad, aunque sabia que nada de lo que dijera, cambiaria la situacion en la que ahora se encontraba. --Lo siento mucho Lena, he tenido muchisima paciencia contigo y lo sabes, pero he encontrado a alguien para alquilarle la habitacion, alguien que si va a pagarme. Te lo dije hace semanas. --Ya... pe-pero... !Pensaba que eramos amigas! --!Y lo somos! --se afano en puntualizar-- !Claro que lo somos! Cuando quieras quedamos para tomar un cafe y ponernos al dia de todo, pero necesito a alguien que pague su parte de los gastos. --Joder Vicky, es invierno, hace frio y sabes que no tengo donde ir... No tengo a nadie y no es una forma de hablar, es literal, nadie. --De verdad que lo siento, pero no soy una jodida ONG, llevo meses advirtiendotelo. --!Vete a la mierda! --y a punto estuvo de acompanar esa recomendacion turistica con un lanzamiento de libro, que era lo unico que tenia entre las manos. --Sal esta noche, emborrachate, echale el ojo a algun tio y vete a su casa, y ya manana con la cabeza fria decides si volver a follartelo o cambiar a otro... --Eres una hija de puta --y noto como podia hasta masticar su enfado. --Entonces de ese cafe ni hablamos ?no? --resoplo-- Mira Lena, de verdad que lo siento, en serio, se que es una cabronada, pero tu te lo has buscado, recoge lo que necesites y puedes venir a por el resto otro dia. Salio del apartamento cargando una bolsa de deporte que habia llenado con algo de ropa, un par de libros y poca cosa mas. Era viernes noche y hacia ya bastante frio, aunque ese ano el invierno estaba siendo bastante amable con sus calidas temperaturas. Sintio ganas de llorar, sin embargo, hacia ya tiempo que se habia prometido a si misma que no volveria a hacerlo, aunque para ser sinceros, la vida no le estaba poniendo demasiado facil el poder cumplir con su palabra. Camino un par de manzanas en direccion al centro, sin rumbo fijo, realmente no tenia donde ir. No habia usado esa frase para ablandar el corazon de Vicky, ni habia exagerado un apice su situacion. No tenia familia y contaba con muy pocos amigos. Siempre habia tenido dificultades en entablar relaciones de confianza con la gente, y despues de lo de Vicky... Puede que sus escasas habilidades sociales, fuera porque su padre la abandono antes de que su memoria pudiera fijar su cara o su voz, mucho menos ningun recuerdo al que aferrarse, o bien pudiese ser que su extrema desconfianza hacia el ser humano se debiera a ese desfile de hombres que paso, ano tras ano por su casa, y por entre las piernas de su madre. Cada nueva ilusion de formar parte de una familia, se esfumaba como el conejo en la chistera de un mago. Hasta que cumplidos los diecisiete, decidio poner fin a todo eso marchandose de casa para vivir por su cuenta. En esos anos habia pasado malos momentos, otros peores, pero desde hacia un tiempo la suerte parecia sonreirle con un trabajo suficientemente estable, como para alquilar una habitacion y con las ilusiones de haberse podido matricular por fin, en la universidad. Solto un bufido maldiciendose por no haber previsto que la buena suerte no existia, o si lo hacia estaba claro que ella estaba condenada a no alcanzarla jamas. Todos a su alrededor parecian fallarle en algun momento u otro. Y por si todo eso no fuese suficiente, empezaba a llover, como si el tiempo se hubiera confabulado en su contra. Resoplo enfadada, corrio hacia una cafeteria cercana y entro antes de quedar totalmente empapada. Rebusco en sus bolsillos, le quedaba muy poco de su finiquito y no sabia si malgastarlo en algo tan mundano como un cafe o una caja de cigarrillos, aunque ambas cosas le apetecieran mucho. --?A ti tambien te ha pillado el chaparron? --!Ja! --solto una risotada al tiempo que se giraba hacia su interlocutor, un chico de mas o menos su edad y bastante bien parecido-- En realidad no... me gusta eso de bailar bajo la lluvia --le dedico la mas dulce y seductora de sus sonrisas-- iba al gimnasio --mintio al tiempo que alzaba la bolsa de deporte. --No puedo competir con una sesion de spinning... --Puedes intentarlo --le atajo. --Probaremos suerte entonces, ?un cafe? --propuso el joven. --!Ves! Has acertado, un cafe seria perfecto. Soy Lena, por cierto -- alargo su mano y el la encajo. --Marc. La tormenta habia amainado a altas horas de la madrugada, dando paso a una manana fria pero soleada. Lena se revolvio entre las sabanas de esa nueva cama, buscando el contacto del cuerpo caliente que dormia placidamente a su lado. Al menos Marc, habia resultado ser un amante complaciente y atento, aunque con algunas peculiaridades a la hora del sexo, pero en general parecia un buen tio. Lena se reprendio por estar valorando la posibilidad de aprovecharse de ese pobre hombre, aunque su situacion era, cuanto menos, desesperada. Pero sabia que no tenia derecho a hacer eso. Se acurruco junto a el y volvio a cerrar los ojos para seguir durmiendo un poco mas. --!Joder! --exclamo Marc saltando de la cama-- Mierda, mierda... !Mierda! --Buenos dias a ti tambien... --sonrio algo aturdida pero dispuesta a hacer de esa manana una buena manana--. Oye Marc, supongo que suena a cliche, pero... no suelo hacer estas cosas... es que... --Oye Lena, pareces una buena tia --le corto--, y te juro que yo tampoco suelo hacer esto, nunca, en realidad es la primera vez... pero... --Pero...

  • Love is in the air de Mariah Evans

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    Abby Mitchell es una joven y soltera auxiliar de cabina que trabaja en Alpha Airlines. Su amiga y companera de trabajo Dana esta empenada en buscarle pareja y no para de organizarle citas a ciegas cada dos por tres. En la misma compania trabaja Chase Hudson, uno de los comandantes de vuelo mas atractivos y gran amigo de Abby. Entre ellos existe una gran confianza y Chase no duda en compartir confidencias con ella o hablarle de sus conquistas amorosas. En uno de los destacamentos a Las Vegas se veran obligados a permanecer tres dias en tierra. Durante su estancia alli viviran una experiencia singular que los unira (en lo bueno y en lo malo) y que les obligara a vivir una gran mentira.?Te atreves a embarcar en esta divertida comedia romantica de altos vuelos?

  • Hasta que decidas regresar de Maria Laura Gambero

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    Manuel Rauch era ante todo un hombre distante y serio; un hombre aferrado a sus responsabilidades y a sus obligaciones; un hombre que desde su primer dia de vida fue tratado como el heredero de un imperio y el custodio de una gran fortuna. El accidente de su padre y el divorcio de su esposa Ana, fueron dos hechos que lo marcaron y provocaron en el profundas heridas, tornandolo mas rigido, hermetico e inflexible. Con la sola intencion de exponer las miserias de su familia para cumplir con una vieja venganza, una amenaza emerge desde un pasado que desconoce. En medio de un torbellino que pone en duda todo lo que defiende, Manuel necesitara de todo su temple para enfrentar lo que esta por descubrir sobre los origenes de su linaje y recuperar el amor de Ana sera un pilar fundamental para mantenerse entero y no dejarse doblegar.

  • La joven del acantilado de Lucinda Riley

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  • Esperanza de Candis Benitez

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    En ocasiones, las personas tomamos las peores decisiones en nuestras vidas, las cuales muchas veces pueden ser irremediables, en caso de no enmendarnos a tiempo.
    William Carrington lo sabe bien, pues en su juventud -buscando escapar de las presiones familiares y ser libre-, eligio la puerta equivocada. Vivio una epoca de desenfreno total, y estuvo al borde de perderlo todo, incluso lo mas preciado que posee cada ser humano, dandose cuenta con ello de su manera errada de proceder, antes de caer en un abismo sin retorno.

  • Dudo si te quiero de Sophie Saint Rose

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    Hellen creia que tenia claro lo que queria. Su jefe estaba para comerselo y era todo lo que siempre habia sonado para su futuro marido, aunque tenia un poco de mal humor cuando no comia. Va, pero eso podia pasarlo por alto.
    Cuando su familia le abrio los ojos respecto a como habia llevado su vida en los ultimos anos, se dio cuenta de que igual le habia idealizado y las dudas la asaltaron. ?Le queria a su lado el resto de su vida? Deberia pensarlo un poco antes de meter la pata. ?Pero como se lo tomaria el?

  • Unas merecidas vacaciones de Marta Flores

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    Candela me estaba haciendo un sandwich contra la ventanilla del avion, con la intencion de poder obtener las mejores vistas mientras despegabamos. --Joder, hija, pero que bruta eres--resople. --Mira Lola, no te quejes, que esto te pasa por adjudicarte la ventanilla, tambien tengo derecho a ver--repuso. --Bueno, pues a la vuelta te hare lo mismo--replique. --Como no, mi Lola tocapelotas desde que nacio. Ella es todo solidaridad... --Pero no puedes vivir sin mi. -- Le hice una burla con la lengua y casi me la arranca-- !Animal, echa para alla! --le dije, pues era temible. Candela y yo eramos amigas desde que teniamos uso de razon. Nos conocimos a raiz de que nuestros padres se fueron a vivir a una zona residencial de nueva construccion cuando nosotras contabamos con siete anos. Desde entonces habia llovido mucho, tanto que ahora acababamos de cumplir los veinticuatro. Pasados los anos, seguiamos viviendo en el mismo lugar y nos habiamos convertido en inseparables; eramos carne y una, como dos hermanas. No en vano, desde bien pequenas soliamos quedarnos a dormir la una en la casa de la otra los fines de semana y para colmo estudiamos juntas en el mismo colegio e instituto. La guinda del pastel supuso que las dos nos decidieramos a cursar la carrera de Periodismo, que acababamos de culminar. Y, orgullosos como estaban de nuestro curriculum academico, como regalo de fin de carrera nuestros padres nos pagaron un viaje a una isla del Caribe mexicano llamada Holbox. La isla en cuestion era de las menos explotadas y mas bonitas del Caribe; con hamacas dentro del mar y unos simpaticos carteles de colores dentro del agua que venian a recordarte que estabas en el eden... En definitiva, una autentica pasada. Lo sabiamos de buena tinta porque una amiga estuvo el verano anterior y desde que colgo las fotos en Facebook nos quedamos prendadas de aquel lugar; lo contemplamos como un sueno para pasar unas merecidas vacaciones y por fin habia llegado el momento. El vuelo fue de lo mas desesperante, nada mas y nada menos que diez horas en las que le dimos unas cincuenta vueltas al avion. Ademas, al volar de dia, ?quien era la bonita que dormia? Bueno solo conseguimos hacerlo un par de horas, que ya podrian haber sido unas cuantas mas, pero no... --Candela, no puedo dormir, estoy que me subo por las paredes...--me queje. --Pobrecita ella, mira, te lo advierto, no empieces a dar la brasa que sabes que una de mis virtudes no es precisamente la paciencia. --Ya, pero es que no puedo pegar un ojo, Candela...--insisti. --?Quieres probar mi puno? --Me lo enseno--Puede ser un magnifico somnifero, lo que ocurre es que tu todavia no eres consciente de ello. -- Me sonrio con cara de malvada. --Mira, no te voy a decir lo que puedes hacer con tu puno porque me has pillado en un dia fino, ten amigas para esto--resople. Aquel era el pan nuestro de cada dia, parecia que nos llevabamos como el perro y el gato, pero era pura fachada y apariencia; nada mas lejos de la realidad. Yo por mi Candela MA-TA-BA y estaba segura de que ella sacaria tambien la artilleria pesada si alguien quisiera hacerme dano. Ibamos de lo mas nerviosas; leyendo, escuchando musica, charlando, comiendo todo lo que habiamos comprado en la terminal antes de embarcar, mas aquello con lo que nos habian obsequiado a bordo... En resumidas cuentas, que teniamos muchas posibilidades de aterrizar redondas de tanta porqueria como nos estabamos metiendo en el cuerpo; por decirlo de otro modo, que iba a ser mas facil saltarnos que darnos la vuelta, !que exagerada soy! --?Falta mucho para llegar, por favor? --le pregunto ella a la azafata y yo esboce una sonrisilla socarrona, pensando en que era la misma chiquilla que preguntaba lo mismo una y otra vez a nuestros padres de ninas, cuando ibamos en el coche con los suyos o con los mios. --Pues exactamente quince minutos menos de la ultima vez que me lo pregunto--le respondio la azafata sin senal alguna de que su actitud le molestara. La mire con cara de "eso es lo que hay" y volvio a ensenarme el puno; esperaba no probarlo, no tenia yo ganas de lena. Candela era de lo mas alocada, al igual que yo. La espontaneidad era una constante en ambas y se nos ocurria cada cosa que mas de una vez deberiamos haber dejado de lado; pero eramos impulsivas, por lo que teniamos asumido que no resultaria sencillo cambiarnos. Lo mejor del caso es que nos complementabamos a la perfeccion, y esa era una gran ventaja porque ahi estaba la una para cubrirle las espaldas a la otra siempre que fuera necesario; que era bastante a menudo, por cierto. En el amor habiamos tenido rolletes, no lo ibamos a negar, pero sin pasar a mayores. De hecho, nuestra prioridad siempre fue la de terminar los estudios y convertirnos en periodistas; a poder ser del corazon, nos gustaba el cotilleo televisivo hasta decir basta... Por fin nos avisaron de que el avion iba a aterrizar, de lo contrario me hubiera tirado de todos y cada uno de los pelos de mi cabeza. --Estaba al borde del suicidio, Lola, palabrita del Nino Jesus--rio Candela. --Y yo iba a ver como lo hacias tu para seguir el mismo camino, no podia mas--refunfune. --Ah, no, ?aguantarte tambien en otra vida? Deja, deja--se quejo en broma. --En una y en siete, como los gatos, ?donde irias tu sin mi? --Le di un abracito. Una ola de calor nos azoto al salir, pero lo preferia... En el avion estaba esperando que salieran pinguinos a hacernos compania, pues la temperatura era exageradamente baja; la tripulacion se habia pasado tres pueblos al seleccionarla. --Yo creo que la tension se me ha bajado hasta los pies--murmure al observar el percal. --Pues no te preocupes, que ya veras que la juerga te la eleva, la tension digo... Y otras cosas, la libido, por ejemplo. -- Me guino el ojo y echamos a andar en la misma direccion; claro, no iba a ser en la opuesta. Cien por cien animadas, asi habiamos aterrizado en un lugar con el que tantas veces habiamos sonado. Todo gracias a nuestros padres, que eran unas bellisimas personas y que no habian reparado en gastos para ofrecernos el gran capricho de nuestras vidas. Vivir aquella experiencia con Candela, mi hermana del alma, no tenia precio. Aquel se nos antojaba como un viaje de esos que con los anos terminas contando a tus nietos. Vaya dias que teniamos por delante y vaya lujo poder poner los pies en una zona de esas que sirven para dar color a las portadas de las revistas. Como no, ya me salio la vena reportera... Pasamos el control de migracion, cogimos las maletas y nos subimos en el coche que nos esperaba para trasladarnos hasta el ferry que nos llevaria a la isla. !Ya estabamos en el paraiso! CAPITULO 2 El camino fue alucinante, en plena naturaleza, asi era la zona de Yucatan; color, vida, una mezcla tan explosiva como fascinante... Ambas mirabamos a un lado y otro como queriendo conservar en nuestras retinas un espectaculo vital que no sabiamos si nuestros ojos volverian a presenciar. Parecia mentira pensar en lo estresadas que habiamos estado hasta hacia solo en unos dias, con los examenes finales, y el relax que nos invadia ahora... La noche y el dia; un contraste que me hacia sonreir. Mire a Candela y se me ocurrio que ella debia estar pensando en algo parecido, pues yo percibia que se movia a camara lenta, o esa impresion me daba. Su sonrisa se enmarcaba en un rostro que hablaba de emocion en primera persona. Nos dejaron delante del ferry, sacamos los billetes y embarcamos rapidamente. En tan solo media hora estariamos en nuestro destino, merecia la pena vivir el momento desde la cubierta, Coronita en mano, la cerveza estrella del pais. Llegamos a la isla y un carrito como los de golf nos esperaba. Nos habian informado de que lo ibamos a tener a nuestra disposicion durante toda la estancia para movernos por la isla y subidas en el llegamos a nuestro alojamiento; una habitacion en un pequeno hotel frente al mar. En realidad, su ubicacion se asemejaba a la de alojarte en una calle; delante del hotel estaba la carreterita por donde pasaban los mencionados carros de golf con los que se movian los turistas por la isla; a continuacion, la arena con hamacas de todo tipo y, por ultimo, el mar... Ese infinito repleto de hamacas colgantes de colores y arriba, en letras grandes y a todo color, el letrero con el nombre de la isla, rebosante de vida.

  • Sus Munecas de Juan Martinez

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    Ingrid Volkova y Aina Molovic almorzaban tranquilamente mientras observaban los coches pasar en un restaurante de Madrid. Conversaban, reian, vivian. Estaban en paz por primera vez en mucho tiempo, y es que, sorprendentemente, un par de meses atras sus vidas eran muy diferentes, pero en un corto periodo de tiempo y quiza acompanadas por la suerte, su vida cambio por completo. Ambas, nacidas en Volgogrado, una ciudad bastante poblada del sureste de la Rusia europea y que en otra epoca era conocida como Stalingrado, esta ciudad era parada ferroviaria obligatoria, y tambien resultaba ser uno de los puertos fluviales mas importantes de toda Rusia, ya que la ciudad se caracterizaba tambien por tener un amplio parque industrial. Estas chicas, eran amigas inseparables desde que podian recordarlo, habian crecido juntas, eran como hermanas, corriendo y jugando, en algun rincon de la parte mas pobre del barrio obrero de la ciudad. Al salir de la escuela, ambas chicas compartian tiempo y permanecian juntas hasta el final de la tarde en la que era hora de volver a sus casas. Quiza uno de los momentos mas tristes del dia. Los padres de ambas chicas eran companeros de trabajo en las minas de carbon que estaban en las afueras de la ciudad y que en anos anteriores habian servido como impulso para el crecimiento de la ciudad. Las figuras paternas pasaban poco tiempo en casa. La madre de Ingrid era peluquera, y la de Aina era costurera en una fabrica local, por lo que tambien era poco lo que estaban en casa. A pesar de que sus familias trabajaban intensamente, era dificil subsistir en una Rusia cuya economia aun no comenzaba a crecer y se sentian las secuelas que dejo la fallida Union Sovietica. En ese momento, las familias no tenian dinero, ni recursos como el transporte necesario para enviar a las chicas a la escuela, por lo que, al llegar al sexto grado, se vieron obligadas a abandonarla, frustrando sus suenos de continuar con sus estudios y ser profesionales. Las expectativas de un futuro normal parecian desvanecerse con el paso de los dias. Naturalmente, al estar la mayoria del tiempo solas, la una y la otra crearon un vinculo muy fuerte, casi como si fueran hermanas, y es que todos los retos que la situacion social y la calle les ponian los enfrentaban juntas. La diferencia de edad era de poco menos de un ano, pero Ingrid defendia a Aina como si fuera su hermana mayor, nadie podia ponerle la mano encima, y es que, desde siempre, Aina fue una chica sensible. La adolescencia de las chicas fue ruda, cumpliendo con el papel de ama de casa en sus respectivos hogares, pues la madre de Aina habia muerto de una enfermedad terminal meses antes, esta experiencia resulto traumatica para ella, pues fue viendo como la vida se le iba lentamente al ser que mas amaba. Mientras, la madre de Ingrid se habia divorciado de su padre para irse con su jefe, e Ingrid no la culpaba, su padre era un patan, como la mayoria de los hombres rusos de la epoca. La situacion para las dos era bastante pesada, pero ambas encontraban la manera de aliviarse la una a la otra y sortear las penurias que a diario debian enfrentar. La gota que derramo el vaso, e hizo insostenible su permanencia en casa, fue cuando el padre de Aina, despues de llegar una noche ebrio, y viendo que Aina habia estado todo el dia fuera de casa con Ingrid, incumpliendo sus deberes, se enfurecio. Exploto al ver que no estaba lista su cena, y es que el padre de Aina era un hombre profundamente machista, abusivo, retrogrado y con problemas de adiccion al alcohol. En medio de la acalorada discusion, le dio una bofetada a Aina, y que con la fuerza que tiene un minero de profesion, sacudio su joven rostro y haciendole una pequena herida en el pomulo, pero que se convertiria en una enorme punalada al corazon. Ella, llorando, pero en silencio, se retiro. A la manana siguiente, con un hematoma bastante visible y una pequena cortada causada probablemente por el anillo que su padre llevaba, en su pomulo derecho, le conto lo sucedido a Ingrid: --?Quien te hizo eso? --Pregunto Ingrid --Fue mi padre. --Dijo con voz triste. --No tienes por que soportar este maltrato... --Contesto Ingrid. --Pero, ?Que puedo hacer? No tengo a donde mas ir. --Vamonos juntas, huyamos de casa. --Dijo Ingrid con exaltacion. --Es una locura, no podemos hacerlo, no tenemos como... --Mi madre me envia algo de dinero todos los meses, pero debo mantenerlo escondido de mi padre, si no me lo quitaria. --Y, ?a donde iremos? --Pregunto Aina. --Lejos, lo mas lejos que podamos. En ese momento e impulsadas por la desesperacion y la precaria situacion en la que vivian, tomaron la decision, se irian de casa. Ambas ya con mayoria de edad, no necesitaban autorizacion de nadie, lo unico necesario era su pasaporte para irse de casa, desaparecerian sin avisar, no dejarian rastro. Ambas jovenes eran muy hermosas, con unas caracteristicas fisicas sonadas por cualquiera, ojos claros y cabello dorado, tonificadas figuras y grandes senos, no tendrian problema para sobrevivir en ningun pais, en alguna tienda o local necesitarian de alguna chica hermosa para promocionar algun producto o servicio, ser hermosas era una ventaja que debian aprovechar. Esa manana, con las pocas pertenencias que tenian guardadas en un par de maletas, se dirigieron a la estacion de trenes de Volgogrado, y paradas, reflexionando frente a la taquilla, surgio la gran pregunta: --?A donde vamos? --Pregunto Aina. --Lo mas lejos que podamos. --Respondio Ingrid. En el croquis de la ruta que se observaba en la pantalla de la moderna estacion, la ciudad mas lejana senalada, incluso, la ciudad donde terminaba el recorrido de ese tren, era Barcelona, en Espana, una gran ciudad. Era una metropolis de la que las chicas solo habian escuchado hablar maravillas en television o la radio, y que estaba a casi 4500 kilometros de Volgogrado, eran mas de 48 horas de viaje. Estaba decidido, Barcelona seria el destino que elegirian, la ciudad que intentarian transformar en su nuevo hogar, lejos de todo el dolor y la desesperanza que vivian en ese frio barrio de Volgogrado. Antes de abordar el tren, dieron un ultimo vistazo a la ciudad que las vio nacer, y juntas, las inseparables y hermosas chicas tomaron sus puestos en el tren. Se sentaron juntas y emprendieron el viaje que daria un giro de 180 grados a sus vidas, poniendo a prueba su inteligencia, su amistad y su valentia. El recorrido era largo y los asientos del tren eran muy incomodos, apenas llevaban dinero para unas pocas comidas y su equipaje eran solo dos pequenas maletas. Pero la ambicion y las ganas de progresar encendian una llama en sus corazones que las mantenia motivadas y minimizaba cualquier incomodidad pasajera. Durante el largo recorrido que debian hacer, ambas comprendieron que el lazo que tenian, debia durar para siempre, a donde una fuera, iria la otra, se habian convertido en familia, por lo que, todas sus victorias serian compartidas, pero las derrotas, tambien. La primera noche de viaje, a pesar de tener muy poco espacio para acomodarse, ambas descansaron profundamente, como si el universo las preparara para las varias noches de trasnocho y vagando por las calles que estaban por venir. A eso de las 9:00 am del segundo dia, y aun un poco adormecidas, habian llegado a su destino, la estacion de Barcelona Sants, la mas grande de la ciudad y una de las mas importantes de Europa. Luego de recoger su escaso equipaje y haber sellado su pasaporte, lo habian logrado, estaban en la cosmopolita, pero clasica Barcelona. Esta ciudad era hermosa, tenia un aire barroco y clasico que no habian visto jamas en su Volgogrado natal, era una experiencia visual muy satisfactoria y que despertaba curiosidad en Ingrid, quien siempre se habia interesado en la arquitectura y el diseno. Al salir de la estacion, sus nuevas vidas estaban por comenzar, un par de preciosas mujeres rusas con un sueno se aventuraban a descubrir nuevas experiencias, pero no seria tan sencillo. Las chicas dominaban un espanol muy basico, debian buscar esa misma noche, un lugar para dormir, y si era posible, un trabajo de inmediato. La unica manera que tenian de obtener informacion de la ciudad eran sus telefonos, por lo que tras consultar en el buscador el area con los alquileres mas baratos, se dirigieron al lugar que indicaron los resultados, el barrio de Les Corts. Las chicas fueron tocando de puerta en puerta para conseguir un alquiler, en ningun lado querian aceptar a dos chicas tan jovenes y sin trabajo fijo. Casi al llegar la medianoche y tocando el timbre en un edificio bastante antiguo, Dona Magali, una senora de alrededor de 70 anos accede a alquilarles una de las habitaciones de su casa. Magali alquilaba dos de las tres habitaciones de su departamento, y es que ella vivia sola y el percibir ese dinero extra al mes le caia bastante bien. Las chicas compartirian piso con Javier, un estudiante nacido en Andalucia y que estaria en Barcelona por un tiempo mientras hacia su maestria. De noche trabajaba como camarero en un local nocturno muy famoso del distrito. Javier, al observar a sus companeras de piso, penso que era una especie de broma que el universo le jugaba, era el sueno de cualquiera. Dos ardientes rusas, rubias y de divinos pechos naturales estaban en la habitacion de enfrente, parecia el guion de una pelicula porno, no podia pedir mas. Las chicas, despues de presentarse y de una corta charla, aprovecharon para preguntarle donde podrian trabajar. --?Conoces a alguien que pueda ayudarnos? --Dijo Ingrid. --A decir verdad, no, no conozco mucha gente aqui, pero podrian ir a la zona de bares y clubes, alli siempre buscan chicas para atender mesas o recibir clientes. --Contesto Javier. La respuesta no habia sido muy especifica, pero era algo. Las chicas se dedicaron a desempacar y organizar la habitacion que habian alquilado para descansar un poco. Ya habian pasado mas de 14 horas desde su ultima comida, por lo que las chicas, debian comer, el poco dinero que tenian no alcanzaria si no para unos pocos dias de alimento, asi que Aina, decidio hablar con Magali.

  • Una familia para Elena de Galder Izarzugaza

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    Elena es una joven colombiana de 24 anos, estudiante de enfermeria, con un pasado un tanto convulso y ciertas carencias emocionales. A la vez que intenta sacar adelante la carrera universitaria trabaja en dos sitios para intentar ayudar en la economia familiar: por las tardes trabaja en una tienda de ropa y por las noches da un giro a su vida trabajando de modelo webcam.

  • Un caballero inconveniente de Catherine Brook

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    Inglaterra, 1830 Habian pasado cuatro anos desde que Edwin Allen habia asistido a una fiesta de esas. En general, las semanas campestres de lady Pembroke eran del agrado de toda la sociedad, y bastante anheladas por aquellos jovenes que ya se sentian preparados para entrar en el mundo tragico pero ineludible del matrimonio. El no estaba listo, y dudaba que algun caballero de veinticuatro anos recien salido de la universidad lo estuviese. A menos, claro, que fuese un hombre con un fuerte sentido de la responsabilidad y apego a lo tradicional, virtudes que nadie podria adjudicarle jamas. En realidad, era muy dificil que le adjudicaran alguna virtud. Edwin sonrio ante el pensamiento y tomo un sorbo de la copa, su unica compania en el solitario jardin. Para su gran fortuna, era el baile de inauguracion y todos estaban dentro festejando, por lo que era improbable que lo importunaran. No era que detestase las fiestas o a las personas, solo que el preferia entretenimientos mas interesantes. De preferencia, con mujeres menos recatadas que las alli presentes y caballeros tan bromistas como el. Todavia recordaba la discusion que tuvo con Julian al respecto. --Se que eres un adulto, pero el sentido comun me dicta que no es conveniente dejarte solo en casa --habia dicho su hermano Julian con tono inflexible despues de que Edwin rechazara rotundamente la idea de ir a la semana campestre de lady Pembroke. --Si ese es el unico inconveniente, me quedare en un hotel --habia respondido el, haciendo que en los rasgos de Julian apareciera esa mueca contrariada que tanto le divertia. --No, no es el unico. Estas en edad de empezar a introducirte en sociedad. La aristocracia sabe que te has graduado, les ha resultado toda una sorpresa porque todos juraban que te expulsarian. Han empezado a incluirte en las invitaciones. --Espero que no tengan la absurda idea de que me he reformado, porque de ser asi… --Edwin --habia interrumpido su hermano--, ya no eres un jovenzuelo. --Que haya pasado la etapa de bromas no me hace un caballero respetable. No tengo animos para tratar con gente estirada y damas que parpadean como si los ojos se le fueran a secar solo por no pestanear cada medio segundo. !Por Dios, Julian! Sabes que asistir a esa fiesta en particular es gritar que estas buscando esposa. Soy muy joven para eso. No pienso ir y es mi ultima palabra. Por supuesto, no habia contado con que el conde de Granard, que siempre habia sido mas bien benevolente con el y con su melliza Clarice, se pusiera inflexible en el tema. Habia pocas personas que pudieran obligar al famoso mellizo Allen a hacer algo que no deseaba, y Julian estaba en ese reducido grupo que solo conformaban el y Clarice. El primero porque habia sido lo mas cercano que tuvo a una figura paterna cuando quedaron huerfanos a los siete anos, y la segunda porque era su melliza, su otra mitad, y no habia nada que Edwin no hiciera por ella… aunque moriria antes de confesarselo. Asi pues, valiendose de ese respeto que Edwin le tenia, habia conseguido arrastrarlo hasta alli. Por fortuna, Edwin era el cuarto hijo de un conde y sus posibilidades de heredar un titulo eran casi nulas. De lo contrario, estaria rodeado de jovenes casaderas que lo asfixiarian con sus perfumes de rosas y lo marearian con tanto aleteo de pestanas. No tener una fortuna considerable y ser bastante joven tenia sus ventajas. Cuando todos comprendieran que no se habia regenerado --y el se encargaria de que quedase claro-- todo volveria a la normalidad. La aristocracia dejaria de enviarle invitaciones y darian un paso hacia atras cada vez que lo vieran entrar. Despues de todo, si algo inspiraban los mellizos Allen era cautela, y no era para menos. Todos sabian que fueron los mellizos quienes, a la tierna edad de ocho anos, liberaron a los perros de caza en el almuerzo de lady Milford, y ni que decir de cuando Edwin habia incendiado un salon en Eton --y por eso fue expulsado--. La sociedad estaba siendo demasiado idiota al pensar que un personaje como el se podia reformar. Sabia que algunas matronas estaban desesperadas por casar a sus hijas, pero no era necesario llegar a fantasias absurdas. -- Edwin --susurro una voz suave a sus espaldas. Edwin se tenso y se permitio hacer una mueca de repulsion antes de girarse con una sonrisa algo tensa. --Lady Lydia, que sorpresa. En realidad no lo era en lo absoluto. Sabia que la dama estaba alli: llevaba intentando evitarla toda la noche. Supuso que habia sido demasiado optimista de su parte pensar que podria huir de ella toda la semana. --No sabia que habias regresado. Me alegra mucho volver a verte --dijo con una sonrisa. Edwin admitia que tenia una sonrisa bonita. Lastima que fuera lo unico en su rostro. No habia cambiado en lo absoluto desde la ultima vez que la vio; si acaso se habia vuelto mas fea. Tenia una nariz gruesa, como la de las ilustraciones de las brujas en los cuentos; unos ojos muy grandes y un rostro demasiado redondo. Su cuerpo prometia ser un poco mas tolerable, pero era dificil de descifrar con tantas capas de tela encima. La sociedad no las apodaba a ella y a sus hermanas <> por nada. --Llegue hace poco. Por mas que la cortesia lo exigiera, Edwin no se atrevia a responder con un <>. No solo porque no se alegraba, que ya era una razon muy poderosa puesto que el no solia hacer uso de ese tipo de mentiras, sino porque solo agravaria el problema. Habia pensado que una separacion de cuatro anos lo solucionaria por si solo, pero cuando la joven habia intentado llamar su atencion esa noche supo que habia pecado de ingenuo. --Podrias haberme escrito. Edwin tuvo que contener una mueca. No, definitivamente el problema no se habia resuelto. Habia sido demasiado esperar considerando que era un Allen, un apellido maldito para la sociedad, ya que quienes los portaban vivian entre lios y escandalos. En el caso de los mellizos Allen, y de el en particular, los problemas no los encontraban, sino que ellos mismos, ansiosos de diversion, iban en busca de estos. Sin embargo, en ese caso particular, el problema si lo habia encontrado. !Y vaya problema! Todavia recordaba aquel dia con un escalofrio. Clarice y el estaban haciendo un favor que implicaba el allanamiento de habitaciones privadas durante una fiesta. A punto de ser descubiertos, Edwin habia salvado la situacion haciendose el perdido y pregonando que habia quedado con lord Sheritong para hablar de los terminos del cortejo de su hija. Que diablos iba a imaginar que lord Sheritong se enteraria. Asi fue como termino haciendole la corte a Lydia, que, por mas que el solia mostrarse desagradable, se aferraba a el como su tabla de salvacion. No era de extranar. Ella no tenia mas pretendientes y queria conservar al unico que tenia, asi fuera tolerando sus desplantes. A la larga, a Edwin le habia dado pena la joven y habia dejado de comportarse como un desalmado, pero no habia dudado en aprovechar su regreso a la universidad para poner fin a aquel cortejo tan espantoso. O al menos creyo haberle puesto fin. Aunque las pruebas apuntaran lo contrario, todavia queria creer que la joven se habia acercado a saludarlo solo por amabilidad. Si, eso es algo que ella haria. --Los chismes llegan mas rapido que una carta --apunto Edwin, fingiendo indiferencia--. Y hablando de chismes, no deberias estar aqui fuera mucho tiempo. No es bueno para tu reputacion. Lydia lo miro de una forma extrana, como si no lo comprendiera. --?Te sucede algo, Edwin? Te noto extrano. --Estoy bien. Pero deberiamos regresar… --Hizo ademan de marcharse. Si no se iba ella, tendria que hacerlo el. Una situacion asi era tentar demasiado al apellido Allen. --No entiendo la urgencia. Se que no es correcto, pero ya que nos vamos a casar… Edwin no escucho lo que dijo despues de eso. La insinuacion del matrimonio lo detuvo en seco. ?Casar? ?Se habia vuelto loca? Seguro que si. En cuatro anos podian suceder muchas cosas, y no era por ser cruel, pero el constante rechazo al que Lydia debia haberse visto sometida podia haber afectado sus capacidades mentales. Suponia que era uno de los efectos mas drasticos de saberse una solterona. Algunas se amargaban, otras vivian de ilusiones y unas pocas como lady Lydia mezclaban esas ilusiones con la realidad hasta fusionarla y convertirla en un mundo ideal que solo ella veia, con un caballero solo para ella. Edwin debia dejarle claro que el no podia ser ese caballero. --?Casarnos? Tenia muchas cosas mas que decir, pero la incredulidad lo superaba. La palabra le causaba fobia. Casarse. Asumir responsabilidades. De verdad ella se habia vuelto loca. Tomo un sorbo de licor para tranquilizarse. Lydia lo miro con extraneza. --Antes de marcharte dijiste que cuando regresaras nos casariamos. Edwin casi se atraganta con la bebida. Su piel palidecio dos tonos. El no pudo haber dicho semejante idiotez. Era cierto que mentia con frecuencia para salir de problemas, y tambien recordaba que antes de enfrentar algunos encuentros con ella se tomaba unas cuantas copas para darse valor, pero que lo condenaran si habia prometido semejante cosa. Bajo ninguna circunstancia, ni siquiera borracho, podria haber mencionado algo tan absurdo. Edwin se tomaba muy en serio su libertad. Jamas bromearia con ello. Definitivamente esa joven habia perdido el juicio. --Bueno, esas no fueron tus palabras exactas --continuo ella al ver su expresion de incredulidad. Edwin respiro con alivio. Le alegraba saber que no era el quien estaba perdiendo la cordura--, pero dijiste que necesitabas ir a la universidad para poder ofrecer a la dama con la que te casaras un futuro prometedor. Dijiste que mi padre jamas aceptaria a un don nadie en la familia. Eso si lo recordaba. Si, eso habia sido con exactitud lo que habia dicho, aunque estaba seguro de que la mencion de lord Sheritong habia sido un ejemplo y no una insinuacion. Recordaba haber dicho: <>. Dicho de esa forma si parecia una indirecta, pero !que diantres! Estaba demasiado desesperado por quitarsela de encima.

  • Los suenos se cumplen de Rachel Galsan

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    Eran las seis de la tarde, llegue a casa. Me acomode en mi habitacion y lo primero que hice fue encender el ordenador. Habia sido un dia agotador, examenes y mas examenes. Para colmo, mi amiga se habia enfadado conmigo sin razon alguna. Intente despejarme un poco y entre en YouTube, buscando nuevos videos de los canales a los que estoy suscrita: <> habia subido un nuevo video. --Wiiiii, genial --pense. Pinche en el video y empece a verlo. Era un Chatroulette. El rato que duraba el video me lo pase riendo como nunca y mis pensamientos desaparecieron. Termino mi <>. Sono mi movil, pegandome un gran susto. --?Diga? --pregunte de mala gana. --Hola --dijo una voz seca y sin animos. --?Quien eres? Despues se escucharon carcajadas al otro lado de la linea. --?Oiga...? --Es increible que no reconozcas la voz de tu novio. --Sonrei levemente. --Dani... --suspire--. ?Te has cambiado el numero? No me salia tu nombre en la pantalla. --Pues si --rio. --?Como van tus vacaciones? Hubo una pausa. --... Te echo de menos, Sender. No van bien las vacaciones sin... ti. El corazon se me acelero mucho. Dani y yo empezamos a salir hace menos de un mes. Estabamos en la epoca de examenes, pero Dani y su padre se habian ido por trabajo a Portugal durante una temporada indefinida. Antes de ser pareja, Dani era mi mejor amigo, siempre habia estado conmigo, desde que tenia consciencia. --Yo tambien te echo de menos, pero disfruta, aunque sea sin mi. En serio, yo quiero que te lo pases muy bien. --Te quiero mucho... --solto. Me sonroje. --Y yo a ti. --Note que sonrio--. Debo colgar, tengo trabajo. --Esta bien, ya te llamare. Adios. --Adios, amor --colgue. Estuve unas dos horas haciendo deberes. !Suerte que ya no tenia examenes! --Sender, !a cenaaaaaaaar! --grito mi madre. --Voooooooooooy. Recogi toda mi habitacion y entre en el comedor. Las clases empezaban como cualquier dia. Hoy me encontraba sola. Se podria decir que no soy muy sociable, solo tengo dos amigos: Dani y Jennifer. Siempre he sido el hazmerreir del colegio, nadie me queria por mi aspecto: era la tipica nerd. Pero este ano, el ultimo, di un cambio, al lucir ropa mas femenina para intentar hacer mas amigos. Solo algunos chicos al principio de curso se acercaron a mi para ligar, hasta que me preguntaron mi nombre: Sender. Parecia que mi nombre los espantaba y, bueno, aqui estoy, en el ultimo trimestre, con una amiga enfadada conmigo y mi novio fuera del pais. El timbre sono y los alumnos se levantaron contentos de sus asientos para irse a sus casas. Yo, como era habitual, recogi mis cosas cuando la clase estaba vacia. Suspire y tome el camino hacia mi casa. Me sentia demasiado sola, queria arreglar las cosas con Jenni, pero ella se habia enfadado sin motivo, solo porque no le hice los deberes. Lo se, se que suena a que se aprovecha de mi, pero no es asi. Solo me lo pidio ese dia y, como le dije que no, se cabreo y no me habla. --?Que pasa? --pregunte mientras dejaba la mochila al lado del sofa para sentarme. Mi padre dio un gran salto y se levanto, aunque se limito a desviar la mirada. --Sender, tenemos una noticia que darte --murmuro, como si estuviera apenado. Ladee la cabeza sin entender a que venia aquello y espere a que alguno de los dos me aclarara las cosas. Entonces, fue mi madre la que tomo las riendas de la breve conversacion que estaba por venir. --Nos mudamos a Madrid. <<625>>. Lo unico que me paso por la cabeza fueron los kilometros de distancia entre Barcelona y Madrid: 625. Me quede blanca, incapaz de articular palabra alguna. --?Sender...? --Mi madre se acerco para acariciarme el brazo y sacarme de ese trance. --?Como? O sea... ?Por que justo ahora? --Bueno... Tu nos explicaste que estas muy sola aqui y pensamos en... Rapidamente movi mi cabeza para negar lo que mi padre me estaba diciendo. --No, no... --interrumpi--, yo tengo a Dani y a Jennifer... --Solamente --termino mi padre seriamente. La verdad es que asi era. Solo los tenia a ellos dos, aunque uno estaba fuera del pais y mi mejor amiga ni me hablaba. Agache la cabeza y reprimi unas enormes ganas de llorar. No queria irme, Barcelona era mi ciudad, la que amaba con todo mi ser. ?Que haria con Dani cuando volviera? ?Cortar con el? ?Se enfadaria mucho? ?Y Jenni? ?Que pensaria ella? Ella tenia mas amigas, podria vivir sin mi. Esas eran mis preocupaciones: no pensaba en mi misma, sino en mis dos unicos amigos. Despues de aquel discurso mental, mire a mis padres, que tenian una expresion bastante preocupada. --?Cuando nos vamos? --pregunte cerrando los ojos durante unos segundos. Cuando los abri, en sus rostros pude ver una enorme sonrisa, y casi les falto tiempo para abrazarme--. Que sepais que la idea no me gusta, lo hago por vosotros e intentare no rechistar. Cuando nos separamos, asintieron energicamente con la cabeza. Les hacia felices que hubiera aceptado. Alli empezarian desde cero y su querida hija podria olvidarse para siempre de todos los abusos que habia recibido en el colegio. --Nos iremos en un mes, el mismo dia que termines el bachillerato. --?Y la universidad? --cuestione, pues aun no habia hecho ningun examen de acceso. --Sender, no te preocupes por eso. Solicitamos plaza con tus notas y hace dos meses la aprobaron. Ademas, tenemos un contacto alli que favorecio las cosas. -- Mi madre me guino el ojo. --?Carrera...? --Diseno Grafico, carino. Ya sabes que nosotros no te obligaremos a escoger Derecho. Pude mostrarles una sonrisa ladina, pues en el fondo estaba contenta. Mis padres siempre velaban por mi bienestar, a pesar de que querian que siguiera el oficio de la familia. Les di un beso en la mejilla como aprobacion a esos planes y me fui a mi cuarto, donde me tumbe en la cama con un largo suspiro. Alli si que me puse a pensar en todo... <>. Sali del cuarto y les conte a mis padres esa alocada idea. Ellos me miraban confusos, pero aceptaron, asi que me dieron dinero para ir a apuntarme a un gimnasio y quitarme de encima esos <> de los que tanta gente se burlaba. A partir de ahora, las burlas hacia mi cuerpo habian terminado. Claro que sabia que el fisico no lo es todo, pero en ese momento, y debido a mi personalidad, para mi era importante: era timida, tenia caracter y mucho orgullo. Por eso queria destacar en algo, queria verme guapa, aunque fuera solo por una vez. Despues de apuntarme, con el dinero que me sobro fui a comprar ropa mas femenina. Mucho mas femenina y atrevida. Tampoco queria parecer demasiado atrevida, pero las unicas camisetas que tenia eran de cuello muy cerrado y pantalones siempre largos. Habia decidido que ya no me avergonzaria de mi cuerpo, y por eso opte por comprar tirantes, faldas, shorts y cosas de esas que nunca me habia atrevido a llevar. Como no compre nada de ropa de marca, me costo menos de cien euros. Aun me sobraba algo de dinero y, como si fuera cosa del destino, me pare delante de un centro de belleza con peluqueria. Un cambio de peinado seria lo mas basico para el nuevo look. Asi seguro que me sentiria distinta. --?Que te quieres hacer con este hermoso pelo rubio? --pregunto la peluquera acariciando mi pelo. Era bastante rubio y largo, pero siempre lo llevaba recogido porque cuando lo llevaba suelto las chicas de clase se metian conmigo, preguntandome si me creia una princesa. --Pues... lo que sea, quiero un gran cambio, asi que, por favor, sorprendeme.

  • La vida juntos de Sophie Kiss

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    La vida nos da sorpresas. Fue lo que le paso a Paul, una enfermedad terminal le pone fin a su vida lentamente, para que su esposa no se quede sola, decide buscarle un nuevo companero de vida, comienzan las citas clandestinas por internet; a sabiendas de Paul para encontrar al candidato adecuado y por si fuera poco aparece Mark, el amigo de toda la vida de Paul, un multimillonario y desvergonzado; el cual es otro candidato para quedarse con ella. Aillen ama con todo su corazon a Paul ?Con quien se quedara Aillen?

  • Role Playing. Una apuesta arriesgada de Minerva Hall

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    Tras sobrevivir a una dificil y traumatica experiencia, Brenda necesita reencontrarse consigo misma, alcanzar la paz y redescubrir esas emociones que, de pronto, le resultan esquivas. Sabiendo que esta vacia por dentro y ansiosa por volver a sentir, se interna en el ambiente de seduccion del Pleasure’s Club, sin esperar que esa decision la vuelva a poner de lleno en el ojo del huracan.
    Gabriel Grier es uno de los Amos del club erotico mas exclusivo de la ciudad, o al menos lo era, ahora lleva meses sin disfrutar del sexo. La dominacion, tan necesaria para el como respirar, de pronto lo enferma y se descubre incapaz de tener una ereccion con cualquiera de sus habituales sumisas.
    Sin embargo, la noche de los viernes, cuando su nueva bailarina ameniza la velada, su cuerpo responde, su alma la anhela y su corazon sufre porque sabe que nunca podra tenerla.
    Pero cuando ella vuelve a ser objetivo de una mente perversa, sabra que sera capaz de cualquier cosa con tal de mantenerla a salvo.
    ?Seran capaces estas dos almas perdidas de abrir el corazon y amar por una vez y para siempre jamas?

  • Los secretos de Alexia (Alexia 1) de Susana Rubio

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    Descubre los secretos de Alexia en la nueva saga de Susana Rubio y vive una historia de amor que te erizara la piel.

  • La Venus de las Pieles de Leopold Von Sacher-masoch

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    En La Venus de las pieles el lector descubrira en Severino al sujeto que busca una dominadora a la cual esclavizarse, acudiendo inclusive a obligarse formalmente mediante un contrato que consagrara con detalle su deber, voluntariamente consentido, de someterse a las mas diversas situaciones humillantes y a las sofisticadas torturas que ofrece la imaginacion depravada de los dos firmantes, con el fin de provocarse la ansiada excitacion sexual, al tiempo que el sujeto pasivo que recibe el beneficio del sufrimiento es puesto en el centro de un ritual de dolor, humillacion y sumision, de desdenosa frialdad y de castigos fisicos y morales, que entre mas insufribles le resulten, le propiciaran el extasis buscado. No olvidemos que es Severino quien fuerza a Wanda, contra la voluntad de ella, a adoptar el papel de ama y a aceptarlo a el como esclavo, para lo cual la obliga incluso a firmar un contrato, una de cuyas clausulas estipula que debera ir envuelta en pieles tan a menudo como pueda y, en particular, cuando se muestre cruel con su esclavo. Asi que ya saben: sumerjanse en la lectura de esta novela que con tanta agudeza profundiza en la imposible igualdad de las relaciones amorosas y quizas hallen aqui esas alegrias verdaderas que la vida tan cruelmente nos niega.

  • Para el tiempo que reste de Cesar Antonio Molina

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    Paisaje glauco del oceano. Los cielos, las montanas, los bosques, se comen el horizonte. Y el panorama desde los acantilados con su fondo rojizo del atardecer parece salir de una fragua incandescente. La naturaleza se apropia de nosotros y nos impregna lentamente y se dilata en nuestro ser que se desconoce. Si, la paz, el silencio y no tener prisa mientras contemplamos los aviones a reaccion. Pero el ruido de las babeles, una confusion de sonidos vagos, el castigo del tumulto informe. De la abundancia del corazon habla la boca. ?A quien Dios toco con un carbon encendido? Desdichada melancolia de lo inaccesible. Todo escritor es un sonambulo. Y esta belleza que enferma gravemente a quien la posee y no puede deshacerse de ella. TEMPLOS DE MAIZ Los campos de maiz, templos como aquellos otros de Paestum, los recorria de infante en medio de las pobladas mazorcas. ?Que quedara de nuestros recuerdos del pasado? ?Que materia los conformara? ?Para que me trajeron aqui? ?Para que se cumplio un deseo que no pedi? Aun permanezco inquieto en este mundo fugitivo y sin sentido. Por las playas, por las ensenadas, por las dunas, entre la lluvia, los vientos y los sauces latigantes, avanza el otono de nuestra desesperanza. Y a lo lejos, como una senal en el camino, los pomos de las puertas de las casas en llamas.

  • La leyenda del ladron de Juan Gomez Jurado

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    Preparate a transportarte a la Sevilla del xvi, a un fascinante mundo de mendigos y prostitutas, nobles y comerciantes, espadachines y ladrones. El amor, la pasion y la venganza son los pilares de esta magistral novela de aventuras en torno a un nino salvado misteriosamente de la muerte, que crecera para erigirse en la ultima esperanza de los desfavorecidos. El destino de Sancho y el de quienes le rodean hunde sus raices en los secretos origenes de la literatura. Su historia te cambiara para siempre.

  • El corazon de Fiona de Mar Fernandez

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    Fiona caminaba aceleradamente por la acera, cargada con tres bolsas llenas hasta los topes tras salir de un supermercado cercano a su casa. Con esfuerzo rebusco las llaves en su bolso y subio las escaleras hasta el tercer piso. Solo respiro tranquila cuando dejo la compra sobre la pequena encimera de la cocina. Un maullido a su espalda la sobresalto y al girarse se encontro con el pequeno minino color gris. Una sonrisa se dibujo en sus labios y, olvidando su agobio anterior, se acuclillo y cogio al pequeno animal entre sus manos. --Hola, mi sol --dijo con voz aninada--. ?Que tal has pasado el dia? --pregunto clavando la nariz en su suave pelaje--. Tengo una cosita para ti. Dejo al animal en el suelo y busco en una de las bolsas de papel marron hasta dar con una lata que abrio y cuyo contenido vertio en su plato. La gatita elevo su cabeza y olfateo desesperada hasta llegar al rincon donde estaba su premio, que engullo con rapidez. --!Eres una glotona! --le reprocho Fiona mientras sacaba los alimentos de su envoltorio y los guardaba en su lugar. Estaba echando los plasticos al cubo de reciclaje cuando el timbre comenzo a sonar con insistencia. <>, se dijo mientras cogia al gato con celeridad y lo escondia en una caja de carton situada en una esquina de la cocina. Por la forma pertinaz de llamar solo podia tratarse de una persona: su casera. Mas recompuesta, se acerco a la puerta y dibujo en sus labios una de sus mejores sonrisas antes de abrir la hoja de madera. --Buenas tardes, senora Potter --la saludo alegremente, aunque aquella mujer se le atragantaba. --Buenas tardes, senorita Mackenzie --respondio la anciana con labios apretados--. ?Puedo pasar? --pregunto con voz dura. <>, se pregunto Fiona molesta mientras se apartaba para que la senora Potter entrara en el pequeno apartamento. Agradecio que todo estuviera en orden, ya que el dia anterior habia hecho la limpieza semanal. --Sientese, por favor --ofrecio Fiona cuando ambas llegaron al salon--. ?Quiere tomar algo? --ofrecio hospitalariamente. --No, muchas gracias --dijo la mujer mientras se sentaba en el borde de una silla. Estaba claro que se sentia incomoda. --Como guste --respondio Fiona, deseando que aquello acabara cuanto antes--. ?Y a que se debe su visita? --pregunto directa, arrepintiendose al instante. Hacia menos de una semana que habia hecho el pago mensual de su alquiler, por lo que no entendia que queria aquella insufrible mujer. --?No tiene nada que contarme, senorita Mackenzie? --pregunto la senora Potter, clavando con intensidad sus ojos oscuros en su rostro, como si quisiera traspasarla con la mirada. Fiona la observo confusa y elevo una de sus cejas sin percatarse. <>, se pregunto, y finalmente decidio esperar a que ella hablara para descubrirlo. --Su vecino, el senor Morgan, se ha quejado de los aullidos de un animal en su apartamento --solto la mujer, segura. --?Que? --boqueo Fiona. <>, se dijo mentalmente al recordar a su molesto vecino. --Lo que ha escuchado. Digame la verdad, senorita Mackenzie, ?ha metido a un animal en mi casa? --pregunto inquisitivamente. --No, senora Potter --mintio al sentirse acorralada. Para su desgracia en aquel momento sono un ruido en la cocina y segundos despues Maggie aparecio saltando por el salon, persiguiendo su pelota roja. <>, se dijo Fiona cuando su casera clavo su mirada en su persona. Media hora despues, Fiona volvia a su piso cargada con varias cajas de carton que habia comprado para comenzar a empaquetar sus posesiones. <>, se recrimino mentalmente mientras abria y cerraba cajones y metia sus pertenencias sin ningun orden en el interior. El sonido del timbre la sobresalto. <>, penso mientras se limpiaba los restos de las lagrimas con el dorso de la mano antes de dirigirse a la puerta. Suspiro pesadamente y abrio para encontrarse con Hannah, su prima, que al ver su rostro desencajado entro precipitadamente y la estrecho entre sus brazos para darle el consuelo que parecia necesitar. --?Que ha pasado? --pregunto Hannah cerrando la puerta a su espalda mientras cogia la cintura de Fiona y se internaba en el salon. --Tengo que dejar el piso. --?Que? -- exclamo Hannah sorprendida, clavando su mirada en el rostro de su prima. Ahora comprendia su estado. --Ha descubierto a Maggie --confeso Fiona mientras su labio comenzaba a temblar. --Oh, Fiona lo siento... Aunque ya te lo adverti. --Lo se, Hannah, pero no podia dejarla en la calle --intento excusarse mientras abria una nueva caja. Necesitaba tener las manos ocupadas. --?Y ahora que vas a hacer? --indago su prima. --Supongo que tendre que buscar algun sitio donde mudarme. --?Cuanto tiempo tienes? --pregunto Hannah, dispuesta a hacerse con las riendas de la situacion, como era su costumbre. --Una semana --respondio Fiona, sabiendo que no era suficiente tiempo para encontrar algo en la ciudad. --?Solo una semana? --exclamo Hannah preocupada, viendo que no habia muchas posibilidades. --Ni un dia mas ni uno menos. --?No podrias convencerla...? --No --dijo Fiona girandose y clavando su mirada en su prima--, esta en el contrato. Hannah suspiro resignada y, tras unos segundos, una sonrisa se dibujo en sus labios antes de coger una de las cajas vacias y comenzar a guardar los libros situados en una de las estanterias. --Bueno, ya sabes que todo en esta vida tiene solucion, y Lindsay y yo te ayudaremos. Ahora ocupemonos de todos tus trastos --dijo con humor, sabiendo que su prima frunciria el ceno, molesta, como hacia en ese preciso instante. --!No son trastos, son mis cosas! --replico Fiona furibunda mientras le tiraba a la cabeza un cojin del sofa. *** Hannah subio el ultimo tramo de escaleras y respiro cuando pudo dejar la caja que cargaba a la entrada del apartamento. El calor era intenso aquella tarde de verano y, en un gesto casual, elevo el brazo y seco el sudor que perlaba su frente. --Quita de ahi --dijo Fiona, que estaba a su espalda igual de cargada. --?Como has podido acumular tantas cajas? --pregunto Hannah mientras se apartaba para dejar pasar a su prima-- ?Al venir a la ciudad decidiste traerte todo lo que tenias? Fiona dejo la ultima caja de su mudanza sobre una pila formada por otras tantas y clavo la mirada en el rostro sonrojado de su prima. --Creia que te hacia ilusion que viniera a vivir contigo --replico formando un mohin con sus labios. Hannah se sintio fatal al ver su gesto y, a pesar de estar sudada, se acerco a Fiona y la apreto fuertemente contra su cuerpo. --Lo siento --se disculpo--. Estoy encantada de que hayas venido a vivir con nosotras. Sabes que te adoro y, aunque te moleste, me alegra que tu casera haya decidido darte boleto. --Vieja bruja --replico Fiona, que aun estaba furiosa con la senora Potter. Habia sido una desconsiderada al decidir rescindir el contrato que tenian con solo una semana de plazo. --!Oh, vamos, Fiona! Reconoce que tu tambien tienes parte de culpa en eso --dijo Lindsay, que en aquel momento se acercaba a ellas con dos vasos de limonada helada--. En el contrato ponia expresamente que nada de animales --anadio senalando al pequeno minino de color gris, que jugueteaba con una pelota de fieltro rojo junto al sofa. La aludida cogio uno de los vasos y agradecio el frescor de su contacto, mas aun cuando el liquido recorrio su garganta tras el primer trago. En el fondo sabia que Lindsay tenia razon, pero cuando encontro a la pequena cachorra junto al cubo de la basura no pudo resistirse. --?Que mal puede hacer Maggie? --pregunto--. Es adorable --anadio mientras una tierna sonrisa adornaba sus labios. Segundos despues, dejo el vaso sobre la mesa y sostuvo al cachorro entre sus brazos mientras hundia la nariz en su suave pelaje. Hannah y Lindsay cruzaron una mirada y no pudieron evitar sonreir. El piso no era muy grande, pero habian logrado acondicionar una pequena habitacion que solian usar de trastero para Fiona.--Si, lo es, y ahora mas te vale que te pongas en marcha. Tu turno empieza en una hora --le recordo Hannah. Fiona dejo a Maggie en el suelo para que siguiera con su juego y se incorporo. --!Si, mama! --dijo con humor, ganandose un bufido por parte de su prima antes de huir al bano para darse una ducha. --?Que he hecho yo para merecer esto? --dijo Hannah poniendo los ojos en blanco. --Adoras a tu prima, las dos lo sabemos --respondio entre risas Lindsay, tendiendole el vaso de limonada que aun no le habia entregado. Hannah estaba a punto de contestar a sus palabras cuando el sonido del movil de su amiga comenzo a sonar con insistencia. Aprovecho para degustar el zumo recien exprimido y disfruto de su acidez. A Lindsay le encantaba hacer zumos y suculentos platos que dejaban el estomago al borde de su capacidad y las calorias a mil. En mas de una ocasion eso habia provocado que tuviera que ponerse a dieta. CAPITULO 1 Varias semanas despues. El sonido del despertador se filtro a traves de la densa bruma del sueno. Fiona alargo el brazo y, con los dedos, rebusco en la mesilla hasta dar con su movil para apagar la alarma. Con un esfuerzo titanico obligo a sus ojos a abrirse, a pesar de que los notaba hinchados como dos pelotas de tenis. Con trabajo, se sento sobre la cama y obligo a sus piernas a moverse para ponerse de pie. Con paso cansado se acerco hasta la ventana y subio la persiana para descubrir un dia gris y triste que entonaba bastante con su estado de animo. <>, se repitio por enesima vez desde la muerte de Lindsay. <>, prosiguio con sus intentos de infundirse los animos que necesitaba, mas aquel aciago dia. Sin poder evitarlo, revivio nuevamente el momento en que supo del tragico accidente que habia sesgado la vida de una de sus mejores amigas. Estaba trabajando en el hotel cuando el telefono sono. Contesto con su alegria habitual, hasta que el policia al otro lado de la linea pregunto si Lindsay trabajaba alli. Rapidamente indico que era su companera de piso, y aquella voz mecanica le informo de su fallecimiento. No fue facil contarle a Hannah lo sucedido, y tras su desmayo se prometio que cuidaria de Hannah como su prima habia hecho con ella desde que habia llegado a la ciudad varios anos antes. Llevaba casi cuarenta y ocho horas sin dormir, haciendo cientos de llamadas, y no podia negar que se sentia aliviada de que todo aquello acabara de una vez aquel dia. Por otro lado, sabia que era el comienzo de algo peor: adaptarse al vacio que dejaria Lindsay en sus vidas. Tras una ducha rapida, se vistio con ropa oscura y preparo una taza de cafe para espabilarse. Seguidamente entro en la habitacion de su prima. Se le encogio el corazon al ver la estampa que presentaba. Estaba inmovil frente al armario, con la mirada perdida y la piel livida. Su rostro estaba devastado y se podian adivinar las bolsas bajo sus ojos y el rictus de sus labios. Se acerco hasta ella y, con delicadeza, paso su brazo sobre sus hombros. --Vamos, Hannah, tienes que arreglarte o llegaremos tarde --la advirtio dulcemente. La aludida parecio salir de sus oscuros pensamientos al percatarse de la presencia de su prima, que habia pasado toda la noche junto a ella, ambas acurrucadas en el sofa del salon. --No se que ponerme --dijo frustrada, mientras movia las perchas de forma frenetica --, ya sabes que no me gusta el negro. Fiona lo sabia bien, al igual que odiaba el traje chaqueta clasico de su uniforme de trabajo. Siempre intentaba dar color a su atuendo con algun complemento a pesar de la mirada cenuda de su jefe. Aun asi, Fiona descubrio un traje chaqueta de color gris que coloco sobre la cama. --Con este estaras bien. --Fiona --la llamo con voz debil--, no se si sere capaz de enfrentarme a la madre de Lindsay --confeso Hannah con voz apagada--. Esa mujer adoraba a su hija. Era tan joven... ?Por que ha tenido que suceder esto? --se pregunto, sin encontrar una respuesta. Fiona sintio un nudo en la garganta y lo unico que pudo hacer fue abrazar a su prima con intensidad. Hannah rompio a llorar sobre su hombro como si se tratara de una nina. Tardo cerca de veinte minutos en lograr que Hannah se recompusiera y se vistiera, pero una vez logrado, la empujo hacia la puerta y llegaron a la calle, donde ya las esperaba un taxi. Cuando llegaron, el tanatorio ya estaba abierto y varios amigos de Lindsay esperaban en el interior. --No se si voy a poder con esto --expreso Hannah con el labio tembloroso. Fiona giro levemente su rostro y clavo su mirada en ella. --Hannah, eres la persona mas fuerte que conozco. Se que es duro, pero tienes que entrar ahi y despedirte de Lindsay, si no te arrepentiras. Su prima, con la mirada vidriosa, asintio, y aferrando su mano emprendio el camino al interior del edificio.

  • Cuidarte el alma (Cuidarte el alma 1), Mariel Ruggieri de Mariel Ruggieri

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    “-?No te gusta el sexo, Andres? -Si, me gusta el sexo, Gabriela. El tema es que me gusta mas hacer el amor. Descubri que me excita el sentir cosas por mi companera de cama, y saber que ella siente lo mismo por mi. Despues de hacerlo de esa forma, el sexo por calentura pierde un poco la gracia. Llamame anticuado si queres, pero asi soy yo.” En el momento mas triste de su vida, el duende de las casualidades pone en el camino de Gabriela, al enigmatico e increible Andres Otero. Para una mujer de cuarenta y cuatro anos con dos divorcios a cuestas y con fobia al compromiso, este hombre tiene todas las desventajas: es demasiado atrayente, es demasiado querible, y ni siquiera es casado. Peligro, peligro. Alerta roja. ?Como hacer para llevar a la cama a un hombre que pondera los sentimientos por encima de las ganas? ?Como evitar desear enamorarlo? ?Como lograr no enamorarse? El deseo de disfrutarlo, es el anzuelo. Descubrir la pena que lo tortura, es la carnada. Y lo que tira del sedal es esa dulce forma de demostrarle que mas que para adorar su cuerpo, el fue creado para cuidarle el alma.

  • Balas de paja de Luis De Los Llanos Alvarez

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    Villaciegos, 1958. Un pueblo tan diminuto como su futuro y su cuartel de la Guardia Civil. En un rastrojo, sobre unas balas de paja, aparecen los cadaveres de dos peones agricolas. En un principio se cree que es el fatal resultado de una reyerta entre rusticos. Pero la perspicacia del teniente Gaston, urbanita fuera de lugar, y el sargento Gaston, veterano de bofetada pronta y buen conocedor del alma humana, intuiran la complejidad de un caso en lo que casi nada es lo que parece.

  • Vuelves loco mi corazon, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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    Shandra Tanner no se podia creer que tuviera tan mala suerte como para que su padre le encontrara trabajo con su antiguo monitor del campamento. Aquel psicopata le habia amargado la vida cuando era una adolescente y dudaba que ahora tuviera mejor caracter. Pero no tenia mas remedio que trabajar con el, asi que se intento mentalizar para ello. Lo que no se esperaba era seguir sintiendo por Robert Callaghan la misma atraccion que experimento con quince anos.

  • Amantes o algo mas de Deborah F. Munoz

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    Era oficial: David se habia pasado al meterse con la timida Clara en la reunion preboda de Charles y Adela. Aunque, cuando estaba a punto de disculparse, ella le tiro el agua a la cara y le insulto, seguia sintiendose mal, asi que le pidio a los futuros novios su correo electronico para pedirle perdon y ofrecerle una compensacion.

  • Soldado de Carlos Valdelagua

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    Gonzalo se desperto en el fondo de un barranco con una brecha en la cabeza y tan malherido que no podia ponerse en pie. No recordaba nada, ni siquiera su nombre. Imagino que era soldado de alguno de los regimientos que luchaban en tierras valencianas y solo confiaba en que alguna persona caritativa se apiadara de el y le ayudara.

  • El anillo del griego de Lynne Graham

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  • La ciudad que no descansa de Douglas Preston

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    La hija de un millonario aparece muerta. Y sin cabeza.

  • Seduciendo al duque de Olivia Kiss

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    Serie Seduciendo #2

  • Limerente (LGBT) de Manuel G. Landeros

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    .Un amor prohibido, un pasado turbio, un escenario lleno de lujos y un asesino amenazante que se oculta entre las sombras. Ven, descubre los secretos de Santa Villa y de su Circulo de Diamantes.

  • Singular de Amy Realto

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    Murcia. Seis anos antes. --Papa, tengo que irme. No puedo seguir en Espana. En Murcia y en Madrid, todo, absolutamente todo, me recuerda a ella. --Edu escondio el rostro entre las piernas, los codos apoyados sobre las rodillas y las manos entrelazadas detras de la nuca, intentando hacerse pequeno. Intentando desaparecer--. Necesito un cambio. Vivir mi vida. Dedicarme solo a mi. No quiero que pienses que soy un egoista por largarme justo en este momento. Entiendeme…, por favor --pidio mirando a su padre de nuevo. --Lo hago --respondio este--. Se que ahora lo ves todo negro. Tu vida ha girado en torno a ella desde que eras un nino. Aqui y luego en Madrid. Las elecciones que has hecho han sido siempre contando con ella. Teniais trece anos cuando empezasteis. --Deseo que sentirse comprendido aliviara su angustia. --No solo contaba con ella, papa. Tambien con vosotros. Con mama, con mis hermanos, contigo y con la empresa. Tenia mis suenos. Eran simples… Solo queria acabar la carrera y ganar lo suficiente para formar una familia, como la nuestra. Y quiza… Quiza, si la cosa me iba bien, comprar una casa en alguna zona bonita con vistas al mar para vivir con ella. Parecia facil, pero… Todo se complico. --Los ojos color miel de Edu habian dejado de brillar. Cada linea de su rostro, cada sombra, era una triste prueba de su desolacion. Su padre no pudo sostenerle la mirada y la dirigio al mar. --La vida es asi, no siempre vienen las olas como queremos. A veces tenemos que saber navegarlas, corregir el rumbo e intentar llegar a nuestro puerto --dijo, y acaricio con carino la espalda de su hijo--. Cuando te fuiste a Madrid eras aun un nino, hoy tengo ante mi a un hombre. El mundo de los adultos es muy complicado. Ahora lo sabes. Lo sufres. No pierdas el tiempo buscando razones por que no las hay. --Ya tengo el billete a Tegel --dijo con resolucion. Habia tomado una decision y nada ni nadie iban a cambiarla--. Empiezo en septiembre, pero quiero llegar a Berlin antes para organizarme. Cuando vi que aun estaba a tiempo para solicitar plaza lo hice, me daba igual el destino, solo queria que fuera lejos de mi vida --explico--. Es la unica forma que he encontrado para seguir adelante, papa. No creo que pueda resistir un verano aqui. Recordando todos los anteriores. ?Me ayudaras con mama? --Tu vida forma parte de ti. Nunca vas a poder alejarte de ella ni de tus recuerdos, vas a tener que aprender a convivir con ellos, aunque lejos probablemente te resulte mas sencillo. -- Esperaba que asi fuera--. Por mama no te preocupes, aunque no lo creas, ella esta mas preparada que yo para dejarte ir. Los dos hombres dejaron pasar el tiempo, callados, sintiendo en su rostro la brisa, todavia fresca de la manana. --Papa, ?nunca has tenido miedo a perder lo que quieres? --pregunto el chico. --Tengo miedo de ello cada dia. --?Y merece la pena? --Aunque solo hubiera podido vivir un minuto al lado de tu madre… Si, es algo de lo que estoy seguro. Merece la pena vivir la vida con aquellos a los que quieres, aunque sea corta --respondio tras pensarlo unos segundos. --Yo no lo estoy, duele demasiado perder a alguien que amas con toda tu alma. Angel, no supo que responder, imagino una vida sin Africa o sin sus hijos y comprendio perfectamente el dolor desgarrador que sentia Eduardo. Miro al horizonte, al inmenso y brillante mar que tenian delante, y como siempre que lo hacia se sintio pequeno en un mundo muy injusto. ?Que le dices a tu hijo cuando ha perdido al amor de su vida? Sobraban las palabras, los dos quedaron sumidos en sus pensamientos. Un silencio roto unicamente por el melodico rumor de las olas al llegar a la costa. Y en ese momento, acompanado por la tranquilizadora presencia de su padre, Eduardo se juro, que solo sufriria por las cinco personas en el mundo que mas queria, su familia. No permitiria a nadie mas acceder a su corazon y de ese modo, quedaria protegido contra el dolor. Capitulo 2 Madrid. En la actualidad. Eduardo observaba la acogedora vivienda mientras hablaba por telefono. Habian estado en la nueva casa de Daniela viendo como queria distribuir el espacio, que tipo de muebles pretendia instalar y eligiendo los colores que, mas adelante, sus pintores darian a las paredes. Finalizaba septiembre, pero hacia un calor de mil demonios. Seguramente por eso, o por ser amable, ella le habia invitado a tomar algo en la casa en la que vivia con su amiga. Habia tenido que organizar su apretada agenda para poder atender la llamada de Daniela. Todavia queria acercarse a la reforma del restaurante. Tenia que ver como habia quedado el remate de las columnas, que no habian podido quitar para ampliar el comedor como era la idea inicial, y comprobar si, por lo menos, habia suficiente sitio para un par de mesas junto a ellas. Si lo habia serviria como reservado o zona romantica, lo que daria un valor anadido a la reforma. Pero estaba sediento, asi que acepto. Daniela fue a la cocina y el aprovecho para concretar el trabajo con la cuadrilla de pintura. Le habia sorprendido su llamada esa manana. No habian vuelto a verse desde que la conocio, solo habian intercambiado algun que otro mensaje cordial. Y no esperaba hacerlo tan pronto, aunque hacia unos dias no habia podido resistir la tentacion de comprar un peluche para su futura sobrina y estaba esperando el momento para darselo. El dia que les conto lo del embarazo a Leo y a el, no pudo evitar sentir pena por ella, porque de entre todos los hermanos Cano habia ido a acabar con el mas jodido. Bueno, quiza ese era el, pero pensaba que hasta el momento lo habia disimulado bien. Su personalidad sociable le permitia esconder sus fantasmas con mayor facilidad que a Angel, ya que este al ser de trato mas arisco y aspero, suscitaba de primeras, un caracter atormentado. Aquel dia, con la explicacion que ella les dio y su razonamiento, Eduardo quedo completamente convencido de sus buenas intenciones, y sabiendo como iba a reaccionar Angel ante la noticia, y siendo consciente del enfado que Leo intentaba disimular, decidio romper sus reglas. Dejandose llevar, cosa que no hacia desde hacia anos, permitio que esa chica y su futura sobrina entraran en su vida, independientemente de lo que pensara su familia. Les abrio la puerta del selecto y reducido grupo de personas a las que consideraba importantes y por las que se permitia preocuparse, dandole su telefono y su apoyo. Al recordarlo, aun se sorprendia de su reaccion. Mientras hablaba se fijo en los bonitos paisajes que adornaban las paredes. Hermosas fotografias en las que la luz existente en el momento de ser capturadas les conferia un efecto especial. Se pregunto si las habria hecho ella. Habia imagenes tambien con otra chica en distintas situaciones y en distintos momentos. En algunas se veian demasiado jovenes. Le atrajo la evidente complicidad entre las chicas, pero, sobre todo, la radiante sonrisa de su amiga en muchas de ellas. En cuanto al salon, este era muy acogedor, con unos muebles practicos y una decoracion nada sobrecargada. Le gustaba como habian aprovechado el espacio, consiguiendo un lugar agradable para vivir. Tras despedirse de su interlocutor, Eduardo se dirigio a la cocina. --Los pintores vendran pasado manana. Van a tenerlo listo enseguida. Con la casa vacia como esta y todo despejado, no deben tardar mas de dos dias --dijo mientras entraba--. La proxima semana podremos empezar con los muebles. Le sorprendio la reaccion de la chica que tras dar un pequeno saltito se lanzo a sus brazos. Le resulto extrano devolverle el abrazo, pero consiguio hacerlo de forma casi natural. Eduardo, no tenia ese tipo de relaciones con nadie. No se permitia muestras de afecto mas alla del tipico trato cordial. Era experto en mantener las distancias sin resultar maleducado. Solo era afectuoso con su familia, formada ya solo por su madre y sus tres hermanos. Pero con Daniela se comportaba de forma diferente, y no sabia la razon. Sol llego a casa, cansada y cargada con la comida para llevar que habia comprado en el chino de la esquina. Dejo las llaves en el mueble de la entrada y el bolso sobre el sofa; con una mano libre, ya pudo repartir el peso de las bolsas. Habia sido un dia duro en el hospital, un no parar de urgencias de aqui para alla, y se sentia agotada. Tambien estaba molesta con Eva que de nuevo habia anulado los planes para cenar juntas, esta vez, por un guapo portorriqueno que habia conocido ese dia. Asi que Daniela y ella tendrian que reventar o congelar las sobras, y con toda la comida que les habia dejado Juana, apenas tenian espacio en el frigo. Juana habia sido su vecina hasta que unos dias antes se habia mudado a una residencia dejando el piso de enfrente libre. Piso que pronto iba a ocupar Dani con su hija. <>, penso. Se percato de que habia una chaqueta de traje masculino apoyada en el respaldo del sofa, no parecia del padre de Daniela. Ademas, Pedro no solia usar americana, y menos con ese calor. Curiosa siguio el sonido de las voces que procedian de la cocina. Desde la puerta pudo ver como Daniela abrazaba a un desconocido. Analizo al guapo receptor del abrazo. Alto, bastante mas que su amiga, y delgado. Pese a su delgadez el hombre tenia la espalda ancha y su complexion parecia fibrosa. Los pantalones del traje se ajustaban perfectamente a su cuerpo sin cenirse demasiado, y la tela caia con gracia permitiendo vislumbrar el contorno de un bonito trasero. Llevaba la camisa remangada, lo que dejaba a la vista unos fuertes y morenos antebrazos. El pelo castano --que en algun momento habia sido domado con fijador--, estaba despeinado y un mechon rebelde le caia sobre la frente, confiriendole el aspecto de chico malo que tanto le gustaba a ella.

  • Secretos de hielo de Marta Sebastian Perez

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    ?Puede cambiarte la vida en 15 dias?

  • Los ninos de la estrella amarilla, Mario Escobar de Mario Escobar

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    Jacob y Moises Stein viven con su tia Judit en Paris hasta que en agosto de 1942 se desata la gran redada contra los judios extranjeros. Sus padres, una conocidos dramaturgos alemanes se han escondido en la Francia Libre, pero antes de que su tia logre enviarles al sur, los gendarmes los detienen y los llevan al Velodromo de Invierno, donde mas de 4 mil ninos, 5 mil mujeres y 3 mil hombres tuvieron que subsistir sin comida ni agua durante cinco dias. Jacob y Moises logran huir antes de ser enviados en trenes hasta el campo Drancy. Cuando acuden a su casa en Paris su tia ha desaparecido. Deciden viajar en solitario a Valence para buscar a sus padres, pero el camino no sera nada seguro ni facil.

  • Si me dejas quererte (Quiereme 2) de Victoria Vilchez

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    Tiempo. Eso es lo que Tessa necesita ahora que lo suyo con Alex ha dejado de ser una cuenta pendiente. O al menos eso cree, porque mientras ella se esfuerza por superar el fin de su relacion, el destino, una vez mas, cruzara sus caminos y le hara enfrentarse a todos sus miedos. Y por si fuera poco, tambien tendra que luchar para recuperar la complicidad que la unia a su mejor amigo, Zac. Sin embargo, cuando te han roto el corazon en cientos de pedazos y no sabes quien eres, es dificil saber hacia donde quieres ir.
    Antes que nada, Tessa debera poner en orden sus sentimientos, recomponer lo que queda de ella y plantearse por que cada vez parece mas complicado que su vida vuelva a ser como era antes. ?Sera lo suficientemente fuerte para resistirse a su primer amor? ?Terminara alguna vez esa historia sin fin?
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  • Cherry de Susie Harris

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    El poderoso multimillonario Daniel Marshall, vestido de hombres y codiciado por mujeres, tiene su orgullo herido cuando dos amigos y el novio de su insoportable hermana atribuyen su gran exito con las mujeres a tener mucho dinero. Para probar lo contrario, para ellos y para si mismo, Daniel se embarca en una loca aventura: asume la identidad de un simple empleado de alimentos, cuya mision se reduce a conquistar el amor de una mujer interesante.
    La modesta esposa de su nuevo jefe seria el trofeo perfecto para visualizar en el curso de esta trayectoria, despues de que una mujer casada intercambiando un hombre rico por un pobre representara un logro notable, sin embargo, convencerla de mirar a otro hombre, no al esposo, mientras que aprender a lidiar con emociones desconocidas sera tu mayor desafio.

  • Ritual de Ivan Rivera

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    El agente Carlos ha recibido una misteriosa mision: investigar la desaparicion de Luz, prima de la mujer mas rica del pueblo, Mia Buble. Una anciana con una aparente demencia senil. Atormentado por la perdida de su mujer y su hijo, Carlos ira en una carrera contra el tiempo para resolver el caso.

  • Mi duquesa espanola de Claire Phillips

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    Desde la muerte de sus padres, para Alejandra la vida giraba en torno a sus dos hermanos, Roberto y Teresa. Lo que no podia imaginar es que el unico hombre en el que jamas pensaria posar sus ojos seria el unico que despertaria sentimientos desconocidos. Ella era ajena a su mundo y no deseaba formar parte de el, pero al mismo tiempo era incapaz de ignorar lo que el despertaba y le hacia desear. Admirado por sus pares y deseado por las mujeres, el duque de Chester era un hombre acostumbrado a conseguir lo que deseaba. Lo que no esperaba era que esa joven con la que tropezaron una manana mientras auxiliaban a un par de pilluelos de los alrededores de la propiedad ducal, fuese a ser su destino, un destino al que no se opondria ni resistiria bien era cierto que tampoco esperaba que la joven que seria su destino resultase una joven terca, demasiado inteligente para su bien y, sobre todo, sin deseo alguno de convertirse en duquesa, en su duquesa.

  • Phurya de Daniel G. Segura

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    Jamas te saltes el toque de queda.
    Kyle Dwayne reside en Clevence Town, un pueblo aislado de la civilizacion con un autoritario Gobierno que impone su poder alrededor de unas ferreas leyes.

  • Manual de resistencia de Pedro Sanchez

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  • Desafiame (eLit 3) de Stephanie Bond

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    La ejecutiva de marketing Gabrielle Flannery no era precisamente una aficionada al aire libre y la naturaleza. Pero despues de un vergonzoso incidente, decidio que habia llegado el momento de asegurar su posicion en la empresa. Aunque para ello tuviera que enfrentarse cara a cara con el chico de oro del departamento de marketing y bombon de la oficina, Dell Kingston, con quien tendria que disputarse una importante cuenta.

  • Las normas del avion de papel (Ruido 1) de Altea Morgan

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    Nico tiene un gran amor en su vida: la musica.
    Julia tiene un gran proposito en la vida: quererse a si misma.
    Ni Nico ni Julia buscan encontrarse, pero, un dia cualquiera en un apartamento a las afueras de Madrid, una melodia desubicada hara que se conozcan y que ya no puedan separarse el uno del otro.
    Un chico desencantado con las relaciones y una chica que preferiria no volver a ser parte de ninguna tendran que ponerse de acuerdo para convivir con todos los sentimientos que despiertan el uno en el otro. ?Como lo haran? Plasmando sus normas en un avion de papel.

  • Amaras a un extrano de Kathleen Woodiwiss

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    Amaras a un extrano es una novela de pasiones encendidas y obsesiones inconfesables, magnificamente ambientada en el siglo XIX en una mansion surena de Estados Unidos.

  • Suenos de Bunker Hill de John Fante

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    Arturo Bandini, huyendo de la nieve y el hastio de Colorado, se instala en Bunker Hill, la colina que domina el centro de Los Angeles, donde empieza a trabajar como camarero y escribe relatos. En esta novela, considerada como una de las mejores de John Fante, este nos cuenta los inicios de Bandini como guionista y sus amores y lios sucesivos, y como consigue finalmente no hacer carrera en Hollywood, donde un productor lo tiene todo el dia sentado sin dejarle escribir una linea, un empleo tan bien pagado como frustrante y que termina abruptamente. Tras otros episodios en los que nos cruzamos con otros escritores empleados en los estudios, como Ben Hecht, Dalton Trumbo o Nathanael West, o con el mismisimo Sinclair Lewis, el idolo de Bandini, o un intento fracasado de colaboracion con una reputada y terrible guionista, Bandini se toma un breve respiro en Colorado, antes de regresar de nuevo al campo de batalla. En el corazon del libro nos encontramos con una imposible historia de amor, como es habitual en Fante, esta vez con una casera, que podria ser su madre. En Suenos de Bunker Hill, una novela dictada por Fante, ciego y en sus anos finales, a su esposa, se nos muestra la otra cara de Hollywood, una vision inmisericorde y sardonica. <> (Michele Grazier, Telerama).

  • La dama y los agentes de Veronica Lowry

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    Un hombre ideal en retazos; repartido en muchos hombres. Esta el Dandi, un irremediable seductor; el Monje, melancolico e inteligente; Sonrisas, pura simpatia; Punos, rudo y corpulento. Y entre todos ellos, la dama buscara componer un unico hombre. Aunque antes, deba, por supuesto, conocerse como mujer.

  • Jauja de Use Lahoz

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    Maria Broto es una reconocida actriz de teatro al filo de los cuarenta. A la salida del estreno de El jardin de los cerezos de Chejov -su representacion sonada-, en la que encarna el papel de Luiba Andreievna, un hombre la espera en la puerta trasera del teatro. A primera vista, Maria no lo reconoce, pero el hombre insiste en explicarle quien es y por que ha venido a buscarla.

  • El verano en que todo cambio de Sarah Rusell

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    Siempre que se le hace a un nino la pregunta de que quiere ser de mayor, contestan cosas como policia, astronauta, piloto de aviones, enfermera, abogada, veterinaria... Normalmente profesiones relacionadas con las que uno de sus padres, o ambos, desempenaban, incluso familias enteras durante generaciones. Lo mio era algo diferente a todo eso, diferente a lo que se dedicaban mis padres, ya que John, mi padre, era constructor, y Amelia, mi madre, la duena de un exclusivo gimnasio de lujo. Bueno, si lo veiamos desde la parte materna... mi sueno si que estaba relacionado con el deporte, pero nada que ver con ser monitora de zumba, aquagym o spinning, para nada. Mi sueno era, nada mas y nada menos, que ser surfista. En realidad, lo que queria era irme a hacer un curso intenso de surf durante dos meses al suroeste de Melbourne, donde vivia desde que naci. Y no era un sueno de esos en plan, capricho, para nada, que el curso lo daba uno de los mejores profesionales de ese deporte. Mis padres me habian prometido que, si acababa el segundo curso de la carrera de turismo que estaba estudiando, me pagarian el curso de surf y me dejarian ir. Tampoco es que estuviera muy lejos, solo me iba de casa dos meses y a cien kilometros, no a Groenlandia, pero bueno. Ahora, a mis veinte anitos, estaba deseando que me llevaran a ese lugar en el que podria subirme a una tabla y surcar las olas. Vale, eso con un poquito de paciencia que no iba a ser poner los pies en ella y sentirme como si fuera la reina del mambo, que yo surfear... no habia surfeado en mi vida. Cuando acabara la carrera queria recorrer el mundo, conocer todo aquello que me gustaba ver en revistas o fotos de Internet, aunque ya conocia Tailandia, Bali y Vietnam, pues mis padres eran muy aficionados tambien a viajar y me habian llevado a ver esos lugares. Bueno, esos viajes fueron antes de que naciera Ruby, mi hermanita pequena. Ese angelito llego a la familia de sorpresa, pero sorpresa total, que yo ya tenia quince anos y mis padres ni la esperaban ni la habian buscado, aunque fue lo mejor que nos paso a todos, las cosas como son. Era mi nina, mi pequena mini yo, y es que, a sus cinco anos, me imitaba en todo lo que podia. La tenia como a una hija, mi madre decia que solo me faltaba haberla parido, y asi era, porque no dejaba ni que le soplara el aire en un ojo. Vamos, bonita era yo para mi Ruby. La adoraba y, ademas, se parecia tanto a mi, que, si ibamos juntas por la calle, se quedaban mirandonos como si fueramos madre e hija. Las dos teniamos el cabello castano, como nuestro padre, y ojos marrones, como nuestra madre, una mezcla de ambos, que se notara que cada uno habia puesto su granito de arena a la hora de hacer a sus ninas. En mi vida tambien estaba Zara, mi mejor amiga, esa que, con mi edad, era como una hermana tanto para mi como para Ruby. Nuestras madres a veces decian que pareciamos siamesas, que nos costaba separarnos la una de la otra, y razon no les faltaba, desde luego, porque lo haciamos todo juntas, bueno, salvo algunas cosas, obviamente. Siempre estabamos estudiando juntas, nos ayudabamos en lo que no entendia la otra, apoyandonos en todo, consolandonos en los peores momentos de nuestra vida, siendo la una confidente de la otra, y viviamos entre su casa, con sus padres, y la mia con los mios. No habia fin de semana que no nos acogieran a las dos en casa de una, como si fueramos ambas hijas del matrimonio. Y eso era lo que me daba la vida, poder compartir con mi mejor amiga todo lo que me ocurria. Habia llegado el verano, el final del curso en el que me habia dejado la vista en los libros, las horas de sueno, los codos en la mesa y la mano entre apuntes y examenes. Pero, como todo en la vida, el esfuerzo siempre tiene su recompensa, y sabia que la mia estaba mucho mas cerca de lo que imaginaba. Desde luego, habia merecido la pena esas noches que me quedaba estudiando en casa sin salir al cine, a cenar o bailar. Esos fines de semana en casa de Zara, o en la mia, haciendo los examenes que ella me preparaba durante la semana para ver cuantas preguntas contestaba correctamente y la nota que podria sacar. Aprobe, por supuesto que acabe aprobando el curso y estaba mas que dispuesta a afrontar esos dos meses que tenia por delante para hacer aquello que tanto me apetecia y con lo que sonaba desde hacia tiempo. Queria subirme a una tabla de surf, dejar que el agua del mar me cubriera por completo mientras me sentia libre durante unos instantes. Surcar las olas y que aquella sensacion no se me olvidara jamas, vivir el momento, disfrutar de esa experiencia unica en la vida y, aunque no llegara a ser una profesional, saber que valia para eso, que podia ser capaz de mantenerme en pie en una de esas tablas que flotan en el mar y no tener miedo. Iba a echar de menos a mi hermanita, eso era lo que me habia frenado un poco y que, a veces, me replanteara el decirles a mis padres que no se preocuparan, que no iria al curso de surf, y es que desde que nacio Ruby, mis veranos eran para ella. Pero este era mi sueno, lo que me apetecia hacer ahora, siendo joven, valiente y con ese espiritu aventurero que mis padres no sabian de quien habia heredado. Habia trabajado duro para conseguirlo, me habia esforzado a maximo durante todo el ano, y aqui estaba mi recompensa, la que mis padres habian prometido darme por mis excelentes notas, y la aprovecharia. Subiria a una de esas tablas, dejando claro que nadie es quien para decirte lo que puedes o no hacer, lo que eres o no capaz de lograr, que, si tienes un sueno, debes luchar por alcanzarlo, sin que nada ni nadie te frene o te diga que no.

  • Laurie de Stephen King

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  • Querida Rosaura de Lujan Fraix

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    Rosaura Waner fue una persona que no supo entender la vida. Se entrego a los demas en un ir y venir de situaciones divididas. Amo a su madre Magdalena quien cerceno, desde nina, sus deseos mas queridos; la obligo a ser una mujer y a llevar sobre si las cargas de un adulto. No disfruto de los momentos por hallarse inmersa en un pasado que le dejo secuelas hondas: la muerte temprana de Magdalena y la de su hermano Juan Jose de treinta y cinco anos.
    Rosaura vivio para el dolor, para llorar de la manana a la noche a sus muertos, para velar por su hermano menor, Ruben, hasta el ultimo dia. A Maria, su hija, la cuido como un tesoro que le costo mucho concebir. Sintio terror por su salud porque conocia de memoria el sabor de las ausencias; ahogo su juventud con reclamos absurdos y extendio la doctrina de su madre hasta el final de su historia.
    Segun sus propias palabras amo a un Dios que le arrebato la vida.

  • Estacion Uno de Rosario Jimenez Roque

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    Basada en la falsa noticia de internet llamada "la Mona Lisa de la luna", Estacion Uno, es un viaje en el tiempo con el espacio como escenario donde pasado y futuro se funden en una misma cosa.
    En un futuro no muy lejano la vida en la Tierra expira tras una inevitable tercera guerra mundial. Ragna y Neferu, dos humanoides creados artificialmente por los ultimos supervivientes, tienen la mision de encontrar un lugar similar al que una vez fue el planeta que dejan atras para recrear la vida de la Tierra. Sin embargo, sus experiencias durante el viaje, asi como las opiniones que cada uno se va formando sobre lo que significa el ser humano, les llevara a plantearse si es eso lo que deben hacer realmente.

  • El cuento de la criada de Margaret Atwood

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    Amparandose en la coartada del terrorismo islamico, unos politicos teocratas se hacen con el poder y, como primera medida, suprimen la libertad de prensa y los derechos de las mujeres. Esta trama, inquietante y oscura, que bien podria encontrarse en cualquier obra actual, pertenece en realidad a esta novela escrita por Margaret Atwood a principios de los ochenta, en la que la afamada autora canadiense anticipo con llamativa premonicion una amenaza latente en el mundo de hoy.

  • El asesino vive en el 21 de Stalisnas-andre Steeman

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    <>. Jose Maria Guelbenzu En el neblinoso Londres de los anos treinta, un asesino en serie tiene aterrorizada a la capital. Tras matar a sus victimas de un golpe en la cabeza, les roba y deja junto a ellas una nota con la mas anodina de las firmas: <>. Cuando, tras el ultimo ataque, un testigo ve al criminal entrar en una pension del numero 21 de Russel Square, Scotland Yard ;con el superintendente Strickland al frente del caso; pondra bajo vigilancia a sus huespedes: la viuda Hobson, duena del establecimiento; el senor Collins, vendedor a domicilio de radios; el mayor Fairchild, retirado tras haber servido en las Colonias; la senorita Holland, amante de los gatos… Pero pese a haber estrechado tanto el cerco, descubrir entre todos la verdadera identidad de Mr. Smith no resultara sencillo en absoluto… El asesino vive en el 21 ;publicada originalmente en 1939 y llevada al cine tres anos despues por Henri-Georges Clouzot; es la obra maestra de su autor y una de las mas brillantes aportaciones continentales a la novela detectivesca clasica.

  • El invernadero de los tres elfos de Sabrina Blanco

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    Madame Yuvenia no quiere envejecer.
    Duena de la firma de cosmeticos “Belleza del Jardin” elaborados en sus laboratorios que iluminan la ciudad de Mildred Oscura, mientras ofrecen los remedios mas milagrosos para sus clientes, desde tener el rostro perfecto hasta la cura de las depresiones, su vida de riquezas estara a punto de cambiar cuando su perfido cientifico el Doctor Maquiavelli le informe de que ya no crecen las rosas de oro y plata elficas, fuente del poder de sus productos. Acompanada de su cocodrilo, Dena, Yuvenia recurrira a cualquier medio para no perder su poder, conjurando los mas terribles planes y traiciones .

  • 19 de Luis Torres Vitolas

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    En las afueras de Madrid, un cuerpo es hallado descuartizado en 19 piezas. Mientras la seleccion espanola de futbol se juega su pase a la final de la Eurocopa, van apareciendo mas cadaveres en los cuales el mismo numero, el 19, se repite de manera siniestra y brutal. Inmerso en un ambiente totalmente corrupto, en el cual la policia no escapa a la degradacion social, el sargento Elejalde se ha propuesto resolver este caso a como de lugar. Ira hasta donde que haya que llegar, sin importar las consecuencias.