• libro forajido - Marisa Sicilia

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    Media docena de ninos de diferentes edades bostezaban apoyados sobre las mesas que hacian de improvisados pupitres. Felicity alzo la voz tratando de contagiar su entusiasmo al infantil auditorio. --Y es por eso que no debemos robar ni mentir, ni por supuesto asesinar a nuestros semejantes. Veamos, ?quien puede recitar de corrido los Diez Mandamientos? Solo una mano se alzo con rapidez. Felicity sonrio a la pequena de los Richardson. --Se que los sabes, Laura, pero ?que tal si dejamos que alguien mas se anime? ?Que me dices, Jimmy? ?O tu, Samuel? Los aludidos se rascaron la cabeza, pensativos. Jimmy empezo: --Amaras a Dios sobre todas las cosas. --Muy bien --le alento Felicity--. ?Y que mas? --No mataras. --Estupendo, ?y...? --No robaras. --Eso es. --Y... Jimmy puso cara de hacer un esfuerzo tremendo, pero la inspiracion no llego. Laura volvio a alzar la mano impaciente. --Piensa tranquilo, no tenemos ninguna prisa. Varios suspiros desencantados sonaron de fondo. --?No pegaras a tu hermano pequeno? Las risas sonaron a coro. --No, Jimmy, aunque es un buen punto. Podemos considerarlo un extra. ?Te acuerdas de alguno mas? El pequeno siguio pensando. La paciencia de Felicity comenzo a resentirse. ?Era tanto pedir que se aprendiesen diez sencillas normas al dedillo? Otra mano se levanto al fondo. --Si, dime, Peter, ?conoces la respuesta? --No, senorita McIntyre, ?pero puedo irme ya? Mi madre me ha dado permiso para ir de pesca. Todos los rostros se volvieron hacia ella esperanzados. Cualquiera de ellos tenia mejores cosas que hacer una manana de domingo de primavera que quedarse alli encerrados. Felicity se supo derrotada. --Esta bien. Podeis iros, pero recordad leer en vuestras casas el fragmento que hemos estudiado. No lo olvideis: Moises y la travesia del desierto. --No, senorita McIntyre -- respondieron a coro y salieron huyendo de la escuela dominical. Todos. Incluso Laura. Suspiro, pero no perdio el animo. Estaba acostumbrada a tratar con aquellas pequenas bestezuelas. Era un triunfo mantenerlos sentados y que se presentasen vestidos y calzados. Ademas, penso a la vez que consultaba el pequeno relojito que llevaba prendido del vestido con una fina cadena, ella tambien tenia mas cosas que hacer. Constance la estaba esperando en la puerta del salon parroquial. Era una mujer bajita, redonda y pacifica, de cabellos oscuros entre los que se mezclaba alguna cana. Muy distinta de Felicity que era de estatura mediana, constitucion no generosa pero tampoco en exceso delgada, de cabellos cobrizos que llevaba recogidos muy tirantes en torno al rostro y piel blanca salpicada de pequenas pecas. Sus ojos entre verdes y grises habrian sido bonitos si los cristales de las gafas no hubiesen velado su desconcertante efecto. Ambas tenian treinta anos cumplidos y estaban solteras. Mala combinacion para una mujer en Carsons o en cualquier otro lugar, pero tanto la una como la otra habian asumido su condicion y no dejaban que les impidiese llevar un vida activa y gratificante a los ojos del Senor, que era la vara por la que median sus actos. Con todo, habia limites que siempre seria complicado traspasar para cualquier mujer, fuese soltera o casada, en Carsons o en Missouri. --?Lista, Constance? --pregunto Felicity colocandose los guantes y ajustandose el chal. --Si tu lo estas... --contesto su amiga que era fundamentalmente timida, y solo su timidez y la docilidad de su caracter la empujaban a seguir la corriente a Felicity. --Pues adelante.

  • Forajido eBook : Sicilia, Marisa - Libros - Amazon.es

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    Forajido. Marisa Sicilia · SELECTA , agosto 2016. La vida de Felicity se verá alterada por la aparición de un apuesto joven irlandés en ... Casa del libro.

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  • Forajido | Marisa Sicilia: Sinopsis del libro, opiniones ...

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    Felicity McIntyre lleva una vida tranquila y rutinaria. Mantener limpia la casa, ayudar a quienes más lo necesitan, atender la escuela dominical,...

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  • Crítica: “Forajido”, de Marisa Sicilia - Romántica, no rosa

    http://romanticanorosa.blogspot.com/2019/12/critica-forajido-de-marisa-sicilia.html

    20 dic 2019 — Esta es una novela cortita. No sabría deciros, porque la leí en digital. En el blog la comunidad del libro dicen que son 88 páginas. Podría ser.

  • Forajido de Marisa Sicilia - eselibro.es

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  • forajido - Libros - Iberlibro

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  • Ultimo forajido video - Meganova

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  • El juego de la inocencia de Marisa Sicilia

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    Louis Edmond d'Argenteuil La Rochelle, vizconde de Tremaine, caballero de la orden de Saint-Esprit y senor de Valdecourt y Chenerailles, por citar solo algunos de sus muchos titulos, esperaba con las manos extendidas a que su lacayo le pasase la toalla con la que secarse el rostro tras sus abluciones matutinas. En realidad, el pano estaba justo a su derecha y habria bastado con que Louis se girase muy ligeramente para tenerlo a su alcance; sin embargo, preferia esperar a que fuese Pierre quien se lo tendiese para proceder a su aseo. Ni siquiera se trataba de una decision meditada, era solo la fuerza de la costumbre. Louis se seco con parsimonia y volvio a extender los brazos para que Pierre lo vistiese con la camisa, le acomodase la levita y le calzase las medias y los escarpines. Cuando termino con su atuendo, fue a por una de sus pelucas, la ajusto con cuidado en la cabeza de Louis y procedio a esparcir polvos de arroz por su rostro para dotarlo de una palidez elegante y adecuada. Una vez Pierre dio por concluida su obra, Louis se volvio hacia el espejo y se complacio con lo que vio. La levita mostaza con festones dorados era magnifica y la palidez daba un matiz aun mas frio a su rostro. Sus facciones eran angulosas y no del todo formadas, ya que Louis recien habia cumplido veintiun anos, pero en su rostro juvenil e indolente ya destacaban algunos rasgos. Las pestanas rubias, claras y desdibujadas, los ojos de transparente iris azul palido; la mirada con frecuencia acompanada de soberbia pero viva e inteligente. Y sobre el conjunto destacaban sus labios, gruesos y, a decir de muchos, groseros, mas acostumbrados a las muecas de desprecio que a las sonrisas y, sin embargo, manifiestamente libidinosos y sensuales. Si, Louis tenia justo el aspecto con el que pretendia mostrarse. Un aristocrata joven, ocioso, libertino y hedonista. ?Y es que acaso la vida estaba hecha para algo mas que su disfrute? No obstante, el de aquel no era uno de esos dias en los que Louis pensaba sacar mas partido de la vida. Tenia concertado un encuentro con su tio paterno y tutor legal, Eustache d'Argenteuil, conde de Bearnes. No era la ocupacion con la que habria preferido perder el tiempo. El padre de Louis habia muerto pisoteado por un caballo cuando el tenia tres anos. A su madre se la habia llevado la tisis cuando no habia cumplido ni los ocho. La recordaba vagamente vencida en su lecho, su habitacion estaba siempre a oscuras, olia a enfermedad y corrupcion. Su madre lo llamaba implorante y le pedia que se acercase, pero los accesos de tos la interrumpian, se ahogaba y escupia sangre. Louis se soltaba de la mano de su aya para escapar al jardin y sentir de nuevo el calor del sol en el rostro. No recordaba haber llorado ni cuando la vieja Manon le comunico su muerte. Su tio ejercio la tutoria con rigidez y distanciamiento. Louis tuvo los mejores preceptores, severos y rigurosos, prestos a poner en practica aquello de que la letra con sangre entra. El joven Louis soportaba mal los varazos y palmetazos, pues nunca fue aplicado ni dado al estudio, y se tragaba las lagrimas como buenamente podia. Por fin, un dia, sus estudios se dieron por concluidos. Louis cumplio los dieciseis y como recompensa su tio le cedio la administracion y el dominio del vizcondado de Tremaine y le asigno una renta anual de tres mil ducados. La vida comenzo entonces para Louis. Dio buen uso de los tres mil ducados y, a decir verdad, no le sobraba nunca ni un franco; es mas, con frecuencia se veia obligado a pedir sumas extras a su tio. Normalmente acababa por concederselo, habria sido indigno que un Argenteuil no cumpliera a tiempo con sus compromisos, pero a cambio tenia que soportar sus enervantes reprimendas. Una burda molestia. Ademas, su tio no perdia ocasion de recriminarle su ociosidad y su comportamiento. Louis lo despreciaba. Actuaba como un mediocre burgues. Le parecia cargante y anticuado. El conde de Bearnes solia hacer vida retirada de la corte. Ocupaba su tiempo en reyertas con campesinos y arrendatarios. En sus encuentros de rigor abrumaba a Louis con pesadas charlas sobre el rendimiento de las tierras, nuevas clausulas de aparceria y mejoradas tecnicas de cultivo. Louis no disimulaba su tedio y su tio, el conde, le manifestaba su disgusto con inacabables discursos y reproches. A Louis aquello le resbalaba. Le fastidiaba, pero no le calaba. Solo tenia que esperar a cumplir los veinticinco para recibir su herencia al completo, y su situacion en la corte no podia ser mas aventajada. Era una y carne con Francois Garnier, intimo de la Du Barry, y no descartaba que la misma Maria Antonieta lo invitase algun dia no muy lejano a una de sus apreciadas fiestas pastoriles. Louis ya saboreaba el triunfo y se imaginaba gozando del honor de compartir lecho con su majestad la reina. Por el cristal de la ventanilla de su carroza diviso el perfil del palacio de Bearnes. Era un imponente conjunto de edificios de estilo renacentista y cierto aire italiano, influencia del arquitecto toscano que algun bisabuelo de Louis habia hecho traer expresamente para su construccion. Era mucho mas grande y senorial que Tremaine y, desde luego, mas impresionante. A Louis le mataba la envidia cada vez que lo visitaba. Aquel dia habia mucha actividad en el exterior. Cuadrillas de obreros se afanaban en los jardines. Louis sonrio. El viejo habia sucumbido por fin a la frivolidad y estaba llenando la mansion de fuentes y rotondas. Un nuevo y pequeno Versalles. No podia reprocharselo. El mismo habia gastado la nada desdenable cifra de ciento setenta y cinco mil francos adecentando Tremaine, y habria sido mucho mas si la mezquindad de su tio no lo hubiese frenado. La carroza se detuvo y un lacayo acudio a abrirle la puerta. Louis bajo y contemplo la fachada con aire de futuro propietario. En verdad, Bearnes no estaba nada mal, sus lineas clasicas conjugaban elegancia y tradicion en perfecta armonia. Ademas, se hallaba extraordinariamente bien situado, a un paso de Paris y a tiro de piedra del Trianon. Si, un lugar maravilloso del que disfrutaba el necio de su tio. Mientras avanzaba por las galerias enceradas, Louis se complacia en pensar que algun dia todo aquello seria suyo. La condesa, una mujer insignificante, triste y seca, habia tenido solo embarazos malogrados uno tras otro. En cuanto su tio Eustache falleciese, Louis lo heredaria todo. Si hubiese tenido fe en algo mas que el poder y las intrigas habria rogado al Senor por que tuviese la deferencia de no hacerle esperar demasiado. Pero conforme exigian las modas, Louis era rigurosamente ateo. Aunque por supuesto, en cuanto gozase de su herencia, se encargaria de anotar en su legado esplendidas donaciones a la iglesia. Por si acaso... Un lacayo de espalda encorvada lo saludo dificultosamente y se encargo de abrirle las puertas y anunciarlo. --Su ilustrisima excelencia el vizconde de Tremaine. Louis cruzo la amplia sala con la barbilla alta y la desenvoltura que le proporcionaba frecuentar los mejores salones de Paris y sonrio cordial a su tio. Tambien estaba familiarizado con la hipocresia. --Buenos dias, querido tio. ?Como os encontrais? Espero que esas molestias pasajeras de las que me hablasteis hayan cesado. Os veo francamente bien. Louis no mentia. Habia examinado con atencion el aspecto de su tio buscando senales de ictericia, llagas o tumores, cualquier cosa le habria valido, pero el maldito carcamal lucia tan duro y resistente como siempre. Su peluca vieja y gris, su menton mal afeitado, su piel cetrina y arrugada como la de un labrador... Louis a veces se horrorizaba pensando que pudiese acabar por parecerse a el. No, tal cosa no era posible. --Luces ridiculo, sobrino. Pareces una muneca adornado con tantos lazos. Si tu padre se levantase de la tumba se avergonzaria de ti. Su tio siempre era igual de afectuoso con el. Louis sonrio forzado. Podria haber optado por un vestuario mas discreto. No ignoraba la inquina de su tio por los adornos que eran comunes en la corte, pero Louis era un fiel seguidor de las modas y no iba a ceder en sus costumbres solo por darle ese gusto al cafre de su tio. --Siento que no os guste mi aspecto. --No me gusta nada de ti, Louis. Si no fuese por el respeto que me merecia tu pobre madre, dudaria incluso de que fueras mi sobrino. Louis volvio a estirar sus labios en una fria sonrisa. Si hubiese estado en su circulo habitual, habria tomado un pellizco de rape y habria devuelto el insulto con crueldad y agudeza. Pero no tenia sentido perder el tiempo con chanzas a costa de su tio. No sin mas publico que lo presenciara. --Os subira la tension y nada odiaria mas que alterar vuestra salud. ?Para que queriais verme, tio? Si es por los trescientos luises que os solicite en mi ultima carta no necesitabais molestaros. Bastaba con que hubieseis mandado un pagare a mi cambista. Su tio fruncio el ceno. Era terriblemente avaro y Louis sabia que nada le molestaba mas que el hecho de que le pidiera dinero. Era algo inevitable. Su renta era miserablemente mezquina, y solo el mantenimiento de los veinte sirvientes entre lacayos y doncellas que Louis necesitaba para ser atendido adecuadamente ya consumia esa cifra. Y tambien tenia que sufragar numerosos gastos. Sin ir mas lejos, esa misma semana habia encargado un florete nuevo, con la empunadura guarnecida con perlas y filigrana de plata y el acero mas flexible que podia obtenerse en todo Paris. Tenia mas de una docena aunque jamas habia usado ninguno, pero se lo habia visto al duque de Verlain y no se resistio a encargar otro igual. Ademas, le tenia prometido a Madame de Faberge un relicario de marfil para sustituir el que rompieron cuando la volco un tanto impetuosamente sobre la comoda de su dormitorio. En puridad, no creia que Madame de Faberge tuviese queja de su comportamiento, no le habia puesto el mas minimo reparo y se habia mostrado la mar de satisfecha, pero el original era una pieza exquisita y le habia sabido mal no haber tenido un poco mas de cuidado. --?Dinero? Voy a darte una mala noticia, sobrino. No pienso darte un franco mas. El rostro de Louis se contrajo. Una cosa era hacer una gracia y otra bromear sobre algo tan serio. --No entiendo de que me hablais, tio. --No lo entiendes, ?eh? --gruno el viejo Eustache--. !El senor de Vailles me dijo que te habia pedido audiencia por tres veces este mes para tratar sobre los arrendamientos y que se habia pasado toda la manana esperando a que lo recibieses! Louis hizo memoria. Recordaba fugazmente al senor de Vailles, un hombrecillo insignificante que vestia de negro y le hablaba de quintales de trigo y fanegas de terreno. Si llego a concertar con el audiencia alguna, habia quedado olvidada y habia preferido dormir hasta que el sol estaba bien alto en el cielo. Si al levantarse se encontro con que su ayuda de camara le anunciaba que se habia marchado tras esperarlo en vano, no lo habia lamentado. Ahora recordaba tambien que el tal Vailles venia especialmente recomendado por su tio. Una contrariedad.

  • El rastro de su voz de Antonio J. Sanchez

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    Una fria tarde de 1945 Martin llega a San Nicolas, un hogar para ninos huerfanos con trazas de mansion embrujada donde permanecera hasta que su madre se cure de una tuberculosis. Antes de marcharse, ella le hace valedor del mayor de sus tesoros: El Rastro de su Voz, un pequeno disco de pizarra que cambiara su vida para siempre. Martin pronto descubre que la herencia de su madre es algo mas que un trozo de plastico, una cancion maldita que le arrastrara durante anos por un laberinto de secretos y mentiras, y por la que un misterioso coleccionista de objetos unicos esta dispuesto a pagar toda una fortuna.

  • Casanova de Katy Evans

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    El chico del que no deberias enamorarte Tahoe Roth es un seductor. Un chico malo. Nunca pasa dos noches con la misma mujer y, aun asi, no puedo evitar sentir algo por el. Pero Tahoe no quiere nada conmigo. Solo somos amigos. Sin embargo, cuanto mas tiempo pasamos juntos, mas me confunde. Y estoy segura de que acabara por romperme el corazon.

  • Hijos de la Stasi de David Young

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    Ganador del CWA Historical Dagger Award en 2016, el mas prestigioso premio para novela policiaca historica del ambito anglosajon Libro del mes por la seccion de novela negra del Times.

  • Nada esperes de manana de Edson Soares

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    UNA NOVELA BRUTAL Y EMOCIONANTE.CRIMEN, MISTERIO, SUSPENSE, SUPERSTICION Y RELIGION.
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    El jefe de policia de una pequena ciudad investiga una serie de crimenes el dia 12 de diciembre de 2012 (12-12-12), vispera del supuesto <> prenunciado por el calendario maya. Pero todas las personas del lugar parecen ocultar secretos terribles.
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    GENERO
    La novela tiene una mezcla de drama, romance, thriller psicologico, con escenas de humor, erotismo y realismo fantastico. Es esencialmente una novela negra, panoramica, al estilo del destacado escritor noruego Jo Nesbo.
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    PALABRAS CLAVES
    Crimen, misterio, suspense, supersticion, traicion, apocalipsis, fin del mundo, religion, conflictos familiares, ciudad ficticia, America Central, Caribe.
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    TEMAS
    Aborda varios temas actuales como violencia de genero, homosexualidad, conflictos familiares, injusticia social, aborto, abuso de poder economico, etc.La trama tiene muchos personajes, muchas voces, muchos episodios, diversos puntos de vista, pero el eje principal es muy convencional (asi como en las novelas de Nesbo): la investigacion de una serie de crimenes en el dia 12 de diciembre.
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    ESTILO
    Con un estilo audaz y creativo (que mezcla las caracteristicas propias de la novela negra con el lenguaje periodistico, cinematografico, teatral, radiofonico y de graphic novel), el autor va cruzando la vida de los diversos personajes en un verdadero rompecabezas.

  • La sombra de la Ruta de la Seda de Colin Thubron

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    El viajero experimentado emprende la ruta. Cuarenta anos atras visito algunos de los lugares, asi que ciertos tramos del camino los conoce ya. Si, le resultan familiares pero a la vez distintos, pues los tiempos ahora son otros, otros los regimenes que los gobiernan, otros los terrores. El tambien era una persona diferente.

  • Si yo te contara de Mayte Pascual

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    Voy a vomitar, voy a vomitar, voy a vomitar...>>. --?Te encuentras bien, Nel? Alejo me saca de mis ensonaciones desquiciadas. Trago saliva e intento enfocarlo con un gesto de fingida profesionalidad. --???Yooo??? Perfectamente. --Vale. Lo que tu digas. --?Han llegado ya? --Aun no, pero no te preocupes. He hablado con Pedro y nos avisara cuando entren. <>. Alejo adivina mis pensamientos. --El guardia de seguridad, Pedro. --Perfecto. Avisame, por favor. En cuanto Alejo sale de mi despacho, me hundo en la silla. Estoy en un tris de meterme debajo de la mesa y no hacer acto de presencia hasta manana, pero estoy decidida a mantener el tipo como pueda. Rebusco en el primer cajon de la mesa y encuentro las pastillas que compre el ano pasado cuando tenia una gripe horrible que deberia haber pasado en cama. No hay ni rastro del ibuprofeno, asi que tendran que servir. Me tomo dos con un trago de Coca-Cola helada y noto cada una de las burbujas como cristales clavandose en mi garganta. No habia otro dia. No habia dias en la semana, en el mes, en el ano. Solo podia ser el dia despues de la cena de Navidad de la empresa el elegido por los socios del bufete para convocarnos a una reunion de grupo y tratar los objetivos del proximo ano. --!Ya estan aqui! !Estan en el ascensor! Alejo entra como un loco en el despacho y estoy a punto de tirarme toda la CocaCola encima. --!!Joderrrrr!! --Lo siento, lo siento, lo siento... --Se acerca a mi como una moto y comienza a revisarme el jersey que, como no, hoy he decidido que sea blanco--. No, no hay ni gota, no te preocupes. --Me observa frunciendo el ceno--. ?Seguro que estas bien? --Mira, Alejo, carino... --Intento hablar calmadamente y no perder los nervios--. Si vuelves a preguntarme eso, te juro que el que no estara bien seras tu. --Vale, vale, estas genial, lo pillo. --Alejo resopla y su flequillo se mueve teatralmente--. Espero que estes tan genial con los jefes y no con esa mala leche que te gastas, hija. --No te preocupes. Igual cuando acabe la reunion no me tienes que aguantar mas y me voy a mi casita a vivir del Estado... --Dices unas tonterias, nena... Justo cuando Alejo esta haciendo el mono en medio del despacho, la puerta se abre sin avisar. --Buenos dias, Penelope. --Marcos nos mira sin mostrar ninguna expresion. Echa un vistazo a mi companero y lo saluda con un gesto casi imperceptible--. Alejo. Cuando querais pasamos a la sala de juntas. --Claro que si, ahora mismo vamos. --Cojo todos los documentos que tenia preparados y voy hacia la puerta, aprovechando el camino para darle un empujon a Alejo, que se ha quedado petrificado. Me encantaria arrancarle la cabeza ahi mismo, pero me limito a lanzarle una mirada de grado diez, que recibe con gesto de panico. Correteamos por el pasillo detras de Marcos como sus perritos falderos y entramos en la sala de juntas los ultimos. Como no. --Buenos dias a todos. --Marcos espera a que Alejo y yo estemos sentados mientras los demas nos miran disimuladamente. Y yo me siento la mas gilipollas del mundo. Se positivamente que es muy probable que tenga los mismos coloretes que Heidi--. En primer lugar, nos queremos disculpar por no haber podido asistir anoche a la cena anual, pero acabamos de volver de Bruselas. Miro a Jacques y a Beltran, pero los dos tienen la misma expresion que Marcos: ninguna. No se si va con el puesto o si cuando tienes tanta pasta te da un aire y te conviertes en un muneco de cera, pero jamas he visto tres caras tan inexpresivas. --Por otro lado, hemos estado analizando todos los expedientes de este ano y, aunque no podemos negar que los resultados han sido muy buenos, queremos que los proximos doce meses sean, cuanto menos, excelentes. No puedo evitar mirar de reojo a Maria, que no hace mas que carraspear y tomar sorbos de su botella de agua. A pesar de sus cincuenta y cuatro anos, anoche se quedo con los mas jovenes hasta que no quedo ninguno. Juraria que la ultima vez que la tenia localizada estaba bailando una cancion de JLo con una pajita como microfono. Cuando nuestras miradas se cruzan, no hace falta nada mas. Ya es oficial. Somos dos miembros exclusivos del selecto club de la resaca. --Omar, Maria, Penelope. Nos gustaria hablar con vosotros cuando acabemos la reunion. Nos miramos con cara de terror. Ya esta. Se acabo. Manana mismo empiezo a actualizar el curriculo y a buscar trabajo. O quiza podria montarme mi propio bufete en casa, organizarme a mi ritmo, ir a clases de yoga y darme un tiempo para mi... --Penelope... --!Si! --Estoy a punto de saltar de la silla. Alejo me da en la espinilla con el tacon de su zapato y veo las estrellas. --?Has traido la sentencia Franklin? --Por supuesto. --Me levanto con paso vacilante y se la entrego. Por un momento, creo atisbar en su rostro de cera un gesto burlon que apenas dura un microsegundo. --Gracias. Debo felicitarte por este caso en concreto. Fue un exito rotundo. Sonrio discretamente, sintiendo que todo el mundo me esta mirando. --Muchas gracias, Marcos. Ha sido uno de los casos mas interesantes de mi carrera. Alejo se atraganta intentando aguantar la risa, y anoto mentalmente asesinarlo en cuanto estemos fuera de la reunion. --Por nuestra parte, no hay mucho mas que decir. Unicamente felicitaros las fiestas y desearos un feliz Ano Nuevo, ya que no se aun si tendremos oportunidad de vernos antes. --Igualmente --soltamos al unisono, como alumnos bien educados respondiendo al profesor. En cuanto ellos tres se levantan, todo el mundo sale por la puerta lo mas rapido que puede. Alejo me aprieta el hombro dandome animos y sale el ultimo, cerrando la puerta a su paso. --Bien, chicos. --Siento la tension en el aire y no es solo la mia--. Nos gustaria aprovechar la ocasion de nuestra visita para hablar con vosotros seriamente. Oigo una exclamacion ahogada. Omar se sujeta la cabeza con las dos manos y se que esta a punto de darle un infarto. En eso, Maria y yo tenemos cierta ventaja: nos sentimos tan mal fisicamente que este varapalo no nos hara tanto dano. --Nos gustaria agradeceros los anos y el esfuerzo que habeis dedicado a esta empresa... --Si, blablabla, blablabla, blablabla... Ya esta: se acabo. Vamonos a casita--... Y ofreceros puestos de mayor responsabilidad, que en un futuro muy cercano derive en ser socios de la empresa. <>. Los tres nos quedamos congelados, sin habla y absolutamente anonadados. --?Que habiais pensado? --consigo articular intentando romper el hielo. --Bueno, lo tenemos bastante claro: Maria, laboral; Omar, penal, y tu, el resto, Penelope, con especial interes en tema fiscal. Vaya por Dios. Me acaba de caer el marron mas grande de toda mi carrera profesional. Ahora mismo, el despido no sonaba tan feo. --Por supuesto, iria acompanado de una subida sustancial del sueldo. --Cuenta conmigo. --Se que Maria esta emocionada. Es la mejor abogada laboralista que conozco y va a disfrutar de lo lindo con este trabajo. --Yo acepto encantado, por supuesto. --?Penelope? --Claro, claro que si. --Aun estoy algo abrumada. Y aun tengo ganas de salir corriendo al bano y vomitar--. Estare encantada. Marcos echa hacia atras la silla y se levanta a camara lenta. --Solo queria pediros un poco de discrecion hasta que pasen estas fechas y podamos daros esos puestos de manera oficial. --No hay problema. --Bien, chicos, buen trabajo, a por ellos. Cuando estamos saliendo, aun absorta en la decision que he tomado, Marcos me detiene

  • El ano de la niebla de Begona Abraldes Parrado

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    Aquel mendigo que pedia libros viejos, periodicos atrasados y papeles inservibles dejo de pasar un dia por la puerta de su casa. Muchos anos despues, cuando otras cosas y otras personas habian desaparecido tambien de su vida, Maite se aventuro por las calles inusualmente desiertas de Bilbao, abriendose paso en medio de una espesa e impenetrable niebla, yendo a parar a un extrano edificio a varios kilometros de distancia. No podia imaginar que la aventura que habia vivido con Beltza (?Por que se empeno en llamar Beltza al perro que la acompano en su travesia?) iba a poner del reves su vida. O seria mejor decir que la enderezo, porque alli encontro mucho de lo que creia habia perdido. Y la magia. Encontro la magia, pero una magia de verdad, de la que se explica en los libros de saber herme

  • El tiempo es un canalla de Jennifer Egan

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    En plena crisis de madurez, Bennie Salazar, que en los setenta formo parte de una banda punk y ahora es un alto ejecutivo de la decadente industria discografica, se echa copos de oro en el cafe para recuperar el apetito sexual.Sasha, su asistente, despues de haber viajado mucho y no siempre en circunstancias felices, se trata de su cleptomania con un psicoanalista que viste jerseis estramboticos. En torno a ellos se despliega una variopinta red de personajes, desde una relaciones publicas que intenta lavarle la cara a un general genocida hasta un periodista que ha estado en prision por abusar de una estrella de cine adolescente. Con el rock palpitando en cada una de sus paginas, El tiempo es un canallaes un entramado fascinador que pasa por lugares como Nueva York, San Francisco, Kenia, Napoles o el desierto de California, y cubre un periodo que va de los anos setenta hasta el 2020. La mirada punzante de Jennifer Egan auna lo comico y lo tragico, y consigue que los fragmentos de tiempos y espacios dispersos converjan en una novela polifonica e innovadora que recurre a tecnicas narrativas insolitas para acabar trazando un lucido retrato de la era digital.

  • Dos gatos y el misterio del mercado de la cebada de C. R. Martinez

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    La accion arranca en una polleria en Madrid, donde Consuelo, una viuda de 62 anos, descubre una cara misteriosa en el suelo de su tienda. ?Es una aparicion religiosa? ?Un complot de la mafia de los polleros? ?O incluso un fantasma? ?Es posible que un cambio en el pelaje de su gato tenga algo que ver con todo esto? Su hallazgo la lleva a un viaje inesperado lleno de sorpresas y descubrimientos extraordinarios.

  • Bajo el arbol de los toraya de Philippe Claudel

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    Los toraya viven en la isla Celebes. Son un pueblo cuya existencia esta obsesivamente marcada por la muerte. Cuando fallece un toraya, la organizacion de su funeral se prolonga durante semanas, meses, a veces anos. Lo deseable es que asistan a la ceremonia todos los parientes del difunto, lo que puede suponer miles de personas desperdigadas por el archipielago indonesio, o incluso fuera de el. El viaje, el alojamiento y la alimentacion corren a cargo de sus familiares, que con frecuencia deben contraer fuertes deudas para poder respetar la tradicion. Para hospedar a los invitados se construyen casas de madera finas y graciles como barcas. En prevision de los banquetes se compra ganado. Se sacrificaran cerdos y bufalos para acompanar al difunto. Durante todo ese tiempo se conserva el cuerpo de quien aun no es considerado un muerto, sino un enfermo, un to masaki, en la lengua de los toraya. La tumba en la que sera inhumado se excava directamente en la roca de ciertos acantilados sagrados. En esos sepulcros en forma de nicho descansan los restos de los miembros de una misma familia, custodiados por idolos de madera. Al cabo de un tiempo, los ataudes se pudren y se abren. Los huesos quedan esparcidos por el suelo, mezclados con la tierra y las hojas. En la primavera de 2012 recorri la tierra de los toraya. En su isla, que aun no conocia, volvi a encontrar lo que siempre me ha gustado de Indonesia: sus gentes tranquilas y risuenas; sus paisajes ondulantes, a veces escarpados, con su muestrario infinito de verdes, desde el mas claro hasta el mas mate; su cielo, que puede ser amplio y azul y volverse vertical al dia siguiente, un collage de altas nubes de plomo que revientan de pronto para dejar caer una lluvia calida sobre bosques, caminos y arrozales; sus noches, que llegan temprano, repentinamente, y desencadenan un aquelarre de insectos y lagartos; el placer de tomarse una cerveza helada mientras saboreas un nasi goreng o unos sates de cabra en una acera, sentado en una silla de plastico pensada para un gnomo, o el de fumarse un kretek con aroma a nuez moscada y canela. Cerca de un pueblo toraya situado en un claro, me mostraron un arbol peculiar. Imponente y majestuoso, se alza en una pendiente del bosque, a unos cientos de metros de las casas. Es una sepultura reservada a los ninos de muy corta edad, fallecidos durante los primeros meses de vida. En el tronco del arbol se excava un hoyo. En su interior se deposita el pequeno cadaver envuelto en una sabana. El sepulcro lenoso se cierra con un entramado de ramas y tela. Lentamente, con el paso de los anos, la madera del arbol vuelve a cerrarse y guarda el cuerpo del nino en su propio y enorme cuerpo, bajo su corteza soldada de nuevo. Comienza entonces el viaje que lo elevara poco a poco al cielo, segun el pausado ritmo del crecimiento del arbol. Nosotros enterramos a nuestros muertos. O los quemamos. Nunca se nos habria ocurrido confiarselos a los arboles, aunque no nos faltan bosques ni imaginacion. Pero nuestras creencias se han vuelto vacias, carentes de eco. Perpetuamos rituales que a la mayoria nos costaria mucho explicar. Nuestro mundo vive de espaldas a la muerte. Los toraya la han convertido en el centro del suyo. ?Quien tiene razon? Esa misma noche, mientras bebia cervezas y fumaba kreteks en el balconcito de mi habitacion del hotel, volvi a pensar en el arbol, en su madera, alimentada por huesos fragiles y carne desaparecida. Abajo, unas ancianas estadounidenses reian a carcajadas mientras acababan de cenar en la terraza del restaurante. Me habia cruzado con ellas al regresar al hotel. Iban calzadas con deportivas rosa y vestian pantalones caqui de explorador llenos de bolsillos, camisas de algodon y chalecos de reportero de guerra. Sus cabezas estaban coronadas por cabellos blancos, malva y, en algun caso, violeta. Todas tenian la misma nariz rehecha, los mismos ojos estirados, los mismos labios rellenados. Habian alcanzado el tramo final de sus vidas, pero sus rostros exhibian los rasgos abstractos y esquematicos caracteristicos de las jovenes artificiales, todas identicas. Parecian munecas escapadas de una tienda que vendiera articulos monstruosos a no se sabe que clientela. Pense en todas las estrategias inutiles que aplicamos a nuestros cuerpos para enganar al tiempo y a nuestros miedos. Frente a mi, en la noche indonesia, mientras disfrutaba del aroma de los cigarrillos, adivinaba las siluetas mas claras de los bufalos que, de pie en medio de los arrozales, dormitaban con la cabeza inclinada hacia el barro. La llovizna y una tenue bruma caian sobre sus cuerpos inmoviles. Parecian de otra epoca. Los sentia medio borrados. Pense en la desaparicion. En la llegada al mundo. En esa danza incoherente, unas veces hermosa y otras grotesca, que es nuestra vida. Tambien en nuestro fin. Los sapos parloteaban. Unos murcielagos enormes libraban un duelo silencioso por encima de mi cabeza. Habia cumplido cincuenta anos tres meses antes. ?Significaba eso algo? Como de costumbre, tenia un libro al lado. Esa noche era El viaje nupcial, de Ismail Kadare, que releo al menos cada dos anos. Es una historia muy hermosa de promesas, muerte, fantasmas y cabalgadas. Y de invierno, la estacion del ano en la que siempre he sentido que me convierto en quien soy realmente. Tenia un cuaderno y una pluma --comprada mas de diez anos atras en un mercado de Saigon-- que hace honor a su nombre, porque es muy ligera. Ya no recuerdo si tome notas mientras pensaba en el arbol y su corteza cerrada sobre los cuerpecillos invisibles. No estoy seguro: a veces, donde mejor se escribe es en la propia cabeza. Estaba entre dos peliculas, en ese dificil momento en que uno se cuestiona lo que hace y se pregunta si merece la pena hacerlo, si tiene algun sentido. Cuando uno esta aun menos seguro de si debe continuar. Mi ultimo largometraje habia obtenido una tibia acogida. El publico no habia abarrotado las salas. Habia corrido mejor suerte en el extranjero, en la decena de paises en los que se habia estrenado y a los que yo lo habia acompanado para responder una y otra vez las mismas preguntas, exhibir la misma sonrisa para los fotografos y encontrarme solo por la noche en la habitacion del hotel, contemplando las botellitas del minibar como si fueran companeras de infortunio. Tras la gira, habia decidido olvidarme de esa pelicula que se habia tragado dos anos de mi vida, pasar pagina en mi interior y marcharme a la isla Celebes con un renovado deseo de imagenes que empezaba a apuntar, todavia vago y borroso, a la espera de una concrecion que pensaba perfilar sin ninguna prisa. Hace mucho tiempo ya que comprendi que no <> las peliculas, sino que son ellas las que nacen de nosotros y toman forma como y cuando les parece. Las ancianas estadounidenses se habian callado. Debian de haber vuelto a sus habitaciones. Me las imagine solas ante el espejo del cuarto de bano, contemplando sus rostros falsos y leyendo su verdadera edad en el fondo de sus ojos tristes. Toda mentira conlleva su amarga caida. Tres dias despues volvi a Francia. En cuanto entre en casa, deje la maleta en el suelo y me bebi un vaso de agua del grifo mirando a mi alrededor. Tenia la sensacion de haber llegado a un pais extranjero. Por supuesto, los olores eran conocidos, pero pertenecian a una estacion y una ciudad de las que me habia ausentado y en las que aun no habia vuelto a encontrar mi sitio. El parquet crujia bajo mis pies. En los alfeizares de las ventanas, las moscas muertas terminaban de apergaminarse colectivamente, con las patas estiradas hacia el techo. Seguia considerandome alguien corriente y a la vez exotico. Seguia teniendo en la boca el peculiar sabor de los kreteks. Sin embargo, oia en lo alto sonidos familiares, en especial el piano desafinado del senor Bellagar, el vecino del octavo, un anciano medio ciego cuyo rostro y encorbatada elegancia me recuerdan un poco a Jorge Luis Borges y que se pasa horas tocando melancolicas melodias de la Europa central. Di una vuelta por las habitaciones, lo que se hace pronto, porque solo son tres, y escuche los mensajes acumulados en el contestador, que parpadeaba en una mesita del salon, al lado de la fotografia de Florence, mi ex mujer, que me sonreia. Entre ellos descubri el

  • Fuego irlandes (Corazones irlandeses 1) de Nora Roberts

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    Adelia Cunnane permanecia asomada a la ventanilla, sin ver el magico manto de nubes que se extendian mas abajo. Algunas formaban montanas, otras glaciares, estrechandose y alisandose en lo que semejaba un lago cubierto de hielo. Sin embargo, pese a tratarse de su primer viaje en avion, Adelia no encontraba el panorama nada inspirador. Su mente estaba plagada de dudas e incertidumbres, unidas a una intensa punzada de nostalgia por su pequena granja de Irlanda. No obstante, tanto la granja como Irlanda estaban ya muy lejos, y cada minuto transcurrido acercaba mas a Adelia a America y a personas desconocidas. Penso, con un suspiro de resignacion, que no se hallaba adecuadamente preparada para hacer frente ni a una cosa ni a la otra. Sus padres habian muerto en un accidente de camion, dejandola huerfana a la tierna edad de diez anos. En las semanas siguientes al fallecimiento de sus padres, Adelia habia flotado a la deriva en la niebla de la conmocion, refugiandose en si misma para resistir la agonia de la separacion; para soportar la sensacion, extrana y aterradora, de abandono. Poco a poco, fue erigiendo un muro en torno a su dolor, y se consagro al trabajo de la granja con la dedicacion de un adulto. Lettie Cunnane, su tia paterna, se habia hecho cargo de la nina y de la granja, cuidando de ambas con mano firme. Tenia buen fondo, pero era poco carinosa; por anadidura, carecia de la paciencia o el talante comprensivo necesarios para sobrellevar a una chiquilla imprevisible y, a menudo, tempestuosa. La granja habia sido lo unico que tenian en comun, y la mujer y la nina habian construido su relacion a partir de la fertil tierra y las horas de trabajo que esta requeria. Habian vivido y trabajado juntas durante casi trece anos; posteriormente, Lettie sufrio una paralisis, y Adelia se vio obligada a repartir su tiempo entre las tareas de la granja y el cuidado de una invalida. Adelia habia pasado los dias y las noches librando una decidida batalla para hacer frente a unas responsabilidades cada vez mayores. Sus enemigos habian sido la escasez de tiempo y de dinero. Cuando, al cabo de seis largos meses, volvio a quedarse sola, Adelia bordeaba la desesperacion. Su tia habia muerto y, a pesar de que ella habia trabajado incesantemente, la granja tuvo que ser vendida para sufragar los impuestos. Adelia habia escrito a su unico pariente vivo, Padrick, el hermano mayor de su padre, que habia emigrado a America veinte anos antes, para informarlo de la muerte de su hermana. Su respuesta habia sido inmediata. En una carta afectuosa y llena de carino, habia pedido a Adelia que se fuera a vivir con el. La ultima frase de la misiva era una orden escueta y amable: <>. De modo que Adelia habia empacado sus pertenencias, vendiendo o regalando lo que no podia llevarse consigo, y se habia despedido de Skibbereen y del unico hogar que habia conocido... Un subito movimiento del avion saco a Adelia de sus recuerdos. Se recosto en el respaldo acolchado del asiento, recorriendo con los dedos la pequena cruz de oro que siempre llevaba al cuello. No le quedaba nada en Irlanda, se dijo, combatiendo el hormigueo de su estomago. Todo lo que amaba habia muerto, y Padrick Cunnane era su unico pariente vivo, el unico nexo de union con lo que antano habia tenido. Adelia reprimio una subita oleada de miedo. America, Irlanda... ?que diferencia habia? Movio los hombros con inquietud. Se las arreglaria. ?No lo habia hecho siempre? Estaba decidida a no ser una carga para su tio, aquel hombre impreciso y lejano a quien solo conocia de sus cartas, pues lo habia visto por ultima vez cuando tenia apenas tres anos. En America encontraria trabajo, se dijo, quiza en la granja de caballos que su tio habia mencionado a menudo en su correspondencia. Adelia poseia una habilidad innata para trabajar con animales, y habia asimilado vastos conocimientos de veterinaria en sus anos de experiencia. Su pericia era tal, que a menudo solian requerir su ayuda en partos dificiles o para coser alguna herida. Era fuerte, a pesar de su baja estatura; ademas, recordo cuadrando los hombros inconscientemente, era una Cunnane. Seguramente, se dijo con mas confianza, habria un lugar para ella en Royal Meadows, donde su tio trabajaba como adiestrador de caballos purasangre de carreras. No habria campos que arar ni vacas que ordenar, pero se ganaria el pan aunque fuese fregando suelos. Una vez que el avion hubo tomado tierra, Adelia desembarco y se adentro en la terminal de Dulles, Virginia, donde se quedo boquiabierta ante el caos reinante, fascinada por la escena, confusa por el chapurreo de idiomas extranjeros y la abigarrada mezcla de gente. Se fijo en una familia de indios del Este, ataviados con sus indumentarias nativas. Luego se giro para observar a dos quinceaneros, con vaqueros desgastados, que paseaban de la mano, seguidos de un ejecutivo de mediana edad con un maletin de piel en la mano. Luego, en el vestibulo, miro alrededor con la esperanza de ver alguna cara conocida. Todo el mundo parecia tener prisa, penso. Un cuerpo podia perderse bajo los pies de aquella multitud frenetica y no aparecer nunca mas... --!Dee! !Pequena Dee! --Un hombre se acerco presuroso a ella. Era fornido y compacto, con una rizada mata de cabello gris, y Adelia atisbo brevemente unos ojos azules como los de su padre, antes de verse envuelta en un calido y fuerte abrazo. Se le ocurrio que hacia siglos que nadie la abrazaba asi. --Pequena Dee, te habria reconocido en cualquier parte --el hombre se retiro para mirarle la cara, con los ojos empanados y una sonrisa tierna--. Es como estar viendo de nuevo a Kate. Eres la viva imagen de tu madre. Siguio contemplandola mientras ella trataba de recuperar la voz, su mirada posandose en el lustroso cabello castano rojizo que caia en relucientes ondas sobre sus hombros; en los grandes y profundos ojos verdes de largas pestanas; en la nariz respingona y la boca de labios carnosos que tia Lettie habia descrito como <>. --Eres una autentica belleza --dijo el por fin, con un suspiro de puro placer. --?Tio Padrick? --inquirio Adelia, sintiendo que una multitud de preguntas y de emociones se agolpaban en su interior. --?Y quien voy a ser, si no? --Padrick la miro con ojos llenos de amor y de alegria, y las dudas, los miedos y los interrogantes de ella se desvanecieron en una oleada de jubilo. --Tio Padrick --susurro al tiempo que le rodeaba el cuello con los brazos. Mientras viajaban por la autopista, tras salir del aeropuerto, Adelia miro en torno con asombro. Nunca habia visto tantos coches, todos ellos corriendo a una velocidad vertiginosa. Todo se movia muy deprisa, y el ruido, se maravillo Adelia en silencio, era suficiente para despertar a los muertos. Moviendo la cabeza, empezo a bombardear a su tio con preguntas. ?Estaba muy lejos el lugar adonde iban? ?Todo el mundo conducia tan deprisa en America? ?Cuantos caballos habia en Royal Meadows? ?Cuando podria verlos? Las preguntas relampagueaban en su mente y a traves de sus labios, y Paddy las respondio pacientemente, antojandosele el sonido de su voz dulce como una brisa estival. --?Y en que voy a trabajar? El aparto los ojos de la carretera un momento para mirarla. --No hara falta que trabajes, Dee. --Pero, tio Paddy, tengo que hacerlo --discrepo Adelia girandose hacia el--. Puedo trabajar con los caballos; se me dan bien los animales. Las cejas espesas de Paddy se unieron, formando un dubitativo ceno. --No te pedi que vinieras para trabajar --antes de que ella pudiera protestar, siguio diciendo --: y no se que pensaria Travis si contrato a mi propia sobrina. --Hare cualquier cosa --Adelia se retiro su cabello castano--. Cepillar los caballos, limpiar los establos, acarrear heno... Lo que sea. Por favor, tio Paddy. Me volveria loca en una semana si no tuviera nada que hacer. Su mirada gano la batalla, y Paddy le apreto la mano. --Bueno, ya veremos. Tan absorta habia estado en la conversacion y en el fascinante flujo del trafico, que perdio la nocion del tiempo. Cuando Paddy tomo un camino particular y detuvo el coche, Adelia contemplo los alrededores con una nueva sensacion de maravilla. --Royal Meadows, Dee --anuncio Paddy con un gesto--. Tu nuevo hogar. La entrada del largo y sinuoso camino estaba flanqueada por dos grandes pilares de piedra, y arbustos tachonados de incipientes flores se extendian a lo largo del sendero, hasta donde Adelia alcanzaba a ver. Un verde manto de hierba alfombraba las suaves colinas, y los caballos pacian perezosamente a lo lejos

  • Circulo diabolico de Javier Nunez

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    El camino por el que avanzaba era polvoriento y estaba alejado de la civilizacion. No era la primera vez que lo pisaba. A diferencia de los cuatro desconocidos con los que iba a reunirse en el claro que habia un poco mas adelante, Jorge sabia que aquello no seria ningun inocente juego esoterico. Guzco era real. Tan real como las historias que se contaban sobre el y su irrefrenable atraccion por el miedo.

  • Cuando la Luna llora de Chiki Fabregat

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    Tras la muerte de la abuela de Cora, la familia se traslada a vivir a Covanegra, un pequeno pueblo semiabandonado con fama de maldito y cargado de leyendas. De golpe, Cora se ve obligada a dejar atras toda su vida, su universo en la gran ciudad: deja su instituto, a su mejor amiga, a su novio No entiende que sus padres hayan optado por vivir en un lugar que expulso a su abuela tachandola de bruja, asi que se empenara en hacerles cambiar de opinion. Sin embargo, no es tan facil escapar del embrujo de Covanegra. Cuando sale la luna, comienzan los suenos, y las pesadillas.

  • Parany per a una noia de Sebastien Japrisot

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    Que un hom sigui l’unic testimoni del propi crim no te res de particular: vol dir que compleix una de les condicions que el fan perfecte. Ara: si les coses es compliquen fins a l’extrem que la victima i l’assassi es confonen, hom comenca a anguniejar-se seriosament. I quan, si aixo fos poc, la persona en questio resulta que es al mateix temps l’investigador del crim que va cometre i que sofri, la cosa es posa roent. Pero, es possible? <>, la millor novel*la policiaca publicada l’any 1962 a Franca, us ho dira.

  • Complacer al principe (La hermandad de los bastardos 2) de Sabrina Jeffries

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    La bella lady Regina Tremaine ha rechazado a tantos pretendientes que todo el mundo la llama La Belle Dame Sans Merci. La verdad, sin embargo, es que no quiere casarse porque encubre un terrible secreto. No obstante, no ve ninguna razon por la que su hermano no deberia cortejar a la adorable Louisa North, incluso cuando el hermano de esa muchacha, el ignominioso vizconde Dragon, no acepta la relacion.Marcus North, el vizconde, hijo bastardo del Principe de Gales, tiene fama de ser un monstruo que mantiene a mujeres cautivas en su lugubre castillo, con las que hace lo que le place. Durante muchos anos ha vivido exiliado de la alta sociedad, pero cuando lady Regina le pide que acceda a que su hermano festeje con Louisa, Marcus le propone un torrido pacto: su hermano podra hacer la corte a Louisa si Marcus puede festejar con ella.

  • La solucion autoinmune de Amy Myers

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    En La solucion autoinmune la doctora Amy Myers, prestigiosa y senera figura de la medicina funcional, expone su enfoque, clinicamente probado, destinado a prevenir e invertir la evolucion de una amplia gama de sintomas y enfermedades asociados a la inflamacion, tales como alergias, obesidad, asma, enfermedad cardiovascular, fibromialgia, lupus, sindrome del intestino irritable o cefaleas cronicas.

  • Tension Mecanica de Jorge Borges

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    El taller mecanico de Dani era el mejor de Santa Fe, sin dudas los mas experimentados profesionales se encontraban ahi y por supuesto todos lo tenian como primera opcion a la hora de llevar su coche a una revision. Pero, las cosas iban mas alla de eso. En el ultimo ano las filas de coches llegaban hasta la esquina y eso era a diario, algo que le gustaba mucho a Dani, pero, que habia causado molestia en el resto de la competencia, puesto que algunos clientes cambiaron de taller al que ahora era el mas exitoso. Claro, que a nivel de marketing y ventas se veia asi, pero, cuando se veia la situacion mas de cerca se podia notar con exactitud lo que estaba sucediendo ahi. El publico era en su mayoria chicas que realmente no iban por una falla muy grande o por algo importante, de hecho a veces iban a solo revisar la presion de las llantas o a ver una pequena falla que no era urgente, el punto es que necesitaban ver al mecanico mas apuesto y sexy de toda la ciudad y su alrededores. Esa era la razon principal. Lo cierto es que gracias a ese fenomeno pasaban dos cosas interesante. Lo primero era que cuando el negocio se veia tan lleno atraia a mas clientes y lo segundo es que los ingresos cada vez eran mas grandes, Santa fe era una zona donde vivia gente muy acaudalada y a esas chicas no les importaba lo que tuvieran que pagar por ver a ese hombre y quiza, si corrian con suerte, podrian concretar una cita o algo mas. Para el resto de los mecanicos tambien era algo agradable, que aunque no fuese con ellos, mirar a esas hermosas mujeres que siempre iban muy bien arregladas y dispuestas a todo. Dani por su parte no veia mas que el exito del taller y entonces dejo a su mecanico estrella para atender a las chicas durante el dia, era un trabajo bastante facil y ademas del pago semanal, que por cierto era el mejor de todos los talleres de la ciudad, obtenia algunas propinas y por su puesto una chica cada fin de semana, era algo realmente bueno, algo que ni en su mejores suenos habia podido concretar. Jorge es el nombre de ese mecanico y Dios de las chicas que llegan a reparar su coche. Era un hombre alto, musculoso y ademas muy atento. El se habia convertido en un sueno para las chicas de la ciudad sin importar su edad ni su situacion sentimental, el era lo que todas querian, el era ese bombon que necesitaban en su cama. Siempre estaba con su uniforme bastante sucio, pero, eso era un atractivo para ellas, era la manera de demostrar parte de su rudeza y la verdad es que lo hacia ver muy sexy. La combinacion de sudor y quiza algo de grasa en sus brazos, manos y rostro lo hacia ver como un galan de la peliculas para adultos. La uniforme cubria la mayor parte de su cuerpo, pero, eso no evitaba que ellas imaginaran mucho mas de lo que podian ver. Las cosas empezaban con su mirada penetrante y muy sensual que las atrapaba desde el primer momento. Eso iba acompanado de un rostro que parecia moldeado por algun artista con las manos de un angel, mas alla, la ropa ajustada hacia un gran bulto en su entrepierna. Todas sabian que detras de toda esa suciedad habia algo muy interesante. Era el hombre mas masculino y atractivo de Santa Fe y los rumores de el se fueron corriendo muy rapido cosa que trajo como consecuencia el exito rotundo del taller de Dani en donde encontraron grande profesionales que trataban los coches como verdaderas joyas. Todo se iba bastante bien y ninguno se quejaba de lo que estaba pasando. Jorge tenia solo un ano en Santa Fe y desde su llegada habia causado sensacion, pero, en un principio no con las chicas. Dani, el dueno del taller, lo contrato un dia cuando llego al negocio y a modo de prueba lo dejo un dia con un coche con el cual todos el resto de su equipo de trabajo habia tenido problemas sin encontrar la falla exacta, pero, para el nuevo parecia algo completamente sencillo. En menos de dos horas Jorge habia resuelto el asunto sin problema, logro hacer lo que ninguno, incluso Dani, habia podido hacer. La verdad es que la manera en que abarco la falla y la forma en que lo resolvio impresiono a todos ahi y sin dudarlo le dieron el empleo, estaria trabajando con ellos desde ese mismo dia. Eso resulto en una gran noticia para Jorge que estaba llegando a Santa Fe en busca de una nueva vida, en busqueda de algo mejor para el. Inmediatamente, con lo que habia ahorrado en sus trabajos anteriores, busco un departamento para rentar y sin buscar mucho consiguio el que seria perfecto para el, la verdad es que sin importar donde escogieras en esa hermosa ciudad, se encontraria con mejores viviendas que las que habia de donde venia. El departamento no tenia muebles ni nada y por supuesto el habia llegado solo con algunos billetes y un poco mas en su cuenta bancaria. Pero, por lo momentos no le importaba si tenia que dormir en el suelo, poco a poco podria comprar las cosas con el sueldo que tenia en su nuevo trabajo. La primera noche ordeno una pizza enorme para el solo y se quedo pensando en muchas de las tantas cosas que tenia por delante, ahora si podia comenzar a hilar un mejor futuro, el que siempre habia querido. No seria facil sacarse de la mente y del corazon todas las cosas por las que paso en su antiguo pueblo, pero, era joven aun y con el tiempo las cosas serian mejores para el. El hombre venia de un pueblito muy pobre a unas cuatro horas de Santa Fe, la verdad es que cada dia trabajaba y rezaba para salir de ahi y estar lejos tanta delincuencia y malas personas, necesitaba dejar de preocuparse porque una bala perdida entrara a su casa despues de un enfrentamiento entre bandas, necesitaba alejarse lo mas posible de todas esas cosas que lo maltrataban psicologicamente y no lo dejaban vivir realmente. Jorge era un hombre fuerte a nivel mental y fisico, pero, hasta el mas rudo necesitaba algo de paz en algun momento. Las cosas en ese lugar eran insoportables, desde siempre fueron asi. El se formo en la escuela principal y logro graduarse, pero, despues cuando intento ir a la universidad, no pudo hacerlo, puesto que en uno de esos enfrentamientos entre bandas perdio a sus dos padres que venian de trabajar juntos aquel fatidico dia cuando las balas los alcanzaron y entonces les sego la vida. Entonces Jorge se quedo completamente solo con su hermanito de 4 anos y tuvo que comenzar a trabajar desde ese mismo dia para que pudieran subsistir y desde ese momento su sueno de estudiar arquitectura se desvanecia completamente. La situacion para el fue bastante dificil, pero, todo lo hacia para su hermano lo tuviera todo, no importaba nada mas. Nunca estuvo preparado para algo asi y menos con solo 18 anos. Pero, la vida y las situaciones lo llevaron a eso, y no tenia otra opcion, aprendio muchas cosas en el camino que lo ayudaron a trazar un plan de vida a largo plazo. Ademas lo estaban preparando para uno de los momentos mas dificiles que le pudiera tocar, algo en lo que nunca penso. Una de las cosas mas importantes para el fue cuando comenzo a trabajar en un pequeno y pobre taller mecanico en el centro del pueblo donde vivia. En un principio no sabia nada sobre coches o motores, pero, poco a poco las cosas fueron cambiando para el, pues no solo se hacia un experto en la materia sino que ademas se enamoraba de todo lo que significaba la mecanica automotriz. Definitivamente Jorge habia nacido para eso y cada dia se sentia mas identificado con lo que hacia, solo su hermanito era mas importante para el, y lo mejor es que le pagaban por hacer lo que le gustaba, de hecho nunca lo vio como un trabajo sino como una pasion. Conforme pasaba el tiempo, el se iba acostumbrando a su nueva vida, a ser mas responsable y se sentia un poco mas desahogado ya que tenia un empleo con un sueldo fijo que lo ayudaba con todas las cuentas. Pudo conseguir a una senora que cuidara a su hermano mientras el trabajaba, la ventaja es que vivia muy cerca de la casa y se quedaba hasta la hora que llegara, no importaba cual, la senora era muy servicial y ademas necesitaba el dinero que Jorge le pagaba por sus servicios. Su vida era una total rutina, pero, la verdad es que li disfrutaba al maximo, tanto como podia. Su unica distraccion era el momento en que hacia ejercicios en un gimnasio improvisado en la calle que estaba justo frente al taller. Cada tarde, al salir del trabajo, se dedicaba una o dos horas a un entrenamiento fuerte y decidido que le fue dando un cuerpo muy musculoso con el paso del tiempo. Los anos pasaron y Jorge seguia en el mismo trabajo y ahora con un hermano mas grande que ya iba solo a colegio y se mantenia en casa sin dar muchos problemas. Una tarde viajo con su jefe a Santa Fe a entregar un coche al que se le estaba haciendo un trabajo bastante importante, era de un cliente muy adinerado y solo necesito de unos minutos para enamorarse de aquella ciudad, era algo completamente nuevo para el que por primera vez salia de su pueblo, no se imaginaba como eran las cosas afuera mas que por lo que veia en las peliculas, pero, estar en una ciudad tan bonita y limpia le abrio los ojos. Desde ese momento no quiso otra cosa mas que ir a vivir alla, donde todos su suenos se podrian hacer realidad, se iria con su hermano y le daria una nueva vision del mundo. Pero, para lograr todo eso tendria que trabajar mucho mas, tendria que dar todo de si y ahorrar mucho dinero. Jorge estaba dispuesto a todo, pero, las cosas no se le dieron muy bien en un principio cuando comenzo a salir con mujer y descubrio que se le hacia muy facil tener a la que quisiera, las chicas se convirtieron en una especie de droga para el y entonces lo retraso en su necesidad de irse de ahi. Ahora las cosas eran diferentes porque a pesar de que sonaba con irse a la gran ciudad, no podia despegarse de la chicas que lo rodeaban, era imposible para el dejar todo lo que estaba cultivando en su propia tierra, seria una locura dejar a todas esas chicas que se morian por el. Cada noche tenia a una diferente si asi lo deseaba, las buscaba en cualquier lugar y el resultado era el mismo, se sentia como el hombre mas afortunado del mundo y siguio sacandole provecho a todo eso, pero, por otro lado seguia manteniendose en ese lugar tan peligroso y lleno de cosas malas, seguia estando en la misma casa en la que no queria estar realmente. Una noche salio y volvio a casa temprano con una nueva presa. Era una jovencita maravillosa y muy hermosa y ademas tenia un cuerpo extraordinario. Algo que el nunca habia visto por la zona. Ella habia quedado completamente enamorada de Jorge desde el primer momento en que lo conocio y estaba decidida a dar el todo por el todo para poder quedartelo para siempre, la chica no queria sol una noche, lo necesitaba para siempre. Las cosas se dieron de maravilla esa noche. Jorge la follo con mucha pasion y dejandola con ganas de mas, la chica pedia a gritos que la complaciera sin para y por supuesto el no se quedaba atras, la efusividad y la manera de hacer las cosas por parte de esa nueva conquista, lo llevaba a los extremos del deseo. Cuando amanecio ella estaba en una cama solitaria y no veia a Jorge por ningun lado, entonces se levanto y se enrollo una sabana alrededor para salir a buscar a su nuevo novio, al que ella queria para toda la vida. El hombre estaba en la cocina y hacia algo que parecia ser el desayuno. La chica lo miro y quedo completamente anonadada con su musculosa espalda que cada vez que la veia parecia mas ancha y atractiva. Ella se acerco con cuidado y lo abrazo sorpresivamente, pero, el no reacciono de la manera en que lo esperaba. Fue un tanto esquivo. -- Buen dia. Pense que despertaria a tu lado. -- Debo irme al trabajo. Salio algo urgente. -- Entiendo. ?Puedo esperarte aqui mientras llegas? La pregunta parecio mas que nada ofensiva para Jorge quien volteo de inmediato y la miro fijamente a los ojos. -- ?Esperarme aqui? No. Debes irte a tu casa. -- Pero, anoche... Yo pense... -- Disculpa... Jorge olvido el nombre de la chica, pero, de igual manera siguio. --... pero, a pesar de que todo estuvo muy genial anoche, es algo que ya quedo en el pasado. No estoy buscando una relacion Ella lo miro asombrada. La chica se habia armado una historia en su mente que iba completamente alejada de la realidad. -- Acepte a estar contigo solo porque pense que esto seria algo serio. -- !Por Dios, te conoci anoche! ?Como pensaste algo asi? -- !Eres un idiota! -- Vamos a ver... Primero que nada, calmate. El intento tomarla por un hombro y llevarla a una silla, pero, ella se movio con fuerza y evito que el la alcanzara. -- !No, Jorge! !Tu me prometiste que...! -- !Oye, no me grites! !Yo no te prometi nada! Anda a vestirte y dejame en paz. -- !Eres un imbecil! La chica se movio con rapidez y lanzo la puerta de la habitacion despues de entrar muy molesta. Jorge solo se limito a mirarla y entonces siguio con lo que estaba haciendo. La verdad es que el no era un mal hombre, pero, tampoco permitiria que nadie le hablara asi y menos en su propia casa. El trato de calmarse un poco y miro por la ventana. Su hermanito venia caminando con las cosas que el le habia mandado a comprar a la tienda de la esquina. Cada vez se veia mas grande, estaba muy orgulloso de el, era la unica familia que tenia. En ese momento la chica salio de la habitacion de la misma manera en la que entro y entonces ni siquiera miro a Jorge al salir. Solo se limito a gritarle: -- !Pudrete, infeliz! Pero, entonces, ella abrio la puerta principal y salio disparada encontrandose de frente con el pequeno hermano de Jorge. La chica lo tropezo tan fuerte el nino perdio el equilibrio y entonces la vida de todos cambio para siempre.

  • Por ti pagaria las consecuencias de Laura Kaestner

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    Dixie Cabbot y Ahmed Tarik se criaron juntos en la campina francesa, cobijados por un parentesco lejano, rodeados de caballos y tradiciones vitivinicolas, y compartieron su primer despertar en el amor, seguros de que estarian juntos para siempre. Sin embargo, el destino les jugo una mala pasada: reclamos familiares, amores escondidos, reproches maritales y un adulterio fueron causantes de su separacion. Veinte anos despues vuelven a encontrarse en las mismas tierras y esta vez el destino les dara la posibilidad de una revancha, de demostrarse que, a pesar del tiempo, todo sigue intacto en el mismo lugar.

  • Delirios de un hombre cuerdo de Leonardo Grinn

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    Los delirios del autor, nos proponen otra miradas con sentido de una realidad agotada por su frenesi del consumo. Textos embriagados de trazos donde las palabras cobran vida.

  • El dueno del mundo (Los Austrias) de Jose Luis Corral

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    Fines de primavera del ano de 1539; Carlos de Austria, emperador de Alemania y rey de las Espanas y de las Indias, se encierra, desesperado por la muerte de su esposa Isabel, en un monasterio cercano a Toledo. Entretanto, sus enemigos amenazan su poder y sus dominios. En Gante, su ciudad natal, los comerciantes se rebelan en protesta por los excesivos impuestos. Los turcos avanzan hacia Europa y ganan posiciones en el Mediterraneo. Los protestantes cuestionan su autoridad.

  • Objetivo Madeleine de Alfredo De Braganza

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    Paris, 1943. Noor, una princesa india convertida en espia aliada para luchar contra los nazis, es apresada y torturada en un edificio del que nadie ha salido con vida. En su poder, la informacion que puede hundir la reputacion del Vaticano y descalabrar el proyecto de Hitler.
    ?Sera capaz de soportar el infierno para cumplir con su mision?

  • Irresistible 4 de Robyn Hill

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    Su cadera se contoneaba de una forma febril, salvaje, provocando en mi cuerpo un estado de continua excitacion. El cuerpo de aquella mujer era fantastico: unas piernas bien torneadas, unos pechos generosos que a duras penas lograba contener el bikini de lentejuelas, y un ombligo muy sexy. Su flexibilidad no dejaba de asombrarme. Tan pronto se sentaba sobre mi regazo, como se levantaba para girarse y ensenarme su trasero; todo en movimientos elegantes y energicos. Trague saliva. Era dificil no caer en la tentacion ante aquel despliegue exuberante y erotico. Su melena pelirroja no cesaba de moverse sobre sus hombros, o sobre su espalda cuando echaba la cabeza hacia atras. A lo lejos sonaba la musica, creando una burbuja de espacio y tiempo en el que ambos nos encontrabamos muy comodos. Ella dominaba la situacion al ser una profesional, mientras que yo era testigo de su maravilloso talento para la seduccion y el baile. Sin darme tiempo a reaccionar, me coloco sus pechos sobre mi cara hasta el punto de imposibilitarme la respiracion. ?Como me ha dicho que se llama?, me pregunte. Debido a la masiva ingesta de alcohol, mi memoria habia menguado a un cincuenta por cien de su capacidad. Se giro de nuevo al son de la musica para que observase su espalda, y como se desabrochaba la parte de arriba al tiempo que me lanzaba una mirada coqueta. La prenda cayo al suelo, pero mis ojos esperaban el excitante momento de ser colmados con la vision explosiva de sus pechos. Senti la ereccion incomodandome en mis calzoncillos, pero estaba concenciado a no airear el pene de su madriguera. Por eso una parte de mi, para enfriarme, busco el recuerdo de personas u objetos nada sexuales, como una abuela o un billete de autobus. Nada de eso sirvio, aquella chica sabia bien la reaccion que causaba en los hombres. Por fin, sus pechos quedaron a la vista y no pude mas que reconocer su perfeccion. El detalle del piercing en los pezones resultaba provocador, por lo que sacudi la cabeza para que evitar que los malos pensamientos me invadieran por completo. El numero acabo con su pierna por encima de mi cabeza, muy cerca de su tanga de lentejuelas. Haciendo gala de su celebre flexibilidad, me beso la mejilla. --Eres guapo. Si quieres fiesta, te espero en la habitacion de alli --dijo senalando con la cabeza. Asenti, aun abrumado por el exuberante espectaculo. La chica recogio el bikini y desaparecio ante la atenta mirada de Lou, David y la mia, por supuesto. --Lo pagareis caro, malditos --dije mirando a mis amigos. La fama de las fiestas de despedida de soltero son legendarias, pero ellos me habian prometido que las strippers se mantendrian al margen. Desde la irrupcion de Amanda en mi vida, el deseo por otras mujeres habia desaparecido. Ella me llenaba de arriba a abajo. No necesitaba a nadie mas. --No sera para tanto, Eric --dijo Lou, entregandome una copa de whisky y sentandose a mi lado. --Ademas, una ereccion no cuenta como infidelidad --dijo David, sonriendo mientras se palpaba su entrepierna. --?La tuya o la mia? --pregunte. --La de los dos. Sera mejor que nadie diga ni una sola palabra --dijo David mirando a Lou. --Sere una tumba. Os lo prometo. Ademas, manana con la reseca se me habra olvidado todo --dijo Lou despues de tomar un trago de su copa. --Entonces lo de pasar a la habitacion con ella, ni hablar --dijo David. Los tres nos miramos sin decirnos nada durante unos segundos. A continuacion, estallamos en una carcajada al unisono. Confieso que estaba disfrutando mucho mas de lo que pensaba, y eso era asi porque me sentia arropado por la amistad de Lou y David. Los tres formabamos un trio de lo mas pintoresco: un frances a punto de casarse, un americano ya casado, y otro empezando una relacion. --Me parece que es hora de regresar a casa --dije mirando mi reloj, que marcaba las dos de la madrugada. --Ni hablar --dijo Lou negando con la cabeza. --?Te has vuelto loco? --pregunto David con los ojos bien abiertos--. Aun queda mucha noche. --?Que mas teneis planeado? --pregunte alzando las manos en senal de rendicion. Lou y David se miraron, encogiendose de hombros. --?Nada mas? --pregunte--. Entonces, vamonos a casa que ya echo de menos a mi futura mujer... --Tu lo que pasa es que estas cachondo --dijo Lou, soltandome un codazo. --La verdad es que si --dije, riendo--. Ademas, tampoco hay ningun plan. --Eric, esto es Las Vegas, algo sucedera. Llevas el tiempo suficiente para saber que cualquier cosa puede pasar... --Oh, vamos, no sera para tanto... En ese momento entro en la habitacion una chica de cuerpo escultural. Llevaba el pelo muy corto, casi rapado al cero. De su nariz colgaban unos flamantes piercings y sus brazos estaban tatuados al completo. --Hola, chicos. Me llamo Sally y necesito testigos para mi boda, ?os apuntais? Me quede de piedra mientras David y Lou me lanzaban miradas como diciendo <>. *** Los cuatro nos montamos en una limusina que nos esperaba a la salida del club. Sally nos presento a su prometido, un tipo gordito con cara de buena persona y vestido de Elvis, el cual nos saludo efusivamente. --Gracias, chicos, por hacernos este favor. Sally y yo nos acabamos de conocer, ?no es fantastico? --?Esta noche? !Enhorabuena! --exclame sorprendido por la locura, aunque cada vez menos, ya que desde que habia llegado a Estados Unidos me habia pasado de todo. --Es tan romantico... --dijo Sally, mirando tiernamente a su prometido. Ambos se besaron con pasion, sobandose el cuerpo del otro, ignorando nuestra presencia. --Nos pone que haya gente mirandonos --dijo Elvis, a modo de excusa. --Oh, estupendo --dijo Lou mirando fijamente--. Por nosotros, no os corteis. --Estais hecho el uno para el otro, no hay duda --dijo David, ironico. Mientras los novios no dejaban de saciarse carnalmente, me incline sobre el minibar y empece a servir copas a mis amigos. Los tres brindamos por la boda de Elvis y Sally, y nos bebimos el vodka de un sorbo. La cabeza empezaba a darme vueltas. Me costaba recordar la ultima vez que me habia emborrachado. --?Esta bien? --me pregunto Lou. --Si, si --dije con una sonrisa. --!Por cierto, os regalo unos puros! --exclamo Elvis de repente, deshaciendo el beso con su prometida. Del bolsillo interior de su chaqueta blanca y con flecos, saco tres puros que repartio a cada uno de nosotros. --Vaya, que nivel, es un Monte Cristo numero 4 --dije oliendo el aroma intenso del tabaco--. El puro mas famoso del mundo, y cubano. Elvis saco de otro bolsillo un cortador de puros y un encendedor. Procedio a cortar la vitola y, finalmente, para los encendio con solemnidad. --?Se puede fumar aqui? --pregunte. --No, pero un dia es un dia --dijo Elvis con una amplia sonrisa. David y yo aspiramos el suave aroma del tabaco, mientras que Lou tosio un par de veces. Al parecer, no estaba acostumbrado a fumar. Enseguida el humo se apodero de la atmosfera de la limusina como si fuera una niebla. Por suerte, llegamos a nuestro destino a los pocos minutos. Estaba deseoso de participar en una de esas boda rapidas y locas de las que tanto se describen en las peliculas de Hollywood. Cuando nos apeamos de la limusina, me fije en un letrero luminoso que decia "Capilla Viva Las Vegas". Nos encontrabamos aun El Strip, pero en la zona alejada de los casinos. En la puerta se encontraba un Cadillac adornado con flores y cintas blancas. Una pareja de recien casados salio de la capilla y, tras despedirse de los invitados, se subio al coche y se marcharon ante mi estupefacta mirada. Al entrar, dejamos que los novios hablaran con el recepcionista. Tras recibir el pago, enseguida se nos invito a pasar a la capilla. Mi primera impresion fue que se asemejaba al decorado de una pelicula. Las flores eran de plastico y la musica sonaba enlatada. David, Lou y yo nos quedamos de pie, detras de la novia. De una puerta trasera salio un reverendo con barba grisacea y calvo como una bola de billar. Empezo a soltar el discurso mientras mis amigos y yo nos mirabamos con asombro, divertidos y encantados de vivir una experiencia tan insolita. --Es la primera vez que estoy en una boda de estas --dijo Lou, entusiasmado. --Yo tambien --dijo David. --Yo tambien --dije yo. Sally se veia radiante, y deduje que bajo esa imagen dura que le gustaba llevar, se escondia una mujer dulce y romantica. Elvis no paraba de sonreir, pero su mirada parecia un tanto perdida, por lo que me pregunte si estaria colocado. --Si, quiero --dijo Sally sin dejar de mirar a Elvis cuando el reverendo le formulo la ansiada pregunta. --?Y tu, Mike Post, aceptas a Sally Carter como tu esposa? -- pregunto. Elvis en vez de responder afirmativamente, bajo del altar y empezo a correr con expresion de angustia. --!No quiero casarme! --exclamo, fuera de si. Miramos a la novia, quien con un gesto de la mano nos ordeno que lo detuvieramos. El cuerpo de Elvis era robusto, pero entre los tres conseguimos retenerlo, a pesar de su pataleo. Elvis insistia en su deseo de no contraer nupcias, por lo que los tres nos miramos sabiendo que era algo a lo nosotros no le podiamos obligar. Nuestra etica nos lo impedia. --Si no me caso con el, me caso con uno de vosotros, pero hoy me caso --dijo tajante Sally. Ante esa ferrea determinacion, empujamos al novio hacia el altar. La situacion no resultaba sencilla, pues Elvis se revolvia como un autentico profesional de lucha libre. El reverendo, para nuestra sorpresa, permanecia inmutable, como si fuese una escena mil veces vista. Sally, brazos en jarra, esperaba a su prometido con el ceno fruncido. --!Nos acabamos de conocer esta noche! !Es de locos! -- exclamo Elvis. --Soy el amor de tu vida, lo que pasa es aun no lo sabes --dijo Sally, emocionada. Elvis solto un punetazo al aire que impacto en el estomago de Lou, el cual se doblo por el dolor y por la falta de aire. Aqui fue cuando se desmadro todo. David, en solidaridad con su amigo, le propino una patada a Elvis, pero fue un acto que no gusto demasiado a la novia. --!Eh, a mi prometido no se le pega! --exclamo Sally bajando del altar. Sin esperarlo nadie, la novia armo su brazo y propino un punetazo a David, que se agacho a tiempo. Sin embargo, el golpe lo recibio mi mandibula. Cai hacia atras. Lou se revolvio contra Elvis, y este contra David. Sally sacudia con el ramo de flores a quien se pusiera por delante. En un segundo se formo un magma de pies y brazos que resultaba imposible de dilucidar quien atizaba a quien. El reverendo con gran parsimonia, suspiro y grito por un interfono situado en la mesa. --Seguridad, por favor.

  • El catalejo lacado de Philip Pullman

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    ENTRA EN EL MUNDO DE LA MATERIA OSCURA.

  • Caso cerrado. asesinato en Amsterdam de Anja De Jager

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    Ambientada en Amsterdam, la novela presenta a Lotte Meerman, una detective recuperandose de la devastacion emocional de su investigacion previa. Un aviso lleva a Lotte a un caso de asesinato no resuelto de diez anos en el que su padre era el detective principal. Cuando descubre irregularidades en torno a la investigacion original que lo hacen sospechoso, decide cubrirlo. Ella no le cuenta a su jefe sobre la conexion familiar y pone en peligro su carrera al ocultar evidencia. Ahora tiene que encontrar al verdadero asesino antes de que se descubran sus actos, de lo contrario su padre ira a la carcel y ella perdera su trabajo, la unica cosa en la vida de la que todavia se enorgullece. . .

  • El secreto mejor guardado de Jackson (Amar a un multimillonario 1) de Towanda Richardson

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    Cuando Tiffany buscaba su primer trabajo como profesora, no podia imaginar que acabaria dando clase a los reclusos de la prision de Westmoore Fields. Ni que uno de ellos seria Jackson Higgins, con toda la leyenda negra que acarrea a sus espaldas.

  • No soy mi ADN de Manel Esteller

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    ?Puedo heredar las enfermedades de mis padres o abuelos? ?Es posible que mis hijos hereden las mias? ?Hasta que punto una disciplina como la epigenetica puede tener repercusion en la prevencion y tratamiento de enfermedades como el cancer, el Parkinson o el Alzheimer?Y, sobre todo, ?que es la epigenetica?Manel Esteller, todo un referente internacional en el ambito de la epigenetica y un excelente comunicador, responde a estas y a otras muchas preguntas en este esclarecedor libro. Y lo hace de una forma muy ilustrativa. A partir de doce ejemplos basados en casos reales y cotidianos, Esteller expone las claves para entender mejor las bases de esta disciplina cientifica y ofrece un panorama de las infinitas posibilidades que genera su estudio. De este modo, los conceptos teoricos encuentran su aplicacion practica en los consejos para llevar una vida saludable que nos permita, en la medida de lo posible, prevenir el desarrollo de alguna de estas enfermedades.

  • El amor es ciego de William Boyd

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    Una historia de amor entre el riguroso siglo XIX y el cosmopolita y acelerado siglo XX.

  • La rubia de hormigon (Harry Bosch 3) de Michael Connelly

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    Harry Bosch se enfrenta a un juicio interpuesto por la familia de Norman Church. Anos atras, estando de servicio, Bosch mato a Church, a quien creia culpable de una serie de asesinatos. Todos los indicios indicaban que tras este se ocultaba un asesino en serie apodado ?el Fabricante de Munecas?, un hombre que maquillaba como munecas a sus victimas, la mayoria de ellas prostitutas. La viuda de Church sigue insistiendo en la inocencia del que fuera su marido y su abogada alega tener pruebas que ofrecen una coartada a Church para uno de los asesinatos que en su dia le imputaron. El hallazgo de un nuevo cadaver con el sello de Church, pero cometido tras la muerte de este, complica aun mas las cosas para Bosch, quien tendra que enfrentarse a la presion del juicio mientras intenta resolver un caso que pone a prueba la credibilidad del departamento de policia.

  • Escala en tus besos de Erina Alcala

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    Daniela Moore, era una abogada laboralista de apenas veinticuatro anos, que trabajaba en el bufete importante de abogados que su padre tenia cerca de los juzgados de Viapol, en Sevilla, un australiano que vino treinta anos atras con un amigo a Espana y que se enamoro y se caso con su madre.
    Nunca perdio contacto con su amigo en Sidney. Este tambien era dueno de un despacho en el centro de su ciudad y tenian un hijo unico tambien, llamado Liam, un abogado criminalista prestigioso , serio, formal y muy conservados.
    En vacaciones, tanto los padres de Liam venian a Sevilla e iban a la playa o los padres de Daniela iban a Australia. Pero los hijos nunca iban, por tanto no se conocian.
    Daniela queria salir de Espana y viajar y ser independiente y el amigo de su padre la invito a trabajar en su bufete de Sidney.
    puso rumbo a las antipodas y justo en el avion, con Escala en Dubai conocio por casualidad a Liam, un hombre con el que tuvo sexo en primera clase, sin saber que era el hijo del amigo de su padre.
    ?Que pasaria cuando se encontraran de nuevo? ?Soportaria ese hombre alto y sexy tan conservador a la extrovertida e ironica sevillana? ?Y sus faldas cortas, sus escotes y sobre todo su descaro?

  • Perros de caza (Cuarteto Wisting 2) de Jorn Lier Horst

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    La segunda novela del cuarteto WISTING,
    que ha inspirado la serie televisiva revelacion de AMC.

  • El hijo inesperado del jeque de Carol Marinelli

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    La seduccion del jeque... tuvo consecuencias para toda la vida.

  • Olisse de Margotte Channing

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    Nueva entrega de la Saga Romantica de Vikingos numero uno en ventas de Margotte Channing

  • Nunca crei ser tan feliz de Sophie Saint Rose

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    Jessica Foeller guarda un secreto desde hace anos, que si fuera revelado terminaria con la excelente reputacion de los Halleran. Pero una promesa la ata de pies y manos, asi que tiene que reprimir su odio por la familia mas rica del pueblo. Cuando Everett Halleran pone sus ojos en ella no se lo puede creer, porque apenas se habian dirigido la palabra en su vida. Pero lo que mas le preocupa, es que no sabe si podra resistirse mucho tiempo porque cada vez que la aborda es mas dificil negarse a sus deseos. ?Podria llegar a olvidar el dano que habian provocado a su familia? ?Podrian llegar a amarse?

  • Rendida de Tierra Salvaje

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    Su desdichado y pobre pene encerrado en el interior de su ajustado boxer Calvin Klein, se estremecia y palpitaba a causa de las diabluras llevadas a cabo durante la manana debajo del mostrador junto a Rosalia, su joven companera en la recepcion. Ciriaco sacudio la cabeza a un lado y al otro con fuerza y se dijo a si mismo que era un tonto de capirote. ?Pero que diablos le estaba ocurriendo? Le complacia la frecuencia y la variedad en las relaciones sexuales, y adoraba a cualquier femina lozana con la que se le presentara la oportunidad de acostarse, pero habitualmente no se lanzaba al vacio como si fuera un vulgar adolescente. Sobre todo, si tenia la certeza de que iba a quedar insatisfecho. Sucedia, sin embargo, que su companera Rosalia lo volvia completamente loco haciendole perder la razon sin remedio. Habia algo en aquella muchacha, no podia precisar exactamente el que, algo poco comun en otras mujeres, que lograba perturbarle intensamente. No se trataba simplemente de una respuesta puramente erotica, ni tan solo que su polla se agitara por el sexo y el deseo hacia ella junto a toda aquella memorable feminidad que lo acompanaba. Aunque debia reconocer que sus redondos pechos, sus rotundas nalgas y aquel par de estilizadas piernas resultaban tremendamente sensuales para cualquier mortal. Cualquier miembro de aquel hotel, fuese hombre o mujer, se sentia irremediablemente atraido por la curvilinea figura de la guapa recepcionista. Los multiples escarceos de Rosalia con diferentes miembros del hotel e incluso con algun conocido cliente que les habia visitado, tanto hombres como mujeres, eran bien conocidos por todos ellos pues ella no trataba en modo alguno de ocultarlos. No, lo que verdaderamente lo seducia era el espiritu indomable de aquella linda gatita. Su energica repulsa a todo aquello que pudiera desacreditarla, ya fuera la prepotente actitud machista de Ciriaco --de la que en numerosas ocasiones el muchacho se avergonzaba-- o bien otros elementos como la zorra, engreida y vanidosa de Valentina. La subdirectora era astuta y malpensada y, dicho sea de paso, ni la mitad de eficaz en su trabajo que Rosalia. Vicente, el director del hotel, era aun mas incompetente que su arrogante asistente, y no deberia estar al frente ni tan siquiera de una pequena pension asi que aun menos de un hotel de cinco estrellas archiconocido en todo el pais. Ciriaco llego al fin al primer piso y, al tiempo que gozaba de la discreta, pero opulenta decoracion penso que el Hotel Alameda era, sin ningun genero de dudas, uno de los mejores hoteles del pais. Los enormes lienzos que colgaban en las paredes de la galeria de la primera planta junto a las antiquisimas estatuas de bronce y los jarrones de estilo chino deberian tener un valor incalculable --supuso mientras intentaba menguar su incipiente ereccion. Penso en dirigirse directamente a la suite ocupada por Celia Luzaro, la famosa escritora vitoriana y de exito mundial; sin embargo, volvio sobre sus pasos y se paro ante un cuadro de un autor del siglo XVIII nada celebre. La figura femenina que aparecia en el lienzo era de cabellos de tonos rojizos, de pronunciadas curvas bajo aquel vestido de epoca y de bellos bordados. Una mujer representativa de la sociedad burguesa de la epoca y que por alguna siniestra razon le recordo al instante a Rosalia. Al imaginar a su estupenda companera de recepcion engalanada con aquel magnifico vestido de seda, en lugar de con su habitual traje de chaqueta de color gris marengo, su mano se encamino al instante hacia su entrepierna en busca de una leve caricia. Se presiono su miembro por encima de los pantalones de pinzas, al mismo tiempo que fantaseaba con la imagen de Rosalia despojandose del vestido y quedandose desnuda ante el. Imaginaba el roce con su desnudo cuerpo y el perfil redondeado de su delicado trasero, redondo como un par de manzanas, mientras el se dedicaba a palparlo a conciencia. Era plenamente consciente de que dicha caricia complaceria enormemente a la muchacha: ciertamente apenas media hora antes su descarado y audaz magreo sobre sus nalgas habian logrado arrancarle un sonoro orgasmo. Mientras seguia acariciando su cada vez mas inquieta virilidad, Ciriaco sopeso la opcion de llevar a cabo una necesaria pausa en su habitacion. Experimentaba una profunda incomodidad entre las piernas. Debia resolver un par de cosas que tenia pendientes, pero una efimera masturbacion lograria que sus pensamientos se relajasen. Penso en el momento de la placentera descarga, pero al mismo tiempo imagino que le resultaria poco o nada gratificante. No queria correrse con la sola compania de su imaginacion y su mano, sino que deseaba compartir aquel momento con Rosalia. O en su defecto con cualquier otra mujer. Volvio a su cabeza la faena que la recepcionista le habia encargado y recordo la penetrante mirada que Celia Luzaro, la popular novelista cuya ducha no funcionaba desde hacia veinte minutos, le habia regalado el dia anterior. Ciriaco, eres un sinverguenza y un bribon --se dijo al dirigir sus pasos hacia la suite numero veintisiete, la cual ocupaba aquella madura mujer en cuyo sinuoso y apetecible cuerpo reparo desde la primera vez que la vio. Debia reconocer que se sentia plenamente atraido por aquella dama. Si senor, la senora Celia Luzaro era deliciosamente atractiva para un joven muchacho como el. Nada mas verla llegar al hotel se quedo prendado de su esbelta figura y de aquellos expresivos ojos verdes que tanta curiosidad le habian inspirado. Ciriaco sospecho que el aspecto confusamente idealista de aquella mujer, acaso vendria dictado por su prolifica inspiracion a la hora de imaginar historias, pero por otro lado penso que seguramente se correspondiese con un problema en la vista, pues al firmar en el libro de registro del hotel necesito echar mano de las gafas que tenia guardadas en el bolso. Luego supo, por boca de la propia senora Luzaro, que desde hacia tres anos tenia un problema de vista cansada debido al uso asiduo del ordenador al escribir sus novelas. Pese a la evidente molestia de Celia Luzaro con su vista, no le habia impedido obsequiarle con una pronta y encantadora ojeada por debajo de aquel par de lentes de exquisito diseno italiano que la hacian parecer mas joven de lo que realmente era. Cuando el muchacho le sonrio, ella se sonrojo de manera encantadora y volvio a tomar del mostrador el bolso de mano de Valentino que debia haberle costado un buen monton de dinero. Luego cuando le entrego una suculenta propina y apenas se rozaron sus dedos, volvio a enrojecer intensamente. Ciriaco se cuestiono sobre que temas versarian las novelas de aquella mujer, y en cuanto tuvo ocasion se lo pregunto a Rosalia. Pues para serte franca, la verdad es que no tengo ni la mas remota idea. Nunca lei ninguno de sus libros. La informacion de Claudia, su camarera favorita, le resulto mucho mas valiosa. !Bah! Menuda bazofia, son unos libros sin el mas minimo interes. A las jovencitas y las marujonas que no buscan mas que sensibleria y cursileria y nada de follar les encantan. No gastaria ni un euro en uno de ellos. Ciriaco sonrio abiertamente meditando sobre todas aquellas cosas que la rubita de Claudia estaria dispuesta a tantear, a succionar y lamer, a manosear y acoger en aquel soberbio cuerpo. Llamo a la puerta dos veces con los nudillos y enseguida escucho ruido en el interior de la suite. Celia Luzaro le habia dado la sensacion de ser una mujer un tanto inocente pese a ser una persona celebre y haber corrido mucho mundo. No daba la sensacion de estar muy convencida de su feminidad, pese a que cualquiera la hubiese imaginado como una autora de novela rosa con unos modales refinadamente femeninos. Hola --saludo cuando la senora Luzaro abrio la puerta. Tengo entendido que tiene un problema con la ducha. Pues la verdad es que si --le contesto ella mirandole con cara de sorpresa y una expresion apocada en el rostro. Necesito darme un bano para relajar los musculos del cuello que los tengo agarrotados y apenas salen unas gotas... ?Seria tan amable de arreglarla? Se lo agradeceria infinito... Tras estas palabras en busca de auxilio, entro a la habitacion con un frufru de seda rosa palido que balanceaba en torno a sus piernas. Ciriaco trato de contener la risa mientras la seguia hasta el cuarto de bano. Pese a la abundancia de invencion que se le podia imaginar gracias a su profesion, Celia habia claudicado ante un evidente y recurrente estereotipo: La idea de la mujer fatal que recibe al fontanero, cubierta con un simple neglige transparente y zapatillas de bajo tacon. Aquella prenda no daba lugar a que corriese la imaginacion de uno, pues se traslucia todo y ademas el escote de la espalda le llegaba hasta el inicio de las nalgas. El problema radicaba en que las artimanas de aquella madura mujer lograron el efecto deseado. Ciriaco noto que su libido se aceleraba y que su virilidad se encabritaba por debajo del pantalon. No tuvo duda de que se habia topado con una nueva admiradora. La vestimenta, los ademanes de la escritora y la sensual fragancia que la envolvia asi lo atestiguaban. Ciriaco centro su vista en aquel excitante balanceo de las caderas de la senora Luzaro bajo aquella ligera prenda y se interrogo sobre las causas que la llevaban a mostrarse de ese modo tan sumamente explicito. La suavidad de la tela era de una delicadeza sublime y, si se hubiera encontrado en un casino, hubiese apostado todo su dinero a que la mujer no llevaba ninguna otra prenda. Ante aquel pensamiento su miembro se rebelo debajo del pantalon buscando un mejor acomodo. Miro disimuladamente a la senora Luzaro, la cual corrio la puerta de la mampara a un lado y aparento un gran interes por la averiada ducha. Ciriaco, mientras revisaba el mando de la ducha que no parecia sufrir ningun dano, penso que Celia Luzaro poseia una belleza realmente cautivadora. Con su ondulado cabello, sus modales y su semblante indiferente, no guardaba la mas minima relacion con Rosalia, pero poseia un gran atractivo. Celia era delicada y fragil al mismo tiempo, lo cual la hacia mas interesante que aquella estampa refinada y artificial que pretendia sugerir. Aquella mujer era toda ella ternura, un ser candido y sin ningun atisbo de malicia. En ese momento le vinieron a la cabeza las palabras de Claudia sobre sus empalagosos escritos y reflexiono si todo aquello se debia a que la senora Luzaro tenia pensado variar la tematica de sus novelas y pasar a desarrollar unas narraciones de caracter mas erotico y donde el elemento sexual fuera mucho mas evidente. Si fuera tan amable... necesito darme un bano y como vera el mando esta atascado. No funciona ni a un lado ni al otro. --le comento mientras se acercaba a el y casi rozo el brazo del muchacho con su seno.

  • p53 de Miquel Angel Lopezosa Criado

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    p53. La molecula de la vida

  • Sigue lloviendo de Alice Kellen

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    Se me disparan las pulsaciones en cuanto la veo. Es ella. Siempre ha sido ella. Y esta ahi sentada, con esa actitud serena que se esfuerza por proyectar ante los demas. Tiene las manos cruzadas sobre la mesa y la cabeza ligeramente inclinada hacia delante, de modo que algunos mechones de cabello enmarcan su rostro ovalado. Me fijo en la piel suave de su cuello, en la curvatura de sus hombros... --Por favor, Senor Ojeda, pase por aqui y ocupe uno de los asientos. Trago saliva e intento parecer mas seguro de lo que me siento. Camino hasta el centro del impersonal despacho, le tiendo la mano a su abogado y me acomodo frente a ella. Levanta la vista. Nuestras miradas se entrelazan, se enredan en una sola y no se si voy a ser capaz de deshacer ese nudo. Quiero seguir atado a ella, a esos ojos. --Sara... --comienzo a decir, pero no se como seguir y su nombre se pierde en mis labios. Noto la boca espesa. A pesar de ser media tarde, aun me duran los efectos del alcohol y la desolacion de la pasada noche; un par de aspirinas no pueden enmascarar las emociones que me acechan. --Por lo que veo, sigue pensando que no necesita un abogado --dice el hombre dirigiendose a mi. Lleva el nudo de la corbata mal hecho y no deja de toquetear con sus gruesos dedos el boton superior de la americana que viste. --Como asegure en su momento, no, no lo necesito. Hace unas semanas ya acordamos por telefono que ella se quedaria con el apartamento y la mitad del dinero. --Exacto. Y mi clienta deberia abonarle el valor proporcional de la mitad el piso. El revisa algunos papeles que ha dejado sobre la mesa llevandose un dedo a los labios cada vez que pasa una hoja. --No, no quiero --declaro. Veo que Sara presiona los labios. --Es lo justo --interviene su abogado. --No me importa. --Victor, no discutas. Hagamoslo por la via facil. Me estremezco al oir finalmente su voz, despues de tantos meses, despues de tanta ausencia... Llena la habitacion. Me llena a mi. --Quiero que te quedes el piso. Y no me debes nada --insisto. Su abogado nos mira alternativamente mientras permanecemos sumidos en un silencio tenso, retandonos con la mirada. --Los papeles ya estan preparados --aclara ella--. Firmalos, por favor. Suspiro ante ese ruego. Quiero complacerla, de verdad que si... pero no puedo. No asi. Sin embargo, la conozco lo suficiente como para saber que no cedera, no lo hara. Pero solo pienso en que no puedo dejarla sola, tan fragil, tan lejos de ser ella misma. Ojala pudiese entrar en su mente y manejar todas sus ideas a mi antojo; eliminar el sufrimiento, colorear las zonas grises, reparar lo que se ha roto... porque ese es el unico modo de arreglar tambien todo lo malo que hay en mi. --Terminemos ahora con esto -- susurra. El dolor sigue ahi, en sus ojos verdosos. Puedo verlo. Tambien me fijo en las ojeras que ensombrecen su mirada y en la piel de su rostro, mas palida y apagada de lo normal. Tiempo atras, Sara siempre fue capaz de representar una obra de teatro diaria para cualquier persona que se cruzase en su camino. Todos los que la rodeaban eran meros espectadores. Todos, menos yo. A mi siempre me dejo ver la verdad, los entresijos de su mente, los miedos que la comprimian. Me gustaba todo de ella. Lo bueno y lo malo. Todo. --Dame algo a cambio --digo. El abogado tose, incomodo por la atipica situacion, pero antes de que pueda inmiscuirse, Sara habla: --?Que es lo que quieres? --Una cena. Una despedida.

  • Rosa de papel de Diana Palmer

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    Tate Winthrop salvo a Cecily Blake de las garras de su pervertido padrastro, y, desde entonces, su devocion por el no conocia limites. Sin embargo, no pudieron dar rienda suelta a la pasion que ambos sentian. Destrozada por su rechazo, Cecily se vio obligada a abandonar al hombre de sus suenos. Pero ahora, Tate estaba envuelto en un sorprendente escandalo politico y, en esta ocasion, seria Cecily quien acudiria en su ayuda…

  • La biblioteca secreta de Leonardo de Francesco Fiorett

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    Milan, 1496, Leonardo da Vinci espera ilusionado su primer encuentro con el fraile Luca Pacioli, alumno de Piero della Francesca y matematico ilustre. Al ingresar en la celda del fraile, en el monasterio que lo alberga, Leonoardo fija su atencion en una pintura que representa al erudito: un conjunto de alegorias y referencias a la geometria euclidiana que lo impresionan. Para Leonardo, que siempre habia estado interesado en todas las ramas del conocimiento, las matematicas, cuyo estudio le habia sido negado, sigue siendo la reina de las ciencias. Precisamente por este motivo habia pedido al embajador milanes en Venecia que invitara a los franciscanos a Milan.

  • La muerte de Erick Lanz de Julio R. Marichal

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    Erick Lanz es un joven comun que ha llevado una vida excepcional.

  • Sin consuelo: ?Como vivir con una culpa que te invita a morir? de Max Almiron

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    Todo comienza cuando otra muerte azota la vida de Kurt. Las pruebas le apuntan, el pasado y el presente se combinan formando una mezcla explosiva, que acaba con todo su mundo tal como lo conocia.
    Una historia de terror y misterio que te introducira a un mundo al que no te gustara pertenecer, pero que hasta cierto punto existe.

  • Resurreccion de Alberto Garcia Briz

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    En 2029, un grupo de investigacion trabaja para recuperar un cerebro que ha permanecido congelado durante los ultimos once anos.

  • Deuda de sangre de Conti Constanzo

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    Cuando Emily claxon recibio la mision mas importante en su carrera como agente jamas imagino que eso la llevaria por un oscuro camino, pero a la vez excitante. Infiltrada dentro de la mafia rusa en Moscu bajo una falsa identidad, descubrira que su primer objetivo de investigacion es solo un espejismo, pues existen cosas mucho mas profundas de las que no pueden observar a simple vista. Sin embargo, sera la mano derecha del vor quien la coloque en una verdadera encrucijada, pues el apuesto y enigmatico ruso no tardara en hacer tambalear sus valores.

  • La Costa de Alabastro de Victoria Alvarez

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    Una enfermera llega a una mansion ruinosa en la costa normanda para cuidar de la joven Sophie Clairmont, una nina inteligente y un tanto especial, durante los ultimos meses de su vida. La Segunda Guerra Mundial acaba de terminar y las huellas de la ocupacion nazi son visibles por todas partes, pero no son solo los soldados alemanes los que todavia parecen rondar por Monjoie. La difunta madre de la nina, tan perfecta y querida, hace sentir su presencia en las vidas de todos. Y cuando la pragmatica enfermera llegue para cuidar a Sophie ira descubriendo que el retraido senor Clairmont tambien esta abrumado por sus propios fantasmas.

  • La biblia de los Caidos. Tomo 1 del Testamento de Gris de Fernando Trujillo Sanz

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    Bruno movia la cabeza y olfateaba, mientras arrugaba la nariz involuntariamente. Un olor agresivo y penetrante, capaz de asfixiar a un hombreadulto, seextendia por todalaestancia. Suspiro con resignacion. --!Tenemos unaemergencia, nena! --grito. --Tetocaati--contesto Tamaraentrando en elsalon. Tamara llevaba la cena sobre una bandeja roja con el estampado de Mickey Mouse. Esquivo al pequeno David, que gateaba en la alfombraentreelarsenal dejuguetes ymetralla de piezas descolocadasalos queapenas prestabaatencion, y sesento en elsofa. --?Como es posible que no te molesteeste pestazo? --Se acostumbra una --dijo ella. Cambio de canalcon el mando a distancia--. Cuanto mas tardes peor sera. Yno te libraras esta vez. Empieza miseriefavorita. --Esta bien. Alla voy --dijo Bruno recabando fuerzas--. Ven aqui, pequeno marrano. --Cogio al bebe por las axilas y le alzo hasta que sus ojos quedaron ala mismaaltura. El olor leenvolvio deinmediato--. ?Quien eselmocoso mascochino detodos? --Le dio una vueltaen el aire--.?Yquien eselmas guapo? Apreto sus labioscon suavidad sobre elcuello de su hijo y soplo. El bebe le devolvio una sonrisa deliciosa. Bruno no tenia claro siera por eltacto delos labios y elcalor desu aliento, o porelsonido que producia, pero la pedorretafuncionaba. Al nino leencantaba y aelselecaiala babaal verlesonreir. Pero nisiquieralasonrisa desu hijo detrece meses leayudabaasoportarel olor. --No me dejais ver latele --protesto Tamara--. Echaosa un lado. --Vamosa dejara mama que veasu serieromantica --dijo Bruno haciendo una muecaal bebe--, quesi no, yasabescomo se pone. Llevaba al nino boca abajo como siestuviera volando. Silbaba, imitando sinmucho exito elsonido del viento. El bebe sonreia, agitaba los brazos y pataleaba. Bruno se detuvo en la puerta delsalon. --Ylos panalesestan... --En elsegundo cajon delacomoda --recito Tamarasin despegar los ojos dela pantalla. --Yalo sabia. Por fin se quedo sola. Unos minutos de paz. Elcapitulo de hoy era apasionante. La protagonista acababa de descubrir que su marido la enganaba con la nueva y joven abogada que habia contratado la firma en la que trabajaba, bastante tipico, pero igualmente emocionante. Tamara queria vercualibaaser su reaccion. Esperaba quele mandaraalinfierno y se quedaracon todo. !Porcerdo! Si no... La television se apago en ese momento. Tamara bufo. Se levanto para ver si se habia soltado elcable. El televisor volvio a encenderse, aunque no mostraba ningunaimagen, solo una nube de puntos negros y blancos y elsonido delaestatica. Se volvio aapagar. Elcableestaba bien, no se habiasoltado. Tamaraapreto elmando a distancia varias veces, pulso los botones delatelevisionmanualmente. Nada. Solo restaba unacosa por hacer. --!Bruno!?Has terminado decambiaral nino?!Latelese ha vuelto aestropear! No obtuvo respuesta. Cruzo el pasillo andando deprisa, no queria perderse el resto del episodio. La puerta de la habitacion del bebe estabacerrada, pero lellegabala voz desumarido hablando con el pequeno. Por lo visto, leestabarelatando una peleaentre Spiderman y otro superheroe queella no conocia. Seguramente poreso no le habia oido cuando lellamo. --Echa un vistazo alatele,anda. Yo me ocupo de... Lafrase murio en su bocacon un gorgoteo.Alabrir la puerta, habiaentrado de nuevo en elsalon, no en la habitacion del bebe. Aquello no teniasentido. Miro asu alrededor, toco loscojines delsofa, elespejo quecolgaba dela pared, latelevision quecontinuabaapagada. Todo era real, solido,como debiaser.?Seestaria volviendo loca? Debia de haberse desorientado dealguna manera. Volvio a salir al pasillo. Esta vez avanzo despacio, asegurandose de que no se giraba sin darse cuenta, lo que le hizo sentirse estupida. Entonces reparo en que ya no escuchabaa Bruno nial bebe y seleacelero elcorazon. --!Bruno!?Dondeestas?!Bruno! La puerta dela habitacion del pequeno David seabrio. Bruno salio al pasillo como unaexhalacion. --?Que pasa? --dijo muy preocupado--. Me hasasustado. ATamaraletemblaban las manos. --Yo... No lo se... Me he mareado... Ellaabrazo. --?Teencuentras mal??Tellevo almedico? --No,estoy bien. Hasido algo momentaneo, no me hagascaso. No seatreviaacontarlelo quecreia haber vivido. Yno mereciala pena, pronto lo olvidariaellatambien. No era mas que una bobada. --!Dios mio! El nino.?Le has dejado solo? --Tranquila. Estaen lacuna.Yale habiacambiado. Estabamosa punto de derrotaralmalvado Doctor Octopus. Vamosa porel pequeno Spiderm... Lacunaestaba vacia. --Dijiste queestabaen lacuna. Por Dios no pongasesacara. !Meestasasustando!?Dondeesta David? --!Estabaen lacuna! !Lo juro! --!Pues ya no esta! Ambos temblaban y gritaban. Sus respiracionesestaban casitan aceleradascomo suscorazones. --Tiene queestar poraqui--dijo Bruno al borde dela histeria. Tamara ya estaba abriendo el armario. Gritaba el nombre de su hijo sin cesar, arrojaba la ropa y los juguetes a un lado, sin contemplaciones. --!Malditasea!?Como es posible? --Tiene que haber salido mientras hablabamosen el pasillo --dijo Bruno. --Pero si no anda, solo gatea. No puedesalir delacuna. !Es solo un bebe! Bruno vio un fuego en los ojos desumujer que nunca habia visto antes. --Telo juro por lo mas sagrado. Le deje dentro delacuna. --Registremos lacasa --rugio Tamarasaliendo dela habitacion. No descansaria hastarepasar hastael ultimo centimetro delacasa. Entro en la habitacion de matrimonio, queerala mascercana. David no estaba debajo delacama, nien losarmarios, ni detras dela puerta, nientrelasalmohadas, ni... La desesperacion se estaba apoderando de ella. Tenia miedo. Un miedo tan intenso que le dolia. Un miedo que la estaba haciendo enloquecer. Por sumente desfilo todaclase deimagenesaterradoras. Lesiones de bebes, secuestros y cosas mucho peores. --!Tamara! !Ven, deprisa! La voz de Bruno provenia delsalon. --?Le hasencontrado? --pregunto casisin respiracion trasabrir de un portazo--.?Dondeestaba?!Dime quele hasencontrado! Pero sabia que no. --Mas o menos --balbuceo el. No fue lo extrano de esa respuesta lo que paralizo completamente a Tamara. Fue la expresion de sumarido, el tono de voztan irreal que habiaempleado. --?Como que mas o menos? Bruno levanto un pie y lo mantuvo en elaire unos segundos. Luego lo poso un poco a la derecha, lo volvio a levantar. Despues dio un pequeno salto a un lado,con lacara palida de miedo. Miro alsuelo con unaexpresion indescriptible y levanto la vista de nuevo. --E-Estaahi...,aqui..., no esta. --Bruno, meestas preocupando de verdad.?Que demonios...? --!No! !Para! !No te muevas! --Tamarase quedo quietasin entender una palabra--. !Retrocede o le pisaras! Sumarido habia perdido completamenteeljuicio. Teniaelrostro desencajado, su voz vibraba y seentrecortaba,confundialas palabras. --Bruno no se quete pasa, pero tienes quecalmarte. Tenemos que buscara David. --M-Mira. Era obvio que Bruno no eracapaz de hablar. Senalo con el dedo. Ella miro, y cuando lo vio, secayo alsuelo. En laimagen delespejo estaba David, su hijo detrece meses, gateando, justo entreellos dos. Tamara miro alsuelo y no vio nada. Volvio a mirarelespejo. Alliestaba. Erael, su pequeno, pareciaasustado pero no lloraba. --!Cielo santo!?Queesesto? Paso la mano por el lugar que ocupaba su hijo en la imagen delespejo. No noto absolutamente nada. Ahora todo daba vueltas. Estaba perdiendo larazon, lo sabia, no podriasoportarlo. Solo quedo unaideaen su cabeza. --Tengo que sacarle de ahi --dijo mientras se levantaba. Bruno estaba completamente petrificado contemplando la imagen de espejo--. !Ya voy, David,cielo! !Mama vaa buscarte! Solo pudo dar un paso. Elespejo revento en pedazos mucho antes de que lo alcanzara. Los fragmentos volaron, se esparcieron por elsuelo, rebotaron contra las paredes y elsuelo. Tamarase desmayo.

  • Mariposa de piedra de Concha Alvarez

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    Serie Mariposas negras, libro 1o
    El dia que la madre de Sara muere en un accidente de trafico, la joven descubrira que su mundo ha dejado de ser perfecto. Cuando su obsesion por dibujar tumbas se convierte en algo mucho peor, Sara comprendera que vive una pesadilla. Su mente jugara con ella hasta hacerla creer que sus suenos pueden transformarse en realidad. Una realidad tan enloquecedora como enamorarse de un angel de piedra; la escultura mas antigua del cementerio de Pravia.

  • Imposible es nada de Elena Pita

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    Aquella manana le tocaba ir al hospital, probablemente el lugar que mas habia odiado nunca; aquel hospital de paredes sucias y pasillos atestados de enfermos dolientes como animas sin vida, de personal atropellado y a punto de la desidia. Tenia que recoger los resultados del ultimo PET, una de esas tomografias nucleares que evaluan el dano en los tejidos. A Carmen Lopez le habian descubierto un cancer de pulmon, iba a hacer ya dos anos. Dos anos ganados a la vida porque el tumor se habia diagnosticado en fase muy avanzada (estadio IV) y propagado en dos metastasis. Ella no se habia resignado y, blindada de la energia positiva y la fuerza que contagian la responsabilidad y el amor de dos hijos aun pequenos, se sometio con excelentes resultados a tratamientos de radio y quimioterapia que habian logrado disipar aquellas oscuras manchas, ramificadas en la columna vertebral y el esofago, y reducir el tumor principal, que amordazaba la vena cava. Eran resultados excepcionales que los doctores habian presentado en simposios medicos; admirable fortaleza la de Carmen, que durante aquellos largos meses fue capaz de ocultarle la enfermedad al mundo e incluso a su anciana madre: detestaba dar lastima. Y en su intimidad, sus horas de mayor soledad, recordaba la lectura de La sonrisa etrusca, tierna novela en la que Jose Luis Sampedro relata la lucha de un viejo partisano contra el peor enemigo jamas enfrentado en su vida: la Rusca, un cancer de estomago que acabaria robandole a mordiscos hasta el ultimo soplo, y que encima el escritor habia bautizado con el nombre de las perras pastoras de la madre de Carmen, transmitido el nombre de generacion en generacion canina. No tenia por que ser distinta aquella manana de principios de diciembre. El mismo e infecto hospital, el cielo cubierto, las calles mojadas. Llego a la consulta del oncologo con optimismo, esperando escuchar lo que ya se habia convertido en una tonica progresiva: una vez mas el tumor primigenio habria reducido su tamano y actividad, pese a que una nueva sombra les inquietaba desde la ultima radiografia. <>. Las palabras de su admirado oncologo taponaron los oidos de Carmen. Ya no escucharia mas que un zumbido en su cabeza. Eran sus palabras una sentencia de muerte irrevocable y pronta que ella se negaba a aceptar. Aun noqueada por el shock, percibio sin embargo que el doctor estaba dejando una pequena espita abierta, una diminuta posibilidad de vida que su esposo si pudo escuchar con nitidez. Se trataba de un joven cirujano que habia desarrollado una tecnica quirurgica minimamente invasiva que, a traves de una sola incision y valiendose de una camara, operaba proezas y se atrevia con los mas endiablados tumores de torax. <>. <>, le estaba diciendo el doctor Firvida cuando Carmen pudo volver a escuchar: <>. * * * La camilla de Carmen esta siendo introducida en el ascensor de planta camino al quirofano. Han transcurrido apenas dieciocho dias desde su sentencia. Dieciocho dias con sus noches de espanto y panico, abrazada a su marido, ocultando a sus dos hijos y a su madre todo indicio de la grave situacion. Dieciocho dias y sus noches de ferreo control mental para no desesperarse. Carmen padecio siendo aun bebe la poliomielitis, durante la ultima y temida plaga del virus que se propago en Espana en los anos cincuenta. Fue primero intervenida, con solo tres anos, por un doctor aleman que en Madrid le fijo a la tibia el pie que habia quedado suelto y desarmado, y luego con trece se sometio a la tecnica quirurgica experimental del doctor Esteve de Miguel, que, sirviendose de un hierro colocado en forma de zeta, lograba alargar hasta cinco centimetros las tibias de aquellos ninos de la polio. Su padre, urologo, no dudo en confiar en la experimentacion de su colega catalan: fueron ocho operaciones en total para el estiramiento de la tibia, un dolor inenarrable que al primer asalto le haria adelgazar once kilos en veintiocho dias, y cuya sola contemplacion noquearia a su madre en el viejo Hospital Quiron de Barcelona: <>, le rogaba a su esposo. Y el, que las visitaba los fines de semana: <>, a la nina. Una memoria tan atroz que ensenaria a Carmen <>. <>. Asi pues, dieciocho dias de espera con la seguridad de que todo iba a ir mejor: <>. Dieciocho jornadas de carreras recopilando pruebas e historial clinico y siguiendo los pasos de aquel cirujano prodigioso que curiosamente tenia su plaza en la Seguridad Social a tan solo ciento setenta kilometros de distancia de su ciudad, pero que al parecer viajaba por todo el planeta sin descanso ensenando su innovacion. El joven cirujano que, !Dios le bendiga!, despues de recibir las imagenes del tumor habia dicho que si, que el la operaria aunque su equipo lo hubiera descartado o simplemente no se sintiera capaz de abordar el caso: una masa localizada en el hilio pulmonar, esa cavidad central, entre ambas visceras, donde nacen los vasos del corazon, atravesada por las principales arterias toracicas. Media catorce centimetros de diametro, invadia el lobulo superior derecho y estaba literalmente incrustado en la vena cava; ademas, habia sido sometido a una radio y quimioterapias limites durante dos anos, con la consecuente debilitacion de los tejidos. El diagnostico de los cirujanos que le correspondian por la Seguridad Social habia sido tajante y volvio entonces a ser tajante: <>. Pero consiguen hablar con Diego y hacerle llegar todo el historial y las ultimas pruebas, y el esposo de Carmen, el doctor estomatologo Ignacio Romero, jamas podra ya olvidar lo que aquel cirujano ofrecio como respuesta. <>. Expuso con claridad al esposo y cunado de Carmen (medicos ambos) los riesgos de la intervencion, que eran muchos, pero que el asumia como cirujano y ella como paciente: <>. Tampoco les parecio una historia increible, un cuento, casualidad o supercheria que aquel cirujano tuviera su plaza de origen en A Coruna, tan cerca, <>. Se lo comunica al oncologo jefe del equipo, y el doctor Firvida dice que si, que es bueno tener esa segunda opinion. Carmen se dirige entonces con todo su historial al equipo del doctor Josep Baselga, quien acababa de ser nombrado director medico del Memorial Solan Kettering Cancer Center de Nueva York, el mas prestigioso centro oncologico del mundo. El insigne doctor catalan recibe personalmente sus pruebas y la emplaza a una cita con la jefa del programa de cancer de pulmon en su instituto de Barcelona. La doctora Felip (gran conocida de Firvida), tras un sinfin de examenes, descarta la compatibilidad de su tumor con los tratamientos inmunoterapeuticos que estan aplicando, y le aconseja que abandone toda quimioterapia, porque le va a destruir. Algo que la paciente una vez mas no admitira: <>. Y continua con la quimio hasta que, como ya contamos, se revela inoperante. * * * Se celebraban elecciones generales en Espana y, de nuevo, como si la casualidad existiera, el cirujano vendria a votar en un plazo de, eso precisamente, dieciocho dias. Carmen dio gracias incluso a la politica. Ni tiempo hubo de consulta previa, apenas se habia visitado con su equipo medico, que no se sintio capaz pero que no dudo en remitir las pruebas a su colega, que impartia esos dias entre Shanghai y Estados Unidos. Acostumbrado el equipo a que el si asuma retos que para cualquier otro resultarian un imposible: sobradamente conocian aquellos medicos la intolerancia de Diego al termino <>. * * * Estan introduciendo su camilla en el ascensor de la planta para bajar a quirofano y de pronto hace su aparicion decidida un chico jovencisimo enfundado en un plumifero azul, acompanado por su colega (y hoy jefa de servicio) Mercedes de la Torre, tocada de un gorrito de lana. El joven se acerca a la camilla: <>. Le cogio una mano y se la apreto con suma delicadeza y a la vez firme teson.

  • Parpados de Toni Quero

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    Duna y su companero se instalan a principios de junio en un desierto y fantasmal delta del Ebro con la intencion de trabajar durante el verano en un restaurante de la zona y fortalecer su relacion. Pronto, vencidos por el aburrimiento y el hastio, deciden emprender un viaje en moto sin rumbo fijo hacia el norte de Europa, que los llevara de Paris a Copenhague. Durante el trayecto, mientras consumen kilometros y sus escasos ahorros, Duna intenta aprehender en su cuaderno de dibujo una realidad que se desvanece; su pareja, en cambio, captura la vida a traves del visor de una camara fotografica.

  • Lo que esta en mi corazon de Marcela Serrano

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    Una novela donde la revolucion mexicana sirve de paisaje de fondo para una conmovedora historia que invita a reflexionar, desde el punto de vista de lo femenino, sobre temas como la perdida de los hijos, de la pasion y las pequenas cobardias cotidianas.

  • Por que el tiempo vuela de Alan Burdick

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    En esta exploracion ingeniosa, elegante e intima, Alan Burdick, autor galardonado y redactor de la revista The New Yorker, embarca a los lectores en una busqueda personal para comprender los relojes que hacen tictac dentro de todos nosotros. Durante casi una decada, Burdick se dedico a visitar a cientificos que estudian las cuestiones mas espinosas acerca de nuestras percepciones del tiempo.

  • Esta sonando nuestra cancion (Las canciones de nuestra vida 1) de Anna Garcia

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    ?Se puede estar enamorada de alguien incluso antes de conocerle?

  • Recordare Olvidarte de Andrea Lopez

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    Acostumbrado a poner su vida en peligro enfrentandose al fuego cada dia, Yago no es alguien que se deje intimidar o amedrentar facilmente. O eso pensaba el hasta que Lena le confiesa que esta embarazada y el miedo le hace perderlo todo y a todos.
    Lena, junto a su mejor amiga Camila, dirige una de las agencias de seguridad privada mas importantes del pais. La vida la ha convertido en una mujer fuerte y segura de si misma, pero tambien le ha ensenado a no creer en las segundas oportunidades. Por ello, cuando Yago le rompe el corazon, decide echarlo de su vida sin mirar atras, aunque hacerlo duela mas de lo que esta dispuesta a reconocer.
    El no esta preparado para aceptar lo que siente, pero tampoco piensa conformarse con salir de su vida sin mas.
    Ella no piensa ceder.
    El solo quiere una oportunidad.
    Ella no piensa arriesgarse de nuevo.
    ?Seran capaces de dejar de lado el miedo para atreverse a sentir? ?Conseguira aquello que los une ser mas fuerte que lo que los separa?
    A veces, cuando el peligro que acecha a los que mas quieres es mas fuerte que tu propio miedo, cuando piensas que no habra un manana y crees que tu tiempo se acaba, decides que merece la pena vivir en lugar de sobrevivir.

  • Brujas de Brenda Lozano

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    <<[…]Un vortice de gravedad que condensa toda la literatura de Brenda Lozano, donde conviven lo oral y lo escrito, las tradiciones populares y cierta perspectiva cosmopolita, el humor y la tragedia. Una inyeccion de electricidad, una musica que se sigue escuchando mucho mas alla de sus paginas.>> Mauro Libertella