• libro el solitario - Jesus Duva

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    La caza y captura del atracador de bancos mas famoso.

  • EL SOLITARIO: EL ATRACADOR QUE SE GUSTABA ...

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    28 may 2020 — El Cómic EL SOLITARIO: EL ATRACADOR QUE SE GUSTABA DEMASIADO en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • El caso del criminal que mantuvo a España en vilo (Random ...

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    El Solitario: El caso del criminal que mantuvo a España en vilo (Random Cómics) : Silva, Lorenzo, Marlasca, Manuel: Amazon.es: Libros.

  • El solitario - Libro de Guy des Cars - Lecturalia

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    Jacques Vauthier es ciego, sordo y mudo. A bordo del barco en que regresa de los Estados Unidos se ha producido un asesinato. Cuando la policía toma cartas ...

  • El Solitario - Lorenzo Silva, Manuel Marlasca -5% en libros

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    28 may 2020 — El Solitario, libro o eBook de Lorenzo Silva, Manuel Marlasca. Editorial: Random comics. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • EL SOLITARIO - FOXÁ JAIME DE - Sinopsis del libro, reseñas ...

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    Solitario es un clásico de la literatura cinegética de nuestro país, una obra mítica de Jaime de Foxá que ha dejado a más de uno con el corazón encogido ...

  • EL SOLITARIO - DES CARS GUY

    http://quelibroleo.com/el-solitario

    Suspenso asegurado; muy buena investigaciòn, el libro mantiene el interès permanentemente. He visto versiones para Tv basadas en esta novela.

  • El Solitario | Penguin Libros

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    Una historia adictiva de la mano de los maestros del True Crime Lorenzo Silva y Manu Marlasca.

  • EL SOLITARIO. EL ATRACADOR QUE SE GUSTABA ...

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    EL SOLITARIO (Libro en papel). EL ATRACADOR QUE SE GUSTABA DEMASIADO. de LORENZO SILVA / MANUEL MARLASCA. EL SOLITARIO.

  • 'El Solitario', el atracador de bancos más escurridizo de España

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    18 jun 2020 — El escritor Lorenzo Silva y el periodista Manuel Marlasca rescatan la historia de este criminal detenido hace ya 13 años. Ilustración de libro ' ...

  • EL SOLITARIO - GUY DES CARS | Alibrate

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  • Abrazos en el aire de Inmaculada Leon Tirado

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    La lucha de una mujer por sobrevivir en una sociedad que la limita humana, politica y socialmente.

  • Cautiva del Dragon de Annett Furst

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    Nadine habia llamado a su asistente cuando recordo repentinamente que le habia dado el dia libre a la mujer regordeta y sin sentido de la moda. Involuntariamente levanto las comisuras de la boca. Susanne habia trabajado como su mano derecha imprescindible, desde que se habia hecho cargo del bufete de su difunto padre. Ella no se arrepentia de esta decision, aunque cada vez que entraba en la oficina por la manana, un dolor punzante le recorria el cuerpo al ver a su asistente. La aficion de Susanne por las blusas con disenos florales y los colores mas vivos, no encajaba en la antesala de una abogada comercial. Fuera de eso, la madre de tres hijos era increiblemente inteligente y parecia anticiparse a los deseos de Nadine. Sin duda, esta capacidad la cualificaba para contribuir a la exitosa carrera de Nadine, por lo que le perdonaba cada uno de sus errores en materia de moda. Lo que la molestaba un poco eran las detalladas descripciones de Susanne sobre su vida familiar y los progresos de sus hijos. A ella no le interesaba en lo mas minimo, lo que su marido habia arreglado en su casa o como su hijo de siete anos habia brillado en su primera obra teatral escolar. Hoy, Susanne le habia pedido el dia libre porque queria celebrar con su marido el decimo aniversario de boda. Su asistente estaba tan emocionada que no habia podido negarle esta peticion. Nadine puso los ojos en blanco. Ciertamente no se comprometeria con un hombre. Para ello, tendria que comprometerse e involucrarse sentimentalmente con el. Eso, a su vez, la distraeria de su trabajo y desequilibraria su ordenada vida. !Un pensamiento inimaginable! Tecleo unas cuantas instrucciones en su ordenador portatil que, a su vez, Susanne encontraria en su pantalla al dia siguiente, en cuanto encendiera el ordenador. -- Presentar los papeles del caso Schober & Co. en el juzgado, renovar el contrato de alquiler de la oficina, concertar una cita con la peluqueria, pedir una mesa en el restaurante italiano, informar a Simon. Susanne lo arreglaria todo a su gusto en el transcurso de la manana siguiente. Ella se reuniria con la asistente de Simon, que tambien trabajaba como abogado, y juntas fijarian una hora adecuada para la cena. Programaria la cita en la peluqueria para que Nadine pudiera conducir desde alli, bien peinada, hasta su cita. Alli, Nadine tendria una linda conversacion con Simon durante una deliciosa comida acompanada de una musica discreta, y luego se iria un rato con el a su apartamento para un encuentro amoroso. Ella dejaba que la satisficiera, el hacia lo mismo y luego regresaba a su ordenado apartamento. Su asistente ya se habia burlado varias veces de este acuerdo comercial. Ella pensaba que Simon era sofisticado pero, de alguna manera, no era un verdadero hombre. Si realmente estuviese interesado en Nadine, deberia tomarla y besarla apasionadamente en medio de la calle. Nadine sonrio para si misma. Susanne seguia suspirando por su marido con total devocion, incluso, despues de tanto tiempo, una idea que ella misma habia calificado de bastante extrana. Ningun hombre conseguiria provocar una reaccion semejante en ella. Decidio irse a casa a pasar el dia. Sin su asistente, se habia sentido extranamente frustrada. Un bano caliente y un buen vaso de vino, en este momento, le vendrian bien. Nadine tomo su cartera y se habia dirigido al estacionamiento subterraneo, donde la esperaba su BMW gris plateado. Capitulo 1 -- El Clan necesita mujeres -- murmuro Jaryk. -- Voy a escoger a cualquiera, y luego salgamos de aqui. El hecho de que hubiera sido el, entre todos, el elegido a traves de un sorteo para ir a una incursion, lo habia molestado. Al fin y al cabo, el no queria una pareja, pero era esencial que se trajeran nuevas mujeres. ?De que otra forma, podrian los miembros del Clan producir su descendencia, si su pueblo no era capaz de producir ninguna descendencia femenina? Una vez habia participado en una inusual competencia por una pareja, y eso, solamente porque su padre se lo habia aconsejado. Tras un breve periodo de combate, habia fingido agotamiento y se habia rendido, tras reconocer en los ojos de su oponente el ardor con el que deseaba a la mujer en cuestion. Sin embargo, se habria librado completamente si el jefe de su Clan, no hubiera roto el tratado que el gobernante habia negociado con los habitantes del continente vecino. Entonces, cada guerrero de su asentamiento podria buscar una pareja por si mismo. Pero no, en su lugar, el gobernante habia decidido como castigo, que solamente uno podia ir de caza y eso, solo si el lo permitia. Asi que su Clan estaba en un aprieto, porque las mujeres que habian robado a sus vecinos tenian que devolverlas. Debido a eso, muchos guerreros se quedaron, sin una futura pareja y el estado de animo en casa, se hundia mas cada dia que pasaba. En un determinado momento, habia llegado la noticia que se les permitia tomar otra mujer. Para evitar una gran refriega, sobre quien podria viajar a la Tierra, lo habian dejado a la suerte. Jaryk tuvo que participar, lo quiera o no y, por supuesto, habia tenido la gran desgracia de resultar ganador. Ahora, caminaba penosamente por este sotano abovedado, que estaba atestada de los extranos medios de transporte de los terricolas. Estaban hechos de un metal ridiculamente fino y habia observado que echaban humo, ademas hacian ruidos feos cuando se ponian en marcha. Jaryk se habia ido ahi tras su llegada para planificar sus proximos pasos. Ya habia oscurecido cuando aterrizo cautelosamente en la azotea del rascacielos, pero comprobo que las calles seguian bastante animadas. Por lo tanto, las circunstancias no eran favorables. No podia, despues de todo, tomar a una mujer en medio de la multitud, envolverla con sus alas y largarse. La primera regla de caza era no dejarse atrapar. Asi que, se habia arrastrado por las escaleras para esperar hasta que pudiera proceder sin ser visto. De vez en cuando venia gente, se subia a sus vehiculos y se alejaba a toda velocidad. El habia podido esconderse facilmente detras de los enormes pilares y cuando todo ya estaba silencioso. Aburrido, se habia sentado en la parte delantera de un coche gris plateado ya que, era casi del mismo color que su larga trenza. Se habia balanceado un poco hacia arriba y hacia abajo. No le habia importado que el metal cayera al suelo con un chirrido y que algunas partes crujieran. El sonrio, ya que la gente no parecia ser especialmente fuerte, si sus medios de transporte estaban tan mal construidos. -- Dime ?has perdido la cabeza o que? A su lado habia una mujer que parecia estar a punto de sacarle los ojos. -- !Que le has hecho a mi coche, demonio! -- Se paseo a su alrededor, sacudiendo la cabeza mientras examinaba los fragmentos que habia a su alrededor. Levantando el dedo indice, se acerco a el amenazadoramente. -- Me compensaras por los danos. No te muevas !Llamare a seguridad inmediatamente! Mientras ella rebuscaba en su cartera, el habia aprovechado para mirarla mas de cerca. La mujer era alta, tanto que el la superaba por apenas dos cabezas. El era mas alto que la mayoria de sus companeros de Clan y, debido a eso, las mujeres solo le llegaban como mucho por debajo del pecho. Esta era una de las razones por lo que no queria una pareja. Todas parecian tan fragiles y la idea de aplastarlas, tal vez, en una union sexual amortiguaba su deseo. Sus ojos brillaban con el mismo gris que se posaba sobre las montanas de su tierra natal cuando se anunciaba una tormenta de nieve. Bajo la blusa sobresalian unos pechos perfectos, que el podria rodear con una de sus enormes manos. Su cintura, en cambio, era estrecha formando una clara transicion hacia sus caderas bien redondeadas. La ajustada falda se cenia a sus largas y torneadas piernas, en cuyas pantorrillas pudo ver como se contraian los musculos. !Que buen especimen! Los guerreros se pelearian por ella, ya que esta mujer garantizaba una descendencia fuerte que desafiaria los rigores de las montanas con facilidad. Por alguna razon, su virilidad se agito ante este pensamiento. Se apreto con fuerza contra su pantalon y habia sentido una necesidad urgente de montar en ese mismo momento a la mujer. Energicamente, aparto el impulso de agarrarla. Ella no estaba destinada a el, y si la tomaba ahora, estaria traicionando a su futuro companero. O bien, despues de todo, cederia a su lujuria, pero entonces tendria que quedarse con ella, cosa que no se sentia atraido a hacer en absoluto. Mientras tanto, la mujer parloteaba en una caja negra que sostenia junto a su oido. Mientras lo hacia, golpeaba impacientemente el suelo con su asombrosamente pequeno pie que, al igual que el otro, estaba metido en unos zapatos negros y planos que se estrechaban en punta en la parte delantera. -- Si, en el estacionamiento subterraneo, seccion C justo al lado del ascensor. -- Luego lo miro con detenimiento de la cabeza a los pies. -- Traigan cuatro o mejor aun, cinco hombres fuertes. -- Volvio a deslizar el dispositivo en su bolsillo con sus largos dedos, con las unas pintadas de un llamativo rojo. -- Bueno, ahora tu, amigo. -- Ella se encabrito frente a el, pero Jaryk sonrio y siguio apoyandose despreocupadamente en el coche. -- ?Identificacion? -- Exigente, le habia tendido la mano. No sabia que se suponia que era eso, asi que ladeo la cabeza en senal de interrogacion. -- Tu identificacion, la pequena tarjeta cuadrada con tu nombre. -- No le gusto nada su tono cinico. La mujer aun no habia aprendido su lugar. El se puso de pie y, aunque ahora tuvo que estirar el cuello para mirarlo a los ojos, no retrocedio ni un centimetro. -- Me llamo Jaryk -- le espeto bruscamente, a proposito. Sin embargo, no consiguio el efecto deseado, ya que ella seguia sin apartarse de el. -- ? Jaryk que? -- Ante eso, ella enarco una ceja y lo miro como si estuviera hablando con un tonto. Alargo un dedo, lo coloco bajo su barbilla y lo elevo un poco mas. -- Primero dime como te llamas. Ella le aparto la mano de un manotazo y le abronco. -- Bueno, si quieres saberlo, me llamo Nadine Stiehmann. Luego anadio. -- Soy abogada. Echo la cabeza hacia atras triunfalmente, haciendo que su cabello rubio hasta los hombros, que antes habia recogido cuidadosamente detras de las orejas una y otra vez, rebotara alrededor de su cabeza. -- Tus palabras no tienen sentido para mi, mujer. -- Estaba claro que ella habia querido provocar una reaccion en el, como lo demostraba ahora su expresion confusa. Sin embargo, inmediatamente despues, se sonrojo y empujo la barbilla hacia delante con beligerancia. -- !Mujer! No soy una mujer... ?De que pueblo de mala muerte te has escapado? -- Ante esto, dejo que sus ojos se deslizaran con desden por su camisa de cuero hasta sus piernas, que llegaban hasta las rodillas con suaves pieles y envueltas fuertemente con correas de cuero. Levantando la cabeza, su mirada se detuvo en el bulto claramente visible entre sus piernas. De repente, Jaryk se dio cuenta, de que estaba disfrutando de esta rina y de que su cuerpo le estaba jugando una mala pasada, ya que su ereccion no cedia. -- !Increible! -- la oyo quejarse. -- !No solo eres un gamberro, sino un libertino! -- De hecho, en ese momento, estaba caminando hacia atras unos cuantos pasos. -- Ts, ts, ts. -- El la amenazo con su dedo indice. -- !Bastante atrevida!

  • El misterio de la rosa de Claudia Cardozo

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    Una rosa recuerda en su forma a una espiral; una que se cierra sobre si misma. Una rosa es, entonces, siempre, un misterio que se devela, que se abre, petalo a petalo, si se la sabe rozar con habilidad. Mary Browning es esa rosa y ese misterio, incluso para quienes mas la conocen.

  • El hombre en las sombras de Angeles Goyanes

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    Despues de pasar toda su vida intentando curar las heridas del pasado, Isabel Porto parece haber conseguido la estabilidad emocional. Se ha casado, se ha convertido en madre de dos hijos adoptivos y tiene ante si un brillante futuro politico, siendo candidata a la presidencia de Espana en las elecciones que estan a punto de celebrarse. Sin embargo, hay cabos sueltos en su vida, personas que conocen un secreto capaz de destruirla, y, lo que parece peor, personas capaces de matar para protegerlo. Todos ellos entraran en accion cuando el pequeno Alex, que ha quedado paralitico en el mismo accidente de trafico en el que murio su madre, sea secuestrado y su familia, con razones para creer que la candidata presidencial esta detras del rapto, no dude en amenazarla con hacer publico su terrible secreto, uno tan oscuro que ni la propia Isabel lo conoce al completo.

  • Amor a la italiana de Amy Meyer

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    Claire es la hija de un magnate entregado a su trabajo que consiste en gestionar sus restaurantes por todo el mundo. Como cualquier hija de millonario ha vivido siempre una vida frivola y superficial, ha asistido a fiestas y su maxima preocupacion es la marca de los proximos zapatos que se va a comprar.
    Su padre quiere acabar con esta vida de nina bien y le exige que haga algo para ganarse el pan que come, asi que decide enviarla a Italia con uno de los mejores chef del mundo.
    Claire viaja alla sin demasiado convencimiento con la idea de cumplir con su padre pero sin demasiado estimulo de conocimiento. Una vez alli empieza a descubrir otra realidad, no solo se apasiona con los ingredientes de cada comida y su origen, tambien se apasiona con Romeo, un chico que parece de todo menos un chef pero con el que descubrira otra realidad que se vera amenazada por el crimen de uno de los alumnos de la escuela de cocina.

  • Un dia de diciembre de Josie Silver

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    Una novela magica y emocionante que nos recuerda las inexplicables vueltas que da la vida de camino a la felicidad.

  • TODO EN UNA NOCHE (Stage Dive 1) de Kylie Scott

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    DESPERTAR EN LAS VEGAS NUNCA DEBERIA HABER SIDO ASI... AMANECER CASADA CON UNA ESTRELLA DE ROCK PROMETE SER UN VIAJE SALVAJE.
    Los planes de Evelyn Thomas para celebrar su veintiun cumpleanos en Las Vegas eran increibles. Lo mas. Pero en ellos no estaba despertar en el suelo de un cuarto de bano con una resaca peor que la peste negra y junto a un atractivo desconocido semidesnudo y tatuado, ademas de con un diamante en el dedo anular que hubiera asustado al mismisimo King Kong. Si al menos pudiera recordar como sucedio todo…
    Una cosa esta clara: amanecer casada con una estrella del rock promete ser duro.

  • Walkscapes de Francesco Careri

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    El andar es un acto cognitivo y creativo capaz de transformar simbolica y fisicamente tanto el espacio natural como el antropico. Este libro narra una historia de la percepcion del paisaje a traves del acto de caminar: del nomadismo primitivo a las vanguardias artisticas de principios siglo XX, de la Internacional Letrista a la Internacional Situacionista, del minimalismo al land art, Francesco Careri repasa algunas de las propuestas historicas que han concebido el acto de deambular no solo como una herramienta de configuracion del paisaje, sino como una forma de arte autonoma, un instrumento estetico de conocimiento y modificacion fisica del espacio atravesado que pasa a convertirse en intervencion urbana.
    Esta nueva edicion actualizada del clasico de Careri incorpora un epilogo del propio autor donde hace un balance de la trayectoria del libro desde que fuera publicado por primera vez en 2002.

  • El juez justo de Mario Escobar

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    Tucson no era demasiado diferente de Montgomery en Alabama. Ambas ciudades pertenecian al "Cinturon del Sol", aunque hasta la decada de los sesenta del siglo pasado aquellas regiones se encontraban entre las mas pobres y poco desarrolladas de los Estados Unidos. La expansion de los campos de petroleo en Texas y la industria aeronautica en Florida habian comenzado a crear un nuevo cinturon industrial y desarrollo. Las empresas tecnologicas de Silicon Valley y el cine hicieron el resto. A pesar de las extremas temperaturas y las extensas zonas de desierto, el sur del pais estaba creciendo a un ritmo inesperado. Los Young provenian de Alabama, de una antigua familia de propietarios de plantaciones de algodon. Aunque el tatarabuelo de Rex destaco por liberar a sus esclavos antes de la guerra civil, para escandalo de sus vecinos, la familia de Sarah, los Houston, se habian caracterizado por la cria y venta de esclavos durante generaciones. Los bisabuelos lucharon en bandos opuestos pero, casi ciento sesenta anos despues, dos de sus decidieron aparcar las querellas familiares y unir a dos de los clanes mas importantes de Alabama. Rex era el marido perfecto, el padre ideal y un juez justo. Sarah habia dejado su prometedora carrera como abogada por amor y ahora, debido al traslado de su marido, tenia que abandonar a su familia y amigos para trasladarse a Tucson, una de las ciudades de frontera, donde los problemas parecian multiplicarse cada decada. Habian conseguido una casa relativamente grande en Flowing Wells al norte de la ciudad, una de las zonas mas exclusivas y una especie de isla de tranquilidad a cierta distancia de los focos de violencia y delincuencia de otras zonas. Tucson tenia el honor de encontrarse entre las diez ciudades mas peligrosas para vivir en los Estados Unidos, en concreto en el puesto ocho. A pesar de todo, Sarah habia logrado que la familia se adaptase a su nueva vida, que sus hijos adolescentes ya nos los maldijesen cada dia por haber tenido que abandonar a sus amigos y que Rex estuviera contento al tener por primera vez en su carrera el cargo de juez principal de Tucson con apenas cuarenta anos. Aquella manana, justo en el centro comercial, Sarah tuvo el encuentro mas extrano de su vida. Caminaba entretenida por las tiendas del centro comercial cuando se le aproximo un hombre latino de unos treinta anos. Era moreno, con el pelo corto y ojos negros rasgados, barba cuidada y musculoso, al menos eso es lo que se intuia debajo del traje caro hecho a medida. Ella noto que el hombre la perseguia, aquello comenzo a ponerla muy nerviosa, estaba a punto de llamar a su marido cuando el hombre se paro enfrente y con una sonrisa seductora le dijo: --Senora Young, es un honor conocerla. Perdone que la importune, creo que vivimos cerca, mi nombre es Eduardo Costa, seria un honor que usted y su marido vinieran a la fiesta que he organizado el dia 22 de noviembre. Sarah se quedo petrificada, sentia el corazon acelerado y una sensacion desagradable, como si aquel hombre, a pesar de su aspecto impecable y buenos modos, no fuera de fiar. --Bueno, tendre que hablar con mi marido. Mi familia viene en unos dias para Accion de Gracias. --Lo entiendo, pero no acepto un no por respuesta. Podra conocer a mi familia. Los ciudadanos de Tucson queremos presentar nuestros respetos al nuevo juez, ya sabe que nos llaman "el pequeno pueblo mas grande de America". Sarah sonrio, noto la mirada seductora del hombre recreandose primero en su vestido de flores que resaltaba sus curvas luego en las piernas largas y blancas, su cara aninada de ojos azules y pecas, con la frente despejada y pelo largo de color pajizo y rizado. El hombre le entrego una tarjeta, hizo un gesto inclinando ligeramente la cabeza, le beso la mano y se alejo a grandes zancadas por la tienda. Sarah se quedo con la tarjeta en la mano, aun sin reaccionar y sobre todo, ignorando que aquel hombre era el narcotraficante mas peligroso del Cinturon del Sol y que estaba a punto de trastocar la vida de toda su familia para siempre.

  • Virginia Woolf de Irene Chikiar Bauer

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    La mayor investigacion sobre Virginia Woolf publicada en espanol.

  • Frio y calor (Los secretos de Boira no 2), Gina Peral de Gina Peral

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  • Noche de fuego de Colin Thubron

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    Desde las primeras paginas de esta novela se nos desvela el final que aguarda a sus protagonistas, siete inquilinos de un mismo edificio de apartamentos--el casero, un pastor anglicano, un neurocirujano, una entomologa, un fotografo, un nostalgico de la infancia y un viajero--que perecen entre las llamas que provoca un cortocircuito. En sus ultimos instantes, los ocupantes del edificio rememoran episodios significativos de sus vidas; siete individuos que simbolizan en realidad siete aproximaciones al alma humana.
    Con un lirismo incomparable y un lenguaje cristalino y hermoso, Colin Thubron recrea la compleja trama de los recuerdos para salvarlos de las llamas.

  • Bailando en la oscuridad de Karl Ove Knausgard

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    <>: las palabras no son de Karl Ove Knausgard, pero, a la luz de Mi lucha, podrian muy bien aplicarsele. Y es que su serie de <> autobiograficas es tan catartica para el que la lee como lo fue para quien la escribio: es la inmitigada franqueza sin filtros del que pone su vida entera en juego la que, al vibrar en la pagina, reverbera mas alla de ella. Corre el tiempo, cambian las edades, los escenarios; y cuando se abre Bailando en la oscuridad, el cuarto volumen de la saga, Karl Ove Knausgard tiene dieciocho anos y acaba de bajar del avion que lo ha colocado un poco mas cerca de su destino. Que se llama Hafjord; Hafjord, un minusculo pueblecito del norte de Noruega donde le espera un puesto como maestro, y la promesa de una paz que le permita entregarse a su recien descubierta vocacion: la de escribir. Pero, tras un comienzo que promete, el desengano: la ambicion excede con mucho al talento. Y ser profesor no es tan facil como parecia, y las tentaciones que ante el se despliegan tienen muchos rostros: el de las chicas, el del alcohol, el del aislamiento y la soledad; el del silencio. Cuando el narrador parece abocado a la crisis, cuando su relato se oscurece, el autor nos lleva consigo hacia atras, hacia las raices del ahora: y encuentra musica y amor, escritura y vida; encuentra un testimonio de los deseos y sus frustraciones, de la dificultad de lidiar con lo heredado. Karl Ove Knausgard escribe con luminosidad y energia, sin condescendencia, de un tiempo cargado de posibilidades e incertidumbres, de ambiciones y de tropiezos; un tiempo fundacional y definitorio, en el que el impetu colisiona a menudo con la torpeza. De esa oposicion, de ese desajuste, emergen acordes inesperados, de una ligereza que no sacrifica la hondura por el camino: Bailando en la oscuridad es el episodio mas gracil, raudo, bullicioso y electrico de la serie, cargado de una vitalidad tan intensa y abierta como la que describe.

  • Vampgelic de Sofia Vilchez

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    Katrina es una joven y hermosa doncella que trabaja en el castillo de
    Leonard, el extrano y misterioso hombre que gobierna el lugar y que siempre tuvo
    un interes particular en la muchacha. Aparentemente la vida de los trabajadores es
    anodina, hasta que llegan los dias senalados en los que se produce un asalto al
    castillo por parte de unos desconocidos que asesinan y secuestran a gente. En una
    de estas ocasiones, Katrina se ve en la necesidad de ayudar a Leonard, que es
    quien siempre defiende la fortaleza y a sus habitantes, ya que ha resultado
    gravemente herido. Es aqui cuando Katrina descubre que Leonard es un vampiro,
    dado que necesita alimentarse de ella para logar sobrevivir.

  • Ella me pertenece de Lia Carnevale

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    Ciudad de Mexico, 2007 En el momento en que me di cuenta de que mi vida estaba a punto de quedar patas arriba, fue cuando presione el pie en el acelerador, la alfombrilla no detuvo el movimiento y el automovil, un Chevy C2 de segunda mano, alcanzo los ciento cincuenta por hora. Las calles de Polanco, el barrio mas exclusivo de Ciudad de Mexico, aparecian mojadas por una ligera lluvia. El cielo estaba oscuro, el otono ya habia hecho su aparicion. Baje la ventanilla y respire el aire perfumado de humedad; sin duda era mi estacion favorita, suave, agradable, tranquila, tal como yo me sentia cuando estaba cerca de Ysabel. No estariamos solos nosotros dos, en pocas horas, tal vez minutos o segundos, seriamos tres: Alexander, Ysabel y Felicity, nuestra hija. Nuestra familia. Eran tan solo las ocho de la tarde, por suerte, la hora punta habia pasado, asi que solo habia unos pocos autos en mi camino. Aparque lo mejor que pude frente al hospital y sali rapidamente del pequeno automovil que mis padres me habian dado tras de aprobar el examen de conducir. En ese momento, el telefono comenzo a sonar, lo saque mientras caminaba por la avenida hacia la puerta principal. --Papa, he llegado. !Estoy entrando! Lo note molesto de la misma manera que percibi a mi madre cuando me llamo para decirme que Ysabel habia comenzado el trabajo de parto. --Esperamos noticias, chico. Diablos, cuantas mujeres dan a luz hoy en dia. ?Por que solo habia agitacion en su voz? --Claro papa --no dije nada mas. Nadie apagaria mi alegria. Me moria por ver a Ysabel, estar junto a ella, presenciar el nacimiento de mi hija. ?Era feliz? Si. Superariamos cualquier problema, derrumbado cada obstaculo. Tarde o temprano creerian en nuestro amor, sus padres, mi hermana, mi familia, todos. Nadie nos separaria. Ahora menos que nunca. Estariamos juntos para siempre. Serenos y unidos. Me dirigia rapidamente al departamento de ginecologia que la senora me habia indicado en la entrada. El aire estaba impregnado de desinfectante, las escaleras llenas de polvo y los pisos cubiertos de manchas oscuras. La limpieza no era la mejor, aunque deberia haber sido una prioridad, pero el hospital publico no tenia fondos suficientes y, en cualquier caso, los que ingresaban alli eran demasiado pobres para fijarse en la suciedad. Tenia la esperanza de que los padres de Ysabel elegirian una clinica privada para el nacimiento de su nieta. Yo no me lo podia permitir, pero ellos si. La familia Mendez se situaba entre las mas ricas del mundo, podrian haber pagado cualquier cosa, pero estaban demasiado ocupados luchando contra nuestro amor para preocuparse por el lugar de mierda donde su hija estaba a punto de dar a luz. Me pase una mano por el cabello, aleje los malos pensamientos y me prepare para ir a la habitacion donde la unica razon de mi existencia pugnaba para hacerme mas feliz aun. Las luces iluminaban el largo corredor, el silencio era interrumpido por los gritos de una mujer: Ysabel. Corri hacia alli y cuando llegue a la entrada me detuve debido al grito que se escucho al otro lado de la puerta. ?Que se suponia que debia hacer? ?Deberia haber llamado? ?Entrar? ?Por que no habia nadie alli? ?No deberian las enfermeras hacer el turno de noche? Decidi entrar, pero tan pronto como puse mi mano en la manija, se abrio. !Tanjia! la hermana de Ysabel me indico que me corriera. La deje pasar y cerro la puerta. Tenia los ojos brillaban y sus labios temblaban. La mire confuso. Buscaba en sus ojos la alegria de quien acababa de convertirse en tia, pero no pude encontrar nada que no fuera… ?dolor? ?Enfado? ?Miedo? Se detuvo frente a mi, sus manos apretadas cerrando el puno. --!Es solo culpa tuya! Maldito el dia que entraste en la vida de mi hermana --dijo rompiendo a llorar. La deje a merced de sus emociones, porque no podia entender la razon de las lagrimas. Un indicio de desesperacion se abria paso en mi cabeza, borrando la euforia que lo ocupaba. ?Que demonios estaba pasando? El silencio se adueno de todo, tanto, que podia sentir mi corazon latir mas rapido. Fue en aquel momento que la puerta se abrio… Fue en aquel momento cuando vi el cuerpo del amor de mi vida cubierto por una sabana blanca… Fue en aquel momento que el medico me informo que habian muerto… Muertas... Ambas. Cai sobre mis rodillas, lleve mis manos, manchadas de la grasa que distinguia a los mecanicos de los otros trabajadores frotandome los ojos, esperando que una vez abiertos descubriera que era solo un mal sueno. No fue asi. Ya no fue nada mas. Mi vida perdio el rumbo. Se perdio en medio de la nada. Capitulo 2 Nueva York, 2019 Sali de la limusina que me habia llevado al enesimo evento organizado especificamente para personas con cuenta bancaria de seis cifras. Al menos una vez a la semana me veia obligado a asistir a estas fiestas, donde la caridad se usaba como excusa y el objetivo principal era aparecer en escena. Alise la chaqueta negra de Armani y me prepare para atravesar la alfombra roja entre los destellos de periodistas y la gente comun que esperaba la llegada de algunos VIP que realmente importaban. Siempre me preguntaba que cono hacia en ese lugar. La respuesta era siempre la misma, simple y objetiva: nuestro bufete de abogados estaba a la vanguardia en las donaciones a los mas pobres. Gracias tambien a ellos, estabamos consiguiendo mas y mas clientes. Publicidad. Era solo una forma egoista de publicitarnos. Simon caminaba a mi lado. Cruzamos entre la muchedumbre con paso rapido, algunos fotografos y periodistas intentaban detenernos y hacernos algunas preguntas, pero los ignoramos, como siempre, claro. Quienquiera que hubiera organizado el evento no escatimo en gastos, la mesa estaba cargada de caviar y champan, una de las bandas de rock mas populares alegro la noche y para terminar las cifras que se recaudaron superaron con creces las expectativas de cada presente. Aparentemente todo era perfecto. Exacto, solo aparentemente. Me gustaba mi trabajo, ir a los juzgados, ganar un caso, emitir una factura y recibir el pago; queria limitarme a eso. Me hubiera encantado sin todas aquellas putadas. --Parece que Sophie y tu estais pasandolo bien esta noche. --La voz de Simon me obligo a apartar los ojos de la mujer que acababa de nombrar. No le respondi, volviendo a mirar a mi companera de juegos. --?Tarde o temprano sentaras cabeza? Sophie es inteligente, podria ser la ideal. --!No! --dije con firmeza. Termine de beber champan y fui hacia la mujer que aliviaria otra noche de insomnio. No habia lugar en mi vida para nadie… y mucho menos para una mujer. Lo tomaba todo. Cada suspiro Cada respiracion. Cada gemido. Luego me marchaba. Ese era yo. Este era yo. En el trabajo. En la vida privada. Con personas. --Alex, te ruego… --?Que pasa Sophie? ?Por que estas rogando? --!Oh, Dios! --Echo la cabeza hacia atras, dejandome libre acceso a su garganta. Su piel era suave, blanca, delicada. Le habria dejado una marca, como cada vez que la follaba. --Mas fuerte. --Se aferraba a mis hombros y agarraba mi cabello, llevandome al centro de su placer. Era su instante favorito. Pase mi lengua sobre su clitoris, lentamente, justo como a ella le gustaba, la penetre y luego volvi a lamer. Me di cuenta de que estaba a punto de correrse cuando sus musculos comenzaron a contraerse y los gemidos se volvieron mas fuertes. La deje alcanzar el extasis y, en el mismo momento en que termino, comence a arremeterla contra la pared de la entrada de su apartamento. La penetre mas profundamente, arrancandole un grito que rapidamente rompi con un beso. Un beso que no tenia nada que ver con la dulzura, con el amor. Despues de todo, yo no era delicado, gentil. Me gustaba follar Me gustaba el sexo sucio, aspero y vulgar porque asi me hacia sentir cuando terminaba. Sophie habia sido la unica mujer capaz de darme el minimo de placer esperado en un polvo. Por eso se habia convertido en mi entretenimiento permanente, a pesar de que ella estaba empezando a pedir mas. Y esto me cabreaba. Ella sabia que no le habria dado lo que queria, ni a ella ni a ninguna otra. Me separe de su calido cuerpo. Sonrei traviesamente frente a su expresion enojada. Tenia hermosos ojos verdes, fue justamente su magnetica mirada lo que atrajo mi atencion y provoco el deseo de quitarle las braguitas de primera vez. Mire el cuerpo curvilineo envuelto en el exiguo vestido purpura, usado para la fiesta de cumpleanos de Simon esa noche; Su falda quedo retorcida alrededor de su plano estomago, sus braguitas yacian en el suelo junto a mis pantalones. La gire bruscamente contra la pared y la penetre. Empuje fuerte, entre hasta que golpee mis bolas en la piel sudorosa. Dentro y fuera, un movimiento mecanico, rapido, instintivo y natural. Unos pocos empujones y la saque, me aleje y me vacie en su piso. Estaba sin aliento, sudoroso y aunque en apariencia parecia satisfecho, siempre sentia aquel vacio. Un vacio que me acompanaba ya durante anos. Me detuve por un momento para recuperar el aliento, recogi mis pantalones y me los puse. Mire a Sophie y le sonrei. No queria que ella pensara que no era suficiente, no se lo merecia, el problema no era ella, sino yo. Se bajo el vestido y se acerco. Me quede quieto y deje que acariciara mi mejilla. Sophie era una de esas hermosas mujeres con todo cuesta arriba. --Vamos a la cama --susurro agarrando mi mano. --!Sophie! Mi tono sono a advertencia. Pretendia ir mas alla y como siempre, tenia que ponerla a raya, asi que me libere de su agarre y continue vistiendome. --Alexander, hemos estado teniendo sexo durante meses. Follamos y tu te marchas. !Estoy harta! Quiero mas y si no estas dispuesto a darmelo, sal por esa puerta y no vuelvas. Parecia segura, pero sus ojos brillosos traicionaban sus palabras. Termine de abrocharme el cinturon del pantalon y tome su barbilla, trasladando nuestros ojos al mismo nivel. --Siempre he sido claro contigo. No quiero emparejarme, no lo busco y nunca lo buscare. Si ya no estas dispuesta a verme, lo acepto. La deje ir y espere a que secara la lagrima que mojaba su mejilla. No se que reaccion me esperaba, seguramente habia sido un imbecil al hablarle asi. --Solo te estoy pidiendo que lo intentes. Solo eso Alexander. Me lo debes. --No te debo nada. Lo que acabamos de hacer fue buscado y deseado por ambos. No estoy en deuda contigo --dije dirigiendome a la puerta y la abri. --!Alexander! --Llamo de nuevo, pero no me di la vuelta. No podria, la habria vuelto a ilusionar. Le dije adios en silencio, como habia hecho con todas las demas antes que ella.

  • No seas neandertal de Sang-hee Lee

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    En este fascinante best seller internacional, la paleoantropologa coreana Sang-Hee Lee explora y cuestiona algunas de las asunciones evolutivas mas importantes con resultados del todo inesperados.

  • No, mama, no de Verity Bargate

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    Lo que mas me impresiono cuando me dieron a mi segundo hijo y lo cogi en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni colera. Nada. Contemple las hinchadas facciones amoratadas, las manos achatadas, el escroto que le colgaba casi hasta los tobillos, y senti tan poco placer y afecto como si hubieran envuelto por equivocacion la placenta en una manta y me la hubieran puesto entre los brazos. La verdad, al principio pense que eso era lo que habian hecho. Luego nunca pude saber con certeza si se lo habia devuelto bruscamente pasandoselo por encima de mis piernas al doctor que me estaba cosiendo o si lo habia imaginado. El caso es que se lo llevaron. Una enfermera se acerco entonces a lavarme. Primero el pubis, luego la cara, con el mismo pano, que apenas enjuago entre una y otra operacion. Despues el te. Tibio y derramado sobre el plato. Me desagrada el te. No me permitieron fumar un cigarrillo… <> Mi marido, David, testigo indiferente de estas humillaciones, seguia llorando porque el nino no habia sido una nina. Alegue cansancio y le sugeri que se marchara, cosa que hizo con fingida reticencia. Tanto disimulo, ya tan pronto. De vuelta en la habitacion, encendi por fin un cigarrillo. Tenia el sabor dulzon que tienen a veces despues de hacer el amor. Cerre los ojos e intente imaginar un cuadrado negro sobre un cielo negro, cualquier cosa con tal de apartar el recuerdo de esa berenjena mas bien pasada que me habian arrojado a los brazos en nombre de la maternidad. Creo que me adormeci, pues de pronto oi: <>, y lo conectaron a mi pecho docil con una precipitacion que parecia innecesaria. Tardo una eternidad, agitando el hocico como un cerdo hozando en busca de trufas. Senti asco y no me avergonce, aunque cogi un libro para intentar distraer mis pensamientos de los jadeos y tirones y movimientos de succion en curso. Regreso la enfermera y me quito el libro con un energico <>. Si puedo, grite mudamente; tendre que hacerlas los proximos meses. Mas tarde, a la hora de visita, volvio David con los ojos todavia un poco llorosos. Le envidie el lujo de sentir algo, aunque sospeche que su sufrimiento respondia sobre todo a que habiamos leido en alguna parte que si se hace mucho el amor hay mas probabilidades de tener una nina; cuanto mas se folla, mas debil es la eyaculacion, y las hembras, mas fuertes que los machos, tienen mayores posibilidades de llegar primero hasta el ovulo y fecundarlo. En otras palabras, su pena parecia tener un fundamento bastante machista. Creo que fue entonces cuando nuestra incapacidad de comunicarnos se hizo irreversible. Nuestro dolor era tan distinto, los motivos tan divergentes; el mio todavia no articulado, el suyo ya casi superado. Transcurrieron algunos dias. No se muy bien como, pero pasaron. Mientras estaba despierta leia todo el tiempo -cualquier cosa con tal de no pensar- y pasaba muchos ratos sentada en la banera. Eran los unicos momentos en que no me parecia estar sentada sobre una alambrada de puas. Pero por fin me quitaron los puntos y ya casi habia llegado el momento de volver a casa. Aparte de leer y de contemplar imaginarios cuadrados negros habia un pensamiento que no lograba impedir por mas que lo intentara. Mi madre le conto a una solterona amiga suya que parirme a mi habia sido un viaje a las puertas del Infierno. La amiga, que habia dejado de ser solterona, me comunico la informacion en el funeral de mi madre mientras los demas comian sandwiches de pepino cortado en rodajas casi transparentes y bebian te en tazas de porcelana fina decorada con hojas de hiedra. Yo estaba en el dormitorio de mi madre y recorria con el dedo el polvo que cubria su espejo mientras me preguntaba como era posible que todas esas personas reunidas ahi abajo tuvieran tantas ganas de charlar, y entonces ella vino a buscarme. Por el tono en que me hablo, se diria que me estaba transmitiendo mi legado. Y en cierto modo asi era. Creo que fue la unica persona que nombro a mi madre en todo aquel largo, caluroso dia de agosto. Y el pensamiento que no lograba apartar de mi cabeza todos esos dias en el hospital era que el parto en si no habia sido en absoluto un viaje a las puertas del Infierno; ese viaje solo empezaba ahora. La manana del dia en que debiamos volver a casa, pedi hablar con la enfermera o con un medico. La enfermera de guardia me dijo que estaban ocupados, pero yo sali del pabellon, que olia a eter y fenol, a flores muertas y leche agria, y entre en el despacho, que olia a sudor rancio y cigarrillos, a ceniceros sucios y suficiencia. Estaban tomando cafe. Volvieron hacia mi sus caras escandalizadas al ver que habia infringido las normas entrando en el sanctasanctorum sin tan siquiera llamar a la puerta. Empece a balbucear que iban a mandarme a casa con un crio a quien no queria y que no podia hacerme responsable de mis actos y que vivia en un piso alto y que que ocurriria si tiraba el crio por la ventana porque no lo queria, no lo queria, no lo queria. La expresion de horror desaparecio de sus caras; se encontraban nuevamente en terreno conocido. Oi como la enfermera le recordaba a la doctora quien era yo, una vez que la enfermera de guardia se lo hubo recordado a ella. La oi exclamar que esta madre era tan buena madre que habia dado de mamar al nino e incluso se sacaba la leche sobrante para donarla a la unidad de prematuros y pense que quiza las ascendian si superaban la media nacional y conseguian tener mas de un determinado porcentaje de madres que amamantaban a sus hijos. Yo era un dato estadistico que podia serle util en su carrera. Entonces grite que cada vez que le daba el pecho al nino me entraban ganas de vomitar; que me daba asco; que me sentia como una vaca o una maquina ordenadora. La doctora me pregunto si era actriz o modelo y comprendi que pensaba que era una puta. Me dio palmaditas en el brazo, carraspeo y pronuncio su veredicto. Dijo que no debia preocuparme porque yo sabia lo que sentia y con eso ya tenia ganada la mitad de la batalla y que aguardara unos instantes y todo se arreglaria porque iba a darme unas pastillas estupendas que me harian sentir mejor y que pensara que podria haber sido mucho peor si me hubiera ido a casa pensando que no ocurria nada. En otras palabras, que era una mujer afortunada. David habia llegado en medio de este insignificante incidente pero yo no me habia dado cuenta. Cuando la doctora se alejaba taconeando en busca de mi ficha para recetarme los antidepresivos, le grite: -Y al bebe le lagrimea el ojo, ?podria recetarme tambien algo para el? Por favor. Fue como si hubiera conjurado a la Santisima Trinidad; la doctora se detuvo en mitad de la escalera y se volvio a mirarme con expresion de total felicidad. -?Lo ve? -chillo-, ?lo ve? Tiene que querer a su hija, si no, no se habria fijado en el ojo. -No es una nina, no es una nina, es un nino. -Y me eche a llorar de verdad; empezaba a sentir algo y eso era justo lo que no queria que ocurriera. Hasta ese momento no sabia con certeza por que habia irrumpido de ese modo en el despacho. Pensaba que quiza solo queria romper la indiferencia de esa gente, porque desde luego no se me habria ocurrido pedirles ayuda. Pero entonces comprendi que lo que queria era romper mi propia indiferencia, solo para averiguar si era posible, pero dejando a pesar de todo todas las opciones abiertas, para que, si me aventuraba demasiado, siempre me quedara la posibilidad de echarme atras. Y ahora ya era demasiado tarde, ahora sufria de verdad, pero tambien estaba furiosa porque esa mujer a quien tanto detestaba lo habia desencadenado todo. Ella habia llamado nina al nino y por su culpa yo ya no podia continuar fingiendo que los bebes tenian un solo sexo, ya no podia seguir negando la causa de mi angustia. David se acerco mientras miraba el reloj y dijo: -Por el amor de Dios, no armes tanto alboroto. Nunca saldremos de aqui y tengo que entrevistar a Fenella Fielding dentro de media hora. Y entonces empece a reir y a llorar al mismo tiempo y me trajeron rapidamente las pastillas y el unguento porque algunas otras pacientes habian salido del pabellon a ver que estaba pasando y ese era el peor pecado que yo podia cometer. Estaba alterando el orden establecido y dando un espectaculo. El taxi, el crio y los medicamentos llegaron al mismo tiempo y me sacaron del recinto con escasas ceremonias y un gran alivio. En el taxi intente recuperar mi insensibilidad, lo que no fue demasiado dificil con David disculpandose con enorme irritacion y el crio chillando. Cuando llegamos a la puerta, David dijo que me veria mas tarde y que Mary traeria a Matthew a las dos y que el regresaria tan pronto como pudiera y adios carino y levanta la barbilla y arriba esos animos y te vere luego. Baje del taxi y me quede en la acera con el crio y una maleta y una bolsa. Tenia que subir ochenta y tres escalones y pense que mas me valia empezar cuanto antes. El taxi no se movio. Entonces oi que el taxista decia: -?Piensa ayudarla, amigo, o tendre que hacerlo yo? Y David bajo del taxi y subio corriendo las escaleras con la maleta y la bolsa. Y yo me volvi y sonrei, dandole las gracias al taxista, que me saludo levantando el pulgar y me solto un <>. Me cruce con David en la escalera. No nos dijimos nada. II Cuando llego Mary con Matthew, me alegre sinceramente de verlo. Solo lo habia visto dos veces en el hospital porque Mary vivia en la otra punta de Londres y tenia dos hijos propios que cuidar. Estaba enfadado conmigo por haberlo abandonado y al principio no quiso hablarme ni acercarse a mi. Contemple su vulnerable espalda de nino de veinte meses mientras el buscaba sus cochecitos, ignorandome deliberadamente. Arrastro una silla hasta la ventana, se encaramo encima y alineo los cochecitos sobre el alfeizar, con fuertes ruidos de emergencia: coches de bomberos, ambulancias y coches patrulla. Era uno de sus juegos preferidos y uno en el que solia pedir mi participacion; pero no ese dia. Mary habia hecho cafe y nos permitimos una breve chachara superficial. Eso me entristecio; antes habiamos sido amigas intimas. Los maridos y los crios y la distancia fisica habian cambiado las cosas y ahora nuestros puntos de referencia eran tan distintos que pense que ya nunca recuperariamos la antigua intimidad. Los repentinos berridos furiosos, en la habitacion de al lado, me recordaron que tenia otro hijo. Por unos diez minutos habia olvidado por completo la existencia de… Orlando, y al diablo con David. Mary fue a buscarlo y me lo trajo, haciendole mimos y carantonas. Casi se interrumpio en mitad de un berrido; nunca habia oido esos tontos ruiditos que se les hacen a los bebes. A lo mejor imagine la expresion de sorpresa, quiza le estoy atribuyendo reacciones a una edad un poco demasiado tierna, pero desde luego respondio a los mimos de Mary. Terminadas todas las operaciones necesarias para desnudar mi pecho izquierdo -los botones de la chaqueta, la cremallera del vestido y Dios sabe que del artefacto Heath Robinson llamado sosten maternal-, empece a alimentar al desconocido huerfanito. Esto tuvo un efecto instantaneo sobre Matthew. Derribo todos los cochecitos del alfeizar, bajo de un salto de la silla, corrio hacia mi y aparto a Orlando de mi pecho, diciendo: -No, no, no, no, no, no, no, no… Luego me echo los brazos al cuello y lloro y lloro y lloro como si fuera a rompersele el corazon. Sorprendida y desconcertada, solo atine a estrecharlo con fuerza. Tampoco era una nina, pero no habia sido mi ultima oportunidad; significaba algo especial a mi pesar. Mientras Matthew se calmaba, consulte el libro del doctor Spock 1 , que tenia siempre a mano, por la letra C, de celos, subapartado <>. No aclare gran cosa. Spock se referia constantemente al nino mayor como <>; el nuevo bebe era <>. Comprendia la logica de esos terminos que facilitaban mucho la lectura, evitando confusiones, pero aquel dia, para esta madre, eso significo otra pequena muerte. Ademas, Orlando empezaba a ponerse frenetico, no tenia tiempo de leer que debia hacer, solo podia actuar. Le hable a Matthew, le explique lo que estaba haciendo y por que, mientras pedia ayuda a Dios, cuyo consultorio a todas luces estaba cerrado por vacaciones. No hubo respuesta. Matthew se echo a llorar de nuevo. Idea luminosa: -Muy bien, Matty, tu tambien puedes probarlo, tambien te he tenido asi en mis brazos, tu tambien tomabas leche de mi teta. Pruebalo, tomala si quieres, Matty. Silencio en mitad de un sollozo. Unos ojos muy grandes miran alternativamente mi cara y el pezon. Leve vacilacion y despues la boca se abre, se acerca, se acerca, ya lo tiene. Una chupada poco convencida, luego una expresion de total repulsion, escupe, arruga la nariz y -milagro- las manitas de Matthew orientan la cabeza de Orlando, que mueve freneticamente la boca como un cuclillo hambriento, ya esta de vuelta en la base. Silencio de Matthew, asombrado silencio de Matthew, y un silencio un poco mas ruidoso de Orlando. Mary y yo nos miramos, y en ese momento de mutuo alivio reaparecio brevemente nuestra antigua complicidad. -Brillante -dijo ella-, has estado brillante. -Suerte -replique-, solo ha sido suerte. Continuamos charlando, pausada, nostalgicamente, mientras ella preparaba algo de comer para Matthew y yo amamantaba y despues lavaba y cambiaba a Orlando y lo dejaba en el moises. Matthew se negaba a separarse de su hermano, lo seguia de un lado a otro, agarrandose a la parte que estuviera a su alcance, y Mary tuvo que perseguirlo con el plato y la cuchara, para ir dandole de comer como y cuando podia. Por fin, Matthew cayo dormido junto a Orlando, agarrado a su pie, estableciendo de manera definitiva la estrecha relacion que han tenido desde aquel dia. Mary, la paciente, atenta Mary, finalmente se marcho para relevar a su marido en la tarea de cuidar a sus dos chicos. Recuerdo que cuando se fue tenia unas ganas terribles de decirle: <>. Pero naturalmente no se lo dije y se marcho con la imagen emotiva y totalmente irreal de una radiante maternidad de categoria superior. Cuando se hubo ido me sente y contemple a mis dos criaturas y adverti que estaba llorando de nuevo, pero esta vez sin lagrimas. Me meti en el bano y, desde el lado de la banera, alargue la mano para coger la maletita de carton que tenia en el estante de arriba. Me la lleve al dormitorio y la abri. Extendi todo lo que guardaba encima de la cama en pilas ordenadas y el llanto ceso. Aqui, los vestiditos victorianos cosidos a mano, alli las suaves enaguitas de algodon, dos capitas de terciopelo muy antiguas, diminutas, mas alla una pulserita de plata, una muneca de porcelana resquebrajada y muy delicada, un chal que casi se caia en pedazos y, por ultimo, un par de minusculas tijeritas. Cogi las tijeritas, frotandolas muy suavemente entre el pulgar y el indice, y recorde el dia, hacia muchos anos, en que habia desobedecido todas las normas y habia bajado, medio rodando, medio cayendo, por el talud del tren hasta la via ferrea, con un punado de alfileres en la mano y apretandolos con tanta fuerza que cuando llegue abajo tenia la mano cubierta de sangre. Recorde como los habia depositado de dos en dos, cruzados, sobre la via, y como habia oido el silbato a lo lejos, y el autentico terror mientras me arrastraba hasta la mitad del talud y el ruido del tren y la velocidad y el olor y el humo y las chispas sobre la hierba seca. Y despues el tren se alejo y casi todos los alfileres habian desaparecido y dos habian quedado cruzados al reves y aun quedaba un perfecto par de pequenas tijeras, un verdadero regalo del cielo para mi. Y luego me volvi y vi el talud en llamas, y tuve que bordearlo un largo trecho hasta encontrar una zona que no estuviera ardiendo, y cuando subi no sabia donde estaba. La simultanea conjuncion del miedo y una profunda satisfaccion. Un legado para mi hija. El octavo trabajo de Hercules. Mi triunfo. Para nadie.

  • Ian & Amy de Margotte Channing

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    Escocia, ano 1226

  • Y ahora, volved a vuestras casas de Evelyn Mesquida

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    La tragica y olvidada historia de los espanoles que combatieron al enemigo nazi.

  • Tu y yo y la increible locura de estar juntos de Ana Forner

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  • Nunca mas sere tu puta de Rosana Ample

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    Llego a la productora sin ningun sentido del ridiculo, con la intencion de convertirse en directora de arte, con una formacion unicamente teorica y algo obsoleta, ademas de unas maneras un tanto pueriles. Pero hubo algo en Manuela Murillo que cautivo a Lupita. Su fuerza, escondida entre su fragilidad, su caracter sonador, su inocencia. Lupita precisaba de una asistente bilingue; observaba el curriculumde Manuela: Manuela nacio en Alemania, curso estudios de audiovisuales finalizados en el ano 2004. Justo hacia unos diez anos. Nada mas y nada menos que en la Escuela Superior para Television y Cine de Munich . Su unica experiencia, la de trabajar en una ferreteria de un pueblo de Asturias. Lupita levanto la cabeza y la observo con detenimiento. Manuela era una joven esbelta, elegante, fotogenica, con un excelente gusto vistiendo. Tenia trazas de haber trabajado como modelo, sabia marcar sus pasos, mover las caderas, conocia el significado de la seduccion. --Senorita Manuela Murillo. ?Como es que nacio en Munich, se traslado a Asturias y ahora esta de nuevo de vuelta en su ciudad natal? --Mis padres se trasladaron aqui de recien casados ; cuando cumpli la mayoria de edad y termine de estudiar Audiovisuales, deseaban volver a Asturias. Mis abuelos llevaban la ferreteria del pueblo, mi abuela tenia alzheimer y mi abuelo reuma; querian cerrar la tienda. Mi padre sintio el impulso de hacerse cargo de la ferreteria y disfrutar de los pocos anos de vida que les quedaban a mis abuelos. Yo no queria vivir en Asturias, pero tampoco me resultaba atractivo quedarme sola en Munich. Ellos prometieron que, con los anos, podria volver, si lo quisiera, que ellos me ayudarian economicamente. Era una mas de tantas chicas guapas y superficiales que aparecian por la productora. Pero esta ultima hablaba perfectamente espanol y aleman. Su inocencia le daba mucha ventaja. Carecia de maldad, de picardia. Lupita sentia que era la candidata perfecta, un diamante bilingue por pulir. Le solventaria la papeleta de redactar, revisar y negociar contratos, facturas, presupuestos y defenderse de algun que otro tiburon germano --aunque esto ultimo solia ser tarea de su marido y socio, Adam Ziegler, pero este no estaba siempre enganchado a sus faldas, por suerte--. Apesar de que acababa de alquilar un piso en pleno centro de Munich, Manuela no puso objecion a incorporarse con motivo del viaje a Los Angeles. !Viajar a Los Angeles para rodar La siguiente Top Model alemana! !Ser la asistente de una conocida productora de cine! No estaba mal para empezar. Sentia que comenzaba a vivir. !Por fin! El trayecto en el interior de un avion con destino a Los Angeles, California, iba a ser el mas emocionante , tierno y conmovedor para Lupita Valenzuela. Habia observado a su nueva asistenta comportarse en las tiendas del aeropuerto. Como siempre, presumia de una imagen impecable y un gusto exquisito por las marcas de lujo. Mientras se dejaban arrastrar por los pasillos sobre una cinta mecanica, habia sometido a un tercer grado con esos anchos ojos grises de gato a cualquier ser que vistiera desastroso o poco a la moda. Esa muchacha de veintiocho anos la tenia desconcertada. Vestia un pantalon cenido, le encantaba presumir de un buen trasero respingon y de su delantera, como no, marcada con un top de licra que dibujaba su cintura de avispa con marcas de abdominales --a pesar de no saber siquiera como se hacen, bendita genetica, a veces--. Tan pronto como el avion despego, Lupita olvido sus maneras coquetas tan infiltradas en sus celulas; con una toallita humeda se retiro el maquillaje y unto su rostro de crema hidratante. Se quito los tacones de aguja y coloco los calcetines que se encontraban en el neceser que la compania aerea les habia entregado. Dejo sus pesados pendientes en un compartimento del bolso y rescato dos paquetes delgados y transparentes con una mascara que coloco en su boca. --Toma, pontela: en un avion es donde mas bacterias compactas hay y menos defensas tenemos. Manuela la miraba con vehemencia; esa increible mujer le estaba dando una nueva vida. Sentia admiracion por su nueva jefa. Con cuarenta y tres anos, todavia se podian detectar sus maneras y costumbres adquiridas el dia de su coronacion como Miss Mexico. Era una de esas bellezas mexicanas de ojos negros profundos y pestanas interminables, oscura y poblada melena y andares garbosos, que dejaba a la gente igual de traspuesta que el paso efimero de un huracan ante sus ojos. Lupita tenia curiosidad por saber que pasado escondia esa muchacha. En ocasiones la observaba y era como si acabara de salir del interior de una flor, con su frescura, con su vitalidad. En otras, parecia que acabara de liberarse del mismo Satanas. --Cuentame, Manuelita. ?Que diablos hiciste metida en una ferreteria por tantos anos? --pregunto Lupita. --Fue un secuestro voluntario, Lupita, una historia muy triste. Si padeces insomnio en el avion, te la contare. --Si lo deseas... Tenemos diecisiete horas y veintinueve minutos, no mas -- dijo Lupita, con su dulce acento y sonriendo. Capitulo 2 Habia contemplado su nueva silueta. Se habia sentido segura de volver a estar con otro hombre. Los implantes mamarios le habian dado la armonia fisica que su cuerpo necesitaba. !Con que rapidez se habia dado cuenta! Justo la misma semana que habia roto con Cristobal. Liberada de su dueno, por primera vez, con veintisiete anos se habia mirado en el espejo y se habia sentido, por fin, mujer. Habia notado como nacia una parte salvaje de su interior, una parte que desconocia de su existencia, que le pedia convertirse en la mujer mas sexy del planeta. Fue cuando se pregunto a si misma: --Manuela, ?que necesitas para sentirte mas completa por fuera? Se respondio tocandose los diminutos pechos que no hacian juego con su atletica espalda, anchos brazos y prominentes caderas. Esa misma semana, sin importarle demasiado la opinion de sus tradicionales y dictadores padres, habia visitado una de las mejores clinicas de cirugia estetica de Oviedo. Habia tardado nueve anos en romper con la vida que le unia a Cristobal; sin embargo, la decision de operarse los pechos la habia tomado en menos de dos horas. Ese iba a ser, a partir de entonces, su nuevo ritmo en tomar decisiones. No le iba a importar dejar a la gente atras y seguir caminando sola. El tren pasa mas de una vez, solo habia que ser agil y subirse. Durante nueve anos, con la sencillez con la que un ser humano enciende un televisor desde el sofa y cambia de canales, un energumeno le habia dado al boton pausa del control remoto de su ser, paralizando su futuro. Miraba atras: no recordaba que fue de sus veintiuno, veintidos, veintitres anos, por mucho que se esforzaba en pensar. No existian hitos en su vida, no habia alcanzado ninguna cima, ningun proposito. Habia entrado al quirofano con la misma sensacion que una mujer tendria si le abrieran una noche las puertas de Harrods y la hubiesen conminado a llevarse todo lo que quisiera, gratis. No sintio miedo a no despertar de la anestesia, no tenia una pizca de respeto por la vida que le quedaba por vivir. Nunca temio a la muerte. La operacion fue todo un exito y el postoperatorio, semejante a una dura gripe. Tres dias despues de la intervencion, le quitaban los sueros y vendajes y descubria su nuevo torso. La reaccion, al ver en el espejo esas dos nuevas y perfectas formas, no fue tan positiva como esperaba, a pesar de los elogios de las enfermeras por el bello y armonioso resultado. Sintio rechazo de su nueva yo. Era algo comun, segun la doctora: el paciente no se reconoce y se abruma. La primera tarea tras salir de la consulta del medico, fue visitar las tiendas de lenceria del centro comercial mas proximo. Su habitacion se convirtio en una pequena intima pasarela --que bautizo como Manuela's Secret--. Ahora que sus ojos ya se habian familiarizado con su nuevo aspecto, se sentia tremendamente orgullosa de ellas. Solo faltaba usar esa valiosa y nueva herramienta. Ensenarlas, disfrutarlas, coquetear... No podia esperar mas, no veia el momento de no tener miedo escenico por su desnudez, poder retozar con algun chico y, por primera vez en muchos anos --o quiza no sucedio nunca--, sentirse deseada. --Si Cristobal me viera ahora, seguro que me llamaria puta --le dijo a su mejor amiga, Laura, con la que volvia a llevarse bien. --Si, pero ya no te doleria, ?verdad? --No, porque sabria que no lo soy, que en el fondo se moriria de envidia de no estar conmigo. En fin, afortunadamente, eso no va a suceder. La distancia entre Asturias y Madrid nos sostiene bien lejos el uno del otro y por mi parte, espero no pisar Madrid en lo que me queda de vida. Por cierto, ?no me notas nada hoy?, !mirame bien! --Que has adelgazado, ya te lo dije la semana pasada. Si, estas mas delgada, Manuela, y mas guapa. --Nooooo, !no es eso! !Mirame bien! De arriba abajo. --!Ah, ya se! Se te ha curado la psoriasis --contesto Laura con mente esclarecedora. --Tampoco, jooo --protesto. --Pues no se, chica, me pillas despistada. !Dimelo tu! --Laura, llevo minifalda. !Es la primera vez en nueve anos que me pongo minifalda!

  • El manana sin mi de Emili Bayo

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    Novela ganadora del premio Valencia 2019 Alfons el Magnanim de Narrativa en Castellano.

  • Matar o morir de Pablo Poveda

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    Prometio no hacer preguntas, pero ella abrio la caja de Pandora. Ahora un sicario profesional anda suelto y los servicios han puesto precio a su cabeza. Dana Laine tiene que evitar el desastre.

  • Una edad para amar de Vicki Lewis Thompson

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    La joven relaciones publicas Kasey Braddock estaba emocionada con la idea de que sus companeras de trabajo la emparejaran con un guapisimo jardinero. Por fin, habia llegado el momento de demostrarles a sus amigas… y a si misma… que era lo bastante mujer como para seducir a un hombre y dejarlo babeando. Al fin y al cabo, ya era mayorcita para saber que era lo que queria, y lo que queria en aquel momento era a Sam Ashton…

  • True colors de Ximena Renzo

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    True Colors es la historia de dos chicos llamados Abril Rizzo y Nate Collins, quienes deciden aventurarse a conocer el mundo mediante un viaje a varios paises, entre ellos Estados Unidos, Mexico, Venezuela, Colombia, Peru e Italia, pero su viaje mas valioso sera el de la amistad y el amor, el cual los llevara a sumergirse en sus propias aguas, y a superar momentos aciagos en la vida gracias a ingredientes esenciales para la felicidad: la reafirmacion y la busqueda de los suenos, la independencia, la fortaleza, la esperanza, el agradecimiento, el perdon y la reconciliacion.

  • Nora Webster de Colm Toibin

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    La nueva novela del maestro de la literatura irlandesa. Colm Toibin, autor de Brooklyn y El testamento de Maria, crea un extraordinario fresco de la Irlanda de finales de los anos sesenta y comienzos de los setenta.

  • Feliz Navidad de Anna Casanovas

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    -Bueno -dijo en voz alta-. No estamos juntos. Tiro la colilla al suelo y apreto los punos con fuerza para no coger otro pitillo. Tenia que reservarlos, aun faltaban muchos dias para el ano nuevo, y tenia la sensacion de que iban a hacersele eternos. Sono el movil y Jack, agradecido por la distraccion, contesto sin mirar. -?Si? -Hola, Jack, ?te pillo en un mal momento? -pregunto David. -No, estoy tratando de llegar a mi casa. Hay tanta gente comprando que tengo la sensacion de estar participando en una carrera de obstaculos -se quejo Jack. -No sera para tanto. -Para ti es muy facil decirlo, viviendo como vives en las afueras - insistio. -De eso precisamente queria hablarte. Amanda y yo habiamos pensado en organizar la cena de Navidad en casa. Sus padres estan de viaje y los mios estan dispuestos a <> -dijo David en broma-. Estan tan contentos con lo de la boda que todo les parece bien. <>, penso Jack, y luego se reprendio a si mismo por sus malos pensamientos. Amanda y David se merecian ser felices; no todos los hombres eran tan idiotas como el y permitian que la mujer de su vida se les escapara de entre los dedos. -?Has oido lo que te he dicho? -pregunto David. -Por supuesto. -No tenia ni idea de lo que habia sucedido durante el ultimo medio minuto. -Entonces, ?vendras? -Claro. -?Estaban hablando de la cena para la que aun faltaban dos semanas? -Perfecto, pues te esperamos a las diez -anadio contento su interlocutor. -?A las diez? David -suspiro y confeso-, no se de que me estas hablando. -Ja, lo sabia. No te preocupes, Amanda ya me ha contado que estas pasando unos dias dificiles. -Hizo una pausa para ver si Jack le decia algo mas, pero al no hacerlo continuo-: Te he preguntado si manana te apeteceria ir a pasear con nosotros. Tenemos pensado ir al mercado de Borough, y tal vez luego podriamos ir a comer. -No se, tengo trabajo acumulado -le dijo, y era verdad-. Creo que me quedare en casa y me pondre al dia. (c) 2008 2 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas -De acuerdo. -David tuvo el acierto de no insistir-. Pero llamame si cambias de opinion. -Esta bien. Tengo que dejarte, me estoy acercando a un paso de peatones y necesito estar concentrado para cruzarlo. Su amigo se rio y colgo sin mas. A pesar de los malos presagios, Jack consiguio cruzar ese paso cebra y tres mas sin salir herido. Pero a medida que se iba acercando a su casa, una sensacion extrana iba invadiendole. Era un ligero cosquilleo, como si la piel del final de la espalda hubiera entrado en contacto con un pedazo de hielo y el frio le estuviera entrando poco a poco por las venas. No le gustaba nada. En su profesion habia aprendido a hacer caso de sus instintos y en ese preciso instante le estaban diciendo que saliera de ahi corriendo. Que huyera. ?De que? Ese diciembre estaba resultando en verdad horrible, no solo no dejaba de pensar en Kat, sino que ahora tambien iba a volverse loco. Furioso consigo mismo entro en una tienda que habia a pocos metros de su portal. Tal vez habia dejado de fumar, pero beber era otra cuestion y esa noche iba a emborracharse. Muy poca gente lo sabia, pero Jack era licenciado en Historia. Habia estudiado la carrera por vocacion: las leyendas de los faraones, de los emperadores romanos, de los caballeros de la edad media siempre le habian fascinado, y creyo que estudiando historia lograria entenderlos y podria proteger su legado. Le basto un dia en la facultad para perder todas esas ilusiones y darse cuenta de que aquella concepcion tan romantica que lo habia impulsado a emprender esos estudios era un espejismo, un sueno. De todos modos, Jack se licencio con honores, y a esa licenciatura tenia que agradecerle dos cosas: su aficion a la fotografia y haber conocido a Kathryn. A lo largo de los anos la fotografia se habia convertido en algo mas que una aficion; habia pasado a ser su profesion. Y Kat... podria decirse que ella tambien se convirtio en algo mas. Al terminar la carrera, Jack trabajo en un museo durante unos meses, pero no tardo en darse cuenta de que eso no era lo que queria hacer durante el resto de su vida. Asi que decidio arriesgarse y buscar trabajo en otros sectores. Por suerte, el destino se apiado de el y una manana conocio a Sam Abbot, su actual jefe y director de The Whiteboard, quien le ofrecio ir a Egipto para hacer un reportaje grafico sobre el estado actual de las piramides. Jack casi lo besa alli mismo. Ahora sabia que Sam era famoso por tomar decisiones arriesgadas, pero jamas podria agradecerle que le hubiese dado una oportunidad como aquella. Jack fue a Egipto, (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 3 FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas hizo su reportaje, y se convirtio en uno de los fotografos documentales mas importantes del pais. Todo el mundo, bueno, casi todo el mundo, alababa sus fotografias, y decian que contenian una extrana mezcla entre anoranza del pasado y vision de futuro. Fuera lo que fuese lo que querian decir con eso. Y mientras el hacia realidad su sueno de perpetuar la historia, Kat siguio a su lado... hasta que un dia, cansada de estar sola, se fue. El golpe seco que dio la botella al golpear el suelo lo saco de su ensimismamiento. Acababa de romper una botella de un gran whisky. Mierda. Cogio otra y pago antes de que esa futura borrachera le saliera por un ojo de la cara. Abrio el portal de la calle y se cruzo con una vecina, la mujer del tercero cuarta, que lo miro de un modo muy raro. Subio por las escaleras, su piso estaba en la cuarta planta, pero no le apetecia coger el ascensor. Cuanto mas ejercicio hiciera ahora, menos culpable se sentiria por pasarse el fin de semana tumbado en el sofa regodeandose en su miseria. En el ultimo tramo de peldanos la misma sensacion de antes volvio a recorrerle la espalda. Sacudio la cabeza para despejarse y cuando alcanzo el rellano supo a que se debian esos escalofrios. Al llegar alli entendio perfectamente las suplicas de sus instintos. Sentada en el portal estaba ella, Kat, y sin dudarlo si quiera, cogio un cigarrillo. (c) 2008 4 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas 2 -No deberias fumar. -Fueron las primeras palabras que pronuncio tras cinco anos de silencio. -Lo se -respondio el laconico. -Ademas, aqui no se puede. -Eso tambien lo se. Se quedaron mirandose el uno al otro unos segundos. Jack incluso parpadeo, como si creyera que se trataba de una alucinacion, pero no, cuando volvio a abrirlos ella seguia alli. No habia cambiado nada, excepto en los ojos, que parecian mas tristes, mas serios, apagados. Aunque Kat siempre habia tenido los ojos tristes, de hecho, la cancion Sad Eyes de Bruce Springsteen siempre le hacia pensar en ella, antes solian resplandecer desde el interior. Ahora ya no, aunque seguian siendo de un azul precioso, como el mar en invierno. Mucha gente creia que Kat tenia los ojos negros, pero Jack sabia perfectamente que no, que eran de un azul profundo, igual que el cielo antes de una tormenta. Llevaba el pelo recogido, y el no pudo evitar preguntarse cuando habia decidido dejarselo largo. Cuando estaban juntos solia llevar su negra melena corta, justo por debajo de la oreja, como si fuera una bailarina de charleston. Iba vestida como siempre, sin importarle los dictados de la moda, fiel a sus vaqueros y a sus zapatillas deportivas. A Kat, con su metro setenta y cinco, nunca le habian hecho falta los tacones, pero estaba guapisima cuando se los ponia. Y como Jack era tambien muy alto, ella seguia pareciendo pequena y delicada a su lado. -?Que haces aqui? -?Puedo entrar? Preguntaron ambos al mismo tiempo, pero fue el quien, olvidandose de sus modales, continuo: -?No tienes llave? -?No cambiaste el cerrojo? -pregunto ella sin ocultar su sorpresa. Entonces Jack se dio cuenta de su error y, como ni loco iba a confesarle que no lo habia hecho por si ella queria volver, respondio con una evasiva. -No he tenido tiempo. -Ella tuvo el detalle de no mencionar que habian pasado cinco anos-. ?Que haces aqui? -repitio. -?Puedo entrar o no? -Kat siempre habia sido muy terca, y al parecer en eso tampoco habia cambiado. (c) 2008 Este relato no podra ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del propietario. Todos los derechos reservados. 5 FELIZ NAVIDAD Anna Casanovas Jack no respondio, pero hundio la mano en el bolsillo del pantalon para buscar las llaves. Abrio sin ningun miramiento y fue directamente a la cocina para servirse una copa. -?Quieres una? -le ofrecio mientras abria el armario de los vasos. -Supongo que me hara falta. Sin decir mas, sirvio dos copas mas que generosas y encendio las luces del salon. Se bebio la suya de golpe y, como se habia llevado la botella con el, se sirvio otra. Se sento en un sofa, estiro las piernas, volvio a doblarlas, y con los codos apoyados en sus rodillas la miro a los ojos. -?Vas a decirme a que has venido o no? -Mi padre se esta muriendo -respondio ella, sentandose en otro sofa. Y con esa frase Kat empezo a llorar y a Jack se le rompio el corazon. Su Kat nunca lloraba, nunca, ni siquiera cuando el la traiciono del peor modo posible. El llanto de Kat era desgarrador por su silencio, si alguien la hubiera visto creeria que solo tenia los ojos cerrados. Apenas hacia ruido, y mantenia las manos apretadas en su regazo. Jack no supo ni como ni cuando se habia levantado, pero segundos mas tarde estaba junto a ella, y le acariciaba la espalda para tratar de tranquilizarla. La habria abrazado, pero no sabia si ella habria aceptado el abrazo, ni si el estaba preparado para darselo. Poco a poco, las lagrimas dejaron de resbalarle por las mejillas y sin decir nada se levanto y fue al bano. Jack se bebio la segunda copa, la necesitaba. -No deberias beber con el estomago vacio, y me juego lo que quieras a que aun no has cenado -dijo ella en voz baja al acercarse. -Deje de fumar -se defendio el, y al ver que Kat enarcaba las cejas se lo explico-. Hace cinco anos, pero en diciembre hago una excepcion. - No hacia falta que le contara por que. -Creia que no te gustaba el whisky. -Y no me gusta, pero tenia la sensacion de que esta noche iba a hacerme falta. Y ya ves, resulta que tenia razon. Ella lo miro extranada pero no dijo nada, y volvio a sentarse donde estaba.

  • Luchare por ti (Mujeres seguras 2) de Susan S. Seller

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    Caminaba por la calle con paso decidido. Lo mejor era salir de dudas cuanto antes. Ya habia notado los tipicos malestares; nauseas por la manana, algun que otro mareo que no llegaba al desmayo pero que resultaba incomodo, y sobre todo la pesadez de vientre. Ella siempre habia tenido el vientre plano y ahora hacia una ligera curva que, por otro lado, resultaba incluso atractiva... pero los datos eran ya demasiados para ignorarlos, sobre todo aquel tan revelador del retraso de su menstruacion. No es que estar embarazada fuera ningun castigo. Ella adoraba a su flamante marido, Jake Connor, lo amaba de verdad como jamas hubiera pensado que se podia amar. Es solo que le hubiera gustado que el bebe hubiera llegado despues de un tiempo que hubieran disfrutado como pareja... pongamos unos cinco anos, seis tal vez... No, no lo podia negar. Lo del bebe no le hacia ninguna gracia. No solo porque se pondria gorda y pesada y dejaria de resultar tan atractiva para su esposo, ademas todas las revistas femeninas entre ellas Infinity Woman para la que trabajaba desde hacia un ano, coincidian en que a los hombres les encanta el vientre de su mujer embarazada. El sentimiento de proteccion de un hombre hacia la mujer que amaba se incrementaba cuando sabia que un hijo suyo iba dentro del cuerpo tan amado y deseado de su esposa. En el fondo ni siquiera era ese su miedo; sencillamente no habia sentido la llamada de la maternidad. Nunca se habia imaginado a si misma sosteniendo un bebe en los brazos mientras lo miraba con ojos tiernos. Los bebes no eran tan deliciosos como la gente queria hacer creer. Berreaban todo el tiempo, ella lo habia visto, habia mirado madres desesperadas tratando de calmarlos en una rabieta en el parque, tambien las habia visto con ojeras de no dormir, con el cabello sucio por la falta de tiempo y que decir de aquellas que cortaban sus preciosas melenas en aras de la maternidad argumentando que ya no podian cuidarse como antes. ?Estaba ella preparada para todo eso o simplemente estaba dejandose llevar por el panico? A Jake le haria feliz, de eso estaba segura. Cuantas veces se habia quedado absorto contemplando la cara pequena y perfectamente construida de un bebe y luego habia hecho un comentario significativo... "?Te imaginas uno nuestro, mi amor?" ... Ella siempre habia asentido con la cabeza y forzado una sonrisa pero en el fondo no se lo imaginaba. Pobre nino, penso tocando su vientre como si ya tuviera la certeza de estar embarazada, vaya madre te vino a tocar. Su movil vibro dentro del bolso al mismo tiempo que un rayo del sol punzante de julio le cegaba los ojos. Denisse no descansaba jamas. Eran solo las nueve de la manana y estaba segura de que su jefa y mama postiza, Denisse White, ya estaba sentada tras las mesa de su escritorio buscando nuevos contenidos para la revista. Se podria decir que era su jefa dentro de la revista y fuera de ella su mama. Habia conocido a aquella mujer de cincuenta y cinco anos en la misma epoca que conocio a Jake. De hecho ella tuvo mucho que ver en que ambos finalmente se unieran. Denisse era hermosa, rubia, elegante, sofisticada... Un lujo de mujer para cualquier hombre, sobre todo si ese hombre era Brandon Connor, el padre de Jake. Evelyn abrio el bolso blanco y saco el movil. Antes de que Denisse pudiera decir nada, aclaro: --Estoy en un asunto personal pero llego en media hora. --Buenos dias, querida, Jake llamo a preguntar donde estabas. Jake llamaba cada manana cuando los eventos deportivos que tenia que cubrir se sucedian fuera de la ciudad. Alguna vez le habia pedido que dejara su trabajo para poderlo acompanar pero ella siempre se habia negado. Era la primera vez en su vida que tenia un trabajo que le gustaba y no iba a dejarlo mientras pudiera. Denisse esperaba una respuesta al otro lado del telefono. --Ahora lo llamo yo --fue todo lo que dijo haciendo que en el otro extremo de la linea Denisse se preguntara en que andaba metida. Compro el test de embarazo mientras observaba como la farmaceutica la miraba con ojillos tiernos y una sonrisa angelical. Claro, habia visto su anillo de casada, se supone que una chica joven y casada esta deseando ser madre. Ella no pudo mas que forzar la sonrisa. No iba a decepcionar a la buena mujer. Echo el test en su bolso de la misma manera que media hora antes habia echado un Kit kat, como si fuera un objeto mas desprovisto de alguna importancia, como si aquel instrumento no fuera a determinar como seria su vida de ahora en adelante. Salio de la farmacia dando un suspiro. Se fijo en las avenidas iluminadas por el sol, en la vida que fluia por aquellas calles que tantas veces habia transitado sola hasta que conocio a Jake. Era increible como entonces aquellas mismas calles de adoquines se habian llenado de encanto y emocion al lado de su hombre .En cuanto el pensamiento de el llego a su mente sonrio instintivamente. Iba a ser su primer verano como matrimonio...y tal vez no lo pasaran del todo solos si ya albergaba una vida en su interior. Volvio a acariciar su vientre y entro en el edificio gris acero donde se encontraba Denisse White y su revista, Infinity Woman. Capitulo 2 Cuando Evelyn abrio la puerta del despacho de Denisse White la encontro tomando un te verde con limon y hielo. La elegante mujer de los cabellos dorados, como solia llamarla Jake, era una apasionada de los tes. Evelyn solia decirle que no le quedaba un color que almacenar de la bebida mas tomada en el mundo. Tenia te verde, rojo, negro, blanco, especialidades para anadirlos a la leche, tes exoticos de jazmin y canela, tes especiados.... Cuando abrias uno de sus cajones el mundo se llenaba de bolsitas de te. Denisse le dedico una de aquellas sonrisas maternales a las que Evelyn habia terminado por acostumbrarse. Ella que habia crecido sin padres y sin tener ni idea de lo que era una familia, habia encontrado en Denisse a la madre que siempre habia deseado. --?Me puedes explicar que esta pasando, querida? Evelyn se dejo caer sobre el sillon de cuero que habia frente al escritorio de Denisse. Aquel escritorio de madera caoba tenia su propia historia, gracias a el Evelyn habia conocido a Jake cuando Denisse le ofrecio ser columnista de su revista. --Llevo algo en el bolso --respondio Evelyn en un tono de voz neutro. Denisse arqueo sus finisimas cejas. --Me lo imagino, Eve, supongo que no es el tamano de tus compresas plegadas lo que te tiene con esa cara. ?Por que no le coges el telefono a Jake... habeis discutido? --pregunto a la vez que ponia delante de la joven una taza de te a la que anadio hielo y azucar. --No --respondio de inmediato. La verdad habia que ser muy insistente para hacer enfadar a Jake. --No se trata de eso. Es que si le cojo el telefono tendre que decirle lo que he comprado esta manana. Denisse paso uno de sus dedos por la barbilla. Era el gesto que hacia cuando esperaba que la explicacion se ampliara. Aquel ademan le servia para mostrar sus perfectas y pulidas unas. Jamas las llevaba pintadas de un color chillon. Denisse era la imagen de la discrecion y la elegancia. Sus tonos eran el rosado y el blanco en unas unas con manicura francesa que jamas llevaba demasiado largas porque le hubiera impedido escribir en su portatil con comodidad. --Y ese algo que has comprado esta manana es lo que llevas en el bolso ?me equivoco? -- Evelyn asintio con la cabeza. --Pues espero que no respire porque no me gustaria nada que sacaras un roedor de ese bolso carisimo que yo te regale. Evelyn rio en voz alta y Denisse noto como volvia el color a aquel cutis cremoso de un color melocoton. Evelyn metio la mano en el bolso de piel y saco una cajita que agito ante los ojos de Denisse. --Un test de embarazo --concluyo viendo la mirada desconcertada de su amiga. --?Un test de embarazo? Pero es maravilloso, Evelyn --se levanto de su silla y se acerco a la joven para abrazarla. --No te has atrevido a hacertelo aun ?verdad? --pregunto mirando los ojos desamparados de Evelyn. Ella nego con la cabeza como si fuera una nina. --Pero ?por que, de que tienes miedo? A Jake le encantara la noticia. --A Jake si, pero a mi no. Denisse entrecerro los ojos para observarla. Las facciones de su rostro perdieron la sonrisa. No es que pudiera criticar a nadie que no deseara tener hijos pero en el caso concreto de Evelyn no terminaba de entenderlo. --?No quieres ser madre, Eve? La chica volvio a negar con la cabeza. --?Puedes explicarme porque? --Su pregunta estaba desprovista de ninguna acusacion, su voz era dulce y sugeria desconcierto. --Nunca he pertenecido a una familia, Denisse, no tengo un referente materno, no se como una madre trata a su bebe, no lo he visto de cerca jamas, no he tenido a un bebe en brazos en mi vida pero algo me dice que no es facil sostenerlos, son fragiles, delicados, y yo no tengo ninguna experiencia y ... --Evelyn, mi nina --dijo Denisse al tiempo que la acurrucaba en sus brazos. --No te preocupes por eso, la naturaleza te dara todo cuanto necesitas para cuidar a tu hijo, o hija, tal vez sea una nina y tengamos por aqui una Evelyn chiquita. Ademas yo sere su abuela postiza y te ayudare, tambien Jake lo criara ?no confias en el? ?no crees que sera el mejor de los padres? Y tambien esta Brandon, sera el abuelo mas orgulloso del mundo. No tienes nada que temer, princesa. --Las manos de Denisse no dejaban de acariciar el rostro y los cabellos de Evelyn. --Claro que confio en Jake pero el tiene ese trabajo cubriendo los eventos deportivos y continuamente esta fuera de casa, Denisse. --Yo puedo darle trabajo en esta revista. --No lo aceptara. Ya sabes que tiene su orgullo y no quiere que nadie crea que dejo a Josephine Lark y a Alfa Man porque tu le ofrecias una seguridad aqui. Por eso acepto ese trabajo de columnista deportivo. --Lo se, pero las cosas cambian cuando hay una criatura en camino. --No le vayas a decir nada, Denisse. --No lo hare, el solo vendra a pedir una columna en Infinity Woman, ya lo veras. Como cada vez que hablaba con Denisse, las cosas parecian ponerse espontaneamente en su lugar. Todo parecia sencillo con la suavidad y dulzura con la que ella ubicaba cada uno de sus tormentos y los espantaba como si tuviera una mano magica. --Tambien me pondre gorda, Denisse, y Jake por ahi viendo otras mujeres... Esta vez Denisse arqueo su cuello para exhalar su carcajada dejandola mezclarse con el aire. --Querida, a un hombre le enternece el vientre abultado de su mujer. Eres el cobijo de una vida en la que ellos colaboraron. Es la prueba de su virilidad y les encanta. No sufras por eso. Evelyn contuvo aquella pregunta que siempre le cosquilleaba en la garganta cuando se hablaba de aquellos temas...?y tu como lo sabes?"... Denisse no tenia hijos sin embargo siempre hablaba de la maternidad como si fuera un tema que le tocara de cerca. Por amor y respeto hacia ella jamas le habia preguntado porque no fue madre. --Pero nos estamos demorando demasiado con conjeturas y aun no sabemos si hay bebe o solo un retraso --anadio Denisse. --Evelyn, no puedo hacer esto por ti --dijo de forma risuena --ahi tienes el aseo. Saldremos de dudas en cinco minutos. --No tengo ganas de hacer pis ahora --respondio la muchacha. --No seas nina, Eve. --Es cierto, no tengo ni un poquito de ganas. --Bebete el te --Evelyn hizo caso omiso de la sugerencia --Evelyn, bebete el te --esta vez ya no fue una sugerencia. --De aqui no te vas a marchar sin que sepamos si estas embarazada. Si es preciso te hago beber un litro de agua. Vamos, bebe te. Evelyn tomo su taza con delicadez, la llevo a sus labios y apenas tomo un sorbito. Prolongaria aquel te hasta que fuera capaz de aceptar que, efectivamente, nadie podia hacerse una prueba de embarazo por ella y que era uno de aquellos tragos en la vida que hay que pasar. Los minutos fueron desgranandose hasta convertirse en un par de horas y varias tazas de te con hielo y azucar. Evelyn llevaba un rato cruzando las piernas con fuerza para reprimir el impulso de ir a orinar. Denisse la observaba desde su escritorio comentando las semillas de flor que iba a plantar en su jardin, lo estupendo que era Brandon como jardinero y el tiempo sofocante que se avecinaba en aquel mes de julio pero sin perder de vista que la muchacha estaba reprimiendo los deseos de ir al bano. Estaba dispuesta a permanecer en silencio y a darle el tiempo suficiente para que comprendiera que aquel temor era un absurdo. En algun momento se le ocurrio decir: --Estoy segura de que sabes que hacer pipi sobre ese cacharrito no duele en absoluto. Evelyn rio ante la gracia y casi se le escapa un puntito. --Esta bien, no puedo mas, me has hinchado a te y mi vejiga esta a punto de reventar --dijo cogiendo el test y marchandose al bano mientras Denisse reprimia una carcajada. Dos minutos despues Evelyn salio con el test en la mano. --?Has apuntado bien, querida? --Muy graciosa. --Ahora solo nos resta tener paciencia. Bonita palabra que deberias cultivar, Evelyn. Denisse cogio el test de la mano de Evelyn que lo sostenia como si fuera un instrumento peligroso, y lo puso en el centro de su escritorio. --Veamos. Imposible durante esos tres minutos mirar a otra parte que no fuera la tirita del test, imposible no pensar en lineas rosas como en ningun otro momento en la vida. Dos lineas y tu vida cambia para siempre... El cielo parecio ponerse de parte de la vida cuando rompio a llover en una delicada lluvia estival que comenzo a impactar contra la ventana produciendo un sonido que , en otro momentos, hubiera hipnotizado a la joven pero que en aquel instante le resultaba una tortura martilleando sus oidos. Ambas se levantaron a observar desde la enorme ventana del despacho de la senora White como el agua iba humedeciendo el asfalto de la ciudad. Unos segundos despues aparecieron dos lineas rosadas sobre el test de embarazo. --Enhorabuena, querida --dijo Denisse abrazandola --vas a ser mama. Capitulo 3 Sentada en la terraza de su jardin Josephine Lark tomaba un cafe arabico con leche deslactosada mientras contemplaba como el dia se iba despidiendo poco a poco dejando el cielo plagado de franjas anaranjadas que tejian un curioso tapiz con el fondo violeta del ocaso. ?Acaso pensaba alguien que ella no tenia corazon y alma para apreciar la belleza sencilla de la vida? Por supuesto que si, claro que la tenia, otra cosa era que debiera mantener su status de mujer hermosa, poderosa y duena de la revista mas vendida del condado... o al menos lo era hasta que Jake Connor decidio traicionarla. Puso sus labios sobre el borde de la taza de porcelana y dio un sorbo a su cafe. Dejo que el liquido pasara con suavidad por su garganta para degustar con lenta glotoneria las tres cucharadas de azucar que le habia anadido. ?No decian que a falta de amor, bueno es el azucar? ?O era el chocolate?… No tenia ni idea porque en los ultimos anos no habia perdido ni un segundo en pensar en el amor. En realidad aquel sentimiento se hizo evidente tras la marcha de Jake de su revista. Estiro su cuello y puso un mohin frunciendo los labios para subirlo a una de sus redes sociales. Despues de todo el amor no tenia nada que ver con la coqueteria... Y lo mas gracioso del asunto es que Jake habia dejado todo por aquella insulsa de Evelyn Parker, una ninata con menos gracia que un pato mareado, con aquellos andares de nina de primaria, torpe cuando iba entaconada, con la cara lavada y el cabello siempre suelto...?que le habria visto para ser capaz de dejar su columna en Alfa Man , columna que era seguida por toda la ciudad por sus criticas acidas hacia las relaciones sentimentales? El asunto incluso tenia su chiste. El cazador cazado y ademas por la mas torpe del baile. Habia que reconocer que la chica habia mejorado mucho tras convertirse en la protegida de Denisse White. Ahora al menos sabia combinar la ropa, y su cabello suelto se veia en una cascada brillante y ondulada. Conocia de sobra porque Denisse la habia acogido como si fuera una madre. Tambien hizo lo mismo con ella en sus comienzos cuando aun era una columnista de la revista Infinity Woman. La diferencia entre las dos era simple; Evelyn Parker si necesitaba una madre aunque fuera de postizo y ella no. Ella no necesitaba a nadie. No se hablaba con su propia familia que solo le habian dado pesares toda la vida. Dejo de tratarlos cuando empezaron a pedirle dinero que jamas le devolvian. Nunca se habia arrepentido de la decision de apartarlos de su vida. Volvio a mirar su movil. No pudo impedir el impulso de ver la foto del whatsapp de Jake. Por supuesto, como cualquier hombre enamorado habia puesto de foto de perfil una imagen de pareja donde las sonrisas de ambos eran dignas de un anuncio de revista. Volvio a mirarla a ella. Ni todos los cuidados de Denisse conseguirian que fuera una belleza tan llamativa como lo era ella misma.

  • Dejame quererte de Bel Diciembre

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  • El sistema de Ricardo Menendez Salmon

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  • No soy yo (Chic) de Tillie Cole

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    Hace anos, dos ninos de mundos diferentes conectaron de una forma unica que les cambiaria la vida para siempre. Salome no conoce nada mas alla de los limites de la comuna del profeta David, pero despues de un terrible suceso, no puede aguantar mas y decide arriesgarlo todo para escapar a un mundo desconocido y oscuro para ella. Styx ha nacido para vestir el cuero. Presidente de los Verdugos, uno de los clubs de moteros mas infames del pais, vive rodeado de violencia, sexo, drogas y motos, y no busca nada mas en la vida. Hasta que un dia, aparece en su puerta una mujer al borde de la muerte. Una mujer que le resulta extranamente familiar. *Este libro esta dirigido a mayores de 18 anos debido a su lenguaje explicito, situaciones de ambito sexual y violencia que pueden herir la sensibilidad de algunos lectores.*

  • A la sombra de Caprice de Camila Winter

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    Arabella y El legado de la autora Camila Winter en esta antologia de romance victoriano.

  • No soy un experimento de Melania Virues Morilla

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    Nos encontramos en un futuro no muy lejano en el que la ciencia crece dia a dia a pasos agigantados. Africa acaba de cumplir 19 anos y es un experimento. El doctor Flynn, es un cientifico que consiguio clonar a Alba; y Africa, es el resultado de aquello, de su experimento. Africa esta cansada de estar encerrada, cansada de ser una ‘rata de laboratorio’, por lo que decide escapar.?Que sera de Africa cuando consiga escapar sin una identidad ni sitio a donde ir? ?Y si ella no es el unico clon?

  • Torres en la cocina 3 de Javier Torres , Sergio Torres

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  • Valiente de Jennifer Armentrout

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    Tercer y ultimo libro de Cazadora de hadas, la serie de romance paranormal que ha conquistado a miles de lectoras de todo el mundo. La quimica entre Ivy y Ren llega a su punto mas algido en esta novela, llena de giros y tramas que se cierran. Jennifer Armentrout, la reina del New Adult, nos conquista con un mundo lleno de magia, ambientado en Nueva Orleans. Hace tiempo que Ivy Morgan no es la misma de siempre. Y es comprensible. Que te secuestre el principe de los faes, un psicopata empenado en abrir las puertas del Otro Mundo, es logico que te quede algunas secuelas psicologicas. Pero no se trata solo de eso. Algo oscuro y danino se esta propagando por su interior, algo mas poderoso de lo que la propia Ivy podria imaginar y que se interpone entre ella y Ren Owens, el miembro de la Orden del que esta locamente enamorada. Ren haria cualquier cosa por mantener a Ivy a salvo. Lo que fuera. Sin embargo, cuando toma una decision trascendental por ella, las consecuencias son de tal magnitud que amenazan con destrozar las vidas de ambos. Aunque se siente dolida y traicionada, si Ivy quiere salir con vida, debe dejar de lado sus sentimientos y colaborar no solo con aquellos a los que ama, sino tambien con un enemigo al que preferiria matar antes que depositar su confianza en el. Se avecina una guerra, y pronto se hace evidente que todo lo que Ivy y Ren creian saber de la Orden no era mas que un punado de letales y peligrosas mentiras. Para salvar a aquellos a quienes ama, y tambien a si misma, Ivy sabe que no le bastara con ser valiente. Porque, detras de todo malvado principe, hay una reina

  • El fin de la ansiedad de Gio Zararri

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    ?Estas buscando el modo de eliminar la ansiedad de tu vida? ?Necesitas volver a sentir que eres tu, y no la mala suerte, quien controla tu presente? ?Estas harto de notar esos insufribles sintomas con que despiertas cada manana? ?Quieres comprender cual es el sentido y cuales las acciones que te ayudaran a eliminar el sufrimiento y la preocupacion? Si en estos momentos tu principal objetivo se centra en superar este extrano problema que se ha presentado en tu vida, este libro te ayudara. Por experiencia puedo decirte que, si dejas de temer y empiezas a comprender, todo cambiara mucho antes de lo que imaginas. El fin de la ansiedad ha llegado a tus manos con un proposito: ayudarte a redirigir tu vida. Si sigues estos sencillos pasos, no solo superaras la ansiedad para siempre, sino que conseguiras sentirte capaz de hacer realidad muchos de esos suenos que tal vez un dia decidiste considerar imposibles. Intentaremos reconocer y reconducir el problema por lo que realmente es, y ademas lo combatiremos tratando de eliminar esas molestas sensaciones con el verdadero y unico proposito por el que la ansiedad llego a tu vida: la necesidad de que realices un cambio. Al igual que a ti, un buen dia a mi me toco lidiar con muchos de los sintomas que hoy padeces. Se por lo que estas pasando, y te aseguro que la ansiedad puede y debe superarse, que puedes aprender de ella e incluso dejar de temerla para siempre. El camino que pronto comenzaremos juntos no solo te hara mas facil convivir con los sintomas, sino que iremos mas lejos. Te ayudare a comprender que gracias a esta etapa vas a convertirte en alguien mejor y mas fuerte, porque al superar el problema habras conseguido superarte a ti mismo, toda una metamorfosis. No soy medico ni psicologo, sino alguien cercano a ti, una persona normal a la que, como a ti y a muchos otros, un dia le toco hacer frente a un problema extrano y desconocido con las herramientas que llevaba consigo, alguien que vivio el proceso desde dentro, alguien que, tras muchas pruebas y mas errores, consiguio encontrar un metodo que le haria superar la ansiedad para el resto de sus dias, un camino que pronto compartire contigo, una leccion que espero que pronto hagas tambien tuya. El fin de la ansiedad no es un manual de recetas o milagros. Si buscas eso, no te enganes: no existen recetas para la vida. Vencer la ansiedad es superarse a uno mismo, y conseguirlo dependera mas de tu accion que de tu conocimiento. En este libro que tienes en tus manos narro como fue mi proceso y explico cuales fueron mis acciones y, como veras en repetidas ocasiones, a ti te tocara practicar con lo aprendido. Cuando pierdes el rumbo y empiezas a ir en contra de la vida, esta te manda senales para que cambies. Llegado a este punto, tienes dos opciones: hacer caso y cambiar o ignorarlas y seguir como si nada ocurriese. El problema de escoger la segunda opcion radica en que no puedes ir en contra de la vida eternamente. Si ignoras sus alertas durante mucho tiempo, la vida te dara un toque de atencion tan fuerte que no tendras mas remedio que pararte y escuchar. Este es el mensaje que haras tuyo: la ansiedad ha llegado a tu vida para que te detengas y aprendas a escuchar, ya que, lo entienda o no tu razon, necesitas un cambio. Este libro intentara ayudarte a comprender cuales son esas necesidades que la vida quiere para ti. Ante cualquier reto siempre existen dos opciones: huir o atacar, sentirse victima o responsabilizarse y trabajar para superar el problema. Si ante la ansiedad decides huir --atiborrarte de pastillas, realizar sesiones de hipnosis o psicoterapia, o esperar sin mas a que el problema pase sin pararte a pensar--, puede que por este camino consigas que desaparezca momentaneamente, pero te costara mas tiempo y dinero, y lo que es peor, viviras con un temor constante ante la posibilidad de que vuelva a presentarse en cualquiera de sus formas. Huyendo te convertiras en alguien dependiente, porque el fantasma de la ansiedad condicionara tu vida. Temer a la ansiedad conlleva la dependencia de ansioliticos, psicologos o ayudas externas, una vida esclavizada que puede derivar en problemas mas graves como las crisis de panico, la fobia social o agorafobia, en resumen, miedo a que pueda reaparecer sin avisar. Por ello quiero ayudarte a elegir la segunda opcion, la mejor y mas sencilla, la opcion inteligente: atacar el problema, entendiendo los motivos por los que se presento en tu vida y realizando las acciones necesarias para superarla. Comprendiendo el porque de tus sintomas, conoceras la razon y la aceptaras por lo que realmente es. Es el momento de actuar y de entender que existe un antes y un despues en tu lucha, un momento que llega en cuanto decidas ser tu quien asume el control de tu propia vida. Al responsabilizarte, actuaras y te convertiras en alguien mas fuerte y seguro, alguien que dirige su vida y controla sus miedos; habras comprendido que es la ansiedad y cual era su mensaje. De este modo, resucite o se entierre el duende maldito de la ansiedad, ya nunca condicionara tu vida. Cuando me di cuenta de que, al superar de este modo este dificil reto, me habia hecho mas fuerte y seguro y habia interiorizado nuevas actitudes en forma de herramientas para la vida, comence a vivir como realmente queria hacerlo, afrontando dificultades y cambios por libre eleccion; entendi entonces que mirar de frente al problema me hacia vivir con menos miedos, tomar el control y comprender que los limites, si asi lo decides, los pones tu. Una vez cambie la forma de entender el problema, empezara a transformarse la realidad que te rodea. Te daras cuenta de que <>. Espero que el hecho de no ser experto en temas mentales ayude a que la lectura sea mas agradable. Asi pues, intentare no aburrirte en el camino con tecnicismos, graficas complejas o frases enrevesadas, ya que por experiencia se que no es el mejor momento para rizar el rizo; tu atencion esta enfocada en los sintomas y, cuanto mas claro sea el mensaje, mejores resultados obtendremos. Buscare en estas lineas y desde el primer capitulo tu sonrisa e intentare que, a medida que pasas las paginas y los dias, esa sonrisa se mantenga y vaya aumentando, a la vez que tus sintomas disminuyen y tu comienzas a sentirte mejor de lo que tal vez te hayas sentido nunca. Debes reconocer que para cualquier cambio se necesita accion y, como este es un libro de accion, no bastara con entender o aceptar la teoria. Si la lectura avanza y no observas mejoras, considera que estas evitando el objetivo principal de este libro: actuar. Alegrate y sonrie, porque eligiendo este libro has escogido actuar. Pronto comprenderas cual es el mensaje que la ansiedad trae a tu vida. Pronto descubriras cuales fueron mis pasos y cuales pueden ser los tuyos. Pronto sentiras que, con cada paso que das, te sumerges de lleno en ese camino que la vida quiere para ti. SUGERENCIAS PARA OBTENER EL MAYOR BENEFICIO DE ESTE LIBRO Existe un requisito fundamental para obtener el mayor beneficio tanto de la vida como de este libro, un factor imprescindible porque, sin el, de nada servira que te plantees accion alguna. ?Cual es el factor con el que puedes hacer realidad cualquier objetivo que te propongas? Es uno y bastante sencillo: hacernos responsables de nuestra vida y felicidad. Debes reconocer que este cambio no solo es posible, sino tambien necesario, considerando que toda fuerza que puedas necesitar para afrontar cualquier dificultad esta --y siempre ha estado-- dentro de ti mismo.

  • La vida de las hormigas de Maurice Maeterlinck

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    En La vida de las hormigas, Maurice Maeterlinck, premio Nobel de Literatura, vuelve a hacer gala de su interes entomologico y decide observar el minusculo universo de estos prodigiosos insectos con la conviccion de que encierra innombrables misterios pero que, a la vez, puede despertar un sinfin de analogias con el comportamiento humano. Las hormigas se nos muestran en este libro como seres capaces de extraordinarias proezas. Como el hombre, tambien ellas cuentan con ejercitos organizados, algunas se han especializado en una suerte de ganaderia y otras parecen haber aprendido a cultivar sus alimentos. Su sistema de comunicacion tambien despierta el asombro, y nos recuerda a la telepatia. Un microcosmos admirable relatado en un estilo exquisito.

  • Usher (Soul Circus series) de Kelly Dreams

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    Si le dijesen que iba a caerle un meteorito encima, Gwenevere Loft habria preguntado el dia y la hora exacta para apuntarlo en su agenda. Tras lo ocurrido esos ultimos tres meses, creia posible cualquier cosa, pero encontrarse jugando a las cartas para saldar una deuda que ni siquiera era suya, era mas de lo que podia soportar. Sobre todo porque el croupier resulto ser alguien salido del mismisimo infierno, empenado en demostrarle que el cielo tambien podia existir en la tierra.
    Usher supo que su nueva deudora seria un problema en cuanto la vio llevando zapatillas deportivas en el Soul Circus Casino. De espaldas a el, con la larga melena cayendole por la espalda y vestida de blanco, tal y como la habia visto en su vision, Gwen prometia ser un bonito y divertido desafio. El problema era que jugar con ella lo llevaria a tentar al destino, pues esa dulce y tierna mujer estaba destinada a compartir algo mas que un juego de cartas con el, estaba destinada a compartir su futuro.

  • Hasta que llegaste tu de Ariadna Tuxell

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    En <> la escritora nos explica la vida de Giovanna, una profesora que esta separada y tiene un hijo pequeno. La protagonista iniciara una relacion sentimental con su hombre ideal que le hara volver a creer en el amor verdadero haciendola sentir una mujer totalmente deseada, amada, querida y afortunada.

  • Heredero de la oscuridad de Edgar Velazquez

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    Comence a ver cosas raras, escuchar ruidos y voces extranas.
    Mi cuerpo crecio. habia algo que recorria mis venas. la herencia familiar.
    La vi y me enamore, tan profundamente que no existe un limite.

  • Dulce camino espinoso (Serie Rohard 1), Rita Morrigan de Rita Morrigan

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  • Jefe !No me interesas! de Hugo Sanz

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    Ya llegaba David. Claro, con ese fisico que tenia, aquel portento no podia llamarse mas que como el David de Miguel Angel. Me tenia loquita y eso que solo llevaba tres meses en la empresa. A ese paso, de seguir las cosas asi, me iban a tener que internar en un sanatorio mental antes de que llegara el momento de renovarme el contrato, para lo que todavia faltaban tres meses mas. Mi nombre es Leticia y, aunque no soy reina, me he pasado media vida queriendo reinar en el corazon de alguien. Lo malo es que todo lo que mi padre dice que tengo de lista, lo tenia tambien de mal ojo para los hombres; hasta que llego David, que era harina de otro costal. O eso creia yo a priori. El primer dia de trabajo no se me paso por alto que mi jefe le quitaba el hipo hasta a la estatua de Cleopatra que tenemos en la entrada. Y no, no es que nos dediquemos a comercializar reliquias, que tampoco hubiera estado mal, sino que la nuestra era una multinacional de distribucion de productos de peluqueria. Recuerdo que yo todavia no lo conocia y pense que seria un companero de trabajo, por lo que desde mi puesto de recepcionista lo trate con cierta familiaridad, pero le debi caer en gracia, porque no tardo en echarse unas buenas carcajadas cuando le solte que la estatua aquella me intimidaba y que no sabia a quien se le habia ocurrido la feliz idea de ponerla en ese lugar. Claro esta que yo no podia saber que habia sido a el mismo y que la habia traido del viaje de novios que hizo con su ya exmujer, Samantha, que era una pija de espanto. Hasta ahi lo que yo me entere en un primer momento, lo que supe despues es que ese matrimonio duro menos que un perro en China, porque la muy condenada por lo visto llevaba seis meses poniendole los cuernos a David con su propio socio, que se llamaba Bartolo, como el famoso Bartolo de la cancion que tenia una flauta con un agujero solo... ya sabeis por donde voy. Pues bueno, el asunto es que el tal Bartolo lo unico que tenia de feo era el nombre, pero igual que David estaba para perderse con el y tirar la llave junto con aquella otra que yace en el fondo del mar matarile rile rile... Total, que la tal Samantha se ve que era ambiciosilla y no tenia suficiente con casarse con uno de aquellos dos monumentos, sino que al mismo tiempo tenia que beneficiarse al otro. Despues de conocerla, no me extranaba ni un apice, porque cuando llegaba era como si la recepcion se congelara, no habia visto una persona mas fria y distante en mi vida. Pocos dias despues de comenzar a trabajar alli, yo ya estaba al corriente de hasta el ultimo de los chismes de la empresa gracias a mi companera Conchi, que permanecia al loro de todo. Para mi, suponia un enigma total como podia sacar esta muchacha adelante su trabajo y tener al mismo tiempo oidos en todas partes. Conchi era jefa de ventas y la mejor publicidad de la empresa la llevaba en su pelirroja y rizada cabellera, que dejaba boquiabiertos a propios y a extranos a su paso. --A ti te hace falta un buen reparador de puntas --me comento el primer dia que nos vimos y, cuando la vi venir tan atenta con uno en la mano minutos despues, supe que ibamos a ser las mejores amigas. Ella me informo hasta del ultimo detalle de la ruptura de David y Samantha, que debio ser digna de salir en los telediarios, y de como Bartolo paso a convertirse de socio y amigo a socio y enemigo en cuestion de decimas de segundos. Desde entonces, los tres se habian visto obligados a trabajar juntos, pues Samantha era una relaciones publicas inmejorable, las cosas como son, pero de puertas para adentro aquello era una algarabia que mas valia que ampliaran tambien al negocio de las pelucas, porque de alli iba a salir un dia alguien calvo, solo les faltaba engancharse por los pelos. Por si era poco el cuadro que he descrito, de vez en cuando se dejaba caer por el negocio Magnolia, la madre de David, que esa si que exhalaba estilo, vamos que en su dia debio salir de una burbuja de Freixenet y mas que cumplir anos cumplia lotes de glamur. Como no podia ser de otra manera, Magnolia tenia atravesada a Samantha y yo a veces pensaba que el alfiler que pendia de su mono era un arma blanca por si la cosa se ponia fea. Yo a Magnolia la veia como a mi futura suegra, esa era la unica realidad, por lo que solia hacerle la rosca que era un gusto. En justa correspondencia, creo que tambien le gustaba a ella mas que el caviar porque siempre me estaba alabando delante de su hijo, alardeando de mis muchas virtudes. ?Y cuales son esas virtudes? Bueno, pues no me corresponderia a mi decirlas, pero una es muy mona y vistosa, ademas de derrochar arte por los cuatro costados (este ultimo comentario es de mi abuela Matilde). Sea o no cierto que estoy dotada de cierta gracia, lo que si senalaria es que soy pura sensibilidad y que siempre he puesto toda la carne en el asador a la hora de vivir una historia romantica. Ya me viene desde pequenita, cuando me volvia del reves llorando con cualquier cuento de esos dignos de acabar con un festin de perdices y necesitaba una sabana para limpiarme las lagrimas. Con esto quiero decir que a veces puedo parecer muy loca e impulsiva, pero es que a mi una historia de amor me puede. Anda que no me habia dado tiempo a pensar cosas hasta que David se acerco a mi con aquella sonrisa cegadora que casi me obligaba a ponerme las manos delante los ojos para protegerme. Pero no, no seria yo quien se la perdiera asi acabara cegata perdida. --Buenos dias, Leticia, estas muy guapa hoy. --Dejo caer mientras avanzaba hacia su despacho. Era, sin duda alguna, el mejor momento del dia, cuando me ofrecia aquel saludo mananero que me llegaba al alma. De por mi le habria dicho alli mismo que el si que estaba para comerselo y que, en todo caso, podiamos sellar una alianza y comernos mutuamente, pero obvio que eso quedaba para mis suenos. Eso si, mientras yo estuviera en aquel puesto, ya haria encajes de bolillos para que no se le acercara ninguna pelandrusca, que habia mucha suelta... Y el protagonista de mis suenos tenia que ser para mi y para nadie mas. El problema residia en que, por mucho que me dijera guapa y cuarenta tipos de piropos mas, yo era invisible a su vista. O, mejor dicho, era una mas, porque Conchi decia que el varapalo que habia sufrido a manos de su ex habia hecho que ahora su habitat natural fuera el de meterse en lios de faldas, y debia hacerlo de dos en dos. Para colmo, nuestra empresa organizaba diferentes eventos en los que desfilaban modelos con los que se sabia que David acababa encamado, de forma que muchas veces no necesitaba ni chasquear los dedos para tener fiesta. Cuando yo pensaba en cuestiones asi y en otras similares, lo cierto es que se me llevaban los demonios, por lo que siempre que podia me valia de algun truquillo para que alguna no cruzara el umbral de la puerta de su despacho. A sus treinta y cinco anitos, David estaba de lo mas solicitado, pero yo me las tenia que agenciar para dar pasitos en direccion a su corazon y vive Dios que estaba "in love" con la vida para hacerlo. Conchi paso por la recepcion, como cada manana, para que fueramos a tomarnos el cafelito. Bueno, el cafelito me lo tomaba yo, que ella se traia un bote del te kombucha ese, que sera muy probiotico y yo lo niego, pero que lo probe un dia y me parecio un vomitivo de espanto. --Cada vez que pienso en lo que te estas metiendo en el cuerpo, me da repelus --le dije mientras ella daba un sorbo al que llamaba el "elixir milagroso". --Ya, ya, pues muy bueno que es... Tu lo que pasa es que estas en otra onda, vamos con ganas de meterte en el cuerpo otra cosita. --Me guino el ojo. --No se puede ser mas salvaje --repuse. --Ni mas realista, asi que dejate de tonterias y sigue al acecho. Manana vas a tener faenica, porque creo que vienen varias modelos a entrevistarse con el. --?No las entrevista Paul? --pregunte con deje quejica. Paul era otro de los peces gordos de la empresa y el jefe de estilismo, encargado, entre otras labores, de todo lo concerniente a las modelos. --Huy, Paul, dices, ya sabes que esta desmelenado con la boda. --Es guasita, ?no? --Paul estaba mas calvo que una bombilla. --Es una manera de hablar, mujer. Dice que su novio lo tiene desatado. --?Te imaginas si es como el negro del WhatsApp? --le pregunte, por aquello de que su novio era de origen africano. --Estas faltita, ?eh? --Los gestos de Conchi no podian ser mas graciosos. Claro, como ella estaba estrenando amor con Jaime le era muy facil hablar... Pero yo cierto que estaba faltita, aunque no era llegar y pegar lo que queria con David, bien lo sabia Dios. Yo con ese prodigio de hombre me veia de la mano de luna de miel, vaya que tenia unos pajaritos en la cabeza que debian haber anidado ya, pero no pensaba renunciar a mis suenos. --Que facil es hablar, a ver como estarias tu en mi lugar... --Subiendome por las paredes, te garantizo que iba a dejar en panales a la nina del exorcista, ?cuanto dijiste que llevabas sin...

  • El mosquetero del Alcazar de Mavi Tome

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    Segunda entrega de la bilogia <>, cuya historia sucedera dos meses despues de los hechos transcurrido en La menina del Louvre.

  • Ser Rojo de Javier Arguello

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    Todos los libros tienen una historia. No la que cuentan sus paginas, sino la del propio libro. El dia en que fue comprado, el sitio en que lo leimos, la epoca de la vida en que eso ocurrio. A veces un libro se relaciona con un viaje y recordamos los paisajes y las personas con las que compartimos el tiempo que duro su lectura. Si llega a ser uno de los importantes, a lo mejor pasa a decorar el frente de nuestras estanterias. Ve pasar los anos, las mudanzas, el crecimiento de nuestros hijos. Si se lo preguntaran, un libro podria contar la vida de una persona. O al menos una parte de ella. Segun el contenido de sus paginas puede haber dejado en nuestra memoria el dibujo de unos personajes que se mezclan con las personas que hemos conocido, o ideas o puntos de vista que cambiaron nuestra forma de ver el mundo. Por esa razon un libro puede ser algo peligroso, un objeto con el que no queremos que se nos relacione por lo que implica haberse visto expuesto a su contenido. Por el solo hecho de poseerlo uno puede estar bajo sospecha. En segun que epocas y en segun que lugares, la gente tuvo que deshacerse de sus libros como quien se deshace de una prueba que lo relaciona con un crimen. En segun que epocas y en segun que lugares, este libro que tiene usted en sus manos podria convertirse en su sentencia de muerte. Esta historia empieza con un hombre y con un libro. Sentado en la vereda de una calle cualquiera, el hombre ojea el libro que se acaba de encontrar y no piensa en su contenido, sino en sus propietarios. ?A quien habra pertenecido? Por el tema del que trata bien pudo haber sido de un sociologo, como el. O de un estudiante de sociologia. Uno de esos estudiantes a los que el mismo daba clase hasta hacia apenas tres dias, y que habia llegado a Santiago de Chile a hacer un posgrado en sociologia politica y a participar del momento que se estaba viviendo. Por primera vez en la historia un gobierno marxista habia alcanzado el poder mediante elecciones libres, y desde todo el continente habian llegado jovenes de izquierda para participar, para colaborar. Y habian empezado las reformas. En el campo y en la ciudad. El presidente electo pensaba que habia que ir poco a poco, pero sus aliados no querian dejar pasar la oportunidad. Creian que un avance tibio podia debilitar el objetivo y terminar frenando las transformaciones profundas a las que habian sido llamados. El momento habia llegado y habia que ser valiente, con todos los riesgos que eso supusiera. Finalmente se impuso una unica realidad. El presidente fue muerto durante el golpe militar comandado por el ejercito. <>, decia uno de los comunicados que la radio transmitia una y otra vez. Y el hombre es extranjero. Y en algun momento milito en las filas del partido comunista. Claro que eso fue en su pais y hace mucho tiempo. ?Tendrian manera de saberlo? Tampoco importa demasiado. La institucion en la que trabaja fue tildada de <> por el gobierno de facto. Con eso basta. Afortunadamente, al tratarse de un organismo internacional, le dieron una patente para su coche que asi lo atestigua. En realidad no tiene ninguna oficialidad, pero a los ojos de la policia y de los soldados se confunde con las del cuerpo diplomatico. Por eso el puede circular por las calles en horas en las que todos estan encerrados en sus casas. Por eso paso los ultimos tres dias llevando gente a las embajadas para que, desde alli, intentaran abandonar el pais. Las fronteras estan cerradas, los aeropuertos vacios y las carceles llenas. Tan llenas que habilitaron estadios de futbol como centros de detencion. Cientos de detenidos, la mayoria de los cuales ya no saldra de ahi. Pero eso el hombre a esa altura no lo sabe. Si sabe que tiene que sacar a los que pueda. Amigos, companeros y muchos desconocidos que de algun modo lo han contactado. Al principio tiene miedo. No se niega, pero tiene miedo. Despues de los primeros viajes el miedo se va adormeciendo y lleva a todos los que puede. No los puede dejar en la puerta porque las embajadas estan vigiladas. Debe dejarlos a media cuadra para que lleguen caminando, como quien no quiere la cosa, y que en una distraccion o un descuido se metan para adentro. El hombre los deja a media cuadra y celebra cuando los ve entrar. Algunas embajadas estan tan llenas que solo hay sitio para estar de pie. Nadie se puede sentar, mucho menos recostarse. El hombre celebra cuando los ve entrar, pero no todos tienen tanta suerte. A veces los interceptan por el camino. El hombre traga saliva y va a buscar a los siguientes. Ya han pasado las primeras horas y la actividad empieza a decaer. Los que han podido salir, salieron. Los que no lo consiguieron ya han sido detenidos. Y la gran mayoria espera en sus casas. ?A que? Nadie sabe. Nadie sabe lo que va a venir. Como medida preventiva algunos se han deshecho de sus libros. Se han deshecho de sus libros sacandolos a la calle. En las esquinas, en las veredas, solitarias pilas de libros esperan a nadie. Al camion de la basura. A la lluvia que lave sus paginas. El hombre esta cansado -lleva tres noches en vela- pero sabe que no va a dormir. Con su patente de organismo internacional recorre las calles y se detiene frente a esas pilas de libros. Se baja, se sienta en el cordon y se pone a revisar. No tiene ninguna prisa. Separa algunos, deja otros. Luego sigue a la calle siguiente. ?Una conjura? ?Una terapia? Lo cierto es que las cosas no siempre tienen un sentido claro. Desde aqui podemos vernos tentados a asignarle significados poeticos o macabros. El hombre simplemente sabe que no va a dormir, y antes de irse a su casa a llorar junto a su mujer y sus hijos, a esperar con un miedo acido a que llamen a su puerta, decide dedicarse a mirar libros en una ciudad desierta en la que cada tanto se escucha la sirena de una patrulla y en la que ni los perros se atreven a ladrar. Es septiembre en Santiago de Chile y las calles estan vacias. El ano es 1973 y el hombre es mi papa.

  • Las hijas de Erik de Mercedes Martin

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    ?Puede una mujer vivir de su espada? ?Ofrecer sus servicios en guerras y expediciones de saqueo, sin la necesidad de ocultarse tras un disfraz masculino?
    Siglo diez en Dinamarca, en plena Era Vikinga. Erika “Ojos de Hielo” y Erika “la Berserker”, dos de las hijas bastardas de Erik, son saqueadoras y soldados a sueldo desde que eran apenas dos muchachas. Ha terminado el invierno y ya se disponen las campanas primaverales, que guiaran a cientos de los temidos barcos nordicos hacia Inglaterra. Esta vez, la hija de Erik, a la que apodan “Ojos de Hielo”, no buscara un barco en el que alistarse con la intencion de combatir a sueldo, y asi hacerse con una buena bolsa de monedas y oro, para regresar antes del invierno a su patria. En esta ocasion, lo hara obligada y pretendiendo escapar de los planes que su tirano padre prepara para ella. La huida la llevara hacia una aventura inesperada y peligrosa, muy distinta a la que esperaba cuando abandono su hogar.

  • Cadena de favores de Marisa Grey

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    Estado de Kansas, 1879 Si alguien necesitaba cualquier cosa, un retal para un vestido, un saco de harina o una pala, solo tenia que acercarse al almacen de Gertrud y Pete Schmidt. No habia nada que ellos no consiguieran en el condado de Ellsworth. Tal vez por eso el establecimiento era el corazon de aquella pequena poblacion de poco mas de cien habitantes, con calles polvorientas en verano y nevadas en invierno, que se convertian en un lodazal con las lluvias de primavera u otono. No habia otro almacen en cincuenta kilometros a la redonda, lo que obligaba a los rancheros y granjeros del condado a recurrir a la pareja para cualquier necesidad que se les presentara. Por esa misma razon no era de extranar que Gertrud llevara su negocio como una reina que impartiera justicia divina. Ni el mas audaz de la zona se atrevia a romper las normas de esa mujer de rostro enjuto. Su mirada de halcon era bien conocida, nada se le escapaba en su reino atestado de cachivaches y era capaz de averiguar si faltaba algo con una simple ojeada. Llevaba el cabello siempre tan tirante que muchos aseguraban que no tenia arrugas por ese sempiterno mono negro salpicado de canas. Sus ojos oscuros, pequenos y vivaces, se agitaban de un lado a otro sin perder de vista su mercancia, y cuando algo la molestaba, fruncia la boca de labios finos. Menuda y flaca hasta parecer un junco y pese a su escaso metro cincuenta de estatura Gertrud era capaz de hacer temblar al mas temido. Esa mujer rezumaba autoridad y no dudaba en usar su lengua viperina cuando alguien no acataba sus normas. Como era de esperar, alli estaba cuando Emily entro en el almacen acompanada de su hijo Cody. La recien llegada habria preferido con mucho encontrarse con Pete Schmidt, un hombre afable de rostro rubicundo y siempre sonriente. Inhalo lentamente para darse animos, porque ya sabia lo que estaba a punto de suceder: tendria que humillarse para conseguir los articulos de primera necesidad de la lista arrugada que aguardaba en su bolsillo. Echo un vistazo a la calle, donde la lluvia se cebaba engrosando los charcos que amenazaban con tragarse las ruedas de las carretas. La suya esperaba a pocos metros y Emily se compadecio de Sanson, su viejo caballo, un animal tranquilo que aguantaba con resignacion el tamborileo de la lluvia con los cascos hundidos en el barro. Era absurdo esperar a que Pete regresara de donde estuviera; si ella y Cody salian, se calarian hasta los huesos en un abrir y cerrar de ojos, y lo unico que conseguirian seria un buen catarro. Su orgullo tendria que sufrir las consecuencias del arisco caracter de Gertrud. Oteo el local desde la puerta y descubrio que en ese momento no habia mas clientes; al menos en eso tendria suerte: nadie seria testigo de su verguenza. --!Cierre la puerta! La voz de Gertrud restallo como un latigazo en el ambiente tranquilo del almacen. ?Como habia notado su presencia si no habia hecho ruido con la puerta, y Gertrud no habia levantado la mirada de su libro de cuentas? La mujer la estudio desde detras de sus gafas pequenas y redondas esbozando una sonrisa que provoco un escalofrio en Emily. --Senora Coleman, justo estaba pensando en usted hace un momento. De haber provenido de cualquier otra persona, esa frase habria sido una bienvenida. Viniendo de Gertrud, en cambio, era una clara alusion a lo que Emily le debia. El dedo indice de la mujer golpeaba ritmicamente el libro de cuentas, atrayendo la mirada de la recien llegada. Esta trago el nudo que llevaba anidado en la garganta desde que habia salido del rancho. No supo que contestar, de manera que avanzo hacia el mostrador y sus pasos resonaron sobre el suelo de madera, al ritmo de los fuertes latidos de su corazon. Estrecho la mano de Cody para infundirse valor y el nino le devolvio el apreton, consciente del mal trago que les esperaba. Llego al mostrador de madera con una vitrina de un extremo a otro dividida en compartimentos, donde se exponian articulos tan dispares como fruslerias de encaje y municiones de rifle. Emily se dispuso a hablar cuando Gertrud alzo una mano para atajarla. --Espere aqui, tengo que sacar una cosa al mostrador. Emily asintio agradecida por esos minutos de gracia. Madre e hijo intercambiaron una mirada. Cody le dedico una sonrisa vacilante ensenando el hueco que un incisivo de leche habia dejado la noche anterior al caerse mientras cenaba. Aquel gesto tan sincero e inocente le llego a Emily al alma, hasta el punto de que se agacho para besarle la coronilla al pequeno con toda la ternura de una madre. Atras oyo un ruido, pero no se dio la vuelta, porque en ese momento Gertrud regresaba con una bandeja de manzanas recubiertas de reluciente caramelo. Desprendian un olor dulzon que arranco a Cody un suspiro de deseo. Instintivamente el pequeno se puso de puntillas agarrando el filo del mostrador para ver de cerca esas delicias brillantes y sabrosas. Le encantaban, de hecho habria dado cualquier cosa por un bocado, pero en casa el azucar era un lujo que no se podian permitir, y mucho menos para un despilfarro como manzanas caramelizadas. Se paso la punta de la lengua por el labio inferior con los ojos fijos en la tentacion. --Aparta, nino --le ordeno Gertrud, y agito una mano delante de las narices de Cody, como si su simple presencia pudiera contaminar las manzanas--. Ya sabes que no puedes permitirte una. Emily apreto los labios, sintiendo el impulso de alargar la mano y agarrar uno de los palitos de madera clavados en las manzanas para darselo a su hijo. Reprimio el gesto, consciente de no poder pagar semejante capricho. Carraspeo tragandose la congoja y se saco la lista del bolsillo de su abrigo humedo. --Buenos dias, senora Schmidt. Necesitaria estos arti... La interrumpio el chasqueo de lengua de Gertrud, que la miraba con una condescendencia insultante. --Todavia nos debe los ultimos tres encargos, senora Coleman. Emily arrugo la lista en el puno. Gertrud ya le habia advertido anteriormente de que no le fiaria mas. Aun asi necesitaba aquellas cosas tan sencillas. --La ultima vez le dije que a finales de mes llevaremos el rebano a Dodge City. Cuando nos paguen, saldare mi deuda con ustedes. El senor Schmidt estuvo de acuerdo. --?Sigue con esa absurda idea? ?Llevara un rebano con un cojo, un gandul y un indio? --Yo tambien ire y ayudare --intervino Cody--. Tengo casi nueve anos y se montar a caballo y manejar el lazo. Gertrud ni siquiera se molesto en mirarlo, sino que clavo los ojos en la lista que Emily habia dejado sobre el mostrador. --Es una insensatez. Deberia ser mas responsable y vender la propiedad junto con el rebano a Cliff Crawford. Sabe que esta interesado en esas tierras desde que se establecio en el condado. Es una locura que una mujer lleve un rancho ella sola. --Mi marido volvera... --aseguro en voz baja Emily. Un nuevo chasqueo de lengua la interrumpio. --?Cuanto tiempo hace que el cabeza hueca de su marido se marcho a Oregon en busca de oro, senora Coleman? --Seis meses --murmuro, consciente de que Gertrud lo sabia a la perfeccion. --?Y cree que volvera? Su mirada inquisitiva encogio a Emily. Todos sabian que Gregory se habia marchado seis meses antes en busca de oro, dejando a su familia sola en un rancho aislado con tres personas para ayudar a su mujer. Pero nadie sabia cuando regresaria, ni siquiera su esposa. --Volvera --insistio Emily--. Y llevaremos el rebano a Dodge City --reafirmo, devolviendo la mirada a la mujer--. Por favor, necesitamos esos articulos. Gertrud apreto los labios y los surcos que iban de las aletas de la nariz a las comisuras de los labios se acentuaron. Leyo en silencio la lista. --Esto es pan para hoy y hambre para manana. ?Es consciente de los peligros a los que tendra que enfrentarse para llegar a Dodge City? Ademas, una vez alli ningun hombre querra hacer negocios con una mujer. --Gregory ya habia apalabrado la venta del ganado, el comprador nos espera a finales de mes. --Esta sera la ultima vez --sentencio Gertrud--. Tiene que pagarnos lo que nos debe, y si a final de mes no lo hace, hablare con el sheriff. Emily asintio, sintiendose como una nina a la que estuvieran dando una reprimenda. Se obligo a tragarse las palabras que pugnaban por escapar de sus labios, como que todos sabian que las basculas del almacen de Gertrud estaban manipuladas a favor de los Schmidt; lo que pesaba una libra para Gertrud, era algo menos en cualquier otra balanza. --Por supuesto --convino Emily a desgana--. A final de mes tendra el dinero que le debemos. Gertrud estudio la lista y arqueo las cejas. --?Huevos? ?Acaso sus gallinas ya no ponen? --Se murieron --informo Emily con una nueva oleada de verguenza. --Insensata --musito la otra. Gertrud la examino unos segundos en silencio hasta que algo capto su atencion justo detras de Emily. Entorno los ojos antes de volver a posar su mirada en Cody y su madre.

  • Eterna vigilia de Marisha Pessl

    https://gigalibros.com/eterna-vigilia.html

    NO TE FIES DE NADIE.
    TEN MIEDO DE TODO.

  • Quedate este dia y esta noche conmigo de Belen Gopegui

    https://gigalibros.com/quedate-este-dia-y-esta-noche-conmigo.html

  • La tienda de la esquina en la bahia de Cockleberry de Nicola May

    https://gigalibros.com/la-tienda-de-la-esquina-en-la-bahia-de-cockleberry.html

    Rosa Larkin tiene mala suerte en Londres, por lo que cuando hereda una tienda de una esquina casi abandonada en un pintoresco pueblo de Devon, su primer pensamiento es venderlo por dinero en efectivo y ordenar su vida. Pero nada es sencillo sobre este legado. Si bien la identidad de su benefactor sigue siendo un misterio, el, o ella, ha dejado una importante condicion legal: que la tienda no pueda venderse. Rosa toma la decision de intentarlo y pone de su parte para hacer que la tienda vuelva a funcionar. Pero, ?puede hacerlo ella sola? Y si no, ?quien la ayudara a tener exito, y quienes trabajaran en secreto para verla fracasar?
    Con resultados sorprendentes y sinceros, Rosa, acompanada en todo momento por su pequeno perro salchicha, Hot, desentranara lentamente los secretos sombrios de la herencia y tambien sacara a la luz su propia herencia, oculta durante mucho tiempo. La Tienda de la Esquina en la bahia de Cockleberry es un viaje de autodescubrimiento llenos de momentos impredecibles.

  • Demandame, si puedes de Sophie Saint Rose

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    Jocelyn esta teniendo un dia horrible. Por la manana la despiden del trabajo de cajera de supermercado y por la tarde decide ir a una entrevista, donde el hombre mas guapo que ha visto nunca… !amenaza con demandarla!

  • Laila Winter y los Senores de los Vientos de Barbara G. Rivero

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    Ha llegado el frio otono a Faerie y los vientos traen secretos oscuros que quizas hubiese sido mejor no desvelar jamas.
    Laila se embarcara junto a Aurige, Cyinder y Nimphia, en la busqueda del tesoro de los ithiries, un secreto que tal vez le conduzca por fin a resolver el misterio de su madre desaparecida y su desgarrador pasado. Pero en Faerie las cosas no son nunca lo que parece: las traiciones y los enganos estan a la orden del dia, y los temibles Senores de los Vientos de Airie se encargaran de convertir su, hasta ahora placida vida, en un oceano de tormentas y caos hasta el asombroso final.
    Con la segunda entrega de Laila Winter, Barbara G. Rivero supera todas las expectativas creadas en Las Arenas de Solarie; los enredos traicioneros y las maquinaciones siguen tejiendo el verdadero tapiz de esta maravillosa saga, que esta llamada a convertirse en una de las obras mas importantes de fantasia de todos los tiempos.

  • Secretos en el Silencio de Gayle Wilson

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    La periodista Callie Evers llego a la atrasada ciudad costera de Point Hope, Alabama, con la intencion de escribir sobre el asesinato de un nino que diez anos atras habia quedado sin resolver. Pero cuando la evidente hostilidad de los habitantes del lugar se convirtio en algo mucho mas peligroso, tuvo que convencer al jefe de policia Ben Stanton de que todo lo que el creia saber sobre el asesinato era mentira.