• libro el simbolo perdido - Dan Brown

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    Washington. El experto en simbologia Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, mason, filantropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmaticos simbolos cambian drasticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigacion oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masonicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.

  • El símbolo perdido - Dan Brown | PlanetadeLibros

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    Dan Brown ha vendido más de 234 millones de ejemplares de su obra en todo el mundo y sus libros han sido traducidos a 56 idiomas. Es el autor de grandes ...

  • EL SIMBOLO PERDIDO | DAN BROWN | Casa del Libro

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    29 ago 2017 — Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos ...

  • EL SIMBOLO PERDIDO (SERIE ROBERT LANGDON 3)

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  • El símbolo perdido (Bestseller) Libro de bolsillo - Dan Brown

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  • El símbolo perdido (Robert Langdon nº 1) Versión Kindle

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    El símbolo perdido (Robert Langdon nº 1) eBook : Brown, Dan, Montoto Llagostera, Aleix, Díez Pérez, María José, Conde Fisas, Claudia: Amazon.es: Libros.

  • EL SÍMBOLO PERDIDO - BROWN DAN - Sinopsis del libro ...

    http://quelibroleo.com/el-simbolo-perdido

    “El símbolo perdido” (un poco como su titulo nos indica) es un libro cargado de simbolismo y aventura. Si bien es bastante largo (no vamos a negarlo) te ...

  • El símbolo perdido - Libro de Dan Brown - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/35813/el-simbolo-perdido

    Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia ...

  • El símbolo perdido - Dan Brown -5% en libros | FNAC

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    El símbolo perdido, libro o eBook de Dan Brown. Editorial: Planeta. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • EL SÍMBOLO PERDIDO. DAN BROWN. Comprar libro

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  • Origen de Dan Brown

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    Robert Langdon, profesor de simbologia e iconografia religiosa de la universidad de Harvard, acude al Museo Guggenheim Bilbao para asistir a un trascendental anuncio que <>. El anfitrion de la velada es Edmond Kirsch, un joven multimillonario cuyos visionarios inventos tecnologicos y audaces predicciones lo han convertido en una figura de renombre mundial. Kirsch, uno de los alumnos mas brillantes de Langdon anos atras, se dispone a revelar un extraordinario descubrimiento que dara respuesta a las dos preguntas que han obsesionado a la humanidad desde el principio de los tiempos.

  • Voz de acero de Vega Fountain

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    !Adios, mama! --Adios, carino que pases un buen fin de semana. No hagas enfadar a los abuelos --sugirio a Alberto por ser el mayor, y por todo lo que eso conllevaba. --Ya lo se, no me lo vuelvas a repetir --le contesto el chiquillo. --Adios, mami --dijo Alba. --Adios, cielo, pasalo bien --repuso, dandole un beso a su hija menor mientras le colocaba la camiseta. --Y tu tambien, mami --le deseo Alba. Claro que lo haria o por lo menos lo intentaria. Esa misma noche saldria de caza. Habia sido una semana muy dura, necesitaba quitarse todo el estres de encima y la mejor forma que conocia era mediante el sexo. Eran muchas las veces que habia pensado en hacerlo de forma <>, ir a un bar convencional, pero no le apetecia nada entablar conversacion con alguien para luego llegar al mismo punto. Asi que, como venia siendo habitual, decidio ir donde siempre, al club de intercambio de parejas donde tantas veces habia estado con su marido. Cuando el fallecio penso en dejar de pagar la cuota y desvincularse del lugar en el que tanto habia disfrutado con la persona que amaba, pero despues de un tiempo decidio que, ?por que? Nunca seria lo mismo, eso estaba claro, pero alli podia desinhibirse de todo, olvidarse durante algunas horas de todo lo que la rodeaba y simplemente evadirse y disfrutar. No se habia sentido culpable por disfrutar, era una cosa que tenia bien clara, ahora y antes, con su marido, pero mucho mas ahora que el no estaba. No porque no disfrutara antes, ahora simplemente era distinto, no tenia esa complicidad y confianza que habia tenido con el con nadie mas. A veces, algunas situaciones le recordaban a momentos vividos con Alberto, pero los borraba lo mas rapido posible de su mente y vivia el momento. El lo hubiera querido asi. Durante una temporada tambien penso en hacer lo que hace todo el mundo, ir a un bar, buscar a alguien, entablar conversacion y si la cosa cuadraba y se daba bien pues, darse un revolcon con algun hombre. Esta ultima opcion la habia desechado hacia tiempo, aunque a veces se lo volvia a plantear. Lo que no queria era implicaciones, ni supuestas confianzas, por eso la mejor opcion era ir al <<(S)experience>>. Era una mujer adulta, desinhibida, sin tiempo que perder en dar explicaciones ni que se las dieran. Eso no entraba en sus planes, el amor se habia acabado, ya lo habia tenido una vez, no necesitaba mas, le duro poco, si, pero cada momento vivido con Alberto habia sido emocionante y muy apasionado. Hacia dos anos que el se habia ido, un terrible accidente se lo arrebato. Durante mucho tiempo estuvo enfadada con el, por abandonarla con los ninos, no podia explicarse por que un hombre tan joven, tan lleno de vida podia morir dejando una familia y un monton de proyectos personales y profesionales sin terminar, pero ya no. Ya lo habia perdonado. Aunque no llegaba a entenderlo del todo, se habia dado cuenta de que el era el que mas habia perdido y que, en realidad, ninguno de los implicados tenia culpa de nada. Asi lo habia decidido, vivir la vida que le habia tocado de la mejor manera posible. Sus hijos eran lo mejor de su vida. Por ellos daria lo que fuera, todo giraba en torno a esos dos pequenos a los que adoraba. Alberto era el mayor, tenia casi siete anos, era un nino muy risueno y algo timido cuando no tenia confianza, fisicamente se parecia mucho a ella, era moreno con el pelo algo rizado y los ojos marrones, en cambio Alba era igual fisicamente a su padre, era mas rubia, con rizos mas marcados que se ensortijaban unos con otros, tenia carita de muneca, a sus cinco anos era muy extrovertida y alegre. Dedicaba todo su tiempo libre a ellos, se volcaba en su educacion y tambien en su tiempo de ocio, hacia cosas con sus hijos, manualidades, juegos, iba a la piscina, leian cuentos juntos, los ayudaba en sus deberes, todas las cosas que hacen los padres con sus hijos, con la unica diferencia de que estaba ella sola, no tenia el apoyo y la ayuda de un papa que la aliviara un poco de su carga, pero no le importaba, era feliz asi. Contaba con una familia politica que la queria y la apoyaba en lo que ella necesitara, eran su unica familia. Adoraba su trabajo aunque casi siempre era demasiado absorbente, por ello cada quince dias se dedicaba un tiempo a ella y esa era una de esas noches; iba a salir de caza, sus hijos se iban a pasar el fin de semana con los abuelos paternos y hasta el domingo por la tarde no volveria a verlos. Asi se decidio cuando murio Alberto y asi seguia siendo. Les servia a todos de valvula de escape, a ella la primera, asi podia disfrutar de sus escapadas. Nunca habia surgido el llevar a un hombre a casa, cosa que no queria por nada del mundo, y en el caso de que ocurriera no estarian los pequenos alli, no tenia fuerzas para dar explicaciones sobre todo a sus hijos. Alberto y Alba disfrutaban de lo lindo con sus abuelos y primos, y los abuelos encantados de la vida por poder disfrutar de alguna manera de un trocito de su hijo. Se habia vestido de forma provocativa, pero no ordinaria. Llevaba un vestido negro recto y sencillo de tirante ancho y escote cuadrado que insinuaba sus pechos, su ropa interior era tambien negra y lo acompanaba todo de unos zapatos negros de tacon, adoraba esos zapatos. Era alta aunque no delgada, tenia formas y su pecho era prominente, su cabello moreno y rizado a media altura la daba a veces un aspecto de devoradora de hombres, pero nada mas lejos de la realidad. Su forma de caminar, segura de si misma la hacia sentirse orgullosa con su cuerpo. No llevaba nada de maquillaje, pero eso era por simple practicidad, en las sesiones de sexo el maquillaje solia estropearse y despues o se volvia a retocar o tenia que desmaquillarse, todo eso unido a que a diario tenia que ir muy arreglada a trabajar hacia que desestimara la idea de hacerlo en sus salidas nocturnas, solamente se echaba perfume. Llego al (S)experience, un local de intercambio de parejas, situado a las afueras de la ciudad, estaba localizado en una finca aislada y escondida de miradas indiscretas. Era una gran casa que fue en su dia un chalet de lujo de una familia acomodada, que despues se adecuo a las necesidades de los socios. Se llevo a cabo una reforma muy grande para poder dotar al lugar de todo lo necesario para disfrutar del sexo, el morbo y la lujuria. En la parte baja habia una zona comun muy amplia donde se podia charlar y tomar una copa en un ambiente distendido, contaba con sillones y butacones amplios repartidos por toda la estancia ademas de varias barras donde los camareros servian cualquier bebida que se solicitara con profesionalidad y discrecion. La decoracion era muy provocativa, sobre todo porque habia imagenes religiosas y esculturas que representan angelotes y alguna virgen, el contraste entre esas imagenes y lo que alli se vivia era cuanto menos chocante. Los tonos de las paredes eran ocres, vainilla y beige y algun detalle en dorado, sobre todo en las lamparas de arana que combinaban el dorado con el cristal. En la parte superior a la que se accedia por unas escaleras de marmol color rosa y una barandilla de madera policromada en tonos dorados, se hallaban las habitaciones, todas con amplios banos y una cama redonda, ademas de alguna butaca. La zona de jacuzzi tenia dos baneras separadas por un pequeno murete. A parte de las habitaciones normales, habia habitaciones tematicas, como la de los espejos, la negra y otras con todo lo necesario para quien quisiera practicar sexo mas fuerte, sado o cosas asi. Contaban, por tanto, con una habitacion con un potro, distintos tipos de cuerdas y correas, ademas de fustas y latigos. Todos los socios sabian lo que alli habia, nadie se escandalizaba, era un club como otro cualquiera en el que sus socios pagaban una cuota anual elevada que les permitia disfrutar de su sexualidad de manera libre. Anos atras Patricia y Alberto habian sido invitados por un amigo a visitar las instalaciones y desde entonces habian decidido hacerse socios. Lo que alli habian vivido fue toda una experiencia como su propio nombre indicaba. La cuota era muy alta y los socios se elegian con mimo, nada de antecedentes y con una situacion economica holgada. Ademas tenian la opcion de invitar a amigos cuando lo creyeran oportuno, de este modo se garantizaba que hubiera caras nuevas casi constantemente. La regla primordial habia sido y era la discrecion, si esta no se respetaba automaticamente se expulsaba al socio. El anonimato era primordial. Charly, el relaciones publicas del local, era un tipo maduro y educado, iba vestido impecablemente y tenia modales de autentico gentleman. Ademas poseia un atractivo fisico y personal que encandilaba tanto a hombres como a mujeres, era alto, delgado con pelo canoso que le daba un toque interesantisimo y una sonrisa encantadora que hacia que se le formaran unos hoyuelos muy atractivos en su rostro. Todo el mundo lo conocia, era muy respetado, hacia que la gente se encuentrara a gusto. Nunca jamas hablaba con palabras malsonantes ni en un tono alto, era un hombre tranquilo. El trato con los clientes era exquisito. El se encargaba de solventar cualquier problema que pudiera surgir de la mejor manera posible y de ensenarles el local a los que acudian por primera vez alli, tambien se encargaba de organizar fiestas tematicas refinadas y muy divertidas. Patricia aparco su coche y, al entrar en el local, no se detuvo en la zona social donde habia algunas personas charlando y esperando a ver que les deparaba la noche. Se dirigio directamente a una de las salas, a la sala comun donde habia pantallas colocadas estrategicamente para que todo el que quisiera pudiera ver que era lo que se solicitaba en cada habitacion si es que no le habia surgido el plan antes en la gran sala. Ella vio que se solicitaba una mujer y sin pensarselo subio por las escaleras hasta el lugar indicado. Al principio le costo un poco ver debido a la penumbra que reinaba alli, entorno los ojos hasta que se acostumbraron a la poca luz. Se sentia expectante y excitada, siempre le pasaba cuando iba a tener un encuentro, nunca sabia lo que le iba a deparar la noche y esa incertidumbre hacia que creciera su deseo. Cuando entro vio a una pareja sobre la cama, estaban desnudos y se acariciaban mutuamente, se estaban besando apasionadamente y los ruidos que emitian hacian saber a cualquiera que los escuchara que estaban muy excitados. Al verla llegar la saludaron. --Hola --dijo Patricia. --Hola --contesto la mujer separandose del hombre y recibiendo a su invitada con una sonrisa en la cara--, soy Elena y el es Marcos --continuo, presentando a su acompanante. --Yo soy Patricia --dijo devolviendoles la sonrisa. --Quitate la ropa --ordeno Elena en un tono dulce pero autoritario. Estaba claro que era ella la que llevaba la voz cantante en aquella pareja. Era pequena y con ojos muy vivos de color miel, igual que su pelo. El era mas alto, moreno y con ojos oscuros, su cuerpo estaba bien definido, se notaba que pasaba horas en el gimnasio. Patricia acato las ordenes, dejo el bolso sobre la butaca y se quito su vestido, los zapatos y se quedo con la ropa interior. Cuando se volvio, Elena le hizo un gesto para que tambien se desprendiera del resto, no hablaban, nada mas la miraban con deseo. Patricia lo sabia, sentirse observada por dos personas anonimas que la deseaban, que deseaban su cuerpo la excitaba, se sentia poderosa ante esa situacion. --Tumbate --continuo. Patricia obedecio sin decir nada--. Te vamos a dar placer porque eso nos lo proporciona a nosotros tambien --prosiguio. --De acuerdo --respondio Patricia excitada, era lo que necesitaba en ese momento. Se tumbo y rapidamente el hombre se dirigio a sus pechos, los lamia, succionaba y le daba pequenos mordisquitos que excitaron a Patricia al maximo

  • Noches sin luna de Cristina Rodriguez

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    Noches sin luna es una saga familiar sobre mujeres que deberan romper los lazos que las atan y luchar por encontrar su lugar en la vida.

  • Ese ancho rio entre nosotros de Gabriela Margall

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    Gabriela Margall navega estas aguas -la de la novela historica- con destreza y preciosismo, para construir una heroina que abre los ojos al mundo y se entrega al amor como una forma de conocimiento. Una novela extraordinaria con el inconfundible sello de la autora.

  • Lo que sembramos de Regina Porter

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    Iluminando mas de seis decadas de cambios radicales, desde la lucha por los derechos civiles y el caos de Vietnam hasta el primer ano de Obama como presidente, las familias de James, un exitoso abogado de origen irlandes, y Agnes, una hermosa mujer afroamericana que vive en el Bronx, se uniran de manera inesperada, intima y profundamente humana.
    Con un penetrante humor, dialogos cargados de autenticidad y un dominio narrativo que te transporta a cada uno de los lugares y epocas descritos, el debut de Regina Porter es a la vez un retrato familiar intimo y una exploracion brillante de como la raza, el genero y la clase chocan en la America moderna.

  • La ciudad de la niebla de Claudia Barzana

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    La niebla es tenue como la voz apagada de un confidente, envuelve, predispone una intimidad: nebulosos son los suenos, los anhelos de quienes se necesitan, de quienes quieren estar juntos. La niebla tambien hace avanzar a tientas, como el desencuentro de dos que quieren encontrarse, errantes, sin rumbo. En las dos nieblas estan Victoria y Thomas, hallados y perdidos a la vez, sin dejar de querer reconocerse sin lo nebuloso, en medio de la luz.

  • Las respuestas de Catherine Lacey

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    Por la autora de Nunca falta nadie, uno de los mejores libros del ano segun The New Yorker yVanity Fair.

  • Desierto sonoro de Valeria Luiselli

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    Un matrimonio en plena crisis viaja en coche con sus dos hijos pequenos desde Nueva York hasta Arizona. Ambos son documentalistas y cada uno se concentra en un proyecto propio: el esta tras los rastros de la ultima banda apache; ella busca documentar la diaspora de ninos que llega a la frontera del pais en busca de asilo. Mientras el coche familiar atraviesa el vasto territorio norteamericano, los dos ninos escuchan las conversaciones e historias de sus padres y a su manera confunden noticias de la crisis migratoria con la historia del genocidio de los pueblos originales de Norteamerica. En la imaginacion de los ninos, las historias de violencia y de resistencia politica colisionan, entrelazandose en una aventura que es la historia de una familia, un pais y un continente.

  • Un rito de espadas de Morgan Rice

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    “En UN RITO DE ESPADAS (A RITE OF SWORDS) – (Libro #7 de El Anillo del Hechicero – The Sorcerer’s Ring), Thor debate con su legado, luchando para asimilar quien es su padre, si revela su secreto y que medidas debe tomar. De vuelta a casa en el Anillo, con Mycoples a su lado y la Espada del Destino en la mano, Thor esta decidido a vengarse del ejercito de Andronico y liberar a su patria – y finalmente proponerle matrimonio a Gwendolyn. Pero se da cuenta de que hay fuerzas aun mayores que la de el, que podrian interponerse en su camino.

  • Vidas samurais de Julia Sabina

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    El tren Eurostar tarda dos horas y veinte minutos en llegar de la estacion del Norte de Paris a Londres. Realiza parte del recorrido bajo el mar, por un tunel que atraviesa el canal de la Mancha. Pero antes de meterse en el tunel se detiene unos minutos en una ciudad del norte llamada Lille. Ese era mi destino. Nada mas bajarme en la estacion de Lille Europe me di cuenta de que habia perdido la direccion de la residencia de estudiantes en la que iba a alojarme. Y, ademas, el movil no tenia red. Asi que era urgente encontrar algun ordenador para conectarme. Acababa de empezar el mes de septiembre. El viento me golpeaba los ojos y caian unas gotas tan gordas y pesadas como huevos estrellandose contra la ciudad. La gente, vestida de negro, caminaba rapidamente mirando al suelo. Callejee con la maleta a rastras en busca de algun locutorio hasta que llegue a una plaza enorme llamada Charles de Gaulle, rodeada por edificios de ladrillo con fachadas belgas. En mitad de la plaza se elevaba una columna robusta y encima de ella la estatua de una mujer tapada con una simple tela que nos miraba con cara de asco. Tambien habia una sucursal de Credit Agricole, una relojeria, varias boutiques, cafeterias y una panaderia que inundaba la calle de olor a bizcocho y cuyo interior visto desde fuera parecia el salon de un palacio decorado con madera oscura y ribetes dorados. Al salir de la plaza, me adentre en las calles adyacentes, mas sombrias, hasta que encontre un locutorio. La luz azulada iluminaba unas paredes con carteles envejecidos que indicaban el precio que costaba llamar a Niger, Senegal o Chad. Estaba lleno de gente. Hacia mucho calor y olia a sudor. Alguien gritaba en una de las cabinas telefonicas. Pedi un ordenador y me adjudicaron el numero cinco. A mi lado, un hombre de unos setenta anos, con un abrigo negro muy viejo cubierto de caspa y pelotillas y con pelo gris y graso, contemplaba con extasis imagenes de una chica joven y rubia con pegotes de rimel en las pestanas mamando pollas de varios tios y que, tras beberse sus corridas, sonreia hacia la camara. En el e-mail que me habian mandado de la residencia me explicaban que debia bajarme en la estacion de metro Quatre Cantons, situada en una ciudad dormitorio pegada a Lille llamada Villeneuve d'Ascq. Las baldosas de las paredes de Quatre Cantons eran amarillas y rojas, pero no eran alegres a pesar de tener colores llamativos. Una zona radicalmente diferente al centro. La maleta, la mochila, las botas y el anorak mojados me pesaban mas y mas a cada paso. Por fin habia parado de llover, y estaba tan agotada de dar vueltas por ahi que me detuve a observar los enormes edificios de viviendas, que convivian con pequenas casas familiares. Daba la sensacion de que esa ciudad tuvo tiempos mejores pero que, de repente, se habia quedado paralizada y envejecia como un matrimonio ante el televisor. Debia de tener cara de desorientada o de desesperada porque un chico un poco rechoncho, con una cazadora de cuero desabrochada, se acerco a mi y se ofrecio a ayudarme con la maleta. No se muy bien de donde habia salido. Quiza era un enviado del cielo dispuesto a socorrerme. Se le marcaban las tetillas bajo el jersey de lana y llevaba el pelo un poco largo y echado hacia atras. Aunque debia de tener mi edad, ya se le pronunciaban las entradas, asi que era facil imaginarse como seria a los cuarenta anos. Con mas entradas, con el pelo mas largo, oliendo peor. Aun asi, suponia una senal de bienvenida. Le pregunte por la direccion de la residencia. Se trataba de un momento trascendental: iba a mantener una conversacion en frances por primera vez con alguien que no fuese un profesor de academia de idiomas. Mi acento nos asusto a los dos. Entonces el hablo. Que maravilla. No podia creerme que ese chico, con un aspecto tan tosco que podria haber salido de un bar de hooligans de Liverpool, tuviese esa voz que sonaba a libelulas susurrando, a fresas salvajes, a cabello de angel en la boca. El tampoco sabia donde estaba la residencia. Cuando respondi, mis palabras sonaron de nuevo como si descarrilase un tren. En ese instante descubri algo que me acompanaria durante el resto de mi aventura: la lengua espanola es una bestia con puas y garras. Una bestia encerrada y hambrienta que sale en estallidos de libertad con forma de rrrrrr o de jjjjjjjjj. No la puedes vestir con el encaje de seda de la lengua francesa sin que sus movimientos bruscos lo destrocen. Pero, a pesar de mis problemas intentando pronunciar unas frases muy obvias, consegui hacerme entender. Estaba tan feliz por ello que lo mire a los ojos con todo el candor que me quedaba en el cuerpo, y el me correspondio entusiasmado. Caminamos y caminamos entre edificios inquietantemente vacios hasta que encontramos la residencia. Era una construccion de hormigon con una cristalera en la entrada. El chico de las tetillas entro en el vestibulo, y yo detras de el como una nina sigue a sus padres, como si el hecho de llegar alli no tuviese nada que ver conmigo. En la conserjeria una mujer de unos cincuenta y cinco anos, de pelo corto, rizado y rubio y ojos azules y cansados, en lugar de saludarme me analizo seriamente. Intente hablar con ella en frances. Me dijo que no me entendia, por lo que el hecho de que me comprendiesen o no empezaba a parecer bastante aleatorio. Medio por senas consegui que me entregase la llave. Las cuestiones de dinero, sin embargo, se pillan al vuelo. Me indico que al dia siguiente sin falta pagase la fianza. Mientras tanto, el chico que me habia ayudado a transportar la maleta me metio la mano por debajo de la camiseta. Por un momento senti sus dedos suaves en mi cintura desnuda. La mujer sonreia. Me gire contrariada. Pero el chaval se empenaba en subir la maleta a mi cuarto. No se dio por vencido ante mi negativa y hubo un tira y afloja, con ambos agarrando el asa de la maleta y tirando con fuerza, hasta que el termino por garabatear su numero de telefono en un papel. Todavia debo de tenerlo guardado en algun sitio. La residencia era laberintica y, como estaban cambiando el sistema electrico del edificio, habia escombros y cables por todas partes. Una vez que llegue al piso que me correspondia, camine por un pasillo oscuro, subi otras escaleras, esta vez de caracol, me adentre por otro pasillo, tambien oscuro, baje otras escaleras de caracol, llegue a otro pasillo… En todo el recorrido no me cruce con nadie. Finalmente desemboque en una puerta de madera contrachapada de color pino claro con el numero 215, el de mi habitacion. En el cuarto habia dos camas con mantas de cuadros escoceses, un poco viejas, alisadas y dobladas pulcramente. Me habian avisado de que tenia que compartir la habitacion con otra chica, pero que todavia no habia llegado. Por fin me habia marchado de Madrid. Era libre. Me sente en la cama. Mire a traves de la ventana. Habia anochecido totalmente, y el viento movia las ramas del unico arbol que tenia enfrente. El cuarto estaba amueblado con una mesa de conglomerado desconchada con espacio para dos personas, dos sillas y un par de baldas blancas donde colocar los libros y un lavabo con un minifluorescente encima que no funcionaba. El suelo, de plastico que imitaba al granito, estaba levantado por los laterales. Una de las baldas tenia una marca de quemado, seguramente de una vela. Se trataba de la senal de que otra persona, en otro momento, habia hecho de esa habitacion su hogar. Yo debia seguir su ejemplo. De momento no tenia conexion a internet y al otro lado de la puerta no se oia nada. Parecia que no hubiera nadie mas viviendo en esa residencia. Al abrir la maleta, la cremallera sono como una sierra electrica. Poco a poco, fui decidiendo donde colocar los jerseis, los calcetines, la ropa interior, los libros… Tambien colgue en la pared un cartel de Al final de la escapada, de Godard, en el que Jean Seberg y Jean-Paul Belmondo se miran con la complicidad caracteristica de haber tenido buen sexo tapados con unas sabanas muy limpias. Precisamente esa pelicula me habia animado a pedir la beca en Francia. En algun momento absurdo pense que tambien yo podria ser una americana dulce que vendia periodicos por los Campos Eliseos. Cuando termine de colocarlo todo, cai en la cuenta de que al dia siguiente no estaria ni con mi familia ni con mis amigos, que ahi era donde iba a vivir. Pense en Felipe. Queria llamarlo, pero me habian recomendado alejarme de el. Hacia solo unos meses, bueno, en realidad casi un ano, pero me parecian solo dos meses, bueno, en realidad me parecia como si no hiciera mas que unos dias que nos habiamos sentado en una terraza del barrio de La Latina a tomar unas cervezas. Me agradecio todo lo que habia hecho para ayudarlo a salir de la depresion, ya se encontraba mucho mejor. Fue al abrazarme alegrandose de que lo hubiese entendido todo cuando comprendi que me estaba dejando. Parecia aliviado, incluso satisfecho, mientras que conmigo se ensanaban a picotazos todos los mosquitos presentes, pasados y futuros de Madrid. Me tumbe en la cama y me puse a leer hasta que me dormi. Me desperte desubicada, mire a todos lados, a las paredes blancas y a la cortina gruesa, de un color entre amarillo por un lado y marron por el otro, que tapaba la ventana. La descorri. Era por la manana y parecia de noche. Llovia. Acababa de empezar el mes de septiembre y hacia dos dias iba con minifalda y gorra para protegerme del sol y caminaba pegada a las paredes, el unico sitio con un poco de sombra.

  • No me apartes de ti de Sophie Saint Rose

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    Abrielle miro su reloj. Madre mia, iba a llegar tarde. Ya eran las cinco y su siguiente paciente la esperaba a y cuarto. Gimio porque estaba en el otro extremo de la ciudad. Corriendo hacia el metro cargando con la dichosa camilla portatil, escucho que le sonaba el movil y rezo porque fuera su siguiente cita para decir que el tambien llegaba tarde, pero no. Al mirar la pantalla vio a su hermana sacandole la lengua. Descolgo bajando los escalones. --Kaylin, ahora no puedo hablar. --!Es una emergencia! Se detuvo en seco a mitad de la escalera. --?Que pasa? ?Papa esta bien? --!Se va de vacaciones! --grito indignada--. !No se las coge nunca y se tiene que ir precisamente ahora! Puso sus ojos verdes en blanco y siguio bajando escalones. -- Kaylin llego tarde a una cita importantisima. !No me fastidies! ?Que pasa? --?Tu lo sabias? Cogiendo su bolsa y la camilla con una sola mano, mientras agarraba el movil con la cara pegandolo al hombro, empezo a buscar la tarjeta del metro. --Claro que lo sabia. Como has dicho nunca va a ningun sitio. Tiene que divertirse en lugar de estar todo el dia en el taller. --!Me imaginaba que era cosa tuya! --dijo muy enfadada. Casi chilla de la alegria al encontrar la tarjeta y la paso por la ranura. --Mira, ?que tal si hablamos de esto por la noche porque...? --!Me y esta che! --grito su hermana medio histerica. Se detuvo en seco haciendo que la que iba detras se chocara con ella. --A ver si miramos --dijo estresadisima. Se puso a un lado para dejar pasar--. Se va a cortar Kaylin, ?que has dicho? --!Me han dado la be en cia! ?Me oyes? --Mierda de cobertura. --Se acerco algo a la entrada dejando la bolsa y la camilla en el suelo. Se paso la mano por la frente que estaba sudorosa, sin darse cuenta de que levantaba su flequillo rubio casi dejandoselo de punta. Suspirando pregunto --?Que te han dado que? --!La beca en Escocia! Chillo de la alegria. --?De verdad? !Felicidades! --Ti que quedarte... --Uff... te oigo fatal. --!Tienes que quedarte con Muffin! Dejo caer la mandibula. --Ah, no. --Por favor... Papa se va quince dias nada mas. Luego se lo quedara el. !Son quince dias! No puedo llevarmelo a Escocia y estare alli seis meses. --!Tu perro me odia! !Me grune cada vez que me ve! --Es un chihuahua, no te va a devorar --dijo su hermana exasperada--. Por favor... Son quince dias. Gruno porque su hermana realmente casi nunca le pedia favores. Y la muy insensata adoraba a ese chucho. Menuda responsabilidad, como le pasara algo le sacaba los ojos. --Esta bien... --Gracias, gracias. Cuando termines de trabajar pasate por mi apartamento. Tienes que llevarte muchas cosas. Miro su camilla. Mejor pasaba por casa primero. --Vale. --!Te quiero! Su hermana colgo antes de que se arrepintiera y gruno por lo bajo metiendo el movil en su enorme bolsa. --Estupendo, Abrielle... Van a ser los quince dias mas divertidos de tu vida. --Cogio la camilla y la bolsa cargandosela al hombro antes de salir corriendo de nuevo hacia el tunel que decia Downtown. Cuando llego ante Industrias Gillingham entro corriendo en el hall y casi con la lengua fuera se acerco a la recepcion. --Tengo una cita con Niguel Curtis --dijo casi sin aliento. --?Senorita Lavery? --Si, esa soy yo. Si me dice por donde ir... --Lo siento. El senor Curtis ha tenido una reunion urgente y seguramente no podra atenderla. Jadeo asombrada mirando el reloj que habia tras ella. Solo habia tardado cinco minutos. --?Y esa reunion cuando ha empezado? --Hace dos horas. --Pues me podia haber avisado --dijo indignada--. Mi tiempo tambien es valioso y me he recorrido toda la ciudad para llegar aqui, ?sabe? --Si habla con recursos humanos seguro que le compensaran por las molestias. --!Pues claro que voy a hablar con ellos! !He cancelado dos citas esta tarde para venir hasta aqui porque la senora Curtis me dijo que en esta empresa podia tener mucho trabajo! La chica sonrojada le puso una tarjeta colgada de la camiseta rosa que llevaba. --Segunda planta, pregunte por la senora Lion. Indignada porque ya estaba calentita con todo lo que le habia pasado aquel dia, levanto la barbilla muy digna antes de agacharse para coger la punetera camilla. Fue hasta el ascensor grunendo por lo bajo que la gente no tenia ninguna consideracion. Y ella corriendo como una descosida para llegar a tiempo. Y retrasando las citas con Esther y Jonathan para hacerle un hueco a ese tipo. No pensaba darle una cita nunca mas. Que se fastidiara. Cabreada pulso el dos y se alejo para que pasaran dos trajeados. Dio otro paso atras cuando entraron otros dos y los que tenia delante casi la incrustaron en el espejo. Les fulmino con la mirada y carraspeo, pero parecian concentrados en lo que decia el tipo que estaba delante. --Hay que impedir esa compra. Arreglaos como querais, pero quiero resultados. Su voz ronca le llamo la atencion y sin darse cuenta estiro el cuello para mirar por encima del hombro del tipo que tenia delante, que era bastante alto. --Es inconcebible e intolerable que esa fusion llegue a algun sitio, ?me habeis entendido? --pregunto con autoridad. --Si, Jack --dijeron los tres a la vez. Abrielle estiro mas el cuello y se le corto el aliento al ver un espeso cabello negro. Cuando el miro al hombre que tenia al lado ella descubrio su perfil y separo los labios de la impresion. Sus labios eran finos y en ese momento los apretaba como si estuviera muy disgustado. Su nariz era recta, pero tenia un pequeno bultito en el tabique, lo que indicaba que se la habia roto alguna vez y no se la habian curado bien. Pero lo que realmente le llamaron la atencion fueron sus ojos. Eran verdes, pero no como los suyos. Eran de un color claro que impresionaban, seguramente porque estaban rodeados por largas pestanas negras. Abrielle separo aun mas sus labios suspirando porque era un placer mirarle. Las puertas se abrieron, pero ella de puntillas para seguir observandole ni se dio cuenta. Entonces sus ojos coincidieron y el entrecerro los suyos como si estuviera molesto. --?Se baja aqui? Se sonrojo asintiendo. --?Es la segunda planta? El asintio y Abrielle roja de la verguenza porque la habia pillado mirandole se agacho. --!Oh, entonces si! ?Puede retener la puerta? --Giro la camilla golpeando las piernas del que tenia al lado. --!Uy, perdon! --Giro de nuevo para pasar entre ellos pisando al otro. -- Uy, lo siento. --Rio sin ganas. --Estos ascensores cada vez los hacen mas pequenos. --Los hacemos nosotros --dijo el moreno ironico. --Uy, muy bonito. --Estirando el brazo para pasar entre ellos solto una risita tonta. --Es que sois todos muy grandes, seguro que es por eso. El gruno como si su opinion le importara un pito, lo que hizo que quisiera salir mas rapido golpeandole con la bolsa. --Uy, lo siento. Gimio saliendo del ascensor y alejandose a toda prisa. -- ?Senorita Lavery? Sorprendida miro hacia atras para ver que uno de los hombres del ascensor retenia las puertas. --?Es usted la senorita Lavery? --Si --respondio--. ?Senor Curtis? El sonrio agradablemente. --Si, soy yo. Siento no haber estado a tiempo. --Niguel, ?que pasa? --pregunto el moreno mirando su carisimo reloj de platino como si estuviera impaciente. --Es la fisio que me ha buscado Karen. ?Hemos terminado? El que debia ser su jefe gruno antes de asentir. Pensando que igual todavia podia aprovechar la cita dio un paso hacia el. --?Esta libre ahora? A las seis tengo otra cita y no puedo esperar mucho. --Si, por supuesto. Venga. Muerta de la alegria se metio en el ascensor de nuevo y al volverse golpeo al moreno y a otro con la camilla. Sonrio timidamente. --Lo siento. Niguel sonrio mostrando una dentadura perfecta. --Como me alegro de haberla encontrado. Tengo el cuello que no puedo ni dormir. --Enseguida se lo arreglo. --Dicen que tiene unas manos magicas. Asi que espero que haga uno de esos milagros. --Llameme Abrielle, por favor. El extendio la mano. --Niguel. --Al ver que tenia las manos ocupadas se echo a reir. --?Siempre cargas con eso? --Servicio a domicilio. --Miro de reojo a su moreno que parecia pensar en sus cosas. --?A usted tambien le duele el cuello? Parecio que le sorprendia la pregunta. --?A mi? --Inclina su cuello algo hacia adelante. Puede ser mala postura al leer o al estar ante el ordenador y eso provoca dolores. El entrecerro los ojos. --Me duele en el centro de la espalda. --Oh, claro. Sobrecarga mas abajo. Deberia tener un pequeno cojin en la silla de trabajo. Eso hara que arquee su espalda hacia atras ligeramente. Se encontrara mucho mejor. --Gracias. --Si quiere le echo un vistazo --dijo a toda prisa porque se moria por ponerle las manos encima. --No sera necesario, tengo mi propio masajista. --Fisioterapeuta. No soy masajista. --Sonrio radiante. --Es distinto. El levanto una ceja. --Niguel, cuando tu fisioterapeuta termine contigo, ven a verme. Tenemos que ultimar esos numeros de la fabrica de Canada. --Alli estare. Y seguro que mucho mejor. --Por supuesto, yo me ocupo de eso. El que obviamente era su jefe salio del ascensor y Niguel le indico con la mano que pasara. --Por aqui. Mi despacho esta al final del pasillo a la izquierda. Salio del ascensor y sin poder evitarlo miro hacia atras para ver que el moreno pasaba ante dos secretarias casi sin mirarlas y entraba en un despacho que tenia unas puertas dobles lacadas en negro. --Es Jack Gillingham --dijo Niguel trayendola al presente. Se sonrojo porque la habia sorprendido mirandole. --?El jefe? --El jefazo, si. ?Te ayudo con eso? --Oh, no. Estoy acostumbrada. Ademas, no quiero que te lesiones mas. Llegaron al final del pasillo y el abrio la puerta. --Tampoco estoy tan mal. Abrielle sonrio a la secretaria que debia tener la edad de su tia y lucia un hermoso recogido frances. --Milly, ella es la que me va a salvar de ese collarin que querias comprarme. Abrielle Lavery. --Encantada --dijo soltando la bolsa para darle la mano. --Mucho gusto. --Y lo del collarin puede ser una mala idea. --?De verdad? --Dependiendo de la lesion eso puede empeorarlo. Solo hay que ponerselo si lo aconseja un doctor. --Oh, no lo sabia. --Mi doctor me ha dicho que es una contractura. Me ha recetado masajes y un analgesico. --Pues vamos a ello. --Iba a agacharse de nuevo por la bolsa, pero el lo hizo primero. Todos escucharon el crack y Niguel se llevo la mano a los rinones gimiendo. --!No te muevas!

  • Ojos de caramelo de Mar Deneb

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    Candela llego a sus vidas y se las desmorono.
    A cada uno los despiezo en su esencia y los encaro a su metamorfosis, solo con el infinito de su mirada de caramelo.
    Y uno de ellos fue Roberto.
    Esta es, brevemente, su historia, vivida y sentida por el...

  • Coleccion Profundamente Violeta de Mercedes Franco

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    Libro 1

    Violeta acababa de perder el trabajo de toda su vida en Pizzeria Dani, donde era la mesera estrella.

  • Adicto a ti de Mabel Diaz

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    Javier es policia en Sevilla. Lleva una vida tranquila y ordenada. Con todas las situaciones bajo control. Cuando Paula, una veterinaria madrilena, impulsiva y rebelde, irrumpe en la vida de Javier durante unos carnavales, este vera como su apacible mundo se desmorona. Intentara alejarla de el, a pesar de lo mucho que la desea.
    Paula no cesara en su empeno por conquistar a ese hombre, volviendole adicto a ella. Sabe que el sexo explosivo que tiene con el policia es una tentacion demasiado grande para el y jugara todas sus cartas para conseguirle.

  • Luchare por los dos de Sophie Saint Rose

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    Tabby se puso el periodico bajo el brazo y continuo caminando mientras bebia de su cafe pensando en todo lo que tenia que hacer. Todavia tenia que vender su piso y preparar la mudanza. Se incorporaria a su nuevo trabajo en un mes y no tenia mucho tiempo. Le llego un mensaje al movil y lo saco a toda prisa del bolsillo de su abrigo negro por si era su agente inmobiliario. Apartando su pelo rubio metiendoselo detras de la oreja, miro el mensaje y bufo al ver que era de la compania de la luz. Llego al semaforo y cruzo marcando el numero que venia en el mensaje, para decir que ya habia enviado al cheque, cuando un fuerte impacto la hizo gritar de dolor mientras se oia un fuerte frenazo. Ni se dio cuenta que caia sobre el parabrisas y rodaba sobre el techo del coche para caer sobre el maletero. Atontada y con la vista nublada, levanto la vista para ver como la rodeaba la gente. Un hombre moreno no hacia mas que gritar que alguien llamara a una ambulancia. Acerco su cara a la suya-- ?Me oye? !No se mueva! !Enseguida la atenderan! Tabby no lo comprendia y gimiendo movio la mano sobre el maletero buscando su movil para seguir con la llamada-- !No se mueva! -- le cogio la mano y ella le miro a los ojos de un bonito color azul -- ?Me oye? Un policia se puso a su lado-- ?Como se encuentra? -- ?Donde esta la ambulancia? -- pregunto el moreno muy nervioso. --Esta de camino. En ese momento escucharon una sirena y Tabby se preocupo -- ?Que ocurre? -- pregunto ella intentando moverse, pero le dolia todo. El moreno la miro torturado-- La he atropellado. ?No lo recuerda? -- ?Que? --No se preocupe. -- dijo el policia forzando una sonrisa-- Enseguida la atienden. --Dios mio. -- susurro una mujer a otra que estaba a su lado-- ?Has visto sus piernas? Tabby se asusto-- ?Que me pasa? -- !Despejen la zona! --grito el policia enfadado girandose hacia los que observaban. El moreno se acerco --No pasa nada. Enseguida te atienden y ya veras que no va a ser nada. Le miro con sus ojos ambarinos y sonrio con esfuerzo sintiendose cada vez mas cansada--Tengo sueno. -- ?Como te llamas? -- pregunto mas alto apartandole un mechon de pelo de la cara. --Tabby. -- susurro cerrando los ojos. --Yo soy Banner. No te duermas. Necesito que estes despierta. ?Entiendes? --Me voy a mudar. --susurro sin saber que los sanitarios llegaban corriendo y rodeandola--Tengo mucho que hacer. -- ?Hola? ?Me oyes? -- pregunto una voz muy cerca de ella. Abrio los ojos y vio a una mujer de color con el pelo recogido en una coleta-- Muy bien, asi me gusta. Sigue con nosotros. --la mujer levanto la vista gritando -- !Collarin! Le colocaron el collarin rodeandole el cuello y sintio una presion en el brazo sin darse cuenta que le habian cortado la manga. Tabby grito de dolor cuando le tocaron la pierna al 5 intentar moverla. -- ?Como te llamas? --Me ha dicho que se llama Tabby. --Bien, Tabby. Tienes las piernas rotas. Vamos a moverte. Intentaremos hacerlo lo mas rapido posible, pero te va a doler. No supo si perdio el sentido, pero cuando abrio los ojos estaba en una camilla y el hombre moreno tenia las manos en la cabeza y parecia desesperado-- Lo siento. -- susurro mirando sus ojos. Le dolia todo y gimio abriendo los ojos viendo un techo blanco. Mierda, era cierto que la habian atropellado. Estupendo, eso era justo lo que necesitaba en ese momento. Miro hacia abajo intentando levantar la cabeza, pero algo se lo impedia. Suspiro dejando caer la cabeza sobre la almohada y fruncio el ceno al ver que algo le rodeaba la cabeza. Intento levantar la mano, pero algo rodeaba sus munecas. ?Estaba atada a la cama? ?Que cono pasaba alli? -- ?Estas despierta? -- sorprendida al escuchar la voz de su madre, giro la cabeza lo que pudo y la vio acercandose a la cama. -- ?Mama? -- sin salir de su asombro vio que estaba palida y despeinada-- ?Que haces aqui? -- ?Que hago aqui? !Te han atropellado! !Me ha llamado la policia! -- !Joder, que exagerados! Tampoco sera para tanto. -- ?Que no es para tanto? -- grito excitadisima-- !Mira, no te digo todo lo que tienes porque ni lo se! La puerta se abrio y una enfermera sonrio al verla despierta-- ?Como nos encontramos hoy? --Usted no se, ?pero me pueden explicar por que estoy atada a la cama? -- !Tabby, intentaste quitarte las vias! ?Han tenido que ponertelas tres veces? -- ?En serio? -- atonita miro a la enfermera-- ?Que es lo que me pusieron? La enfermera se echo a reir -- Como veo que ya esta bien, se las quitare. --Me duele todo. ?Que tengo? --El medico pasara enseguida y se lo explicara todo. Una idea se le paso por la cabeza y palidecio-- ?No me quedare invalida o algo asi? La enfermera nego con la cabeza-- Espere a que llegue el medico. --No, hija. Me ha dicho que hay que hacerte pruebas todavia, pero que al parecer tenias sensibilidad y no se que. Volveras a caminar. --Uff, menos mal. -- aliviada movio las manos y llevo la que tenia libre hacia la cabeza-- ?Llevo una venda en la cabeza? --Tenias una brecha considerable. -- su madre miro a la enfermera-- ?Tardara mucho el doctor? --No, senora. Enseguida hara la ronda. -- ?Que mas tengo? -- pregunto impaciente. -- !Para eso quiero que venga el doctor! !Para que te lo diga! -- grito su madre histerica. Tabby la miro suspirando-- Ven y dame un beso. Su madre apartando un mechon de pelo rubio platino de sus labios rojos, nego con la cabeza-- Todavia estoy enfadada contigo. -- entrecerro los ojos-- !Y ahora mas aun! La enfermera la miro con los ojos como platos, pero sin decir nada salio de la 6 habitacion-- ?Todavia estas enfadada por tener que mudarme? !Es una oportunidad unica! -- !Irte a otro estado para cuidar ancianos, no es una oportunidad unica! !Puedes cuidarlos aqui! --Ya te he dicho mil veces que es un programa experimental del Alzheimer y que me hara una especialista en ese campo. !Despues podre trabajar donde quiera de cuidadora! !Es una suerte que me hayan ofrecido el trabajo! -- !Y yo ya te he dicho mil veces que en Nueva York te pagan mucho mas sin necesidad de esa especialidad! !Lo que pasa es que te quieres ir! !Si hasta quieres vender tu piso! La puerta se abrio y un hombre con bata blanca seguido de otro que estaba buenisimo vestido con traje gris entraron en la habitacion --Soy el doctor Williams. ?Como se encuentra hoy? --Me duele. -- dijo mirando al moreno que no le quitaba la vista de encima. Supuso que era otro medico y sonrio sin darse cuenta-- Hola. --Hola Tabby. -- ?Ya le han dicho lo que tiene? -- pregunto el doctor Williams mirando su historial. Chasqueo la lengua y fue hasta el gotero moviendo la ruedita-- Ahora se encontrara mejor. -- apunto algo en su tablilla y la miro con una sonrisa. Tampoco estaba mal. Era de la edad de su madre y le recordo a George Clooney. -- ?Conoce a mi madre? Es soltera y esta disponible. Su madre jadeo indignada mientras que el doctor reprimia una sonrisa-- Si que la conozco. Clare y yo hemos mantenido alguna conversacion. --Que bien. -- miro maliciosa a su madre que estaba como un tomate--Y digame doctor, ?le ha dicho que es muy flexible? Hace yoga, ?sabe? -- !Por Dios, cuando pueda pegarte una paliza, preparate! --Va, es muy gritona, pero usted no le haga caso. -- el doctor Williams se echo a reir sin poder evitarlo, mientras que el moreno se cruzaba de brazos divertido --Bueno, ?que tengo? Me tengo que mudar, ?sabe? Asi que sea algo rapidito. --Rapidito no va a poder ser -- dijo intentando controlar la risa. -- Tienes rota la tibia izquierda y el femur derecho. Eso por no hablar de la conmocion cerebral y que te hemos operado de una hemorragia interna. --Vaya, tengo de todo. -- entrecerro los ojos-- ?Cuanto tiempo tardare en recuperarme? ?Dos, tres semanas? --Dos meses. Abrio la boca asombrada-- ?Esta de broma? !Si estamos en el siglo veintiuno! !Hay robots y esas cosas, que te dejan como nueva en nada de tiempo! !Si te trasplantan el corazon y estas en la calle en una semana corriendo maratones! --Ya, pero tu vas a tener que hacer rehabilitacion. Un mes de escayolas y un mes mas o menos de ejercicios para quedar como nueva. -- !No puedo estar de baja dos meses! !En un mes tengo que estar en Arizona! --Pues como no vaya con muletas. -- el doctor miro a su madre divertido-- Es de armas tomar, ?verdad?

  • Saga completa ?Tu me ves? de Gemma Herrero Virto

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    ?Te imaginas que pudieras regresar a los anos 80 y recorrer Nueva Inglaterra en una caravana? Libertad, buena musica, aventuras, paisajes increibles…
    ?Te imaginas que, ademas, te ganaras la vida resolviendo casos paranormales y enfrentandote a fantasmas, demonios y casas encantadas?
    Al y Eli te invitan a acompanarles en ese viaje. Date prisa, que ya salen.

  • El sabor del ultimo verano de Emma J. Care

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    La emocionante precuela de la novela El fino hilo de la mentira.

  • El abrazo del sauce de May Ferreira

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  • ?Que es comer sano? de J.m. Mulet

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    En el mundo de la alimentacion y la nutricion circulan muchos mitos e informaciones falsas, y es dificil orientarse en ese maremagnum informativo.
    Que no sepamos filtrar esa informacion afecta no solamente a nuestros habitos de compra sino tambien a nuestra salud. Los mitos nacen y mueren, y algunos incluso renacen al cabo de un tiempo.
    J. M. Mulet, uno de los cientificos de referencia en la materia, recibe en su blog centenares de preguntas al respecto, que suelen repetirse en las charlas que imparte y en los programas a los que acude para ser entrevistado.

  • Grandes juicios de la historia de Jose Antonio Vazquez Tain

    https://gigalibros.com/grandes-juicios-de-la-historia.html

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  • La culpa de Carlos Sanchez

    https://gigalibros.com/la-culpa.html

    Carlos es el unico responsable de la muerte del marido de la mujer que ama, Angela. Ademas de la culpa, su conciencia tendra que soportar el dolor que siente y la preocupacion por la mujer de la que esta enamorado, conviertiendolo en alguien que no es.

  • Pifias matematicas de Matt Parker

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    ?Que hace que un puente se tambalee cuando no estaba previsto que fuera asi? ?Como es posible que miles de millones de euros se esfumen en un instante? ?O que un edificio tiemble cuando una clase de gimnasia que salta al ritmo de una determinada cancion iguala su frecuencia de resonancia? La respuesta a todas estas preguntas son las matematicas. O, para ser mas exactos, lo que sucede cuando las matematicas fallan en el mundo real.

  • Nada de Carmen Laforet

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    Andrea llega a Barcelona, con una maleta llena de libros, para estudiar letras. Sus ilusiones chocan de inmediato con el ambiente de tension y violencia que reina en casa de su abuela. El sordido microcosmos familiar y la fragil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la luminosa Ena, acaban convergiendo en un dialogo dramatico.

  • La voz de los Dioses de Mia Campbell

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    Cuando los dioses encadenan el destino, solo el amor puede obtener la llave.
    Sumergete en la antiguedad, en un mundo de dioses, heroes y leyendas griegas que han perdurado hasta nuestros dias, te acompanare de la mano a traves de las historias relatadas por sus protagonistas, unas que quiza difieran un poco de lo que los dioses querian que conocieses...
    ?Estas lista para adentrarte conmigo en la Antigua Grecia y conocer la verdad que se escondia detras del mito?

  • Cailean, el falso highlander de Lisbeth Cavey

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    La manana que Agnes llego al castillo era desapacible y fria. El cielo ennegrecido amenazaba tormenta y la humedad calaba los huesos. El raido vestido y la fina capa que la cubria no eran suficientes para aliviar su temblor. Estaba nerviosa, era la primera vez que se separaba de su familia. Ellos habian decidido que ya tenia suficiente edad para mantenerse a si misma y le habian buscado el trabajo en el castillo de Kisimul. Habia oido historias, leyendas. Decia su madre: no hay que creer todo lo que te cuentan. Y la verdad era que, a Agnes, no le entusiasmaba la idea de trabajar en el lugar protagonista de todos aquellos chismes. Al castillo solo se podia acceder en una embarcacion, y ella habia llegado a acompanada de su padre en un pequeno bote perteneciente a un granuja de la isla que les habia cobrado una barbaridad por acercarlos a su destino. Durante el trayecto, Agnes habia observado con detenimiento el gran pedrusco que, cubierto de niebla, se divisaba cada vez mas cercano. El castillo se le antojaba tenebroso, ella sentia miedo y asi se lo hizo saber a su progenitor, pero todo intento de volver atras fue en vano. Nosotros ya hemos hecho bastante, le dijo, ahora tienes que arreglartelas por ti misma. Agnes y su padre caminaron el corto recorrido desde el embarcadero al castillo de Kisimul intentando protegerse de las rachas de viento helado que parecian querer echarlos del islote. Cuando estuvieron delante de la puerta del castillo, su padre llamo con la aldaba. Pasaron unos interminables segundos hasta que alguien abrio la gran puerta, segundos en los que Agnes penso que todavia habria una esperanza para ella, sin embargo, aquella pequena llamita se desvanecio y un hombre de unos sesenta anos, calvo y con cejas pobladas, les abrio la puerta. --Soy Angus Steward, y esta es mi hija Agnes, es la nueva sirvienta --anuncio Angus con decision. El hombre miro a Agnes de arriba abajo y les franqueo el paso mientras sujetaba un candil encendido, pues el dia era tan oscuro que parecia que ya habia entrado la noche. Agnes y Angus siguieron al hombre hasta la cocina, alli les esperaba la senora Fia MacNeil, la hermana del laird. --!A buenas horas! --exclamo la mujer. --Ha sido dificil encontrar alguien que nos trajera hasta aqui, senora. Nos han dicho en la isla que habra tormenta --dijo Angus. --Pretextos y mas pretextos, de acuerdo, usted ya se puede marchar. Nina, acompaname, te ensenare tus aposentos. Agnes quiso despedirse de su padre, pero Fia insistio en que se fuera sin perder tiempo del castillo. Angus le prometio a Agnes que estaria bien, pero en sus ojos era dificil ocultar la tristeza, ella lo conocia lo suficiente como para saber quien era su progenitor. Cuando Angus se hubo marchado, Fia le enseno a Agnes las estancias en las que podian entrar los sirvientes; las habitaciones, una letrina y la cocina. En horas de servicio se podian mover por el resto del castillo, siempre con causa justificada. Segun la senora, el laird era muy celoso de su intimidad. Recorrieron el castillo mientras Fia le daba instrucciones para que ella pudiera desarrollar su trabajo con eficiencia, tambien le dio una clara indicacion, mas bien fue una advertencia. Nunca, jamas podia entrar en los aposentos del laird. El dia fue largo y triste para la joven Agnes, pues su casa era humilde y acogedora, en cambio, el castillo era grande, lugubre y frio, muy frio. Trabajo en el huerto, en la cocina y por la noche ayudo a servir la cena. Fue ahi cuando tuvo que poner a prueba su eficiencia y no fue demasiado bien, el laird y su familia se le antojaban altivos y despotas. Agnes sirvio el vino a los comensales, tarea complicada, cuando en su casa cada uno tenia por costumbre servirse lo suyo sin molestar a los demas. Fue rodeando la mesa y echando el vino a cada uno de los miembros de la familia, hasta que se situo al lado de Cailean, el hijo menor del laird. Agnes, con inseguridad, intento en vano echar el vino sin derramar una gota, pero el halo electrico de Cailean, del que todos hablaban en la isla y no precisamente bien, hizo que su cuerpo comenzara a temblar como por arte de magia. El vino reboso del vaso y la mesa quedo encharcada. --Disculpe, senor, enseguida lo limpio --dijo Agnes con una voz a duras penas audible. Fia carraspeo y Agnes dirigio su mirada hacia ella, sus ojos le devolvieron furia. --!Chiquilla inutil! --espeto. Agnes comenzo a pasar un pano por la mesa para arreglar el desaguisado. De pronto, una mano firme la agarro por la muneca. Era Cailean MacNeil, la miraba con una mezcla de enfado y burla. Jamas habia visto a aquel hombre de cerca, solo una vez, un par de anos antes. Lo habia visto cabalgar su caballo en las inmediaciones de su casa, ella habia salido a buscar flores para su madre, llevaba a su hermano pequeno de la mano y un caballo negro se les acerco a la carrera. Encima de el, un jinete de mirada fria y cabello negro al viento. A Agnes le llamo la atencion su tez tan morena e impropia de aquellas tierras. Agnes y su hermano se abrazaron, pues temian ser arrollados, pero pronto se disipo su temor, pues el, Cailean, le dio una orden al caballo para que redujera su marcha y paso junto a ellos muy despacio. Entonces el la miro y sintio el mismo escalofrio que habia sentido momentos antes, solo que ahora, estaba tan cerca... Habia fantaseado muchas veces con que Cailean MacNeil la subiera en su caballo y cabalgara con ella sintiendo su cuerpo, su aliento. Pero todo aquello quedo atras, eran meras fantasias de una jovencita que habia oido tantas y tantas leyendas acerca de aquel hombre que, de alguna forma, lo habia idealizado. En realidad, todas las chicas de Barra bebian los vientos por el, pero este era tan efimero, tan fantasmal, que a veces se les antojaba un personaje imaginario. --Dejalo ya, mujer --dijo Cailean con suficiencia. --Disculpe, ya me retiro. --Agnes se marcho de la estancia apresuradamente ante la mirada furibunda de Fia. Una vez en la cocina rompio a llorar, se sentia inutil, temerosa, desubicada, era tan grande su tristeza que creyo que iba a morir de la congoja. --?Que te pasa, Agnes? --pregunto una voz conocida para ella. --Gavin, ?que haces aqui?, hacia tiempo que no te veia por la isla y me dijo tu madre que estabas trabajando. --Si, llevo unas lunas en este lugar, no esta mal, ?y tu?, llegaste hoy, ?verdad?, todos hablan de la chica de ojos grises que no aguantara nada en el castillo, no tienen ni idea de quien es Agnes Steward --rio. --Puede que tengan razon, son tan, diferentes. Confieso que me dan miedo --dijo Agnes con pesar. --Miedo no es la palabra, son los senores de estas tierras, es normal que no sean como nosotros. Mantienen las distancias, ellos no nos molestan, nosotros tampoco a ellos, nos limitamos a hacer nuestro trabajo sin dar que hablar. Eso si, no les gustan los errores --argumento Gavin encogiendose de hombros. --Pues yo acabo de arruinar su cena, entonces --anuncio Agnes llevandose ambas manos a la cara. --Bueno, es el primer dia, a todos nos ha pasado, aqui no se esta mal, de verdad. --Me cuesta creerlo --susurro Agnes. --Ven, te ensenare una cosa --dijo Gavin mientras agarraba la mano de Agnes y la llevaba practicamente a rastras hasta la torre. --?Que haces?, nos van a pillar y nos mandaran a la isla de una patada --apunto Agnes preocupada. --Tu tranquila, estas conmigo. --El chico sonrio a su amiga de la infancia y la hizo subir todas las escaleras de ascenso al lugar que mas le gustaba del castillo. Cuando llegaron arriba, Gavin volvio a tirar de ella hasta llevarla a las almenas. --Mira, ?no es hermoso? --pregunto el. Desde alli arriba, el punto mas alto de Castlebay, Agnes admiro las maravillosas vistas crepusculares y vio su casa en la isla, por un momento se entristecio de nuevo y tuvo que secarse una lagrima que bajo por su mejilla. El dia seguia siendo desapacible y hacia frio, ya casi no habia claridad y la tormenta habia amainado. A aquellas horas, su familia estaria haciendo la cena y, junto a la lumbre, estarian sus hermanos jugando. Aquello le parecia tan lejano y era tan triste su nueva vida que solo pudo decirle a Gavin: --Volvamos a la cocina. [?][?][?] Cailean se preparo para decirle a su padre lo que hacia mucho tiempo rondaba por su cabeza: que la isla se le quedaba pequena y el mundo le parecia muy grande para no poder formar parte de el. A sus veinticinco anos sonaba con una vida en otro lugar, con recorrer otras tierras, conocer otras gentes diferentes y que no construyeran chismes y leyendas sobre su persona. El sabia que no era igual que los otros hombres de su generacion, que ser un MacNeil era un orgullo para ellos y comulgaban con unas costumbres y tenian unos valores muy diferentes. Cailean era especial, eso siempre se lo habia dicho su madre, aquella mujer que, por amor, paso sus ultimos dias en un lugar al que no pertenecia. Myra, su madre, habia nacido en Inverness, pero sus padres eran espanoles que habian sido capturados y posteriormente vendidos como esclavos. La madre de Cailean no era la esposa del laird, solo una sirvienta, pero le dio algo que nadie mas le habia dado, la pasion por la lectura. Por ello, tal como hizo ella cuando estaba embarazada de el, Cailean se habia leido todos y cada uno de los libros que descansaban en la polvorienta biblioteca que habia conocido tiempos mejores.

  • Regalame tu sonrisa (Los hermanos Montgomery 4) de Moruena Estringana

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  • Nada me importa mas que tu de Sophie Saint Rose

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    Roslyn Carrington lleva toda su vida viviendo en una jaula de oro, donde su padre toma todas las decisiones. Pero una no la iba a tomar. Iba a casarse con quien le viniera en gana, vaya que si. No podria impedirlo y le importaba un bledo que no le gustara el hombre que habia elegido.
    Lo que la pillo un poco por sorpresa fue conocer a cierto agente que le alteraba el corazon, al que al parecer tenia que hacer caso por su propia seguridad. Y lo que era peor, ese capullo se habia aliado con su padre para que no llegara hasta su prometido. ?Podria con los dos?

  • El ladron de reflejos de Marta Lujan

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    Un viaje a una dimension atemporal.

  • Mujeres de luz de Maria Vallejo-nagera

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    A lo largo de la historia ha habido mujeres extraordinarias de cuyos corazones han brotado espectros de luz que han deslumbrado de diferente forma a aquellos que las conocieron. ?Como iba a ser de otra forma si eran las mas bellas, las mas valientes, las mas seductoras y luchadoras e incluso las mas envidiadas? !En algunos casos hasta las mas brutalmente calumniadas!

  • Nunca sere tu heroe de Maria Menendez-ponte

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    Andres es un joven que no vive su mejor momento: esta harto del colegio, de su madre, de su eterno acne… Solo le anima dibujar comics, su novia y odiar a Jorge, el pijo del colegio. ?Que hara para encontrar su sitio en la vida? Humor y lios en una novela que resalta la importancia de la amistad y el esfuerzo.

  • La aventura de sonar despiertos de Silvia Sancho

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    Todos me advirtieron de que no debia enamorarme de Sergio: nuestros amigos comunes, mi propia experiencia, hasta el mismo. Sergio llevaba la palabra <> escrita en los caracteristicos frunces de su ceno. Era un espiritu libre, indomable, salvaje. Su magnetismo era tan grande como su falta de compromiso. Con Sergio parecia imposible alcanzar la estabilidad que tanto habia buscado, mi sonado final feliz. El solo estaba dispuesto a ofrecerme dudas, calor entre las piernas y un empleo en su agencia, uno que nunca debi aceptar. No era una buena idea entregar mi corazon a un hombre asi, pero el resto del cuerpo. ?Es de ilusos creer que una aventura puede cambiarte la vida por completo?

  • El silencio de nuestras palabras de Simona Sparaco

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    Es medianoche y una fina niebla envuelve la ciudad dormida mientras en un edificio se origina un incendio cuyas llamas, lentas e invisibles, comienzan a devorar lo que encuentran. En uno de los pisos Alice se duerme mientras espera que Matthias, su nuevo amor del que todavia no se ha decidido a hablar a su madre, regrese. Bastien, el hijo de otra de las vecinas, lleva meses tratando de revelarle algo que podria romperle el corazon, pero no encuentra el coraje para hacerlo. Otro tipo de coraje es el que le falta a Polina, una antigua bailarina clasica, incapaz de aceptar su cuerpo tras la maternidad.
    Pero tanto para ellos como para el resto de habitantes del edificio ya no queda tiempo: los acontecimientos estan a punto de revolucionar sus perspectivas, obligandolos a tomar decisiones extremas y a descubrir, al fin, que las distancias que nos separan de los demas solo se superan con un amor absoluto: aquel que
    no conoce condiciones.

  • Guardian 1 de Nesa Costas

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    Ciudades, poblados y aldeas ecologicas cohabitan sin mezclarse.
    Una inesperada infeccion pondra fin a la distancia al amenazar toda vida. Clara es debil e inutil, y su supervivencia se debe a sus companias. Sin embargo, una dolorosa traicion la cambiara por completo. Tras un accidentado itinerario, Clara al fin llega a una fortaleza donde pasado, presente y futuro convergen.
    En un parpadeo, Tarik se ve relegado de guerrero a siervo. Un error lo convierte en guardian a las ordenes de una desconocida. Su mundo se reduce y lo unico que importa es ella. La Clara que el conoce representa todo lo que odia. Lo ultimo que quiere es protegerla, lo ultimo que espera es enamorarse de ella.

  • El musico de Enrique Gomez Medina

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    ?Puede la musica curar? ?Puede la musica... matar?
    Un joven portento de la musica sufre un inexplicable incidente junto con su maestro. La inspectora Espinosa, recien ingresada en la policia, sospecha que guarda relacion con una serie de muertes ocurridas anos atras, "los crimenes del asesino vudu".
    La inspectora no tendra mas remedio que colaborar con el musico, a pesar de que este se encuentre internado en un sanatorio psiquiatrico. Pronto descubrira que ha desarrollado ciertos "poderes"...
    Y el asesino vudu tambien lo sabe.

  • El silencio mas noble de Susana Lopez

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    <> nos cuenta la historia de tres mujeres nacidas a principios del siglo XX: Lucia, una joven vasca de origen humilde; Elvira, una inmigrante burgalesa que se traslada a Bilbao para trabajar; y Renata, una bella italiana de padre gallego. Son mujeres normales, amas de casa, sencillas madres de familia que tienen en comun el coraje para hacer frente a las adversidades. Sus destinos se cruzan a partir de un suceso violento ocurrido en 1937, en plena guerra civil. Desde entonces, y a su pesar, sus destinos se unen irremediablemente.

  • Vikingos (Senores del Norte 1) de Becka M. Frey

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    Kaira, hija de un guerrero berseker, es testigo de la salvaje violacion de este a su madre. Como consecuencia de ese trauma se refugiara en las armas hasta el punto de ganarse el apodo de Corazon de Hielo.
    Ake ha sido bendecido por los dioses. Convertido en un fiero guerrero que no le teme a la muerte abandonara la aldea que lo vio nacer, pues es sinonimo de recuerdos que quiere olvidar, y se embarcara en un viaje sin retorno para convertirse en el nuevo senor de Skuldelev.
    Pero el destino cruzara el camino de ambos y Kaira sera confundida con una esclava a la que Ake convertira en su cautiva. Perturbado por los sentimientos que despierta en el, intentara luchar contra ellos, ya que Ake se hizo a si mismo la firme promesa de no volver a enamorarse y, mucho menos, de otra esclava.
    Un romance que debilitara las barreras que ambos se han autoimpuesto y que desembocara en una pasion arrolladora.
    Un viaje apasionante a traves de una civilizacion igual de salvaje que fascinante.

  • Rojo, blanco y sangre azul de Casey Mcquiston

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    EL VERDADERO AMOR NO SIEMPRE ES DIPLOMATICO
    Alex Clarademont-Diaz, el hijo milenial de la presidenta de los Estados Unidos, es un tesoro para el marketing de la Casa Blanca: atractivo, carismatico e inteligente. Lo que nadie sabe es que no soporta al principe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra. Asi que, cuando la prensa sensacionalista se hace con una fotografia que refleja un altercado entre Alex y Henry, las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido se enfrian.
    Ambos paises trazan un plan para paliar los danos. lo que empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en algo mas profundo de lo que Alex y Henry podrian haber imaginado.
    ?PUEDE EL AMOR CAMBIAR EL MUNDO?

  • Al hombre que deje atras de Isabella Marin

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    Una chica regresa a Boston para hacer las paces con su pasado.
    Un hombre acude cada vez que llueve a un bar de soul, se sienta siempre en la misma mesa, se pide una copa de whisky y espera en silencio a que empiece una cancion vinculada al pasado.
    Dos existencias vacias. Dos almas desgarradas por la soledad. Un abismo de tiempo separandolos.

  • Pan de Bruja de Noela Lonxe

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    Un cuento de hadas oscuro sobre pactos secretos y mujeres magicas.

  • La Piramide de Fuego de Arthur Machen

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    Muy anterior a la literatura realista, la literatura fantastica es de la ejecucion mas ardua, ya que el lector no debe olvidar que las fabulas narradas son falsas, pero no su veracidad simbolica y esencial. Resignemonos a admitir que la literatura es un juego, ejecutado mediante la combinacion de palabras, que son piezas convencionales, pero no olvidemos que en el caso de sus maestros --Machen es uno de ellos-- esa suerte de algebra o de ajedrez debe corresponder a una emocion. ... Arthur Machen puede, alguna vez, proponernos fabulas increibles, pero sentimos que las ha inspirado una emocion genuina. Casi nunca escribio para el asombro ajeno; lo hizo porque se sabia habitante de un mundo extrano. Jorge Luis Borges

  • Por la fuerza de Pilar Parralejo

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    Despues de ser raptada por el mismo tipo que provoca su despido, y despues de ser “extorsionada” por su padre, se encuentra a si misma casada con Ayron: un autentico desconocido, alguien que tiene todo lo que una mujer podria desear en un hombre, todo salvo la odiosa familia a la que pertenece, gente con un ego desmesurado que esta dispuesta a cualquier bajeza para intentar separarlos.

  • Amor ortodoxo de Julissa Sanchez Arias

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    Susan Mowrer es una joven escritora que despues de tres anos vuelve a casa de sus padres buscando recobrar la inspiracion para terminar su proximo libro, pero es ahi cuando su vida da un giro al conocer a quien se presenta como su fan, Isaac Stewart.

  • Por encima de la lluvia de Victor Del Arbol

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    Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da panico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramatico suicidio de un companero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus ultimos dias recordando y anorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidiran emprender el viaje de sus vidas, en el que descubriran que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.

  • El camino hacia tu corazon de Luciana V. Suarez

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    Una serie de acontecimientos haran que los protagonistas de esta romantica y profunda novela no puedan evitar dejarse llevar por sus sentimientos y dar rienda suelta a la pasion.

  • Puerta con puerta de Adriana Rubens

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    Elena perdio su corazon.

  • Casar a Diana de Francesca M.d

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    Lady Diana tiene un ultimatum por parte de su padre, si no se casa en un ano, el elegira a cualquiera para que se convierta en su esposo. Pero ella tiene un plan: volverse independiente por si misma evitando asi casarse por presion. Sus planes se vienen abajo cuando conoce a Mathew Andrews, un interesante caballero que enciende algo dentro de ella, algo que estaba apagado desde que Daniel Bradley salio de su vida, anos atras y sin explicaciones.
    Cuando sus planes de ser una solterona independiente estan en auge, no solo Mathew tambaleara todo, si no que la repentina aparicion de Daniel pondra su corazon en una encrucijada.
    ?Se quedara soltera o con el amor? Y si es amor, ?quien de los dos caballeros lograra ese premio?

  • Colin (Sin reglas ni principios 3) de Alina Covalschi

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    Todas las posibilidades de ser feliz desaparecen para Colin cuando se ve obligado a dejar ir al amor de su vida. Un trato y su mal comportamiento son los culpables de su nueva situacion.
    Pero como el bien sabe, la vida da muchas vueltas. Dos anos despues, alguien le hace saber que la persona que mas quiere necesita su ayuda mas que nunca.
    Un territorio desconocido, una banda de moteros mas que peligrosa, drogas y armas son las cosas que le esperan en su nuevo viaje.
    Esta dispuesto a hacer lo que sea necesario para que Freya vuelva a casa.
    ?Lo conseguira? ?Freya podra perdonarlo? ?Sera suficiente el amor para vencer todos los obstaculos que les tiene preparado el destino?

  • Novia Tropical (Novias del Paraiso 1) de Vicky Loebel

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    Anna Williams abrio un cuaderno de dibujo sobre el apoyabrazos del sillon para visitas y miro por la ventana mientras atardecia. --Esta nevando --le comento a su amiga, que estaba en la cama de un hospital--. Otra vez. Diane apenas echo un vistazo. --Por supuesto que esta nevando. --Oprimio un boton de forma ritmica en la pantalla de su movil--. Es febrero. Es Milwaukee. Es ley. --No creo que haya una ley sobre la nieve. --Anna dibujo la forma cuadrada de la ventana--. No conducir tu motocicleta por avenida Downer en una tormenta de nieve… Tal vez haya una ley sobre eso. --Su amiga habia tenido la suerte de salir solo con una pierna rota--. Podrias haber terminado en la carcel. --Los policias fueron muy comprensivos. Les dije que me habia quedado sin cerveza. --Conducir bajo los efectos del alcohol. Buena idea. --Un farol de la calle parpadeo en un halo de vapor. Anna lo dibujo con trazos debiles de lapiz --. Si decias que habias robado un banco, tal vez ahi habrias tenido problemas. --Ja, ja. Una serie de cables brillaban sobre el estacionamiento semivacio del hospital. Anna dibujo una linea en la hoja. >>Como sea --continuo Diane--. No les dije a los policias que habia bebido. Dije que tenia que celebrar haber ganado un lugar en Novia tropical. --Ya veo. --Anna sombreo un poco de escarcha en la cara interna del cristal de la ventana--. Mentiste. --No fue una mentira. Fue una verdad prematura. Aun queda media hora para entrar en el concurso. Eso me recuerda que tambien usaremos tu telefono para participar. --Diane estiro la mano con la palma hacia arriba--. Damelo. Anna cerro el cuaderno y entrego el movil. No le molestaba pasar la tarde con su amiga, aunque en realidad no podia darse el lujo de cancelar las clases particulares de natacion que daba. Diane habia acompanado a Anna durante dieciocho meses de examenes y cardiologos, y durante el baipas de su padre, aun despues de que ellos habian tenido que cerrar la pasteleria de la familia, lo que habia dejado a Diane sin empleo. La cirugia habia sido exitosa. Anna golpeo los nudillos sobre la madera de la silla. "Papa esta bien. Si tan solo la nieve amainara… Si tan solo la primavera llegara para que el pudiera salir y jugar unas rondas de golf…". Los medicos querian que su padre se levantara y caminase, pero el clima glacial lo mantenia en casa. --!Esta al aire! !Novia tropical! --La tablet de Diane estaba abierta en el sitio web del concurso--. Estan mostrando videos de la serie mientras eligen a las ultimas cuatro mujeres. --Tomo ambos telefonos y accedio al concurso con los pulgares. Anna se acerco a la cama con la silla. Durante tres semanas, ella y Diane habian mirado la transmision en vivo de Novia tropical, donde las mujeres hacian el ridiculo en Internet: comian insectos, llevaban pilas de cocos sobre la cabeza, luchaban por convertirse en la novia de Ryan Andersen, el atractivo soltero millonario del programa. Esa noche, Novia tropical seleccionaria a las ultimas mujeres para unirse al concurso en el Paradise Resort en las Islas Virgenes de Estados Unidos. Habria tres semanas mas de competencia y luego --suponiendo que Ryan y una de las mujeres se enamoraran--, una boda magnifica. Tap. Tap. Diane oprimio "enter" una y otra vez en ambos telefonos. Para cuando eso terminara, necesitaria cirugia en los pulgares, ademas de la de la pierna. Un video mostro a un grupo de mujeres que buceaban en jaulas rodeadas de tiburones. Anna fruncio el ceno, pero no pudo resistir la vista del agua cristalina y de los peces de colores. Las palmeras se mecian suavemente detras de Bobbie, la sofisticada conductora, y casi podia sentir la suave brisa tropical. El video termino. Aparecio un mensaje que anunciaba la primera de las ultimas concursantes. Anna debia admitir que era buena publicidad sumar mujeres mientras el programa estaba en curso. Contuvo la respiracion. Nada ocurrio. Anna suspiro con suavidad. --Esos policias volveran para arrestarte --le comento a Diane--. De todas maneras, no se por que te inscribes. No puedes competir con una pierna rota. --Es el destino. --Su amiga volvio a oprimir letras--. Tengo un presentimiento. Los presentimientos de Diane habian perdido la loteria de Wisconsin ciento setenta y seis veces seguidas. Miraron un video de mujeres en bikini que se desplazaban, al estilo Tarzan, de arbol en arbol, y luego otro que involucraba un frisbee y mucha locion bronceadora. No eran todas hermosas. No se podia esperar eso en un programa que seleccionaba inscripciones al azar. Pero hasta las menos atractivas se veian notablemente distinguidas. Los nombres de dos participantes mas fueron enviados por mensaje de texto. >>Ademas --argumento Diane--, podriamos ganar en tu movil. Piensa en el sol, en la arena, en que puedes llevar a tu propio estilista. Imagina lo bien que le haria un campo de golf tropical a tu padre. Anna imagino a su padre fuerte y bronceado, tal como habia estado dos anos atras, en lugar de la sombra irritable que habia pasado el invierno caminando de un lado al otro detras de la ventana de la sala de estar. >>Hace veintisiete grados en el Caribe --senalo Diane--. Todo el ano. Anna fruncio el ceno ante la nieve que caia. >>Y, si Ryan Andersen no elige una novia, la ganadora del concurso se lleva veinticinco mil dolares. Apuesto a que por eso enfrentarias a unos cuantos tiburones desde una jaula. --Enfrentaria a unos cuantos fuera de la jaula. --Veinticinco mil dolares pagarian muchas cuentas--. Aunque seria preferible hacerlo en la arena. Un video mostraba a mujeres que armaban un vestido con algas y con cascaras de banana. El concurso selecciono a la ultima participante. El telefono sono. --!Oh, cielos! --exclamo Diane. --No es gracioso. Al sonido original le siguio medio tono de llamado. Diane dio un salto de entusiasmo y luego se agarro el yeso con un gesto de dolor. --!Si! !Au! !Si! En el sitio web de Novia tropical, un Ryan Andersen en diferido pregunto: "?Esta mi futura novia en Milwaukee?". >>!Manana! --Diane hablaba efusivamente por telefono--. Cinco de la manana. Aeropuerto internacional Mitchell. Sin duda. !Gracias! La llamada finalizo. El movil volvio a sonar con una seguidilla de mensajes de texto. --!No puedes ir! --objeto Anna--. !No puedes competir con una pierna rota! Diane sonrio. --Dame mi bolso. Anna se inclino y abrio un cajon. --No te ayudare a escaparte del hospital. --Le paso el bolso a su amiga --. !Acabas de pasar por una cirugia! Diane saco cuatro billetes de veinte dolares. --Es todo el efectivo que tengo. Pero el Paradise Resort tiene todo incluido, asi que estaras bien. --?De que hablas? Diane coloco el dinero en manos de Anna. --Si necesitas… ?Que estoy diciendo? Nada de "Si…". --Saco las llaves de su departamento--. Pasa por casa y recoge algo de ropa. Lleva las sandalias doradas. Te quedan de maravilla. ?Estaba loca? Por un instante, Anna imagino que llevaba a su padre de vacaciones, pero luego se cruzo de brazos y sacudio la cabeza. --No puedo hacerme pasar por ti. !Es fraude! --?Quien dijo algo sobre eso? --Diane levanto el movil. Por primera vez, Anna se dio cuenta de que aparato habia sido el utilizado--. Tu fuiste la elegida. --No es posible. --Anna se sintio mareada. --Si, lo es --respondio Diane--. Y asi fue. Y faltan apenas doce horas para el vuelo. !Asi que largate de mi habitacion de hospital, ve a casa y dile a tu padre que empaque! Una catarata de sonidos salio del telefono. Anna leyo mensajes que confirmaban los boletos y le explicaban como llegar a las Islas Virgenes de Estados Unidos. Le permitian llevar un estilista personal, con todos los gastos pagos, y todas las maletas que quisiera. --Cielo santo. --Anna no estaba segura de tener una maleta--. No puedo creerlo. --No tenia ningun interes en aparecer en un reality show en Internet, mucho menos en ganarse un esposo rico. Sin embargo… Anna levanto la vista. Por la ventana del hospital se veia una noche llena de nieve. "Papa necesita vacaciones"--. Parece que me voy al Caribe. --No me digas, Sherlock. !Ahora, muevete! Anna se acerco despacio a la puerta, con los ochenta dolares de Diane. --Gracias por esto. --Entre las facturas medicas de su padre y los gastos mensuales, lo unico que Anna podia obtener de un cajero automatico era una carcajada--. Te lo devolvere. --Se que lo haras --remarco Diane con una sonrisa--. Porque, cuando seas rica, !reabriras la pasteleria de tu padre y triplicaras mi sueldo!

  • Lecturas con daiquiri de Manuel Vicent

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    Vuelve Manuel Vicent con una recopilacion de articulos en los que brilla su mirada inteligente, critica e ironica de la realidad.

  • En la penumbra de Catherine Parker Larranaga

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    La vida de Geanpierre Sabadini, magnate italiano poseedor de importantes companias internacionales, esta sumergida en la busqueda constante de quien fuera su padre, aquel que nunca conocio pero cuyo pasado ensombrecio su vida y la de su madre. El amor clandestino de ella, una cortesana, con un hombre de alto nivel social, determinan su llegada al mundo, nacimiento que dejara al descubierto una obscena infidelidad dificil de afrontar. Incapas de resistir esa carga en sus espaldas y el repudio familiar, el padre de Geanpierre los abandona a su suerte tomando una drastica decision. Su madre, se vera obligada a huir para intentar olvidar al hombre que amo y evitarle a su hijo la verguenza de su origen. Esa verdad se la confesara antes de morir, para no llevar a la tumba un secreto que peso por anos en su conciencia. Solo entonces Geanpierre conocera el verdadero nombre de su padre e ira tras lo que quedo de el.
    Mientras lleva a cabo la estrategia ideada para desenterrar su pasado, que devela realidades dolorosas, encuentra el amor; un amor que tendra que conquistar constantemente debido a su propia reputacion: la de un mujeriego.
    La novela, envuelve al lector, en la vida de un hombre de cautivante personalidad, cuyo afan de romance, con una mujer racional y calculadora, se transformara en su propia debilidad. Sera Elizabeth quien, con su belleza y escurridiza forma de ser, terminara por seducir a Geanpierre.
    La hermosa ciudad de Positano es el escenario donde este hombre viaja al pasado, vuelve al presente y enfrenta un futuro desafiante. Un entorno de bellos riscos y anaranjados atardeceres mediterraneos que enmarcan una historia romantica, intrigante e inesperada.

  • La teoria de Marie de J. R. Valk

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    Mark es un joven ruso que vive en la ciudad de Samara, en la cual tiene una gran amistad con sus vecinos.
    su pasion por la ciencia y la escritura, le sirven como refugio y esperanza para encontrar respuestas a lo que acontecera en el dia que comience a escribir este diario.
    las secuelas y el desamparo, le haran buscar las raices de los suenos y el pensamiento humano entre libros.
    como lo que desato el comienzo de la sentencia de quienes lo abrazaban, cuando el alma Alemania dormia en un sueno, del cual solo los afortunados lograron despertar.

  • En los ojos de Youki (En los ojos del highlander 2) de Ana E. Guevara

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    Ferguson vivia en una granja rehabilitada a las afueras de Edimburgo, nunca sintio el mismo aprecio que William por la capital de Escocia, el preferia la tranquilidad del campo. Le hubiera gustado vivir aun mas al norte, cerca de las Highlands, pero por su trabajo tenia que ir a Edimburgo a menudo y no queria sacrificar calidad de vida metiendose trayectos innecesarios en el coche. Cuando llego a la ciudad esta apenas se estaba despertando, las calles adoquinadas y los edificios de piedra recubrian todo el centro historico, pintando las calles del mismo gris que lucia el cielo. Aparco su todoterreno y se dirigio a paso vivo al piso que William tenia en una calle paralela a la Royal Mile. Desde fuera aparentaba ser otro de esos edificios historicos que salpicaban la capital cada pocos metros, pero el interior habia sido renovado unos anos antes por uno de los mejores despachos de arquitectos de toda Escocia. Saludo al portero del edificio con una inclinacion de cabeza, estaba acostumbrado a verlo, y este le devolvio el saludo de forma cortes. Subio los peldanos hasta el piso de su amigo de dos en dos utilizando la escalera en vez del ascensor y llego hasta la puerta con vigor redomado. Llamo al timbre y cuando se abrio la puerta, William lo estrecho entre sus brazos. Eso no era una buena senal. Eso era todo menos una buena senal. Siguio a Will al interior del apartamento, un loft con amplios ventanales que daban a la calle y que comenzaban a mostrar los tipicos patrones de las gotas de lluvia resbalando por el cristal. Iba a ser uno de esos clasicos dias escoceses en los que el tiempo podia cambiar varias veces en el transcurso de veinticuatro horas. William se sento en el sofa de cuero y Ferguson pudo observarlo con tranquilidad. Su metro noventa de estatura parecia haber empequenecido y su pelo rojizo lucia ahora mas apagado. Profundas ojeras circundaban sus ojos y una barba descuidada ornaba su mandibula. Solo sus ojos verdes guardaban un apice de la fuerza que el estaba acostumbrado a ver. --?Que ha pasado? Iba a hablar, pero el timbre de la puerta sono sobresaltando a Ferguson. Edward aparecio detras de William y estaba tan sorprendido de ver a Ferguson como este de verlo a el. Edward era el hermano pequeno de William, y, aunque tenia los mismos ojos verdes que su hermano, su pelo rubio trigueno hacia que fuera facil distinguirlos. A pesar de que eran apenas las ocho de la manana de un sabado, ya iba vestido como si fuera a asistir a algun evento: pantalon verde musgo y chaqueta con un bordado de flores, muy del estilo de las que Juan Avellaneda suele disenar. --Ferguson --dijo en tono seco a modo de saludo. --Edward --respondio el aludido. William se sento en una esquina del sofa dejando el butacon libre para que su hermano lo ocupara. Se quedaron en silencio y viendo que Will tenia problemas para romperlo, fue Edward quien decidio tomar las riendas de la conversacion. --Hermano, a pesar de que no me disgusta tu compania, supongo que nos has hecho venir por algo mas que por el placer de reencontrarnos los tres juntos. ?Me equivoco? --No, no te equivocas. !Mierda! --dijo de repente poniendose en pie de un salto. --No os he ofrecido nada de beber, mama me mataria por tal afrenta al protocolo. ?Quereis algo? Edward y Ferguson intercambiaron una rapida mirada. Actuar de forma erratica no era propio de William que, por lo general, tenia siempre todo bajo control. --Yo tomare un cafe --dijo Ferguson. --Yo otro, con sacarina y unas gotas de leche de almendra. --Pues yo me voy a servir un whisky doble --les dijo William desde la cocina. Su piso era como un loft neoyorkino afincado en medio de Edimburgo. Una mesa de billar, una enorme cocina abierta al salon y una pared cubierta del suelo al techo con estanterias en las que obras literarias de todos los generos y todas las epocas compartian hogar. Ferguson se levanto y franqueo los pocos pasos que separaban los dos ambientes hasta llegar a la cocina de estilo industrial en la que su mejor amigo se estaba peleando con la cafetera con manos temblorosas. Cuando sintio la presencia de Ferguson, dejo de intentar cargar de cafe la maquina y se echo en brazos de su amigo para ponerse a llorar como un bebe. --Menos mal que has sido tu el primero en llegar a el, me hubiera muerto aqui mismo si decide mostrarme tanto afecto de una sola vez --musito Edward, lo que le valio una avinagrada mirada por parte del moreno. --Esta bien, deja que yo me ocupe de la cafetera, olvidate de tomarte un whisky ahora que no son ni las ocho de la manana y ve a sentarte en el sofa. Seguro que Edward te puede consolar durante dos minutos. Este hizo un mohin, pero supuso que no tenia mas opcion que obedecer, a fin de cuentas, era su hermano el que estaba en ese estado catastrofico. Se sento al lado de Will en el sofa y en un arranque de ternura fraternal muy impropio de el, le puso una manta sobre las rodillas y le paso un brazo por los hombros. William dejo reposar su cabeza en el hombro de su hermano, apenas unos segundos, antes de que fuera demasiado incomodo para ambos, pero fue suficiente. Su relacion nunca habia sido ejemplar, se basaba fundamentalmente en una tolerancia mutua a la mayoria de las acciones del otro. Durante anos Edward habia sido el favorito de su madre, hasta que decidio salir del armario ante el estupor de toda su familia en una cena de Navidad. Su madre, una mujer afincada en las tradiciones y para quien el protocolo era una forma de vida y no una mera recopilacion de reglas de buenos modales, lo vivio como una afrenta personal alejandose de su hijo predilecto. Eso hizo que los hermanos se acercaran, aunque nunca tuvieron una relacion fraternal marcada por muestras de carino o momentos de complicidad. Por esa razon, ese brazo sobre los hombros de William significaba tanto para ambos. Ferguson llego unos minutos despues llevando tres tazas de cafe en una bandeja, azucar, sacarina y leche. Ademas de unas galletas que encontro en un armario y las puso en un plato. --?No habia leche de almendras? --No, no habia --corto Ferguson la protesta que ya comenzaba a formarse en los labios del rubio. --Y ahora, ?nos vas a contar que esta pasando? --La he perdido --dijo con tono ausente--. La he perdido para siempre, ya... Ya no hay vuelta atras. --Supongo que hablas de Emma, pero ?que ha pasado exactamente? --Fiona. --!Uf! Fiona era una amiga de infancia de la familia, una mujer bellisima, rubisima y de piernas interminables. Una mujer de buena familia que la madre de William aprobaba y con la que llevaba anos tratando de emparejarlo. Ella habia mostrado su interes por el pelirrojo en varias ocasiones y en su determinacion por conseguir lo que queria, era capaz de llevarse por delante a cualquiera que osara cruzarse en su camino. Y fue la pobre Emma la que se cruzo. Y de la forma mas disparatada posible. Unos meses antes habian ido los tres a Espana a cerrar unos negocios y decidieron festejar la buena marcha de las negociaciones pasando el fin de semana cazando en la sierra. Hasta ahi todo normal, si no fuera porque Ferguson se cayo dislocandose el hombro y la traumatologa encargada de recolocarselo era Emma. Entre ella y William fue amor a primera vista, una historia de esas que solo se leen en los libros de Isabel Jenner o Sandra Bree, que discurria de forma impecable hasta que Fiona entro en accion. Por una serie de catastroficas coincidencias Emma acabo pensando que Will estaba con ella para ganar una apuesta con sus antiguos companeros del colegio y huyo despavorida de vuelta a Espana cuando estaban en medio de un fin de semana en las Highlands para festejar el cumpleanos de la madre de Edward y William. El, dispuesto a luchar por su amor, habia ido a Espana con la unica intencion de recuperarla, pero por lo visto, algo no habia salido bien. --?Puedes ser mas explicito? Un nombre propio no es suficiente para que nos hagamos una idea de lo que pudo pasar --dijo Edward. --Quede con Emma en los jardines del Palacio Real, queria darle una sorpresa, pues fue ahi nuestro primer beso. Pero entonces aparecio Fiona, me dijo que habia llevado la broma demasiado lejos, que ya no tenia gracia y que debia parar. No entendi lo que queria decir, por lo visto ella pensaba que mis sentimientos por Emma eran alguna especie de estupida apuesta o algo de ese tipo. Asi que tuve que explicarle que no, que estaba enamorado, que no habia otra mujer en mi vida y que pensaba reconquistar a Emma, aunque me fuera la vida en ello. Tomo aire al tiempo que reunia fuerzas para continuar con la historia. Dio un sorbo a su taza de cafe y Ferguson apenas podia contener la impaciencia por conocer el resto de la historia. --Entonces me beso. Y eso no seria tan malo en si si no fuera porque Emma lo vio. --!Ay! --exclamo Ferguson. --No te va a perdonar en la vida --anadio Edward llevandose otra mirada avinagrada por parte de Ferguson. --Tienes razon, hermano. Ahora si que la he perdido. He tratado de llamarla, de contactar con sus amigas, de acercarme a ella de alguna manera y lo unico que he conseguido es que Diana me amenace con denunciarme a la policia por acoso. --Chica lista --anadio Ed granjeandose otra mirada nada cordial--. ?Que? Es lo que yo hubiera hecho, por lo que he oido es la mas capaz de todas las amigas de Emma. --La he perdido... William estaba casi al borde las lagrimas, y a Ferguson le dolia el corazon de ver a su amigo asi. Habian pasado por mucho desde los tiempos del colegio y nunca lo habia visto tan abatido por nada. Esa mujer de verdad le importaba. --Veamos, creo que solo hay dos cosas que puedas hacer ahora, hermano --propuso Edward haciendose cargo de la situacion--. ?Estas seguro al cien por cien de que no quieres intentarlo con Fiona? La mirada de odio que se llevo por parte de su hermano fue respuesta suficiente para que esa posibilidad no volviera a plantearse nunca mas. --Esta bien, pues dado que hemos descartado la opcion mas simple, tendremos que ir a por la mas complicada: recuperar a la chica. Ferguson y William se giraron al unisono, como las gemelas de El resplandor. --?No me has escuchado? La he perdido. La cague en casa de nuestros padres por marcharme de caceria y dejarla sola con esas hienas que tiene mama por amigas, pero es que cuando trate de recuperarla, la cague aun mas. Jamas me perdonara. Edward se habia echado hacia adelante y apoyando los codos en las rodillas junto las manos como si estuviera tratando algo muy importante en una reunion de accionistas. --Veamos, ahora mismo las cosas estan calientes y lo mejor es dejar algo de tiempo para que se enfrien, pero despues podremos volver a presentar nuestra oferta. --?Por que tu plan para recuperar a Emma suena como si prepararas la adquisicion de una empresa?

  • El unico recuerdo de Flora Banks de Emily Barr

    https://gigalibros.com/el-unico-recuerdo-de-flora-banks.html

    Todos recordamos nuestro primer beso.
    A Flora Banks es el unico recuerdo que le queda.