• libro el secreto de marcos - Rafael Nieto Rio

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    *A partir de 10 anos*
    La vida de Marcos transcurre tranquila. Se divierte en el recreo, juega de defensa suplente de futbol sala. hasta que un dia tropieza con un portal al territorio magico de Alistea y su apacible existencia da un vuelco espectacular. Un guerrero elfo, al que le encantan dos cosas de nuestro mundo (una de ellas es el chocolate con churros) se convertira en su canguro. Ambos deberan resolver un enigma por las calles de Madrid con la ayuda de un vecino jubilado, recorreran Alistea en una carrera contrarreloj.y descubriran un secreto estremecedor.

  • EL SECRETO DE MARCOS: Saga de libros divertidos para ...

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    EL SECRETO DE MARCOS: Saga de libros divertidos para niños y niñas de 9 10 11 12 años de aventuras, misterio y fantasía. Lectura preadolescente.

  • EL SECRETO DE MARCOS (Crónicas de Alistea) Tapa blanda

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    EL SECRETO DE MARCOS (Crónicas de Alistea) : Nieto Río, Rafael: Amazon.es: Libros.

  • El secreto de Marcos

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  • Libro de visitas de Alistea - El secreto de Marcos

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    Un libro con vocabulario sencillo, humor y diversión para niños con una lectura fluida ¿por qué tú que harías si te encuentras un guerrero elfo en tu cocina?».

  • El secreto de Marcos | UNO editorial

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    El secreto de Marcos. Rafael Nieto Río. Ficción, 256 páginas. ISBN: 978-84-16234-23-3. PVP (papel): 10 €. Comprar. Sinopsis; Autor/a.

  • El Secreto De Marcos - TROA Librerías

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    Comprar El Secreto De Marcos, editorial Uno. En la librería online TROA encontrarás a la venta el libro El Secreto De Marcos de Rafael Miguel Nieto Rio ...

  • EL SECRETO DE MARCOS - RAFAEL MIGUEL NIETO RIO

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  • El secreto de Marcos - Happy Mama

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    25 ene 2019 — Los Reyes Magos me regalaron una edición preciosa de este libro, de tapa dura y con ilustraciones de Alan Lee que tengo en la biblioteca de ...

  • El secreto de Marcos by Rafael Nieto Río - Goodreads

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    Start by marking “El secreto de Marcos” as Want to Read: ... todo mundo puede disfrutar, y eso ha sido lo que me encontré al leer este libro.

  • El secreto de Marcos - Facebook

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    Si El Secreto de Marcos nos enganchó este ha sido una explosión de fantasía ... con la presencia del autor del libro "El secreto de Marcos" Rafael Nieto Río.

  • Driven. Vencidos por el amor de K. Bromberg

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    La vida no es sobrevivir a la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia

  • Dulce animal de compania de Triunfo Arciniegas

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    Una apasionante novela sobre la delgada linea que separa el amor del deseo.

  • Esposa de Papel de Tara Pammi

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    El multimillonario Dante Vittori habia pasado anos labrandose una reputacion impecable, cosa nada sencilla despues de la encarcelacion de su padre, pero su puesto corria peligro y, para hacer frente a la amenaza, tenia que hacer lo impensable: !casarse!

  • El cerco de Bogota de Santiago Gamboa

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    Una serie de relatos de Santiago Gamboa que no dejara indiferente a nadie

  • Yo no decidi sonarte de Eva Cornudella

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    Silvia es una abogada en plena crisis personal y familiar, y Lola una profesora de bachillerato que esta inmersa en una relacion tormentosa. Ambas deciden tomarse un parentesis en sus vidas. En esa huida de su realidad coincidiran de la forma mas inesperada y acabaran compartiendo tres dias con Paco, editor profesional, y Mario, neurologo y psicoanalista, viviendo una serie de experiencias que les llevara a creer en la fuerza de lo inexplicable.
    Pero la novela nos lleva un paso mas alla: la conexion que experimentan los personajes escapa de la racionalidad cientifica y los cuatro buscaran una explicacion a lo ocurrido durante esos dias.
    "Yo no decidi sonarte” es una novela inquietante donde la realidad y el mundo inconsciente se mezclan y confunden por momentos.
    Valorada por el departamento de lectura de la agencia Sandra Bruna como una novela "sin cargas retoricas ni pretension de adoctrinar al lector, en la que la autora transmite unas teorias a traves de la voz narrativa de sus personajes y es el lector quien decide la postura que quiere tomar", “Yo no decidi sonarte” nos hace plantear las siguientes preguntas:

  • Diamantes de luz helada de Carlos Diaz Dominguez

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    ?Quien es Alfredo? Esa sera la pregunta que se convertira en una obsesion para Sagrario Ortiz, una joven periodista a la que un cruce de casualidades llevara a conocer a alguien que se encuentra en la ultima etapa de su vida: Elvira Pineda. La intensa complicidad surgida entre ambas mujeres provocara que Elvira confie a Sagrario un asunto familiar de la maxima trascendencia acontecido hace mas de treinta anos.

  • El latigo del Cowboy de Jorge Borges

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    Mark era un hombre sencillo.
    Desde que fallecio su esposa.
    Un rancho en la montana.
    Y una vida en solitario.

  • Ebrias decisiones de Antonio Preciado

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    El reloj del auto marcaba las 18:45 horas. Conducia el Mini convertible por el carril de alta velocidad sobre la avenida Garza Sada dirigiendome a casa de Daniel, el unico de mis amigos al que le emociona la idea de volverse mas viejo cada seis de octubre. Nos reuniriamos en su casa para cenar junto con su familia y celebrar su cumpleanos veintisiete: la excusa perfecta para abrir la botella de vino tinto que me acompanaba en el asiento del copiloto. "Espero que Daniel tenga un sacacorchos en casa", pense al voltear y asegurarme de que el cinturon de seguridad estuviera ajustado sosteniendo la botella. Mas vale prevenir que lamentar. Despues de atravesar la metropolis, llegue a la calle donde se encuentra su casa. Localizar espacio para estacionarse en el estrecho camino parecia imposible por la absurda aglomeracion de autos sobre las banquetas. Aparque en una esquina a cinco casas del portico. Verifique el acomodo del flequillo negro sobre mi frente en el espejo retrovisor. "Perfecto". Sali del auto; mi mano derecha sostenia la botella de vino y con la otra presione el boton de la llave para cerrar el coche. Me quede parado unos segundos frente a la entrada principal, imaginando a la familia de Daniel del otro lado de la puerta. Casi podia verlos sentados en circulo frente a la mesa del comedor repleta de platos con comida y de bebidas. Su madre organizando el viaje a Cancun para asistir a la boda de su sobrino el ano siguiente. Su hermana Gloria contando los meses que faltaban para dar a luz al nuevo integrante de la familia. Yo ya esperaba que sus hermanos me hicieran, en tono burlon, aquella pregunta que se volvia cada dia mas irritante: ?Cuando nos van a llegar las invitaciones de tu boda, Alonso? Pero estan muy acostumbrados a verme sin pareja; han dado por hecho que ese evento nunca lo celebrare en esta vida. Ni en la siguiente. Presione el timbre dos veces y Daniel aparecio del otro lado de la puerta, invitandome a pasar con unas palmadas en la espalda. --!Te haces del rogar! --dijo, apuntando al reloj digital en su muneca--. Habiamos dicho que llegarias hace una hora. El color blanco de la camisa hacia que su piel morena resaltara. Nuestra similar complexion y el metro setenta y cinco de altura han hecho que la gente nos pregunte en mas de una ocasion si somos hermanos. Caminamos por el corto pasillo hacia la cocina. Daniel tomo la botella de vino tinto y la coloco en la mesa del comedor. Conozco la casa a la perfeccion. Suelo venir los domingos cuando Daniel me invita a ver los partidos de Los Rayados de Monterrey. No soy fanatico del equipo y tampoco me interesa el futbol soccer, pero me gusta sentarme frente al televisor a beber una o dos cervezas... o tres. Salude a sus padres y hermanos. Tras la cordial y corta bienvenida, pase al bano. Moje mis manos y el rostro acercando mi cuerpo al lavabo de ceramica. Parado frente al espejo, me quede observando la profundidad de mis ojos cafe oscuro. Me pase los delgados dedos sobre la cara y note que mi aspecto mostraba senales de fatiga. Las ojeras por las trasnochadas de los dias y semanas anteriores comenzaban a notarse cada dia mas; la resequedad en mis labios suplicaba beber algo mas que alcohol. A pesar de eso, no me veia mal en absoluto. El aspecto joven y varonil reflejaba la edad precisa: veintiseis anos. Mantenia mi cuerpo esbelto y en su lugar gracias a las horas semanales de ejercicios cardiovasculares y pesas. La balanza de prioridades estaba muy bien distribuida: trabajo, ejercicio y vida social. Todos importantes, ninguno mas que otro, ?o si? Seque mis manos en los Levi's azul oscuro y sali del bano. Daniel me esperaba con una copa de vino tinto; todo el mundo sabe que es mi favorito. Nos dirigimos hacia el patio trasero donde sus hermanos preparaban cortes de carne sobre el pequeno asador. Habian instalado mesas plegables redondas con sillas alrededor, separamos dos de ellas. Mi mano izquierda sostenia la botella de vino que agarre de la mesa antes de salir al patio, y la derecha resguardaba la copa a medio llenar. --Ahora si, !cuentame! ?Ya decidiste donde quieres continuar la fiesta despues de la cena? -- pregunte justo antes de dar un sorbo a la copa. Me rodo una gota sobre el menton. --No, aun no decido --Daniel dio un sorbo a la botella de agua que saco de la nevera--. Ademas, no seremos muchas personas. Karen viene en camino, podemos discutirlo cuando llegue. Ya sabes que no puedo decidir por ella. Esperar a que llegue la novia de Daniel a cualquier lugar es como esperar una nevada en Monterrey: !absurdo! Karen es la persona mas impuntual que conozco. No me sorprenderia que llegara tarde a la celebracion de su propio funeral. Del bolsillo derecho de mi pantalon saque el celular. No tenia notificaciones de WhatsApp ni comentarios en mis estados recientes de Twitter y Facebook, pero si en mi ultima publicacion de Instagram, que era una foto de una lasana instantanea extendida sobre un plato de loza. La imagen hacia que el valor comercial del platillo aumentara su precio al triple. Junto al plato habia una copa de vino blanco y la botella de Verdeo importada desde Espana. La publicacion era del dia anterior con la descripcion: Cena para uno #Wine. Deslizando mi dedo sobre la pantalla, me dirigi al buscador de Google para escribir Horgans. La pantalla mostro el mapa de Monterrey y la ubicacion del club en el centro de la ciudad. Pase mi dedo sobre la informacion, y al encontrar el numero de telefono, marque. --Buenas noches, quisiera hacer una reservacion para hoy a las once --dije, y escuche a la chica al otro lado apretando un extremo del boligrafo, preparandose para apuntar--. !Claro! La reservacion a mi nombre, Alonso Rodriguez. Termine la llamada, di un trago a la copa y me dirigi a Daniel. --Ahora ya puedes decir a tus invitados hacia donde moveremos la fiesta el dia de hoy --dije guardando el celular sin notificaciones en el bolsillo. --Sabia que no aguantarias las ganas de ir a Horgans --y saco su celular. Escabulli la mirada por encima de su brazo: Daniel mandaba un mensaje a un grupo de WhatsApp llamado Parejitas para dar aviso a los integrantes sobre el nuevo plan de la noche. Yo no estaba incluido en ese grupo, ?por que habria de estarlo? El nombre del grupo era una ofensa a mi eterna solteria por eleccion, ?o seria por obras y planes del destino? No lo sabia y no me importaba… ?o si? --?Tienes pensado invitar a mucha gente? --pregunte--. ?A tus amigos de la oficina, a los del equipo de futbol? --y verti mas vino en la copa medio vacia. --La verdad solo voy a invitar a los de este grupo --Daniel me enseno la pantalla del celular con la conversacion reciente de las "parejitas"--. No le dije a nadie mas. Mis amigos tenian otros compromisos y casi nunca tienen dinero para ir a esos lugares. Ademas, Karen insiste en que convivamos mas con Anna y Ricardo. No entiendo por que, si nos vemos cada semana. En fin, seriamos solo nosotros cinco, incluyendote. El sonido del timbre interrumpio nuestra conversacion. Su hermana Gloria habia llegado en compania de su esposo y una enorme barriga de siete meses. --?Te molesta si te dejo por unos minutos mientras atiendo a mis invitados no alcoholicos? -- pregunto Daniel. --!Por supuesto que no! Tengo la compania que necesito --y levante la copa. Me quede solo y en silencio por un par de minutos mientras terminaba el liquido que restaba en la botella. Los hermanos de Daniel entraban y salian de la casa hasta el patio trasero cargando ingredientes para la cena. Puse mi mano sobre el bolsillo izquierdo del pantalon y note que algo faltaba. Me levante de inmediato de la silla y entre a la casa para buscar a Daniel. --Te vere junto con los demas afuera de Horgans --le grite mientras me aproximaba a la puerta con las llaves del auto en la mano. --?A donde vas? Acabas de llegar --pregunto Daniel acompanandome hasta la puerta--. ?Puedes esperar al menos a que termine la cena? Mi familia se ira despues de eso y no quiero que bebas alcohol con el estomago vacio. ?Recuerdas como te pusiste en nuestro ultimo viaje a Playa del Carmen? Lo recordaba, o al menos algunas cosas; por suerte no tenia memoria para las mas embarazosas. Hice una pausa antes de girar la perilla y me dirigi a Daniel. --Me acabo de dar cuenta de que olvide mi cartera en casa. Pero no te preocupes, te vere afuera de Horgans antes de las once. Dile a Karen que... Justo antes de cruzar la puerta, la cabellera rizada y castana de Karen se interpuso en mi camino hacia la salida. --?Te vas tan pronto? Apenas comienza la noche --dijo Karen entre risas, colocando su mejilla junto a la mia. El saco rojo la cubria desde los hombros hasta las rodillas, dejando al descubierto las medias negras. Los zapatos de tacon aumentaban su corta altura hasta casi emparejarse con la mia. El poco maquillaje en su cara y el labial rojo hacian que su piel blanca se viera mas palida de lo normal. --Olvide algo en casa y tengo que ir a recogerlo, pero no te preocupes, los vere en Horgans mas tarde. --?Quien decidio ir a ese lugar? --pregunto Karen. --Fue Daniel, le dije que debiamos esperar a que llegaras, pero es muy insistente --dije antes de salir por la puerta. Karen comenzo a reir y agito la mano, despidiendose. Daniel la recibio con un beso en los labios y la invito a pasar. La puerta se cerro a mis espaldas. Encendi el motor y me dirigi rumbo a casa. El trafico era denso: las filas de autos transitando entre municipios crecian mientras avanzaba la noche. El tablero marcaba diecinueve grados y las nubes se esparcian por el cielo de la ciudad. El Mini convertible circulo sobre la Carretera Nacional al sur de Monterrey hasta llegar a la caseta de vigilancia de la colonia Sierra Alta. El portero me saludo desde lejos y alzo la barrera metalica que dejo pasar al auto. Varado frente a la casa, esperaba a que el porton electrico se elevara para poder entrar. La camioneta Suburban de mi padre, el ingeniero Rodriguez, estaba estacionada dentro de la cochera. Conozco aquella maquina desde el exterior: podria contar con los dedos las veces que he subido al vehiculo, ya sea en el asiento del copiloto o en los traseros. El ingeniero Rodriguez nunca me ha dejado conducirla; su risa burlona dice que lo arruinaria, como con todo lo que pasa en mi vida. Esa risa no logra ocultar la verdadera intencion de sus palabras: "Nunca la vas a conducir, no tienes las aptitudes". Aparque al lado izquierdo de ese vehiculo medio metro mas alto que yo. El porton se cerro sin prisa detras de mi. Sali del auto y camine hacia la puerta lateral de la cochera para entrar a casa.

  • Julia. el odio conduce a la destruccion de Manuel Perez

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    Un encontronazo casual hace que Carlos y Julia entablen amistad, dando inicio a una relacion que cada dia va a mas hasta convertirse en un amor apasionado. Pero el odio, los celos, haran que todo termine de una forma inesperada y dramatica…

  • El caballero de la peregrina de Jimena Cook

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  • El espia de bruce de Sonia Lopez Souto

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    Robert Bruce intentaba coronarse Rey de Escocia y para ello, estaba dispuesto a cualquier cosa. Incluso a servirse de espias para conocer cada movimiento de su mayor enemigo, el Rey de Inglaterra. Pero en ocasiones, lo que uno cree saber de aquellos en quien mas confia, no es sino un engano. Y cuando su mejor hombre en Inglaterra debe huir al peligrar su tapadera, Bruce y su guardia descubriran una verdad acerca de el que cambiara su forma de valorarlo. ?Podran aceptarlo como a uno mas de ellos o se veran avocados a comportarse de forma diferente solo por su nueva condicion?

  • El Comandante de Elsa Jenner

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    Bajamos por debajo de los mil pies. El avion esta estabilizado, por lo que, pese a la niebla que dificulta la vision, no deberia haber ningun problema para aterrizar. Saltan los avisos de altitud del Airbus A330. <>. <>. <>. <>. <>. <>. <>. <>. Las ruedas del tren de aterrizaje golpean el asfalto de la pista y tomamos tierra en el aeropuerto Adolfo Suarez Madrid—Barajas. Mientras nos dirigimos al parking intento recobrar el aliento. Detesto aterrizar con esta niebla. No puedo evitar acordarme de Alberto, un companero con el que estudie. En su primer vuelo, un dia de espesa niebla, trato de aterrizar a pesar de tener problemas para detectar la pista. Continuo con el procedimiento de aproximacion hasta que se dio cuenta de que la pista que habia estado siguiendo era en realidad una carretera con una linea de luces. Comenzo el procedimiento para una aproximacion frustrada. Tuvo que hacer varias cosas a la vez: levantar los flaps, bajar el tren de aterrizaje, agregar potencia a ambos motores y girar un poco a la izquierda. Mientras estaba centrado en esto, no se dio cuenta de que el morro del avion estaba cayendo. Perdio altura y se estrello contra el terreno que habia junto a la carretera. Aun en el interior de la cabina de mando y mientras desembarca el pasaje, trato de quitarme de la cabeza esa historia y reviso que toda la documentacion referente a mi vuelo esta firmada. --Hoja de carga, plan de vuelo, general declaration, comprobante de combustible, LIR y NOTOC ok --digo en voz alta. No es obligatorio decirselo al otro piloto, es solo una costumbre que tengo para que en caso de que falte algun documento por meter en el sobre, el companero me notifique. --Falta el security checklist y el papel verde de mantenimiento --me comunica Robert, el segundo oficial. --El security checklist lo tiene la sobrecargo. Busco el documento de mantenimiento que acredita que el avion esta en perfecto estado y lo introduzco en el sobre que se llevara el coordinador hasta las oficinas. Aprovechamos las horas muertas del vuelo para firmar todo el papeleo, asi al final del vuelo solo hay que revisar que no falte nada. Esta es la quinta compania en la que trabajo, aunque la primera en la que soy comandante y espero ascender pronto. Comence a volar con tan solo veinte anos y ya son veintidos los que llevo volando. Ser comandante tiene sus ventajas, pero ya no es lo que era. Las cosas han cambiado mucho en aviacion en los ultimos anos. Atras quedaron aquellos dias en los que los pasajeros se detenian a contemplar los nuevos modelos de aviones, ahora a lo unico que se detienen es a pedirte que les hagas una foto. La ultima vez que una pasajera me pidio una foto, durante un desembarque, pense que se referia a que saliera yo con ella y para quitarmela de encima le dije que la compania no nos autorizaba a hacernos fotos con el uniforme. Entonces, ella me aclaro que la foto era para ella y sus tres amigos, que no salian todos en un selfi. Me quede tan en shock que acepte hacerle la foto, en cualquier otro momento la habria ignorado y me habria metido de nuevo en la cabina de mando. Todo ha cambiado: el diseno de los aviones, la forma de pilotarlos y hasta el pasaje. Ahora es como conducir un autobus aereo al que puede acceder cualquiera con independencia de su clase social. La limitacion de las horas de vuelo tambien ha cambiado y a veces puede resultar agotador, por eso quiero que me nombren jefe de pilotos, para tener un control absoluto de las horas de vuelo y los destinos. Ademas, supone el mayor logro que se puede alcanzar en la carrera de un piloto. Si todo va segun lo previsto este mismo ano, tras la jubilacion del actual jefe de pilotos, me concederan a mi el puesto, pues tengo un expediente brillante. Ha sido un vuelo largo y estoy deseando llegar a casa. Debido a un cambio en la programacion, hemos regresado un dia antes de lo previsto. No he avisado a Estrella, quiero darle la sorpresa. Salimos de la cabina de mando y junto al resto de la tripulacion vamos a la terminal. Alli nos despedimos. En el aeropuerto me cruzo con pilotos de otras companias aereas. Nos saludamos con un ligero movimiento de cabeza, al menos yo quiero pensar que ha sido un saludo y que no se ha perdido esa practica tambien. Me dirijo al parking y busco mi Jaguar F-TYPE. Tomo la M—14 y me dirijo hasta la zona de El Retiro, me alquile un piso en la calle de Lope de Rueda hace apenas un par de meses para poder vivir con Estrella, a ella se le antojo esta zona porque es centrica y porque el piso tenia unas fantasticas vistas al parque. Quiero comprarme mi propia casa, pero no es facil encontrar una que cumpla con todas mis exigencias y cuando la encuentras no es tan sencillo como decir me la quedo, hay que competir con otros compradores. Una ardua tarea en la que me ayuda mi hermana. Tardo apenas unos veinte minutos en llegar al garaje del edificio. Por suerte, a esta hora de la tarde no hay trafico para acceder al centro de la ciudad. Estoy deseando volver a ver a Estrella, no se que tiene que me vuelve loco, quiza es su alocada forma de ser o quiza ese caracter y esa fuerza que la hacen unica. Estrella es esa clase de mujer que viste con vaqueros superajustados, de esos que hacen que el culo se vea respingon y te den ganas de follarlo. Es una adicta a los zapatos, tiene tacones y botines de todas clases, aunque tambien suele usar deportivas de vez en cuando. Se fija en todos los detalles, es muy observadora. Demasiado perfeccionista y exigente con ella misma y con los demas. Es de esas mujeres que lo quiere todo para ya. Inteligente, comprensiva y un poco materialista. Carinosa cuando se lo propone. Le gusta jugar al padel, aunque siempre que jugamos pierde. Ahora le ha dado por el boxeo. Y en la cama… uf, en la cama tiene todo lo que un hombre puede esperar de una mujer, hace y se deja hacer de todo. Me vuelve loco y podria volver loco al hombre que ella se propusiera. Aparco el coche en el garaje y subo hasta la novena planta en ascensor. Introduzco la llave en la cerradura sin hacer mucho ruido y abro la puerta. El salon esta patas arriba, los cojines del sofa estan tirados en el suelo junto a los restos de un jarron hecho anicos. Escucho un ruido al fondo. Quiza alguien ha entrado a robar, puede que el ladron aun este aqui. Entro sigiloso. Los ruidos proceden del dormitorio. La puerta esta abierta, me asomo y la escena me deja sin respiracion. Durante unos segundos todo mi mundo se desvanece. Nada me habria hecho sospechar que un dia podria encontrarme con algo asi en mi propia casa. Estoy bloqueado, aturdido. En este momento soy capaz de cualquier cosa. El grito de Estrella al verme me saca de mi estupor. Mi presencia la coge desprevenida. Ella mira hacia la puerta y se queda petrificada. El cabron que esta dentro de ella, sale. Se gira y me mira. Ambos, desnudos, permanecen en silencio durante unos segundos. Aprieto el puno con fuerza y trato de controlar mis demonios, pero no lo consigo. --Tu --me dirijo al tipo que se estaba follando a mi novia--. !!!Largo de mi casa!!! Se levanta de la cama sin decir nada, busca desesperado su ropa. --?Buscas esto? --digo senalando con el zapato los pantalones que hay junto a mis pies. El se acerca y se agacha a recoger la prenda. No puedo evitarlo y le arremeto una patada en la cabeza que lo hace caer de espaldas. --?Que haces? ?Te has vuelto loco? --grita Estrella que se levanta de la cama de inmediato para ver si el tipo esta bien. --!Te he dicho que fuera de aqui, si no quieres que te mate! --grito fuera de mi. El ignora a Estrella y dejando un reguero de sangre a su paso, recoge la ropa y sale de la habitacion sin vestirse. --?Como has podido hacerme esto? --Me toco el pelo desesperado. --!Estas loco! Podrias haberlo matado del golpe. --Vete tras el para que te termine de follar. Ella intenta abofetearme la cara, pero antes de que la palma de su mano roce mi mejilla, consigo agarrarla de la muneca con fuerza. --Me haces dano --se queja. --?Yo te hago dano? Me mira, lo hace con esa mirada que podria volver loco al mas cuerdo de los mortales. --?Por que? --pregunto esperando una respuesta que me haga entender lo que acaba de suceder. Ella no dice nada. Se queda callada como si tuviera que pensar la respuesta. Se deshace de mi agarre y permanece en silencio estatica en el mismo lugar. Hasta que se gira y busca su ropa interior. No puedo evitar mirarle ese culazo que tiene y su larga y rubia melena cubriendole la espalda. Es una diosa. --Te he tratado bien, he arriesgado mi puesto de trabajo por ti, nunca se me ha pasado por la cabeza la idea de estar con otra. En cada vuelo que tu no estas me aseguro de que todas sepan que no estoy disponible, que nadie tiene una puta oportunidad conmigo. Se viste sin decir nada, como si no me estuviera escuchando y, cuando termina, comienza a sacar la ropa del armario. --?Que haces? --pregunto asustado. --Me voy, Victor. --?Como que te vas? --Se acabo, esto ya no tiene ningun sentido. --Pero… podemos hablarlo. --Me tiembla la voz.

  • Solo tuyo (La fuerza de amar 1) de Barbara Crespo

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    Corrigiendo gracias por las observaciones.

  • Amor del bueno de Maria Isabel Sanchez

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    ?Que es un buen amor? Para responder semejante pregunta deberiamos, primero, tener absolutamente claro el concepto de AMOR. Pero sobre este punto las definiciones son infinitas, y como cualquier actividad, sentimiento o emocion humana, no posee un concepto objetivo: desde el punto de vista de nuestra condicion de “sujetos”, tal objetividad es una mera ilusion.
    Por eso tantas mujeres y hombres podrian percibir al amor, por ejemplo, como un sentimiento que incluye distintas actitudes: celos, vertigo, posesividad y hasta violencia. O bien
    -en el otro extremo-, el amor puede ser concebido como solidaridad, cuidados, proteccion y respeto.
    Maria Isabel Sanchez

  • Hablame bajito, Macarena Berlin de Macarena Berlin

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    Con una sensibilidad extraordinaria, Macarena Berlin nos presenta una novela llena de humor y delicadeza en la que disecciona como nadie nuestros miedos. Lo hace con esa voz que nos habla bajito y que queremos seguir escuchando incluso despues de terminar estas paginas.

  • Cuento De Hadas de Danielle Steel

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    Christophe y Joy eran una pareja profundamente enamorada cuando convirtieron su suntuosa propiedad en California en una pequena bodega de prestigio. En ese entorno de ensueno criaron a Camille, su unica hija, que no tardara en regresar tras terminar los estudios para ayudar con el negocio familiar.

  • The Boss (La asistente personal 1) de Lexy Timms

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    Jamie Connors ha tirado la toalla en la busqueda de un hombre. Es inteligente, guapa y, vale, si: tiene algun kilito de mas. Es un verdadero iman para el tipo de hombres que no se comprometen.

  • Refugiados de Sami Nair

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    Lo que pasa en las fronteras de Europa desde hace varios anos, y en especial desde el verano 2015, era previsible y anuncia una nueva epoca en materia de gestion de los flujos migratorios. La leccion principal es que, desde la huida de millones de personas de Siria, Irak y Afganistan, tanto como de Eritrea, Somalia, Nigeria, Libia, la distincion tradicional entre inmigrantes economicos y peticionarios de asilo se esta difuminando. La UE, principal objetivo de la demanda migratoria por ser el continente mas rico del planeta, sera cada vez mas asediada por millones de personas buscando la mejora de sus condiciones de vida.

  • Ponme a prueba de Noa Xireau

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    En cuanto Rocio oyo los pasos que se acercaban a la cocina, intento cerrar apresurada la ventana del navegador. Maldijo cuando la maldita X de la esquina superior se nego a reaccionar bajo sus persistentes clics y estuvo a punto de estampar el estupido raton contra la mesa con la intencion de comprobar si maltratandolo se volveria mas docil y obediente. En el ultimo segundo logro abrir la aplicacion del solitario y, para cuando su hermano Javier se hubo echado un vaso de agua y se giro hacia ella, habia conseguido incluso estirar los labios en una debil sonrisa. Por desgracia, basto que los profundos ojos castanos se posaran sobre ella para darle a entender que no lo habia enganado. --?Conseguiste enviar el proyecto a tiempo? --le pregunto Rocio con la voz mas alegre y despreocupada que pudo fingir. --Si, acabo de hacerlo. Manana sabre si han aceptado mi propuesta. --!Genial! Eso se merece una celebracion. Javier se apoyo en la encimera de la cocina, se cruzo de brazos y la estudio. --He quedado para jugar unas manitas de cartas en casa de Aitana. ?Por que no te apuntas? Sara tambien vendra. Puede que te ayude a distraerte, sabes que lo necesitas. La sonrisa se le congelo y dejo de fingir. Que el tuviese razon no significaba que estuviera preparada para hacerlo. --Hoy no, tal vez otro dia. --Ro, tienes que... --Nunca he hecho buenas migas con Aitana, ya lo sabes --lo interrumpio antes de que pudiera soltarle otro de esos discursos de los que ya estaba hasta las narices. Javier suspiro con pesadez. --La tia Gloria se pasara luego por aqui a hacerte un poco de compania. ?Estaras bien hasta que llegue? --Sus ojos parecian atravesarla para detectar hasta el mas minimo titubeo. --No tienes que preocuparte por mi, te lo he dicho. No hare ninguna tonteria. --Rocio se ahorro el esfuerzo de sonreirle, pero le sostuvo la mirada. Tras un asentimiento su hermano saco el paquete de pastillas de la vidriera, le llevo una con un vaso de agua y se acuclillo ante ella. --Te estas haciendo dano, Ro. --Por si le quedaba alguna duda de a que se referia, le echo una corta ojeada a la pantalla del portatil--. Tienes que pasar pagina y la unica que puede hacerlo eres tu. --Se levanto y le dio un beso en la frente--. Estare de regreso antes de las diez, si necesitas algo, llamame. Ella espero a oir la puerta al cerrar, bajo despacio la tapa del portatil y miro fijamente la pastilla que le habia dejado sobre la mesa. Agotada, se froto la frente. Su hermano tenia razon, no podia seguir torturandose asi. No era como si fuese una anciana a la que se le hubiera muerto el amor de su vida y la hubiese dejado abandonada. Segun las estadisticas, con treinta y tres anos aun no habia alcanzado ni el ecuador de su vida. Tenia tiempo de comenzar de nuevo, desde cero o desde veinte, o desde donde a ella le diese la gana. Solo tenia que poner de su parte, dar el primer paso y olvidarse de Raul. Como si su cuerpo no estuviese conectado a su cerebro, alzo la cabeza y abrio de nuevo el portatil. Bastaron tres clics para entrar en Facebook y ni siquiera tuvo que pensar el siguiente movimiento, sus dedos teclearon el nombre en modo automatico. La imagen que aparecio ante ella era la misma que habia estado contemplando cuando la interrumpio su hermano: Raul abrazado feliz a su nueva novia y la gente, los que ella considero una vez sus amigos, felicitandolos por la hermosa pareja que formaban. Le habria gustado poder convencerse de que la risa no llegaba a los ojos de Raul, o que el reloj que llevaba seguia siendo el que ella le regalo para su ultimo cumpleanos, o que aquella camiseta, los pantalones e incluso los calcetines se los habia elegido ella, pero nada cambiaba el hecho de que la habia dejado por otra, y que esa otra estaba alli con el, disfrutando de lo que siempre habia considerado suyo. Ambos reian felices en tanto que ella seguia alli sentada en la cocina, sin trabajo, sin una casa propia y, lo que era aun peor, incapaz de sentir otra cosa que no fuese el dolor que la consumia desde dentro. Ni siquiera la ironia de que cada dos por tres le apareciera la publicidad de una pagina de contactos animandola a encontrar el amor de su vida le permitia soltar una carcajada seca. ?Como de patetico era que incluso los sistemas estadisticos de Google y Facebook hubiesen detectado que la habian abandonado? Con un resoplido pincho en el anuncio de la web de contactos. La pantalla se lleno de personas con enormes sonrisas y miradas interesantes, de ese tipo que atraia a cualquiera, pero del que luego nadie se enamora, porque son como una de esas preciosas mecedoras de diseno en las que sentarse es una proeza y levantarse un imposible. El registro en la pagina parecia sencillo, solo requeria especificar si lo que buscaba era a un hombre o a una mujer, facilitar un email de contacto y una contrasena. Nada complicado en realidad, aunque para ella supusiera un mundo. No era tonta, era facil adivinar que en cuanto abriera esa diminuta pestana empezarian las preguntas: nombre, telefono, edad, gustos que nadie mas que ella deberia conocer y foto. ?Que sentido tendria una web como aquella sin fotos? ?Y que pasaria cuando la subiera? ?Y si alguien de su entorno la reconocia y se corria la voz? No queria ni plantearse lo humillante que seria. Cerro la pantalla del navegador, bajo de nuevo la tapa del portatil y vacio el vaso de agua en el fregadero, procurando que arrastrase la pastilla a su paso. Fue al salon y se acerco a la cristalera del balcon con aquella sensacion de vacio que ya habia comenzado a formar parte de ella. Observo a las personas que pasaban por la calle. La senora del tercero estaba paseando a su altivo yorkshire, indiferente a que mease en la esquina de la panaderia marcando territorio. En el bar de Pepe, la camarera, que estaba sirviendole unas cervezas a una mesa atestada de hombres trajeados, mostraba una sonrisa avinagrada. Como de costumbre, estarian echandole piropos sin adivinar, o sin que les importara, que la chica iba a casarse dentro de seis semanas con un abogado que la adoraba y que cada dia la recogia, puntual como un reloj, para acompanarla a sus clases en la escuela de adultos. Un ciclista se paro frente a la tienda de zapatos, y en cuanto toco el agudo timbre de su manillar, Maria salio y se abalanzo sobre el para devorarle a besos. Con una carcajada la revoloteo por el aire, ignorante de como Rocio los espiaba llena de envidia. Envidia, si, eso si era capaz de sentirlo. Envidia y anoranza porque alguien la abrazara asi, con aquella mezcla de pasion y carino, como si fuese la cosa mas valiosa del mundo, alguien que creyera que era digna de ser protegida, cuidada y amada cada dia con la fuerza del inicio. Amar. Esa era la palabra clave. No era de Raul de quien se trataba en realidad aquello, se trataba de ella, de ella y de su infinita necesidad de que la amaran, de que se lo dejaran sentir, creer, y que ella pudiera retornarlo, sacando lo que tenia dentro hasta desbordarse de sentimientos. ?Que posibilidades existian de que ella encontrase un amor como ese? ?De que se cruzase con alguien como ese chico de Maria, capaz de quererla incluso, aunque no tuviera mucho, o nada, que ofrecerle? Se abrazo. Ya ni siquiera le quedaban amistades. Las suyas desaparecieron cuando comenzo a salir con Raul y las que tuvo durante su tiempo con el... no eran amigos suyos, eran los de el. Cuando la parejita feliz se despego como si les uniera una enorme fuerza magnetica que les impidiera alejarse el uno del otro y tuvieran que hacerlo poco a poco, regresando una y otra vez con besos y toques y caricias sin intenciones mas alla de la demostracion de su carino, Rocio estuvo por salir al balcon para chillarle al mundo que ella tambien tenia derecho a que la amaran. Con brusquedad se aparto de la cristalera y regreso a la cocina. Evito mirar el portatil y se echo una taza de leche fria que le calmara la acidez en el estomago. Por mas que tratara de resistirse, la presencia del ordenador y la tentacion que representaba eran tan fuertes que la atraian con cada fibra de su ser, como si incluso de espaldas a el pudiera sentir su poder. Al soltar la taza apoyo la frente en el mueble de la cocina. --!Nada de espiar de nuevo a Raul! Y si lo haces... si lo haces... --?Que iba a hacer si volvia a caer ante aquella enfermiza fascinacion por hurgar en sus heridas? Recordo el anuncio y la pagina atestada de rostros felices y sonrientes que habia visitado antes. Enderezo los hombros y se giro hacia la mesa--. Prometo que, si vuelvo a escribir, aunque solo sea su nombre, entrare a esa dichosa web de contactos a ligar con todo lo que se menea y... y... !Bueno, ya se vera! Capitulo 2 El olor a cafe recien hecho la recibio nada mas pisar la cocina. Con una mueca trato de ignorar el pungente olor a granos quemados que le levantaba el estomago. --?Son imaginaciones mias o ya esta empezando a hacer calor? --Situandose al lado de su hermano, comprobo si a ella tambien le estaba haciendo el desayuno--. Buenos dias --grazno con unas cuerdas vocales que sentia tan asperas como hinchados seguian sus ojos. --Mayo en Sevilla. Da gracias de que la prevision de hoy solo sea de treinta y un grados --murmuro el, distraido. --Genial, y el aire que sigue estropeado --rezongo, mas para ella misma que para el. --Volvere a llamar luego al servicio tecnico a ver que pasa. --Javier enchufo la tostadora y se apoyo en la encimera removiendo su cafe. --Mejor bajamos las persianas para que no entre demasiado sol. Rocio cogio su taza de te y la pastilla que estaba al lado y, tras dejarla caer disimuladamente en el bolsillo de su pantalon de pijama, ocupo su sitio en la mesa. --Las bajare antes de que pegue fuerte --confirmo su hermano con un asentimiento ausente. Cuando el incesante tintineo de la cucharilla dejo claro que la intencion de su hermano parecia ser la de marear el cafe, Rocio estampo su taza sobre la mesa, haciendo que el diera un respingo, sobresaltado. --?Cuando piensas contarme lo que pasa? --le exigio sin rodeos. --?Que te hace pensar que pase algo? --El entrecejo masculino se fruncio. --?Hola? Soy yo, Rocio, tu hermana. ?Piensas tomarme por tonta? Con un suspiro, Javier se paso los dedos por el cabello. --No. Tienes razon. --?Que ocurre? --Mientras mas tardaba en contestarle, mas le crecia a ella el nudo de ansiedad en su interior. --Anoche ingresaron a la madre de Aitana en la UCI. --?Que le paso? Aunque la hija le caia como el culo, Marta, la madre, era un encanto, y demasiado le habia pasado ya en la vida como para que ahora encima le fallase la salud. Ademas, independientemente de lo estupida que Aitana solia ser con ella, la madre trataba a Javier como a un segundo hijo. --Notamos que se le trababa la lengua y que estaba como aturdida y la llevamos a urgencias. Y menos mal. Al parecer era un pequeno infarto cerebral y van a tenerla en observacion durante unos dias. --Vaya por Dios. Espero que se recupere pronto. Por lo que conozco a Marta, no se va a quedar tranquila mientras este ingresada. Javier se froto los ojos antes de mirarla. --Lo hara. Sabe que necesita cuidarse y le he prometido que me ocupare de Aitana. --?Que? --Rocio abrio la boca y volvio a cerrarla de golpe. ?Se habia vuelto loco?--. ?No hay alguna agencia en la que puedan contratar ayuda a domicilio cualificada? Manana es domingo, ?y si poneis un anuncio en el periodico? --?Tienes idea de lo que cuesta eso? --resoplo el. --Solo seran unos dias. ?Cuanto va a estar internada? ?Una semana? ?Dos como mucho? Javier sacudio la cabeza. --Es imposible saberlo antes de que le hagan unas pruebas. Ademas, al salir tambien necesitara tomarse las cosas con calma. Con la senora que venia a ayudarles cuatro horas al dia ya casi se comian la pension de ella y Aitana sigue en juicio para que le paguen el dinero de la indemnizacion. --?Por que sigue sin trabajar? Es arquitecta, por el amor de Dios. No es como si la silla de ruedas le impidiera pensar. --Ro solto una ristra de tacos cuando se dio cuenta de que estaba echandole azucar por segunda vez a su infusion. --Ro, calmate. No necesitas pegar voces --mascullo Javier molesto. --!No estoy pegando voces! --Ro se giro alterada cuando el apreto los labios. Verse de buenas a primeras viviendo sola, aunque fuese por un par de semanas, la asustaba. De alguna forma hacia temblequear la seguridad y proteccion que sentia teniendolo a el al lado, ocupandose de todo. Cansada se paso una mano por la frente. Estaba siendo egoista. Podia sobrevivir unos dias sin el. Al fin y al cabo, era una adulta. --Ro... --De acuerdo. --Rocio hizo un aspaviento con la mano para restarle importancia--. ?Cuando te iras? --No me ire, es ella quien vendra aqui. --!?Como?! Eso sera una broma, ?no? --Rocio lo miro incredula. --No pienso dejarte sola durante tanto tiempo. --!Por Dios, Javi, ya te he dicho que estoy bien! !No va a pasarme nada! --Justo a tiempo se percato de que habia estado tocandose la sensible linea rojiza en su muneca. --No pienso arriesgarme. --El se mantuvo en sus trece--. Ademas, nos vendra bien a todos. Asi, cuando yo tenga que salir a defender el proyecto, Aitana podra estar echandote un ojo, y... --!No necesito a ninguna pija engreida que me eche un ojo! !Te he dicho que estoy bien! --No solo se trata de ti, Ro, tambien de ella. Aun no se ha habituado a la silla de ruedas y necesita que le echemos una mano. Es una mujer. Seria demasiado violento que yo la aseara, ?no crees?

  • Los condes no se casan con doncellas (Chadwick 3) de Mariam Orazal

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    Tercera y esperada entrega de la serie <> de Mariam Orazal, iniciada con La noble ladrona.

  • Los chicos malos del barrio de Gavin Knight

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    Tres historias reales y tres ciudades que podrian ser cualquier otra…

  • Cuentos de Eva Luna de Isabel Allende

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    Cuentos de Eva Luna transcribe las historias inventadas por Eva Luna en la novela homonima, por lo que aunque no es una segunda parte, es recomendable leer primero la novela. Cuentos de Eva Luna es un ejemplo de la fantasia creativa de Isabel Allende. En este libro esta representado principalmente la mirada femenina, sea desde un punto de vista social, psicologico, cultural o historico. La intencion de la autora es presentar la protagonista como Scheherezade, que mantiene el orden de los sucesos a que esta sometida. Es el arquetipo matriarcal que impulsa la vida, es la mujer narradora que tiene siempre listo un cuento para su rey. El amor es como un hilo conductor entre todos los cuentos, y que tiene la fuerza para vencer las miserias impuestas por la naturaleza o por la maldad de los hombres. El amor en la narrativa de Isabel Allende es el sentimiento mas fuerte que el odio, la rabia, el miedo o la venganza. El amor es la salvacion del hombre y de su humanidad. Sus personajes representan la lucha entre el bien y el mal, entre explotados y explotadores, pero todos al final son vencidos por el amor.

  • El amor no se puede pintar de Miranda Bouzo

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    “Cuando me dejes abrazarte, la nieve se fundira a nuestro alrededor”

  • La silueta en la niebla de Jorge Galan

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    Esta novela, que es una mezcla entre el genero negro y la ciencia ficcion, cuenta la historia de Benjamin, un heroe atormentado, que posee el extrano talento de la telekinesia. Cuando sucede una desgracia apocaliptica en su pais natal, Benjamin, que ha vivido lejos desde que era casi un nino, regresa para buscar a su madre. Lo que encuentra es una sociedad que en nada se parece a lo que recuerda. Jaurias de perros salvajes que cazan en la oscuridad, un pueblo de asesinos que habitan en un cerro, una iglesia dominada por un hombre al que llaman el profeta, un fantasma que ronda por las casas abandonadas, todo bajo una lluvia que no se aleja nunca.

  • Para no olvidarte de Viki Tapada

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    Era pleno verano. En la noche se oian a los grillos cantar con todo el enfasis con que podian hacerlo. Aquella noche Laura no habia podido dormir casi nada y lo poco que habia dormido lo habia hecho a ratitos y mal. El sudor hacia de las sabanas una pegajosa masa de tela que no podia quitarse de la piel. El estridente canto de los grillos habia hecho de aquella jadeante noche bastante movida, llenas de pesadillas y malos pensamientos. Amanecio la manana con un gran sol. Los restos de la noche pasada se reflejaban en el rostro de Laura, pero habia llegado la hora de levantarse. Aun no habian terminado las clases, aunque faltaban pocos dias. Ya se sabe que los ultimos dias de clase son los mas desesperantes pues parece que nunca llega el final. Se levanto como siempre. La cabellera morena y larga se asemejaba a un revoltijo de pelo en el que se habian puesto todos de acuerdo para hacerla parecer una leona. Unas ojeras hasta los pies y arrastrando el cuerpo con poco garbo. Laura inmediatamente se dirigio al cuarto de Marcos y desperto a su hermano. --Marcos, despierta, que ya es hora. Vamos a llegar tarde, levantate… !Ya! --!Vale! Podrias gritar menos, ?y mama? --Esta dormida. Ahora voy a despertarla. !Tu vistete, desayuna y despierta a Ines…! --Siempre me toca lo peor a mi. Ines no se despierta conmigo, solo se despierta con mama... --suspiro con cara de pocos amigos. Laura se dirigio a la habitacion de su madre, descalza y de puntillas…. --!Mama! !Despierta! Que llegamos tarde, ya son las ocho. !Vamos, Mama! --le susurro en el oido suavemente. Laura paro por un momento y se quedo observandola. En un gesto inconsciente de querer grabar su serenidad en su mente. Empezo a menearla. Primero con suavidad, al no conseguirlo insistio con mas fuerza a ver si conseguia despertar de una vez a su madre. Pero no habia manera. Un brazo se quedo colgando fuera de la cama. De repente, al tocarla, sintio un escalofrio por todo el cuerpo. Su madre estaba completamente helada. El cuerpo lo tenia rigido. Laura empezo a ponerse muy nerviosa. No sabia que hacer, apoyo su cara sobre el pecho de su madre, pero no oyo los latidos de su corazon. No oyo nada. No podia ser… no, no podia ser eso… se repetia Laura una y otra vez en su interior. La realidad se habia convertido en pura ficcion. Ni en sus peores pesadillas hubiera imaginado algo asi, a veces la realidad supera con creces a nuestra imaginacion por muy retorcida y siniestra que pueda llegar a ser. Alli estaba Laura, en pie frente a ella, paralizada, en otra dimension, en un escalon que separaba la realidad de sus propias fantasias para no cruzar el crudo hilo de la realidad. Su madre no podia irse de esta manera, pensaba para sus adentros. Tan pronto, no. A los treinta y tres anos era pronto para morir e incluso para ella que habia vivido deprisa, que las amargas experiencias habian marcado aquella vida que hoy se habia truncado por completo. Como hoja de otono barrida por el viento, sin pena ni gloria, sin darse cuenta de su verdadera existencia. Se habia ido con la misma soledad con la que habia nacido, crecido y vivido. Aunque su soledad fue rota por el nacimiento de sus tres hijos: Laura, Marcos e Ines. Sola en una cama inmensamente grande para una persona sola. Sola en el principio, sola al final. En la oscuridad de aquel retraimiento que siempre la habia perseguido alli donde fuese. Laura rogaba a Dios que aquello no fuese verdad. ?Que podia hacer ella? Su hermano estaba a punto de entrar en la habitacion donde se hallaba postrada su madre, pero Laura se lo impidio justo a tiempo: --Marcos, !estate quieto! No entres en el cuarto. Quedate con Ines en la sala. Mira los dibujos que tengo que llamar por telefono. !Anda, vete ya! --exclamo Laura nerviosa y con un maldito nudo en la garganta. --Pero... ?por que? Eres una gorda insoportable. Culona. Solo quiero decirle una cosa a mama... --protesto con genio el nino. --Por favor, por una vez hazme caso, es mejor que te quedes cuidando que Ines no venga, que no entre en el cuarto de mama. Esta durmiendo --imploro Laura. Cerro la puerta del cuarto de su madre, suspiro por haber salvado la situacion y se dirigio corriendo hacia la entrada de la casa, donde estaba situado el telefono. Se sento en el suelo mirando hacia la mesa de madera de color caoba que habia en la entrada, era la tipica de madera, clasica con un poco de carcoma que le daba cierto aire envejecido y un poco desalinado. Cuando se dispuso a coger el telefono entre sus manos, se le resbalaba por el exceso de sudor. Siempre que le asaltaban malos pensamientos, que estaba preocupada y nerviosa, su cuerpo respondia transpirando en exceso. Por una parte, el calor que hacia era insoportable, por otra los nervios la hacian estremecerse en lo mas profundo, perturbando su mente y su cuerpo. Llamo al 061, el telefono de urgencias sanitarias. Sin llorar, casi sin creerse lo que estaba ocurriendo, despues de llamar dos o tres veces, consiguio que le cogieran la llamada, entre los nervios y la tristeza que sentia, logro explicarse a duras penas, entre tartamudeos y lagunas en blanco, se sentia como un nino pequeno intentando explicarse, por desgracia una de las cosas mas normales y corrientes, pero a la vez mas dolorosas. Que su madre habia muerto… en la noche y a escondidas como una nina traviesa se habia marchado dejandola sola, con un gran vacio a cuestas y una insistente pregunta: ?por que a ella? Todo lo que ocurrio a continuacion fue penoso. La separacion de su madre habia sido horrible, el alma se le habia ido muy lejos, pero separarse de sus hermanos, ya era la gota que colmaba el vaso, separarse de esas dos personitas pequenas fue una punalada rastrera y baja del destino. Aunque logico… eran hermanos, si, pero de diferente padre. Sus hermanos tenian el mismo y por lo menos seguirian juntos, seguirian con los mismos amigos y el mismo colegio. Se harian compania juntos en un mismo dolor. Pero ella no. Ella cambiaria todo: la familia, la casa, el pueblo por la ciudad, dejaria a sus amigos de toda la vida. Se sentiria morir. A ratos le daban ataques de furia, culpando a su madre por no estar ahi con ella, como siempre habia sido… otras, le acosaban los remordimientos, pensaba: ?y si hubiera estado mas con ella? ?Y si la hubiera ido a ver por la noche? ?Y si…? ?Y si…? Las pesadillas ahora eran muy reales y no podia quitarselas de encima, estaban dentro de ella y no tenian intencion de salir, se habian acomodado en su corazon. Se alimentaban de sus recuerdos. El cielo azul de aquel dia 19 de junio se habia transformado para ella en una gran losa negra que tapaba sus esperanzas, asi como sus ansias de vivir. Deseaba con todo su ser morirse para reunirse con ella. Llego el dia del funeral. La iglesia aquella que habia sido testigo para ella de los bautizos de sus hermanos, de su comunion. Ahora le parecia tenebrosa y fosca. Alli estaban todos los familiares. Sus hermanos con su familia, (Laura les miraba desde lejos queriendo recordar cada detalle de sus pequenas caritas, no sabia cuando les volveria a ver). Marcos, con sus grandes ojos, estaba embelesado mirando las esculturas de santos y apostoles mientras Ines jugueteaba con el lazo de su vestido, Laura penso: debe sentirse incomoda porque no le gustaban los vestidos. Su familia, amigos, enemigos (!como no! Ni ese dia la podian dejar en paz…). Todos ellos estaban alli. Tambien un monton de curiosos y las consabidas beatas que se encontraban alli con sus rosarios, como siempre, para averiguar quien era, como vivio y sobre todas las cosas…, ?como murio? En un banco cercano al de Laura estaba sentada la que habia sido la mejor amiga de su madre durante los ultimos cinco anos. Al ver a Laura, Isabel se dirigio hacia ella. La abrazo energicamente. Isabel no podia dejar de llorar, tenia los ojos enrojecidos y la cara blanca como si hubiese visto algo tan terrorifico que le habia cambiado el semblante de la cara. --Lo siento mucho, Laura, si pudiera hacer algo por ti lo haria… pero no creo que te pueda ayudar, carino --dijo Isabel apretujando contra su pecho a Laura, que tenia el cuerpo como una marioneta. --Gracias, Isa, pero de todas formas me tengo que ir a Palma y casi no nos veremos, ?y tus hijos? --pregunto Laura. --En casa con mi marido, ellos estan bien, pero no he querido que viniesen, ya sabes que la querian mucho y no queria que vieran esto --respondio agradecida la mujer por el detalle de Laura al preguntar por sus hijos--. Bueno, carino... --titubeo un poco-- Yo me voy porque no aguanto mas aqui. Si algun dia vienes por Inca, pasa por casa, nos gustara verte. Tu sabes que siempre seras bien recibida --le dijo abrazandola de nuevo. --Gracias. Te prometo que nos veremos algun dia. Si subo a Inca te hare una visita --dijo Laura despidiendose --!Adios! --intento sonreir Laura sin conseguir mas que una mueca. --Adios, que te vaya bien en Palma --se despidio Isabel entre sollozos que no podia contener por mucho que lo intentara. Pasaron a darle el pesame muchos amigos de su madre, unos lo llevaban mejor y otros lo llevaban peor. Se sentia como una estatua a la que habian dejado en una exposicion, a la que todos miran de arriba abajo y luego se van para seguir admirando otras esculturas. Aquel olor a incienso que antano le gustaba tanto, hoy le repugnaba, al igual que todo lo que la rodeaba. Aquello la estaba dejando sin respiracion, sentia como hacia esfuerzos sobrenaturales para seguir respirando, pero no conseguia sentir que el aire entrase en sus pulmones. Se sentia ahogar… su mente estaba muerta junto con su corazon y con todas aquellas cosas que un dia le parecieron bellas y que una vez amo. Todo habia quedado en el pasado. Un pasado que le parecia muy lejano, pero en realidad era su presente. Todo habia ocurrido en cuestion de dias. Unos dias eternamente largos y pesados en los que habia podido recapacitar en lo fragil que puede ser la vida, en como un suceso como el que habia vivido ella le habia cambiado todas sus convicciones. Haciendo que de pronto tuviera que crecer a la fuerza. La ninez se habia truncado delante de ella sin poder evitarlo, la burbuja de su mundo se habia roto y no existia en el mundo parche que pudiese remendar lo inevitable de su vida. Se habia quedado sin su madre. Ella se habia ido para no volver nunca mas. Tal vez en sus suenos...

  • La hermana de Louise Jensen

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  • La legion de los olvidados de Claudette Bezarius

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    La livida mano de una siniestra criatura con apariencia de mujer se extiende hacia ti. Sus largas y puntiagudas unas son tan oscuras como el abismo, su rostro blanco parece haber perdido todo rastro de sangre. Este extrano ser de femeninas formas te hace una tentadora invitacion: quiere que te unas a La Legion de los Olvidados. ?Aceptarias o rechazarias una oferta asi de extraordinaria? La eleccion de Dahlia Woodgate definira el incierto destino de la humanidad entera. Miles de vidas penden del delicado hilo que separa a la luz de las tinieblas, dos fuerzas que habitan en su poderosa alma humana. Ambas luchan entre si por dominar la conciencia de una valiente joven. Y ella todavia no comprende la magnitud de la encarnizada batalla ancestral que amenaza con desatarse, una vez mas, si toma la decision equivocada ?Cual sera su resolucion final?

  • Ciudad violenta de Jorge Balderas Galvez

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    Imagina entrar a una Ciudad freneticamente violenta, una ciudad donde el mas debil muere y el fuerte lo pisotea sin reparo alguno.
    Una ciudad en donde un virus infeccioso letal que convierte a la gente en zombies desquiciados e incansables acaba de ser liberado esta manana.
    Una ciudad tan terrible que el hecho de tener a decenas de zombies persiguiendote por las calles sin detenerse, sin darte aliento, puede que sea el menor de tus problemas.

  • Mi madre de Yasushi Inoue

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    Narracion delicada y conmovedora de los ultimos anos en la vida de una mujer que zozobra en la senilidad, Mi madre es probablemente la novela mas bella, emotiva y personal de Yasushi Inoue. En unas paginas autobiograficas inolvidables, Inoue plasma con sobrio lirismo la muerte de su madre, asi como el previo e imparable proceso que la lleva a desvanecerse en vida, a fallecer de mil pequenas maneras antes de cruzar los umbrales definitivos de la desaparicion. El acercamiento de autor japones al tema es de gran sutileza, dejando espacio y tiempo a los hechos, los detalles, los pequenos momentos, que brillan aqui y alla a lo largo de ese declive, otorgandoles una humilde solemnidad.

  • Llevame al cielo de Carla Guelfenbein

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  • Horas oscuras (Detective McHale 3) [LGBTI] de L. Farinelli

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    Madison descubrio quien es El disecado y ahora esta en una carrera contra el tiempo; Zoe fue secuestrada por el escurridizo y cruel asesino, asi que la detective tendra que poner a prueba todo su instinto para encontrarlo antes que la mujer que ama se convierta en su proxima victima.
    La sagaz detective contara con la ayuda de Andrew y el capitan Benson, pero, ?sera suficiente? ?Encontrara a tiempo el nuevo escondite de Ferguson?

  • El deseo del millonario (Los Sinclair 7) de J. S. Scott

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    Mi vida se habia convertido en una mentira y no lo soportaba. Bueno, quiza se salvaba una cosa. Liam Sullivan. Mi jefe era el unico aspecto positivo de mi traslado temporal a la Costa Este. Me gustaba Amesport, una preciosa poblacion costera, aunque sabia que mi estancia en el lugar tenia fecha limite. La gente era amable y no me importaba servir mesas y echar una mano en el resto de tareas del pequeno restaurante donde trabajaba. Pero es que odiaba las mentiras. Hacia menos de un ano que me habia mudado de California a Maine obligada por las circunstancias. Y ahora estaba preparada para dejar atras las falsedades y volver a ser yo misma. Solo habia un problema y ese engano era el que mas me dolia. Liam Sullivan. Mi jefe, dueno del Sullivan's Steak and Seafood, era un dios alto y rubio, amen del protagonista de mis suenos mas humedos desde el dia en que nos conocimos. Por desgracia, las fantasias que ocupaban mi mente rozaban el mismo nivel de lujuria desbocada que el primer dia. Lance un suspiro y me recline en la silla de Liam. Era una pena que no estuviera en el pequeno despacho del restaurante para hacerme compania. Era temprano y faltaban varias horas para abrir las puertas a los clientes. Aun seguiamos el horario de temporada baja, que manteniamos hasta la primavera, por lo que era logico que Liam Sullivan todavia no hubiera llegado al local. --Esto esta a punto de acabar --susurre entre dientes, antes de tomar un sorbo de cafe. Habia llenado la cafetera hasta arriba, pero ya estaba a punto de acabarla--. Dentro de nada volvere a California. Tenia que concentrarme en el regreso a casa. En los ultimos meses, era lo unico que me habia ayudado a mantener la cordura. Me habia visto obligada a seguir con las mentiras, incluso despues de que Liam hubiera admitido que me deseaba, varios meses antes. Y la invencion de mi identidad me corroia por dentro. ?Que otra cosa podia hacer? No podia contarle la verdad. En mi vida real no tenia novio. El chico que Liam habia visto, y que habia dado por supuesto que se trataba de mi pareja, era en realidad mi hermano Noah, que habia llegado a la Costa Este gracias al multimillonario Evan Sinclair. Evan, que tenia su residencia en Amesport, era amigo de mi hermano y habia accedido a echarme una mano para huir de California cuando tuve que irme de mi casa. Le estaba muy agradecida, pero me arrepentia de haber tenido que ocultar mi identidad. Liam conocia a una Brooke que nunca habia existido. Siempre que podia intentaba no mentirle, pero no habia podido confesarle que el hombre que habia venido a verme desde California era, en realidad, mi hermano. Liam me habia ofrecido un puesto de trabajo sin saber gran cosa de mi. Evan le habia pedido que me contratara y Liam habia aceptado al ver mis referencias. Mi hermano y Evan no tardaron en llegar a un acuerdo. Pasar desapercibida. No revelar a nadie mi identidad real. Y no convertirme en el centro de atencion. No podia romper las promesas que le habia hecho a las personas que mas me habian ayudado cuando necesitaba desesperadamente huir de California. Me habian impuesto esas reglas para mantenerme a salvo. Tome otro sorbo de cafe. Era la ultima taza, asi que mas me convenia empezar a preparar otra cafetera, porque iba a necesitarla. Bostece a pesar de la gran dosis de cafeina que habia ingerido e intente concentrarme en los numeros del restaurante. Tal vez Liam era un hombre de negocios excelente en general, pero aborrecia todo lo que oliera a contabilidad e impuestos. A mi, sin embargo, se me daban bien los numeros, por eso habia asumido esa tarea desde hacia unos meses. El hecho de que me hubiera presentado tan temprano en el restaurante no tenia nada que ver con mi carga de trabajo y si con el hecho de que debia volver a California. Aun no le habia contado a Liam que tenia pensado marcharme, algo que no me dejaba dormir de noche. Y como no habia podido conciliar el sueno, al final habia tomado la decision de ir al local a hacer numeros. Francamente, era una tarea que no corria ninguna prisa. Lo llevaba todo al dia y solo me faltaba actualizar la informacion del mes en curso. Pero tenia que hacer algo para estar ocupada y no volverme loca. <>, pense. Desde que Liam habia admitido que se sentia atraido sexualmente por mi, y tras mi posterior confesion de que el sentimiento era mutuo, ambos habiamos mantenido una actitud algo distante. La conversacion no habia terminado de la mejor forma posible. Si, lo veia casi a diario, pero nos limitabamos a hablar de temas triviales cuando estaba de buen humor, y de cuestiones relacionadas con el restaurante. Por lo demas, no habiamos vuelto a mencionar el asunto. El estaba convencido de que yo tenia novio, y como Liam era como era, dio un paso atras al considerar que habia hablado mas de la cuenta. A decir verdad, me pillo algo desprevenida que creyera que podia atraerme alguien como mi hermano, pero no me quedo mas remedio que seguirle la corriente. Si lo hubiera negado, tal vez habria empezado a hacerme mas preguntas, y habia cosas que no podia contar... hasta ese momento. Sin embargo, como la crisis ya habia acabado y yo estaba a punto de volver a casa, poco importaba ya que averiguara la verdad. Aun asi no pensaba contarselo todo. Quiza no le hiciera mucha gracia que tuviera novio, pero menos gracia le haria aun que le hubiera mentido. Al final, la mejor solucion posible era irme. Preferia que pensara que habia pasado por un momento de debilidad a confesarle que mi vida en Amesport se sustentaba en una mentira. En lo que respectaba a Liam, yo habia cumplido mi parte con creces. No era asunto suyo por que habia tomado la decision de pasar casi un ano en la Costa Este cuando tenia mi hogar en California. Sabia que Evan Sinclair no le habia contado gran cosa a Liam. Segun el amigo multimillonario de mi hermano, lo unico que le habia dicho era que yo necesitaba un empleo y alejarme de la Costa Oeste por una temporada. Liam habia aceptado contratarme antes incluso de que llegara a Maine, lo que me permitio entregarme en cuerpo y alma al trabajo en cuanto aterrice. Por desgracia, ese trabajo incluia a un jefe guapisimo, un hombre para el que yo nunca dejaria de ser mas que una empleada. Si, vale, habia tenido un momento de debilidad en casi un ano. El dia en que se sincero y me dijo que me encontraba muy atractiva. Pero desde entonces no habia vuelto a mencionar el tema y yo estaba convencida de que se arrepentia de haberme confesado un sentimiento tan intimo. <>, pense. Y lo cierto era que a Liam Sullivan no le importaria demasiado adonde fuera o que hiciera siempre que lo avisara con el tiempo necesario. Nunca habia sido una de esas mujeres que fantaseaba con hombres que estaban fuera de su alcance. Yo salia con chicos seguros, que encajaban en mi mundo pragmatico. A menudo pensaba que los numeros se me daban tan bien debido a mi falta de imaginacion. La contabilidad era algo concreto. No habia zonas grises. Los numeros cuadraban o no cuadraban. Tuve que hacer un autentico esfuerzo para dejar de pensar en Liam y concentrarme en las cifras del ultimo mes. Cuando levante la vista al cabo de un rato, me di cuenta de que habian pasado varias horas sin enterarme. Me levante y me estire para desentumecer los musculos. Habia estado horas sentada en la misma postura y me dolia todo el cuerpo. --?Que diablos haces aqui tan temprano? Me sobresalte al oir aquella voz masculina enfadada, y me volvi hacia el atractivo baritono que me habia pillado in fraganti. Liam. Deje caer los brazos sin fuerza y el corazon empezo a latirme desbocado, como solia ocurrir cuando veia a mi jefe. Mi cuerpo tenia una especie de sensor especial para aquel hombre, un mecanismo que se activaba como un relampago en cuanto el se acercaba a mi. Dios, que guapo era... Aunque iba vestido con unos pantalones gastados y una camiseta de los Patriots, rezumaba una seguridad y una serena confianza en si mismo que la mayoria de los mortales tardaban toda una vida en reunir. Me estremeci. --Nada. Bueno, no estaba haciendo nada ahora. He acabado de enviarle toda la informacion a tu contable. Los libros estan al dia. No parecia muy satisfecho con la explicacion, pero aquella solia ser su expresion habitual. --?A que hora has llegado? Me aparte del escritorio. --Temprano --balbucee. --?Que significa <>? No queria confesar que habia llegado antes del alba. Por algun motivo, parecia creer que dedicaba demasiadas horas al restaurante, y no digo que no tuviera razon. Pero trabajar me ayudaba a mantener la cordura. --?Acaso importa? --respondi a la defensiva--. Solo hago mi trabajo. Me acerque hasta el y tuve que inclinar la cabeza ligeramente hacia atras para mirarlo a la cara. Yo era de estatura media, pero Liam era tan alto que me hacia sentir chiquita. De repente la habitacion habia empequenecido y la temperatura habia subido un par de grados. Intente pasar de largo para salir del despacho, pero me detuvo facilmente agarrandome del antebrazo. --A mi si que me importa, Brooke. No eres la duena del restaurante y no quiero que le dediques tantas horas como yo. La verdad, no me apetecia nada tener esa conversacion. Si me habia entregado en cuerpo y alma al trabajo, era por un motivo. Aparte de para ayudar a Liam, que me habia hecho un favor enorme al contratarme. Queria devolverle lo que habia hecho por mi. Me sentia torturada y atormentada, asi que le solte lo primero que me paso por la cabeza. --Lo dejo. Te aviso con dos semanas de antelacion. Me zafe de su fuerte mano y sali del despacho. El unico escondite posible era el bano. Cerre la puerta, puse el pestillo y me apoye en la superficie de madera mientras intentaba aplacar el latido desbocado de mi corazon. Ahora solo tenia que sobrevivir a dos semanas infernales antes de averiguar como iba a olvidar al unico chico capaz de hacerme perder la cabeza.

  • Amiga…me vuelves loco de Maria Beatobe

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    “Amiga… me vuelves loco” Tres relatos en los que la amistad acaba enamorando.? Quien no ha sentido algo por su mejor amigo? ?Nunca has visto con otros ojos a tu mejor amiga? Pues eso es lo que vais a encontrar en estos tres relatos cortos, amigos/as que luchan contra su corazon para no estropear la amistad y pasar esa delgada linea que se convierte en amor. ?La pasaran?

  • 7 dias en Entebbe de Saul David

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  • La niebla que oculta sus ojos de Eva Gil Soriano

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    En un dia, Sara perdio la vida que habia llevado hasta ahora, el asesinato de sus padres le hizo ver que habia vivido en una mentira donde nada era lo que parecia. Lejos de rendirse, decide tomar las riendas y colaborar con el inspector encargado del caso, Nicolas, al tiempo que cuida de su querida abuela. Solo junto a el se siente capaz de llegar a la verdad.
    El inspector, por su parte, le hace una promesa, protegerlas a ambas y encontrar al asesino. Sin embargo, no contaba con que esa promesa no dependeria solo de el sino del destino y de la eficiencia de su equipo.
    Ambos se veran enfrentados a traiciones y mentiras durante su investigacion mientras descubren que el amor puede llegar en los momentos mas dificiles.

  • Tres son multitud de Tricia Ross

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  • Entre llamas te volvi a encontrar de Alexa Blanco

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    Margarita tenia seis anos cuando Alex, un nino marcado por un tragico suceso familiar, llego a su colegio.Tras convertirse en amigos inseparables, Alex se fue a vivir lejos.
    19 anos despues, la vida de Margarita dara un vuelco inesperado a raiz de un incendio en su edificio.
    Y las consecuencias… Tendras que leer su historia para saberlas.

  • El dilema de Mario Escobar

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    Es un mal dia para el ladron Attila Haldor. Tras elegir la casa del juez Alan Hillgonth para dar su proximo asalto, descubrira que el magistrado oculta un secreto terrible. En el sotano de la casa descubre a una joven encadenada y repleta de magulladuras. Antes de que pueda reaccionar al terrible descubrimiento, escapara de la casa al escuchar que el juez ha regresado con su familia. Attila, tras el golpe fallido no sabe como actuar, si denuncia el caso a la policia puede terminar en la carcel. Al final decidira regresar a la mansion para liberar a la chica, pero es demasiado tarde, la joven ya no esta en el sotano. Unas semanas mas tarde, la desaparicion de una nueva adolescente le lleva a sospechar que se trata del mismo individuo, el juez Alan Hillgonth, un hombre casado y con hijos, al que se le considera uno de los pilares de la comunidad de Nueva Orleans.
    ?Podra demostrar la verdadera naturaleza del juez? ?Se librara de convertirse en sospechoso de secuestro y asesinato? ?Su decision de atrapar al asesino pondra en peligro a su esposa Patty y sus hijos?

  • Travesuras de la nina mala de Mario Vargas Llosa

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    Creando una admirable tension entre lo comico y lo tragico, el Premio Nobel de Literatura y Principe de Asturias de las Letras, Mario Vargas Llosa, libera en esta novela una historia en la que el amor se nos muestra indefinible, dueno de mil caras, como la nina mala.

  • La Carpa y las Escrituras de los cuatro elegidos de Leonardo Ibarra

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    Dos mundos: el magico y el humano.El Guardian del Norte, mago sabio y enigmatico, tiene la importante mision de viajar al otro mundo para encontrar a los elegidos. Asi lo dicen las Escrituras.Se trata de cuatro humanos que deberan iniciarse en la magia y enfrentarse en una ineludible batalla contra la Legion del Oeste, liderada desde el mas alla por el poderoso y malevolo Lord Balfour, quien no se detendra hasta obtener el control total de los mundos.Es una carrera contra el tiempo y depende de Ostin, Emmy, Susan y Martin impedir que ocurra lo peor.

  • Prometeme todos tus dias de Clara Albori

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    ?Que harias tu si te sintieras amenazada de muerte?
    Eso se pregunto Aria tras presenciar la muerte de su gemela y ser atacada y casi asesinada por el novio de esta.
    Asustada tras su posible futuro, Aria decide huir sin nada mas que algo de dinero y un poco de ropa. Confundida y perdida, piensa en regresar a Espana y enfrentarse a su destino, pero Zach Lowell se interpondra en su camino para ayudarla en el cambio de su vida.
    Aria tendra que superar sus miedos, sobrevivir ante el hecho de que el asesino de su hermana siga suelto, hacer frente a sus recuerdos y pesadillas e intentar seguir adelante, pero tendra que enfrentarse a nuevos desafios durante su estancia en Leicester.
    ?Estara algun dia preparada para volver?

  • LOLA. Todas las promesas que se ahogaron en el mar de Nazaret Yeste Vilchez

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    Lola vive en la descomunal Manhattan. Es joven, dulce y una gran profesional del mundo de la moda. Sin embargo, el fantasma de su unica relacion esta a punto de arrojarla al vacio. Literalmente. ?Por que no lo olvidas, Lola? ?Por que no empiezas de cero? ?Por que no te bajas de ahi antes de que te hagas mas dano?

  • Una Historia Crepuscular de Stefan Zweig

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    ?Ha sido el viento lo que ha traido de nuevo la lluvia a la ciudad haciendo que nuestra habitacion se oscurezca de pronto? No. La atmosfera esta tranquila y tiene una claridad argentada, como raras veces ocurre en estos dias de verano, pero se ha hecho tarde y no nos hemos dado cuenta. Solo los tragaluces de enfrente sonrien todavia con un debil resplandor y por encima de los tejados el cielo se cubre ya de una bruma dorada. En una hora sera de noche. Una hora maravillosa, pues nada es mas bello que ese color que poco a poco se marchita y se ensombrece, y luego la oscuridad, que brotara del suelo, invadira la estancia, hasta que sus negras olas se replieguen en silencio sobre las paredes y nos arrastren a las tinieblas. Entonces, cuando en este momento nos sentemos uno frente al otro y nos miremos sin hablar, nos parecera que el rostro familiar que entra en las sombras se ha vuelto mas viejo, extrano y lejano, como si nunca lo hubieramos conocido y lo contemplaramos a distancia y a traves de muchos anos. Pero ahora quieres que hablemos, porque en el silencio oyes acongojado como el reloj rompe el tiempo en cien pequenas astillas y la respiracion se vuelve ruidosa como la de un enfermo. Quieres que te cuente algo. Con mucho gusto. Aunque no de mi, pues nuestra vida en estas ciudades inmensas es pobre en acontecimientos o asi nos lo parece, porque todavia no sabemos lo que en realidad nos pertenece. Pero voy a contarte una historia adecuada para esta hora que, a decir verdad, solo ama al silencio, y quisiera que tuviese un poco de esa luz crepuscular, calida, dulce y profusa que se extiende como un velo ante nuestras ventanas. No se cual es el origen de esta historia. Simplemente recuerdo que, desde primera hora de la tarde, he estado aqui sentado mucho rato, leyendo un libro, despues lo he dejado y me he sumido en una especie de ensueno letargico, tal vez incluso en un sueno ligero. De pronto he visto unas figuras que se deslizaban a lo largo de la pared, y podia oir sus voces y penetrar en sus vidas. Pero cuando he querido seguir con la mirada esas formas fugitivas, me he encontrado de nuevo despierto y solo. El libro habia caido a mis pies. Lo he recogido y le he preguntado acerca de las figuras: ya no he encontrado la historia en el, como si hubiera caido de sus paginas a mis manos o como si nunca hubiera estado alli. Quiza la habia sonado o la habia leido en una de aquellas nubes de colores que hoy habian llegado de tierras lejanas a nuestra ciudad transportando la lluvia que durante tanto tiempo nos ha importunado. Quiza la habia oido en una vieja e ingenua cancion que un organillo habia tocado entre melancolicos gemidos bajo mi ventana, o alguien me la habia contado anos atras... No lo se. A menudo me llega este tipo de historias, y me divierte dejar fluir entre mis dedos las cosas que cuentan, sin retenerlas, al igual que uno acaricia espigas y flores de tallo largo sin cogerlas. Solo las sueno a partir de una imagen repentina y coloreada que termina por difuminarse, pero no las retengo. Sin embargo, hoy quieres una historia, y te la voy a contar en esta hora del crepusculo en la que nos invade el deseo de ver algo multicolor agitandose y brillando ante nuestros ojos que los tonos grises entristecen. ?Como empezar? Tengo la sensacion de que debo hacer salir por un momento de las sombras una imagen y una figura, pues asi comienzan tambien en mi esos extranos suenos. Ya me acuerdo. Veo a un esbelto muchacho que desciende por los anchos peldanos de la escalera de un castillo. Es de noche, una noche con solo un palido claro de luna, pero, como si tuviera un poderoso faro, abarco el perfil entero de su cuerpo agil, distingo perfectamente sus rasgos. Son extraordinariamente bellos. Sus cabellos negros peinados a la moda infantil caen sobre su frente un poco demasiado ancha, y las manos, que el extiende hacia delante en la oscuridad para palpar el calor del aire caldeado por el sol, son muy finas y nobles. Su paso vacila. Desciende absorto hacia el gran jardin que murmura con sus numerosos arboles redondeados y entre los cuales reluce como un sendero blanco una unica y amplia avenida. No se cuando sucedio, si ayer o hace cincuenta anos, ni tampoco se donde, pero creo que debio de ser en Inglaterra o en Escocia, pues solo alli conozco castillos de piedra tallada tan altos y grandes que de lejos parecen fortalezas altivas y amenazadoras y que solo para el ojo familiarizado se inclinan sobre sus jardines luminosos y floridos. Si, ahora lo se seguro, esta alla arriba en Escocia, pues solo alli las noches de verano son tan luminosas que el cielo tiene el brillo lacteo del opalo y los campos nunca estan oscuros, todo parece tenuemente iluminado desde el interior y solo las sombras, semejantes a gigantescos pajaros negros, caen sobre esas capas de luz. Es Escocia, oh si, ahora lo se con seguridad y, si me esforzara, encontraria el nombre de aquel castillo condal y tambien el del muchacho, pues ahora la oscura corteza de mi sueno se desprende rapidamente y lo percibo todo con tanta claridad como si no fuera un recuerdo, sino una vivencia. Durante el verano, el muchacho se aloja en casa de su hermana casada y, siguiendo la afable costumbre de las familias inglesas distinguidas, no es el unico invitado; la cena reune a todo un grupo de cazadores y sus mujeres, asi como a algunas muchachas: personas bien parecidas y de categoria cuya juventud e hilaridad, sin ser ruidosas, juegan con el eco de los viejos muros. De dia los caballos galopan por doquier, acompanados de una jauria de perros; al otro lado, en el rio, centellean dos o tres barcas: una actividad sosegada confiere al dia un agradable ritmo rapido. Terminada la cena, se levanta la sobremesa. Los caballeros han ido al salon, fuman y juegan; hasta medianoche las ventanas proyectan en el parque conos de luz blanca y vibrante en los bordes, a veces tambien una risa franca y jovial. La mayoria de las damas se ha retirado a las habitaciones, tal vez dos o tres conversan todavia en el vestibulo. Asi que el muchacho esta solo. No tiene permiso para ir con los hombres, o solo por unos instantes, y se siente cohibido en presencia de las damas, porque a menudo, cuando abre la puerta, ellas bajan la voz, y comprende que hablan de cosas que el no debe oir. Por otra parte, no le gusta su compania, pues le interrogan como a un nino y no prestan demasiada atencion a sus respuestas; simplemente lo utilizan para mil pequenos favores y luego le dan las gracias como a un chico bueno y obediente. Asi que ha decidido irse a la cama y ya ha subido la escalera de caracol; pero la habitacion esta demasiado caldeada, con una atmosfera cargada y sofocante. Se han olvidado de cerrar las ventanas de dia y el sol ha campado por sus respetos: ha abrasado la mesa y la cama, se ha encarnizado con las paredes y los rincones, y las cortinas despiden todavia su halito ardiente e irritado. Y, despues de todo, es demasiado pronto, y fuera la noche estival resplandece como una vela blanca, tan tranquila, tan en calma, tan deliciosamente en calma. De modo que el muchacho baja de nuevo la gran escalinata del castillo hasta el jardin, sobre cuyo oscuro contorno circular el cielo derrama su luz mortecina como un nimbo y adonde lo atrae el aroma tremulo de mil flores invisibles. Tiene una extrana sensacion. En la confusion de sentimientos propia de sus quince anos, no sabe explicarlo, pero sus labios tiemblan como si tuviera que hablar a la noche, levantar las manos o cerrar los ojos mucho rato, como si hubiera algo misterioso y familiar entre el y aquella encalmada noche de verano que pide una palabra o un gesto de cortesia. El muchacho sale poco a poco de la amplia y despejada avenida para adentrarse en uno de los estrechos senderos laterales, donde los arboles parecen abrazarse en lo alto con sus copas iluminadas por destellos argentados, mientras que abajo impera la oscuridad prenada de noche. Todo esta absolutamente tranquilo. El paseante, perdido en una dulce y vaga melancolia, solo percibe el indescriptible ruido del silencio en el jardin, el vibrante zumbido como de una lluvia fina que cae en la hierba o de susurrantes briznas frotandose ligeramente unas a otras. A veces roza con un arbol o se detiene para escuchar ese ruido fugitivo: el sombrero le cae sobre la frente y se lo quita para sentir sobre sus sienes desnudas, donde golpea la sangre, la mano del viento aletargado. Y entonces, de golpe, a medida que se adentra en la oscuridad, ocurre algo inaudito. La grava cruje levemente detras de el. Cuando se vuelve, asustado, ve el brillo como de fuego fatuo de una gran figura blanca que avanza hacia el, ya esta cerca y siente con un escalofrio el abrazo fuerte, aunque sin violencia, de una mujer. Un cuerpo calido y suave se estrecha febrilmente contra el suyo, una mano le acaricia rapida y temblorosa el pelo y le inclina la cabeza hacia atras: tambaleante, el siente en la boca un fruto abierto, desconocido, unos labios estremecidos que sorben los suyos. Tan cerca esta este rostro del suyo que el no puede verle los rasgos. Y no se atreve a mirarlos, porque un doloroso escalofrio recorre su cuerpo y le obliga a cerrar los ojos y abandonarse sin resistencia como botin a esos labios ardientes; vacilante, inseguro como una pregunta, sus brazos acogen entonces a la desconocida figura y, ebrio de repente, estrecha el cuerpo extrano contra si. Sus manos se deslizan avidas a lo largo de las delicadas formas, se detienen y se retiran temblorosas, luego se vuelven mas febriles y atrevidas. Cada vez mas apremiante e inclinada, la feliz carga descansa ahora todo su peso sobre el complaciente pecho del muchacho. De alguna manera se siente engullido, arrastrado por este abrazo jadeante, y se le doblan las rodillas. No piensa en nada, no se pregunta por que aquella mujer ha acudido a el ni como se llama, se limita a sorber hasta embriagarse de la voluptuosidad de sus labios desconocidos, humedos y perfumados, sin voluntad, sin comprender lo que le impulsa a ese apasionamiento inaudito. Le parece como si de repente hubieran caido estrellas, tan intenso es el centelleo delante de sus ojos, y todo lo que toca chispea y quema. Y no sabe cuanto tiempo transcurre, si horas, tan blandas son las cadenas que lo atan, o si segundos: siente que todo se inflama y es arrastrado en el arrebato de una lucha voluptuosa, en un torbellino maravillosamente vertiginoso. Y bruscamente, de golpe, la ardiente cadena se rompe. De repente, casi con ira, el abrazo libera su pecho apresado; la figura desconocida se incorpora, una cinta de luz blanca se desliza veloz a lo largo de los arboles, ha desaparecido antes de que el pueda levantar las manos para retenerla. ?Quien habra sido? ?Y cuanto tiempo habra durado? Angustiado, aturdido, se levanta apoyandose en un arbol. Poco a poco el frio raciocinio vuelve a su cerebro calenturiento: le parece de repente que su vida ha avanzado mil horas. ?Acaso todos sus suenos confusos acerca de las mujeres y la pasion se han vuelto de pronto realidad? ?O todo ha sido un sueno en definitiva? Se palpa, se toca el pelo. Si, sus sienes palpitantes estan humedas, humedas y frescas del rocio de la hierba sobre la que se han revolcado. Ante sus ojos se repite la escena con la velocidad del rayo, siente de nuevo el ardor de los labios, aspira el perfume de voluptuosidad, extrano y penetrante, que desprendia la ropa de la mujer, y trata de recordar cada una de sus palabras. Pero no le viene ninguna a la memoria. Y entonces, subitamente, recuerda alarmado que ella no ha dicho nada, ni siquiera lo ha llamado por su nombre, que de ella no conoce sino los suspiros que rebosaban de su pecho como una amenaza, los sollozos de placer convulsivamente ahogados, el perfume de su pelo enmaranado, la calida presion de sus pechos, el esmalte pulido de su piel; sabe que su cuerpo, su respiracion, todos sus sentimientos le han pertenecido y, sin embargo, no sospecha quien es la mujer que lo ha sorprendido con su amor en la noche. Sabe que solo puede balbucear un nombre para designar su sorpresa, su felicidad. Y ahora esta experiencia fugaz e inaudita que acaba de vivir con una mujer le parece pobre, banal y completamente baladi al lado del fulgurante misterio de los ojos cautivadores que lo acechaban desde la oscuridad. ?Quien era esa mujer? Al vuelo estudia todas las posibilidades, pasa revista mentalmente a todas las mujeres que viven en el castillo; evoca todos los momentos singulares y todas las conversaciones que ha mantenido con ellas, las sonrisas de cinco o seis de ellas, las unicas que podrian estar envueltas en este enigma. ?Quiza la joven condesa E., que suele tratar con aspereza a su marido ya mayor, o la joven esposa de su tio, que tiene ojos de una dulzura extrana y, sin embargo, tan irisados, o bien--se estremecio al recordarla--una de las tres hermanas, primas suyas, que tanto se parecen en su porte altivo, orgulloso y estirado? No, porque todas ellas son personas frias y discretas. En los ultimos anos a menudo se habia considerado un desheredado, un enfermo, desde que secretos ardores agitaban su espiritu y se mezclaban flameantes en sus suenos. !Como habia envidiado a todos los que eran o parecian tan serenos, tan equilibrados y desprovistos de cualquier deseo! El habia tenido miedo de su pasion naciente como de una enfermedad. ?Y ahora...? Pero ?quien, cual de ellas era capaz de semejante engano? Poco a poco esta pregunta obsesiva disipa la embriaguez que enturbia sus sentidos. Se ha hecho tarde, las luces del comedor se han apagado, solo el esta despierto en el castillo, el... y quiza aquella otra. La desconocida. La fatiga empieza a hacer mella en el. ?Para que seguir dandole vueltas? Seguro que manana una mirada, una llama entre los parpados, un apreton de manos a hurtadillas, se lo revelara todo. Sube entre suenos las escaleras, tal como las habia bajado, pero ahora sus suenos son infinitamente diferentes. Tiene la sangre todavia un poco agitada, y la habitacion caldeada ahora le parece mas clara y fresca. Cuando al dia siguiente se despierta, los caballos ya piafan y escarban en el patio, oye pronunciar su nombre en medio de risas. Se levanta de un salto--ha pasado la hora del desayuno --, se viste con una rapidez febril y se precipita abajo, donde los demas lo reciben con alborozo. <>, le espeta la condesa E. riendo, y la risa brilla en sus ojos claros. El escruta su rostro con ansiosa curiosidad; no, no puede ser ella, su risa es demasiado despreocupada. <>, se burla la joven, pero a el su cuerpo delicado le parece demasiado delgado. La pregunta del muchacho vuela de un rostro a otro, pero en ninguno descubre el reflejo de una sonrisa. Da comienzo la excursion a caballo por el campo. El escucha todas las voces, con la mirada espia cada linea del cuerpo de las mujeres, las ondulaciones del pelo que el ritmo del trote les impone, observa los movimientos de sus espaldas al doblarse y el modo como levantan los brazos. Durante el almuerzo se inclina sobre ellas para percibir el perfume de sus labios o la tibieza de sus cabellos, pero nada, nada le proporciona el menor indicio, una fugaz pista que su imaginacion inflamada pueda seguir. El dia se alarga inacabable hasta el atardecer. Ahora que quiere leer un libro, las lineas saltan fuera de los margenes y lo conducen hasta el jardin, y vuelve a ser de noche, una noche extrana, y se siente de nuevo rodeado por los brazos de la desconocida. Deja caer el libro de sus manos temblorosas, quiere ir al estanque y, de repente, asustado, se encuentra en el camino de grava, en el mismo lugar. Durante la cena sus manos estan nerviosas, palpan sin descanso a diestro y siniestro, como perseguidas, sus ojos se esconden timidos bajo los parpados. Por fin, oh, por fin, cuando los demas retiran sus sillas, el se siente feliz, sale corriendo de la sala y se adentra en el parque, cien veces, mil, camina arriba y abajo de la blanca avenida, que bajo sus pies parece centellear como una niebla lactea. ?Estan ya encendidas las luces del salon? Si, por fin llamean, y por fin brillan tambien algunas ventanas del primer piso. Las damas se han retirado. Si ella va a venir, ya no puede tardar mas de unos minutos, pero cada minuto se hincha de rubea impaciencia hasta estallar. Y continua arriba y abajo con pasos convulsos, como tirado por hilos invisibles. Y entonces, de repente, la figura blanca se desliza escaleras abajo, rapida, demasiado rapida para poderla reconocer. Parece un rayo de luna o un velo perdido flotando entre los arboles que un viento impetuoso empuja hacia el, y ahora, ahora, esta en sus brazos, que se estrechan como garras avidas alrededor del cuerpo indomito, ardiente y palpitante, acalorado por la carrera. Como ayer, de nuevo es un unico instante en el que la calida oleada se rompe de improviso contra su pecho, con tanta fuerza que el cree desfallecer por el dulce golpe, y su unico deseo es dejarse llevar, arrastrado a un sombrio abismo de placer. Pero luego su embriaguez se extingue de golpe, y el reprime su ardor. !No, no se perdera en esta maravillosa voluptuosidad, no se abandonara a estos labios voraginosos antes de saber el nombre de este cuerpo que se aprieta tan estrechamente contra el que es como si un corazon extrano latiera fuerte en su propio pecho! Echa hacia atras la cabeza ante sus besos para verle la cara: pero caen unas sombras y, en la luz incierta, se confunden con los cabellos oscuros de la mujer. El follaje de los arboles es demasiado espeso y demasiado palido el claro de luna velado por las nubes. Solo ve los ojos de ella, que brillan fosforescentes como rubies encastados en marmol blanco. Entonces el quiere oir una palabra, solo una astilla arrancada a su voz:

  • El libro de los adioses de Ramon Pernas

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    El famoso escritor Leonardo del Rio, romantico y taciturno, se encuentra a si mismo en la vispera de cumplir 80 anos ante la pagina en blanco de la que sera su ultima novela, encargada por su editor. Leonardo ha concretado todas las nostalgias de su vida en una conversacion olvidada que mantuvo una Semana Santa de hace mas de sesenta anos en su pueblo con sus amigos de la infancia, a los que olvido como lo olvido todo de aquella vida pueblerina y sin cuyo recuerdo, se dice, no podra empezar la obra. Las unicas personas con las que habla son Amanda, la biografa que la editorial le impuso hace anos, y que trata de animarlo a escribir mientras lucha por aclarar sus propios sentimientos hacia el, y Ricardo, un periodista deslumbrado por el viejo maestro y enamorado de Amanda, que acude cada jueves a visitarlo con la esperanza de descubrir su mayor secreto: la verdad sobre la perdida de un amor en Paris hace ya cuarenta anos.

  • Bastarda de Rachel Rp

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    Heaven ha vuelto a South Arc para el entierro de su abuela, alli nadie la conoce, nadie sabe quien es. Su abuela se encargo de ocultarla y adiestrarla para ser como la asesina implacable que ella una vez fue. Cuando la encontro era una triste adolescente que no paraba de llorar, ahora es una mujer fuerte que tiene una mision: proteger al hijo adoptivo de su padre biologico, padre al que nunca conocio.

  • Cartas de un asesino insignificante de Jose Carlos Somoza

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    Estimada senorita. Voy a matarla y usted lo sabe, asi que me asombra su silencio. La flor del almendro ya destella de blancura en las ramas, pero no advierto la flor de sus cartas en el muro. Eso no es lo convenido. Yo me tomo en serio mi papel de verdugo: haga lo mismo con el suyo de victima. Le sugiero, por ejemplo, que se vuelva romantica. He aqui algunos ejercicios. Ejercicios romanticos a) Aproveche la geofisica de Roquedal. El viento tiene fuerza en los pueblos costeros: escuche atentamente su silbido cuando azota las ventanas de su casa. Pensara: <>. b) El mar y la soledad. Camine sola hacia la playa a horas inusuales, idealmente el crepusculo, y dirijase al espigon. Acceda a salpicarse con los rociones de espuma. Contemple la poderosa tunica azul oscura y la guadana blanca de las olas. Y hagase nuevas preguntas: <>. c) De noche, escoja la ruta de los solares, hacia el norte, para que las luces del pueblo no la estorben. Entonces levante la cabeza y observe detenidamente las estrellas. Piense en la Tierra con minusculas: tierra, un pedazo de ella que gira sin vertigo en la pulcritud del espacio. Concedale, en cambio, mayusculas a la luna: Luna, una roca helada y blanca, un satelite muerto. Y piense: <>. Haga como si, por un descuido, el mundo se le hubiese caido en la oscuridad y usted lo perdiera. d) Aceche los angulos de las paredes; perciba el inagotable trajin de los fantasmas; vague por los pasillos hasta que un espejo emboscado la sorprenda; encienda velas y columbre la forma de las sombras; plantese en medio de la oscuridad y recele de su propio cuerpo respirador. e) Y si no puede evitarlo, riase. Pero descifre la risa, compruebe su semejanza con la agonia --garganta convulsa, espasmos de vientre, gritos--. Cese de reir riendose. Sobre su muerte, senorita, elaboramos una ilusion: la de que todo lo que usted haga antes de morir sera trascendental. La solucion perfecta consiste en que se vuelva romantica. Mi inestimable senor. Ya se quien es usted. No te escondas tras las palabras, Luis, que destacarias hasta en un desfile de locos. No es preciso ser psicopata para interesarle a una escritora cuarentona como yo, por mucho que me dedique a traducir a Faulkner. Ademas, te tomas demasiadas confianzas, dado lo poco que nos conocemos: apenas un intercambio de cervezas en la Trocha y un mal dia, o una mala noche, para ser exactos, en que me invitaste a tu casa de mas alla del espigon con el pretexto de mostrarme tus nuevos cuadros y la encontre invadida por: a) una pareja de yonquis germanos que apenas hablaban mi idioma; y b) una escualida y alienada pintora fuengirolena que parecia no hablar ningun idioma. Recuerdo que la copa en que me escanciaste el vino estaba orlada de labios fosiles y que la fondue resulto un engrudo incomible. Y lo mejor: cuando desertaste de la espantosa conversacion para ensayar con la flauta en la terracita y los demas nos pusimos a escucharte como cobras hipnotizadas. La verdad, confiaba en que la velada fuera mas intima. No por nada: ya te dije en cierta ocasion que padezco una especie de claustrofobia social, y no soporto la asfixia de dos o mas personas hablando a mi alrededor. Anadire que no soy de tu epoca, de igual forma que tu tampoco eres de esta, porque --seamos sinceros, Luis-- tu trasnochado aspecto hippy, con chaleco de cuero abierto, tejanos raidos y el make love not war colgado del cuello podra parecer rebelde en el pueblo, pero queda carrozon para los tiempos que corren. No obstante, debo admitirlo, eres el mejor Joe Christmas de Roquedal, el numero uno de la lista de los candidatos a Negro, palabra de la senorita Burden. Solo te encuentro un pequeno defecto: que estes muerto. Que lastima que te mataras hace dos semanas, que te abrieras el craneo con la moto y tu cerebro drogado se derramara sobre el asfalto (me imagino un estallido versicolor, como en tus lienzos). Razon de mas, por otra parte, para no contestar las cartas que subrepticiamente me dejas en el muro. Que lastima de accidente, y de aficion a las drogas, y de moto peligrosa. Perdona, pero he tenido que llorar un poco. Sigue escribiendome, por favor. Muy bien, senorita. Descubrame en alguien. Finjamos por un momento que me encarno en cualquier idiota y disimulo frente a usted, pero que mis ojos brillan al fondo con el relumbre del engano. Juegue, pues, a creer que soy un vecino del pueblo. De inmediato empezara a pensar que puedo no serlo. Y entre estos y otros pasatiempos, el dia acabara y vendra la noche. Ayer tome en la Trocha unas canas con el bueno de Manolo Guerin, <>. Manolo ejerce de ermitano como yo, aunque no creo que disfrute del placer de cartearse con alguien que quiere matarle. Es verdad que lleva viviendo en Roquedal una pila de anos y conoce al dedillo el laberinto de sus leyendas, pero yo escatimo nuestros encuentros, porque ya sabe usted que no me interesa el pasado de nadie y no veo de que otra cosa podria hablar el pobre Manolo. El, no obstante, me aprecia y rastrea mi compania. A veces me lanza guinos de complicidad, una especie de morse de miradas que yo, traductora siempre, vierto como: <>. Y es cierto que con Manolo se puede hablar, y que eso es lo que hago cuando lo veo, pero posee sus defectos de viejo, como todos los viejos. Se que nunca le agrado, por ejemplo, mi parvula aficion a Luis Blasco y a su conversacion esnob, aunque comprendia que ahi tenia que callarse y no podia invocar sus consignas, porque yo me ponia de parte de Luis y, si era preciso, lo defendia con tanta vehemencia que terminaba enfadandolo (sospecho, por tanto, que se ha tomado su muerte con el jubilo mal disimulado de quien ve desaparecer un rival). --?Y como va la novela? --indago ayer--. ?Marchando? --Asi, asi. Todavia estoy con la traduccion. Creo que ya te lo dije. --Ah, si, el americano ese...

  • Principe y Felino (Lover Tygrain Al de Kelly Dreams

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  • Lady Morgan de Emma G. Fraser

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    Lady Morgan es una joven inglesa rebelde que, tras presenciar el asesinato de su madre, jura encontrar al responsable y hacerle pagar por sus actos. Despues de dos anos de intensa busqueda por toda Escocia, Morgan se cruza con Ray Logan, un atractivo escoces a quien acusa de ser el asesino.
    Tras esto, Ray huye y secuestra a Morgan hasta aclarar el malentendido que los llevara por una intensa busqueda en la que no solo encontraran al verdadero asesino, sino tambien el amor.

  • El hombre que caminaba solo de Claudio Hernandez

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    Un pasado turbio. Maria Angels esta postrada en una silla de ruedas y no puede quitarse de la cabeza el recuerdo de la cara de su hija, emergiendo del agua; tomando aire. Una cara que desdibujaba todos los rostros del espanto; sus ojos abiertos. Su boca en una O perfecta gritando a voz en vivo que la ayudaran. Sin embargo, se ahogo. Emilio, su pareja, se tiro al agua, pero solo pudo salvar a su propia hija; Aina. Desde entonces, cada dia que amanece es un calvario y cada noche que acecha es un vomito. Treinta anos despues, en Amer, cuando caen las primeras castanas de los castanos, vienen los asesinatos. Emilio descubre varios dedos adoptando una forma estrangulada, que emergen de unas hojas secas. Los dedos muestran un color purpureo y el hombre que caminaba solo, desde siempre, coge el telefono movil y avisa a la Policia Local. Cuando el coche patrulla con sus brillantes luces azules destellando entre las ramas de los arboles llega, Emilio no recuerda nada. El Alzheimer se le presenta en cualquier momento, pero cuando esta lucido, regresa el perfil intelecto de su profesion, la psiquiatria, de la que ya no ejerce. Unas horas mas tarde, cuando el juez forense levanta el cadaver, descubre que se trata de su hija Aina. Enloquece y sospecha de su hijo; al que abandono treinta anos atras. Sin embargo, las huellas y el ADN encontrado en el cuerpo de su hija, son de si misma. Y las muertes se suceden alrededor de su familia y todas las sospechas conducen a su hija muerta. Entonces el inspector de Policia Andres, de pocos modales y gran vicio por el tabaco, toma el relevo de la investigacion con su peculiar astucia. Y no es casualidad que el inspector Andres este alli.

  • Como luz en invierno de Marie Rusanen

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    Entre la nieve que viste de luz las calles de Helsinki y el color cenizo del cielo durante el invierno, se escribe una historia de amor.

  • Divinas semillas de Javier Comas Carrasco

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    Divinas semillas, son cinco relatos cortos que funcionan como una novela al estar unidos todos ellos por unas semillas misteriosas. Cinco historias de amor, muerte, aventuras y un toque de erotismo marcaran la vida de los protagonistas desde el siglo III a.c. hasta nuestros dias.
    “Apenas puedo terminar estas lineas. Mi nombre nunca tuvo tanto sentido para mi como en esta noche. Mis progenitores me explicaron que era una palabra proveniente de las montanas mas altas de Iberia, el pueblo de los Jacetanos. Mi nombre lleva conmigo una profecia. He sido el ser marcado por los dioses para traer la oscuridad y la noche en la llama apagada de Chelemare, una tierra amada y que me hizo feliz.
    Nunca la isla habia estado sumida en semejantes tinieblas, y si lo estuvo, no esta escrito ni en tablillas, ni en pieles curtidas, ni papel. La brillante luz del solsticio de verano, fue la detonacion del episodio mas triste jamas escrito. No puedo recordar las caras de mis padres, ni la de mi adorado Theodorus, ni casi la mia…”

  • Diario de una adolescente de Phoebe Gloeckner

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