• libro el nombre del viento trilogia - Patrick Rothfuss

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    Atipica, profunda y sincera, El nombre del viento es una novela de aventuras, de historias dentro de otras historias, de misterio, de amistad, de amor, de magia y de superacion.

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  • El nombre del viento - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    El nombre del viento, el primer libro de la trilogía Crónica del asesino de reyes, constituye el día uno de esta narración. La historia de Kvothe comienza en ...

  • Web oficial de la trilogía de Patrick Rothfuss

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  • ORDEN libros: El nombre del viento de Patrick Rothfuss

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  • El temor de un hombre sabio (Cronica del asesino de reyes 2) de Patrick Rothfuss

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    Llega El temor de un hombre sabio, la esperada continuacion de la historia de Kvothe y El nombre del viento.

  • Tan poderoso como el amor de Cesar Antonio Molina

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    Cien son las premisas que encontramos en este libro, y cada una de ellas es una afirmacion sobre los poderes o caracteristicas que tiene el amor, justificada a traves de la cultura. Partiendo de 100 peliculas y de otras tantas obras literarias de referencia, el autor nos argumenta por que el amor es el sentimiento mas poderoso del ser humano.
    A partir de peliculas tan celebres como Casablanca, El ultimo tango en Paris, Jules y Jim, Secretos de un matrimonio o Hiroshima, mon amour; tan sugerentes como Lolita, Bella de dia, Infiel o El imperio de los sentidos; tan asequibles como Los amantes del circulo polar, Delitos y faltas o Los puentes de Madison, este es un libro que recorre un paisaje cinematografico apto para todos los publicos y que enriquecera, gracias a sus multiples niveles de lectura, a cualquiera que se le acerque.
    En una muestra de dominio cultural impresionante, Cesar Antonio Molina nos sumerge en un mar de dudas con sus respuestas, totalmente argumentadas y deliciosamente plasmadas a traves del analisis de obras cinematograficas de primer nivel.

  • Cuatro citas Falsas de amor de Jossy Loes

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    Ser una escritora aclamada era una de mis metas mas anheladas y de la que me sentia muy orgullosa, hasta que la vida me llevo a tropezarme con el.: el hombre de mis suenos.
    No, no me habia vuelto loca.
    El era igual a esa fantasia secreta que me habia empujado a escribir Cuatro citas de amor, harta de relaciones que no me llevaban a nada.
    Esta bien, me habia vuelto loca, ?que le voy a hacer?

  • Love letters to the dead (Traduccion) de Ava Dellaira

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    Comienza como una tarea para la clase de Ingles: Escribe una carta a una persona muerta. Laurel elige Kurt Cobain porque su hermana, May lo amaba. Y murio joven, al igual que May lo hizo. Pronto, Laurel tiene un cuaderno lleno de cartas a gente como Janis Joplin, Amy Winehouse, Amelia Earhart, Heath Ledger, y mas; a pesar de que nunca le da una sola de ellas a su maestra. Ella escribe sobre el inicio de la escuela secundaria, la navegacion por las nuevas amistades, enamorarse por primera vez, aprender a vivir con su fracturada familia. Y por ultimo, sobre el abuso que sufrio mientras May se suponia que estaba cuidando de ella. Solo entonces, una vez que Laurel ha escrito la verdad sobre lo que paso con ella, ?Puede realmente ella comenzar a aceptar lo que le paso a May?. Y solo cuando Laurel ha comenzado a ver a su hermana como la persona que era; encantadora y sorprendente y profundamente imperfecta; puede comenzar a descubrir su propio camino.

  • La luz del diablo (Inspector Sejer 4) – Karin Fossum de Karin Fossum

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    La cuarta entrega de la serie protagonizada por el inspector Konrad Sejer es una de las novelas mas oscuras y siniestras de Karin Fossum, autora destacada de la nueva narrativa policiaca escandinava.

  • Visigodos de Jose Javier Esparza

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    Los visigodos crearon por primera vez un Estado en Espana. Lo mantuvieron vivo hasta que la peste, el hambre y la guerra lo destruyeron. No eran barbaros ni atrasados. Sabian que la Tierra era redonda, conocian la razon de los eclipses, no ignoraban la obra de Aristoteles y eran capaces de hacer ciudades como la misteriosa Recopolis. Partieron del mismo sitio donde mil anos despues aparecerian los vikingos y, en su asombroso periplo, recorrieron media Europa. Fueron enemigos, aliados y herederos de Roma. Cabalgando sobre sus caballos paso Espana de la Antiguedad a la Edad Media. Jose Javier Esparza cuenta, con extraordinaria erudicion y una epica inconmensurable, la historia de los visigodos como nunca antes te la habian contado: la aventura fascinante de un pueblo que forma parte de nuestra memoria colectiva. Ellos fueron la primera Espana.

  • Senora Miler (Valkiria 1) de Eva Gonzay

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    Aparco y justo cuando estoy a punto de salir del coche comienza a llover. --Maldita sea--rezongo enfadada. Otra vez he olvidado meter el paraguas en el coche, y ademas odio los dias lluviosos, me ponen de mas mal humor del que suelo tener ultimamente. Apago el motor y me miro en el espejo retrovisor para atusarme un poco el pelo. Me gusta la imagen que veo, a mis cuarenta y tres anos puedo decir que estoy estupenda y, aun asi, ultimamente no me siento bien. Hay algo en mi vida que falla o algo que me falta. Realmente no se lo que es y eso me genera una ansiedad y una tension que me va a provocar alguna arruga nueva. Tengo una empresa de gestion de cuentas con mas de cuarenta personas a mi cargo. Soy una mujer de exito que podria decir que lo tiene todo, incluso un novio apuesto cuatro anos menor que yo que es la envidia de mas de alguna arpia. Y a pesar de todo eso me falta algo. Si es que no me merezco lo que tengo, yo quejandome cuando hay gente que se muere de hambre, a veces me doy asco. Intento ser positiva. Hoy es viernes, esta noche Jorge vendra a casa, cenaremos y con suerte echaremos un polvo aburrido como siempre, pero al menos tendre un orgasmo. --Buenos dias, senora Miler--gritan golpeando en mi ventanilla. Me cago en la leche, menudo susto me acaba de dar Gabriel, el conserje del edificio. Ahi esta, en pie como una estatua al lado de la puerta sujetando un paraguas enorme para acompanarme a la entrada. Me bajo y le dedico una sonrisa tan falsa que seguro que piensa que me he puesto botox o alguna mierda de esas que no te dejan estirar los labios. Me pregunto cuanto hace que no sonrio de verdad. --Buenos dias, Gabriel, siempre usted tan servicial--digo de camino a la entrada. --Siempre es un placer, senora Miler. Suspiro en modo zen para no soltarle un berrido y hacerle comprender de una puta vez que no soy una senora, no me he casado y por lo tanto sigo siendo una senorita. Se que lo hace por educacion y por respeto, pero no me gusta. --Que tenga un buen dia--me despido antes de coger el ascensor hasta la ultima planta. Cuando las puertas se abren ya oigo el barullo desde la otra punta del pasillo. Otra vez me la estan liando estas listillas. Se ha formado un cierto grupito entre mis empleadas mas jovenes, de esos en los que cada vez que es el cumpleanos de una, aparece aqui con tres bandejas de pastas y cafe para todo el mundo. Hacen un corrillo a la hora del desayuno que siempre se acaba estirando mas de la cuenta. ?Que se piensan? ?Que tienen derecho a que yo les regale el dinero? Miro la hora en el reloj de pulsera que Jorge me regalo, es feo de cojones, pero a el le parece una autentica belleza y de vez en cuando me lo pongo para darle el gusto. Son las diez menos cuarto y la hora del desayuno termina a las nueve y media. En cuanto me ven aparecer por la puerta del comedor todas giran la cabeza hacia la pared donde cuelga el reloj como una manada de perras que acaba de encontrar un hueso. Sus caras se descomponen y me miran estupefactas como si la culpa de que las haya pillado encima sea mia. --Buenos dias, senora Miler, ?le apetece picar algo? Es el cumpleanos de Nuria y ha traido algo para desayunar. Ahi esta, la descarada de Valeria, mi secretaria personal. Es la que ha tomado la voz por todo el grupo. Si no fuera porque es bastante mas eficiente que las tres ultimas que he tenido y porque ademas es la hija de uno de mis mejores clientes, la despediria sin dudarlo. A veces me siento como Miranda Priestly en El diablo se viste de Prada, una autentica zorra a la que todas sus empleadas temen, todas menos Valeria. --Ya he desayunado, gracias. ?Os pensais que las llamadas y los correos se contestan solos? --berreo echando chispas por los ojos--espero que al final de vuestro turno os quedeis a recuperar el tiempo que habeis perdido. Esto no es el colegio, aqui no se reparten chuches en los cumpleanos, ni en los santos, ni en todo lo que se os ocurra celebrar. Todas me miran con cara de cordero degollado y van saliendo una a una pasando por mi lado con la cabeza gacha. Algunas pronunciando disculpas en susurros, las que no, seguramente, me maldicen mentalmente. Ya lo se, me acabo de comportar como una autentica zorra sin escrupulos ni empatia, o al menos eso es lo que me dira mi psicologo el lunes cuando acuda a la visita para regalarle cien euros por no ayudarme. Si es que encima soy gilipollas. Me siento fatal conmigo misma cuando me comporto asi, pero soy incapaz de evitarlo. Las palabras comienzan a salir de mi boca sin ningun tipo de filtro, a veces no se ni lo que he dicho hasta que termino de hablar y recapacito, pero para entonces ya es tarde. --Podria haberla felicitado al menos--suelta Valeria al pasar por mi lado. --?Como dices? --pregunto indignada. Lo que me faltaba, que ahora venga la mocosa prepotente esta a decirme lo que tengo que hacer. --Nuria cumplia cincuenta anos, eso no pasa todos los dias. --Hay muchas cosas que no pasan todos los dias, como que os encuentre a todas en vuestros puestos cuando llego. Haz el favor de ir a tu mesa de una vez y prepararme los informes que te pedi ayer. --A la orden. Valeria se da la vuelta muy digna y camina pasillo adelante mientras yo la observo y la maldigo a la vez. Creo que ni siquiera ha cumplido los treinta, pero la cabrona tiene unos ovarios y una seguridad en si misma que me recuerda a mi con su edad, quiza por eso le permito esa insolencia. Le doy unos minutos mientras me hago un cafe en la maquina de capsulas. Valeria trabaja dentro de mi mismo despacho y cuando entre quiero verla en su mesa concentrada en lo que tiene que hacer. Doy un sorbo al cafe y miro lo que queda de las dos bandejas de pastas. La boca se me hace agua, tienen una pinta deliciosa y sin ningun tipo de remordimiento cojo una y me la llevo a la boca. --Umm, joder, que rica esta. Me como un par de ellas mas, me termino el cafe y me limpio la boca para borrar cualquier huella que pueda delatar mi pecado. Cuando entro en el despacho echo un vistazo a la mesa de Valeria, que se encuentra justo en la parte derecha. Teclea algo en el ordenador mientras habla por telefono a traves de los auriculares, pero eso no le impide dedicarme una mirada reprobatoria y cabecear como si pensase algo horrible sobre mi. Suspiro tratando de calmar mis nervios. Aqui la que manda soy yo y a veces tengo la sensacion de que la que tiene el poder es ella. Todavia me pregunto por que le permito toda esa desfachatez que tiene, he echado a otras por mucho menos. Valeria cuelga y al sentarme en mi mesa veo que los informes que le he pedido no estan. --?Todavia no me has preparado los informes? --grazno senalando mi mesa. --Si que los tengo, es solo que la impresora se ha atascado y he tenido que imprimirlos de nuevo. --Ya, claro. Valeria se pone en pie de forma brusca haciendo que su silla acabe estampandose contra la pared, recoge el fajo de papeles que hay en la impresora, los cuadra sobre su mesa hasta que quedan perfectamente alineados y despues se acerca a la mia y los suelta ante mi como si fuesen una bomba. --O empiezas a comportarte como una mujer adulta y con educacion o me vere obligada a despedirte--amenazo recogiendo los papeles. --Si quiere que los demas mostremos educacion y respeto, deberia usted predicar con el ejemplo, senora Miler. Quiza mostrar algo de humanidad con sus empleados facilitaria que todo el mundo aqui se sintiese mas comodo y rindiese mas. Hay unos cursos muy buenos sobre liderazgo y... --Mira, Valeria--la interrumpo conteniendo las ganas de despedirla con efecto inmediato--tu trabajo aqui es hacer lo que yo te pido durante las ocho horas de tu jornada, si no te gusta, ahi tienes la puerta. Valeria no se mueve ni un centimetro, pero me dedica una mirada capaz de congelar un desierto. --Lo imaginaba, ahora vuelve a tu puesto--le ordeno resoplando. Capitulo 2 Por fin llego a casa y me dejo caer en el sofa como si acabase de llegar de correr la maraton de Nueva York. Me siento realmente agotada, es como si llevase una mochila cargada de piedras a todas horas y no pudiese quitarmela ni para dormir. Dentro de un par de horas llegara Jorge, pediremos que nos traigan la comida a casa, sacare una buena botella de vino y despues de charlar un rato, nos iremos a la habitacion para echar otro polvo aburrido. No es que me queje, el sexo con Jorge es bueno. Siempre tiene mucho cuidado de asegurarse de que yo acabe retorciendome entre espasmos con su polla dentro. Pero siempre es lo mismo, el encima, yo debajo, follamos, y cuando nos corremos se da la vuelta y se duerme como un nino pequeno. ?Que hay de las noches intensas de sexo salvaje de las que hablan mis amigas? ?Que pasa con lo de follar en la cocina? O en el porche, o en el jardin como animales porque hemos tenido un calenton. Al principio pensaba que era yo, que no lo pongo lo suficiente o que no soy divertida ni espontanea en la cama. Intento hacer cosas diferentes, proponerle algun juego erotico o vestirme con lenceria tan sexi como cara, pero lo unico que consigo es que se empalme como un animal y me acabe llevando al mismo sitio de siempre; la cama. Cuando llega cuelga su americana en el respaldo de la silla y la plisa con sumo cuidado. Yo lo observo hacerlo con la misma incredulidad que siempre que viene. No acabo de acostumbrarme a sus manias ni a su obsesion por el orden, es un hombre demasiado mecanico y cuyo funcionamiento aprendes demasiado deprisa. ?Sera eso lo que me aburre? --He pedido la cena mientras venia de camino, espero que no te importe, estoy muerto de hambre--dice mientras me da un beso casto y se va al bano. --Claro--digo rascandome el pelo. Me entran ganas de seguirlo al bano, de pronto me siento ardiente y deseosa de sentirle dentro. Me lo imagino sacandose la polla de los pantalones para orinar y solo puedo pensar en acercarme, masajearla hasta ponerla dura como necesito y pedirle que me folle alli mismo. Mi sexo palpita al pensarlo, pero cuando Jorge ve que me acerco al bano estira una pierna y empuja la puerta para entornarla. Resoplo resignada y me voy a la cocina para disponer la mesa. --?Que tal te ha ido el dia? --me pregunta una vez estamos cenando. --Otra vez he vuelto a pillar a esas descaradas celebrando un cumpleanos en horas de trabajo, no se como pueden tener tanta cara--reniego de mal humor. --No seas asi, mujer, que haya buen ambiente entre el personal de trabajo es bueno para ti, asi rinden mas. --?Como van a rendir mas si no estan en sus puestos? --berreo dejando el tenedor sobre la mesa. Lo que me faltaba, como si no tuviese ya bastante con que la lista de Valeria trate de darme lecciones, ahora me viene Jorge y se pone de su lado. --No te enfades, nena--trata de calmarme. --No me llames, nena, te lo he dicho mil veces, joder, no lo soporto. Yo no soy la nena de nadie, ni tampoco una senora ni... --Eh, eh, vale ya, Ingrid--me detiene con las manos en alto--relajate, ?vale? Yo solo digo que no te vas a morir por darles diez minutos extra. --Diez minutos extra por siete personas que habia alli son setenta. Soy yo la que hace frente a los gastos, ?sabes? Dejo de comer y me bebo lo que queda de mi copa de vino de un trago. --Ponme mas, por favor--le pido a Jorge sin apenas mirarlo. --Esta bien, dejemos ese tema--dice mientras me sirve--tengo una sorpresa para ti. --?En serio? --pregunto realmente sorprendida. --Si. Jorge se saca algo del bolsillo de su camisa perfectamente planchada y me lo tiende. Es un pequeno sobre, lo cual me alivia porque por un momento he pensado que iba a sacar una cajita con un anillo y ya se me estaban ocurriendo un monton de formas de decirle que se fuese de mi casa y ninguna era agradable. Abro el sobre y extraigo una tarjeta negra con un logotipo extrano en forma de latigo y las letras La mazmorra escritas debajo. Le doy la vuelta sin comprender que es y en el dorso veo que es un vale por una sesion en el lugar en cuestion. --?La mazmorra? ?Que es esto, Jorge? Suena al sotano de castigo de algun castillo. Jorge sonrie con su dentadura perfecta ante mi cara de poker y da el primer sorbo a su copa de vino. --Dices que el sexo que tenemos te aburre, ?no? --Bueno, no es que me aburra, es que, no se, me falta algo, Jorge, te lo he dicho mil veces. --Pues esa tarjeta es ese algo. --?Como dices? --Se que tengo mucha culpa de ese aburrimiento tuyo, yo soy muy simple, me gusta follar siempre del mismo modo porque me siento comodo y se que el resultado siempre es bueno, ya sabes, cuando algo funciona para que cambiarlo, ?no? Pongo los ojos en blanco, a veces no se que cojones hago con el, en serio. --Se puede follar de muchas maneras, Jorge--digo con los ojos desorbitados. --Ya lo se, nena, quiero decir, Ingrid--se disculpa rapidamente--por eso he contratado esa sesion. --?Has contratado una sesion? ?De que? --Entraremos en una sala con una dominatrix de esas. --!?Que?! --berreo iracunda--?tu te has vuelto loco o que? Yo no voy a hacer ningun trio con nadie. --Que no es eso, Ingrid, no vamos a follar con ella. En la sesion simplemente nos guiara, nos forzara a conocer nuestros limites y nos dara algun que otro azote, nada mas, o eso creo--explica confuso. Vamos, que el muy gilipollas no tiene ni puta idea de lo que es. --Es decir--digo poniendome en pie completamente alucinada por lo que estoy escuchando--que pasas de follarme cada vez que vienes en modo misionero, a querer que una mujer nos pellizque los pezones y te retuerza los huevos mientras nos azota si nos portamos mal, ?es eso? Mi puta vida, si es que no me puedo creer que me este hablando en serio. Jorge ha palidecido en el momento que he hablado de sus preciadas pelotas, esas que nunca quiere que toque porque no se fia de que no le haga dano. --No es eso, mujer, he pedido una sesion de iniciacion, algo suave. Un amigo me hablo de ese sitio, me dijo que puedes aprender a estimularte de muchas formas y que reaviva el sexo en las parejas. --?Hablas de nuestros polvos de mierda con tus amigos? Esto es el colmo. Conociendo como son los hombres, seguro que ahora piensan que la sosa soy yo, cuando aqui, el atontado que tengo delante es incapaz de dejarme meterle mano en el sofa porque piensa que el unico lugar apropiado para el sexo es una cama. --Nosotros podemos reavivar el sexo sin ayuda de nadie, bastaria con que te soltases un poco, que eres mas soso que chupar el palo de un helado. --Intento esforzarme, Ingrid. Pense que te gustaria, pero si te vas a poner asi, lo anulo y problema resuelto. Si hombre, anularlo dice, para una vez que vamos a hacer algo diferente. --No anules nada, iremos a esa sesion y mas vale que te dejes llevar. --Te lo prometo--dice mas relajado. --Y ahora explicame por que has escogido a una mujer. --?Que? Bueno, es lo normal, ?no? --Lo normal, ?por que? Porque tu eres un hombre y pasas de que otro tio te vea la polla, ?no? --Joder, Ingrid, como estas hoy. Lo hice por ti, pense que te sentirias mas comoda si quien nos hacia la sesion era una mujer. Ya, claro, ahora encima se piensa que soy estupida. Aqui el que se va a sentir comodo es el, en fin, no voy a discutir mas. --?Follamos? --pregunta senalando la habitacion. --Si es que eres todo un romantico, si senor--rezongo fulminandolo. Estoy cabreada como una mona y tengo ganas de tirarle algo a la cabeza, pero creo que es mejor un polvo soso que acabe en orgasmo que seguir en esta conversacion de besugos. Cuando Jorge me penetra cierro los ojos y trato de imaginarme que no estamos en esta cama, ni yo debajo con las piernas abiertas y el encima bombeandome de forma mecanica. Intento pensar en algo mas divertido y excitante, pero entonces me agarro con fuerza a sus nalgas porque me apetece que me folle fuerte y sentirlo bien adentro y el se queja de que soy muy bruta y me corta el rollo completamente. --Me vas a clavar las unas, ten cuidado--dice jadeando. --?Cuando es esa sesion? --pregunto dejandome hacer sabiendo que mi orgasmo ya no va a llegar. --Manana, manana por la tarde. ?Te va bien? --Perfecto.

  • Pecados oscuros (Seguridad Platinum 3) de Kelly Myers

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    Me acomodo un mechon de pelo rubio detras de la oreja, miro a traves del objetivo de la camara y enfoco a la feliz pareja. !Chasquido! Congelo el fotograma en la toma perfecta. Creo que se puede ver literalmente el amor del uno por el otro brillando en sus ojos. Me alegro por mis clientes, una pareja recien comprometida, pero no puedo negar que una parte de mi esta un poco celosa. Nunca nadie me ha mirado con tanta adoracion. Dejo escapar un pequeno suspiro y hago unas cuantas fotos finales mas. <>, pienso. --Creo que hemos terminado --indico y les dedico una brillante sonrisa. La pareja intercambia otro beso, probablemente el centesimo desde que empezamos la sesion de fotos, y vuelvo a guardar la camara en su estuche. --Gracias, Avery --dice la futura novia--. Estoy muy emocionada por ver las fotos. --Deberia tenerlas listas en una semana --le comento. --!Que bien! Estamos deseando compartirlas con todos nuestros amigos y familiares. Me fuerzo a sonreir de nuevo y le doy mi tarjeta al futuro novio. --Me alegro de haber podido formar parte de vuestro momento especial. Si alguna vez necesitan algo mas… Creo que ni siquiera me escuchan porque se vuelven a besar con ahinco. --De acuerdo, entonces. Estare en contacto --informo y hago un gesto incomodo con la mano. Me encanta hacer fotos y fotografias de todo tipo, pero, Dios, a veces me cuesta hacer las de parejas de recien casados y las de bodas. Pero, bueno, son mi pan de cada dia, asi que me aguanto y consigo las mejores fotos que muestren su amor eterno. Me imagino que al menos la mitad se divorciara dentro de cinco anos, de todos modos. Esa es la estadistica, ?verdad? <>, pienso, y me dirijo a mi coche, mas alla de estar lista para dejar el parque con su entorno de Disney de pajaros cantando, cielos azules y parejas besandose. No suelo ser tan amargada cuando se trata de parejas felices, pero ultimamente me resulta mas dificil. Me meto en mi Jeep Wrangler, coloco la funda de mi camara en el asiento del copiloto y bajo la visera. Abro el espejo y estudio mi reflejo. Por fuera, tengo 32 anos, pelo largo, rubio y ondulado, ojos azules y una complexion delgada a pesar de mi amor por el azucar. Supongo que puedo agradecerselo a los buenos genes y al hecho de que mido 1,70 metros, asi que supongo que mi peso se distribuye uniformemente en mi alta estatura. En el interior, las cosas son un poco mas complicadas. Suspiro, me subo la visera y me pongo las gafas de sol. Ser Avery Archer no ha sido facil. Pero me esfuerzo por no regodearme en la autocompasion. Aunque todo se desmorono para mi dos anos antes, me aferre a lo profundo, supere todo el dolor y vivo mi vida de la mejor manera que se. Porque eso es lo que habria hecho Luke. Mientras me alejo del parque y vuelvo a mi apartamento, siento que mi mente vuelve a divagar, intentando dar sentido y entender como todo salio tan horriblemente mal. Ahora vivo en la soleada ciudad de Los Angeles, pero creci en Lima, Ohio, una pequena ciudad donde todo el mundo se conoce y ahora mismo, en noviembre, probablemente hace 40 grados, si tienen suerte. Miro hacia arriba, agradecida de ver palmeras y no ramas esqueleticas desnudas y medio congeladas. Mi hermano mayor, Luke, y yo estabamos muy unidos, con solo dos anos de diferencia. Le admiraba y queria hacer todo lo que el hacia. Mis padres adoraban a Luke y pensaban que el no podia hacer nada mal. ?Yo, en cambio? A sus ojos, no podia hacer ninguna cosa bien. Nada era lo suficientemente bueno y siempre estaban tan centrados en Luke que yo sentia la necesidad de probarme a mi misma. Es la razon por la que me uni a la CIA. <>, pienso, mientras entro en el aparcamiento. Apago el coche y me quedo sentada durante un minuto mientras los recuerdos me invaden. Luke se alisto en la Marina despues de terminar el instituto y estaba decidido a ser un SEAL: habia encontrado su vocacion, lo que estaba destinado a hacer, y fue a por ello con una pasion y un celo implacables. Para Luke no habia plan B. Luke fue al Campo de Entrenamiento y luego a Coronado, California, para la primera fase del BUD/S, el entrenamiento basico de Demolicion Submarina/SEAL. Es un proceso de seleccion agotador de seis meses, de prueba de fuego, en el que la mayoria de los aspirantes a SEAL abandonan o se lesionan. Mis padres y yo no podiamos estar mas orgullosos. Luke era el mejor de los mejores y estaba ahi fuera demostrandolo. El entrenamiento de los SEAL de la Marina es notoriamente intenso y son pocos los candidatos que lo superan. Mi hermano dijo que la tasa de abandono era de alrededor del ochenta por ciento. Pero Luke supero todo el entrenamiento, se convirtio en miembro de pleno derecho y recibio su insignia Trident. Mientras el demostraba continuamente que formaba parte de la elite, yo daba tumbos en mi primer ano de universidad, sin saber que queria hacer. Un dia, paseaba por el Sindicato de Estudiantes para ver los distintos puestos instalados para una feria de empleo. En cuanto vi al representante de la Agencia Central de Inteligencia, supe lo que queria hacer. Iba a entrar a la maldita CIA. Era muy inteligente, se me daban bien los rompecabezas y tenia facilidad para los idiomas. Seria una gran analista, ayudaria a mi pais y haria que mis padres se sintieran orgullosos. Parecia una obviedad. Asi que me especialice en Ciencias Politicas, me licencie y me presente a la CIA. Tras varias rondas de pruebas y entrevistas, me aceptaron. Luego, tuve que completar el entrenamiento basico en la Escuela Sherman Kent de Reston, Virginia, a las afueras de Washington DC. Para entonces, Luke habia entrado en el DEVGRU (Naval Special Warfare DEVelopment GRoUp), comunmente conocido como SEAL Team Six, que es literalmente la creme de la creme de los guerreros. Tenia su base en Virginia Beach y solo estaba a unas tres horas y media en coche, lo que era genial. Me senti como Luke, que habia pasado por tanto entrenamiento, ya que yo pase por el Programa de Analistas de Carrera, o CAP, que me dio un conocimiento profundo de como pensar, escribir e informar de acuerdo con las normas de la CIA. A mis ojos, Luke estaba ahi fuera salvando el mundo. Puede que yo solo tuviera un trabajo de oficina, pero estaba reuniendo informacion que ayudaria a los SEAL como el a acabar con los malos. Me sentia muy bien. Entonces, la cague. La cague tanto que acabe matando a mi hermano y a su equipo, perdiendo la relacion que tenia con mis padres y dejando mi trabajo de analista. Eso fue hace dos anos y ahora estoy aqui, sin poder perdonarme. Es como si estuviera atrapada en el limbo. No puedo avanzar y ciertamente no quiero retroceder. Asi que me quedo en el medio, ahogandome en la culpa, sin saber que hacer. Simplemente… perdida y tambaleandome… Con un suspiro, cojo la camara y el bolso, salgo del Jeep y subo a mi apartamento. Es pequeno pero acogedor, escondido en un barrio residencial de North Hollywood en el Valle. Puede que aqui haga un calor obsceno en verano, pero el alquiler es decente y nadie me molesta. Nadie me molesta hasta el punto de que no tengo amigos. Excepto Liberty. Abro la puerta y mi pastor aleman se acerca corriendo. Le doy un gran beso y le pongo la correa. --Espera, Libs --digo y me dirijo a mi habitacion. Me pongo una camiseta, unos leggings y unas zapatillas de tenis y me recojo el pelo en una coleta. Luego cojo la correa de Liberty y salimos a correr. A Liberty le encanta el ejercicio y correr me ayuda a despejar la cabeza. Porque, por mucho que pase el tiempo, no puedo olvidar los acontecimientos que provocaron la muerte de personas a las que quiero. Aumento la velocidad, me esfuerzo mas. El topico afirma que el tiempo cura todas las heridas, y puede que al final lo haga, pero esa no ha sido mi experiencia. Mis cicatrices arden y sangran cada maldito dia. Trabajar como analista era un reto y disfrutaba recibiendo informacion clasificada de diversas fuentes, para luego examinarla y evaluarla. Mi antiguo trabajo consistia en reunir informacion de todo el mundo procedente de particulares, medios de comunicacion extranjeros y vigilancia por satelite. Dado que esta informacion variaba en cuanto a su fiabilidad y exhaustividad, me correspondia a mi extraer de toda ella informacion coherente y util. Para mi, era como si me enviaran las piezas rotas de un jarron de todo el mundo y tuviera que pegarlas en el orden correcto para ver como era el jarron. Era buena en lo que hacia hasta que deje de serlo. Hasta que comparti informacion que resulto ser erronea. Mortalmente equivocada. Me sacudo los recuerdos y Liberty y yo terminamos nuestra carrera. Me siento un poco mejor despues, y le doy un poco de agua fresca mientras me como un par de trozos de chocolate. Luego, me meto en la ducha. Despues, me pongo un pijama y una vieja camiseta con el emblema de los SEAL de la Marina --un aguila con un ancla, una pistola y un tridente en sus garras-- que solia pertenecer a Luke. Me tumbo en el sofa y Liberty salta y se acomoda a mi lado. Mientras acaricio su suave pelaje negro y fuego, abro el portatil y compruebo mi correo electronico. Miro los mensajes, en su mayoria de clientes, y me detengo cuando veo uno que me llama la atencion. No reconozco la direccion de correo electronico, pero hay algo que me produce un cosquilleo. Lo abro y leo el breve mensaje: <>. G. Por un momento, no puedo moverme. No puedo respirar. Me quedo sentada, congelada por el shock, releyendo el mensaje. ?Informacion que limpiara mi nombre? ?Es eso posible? Parpadeo, intentando hacerme a la idea de que tal vez la mierda conocida como Operacion Armagedon no sea culpa mia. Que tal vez no soy la unica responsable de enviar a mi valiente hermano y a su equipo a una muerte segura. Porque todos murieron excepto uno. Un hombre muy alto, guapo y musculoso llamado Ryker Flynn. Dejo escapar un suspiro tembloroso, recordando la primera vez que nos vimos. Mi hermano y Ryker estaban de permiso y vinieron a visitar a mis padres durante unos dias. Se habian conocido en el campo de entrenamiento de Great Lakes (Illinois), congeniaron y se entrenaron juntos hasta llegar a la cima. Ese fin de semana, yo tambien vine a casa para poder ver a Luke. No esperaba que mi corazon diera un vuelco cuando puse los ojos en Ryker. Su pelo corto y oscuro y sus ojos del color del whisky caro, hicieron que las mariposas de mi estomago revolotearan. Nunca olvidare que cuando me saludo por primera vez, al mirar su rostro bronceado y robusto, me quede sin palabras. Maldita sea. Todavia se me acelera el corazon cuando pienso en el. La atraccion me pillo desprevenida y me parecio ver una chispa de interes por su parte, pero entonces Luke se metio en el asunto y se pusieron a hacer cualquier locura que hacen los militares cuando estan de descanso. No me cabe duda de que se trataba de cantidades abundantes de alcohol y de mujeres. Diablos, eran SEAL de la Marina de los Estados Unidos. La mierda por la que pasaron para formar parte de ese equipo de elite… se merecian relajarse. Mas tarde, ese fin de semana, mi madre preparo una cena para todos nosotros y pude sentarme frente a Ryker y babear discretamente sobre el durante toda la comida. Mientras que mi hermano era ruidoso y siempre hablaba, Ryker era mas tranquilo. Sin embargo, poseia una presencia imponente. Escuchaba atentamente todo lo que decia e incluso me hizo bastantes preguntas sobre el trabajo de analista. Cuando le hable un poco de lo que hacia, parecia impresionado. Obviamente, ninguno de los dos podia divulgar demasiada informacion porque todo lo que haciamos era clasificado. Pero encontramos un punto en comun y disfrute mucho hablando con el. Porque Ryker me escuchaba como nadie lo habia hecho antes. Mostro interes, entusiasmo y respeto. Luke y Ryker se marcharon a la manana siguiente y, a partir de entonces, solia verle una o dos veces al ano. Vivia para esas breves visitas cuando volvia con mi hermano y siempre me aseguraba de estar en casa. Un par de veces, incluso conduje hasta Virginia Beach para verlos. Siempre recordare cuando Ryker vino a pasar las vacaciones con nosotros. Sus padres habian muerto en un accidente de coche a principios de ese ano. Era hijo unico y no tenia ninguna otra familia cercana, asi que, por supuesto, Luke insistio en que pasara la Navidad y el Ano Nuevo con nosotros. Era Nochebuena y mi vuelo se retraso. Mis padres se quejaron de tener que recogerme porque querian asistir a la misa de Nochebuena. Asi que Ryker se ofrecio a recogerme en el aeropuerto mientras Luke y mis padres iban a la iglesia. No esperaba ver a Ryker y al instante me arrepenti de haberme maquillado lo minimo, de haberme recogido el pelo en un mono desordenado y de haberme puesto mis viejos y comodos pantalones de chandal. Debia de estar hecha un desastre despues de esperar todo el dia y volar durante horas, pero Ryker no parecio darse cuenta. Me saludo con un gran abrazo de oso, cogio mi equipaje y me guio hasta el todoterreno de mis padres. Fue el mejor saludo que he recibido y recuerdo que olia a pino, todo navideno y boscoso. Durante el viaje de vuelta, nuestra conversacion fue facil y ligera. Caian rafagas de nieve y, cuando volvimos a casa de mis padres, preparamos cacao caliente. Ryker encendio un fuego y nos sentamos en el sofa a hablar durante casi dos horas. Creo que fue la mejor noche de mi vida. Y luego envie a Ryker a una sangrienta emboscada. Era un milagro que hubiese sobrevivido. Apenas llego vivo al punto de extraccion y lo sacaron justo a tiempo. Sus heridas fisicas eran extensas, asi que solo puedo imaginar el trauma mental que sufrio. El sentimiento de culpa que he soportado desde aquella noche ha estado a punto de romperme en varias ocasiones. Pero es algo con lo que he aprendido a vivir y a manejar. Algunos dias son peores que otros, especialmente los cumpleanos, las vacaciones y los aniversarios. Siempre estuve muy enamorada de Ryker Flynn y una pequena parte de mi se preguntaba si el sentimiento era mutuo. Pero, todo cambio despues de la Operacion Armagedon. Cualquier afecto que Ryker pudiera tener por mi desaparecio y fue reemplazado por un odio amargo. Porque fui yo quien la cago. Lleve a Luke, Ryker y al resto de su equipo a una matanza y asumi la culpa, la culpa, la caida. Pero ahora, ?alguien me decia que tal vez no era mi culpa? ?Que tenian informacion que podia limpiar mi nombre? Parecia demasiado bueno para ser verdad, pero tenia que averiguar. Si podia aliviar mi conciencia de la aplastante carga que habia sentido esos dos ultimos anos, lo haria en un santiamen. Pero, aun mas que eso, podria enfrentarme a Ryker, a mis padres y a todos los que me culpaban de la muerte de Luke y de los demas. Y, tal vez, finalmente ser capaz de perdonarme a mi misma. Estoy decidida a descubrir la verdad, pero no se si puedo confiar en este <> Voy a necesitar ayuda. Alguien en quien confie. Confio en Ryker. El problema es que ya no quiere ni mirarme. La ultima vez que hablamos, dejo muy claro lo que sentia por mi: me odiaba y nunca me perdonaria que llevara a sus hermanos a esa masacre para que murieran. Intento apartar las cosas terribles que dijo y me concentro en la esperanza de que este misterioso <> pueda tener informacion que me ayude a seguir adelante por fin. Acaricio a Liberty y decido que voy a localizar a Ryker y a pedirle ayuda. Aunque probablemente me mande a la mierda. Capitulo 2 Ryker --Y tambien quiero dar la bienvenida a Harlow al equipo --dice Jax Wilder, levantando su copa de champan--. Siento que vayas a tener que lidiar con un grupo de machos alfa, pero intenta darnos un poco de margen. Todavia estamos aprendiendo. Mi mirada se desplaza hacia la belleza de pelo oscuro y Harlow Vaughn inclina su copa con una sonrisa. Todos estamos en la oficina de Jax, el ex policia de Los Angeles que fundo esta empresa, Platinum Security, y utilizamos nuestra formacion gubernamental y nuestros instintos asesinos para trabajar como guardaespaldas, localizadores, investigadores y cualquier otro trabajo turbio por el que nos paguen los clientes. Somos un grupo variopinto formado por antiguos militares, la CIA y, ahora, un hacker gracias a la nueva incorporacion de Harlow. Algunos podrian llamarnos el fondo del barril, pero nuestras habilidades son mortales y hacemos lo que sea necesario para hacer el trabajo. --Por ultimo, a Lexi. Tienes las manos llenas con esta --dice Jax y asiente con su oscura cabeza hacia Griffin Lawson, el ex-operativo de la CIA y nino bonito de nuestro grupo disfuncional. --Muchas gracias --murmura Griff, con el brazo alrededor de los hombros de la guapa pelirroja. Griff, mi mejor amigo, acaba de regresar de Nueva York tras ayudar a Lexi a encontrar a su hermano secuestrado y un tesoro de valor incalculable que vale millones. Ahora esta enamorado de la pequena y aguerrida pelirroja que tiene a su lado. No han dejado de mirarse el uno al otro desde que entre. Tengo que admitir, que se esta volviendo un poco demasiado. Griff siempre ha sido un jugador, asi que verlo tan loco por una mujer es extrano. No puedo creer que mis dos mejores amigos esten enamorados. Y, parece que estas mujeres les han ayudado a poner sus demonios a descansar. Sinceramente, nunca pense que veria este dia. De hecho, Jax se casara con Easton Ross la proxima semana. --Pero, considerate afortunada porque es uno de los mejores hombres que conozco --anade Jax--. Asi que, salud --dice y levanta su copa. --!Salud! --Todos dicen al unisono y brindan. El ambiente es ligero, casi festivo, y entonces suena mi movil. Me excuso y me acerco a la esquina, miro el identificador de llamadas y no reconozco el numero. Podria ser un cliente potencial, asi que contesto. --Ryker Flynn --digo. Hay una pausa al otro lado de la linea. Luego: --?Ryker? Soy Avery. Se me contrae el estomago cuando oigo la unica voz que no queria volver a escuchar. La voz angelical que persigue mis suenos, que me tortura en numerosas noches de soledad y que nunca he podido olvidar. Por mucho que lo haya intentado. Avery Archer, la diablesa de pelo rubio y ojos azules a la que me encanta odiar. La mujer responsable de la muerte de mi mejor amigo Luke y del resto de mi equipo SEAL. Estoy tan sorprendido que no digo nada. No podria ni aunque quisiera porque se me aprieta la garganta y no creo que pueda sacar una palabra. --Por favor, no cuelgues --dice. --Joder --maldigo en voz alta. Todo el mundo me mira por encima y a mi me importa una mierda. Me dirijo a la salida, con el ceno fruncido y se que me debe salir humo por las orejas. --?Todo bien? --pregunta Griff. --No --gruno, saliendo furioso de la oficina. Abro la puerta principal de un empujon y salgo a la calle porque necesito un poco de aire. Respiro profundamente y gruno al telefono--: ?Que quieres? La oigo tragar saliva. Puedo sentir sus nervios tensos a traves de la linea telefonica. --Necesito tu ayuda. --?Me estas tomando el pelo? --Ryker, por favor. Encontre algo de informacion sobre… esa noche. Sobre la Operacion Armagedon y… bueno, no creo que las cosas sean lo que parecen. <> me pregunto. Ella asesino a todo mi equipo. ?Como puede no ser lo que parece? --Continua --lanzo entre dientes apretados. --No quiero hablar de esto por telefono. ?Podemos quedar en algun sitio? Entrecierro los ojos. La idea de volver a ver a Avery es como un cuchillo que me atraviesa el corazon y, a la vez, puro regocijo. Dios, estaba enamorado de ella hasta que… --Ire a verte --sugiere--. Vivo en el area de Los Angeles. --Yo tambien --digo. --!Oh! Vale, bueno, estoy en North Hollywood. --Te mandare un mensaje con mi direccion --le comento y miro mi gran y robusto reloj militar--. ?Puedes llegar a las cinco? --Claro. --Bien --suelto y termino la llamada. <>, pienso. Inhalo profundamente varias veces y vuelvo a controlar mi respiracion. Luego, le envio un mensaje con mi direccion, saco las llaves de un bolsillo y me subo a mi Expedition. Solo vivo a unas manzanas de East Hollywood. No tenia ni idea de que Avery viviera tan cerca. Me imaginaba que seguia cerca de Washington D.C. en algun lugar o tal vez en Ohio con sus padres. <>, recuerdo. Era la hermana menor de Luke y, por lo tanto, estaba completamente prohibida. Pero, eso no significaba que no pudiera imaginar como seria con ella. Imaginarme pasando mis dedos por su pelo dorado y besando esos labios carnosos y rosados hasta que se hincharan. Rosa. Cada vez que veo ese estupido color, sigo pensando en ella. Avery es femenina, delicada e inocente. Y no me hagas hablar de como huele. Dulce como el azucar. Nunca olvidare la primera vez que la vi. Luke y yo finalmente tuvimos un tiempo de permiso y fuimos a visitar a su familia en Ohio durante el fin de semana. Hablo de su hermana, por supuesto, pero, mierda, era impresionante. Nunca lo habia mencionado. Recuerdo mi primera mirada y me quede literalmente con la boca abierta. Avery parecia una modelo: alta, delgada, con el pelo rubio y los ojos de color aciano bordeados de azul medianoche. Tenia curvas en todos los lugares adecuados y mi cabeza se lleno de pensamientos lujuriosos. Tuve que recordarme a mi mismo que era la hermana menor de Luke y trate de alejar todos los pensamientos inapropiados, pero fue dificil. <>. Ese fin de semana, durante la cena, por fin pudimos hablar y descubri que era analista de la CIA. Luke solo habia mencionado que ella trabajaba para el gobierno. No me habia preparado en absoluto para conocer a su hermana. No se que esperaba. Supongo que no mucho y ella me tomo completamente por sorpresa. No solo era increiblemente hermosa, sino tambien super inteligente. Una fuerza para tener en cuenta, comprendi. En cualquier otra situacion, la habria invitado a salir y habria planeado llevarla a mi cama despues, pero no podia hacer eso con Avery

  • Tres pisos de Eshkol Nevo

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    Es un edificio de tres pisos en un barrio tranquilo de la ciudad. Las plantas de la entrada estan podadas con esmero, el interfono recien renovado y los coches estacionan de forma ordenada. Desde los apartamentos no se oye musica fuerte ni ruidos molestos. Reina la quietud. Y, sin embargo, detras de cada una de las puertas, la vida no es tan silenciosa ni tranquila. Todos los vecinos tienen algo que contar. Un secreto que confesar..

  • La mentira os hara libres de Fernando Vallespin

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    Como decia D'Israeli, la politica es el <>.En efecto, el espacio de lo politico se ha visto siempre como una esfera especialmente propicia para la mendacidad, la hipocresia y la simulacion.Y, sin embargo, los politicos de hoy apenas necesitan recurrir a la mentira. ?Para que hacerlo si es posible enganar por otros medios? Entre estos el mas eficaz es la construccion de la realidad a la medida de sus intereses. Han adquirido autentica maestria en el arte del enmascaramiento detras de marcos, narrativas u otros instrumentos dirigidos a manipular la percepcion del mundo. Sobre todo en unos momentos en los que necesitan encubrir su impotencia frente a los dictados de la economia detras de todo tipo de estratagemas. Su objetivo es convencernos de que son algo mas que meros gestores de un sistema economico sobre el que han perdido toda capacidad de iniciativa, impedir que veamos que la democracia ha devenido ya casi en un mero simulacro, y reafirmarnos en la idea de que ellos <>.Los ciudadanos, ante un mundo huerfanoya de una realidad objetiva que sirva de referente comun frente al cual contrastar nuestras opiniones, y en ausencia de eficaces medios de argumentacionpublica, nos mostramos encantados antela posibilidad de pronunciarnos liberrimamentesobre casi todo.

  • Para el chico que nunca me amo de Carolina L. Aguirre

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    Ana Salazar.
    Fiel creyente del amor.
    Romantica empedernida.
    Aspirante a ser la protagonista de una historia de ensueno.
    A sus dieciseis anos esta convencida de que el amor es el sentimiento mas puro y hermoso que
    cualquiera podria experimentar, pues unicamente ha leido maravillosos versos sobre aquel.
    Sin embargo, tras conocer a Adrian, el chico que se convertiria en su mejor amigo y de cual caeria
    terriblemente enamorada, descubre el lado mas turbio y doloroso que no suelen desvelar en los
    cuentos de hadas.
    Y con ello debera aprender a lidiar, incluso, con la desconfianza en si misma.

  • Donde mejor canta un pajaro de Alejandro Jodorowsky

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    Basandose en una sugerente frase de Jean Cocteau, <>, Jodorowsky nos sumerge en un amenisimo relato, tan comico y sorprendente como heroico y legendario, sobre la vida de sus antepasados, desde sus bisabuelos hasta sus padres. Esta reconstruccion narrativa de su arbol genealogico le sirve para bucear en el sentido de su propio ser y su propia vida, a traves de una inmensa geografia: Ucrania, paris, Venecia, Chile o Argentina.

  • La condesa despojada (Damas poderosas 2) de Noa Pascual

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    Lady Abigail Yvaine Allende de Aberdeen siente el peso del mundo sobre sus hombros. Ser una mujer con titulo en su epoca es motivo de envidias y recelos. Pero ella es fuerte y sabe lidiar con sus enemigos.
    Tiene poder para elegir con quien quiere casarse, y ella cree en el amor. La pena, es que el unico hombre que la comprende y con quien desea estar en todo momento no cree en el amor: el duque de Hamilton, que sigue soltero y no muestra interes en desposar a ninguna dama.

  • Simplemente perfecto de Jostein Gaarder

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    El primer dia de universidad, Albert conoce a Eirin. No se habian visto antes pero ya nunca volveran a separarse. Despues de treinta y siete anos juntos, mientras Eirin se encuentra en un congreso en Melbourne, Albert sale de la consulta del medico con una noticia demoledora. ?Como enfrentarse a algo asi? Para buscar una respuesta, decide refugiarse en la Casa de Cuento, la cabana que tienen a orillas de la laguna Glitretjern. Alli, completamente aislado, se dara veinticuatro horas para repasar su vida, para escribirlo todo, incluso lo que ha mantenido en secreto hasta ese 23 de abril de 2009… Y justamente cuando esta seguro de que ante el solo se abren las tinieblas --como en esas noches en las que remaba hasta el centro del lago para escudrinar el abismo--, Albert comprendera que en toda oscuridad, hasta en la mas profunda, hay siempre un lugar para la luz.
    En esta nueva novela --honesta y bellisima suma vital--, un Jostein Gaarder en estado de gracia consigue, al mismo tiempo, conmovernos y hacernos reflexionar. Todo con un unico proposito: reconciliarnos con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

  • Las cenizas de la inocencia de Fernando Benzo Sainz

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    Una novela de gangsters ambientada en el Madrid de los anos 40.

  • La llama de la pasion de Javier Pina Cruz

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    Un pequeno homenaje a todos esos padres y madres, que tienen que criar solos a sus hijos.

  • Segunda casa de Rachel Cusk

    https://gigalibros.com/segunda-casa.html

    Una vez te hable, Jeffers, de cuando me encontre con el diablo en un tren, saliendo de Paris, y de como desde entonces el mal que normalmente acecha bajo la superficie de las cosas sin que nadie lo moleste se sublevo y arremetio contra todas las partes de la vida. Fue como una infeccion, Jeffers: se apodero de todo y lo pudrio. Creo que no me habia dado cuenta de cuantas partes tenia la vida hasta que cada una empezo a liberar su capacidad para el mal. Se que tu siempre has sabido estas cosas, que has escrito sobre ellas a pesar de que otros no quisieran oirlas y encontraran tedioso ese interes por la maldad y el error. Pero tu seguiste igualmente, construyendo un refugio en el que la gente pudiera cobijarse cuando las cosas se torcieran tambien para ellos. !Y siempre se tuercen! El miedo es un habito como otro cualquiera, y los habitos matan lo que hay de esencial en nosotros. Esos anos de pasar miedo me han dejado una especie de vacio, Jeffers. Sigo temiendo que las cosas me ataquen por sorpresa: sigo esperando oir la misma risa de aquel diablo, la que oi el dia en que me persiguio de punta a punta del tren. Era por la tarde, hacia mucho calor y, como los vagones iban bastantes llenos, pense que podria librarme de el simplemente sentandome en otra parte. Pero cambie varias veces de asiento y al rato lo tenia otra vez delante, despatarrado y riendose. ?Que queria de mi, Jeffers? Tenia una pinta horrible: amarillo, hinchado y con los ojos del color de la bilis inyectados en sangre, y cuando se reia ensenaba unos dientes sucios, uno de ellos completamente negro justo en el centro. Llevaba pendientes y ropa elegante manchada del sudor que le caia a chorros. !Cuanto mas sudaba mas se reia! Y hablaba sin parar en un idioma que no reconoci pero que era estridente y estaba lleno de sonidos parecidos a palabrotas. No era facil ignorarlo, y sin embargo eso era precisamente lo que hacian todos los pasajeros. Iba con una chica, Jeffers, una chica sobrecogedora, poco mas que una nina pintarrajeada y medio desnuda, con los labios entreabiertos y la mirada docil de un animal idiota. Se habia sentado en sus rodillas y el la toqueteaba y nadie decia ni hacia nada para impedirselo. De todos los que ibamos en ese tren, ?es posible que fuera yo la mas dispuesta a intentarlo? A lo mejor me siguio por los vagones para tentarme. Pero yo no estaba en mi pais: estaba solo de paso, iba de vuelta a casa, a una casa en la que pensaba con un temor secreto, y no me parecio asunto mio detenerlo. Es muy facil pensar que algo no te molesta demasiado justo cuando tu deber moral como individuo se ve mas expuesto. Si me hubiera enfrentado a el es posible que todas las cosas que ocurrieron despues no hubieran ocurrido. El caso es que por una vez pense: !que se haga cargo otro! Y asi es como perdemos el control de nuestro destino. Mi marido, Tony, a veces me dice que subestimo mi fuerza, y no se si eso hace que la vida sea mas arriesgada para mi que para otras personas, igual que es peligrosa para quienes no tienen la capacidad de sentir dolor. Siempre he pensado que hay determinado tipo de personas que no pueden o no quieren aprender la leccion de la vida, y viven entre nosotros como un incordio o un regalo. Lo que causan puede llamarse problema o puede llamarse cambio: pero la clave esta en que hacen que pase algo, aunque no lo pretendan ni lo quieran. Siempre estan alterando las cosas, cuestionando y desestabilizando el statu quo; no dejan nada tal como esta. No son malas ni buenas en si mismas --eso es lo importante de este tipo de personas--, pero saben distinguir el bien del mal cuando lo tienen delante. ?Es asi como el mal y el bien siguen brotando el uno al lado del otro en nuestro mundo, Jeffers, porque algunas personas no permiten que ninguno de los dos se salga con la suya? Aquel dia, en el tren, decidi fingir que yo no era asi. !La vida de repente parecia mucho mas sencilla detras de los libros y los periodicos con que la gente escondia la cara para no ver al diablo! Lo cierto es que despues pasaron muchas cosas y tuve que emplear todas mis fuerzas y toda mi fe en el bien y toda mi capacidad de resistir el dolor para seguir viviendo, hasta el punto de que estuve a punto de morir por eso, y luego deje de ser un incordio para todo el mundo. Hasta mi madre decidio que yo le caia bien durante un tiempo. Al final conoci a Tony y el me ayudo a recuperarme, y cuando me ofrecio esta vida dulce y apacible que llevamos aqui, en la marisma, ?que hice yo sino sacarle defectos a la tranquilidad y la belleza e intentar alterarlo todo? Esa historia ya la conoces, Jeffers, porque la escribi en otra parte: la menciono unicamente para que veas como se relaciona con lo que quiero contarte ahora. Pense que toda esta belleza no servia de nada si no tenia inmunidad: que si yo podia hacerle dano, cualquiera podria. La fuerza que tengo, si es que tengo alguna, no es nada en comparacion con la fuerza de la estupidez. Ese fue y sigue siendo mi razonamiento, aunque podria haber aprovechado la oportunidad de vivir aqui un idilio de placida impotencia. Homero lo dice en la Iliada cuando habla de la vida agradable y las ocupaciones de los hombres caidos en combate, sin olvidarse de sus elegantes trajes de batalla, sus carros y armaduras hechos a mano. Todo lo que se ha cultivado y construido con carino, todas esas propiedades, se destruyen con un golpe de espada, se aniquilan en los segundos que se tarda en pisotear una hormiga. Me gustaria volver contigo, Jeffers, a esa manana en Paris, antes de subir al tren en el que iba el diablo hinchado y de ojos amarillos: me gustaria que lo vieras. Tu eres un moralista, y hace falta un moralista para entender como pudo ser que los rescoldos de uno de los incendios desatados aquel dia siguieran vivos anos y anos, que su nucleo continuara activo, alimentandose furtivamente, en secreto, hasta el momento en que mis circunstancias lo reavivaron y las brasas prendieron entonces con las cosas nuevas e inflamaron de nuevo las llamas. Ese incendio se desato en Paris a primera hora de la manana, cuando un seductor amanecer se extendia sobre las formas palidas de la Ile de la Cite y el aire estaba envuelto en esa quietud absoluta que presagia un dia hermoso y claro. El cielo se volvia cada vez mas azul, el follaje verde y fresco de la orilla estaba paralizado por el calor y los bloques de luz y sombra que cortaban en dos las calles eran como las eternas formas primordiales que habitan en la cara visible de las cordilleras y parecen surgir de su interior. Me habia pasado la breve y sofocante noche de verano despierta en la cama del hotel, y en cuanto vi el amanecer entre las cortinas me levante y sali a pasear por la orilla del rio. Parece presuntuoso, Jeffers, por no decir absurdo, describir mi experiencia asi, como si tuviera la mas minima importancia. Seguro que en este preciso instante hay una persona paseando por el mismo tramo del rio, cometiendo igualmente el pecado de creer que las cosas ocurren por un motivo y que ese motivo es !ella! Pero necesito explicarte cual era mi estado de animo esa manana, la euforica sensacion de posibilidad que me embargaba, para que puedas entender lo que surgio de ahi. La noche anterior habia estado con un escritor famoso que en realidad no era mas que un hombre con mucha suerte. Lo conoci en la inauguracion de una galeria de arte, y se esforzo tanto por sacarme de alli que halago mi vanidad. En esos anos yo no recibia mucha atencion sexual, a pesar de que era joven y creo que bastante atractiva. Mi problema era que tenia la lealtad de un perro idiota. Este escritor era, naturalmente, un egolatra insufrible, ademas de un mentiroso, y ni siquiera demasiado convincente; y yo, que iba a pasar la noche sola en Paris sabiendo que en casa me esperaban un marido descontento y una hija, tenia tanta sed de amor que, por lo visto, estaba dispuesta a beber en cualquier fuente. La verdad, Jeffers, es que yo era un perro: llevaba dentro de mi un peso tan descomunal que lo unico que podia hacer era retorcerme inutilmente como un animal herido. Ese peso me anclaba a las profundidades, y alli me revolvia y forcejeaba para soltarme y nadar hasta la refulgente superficie de la vida: al menos asi era como se veia desde abajo. Esa noche en Paris, yendo de bar en bar en compania del egolatra, intui por primera vez la posibilidad de la destruccion, la destruccion de lo que yo misma habia construido; te aseguro que no fue por el, sino por la posibilidad de cambio violento que encarnaba y que nunca se me habia presentado hasta esa noche. El egolatra, siempre ebrio de si mismo, se metia pastillas de menta entre los labios secos cuando creia que no me daba cuenta y hablaba de si mismo sin parar: en realidad no me engano, aunque reconozco que eso era lo que yo queria. Me dio metros de soga con la que ahorcarlo, pero naturalmente no lo ahorque: le segui el juego y en parte me lo crei, otra prueba mas de la suerte que, saltaba a la vista, habia tenido a lo largo de su vida. Nos despedimos a las dos de la madrugada en la puerta del hotel, donde sin disimular --casi rozando la descortesia-- decidio que yo no merecia tanto la pena como para correr el riesgo de ver amenazada su posicion si pasabamos la noche juntos. Y me fui a la cama atesorando el recuerdo de su atencion hasta que me parecio que el techo del hotel se levantaba y las paredes se caian y la inmensa oscuridad estrellada me abrazaba con las implicaciones de lo que estaba sintiendo. ?Por que vivimos tan dolorosamente en nuestras ficciones? ?Por que sufrimos tanto por cosas que nosotros mismos nos hemos inventado? ?Tu lo entiendes, Jeffers? He querido ser libre toda mi vida y no he sido capaz de liberar ni el dedo menique del pie. Creo que Tony es libre, y su libertad no parece gran cosa. Se sube al tractor azul para segar la hierba alta que hay que cortar en primavera, y lo veo ir y venir tranquilamente a cielo abierto, con su sombrero flexible, envuelto en el ruido del motor. Alrededor estan brotando los cerezos: las yemas de las ramas luchan por estallar y cubrirse de flores para Tony, y cuando el pasa, la alondra sale disparada y se queda suspendida en el cielo, cantando y haciendo piruetas como una acrobata. Yo, mientras, sigo sentada, mirando al frente, sin nada que hacer. Es lo unico que he conseguido en cuestion de libertad: librarme de la gente y de las cosas que no me gustan. !Despues de eso no queda mucho por hacer! Cuando Tony vuelve de trabajar la tierra, me desperezo y cocino para el; voy al huerto a coger hierbas y al cobertizo a por patatas. En esa epoca del ano --primavera-- las patatas que guardamos en el cobertizo empiezan a echar brotes, aunque las conservemos completamente a oscuras. Les salen esos brazos blancos y carnosos porque saben que es primavera, y a veces me quedo mirando una patata y pienso que sabe mas que la mayoria de la gente. La manana siguiente a esa noche en Paris, cuando me levante y sali a pasear por la orilla del rio, mi cuerpo apenas notaba el suelo: el agua verde y centelleante, la piedra beige muy clara de los muros erosionados y en pendiente, y los primeros rayos del sol dando en ella y en mi al pasar a su lado creaban un elemento tan ligero que me volvi ingravida. No se si eso es lo que se siente al ser amada, y con esto me refiero al amor importante, al que se recibe antes de que una, estrictamente hablando, sea consciente de su propia existencia. En ese momento senti una seguridad sin limites. ?Que fue lo que vi para sentirme asi, cuando en realidad mi situacion era cualquier cosa menos segura; cuando de hecho habia vislumbrado la semilla de una posibilidad que pronto empezaria a crecer y a propagarse como un cancer en mi vida, consumiendo anos y consumiendo sustancia; cuando unas horas despues me veria sentada cara a cara con el mismisimo diablo? Debi de estar un buen rato deambulando, porque cuando subi de la orilla a la calle las tiendas estaban abiertas y habia coches y gente que iba y venia al sol. Tenia hambre, y empece a fijarme en los escaparates, buscando un sitio en el que comprar algo de comer. No se me dan bien esas situaciones, Jeffers: me resulta dificil satisfacer mis necesidades. Cuando veo a otra gente consiguiendo lo que quiere, a codazos, exigiendo las cosas, decido que prefiero pasarme sin ellas. Me alejo, avergonzada de la necesidad, de la mia y la de los demas. Esto parece una cualidad absurda y siempre he sabido que yo seria la primera en morir pisoteada en una emergencia, aunque me he fijado en que los ninos tambien son asi, que les averguenzan sus necesidades corporales. Cuando le digo esto a Tony, que seria la primera en caer, porque no lucharia para conseguir mi parte, se rie y dice que no se lo cree. !Ya esta bien de analizarse a uno mismo, Jeffers! El caso es que no habia mucha gente en Paris esa manana, y en las calles por las que paseaba, mas o menos cerca de la rue du Bac, no habia ningun sitio donde comprar algo de comer. Las tiendas estaban llenas de telas, antiguedades y curiosidades de la epoca colonial que costaban el sueldo de varias semanas de una persona corriente, y llenas tambien de una fragancia particular que era, supongo, la fragancia del dinero; al pasar yo miraba los escaparates como si a esas horas de la manana tuviera intencion de comprar una enorme cabeza africana tallada en madera. Las calles eran un desfiladero perfecto de luz y de sombra, y yo me empenaba en ir por el sol, sin rumbo ni finalidad. De repente, a lo lejos, vi un cartel colocado en la acera, y en el cartel, una imagen. La imagen, Jeffers, era de un cuadro de L, elegido para anunciar una exposicion de su obra en una galeria cercana. Incluso a distancia reconoci algo en esa imagen, aunque sigo sin saber decir que era, porque a pesar de que habia oido hablar vagamente de L -- no se cuando ni como-- no tenia una idea clara de quien era o que cosas pintaba. El caso es que me llamo: me abordo en esa calle de Paris y segui los sucesivos carteles hasta que llegue a la galeria y entre directa por la puerta abierta. Querras saber, Jeffers, cual era la obra seleccionada para el cartel y por que me afecto tanto. Aparentemente no hay un motivo en particular por el que la obra de L pudiera atraer a una mujer como yo, incluso puede que a ninguna mujer, y desde luego no a una madre joven y al borde de la rebelion, con unos anhelos imposibles que, ademas, estan cristalizados en sentido inverso por el aura de libertad absoluta que irradia su pintura. Una libertad elemental e impenitente, masculina hasta en su ultima pincelada. Es una pregunta que pide una respuesta, y sin embargo no hay una respuesta clara y convincente, mas alla de decir que esa aura de libertad masculina esta presente en la mayoria de las representaciones del mundo y de nuestra experiencia humana en el, y que como mujeres nos hemos acostumbrado a traducirla a un idioma que podamos reconocer. Recurrimos a nuestros diccionarios y desciframos el enigma, evitando algunas de las partes a las que no encontramos sentido o no entendemos, y otras a las que sabemos que no tenemos derecho, y voila!: participamos. Es como llevar un traje elegante que nos han prestado, o a veces directamente una suplantacion; y al no haber sentido nunca nada de esto como mujer, creo que en mi el habito de la suplantacion ha llegado a ser mas profundo que en la mayoria, hasta el punto de que algunos aspectos de mi personalidad parecen de hecho masculinos. Lo cierto es que desde el principio recibi claramente el mensaje de que todo habria sido mejor -- habria estado bien, habria sido como tenia que ser-- si yo hubiera sido un chico. Al mismo tiempo, nunca le vi ninguna utilidad a esa parte masculina, tal como L me demostraria mas tarde, en la epoca de la que quiero hablarte. La imagen del cartel, por cierto, era un autorretrato, uno de esos impresionantes retratos de L en los que se situa mas o menos a la distancia que guardamos con un desconocido. Parece casi sorprendido de verse: mira a ese desconocido con objetividad y sin compasion, como se mira a cualquier persona en la calle. Lleva una camisa de cuadros normal y corriente y el pelo peinado con raya y hacia atras, y a pesar de la frialdad de la percepcion --que es una frialdad y una soledad cosmica, Jeffers--, la representacion de estos detalles, de la camisa abrochada y el pelo peinado y los rasgos puros, no animados por el reconocimiento, es la cosa mas humana y amorosa del mundo. La emocion que senti mientras lo miraba fue lastima, lastima de mi misma y de todos nosotros: la lastima muda que sentiria una madre por su hijo mortal, al que a pesar de todo peina y viste con tanta ternura. Podriamos decir que esto vino a dar el toque final a mi extrano estado de exaltacion: senti que salia del esquema en el que llevaba viviendo muchos anos, el esquema de la participacion humana en un determinado conjunto de circunstancias. A partir de ese momento deje de estar inmersa en la historia de mi vida y empece a diferenciarme de ella. Habia leido bastante a Freud y podria haber aprendido de el lo absurdo que era todo, pero me hizo falta el cuadro de L para verlo de verdad. Lo que vi, dicho con otras palabras, fue que estaba sola, y vi que ese estado era un regalo y una carga, algo que hasta entonces nunca se me habia revelado verdaderamente. Ya sabes, Jeffers, que me interesa la existencia de las cosas antes de que tengamos conocimiento de ellas, !en parte porque me cuesta creer que de verdad existan! Cuando te han criticado siempre, desde antes de lo que alcanzas a recordar, es casi imposible situarse en el tiempo o el espacio anterior a la critica: es decir, creer en tu propia existencia. La critica es mas real que tu misma: de hecho parece que es lo que te ha creado. Tengo la impresion de que mucha gente va por ahi con este problema en la cabeza y eso causa todo tipo de complicaciones: en mi caso hizo que mi cuerpo y mi mente se divorciaran desde el principio, cuando tenia muy pocos anos. Pero lo que quiero decir es que en los cuadros y en otros objetos creados hay algo que puede proporcionarnos cierto alivio y desahogo. Nos situan, nos ofrecen un lugar en el que estar, mientras que antes el espacio siempre estaba ocupado, porque la critica se instalo alli primero. No incluyo las cosas creadas a partir de las palabras: al menos para mi no tienen el mismo efecto, porque para llegarme tienen que pasar primero por mi entendimiento. Mi apreciacion de las palabras tiene que ser mental. ?Me perdonas por eso, Jeffers? No habia nadie mas en la galeria esa manana, tan temprano: en mitad del silencio, el sol entraba por los ventanales y formaba charcos de luz brillantes en el suelo, y yo los rodeaba con la alegria de un fauno en el bosque el primer dia de la creacion. La exposicion era eso que llaman una <>, y por lo visto eso significa que por fin eres lo suficientemente importante para estar muerto, a pesar de que L apenas tenia cuarenta y cinco anos por aquel entonces. Habia como minimo cuatro salas grandes, y las devore todas, una detras de otra. Cada vez que me acercaba a un cuadro --del boceto mas pequeno a las obras paisajisticas mas grandes -- tenia la misma sensacion, hasta un punto en que me parecia imposible volver a experimentarla. Pero no: la sensacion se repetia cada vez que me enfrentaba a la imagen. ?Que era? Era una sensacion, Jeffers, pero era tambien una frase. Puede sonar contradictorio, despues de lo que acabo de decir de las palabras, que las palabras acompanaran a la sensacion de una manera tan definitiva. Pero no era yo quien las encontraba. Eran los cuadros quienes encontraban las palabras en algun rincon, dentro de mi. No se de quien eran ni quien las decia: solo que eran dichas. Muchos cuadros eran de mujeres, y en su mayoria de una mujer en particular, y en este caso mis emociones eran mas reconocibles, aunque todavia indoloras y separadas del cuerpo. Habia un dibujo pequeno, al carboncillo, de una mujer dormida en una cama, con la cabeza oscura como una simple mancha de abandono entre las sabanas revueltas. Reconozco que una especie de llanto amargo y silencioso salio de mi alma ante la cronica de una pasion que parecia definir todo lo que yo jamas habia conocido e ignoraba si llegaria a conocer. En muchos de los retratos grandes L pinta a una mujer de pelo moreno y bastante carnosa --con frecuencia el aparece en el cuadro con ella--, y me pregunte si aquella mancha en la cama casi borrada por el deseo seria la misma persona. En los retratos, la mujer normalmente lleva una especie de mascara o disfraz; unas veces parece que ama a L y otras veces simplemente parece tolerarlo. Pero el deseo de el, cuando estalla, la extingue

  • La Serie completa Nosotros de Patricia Bonet

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    <>. ?Un vuelo agradable? Si tuviera que definirlo, se me ocurren muchas formas de hacerlo, pero desde luego ninguna de ellas seria <>; me ha tocado pasillo, por lo que me he pasado la mitad del tiempo levantandome para que la senora que tengo al lado pudiera ir al aseo. No sabia que alguien podia mear tantas veces seguidas. Pero no contenta solo con eso, no se ha callado. Ni un momento. Me ha hablado de su hija Lana, de su perro Scooby y de su nieto Carl, que es la alegria de su vida, aunque el a ella no la quiera nada y le escupa cuando la ve. Asi, tal cual. Y ella tan contenta diciendo que son solo cosas de ninos. De un nino que, por cierto, ya tiene diez anos, y no es que yo sea un lumbreras, pero a esa edad ya saben lo que hacen, ?no? En fin. Ni conozco a esta senora ni voy a volver a verla en mi vida, asi que yo solo he sonreido y he fingido escucharla todo el trayecto. En realidad, lo que he estado haciendo ha sido cerrar los ojos y pensar. ?En que? En lo que llevo pensando desde que mi trabajo en Nueva York termino y supe que era hora de volver a casa. Podria haberme quedado alli. La gente me queria, era bueno en mi trabajo y el sitio no estaba nada mal. Hice algunos amigos, como Scott, mi jefe. Aunque era unos cuantos anos mayor que yo, congeniamos enseguida. Supongo que porque yo necesitaba una figura paterna, alguien que me diera un poco de seguridad y familiaridad en un sitio en el que me encontraba a miles de kilometros de los mios, y el buscaba un sustituto para el capullo de su hijo, porque, si algo definia a ese especimen de hombre, era <>. Tambien echaria un poco de menos mis salidas matutinas a correr por Central Park o el desayuno de los domingos por las mananas en la teteria de la esquina del trabajo. Me costaba mas de cuarenta y cinco minutos ir andando, pero valia la pena solo por esos bollitos de canela rellenos de limon. Pero bueno, no quiero mentir, todo eso estaba bien, pero no terminaba de ser lo mio. Aunque estaba rodeado de personas por todas partes, pues en la oficina eramos mas de cuatrocientos trabajadores y tenia buena relacion con todos, y ademas tenia a Scott, pero, como ya he dicho, me sentia muy solo. Me faltaba mi gente. Mis amigos, sobre todo Pedro, los tocapelotas de mis hermanos, mis padres y, para que mentir, ELLA. Mierda. Es que no me la quito de la cabeza ni medio segundo. Y si, antes ya era una tortura, pero mas o menos podia llevarlo; total, la tenia a miles de kilometros de distancia. Pero ?y ahora? Ahora la tengo demasiado cerca como para poder ignorarlo. El avion acaba de dar una sacudida, lo que significa que hemos tomado tierra. He estado tan metido en mi mundo que ni me he dado cuenta. Suspiro, cojo aire y lo suelto tres veces seguidas, me seco las palmas de las manos en los vaqueros y cuento hasta diez. Me levanto incluso antes de que las luces que indican que ya puedo desabrocharme el cinturon se apaguen, pero necesito coger mi ordenador y salir de este agujero que me esta asfixiando por momentos. Me giro para sonreir a mi nueva <> y decirle adios con un ligero movimiento de cabeza, y salgo por la puerta como alma que lleva el diablo directo al autobus que me llevara hasta la sala de recogidas de maletas, para poder coger la mia e irme a mi casa. Hogar, dulce hogar. Se me hace tan raro estar aqui de vuelta que, por un momento, una milesima de segundo, me han dado ganas de dar media vuelta, volver al avion con el comandante como se llame y pedirle que me lleve de vuelta a las Americas. Pero no, estoy aqui, he vuelto y lo hago para quedarme. Cuando ya estamos todos en el autobus como sardinas en latas -y esta claro que algunos sin ducharse-, ponemos rumbo al edificio que alberga nuestras pertenencias mas valiosas, que en mi caso es una pequena maleta. No es que haya sobrevivido todo este tiempo con tres pantalones y dos polos, es que mis padres vinieron hace un par de meses y se trajeron casi todas mis cosas. De valor no tenia nada, porque los muebles y demas pertenecian a la casa de alquiler en la que me alojaba, pero si se trajeron la ropa de invierno, zapatos y chaquetones, asi que me deje lo esencial: algunas prendas basicas y mi ordenador portatil. Por fin llega la mia, esa que regalaba el banco hace mil anos, marron, fea de cojones, que toda la poblacion espanola tiene, y me dirijo hacia la salida para coger un taxi. No ha venido ninguno de los mios a buscarme. No porque ellos no quisieran, sino porque yo no los he dejado. Me gusta muchisimo estar con ellos, pero pueden llegar a ser tremendamente agobiantes, y yo necesito un poco de espacio para habituarme a mi nueva situacion y pensar en como me voy a enfrentar a todo lo que se me viene encima. Y porque les he mentido. No me siento orgulloso de ello, pero situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. O como se diga. Les he dicho que llegaba mucho mas tarde. Casi por la noche, vamos. No a las ocho de la manana. Al unico al que le he dicho la verdad es a mi hermano Javier, al que, por cierto, le mando un mensaje para avisarlo de que ya estoy aqui. Y es que con el no tengo ningun problema. Si yo le digo que no quiero que venga a recogerme, no hace preguntas, me dice que vale y se queda en su casa; o en el bar, depende de la hora. No he querido que venga nadie porque solo tengo ganas de llegar a casa, darme una ducha, quedarme en calzoncillos y dormir todo lo que no lo he hecho estas ultimas semanas. ?Que por que no he dormido? Porque estoy cagado de miedo. He sonado con volver desde antes de marcharme, he sonado con verla desde antes de despedirme y he sonado con volver a hablar con ella desde antes de mandarlo todo a la mierda. Pero una cosa es sonar y otra muy distinta, la realidad. Y la mia es que estoy aqui, que he vuelto y no tengo ni idea de por donde empezar. Me aterra tenerla enfrente de mi otra vez porque no sabria que decirle ni como actuar. No se si me odia -aunque estoy convencido de que si- ni si tiene ganas de verme -estoy convencido de que no-. Llevo mas de tres anos sabiendo cosas de ella a traves de los demas. Jamas acompano a ninguno en sus viajes, ni se sumaba a las felicitaciones y llamadas a traves del Skype, ni participaba en los regalos conjuntos que me llegaban. Si, ponia su nombre, estaba su dedicatoria, pero no era su letra. Mejor dicho, no eran sus palabras. El taxi llega por fin a la puerta de mi casa; le pago y bajo, sacando yo mismo la maleta del maletero porque ahora me han entrado las prisas. Necesito sentirme seguro, protegido, y mi casa se convierte en mi refugio. Subo los peldanos hasta llegar a la puerta principal poco a poco, disfrutando del momento y maravillandome de lo que encuentro a mi alrededor, porque, para que negarlo, mi casa me encanta. Al subir arriba del todo, dejo las maletas en el suelo y meto la mano en el bolsillo derecho del pantalon para sacar la llave, la cual aprieto tan fuerte que hasta me hace un poco de dano en la palma de la mano. La meto en la cerradura y la giro dos veces, lo que me confirma que mi hermana no esta en casa. Cuando me marche, me pregunto si podia mudarse aqui. Adora a mis padres, pero, palabras textuales, <>. Siempre han sido un poco controladores con los tres, para que negarlo, pero debo reconocer que con mi hermana han llegado al acoso. Asi que no tuvo que suplicarmelo mucho, aunque me habria encantado verla de rodillas pidiendo clemencia. Cogio la copia que guardaba para las emergencias y se instalo aqui. Para mi tambien supuso un alivio, asi tenia a alguien que cuidaba un poco de ella en mi ausencia. Hablo de mi casa, claro; mi hermana se vale ella sola. Y, ademas, asi cuidaba de las pequenas plantas que tengo en el jardin. Aunque miedo me da cuando salga a ver como estan. Cojo la maleta, entro y cierro la puerta detras de mi. A simple vista esta tal y como la deje, a excepcion del sofa, que tuvimos que reemplazar por culpa de un pequeno percance, del cual prefiero no hablar. La cocina esta impoluta y, por lo que puedo divisar a traves de la cristalera, el jardin y mis plantas estan perfectas. Debo empezar a confiar mas en Paula. Cierro la casa con llave, una pequena mania -o una de muchas-, dejo la maleta en el suelo y recorro mi hogar poco a poco, tocando los muebles y admirando el olor a jazmin que lo impregna. Me acerco hasta la libreria, pero no para ver los pocos libros que hay, sino las fotos, en concreto una en la que salimos los cinco el dia del cumpleanos de Javi hace ya siete anos por lo menos, todos disfrazados de mejicanos, con las mejillas sonrosadas y los ojos vidriosos de tanto reir. Paula esta a caballito de Pedro, Javi a su derecha haciendo el mono, y yo a su izquierda, con Eva subida a mi espalda. Tiene la sonrisa mas bonita que he visto en mi vida, y la echo mucho de menos. Estoy cansado de verla a traves de las fotos, ahora necesito hacerlo en directo. Dejo la foto en su sitio, voy hasta la cocina y abro la nevera con la esperanza de encontrar algo de comida en ella. Me doy por satisfecho. Tengo queso, jamon e incluso cerveza, asi que me preparo un sandwich, me lo como rapido y subo a mi habitacion para poder darme una ducha bien fria y acostarme un rato, que bien lo necesito. [?] <>. Parece musica, pero no se de donde viene. Por poco se me sale el corazon por la boca del susto que me he dado. Me incorporo en la cama e intento calmarme, con los cinco sentidos alerta e intentando acostumbrarme a lo que tengo alrededor. Me doy cuenta de que estoy en mi casa de Valencia y de que esa musica viene del piso de abajo. Debe de ser mi hermana, que ha llegado y no se ha enterado de que hay alguien arriba.

  • Dulces Escarchados de A.m. Willard

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    Morgan Lewis, una romantica sin esperanzas y la burbujeante duena de Polka Dot Bakery, no podia esperar para casarse con el hombre de sus suenos. Sintiendose mareada mientras camina por el parque llevando su hermoso vestido de novia por encima del hombro, ve algo que ninguna futura esposa deberia ver. En ese momento, la boda de sus suenos se convierte en una historia adecuada para una revista de chismes. Mientras las lagrimas corren por su rostro, ella se pregunta a quien cancelar primero: la iglesia o el proveedor.

  • Si me traicionas (Los hermanos MacCarrik), Kresley Cole de Kresley Cole

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  • Un mundo de tres ceros de Muhammad Yunus

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    Muhammad Yunus es uno de los criticos sociales mas agudos de la actualidad. En Un mundo de tres ceros constata que el motor del capitalismo esta roto: que tal como se concibe actualmente conduce inevitablemente a una desigualdad desenfrenada, un desempleo masivo y la destruccion del medio ambiente. Necesitamos un nuevo sistema economico que convierta el altruismo en una fuerza creativa tan poderosa como el interes propio.

  • Deuda de familia de Nadia Noor

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    En 1899, Rafael Vega pierde en un torneo de poquer las escrituras de su casa y de su hacienda. Abrumado por la culpa y sin nada con lo que mantener a su familia, decide quitarse la vida dejando desamparadas a sus dos hijas junto a su mujer. El mismo dia del funeral, el ganador pide ejecutar las escrituras o recibir a cambio el dinero equivalente a su deuda, obligando a la viuda a tomar una pronta decision.
    Robert Conde, un hombre que consigue amasar grandes cantidades de dinero que invierte en la compraventa de tierras, conocera a Natalia, la hija menor de los Vega, y le propondra un trato distinto a su madre: casarse con su hija a cambio de devolverle las escrituras.
    Tras la decision, descubrira un tormentoso secreto sobre su prometida: ella ama a un joven militar con quien intentara escapar. A pesar de todo, truncara sus planes y, tras las dificultades, la arrastrara a su hacienda en contra de su voluntad.
    ?Conseguira doblegar la voluntad de Natalia? O, por el contrario, ?vivira un matrimonio con un oscuro secreto que amenazara con salir a la luz cuando ya sea demasiado tarde?

  • IQ de Joe Ide

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    IQ. Asi se conoce a Isaiah Quintabe en los barrios humildes de la zona este de Long Beach. Hombre solitario, de una extraordinaria inteligencia, se ha convertido en una especie de detective sin licencia al que acuden las victimas de la elevada criminalidad de estos barrios, desatendidos por la desbordada policia de Los Angeles. Gente muy humilde, le pagan con lo poco que tienen.

  • Reclamada por sus parejas (Programa de novias interestelares 3) de Grace Goodwin

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    Desesperada por escapar de un hombre poderoso, decidido a hacerla pagar por haberlo desafiado, la unica opcion de Leah es ofrecerse como voluntaria del Programa de Novias Interestelares. Ella es asignada al planeta Viken, pero, a su llegada, se sorprende al descubrir que ha sido emparejada no solo con un hermoso e inmenso guerrero, sino con tres.

  • El ano que no dejo de llover de Eva M. Soler , Idoia Amo

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    Bienvenidos a Kiltarlity. Un pequeno pueblo escoces donde no faltan los hombres rudos, los dialectos imposibles, la tradicion de los clanes milenarios y, por supuesto, la persistente lluvia.
    A sus treinta y dos anos, Leslie Ferguson ha logrado alcanzar el exito en el trabajo y posee un alto nivel economico, pese a que su caracter avinagrado no despierta demasiadas simpatias en sus relaciones sociales. Cuando es enviada a un pequeno pueblo de Escocia por motivos laborales, la estirada joven no tiene mas remedio que viajar hasta alli acompanada por su ayudante personal, Shane. Pronto, Leslie descubrira que su refinado estilo de vida no es compatible con este lugar: sus empleadas no la respetan, no tiene centros comerciales donde satisfacer su vena consumista, y el encargado de ayudarla en su proyecto es un atractivo highlander que no para de burlarse de ella.
    Pero lo que parecia ser una pesadilla compuesta por niebla, humedad y gente tosca, no solo pondra a prueba su paciencia durante un ano, sino que cambiara su vida de forma radical...

  • Donde termina el arco iris de Cecelia Ahern

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    Una conmovedora novela en la que se nos presenta una seleccion de los divertidos y frescos dialogos que Rosie y Alex, amigos desde la infancia, intercambian.

  • Kolia de Leandro Perez

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    Si esta historia fuera una pelicula, tendria que comenzar cuando mas de nueve mil gargantas cantan el himno a Burgos en el Coliseum, unos segundos antes de que un Madrid liderado por Luka Doncic juegue contra el San Pablo. Como esta historia es una novela, empieza cuando Kolia tiene que encestar tres tiros libres para ganar el campeonato de Espana cadete.

  • El hipnotista (Inspector Joona Linna 1) de Lars Kepler

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  • Sexo y alimentacion, Como influye lo que comemos en el sexo de Rafael S. Cabal

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    A lo largo de nuestras publicaciones hemos argumentado que la clave de una buena salud esta en una buena alimentacion y que incluso diversas enfermedades pueden sanar de acuerdo a lo que tengamos en nuestra heladera. El mismo hilo de razonamiento podemos seguir en lo que tiene que ver con el sexo y la sexualidad. ?Lo que comemos influye en el sexo? Si, y mucho. Desde que tengo 17 anos he probado distintas dietas con diversos motivos. Algunas veces para adelgazar, otras por filosofia de vida, otras para sanar o aliviar determinados sintomas. Recuerdo una dieta que lleve a cabo a mis 25 anos. Queria probar una alimentacion vegetariana por tres meses. No hice una transicion de las proteinas animales a las vegetales. El cambio fue brusco y lentamente fue percibiendo que mis deseos sexuales disminuian. La dieta estaba desprovista de todos los productos animales pero ademas incluia productos vegetales refinados, como las harinas y el azucar. Me di cuenta que mi libido se apago. Mi deseo sexual parecia que habia expirado y por lo tanto me incline a realizar una prueba. Luego de tres meses de dieta sin productos animales, inclui en un almuerzo tres churrascos de carne roja. El resultado a la noche fue sorprendente. Desde ese momento comprendi que la alimentacion y el sexo van de la mano y comence a leer e informarme sobre esta tematica. La alimentacion y la sexualidad estan extremadamente enlazadas en distintas culturas. Por ejemplo para los Arakmbut del Amazonas peruano originariamente el tabaco y la coca eran parte de los ritos sexuales de iniciacion de los hombres, mientras que la chicha masato era parte de la iniciacion femenina. Sin embargo luego de la llegada del hombre europeo comenzaron a concebir a otros alimentos como potenciadores sexuales, caso del arroz y los frijoles. Pero mas alla de ritos de iniciacion sexual y alimentos, o de como determinadas comidas inspiran la sexualidad y el deseo, lo cierto es que en el mundo hoy muchisimas personas presentan problemas de distinta indole a la hora de ir a la cama. Para la autora Michelle Davis "las causales de la disminucion del deseo sexual en hombres van desde las biologicas (bajos niveles de testosterona, disfunciones en la ereccion o eyaculacion precoz) hasta las personales y las asociadas a la relacion de pareja (depresion, cesantia, deficiente imagen corporal, entre otros)". Pero la misma autora expresa que diversos investigadores afirman que esta perdida de la libido se debe a experiencias insatisfactorias, fracasos laborales, economicos o amorosos; la ingesta de farmacos, enfermedades, insomnio u otros trastornos del sueno, baja autoestima, alto nivel de ansiedad, miedo a enamorarse, la rutina y falta de comunicacion, etcetera. No aparece con claridad en la medicina moderna el vinculo entre alimentacion y sexo en lo que tiene que ver con la problematica masculina. Algo similar ocurre con la mirada sobre los problemas femeninos en la sexualidad. Desde la segunda etapa de la Revolucion Industrial el ideal femenino de la mujer burguesa era el de la reina del hogar, casta y angelical. En esa construccion imaginaria de la mujer del siglo XIX se desarrollo el concepto de que la sexualidad tenia una funcion reproductiva y no de gratificacion. En ese contexto la mujer fue dejando de lado su placer y regocijo sexual, lo que genero que comenzaran a manifestarse distintos problemas, como por ejemplo la frigidez. Tampoco se ha relacionado con solidez la relacion de la sexualidad femenina y la alimentacion. Pero de acuerdo a nuestra experiencia, la alimentacion, junto con otros factores, como los geneticos o ambientales, incide positiva o negativamente en las relaciones sexuales, y no en un grado menor. ALGUNOS DATOS DE LA SEXUALIDAD DEL SIGLO XXI La sexualidad en el siglo XXI presenta estadisticas particulares. Veamos algunas de ellas: El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y del Rinon de Estados Unidos elaboro un informe donde se afirmaba que aproximadamente el 5% de los hombres de 40 anos sufre de disfuncion erectil, mientras que entre el 15% y el 25% de los hombres de 65 anos viven este problema. El 48% de las consultas al medico de cabecera sobre sexualidad es sobre disfuncion erectil. La siguiente consulta mas comun es la eyaculacion precoz. En Argentina dos de cada diez consumidores de "viagra" son menores de 20 anos. Segun un estudio bastante discutido del Instituto Kinsey, de la Universidad Estatal de California, los hombres, en el siglo pasado, perdian la virginidad en promedio a los 16 anos y las mujeres a los 17. Datos actuales de Ecuador por ejemplo evidencian que las mujeres comienzan su actividad sexual a los 15 anos y los hombres a los 14. La Encuesta Nacional de Salud y Vida Social norteamericana presento cifras realmente interesantes sobre los orgasmos de las norteamericanas. Solo el 29% de las mujeres encuestadas declararon haber tenido orgasmos, a diferencia de los hombres que aseguraron en un 75% haberlo alcanzado. Segun el estudio la mayoria de las mujeres necesita estimulacion del clitoris ya que solo con el coito no logran alcanzar el orgasmo. La mujer para llegar al orgasmo necesita, por lo general, unos 15 minutos, a diferencia del hombre que usualmente llega al orgasmo entre 3 y 5 minutos. Segun diversas investigaciones las mujeres que ingieren chocolate se excitan mas, al estimular de una forma mas directa las terminaciones nerviosas. Dos tercios de los universitarios norteamericanos han tenido amigos con derechos. En ese sentido se hace hincapie en que la falta de compromiso que vivimos hoy en dia ha potenciado este estilo de relaciones amorosas. 27% de los encuestados indicaron que en estas uniones amistosas solo han tenido sexo, sin involucrar sentimientos profundos. Una encuesta realizada a adultos de entre 29 y 59 anos revelo que las mujeres tienen un promedio de cuatro parejas sexuales a lo largo de su vida. Mientras tanto la misma encuesta afirmo que los hombres por su parte declaran haber tenido siete. Uno de cada 10 adultos casados asegura que generalmente duermen sin compania, segun informacion proporcionada por la fundacion Nacional del Sueno de EEUU. El 60% de los hombres admite haberse masturbado por lo menos una vez en su vida. El 54% de los hombres afirmo que se masturba una vez al dia. Por su parte el 41% de los hombres manifesto sentir culpabilidad al masturbarse. El sabor del semen masculino depende en gran parte de la dieta de la persona. El hombre genera en toda su vida 53 litros de semen. El tiempo en que un hombre tarda en recuperar la ereccion va entre los dos minutos hasta las dos semanas.

  • Herencias colaterales de Lluis Llort Carceller

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    El abogado Ernest Claramunt ha llegado a un acuerdo con la anciana Francesca Puigmajor: a cambio de pagarle una pension mensual vitalicia, el magnifico piso de la mujer en el centro de Barcelona pasara a ser de su propiedad. Francesca tiene casi ochenta anos. El negocio es seguro; rentable lo dira el tiempo. Lo malo es que no todo el mundo respeta las leyes, ni siquiera las relativas a la esperanza de vida, y que el pasado nos puede explotar en la cara en forma de herencia colateral. Una obra de ritmo agil, dialogos fluidos, humor negro, giros argumentales imprevisibles y una protagonista principal que deja huella.

  • Victima de la pasion de Frances Housden

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    Alguien que habia nacido rodeada de lujos y comodidades, como Chelsea Tedman, jamas habria imaginado que acabaria escalando el Everest. Debia resolver el misterio de la muerte de su hermana en aquella misma montana pero, antes de nada, necesitaba un guia.

  • El rey del Honka-Monka de Tomas Gonzalez

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    Despues de la tragedia se quedaron todavia por un tiempo en Bogota. Pasadas las molestias del entierro, las palmadas en el hombro, la piedad de gente que apenas conocia, el perdio la fortaleza que se le habia visto despues de la noticia y durante las ceremonias que siguieron. Y entonces a ella, que habia sufrido de desmayos primero y luego habia sido sacudida por crisis nerviosas que debieron ser calmadas con enormes dosis de Valium, le toco oirlo llorar a altas horas de la noche, encerrado en el bano, con gemidos contenidos de persona corpulenta. No volvio a tocar un pincel y amontono los cuadros, sin mirarlos, en una especie de bodega que habia bajo la escalera. Y aunque seguia siendo una persona silenciosa y afable, se le podia notar cierto desgano, cierta agresividad refrenada. Todavia andaba con muchos amigos, pero ahora se quedaba alelado mientras los otros hablaban, mirando al vacio con ojos desolados. A veces bebia demasiado y terminaba dejando su pesado corpachon colgado de la silla. Los amigos lo cargaban entonces y Lucia los veia entrar, sudando, los tragos pasmados por el esfuerzo de bajarlo del carro y subirlo hasta la alcoba. Lucia les servia un trago, les ponia un disco, conversaba un poco, los besaba en la mejilla y los echaba. Despues de un ano de verlo como roto e inmovilizado, ella empezo a preocuparse. Con los cuadros terminados se habia logrado montar una exposicion que resulto ser un relativo exito, tratandose de un pintor todavia joven y poco conocido. Pero si en condiciones normales el exito le producia cierta desconfiada curiosidad, ahora lo dejaba indiferente. Lucia tuvo que disfrutar sola con las resenas donde se alababa su extrema habilidad y se le auguraba un futuro promisorio; y solo ella pudo alegrarse por la rapida venta de los cuadros y recibir unos dineros que llegaban bien, aunque en el fondo no los necesitaran. Entonces metieron los muebles en un deposito, alquilaron la casa y se fueron. Volaron a Los Angeles. Alquilaron un carro. Al principio el parecio aliviado con el cambio, y por momentos se le pudo ver alegre con aquel vagabundeo que los metia veloces entre naranjales infinitos y despues los hacia entrar a los deslumbrantes paisajes resecos de Nuevo Mexico y Arizona. Vieron soles enormes desaparecer entre piedras y cactus; vieron camiones lejanos titilando en la distancia requemada. Se quedaban un par de dias en algun motel o cabana y despues volvian a meterse en los paisajes gigantescos, donde podia sentirse al mismo tiempo la sensacion de la inmovilidad y del vertigo. Y si viajaban de noche, el incluso podia poner musica, subir el volumen y dejar que el sonido de mandolinas saliera por las ventanillas y se fuera como chispeando contra la enorme oscuridad. Pero fue un entusiasmo fugaz. Antes de llegar a Nueva Orleans su mal genio volvio a acentuarse. Se quejaba de la monotonia de hoteles y autopistas, hacia comentarios sarcasticos sobre la pulpa insipida en que los gringos convertian todo lo que tocaban y se burlaba de los cuadros de Picasso que colgaban sobre los inodoros de los hoteles. Cuando llegaban a algun hotel, se quedaba esperando a que ella saliera de la oficina con la llave, y entonces estacionaba el carro, entraba al cuarto y se tiraba a la cama sin ayudar a bajar nada, sin lavarse los dientes, sin desvestirse siquiera. Y al dia siguiente Lucia debia cargar maletas y maletines, y entregar la llave en la oficina. En Nueva Orleans se alojaron en el barrio frances en un apartamento bello y polvoriento que les alquilo una senora que tenia los dientes podridos y parecia la bruja de Hansel y Gretel. Salieron de dia a pasear por las aguas lodosas del Misisipi en un pequeno vapor de aspas rojas, cargado de turistas, que navegaba bien aunque pareciera de confite y caramelo; por la noche recorrieron Bourbon Street, mezclados con los demas turistas a medio emborrachar que recorrian la calle de arriba abajo oyendo musica y mirandose los unos a los otros. Y aquella primera noche, rematada en un bar donde un pianista musculoso que tenia nariz quebrada de boxeador le dedico a Lucia una version algo desvencijada de Farolito, el parecio divertirse. Durmio mal, sin embargo. A las cuatro de la manana, sentado en el balcon frente a un cenicero repleto de colillas, miraba pasar los ultimos borrachos. Y a las diez miraba su desayuno con cara cenuda y cenicienta. Ella le recordo, en el tono mas severo del que era capaz, que no era solo el quien habia sido golpeado por la desgracia. Se quedaron cuatro dias en Nueva Orleans. A pesar de los comentarios sarcasticos que debia oir de tiempo en tiempo, Lucia se sintio fascinada por esa ciudad alegre, un poco sucia y un poco fermentada, tan parecida a las ciudades del Caribe. Como pasa a veces con la gente silenciosa, el parecia certero cuando hablaba; pero si alguien se hubiera puesto exigente, lo del Disney World para borrachos o lo de los prostaticos tocando clarinete habrian resultado apenas intentos debiles de hacerle dano a un sitio que resultaba dificil dejar de querer. Lucia se quedaba un rato callada, mirandose las manos, y despues de darle la razon volvia a dejarse llevar por un bullicio y un movimiento que la deslumbraban. En Nueva Orleans entregaron el carro, que con su olor a resinas sinteticas, sus blanduras plasticas y sus peluches a base de petroleo habia empezado a asquearlo a fondo, y se fueron para el norte en el camarote-litera de un enorme tren expreso. Por la noche, mientras pasaban postes y fabricas sombrias, mientras el dormia o fingia dormir en la litera, Lucia miraba la eternidad que cada cierto tiempo abrian hacia el este los relampagos de una tormenta cercana. Horas despues se acosto y lo sintio llegar, innecesariamente brutal -- dulce y carinosa, ella nunca se le habia negado--, arrancandole la ropa a manotazos y penetrandola, rasgando y magullando, mientras el tren pitaba feroz, metido ahora en la tormenta masiva que azotaba las ventanillas y revolcaba los arboles vertiginosos y relumbrados. El climax fue rapido y aterrador, y parecio venirles desde el corazon mismo de las tinieblas. Dias despues, sin camisa, el miraba llover por la ventana. Aunque estuvieran todavia en plena primavera, sobre la ciudad habia caido una ola de calor y lluvia que la oscurecia y la hacia aun mas densa. Frente al hotel un hombre despatarrado dormia aferrando una botella de vino en la mano derecha. Lucia habia salido temprano y esta vez ni se habia tomado el trabajo de invitarlo. Cuando lo llamo a mediodia para decirle que todavia se demoraba otro par de horas, el le contesto que podia demorarse lo que quisiera; cuando regreso, a eso de las cuatro de la tarde, lo encontro sin camisa, mirando llover por la ventana. El hombre despatarrado se habia despertado y, sin levantarse, sin soltar la botella ni quitarle la cara barbuda a la lluvia, le pedia plata a la gente que pasaba. Dejo de llover. Visitaron a un amigo pintor que se vestia de negro, llevaba el pelo muy corto y usaba una gotera de oro en una oreja pulcra y rosada como un caracol. Tenia un estudio grande, donde producia cantidades abrumadoras de animales como electrizados sobre fondos de colores primarios. Despues de dos tragos empezaron a recorrer el estudio mirando esa serie infinita de imagenes -- vendidas, ciertamente, mucho antes de que empezaran a ser pintadas--. <>, dijo el, y Lucia lo miro con ojos muy abiertos. El amigo no parecia ofendido, pero tampoco encontraba que decir. Sonrisa cordial y ojos helados, menciono los tiempos, que cambiaban. Lo de la puta fabrica fue lo unico que dijo hasta el final de la visita. Para salvar las apariencias, ella tuvo que sostener la conversacion con su ingles precario mientras un macaco endemoniado la miraba desde uno de los oleos. El cielo se habia cerrado otra vez y habia tomado el color del cemento. De regreso al hotel, Lucia sintio ganas de llorar. El domingo siguiente miraban a un maromero chino que con dos palos lograba mantener otro en el aire, golpeandolo constantemente hasta dar la sensacion de que flotaba. La pequena plaza era un caos de prestidigitadores, equilibristas y musicos. Jovenes de pelo verde y pantalones de cuero fosforecian de palidez bajo el sol. Despues de hacer flotar el palo, el maromero chino empezo a escupir candela, pero solo Lucia pudo verla, porque el estaba sentado en una banca, encorvado bajo sus grandes espaldas, mirandose los zapatos. De regreso al hotel vieron a una viejita en patines, con la cabeza canosa llena de flores plasticas de colores. Cruzo frente a Lucia y le sonrio, afectuosa y feliz. --?La viste? --pregunto ella. El no contesto. Lucia dijo que habia visto a una viejita en patines con el pelo lleno de flores plasticas de colores. --?Y que queres? --pregunto el. Y entonces pregunto que si ella queria que el se orinara de la risa. Para la primavera siguiente el pellejo le colgaria de los huesos como a un buey enfermo. Despues de la partida de Lucia --lo dejo, por supuesto, incapaz de aguantar por mas tiempo esa mezcolanza de apatia y crueldad-- se sintio aliviado, como si le hubieran quitado un morral de encima. Camino liviano por las calles, sin rumbo. Entraba a los bares, salia de los bares, disfrutaba de una inmediatez que por su intensidad abolia el pasado por completo. A la senora que le alquilo el cuarto, unas roidas, joyas baratas y una actitud impersonal algo ingenua, le dijo que se llamaba Boris y se dedicaba a la reparacion de instrumentos. Adorno la mentira con algunos detalles y dejo aparecer el gesto mas parecido a una sonrisa que habia tenido o iba a tener en mucho tiempo. Y se instalo en un cuarto que olia a humedad y a estiercol de palomas. Las palomas venian de todas partes y anidaban en el alfeizar de las ventanas. La primera manana fue despertado por su arrullo desapacible y por el aleteo sordido que producian cuando llegaban o se iban del alfeizar. No sin esfuerzo abrio la ventana, que habia sido pintada muchas veces sin nunca abrirse y estaba soldada al marco, y vio dos nidos, cada uno con un par de pichones implumes y ciegos. Blandos reptiles del Apocalipsis, gargolas repugnantes, abrieron sus desmesurados picos con avidez primordial y cayeron al vacio como pequenos demonios, para estrellarse y desaparecer tres pisos mas abajo, entre pedazos de ladrillo, pedazos de alambre, sillas desbaratadas y colchones sucios, todos desperdigados en el patio que correspondia al edificio. Dos edificios vecinos estaban abandonados: uno tenia las ventanas tapiadas y parecia un enorme nicho funerario, del otro entraban y salian las palomas. Y del reguero de ladrillos del patio brotaban pequenos arboles, muy proporcionados, frescos y de un verdor absurdo para aquellos lugares donde no llegaba nunca el sol. Durante el verano durmio de dia y camino sin rumbo por las noches. Tal como se habia anunciado desde la primavera, el verano llego especialmente caliente y sofocante: llovia mucho y antes de cada aguacero el aire se ponia espeso y aplastaba. Metido en una penumbra de persianas bajadas el sudaba en pantaloncillos, durmiendo o mirando girar un ventilador de aspas metalicas que sonaba como si alguien estuviera sacudiendo una bolsa con clavos o monedas. Por la noche se ponia la ropa sobre el cuerpo todavia encharcado de sudor y salia a la calle despues de sacar un par de billetes del sobre donde Lucia le habia dejado una suma grande, tan grande al menos como irian a ser sus necesidades durante el verano, dinero que el ni habia pedido ni habia rehusado. Despues de caminar un rato se metia a cualquier bar, pedia una cerveza y se sentaba a mirar la television. En las tinieblas del bar alumbraba el verde del pasto en estadios donde hombres de mandibula cuadrada escupian y rasgaban el aire con miradas diamantinas. Senoras de ojos azules abrazaban con amor cajas de detergente mientras maridos vestidos con camisas impecables las miraban complacidos. Una pareja de novios se arrebataba una galleta de chocolate y se reia. La espuma de su cerveza se desvencijaba poco a poco, regresando de una elaborada e ilusoria estructura a la sencilla repugnancia del liquido plano y ahora tibio, que el bebia sin asco y casi sin pensarlo. En la pared de los banos, vulvas humilladas recibian falos en los que el orgullo masculino se sumaba a la propia torpeza del dibujo para plasmar una vanagloria atroz que alcanzaba los ultimos limites posibles de la fealdad. Cuando algun fanatico del beisbol le palmoteaba la espalda, sin sospechar que no se trataba de un camarada sino de alguien que solo miraba el verde puro, abstracto e irreal de los prados lejanos, el encogia sus hombros anchos, cada vez mas huesudos, de modo que el fanatico dejaba congelar un poco la sonrisa, enfriar sus ojos entusiastas, y retiraba el brazo, consciente de que habia tocado un territorio profundo y prohibido. Despues de mantener por horas el codo sobre la barra y la mandibula apoyada en la palma de la mano, salia del bar a la hora de cerrar con el hombro derecho cubierto por la ceniza de los incontables cigarrillos que habian ardido entre sus dedos mientras miraba a los novios que se disputaban las galletas de chocolate. Caminaba por calles que olian a orines, llenas de periodicos y paraguas desmembrados, y se dirigia hacia los parques del rio. En las bancas dormian los hombres desplomados. El movil reflejo de un aviso de Pepsi-Cola flotaba sobre las aguas oscuras. A veces dormia en una banca, como los otros, a veces se amanecia viendo bajar las aguas sucias hacia el mar. Cuando llegaba al cuarto se tomaba un trago grande, para escapar del aleteo de las palomas, y se tiraba en la cama a sudar y a sonar con un pasado que regresaba en imagenes descoyuntadas y revolcadas, como si por su memoria acabara de pasar un viento furibundo. Sin hablar casi con nadie, sin lavar su ropa, sin preocuparse por su creciente mal olor, se le fue pasando el verano. El pintor de animales endemoniados lo invito un dia a una fiesta a la que irian amigos comunes, pero el no fue, por supuesto. Ni siquiera penso que resultaria dificil entenderse con gente demasiado inteligente, que el buen gusto de una rebeldia aparente iba a hastiarlo o que las minimas formas convencionales de trato irian a resultarle insoportables. En un tono neutro dijo, sin mas, que no queria ir; miro con sencillez al pintor de animales electrizados, como se mira y entiende un cactus o una rosa, le dio la espalda y lo olvido por completo. El clima todavia no empezaba a refrescarse. Los hidrantes elevaban de dia chorros de agua en los que se banaban los ninos como pajaros; de noche caian contra el espejo del asfalto como si arrastraran carros y edificios, sirenas y neones, y los aniquilaran en un cataclismo espectacular contra la tierra. El recorria las noches del verano metiendose por sitios profundos, recovecos turbios, pero casi siempre buscando terminar la noche bajo cielo abierto. Por algun tiempo anduvo con una mujer morena que tenia el tatuaje de una culebra en el estomago. Con ella entro y salio de bares, con ella paso dias en cuartos de hoteles desastrados, que tenian baneras negras y cortinas espesas y raidas, y que parecian estar mas hondo que los trenes subterraneos cuyo ruido los calaba por completo. Envuelta en la luz de mecheros de alcohol, la vio hacer brillar jeringas, la vio casi desaparecer de placidez en el fluido de su propia sangre como quien se deja llevar por un ancho rio hacia el olvido. Aparte de que se hacia llamar Boris, ella no supo ni quiso saber nada de su vida. Se poseian con lujuria y sin ternura. Se encontraban al azar, sin alegria y de un modo fatal, como si dioses desganados hubieran tenido el momentaneo capricho de arrimarlos. Se despedian sin darse cuenta, desapareciendo el uno del otro como desaparecen las personas en los suenos. Cada cierto tiempo recibia cartas con estampillas de animales, plantas tropicales, proceres. Las dejaba sin abrir hasta que llegaba una nueva y entonces leia las dos con desatencion, chismes lejanos, historias de amigos que ya habia olvidado, formas afectivas que de lo puro marchitas ya ni tristeza producian. A veces se quedaba largos ratos mirando el azul intenso de las grandes mariposas, y a duras penas leia la letra abierta, pulcra, femenina, que le hablaba de gente que para el ya estaba muerta. Las orquideas, las mariposas de Muzo, los heroes de mirada ingenua, en la barra de un bar, en su propio cuarto, en los hoteles, eran despojos minimos y nitidos de un inmenso naufragio que a estas alturas ya ni centro tenia, ni periferia. En un sobre le llegaron las paginas dobladas de un periodico, donde se hablaba de el y se reproducia uno de sus cuadros. Las miro y volvio a doblarlas como si fueran un documento amarillo y apolillado, un poco repugnante, que hablaba de gente remota, desde hacia mucho tiempo convertida en polvo. Para entonces el pelo le habia crecido demasiado y se lo habia agarrado atras con un caucho. Su frente se veia muy amplia, sus ojeras muy grandes. Los vientos empezaron a soplar mas frescos. Las camisas de pana que habia traido de Bogota le colgaban abundantes y le daban una apariencia mistica. Se afeitaba cuando el roce de la barba con la almohada empezaba a fastidiarlo, cada tres o cuatro dias, sin espejo, rapido y sin preocuparse por los parches de barba que quedaran. Una vez, ya casi de madrugada, lo sorprendio un aguacero mientras miraba bajar el agua del rio para el mar. Camino despacio bajo la lluvia y sintio que uno de sus zapatos estaba roto. La noche siguiente, en un baratillo que abria las veinticuatro horas, compro unos tenis que al principio casi cegaban de blancura en contraste con su ropa oscura, pero que rapidamente se fueron curtiendo con el polvo de calles y bares hasta ponerse casi negros, y que serian usados sin lavarse nunca y de un modo continuo hasta su disolucion total. Otra noche un hombre tan flaco y grande como el mismo le pidio cuarenta y tres centavos que le faltaban para una botella de vino. Con uno de los billetes que le dejara Lucia compraron una botella de conac caro y se sentaron a beber frente al rio. Un pequeno velero, con solo una luz verde en lo alto del mastil y las velas desplegadas, paso remontando la corriente en la oscuridad, como una mariposa nocturna. El hombre dijo ser sueco. Durante la noche dijo ser exmarino mercante, exingeniero, exgeologo. Tambien era aleman, y el entonces lo dejo hablar, sin creer ni dejar de creer, como el que se deja acompanar por el ruido del agua que baja entre las piedras. La noche era limpia y las luces de los aviones se movian muy nitidas contra la negrura compacta del cielo. Una rata larga paso en la oscuridad y desaparecio en un bote de basura volcado. El sueco, ya borracho, termino una historia que lo habia conmovido y agitaba los hombros bajo el peso de sollozos vigorosos. Se bebio un trago grande. Parecio aliviado de la angustia que le habia producido su propia ficcion y siguio hablando sin parar, como saltando un abismo a cada instante, creyendose por turnos extopografo, finlandes, exgeologo, exmarino, holandes, unas veces arruinado por los viajes, otras por las mujeres, el juego y el alcohol. Como esa noche pasaron muchas. Las personas desaparecian y volvian a aparecer. A traves del sueco conocio mucha gente. Habia ajedrecistas fetidos, borrachos y caballerosos, muy raidos, que jugaban partidos a veces insensatos, a veces brillantes; habia hombres abstraidos que garrapateaban incansablemente cosas en cuadernos sucios; habia gente que con el alcohol comenzaba a discutir minucias a grandes voces y con gestos ampulosos y violentos, como si estuvieran en juego los destinos ultimos. Noches largas durante las cuales probo por primera vez vinos dulces que llevaban nombres como Rosa Salvaje de Irlanda, o Pajaro del Trueno, los mas baratos tal vez sobre la Tierra; noches que terminaban en un reguero de papeles y botellas quebradas que chispeaban despues con el sol mientras los hombres que las bebieron, desperdigados ahora, quedaban caidos en bancas, donde respiraban apenas entre su propia sombra, o intrincadamente ocultos en las grietas del cemento, como si fueran cucarachas o murcielagos. Las hojas empezaron a caer copiosas y a acumularse junto a las basuras de los parques. El caminaba metido en una gabardina demasiado larga, aunque corta de mangas, como las de los espantapajaros de las tiras comicas. La habia comprado por dos dolares a un amigo que ofrecia mercancia vieja, casi basura, en la plazoleta donde habia una escultura que representaba un dado gigantesco. Por algunos dias alcanzo a sentir el espeso olor acumulado de anteriores propietarios, sedimento oscuro que se perdia en los origenes de la raza humana, pero ahora su propio olor habia tomado posesion, o se habia tal vez integrado al antiguo, y ya no lo sentia. Y como la caldera del edificio aun no habia sido encendida, muchas veces el llegaba y se tiraba a la cama con la gabardina puesta, mientras afuera arrullaban las horripilantes palomas, a sonar con un pasado que cada vez le llegaba mas trocado y equivoco. A finales de septiembre recibio una carta donde se anunciaba la llegada de un pariente para principios de octubre. La carta decia que ellos estaban muy preocupados por la falta de noticias, y el tuvo que hacer un esfuerzo para recordar de cuales <> se trataba. A la duena del cuarto todo en la vida, al parecer, le importaba un bledo, y se encogio de hombros cuando el le dijo que se iba. Recibio la llave sin mirarlo y no se tomo siquiera el trabajo de levantar los ojos para verlo salir con su pequeno maletin en la mano y perderse en una noche excepcionalmente calida, aunque llena de bruma. Horas despues la mujer entraria al cuarto y meteria medias rotas, tubos de papel higienico y colillas en una bolsa de plastico negro. Lo haria con gestos mecanicos, sin siquiera odiar, sin recordar siquiera a la persona que habia dejado tras de si semejante basural. Se metio en un hotel pequeno, al frente de una avenida que cruzaba la ciudad de este a oeste, apretujado entre un almacen de almohadas y colchones demencialmente desordenado y una ferreteria polvorienta. Alquilaban cuartos por horas, dias, semanas, anos, tal vez siglos. Al otro lado de la avenida habia un parque con columpios y balancines oxidados, donde alumbraban por la noche los botes de basura a los que hombres oscuros metian fuego y despues rodeaban para calentarse. Su cuarto tenia un inodoro rajado minuciosamente, como una cascara de huevo, y un lavamanos mugroso. No habia ni ducha ni ropero. Ni el ni las demas personas que entraban y salian parecian ya necesitarlos. Se salia del hotel por corredores y escaleras iluminados por debiles lamparas de neon que soltaban luz nebulosa. Todas las noches, al lado de las canecas de basura y de la escalera que bajaba del hotel a la acera, habia un viejo que se acurrucaba para dormir protegido del viento. Mantenia la cabeza metida en una bolsa de plastico negro a la que le habia hecho orificios para respirar. Una vez el le ofrecio dinero, pero el hombre no quiso recibirlo; dejo en cambio oir una voz aspera y gruesa que venia de las profundidades de su cerrada noche de plastico, y le dijo que se llevara su dinero para otra parte, que nadie le estaba mendigando. Por entonces habia empezado a dibujar con carboncillo a la gente de los bares. Una noche quisieron comprarle el dibujo que habia hecho de modo mecanico sobre una servilleta, y que mostraba a un hombre pequeno sentado en una banca alta, encorvado sobre la barra del bar, a la vez envuelto en si mismo y echado para adelante, como un ave de rapina o un demonio. Esa vez no quiso recibir dinero, aunque no tuvo inconveniente en dejarse invitar a un par de tragos que, como siempre, le duraron hasta que cerraron el sitio. Pero despues decidio comprar un revolver que le ofrecian por ahi, conto lo del sobre y vio que le alcanzaba para el arma y solo le sobraba algun ripio. Entonces comenzo a dibujar a la gente y a recibir lo que quisieran dar por los dibujos. Los retratos eran tan oscuros como los bares, y las personas, aunque todavia identificables, aparecian a medio tragar por las tinieblas. Pero el limite de la oscuridad no se adivinaba en el bar (esquinas que, aunque invisibles, estuvieran alli; estructuras que, sin ser vistas, llenaran el alma con la luz de su logica, tranquilizandola), sino que se perdia sin remedio en un abismo sin fondo. El reflejo de unas gafas, una mano cundida de anillos de plata, eran creados con la nitidez necesaria para que todo lo demas cayera en el vientre horroroso de lo oscuro. Sin embargo, la gente, metida en su sopor de alcohol y cigarrillo, rara vez se horrorizaba; miraba el dibujo con interes, sorprendida por la evidente habilidad del dibujante, hablaba un rato con el, le ponia las manos en el hombro y se mostraba casi siempre generosa. Tan pronto recogia lo necesario para pagarse la noche de hotel, la comida y los tragos, el dejaba de dibujar y se quedaba otra vez en la barra, inmovil y en silencio. Pagaba el hotel cada madrugada. Llegaba poco antes de que saliera el sol y le daba el dinero al empleado sonoliento, que le entregaba una llave atada a una lamina metalica de apariencia carcelaria y le devolvia el maletin repleto de ropa sucia que habia dejado en la oficina al salir. Caminaba por escaleras inundadas de luz lechosa --el revolver, helado, subia metido en una media entre la ropa-- y entraba a un cuarto que cada noche era distinto. Todos tenian espejos desportillados y borrosos e inodoros rajados, pero unos daban a la avenida y otros a pasadizos oscuros donde las ratas hacian sonar las latas en las basuras. A el todos le daban lo mismo. Por las delgadas paredes llegaban sonidos que a veces eran vagos, sollozos lejanos que se fundian con los ruidos del vapor en los tubos de la calefaccion, disputas deshilachadas; pero a veces eran demasiado nitidos, bofetadas en cuartos adyacentes, gemidos sexuales, carcajadas crueles.

  • Entre el Valle y las Sombras – Isabel Acuna de Isabel Acuna

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    Olivia Ruiz Manrique, trabajadora social con especializacion en resolucion de conflictos, regresa a su pueblo natal despues de diez anos de ausencia. Trae consigo una valija llena de proyectos y buenas intenciones, pero tambien de dolor y culpa.
    Para Miguel Robles, hacendado prospero de la region, el regreso de Olivia es un golpe duro a su corazon, pues no solo ella es la unica mujer que ha amado en la vida, sino tambien la culpable de que un grupo ilegal haya asesinado a su padre.
    En medio del encuentro y los sentimientos que siempre han estado alli; Miguel y Olivia quedaran inmersos en una serie de hechos confusos y desacuerdos sentimentales que los obligaran a enfrentar un viaje a las profundidades del alma.
    Victimas, desplazamiento forzado, injusticias, amor y erotismo son el eje fundamental de esta historia que nos habla de la pasion verdadera: esa que no se apaga con el correr del tiempo y para la cual siempre existe el perdon, el dolor y la valentia.

  • Sugar Baby de Luis Avila

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    ?Una forma de pareja o un acuerdo comercial?
    La universidad de Tania peligra y ella esta dispuesta a todo con tal de conseguir el dinero suficiente para poder pagarla. Asi es que entra a una web donde buscar Sugar Daddies, lo cual da inicio a su nueva vida de Sugar Baby. Joyas, zapatos, carteras, mansiones, un mundo de lujos se extiende delante de si con una enorme cantidad de peligros, entre ellos. que ningun hombre se obsesione con ella.
    Pero la peor amenaza de todas seria enamorarse.
    ?Cuanto esta dispuesta a dejar de si misma con tal de conseguir lo que necesita?
    #SugarBaby #Tania #Marco #Aiden

  • Un dia de estos de Robyn Carr

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    Sullivan’s Crossing es un camping en el cruce de los senderos del Colorado y de la Gran Divisoria, donde todo el mundo es bienvenido, ya sea para una escapada de fin de semana o para un cambio de vida. Es un lugar maravilloso, donde muchas personas afrontan sus retos con humor, fuerza y amor.

  • El principe indomito de Tara Pammi

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    Reclamaba a su heredero, el producto del desliz de una noche.

  • Diez preguntas que la ciencia (todavia) no puede contestar de Nora Lia Bar

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    Porfiada acumuladora de datos simpaticos, cronista infatigable, en este libro Nora Bar nos guia a traves de la cocina de los hallazgos cientificos fundamentales del siglo XX, tomando como excusa diez incognitas que la ciencia aun no logra resolver. Desde que sucedio antes del Big Bang hasta por que dormimos, su propuesta nos lleva a recorrer la historia de la ciencia occidental a partir de anecdotas desopilantes y datos curiosos, extranos azares y situaciones por momentos paranormales.

  • SOLOS POR UNA SEMANA de Amanda Rodriguez

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    Fabian no podia creer lo que pasaba, todo su trabajo se iria por la borda sino llegaba a tiempo. Acelero el paso, de repente sono su telefono. El apurado sin siquiera ver hacia delante metio las manos en sus bolsillos buscando el celular, que estaba empenado en esconderse !Joder!
    Carol no vio venir al troglodita de un metro noventa y cuando lo hizo ya era muy tarde, su maqueta estaba en el suelo desparramada y destruida. Alli quedaron sus suenos, iba a echar a llorar como una nina pequena, pero se lleno de rabia y empezo a gritar.

  • Novia de una noche de Sarah J. Brooks

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    Odiaba Las Vegas. Recorde lo mucho que odiaba Las Vegas cuando me quede alli en el vestibulo del Bellagio oyendo el incesante tintineo de los artilugios que robaban el dinero y me chupaban el alma al mismo tiempo, pidiendo mi atencion. Este no era mi lugar; Vegas nunca fue lo mio. Desafortunadamente, siendo un disenador de moda famoso y un multimillonario hecho a si mismo, Las Vegas era algo que tenia que tragarme a veces. Los grandes apostadores querian lucir lo mejor posible. Por eso, mi imagen estaba en una valla publicitaria de veinticinco metros de altura en el centro del Strip de Las Vegas. Llevaba solo un par de jeans, sin camisa. La leyenda decia "Desnudalo todo, Xavier Dean". Era excitante. Me acababan de nombrar uno de los hombres mas sexys del ano y mi empresa de relaciones publicas se estaba aprovechando de ello. Una de las razones por las que acepte la valla publicitaria era porque pensaba que nunca la veria y, sin embargo, aqui estaba. Si bien a menudo estaba aqui por negocios, esta vez no era asi. Mi mejor amigo, Damon Rockwell, estaba celebrando su despedida de soltero en Las Vegas de todos los lugares espantosos, asi que me encontraba bebiendo un gran trago de Vegas en un elegante vaso de alto octanaje de cien pruebas, que me quemo la garganta al bajar. Damon y yo crecimos en la misma calle. Aprendimos a patinar juntos, y su abuela hacia los mejores espaguetis con albondigas y salsa casera. Aun puedo saborearlos. Mi madre nunca fue de las que cocinaban. Ambos fuimos criados en una ciudad de clase media moderada donde soportabamos las tribulaciones de la infancia, como los enamoramientos de chicas que eran distantes y desinteresadas y aprendian a lidiar con el maton ocasional. Encontrabamos y derrotabamos enemigos que nos atacaban en la Xbox y nos enfrentabamos cara a cara, superandonos uno al otro en los deportes. Finalmente maduramos, fuimos a la universidad y encontramos diferentes intereses, pero seguimos siendo amigos. El se convirtio en abogado y un hombre de negocios acerrimo y se casaria con una deslumbrante esposa trofeo en una semana. El objetivo de este fin de semana de chicos, conmigo y algunos de sus amigos mas cercanos era estar mayormente borracho y libertino, y todo iba segun lo planeado. Yo, sin embargo, podria solo emborracharme y escabullirme del ultimo evento, que era un club de striptease donde las chicas ofrecian servicios especiales despues del espectaculo. No estaba interesado. Despues de solo veinticuatro horas, el estilo de vida hedonista se estaba agotando. Por el contrario, Damon se estaba divirtiendo. Yo no. De pie en el casino sin nada que hacer, pense en jugar por un instante. No necesitaba jugar por mas dinero, tenia mas que suficiente para toda mi vida y algo mas. Mi marca de ropa era una de las marcas de ropa masculina mas exitosas del mundo. Comence con una vision de la moda masculina y la incorpore a una marca de moda con sede en San Francisco a la que simplemente titule con mi nombre: Disenos Xavier Dean. Mi sello casi se corrio solo despues de una decada de exito. Trabajaba duro en la creacion de ropa de hombre elegante, pero no estaba tan ocupado como para no poder salir y divertirme. El problema era que realmente no me divertia. Me encontraba sentado en la barra, tratando de concentrarme en lo unico que me habia llamado la atencion en medio del tintineo y el ruido. De hecho, casi me arranca los ojos de la cara. Inclinado sobre la mesa de dados estaba el trasero mas perfectamente formado que jamas habia visto. Era redondo, firme y delicioso. Conectado a ese trasero perfecto habia un par de piernas largas y bien formadas con un minusculo monedero dorado colgando de su cadera. El vestido que llevaba no era tan llamativo u ofensivo como algunos a mi alrededor, demasiado escotado para su forma o demasiado alto para su tamano, pero era una silueta exquisita en una forma hermosa. Estaba tendida languidamente sobre la mesa, indiferente y casi aburrida. Ella no intentaba atraer a nadie abiertamente, pero los pensamientos de tomar ese trasero sobre la mesa, mantenerlo quieto y sumergir mi polla en su cono, lo consumian todo. La neblina de alcohol no estaba haciendo nada para dominar mi libido, por lo cual no iba a hacer que mi mente dejara de tomarla por detras. No parecia importarle lo que los demas en la habitacion pensaran de ella. Tenia anillos de cabello dorado con reflejos que brillaban como hebras de oro en la penumbra. Sus grandes ojos redondos te hacian llorar, pero sus labios suaves y carnosos eran la verdadera atraccion. Me costaba mucho apartar los ojos de su boca cuando ella lanzaba los dados. Debia ser habitual, pero era muy sexy. Seria dificil encontrar a cualquier hombre en la habitacion que no pensara en salirse con la suya con ella, inclinado sobre la mesa como ella. Me gustaba tomar vino y cenar con una mujer en la cama. Tratar bien a las mujeres era mi marca registrada y, sin embargo, siempre dejaba una nota a la manana siguiente agradeciendoles por la diversion, sin darles ni siquiera una direccion de correo electronico. Algunas me encontraban y trataban de buscar algo mas, pero la mayoria entendia; solo estaba interesado en una noche. No era exactamente un bastardo. Tenia mis razones para no querer complicaciones en mi ya agitada vida. A decir verdad, era mucho mas facil para mi comprometerme con una aventura de una noche que con una relacion madura con sus inevitables altibajos. Ese no era el tipo de altibajos que estaba buscando. El sexo era divertido, el sexo llenaba los huecos de mi vida cuando estaban vacios. Podia contar con un dedo la cantidad de relaciones verdaderamente comprometidas que habia tenido. Al estar en la industria de la moda, no habia escasez de mujeres exquisitas para llevar a la cama por la noche, o algunas veces mas. Uno de mis mayores problemas era la variedad; simplemente habia demasiadas para elegir. El otro gran desafio era un miedo profundamente enterrado de acercarme demasiado. Lauren era, segun todos los estandares, una de las mujeres mas bellas del planeta. La conoci en la pasarela durante la semana de la moda. Llevaba este ridiculo vestido de pavo real, el tour de force de un disenador en su debut, que la iluminaba como un poster del Cirque du Soleil; sexy, intrigante, evocadora. Era una imagen que te hacia pensar en sus largas piernas dobladas sobre las tuyas, retorciendose facilmente para adaptarse a tu "amor". En realidad, no se parecia en nada a la imagen que yo y muchos otros que la elogiaron vimos en nuestras mentes. Era timida y encantadora. Me rechazo demasiadas veces como para contarlas, asi que me conformaba con su amistad. Era mi primera y unica amistad con una mujer, y deseaba desesperadamente follarmela. La amistad no significaba que no intentara dejar que mi polla tuviera una oportunidad; lo intentaba a menudo. Era bueno intentandolo. Siendo rico, hice mucho mas que vino y cena con ella. Subi la apuesta con unas vacaciones sorpresa a Bali, viajes de fin de semana a Marruecos en mi jet privado, un Mercedes nuevo y un cachorro. Trabajaba duro para ganarme su confianza y, finalmente, su amor, lo que me llevo al momento glorioso, un ano despues, cuando pasamos un dia entero en la cama de un hotel de Nueva York. Follamos tan fuerte que ambos estabamos demasiado doloridos para movernos al dia siguiente, asi que, en esencia, fueron dos dias gloriosos en la cama.

  • El secreto mejor guardado de Jackson (Amar a un multimillonario 1) de Towanda Richardson

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    Cuando Tiffany buscaba su primer trabajo como profesora, no podia imaginar que acabaria dando clase a los reclusos de la prision de Westmoore Fields. Ni que uno de ellos seria Jackson Higgins, con toda la leyenda negra que acarrea a sus espaldas.

  • La analfabeta que era un genio de los numeros de Jonas Jonasson

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    Despues del exito mundial de El abuelo que salto por la ventana y se largo, Jonas Jonasson vuelve a deleitarnos con una novela tan desenfadada como llena de sorpresas. Con su fecunda imaginacion y su sentido del humor surrealista e irreverente, que no deja titere con cabeza, Jonasson ha ideado una historia trepidante que arremete contra la hipocresia de la clase politica al tiempo que ilumina la cara oculta de la historia oficial.

  • Escrito en las estrellas de Raquel Silva

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    Despues de ocho anos en Londres, aun no me habia acostumbrado al cielo gris que solia cubrir la ciudad. Estabamos en pleno agosto y habia amanecido surcado de pequenas nubes de tormenta, que amenazaban con dejar caer un pequeno chubasco veraniego. Un atisbo de nostalgia cruzo mi mente al recordar el agradable clima que el verano ofrecia en New Bern y las refrescantes playas cercanas a mi antiguo hogar. Si bien era cierto que, en mi pueblo natal, los meses de verano eran de los mas lluviosos, el clima era humedo y las nubes solian cubrir el cielo durante la mayor parte del ano, extranaba sentir el calor de Carolina del Norte en mi piel. Guarde el paraguas en el bolso con la esperanza puesta en que el cielo se despejara y diera paso al sol sin derramar una sola gota de lluvia, pero ?a quien queria enganar? Lo primero que aprendi al llegar a Londres fue que siempre debes llevar un paraguas contigo. Yo lo aprendi de la peor manera posible, y mira que me lo advirtieron. Nunca sabes cuando las nubes grises que cubren la ciudad de Peter Pan pueden dejar caer alguna llovizna. Aquella tarde quise salir a explorar el barrio, necesitaba despejar mi mente y pense que un poco de aire fresco era lo que necesitaba. Mi padre me recomendo que llevara un paraguas, pero el sol estaba fuera y, aunque algunas nubes poblaban el cielo, no veia la necesidad de cargar con el. Definitivamente, fue un error. El sol dio paso a la lluvia a los diez minutos, calandome hasta los huesos, y tuve que regresar a casa a la carrera, tratando de evitar resbalar y caer en los charcos, aunque ?podria haber acabado mas mojada aun? Mi padre se paso una semana completa recordandome el pequeno incidente mientras yo no paraba de estornudar. Un escalofrio recorrio mi cuerpo rememorando ese dia, aun asi, no pude evitar sonreir al recordar lo ingenua que fui al pensar que el clima londinense seria como el tipico del Mediterraneo, del cual tanto habia oido hablar. --Adios, Floppy. Portate bien. Nos vemos a la hora de la cena --me despedi de mi pequeno companero de piso antes de cerrar la puerta de mi acogedor apartamento de Knightsbridge. Trece minutos mas tarde subia las escalinatas del Museo de Historia Natural, donde el senor Thompson me esperaba con el programa en la mano. --Hoy es el gran dia. ?Estas preparada? --me dijo mientras me tendia el folleto con la enorme sonrisa que lo caracterizaba surcando su rostro. Claro que lo estaba, o tal vez no. Aunque llevase esperando ese dia mucho tiempo, ponerme a hablar delante de tantas personas nunca habia sido mi fuerte. En cambio, habiamos trabajado mucho para que la exposicion saliera adelante, asi que tendria que reunir todo el valor que pudiese para enfrentarme a aquellas personas. Habia practicado mucho con Floppy, no tenia motivo alguno por el cual ponerme nerviosa. Mientras caminabamos hacia el interior del museo, no pude evitar sonreir, a pesar de los nervios que recorrian mi cuerpo. El senor Thompson habia dejado en casa su habitual look al mas puro estilo de Indiana Jones para sustituirlo por un esmoquin con pajarita, dandole el aspecto de una persona seria, tan alejado de su caracter real, cercano y jocoso. La gente no tardo en llegar. Personas de todas las edades estaban alli para ver aquello por lo que tanto habia luchado. Camine hacia el atril que habian preparado para mi y me pare frente a la multitud. Iba a ser mas duro de lo que esperaba. Cientos de ojos mirandome fijamente. --Buenos dias a todos --comence--. En primer lugar, me gustaria agradecerles que nos acompanen en un dia tan importante como es este para todos los que, de un modo u otro, hemos dado lo mejor de nosotros para hacer que esta exposicion pueda ver la luz en nuestra ciudad. Dentro de esta sala se encuentra el resultado de anos de duro trabajo y esperanza de muchos de mis companeros de profesion. Un trabajo del que me enorgullece haber formado parte durante mas de tres anos y, a dia de hoy, poder compartirlo con todos ustedes. >>Hoy podran disfrutar de uno de los mayores depredadores que ha habido sobre nuestro planeta, contemplar el primer fosil completo hallado hasta la fecha de este fantastico dinosaurio y conocer el trabajo realizado por el equipo de paleontologos a traves de bocetos y fotografias tomadas durante los procesos de campo y laboratorio. >>Rogamos que no toquen nada ni se apoyen en las vitrinas. Si hacen fotografias, por favor, no usen el flash. >>Sin mas dilacion, entren y disfruten de una experiencia que, esperemos, les haga viajar millones de anos en el tiempo. Corte la cinta que nos separaba de la sala de la exposicion y esta cayo al suelo. Las luces se encendieron, dejando al descubierto el resultado de un sueno hecho realidad con esfuerzo, sudor y lagrimas. Eche un vistazo a mi alrededor, vislumbrando cada detalle de aquella habitacion, que comenzaba a llenarse de gente. Junto a las paredes, alrededor de la galeria, se encontraban expuestas cientos de fotografias de la expedicion, asi como diversos fosiles encontrados en la zona dentro de sus correspondientes vitrinas. En el centro de la estancia, rodeado de un cordon de seguridad, se encontraba el esqueleto completo de uno de los depredadores mas letales y veloces que existieron en el planeta: el velocirraptor. Me perdi en mis recuerdos, en todo el esfuerzo que dedique a sacarme la carrera de Paleontologia. El incondicional apoyo de mis padres y de Lara, la esposa de mi padre, cuando mi animo decaia y pensaba que jamas lo conseguiria, ayudandome siempre a seguir hacia delante y nunca rendirme. Mi incredulidad al graduarme con honores. Y el llanto que me entro tras recibir la llamada del senor Thompson, con la que mi padre penso que habia muerto alguien, pues no era capaz de articular palabra cuando me propuso acompanarlo a Corea por primera vez para formar parte del equipo de excavacion, en el yacimiento paleontologico cerca de Gyeonggi, durante tres meses. Un torbellino me saco de mis pensamientos con un gran abrazo trayendome de vuelta al presente. --!Oh, Dios mio! !Esto es fantastico, Kiara! --Maddison <> Wood atacaba de nuevo --. Me alegro tanto por ti. Te dije que lo conseguirias. ?Te lo dije o no te lo dije? --Tranquila, Maddy. Si sigues hablando asi de rapido, comenzaras a balbucear en tu particular idioma y no entendere ni una palabra de lo que dices. --Muy graciosa --espeto, sacandome la lengua. Maddison era mi antitesis, pero juntas formabamos la armonia perfecta. Nos conocimos un par de semanas despues de mi llegada a Londres, cuando me sentia perdida, buscando encontrarme a mi misma en una ciudad que en aquellos momentos, aunque habia pasado varios veranos en ella, aun no podia ver como mi hogar. Jamas podre olvidar aquella tarde en la que se acerco a mi, sin conocerme de nada, y me hizo olvidar mis preocupaciones. Ese dia estaba hecha un mar de lagrimas. Me encontraba sentada en uno de los bancos de Hyde Park, alimentando a una pequena ardilla que pasaba por alli y sintiendo lastima por mi misma, cuando decidio sentarse a mi lado. Obviando las lagrimas que caian de mis ojos, comenzo a decirme que debia tener cuidado con esos pequenos roedores, ya que un dia fue atacada por un grupo mientras disfrutaba de un picnic romantico con su novio. Basicamente, exagero lo que sucedio en realidad, pero su intento por hacer sentir mejor a una desconocida fue el principio de una gran amistad. --Kiara, la exposicion esta siento todo un exito --nos interrumpio el senor Thompson. --Trabajo en equipo, senor Thompson. Jamas podre dejar de agradecerle el haberme permitido ir con usted a Gyeonggi para unirme a su equipo de excavacion. --Las cosas en la vida no se regalan, sino que hay que luchar duro por ellas. En mis anos de docencia --continuo--, jamas habia conocido a una estudiante tan luchadora, comprometida y competente como tu en los estudios. Incluso ahora, trabajando juntos, me has demostrado que no me equivocaba al proponerte formar parte del equipo. Asi pues, si tienes que dar las gracias a alguien, agradecetelo a ti misma. Ahora bien, hay alguien a quien le gustaria conocerte. Maddison se despidio de nosotros, no sin antes recordarme nuestra noche de chicas del dia siguiente, alegando que tenia una gran noticia que darme, y se alejo dando pequenos saltitos mientras tarareaba una melodia inventada, haciendo que varias cabezas se giraran hacia ella con expresiones de poker. El senor Thompson me presento a un empresario coreano llamado Park Dae Hoon, que tenia varias galerias de arte repartidas por el mundo en ciudades como Seul, Washington y Sidney. Estaba tan maravillado con mi trabajo fotografico y artistico realizado para la exposicion que me pidio que le mostrase otros y, aunque le dije que la fotografia y la pintura eran solo hobbies, insistio en ello. CAPITULO 2 Cuando desperte, eran casi las cuatro de la tarde y mi despertador, que debio sonar a la hora programada, se encontraba hecho anicos junto a la puerta. Al finalizar la exposicion, mis companeros me convencieron para salir a celebrar la acogida que esta habia tenido entre los asistentes. Entre unas cosas y otras, termine llegando a casa a las seis de la manana. El cansancio se habia hecho dueno de mi cuerpo, me quite los zapatos y me tire sobre la cama, sin deshacerla y con la ropa puesta, quedandome dormida en cuestion de segundos. Me mire en el espejo y mis ojos pardos me devolvieron una cansada mirada. Necesitaba una ducha de agua bien fria que despertara mi cuerpo por completo e hiciese desaparecer las ojeras marcadas en mi blanca piel, que me daban un aspecto de no muerto digno de las peliculas de zombis mas terrorificas de la historia. La ducha fue un soplo de vida que me dio la energia necesaria para cantar y bailar al ritmo de Beautiful Goodbye, de Maroon 5, mientras arreglaba un poco mi apartamento para dejarlo todo a punto para la clasica noche de chicas que Maddison y yo celebrabamos cada semana. El plan era sencillo. Maddy habia convocado una pequena reunion porque tenia algo muy importante que contarme y la ocasion merecia una de nuestras quedadas especiales en las que encargabamos comida para la cena, teniamos una exhaustiva charla, nos contabamos las novedades que merecian la ocasion o cotilleabamos, y veiamos peliculas hasta que el sueno podia con nosotras. Estaba observando como Floppy trataba de meter la cabeza por un tubo de carton cuando llamaron al telefonillo, por lo que fue mi acompanante para abrirle la puerta a Maddy, que venia cargada de Cheetos y palomitas para cuando llegara el momento de nuestra sesion de cine. --?Donde esta el erizo mas bonito de este mundo? --dijo mientras acariciaba la nariz de Floppy, algo que le volvia loco, ignorandome completamente. --Hola a ti tambien --comente con una expresion de indignacion fingida--. Ya veo que, mientras Floppy esta cerca, es como si yo no existiera. --Eres toda <>, Kiara. --Si, yo sere <>, pero estoy segura de que algun dia, cuando me descuide, secuestraras al pequenin pinchudo y no os volvere a ver en la vida --dije mientras ibamos al salon y dejaba a Floppy en su casita. Maddy solto una de sus sonoras carcajadas y me dio un gran abrazo, aun con las bolsas en la mano. Cuando se separo de mi, puso cara de circunstancias y una picara sonrisa se dibujo en su rostro.--Toma las bolsas, Kiara. Llevo dos dias en los que la mano me pesa mucho --me dijo mientras me tendia la mano con la que sujetaba las bolsas delante de mi cara--. No creo ser capaz de aguantar el peso mucho mas tiempo. En ese momento vi el anillo en su dedo. Era realmente precioso y le sentaba de maravilla. --!Madre mia! !Madre mia! No puedo creermelo. Bueno, si que puedo. Enhorabuena, Maddy --exclame dando pequenos grititos y lanzandome a sus brazos. Ella dejo caer las bolsas al suelo y las dos saltamos, dando vueltas en circulos, como dos adolescentes a las que les habian pedido ir al baile de fin de curso los chicos de los que llevaban enamoradas meses en secreto. Cuando el mareo de dar tantas vueltas pudo con nosotras, decidimos que era hora de pedir la cena. Esa noche tocaba comida hindu, por lo que pedimos varios platos, entre los que no falto vindaloo. La comida picante era de nuestras favoritas y ese plato de pollo al curry con patatas superextrapicantes era toda una delicia para nosotras. --Tienes que contarmelo todo. ?Como fue? --Te prometo que queria llamarte en cuanto Connor me lo pidio --la velocidad con la que hablaba era increible y desconocia como era capaz de respirar entre frase y frase, ya que sus palabras se atropellaban las unas a las otras--, pero no podia hacerlo. No podia llamarte,

  • Nunca digas tu nombre de Christian Martins

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    Siempre he pensado que lo mejor de una amistad es compenetrarse con la otra persona. Creo que esa es la clave para encontrar un amigo de verdad, uno de los que con los anos no se pierde. Y supongo que, por esa misma razon, Cailyn y yo somos, desde que eramos unas crias, una y carne. Terminamos juntas prescolares, nos inscribimos en el mismo instituto y entramos a formar parte del equipo de animadoras de forma simultanea. Nos costo, pero, a pesar de que Cailyn no tenia tantos creditos como yo, conseguimos ir a la misma universidad y que nuestros caminos no se separasen. Tuvimos que sobornar a un chico de administracion para que, de forma fortuita, el destino nos colocara como companeras de habitacion en el campus. Y ahora, unos cuantos anos despues, seguimos compartiendo piso a pesar de que Cailyn continue estudiando el ultimo ano de carrera y de que yo ya me este especializando. Creo que, con los anos, nuestros propios padres terminaron por asumir que eramos, somos y seremos inseparables. Y, cuanto mas viejas nos hacemos, mas claro tengo que Cailyn y yo no nos separaremos jamas. Estoy convencida de que nuestra amistad puede con todo porque, como ya he explicado previamente, nos complementamos de forma perfecta. Cailyn es el fuego, yo el hielo. A ella le encanta el picante, a mi el chocolate. Ella es la locura en persona y yo, a pesar de no ser la sensatez personificada, pienso las cosas un par de veces mas que ella antes de actuar. --Se lo estan pasando bien, ?eh? --me dice Arnie sin quitarle los ojos de encima a mi amiga. Le miro de reojo y veo su sonrisa tonta en la cara. Es evidente que esta disfrutando del espectaculo tanto como ellos. Cailyn esta tumbada en la mesa, echandose tequila en el escote mientras Mike le lame los senos de forma obscena. Suspiro hondo antes de propinarle un buen trago a mi vaso de ron-cola. Cailyn y Mike, en realidad, no estan juntos. Solamente se ven de vez en cuando y, cuando lo hacen, disfrutan juntos sin pensar en el manana. Ambos saben que no tendrian futuro como pareja, asi que ni siquiera se molestan en darse una oportunidad. Arnie y yo, en cambio... Bueno, decir que "estamos juntos" es un tanto precipitado, porque todavia nos estamos conociendo. Pero vamos en serio. Arnie es un chico formal, carinoso y respetuoso, puede que en un futuro me sorprenda, pero por ahora lo poco que se ha dejado ver, me gusta. Me gusta mucho, ademas. El problema que suelo tener a la hora de encontrar pareja es que todos los tios de entre veintiseis --nuestra edad-- y treinta y dos --mi limite antes de considerarlos vejestorios-- son demasiado inmaduros para mi forma de ser y pensar. Es como si los hombres necesitaran muchisimo mas tiempo para madurar y asentar la cabeza. Aunque debo admitir que Arnie parece diferente a lo que suelo encontrar por ahi. Le gusta disfrutar, el cachondeo y salir con los amigos. Se que ahora mismo esta disfrutando viendo a mi amiga semidesnuda tirada en la mesa --!es un hombre!--, pero tambien se que a la hora de la verdad es un chico decente. Y creo que con eso me basta. Si, a diferencia de Cailyn, yo soy bastante mas conformista y no se decir que no. Esa es desvergonzada y no le cuesta dejar claro que quiere en su vida y que no. Y, cuando estamos juntas, nos complementamos de forma perfecta. Incluso en la convivencia. Mike le baja ligeramente la camiseta a mi amiga, dejando sus pechos al descubierto. Arnie, que se lo estaba pasando en grande con la escenita, aparta la mirada de forma brusca y se rie, avergonzado. --Creo que estos dos necesitan algo de intimidad, ?eh? Yo me rio. No me molesta que mire. En realidad, yo tambien estoy mirando, ?no? --Creo que si --le digo, cogiendole de la mano para guiarle a mi habitacion. Pero no hemos dado ni un paso cuando suena el timbre. La musica a todo volumen amortigua el sonido y decido que, sea quien sea, se cansara de llamar. Pero no. Insiste. Suspiro hondo, dirigiendome a la puerta principal. Abro sin mirar por la mirilla, adivinando que se tratara de nuestra vecina del quinto, Aida. Aida es una senora amargada que lleva tiempo buscando una excusa para echarnos del edificio, pero como no la encuentra, se dedica a tocar las narices y molestarnos en cada ocasion posible. Pero cuando abro la puerta de par en par, me doy de bruces con la realidad. No es Aida, no. Son dos hombres vestidos de uniforme que, a no ser que sean strippers contratados por Cailyn, son policias. --Buenas noches --me dicen con voz seria y tono autoritario, cruzandose de brazos mientras echan un vistazo descarado al interior. Me giro para comprobar si desde aqui pueden observar el espectaculo que tiene montado mi amiga y, en efecto, descubro que asi es. Siento el rubor ascendiendo por mis mejillas. --?Desean algo? --pregunto, procurando simular una voz infantil e inocente. Pero no cuela, claro. Sus facciones serias no se ablandan con mis triquinuelas. --Una vecina ha llamado quejandose por la musica alta --explica uno de ellos, el que peor pinta tiene--. Parece ser que estais molestando al vecindario. Trago saliva. --Si, ya... Habra sido Aida --les digo, senalando hacia arriba--. No soporta que pongamos la tele a mas del cinco. Es una cascarrabias. El policia que se habia dirigido a mi traga saliva y tuerce el gesto en una mueca de desagrado. --Creo que en esta ocasion se esta quejando con razon --me replica--. No se si lo sabra, senorita, pero son mas de la una de la madrugada. Asiento con la cabeza. --Ahora mismo quito la musica --prometo, avergonzada. Ni siquiera era consciente de la hora. --Si, ahora mismo --repite el policia. Suspiro hondo y me alejo de la puerta, dirigiendome a la minicadena. Giro la ruleta del volumen y, de la misma, escucho los quejidos de Cailyn, protestando por la interrupcion. --No la volveremos a poner --aseguro, a pesar de que mi amiga no para de gritar que "continue la fiesta". --Eso espero --dice el otro policia--. Porque si tenemos que volver a esta casa, no sera solamente para dar un aviso. Asiento, comprendiendo perfectamente a lo que se refiere. --No sera necesario --respondo de forma apresurada. Cailyn continua quejandose como una nina pequena mientras yo aprovecho para despedirme de ellos lo antes posible y cerrar la puerta. Me giro hacia ella y la fulmino con la mirada. Esta sentada sobre la mesa, en sujetador, empapada en sudor y fingiendo unos pucheros demasiado infantiles. --Se acabo --digo, dando un par de palmadas--. El proximo fin de semana, mas y mejor, pero creo que por hoy cerramos la licoreria. Cailyn niega rotundamente. --Pero si nos lo estabamos pasando genial... --protesta con vocecita infantil. Mike le da la razon y yo, desesperada, le lanzo una mirada a Arnie que significa "ayudame con este par de borrachos". --?No os lo estabais pasando bien? ?No quereis seguir con la fiesta? --No quiero terminar pagando una multa --le corto con rapidez--. Asi que bajate de la mesa y ponte un pijama. Cailyn sonrie con malicia y, en ese preciso instante, soy consciente de que algo malo se le esta pasando por la cabeza. --?Y por que no seguimos en otro sitio? --dice, levantando la botella de tequila--. Se me ha ocurrido una idea... Pongo los ojos en blanco. Algo me dice que no sera una buena idea.

  • Di que si de Olga Salar

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    Elba Vilanova es una exitosa periodista y madre soltera de una nina de doce anos. Por casualidad conoce a Efren Ventura, famoso musico de rock e idolo de su hija, y salta la chispa. Cuesta mantener la indiferencia ante el encanto del artista, pero todo cambia cuando aparece en escena Max, padre de Alma, desaparecido anos atras. Max ignora la existencia de su hija, y su llegada pondra a Elba entre la espada y la pared. ?Debe continuar la historia con una salvaje estrella de rock mas joven que ella o darle una oportunidad a su primer amor y tener por fin la familia con la que siempre ha sonado?

  • Ojo por ojo de Anthony Trollope

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    Fred Neville, joven y atractivo oficial ingles de caballeria, se convierte en heredero de un titulo nobiliario y grandes posesiones, pero, pese a la oposicion de su familia, pide poder pasar un ano con su regimiento en Irlanda y “vivir aventuras” antes de asumir sus obligaciones. En Irlanda conoce a Kate, joven de buena familia pero escasos recursos, y se enamoran. La familia inglesa de Neville, sin embargo, no esta dispuesta a que una irlandesa catolica sea la nueva condesa de Scroope…

  • Un extrano en mi cama de Kristen James

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    Megan despierta de un coma a una vida que parece no ser suya y un marido que actua como si la amara… pero ?le esta mintiendo? ?Enganandola? ?Que esta pasando realmente? Toda la evidencia dice que son felices y legalmente casados, y sin embargo, sus fragmentados recuerdos dicen lo contrario. Todas las personas que conoce parecen estar de acuerdo, a menos que ella este sufriendo de paranoia debido a su lesion cerebral. Ellison es la clave de su pasado y futuro, incluso aunque no pueda confiar en el. Eso no evita su atraccion hacia el. Megan interpreta a un agente doble, trabajando con “Eli” para reconstruir su vida mientras trata de descubrir la verdad. ?Por que haria el eso? ?Sabe ella algo que no deberia? El tiene una explicacion para todo, hasta que las respuestas nuevas conducen a una historia aun mas retorcida. ?Que tendra que hacer para descubrir la verdad y saber quien es realmente?

  • La conexion (Partials), Dan Wells de Dan Wells

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    La humanidad esta al borde de la destruccion despues de haber perdido la guerra con los parciales, los seres creados geneticamente. Solo unos pocos miles de seres humanos sobrevivieron al virus letal que se utilizo como arma biologica. Un joven estudiante de medicina llamado Kira Walker descubre que la supervivencia tanto de los seres humanos y los parciales depende de la comprension de la conexion entre ellos. No es solo una batalla por el poder; que es la libertad.

  • Las chicas robadas (Lottie Parker 2) de Patricia Gibney

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    Cuatro chicas desaparecidas. Un secreto enterrado en el pasado.

  • La casa que ame de Tatiana De Rosnay

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    Querido: Puedo oir como suben por nuestra calle. Es un rugido extrano, amenazante; sacudidas y golpes. El suelo tiembla bajo mis pies. Tambien oigo los gritos, unas voces masculinas, altas, excitadas, el relincho de los caballos y el martilleo de sus casas. El rumor de una batalla, como aquel terrible mes de julio tan caluroso en el que nacio nuestra hija, aquella hora sangrienta en la que la ciudad se erizo de barricadas. Hay nubes de polvo sofocantes, un humo agrio, tierra y escombros. Le escribo estas letras sentada en la cocina vacia. La semana pasada embalaron los muebles y los enviaron a Tours, a casa de Violette. Dejaron la mesa, era demasiado voluminosa, tambien la cocina de esmalte, muy pesada. Tenian mucha prisa y yo no pude soportar el espectaculo. Aborreci cada minuto. La casa despojada de todos sus enseres en un brevisimo instante. Su casa, la que usted pensaba que se salvaria. !Ay, amor mio! No tema, yo no me marchare jamas. Por las mananas, el sol se cuela en la cocina, eso siempre me ha gustado. Pero hoy, esta cocina, sin Mariette apresurada, con la cara enrojecida por el calor de la estufa, y sin Germaine refunfunando mientras se recompone los rizos que se le escapan del mono prieto, es un lugar muy lugubre. Con un ligero esfuerzo, casi puedo oler las bocanadas de humo del ragu de Mariette, que tejian lentamente una apetitosa redecilla por la casa. Nuestra cocina, antano llena de alegria, esta triste y desnuda, le faltan las cazuelas y las ollas resplandecientes, las hierbas, las especias en sus tarritos de cristal, las verduras frescas del mercado y el pan caliente en la panera. Recuerdo el dia que llego la carta, el ano pasado, un viernes por la manana. Yo leia Le Petit Journal junto a la ventana del salon, mientras tomaba un te. Siempre me ha gustado ese momento apacible, antes de que comience el ajetreo diario. No era nuestro cartero habitual. A ese, no lo habia visto nunca. Un hombreton grande y huesudo, con una gorra de plato verde que le cubria el pelo de lino. Llevaba una bata de color azul con el cuello rojo que parecia demasiado ancha para el. Vi como se llevaba una mano agil a la gorra y entregaba el correo a Germaine. Luego desaparecio y lo oi silbar bajito mientras seguia su ruta por la calle. Despues de dar un sorbo al te, volvi al periodico. Aquellos ultimos meses, la Exposicion Universal estaba en boca de todos. Siete mil extranjeros invadian los bulevares todos los dias. Una voragine de invitados de prestigio: Alejandro II de Rusia, Bismarck, el vicerrey de Egipto. !Que triunfo para nuestro emperador! Distingui los pasos de Germaine en la escalera y el frufru de su vestido. Es raro que yo reciba correo. Generalmente, una carta de mi hija, cuando considera que tiene que mostrarse atenta, o de mi yerno por la misma razon. A veces, una postal de mi hermano Emile o de la baronesa de Vresse, desde Biarritz, junto al mar, donde pasa los veranos. Eso sin contar los recibos e impuestos esporadicos. Aquella manana, me fije en el sobre blanco y largo. Le di la vuelta: <> y mi nombre en grandes letras negras. Lo abri. Las palabras se distinguian claramente, pero no pude comprenderlas. No obstante, tenia las gafas bien sujetas en la punta de la nariz. Me temblaban tanto las manos que tuve que dejar la hoja en las rodillas y respirar profundamente. Cogi de nuevo la carta y me obligue a leerla. --?Que ocurre, senora Rose? --gimio Germaine. Debia de haber visto mi expresion. Meti la carta en el sobre, me levante y me alise la falda con las palmas de las manos. Un bonito vestido de color azul oscuro, con el numero justo de volantes para una senora mayor como yo. Usted lo habria aprobado. Tambien recuerdo el calzado que llevaba puesto, unas simples zapatillas, suaves y femeninas, y recuerdo el grito que solto Germaine cuando le explique lo que decia la carta. Mas tarde, mucho mas tarde, sola en nuestra habitacion, me derrumbe encima de la cama. Por mas que supiera que aquello podia suceder en cualquier momento, la impresion fue terrible. Entonces, mientras todos los de la casa dormian, cogi una vela y el plano de la ciudad que le gustaba observar. Lo desplegue encima de la mesa del comedor y tuve cuidado de no verter cera caliente encima. Si, veia la progresion inexorable de la calle Rennes, que surgia derecha hacia nosotros desde la estacion del ferrocarril de Montparnasse, y del bulevar Saint-Germain, ese monstruo hambriento, reptando hacia el oeste desde el rio. Con dos dedos temblorosos, segui el rastro hasta donde se unen. Exactamente en nuestra calle. Si, nuestra calle. En la cocina reina un frio glacial, tengo que bajar a buscar un chal y tambien unos guantes, pero solo para la mano izquierda, porque con la derecha quiero seguir escribiendole. Hace unos quince anos, cuando nombraron al prefecto, usted se mofaba: <>. Luego supimos lo que iba a ocurrir con la casa de mi hermano Emile, pero usted seguia sin tener miedo: <>. A menudo voy a sentarme a la iglesia, tranquila y apacible, para pensar en usted. Ahora hace diez anos que murio, pero para mi es como si hubiera pasado un siglo. Contemplo los pilares y los frescos, recien restaurados, y rezo. El padre Levasque se acerca a mi y cuchicheamos en la penumbra. --!Senora Rose, hara falta mas que un prefecto o un emperador para amenazar nuestro barrio! Childeberto, rey merovingio y fundador de esta iglesia, vela por su creacion como una madre por su hijo. Al padre Levasque le gusta recordarme cuantas veces se ha saqueado, destrozado, quemado y arrasado la iglesia desde la epoca de los normandos, en el siglo IX. En tres ocasiones, creo. Amor mio, que equivocado estaba. La iglesia se salvara, pero nuestra casa no. La casa que tanto amaba usted. Capitulo 2 El dia que recibi la carta, el senor Zamaretti, el librero, y Alexandrine, la florista, que habian recibido el mismo correo de la prefectura, subieron a visitarme. No se atrevian a mirarme a los ojos. Sabian que a ellos no les resultaria tan terrible; siempre habria un hueco en la ciudad para un librero y una florista. Pero sin la renta de los locales comerciales, ?como llegaria yo a fin de mes? Soy su viuda y sigo alquilando los dos locales que me pertenecen, uno a Alexandrine y el otro al senor Zamaretti; como lo hacia usted, como lo hizo su padre antes que usted, y el padre de su padre. Un panico frenetico se apodero de nuestra callejuela, que no tardo en llenarse del bullicio de todos los vecinos, carta en mano. !Que espectaculo! Todo el mundo parecia haber salido de sus casas y todos vociferaban, hasta la calle Sainte-Marguerite: el senor Jubert, el de la imprenta, con el delantal manchado de tinta, y la senora Godfin, de pie en el umbral de su herboristeria. Tambien estaba el senor Bougrelle, el encuadernador, fumando en pipa. La picaruela senorita Vazembert, la de la merceria (usted no la conocio, alabado sea el Senor), iba y venia por la acera, como pavoneandose, con un mirinaque nuevo. Nuestra encantadora vecina, la senora Barou, me dedico una gran sonrisa cuando me vio, pero me di cuenta de lo desesperada que se sentia. El chocolatero, el senor Monthier, era un mar de lagrimas. El senor Helder, el propietario de ese restaurante que tanto le gustaba a usted, Chez Paulette, se mordia nervioso el labio, lo que le agitaba el poblado bigote. Yo llevaba puesto un sombrero, nunca salgo sin el, pero, con las prisas, muchos olvidaron el suyo. El mono de la senora Paccard amenazaba con desmoronarse cuando meneaba con furia la cabeza. El doctor Nonant, tambien con la cabeza descubierta, agitaba el dedo indice rabioso. El senor Horace, el tabernero, consiguio que se le oyera entre el tumulto. Desde que usted nos dejo, el sigue siendo el mismo. Quiza tenga el pelo rizado algo mas gris y su panza haya adquirido una pizca de volumen; sin embargo, sus maneras estridentes y la risa sonora no se han debilitado. Sus ojos, negros como el carbon, echan chispas. --Senoras y senores, ?que hacen chismorreando a voz en grito? ?De que nos servira eso? Les invito a una ronda a todos, !tambien a los que no frecuentan mi antro! Por supuesto, se referia a Alexandrine, la florista, a quien le repugna la bebida. Un dia me conto que su padre habia muerto alcoholico.

  • Hay amores de un verano (Rendicion 1) de Lina Perozo Altamar

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    Alessandro Bonanzierri es un extraordinario actor italiano, para quien el exito es una constante en su vida, hasta el punto de ser aclamado como un idolo de generaciones. Tiene una novia hermosa que se siente orgullosa de tenerlo a su lado. Ha estado ligado al mundo del espectaculo desde temprana edad por lo que el publico cree conocer todo de el.

  • Mas que un verano de Victoria Vilchez

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    La manana siguiente de la llegada a Lostlake siempre resultaba para Aria una especie de tregua al caos del dia anterior: los preparativos, las carreras cargando el equipaje, la partida, el viaje y la emocion de ese instante en el que vislumbraba por fin el caseron entre los arboles del camino. La familia Donaldson llevaba muchos anos disfrutando del verano en aquel idilico y aislado paraje. Como su nombre indicaba, era un pequeno pueblo perdido en mitad de la nada. Sin embargo, a Aria le encantaba los meses que pasaba alli. Ese ano seria especial para ella. Acababa de terminar el instituto y al concluir el verano se marcharia a la universidad. No se trataba de que los anteriores cursos escolares hubieran resultado una tortura, tal vez si los ultimos meses, pero nunca habia logrado encajar del todo. No era una marginada pero tampoco pertenecia al selecto grupo de los populares. No era nadie, en realidad, una mas de la masa de estudiantes que pasaban por aquellas aulas. Si bien habia tenido su pequena dosis de gloria al formar parte del equipo de natacion y ser una de las mejores atletas con las que contaba, nunca aprovecho dicha circunstancia. Pero los meses anteriores todo habia cambiado y ni siquiera era ella la que lo habia provocado. De repente, se encontro en medio de una guerra de burlas, cotilleos y miradas acusadoras que nada tenian que ver con su persona. No obstante, aquello ya no tenia importancia. El aroma a cafe recien hecho inundo la cocina y se mezclo con el olor tan caracteristico que impregnaba las paredes del caseron, una combinacion de madera, bosque y la humedad propia debida a la cercania del lago. Aria echo un vistazo por la ventana mientras disfrutaba del silencio que reinaba en la casa y del sabor de la bebida contra su paladar. Tanto sus padres como sus dos hermanos seguian en la cama aun. A pocos pasos, entre los arboles, podia ver una edificacion casi identica a la que en ella se encontraba: la residencia de sus tios. Por la ausencia de luces y de movimiento tras los cristales, supuso que tampoco ellos se habian despertado todavia. Aclaro la taza en el fregadero y salio por la puerta trasera. Iba descalza y no llevaba puesto mas que el banador. Su melena rubia, que normalmente ondulaba sobre su espalda, se hallaba recogida en una apretada coleta para evitar que el pelo le molestara mientras nadaba. Para ella resultaba casi una tradicion lanzarse al agua antes incluso de que el sol hubiera asomado por el este, al menos ese primer dia de vacaciones; ya tendria tiempo de remolonear en la cama hasta tarde durante las siguientes semanas. Tomo el sendero cubierto de tablones de madera que llevaba hasta el lago, el mismo que su padre habia construido con sus propias manos, y no tardo en adentrarse en el agua. Durante varios minutos, dejo que esta la meciera, limitandose a flotar boca arriba. Era su momento favorito. La inminente salida del sol tenia el cielo de los mas variados tonos: naranjas, rosas, amarillos... Era el comienzo de un nuevo dia, un nuevo verano, aquel que la convertiria, a su fin, en universitaria. En cuanto el sol se despego del todo del horizonte, Aria empezo a bracear, alejandose de la orilla por una ruta mil veces trazada. Nado sin descanso, exigiendose tanto como si se tratase de una competicion. A mitad de camino levanto la cabeza y vislumbro su destino: una pequena ensenada de arena en la parte derecha del lago. Continuo nadando, controlando su respiracion mientras se esforzaba por aumentar la velocidad. Puede que fuera debido a su autoexigencia o al cansancio acumulado durante el viaje del dia anterior, o tal vez solo una casualidad, puro azar. La cuestion fue que percibio el instante preciso en el que su gemelo derecho se tenso y un doloroso calambre se fue extendiendo por su pierna. El contratiempo no consiguio desatar su panico. Llevaba demasiados anos nadando y se sentia casi mejor en el agua que fuera de ella. Enfilo hacia una zona rocosa que quedaba mas proxima que la cala a la que inicialmente se dirigia, maldiciendo cada vez que los musculos de sus piernas se contraian y el dolor se agudizaba. No obstante, aguanto y consiguio llegar hasta alli. Tanteo la roca con las manos y se agarro a ella para luego apoyar los pies sobre su superficie, sin otra idea que descansar durante un rato y volver al agua en cuanto consiguiera que su gemelo se relajase. Se veia capaz de soportar las molestias que le provocaria. Al incorporarse, resbalo sobre la roca y trastabillo hacia delante, obligandose a mover los pies sin siquiera ser consciente de donde los colocaba. El movimiento le valio un buen corte en la planta del pie. --!Joder! --exclamo en voz alta. Se ayudo nuevamente de las manos para sentarse y comprobar la herida. Le dolia horrores y sangraba de forma copiosa. Levanto la vista para observar, a lo lejos, la silueta difusa de su casa. Miro la herida una vez mas y se le escapo un suspiro acompanado de otra maldicion. El sendero que bordeaba el lago en esa zona era el resultado de muchos anos de transito de los habitantes del pueblo. La mayoria de las casas estaban en la orilla contraria a la de la residencia de los Donaldson, pero habia innumerables lugares entremedias que eran muy atractivos para el bano y los lugarenos usaban con frecuencia. Ademas existia tambien una pista de tierra habilitada para los vehiculos. Desde el borde de dicha carretera, Aria miro en ambas direcciones. Era demasiado temprano para que hubiera nadie por los alrededores, pero tenia la esperanza de que no fuera ella la unica en madrugar en todo Lostlake. El tiron de su pierna no terminaba de desaparecer y el feo corte que se habia hecho no cesaba de sangrar. Su unica opcion consistia en empezar a andar, o a cojear mas bien, de vuelta a casa. Con suerte, alguien pasaria en coche y podria acercarla. Sus expectativas no tardaron en verse cumplidas, solo que en modo alguno pensaba subirse a la jodida ranchera del mismisimo Max Evans. --Pierdete, Max --le solto, en el momento en que el vehiculo se detuvo a su altura. Apenas lo miro el tiempo suficiente para ver la expresion de fastidio en su rostro. En el instituto todos le conocian por Evans, su apellido, pero Aria habia empleado su nombre a sabiendas de que le molestaria. No era una gran victoria ni suponia demasiado consuelo. No obstante, habia sido incapaz de resistirse. Max Evans era el prototipo de chico americano, un topico con patas. Rubio, alto, de espaldas anchas y sonrisa encantadora, ademas de ojos de un azul cristalino que llamaban la atencion de toda la poblacion femenina del instituto. Como no, tambien era el quarterback estrella del equipo de futbol y, no menos importante, un autentico gilipollas. Aquello ni siquiera le hubiera importado a Aria, nunca se habia preocupado en exceso por esa division de clases inherente a la etapa del instituto. Lo que no soportaba era que aquel chico en concreto fuera el exnovio de su prima, ese que habia hundido a Lea en la miseria social, arrastrandola a ella en el camino solo por ofrecerle su apoyo. El vehiculo avanzo hasta alcanzarla.

  • El rey de las sombras de Fernando Moreno Espinosa

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    Ernesto Buendia e Hipolito Prieto son dos ninos de doce anos que sufriran la tragedia de vivir en primera persona la Guerra Civil. Lora del Rio vera como sus juegos infantiles son transformados en poco mas de un mes, convirtiendose en una espiral de odio y violencia.

  • Abelino de Daniel Urpina Arca

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    Alocada y reflexiva. Banal y profunda. Desternillante y seria.