• libro el muro de klaus kordon - Pintina Cuneo

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    Silvana intentaba conciliar un sueno que tardaba en aparecer, uno imposible desde hacia dias. Unicamente pretendia dar una cabezada, una siesta, aunque fuese corta, seria de gran ayuda, ya que llevaba varias noches durmiendo mal, noches eternas en las que no dejaba de dar vueltas en la cama. Horas interminables de pensar. De pensar en mil cosas de manera continua. La primera semana de cuarentena habia pasado ya, y lo habia hecho con la sensacion de no acabar de creer lo que estaba sucediendo. Pero debia enfrentarse a los proximos siete dias de aislamiento y los pronosticos no eran nada halaguenos. Cada vez que escuchaba que las semanas podian alargarse la noticia le provocaba una terrible desazon anadida a su ya alterado estado de nervios. Y su vecino de patio no estaba ayudando demasiado. Agotada de escuchar aquel golpeteo infernal, se deshizo de la manta del sofa con un gesto brusco y se levanto de un salto. Aquel hombre del bajo de al lado llevaba dando pelotazos contra el muro divisorio casi una hora, estaba desquiciada ya. Su paciencia habia llegado al limite. Con gran estrepito, abrio la puerta corredera que comunicaba la cocina con el patio y proyectando la voz hacia la tapia se encaro con aquel extrano con el que le habia tocado convivir. --!Eh! !!El de la pelota!! Sabia que era un hombre a quien se estaba dirigiendo, esa presencia incomoda que compartia casa con otros dos chicos mas, al menos asi lo creia, porque en ocasiones, demasiadas para su gusto, las voces en la casa de al lado se multiplicaban hasta el infinito. Si, tenia unos vecinos muy sociables, unos escandalosos chicos que hacian mas vida en el patio que en el interior de su vivienda. No podia ponerle cara a ninguno de ellos, puesto que rara vez coincidia con alguno de los inquilinos de su edificio. Por horario de trabajo, porque no era muy dada a entablar conversaciones superficiales con la gente o porque la mayoria de veces que salia de casa, si escuchaba que alguien utilizaba el ascensor, esperaba unos segundos tras su puerta hasta que le llegaba el sonido del portal al cerrarse, evitando asi un encuentro con cualquier vecino. En otras ocasiones, y al regresar a casa, habia detenido sus pasos antes de llegar al edificio. No entraba en este hasta que el portal se quedaba completamente vacio. No, Silvana no era muy sociable y tampoco creia que fuese algo imprescindible, no al menos con los vecinos. Por lo que desconocia por completo la cara del rey del tenis al que le estaba dando alaridos en ese instante. El incansable pom, pom, pom, siguio retumbando en su cerebro. Silvana, separandose de la puerta de la cocina, se acerco mas y grito de nuevo, con el mismo exito que la primera vez. Entonces se alejo unos pasos del muro y haciendo bocina con ambas manos grito con todas sus fuerzas: --!Para! !!!Para con la pelota, por Dios!!! Silencio. Los ojos de Silvana se abrieron de manera sorpresiva. No podia creer que el ruido hubiese cesado. Entonces respiro aliviada, aunque, a decir verdad, que no se escuchase nada tan solo sirvio para que fuese mas perceptible el dolor pulsante en sus sienes y sabia que este se debia unicamente al incordio al que el vecino la estaba sometiendo. --Creo que el partido hace tiempo que lo perdiste, ?por que no dejas ya de dar pelotazos y te vas a leer un rato? --Perdona, ?me estas hablando a mi? --pregunto una voz desde el otro lado. --?Acaso hay alguien mas en todo el edificio reventando pelotas contra mi muro? --Tambien es mi muro, ademas, son las cinco de la tarde, no la una de la madrugada --se defendio el. --?Quieres que te recuerde lo que haceis tus amigos y tu a la una, a las dos, a las tres y a las seis de la madrugada? --Silvana, con los brazos en jarras le hablaba a aquella pared como si pudiera tener ante ella a la persona a la que estaba recriminando. --?A las cuatro y a las cinco no sabes lo que hacemos? Silvana fruncio el ceno extranada, no entendia la pregunta. --?Que dices? --Como no has nombrado esas horas y de las tres de la madrugada te has pasado a las seis, pues no se, por eso te pregunto. --!Vaya! Eres gracioso, ?eh? Molesto y gracioso, lastima que esten los teatros cerrados y no puedas acudir a hacer tu monologo semanal. Espero la replica, sabia que no tardaria en llegar. --Tu eres <>, ?no? --?Que me has llamado? --Pues eso, la tacones, la que se pasa el dia como si desfilase por las pasarelas de Roma, Milan y Paris en sesion continua. ?Se te ha ocurrido alguna vez quitarte los zapatos cuando vuelves a casa? --No vives en el piso de abajo, no se por que te molesta, en cambio no sabes lo irritante que es escuchar vuestras risotadas cada vez que montais un botellon aqui afuera, como si fueseis monicacos de quince anos. Sin hablar, claro esta, de esas ninatas salidas a las que invitais de vez en cuando para que vosotros parezcais mas burros de lo que habitualmente ya sois. Escucho murmurar, pero sin llegar a entender nada. De repente sono un gran pelotazo. --Uno: tengo tus tacones clavados en el cerebro, no sabes como retumban, como me taladra el cerebro ese tac, tac, tac. ?De que crees que estan hechas las paredes? ?De hormigon y acero? Otro pelotazo se escucho con mas intensidad. --Dos: mis companeros y yo nunca hemos molestado entre semana y hasta donde yo se ningun vecino se ha quejado. Ya iba a replicarle a eso cuando un tercer pelotazo sono como si quisiera reventar el muro. --Tres: !!vecina cotilla!! Si tanto te gusta escuchar conversaciones, no lo hagas tras la tapia, ven un dia y asi compruebas lo burro que me puedo llegar a poner. --!?Cotilla?! Pero si vuestras tontadas se escuchan hasta en Saturno y sin necesidad de satelite. Ya daba por zanjada la discusion cuando un nuevo pelotazo se estrello dandole un susto tremendo. --Cuatro: me aburro, !no sabes cuanto! --La pelota volvia a golpear en el muro--. Cinco: hay que hacer deporte, aunque estemos de cuarentena. --Nuevo pelotazo--. Seis: soy el mismisimo Nadal en la final de Roland Garros... Silvana no se quedo a escuchar el predecible <>, entro a la carrera en la cocina y agarrando la jarra del agua que descansaba sobre la encimera, la lleno a rebosar hasta arriba del todo y salio de nuevo. Aquel hombre continuaba dando pelotazos y contando, y con cada numero soltaba una sandez igual o peor que la anterior. Entrecerro los ojos, queria adivinar por el sonido de su voz a cuanta distancia estaria de la separacion; pasados unos segundos de duda lanzo con todas sus fuerzas el agua por encima de su cabeza. El sonido ceso al instante para escucharse una retahila de improperios. --Once --anuncio Silvana--, tras un largo partido es conveniente darse una ducha. --Me has calado las zapatillas al completo, ?lo sabes? --Vaya, ?solo las zapatillas? Pues que lastima. Los improperios continuaron sonando unos minutos mas, pero ella prefirio ignorarlos. Se encamino hasta el salon y busco con el mando algo que ver en television. Al cabo de un intenso repaso, del canal uno hasta el ciento y pico, el sonido del timbre la sobresalto. El corazon se acelero en su pecho. Cuando los timbrazos dieron paso a los golpes, Silvana apago el televisor, repitiendose, convencida, que no pensaba abrir, puesto que intuia quien estaba tras la puerta. --!!Abre, tacones!! --No se habia equivocado, el era su intuicion. Entonces se asusto, quiza habia ido demasiado lejos en lo de vengarse del tipo aquel. Agobiada, busco sus cascos, escucharia musica en su telefono, <>, penso, acomodandose en el sofa. Silvana, frente a la puerta del frigorifico, repasaba sus provisiones. No eran muy abundantes, la compra quincenal que habia hecho antes del inicio de la cuarentena estaba llegando a las ultimas. A medida que pasaban los dias se sentia mas nerviosa. Unicamente habia salido a la calle para tirar la basura al contenedor situado frente a su edificio, pero aventurarse hasta la tienda le generaba estres y ansiedad solamente de pensarlo. En varias ocasiones se habia arreglado, colgandose el bolso al hombro para permanecer inmovil durante unos eternos minutos con la mano posada en el picaporte sin atreverse a salir. Le entraban sudores de saberse rodeada de gente, de estar frente a la cajera, guardando su compra en bolsas, una compra que la dependienta debia tocar irremediablemente. Se imaginaba que encontraria clientes en los pasillos a los que deberia evitar, que tocaria los productos que otros ya habian tocado antes y que habian devuelto a las estanterias, tendria que coger cesta, una cesta que tocaban todos. El verbo 'tocar' tenia una dimension tan gigantesca que era en lo unico que pensaba si barajaba la opcion de pisar la calle, bloqueandose por completo. Ser asmatica y no disponer de mascarilla no facilitaba las cosas. Quiza deberia recurrir a alguien y pedir ayuda, un vecino tal vez. Entonces, una figura sin rostro vino hasta ella; si, el tenista del muro, raqueta en mano, probablemente estaria mas que dispuesto a hacerle la compra para despues lanzarsela hasta su patio como si de proyectiles se tratase. Agito la cabeza frustrada, harta con aquel encierro que sabia necesario pero que la estaba sobrepasando. Ni siquiera sabia si tenia el humor suficiente para enfrentar la tercera semana de confinamiento. El teletrabajo de las mananas era un gran alivio para no pensar en todo lo que el mundo estaba viviendo. Dias atras habia tomado la resolucion de dejar de ver las noticias, las cifras eran tan desoladoras que acababa llorando. Luego se renia. Las personas que queria estaban bien, tenia un trabajo, uno que iba a conservar cuando todo pasase, un empleo que no habia perdido como por desgracia le estaba ocurriendo a tanta gente. No podia evitarlo y se sentia tremendamente egoista, unicamente tenia que estar en casa, pero habia dias que se le hacia muy cuesta arriba. En los dias de bajon no hacia nada fuera del trabajo: no leia, sus ejercicios de yoga directamente los eliminaba de su rutina, comia cualquier cosa y se le hacia de noche sin quitarse el pijama y hecha un completo desastre. Otros, en cambio, era invadida por el espiritu de la limpieza y entonces ordenaba, clasificaba y quitaba el polvo hasta de lugares donde nunca se habia preocupado en mover los muebles.

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  • El muro - Mas Que Lectura

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    Acerca del autor: Klaus Kordon naci� en Berl�n en 1943. Fue transportista y empleado de tiendas comerciales, estudi� Econom�a pol�tica y viaj� como exportador a ...

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  • El Muro - Klaus Kordon | PDF | Alemania del Este | Botella

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    El abuelo Haase an tena guardadas en el stano un par de viejas botellas con. El mensaje en una botella del que hablaba el libro proceda del desaparecido ...

  • Klaus Kordon - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    Su primer libro lo public� en 1977. Desde 1980 trabaja como escritor, adem�s de hacer guiones para la radio y la televisi�n. Sus libros infantiles y ...

  • Uno como los demas de Pintina Cuneo

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    Se busca chica guapa para casarse con hombre feo. Interesadas enviar correo a: [email protected] --Lara, mira esto. --Eloisa le acerco el periodico a su companera de piso. Era domingo, uno mas dentro de otro fin de semana, parecido a todos los anteriores que Eloisa llevaba viviendo desde hacia meses, una rutina continua que para ella no se diferenciaba apenas del resto de dias. Hacia tan solo cinco minutos que el reloj de la iglesia proxima a su edificio habia anunciado las diez con su lento taner de campanas. Las dos amigas desayunaban perezosas y sin prisas en el soleado salon. --?Que es? --pregunto su amiga, colocandose las gafas que habia dejado sobre la mesa. La alegre risa de Lara resono por todo el espacio al acabar de leer el sorprendente anuncio que Eloisa habia rodeado con rotulador rojo, destacandose, de ese modo, de entre el resto de la seccion. --Si es que hay gente para todo --dijo con desidia volviendo a leer aquellas escuetas frases. --?No te parece raro? --inquirio Eloisa con el ceno fruncido. --Me parece inquietante, mas que raro, y estoy convencida de que habra unas cuantas locas que contesten. --Lara se paso la mano por su corto y rubio flequillo con gesto despreocupado. Eloisa permanecio durante unos segundos mirando fijamente hacia el periodico cerrado que Lara acababa de lanzar, con gran desden, hasta el otro extremo de la mesa. --?En que estas pensando? --le pregunto su companera con evidente gesto de preocupacion en el rostro. --En el anuncio --contesto Eloisa, saliendo de su ensimismamiento. --?En serio? --Si --aseguro convencida. --?En que parte en concreto? --Lara se cruzo de brazos, intrigada a la vez que sorprendida. --No se, me parece muy extrano y confuso. --Lo que me parece a mi es que alguien quiere aprovecharse de otras personas --sentencio, segura de sus palabras--. A saber las memas que contestaran. --?Quien? ?Quien crees que va a contestar si ya te avisa de que es feo? --!Eloisa, no me gusta nada la cara que estas poniendo! --le recrimino senalandola con el dedo indice como si la estuviera amonestando--. ?No estaras pensando...? --Si --le corto por toda respuesta. --!!?Que?!! --chillo asustada. --Que voy a contestar --respondio Eloisa tranquilamente. --Tu estas loca, !como ese tio o mas! --se exaspero Lara volviendo de nuevo a toquetear su flequillo. --Solamente quiero ver que hay detras de un anuncio asi. --?Un pervertido? ?Un sadico?... --!Que exagerada! --?Igual algun asunto turbio para captar tontas como tu? --pregunto Lara en tono dramatico. --No me digas que no sientes curiosidad por saber si realmente tan solo es lo que dice. --?Curiosidad, dices? !!Verguenza es lo que siento!! A ver, recapitulemos: el es feo, pero busca una chica guapa, que vamos, no esta mal, muy respetable. Pero simplemente podria decir <>, a secas, si es que en realidad es un alma solitaria que necesita amor y compania... !Pero no! El tio matiza, especifica como debe ser. Lara se incorporo para recoger el periodico y buscar la pagina donde estaba el motivo de la discusion --!Ufff! --bufo, claramente agobiada, peleando con las hojas del ya maltrecho diario sin encontrar lo que buscaba--. Me parece tan ridiculo mantener siquiera esta conversacion… -- Volvio a lanzar el periodico lejos de ella y se encamino hacia el bano, abandonando sobre la mesa los restos de su cafe ya frio. Sin inmutarse por el malhumor de su amiga, Eloisa cruzo el estrecho pasillo hasta su habitacion. Con la mirada busco el portatil y en cuanto lo hubo localizado sobre el escritorio, lo abrio para ir a sentarse con el en la cama. Despues se conecto a internet y finalmente entro en su correo. --!!Eloisa!! --grito su companera tras ella dandole un susto tremendo. --!Joder, Lara! --dijo llevandose una mano al pecho como si quisiera constatar que no se le iba a salir el corazon de un momento a otro. --Pero ?vas en serio con esta locura? --Solo voy a enviar un mensaje y pedir detalles, ?que hay de malo? --Claro, tu se los vas a pedir y el te los va a dar. Anda, !buscate un trabajo! Y haz algo con tu vida. --Eso hago... !y mira como me va! --rezongo con tristeza. Lara se arrepintio al instante de su brusquedad al hablarle. Sabia que para Eloisa las cosas no estaban resultando faciles desde que la habian despedido de la empresa donde llevaba diez anos trabajando; la unica que conocia, puesto que incluso antes de acabar sus estudios de Marketing y Publicidad ya estaba realizando trabajos como becaria para ellos. Pero su virtud fue la honestidad, y es que, harta de ver los chanchullos a los que el director recurria para hacerse con las mejores marcas y las campanas que las administraciones lanzaban, decidio decirle al incompetente de su jefe que pensaba de el, de forma clara y abierta. Y ya metidos en faena de ser sinceros, le recordo el hecho de que la hiciese trabajar muchas mas horas de las que su contrato estipulaba sin llegar a protestar ni una sola vez. ?Y como le habia le pagado el su esfuerzo y dedicacion? Echandole en cara, no en una sino en varias ocasiones y ante quien le viniese en gana, que era una vaga, una holgazana y que su implicacion era cero con el negocio. Y no acababan ahi sus quejas: solia recriminarle que su unica motivacion en esa empresa era el acudir a diario para cobrar un sueldo, haciendo que Eloisa solo sintiese estupor y mucha rabia cada vez que se cebaba con ella, ya que, por todos era sabido que su creatividad les habia reportado varios premios dentro del campo de la publicidad. Eloisa creia firmemente que la explosiva reaccion de su jefe, tras acabar de ponerlo en su sitio, fue escuchada no solo en la empresa, tambien en unos cinco kilometros a la redonda. Levantando las enormes posaderas de su sillon, se encaro con ella al tiempo que la piel de todo su rostro se iba tinendo del rojo mas intenso. Sus palabras eran catapultadas de su boca junto a algo mas: alguna que otra gota de saliva que su viperina lengua proyectaba con inquina banandola una y otra vez. Saliva que ella limpio de su cara sin disimulo alguno y mostrando el asco mas profundo. Al escucharle, hubiera querido gritar con mas ganas y mas alto de lo que el lo estaba haciendo, pero aguanto toda aquella inundacion procedente de su boca. Tambien escucho improperios que no la definian y frases que no mostraban a la persona trabajadora y eficaz que ella era. Su despido fue fulminante, pero nada que Eloisa no esperase dada su forma de conducirse. Ahora pesaba sobre ella una acusacion por injurias y calumnias, por lo que un juez deberia dirimir si su despido era improcedente o no. Sabia que no ganaria ese juicio y lo que mas temia era que probablemente iba a tener que pagar las costas de este, aunque no sabia con que dinero iba a hacerlo. Su jefe, segundos despues, pasado el tsunami de mala leche y ya impasible desde su sillon -- aquella atalaya giratoria de diseno exclusivo, tapizada de piel negra desde la que miraba el mundo con altivez y desprecio-- habia dictado sentencia para ella antes de que lo hiciera un juez: <>. Y no cabia duda de que de eso se habia asegurado muy bien, puesto que desde que se habia quedado sin empleo ninguna empresa del gremio la habia querido contratar. Tenia la terrible intuicion de que su jefe se habia puesto en contacto con las empresas del sector para echar su nombre por tierra. En todas las empresas que no habia recibido un no de inmediato lo recibia al cabo de unos dias, cuando todo parecia ir sobre ruedas tras la entrevista. En otras ocasiones bastaba con pedir referencias, de ese modo estaba todo decidido para ella sin que contase para nada su brillante curriculum y todos sus anos de experiencia. Y por descontado, si no era bueno indicar el nombre de la empresa en la que habia trabajado, no indicar experiencia alguna para ahorrarse el mal trago de que le pidiesen referencias significaba dar a entender que no habia hecho nada de los veinticinco a los treinta y cinco anos que tenia en esos momentos. Y ese era un dato que no buscaban en el perfil de ninguna empresa. Eloisa sabia que ya era hora de enfrentarse a la realidad: iba a tener que trabajar en todo aquello que no le gustaba y de lo que no tenia ni idea, puesto que se habia formado en algo en concreto y nunca habia trabajado en nada mas. Llevaba unos meses viviendo de lo que ingresaba por la prestacion por desempleo y esa ayuda no iba a durar mucho tiempo mas. Nunca habia sido de ahorrar mucho, era una autentica manirrota, sabia que esa era una buena definicion para ella. El <> no era algo que tuviese muy asimilado, ya que casi todo el sueldo se lo gastaba en viajar y en los mas variados caprichos; como ese carisimo coche de alta gama del que habia tenido que deshacerse al quedarse en paro, malvendiendolo porque no podia afrontar las elevadas cuotas mensuales. La ropa de las mejores marcas tambien figuraba en ese derroche del que hacia gala casi a diario; habia tenido un buen sueldo, un trabajo fijo y nunca habia pensado en otra situacion economica distinta de la que habia gozado durante diez anos. Sin futuro claro a la vista se desesperaba sin saber que hacer. Habia conseguido algunas clases particulares con los hijos de los vecinos del cuarto que no daban para practicamente nada; como no fuese para acabar con fuertes dolores de cabeza, los que aquellas dos fieras sin domar le provocaban ante el caso omiso que hacian a cualquier cosa que ella dijese. Para Eloisa, aguantar a esos gemelos no estaba pagado con nada. El odio que sentian el uno hacia el otro era mas que evidente: si uno hablaba el otro chillaba, si uno se equivocaba el otro se burlaba, si uno tosia el otro estornudaba, uno respiraba y al otro le molestaba... El caso era estar como fuese siempre uno por encima del otro. Eran como una reminiscencia de lo que habia sucedido en el utero materno, donde uno habia robado espacio al otro, sintiendose, desde el mismo momento de su concepcion, como si ya fuesen sabedores de que siempre deberian luchar por el afecto y la aprobacion de sus progenitores. No eran hermanos, eran rivales: luchadores sin tregua, revestidos de un odio como ella nunca antes habia percibido en nadie. Habia concluido que aquellos ninos no necesitaban un profesor de apoyo, lo que necesitaban era una orden de alejamiento para llegar a ser felices. O al menos unas personas capacitadas para ver mas alla de ese espejo en el que irremediablemente se debian mirar a diario desde que amanecia hasta que al fin cerraban los ojos por la noche. El que su madre, pese a la edad de los chicos, once anos ya, se empenase en peinarlos y vestirlos como si de dos gotas de agua se tratase, no facilitaba las cosas. A la espera de que alguna empresa de publicidad quisiera apostar por ella, tan solo habia conseguido dos empleos: como camarera y como dependienta en una conocida cadena de ropa. Aunque servir cafes e infusiones en aquella gran teteria, solo habia servido para incluir, de manera hipotetica, su nombre en la lista de persona non grata en el mundo de la hosteleria. ?Y como olvidar que no habia durado ni una semana como dependienta? Asumio muy rapido que no estaba hecha para ordenar y doblar ropa de manera mecanica y en un tiempo record. Reconocia, avergonzada, eso si, que ni tan siquiera servia para contener esas miradas con las que fulminaba a las clientas de la tienda cuando las veia remover en las estanterias que acababa de ordenar de manera meticulosa. La voz de Lara le llego llamandola. --Eloisa, mirame. --Su amiga le sujeto firmemente las manos para hacerla reaccionar despues de verla tan sumida en sus pensamientos--. !Por favor! Dime en que estas pensando porque ya me estoy empezando a asustar. --Si este hombre ofreciese una vida sin preocupaciones a cambio de casarse con el... ?Tu lo harias? --Eloisa pregunto con la mirada perdida, como si no estuviese haciendo esa pregunta y solo fuese uno mas de sus pensamientos. --Claro que no, no lo conozco de nada, ?quien en su sano juicio iba a querer embarcarse en algo asi con un hombre del que no sabe nada? --Yo --sentencio, dejando atonita a su companera. --Eloisa... --gimoteo Lara--. No hablas en serio. --?Que crees que pierdo? --le dijo con el desencanto pintado en la voz--. Nada, no me queda nada que perder ya. --La dignidad, ?acaso eso no cuenta para ti? --Con eso no se come ni se paga el alquiler, te recuerdo que te mudas dentro de nada y me quedo yo sola haciendo frente a la mensualidad completa y no puedo pedir ayuda a mi familia, porque no estan en su mejor momento y ya tendre que recurrir a ellos para pagar las costas del juicio. La realidad es que tengo que encontrar una solucion a mis problemas, !ya mismo! --Pero no asi, casandote con un extrano. --Deja que envie este correo, vamos a ver que tiene que ofrecer y luego lo discutimos. No se... Tengo un palpito y quiza esto no es tan raro como parece. Lara se quedo en silencio y Eloisa aprovecho para redactar el mensaje: <>. --?Piensas quedarte ahi toda la manana hasta que ese tipo conteste? --inquirio Lara una vez que observaba, resignada, como su companera le daba a <>. --No tengo nada que hacer y quiza soy la primera en contestar. No habia transcurrido ni un minuto cuando el telefono de Eloisa emitio un suave sonido, indicativo de que habia recibido un nuevo mensaje en su correo. Incredula, miro hacia la pantalla del ordenador y confirmo aquel aviso sonoro. --!Vaya con el feo! Le corre prisa --refunfuno Lara. Abrio el mensaje dispuesta a leerlo, mientras su companera tomaba asiento junto a ella para hacer lo propio. <>. --!!Joder con el tio!! Sabes que pierde el tiempo, la busca guapa e inteligente. --Lo que cualquiera desearia, ?no crees? --?Y el que ofrece? Ya sabes que es feo, ahora solo falta que apenas tenga estudios y sea un ignorante con el que no se pueda mantener una minima conversacion. Eloisa no escuchaba sus quejas, unicamente se concentraba en buscar en la galeria de fotos una en la que a ella se la apreciase bien. --?Que haces? --Voy a enviarle una foto y asi zanjamos el tema fisico, que me vea a ver que le parezco. Eligio una del pasado verano, una de las muchas que conservaba de la ultima comida de empresa. Se la veia de cuerpo entero, embutida en un escotado vestido negro de seda salvaje, ajustado de cuerpo y falda amplia que realzaba su figura haciendola casi perfecta, dibujada, por no parecer humana. La adjunto de forma rapida y tecleo un comentario. <>.

  • Besame y vente conmigo de Olivia Ardey

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    BESAME Y VENTE CONMIGO
    Alvaro, Celia y Nico, tres amigos que lo compartieron todo de ninos, se reunen en el funeral de un pariente millonario que, !oh, sorpresa!, les ha dejado en herencia su bodega centenaria y sus valiosos vinedos en el Bajo Aragon.
    Sin embargo, el testamento contiene una trampa: el primero que se case lo heredara todo. ?Quien lograra hacerse con el patrimonio? Una carrera contrarreloj hacia el matrimonio, una escapada a Las Vegas, secretos, malentendidos, y el hallazgo de un tesoro inesperado, haran que cada uno de los protagonistas acabe encontrando lo que mas desea... aunque ni ellos mismos lo sepan.

  • La muerte de Cristine de Sharlin Jimenez

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    Cristine Wilson era una chica alegre, no era muy social y se pasaba su vida en los libros; ajena al mundo real. Su vida cambio a los quince anos cuando sufrio de una violacion bastante precipitada y luego fue degollada.
    Cristine Zamora viene junto a su familia y su novio a vivir a la antigua hacienda de su tia y su madre.
    Ella encontrara varios acontecimientos extranos en dicho lugar y sera testigo de cosas que cambiaran el mundo que conoce. Pero tiene a alguien que jamas le fallara: su novio. ?Acaso Cristine oculta mas de lo que aparenta? ?El amor podra ganarle a la maldad?
    Recuerda: todos tenemos un villano en nuestras vidas.

  • A mi amigo escoces de Maria Barbal

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    Benet y George se conocen en el hospital al que han sido trasladados tras las heridas recibidas en el frente de la Guerra Civil espanola. George, de origen escoces, sirve en las brigadas internacionales, mientras que Benet es un chico de provincias destinado en el frente. A pesar de ser poco habladores, Benet a causa de un problema que le afecta al sistema nervioso y le impide el habla, y George por su poco dominio del idioma local, conectaran rapidamente y forjaran una amistad que perdurara a lo largo de los anos.
    Tiempo despues, George buscara a su amigo de la guerra. De sus cuadernos, que Benet le regalara, George decidira escribir un libro.
    Una historia de amistad forjada durante la guerra y que perdurara a lo largo de los anos.

  • Milagro de Danielle Steel

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    Danielle Steel, la maestra de la novela romantica, nos ofrece de nuevo una novela milagrosa que entretiene y emociona.

  • El ultimo juego de Francisco Gil Cabrera

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    ?Que harias si te proponen jugar a un ultimo juego?, ?te atreverias a adentrarte en el para resolver el misterio que esconde?
    Tu vida correra peligro y solo tu habilidad para resolver los enigmas te ayudaran a seguir con vida y llegar hasta el final.
    Daniel no se lo piensa, y guiado por los consejos de su madre y la ayuda de su novia se sumergera en el juego de su vida.

  • La luz entre los oceanos de M.l. Stedman

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    Una manana de abril de 1926, un bote encalla en la costa rocosa de una remota isla australiana. En su interior yacen un hombre muerto y un bebe que llora con desesperacion. A su encuentro salen Tom Sherbourne, el farero, y su joven esposa, Isabel. Se han instalado en la isla para dejar atras los horrores de la Primera Guerra Mundial, y lo unico que ensombrece su felicidad es la incapacidad de tener hijos. Ante la impresion que les causa un ser tan fragil e indefenso, Tom e Isabel deciden seguir el dictado de sus corazones y adoptar a la criatura, sin notificar el hallazgo a las autoridades.
    Un par de anos despues, cuando llega a su conocimiento que la madre de la nina esta viva y mantiene la esperanza de encontrar a su hija, las tensiones se desatan en la pareja. Isabel ya no concibe la vida sin la pequena Lucy, pero la decision que han de tomar y el sufrimiento de la madre biologica haran que los hechos se precipiten en una cadena de consecuencias imprevisibles.

  • La psiquiatra de Wulf Dorn

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    El caso de una paciente maltratada y aterrorizada se convierte en la pesadilla de la psiquiatra Ellen Roth. La mujer teme ser raptadas por el hombre del saco. Se lo susurra a Ellen y luego desaparece sin dejar rastro. Nadie la ha visto ni sabe nada de ella. Ellen quiere encontrarla. Pero cuando lo intenta, se ve involucrada en un macabro juego del que no sabe como salir para salvar a la paciente y a si misma. Solo puede intentar encajar las piezas de un rompecabezas diabolico. Mientras se precipita a un abismo de violencia, paranoia y terror, descubre que los problemas nunca no se arreglan solos…

  • Un verano en Saint de Mayte Salmeron Almela

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    "Un verano en Saint-Malo" es una historia de misterio y de grandes emociones en la que la protagonista, Clara, conocera a diferentes personajes y vivira situaciones que haran que su verano sea menos tranquilo de lo que hubiera deseado.
    Con la aparicion de un cadaver en un ascensor, la historia empieza a moverse entre tres etapas distintas de su vida: la de su ninez mas tardia, cuando la noticia mas comentada era la desaparicion de unos ninos en las comarcas cercanas; la de su juventud, con su viaje a Saint-Malo y en donde los sucesos que acontecen dejan sin respiracion a la propia protagonista; y por ultimo, la de su vida adulta donde tendra que lidiar con todos esos recuerdos y entender mejor por que se encuentra con el cuerpo de un conocido en un ascensor.

  • Confidencias de un Dios de Claudio Hernandez

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    --?Donde esta ese puto maricon? --pregunto la voz rajada; como si las cuerdas vocales vibraran como las de una guitarra electrica de un grupo de rock. Y al final de todo, se podia escuchar una sonrisita jocosa y malvada a la vez. El papa Francisco se separo el telefono del oido y miro el dispositivo como si alli hubiera algo interesante. Desde que habia abierto una jodida cuenta de Twitter, las criticas eran algo muy comun por parte de los ateos y las alabanzas por aquellos fieles seguidores de la religion eclesiastica tambien. Pero lo que acababa de oir le hizo escuchar los latidos de su corazon en las sienes, y sintio como si alguien con un palo le removiera las tripas, y al final, tristeza y una carga moral y de culpabilidad. Se acerco el telefono al oido lenta y oficiosamente. --Hijo mio. Reconozco que ha habido y hay obispos, arzobispos, curas e incluso cardenales que son de una condicion sexual distinta. A eso me refiero que reconozco que dentro de la iglesia catolica existe lo que se le conoce como hombres homosexuales. A eso se le llama Gay y por su parte podria haber resultado muy grosero con ofender a este conjunto de personas que nacieron en cuerpos distintos o quiza, me atreveria a decir, equivocados. Pero lo respeto. No hay nada de malo en ello si existe consentimiento… --Bueno, dejese de chachara. Lo siento. No queria decir eso exactamente. No va conmigo esta actitud. Pido perdon a toda la comunidad Gay. --Aquella voz se quebrantaba con el discurso y en parte el papa Francisco podia advertir cierto arrepentimiento y a la vez, cierta mentira en su tono de voz. --Esta bien. Lo dejamos ahi. El buen respeto no debe faltar nunca -- acucio Francisco. Se miro el enorme anillo rojo de su dedo corazon y anadio --. ?Es usted creyente? --No. --Dios no acoge solo a los creyentes, sino tambien a aquellos que son ateos y bautizan a sus hijos. Entonces Dios, ?olvidara a ese hombre cuando muera? No. Antes entra un ateo que bautiza a sus hijos que un creyente no practicante que… --Que… que… --interrumpio la voz. Ahora sonaba como un timbre metalico. En el fondo de la comunicacion el silencio era atrapado por los chasquidos que no deberian escucharse en pleno siglo XXI. No era un intercomunicador empleado en la segunda guerra mundial. Era un jodido telefono y de los de ultima generacion. El papa respiro profundamente y sintio que algo malo le iba a decir. Lo presentia y por ello no le temblaria el pulso a la hora de contestar. --Soy paciente. Me acaba de interrumpir y creo que se en lo que esta pensando. No es que lo vea en la distancia. Es solo una intuicion. Digamelo y acabemos con esta conversacion. Reino un silencio ominoso. Las palomas aleteaban sobre la basilica y el ruido era creciente despues, rompiendo en dos, el silencio profundo y lejano. --Acaba de soltarme una perorata con los que Dios elige y ahora me dice que cree saber lo que pienso. La verdad, nunca habia conocido un papa asi. No me lo esperaba para nada. Se nota que la iglesia debe adaptarse a los tiempos que corren… --Sueltelo --le atajo Francisco. Sus ojos no brillaban y sus labios parecian estar sellados como una cremallera ajustada. Se llevo el dedo corazon hacia la boca y la piedra del anillo produjo un ruido seco al tocar sus dientes delanteros. --Esta bien. Se lo dire ya. ?Que opina de los abusos sexuales a los menores dentro de la iglesia? Francisco no contesto de inmediato y escucho el jadeo de aquella voz que no reconocia, preguntandose como demonios habia obtenido su numero de telefono. Al papa le gustaba rodearse de escolta y seguridad Sueca. Algo habia fallado, pero lejos estaba el ponerse nervioso. Impasible como siempre, contesto: --Eso es un pecado que no tiene perdon en estos momentos. Los involucrados deben pedir perdon y marcharse de la Santa Sede. He abierto una guerra contra esto y he pedido perdon al mundo por ello. Si hay que entregar a un cura, un obispo, un arzobispo, un cardenal o un viejo nuncio a la policia para que los juzguen. Lo hare sin titubear. Y si son condenados con penas de carcel, eso estara bien. ?Tiene algo mas que preguntar? Se escucho un chasquido como el resuello de una chimenea. --Creo que eso esta bien --dijo la voz aspera--. Eso esta bien, pero moriran dentro de una semana. Y colgo. El papa Francisco se quedo mirando al telefono como si alli resplandecieran los ojos de aquel hombre, pero no vio nada. Estaba sentado en un sillon rojo y con los antebrazos dorados. Se dejo deslizar en el hueco y dejo el telefono sobre la mesa de madera de roble alargando un brazo pesado y lento. Despues de esto, perdio la mirada mientras rumiaba. Algo le decia que iba a estar mal. Y que despues de todo, seria peor que los pedofilos, porque hablaba de muerte y quiza de tortura. No supo por que esta ultima palabra se le vino a la cabeza, pero si sabia que por delante tenia un camino de espinas que recorrer. Y se pregunto por quien se habia interesado en el comienzo de la conversacion. 2 Cada policia o cuerpo de policia, cuidaba de su perro en su pais y Dios tomaba cuentas en todos los estados miembros de la Union Europea. Asi era y es EUROPOL. Chad Chamberlain, cuyo nombre no era para nada europeo, estaba hostigando un cigarrillo entre sus largos dedos. El humo del tabaco se enroscaba en el aire y penetraba en sus fosas nasales como una droga que necesitaba inhalar para estar en forma. Ese dia llovia. Era otono y el chapoteo de sus zapatos le habia acompanado hasta el porche del edificio, bueno, mas alla de la entrada majestuosa que se levantaba como una montana al que le habia segado una cruel guillotina. Cada gota de agua que se estrellaba sobre su corto pelo, era como un pequeno pellizco sin dolor. La gabardina, oscura como un cuervo, lamia el riachuelo que se habia formado al lado de los escalones. Tenia la espalda humeda y parecia tener una plancha helada entre su gabardina y su piel erizada. Chad tenia barba rala y unos ojos grises que conquistaban a cualquier mujer. Su nariz era larga y curvada. Hacia la izquierda, pero era un defecto que no lo notabas si le mirabas de lado. Su piel, aun estando delante del edificio World Forum Convention Center, en La Haya: era oscura. Los paises bajos le habian sentado bien. Tratar de ocultar su descontento en una oficina en los sotanos le habia convertido en un hombre fuerte, sin emociones, y que se pasaba la mayoria del dia con un semblante serio. No gastaba bromas. No le gustaban los chistes. Era frio y calculador y ahora, parecia que iba a volar de su nido, despues de tantos anos. Su destino; Paris. La Catedral de Notre Dame y no, no creia en las profecias de Nostradamus. Aunque los eruditos o zumbados, decian que algo iba a pasar ese ano. Era delgado y tenia una estatura de 1,85. Calzaba un 47 y tenia un Rolex brillando despues de todo, en la muneca derecha. Aun cuando llovia o nevaba. Siempre brillaba. Se llevo el cigarrillo mojado a los labios encharcados de agua y trago una calada. Respiro profundamente y tras escasos segundos, empezo a soltar humo hasta por los oidos, como una maquina de tren de vapor al que se le habia reventado la caldera. La lluvia seguia acariciandole la cara y el cogote cuando miro aquellas feas nubes que parecian grandes piedras chocando entre si. Tan negruzcas como el carbon. Sus parpados se cerraron un instante. Podia sentir el zumbido de la lluvia y oler la humedad de las paredes, asi como del cesped que rodeaba el edificio. Y la tierra. Tambien olia la tierra. Y se pregunto que demonios habia sucedido, para que al fin le dejasen viajar a otra parte de Europa. EUROPOL estaba coordinada con la policia de cada pais, pero tenia la competencia en los 28 estados de la UE. Aunque no llevaban distintivos ni armas reglamentarias. Siempre, bajo coordinacion, podian enviar a sus expertos en cualquier pais miembro. Y Chad no iba a viajar solo. Estaba Mohamed Khun. El humo del tabaco formo un anillo blancuzco que se elevo lentamente en el aire, desafiando las rasgaduras de las gotas de la lluvia. Y ascendio hasta que se hizo tan grande que formo una niebla opaca y despues, traslucida hasta extinguirse como un pequeno Big Bang. 3 Frederic, capitan de policia en Paris, pues ya estaba en desuso llamarle inspector oficial de Policia, era un hombre menudo, sin barba, pero si con un bigote que terminaba en dos extremos puntiagudos. Tan largos que se convertia en la inquietante sonrisa de un payaso. Sin embargo, tenia los labios prietos y apenas respiraba por no hacer ruido. Su mirada de ojos marrones, estaba clavada en la pared falsa que habian descubierto los operarios de obra justo detras del organo de la Catedral de Notre Dame, un destacado instrumento, obra de Aristide Cavaille-Coll antes de 1900, y que ahora estaba recubierto de un plastico negro como si alla abajo se escondiese un moribundo. --?Como dice que descubrieron esto? --pregunto casi en un susurro. Su voz era ronca y tenia las manos cruzadas a su espalda. Su uniforme se movia en el hueco de la pared como una sombra desvaida. El hombre mayor, vestido con un mono de todos los colores menos azul, movio la mano antes de expresarse: --Teniamos que apuntalar aqui unos andamios cuando al golpear la pared nos dimos cuenta de que se escuchaba un sonido como si fuera hueca. Eso indicaba que no era una pared segura y que un clavo ahi se desprenderia a la primera de cambio. Mi companero Jean. --Senalo a un hombre de estatura alta y ataviado, este si, con un mono azul--. Tuvo la certeza de que la pared estaba hueca. Con sus nudillos hizo una serie de pruebas y me conto que el agujero era demasiado grande como para ser una simple ventana tapiada. Como ya sabe, esta Catedral ha tenido muchas reparaciones y no sospechamos nada al principio, hasta que algo mohoso nos invadio las fosas nasales. Yo me eche para atras sabe… --Bueno, esta bien. Ya ha dicho suficiente --le atajo Frederic con los dientes apretados. Su mirada seguia siendo mas inquietante que lo que habia detras de la pared o lo que suponia que habia, pues todavia no lo habia visto. Los hierros y las tablas estaban en todas partes, como hojas laxas en un bosque. El capitan de policia levantaba quejumbrosamente los pies y soltaba bufidos cuando giraba sobre sus talones al pisar uno de aquellos tubos huecos que proyectaban un chirriante ruido al girar sobre el suelo helado. --Esta bien senor, yo solo queria contarle que abrimos el agujero a la altura del pecho y que tras oler algo fetido de un lugar oscuro, decidimos parar y hacer la llamada de urgencia. No se lo que puede haber aqui dentro. Frederic miro al hombre clavandole los ojos en los suyos. Tenia delante de si, a un hombre liviano, tranquilo, pero que ahora parecia algo nervioso por el descubrimiento. Casi podia ver como le temblaban sus manos. La voz se rajaba como una cana y disminuia de volumen paulatinamente. El otro trabajador, los miraba de forma inquietante sin decir una sola palabra. Al rato llegaron dos hombres mas, en realidad, jovenes que no llegaban a los treinta. Todos estaban sucios y llenos de manchas. --Yo creo que ahi dentro hay un nido de ratas muertas --se apresuro a decir uno de los jovenes. Su dedo indice estaba senalando el agujero del tamano de una pelota de futbol. El hombre de la ley lo miro de reojo y tras esto, aun con las manos en la espalda, se inclino para ver a traves del agujero. Lo unico que vio fue la oscuridad total y percibio, eso si, el olor nauseabundo y mohoso a la vez. Un olor extrano que no era fetido ni aspero. Y penso, que quizas tenia razon el chico: alli dentro habria ratas. Los gendarmes estaban pegados en el culo del capitan como si fueran su propia sombra, pero proyectaban tres siluetas en distintos angulos como si alli hubiera mas de un foco encendido. Como en un estadio de futbol. --Esta bien --dijo finalmente, apartando la cara de aquel jodido agujero. Se apoyo en la parte de un lado del organo y las tres sombras desaparecieron para rodearles bajo una nota que sonaba de un instrumento que adquiria de altos honores para tocarlo--. Os autorizo para ampliar el diametro del agujero. Necesito saber que hay ahi detras. Segun mis superiores no tendria que haber ninguna camara secreta aqui, entre el organo de las narices y la pared. Esto es un buen escondite y los tubos como chimeneas de este trasto hacen que uno nunca pueda mirar por detras. Cuando termino la perorata cabeceo dos veces. El sonido de sus voces respondia en cada pared de la Catedral, en cada silleria del coro y en cada claristorio, dejando para mas adelante, la reverberacion que se producia al final del abside. Y mientras los trabajadores cogieron el martillo para picar la pared, en algun lugar de Europa estaban Chad y Mohamed de camino en un tren Thalys (THA) sin saber una mierda de lo que estaba sucediendo. A Chad le aterraban los aviones. No habia suficientes incertidumbres como para empezar una buena aventura y trazar una investigacion puntillosa y peculiar. No. Al contrario. Las tenian todas. Absolutamente todas. Si algo destacaba en un caso nuevo, es que primero debias pisar la mierda. Asi de sencillo. Porque no sabrias por donde empezar a limpiar esa mierda de la suela de tu zapato.

  • Apocalipsis de Mario Mendoza

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    Hasta el momento en que su padre decide suicidarse, la vida de Marcos parece normal. Va al colegio, lee novelas de aventuras, tiene su grupo de amigos, de vez en cuando le ayuda a su viejo en la tienda de barrio que les da de comer.

  • Amar es para siempre (Los Collinwood 2) de Victoria Magno

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    Alissa es una hermosa joven que al parecer lo tiene todo: pertenece a la nobleza britanica, su padre es rico y la adora, tiene muchos pretendientes y el hombre al que ama desea casarse con ella. Sin embargo, su vida cambiara inesperadamente.

  • El lenguaje oculto de las olas de Johan Varo

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    UNA NOVELA DESCRITA CON EXQUISITEZ, UTILIZADA COMO VINCULO
    DE LA LIBERTAD DE PENSAMIENTO, DE REPRESENTACION DE LAS COSAS
    MAS BELLAS Y MUESTRARIO DE LA COMPLEJIDAD CULTURAL Y
    COSTUMBRISTA DEL SIGLO XXI.
    Al borde de la muerte, asi comienza esta inocente y atrevida historia que rompera con todos los estereotipos.
    La vida de Jack Tylor no ha sido facil, desde su adolescencia tuvo que asumir demasiadas responsabilidades. Tras la tragica muerte de su padre, Jack decide dejar su pequeno pueblo y comenzar una nueva aventura en la capital, embarcandose asi en un escalofriante viaje por su mundo interior que le llevara a descubrirse a si mismo. Nuestro protagonista se adentrara en una voragine pasional aun desconocida para el, donde la intensidad del deseo le obligara a sopesar el valor de la ambigua amistad existente con el atractivo, interesante y enigmatico Alberto Di Vaio, en la que los sentimientos se hallan separados por una efimera linea. Y cuando por fin las aguas parecian haberse calmado, un inesperado suceso volvera a sorprender a Jack como nunca imagino.
    <>

  • En el principio (Coraje y ternura 1) de Victoria Morrigan

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    "?Como he podido pasar de "me cae mal ese chico que siempre saca mejores notas que yo en clase" a "por favor, no me dejes"?

  • Nos vemos en el museo de Anne Youngson

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    A veces hace falta que un extrano te muestre quien eres… Una novela epistolar sobre las pequenas alegrias y las sorpresas cotidianas, pero tambien sobre la perdida y las vidas que no elegimos.

  • Encadenada al Pirata de Elena Romero

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    Hija prodigo. Estudiosa. Virgen.
    La joya sagrada de mi padre.
    Su posesion de mas valor.
    Esa soy yo. Anne Boon.

  • La casa chica de Monica Lavin

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    Ocultas de la vida publica y, si acaso, ligeramente turbadas por los murmullos de los enterados, algunas de las pasiones amorosas mas emblematicas del agitado siglo xx en Mexico vivieron alejadas de las miradas inquisitorias. Artistas, intelectuales y politicos cuya obra y decisiones aun perduran componen este retablo de relatos que van del blanco y negro del celuloide a los vibrantes colores de la fotografia y la pintura, de los pasillos de una secretaria de Estado a los del Toreo de la Condesa, de los viajes por barco a Europa a los aviones privados, de las residencias campestres en el naciente barrio de Polanco a los edificios de Nueva York.

  • El exodo de Amanda de M. G. Aranguren

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    La protagonista, Amanda, decide emprender un viaje hacia el pasado. A lo largo de ese camino se ira encontrando con personajes que le trasmitiran la sabiduria de sus propias experiencias vitales.
    Los ejes centrales sobre los que gira la historia son el feminismo, el amor, la superacion y el perdon al que todos aspiramos.
    Una novela que entre humor y vivencias, nos ensenara como la mujer ha luchado a traves de los tiempos por la igualdad y por enarbolar la bandera del amor como emblema de algo que siempre debe ser bidireccional.
    La autora, ademas, nos sorprendera con un final totalmente inesperado.
    Sinopsis:
    Amanda, una mujer casi septuagenaria, se halla instalada en la rutina que el devenir del destino y los largos anos de matrimonio le han impuesto.

  • Enredados (Serie Hacker 3) de Meredith Wild

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    Blake Landon, magnate de la industria de software, ha encontrado la horma de su zapato en la obstinada Erica Hathaway. Aunque el caracter dominante de el y el espiritu independiente de ella chocan continuamente, Blake no esta dispuesto a dejar que ella desaparezca de nuevo de su vida.
    Erica ha depositado en el su confianza y su amor, y esta dispuesta a vencer cualquier obstaculo que se presente. Pero cuando Blake le exige mas, poniendo a prueba los limites de su entrega, se ve obligada a afrontar los oscuros deseos que el oculta.
    Cuando los vinculos entre ellos se afianzan y parece que nada podria destruirlos, sus enemigos se disponen a atacar. ?Podran afrontar los problemas a los que tendran que enfrentarse cuando los enemigos de Blake traspasen los limites?

  • El tribunal negro de Antonio Orozco Guerrero

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    Poco despues del estallido liberal del verano de 1835, Meliton Rechi, jefe de policia de Cadiz, y su ayudante, el agente Candido Molina, achacarian los crimenes del Tribunal Negro a la reaccion de algun fraile de la ciudad contra las represalias sufridas. Tenian fundadas razones para llegar a esa conclusion. ?A quien sino a un religioso, profundamente irritado con la situacion politica y avido de venganza por el maltrato sufrido, se le iba a ocurrir resucitar la Santa Inquisicion de manera ilegal y ponerse a matar herejes? Mas tarde, descubririan que las cosas no eran tan sencillas. * * * Desde el balcon principal de la casa Aduana, sede del Gobierno de Cadiz, el mariscal de campo Rafael de Hore y Diaz agitaba los brazos de arriba abajo, con las palmas de las manos extendidas, tratando de calmar los animos de una multitud que gritaba cada vez mas enardecida. Con una sonrisa benevola y amplios movimientos verticales de cabeza, trataba de hacer ver a los que gritaban, cada vez con mas fuerza e insistencia, <> que les comprendia perfectamente y que compartia su fervor liberal, lo cual estaba muy lejos de ser cierto. Hore siempre supo adaptarse a las circunstancias politicas de cada momento. Teniente en 1791, en diciembre de 1808 ya era coronel. La rendicion de Badajoz ante los franceses hizo que fuera arrestado en la Isla de Leon en 1811. Se le acusaba de cobardia; dos anos despues, el consejo de guerra que lo juzgo en Cadiz determino su puesta en libertad. El conocido en Espana como <>, entre 1820 y 1823, no comenzo bien para el ya por entonces brigadier. Varios oficiales bajo su mando solicitaron en septiembre de 1820 su separacion del servicio <>. Se le abrio expediente, pero resulto, una vez mas, declarado inocente. En mayo de 1822 fue nombrado gobernador de Ciudad Real y en 1823, siendo gobernador de Santona, fue hecho prisionero por los franceses que invadieron Espana para liberar al rey don Fernando Septimo y llevado a Francia. En 1824, cuando el movimiento liberal auspiciado por Rafael de Riego ya habia sido desbaratado y este habia sido llevado al patibulo, Hore pidio regresar a Espana, presumiendo de que siempre habia combatido contra Riego y su liberalismo exaltado. Tras el fallecimiento del rey don Fernando, en septiembre de 1833, su capacidad de adaptacion lo llevo a convertirse en uno de los militares partidarios de sostener a la reina viuda regente --un <>-- y dispuesto a luchar por la causa de la reina nina dona Isabel en contra del infante don Carlos Maria Isidro, hermano de don Fernando y absolutista donde los haya. Nada mas iniciarse la primera guerra carlista, en noviembre de 1833, siendo ya mariscal de campo y gobernador de Castellon, Hore asalto Morella y expulso de alli a los cabecillas carlistas. Y ahora estaba alli, en aquel balcon de Cadiz, como gobernador de la provincia, <> y un poco hastiado del excesivo calor y humedad que habia traido el mes de julio. <>. Ese era el pensamiento pertinaz que se habia instalado en la cabeza del gobernador. Y era cierto. El Gabinete de Cea Bermudez, surgido a raiz del fallecimiento del rey, duro poco, pues su reformismo administrativo no satisfacia a los mas conservadores y su conservadurismo politico repugnaba a los mas liberales. Menos de cuatro meses despues de la llegada de Cea al poder, en enero de 1834, Martinez de la Rosa, un tibio liberal por entonces, se hizo cargo del Gabinete. Los liberales radicales, imprescindibles para sostener a la regente ante la guerra con los carlistas, no podian sentirse satisfechos, despues de los anos pasados en el exilio, con el <> que urdio Martinez de la Rosa, una carta otorgada muy alejada de la Constitucion de 1812. El cierre de los conventos en los que se habian estado produciendo fugas de religiosos a las filas carlistas no fue suficiente para apaciguar el odio de los radicales hacia el clero regular, que se habia distinguido en las denuncias contra liberales encubiertos durante los ultimos anos de vida del rey don Fernando. Y todo lo anterior termino por llevar, en junio de 1835, al conde de Toreno, un liberal exaltado, al poder en Espana. Aun asi, los mas radicales seguian sintiendose insatisfechos. Querian una Constitucion y la querian ya. Y deseaban fervientemente que se tomaran medidas drasticas contra el clero regular, acusado en su totalidad de apoyar al bando carlista. Una acusacion excesiva que hizo pagar a muchos justos por pecadores. El conde de Toreno trato de calmar los animos de sus correligionarios politicos decretando el dia 4 de julio la expulsion de los jesuitas de sus conventos --aunque sin obligarlos a salir de Espana-- y el 21 la expulsion de los monjes y religiosos de las casas en las que habitaran menos de doce profesos. La medida, en vez de llamar a la paz de sus companeros radicales, los llevo a considerar al conde de Toreno como un traidor. No aceptaban nada que no fuese la expulsion general de todos los religiosos y monjes de sus conventos y la incautacion de todos sus bienes por parte del Estado. Cuatro dias despues del tibio decreto de expulsion de religiosos, el gobernador de Cadiz estaba presenciando el primer conato de insurreccion contra el nuevo Gobierno. Detras de Hore, fuera del balcon, se encontraba su ayudante de campo, el comandante Ortega. --!Manuel! --?Si, mi general? --Cambiate de paisano, corre para el cuartel de San Roque y le dices al coronel Osorio que le llevas mi orden de enviar a los mandos y tropa de su regimiento que considere necesario para dispersar a esta chusma. Informale del numero aproximado y dile que luego monte patrullas por la ciudad. --?Y sobre los medios a utilizar, mi general? --El coronel Osorio sabe lo que debe hacer y como hacerlo. Asi que eso va de su cuenta. --!A la orden, mi general! Una hora despues, el coronel Francisco Osorio se encontraba en el despacho del gobernador, esperando que el batallon del comandante Mendez resolviese la cuestion. Osorio era, antes que nada, un militar con muchos anos de oficio y poco dado a entrometerse en asuntos de politica. En cierto modo, la antitesis de Hore. --Bueno, Paco, cuentame como has organizado el cotarro. --Mi general, he dado ordenes al comandante Mendez, jefe del segundo batallon, para que disperse al personal de ahi fuera. Por otro lado, el comandante ha enviado una Compania al ayuntamiento, porque nos hemos enterado de que ha sido tomado por algunos radicales. Una vez expulsados los de alli y dispersados los de aqui, se organizaran patrullas durante todo el dia hasta que se de por pacificada la ciudad. --Me parece muy bien. Y, respecto a los medios a utilizar y a los procedimientos, ?que me dices? --Mi general, en mi opinion, es preferible usar la minima fuerza posible. Con el precedente del 10 de marzo de 1820, creo que ya tiene Cadiz suficientes <>. Ya sabe a que me refiero… Por eso he ordenado al comandante que se prodiguen los disparos al aire, los empujones y las carreras, e incluso, si me apura, los culatazos que sean necesarios, pero que se evite hacer victimas por disparos

  • La Isla de las Flores de Nora Roberts

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    Laine Simmons estaba, por fin, preparada para enfrentarse al pasado, y viajo hasta Hawai para reconciliarse con un padre al que apenas recordaba. Sin embargo, no habia atravesado medio mundo para que Dillon O’Brian, el atractivo socio de su padre, la acusara de tener motivos ocultos. ?Como se atrevia a meterse en sus asuntos familiares y, ademas, tener la audacia de encender su corazon siempre que estaba cerca?

  • Viajar en el tiempo de James Gleick

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    Partiendo de La maquina del tiempo, de H.G. Wells, James Gleick expone las distintas teorias y relatos que ha ido suscitando el anhelo humano de viajar en el tiempo. Para ello acude a todo tipo de fuentes en los ambitos de la fisica, la filosofia, la literatura, el cine, los comics, las series de television… De esta manera, en las reflexiones de Viajar en el tiempo conviven James Clerk Maxwell con Borges, Proust con Felix Klein, Hermann Winkowski con el cybepunk de William Gibson, Leibniz con Foster Wallace, Asimov con San Agustin, Kurt Godel con Dr. Who, o Pierre Laplace con las aventuras Ci-Fi de la serie de television Cuentos asombrosos (Amazing Stories) o Regreso al futuro.

  • Cuando estabamos vivos, Mercedes de Vega de Mercedes De Vega

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  • Cerebro de pan de David Perlmutter

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    La devastadora verdad sobre los efectos del trigo, el azucar y los carbohidratos en el cerebro (y un plan de 30 dias para remediarlo).

  • Esposada de Antiliados

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    Sinopsis Soy mama. Perdon, me corrijo: Soy Xia, tengo treinta y cuatro anos y madre de dos ninos a los que ahogaria en el fondo del mar. Perdon, perdon. Es cierto, son adorables, estupendos, maravillosos, bla bla bla. pero. uf, !que cansancio! Y ahora es cuando deberia hablar de David, mi marido. El es., es mi peor pesadilla. ?Como?, ?por que? Te lo contare con todo lujo de detalles. Todo cambia cuando Mark entra en mi vida. Dicen que cuando una puerta se cierra una ventana se abre. En mi caso la ventana no aparecio hasta que lo conoci a el.

  • Nadie nos separara jamas de Sophie Saint Rose

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    Charlotte Harlow volvia a casa despues de estudiar su carrera de medicina para encargarse del consultorio del pueblo. Sorprendio a todos al anunciar que se habia comprado la Mansion Howard, por la que medio pueblo estaba fascinado. Un nuevo vecino que aparentemente no la tragaba, era lo que la fascinaba a ella…

  • Nada mas real que un cuerpo de Alexandria Marzano-lesnevich

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  • Un amor para olvidar de Erina Alcala

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    Ernesto es un arquitecto barcelones. Un empresario guapo y atractivo, dueno de hoteles y adquisiciones inmobiliarias. Poco esperaba que en uno de sus aburridos viajes de negocios, en la estacion del Ave de Madrid, tendria que conocer a Carmen, la mujer que le cambiaria la vida.

  • Volver a casa – Yaa Gyasi de Yaa Gyasi

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    Primera novela de la escritora estadounidense de origen ghanes Yaa Gyasi, la trama de esta cautivante historia de hondo calado humano se desarrolla en la costa suroccidental de Africa -la actual Republica de Ghana- y en Norteamerica desde el siglo XVIII hasta la presente. Hijas de una misma madre y de padres pertenecientes a dos etnias distintas, Effia y Esi son dos hermanas de sangre que nunca llegaran a conocerse. Sus caminos estan irremediablemente destinados a separarse: asi, mientras Effia es obligada a casarse con un gobernador ingles y a residir en una fortaleza junto a la costa, Esi es capturada y enviada como esclava al sur de Estados Unidos. La narracion va trazando, pues, el devenir de las dos ramas de la familia, protagonistas de conmovedoras historias de afliccion, esperanza y superacion en el marco de una serie de relevantes acontecimientos historicos: las guerras tribales, el negocio del cacao, la llegada de los misioneros, la Ley de Esclavos Fugitivos de 1850, la Gran Migracion Negra, la lucha por los derechos civiles y el renacimiento de Harlem en los anos veinte, hasta llegar a la epidemia de heroina de los setenta.

  • El negociado del yin y el yang de Eduardo Mendoza

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    En la primavera de 1975 Franco tiene los dias contados. Inquieto y estimulado por los nuevos aires de cambio y esperanza que comienzan a respirarse en Espana, Rufo Batalla planea su regreso a Barcelona. Cuando esta a punto de abandonar Nueva York recibe una sugerente propuesta del principe Tadeusz Maria Clementij Tukuulo relacionada con su disparatado plan de reconquista del trono de Livonia, un pais hoy inexistente.

  • En las profundidades del deseo de Laurey Bright

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    Le habian robado, la habian atracado, casi la habian atropellado. y encima tenia que luchar contra la atraccion que sentia hacia su nuevo jefe. Cuando Sienna Rivers se alisto en la expedicion arqueologica de Pacific Treasure Salvors, no imaginaba que estuviera poniendo en peligro su vida. ni arriesgandose a perder su corazon por un hombre como Brodie Stanner.

  • Arder de Marcia Cotlan

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    Ella deseaba experimentar el placer. El le descubrio el amor.

  • Viaje a Norrkoping (Lunar de media luna 2) de Paula Perella

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    La busqueda de lo perdido, el deseo de lo olvidado. Me despierto agitada. Otra vez el sueno de Muriel y la gente ahorcada, morada y oscura, en el camino. Los gusanos recorrian su carne y vestimentas, la nariz de ellas cortada, y sangre goteando aun, casi coagulada, sin saber muy bien si arrastraban visceras, al suelo. --!Eyra! Tranquila. --Me termina de despertar Arn--. ?Que suenas? --Lo de siempre Arn, lo de siempre --le contesto casi gimoteando. Me dan ganas de llorar, pero no quiero hacerlo. Tengo que superarlo ya. --Creo que deberias buscar a alguien que te ayude a ampliar tus conocimientos para poderte sanar tu --me dice serio. --Yo estoy sana, Arn. Parece idiota a veces; no tengo fiebre, como bien, no me duele nada... !estoy sana! --No duermes bien, Eyra. Yo me despierto casi todas las noches oyendote sufrir en suenos, y luego te levantas de mal humor porque no te gusta que te vea asi, a punto de llorar. --!No estoy a punto de llorar! Si lo estoy, pero no me gusta que nadie se de cuenta. No me ha gustado nunca y ahora tampoco. Soy fuerte y no tengo que llorar, pero ultimamente lloro por todo; el otro dia asisti un parto y llore cuando nacio la nina, me llamaron a sacrificar una yegua y tambien llore... !Deja ya de llorar, estupida Eyra! --Eyra, vas a enfermar o me haras enfermar a mi porque no descansamos bien, ?buscaras a alguien? --Buscare. Calla y duerme --le digo para poder dormir otra vez. Pero ?donde busco? No se quien podria ayudarme. Ya tomo las plantas del sueno, la dormidera y otras, pero casi siempre vuelvo a sonar. A mi misma no me puedo cantar los aullidos apaciguadores ni sanadores, esto no funciona asi. Ha de ser otro aullador, y no conozco a ninguno. Aunque quizas en la aldea de madre... quizas alli alguien sepa algo. Me despierto y Arn todavia duerme. Es tan extrano tenerlo aqui, junto a mi, con los ojos cerrados y su nariz recta y terminada en punta hacia mi. Aunque por otra parte es como si siempre hubiesemos vivido juntos. Deja siempre una marca de saliva en la almohada y le gusta asomar uno de los pies por debajo de las mantas y sabanas, aunque sea invierno. Me levanto y me visto. Ojala pudiera usar pantalones como el; cada dia me resulta mas penoso, mas aburrido tener que ponerme todas estas capas y luego ajustarmelas. Para colmo, ultimamente no tengo fuerzas para ajustarme el jubon como antes. Quizas si sea cierto que ya no soy ninguna muchacha y mi cuerpo haya cambiado, de hecho cada dia me canso mas por los caminos y las laderas. --Arn, a desayunar. --le beso en un ojo y abro uno de las contraventanas para que entre la luz. Entra en el salon, que no se parece en nada a la cabana en la que pase el ultimo ano antes de casarme. Aqui tengo muchas comodidades que, aunque a veces me hacen sentir incomoda, como si yo ya no fuera la misma y fuera a convertirme en mi hermana la adinerada, por otro lado me facilita todo mucho mas. Por ejemplo, la chimenea no esta en el centro, sino que esta en un rincon y asi la casa apenas se ensucia con el humo, las ventanas son grandes y entra el sol durante el dia, la cuadra esta abajo y deja el suelo caliente y no entran tantas moscas ni tanto olor a caballo. --Eyra, acuerdate de que hoy no vuelvo hasta la noche, tengo que terminar de explicar el diseno de la torre nueva del reloj y luego pasare a cobrar... y habra bastante cola porque es sabado. --Bueno, no te preocupes. --Y pongo cara de asco por culpa de la leche. La leche me esta repugnando. --?Que pasa? --se sorprende el--. ?Esta agria? --Huelela, a mi me da ganas de... --Y salgo corriendo en busca de una palangana para vomitar. La cabana, en este sentido, era mas practica; solo tenia que salir por la puerta en busca de un rincon. --Has enfermado, Eyra, y te dije que pasaria --me regana, como si no tuviera suficiente con el mal rato que estoy pasando de intentar vomitar lo que no tengo en el estomago, !si acabo de levantarme! Cuando me siento mejor, bebo algo de agua y mastico una manzana, pero no la trago, me da miedo llenar el estomago y que vuelva a tener que vomitar. --Arn, voy a ir a la aldea de mi madre, alli quizas sepan algo sobre el Clan --le digo como si le pidiera permiso, pero no entiendo por que. --?A cuantos dias esta? --No lo se, primero tengo que preguntar a mi padre, igual querria acompanarme. --Bueno, no tardes mas de una semana, no quiero preocuparme --me dice con gesto serio. ?Antes era asi conmigo? No lo recuerdo, creo que era bastante mas confiado, mas despreocupado... ahora es como si fuera su hermana pequena. --Si te preocupas es porque te da la gana, ?cuantas veces te he de demostrar que sola me valgo muy bien? Si quisiera aun te tumbaria, ademas, sabes que con los aullidos puedo defenderme perfectamente. --Me da igual lo que digas, nina protestona --me dice serio--. Vas a tener cuidado y no vas a pensar solo en ti, vas a darte cuenta de que lo que tu haces me afecta, y ya vale de protestas... O le digo a tu padre que se venga a vivir con nosotros, y ya veremos a quien le da la razon. --!Eres un...! Eres... un gusano, por no decirte otras cosas --le digo entre dientes, enfadada, pero en realidad tengo que disimular la risa. !Padre en casa! No, por favor, !otra vez bajo el mismo techo no! Que aunque se ha calmado bastante sigue siendo un testarudo marimandon. --Antes del proximo domingo estare en casa de nuevo --acabo cediendo--, si fuera a tardar mas te lo hare saber. --Me voy ya, te dejo a Tyr. --Y me da un beso en la nariz. Baja las escaleras y sale por la cuadra. La ciudad no esta muy lejos, pero no obstante vivo en el campo. Me dio mucha pena dejar la nueva cabana, con el huerto arreglado, con todo el trabajo que dio adecentarlo y toda la gente que vino a ayudarnos. Le pedi a Padre que alguien lo usara, que no lo dejaran caerse de nuevo... pero no esta muy cerca de la aldea y a la gente no le gusta estar tan alejados. La gente es timorata y medrosa, demasiado para el escaso peligro que hay en esta zona. Recojo las cosas del desayuno y las limpio con el agua de la tinaja. Hoy no voy a ir al lavadero, hoy me voy de viaje a casa de Padre y luego a la antigua casa de Madre. Estoy nerviosa, ?como sera aquello? ?La gente sera amable? ?Todavia quedara algo de Madre alli? Me lavo la cara y me enjuago la boca; no quiero tener mal aliento por el vomito, asi que mastico hojas de menta. Ya no me queda regaliz, asi que tendre que recoger... !o comprar! Ultimamente abuso de gastarme el dinero comprando las hierbas, pero es que ya no tengo tanto tiempo para ir a buscarlas. Sabia que al final iba a tener que cambiar por Arn, ?el habra cambiado por mi? Me parece que no, que sigue haciendo exactamente lo mismo que dos anos antes de casarnos. No me parece justo, pensar en ello me hace hervir la sangre, ?habre hecho bien en casarme con el? ?Yo estoy hecha para esto, para estar casada? Me ato el mono y cojo mi morral, en el que meto fruta, queso y pan; suficiente para el camino hasta casa de Reidar. Bajo a la cuadra; --!Drakkar! Vamos --lo llamo. <> me parece mucho mas digno que <>, el pobre animal no se merece ese nombre. Acude con soltura, aunque el perro ya no es tan jugueton como antes, pero bueno, supongo que yo tampoco. Todos nos hacemos mayores. Ensillo el caballo que me regalo Paiva y le reviso las herraduras. Parece que todo esta correcto. Lo saco a la pradera, fuera de casa, y cierro la puerta con llave. Me aseguro de que todas las puertas y ventanas quedan cerradas. No viene mucha gente por aqui, pero nunca se sabe. Dejo la llave colgada en una de las ramas de un avellano que hace esquina con la casa, donde Arn y yo siempre la dejamos para que el otro la encuentre. Solo tenemos una, aunque Arn siempre dice que mandara copiarla

  • El engano de la princesa de Kiersten White

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    LA PRINCESA GINEBRA HA LLEGADO A CAMELOT PARA CASARSE CON UN EXTRANO: EL CARISMATICO REY ARTURO.

  • Antagonia de Luis Goytisolo

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    Con su colosal envergadura, Antagonia constituye sin duda una de las mas altas cumbres de la narrativa espanola. Saludada desde muy pronto como una obra maestra, los extraordinarios alcances de esta novela permanecen desconocidos aun para muchos lectores por los malentendidos a que dio lugar su publicacion original en cuatro entregas. De ahi el valor de esta nueva edicion, que ofrece por fin la novela tal y como debio ser percibida desde un principio: como un todo indisociable. Empieza Antagonia haciendo el <> de la vida de Raul Ferrer Gaminde hasta el momento en que apuesta por vivir como escritor. Se sumerge luego en su vida como tal, en sus notas y borradores, en sus suenos y fantasias. En contrapunto con ello, se vuelca una mirada distanciada sobre Raul y su mundo, para desembocar en Teoria del conocimiento, la novela escrita por el propio Raul. Novela de una novela, Antagonia propone una de las mas profundas indagaciones que jamas se hayan emprendido sobre la creacion literaria. <> (Guillermo Cabrera Infante). <> (Pere Gimferrer). <> (Rafael Conte).

  • Bandido Domado de Francisco Correa

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    Alex y Amanda fueron una y carne.
    La mejor pareja de la universidad.
    Y al acabar Amanda se mudo.
    Nueva York y su carrera la llamaron.

  • Todo Por Ella de Pao Flores P.

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    La noche era fria y empezo a llover, Maximiliano tomo el codo de Mila y le ayudo a subir al Bentley. --Espera. ?Que te pasa? --pregunto Mila al ver a Maximiliano con su quijada tensa y sus ojos centellando rabia. Maximiliano ignoro su pregunta, cerro la puerta, rodeo el auto hasta llegar a su lugar, encendio el auto y arranco a toda velocidad provocando que ella se recargara al respaldo de su asiento. Despues de varios minutos de silencio ella hablo. --Voy a volver a preguntar, Maximiliano. ?Que es lo que pasa? --Maximiliano se giro un poco para mirarla al mismo tiempo que se detuvo en el semaforo en rojo. --?Fue muy agradable la conversacion con el hijo del embajador? --Mila entendio el motivo de su actitud. Celos, muchos celos de parte de el. Llevaba dias con esa actitud y no entendia el por que.--?Hablas en serio, Maximiliano? --pregunto ironica, pero el semaforo cambio a verde y este aprovecho para acelerar y evitar responder. Mila puso los ojos en blanco y se dedico a mirar por la ventana, perdida en sus pensamientos. Maximiliano al ver que Mila se quedo callada y pensativa, se dio cuenta de su actitud de macho alfa. <> apreto sus manos al volante y acelero perdiendose entre el trafico. Mila sintio un escalofrio, giro hacia Maximiliano quien seguia manejando a toda prisa, era como una sensacion de alerta. Ella intento animar la situacion e ignorar. --Sabes que te amo, ?verdad? --Maximiliano quien siguio con la mirada hacia el frente, suavizo su rostro. Despues de unos segundos de silencio, accedio hacer las paces. --Si. ?Lo sabes tu? --el giro un poco su rostro para mirarla. Ella asintio, levanto su mano, dejo un beso tronado en su palma y lo avento en el aire direccion a el, haciendo que Maximiliano sonriera, levanto la mano para atraparlo y ambos se guinaron el ojo coquetamente. Asi de simple la tension se esfumo en segundos. Maximiliano tomo la interestatal para llegar a las afueras de la ciudad. Tomo la mano de Mila y dejo un beso en su mano. --?Que es lo que ibas a contarme al finalizar la cena de beneficencia, nena? Mila sonrio felizmente, era el momento de hablar. Y en el momento de levantar su rostro y mirar hacia Maximiliano, un auto del lado de el se estampo contra ellos, provocando girara sobre el aire y despues cayeron al lago. Los gritos de Mila y Maximiliano se apagaron. El agua era fria, la noche silenciosa, despues a lo lejos se escucho las patrullas, gritos de la gente del exterior y ambulancias. Maximiliano abrio los ojos y de inmediato busco a Mila, el agua estaba entrando por sus pies, la cabeza de ella estaba contra la ventanilla, su cabello rubio cubrio su rostro. --!MILA! !MILAAAA! !NENA! !MILA!!DESPIERTA! --con dificultad intento quitar el cinturon de seguridad de Mila, pero ella siguio inconsciente, el agua subio a gran velocidad, el auto se siguio deslizando mas alla. Una mano y despues dos mas agarraron a Mila y con dificultad la sacaron del auto, Maximiliano siguio atascado, el agua llego a su cuello, la desesperacion aumento junto con el panico. Cerro los ojos rogando a Dios que ella estuviera bien. El otro hombre intento desatascar el cinturon, pero parecia imposible ya que su pierna estaba aprisionada. La respiracion la contuvo cuando el agua lleno el espacio, intento ayudar al hombre que peleo con el cinturon, pero Maximiliano lo detuvo. ?Ese seria su destino? El hombre se aferro a salvarle la vida, pero Maximiliano acepto que muriese ahi, dentro del auto, ahogado, pero sabiendo que Mila pudo salir. Dejo de luchar al ver que sus posibilidades eran nulas, se maldijo dentro de el al pensar que debio de tener mas tiempo para disfrutar la vida, de Mila, su alma gemela, su todo. Pero ahora era tarde… …Y la oscuridad finalmente lo abrazo. Capitulo 1. Desde las sombras Maximiliano Dos anos despues... --Senor Rogers, el auto esta listo. --Levanto la mirada al escuchar la voz de Marco, esta de pie frente al escritorio con sus manos al frente y entrelazadas. --Ya estoy terminando--miro la hora y puedo sentir como mi corazon se acelera--?Estamos a buen tiempo? --Marco arquea una ceja sorprendido. Asiente lentamente luego baja la mirada a su reloj.--Tenemos diez minutos extras, por si quiere…--duda en seguir y el sonrojo llega a sus mejillas--usted sabe. Asiento en silencio. Me levanto de mi silla con cuidado, tomo mi americana y le entrego mi maletin, salimos del edificio, el auto espera con Scott y la puerta abierta. Entro y me acomodo en el asiento, estoy nervioso. Marco se reincorpora en el trafico de Washington, el clima es agradable y las nubes amenazan con estropearlo. Tomo mi movil y llamo a mi madre. --Hijo, ?Ya vienes? --suena demasiado ansiosa. --Si. Solo llego y te entrego la documentacion para que la firmes--Suspira. --?No puedo persuadirte de que te quedes a cenar con nosotros? --Sabes mi respuesta. --?Algun dia nos vas a perdonar? --Me quedo en silencio, aprieto el puente de mi nariz, no quiero despertar el dolor del pasado. --Solo te entregare la documentacion, necesito tu firma…--El silencio invade nuestra conversacion. Vuelve a suspirar. --Esta bien. Solo dire que te amamos, lamentamos lo que ha sucedido hace dos anos atras, si pudiera regresar el tiempo atras, creeme hubiera actuado diferente. --El hubiera lamentablemente no existe. Llego en veinte minutos. --Esta bien, te espero--dice finalmente rindiendose. Termino la llamada, miro hacia el frente y el corazon late frenetico. El Bentley llega a su destino. Encuentro la mirada de Marco por el retrovisor, quien ha terminado de hablar por su movil. --Me han confirmado que sigue adentro. --asiento sin decir nada. Miro mi reloj muy nervioso, la garganta se seca, el pulso se acelera mucho mas. Cierro los ojos e intento tranquilizarme, <> agarro aire y lo suelto despacio. Levanto la mirada y me concentro en el lugar, el restaurante. Y antes de que otro pensamiento llegue a mi mente, ella aparece. Hermosa, radiante y sana. Su cabello castano cae por encima de sus hombros, viste unos pantalones ajustados, camiseta gris con el numero 12 en numeros grandes centrado en la parte delantera y sus convers. Esta hablando con alguien, pero no puedo mirar con quien, ya que la gente que transita en ese momento por la acera se cruza, ella mira hacia nosotros por breves momentos y siento como su mirada atraviesa el auto. --?Ella nos puede ver? --pregunto nervioso. --No. He tintado los vidrios como usted ha ordenado y el resto de la flota. --?Y la gente que…? --no termino la pregunta cuando ella se acerca a la acera. Mira a su alrededor y luego regresa su atencion a la mujer que acaba de aparecer a su lado. --Es Katherine Sullivan--informa Marco al notar mi curiosidad. --Gracias. Sigo observandola, se cruza de brazos y sigue conversando animada con la rubia a su lado. Su sonrisa se ensancha y comienzan a caminar hacia nosotros. Es la unica forma de poder mirarla desde mis sombras y en silencio. --No se preocupe, no pueden vernos. --Dice Marco al tiempo que mira que me recargo bruscamente al respaldo de mi asiento y puedo apostar que hasta Scott ha dejado de respirar. Pasan de largo entretenidas en su conversacion. Suelto el aire y dejo caer mi cabeza hacia atras. Cada vez que la miro me quedo un poco tranquilo. --Vamos, mi madre me espera--se que sueno derrotado. Mi giro para intentar alcanzar a mirarla de nuevo, pero ella se ha marchado y como cada vez que tengo la oportunidad de mirarla, mi corazon se estruja del dolor por no tenerla a mi lado. Las puertas de hierro forzado se abren cuando el auto esta llegando, Marco entra sin detenerse. Cruzamos el gran jardin y la fuente de piedra que adorna la mansion. Se estaciona a un lado del BMW blanco de mi hermana Lauren y me doy cuenta de que del otro lado esta el auto de Ian. --Mejor estaciona en la entrada, solo bajare unos momentos no voy a tardar. --Si, senor Rogers--enciende de nuevo el auto y se estaciona a unos cuantos metros de la entrada. Con cuidado subo las escaleras de piedra, arreglo mi corbata, nervioso, me detengo frente a la puerta y repaso lo que dire y el tiempo que me voy a tardar, sin tocar el timbre o una invitacion entro a la casa de mis padres. Las voces van incrementando cuando mas avanzo hasta el comedor, al llegar mi madre nota mi presencia, sus voces callan. Mi madre, Elsa, abre los ojos por la sorpresa de estar ahi sin antes llamar, se levanta a toda prisa y se acerca a mi. --!Hijo, ven, toma lugar! --suena emocionada. Niego al mismo tiempo que repaso la mesa con vista de ojo de aguila. Mi padre Ernest de un extremo de la mesa, mi hermana Lauren de un lado y mi hermano Ian frente a ella. Los tres estan en silencio. --Gracias, madre, solo revisa y firma, necesito irme. Ella suspira nostalgica. --Vamos al despacho--sin decir mas, camino detras de ella. Entramos y le entrego la carpeta, mis dedos aflojan la corbata al sentir ansiedad. Ella rodea el escritorio y se sienta en la silla, abre la carpeta, la hojea rapido y levanta su mirada hacia mi--?Estas seguro? --asiento en silencio. Han pasado dos anos desde el accidente y lo unico que quiero en estos momentos es volver a tener todo el control de mi empresa, he comprado las acciones de todos, en estos momentos solo falta el 20% de las acciones de mi madre. ?Como no podria estar seguro? !Es mi empresa, yo la levante de la nada y por ser mi familia la hice parte de ella! Suelto el aire cargado de frustracion. Ella toma una pluma, empieza a firmar todos los papeles. Al terminar cierra la carpeta y la desliza hacia mi direccion. La tomo y antes de volverme hacia la salida del despacho, ella me detiene. -- Necesitamos hablar--arrugo mi ceno. Niego en silencio, ninguna palabra sale de mis labios. No quiero pelear de nuevo con ella. --Tengo que irme--ella suaviza su rostro y sonrie. !No, no sonrias, maldita sea! Pongo los ojos en blanco, ella rie y tira de mi brazo para que tome asiento en el sillon de la sala que se encuentra dentro del despacho. Tomo asiento y ella se sienta a mi lado, me mira en silencio, como si estuviera pensando lo que dira a continuacion, ruego dentro de mi a todos los santos por haber que no toque el tema de mi pasado, el accidente. No quiero romperme ni mostrar lo que cargo por dentro. --?Como has estado? --su pregunta me sorprende. --Bien, ?Y tu? --respondo nervioso. Se que hay algo por ahi escondido preparandose para salir atacarme y ahogarme en la oscuridad. --Bien, preocupada por mi hijo--arrugo mi ceno. ?A que viene eso? --Tengo entendido que tu hijo Ian se encuentra bien, al igual que Lauren--ella niega con una hermosa sonrisa en sus labios. --Sabes a quien me refiero. ?No te has cansado de alejarte de nosotros? Por que yo desde hace casi mas de dos anos que si. --No empieces madre. --me pongo de pie y comienzo a caminar por el despacho. Intento no romperme, no gritarle todo lo que tengo dentro de mi. --?Donde esta tu baston, Maximiliano? --me detengo. ?Como sabe que uso baston? --No se de que…--se levanta bruscamente como si el demonio se le hubiese metido en el cuerpo. Sus ojos centellan de furia. --!Basta! !Basta de esconderte! !De fingir! !A ti te duele, a nosotros mucho mas! !He perdido a mi hijo pequeno! !Y no te atrevas a ocultarme lo del baston! --senala con el dedo indice en mi direccion. --!No me escondo! --replico furioso pasando mis dedos por mi cabello. (Un tic de frustracion) Lo habia dejado en el Bentley, no me gustaba usarlo, pero mi rodilla no habia quedado del todo bien, solo cuando no soportaba el dolor, lo usaba. --!Si te escondes! ?Crees que por ocultar el baston me hara pensar que estas bien? !No estas bien! !Soy tu madre, Maximiliano Rogers! --Y cuando mas te necesite, ?Donde estabas, madre? --digo en un tono bajo cargado de ira. Ella abre sus ojos como platos, sus hermosos ojos grises se cristalizan. --Eso no es justo…--me responde con el nudo en su garganta. --?Y para mi si? ?Sabes el dolor que me causo el que mi propia familia rechazara a Mila? ?Todo lo que hicieron para alejarnos? !Dime! ?Donde estaba la madre amorosa, la madre que apoyaba por sobre todas las cosas a sus hijos? --Yo… --detiene sus palabras, las lagrimas caen finalmente, sus labios tiemblan y lo intenta ocultar. --Yo la amaba con toda el alma y no tienes idea del dano, la ira, el odio que cargo desde entonces--susurro con dolor, ahora mis lagrimas amenazan con salir. --Ella…--levanto el dedo indice en direccion a ella para detener sus palabras. --!No te atrevas a hablar mal de ella y mucho menos delante de mi! --grito furioso. Necesito irme de aqui. --Maximiliano, por favor--me alcanza a tomar mi brazo. No la miro, sigo con la mirada en la puerta del despacho. --Nunca entenderas nuestros motivos. --me giro para mirarla. --La felicidad de tu hijo debio haber estado por encima de esos motivos, ahora…--cierro los ojos con ira y al abrirlos la miro detenidamente y pongo la mano sobre la suya--... ?Valio la pena esos motivos? ?Vale la pena ver a tu hijo muerto en vida? ?Sin el amor de su vida? ?Hundido en las sombras y destruido? --alcanzo su mano, la suelto del agarre lentamente. --Ahora lo se, carino, y no me cansare de pedirte perdon--se cubre su boca para callar un jadeo por su llanto. --Lamentablemente no hay vuelta atras--camino a la puerta y antes de salir me detengo. -- Esto es lo que queda de tu hijo pequeno, un hijo destruido por su propia familia y tendras que vivir con ello el resto de tu vida--Cierro la puerta detras de mi, acelero el paso para evitar cruzarme con el resto de la familia. Al salir, Marco abre la puerta y entro por fin, acaricio mi rodilla al sentir las punzadas de dolor. --Vamonos. No quiero estar mas tiempo en este lugar…--Marco sale de la mansion, dejando todo lo que una vez ame… A mi familia. Capitulo 2. Suenos Humedos Mila “Sus labios recorren mi piel, centimetro a centimetro, mi piel se eriza al grado de obtener un dolor placentero, siento como la humedad se hace presente en mi centro. Mi cuerpo tiene vida, me retuerzo, gimo, jadeo y vuelvo a retorcerme entre las sabanas de la cama. - Eres exquisita, Mila - su voz es ronca y sexy, sus labios encuentran mi humedad en mi sexo y comienza a jugar con su lengua. - !Oh, Dios mio! !Oh, Dios mio! - las sensaciones que produce son indescriptibles, el calor sube y despues se arremolina en el centro de mi vientre, estoy a punto…--Solo dime tu nombre… --Soy yo, t....--y cuando esta a punto de decir su nombre, llego a mi climax…” Despierto de golpe, reincorporandome como un resorte mientras el sudor se desliza por mi piel, cierro los ojos y puedo sentir aun los ultimos espasmos de mi orgasmo, me toco y efectivamente… --Otra vez…--me dejo caer sobre la almohada, miro el techo y revivo en mi mente una y otra vez su silueta en la oscuridad. La forma en que dice mi nombre, el extasis al darme el placer es como si el conociera cada tramo de mi piel, como un mapa... *** Estaciono el auto en el estacionamiento de a lado, tomo mi bolso y mi movil. Miro el reloj y llego justo a tiempo para la junta del personal. Salgo del estacionamiento y antes de girar para entrar veo el auto de mi padre frente al restaurante, un hombre vestido de negro y lentes oscuros se baja y abre la puerta, le ayuda a mi padre a bajar con cuidado, al verme su sonrisa se expande por casi todo su rostro. Le regreso de la misma manera ese gesto, corto la distancia para evitar que el haga esfuerzo en venir hasta mi. --Vaya, ?Que hace el senor Davis en mi trabajo? --lo saludo de beso en ambas mejillas. -- ?No puedo venir a ver a mi unica hija? --dice en un tono ironico. Pongo los ojos en blanco y le hago senas de que entremos al restaurante. --Vamos, ?Ya has desayunado? --El niega--Entonces ven, desayunemos juntos. Lo llevo a la mesa que se encuentra en el lado de la calle con vistas al trafico de la manana, Alejandro, el mesero nos toma el pedido. --Veamos entonces…--lo miro detenidamente, me recargo en el respaldo de la silla y me cruzo de brazos arqueando al mismo tiempo mi ceja, con aire intrigada. --Si has venido hasta aca eso quiere decir que es algo serio, ?O me equivoco? El sonrie a medias, baja la mirada y luego mira a traves del gran ventanal. --Solo queria verte un poco mas--su mirada se encuentra con la Lauren--No me basta una vez a la semana y solo una hora, ?No crees, pequena? Pongo los ojos en blanco. --Lo siento, el restaurante me ha tenido absorbida junto con el que vamos a abrir en un mes en la calle principal… --Sabes que puedes contratar personal para que se encargue de ello, ?Por que no lo haces? --Por que no tendria el orgullo de decir que estuve al mando de mi propio negocio, sabes que me apasiona esto, no quiero estar llevandome todos los meritos cuando no he metido mis manos en ello, eso debes de saberlo de sobra. Cambiemos de tema, ?Por que mejor no me cuentas como llevas con el divorcio con mi madre? El se tensa, llega el mesero y nos deja el jugo de naranja, mi padre espera que el mesero se retire para poder hablar. --Ella no ha querido verme, se que no fui el mejor esposo, pero…--se detiene y desvia la mirada hacia el exterior--se que tengo defectos e hice cosas que ella nunca aprobo, pero sabe Dios que lo hice para un bien. Bueno, basta de mi, no quiero arruinar tu dia con mis problemas. ?Como va el restaurante? Nos metemos en el tema del negocio, le cuento mis futuros proyectos y lo emocionada que estoy. El me cuenta como esta la empresa de exportacion de la familia y los beneficios que ha ganado debido a un contrato con una empresa de California. Llega el desayuno y entre platicas sacamos otros temas y como hace mucho tiempo no teniamos, la pasamos bien. La alarma de mi reloj pita tres veces, eso me recuerda que tengo que tomar la pastilla para el dolor de cabeza, busco en mi bolso y al fin de unos minutos las encuentro, pillo a mi padre con el ceno arrugado mirando mis pastillas. -- ?Todavia sigues tomando pastillas? --sorprendida por su pregunta y en la forma que lo pregunta asiento lentamente. --Aun sufro de las jaquecas, el doctor Sullivan me ha recetado unas nuevas, hacen maravillas, la ventaja es que solo dos veces al dia tengo que tomarla, ?Pero por que te sorprende? Tomo el jugo que queda de mi copa para tomar la pastilla, el sigue mirando la pequena caja que he puesto a un lado de mi plato. --Crei que habian cesado esos dolores…--su tono es bajo, levanta su mirada y sus ojos marrones me contemplan-- ?Por que no me has contado eso? --Padre, basta. Solo son pastillas para el dolor, la proxima semana me toca chequearme. Desde el accidente de hace dos anos, no han encontrado el motivo del dolor. Su rostro se contrae. --Lo se, solo pense que ya no lo tenias, llama a Victor, tengo pendientes que hacer en la oficina. Le hago senas al hombre de la entrada, e inmediatamente se acerca y le ayuda a mi padre. --Bueno, espero verte el fin de semana, ?Si iras verdad? --asiento con una sonrisa. --No me perderia tu cena de cumpleanos por nada del mundo. Nos despedimos en la acera, el auto desaparece entre el trafico de las once de la manana. Me quedo viendo por donde se ha marchado, cuando me vuelvo para entrar, de nuevo esta el Bentley estacionado a varios carros de la acera. Habia dias en que el auto permanecia aproximadamente una hora diario, uno de los chicos del restaurante solo justificaba que el auto era de uno de los duenos de las oficinas que estaban a unos cuantos locales, era obvio ya que el estacionamiento de varios locales era exclusivo a clientes. Miro de nuevo el auto, estoy tentada en preguntar realmente de quien es, ?Por que no, Mila? Me abrazo a mi misma, y ladeo el rostro. Puedo ver movimiento en el interior, asi que eso confirma que hay alguien dentro del auto. ?Y si es un secuestrador o acosador? ?Tuyo, Mila? Me regano mentalmente de que esto a mi no me incumbe, ?Y que si se estaciona siempre en ese lugar? Pero es casi a diario…para mi en lo personal es sospechoso. Mis piernas se mueven en su direccion y ya estoy formulando en mi cabeza lo que voy a preguntar. Me acerco a la puerta del piloto, doy un toque con mi nudillo contra la ventana tintada, al no obtener respuesta, doy otro toque, el vidrio se baja y descubro a un tipo de traje negro. -- ?Si? --estoy a punto de hablar, pero una imagen atraviesa por mi mente. Es el, pero viste un traje veraniego, usa lentes de sol y esta algo borroso. -- ?Esta bien senorita? --asiento saliendo de mis pensamientos. --Si, disculpe… ?Nos conocemos de algun lado? su y rostro me es familiar--su rostro palidece y despues niega. --Oh, no se por que me es familiar, bueno, disculpe, ?Espera a alguien? --Si, senorita, estoy esperando a mi jefe--dice dudando de su respuesta. -- ?Donde trabaja su jefe? --lo interrogo. --En el edificio de la esquina, es que siempre encuentro este lugar desocupado, suerte, ?no? -- asiento, dudosa. El se da cuenta y me sonrie, y es una sonrisa calida, familiar y en lugar de sentirme incomoda, es lo contrario. -- ?En que trabaja tu jefe? --pregunto curiosa. --Es empresario, lo demas es confidencial. Lo siento. --Oh, lo siento, no suelo ser tan curiosa. --Si, lo se--se calla bruscamente luego intenta acomodar su respuesta--me refiero a que hay gente curiosa otras no, y… --su movil suena. --Lo siento tengo que responder.

  • Templo de sangre de Eugenio Aguirre

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  • Toda la verdad de mis mentiras de Elisabet Benavent

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    ?Puede mantenerse una amistad a pesar de las mentiras?

  • A la orilla del rio de Robyn Carr

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    Los habitantes del tranquilo pueblo de Grace Valley eran como una gran familia… y a todos les encantaba meterse en los asuntos ajenos.

  • Alba infinita de David Nel

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    A mediados del siglo XXI, Chipre es la envidia de la comunidad internacional. Tras abolir el sistema monetario, convertirse en una EBR (Economia Basada en Recursos) y construir Galatea, la primera ciudad sostenible de la historia, el pueblo chipriota disfruta de una prosperidad y una felicidad no comparables a cualquier otro lugar de un decadente planeta sumido en una crisis financiera, energetica y climatica.
    Pero, ?que llevo a Chipre a prohibir la existencia del dinero? ?Cual es el secreto que posibilita el funcionamiento de su innovador sistema? ?Como afecta este regimen a los habitantes de la utopica ciudad de Galatea? Y… ?cuales son los verdaderos planes de su lider?
    Leah, una psicologa americana que solo busca un hogar decente para su familia. Ande, un astrofisico espanol con una gran obsesion. Marcelo, un ejecutivo chileno enamorado de una bella chipriota. Y Lin, una activista china perseguida por su gobierno. Todos ellos, muy a su pesar, descubriran la respuesta a estas preguntas.

  • Eh, soy Les de Andrea Smith

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    Cuando te mandan un verano entero a casa de tu padre, lejos de tus amigos, con su mujer y tus horribles hermanastros, sabes que tu vida no podria ir peor. Leslie Sullivan detesta a los horrigemes, pero eso no quita que uno de ellos le diese su primer beso, y que ahora el otro vaya a ser su profesor particular de matematicas.

  • El chico de las mil almas de Maria Herrejon

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    Misterio, amor y superacion se unen en esta primera novela de Maria Herrejon.

  • Hijos de la niebla de Francisco Javier Olmedo Vazquez

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    Una modesta obsesion, una simple llamada de telefono y un sencillo viaje en coche. Esa es la inofensiva triada que dejara a Louis a las puertas de los lugares mas inhospitos y remotos de la consciencia del hombre, donde la realidad se presenta en su estado mas crudo y primigenio. La incomprension propia de una mente aseptica, la angustia ante lo imposible y el horror de lo inverosimil seran sus mas intimos y fatales companeros de viaje.

  • Nunca fue tan perfecto de Laimie Scott

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    Una nueva y apasionante novela de Laimie Scott.

  • Aunque me haya ido de Mary Elise Albar

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    La vida de Lillian nunca fue facil. Las decisiones que tomo a lo largo de su vida la hicieron enfrentar consecuencias impensables para la mayoria de personas.

  • Victoria de Begona Blasco Laffon

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    Mi abuela siempre tenia a mano un refran. Mas vale callar lo que se sabe, que decir lo que no se sabe. Me pregunto que hubiera sido de mi familia si hubiera hecho caso de este. Por fin han salido a la luz los secretos que guardo tantos anos, y el desastre que origino por decir lo que no sabia. En el salon en el que pase mi infancia, observo a Victoria dormida en el capazo. No estoy segura de cual hubiera elegido la abuela para este momento, pero si de lo orgullosa que se hubiera sentido al saber que su nombre se perpetuaba en la familia. Oigo en mi cabeza su voz dulce: "?ves?, todo llega". Han pasado casi cincuenta anos de su muerte, y me pregunto como es posible que aun recuerde con tanta claridad la ternura con la que me hablaba. Mi madre, en cambio, parecia que solo se hubiera aprendido un refran, y lo repetia cada vez que se le presentaba alguna oportunidad de cambio: mas vale malo conocido que bueno por conocer. Con que ganas le diria lo confundida que estaba. Todavia me invade la tristeza si pienso en las veces que la culpe de no quererme lo suficiente. Ahora que se lo que paso, me asombra que fuera capaz de sacarme adelante. !Que mejor manera de demostrarme su amor y que poco supe apreciarlo! Me acerco a la cuna y acaricio la mano de mi nieta. Desde que viaje a Munich cuando nacio, hace cuatro meses, solo la habia visto en las fotos y videos que mi hija me envia a menudo. Llevan un par de dias instaladas en casa, pero hoy es la primera vez que me quedo a solas con ella. --Madre, te he dejado el biberon en la nevera --ha dicho, como si no hubieramos estado juntas en la cocina mientras lo preparaba--. No creo que lo necesite, normalmente duerme seis o siete horas seguidas. De verdad, en cuanto tomemos las uvas nos volvemos. Sabine, harta de las instrucciones que Paula no paraba de darme por el pasillo, con la excusa !llegaremos tarde!, ha conseguido cerrar la puerta. La pequena hace un puchero y me apresuro a mecerla, al tiempo que con el mando apago la tele. Siempre me ha gustado ver los programas que resumen lo ocurrido durante el ano, pero, hoy, mirar a mi nieta me parece mucho mas interesante. !Una nueva Victoria en la familia! No tengo claro si me gusta que hayan elegido nuestro nombre. Me alegro de que, por lo menos, no comparta tambien nuestra fecha de nacimiento. Aunque recuerdo con carino los cumpleanos compartidos con la abuela, es mejor que Victoria tenga su propia fiesta. Deseo que empiece una nueva saga de mujeres en la familia que sabran mirar al futuro sin el lastre del pasado. Sin prejuicios, sin secretos. Victoria se ha dormido de nuevo. Me acerco al balcon y observo a traves de los cristales el ir y venir de la gente. Las luces de los escaparates y las estrellas que decoran los arboles de la plaza me parecen mas brillantes que las del ultimo ano. Aunque he insistido en que estare dormida antes de que den las doce, Paula me ha comprado esta manana una lata con las doce uvas, ya peladas, y las ha puesto en un cuenco que ha dejado en la mesita, al lado de la lampara. Sin piel, se amontonan en el fondo, languidas, casi translucidas. Me ha hecho prometer que me las comere aunque este sola. Pero no estoy sola. Si entorno los ojos puedo ver a la abuela, que sentada en su butaca frente a la tele, me pide que le pele las suyas; y a mi madre, enfadada porque creia firmemente en la necesidad de cumplir el ritual sin trampas, para que la suerte nos acompanara durante todo el ano. Conocer los secretos de la abuela ha servido para que comprenda por que mi madre se sintio, hasta su muerte, una nina abandonada. Ya no tengo nada que recriminarle, lo unico que lamento es que se fuera sin poder decirselo. Me alejo de la ventana. Con cuidado acerco el capazo al sillon. Me acurruco en el sin perder de vista a Victoria que, dormida, esboza sonrisas que se desvanecen casi al mismo tiempo de aparecer. Siento como si tuviera todo el tiempo del mundo, y protegerla fuera mi unica tarea. Me sorprende ese sentimiento porque ni siquiera con mis hijos he tenido una conexion tan profunda. Recuerdo con pena su nacimiento. Mi instinto maternal quedo oculto tras el parto por un velo de tristeza que no me permitio, hasta mucho mas tarde, disfrutar de ellos. Esta noche dormire de nuevo en el que fue mi cuarto, pero las obras han conseguido, por fin, que el piso deje de pertenecer al pasado. El corcho con las fotos y recortes que mi madre mantuvo durante tantos anos ya solo esta en mi memoria. Sin embargo, solo ha pasado un ano desde aquella manana en la que tuve la sensacion de que el dormitorio me miraba con extraneza, como si se preguntara el motivo por el que, despues de tantos anos, habia vuelto. No supe contestarle. Quiza la llamada de Juan el dia anterior, para decirme que hiciera algo con el piso de mi madre, provoco en mi la absurda pretension de que, si amanecia en mi cama de nina, la pesadilla terminaria, mi familia permaneceria intacta, y la abuela vendria a darme los buenos dias con un beso, como cada manana. El deseo de leer sus cartas y escritos me lleva a levantarme sin pereza del sillon. Hace unos meses que encuaderne todo ello. Me acerco a la estanteria. Se me ha ocurrido la tonta idea de hablarle a mi nieta mientras duerme. Quiero que Victoria conozca sus origenes. Quiza tengan razon los que dicen que de pequenos somos capaces de guardar informacion de cosas que vivimos, aunque despues nuestra mente consciente no pueda recordarlas. Con un poco de verguenza al principio, empiezo a hablar. Mi voz es apenas un susurro en la habitacion hasta ahora silenciosa. --Tienes que imaginar a mi abuela Victoria joven y enamorada. Me quedo pensativa un momento. Si pretendo contarle lo ocurrido estos ultimos meses no puedo irme tan atras en el tiempo. Comienzo de nuevo, mi voz mas firme. --Mejor empezare hace justo un ano, el 31 de diciembre de 2013. Asi sabras como me entere de los sucesos que nuestras antecesoras me ocultaron durante tanto tiempo. 1 Me encogi bajo las sabanas sin ganas de levantarme. La habitacion seguia helada. Por la hora que era, el portero acabaria de encender la calefaccion y aun los radiadores estarian templados. Saque la mano y tantee en el suelo en busca de la manta que recordaba haberme puesto la noche anterior. Sin molestarme en estirar las sabanas revueltas, la eche por encima en un intento de entrar en calor. Sabia que no me iba a resultar facil, el frio habia pasado a formar parte de mi vida desde hacia un tiempo. La conversacion que habia mantenido con mi marido, lejos de haberse borrado tras la noche, continuaba grabada en mi mente. Su habilidad para convertir cualquier intento de dialogo en un monologo cargado de reproches me habia dejado agotada. Quedo claro que lo unico que queria de mi era que desapareciera de su vida, y cuanto antes, mejor. !Como olvidar sus palabras!: Joder, Mavi, siempre llegamos al mismo punto, vendamos nuestro piso de una puta vez, repartimos y se acabo el problema. Ahora que el de tu madre esta vacio ya no tienes excusa. Ya han pasado mas de dos meses, y seguimos igual. Asi que haz algo. Tengo planes y no voy a esperar mucho mas, dijo antes de colgar sin ni siquiera despedirse. Que tenia planes... !Que cabron! ?Y nuestros planes? Cuando Diego se fue a estudiar su master a Vancouver, nos parecio buena idea hacer un viaje para revivir las veces en las que dejabamos a los chicos con mi madre y nos escapabamos un fin de semana en el viejo coche. Su enfermedad hizo que fueramos posponiendo nuestros planes, pero, ahora, tenia claro que la unica ilusionada habia sido yo. Me sobrecogio la forma en la que Juan hablaba de ella. Ni siquiera me habia preguntado que tal estaba. No mejoraba tanto como nos habiamos imaginado, pero eso no significaba que su muerte fuera inminente. Solo pensar lo que costaba la residencia me hacia temblar. ?Cuanto duraria el dinero de su cuenta? Cada mes que pasaba subia la factura, tantas cosas que no estaban incluidas, pero que al parecer eran indispensables para su cuidado. Lo ultimo que me faltaba era Juan con sus prisas y sus maravillosos planes. La rabia que senti al recordar la forma tan ruin en la que me dijo que se iba, me quito el frio de golpe. Hacia una semana que habiamos ingresado a mi madre. Necesitaba volver a la rutina con la que pasabamos tantos fines de semana, yo, leyendo un libro en la butaca, y Juan, tumbado en el sofa, mientras cambiaba una y otra vez de canal sin intencion mas que de dejar pasar el rato hasta la hora de acostarse. Dos meses ya, y todavia me parecia que fue ayer. Acababa de terminar el telediario. La casualidad hizo que le mirara justo en el momento en el que apago la tele. Dejo el mando encima de la mesa, se sento en el sillon y levanto la vista hacia mi. --Quiero decirte algo. He esperado porque sabes que aprecio mucho a Ana Maria y no queria que sufriera todavia mas. --?Algo de mi madre? --pregunte. Volvio a coger el mando de encima de la mesa, por lo que por un momento pense que iba a encender la tele, pero se limito a pasarselo de una mano a otra. Cuando ya estaba a punto de decirle algo, por romper ese silencio que empezaba a asustarme, comenzo a hablar: --Sera mejor que te lo diga sin rodeos. Me marcho. --?Que te marchas? Juan viajaba con frecuencia por su trabajo, no entendia por que me lo anunciaba, esta vez, de una manera tan rara. --Si, he decidido que me voy. --?Adonde? Se levanto del sillon y se quedo en pie, frente a mi. --Lo que intento decirte es que me voy de casa. Quiero a Carla y hemos decidido empezar una nueva vida juntos. --?Carla? Mi mente hacia verdaderos esfuerzos por intentar poner cara a un nombre que me sonaba familiar. --?Tu secretaria? --Bueno, ahora no es secretaria. Hace tiempo que ejerce tambien de abogada en el bufete -- intento justificar Juan, y antes de que pudiera decir nada, continuo: --Si no lo he hecho antes es porque no queria que tu madre tuviera que pasar por esto, pero ahora no veo razon para aplazarlo mas tiempo. ?Entiendes? Incapaz de hablar o moverme, escuche sus explicaciones, sin asimilar todo lo que me decia. --... seamos razonables. A los chicos les parece bien. Oir que hablaba de nuestros hijos me hizo reaccionar. --?Me estas diciendo que sabian que estabas con otra tia? --Bueno, no desde hace mucho. Se lo conte a Paula la ultima vez que vino, y ella me dijo que se lo diria a su hermano. --!Eres un cabron de mierda! Me parecio que se acobardaba ante mi rabia, pero enseguida se envalentono de nuevo. --Solo quieren que seamos felices. --?Felices?, ?!Felices!? Mi grito no consiguio nada mas que una mirada tensa por su parte. --Espero que lo entiendas. Estoy decidido. Me ire manana. --!Como que manana! --conteste hecha una furia, y sin pensarmelo dije--. Si quieres irte, vete, !pero vete ya! --Si es asi como lo quieres... Aun no me habia movido del sillon cuando Juan salio de nuestra habitacion arrastrando dos maletas. Al pasar por mi lado me dijo: --Adios Mavi, hablaremos cuando estes mas calmada. Me gire en la cama incapaz de encontrar una postura comoda. Mi chuleria me habia salido rana. Por lo poco que tardo, tenia que haber preparado las maletas aquella tarde. Las habia visto en la habitacion, pero no imagine que ya estuvieran llenas. !Como habia podido ser tan tonta! El dia que ingresamos a mi madre en la residencia se habia mostrado muy carinoso. Llevabamos tanto tiempo fingiendo una convivencia que no existia, que tendria que haberme dado cuenta de lo que tramaba. Con la pena que tenia, si llego a saber lo que me esperaba, se hubiera acostado aquella noche con el su puta madre. Seguia sin ganas de levantarme. Tenia todo el dia por delante sin nada que hacer mas que esperar a que dieran las doce y tomar las uvas, sola en casa. Mis recuerdos seguian aferrados a aquel fin de semana de hacia dos meses, en el que me resistia a creer que Juan se hubiera marchado y que mis hijos le apoyaran. Me sentia traicionada en lo mas profundo. Aquella noche, cuando consegui reaccionar, cogi el movil y marque el numero de Paula. El timbre continuo sonando hasta que se corto la llamada. Al intentarlo de nuevo me fije en la hora, !eran las dos de la manana! Tendria que esperar hasta el dia siguiente para que me explicara por que no me habia dicho nada. Paula se limito a mandarme un par de wasaps. Alegaba que tenia un trabajo pendiente que entregar y que hablariamos cuando viniera en Navidad. Diego, en vez de darme la razon, habia intentado calmarme, lo que me enfurecio todavia mas. Despues de colgar, sin pensarmelo dos veces meti en bolsas de basura toda la ropa de Juan. Habia esperado a que anocheciera, no queria que los vecinos se enteraran de lo que pasaba, y las tire, con mas rabia aun que la que habia usado mientras vaciaba hasta el ultimo cajon, en el contenedor de la esquina. Ya no hacia falta que volviera, que Carla le comprara lo que le diera la gana. Me habia sentido como Malefica cuando, al final de la pelicula, lucha contra su amado. Aunque yo no pensaba ser tan tonta como ella, que casi muere por creer que el muy traidor se arrepentia. Si Juan queria volver tendria que hacer algo mas para convencerme. Que ilusa. No habian pasado ni veinticuatro horas cuando, un poco borracha, despues de beberme unos buenos tragos del guisqui que Juan reservaba para las grandes ocasiones, me arme de valor y le llame. ?Si?, una voz femenina hizo que mi corazon se acelerara al compas de la ira que empezo a subir desde mi estomago. !Asi que ella si podia usar su movil! !Cabron! Colgue sin contestar. Tire el mio con tanta fuerza que reboto en el respaldo de la butaca y termino en el suelo. Mire el movil, en la mesita de noche, a mi lado. La raja que se habia hecho en el cristal aquel domingo aumentaba cada dia. Decidi que el jueves, en cuanto abrieran las tiendas, iria a por uno nuevo. Ya que no esperaba regalos en Reyes, me compraria el mas caro que encontrara. Que diferencia con las navidades de los ultimos anos, en las que todavia jugabamos a ser una familia normal. Recoger a Paula y a Diego, contagiada de la felicidad que se respiraba en el aeropuerto en esas fechas; los regalos comprados a ultima hora en los que se incluia siempre un tique para facilitar su devolucion, las sobremesas en las que dejabamos a Juan extenderse sobre las ventajas laborales que encontrarian los chicos al terminar sus estudios en el extranjero, sin querer ver que su vuelta a casa estaba cada dia mas lejana. Todo me habia parecido artificial y forzado. Ese dia, en cambio, hubiera dado cualquier cosa por recuperar el dos mil trece, aun con todos sus sinsabores. Ni siquiera habia llamado a mis amigos para decirles que no pensaba acudir al restaurante en el que, en los ultimos anos, nos reuniamos para cenar y tomar las uvas. Lo ultimo que me apetecia era ver las miradas de compasion de las mujeres del grupo al acabar de besar a sus maridos cuando dieran las doce. Recogeria un poco y volveria por la tarde a mi casa en la que me esperaba una lasana congelada. Debia de llevar siglos en el congelador. Cenaria sola, delante de la tele, sin saber siquiera si mis hijos se acordarian de mi. Me entretuve un rato con la mirada fija en las figuras que la luz que atravesaba la persiana entreabierta dibujaba en la pared. No recordaba haberme fijado nunca en ellas, aunque mi cama no se habia movido desde que me instale en esa habitacion unos meses despues de morir la abuela. Se oia ya el bullicio de la gente en la calle. Echaba de menos poder ir de tiendas o tomar algo en un bar sin tener que coger el coche. Juan, sin embargo, siempre habia preferido la tranquilidad del extrarradio de Madrid. La urbanizacion cerrada contaba con vigilancia las veinticuatro horas. Creo que se sentia importante cuando el vigilante le saludaba con respeto al abrirle la verja metalica. A mi me convencio con el argumento de que los ninos podrian jugar libremente en los jardines o banarse en la piscina comunitaria, sin tener que depender de que tuvieramos tiempo para llevarles a un parque o un polideportivo. Sin embargo, tiempo fue lo unico que me sobro en esos anos, hasta que harta de estar en casa, me arme de valor y, aun en contra de su opinion, me acerque al colegio en el que habia trabajado un tiempo antes de casarme. Se apiadaron de mi, y lo que empezo como una sustitucion, se habia convertido en un contrato indefinido. No tenia un gran sueldo, pero eso mejor que nada. Intente pensar en otra cosa, pero solo consegui volver a las palabras de Juan: !haz algo con el piso de tu madre! No me sentia con fuerzas para quitar sus cosas. ?Y si ocurria un milagro y mi madre al volver a casa se la encontraba distinta a como ella la dejo? Pero reconoci que mi resistencia tenia mucho que ver conmigo. A este piso volvio mi madre al quedarse viuda, todavia embarazada, y los recuerdos de mi ninez y juventud estaban asociados a aquellas estancias en las que habian convivido en una armonia un tanto peculiar los mas variados estilos, herencia de la costumbre familiar de no tirar nada. Ahora me iba a tocar a mi hacer lo que mi madre no pudo. La huella dejada por la abuela Victoria, mimamita, habia sido tan profunda que desistio desde el primer momento de la pretension de hacerla suya, nuestra. Para enfrentarme al piso necesitaba alejar los fantasmas de los que habiamos vivido alli, y probablemente la unica manera era tirar todas nuestras pertenencias. Una lucecita roja en el movil, que indicaba que la bateria estaba a punto de acabar, hizo que me levantara de la cama. Abri la persiana para disolver en la luz del mediodia los recuerdos que se resistian a abandonarme, y me vesti rapido, necesitaba un cafe bien cargado. Entre en la cocina y mi ninez cobro vida: encaramada en la banqueta mientras cortaba verduras bajo la atenta mirada de la abuela, el aroma a azafran de sus guisos, el ultimo cumpleanos que celebramos juntas. La nina que fui volvio con fuerza corriendo inocente de la cocina, donde mimamita me llamaba para que le ayudara a decorar la tarta, al salon, en el que mi madre intentaba colgar los globos de colores que habiamos inflado entre todas. Despues de morir la abuela, mi madre no supo encontrar las fuerzas para continuar con las celebraciones en casa, y fue una de mis tias la que tomo el relevo en las ocasiones en que nos reuniamos toda la familia. La cocina estaba aun mas fria que el resto de la casa. El ventanuco del cuarto de la plancha, utilizado tambien como despensa, se habia quedado abierto toda la noche. Mi madre me habia contado que cuando ella era nina, la criada de la abuela, Carmela, dormia alli. Era dificil imaginar una cama en ese espacio tan reducido. Me lleve el cafe al salon y, de pie, pegada a uno de los radiadores, observe el espacio que todavia llamabamos el gabinete de la abuela. Tras su muerte, mi madre decidio comunicar la estancia con el salon. Aun recuerdo lo mucho que me dolio que no respetara esa habitacion en la que tantas y tantas veces mimamita y yo nos encerrabamos. Era nuestro rincon. Me sentaba a su lado a hacer los deberes mientras ella escribia con una pluma de capuchon plateado. Alguna vez me dejaba usarla, y me dedicaba a decorar los margenes con estrellitas de colores o soles sonrientes. Deje la taza en la cocina y el resto de la manana me dedique a clasificar el contenido de las estanterias del gabinete de la abuela. Monte una caja de carton y escribi en su parte superior "guardar" con un rotulador rojo. Me entretuve un buen rato en sacar las fotos de los marcos que no pensaba conservar, regalos de compromiso que siempre me habian parecido horrorosos. La de la boda de mis padres, sin embargo, estaba en un marco de plata que mi madre limpiaba cada cierto tiempo con un liquido que olia muy mal y lo dejaba muy oscuro. Era yo despues la encargada de sacarle brillo. La foto, en blanco y negro, se habia tomado al terminar la ceremonia y los novios y padrinos posaban con el altar al fondo. La primera vez que le pregunte por mi otra abuela, mi madre me explico que no, que la madrina en su boda habia sido una tia de mi padre, ya que mi abuela habia muerto antes de que ellos se casaran.

  • Mi error fue ser solo tu vecina. Parte 2 de Moruena Estringana

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    Holly es una chica con quien la vida no se ha portado bien, no lo ha tenido nada facil. Desde nina tuvo que cuidar de su hermano y procurar que no le faltara de nada, comportandose como la madre responsable que nunca tuvieron. Holly esta dispuesta a todo por la felicidad de su hermano, incluso renunciar a sus propios suenos.

  • Por mucho que pase el tiempo de Priscila Serrano

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    La vida puede cambiar en un segundo. Puedes decir “nos vemos manana” y no estar al siguiente dia. Ni siquiera pudieron despedirse, ocurrio tan rapido…
    La de Elsa cambio y ese hueco que creia vacio, se lleno de un amor del que no podria escapar por mucho que se negara. Y se enamoro, lo hizo de la persona que menos pensaba y de la que no puede sentir nada mas que un simple carino.
    Pero, ?que pasa si el siente exactamente lo mismo que ella? ?Que pasa cuando sus corazones comienzan a latir con tanta fuerza que incluso podrian lastimar a otros?
    Dicen que su amor es prohibido. Dicen que es mejor separarlos. Dicen, dicen. Todos hablan, todos opinan. Pero ningun amor, cuando es real, debe ser negado y destruido.

  • No dieta de Katz Monica

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    Millones de personas con sobrepeso se han sometido durante el siglo xx a dietas de hambre que solo llevan a la frustracion y al fracaso. Hemos convertido el acto de comer en un ilicito. En este, su primer libro, Monica Katz plantea que las dietas tal como las conocemos no funcionan y propone un modelo de tratamiento basado en el placer. Para la autora, ningun alimento debe estar prohibido si la idea es tener una buena calidad de vida, y un cuerpo fuerte y sano. Solo es cuestion de aprender a regular la ingesta basandonos en el propio registro de hambre.

  • A corazon abierto (En cuerpo y alma 4) de Mimmi Kass

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    Las vacaciones en Tromso inician cambios maravillosos en la relacion de Erik e Ines. Tras la vuelta a Chile se entregan a una etapa dulce y sosegada, pero los problemas del dia a dia, en casa y en el trabajo, ponen en peligro el amor que han construido.

  • Ingreso basico de Philippe Van Parijs

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    Philippe Van Parijs y Yannick Vanderborght quieren que el gobierno te de dinero: una cantidad frecuente, en efectivo, que no dependa de tu situacion laboral, de tu edad, de si tienes muchos o pocos recursos, de si eres mujer o eres hombre. Eso es el ingreso basico.

  • Todo por el jefe de Cynthia Walter

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    Hay momentos en la vida en los que sabes que has metido la pata hasta el fondo. Este, es uno de esos momentos. Estoy en la puerta de un restaurante lujoso esperando a que llegue una modelo de fama internacional con la que he quedado para pasar una agradable velada, pero, mi prometida Sofia Jones esta en este momento delante de mi preguntandome que hago en este lugar cuando se suponia que habia quedado con un inversionista. -Estoy esperandolo, ?no es evidente? -Improviso. -?Por que siempre tienes que desconfiar de mi? -Algo que he aprendido, con el paso de los anos es que la mejor defensa es un buen ataque. -Pues lo esperaremos juntos. -afirma colgandose de mi brazo para marcar el territorio. No es justo que todo el mundo vaya a pensar de mi que soy un mal tipo si ven la escena porque yo jamas le prometi a Sofia un futuro juntos como el que ahora ella me exige, se suponia que ambos teniamos claro que era una especie de acuerdo comercial, pero hace varios anos que parece haberlo olvidado. -Buenas noches, senor Wilson. -Un chico que no se de donde ha salido me saluda. ?Quien es? Va vestido de traje formal y hace que Sofia se sorprenda, aunque el mayor sorprendido soy yo. -Siento el retraso, es una mala zona para aparcar. -dice mientras estrecho su mano. -?Su prometida? -pregunta mirando hacia Sofia. -?De que va todo esto? Me quedo callado porque aunque sea una locura, me beneficia. -Esta usted muy guapa esta noche. ?Se queda a cenar con nosotros? -cuestiona. -No. -Los ojos de Sofia me recorren de arriba abajo avergonzados. -Perdon. -susurra en mi oido antes de irse. -No debi desconfiar. -La veo alejarse sin darme si quiera la vuelta para comprobar que el chico sigue ahi. Miro al cielo, algo ahi arriba debe estar muy de mi parte para haberme salvado de esta. -?Quien eres? -pregunto cuando estoy seguro de que esta suficiente lejos, de hecho, la veo montarse en su coche con chofer. -?Yo? Un mandado. Las senoritas le esperan. -Senala hacia la puerta del restaurante. ?Que senoritas? Entro porque no se si tengo otra opcion. Me indica con un dedo una mesa intima donde me esta esperando Suhan, la modelo. Esta realmente guapa. Voy a caminar hacia alli pero me retiene con una mano. -Le aconsejo pasar primero por aquella otra mesa. -Sigo su dedo hasta ver una cascada de pelo negro cayendo de forma lisa sobre una espalda demasiado recta. Hago lo que me ha dicho por simple y llana curiosidad. ?De que va todo esto? -Buenas noches, senor Wilson. -La chica que me saluda y me ofrece asiento no debe tener mas edad que yo. Sus ojos son verdes y grandes, tanto que casi, en una sitacion como esta, intimidan. -He visto lo que iba a pasar y le he salvado de una masacre. Le dije a la bonita senorita que esperase dentro que tenia unos negocios de ultima hora. Le pedi a un amigo que se hiciese pasar por un hombre de negocios para que su prometida no sospechase. Esta bien eso de llevar la vida que uno quiere, pero deberia ser mas cuidadoso. Si no llego a estar yo aqui... -Lleva una copa hasta sus labios con lo que me parece vino espumoso. -Gracias. -contesto sin mucha conviccion. Nunca me he visto en algo asi y no entiendo exactamente que es lo que busca. -?Puedo devolverle el favor de alguna manera? -?Quiere dinero? Ami me sobra y la gran jugada desde luego lo vale. -Si, +1. -Sonrie y sigue bebiendo. -?+1? No entiendo que quiere decir. -Se muerde el labio y me siento como un animalillo acorralado. -Ya lo entendera y, en ese momento, espero que me devuelva el favor. -Se levanta. Parece una chica corriente vestida de manera demasiado informal para este lugar. ?De donde diablos habra salido? -Que pase una noche agradable. -Al irse su fragancia a vainilla me golpea. ?Quien es esa chica? Aunque tendria que averiguarlo e irme a casa, no estoy dispuesto a renunciar a la gran noche que tenia planeada. Quiza todo el mundo tenga razon y soy demasiado inconsciente para llevar la empresa que llevo. Todo el mundo me conoce y, aun asi, no soy capaz de estarme quieto. ?Que tiene que ver una vida de mujeriego con no saber llevar bien las finanzas de una compania de inversiones? Nada, pero todo el mundo lo mezcla. -Amor, crei que no venias. -Suhan pasa sus largas y delicadas manos por mi pecho alentandome a creer que tendre una noche increible. Con todo lo que ha pasado, lo minimo es que lo sea. !Las nueve! Me despierto en la cama del hotel con dolor de cabeza y esa preciosidad diciendome que no me vaya aun. ?Como no me voy a ir si deberia haber llegado a la oficina hace media hora? Me ducho todo lo rapido que puedo mientras llamo a Andy, mi amigo y companero, para que le diga a todo el mundo, en especial a mi padre y a mi prometida, que estoy en un atasco. La corbata no me queda tan bien como deberia ya que necesito aflojarla para no tener sensacion de ahogo con la resaca del dia anterior. Me he vuelto a pasar de rosca. ?Por que no puedo parar? Porque cuando estoy en mitad de la noche loca la empresa y mi familia me importan bien poco. Son demasiado despotas y cansinos: Hago bien mi trabajo, no tengo por que ser ejemplar. El audi responde a la perfeccion cuando le piso para llegar a las oficinas centricas donde tenemos el consejo de administracion. El aparcacoches no se sorprende ni un poquito de que le lance las llaves. Yo llegando sin tiempo es un habitual. Andy me recibe con cara de situacion y un cafe en la mano. -Se empiezan a impacientar. -Se refiere a mi familia. No entiendo que necesidad hay de que se reuna toda la familia para encontrar una buena secretaria para mi. -Pues que se metan en sus asuntos. -Mi padre y mi prometida quieren que elija a alguien exclusivamente por su curriculum y con la que, ademas, a sus ojos, sea imposible una infidelidad. Como si yo fuese tan idiota de ir a hacerlo justo con alguien que entre en la empresa y me pueda traer quebraderos de cabeza. -Por fin, mi amor, estaba preocupada. -dice Sofia besandome mas de lo que es necesario en la oficina. -Pues ya estoy aqui. -afirmo quitandome de su lado. -?Dejo que empiecen a pasar las candidatas? -Ruth es desde siempre la secretaria de mi padre, pero como el ya apenas pasa tiempo en la empresa, se ha quedado tambien como recursos humanos. Hago un movimiento con la mano indicando que si mientras nos sentamos en la gran mesa horizontal. Parece que las chicas van a pasar por todo un tribunal. -Lo haremos como siempre. Un sistema de puntos. Por cada cosa destacable pondremos un +1. -explica mi padre. ?Un +1? Esa frase me recuerda a anoche y siento que mi pulso se acelera. En cuanto se abren las puertas y veo a las cinco chicas llamadas, confirmo mi sospecha. La chica del restaurante, la que me salvo de que Sofia me pillara, esta aqui. ?Un +1? ?Eso queria decir? ?Ycon que maldita excusa le pongo un +1 sin que todo el mundo me mire raro? Bueno, al menos no me ha pedido que la contrate directamente, solo es un punto mas. Me aflojo aun mas la corbata y solo puedo mirar al techo y rezar porque, al menos, tenga un buen curriculum. Capitulo 2 Maire Tengo los nervios a flor de piel. ?Me quedaria corta al decir +1? Estoy frente a una mesa llena de gente y no se que porcentaje de votos tendra cada uno, ya que, para ser asistente del jefe directivo, no me esperaba este despliegue de efectivos. Confio en mi curriculum, mis estudios y mi juventud, pero las otras candidatas para tambien suficientemente preparadas, de hecho, si no fuera asi no habrian pasado la preseleccion. -Empecemos. -Ruth le dice a la primera de nosotras que se siente y a las demas que nos salgamos para esperar fuera. La chica que ha entrado es rubia, alta y delgada. Desde luego, si ser despampanante va a contar en algo, todas menos yo pueden ir contando con esa puntacion. No es que yo sea fea, es decir, soy una chica normal y corriente. Repaso la ropa que he elegido reafirmando mis motivos. Un pantalon de vestir negro liso y una camisa de botones blanca. Los zapatos de tacon no excesivos, solo para que se vea que soy formal. El pelo lo llevo suelto recien lavado y planchado. He decidido que no necesito maquillaje, no es sinonimo de eficiencia y disposicion inmediata. Yo estoy aqui para trabajar en todo caso no para ligar u otra cosas. uesto -Buenos dias. -Oliver me observa con curiosidad mientras su padre me saluda. -La primera pregunta que tengo para ti es una cosa que me llama mucho la atencion. ?Como es que una chica con tu curriculum busca el puesto de asistente y no uno de direccion? -Bien. Si le contestase lo que pienso me mandarian a volar porque, la verdad es que, los puestos mas altos estan reservados para los enchufes que, normalmente son amigotes y amantes. Estupendo. -He estado como asistente de los empresarios mas importantes del pais porque creo que el camino del aprendizaje es lo que marcara mi futuro. -Si me dejasen tener un futuro porque, en cuanto ven que es insostenible dado mi trabajo tenerme como secretaria, me despiden en vez de ascenderme que seria lo suyo. Tambien es verdad que si fuese rubia, alta y con piernas infinitas no tendria tantos problemas. -A mi me parece ideal. -Sofia, la prometida de Oliver, esta apuntando algo en su cuaderno. Al menos se que su puntuacion sera positiva ya que no imagina a su queridisimo enganandole con una asistente como yo. -?Tiene disponibilidad completa? -Si. -contesto escuetamente. -Tengo que hablar con mi hijo, si me disculpais. Puede esperar fuera con las demas. -dice el padre. Salgo algo nerviosa y me siento a esperar. No ha salido como habia planeado exactamente. Repiqueteo con el pie en el suelo. No me van a dar el maldito puesto. Lo se por la cara que pone al salir despues de hablar con su padre. ?Que hago? ?Montar el pollo me servira de algo? No creo. Entra, precisamente ahora, la modelo de ayer noche en escena. Viene con una chaqueta en la mano y desfila hacia el jefe con las caderas contoneandose. !Que huevos le echa la tia!