• libro el ladron del siglo - Luis Mario Vitette

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    “Las cosas buenas que dicen de mi no son tantas y las malas no son tan pocas”.

  • El ladrón del siglo - Luis Mario Vitette | PlanetadeLibros

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  • El ladrón del siglo (Fuera de colección) Versión Kindle

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  • El ladrón del siglo de Luis Mario Vitette - Hola Ebook

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  • El Ladron Del Siglo por VITETTE LUIS MARIO

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  • EL LADRON DEL SIGLO (EBOOK) - LUIS MARIO VITETTE

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  • El Ladrón Del Siglo - Luis Mario Vitette | MercadoLibre

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  • El Ladron Del Siglo - Luis Mario Vitette | MercadoLibre

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    Reseña del libro: El 13 enero de 2006 al mediodía, Mario Vitette entró en la sucursal de Acassuso del Banco Río vestido con su traje gris y un plan perfecto: ...

  • Las catastrofes de Alicia de Lighling Tucker

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    ?Crees que has tenido un mal dia? Seguro que no supera el de Alicia.
    Dejando Espana lejos se traslada a Manhattan para vivir su nueva vida, pero no empieza como ella espera.
    La empresa que iba a contratarla ha sido cerrada a causa de una investigacion policial. El piso que iba a compartir esta en un edificio que apenas se mantiene en pie y, como postre, el coche que alquila y en el que mete sus cosas, pisa un clavo deshinchando una de sus ruedas.
    Con el poco aire que queda en el neumatico logra llegar al taller mas cercano que encuentra por internet y esta cerrado.
    ?Que mas puede salir mal?
    Justin contempla a la mujer que llega a su taller, la pobre parece haber sobrevivido a una catastrofe. Decide escuchar lo que tiene que decirle al mundo y le genera ternura su desesperacion.
    <<--Entra, te arreglare la rueda --dijo Justin apiadandose de ella.
    --?Eres el mecanico? ?Y por que has dejado que te explicase mi miserable vida?
    --Mera curiosidad --contesto sonriente.
    --Eres cruel>>.
    ?Que opinas? ?Esta historia puede mejorar?

  • Una mujer insignificante de Marcia Cotlan

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    Penelope Murray acaba de quedarse huerfana y la escasa herencia de su padre pasa a manos de un familiar lejano, el coronel Burton-Jones. La joven carece de encantos para encontrar un marido y tampoco pone demasiado interes en ello. Como con su exigua renta casi nopuede vivir, acepta compartir la casita de campo en la que vive una prima de su padre, en el condado de Morningdale, al sur de Inglaterra. Lo que desconoce Penelope es que uno de sus vecinos sera el atractivo, malhumorado y cruel coronel Burton-Jones, un hombre amargado por un terrible secreto que lo destrozo. Ninguno de los dos espera que la vida los sorprenda y, sin embargo, una atracciondevastadora que ambos trataran de refrenar los arrastra sin remedio…

  • Atrapados en sus Redes (Nobles Inseparables 4) de Lily Cerda

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    Atrapados en sus Redes

  • Piscis se lleva a tauro al agua (Signos de amor 4. 5 de Anyta Sunday

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    Z Piscis se lleva a tauro al agua ane cedio el paso a Beckett para que entrara en la cabana que habia alquilado. Dejo caer su mochila maltrecha y sus sacos de dormir y cerro con prisa la puerta para que el frio de la noche no se colara dentro. Encendieron las luces, pero Zane estaba demasiado distraido como para fijarse en nada que no fuera quitarle la ropa a Beckett y llevarlo a la mullida alfombra que habia frente al sofa de piel. --Desvistete tu tambien --le pidio Beckett, tiritando. Sin mas preambulo, Zane se quito las botas y el resto de su ropa y lanzo todo al suelo, junto a las prendas empapadas de Beckett. Echo entonces un vistazo a la habitacion y vio una especie de manta decorativa colgada en la pared. --?Crees que descolgar eso es buena idea? --le pregunto Beckett, sus dientes castaneteando. --Es una manta, Becky, y tu estas tiritando. --Ya, pero prefiero cogerme un resfriado a que cometas un delito. Zane se rio ante la actitud superprecavida de Beckett. --Es solo una manta colgada en la pared. --Pero es una cabana antigua, en medio de una reserva natural neozelandesa. Seguro que todos los muebles que hay aqui contienen un pedacito de historia. --Pues vamos a darle mas historia aun --dijo Zane, guinandole el ojo mientras terminaba de descolgar la gruesa manta de lana--. Una historia con final feliz; de como esta fue la manta que salvo a mi novio --?prometido?-- de morir de hipertermia. Beckett nego con la cabeza y dijo: --Hipo. Nada mas decirlo, otro temblor le recorrio el cuerpo y Zane lo cubrio con la manta. --?Que tipo de tapiz sera este? --Del tipo calentito --contesto Zane, percatandose de que el tapiz en cuestion tenia una etiqueta colgando sobre el hombro de Beckett. Se acerco a leer lo que ponia y se quedo de piedra. Beckett giro la cara para mirarlo, sus preciosos ojos azules haciendo que a Zane le diera un vuelco el corazon, igual que la primera vez que lo vio, y cada vez desde entonces. --?Que pasa? --le pregunto. Zane le dedico una sonrisa timida y beso con suavidad sus labios helados. --Si me arrestan, habra merecido la pena. Porque sin toda esta tela mullidita cubriendote, te pondrias enfermo y, a diferencia de mi, tu no tienes sangre kiwi y no puedes andar por ahi desnudo sin sentir ni pizca de frio. Beckett lo miro con incredulidad, pero apreciando la vista de su cuerpo desnudo. --?Y por que iban a arrestarte? --Pues porque segun esta etiqueta es una manta muy antigua. Tiene unas decadas. Una docena de decadas, para ser exactos. Vamos, que esta manta tendria que estar en un punetero museo. Beckett gimoteo y se empezo a desprender de ella. Zane la cogio por el borde antes de que cayera y volvio a envolverle los hombros con ella. --Mejor en ti que en el museo. Zane se acuclillo al lado de Beckett y estudio los rojos y blancos de la manta. --Mmm... Beckett se las apano para alzarle una ceja entre escalofrio y escalofrio. --Mmm, ?que? --El estampado --dijo Zane--. Es un anzuelo gigante. --Miro a su novio tauro y sintio mariposas en el estomago una vez mas. Beckett Fisher, alias <> en ingles, habia sabido tirar la cana y pescar a Zane Penn, que no queria librarse de ese anzuelo jamas--. Hay algo especial en este momento, ?no lo sientes? Es como si estuvieramos destinados a vivirlo. --Eso que sientes --susurro Beckett--, se llama entumecimiento. Zane se rio, pasandose la mano por su pelo empapado. --Siento lo del puente. Beckett abrio un poco la manta y envolvio a Zane con ella, acercandose a el hasta que sus costados quedaron pegados, el brazo y la cadera helados de Beckett, rozando la piel calida de Zane, a quien se le ocurrio una idea estupenda para mantener caliente a su hombre: se deslizo un poco por la alfombra hasta ponerse delante de el, de espaldas, cubriendole la parte delantera con su cuerpo y su calor, mientras el tapiz le tapaba la espalda a modo de manto. Tiro de los brazos de Beckett hasta rodearse el pecho con ellos. Beckett temblo y le dejo un suave beso en el hombro. --Se suponia que tenia que ser romantico --anadio Zane, suspirando. --Y no hay nada mas romantico que besarse en la oscuridad de la noche, en un puente giratorio a punto de derrumbarse sobre un arroyo de agua sucia. --Habia luna llena. Y creia que te estaba gustando. Zane noto la risa de Beckett como una caricia contra su omoplato. --Y me estaba gustando hasta que... --?Nos caimos al agua? --No, antes de eso, cuando... --?Cuando sin querer le di una patada a nuestra mochila y se cayo al arroyo? --Antes de eso. Beckett apoyo la frente contra su espalda y Zane deseo poder traspasarle todo el calor de su cuerpo. --?Antes de eso? --Zane le froto los muslos, que habia colocado alrededor de los suyos, intentando que entrara en calor--. Antes de eso todo era ardiente y supersexi. --Hmm. No se si yo usaria la palabra <> para describir el momento. Oh. Zane, muerto de verguenza, bajo la mirada hacia sus pies, que sobresalian desde debajo de la manta-tapiz. Beckett apoyo la frente en su nuca y dijo: --Te has quedado muy callado. Zane se encogio de hombros. Intento reirse, pero sono mas asustado que otra cosa. --Asi que..., ?no te estaba gustando? ?No... hmm, querias hacer eso conmigo? Los brazos de Beckett se tensaron a su alrededor, y lo agarro fuerte de los hombros, soltando la manta que los cubria y haciendo que esta se resbalara y cayera hasta sus cinturas. --Date la vuelta, Zane. Zane lo hizo, poniendose de rodillas y manteniendo la vista baja, fija en el suave pero duro pecho de Beckett. Un dedo bajo la barbilla le hizo levantar la cara y la mirada. Beckett estudio su expresion con ojos cautelosos, tiernos, curiosos y llenos de deseo. --Me niego a que tu primera vez sea en la oscuridad de la noche, en un puente giratorio a punto de derrumbarse sobre un arroyo de agua sucia --le dijo. Zane intento apartar la mirada, pero Beckett no le solto la barbilla, acercandose a el hasta que sus labios estuvieron casi pegados --. Pero no dudes que me apetece. Me apetece mucho. Zane temblo, pero no tuvo nada que ver con el frio. --Ahora estoy nerviosisimo e hipoexcitado. Beckett sonrio contra su boca y Zane se aparto un poco para poder admirar su expresion, la alegria en su rostro, el brillo en sus ojos y esa sonrisa que curvaba sus labios de la forma mas sensual. Zane no pudo evitar atraerlo a un beso lento y ardiente. Beckett se aparto, riendose entre dientes. --Pero no esta noche. --Pero es una manera maravillosa de mantenernos calientes. --Que romantico --dijo Beckett con sarcasmo. Zane estuvo de acuerdo: --Es verdad. Mi primera vez deberia estar llena de romanticismo. Asi que seguire buscando la situacion perfecta hasta que las ganas te puedan, te abrumen y no tengas mas remedio que perforarme... --Eso no significa lo que crees que significa. --?Percutir...? --Ay, por Dios. --?Propulsarte en mi interior? !Oye! ?A donde vas? --A propulsarme al agua desde un puente. Tirarme una vez no ha sido suficiente. --!HABEIS VUELTO! --GRITO DARLA EN CUANTO EL TAXI LOS DEJO FRENTE A LA CASA DE BECKETT. Zane dejo su maleta en el suelo, corrio por el camino de entrada de su vecina y sumergio a la vieja alcahueta en un abrazo enorme, levantandola del suelo y todo. --Ahora me acuerdo de por que te he echado tanto de menos --le dijo ella al oido--. Y, si no es mucho pedir, ?podrias venir el martes, a eso de las cinco de la tarde, cargarme sobre el hombro y darme unos azotes en el culo? Beckett tosio a su espalda y Zane dejo a Darla en el suelo, sonriendo: --?Que pasa el martes a las cinco? --Bueno, pues que he conocido a un hombre en la biblioteca y va a pasarse por casa a recoger una de mis antiguedades, una silla de epoca. --Tu no tienes ninguna silla de epoca. --Pero eso el no lo sabe y, a lo mejor, ya que esta, termina quedandose con alguna otra antiguedad --dijo Darla. Zane se rio. --Yo te azoto cuando quieras. --Es como estar en clase --dijo Beckett--. Soy ese profesor al que nadie presta atencion.

  • Lo que no esperaba de Christian Martins

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    Violeta Bairina es la fundadora de "Amour et vie", la famosa revista a la que ha dedicado toda su vida. Sale con Fernando, el mayorista principal de su revista y tiene una familia..., muy peculiar. Violeta cree que la felicidad radica en el exito, que el amor puede existir de muchas formas diferentes y que la familia no siempre es tan importante como uno piensa. Pero muchas veces la vida es capaz de sorprender incluso al mas esceptico de todos.
    ?Te apetece sumergirte en la revista de Violeta?

  • La primera mano que sostuvo la mia de Maggie O'farrell

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    Cansada de someterse a la voluntad de sus padres, Lexie Sinclair decide abandonar la casa familiar en el campo e instalarse en Londres. Alli conoce a Innes Kent, el editor de una revista de arte que la introducira en los ambientes bohemios del Soho de mediados de los anos cincuenta, y empezara una vida completamente distinta a la que estaba prevista para ella. Anos mas tarde, en el Londres actual, la maternidad ha trastocado la vida de Elina: un dia se olvida de los zapatos al salir de casa y al otro es incapaz de recordar el dia del parto.

  • El rey de Andorra de Miguel Izu

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    Un profesor de Historia, antiguo guardia civil jubilado por invalidez a causa de un atentado terrorista, aparece muerto en extranas circunstancias en La Seu d'Urgell, a donde habia viajado para documentarse. Su mujer y su abogado acuden a la ciudad y son informados de que podria tratarse de un homicidio. A partir de ese inicio se desarrollan varias tramas que, como en una matrioshka, se contienen cada una dentro de otra. La busqueda del difunto profesor sobre la verdadera historia del efimero rey de Andorra, el supuesto aristocrata ruso que en 1934 se proclamo soberano de ese pais pirenaico; la indagacion que realiza el abogado y amigo del fallecido para conocer como sus averiguaciones sobre el rey de Andorra y los inesperados hechos que fue descubriendo, contenidos en un ordenador portatil desaparecido, le pudieron acarrear la muerte; y la investigacion oficial, que hace recaer las sospechas de asesinato sobre las personas del entorno inmediato de la victima.

  • Burbujas de Gema Samaro

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    Orosia aparece una noche en la casa de Carmen con una botella de champan, para que se la entregue a su nieto Santiago convencida de que, aunque el sea raro y ella no lo soporte, las burbujas haran el resto. Carmen no solo detesta a ese tio, alias Santinfierno, un amigo de la infancia al que hace un tiempo que no ve, sino que esa misma noche descubre que Orosia es una abuela fantasma que puede complicarle demasiado la existencia. Y esta en lo cierto, pues a partir de ese momento Orosia no parara de sabotear la apacible vida de Carmen, apareciendo una y otra vez en los momentos mas inoportunos para recordarle que como su nieto no hay nadie mas. Y se pone tan pesada que a Carmen no le queda mas remedio que idear un plan para que Santinfierno sea feliz de una vez por todas, y por supuesto: sin ella. O eso cree. Porque a veces piensas que quieres una cosa, pero realmente necesitas la que menos imaginas. Y es que la vida se parece demasiado a las burbujas de champan, siempre impredecibles, que suben y que bajan, que vienen y que van...

  • Preguntame por que eres tu de Alejandra Beneyto

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    Christina esta casada con su trabajo como estudiante de doctorado. Christina conoce a Harry, que tiene en su mano la decision de financiar su investigacion. Harry es cautivado por Christina, y hara lo imposible por convencerla de que romper su regla de no involucrarse con nadie del mundo academico no es un error.Harry y Christina se acercan y se separan, pero el no dejara que las cosas se queden de esa manera.Paralelamente, Matt se encuentra con Kate. Kate no soporta a Matt y Matt pierde los papeles cuando ella esta cerca.

  • Pandemia de Franck Thilliez

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    Nada podra evitar la epidemia. La humanidad esta en juego.

  • Rivales y amantes de Cara Summers

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    Desde que la seductora Lily McNeil habia aparecido en su hotel, la vida de Tony Romano ya habia corrido peligro en dos ocasiones.

  • Terroristas modernos de Cristina Morales

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    Lo que la historiografia dio en llamar la Conspiracion del Triangulo, en 1816, constituyo una infrecuente experiencia de rebelion en la que desclasados de diversos escalones de la jerarquia social se aliaron y hasta invirtieron sus roles de clase, genero y raza. Cristina Morales narra en “Terroristas modernos” el forjamiento de esas alianzas politicas inesperadas, la intrahistoria de esa subversion, y traslada los profusos conflictos de la trama al estilo literario, problematizando el lenguaje y el sustento ideologico del lector.

  • Inflamable 2 de Eva M. Soler , Idoia Amo Ruiz

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  • Aunque tu y yo nunca, tu y yo siempre de Ariadna Tuxell

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    Gala es azafata de vuelo y adora su profesion. Disfruta viajando por el mundo junto a sus dos companeras de trabajo, Aitana y Dafne, quienes se han convertido en sus inseparables amigas y con las que comparte muchas horas de su vida.

  • El reino imposible de Yeyo Balbas

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    Una apasionante novela sobre el fin del reino visigodo y los inicios de la conquista musulmana de la peninsula iberica. Yeyo Balbas nos regala una recreacion magistral llena de epica y personajes extraordinarios.

  • Chispas de pasion de Michelle Celmer

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  • Un contrato de seduccion de Janice Maynard

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    Tumor. Incurable. Cancer. Jonathan Tarleton apretaba con fuerza el volante y miraba sin ver por el parabrisas. El trafico en la carretera 526 de circunvalacion de Charleston era ligero a aquella hora del dia. Aun asi, no deberia estar conduciendo. Seguia impactado y lo unico que queria era llegar a casa. Como un animal herido en busca de su guarida, necesitaba esconderse y asumir lo inimaginable. Por suerte, su hermana acababa de casarse y vivia con su marido, el mejor amigo de Jonathan. Si se hubiera dado de bruces con Mazie en la enorme casa de la playa, se habria dado cuenta al instante de que le pasaba algo. Los hermanos estaban muy apegados. En circunstancias normales, ni Jonathan ni Mazie seguirian viviendo en la casa en la que se habian criado, pero su padre era viejo y estaba solo. Muchos de sus amigos se habian ido a vivir a residencias en las que estaban acompanados y atendidos, pero Gerald Tarleton se aferraba a aquella fortaleza que era su casa en una isla barrera. Jonathan entro en el garaje y apoyo la frente en las manos. Se sentia debil, asustado y furioso. ?Como demonios iba a sacar aquello adelante? Era el unico que se ocupaba de la compania familiar de transportes. Aunque el nombre de su padre todavia figuraba en el membrete, Jonathan era el unico que se encargaba de aquel imperio. Su hermano gemelo deberia estar alli para ayudar, pero no se sabia nada del paradero de Hartley. Despues de robar varios millones de dolares a la compania, su padre lo habia desheredado y apartado de sus vidas. Su traicion le habia afectado mucho. Era un dolor interno que le reconcomia de la misma manera que la enfermedad. Su padre y el eran los unicos que sabian lo que habia pasado. No habian querido entristecer a Mazie https://www.facebook.com/novelasgratis 5 ni alterar la opinion que tenia de su hermano. Con mano temblorosa, Jonathan apago el motor, y en cuanto el aire acondicionado dejo de funcionar la humedad empezo a filtrarse en el coche. Los veranos en Carolina del Sur eran muy calurosos. Recogio sus cosas y subio a la casa. Por razones de seguridad, los Tarleton tenian alli dos despachos con la tecnologia mas puntera, ademas de los que tenian en la sede de la compania. No solo era una forma de garantizar la privacidad, tambien de que Jonathan mantuviera informado a su padre. No se sentia comodo en aquella situacion, y tenia un apartamento en la ciudad al que se escapaba de vez en cuando. Para un hombre de treinta y un anos, casi treinta y dos, su vida social era practicamente nula. De vez en cuando salia con alguna mujer, pero pocas de ellas comprendian sus exigencias. Dirigir el impresionante imperio familiar era para el todo un privilegio y tambien una maldicion. Ni siquiera recordaba la ultima vez que se habia sentido unido a una mujer, ya fuera emocional o fisicamente. Pero hacia aquellos sacrificios con agrado. Estaba orgulloso de lo que los Tarleton habian logrado alli en Charleston y queria ver su ciudad prosperar. Se detuvo unos segundos en el salon para contemplar el oceano. El sol de junio se reflejaba en sus aguas y la vista desde aquellos enormes ventanales siempre le habia parecido espectacular. Hasta aquel dia. En ese momento, la inmensidad del mar parecia estar burlandose de el. Los seres humanos no eran mas que pequenas particulas del universo infinito. Los viejos cliches eran ciertos. Afrontar la mortalidad de uno mismo lo alteraba todo. El tiempo, ese recurso que siempre habia considerado una materia prima inagotable, era de pronto mas preciado que cualquier cosa atesorada en la camara acorazada de un banco. ?Cuanto tiempo le quedaba? Los medicos le habian dicho que seis meses, tal vez un poco mas, tal vez un poco menos. ?Como iba a contarselo a su hermana? ?Y a su padre? ?Que pasaria con la empresa familiar? Mazie tenia sus propios intereses, su propia vida. Ella seria la unica duena del negocio, una vez que Jonathan y Gerald desaparecieran. Teniendo en cuenta que nunca habia demostrado el mas minimo interes por participar en la gestion de Tarleton Shipping, tal vez acabara vendiendo el negocio. Eso supondria el final de una era, pero quiza fuera lo mejor. La idea le resultaba dolorosa. Hasta ese dia no se habia dado cuenta de lo https://www.facebook.com/novelasgratis 6 vinculado que estaba emocionalmente a la compania. No era solo un trabajo para el. Era un simbolo del lugar que ocupaba su familia en la historia de Charleston. Momentos mas tarde encontro a Gerald Tarleton dormitando en un sillon del cuarto de estar y no quiso despertarlo. Se sentia devastado y fuera de control. Ademas, le dolia mucho la cabeza. Aquellos dolores habian comenzado hacia un ano. Al principio, eran esporadicos, pero poco a poco se fueron incrementando. Un medico le habia llegado a decir que eran por el estres, otro los habia calificado de migranas. Habia seguido una docena de tratamientos sin conseguir mejorar. Ese dia, su medico le habia dado un punado de pildoras y la receta para conseguir mas. Podia tomarse una, meterse en la cama y dormir hasta que aquel dolor punzante desapareciera. Pero eso no resolveria los grandes problemas. La idea de dejarse llevar por el efecto de los medicamentos era muy tentadora. No queria soportar un minuto mas de aquel dia tan horrible. Pero se dirigio a la cocina, tomo un vaso de agua y se tomo un par de pastillas de acetaminofen. Tenia responsabilidades, responsabilidades que no le llevaban a ninguna parte. Lo unico que habia cambiado era el tiempo que le quedaba. Jonathan siempre habia crecido trabajando bajo presion. La descarga de adrenalina por conseguir lo imposible le hacia esforzarse al maximo. Esa cualidad lo ayudaria a soportar los siguientes meses. Acababa de tomar su primera decision despues del diagnostico: mantendria en secreto la noticia por el momento. No habia razon para entristecer a su familia y amigos. Lo primero que tenia que hacer era trazar un plan. Una serie de ideas empezaron a formarse en su cabeza, cada una mas absurda que la anterior. Tenia que haber una respuesta. No podia permitir que cuando llegara el ocaso final, todo se fuera a la ruina. Necesitaba tiempo para asimilar aquella espada de Damocles que colgaba sobre su cabeza. Ni su dinero ni su poder ni su influencia podian salvarle de aquello. Lisette Stanhope introdujo el codigo de la alarma, espero a que la verja se https://www.facebook.com/novelasgratis 7 abriera y avanzo lentamente con su coche por la propiedad de los Tarleton. A pesar de que llevaba seis anos trabajando para Jonathan Tarleton, no dejaba de maravillarle aquella casa. Los Tarleton llevaban decadas viviendo en la punta de una pequena isla barrera al norte de la ciudad. En sus seis hectareas se levantaban la casa principal y varias construcciones repartidas a su alrededor. Una imponente verja de hierro protegia el enclave. El acceso desde el mar era imposible por el enorme muro de ladrillo que se habia levantado en la arena. Aunque la playa era publica, impedia que se pudiera acceder a la propiedad de los Tarleton tanto para evitar curiosos como por motivos de seguridad. Los huracanes y la erosion hacian que el mantenimiento del muro fuera muy caro, pero el actual patriarca de los Tarleton era por naturaleza paranoico y desconfiado, por lo que la seguridad era una preocupacion constante. Cuando vio el coche de Jonathan aparcado, el corazon se le encogio. Normalmente no estaba en casa a esa hora del dia. Tenia pensado entrar, saludar a Gerald y dejar el sobre que llevaba en el bolso en el escritorio de Jonathan. Podria haber llevado a cabo aquel tramite en las oficinas de la sede donde trabajaba, pero preferia hacerlo en un entorno mas discreto. La decision de presentar su renuncia le producia un nudo en el estomago. Jonathan se quedaria perplejo o se pondria furioso. Cuando leyera su carta, le pediria una explicacion. Ya lo habia pensado y habia estado practicando su discurso: la rutina, nuevos desafios, mas tiempo para viajar... Frente al espejo, le habia resultado casi convincente. Aquello le provocaba una gran desazon, teniendo en cuenta lo buenos que habian sido con ella Jonathan y su familia.

  • La ridicula idea de no volver a verte de Rosa Montero

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    Cuando Rosa Montero leyo el maravilloso diario que Marie Curie comenzo tras la muerte de su esposo, y que se incluye al final de este libro, sintio que la historia de esa mujer fascinante que se enfrento a su epoca le llenaba la cabeza de ideas y emociones. La ridicula idea de no volver a verte nacio de ese incendio de palabras, de ese vertiginoso torbellino.

  • La nina de la banquisa de Adelaide Bon

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    ?Se seco la boca con el dorso de la mano, se paso la lengua por los dientes, se recompuso un poco el peinado? ?Fue ella o fue el quien le subio las bragas, quien le recompuso el pichi rojo, quien le aliso la blusa blanca? Ella lo mira y asiente con la cabeza, como los perritos que menean la cabeza colocados sobre la bandeja del maletero. Soy buena, soy mona, me gusta esto, eres mi amigo, te gustan mis nalgas grandes, te portas bien conmigo, soy golosa, no dire nada, es nuestro secreto, te lo prometo, no dire nada. Esas son las palabras que el le dijo y que ella no recuerda, como tampoco recuerda lo que el le hizo. Recoge la bolsita de papel blanco con los palotes y el bote de copos especial para peces rojos que habia dejado en la esquina desnuda de un escalon. Algo ha dado un vuelco, no sabe si es el suelo o si es ella, se concentra para subir la escalera. En el rellano, se gira cuando el la llama, vuelve a prometerselo asintiendo con la cabeza. Esta tumbada en su cama, intenta atrapar una lagrima con la punta de la lengua. Las tablas del pasillo chirrian, coge su libro. Sin familia, Hector Malot. -?El libro que estas leyendo te hace llorar? -pregunta su padre, alarmado quiza porque ella se ha deslizado como una sombra desde la entrada del piso hasta su habitacion, sin el ritual atronador del Hola mi querida familia a la que amo y adoro, sin cerrar de golpe la puerta de entrada, sin correr a contarles cualquier cosa. Su cabeza se mueve. Izquierda. Derecha. Derecha. Izquierda. -?Ha ocurrido algo? Su cabeza se mueve. Arriba. Abajo. Abajo. Arriba. Esta sentada entre su padre y su madre en el sofa color burdeos del salon, su hermano y sus hermanas han desaparecido. Mira las paredes tapizadas, no las reconoce, como tampoco reconoce a sus propios padres. De repente todo esta cambiado sin que ella pueda ver que. Le hablan, a ella le cuesta oirles, comprenderles. Flota. Esta sentada en el asiento trasero del coche de policia, junto a su padre. Los policias ponen las luces giratorias para hacerla sonreir. Ella sonrie. Es buena. Ya no esta ahi. Esta muerta. Parece que nadie se da cuenta. En la comisaria, una policia le hace preguntas, ella tiene que contestar con un si o un no, asiente o sacude la cabeza, dependiendo. No siente nada. La policia toma nota, Me toco el culete: por delante y por detras. Me cogio la mano izquierda y la coloco sobre su sexo. Le dicen que pone una denuncia por tocamiento se xual y que el senor de la escalera es un pedofilo. Ella asiente con la cabeza. No siente las medusas que se meten en ella aquel dia, no siente los tentaculos largos y transparentes que la penetran, no sabe que sus filamentos van a arrastrarla poco a poco a una historia que no es la suya, que no le concierne. No sabe que van a desviarla de su ruta, atraerla hacia profundidades desiertas e inhospitas, entorpecer hasta el mas minimo de sus pasos, hacerla dudar de sus punos, estrechar ano tras ano el mundo que la rodea reduciendolo a una bolsita de aire sin salida. No sabe que a partir de ahora esta en guerra y que el ejercito enemigo habita en ella. Nadie la previene, nadie se lo explica, el mundo ha enmudecido. Pasaran los anos. Olvidaran ese domingo soleado del mes de mayo o, mejor dicho, no hablaran de el. Ella tampoco pensara mas en ello. Por supuesto, tu ya habias vivido peleas, penas, enfados, derrotas y entierros. Ya habias aprendido que amar con fuerza a alguien no impide que muera, pero que podemos seguir hablandole despues, como hablabas con el abuelo, bajo el ciruelo. Sabias que existen enfermedades de las que nadie sana y preguntas a las que nada responde. Y respuestas, sin embargo, en las telas de arana resplandecientes de rocio que ninguna palabra seria capaz de contener. Dios habitaba en el rincon mas calido de tu corazon y en el zumbido de los insectos en primavera. Te encaramabas a la cima de los arboles para sentir como te inclinabas con ellos bajo la brisa. Tenias un enamorado que hacia esgrima y para el cual dibujaste un dia los doce hijos que tendriais juntos. Te pillabas unas rabietas teluricas que hacian que te sentaras en la acera y te negaras a levantarte. Coleccionabas palabras bonitas y palabras locas en libretas. Querias ser bombera, salvadora del mundo, gran escritora. Te traian sin cuidado los espejos y las apariencias. Tenias nueve anos.

  • La vecina del tercero derecha de Eugenia Dalmau

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    La aparente tranquilidad que se respira en el edificio de un elegante barrio de Valencia se vera perturbada por el inesperado fallecimiento de Enrique Giner, uno de sus vecinos.La desaparicion de un talonario de recetas medicas que Ignacio, psiquiatra y vecino del atico, echa de menos la noche de la muerte de Enrique alertara a Violeta, quien comenzara a fisgar en la vida de cada uno de los residentes: una viuda empenada en conseguir todo lo que se propone y su hijo soltero de cuarenta y cuatro anos; un atractivo y solitario vecino; una mujer dominada y anulada por su retorcido marido, convencida de que va a ser asesinada; un matrimonio idilico, padres de cuatro perfectos retonos; y una estirada vecina, esposa del fallecido.Con la ayuda de Ignacio y de la avispada portera, Violeta ira descubriendo que nada es lo que parece y poco a poco se sumergira en una peligrosa marana de mentiras que la llevara a temer por su propia vida.

  • Toxic Man (Destruccion 1) de Grislanddy L. Hernandez

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    El amor, un sentimiento que para Emilie Green y Damon Armstrong esta prohibido.
    Ella huyendo de su pasado y el teniendola en la mira. El es destruccion, peligro y dolor, mucho dolor. Que no te confunda su Rolex, su traje Kiton 50 creado por el mismisimo, Enzo Diorsi, esa sonrisa arrogante ladeada o su sensual boca y sobre todo no caigas en sus palabras intensas.

  • CaSa 206 de Jade Escajeda

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    Casa 206
    Kate es una adolescente de 18 anos que tras por fin a verse graduado de la preparatoria se tiene que mudar a la cuidad para ir a la universidad y quedarse en casa donde esta su primo Erick. Tras empezar una nueva etapa de su vida se va dando cuenta de los dolores y placeres que tiene la vida al crecer. Kate junto con su nueva companera de clase Arizbeth se enfrentan a una terrible aventura al mudarse a la casa 206. Kate sabra lo que es que es sentir verdadero panico tras una lamentable muerte. Mientras se encuentra con los secretos que encierra aquella casa.

  • Un rincon de Catania de Miguel Lopez Mora

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    ?Puede un simple helado de pistacho cambiarte la vida?
    Eso fue precisamente lo que le paso a Moises, sin esperarlo, conoceria a la persona de la que jamas querria separarse. Esto implicaria un gran riesgo al desafiar a uno de los capos mas poderosos de Sicilia.Un volcan y un elefante, en la portuaria ciudad de Catania, seran testigos de los momentos mas romanticos y peligrosos de su vida. Un simple beso de Beatrice, hara que Moises se prometa a si mismo, luchar por conseguirla. Un robo y un asesinato, sera lo que pongan en guardia, a nuestro carismatico personaje.
    ?Sera capaz nuestro protagonista de conseguir a la mujer que ama?

  • Fuimos canciones (Canciones y recuerdos 1) de Elisabet Benavent

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  • Hilvanes y contrabando de Elena Bargues

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    1876. Santander.
    Mariela y su hermano Ernesto abandonan Cuba y recorren el mundo. Pero, cuando se instalan en casa de sus tios en Santander, a Mariela le disgusta la inclinacion por los naipes de su hermano y decide independizarse y emprender un negocio por su cuenta: un atelier de alta costura.
    Pablo Torres, primogenito y heredero de una naviera santanderina, sera contratado por el gobierno espanol como agente, bajo el seudonimo de Pedro Saro, tras el asesinato de un capitan en los muelles ingleses y la compra y desaparicion de las armas empleadas en las guerras carlistas. Sus sospechas pronto recaen sobre los dos hermanos quienes, a causa de la vida disipada de Ernesto y del taller de Mariela, se han convertido en el epicentro de las intrigas de los contrabandistas.
    Mariela y Pedro no tienen nada en comun, pero se veran obligados a unir sus esfuerzos si desean defender aquello que aman.
    Elena Bargues nos sumerge nuevamente en una historia bien hilvanada, llena de malentendidos, recelos, asesinatos, corrupcion y robos. Una aventura trepidante por las calles y muelles de un Santander que se perdio en el incendio de 1941.

  • Cronometrados de Simon Garfield

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  • Zonas de guerra de Roland Spranger

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    Profundamente traumatizado por su experiencia en la guerra de Afganistan como soldado de elite, Daniel Schramm regresa a su tierra, en donde vive completamente desorientado. Su matrimonio ha naufragado y su esposa Melanie se ha ido a vivir con su nueva pareja. La vida de Daniel ha tocado fondo. En su entorno comienzan a suceder crimenes terribles y Daniel se convierte en sospechoso para la policia, pero el comienza a investigar por su cuenta para intentar descubrir quien se encuentra detras de los asesinatos. Se pregunta si no sera el el asesino, si una parte de su doble personalidad esquizofrenica ha comenzado a matar en serie y la otra no es capaz de recordar tales actos.

  • Caminos del Aire de Luis Tamargo Alonso

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    El protagonista inicia un periplo personal, despues de ser despedido y quedarse sin trabajo. Una inquietud literaria y el proyecto de retomar un camino a Santiago, tiempo atras postergado, le servira de tregua, a la vez que de acicate, para reencontarse, reinventarse y proseguir su andadura vital hacia adelante. Paisaje y literatura siempre presentes en el texto, brindan una lectura fresca, dinamica, sin complicacion, con un tema de nuestros dias y un mensaje de voluntad y futuro.

  • Aranmanoth de Ana Maria Matute

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    Aranmanoth es una novela de iniciacion a la vida y al amor, protagonizada por un muchacho medio humano medio magico, hijo del Senor del Lines y de un hada de las aguas. En una Edad Media ensombrecida por guerras infinitas, Aranmanoth parte en busqueda de su destino, alejandose de los demas mortales y obedeciendo a misteriosas senales de las hojas de los arboles y de los pajaros que atraviesan el cielo.

  • Atrapado en el infierno de otra mente de Monica Moreno

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    Gabriela y Gerardo llevan muchos anos juntos en una vida relativamente feliz. Sin embargo, ella empieza a sospechar que el quiere dejarla y lo cela y presiona de mas, invitandolo con sus celos a hacer realidad esos temores. En este triller psicologico ubicado en la Ciudad de Mexico contemporanea encontraremos una historia de intensas emociones, secretos y obsesiones, podremos ver como las situaciones cotidianas pueden llevar a la locura a quien no sepa manejarlas, afectando a otras personas. Porque, a final de cuentas, hay mas demonios en una mente obsesiva que en el infierno.

  • El anticuario de Teheran de Jorge Dezcallar

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    Un collar de oro, coral y aguamarinas que un anticuario irani suplica a Jorge Dezcallar que le haga llegar a su hija abre este libro, en el que el diplomatico espanol pasa revista a sus anos como embajador -lo fue en Marruecos, Washington y Roma- y recuerda a algunas de las personalidades -ministros, reyes, actores, presidentes- con las que ha compartido negociaciones diplomaticas y tambien, en ocasiones, veladas inolvidables.

  • Un Camino Sin Rumbo de Alexandra Martinez

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    Una historia de drama y ciencia ficcion escrita por Alexandra Martinez, ganadora del 3 deg Galaxy of Book Awards 2017, en la red social para escritores y lectores: Wattpad. Te llevara a vivir una espectacular aventura, en ella, su protagonista Ana, tras haber sido secuestrada por desconocidos, se encuentra perdida en un extrano y despiadado mundo, donde conoce a Leon, un chico que se convertira en su amor y rival, durante una lucha a muerte, para finalmente descubrir un experimento cientifico terrible que lograra explicar cada uno de los desgarradores momentos y le conducira a un desenlace en el cual la aventura apenas comienza: Un Camino Sin Rumbo.

  • Soy tu primera vez de Laurie Elizabeth Flynn

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    Esta noche voy a hacerle un favor a la novia de Evan Brown. Un favor incomodo, sudoroso y torpe. Melanie, o como quiera que se llame, me debe una. Solo que nunca lo sabra. --Espera aqui --le digo a Evan antes de meterme en el vestidor. Lo miro de reojo: esta encorvado, sentado en el borde de mi cama, con los hombros estrechos echados hacia delante y las manos en las rodillas. Es como si fuese a ponerse a jugar a un videojuego. Ahogo una risa. Esta pantalla no se la va a pasar a la primera. Cuando al fin estoy a salvo en el vestidor, me deslizo en unos pantalones cortos de saten rosa y una camisola a juego. Por el miedo en su cara y el olor a sudor nervioso que emana de sus axilas, se que Evan no podria soportar el salto de cama de encaje negro, ni mucho menos el camison de saten rojo, el que tiene una raja hasta arriba. Abro el cajon donde guardo los ligueros y mi coleccion de medias de rejilla y lo cierro de nuevo. Evan no sabria que hacer con un liguero ni con unas medias de rejilla, y no quiero avergonzarlo mas de lo que ya lo esta. Me pinto los labios de rosa y me dejo el pelo suelto sobre los hombros. Esta ondulado, aun humedo de la ducha. Normalmente me lo plancho muy liso, pero creo que por esta vez puedo saltarme el peinado. Me froto la boca para quitarme el pintalabios, pero mantengo la resolucion en los ojos. Evan va a tener lo que, definitivamente, no soy: una buena chica. --Dios, Mercy --dice cuando salgo. Se le quiebra la voz y se pone mas rojo que su pelo, lo que hace que los granos de sus mejillas destaquen aun mas. La pubertad no se ha portado bien con Evan Brown. --No digas eso --le ordeno, encaramandome sobre el. Le tiemblan las piernas. --?Que no diga que? --La voz tambien le tiembla. --Mercy. Ese no es mi nombre. --Pero asi es como te llama Angela. --Angela es mi amiga. Tu, no. Tu eres alguien a quien le voy a hacer un favor. No tienes que llamarme de ninguna forma. En todo caso, llamame por mi nombre. --Mercedes --dice, pronunciando todas las silabas con voz chillona--. Mi madre siempre ha querido uno de esos. --Se da una palmada en la frente --. Mierda, no queria hablar de mi madre. No estoy pensando en ella ni nada. --Se quita las gafas y se frota los ojos--. No creia que fuese a ponerme tan nervioso. Antes me gustaba mi nombre: Mercedes. Hasta que me entere de que me lo habian puesto por un coche. Aquel coche rojo que tanto le gustaba a mi padre, el mismo desde el que se despidio con la mano cuando se fue. Recuerdo que a mi tambien me gustaba aquel coche. Mi padre me sentaba delante y fingia que arrancaba. <>. Pero no se quedo con nosotras el tiempo suficiente para ser el quien me ensenara. En la boca de Evan, mi nombre no sonaba elegante ni rapido. Solo sonaba complicado, como si estuviese intentando hablar en otro idioma. Supongo que, para Evan, yo soy otro idioma. Sonrio y le paso la mano por el pelo. O al menos lo intento, pero se ha echado tanta gomina que la mano se me queda pegada. --No te preocupes --digo, secandome los dedos pegajosos en su camiseta--. Todo el mundo se pone nervioso. Le beso el cuello. Puedo sentir el pulso latiendo bajo su piel. Muevo las manos hasta la parte de abajo de su camiseta y se la quito por la cabeza. --He traido esto --dice, metiendose la mano en el bolsillo de los vaqueros y sacando una tira de preservativos. Debe de haber unos diez. Intenta esbozar una sonrisa, pero le sale mas bien una mueca. --Siempre es bueno estar preparado --digo--. Pero guarda esos para Melanie. Yo tambien estoy preparada. Me inclino y abro el cajon de la mesilla, donde tengo las cajas apiladas en orden, como soldados. Ultrafinos. Estriados para el placer femenino. Segunda piel. XL. Saco un ultrafino. Da igual lo que crean ellos, la mayoria de los tios son de ultrafinos. Lo justo para estar protegido, sin mayores florituras. Esto lo aprendi muy pronto. Mi madre empezo a hablarme de anticonceptivos cuando el resto de madres estaban aun con los tampones. Ademas, Evan no tiene pinta de XL. --?Hasta donde has llegado con Melanie? --pregunto. --Melody --dice--. Se llama Melody, no Melanie. Melody, como una cancion. --Baja la vista hacia mi escote, que tiene justo a la altura de los ojos --. Me ha dejado meterle mano. Y una vez que sus padres no estaban, casi lo hacemos. Hicimos otras cosas. Me llevo las manos a las caderas. --Vas a tener que ser mas preciso. ?Otras cosas como que? ?La has visto desnuda? ?Le has hecho un cunnilingus? Asiente con la cabeza y se pone aun mas colorado. --Pero no quiso llegar hasta el final. Quiere que sea la mejor noche de su vida. Asi que lo tengo todo planeado. Una cena y tal. --Que romantico --digo con una gran sonrisa. Esta es la razon por la que hago lo que hago--. Parece que te gusta. Y tu le gustas a ella. Me encanta que los tios se tomen el tiempo de planearlo. Y, aunque Evan ha musitado lo de <> sin mirarme a los ojos, se que es mucho mas. Se ha tomado el tiempo de conocer a Melody, saber lo que le gusta y lo que la hara feliz. --Ese es el problema --prosigue--. Dice que me quiere. Y dice que, como me quiere, sabe que voy a hacerle tocar el cielo. Asiento. Esto lo entiendo bien. Melody parece como todas las chicas: espera que la primera vez haya fuegos artificiales. Pero yo se que los fuegos artificiales no se consiguen asi como asi. Hay que prepararlos bien y prender la mecha despacio. Que es exactamente lo que estoy haciendo por Evan. --Pero tu no crees que vayas a hacerle tocar el cielo --digo lentamente --. Por eso estas aqui. --Si, bueno --dice--. Ella esta mucho mas buena que yo. Y mi amigo Gus... sigue con su novia gracias a ti. Se exactamente de quien habla Evan, solo que yo lo recuerdo mejor por su apodo, el que le puse en secreto. El Llorica. Gus fue el numero seis, el que se hizo el duro y practicamente intento ensenarme el a mi hasta que se vino abajo y acabo llorando en mi almohada al terminar. Le pongo las manos en los hombros a Evan. --Bueno, ya habeis avanzado mucho mas que otra gente. Ya os habeis visto desnudos. Eso ya esta hecho. Para alguna gente esa es la parte mas incomoda. --Me bajo los tirantes del camison--. A ver. ?Que harias si yo fuera Melody? --Te diria que eres preciosa --responde--. Te preguntaria si puedo tocartelas. --Bien y mal --repongo--. Siempre esta bien decirle a una chica que es preciosa. Pero nunca le preguntes si puedes hacer algo. Se valiente, porque la confianza en ti mismo es algo que puedes fingir perfectamente hasta que la sientas de verdad. Evan sigue mirandome los pechos fijamente. Su respiracion se hace mas pesada y puedo notar su ereccion a traves de los vaqueros. A lo mejor al final resulta ser XL. --Adelante --le digo--. Aqui puedes cometer errores. Y eso hace. Comete un monton de errores. Me soba las tetas como si fueran pelotas de beisbol, me babea el cuello, me mete la lengua hasta la garganta. Son errores de principiante, de esos que la gente no sabe ver la primera vez. Pero para eso estoy yo aqui. Le digo que cierre los labios, que recorra las curvas de mi cuerpo con las manos, que trace una linea con los dedos y la siga con la lengua. Le enseno a abrir la caja de condones y a coger la punta con los dedos antes de desenrollarlo para que no se quede el aire dentro. Bajo las luces para el acto final, lo guio dentro de mi, no lo castigo por los primeros quince segundos de torpeza en la oscuridad y le felicito por su tecnica mejorada los ultimos quince. Cuando pide una segunda ronda, sacudo la cabeza con firmeza. Nunca he permitido una segunda ronda. --Guardala para Melody --le digo. Se estira bajo las sabanas y entierra la cabeza en la almohada. Aun jadea. --?Quieres que me quede a dormir? --me pregunta--. Podemos volver a hacerlo por la manana. Seguro que aguanto mas. Me tapo los pechos con las manos y me levanto, buscando algo para cubrirme; solo encuentro una bata transparente. Maldigo mi mania de no tener pijamas. Esta es la parte que no me gusta. A oscuras, cuando soy yo la que tiene el control, aunque este totalmente expuesta, me siento menos desnuda que ahora. Luego se enciende la luz y quieren hablar. Hacer preguntas. Preguntas que no puedo ni contestarme a mi misma, mucho menos a ellos. --No te vas a quedar --le digo mientras me ajusto la bata a la cintura--. Ya lo entenderas. A las chicas eso no nos importa tanto como creeis. Sobre todo al principio. Ya lo trabajareis juntos. Sonrie. Esta diferente, mas guapo en cierto modo. Con esta luz mas suave, no se le ven tanto los granos y la mandibula parece mas pronunciada. Creo que Evan Brown puede llegar a ser un rompecorazones algun dia. Pero hoy no es ese dia. Miro al reloj que hay sobre la mesilla. Son las once de la noche de un martes. --Manana hay clase, Evan. Es hora de irte. Tu madre estara preguntandose donde estas. --Supongo que la mayoria lo hace. La mia no, claro. Deja de sonreir y frunce el ceno. --Esto... ?Te debo algo? No se como va esto... --Se le apaga la voz. --No me debes nada. Solo portate bien con ella, ?vale? Recuerda todo lo que hemos hablado. Se que lo hara. Si hasta ha tomado apuntes.

  • Por Unos Dias (Todo Saldra Bien 4) de Merche Diolch

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    --Si, Estef... Ya estoy entrando en casa. --Me coloco el movil en el hombro y abro la puerta como puedo con las llaves, sin dejar de hablar, mientras intento que la compra que llevo en la otra mano no se me caiga. He conseguido todo lo que necesitaba, excepto un par de productos que parece que se han evaporado de las tiendas--. Si... Estef... No saldre de casa hasta que avisen... --Suspiro con fuerza sin darme cuenta. Llevo escuchando el mismo discurso desde que se ha decretado el estado de alarma, y ya estoy cansada. Solo quiero un bano caliente--. O hasta que se acabe el papel higienico --la pico, cerrando la puerta tras de mi y achico los ojos ante la explosiva parrafada de mi amiga que se vuelve a repetir. Si me lo tengo merecido. No deberia haberle dicho nada mas. La quiero mucho y se que se preocupa por mi, pero su angustia me agota--. Vale, si... Te llamare --le digo en una de las pocas pausas que hace para respirar y cuelgo sin darle oportunidad a hablar mas. El silencio y la seguridad de mi pequeno apartamento me recibe; una bendicion teniendo en cuenta la que hay montada en la calle. Enciendo la luz de la entradita, dejo en el suelo las bolsas sin preocuparme de si se rompe o no algo, y me quito los zapatos mientras suspiro de nuevo. --Esto se va a hacer largo... Me adentro por el piso, abandonando las llaves y el movil en la mesa del comedor, y me deshago de la ropa segun avanzo por la casa en direccion a mi dormitorio. De pronto percibo un aroma desconocido y una pizca de nerviosismo se asienta en mi estomago. Arrugo el ceno confusa y tanteo a ciegas la pared que tengo mas cerca, ya que, salvo por la luz de la entradita, no he encendido ninguna mas, pero no encuentro la clavija. Me quedo quieta, escuchando el silencio del apartamento y, excepto por los sonidos de la calle que se cuelan por las ventanas cerradas, no oigo nada extrano. Suelto el aire que retengo sin darme cuenta y me aparto el rubio cabello de la cara, dejando que asome una sonrisa en mi rostro. --Tu y tus neuras, Blanca... --Niego con la cabeza y avanzo hasta la habitacion, encendiendo la lampara en cuanto traspaso la puerta. --!!Me cago en todo lo que se menea!! --grito del susto, saltando sobre mis pies--. !?Quien cojones eres tu?! --le pregunto al extrano que tengo delante y atrapo el bate de beisbol que me regalaron en un cumpleanos y al que nunca le habia encontrado utilidad hasta ahora--. Y lo mas importante, ?que haces en mi casa? El hombre se pasa la mano por su largo pelo negro y me regala una timida sonrisa que no cuadra con su aspecto. Ancho de espaldas, fornido, grandes manos --siempre han sido mi perdicion las manos grandes--; es atractivo con un toque de misterio y un color de ojos hipnotizante. No puedo asegurar la tonalidad de los mismos; si son grises, verdes o azules, porque segun le da la luz de la habitacion, cambian ofreciendole un halo enigmatico. Lo miro de arriba abajo, calibrando bien sus medidas... todas sus medidas, y lo que si puedo confirmar es que esta canon. <>. El me sonrie como si acabara de leer mi mente y da dos pasos hacia mi. Agarro con mas fuerza el bate por encima de mi cabeza y tenso la mandibula, o por lo menos lo intento porque mi garganta esta seca y siento el corazon en la garganta. --Hola, Blanca... Vale, el si me conoce, pero yo a el... . --?Eres un acosador? --le suelto y su sonrisa se hace mas amplia. --Exactamente no... --Me guina un ojo y mis rodillas tiemblan por el impacto. <>. --Mira, bonito. --Levanto mas el bate--. O me dices ahora mismo quien eres o llamo a la policia. Este levanta las manos en son de paz y se acerca a la ventana para mirar la calle. --Creo que estan muy ocupados. --La sirena de un coche de emergencia retumba por la casa como si confirmara sus palabras. --Vale, si, por el estado dichoso de alarma pero seguro que si grito, mis vecinos vendran corriendo para ayudarme... El eleva una de sus oscuras cejas y me mira como si estuviera riendose por dentro de mi. --?Los mismos que han salido escopetados de su casa en cuanto ha comenzado esta locura? Bufo con fuerza y dejo caer el bate, para apoyarme en la pared sin fuerzas. Sea quien sea, sabe muy bien que ahora mismo en mi edificio solo quedamos la anciana del segundo y yo. Lo mejor es tratar de averiguar que busca y deshacerme de el lo antes posible. --Esta bien. Me rindo. ?Quien eres? ?Y que quieres? --Me observa sorprendido por mi rapida rendicion--. No me mires asi. No tengo tiempo para tonterias ahora mismo... Habla. --Blanca, creo que en unos dias el tiempo es lo que mas te va a sobrar --dice con ironia y no puedo evitar sonreir ante la verdad. --Contesta --le indico con tono mas amigable--. ?Eres amigo de Rick? Si es asi, lo de mandarte hoy para recoger lo poco que le queda en esta casa, es la peor de sus ideas. Una de tantas. Si, debia de ser amigo de mi ex. No habia otra explicacion. --?Rick? --me pregunta confuso. --Venga, si, Ricardo... Mi ex. Ahora no te hagas el tonto. Solo puede haberte dado las llaves el para que recogieras sus cosas... Por cierto, estan ahi. --Le senalo la caja que asoma por la puerta del armario que hay abierta--. Y ahora, ya puedes irte. Ha sido un dia horrible y necesito estar sola. Me regala una vez mas esa sonrisa enigmatica. --No, no me manda... ?Rick? --Eleva su ceja. Lo miro sorprendida por su anuncio e instintivamente agarro el bate de beisbol de nuevo. --?Entonces? Amplia su sonrisa y vuelve a mostrarme sus manos en son de paz. --Tranquila que no muerdo... todavia. Reconozco que ese todavia me ha puesto la piel de gallina y un escalofrio me ha recorrido de arriba abajo, pero no de miedo, sino de excitacion por lo que mi mente calenturienta ha imaginado. --Entonces... ?quien eres? --Coloco mi arma improvisada delante de mi; que el tio este tan bueno para conseguir que mis bragas se humedezcan solo con una mirada, no quiere decir que no necesite defenderme porque sea un acosador...--. ?Y como has entrado en mi casa? --Por la puerta --me indica como si fuera lo mas evidente. No puedo evitar grunir ante su tono de voz. --Mira. --Me aparto el cabello de la cara--. Ya esta bien tanta tonteria. Ahora, por favor, vete de mi apartamento si no quieres que llame a la policia. --Muevo la mano senalando el camino de salida. --No puedo --dice sin mas. --Perdona... ?como que no puedes? <>. --No estoy loco --afirma dejandome con la boca abierta. --?Perdona? --Te digo que no me he escapado de ningun sitio --me indica ya descolocandome del todo. --Yo no he dicho nada... --Tu no, pero tu cabecita no para de hablar. --Me senala y sonrie. Miro a ambos lados de la habitacion y, ante la mirada pasmada de el, comienzo a rebuscar entre los cajones, debajo de la cama y hasta en las esquinas de las paredes por si hay alguna camara oculta. --Esto es una broma, ?no? --le pregunto--. No puede ser otra cosa. Algun programa de esos que ya nadie ve, y que han debido organizar alguno de mis amigos. --Miro tras las cortinas, obligandolo a moverse--. Lo teniais todo preparado pero lo que esta sucediendo en el pais, os ha pillado de improviso y habeis pensado que el espectaculo debia continuar. --Blanca, esto no es una broma --me dice divertido. Detengo mi busqueda y lo miro. Hemos cambiado las posiciones y ahora se encuentra cerca de la puerta, donde he dejado mi unica arma, y yo estoy al lado del cabecero de la cama. --Pues sea lo que sea, no tiene gracia --le suelto cruzandome de brazos y le exijo...--. Quiero que te vayas de mi casa. --Y yo, pero no puedo. Emito un sonido poco femenino e intento mirarlo con cara de odio, pero esos ojos que tiene consiguen derrumbar todas mis defensas. --?Y por que no puedes? --le pregunto ya agotada de mantener esta disparatada conversacion. --Porque no nos dejan salir de casa --comenta como si fuera la cosa mas evidente. Abro los ojos de par en par al mismo tiempo que mi boca, como si fuera un pez fuera del agua, sin dar credito a lo que escucho. --?En serio? --Mueve la cabeza de manera afirmativa--. !Pero esta es mi casa! --Lo se... --!Pues largate de una vez! --Muevo la mano para subrayar mi orden. --Ojala pudiera... Suspiro con fuerza y me dejo caer en la cama. --Esto es surrealista. Necesito un bano, una copa de vino y cenar algo. --Si quieres te hago yo la cena... Lo miro de lado y arrugo el ceno. --?Me harias la cena? --El asiente y yo, por una milesima de segundo, estoy tentada de aceptar su propuesta--. Agh... !No! Claro que no... --digo con demasiado enfasis como si necesitara autoconvencerme de la decision tomada, y me incorporo--. ?Que haces aqui? --La pregunta esta mal formulada... Una de mis cejas doradas se eleva sin dar credito. --?En serio? --Repites mucho eso... --Mira --le corto--, no tengo mas ganas de tonterias. ?Que haces aqui? --Esperarte --responde por primera vez a la primera, sorprendiendome. --?Para?

  • Emergencia de Amor de Laura Morales

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    La vida de Myriam es genial: tiene una familia a la que adora, vive con su mejor amiga y ha conseguido cumplir su sueno: confeccionar un traje para Charlotte Thorn, su actriz favorita; por fin, todo parece ir sobre ruedas. Pero cuando sufre un grave accidente de coche y su vida pende de un hilo, Gabriel, su raro e insoportable vecino, la salva, convirtiendose en su angel de guarda y en alguien tan importante como los suenos por los que ella tanto ha luchado. Una vez recuperada, Mimi tiene que volar hasta la otra punta del planeta para dar un empuje a su carrera de disenadora. Una vez alli, se encuentra dividida entre lo que comienza a sentir por Gabriel y la quimica que surge con el irresistible actor Josh Knight, su amor platonico. Y, por si eso fuera poco, Mimi le esconde un secreto a Gabriel que trastocara su relacion para siempre. ?Puede un corazon dividido elegir la verdadera razon por la que latir?

  • Destinos divididos de Veronica Roth

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    Las vidas de CYRA y AKOS se rigen por los destinos que vaticinaron los oraculos el dia de su nacimiento.
    Una vez decididos, los destinos son inmutables.

  • La legion templaria de Paul Christopher

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    Una nueva aventura del teniente coronel John Holliday. Un hallazgo extrano en Etiopia. Un tesoro que solo puede ser encontrado por los que sean capaz de solucionar una criba del pasado.

  • Notre de Ken Follett

    https://gigalibros.com/notre.html

    <>
    Ken Follett

  • Dulce tormento de Giselle Penaloza

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    Mia se preguntaba cada dia como iba a superar la repentina muerte de su madre, y el hecho de vivir con un padre que la habia abandonado anos atras.
    Tan solo era una nina de diecisiete anos y la vida se le habia roto en mil pedazos. Mudarse a una ciudad desconocida para ella y tener que empezar de cero, no entraba en sus planes, pero Justin irrumpe en su imperfecta existencia y pone su mundo patas arriba.
    El no le conviene y ella es capaz de volverlo loco, una combinacion explosiva que cambiara el rumbo de sus vidas.
    ?Podra recomponer Justin el puzzle en el que se ha convertido el corazon de Mia?
    Apasionante, temperamental, una novela que te cautivara desde el minuto uno.

  • Oeste de Carys Davies

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    Afectado por la pena causada por la muerte de su mujer y con una insatisfaccion que no sabe ubicar, John Cyrus Bellman, un cuidador de mulas de treinta y cinco anos, decide dejar su pequena granja en Pensilvania para poner rumbo a una aventura imposible con apenas una brujula y algunas provisiones: seguir el rastro de los pioneros que aseguraron haber encontrado huesos de animales colosales en el interior del pais. Tras prometer que volvera en dos anos, deja atras a su unica hija adolescente, Bess, bajo el obsesivo cuidado de su hermana Julie.
    La joven se ve forzada a vivir en un mundo hostil donde nadie parece reclamarla, mientras sigue los pasos de su padre a traves de los viejos mapas que encuentra en la biblioteca local e intenta eludir las atenciones que tanto su tia como ella reciben del vecino, Elmer Jackson. Mientras tanto, las aventuras de Bellman a traves

  • Bajo la piel del oceano de Carlos Pedros-alio

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    Hogar de una inabarcable variedad de seres vivos, desde las majestuosas ballenas hasta los incontables microorganismos que viven en cada gota de mar, los oceanos, masas de agua que han fascinado y atemorizado a los seres humanos desde siempre, y del que aprendimos a obtener alimentos que forman parte de nuestra dieta, siguen siendo un mundo abierto a la exploracion que guarda muchos misterios.
    Este libro levanta la piel del oceano y nos acompana con amenidad y con rigor cientifico desde la superficie de los mares hasta las fosas abisales. A bordo de un buque noruego en campana oceanografica, a partir de los datos que nos proporcionan los satelites o en un batiscafo para descender a las zonas mas profundas, el autor, biologo marino, nos propone un recorrido que nos ayudara a entender los ecosistemas marinos, la influencia decisiva de mares y oceanos en la regulacion del clima de todo el planeta, y, en definitiva, a cobrar conciencia de la necesidad de frenar su deterioro si queremos que nuestro mundo sea sostenible.

  • Pura pasion de Annie Ernaux

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    <>; asi empieza la historia sobre la pasion de una mujer culta, inteligente, economicamente independiente, divorciada y con hijos ya mayores, que pierde la cabeza por un diplomatico de un pais del Este <> y siente especial debilidad por la buena ropa y los coches aparatosos. Si el tema que da lugar a esta novela es aparentemente trivial, no lo es en absoluto la vida que lo alienta. Muy pocas veces antes se habia hablado con tan descarnado descaro, por ejemplo, del sexo masculino o del deseo que idiotiza, que trastoca. La escritura aseptica y desnuda de Annie Ernaux consigue introducirnos, con la precision de un entomologo que observa un insecto, en el febril, extasiado y devastador desvario que cualquier mujer -?y cualquier hombre?-, en cualquier lugar del mundo, ha experimentado sin duda al menos una vez en su vida.

  • Diez corazones de Emma Colt

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    Tiernas, divertidas, emocionantes, cautivadoras. Sumergete en cinco historias de amor que no te dejaran indiferente.

  • Doble o nada (Doble o nada 3) de Veronica L. Sauer

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    Debo conf esar que no me llamo Veronica L. Sauer. Si asi f uera, si ese f uera mi nombre real, jamas me atrev eria a contarles lo que les v oy a contar. Y si no estuv iera a miles de kilometros del sitio donde comenzo todo, puede que tampoco. Me f ui de Uruguay sin dirigir ni una sola mirada al ay er, con la esperanza de encontrar en el f uturo y en otro lugar, una nuev a historia de amor. Y de poder elegir, que esta v ez f uera la mia. Estoy v iv iendo en New York, lista para enfrentar un nuev o desaf io en esta v ida llena de av enturas que elegi llev ar hace un tiempo. Y no me arrepiento ni lo hare nunca, porque es precisamente mi espiritu av enturero el culpable de que Ana hay a entrado en mi v ida, y junto a ella la esperanza de algun dia poder v iv ir un amor asi. Un bonito amor. En f in; no es nuev o para nadie, que la historia que les acabo de narrar en "Septimo cielo" y "El quinto inf ierno", llego a mi a trav es de Ana. Lo que seguramente nadie sabe, es como llego Ana a mi v ida. Y y o les quiero contar. Ya lo saben, no me llamo Veronica L. Sauer. Pero si me llamo Veronica. Y lo q u e le s v o y a n a r r a r a c o n tin u a cio n, s e g u r o la s v a a s o r p r e n d e r. 1. Cuando llegue a Uruguay el v erano pasado, me senti perdida. Acababa de dejar Barcelona, luego de haber sido durante dos largos anos lo que jamas hubiese querido ser: el adorno de un abogado catalan presumido y f ormal. Y que ademas, me maltrataba. En ese momento no me daba del todo cuenta, pero mirandolo en retrospectiv a, debi mostrarle a ese capullo de que estaba y o hecha. O no... Jordi no era malo. Miento, si lo era. Y disfrutaba enormemente de menospreciarme con diplomacia. Decia cosas como: "Veronica, que bien te la pasas aqui conmigo ?no? Y pensar que hasta hace poco v endias boletos para el bus turistico en la calle..." o "?Que piensa tu f amilia, alla en Sudamerica, de la v ida de reina que te doy, carino? Tenia una incontrolable compulsion a hacerme notar lo que me daba, cada v ez que me lo daba. Y una f orma de decir "Sudamerica" cargada de desprecio que me hacia sentir muy mal la may oria del tiempo. Creo que no estaba del todo errado, sin embargo. Me sentia comoda a su lado, y como todo aquel que no quiere salir de su zona de conf ort, desestimaba las alarmas que sonaban en mi cabeza cada v ez que decia cosas desagradables. O las ignoraba, o las minimizaba, o las justif icaba. "Sudamerica" estaba muy lejos y queria que se mantuv iera a esa distancia siempre. No queria v olv er a mi Gualeguay chu natal ni a palos. No necesitaba mas discusiones, mas presiones... No deseaba enfrentarme a mi papa, el prototipo de marido en serie, y a su sequito de esposas con f echa de caducidad. Ni a mi mama, con su eterna pose de martir. No queria mas mentiras, mas enganos... Mas bien queria estar lejos de todo eso, tan lejos como el oceano me lo permitiera. Y tal v ez por eso f ue que aguante a Jordi tanto tiempo. Pero un dia, todo termino. Y lo mejor (o lo peor) es que no f ue por un acto ref lexiv o de mi parte o por un subito espiritu de arrojo; ni siquiera f ue por hartazgo. Fue porque me lie con el paseaperros y el gilipollas de Jordi me pillo. Me llamo golf a, perra, zorra y algo mas. Tenia razon, desde luego. El me saco del f ango y y o le meti los cuernos con el primero que se me cruzo. Y encima, tan sudaca como y o. Al principio me senti perdida, pero luego acepte el destierro con la may or dignidad. Y lo mas sorprendente de todo es que pudiendome quedar en Casteldef elds con el paseaperros, elegi v olv er a "Sudamerica". Rasque el f ondo de mi hucha y mi amigo sudaca hizo otro tanto. Y asi f ue que logre reunir quinientos euros que junto a millas acumuladas en mi tarjeta de credito, me hicieron aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, un candente v iernes de enero. No me habia alcanzado para un v uelo directo a Buenos Aires, asi que tendria que cruzar la frontera en micro si queria llegar a mi pais. Inspire hondo y con mi pequena maleta a cuestas, me instale en la parada del bus que me iba a dejar en la terminal, donde tomaria el que me dev olv eria a Gualeguay chu. Solo me quedaban un par de tramos y estaria en casa... En casa. Un dolor punzante en la boca del estomago comenzo a molestarme. Para cuando el bus llego, ese dolor me tenia sin aire... Lo deje pasar. Al bus, porque el dolor se habia instalado. Y por primera v ez en mi v ida me senti perdida. No me habia sentido asi jamas, ni siquiera cuando supe esa v erdad que me hizo huir, o cuando llegue a Barcelona, sin dinero y sin amigos.

  • Eva es la tentacion de Esperanza Riscart

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    Una historia de amor con un inicio tormentoso y doloroso en el que la joven e inexperta Eva se sentira aprisionada por los fuertes sentimientos que Daniel despierta en ella.

  • Mi Sol (Improvisto Amor 2) de Lily Cerda

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    La senorita Sol es una alegre y hermosa joven, desprovista de malicia, ya que ha sido criada en el campo de Chervach por su abuelo el senor Mellor.

  • Esperanza de Candis Benitez

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    En ocasiones, las personas tomamos las peores decisiones en nuestras vidas, las cuales muchas veces pueden ser irremediables, en caso de no enmendarnos a tiempo.
    William Carrington lo sabe bien, pues en su juventud -buscando escapar de las presiones familiares y ser libre-, eligio la puerta equivocada. Vivio una epoca de desenfreno total, y estuvo al borde de perderlo todo, incluso lo mas preciado que posee cada ser humano, dandose cuenta con ello de su manera errada de proceder, antes de caer en un abismo sin retorno.

  • Y yo a nosotros (Bilogia ‘Y yo’ 2) de Elsa Garcia

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    Veinte meses. Ese es el tiempo que ha tenido Jota para cerrar cicatrices, echar de menos a su familia y decidirse a volver. Todo sigue tal y como lo recordaba. Solo hay un pequeno cambio. Uno muy guapo y muy tatuado. Lucas es casi tan encantador como molesto. Tiene una paciencia infinita con los pequenos con los que trabaja en el centro de Ana y Javi, y se ha propuesto sacar de quicio a Jota. Aunque ella va a intentar que no le afecte, porque solo quiere volver a brillar como antes, divirtiendose con esos amigos a los que tanto extrano y que consiguen devolver el color a sus dias entre canas y risas. Y es que solo necesita estar de nuevo en casa para poder sonreir otra vez sin que pesen los recuerdos, esos que siempre evoca con los ojos azules y un hermano que lo necesitara de vuelta en Madrid. Hay reencuentros para los que no sabe si esta preparada. Pero la vida no pregunta ni pide permiso. Hay trozos de felicidad disfrazados de personas. Pero para poder disfrutarlos tiene que dejar caer barreras muy altas. Hay canciones con nombres propios. Pero el miedo a veces es mas poderoso que las ganas.

  • BELLA (SAGA BELLA OSCURIDAD 1) de Jessica Rivas (jessre)

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    “Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrias haber sido” -George Eliot.

    Las malas acciones de Aleksi Kozlov bastan para perder lo unico valioso en su vida.
    Basta una sola mirada de Bella Foster para comprender que solo ansia libertad.
    Basta una promesa inquebrantable de alguien nuevo para luchar hasta el final.
    Y he ahi el punto de encuentro entre polos opuestos.
    Cuando la belleza es poder, el dinero debilidad, y la imperturbabilidad un don; el deseo de romper las reglas predispuestas se convierte en lo unico razonable.
    Porque basta con solo ver una rosa roja en su maxima expresion para comprender que su encanto desvirtua las espinas que brillan ante su mencion.
    Una historia llena de pasiones, y traiciones con protagonistas inigualables. Un juego sin fin en el cual las apariencias cumplen el rol mas importante.
    El sufrimiento sera inevitable.

  • Como caido del cibercielo de Mara Oliver

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    Esta solo en Nochebuena? Eso no me gusta. 0:08 Es que trabaja en un hotel, como guardia de seguridad, y le ha tocado quedarse toda la noche a vigilar camaras. 0:09 Gema: Pues disfruta la conversacion. Y, si es el que sale en la foto de verdad, !A POR EL! 0:10 ?Y tu como estas, Esther? ?Has vuelto a tener contracciones? [?] 0:10 Gema: XD 0:10 Esther: Vale, reiros, reiros, pero me asuste un monton. 0:11 Gema: Es lo que tienen los gases, que asustan [?] !sobre todo cuando salen y suenan! [?] Relajate, que aun te quedan un par de semanas de embarazo. Y cuando tengas contracciones de verdad, no las vas a confundir con un ataque de pedos. XD 0:12 [?] Siempre me haceis reir, os adoro, !pedorras mias! [?] 0:12 Esther: :/ A mi no me hace gracia. Bueno, un poco [?] !Es que tengo tanto miedo, chicas! :S 0:13 Gema: Ser mama es lo mejor que me ha pasado en la vida. NO TENGAS MIEDO, Esther. Todo va a salir bien, la mala suerte ya me la lleve yo toda. ?Entendido? 0:14 Ay, mi Gemi, ahora me has hecho llorar. 0:15 Esther: Y a mi. 0:15 Gema: Pues nada de llorar, tontas, que se malgastan fuerzas. [?] Mis dos angelitos, que se fueron antes de tiempo, a mi nunca se me iran de la cabeza, ni del corazon, pero ahora tengo aqui a mi principe, que se esta quedando dormido encima de mi pecho, y tengo a mi princesa, que esta leyendome un cuento, !ella a mi! 0:17 !Mi sobri postiza es un supercerebro! 0:17 Gema: [?] Os dejo, chicas, que si no estos malandrines no se duermen. !Y vosotras, mis valientes, a seguir adelante y sonriendo! 0:18 Esther: !!!Os quiero un monton!!! 0:18 Gema: Yo tambien os quiero. MUCHO. MUCHISIMO. 0:19 !Y yo os requeteadoro! 0:19 Gema: A ti, mi Maite, mas te querre si te quitas tambien los miedos y vuelves ya con tu surfero. [?] 0:20 !Valeee! ^^ Por cierto, no se que me estara diciendo, pero mi surfero-dicharachero [?] me esta breando a wasaps. [?] 0:21 Esther: Leelo y descubrelo [?] Habla con el, enterate bien de quien es y todo eso. !Manana nos cuentas! 0:21 25 de diciembre de 2015 Voy a contarte tres coincidencias, de una no estoy muy seguro, pero las otras dos pasaron en mi familia. Yo no se lo he contado nunca a nadie, son coincidencias solo para mi, para mi hermana son chorradas. 0:01 Para mi es la prueba de que hay algo mas que lo que vemos con los ojos, pero se que si se lo cuento a alguien tal y como yo lo veo, la gente pensara que estoy loco o que me lo invento o que busco algo mistico en casualidades de la vida. Y es posible, no lo se. 0:02 Te lo voy a contar a ti porque tu tambien estas algo loca [?] si no no estariamos teniendo esta conversacion, nunca me habrias escrito. 0:02 Bueno, alla voy. 0:03 Mi padre era un gran fan de los Beatles y no se si eso se pasa con los genes, pero yo tambien lo soy y su cancion favorita es mi cancion favorita. 0:03 Across the universe, un temazo. Me la se de memoria, puedo silbarla sin fallar ni una nota, podria mandarte un audio silbandola por si no sabes cual es. 0:04 Ya te digo que silbar, silbo bien; cantar, lo hago fatal. Mi voz es demasiado grave. 0:04 Mejor te pego un link. 0:05 https://www.youtube.com/watch? v=PN9n1bAahg4 Asi puedes escucharla conmigo. 0:06 Se que estas en linea, pero no me estas leyendo.

  • No culpable de Viveca Sten

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    Una oscura y fria noche de otono una joven desaparece sin dejar rastro en la pequena isla de Sandhamn. La organizacion de la investigacion recae sobre Thomas Andreasson, inspector de la policia de Nacka. El mal tiempo dificulta las tareas de busqueda y la policia se ve obligada a abandonarlas, aun sabiendo que eso implica perder todas las esperanzas de encontrar a la joven con vida. Apenas unos meses mas tarde, el invierno cubre Sandhamn con una gelida y blanca capa de nieve. La isla es el destino que Nora Linde ha escogido para viajar con sus hijos, tras descubrir que su marido le es infiel. Pero en Sandhamn no va a encontrar la paz deseada. Un dia los chicos se adentran en el bosque alegremente sin imaginar la macabra sorpresa que alli les espera y que no van a olvidar jamas. Paralelamente la autora cuenta la historia de Gottfrid, su esposa, Vendela, y sus hijos Thorwald y Kristine a principios del siglo XX. Sus secretos, que salen a la luz un siglo despues, seran la clave para resolver el caso.

  • Algo mas que echarte de menos de Elisa Mayo

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    Un viaje a Paris.
    Dos amigos que son algo mas que amigos.
    Una carta guardada en un cajon.
    Soledad.
    Unos ojos oscuros como el cafe.
    Una visita inesperada.
    Darse cuenta de que estas enamorado.
    Sentimientos que se confunden.
    Un triangulo donde sobra un angulo.
    El despertar.