• libro el hombre zohar en espanol gratis pdf - Pedro Suarez Ochoa

    https://gigalibros.com/el-hombre-z.html

    Una ciudad en Venezuela se paralizo por un extrano evento ocurrido en 1998. Algunos hablaban del advenimiento de la era zombi, pero 21 anos despues se conocio la verdad.

  • (PDF) El libro del zohar completo | Cecilia Stabile - Academia ...

    https://www.academia.edu/35361807/El_libro_del_zohar_completo

    En el libro del Rey Salomón encontré lo siguiente: Él (Eliseo) trazó sobre el ... Nuevamente hubo Zohar, en el que sembró una simiente para su gloria, ...

  • 90943835-El-Zohar.pdf - Libro esotérico

    http://libroesoterico.com/biblioteca/Cabala/Zohar/90943835-El-Zohar.pdf?fbclid=IwAR0M6xl4HqNgTLWQg-yEIPh3P_dwEoMqobJ8_CyQWIDFl_zekcoJ66Rhgxo

    El Zohar es mayormente escrito en lo que se ha descrito como un estilo exaltado, y excéntrico de Arameo, un lenguaje hablado en la tierra de Israel durante el ...

  • El Zóhar - traducción al español - Kabbalah.info

    http://www.kabbalah.info/es/el-libro-del-zohar/el-zohar/el-z%C3%B3har-traducci%C3%B3n-al-espa%C3%B1ol

    A través de los siglos fue el principal, y a menudo, el único libro empleado por los cabalistas, y ahora es accesible al hombre contemporáneo. Escrito en un ...

  • Zohar - Wikipedia, la enciclopedia libre

    https://es.wikipedia.org/wiki/Zohar

    El Zohar (en idioma hebreo זהר zohar, "esplendor") es, junto al Séfer Ietzirá, el libro central de la corriente cabalística,​ escrito por Shimon bar Yojai ...

  • Zohar: Libro del Esplendor PDF ( Free | 202 Pages )

    https://www.pdfdrive.com/zohar-libro-del-esplendor-e185110381.html

    699 Pages·2011·3.87 MB·32,416 Downloads·Spanish·New! “Gnosis primordial, gnosis primigenia, gnosis eterna. El conocimiento supremo que libera al hombre y ...

  • El Zohar Español/Hebreo EL ZOHAR - PROLOGO - DocPlayer

    https://docplayer.es/78083169-El-zohar-espanol-hebreo-el-zohar-prologo.html

    La aparición de estos grandes hombres en el texto en arameo del Zóhar ayuda ... EL LIBRO DE APOCALIPSIS Capítulo Diecisiete OBJETIVOS EN EL ESTUDIO DE ESTE ...

  • Pais zombra de Pedro Suarez Ochoa

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    El 91% de la humanidad ha sido exterminada, el 9 % restante mantiene una guerra contra una nueva especie que se ha erigido como la especie dominante, una especie que cada vez se organiza mas y que ha creado el comienzo de una nueva era.

  • Delicadeza de Caitlin N. Howley

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    Lord Conall Wiseman era un conde. Su castillo era mas pequeno que el de Lord White y poseia menos tierras, pero a diferencia de este ultimo, Lord Wiseman nunca habia perdido el carino y el respeto de Emily. Ella le conocia desde que era una nina. El padre de Conall y el de Emily habian sido grandes amigos. Ninguno de los dos estaba ya en este mundo, pero sus buenas acciones serian recordadas durante mucho tiempo. Mientras Emily esperaba a que uno de sus criados llamara a las puertas del castillo, se acordo de su padre. Habia muerto hacia solo dos semanas. Al menos, habia partido sabiendo que Emily ya no estaba entre las garras del conde. Recibimiento Lord Wiseman era alto y fuerte, pero ella nunca se habia sentido intimidada en su presencia. Los ojos del marques siempre estaban llenos de ternura cuando la miraba. Era rasgados y de color gris. Tenia el cabello marron rojizo y normalmente, llevaba se dejaba un poco de barba. Cuando las puertas del castillo se abrieron, Emily se sorprendio al verle. Habia esperado ser recibida por un grupo de criados y ser conducida hasta una de las habitaciones, donde tendria que aguardar a que el marques apareciera. Sin embargo, alli estaba: alto, con una capa negra y unos guantes del mismo color. El hombre hizo una reverencia. --Mi senora, es un placer veros. Espero que hayais tenido un viaje agradable. --Asi ha sido, muchas gracias --le contesto Emily. Se fijo en que la expresion de sus ojos era diferente. Si, seguian mostrando la ternura habitual, pero podian leerse mas emociones en ellos. Al observarlos con mas detenimiento, Emily se dio cuenta de que transmitian dolor, rabia y tambien, culpa. Se sorprendio. ?Por que culpabilidad? ?De que se arrepentia? El le tendio la mano derecha y volvio a hablar: --Acompanadme, mi senora. Os ensenare vuestro dormitorio. Emily alargo el brazo con algo de vacilacion. Al percibirlo, el dolor en la mirada de Conall se intensifico, pero el no dijo nada. En lugar de ello, esbozo una sonrisa de animo y espero con paciencia a que ella decidiera darle la mano. Emily tambien llevaba guantes, pero, aun asi, sintio un ligero estremecimiento cuando le toco. Con delicadez, el le estrecho la mano y amplio su sonrisa. Despues, ambos caminaron en silencio hacia las escaleras. Apaciguar el dolor Tres criados les siguieron varios metros por detras con el equipaje de Emily. Cuando llegaron a la habitacion, lo dejaron junto a la cama y se retiraron tras hacer una reverencia. El ultimo de ellos cerro la puerta. Emily no pudo evitar soltar un respingo cuando oyo ese sonido y sus ojos fueron directos al picaporte. Lo miro con nerviosismo. Conall siguio la direccion de su mirada y al entender lo que pasaba, se apresuro a recorrer la distancia que le separaba de la vuelta y volvio a abrirla. --Ya esta --le dijo a Emily con un tono que sono falsamente alegre--. No teneis nada de que preocuparos. Aqui estais a salvo. Emily aparto los ojos del picaporte y le observo. Enseguida, puso una mueca y su respiracion se agito. --Ey, ey, no pasa nada. --Conall se acerco a ella y le toco los hombros--. Aqui estais a salvo. Nadie os hara dano. Os lo prometo. Emily se echo a llorar. El rostro del marques se lleno de tristeza. Muy despacio, le puso una mano en la espalda y la otra en la nuca, y la acerco a el. Emily no opuso resistencia. Enterro el rostro en su pecho y siguio sollozando durante unos minutos mas hasta que se calmo. Conall no dijo nada en todo ese tiempo. Se limito a acariciarle la espalda y a susurrar Shhh Shhh de vez en cuando. Fue Emily la que se aparto de el. Se seco las mejillas con las mangas del vestido y le miro con verguenza. --Lo siento --dijo con un hilo de voz--. No queria reaccionar asi, pero no soporto las habitaciones cerradas. Me empieza a faltar el aire y tengo la sensacion de que las paredes van a derrumbarse y me voy a quedar atrapada bajo los escombros. Lo siento. --Varias lagrimas mas rodaron por sus mejillas. Conall se las seco con las yemas de los pulgares. --Mi senora, no pasa nada. Soy yo quien deberia sentirlo. Emily puso un gesto de extraneza. --?Vos? ?Por que? --Debi darme cuenta del sufrimiento que padeciais con el conde. --Vos no teneis la culpa. Yo no se lo dije a nadie. Pense que no serviria de nada y que era mi obligacion aguantar con estoicismo. Ademas, debo confesaros que me daba verguenza airear mi situacion. --No teniais por que sentir verguenza. El era el monstruo, el que deberia haberse sentido mal. Vos fuisteis su victima. No hicisteis nada malo. --Vos tampoco hicisteis nada malo. --Emily le dedico una pequena sonrisa triste--. Mi padre fue el unico que se entero, poco antes de que el conde muriera, pero yo trate de convencerle de que mi vida con el no era tan mala como parecia. Mi padre estaba muy enfermo. No queria que por mi culpa se agravara su situacion. Sin poder resistir el impulso, Conall le dio un beso en la frente y le dijo: --Debeis desterrar la palabra culpa de vuestro vocabulario cuando os refirais a vos misma. Sois la mujer mas maravillosa que conozco. No habeis cometido ningun error por el que tengais que sentiros asi. Emily volvio a sonreir, pero esta vez con alegria. --Solo si me prometeis que vos dejareis de sentiros culpable por no haberos dado cuenta de mi situacion. --Emily, yo... --Por favor --le corto ella. Conall respiro hondo y cerro los ojos. --Esta bien --murmuro--. Os prometo que me esforzare para desterrar el sentimiento de culpa de mi interior. Emily le acaricio una mejilla y a continuacion, le dio un beso en ese mismo lugar. Noto que el hombre temblaba y vio que seguia con los ojos cerrados. Su respiracion era calida y olia a canela. Emily sonrio al recordar que a Conall le encantaba el bizcocho de centeno, miel y canela. Seguramente, habria comido una rebanada en el desayuno. Le acaricio los labios. Al instante, la respiracion del hombre se volvio mas rapida y el abrio los ojos. La miro con una infinita ternura. --Emily... --susurro. Poco a poco, inclino el rostro hacia delante, los dedos de Emily todavia sobre su boca. Cuando solo les separaban unos milimetros, el se detuvo para darle la oportunidad de que se apartara si queria. Emily no lo hizo. Permanecio quieta y muy despacio, bajo el brazo. Esa fue la senal que Conall que necesitaba para besarla. Cuando sus labios se tocaron, un estremecimiento les recorrio a ambos. Emily apoyo su mano izquierda en el pecho de el, muy cerca de su corazon, pero no lo hizo para apartarle. Fue mas bien como una necesidad de reforzar ese contacto, de sentirse todavia mas cerca de el. Conall la besaba de forma lenta, como si temiera asustarla. Sus movimientos eran suaves, gentiles. Le estaba dando la oportunidad a Emily de acostumbrarse a esa sensacion. Sabia que a ella nunca la habian besado. No, lo que el conde le habia hecho no era besarla. Conall se negaba a utilizar ese nombre para hablar de una demostracion de violencia y poder. Un sabor salado le sobresalto. Enseguida, noto que la boca de Emily dejaba de seguir sus movimientos y escucho un sollozo contenido que reverbero en sus labios. Se aparto de la joven al instante y le tomo el rostro entre las manos. --Lo siento --volvio a disculparse ella. --Shhh, shhh, no pasa nada. --La miro preocupado--. Decidme que deseais. ?Quereis que me vaya para que podais descansar hasta la hora de la comida? Emily nego con la cabeza. Conall no la habia entendido. Inspiro hondo y le explico: --Me habeis conmovido con este beso. Nunca pense que podria ser algo tan hermoso. Conall sonrio y la beso en la frente, y despues en la nariz, y a continuacion en las mejillas. Emily se rio y eso para el fue como un balsamo. Sin apartar sus manos de ella, le dijo: --Cualquier demostracion de carino es hermosa. Estar con la persona adecuada puede haceros sentir cosas maravillosas. Emily se sonrojo. --?Os referis a...? Conall volvio a besarle la frente antes de contestar: --Si, me refiero a hacer el amor. Por favor, no sintais verguenza, no es un acto pecaminoso. Compartir ese grado de intimidad con alguien a quien amas y respetas es algo hermoso. --Vos... ?vos sabeis de lo que hablais? --le pregunto ella. Conall podia notar el calor de sus mejillas y eso le enternecio. Sabia que para Emily resultaba dificil hablar sobre esa clase de temas. Con suavidad, le respondio: --No, no lo se. Por desgracia, nunca he podido estar con la mujer que amo. --Oh... --Emily aparto los ojos y parecio triste de repente. El le giro el rostro con delicadeza para que volviera a mirarle y le dijo: --Nunca he podido estar con la mujer que amo porque nunca me atrevi a confesarle lo que sentia. Cuando se caso, hace once meses, crei que la pena me consumiria por completo, pero la esperanza de que fuera feliz con el conde que su padre habia elegido, sirvio para consolarme. Por eso, cuando me entere de que Lord White era un desgraciado, yo... No pudo seguir porque en ese momento, Emily se puso de puntillas y lo beso con pasion. A Conall se le olvido como seguia la frase, y la imagen del conde se esfumo su mente como si fuera humo. Cuando se separaron, Emily volvio a ponerle la mano en el corazon y sonrio al notar que lo tenia acelerado. El le acaricio la mejilla derecha y le dijo: --Ojala pudiera borrar estos ultimos once meses. Ojala pudiera eliminar vuestro sufrimiento, apaciguar vuestro dolor. La contestacion de ella le sorprendio: --Podeis hacerlo. --Le miro con intensidad--. Hacedlo, os lo pido. Conall dejo de respirar durante unos segundos. Con la voz tenida de emocion, le pregunto: --?Que me estais pidiendo exactamente, mi senora? Los ojos de Emily mostraban una leve pizca de temor, pero su voz no temblo cuando le contesto: --Quiero que calmeis mi dolor, que me ayudeis a enterrar los malos recuerdos. --Hizo una pausa y anadio decidida--. Quiero que hagamos el amor. Pradera Al escucharla, Conall creyo que el corazon se le iba a salir del pecho. Emily, la persona a la que mas queria le estaba pidiendo lo que el llevaba anos con hacer. Las manos empezaron a temblarle. --?Estais segura? --le pregunto con la voz entrecortada. --Si. Necesito saber que el sexo no va siempre asociado con violencia, humillacion y terror. Conall sonrio con tristeza y los ojos se le humedecieron. Muy despacio, volvio a inclinarse hacia ella y le dio un pequeno beso en los labios. --El sexo nunca deberia ir asociado con ninguna de esas tres cosas. Siempre deberia ser motivo de alegria y placer. --?Es agradable incluso cuando no amas a la otra persona? Conall sabia que le estaba preguntando por sus amantes. Suspiro y le contesto: --Si. Y el respeto nunca deberia faltar, no importa como sean las circunstancias. Os prometo que, si estais decidida a seguir adelante, vosotras controlareis la situacion en todo momento. Seguire todas vuestras indicaciones. Parare si me lo pedis. --?Incluso aunque esteis...? --Emily bajo la vista hacia sus pantalones. El sonrio y le levanto el rostro con suavidad para que volviera a mirarle. Entonces, le contesto: --No importa cual sea mi estado. Jamas os obligaria a hacer nada que no quisierais o antepondria mi placer al vuestro. Conmigo no teneis anda que temer, os lo juro. Emily le sonrio nerviosa y le dio un beso rapido. Despues, le pregunto: --?Podemos hacerlo ahora? Conall le devolvio la sonrisa. --Podemos hacerlo cuando lo deseeis. Pero me temo que tendra que ser aqui dentro, o en una de las otras habitaciones, y no nos quedara mas remedio que cerrar la puerta. Si hiciera buen tiempo, podriamos alejarnos unos metros del castillo y tumbarnos en la hierba. Emily cerro los ojos y sonrio como si se lo estuviera imaginando. Al cabo de unos segundos, dijo: --No importa. Estoy segura de que conseguireis aplacar mis miedos. --Lo hare. --Conall la beso, esta vez con un poco mas de pasion que la primera vez. Cuando se separaron, le dedico una sonrisa luminosa y camino hasta la puerta. La cerro procurando hacer el menor ruido posible para no inquietarla y despues regreso junto a ella. Noto que estaba un poco mas nerviosa que antes. Le acaricio una mejilla y le pregunto con tono reconfortante:

  • Otra vida por vivir de Theodor Kallifatides

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    Nadie deberia escribir despues de los setenta y cinco anos, habia dicho un amigo. A los setenta y siete, bloqueado como escritor, Theodor Kallifatides toma la dificil decision de vender el estudio de Estocolmo, donde trabajo diligentemente durante decadas, y retirarse. Incapaz de escribir y, sin embargo, incapaz de no escribir, viaja a su Grecia natal con la esperanza de redescubrir la fluidez perdida del lenguaje. En este bellisimo texto, Kallifatides explora la relacion entre una vida con sentido y un trabajo con sentido, y como reconciliarse con el envejecimiento. Pero tambien se ocupa de las tendencias preocupantes en la Europa contemporanea, desde la intolerancia religiosa y los prejuicios contra los inmigrantes hasta la crisis de la vivienda y su tristeza por el maltratado estado de su amada Grecia. Kallifatides ofrece una meditacion profunda, sensible y cautivadora sobre la escritura y el lugar de cada uno de nosotros en un mundo cambiante.

  • Siempre te he amado de Monica Hoff , Norah Carter

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    ?Quien diria que un “simple” viaje puede cambiar tu vida por completo?
    Cuando Carlota y Fran llegan, junto a sus amigos, al Caribe, no podran ocultar por mas tiempo lo que sienten el uno por el otro. El secreto que han guardado por anos, saldra a la luz.
    Pero no todo sera tan facil y, a veces parece ser que, por mas que ames a alguien, esa persona no esta destinada a permanecer en tu vida. ?Lo estaran ellos dos?

  • La boda de mi hermana de Dylan Martins

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    Coge aire, sonrie y disimula todo lo mal que te cae. --Buenos dias, senor Moretti --sonrio fingiendo con la misma frialdad. --Buenos dias, Rebeca -- le devolvi la sonrisa, la llame como siempre por su nombre y no por su apellido como ella se dirigia a mi -- Te queda muy bien esa coleta -- le hice un guino tan falso como lo que le habia acabado de decir. Segui sin pararme ante ella, como cada manana, no la aguantaba, pero era la hermana de mi socio Julian y me la tuve que comer con patatas, ni mas ni menos. Procuraba llevarlo lo mejor posible, !que se le iba a hacer! Otras cosas peores o al menos eso queria pensar yo para sobrellevar aquella pequena cruz. Por suerte, mi talante no es malo y soy de los que se lo echan todo a la espalda, razon por lo que veia mi relacion con ella como un reto. Dia que pasaba, dia logrado... Entre en mi despacho y encontre un monton de expedientes autorizados sobre mi mesa, se veia que el dia anterior el equipo financiero habia visto viabilidad en muchos de ellos; ahora me tocaba a mi decidir cuales si y cuales no. Mire por la ventana y me encantaba esa sensacion de paz que se respiraba tras los amplios cristales, el mar... Mi trabajo me fascinaba, tenia con Julian una empresa financiera a gran escala. Llevabamos con ella cinco anos, pero nos habiamos afianzado a pasos agigantados, encontrandonos ya entre las mas importantes del pais. Vivia solo en un atico de doscientos metros y cien de terraza frente al mar ?Que mas podia pedir? Aquel atico habia supuesto para mi la consecucion de un reto y podia decir que habia logrado la casa de mis suenos, como si del programa televisivo del mismo nombre se tratara, en un tiempo record. Una novia, queria una novia, pero yo en ese sentido era una bala perdida; tan pronto me enamoraba como me desenamoraba, tan pronto amaba como me ahogaba, asi que lo mio debia ser algo como una alergia a largo tiempo con una mujer. No podia negar que era un seductor y un mujeriego. Creo que ahi esta la clave, el juego de la seduccion me podia... Pero cuando la presa caia en mis garras, como que empezaba a perder interes a marchas forzadas. ?Culpa de ellas? No, indiscutiblemente mia, pero esas cosas no se fuerzan y era mi condicion. Ese dia solo vine a dejar listo el trabajo y me iba para casa a preparar equipaje de mano, ya que a la manana siguiente salia rumbo a Cracovia. Mi hermana Lis se habia enamorado de un polaco llamado Kiev y se casaba alli el fin de semana, no se pudo haber buscado uno de Cadiz, no; ella de Polonia. En fin, tocaba ir a cumplir, en el fondo la adoraba y como no teniamos padres, debia llevarla yo al altar, por supuesto orgulloso de cumplir ese papel. Se trataba del gran acontecimiento del ano, que digo del ano, del siglo... Que mi hermana fuera feliz era una de las grandes prioridades de mi vida, y si su felicidad estaba en Cracovia, como si estaba en la Conchinchina, yo la apoyaba a muerte. Valore los expedientes y me fui directo para casa, tambien queria descansar. --?Donde vas tan rapidito? Vale que seas una bala, pero que salgas como una de ellas, a eso ya estoy menos acostumbrado--me pregunto Julian con el que me cruce y a punto estuve de arrollarlo. --No querras que llegue con mala cara a la boda de mi hermana. Alli habra cantidad de macizas avidas de un seductor como yo y uno tiene una reputacion que mantener--bromee. --No, no vaya a ser que la alta sociedad de Cracovia se pierda la oportunidad de conocer a una prenda como tu, tira para alla, hombre y no olvides brindar a mi salud. --Eso siempre... --Si, porque brindar, brindaras, pero anda que te has acordado de mi para llevarme, granuja.... --Alguien tiene que quedarse al frente del negocio, amigo, fuiste tu quien lo dijo; no me fastidies, yo por mi te hubiera llevado--le di una palmadita en el hombro y me marche de alli al galope. Sali saludando con una sonrisa a Rebeca, en el fondo iba pensando que ahi se quedaba y que la iba a perder de vista unos dias. Bien mirado, seguramente ella pensaria lo mismo. Pues nada, los dos felices, al final iba a resultar que se nos contentaba con poco. Lo mio con ella fue como los amores a primera vista, pero al reves; desde el primer momento nos caiamos mal y no hubo forma de remediarlo. De vez en cuando lo intentabamos, pero nada, ni poniendo de nuestra parte. Por respeto a Julian lo soportabamos estoicamente y procurabamos no darle mayor importancia, pero que me caia como el culo, me caia como el culo. Y apostaba un brazo y no lo perdia a que a ella le sucedia lo mismo. Llegue a mi casa y me sente a comer. Lola, la mujer de servicio me habia puesto la mesa. Aquel mediodia cocino para mi un pescado en salsa que estaba delicioso, pues tenia una mano en la cocina increible y la casa me la mantenia como los chorros del oro; no podia haber escogido una senora mejor. Ademas era toda amabilidad, tenia cincuenta y cinco anos, pero aparentaba diez menos, con una vitalidad fuera de serie. --Tu hermana Lis estara bellisima vestida de novia. Por favor mandale recuerdos de mi parte, quiero que sepa que la tengo presente. --Por supuesto que lo hare y ella te estara muy agradecida. Sabes que te consideramos como de la familia. --Y yo a vosotros. Me he tomado la libertad de confeccionarle yo misma una liga para que la lleve puesta ese dia. ?Se la daras? --Ni que decir tiene que se la dare. Eres un amor, Lola. Muchas gracias en su nombre, aunque ya te llamara ella para dartelas. Ya sabes, es mas cumplida que un luto--bromee. --Un torbellino es lo que es esa nina y con que sea la mitad de feliz que yo le deseo, ya va servida--suspiro. --Pues tranquila, que esa con su Kiev es feliz un rato largo. Yo no se lo que le ha dado el polaco, pero le ha sorbido el seso--rei. --Que cosas tienes--me imito riendo con ganas. Ella se iba a las cuatro. Una hora despues de que yo llegara y comiera, recogia la cocina y se marchaba hasta el dia siguiente, que llegaba a las ocho de la manana.

  • Cuentaselo a otra (Volumen independiente), Isabel Keats de Isabel Keats

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  • Maquillaje para chicas con prisas de Georgina Geronimo

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    No necesitas maquillaje, pero. !es taaaaan divertido el color! !Se ve una taaaaan glamurosa cuando se pone un poco de mascara de pestanas! Y el maquillaje no solo es diversion, tambien es poder, y es poderoso, porque pocas cosas te hacen sentir tan segura de ti misma como un buen morro rojo cuando estas de bajon. Aprende a usar ese poder, a conseguir el efecto <> en cinco minutos de reloj y !prepara los pinceles! Porque aprenderas a sacar el maximo partido a tu belleza en muy poquito tiempo, y el resultado va a ser es-pecta- cu-lar.

  • El Valle de las Sombras de Ivan Delgado Garrido

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    Tras la muerte de Marco Rivalcielli, los anos han transcurrido con lentitud desgastando las vidas de los que lloran su ausencia. Despues del accidente de trafico que se llevo a su marido y una larga recuperacion, Lucia se debate entre recobrar su vida anterior o emplear todas sus fuerzas y recursos en vengar el dolor que lleva clavado en lo mas profundo de su ser. En un cielo que no cesa de oscurecerse, el cisma que Richard Blake fue incapaz de contener ha dado origen a una despiadada tormenta que amenaza con arrasar a la orden, su legado y a todos los que tuvieron alguna relacion con su enigmatica reliquia. Mientras tanto, Marco despierta en un universo frio y desconocido donde debera desafiar los limites del conocimiento para intentar evitar la desgracia que se cierne sobre los que el mas quiere y anora.

  • Laila Winter y el corazon de las sombras de Barbara G. Rivero

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    Las sombras se extienden y amenazan con invadir cada rincon de Ialanthilian. Los tenebrii revelaran sus intenciones y sera necesaria la union de todos para hacerles frente. Laila tendra que dar lo mejor de si ante las adversidades que se interpondran en su camino para intentar salvar el mundo del mayor peligro de su historia. Ella y sus amigas conoceran traiciones, amistades rotas y amores imposibles, que pondran en riesgo todo aquello por lo que luchan. ?Dejara Maeve a un lado sus ambiciones por el bien comun? ?Recordara Jack el amor que sentia? ?Que ocurrira con Nia? Este libro cierra, con broche de oro, la mejor y mas exitosa saga de fantasia en espanol de los ultimos anos. Lo acontecido en los volumenes anteriores confluye, gracias a una fabulosa narrativa, en un desenlace trepidante que nos revelara al fin todos los secretos que aun permanecian ocultos.

  • La vida secreta de los Brandon de Mercedes De Miguel

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    Han transcurrido unos anos desde que Beatriz y William contrajeran matrimonio. En Londres, la vida de la joven pareja transcurre placidamente, ella como psiquiatra y el como funcionario del Ministerio del Interior. hasta que William es reclutado por el MI5.

  • Al otro lado de la mirada de Carmen Vidal

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    Al otro lado de la mirada, nos habla de amor y nuevas oportunidades. Nos cuenta como llegamos a juzgar todo lo que nos rodea dependiendo de la perspectiva desde donde miremos.
    El bien y el mal pueden estar mas conectados de lo que podemos imaginar, siendo el uno o el otro la llave para alcanzar nuestro destino. La eleccion siempre es tuya.

  • Beauty Too (2a parte) de Susana Rubio Girona

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    Eran las siete menos diez de la manana y estaba en el portal, preparadisima para nuestra escapada a Sort. Mire mi maleta rosa fucsia y automaticamente pense en Javi. El me la habia regalado al principio de nuestra relacion y con ella hice varios viajes; Berlin, Roma, Praga y ?alguno mas? Si, claro, salidas varias por nuestra hermosa tierra. Habiamos ido a la Rioja, Pais Vasco, Madrid... Me faltaba Paris, era mi viaje pendiente. Desde que lo habia dejado con el, no habia ido a ninguna parte y pense que era hora de cambiar aquello. Quizas despues de Navidades podria irme unos dias por ahi... ?pero sola? Jamas lo habia hecho... y no sabia si me sentiria comoda. Podia proponerselo a alguien... -- Buenos dias -- Sebas me devolvio a la realidad con su voz grave. Le di un repaso rapido: vaqueros y sudadera gris. El pelo medio largo alborotado y sus ojos increibles puestos en mi. Que guapo era el maldito. -- Buenos dias -- respondi apartando mi vista y mirando hacia la carretera para ver si venia Marco y no alargaba demasiado aquella incomoda situacion. Estuvimos en silencio, como dos autenticos desconocidos. Pense en que era una lastima estar asi con el justo ese fin de semana pero o era eso o acabaria en su cama. Sebas tenia razon en decir que debia aclarar mis pensamientos y queria ser justa y madura. No podia ir dejandome llevar por ellos y justificarme a mi misma con ideas vagas sin sentido. -- ?Que tal tu semana? -- rompio el hielo y me sorprendio. -- Bien, trabajando... -- ?Alguna novedad? -- le mire a los ojos y vi que lo decia intencionadamente. ?Hasta donde debia ser clara con el? El lo era mucho, no se cortaba cuando me explicaba segun que cosas. ?Por que yo no podia hacer lo mismo? -- Lucas quiere dejar a su mujer, aunque va a esperar para decirselo. Asi que no digas nada. Apreto sus dientes y alzo una ceja asintiendo con la cabeza varias veces. -- Asi pues, la cosa va en serio. -- No es por mi -- nada mas decirlo me sono idiota el argumento. -- Sera por mi, entonces -- dijo con una notable ironia y me entraron ganas de reir pero me aguante las ganas. -- Sebas te lo he dicho porque no quiero malos entendidos. Lo sabes, igual que yo, y punto. -- ?no pedia siempre sinceridad? Dos tazas. -- Muy bien. ?Y ese punto que significa? -- Que todo sigue igual -- le dije, tranquilamente. Me miro pensativo. -- ?Vamos a tener que retarnos en duelo? Lo mire sin poder no sonreir. Menuda tonteria... -- Lo digo para ir preparando las pistolas. Al final no sabia si reir o mandarlo a paseo y opte por lo primero. Sebas tambien medio sonrio y me gusto que lo hiciera, estar tan serio no le pegaba nada. Su preciosa sonrisa era un rasgo muy caracteristico en el y algo que me dejaba a menudo embobada... -- ?Bea? -- Su voz me saco de ese estado catatonico. Afortunadamente llegaron en ese momento Marco y los demas en un BMW enorme y nuevecito. Me sente al lado de Ari y empezo la chachara nerviosa por el viaje a Sort. Paramos a medio camino para hacer un cafe y cambiar de conductor. Sebas se ofrecio y de ese modo pude ir observando su pose y sus gestos al conducir. Aproveche para analizar sus rasgos y recrearme recordando las veces que me habia besado y las cuatro ocasiones que habiamos estado piel con piel. La primera en mi cocina fue puro sexo, sin mas adornos. Aunque sexo del bueno, tenia que reconocer que era un figura en el arte amatorio. No hubo tiempo ni de ir a la cama, fue un pillo aqui te mato pero de diez. Uno de aquellos polvos que recordaria toda mi vida por sexual y morboso. La segunda en el parking... me provocaba verguenza todavia; me veia apoyada en su coche, con el vestido subido y el empujando. Me gusto claro, pero fue algo que no repetiria, creo... De la tercera habian transcurrido pocos dias... Buf, en su cama, y me habia hecho el amor, el mismo lo habia verbalizado de ese modo. Cada vez lo tenia mas claro: yo sentia algo por el. Me mordi el labio al recordarlo. Mi ropa cayendo despacio a mis pies, el olor a sexo en su habitacion, piel con piel... todavia oia sus gemidos. Y la cuarta fue en su cocina, en la silla, y fue solo sexo, si, pero un sexo complice y lleno de confianza. Como cuando tienes pareja y lo haces en plan salvaje, sabiendo que hay un trasfondo en todo aquello. -- Bea, hemos llegado -- me dijo Ari dandome un codazo -- Deja de babear -- murmuro sonriente. -- Muy graciosa -- le dije saliendo del coche. El paisaje habia ido cambiando continuamente y ahora estabamos en medio de la naturaleza, repleta de arboles, de nieve y frente a una casa de madera bastante grande y con un tejado de pizarra. La casa estaba rodeada de montanas junto al pueblecito de casas de piedras. Eran casi las diez y media de la manana, y un senor nos esperaba para entregarnos las llaves. Le saludamos amablemente, nos dio algunas indicaciones y nos despedimos con ganas de entrar. Su interior no nos decepciono; el suelo, las vigas, todo era rustico y acogedor. Fuimos recorriendo las estancias y Martina y yo dejamos nuestras cosas en nuestro correspondiente armario. Lo hicimos con rapidez porque la idea era subir a pistas cuanto antes. Nos cambiamos de ropa y Marco y Sebas prepararon su material. Eran los unicos que esquiaban asiduamente y que tenian su propio equipo. Seguidamente subimos a Port-Aine, nos sacamos los forfait y alquilamos el material necesario. Alejandro y yo, que eramos los que no sabiamos esquiar, decidimos compartir un monitor. Sebas se habia ofrecido dias atras pero no me habia dicho nada mas ni yo hubiera querido tenerlo de profesor. Con todo, tocamos nieve ya bien tarde, eran poco mas de las doce y quedamos que a las dos bajariamos a la cafeteria para picar algo. El monitor que nos toco era como todos; muy moreno, con la marca de las gafas en su cara, de ojos azules y muy joven. ?Tendria los veinte? Era guapillo si, pero un crio, claro. -- ?Tendra la ESO? -- le pregunte a Alejandro chismorreando mientras le seguiamos hacia la zona de los aprendices. -- Se ve joven, ?no? -- ?Nos fiamos? -- nos reimos y el muchacho no dijo nada. Se llamaba Francisco y juro que a los dos minutos empece a llamarle "Franco", la madre que lo pario al enano. Menuda mala leche gastaba y de bromas ni una. Serio como un garrote. Eso si, despues de dos horas duras de batallon con el, Alejandro y yo empezamos a deslizarnos y a defendernos entre la gente en las pistas verdes y azules, lo que era ya un gran logro para nosotros. Al despedirnos de el, le dimos las gracias. -- Por cierto Bea -- le sonrei -- Tengo la ESO. Nos reimos los tres a carcajada limpia aunque yo me puse roja como un tomate, era algo tan comun en mi que incluso a veces ya no le daba importancia. -- Perdona Franc -- le dije aun riendo. -- Te perdono si me invitas a un cafe mas tarde. -- Sus ojos de nino se clavaron en los mios y le sonrei amablemente. Ostras, con la juventud, como subia... -- Gracias pero es que voy con amigos, ya sabes. -- Anda, vamos -- me echo una mano Alejandro -- Ahi vienen los profesionales. En aquel par de horas, no nos habiamos visto porque ellos habian ido por pistas mas complicadas, las rojas y las negras. Los cuatro sabian esquiar de sobras y venian muy sonrientes. -- Mira que ligarte al monitor Bea -- me dijo Alejandro bromeando -- Infanticida. Nos reimos los dos abiertamente. Sebas y yo nos miramos unos segundos largos. Estaba para comerselo; con aquello ropa, con la chaqueta medio abierta, las gafas en ese pelo revuelto, y con las mejillas rojas por el frio. Uf, era como un poster de esos tios buenos que habia en las revistas y lo tenia delante, era real y no podia tocarlo. ?O si? Fuimos a la cafeteria, andando con los pies molidos. Aquello era peor que llevar unas Manolo Blahnik de medio metro, lo juro. Que dolor en mis deditos. Nos cambiamos aquellas endiabladas botas por unas de nieve y nos sentamos en la mesa, satisfechos y cansados. La comida fue igual de amena que el viaje, hablando de todo y de nada, y con alguna que otra mirada entre Sebas y yo. Era imposible no hacerlo, me gustaba jolines, me gustaba mucho y lo tenia frente a mi.

  • Bajo un mar de nubes de

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  • Amar en tiempos de guerra (Una mujer en el cruce de los Andes 2) de Nidia Restovich

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    Ultima entrega de la bilogia <> de Nidia Restovich.

  • Lagartija de Banana Yoshimoto

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    Uniendo armonicamente el Japon tradicional y el moderno, Banana Yoshimoto ofrece en este volumen seis relatos cuyos protagonistas, jovenes y no tan jovenes, hombres y mujeres, se enfrentan al paso del tiempo y a la necesidad de superar sus traumas infantiles, sus amores atormentados, los abandonos. Tambien la de contemplar lucidamente sus vidas. Existencias que parecen discurrir sin rumbo, sin sentido, o sin apenas sorpresas, tienen de pronto la oportunidad de albergar por primera vez la esperanza en un futuro mas feliz, en seis relatos tejidos en un Tokio donde al atardecer la luna se funde con el cielo y empiezan a parpadear las luces nocturnas.

  • La muerte de la verdad de Michiko Kakutani

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    En Los origenes del totalitarismo, Hannah Arendt escribio que “el sujeto ideal para un gobierno totalitario no es el nazi convencido ni el comunista convencido, sino el individuo para quien la distincion entre hechos y ficcion, y entre lo verdadero y lo falso han dejado de existir”. En este libro, Michiko Kakutani advierte que las palabras de Hannah Arendt ya no parecen referirse a acontecimientos de hace mas de un siglo sino que describen lo que ocurre en el mundo en que hoy vivimos. Kakutani analiza como los diversos populismos y fundamentalismos erosionan la idea de verdad y las instituciones democraticas al imponer el miedo y la ira por encima del debate razonado, y de que manera se imponen aquellas construcciones retoricas que apelan unicamente a la emocion y al sentimiento. ?Como ha sido posible que la verdad y la razon se hayan convertido en especies en peligro de extincion? ?Que augurasignifica su agonia para nuestro discurso publico y el futuro de nuestras politicas y nuestra gobernanza? Responder a todas estas cuestiones es el objeto de este libro.

  • Queen Square de Bali Rosenqvist

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    Caitlin Bailey ha gozado de una vida llena de comodidades gracias a su condicion de protegida en la lujosa casa de Queen Square. Aunque no pertenece a ese mundo de grandes fiestas, su posicion de observadora le permite tomar ideas para las novelas de corte liberal y romantico que en secreto publica bajo el seudonimo de la Condesa de Clare.

  • Segunda oportunidad (Destinos 2) de Kira Freitas

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    Segunda oportunidad

  • Guardando las distancias de Iria Blake

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    Lucia esta cansada de su vida anodina junto a su novio.
    Lucia quiere romper con todo y empezar de nuevo.
    Lucia conoce a Liam y comete una locura.
    Pero, ?que es la vida si no hacemos locuras una sola vez?
    ?Que pasaria si, por un flechazo, te cambias hasta de pais para seguir al hombre de tu vida?
    Porque hay decisiones que, aunque sean precipitadas, pueden marcar tu destino.

  • Una Esposa Inconveniente (Novias Del Oeste 4) de Amaya Evans

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    Adalind Hamond, es una chica timida, encerrada en si misma, que llego a casa de Ellie y Phillip, por un milagro. La encontraron casi muriendo debajo de un arbol en sus tierras. Cuando el vio a la muchacha, la llevo enseguida a casa y junto con su esposa Ellie, trato de ayudarla, curar sus heridas y poco a poco la chica se recupero, pero casi no hablaba porque segun el medico, estaba muy traumatizada a causa de la muerte de sus padres en manos de comancheros. Ella logro escapar y fue por eso que se salvo de terminar como la mayoria de los ninos, violada o vendida en un burdel en el mejor de los casos. El tiempo pasa y ella crece para convertirse en una hermosa mujer. Mientras vive con Ellie y Phillip conoce a su amor platonico, Derek Sutton, al cual ve como un principe azul. En silencio se enamora de el y suena con ser su esposa algun dia. El problema es que Derek es un mujeriego consumado y cuando se entera de eso, le dice que solo la ve como una nina, rompiendo asi su corazon.

  • Te hace falta un beso (Mis besos 1) de N. S. Luna

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    Delfina es una famosa youtuber que se gana la vida haciendo videos en Internet, donde es mas conocida como #FiniMoon.

  • Una historia insolita de la neurologia de Sam Kean

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  • Pan con chocolate de Ana Castellar

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    Cuando los suenos se rompen y las ilusiones se hacen trizas el unico consuelo es la esperanza.

  • La frontera de Don Winslow

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    La explosiva y mas que esperada conclusion de la trilogia Cartel.

  • Palabras pintadas de E. Pasport

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    Violeta Artes es una joven pintora que apenas llega a fin de mes con lo que saca de la venta de sus cuadros. A pesar de estar satisfecha con su vida bohemia, su mejor amiga la convence para que busque trabajo cuando recibe una carta de desahucio. Entonces conoce a Martin, un importante hombre de negocios que es justo lo contrario a ella: recto y disciplinado. A pesar de representar todo lo que ella detesta, Violeta siente una atraccion irremediable hacia ese hombre con el que tan solo tiene una cosa en comun: la pasion por el arte. Sin embargo, a medida que se acerca a el, empieza a sospechar que esconde un gran secreto. Cuando decide investigar lo que oculta, acaba viendose envuelta en una peligrosa trama en la que jamas quiso verse involucrada. A VECES EL AMOR ES PELIGROSO… !Descubre mas novelas como esta en el blog de la autora unmundodelibros.com!

  • Aniversario en alta mar de Freya Asgard

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    Maritza se sento frente a su esposo en el elegante restaurant en el que la habia citado. Sostuvo su mirada unos segundos y luego bajo la cara, ni un "hola", mucho menos una sonrisa de parte de su esposo, la recibio. --?Como estas? --le pregunto ella en tono bajo. --Nos vamos a ir de viaje --le explico el con tono autoritario--, vamos a tomar un crucero por el Mediterraneo, estaremos veinte dias fuera. --?Veinte? ?Y tu trabajo? Jamas lo dejas. --Esta es una ocasion especial, es mi regalo de aniversario, no todos los dias se cumplen diez anos de feliz matrimonio. Ella sonrio entre confundida y nerviosa, ?feliz matrimonio? --Ahora, despues de almuerzo, quiero que vayas a comprarte ropa, quiero que seas la mas linda del barco, aunque claro, no para coquetear con otros hombres. --Sabes que no, Ricardo, yo no… --Se que no, carino, yo solo digo. Ella bebio un sorbo de su vino, era muy dulce y suave. --Tambien quiero que te compres ropa interior sugerente, hacer el amor en un barco es muy excitante. --Esta bien. El resto de la comida fue en silencio. Al terminar, el la tomo de la mano y la saco del local como si fuera una nina pequena a la que habia que tener controlada para que no hiciera una maldad. --Nelson te acompanara, ya le di mi tarjeta, el te orientara en lo que espero de estas compras. --El hombre le dio un corto beso a su esposa--. Ah, y nos vamos pasado manana, ten todo listo para entonces. --?Pasado manana? --?Algun problema? --No, no. --Bien. Nos vemos a la noche. Te quiero preparada. --Otro corto beso, se subio al automovil que lo esperaba y se fue. Maritza miro a su escolta, el que tenia una expresion indescifrable, como siempre. --?Le dijo donde comenzar? --Claro que si, senora. Vamos. El hombre le indico una direccion y comenzaron a caminar lado a lado. Durante toda la tarde, todas las horas que tardaron en comprar, Nelson no pronuncio palabra alguna, solo escuetos "No" cuando alguna prenda que ella queria elegir no seria del agrado de su jefe, quien habia sido muy especifico en lo que queria que su esposa llevara. Cada cierto rato, tras varias compras, aparecia el chofer y se llevaba las cajas o bolsas de lo que habia adquirido. En mas de una ocasion, Maritza le dijo que ya era suficiente, sin embargo, el hombre la obligaba a seguir comprando; debia llevar al menos, dos conjuntos diarios. Al llegar a la seccion de ropa interior, Maritza esperaba que el hombre se alejara y, contrario a ello, eligio un conjunto de encaje negro y una diminuta camisola que no dejaria casi nada a la imaginacion. La mujer se puso roja. --En esto, su esposo fue mucho mas especifico. --Menos mal que no me los tengo que probar frente a usted. --No se preocupe, se exactamente como le quedaran. --Supongo que eso no se lo dira a mi esposo, lo despediria de inmediato. --Al contrario, senora, el me enseno un video suyo muy sugerente, por eso tengo claras sus medidas y la forma de su cuerpo. --?Un video? Pero… pero… ?como? Yo nunca… --No se preocupe, nadie mas vera esos contenidos. Tome, este se le vera muy bien y mi jefe quedara muy satisfecho. Ella se lo arrebato de las manos y lo hizo una bola con ganas de lanzarselo por la cabeza. --No se moleste, el solo quiere lo mejor para usted --dijo de una forma que Maritza no distinguio si lo hizo con ironia o con enojo. --Claro, si usted lo dice… --?Lo duda, acaso? --No lo dudo, lo que digo es que usted no tendria por que haber visto nada intimo de mi y mucho menos estar eligiendome la ropa interior. --El paga y tiene derecho a obtener lo que quiera a cambio de ese dinero, asi funciona, ?no? --!Yo no soy un objeto! --No, pero la ropa si y esa la quiere el a su gusto. --Entonces deberia haber venido usted solo, si usted escogio todo. --Escuche, senora, yo trabajo para el, si el me ordena algo, yo lo cumplo. Usted, en cierto modo, tambien trabaja para el. Todos sus gustos y todos sus caprichos salen del bolsillo de el, asi que el tiene derecho a decidir y a exigir lo que se le de la gana y muy esposa suya sera, pero el manda, el decide, el es dueno de su vida y si no le gusta, larguese, a ver donde va a estar mejor. Su familia no tiene todo el dinero del que goza con su esposo, senora, ademas, dudo que la reciban de vuelta despues de las humillaciones que los hizo pasar cuando se convirtio en la gran senora Zegers. Usted queria dinero, joyas, una posicion social… Ahora tiene que pagar el precio y, por el momento, este es el precio, que sepa que yo la vi desnuda en todo su esplendor, que sea yo el que le escoja la ropa interior y, si se me da la gana que se la pruebe para verla, lo hace, porque asi lo ordeno el senor Zegers, ?le quedo claro? Y vaya al vestidor a ponerse esto, cuando este lista me avisa, quiero verla --ordeno de un modo intimidante. --?Y si no quiero? --Tengo orden de llamar a mi jefe y el mismo vendra a ponerla en vereda, ?quiere que lo llame? --?Le dira esto? --No, si usted obedece y hace lo que le digo. --Entonces no lo llame --suspiro y entro al vestidor, resignada. Cuando estuvo lista, lo llamo. El hombre se acerco y abrio la puerta solo un poco y se asomo. --No esperara a que salga, ?verdad? --pregunto casi como un ruego. --Por supuesto que no. Girese. Ella lo hizo. --Bien. Si, mi jefe estara muy satisfecho. --Lo imagino. --Aqui le dejo esta para que se la pruebe. No es necesario que me la muestre. --Gracias. El hizo un asentimiento con la cabeza y cerro la puerta. Ella se probo los conjuntos que le entrego el hombre y luego salio, desecho uno con el que no se sintio comoda; el no insistio. --?Tiene hambre? Su esposo llegara muy tarde esta noche y me dijo que la llevara a cenar cuando terminaramos, ya es tarde. --Si, tengo un poco de hambre, pero seguramente en la casa debe haber algo... --No, no, vamos. ?Quiere ir a algun lugar en especial? --No. --?Algun lugar al que no quiera ir? --Nada muy lujoso, por favor, algo discreto. --Muy bien, conozco el lugar perfecto. Nelson abrio la puerta del automovil que acababa de llegar hasta ellos e hizo subir a la mujer, el rodeo el vehiculo y se subio por la otra puerta. --Llevanos al Barrio Lincoln --ordeno a su chofer. --?Usted ira al crucero con nosotros? --Se atrevio a preguntar ella. --Por supuesto, como tambien Bruno, seremos sus escoltas en caso de que pase algo. --Claro. --Esta enojada. --No, solo estoy cansada. --Ya podra llegar a su casa a descansar. --Dudo que pueda hacerlo, mi esposo me pidio que estuviera preparada. --Entorno los ojos. --A veces el precio de querer todo sin trabajo es demasiado alto, ?no es verdad? --?A que se refiere?

  • Solo una primavera 1 de Victoria Vilchez

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    --No siempre sera invierno --dijo Cam, haciendo malabarismos para mantener el movil contra la oreja. Lily estaba sobre su regazo comiendose otra galleta. Parecia que al final si que habia acertado con algunas de sus preferencias. Maverick, a su lado, se encontraba recostada sobre el. Cam no podia ser mas feliz; las tenia, a ambas, e iba a seguir compartiendo su vida con ellas. --Si, ya --replico Lea, al otro lado de la linea--, como que la primavera llega manana. Pero ?que se supone que significa eso? Cam sonrio. --Que las cosas empezaran a ir a mejor. Lea no estaba segura de que eso fuera a pasar en su caso, pero no queria atosigar a su primo con los detalles de su pesima vida social. El habia estado llamandola para interesarse por como iban las cosas en el instituto y, en una de esas llamadas, le habia confirmado lo que su tia ya le habia dicho: Cam era padre de una nina de seis anos, la misma que ambos habian visto patinando en el lago en Baker Hills durante las Navidades junto con su madre, Maverick Parker. No dejaba de sorprenderla que los tres hermanos Donaldson hubieran encontrado el amor en menos de un ano. Aria, en verano en Lostlake; Sean, durante el otono en la universidad; y Cam, en el invierno que llegaria a su fin manana, se habia reencontrado con la chica de la que se habia enamorado en la adolescencia y habia formado una familia. La Lea del pasado seguramente hubiera sentido una envidia malsana, pero ya no era esa chica. Ahora se alegraba por ellos. --?Vas a venir a hacernos una visita? Quiero conocer a Lily -- le dijo, rehuyendo el tema que sabia que preocupaba a Cam. --Bueno, la boda de Sean y Olivia sera en verano en Lostlake. Nos veremos alli seguro. --Cam echo un vistazo a Maverick, que le guino un ojo. Ya habian hablado del tema y ella estaba deseando conocer Lostlake--. Pero puede que podamos escaparnos antes. Cam se estaba aplicando incluso mas que de costumbre para sacar adelante las asignaturas que le restaban para graduarse. Sean ya habia firmado con los Rams para jugar con ellos la proxima temporada, y todos se quedarian a vivir en California. Incluso su madre se estaba planteando vender la empresa familiar y trasladarse para estar mas cerca de ellos, pero Baker Hills siempre seria un hogar al que los Donaldson no dudarian en regresar. Hablaron durante un rato mas y, cuando colgaron, Lea permanecio tumbada sobre la cama de su habitacion mirando el techo. Habia acabado un trabajo que tenia que entregar al dia siguiente y no tenia otros deberes pendientes, tampoco nada que hacer. Asi que cogio los libros que habia sacado de la biblioteca y se dijo que podria acercarse a devolverlos. Los dias transcurrian con demasiada pereza en Baker Hills, al menos para ella. Pero la llegada de la primavera anunciaba el principio de un final que estaba mas que deseosa de alcanzar. En unos pocos meses se graduaria en el instituto y se olvidaria por fin del infierno que le habian hecho vivir sus companeros despues de lo sucedido con aquella maldita fotografia. Empezaria de nuevo, muy lejos de ese pueblo, en la primera universidad que la admitiera; no le importaba donde. Se puso el abrigo y aviso a su madre de que iba a salir. No tardaria. Sus tardes habian estado mucho mas ocupadas cuando aun tenia amigas, si podia llamarlas asi. Ahora comprendia que la unica persona que se habia preocupado por ella era Aria. Su prima habia dado la cara en su nombre a pesar de que eso le habia costado su propia reputacion. Agradecio en silencio que la hubiera perdonado por todo lo que habia sucedido luego, no era como si realmente se lo mereciera. La biblioteca de Baker Hills no era gran cosa, pero Lea habia encontrado un refugio en ella. Ademas de los libros que empleaba para algunas de sus tareas del instituto, habia empezado a sacar tambien otros por puro entretenimiento. Devolvio los que llevaba y se deslizo entre las exiguas estanterias en busca de nuevas lecturas con las que pasar las horas muertas. Al final, encontro una trilogia completa de fantasia que llamo su atencion y decidio llevarsela. Al salir cargando con los tres tomos y su mochila, el aire fresco le arano la cara y tiro del faldon de su abrigo, que habia olvidado abrocharse. Mechones de pelo rubio se agitaron frente a sus ojos y maldijo por no ser capaz de retirarlos. Con suerte, la aceptarian en Berkeley como a Aria y no tendria que pasar otro invierno padeciendo el frio de Ohio. Sin ver demasiado bien por donde iba, metio el pie en un charco. No llovia en ese momento, pero en los dos ultimos dias no habia parado y habia agua por todas partes. El bajo del pantalon se le empapo al instante y estuvo a punto de resbalar y acabar con el culo metido tambien en el charco. Maldijo de nuevo, esta vez en voz alta y de una forma muy imaginativa. Escucho un silbido. --Vaya boca... Su humor empeoraba por momentos. Seguro que seria alguno de sus companeros de instituto, muy dispuesto a burlarse de sus miserias y recordarle lo explicita que habia sido la maldita fotografia. Resoplo y dejo de mirarse los pies. Al empezar a levantar la vista lo primero que vio fue unas botas negras de cordones y las ruedas de una moto. ?Que clase de loco conducia una moto con ese tiempo? Sus ojos continuaron ascendiendo, deslizandose por un pecho amplio y bien formado sobre el que el desconocido cruzaba los brazos, y luego... mas arriba... tropezo con unos labios curvados en una sonrisa socarrona y unos ojos verdes que brillaban divertidos. Los mechones de su pelo negro tambien se agitaban con el aire frio, aunque a el no parecia molestarle. Era guapo, mas que cualquier chico con el que Lea se hubiera tropezado jamas, o al menos eso le parecio a ella. La cuestion era que ese rostro le resultaba extranamente familiar... Sabia que lo habia visto antes, pero no recordaba donde. El chico debia de tener al menos un par de anos mas que ella, por lo que podria tratarse de algun companero que ya hubiera terminado sus estudios en el instituto y con el que se hubiera cruzado en algun momento por los pasillos. Baker Hills era un pueblo relativamente pequeno, pero no tanto como para que todos sus habitantes se conocieran. --Tus padres se horrorizarian si supieran las cosas que salen por esa boca --senalo, y Lea no pudo evitar ponerse a la defensiva. No le importaba si estaba bromeando, era mas que probable que supiera de ella y de lo sucedido el curso anterior y aquello solo fuera otra de tantas burlas. Empezaba a cansarse. --Nadie te ha preguntado --le espeto, resentida, y el alzo las manos en senal de rendicion. --Te recordaba mas amable, y tambien mas... pequena. Sus sospechas eran ciertas entonces, ya se conocian. Pero Lea estaba convencida de que no hubiera podido olvidar una cara como esa, por mucho que su propietario fuera un imbecil arrogante y engreido, especialmente si era asi; a su antigua yo le encantaban ese tipo de tios. <>, se reprocho, pero el chico continuaba observandola con un descaro irritante. Si lo sabia, si habia visto la fotografia que habia circulado por cada telefono movil de todos los alumnos del instituto, no cambiaria nada que se mostrara brusca con el; tal vez asi desistiera de su afan de humillarla. Se debatio durante unos segundos, pero al final gano la batalla la parte de ella que aun luchaba por mantener cierta dignidad. --Pues yo no te recuerdo en absoluto, asi que si no te importa... Comenzo a caminar por la acera. Volveria a su casa, al calor de su dormitorio, y se sumergiria en el primer volumen de la historia que acarreaba entre las manos. Evadirse con la lectura era, a buen seguro, la mejor forma de esperar a que llegara la primavera. Pero el dejo la moto atras y se apresuro a colocarse a su lado. --No he cambiado tanto --le dijo, mientras se adaptaba a su paso rapido. Sonreia. Lea lo sabia a pesar de no estar mirandolo, de alguna forma extrana y retorcida era consciente de ello. Apreto el paso. No estaba dispuesta a soportar mas burlas, ni una mas.

  • Atrapada en el boton de tu vaquero de Mayeda Laurens

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    Laura es divertida y menos dura de lo que pretende aparentar.

  • Amor es la respuesta de Carmela Diaz

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    Amor es la respuesta es la novela de cinco generaciones de mujeres excepcionales y la busqueda de un incierto tesoro. Una gran aventura que se inicia intramuros de los fastuosos harenes del Imperio otomano, nos conduce a la corte de Nicolas II, el ultimo zar de Rusia, y recala en la misteriosa vida de una lady inglesa y en su nieta, una bella anticuaria que en la busqueda de sus origenes tambien hallara el amor. Mediados del siglo xix.Selma, una portentosa doncella, es elegida por los jinetes reales para formar parte del haren de uno de los ultimos sultanes otomanos. Imposible predecir en ese momento que llegara a convertirse en la favorita y en la mujer mas enigmatica de la corte de los zares. En la actualidad. Violeta, la joven propietaria de una tienda de antiguedades, descubre que su abuela era en realidad una distinguida lady inglesa. En la busqueda de sus origenes, se enfrentara a misterios del pasado, a historias de amor prohibidas y al peligroso trasfondo del negocio ilegal de arte. Lo hara acompanada de dos seductores que la cautivaran: un astuto periodista y un mecenas de arte multimillonario.

  • El truco de Emanuel Bergmann

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  • La gente no existe de Laura Ferrero

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    A veces, Amelia se esconde detras de la verja y se queda ahi, de pie, observando como sus companeros de clase, que salen en tropel, se abalanzan al cuello de esas madres que los esperan a la salida del colegio con los bocadillos envueltos en papel de plata, donuts para los afortunados, y bollycaos si aun hay mas suerte. A Amelia le gusta quedarse ahi, a caballo entre los dos mundos, la escuela y la calle, agarrada a esa mochila en la que Cobi extiende los brazos con traje y corbata. <>, se lee en el bolsillo exterior. De puntillas, mirando a traves del jazmin enredado en los barrotes, fantasea por unos segundos. Observa a las madres de sus companeros, de sus amigos, y piensa en como seria ser hija de Susana, por ejemplo, que va a buscar a Matias con un 4x4 enorme de color blanco que aparca en la esquina. O de Pati, la madre de Tito, su mejor amigo, que no tiene marido porque se murio pero tiene una casa con piscina a la que Amelia va muchos viernes. O de Antonia, tan divertida y carinosa siempre, la madre de Alejo, al que el Ratoncito Perez le trajo un viaje a Paris de regalo: le dejo una tarjeta debajo de la almohada y en ella se recortaba la silueta de la torre Eiffel. En ocasiones, Amelia tambien fantasea con regalos caros escondidos en cajas de terciopelo, piscinas en frondosos jardines y madres que guardan en el bolso cruasanes recien hechos, bombones con guindas por dentro o bocadillos de mantequilla de cacahuete, como suele ver en las series. Pero sabe que tambien hay otras madres como Leonor, la de Ana, la nina mas lista de clase, y Leonor es de esas madres, las peores, que llevan para merendar fruta cortada en un tupper, o frutos secos, y <>, se dice Amelia. Al menos, se reconforta, la suya, en algunas ocasiones, cuando su padre no esta, le deja comerse una tostada de nocilla de dos colores. Su madre la espera en la esquina de siempre charlando con las otras madres: la de Matias, la de Ana. Recibe a Amelia con los brazos abiertos y el bocadillo en el bolsillo de la gabardina; y lo saca cuando llega su hija y la reprende por salir, como ya es costumbre, mas tarde que ningun otro nino de su clase. --Nos vamos a ver pisos --se despide de las otras madres--. A ver si encontramos algo ahora que ya podemos mudarnos del barrio ese en el que vivimos. Ninguno de sus amigos de clase ha estado nunca en su casa, el pequeno piso sin ascensor del <> donde viven sus padres y ella. De manera que celebran los cumpleanos de Amelia en cafeterias, en parques, incluso una vez lo hicieron en el jardin de Tito porque los dos cumplen el mismo mes. Amelia se queja porque quiere invitar a sus amigos a casa, pero su madre no da el brazo a torcer: viven lejos, dice, demasiado lejos. Sin embargo, desde hace un par de meses, ha decidido que van a mudarse y Amelia la acompana todos los viernes, cuando sale del colegio, y pasan la tarde entre laberinticas casas unifamiliares con piscina interior y jardin, y amplios y exclusivos aticos con galerias y vistas al parque. Ha aprendido a no preguntar demasiado y mucho menos cuando hay gente delante. Y muchisimo menos de dinero, aquel dios pequeno y burlon, como dice su madre, que las separa, por fuerza, de una vida completa, del zumbido sin interferencias de la autentica felicidad. A sus nueve anos, Amelia se ha acostumbrado a que su madre cambie de opinion y a que cuente cosas distintas segun el interlocutor frente al que se encuentre. Dice, por ejemplo, que estan en <> porque la abuela esta muy mayor y no pueden dejarla sola. O porque la consulta de su marido esta muy cerca, tan cerca que asi puede regresar a casa a comer, el, que es muy casero. Pero su padre no tiene ninguna consulta. Antes si. Ella recuerda aun esos tiempos y le llegan destellos de su primera infancia, del apartamento en la playa, de esa vez que fueron a Estados Unidos y alquilaron un coche: el cinturon de seguridad automatico que bajaba por el riel superior hasta encajarse el solo en la hebilla. Tambien la foto que tiene con Goofy frente al castillo de Disney y el melon de color naranja, cantalupo se llamaba, que sabia tan extrano y que le dieron en una bandejita de plastico cuando pararon en aquella area de servicio. Por otro lado, su abuela, que es la que le paga el colegio, no es mayor. El ano anterior, el verano en que la ciudad se engalano para recibir los Juegos Olimpicos, la vieron llegar a casa de la final de Espana contra Polonia y, con amigas suyas, tambien viudas, se habian pintado la bandera de Espana en la mejilla y contaban que se habian subido a la silla para corear <> cuando el jugador marco el gol que dio el oro a Espana. Amelia nunca sabe que responder cuando le preguntan por su casa y hace poco se sorprendio diciendo, una tarde en la piscina de Tito, que ellos tambien tenian una piscina en el terrado y que la suya era incluso un poco mas grande y habia unos salvavidas naranjas con los que el socorrista --porque tambien se invento al socorrista-- le dejaba jugar. Cuando se despiden de sus companeros y de las demas madres, enfilan la avenida de sauces llorones y Amelia escucha atentamente todo tipo de detalles sobre los pisos que van a ver. --Hay uno que me gusta mas que el otro, Ame --dice mientras bajan por la calle Escoles Pies --. Porque tiene una salita de billar que podriamos reconvertir en un cuarto de juegos para ti. Como el de Tito. ?Que te parece? Su madre, alta y elegante sobre sus zapatos de charol, que a Amelia le parecen los mas bonitos del mundo, se aparta el flequillo y le lee el recorte que lleva en el bolso: <>. Amelia asiente y se ilusiona por las posibilidades, y, cuando llegan a la direccion indicada, el vendedor ya las esta esperando y se adentran en una porteria elegante y saludan al portero. Les ensena el atico y entre suspiros y exclamaciones de su madre, el vendedor cuenta que es uno de los pisos mas bonitos que ha visto jamas. --El precio no sera un problema para nosotros --escucha finalmente--. Vivi un tiempo en un piso muy parecido a este --empieza su madre--. Trabajaba en Londres y vivia en una zona preciosa, llena de jardines. Era adjunta de direccion de una empresa textil. --Que interesante --responde el vendedor--. Barcelona le parecera un pueblo comparada con Londres. --Una se acostumbra a todo. Pero estariamos mejor en una casa como esta, eso seguro. Es que por motivos familiares vivimos lejos de aqui, ?sabe? Cuando se despiden, apresuran el paso todo lo que los zapatos de charol le permiten a la madre. --Ay, Ame, que nostalgia. Londres…, eso si que era una ciudad. ?Te imaginas que vivieramos ahi? ?Cerca de Regent's Park? Un dia de estos, cuando tu seas un poco mayor, volvere a la empresa y ya veras --le dice--. Nos iremos tu y yo. Cuando sus padres se enfadan siempre es de noche y Amelia escucha las discusiones camufladas entre los dialogos de las peliculas que ven. Su madre exclama, con grandilocuencia y desconsuelo, que ya ha tenido suficiente de esa vida y entonces Amelia se hace una bola debajo del edredon. <>, dice su padre. Y Amelia se enfada con su padre aunque tampoco sabe bien por que. Supone que son cosas de ese dios pequeno y burlon, de las vacaciones, de querer algo que nunca tiene, pero la retahila de quejas y lamentos de su madre siempre queda ahogada por la misma frase de su padre: <>. La discusion termina y Amelia escucha lloros e incluso algun portazo. Pero luego, al dia siguiente, su madre esta risuena y la acompana de nuevo a la parada de autobus del colegio. La segunda visita es una <>, que tiene tres plantas y un jardin inmenso aunque descuidado, con una unica palmera seca, moribunda, y una cabana. --Yo dormire ahi --exclama, feliz, Amelia. El vendedor sonrie: --Es la casa donde el jardinero guarda las herramientas. No hay sala de juegos en esta casa, diafana y clara, aunque revestida de azulejos pasados de moda y gotele. Lo unico nuevo son las persianas automaticas que el vendedor les va ensenando, y a Amelia le parece magico que tocando un boton se vayan oscureciendo las estancias a medida que las abandonan para entrar en otras. --?Que te parece, Ame? ?Nos la quedamos? --Me gustan las persianas --responde. --Tiene usted una hija deliciosa --dice el vendedor con una sonrisa de complicidad. --El dinero no es ningun problema --vuelve a decir su madre--. Pero necesitariamos mudarnos ya… y, ademas, esto de que aun no hayan terminado la pista de tenis del complejo y que en el anuncio del periodico conste como que si… No se si a mi marido le va a encajar, ?me comprende? El vendedor asiente. --Pero si, lo pensaremos. La verdad es que el lugar es envidiable, aunque claramente necesita una buena reforma. Y ya que estamos, se que es una tonteria, pero a mi esa palmera solitaria del jardin…, ?podriamos quitarla? La he visto muy sola, ?sabe? Como si fuera una metafora… La madre espera que el vendedor la siga, pero este enarca las cejas esperando que continue. Amelia se retira un poco. Siente que vuelve a embargarla esa sensacion extrana. De angustia, de desazon. La asalta una vez mas esa palabra que le quema por dentro. Que le quema en los labios. --?Una metafora? --pregunta el vendedor

  • Cretino Colosal de Blanca Moral

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    Tengo una p*lla tan enorme como mi cuenta bancaria.
    Ahi acaba mi biografia.

  • Amenaza entre las sombras (Top Novel), Linda Howard de Linda Howard

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  • Mas que cuerpos de Susana Martin Gijon

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    Mas que cuerpos es una novela de Susana Martin Gijon que revisa el genero policiaco desde una perspectiva femenina y social en la que se abordan sin reservas el racismo, la homofobia, los nuevos modelos de familia o los crimenes de genero durante un caso de violencia domestica que oculta mucho mas de lo que las apariencias sugieren.

  • Las hijas de la villa de las telas de Anne Jacobs

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  • Stranger Things de Gwenda Bond

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    Un laboratorio misterioso. Un siniestro cientifico. Una historia secreta. Si quieres conocer por fin la verdad sobre la madre de Once, preparate para esta emocionante precuela de la exitosa serie Stranger Things.

  • Los tres nombres del lobo (Volumen independiente), Lola P. Nieva de Lola P. Nieva

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  • En casa, al amanecer de Alexis Harrington

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    Octubre de 1918. Mientras viaja de Nueva York a Seattle, la doctora Jessica Layton hace una parada en su pequeno pueblo natal de Oregon, donde se reencuentra cara a cara con Cole Braddock, el primer y unico amor de su vida.

  • Otra vuelta de tuerca de Henry James

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    Un clasico del terror gotico, que marco un hito en la literatura universal, reinterpretado a traves del estilo perturbador e inconfundible de Ana Juan. Una lectura a la que volver una y otra vez para descubrir lo que se esconde entre las lineas del texto y los trazos de los dibujos, ya que en esta historia inmortal todo asombra y nada es lo que parece.

  • Segundas oportunidades (VICTORIA 3) de Mia Ferrer

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    SEGUNDAS OPORTUNIDADES es un libro en que los sentimientos, la pasion y la lujuria, le daran mas de una oportunidad a sus personajes para sentir todas aquellas intensas emociones necesarias para volver a creer en el amor.
    ?Se puede volver a amar despues de fuertes decepciones?

  • Pantano de sangre (Inspector Pendergast 10) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    El agente Pendergast se enfrenta con el caso mas personal de su vida al descubrir que su esposa Helen, fallecida en una caceria africana hace doce anos, no fue victima de un accidente. Fue asesinada.

  • El ojo de medusa de Nuria Pagratis

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    ?Sobreviviran a los insospechados peligros que laten ocultos en la isla? ?Conseguiran descifrar el pasado?

  • Sin Brunetti de Donna Leon

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    En la segunda parte de Enrique VI, de Shakespeare, uno de los personajes dice: <> Cuanto mas agradable no seria la vida contemporanea si pudieramos decir: <> Si parece muy drastica la medida y uno desea escapar del automovil y de todo lo que hace con nosotros, quiza lo mas aconsejable sea irse a vivir a Venecia. Buena parte de la satisfaccion que me produce vivir en Venecia se debe a esta razon: no hay coches. En principio, la cosa parece simple --y sin duda eso pensara la mayoria--: si no hay trafico, no hay ruido ni contaminacion. Pero Venecia tiene las tres cosas, y mas de lo que en justicia le corresponderia. Sin embargo, la ausencia de coches contribuye a alegrarnos la vida en otros aspectos, aspectos que hoy considero mas importantes, aunque tambien Venecia tenga su trafico, su ruido y su contaminacion. Como estamos obligados a ir a pie, tenemos que encontrarnos. Es decir, todas las mananas los habitantes de Venecia hemos de vernos, cruzarnos o coincidir en nuestros desplazamientos. Ello propicia la conversacion casual, el intercambio de informacion sobre el mundo o la vida personal, lo que sirve de pretexto para un cafe o un ombra que, a su vez, te haran relacionarte con otras personas y generaran mas conversacion y mas intercambio de informacion. Por lo tanto, como no hay coches, Venecia es, por lo menos para los residentes, lo que los meros numeros hacen de ella: una ciudad provinciana de apenas setenta mil habitantes en la que el principal medio de distraccion es el cotilleo y en la que, por consiguiente, no hay secretos. Para averiguar lo que sea de quien sea, nada como esos casuales encuentros matutinos, en los que no falta quien te prevenga acerca del anticuario, el dermatologo o determinado empleado de tal o cual oficina publica. En el aspecto positivo, estos contactos pueden conducirte al ebanista honrado o al mejor puesto de pescado del mercado de Rialto. Desde luego, esta clase de informacion se puede obtener en cualquier otro sitio, pero en otras ciudades te exige usar el coche o el telefono. En Venecia, el informador te sale al paso y, por lo general, el pago es un simple cafe y un brioche. Otro de los alicientes de la Venecia sin coches es analogo al otorgado a la Miss Brill del relato de Katherine Mansfield: el de atisbar en las vidas ajenas. Durante anos, te cruzas en la calle con las mismas personas; al cabo de unos meses, o de anos, esbozais un movimiento de cabeza, una sonrisa o cualquier otra forma de saludo. Aunque nunca salen de un amable anonimato, un dia las ves con otra pareja, o con ninos que luego apareceran con sus propios ninos. Envejecen, andan mas despacio, algunas desaparecen, y siempre te quedan las preguntas de quienes son, que hacen o como son en realidad. Por ultimo, la ausencia de coches nos impone dia tras dia la necesidad de aceptar el limite de nuestra capacidad fisica. Si queremos una cosa, hemos de poder cargar con ella hasta casa o encontrar a alguien dispuesto a llevarnosla. Ello hace mas dificil que nos enganemos respecto al paso del tiempo: estamos mas viejos y mas flojos, y ya no podemos acarrear las patatas, las naranjas y, ademas, el agua mineral. Ni hacer todos los recados en un solo dia, porque hay que ir de un extremo a otro de la ciudad, o porque los vaporetti van muy llenos, o porque hay demasiados puentes. En suma, yo creo que todas estas cosas, aunque triviales en apariencia, redundan en beneficio de los residentes. Vivimos en una epoca volcada en el empeno de borrar o negar todas las senales fisicas de la edad o la debilidad, y hacer resaltar el valor del individuo. Cada vez nos sentimos mas inclinados a buscar nuestro sentido de comunidad en internet y nos pasamos horas chateando con gentes a las que nunca veremos ni tocaremos. Venecia, aunque sea por accidente y modestamente a veces, contra nuestra voluntad, nos salva de esta tonteria. EL LATIDO DE LA CIUDAD Uno de los encantos de Venecia es la sensacion de misterio que transmite; nunca puedes prever lo que encontraras a la vuelta de la esquina ni lo que revelara esa puerta que se abre. Novelistas, cineastas, incluso el turista corriente, todos se han sentido atrapados por esta sugestion de que las cosas van a resultar diferentes de como parecen a primera vista. Para muestra, Alberto Peratoner, guarda de la Torre del Reloj de San Marcos, hijo y nieto de guardas, funcion con la que el y sus antepasados se han ganado el sustento desde hace casi un siglo. La Torre del Reloj de San Marcos fue inaugurada el 1 de febrero de 1499 y, durante cinco siglos, ha sido el simbolo perfecto de esta ciudad. A diferencia de todos los relojes de su epoca y tamano, este tiene dos esferas. Una mira hacia fuera, mas alla de las estatuas de San Teodoro y del Leon de San Marcos, a las aguas que dieron refugio a los primeros habitantes de la ciudad y que despues serian surcadas por las naves venecianas que partian a la conquista del comercio de dos continentes. La otra cara del reloj mira al interior, a la larga y estrecha Merceria y a Rialto, nucleo comercial de la ciudad. Al igual que Venecia, el reloj envejecio y fue objeto de dos grandes restauraciones, una en 1757 y la otra en 1858. Luigi Peratoner se hizo cargo de la conservacion de la Torre y el Reloj de San Marcos en 1916; su hijo Giovanni heredo su puesto en 1945, y Alberto, el actual custodio, entro en funciones en 1986, tras la repentina muerte de su padre. La tarea del guarda del reloj consiste en mantenerlo en buen fucionamiento, lo que supone dar cuerda a su ingente y complicada maquinaria dos veces al dia y realizar los ajustes necesarios a fin de que marque la hora exacta. Es tradicion que el guarda resida en la torre, lo que supone no solo vivir junto al corazon palpitante del reloj sino tambien disfrutar, desde su altura, de la fabulosa vista de una ciudad toda vistas fabulosas. <>, <>: en otra ciudad, estas palabras te harian pensar en un hombre encorvado, con delantal azul y extranas herramientas asomando de los bolsillos. Pero, probablemente, un mero <> no sabria interpretar ni la mas pequena anomalia con la debida rapidez. Pero esto es Venecia, donde pocas cosas son lo que parecen a primera vista. Asi, Alberto Peratoner es licenciado en Filosofia, especializado en Pascal, que se encontro metido en este trabajo casi por casualidad, cuando murio su padre, y que, a pesar de sentir el pulso del reloj en la sangre, encuentra su solaz intelectual en la filosofia de Pascal. Ni es encorvado, ni lleva delantal, ni es un solitario sino un hombre que viste bien, se expresa con elegancia y no disimula el amor que siente por su esposa, Rita Morosini. Tampoco puede ocultar su pasion por la musica de Handel. La idea de que Peratoner sea el simple guardian de este reloj, el mas celebre del mundo despues del Big Ben, no es del todo cierta. No. El es el hombre que, por haber vivido siempre al lado y hasta dentro de este mecanismo que casi tiene vida propia, identifica cada uno de sus caprichos y suspiros, cada crujido y cada tono de su voz. Conoce intimamente los efectos que tienen en el reloj la humedad, la presion atmosferica y los cambios de temperatura bruscos, y sabe la manera de neutralizarlos con la aplicacion de un aceite de una densidad determinada o el fino ajuste de una palanca. Si le preguntas como sabe que aceite ha de usar y en que cantidad, Peratoner sonrie y te responde, citando a Pascal, que se necesita <> para auscultar el corazon del reloj y comprender sus veleidades. Peratoner explica con satisfaccion que Piaget, una de las mas prestigiosas firmas de relojeria del mundo, ha brindado una generosa ayuda financiera y tecnica para contribuir a la restauracion del reloj que se llevara a cabo durante los dos anos proximos, en los que el reloj sera desmontado y transportado a un taller de las afueras de Mantua, donde se sustituiran las piezas desgastadas. Despues, sera sometido a minuciosas pruebas y devuelto a su torre de Venecia. El 1 de febrero de 1999, el dia en que se cumpliran quinientos anos de su inauguracion, el reloj sera puesto en marcha y otra vez medira los minutos y las horas de los dias de Venecia. Es de desear que Alberto Peratoner, custodio y filosofo, regrese a su hogar dentro del corazon que palpita en la ciudad.

  • Esta princesa ya no quiere tanto cuento de Anabel Garcia

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    La vida parece divertirse poniendome en situaciones limite de las que no se como salir. Pero esta vez se trata de un gran dilema, pues mi camino se ha bifurcado de repente y me lo juego todo a cara o cruz.

  • Caden 1 de Natalia Diaz

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    Todo nino nace total y rotundamente indefenso y es el deber de sus padres, protegerles de las inclemencias del mundo al que llegaron. Se puede argumentar que el mayor vinculo de amor y de proteccion es el de la madre a su hijo, pero desafortunadamente para Caden; ese vinculo nunca existio. Desde nino sufrio el rechazo de la sociedad y el de quien fuera su madre, quien lo mantuvo aislado y escondido la gran mayoria de su vida. Justo cuando Caden comenzaba a resignarse a pasar el resto de su existencia en sufrimiento; llega una persona que marcaria el resto de su vida. Ese “Angel”, como Caden lo veia, le hizo sentir amor y comprension; por primera vez en su miserable existencia sentia que alguien se preocupaba por el. A lo largo de su relacion con su “angel”; Caden descubrira que las apariencias enganan y que los peores y mas daninos demonios, suelen disfrazarse de angeles de luz.

  • Cuando ya no este de Victor Baldovi

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    Estamos en 1918. Tras cuatro largos anos la guerra por fin ha acabado. La razon se ha impuesto a las armas y la Paz ha llegado al corazon de los Hombres. Somos muchos los que deseamos que tras los horrores que se han presenciado en el campo de batalla la Humanidad nunca mas se alce en armas contra si misma. Ojala que el sufrimiento por el que hemos pasado, y que muchos reviviran toda su vida al mirarse al espejo, haya servido para terminar con la guerra, como decia la maxima tantas veces escuchada en boca de los politicos. Cuando aun se podia escuchar el eco de los canones una sombra empezo a planear sobre las naciones de todo el planeta. Una mortal enfermedad, conocida como “gripe espanola”, “dama espanola” o “muerte purpura”, esta diezmando los estratos de la poblacion mundial. Se transmite facilmente de persona a persona y nadie parece estar a salvo de sus garras invisibles. En medio del caos el gobierno aprueba leyes y publica consejos higienicos que pretenden ser una importante linea de defensa ante el rapido avance de la enfermedad, pero nunca un enemigo habia sido tan resistente y mortifero. ?Como se transmite esta enfermedad? ?Como reconocerla? ?Como cuidar a los pacientes? ?Como fabricar una mascarilla casera? Este libro, escrito con sangre, esfuerzo y lagrimas, intentara responder estas preguntas y muchas otras para que cualquier persona, con o sin conocimientos medicos, sepa como combatir una enfermedad que ha cambiado nuestro mundo para siempre. II ?QUE ES ESTA ENFERMEDAD? A pesar de que ha corrido el rumor de que un medico y cinco enfermeras habian sido ejecutadas en secreto por inocular el germen de la influenza a sus pacientes, esta historia no es cierta. Tampoco lo es la que asegura que Alemania habia logrado introducir en el mercado aspirinas infectadas. La verdad es que esta enfermedad apodada como “gripe espanola” es simplemente una especie de influenza o gripe. Una vez infectados, algunos pacientes empeoran desarrollando neumonia u otras afecciones y los casos mas complicados fallecen. A diferencia de los brotes de resfriados comunes, que generalmente tienen lugar en los meses frios, las epidemias de gripe se pueden producir en cualquier estacion del ano. El germen de la influenza es un viejo conocido del Hombre y todos los anos viene a visitarnos pero durante una epidemia resulta extremadamente contagioso. Es lo mismo que me dijo Emily el primer dia. Dios, parece que hayan pasado anos. ?Que dia era? No salir de casa hace que todos los dias parezcan iguales. Era... Martes. Cinco de noviembre de mil novecientos dieciocho. --No es la primera epidemia de gripe que ve el mundo --me dijo Emily con su marcado acento britanico, frente a una cocina de hierro en el comedor donde estaba preparando la comida--. Y te aseguro que no es el azote mas grande que ha sufrido la Humanidad. Cojee hasta la mesa llevando dos platos, dos cubiertos y dos vasos de cristal que habia sacado de un armario. Creia en la igualdad y que tanto el hombre como la mujer debian colaborar con las tareas de la casa. El mantel ya estaba puesto y lo deje todo en un lado de la mesa. --?Y cual fue, senorita escritora? ?La peste negra? ?El colera? Sin esperar a que respondiera, mientras distribuia los platos y los vasos por la mesa segui hablando con un falso tono de profesor sabelotodo: --Si me permite responder yo apostaria por la peste del siglo catorce. Bacterium pestis. Me volvi hacia Emily y vi que me miraba desde la cocina. Tenia una expresion de diversion y curiosidad, como si hubiera visto a un simio hacer una complicada operacion matematica. Sonreia, se formaban unas arruguitas en la comisura de su boca y a traves de sus labios se podian ver unos grandes dientes frontales que me recordaban a los de un conejo. Para algunos aquellos dientes eran un defecto pero a mis ojos eran un rasgo que anadia atractivo a su rostro junto con sus ojos verdes, su pequena nariz y sus labios carnosos. Emily volvio a centrarse en la cocina de hierro y volco el contenido de la sarten, una tortilla de patatas, en un plato grande. --Muy bien senor --dijo Emily en espanol y camino hacia la parte del comedor donde estaba la mesa llevando en una de las manos un plato con una tortilla de patatas. Su brazo izquierdo era ortopedico y lo llevaba pegado al cuerpo--. ?Y la segunda mas grave? Emily dejo el plato sobre la mesa. Por mi cara supo que no tenia ni idea y siguio hablando: --Viruela. En 1520. Cincuenta y seis millones de muertos. Y por cierto, ya no se llama bacterium pestis. Aproveche que se llevaba la mano humana a la espalda para desabrocharse el delantal para sujetar su muneca y estrecharla entre mis brazos. --?Y como se llama ahora? Emily coloco su brazo mecanico frente a ella a modo de escudo. Sonrio, tomo aire para responder pero giro la cabeza para toser. Lo hizo de una forma tan delicada que apenas me preocupo. --Picor de garganta --me susurro. --Pues no tiene un nombre muy terrible. --No tonto. Se llama... Iba a robarle un beso pero Emily aparto la cabeza. Me miro seriamente y como si fuera un secreto me susurro: --Si es gripe no quiero contagiarte. --?Por una tos? ?Por que vas a tenerla? --dije sonriendo pero ella no se reia. Emily se zafo de mis brazos y se quito el delantal caminando hacia la pared donde estaba la cocina. Suspire y empece a maniobrar para doblar mi pierna ortopedica y sentarme a la mesa. Emily trajo una botella de agua y se sento junto a mi. --Y digame, scriptrix pestis, ?como llaman ahora al bicho ese? --dije mientras cortaba la tortilla en cuatro partes mas o menos iguales. Emily sonrio. Durante el resto de la comida Emily me hablo sobre las diferentes epidemias que habian tenido lugar en la Historia, haciendo especial hincapie en las de gripe. No era el mejor tema de conversacion durante una comida pero me gustaba el brillo que aparecia en sus ojos cuando hablaba de algo que le interesaba. La escuche como un aplicado alumno sin interrumpirla y de vez en cuando hice alguna pregunta para demostrar que la estaba escuchando. --?Sabias que la epidemia de gripe de 1775 tambien afecto a los caballos y a los perros? --me dijo. Iba a responder pero Emily volvio a toser, mucho mas intensamente que antes y su cara se torno roja por el esfuerzo. Cuando dejo de toser se llevo la mano al pecho y empezo a respirar profundamente. Las lagrimas corrian por sus mejillas. Se las limpio, bebio agua y se quedo inmovil respirando profundamente, cada vez mas relajadamente. --Estoy bien... A veces me pasa... Es una sensacion rara, como que se me cierra la garganta y que necesito toser para volver a respirar... No es nada carino, estoy bien... Pero yo no lo estaba. Le cogi su mano de carne y hueso y se la estreche con ternura. --Sea lo que sea puedes contarmelo. ?Que ocurre? Golpeo la mesa con el puno cerrado. Junto a la maquina de escribir tengo varias pilas con cuadernos, documentos y hojas escritas a maquina que tiemblan por el golpe. Estoy tan enfadado que tengo ganas de tirarlo todo por el suelo. Emily me conto que dos dias atras, cuando volvia de casa de sus padres en Londres tras pasar las celebraciones de todos los santos con ellos, entro en su compartimento un joven soldado que tosia de forma intermitente. --?Por que no saliste o te pusiste un panuelo? --!Lo hice! !Me levante y sali del vagon! !Estuve en el pasillo hasta que decidio bajar! Emily cogio los cubiertos, los lanzo enfadada al suelo y se llevo las manos al rostro. La dama empieza a reirse. Parece que lo haga sin ganas y su intento de carcajada me hiela la sangre. Me levante de la silla, me acerque a Emily, hice que se levantara y nos quedamos abrazados en mitad del comedor. --Vamos, todo saldra bien... Seguro que no estas contagiada. Solo fue un momento. La dama se rie cada vez con mas fuerza. --!Basta! --le grito pero es inutil, apenas puedo oir mi propia voz. Miro la maquina de escribir y golpeo sus teclas con el puno. Durante un segundo el estruendo que provoco acalla la risa de la dama. Devuelvo las palancas de tipos que se habian enredado a su posicion original y empiezo a teclear letras que forman una palabra y luego una frase. Cada vez que presiono una tecla dejo de escuchar la risa de la dama. Tecleo un punto, presiono la barra espaciadora y luego la tecla de las mayusculas, golpeo una letra, vuelvo a presionar la tecla de las mayusculas para desactivarlas y continuo escribiendo. III Dia 2. Miercoles, 6 de noviembre 1918 --!No pienso venderte nada y menos si no llevas puesta una mascarilla! --dijo la dependienta de la panaderia. Llevaba un gran panuelo que le tapaba la boca y la nariz. Estaba apartada del mostrador de cristal, pegada a la pared. --?Por que? !Yo no tengo la enfermedad! --!Ya te he dicho que me da igual, no quiero arriesgarme! Hay otras panaderias a las que no les importa vender a toda clase de personas, vete a comprar en ellas. Los duenos de la panaderia Keller siempre habian sido muy amables conmigo y con mi mujer. Habiamos hablado de mis origenes espanoles, de las diferencias entre paises, de cine, de teatro e incluso de politica y del curso de la guerra. Pero tras la aparicion de la “gripe espanola” me habia convertido en un probable foco de infeccion. ?DE DONDE PROCEDE? A pesar de que muchos periodicos llaman a esta enfermedad “gripe espanola” no hay razon para creer que se originara en Espana. Si se la llama asi es porque el avance de la enfermedad fue ampliamente documentado por la prensa espanola. En la calle la cola de gente que esperaba entrar llegaba a la esquina. Muchas tiendas habian reducido su aforo para que no coincidieran muchas personas en un mismo espacio y evitar la propagacion de la gripe y en la panaderia Keller solo se podia entrar de uno en uno. Algunas personas que esperaban gritaban que me largara de una vez, otras que me sirvieran pero todas tenian prisa por entrar. El panadero salio de la trastienda armado con una escoba. La sujetaba frente a el como si fuera una lanza. Llevaba una mascarilla, manchada de harina. --?Que es lo que pasa aqui? --ladro el panadero. Emily entro en la panaderia con el ceno fruncido. --!No! !Solo una persona a la vez! --le grito la dependienta. Cuando vio que era mi mujer, y que tampoco llevaba mascarilla se alejo aun mas del mostrador de cristal. --!Esa bruja no quiere que compremos aqui! --grito Emily-- !Se cree que mi marido por ser espanol ya tiene el germen de la influenza! --!Eso no es verdad backfisch! !Si llevara mascarilla y guantes no habria problema! --?Por que debo llevarla si no estoy enfermo? --Si quiere se lo sirvo yo --dijo una joven con delantal, la cobradora de la tienda. Se habia levantado de su sitio junto a la puerta para ayudar a la dependienta. --De eso nada, que se vayan a otra parte. --Despues de todas las veces que hemos venido a comprar aqui --dijo Emily con tristeza. --!Aqui no queremos germenes espanoles! --dijo el panadero empujandome con la escob.

  • Ayer, nosotros, hoy de Carolina Casado

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    Scott esta en el ultimo ano de instituto, pero su cabeza esta muy lejos, en la facultad de Bellas Artes de Tennessee; quiere mirar hacia adelante, avanzar, huir de unos padres que siempre estan discutiendo y cumplir su sueno de centrarse en su pasion por dibujar.

  • Los dias perdidos de Valentina, A.P. Hernandez de A.p. Hernandez

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    Valentina: una adolescente que puso fin a su vida con un cuter.
    Marta: una madre que no admite el atroz acto de su hija.
    Ismael: un estudiante universitario que comienza a perder sus miedos.
    Lazaro del Rio: ex Inspector Jefe de Policia, expulsado e inhabilitado de por vida.

  • Resurreccion de Alberto Garcia Briz

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    En 2029, un grupo de investigacion trabaja para recuperar un cerebro que ha permanecido congelado durante los ultimos once anos.

  • Los Crimenes Azules (Ethan Bush 1) – Enrique Laso de Enrique Laso

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    Los cadaveres de dos jovenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultanea. Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos. Un prometedor agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI asignado al caso. Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos decadas antes… Sumergete en una intrincada investigacion que hara las delicias de los amantes del genero.
    EL COMIENZO DE UNA SAGA QUE LLEVA VENDIDAS MAS DE 550.000 COPIAS

  • De Pixar al cielo de Lawrence Levy

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    Hoy en dia, Pixar es uno de los grandes del entretenimiento: el estudio que revoluciono los efectos digitales especiales y la animacion por ordenador, y desarrollo una serie de peliculas de gran exito, incluyendo la iconica Toy Story. Sin embargo, cuando Lawrence Levy se unio a Pixar en 1995, era una compania de software que apenas se mantenia a flote. Trabajando en estrecha colaboracion con Steve, Lawrence establecio cambios audaces, reorganizo las operaciones comerciales, lidero la salida a bolsa de la compania y fue pieza fundamental en su venta por 7.400 millones de dolares a The Walt Disney Company en 2006. Durante el proceso, Lawrence y Steve forjaron una profunda y duradera amistad. Este libro revela ademas un lado de Steve Jobs muy diferente al hombre dominador de la leyenda: un individuo curioso y reflexivo que preferia llegar a resoluciones mutuas sobre las decisiones empresariales y que, aunque inicialmente impopular entre sus empleados, se convertiria en el motor del talento creativo sin precedentes de Pixar.

  • Todo saldra bien de Emilio Ortiz

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    Una nueva agencia de detectives acaba de nacer en Madrid. La forman un grupo de lo mas peculiar y divertido: Mario, un joven emprendedor invidente; Nicolas, su amigo del alma, y Milagros y Juanma, dos jovenes con unas capacidades muy especiales. Juntos intentaran averiguar que le ha sucedido a una joven que lleva meses desaparecida. Al equipo de detectives se unen dos sabuesos de primera: Cross, el extraordinario perro guia ya jubilado de Mario, que tendra que verselas con Jazz, el jugueton pastor aleman que lo acompana ahora. La ciudad esconde muchos secretos y peligros, pero las aventuras en compania son, sin duda, mucho mas divertidas.

  • Celeste 65 de Jose C. Vales

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    En los anos 60, Linton Blint, un hombre con una vida gris, amargado por su falta de caracter y maltratado por su familia, se ve obligado a huir de Inglaterra.