• libro el extranjero de albert camus - Albert Camus

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    Hoy ha muerto mama. O quiza ayer. No lo se. Recibi un telegrama del asilo: <> Pero no quiere decir nada. Quiza haya sido ayer. El asilo de ancianos esta en Marengo, a ochenta kilometros de Argel. Tomare el autobus a las dos y llegare por la tarde. De esa manera podre velarla, y regresare manana por la noche. Pedi dos dias de licencia a mi patron y no pudo negarmelos ante una excusa semejante. Pero no parecia satisfecho. Llegue a decirle: <> No me respondio. Pense entonces que no debia haberle dicho esto. Al fin y al cabo, no tenia por que excusarme. Mas bien le correspondia a el presentarme las condolencias. Pero lo hara sin duda pasado manana, cuando me vea de luto. Por ahora, es un poco como si mama no estuviera muerta. Despues del entierro, por el contrario, sera un asunto archivado y todo habra adquirido aspecto mas oficial. Tome el autobus a las dos. Hacia mucho calor. Comi en el restaurante de Celeste como de costumbre. Todos se condolieron mucho de mi, y Celeste me dijo: <> Cuando parti, me acompanaron hasta la puerta. Me sentia un poco aturdido pues fue necesario que subiera hasta la habitacion de Manuel para pedirle prestados una corbata negra y un brazal. El perdio a su tio hace unos meses. Corri para alcanzar el autobus. Me senti adormecido sin duda por la prisa y la carrera, anadidas a los barquinazos, al olor a gasolina y a la reverberacion del camino y del cielo. Dormi casi todo el trayecto. Y cuando desperte, estaba apoyado contra un militar que me sonrio y me pregunto si venia de lejos. Dije <> para no tener que hablar mas. El asilo esta a dos kilometros del pueblo. Hice el camino a pie. Quise ver a mama en seguida. Pero el portero me dijo que era necesario ver antes al director. Como estaba ocupado, espere un poco. Mientras tanto, el portero me estuvo hablando, y en seguida vi al director. Me recibio en su despacho. Era un viejecito condecorado con la Legion de Honor. Me miro con sus ojos claros. Despues me estrecho la mano y la retuvo tanto tiempo que yo no sabia como retirarla. Consulto un legajo y me dijo: <> Crei que me reprochaba alguna cosa y empece a darle explicaciones. Pero me interrumpio: <> Dije: <> El agrego: <> Era verdad. Cuando mama estaba en casa pasaba el tiempo en silencio, siguiendome con la mirada. Durante los primeros dias que estuvo en el asilo lloraba a menudo. Pero era por la fuerza de la costumbre. Al cabo de unos meses habria llorado si se la hubiera retirado del asilo. Siempre por la fuerza de la costumbre. Un poco por eso en el ultimo ano casi no fui a verla. Y tambien porque me quitaba el domingo, sin contar el esfuerzo de ir hasta el autobus, tomar los billetes y hacer dos horas de camino. El director me hablo aun. Pero casi no le escuchaba. Luego me dijo: <> Me levante sin decir nada, y salio delante de mi. En la escalera me explico: <> Atravesamos un patio en donde habia muchos ancianos, charlando en pequenos grupos. Callaban cuando pasabamos. Y reanudaban las conversaciones detras de nosotros. Hubierase dicho un sordo parloteo de cotorras. En la puerta de un pequeno edificio el director me abandono: <> Le di las gracias. Mama, sin ser atea, jamas habia pensado en la religion mientras vivio. Entre. Era una sala muy clara, blanqueada a la cal, con techo de vidrio. Estaba amueblada con sillas y caballetes en forma de X. En el centro de la sala, dos caballetes sostenian un feretro cerrado con la tapa. Solo se veian los tornillos relucientes, hundidos apenas, destacandose sobre las tapas pintadas de nogalina. Junto al feretro estaba una enfermera arabe, con blusa blanca y un panuelo de color vivo en la cabeza. En ese momento el portero entro por detras de mi. Debio de haber corrido. Tartamudeo un poco: <> Se aproximaba al feretro cuando lo pare. Me dijo: <> Respondi: <> Se detuvo, y yo estaba molesto porque sentia que no debi haber dicho esto. Al cabo de un instante me miro y me pregunto: <>, pero sin reproche, como si estuviera informandose. Dije: <> Entonces, retorciendo el bigote blanco, declaro, sin mirarme: <> Tenia ojos hermosos, azul claro, y la tez un poco roja. Me dio una silla y se sento tambien, un poco a mis espaldas. La enfermera se levanto y se dirigio hacia la salida. El portero me dijo: <> Como no comprendia, mire a la enfermera y vi que llevaba, por debajo de los ojos, una venda que le rodeaba la cabeza. A la altura de la nariz la venda estaba chata. En su rostro solo se veia la blancura del vendaje. Cuando hubo salido, el portero hablo: <> No se que ademan hice, pero se quedo, de pie detras de mi. Su presencia a mis espaldas me molestaba. Llenaba la habitacion una hermosa luz de media tarde. Dos abejorros zumbaban contra el techo de vidrio. Y sentia que el sueno se apoderaba de mi. Sin volverme hacia el, dije al portero: <> Inmediatamente respondio: <>, como si hubiese estado esperando mi pregunta. Charlo mucho en seguida. Se habria quedado muy asombrado si alguien le hubiera dicho que acabaria de portero en el asilo de Marengo. Tenia sesenta y cuatro anos y era parisiense. Le interrumpi en ese momento: <> Luego recorde que antes de llevarme a ver al director me habia hablado de mama. Me habia dicho que era necesario enterrarla cuanto antes porque en la llanura hacia calor, sobre todo en esta region. Entonces me habia informado que habia vivido en Paris y que le costaba mucho olvidarlo. En Paris se retiene al muerto tres, a veces cuatro dias. Aqui no hay tiempo; todavia no se ha hecho uno a la idea cuando hay que salir corriendo detras del coche funebre. Su mujer le habia dicho: <> El viejo habia enrojecido y habia pedido disculpas. Yo intervine para decir: <> Me parecio que lo que contaba era apropiado e interesante. En el pequeno deposito me informo que habia ingresado en el asilo como indigente. Como se sentia valido, se habia ofrecido para el puesto de portero. Le hice notar que en resumidas cuentas era pensionista. Me dijo que no. Ya me habia llamado la atencion la manera que tenia de decir: <>, <> y, mas raramente, <>, al hablar de los pensionistas, algunos de los cuales no tenian mas edad que el. Pero, naturalmente, no era la misma cosa. El era portero y, en cierta medida, tenia derechos sobre ellos. La enfermera entro en ese momento. La tarde habia caido bruscamente. La noche habiase espesado muy rapidamente sobre el vidrio del techo. El portero oprimio el conmutador y quede cegado por el repentino resplandor de la luz. Me invito a dirigirme al refectorio para cenar. Pero no tenia hambre. Me ofrecio entonces traerme una taza de cafe con leche. Como me gusta mucho el cafe con leche, acepte, y un momento despues regreso con una bandeja. Bebi. Tuve deseos de fumar. Pero dude, porque no sabia si podia hacerlo delante de mama. Reflexione. No tenia importancia alguna. Ofreci un cigarrillo al portero y fumamos. En un momento dado, me dijo: <> Le pregunte si se podia apagar una de las lamparas. El resplandor de la luz contra las paredes blancas me fatigaba. Me dijo que no era posible. La instalacion estaba hecha asi: o todo o nada. Despues no le preste mucha atencion. Salio, volvio, dispuso las sillas. Sobre una de ellas apilo tazas en torno de una cafetera. Luego se sento enfrente de mi, del otro lado de mama. Tambien estaba la enfermera, en el fondo, vuelta de espaldas. Yo no veia lo que hacia. Pero por el movimiento de los brazos me parecio que tejia. La temperatura era agradable, el cafe me habia recalentado y por la puerta abierta entraba el aroma de la noche y de las flores. Creo que dormite un poco.

  • EL EXTRANJERO | ALBERT CAMUS | Casa del Libro

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    " El extranjero " , novela con cuya publicación saltó a la fama en 1942, tiene como referencia omnipresente a Meursault, su protagonista, a quien una serie de ...

  • El extranjero (El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Amazon

    https://www.amazon.es/extranjero-Libro-Bolsillo-Bibliotecas-Biblioteca/dp/8420669784

    El extranjero (El libro de bolsillo - Bibliotecas de autor - Biblioteca Camus) : Camus, Albert, Valente, José Ángel: Amazon.es: Libros.

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    El extranjero (El Libro De Bolsillo - Bibliotecas De Autor - Biblioteca Camus). de Albert Camus y José Ángel Valente Docasar | 15 mayo 2004.

  • El extranjero - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    El extranjero (en francés, L'Étranger) es una novela publicada en 1942, la primera del escritor francés Albert Camus. El extranjero suele asociarse a la ...

  • albert camus - el extranjero - Iberlibro

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    El extranjero de Camus, Albert y una gran selección de libros, arte y artículos de colección disponible en Iberlibro.com.

  • el extranjero de camus: Libros - IberLibro.com

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    Literatura francesa. Novela. Siglo XX() Alianza. Encuadernación en tapa Blanda. Camus, Albert. 18x11 cm. El extranjeroTapa deslucida.Tapa ilustrada.

  • El extranjero: resumen y análisis del libro de Albert Camus

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    El extranjero (L'Étranger) es un libro de Albert Camus publicado en el año 1942 y supone una de sus obras más leídas en el mundo.

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  • El extranjero - Albert Camus | PlanetadeLibros

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    30 ene 2007 — El libro fue publicado dos años después. Durante la resistencia, Camus dirigió el periódico Combat. Fue asesor literario de la editorial ...

  • Los Justos de Albert Camus

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    Drama estrenado en 1949, <> desarrolla, en el ambito historico de la Rusia zarista, algunos de los temas que obsesionaron a Albert Camus (1913-1960) a lo largo de su vida y que atraviesan como hilo conductor toda su obra. La contraposicion entre el idealista Ivan Kaliayev y el implacable Stepan Fedorov arroja luz sobre el dilema moral implicito en todo terrorismo y permite al autor, a traves de unos dialogos de gran belleza literaria y densidad ideologica, indagar en la dialectica del fin y los medios, asi como mostrar la opresion y el despotismo que la utilizacion de cualquier violencia lleva aparejados.

  • A traves de los suenos de Olga Maria Lopez

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    Logan se incorporo sobresaltado. Por tercera noche consecutiva sonaba con esa hermosa y desconocida chica rubia. Giro la cabeza y el despertador le confirmo que aun faltaban tres horas para que llegara la hora de levantarse, pero sabia que ya no podria volver a dormir. A pesar de ser las cuatro de la manana. Se levanto y fue hacia la ventana de su habitacion. Se escuchaba el mar bravio. Era apenas otono, pero el viento soplaba con fuerza, haciendo que el mar estuviera de esa forma. Se sento en el asiento de la ventana, perdido en sus pensamientos, pero no pudo dejar de notar que en uno de los balcones de la casa del acantilado, habia una figura blanca iluminada por la luna. <>, sonrio ante la manera automatica que habia surgido el apelativo en su mente. Desde luego, no creia que la senorita Relish fuera una hechicera. La magia era mala y no parecia que ella fuera mala. Pero si que existia un halo de misterio ante la joven que habitaba la casa del acantilado. Al desaparecer en el interior de la casa, la figura fantasmal que habia estado mirando, Logan trajo a su mente la imagen de la chica con la que habia sonado. Rostro de porcelana, levemente bronceado; cabello rubio, oscurecido un poco por el sol con un tono miel que armonizaba con los cristalinos ojos azules y labios rojos, sensuales, que daban ganas de mordisquear. El rostro de una perfecta desconocida. Logan suspiro y alcanzo el libro que tenia en la mesa de estudio. Cogio la foto de la chica que estaba entre sus paginas y la observo. Cabello negro brillante, ondulado, una cascada que llegaba hasta el final de la espalda. Los ojos verdes, llenos de secretos; una piel blanca, muy blanca y una sonrisa que no llegaba a los ojos. Eris. Conocia a Eris desde Primaria, pero no se habia fijado en ella hasta ese ano. Ese ano, en el que ambos habian cumplido diecisiete, parecia que ella habia florecido. Logan estudio la foto de nuevo. Deberia estar loco por ella, pero no lo estaba. De hecho, su persistencia lo estaba agobiando. Aun recordaba como habia encontrado la foto entre las paginas del libro de Historia, un par de dias antes. Movio la cabeza. No es que no le atrajera, era un adolescente y Eris era sexy. Pero... no le llegaba a donde suponia que le tenia que llegar. Dejo la foto a un lado y se planteo el preguntar a su padre acerca de los suenos que habia tenido con la desconocida, pero descarto la idea de inmediato. No encontraria la comprension que esperaba en el pastor Evans. Sabia que la receta de su padre seria rezar mas y dedicarse a sus estudios. Su madre tampoco seria de gran ayuda. Gillian Evans hacia todo lo que decia su marido. Jeff e Iris se plegaban mas a las exigencias de sus padres, pero Logan se dejaba llevar mas por sus suenos, cosa que a sus padres no les hacia ninguna gracia. Sus padres desearian que estudiara algo solido; Derecho como Jeff o Medicina. Incluso ser politico, conservador, claro. Pero Logan tenia otras aspiraciones. Adoraba la literatura y la Historia. Era muy perspicaz y le encantaban las ciencias. Todavia no tenia claro que iba a estudiar, pero lo que si sabia era que decepcionaria a sus padres. Se quedo alli, pensando en todo y en nada a la vez, con los luminosos ojos azules de la desconocida llenando su mente, mientras el tiempo pasaba y el dia le ganaba, una vez mas, la batalla a la noche. ******** Viorica se quedo tumbada en la cama, escuchando la tranquila respiracion de su hermana Doina. Eran mellizas pero no podian ser mas diferentes. Ella era alta, con las curvas necesarias, rubia y con los ojos azules de padre. Doina era bajita, regordeta, con el pelo castano y los ojos castanos de madre. Viorica era orgullosa y salvaje. Doina era tranquila y sumisa. Pero a pesar de todo, ambas se amaban por encima de todas las cosas. Aguzando el oido, escucho las respiraciones de su familia dormida. Padre roncaba, mientras que la respiracion de madre era mas ligera. Sus hermanos dormian, Marcel respiraba pesadamente y Petre hacia ruido con los dientes. Moviendose de forma muy lenta, para no despertar a Doina, atisbo por la ventana. Aun era noche cerrada, pero sabia que se acercaba el amanecer. Debia dormirse de nuevo, al dia siguiente le esperaba un dia muy duro, pero sabia que no podria. El rostro del chico desconocido se colaba entre sus suenos y no sabia como impedirlo. Eso la asustaba, porque podia asegurar con toda certeza que jamas habia visto a ese chico en sus dieciseis anos de vida. Intento conjurar en su mente el rostro apuesto de Viktor. Sabia que en Navidad pediria su mano a sus padres, y en la Semana Santa del ano siguiente estarian casados. No podia esperar para empezar su vida en comun con el. Doina se agito en suenos a su lado. La miro antes de quedar tumbada boca arriba en la cama. Y, en vez de ver el apuesto rostro de Viktor, lo que se aparecio ante sus ojos fue el rostro del desconocido: su pelo moreno despeinado y corto, sus ojos verdes chispeantes, que parecian querer contarle un secreto solo a ella, y sus labios, con una sonrisa traviesa en ellos. Se dio media vuelta, dandole la espalda a su hermana. Debia olvidarse de ese chico y centrarse en Viktor. Sabia que ella podia aspirar a lo mejor del pueblo y ese era Viktor Ionescu. Y, en el momento que ella estuviera establecida, sus padres podrian buscar un mejor partido para Doina o Marcel podria pedir por fin la mano de Simona. Melancolicamente, recordo su primera boda. Con trece anos habia sido una novia preciosa, dicho por todos. Constantin tenia veinte anos, pero ella estaba totalmente loca por el, y no le importaba eso. En realidad, era lo habitual, que el marido le sacara varios anos a su esposa. Habian sido felices durante los dos anos que estuvieron casados, y la llegada del pequeno Constantin les habia colmado de felicidad a los dos. Pero todo se torcio cuando su esposo tuvo el accidente en el campo y lo llevaron malherido a la casa. Murio dos semanas despues, sin haber recuperado el conocimiento, sin despedirse de ella, dejandola viuda en casa de sus suegros y con un pequeno que no llegaba a un ano. Entonces fue cuando su hijo enfermo subitamente y siguio a su padre a la tumba, apenas un mes despues

  • El hombre que ya no soy de Salvador Navarro Leon

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    Elisa, sevillana en la cuarentena y con dos carreras universitarias, aunque es de buena familia tiene una vida echada a perder, cree encontrar su salvacion en Roberto, un alto ejecutivo de abrazos imponentes. Despojada de toda etica, se entromete en el territorio explosivo de un hombre de exito en plena catarsis por la muerte violenta de su hermano pequeno; seduce a Fidel, amigo inseparable de su ansiado objeto del deseo, para acceder a el sin entender de las lealtades entre ellos, haciendo de cada paso un intento desesperado por dejar de ser una mujer maldita.

  • Poseida 2 de Lisa Swann

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    Confortablemente instalada en mi asiento de primera clase, contemplaba pensativamente la pista de aterrizaje a traves de la ventanilla. !Cuantas cosas habian sucedido! Jamas me habria podido imaginar, ni siquiera hace unos dias, que me encontraria en ese avion con destino a Nueva York. Me hundi mas en mi asiento, sorprendida por su amplitud y comodidad. Nunca antes habia viajado en primera clase y no se podia negar que no tenia nada que ver con la clase turista. Me abroche el cinturon de seguridad y me prepare para el despegue, emocionada y ansiosa al mismo tiempo. No tenia miedo a volar, pero esta vez me aventuraba a lo desconocido. ?Estaba viviendo un sueno o una pesadilla? Mi encuentro con el senor Goodman (tan enigmatico, tan vigoroso e increible) lo habia puesto todo patas arriba. El encendia mi cuerpo hasta un punto que no habria creido posible. Su sola presencia en un minusculo ascensor habia bastado para poner a flor de piel todos mis sentidos: habia salido de alli con las braguitas humedas y, desde entonces, mis suenos eroticos eran cada vez mas intensos. Despues, el se habia abalanzado sobre mi en plena calle y me habia besado como nadie lo habia hecho jamas. Habia descubierto rincones de mi cuerpo que ni yo misma sabia que pudieran ser tan erogenos. Esas caricias habian dejado sobre mi piel huellas indelebles. Me sentia como marcada al fuego por sus habiles manos, por su lengua sedienta, por su cuerpo electrizante… Sacha Goodman, uno de los abogados mas importantes de Estados Unidos, me habia hecho gozar como ningun otro hombre (de hecho, nunca habia tenido un orgasmo antes de conocerle) y despues me habia humillado como nadie hasta ese dia (y eso que ya habia vivido unas cuantas humillaciones). Aun bajo el hechizo del calor de sus besos y la habilidad extraordinaria con la que me habia llevado al septimo cielo, no habia sido capaz de verlo venir: me habia largado como si fuera un par de calcetines usados en cuanto habia conseguido lo que queria, soltandome las mismas excusas de mierda que todos los hombres les cuentan a las chicas que ya no les interesan. !Que patetico! No vale nada, pense. Al final, ya no sabia si habia sido mas culpa suya o mia. Desde luego, yo habia sido una idiota integral por haberme entregado a el tan facilmente. Y, sobre todo, por haberme hecho ilusiones. Una dulce voz me saco de estos pensamientos, que me habian formado un nudo en el estomago. Ya hacia un rato que habiamos despegado. --?Champan, senorita? !Las burbujas frias me ayudaran a verlo todo con mas claridad!, me dije. La azafata poso la copa sobre una pequena bandeja, que me ofrecio junto con un platito de aceitunas. Cuantas atenciones... No me costaria nada acostumbrarme a esos lujos, pero por nada del mundo me acostaria con el patan de Sacha otra vez si ese era el precio. ?Por que habia pedido que fuera a Nueva York? No conseguia encontrar una respuesta satisfactoria. En cualquier caso, si se pensaba que yo iba a desnudarme al primer chasquido de sus dedos, !lo llevaba claro! Mis sentimientos oscilaban entre la ira, la humillacion y (tengo que admitirlo) unas ganas locas de volver a caer en sus brazos. Pero, si eso era lo que el tambien queria, ?por que me habia tratado asi? ?Que debia hacer: perdonarle u odiarle durante el resto de mi vida? Cansada de no encontrar respuesta a mis preguntas, me puse los auriculares para ver Magic Mike, una pelicula de strippers masculinos, asi me distraeria un poco y de paso me deleitaria durante hora y media viendo chicos guapos medio desnudos. De todos modos, fueran cuales fueran las intenciones de Sacha Goodman, yo por mi parte iba unicamente por motivos profesionales. Por lo menos, de eso trataba de convencerme desde que el senor Dufresne me habia ordenado que les acompanara a Nueva York para cerrar el acuerdo entre ambos bufetes. Sacha Goodman queria que yo formara parte del viaje. Pues vale. No tenia la mas minima intencion de entregar mi cuerpo ni mi corazon en la gran manzana. Me quede dormida. Cuando la azafata me desperto suavemente, ya estabamos sobrevolando Nueva York y tenia que abrocharme el cinturon. Ni siquiera me dio tiempo a refrescarme antes de aterrizar.

  • La mujer que bordaba con hilos de cerezas de Montse Puchol

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    Todos ocultamos fantasias inconfesables entre las sabanas. Emma no era una excepcion. Un relato leido por casualidad le abrio la puerta a descubrir que habia otra forma de sentir y una manera distinta de vivir el deseo. Pero nada, en este mundo de etiquetas y falsa moral, es gratuito. Salirse del redil, tiene un alto precio.

  • Solo quedo nuestra historia [LGBT] de Adam Silvera

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    Cuando Theo, el primer amor y exnovio de Griffin, muere ahogado en un accidente, su universo estalla. A pesar de que Theo se habia mudado a California para asistir a la universidad y habia comenzado a salir con Jackson, Griffin nunca dudo de que Theo regresaria con el cuando fuera el momento indicado. Pero ahora, el futuro, todo lo que tenia pensando para su vida, se esta derrumbando.
    Para empeorar las cosas, la unica persona que de verdad comprende el dolor de su perdida es Jackson. Pero sin importar cuanto se sinceren el uno con el otro, Griffin continua hundiendose en su dolor. Comienza a perderse en sus obsesiones y elecciones destructivas, mientras todos esos secretos que tiene tan bien guardados podrian destruir su vida para siempre.
    Si Griffin quiere reconstruir su futuro, primero debera enfrentarse a su pasado, a cada pieza desgarradora del rompecabezas de su vida.

  • Enamorada por los pelos de Dublineta Eire

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    ?Que harias si te hubiese tocado nacer en un pueblecito del Levante, en el seno de una familia ultraconservadora que te cierra todas las fronteras y que solo le falta colocarte un microchip para rastrear todos tus pasos?
    Mari Puri es hija de Lazaro Roldan, un apacible general retirado del Ejercito de Tierra, orgulloso de haber criado a sus tres hijos, junto a Concha, su senora esposa, en los valores de santa templanza y sobriedad que ninguno puede saltarse bajo pena de excomunion y repudio instantaneo.
    Asfixiada por esta perspectiva y por deshacerse de su virginidad antes de cumplir veinticuatro anos, la ayuda de sus amigas Rosamari y Sonia, y de un tutorial online con un platano como protagonista, le dara la fuerza necesaria para intentar escapar y saborear esa libertad que tanto anhela.
    Unas oposiciones de magisterio y un laser de alejandrita seran los detonantes de una cadena de mentiras y enredos, en la que el amor, el sexo y su paz mental tendran mucho que ver.

  • Cautivada por ellos de Lorena Concepcion

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    Lauren Hayse esta convencida de que su vida no debe cambiar ni un apice, si no algo terrible podria ocurrir. La muerte de su madre esta muy presente, pues el responsable sigue por ahi suelto y la vigila muy de cerca. La llegada repentina de sus futuros hermanastros cambiaran las reglas del juego, asi como sus sentimientos, haciendola sentir emociones que ni ella misma entiende, y que no podra controlar.
    Ulrik y Nolan Felton no se esperan que el futuro marido de su madre tenga una preciosa hija que hara que se planteen todo su mundo en muchos sentidos.
    “Esta historia es tan emocionante, trepidante y tan sensual que no podras dejar de leer, preparate para adentrarte en la piel de un trio amoroso sin igual”.

  • Nayeli. El regalo del duque de Mercedes Gallego

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    Nayeli, mucho mas que una promesa.

  • El viaje (no) sonado de Christian Martins

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    Su vida profesional va viento en popa, pero su relacion comienza a asfixiarla.
    Ruth tiene que decidir si quiere casarse o no con su novio, Roger, pero para poder tomar la decision correcta decide hacer un viaje que despeje sus ideas.
    Esperaba un lujoso hotel, pero en lugar de ello se encuentra una antigua residencia de ancianos. Ademas, el propietario es un insolente y engreido australiano.
    ?Conseguira aclarar sus ideas en ese lugar?

  • As de corazones (Vegas Clandestina 3) de Renee Rose

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    P C A P I TULO U NO epper SABES que tu carrera llego a un limite aun mas bajo cuando te contratan por ocho semanas para trabajar en Las Vegas. Miro fijo a la gigante marquesina con mi nombre en luces de neon mientras la limusina estaciona frente al Casino Hotel Bellissimo. No me importa si el Bellissimo es el lugar mas lujoso y a la moda de La ciudad del pecado, sigue siendo Las Vegas. El antro donde caen los artistas por su bajo nivel de estres y dinero facil. Usualmente despues de que se termine su fama. ?Asi que por que carajo estoy aqui a veinte meses de lanzar un album y ni catorce horas despues de mi ultima presentacion en una gira agotadora? Por culpa de Hugh; el pendejo de mi representante que me vendio. Y ahora mis padres, Hugh y yo tenemos un millon de problemas que solo yo puedo solucionar. Anton, mi guardaespaldas, sale primero y luego me ofrece su mano para ayudarme. La ignoro porque, si, tengo veintitres anos, asi que soy del todo capaz de salir yo misma de un auto y no soy tan superficial como para querer ayuda, aunque aprecio el gesto. Me bajo y muevo hacia abajo la falda de mi vestido baby doll con tiras que combine con un par de Doc Martens destartalados color rojo ladrillo, y me quito los auriculares mientras todavia suena el album de RadioHead. Una mujer de cuarenta y pico en un vestido azul y tacos cruza la puerta y se dirige directo a Hugh. Detras de ella, un hombre enorme con hombros amplios mira, parado justo afuera de la puerta decorada con oro. Me mira a mi. Eso no es poco comun. Soy estrella de pop despues de todo, pero es la manera en la que me mira lo que envia senales de alerta disparadas por mis venas. Su manera de observar muestra poco asombro y es callada y su exquisito traje italiano lo delata. Es Tony Brando, el tipo que ahora es mi dueno. Lo reconozco. Estuvo en mi recital en Vancouver, y luego otra vez en Denver. Es la razon por la que estamos aqui aunque este a tres horas de un colapso total, cerca de perder la voz y realmente desesperada por estar a solas un rato. Por supuesto, aunque la mafia no me persiguiera por casi un millon de dolares, es probable que Hugh igual me tuviera reservada hasta el proximo siglo. Sus planes o los de mis padres nunca consideraron mi bienestar cuando se trata de mi carrera. Hace dos anos le dije a Hugh que necesitaba un descanso. Algo de tiempo para encontrar mi inspiracion de nuevo y componer la musica que me llevo directo a la fama en primer lugar. Queria refugiarme en un estudio para grabar mi proximo album, lo que solucionaria los problemas de dinero en los que se metieron mis padres el ano pasado por unas malas inversiones. Pero Hugh tenia un plan infalible. Un plan idiota y peligroso que mis padres y yo confiamos a ciegas en que ejecute. --Bienvenida, senorita Heart. Soy Angela Torrino, directora de eventos. El Bellissimo se entusiasma mucho por tenerla aqui, como puede ver. --Ella hace un gesto al cartel de neon de treinta metros que tiene mi nombre en luces y se ubica sobre la franja. Muevo la cabeza e intento forzar una sonrisa. Trato de no mirar el traje a rayas que acecha detras de ella. Hugh la rodea y se pone al mando, como siempre. --Gracias por hacer los arreglos, senorita Torrino. --Le aprieta la mano--. Ahora si pudiera darnos acceso al escenario, comenzaremos a descargar para que Pepper pueda ensayar antes de su presentacion esta noche. Claro. Ensayar. Ahora. Porque Dios sabe que en serio seria un sacrilegio tener un dia de descanso despues de viajar y antes de tener que actuar. O siquiera una hora. Sigo a Hugh y a la senorita Torrino hasta las puertas del casino/hotel con Anton detras de mi y un poco a la izquierda. La senorita Torrino se detiene y le presenta el hombre grande de la puerta a Hugh. Brando la ignora y da un paso al frente. Sus movimientos son elegantes para un hombre de por lo menos dos metros. Es claro que su mirada se enfoca en mi rostro y no en la forma guau-conocere-a-lafamosa-joven-estrella-de-rock-Pepper-Heart. No, es mas como un gran lobo malo que mide a su presa. Su mirada pasa por encima de mi boca, luego mas abajo, hacia mis senos sin sosten y hasta mis piernas descubiertas. Luego sube una vez mas a un ritmo mas placentero, y al final se queda en mis ojos. Estoy bastante segura de que le gusta lo que ve, pero no tiene una mirada lasciva. La sonrisa burlona sobre su boca es mas de satisfaccion, como si yo fuera un vino exquisito que le acaban de entregar y estuviera saboreando mi buque. Mi estomago se hace un nudo. --Senorita Heart, este es Antonio Brando, uno de los directores de funcionamiento aqui en el Bellissimo, --dice de forma alegre la senorita Torrino detras de el. Me gustaria decir que su rostro grande y tenebroso lo hace feo, pero seria una mentira. Incluso con las lineas de cicatrices que danan su mandibula robusta, su frente y su mejilla izquierda es hermoso. Como alguna especie de semidios romano que enviaron a la Tierra para destrozar a los hombres y conquistar a las mujeres hasta que todos los humanos inferiores estuvieran domesticados. No me ofrece su mano. Yo tampoco lo hago. De hecho, le dedico mi mejor mirada de vete a la mierda; la que suelo reservar para Hugh. --Estoy ansioso por ver tu presentacion esta noche. --Su baritono se mueve por mi interior; vibra justo entre mis muslos. En serio desearia que mi cuerpo no tuviera esta reaccion ante su cercania porque preferiria odiar a este hombre y que no me excitara. Pero es puro poder masculino; irradia seguridad y control silenciosos. Y amenaza. Si, hay un trasfondo de violencia en el que me da escalofrios. Junto los labios con fuerza porque no puedo pensar en algo que decirle que no haga que quiera romperme las rodillas. Y estoy bastante segura de que esas cosas suceden aqui. La familia del crimen Tacone es la duena y la que dirige el Bellissimo. Ademas, y lo que es incluso mas importante, no quiero que escuche el estado de mi voz. Casi no tengo. Llevo enferma varias semanas, y para ser honesta no se si pueda sobrevivir este ultimo tramo en Las Vegas. Hugh se acerca rapido a mi lado y me toma del codo de esa forma posesiva que tiene. --Vamos, te llevaremos al escenario para que puedas ensayar. Esta noche no quiero metidas de pata. Agacho la cabeza y lo sigo, no porque este de acuerdo con que necesite el tiempo de ensayo, sino porque quiero escaparme de la mirada ardiente de Brando. Tan pronto como pueda. Hugh me toma mas fuerte del codo mientras nos movemos por el casino. --?Quieres hacer que nos maten a todos? --me dice entre dientes en el oido; su aliento apesta a cafe amargo. --Crei que ya te habias encargado de eso, --digo de forma rasposa en mi tono mas seco y aburrido; el que hace que se vuelva loco. Luego dejo de escuchar el sermon mientras los invitados del Bellissimo gritan mi nombre y comienzan a tomarme fotografias. Sonrio y les hago el gesto de la paz mientras caminamos por el casino en un largo desfile desde la puerta principal hasta el auditorio donde el autobus de mi gira esta estacionado en la salida de atras. Claro que podriamos haber entrado por ahi desde un comienzo, pero esta es la estrategia de Hugh para asegurarse de que todos sepan que hay alguien famoso en el edificio, para publicitar el espectaculo. Los miembros de la banda y los encargados del equipo tienen el lujo de quedarse tranquilos en la parte de atras. Aunque para ser honesta no me molesta. Amo a mis seguidores. Son la razon por la que escribo musica. La razon por la que canto. Un revoltoso grupo de chicos de fraternidad empuja muy cerca y se mete en mi espacio para sacarse selfis conmigo. Anton les ladra para que se vayan hacia atras, protege mi cuerpo con el suyo, pero de repente la seguridad del casino nos envuelve y forma una burbuja protectora. --No lo se, solo tiene un guardaespaldas, --dice uno de ellos mientras habla por una unidad de comunicaciones, y luego--, entendido, Tony. Nos quedaremos con ella en todo momento. Tony. Me giro para mirar a mi gran protector. Camina de forma casual detras de nosotros; sus labios se mueven mientras le da ordenes al personal. Nuestras miradas se encuentran y se quedan asi; la suya es oscura, prometedora. Mi corazon se acelera. Quiero ir hacia atras y decirle las cosas que me contuve cuando estabamos afuera, pero es como si la Tierra se derrumbara bajo mis pies. Las placas tectonicas se desplazan y se mueven, se reacomodan. Puedo haber pensado que podia manejar Las Vegas. Manejar mis obligaciones en el Bellissimo. Entrar, salir; contener mi colapso nervioso hasta que todo acabara. Pero ahora que conoci a Tony Brando, se que esto es demasiado. Es dificil imaginar sobrevivir este trabajo con el alma intacta. TONY. MERDA. Pepper Heart no es para nada como lo que esperaba. Me imagine que seria una chica fiestera; una joven estrella de rock malcriada que habia tirado su dinero por la ventana. Eso o una nina que necesitaba madurar, quizas con padres o un representante que habian manejado muy mal su carrera y sus finanzas. Y todavia puede que la ultima opcion sea la correcta, pero Pepper no es una nina y tampoco una estrellita insulsa.

  • La imborrable huella del amor de Mari Cruz Gonzalez

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    Yo era la chica mas feliz que pisaba este planeta. Tenia un trabajo con un buen sueldo que me permitia llegar desahogadamente a final de mes, una familia bastante unida y un novio que me queria con locura. Aaron era perfecto. Llevabamos diez anos como pareja y justo el dia en el que los cumpliamos, hinco rodilla delante de casi cincuenta personas en el restaurante en el que cenabamos esa noche. Todavia recuerdo las exclamaciones de asombro, un camarero grabandonos y una cocinera rechoncha llorando como una magdalena, sorbiendose los mocos mientras todos los alli presentes aplaudian. Fue la noche mas bonita, romantica y magica que recuerdo. Teniamos una relacion de envidia o eso me decian mis amigas. La verdad era que nos llevabamos muy bien, apenas discutiamos y no teniamos problemas de confianza, sinceridad o fidelidad. Viviamos juntos desde hacia seis anos y la convivencia era bastante buena: cocinaba, me ayudaba con las tareas domesticas, era ordenado, limpio y un manitas arreglando cosas. Era increible. No tenia mas palabras para describirlo. Era mi principe azul, por el que hubiera dado todo. Estabamos tan emocionados con casarnos que hasta planeamos un viaje. Yo fui la que propuso la idea. Nos ibamos a Andorra en nuestro propio coche. Queriamos una pre-luna de miel: esquiar, estar en contacto con la naturaleza rodeados de montanas y respirando aire puro. Lo organizamos todo en nuestros respectivos trabajos para poder ir en febrero. Pero antes de irnos, mi madre, mi futura suegra y yo nos fuimos a comprar el vestido de novia mas espectacular que habia. Lo encontre despues de recorrer varias tiendas: un palabra de honor con una cola larga. Las dos mujeres que me acompanaban se emocionaron al verme de blanco. Lo guarde muy bien en casa de mis padres, Aaron no podia verlo. La noche anterior al viaje la dedicamos a hacernos el amor tan apasionadamente que parecia que aquella era la ultima vez que iba a tenerlo en mis brazos. Me abrace a su cuerpo, escuchando a su corazon latir a mil despues del orgasmo, y senti unas irrefrenables ganas de hacerle saber cuanto lo amaba. Se lo dije unas veinte veces o mas mientras me comia su cara a besos para despues volver a abrazarme a el en nuestro ultimo abrazo antes de quedarme dormida. Salimos despues de comer. Decidimos hacerlo asi para que yo pudiera conducir un tramo pues me daba respeto conducir de noche. Paramos en una gasolinera a estirar las piernas, llenar el deposito de combustible y hacer el cambio. El conduciria hasta Andorra y ya empezaba a oscurecer. Nos dirigiamos a Zaragoza a una velocidad normal, puesto que apenas habia coches en la carretera. La musica sonaba de fondo y yo le daba conversacion sobre lo que ibamos a hacer alli. Estabamos muy ilusionados por conocer un pais nuevo aunque fuese pequeno. Pero, en un abrir y cerrar de ojos, nuestros planes se truncaron para siempre. Solo recuerdo una luz cegadora y nuestros gritos. Aaron sobre el airbag. Dolor. Sangre. Luz. Silencio. Paz. -- Judith, Judith... Me gire reaccionando a mi nombre. Era Aaron. Estaba lejos en aquella inmensidad totalmente blanca. No podia correr, ni lanzarme a sus brazos. Al llegar a el, me cogio de las manos y me sonrio. -- Te quiero-- yo le respondi lo mismo--. Pero ha llegado el momento... tenemos que separarnos aqui. Lo mire aterrada. ?De que estaba hablando? -- ?Por que? Quiero irme contigo. No quiero estar en un sitio donde no estes tu-- fue lo unico que pude decir. -- No puedes-- dijo mientras negaba con la cabeza y apretaba mis manos--. No es tu hora. No es demasiado tarde para ti, pero si para mi. No entendia nada, todo esto sonaba a despedida. -- Tengo que irme pero ten por seguro que no te voy a dejar ni un solo segundo sola. Te deseo lo mejor. Te amo muchisimo. Nunca lo olvides, por favor. Me beso en los labios y me abrazo. No podia llorar. Comenzo a alejarse. Comenzo a desvanecerse en el aire. -- !Espera, Aaron!-- intente correr--. !Te amo, te amo! Llegue hasta el pero ya era tarde. Cai de rodillas sin comprender todavia. Un profundo dolor me recorria el cuerpo. Y luego, luz. Luz blanca y pura. Tranquilidad absoluta. Abri los ojos poco a poco. La luz de los fluorescentes me hacia dano. Un pitido intermitente retumbaba por toda la habitacion, haciendose el dueno del silencio junto a un ruido ensordecedor y monotono. Parpadee repetidas veces, lo veia todo muy borroso. Estaba tumbada en una cama con un monton de maquinas a mi alrededor. Tenia puesta una mascarilla de oxigeno. Bajo ella, un pequeno tubo se apoyaba encima de mi oreja y, pegado a mi mejilla por alguna especie de cinta adhesiva, se introducia en mi fosa nasal izquierda. Algo rigido me rodeaba el cuello hasta la clavicula. Sentia ganas de vomitar y me dolia la cabeza. Levante los brazos para observar que tenia cables en ellos, en mis dedos y hasta en el pecho me los pude palpar. Tambien conte al menos una aguja atravesandome la piel. Movi un poco mis piernas, la izquierda la tenia en alto rodeada de escayola y me dolia a rabiar. Hice un guino y solte un grunido de dolor. Me sentia cansada, agotada, como si un camion me hubiera pasado por encima. Oi una exclamacion de susto a mi derecha. -- !Doctor, doctor!-- salio apresuradamente una enfermera de la habitacion. No la habia visto, mi campo visual era muy limitado. Me dolia demasiado el cuello y lo tenia inmovilizado. Al poco rato entro un hombre. -- Judith, al fin-- suspiro con alivio. Me sonaba su voz--. ?Como estas? Me encogi de hombros. !Dios! Me dolia todo. Los ojos se me cerraban. -- ?Puedes hablar?-- espero un instante y luego insistio--. Habla, por favor. -- Me duele todo. ?Donde estoy? ?Que ha pasado?-- mi voz sono muy debil y ronca. -- Tranquila, Judith. ?Te acuerdas de mi?-- se acerco mas a la cama y busco mi mirada perdida. Lo mire a la cara detenidamente, haciendo un enorme esfuerzo para que no se me cerraran los parpados. Me sonaba tambien. -- ?German?-- asintio y sonrio ampliamente. Se sento sobre la cama. -- Aun te acuerdas de mi-- confirmo sin dejar de sonreir. -- Me alegro de verte-- tosi por culpa del vapor de la mascarilla y el temblor de mi cuerpo al hacerlo fue peor que haberme ahogado con el. Frunci el ceno con resignacion. -- Yo tambien, pero no asi-- me miro de arriba hacia abajo haciendo enfasis en 'asi'. -- ?Que ha pasado, German?-- musite sin apenas fuerza en la voz. -- Tuviste un accidente de coche. Un borracho conducia en direccion prohibida en plena autovia y chocasteis de frente. Has estado casi un mes en coma, no habia muchas posibilidades de que salieras de el. Estas viva de milagro. Me quede paralizada un momento. Recorde una luz cegadora. Tosi. -- ?Puedes quitarme esto, por favor? Si no me he muerto, esto me va a matar. Ademas, parezco Darth Vader-- hice el intento de quitarmelo pero el me bajo la mano hacia el colchon mientras sonreia. -- No, no puedes quitartelo, al menos aun no. Tienes que descansar-- me apreto la mano derecha. Mire nuestras manos juntas. Un anillo precioso brillaba en mi dedo anular. Gritos. Dolor. Sangre. -- !Aaron!-- grite, reuniendo las pocas fuerzas que tenia--. ?Y Aaron? German se puso serio y trago saliva con cierta dificultad. Se levanto, rehuyendo mi mirada. -- Tranquila, Judith, tienes que descansar-- repitio, nervioso. -- ?Donde esta Aaron?-- espere contestacion pero no la recibi--. Dimelo, German. Se miro las manos mientras retrocedia hacia la puerta. El monitor cardiaco pitaba cada vez mas rapido. -- !Maldita sea, dimelo!-- insisti, incorporandome dolorosamente. Empece a quitarme la mascarilla, la aguja y los cables de mi pecho, brazos y manos como pude. Me sorprendio aquella repentina fuerza que me invadio estando en tales circunstancias. Las maquinas que me rodeaban comenzaron a volverse locas emitiendo pitidos. -- !Para! !Enfermera!-- grito mientras me retenia de las munecas contra la cama--. !Enfermera! -- !Solo dime como esta Aaron! !Necesito saberlo, por favor!-- forcejee con el en vano mientras las lagrimas me caian a raudales a ambos lados de mi cara y se estampaban contra el collarin y la sonda. Una enfermera entro a toda prisa y me cogio de un brazo. Senti un pinchazo y en seguida deje de tener voluntad. -- Tranquila, Judith-- oi la voz de Aaron y me di la vuelta. Ahi estaba el de nuevo. Ahora, en el parque donde nos conocimos o, mejor dicho, donde nos presentaron.

  • Fue en un Cafe de Izzy Garza

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    Fue en un Cafe, relata el dia a dia de los estudiantes de uno de los mejores colegios de Mexico, especialmente el de dos grupos de alumnos; los jugadores del equipo de futbol y las porristas. Esta es una historia que refleja el esfuerzo, dedicacion, sacrificio y amor que estos deportistas le impregnan a su semestre escolar para alcanzar sus suenos. En el desarrollo del primer trimestre del ano entre algunos de estos chicos y chicas surge la admiracion, el carino, e incluso el amor, precisamente dentro de un hermoso y acogedor cafe ubicado a las afueras del colegio.

  • Laberinto griego de Philip Kerr

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    1957. El destino ha llevado a Bernie Gunther a trabajar en una compania de seguros de Munich, donde hace lo que mejor sabe: investigar. Desde alli, le destinan a Atenas para comprobar una reclamacion por un barco hundido, propiedad de un ciudadano aleman. Cuando descubre que la embarcacion pertenecio a un judio que fue deportado a Auschwitz, a Gunther ya no le cabe duda de que el naufragio no fue un accidente.

  • True colors de Ximena Renzo

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    True Colors es la historia de dos chicos llamados Abril Rizzo y Nate Collins, quienes deciden aventurarse a conocer el mundo mediante un viaje a varios paises, entre ellos Estados Unidos, Mexico, Venezuela, Colombia, Peru e Italia, pero su viaje mas valioso sera el de la amistad y el amor, el cual los llevara a sumergirse en sus propias aguas, y a superar momentos aciagos en la vida gracias a ingredientes esenciales para la felicidad: la reafirmacion y la busqueda de los suenos, la independencia, la fortaleza, la esperanza, el agradecimiento, el perdon y la reconciliacion.

  • Tiempo de estrellas de Anna Casanovas , Nora Roberts

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  • El ladron de penas de Antonio Jodar Calpe

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    Metio la llave en la cerradura despues de varios intentos, dos veces se le habia caido al suelo tratando de abrir la puerta; veia el pasillo muy a duras penas. El atardecer se oscurecio mas de lo previsto y un viento inoportuno hizo que las hojas de los arboles susurrasen a manera de cantos de reproche. Hacia rato que el tiempo se notaba denso y especialmente humedo. Las nubes ennegrecidas amenazaban con una tormenta brutal. En sus primeros indicios, las ventanas del edificio no dejaban ver mas que algun relampago todavia lejano. Por los cristales se distinguia la luz palida que cubria el cielo. Trato de hacer girar la llave pero no pudo, la mano le temblaba; estaba transido de frio y los ojos cargados por las noches de insomnio, y esta seria la siguiente. Giro otra vez la llave y cedio al final. Al traspasar la puerta encendio la luz y miro el reloj que se hallaba en la mesilla de noche, vio que eran las tres de la madrugada. Iba bebido y se dejo caer sobre la cama boca abajo. En el instante de caer dio un gemido y se quedo inconsciente sin que nada, excepto un leve tic-tac del despertador, alterase el silencio. La luz se quedo encendida y tenia una palidez facial estremecedora. Nadie sabia que estaba alli completamente solo y tal vez fuese a morir en esa condicion. Los que lo juzgaban no habrian podido leer sus sentimientos reales, pero el tampoco. Ahora yacia en un sopor que fue breve. Se desperto de repente y al mirar de nuevo el reloj vio que habian pasado treinta minutos, solamente treinta. Los truenos se oian ahora con mas fuerza, los cristales de la ventana empezaban a albergar las primeras gotas de agua, las cuales resbalaban por el cristal igual que el sudor por su frente y las lagrimas que brotaban de sus ojos por las mejillas, tan descoloridas, bajo unos ojos de mirada doliente tras el verde claro. Abrio el minibar, cogio una botella de whisky y se lleno un vaso a la mitad. Recorrio la habitacion del hotel como un oso enjaulado, con el vaso de Whisky en la mano, dando pequenos sorbos, temblando de pies a cabeza. Tenia el pelo castano con restos de gomina y algo desgrenado, llevaba una chaqueta y un pantalon azul oscuro manchado, tambien los zapatos por restos de vomito. La camisa era blanca, estaba sucia y le faltaban varios botones, del cuello le colgaba una corbata desanudada, un extremo por cada lado. De repente estampo el vaso contra la pared encolerizado y el estruendo lo encolerizo todavia mas. Dio un fuerte punetazo con el puno derecho a la mancha de Whisky que habia tenido la pared hiriendose los nudillos que acabaron ensangrentados. Gritando de dolor se restrego frenetico los nudillos por la camisa, anadiendole tonos rojizos, lo que no hizo mas que aumentar su colera hasta romper a llorar. Hablaba entre sollozos profiriendo frases incoherentes a la vez que se arrollaba un panuelo en los nudillos. Se dejo caer sentado en el suelo con las piernas estiradas, jadeando, llorando con cara de asustado; se quedo como extraviado mirando la puerta de la habitacion. Se llamaba Hector y ni siquiera eso tenia claro, la vida lo estaba ahogando, creia. Cerro los ojos y los abrio de nuevo arrugando el ceno. Lo repitio tres veces mas deseando que un espiritu nocturno velase por el, aunque mas bien seria el mismo monstruo que habitaba debajo de su cama cuando era un nino. Proyectaba una sombra fantastica sobre la pared que no era mas que una caja de carton agujereada. Los anos habian volado y ahora el mismo era una figura prisionera del resplandor de algunos relampagos. Abrio la puerta de la habitacion, la 708, dejandola entornada; se precipito hacia la escalera con pasos vacilantes aferrando la botella de whisky que habia cogido. Subio medio a tientas el primer escalon para no dar la luz y que alguien lo descubriese, pero se encendio automaticamente. Continuo subiendo a grandes zancadas lo mas rapido que pudo hasta alcanzar la azotea. La puerta tendria que haber estado cerrada pero no tenia cerradura, parecia como si estuviera arrancada y habia manchas de yeso alrededor. Como pudo empujo la puerta, la traspaso hasta notar un viento de tormenta, el que antes hubo susurrado en los arboles. La tormenta la tenia encima y el viento le daba en la cara, tambien el reflejo parpadeante de los relampagos que resonaban con toda su fuerza como una maravilla de la naturaleza que no transigia con la maleza de antenas wifi, las cuales ondulaban en un angulo pronunciado, viendose amenazada su endeble verticalidad. Hacia gestos con una cara de enloquecido, como drogado, contrayendo las mejillas sin poderlas controlar; en sus ojos se reflejaba un profundo deseo de enloquecer todavia mas. <>. Avanzo hacia el centro de la azotea, la lluvia caia ahora abundante, empapandole por completo, la sangre seguia brotando de sus nudillos y la que tenia en la camisa se diluia emborronandola. Su cara empapada disimulaba el lloriqueo que no podia cortar, sintio frio y se levanto las solapas de la chaqueta inutilmente. Sus infortunios pasaron del llanto al lamento cuando cruzo hasta llegar al antepecho de la cornisa. Era una altura de doce pisos mas la azotea trece. A Hector le temblaban las piernas con mayor violencia y su jadear coreaba cada trueno, su cara seguia resplandeciendo en el relampaguear cada vez menos intermitente, sus ojos resaltaban desorbitados. Se quito la chaqueta y la lanzo al vacio quedandose en el antepecho. Completamente empapado salto a la cornisa pero no miro hacia abajo, no se atrevio. La desesperacion lo acometio sin ninguna clase de misericordia, sintiendose paralizado pero decididamente dispuesto a terminar con ese pesar etereo. Sintio vertigo y nauseas, panico, pero tambien una ira desmandada y una tristeza penetrante. En un arrebato decisivo extendio los brazos como si fuese a saltar de un trampolin y cerro los ojos. --?Me dejas ver como lo haces? --sono una voz que clamaba a su espalda y que lo interrogo en japones. --?Quien anda ahi? --pregunto Hector en un idioma que no dominaba mucho. Bajo los brazos y se dio la vuelta. --Alguien que esta de paso --le contesto la figura de un hombre cuya cara no se veia por la penumbra y la lluvia insistente. --?Que hace usted aqui? --quiso saber Hector tratando de ver al hombre aquel; se quitaba el agua de la cara dandose zarpazos como un gato. --Nada, solo quiero mirar --dijo el hombre. La lluvia caia torrencial, una rafaga de agua le impidio decir nada a Hector y le chorreo por el pelo, las orejas, la nariz, y finalmente por el cuello de la camisa. Dio un traspie que casi lo hizo caer de espaldas. El retumbar de los truenos iba en aumento. --!Maldita sea! --grito Hector. --?Vas a hacerlo o no? --la voz de aquel hombre sono impertinente. Hector grito y volvio a gritar que se marchara de alli, que lo dejara en paz. Aun sentia la adrenalina en su cuerpo y le aumento porque alguien, un chiflado que no podia ver bien, lo estaba provocando. Pero no tenia ningun sentido que alguien pudiera estar en la azotea en medio de una tormenta y menos justo cuando iba a… poner fin a todo. --Mi jodida borrachera, si, eso es, !desaparece de mi vista! --Hector se cogio de las sienes, cerro los ojos y los abrio por reiterada vez. El viento gimio provocando mas rafagas de agua, mientras el hombre salia de la oscuridad. Iba tan empapado como Hector, debia de tener mas de cincuenta, aunque no se le veia bien, de mediana estatura, vestido con unos vaqueros y un chubasquero rojo, con la capucha puesta; lo estaba mirando y su mirada era penetrante, no la apartaba para nada, ni siquiera parpadeaba a pesar de la lluvia. --Desde luego que estas bebido, pero quiero verlo --dijo el hombre. --?Ver, que? !Dejame en paz! --Como lo haces, simplemente. --Pero ?que dices? !Que te largues! --Hector levanto el puno amenazante; era el derecho, se le cayo el panuelo al suelo deshaciendose los coagulos de las heridas en los nudillos. Sangro de nuevo. --No importa lo que yo diga --dijo el hombre. Hector no sabia que responder, unicamente se lamia el bigote como si quisiera escurrirlo. Bajo el puno. El hombre se le acerco y anadio: --!Acaba de una vez! --!Largate! !Largate de aqui! !Dejame! --No esta bien que me hagas perder el tiempo. --Estas completamente loco, seas quien seas, !completamente loco! El hombre guardo silencio, pero no dejaba de mirarlo y se le acerco aun mas. --!Quedate donde estas! --grito Hector, la voz le temblaba. El hombre no le hizo caso, sorteo el antepecho situandose junto a Hector. --Seguro que no has mirado abajo --le dijo el hombre. Era cierto que no habia mirado abajo, como si la decision no la hubiese tomado de verdad. Miro al rostro de aquel hombre y se le antojo sereno, sin que hiciese muecas por el viento y la lluvia que vapuleaba sus rostros sin piedad, ni tan siquiera pestaneaba. No era como el que constrenia la frente, los ojos y ambas mejillas, dando la impresion de estar ahogandose en un vaso de agua. --No vas a poder ayudarme --conjeturo Hector. Seguia sin mirar abajo. --?Ayudarte? No, no tengo esa intencion. --Debes ser… de seguridad… si, del hotel --dijo Hector--. Si, claro, has venido a impedirlo -- senalo a la calle--, pero tu que sabras… !No te metas donde no te llaman! Hablaba como si estuviera constatando un hecho, decia lo que pensaba como si fuera verdad. De fondo, la tormenta seguia estremeciendo el lugar. Hector veia como los relampagos se reflejaban en la cara del hombre. Pero la suya reflejaba un miedo terrible, miedo a decidir, a caer, a ser rescatado, o tal vez a ser ignorado por aquel extrano, quien se echo a reir a carcajadas. Sin dejar de reir cogio a Hector por los hombros y lo obligo a darse la vuelta hacia la calle. Casi se cae de espaldas por la sorpresa antes de que lo cogiera. --!Mira! --le dijo, sin soltarle los hombros. Hector quiso retroceder pero el hombre se lo impidio; tenia mucha fuerza. --Mira abajo --le insistio

  • El guardian de recuerdos, Astrid Nilsen de Astrid Nilsen

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    Lucas es un hombre de cuarenta anos taciturno y reservado que regenta un negocio de libros antiguos en un imaginario pueblo asturiano llamado Garzua. Aqui es donde se ha refugiado desde hace anos, lejos de la familia que le adopto y con la que mantiene escaso contacto. Tras su repentino fallecimiento su hermano decide hacerse cargo de la libreria y, para su sorpresa, se le revelaran aspectos de Lucas que desconocia a la vez que se encontrara con las personas con las que su hermano compartio sus ultimos anos de vida.

  • Despues de ver (Nada mas verte 2) de Mhairi Mcfarlane

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    En Nada mas verte, aquel que desaparecio de su vida regreso… pero ?que sucedio despues?
    Una vez juntos, luego se separaron. Rachel y Ben vivieron muchos altibajos hasta llegar aqui. Ahora, juntos y enamorados otra vez, todo lo vivido les parece que ha valido la pena.
    Sin embargo, cuando alguien que habia desaparecido de la vida de ambos vuelve a aparecer, los problemas regresan. ?O no? ?Seran, al final, felices para siempre?

  • Las visiones de Edmundo Paz Soldan

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    Un juez comienza a tener visiones de los hombres que ha condenado a la carcel. Un doctor encargado de experimentos con armas quimicas se dispone a probar un compuesto letal con su propia gente.

  • La catedral del mar, Ildefonso Falcones de Ildefonso Falcones

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    Una catedral construida por el pueblo y para el pueblo en la Barcelona medieval es el escenario de una apasionante historia de intriga, violencia y pasion.

  • No sin mi bicicleta de Anna Brones

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    Esta es una guia inspiradora sobre el mundo de las bicicletas y el ciclismo, con informacion practica sobre como comprar una bicicleta, como utilizarla, su reparacion y mantenimiento, su personalizacion y otras tantas sugerencias para disfrutar del placer de ir sobre dos ruedas. No sin mi bicicleta anima a disfrutar de nuevo de un placer simple, saludable y sostenible para el planeta. Las divertidas ilustraciones y los consejos de la guia son el complemento perfecto para quien sienta la curiosidad de redescubrir o saber mas sobre el arte de ir en bicicleta.

  • Te buscare mientras viva de Paco Lobaton

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  • Suenas a blues bajo la luna llena de Dulcinea (paola Calasanz)

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    Hay amores que son de otro mundo. y la luna siempre nos abraza. Dulcinea regresa a la ficcion con una nueva, profunda y fantastica bilogia que inspirara de nuevo a todos sus lectores.

  • Amor en Wyoming de Tess Curtis

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    Logan Collins y Madison Brooks se conocen en una web de matrimonios concertados. Logan busca esposa para recuperar la confianza en si mismo que perdio despues de que su novia lo dejara sin demasiados escrupulos. Madison busca un lugar donde vivir, lejos de Los Angeles para dejar atras un pasado un tanto peligroso, y la ciudad de Wheatland en Wyoming puede ser el escenario perfecto para conseguirlo.
    Tras casarse, los dos empezaran a conocerse en el rancho de Logan, un lugar para enamorarse y superar sus respectivos pasados. Pero ni el amor es tan facil de alcanzar ni el pasado perdona a la primera de cambio, y ambos tendran que terminar por enfrentarse a sus miedos.

  • La escritora que se olvido de ser best seller de Marta Martin Giron

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    A sus treinta y tantos anos, Jane se encuentra ante el mayor punto de inflexion de su vida: recien divorciada, con telaranas en la cuenta bancaria y viviendo en el apartamento que le ha dejado su amiga Begona, se enfrenta a la tesitura de que hacer con su carrera como escritora. La intuicion le hace sentir esperanza y le empuja a continuar trabajando por alcanzar su mayor meta: convertirse en una escritora Best Seller . Por contra, la realidad le muestra otro escenario mucho menos esperanzador, mas crudo.
    Su cabezoneria y loco entusiasmo, le conduce a tomar la decision de no rendirse mientras le quede un euro en el bolsillo, aunque eso le lleve a vivir bajo un puente con su cactus.
    El rumbo de su existencia da un giro de ciento ochenta grados cuando comienza a verse con Abraham, un companero de letras al que conoce desde hace unos anos.

  • La gallera de Ramon Palomar

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    Narcos, polis corruptos y peleas de gallos.

  • No lo llames pasion de Noelia Amarillo

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    Yo era una mujer felizmente casada, con dos hijas maravillosas y un marido estupendo. O eso creia. Porque hace seis anos descubri que me estaba poniendo los cuernos. Pero, ojo, no unos cuernos pequenitos y disimulados, no. Unos que envidiarian incluso los miuras de pura raza. Grandes, voluminosos y afilados. De esos que todo el mundo ve menos la interesada, que, en este caso, era yo. Asi que deje de estar felizmente casada. Me divorcie, me compre un piso tan lobrego como mi alma y me mude a el con mis hijas.

  • Inframundo (Guardianes Del Alma 4) de Kim Richardson

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    Kara inhalo profundamente y soplo el polvo de una fila de libros con cubiertas agrietadas y lomos arrancados. El aire olia a una mezcla de pegamento y moho. Las motas de polvo flotaban como un enjambre de insectos y la humedad caliente y humeda se sostenia en el ambiente y se aferraba a su ropa. No era el ambiente perfecto para guardar libros viejos, pero le encantaba el olor rancio de la tinta sobre el papel. Era el olor de la imaginacion... donde las grandes mentes se unian y creaban magia con tinta y papel, el olor de aventuras aun no descubiertas. En los libros, todo era posible… y eso le encantaba. Limpio el sudor de su frente y sujeto su cabello en una coleta. Ella apreto Las Aventuras de Huckleberry Finn entre El Llamado de la Naturaleza y El Viejo y el Mar, en la seccion de novelas clasicas. Las coloco en una perfecta linea recta, con sus lomos dispuestos verticalmente. Una vez que estuvo satisfecha con su trabajo, limpio la humedad y la suciedad de sus manos en sus pantalones de mezclilla, agregandole un tanto a la capa de suciedad de la jornada. La escalera se sacudio y se tambaleo bajo su peso. Apreto las manos con firmeza alrededor del riel y bajo con cuidado. Una vez que llego a la parte inferior, salto el ultimo escalon. Con una sonrisa en su rostro, Kara empujo un carrito de metal apilado con libros y revistas hacia la parte delantera de la tienda. Se agacho bajo la unica bombilla que oscilaba nerviosamente de un cable suelto en el centro de la tienda y condujo el carro entre montones de libros que se tambaleaban peligrosamente en altas torres, llegando hasta el techo en algunos lugares. Rayos de luz se derramaban a traves de un gran ventanal de la parte delantera de la tienda iluminando las estanterias con un suave resplandor dorado. Las particulas de polvo brillaban a la luz como copos de nieve en miniatura. Kara podia ver las telaranas grises que colgaban de las esquinas mas altas del techo e hizo una nota mental para retirarlas mas tarde con su escoba. Papel tapiz pintado a rayas marrones y beige se escarapelaba de las paredes detras de un debil mostrador de madera colocado a la derecha de la tienda. Una vieja caja registradora con botones manuales y una palanca roja estaba colocada encima de el. Debajo de la caja registradora habia una vitrina con bolas de cristal de diferentes tamanos. Kara se reia al ver su retorcida imagen en ellas. Una brisa calida agito el flequillo de Kara de su rostro. Los carillones de viento cantaron suavemente encima de la puerta abierta. Kara estornudo y el carrito dio un salto. Un grueso manto de polvo cubria la mayoria de los estantes de libros posteriores, una clara indicacion de que aun tenia mucha limpieza que hacer. Tardaria mucho en retirar el polvo de anos de abandono de la tienda. Dudaba seriamente que alguna vez hubiera estado limpio, para empezar. En su primer dia en la tienda, Kara habia limpiado muy bien las ventanas y habia barrido y trapeado los pisos de su sucia capa de mugre y de unas manchas color marron que ella preferia no saber que eran. Kara inhalo alegremente el viento del verano que llegaba desde la puerta abierta... dientes de leon y cesped recien cortado... su espiritu sonreia con cada nuevo olor. Era una sensacion increible. Habia terminado la escuela y ahora era, oficialmente, una empleada en un lugar que admiraba y respetaba. El Sr. Patterson le habia dado un trabajo de verano en su libreria. Sus funciones eran ayudarle a clasificar todos los libros en un nuevo programa informatico, mantener la tienda limpia y trabajar la caja registradora cuando el estaba en su hora de almuerzo. Habia resultado ser el mejor trabajo de todos y Kara estaba determinada a ahorrar suficiente dinero para cursar el primer semestre en el Dawson College. El Sr. Patterson incluso le dijo que podria seguir trabajando medio tiempo cuando fuera a la escuela. Ella no podria pedir un mejor jefe o un mejor trabajo. Por fin, las cosas finalmente estaban mejorando para ella. Sujeto el carro, tomo un punado de revistas National Geographic y las coloco por fecha a lo largo del estante intermedio del revistero. Las coloco todas juntas... y se congelo. Su cabello se erizo de repente. Kara sintio una presencia inexplicable. Siguio la fuente de la sensacion hacia la ventana... Alguien estaba mirandola desde el otro lado de la calle. Su corazon se agitaba en su pecho. Una chica joven con un vestido blanco estilo antiguo con un gran lazo rojo atado en el medio, miraba a Kara desde el lado opuesto de la calle. Su sedoso cabello negro le llegaba a la linea de la mandibula y acentuaba sus rasgos afilados. Era hermosa, como una muneca de porcelana. Parecia tener cerca de doce anos. Incluso desde la distancia, Kara podia ver rastros de enrojecimiento alrededor de sus ojos y nariz. Su palido rostro se retorcia en una mueca, tenia una mirada aterrorizada. Kara casi podia sentir su tristeza. Sus ojos suplicaban ayuda, la ayuda de Kara. Una conexion inexplicable con la chica se removio en el pecho de Kara. Era como si estuvieran emparentadas de alguna manera, como si fueran primas segundas. La chica volvio la cabeza de repente y empezo a retroceder. Dos hombres en trajes grises meticulosamente entallados se acercaban a la joven desde ambos lados. Su pelo era blanco platino y sus rostros eran identicos. Su piel tenia un enfermizo color blanco parecido a los albinos. Se movian con rapidez, con un proposito. La chica se reclino contra la pared frontal de la tienda vecina. Fijo su vista una vez mas en los ojos de Kara, en una suplica silenciosa. Con los labios, deletreo Ayudame. Kara contuvo su respiracion. La muchacha estaba atrapada entre los dos misteriosos hombres de ojos negros. El ruidoso martilleo del corazon de Kara ahogo todos los demas sonidos a su alrededor. La chica no era rival para esos dos malvados hombres. Kara tenia que hacer algo, tenia que salvarla. Kara empujo el carrito fuera de su camino y se arrojo sobre el mostrador. Tomo el bate de beisbol que el Sr. Patterson mantenia oculto detras del mostrador en el caso de una operacion peligrosa con un cliente y salio corriendo de la libreria a la calle. Se detuvo de golpe. Estaba vacia. La nina habia desaparecido y los hombres de ojos negros tambien habian desaparecido. La calle estaba en silencio, la acera estaba vacia salvo por unas palomas recogiendo migajas en el suelo. ?Estaban sus ojos jugandole una broma otra vez? ?Era esta otra de sus visiones extranas? Durante los ultimos meses habia tenido sentimientos recurrentes de que estaba siendo vigilada. Habia percibido espeluznantes sombras en lugares oscuros siguiendo todos sus movimientos, arremetiendo contra ella cuando pensaban que ella no estaba mirando. Pero tan pronto como ella daba la vuelta para hacer frente a lo que fuera, desapareceria en un abrir y cerrar de ojos. Quizas este era uno de esos sucesos, o tal vez ella se estaba volviendo loca. Ella penso que debia ser eso. "?Planeas pegarle a alguien con ese bate?" Kara giro, un apuesto adolescente con una sonrisa insolente peinaba su rubio cabello con sus dedos. Con la cabeza en el aire, paseo hacia ella dando saltitos. "?Estare seguro? ?O debo volver mas tarde?", rio David, metiendo sus manos en los bolsillos. Kara lo ignoro y observo el lado opuesto de la calle. "Yo... me parecio ver algo". David levanto las cejas. "Asi que decidiste hacerla de vigilante y tomaste un bate de beisbol... ?para golpearlos?" "Vi a una chica. Creo que estaba en problemas...no. Se que estaba en problemas. Estaba muy asustada, necesitaba mi ayuda". Los nudillos de Kara estaban blancos por la fuerza con la que presionaba el bate. Recordo el rostro petrificado de la nina cuando los hombres se acercaron. "?Que chica?" David la busco por la calle. "No veo a ninguna chica. ?Seguro que has visto algo? Ya sabes, todo ese polvo que inhalas todo el dia podria estar afectando tu cerebro". Kara suspiro y bajo el bate. "Estaba alli hace un minuto, estoy segura de ello. Y habia dos hombres de aspecto extrano con el pelo blanco... realmente feos y escalofriantes. Senti que iban a hacerle dano. Tenian unos ojos negros que daban miedo". "?Ojos negros? ?Como si los hubieran golpeado en la cara o algo asi? Justo como lo ibas a hacer tu con el bate, ?no?" Kara miro la cara perpleja de David y decidio dejar el tema. Claramente pensaba que ella estaba loca. Ella movio la cabeza y se encogio de hombros. "No importa", respiro con frustracion y luego le dio una sonrisa ladeada. "?Que haces aqui tan temprano? Pense que tenias practica de futbol". "Asi es", David hizo varios pases con los pies para impresionar a Kara. "Se cancelo. Creo que podriamos ir al cine, o algo asi". Kara se esforzo para no sonreir, pero su rostro la habia traicionado. Miro hacia otro lado. Sus mejillas se sentian calientes, y supo al instante que se habia sonrojado. Su corazon rebotaba entre sus orejas. "Bueno… dejame preguntarle primero al Sr. Patterson. Quiza aun necesite que me quede el resto del dia". Esperaba secretamente que no lo hiciera, David habia venido a la tienda todos los dias desde la primera vez que se habian encontrado accidentalmente hacia ya dos meses. Y cada vez que llegaba, las mariposas se agitaban dentro de su vientre. Con el bate de beisbol colgando a su lado, Kara entro a la tienda. David se agacho debajo el carillon de viento y la siguio. Oyo el chasquido de la puerta de atras, volvio a ver hacia arriba. El Sr. Patterson caminaba hacia ellos. Sus huesos crujian y tronaban. Rasco su cabeza, haciendo ondas en su pelo blanco. Sus cortas piernas se asomaban por debajo de sus habituales bermudas caqui y coloridas camisas hawaianas amarillo con naranja. Las tablas del suelo crujian bajo el peso de sus pies descalzos. Kara nunca entendia por que andaba descalzo sobre la suciedad y el polvo del suelo, pero con el paso del tiempo se habia acostumbrado a ver sus cuadrados dedos del pie y largas unas amarillas. Se hizo una nota mental para adquirir un certificado de regalo en el spa local Pies de Diez para una pedicura. Si estaba obligada a ver sus pies, por lo menos deberian verse bien. El Sr. Patterson les saludo con entusiasmo. "!Hola, Denis! ?Que te trae a este lado del mundo literario? ?Has venido a comprar un libro por fin? Hay una nueva seccion con grandiosos libros de aventuras para ninos alli..." el arrojo su larga barba blanca sobre su hombro y senalo a un alto estante de libros a su izquierda. David sonrio incomodamente y rasco la parte posterior de su cuello. "Uh… no, Sr. P... pero gracias de todos modos. Estoy seguro que todos son… muy buenos" David volvio a ver a Kara y hablo por la esquina de su boca. "El todavia me llama Denis". Kara cubrio su boca y se rio. El Sr. Patterson se detuvo y miro con recelo Kara. "?Clara? ?Por que estas sujetando el bate loco? ?Paso algo? ?Entraron en un combate con un cliente psicotico?" David suspiro. "?El bate loco? ?En serio? Suena un poco loco para mi..." Kara pateo a David en la espinilla y escondio el bate de beisbol a sus espaldas. "Uh… nada. Solo estaba… limpiandolo". Se inclino sobre el mostrador y dejo caer el bate detras de el. "En realidad, Sr. P", dijo David, "vine a ver si Kara podia tomarse el resto de la tarde". "Ya veo". El Sr. Patterson vio a David sospechosamente por un momento. Sus ojos azules se asomaban por debajo de los pliegues de cientos de arrugas. El fruncio los labios y se rasco la cabeza. "Bueno, no veo por que no. Creo que Clara ya hizo suficiente por hoy. Puedes irte con Denis si lo deseas".

  • Corazon escoces de Miranda Bouzo

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  • La flor de hierro de Laurie Forest

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    La fortaleza de Elloren Gardner marcara el destino de un reino. Una historia en un entorno escolar a la Harry Potter y con un contexto politico a lo Juego de Tronos.

  • ?Es este mi marido? de Corin Tellado

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    Maril esta decidida y nadie va a cambiar su idea, casi obsesiva, de continuar algo que empezo cuando era una nina. Un viaje, un terreno hostil, frio, helador… son los componentes de la historia de Maril. Otro personaje irrumpe en escena con tanta fuerza como sinceridad y descaro. Maril trata de aguantar una situacion sin salida pero la vida le dara otra oportunidad, y las historias escritas no siempre tienen el final esperado…

  • Florecer. Otra vez de Silvia Cruz

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    El mundo de los sentimientos puede ser un lugar oscuro y solo apto para valientes. Alice y David sufren una ruptura anunciada y Sally y Nick son victimas de sus pasados y de personas que quieren separarlos una y otra vez. Como la vida misma, Florecer otra vez nos ensena que amar incondicionalmente es tan bonito como doloroso y a veces tienes que tomar las decisiones mas dolorosas para que un amor tan aplastante no te consuma por completo.

  • Chantaje 1_Mi peor opcion de Mia Del Valle

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    Muchos anos atras... Eran poco mas de las dos de la madrugada cuando la primera contraccion desperto a Maria. El dolor fue desgarrador y el miedo a la nueva aventura que estaba a punto de comenzar... aun mayor. La mulata de ojos color mar, busco en la mesa que habia a un lado de su catre, hasta dar con una caja de cerillas. Con ellas encendio una pequena vela, y le dedico un pequeno rezo a la virgencita que la protegia desde la cabecera de su cama. El hogar aun se mantenia encendido con una tenue llama y la pequena vivienda permanecia templada. Su hermana Guadalupe dormia placidamente, ajena a todo lo que estaba aconteciendo a escasos pasos de ella. Una segunda contraccion la hizo cerrar los ojos y aferrarse con tanta fuerza a la colcha, que sintio como se doblaban sus largas unas. <> --Guadalupe --llamo Maria con la poca energia que le quedaba en medio de los dolores --Lupe, por favor... te necesito. Lupe abrio los ojos y mientras se sentaba en el catre intentando despabilarse, observaba con horror lo que estaba viviendo su joven hermana. Maria se retorcia de dolor en medio de un gran charco de sangre. Si bien la mayor de las hermanas nunca habia tenido la dicha de ser madre, ni la tendria para su pesar, tampoco habia atendido uno, pero estaba segura que eso no era normal. Rapidamente se puso de pie, y asi como se encontraba <> corrio fuera del rancho en busca de su hermano Gerald. El mayor de los tres hermanos dormia en la cabana contigua a la de ellas, en la casa de los hombres. --!Gerald! --grito Guadalupe entre lagrimas --Gero, !salga mijo que lo necesito! Dese prisa por favor, algo esta mal con la Maria y el bebe. !Vaya y busque a la doctora por favor! Su hermano salio rapidamente del rancho a medio vestir, junto a dos de sus amigos, y terminando de calzar una de sus botas de cuero, corrio hasta su caballo y salio como un demente en busca de la doctora Saavedra. Los dos muchachos marcharon junto a Lupe a la casa, para acompanar a Maria, mientras Gero traia ayuda. La doctora vivia en la estancia vecina, a unos cuatro kilometros de distancia, y dormia junto a su esposo y su pequena bebe de un mes de vida, cuando escucho los gritos. --!Doctora!, !doctora! Por favor, mi manita la necesita --gritaba el pobre hombre desesperado fuera de la portera principal. Fue el esposo de la medica quien salio al encuentro del joven mulato antes que su mujer. Y solicitando que guardara silencio, insto al muchacho a marcharse y que volviera a su rancho, de lo contrario llamaria a su patron, para que el le diera su merecido por tan soez comportamiento. --Pero mi hermana necesita a la doctora patron --suplico el muchacho -algo no esta bien con el bebe. --Mi mujer no estudio para atender a negras putas que se revuelcan con los hijos de los senores. -- Lanzo sus palabras con desden... como flechas envenenadas directo al corazon. Al muchacho se le llenaron los ojos de lagrimas. El enojo, la ira y la tristeza lo hicieron apretar tan fuerte los dientes que sintio como estos crujieron a causa de la presion. --No me diga eso patron... mire que el mundo y la vida es redonda. Todo puede volver --susurro el muchacho volteando para marcharse del lugar. --Atrevido de mierda... ?me estas amenazando? --gruno el alto y fornido estanciero. Gerald no volteo a responder. Sus hermanas lo necesitaban y no podia perder el tiempo discutiendo con el vecino de su patron. Seguramente manana, tendria una reprimenda cuando Don Horacio se enterase. --Ya estoy lista Gerald... !vamos! --dicto Ruth sobre su caballo, terminando de colgar el morral de cuero negro, que usaba para guardar sus instrumentos medicos. Los dos hombres voltearon de golpe, la boca de su esposo se abrio y sus ojos lanzaron chispas al ver la rebelde actitud de su mujer. --Pero... pero querida --intento decir mientras tartamudeaba por la ira. --Pero nada "querido" --y puso enfasis cuando lo llamo querido --?puedes abrir la portera? regresare cuando todo este en orden. Por favor, cuida de Clarita. Don Saavedra de mala gana obedecio, y tal como lo habia pedido Ruth, abrio la portera, permitiendo que su mujer cabalgara fuera, detras del peon que habia llegado pidiendo por ella. Tal como lo temio la joven mujer, al llegar, el bebe se encontraba enredado en el cordon umbilical. Por la sangre que habia perdido Maria, tambien sabia con exactitud que la placenta se habia desprendido, por lo que el tiempo corria en contra. Debia sacar al nino antes que se asfixiara. Lo ideal seria una cesarea de urgencia, pero en medio del campo y con la gravedad del asunto, eso era impensable. --Maria --llamo a la joven, quien lloraba asustada tomandola de los hombros --cuando sientas ganas de pujar hazlo, pero cuando yo te lo pida debes detenerte, si no me haces caso el bebe se ahorcara... ?me entiendes? No tenia intenciones de asustar a la joven madre, pero necesitaba de toda su colaboracion para lograr desatar el cordon del cuello de la criatura y que todo esto no terminara en una tragedia. Maria asintio entre sollozos, y una fuerte contraccion llego en ese instante. --Puja Maria... !puja! --insto Ruth y tras pujar con fuerza, Maria pudo sentir cuando la cabecita de su hijo salio --. Ahora espera Maria --grito Ruth mientras desatoraba el cordon del pescuezo del pequeno --respira como perrito... por la boca --continuo hablando para captar la atencion de la muchacha. Sus manos se movian rapido y con destreza, pero el corazon le iba a mil. En la penumbra de aquel humilde lugar, en el que solo se encontraban un par de velas encendidas, y la llamarada del hogar, el color azulado en los labios de la criatura ya se hacia evidente. Ahora si. Ya se encontraba sin ataduras, por lo que tendria que separarlo cuanto antes de la trencilla que lo mantenia unido a su madre, y rezar a todos los santos, para que llorara con fuerza y cargase sus pequenos pulmones con oxigeno. --Ahora si Maria, a la cuenta de tres, puja con fuerza nina. !Vamos! Uno, dos... y... --!Aaaaaahhhhh! El grito de Maria se escucho en el silencio de la noche, como el aullido de un lobo a la luna. Finalmente, su hijo habia nacido. Si Ruth no hubiera estado en aquel momento, dudaria de la veracidad de que ese bebe fuera hijo de Maria. Pese a que se encontraba palido y levemente morado, el nino <> un pequeno y regordete varoncito, tenia la piel del color de la nieve y su cabello como rayos de sol. <> penso Ruth, un rasgo singular que poseia aquella pequena familia de tez oscura. Velozmente la joven doctora corto y ligo el cordon y con un nudo en el estomago, comenzo a masajear el pequeno e inmovil cuerpito, aparentemente sin vida. --Vamos, vamos bebe. Por favor, respira... por favor respira --murmuraba mientras frotaba una y otra vez a la criatura. Lupe y Gerald abrazados a su hermana sollozaban en silencio, hasta que el alarido del llanto se escucho. --Mi hijo --dijo sin fuerzas Maria con una sonrisa en los labios y lagrimas banando su rostro. Ruth no pudo evitar la emocion y ella tambien se puso a llorar. Maria tomo en brazos a su hijo y beso su coronilla. El pequeno lentamente comenzo a abrir sus ojos y su mirada se encontro con la de su madre. --Bienvenido al mundo Aaron. --?Aaron manita? ?Ese sera el nombre de mi sobrino? --pregunto el mulato. Maria asintio en silencio. --Asi es mi querido hermano, este nino sera mi luz... tal cual significa su nombre. De ahora en adelante solo vere por el. La puerta se abrio en ese momento, asustando a todos los presentes. Los patrones habian llegado. Horacio y Diego Jamasen, padre e hijo respectivamente, entraron con cara de pocos amigos. El joven veterinario al ver la escena que se desarrollaba frente a sus ojos, rapidamente camino hasta Maria, y para el asombro de todos, se puso de rodillas a un lado de la cama, y apoyando su frente en la de la chica se puso a llorar. Nadie entendia nada, pero todos entendian todo. Porque no era necesario ser un ilustre, para darse cuenta que tanto Don Diego, como el pequeno Aaron presentaban muchas similitudes fisicas. Muchisimas. --Diego... !basta ya! --increpo Don Horacio --termina esta boberia de una buena vez. No quiero ver a este pequeno bastardo dentro de mi campo. Ya mismo quiero que saques a toda esta gente o me llevo el nino y lo dejo en medio de la nada. Los dos amigos de Gerard y el mismo se acercaron hasta donde estaba el patron. Lo bueno, es que no fue necesario que dijeran nada. Porque fue don Diego Jamasen <> quien hablo. --!No te atrevas a amenazar a mi hijo papa!… ?Me has escuchado? --grito el joven hombre. --?Tu hijo? --Sonrio con desden --no te das cuenta, que lo unico que quiere esta gente --realizo un despectivo movimiento con su mano, en el cual senalaba a los presentes --es dinero... La negrita se abrio de piernas y te hizo un retono. !Y tu como si nada! ?Por que mejor no aprendes de tu padre?... la pequena Lupe --limpio con su dedo la comisura de sus labios y acomodo su barba mientras miraba a la mujer --Lupita ha calentado muchas veces mi lecho, pero jamas traera un paquete en el bombo... me he garantizado en persona de eso. Gerald apreto los punos, intentando controlar su ira por lo que acababa de escuchar. El viejo habia violado a su hermana mayor y era el responsable del atroz dano que sufrio su hermana en el utero anos atras. <> Eso no quedaria asi. Aquello jamas podia quedar como si nada. <> penso.

  • Doble engano de Anna Depalo

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    ?Tardaria mucho en llegar la proposicion de matrimonio?

  • La Guarida de Jaime Blanch

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    Una figura avanzaba con paso tranquilo por la avenida, apenas iluminada por las farolas recien encendidas. A derecha e izquierda, se alzaban en silencio refinadas casas. Todo estaba en calma. El hombre consulto su reloj y, luego, miro a lo alto. Soplaba una suave brisa y el cielo estaba cerrado por nubes bajas. La temprana luna no le descubriria. Mejor asi. Incluso si alguien llegara a fijarse en el seria muy improbable que luego recordara sus rasgos. Justo al pensarlo, se cruzo con una pareja que se alejo trotando, con un perro que les seguia. Pasaron a su lado sin ni siquiera echarle un vistazo, como si fuera un fantasma. Camino cien metros mas y se paro frente a la entrada de la finca. A traves de la verja se vislumbraba una gran extension de cuidado cesped, flanqueada a la derecha por una piscina y a la izquierda por una cochera en la que se veia el BMW de su dueno. Contemplo el edificio con detenimiento y distinguio luz en una de las ventanas del segundo piso. Sin duda, el viejo debia estar leyendo comodamente en su biblioteca. Se alejo unos pasos y examino la verja. Su parte inferior era un muro que imitaba la piedra natural, pero a partir del metro y medio de altura estaba hecha de estilizadas barras negras verticales, que ascendian hasta los dos metros. Era muy elegante, se dijo, pero facil de saltar. Miro a ambos lados y, no viendo a nadie, trepo con agiles movimientos y se dejo caer al otro lado. Una vez dentro del recinto, camino con tranquilidad hacia la puerta principal. Sabia de sobra que el doctor nunca habia querido recurrir a camaras ni sensores, confiando ciegamente en la seguridad privada de la urbanizacion. Se acerco hasta la puerta de la casa y movio el pomo. Este giro en silencio. No pudo evitar sonreir. El viejo siempre tan confiado. Como de costumbre, no echaria la cerradura hasta la hora de dormir. Dejo la puerta entreabierta y avanzo por el amplio recibidor. Frente a el, las escaleras daban acceso al piso superior; a la derecha se situaba la cocina con una despensa y una pequena habitacion, destinada a los sirvientes que nunca hubo en la casa; y a la izquierda, se distinguia un amplio comedor y otra habitacion mas. En ese momento oyo voces arriba y se sobresalto. Se suponia que el doctor estaba solo. Subio en silencio y se acerco sigiloso a la puerta de la biblioteca. El hombre hablaba con alguien, pero enseguida cayo en la cuenta de que estaba usando el telefono. Se disponia a bajar cuando algo de la conversacion le detuvo. --Manana vendra a verme ese antiguo alumno del que le hable, Lucas Drusell. (...) --Si, le dare los tres cuadernos, ademas del escrito que ahora mismo he terminado, en el que lo explico todo. (...) --Si, eso es. Es diferente del que tengo preparado para entregar a la policia. Tambien ese lo acabo de terminar. (...) --No. Tengo mis motivos para pensar que el puede ser una pieza importante para resolver este asunto. (...) --No estoy seguro de que se acuerde de mi, pero no importa. Estoy convencido de el se ha visto afectado, aunque todavia no lo sabe. Una vez se lo explique todo, nos ayudara. Drusell sera una pieza clave para contrastar todas mis afirmaciones y proporcionar mayor validez a mis argumentos, una vez nos decidamos a entregarselo todo a las autoridades. Pero primero debo ganarme su confianza antes de contarle toda la verdad; sera duro para el. Hay que acabar con todo esto, lo que hacen alli no tiene nombre. El intruso noto como la ira aumentaba en su interior y sintio deseos de matar con sus propias manos al anciano. Tal y como imaginaba, se habia ido de la lengua y lo que habia oido seguramente no seria mas que la punta del iceberg. Cerro los punos con fuerza y respiro varias veces hasta que consiguio calmarse. Aunque sabia que nunca podrian encontrar pruebas que lo involucraran, tenia que parecer un accidente, y utilizar un poco de gasolina era algo muy distinto de abrirle la cabeza con un hacha. No obstante, habia conseguido una informacion muy util. <>: no debia olvidar ese nombre. Se felicito en su interior por encontrarse alli en aquel instante y se dispuso a terminar su cometido. En una de las paredes del salon, una timida lumbre crepitaba en la chimenea. Era mas de lo que necesitaba. Esparcio pequenos troncos de la lenera alrededor del hogar, mientras miraba a su alrededor con aprobacion: paredes forradas de listones de pino, una gran mesa de roble, todo el suelo alfombrado... El viejo iba a tener una pira funeraria impresionante. De su mochila extrajo un pequeno bote de gasolina. Esparcio el combustible por la alfombra y golpeo una de las brasas con un tronco. Esta salto de la chimenea y en un instante, toda la alfombra prendio. La figura abandono la casa y cerro la puerta con cuidado tras de si. Rodeo la pared hasta situarse bajo la ventana de la biblioteca y alli dejo un pequeno objeto con cuidado. Desanduvo el camino hecho y al cabo de unos instantes ya estaba fuera de la propiedad. Jose Antonio Brull colgo el viejo telefono, colocandolo sobre el interruptor de gancho, y se sento en el comodo sillon que utilizaba para leer. La biblioteca constituia para el su recinto sagrado. Era la sala mas grande de la casa. Cuando adquirio la vivienda, reformo esa habitacion, tirando varios tabiques para dejar espacio a su amplia coleccion. Asi, las cuatro paredes estaban adornadas con elegantes estanterias repletas de libros cuidadosamente ordenados. En un lugar accesible conservaba, ademas, los cuadernos en los que, durante su dilatada carrera profesional como psiquiatra, habia ido anotando la evolucion de los enfermos tratados por el. Durante unos minutos estuvo sentado, sin hacer nada, pensando en la reunion del dia siguiente. Su antiguo alumno no habia confirmado su asistencia, ni la recepcion de la carta, pero estaba seguro de que acudiria. No sabia por que tenia esa certeza, como si lo conociera de siempre, a pesar de que habian hablado en contadas ocasiones. De pronto, tuvo la sensacion de no estar solo. Percibio en su cuerpo un estremecimiento que le resultaba familiar

  • Gorrion rojo de Jason Matthews

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    Un thriller magistral al mas puro estilo James Bond cuyo autor ha sido agente de la CIA durante 36 anos
    La oficial Dominika Egorova es un “gorrion” (una especie de cortesana en la inteligencia de la Rusia postsovietica) que debera operar contra Nathaniel Nash, un joven y ambicioso agente de la CIA entrenado para infiltrarse en el espionaje ruso. Pero ambos se enamoraran y pondran en peligro sus carreras y la seguridad del topo mas valioso de Estados Unidos. Buscando venganza contra sus desalmados jefes, Dominika se dejara reclutar por la CIA y entrara en un perverso juego que desembocara en un climax electrizante.

    En marzo de 2018, la FOX estrena en cines Gorrion rojo, pelicula basada en el libro y protagonizada por Jennifer Lawrence y Jeremy Irons.

  • El arte de perder el control de Jules Evans

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    Hay otro lado de la existencia que, por mas que intentemos, no podemos ignorar.

  • Finanzas Pop de Mariano Pantanetti

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    Irreverente por momentos y riguroso siempre, Mariano Pantanetti analiza la cultura popular en busca de patrones y tendencias para que el lector pueda aprovechar oportunidades de inversion y protegerse de los riesgos del mercado de manera unica, de manera pop.

  • Stieg Larsson. El legado de Jan Stocklassa

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  • Volver a empezar (Desde las cenizas 1) de Lorena R. Jeffers

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    A lo mejor no nos reconoceremos, pero nos volveremos a ver. Por ahora, mi amor, vive…

  • Cuando quieras de Zoe Hanley

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    Me sentia casi desnuda con el camison de hilo blanco que llevaba. Y practicamente lo estaba. Debajo de la fina pieza de tirantes, nada, como siempre. Pero me alegraba de que no me lo hubiera quitado.

  • Llena de Voluntad de Inmaculada Lerma Lerma

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    ?Como sobrevivir a los cambios de la vida? “Llena de voluntad” es una historia de lucha por la vida, pero es una lucha existencial, los personajes se mueven buscando su lugar en el mundo actual. Un mundo donde la crisis economica, politica, social y tambien espiritual ha tambaleado todos los cimientos de nuestra vida, sobre los que soliamos descansar, y ahora para sobrevivir tenemos que reinventarnos y buscar nuevos asideros, nuevos proyectos, nuevos ideales o pensamientos.
    Maria, la protagonista de esta novela, que es profesora de Lengua Castellana y Literatura y tambien escritora nos cuenta sus vivencias en primera persona con un tono bastante ameno y poetico y un afan reflexivo. A ella, que tenia una vida muy estable y acomodada, le ocurre un suceso inesperado, que hace que se tambaleen todos sus pensamientos, sus sentimientos, sus creencias y entrara de lleno en una crisis de tipo existencial y espiritual. A partir de este momento, buscara una salida que de solucion a sus problemas.

  • No mas secretos, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Elisabeth de Paolo Sortino

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    Esta turbadora novela reconstruye uno de los casos de la cronica de sucesos mas atroces de estos ultimos anos: en agosto de 1984, en una pequena ciudad austriaca, Josef Fritzl rapta a Elisabeth, su hija de dieciocho anos, y la encierra en un bunker nuclear proyectado por el y construido en los cimientos de su propia vivienda. La mantendra prisionera durante casi veinticuatro anos, y de las repetidas relaciones incestuosas a las que la obligara naceran siete hijos. Elisabeth es la protagonista absoluta de una historia que agarra al lector y lo lanza a un laberinto de amor y locura, de terror y deseo. <> (Giorgio Vasta, Il Manifesto).

  • El anonimo de Natasha Preston

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  • Vientos de traicion de Christine Mangan

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    Alice Shipley y Lucy Mason eran inseparables: aunque con pasados totalmente opuestos, sus dias en la universidad se sucedieron entre risas, aventuras y libros. Hasta que algo sucede que las aleja para siempre. Alice pronto se casa y, en un arrebato de amor, se traslada a vivir a la tormentosa Tanger de 1956, un Marruecos que se acerca peligrosamente a su fin colonial y bulle repleto de conspiraciones. Pero la ciudad blanca no es lo que Alice esperaba: con John siempre ausente, ni el exotismo de sus calles ni la fragancia de sus aromas logran despertar su interes.
    Pero un buen dia Lucy llamara a su puerta; su aparicion sera un maravilloso soplo de aire fresco y juntas descubriran un Tanger muy diferente, mas misterioso, mucho mas peligroso.

  • Finge que me quieres de Lucy Score

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    Una casa, un trabajo y un novio increible durante un mes. ?Que podria salir mal?

  • Sola en mi oscuridad (Eternity) de Carolyn Sanfel

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    Primera entrega de la saga Eternity, promete una historia llena de amor y romanticismo, accion, y mucho sexo… Vampiros, licantropos, brujas… todos juntos seran tu companero ideal. Todo en la vida de la joven Juliette era tranquilo. Tenia diecisiete anos, una familia que la adoraba, un novio que la queria… hasta que un dia un barco pesquero llego a Livorno. Giovanni era un poderoso vampiro creado en el siglo XII, cuando llego al puerto de Livorno, jamas penso que se enamoraria perdidamente de una humana.

  • AMOS Y MAZMORRAS IX de Lena Valenti

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    EL MUNDO DE LA NOCHE Y EL PECADO.
    UNA CIUDAD CORRUPTA Y PROHIBIDA.
    TRES HERMANOS DOMINANTES, SALVAJES Y MALDITOS.
    Y UNA MUJER QUE NO ESTA PARA TONTERIAS.
    QUE EMPIECE EL JUEGO.

  • Te dibujare una armadura de Viviana Fernandez-pico

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    Mi nino no dibuja ni escribe, tampoco lo intenta. Coge el lapiz, hace una raya y con eso es suficiente. Entonces le obligo a hacer sus cuadernos de caligrafia, a unir puntos, a crear formas. Se concentra, se esmera, pone interes y despues vuelve corriendo a su lado de la orilla, adonde quiera que el vive, adonde no puedo acompanarle.

  • Operacion Bifrost de Nuell Martin

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    Zach Schneider lo ha perdido todo. Lo unico que le queda es su palabra; y quizas incluso deba darsela a un grupo de personas con pocos escrupulos y mucho poder que desde un chalet de lujo en los Alpes alemanes se encuentra en situacion de ofrecerle reflotar su vida si les ayuda con sus ambiciosos planes. Su busqueda de justicia le embarcara en un arriesgado viaje sin retorno que hara tambalear sus firmes convicciones morales y en el que debera elegir entre mantener su palabra o su integridad; aun a riesgo de perder ambas.

  • Espana de mierda de Albert Pla

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    Una novela on the road hilarante, bella, onirica y canalla por las tierras de Espana.
    Raul Gadea, un joven cantante uruguayo, y Tito, su representante y maximo exponente del Madrid de Lavapies, se embarcan en una gira de conciertos por varias ciudades espanolas.
    En su periplo quijotesco, un viaje iniciatico y rocanrolero no exento de critica salvaje, viviran episodios tan surrealistas como epifanicos, dotados de lirica y realismo cruel. Las aventuras y desventuras de Raul y Tito reflejan el espiritu de nuestro tiempo, el desconcierto del individuo ante un paisaje cambiante sin rumbo fijo, y dan fe del sabio, fresco y original estilo narrativo del autor: directo, lucido, comico-visceral, sensible, preciosista, tierno, cabron.
    Albert Pla irrumpe con fuerza en el panorama literario con este impresionante debut, lanzandose a los caminos de la ficcion con una voz tan personal como unica.