• libro el diablo de los numeros - Melody Calixto

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    Los primeros rayos del sol entraron por mi ventana obligandome a abrir los ojos de mala manera, odiaba madrugar asi que maldije el modo en el que habia despertado. Me esperaba un dia lleno de asuntos que arreglar, ante todo era un profesional y no debia abandonar mis negocios; en breve llegaria una mercancia de cocaina desde el norte de Africa y como no podia ser de otra manera, tenia que conocer todo detalle de la operacion; de ello dependia que unos miles de euros llegaran a mi poder y fuera un poquito mas millonario. Aun sin levantarme de la cama tome mi telefono, marque el numero de Fabio, mi mano derecha y tambien mejor amigo por el momento, ya que en estos negocios quien menos lo esperas te puede traicionar, aunque el conocia las consecuencias de ello... la traicion se paga con la vida en estos mundos y yo no pensaba flaquear en ese sentido, debia mantener mi reputacion. Tras unos largos y desesperantes tonos, una voz familiar atendio al otro lado del telefono, con voz contundente y segura contesto: --Ya estoy en la costa, no te pongas dramatico. --Dijo en tono tranquilizador. --No esperaba menos de ti. --Respondi aliviado--. No olvides pagarle su parte a Matteo Bertotti. Matteo Bertotti, un inspector de policia que amablemente trabajaba para nosotros, le pagaba una cantidad de dinero bastante tentadora y el a cambio se volvia ciego, sordo y mudo, de esta forma me beneficiaba de ciertos privilegios con la ley, asi eran las reglas del juego, todos tenemos un precio. Colgue a Fabio despues de aclarar el panorama y tranquilizarme con la buena noticia; eche un vistazo a mis mensajes, mujeres, negocios y mas negocios. Borre algunas chicas que me dejaron de interesar y bloquee a algunas otras, total para lo que las queria cualquiera que me gustara fisicamente me servia, he de reconocer que tenia mucho exito con las mujeres, supongo que mi aspecto y mi condicion economica las conquistaba sin mucho esfuerzo. Ya en pie, me contemple en el espejo enterizo de mi habitacion, encantado de haberme conocido y como si de una gran obra de arte se tratara, me contemple con admiracion cada parte de mi cuerpo. --!Joder! Cada vez estoy mas bueno... no puedo con tanta perfeccion. --Me halague. Para ser sinceros no estaba nada mal, contaba con treinta anos recien cumplidos, cuerpo escultural, rubio y con ojos azules, creia ser el creador de todo y merecedor de una vida cargada de cosas maravillosas, como si eso fuera lo realmente importante en la vida. Despues de agasajarme una y otra vez, me dispuse a darme una larga y relajante ducha. Mi movil comenzo a sonar y aun sin haber terminado mi bano sali rapidamente completamente lleno de jabon; seque mi rostro rapidamente y enrede una toalla a la cintura para atender cuanto antes a la llamada, en cuestion de segundos las cosas se podian torcer en ese terreno tan pantanoso como el del narcotrafico. Un incomodo silencio al otro lado de la linea hizo que presagiara lo peor, la falta de informacion aumento mi desesperacion. Algo debio salir mal en cuanto Fabio volvia a repetir su llamada, no era lo habitual en el. --!Habla Fabio! --Ordene--. ?Que ha pasado? Deduje que estaba preso del panico, no se si tenia miedo a mi reaccion o a lo que le hubiese ocurrido, la incertidumbre se estaba apoderando de mi y la paciencia no era una de mis grandes virtudes. --!Que hables Joder! --Grite impaciente. --Los Cannavaro se han adelantado... nos han robado la mercancia. --Tartamudeo. Colgue el telefono sin mas, necesitaba pensar, planear algun tipo de venganza por lo sucedido y hacerles entender a esa familia que con Elio Carletti no jugaba nadie, tampoco me convenia dar la imagen de debil, en Italia me conocian por ser despiadado y no queria que cambiaran de parecer. Me volvi a meter en la ducha para terminar lo que habia comenzado y centrarme en algun plan maligno que hiciera arrepentirse a esos inconscientes. 2 Transcurrio un dia desde lo sucedido con mi mercancia, tiempo suficiente para que los Cannavaro confiaran en el triunfo de su hazana. Ellos, nuestros eternos competidores por quedarse con el mejor trozo del pastel; en toda historia siempre existe un enemigo, en la mia eran todos y cada uno de los miembros de esa familia. Sin meditarlo demasiado me puse en contacto con algunos de los hombres que trabajaban para mi, queria lo que me pertenecia a como diera lugar o por lo menos que recibieran un buen escarmiento. Ordene que me trajeran al mas joven de la familia, un chico llamado Gabriel de unos dieciocho anos, a mi parecer no tenia nada que ver con el negocio, pero la vida podia ser muy injusta, a veces pagaban justos por pecadores. Les di instrucciones a mis hombres sobre lo que debian de hacer con el, el plan era llevarlo a mi lugar secreto donde los traidores, ladrones y demas escorias recibian su merecido. Me vesti de forma informal con ropa deportiva, para el trabajo sucio no habia que usar nunca ropa de calidad, las manchas de sangre son demasiado dificiles de quitar y pense que ninguno de ellos merecia que me preparara para la ocasion. A penas transcurrio una hora y mi equipo de trabajo (como me gusta llamarlos) me tenian a ese desgraciado en el lugar acordado, un descampado situado lejos de la ciudad, cuanto mas lejos, menos testigos. Al estacionar mi coche fuera de la pequena choza, pude oler el miedo de aquel inocente, por lo visto salia de la universidad donde estudiaba, mala suerte pertenecer a ese circulo vicioso, donde no existia la bondad, ni el perdon. Entre con toda seguridad, haciendo entender a todos los presentes que alli estaba yo; cualquier persona con un minimo de sentimiento hubiera sentido lastima por Gabriel, ese chico maniatado y con la cara tapada con un pasamontana. Me acerque a el y de un gesto le arranque el trozo de tela que cubria su rostro, representaba la viva imagen del miedo. --No te preocupes, te voy a dar una oportunidad. --Susurre en su oido. Habia que estar preparado para cualquier imprevisto, asi que tome el telefono que utilizaba para estos casos, uno totalmente equipado para no poder ser descubierto, ni el numero real ni tampoco la ubicacion, imposible de rastrear por ningunas de las formas existentes. Teclee el numero del que supuse que seria el perrito faldero del cabecilla de la familia. --Tremenda osadia la de ustedes ?no? La mercancia la quiero en la costa en una hora ?entendido? --Ni lo suenes, esta vez no te saldras con la tuya. --Respondio con firmeza la sabandija asquerosa al otro lado. --Bueno... tengo aqui al pequeno Cannavaro, te lo paso para que se saluden y puedan llegar a un entendimiento. Le extendi el telefono para que hablara, la imagen no podia ser mas digna de un cuadro; el joven no articulaba palabra mientras que el aburrimiento se apoderaba de mi con tanto drama. Bostezaba, miraba mi reloj... todo para hacerle entender que mi tiempo era muy preciado y lo estaba perdiendo con alguien que para mi no tenia ni un apice de importancia. Tras un tiempo prudencial en el que todo eran llantos, dudas y tragedia, decidi que era hora de que acabaran la charla. --Una hora, ni un minuto mas. --Adverti. Colgue sin quitar la mirada de Gabriel por el que solo sentia un gran desprecio. Las imagenes de mi ninez visitaron mi mente, esa maldita familia siempre fue un lastre para nosotros, recordaba cuando solo tenia siete anos de edad y el padre del sujeto que se encontraba a escasos centimetros de mi acabo con la vida de mis padres delante de mi sin una pizca de piedad. Paseabamos por un precioso parque situado en Napoles, cuando dos disparos me hicieron aprender lo que era la maldad de ese mundo al que siempre perteneci sin saberlo, el patriarca de esa familia ordeno matar a mis padres por un tema similar al que estaba viviendo en aquellos instantes. Desde entonces, Marco mi unico tio se encargo de mi, hasta que cumpli los dieciocho anos, en mi propia fiesta de cumpleanos lo mataron de forma similar a la de mis padres. En mi interior solo quedaba odio, resentimiento y ganas de venganza, asi que segui con el negocio familiar, necesitaba vengarles de alguna manera y para ser francos me parecia un "trabajo" bastante "facil". Cerre los punos de rabia al recordar cada episodio de mi vida, yo al menos le estaba dando la oportunidad para que rectificaran, aunque en mi cabeza cabia la posibilidad de que el chico acabara como el rosario de la aurora. Mi paciencia se estaba acabando y las agujas del reloj a penas se movian, los minutos parecian hora, desesperado no paraba de contemplar la grotesca imagen de ese chico asustado, me recordaba a mi con su misma edad. Por fin la espera acabo, llame p

  • EL DIABLO DE LOS NUMEROS - Casa del Libro

    https://www.casadellibro.com/libro-el-diablo-de-los-numeros/9788415937265/2179180

    A Robert no le gustan las Matemáticas porque no las acaba de entender. Pero una noche sueña con un diablillo que pretende iniciarle en la ciencia de los ...

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  • El diablo de los números - Wikipedia, la enciclopedia libre

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    El Diablo de los números, (alemán: = Der Zahlenteufel. Ein Kopfkissenbuch für alle, die Angst vor der Mathematik haben) es un libro de cuentos para niños y ...

  • EL DIABLO DE LOS NÚMEROS, de hans magnus enzensberger

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  • Kentukis de Samanta Schweblin

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    Una nueva novela de la prestigiosa autora argentina Samanta Schweblin que desvela el lado mas inquietante de las nuevas tecnologias.

  • Hijos felices de Alicia Banderas

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    Hasta no hace muchos anos, la psicologia infantil se basaba n el tratamiento de los transtornos psicologicos centrados en los aspectos mas negativos, en los deficits y las patologias. Hoy sabemos que es tanto o mas efectivo potenciar las cualidades positivas de los ninos, sus virtudes y sus fortalezas. En su nueva obra, Alicia Banderas hace uso de su expeeriencia para ayudar y ensenar a padres, madres y a todas aquellas personas involucradas en el mundo de la educacion, a emprender la apasionante tarea de ayudar a los ninos a fortalecerse para que luchen por su propia felicidad. Hijos Felices expone numerosos casos practicos tratados por la autora, y reflexiona sobre las teorias mas novedosas de la emergente psicologia positiva; todo ello escrito en un lenguaje claro, directo y sencillo.

  • Preston y Lisa (Hermanos Sullivan 3) de Abril Camino

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    --?Que voy a hacer sin ti, mi pequena Lisa Simpson? Lisa sonrio ante el comentario de Emily. Desde que tenian uso de razon, su mejor amiga la habia torturado con el apodo de la celebre empollona de los dibujos animados amarillos. En aquella calida tarde de primavera, sentadas en el sofa del apartamento que habian compartido durante casi siete meses, habria permitido que Emily le llamara como quisiera. Estaban celebrando una pequena fiesta de despedida. Despedida, porque hacia ya algunos dias que Emily se habia mudado a vivir con su flamante novio, Travis Sullivan. Y pequena, porque ambas se habian negado a invitar a nadie mas. Con casi una botella de vodka compartida, varias bolsas de patatas fritas de diferentes sabores a medio comer y un par de cigarrillos que Lisa guardaba para emergencias festivas, parecia que habia llegado el turno de ponerse sentimental. --?Que que vas a hacer? Follar como una loca con el chulazo de tu novio y acabar la carrera cuanto antes para darme un sobrino. Eso es lo que vas a hacer. --?No vas un poco deprisa? --?Yo? Te recuerdo que te has ido a vivir con el despues de tres semanas de relacion. --?Crees que me estoy equivocando? ?O que te estoy dejando colgada? --!No! !Claro que no! A ninguna de las dos cosas. Travis es fantastico, te va a tratar como a una reina. Y yo no creo que tarde demasiado en encontrar a otra companera de piso. --Pero tu dejaste toda tu vida en Boston para venir aqui a vivir conmigo, y ahora yo me marcho. --!Deja de torturarte, Emily, por Dios! Nos vamos a ver casi a diario. No pienso permitir que Travis Sullivan te acapare, tonta. --?De verdad no estas molesta? --Que noooo... Em, ?tu sabes lo que me alegro de que hayas encontrado a un hombre que te hace feliz? ?Es que te olvidas de todo lo que hemos pasado juntas? -- La voz de Lisa se quebro un poco. El alcohol y los recuerdos eran los claros culpables. --?Y tu que, Lis? ?Cuando vas a encontrar tu a alguien que te haga feliz? --!Aaaah, no! !Esto si que no! No voy a aguantar un sermon en tu fiesta de despedida. --Ya esta bien de tomartelo a broma, Lisa. Tienes que dejar de disfrazarte. --Emily... No quiero que nos peleemos en tu ultimo dia aqui. --Ni yo. Pero no soporto ver como te escondes del mundo. --No me escondo del mundo, Em, no me cabrees. Tengo un monton de amigos en la facultad, salgo con las chicas de vez en cuando... Hasta he socializado con los Sullivan, pese a que queria matar a dos de ellos hace menos de un mes. --Tienes que buscar ayuda, Lisa. Esto ya no tiene gracia. Mirate. Por Dios santo, !si estas buenisima! --se burlo Emily, senalando a su amiga. El aire acondicionado de su apartamento llevaba semanas estropeado, asi que habian tenido que aligerarse de ropa para celebrar aquella pequena reunion. Con un short blanco de algodon y una camiseta a juego atada bajo su pecho, el cuerpo de Lisa presentaba una version que nadie mas que Emily conocia. O, al menos, que nadie habia visto en los ultimos cinco anos. Lisa se apresuro a soltar el nudo de su camiseta, dejando que le cayera languida hasta las caderas, mientras emitia un sonoro bufido que habria asustado a cualquiera. A cualquiera menos a Emily, claro, que no solo la conocia lo suficiente como para saber que era inofensiva, sino que no cejaba jamas en su empeno de hacerla entrar en razon. --?Es que nunca vas a entender que lo ultimo que quiero en este mundo es estar buena? --Lisa, por favor. Aquello ya paso. Han pasado cinco anos, joder. --Emily... --Lisa reunio fuerzas para hablar; los nervios se le habian quedado atravesados en la garganta--. Aquello nunca pasara. || Una semana despues del traslado definitivo de Emily, Lisa se encontraba ante el tablon de anuncios de la escuela de Leyes de Columbia, tratando de hacer un hueco a su cartel. Mas le valia que apareciera alguien pronto o tendria que buscarse un trabajo para pagar la parte del alquiler de la que Emily se habia hecho cargo hasta entonces. Sus padres se habian ofrecido a aumentar el dinero mensual que le pasaban, pero Lisa preferia solucionar el problema de la companera de piso cuanto antes. Cuando empezo a recular para comprobar el efecto que producia su cartel en medio de aquella marana de anuncios, sintio que su talon se clavaba con fuerza en el pie de otra persona. --!!Ah, joder!! --chillo a su espalda una voz que le resulto conocida. Cuando se giro, se encontro cara a cara con Preston Sullivan, el hermano gemelo de Travis. --Lo siento, lo siento, lo siento --se disculpo, acalorada. Ella no era alumna de aquella universidad, pero no podia evitar morirse de verguenza tras su involuntario ataque a uno de los profesores. --?Laura? --Lisa. --?Que? --Que me llamo Lisa. --?No eres Laura, la amiga de Emily? --No. --Le sonrio--. Soy Lisa, la amiga de Emily. --Vaya. Mierda, perdona. No soy muy bueno con los nombres. --Ya veo. --Lisa senalo el pie de Preston--. ?Te he hecho dano? --No, que va. No te preocupes. --Pues gritaste como una nina. --?Eh? Ah... ya, ya. Es solo que me pillaste por sorpresa. --Vale. --?Estudias aqui? --No, estudio Informatica en la Universidad de Nueva York[1]. He venido a Columbia a colgar los carteles porque es la facultad mas cercana al piso. --?Estas buscando companero de piso? --Companera. --Ah, ya. --Si supieras de alguien interesado, ?podrias comentarselo a Emily, por favor? --!Claro! --Bueno, Peter, ya nos veremos por ahi --se despidio Lisa, guardando el resto de carteles en su maletin de cuero de forma apresurada. --Preston. --?Que? --Que me llamo Preston --respondio el con una gran sonrisa. --Lo siento. Yo tampoco soy muy buena con los nombres. --Le devolvio la sonrisa y se marcho por donde habia venido. Ya llegaba bastante tarde a la cita para comer con Emily en el restaurante de comida organica favorito de su amiga. Lisa cruzo la seccion de Broadway que atraviesa el campus de Columbia a toda la velocidad que le permitia el peso de su maletin. La parte incomoda de estudiar una carrera que le apasionaba era cargar con el portatil como un apendice mas del propio cuerpo. Echo un vistazo por el enorme ventanal del restaurante y arrugo la nariz con un poco de fastidio al divisar a Travis sentado junto a Emily. Se sintio asquerosamente egoista por un instante. Emily era su mejor amiga desde que tenia uso de razon. Habia sufrido una adolescencia horrible, postrada primero en una cama, y despues en una silla de ruedas. Habia superado todos sus complejos y miedos -algo cuya dificultad Lisa comprendia mejor que nadie- y se habia enamorado de un hombre encantador, que la trataba tan bien que ni siquiera Lisa tenia nada que objetar. Pero no podia evitar echar de menos las comidas de chicas a solas. Egoista, si, sin duda. --Perdon, perdon, perdon. Llego tardisimo, lo se. He tenido una manana de locos. --No te preocupes, nosotros acabamos de llegar --la disculpo Emily. --!Cono, Peter! --espeto Lisa en cuanto levanto la vista y se encontro de frente con el gemelo de Travis, del que se habia despedido apenas un cuarto de hora antes. --Laura... Travis y Emily se miraron con incomprension, justo antes de que a Lisa y a Preston les diera un pequeno ataque de risa. --No voy a preguntar --dijo Travis, entornando los ojos hacia su hermano. --Mejor. || Preston y Travis se pelearon por compartir la parte de los postres a la que renunciaron Lisa y Emily. Por mucho que las chicas hablaran maravillas de aquel restaurante tan moderno, los gemelos Sullivan seguian siendo unos buenos chicos del oeste que solo quedaban satisfechos despues de comer unas cuantas libras de proteina animal. Preston se repantigo lo mejor que pudo en aquella incomoda silla de diseno y analizo de arriba abajo a Lisa. No es que estuviera interesado en ella - !Dios lo librara!-, pero habia costumbres que iban ligadas al ADN de cada uno y la de repasar a cualquier mujer que se le pusiera delante era intrinseca a el. El aspecto de la amiga de Emily era terrorifico. Era bastante alta, mas que la propia Emily, pero no podria adivinarse su cuerpo ni con la vision de un superheroe, ya que siempre lo escondia tras capas y capas de ropa deportiva. Y ropa deportiva no eran, ni por asomo, tops de licra y mallas ajustadas. No. Eran chandales informes y sudaderas masculinas. Llevaba el pelo, de un color indeterminado entre el marron y el negro, mas corto que el propio Preston. No prestaba especial atencion a la depilacion, ya que siempre tenia sobre el labio superior una sombra de vello que, incomprensiblemente, parecia ser pelirrojo. Tenia los ojos claros, verde azulados, pero jamas la habia visto sin unas espantosas gafas redondas de montura metalica. Completaban el conjunto unos brackets metalicos que serian la pesadilla de cualquier adolescente y una cadena al cuello de la que colgaba una llave USB con forma de pinguino. Si todas las mujeres fueran asi, seria sencillisimo para Preston cumplir la promesa que habia hecho semanas atras a su asesor de campana de no volver a meterse en lios de faldas. Por desgracia, no lo eran, y el sabia que aquella promesa iba a ser muy dificil de cumplir. II --Una mas y me marcho, Preston. Emily va a matarme. --Por Dios santo, Trav, no seas calzonazos. Empiezas a parecerte a Parker... --No digas tonterias --rebatio Travis, como si le hubiese mentado al diablo--. ?Vas a ir a casa en las vacaciones de primavera? --No creo. Me apetece hacer una escapada a Londres para ver a mis amigos. La vuelta a Nueva York fue tan precipitada que de algunos ni siquiera pude despedirme. Ni de algunas... --Preston sonrio, al tiempo que indicaba a la camarera con un gesto de su mano que les sirviera otras dos copas y, con una sonrisa, que estaria disponible para lo que ella dispusiera. --No vas a cambiar nunca, ?no? --!Ojala! Me va a tocar cambiar dentro de poco. Mi asesor de campana me obliga a portarme bien. --Preston, ?tu estas seguro del paso que vas a dar? ?No seria mejor que siguieras dando clase y meterte en politica dentro de unos anos? --Es que el momento es ahora. Todo el partido quiere hacer una campana para modernizarse, sobre todo en la costa este. Y yo parezco la persona adecuada. Les gusta el hecho de que haya vivido en Europa, que tenga experiencia en derecho internacional, tambien una cuestion de imagen... --O sea, que te quieren por guapito --se burlo Travis. --No es eso, listo. Es por la edad, mas que nada. Quieren venderme como el futuro congresista mas joven del pais. --?Y como vas a llevar lo de portarte bien? --Pues mal. Lo que peor llevare, seguro. --Preston exhalo un suspiro resignado--. Asi que tendre que aprovechar el tiempo hasta que mi cara empiece a salir en la prensa. Travis se distrajo consultando el movil lo que a el le parecieron cinco segundos. Suficientes para que Preston invitara a sentarse con ellos a dos amigas que debian de ser, como minimo, modelos de Victoria's Secret . Cuando volvio en si de la sorpresa, la mano de una de ellas reptaba por su muslo, dejando muy claras sus intenciones. La cara de Emily se represento en su cabeza como si se hubiese hecho corporea alli mismo, lo que le hizo sonreir. Se levanto, le guino un ojo a su hermano y empezo a despedirse. --Senoritas, las dejo en buena compania. Yo tengo que irme. --!Oh! !Que pena! --dijo una de ellas, con tono tan impostado que hizo que Travis deseara estar ya en el taxi. --Mi querido hermano gemelo es un hombre emparejado. Vais a tener que conformaros conmigo. --Preston fingio un puchero. Travis puso los ojos en blanco y trato, sin exito, de contener la risa, cuando escucho aquella tecnica tan burda, incluso para Preston. --Adios, Preston. Nos vemos manana. A las ocho, ?de acuerdo? --?Manana? --Cena en Harlem. ?Recuerdas? --Pues, si no me lo llegas a recordar, ni de cona... Nos vemos alli. --Choco un puno con su hermano y, a continuacion, se dirigio a sus dos companeras de mesa--. Bueno, senoritas, ?sabeis que tengo un piso en Brooklyn con unas vistas fantasticas de la ciudad? Las risas de Travis aun se escuchaban mientras se subia al taxi camino del apartamento que compartia con Emily en Hell's Kitchen. || --Dios mio, esto esta increible, Amy --comento Lisa, con la boca medio llena. Los tres hermanos Sullivan, junto a Emily, Amy y la propia Lisa llevaban ya mas de una hora degustando las delicias de la cocina afroamericana. --?Verdad que si? El restaurante es de un amigo de mi madre. Han abierto hace poco tiempo. --?Y tu madre trabaja aqui? --pregunto Emily. --Si. Ahora que Katie vive ya con nosotros de forma casi definitiva, puede permitirse los horarios. --?Todo listo para la boda? ?No te has arrepentido aun de casarte con este imbecil? --se burlo Preston, ganandose un punetazo de Parker en el hombro. --Iremos a Arizona en las vacaciones de primavera para dejarlo todo cerrado --los informo Amy, riendose todavia de la indignacion de su novio. --Estais completamente locos. --Dejalos en paz, Preston. Que tu le tengas aversion al amor, no significa que ellos esten locos por casarse. --?Quien mas opina que hay que estar mal de la cabeza para casarse antes de los veinticinco? --pregunto Preston, medio en broma, medio en serio, al tiempo que levantaba la mano para emitir su voto. Todos se rieron, entre otras cosas porque Preston tenia, desde nino, la capacidad para reirse de todo y de todos sin que nadie se ofendiera. Solo Lisa alzo su mano tambien, ganandose una sonrisa radiante de Preston y un pequeno vuelco interior al ver que el le lanzaba un beso y un guino desde el otro lado de la mesa. La proxima boda de Parker y Amy monopolizo la conversacion de las chicas, y los planes de despedida de soltero, la de los chicos, pero la cabeza de Lisa estaba muy lejos de aquella mesa. ?Por que le habia afectado ese beso de broma de Preston? Hacia cinco anos que no recibia ningun tipo de atencion por parte de un hombre, y eso era justo lo que deseaba. Que nadie la mirara, que nadie se sintiera atraido por ella, pasar inadvertida. Y, ahora, ante la primera muestra de afecto, incluso en aquel tono frivolo, se estremecia por dentro. Parker y Travis debian de estar muy interesados en la despedida de soltero para no darse cuenta de que Preston tenia la mente en otro lugar. Sabia que el coqueteo era inherente a su comportamiento, pero no tenia ningun sentido haberse puesto tonto con Lisa. Llevaban cerca de un mes coincidiendo con frecuencia, y cada vez le caia mejor aquella chica. Sus hermanos siempre habian bromeado con que era imposible que Preston tuviera una amiga, porque tardaria apenas unas horas en llevarsela a la cama. Lisa parecia desafiar aquella afirmacion, por mucho que Preston se avergonzara de que el motivo fuera su aspecto fisico. Y, ahora, de repente, le lanzaba un beso, le guinaba un ojo y se comportaba como si de verdad estuviera intentando acostarse con ella. --Entonces, ?Las Vegas? --escucho, como a lo lejos, a su hermano Travis. --Las Vegas. Sin duda. --Preston retomo el contacto con el mundo real, y se le hizo la boca agua al pensar en lo que Las Vegas podria ofrecerles en esa despedida de soltero. --Por cierto, Preston, ?te tiraste ayer a las dos rubias del bar? --Pseeee... Un caballero no habla de esas cosas. --O sea, que si. --Parker se echo a reir, al tiempo que alcanzaba un paquete de cigarrillos del bolsillo de su cazadora y le hacia un gesto a Preston para que lo acompanara fuera. Hacia una noche excelente, asi que salieron a la calle en manga corta. Los seis ojos femeninos siguieron cada uno de sus movimientos, desde los tatuajes de Parker tensandose sobre los musculos de sus brazos hasta las largas piernas de Preston enfundadas en unos vaqueros que le quedaban como un guante. --Hola, chicas... Sigo aqui --protesto Travis entre risas--. !Emily! !Al menos tu, mirame a mi! --No seas bobo, no estabamos mirandolos a ellos --se defendio su novia, apoyando, carinosa, la cabeza sobre su hombro. Lisa y Amy ni siquiera hicieron amago de justificarse. En la calle, Preston trataba de convencer a Parker para salir esa noche. --No puedo. Es la primera vez que dejamos a Katie con una canguro, y quiero ver que tal le ha ido. --Eres todo un padre de familia --se burlo Preston, encendiendo el cigarrillo que le habia ofrecido su hermano. --Si, no te lo voy a negar. Tu puedes reirte, pero yo estoy encantado. --Ya lo se. Sabes que te lo digo de broma, ?verdad? --Claro que si. --Parker le sonrio--. Y tu, ?que rollo te traes con Lisa? --?Yo? ?Con Lisa? --?Era cosa suya o su voz se habia agudizado unos cuantos tonos?--. Nada, joder. Hemos coincidido un monton de veces con Travis y Emily, y me cae muy bien, pero nada mas.

  • Amor y vino de Erina Alcala

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    Papa -le dijo Gino a su padre en su casona de la Toscana. -?Que pasa hijo? -He conseguido una importante venta a Estados Unidos, una red de restaurantes nuevos, en todo el pais, sobre todo en Nueva York. -Eso es estupendo, hijo, este ano nos viene mejor que nunca Gino. Tenemos excedente de cosecha que no vamos a poder vender. -Tu lo has dicho, pero hay un problema. -?Que problema si has encontrado donde introducir nuestros excedentes? -Lo seria si no nos faltara produccion. -Ahora te introduces en el mercado americano y vas a vender, no solo lo que nos sobra, sino lo que nos falta, que no tenemos y a ver de donde lo sacamos. Pero ?Por que has hecho eso? Eres demasiado impulsivo y competitivo, tenias que vender lo que nos sobra. Nada mas. -Me han pedido mas y no he querido decir no, porque perderiamos todo. ?Y si se echan para atras? -Pero hijo, si este ano ha sido muy buena la cosecha, -decia el padre sentado en la puerta, debajo de una gran parra que daba frescor al porche de piedra de la gran casona. Te has metido en un buen lio, a ver como salimos de el y donde encontramos unos vinos como los nuestros. El padre de Gino, Gaspare Santoro, habia sufrido una ciatica en la pierna y no podia moverse. Los dolores eran insoportables y ademas habia tenido una caida y el medico le recomendo reposo absoluto, pero Gaspare Santoro, no queria estar acostado, y lo tenian en su mecedora con la pierna en alto en el porche de la gran casona de piedra. Alli estaba bien. Y al frescor de la tarde. Cuando su hijo salio a hablar con el desde el despacho, se lo dijo. Y ambos estaban preocupados. El despacho lo tenia en pleno ventanal, desde donde veia todo el vinedo que tenian en la Toscana, un lugar maravilloso a las afueras de Grosseto, una ciudad antigua de mas de 81.000 habitantes, con un rio precioso, el Ombrone, a pocos kilometros de la costa del mar Tirreno. Gino se habia comprado una casa fabulosa cerca del rio, un barco pequeno y un jet no demasiado grande, pero iba todos los dias a los vinedos de su padre, donde trabajaba. A veces, se quedaba a dormir con sus padres y la abuela que aun vivia, en la gran casona que dominaba los vinedos interminables. Las bodegas, estaban situadas a la derecha de la casona, a un kilometro de ella. Desde que Gino salio de la universidad y antes, le habia encantado el campo, la bodega, los vinedos... Comprarse la casa, fue un lujo para llevar a chicas y tener algo propio en la ciudad. Era joven y queria algo suyo, y tenia mas que cualquier chico de su edad, claro que eran ricos. Eran uno de los bodegueros mas famosos de la Toscana, tambien los mas ricos. Y de la mitad de Italia. Tenian coches, para el campo, para salir... Gino tenia un BMV y hasta un pequeno avion privado que usaba cuando tenia que ir a ver clientes fuera del pais, donde exportaban mayoritariamente o dentro del pais, pero lejos. Y ahora acababa de introducirse en el mercado americano, con un problemilla por resolver. -?Y que piensas hacer Gino? Hijo eres impulsivo. No puedes ofrecer lo que no tienes, aunque te lo pidan. Le repetia el padre machaconamente. -Buscar un vino parecido al nuestro, este ano ha sido un ano de produccion para todo el mundo. -Pero ninguno es como el nuestro, lo sabes y no pues mandarle un vino diferente al que les has ofrecido, a ver donde vas a buscarlo hijo. ?Te has comprometido? -Si, lo he hecho porque si no, no sacamos nuestro excedente y el mercado americano es el que mas paga. -Pero Gino, yo jamas he hecho eso en mi vida. -Voy a solucionarlo, no te preocupes, tengo un mes para eso, mes y medio para enviarles los vinos aparte de a nuestros clientes habituales. Eso ya lo estan embotellando y metiendo en cajas en la bodega y enviandose. Mateo esta en ello con los trabajadores. Y yo tengo que ir a Espana. -A Espana, si, me voy esta noche en el jet. -Pero a Espana ?Por que? -Hay una ciudad en el sur, bueno, un pueblo grande, Jerez de la Frontera y espero no equivocarme. Un pueblo bodeguero por excelencia. Alli hay un vinedo, sus vinos son iguales a los nuestros. Y se que tienen excedentes suficientes, los que nos faltan y no tienen donde venderlos. -?Estas seguro? -Lo estoy, nuestro sumiller los ha probado, toma... -Y le puso dos copas delante.-El padre los probo. -No bebas demasiado con las medicinas. Solo probarlos. -Son iguales Gino. Bueno, un poco... -Son practicamente iguales. -Si, iguales del todo. Eso no es normal. ?Y conoces la bodega? -He estado estudiandola. Se llama Casa de la Marquesa. La lleva un tal Juan Luis Perez con sus hijas Soledad y Elvira. Perez, es viudo, Elvira se encarga de los vinedos y Soledad de la bodega, y las ventas y supongo que todo lo relacionado con el despacho. Con ella es con la que tengo que tratar. Estos son-y le enseno las fotos de padre y de sus hijas en la bodega. -!Que guapas son! Son chiquitas como me gustan. ?No te gusta alguna Gino? -!Papa!... Estamos en otra cosa. -Eres un soso. No te gustan sino esas con las que sales. Guapas, si pero no son mujeres para el campo. Y Gino no queria iniciar una y otra vez a misma conversacion con su padre. Vivia bien, mejor que queria, tenia todo en la vida y el trabajo que le encantaba. Le gustaba vestir bien cuando volvia de los vinedos e ir a sitios exclusivos. Para ellos trabajaba como un mono durante la semana y habia hecho de los vinedos lo que eran y su padre estaba muy orgulloso de el, pero en ese aspecto... -Ademas -continuaba Gino-puedo dejar el jet en el pueblo, tiene un pequeno aeropuerto. Ya hemos hablado con el aeropuerto. -Pero Gino, ?Sabes si tiene produccion para venderte? ?Has hablado con ellos? -No, ire directamente. -?Y si lo tiene vendido a otras personas? -De momento no, por eso nos vamos esta noche. -Bueno tu veras, pero ir sin llamar ni avisar me parece el factor sorpresa. -A ver si te vas a llevar tu la sorpresa y tienen vendidos los vinos... -Lo se de buena tinta. Les va a sobrar, y sera nuestra, se la compraremos. Han tenido demasiada produccion para los vinos jovenes como los nuestros. No tienen suficientes clientes. No es una gran bodega como la nuestra a gran escala. Asi que le haremos una oferta que no podran rechazar. -A ver si no vamos a ganar nada. -Vamos a ganar, ?Cuando has visto que tu hijo pierda algo? -Nunca, la verdad. Deberia retirarme en cuanto tenga bien la pierna. Tu madre me lo dice. -No digas tonterias papa, tienes 60 anos, y las bodegas te necesitan si no quieres ir al campo, solo echas un vistazo y a la bodega. -Bueno, ?Llevas dinero? -Claro. -?Cuanto piensas comprarles? -Todo lo que les sobre. Lo necesitamos. -Bueno, espero que tengas suerte. ?Cuando sales? -A las seis, tardaremos unas tres horas. Nos quedaremos en un hotel y manana por la manana les hago una visita, alquilo un coche. -Me llamas. -Claro que si papa. Dame un abrazo, me despido de mama, me tengo que ir, me llevo a Marco, viene conmigo, y Mauro el piloto. Y Virginia. -Tened cuidado. -Lo tendremos. El tiempo es bueno. -Suerte. Ya me cuentas. Y Gaspare Santoro, penso que le hubiese gustado tener el arranque de su hijo, pero su hijo habia comprado tierras aqui y alla y habia conformado uno de los vinedos mas grandes de lo que el jamas habia sonado. Era un buen hijo y estaba orgulloso de lo que habia conseguido en esos siete anos. En la bodega La Marquesa De Jerez, Soledad hablaba con su padre en el cortijo que tenian en el vinedo, la decima parte o mucho menos que el vinedo de Gino. Solo exportaban vino dentro de Espana, tenian sus clientes principalmente en Andalucia, el sur, pero ese ano la produccion era excesiva y Soledad, su hermana Elvira y su padre, estaban preocupados por ver a quienes vendian su excedente. Soledad buscaba a diario, pero nada, no habia manera. -Papa, ha habido demasiada produccion y no puedo sacarla toda. Vamos a tener un excedente sin poder sacarlo-le decia Soledad. -No te preocupes, -le dijo el padre -sigue llamando a clientes y les ofreces mas, busca clientes, restaurantes en el norte. -?Crees que no lo he hecho? llevo una semana y me temo que vamos a perder un buen dinero si no encuentro quien nos compre la cosecha. -Bueno, deja ya eso, es de noche, -su hermana Elvira-vamos a cenar y manana ya veremos con mas claridad, Soledad. Soledad, era la menor de las hermanas. Se llevaba 3 anos con su hermana, se preocupaba mucho por la Hacienda, llevaba todo, excepto los vinedos que esos eran de Elvira y habia trabajado bien ese ano, tanto que tenian vino de sobra. Soledad, echaba una ojeada a la bodega y llevaba las cuentas y ventas. Su padre era mas del campo. Pero ella habia estudiado en la universidad y habia hecho un curso de sumiller que le sirvio de mucho para su bodega. Tenian un vino tinto y otro dulce, pero su fuerte, era el vino blanco. La super produccion le preocupaba porque no tenia donde ubicarlo. Era una pena que tuviera una buena cosecha y se desperdiciara. Soledad era pequena, le pelo largo, unos ojos verdes grandes, de largas pestanas y un cuerpo bien proporcionado, con una trenza o una cola alta siempre para el trabajo, unas botas, vaqueros y camisetas, era lo que mas utilizaba. Su hermana Elvira era un poco mas alta que ella, pero eran guapas ambas, los ojos marrones como su madre, que les falto cuando Elvira tenia 10 anos y Soledad de 7, de un cancer. Si salian, se vestian como jovenes que eran con 24 anos Soledad y 27 Elvira. Trabajaban tanto que no salian apenas. Desde que su madre murio hacia unos anos, estuvieron cuidando de su padre y Soledad, terminaba la carrera y el curso, e iba todos los fines de semana a casa desde Sevilla donde estudiaba Administracion de Empresas. Y en ese tiempo fue Elvira la que con su padre se encargaba de todo, hasta que Soledad volvio y le descargo trabajo a su hermana. No tenian tiempo de nada, entre la enfermedad de su madre, su muerte, cuidar a su padre, no tenian tiempo para chicos ni para salir, ademas sus amigas estaban en Sevilla, las de las dos que habian estudiado alli. Sin embargo, ya estaba empezando a salir porque Elvira decia que eran jovenes y debian salir los fines de semana, que tenian hombres que se encargaban del campo y de la bodega y Maria que cuidaba la casa, le podia echar un ojo a su padre, porque ultimamente se desorientaba mucho. Estaba como en su mundo. Fue progresivo desde que murio su madre, pero le habian aumentado las ausencias. Lo bueno es que vivian en el cortijo que estaba a cinco kilometros de Jerez. A la manana siguiente, llego al cortijo y coche negro impresionante, como de ejecutivos. Pero ella sabia que era un coche alquilado del aeropuerto, los conocia, por otros clientes que iban al cortijo. Estaba saliendo de la bodega y se acerco a la casa donde paro el coche. Su padre estaba en el campo con Elvira y Maria, que se encargaba de la casa, salio a recibir a esos dos hombres impresionantes y elegantes. Y Soledad vio como Maria la senalaba. Cuando se acerco, los saludo. -!Hola! Soy Soledad Perez, duena de esta bodega, bueno mi padre es el dueno y ustedes son... dandoles la mano, primero al que parecia llevar la batuta en la conversacion y que era un modelo de tio bueno y moreno con unos ojos verdes de muerte. -!Hola! Senorita Perez. -Y le apreto la mano como hacen los ejecutivos, ni lacia ni demasiado fuerte, con entusiasmo. -Soledad por favor. -Entonces me llama Gino, Gino Santoro y el es mi secretario Marco. -?Son italianos? -Somos italianos, si senorita. De la Toscana. -?Y que hacen en mi bodega y en mi casa desde tan lejos? -Negocios.- Contesto Gino con firmeza y esa voz preciosa y susurrante que tenia como si te hiciera el amor, mirandola de arriba abajo. -?Nos sentamos, por favor? ?Quieren cafe, limonada, cerveza... Si no han desayunado Maria puede prepararles algo. -Gracias, cafe solo. Hemos desayunado. Se lo agradecemos. Y Soledad, le dijo a Maria que trajera cafe y leche y unas pastas. Les senalo el sitio en la gran mesa que a Gino le recordo a la que tenian en sus vinedos. Y se sentaron uno a cada lado de Soledad. -Habla bien espanol. -Si, gracias. -Hablo unos cuantos idiomas, ?y usted? -Ingles, italiano y Castellano simplemente. No me exigian mas en la carrera y no he tenido tiempo. Llevo esto casi sola. Pero, llamame, Soledad y te llamare Gino, eres joven -dijo ella alegremente. Era alegre y simpatica, una buena anfitriona. -Gracias, mejor asi, Soledad. Al menos nos entendemos, si no en castellano, en italiano. -Bueno, mi padre esta dando una vuelta al campo, aunque yo tomo las decisiones, pero puedes decirme mientras viene, que te trae desde tan lejos. Asi que usted dira, Gino Santoro. -Y Gino le sonrio.

  • El novio del mundo de Felipe Benitez Reyes

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    El protagonista de esta novela, Walter Arias, es una mezcla de filosofo surrealista y de psicoanalista antifreudiano, de romantico y de obseso sexual, de arlequin y de monstruo, de moralista y delincuente. Mezcla, en fin, de todo aquello que no puede ni debe mezclarse. <>, confiesa Walter Arias, precursor del movimiento filosofico llamado walterismo, una de las corrientes espirituales menos espirituales de cuantas conocio el pasado milenio. Burlon y despiadado, visionario y reflexivo, humoristico y macabro, Walter Arias nos cuenta los vaivenes de su vida -su noviazgo con el mundo- a lo largo de un hilarante thriller picaresco y metafisico.

  • Tumba de Dioses de Jay Kristoff

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    Mia Corvere ha encontrado su lugar en la Iglesia Roja, la famosa escuela de asesinos. La joven se halla entre los elegidos de la Senora del Bendito Asesinato, aunque muchos creen que no lo merece.

  • Los recuerdos son mentira de Noe Casado

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    Ignacio ha pedido una excedencia como profesor universitario para dedicarse en exclusiva a su gran pasion: escribir novelas de intriga.

  • Contra el cancer de Joseph Mercola

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  • El instinto de la conciencia de Michael S. Gazzaniga

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    La idea del cerebro como maquina, propuesta por primera vez hace siglos, ha llevado a suposiciones sobre la relacion entre la mente y el cerebro que los cientificos y los filosofos persiguen hasta nuestros dias. Gazzaniga, sin embargo, afirma que se trata precisamente de lo contrario: los cerebros hacen maquinas, pero no pueden reducirse a una. Una nueva investigacion sugiere que el cerebro es en realidad una confederacion de modulos independientes que trabajan juntos. Comprender como la conciencia podria emanar de tal organizacion ayudara a definir el futuro de la neurociencia y la inteligencia artificial, y cerrara la brecha entre el cerebro y la mente.

  • La chica que sonaba con un anillo (Chicas Magazine 1) de Olivia Kiss

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    Jane acababa de poner el punto final al ultimo articulo del dia cuando Zoe abrio la puerta de su despacho; entro con una sonrisa en la cara, cerro y despues dejo escapar un grito ensordecedor, como si no fuese a escucharse a traves de las paredes finas del edificio en el que trabajaban. Jane puso los ojos en blanco, la ignoro y repaso lo que habia escrito. Su amiga Zoe solia entrar en su despacho una media de entre quince o veinte veces al dia, normalmente por cosas que, desde luego, no eran importantes, como el hecho de que hubiese descubierto la referencia de ese pintaunas tan bonito que no encontraba o para relatarle con pelos y senales alguna de sus noches locas mientras Jane intentaba concentrarse en narrar todo lo contrario; un enlace clasico y duradero. --Tengo que mandar esto, Zoe --protesto. --!Pero es que es una noticia increible! !No podia esperar! --Abrio las rendijas de la persiana y miro a traves del hueco a algunos companeros que trabajaban en la sala central dividida en cubiculos--. Es totalmente confidencial. Al menos, hasta dentro de unas horas... Eso logro captar la atencion de Jane. Suspiro y dejo lo que estaba haciendo. --Esta bien. Sueltalo ya, vamos --le pidio. --!Voy a hacer una sustitucion! ?No es genial? --?Una sustitucion? Pero eso... es imposible. Y era imposible porque Zoe trabajaba con ella. Eran una y carne, ventilador y calor, drama y chocolate. Es decir, que siempre estaban juntas; no solo en un ambiente laboral, tambien cuando terminaban la jornada, dado que vivian juntas. A pesar de que no se parecian absolutamente en nada, Jane la necesitaba en su vida mas que a cualquier otra persona. De alguna manera, Zoe era su contrapunto. --Al parecer, Gabe Jenkins la cago. Otra vez, si. Asi que lo van a castigar apartandolo de su puesto durante un par de meses. ?Y adivina quien lo ocupara mientras tanto...? --Tu, claro. Pero eso significa que... oh, !Dios mio, no puede ser! !Dime que es imposible! Jane se llevo las manos a la cabeza. Si Zoe era su companera e iba a ocupar el puesto de Gabe, todo indicaba que el... pasaria a trabajar con ella. Respiro hondo para intentar calmarse, pero fue en vano, porque la mera posibilidad de poder estar en lo cierto era escalofriante. Gabe Jenkins era conocido en la redaccion por tres cosas. Uno, por haberse acostado con mas del cincuenta por ciento de las mujeres que trabajaban en plantilla. Dos, por ser un cretino arrogante e idiota. Tres, porque era uno de los mejores redactores de deportes. A Jane eso le importaba bien poco. Hasta la fecha, Zoe y ella se habian apanado perfectamente. Acudian las dos juntas a los enlaces de bodas que debian cubrir, resumian el acontecimiento sacando fotos o realizando una entrevista si era el caso y, despues, lo pulian todo en la redaccion antes de mandar el reportaje completo, con los textos acompanados por las imagenes del encuentro. Llevaban haciendo eso mismo durante los ultimos tres anos y, aunque Jane sabia que el sueno de su amiga siempre habia sido poder trabajar en el mundo deportivo al que ahora iban a destinarla, no podia evitar sentir una opresion en el pecho, porque a Jane no le gustaban los cambios ni las cosas que escapaban de su control. --?Estas bien? --Zoe la miro preocupada. --Dime que todo esto es una broma... --Jane, cielo, no es para tanto, tan solo seran un par de meses y, por desgracia, despues le devolveran su puesto de trabajo a ese idiota arrogante y a mi me daran la patada. --Zoe, !?no ves cual es el problema?! !Esto es una locura! --Jane se levanto de la mesa, apoyo las manos en el escritorio e intento mantener la calma respirando hondo, pero conforme la idea de lo que iba a ocurrir calaba mas en su interior, la presion se volvia mas y mas fuerte--. ?Como voy a trabajar con Gabe Jenkins? Es el demonio. Lo contrario al amor. ?Y recuerdas a que me dedico? !A narrar enlaces DE AMOR! --reitero alterada. --Calmate, seguro que encontraras la manera de... Zoe se interrumpio cuando llamaron a la puerta del despacho. Era Ava Bell, la nueva secretaria del jefe de la revista Golden Miller, Dominic Miller. Cuando les pidio amablemente si podian acompanarla hasta el despacho del director, las dos enmudecieron y la siguieron por los pasillos llenos de escritorios y del sonido de los ordenadores y de murmullos. La revista en la que trabajaban era una de las mas prestigiosas del pais. Los Miller la habian fundado decadas atras y, actualmente, tras retirarse, la habian dejado en mano de sus tres hijos, aunque, en realidad, el unico que parecia estar sentado en el trono era Dominic, el hijo mayor de la familia. Su hermano Blake era conocido por ser un mujeriego incorregible y aparecia por las oficinas cuando le venia en gana, algo parecido a lo que tambien hacia la pequena de los Miller, Olivia. Asi que, aunque los trabajadores de la revista respetaban a los tres socios, al que verdaderamente todos temian era a Dominic. De hecho, entre los pasillos se lo conocia como la Bestia, tal como lo habian apodado. Y es que Dominic era un poco asi. Una bestia. De mirada afilada y gris, rostro anguloso y atractivo y una seguridad en si mismo que conseguia empequenecer a cualquiera que se le pasase por delante. O eso fue lo que penso Jane en cuanto entro en su despacho acompanada por Zoe, antes de que la secretaria cerrarse la puerta dandoles privacidad. --Sientense, senoritas --ordeno Dominic. Jane y Zoe se acomodaron en las sillas y, antes de que pudiesen decir nada, la puerta del despacho volvio a abrirse y Gabe Jenkins entro. Llevaba el pelo rubio un poco despeinado, los ojos negros encendidos y su expresion no era nada amistosa. --Llegar tarde no te hara sumar puntos --le dijo Dominic. --Habia trafico --mintio Gabe, sentandose. --Bien, supongo que ya te habras enterado de cual va a ser tu castigo. --La Bestia se recosto en su carisimo sillon y suspiro como si estuviese cansado de tener que tratar con ninos y no con adultos, o como si aquella reunion le pareciese de lo mas aburrida--. A partir de ahora trabajaras con la senorita Jane Davis. Como sabes, se encarga de la seccion de bodas, una de las mas leidas, asi que espero que te lo tomes muy en serio, porque, si no, este apano dejara de ser temporal y se volvera definitivo. --!No, por favor! --grito Jane llevandose una mano al pecho. Cuando se dio cuenta de que todos la miraban algo asombrados, carraspeo--. Quiero decir, que no... que no sera necesario, seguro que el senor Jenkins trabaja asombrosamente bien. --Eso espero. --Dominic alzo una ceja. --?Algo mas? --pregunto Gabe de mal humor. --Si. Jane, hazle un hueco en tu despacho e informale de cuales seran sus tareas y todo lo que debe saber. Yo me encargare de poner al dia a Zoe -- anadio mirando a su amiga y, como tardaron mas de unos segundos en levantarse, les dirigio una mirada iracunda que a Jane le acelero el corazon--. ?Se puede saber por que seguis aun aqui? --Pe-perdone. --Se puso en pie. Despues salio de alli a toda prisa y solo respiro hondo cuando se alejo unos metros de la puerta cerrada del despacho. Sin embargo, su ceno se fruncio al oir una risita tras ella. Se giro. Gabe se reia burlon mientras la seguia. Jane freno en seco. --?Que demonios te hace tanta gracia? --Tu. Y el palo que tienes metido por... --!?Perdona?! No me conoces de nada. --No, pero parecia que te iba a dar un infarto ahi mismo. --Sera porque le tengo algun respeto a mi jefe. --Yo no lo llamaria respeto, era mas bien miedo.

  • Coincidencias de Luis Goytisolo

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    ?Es Coincidencias propiamente una novela? Lo es, pese a que en un principio a mas de un lector pueda parecerle algo atipica. Hasta que, estimulado por los golpes divertidos, desopilantes, del relato, la acepte sin problemas como tal. Y no ya porque cumple con todos los rasgos que caracterizan al genero, sino porque la aparente dispersion inicial propia de una narracion colectiva termina por configurarse en un todo estructurado y coherente.

  • Intento de seduccion de Cat Schield

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    London McCaffrey habia hecho un trato para vengarse a cualquier precio. El objetivo era uno de los hombres mas influyentes de Charleston, pero el impresionante piloto de coches Harrison Crosby se cruzo en su camino como un obstaculo muy sexy.

  • Una heredera con muy malas pulgas (Volumen Independiente), Silvia Garcia Ruiz de Silvia Garcia Ruiz

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  • !Despeinate! de Tamara Marin

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    Eli es una educadora infantil de veintitres anos, joven e impulsiva. Le encantan los tatuajes, los piercings y la velocidad, no necesariamente en ese orden.
    Ella vive <> y le importa bien poco lo que la gente opine.
    Max es un bombero de treinta cuatro anos; serio, organizado, meticuloso y le gustan las mujeres parecidas a el.
    ?Conseguira Max apartar a un lado sus prejuicios?
    ?Podra Eli estar con un hombre tan opuesto a ella?
    ?Seran capaces de dejar atras sus diferencias?

  • La Elegida del Vampiro de Gema Perez

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    Adam tiene toda la eternidad por delante.
    Dalila, a sus 20 anos, solo unas decadas.
    Adam ya no siente ilusion por nada.
    Dalila aun esta descubriendo el mundo.

  • Mi hermana Rosa de Justine Larbalestier

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    ?Que pasaria si la persona mas aterradora que jamas hayas conocido es tu hermana de diez anos?

  • El agente ingles de Ignacio Gimenez

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    Un joven agente ingles, infiltrado en la antigua URSS, se enamora de una funcionaria sovietica y vive con ella una apasionada relacion que se prolonga durante unos meses, hasta que la vida termina por separarlos.

  • Pleyades de Michael Dantes

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    Era el ano 1942 cuando los Nazis avasallaban una gran parte del continente europeo, la segunda guerra mundial se mantenia fuerte y sangrienta mientras que millones de personas perdian sus vidas. Jericco Goldstein era uno de los tantos Doctores en el imperio Nazi, lo fue hasta el dia en que fue sorprendido vendiendo informacion privada de Alemania a Rusia y a Los Estados Unidos de Norteamerica, fue sentenciado a una muerte lenta y miserable.
    Despues de morir se enfrenta a terribles sucesos que seguro nadie esperaria despues de la muerte, el terror y el misterio lo acompanaron desde el inicio de su sufrimiento. El renace en un mundo medieval que se asimila al planeta Tierra y se ha de topar con los hechos mas sucios y oscuros de la historia, desamparado y solitario, es senalado y juzgado como un hereje por parte de los sombrios enemigos que hizo desde su gran llegada a Pleyades.

  • El amor despues del dolor, Araceli Samudio de Araceli Samudio

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    No hay dolor mas grande, ni tristeza mas pr

  • El despertar del lobo de Lola P. Nieva

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    El viento soplaba con fuerza, sacudiendo violentamente las contraventanas de madera de cedro y produciendo un golpeteo ritmico que, sumado al afilado silbido del viento, hizo que me arrebujara bajo el mullido nordico que me cubria. Sonrei satisfecha, pues, apenas unas horas antes, un nordico, no tan mullido, habia desgastado mi cuerpo con un placer agonico que parecia no tener fin. Ya no solo gozaba de sus caricias, de sus miradas, de sus palabras, de su presencia, gozaba del aura de su alma, de esa calida e intensa conexion que nos unia con fuerza arrolladora. No importaba el tiempo que estuvieramos juntos, las veces que nos amaramos, la felicidad compartida; aun asi, nuestro anhelo permanecia desesperado y hambriento. El dolor y la desolacion por nuestra abrupta separacion habian marcado a fuego nuestros corazones con un temor dificilmente olvidable. De ese modo, viviamos cada minuto con pasion e intensidad abrumadora, conocedores de los caprichos del destino. Habia transcurrido algo mas de un ano desde nuestro reencuentro y cada instante a su lado era un regalo divino que agradecia casi de manera incesante. Hoy se celebraba nuestro primer aniversario de boda. Al pie de un hermoso acantilado, escarpado, verde e impresionante, sobre el fiordo que se habia convertido en nuestro hogar, volvimos a unir nuestras vidas, pronunciando unos votos con la voz del corazon y la fuerza del alma, frente a un clerigo al que ni miramos, y frente a un escaso publico que casi ni percibimos. Gunnar y yo, yo y Gunnar, eso era suficiente para ambos. Todavia sentia en mi piel la mirada de aquellos hermosos ojos verdes, cargados de un amor tan profundo como aquel fiordo, que presenciaba un rito tan anejo como los tiempos: la fusion de dos almas predestinadas, vapuleadas y recompensadas. Ambos ibamos vestidos con ropa informal; eso si, blanca, como las paginas que deseabamos escribir en nuestra nueva vida juntos. Mi gallardo vikingo cortaba el aliento aquel dia. Su cabello rubio oscuro sujeto en una coleta baja dejaba bien a la vista sus marcadas facciones, la masculinidad de su pronunciado menton, su amplia boca, definida, de labios delgados, su nariz recta y sus altos pomulos. Y aquellas gemas verdes, alargadas y brillantes que refulgian dichosas bajo la luz de un sol adormecido. Recorde vividamente el beso ansioso y brutal con el que sellamos nuestro vinculo. Como su lengua desesperada buscaba la mia, con la misma hambre del primer dia, cuando yo era su esclava en aquel tiempo tan lejano y tan cercano a la vez. Ahora sabia que, en realidad, ambos fuimos esclavos de un destino incierto y de un amor imborrable. --Un ano, amor mio, el primero de tantos. Su voz, grave y susurrada, aun quebrada por el sueno, desperto cada fibra de mi ser. Ya volvia la cabeza hacia el cuando se abalanzo sobre mi y, cubriendome con su cuerpo, me inmovilizo, pegando su rostro al mio, nariz con nariz, con las miradas entrelazadas, en silencio, mientras nuestros ojos conversaban. Entreabri los labios y me los humedeci, plenamente consciente de la atencion que aquel gesto provocaba. --Eres una inconsciente --ronroneo. --?Tu crees? --Aja, no es muy sensato tentar a un leon hambriento. Los largos mechones de su cabello ocultaban parcialmente su rostro, pero el ojo felino que asomaba brillaba maliciosamente seductor. --Recuerda que yo tambien tengo dientes --murmure provocadora. Gunnar esbozo una media sonrisa picara y sacudio la cabeza, agitando su cabello. --Aaaarrrggggg... --gruno--; estoy mas que preparado para la pelea, loba mia. Rei y le ensene divertida los dientes. Gunnar atrapo mis munecas por encima de mi cabeza, hundiendolas en la almohada, y presiono sus caderas sobre mi vientre; adverti al instante que no fanfarroneaba. --Sin duda tienes el coraje de un guerrero --musite divertida-- y la vitalidad de un dios. !Ja, ja, ja, ja, ja!, no puedo creer que te queden fuerzas, anoche batimos todos los records. Gunnar nego con la cabeza con vehemencia, con una amplia sonrisa jugueteando en sus tentadores labios. --Anoche --hizo una pausa intencionada mientras hundia su nariz en mi cuello-- fue anoche; acaba de amanecer, con lo que ya es otro dia, y si, soy un guerrero, con la suerte de un dios, pero en realidad solo soy un pobre y necesitado hombre enamorado. Su aliento calido acaricio mi piel. Suspire. Irguio de nuevo la cabeza para mirarme. Su intensidad me seco la garganta. Durante un largo instante, mis ojos quedaron atrapados en los suyos, como presos de un hechizo que detenia el tiempo, que nos alejaba del mundo. Senti como mis latidos cambiaban bruscamente de ritmo, acelerados y desacompasados. --Gunnar --gemi suplicante. Su mirada se prendo en mi boca, una chispa de puro deseo la encendio y entreabri los labios desesperada por recibir su primer asalto. --!Loba! --gruno ardiente. Su boca se cernio hambrienta y furiosa sobre la mia. La invasion fue brusca, dura, desesperada. Su lengua sedosa y dominante paladeo cada recoveco de mi boca. Lamia, succionaba, mordia, arrancandome gemidos sofocados. Sus manos tremulas e inquietas se deslizaron hasta mis pechos desnudos, amasandolos con hosquedad, mientras su cadera danzaba sobre mi, frotando su dureza calida y palpitante. Lleve mis manos liberadas hacia la cinturilla elastica de su pantalon de pijama y las infiltre bajo la tela. Aprete, extasiada, sus duros gluteos, hundiendo apenas mis unas en su piel. Gunnar libero un largo grunido al tiempo que arqueaba su espalda. Se medio incorporo apoyado en las palmas de sus manos. Admire la musculosa complexion de su pecho, la pronunciada curvatura de sus poderosos hombros, las delineadas formas de sus biceps en tension, sus vastos antebrazos venosos, la dureza remarcada de su vientre y el orgulloso mastil de su deseo abultando la bragueta de su pijama. Gunnar solia dormir con el torso desnudo y un fino pantalon de algodon, sin ropa interior. Resultaba imposible no seguirlo con la mirada cuando deambulaba por la casa de esa guisa. Era el hombre mas condenadamente sexi que existia sobre la faz de la tierra, con ese atractivo salvaje y natural que exhibia con elegante indolencia, desconocedor de su propio magnetismo animal. No habia mujer que resistiera el impulso de volverse a mirarlo, pero, por fortuna, mi hermoso vikingo solo tenia ojos para mi. Tire con fuerza del pantalon, liberando su majestuosa exigencia, altiva y pesada, que basculo apuntando directamente su objetivo. Sonrei libidinosa, el deseo me consumia. Gunnar se coloco entre mis piernas; una densa humedad emergio anticipando la incursion. Acaricie sus abultados hombros, sostuve su ignea mirada y con total premeditacion alce la cadera en muda invitacion. Sin embargo, el permanecia estatico, erguido sobre mi, con los brazos tensos, sus ojos devorando mi rostro con una extrana expresion extasiada. --Adoro saborear cada uno de tus gestos, esas chispas que despiden tus hermosos ojos dorados, la sutil tension de tu rostro, la avida plenitud de tus labios que parecen pedir a gritos que los devoren, la suplica desgarradora de tu mirada, la sensual ferocidad de tus caricias. Pero ?sabes que es lo que mas me subyuga? --inquirio en un susurro quedo y grave. Negue con la cabeza, cada vez mas urgida por el deseo palpitante que punzaba mi vientre. --La musica que componen tus gemidos; no tienes idea de la cantidad de sonidos diferentes que emites cuando te poseo, podria tener un orgasmo solo escuchandote. De repente, la loba traviesa y juguetona de mi interior surgio dominando la situacion. --Veamos si eso es verdad --musite con una sonrisa insinuante. Gunnar abrio los ojos claramente confundido, pero cuando vio que metia en mi boca dos de mis dedos y los saboreaba con fruicion, un deseo acuciante oscurecio su mirada. Sin apartar mis ojos de los suyos, lleve mi mano hacia mi sexo, decidida a procurar un momentaneo alivio al anhelo que sacudia mi cuerpo. Gemi a la primera caricia, me mordi el labio inferior y me contonee contra mi propia mano. --No cierres los ojos, !mirame! --me ordeno. Asi lo hice mientras gozaba de mis propias caricias bajo la atenta y sufrida mirada de Gunnar. Jadeaba cada vez con mayor intensidad; el placer me sacudia, y ver la tortura y la contencion en sus ojos acrecentaba mi placer, aumentando el ritmo de mis caderas. Casi llegando al climax, Gunnar me detuvo. --Ese premio es mio. Se deslizo raudo entre mis piernas y su lengua termino lo que mi mano habia empezado. Mis gemidos ya eran gritos de placer desquiciante, la voracidad de su lengua estaba acabando con mis sentidos. Estalle en un orgasmo burbujeante que convirtio mis venas en rios de lava. La tension se disipo en una laxitud agradecida, y flote en una nube distendida y mullida, de autentica ingravidez. --Deliciosa --murmuro mientras se incorporaba. Se alzo nuevamente sobre mi, regalandome una sonrisa lujuriosa e incitante. --Has tentado demasiado al leon, loba, no tendre piedad de ti. --No quiero tu piedad --gemi, con voz ronca y sensual--, quiero que me destroces como la bestia que eres

  • La duquesa de Danielle Steel

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    Traicionada. Abandonada. Invencible. Angelique Latham no es realmente duquesa, aunque tras perder a su madre cuando era muy pequena, se ha criado en el majestuoso castillo de Belgrave junto a su padre, el duque de Westerfield, que siempre la quiso con locura. Pero ahora su padre ha muerto, y sus hermanastros han decidido desheredarla. Esta sola en el mundo. A sus dieciocho anos, Angelique es lista y muy hermosa, pero tiene mala suerte, pues, aunque consigue colocarse como ninera de una familia acomodada, un suceso desagradable e injusto la deja otra vez en la calle. Sin hogar, sin referencias ni contactos, viajara a Paris. Alli, despues de rescatar a una joven de una situacion horrible, tendra la clave de su futuro. Un negocio insolito y una ocupacion al borde del escandalo marcaran la inesperada vida de la hija de un duque.

  • Historia de Espana de Joseph Perez

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    El debate sobre Espana -un proyecto de convivencia civica para muchos, un ideal sagrado segun otros, la madre de todas las desgracias para no pocos-- ha cobrado una intensidad que nadie sospechaba hace unos anos. Hoy mas que nunca es obligado el conocimiento del pasado, no solo para lograr una mayor comprension del presente, sino para decidir con criterio sobre nuestro futuro.

  • Arenas del pasado de Alberto Vazquez Herrera

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    Ellos estaban predestinados a permanecer juntos por siempre. El destino es inalterable, y como tal, interviene de manera tajante. Despues de una abrupta separacion entre Alejandro y Patricia por medio de eventos desafortunados, donde ven truncado su amor de juventud, muchos anos despues se vuelven a encontrar. Ella, ahora una mujer madura, confiesa un secreto guardado durante muchos anos y desata una busqueda por un pasado intangible. La historia se desarrolla en diferentes tiempos, donde se relatan todos los aspectos de los protagonistas. Alejandro y Patricia ignoran que su pasado esta cerca, pues de forma misteriosa, este se adhiere indescriptiblemente a su presente. Llegan a un punto culminante donde nuevamente el destino interviene de manera tragica.

  • Las damas de Ivy Cottage de Julie Klassen

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    Una situacion desesperada, un monton de viejos libros... y algo o alguien que se oculta entre ellos.
    Rachel Ashford vive en Ivy Cottage con Mercy Grove. Ella es una senorita que ha ido a menos y tiene que encontrar la manera de ganarse la vida. Las mujeres del pueblo la animan a que abra una biblioteca por suscripcion con los muchos libros que ha heredado y los que ha recibido en donacion. Lo que no espera es encontrar un par de asuntos misteriosos entre ellos... Y menos que, quien un dia le rompio el corazon, le ayude a buscar pistas.
    Por su parte, Mercy hace tiempo que ha abandonado la idea de casarse y vive centrada en sus hijas. Sin embargo, de repente varios hombres parecen interesados en comprar Ivy Cottage y sospecha que el asunto tiene que ver con Rachel. ?Que o quien ha atraido a esos hombres? Puede que, al buscar la respuesta, todos se lleven una sorpresa...

  • La Reconquista y Espana de Pio Moa

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    Desde que Ortega y Gasset puso en duda la existencia de la Reconquista se han sucedido diversas polemicas e interpretaciones: desde la negacion de la invasion islamica hasta la lamentacion por la derrota de la <>, pasando por el mito de las <> o la denegacion del caracter espanol a hispanorromanos y visigodos, entre otras muchas ideas y enfoques.

  • Contrato Prohibido (La fiesta prohibida 4) de Charlotte Byrd

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    Pueden tomar todo de mi, pero no pueden tomarla a ella.

  • Amos y Mazmorras III de Lena Valenti

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    Desde que el agente de la SVR Markus Lebedev y la agente del FBI Leslie Connelly se encontraron en las Islas Virgenes en la mision de Amos y Mazmorras, una cosa quedo patente: la tension sexual y el deseo les iba a matar. Ahora deberan trabajar juntos para llegar hasta la raiz de las bandas rusas de trata de blancas. Su nue va mision en los Reinos Olvidados pondra en riesgo su profesionalidad, su conciencia y los valores de cada uno, en un caso, dividido en dos partes, en el que arriesgar el corazon puede suponer perderlo para siempre.

  • Nadie mas que tu (Para toda la eternidad 1) de E. L. Todd

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    La primera entrega de la serie Para toda la eternidad.

  • En el paraiso con su enemigo de Annie West

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    NO PUEDO mas, Damen. Tengo ganas de desaparecer. Damen miro preocupado a Clio. No era propio de ella huir de los problemas. -No puede ser tan grave. <>, se dijo. De su madre y de sus hermanas habia aprendido a respetar el temperamento femenino. Era evidente que la situacion era seria. -?Ah, no? -contesto Clio-. Es el unico tema de conversacion de mi padre, y ha convencido a mama. Damen se alarmo al ver a su prima llorar por primera vez en su vida. Eran primos segundos, pero estaban tan unidos como si fueran hermanos. -Pronto es la boda de Cassie, !pero no se si puedo asistir a la boda de mi propia hermana pequena! Damen se sintio culpable, Clio estaba pasandolo mal por su culpa. -Papa no para de decir que yo, siendo la mayor, deberia casarme antes. Que tu y yo somos la pareja perfecta y que soy una egoista por no aceptar a un hombre decente y honesto -Clio se mordio el labio-. Por supuesto, jamas menciona tu fortuna, El recurso al sarcasmo despejo un poco la nube que habia nublado la conciencia de Damen. Pero no era ninguna broma. Manos era un hombre dificil, y podia convertir la vida de Clio en un suplicio. -Lo siento -dijo, tomando la mano de su prima-. No deberia... -No te hagas ahora el macho echandote la culpa, Damen Nicolaides. Ya se que acostumbras a asumir todo tipo de responsabilidades, pero aqui no eres el unico culpable -Clio suspiro-. ?Crees que no he disfrutado de ir https://www.facebook.com/novelasgratis 5 a fiestas contigo y no he aprovechado para hacerme con una lista potencial de clientes para mi negocio? -La idea fue mia. Estaba harto de tener que ahuyentar a las mujeres que buscaban en el un marido. Llevar a Clio como su acompanante regular le habia facilitado las cosas. -No has hecho nada malo -dijo Clio, apretandole la mano. Damen la miro fijamente. Era tipico de ella intentar absolverlo de culpa. Siempre lo habia apoyado, y no era justo que su vida se complicara de aquella manera. -Esta bien, quedemos en que ninguno de los dos tiene la culpa -eran dos adultos con derecho a salir juntos aunque no fueran amantes-. Eso no resuelve el problema de tu padre. Tenemos que conseguir que se olvide de sus pretensiones sin que te culpe. Clio se paso las manos por el vestido. -Ya te he dicho que voy a huir. A Tierra de Fuego. -?Sabes donde esta? -Vale, no. Pues al Circulo Polar. Abrire un negocio de diseno de iglues. Damen no pudo contener una carcajada. Su prima era una disenadora con mucho talento y seria capaz de superar ese reto. Pero no bastaria su palabra para convencer a Manos de que no eran pareja; y mas con el premio de su vasta fortuna formando parte de la ecuacion. Esa era una de las razones por las que habia acudido a su prima: un millonario griego soltero era un trofeo para muchas mujeres; y uno que no estuviera calvo y al que no le faltaran dientes era una rareza. -Olvidate de los iglues y deja esto en mis manos. -?Tienes una idea? -pregunto Clio esperanzada. Damen asintio. -Tengo que perfilarla, pero creo que si. Confia en mi. El semblante de Clio se relajo. -Gracias, Damen, sabia que podia contar contigo. Veinte minutos mas tarde, Damen estaba junto a su mejor amigo, Christo, que estaba a punto de casarse. Christo estaba mirando su telefono, https://www.facebook.com/novelasgratis 6 y Damen, en lugar de contemplar la vista panoramica de la costa de Corfu, aprovecho para estudiar a los invitados reunidos en el jardin de la villa. Necesitaba a una mujer. Y pronto. Una mujer que interpretara el papel de su amante el bastante tiempo como para que Manos aceptara que Clio y el no tenian un futuro. Si acudia a la inminente boda de Cassie, la hermana de Clio, con una novia despampanante, Manos perderia la esperanza; y si la mantenia a su lado al menos una par de meses como su acompanante... Pero ?quien podia ser esa mujer? Tendria que estar soltera y ser muy atractiva si es que queria convencer a Manos. Al mismo tiempo, Damen necesitaba a alguien que no pretendiera aprovechar la situacion para acabar ganandose un lugar en su vida. -Relajate -la voz de Christo interrumpio sus reflexiones-. Soy yo el que se casa, no tu. Damen sonrio. -Y con la misma mujer por segunda vez. Has batido un record. Christo abrio las manos. -La primera vez no tenia ni idea de cuanto la queria. Esta vez, todo es perfecto. Solo espero que alguna vez encuentres una mujer como Emma, que sea el centro de tu vida y a la que ames por encima de todo. La sonrisa de Damen se congelo. El ya no creia en ese cuento de hadas. Habia perdido la inocencia una decada atras. Ahuyento los recuerdos de los acontecimientos que habian cambiado su vida y la de su familia para siempre. Aquel era un dia para celebrar, no para pensar en errores del pasado. Damen tomo dos copas de champan de la bandeja de un camarero y le paso una a su amigo. -Por ti y por tu encantadora Emma -bebieron y anadio-: Y por que yo encuentre a la mujer perfecta para mi. Que fuera atractiva, inteligente, complaciente y, sobre todo, prescindible. -Estas preciosa, Emma -Steph retrocedio un paso para ver a su amiga con el velo. Nunca la habia visto tan feliz ni tan guapa. -Ya conocias el vestido -dijo Emma sonriendo. Era el mismo con el que se habia casado la primera vez con Christo, antes de averiguar que no la amaba y abandonarlo. Desde entonces habian https://www.facebook.com/novelasgratis 7 pasado muchas cosas, pero Emma y el millonario griego habian limado sus diferencias. Estaban tan enamorados que su felicidad casi resultaba irritante. -?Estas bien, Steph? -pregunto Emma. Ya cuando habia recogido a su amiga en el aeropuerto de Corfu le habia inquietado su semblante de preocupacion, pero Steph se resistia a arruinar la felicidad de su amiga. Encontraria una solucion a sus problemas, por mas que hasta el momento ninguna de las que habia buscado hubieran servido de nada. Pero seguiria intentandolo. Sobre todo porque el problema no la afectaba a ella exclusivamente. Contuvo un estremecimiento. -Claro que estoy bien, solo un poco sentimental al verte tan radiante. Pareces una princesa. -!Asi es como me siento! -dijo Emma. Steph la abrazo. -Te lo mereces, Em. -No es cuestion de que me lo merezca... -Emma dio un paso atras como si fuera a anadir algo, pero Steph la detuvo. -Vamos, Em, tenemos que salir. Emma se sobresalto al ver la hora y se volvio precipitadamente hacia la puerta. Steph le recoloco el velo y la siguio al escenario perfecto para una boda: el jardin de la villa con el espectacular azul turquesa del mar al fondo. Pero lo que convertia aquel dia en verdaderamente especial era ver a su amiga casandose con el hombre al que amaba. Sin embargo, mas tarde, mientras saludaba a los demas invitados, no conseguia concentrarse en el presente. Y no por culpa de sus preocupaciones, sino por una incomoda y vibrante energia procedente de el incluso mientras charlaba con cada una de las mujeres presentes de menos de cuarenta anos. Steph habria podido identificar su recorrido porque dejaba a su espalda un rastro de mujeres fascinadas. Ese no seria su caso, porque el hombre que destacaba por encima de los demas por su altura y hombros era Damen Nicolaides, una serpiente. El hombre que le habia hecho actuar como una idiota. Pero lo que mas la irritaba era las facilidades que le habia dado. Era impulsiva, pero no confiaba facilmente en los hombres. Por eso mismo no https://www.facebook.com/novelasgratis 8 podia entender por que habia olvidado toda cautela cuando Damen Nicolaides habia acudido a ella. Quiza porque habia cometido el error de creer que Damen era diferente. Que era leal y carinoso, y lo era, aunque solo con aquellos que pertenecian a su circulo intimo. Fuera de ese circulo, actuaba con una calculadora y retorcida crueldad.

  • Miles de emociones con nuestro nombre de Ana Forner

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    Dicen que Nueva York es la ciudad de los rascacielos, de las grandes avenidas y el escenario de miles de peliculas. Yo anadiria que tambien es la ciudad de los suenos, esos que todos esperamos cumplir algun dia, incluso yo misma, aunque a veces lo olvide cuando otro sueno, uno mas poderoso y que lleva su nombre, llega para ensombrecer a este.

  • Luna ascendente (Luna 3) de Ian Mcdonald

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    Luna ascendente, la esperada continuacion de Luna, por uno de los mejores autores de ciencia ficcion del mundo.

  • La vida que no elegi de Lorena Franco

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    LA VIDA QUE NO ELEGI, una novela de ficcion que ya ha cautivado a cientos de lectores por su MAGIA, HECHIZOS y el intrigante tema de la existencia de MUNDOS PARALELOS. Las decisiones que tomamos, por muy pequenas que sean, marcan el rumbo de nuestras vidas. Cuando Nora Clayton, una imponente vicepresidenta ejecutiva de una importante compania farmaceutica de Nueva York, debe despedir a diez mil trabajadores que seran sustituidos por sofisticadas maquinas, desata la furia de Bonnie Larson. Bonnie es una mujer invisible que proviene de una larga estirpe de maleficas brujas y decide, despues de un largo tiempo sin practicar su magia, maldecir a Nora, que vera como su vida, inesperadamente, da un giro de 180 grados. Las personas con las que comparte su comoda existencia no la reconocen, su lujoso apartamento de Upper East Side no le pertenece y la unica opcion que le queda es volver a Kutztown (Pennsylvania), el pueblo donde nacio, retomar la relacion inexistente con su madre y empezar a vivir la vida que no eligio.

  • Dudo si te quiero de Sophie Saint Rose

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    Hellen creia que tenia claro lo que queria. Su jefe estaba para comerselo y era todo lo que siempre habia sonado para su futuro marido, aunque tenia un poco de mal humor cuando no comia. Va, pero eso podia pasarlo por alto.
    Cuando su familia le abrio los ojos respecto a como habia llevado su vida en los ultimos anos, se dio cuenta de que igual le habia idealizado y las dudas la asaltaron. ?Le queria a su lado el resto de su vida? Deberia pensarlo un poco antes de meter la pata. ?Pero como se lo tomaria el?

  • Entre los 35 y los 45. La ruptura de Beatriz Curi Chercoles

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    Es una novela romantica dirigida a un publico adulto, de facil comprension de lectura, muy dinamica y divertida.

  • El simbolo perdido de Dan Brown

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    Washington. El experto en simbologia Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, mason, filantropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmaticos simbolos cambian drasticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigacion oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masonicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.

  • El otro lado del amor de Kyle Lefton

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    “EL OTRO LADO DEL AMOR” de Kyle Lefton es una coleccion de cuentos eroticos que presenta las ardientes pasiones homosexuales de los diversos protagonistas en estos cuentos. Los personajes, cada uno de diferente edad y aspecto imaginable, tienen sus propias historias y razones personales que los llevan a explorar una faceta, en ellos mismos, que a veces esta muy reprimida. Asi, podemos leer las aventuras de Gabriel que conoce a un nuevo amigo fascinante en su nueva escuela o las escapadas sexuales de un camionero experimentado con una pareja enloquecida. A veces, sin embargo, las experiencias son inesperadas e improvisadas, anadiendo una dimension esclarecedora y realista a las historias. Una cosa es segura: de una forma u otra, cada aventura sera excitante. En total, la obra incluye catorce nuevos cuentos con diferentes longitudes y contextos.

  • Oculta en La Sombra de Vanessa Savage

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    Un estremecedor thriller psicologico que cautivara a los fans de ” El resplandor “.

  • Un sueno por cumplir (Los Sauces 2) de Virginia V. B

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    RUTH
    Sabia que era una locura aceptar la herencia de mi amiga Judith. Sabia que aquello me acarrearia enfrentamientos que no buscaba, sobre todo con mi madre y con Unai, dos personas con las que nunca me habia llevado bien y que, ya iba siendo hora de poner en su sitio. Por supuesto que sabia que la decision de quedarme en Los Sauces traeria consecuencias en mi matrimonio, y no buenas precisamente. Me dio exactamente igual. Para ser sincera, hasta lo deseaba. Si, claro que sabia que cumplir el sueno de mi amiga, para bien o para mal, me cambiaria la vida, aun asi, firme aquel papel que me pusieron delante de las narices, con todas las consecuencias.
    !Yo no era una cobarde!

  • Ciudad Satelite de Toni Hill

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    Un relato corto que complementa la ultima novela de Toni Hill, Tigres de cristal, y que recupera el protagonismo de Ciudad Satelite, un barrio emblematico de las afueras de Barcelona.

  • 423 colores de Juan Gallardo

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    En la Siria de 2011 la vida se desarrolla con toda la intensidad, la pujanza y el colorido de unos ciudadanos esperanzados en su futuro. Ghada, la protagonista de esta historia, tiene apenas ocho anos y es ciega de nacimiento. Una noche, su padre la despierta con urgencia; tienen que ponerse a salvo porque un feroz dragon sobrevuela los tejados de la ciudad.

  • Una cita en el Eden de Olga Salar

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    Judith es una mujer que sabe lo que quiere, y lo mas importante, no tiene miedo al trabajo duro para lograrlo. Por ello cuando aparece en su vida un hombre que logra romper todos sus esquemas, cree que lo mejor es salir huyendo. El problema es que el no esta dispuesto a consentirlo.

  • Amor Adolescente de Marta Escudero

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    El Chico Perfecto: Romance Juvenil con su Companero de Universidad
    Soy el ejemplo perfecto de la marginada de clase. Timida, estudiosa, obediente y totalmente centrada en mis estudios. No bebo, no salgo de fiesta, no creo problemas. O al menos, asi era hasta que conoci a Marcos, el chico mas atractivo, sinverguenza y aventurero que te puedas echar a la cara.
    Acababa de empezar en la facultad de medicina, sin relacionarme con nadie, hasta que el se acerco a mi. Intente evitar sonrojarme, y ser educada, pero Marcos tenia claro que queria sacudir mi mundo. Y lo hizo, rompiendo mi caparazon y ensenandome su vida, su realidad, su mundo, sumergiendome en una aventura para la que no estaba preparada, pero que, aun asi, me cambiaria para siempre.
    El problema era que comence a enamorarme de el. A pesar de mis diecinueve anos me sentia como una quinceanera. Lo deseaba con locura, pensaba todo el dia en el, y hasta sonaba con el. Solo queria que me besase.

  • Cuestion de Piel de Mariela Villegas R

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    Una intrigante e intensa historia donde el amor no juega ningun papel y la fuerza de voluntad lo es todo para sobrevivir.
    En la vida de Miranda solo hay una persona: ella misma. Su existencia ha transcurrido de una forma tan facil como increible, y por todas las razones erroneas. No es una mujer de alma noble ni conoce el amor. Por tanto, decide comenzar a asistir a terapia con una psiquiatra de renombre para que la ayude a “sentir algo” por alguien mas, ya que se acepta ignorante al respecto y no desea terminar sus dias sola. Pero en esta historia las cosas no son lo que parecen. El amor no tiene cabida y ella se dara cuenta de esto cuando conozca al diablo en persona: Damian, un hombre tan irreverente y encantador como manipulador. Aunque, en algun punto de sus alocados dias, no sabran quien manipula en realidad a quien. Todo puede suceder cuando ellos estan juntos, y aquel que se cruce en sus caminos corre un riesgo enorme de caer en una voragine de deseo y pura y vil corrupcion. ?Quien dijo que la pasion y la lujuria eran las emociones mas avasalladoras que el ser humano pudiera experimentar? Aqui todo siempre es mas, mucho mas. Un thriller erotico y psicologico que te robara el sentido. ?Podras sobrevivir en su retorcido y seductor mundo? ?De que se trata la verdadera esencia de la locura? No te quedes con las ganas de saberlo, pero cuida tu mente en el camino.

  • Una eternidad sin ti de Emma J. Care

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    Una novela llena de misterios, secretos guardados durante muchos anos y maldiciones.

  • Criadas y senoras de Kathryn Stockett

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    Jackson, Misisipi, 1962. La joven Skeeter vuelve a su casa, sin la menor ilusion por buscarse un marido; ella suena con una vida diferente, entregada a la literatura. Al conocer a Aibeleen y Minny, que como la mayoria de las mujeres negras de la ciudad se dedican a servir en las casas de los ricos, comienza a imaginar un proyecto clandestino y liberador. Criadas y senoras permanece en la lista de los libros mas vendidos en Estados Unidos desde su publicacion, en febrero 2009. La historia de estas tres increibles mujeres se ha convertido en un autentico fenomeno literario, que ya ha sido traducido a mas de veinte paises.

  • Preguntame si me importas 2 de Alejandra Beneyto

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    Ha pasado un ano.
    Un ano para Olivia, que se ha puesto a prueba en todos los sentidos posibles hasta acabar reinventandose.
    Un ano para Will, que ha permanecido inmerso en una vida en la que no se encuentra a si mismo.
    Han pasado doce meses en los que el mundo ha seguido girando y, ahora, el destino ha decidido colocarlos de nuevo en la casilla de salida.
    O eso parecia.
    Nada sera facil. El tiempo ha dejado huella en ellos y ambos son diferentes. ?Realmente lo que tuvieron fue tan fuerte como para que la distancia no lo haya borrado?
    Acompana a Will y a Olivia mientras aprenden que, a veces, lo unico que te separa de tus suenos es el miedo a verlos convertidos en realidad.

  • Miedo y progreso de Antonio Cazorla

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    El mensaje principal de la dictadura de Franco durante cuarenta anos de propaganda fue que habia traido la paz y el orden a Espana. Pero el origen y base del modelo franquista estuvo en la combinacion de miedo y hambre o, dicho mas claramente, el asesinato de lideres sindicales, la destruccion de organizaciones representativas y la imposicion generalizada del terror y de la opresion socio-economica durante y despues de la guerra. Y en los anos sesenta, con las politicas macroeconomicas correctas y con los trabajadores controlados, el franquismo garantizo un ambiente positivo para la inversion. Y asi pudo tener lugar la optima explotacion del trabajo tanto por el Estado como por el capital privado.

  • Los que cambiaron y los que murieron de Barbara Comyns

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    Los patos atravesaron nadando las ventanas del salon. El peso del agua las habia abierto a la fuerza, de modo que los animales entraron en el interior. Circunnavegaron la estancia entre graznidos de aprobacion, despues partieron otra vez hacia al exterior para explorar el maravilloso nuevo mundo que habia llegado durante la noche. En los escalones del porche, el viejo Ives los llamaba aporreando su cubo rojo con un palo, pero aquel dia los anades desoyeron sus instrucciones y se alejaron remando, blancos y resplandecientes, hacia la cancha de tenis. Alli estaban los cisnes, sondeando el agua parduzca y turbia con sus largos cuellos. Por todas partes se oia el chasquido sibilante del agua al penetrar en lugares insolitos, resonaba un bramido lejano y por encima el griterio de los hombres que trataban de rescatar al ganado de los pastos cercanos al nivel del rio. Un cerdo paso chillando, sus patitas chapoteaban freneticamente y se agarraban al pescuezo, rojo y ensangrentado, y una barcaza de casco plano con varios hombres a bordo le iba a la zaga. La embarcacion daba vueltas y vueltas sobre los fieros remolinos de la corriente; con todo, al final salvaron al cerdo, que grito aun mas fuerte. Los ninos, Hattie y Dennis, contemplaban el rescate desde la ventana de un dormitorio, y de pronto salio el sol radiante y cegador y lo bano todo de plata. Desde abajo, el viejo Ives dijo: --Mala cosa que brille el sol con una riada, se lleva la humedad de vuelta al cielo. La abuela salio a su encuentro, e intercambiaron unas palabras en el porche. Olia intensamente a barro y era el primer dia de junio. En las cocinas, las criadas se habian arremangado las faldas prendiendolas con alfileres e intentaban preparar el desayuno entre chapoteos. Sus piernas desnudas estaban muy enrojecidas. En los fogones ardia una lumbre esplendorosa, y las llamas se reflejaban en el agua, pero el ambiente estaba impregnado de un olor a humedad y a bodega. Las muchachas --dos hermanas llamadas Norah y Eunice-- reian mientras perseguian una cesta flotante llena de huevos. Sus risas se transformaron en aullidos cuando una enorme sombra vocinglera paso volando por la ventana; pero no era mas que el ultimo de los pavos reales que aleteaba de un arbol al tejadillo de la carbonera. Los otros tres se habian ahogado durante la noche, y sus cuerpos flotaban tristemente por el jardin, aunque nadie estaba aun al corriente, como tampoco lo estaban de lo que les habia ocurrido a las gallinas. A lo largo del dia, encerradas en su corral penumbroso, sucumbieron a la depresion y al hambre y se precipitaron de una en una desde sus perchas para suicidarse en el agua gelida, dejando unicamente a los gallos con vida. Sus afligidas comadres cluecas, todas empollando, se hallaban en otro corral oscuro y pestilente y corrieron la misma suerte. Se colocaron sobre sus huevos en una especie de sueno negro y melancolico hasta que el agua las cubrio por entero. Cacarearon un poco; pero eso fue todo. Durante unos instantes tan solo sobresalieron del agua sus crestas rojas, y despues desaparecieron. Ebin Willoweed estaba dando un paseo en barca con sus hijas por el jardin sumergido. Remaba con brazadas suaves y poco efectivas, pues era un hombre perezoso, aunque gracias a una marcada vena curiosa, no era del todo indolente. Remaba bajo un sol ardiente; la luz refulgia con fuerza y el agua brillaba. De vez en cuando el bote se daba un golpe o un rasponazo cuando pasaba sobre una silla de jardin, un tronco o un objeto ligeramente cubierto por el agua. Desfilaban extranos objetos flotantes de aspecto deplorable: el cuerpo hinchado de una oveja ahogada, la lana mustia en el agua, una colmena blanca con las abejas, perplejas, revoloteando a su alrededor; un lechon recien nacido, rosado, y muerto; y los restos atroces de los pavos reales. Que sorprendente resultaba ver aquellas imagenes tan desoladoras bajo un sol radiante y un cielo azul; una llovizna brumosa habria sido mucho mas adecuada. Ahora pasaba un gato atigrado con la panza abotargada, las pequenas garras en la superficie y la cabecita hundida en el agua. Ebin Willoweed lo miro con interes con sus redondos ojos azules y le dio un toque suave con el remo. Pese a la profunda tristeza de sus hijas y sus ruegos por regresar a casa, puso rumbo al rio. Entonces la corriente se embravecio y el impacto de los remolinos contra arboles y postes se hizo audible, asi que no le quedo mas remedio que ceder un remo a una de las ninas para reconducir la barca hacia la seguridad del jardin. Despues de semejante esfuerzo se mostro ya mas dispuesto a volver. Cuando entraron en la casa, la abuela bajo apresurada de su dormitorio para recibirlos. Chapoteaba por el vestibulo inundado, y con su voz grave, mas bien nasal, grito: --Contadmelo todo acerca de la riada. ?Ha destrozado el puente? ?La presa ha aguantado? ?Sabeis si se ha ahogado alguien? Los bombardeaba a preguntas. Con una mano se arremangaba el largo faldon negro; con la otra sostenia la trompetilla larga y curvada. Emma, la nieta mayor, se acerco a la corneta y grito por ella unos instantes. El artilugio se cubrio de vaho, Emma se lo devolvio a su abuela y se limpio los labios con la falda de algodon. La abuela ordeno a voz en grito: --Pero no os marcheis todavia, contadme mas. ?Que ha sido de mis parterres de rosales? El hijo agarro la trompetilla que su madre sacudia freneticamente sobre la cabeza y voceo hacia sus negras profundidades: --Hay animales muertos flotando por todas partes. Tus rosales estan completamente cubiertos, tendras suerte si se salva un ramillete. --?Mollete? ?Que mollete? ?Ya esta la comida? La anciana se abrio paso por el agua hacia el comedor, donde Dennis se entretenia con una flota de barquitos de juguete. --!Hallo, marinero de agua dulce! --saludo su padre. El muchacho no respondio y se acuclillo para deslizar el barco que tenia en las manos. Los colores se le subieron a las orejas--. ?Te gustaria salir conmigo a rescatar alguna oveja? --le pregunto con fingido entusiasmo. --No, gracias, papa. Creo que hoy no me encuentro demasiado bien. Su padre lo miro con una mezcla de fastidio e impaciencia. --!Por Dios! Pero ?es que nunca te apetece hacer nada, blandengue? Bueno, subire a mi habitacion; es el unico sitio donde se puede estar hoy. No habra prensa, supongo. Se marcho del comedor sin dejar de refunfunar y subio las escaleras hacia su guarida en lo mas alto de la casa. --Cualquiera podria encontrarse mal --se dijo el muchacho para sus adentros, y siguio jugando con sus barquitos. Los habia construido el mismo y eran su mayor orgullo. --No le hagas caso a papa --lo animo Hattie--. ?Te has dado cuenta de que esta riada mantendra nuestras lecciones alejadas de su mente durante varios dias, o puede incluso que una semana? Rompio a reir de felicidad y empezo a chapotear por el agua con sus oscuros pies descalzos. La abuela reparo en que no habia indicios de los molletes y en que la estaban salpicando innecesariamente, asi que le propino un capon a Hattie en la lanosa cabeza y espeto: --Para ya, nina. Ve a la cocina a ver que andan tramando ese par de fulanas perezosas. Y Hattie se alejo berreando por el pasillo. En la planta superior, Emma estaba sentada en el alfeizar de la ventana de su dormitorio, que estaba abierta de par en par y se deleitaba al sol mientras se peinaba la melena cobriza como la mermelada de naranja. Cerro los ojos y olvido las aciagas escenas sumergidas de la manana. Un profundo sentimiento de satisfaccion se apodero de ella al sentir el calor del sol y al cepillarse el pelo, sonadora. Despues abrio los ojos, se examino las manos y se pellizco la punta de las unas, esperando que algun dia fueran largas y puntiagudas. <> Mas arriba en su guarida, arrellanado en su desvencijado sillon de cuero, su padre se preguntaba si habria sido demasiado duro con Dennis. <> Encendio la pipa. <> Volvio a encenderla. <>

  • Esperanza tuya – Emma K. Johnson de Emma K. Johnson

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    La tentacion entre ellos es demasiada, y el amor no sabe decir que no.

  • Peach de Emma Glass

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    Algo terrible le ha ocurrido a Peach. Le duele caminar y solo tambaleandose es capaz de llegar a casa, donde la pesadilla continua: sus padres no parecen darse cuenta de nada. Peach debera recomponerse sola, juntar los pedazos que quedan de si misma, antes de retomar la rutina de su vida diaria: su novio Green, sus amigos, las clases. Pero no es facil concentrarse cuando le asalta el recuerdo de una enorme boca abierta, cuesta comer cuando siente el estomago hinchado como un tambor y es imposible dormir cuando el olor a grasa achicharrada llena sus fosas nasales. A pesar de que intenta cerrar los ojos ante lo que ha sucedido, Peach comienza al fin a entender que debe hacer para superarlo y a reunir el valor necesario para llevarlo a cabo.

  • Un nuevo comienzo (Edentown 12) de Annabeth Berkley

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    Era sabado por la manana. Brooke Sawyer estiro los brazos perezosa. El sol entraba por la ventana de su dormitorio y no tenia ninguna prisa por levantarse. Ya madrugaba demasiado durante la semana para ir a trabajar como profesora al instituto como para hacerlo tambien el fin de semana. Miro el reloj digital de su mesilla. Marcaba las nueve de la manana. Aun asi, ya habia dormido suficiente, penso sonriente. Se levanto con calma. No tenia ningun plan mas que seguir estudiando el ultimo master online al que se habia apuntado. Esta vez era sobre Igualdad de genero, algo que le parecia muy interesante y que, sin duda, le ayudaria a mejorar de alguna manera a la hora de impartir sus clases. El anterior que habia cursado sobre Inteligencia Emocional, lo estaba poniendo en practica con grandes resultados. Bajo las escaleras tranquila y satisfecha mientras se recogia su larga y ondulada melena oscura en una coleta. Fue a prepararse un cafe en la cocina, cuando se quedo parada. ?Habia visto algo al pasar por el salon? Retrocedio sobre sus pasos y se quedo quieta en la puerta. No podia ser cierto. --?Dan? --pregunto con el ceno fruncido. El hombre alto y rubio que estaba en el salon con los brazos de jarras y cabizbajo cogio aire antes de darse la vuelta y mirarla. --Brooke --le dijo a nombre de saludo. Brooke le miro boquiabierta. --?Que estas haciendo aqui? --Tambien es mi casa --le recordo con una sonrisa cinica. Brooke noto que una rabia tremenda se apoderaba de ella. Una rabia que se acentuaba al ver que seguia siendo tan guapo y atractivo como recordaba. Deberia estar prohibido ser perfecto, penso malhumorada. --?Que pretendes? --le pregunto airada--. No pensaras quedarte aqui. --?Por que no? --le pregunto insolente aparentando diversion--. Esta casa es muy grande para ti sola y la mitad es mia. Asi que tengo el mismo derecho que tu. Brooke entro en el salon con los brazos en jarras, en la misma posicion que el y miro la coleccion de maletas y mochilas deportivas que habia a su alrededor. --Pero ?para cuanto tiempo has venido? ?Es que piensas quedarte todo el verano? Dan Sullivan hizo un gran esfuerzo para no decirle lo que realmente pensaba de semejante recibimiento. Apreto los labios con fuerza para evitar que varias palabras malsonantes salieran por su boca. Bastantes problemas tenia en su vida como para tener que lidiar con una solterona frigida y amargada, penso ocultando la furia que sentia. Tenia tanto derecho como ella a vivir en esa casa y estaba decidido a ejercerlo. --Podria decirse que si --le confirmo ocultando que iba a quedarse mas tiempo--. Asi que si tienes algun problema al respecto es cosa tuya. No te voy a quitar la habitacion, me quedare con la del final del pasillo. Dan paso por su lado, cogio dos maletas y subio por las escaleras sin mirarla. Brooke lo vio subir, incredula. Eso no podia ser cierto. No podia estar sucediendo de nuevo. Pero lo peor de todo era tener que darle la razon. Realmente tenia el mismo derecho que ella a estar alli. Su tia se habia casado con el tio de el en segundas nupcias, habian comprado la casa juntos y ambos la habian heredado a partes iguales cuando ellos habian fallecido en accidente de trafico hacia unos diez anos. Fue a la cocina muy molesta. Abrio el armario donde tenia el cafe y cerro la puerta con fuerza. Preparo la cafetera con movimientos secos y bruscos mientras murmuraba todas las groserias y palabras malsonantes que le nacian de dentro. Dan volvio a por el resto de su equipaje y miro hacia la cocina donde una visiblemente malhumorada Brooke preparaba el cafe. La observo con una mueca. Iba descalza y con un pijama veraniego de dos piezas. Tuvo que reconocer que el tiempo la habia tratado bien. La chica que habia conocido e ignorado en el instituto se habia convertido en una mujer atractiva y por lo menos ya no se escondia tras las horribles gafas de pasta que llevaba siempre y sus oscuras ropas dos tallas mas grandes. Ahogando un suspiro subio otras dos maletas. Ella no iba a sacarle de alli y eso lo tenia claro. El habia vuelto a Edentown para quedarse, por lo menos de momento y la casa era suficientemente grande para los dos como para no tener que mirarse siquiera. Sonrio con ironia. En la casa podrian no cruzarse, pero ella no parecia saber que iba a trabajar el ano siguiente como entrenador del equipo de beisbol del instituto donde ella daba clases. Hizo una mueca. Si no lo queria ver era su problema. El debia preocuparse por el, por rehacer su vida, por pensar en su futuro. Necesitaba tranquilidad, espacio, calma, y estaba seguro de que en Edentown iba a encontrarlo. Su ultima lesion en el campo de juego habia acabado definitivamente con su carrera deportiva. Aun no habia saltado la noticia a los medios, y no sabia cuanto tardaria en hacerlo. Habia contactado con el entrenador de su instituto para conocer la posibilidad de entrenar a los estudiantes. Para el habia sido muy humillante, pero queria seguir vinculado al beisbol y era lo primero y lo unico que se le habia ocurrido. Afortunadamente el entrenador Mitchel iba a jubilarse al ano siguiente y se sintio muy afortunado de cederle el puesto sin tener que preocuparse por nada mas. Dan se habia propuesto que fuera temporal mientras pensaba que hacer con el resto de su vida. No habia sido justo que todo su futuro se desmoronara por una estupida lesion. Y no le habia gustado nada tener que decir adios al exito y a la fama. Los contratos publicitarios habian desaparecido. Las llamadas para asistir a las galas deportivas se habian esfumado. Las citas con las modelos y actrices del momento se habian cortado por lo sano, y las pocas entrevistas que habia tenido en los ultimos dos meses habian sido para preguntar maliciosamente por su declive profesional y personal. Poco despues de su accidente habia estado en Edentown para el evento deportivo que se habia organizado en primavera. Habia recordado lo que era un hogar, lo que era estar rodeado de gente que lo conocia desde siempre. Se habia sentido aceptado incluso por antiguos companeros del instituto y eso que reconocia que en su juventud se habia comportado como un autentico idiota. Ya no habia vuelta atras, penso cerrando la puerta de la habitacion en la que iba a quedarse. ?Que habia hecho Brooke con esa habitacion? Pintarla en amarillo y combinarla con tonos azules. Hizo una mueca. Era demasiado femenina para su gusto. Demasiado luminosa, demasiado alegre. Penso en su elegante y lujoso apartamento en la ciudad. Tenia que pensar que hacer con el. Lo habia cerrado con la esperanza de poder volver algun dia, pero sabia que las estrellas de beisbol lesionadas tenian una vida muy fugaz, y mas cuando dejaban de jugar en mitad de la temporada. Maldijo la lesion que le habia sesgado su carrera deportiva y maldijo la soledad tan grande que sentia. Se sento sobre la cama. Si por lo menos Erin no hubiera empezado a salir con el medico ese del que parecia que estaba tan enamorada... Su eterna novia del instituto, tan bonita, tan encantadora... siempre habia estado a su lado. Le habia seguido a la universidad y el se habia portado con ella como el egocentrico irresponsable que era. La habia abandonado embarazada... Por entonces le habia parecido bien. No iba a cargarse con una mujer y un crio cuando empezaba a lanzarse su carrera profesional. Pero ahora no tenia tal carrera, ni a Erin ni al nino que habia perdido poco despues de descubrir que estaba embarazada. Se dejo caer, resbalando, desde la cama hasta la alfombra del suelo. No se podia sentir peor. Estaba completamente solo. Sus padres se habian mudado a la costa hacia tiempo. Llevaban su propia vida. El no iba a preocuparles con sus problemas. La tristeza le arraso los ojos llenandolos de lagrimas. Quiza solo fuera una mala racha, penso. Ademas, Dan Sullivan no tenia problemas, se repitio como tantas veces el ultimo mes. Estiro el brazo hasta una de sus mochilas. Abrio la cremallera y saco la botella de whisky que habia comprado poco antes de llegar a Edentown. Miro por la ventana. El sol lucia radiante, ajeno a todo lo que sentia, penso malhumorado. Abrio la botella. Sabia que era demasiado temprano para beber. Sabia que no solucionaba nada entregandose al alcohol. Ya habia comprobado que tampoco le servia como via de escape. Sabia que ni siquiera le convenia hacerlo. Pero le dio igual. Todo le daba igual. El cafe no habia hecho que el malhumor que sentia Brooke se desvaneciera. Subio a darse una ducha sin comprender que pretendia Dan quedandose alli en Edentown. Esperaba que no hubiera vuelto por Erin. Erin McNamara era muy feliz con Dylan Blake. Ya les habia ocasionado problemas en su anterior visita para la celebracion del evento deportivo. No iba a dejar que les volviera a fastidiar. Ella sentia mucho aprecio por su inseparable companero de instituto y aunque, a veces, todavia le molestaba que Erin fuera tan encantadora y perfecta se alegraba por ambos. Se metio en el cuarto de bano para ducharse. Dan Sullivan no iba a interferir en sus planes de fin de semana. Abrio el grifo del agua. Los pocos dias que habia estado Dan en la primavera y en los que tambien se habia empenado en compartir la casa con ella, apenas habian intercambiado unas pocas palabras. Dan tenia demasiada vida social en Edentown, y cuando no estaba alternando con alguien se encerraba en la habitacion. Brooke recordo que le habia sorprendido bebiendo solo en casa mas de una vez, pero no le presto mayor atencion. Siempre habia ido un idiota egoista y prepotente. Aunque, tenia que reconocer a reganadientes que, desde que habia vuelto a verlo casi sentia pena por el. Todo lo extrovertido, sonriente y exitoso que parecia, desaparecia al entrar en casa. Se encerraba en el dormitorio que habia escogido como propio y no lo volvia a ver hasta el dia siguiente con otra radiante sonrisa segundos antes de pisar la calle. Tambien recordo los dias de instituto cuando el era el capitan del equipo de beisbol. Popular, atractivo a mas no poder y el que se llevaba todas las miradas de las estudiantes. Ella no lo soportaba. Siempre sonriendo, siempre tan guapo, siempre tan atento con su eterna y perfecta novia, la capitana del equipo de animadoras. Jamas se habia fijado en ella. Resoplo molesta. No iba a conseguir estropearle el fin de semana. El agua de la ducha empezo a salir fria, motivo perfecto para salir de alli, secarse el cabello y empezar a estudiar su master. Y, por supuesto, ignoraria a Dan, como siempre habia hecho.

  • Si me lo pide el corazon (Minstrel Valley 1) de Bethany Bells

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    !Bienvenidos a Minstrel Valley!