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  • Una guía completa de las Leyes del Universo Versión Kindle

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    El camino a la realidad es un libro sobre la física moderna escrito por el físico matemático británico Roger Penrose, y publicado en 2004.

  • El camino a la realidad | Penguin Libros

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  • Una Guía Completa de las Leyes del Universo (Ciencia y ...

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    Libro El Camino a la Realidad: Una Guía Completa de las Leyes del Universo (Ciencia y Tecnología), Roger Penrose, ISBN 9788483066812.

  • El Camino A La Realidad - Roger Penrose -5% en libros | FNAC

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    17 nov 2015 — El Camino A La Realidad, libro o eBook de Roger Penrose. Editorial: Debate. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • camino realidad guía completa de roger penrose - IberLibro.com

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  • EL CAMINO A LA REALIDAD - PENROSE ROGER

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  • «El Camino a la Realidad», Roger Penrose – Estudiar Física

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    4 nov 2014 — Conocí este libro y a su autor en 2009, cuando revisando la sección de divulgación de una librería vi esta enorme (en tamaño y contenido) obra ...

  • Todo lo oye, todo lo ve, todo lo sabe de Jose Luis Ibanez

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    Todo lo oye, todo lo ve, todo la sabe es un magistral ensayo que aborda la emocionante vida de los primeros detectives privados. Ademas, nos propone un viaje apasionante en el tiempo: asistiremos al nacimiento de la profesion, a principios del siglo XIX, en Francia y Estados Unidos, constataremos su compleja implantacion en Espana, un pais con un modelo policial inestable y una violencia politica que no cesaba, recorreremos la historia de nuestras primeras agencias y conoceremos su forma de trabajar y su ambigua relacion con la policia oficial, sin descuidar algunos de sus casos mas relevantes.

  • El vampiro arrogante de Yiros Dakay

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    Definicion de los terminos y civilizaciones: Ramai: los civiles de sangre de la clase Vampiro; Vampiros aristocratas. Sin transicion: Antes de la pubertad; la existencia de un vampiro donde no procesan habilidades a diferencia de los humanos y son capaces de sobrevivir sin la sangre del sexo opuesto. Transicion: la finalizacion del desarrollo o el comienzo de la edad adulta. Ocurre generalmente a principios de los anos veinte, puede ser critico para algunos. Comercio: el tratamiento del cual se paga una deuda, generalmente a traves de la tortura. Parterra: guardiana para los mas jovenes. Tyren: la companera de una mujer. Irryn: la companera de un hombre. Old Axvem: lenguaje fluido de la antigua clase vampiro. Goddess of Blood Bonds: el creador de la especie vampiro. Lider (es): descendientes de vampiros con lineas de sangre mas fuertes conectadas a la Diosa. Rasgos anormales anormales del vampiro comun, tales como lectura de la mente, transformacion, etc. Civilizacion (es): casas de seguridad secretas construidas para la clase de vampiros civiles Otro (s): Seres sin alma, creados por el Deserect para matar a todos los vampiros, y formar una clase alta de una raza encarnada. Deserect: una desencarnacion de dioses unidos a traves de la energia negra atrapada en el quinto reino. Primer reino: el Dios de todas las creaciones posee las almas de aquellos sin oscuridad (cielo). Segundo reino: mas conocido por la energia pura de toda la vida desvaida, donde los vampiros experimentan un tipo de ‘nirvana’ Tercer Reino: la existencia humana, el reino de la vida. Cuarto reino: el reino de Dios y de la Diosa Quinto Reino: conocido como el reino de la muerte, de aquellos donde las almas oscuras continuan Vampiro: Especie creada por Goddess of Blood Bonds sobrehumana para los humanos. Despues de sus transiciones, los vampiros deben tomar la vena del sexo opuesto regularmente o se debilitaran y agonizaran. La mayoria no puede caminar hacia la luz del sol, aunque a traves de la edad es posible. Los humanos no pueden ser “convertidos” a traves de un simple mordisco, sino que deben estar al borde de la muerte antes de alimentarlos con la sangre de un vampiro, aunque esto es peligroso y es muy probable que resulte en la muerte. Los vampiros poseen habilidades que los diferencian de los humanos y son inmortales, aunque la muerte puede ocurrir a traves de actos criticos. Cazadores / Superhumanos: clase de superhumanos que no son ni vampiros ni otros, pero que provienen de la ascendencia de humanos que han desarrollado habilidades para cazar ambas especies. Prologo El unico hijo de Krait, tercer lider, se sento ante el Consejo de Vampiros, mirando, en un estado aturdido y calmado, a los lideres que estaban de pie, envueltos y apenas visibles desde detras del portal que separaba el cuarto reino. Solo dos de los cinco de los que Ian habia oido hablar estaban presentes: Nicholas, el joven de sangre de Aeluis, y Lucius, el hijo de sangre Caiside. El area donde una vez estuvo su padre estaba vacia. La vista lo dejo… entumecido. Mas tarde, la realidad lo consumiria, pero por el momento, estaba flotando en un abismo sin emociones. Estaba enfermo Se estaba liberando. Era la primera vez que Ian se paraba debajo de las faciles miradas de los machos. En su mente joven, no podia recordar un momento en el que estuviera lo suficientemente cerca como para ser notado, lo suficientemente cerca como para encontrar las reacciones que los machos infligieron en todos. Eran asombrosos, erguidos, orgullosos y dominantes. Todas las cosas que Ian no era. --Parate a todos. --La voz era baja, pero tan contundente como lo seria por un grito. Todos los vampiros obedecieron al instante, mirando con los mismos ojos frios y vacios. Ian se puso de pie segundos despues, aturdido mientras trataba de respirar uniformemente, pero era dificil, la masa de juicio se contraia alrededor de sus pulmones. La voz sono. --En este dia, podemos decidir el destino de nuestros perdidos. El joven de sangre de Krait Payne, Ian Derik Payne, tercer lider de la fila. Los ojos de Ian, que habian caido sobre sus manos retorcidas, se alzaron para mirar dudosamente al Consejo. ?Seguramente no lo estaban considerando en realidad…? No era nadie, ser el engendro de un poderoso Blood Bonds no significaba nada. No quiso decir nada. Y nunca lo hizo. A su alrededor, las clases en transicion del ramai gruneron con su desaprobacion, no es que Ian realmente prestara atencion. Excepto que hizo una mueca interior, ante la realidad de que le importaba… Por supuesto que le importaba si destruia la reputacion de su padre. El unico bien del hombre. Pero esa era la mentalidad de Ian. Los demonios de Ian. Fue su orientacion y, como su padre le habia ensenado a hacer, se enderezo y se encontro con las miradas del Consejo, pero esta vez, a ciegas. Dejalos hablar ahora. Para su asombro, algunos apartaron la mirada de el -lo que esperaba que fuera frio-, mientras que otros lo miraron con arrogancia. Pero esta vez, se recordo, era el hijo de su padre, no tenia que preocuparse por ellos. --Todos a favor de un desafio, voz ahora con un ‘yo’ --la voz que ahora reconocio como lider Lucius no revelo nada. Ian sintio una sonrisa hueca estirar sus labios, con el objetivo de convencer a los que ya no le importaban. No estaba a favor de un desafio por el derecho a mantener su posicion legal. Eso y el sabia que lo matarian facilmente. Asi era simplemente como funcionaba en su mundo. Supervivencia del mas apto. E Ian, que media cinco pies y seis y era extremadamente delgado, no estaba en forma. Los machos sin transicion siempre fueron los mas debiles. Especialmente el, cerca de los veinte y aun sin transicion. Algun lider que probaria. Sin embargo, la sala permanecio en silencio, aliviando su tension, pero solo un poco. Sin embargo, fue al pozo mas profundo del Quinto Reino bastante rapido. --Como todos los hombres en transicion no estan dispuestos, desafiare --llego la voz fria del lider Nicholas. Ian no estaba exactamente asustado de decir, mas aun… preparado. Se las habia arreglado para mantenerse vivo dentro de las garras de su padre y nada podia desafiar eso. Sin embargo, su padre habia apuntado mas al tormento, en lugar de matar. Sin embargo, cuando la mirada azul del lider atrapo la verde de Ian, algo cercano a la sospecha brillo en sus profundidades y trago con fuerza, sintiendose desanimado. --Desafio aceptado.

  • Entregarse a lo Bello (Entregarse 3) de Priscilla West

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    Era el primer dia de la clase de Economia 102. Tercer ano. Habia llegado hasta alli dejandome la piel semestre tras semestre, acampando en los horarios de oficina, quedandome despierta hasta tarde, viviendo a cafeina. De algun modo habia logrado sobrevivir. Pensaba que entrar a Harvard era la parte dificil y que el resto consistiria en la inflacion de las calificaciones, pero las clases en realidad eran bastante dificiles. Por supuesto, otros paseaban en una inteligencia pura y cerebros sobrehumanos que les permitian absorber las clases como las esponjas absorben agua. Desafortunadamente, yo no podia hacer aquello. Era la excepcion. Lo que significaba que me pase mis dos primeros anos haciendome mas amiga de los libros de texto que de la gente real. El salon de clases era tan grande como para que cupieran doscientos estudiantes y estaba casi abarrotado. Entre el mar de cuerpos, uno de ellos me llamo la atencion. De hecho, uno llamo la atencion de la mayoria de las mujeres que estaban en el salon: ojos azules brillantes, cabello castano alborotado, pomulos prominentes y unos anteojos elegantes que descansaban sobre una nariz afilada. Parecia un modelo masculino de un catalogo de J. Crew salvo que no lo habian mejorado digitalmente: era real. Sus rasgos estaban tallados con precision y economia. Resultaba adecuado. Considerando el tema de la clase, y considerando que estaba sentado en la fila de adelante, lo que significaba que era el ayudante de catedra. Tome asiento en una de las filas del medio y espere que el profesor comenzara su clase. Ya podia decir que aquella seria mi clase preferida del semestre. *** --Sabes, de cerca de cien estudiantes probablemente seas la unica que viene regularmente a mis horarios de oficina --dijo, con una sonrisa de infarto. Descubri que su nombre era Martin Pritchard. Un estudiante de ultimo ano que se especializaba en economia. Brillante, perspicaz y endemoniadamente atractivo. Demandaba una cantidad extraordinaria de voluntad no distraerse con aquellos ojos azules brillantes que, de algun modo, parecian arder con una intensidad abrasadora y con un calculo helado al mismo tiempo. Muchas chicas habian venido a ver a Martin en su horario de oficina a comienzos de clase deseando que les echara un polvo. Se reian bajo, revoloteaban el cabello y le coqueteaban con la mirada. Cuando se dieron cuenta de que el solo estaba alli por asuntos academicos --no sexuales-- perdieron el interes. Estaba sentado frente a mi en la oficina de ayudante de catedra, intentando ayudarme a comprender las ultimas lecturas asignadas. Solamente nosotros dos. Me sonroje y baje la mirada hacia mi cuaderno, lleno de garabatos sobre las leyes de salario minimo y el equilibrio de Nash. No tenia idea de que significaba todo aquello. --Necesito ayuda extra. Esto me resulta un tanto dificil. --Formulas preguntas excelentes. Preguntas que esperaria escuchar de alumnos de las clases de economia mas avanzadas. --Sonrio ampliamente, mostrando una dentadura perfecta--. Creo que simplemente tu razonamiento es detallado. Aprender es muy parecido a armar un rompecabezas. Y las distintas personas tienen distintas piezas. A las que tienen mas piezas les lleva mas tiempo armarlo, pero cuando lo logran, la imagen es mas grande. Sonrei con timidez, apartando la vista en direccion a las anotaciones, para luego volverla hacia el. --Gracias. Nunca lo pense de ese modo. Se dio un golpecito en la cabeza con los dedos. --Imagen grande. Los dos nos reimos por lo bajo y luego nos sonreimos el uno al otro. Definitivamente compartimos aquel instante y no sabia que decir a continuacion, por lo que me alegro que el finalmente rompiera el silencio incomodo. --Ey --me dijo alegremente--. Hoy hay una presentacion de Gary Becker en Lowell Hall. ?Quieres ir? Corriendo el riesgo de sonar ignorante, le pregunte: --?Quien es? --Un economista famoso conocido por el "teorema del nino malcriado". Es mi preferido. -- Martin sonrio ampliamente. Me encantaba como se emocionaba con los temas economicos y los economistas renombrados en sus horarios de oficina. Te transmitia su energia: de vez en cuando, hasta yo me emocionaba con esas cosas. Arrugue el entrecejo. --!Que gran nombre para un teorema! Se rio entre dientes. --Un gran nombre para un gran teorema. Imaginate un hermano malo al que le gusta maltratar a su hermana. Si los padres dicen que le daran mas dinero de la herencia al hijo que mas lo necesite, entonces el hermano malo querra ayudar a su hermana para que le vaya bien y asi terminara recibiendo una mayor parte de la herencia. Su bienestar ahora depende del bienestar de su hermana. Puedes hacer que un nino malo se convierta en bueno con los incentivos adecuados. Frunci mas el entrecejo, reflexionando sobre el ejemplo. Martin se encogio de hombros y luego me guino el ojo. --Quizas no sea tan famoso. Me rei. --Parece interesante. --Y una oportunidad para salir con un chico muy atractivo. Ademas, no era frecuente que tuviera la posibilidad de hacer actividades de ocio--. Seguro, vamos. *** Comenzamos a vernos con mas frecuencia. Al principio, en eventos sociales neutros, luego se hizo cada vez mas claro que estabamos saliendo. Hacia unos meses que nos estabamos viendo cuando pasamos caminando delante de un gimnasio y Marty sugirio que probaramos el club de baile swing. --?Un chico que quiere ir a danza? No se, no soy muy buena bailarina. Sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa traviesa. --?Estas diciendo que los hombres no pueden bailar? --?No es eso un estereotipo? --?No es tambien un estereotipo aquello acerca de que las chicas son buenas bailarinas? --!Buen punto! Me extendio la mano para que la tomara y lo hice con elegancia. --?Bailamos? Me sorprendio descubrir que no solo era inteligente y atractivo, sino tambien un buen bailarin. Pasamos la tarde con nuestros cuerpos cerca el uno del otro, riendonos y sudando. Me tropece y lo pise varias veces pero parecia no importarle. Me ayudo mostrandome como hacer los movimientos basicos y hasta me convencio de que le permitiera balancearme alrededor de su cintura. Fue la vez que mas me diverti en la facultad hasta aquel momento. *** --Nunca antes hice esto, Kristen. ?Tu? --Tenia el cuerpo tenso mientras se colocaba encima de mi, en la cama de mi dormitorio de la universidad. Le habia quitado la camisa y ahora yacia sobre el suelo, adonde la habia arrojado. La superficie de su torso esculpido era suave y me excitaba mucho tenerlo arriba, tan cerca. Me habia sorprendido descubrir que estaba increiblemente en forma para ser un ayudante de catedra cerebrito. Una rutina regular de natacion y baile le hacia aquello al cuerpo. Su pecho jadeaba mientras intentaba controlar la respiracion. Le sonrei. --Si me estas preguntando si soy virgen, tengo que decirte que no. Tuve algunos novios cuando iba a la secundaria. --Ya veo. --Aparto la mirada de la mia, para bajar la vista a mi pecho, adonde usualmente le gustaba mirar. No me importaba. De hecho, me gustaba la manera en que me hacia sentir deseada. Generalmente tenia tanta confianza en si mismo y tenia todo bajo control, pero ahora, en este momento de intimidad, estaba vulnerable. --?Es un problema para ti? --No... Es que nunca tuve una novia antes de ti. Estoy un poco nervioso. --Entorne los ojos y frunci el entrecejo--. Pareces sorprendida. --Lo estoy. Pense que tendrias un extenso historial de citas dado lo inteligente y atractivo que eres. Me observo con aquellos ojos azules intensos. --No confio en los demas con facilidad. Por lo general, no me acerco tanto a las personas. --?Confias en mi? --Con cuidado, le quite los anteojos y los ubique sobre el estante arriba de la cabecera de la cama. Sus ojos se pusieron radiantes. --Confio en ti, Kristen. --Iremos despacio, Marty. Nos tomaremos nuestro tiempo. --Me quite un bretel del vestido del hombro. Tome su mano y la ubique sobre mi seno, que hizo que liberara lentamente una exhalacion al sentir la calidez que irradiaba su piel. Se le encendieron las mejillas. Era tan adorable verlo de esta forma. --Kristen, c-creo que... --?Que quieres decirme? Nego con la cabeza. --Nada. Simplemente eres tan maravillosa. La persona mas increible que he conocido. Sonrei. --?Incluso mas increible que Gary Becker? --Cien veces mas increible. Tire de su cabello castano y acerque sus labios a los mios. Esa noche hicimos el amor por primera vez. *** Marty hizo un agujero del tamano de su puno en la mamposteria de su apartamento. Estaba asustada. Durante las ultimas semanas, habia entrevisto su caracter --pequenos arrebatos por cosas aparentemente triviales que hacian otras personas-- pero no me habian preocupado demasiado. Se lo atribuia al estres. Era ayudante de catedra y, despues de todo, el curso implicaba una gran carga. Pero sus reacciones nunca habian ido tan lejos. --Marty, tranquilizate. No tiene tanta importancia. --Si que la tiene. ?Como pudo hacer eso? ?Acaso no tiene consciencia? --Estas reaccionando exageradamente. No fue su intencion. No vio que venias, por eso abrio accidentalmente la puerta y te pego de frente. Suspiro y se froto la nariz que estaba comenzando a hincharse. Se sento en el sofa de gamuza marron junto a mi, con la cabeza entre las manos. --?Por que te enojas tanto? --le pregunte-- ?Has estado estresado en el ultimo tiempo? -- Comence a acariciarle la espalda suavemente. Tanto para tranquilizarlo a el como para tranquilizarme yo misma. Todavia estaba conmocionada por aquel punetazo. --No, estoy bien --gruno. --Hablame, Marty. Hay algo que no me estas contando. Por un momento no respondio, preferia frotarse las sienes para calmarse. --Nunca le conte esto a nadie... a veces simplemente me enfurezco muchisimo. Mi mama fue un poco dura conmigo cuando era pequeno. --?Que sucedio? Dejo escapar otro largo suspiro. Percibia que estaba analizando si contarme lo que estaba pensando o no. --Era drogadicta. --Las palabras permanecieron en el aire un momento--. Hasta cuando estaba embarazada de mi, inhalaba cocaina. Dice que ahora esta limpia, pero se que aun bebe mucho. El corazon me dolio por el. Sabia como era tener una mala relacion con los padres. Como afectaba tus habilidades sociales y tu capacidad para relacionarte con otras personas. No podias librarte de aquello sin importar cuan lejos huyeras. Para mi, haberme mudado de Texas a Massachusetts no era lo suficientemente lejos. Pensaba que yo la pasaba mal, pero parecia que Marty la pasaba mucho peor. --Siento oir eso --le dije, mientras continuaba frotandole la espalda para tranquilizarlo--. No lo sabia. Se animo inesperadamente. --No te preocupes por ello. Quedo en el pasado. --Me acaricio la mejilla y me beso--. Se que a veces soy muy irascible, pero estoy trabajando en ello. Y tu haces que quiera ser mejor.

  • Lavinia de Ursula. K Le Guin

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    Lavinia crece sin conocer otra cosa que la paz y la libertad hasta la llegada de sus pretendientes. Su madre exige que contraiga matrimonio con el apuesto y ambicioso Turno. Pero los augurios y las profecias de los manantiales sagrados afirman que debera casarse con un extranjero, que provocara una guerra y que su marido no vivira demasiado tiempo. Al ver que una flota de barcos troyanos llega remontando el Tiber, la joven decide tomar las riendas de su propio destino. Y asi nos cuenta lo que Virgilio no hizo: la historia de su vida y del amor de su vida. Le Guin da voz a este personaje surgido de la Eneida de Virgilio en una novela que nos transporta al mundo semisalvaje de la Italia antigua, cuando Roma no era mas que una aldea mugrienta situada cerca de siete colinas. Lavinia es un libro sobre la pasion, la guerra y el precio de la guerra, generosa y austeramente escrito por una autora en la cuspide de su talento.

  • La pintora de estrellas de Amelia Noguera

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    Una historia sobre el exilio, la guerra, la traicion y el amor no correspondido. Un relato sobre el valor de una mujer y la memoria de un hombre que necesita redimir su pasado.

  • Cupcakes en Manhattan, Una hist de Olga De Llera

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    Me miro en el espejo del bano con los ojos casi cerrados. Nunca he sido muy madrugadora. Me cuesta horrores levantarme por la manana. Pero como entre las leganas veo que me ha salido una cana, me espabilo de golpe. Cojo el maldito pelo blanco, que resalta como luces de neon entre mi espesa cabellera color azabache, y lo arranco de cuajo. Lo miro como si fuera un implante que los alienigenas me han insertado durante la noche y me deshago de el tirandolo dentro de la taza del vater. Quiero perderlo de vista para que no me recuerde mi decrepitud. Una ducha mas tarde ya estoy en la cocina, mirando mi telefono movil mientras Matthew, mi esposo, me prepara una taza de cafe. Los ninos todavia no han bajado a desayunar y el les apremia con sus gritos de guerra matinales. --!Chicos, daos prisa o volveremos a llegar tarde al colegio! Levanto los ojos de la pantalla y le miro con cara de asesina. Sabe que no soporto que grite, no a esas horas de la manana. Mi cerebro todavia esta a medio gas y la poca energia que tiene debe emplearla para organizar la manana y contestar los mensajes; mi jefe tiene por costumbre enviarme un monton fuera de horas de trabajo, sobre todo antes de una reunion importante. --?Otra vez Marvin, eh? --Matthew intuye que mi mal humor se debe al capullo de mi jefe; no porque otras mananas este de mejor humor, sino porque hoy debo tener peor cara. --Aja --. me limito a responder sin apartar la vista de la agenda del telefono. --?Volveras tarde esta noche? Me encojo de hombros. Sabe de sobras que nunca se a que hora saldre de la oficina. --Quizas me pase por el gimnasio. Despues de un dia duro me apetece hacer ejercicio. Bueno, me voy ya, que no quiero llegar tarde. Marvin estara muy tenso con lo de la reunion de los japoneses y si se cruza luego le tengo todo el dia de culo. --?No te terminas el cafe? --Me comprare uno en la estacion. Despidete por mi de los ninos --. le lanzo un beso que el finge atrapar con la mano, es su manera de decirme que preferiria que se lo diera en los labios, y salgo a toda velocidad de casa; tardare casi una hora en llegar a la oficina, eso si el tren no va con retraso. Llego a la estacion de destino y me dirijo como un rayo al puesto de venta de cafes. El chico negro que sirve las bebidas me pregunta que voy a tomar. A pesar de ir varias veces a la semana y pedirle siempre lo mismo, un cafe solo sin azucar, no se acuerda de mi. Supongo que recordar a un cliente entre los miles que pasan cada dia por su puesto de venta de cafe debe ser complicado, por no decir imposible. Cojo el vaso termico que me ofrece con la sensacion de ser una hormiga mas dentro de un descomunal hormiguero, le doy un billete de dolar y sigo a las otras obreras hasta la boca del metro. Cinco paradas mas tarde llego al punto de peregrinacion, a la Meca de los negocios. Subo las escaleras que llevan a la superficie del hormiguero y vuelvo a convertirme en persona. Aspiro el aire lleno de humo y polucion como si fuera el mejor de los perfumes franceses (comparado con los efluvios subterraneos lo parece), y pongo la vista en las enormes puertas de cristal del rascacielos de oficinas que absorbe las diminutas personas que pasan frente a su entrada. --!Mierda! !Joder! -- exclamo abriendo y cerrando la boca como un pez al que han sacado del agua. Un negro de casi dos metros se ha cruzado en mi camino, golpeandome la mano con la que sujetaba el cafe. La tapa de plastico se ha abierto y el brebaje marron me ha dejado el abrigo hecho unos zorros --!Podrias vigilar por donde vas! -- le grito sacando todo el aire de mis pulmones; cuando estoy tensa me cuesta controlar el temperamento. --!Que te den! -- me suelta el muy cabron. Y sigue andando como si nada. --!Que te den a ti! -- rebato hecha una furia, pero el ya ha desaparecido dentro del hormiguero. En el edificio de oficinas los ascensores parece que se han confabulado para que no llegue a mi despacho. En la planta baja no para ni uno. Mientras espero, o me desespero, abro la mochila y me cambio de calzado. Me deshago de las zapatillas de deporte y me pongo los zapatos de tacon que me compre hace un par de semanas. !Me encantan! Eran carisimos, pero pegan con el abrigo que se me acaba de estropear con el cafe. Decido esconderlo dentro de la mochila, junto a las deportivas. Mas tarde encargare a mi secretaria que me compre uno nuevo. Para aprovechar el rato utilizo las puertas metalicas de los ascensores para reponer el lapiz de labios que he dejado pegado en el vaso de cafe. Termino justo a tiempo. Las puertas del ascensor se abren y no espero ni una decima de segundo para meterme dentro. A estas horas de la manana la competencia es feroz. El ultimo que sube es el que tiene que bajar si la alarma de exceso de carga se dispara y no quiero perder mas tiempo o pelearme. Un dia ya tuve que hacerlo. Un tipo gordo y yo fuimos los ultimos en subir y la alarma del ascensor se disparo. Yo no me movi, y el tampoco. Las puertas no se cerraban y la gente empezo a mirarnos irritada. Al final el tio insinuo que yo era la que debia bajar, y yo le solte que el ascensor se estaba quejando de su peso, no del mio; a mis cuarenta y pico todavia tengo la misma talla que tenia a los veinte y un fisico envidiable, no en vano me machaco varias horas en el gimnasio cada semana y evito las calorias igual que el Conde Dracula el sol. En la planta 58 Marvin me esta esperando con su habitual pose de inquisidor. En dos minutos me pide que haga diez cosas a la vez, y yo le pido a mi secretaria otras tantas. Las cosas en la oficina funcionan asi, como un pendulo de Newton. La primera bola golpea a la segunda y la energia se transmite hasta el final de la cadena. --Los japoneses llegaran en cualquier momento --. dice Marvin mordiendose las unas -- Un solo error y toda la operacion se ira al garete. No me falles, Sara. No me falles. Si hay que invertir mas horas, se invierten. Pero no quiero ni una metedura de pata mas. Mira lo que encontre ayer --. me lanza un dossier con los informes que estuve repasando el fin de semana. Los que me costaron una bronca con Matthew. Mi esposo opina que deberia pasar mas tiempo con el y los ninos. Ya se que nuestra vida familiar no es como habiamos sonado, pero las circunstancias obligan. Me case joven. Un ano despues tuve a Amy. Una nina adorable. Ahora tiene 17 anos y se ha convertido en una adolescente autista; se pasa el dia encerrada en su habitacion hablando o chateando con sus amigas. Matt llego ocho anos mas tarde. Fue una bendicion de Dios, pero nos acabo de hundir economicamente; el prestamo de la universidad, la hipoteca de la casa, los seguros medicos... Afortunadamente he conseguido escalar puestos en la empresa y ahora ya no tenemos que preocuparnos por las facturas de final de mes. A Matthew, que tiene un caracter menos ambicioso que yo, no le importa quedarse en casa a cargo de Amy y Matt. Trabaja escribiendo para un famoso blog culinario y aunque no le pagan mal, comparado con mi sueldo es calderilla. !Por eso me cabrea cuando me acusa de ser una madre y esposa ausente! --Marvin, no se que decir... Lo repase mil veces. --Dime que no volvera a pasar --. grune y me arranca el dossier de las manos -- Iremos a comer con los <>. Mas te vale ser convincente. El trato debe quedar cerrado. Hoy. Llego tarde al restaurante. Marvin hace media hora que esta enviandome mensajes y yo estoy al borde de las lagrimas. Me he tirado mas de 20 minutos en la calle para conseguir un taxi, y se ha puesto a llover. Por eso al ver el codiciado coche amarillo corro para adelantar a una senora mayor con muletas que va a cogerlo antes que yo. Me siento culpable, pero me deshago del remordimiento pensando que ella no tiene que soportar un jefe como el mio y que si llega tarde a su cita, como mucho, va a cabrear al perro o al gato por no estar a la hora de siempre para ponerle la comida. Cierro la puerta del taxi, le doy la direccion al conductor y me miro en el espejo que llevo en el bolso. Doy pena. Con la humedad mi pelo se ha encrespado, el rimel se ha corrido con las gotas de lluvia y para acabarlo de arreglar, el abrigo horroroso que me ha comprado mi secretaria lo tengo que llevar abierto !porque es dos tallas mas pequeno! Al apearme del taxi delante del restaurante me doy cuenta que llevo una carrera en las medias. ?Cuando ha ocurrido? Parece que hoy todo me sale mal. Si me hubiera disfrazado de mendiga seguro que no daba tan mala impresion. Por suerte llevo unas medias de recambio en el bolso y puedo pasar por el bano a cambiarmelas. En el espejo del tocador me repaso las pestanas con mascara de ojos y me aliso el pelo con la mano. Lista. No estoy despampanante, pero he quedado presentable. Me siento satisfecha y sonrio. Mi reflejo me devuelve la sonrisa. !Joder! Me ha salido otra arruga. Eso me recuerda que debo pasar por Bergdorf Goodman a comprar mas crema antiarrugas y maquillaje, para tapar las que se resistan. Trago saliva mientras el maitre me acompana al salon privado donde Marvin me espera. El piensa que voy a convencer a los japoneses de que la oferta que les presentamos es inmejorable, aunque todos sabemos que podria ser mucho mejor, y cree que voy a cerrar el trato con solo una reunion; aunque necesitare varias para hacerlo, si es que lo consigo. Le adverti que los nipones tenian una forma de hacer negocios muy distinta a la nuestra, y que debiamos empaparnos de su cultura si queriamos salir victoriosos. Pero el me solto que lo dejaba en mis manos, que es lo que suele decir cuando cree que algo es una gilipollez. Por eso estoy hecha un flan. No tiene ni idea de como tratar a nuestros interlocutores, y si algo sale mal va a echarme las culpas a mi

  • Tiempo roto de Margot Chamorro

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    Sigue viva entre nosotros la memoria de la Guerra Civil, y tambien la de los largos y crueles anos de la posguerra; una epoca gris y amarga, sobre todo para quienes tuvieron que ver como sus ideales quedaban aplastados. Ese es el tiempo roto del que se nos habla en este emotivo libro. Visto a traves de los ojos de Margot Chamorro, una nina nacida entre los vencidos, es un relato testimonial que, con su apasionada sinceridad, nos llega directamente al corazon.

  • La casa de los pintores de Rodrigo Munoz Avia

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    El relato personal, lleno de emocion y amor, de dos artistas contemporaneos de primer nivel, los pintores Lucio Munoz y Amalia Avia, vistos a traves de la mirada de su hijo.

  • La inquietud de los muertos de Simon Beckett

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    David Hunter vive semi retirado en Londres cuando la policia vuelve a llamarle para un caso especialmente dificil. En un pequeno pueblo rodeado de marismas ha aparecido un cadaver en avanzado estado de descomposicion. Solo el mejor antropologo forense del pais puede hacer que los muertos revelen sus secretos… lo que parece un sencillo caso pronto se mostrara lleno de sorpresas y peligros.

  • Sangre y corazon de Alexandra Roma

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    Juliana Stiel representa la perfeccion de la Alemania nazi. Delicada, obediente y bonita. Ishmael es el judio roto en mil pedazos abandonados en recuerdos impregnados de violencia, dolor y perdida.

  • La vida que sonamos de Kerry Lonsdale

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  • Te estoy viendo, Clare Mackintosh de Clare Mackintosh

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  • Te debo un sueno (Bdb) de Sandra Heys

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    Serie El quinteto de la muerte

  • Calor extremo (Serie Castle 7) de Richard Castle

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  • ?Que hay despues de ti?, Fanny Ramirez de Fanny Ramirez

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    Silvia deja su antigua vida de lujo para emprender una completamente distinta junto a Ernest, dueno de la hacienda Vidal y su gran amor. Hasta que una enfermedad le arrebata la vida y Silvia queda sola, con la odiosa compania de su cunado, a quien odia hasta el infinito.
    Fernando esconde un secreto y es que, desde que la vio, vive amandola en silencio. ?Como declararle sus sentimientos cuando se ha pasado todos estos anos forjando una relacion basada en el odio?
    Enamorate de Ernest, odia y ama a Fernando y vive en la piel de Silvia. Llora, rie, grita a viva voz… Pero esto… es solo el principio.

  • Mi Alma Gemela de March Caroline

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    ?Sera capaz Alicia de enfrentarse a todo por conservar al hombre al que ama de forma tan desesperada?

  • Tu dale samba, y yo… rock and roll, Sylvia Marx de Sylvia Marx

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  • Confusion de sentimientos de Stefan Zweig

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    Roland, un joven estudiante, esta a punto de abandonar los estudios cuando su padre decide enviarlo a la universidad de una pequena ciudad de provincias. Alli, un brillante profesor despierta en el una nueva pasion: el amor al saber. Deslumbrado, el joven se acerca al maestro y le propone ayudarlo a concluir la gran obra de su vida. El profesor acepta el ofrecimiento, pero pocas veces manifiesta la gratitud que el discipulo ansia y en ocasiones incluso lo trata con una distancia que lo atormenta. Tan devoto como inseguro, Roland se pregunta por que no es digno del interes de una persona tan maravillosa como el admirado maestro, ?tan despreciable lo considera? La respuesta, sin embargo, es mucho mas compleja y desconcertante de lo que podia sospechar, y solo en el otono de su vida, cuando el mismo se ha convertido en un respetado profesor, es capaz de evocar unos hechos que, ahora lo sabe, marcaron su vida mas que todos los honores o los exitos profesionales.

  • Villa Diamante de Boris Izaguirre

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    Dos hermanas, Irene y Ana Elisa, se asoman a un destino cruel que llevara sus vidas por sendas paralelas en medio de un pais asolado por diferentes dictaduras, pero prospero e ingenuo. Al comienzo de los anos cuarenta, Ana Elisa suena con perdurar en el tiempo a traves de una casa que la haga eterna. Debera convencer a un arquitecto del otro lado del oceano para convertirla en simbolo de un amor empenado en subsistir a pesar de la vileza y del miedo. Entre todos los grandiosos y humanos personajes de esta cronica dramatica, se erige Villa Diamante, el monumento misterioso e impenetrable; el simbolo de una vida. Boris Izaguirre se consagra con esta novela como un excepcional narrador, capaz de recrear con un estilo deslumbrante toda una epoca.

  • Felices: La felicidad, a tu manera de Elsa Punset

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    Una fantastica mezcla entre inspiracion y conocimiento nos acerca a la felicidad a traves de un gran viaje. Con una calidez excepcional, este libro consigue dar herramientas al lector para llegar a la felicidad a traves de la sabiduria que ha ido acumulando la humanidad a lo largo de los siglos y a lo ancho del mundo. Un libro abierto y vital que nos invita a hacer un viaje fascinante y nos da mil y una posibilidades para que cada uno encuentre su propia manera de sentirse bien.

  • El Jeque y la Ladrona de Maya Blake

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    Allegra miro al auxiliar de vuelo y sonrio. Rechazo la copa de champan con un movimiento de la cabeza y una sonrisa desvaida. Afortunadamente, el compartimiento de primera clase estaba casi vacio. Nadie podia presenciar su preocupacion, nadie podia saber que seguia impresionada por la noticia que le habia dado su hermano Matteo hacia dos dias. ?Como era posible que su abuelo le hubiese ocultado la gravedad de su enfermedad? Ella sabia que estaba haciendose pruebas porque los medicos sospechaban que la leucemia habia vuelto, pero le habia quitado importancia cuando, hacia dos meses, le habia preguntado el pronostico. En ese momento, sabia que le quedaba un ano de vida. Tenia al corazon encogido. No podia creerse que el hombre que parecia mas grande que la vida misma no fuese a estar alli en la proxima Navidad. Los ojos se le empanaron de lagrimas. Se las seco precipitadamente cuando noto que volvia el auxiliar de vuelo. No podia perder la compostura. Todo el mundo estaba mirando y tenia que mantener las apariencias, sobre todo, cuando las tecnologias avanzaban a la velocidad de la luz. Era Allegra di Sione, la nieta mayor de uno de los hombres mas poderosos del mundo. Tambien era la cara visible de la Fundacion Di Sione, una fundacion benefica a la que dedicaba su vida. Era feliz realizando ese trabajo tan absorbente aunque significara que casi siempre se sintiera muy sola. Intento pensar en otras cosas y miro por la ventanilla del avion que ocupaba su posicion en la pista del aeropuerto internacional de Dubai. Era principios de mayo y el sol era deslumbrante. Casi tan deslumbrante como habian sido los invitados y el exito de ultima gala que habia celebrado la fundacion. Su equipo le habia asegurado que habia sido la mejor hasta la fecha, que habia recaudado casi el doble que la del ano anterior, pero ella, aunque estaba muy orgullosa, no podia pensar en eso cuando seguia dandole vueltas a lo que le habia contado Matteo. Aparte de la noticia sobre la salud de su abuelo, su hermano habia dejado caer otra bomba. La pequena fabula que les contaba su abuelo no era una fabula en absoluto, segun Matteo. Siempre le habia emocionado la historia que les contaba su abuelo sobre las amantes perdidas. Incluso, habia llegado a preguntarse si su abuelo habia llevado una vida tan disoluta como la de sus propios padres. Sin embargo, habia descartado esa posibilidad porque sabia que su abuelo habia adorado a su esposa hasta que ella murio. Su integridad era una de las muchas virtudes que ella habia intentado emular. Aparte, su prioridad absoluta siempre habia sido levantar la fortuna de los Di Sione. Sin embargo, no estaba preparada para descubrir que las amantes perdidas tenian un significado verdadero. ?Por que le habia encomendado su abuelo a Matteo que recuperara un collar perdido hacia mucho tiempo? Ademas, la expresion de los ojos de su hermano cuando le dijo que volviera a casa sin demora... Tomo una bocanada de aire cuando el avion se elevo en el arido cielo del desierto. Cuando tenia seis anos, habia hecho frente a la perdida de sus padres de 6 la forma mas atroz y entre la atencion de todos los medios de comunicacion. Habia sofocado su propio dolor para ayudar a sus seis hermanos a pesar de lo mucho que echaba de menos a su madre, cuyo amor habia sido tan volatil como abundante. Haria frente a lo que tuviera que decirle su abuelo, fuera lo que fuese. A pesar de todos los animos que se habia dado a si misma durante el vuelo, no podia dejar de temblar mientras el coche tomaba el camino que llevaba al lugar que ella llamaba su hogar. Tenia un piso con tres dormitorios en Manhattan, pero la residencia de los Di Sione en Long Island, donde se habia criado con sus hermanos, era su verdadero hogar. Como pasaba con casi todos los hogares, tenia recuerdos agridulces, aunque en su caso, y en el de sus hermanos, eran mas agrios que dulces. No podia apartar la mirada de la impresionante mansion. Estaba rodeada de cesped impecablemente cortado y se veia a lo lejos el Estrecho de Long Island. Alli la llevaron despues de la noche que estuvo en la casa de sus padres y presencio la que seria su ultima pelea a gritos inducida por las drogas. Dos horas despues, llego un coche de policia, se bajo un agente y, con cuatro palabras, sus hermanos y ella se convirtieron en huerfanos. Allegra enterro ese recuerdo espantoso en el rincon mas recondito de la cabeza y se bajo del coche. Se abrio la puerta doble y salio Alma, el ama de llaves que habia formado parte de la familia desde que ella tuvo uso de razon. Aunque la sonrisa de la anciana italiana era tan amplia y acogedora como siempre, Allegra capto la preocupacion en sus ojos marrones y en su forma de agarrarse las manos. -Senorita Allegra, cuanto tiempo... -la saludo Alma cuando entro en el enorme vestibulo. Allegra asintio con la cabeza, pero ya estaba buscando a su abuelo con el corazon desbocado ante la posibilidad de que se lo hubieran llevado de alli. -?Donde esta el? ?Como esta? La sonrisa de Alma se apago un poco mas. -El medico le ha aconsejado que descanse en la cama, pero el senor Giovanni... insiste en que tiene un buen dia. Esta sentado fuera, en su sitio favorito. Allegra se aparto de la imponente escalera de hierro fundido que subia los tres pisos y fue a dirigirse hacia el ala oeste de la villa, al sitio donde su abuelo habia desayunado toda su vida. -Senorita Allegra... Se detuvo y se dio la vuelta para mirar a Alma. El desasosiego que vio reflejado en su rostro le produjo un escalofrio en la espalda. No habia dudado de su hermano ni por un momento, pero la verdad era que Matteo habia estado un poco absorto por la mujer que lo habia acompanado a la gala de la fundacion. En cierto sentido, habia esperado que hubiese exagerado la gravedad de la situacion cuando habia hablado con ella en Dubai. Sin embargo, la expresion del ama de llaves confirmaba que Matteo no habia exagerado. -No esta como la ultima vez que lo vio. Preparese. 7 Allegra asintio con la cabeza. Tenia la boca seca y se paso las manos humedas por el vestido de lino azul marino mientras seguia por el pasillo. No veia la luz que entraba por los ventanales e iluminaba las obras de arte que adornaban las paredes. Solo le importaba llegar al final del pasillo y salir por las puertas acristaladas que daban a la terraza con columnas. Alma le habia dicho que se preparara, pero, a pesar de la advertencia, se quedo boquiabierta cuando salio al exterior. Habia esperado que su abuelo estuviese sentado en su butaca favorita. Se quedo helada cuando vio la cama con lo que parecia una bombona de oxigeno. Su abuelo estaba tumbado con unas mantas de cachemira por encima de la cintura. El pecho le subia y bajaba lentamente y tenia los ojos cerrados. Sin embargo, lo que mas le impresiono fue que su rostro, normalmente resplandeciente, estuviese palido y demacrado. El cambio, desde la ultima vez que lo vio hacia dos meses, era increiblemente asombroso. -?Vas a quedarte todo el dia como una estatua? Allegra dio un respingo y se acerco a esa figura, cuya fragilidad quedaba cruelmente resaltada por la luz del sol. -Abuelo... -Sientate -le ordeno Giovanni dando unas palmadas en la cama con una mano nudosa. Ella se sento en el borde de la cama y tuvo que contener un sollozo cuando miro a su abuelo a los ojos. No habria podido soportar que tambien se hubiese apagado el espiritu indomable del hombre que llego a la isla de Ellis hacia mas de medio siglo. Sin embargo, y afortunadamente, sus ojos grises eran tan penetrantes como siempre, aunque un poco ensombrecidos por el dolor. -?Por que no me lo dijiste? -susurro ella con la voz ronca por las emociones que estaba intentando contener-. Hemos hablado muchas veces por telefono desde la ultima vez que estuve aqui. ?Por que no me has dicho que viniera? -Tenias otras cosas en la cabeza. -?Como que? -pregunto ella con el ceno fruncido. -Se lo importante que era para ti la gala de la fundacion y, a juzgar por lo que he oido, fue un exito clamoroso. No queria que te preocuparas por un anciano cuando ese acontecimiento tan importante exigia toda tu atencion. -Mi trabajo nunca sera tan importante como tu para mi. Lo sabes. !Deberias haberme avisado! -Considerame debidamente reganado -replico el con media sonrisa. Allegra, avergonzada, sacudio la cabeza. -Lo siento. -No lo sientas. Tu pasion serena es una de las muchas cosas que admiro de ti, piccola mia -el le tendio una mano muy grande y ella la tomo. Era calida y tranquilizadora, pero no tenia la fuerza de antes-. Entonces, ?Matteo ha hablado contigo? 8 Allegra asintio con la cabeza mientras tragaba saliva. -La leucemia ha vuelto y el pronostico es que te queda un ano si tenemos suerte, ?no? Le temblo la voz al preguntarlo y sintio un vacio enorme cuando miro a su abuelo. Habia deseado con cada celula de su cuerpo que no fuese verdad, pero Giovanni asintio con la cabeza. -Si -el la miro a los ojos para que no diera la espalda a la realidad-. Ademas, esta vez no habra intervencion. La ultima vez ya fue bastante arriesgada, o eso me han dicho los medicos. -?Estas seguro de que no se puede hacer? Podria hacer algunas llamadas... -Allegra, querida, no te he pedido que vengas por eso. He roto todos los pronosticos durante mas de quince anos, desde que me lo diagnosticaron la primera vez. He vivido muy bien y me han bendecido de muchas maneras. He aceptado mi destino, pero antes de que me marche... -Por favor, no hables asi -le interrumpio Allegra. Su abuelo la miro con compasion y sacudio la cabeza. -Asimilaras esto como has asimilado muchas cosas dolorosas en tu vida. Eres fuerte, Allegra. Se que seras mas fuerte todavia en este trance. Ella queria taparse los oidos como una nina, pero nunca habia eludido la realidad. Era una nina cuando tuvo que hacerse responsable de sus hermanos menores de un dia para otro. Alessandro, su hermano mayor, y Dante y Dario, los gemelos que habian hecho la vida imposible a todas y cada una de las personas que habian estado en contacto con ellos en la residencia Di Sione, fueron a un internado en cuanto fueron lo bastante mayores, pero sus tres hermanos menores habian sido responsabilidad de ella. Si bien sabia en el fondo de su corazon que no habia conseguido ser el mejor modelo a seguir, si habia intentado por todos los medios que sus vidas como huerfanos fuesen lo mas faciles posible. Habia intentado darles estabilidad en un mundo donde las nineras entraban y salian como si las puertas fuesen giratorias y donde su abuelo habia estado plenamente dedicado a levantar su emporio. Habia fracasado muchas veces y Giovanni habia tenido que intervenir. Con cada fracaso habia dudado que tuviese la capacidad de ser lo que tenia que ser para su familia, pero nunca habia dejado de hacer lo que tenia que hacer, y lo que tenia que hacer era su familia. Su abuelo y sus hermanos siempre eran lo primero. Sofoco el dolor que le atenazaba el corazon, tomo aire y asintio con la cabeza. -?Que necesitas que haga? Fuese por la decision de su voz o porque habia aceptado que no podia cambiar los designios del destino, su abuelo se sento con algo mas de color en la cara. Ella se alegro aunque tenia el corazon acelerado. Giovanni no la habria llamado si no fuese a pedirle algo importante. -Necesito que recuperes algo, algo unico y muy preciado que perdi hace mucho tiempo. -De acuerdo -Allegra asintio con la cabeza-. Llamare al director de la agencia de detectives que utilizo para...

  • 60 Dias con Ben de M. C. S

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    Gabrielle siempre observo a Benjamin de lejos. Fue de lejos que ella supo que su amor platonico sufrio un accidente lo dejando paraplejico, hasta que un dia, poco despues de que Ben empezara su rutina despues de dos anos aislado, la madre de Elle los une de una forma inesperada, dando a una amistad, transformandose en un amor algo improbable.

  • Dedicame un ultimo baile de Jess Dharma

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    Eli nacio y crecio preparandose para ocupar de mayor el puesto que le correspondia en una familia tan importante como la suya. Sin embargo, un hecho dramatico le hizo cambiar su vida drasticamente, lo que antes estaba de mas ahora esta de menos. El dinero y las cosas materiales dejaron de llenarla, por lo que salio a las calles a buscar su lugar en el mundo. Ahi encontro su familia, un lugar donde encajar y en el cual sentirse libre. Aprendio el Street Dance, y lo utilizo junto a su nueva familia para luchar contra la opresion social.
    Sus padres no contentos con ello, y bajo amenaza de encarcelar al hombre que ama, James, la mandan a un centro para chicos descarriados donde encauzar su vida de nuevo. Ella acepta a sabiendas de que en unos meses cumplira los veintiuno y sera libre para siempre. Aunque, no contaba con conocer a Enzo.
    Enzo es profesor de baile en Residencia Alana Harrison. Alli imparte clases a lo que mas detesta en el mundo, la gente con dinero, personas como aquellas arruinaron su vida y la de su madre. Hasta que un dia llega Eli, una chica a la que odiar por lo que tiene, pero que lo atrae por lo que es. No ha conocido a nadie como ella.
    ?Conseguiran entender que lo que tienes no define lo que eres?

  • Sangre entre la hierba de Maribel Medina

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    Thomas Connors y Laura Terraux vuelven con un nuevo caso relacionado con el mundo de la trata de mujeres.

  • Cancion dulce de Leila Slimani

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    Myriam, madre de dos ninos, decide reemprender su actividad laboral en un bufete de abogados a pesar de las reticencias de su marido. Tras un minucioso proceso de seleccion para encontrar una ninera, se deciden por Louise, que rapidamente conquista el corazon de los ninos y se convierte en una figura imprescindible en el hogar. Pero poco a poco la trampa de la interdependencia va a convertirse en un drama. Con un estilo directo, incisivo y tenebroso en ocasiones, Leila Slimani despliega un inquietante thriller donde, a traves de los personajes, se nos revelan los problemas de la sociedad actual, con su concepcion del amor y de la educacion, del sometimiento y del dinero, de los prejuicios de clase y culturales. “Cancion dulce” gano el Premio Goncourt 2016.

  • Mujer abrazada a un cuervo de Ismael Martinez Biurrun

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    Como obsequio por su inminente licenciatura en Medicina, cruz Montenegro recibe de su padre el encargo de investigar un insolito caso que pone en cuestion toda la historia de la epidemiologia europea: un bebe ha muerto con sintomas de peste bubonica en un pueblo del Pirineo, cuatrocientos anos despues del ultimo brote que asolo el valle. En su busqueda, Cruz se adentrara en el misterio de una memoria colectiva en la que todavia laten la leyenda de una maldicion, un romance prohibido, un untador y una extrana figura con rostro de cuervo caminando entre los enfermos.

  • El libro contra la muerte de Elias Canetti

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    Uno de los proyectos que Canetti acaricio toda su vida fue escribir un libro contra la muerte. Pero ese libro nunca se escribio, y es en sus innumerables apuntes donde sin lugar a dudas ha dejado su rastro mas marcado. En este libro se reunen por primera vez, ordenados cronologicamente de 1942 a 1994, los apuntes de Canetti sobre la muerte, tanto los publicados como los ineditos, que suman mas de una tercera parte. De todos ellos se desprende el contorno mas completo del libro que Canetti proyecto durante decadas, y sobre el que escribio en una ocasion: “El libro sobre la muerte continua siendo mi verdadero libro

  • La promesa del escoces: romantica regencia, Camila Winter [PDF] de Camila Winter

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  • Winston Churchill de Richard Toye

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    ?Como abarcar en una biografia una personalidad y una actividad politica tan complejas como las de Winston Churchill? Richard Toye, profesor de la Universidad de Exeter, ha tenido la idea de coordinar para ello a un equipo de especialistas que han investigado diversos aspectos de su vida, entre los cuales figuran historiadores de tanto relieve como Jeremy Black, Richard Overy o Chris Wrigley, para que cada uno se ocupe del periodo de la vida de Churchill, o del aspecto de su actividad politica, que mejor conozca. Tenemos asi una sucesion de capitulos que, comenzando con sus primeros pasos en la politica y con su discutida gestion al frente del Almirantazgo en la primera guerra mundial, van siguiendo su trayectoria hasta los anos de la <>; luego, otros capitulos estan dedicados a temas especificos como su relacion con el mundo islamico, con el imperio britanico, con las armas nucleares o, en un plano muy distinto, con las mujeres que marcaron su vida.

  • Nadie es lo que parece (Los casos de Marina Altamirano 1) de Mar P. Zabala

    https://gigalibros.com/nadie-es-lo-que-parece-los-casos-de-marina-altamirano-1.html

    Primera entrega de esta serie trepidante, que no podras dejar de leer.

  • El ultimo sueno de Guillem Lopez Arnal

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    En los barrios, en cada calle, se presiente la calma que antecede a la tormenta. Las bandas imponen su ley en cada distrito. Los Abandonados es una de ellas, la mas insignificante, pero todo cambia cuando encuentran a Kemi, una esclava que huye de sindicos y sacerdotes con un secreto y la sombra de la muerte a cuestas. Unirse a su desesperada huida sera la unica manera para esos miserables pandilleros de dar con una salida, un futuro que nunca tuvieron en una ciudad que jamas los quiso y que ahora se hunde bajo sus pies descalzos.

  • La isla de los conejos de Elvira Navarro

    https://gigalibros.com/la-isla-de-los-conejos.html

    Vuelve con once perturbadores relatos Elvira Navarro, una de las grandes narradoras en lengua espanola.

  • Sere Fragil de Beatriz Esteban

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  • En mi mundo (Entre dos mundos 2) de Nadia Noor

    https://gigalibros.com/en-mi-mundo-entre-dos-mundos-2.html

    Segunda entrega de la bilogia <> de Nadia Noor.

  • Amores con fecha de caducidad – Mau Vazquez de Mau Vazquez

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    Hablar de amores es facil, pero vivirlos de manera consciente es un asunto aparte. Cuando comenzamos una relacion, tratamos de ser la mejor version de nosotros mismos hasta que la necesidad nos priva de experimentar lo mas grandioso que hay en este mundo: amar sin expectativas y sin condiciones.

  • Proyecto de vida de Victoria Pade

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    Ellen Gardner no iba a permitir que el fracaso de su matrimonio o ciertas dificultades medicas se interpusieran en su sueno de tener un hijo. Como fiscal, estaba mas que acostumbrada a negociar para conseguir lo que queria. Por eso, cuando necesito la ayuda del medico mas buscado de la ciudad, tampoco dejo que el mal caracter de aquel tipo se interpusiera en su camino.

  • Jamas seras Mia, pero… (El Tutor 2) de Paula Rossello Frau

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    < En Madrid Leandro alterna su trabajo con los partidos de Korfball con sus amigos, aunque no se espera el desafortunado giro profesional que pondra en peligro la empresa por la que tanto lucho.
    Y por su parte Ivy esta estudiando con teson para lograr su objetivo de ser oceanografa, pero llevada por la lealtad tomara una peligrosa decision.
    Cuando Hans regrese, por fin, para reunirse de nuevo con Ivy, la mision esta lejos de culminar aun.
    Sin que puedan imaginarlo ni evitarlo Hans, Leandro e Ivy se veran inmersos en una trama del mas alto nivel de corrupcion.
    ?Lograran los tres salir indemnes?>>.

  • La salvacion del multimillonario -Max de J. S. Scott

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    M Febrero, 2011 ax Hamilton miraba al vacio desde la arenosa franja de playa detras de su casa, tiritando y frunciendo el ceno al agua que rompia en la arena, como si se tratara de un enemigo. La oscuridad de la noche era casi absoluta, pero los astros iluminaban lo suficiente como para ver batirse el mar delante de el. Habia hecho de la gran masa de agua que le habia robado a Mia su nemesis y, en ese momento, sentia resentimiento por cada gota de agua en el Atlantico. Perdido en el, el cuerpo sin vida de su esposa flotaba en sus entranas, sepultada en una tumba de agua. Podia sentir como su cuerpo se alejaba mas y mas de el. Como si al irse le hubiera arrancado el corazon y se lo hubiera llevado con ella, el se habia quedado alli, indefenso, sangrando incesantemente a traves de la herida. Se llevo la mano al pecho y se lo froto, pero no pudo aliviar el insoportable dolor. No... maldita sea. No puede ser. Crei que tendria todo el tiempo del mundo para doblegar poco a poco mi deseo. Crei que podria someter mis debilidades y amarla como se merecia ser amada. Le fallaron las piernas y dio con los gluteos en la arena, la humedad calando sus pantalones vaqueros. No le importo. Su mirada clavada en el agua. Estaba demasiado aturdido para sentir los elementos, demasiado roto para que le importara, todo su ser concentrado en Mia, como si esperara devolverla a la vida con la fuerza de su voluntad. Ignoro no solo el frio embate del viento contra su cuerpo, cubierto solo con una camiseta y unos vaqueros, sino tambien los mosquitos que hacian de su piel desnuda un festin y el tortuoso sentimiento de abandono, tan doloroso que si no se obligaba a cerrarle el paso se volveria loco. Tenia cada musculo de su cuerpo en tension, los punos apretados, la mente intentando mantener sus emociones bajo control. Llorar significaria aceptar que Mia se habia ido para siempre y se negaba a creerlo. No iba a llorar su muerte. Nunca la aceptaria. Si aceptase que se habia ahogado en aquella misma playa, mar adentro, no podria sobrevivir la agonia de pensarlo. Max Hamilton no lloraba. Nunca lo habia hecho. Hasta cuando sus padres murieron en un tragico accidente reprimio el impulso, o se avergonzarian de el. Ningun Hamilton se dejaria llevar por sus emociones ni permitiria que la razon se sometiera a ellas. Sabia que sus padres lo habian querido, pero habian nacido en un mundo de privilegios y siempre le habian ensenado a actuar con decoro y moderacion. Sus padres siempre dijeron que era el hijo perfecto y siempre estuvieron orgullosos de el. Al ser adoptado, Max habia querido ser perfecto en todo momento e hizo todo lo posible, aun despues de que ellos murieran. Su costumbre de mantenerse a distancia era algo que el asociaba con el afecto y la aprobacion. Ahora no estaba tan seguro. Su corazon le decia que Mia podia haber muerto sin llegar a saber lo que de verdad sentia por ella. Por desgracia, no se sentia tan seguro y ecuanime en ese momento y su compostura hamiltoniana parecia estar abandonandolo. Mia habia desaparecido de aquel mismo lugar una semana antes. Habia dejado su bolso, ropa y telefono en la playa. Siempre le habia gustado darse un bano rapido en aquel lugar, al que llamaba su paraiso particular. Cerro los ojos. Max dibujo su rostro, su expresion traviesa y su sonrisa burlona. !Dios! !Como odiaba que fuera sola a nadar o hiciera cosas que el consideraba peligrosas!. La aleccionaba lo mismo que un maestro haria con su pupilo, pero ella siempre se burlaba de el, sacandolo poco a poco de su enfado, diciendole que era demasiado serio y se preocupaba en exceso. El problema era que nunca pudo estar enfadado con ella por mucho tiempo. Condenada mujer. Lo habia manejado a su antojo desde el momento en que se conocieron y el la habia dejado hacer. Siempre que la advertia cuando hacia cosas que le preocupaban acababa dejandola hacer lo que le diera la gana, haciendole creer que se preocupaba solo a medias, cuando en realidad le horrorizaba la idea de perderla. El era el hombre serio, responsable, que siempre actuaba logicamente y con cautela. Y Mia... !Oh, Mia! Lo hizo feliz, siempre lo hacia reir, lo complementaba, hacia que deseara perder el control completamente. Nunca lo hizo. Ni una sola vez. Fue capaz de sujetar la rienda a los instintos que ella despertaba en el. Pero por poco. -- Era nuestro trato --susurro roncamente, aunque el trato nunca fue oficial, nunca lo hablaron--. Yo me encargaba de las cosas serias y tu me ayudabas a aliviar la carga. Ella lo hacia reir cuando el estaba tenso y el le daba a ella serenidad. Juntos eran perfectos. O quizas solo Mia era perfecta y simplemente lo hacia a el un hombre mas feliz. No le importo reprimir el deseo constante de comportarse como un hombre de las cavernas y llevarsela a rastras a su guarida. Pero ella nunca habia conocido esa faceta secreta de el, que le pedia a gritos rienda suelta. Porque no queria que eso la alejara de mi. Se tumbo y se cubrio la cara con el brazo, dejando escapar un grito ahogado de dolor. Sus emociones encontradas, batallando por dominar el caos de una mente tomada por la rabia, la desesperacion, la rebelion y el dolor. Para su desgracia, la agonia que le corroia alma y corazon estaba ganando la pelea, atenuada solo por su negativa a admitir la realidad. No ha muerto, ella no ha muerto. Necesito mas tiempo con ella. Apretando los ojos fuertemente para aliviar el escozor que sentia bajo sus pestanas por las lagrimas que se negaba a verter, reprimio el sollozo que se estaba formando en su pecho. El y Mia formaban una pareja. No podia funcionar sin ella. Llevaban dos anos casados, compenetrados como piezas de un rompecabezas, inseparables desde el primer momento en que se conocieron. Nunca habia creido en el amor a primera vista o en la conexion inmediata hasta que conocio a su esposa. En muchas cosas eran completamente opuestos y, aun asi, eran el uno para el otro. Ese sentimiento lo habia acompanado desde el comienzo de su relacion. Pero entonces se resistia a admitirlo, pensando que lo que sentia por ella se atenuaria hasta hacerse soportable. Nunca fue asi y, honestamente, Max sabia desde el principio que nunca seria asi. Simplemente, habia sido demasiado estupido para admitirlo. Volvio a sentarse, se abrazo las rodillas y se mecio, luchando contra cualquier pensamiento racional que pudiera filtrarse en su mente acerca de la desaparicion de su esposa. Si empezaba a pensar logicamente, tendria que admitir, probablemente, que estaba muerta. Mia no desapareceria sin decirle nada. Podria ser algo descuidada con su propia seguridad, deshaciendose de su guardaespaldas siempre que podia, pero nunca habia sido desconsiderada. No era posible que no contactara con el, a menos que fisicamente no pudiera. -- ?Donde estas, Mia? --susurro con voz ronca, desesperada--. No me hagas esto, por favor. Te necesito. Deberia haberle dicho mas veces que la amaba, pasar mas tiempo con ella en lugar de volar de un lugar a otro buscando conquistar el mundo y de ocultar los instintos que despertaba en mi. No deberia haber huido de ellos. Ella podria haber sido capaz de aceptarlos, como habia aceptado todo lo demas. Lo cierto es que nunca le habia dado la oportunidad. Nunca se abrio completamente a ella, nunca le dijo exactamente lo que sentia. Lo lamentaba ahora, cuando era demasiado tarde. Meciendose con mas fuerza, abrio los ojos y las lagrimas brotaron finalmente. Se paso el brazo por los ojos, maldiciendo su suerte mientras se secaba bruscamente su torturado rostro. Pero las lagrimas volvian a aparecer y solo conseguian irritarlo mas. A duras penas pudo ponerse en pie. Se acerco al borde del agua y siguio caminando hacia delante, tentado de perderse en el oceano si era de la unica manera que el y Mia pudieran volver a estar juntos. No ha muerto. Ha desaparecido. No la voy a abandonar. -- !Mia! --El viento impetuoso arrastro su lamento mar adentro. Tiritando, grito desesperadamente--. !Vuelve! Nadie respondio. Cayo de rodillas en el agua helada, dejando que le acariciara el pecho. Sus lagrimas se mezclaban con el agua. Su desesperacion y su angustia se rompian en la garganta con un doloroso sollozo. Y luego otro. Y otro. Las olas empujaban su cuerpo hacia la orilla y el se dejo llevar por la inercia del agua. Cuando llego a la arena, gateo una corta distancia hasta derrumbarse en la playa. Deja de llorar de una puta vez. No esta muerta. Esta en algun lugar, perdida. Tienes que encontrarla. Empezo a toser violentamente. Intento reprimir el estridente sonido que se escapaba de su boca, le bastaba la colera que le producia lamentar la muerte de una esposa que podria no estar muerta. ?Y que si la policia y todo el mundo pensaba que estaba muerta? No se daba por vencido. Nunca se daria por vencido. No habia movimientos en su cuenta bancaria, ninguna senal de que estuviera viva. Pero el no iba a parar hasta encontrarla. Sin apenas dormir desde que desaparecio, habia pasado la ultima semana removiendo Tampa buscandola, contratando detectives privados cuando ya la policia se limitaba a mover la cabeza de un lado a otro con resignacion. -- No me rendire, mi vida. Te lo prometo --murmuro con los labios rasposos a causa de la arena que empezaba a recubrir el interior de su boca con cada respiracion--. Te esperare siempre. Con la vista nublada, abrumado por el cansancio, miro fijamente a las olas que rompian. Podia ver luces a lo lejos, barcos que pasaban por su campo de vision en la oscuridad de la noche. Parpadeo intentando mantenerse consciente, pero la oscuridad se apodero de el y se rindio a ella. Sabia que no iba a irse de aquella playa esa noche. Quizas nunca lo haria. Quizas se quedaria alli hasta que muriera o hasta que Mia volviera a el. La figura mojada, aterida, embarrada, yacio inmovil hasta el amanecer. Abrio los ojos en la madrugada con la esperanza de que todo lo que habia pasado la semana anterior hubiera sido solo un sueno. No lo era. Cuando se miro al espejo al dia siguiente tuvo que admitir para si que a veces no existian las segundas oportunidades. De vez en cuando, algo o alguien extraordinario aparece en tu vida y solo hay una ocasion para hacerlo tuyo. Desgraciadamente, el habia sido un cobarde, con miedo a los cambios, y le habian quitado su alguien extraordinario antes de que pudiera reclamarla como suya.

  • La chica de los ojos tristes de Noelia Hontoria

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    Adriana amaba viajar. Desde pequena siempre supo que no queria una vida prefabricada como los demas, ella era especial. Por encima de todas las cosas, deseaba almacenar en su retina paisajes de belleza desmedida, disfrutar de escenas urbanas cotidianas, integrarse en otras culturas desconocidas y atesorar miles, quizas millones de kilometros recorridos. Le gustaba imaginar que llevaba a sus espaldas una mochila magica en la que conservar la esencia de cada paso andado, cada kilometro viajado. Nunca supo bien de quien habia heredado esta pasion. Quizas de su tia preferida, Carla, quien siempre tenia una anecdota que contar de cada ciudad que habia visitado. O tal vez de sus padres, quienes sin saberlo le habian inculcado el deseo de conocer mundo. A pesar de que ambos tenian una coleccion de sellos en el pasaporte mas bien escasa, los dos poseian grandes conocimientos del mundo que nos rodea, cada uno por una razon diferente: la madre de Adriana era una reputada profesora de Geografia, mientras que su padre, cocinero, habia editado sin exito dos libros de recetas internacionales. Sin duda, sus ansias de viajar la habian llevado a vivir los mejores momentos de su vida y si de algo no se arrepentia, era de cada minuto vivido en ciudades que no le pertenecian. Adriana era hija unica, pero nunca fue una nina malcriada. Jamas le falto un capricho ni un regalo bajo el arbol de Navidad, pero tampoco educacion, carino y un castigo cuando lo merecia. Crecio en un hogar sin altibajos, sin problemas economicos ni familiares y paso su adolescencia como cualquier otra joven de su edad: le gustaba tomar cafe con sus amigas los viernes por la tarde, mirar ropa en el centro comercial y, de vez en cuando, salir por la noche a tomar un Malibu con pina en los bares "de mayores". Queria crecer rapido para ser como ellos, saber bailar, no tener toque de queda y no verse en la obligacion de dar explicaciones de con quien andaba o donde iba. Quizas si Adriana hubiese sabido lo que le esperaba unos anos despues de la mayoria de edad, habria deseado que su vida acabara en ese cafe de los viernes por la tarde. Pero por suerte o por desgracia para ella, la vida siguio su curso y Adriana se convirtio en una bella jovencita de pelo negro y ojos miel. Fue a la Universidad, aunque nunca llego a terminar la carrera. La vida le tenia preparado otro destino, eligio otros caminos y paso de ser una adolescente feliz a una marioneta de quien, con capricho, mueve los hilos de nuestra vida. ?Quien decide quien merece vivir una buena vida y quien se ahogara en una existencia marcada por las sombras? ?Somos nosotros los que, con nuestras acciones, marcamos nuestro futuro o realmente existe un destino escrito para cada uno desde el momento en que venimos al mundo? La joven no conocia la respuesta a la pregunta que se repetia todas las noches, pero un buen dia decidio que era el momento de buscar una salida del tren que ya habia descarrilado hace mucho tiempo. Se marcho. Huyo por la ventanilla del servicio de la tripulacion, como los cobardes, atraveso las vias, cambio de estacion e, incluso, de medio de transporte. Habia llegado el momento de romper con todo lo que le ataba a su vida anterior: familia, amigos, ciudades... creo una caja de recuerdos y guardo en ella lo que mas le importaba. Ese tipo de objetos que jamas tendrian valor material en un mercadillo de segunda mano, pero que para ella ahora eran todo su mundo. Con sumo cuidado, selecciono sus fotos preferidas con recelo de no aparecer en ninguna. Cerro la caja y con la llave se hizo un colgante. Creia en el poder de los amuletos y si queria empezar de nuevo, reescribir su historia, iba a necesitar uno. Con sus propias manos cambio su largo pelo negro por una melena rubia a la altura de los hombros y volvio a estudiar, pero esta vez no fueron las aulas de la Universidad las que disfrutaron de su inteligencia: una manana de Enero se matriculo en un curso de TCP, tripulante de cabina de pasajeros o, como lo llamaba el resto del mundo, azafata. Comenzar una nueva vida no fue facil: gestionar la documentacion fue casi mas dificil que encontrar un piso decente y economico en una gran ciudad como Madrid. Queria algo cerca de la Escuela pero con un alquiler acorde a su cuenta bancaria: apenas habia tenido unos meses para ahorrar y los lujos no tenian cabida en su nuevo plan de vida. Tras dos noches durmiendo en un hostal de dudosa reputacion, logro encontrar un habitaculo en un piso modesto pero limpio. Su habitacion estaba decorada en tonos azules y contaba con un mobiliario bastante basico: una cama vieja pero comoda, un escritorio de melanina, un pequeno armario suficiente para su escaso equipaje y un par de cuadros de motivos marineros. Muy a su pesar, tuvo que resignarse a compartir piso con dos chicas de nacionalidad alemana, participantes de un programa de intercambio europeo, con las cuales apenas cruzo una centena de palabras durante todos los meses que duro su estancia. Adriana se escudaba en los obstaculos del idioma para no tener mucha conversacion con sus alegres companeras, pero ella bien sabia que ese no era el motivo real. Era consciente de que su vida ahora se encontraba en una etapa absolutamente temporal, que esto no duraria mucho. Le gustaba Madrid, le hacia sentirse extrana entre un mar de gente, pero no queria pasar aqui el resto de su vida. En ese momento, hacer amistad con las alemanas no entraba entre las prioridades de su nueva vida. Tampoco le interesaba conocer a sus companeros de Escuela. Ocho chicas y tan solo un varon que quedaban cada fin de semana para disfrutar de la noche madrilena. Despues de tres negativas por parte de Adriana, habian dejado de intentar convencerla para salir con ellos. La veian algo rara, taciturna y solitaria. Y no se equivocaban. En ocasiones hablaban de ella a sus espaldas y todos coincidian en que era una chica amable, responsable y con buenas maneras, pero no entendian como alguien tan joven podia tener tan poca vida social. Algunos apostaban a que tendria algun problema psicologico, otros simplemente achacaban su actitud a un posible novio demasiado celoso y absorbente. Fuera lo que fuera lo que marcaba la actitud de Adriana con el mundo, todos estaban de acuerdo en que no era la mejor personalidad para una futura azafata de vuelo. La realidad era bien diferente: sus fantasmas no la dejaban abrirse de nuevo al mundo. Desde que ocurrio aquello que nunca debio suceder, se acostaba cada noche imaginando que todos tenemos una segunda oportunidad y basta un "lo siento" o una explicacion para enmendar todos nuestros actos. Pero al final de cada noche, sus suenos siempre se transformaban en pesadillas. La vida siguio su curso y pocos meses despues abandonaba esa Escuela que le habia dado una nueva oportunidad, esta vez con el titulo bajo el brazo. Contra todo pronostico, Adriana fue la primera de su promocion que consiguio ser seleccionada en una de las entrevistas que la propia Escuela organizaba con algunas companias aereas. A pesar de que su tren descarrilo hacia apenas un ano, habia logrado encender los motores del avion de su nueva vida. Acepto sin dudarlo: ante la oportunidad que se abria delante de ella, ni siquiera reviso las condiciones de su contrato. No le interesaban las cifras mensuales, las horas de trabajo ni el convenio. Solo queria empezar, por fin, su vida. Dicen que nunca es tarde para volver a empezar y Adriana estaba a punto de comenzar el viaje hacia lo que realmente merecia. Un 7 de octubre de 2007, partio de madrugada, con nocturnidad y alevosia. No le hizo falta facturar. En su escasa maleta de mano llevaba un par de kilos de ropa, su documentacion y su caja de recuerdos. Pero lo que mas pesaba no era nada material que pudiera llevar con ella. Su secreto la acompanaba, alla donde fuera, con la carga anadida de saber que jamas iba a poder desprenderse de el. Las horas de espera en el aeropuerto volaron: antes de darse cuenta, la voz metalica que provenia de los altavoces del aeropuerto ya anunciaba la salida de su vuelo. Cogio su equipaje de mano, su secreto y su desesperanza y se puso en la cola de ese conductor de destinos al que vulgarmente llaman avion. Deteniendose un instante, como si quisiera saborear aquel momento, saco de su bolsillo la carta arrugada que habia recibido apenas unos dias antes y comprobo con la pantalla de la sala de embarque que no se habia equivocado de sitio. En ambos lugares rezaba la misma frase. Destino: Aeropuerto de Luqa. Malta.

  • Correr mejor, vivir mejor de Santiago Garcia

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    En su segundo libro, Santiago Garcia, el critico de cine que un buen dia
    empezo a correr y ya no pudo parar, vuelve a abordar la pasion por el
    running desde esa dimension intima que invita como ninguna a calzarse
    las zapatillas y sumarse a esa aventura que tarde o temprano se
    convertira en la vida misma.

  • Imagina que no estoy de Adam Haslett

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    Cuando John es hospitalizado por depresion en Londres en los anos sesenta, su prometida, Margaret, se enfrenta a un dilema: seguir con sus planes a pesar de lo que ahora sabe o alejarse del sufrimiento que pueda ocasionarle. Finalmente decide casarse con John. “Imagina que no estoy” es la historia de lo que supone este acto de amor y fe. En el centro de la narracion esta el hijo mayor de la pareja, Michael, un fanatico de la musica, brillante y ansioso, que da sentido al mundo a traves de la parodia. Y la historia de como, en el transcurso de decadas, sus hermanos mas jovenes -la inteligente y responsable Celia y el ambicioso y controlado Alec- luchan junto a su madre para cuidar de la existencia cada vez mas preocupante y precaria de Michael.

  • Apuntes sobre un planeta estresado de Matt Haig

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    Matt Haig sostiene que es este mundo nervioso y rapido en el que vivimos el que crea individuos nerviosos, al limite. Estamos mas conectados que nunca y sin embargo nunca hemos estado mas solos. Esta aceleracion se traduce ademas en un bombardeo informativo que nos exige estar al tanto de las noticias que se suceden, sin tiempo para reflexionar ni resetear nuestras mentes. Si el sistema parece disenado para hacernos infelices, hay algo que podamos hacer al respecto? ?Se pueden reorganizar las prioridades? Haig parte de su propia experiencia para explicarnos como podemos defendernos, rehumanizarnos y cambiar para siempre el modo en el que invertimos nuestro valioso tiempo en el planeta.

  • Sin Memoria En La Piel de Ricardo Hansen

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    Creyo escuchar que alguien, a sus espaldas, habia pronunciado su nombre, detuvo la marcha y se volteo. Lo ultimo que vio fue el fogonazo que salio del canon de la Beretta calibre 22, pero nunca escucho el sonido del disparo. Murio antes. Antes de oir el siseo, antes de estallar su rostro contra el empedrado, antes de todo. Y quedo alli, arrumbado, con sus piernas confusamente encimadas una por sobre la otra, los brazos extendidos y sus ojos abiertos con expresion de horroroso desconcierto. La lluvia ha comenzado a caer repicando notas funebres sobre su cuerpo inerte. Para el no habra mas amaneceres ni fiestas de guardar, solo un largo viaje con destino incierto. Los periodicos de manana tendran aquella imagen en sus portadas y en todos los noticieros no se hablara de otra cosa que de su muerte. Curiosamente, el senador Francisco J. Barleti tendra, por fin, la atencion de la prensa por la que tanto bogo en vida, solo que esta vez, no servira a sus propositos. Para algunos, fue un hombre probo, ejemplar; para otros un inescrupuloso que utilizo a la politica para engrandecer sus arcas personales. Para Soledad Starova, la bestia que la sometio a espantosos vejamenes por mas de dos anos. Pero ella ya no podra leer esta gacetilla. Hace tres dias entro en coma agudo luego de que el senador Barleti, junto a un grupo de serviles amigos, sobrepasaron la dosis de cocaina que le inyectaron a sus venas para dominar sus instintos y asi gratificarse con la juventud de su cuerpo. De nada sirvieron sus ojos suplicantes e inundados de llanto. Ninguno de ellos sintio ni el minimo remordimiento por lo que iban a hacer. Su afan por poseerla les produjo reconcomio y les nublo la razon. Apenas quince anos tenia cuando, bajo reptiles enganos, la indujeron a inhalar por primera vez. Promesas de mejor vivir y placeres desmesurados la convirtieron de la noche a la manana en un despojo humano. Ya con su piel sin memoria, perdio su aspecto rozagante. Hoy, Soledad Starova, aparenta muchos mas de los diecisiete anos que acusa su documento de identidad. Solo un milagro le devolvera la vida. Y si ello ocurriera, esta no sera grata. Un solo disparo y efectuado con municion pequena, fue suficiente para abatir los adiposos ciento veinte kilogramos del senador, que se derrumbo sin la gracia ni la elegancia de su traje con diseno de Armani. Nadie acudio en su auxilio, porque tampoco nadie escucho la detonacion. El supresor adosado al cano de la pistola lo habia impedido. A lo lejos se escucha el carrillon de un reloj de pared que anuncia que es la hora veintitres. Todo esta quieto y hasta los sonidos se habian ocultado con el advenimiento de la noche. El cuerpo de Barleti se enfria rapidamente y pronto estara yerto. Es invierno y, a estas horas, la temperatura del aire es muy baja. Las calles estan desiertas y quizas transcurra mucho tiempo antes de que alguien descubra su cadaver. Murio solo, sin la compania de ninguno de sus festejadores y nadie que lo eche de menos. Ni su esposa, ni sus hijos. Todos, en su familia, estaban habituados a su ausencia porque rara vez dormia en su cama. Ellos jamas imaginaron que, a estas horas, su cuerpo se endurecia retorcido a tan solo unos pasos de alli. Mientras tanto y desde otro lugar... --Hola mi amor, Mama ?ya llego? --pregunto el inspector Marques por telefono. --!Hola Papa! No, aun no, pero recien llamo y me dijo que estaba en camino. --Esta bien, pequenita, si la ves, decile que llegare mas tarde, que hare la ultima ronda de la noche y voy a casa… --Si, Papa... les dejare la cena en el microondas. Ahora me voy a dormir porque manana tengo escuela. --No te preocupes por mi... seguramente comere un sandwich en el bar del polaco. !Anda a descansar, hija, que es tarde! El Inspector de policia Eugenio Marques nunca penso que aquella noche comenzaria una de las investigaciones mas intricadas de su carrera. El Sargento Torres, al volante de la patrulla, condujo en reverente silencio. El hombre que esta sentado a su diestra es uno de los policias mas valerosos y admirados de la fuerza. Apenas habian transcurrido dos minutos de iniciada la ronda nocturna cuando ambos escuchan una alerta por radio. Alguien habia hallado el cadaver de Barleti. Torres hunde el pedal del acelerador y conduce a toda velocidad. El incesante ulular de la sirena y el chirrido de los neumaticos al doblar las esquinas inunda con sus sonidos a las calles ya desiertas. Toda la paz de la noche se quebro de pronto por la prisa estridente de los policias. A lo lejos se divisan las luces LED intermitentes de los patrulleros que arribaron primero. Marques desciende de la patrulla y con algo de fastidio se acerca al cuerpo ya tieso del senador mientras se coloca los guantes de latex. En cuclillas y frente a el, observa el pequeno y casi imperceptible orificio en medio de la frente, tan solo a un centimetro por encima de sus ojos, aun abiertos, pero sin brillo. Una sola gota de sangre, ya seca, habia manado del hueco que abrio la bala. --?Alguien sabe quien es? -- pregunto --Si, senor... es el senador Francisco Jesus Barleti, segun rezan sus documentos -- respondio un agente que permanecia de pie y por detras del inspector --!Mierda! !Ahora si que estamos hechos! Un senador... !carajo, un maldito senador! Pronto esto sera un hervidero de periodistas... !rapido, quiero un cordon de seguridad a dos cuadras a la redonda! Que nadie pase sin mi autorizacion... ?Llamaron a la Fiscalia?… --nadie le responde y entonces-- ?Alguien me escucha, carajo? ?Llamaron a la Fiscalia? -- grito ofuscado. Estaba molesto porque este hecho seguramente lo tendra en vilo lo que resta de la noche. Marques no se equivoco, diez minutos mas tarde, los agentes no daban abasto para contener a periodistas y curiosos que se agolparon sobre las cintas policiales, con preguntas insistentes, histrionicas y repetitivas. Entre tanto, su telefono celular no paraba de sonar...la prensa nacional y tambien la internacional, politicos de toda indole, algunos, colegas del occiso. Antes lo llamaron desde la jefatura de policia y hasta del Ministerio de Seguridad. Todos querian confirmar la noticia; todos conocian al senador Barleti... todos, menos el. Eugenio Marques jamas habia escuchado su nombre. No le interesa la politica; de hecho, la detesta, esta convencido que los funcionarios solo se sirven de ella para satisfacer las necesidades acomodaticias de holgazanes y parasitos y dictan leyes para sus propios beneficios. Sostiene que la unica finalidad que persiguen es la de enganar a sus votantes, sea como sea, y para probar sus acepciones repite para si aquella frase que dice que los politicos solo tienen una regla:" Si no puedes deslumbrar a las masas con tu inteligencia, desconciertala con estupideces". Pero, el es un servidor publico y no puede exteriorizar sus preferencias. Solo Victoria, su esposa, sabe lo que opina al respecto. --?Inspector? Soy el Fiscal Julian Ramirez, usted y yo vamos a trabajar juntos en este caso. El Jefe Valdes lo recomendo enfaticamente. Lo quiero en mi oficina manana a primera hora. --!Esta bien, doctor!… pero no me aclaro que es, para usted, "a primera hora" ... --Las siete AM... ?esta bien o es muy temprano? --Marques asiente con la cabeza --Ok, manana, entonces...y, por favor, no llegue tarde, "inspector" --concluye el fiscal enfatizando la ultima palabra. Aquella relacion habia comenzado mal. La actitud del Fiscal fue demasiado arrogante para el inspector y pocas son las cosas que el repudie mas. Eugenio Marques es un hombre recto, educado y generalmente cortes, pero tambien es un hombre de pocas palabras y cuando alguien, imprudentemente, se refiere a el de manera altanera, suele responder con rispidez. Pero, esta vez debera contenerse, al menos, si quiere evitar un sumario administrativo con la consiguiente suspension sin goce de sueldo. Demasiado bajo es su salario y demasiado altos sus gastos. Observa la hora y maldice nuevamente... --?Pero, miren la hora que es? ?Es que ya nadie asesina de dia... donde quedaron los codigos del delito? --dijo ante la mirada atonita de sus subalternos. Nadie le respondio, algunos disimulan una sonrisa complice desviando la vista hacia otro lado. Marques, se encogio de hombros y se encamino hacia la patrulla. Concluye que ya es momento de retirarse. --!Torres, acerqueme hasta mi casa! -- le ordeno a su chofer. Durante el viaje, procura no pensar en el caso del senador. Intuye que esto es el comienzo de algo complejo. Ya habra tiempo manana, para eso. Solo quiere llegar a su cama y dormir profundamente las pocas horas que le quedan. La patrulla se detiene enfrente de su domicilio. Marques desciende y saluda a su chofer con un gesto de mano, pero nada dice y tampoco lo mira, solo lo saluda. Busca sus llaves en el bolsillo trasero de su pantalon de gabardina, pero antes de introducirla en la cerradura de la puerta, mira hacia la cochera y ve que el porton levadizo esta a medio cerrar. Se extrano porque Victoria no suele ser tan descuidada. Decide ingresar a la casa por alli. No bien entro, busco el comando de cierre, oprime el boton de color rojo y el porton finaliza el recorrido. Al pasar al lado del automovil de su esposa, apoyo sobre el una de sus manos y noto que el capo esta aun caliente. Sobre el techo, el mastil de la antena esta fuera de lugar, arrancada de cuajo y solo retenida por el cable interno de la radio. Le resto importancia y subio las escaleras que conducen a la planta alta donde estan dos de los cuatro dormitorios que tiene la vivienda. Su plan es besar a Victoria y luego regresar a la cocina para servirse un bocado. Siente apetito, pero el amor es mas fuerte y jamas osaria sentarse a comer sin antes haberla saludado. Creyendo que ya duerme, abre sigiloso la puerta del dormitorio, pero para su sorpresa ella no esta alli... desde el bano se escucha el sonido del agua caer y entonces se asoma despacio, sin hacer ruido. Y entonces, la vio. Aquella imagen borrosa de Victoria desnuda bajo la lluvia caliente es para Eugenio una pasional llamada de amor desenfrenado. Todas sus hormonas se movilizan y bloquean su raciocinio. Y cavila: "una de la manana, Micaela durmiendo en su cuarto, mi hermosa esposa desnuda e indefensa al alcance de mis manos y yo con una ereccion como hace tiempo no ocurre... eso no sucede muy a menudo" y sin dudarlo se quito la ropa y sorprendio a su mujer. --!Ay, que susto me has dado... sos un tonto! -- exclamo ella, creyendo que se trataba solamente de una travesura inocente de su esposo. Pero, como al descuido, una de sus manos rozo la rigida evidencia de que sus planes de descanso deberian esperar un poco mas. Eugenio y Victoria se excitan con facilidad; los anos que llevan juntos solo han potenciado la mutua atraccion sexual. Pocos son los secretos que aun conservan en la intimidad de sus pensamientos y muchos de ellos son fantasias que afloran en el momento justo para fomentar la gravitacion carnal. Son creyentes practicantes. Las oraciones son parte importante en sus vidas y los domingos de misa, citas irrenunciables. Pero, en sus encuentros amatorios, todo esto queda de lado. El sexo es fundamental en su relacion y, como en la guerra, todo vale. Y entonces, el aire se vuelve concupiscente, todo es placer, todo es lujuria, todo es desenfreno y, aunque atente contra sus preceptos rectilineos, si hay goce, es licito. Pronto, Victoria nada puede hacer para mitigar sus libidines quejas y gemidos sordos. Su pudor y su recato han quedado sepultados bajo los influjos excitantes de la lubricidad y la lascivia propuestos por los embates broncos y voluptuosos de Eugenio. Mas tarde... sobreviene la calma. La sudoracion comienza a desaparecer y las respiraciones se vuelven cansinas. No hay palabras entre ellos, solo sutiles sonrisas de satisfaccion y sus miradas clavadas en puntos imaginarios del techo. En eso, el sonido estridente del timbre del telefono de Eugenio, rompe con el hechizo sexual... --Marques habla...si doctor, digame... !nooo, no me desperto, descuide!… Oh, !por Dios!… enseguida salgo para alla... --?Que ocurre, mi amor? -- pregunto Victoria --Otro muerto...otro senador --?Como que otro senador? --Si, hace unas horas alguien mato al primero y ahora aparecio muerto otro. --!Por Dios! ?Que esta pasando aqui? --No lo se... un loco, seguramente --?Un loco? Mi amor, !es un asesino...! --!Mmmmh! --?Que queres decir con... mmmmh? --Es un misterio... aqui nunca pasa nada y de pronto pasa de todo. Esto no es un simple asesino... aqui hay otra cosa por detras. Dos senadores y del mismo partido politico... !Mmmmh! --Quizas los asesinos sean mas de uno... --acota Victoria --Es probable... ambos fueron muertos con metodos diferentes CAPITULO II El cuarto, abigarrado con objetos pensados para el placer sexual, estaba en penumbras. Espejos por aqui y por alla, un sillon Kama Sutra de color cinabrio y una enorme cama oval en el centro de la habitacion. El aire enrarecido con perfumes baratos no logra evitar que el olor a muerte inunde con su pestilencia aquel lugar. El senador Rogelio Hasko yace desnudo en el jacuzzi del albergue transitorio con evidentes signos de haber perecido por asfixia por sumersion. A excepcion de una de sus piernas, todo su cuerpo permanece bajo el agua. El Inspector Marques, observo detenidamente el cadaver, pero sin moverlo. Fue entonces cuando algo capto su atencion y se procuro ayuda con una cuerda de nylon para levantar la mano izquierda del occiso. Noto que las yemas de los dedos indice y pulgar tienen una marca extrana. Es una linea bien definida, morada y recta, como si se hubiera aferrado de algo filoso antes de morir. Pero es solo eso, una marca en la piel, no una herida. A la derecha y muy cerca de alli, una puerta mal cerrada. Por el resquicio se filtra algo de luz. Marques la abre y descubre vestigios de vapor en el sector de la ducha, un albornoz mojado en el piso y un grifo mal cerrado. Alguien habia estado recientemente alli. Sentado en una pequena poltrona y aun conmocionado, el conserje es atendido por una enfermera que le ha aplicado un sedante. Marques se acerca a el y... --?Fue usted quien descubrio el cadaver? --Si, senor... --?Alguien mas vio al muerto? --No lo creo...estaba solo cuando entre... --?Por que entro? --Llame por telefono interno a esta habitacion para avisar que el tiempo habia acabado y como nadie me respondia, me acerque hasta aqui y toque a la puerta. Lo hice, al menos, tres veces y nada... nadie respondio. Fue entonces cuando mi jefe me ordeno que abriera con nuestra llave maestra. --?El estaba aqui con usted? --No, me lo dijo por telefono... --Y despues de hacerlo, ?que fue lo que hizo? --Volvi a hablar con mi jefe y el me dijo que llamara al 911 --?Toco algo, despues de eso? Digo... alguna copa, al cuerpo del occiso, su ropa o ?algo? --No, senor...cerre la puerta y sali corriendo --Y despues, ?Que hizo? --Mi jefe me dijo que llamara a los demas huespedes para avisarles lo que habia ocurrido... --Y, ?por que hicieron eso? ?No pensaron que la policia querria interrogarlos? --No lo se, senor... supongo que nadie sabria nada y ademas querrian salvaguardar sus identidades. --Ok, necesito ver los registros de las camaras de seguridad del complejo --Si, senor, pero le advierto que solo se captan imagenes de autos cuando ingresan y cuando salen, no vera rostros en ellas. Marques regresa hasta la banera y observa los controles del hidromasaje. Jamas habia disfrutado de un bano relajante en una tina como esta e intrigado le pidio al conserje que se acercara hasta alli. --?Sabe? Nunca pude comprar un aparato asi y siempre desee tener uno... ?me puede explicar para que son estos controles? El hombre lo miro extranado. Se pregunto como era posible que se preocupara por semejante nimiedad teniendo enfrente de si a un espantoso cadaver. Estuvo tentado a responderle que el tambien desconocia como encenderlo, pero algo vio en aquellos ojos frios que lo detuvo y supo de inmediato que esa seria una pesima idea. Entonces le explico como funciona el sistema... --Lo primero que debe asegurarse es que la banera tenga suficiente agua antes de encender la bomba del hidromasaje. Lo demas es sencillo, con esta perilla lo enciende y con esta otra regula la intensidad de los chorros de agua y, ademas, este modelo posee un regulador de temperatura. El inspector lo escucho con atencion y no pudo resistir el impulso y movio con torpeza a una de las perillas. Y esta cayo al piso... estaba suelta. Marques, en sus ratos libres, estudio electricidad domestica en cursos dictados por internet y adquirio suficientes conocimientos que le sirvieron para reparar algunos cortocircuitos en la instalacion electrica de su propia casa. Sabia lo que hacia cuando, con la cara posterior de su dedo indice y un rapido movimiento, rozo el metal que quedo al descubierto. Recibio una pequena descarga electrica. Fue entonces cuando comprendio lo que habia sucedido en ese cuarto y ordeno... --!Que nadie se acerque aqui... hay peligro de electrocucion! Y, dirigiendose nuevamente al conserje, le pregunto... --?Noto algo raro con la electricidad esta noche? --No, Inspector. --Cuando ingreso a la habitacion, ?habia alguna luz encendida? --Si, ahora que lo menciona si. Lo extrano es que habia demasiadas bombitas encendidas, cuando en estos sitios suele ocurrir todo lo contrario... --!Esta bien! Por favor, interrumpa la electricidad en este cuarto. Voy a necesitar esta perilla como prueba. Luego de verificarla, se la devolvere, ?esta bien? --Si, claro, Inspector, lo que usted diga... --respondio sorprendido el conserje. Afuera de la habitacion se ha generado un gran tumulto. Gritos y protestas alteran la paz del lugar. Unos pugnan por ingresar aduciendo ser familiares y otros se justifican por llevar en sus solapas un identificador de prensa. Entre todos, se abre paso el fiscal Ramirez, que recien llegado, se acerca a Marques mientras observa al occiso con suficiencia. Nada dice aun. Es evidente que no quiere arriesgar una hipotesis por temor a equivocarse. Pero Marques es un zorro viejo en esto de las disputas de poder entre la policia y los juristas federales y tambien quedo en silencio. Fue entonces cuando el fiscal pregunto... --Segun su parecer ?que fue lo que ocurrio aqui? --Para mi, murio ahogado, Doctor...--respondio Marques, sin mirarlo y sin explicitar demasiado. --?Puede ser mas claro, inspector? Ya veo que murio ahogado, !no soy estupido! --No puedo asegurarlo, pero creo que se electrocuto con la perilla del control de temperatura del agua, se sumergio y no logro sobrevivir... --Ah, ok. Entonces vamos a caratularlo como un accidente --afirmo satisfecho de su conclusion porque asi, esta no seria una investigacion prolongada. El fiscal observo la hora en su reloj pulsera y sin despedirse se dirigio hacia la puerta de entrada. Marques no soporta los aires de superioridad de algunas personas, especialmente cuando no tiene mas alternativas que trabajar con ellas. Decidio escarmentarlo, aunque esto significara mas trabajo para el y, como siempre, los laureles de la victoria para el fiscal. --!Lamento contradecirlo, Doctor Ramirez! El hombre, al escucharlo, se detuvo y permanecio estatico por unos instantes, con la mirada fija hacia adelante. Luego volvio sobre sus pasos. Ahora sus gestos denotaban un claro fastidio. Ramirez es un hombre orgulloso de su profesion, pero odia el contacto permanente con los hombres de la policia. De hecho, los considera de una casta muy inferior a la suya y si, ademas, demuestran inteligencia, mucho peor. Y asi es el trato que les dispensa. Se acerca a Marques y cuando sus rostros estuvieron enfrentados a escasos centimetros, en tono altanero le pregunto... --Marques...Marques... ?Que es lo nuevo que tiene para decirme? --Que no murio por accidente... el Senador fue asesinado --Y, ?como esta tan seguro de eso? --La perilla del control de temperatura del agua fue quitada adrede. Cuando llegue estaba colocada en su lugar. --Y ?como sabe que se electrocuto con esa perilla? --No dije eso... dije que la perilla habia sido quitada a proposito y al tocar el metal, recibio una descarga electrica. Las marcas que tiene el muerto en sus dedos, asi lo sugieren, Doctor. --Ok, no entiendo mucho de electricidad, pero se supone que, aunque falte el aislante plastico de la perilla, esta no deberia producir una descarga, ?verdad? --Asi es... pero aqui, la conexion fue alterada. La revise y descubri un cable agregado de manera tal que, cuando alguien tocara el control, se electrocutaria de inmediato. El asesino estuvo aqui antes, altero los controles y cuando se aseguro que el senador habia fallecido, coloco la perilla en su lugar y disimulo pruebas para que deriven la investigacion hacia una muerte accidental. Mas tarde, abandono el lugar. --Bien... es creible su tesis. Pero ?como sabia el asesino que el senador vendria exactamente a esta habitacion? --No lo se aun, Sera materia de investigacion. --?Ya vieron las imagenes de las camaras de seguridad? --No, pero hasta donde se solo se pueden observar vehiculos que ingresan y egresan, pero no se distinguen rostros. --!Tonterias! Quiero ver esos videos... nuestros tecnicos pueden mejorarlos de manera tal que sepamos quien ingreso al hotel con el senador. --De acuerdo, Doctor. Manana a primera hora las tendra en su despacho... --Creo que no me entendio... los quiero ahora mismo Marques miro al conserje y este asintio con la cabeza. --Ok, traigalos ahora, entonces -- le dijo Rato despues, en la oficina del Fiscal... --Senor, revisamos las imagenes, pero no hallamos nada que nos de un indicio de quien pudo ser el atacante. Muestran cuando ingresa el automovil del senador, a quien se lo ve claramente, y a su lado, una mujer. Pero ella lleva lentes oscuros y sombrero. Ademas, se tapa la cara con una de sus manos. Lo lamento, pero no pudimos identificarla. --?Como saben que es una mujer? --pregunto Marques --Porque hay otra filmacion que muestra a una mujer, o al menos asi lo parece, que un rato despues sale corriendo despavorida de la habitacion. --?Se puede saber la hora en que ingresaron y en la que esta supuesta mujer huye? -- inquirio el Fiscal --Si, 00:22 ingresan y 00:48 se ve a la mujer saliendo. --Y, despues de ello... ?hay mas movimientos? --No lo se... no continuamos viendo... --Haga correr la cinta de nuevo, por favor... --ordeno Marques. El ayudante del fiscal proyecto la cinta desde el momento en que sale la mujer y Marques le pidio que lo haga desde el principio, cuando ingresan al albergue transitorio. Es entonces que se observa el automovil llegando a la cochera de la habitacion y tambien cuando descienden el senador y su acompanante. Minutos mas tarde, se observa a la mujer huyendo, pero en ningun momento mira hacia las camaras de seguridad. La cinta continua avanzando y de pronto, alguien mas aparece en escena... es a todas luces un hombre, de contextura pequena, con un abrigo largo de color negro, sombrero y anteojos oscuros. --Que venga alguien de tecnica --ordeno el Fiscal Ramirez --quiero que identifiquen a esta mujer, sea como sea. Y que sea rapido, ?me entendieron? Ella nos dira quien era el sujeto que sale mas tarde. --Si, senor, enseguida

  • El escudo de Hugo de Saray Ramirez

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    El ingenio y la maldad a veces se toman de la mano dando lugar a escenarios terribles; horrorosos eventos de dificil digestion para cualquier individuo cuerdo. Tras crecer entre frustraciones y harto de vivir disfrazado, Hugo fantasea con la idea de conocer a alguien que no le condene por ser un monstruo. Y es entonces cuando, por causas del azar, acaba tropezando con Mijail, un artista que pese a sentirse contrariado con sus obras, representa la violencia en cada cuadro con suma maestria. Conmovido ante tal descubrimiento y sintiendo que al fin ha hallado lo que tanto buscaba, Hugo tratara de lograr su objetivo cueste lo que cueste, incluso si la cordura de un ser humano depende de ello.

  • Cancion De Sombra de S. Jae-jones

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    Oscura, romantica e inolvidable, una encantadora historia para las lectoras de Dentro del laberinto y La bella y la bestia. La conclusion de la extraordinaria bilogia iniciada con Cancion de invierno.

  • Dante. El Monstruo en mi Cama de Elena Romero

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    Nuestra historia no es realista.
    Y nadie nos creeria. Nunca.
    Pero le amo. Le necesito.
    Y necesito protegerlo.

  • Las flechas de Cupido de Grace Marie March

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    Richard vive cada dia mas volcado en su trabajo, solo su hermana le hacia desconectar de la empresa, pero desde que Marie esta recuperandose de un pequeno accidente, en el cual perdio la memoria, no se han podido reunir igual que hacian antes.
    Tessa trabaja en una cafeteria, para poder llevar adelante los gastos diarios y cuidar de sus hermanas, desde que sus padres fallecieron las cosas han ido cada vez peor, pero si algo tiene claro, es que ya sea en buenos o malos momentos, estaran las tres juntas.

  • El informe Alcatraz de Lisbeth Cavey

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    Briana hereda la fortuna de sus abuelos y la gran casa familiar, sin embargo, no se imagina que en ese mismo momento ha abierto algo que habia permanecido subyacente durante anos.
    Intriga, misterio, secretos, accion y los terrorificos episodios de paralisis del sueno que sufre cada vez con mayor intensidad, la pondran a prueba una y otra vez.
    Ella no estara sola en esta aventura; Aitor Bravo, policia de la comisaria de La Costa y alguien que se debate entre la atraccion y la desconfianza hacia Briana, vivira junto a ella situaciones que le haran aflorar todo tipo de sentimientos.

  • El recuerdo de la bestia (Oraculos 5) de Johana Connor

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    La bestia se ha ido, pero su recuerdo sigue aprisionado en el alma de los guerreros...
    Una joven aprendiz de hechicera, con el don de ver el aura de las personas infernales, es obligada por su angel protector a acercarse a Gregory, el guerrero mas joven de La Costa. Al tocarlo, experimenta una extrana conexion con el, que enlaza no solo sus vidas, sino tambien, sus corazones.
    Gregory la lleva a sus tierras, ansioso por descubrir que es aquello que los une y desata en su interior una poderosa pasion, pero la selva tiene sus propios planes y aprovecha la capacidad perceptiva de la chica para susurrarle aterradores secretos y desatar en ella el recuerdo de la bestia...

  • La dama y los agentes de Veronica Lowry

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    Un hombre ideal en retazos; repartido en muchos hombres. Esta el Dandi, un irremediable seductor; el Monje, melancolico e inteligente; Sonrisas, pura simpatia; Punos, rudo y corpulento. Y entre todos ellos, la dama buscara componer un unico hombre. Aunque antes, deba, por supuesto, conocerse como mujer.

  • Solo hace falta esperar de Alma Sandher , Josefina Fernandez

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    Alma y Laura deciden hacer un viaje especial con destino, Varadero. Con entusiasmo y ganas de disfrutar cada momento, emprenden su aventura, con vivencias que jamas podrian haber imaginado. Regresan con las maletas cargadas de recuerdos inolvidables, y una nueva vida. Aunque a veces las cosas no son lo que parecen, y entre sorpresas, encuentros, verdades y mentiras, las dos amigas se subiran a una montana rusa de emociones con un destino inesperado. Una historia donde la amistad y el amor dan sentido a todo. La vida les regalara un gran aprendizaje, solo hace falta esperar, para que te suceda todo lo que mereces, ser feliz.

  • Abrazame que no te quiero, Irene Ferb de Irene Ferb

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