• libro el bosque sabe tu nombre - Alaitz Leceaga

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    Una novela de amores, celos y venganzas, que envuelve al lector con la fuerza de las grandes sagas familiares de la literatura.

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    Sinopsis de EL BOSQUE SABE TU NOMBRE ... Una novela de amores, celos y venganzas, que envuelve al lector con la fuerza de las grandes sagas familiares de la ...

  • EL BOSQUE SABE TU NOMBRE | ALAITZ LECEAGA

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  • EL BOSQUE SABE TU NOMBRE - LECEAGA ALAITZ

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    Es un libro que sorprende por lo bien escrito que está para ser el primer libro de la autora. La trama está muy bien hilvanada y la tensión se mantiene de ...

  • el bosque sabe tu nombre - Librería Sinopsis

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    EL BOSQUE SABE TU NOMBRE, LECEAGA, ALAITZ, 13,41€. Una novela de amores, ... Un secreto oculto en lo más profundo del bosque. ... Otros libros del autor.

  • Reseña de "El bosque sabe tu nombre", de Alaitz Leceaga ...

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    27 jun 2018 — “El bosque sabe tu nombre” es la nueva novela de Alaitz Leceaga y es el libro del que os voy a hablar a continuación. La historia tiene como ...

  • Las hijas de la tierra de Alaitz Leceaga

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    Tras el exito de El bosque sabe tu nombre, Alaitz Leceaga regresa a las librerias con una saga familiar ambientada en una bodega de La Rioja.

  • La reina del escoces de Penelope Sky

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    No se que me hizo cambiar de parecer, pero algo lo hizo; no quise poner a London en manos de Bones.

  • Emilia Pardo Bazan de Isabel Burdiel

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    Isabel Burdiel restituye la figura de la novelista espanola por excelencia, personalidad clave del siglo XIX.

  • Como caido del cibercielo de Mara Oliver

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    Esta solo en Nochebuena? Eso no me gusta. 0:08 Es que trabaja en un hotel, como guardia de seguridad, y le ha tocado quedarse toda la noche a vigilar camaras. 0:09 Gema: Pues disfruta la conversacion. Y, si es el que sale en la foto de verdad, !A POR EL! 0:10 ?Y tu como estas, Esther? ?Has vuelto a tener contracciones? [?] 0:10 Gema: XD 0:10 Esther: Vale, reiros, reiros, pero me asuste un monton. 0:11 Gema: Es lo que tienen los gases, que asustan [?] !sobre todo cuando salen y suenan! [?] Relajate, que aun te quedan un par de semanas de embarazo. Y cuando tengas contracciones de verdad, no las vas a confundir con un ataque de pedos. XD 0:12 [?] Siempre me haceis reir, os adoro, !pedorras mias! [?] 0:12 Esther: :/ A mi no me hace gracia. Bueno, un poco [?] !Es que tengo tanto miedo, chicas! :S 0:13 Gema: Ser mama es lo mejor que me ha pasado en la vida. NO TENGAS MIEDO, Esther. Todo va a salir bien, la mala suerte ya me la lleve yo toda. ?Entendido? 0:14 Ay, mi Gemi, ahora me has hecho llorar. 0:15 Esther: Y a mi. 0:15 Gema: Pues nada de llorar, tontas, que se malgastan fuerzas. [?] Mis dos angelitos, que se fueron antes de tiempo, a mi nunca se me iran de la cabeza, ni del corazon, pero ahora tengo aqui a mi principe, que se esta quedando dormido encima de mi pecho, y tengo a mi princesa, que esta leyendome un cuento, !ella a mi! 0:17 !Mi sobri postiza es un supercerebro! 0:17 Gema: [?] Os dejo, chicas, que si no estos malandrines no se duermen. !Y vosotras, mis valientes, a seguir adelante y sonriendo! 0:18 Esther: !!!Os quiero un monton!!! 0:18 Gema: Yo tambien os quiero. MUCHO. MUCHISIMO. 0:19 !Y yo os requeteadoro! 0:19 Gema: A ti, mi Maite, mas te querre si te quitas tambien los miedos y vuelves ya con tu surfero. [?] 0:20 !Valeee! ^^ Por cierto, no se que me estara diciendo, pero mi surfero-dicharachero [?] me esta breando a wasaps. [?] 0:21 Esther: Leelo y descubrelo [?] Habla con el, enterate bien de quien es y todo eso. !Manana nos cuentas! 0:21 25 de diciembre de 2015 Voy a contarte tres coincidencias, de una no estoy muy seguro, pero las otras dos pasaron en mi familia. Yo no se lo he contado nunca a nadie, son coincidencias solo para mi, para mi hermana son chorradas. 0:01 Para mi es la prueba de que hay algo mas que lo que vemos con los ojos, pero se que si se lo cuento a alguien tal y como yo lo veo, la gente pensara que estoy loco o que me lo invento o que busco algo mistico en casualidades de la vida. Y es posible, no lo se. 0:02 Te lo voy a contar a ti porque tu tambien estas algo loca [?] si no no estariamos teniendo esta conversacion, nunca me habrias escrito. 0:02 Bueno, alla voy. 0:03 Mi padre era un gran fan de los Beatles y no se si eso se pasa con los genes, pero yo tambien lo soy y su cancion favorita es mi cancion favorita. 0:03 Across the universe, un temazo. Me la se de memoria, puedo silbarla sin fallar ni una nota, podria mandarte un audio silbandola por si no sabes cual es. 0:04 Ya te digo que silbar, silbo bien; cantar, lo hago fatal. Mi voz es demasiado grave. 0:04 Mejor te pego un link. 0:05 https://www.youtube.com/watch? v=PN9n1bAahg4 Asi puedes escucharla conmigo. 0:06 Se que estas en linea, pero no me estas leyendo.

  • Vuelveme a enamorar de Sarah Rusell

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    Martina despierta sin poder imaginarse que lleva un mes en el hospital, en coma, tras un accidente. No solo ha perdido la memoria, tambien todo su mundo.
    Nelson, un chico que va a verla al hospital y al que ella no reconoce, la ayudara.
    Nelson y Martina mantenian una relacion y el estara alli en cada momento para ayudarla a que los recuerdos vuelvan a su mente.
    ?Volvera a enamorarse de el?

  • El pasado no quiere morir de Guido Natale

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    Las bocanadas de humo se reflejaban en la lampara del techo. Era octubre y el calor se hacia sentir, sobre todo porque no abrian las ventanas. Noche de viernes. Noche de poker y amigos. Ahi estaban los cuatro sosteniendo las cartas sobre el pano verde de la mesa de Andrada, un veterano hombre del Ejercito a punto de jubilarse. A su izquierda, Escorpion, misma edad, misma condicion, un rango menor. Del otro lado, Manteca Ramirez, un ex policia instructor de la Vucetich, y el cuarto en juego, Manuel Ponzi, un ex Teniente Coronel auto excluido de la fuerza en 1976. Hombres de tradiciones y pocas palabras se reunian desde el ano 66 cuando se hicieron amigos trabajando en las oficinas del edificio Libertador. Jugaban desde las nueve de la noche hasta que uno se quedaba con todo, que no era mucho, unos cien pesos, pero para la Argentina de 2003, significaba bastante. Andrada ganaba bien, sin embargo le preocupaba el futuro. Desde que habia asumido el kirchnerismo el presupuesto de los militares no era una prioridad, les habian expropiado algunos terrenos y a la ESMA pensaban desmantelarla y convertirla en museo. "Se vino el zurdaje", solia bromear Escorpion, emulando a una conductora de television, y agregaba para distraer a sus contrincantes: "Pensar que luchamos tanto y ahora se vienen a quedar con el poder". Le pedian que no jodiera con eso, ya estaban grandes, los setenta habian quedado en el galpon de los recuerdos. "La sacamos barata si todo queda como esta", decia Ramirez, que durante la epoca de Lopez Rega tuvo una importante participacion en el grupo de la triple A. Luego de despedir en la puerta del semipiso de Recoleta a Ramirez y Escorpion, Ponzi y Andrada se quedaron charlando cafe irlandes de por medio, sobre aquellos anos en el Ejercito, que justamente coincidieron con el casamiento de Ponzi. Andrada le recordo que a Susana la conquisto gracias a el, en referencia al velero que consiguio palpandose el revolver frente al dueno de una guarderia nautica del Tigre. Lo habia pasado a buscar vestido de Marino en un Falcon y se hicieron atender en la oficina al final del galpon donde descansaban las embarcaciones. Andrada invento un operativo de seguridad a realizarse en una isla del Delta, destaco que necesitaban la ayuda de buenos civiles para que estos grupos "de zurdos" no desquiciaran la patria. Eran tiempos de Ongania y los militares tenian que ordenar el pais de una buena vez. El hombre les dijo que era un orgullo colaborar con la causa y les puso a disposicion un barco de doce metros de eslora, que se podia usar tanto a vela como a motor. Antes de irse, Andrada le paso el brazo por el hombro, y le prometio que figuraria en el libro de la lucha contra la subversion. Ponzi le pidio cambiar de tema, la nostalgia era un mal subvaluado que lo afectaba mas de la cuenta. Se pusieron a bromear sobre la futura jubilacion de Andrada. Le quedaba una sola cosa por hacer, le dijo, y luego lo acompanaria a darle de comer a las palomas en la plaza. Rieron. Ya era tarde. Ponzi se habia quedado sin un peso. Andrada le ofrecio plata pero le dijo que volveria caminando para tomar un poco de aire, aunque su departamento quedara en el barrio de Caballito. A pesar de la trasnochada, se levanto como todos los dias a las siete treinta de la manana, una costumbre que conservaba desde su etapa como Teniente Coronel, y que no habia podido cambiar con el correr de los anos. Con tantas noches de soledad tuvo que aprender a cocinarse pequenas raciones de comida: para el desayuno tostadas de pan integral y una taza de cafe, al mediodia pastas sin salsa y por las noches verduras salteadas con pollo. El menu tenia alguna que otra variante, pero en general era siempre el mismo. Mas tarde sintonizaba FM clasica en el radio despertador y antes de acostarse acomodaba prolijamente las pantuflas debajo de la cama. Asi era su vida, una sucesion de hechos cotidianos sin sobresaltos. Una de las cosas que mas le molestaba de vivir al limite de la pobreza, era agacharse para limpiar el inodoro, el fondo de la heladera y las alacenas de la cocina. Tambien la falta de una buena cobertura social y sobre todo tener que conformarse con las peliculas gratuitas que pasaba el centro de estudiantes de la facultad de Filosofia y Letras, la mayoria de un contenido politico que le revolvia el estomago. A la tarde engancho "Rambo" en Telefe y se emociono por enesima vez, al igual que cuando veia "El barco", una pelicula sobre el devenir de un submarino Aleman durante la segunda Guerra Mundial. Hacia anos que no la podia ver porque le habian cortado el cable. Como era habitual, a la noche no tenia ningun plan, por eso cerca de las diez ya estaba en la cama dispuesto a leer "La Argentina Contemporanea" de Felipe Pigna, cuando sono el telefono. Miro el aparato con sorpresa y estiro el brazo. --Hola. --Estoy herido, veni rapido, Manuel. --!?Que?! ?Quien habla? --Alberto. Alberto era Andrada, su amigo de tantos anos. --No te muevas, ya voy, llamo a una ambulancia. --!No!, no llames a nadie, veni solo, apurate. Corto y salto de la cama en busca del pantalon, el unico par de mocasines que tenia y una chomba de Macowens. Evito el ascensor, bajo los dos pisos salteando escalones, y paro un taxi sin pensar en la plata que llevaba. Cuando estuvo a diez cuadras, le dio todos los billetes que tenia e hizo el ultimo tramo dando empujones a los turistas ante la impavida mirada de los mozos y chicos vendedores de flores. Llego a la calle Azcuenaga y toco timbre preguntandose si Andrada iba a poder abrirle. Retrocedio. Un objeto cayo desde el cielo. Era un juego de llaves que por poco le pega en la cabeza a una pareja que pasaba caminando. Subio al tercer piso, encontro la lampara del recibidor en el piso. Un reguero de gotas rojas lo llevo hasta el cuerpo de Andrada que yacia entre el living y el balcon. La sangre se habia apoderado de su camisa. Con las piernas temblando como un papel, se agacho, y lo dio vuelta. En un primer momento penso que estaba muerto, pero abrio los ojos e intento decir unas palabras que no terminaban de salirle de los labios resecos. Le puso un almohadon debajo de la cabeza, le dio de tomar un poco de agua. --Tengo que llamar a una ambulancia, Alberto. --No, escuchame --le pidio Andrada con un hilo de voz. Le hizo un gesto, queria algo para anotar. Ponzi agarro una birome de la repisa del living, y se la paso junto a un cuadernito que llevaba en el bolsillo. "Fiscal Failache" escribio Andrada con letras apenas legibles. Despues dejo caer las manos sobre la alfombra como si la fuerza de gravedad lo venciera. Al borde de las lagrimas, Ponzi le pregunto que habia pasado. Andrada le senalo la pared opuesta del living. Junto al zocalo habia un portafolio de cuero marron. Ponzi volvio a mirarlo; Andrada dijo sus ultimas palabras. --Daselo a el --y se le cerraron los ojos. El ex Teniente llamo a la policia y se esfumo con el portafolio en la mano. Volvio caminando, un rato trotaba y cuando se cansaba volvia a caminar. Al llegar se puso a mirar los noticieros, mientras dormitaba con la cabeza apoyada contra el respaldo de la cama. Por la manana, la seccion de policiales del diario hablaba de una confusa muerte de un Coronel del Ejercito argentino a punto de jubilarse. Otros medios afirmaron que habia sido abatido de un balazo, pero no habia pistas certeras sobre el asunto. A pesar de recibir llamadas de sus amigos, no los atendio. Tenia miedo de arruinar el ultimo deseo de Andrada. No queria defraudarlo. El lunes siguio recibiendo llamadas de Escorpion y de Ramirez, mientras leia Clarin. Despues salio a despejar la mente al bar de la esquina. El martes volvio a sonar el telefono y esta vez atendio. Era Escorpion. La autopsia confirmaba que la causa de la muerte de Andrada fue una bala que le atraveso el corazon. Esa tarde lo enterraban en el cementerio de la Chacarita. Se puso el unico traje que tenia, (sin contar el de militar guardado en el fondo del placard), y tomo el colectivo en direccion a la estacion Lacroze. Cruzo Corrientes, camino entre los nichos hasta una sordida capilla donde un cura oraba por su amigo delante de familiares y allegados. Se quedo a un costado, detras de un tipo alto que lo ayudo a pasar desapercibido. Junto al feretro estaban el hijo y la ex mujer. Al pibe lo habia visto por ultima vez cuando cumplio los dieciocho; a la ex era mejor perderla de vista, el alcohol la habia dejado fuera de sistema. Cuando llego el momento de trasladar el cajon, Escorpion le senalo una manija, y el, a traves de los lentes negros, fue saludando a los mas cercanos con un leve movimiento de cabeza. Habia militares vestidos de estricta fajina, periodistas, algunos politicos. Reconocio al ministro del Interior y a un diplomatico, pero se mantuvo al margen, ni siquiera se acerco cuando una nina le ofrecio una rosa para arrojar al ataud. Camino a la salida, Escorpion y Ramirez lo alcanzaron. --?Que se sabe? --les pregunto luego de unos largos segundos. --Eso te queriamos preguntar a vos, ?donde andabas? --Queria hacer el duelo... a mi manera. --O sea solo --dijo Escorpion y de reojo lo miro al Manteca--. Mira, le dieron en la puerta del cementerio de la Recoleta, y como pasaba gente, pudo escapar. No aguanto mucho. Alguien aviso a la policia, pero cuando llegaron no habia nadie. Ponzi lo escuchaba serio. --?Y que mas se sabe? --pregunto. --Nada --aclaro Escorpion--, misterio absoluto; si andaba en algo se lo llevo a la tumba. Uno cree conocer a sus amigos, y al final... --Quizas fue un intento de robo... --dijo Manteca desajustandose la corbata. Siguieron caminando en silencio hasta la explanada del cementerio, con las manos cruzadas por detras del saco, cabizbajos, como si fueran detectives intentando resolver el caso. Ponzi le sugirio a Escorpion que investigara en el Ejercito, para el no se trataba de un simple intento de robo. Despues le pidio prestados doscientos pesos, y le hizo la venia militar desde el estribo del colectivo. Paso la tarde buscando informacion. Tres dias despues los medios habian reducido el espacio dedicado al caso porque las lluvias en el litoral estaban inundando los campos y poniendo en peligro las cosechas. La clave, sin embargo, decia una linea de investigacion, estaba en la ultima epoca de Andrada en el Ejercito. Se decia que algunos militares pensaban romper el pacto de silencio, que la fuerza estaba resquebrajada, se especulaba con que pudieran aparecer arrepentidos. Ponzi abrio grande los ojos y se sirvio un vaso de Whisky que Andrada le habia regalado para su cumpleanos. Despues del tercer trago, el cansancio lo vencio, se durmio entre las hojas de los diarios con la tele encendida. Desperto a las siete con un fuerte dolor de cabeza. En la ducha trato de aclarar la mente. Dudaba entre llevarle el portafolio al fiscal, contarle a Escorpion y a Ramirez, o entregarlo en el Ejercito. Ninguna de las tres opciones lo terminaba de convencer. Despues de almorzar camino hasta el palacio de Tribunales. ?Como averiguar donde trabajaba Failache? Cruzo la plaza Lavalle, subio las escalinatas, miro de costado la estatua de la justicia, sin dejar de avanzar dio con el patio y sus columnas clasicas. Mientras leia en una placa de marmol a los proceres que sancionaron la Constitucion Nacional de 1853, vio en un banco del pasillo una revista de actualidad que no parecia tener dueno. Esquivo a un par de personas y se sento a ojearla para pasar el tiempo hasta que un titulo le llamo la atencion: "Los crimenes de lesa humanidad no prescriben", y debajo un largo articulo firmado por Carlos Antonio Failache. Cerro la revista de golpe, como si hubiera recibido un cachetazo que lo dejara con la mente en blanco. Preguntandose que hacia Andrada relacionado con ese tipo, miro hacia ambos lados, y la guardo en un bolsillo del chaleco de pesca. Abandono Tribunales, cabizbajo; ya no tuvo ganas de disfrutar de la belleza arquitectonica del edificio. Paro un taxi. Al llegar al departamento leyo la nota de un tiron. El fiscal actuaba en Villaguay, provincia de Entre Rios, y estaba decidido a investigar el pasado. De alguna manera Ponzi se sentia protagonista de aquellos anos de "botas largas", por mas que se haya retirado pronto. Lo mejor seria quemar el portafolio dentro del horno, cocinarlo a cien grados y pulverizar cualquier evidencia que pudiera revivir causas comprometedoras. ?Pero por que Andrada se queria retirar del Ejercito dandole el portafolio a ese fiscal? ?Acaso se habia vuelto loco? Paso la noche en vela, las pantuflas torcidas por las tantas veces que se levanto para ir al bano. El portafolio al costado de la cama y la radio que, mas que musica, emitia un ruido perturbador. Antes del amanecer, tomo una decision, temblando, con un frio seco en el esternon.

  • Coleccion Seduciendo al Vampiro de Mercedes Franco

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    Libro 1

    Esta nueva serie paranormal de vampiros, te producira una intensa montana rusa de emociones que no vas a poder parar de leerla.

  • Confusion de sentimientos de Stefan Zweig

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    Roland, un joven estudiante, esta a punto de abandonar los estudios cuando su padre decide enviarlo a la universidad de una pequena ciudad de provincias. Alli, un brillante profesor despierta en el una nueva pasion: el amor al saber. Deslumbrado, el joven se acerca al maestro y le propone ayudarlo a concluir la gran obra de su vida. El profesor acepta el ofrecimiento, pero pocas veces manifiesta la gratitud que el discipulo ansia y en ocasiones incluso lo trata con una distancia que lo atormenta. Tan devoto como inseguro, Roland se pregunta por que no es digno del interes de una persona tan maravillosa como el admirado maestro, ?tan despreciable lo considera? La respuesta, sin embargo, es mucho mas compleja y desconcertante de lo que podia sospechar, y solo en el otono de su vida, cuando el mismo se ha convertido en un respetado profesor, es capaz de evocar unos hechos que, ahora lo sabe, marcaron su vida mas que todos los honores o los exitos profesionales.

  • 2065 de Jose Miguel Gallardo

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    Las sombras se volvieron alargadas entre las lapidas, recorriendo asi el camino que las llevaria a fundirse con la noche negra que pronto llegaria. El entierro se habia celebrado a ultima hora de la tarde para evitar el calor sofocante que desde hacia treinta y tres dias se habia precipitado sobre el pais como un alud de fuego. Pese a ello, el ardor que aun emanaba el asfalto parecia que fuese a abrasar la ciudad. Las olas de calor se habian vuelto mas duraderas y frecuentes, y aquella iba camino de superar todos los records establecidos hasta la fecha. El clima habia cambiado y con el las temperaturas estivales de Madrid. Durante el dia se parecian ya a las que habian caracterizado a Sevilla a finales del siglo XX; las noches sin embargo, tropicales en su mayoria, eran aun mas calidas de lo que fueron entonces en la capital hispalense. Las muertes por golpes de calor durante los meses de verano se habian incrementado en las ultimas decadas, algo que podia constatarse comprobando las fechas inscritas en aquellas lapidas adornadas con flores ajadas por el sol. <>, le decia mentalmente a su mujer, de la que la muerte y una losa de marmol blanco ahora le separaban. Sentia que no podia soportarlo, que ni siquiera sus piernas aguantarian el peso del dolor que fondeaba en lo mas profundo de su alma. Desde que el sabado lo llamaron inesperadamente del Instituto Anatomico Forense de Madrid para darle la noticia, una espesa y lobrega niebla lo habia envuelto, eclipsando todo rastro de vida que pudiese cobijar. Contesto a la llamada mientras terminaba de leer un informe que le habian enviado del Ministerio para que lo aprobase. --?Adrian... Salor? --pregunto la voz grave y dubitativa de un hombre. --Si, soy yo. ?Quien es? Su pregunta quedo sin respuesta y un silencio de escasos segundos empano la conversacion. --Vera..., siento muchisimo llamarle para decirle esto. Es... su mujer... Creemos que ha sufrido un accidente. Todavia no lo hemos podido confirmar y aun faltan algunas pruebas para determinarlo. La noticia revento en sus timpanos a la vez que el caos se enraizaba en cada uno de los aciagos pensamientos que su cabeza bombeaba con el mismo ritmo frenetico al que su corazon empezo a latir. --Creo que es mejor que venga directamente al... --La vacilacion volvia a moldear sus palabras, pues sabia que se convertirian en una sentencia de muerte y nunca le habia gustado hacer ese tipo de llamadas--. Al Instituto Anatomico Forense, aqui le podremos explicar los detalles. Aquella llamada fue el inicio de un frenesi que se tradujo en largas esperas, agotamiento, insomnio... hasta que por fin le entregaron el resultado de la autopsia con las pruebas del ADN. Rapidamente intuyo lo que ponia, pues se lo habian dado con una ligera inclinacion de cabeza en senal de duelo. La sombra del miedo a confirmar lo que temia se reflejaba en el pulso tembloroso con el que sostenia el informe. Las lagrimas volvian borrosa su vision y le impedian leerlo. Tras limpiarselas con la mano pudo corroborar que el ADN del cadaver correspondia al de su mujer, Africa Nunez, con una probabilidad del cien por cien. El coche con el que ella habia tenido el accidente aparecio incendiado en una carretera secundaria y poco transitada del puerto de Navacerrada. Lo encontro un senderista que estaba terminando su ruta y llamo al 112. Para cuando llegaron los bomberos y consiguieron apagar el fuego, el cuerpo que estaba en el asiento del conductor habia quedado calcinado, aunque gracias a la matricula del vehiculo pudieron averiguar el nombre de sus propietarios y localizar a Adrian. La Policia habia abierto una investigacion para esclarecer la causa del accidente, asi como la incongruencia de haberlo encontrado a mas de cuatrocientos kilometros del lugar donde se suponia que estaba Africa. Adrian declaro que ella habia salido de Madrid el sabado a las ocho de la manana, y que a la una y cuarto del mediodia lo habia llamado desde San Sebastian para decirle que habia llegado con algo de retraso. Iba a pasar unos dias alli trabajando en el Festival Internacional de la Musica. Sin embargo, el aviso al 112 para informar del accidente se realizo a las dos menos cuarto del mismo sabado. O Africa le habia mentido intencionadamente a su marido o la habian obligado a mentir. Esta segunda hipotesis encajaba con la posibilidad de que el accidente hubiese sido provocado, segun intuia la Policia tras no haber hallado una causa natural para las llamas que habian devorado todas las pruebas que pudiesen haber quedado dentro del coche. --?Sabe si alguien podria tener motivos para querer hacerle dano a su mujer? --le pregunto un comisario con la intencion de comenzar la investigacion por algun punto. --No. --?Algun amante? ?Algo que hubiese podido llevarla hasta alli? Esta vez tardo mas en dar su respuesta y la penso detenidamente. Miro al policia a los ojos y arqueo los labios hacia abajo para mostrar desconocimiento a la segunda pregunta mientras negaba con la cabeza en respuesta a la primera. Mintio. Aquella pregunta reabria un pasado herido por las dudas en el que la actitud de Africa, sus ausencias frecuentes e inexplicadas y sus muchos viajes le habian inducido a pensar en la existencia de un amante. La estuvo siguiendo durante varios meses hasta que, sin haber averiguado nada, se canso de hacerlo. Pero ahora se daba cuenta de que aquella sospecha se habia mantenido en estado latente en su subconsciente, maquillada de olvido. En cualquier caso, haber contestado con un <> a la existencia de un amante solo habria conseguido anadir mas confusion a la investigacion. Los recuerdos le abrumaban en el cementerio y tuvo que bajar la mirada para reprimir las ganas de llorar. No queria hacerlo hasta que todos los que lo acompanaban en el sepelio se hubiesen marchado. Deseaba quedarse a solas con ella, lo necesitaba, anhelaba decirle adios y llorar a su lado, como si asi fuese a hallar el consuelo que, sabia, no encontraria

  • La bestia de Clayton de Grace Marie March

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    El mayordomo entro en la biblioteca de la casa, donde se encontraba Morgan, aun no se habia ido a dormir pese a ser pasada ya la medianoche y que al dia siguiente se tenia que casar. -Su senoria, ha venido Lord Harris dice que es urgente. -Acompanale hasta aqui. Se pregunto porque su futuro suegro vendria a estas horas la vispera de la boda, pero cuando entro Lord Harris no vio en el ninguna expresion que pudiera demostrar su curiosidad. -Disculpe Lord Clayton, la doncella nos ha traido esta nota que ha encontrado en el dormitorio de mi hija Theresa, se ha fugado con otro hombre, aun podriamos darles alcance, si pudiera usted ayudarme a encontrarla. Morgan miro la nota y la guardo en un cajon de la mesa. Lord Harris vio ese gesto de forma nerviosa, pero no se atrevia a pedirle que se la devolviera, si por algo era conocido Lord Clayton era por su rectitud y sabia que ese gesto de su hija seria algo que el no podria pasar por alto. -Si necesita alguno de mis caballos estan a su disposicion, pero si les encuentra yo de usted forzaria una boda, porque dadas las circunstancias yo manana no me casare con su hija. -Pero... si les encontramos a tiempo... -Me es indiferente si les encuentran a tiempo o no, no necesito casarme con una mujer que huye con otro hombre en la vispera de nuestra boda. -Entiendo Lord Clayton, aun asi si me lo permite, si me gustaria hacer uso de algunos de sus caballos. -Por supuesto, ya le he dicho que estaban a su disposicion. Antes de amanecer los caballos que habia utilizado Lord Harris fueron devueltos a su lugar, pero nadie pidio volver a reunirse con el, al dia siguiente cuando bajo a desayunar se encontro con parte de su familia, despues de pedir que le prepararan el carruaje, les dijo simplemente que al final no se celebraria la boda, sin darles ninguna explicacion. -Seras capaz de dejar abandonada a Lady Harris el mismo dia de su boda -dijo su tia Harriet horrorizada. -La familia de ella ya sabe que no habra boda, bueno que no habra boda conmigo, igual hay otra. -No entiendo lo que quieres decir -le dijo Harriet mirando hacia los demas. -Igual a estas alturas Theresa ya esta casada con otro hombre, no se que decision habra tomado su padre finalmente con respeto a ella, una vez la hubo encontrado. -Lady Harris seria incapaz... -Tia, espero que no se vuelva a hablar de este tema nunca mas, ella tomo su decision ayer cuando se marcho con otro hombre, me da igual si la encontraron a tiempo o no, yo despues de desayunar me marchare de Londres y seguramente no volvere mas. -Pero necesitas casarte, debes tener un heredero. -Mi hermano ya tendra hijos, yo por mi parte solo espero que todos me dejeis ya en paz, fue un error desde el principio venir a buscar una esposa. -Pero Morgan... -?Que? -Puede que encuentres otra mujer. -Mi fortuna atrae a muchas, pero la cicatriz de mi rostro les crea repulsion hacia mi persona. -Hijo... -Dejarlo estar, sera mejor que me marche ya, creo que ya hemos hablado demasiado de este tema, espero que no volvais a hablarme de boda nunca mas. Capitulo 2 5 anos despues. Lucas entro en el club de caballeros y vio un grupo de personas en la sala de apuestas, lo que hizo que llamara su atencion. -Lord Hartley ha perdido la cabeza, alguien deberia detener esto. Lucas se acerco hasta que vio al hombre con la cara enrojecida y sudando mas de lo normal. -Solo me queda la dote de mi hija, son 10.000 libras que recibira su esposo una vez celebrada la boda. -Acepto la apuesta -dijo un hombre. Todos se callaron ante lo que acababan de escuchar, mirando hacia Lord Hartley quien cogio los dados y los lanzo, desafortunadamente tambien perdio esa mano. Se fue de la sala a paso lento y totalmente decaido, Lucas miro hacia el despreciable hombre que tenia frente a el, mientras recogia todos los papeles que le habia firmado Lord Hartley. -Todo o nada -le dijo impulsivamente. -?Creia que estaba usted prometido Lord Clayton? -Hablo en representacion de mi hermano Morgan. -?De la bestia de Clayton? -?Como se atreve a llamar de este modo a mi hermano? Se lo repito todo o nada. -Muy bien, acepto, hoy tengo un dia de suerte, ?que ganaria yo? -Nuestra casa de Londres. -Escucho un murmullo a su alrededor, pero no les presto atencion. El lanzo primero el dado pero tan solo saco un 4, antes de que lanzara su oponente el dado escucharon un disparo, Lucas no tenia duda de que Lord Hartley habia acabado con su vida. No aparto la vista del oponente, y espero a ver que numero salia en los dados que el lanzara. -Un tres. -Escucho como decian. -Lady Patricia Hartley se casara con la bestia de Clayton. -Murmuraron en voz baja, pero aun asi Lucas pudo escucharlos claramente. -Deme todos esos papeles, mi hermano sera quien de ahora en adelante cuidara de Lady Hartley y se asegurara de su bienestar. -?Cuando se celebrara la boda? No quisiera perdermela. -Dijo quien habia empezado estas lamentables apuestas con Lord Hartley. -Mi hermano cumplira la palabra dada por mi, ella sera mi cunada y espero que tenga respeto hacia todos los miembros de mi familia. Al llegar a casa, vio que su tia Harriet aun no habia salido de casa, iba a ir a una pequena fiesta que se celebraria en casa de una amiga. -Tia por favor, ven al despacho conmigo. -?Sucede algo? -Me temo que si. Despues de contarselo, vio la cara de horror de la mujer. -Necesitare que acompanes a Lady Hartley en todo momento, ella vivia sola con su padre y sus criados, de modo que necesitara una dama de compania hasta que se celebre la boda. -Tu hermano aseguro hace anos que nunca se casaria. -Por el honor de la familia, creeme el se casara. -Ella debe guardar luto por su padre, tendremos que esperar un tiempo prudente. -No, dadas las circunstancias no se esperara ese tiempo prudencial, ella debe casarse inmediatamente con mi hermano, no me fio del hombre contra el que jugue ayer, es un ser despreciable. -Ya lo creo que lo es, para realizar ese tipo de apuestas. -Avisare a mi hermano que le visitaremos en breve. -?No le diras nada de la joven? -No, no quiero arriesgarme a que desaparezca sin dejar rastro, viajaremos tras el entierro del padre de Lady Hartley, una vez lleguemos alli se celebrara la boda en la capilla familiar. -No creo que tu hermano... -Una vez casados, yo volvere a Londres contigo, estoy seguro de que Lady Hartley sera mas feliz con mi hermano que con ese despreciable hombre. -Tal vez ella le tenga miedo, ya sabes que tu hermano... -Si, hoy me han recordado como le llaman, la bestia de Clayton, pero creame tia, era aun mas bestia esa persona con la que me he tenido que enfrentar por salvarla a ella, estoy convencido de que su interior esta podrido.

  • Aqui se quisieron Carla y Nico (Los libros de Nico y Carla 3), A. M. Irun de A. M. Irun

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  • El segundo sexo de Simone De Beauvoir

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    “El segundo sexo” no solo ha nutrido a todo el feminismo que se ha hecho en la segunda mitad del siglo, sino que es el ensayo feminista mas importante de la centuria. Todo lo que se ha escrito despues en el campo de la teoria feminista ha tenido que contar con esta obra, bien para continuarla en sus planteamientos y seguir desarrollandolos, bien para criticarlos oponiendose a ellos. “El segundo sexo”, que es el ensayo de una filosofa existencialista, se encuadra en el ambito mas amplio de un pensamiento ilustrado que toma de la ilustracion precisamente sus aspectos positivos, emancipatorios; ante todo, una concepcion igualitaria de los seres humanos, segun la cual la diferencia de sexos no altera su radical igualdad de condicion. Al mismo tiempo, es un ensayo filosofico que analiza el hecho de la condicion femenina en las sociedades occidentales desde multiples puntos de vista.

  • Roanoke (?Tu me ves? 5) de Gemma Herrero Virto

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    Tras los hechos ocurridos en Los crimenes del lago, Eric Armstrong cree que su vida va a ser feliz y tranquila. Conserva su trabajo como librero, ha encontrado un piso en el que vivir y no ha vuelto a experimentar ni un solo suceso que huela a fenomeno paranormal. Ademas, lleva tres meses saliendo con Debbie, la chica mas maravillosa del mundo. La relacion va tan bien que ella le ha invitado a Roanoke a pasar las navidades con su familia.

  • El maestro de las sombras de Donato Carrisi

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    Ano 1521.
    Nueve dias antes de morir,
    el papa Leon X emite una bula
    que contiene un mandato solemne:
    < nunca quedarse a oscuras.>>

  • Amigos carinosos de J.f. Jimenez

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  • El Principe de la Niebla de Carlos Ruiz Zafon

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    El nuevo hogar de los Carver esta rodeado de misterio. En el aun se respira el espiritu de Jacob, el hijo de los antiguos propietarios, que murio ahogado. Las extranas circunstancias de esa muerte solo se empiezan a aclarar con la aparicion de un diabolico personaje: el Principe de la Niebla, capaz de conceder cualquier deseo a una persona a un alto precio…

  • Y donde tu seas, yo sere (Samsari 2) de Mia Martin

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    Segunda entrega de la trilogia <>, iniciada con Di mi nombre.

  • Secretos del corazon (Corazones prohibidos 1) de Norah Jones

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    La manana avanzaba demasiado deprisa para Heather Hamilton, pues la joven no tenia el menor interes en volver a su casa. Preferia estar como en ese momento: tranquila. Duena de sus actos, de sus decisiones y sin tener que estar luchando consigo misma, para no oir las discursiones diarias de sus padres. Cierto, que tenia el apoyo de Grace, pero ultimamente estaba distante, y cada vez que le preguntaba el motivo, respondia con evasivas sin sentido. --?Sabes una cosa, Regina? --pregunto tras un largo silencio, unicamente roto por el sonido de los caballos que a esa hora llenaban Hyde Park. --Vas a aceptar. ?A que si? --pregunto Regina Harper, una buena amiga de Heather casada hacia dos anos y que, desde hacia seis mesees, ella misma se consideraba viuda, pues su esposo tomo un y nada mas se supo. --Pues si, voy a aceptar --sentencio con una leve sonrisa de satisfaccion--. No sere la unica soltera, Grace puede acompanarme y tu tambien iras ?verdad? --Claro que ire, no me perderia una tarde, y menos un fin de semana, en un lugar como ese ni loca --sentencion con una carcajada de orgullo--. Ademas, estoy segura de que lo pasaras muy bien, como tu misma has dicho, no seras la unica soltera, y si tus padres intentan fastidiar, ya me encargare yo. Confia en mi. --Confio en ti, por eso voy --dijo sonriente. Ambas amigas continuaron un rato mas cabalgando por el parque londinense. A ninguna se le pasaba que muchas miradas quedaban clavadas en ellas, miradas, algunas, que lamentaban la situacion de lady Harper, ignorando que ella estaba viviendo los mejores meses desde que se vio obligaba a comprometerse con lord Harper, un vividor y juerguista cuyos ojos nunca estuvieron puestos en su esposa. Heather conocia muy bien lo pasado por su amiga, ambas fueron confidentes una de la otra desde el dia que fueron presentadas en sociedad, teniendo una 16 anos y la otra, 18. Aquella noche, todos los ojos fueron puestos en Heather Hamilton. Su belleza quedo en un segundo plano, pues lo mas llamativo de ella fue su ternura, su silencio y su simpatia. El comportamiento de su madre dejo mucho que desear, de hecho, interrumpio dos bailes y la joven acabo llorando a escondidas, pero nadie lo tuvo en cuenta, no tardaron en llegar las primeras invitaciones a bailes y eventos sociales, asi como las primeras notas de interes por parte de las primeras amistades, entre ellas: Regina. Lady Harper, vio en Heather la oportunidad perfecta de tener una amistad con quien hablar, con quien ser ella misma y, sabia, eso tambien le convendria a la joven, sobre todo, despues de conocer a la madre, quien a todo lo que se referia a su hija, decia lo mismo: no. Heather recibio una educacion esmerada, digna de una princesa. Sabia tocar el piano, cantar, bailar, hablar frances y espanol, dibujar, coser, montar a caballo, escribir y, pese a la negativa de su madre, tambien le fue ensenado algo de cocina, pues la institutriz no lo vio con malos ojos y la cocinera, no podia negarse a una peticion tan inocente si llegaba de parte de alguien como ella. Pero todo eso estaba destinado para algo tan sencillo como el matrimonio, aunque aun no habia aparecido el hombre adecuado. Por suerte. Heather Hamilton unicamente deseaba vivir, disfrutar un poco, pero con tantas negativas le resultaba muy dificil. Sin embargo, los consejos de su amiga y de Grace, la instituriz, que se quedo por motivos desconocidos, hicieron de ella una chica mucho mas valiente, que, si bien respetaba a sus padres, tomaba sus propias decisiones, como lo era acudir a pasar el fin de semana en la mansion de los Jefferson, quienes lo celebrarian en su casa de campo, en Silverley. Un lugar desconocido por ella, quien quedo ensimismada observando una mariposa posarse con delicadeza en las crines de su caballo blanco. --Tierra llamando a Heather --dijo Regina con una amplia sonrisa-- ?Has oido lo que te he dicho? --Perdona, estaba observando la mariposa --respondio mientras seguia con la mirada el vuelo del pequeno insecto cuales colores parecian imposibles--. ?Que decias? --Decia que si quieres venir a mi casa, puedes decir en la tuya que te vienes para hacerme compania, de seguro que no te lo niegan, y con tu institutriz para vigilarte… --dijo con segundas intenciones pero sin maldad alguna. --Me parece una idea fantastica. ?Puedo serte sincera? --pregunto Heather con seriedad. --Claro, ?que pasa? --pregunto Regina intrigada, pues si su amiga se ponia asi, significaba que el tema a tratar o era muy delicado o era un asunto muy privado. --?Recuerdas cuando al desaparecer Nicholas fuiste a mi casa? --pregunto con el caballo detenido cerca de la entrada de Hyde Park. --Si, lo recuerdo. Tu madre me dio un sermon sobre como debia tratar a mi marido y que hacer para recuperarlo. No he vuelto a tu casa y no pienso volver a hacerlo, un sermon asi no me lo dio ni mi madre y eso que lo de casarme con Nicholas fue cosa suya --explico Regina sin enteder muy bien hacia donde iba Heather. --Aquel dia casi te pregunte si querias que me fuera a tu casa a hacerte compania --dijo Heather, sin saber si debia o no contarlo. --?Y por que no lo hiciste? --pregunto Regina extranada--. Crei que eramos amigas y que no habia secretos entre nosotras. --Temi que me dijeras que no --confeso ella avergonzada. Lady Regina Harper no pudo evitar reir a carcajadas por aquella confesion. Para su amiga no resultaba gracioso, pero sabia, cuando pasara el tiempo lo comprenderia, y tambien reiria. --Pues ahora soy yo quien te lo pregunta, o mejor, te invito. Nada mejor que pasar al temporada juntas ?te animas? --pregunto con una sonrisa. --Claro que si --respondio Heather con una grata sonrisa, ilusionada, pues le daba la impresion de que cumplir los 18 anos habia sido lo mejor que le podia pasar, aunque no hubiera sido posible sin aquella noche de presentacion que tan desastrosa le resulto, pero tantas, alegrias le dio luego. --Pues vamos a tu casa, recoges tus cosas y te vienes conmigo. Y tambien se viene Grace, me cae muy bien, seguro hace buena amistad con mi criada --dijo con la esperanza de poder ayudar a ambas, pues por alguna razon, Grace le caia muy bien, tanto como lo hacia Jane. Las dos amigas se dirigieron a la casa de lady Heather Hamilton, la cual nada mas llegar, solicito la presencia de su institutriz, quien no tardo en responder a la llamada. --Por favor, recoge mis cosas y las tuyas, vamos a pasar una temporada en casa de Regina --dijo con una sonrisa. --Por supuesto, sera un placer senorita --respondio

  • Esposa A La Fuerza (Damas Victorianas 2) de Camila Winter

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    En el salon de la mansion de los Kellington, el joven sir miro impaciente a su alrededor en busca de su hermana. de pronto la vio sentada en el comedor especial bebiendo sorbos de te mientras miraba a su alrededor tensa. Conocia bien a su hermana menor, con sus impecables bucles rubios sobre la sien la frente alta y los labios cubiertos con ese polvillo que conseguia de forma clandestina. --Amber, debo hablar contigo. Ella lo miro molesta y alerta con sus grandes ojos verdes de gata. La crispaba que se metiera en sus asuntos. --Supongo que me retaras por haber invitado a Lawrence. Su hermano quedo desconcertado. --?Lo habeis invitado a tomar el te hoy? Lo ignoraba. Amber se sonrojo sintiendose horriblemente humillada. --Vamos, no me mireis asi, nuestro padre jamas dara su aprobacion y lo sabes. --Eso no es asunto vuestro. Y si de eso quieres hablarme pues no quiero escucharte, Thomas. Todavia no me ha pedido matrimonio para que debas preocuparte. --No, no era de eso que queria hablarte Amber, sientate, lo que quiero decirte es muy serio. Ella obedecio algo intrigada. --?Que sucede, Thomas? --Clarence Bootmey, ?lo recuerdas? Mi amigo que vive en Londres y es abogado. --Si, lo recuerdo. ?Que hay con el? --El otro dia lo vio cuando fui a Londres por unas diligencias para nuestro padre. Me dijo que vio a tu marido en un club muy exclusivo, Amber. Ella se puso palida. --Eso no puede ser... Mi esposo murio, Thomas. El la miro incredulo. --Pero lo vieron, Amber...Dijeron que estaba alli con otro hombre y tenia ese extrano anillo en su dedo menique. --Debieron confundirlo con alguien, mi esposo murio hace mas de un ano. Amber palidecio y toda su coqueteria se esfumo al pensar en Wilfredo Strozzi, su marido italiano. --Debe ser un error, realmente, ?quereis matarme del susto? --pregunto con un hilo de voz. Para todos era la senorita Kellington, soltera y casadera y era mejor que lo creyeran pues su matrimonio fue producto de un capricho de juventud, un capricho que pago muy caro al poco tiempo de casada al comprender que su marido no era ese principe azul que se habia imaginado... Su hermano Thomas la miro alarmado, con fijeza, como si no le creyera. --?Acaso crees que he mentido? Mi marido murio en el extranjero durante un viaje, ?debo contaros esa historia de nuevo? --Lo se, pero una vez dijisteis que vuestro esposo era un hombre muy malo, Amber, y me pregunto si acaso no te cansaste de su maldad y lo abandonaste. --Claro que no, Thomas, nunca habria hecho eso. Era mi esposo y lo amaba--su voz se quebro, pero no mentia. --Tu sabes que me enfrente a mis padres por amor a ese hombre, que estuve bajo su hechizo durante mucho tiempo y nunca habria podido abandonarlo. ?Como puedes decir eso? --Y supongo que lo habras lamentado. Amber asintio en silencio. --?Y si no murio? ?Si es el Amber? --Eso es imposible... Debio ser alguien parecido, no comprendo por que toda esta conversacion. De estar vivo me habria buscado mucho tiempo atras. Es absurdo, Thomas. Solo debe ser alguien que se le parece. --A lo mejor el conde italiano no sabe que estamos aqui, tal vez este tras de ti. --Eso es imposible Thomas... Mi esposo murio en Italia. -?En Italia? Pense que habia sufrido un ataque mientras dormia. Ella lo miro inquieta. -Fue a curarse de esa enfermedad de los huesos y tambien a visitar a unos parientes, pero el viaje fue mucho para el... dijeron que tuvo un ataque y murio. Yo estuve alli cuando lo trajeron en un ataud y lo enterraron. --Nunca hablaste de ello, fue todo tan misterioso que... Ella lo miro con tristeza. --A veces es mejor callar. He querido enterrar todo lo que paso, dejarlo atras y tengo una oportunidad ahora. Si Lawrence me pide matrimonio, me casare con el, Thomas. Lo hare. Su hermano se puso muy serio. --Amber, sir Lawrence no es un candidato aceptable, es un joven de noble caracter es verdad, pero pasaras estrecheces en un futuro. Solo tiene una propiedad y dicen que esta en ruinas. --No me importa. Mi vida se arruino por haber sido joven e impetuosa pero ahora todo sera distinto, Thomas. Realmente quiero casarme con Lawrence y dejar atras tantos recuerdos tristes. --?Lo quieres o lo necesitas? Amber se sonrojo. --?Como te atreves? Me case por amor y mi matrimonio fue un error, ahora tal vez funcione si escojo a un hombre bueno, Thomas, un hombre bueno que me ama y es un autentico caballero y de eso seguramente no tendreis ni sombra de duda. --Eso es verdad. Pero os recuerdo que tendreis que esperar a que se decida a hablaros y si no lo hace esta conversacion sera una anecdota y nada mas. Ademas, estais pasando por alto algo muy importante: nuestro padre no ha autorizado esa amistad y sospecho que no sabe nada al respecto. La joven trago saliva y su abundante busto subio y bajo al instante poniendose mas colorada que antes. Sabia que su hermano tenia razon. ?Que ganaba convenciendo a su hermano si el caballero del que se habia enamorado locamente no le hablaba, no le exponia sus sentimientos? Se habia alejado de ella de forma inexplicable aumentando sus dudas y desazon. Pero en su corazon no habia dudas, y sufria al pensar que su pretendiente, el unico que habia despertado y curado su corazon malherido la rechazaba, se alejaba de ella sin motivo aparente. Tal vez el tambien temia ser rechazado. --Solo os quise avisar, Amber--dijo su hermano y se alejo. Ella lo miro llena de malos presagios. "Esto no puede ser, mi esposo murio..." Sintio su corazon latir acelerado mientras viajaba al pasado. Tantos recuerdos, tristes, dolorosos, pero algunos habian sido felices... En el pasado ella habia tenido otros pretendientes, pero los alejo a todos, con sutileza, hasta que aparecio ese caballero que le doblaba la edad y que le atrajo como un iman. El conde italiano. Wilfredo Strozzi. Fue tan extrano, nunca antes se habia sentido asi, fue como un embrujo, algo que no pudo controlar. Algo tan fuerte y maligno... Y el era un hombre guapo y fascinante, un italiano, habia algo maligno y sensual que no habia visto jamas en otro hombre, la forma en que la miraba... Sus padres se opusieron a esa amistad desde el principio, porque el le doblaba la edad y nadie sabia nada de el. El conde Wilfredo Strozzi era un completo misterio, como si hubiera salido de la nada. Solo mencionaron la mansion de Creeping hall, cerca de las colinas blancas de Lancashire, pues a pesar de ser italiano se habia establecido en ese lugar helado con su familia, un lugar siniestro como pocos, pero entonces ella no lo sabia ni lo imaginaba pues su enamorado lo pinto como un perfecto paraiso. Fue muy elocuente y seductor. Logro convencer a todos y sin embargo su padre desconfiaba de que su fortuna fuera solida. Pensaba que no era mas que un seductor y un caza fortunas. El conde italiano se ofendio cuando comprendio la indirecta de su padre. Se ofendio y se marcho y ella lo vio irse con el corazon partido. --Ya tendras mejores pretendientes, hija mia, no os quedeis afligida--le dijo su pobre madre al verla tan triste los dias siguientes. Sabia que le gustaba ese caballero, todos lo notaban. Amber se quedo tan afectada. Tan desolada. Sin imaginar que para el solo habia sido un juego, que le habia robado el corazon y la atormentaba fingiendo que no le importaba, asi fue siempre, ahora lo sabia... Durante meses no volvio a saber de el y todos decian que se habia marchado a Lancashire y sin embargo ella estaba cada vez mas enamorada y esperanzada en su regreso. Un dia llego una carta, la primera carta de amor que ella escondio de su familia. Le explicaba por que habia tenido que marcharse y por que no podia visitarla todavia. Asuntos urgentes le requerian en Creeping hall de Lancashire. Amber sintio el corazon palpitar acelerado mientras leia esas lineas que danzaban ante sus ojos "no tema senorita, no me he olvidado de usted, ?como podria hacerlo?" y con solo esa frase que le daba a entender que ella le importaba y tenia esperanzas... Queria convertirse en su esposa un dia, no sonaba con otra cosa. Y aguardo dia tras dia su regreso mientras le respondia una carta amable y contenida, pues no era de buen gusto confesar a un caballero que lo extranaba y anoraba su regreso, aunque lo sintiera hasta el fondo del corazon, no lo diria. Una dama jamas daba a entender en palabras ni por carta sus verdaderos sentimientos, aunque muriera por saber cuando podria verle de nuevo tampoco lo pregunto por supuesto. Y asi espero y espero como Penelope, sintiendo que moria de desesperacion aguardando su regreso, aguardando impaciente, noticias suyas. Solo un mensaje, una carta... Le daba rabia pensar en lo tonta que habia sido. Durante meses la torturo, le escribio carta inventando excusas hasta que un buen dia fue a verla en secreto y le confeso la verdad, que su familia le habia prohibido seguir con su amistad y mucho menos cortejarla. No habia esperanzas, no habia futuro para el, ni para ambos. Amber creyo en sus palabras y sin poder contenerse se enojo con sus padres y luego lloro. Se desespero. --No tema senorita Amber. Encontrare la forma, se lo juro... si acaso me acepta... si hay alguna esperanza para mi... Le declaro su amor esa noche y ella se dejo llevar por esa pasion que la consumia a fuego lento. Y el se marcho, dijo que regresaria a verla pronto, no dijo cuando... Hasta que un dia magico le dijo que la amaba y que la convertiria en su esposa. Estaba tan locamente enamorada y tan ciega que no desconfio en ningun momento de que la amaba y acepto convertirse en su esposa. Su corazon y su alma entera no queria otra cosa. --Pero vuestros padres no me aceptaran, mi hermosa damisela. Me han prohibido veros, jamas aceptaran lo nuestro--le dijo el. Amber lloro, era tan joven y estaba tan enamorada, llevaba tanto sufriendo ese amor atormentado y cuando le propuso huir y casarse en el extranjero acepto encantada. Parecia la unica solucion. Fugarse y escapar. Era tan romantico... Entonces se fugaron y cometio la imprudencia de entregarse a el en esa posada del camino. Todos creian que estaban casados. pero no lo estaban y de pronto sintio que la piel le ardia y moriria si no dejaba que la desnudara y le hiciera el amor... Trago saliva al recordar esa noche que no debio ser pues luego comprendio su imprudencia y sintio terror, terror de que luego de ser su amante no quisiera casarse con ella. Amber lloro cuando enredados en la cama sintio el dolor de haber perdido la virginidad, cuando la hizo suya por primera vez y sus quejidos se unieron a sus gemidos de placer mientras su mirada oscura se volvia maligna y un beso salvaje sofocaba sus sollozos. No fue lo que esperaba y se sintio perdida. Sin saber por que solo queria escapar de esa cama y que dejara de hacerla suya. No estaba lista para eso, pero luego comprendio que estaba atrapada. Acababa de convertirse en su mujer, su amante, y habia perdido su virtud, ahora ningun caballero la querria de esposa y lo sabia y sintio una horrible angustia preguntandose que habia hecho. ?Se casaria o con ella o la regresaria a su casa abandonandola a su suerte? Estaba demasiado asustada para preguntarselo. Al dia siguiente desperto sintiendo que todo habia sido un sueno y se vio desnuda frente al inmenso espejo, desnuda y sola en esa habitacion y aterrada quiso abandonar la cama y lo hizo vistiendose con prisa. Tenia que buscar a Wilfredo, hablar con el... Temblo al recordar lo que habia hecho y se arrepintio amargamente pensando que habia caido en la trampa de un seductor, sus padres tenian razon, el no era ese caballero que pensaba. Entonces vio la cama manchada de sangre y se estremecio. Sabia lo que significaba, una dama sangraba al perder su virginidad y sin eso no podria casarse. Ningun caballero la querria. --Has despertado preciosa... te traje el desayuno--dijo el entrando en la habitacion. Amber sintio algo muy extrano entonces, habia pensado que amaba a ese hombre, pero ahora no queria que volviera a tocarla, que la lastimara ni... todo habia cambiado, no estaba lista para ser suya, para ser su esposa. Queria escapar, pero solo pudo quedarse donde estaba y desayunar y saber que haria el. --No temas preciosa, luego sera mejor, no sentiras dolor sino placer... un placer con el que jamas has sonado--dijo entonces su amante leyendo sus pensamientos. --No... no quiero que vuelva a pasar. --dijo ella con voz apagada y lloro confundida y atormentada. Le costaba mucho entender lo que habia pasado y no comprendia su terror en esos momentos y un rechazo absoluto a la intimidad y a seguir adelante con su aventura, solo se lamentaba por lo que habia hecho. Su amante la miro con intensidad y de pronto tuvo la sensacion de que podia leer sus pensamientos. --Estas confundida y te sientes mal por lo que paso, pero no temas, luego sera diferente, te despertare al amor y la lujuria, preciosa. Ahora te he convertido en mia, pero quiero que seas mi esposa y cumplire mi palabra. Amber lo miro confundida y el le dio un beso ardiente. --No temas preciosa, vistete, tenemos un largo viaje hasta la capilla mas proxima. No querras volver a tu hogar sin tu virginidad y con mi semilla en ti. Podrias estar encinta ahora... Ella trago saliva y lo miro. Tenia razon y luego, el la ayudo a vestirse, a cubrirse con la capa y le dio un beso ardiente. Se moria por hacerla suya y la abrazo y lentamente la fue llevando para convencerla de hacerlo otra vez... Amber se sintio mareada y gimio cuando le tuvo en su interior, jamas habria imaginado que seria asi, nadie la habia preparado para su noche de bodas y a punto habia estado de escapar. Pero ahora ya era tarde y su amante tuvo razon, luego fue distinto y ese dia la hizo suya un monton de veces y le gusto... a pesar de su ignorancia, del miedo que sentia comenzo a sentir que le gustaba ser suya y luego con el tiempo, se cumplieron sus vaticinios y el supo llevarla por los caminos de la pasion y la lujuria. Pero al menos cumplio su promesa y la convirtio en su esposa dias despues en una parroquia medio vacia del camino. La mansion de Creeping hall aguardaba, un lugar siniestro y oscuro con una familia italiana que no hablaba del todo ingles y que conversaban en su lengua materna todo el tiempo. Se sintio abrumada y perdida, se sintio como una visita en su propio hogar. Su esposo intento integrarla, pero sus parientes la miraron torvo desde el principio. Eran gente extrana, antipatica o de modales distintos. Tuvo que aprender su lengua pues no hablaban una palabra de ingles lo que la extrano bastante pues se suponia que vivian en Lancashire desde hacia anos. La soledad del lugar, aislado y siempre helado aun en verano termino de arruinar sus nervios. Echaba de menos su hogar, y descubrio que la comida italiana la disgustaba y tantas otras cosas... Desde el principio todo estuvo mal y en la convivencia se alejaron. Y descubrio que ese principe azul era un hombre taciturno y reservado al que apenas conocia. Todas sus cartas de amor, la exquisita poesia que le recito una vez no eran mas que una parte pequena de su personalidad. Era un completo extrano y un misterio. Lamento amargamente haber sido tan impulsiva pero ya era tarde. Era su esposa y le pertenecia. Todo era tan nuevo para ella y tan incierto... Excepto al caer la noche. En sus brazos Amber los caminos del placer, lentamente se estaba haciendo adicta a esos encuentros ardientes. El era todo cuanto tenia en esos momentos, su familia jamas le perdono esa boda precipitada y se fueron de Derbyshire para no soportar la verguenza de explicar la fuga romantica de su insensata hija. "No sufras, Amber, soy todo lo que tienes ahora, soy tu esposo y pronto tendremos muchos ninos. Ven aqui..." Le decia siempre su esposo y al mirarla de esa forma, sin ocultar su deseo se humedecia y sabia que la encerraria en sus aposentos para hacerle el amor. Lentamente fue llevandola por los caminos de la pasion hasta que esta se convirtio en una absoluta y desesperada lujuria.

  • Deseo en la montana (Una mujer en el cruce de los Andes 1) de Nidia Restovich

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  • ?Que robot se ha llevado mi queso? de Rafael Tamames

    https://gigalibros.com/que-robot-se-ha-llevado-mi-queso.html

    La tecnologia esta transformando la sociedad a un ritmo vertiginoso en todos sus aspectos. La manera en la que nos comunicamos, la forma en que adquirimos productos, como realizamos gestiones o simplemente la limpieza de nuestro hogar ha cambiado por completo debido a la digitalizacion y la robotizacion. Esta situacion no es facil de controlar pero no podemos quedarnos atras. Debemos, por tanto, adaptarnos.

  • La constelacion del olvido de Pilar Gonzalez Alvarez

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    <>, son las ultimas palabras de Andrea de Luna en el lecho de muerte. Un sueno premonitorio le advierte de que su biznieta Andreita desvelara el secreto familiar guardado con tanto celo durante mas de un siglo.
    ?Cumplira Andrea su promesa? ?Evitara que el misterio salga a la luz?

  • Una cierta edad de Marcos Ordonez

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    <>, dice Marcos Ordonez en el portico de este variadisimo dietario, que abarca de 2011 a 2016. En el afirma tambien: <>
    Ordonez entiende los dietarios como unas memorias con otra forma, mitad <> y mitad <>. Y que revele, senala, el <> del escritor, <>. Pero hay mucho mas.

  • El ladron de niebla de Lavinia Petti

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    CONOCE AL LADRON DE NIEBLA. ALGUIEN QUE PERSIGUE LAS ESPERANZAS Y LOS AMORES OLVIDADOS, ALGUIEN QUE ROBARA TUS SUENOS.
    Antonio M. Fonte es un escritor de exito. Pero eso no significa nada para el, que vive alejado de todo y que, mas alla de su agente literario, no se relaciona con nadie. Sin embargo, un dia algo le obliga a salir de su aislamiento: es una carta, fechada quince anos atras, escrita a un antiguo amor, en la que se habla de un hombre que acaba de ser asesinado. Comienza asi una intrepida busqueda por Napoles, que llevara a Antonio a caminar por entornos extranos tras los pasos de un personaje enigmatico. Un ladron de niebla que colecciona todo aquello que los hombres pierden, desde llaves, gafas y libros hasta recuerdos de amores juveniles, esperanzas o suenos olvidados. Lavinia Petti sabe evocar, con la magia de los grandes escritores, el recuerdo persistente de un mundo que quizas no ha existido nunca.

  • Suplicame, esclava de Alba Duro

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    Nunca pedi tenerla, pero ahora es mia, hasta que suplique piedad. Soy el perfecto polvo de una noche. El macho que todos desean, pero el novio que ninguna quiere. El mejor polvo de sus vidas... ... a manos de un dominante musculado y con experiencia. Material para follar duro y desechar a la manana siguiente. Salvo para las sumisas. Para ellas soy el amo perfecto. El senor con el que suenan. El dueno que siempre han querido. Y entonces Elena, mi mayor fantasia, llamo a mi puerta. Una preciosidad angelical. 18 anos recien cumplidos. Inocente. Pura. Virgen. Magullada. Hambrienta. Necesitada. Vivo en medio de la nada. Donde nadie puede oirla gemir. Donde nadie escuchara sus gritos. Donde no puede escapar. Y necesita mi ayuda. Le ofreci comida y una cama. Aquella chiquilla habia pasado por un infierno. Y habia acabado a mis pies. Yo podia ofrecerla la vida que siempre ha deseado. Pero a cambio, tenia que rendirse a mi. Ella lo sabia. Y en el fondo, deseaba ser mi sumisa. Mi z*rra. Mi p*ta. Mi esclava. Hora de hacer sus suenos realidad.

  • Mayo del 68 de

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    Mayo del 68 es quizas uno de los acontecimientos que mas analisis y debates ha generado, casi tantos como la Revolucion francesa o rusa. Para muchos, Mayo del 68 simbolizo el surgimiento de una “nueva izquierda” de la mano de los movimientos estudiantiles. Sin embargo, y pese a la buena acogida que tuvo entre importantes intelectuales izquierdistas, dichas protestas no siempre fueron entendidas ni apoyadas desde las filas progresistas coetaneas. Ese fue el caso de Adorno en Alemania como de Pasolini en Italia, dos pensadores que atacaron duramente, desde posiciones y experiencias distintas, los movimientos de protesta de sus respectivos paises. Algo similar, aunque con un caracter mas mayoritario, ocurre en el presente, donde ciertos sectores de izquierda, que ensalzan los movimientos de protesta de los sesenta, no dejan de mirar con recelo las protestas juveniles actuales, tachandolas de “antisistema” o de “populistas”. Esta obra pretende calibrar la influencia de la “izquierda critica” tanto en la comprension de Mayo del 68 como sobre las protestas juveniles actuales, desde los movimientos antiglobalizacion hasta el 15M o las frustradas primaveras arabes. ?Se anticiparon sendos pensadores a nuestro tiempo, viendo entonces lo que percibe ahora la izquierda tradicional en las protestas actuales? ?Son estas ultimas equiparables a las demandas y reivindicaciones de entonces?

  • El Invitado Tigre de Songling Pu

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    Las historias elegidas para este libro pertenecen en su mayoria al Liao-Chai de P'u Sung-Ling. Datan del siglo XVII. De P'u Sung-Ling se sabe muy poco salvo que fue aplazado en el examen del doctorado de letras hacia 1651. A ese afortunado fracaso debemos su entera dedicacion al ejercicio de la Litetatura y, por consiguiente, la redaccion del libro que lo haria famoso. En la China, el Liao-Chai ocupa el lugar que en el Occidente ocupa el libro de Las Mil y Una Noches. A los relatos de P'u Sung-Ling hemos agregado dos no menos asombrosos que desesperados, que son una parte de la casi infinita novela Sueno del Aposento Rojo. Nada hay mas caracteristico de un pais que sus imaginaciones. En sus pocas paginas este libro deja entrever una de las culturas mas antiguas del orbe y a la vez, uno de los mas insolitos acercamientos a la ficcion fantastica. Jorge Luis Borges.

  • Extasis (Celebrity 3), M. S. Force de M. S. Force

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  • ?Puede Pensar una Maquina? de Alan M. Turing

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    En 1947 Alan M. Turing pronuncio una conferencia ante un auditorio compuesto en su mayor parte por miembros del National Physical Laboratory de Londres en la que intentaba responder a la vieja y controvertida pregunta ?Puede pensar una maquina? Lo expuesto en ese acto aparecio publicado tres anos mas tarde en Mind -- una importante revista de filosofia britanica-- y es lo que ofrecemos aqui al lector en su traduccion castellana. Este texto se convirtio enseguida en uno de los escritos fundacionales de la logica informatica y la inteligencia artificial, al presentar las lineas generales por las que deberia discurrir una respuesta precisa y manejable (aunque no indiscutible) a la pregunta formulada. Se trata del famoso Test de Turing, una prueba para decidir si una maquina es inteligente (o <>). Para ello Turing diseno un juego de imitacion en el que participan una maquina y seres humanos; podemos decir que una maquina piensa si un ser humano que se comunica con la maquina y con otros seres humanos no logra distinguir cuando su interlocutor es una maquina y cuando un humano. Una <> como la que participa en el juego, es un dispositivo ideal de calculo, capaz de resolver una funcion computable --una funcion cuya solucion es susceptible de ser obtenida por un procedimiento mecanico--. Pero lo mas significativo es que Turing demostro que hay una maquina peculiar --la maquina universal de Turing-- en la que se puede representar cualquier maquina que sea capaz de computar una funcion particular. De acuerdo con esto, una maquina universal de Turing seria una especie de sistema operativo en el que se implementan diferentes programas (maquinas de Turing especiales), un poco a la manera en que nos es familiar en los ordenadores personales. La denominada <> como modelo capaz de simular la mente humana y, por ende, el pensar, tiene aqui su fuente.

  • Hijas del castillo Deverill de Santa Montefiore

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    Otros referentes podrian ser Diana Gabaldon o Florencia Bonelli.

  • Sapere Aude (Versos, canciones y trocitos de carne) de Cesar Perez Gellida

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    Conoce en este nuevo spin off el pasado de uno de los personajes mas carismaticos de la trilogia <>, que ha atrapado a casi doscientos mil lectores.

  • Al mal tiempo, mejor cara de Barbara Constantine

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    Con la tripa pegada al volante, y la nariz al parabrisas, Ferdinand conduce muy concentrado. La aguja del velocimetro no se despega del cincuenta, la velocidad ideal. No solo ahorra combustible sino que ademas le da tiempo a ver desfilar el paisaje por la ventanilla, a disfrutar del panorama. Y, sobre todo, a detenerse a la mas minima alerta, sin exponerse a sufrir un accidente. Hablando de accidentes, justo ahora ve un perro corriendo delante de el por la carretera. Por puro reflejo, Ferdinand pisa el freno. Los neumaticos chirrian, y la grava sale despedida. Los amortiguadores dejan escapar un quejido. El coche da un bandazo y por fin se detiene en mitad de la calzada. Ferdinand se asoma por la ventanilla. – ?Adonde vas, chaval? Por ahi de juerga, ?eh? El perro se aparta, pasa de largo a toda velocidad y se tumba algo mas lejos en la hierba de la cuneta. Ferdinand sale del coche con dificultad. – Anda, pero si eres el perro de la vecina. ?Y que haces aqui tu solo? Se acerca, alarga la mano muy despacito y le acaricia la cabeza. El perro tiembla. Al cabo de un rato, cuando ya se ha ganado su confianza, el animal se decide a seguirlo. Ferdinand le abre la puerta del asiento trasero y vuelve a arrancar el motor. Al llegar a un camino de tierra, abre la puerta del coche. El perro baja, pero se le arrima a las piernas gimiendo, como si tuviera miedo. Ferdinand abre la cerca y lo anima a entrar. El perro repta a sus pies, sin dejar de gemir. Ferdinand recorre el sendero entre dos setos de maleza y llega a la puerta de una casita. Esta entornada. Llama en voz alta... Eh... ?Hay alguien?... No recibe respuesta. Mira a su alrededor, pero no ve a nadie. Empuja la puerta. Al fondo de la habitacion alcanza a distinguir en la penumbra una silueta tendida en una cama. Vuelve a llamar. La silueta no se mueve. Ferdinand olfatea el aire. Ahi dentro apesta... Olfatea otra vez. !Buf, pero si huele a gas! Corre hacia la cocina, cierra la bombona de butano y se acerca a la cama. !Senora, senora! Le da palmaditas en las mejillas. Al principio flojito pero, al ver que la mujer no reacciona, cada vez mas fuerte. El perro ladra, dando saltos alrededor de la cama. Ferdinand tambien se asusta, y ya no son palmaditas sino bofetadas lo que le da a su vecina. Le grita que se despierte. Los gritos se mezclan con los ladridos. !Senora Marceline! !Guau, guau! !Abra los ojos, maldita guau! !Despierte, por guau, por favor, guau! La mujer deja escapar por fin un pequeno gemido. Ferdinand y el perro suspiran de alivio a la vez. 2 CINCO MINUTOS MAS TARDE, MARCELINE SE ENCUENTRA MEJOR Marceline ha recuperado un poco de color en las mejillas e insiste en servirle una copita. No recibe visitas todos los dias. Son vecinos, pero nunca habia puesto un pie en su casa, hay que celebrarlo. Por mas que Ferdinand le dice y le repite que no tiene sed, que solo se ha acercado a traerle a su perro, ella se levanta de todas maneras, avanza tambaleandose hasta el aparador y saca una botella de licor de ciruela que quiere a toda costa que pruebe para saber que opinion le merece. Es la primera vez que lo prepara. Digame a ver que le parece, a ver si esta bueno. De acuerdo, Ferdinand asiente con la cabeza. Ella empieza a servirle y, de pronto, se detiene y pregunta, preocupada, si luego tiene que conducir. El le dice que ya se va para casa, esta solo a quinientos metros, !podria recorrer el trecho con los ojos vendados! Mas tranquila, termina de servirle la copita. Apenas le da tiempo a mojarse los labios cuando Marceline siente un mareo. Se deja caer pesadamente sobre una silla, con la cabeza entre las manos. Incomodo, Ferdinand se concentra en el mantel de hule, en deslizar el vaso sobre las lineas y los cuadros. Ya no se atreve a beber ni a decir nada. Al cabo de un largo silencio le pregunta, casi en un susurro, si quiere que la lleve al hospital. – ?Al hospital? ?Para que? – Pues para que la examinen. – Pero si solo me duele un poco la cabeza. – Ya, pero... con lo del gas... – Ya... – No es bueno... – No, claro. – Puede haber efectos secundarios. – ?Ah, si? – Vomitos, me parece. – Ah. No lo sabia. Otro largo silencio. Marceline tiene los ojos cerrados. Ferdinand aprovecha para mirar a su alrededor. La habitacion, pequena y oscura, esta repleta de cachivaches. Enseguida piensa que en su casa ocurre exactamente al reves, casi hay eco de vacia que esta. Esa idea le deprime, asi que vuelve a concentrarse en el mantel de hule. Por fin se anima a decir: – Por lo general no me suelo meter en la vida de los demas, Marceline, bien lo sabe usted. Pero ?no sera porque tiene usted muchas preocupaciones por lo que ha... por lo que ha...? – Por lo que he ?que? – ?El gas? – ?Que pasa con el gas? – Pues eso... A Ferdinand le cuesta hablar. Es un tema personal. No se le da bien hablar de temas personales. Sabe que tiene que decir algo, pero es incapaz de ir al grano, asi que se pone a hablar y hablar para no decir nada, intentando hacerse entender con medias palabras. (Tambien le gusta mucho la expresion <>.) Esta tan convencido de que las palabras traicionan el pensamiento que preferiria funcionar por instinto y dejar que este se encargara de todo. !Aunque no le falta lucidez para reconocer que mas de una vez se la ha jugado, el muy sinverguenza del instinto! Pero, sin querer, una cosa lleva a la otra, y teme provocar un exceso de emocion, le da miedo que la mujer se eche a llorar para desahogarse o le desvele algun secreto, y esas cosas a el no le gustan nada. !Cuanto mas facil seria la vida si la gente se las apanase siempre sola! Con su mujer tenia un truco para evitar la trampa de las conversaciones demasiado intimas: en cuanto notaba que ella iba a ir por ese camino, Ferdinand evocaba el pasado. Una palabra nada mas, como quien no quiere la cosa, y listo, ya podia escucharla sin prestarle atencion, como quien oye llover. Como le gustaba hablar a su pobre difunta... De cualquier cosa, de tonterias. Era una autentica cotorra. Pero lo que mas le gustaba, por encima de todo, era hablar del pasado, de su juventud. Solia decir que todo era mejor antes, que todo era mucho mas bonito. !Sobre todo antes de conocerlo a el! Siempre terminaba enumerando con rabia todo lo que habria podido vivir en otra parte, en America, en Australia o en Canada, quiza. !Pues si, por que no, claro que habria podido ser asi! Si no la hubiera sacado a bailar, si no le hubiera susurrado palabras tiernas, si no se hubiera arrimado tanto a ella, en ese dichoso baile del 14 de julio. Que lastima. Ferdinand no le guardaba rencor por hablar asi. El tambien habia tenido suenos. El tambien habia sonado con cosas bonitas. Pero no habia tardado en comprender que los suenos y el amor no iban de la mano. A lo mejor porque el no estaba hecho para esas cosas. O quiza seria en otra ocasion. !O en otra vida, como los gatos! Bueno, toca volver al presente. Esta en casa de su vecina. La mujer tiene un problema pero no parece querer hablar de ello, pese a las preguntas que el le hace discretamente. No sabe gran cosa de ella excepto que se llama Marceline, que vende miel, fruta y verdura en el mercado, y que es un poco extranjera. ?Rusa o hungara, quiza? Del Este en todo caso. No hace mucho tiempo que se instalo aqui. Bueno, unos anitos ya si que hace. ?Seis o siete? Si, por lo menos seis o siete ya... Ferdinand vuelve a mirar a su alrededor. Esta vez repara en que no hay calentador encima del fregadero, ni tampoco hay nevera, ni lavadora ni televisor. Ninguna comodidad moderna. Como cuando era nino, tan solo la radio para enterarse de las noticias, y agua fria en la pila para lavarse. Recuerda que en invierno siempre buscaba la manera de escaquearse. Y tambien intentaba librarse de hacer la colada, la ropa salia tiesa y helada del lavadero, y el tenia que ayudar a escurrirla, con las yemas de los dedos moradas de frio y arrugadas como garbanzos. !Anda que no era dificil todo en aquellos tiempos, me caguen diez! Se dice a si mismo que tal vez la pobre senora Marceline se haya cansado de esa vida tan dura y tan llena de incomodidades. Se habra desanimado. Y tambien se habra deprimido por estar lejos de su pais y de su familia, ?no? Lo mismo es ese el motivo por el que... Siente que no se va a poder librar, que no va a tener mas remedio que hablar. Y no de tonterias, de si va a llover o si va a hacer bueno. O incluso de su perro. !Que chucho mas listo, oiga! Que suerte tener uno asi. Yo el ultimo que tuve era tonto perdido, pero muy carinoso. Este... Ah, ?que es una perra? ?Esta usted segura? No me habia fijado. Inspira hondo y se lanza a hablar. De un tiron le dice que lo entiende, que a el tambien le han dado ganas un par de veces en su vida. Tres, en realidad. Bueno, venga, para ser del todo sinceros, cuatro. Si, pero... el se tomo el tiempo de pensarlo bien antes, y encontro muy buenas razones para no hacerlo. Como por ejemplo... Asi de sopeton no se le ocurre ninguna. !Ah, si, claro, sera tonto: sus nietos! Los nietos son maravillosos. Apasionantes. Nada que ver con los hijos. Si, si, de verdad. Son mas guapos, mas vivos y mucho mas listos. A lo mejor tiene que ver con la epoca en que vivimos, los tiempos han cambiado. A no ser que seamos nosotros, tal vez al hacernos mas viejos nos volvamos mas pacientes. Puede ser... ?Usted no tiene nietos? ?Ninguno? Vaya. Que pena. Pero hay otras cosas por las que vale la pena vivir. Espere, dejeme pensar... Marceline levanta los ojos para mirar al techo. Ferdinand se rasca la cabeza. Tiene prisa por encontrar algo. – Mire usted, de vez en cuando tambien es bueno acordarse de que hay gente que esta peor que uno. Asi uno pone los pies en la tierra. O, si prefiere, pone las cosas en perspectiva. A veces es necesario, ?no cree? Marceline parece estar en otra parte. Ferdinand busca algo gracioso que decir. – Bueno, y como nadie ha vuelto nunca para decir si al otro lado estan mejor las cosas, lo mismo no merece la pena adelantarse, ?eh, senora Marceline? Puede que sea mejor esperar a que llegue tu hora, y ya esta. Suelta una risita. Espera su reaccion. No hay reaccion. Entonces ya si que se preocupa. Se inclina hacia ella. ?Me entiende cuando le hablo? A lo mejor hay alguna palabra que no... Marceline tiende la mano hacia la tuberia de la cocina y, temblandole la voz, dice que ya esta, que llevaba un rato pensandolo pero que ya se acuerda, que todo ha sido por su viejo gato. Hace ya varios dias que ha desaparecido. ?Se habra muerto? Espera que no. Seria dolorosisimo para ella... Y, mientras tanto, su casa es un caos. Los ratones hacen lo que les da la gana. No paran de bailar, todo el dia y toda la noche. En los armarios, debajo de la cama, en la despensa... Roen, roen y roen sin parar. !La estan volviendo loca! Si siguen asi, al final se subiran a la mesa y comeran de su plato, los muy descarados. Ferdinand ha desconectado, ya casi no la escucha. Divaga por completo la pobre mujer. Debe de ser por el gas. Eso que cuenta del gato muerto y los ratones que bailan no tiene ni pies ni cabeza. La mira hablar y luego le observa las manos. Bonitas y estropeadas. Piensa que es por trabajar la tierra, deberia cuidarse, ponerse crema, lo necesita. Pero el caso es que parece mas joven de lo que el pensaba. Tendra unos sesenta, calcula... De pronto, la mujer se pone de pie. Sorprendido, Ferdinand da un respingo y se levanta a su vez. Ella le dice que es muy frustrante hablar y que nadie te escuche. Pero bueno, ya se encuentra mejor. Gracias por todo, ya puede irse, ahora se va a tumbar a descansar un poco. El gas la ha dejado aturdida. Ferdinand mira el reloj: las cuatro y media, es pronto para acostarse, le extrana. Ella le dice que no lo acompana hasta la puerta, que ya se las apanara el solito. El le dice que si, escondiendo una sonrisa. !No hay mucho peligro de perderse en una casa que solo tiene una habitacion! Le acaricia la cabeza a la perra. Bueno, pues nada, adios, senora Marceline. Si necesita algo, lo que sea, no dude en llamarme. Si, gracias, asi lo hare. Se encoge de hombros y masculla en voz baja: en cuanto me instalen el telefono, no te digo...

  • Cautiva del Dragon de Annett Furst

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    Nadine habia llamado a su asistente cuando recordo repentinamente que le habia dado el dia libre a la mujer regordeta y sin sentido de la moda. Involuntariamente levanto las comisuras de la boca. Susanne habia trabajado como su mano derecha imprescindible, desde que se habia hecho cargo del bufete de su difunto padre. Ella no se arrepentia de esta decision, aunque cada vez que entraba en la oficina por la manana, un dolor punzante le recorria el cuerpo al ver a su asistente. La aficion de Susanne por las blusas con disenos florales y los colores mas vivos, no encajaba en la antesala de una abogada comercial. Fuera de eso, la madre de tres hijos era increiblemente inteligente y parecia anticiparse a los deseos de Nadine. Sin duda, esta capacidad la cualificaba para contribuir a la exitosa carrera de Nadine, por lo que le perdonaba cada uno de sus errores en materia de moda. Lo que la molestaba un poco eran las detalladas descripciones de Susanne sobre su vida familiar y los progresos de sus hijos. A ella no le interesaba en lo mas minimo, lo que su marido habia arreglado en su casa o como su hijo de siete anos habia brillado en su primera obra teatral escolar. Hoy, Susanne le habia pedido el dia libre porque queria celebrar con su marido el decimo aniversario de boda. Su asistente estaba tan emocionada que no habia podido negarle esta peticion. Nadine puso los ojos en blanco. Ciertamente no se comprometeria con un hombre. Para ello, tendria que comprometerse e involucrarse sentimentalmente con el. Eso, a su vez, la distraeria de su trabajo y desequilibraria su ordenada vida. !Un pensamiento inimaginable! Tecleo unas cuantas instrucciones en su ordenador portatil que, a su vez, Susanne encontraria en su pantalla al dia siguiente, en cuanto encendiera el ordenador. -- Presentar los papeles del caso Schober & Co. en el juzgado, renovar el contrato de alquiler de la oficina, concertar una cita con la peluqueria, pedir una mesa en el restaurante italiano, informar a Simon. Susanne lo arreglaria todo a su gusto en el transcurso de la manana siguiente. Ella se reuniria con la asistente de Simon, que tambien trabajaba como abogado, y juntas fijarian una hora adecuada para la cena. Programaria la cita en la peluqueria para que Nadine pudiera conducir desde alli, bien peinada, hasta su cita. Alli, Nadine tendria una linda conversacion con Simon durante una deliciosa comida acompanada de una musica discreta, y luego se iria un rato con el a su apartamento para un encuentro amoroso. Ella dejaba que la satisficiera, el hacia lo mismo y luego regresaba a su ordenado apartamento. Su asistente ya se habia burlado varias veces de este acuerdo comercial. Ella pensaba que Simon era sofisticado pero, de alguna manera, no era un verdadero hombre. Si realmente estuviese interesado en Nadine, deberia tomarla y besarla apasionadamente en medio de la calle. Nadine sonrio para si misma. Susanne seguia suspirando por su marido con total devocion, incluso, despues de tanto tiempo, una idea que ella misma habia calificado de bastante extrana. Ningun hombre conseguiria provocar una reaccion semejante en ella. Decidio irse a casa a pasar el dia. Sin su asistente, se habia sentido extranamente frustrada. Un bano caliente y un buen vaso de vino, en este momento, le vendrian bien. Nadine tomo su cartera y se habia dirigido al estacionamiento subterraneo, donde la esperaba su BMW gris plateado. Capitulo 1 -- El Clan necesita mujeres -- murmuro Jaryk. -- Voy a escoger a cualquiera, y luego salgamos de aqui. El hecho de que hubiera sido el, entre todos, el elegido a traves de un sorteo para ir a una incursion, lo habia molestado. Al fin y al cabo, el no queria una pareja, pero era esencial que se trajeran nuevas mujeres. ?De que otra forma, podrian los miembros del Clan producir su descendencia, si su pueblo no era capaz de producir ninguna descendencia femenina? Una vez habia participado en una inusual competencia por una pareja, y eso, solamente porque su padre se lo habia aconsejado. Tras un breve periodo de combate, habia fingido agotamiento y se habia rendido, tras reconocer en los ojos de su oponente el ardor con el que deseaba a la mujer en cuestion. Sin embargo, se habria librado completamente si el jefe de su Clan, no hubiera roto el tratado que el gobernante habia negociado con los habitantes del continente vecino. Entonces, cada guerrero de su asentamiento podria buscar una pareja por si mismo. Pero no, en su lugar, el gobernante habia decidido como castigo, que solamente uno podia ir de caza y eso, solo si el lo permitia. Asi que su Clan estaba en un aprieto, porque las mujeres que habian robado a sus vecinos tenian que devolverlas. Debido a eso, muchos guerreros se quedaron, sin una futura pareja y el estado de animo en casa, se hundia mas cada dia que pasaba. En un determinado momento, habia llegado la noticia que se les permitia tomar otra mujer. Para evitar una gran refriega, sobre quien podria viajar a la Tierra, lo habian dejado a la suerte. Jaryk tuvo que participar, lo quiera o no y, por supuesto, habia tenido la gran desgracia de resultar ganador. Ahora, caminaba penosamente por este sotano abovedado, que estaba atestada de los extranos medios de transporte de los terricolas. Estaban hechos de un metal ridiculamente fino y habia observado que echaban humo, ademas hacian ruidos feos cuando se ponian en marcha. Jaryk se habia ido ahi tras su llegada para planificar sus proximos pasos. Ya habia oscurecido cuando aterrizo cautelosamente en la azotea del rascacielos, pero comprobo que las calles seguian bastante animadas. Por lo tanto, las circunstancias no eran favorables. No podia, despues de todo, tomar a una mujer en medio de la multitud, envolverla con sus alas y largarse. La primera regla de caza era no dejarse atrapar. Asi que, se habia arrastrado por las escaleras para esperar hasta que pudiera proceder sin ser visto. De vez en cuando venia gente, se subia a sus vehiculos y se alejaba a toda velocidad. El habia podido esconderse facilmente detras de los enormes pilares y cuando todo ya estaba silencioso. Aburrido, se habia sentado en la parte delantera de un coche gris plateado ya que, era casi del mismo color que su larga trenza. Se habia balanceado un poco hacia arriba y hacia abajo. No le habia importado que el metal cayera al suelo con un chirrido y que algunas partes crujieran. El sonrio, ya que la gente no parecia ser especialmente fuerte, si sus medios de transporte estaban tan mal construidos. -- Dime ?has perdido la cabeza o que? A su lado habia una mujer que parecia estar a punto de sacarle los ojos. -- !Que le has hecho a mi coche, demonio! -- Se paseo a su alrededor, sacudiendo la cabeza mientras examinaba los fragmentos que habia a su alrededor. Levantando el dedo indice, se acerco a el amenazadoramente. -- Me compensaras por los danos. No te muevas !Llamare a seguridad inmediatamente! Mientras ella rebuscaba en su cartera, el habia aprovechado para mirarla mas de cerca. La mujer era alta, tanto que el la superaba por apenas dos cabezas. El era mas alto que la mayoria de sus companeros de Clan y, debido a eso, las mujeres solo le llegaban como mucho por debajo del pecho. Esta era una de las razones por lo que no queria una pareja. Todas parecian tan fragiles y la idea de aplastarlas, tal vez, en una union sexual amortiguaba su deseo. Sus ojos brillaban con el mismo gris que se posaba sobre las montanas de su tierra natal cuando se anunciaba una tormenta de nieve. Bajo la blusa sobresalian unos pechos perfectos, que el podria rodear con una de sus enormes manos. Su cintura, en cambio, era estrecha formando una clara transicion hacia sus caderas bien redondeadas. La ajustada falda se cenia a sus largas y torneadas piernas, en cuyas pantorrillas pudo ver como se contraian los musculos. !Que buen especimen! Los guerreros se pelearian por ella, ya que esta mujer garantizaba una descendencia fuerte que desafiaria los rigores de las montanas con facilidad. Por alguna razon, su virilidad se agito ante este pensamiento. Se apreto con fuerza contra su pantalon y habia sentido una necesidad urgente de montar en ese mismo momento a la mujer. Energicamente, aparto el impulso de agarrarla. Ella no estaba destinada a el, y si la tomaba ahora, estaria traicionando a su futuro companero. O bien, despues de todo, cederia a su lujuria, pero entonces tendria que quedarse con ella, cosa que no se sentia atraido a hacer en absoluto. Mientras tanto, la mujer parloteaba en una caja negra que sostenia junto a su oido. Mientras lo hacia, golpeaba impacientemente el suelo con su asombrosamente pequeno pie que, al igual que el otro, estaba metido en unos zapatos negros y planos que se estrechaban en punta en la parte delantera. -- Si, en el estacionamiento subterraneo, seccion C justo al lado del ascensor. -- Luego lo miro con detenimiento de la cabeza a los pies. -- Traigan cuatro o mejor aun, cinco hombres fuertes. -- Volvio a deslizar el dispositivo en su bolsillo con sus largos dedos, con las unas pintadas de un llamativo rojo. -- Bueno, ahora tu, amigo. -- Ella se encabrito frente a el, pero Jaryk sonrio y siguio apoyandose despreocupadamente en el coche. -- ?Identificacion? -- Exigente, le habia tendido la mano. No sabia que se suponia que era eso, asi que ladeo la cabeza en senal de interrogacion. -- Tu identificacion, la pequena tarjeta cuadrada con tu nombre. -- No le gusto nada su tono cinico. La mujer aun no habia aprendido su lugar. El se puso de pie y, aunque ahora tuvo que estirar el cuello para mirarlo a los ojos, no retrocedio ni un centimetro. -- Me llamo Jaryk -- le espeto bruscamente, a proposito. Sin embargo, no consiguio el efecto deseado, ya que ella seguia sin apartarse de el. -- ? Jaryk que? -- Ante eso, ella enarco una ceja y lo miro como si estuviera hablando con un tonto. Alargo un dedo, lo coloco bajo su barbilla y lo elevo un poco mas. -- Primero dime como te llamas. Ella le aparto la mano de un manotazo y le abronco. -- Bueno, si quieres saberlo, me llamo Nadine Stiehmann. Luego anadio. -- Soy abogada. Echo la cabeza hacia atras triunfalmente, haciendo que su cabello rubio hasta los hombros, que antes habia recogido cuidadosamente detras de las orejas una y otra vez, rebotara alrededor de su cabeza. -- Tus palabras no tienen sentido para mi, mujer. -- Estaba claro que ella habia querido provocar una reaccion en el, como lo demostraba ahora su expresion confusa. Sin embargo, inmediatamente despues, se sonrojo y empujo la barbilla hacia delante con beligerancia. -- !Mujer! No soy una mujer... ?De que pueblo de mala muerte te has escapado? -- Ante esto, dejo que sus ojos se deslizaran con desden por su camisa de cuero hasta sus piernas, que llegaban hasta las rodillas con suaves pieles y envueltas fuertemente con correas de cuero. Levantando la cabeza, su mirada se detuvo en el bulto claramente visible entre sus piernas. De repente, Jaryk se dio cuenta, de que estaba disfrutando de esta rina y de que su cuerpo le estaba jugando una mala pasada, ya que su ereccion no cedia. -- !Increible! -- la oyo quejarse. -- !No solo eres un gamberro, sino un libertino! -- De hecho, en ese momento, estaba caminando hacia atras unos cuantos pasos. -- Ts, ts, ts. -- El la amenazo con su dedo indice. -- !Bastante atrevida!

  • Sweet Spot (Traduccion), Stella Rhys [PDF] de Stella Rhys

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    Nuestro primer encuentro como vecinos fue jodido desde el principio.El era caliente. Yo estaba sin ropa. Y no tuvimos ninguna oportunidad en el infierno de ser platonicos.

  • El Dragon Rojo de Thomas Harris

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    Sin una razon de peso, el agente especial Jack Crawford no habria turbado la apacible existencia y el anonimato de Will Graham, el hombre que habia conseguido desenmascarar al psicopata doctor Lecter, mas conocido en los medios de comunicacion como <>. En efecto, las circunstancias que rodean los asesinatos de dos familias en Birmingham y en Atlanta convierten al investigador Graham en un hombre imprescindible del equipo de detectives que investigan el perfil psicologico del monstruo, el <>, y las horribles mutilaciones que inflige a sus victimas.

  • El caso Telak (Un caso del fiscal Szacki 1) de Zygmunt Miloszewski

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    <> (Paris Match). Una novela adictiva, ganadora del Premio Nagroda Wielkiego Kalibru (Mejor Novela Negra del Ano).

  • Un poder turbio de Mario Saez

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    Dean Saunders , un especialista informatico con un gran prestigio y una mente descomunal, se ve involucrado accidentalmente como testigo de la desaparicion de un cadaver, penso que nadie lo habia reconocido o sospechado de el. No podia estar mas equivocado. De la noche a la manana, su vida cambio radicalmente. Todo aquello por lo que habia luchado se convirtio en cenizas. La huida era su unica opcion si no queria cruzarse con una muerte segura. Nada mas lejos de la realidad. Gracias a un aliado que se cruzo en su camino, a su coraje y gran determinacion iba a demostrar todo lo contrario. Dean no se iba a quedar con los brazos cruzados. Su fin no era desaparecer, tenia otros planes para cambiar el rumbo de su vida. Para bien o para mal, solo el destino se encargara de juzgarlo….

  • Cronicas de Noche Buena en Nueva York de Abraham Serrano

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    Nueva York se viste con un velo blanco sobre sus parques y de luces multicolores en sus rascacielos y famosas avenidas. La temporada decembrina ha llegado a conquistar a neoyorquinos y turistas, en espera de la Navidad; mientras que la Noche Buena se vuelve la espera de millones de deseos, para otros, es solo una esperanza para cambiar sus vidas. En un calido apartamento de SoHo en Manhattan, Nicholas inicia con entusiasmo su dia, a pesar de tener su corazon herido y una enfermedad que minimiza su calidad de vida; el aguarda una tarjeta navidena con un gran mensaje de esperanza que espera entregar en los primeros minutos de la Navidad al ser que ama; pero Angie, su mejor amiga llegara de sorpresa de Chicago, despues de algunos anos esperando curar heridas que la alejaron de casa. Thomas es un solitario hombre en Harlem, que pretende realizar una locura para terminar con su vida, pero su vecina Madeleine, una madre soltera y su hijo Timothy, le tendran una sorpresa navidena, sin pensar que el destino les tendra un acontecimiento inesperado a ellos. Rebecca, una esposa y madre en un area exclusiva dentro del estado de Nueva York, quien intentara pasar una cena tranquila con sus hijos, ante la inminente y constante sombra de un esposo violento, de quien planea un riesgoso plan junto con Carmen, su empleada domestica.

  • Buenas intenciones de Anna Casanovas

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  • Lo que provocas en mi de Vega Manhattan

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    Lo que provocas en mi... Del verbo provocar... Palabra interesante donde las haya, ?no te parece? Porque puede significar una gran variedad de cosas. Y de cosas dispares, ademas. Y te lo demuestro. Y lo hare porque te conozco y se exactamente lo que ha pensado esa mente calenturienta al leer el titulo de la historia. ... ?Ves? No puedes negarlo. Que dano hicieron las cincuenta sombras, ?eh? Como decia, para ayudarte a abrir la mente, he buscado en el diccionario de la Real Academia Espanola de la Lengua sus significados (si, soy muy pedante y, ademas, sabia que tu no lo ibas a hacer. ?Como podria explicarme entonces?) En fin... Provocar, del latin provocare (lengua muerta que, por alguna razon que se me escapa, se sigue estudiando) tiene, nada mas y nada menos, que cinco significados. Significado numero uno: Producir o causar algo. Y en ese algo entra todo lo que te puedas imaginar y haz el favor de dejar de pensar en lo otro que no es su turno. Piensa en cosas como tristeza, nerviosismo, enfado, malestar, emocion, alegria… Por ejemplo, todos hemos vivido eso de que la pelicula del sabado por la tarde nos provoque tristeza. Y no por lo mala que es, que tambien, sino porque es inevitable no sentirse triste cuando ves a la protagonista llorar porque la ha traicionado su mejor amiga y al final termina provocandote lagrimas a ti. Aunque bueno, la situacion tambien te provoca un poco de indignacion porque dices "hija mia, si es que se veia desde el principio la clase de elemento que era, !?como no te has dado cuenta?! Y llega hasta a provocarte enfado, ?o no? Pero no todas son emociones negativas, tambien las hay positivas. Como la satisfaccion que te provoca ver como el o la que te engano y te hizo sentir tan miserable es ahora el portador o la portadora de semejante cornamenta. Bien... La verdad siempre por delante. Eso no solo provoca satisfaccion, no. !Provoca felicidad plena! Y risas. !Muchas risas! Como carcajadas te provoca el encontrarte con el dueno del micropene que te jodio aquella noche. Y no precisamente de buena manera. Y te provoca risas con el tiempo, porque en ese momento en el que pensabas que ibas a vivir el mejor momento de tu vida sexual y te encontraste con la triste realidad de que ni el menique lo superaba, lo que te provoco fue el trauma de tu vida. Menos mal que el tiempo lo cura todo, ?eh? Significado numero dos: Buscar una reaccion de enojo en alguien irritandolo o estimulandolo con palabras u obras. El claro ejemplo aqui del petardo o la petarda de turno que aun no entendio eso de "solo amigos" y que no deja de insistir. E insistir. E insistir... O el o la que no entiende un "dejemoslo aqui, no voy a discutir mas" y sigue erre que erre. Ese tipo de ser tocapelotas te esta provocando. A ti. Simple y llanamente. Esta buscando desatar todos tus demonios y que pienses "que sopapo tienes..." Significado numero tres: Excitar en alguien el deseo sexual. El tuyo, adjudicado. Mente calenturienta... Significado numero cuatro: Vomitar lo contenido en el estomago. No la voy a explicar porque entonces voy a quedar yo como la mente calenturienta principal. Que cada quien vomite lo que quiera. O que se lo quede dentro. Significado numero cinco: Incitar el apetito, apetecer, gustar. ... ?No podias pensar en "me provoca un Donut"? ?Se te tenia que venir a la mente precisamente eso? ?Desde cuando no...? Por Dios, !calenturienta es poco! En definitiva, para lo que da una palabra, ?eh? Y lo que nos puede llegar a provocar eso a lo que llaman amor. Capitulo 1 Paula --!Maldita desgraciada! Cierro los ojos con fuerza, aprieto la mandibula para no maldecir y levanto la mano para limpiarme la cara. Noto la viscosidad y aprieto con mas fuerza mis dientes. Joder, esta por todos lados. ?En serio me esta pasando esto a mi? !?A mi?! --!No se preocupe, tendra para la lavanderia con todo lo que nos ha robado, zorra! --exclama un "senor", suena furioso. Vaya, hombre. Gracias. Que consuelo… ?Y para la peluqueria no me da? Porque falta me va a hacer, sobre todo cuando noto como otro huevo impacta sobre mi, en mi cabeza. Enfadada, tras limpiarme, como puedo, la cara, abro los ojos y observo al pequeno grupo de personas que tengo enfrente. Gente normal y corriente que me mira con sus ojos inyectados en ira. Lo que, siendo sincera, tambien es algo normal y corriente... Lo que no es normal ni corriente es que tengan cartones de huevo en las manos y que, ademas, esos huevos terminen sobre mi cuerpo. La gente, generalmente, no suele amarme. Eso es cierto. No es que yo sea odiosa, sino digamos que... ?Demasiado clara y sincera? ?Demasiado brusca? ?Demasiado fria como dicen algunos? Quizas. Y quizas por eso tengo pocos amigos. Vale, solo tengo una amiga y aun no se por que sigue a mi lado. Pero ese no es el tema. No es que la gente me odie... Creo. Es solo que, digamos... No suelo caer demasiado bien y no es algo que me importe, la verdad. Vivo mejor desde que todos se mantienen alejados. Sufro menos. Lo que quiero decir es que aun con todo esto, que me tiren huevos no es algo normal. Pero tampoco deberia de pillarme por sorpresa porque mas de una vez me han amenazado con ello. Aunque nunca pense que llegasen al extremo de demostrarme, con la practica, que no era una amenaza vacia. Suspiro pesadamente. Huevos... !Huevos! Con lo mal que dejan el pelo, !por Dios! Que una vez, por hacer caso a las pamplinas que nos venden en internet, me puse una mascarilla casera de huevo, hecha por mi misma, en el pelo. Suavidad extrema decian... Una mierda suavidad. Mi pelo termino pareciendo estropajo puro y a punto estuve de raparme porque eso no habia quien lo mejorara. No me quiero ni acordar de lo mal que lo pase. Y de nuevo lo mismo. --Senores, por favor --el guardia de seguridad del edificio donde trabajo aparece. Por fin. Ya podia haberlo hecho antes y haber evitado que los dichosos huevos reventasen en mi cara, pero no, el capitulo de la telenovela turca que seguramente veia mientras debia estar mirando las camaras de seguridad seguro que era mas interesante que salir a averiguar por que un grupo de gente con cartones de huevos estaba esperando fuera. Que yo me di cuenta cuando ya los huevos volaban hacia mi, ?pero el? En fin... Aunque tarde, se acerca a la pequena multitud reunida frente a las puertas del edificio y tras entender lo que ocurre y mirarme con cara de espanto (o de miedo porque prometo que le va a caer una buena encima), intenta poner orden. A su manera. --Senores, por favor --tartamudea-- !Seamos civilizados! Sin poder evitarlo, pongo los ojos en blanco. Por cosas asi, por mostrar naturalmente lo que siento cuando lo siento, no tengo amigos (por eso y por lo rencorosa y mala pecora que puedo llegar a ser si me hacen dano). Y es que se, demas, que eso sera todo, que el desgarbado senor que tengo enfrente con pelo postizo y bigote descuidado y que lleva consigo una porra de juguete que no usara en la vida porque el tembleque no lo dejara ni atinar a cogerla, no tendra sangre para nada mas que para pedir orden. Y le tiembla la voz al hacerlo, con eso te lo digo todo. A saber si ni siquiera aviso a mi jefe o, lo que seria mucho pedir, a la policia. Es decir, que ha salido para nada. Seria mas util si siguiera viendo series turcas y resenandolas en las redes para ayudar a la gente con su opinion. Si se dedicara a eso, seria el mejor en su trabajo, te lo aseguro. Pero no, se tiene que dedicar a no hacer el huevo. Y nunca mejor dicho. --?Civilizados? --grita otro "senor"-- ?Con esta perra? Enarco las cejas y resoplo. ?Yo? ?Perra? ?Primero zorra y ahora perra? Pero que mania con insultarme. !A ver quien es el que se esta comportando como un animal aqui! Por Dios, !si hasta me han tirado huevos! !!!Huevos!!! ?Deberia de coger uno y estamparselo en la calva? La imagen del huevo cayendo por esa nariz aguilena que tiene me consuela un poco. --!Nos ha robado! --grita, a todo pulmon, una "senora" de mediana edad con el pelo canoso a la que no le vendria mal una mascarilla capilar. ?Le estampo un huevo a ella y asi sera ella quien tenga que raparse? Porque entre como tiene el pelo y el huevo... Robado dice. Ya... No soy una simple perra, soy una perra ladrona. ?Que sera lo siguiente? -- Maldita picapleitos chupasangre. !Vas a pagar por esto! --me amenaza un "senor" que debe estar cercano a la jubilacion, que suda demasiado y que tiene una prominente barriga. "Senor" al que parece que se le va a salir la vena del cuello cuando grita. Suspiro, de nuevo, pesadamente, porque se que se puede meter en un problema aun mas grave por esas palabras y aunque deberia de desear que eso ocurriera, no es asi. No soy tan mala persona y en el fondo, muy en el fondo y aunque nunca lo diga en voz alta, puedo llegar a entender lo desesperados que se sienten. Pero no por ello entiendo que se comporten asi; jamas justificare ningun tipo de violencia. Son gente normal y corriente que en situaciones normales y corrientes no le harian dano ni a una mosca. Y se que lo que estan viviendo no es algo normal ni corriente para ellos. Puede que para mi sea mi pan de cada dia, porque veo cosas asi casi a diario, pero para esas cinco personas que tengo delante, lo que estan viviendo es algo excepcional. Y seguro que un infierno. Y se como puede cambiar alguien cuando vive lo que les ha tocado a ellos vivir. Y hasta la persona mas inocente del mundo se puede convertir en lo peor. Lo se por experiencia. Pero maldita sea, ?mi culpa? !Ni de cona! No tengo la culpa de nada de esto.

  • Tiempo extrano de Joe Hill

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    En Tiempo extrano, “uno de los mejores escritores norteamericanos de terror” (Time), que va “mas alla de los convencionalismos del genero hasta un nuevo extremo” (The New York Times), expone con sutileza la oscuridad que se oculta bajo la superficie de la vida cotidiana a traves de cuatro espeluznantes e imaginativas novelas cortas. “Instantanea” es la perturbadora historia de un adolescente de Silicon Valley que se descubre amenazado por el dueno de una camara Polaroid capaz de borrar los recuerdos con cada foto que hace.

  • Los jardines de la Luna (Malaz. El Libro de los Caidos 1) de Steven Eriksson

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    Los jardines de la Luna es el brillante inicio de la saga <>, la decalogia originalmente publicada entre 1999 y 2011 que ya es considerada una de las series mas ambiciosas del genero y que ha convertido al escritor canadiense Steven Erikson en una de las mayores voces de la fantasia epica contemporanea.

  • El mejor tesoro de Cathie Linz

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    La vida era dulce para Reno Best, comisario de Bliss, Colorado. Sus dias transcurrian resolviendo peleas en el bar o poniendo multas de trafico. De modo que no estuvo muy receptivo cuando Annie Benton, la nueva maestra de Bliss, insistio en que investigara la desaparicion de su hermano.

  • Se que estas viva de Nacho Abad

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    <>. Carlos Segarra, subinspector del Grupo de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central <>. Juan Jesus Reina, comandante de la UCO <>.

  • Y las cartas dejaron de llegar de Manuel Jimenez Delgado

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    Julio de 1936.
    Un seminarista, en los comienzos de la Guerra Civil, es fusilado en Madrid por un grupo de milicianos. Un crimen que quedara sin castigo para los culpables, pero que sus hermanos no van a olvidar.
    En 1941, Santiago Duran se alistara en la Division Azul persiguiendo al asesino de su hermano. Atravesara Europa movido por ese deseo de venganza casi imposible en plena Segunda Guerra Mundial. Alli conocera la realidad del frente ruso, el miedo, el terror, la camaraderia de los companeros y la crueldad de los campos de prisioneros sovieticos. Pero sobre todo, tambien conocera el amor apasionado por una misteriosa mujer que cambiara, por completo, todo su mundo.
    Una aventura epica, una novela historica llena de accion y dramatismo. Un relato trepidante sobre la supervivencia, la fe y el amor en tiempos de guerra.

  • Poder y seduccion de Michelle Smart

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    Su esposo cambio las reglas del juego con su seduccion implacable e irresistible.

  • La musica del viento de Jordi Sierra I Fabra

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    Un periodista encuentra en una alfombra traida de la India un mensaje del nino que la ha tejido. Es una peticion de socorro, un grito desesperado, y no puede permanecer ajeno a el. Aunque millones de ninos son explotados en el mundo, el mensaje tiene un nombre, Iqbal, y una procedencia: la ciudad de Madurai.

  • Amor y vino de Erina Alcala

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    Papa -le dijo Gino a su padre en su casona de la Toscana. -?Que pasa hijo? -He conseguido una importante venta a Estados Unidos, una red de restaurantes nuevos, en todo el pais, sobre todo en Nueva York. -Eso es estupendo, hijo, este ano nos viene mejor que nunca Gino. Tenemos excedente de cosecha que no vamos a poder vender. -Tu lo has dicho, pero hay un problema. -?Que problema si has encontrado donde introducir nuestros excedentes? -Lo seria si no nos faltara produccion. -Ahora te introduces en el mercado americano y vas a vender, no solo lo que nos sobra, sino lo que nos falta, que no tenemos y a ver de donde lo sacamos. Pero ?Por que has hecho eso? Eres demasiado impulsivo y competitivo, tenias que vender lo que nos sobra. Nada mas. -Me han pedido mas y no he querido decir no, porque perderiamos todo. ?Y si se echan para atras? -Pero hijo, si este ano ha sido muy buena la cosecha, -decia el padre sentado en la puerta, debajo de una gran parra que daba frescor al porche de piedra de la gran casona. Te has metido en un buen lio, a ver como salimos de el y donde encontramos unos vinos como los nuestros. El padre de Gino, Gaspare Santoro, habia sufrido una ciatica en la pierna y no podia moverse. Los dolores eran insoportables y ademas habia tenido una caida y el medico le recomendo reposo absoluto, pero Gaspare Santoro, no queria estar acostado, y lo tenian en su mecedora con la pierna en alto en el porche de la gran casona de piedra. Alli estaba bien. Y al frescor de la tarde. Cuando su hijo salio a hablar con el desde el despacho, se lo dijo. Y ambos estaban preocupados. El despacho lo tenia en pleno ventanal, desde donde veia todo el vinedo que tenian en la Toscana, un lugar maravilloso a las afueras de Grosseto, una ciudad antigua de mas de 81.000 habitantes, con un rio precioso, el Ombrone, a pocos kilometros de la costa del mar Tirreno. Gino se habia comprado una casa fabulosa cerca del rio, un barco pequeno y un jet no demasiado grande, pero iba todos los dias a los vinedos de su padre, donde trabajaba. A veces, se quedaba a dormir con sus padres y la abuela que aun vivia, en la gran casona que dominaba los vinedos interminables. Las bodegas, estaban situadas a la derecha de la casona, a un kilometro de ella. Desde que Gino salio de la universidad y antes, le habia encantado el campo, la bodega, los vinedos... Comprarse la casa, fue un lujo para llevar a chicas y tener algo propio en la ciudad. Era joven y queria algo suyo, y tenia mas que cualquier chico de su edad, claro que eran ricos. Eran uno de los bodegueros mas famosos de la Toscana, tambien los mas ricos. Y de la mitad de Italia. Tenian coches, para el campo, para salir... Gino tenia un BMV y hasta un pequeno avion privado que usaba cuando tenia que ir a ver clientes fuera del pais, donde exportaban mayoritariamente o dentro del pais, pero lejos. Y ahora acababa de introducirse en el mercado americano, con un problemilla por resolver. -?Y que piensas hacer Gino? Hijo eres impulsivo. No puedes ofrecer lo que no tienes, aunque te lo pidan. Le repetia el padre machaconamente. -Buscar un vino parecido al nuestro, este ano ha sido un ano de produccion para todo el mundo. -Pero ninguno es como el nuestro, lo sabes y no pues mandarle un vino diferente al que les has ofrecido, a ver donde vas a buscarlo hijo. ?Te has comprometido? -Si, lo he hecho porque si no, no sacamos nuestro excedente y el mercado americano es el que mas paga. -Pero Gino, yo jamas he hecho eso en mi vida. -Voy a solucionarlo, no te preocupes, tengo un mes para eso, mes y medio para enviarles los vinos aparte de a nuestros clientes habituales. Eso ya lo estan embotellando y metiendo en cajas en la bodega y enviandose. Mateo esta en ello con los trabajadores. Y yo tengo que ir a Espana. -A Espana, si, me voy esta noche en el jet. -Pero a Espana ?Por que? -Hay una ciudad en el sur, bueno, un pueblo grande, Jerez de la Frontera y espero no equivocarme. Un pueblo bodeguero por excelencia. Alli hay un vinedo, sus vinos son iguales a los nuestros. Y se que tienen excedentes suficientes, los que nos faltan y no tienen donde venderlos. -?Estas seguro? -Lo estoy, nuestro sumiller los ha probado, toma... -Y le puso dos copas delante.-El padre los probo. -No bebas demasiado con las medicinas. Solo probarlos. -Son iguales Gino. Bueno, un poco... -Son practicamente iguales. -Si, iguales del todo. Eso no es normal. ?Y conoces la bodega? -He estado estudiandola. Se llama Casa de la Marquesa. La lleva un tal Juan Luis Perez con sus hijas Soledad y Elvira. Perez, es viudo, Elvira se encarga de los vinedos y Soledad de la bodega, y las ventas y supongo que todo lo relacionado con el despacho. Con ella es con la que tengo que tratar. Estos son-y le enseno las fotos de padre y de sus hijas en la bodega. -!Que guapas son! Son chiquitas como me gustan. ?No te gusta alguna Gino? -!Papa!... Estamos en otra cosa. -Eres un soso. No te gustan sino esas con las que sales. Guapas, si pero no son mujeres para el campo. Y Gino no queria iniciar una y otra vez a misma conversacion con su padre. Vivia bien, mejor que queria, tenia todo en la vida y el trabajo que le encantaba. Le gustaba vestir bien cuando volvia de los vinedos e ir a sitios exclusivos. Para ellos trabajaba como un mono durante la semana y habia hecho de los vinedos lo que eran y su padre estaba muy orgulloso de el, pero en ese aspecto... -Ademas -continuaba Gino-puedo dejar el jet en el pueblo, tiene un pequeno aeropuerto. Ya hemos hablado con el aeropuerto. -Pero Gino, ?Sabes si tiene produccion para venderte? ?Has hablado con ellos? -No, ire directamente. -?Y si lo tiene vendido a otras personas? -De momento no, por eso nos vamos esta noche. -Bueno tu veras, pero ir sin llamar ni avisar me parece el factor sorpresa. -A ver si te vas a llevar tu la sorpresa y tienen vendidos los vinos... -Lo se de buena tinta. Les va a sobrar, y sera nuestra, se la compraremos. Han tenido demasiada produccion para los vinos jovenes como los nuestros. No tienen suficientes clientes. No es una gran bodega como la nuestra a gran escala. Asi que le haremos una oferta que no podran rechazar. -A ver si no vamos a ganar nada. -Vamos a ganar, ?Cuando has visto que tu hijo pierda algo? -Nunca, la verdad. Deberia retirarme en cuanto tenga bien la pierna. Tu madre me lo dice. -No digas tonterias papa, tienes 60 anos, y las bodegas te necesitan si no quieres ir al campo, solo echas un vistazo y a la bodega. -Bueno, ?Llevas dinero? -Claro. -?Cuanto piensas comprarles? -Todo lo que les sobre. Lo necesitamos. -Bueno, espero que tengas suerte. ?Cuando sales? -A las seis, tardaremos unas tres horas. Nos quedaremos en un hotel y manana por la manana les hago una visita, alquilo un coche. -Me llamas. -Claro que si papa. Dame un abrazo, me despido de mama, me tengo que ir, me llevo a Marco, viene conmigo, y Mauro el piloto. Y Virginia. -Tened cuidado. -Lo tendremos. El tiempo es bueno. -Suerte. Ya me cuentas. Y Gaspare Santoro, penso que le hubiese gustado tener el arranque de su hijo, pero su hijo habia comprado tierras aqui y alla y habia conformado uno de los vinedos mas grandes de lo que el jamas habia sonado. Era un buen hijo y estaba orgulloso de lo que habia conseguido en esos siete anos. En la bodega La Marquesa De Jerez, Soledad hablaba con su padre en el cortijo que tenian en el vinedo, la decima parte o mucho menos que el vinedo de Gino. Solo exportaban vino dentro de Espana, tenian sus clientes principalmente en Andalucia, el sur, pero ese ano la produccion era excesiva y Soledad, su hermana Elvira y su padre, estaban preocupados por ver a quienes vendian su excedente. Soledad buscaba a diario, pero nada, no habia manera. -Papa, ha habido demasiada produccion y no puedo sacarla toda. Vamos a tener un excedente sin poder sacarlo-le decia Soledad. -No te preocupes, -le dijo el padre -sigue llamando a clientes y les ofreces mas, busca clientes, restaurantes en el norte. -?Crees que no lo he hecho? llevo una semana y me temo que vamos a perder un buen dinero si no encuentro quien nos compre la cosecha. -Bueno, deja ya eso, es de noche, -su hermana Elvira-vamos a cenar y manana ya veremos con mas claridad, Soledad. Soledad, era la menor de las hermanas. Se llevaba 3 anos con su hermana, se preocupaba mucho por la Hacienda, llevaba todo, excepto los vinedos que esos eran de Elvira y habia trabajado bien ese ano, tanto que tenian vino de sobra. Soledad, echaba una ojeada a la bodega y llevaba las cuentas y ventas. Su padre era mas del campo. Pero ella habia estudiado en la universidad y habia hecho un curso de sumiller que le sirvio de mucho para su bodega. Tenian un vino tinto y otro dulce, pero su fuerte, era el vino blanco. La super produccion le preocupaba porque no tenia donde ubicarlo. Era una pena que tuviera una buena cosecha y se desperdiciara. Soledad era pequena, le pelo largo, unos ojos verdes grandes, de largas pestanas y un cuerpo bien proporcionado, con una trenza o una cola alta siempre para el trabajo, unas botas, vaqueros y camisetas, era lo que mas utilizaba. Su hermana Elvira era un poco mas alta que ella, pero eran guapas ambas, los ojos marrones como su madre, que les falto cuando Elvira tenia 10 anos y Soledad de 7, de un cancer. Si salian, se vestian como jovenes que eran con 24 anos Soledad y 27 Elvira. Trabajaban tanto que no salian apenas. Desde que su madre murio hacia unos anos, estuvieron cuidando de su padre y Soledad, terminaba la carrera y el curso, e iba todos los fines de semana a casa desde Sevilla donde estudiaba Administracion de Empresas. Y en ese tiempo fue Elvira la que con su padre se encargaba de todo, hasta que Soledad volvio y le descargo trabajo a su hermana. No tenian tiempo de nada, entre la enfermedad de su madre, su muerte, cuidar a su padre, no tenian tiempo para chicos ni para salir, ademas sus amigas estaban en Sevilla, las de las dos que habian estudiado alli. Sin embargo, ya estaba empezando a salir porque Elvira decia que eran jovenes y debian salir los fines de semana, que tenian hombres que se encargaban del campo y de la bodega y Maria que cuidaba la casa, le podia echar un ojo a su padre, porque ultimamente se desorientaba mucho. Estaba como en su mundo. Fue progresivo desde que murio su madre, pero le habian aumentado las ausencias. Lo bueno es que vivian en el cortijo que estaba a cinco kilometros de Jerez. A la manana siguiente, llego al cortijo y coche negro impresionante, como de ejecutivos. Pero ella sabia que era un coche alquilado del aeropuerto, los conocia, por otros clientes que iban al cortijo. Estaba saliendo de la bodega y se acerco a la casa donde paro el coche. Su padre estaba en el campo con Elvira y Maria, que se encargaba de la casa, salio a recibir a esos dos hombres impresionantes y elegantes. Y Soledad vio como Maria la senalaba. Cuando se acerco, los saludo. -!Hola! Soy Soledad Perez, duena de esta bodega, bueno mi padre es el dueno y ustedes son... dandoles la mano, primero al que parecia llevar la batuta en la conversacion y que era un modelo de tio bueno y moreno con unos ojos verdes de muerte. -!Hola! Senorita Perez. -Y le apreto la mano como hacen los ejecutivos, ni lacia ni demasiado fuerte, con entusiasmo. -Soledad por favor. -Entonces me llama Gino, Gino Santoro y el es mi secretario Marco. -?Son italianos? -Somos italianos, si senorita. De la Toscana. -?Y que hacen en mi bodega y en mi casa desde tan lejos? -Negocios.- Contesto Gino con firmeza y esa voz preciosa y susurrante que tenia como si te hiciera el amor, mirandola de arriba abajo. -?Nos sentamos, por favor? ?Quieren cafe, limonada, cerveza... Si no han desayunado Maria puede prepararles algo. -Gracias, cafe solo. Hemos desayunado. Se lo agradecemos. Y Soledad, le dijo a Maria que trajera cafe y leche y unas pastas. Les senalo el sitio en la gran mesa que a Gino le recordo a la que tenian en sus vinedos. Y se sentaron uno a cada lado de Soledad. -Habla bien espanol. -Si, gracias. -Hablo unos cuantos idiomas, ?y usted? -Ingles, italiano y Castellano simplemente. No me exigian mas en la carrera y no he tenido tiempo. Llevo esto casi sola. Pero, llamame, Soledad y te llamare Gino, eres joven -dijo ella alegremente. Era alegre y simpatica, una buena anfitriona. -Gracias, mejor asi, Soledad. Al menos nos entendemos, si no en castellano, en italiano. -Bueno, mi padre esta dando una vuelta al campo, aunque yo tomo las decisiones, pero puedes decirme mientras viene, que te trae desde tan lejos. Asi que usted dira, Gino Santoro. -Y Gino le sonrio.

  • Distrito 1012 de Mary Ferre

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    Era nuestra prioridad. Era la duena. Era quien gobernaba nuestras vidas hasta que su descontrol conquisto lo poco que conservaba de su racionalidad. Nos replanteamos su presente como un acto natural con el que convivimos duramente, hemos atravesado etapas buenas y etapas malas en las que la reina jugo con nuestros sentimientos, y luchamos contra una persona humana que nunca lo fue porque una parte de ella murio en el pasado.

  • Goteando Historias de Montse Rd

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    ?Q ue es amor? Esas fueron tus ultimas palabras antes de marcharte de mi casa. Ni siquiera me diste tiempo para contestarte, te fuiste y ya no he vuelto a verte. Como me gustaria ahora que estuvieras a mi lado para poder responderte. Amor… Amor es mirar los ojos de la otra persona y saber lo que esta pensando. Es decir un te quiero cuando no se lo espera. Es desear estar a su lado cada segundo de tu vida. Es necesitar oir su voz antes de dormir y al despertar. Es intentar regalarle el cielo y las estrellas aunque sepas que es imposible. Amor es un todo que forman dos personas. ?Y sabes que? Que eso era lo que sentia y siento por ti. Te quise toda la vida y nunca fui capaz de decirtelo, y ahora… ahora ya es tarde, y mi alma llora en silencio. Como desearia saber si puedes verme, si sabes lo que pienso y lo que siento. Si sabes que me arrepiento de no haber corrido detras de ti aquel dia, cuando saliste de mi casa. Porque quiza, si lo hubiera hecho, aun estarias aqui, a mi lado, preguntandome cada dia: <>. Pero no lo hice, y te he perdido para siempre. Nos conociamos desde pequenos, porque nuestras madres eran amigas de la escuela, y nosotros seguimos sus pasos y nos hicimos inseparables. Fuimos a la misma guarderia, al mismo colegio, al mismo instituto, hasta a la misma universidad, aunque hicimos carreras distintas. Compartimos resfriados, partidos de futbol, borracheras y hasta horas de estudio, porque en lo que yo fallaba eras bueno tu, y al reves. Incluso a veces compartimos algo mas, pero eso siempre fue nuestro secreto, porque no quisimos que nadie creyera cosas que no eran, que nos tacharan de algo que no eramos… ?O si? Pasamos tantas cosas juntos que me es dificil decidirme solo por una, porque cada momento a tu lado tenia algo especial. Tu eras la juerga personificada. Contigo podia pasarme horas riendo y perder la nocion del tiempo. Admiraba tu forma de ser, tu alegria, tu inteligencia, tu exito con la gente, pero, sobre todo, admiraba tu fuerza para afrontar las cosas. Perdiste a tu madre cuando solo eras un nino, y tuviste que aprender a vivir por tu cuenta, porque tu padre nunca se preocupo lo suficiente por ti. El, cuando no estaba jugandose vuestro dinero en apuestas, estaba borracho tirado en el sofa. De nino sufriste su ira y sus malos tratos, pero cuando creciste ya no se atrevio a enfrentarse a ti. Tenias tanta rabia acumulada que si te hubiera tocado, creo que hubieras acabado con el. Y podias, porque tu cuerpo era puro musculo, gracias a las horas pasadas en el gimnasio o en el trabajo cargando cajas para pagar tus estudios. Tu vida era muy diferente a la mia. Yo no tenia problemas economicos como tu, porque mi padre era dueno de una empresa muy importante y siempre he tenido lo que queria. El siempre ha querido que yo siguiera sus pasos en la empresa, y yo siempre he hecho lo que el deseaba. Bueno, siempre hasta ahora. Porque tu perdida me ha hecho ver que debo hacer aquello que yo quiera y no lo que quieran los demas. Porque nadie puede juzgarme por mis actos o mi forma de ser. Quien me quiera debera aceptarme, igual que hacias tu. No sabes cuanto te echo de menos. Siempre estuviste a mi lado cuando te necesite. Me escuchaste cada vez que tenia una discusion con mi padre. Ahora se lo egoista que fui, contandote mis tonterias cuando tu tenias que convivir con el tuyo dia tras dia. Cuantas veces nos escapamos y dormimos en la playa, bajo las estrellas. Cuantos secretos nos guardan ellas. Y esas estrellas fueron testigos de nuestra unica pelea. La que ha sido el principio del final de nuestra amistad. La que ha sido culpable de que ya no estes a mi lado, de que ya no pueda contar contigo. Recuerdo aquella noche en la que viniste a mi casa porque no soportabas estar con tu padre. Decias que si pasabas un segundo mas oyendo sus quejas, lo matarias. Por eso viniste a mi, para quedarte en mi casa a pasar la noche. Pero yo sabia que a mi padre no le haria gracia verte en casa, porque el creia que eras una mala influencia para mi, que era culpa tuya que yo no quisiera hacerme cargo de la empresa. Asi que te dije que mejor nos fueramos a la playa para estar mas tranquilos. Y asi lo hicimos. Compramos unas cervezas y nos fuimos a una cala apartada rodeada de rocas. Era un lugar precioso y mas por la noche. Hicimos un pequeno fuego y estuvimos casi toda la noche hablando. Por primera vez, te desahogaste, echaste fuera toda tu rabia acumulada, gritando y llorando como nunca te lo habia visto hacer antes. Quiza fue el alcohol el que te hizo reaccionar asi, no lo se. Recuerdo cuando te levantaste gritando y corriste hacia el agua. Querias poner fin a tu vida, a todo tu dolor, acabar con todo el sufrimiento. Pero yo fui hacia ti para retenerte. Te sujete y, aunque tu fuerza era mayor que la mia, consegui tirarte al suelo. Estuvimos asi, abrazados, bastante tiempo, y luego, al mirarnos, nuestras bocas se fueron acercando y nos besamos durante largo rato, hasta que los besos fueron a mas, y compartimos una noche de placer bajo las estrellas. Al despertarme al dia siguiente tu aun dormias, y cuando recorde lo que habia pasado senti miedo, y verguenza, asi que me fui sin despedirme. Estuviste llamandome varios dias pero no cogi el telefono. No queria hablar contigo, no queria enfrentarme a lo que habia pasado. Pero un dia apareciste en mi casa y no pude evitarte. Mi madre te abrio la puerta y subiste a mi habitacion. Al verte entrar, mi corazon latio con fuerza. No sabia que decirte, asi que fuiste tu quien hablo. Y aun guardo tus palabras clavadas en mi mente y en mi corazon: <>. No supe que decirte, me quede en silencio, con mis ojos cubiertos de lagrimas. Mire hacia abajo y creo que aquello te hizo ver lo que pensaba. Asi que seguiste hablando: <>. No te conteste, no pude ni mirarte a la cara. Asi que sonreiste, te acercaste a mi y me besaste. <>, dijiste, y te marchaste. Quise correr hacia ti, pero no pude, no fui capaz de moverme. Pasaron los dias y una tarde llego la noticia. Vino la policia a darme tus cosas y decirme que habias muerto en el mar. Dijeron que en una carta habias dicho que querias que todo lo tuyo fuera para mi. Todas tus pertenencias ahora eran mias. Habia fotos nuestras de todos aquellos anos. Y tambien habia un diario escrito por ti. Lei todos tus sentimientos callados tanto tiempo, guardados en secreto en aquellas hojas. Vi cuanto me habias querido en silencio y rompi a llorar. Se que ya es tarde, porque tu ya descansas en el fondo del mar, pero, aun asi, te escribo esta carta para decirte que yo tambien te amo, y que siento no habertelo dicho aquel dia. Quiero que sepas que he decidido afrontar la realidad y hacer todo lo posible para que a nadie le pase como a nosotros. Voy a ayudar a cualquiera que necesite un apoyo para aceptar sus sentimientos, porque yo, aunque tarde, lo he hecho y, a partir de este momento, no voy a encerrarme en mi mismo y voy a afrontar quien soy. Voy a aceptar mi condicion y a enamorarme si algun dia llega una persona como tu, porque a ti voy a quererte toda mi vida. Y voy a hacerlo porque tu me has ensenado a valorarme y aceptarme. Gracias por todo, gracias por amarme, y perdoname por haberme dado cuenta tarde de cuanto te amo. Nunca te olvidare. Hasta siempre. Frente al mar, nuestras manos enlazadas, observando el horizonte, perdidos en la nada. Compartiendo un mismo sueno, contemplando un mismo cielo, sonriendo al mismo tiempo, dos almas en dos cuerpos. Deseo de fin de ano El sonido de las campanas se oia de manera lejana en la orilla del mar donde se encontraban. Ambos se miraban siendo conscientes de que seria la ultima vez. Los dias que habian pasado juntos habian sido como un huracan de sentimientos, que llega y barre todo a su paso sin esperarlo. Y ahora todo iba a llegar a su fin. La luna llena habia empezado a menguar, y Ayla debia volver a su lugar, en el fondo del oceano. Todo habia ocurrido demasiado deprisa. Pero, sin esperarlo, ambos sentian que ya nada seria igual sin tener al otro en su vida, y es que se habian dado cuenta de que, aunque parezca imposible, a veces el amor nos cambia la vida en apenas unos dias, o unas horas. Ambos recordaban perfectamente como habia comenzado todo, el momento exacto en el que, al mirarse, se habian dado cuenta de que algo especial crecia entre ellos. Recordaron cuando de ninos, el habia estado a punto de ahogarse, y, como en los cuentos de fantasia, ella se habia sumergido hasta encontrarle. Y ninguno de los dos pudo olvidar al otro, aunque a el lo tacharan de loco durante anos. Pero ahi estaban, veinte anos despues, juntos de nuevo y sin querer separarse. Y todos los anos en los que el habia sido un bicho raro por decirle a la gente que habia estado con una sirena, desaparecieron de un plumazo. No importo el sufrimiento, ni las burlas, ni el acoso; no importo nada mas que tenerla a ella delante, junto a el. Ella, por su parte, podia entender lo que podia estar pensando el resto de su familia. Nadie comprenderia que quisiera renunciar a lo que era por un chico. Pero no lo queria por eso. Lo queria porque sentia que debia estar con el, que queria compartir con el el resto de su vida, y si para eso tenia que renunciar a su aleta, lo haria. Pero no solo por amor era capaz de hacerlo, tambien por el deseo de descubrir un mundo que desconocia por completo. Un mundo que tenia mucho que aportarle. No, no renunciaria a lo que era por un chico, renunciaria a lo que era por todo lo que le estaba prohibido, por todo lo que no podia tener, ni vivir, ni sentir. Porque ya habia vivido como sirena durante decadas, y su deseo ahora era vivir como humana. Con o sin el, pero si era con el, su deseo seria aun mas completo. -Ojala no tuvieras que volver -dijo el, pensando en que jamas habia sentido nada parecido por nadie, a pesar de las relaciones anteriores que habia tenido. -Ojala no tuviera que hacerlo -dijo ella, teniendo muy presente todo lo que perderia de ser asi, y sin importarle. Estiraron sus manos y entrelazaron con fuerza sus dedos, antes de besarse bajo el sonido de la primera de las campanadas. Unicamente faltaban unos segundos para que diera comienzo el nuevo ano, y ellos se negaban a separarse. En el pensamiento de ambos existia el mismo deseo: mas tiempo para conocerse, mas tiempo para enamorarse, mas tiempo para amarse… Y de esa manera, el sonido de la ultima campanada dio lugar a los gritos de la gente de la aldea, felicitandose el nuevo ano. La pareja habia ido metiendose en el agua poco a poco, para que, al transformarse, ella no se hiciera dano, sin embargo, algo extrano estaba ocurriendo. Ambos abrieron los ojos para comprobar que Ayla seguia alli, junto a el. Con aquellas dos hermosas piernas que suplian su cola de sirena. -No lo entiendo… -susurro ella, sin poder creerse que siguiera alli. El la miraba sin parpadear, pensando que en cualquier instante cambiaria, que unicamente era cuestion de segundos. Pero pasaron los minutos y nada ocurrio, por lo que ambos se miraron, sonrientes, y se abrazaron con fuerza. No desaprovecharian aquella oportunidad, durara el tiempo que durase. Cogidos de la mano se alejaron del agua y, al echar la vista atras, a ella le parecio distinguir algo en el agua, pero estaba tan oscuro que no pudo asegurarse. Aun asi, sonrio y murmuro un gracias con sus labios. Y juntos, volvieron a la aldea a celebrar la llegada de un nuevo ano, dispuestos a disfrutar de cada segundo extra que pasaran juntos. A lo lejos, el padre de Ayla, aquel que ella habia creido ver y, en efecto, alli se encontraba, se dio la vuelta y se sumergio para volver a su hogar, mientras un pensamiento dejaba paso a una debil sonrisa: <>. Y es que, a veces, los deseos que se piden con los primeros segundos del nuevo ano, y bajo el sonido de las campanadas, pueden hacerse realidad. Bajo las sabanas, con tus besos, mis abrazos, los te quiero. Bajo las sabanas,

  • El orgullo de Mr. Darcy de Laura Barcali

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    Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesion de una gran fortuna necesita una esposa. Y eso es lo que penso Fitzwilliam Darcy, con profundo desagrado, cuando su amigo Charles Bingley le informo de que estaba interesado en la finca Netherfield Park, cerca de Meryton, tras haber acudido el pasado lunes a visitarla. --?Cuando tienes pensado instalarte? --pregunto Darcy. --Para San Miguel. Mandare algunos criados para que preparen la propiedad --dijo con el enorme entusiasmo que le caracterizaba--. Es un condado encantador para pasar esta epoca del ano. Te encantara, estoy seguro --anadio. --?Te encantara? No pretenderas que te acompane. Tengo mucho que hacer en Pemberley -- contesto con la mala cara habitual ante algo que no entraba en sus planes. --Darcy, amigo, piensa en los bailes... --Yo no bailo y bien lo sabes --lo corto. --En las encantadoras damas del lugar, los largos paseos a caballo, !y la caza! --Querido amigo, si hay damas casaderas, que las habra, mucho me temo que las presas de caza seremos nosotros. --Darcy, siempre mal pensando de todo el mundo. !Seguro que son todos muy amables! En cuanto a bailar, iremos a las fiestas o incluso podria hacer una en Netherfield. Conseguire que bailes. Darcy no pudo rechazar la invitacion de su amigo, pero no pensaba bailar con las damas del condado. No necesitaba una esposa. II Aquella manana, tan solo dos dias despues de haberse instalado Bingley en Netherfield, un vecino del lugar, el senor Bennet, le presento sus respetos. Le parecio al joven un hombre interesante, culto y con muy buen sentido del humor. --Senor Bingley, mi esposa, la senora Bennet, y yo esperamos que este a gusto en Netherfield y sus alrededores --dijo. --Estoy encantado, senor Bennet. Y, digame, ?tiene usted familia en la zona? --!Oh, ya lo creo! Cinco hijas, la mayoria cabezas de chorlito. Casaderas. Al joven le parecio que el senor Bennet era muy divertido. --Es de suponer, senor Bingley, que nos veremos en bailes y reuniones. --!Desde luego! Me encanta bailar. Ya he sido informado por sir William del proximo baile. --Esperamos poder disfrutar de su presencia mucho antes. --Sera un honor y un placer hacerles una visita a ustedes y a sus hijas. --Deseo de corazon recibir su visita en nuestra humilde casa y que no salga corriendo al ver a mi progenie. Bingley rio de buena gana ante las ocurrencias de tan peculiar hombre. --Le he traido este libro de mi Biblioteca personal, espero que lo disfrute. --!Gracias, senor Bennet! Tendre que devolverselo en breve. --Asi lo espero. Un placer tenerlo aqui. --Gracias --contesto Bingley con solemnidad. Tras la marcha del hombre, el joven Bingley se dispuso a escribir una carta a su amigo Darcy. Querido amigo, En solo dos dias que llevo aqui ya he conocido gente maravillosa. Todos han sido muy amables conmigo. En quince dias se celebra el primer baile. Te espero para el acontecimiento. Tambien hay jovenes casaderas con las que podras bailar, y por lo visto muy hermosas. Sinceramente tuyo, Charles Bingley Cuando Darcy recibio la misiva no penso tan bien de la amabilidad de los lugarenos. Cuando tu renta es de cinco mil libras anuales todos se vuelven muy amables, las hijas extremadamente casaderas y predispuestas a bailar hasta desfallecer. Iria a Netherfield, tal como le prometio, pero para cuidar y proteger a su amigo. III A los pocos dias, el senor Bingley devolvio la visita al senor Bennet, pasando diez minutos con el en la biblioteca. La ilusion de ver a las que decian que eran las mas hermosas senoritas del lugar se desvanecio. Sin embargo, esa misma noche, recibio una invitacion a cenar, junto con otra que requeria su presencia en Londres, por lo que tendria que posponer la cena en casa de los Bennet. Ya en la capital, la carta de su hermana Caroline cobro mas sentido. --Pasaremos contigo la temporada en Netherfield Louisa, el Sr. Hurst y yo. --Os encantara. Solo he recibido amabilidad y muchas invitaciones. Son una gente maravillosa. --No me fio de esos pueblerinos y sus hijas casaderas. --!Caroline! --la reprendio Bingley. --Yo tambien os acompanare --confirmo Darcy, muy a su pesar. Pero salvar a su amigo de un mal matrimonio era prioridad para el. Y asi termino toda discusion. Dias despues, ya en el salon de baile de Meryton, la presencia de distinguidos personajes de la capital llamo la atencion de los presentes. El grupo lo componian cinco personas: Bingley, sus dos hermanas, el marido de una de ellas y un distinguido caballero: Darcy. Todos le admiraron al enterarse de que disponia de una renta de nada mas y nada menos que diez mil libras anuales y diversas tierras. Pero ser sabedor de todo esto le incomodo y fue mas grosero de lo habitual en publico. Sus modales eran indignantes, siendo considerado un antipatico y un desagradable. Se nego a bailar, a excepcion de un baile con cada una de las hermanas de Bingley, y a conversar con los presentes mas de un minuto. Bingley lo reprendio rapidamente; --Podrias ser mas simpatico. Esta gente es muy amable. !Y haz el favor de bailar con alguna dama del lugar! --Ya he bailado con tus hermanas, he cumplido y no necesito mas. --Eso no cuenta --contesto Bingley--. Vamos, Darcy, tengo que conseguir que bailes. No soporto verte ahi solo y aburrido. --Lo prefiero. --Seria mejor que te unieras a los demas. --No pienso hacerlo, detesto bailar, y en una reunion como esta me resultaria insoportable. No hay ninguna mujer en toda la sala con la que consideraria bailar. --Me horrorizaria ser tan quisquilloso como tu --exclamo Bingley--. Hay muchachas encantadoras, algunas extraordinariamente hermosas. --Me temo que tu ya estas bailando con la unica joven agraciada de esta... reunion. --Y miro a la mayor de los Bennet. --!Oh, si! Es la mujer mas bella que he visto en mi vida. Pero mira, justo detras de ti esta sentada su hermana. Es bonita, !y seguro que simpatica! --exclamo con su habitual entusiasmo --. Le pedire a mi pareja de baile que te la presente. --?A quien te refieres? --Darcy se dio la vuelta y miro a Elizabeth Bennet, la segunda hija de los Bennet, que le miraba a su vez, asi que tuvo que apartar rapidamente la mirada, con toda la frialdad que le caracterizaba. --Digamos que es pasable, pero no lo suficientemente hermosa como para tentarme. Y ya ves que esta ahi sola, desdenada por el resto de caballeros. Vuelve con tu pareja y disfruta de la velada, no pierdas mas el tiempo conmigo. --Esta bien. --Y se alejo, deseando volver con Jane. Darcy miro de reojo a Elizabeth y vio en esta una sonrisa desdenosa, entre divertida y burlona, pues habia escuchado toda la conversacion de los dos caballeros. A Darcy le sento bastante mal y le puso de peor humor si cabia. Bingley, ajeno a los sentimientos de su amigo, bailo de nuevo con la hermosa Jane, obnubilado ante su presencia dulce y amable. Tambien lo hizo con Elizabeth bajo la mirada fria de Darcy, que seguia de pie como un palo, mientras se daba cuenta de que ella cuchicheaba con otras personas, probablemente sobre el y su desprecio anterior a bailar con ella. Tal vez se habia ido de la lengua demasiado rapido y, queriendo desdenar, habia sido desdenado con mayor rapidez aun. IV Cuando Darcy y Bingley volvieron a Netherfield y se quedaron a solas, el segundo le comento al primero lo mucho que adoraba a Jane. --Es justo como debe ser una joven: sensata, afable, dulce... !y es realmente hermosa! --En eso tienes razon, es una joven muy hermosa. Lastima de su familia --comento con desagrado. --?Por que dices eso? Son todos encantadores. Y Elizabeth no es como piensas. --No pienso nada de ella. Tienes una gran tendencia a que te guste la gente, y lo sabes --lo reprendio Darcy--. Nunca ves defectos en nadie. Para ti todo el mundo es bueno y un dia te llevaras una sorpresa. --Oh, vamos, Darcy. Somos amigos, por supuesto que veo todo lo bueno de las personas, aunque estos crean que tengo amigos maleducados. Podrias haber sido mucho mas amable. Al final siempre tengo que defenderte. --Y que esperabas. Solo buscan nuestro dinero. --Darcy, tienes demasiados prejuicios. --Y tu eres demasiado displicente. Entre Darcy y Bingley existia una fuerte amistad, pese a la disparidad de caracteres. Eran como hermanos. Para Bingley, que hacia poco habia alcanzado la mayoria de edad*, y tras la muerte de su padre, encontro en Darcy el apoyo masculino que necesitaba. Confiaba en el y su buen juicio ante las cosas de la vida y los negocios. Darcy era brillante e inteligente, pero altanero, reservado y exigente. Bingley, sin ser menos inteligente, era todo lo contrario: caia bien siempre. Darcy, en cambio, se las arreglaba para hacer todo tipo de desaires. --En cualquier caso, Darcy, no puedes negar que Jane en particular es una muchacha adorable. --No lo niego --contesto. --Mis hermanas no ven inconveniente en que trate mas con ella. --Cierto. --Asi que eso hare --concluyo con una gran sonrisa en la boca.

  • La ultima musa de Elle Catt

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    Tras abrir la ventana, una sensacion de libertad me invade. Siento un hormigueo por todo el cuerpo. Dejo momentaneamente que el frescor de la noche me acaricie el rostro. Joder, !que bien se siente! Con una mezcla entre excitacion y temor, salgo por la ventana y me encuentro sobre el inmenso techo plano de la casa de mis padres. Joder, jamas habia hecho esto. Si mi madre supiera... Ella, que nunca me ha dejado salir, y todavia menos despues de las diez de la noche... Le daria un ataque si me viera aqui. Veo el descapotable de Robin aparcado frente a la valla y mi corazon se acelera. Dios mio, Robin esta delante de mi casa. Robin. Ese por el que todas las chicas del instituto se pelean. Bendigo secretamente a Stella por haberme invitado a salir con su pandilla esta noche. Aunque rompa todas las normas de la casa, se que no me arrepentire jamas de esta locura. Ignorando los escalofrios que corren por mi piel, me escabullo discretamente por el techo y salto con agilidad sobre el muro de abajo. Al menos todos esos anos de danza sirven para algo. Me encuentro rapidamente sobre el cesped. Me doblo en dos para salir del patio sin dejarme ver. Al llegar al coche, reajusto mi ropa para quitar las arrugas. Robin esta frente a mi, apoyado contra la puerta del vehiculo con los brazos cruzados. Me mira con aire malicioso. Es guapo. Magnifico. De hecho, tiene el cabello oscuro, la piel mate y ojos negros como el ebano. No me sorprende que todas las chicas se enamoren de el. Porque aparte de estar bueno, es inteligente y amable. En un futuro sera cirujano, como su padre y el mio. Tiene un futuro prometedor y una bonita carrera como destino. Robin es el hijo de un colega de mi padre, el que ha cenado en casa y que yo he espiado toda la noche porque mi madre me ha prohibido salir de mi habitacion. Es el tipo de hombre que ella alaba y que pasa todas las pruebas con exito: una familia respetable y rica, un futuro bien planeado, una educacion ejemplar... <>, como dice ella. La perfeccion. Creo que me gusta un poco. Cuando Stella me dijo de salir con su grupo de amigos, me prohibi negarme. Por culpa de Robin. (O gracias a el). Y aqui, en este momento, por primera vez en mi vida, estoy desobedeciendo a mi madre. Peor, desobedezco la regla numero uno: <>. Pero voy a cumplir dieciocho anos, asi que decido desafiar la prohibicion. Esta noche, Robin me lleva a la fiesta de la musica. Noto las mariposas revolotear en mi estomago mientras me acerco a el. Veo que sus ojos se deslizan sobre mi y un destello de interes atraviesa sus ojos. Esta noche es excepcional, y he hecho un gran esfuerzo para arreglarme. Me he dejado el pelo suelto, me he maquillado ligeramente y me he puesto la unica falda que es un poco mas corta que todas las demas. --Eh, Kataline, estas... muy guapa. Me pongo roja en cuando su mirada desciende por mi cuerpo. Instintivamente cierro los lados de mi chaleco mientras subo a su descapotable. Hay algo en sus ojos que me intriga, un resplandor sucinto de deseo mezclado con algo mas que no logro identificar. Solo dura unos segundos, asi que me distraigo con otra cosa. *** Tras llegar al concierto privado de un grupo universitario de moda, nos encontramos con el resto de la pandilla, los amigos de Robin y Stella. Este concierto es un momento magico para mi, que nunca he salido. Es como un parentesis en mi cotidianidad lugubre y desprovista de fantasia. Rio como nunca. Y me atrevo a beber un poco de cerveza. !Que sensacion mas agradable la de sentirse como una chica normal! Tengo la sensacion de tener por fin una vida. Una verdadera, con ese punto de locura que la hace maravillosa. Cuando el concierto termina, mi voz esta ronca de tanto reir y no tengo ganas de volver a casa. Me gustaria que esta noche no terminara jamas. Durante la actuacion, Robin se ha acercado a mi. Incluso le he dejado que me cogiera de la mano. Y ahora quiero mas. No se por que, pero tengo la sensacion que debo aprovechar estos momentos como si fuera la ultima vez que pudiera divertirme. Cuando unos de los amigos de Robin, Miguel, un chico de origen puertorriqueno, nos propone acompanarlo a una fiesta, no dudo ni un segundo. Si me pillan cuando vuelva a casa, se que no me arrepentire de haber aprovechado la noche al maximo. --?Seguro que quieres venir, Kataline? Porque te puedo llevar a casa, si quieres. La mirada de Robin pasa rapidamente de Miguel a mi. Parece estar dividido entre el querer estar con su amigo y el deber de estar conmigo. No tengo ni la voluntad ni las ganas de ponerle fin a esta velada, asi que le respondo con determinacion: --Vamos a por la prorroga. Me apetece divertirme esta noche. Una sonrisa de complicidad con Miguel y nos vamos. Nos encontramos en una megafiesta de fraternidad, donde el alcohol fluye libremente y las chicas bailan sobre las mesas. Jamas habia visto a tanta gente joven divertirse (fuera de las peliculas que miro furtivamente en mi ordenador). No se hacia donde dirigirme entre las parejas que se comen la boca, los que hacen juegos para beber y los que se divierten sobre la pista de baile, improvisada en pleno centro de la sala. Miguel y Robin hablan mucho sobre su pasado. Aparentemente, Miguel acaba de volver del extranjero, asi que supongo que tienen mucho que decirse. Escucho vagamente su conversacion, aunque prefiero observar las escenas que se desarrollan bajo mi mirada. Quiero llenar mi memoria de imagenes de esta fiesta. Puede que sea la unica a la que jamas asistire. Hay una chica muy simpatica que me atrapa de la mano y me hace bailar. Yo me dejo hacer. Nunca lo habia hecho. Dejarme ir... Me hace bien. Por unos instantes siento las miradas de Miguel y Robin puestas en mi y tengo la impresion de que hablan de mi. Como sensacion, es algo nuevo. Yo, que paso los dias inadvertida, llamo su atencion y, en parte, me halaga que un chico como Robin se interese por mi. Me mira sutilmente cada vez con mas frecuencia, hasta que atrapo su mirada y deja de disimular. ?Podria ser que yo le gustara... un poco? Aun asi, me siento de todo menos sexi con mi falda plisada a media pantorrilla y mi blusa de manga corta. Nada que ver con los maniquies desvergonzados que desfilan bajo nuestras miradas desde el inicio de la noche. ?Podria ser que mi lado bien educado le guste a Robin? Mi madre se pondria verde de hastio. La noche avanza y los vasos vacios se multiplican en nuestra mesa. Los miembros del grupo ya se han ido y me encuentro sola con Miguel y Robin, quienes, al parecer, se han comprometido a regar sus reencuentros. Acabo en el sofa, esperando a que el tiempo pase y mirando como acaban con sus bebidas una a una. Me empiezo a preguntar si seran capaces de llevarme a casa. Tras un rato, empiezo a aburrirme, rechazando las bebidas que me van ofreciendo. La fiesta se resume finalmente a la droga, la musica neurotica, al alcohol y al sexo. !Nada divertido! Acabo por pedirle a Robin que me lleve a casa. Con un vistazo a Miguel, acepta sin quejas. Naturalmente, Miguel nos sigue, y salimos de la fraternidad hacia la noche clara por la luna llena. En el coche, nadie dice nada. Estoy decepcionada. Me hubiera imaginado otro final para esta salida, un momento romantico con Robin bajo la luz de la luna; quizas un beso. Pero ahi estoy, impaciente porque el coche aparque delante de mi casa. Deberia sentirme bien por volver a casa, pero, extranamente, cuanto mas conducimos, mas incomoda me siento. Miguel esta en el asiento trasero y Robin le lanza miradas regularmente a traves del retrovisor. Un silencio mortal se aduena del habitaculo y siento que algo se trama. Me retuerzo en mi asiento, ansiosa por encontrarme en el ambiente familiar de mi vecindario. Entiendo que las cosas van mal cuando Robin de repente gira a la derecha y aparca el vehiculo en el borde de un bosque. Abro la puerta instintivamente y salgo precipitadamente. Sin prestar atencion al terror que me revuelve el estomago, me alejo reculando, pero me detengo en seco cuando Robin sale y empieza a hablarme con una voz que no reconozco. --?Donde vas, carino? Ven aqui... No tengas miedo. Tiene un brillo en su mirada que hace que se me hiele el cuerpo. Hay algo de demente que lo hace terrorifico. Miguel me lanza una sonrisa carnicera mientras se acerca. En este momento empiezo a entrar en panico. En el fondo de mi se lo que tienen intencion de hacer. Me quieren hacer dano, pero soy incapaz de darme cuenta ni de moverme, o incluso llorar. Estoy completamente hipnotizada por la locura mortal que veo brillar en sus ojos oscuros. No es hasta que Miguel abre la boca que vuelvo en mi. --Te dejamos veinte segundos de ventaja, muneca. Quedo momentaneamente indecisa, como si mi cerebro no quisiera creer lo que esta pasando. --Vamos. El contador esta en marcha. Uno... Es como un clic. Sin gritar, con el miedo en el vientre, me doy la vuelta y huyo. Huyo tan lejos como mis piernas me dejan. Corro. Hasta perder el aliento. Sin saber adonde. Con la consternacion de la presa que huye de su depredador. Escucho la cuenta de los segundos y las risas diabolicas que me siguen a medida que me adentro en el bosque. --Corre mientras puedas, carino. La caza ha comenzado y nos encanta perseguir a nuestras presas... !Doce! Continuo adentrandome en el bosque, sin preocuparme de las ramas que me cortan los brazos y las piernas. Se que es mi unica posibilidad de sobrevivir: alejarme lo maximo posible de esta voz diabolica que lleva la cuenta de mi indulto. --!Veinte! Mi corazon se salta un latido y siento las lagrimas de despecho rodar por mis mejillas. Oigo ruidos detras de mi. Pasos que se acercan. Intento alejarme lo maximo posible. Tras lo que me parece una eternidad, me encuentro delante de una cabana, rezando por que este habitada... !Que error! Llamo. Llamo con todas mis fuerzas a la puerta de madera para que alguien me abra y venga a ayudarme. Pero la cabana esta vacia. Tiemblo y empiezo a sollozar. El desespero me asalta como una mano invisible que agarra mi garganta y me sofoca. No, esto no puede ser verdad... Me congelo cuando una rama se rompe justo detras de mi. Mi sangre se hiela en las venas. Lentamente, me doy la vuelta y me los encuentro de cara. Mis verdugos. Jamas olvidare sus sonrisas sadicas tras comprender que han ganado, que estoy a su merced y que me han ganado. Cuando Miguel habla, su voz esta llena de odio: --Sucia musa virgen, tan mojigata, tan inocente... ?Piensas que te vamos a dejar intacta antes de venderte? Robin ataca primero. Una fuerte patada en el estomago me dobla por la mitad. Se que soy mas debil que ellos. Que, ante su fuerza, yo no tengo ninguna posibilidad. Sin embargo, me defiendo. Como una loca. Logro rascarle la cara a Miguel de tal forma que tendra una cicatriz para el resto de su miserable vida. --!Puta, pagaras por esto! Y, de nuevo, tiene razon. Lo pago. Me persiguen por varios minutos. Me golpean por turnos por todo el cuerpo, sin parar. Los golpes me llueven de tal forma que soy incapaz de devolverselos ni de esquivarlos. Siento que se me rompen las costillas cuando Miguel me patea en el torax. Mi cuerpo no es mas que dolor. Tengo hematomas y heridas por todas partes. Al final, el sufrimiento es tan intenso que estoy a punto de desvanecer. Robin interviene, deteniendo mi calvario. --Para, Miguel, se va a desmayar. En este momento pienso inocentemente que ha terminado. Que han desahogado sus frustraciones conmigo y que ahora me dejaran tranquila. De nuevo, otro error. --Mierda, no es normal --dice Robin con voz jadeante--. Deberia haber reaccionado. Miguel me mira con desprecio. --Si, creo que tienes razon. Aunque no es tan grave. De todas formas, aprovechemos. No hemos hecho todo esto para nada. No entiendo a que se refiere. Lo unico que veo son sus ojos inyectados en sangre y como su cara forma una expresion tan feroz que parece poseido. Se deshace de sus pantalones ante mi mirada aterrada. --Vamos, Rob, sostenla. Robin obedece y en este momento quiero morirme. Miguel se pone encima de mi y comienza a besar mis labios avidamente mientras Robin me agarra. Aprieto los dientes, pero me muerde hasta hacerme sangre y no puedo hacer otra cosa que permitirle el acceso. Su lengua invade mi boca con rudeza y me quedo sin fuerzas para luchar. Despues, arranca mi blusa y mi falda y me quedo en ropa interior, a su merced. --Joder, si esta buena... Jamas me habria imaginado que bajo su ropa de mierda encontraria tal tesoro. Arranca mis bragas con un brillo demente en los ojos. Un sabor a bilis invade mi boca cuando comienza a entrar en mi. El dolor que he sentido cuando me han pegado no es nada en comparacion al que ahora me retuerce el estomago. Las lagrimas corren por mis mejillas mientras Miguel me roba lo mas preciado que tengo. Mi pureza, mi inocencia. Me viola mientras Robin me mantiene en el suelo, disfrutando del espectaculo con una sonrisa demoniaca. Me siento humillada, danada en lo mas profundo de mi cuerpo y de mi alma. Sin embargo, mientras dura el calvario, me obligo a mirar a Miguel a traves de las lagrimas. Quiero fijar su cara en mi memoria, sus ojos mientras me brutaliza de la manera mas vil. Estas imagenes me perseguiran hasta el fin de mis dias. Cuando Miguel ya ha tenido suficiente de mi, se endereza sin siquiera mirarme. Ahi cruzo la mirada con la de Robin. Se lo que quiere hacer y me duele. Me duele decir que habia confiado en el, que estaba preparada para confiarle mi corazon, y de verlo traicionarme de la forma mas despreciable. Con una mirada fria, Miguel se acerca y extiende la mano para acariciar mi pecho sin apartar los ojos de mi. Tiene una voz dulce que contrasta con la dureza de su mirada. Su mano recorre mi mejilla en un gesto casi tierno. --?Que es lo que esperabas saliendo esta noche, Kataline? ?De verdad pensabas que me interesabas? ?Que saldriamos juntos como los demas idiotas? Pero mirate... Con tu ropa de vieja, no eres nada. Si no hubieramos tenido dudas sobre tu naturaleza, ni siquiera te habria mirado. Es una pena, porque en realidad estas buena. Quizas mas que la mayoria de las musas que conocemos. No entiendo a que se refiere ni tengo fuerza para responderle, asi que me contento con mirarlo con todo el odio que puedo darle. Robin suelta una risita desdenosa. --Apuesto a que no entiendes lo que esta pasando, ?verdad? No pasa nada, son cosas fuera de nuestro control. Miguel interviene y da un golpecito a la cabeza de su complice. --Callate, Robin, no es el momento de dar explicaciones. Tenemos que terminar el trabajo. No podemos arriesgarnos a que ella abra... Se lo que significa eso. No me dejaran salir de aqui sin terminar su sucio trabajo. Quizas acabaran por matarme. No se arriesgaran a que se lo cuente a la policia. Realmente, me da igual. De todas formas, no creo que pueda vivir despues de lo que me han hecho. Impasible, miro como Miguel saca un cuchillo de su chaqueta. Avanza hacia mi con una mirada mortifera. Respiro profundamente mientras su mano se levanta para atacar. Pero en el momento en el que cierro los ojos esperando el golpe letal, suena un estruendo. Una sombra gigantesca aparece en el marco de la puerta. No se lo que es, pero inmediatamente me siento en paz. Una ola de calor me acaricia suavemente y me da un alivio liberador. Mis musculos se relajan y el dolor se desvanece. Me siento vacia de todas mis fuerzas, asi que me dejo ir, y mi cuerpo finalmente se rinde. Justo antes de hundirme en la nada, escucho la voz de Miguel transformada por el miedo. --Joder, mierda, un maldito... 1 Cuatro anos mas tarde Si me hubieras dicho que una modificacion del empleo del tiempo podria cambiar toda una vida, me habria reido en tu cara. Sin embargo... Las 9:30. Toca ir a la siguiente clase. Recojo mis cosas y las meto en mi bolsa. Tengo que ir a la sala de trabajos practicos, y esta en la otra punta del edificio. Pfff. Si hubiera sabido que este ano seria tan complicado, me lo habria pensado dos veces. Me levanto demasiado rapido de la silla y se me cae la bolsa, que se vacia bajo las mesas. <>. Me doblo en dos para reagrupar las hojas de dibujo mientras mi vecina de mesa se inclina para ayudarme. La chica tiene una pequena sonrisa burlona con el don de irritarme, pero me abstengo de decirle nada; ya esta bien que me ayude. Ademas, ha pasado mucho tiempo desde que no he despertado el miedo a ninguna chica de mi edad, asi que me resigno. --Kataline, ?verdad? --Kat, si no te importa. La sequedad de mi voz le hace recular, y me arrepiento de mi exceso de humor. Maldita sea, lo voy a joder todo de nuevo. Pero no puedo hacer nada, me horroriza que pronuncien mi nombre entero. Me recuerda demasiado a mis origenes. Ya tengo un nombre un tanto particular, y si encima lo pronuncian entero, le da un aire pomposo que no soporto. La chica me pasa el resto de mis pertenencias con una sonrisa dudosa. Parece realmente simpatica. Recojo mis croquis evitando su mirada. --Gracias, eres muy amable. --De nada. No se que mas anadir y, viendo mi verguenza, me dirige un pequeno asentimiento de cabeza. --Bueno, ?hasta la semana que viene, entonces? --Si, claro. Me precipito hacia la salida, pero en el momento en el que salgo del anfiteatro, ella me llama. --Eh, Kat, el taller es hacia el otro lado. !Mierda! Freno en seco y doy media vuelta mientras le dirijo un pequeno gesto de agradecimiento. Corro para llegar a tiempo a la siguiente clase. Corro. Todavia y siempre. Tengo la impresion que es lo unico que hago desde que entre en esta escuela de locos. Sin embargo, es mi culpa. Si no hubiera decidido seguir un doble grado este ano, no estaria como estoy. Y si, lo se, soy una loca. Me ha dado por hacer dos carreras completamente distintas. Esto llena mis dias, no me deja reflexionar demasiado y, sobre todo, no me deja tiempo para ningun tipo de relacion social. Y asi, me divido entre mis dos pasiones: las ciencias y el arte. De golpe he aumentado el numero de horas lectivas un treinta por ciento. Eso, mas el trabajo en casa para ponerme al dia de las clases a las que no he podido asistir. Una locura. Y, como si no fuese suficiente, no me he integrado a esta nueva universidad a la que he entrado. Hace mas de seis semanas que estoy en esta universidad y estoy tan sobrecargada con mis horarios que no he tenido tiempo de conocer a nadie. !Vaya cosas! Me doy cuenta con amargura de que no conozco el nombre de la chica que me ha ayudado antes. Es patetico. Sin embargo, cuando pienso en su rostro, me digo que podria ser una amiga. Hace mucho tiempo que no he tenido una amiga... Entro precipitadamente al taller de diseno y me acerco al profesor, que se sienta frente a su escritorio. --Buenos dias, profesor. Soy Kataline du Verneuil. La senora Martin debe haberlo avisado de que me incorporaba hoy a su clase. Me dirige una mirada vaga y me senala el fondo de la sala, sacudiendo la mano en el aire. --Ah, si. Bien, ?a que esperas? Instalate en algun sitio, ya hemos empezado. <>. La sala es grande, sin embargo, solo queda un sitio libre. Me instalo delante de una mesa de dibujo, evitando cruzar las miradas curiosas que siento sobre mi. Deslizo mis pertenencias bajo la mesa y me pongo rapidamente una bata de trabajo. El profesor ya ha dado sus explicaciones. Continua el programa donde lo habia dejado, como si yo no hubiera interrumpido su clase. Dios, pero ?que me ha dado para agregar esta clase en plena mitad del semestre? Don Cretino --ese sera su apellido para el ano-- nos pide varias herramientas para el trabajo practico. Tras servirme en el armario de los consumibles, vuelvo a mi sitio. Es entonces cuando me doy cuenta de que un chico ocupa la misma mesa que yo. No habia contemplado hasta ahora. Me mira con media sonrisa, como si yo fuera el evento que vino a alegrarle el dia. Avergonzada, bajo la vista. --Hola. Su voz ronca me hace saltar. Le lanzo una mirada de soslayo y veo su rostro agradable que me anima a contestarle, aunque yo no quiera hacerlo. --Hola. Sus ojos se fijan en mi con interes. --?No nos hemos visto por algun lado? No respondo. Me escudrina intentado encontrar algo entre sus recuerdos. Despues, su sonrisa se ensancha. --Vale... Entonces, ?eres nueva en esta clase? Maldita sea, sigue insistiendo. Muestro un ceno fruncido que espero que calme sus ardores. --Es eso, eres nueva. Es por eso que todos te miran como si fueras un extraterrestre. ?De donde vienes? Mierda. Me ha tocado el pesado. Suspiro. ?Tengo la obligacion de responderle? <>. Mi pequena conciencia me pone en orden y le saco la lengua interiormente antes de volverme hacia mi vecino. --Columbia. El chico parece impresionado e intrigado a la vez. --Ah, he ahi el acento. Imita la entonacion de mi voz y me arranca una sonrisa muy a mi pesar. Efectivamente he pasado los ultimos diez anos de mi vida en Estados Unidos. Y aunque volvi a Francia hace mas de diez meses, conservo un ligero acento americano del que me resulta dificil separarme. --?Y que ha hecho que dejes una de las mejores universidades del mundo para venir aqui? Mi corazon se hunde y una sensacion familiar de estres me invade. Respiro lentamente para calmarme. Aunque me parezca simpatico, me recito mis argumentos habituales como un automata. --He decidido retomar mis estudios en Arte. Y solo podia venir a esta universidad presentandome directamente a ultimo ano. --Guau, impresionante. ?Has conseguido convencer al jurado de seleccion? Hago una mueca. --Si, bueno, no tengo ningun merito puesto, salvo que ya habia estudiado todas las asignaturas en mi anterior... universidad. Seguia el curso a distancia. El profesor nos interrumpe. --Eh, artistas, sera mejor que os concentreis en vuestro trabajo en vez de parlotear como urracas. Thomas, pasa el programa. Joder, !que irritante es!

  • Taragh (Saga Anam Celtic 2), Angy Skay de Angy Skay

    https://gigalibros.com/taragh-saga-anam-celtic-2-angy-skay.html

    Poder.
    Cuando los padres de Taragh fallecen tragicamente en un accidente, ella se queda sola en un mundo dificil, hasta que una noche en el Grand Hotel de Malahide, todo cambia gracias a un trato.
    Considerada una mujer fria y sin sentimientos decide enlazar su vida bajo un majestuoso trato con Cathal O’Kennedy, el mismo hombre del que planea poco tiempo despues su asesinato. El, un temible tirano capaz de hacer temblar hasta al mas temible guerrero, ansia poseer todos y cada uno de los tesoros mas valiosos de Irlanda.
    Mientras, Maureen, debera involucrarse en la lucha, con mentiras hacia el que sera su futuro marido, lo cual acarreara un final nada deseado.
    Llega la continuacion de la saga Anam Celtic, una historia donde el romanticismo, la pasion, la magia y las aventuras son las protagonistas.