• libro el banquete celestial - Donald Ray Pollock

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    La nueva novela del norteamericano Donald Ray Pollock es un western que se mueve en el territorio de McCarthy, Faulkner y O’Connor, y que mezcla la satira con saludables dosis de violencia cinematografica al mas puro estilo de Peckinpah, Tarantino o los Coen.

  • El banquete celestial (Literatura Random House) Tapa ...

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  • EL BANQUETE CELESTIAL | DONALD RAY POLLOCK

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    16 mar 2017 — El libro EL BANQUETE CELESTIAL de DONALD RAY POLLOCK en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • El banquete celestial, de Donald Ray Pollock (2016) - Leer sin ...

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    11 dic 2017 — Pearl Jewett lleva una vida de escasos medios. Una escasez tan severa que el hombre se alimenta de poco más que de una tortita de harina al ...

  • El banquete celestial | Penguin Libros

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    La nueva novela del norteamericano Donald Ray Pollock es un western que se mueve en el territorio de McCarthy, Faulkner y O'Connor, y que mezcla la sátira ...

  • El banquete celestial - Libro de Donald Ray Pollock - Lecturalia

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    15 ene 2020 — Año 1917, en algún lugar olvidado de la frontera entre Georgia y Alabama. El anciano Pearl Jewett muere dejando a sus tres hijos varones para ...

  • Reseña de El banquete celestial, de Donald Ray Pollock

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    27 sept 2017 — Los hermanos Jewett no reflexionan sobre sus acciones, más allá de la frase que da título al libro y que tanto obsesionó a su padre, Pearl.

  • El banquete celestial - Donald Ray Pollock -5% en libros | FNAC

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    16 mar 2017 — El banquete celestial, libro o eBook de Donald Ray Pollock. Editorial: Literatura random house. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • EL BANQUETE CELESTIAL - POLLOCK DONALD RAY

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    Muy bien escrita y muy entretenida. No le sobra ni una página. hace 4 años. 1 0. Información del libro.

  • EL BANQUETE CELESTIAL - DONALD RAY POLLOCK

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  • el banquete celestial - pollock, donald ray - Cervantes y ...

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  • Situaciones de la vida de Sara Witch

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    Esperando el autobus o sentada en el metro observo a la gente que comparte el mismo espacio que yo, imaginando como seran sus vidas, con quienes las compartiran y, entonces, las neuronas comienzan a vibrar. Un rostro, una frase, una noticia de actualidad son suficientes para activar mi imaginacion. Asi surgio Situaciones de la vida. Historias cortas, momentos puntuales en la vida de los personajes que os acercaran a posibles desenlaces que, quizas, podrian ser reales.

  • Judas de Amos Oz

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    Judas, el regreso de Amos Oz a la novela, genero que no habia frecuentado desde Una historia de amor y oscuridad, plantea una audaz y novedosa interpretacion de la figura de Judas Iscariote en el contexto de una angustiosa y delicada historia de amor.

  • Casarse por amor esta sobrevalorado de Mar De La Vega

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    Un matrimonio de conveniencia mas atipico de lo habitual. Dos conyuges muy distintos. El, una estrella de la musica con un lado oscuro; ella, una joven estudiante hispano-britanica obligada a desdoblarse en dos mujeres diferentes. Un contrato matrimonial especial, sin sexo ni convivencia, pero con muchos secretos. Una historia agil y entretenida, pero tambien de superacion y crecimiento.

  • El camino hacia el Lean Startup de Eric Ries

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    El camino hacia el Lean Startup explica como empresas de todo tipo pueden incrementar sus ingresos, impulsar la innovacion y convertirse en organizaciones preparadas para sacar partido de las inmensas oportunidades que nos brinda el siglo XXI. Si en el bestseller El metodo Lean Startup el autor dirigia su atencion hacia las startups de exito, en esta ocasion lo hace hacia un nuevo grupo de organizaciones: multinacionales emblematicas como General Electric y Toyota; pioneros tecnologicos consolidados como Amazon, Intuit o Facebook; startups de hipercrecimiento de proxima generacion como Twilio, Dropbox y Airbnb e infinidad de otras startups en ciernes de las cuales no has oido hablar. todavia.

  • Dos tumbas (Inspector Pendergast 12) de Douglas Preston , Lincoln Child

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    El agente especial Pendergast se enfrenta al desafio de un asesino en serie…

  • Anik (Cronicas del angel Enamorado 1) de Andos More

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    Anik es una joven de quince anos, nacida en Francia de padres espanoles y que, tras recibir una herencia de su abuelo paterno, se instala en Guadix donde comienza a estudiar B.U.P. en el curso 1976-77. En el instituto, un amigo le entrega un medallon que encontro siendo nino y que lo tiene guardado para cuando ella apareciera en su vida. Con el medallon comienza a tener unos poderes que la llevan primero a descubrir sus origenes, y despues a intentar cumplir una mision: liberar a su antecesor, el angel Araziel, del mismisimo Infierno, encarcelado por los arcangeles por haberse enamorado de una humana y haber engendrado una hija.

  • Tu, mi debilidad de Jose Rodriguez

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    Zac, un chico huerfano, frio sin aparenta ningun sentimiento tenia problema de agresividad nunca mostro afecto hacia alguien nunca se habia enamorado hasta que en una noche fria se encontro de casualidad a una mujer hermosa que lo hizo cambiar toda su actitud y personalidad digamos que es su debilidad, su gran debilidad. Sin saberlo se enamoro de ella no queria demostrarlo solo por su gran orgullo hasta que un dia cuando se dio cuenta que todo iba a acabar fue donde le confeso todo ahi fue donde toda su vida cambio esa mujer se convirtio en su gran amor y en su debilidad.

  • Daniel, Musculos de Azucar de Isabel Conde

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    Daniel era un joven de 27 anos.
    Atractivo. Dotado...
    Fuerte. Divertido.
    Pero era mucho mas.

  • La Senal de Maxime Chattam

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    El nuevo joven prodigio frances con siete millones de lectores en Francia, traducido a veinte idiomas.

  • La maldicion Silach de Antonio Martin Morales

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    Las almenaras recitaban en alto poemas de fuego, cuando Lord Veleron irrumpio en el palacio del Rey Tendon de Vestigia. Concluyeron las plegarias fabuladas a los dioses, despues de la gran cena en el salon de embajadores. Rilmor, capitan que ejercia como jefe de armas de la casa de los Veleron, acompanado de tres de sus mejores hombres, mostro sus credenciales a los custodios de la puerta del gran salon. Los acordes de las arpas y las gargantas finas de los juglares se apagaron cuando Rilmor entono la presentacion ostentosa de su senor. --!De las tierras del Este, de la region del gran Valle de Lavinia, el noble hijo de la casa Veleron, mi senor y mi protector: Rolento Veleron, hace acto de presencia! El noble cruzo en ese momento el gigantesco porton,_ a paso ligero, ruidoso, hasta arrimarse a la gran mesa. Se detuvo en la distancia prudente para que todos los comensales pudieran verlo. Ataviado con armadura de combate, levanto murmullos por doquier. Hablo el Rey y los demas guardaron silencio. --Amigo Rolento, tu visita es grata e inesperada... ?Que esconden tus ojos apenados? Ese rostro no corresponde a tu afamada tranquilidad -- pregunto directamente Tendon. Se detuvo el postre. Se paro el discurrir del vino y el paso de gargantas cuando Lord Veleron narro, sin tomar asiento, una historia terrible. A viva voz, sin la precaucion de pedir audiencia privada con el Rey Tendon, parecia al borde de la locura pronunciando estas palabras: --Traigo el corazon destrozado por los terribles acontecimientos que sucedieron en mi casa no hace ni cinco dias. En la noche mas apacible que los dioses nos han regalado, durmiendo placidamente resguardado en mi castillo, rumores picotearon la tranquilidad. Me desvele con la sensacion precipitada de abandonar la cordura. Asomado a la balconada de mis dependencias, vi a varios de mis hombres correr en el patio interior del palacio, sombras agitadas, escuche gritos, cristales rotos, metales cruzados en combate, sonidos que acompanan a la muerte rebotaban en los muros de mis dependencias, como si el pasado volviera para recordarme las manchas de sangre en mis propias manos. Corri por los pasillos tratando de averiguar por mi mismo lo que sucedia, alarmado ante aquellos estruendos. Jamas, ni en la peor de mis pesadillas imagine que... Rolento hizo una pausa, trago saliva como alfileres, mientras los invitados del Rey lo miraban con los ojos hinchados de sorpresa, sin mover un musculo, sustraidos por el encantamiento de aquella noche ominosa que el noble describia. Rolento ahora desgarro con sus manos el aire gritando... --!Despedazaron a los guardias! Yo luche a vuestro servicio en la Gran Guerra y jamas vi semejante destrozo. Las visceras de algunos de los moribundos... !las habian esparcido por el suelo, hasta amontonarlas como si fueran reses cuarteadas! Las puertas de mi castillo permanecieron cerradas. Sus muros son fuertes y altos y no sirvieron para contener la entrada de esos salvajes. No hay cuerdas ni escalas. No se si tuvieron tiempo de llevarselas o si encontraron otro medio para saltar dentro. No queda un solo hombre vivo que mantuviese combate con ellos. Los demas vieron muertos, escucharon ruidos y cuentan locuras... !locuras! No robaron nada, pero vinieron a por mi tesoro mas preciado. Se llevaron a mi hijo, Patrio, matando a cualquiera que se interpuso en su camino. De nuevo otra pausa en su discurso. Esta vez sombria y dolorosa como el luto de un heroe. --Agarre mi espada, mi peto metalico, convoque a mi guardia y sali en busca de fantasmas ensillando mis mejores caballos. Segui las pistas de la muerte pues, en las cercanias de mi palacio, cometieron los intrusos los mas abominables crimenes. Logre averiguar que eran diez o doce caballos y un carromato. Pero despues de perseguir el rio de muerte, todo rastro se perdio. En las estribaciones de mis tierras ya no podia estar seguro de cual fue la direccion que tomaron. Ocultaron bien sus huellas. Supieron escoger bien su retirada. Y mi pobre y bello hijo ahora esta a merced del capricho de esos asesinos... El llanto de un padre asolaba las oquedades del palacio real. Las llamas de las chimeneas eran el unico acompanamiento a sus lamentos. La voz del Rey se deslizo entre sus sollozos. --Destino funesto el vuestro, querido amigo. Manana en la madrugada trataremos ese asunto en reunion de gobierno... --Mi senor, mi sabio monarca. --Ahora Rolento Veleron se arrodillo y ese gesto provoco murmullos de condolencia--. Suplico varias informaciones inmediatas, si alguno de los presentes posee algun rumor, alguna presuncion sobre tan desdichado acontecimiento. --Lord Veleron espero y ninguno de los que alli habia invitados tuvo algo que decir--. Imploro que partan emisarios a los pasos fronterizos con Nuralia, que recaben informacion sobre cierto contingente de hombres, a caballo y a pie, y sobre todas las cosas, ruego permiso de su majestad para enviar un grupo de rescate a la vasta Nuralia y traer de vuelta a mi divino hijo Patrio. Entre los comensales se instalo un rumor de comentarios a media voz. El Rey, en ese momento, cambio su semblante apacible y trepo en su asiento hasta la postura erguida de quien atiende asuntos serios, abandonando la placidez del agotamiento del final de una cena copiosa. Su esposa, la reina Itera asistida por tres damas de compania, se retiro a sus aposentos despues de dar sus condolencias al recien llegado. --Seria una imprudencia absurda enviar hombres armados a Nuralia -- intervino Rosellon, quien fuera General de los ejercitos y a quien ahora el Rey habia empleado como consejero personal--. Comprendo la horrible pena y la incertidumbre que lo han animado a venir aqui, pero le recuerdo a nuestro querido amigo Rolento Veleron que, en los tratados de paz firmados tras la Gran Guerra, se prohibe expresamente la incursion de contingentes armados, mas alla de la escolta minima de los diplomaticos con salvoconducto real. El capitan de la guardia de Lord Veleron se ayudo de sus hombres y arrojo al suelo un brazalete metalico y un punal que, al estrellarse en la pulida piedra oscura desprotegida de tapices, produjo un escandaloso estruendo. --!Encontramos pruebas de que nos atacaron hombres armados de Nuralia! !Ellos han roto el tratado! --grito Rilmor. --Senores --ahora fue el Rey quien tomo la palabra--, permitid que despida a mis invitados para que podamos tratar este asunto. El desfile de graciosos vestidos y capas elegantes parecia interminable para besar la mano del Rey antes de enfilar la gran puerta y salir silenciosamente. La mayoria comentaban cosas como <>, cuando pasaban junto a Rolento. A el no lo besaban suponiendo que no estaba ahora para rituales afectuosos... Los esclavos y esclavas de palacio se afanaban en desmontar las mesas y retirar la abundancia de desperdicios. Provocaban cierta aversion al contemplarse en los platos, frente a las sillas vacias. Mas tarde, en privado, el Rey abrazo al noble y le dio muestras de comprender su dolor. Rosellon, implacable en sus consejos, seguia argumentando que jamas se deberian romper los tratados por muy lamentable que fuese el suceso; que debia llamarse a consultas al embajador de Nuralia y exigirle que su Rey persiguiese a los culpables. Antes de marcharse, el Rey sosego la inquietud de Lord Veleron, a solas, sin consejeros ni escolta, de hombre a hombre. Rolento Veleron financiaba con su fortuna los intereses de la corona, pagando abultados impuestos comerciales por su exportacion de aceite a Plubea, y albergaba en sus tierras un gran contingente armado sumiso a la orden real de los Caballeros Rojos de Vestigia. El Rey y el noble se arrimaron a la enorme chimenea del salon. Hipnotizado por las llamas, Tendon hablo asi. --Rosellon expone bien las razones Rolento, pero comprendo el dolor que debes sentir. Jamas podre respaldarte publicamente; sin embargo, te preparare un salvoconducto especial, asi la entrada de tus hombres en Nuralia sera posible. Si alguna vez fuesen apresados esos hombres, si acaso se pidieran responsabilidades argumentare que es falso ese documento y que, dejandote llevar por la pasion de padre, infringiste la Ley. Seras multado en Vestigia y en Nuralia y habras de responder con un porcentaje de tus negocios a la multa, asi que ten cuidado de actuar con discrecion en Nuralia, no queremos mas guerras, no sirven mas que para matar hombres. Las voces, copiando la tiritera de las llamas, rebotaron en las piedras oscuras del salon, y llegaron a oidos de un hombre que escuchaba en la oscuridad...

  • Moonlight de Taylor S

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    La luna jugo entre las nubes que intentaban ocultar la batuta de esa danza nocturna que ella dirigia entre las estrellas. Fue entre medio de esas batallas y la que mi ventana me ofrecia,-- ya que esta era lo suficientemente alta como para que no me permitiera subirme a ella, dejandome sin la opcion de poder admirar de mejor manera aquel espectaculo nocturno-- cuando aparecio la sonrisa mas bonita que habia visto. Una nina de cabellos negros se colo en mi habitacion con el ceno fruncido y un vestido rojo que hacia relucir a su piel palida. --?Que haces? --me pregunto cruzandose de brazos mientras yo intentaba con todas mis fuerzas que mis manos alcanzaran el borde de la ventana para poder observar con mayor cercania esa danza de la cual queria ser parte. --Quiero ver a la luna bailar con las estrellas --respondi sin darle mucha importancia a la forma que ella me miro ante mi respuesta. Ella me miro como si estuviera alucinando. --Estas loca --exclamo sorprendida mientras yo ignore su comentario y volvi a intentar que mis manos tocaran el borde de la ventana, sin embargo, mi pequeno cuerpo no estaba siendo de gran ayuda--. Te vas a lastimar -- sentencio haciendo que bufara por su falta de animo hacia mi mayor deseo. Desvie la mirada hacia esa nina que ni siquiera conocia y no tarde en fulminarla con la mirada por aquel comentario. Jamas la habia visto, pero no parecia mayor que yo por lo cual suspire y rode los ojos. Seguramente era la nina que mama habia mencionado que vendria a cenar. --Ver de cerca aquella danza valdria la pena --murmure suspirando en un intento fallido de pensar que podia hacer para alcanzar la ventana. La nina fruncio el ceno ante mi respuesta y no tardo en quitarse los zapatos para rapidamente acompanarme en la cama observando curiosa que habia detras de esa ventana, la cual aunque me esforzase no lograba alcanzar. --Soy Laia --confirmo sin dejar esa seriedad que se presentaba en todo su rostro. Yo solo asenti porque realmente no llamaba mi atencion su presencia, mas interesante era la luna y sus estrellas. --Helen Brooke --respondi para no parecer una maleducada ante su presentacion, debido a que mama seguramente me castigaria si llegaba a descubrir la forma hostil con la cual me estaba comportando con esa nina. Podia tener ocho anos, sin embargo, sabia a la perfeccion que enojar a mama no era una opcion. --Eres rara --comento casi en un susurro--. Pero tienes razon, la luna vale la pena --afirmo con una sonrisa que se mezclo con el cuarto menguante de la fiel gobernante de las noches oscuras. Mientras la luz de esta hizo que sus cabellos negros como la misma noche que se presentaba hoy, se iluminaran como si estuvieran hecho de estrellas. Tal vez aquel reflejo tan majestuoso existio, porque la luna sabia que estaba presenciando a quien era la unica heredera existente de su belleza. CAPITULO 2 Marzo, 1910 Laia resoplo aburrida mientras yo no dejaba de ver como las estrellas encendian aquel escenario nocturno que nacia a traves de la ventana de la habitacion de la pelinegra. --?Por que siempre miras la luna? --me pregunto frunciendo el ceno mientras yo no dejaba que mis ojos se apartaran de aquella danza tan genuina y unica que solia ocurrir por las noches cuando todo se silenciaba y se oscurecia para darle un mayor protagonismo a aquel espectaculo que el mundo no entendia y que Laia intentaba comprender, pero ella era un ano mayor que yo, por lo cual muchas veces simplemente fruncia el ceno ante mis explicaciones que ella tildaba de “cosas de ninos”. --Porque no hay nada mas bonito --respondi suspirando ante las estrellas que no dejaban de hacer magia con su brillo. La pelinegra bostezo antes de acercarse a mi y abrazarme como siempre hacia cuando dormiamos juntas en su casa o en la mia. Desde aquella cena donde ella habia entrado a mi habitacion, nos habiamos vuelto inseparables. Ella no entendia la magia de la noche, pero yo la disculpaba porque daba los mejores abrazos del mundo y porque sus ojos verdes eran mas bonitos que las nubes cuando amanecia. Laia era muy bonita pero no tan bonita como la luna, no obstante, a ella parecia no gustarle que le dijera eso, porque siempre se quedaba en silencio y sus mejillas se encendian como si fueran los petalos de las rosas que mama pone en la mesa cuando es primavera. --Tus ojos son muy bonitos --susurro encogiendose de hombros lo cual me hizo reir porque solo eran cafe. --Solo son cafe --asevere dejando de mirar la luna y notando como los ojos verdes de ella se iluminaban de una manera que jamas habia visto--. Los tuyos son esmeraldas --dije mordiendo mi labio antes de volver a sonreir --, son como la noche. Laia fruncio el ceno ante mi respuesta como si no entendiera lo que queria decir, pero eso era normal, ella no entendia mucho de lo que decia como yo tampoco lo hacia. Supongo que el ano que nos separaba no nos dejaba entendernos entre si por lo cual el silencio comenzo a aparecer aunque realmente no me importaba porque con Laia los silencios jamas eran tan incomodos como los que nacen entre los adultos, sus silencios son bonitos como todo su ser. --La noche es oscura --refuto frustrada y yo chasquee la lengua ante su respuesta porque eso era lo mas tonto que me habia dicho en lo que llevabamos siendo amigas.--Y mis ojos no son oscuros. --Pero no hay nada mas bonito que la noche --musite como si fuera un secreto debido a que no queria que ella frunciera el ceno por mi respuesta--. Y tu eres igual a la noche --concrete antes de observar como una sonrisa se instalaba en todo su rostro. Deje de admirar el cielo por unos minutos, para que mi mirada quedara en aquella pelinegra. Ya que la luna habia dejado de ser tan interesante, porque esa noche Laia era mas bonita que ella. CAPITULO 3 Julio, 1910 El verano era mi estacion favorita porque significaba que podia tener todo el tiempo del mundo para poder estar con Laia sin tener las tareas del colegio ni las presiones que ponen los adultos cuando existe cualquier otra estacion. Es como si el calor trajera libertad oculta entre los rayos de sol, ademas de ser quien ofrecia las noches mas bonitas de todas. Sin embargo, en los ultimos meses me habia dado cuenta que el dia podia ser bastante atractivo si lo pasaba con esa chica pelinegra que habia crecido varios centimetros desde la ultima vez que nos habiamos visto. --!No Helen! --grito entre medio de mi jardin al notar como mis cosquillas comenzaban a atacar su cuerpo. Yo solo rei por la forma tan bonita que tiene de sonreir. Me gustan sus sonrisas porque desprenden un brillo que nunca antes habia visto, aunque si tenia que aceptarlo, la verdad es que amaba todo lo que provenia de ella hasta el hecho de que Laia creyera que lo sabia todo solo porque tenia once anos y yo diez. --!Para! --sugirio mientras rodabamos por el cesped sintiendo como el rocio acariciaba nuestra piel y las flores sentian envidia de nuestra diversion. Segui con mi ataque de cosquillas sintiendo como nos juntabamos de tal manera que sus ojos verdes fueron el unico panorama que tuve, mientras ella suspiraba con una sonrisa por nuestra cercania. Intente ignorar las mariposas que nacieron al notar como ella comenzaba a mostrar ese color rojo que sus mejillas dejaban ir cuando estaba conmigo, por lo cual separe nuestras distancias porque a las personas no solia gustarle tener las mejillas calientes. --?Hoy te quedaras a dormir? --le pregunte mientras recostaba mi cabeza en su hombro y nuestros cuerpos caian en el pasto como si fueramos partes de los tintes verdes del dia de verano. Laia asintio emocionada ante eso antes de besar mi cabello lo cual no me sorprendio porque siempre lo hacia. De hecho, me encantaba que lo hiciera ya que me recordaba a los besos de buenas noches que mama me da antes de ir a la cama. --?Que quieres hacer esta noche? --pregunto tomando una pequena margarita que habia estado a solo unos centimetros de nosotras para ponerla sobre mi cabello haciendome cosquillas por ello. --Ver las estrellas --sugeri como si fuera lo mas obvio del mundo, sin embargo, Laia no fruncio el ceno como suele hacer cuando escucha esa opcion, sino que vuelve a sonreir como si le agradara la respuesta. Tal vez por fin estaba comprendiendo lo bonito que era el cielo. --?Has besado a alguien? --murmuro rapidamente como si sus palabras fueran rayos que se perdian entre su boca. Yo negue ante ello sin antes mirarla como si no entendiera lo que me decia. A veces no entendia ni la mitad de las cosas que ella decia, pero tampoco me molestaba no entenderlo, ya que ella tampoco solia comprender lo que le decia. --?Por que? --dije sin saber que decir. Ella se acerco a mi y acaricio segura mi mejilla haciendo que las mariposas volvieran a encontrarse solo con un simple gesto. --Porque eso hacen las personas cuando se aman, todo el mundo lo sabe --refuto segura como siempre, no obstante, yo aun no sabia que responder sobre ello porque yo la amaba y nunca la habia besado. --?Tu has besado a alguien? --pregunte sintiendo como mi corazon por alguna razon latia mas fuerte de lo comun y sonaba como si fuera un tambor que solo yo podia escuchar. --No --contesto en un suspiro y por alguna razon me senti feliz por ello. No queria que nadie mas fuera afortunado de tener su amor. Ese dia me di cuenta que la amaba porque mis labios solo querian besarla y que le dijeran todo el amor que sentia por ella.

  • Sonrisas y lagrimas (Suaves petalos de amor 1) de Encarna Magin

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  • Olvidame, si puedes de Norah Carter

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    Ay, Senor, otra vez no... Era la frase de siempre, lo primero que decia cuando llegaba a mi lugar de trabajo. Todos los lunes me despertaba diciendome: "Victoria, una sonrisa, comienza una nueva semana y esta vez no habra problemas". Y lo hacia, de verdad. Me despertaba temprano, tomaba una ducha y salia de mi habitacion preparada. Con mi habitual ropa de trabajo, leggins negros, camisa negra, tacones negros... Si, trabajar horas de pie, en una pasteleria de lujo, no impedian que yo llevase a cabo mi lema "Antes muerta que sencilla". A lo que iba, que me pierdo.... Me recogia mi larguisima melena rizada y morena en un mono y me maquillaba sutilmente, lo suficiente para resaltar mis ojos grises. No me gustaba mucho el maquillaje y tampoco es que lo necesitara, habia heredado un buen cutis. Cuando entraba en la cocina, mi padre, quien aun no habia entendido que yo ya estaba cerca de rozar la treintena, me tenia preparado mi desayuno: cafe, zumo de naranja, tostadas y una fruta. Podia con todo, menos con la fruta. Nunca me habia gustado, la repudiaba, y tampoco hacia el esfuerzo por comerla. Buenos dias, carino, ?como has dormido? -pregunto mi calvo favorito. Asi lo llamaba yo, carinosamente. Me acerque a el e hice lo mismo que hacia desde que era pequena, le di un beso en la calva. Es lunes -dije como respuesta a todo. Vamos, este lunes sera diferente -era su intento de animarme, como cada dia. Si, lo se -me menti a mi misma, porque sabia que no seria asi. Aunque intentara enganarme, ese lunes seria un problema, como todos. Problema que se solucionaria el miercoles, el viernes me iria a casa pensando que el proximo lunes todo estaria bien, para que ese dia llegara y me diera en las narices con que todo se jodio de nuevo-. Papa, no me voy a comer el platano. No me gusta. Es mas, odio el platano -puse cara de asco y lo eche a un lado. Odias toda la fruta. Pero tienes que comerla, te guste o no. Mmm... – dije ignorandolo- ?Y mama? Es lunes... Si, ya se que es lunes. ?Pero donde...? Oh, espera, ?en el medico? -resople. Como cada lunes -suspiro el. Se sento frente a mi con su cafe y desayunamos en silencio. Tenia 28 anos y vivia con mis padres por eleccion. Tenia un trabajo estable, un buen sueldo, pero no me gustaba estar sola. Ademas, ellos ya eran mayores y preferia hacerles compania. Eso y porque, para que nos vamos a enganar, yo era un desastre en la cocina. Podia ser la mejor pastelera del mundo, pero a la hora de comer... No sabia hacer ni un huevo frito. Como decia, vivia con mis padres. Ya estaban los dos prejubilados. Eran una de esas parejas que tardaron anos en poder tener hijos, cosas de la genetica, y cuando llegue, me quede sola, y ya ellos habian pasado la treintena, asi que no hubo hermano posible. Mejor para mi, me gustaba mucho la tranquilidad como para soportar a un hermano pequeno. Aunque a veces deseaba haberlo tenido, alguien de mi edad para poder contarle mis cosas. Asi que cuando lo necesitaba, llamaba a la loca de mi mejor amiga, Alberto, y con ella que me desahogaba. No, no me he equivocado. He dicho Alberto y amiga, es que tiene mucha pluma ella. Y yo siempre me he llevado mejor con el genero masculino, para amistad, porque en temas relaciones... Vicky, el zumo. La voz de mi padre me saco de mi ensonacion. Levante la mirada, observando sus cansados ojos grises, con esas cejas blancas, con esa mirada tan parecida a la mia. Papa, odio la fruta -dije como una nina pequena. O te lo tomas sola, o te lo doy yo. Resople y empece a beberlo. Poco a poco, no tenia ganas de echar todo afuera. Mi madre... Por ahi iba. Era la mejor madre del mundo, la mejor cocinera, la mejor en todo. Pero lo mas hipocondriaco del mundo.

  • La intermitencia de Andrea Camilleri

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    La empresa Manuelli constituye un potente conglomerado que sostiene la economia de Italia y da trabajo a miles de personas. Y su director general, Mauro de Blasi, un ejecutivo que hace gala de toda la firmeza, la elegancia diplomatica y la ferocidad que exige el cargo. Sin embargo, Mauro tiene un problema: ultimamente padece una especie de <> en los que, durante unos segundos, no oye, se le nubla la vista y se queda paralizado, como si no estuviera presente.

  • El negacionismo economico de Pierre Cahuc

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    La economia ha mejorado tanto en las ultimas tres decadas que para los autores del libro ha alcanzado el mismo estatus cientifico que las ciencias exactas. Esta revolucion poco conocida genera unos conocimientos que chocan frontalmente,con aquellas personas que se guian mas por llevar por sus sentimientos, por su ideologia o por sus intuiciones, en vez de ajustarse a lo cientifico y a las verdades establecidas. Soluciones magicas como la bajada de impuestos, el aumento del gasto publico, el control migratorio, la semana de 32 horas, la reindustrializacion del territorio o incluso la tasa a las transacciones financieras son supuestamente la cura de todos nuestros males sin coste alguno. Estas falsas verdades tan frecuentemente repetidas por los medios de comunicacion tienen un nombre: el negacionismo economico. El objeto de esta obra no es otro que el de desenmascararlo.

  • Diluvia en Madrid de R. Freire

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    Una sola realidad. tres formas distintas de verla y sentirla.
    Entre tres, las posibilidades se multiplican, lo sencillo se complica y lo inimaginable puede suceder. Marta, Jara y Candela tendran que aprender que la vida no es el cuento de hadas que les contaron de ninas, que el principe azul no existe y que, a veces, la bruja termina convirtiendose en un personaje dulce y vulnerable capaz de hacer que se tambaleen nuestras mas firmes convicciones.
    “Mis insultos entre forcejeo y forcejeo no hacen sino avivar el deseo que nos sacude a ambas. Mis manos encuentran sus pechos, que me parecen tan duros y majestuosos como imaginaba. Si Newton levantara la cabeza, tendria que reformular su Ley de la Gravedad, que tal vez funcione con estupidas manazas, pero desde luego no sirve para explicar la firmeza de los senos de Jara”.
    “Si ninguna de ellas impide que la bola se haga mas grande. ?debo ser yo la que vele por la estabilidad de su matrimonio?”
    “De repente, las dos nos estamos mirando, y por un segundo tengo la lacerante seguridad de que ambas pensamos lo mismo: si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo sobre como pasar un fin de semana juntas, puede que nuestra relacion este mucho mas deteriorada de lo que nos gustaria asumir.”
    “?Quien decide lo que esta bien y lo que esta mal? ?Como puede la sociedad establecer el modo en que las personas tienen que ser felices? ?Que es lo normal? ?Copiar lo que hace todo el mundo, aunque no te guste? ?Lo normal es ser heterosexual? ?Por que creemos que lo que hace la mayoria es siempre lo mas acertado?”

  • Sobreviviendo En Auschwitz de Primo Levi

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    Me habia capturado la Milicia fascista el 13 de diciembre de 1943. Tenia veinticuatro anos, poco juicio, ninguna experiencia, y una inclinacion decidida, favorecida por el regimen de segregacion al que estaba reducido desde hacia cuatro anos por las leyes raciales, a vivir en un mundo poco real, poblado por educados fantasmas cartesianos, sinceras amistades masculinas y languidas amistades femeninas. Cultivaba un sentido de la rebelion moderado y abstracto. No me habia sido facil elegir el camino del monte y contribuir a poner en pie todo lo que, en mi opinion y en la de otros amigos no mucho mas expertos, habria podido convertirse en una banda de partisanos afiliada a <>. No teniamos contactos, armas, dinero ni experiencia para procurarnoslos; nos faltaban hombres capaces y estabamos agobiados por un monton de gente que no servia para el caso, de buena fe o de mala, que subia de la llanura en busca de una organizacion inexistente, de jefes, de armas o tambien unicamente de proteccion, de un escondrijo, de una hoguera, de un par de zapatos. En aquel tiempo todavia no me habia sido predicada la doctrina que tendria que aprender mas tarde y rapidamente en el Lager, segun la cual el primer oficio de un hombre es perseguir sus propios fines por medios adecuados, y quien se equivoca lo paga, por lo que no puedo sino considerar justo el sucesivo desarrollo de los acontecimientos. Tres centurias de la Milicia que habian salido en plena noche para sorprender a otra banda, mucho mas potente y peligrosa que nosotros, que se ocultaba en el valle contiguo, irrumpieron, en una espectral alba de nieve, en nuestro refugio y me llevaron al valle como sospechoso. En los interrogatorios que siguieron preferi declarar mi condicion de <> porque pensaba que no habria podido justificar de otra manera mi presencia en aquellos lugares, demasiado apartados incluso para un <>, y juzgue (mal, como se vio despues) que admitir mi actividad politica habria supuesto la tortura y una muerte cierta. Como judio me enviaron a Fossoli, cerca de Modena, donde en un vasto campo de concentracion, antes destinado a los prisioneros de guerra ingleses y americanos, se estaba recogiendo a los pertenecientes a las numerosas categorias de personas no gratas al reciente gobierno fascista republicano. En el momento de mi llegada, es decir a finales de enero de 1944, los judios italianos en el campo eran unos ciento cincuenta pero, pocas semanas mas tarde, su numero llegaba a mas de seiscientos. En la mayor parte de los casos se trataba de familias enteras, capturadas por los fascistas o por los nazis por su imprudencia o como consecuencia de una delacion. Unos pocos se habian entregado espontaneamente, bien porque estaban desesperados de la vida de profugos, bien porque no tenian medios de subsistencia o bien por no separarse de algun pariente capturado; o tambien, absurdamente, para <>. Habia, ademas, un centenar de militares yugoslavos internados, y algunos otros extranjeros considerados politicamente sospechosos. La llegada de una pequena seccion de las SS alemanas habria debido levantar sospechas incluso a los mas optimistas, pero se llego a interpretar de maneras diversas aquella novedad sin extraer la consecuencia mas obvia, de manera que, a pesar de todo, el anuncio de la deportacion encontro los animos desprevenidos. El dia 20 de febrero los alemanes habian inspeccionado el campo con cuidado, habian hecho reconvenciones publicas y vehementes al comisario italiano por la defectuosa organizacion del servicio de cocina y por la escasa cantidad de lena distribuida para la calefaccion; habian incluso dicho que pronto iba a empezar a funcionar una enfermeria. Pero la manana del 21 se supo que al dia siguiente los judios iban a irse de alli. Todos, sin excepcion. Tambien los ninos, tambien los viejos, tambien los enfermos. A donde iban, no se sabia. Habia que prepararse para quince dias de viaje. Por cada uno que dejase de presentarse se fusilaria a diez. Solo una minoria de ingenuos y de ilusos se obstino en la esperanza: nosotros habiamos hablado largamente con los profugos polacos y croatas, y sabiamos lo que queria decir salir de alli. Para los condenados a muerte la tradicion prescribe un ceremonial austero, apto para poner en evidencia como toda pasion y toda colera estan apaciguadas ya, como el acto de justicia no representa sino un triste deber hacia la sociedad, tal que puede ser acompanado por compasion hacia la victima de parte del mismo ajusticiador. Por ello se le evita al condenado cualquier preocupacion exterior, se le concede la soledad y, si lo desea, todo consuelo espiritual; se procura, en resumen, que no sienta a su alrededor odio ni arbitrariedad sino la necesidad y la justicia y, junto con el castigo, el perdon. Pero a nosotros esto no se nos concedio, porque eramos demasiados, y habia poco tiempo, y ademas ?de que teniamos que arrepentirnos y de que ser perdonados? El comisario italiano dispuso, en fin, que todos los servicios siguieran cumpliendose hasta el aviso definitivo; asi, la cocina siguio funcionando, los encargados de la limpieza trabajaron como de costumbre, y hasta los maestros y profesores de la pequena escuela dieron por la tarde su clase como todos los dias. Pero aquella tarde a los ninos no se les puso ninguna tarea. Y llego la noche, y fue una noche tal que se sabia que los ojos humanos no habrian podido contemplarla y sobrevivir. Todos se dieron cuenta de ello, ninguno de los guardianes, ni italianos ni alemanes, tuvo el animo de venir a ver lo que hacen los hombres cuando saben que tienen que morir. Cada uno se despidio de la vida del modo que le era mas propio. Unos rezaron, otros bebieron desmesuradamente, otros se embriagaron con su ultima pasion nefanda. Pero las madres velaron para preparar con amoroso cuidado la comida para el viaje, y lavaron a los ninos, e hicieron el equipaje, y al amanecer las alambradas espinosas estaban llenas de ropa interior infantil puesta a secar; y no se olvidaron de los panales, los juguetes, las almohadas, ni de ninguna de las cien pequenas cosas que conocen tan bien y de las que los ninos tienen siempre necesidad. ?No hariais igual vosotras? Si fuesen a mataros manana con vuestro hijo, ?no le dariais de comer hoy? En la barraca 6 A vivia el viejo Gattegno, con su mujer y sus numerosos hijos y los nietos y los yernos y sus industriosas nueras. Todos los hombres eran lenadores; venian de Tripoli, despues de muchos y largos desplazamientos, y siempre se habian llevado consigo los instrumentos de su oficio, y la bateria de cocina, y las filarmonicas y el violin para tocar y bailar despues de la jornada de trabajo, porque eran gente alegre y piadosa. Sus mujeres fueron las primeras en despachar los preparativos del viaje, silenciosas y rapidas para que quedase tiempo para el duelo; y cuando todo estuvo preparado, el pan cocido, los hatos hechos, entonces se descalzaron, se soltaron los cabellos y pusieron en el suelo las velas funebres, y las encendieron siguiendo la costumbre de sus padres; y se sentaron en el suelo en corro para lamentarse, y durante toda la noche lloraron y rezaron. Muchos de nosotros nos paramos a su puerta y sentimos que descendia en nuestras almas, fresco en nosotros, el dolor antiguo del pueblo que no tiene tierra, el dolor sin esperanza del exodo que se renueva cada siglo. El amanecer nos ataco a traicion; como si el sol naciente se aliase con los hombres en el deseo de destruirnos. Los distintos sentimientos que nos agitaban, de aceptacion consciente, de rebelion sin frenos, de abandono religioso, de miedo, de desesperacion, desembocaban, despues de la noche de insomnio, en una incontrolable locura colectiva. El tiempo de meditar, el tiempo de asumir las cosas se habia terminado, y cualquier intento de razonar se disolvia en un tumulto sin vinculos del cual, dolorosos como tajos de una espada, emergian en relampagos, tan cercanos todavia en el tiempo y el espacio, los buenos recuerdos de nuestras casas. Muchas cosas dijimos e hicimos entonces de las cuales es mejor que no quede el recuerdo. Con la absurda exactitud a que mas adelante tendriamos que acostumbrarnos, los alemanes tocaron diana. Al terminar, Wieviel Stuck?, pregunto el alferez; y el cabo saludo dando el taconazo, y le contesto que las <> eran seiscientos cincuenta, y que todo estaba en orden; entonces nos cargaron en las camionetas y nos llevaron a la estacion de Carpi. Alli nos esperaba el tren y la escolta para el viaje. Alli recibimos los primeros golpes: y la cosa fue tan inesperada e insensata que no sentimos ningun dolor, ni en el cuerpo ni en el alma. Solo un estupor profundo: ?como es posible golpear sin colera a un hombre? Los vagones eran doce, y nosotros seiscientos cincuenta; en mi vagon eramos solo cuarenta y cinco, pero era un vagon pequeno. Aqui estaba, ante nuestros ojos, bajo nuestros pies, uno de los famosos trenes de guerra alemanes, los que no vuelven, aquellos de los cuales, temblando y siempre un poco incredulos, habiamos oido hablar con tanta frecuencia. Exactamente asi, punto por punto: vagones de mercancias, cerrados desde el exterior, y dentro hombres, mujeres, ninos, comprimidos sin piedad, como mercancias en docenas, en un viaje hacia la nada, en un viaje hacia alla abajo, hacia el fondo. Esta vez, dentro ibamos nosotros. Todo el mundo descubre, tarde o temprano, que la felicidad perfecta no es posible, pero pocos hay que se detengan en la consideracion opuesta de que lo mismo ocurre con la infelicidad perfecta. Los momentos que se oponen a la realizacion de uno y otro estado limite son de la misma naturaleza: se derivan de nuestra condicion humana, que es enemiga de cualquier infinitud. Se opone a ello nuestro eternamente insuficiente conocimiento del futuro; y ello se llama, en un caso, esperanza y en el otro, incertidumbre del manana. Se opone a ello la seguridad de la muerte, que pone limite a cualquier gozo, pero tambien a cualquier dolor. Se oponen a ello las inevitables preocupaciones materiales que, asi como emponzonan cualquier felicidad duradera, de la misma manera apartan nuestra atencion continuamente de la desgracia que nos oprime y convierten en fragmentaria, y por lo mismo en soportable, su conciencia. Fueron las incomodidades, los golpes, el frio, la sed, lo que nos mantuvo a flote sobre una desesperacion sin fondo, durante el viaje y despues. No el deseo de vivir, ni una resignacion consciente: porque son pocos los hombres capaces de ello y nosotros no eramos sino una muestra de la humanidad mas comun. Habian cerrado las puertas en seguida pero el tren no se puso en marcha hasta por la tarde. Nos habiamos enterado con alivio de nuestro destino. Auschwitz: un nombre carente de cualquier significado entonces para nosotros pero que tenia que corresponder a un lugar de este mundo. El tren iba lentamente, con largas paradas enervantes. Desde la mirilla veiamos desfilar las altas rocas palidas del valle del Adige, los ultimos nombres de las ciudades italianas. Pasamos el Breno a las doce del segundo dia y todos se pusieron en pie pero nadie dijo una palabra. Yo tenia en el corazon el pensamiento de la vuelta, y se me representaba cruelmente cual deberia ser la sobrehumana alegria de pasar por alli otra vez, con unas puertas abiertas por donde ninguno desearia huir, y los primeros nombres italianos... y mirando a mi alrededor pensaba en cuantos, de todo aquel triste polvo humano, podrian estar senalados por el destino. Entre las cuarenta y cinco personas de mi vagon tan solo cuatro han vuelto a ver su hogar; y fue con mucho el vagon mas afortunado. Sufriamos de sed y de frio: a cada parada pediamos agua a grandes voces, o por lo menos un punado de nieve, pero en pocas ocasiones nos hicieron caso; los soldados de la escolta alejaban a quienes trataban de acercarse al convoy. Dos jovenes madres, con sus hijos todavia colgados del pecho, gemian noche y dia pidiendo agua. Menos terrible era para todos el hambre, el cansancio y el insomnio que la tension y los nervios hacian menos penosos: pero las noches eran una pesadilla interminable. Pocos son los hombres que saben caminar a la muerte con dignidad, y muchas veces no aquellos de quienes lo esperariamos. Pocos son los que saben callar y respetar el silencio ajeno. Nuestro sueno inquieto era interrumpido frecuentemente por rinas ruidosas y futiles, por imprecaciones, patadas y punetazos lanzados a ciegas para defenderse contra cualquier contacto molesto e inevitable. Entonces alguien encendia la lugubre llama de una velita y ponia en evidencia, tendido en el suelo, un revoltijo oscuro, una masa humana confusa y continua, torpe y dolorosa, que se elevaba aca y alla en convulsiones imprevistas subitamente sofocadas por el cansancio. Desde la mirilla, nombres conocidos y desconocidos de ciudades austriacas, Salzburgo, Viena; luego checas, al final, polacas. La noche del cuarto dia el frio se hizo intenso: el tren recorria interminables pinares negros, subiendo de modo perceptible. Habia nieve alta. Debia de ser una via secundaria, las estaciones eran pequenas y estaban casi desiertas. Nadie trataba ya, durante las paradas, de comunicarse con el mundo exterior: nos sentiamos ya <>. Hubo entonces una larga parada en campo abierto, despues continuo la marcha con extrema lentitud, y el convoy se paro definitivamente, de noche cerrada, en mitad de una llanura oscura y silenciosa. Se veian, a los dos lados de la via, filas de luces blancas y rojas que se perdian a lo lejos; pero nada de ese rumor confuso que anuncia de lejos los lugares habitados. A la luz misera de la ultima vela, extinguido el ritmo de las ruedas, extinguido todo rumor humano, esperabamos que sucediese algo. Junto a mi habia ido durante todo el viaje, aprisionada como yo entre un cuerpo y otro, una mujer. Nos conociamos hacia muchos anos y la desgracia nos habia golpeado a la vez pero poco sabiamos el uno del otro. Nos contamos entonces, en aquel momento decisivo, cosas que entre vivientes no se dicen. Nos despedimos, y fue breve; los dos al hacerlo, nos despediamos de la vida. Ya no teniamos miedo. Nos soltaron de repente. Abrieron el porton con estrepito, la oscuridad resono con ordenes extranjeras, con esos barbaros ladridos de los alemanes cuando mandan, que parecen dar salida a una rabia secular. Vimos un vasto anden iluminado por reflectores. Un poco mas alla, una fila de autocares. Luego, todo quedo de nuevo en silencio. Alguien tradujo: habia que bajar con el equipaje, dejarlo junto al tren. En un momento el anden estuvo hormigueante de sombras: pero teniamos miedo de romper el silencio, todos se agitaban en torno a los equipajes, se buscaban, se llamaban unos a otros, pero timidamente, a media voz. Una decena de SS estaban a un lado, con aire indiferente, con las piernas abiertas. En determinado momento empezaron a andar entre nosotros y, en voz baja, con rostros de piedra, empezaron a interrogarnos rapidamente, uno a uno, en mal italiano. No interrogaban a todos, solo a algunos. <> y segun la respuesta nos senalaban dos direcciones diferentes. Todo estaba silencioso como en un acuario, y como en algunas escenas de los suenos. Esperabamos algo mas apocaliptico y aparecian unos simples guardias. Era desconcertante y desarmante. Hubo alguien que se atrevio a preguntar por las maletas: contestaron: <>; otro no queria separarse de su mujer: dijeron <>; muchas madres no querian separarse de sus hijos: dijeron <>. Siempre con la tranquila seguridad de quien no hace mas que su oficio de todos los dias; pero Renzo se entretuvo un instante de mas al despedirse de Francesca, que era su novia, y con un solo golpe en mitad de la cara lo tumbaron en tierra; era su oficio de cada dia. En menos de diez minutos todos los que eramos hombres utiles estuvimos reunidos en un grupo. Lo que fue de los demas, de las mujeres, de los ninos, de los viejos, no pudimos saberlo ni entonces ni despues: la noche se los trago, pura y simplemente. Hoy sabemos que con aquella seleccion rapida y sumaria se habia decidido de todos y cada uno de nosotros si podia o no trabajar utilmente para el Reich; sabemos que en los campos de Buna-Monowitz y Birkenau no entraron, de nuestro convoy, mas que noventa y siete hombres y veintinueve mujeres y que de todos los demas, que eran mas de quinientos, ninguno estaba vivo dos dias mas tarde. Sabemos tambien que por tenue que fuese no siempre se siguio este sistema de discriminacion entre utiles e improductivos y que mas tarde se adopto con frecuencia el sistema mas simple de abrir los dos portones de los vagones, sin avisos ni instrucciones a los recien llegados. Entraban en el campo los que el azar hacia bajar por un lado del convoy; los otros iban a las camaras de gas. Asi murio Emilia, que tenia tres anos; ya que a los alemanes les parecia clara la necesidad historica de mandar a la muerte a los ninos de los judios. Emilia, hija del ingeniero Aldo Levi de Milan, que era una nina curiosa, ambiciosa, alegre e inteligente a la cual, durante el viaje en el vagon atestado, su padre y su madre habian conseguido banar en un cubo de zinc, en un agua tibia que el degenerado maquinista aleman habia consentido en sacar de la locomotora que nos arrastraba a todos a la muerte. Desaparecieron asi en un instante, a traicion, nuestras mujeres, nuestros padres, nuestros hijos. Casi nadie pudo despedirse de ellos. Los vimos un poco de tiempo como una masa oscura en el otro extremo del anden, luego ya no vimos nada. Emergieron, en su lugar, a la luz de los faroles, dos pelotones de extranos individuos. Andaban en formacion de tres en tres, con extrano paso embarazado, la cabeza inclinada hacia adelante y los brazos rigidos. Llevaban en la cabeza una gorra comica e iban vestidos con un largo balandran a rayas que aun de noche y de lejos se adivinaba sucio y desgarrado. Describieron un amplio circulo alrededor de nosotros, sin acercarsenos y, en silencio, empezaron a afanarse con nuestros equipajes y a subir y a bajar de los vagones vacios. Nosotros nos mirabamos sin decir palabra. Todo era incomprensible y loco, pero habiamos comprendido algo. Esta era la metamorfosis que nos esperaba. Manana mismo seriamos nosotros una cosa asi. Sin saber como, me encontre subido a un autocar con unos treinta mas; el autocar arranco en la noche a toda velocidad; iba cubierto y no se podia ver nada afuera pero por las sacudidas se veia que la carretera tenia muchas curvas y cunetas. ?No llevabamos escolta? ?...tirarse afuera? Demasiado tarde, demasiado tarde, todos vamos hacia <>. Por otra parte, nos habiamos dado cuenta de que no ibamos sin escolta: teniamos una extrana escolta. Era un soldado aleman erizado de armas; no lo vemos porque hay una oscuridad total, pero sentimos su contacto duro cada vez que una sacudida del vehiculo nos arroja a todos en un monton a la derecha o a la izquierda. Enciende una linterna de bolsillo y en lugar de gritarnos <> nos pregunta cortesmente a uno por uno, en aleman y en lengua franca, si tenemos dinero o relojes para darselos: total, no nos van a hacer falta para nada. No es una orden, esto no esta en el reglamento: bien se ve que es una pequena iniciativa privada de nuestro caronte. El asunto nos suscita colera y risa, y una extrana sensacion de alivio. En el fondo El viaje duro solo una veintena de minutos. Luego el autocar se detuvo y vimos una gran puerta, y encima un letrero muy iluminado (cuyo recuerdo todavia me asedia en suenos): ARBEIT MACHT FREI, el trabajo nos hace libres. Bajamos, nos hacen entrar en una sala vasta y vacia, ligeramente templada. !Que sed teniamos! El debil murmullo del agua en los radiadores nos enfurecia: hacia cuatro dias que no bebiamos. Y hay un grifo: encima un cartel donde dice que esta prohibido beber porque el agua esta envenenada. Estupideces, a mi me parece evidente que el cartel es una burla, <> saben que nos morimos de sed y nos meten en una sala, y hay alli un grifo, y Wassertrinken verbotten. Yo bebo, e incito a mis companeros a hacerlo, pero tengo que escupir, el agua esta tibia y dulzona, huele a cienaga.

  • El espejo egipcio de Pilar Gonzalez

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    ?QUE PASARIA SI UN DIA AL COMPRAR UN ESPEJO TU VIDA SE CONVIRTIERA EN UNA PESADILLA?

  • El dia que sientas el latir de las estrellas de Dulcinea (paola Calasanz)

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    Una novela llena de amor, emocion y belleza, sobre el poder del pasado y la importancia de vivir la vida siempre como una aventura.

  • A la caza de la dama de Olivia Kiss

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    Lo ultimo que Alastair Miller espera cuando pasa la noche en una posada y descubre a un intruso merodeando en su carruaje, es que ese intruso no sea un ladron al uso, sino una mujer. Una mujer preciosa que dice dedicarse al oficio mas antiguo del mundo. Alastair no quiere problemas, pero es incapaz de dejarla abandonada a su suerte, asi que termina compartiendo parte del camino con la joven, pero ?es Diane quien dice ser o esconde mas secretos de los que Alastair puede siquiera empezar a imaginar? ?Y es posible que uno de los solteros mas famosos de la ciudad termine enamorandose de esa dama misteriosa que podria cambiarlo todo?

  • Hermano de fuego (Los Hermanos Miller 2) de Rose Gate

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    Fije la mirada sobre el edificio que tenia enfrente. Era de ladrillo rojo, habia sido una antigua fabrica de ceramica y fue reconvertida en uno de los mejores laboratorios quimicos de la ciudad. Llevaba unos dias estudiando la empresa y merodeando sus alrededores con la esperanza de dar con ella. No tuve suerte. Hasta aqui me habia traido la informacion encriptada que Brau habia logrado descodificar. No era mucho, solo una carta con un membrete perteneciente a estos laboratorios dirigida a Winni, lo que me habia hecho tomar un vuelo de Barcelona a Frankfurt y alquilar un coche para llegar hasta aqui. Tenia un punto de partida o un hilo desde el cual tirar, y que no pensaba romper hasta obtenerlo todo. La carta no decia demasiado, por lo menos a mi, pero Brau sugirio que podia contener un tipo de lenguaje codificado que decia mucho mas que lo que aparentaba. Winni era muy dada a resolver jeroglificos. Lo que si podia intuirse, sin ser un lumbreras, era que tenia un trato estrecho con ellos. No sabia si eran meros intermediarios, o si verdaderamente conocian a la mujer que se ocultaba tras el nombre de Winnifreda Weber Meyer. Rei para mis adentros, ni siquiera sabia su puto nombre, pues ese pertenecia a una berlinesa de sesenta anos estudiante de la Humbolt, que obviamente no era la madre de mis hijos. Winni, o como diablos se llamara, habia usurpado su identidad haciendose pasar por ella, y a mi me la metio doblada y sin vaselina. Aprete el puno izquierdo, no saber con quien compartia mi vida era una de las cosas que mas rabia me daba. Mire de reojo las hojas que llevaba en la mano derecha, se trataba de mi curriculum, uno que les costaria rechazar si eran el tipo de empresa que anunciaban en su web. Los laboratorios Boehrinbayer estaban ubicados en Darmstadt, sede del Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la Agencia Espacial Europea. Es bien sabido que a principios de siglo, la ciudad tuvo un importante desarrollo a nivel industrial, cientifico y educativo. Muchas industrias quimicas como Merck, perteneciente al sector farmaceutico, la escogieron para dotar a esta urbe con nueve mil puestos de trabajo, de los cincuenta y siete mil que tenia la empresa. Tal era su relacion con el mundo de la quimica, que el numero ciento diez de la tabla periodica de los elementos tomo su nombre en honor a la ciudad. Tenia cuatro institutos de investigacion de la Sociedad Fraunhofer y otro centro mas sobre iones pesados (GSI). Darmstadt era una ciudad volcada con la tecnologia y gran productora de poblacion estudiantil. Tal vez Winni hubiera estudiado alli. Los alemanes solian ser de caracter cerrado, bastante cuadriculados y costaba ganarse su confianza. En los procesos de seleccion de personal, hacian entrevistas en las que llegaba a primar mas las experiencias vitales, las que les daban una vision mas global de la persona, que el propio curriculum. Para poder averiguar algo de la que llegue a considerar mi mujer, debia infiltrarme y ver si alguien de alli arrojaba un rayo de luz. Si lograba entrar como biotecnologo, tendria acceso a su sistema informatico, y desde dentro le daria acceso a Brau con un programa espia que debia conectar a uno de sus PC, para abrir un pequeno poro por el que infiltrarse y ver que podiamos descubrir. Le habia sido imposible hackear los niveles de seguridad de la empresa desde su portatil, asi que tenia que insertar ese punetero USB para conseguirlo. Me negaba a pensar que Winni estuviera realmente muerta, algo me decia que no era asi, que habia aparecido en Genetech con un proposito muy firme y yo fui el incauto que pico su anzuelo para que lo alcanzara. Si estaba en lo cierto, queria que me lo dijera ella misma, mirandome a los ojos, necesitaba oir de su propia boca que me habia traicionado, que llego a hacerse pasar por muerta abandonandonos a mi y a mis hijos. Solo de esa manera podria matar el puto sentimiento que estaba devorandome el alma. Tantas noches sin dormir, tantas borracheras, tantas lagrimas vertidas por alguien que habia parido a mis hijos y me resultaba una completa desconocida. ?Que podia llevar a una mujer a fingir su propia muerte, abandonar a su pareja y a sus dos bebes? ?Quien era esa completa desconocida? Me pince el puente de la nariz con los dedos y rememore el dia en que la conoci. Fue el mismo en que comenzaba a trabajar en los laboratorios de mi madre hace ocho anos. Capitulo 1 No es guapa, es lo siguiente… Dylan. Brisbane, ocho anos antes. Saboree el agua del mar. No habia nada mejor que hacer surf bajo los primeros rayos de sol. Agite el pelo cubierto de agua para disfrutar de su frescor deslizandose por mi cuello. Siempre me gusto sentarme sobre la arena, exhausto, despues de cabalgar las olas mas bravas, para recuperar el aliento contemplando la gigantesca obra de arte cambiante que se desplegaba ante mis ojos. Suspire y me deje caer hacia atras con los colores del amanecer tinendome el cuerpo. Mi tranquilidad duro unos instantes, pues un monton de arena salio impulsada a modo de pequena tortura afilada, rebozandome el rostro y, por si fuera poco, envolviendolo en un monton de babas y lenguetazos. --Brownie, !estate quieta! --ordeno una voz que reconoci a la perfeccion, se trataba de Liam, el mejor amigo de mi hermano y, por ende, tambien amigo mio. --Dejala --rei con la lengua de la cachorra limpiandome la arena--. Se nota que es una chica lista y sabe reconocer a quien adorar. --Los animales me encantaban, y aquella recien llegada a la familia de Liam, mas todavia. Era pequena, juguetona, carinosa, justo como me gustaban a mi las chicas. --No dirias lo mismo si supieras que acaba de tragarse su propia mierda. --!Fuck! --Me levante con el desayuno reptando por mi esofago y el cabron de Liam partiendose la caja. --Tranquilo, era broma --aclaro, doblado en dos al ver mi cara de ir a echar hasta la pizza del viernes noche. --Cabron --proteste, lanzandole un punado de arena que le hizo dar un salto atras. La dulce cachorra volvio a por mi y yo frote su expresiva cara. --No veas la nochecita que me ha dado, al final he tenido que meterla en mi cama… Liam se sento a mi lado con unas ojeras que podian hacerlo descender dos pisos en la escala del sueno. --Acabar la noche de un viernes con una perra entre las sabanas no parece un mal plan -- bromee--, y menos si es tan guapa como esta morenaza y con una lengua tan larga, y atenta. --Si, ya, bueno, eso para amantes de la zoofilia; de momento, yo prefiero que me la chupe una de nuestra especie. Ademas, Brownie es menor, no lo olvides. --Pensaba que hoy te veria entre las olas. --Ojala… Van a ser unos dias un poco duros hasta que mi pastelito de chocolate aprenda que mis converse no son su lugar para jinar. --Ugggh, ?las que te compraste hace una semana? --Las mismas. Para tu informacion, ya estan en la basura y he tenido que rescatar las viejas. Hoy voy a tener un dia cojonudo, porque me he despertado y lo primero que he hecho ha sido calzarmelas, sin darme cuenta de que en su interior habia sorpresa. --Arrugue la nariz, disgustado. --Hay ciertos detalles que uno no necesita saber. --Pues te jodes, peor ha sido mi cara al ver el bano de barro en el que habia metido el pie. --Mira la parte positiva, las heces estan muy infravaloradas. ?Sabes que hay trasplantes de heces a traves de enemas y que resulta mucho mas eficaz que tratar las infecciones por C. Difficile que con antibioticos? --Pues, por mi bien, espero no infectarme nunca con esa cosa, senor cientifico. ?Podemos cambiar de tema? Hablar de caca, podria ser un mal augurio para nuestro primer dia laboral. -- Le ofreci una sonrisa. --Esta bien, ?estas preparado para tu gran dia? --Liam reacciono ofreciendome otra y asintiendo. --Tio, esto va a ser un puto sueno. Ese dia empezabamos a trabajar en Genetech, los laboratorios de mi madre, y Liam estaba entusiasmado por dejar su vida de universitario y embarcarse en el apasionante proyecto familiar, del que ahora formaba parte junto a mi y a mi gemelo. Desde que mi padre murio, me volque en la unica persona que a Noah y a mi nos quedaba viva, y se trataba de mi madre. Mi hermano era un punetero cerebrito que se pasaba el dia estudiando con un tutor especializado que colaboraba con nuestra progenitora. Noah era un genio y, por ende, se esperaba mucho de el gracias a sus habilidades en ciencias. Mama y Lucius estaban convencidos de que tenia muchisimo potencial; el no los contradecia y parecia sentirse bien hincando codos como un poseso. Y eso me dejaba mucho tiempo libre, a mi tampoco se me daban mal las ciencias, ni los deportes, las chicas, los amigos o la informatica… En mi caso, tenia tiempo para disfrutar, ademas de pasar tiempo con mi madre. Me di cuenta de que involucrandome en los laboratorios, podiamos estar juntos, y, en esas horas donde ella me explicaba por que le apasionaba tanto lo que hacia, descubri que a mi no me disgustaba, es mas, comenzo a interesarme. De los dieciseis a los dieciocho, dedique parte de algunas tardes a Genetech y descubri mi verdadera vocacion. ?Quien lo iba a decir? Si le hubieras preguntado a Noah, te habria dicho que el apostaba por que fuera surfista profesional, o estudiara algo que tuviera que ver con las relaciones publicas. Mama estaba convencida de que mi hermano seguiria sus pasos, para eso habia estado preparandolo, pero el dia que tocaba echar la matricula en la universidad, nos sorprendio dando un golpe sobre la mesa durante la cena para decir que iba a estudiar economicas. Alego que la ciencia, como tal, no le gustaba, que no pensaba seguir fingiendo, ni dedicarse de por vida a algo que no le interesaba un pimiento. Nunca habia visto a mi madre mas desencajada. Paso del blanco al rojo sin ponerse ambar. Espero a que Noah acabara para amenazarlo y decirle que si no estudiaba una de las carreras que ella le habia propuesto, no pensaba pagarsela. Jamas habria imaginado a mi gemelo plantarse de aquel modo y, en parte, me hizo sentir orgulloso de que fuera capaz de defender su opcion hasta las ultimas consecuencias. Le contesto a mi madre que si ella no le pagaba la carrera, se la pagaria el. El dinero no era un impedimento, pues cuando mi padre murio, nos dejo una pequena fortuna en herencia, sin embargo, yo no hubiera visto justo que a mi me pagara los estudios y a Noah, no, por el simple hecho de no pasar por el aro; asi que decidi dar un paso al frente, total, yo tambien habia hecho mi eleccion y pensaba sorprenderlos a ambos. --Deja que Noah estudie empresariales, es un fuera de serie con los numeros --apostille calmado--. Yo ocupare su lugar en el laboratorio y estudiare bioinformatica para echarte una mano. Creo que es justo lo que necesitas para que el proyecto <> avance. --?Tu? --pregunto mi hermano incredulo. --?Que pasa? ?No me crees capaz? --Pensaba que… --Ya se lo que pensabas, eres mi gemelo, pero resulta que quiza haya partes de mi que desconoces, y una de ellas es que quiero trabajar con nuestra madre en el laboratorio y aportar algo mas que mi apostura a la humanidad. --Gire el rostro hacia mi madre, que estaba analizando la situacion. Lo sabia porque le habia visto la misma expresion, cientos de veces, frente al microscopio--. Mama, no lo pienses tanto. Al fin y al cabo, que yo quisiera estudiar una de las carreras que le habias propuesto a Noah ni se te habia pasado por la cabeza, asi que es un intercambio justo. El te ha dado sus motivos, y, ademas, con su aportacion mejoraremos la empresa a nivel economico y conseguiremos expandirnos. Tu siempre dices que conseguir dinero para financiar los proyectos es algo que cuesta mucho, pues ya esta; Noah se encarga de esa parte y yo de ayudarte en el laboratorio. --La conocia, no le gustaba que los demas tomaran decisiones que, segun ella, le competian, lo que no le quedaba claro era que nosotros empezabamos nuestra vida de adultos, y seria mucho mejor asi que empezar una guerra familiar por los estudios. Mi madre iba a decir algo, y preferi intervenir, cerrar la conversacion y que el temporal pasara--. Ahora que esta todo decidido, tenemos que celebrarlo, esta cena tiene una pinta maravillosa. Gracias, Noah, por esforzarte tanto. Mi hermano fruncio el ceno y lo unico que hizo fue acomodarse la servilleta sobre las piernas para emitir un <> de medio lado. Mama ocupo su silla y yo descorche la botella de vino para brindar por nuestro futuro. Noah conocio a Liam durante la carrera, se hicieron una y carne, lo que propicio que terminara entrando en nuestras vidas. Ahora formaba parte de nuestro binomio y me alegraba, porque era un tio cojonudo.

  • Guinea de Fernando Gamboa

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    LO QUE OPINAN LOS LECTORES

  • Hermosa Locura (Una amor para siempre 1) de Isabel Acuna

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    Julia Lowell y Nick de la Cruz, jovenes y exitosos estudiantes de dos de las principales universidades de California, tenian un mundo de suenos por cumplir. Cuando el amor llega a sus vidas los sumerge en un apasionado romance. Un terrible malentendido se les cruza en el camino y los llevara por rumbos distintos. Siete anos despues, vuelven a encontrarse. Julia se desempena como jefe de recursos humanos de una importante empresa y Nick es un incipiente empresario en el mundo de la hoteleria. A pesar del tiempo transcurrido, la atraccion flota entre ellos una vez mas. Las cosas no son como antes, ella esta comprometida para casarse. Nick, hombre apasionado y acostumbrado a salirse con la suya, esta dispuesto a recuperar a Julia a cualquier precio. Forzados a compartir tiempo por asuntos laborales, tendran que enfrentar el pasado y el presente. A pesar de que ninguno de los dos ha olvidado su historia de amor, las dudas y el resentimiento no les haran las cosas faciles. ?Les brindara el amor una nueva oportunidad? De la autora de De vuelta a tu amor y Entre el valle y las sombras, llega esta nueva historia de pasiones, contradicciones, erotismo y mucho amor.

  • Caraval, Stephanie Garber de Stephanie Garber

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    Recuerda, solo es un juego. Scarlett Dragna nunca ha abandonado la pequena isla en la que ella y su hermana Tella viven bajo la vigilancia de su estricto y cruel padre. Desde hace anos Scar suena con asistir a la celebracion anual de Caraval, unos legendarios juegos que duran una semana y en los que la audiencia participa para ganar el Gran Premio. Caraval es magia, misterio y aventura. Y para Scarlett y su hermana representa la libertad y poder huir de su padre. Ahora que esta a punto de casarse con un hombre al que nunca ha visto, Scar cree que su sueno nunca se cumplira. Pero justo dos semanas antes de la boda recibe las tan ansiadas invitaciones a los juegos. Sin embargo, una vez alli nada sale como espera: Legend, el Maestro de Caraval, secuestra a Tella y Scarlett se vera obligada a entrar en un peligroso juego de amor, suenos, medias verdades y magia en el que nada es lo que parece. Real o no, solo dispone de cinco noches para descifrar todas las pistas que conducen hacia su hermana, o esta desaparecera para siempre.

  • Con y sin miedos, te amo de Connie Daniels

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    Quedar embarazada de gemelos fue una gran noticia y luego estaba el hecho de que mi pareja era un hombre lleno de miedos y una vida llena de luces. No era lo que deseaba pero las cosas terminan y aun que el dinero no falto, me quede con el corazon destrozado. El abandono era algo a lo que estaba acostumbrandome y no iba a dejar que mis hijos sintieran ese dolor. Me aferraba a mi familia pero no podia confiar del todo en los demas.
    Intentamos recuperar nuestra relacion, pero habia mucho que sanar, mucho que superar... la vida de alguna forma se encargaria de ensenarnos a perdonar, a avanzar y a lograr ser mejores personas. Luchar por amor y lograr triunfar.

  • El hijo del capitan de Nedim Gursel

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    Un viejo periodista, aquejado por la edad y los desenganos de la vida, rememora los acontecimientos decisivos que han marcado su existencia. Siguiendo los consejos de su hija, los recoge en su magnetofono. Sus recuerdos de infancia y adolescencia estan marcados por la ausencia de la madre, muerta cuando era nino; y por la tirania, y en ocasiones la brutalidad, del padre, un militar despotico que va a destacar por su crueldad en el golpe de Estado de 1960.
    Criado por su abuela paterna, pasara gran parte de sus anos escolares becado en el liceo de Galatasaray, donde los companeros, las bromas estudiantiles, y el despertar del amor y la sexualidad vuelven un poco menos penoso el regimen de internado. Los estudios posteriores en Paris seran una liberacion, pero Estambul seguira en sus recuerdos reclamando su vuelta.

  • Almas Guerreras, Raquel Campos de Raquel Campo

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  • Tu mirada manana de Alberto Fuentegris

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    Un grupo de jovenes celebran una fiesta en la finca de uno de ellos. Es el cumpleanos de Robe y para la ocasion han llevado porros, alcohol y hasta coca. ?Que podria salir mal? Todo comienza como deberia, diversion, alguna discusion, juegos y charlas. Pero la fatalidad tiene lugar esa misma noche. Ninguno hubiera sospechado que esa noche cambiarian las vidas de todos. Esta es una novela que se lee con gran agilidad. Cuenta con multiples dialogos y en ella se reflexiona sobre asuntos de gran actualidad relacionados con la juventud, asi como sobre temas universales. La proliferacion de las violaciones en grupo, la falta de intimidad, la violencia, el sexo, la incertidumbre ante el futuro laboral, el amor y la maldad son los principales asuntos sobre los que esta obra hara reflexionar al lector. Amor, humor, sexo, misterio y dilemas eticos. Cuando los personajes hablan utilizan un vocabulario cercano y coloquial, cercano a la jerga juvenil a veces. Esta novela no te dejara indiferente.

  • Te enamoraste de mi sin saber que era yo de Patricia Hervias

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    ?Que harias si la vida te pusiera delante al hombre de tu vida?

  • Autumn Passion Love de Lorraine Coco

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    La inspectora Pamela Cassidy (alias la mujer de acero) jamas imagino que, al investigar la misteriosa desaparicion de una mujer, encontraria en su atractivo y descarado hermano a la horma de su zapato. Por suerte sus trabajos impiden que lleguen a algo mas y durante unos meses se cree a salvo. Hasta que una noche recibe una inquietante llamada suya, acompanada de una foto en la que se le ve esposado a uno de los grandes hornos industriales de su afamado restaurante. Incapaz de negarse a rescatarlo e investigar el asalto, vera como no solo su trabajo, su celosa y complicada vida privada, y su remanso de paz y orden, se desintegran para siempre cuando el ultimo hombre al que deberia acercarse se propone convertirla en su siguiente conquista.
    Autumn Passion Love es una historia corta, intensa, sorprendente y divertida. Una aventura que nos ensena que la felicidad se alcanza escuchando a nuestro corazon.

  • Alianza (Ruina) de Amy Tintera

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    La ultima aventura de Emelina Flores esta por contarse en esta tercera novela de la serie Ruina: romance y traicion, magia y espadas aderezan esta historia que hara las delicias de los amantes de La reina Roja y La seleccion. Despues de la catastrofe, Emelina Flores y su hermana Olivia tenian un solo proposito: reconstruir el hogar de su pueblo en Ruina.

  • Amor entre espinas de Kristell Alvarez S

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    Carolina recorre los pasillos de la libreria totalmente absorta, anda buscando un libro en particular, tiene mucho tiempo queriendo encontrarlo, pero no ha tenido mucho exito. Tiene ya un rato recorriendo los estantes, primero siguiendo el supuesto orden que hay en cada uno, dejandose llevar por el genero que anuncian en la parte alta de cada estanteria, pero al descubrir titulos en desorden y fuera de contexto, ha decidido hacer una pesquisa mas minuciosa. Esta claro el caos en que estan acomodados, por lo tanto no debe dejar pasillo alguno fuera. Inicia desde el fondo de la libreria, revisando a consciencia cada uno de los estantes, hoy le llego la alarma a su correo electronico de que al fin habian vuelto a surtir esa novela. !Tiene que estar!, piensa con determinacion y sigue mirando titulos de arriba abajo, agachandose, moviendo libros para ver los que estan atras, no tiene la intencion de darse por vencida. --!Carajo! Exclama frustrada, no ha logrado dar con el dichoso libro, el encargado de la famosa libreria le dijo que aun quedaba un ejemplar, pero ni el logra hallarlo. Segun le conto el muchachito, ayer habian llegado los nuevos ejemplares, pero practicamente volaron como pan caliente. ?Por que no vine ayer? Se regana interiormente dejandose caer en el piso frente al pasillo del estante de lo paranormal, con la mirada perdida en el mar infinito de libros delante de ella, donde es muy poco probable que este la novela de Kristen Miller que busca. Sin embargo, pese a ser casi imposible sus ojos se clavan en el azul brillante de una portada: "DESEOS" lee sin dar credito. Ahi, en la ultima fila del estante esta la preciada continuacion de "ETERNOS", al fin lo ha encontrado. Sin levantarse del suelo practicamente gatea hasta el, sin fijarse en nada mas estira la mano para tomarlo cuando ve que de la nada es elevado por unas manos que no son las de ella. Atonita levanta la mirada lentamente hasta encontrarse de frente con un joven que sonrie entusiasmado con el libro en su poder. Carolina lo mira incredula. Ese es libo de chicas, una novela romantica, quiere gritarle al desconocido que la observa divertido, en cambio solo alcanza a balbucear: --Ese libro es mio... El desconocido en automatico lo prende a su pecho y con una sonrisa de medio lado le dice un poco apenado encogiendose de hombros: --Yo lo agarre primero, lo siento. Da media vuelta y sin dilacion practicamente corre hasta la caja. Carolina se levanta de un brinco para seguir al desconocido, ese es su libro, tiene seis meses esperandolo, muriendo por leer la segunda parte de tan maravillosa historia, no va a dejar que se lo arrebaten tan facil. --!Espera, por favor! --practicamente le grita al tipo. El desconocido gira a mirarla, pero no dice nada, sigue caminando hasta llegar a la fila de la caja. Carolina se planta junto a el y poniendo su cara mas dulce le exclama casi rogando: --!Tengo seis meses esperando por ese libro! Y llevo toda la manana buscandolo, pero no estaba en el estante correcto... --Lo se --la interrumpe el tipo--, yo lo he cambiado de lugar ayer que lo encontre, habia dejado mi billetera en el auto y estaban a punto de cerrar, no me daba tiempo de ir por ella. Me dijeron que era el ultimo, asi que lo escondi para venir por el hoy. Carolina lo mira desconcertada. !Lo escondio! ?Que tipo de persona hace eso? Si, ella lo hizo alguna vez, pero es un raton de biblioteca, esta justificado, el no tiene pinta de serlo ni a kilometros. Su aspecto es mas de chico fresa, muy guapo si, con sus intensos ojos verdes que no paran de mirarla con diversion, pero no un devorador de libros. Ladron de libros, si. Lector avido, lo duda. --?Por que? --Se trasluce la incredulidad en su voz-- Tu para que lo quieres, es lectura de chicas. Sabe que esta siendo prejuiciosa y discriminativa, estableciendo etiquetas de genero--algo que de verdad odia y no es nada propio de ella--, pero esta muy frustrada, molesta y a punto de llorar de la desesperacion. Casi nadie entiende eso de ella, de verdad se apasiona con sus libros, son sus mejores amigos. Y nada la puede desesperar mas que no leer la continuacion de alguna historia que la haya cautivado tanto como esta. El chico la mira un poco divertido, al parecer encuentra gracioso que ella lo este acusando de leer libros "para chicas", como si la literatura tuviera genero. --Si te tranquiliza saberlo, el libro no es para mi, es para mi novia. Ella tambien tiene un rato buscandolo. Carolina se queda de una pieza. !Perfecto! Ahora ademas de frustrada, siente envidia, otro de los sentimientos que mas detesta, tanto en ella como en los demas, pero caray, como no hacerlo, jamas nunca uno de sus ex novios tuvo un detalle de ese calibre con ella, ni siquiera le regalaron un libro, mucho menos estar pendiente del que ella estuviera esperando. Lo mira con tristeza y casi a punto de las lagrimas, no solo por el libro que acaba de perder, sino porque le hizo rememorar sus fatidicas relaciones y su recien roto corazon, hace tan solo un mes que su ex tuvo la brillante idea de serle infiel con su vecina, a la que casi consideraba su amiga. --!Chica afortunada! Exclama melancolica y se adelanta hasta la caja para hablar con el encargado de la libreria. Al parecer el sistema de correo electronico no es tan efectivo, por lo que decide dejar su nombre y numero telefonico para que le avisen a penas les llegue nuevos ejemplares de la novela. El sonriente dependiente anota los datos, pero le explica que cree que tardaran un poco en surtirlo. Carolina se encoge de hombros maldiciendo a su suerte. Se gira sobre si misma para salir de la libreria. Sus ojos estan a punto de soltar millones de lagrimas y no quiere hacerlo ahi delante de todos, menos del desconocido que se lleva su libro y quien no le quita la vista de encima, observando curioso su actitud. Seguro piensa como todos, que esta loca por ponerse asi por un "simple libro", como le han dicho antes. Camina un par de cuadras sobre la avenida Juarez, mentando madres por lo bajo por haber venido hasta el centro en balde. Entra en la plaza Juarez para llegar a la calle Independencia donde esta el estacionamiento donde ha dejado su auto. Poco a poco sus anegados ojos dejan salir todo ese llano reprimido, en parte por el libro y en mucho por todos esos malos recuerdos que se soltaron de golpe, los habia tenido un poco reprimidos y salieron en banda para joderle un poco mas, si eso es posible, la existencia. Sus leves sollozos se convierten de a poco en un llanto incontrolable, ni de broma puede manejar asi, por lo que tratando de acomodarse tantito la compostura entra en Cielito querido cafe, una cafeteria muy mexicana que esta al fondo de la plaza. Con voz entrecortada pide un chocolate caliente y un panquecito de nata: Las penas con pan son menos, lee en su mente uno de los muchos letreros pintados por todo el lugar, frases muy mexicanas cargadas de verdad. Armada con su enorme taza y su platito de peltre --un detalle muy original de la cafeteria--, busca la mesa mas solitaria en la terraza del lugar para sentarse a ahogar su tristeza en su chocolate y atragantarse un poco de pan para ver si asi sus penas se alivianan un poco. Carolina picotea el panque con la mirada absorta en la nada. El libro perdido ha pasado a segundo plano, ahora su memoria navega por sus siempre tragicas historias de amor. A sus treinta anos tan solo ha conocido el lado doloroso, a pesar de dar lo mejor de si a sus parejas, al final la han traicionado. ?Por que? ?Por que le toca perder cada vez? Se pregunta y el llanto ahogado vuelve a ella. No lo reprime, lo deja salir sin pudor, aunque quisiera no podria contenerlo, hay demasiada tristeza dentro de ella. Los pocos transeuntes que pasan junto a ella la miran curiosos, pero ni se fija, solo quiere vaciarse por completo para sentirse mejor. Mira sin ver el horizonte, con la vista nublada por las lagrimas y de repente alguien se detiene frente a ella, no lo distingue, tan solo ve una silueta. --?Estas bien? ?Necesitas algo? Le pregunta una voz masculina que le resulta familiar, se seca un poco los ojos para tratar de enfocar y descubre frente a ella al desconocido de la libreria. --He estado mejor --responde con amargura--, pero gracias por preguntar. A pesar de su adusta respuesta el joven jala la silla frente a ella y se sienta. Carolina lo mira desconcertada, sus ojos lanzan interrogantes silenciosas, abre la boca para decir algo, pero la cierra de nuevo. El joven le sonrie comprensivo. --Nadie que este tan triste debe estar solo --responde adivinando sus preguntas--, tal vez quieras hablar o tal vez no, pero me sentare un rato aqui contigo, a veces solo hace falta que alguien nos acompane. Por cierto, me llamo Nicolas. Carolina mira al desconocido, que ahora sabe se llama Nicolas, estupefacta. No da credito a la extrana situacion. Su dia ha pasado de fracasado a bizarro. Al menos ahora esta pensando en otra cosa distinta a su fracasada vida amorosa. --Me robas mi tan esperado libro y ahora quieres consolarme --dice con un dejo de ironia en la voz. --?Estas asi por el libro? --Cuestiona Nicolas perplejo--, si es asi, te juro que te lo doy, ya vere que otra cosa le compro a mi novia. Carolina esboza una media sonrisa girando con la cabeza. Podria aprovechar la situacion, pero su consciencia no la dejaria jamas en paz por quitarle la ilusion a alguien de regalar algo tan especial. --No podria aceptarlo, tu novia seguro va a ser muy feliz cuando se lo des, pero muchas gracias por el ofrecimiento. Yo soy Carolina, por cierto. El suelta el aire un poco aliviado, si bien lo ofrecio porque no soporta ver a alguien asi de triste, en el fondo no queria deshacerse del libro, su novia lo desea tanto y a el no hay nada que lo haga mas feliz que cumplirle sus deseos. --Mucho gusto, Carolina. Y, ?Entonces? ?Por que lloras?--pregunta curioso inclinandose hacia delante en clara senal de atencion. --Por todo y nada. Si, me dio pesar perder el libro, pero ver el esfuerzo que hiciste por darle a algo tan especial a tu novia me hizo recordar que nadie me ha querido de esa manera y, lo que es peor, creo que ni siquiera me han querido o no terminaria siendo siempre traicionada como me acaba de suceder hace tan poco. Suelta sin pestanar y de corrido. No sabe porque, pero se sintio en confianza para soltar esa perorata dramatica que la esta consumiendo desde que salio de la libreria. Nicolas la mira comprensivo, sin dejo alguno de lastima, la hace sentir que entiende por lo que esta pasando. Con dulzura estira su mano y toma la de ella, apretandola en un gesto que le resulta familiar y tranquilizador. --?Quieres hablar de eso? Te haria bien desahogarte.

  • El asesino del patinete de Olaf Serra

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    Andrew Morales es detective de homicidios en la Policia de Seattle. Debera hacer frente a uno de los casos mas complejos de su carrera, y hacer todo lo posible para detener a un asesino en serie que ha empezado a aterrar la ciudad. Su sena caracteristica es atacar a sus victimas montado en un patinete electrico. No deja rastro alguno, no existe relacion entre las victimas y es toda una incognita su identidad. La investigacion sera toda una carrera de obstaculos, mientras importantes cambios en su vida personal le haran replantearse sus prioridades. Nadie es lo que parece a simple vista, y en ocasiones, es necesario rebuscar en su interior para descubrir un oscuro secreto que lucha para salir a la luz.

  • Un instante eterno de Yolanda Revuelta

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    Cuando Grace Morales llega al rancho, en Aspen, despues de recibir la peor noticia de su vida se percata de que tiene que pasar pagina lo antes posible si quiere dejar atras su pasado y hacer frente a su inminente presente. Su prioridad es que las heridas del ayer no se abran y regresar lo antes posible a Nueva York, la ciudad que ha escogido para vivir y que la mantiene alejada de Cooper. Pero no todo es tan sencillo porque se da cuenta de que no es inmune al amor del vaquero que la conquisto en su juventud.

  • Amar al Jefe de Lexy Timms

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    De la mano de la autora de exitos en ventas Lexy Timms, nos llega un romance billonario que te hara desvanecer y enamorarte una y otra vez.

  • La novia perfecta de Karen Hamilton

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    Una mujer enamorada. Una obsesion desenfrenada. Nada impedira que sea… LA NOVIA PERFECTA.

  • Todo sobre nosotras de Monica Lavin

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    Alejandra las habia recogido en el aeropuerto Humberto Delgado de Lisboa, pero sin mas, a pesar de que venian de un vuelo trasatlantico y de que habian trasbordado en Paris, las subio a la camioneta y tomaron la carretera. Habian venido a festejar el cumpleanos sesenta de su amiga y los de ellas; las tres habian nacido el mismo ano y habian ido a la misma escuela desde los seis anos hasta la preparatoria. Pero Carla y Nuria no habian visto a Alejandra en treinta anos. Les sorprendio que fuera casi una calca de la que habia sido: el pelo seguia lacio y oscuro, aunque se lo pintara y lo llevara en una melena corta, los ojos negros intensos, casi moros, pero sus formas sofisticadas de cuando conducia aquel programa de television habian quedado ocultas por una voluntad rural. Al fin y al cabo, mujeres de ciudad, les costaba trabajo ver a Alejandra en tenis, con muy poca pintura, aunque, eso si, el barniz de unas impecable la seguia distinguiendo. Sus manos en el volante lo ostentaban. --?El azul esta de moda? --dijo Nuria, que jamas se pintaba las unas. Era lo menos apropiado para una panadera. --Ya no se que esta de moda, pero lo veo en las tiendas y lo sumo a mi cajon de barnices -- dijo Alejandra, con esa voz cantarina, con su risa facil. La recordaban en la preparatoria: con mas maquillaje que ellas, con esos barnices naranjas, o rojos o rosas nacarados que se estilaban. Las unas con forma ovalada, como de revista. Las tres distraian la platica con nimiedades porque no sabian por donde empezar. Carla y Nuria habian tenido oportunidad de conversar algo en el avion, antes de quedarse dormidas y de quejarse de lo reducido de los asientos. --?No podriamos viajar en business? --habia dicho Nuria, que era de caderas anchas, pero con menos posibilidades economicas. --?Y pagar el doble? Nuria habia olvidado por que administrar era el fuerte de Carla, despues de la nutricion. Por algo tenia una compania. Si tuviera el dinero, Nuria lo habria pagado, ?cuando tendrian sesenta anos de nuevo? ?Cuando vendrian a festejar con Alejandra a Portugal juntas? Claro que pensar asi la habia llevado a no ahorrar nada, a destinar parte de su herencia en poner la panaderia en Ensenada, cuando por fin decidio que no podia vivir un dia mas en la Ciudad de Mexico. Recorrieron el campo de arboles de follaje verde seco, con la tierra mas bien arenosa, o esa impresion daba, entre Lisboa y la desviacion hacia Evora, donde Alejandra prometio llevarlas de regreso para ver las ruinas romanas, esas columnas del templo de Diana en medio de callejas medievales. --Para quienes me visitan es parada obligada. Pero sera despues. --?Y no te hartas de hacer paseos turisticos con los que venimos? --pregunto Carla. --Ustedes no habian venido en los treinta y un anos que llevo aqui. Vivo muy lejos y las visitas no son frecuentes. Ir a Evora era un placer para Alejandra, era una conexion con el asombro original de cuando llego, recien casada con Esteban, y se comio el paisaje, la historia, el acento, el bacalao, las cerezas del verano, con los ojos, con el cuerpo, con una alegria chispeante. Estaba entonces en la cresta del descubrimiento y en la euforia amorosa; no habia ponderado lo que significaban la distancia, el desarraigo, que sus padres murieran en Mexico y que ella llegara tarde a despedirse. La friccion de las llantas contra el asfalto siseo adentro de la camioneta, donde las ventanas abiertas ventilaban el fin del verano. Entonces hizo algo abrupto, se orillo en la cuneta, oteo a ambos lados de la carretera y tomo el carril de regreso. Sus amigas no comprendieron. --?Te equivocaste? --Volar trece horas, traer otro horario, por lo menos merece una parada para comer y tomar algo. Vamos a Evora. Nuria y Carla agradecieron sentarse en las mesas al aire libre frente al templo de Diana, en medio de la convergencia de varias calles empedradas, estirar las piernas y tomar una cerveza con aceitunas para empezar a sentir el aire del Mediterraneo de su travesia. La ruta las llevaba al este, hacia la frontera con Espana. El mar les quedaba a la espalda y al sur, y la sensacion de estar en un pais desconocido las excitaba. --?No estan cansadas? --pregunto Alejandra. --A mi solo me cansa el que no pase nada, el agua quieta --dijo Carla con la espuma de la cerveza en los labios--. Esto es vida. Ademas, la cerveza es muy sana. --Se rio. Siempre habia sido una pesada con los asuntos de los nutrimentos, pero habia bajado la guardia. Era una fortuna que no hubiera tenido hijos, los habria atosigado con el discurso del balance de proteinas y grasas de las buenas, y carbohidratos de los malos y calorias vacias. Aunque sus clientas agradecian sus consejos para estar mas sanas, para aceitar el deterioro, para impedir la gordura, pero sin abandonar el placer de comer. --Ya vas a empezar. --Se burlo Nuria. --Yo quiero todos tus consejos para presumir en el hotel. Esta de moda eso de la conciencia de nutrirse bien y la dieta portuguesa es buena para eso. --Pidio Alejandra mientras compartian un plato de embutidos y una ensalada fresca. --Tengo consejos de todo tipo --anadio Carla con picardia--. Aunque les confieso que ya me harte de ser la flaca que soy. Eso de querer ser ejemplo viviente de mi compania es catastrofico. En este viaje pienso comer todo lo que se me atraviese. --Ya era hora --anadio Nuria, que era robusta, generosa de carnes y espiritu, y que movia su cuerpo sin que sus senos y caderas prominentes fueran un obstaculo. Carla casi no habia visitado a Nuria desde que se fue a Ensenada, hacia un lustro, y no soltaba el cuerpo, como si al hacerlo pudiera irse por el camino torcido. Tal vez le pesaba ser hija de medicos; su padre, un endocrinologo. --Esteban es un gran cocinero. --Presumio Alejandra--. No podras rehusarte a ningun platillo. --Ese debe ser uno de sus encantos. Alejandra sonrio con cuidado, sin la espontaneidad que le conocian. De las tres era la unica que permanecia casada, la unica que habia conservado la pareja con la que decidio hacer una vida. Dejaron que lo que Alejandra les platico sobre aquel templo --que era del siglo I antes de Cristo y que en algun momento habia sido carniceria, lo cual ayudo a que se conservara en pie-- fuera acomodando sus cuerpos al nuevo paisaje y a la alegria fortuita de compartirlo. Alejandra les dijo que lo mas impresionante era la Capilla de los huesos dentro de la iglesia de San Francisco, hecha con la osamenta de los monjes, apilados uno sobre otro, macabra y poderosa, pero penso que lo dejarian para otro dia, si acaso. Habian sido tan amigas en secundaria y preparatoria. Habian celebrado la primera boda de las amigas, la de Carla, cuando ella aun no terminaba la licenciatura, con Joaquin, su novio de tantos anos, de quien no se habia vuelto a hablar. Todas habian puesto su amistad por encima de cualquier otro argumento. No eran tres, eran cuatro. Renata habia sido mas amiga de Alejandra; Nuria y Carla, las mas cercanas. Las cuatro inseparables en aquellos anos. Tal vez por eso no se habian reunido en treinta anos. Pues, aunque Alejandra habia hecho viajes a Mexico para visitar a su familia, no las habia buscado ni ellas habian preguntado cuando iria. Las mexicanas habian perdido todo contacto con la que vivia en Portugal, hasta que ella les propuso celebrar su cumpleanos sesenta en el Alentejo. Alejandra y Renata cumplian anos el mismo dia, en una fecha innombrable: 19 de septiembre. Volvieron al auto, achispadas y con deseos de conocer el paraiso que Alejandra les habia prometido: aquella quinta donde crecian olivos y vides, y donde acababan de estrenar un hotel rural, con apenas cuatro habitaciones y un comedor. Oculto el nombre del hotel hasta que, despues de un cabrioleo por una carretera delgada entre cultivos, les senalo el letrero: Quinta Renata. Habian llegado. 2 Alejandra le asigno un cuarto a cada una, pero les advirtio que durante el fin de semana tendrian que compartir habitacion. --Como en los viejos tiempos --dijeron. --Me vengo con ustedes. --Se rio divertida. Le hubiera encantado revivir las noches en que estudiaban e ideaban estrategias para no quedarse dormidas. --Lo malo es que el vino me arrulla --dijo Nuria-- y en lugar de platicar seguro me quedo dormida pronto. Y no quiero beber Coca-Cola. --Yo, si --agrego Carla--, toda la que he dejado de beber durante anos. --Esteban la tiene prohibida hasta para el hotel --enfatizo Alejandra. Desde sus cuartos verian los vinedos dorarse bajo el sol del verano al caer la tarde, les advirtio Alejandra. Estuvieron de acuerdo en que la vista les daba paz. --Aunque tambien da desasosiego --dijo Carla. En realidad, a ella le encantaba vivir en uno de esos edificios altos del poniente, desde donde la ciudad se veia lejana, como una colcha de luces que advertia que el bullicio no paraba. Cuando visitaba a Nuria en la casa del acantilado, sentia la angustia del infinito mar. Esperaba poder dormir, el insomnio podia atacarla y que haria sin television, sin horario y con tanto verdor. La boca se le seco, pero no dijo nada. Las estaban consintiendo. Alejandra las apresuro, pues sabia que Esteban estaria ansioso por recibirlas. Quedaron en instalarse con mas calma despues. --Igual me paso desde hoy a tu cuarto --le dijo Carla a Nuria por lo bajo, temiendo el vertigo del espacio abierto. Caminaban de nuevo hacia el auto para llegar a la casa principal, una vieja construccion de adobe que les tomo tiempo remodelar, como explico Alejandra. --Claro que si, mi reina, pero ronco. --Se rio Nuria. --Yo tambien --dijo Alejandra, que las habia oido--. Eso dice Esteban. Que verguenza. --Verguenza con un amante, con el marido no creo --siguio Nuria--. Aunque yo soy la que soy a esta edad. Si alguien quiere dormir conmigo, que se lleve las caricias con el paquete completo, yo hare lo mismo.

  • El ermitano del Rey de Julio Manuel De La Rosa

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    A punto de redactar testamento, Benito Arias Montano encuentra un papel olvidado con un nombre escrito: Desiderii. Desiderii es Erasmo de Rotterdam y ese papel le recuerda la voluntad perdida de haber elaborado una biografia sobre el maestro humanista.
    El que fuera capellan de Felipe II comienza asi un viaje en el que nos habla de unos anos cruciales para la historia y el pensamiento de la Europa del siglo XVI.
    El concilio de Trento, la redaccion de la Biblia Regia o los oscuros pasadizos por los que se deslizaba la Inquisicion Espanola son algunos de los acontencimientos que rememora este gran humnista espanol, al mismo tiempo que abre las puertas de ese paraiso personal que fue la pena de Alajar (Sierra de Aracena, Huelva), portal de sus recuerdos mas intimos y sus reflexiones sobre filosofia y alquimia.

  • Nos robaron los te quiero de Miriam Gimenez Porcel

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    ?Que sentirias si tu madre, en su lecho de muerte, te contase que tienes una hermana? ?La buscarias?

  • Voy a volverte loco de Pilar Pinero

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    Enamorarse de su jefe no estaba en los planes de Eva.

  • Mi vida querida de Alice Munro

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    Una hermosa coleccion de cuentos de la premio Nobel Alice Munro, donde el amor, que nos acecha desde el pasado o nos reclama desde el futuro, es el tema central.

  • Volver a empezar de Claudia Velasco

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    Liam Galway necesita un cambio, necesita parar y volver a empezar tras anos de trabajo, exitos, premios y reconocimientos. Necesita dejar de ser Liam Galway, la rutilante estrella de Hollywood, para volver a ser Liam McDonagh, el anonimo ciudadano de a pie al que nadie reconoce, al que nadie persigue, al que nadie observa.
    Su vida profesional lo tiene agotado y la reaparicion de un fantasma terrorifico del pasado, Emma Capshaw, su acosadora, lo hacen replantearse su vida, deja California y se pierde en Ithaca, al norte del Estado de Nueva York, en un idilico paraje alejado del mundo y del ruido mediatico, donde al fin encuentra la paz, el equilibro y una nueva oportunidad para ser feliz.

  • Amor glase de Patty Love

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    No se puede decir que Isabella Wilson sea una persona demasiado afortunada. Tiene una pasteleria en Painswick, que le va casi tan mal como su vida sentimental. Sin embargo, un dia las cosas cambian para ella, cuando sus pastelillos Amor glase se convierten en top trending. El exito profesional vendra acompanado de Evan Taylor, un atractivo policia, recien llegado al pequeno pueblo, que no solo le ofrecera su ayuda en el negocio, tambien la posibilidad de una relacion, algo para lo que Isabella no sabe si esta preparada todavia.

  • Eva es la tentacion de Esperanza Riscart

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    Una historia de amor con un inicio tormentoso y doloroso en el que la joven e inexperta Eva se sentira aprisionada por los fuertes sentimientos que Daniel despierta en ella.

  • Notas para Grace de Brittainy C. Cherry

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    “Por y para siempre.”

  • Nunca digas nunca de Ana Ximena Santibanez

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    Entro a su cuarto con cierta resignacion. El dia que tanto habia esperado estaba aqui, pero no como ella lo habia sonado. Sabia que este deberia ser un dia emocionante y lleno de felicidad, pero no podia evitar pensar en los grandes ausentes. Grace fijo su mirada en la casita de munecas que estaba en una esquina, rodeada de peluches y juguetes que ahora parecian una vitrina mas del museo. Contemplo el hermoso vestido que le habian disenado para esta noche. Por un momento le parecio casi tan especial como anos atras le habia parecido esa casa de munecas, no podia creer que fuera suyo. Al acercarse noto que habia un paquete con un mono y un sobre encima de la cama. Emocionada vio el sobre con la letra de su madre y su tradicional dedicatoria: "Para mi princesa". Las palabras la emocionaban aun mas que lo que pudiera encontrar detras de la envoltura y el mono. No habia pasado aun mucho tiempo, pero cada segundo que su madre no estaba con ella parecia una eternidad. Ella, su eterna complice, protectora y companera. Creciendo como hija unica, rodeada de tantas cosas tan anormales, su madre y la familia de ella, eran su unico y verdadero contacto con el mundo ordinario. Con las manos un tanto temblorosas y los ojos llenos de lagrimas, abrio el sobre y leyo: "Grace: No estes nerviosa amor, hoy es un gran dia y tanto papa como yo estamos convencidos que haras un excelente papel. Perdona mi ausencia amor mio, ni el tiempo ni la distancia lograrian separarnos, pero hay cosas mas grandes y dificiles de comprender que me alejan de ti. No tienes nada de que preocuparte, todos hemos dudado en algun momento si seremos capaces de cumplir con el papel que nos toca al ser parte de esta familia. Y mira que si lo se yo, que me negue durante anos a cargar con la presion y la historia de estar parada en donde estaras en tan solo unas horas. Solo ten presente que el papel que te toca desempenar no es un peso, sino un privilegio. El universo es perfecto y si Dios te ha permitido tener todo lo que haz gozado durante tu vida, es por algo. Nunca te sientas culpable o responsable, sientete bendecida y agradecida. Papa y yo creimos que este dia seria el mejor momento para que tuvieras esto en tus manos. Es tu historia, escrita en mi diario, desde mi perspectiva y por lo tanto tengo que pedirte un gran favor. Cuando la leas, por favor no hagas mucho caso de los juicios y criticas que hice de la gente que mas amamos tu y yo. Cuando se es joven, todo se ve de una manera distinta. Y no solo por una cuestion de edad, sino por falta de experiencia, de paciencia y de humildad. Cuando somos jovenes nos da tanto miedo reconocer que sabemos tan poco del mundo, que nos aferramos a lo que conocemos y lo defendemos como cierto con unas y dientes. Espero que no sea tu caso y precisamente por eso quiero que tu tengas este libro. Mi mayor deseo es que al ver los errores que cometimos todos nosotros, tu te puedas mantener alejada de ellos. Ten en mente que todo lo que hicimos, tus abuelos, tu papa, tus tios y yo, lo hicimos por amor. Por amor a las cosas que creiamos que eran mas importantes. Bien o mal, todo lo que hicimos en el pasado, nos ha permitido gozar de ti y de las bendiciones que ha traido tu presencia en nuestras vidas. Esto no es uno de los cuentos que te contaba papa, o las novelas que has leido con heroes y villanos. Es mucho de lo que te vas a encontrar en la vida. Con el tiempo veras que todos hacemos lo mejor que podemos hacer con los conocimientos, los valores y el talento que tenemos en determinado momento. Este mundo mas que blanco y negro, esta lleno de colores y matices que en realidad lo hacen mas hermoso e interesante. La vida es corta amor mio, disfrutala y no la sufras, mucho menos por decision propia. Nada en esta vida me ha resultado mas absurdo y doloroso que perderme de dias o anos de felicidad por miedo. Siempre estoy contigo princesa, aunque no este fisicamente a tu lado. Te amo con toda mi alma y aun mas si fuera posible. Mama" Interrumpiendo los pensamientos de Grace, Francine y Manolo entraron en la habitacion. Francine la ayudo a ponerse el vestido y Manolo realizo el peinado que habian acordado para la noche. Ambos se extranaron de ver a Grace tan callada, pero se limitaron a pensar que era solo el nerviosismo de la noche. Unos minutos antes de que estuviera lista, su padre entro al cuarto. --?Lista princesa? --pregunto mientras miraba asombrado como habia crecido su nina los ultimos anos. --Ya casi papi. --Contesto aun sumergida en sus pensamientos. --Me imagino que esa carita es porque abriste tu regalo. --Si. No lo puedo evitar. Me va a hacer mucha falta hoy. Conteniendo sus propias emociones, Arthur se esforzo por dibujar una sonrisa en su rostro. --Lo se princesa. Y se que ella hubiera dado lo que fuera por estar aqui contigo, yo tambien la voy a extranar mucho, pero agradezco enormemente el privilegio de poder estar aqui y caminar contigo de mi brazo esta noche. La idea de bajar por las escaleras de palacio del brazo de su padre si le regreso la sonrisa a los labios. Afino algunos detalles, agradecio a Francine y Manolo su ayuda y cuando estaba por levantarse su padre le mostro otro obsequio. Este venia en una caja de terciopelo azul y Grace la reconocia perfectamente. La habia visto en aquella vitrina miles de veces. La abuela le habia permitido sacarla un par de ocasiones y le mostro la frase que su padre le habia grabado hace mas de cincuenta anos atras cuando ella habia sido presentada en la corte: "leantainn do chridhe". Siempre le parecio un tanto extrano que una corona dijera "sigue tu corazon", pero esa frase se habia convertido en una especie de lema familiar. Parecia que dos de las mas grandes ausentes de la noche se habian puesto de acuerdo y eso la hizo reir. Arthur sabia que el regalo la alegraria, pero como siempre tambien estaba consciente de que no entendia lo que pasaba por la mente de su hija. Ese era un don que solo compartian Barbara y ella y eso hacia que el sintiera aun mas la ausencia de su esposa. Grace se sentia increiblemente orgullosa de poder portar la tiara y la banda real por primera vez. Bajar esas escalinatas del brazo de su padre y cumplir con todos los pasos del protocolo sin olvidar el mas minimo detalle. No pudo evitar extranar a su abuela y a su madre ese dia. Pero sentia su presencia, en la tiara y la banda que portaba como ellas lo habian hecho en algun otro momento. Disfruto enormemente ver el carino que profesaba la gente afuera del balcon y se sentia privilegiada de que su tio le hubiera concedido ese privilegio, normalmente restringido solo para sus propios hijos. No entendia quizas la importancia tan grande de este evento para toda la familia real. No solo era esa maravillosa oportunidad, sino el momento de magia que podian permitirse y permitirle a su pueblo en medio de un momento increiblemente critico para todos ellos. Aunque como casi siempre, ni el pueblo ni el resto del mundo sabian lo que estaba pasando a tan solo kilometros del palacio. Grace, a pesar de todas las emociones y alegrias, no podia dejar de pensar en leer aquellas palabras que tanto su madre como su padre pensaban que debia conocer. Su pasado no era un enigma, pero habia muchas cosas que todo mundo parecia evitar mencionar. Antes, como ahora, el palacio era un colmenar con zumbidos de rumores y medias verdades, y contando con un libro lleno de verdad, no podia esperar para leerla. Asi fue que en cuanto termino la velada, corrio a su cuarto y sin esperar a quitarse la tiara o el vestido comenzo a leer el pequeno libro recubierto en piel color vino. 15 de Abril de 1999 ?Como se puede escribir y hablar de un gran amor cuando nunca se ha vivido? Nunca entendi como una de las mas grandes escritoras romanticas del mundo pudo escribir a esos increibles hombres que defendieron ante todo el amor, para morir sola y lejos de quien sea que los haya inspirado. Por eso, inicio este nuevo diario con una nueva aventura. Tomo todos mis ahorros y me costo trabajo conseguir tiempo libre del trabajo, pero aqui estoy. Yo, la mujer que mas rehuye del romanticismo en la vida real, persiguiendo cada huella que haya dejado ella para entender al menos por un momento, de donde salieron sus historias... Sus personajes... Y todo esto, con un sabor un tanto agridulce, pero no pienso permitir que una mala experiencia me quite todo lo que los maravillosos paisajes naturales han logrado inspirarme. Despues de varias horas de viaje en avion, un autobus y un tren, por fin llegue al bed and breakfast en el que pasare la proxima semana. Es un lugar pequeno, pero acogedor. Joan, la senora que esta a cargo, ha sido increiblemente amable y me ayudo a conseguir informacion de todos los recorridos que habia planeado realizar. No me deja de fascinar este pais. Amo mi Mexico, sin lugar a dudas, pero cada vez que viajo me contagio de algo magico que me hace disfrutar todo un poquito mas y anhelar conocer todo un poco mas, si es que eso tiene algo de sentido. Hay algo sin lugar a dudas que me atrae a Inglaterra desde hace tiempo. No se por que, pero una serie de cosas han coincidido en el hecho de que el dia de hoy este aqui, justo en un momento en que necesitaba estar conmigo misma. Todo se fue acomodando poco a poco para que este viaje fuera posible, en un momento en el que en mi vida, pareciera haber demasiados imposibles. Inglaterra siempre ha tenido un gran atractivo para mi. Pero en esta visita, el orden, la elegancia y lo importante que es la naturaleza para la gente de esta zona me tiene fascinada. Los colores son impresionantes. Todos los paisajes estan pintados de un verde que parece casi artificial. No se como explicarlo, pero pareciera que la iluminacion o algo hace que todos los paisajes sean radicalmente distintos a los que acostumbro ver en mis tierras, incluso a lo que he conocido en Canada, Estados Unidos y otras grandes obras naturales que he visto en otros paises. Pero eso no es lo unico. La gente me atrapa por completo, no lo puedo evitar. Es un carino y una empatia que no logro comprender. Hay algo que me atrapa entre las tradiciones historicas de su elegancia, su protocolo y el enorme amor literario y cultural que me tienen embobada por completo. Culpo a Jane Austen, sin lugar a dudas. Culpe hace anos a William Shakespeare con ese ritmo y el maravilloso entendimiento de la locura y el amor humano que me aporto. Tambien podria culpar a Laura Esquivel, pero unas cuantas recetas e Isabel Allende me ayudaron a levantarle tan severa acusacion. Ademas, siento una empatia con Jane Austen que no puedo explicar, cada libro que lei de ella parecia invitarme a vivirlo y entenderlo. Y, sin embargo, hay un lado de ella que no he logrado comprender, a pesar de lo mucho que la he estudiado. Esa fe que la movio en todo momento y que de alguna manera la hizo llegar a realizar tantos "imposibles", la envidio y me parece tan ajena...

  • EL ULTIMO CARNAVAL de Menchu Garceran

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    -?Crees en fantasmas?
    -No.
    -Yo tampoco.
    -No se que hacer.
    -Pues esta claro, hacer lo que te ha pedido.
    -?Hacer caso a un fantasma en el que no creemos?
    Y de esta manera tan ilogica, Gabriela decide viajar a Venecia para descubrir que paso a su antepasada durante el carnaval de 1796
    Alli se encontrara con Mario, un conde tan atractivo como irritante que, para colmo, es el descendiente de Angelo, el novio de su antecesora. A pesar del choque de caracteres, trabajaran juntos para descubrir el misterio que los rodea.
    Una historia con misterio, fantasmas, amor y mucha magia.
    RESENA DE ROMANTICAS AL HORIZONTE (Extracto)
    <> me ha parecido una novela de sobra interesante. Con una buena mezcla de intriga y romance. Un verdadero coctel a lo Bond, James Bond, que siempre pide el Martini con Vodka (un Vesper) mezclado y no agitado. Dicen quienes lo han probado que es una combinacion de lo mas especial. Y asi es como he visto yo la novela de Menchu. Mezclada y no agitada, con todos sus ingredientes en la justa medida para que ningun sabor se imponga a los demas. Un resultado que estalla en tu paladar como la famosa bebida del agente 007.

  • Los hijos de la Atlantida de Josep Capsir

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    Una tierra legendaria sometida por la ira de los Dioses. Un reino mitologico abocado a desaparecer del mapa. La Atlantida. Lo que fue mitologico se convertira en historia. Los ultimos dias de una de las civilizaciones mas desconocidas y oscuras: Tartessos.

  • Los muertos de Alvaro Bisama

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    Muertos que forman bandas de rock y muertos que cruzan avenidas en tablas de skate. Muertos que aprenden a tatuar y muertos que siguen la pista de otros mas muertos que ellos. Muertos que entran y salen de pueblos y ciudades sin nombre como arqueologos de un paisaje al borde del colapso. Muertos que abrazan antiguos delirios y muertos que se enamoran del muerto equivocado. Muertos consumidos por la soledad y muertos consumidos por la culpa y la locura.
    Muertos que no saben que estan muertos.

  • Los 10 mitos del nacionalismo catalan de Joaquin Leguina

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    En visperas de unas elecciones autonomicas que, en Cataluna, tendran, probablemente, mas relevancia que nunca, Joaquin Leguina reflexiona acerca de errores y mitos unanimemente aceptados que, a lo largo del tiempo, han falseado la realidad. A fuerza de repeticion sistematica, se acaba por aceptar el discurso soberanista sin analizarlo con rigor. El autor plantea en estas paginas una serie de cuestiones merecedoras de una reflexion mas profunda, que deje al margen interpretaciones partidistas: ?Existe un fundamento historico que avale la reivindicacion del estado catalan? ?Cual ha sido el verdadero papel de la lengua catalana a lo largo de los siglos? ?Cabe reconocer una base real al supuesto enfrentamiento secular entre catalanes y castellanos? ?Ha sido siempre la senera el simbolo de todos los que se identifican con el catalanismo o tan solo un elemento del que se apropio el sector mas conservador de la sociedad catalana? Contra la tergiversacion de la historia solo cabe el rigor y la verdad.

  • Adanmel de Gema Gil Gutierrez

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    Raquel es una joven y brillante ingeniera medioambiental, contratada en una fabrica de quimicos en Irlanda. Un vertido al rio procedente de un deposito ilegal, y un informe detallado del incidente ocasiona el cierre de la fabrica, poniendo su vida en peligro. Salvada de la muerte por alguien que es mucho mas de lo que aparenta ser, descubrira un mundo que ha permanecido oculto durante siglos a la raza humana, y un amor que exigira un sacrificio.

  • El Acuerdo del Matrimonio (Juegos del Multimillonario 1) de Sandra Edwards

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    Camille Chandler es una periodista sensacionalista cuya carrera va por buen camino, hasta que su jefe vea un anuncio curioso en el L.A. Trades.