• libro doble o nada pdf - Veronica L. Sauer

    https://gigalibros.com/doble-o-nada-doble-o-nada-3.html

    Debo conf esar que no me llamo Veronica L. Sauer. Si asi f uera, si ese f uera mi nombre real, jamas me atrev eria a contarles lo que les v oy a contar. Y si no estuv iera a miles de kilometros del sitio donde comenzo todo, puede que tampoco. Me f ui de Uruguay sin dirigir ni una sola mirada al ay er, con la esperanza de encontrar en el f uturo y en otro lugar, una nuev a historia de amor. Y de poder elegir, que esta v ez f uera la mia. Estoy v iv iendo en New York, lista para enfrentar un nuev o desaf io en esta v ida llena de av enturas que elegi llev ar hace un tiempo. Y no me arrepiento ni lo hare nunca, porque es precisamente mi espiritu av enturero el culpable de que Ana hay a entrado en mi v ida, y junto a ella la esperanza de algun dia poder v iv ir un amor asi. Un bonito amor. En f in; no es nuev o para nadie, que la historia que les acabo de narrar en "Septimo cielo" y "El quinto inf ierno", llego a mi a trav es de Ana. Lo que seguramente nadie sabe, es como llego Ana a mi v ida. Y y o les quiero contar. Ya lo saben, no me llamo Veronica L. Sauer. Pero si me llamo Veronica. Y lo q u e le s v o y a n a r r a r a c o n tin u a cio n, s e g u r o la s v a a s o r p r e n d e r. 1. Cuando llegue a Uruguay el v erano pasado, me senti perdida. Acababa de dejar Barcelona, luego de haber sido durante dos largos anos lo que jamas hubiese querido ser: el adorno de un abogado catalan presumido y f ormal. Y que ademas, me maltrataba. En ese momento no me daba del todo cuenta, pero mirandolo en retrospectiv a, debi mostrarle a ese capullo de que estaba y o hecha. O no... Jordi no era malo. Miento, si lo era. Y disfrutaba enormemente de menospreciarme con diplomacia. Decia cosas como: "Veronica, que bien te la pasas aqui conmigo ?no? Y pensar que hasta hace poco v endias boletos para el bus turistico en la calle..." o "?Que piensa tu f amilia, alla en Sudamerica, de la v ida de reina que te doy, carino? Tenia una incontrolable compulsion a hacerme notar lo que me daba, cada v ez que me lo daba. Y una f orma de decir "Sudamerica" cargada de desprecio que me hacia sentir muy mal la may oria del tiempo. Creo que no estaba del todo errado, sin embargo. Me sentia comoda a su lado, y como todo aquel que no quiere salir de su zona de conf ort, desestimaba las alarmas que sonaban en mi cabeza cada v ez que decia cosas desagradables. O las ignoraba, o las minimizaba, o las justif icaba. "Sudamerica" estaba muy lejos y queria que se mantuv iera a esa distancia siempre. No queria v olv er a mi Gualeguay chu natal ni a palos. No necesitaba mas discusiones, mas presiones... No deseaba enfrentarme a mi papa, el prototipo de marido en serie, y a su sequito de esposas con f echa de caducidad. Ni a mi mama, con su eterna pose de martir. No queria mas mentiras, mas enganos... Mas bien queria estar lejos de todo eso, tan lejos como el oceano me lo permitiera. Y tal v ez por eso f ue que aguante a Jordi tanto tiempo. Pero un dia, todo termino. Y lo mejor (o lo peor) es que no f ue por un acto ref lexiv o de mi parte o por un subito espiritu de arrojo; ni siquiera f ue por hartazgo. Fue porque me lie con el paseaperros y el gilipollas de Jordi me pillo. Me llamo golf a, perra, zorra y algo mas. Tenia razon, desde luego. El me saco del f ango y y o le meti los cuernos con el primero que se me cruzo. Y encima, tan sudaca como y o. Al principio me senti perdida, pero luego acepte el destierro con la may or dignidad. Y lo mas sorprendente de todo es que pudiendome quedar en Casteldef elds con el paseaperros, elegi v olv er a "Sudamerica". Rasque el f ondo de mi hucha y mi amigo sudaca hizo otro tanto. Y asi f ue que logre reunir quinientos euros que junto a millas acumuladas en mi tarjeta de credito, me hicieron aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, un candente v iernes de enero. No me habia alcanzado para un v uelo directo a Buenos Aires, asi que tendria que cruzar la frontera en micro si queria llegar a mi pais. Inspire hondo y con mi pequena maleta a cuestas, me instale en la parada del bus que me iba a dejar en la terminal, donde tomaria el que me dev olv eria a Gualeguay chu. Solo me quedaban un par de tramos y estaria en casa... En casa. Un dolor punzante en la boca del estomago comenzo a molestarme. Para cuando el bus llego, ese dolor me tenia sin aire... Lo deje pasar. Al bus, porque el dolor se habia instalado. Y por primera v ez en mi v ida me senti perdida. No me habia sentido asi jamas, ni siquiera cuando supe esa v erdad que me hizo huir, o cuando llegue a Barcelona, sin dinero y sin amigos.

  • Doble o nada (Doble o nada 3) - Veronica L. Sauer - Debeleer ...

    https://www.debeleer.com/doble-o-nada-doble-o-nada-3-veronica-l-sauer/

    PDF • Descargar Libros Gratis. Buscar: General · Blog · Poesía · Mujer Contemporánea ... Doble o nada (Doble o nada 3) – Veronica L. Sauer.

  • Séptimo cielo (Doble o nada 1) - Verónica L. Sauer - Leer ...

    https://librosonlineparaleer.net/leer-septimo-cielo-doble-o-nada-1-veronica-l-sauer-online/

    4 ene 2016 — Descarga aquí libros originales y apoya a los autores. Otros libros para leer online: doble o nada pdf; leer en línea libro séptimo cielo de ...

  • ▷ Descargar libro Doble o nada de Elizabeth R en pdf y epub ...

    https://librosadescargargratis-xd.com/pdf/doble-o-nada-de-elizabeth-r/

    30 jul 2021 — DESCARGAR] ✓» Doble o nada de Elizabeth R PDF - ePUB - Kindle ». Más de un MILLÓN de libros gratis online para leer.

  • Doble o nada - Libros De Mario

    https://www.librosdemario.com/doble-o-nada-leer-online-gratis

    Leer Libro Completo: Doble o nada de Verónica L. Sauer | NOVELA ONLINE GRATIS.

  • Doble o nada (PDF) - Verónica L. Sauer - LianKas -Descarga ...

    https://www.liankas.net/index.php/ultimos-libros/item/10814-doble-o-nada-pdf-veronica-l-sauer

    Artículos Libros de Auto-Ayuda · Comics, mangas e historietas · Histórica · Libros clásicos · Libros de administración · Libros de Ciencia Ficción · Libros ...

  • Septimo cielo (Doble o nada 1) - Veronica L. Sauer - Docer.com

    https://docer.com.ar/doc/n1xs10c

    30 abr 2021 — Septimo cielo (Doble o nada 1) - Veronica L. Sauer - documento [*.pdf] ISBN: 13:978-1522997146 Quedan prohibidos, dentro de los límites ...

  • Séptimo Cielo (Doble o nada nº 1) Versión Kindle - Amazon

    https://www.amazon.es/S%C3%A9ptimo-Cielo-Doble-nada-n%C2%BA-ebook/dp/B01A4S1HR2

    Mirar en el interior de este libro. Séptimo Cielo (Doble o nada nº 1) de [Verónica L. Sauer] ...

  • Doble o Nada Versión Kindle - Libros - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Doble-Nada-Ver%C3%B3nica-L-Sauer-ebook/dp/B01DWPRQVU

    Mirar en el interior de este libro. Doble o Nada de [Verónica L. Sauer]. Sigue al autor.

  • Libro - Verónica L. Sauer - Doble O Nada( 3er Vol) Pdf

    https://articulo.mercadolibre.com.ve/MLV-550632595-libro-veronica-l-sauer-doble-o-nada-3er-vol-pdf-_JM

    Compra online de manera segura con Compra Protegida © Libro - Verónica L. Sauer - Doble O Nada( 3er Vol) Pdf.

  • Doble o Nada (Volumen 3) - descargar libro gratis

    https://bajaepubgratis.com/ebook/doble-o-nada-volumen-3/

    30 dic 2017 — Libro Doble o Nada (Volumen 3) - epub gratis ... en Bajaepubgratis.com podras Bajar los mejores Libros digitales en formato pdf gratis y en ...

  • Confia en el amor de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/confia-en-el-amor.html

    Reba no busca enamorarse. Ni siquiera busca tener una aventura con nadie y lo que siente por Hank no entra en sus planes por mucho que el empene. Las relaciones que han tenido las mujeres de su familia han sido un desastre y ella no quiere ser la siguiente. Pero es que…

  • La Aprendiz de Meghan Reed

    https://gigalibros.com/la-aprendiz.html

    Es la maldita hora de que la alumna supere a su maestro

  • Heredero Secreto de Kate Hewitt

    https://gigalibros.com/heredero-secreto.html

    La inocente Gracie Jones anhelaba vivir aventuras. Una noche magica, se encontro en brazos del carismatico Malik al Bahjat, descubriendo a la manana siguiente que era el heredero al trono de Alazar. Expulsada de su lado por la familia real, Gracie tuvo la certeza al cabo de unas semanas de que, a consecuencia de aquella noche, se habia quedado embarazada.

  • Un destino caprichoso de Angela Martinez

    https://gigalibros.com/un-destino-caprichoso.html

    Diana estudio fisioterapia. Entre las aulas y los pasillos conocio a Ivan, quien se convirtio en si gran amigo y en una de las personas mas importantes de su vida. La amistad se fortalecio cuando Diana vio truncado de la noche a la manana, su sueno de ser una gran pianista. Y ahi estuvo Ivan para apoyarla, en las buenas y en las malas. Juntos han decidido montar una clinica de masajes y rehabilitacion.
    Miguel es neurocirujano, y tambien es un canalla y un seductor que esta envuelto en un peligroso lio que no le deja ejercer su profesion hasta que se ponga en claro su dudosa conducta en el pasado. A pesar de todos los problemas, su corazon aun tiene tiempo para quedarse deslumbrado por la belleza natural de Diana. Se ha propuesto conquistarla, pero por unica vez en su vida no sabe como.

  • Y entonces me dio por asesinar de Aurora Pimentel

    https://gigalibros.com/y-entonces-me-dio-por-asesinar.html

    "Nuria, estoy aqui para ayudarte..." Se sienta a mi lado y me quedo mirandola. Le calculo menos de treinta anos. No tiene pinta de tener experiencia, pero si de poner mucho interes, la cara atenta y despierta. Es justo lo que necesito, alguien en quien poder descargar, dispuesta a escucharme. Seguramente esta fascinada con el caso que le ha tocado. Y es que no hay nada como matar para impresionar. Decido ser sincera y contarle lo que ocurrio este ano que acaba ya, 2012, ayer la loteria y manana la Nochebuena, y en 8 dias, fin de ano, y la siguiente semana, Reyes. Lo de cada Navidad, vamos. Aunque este ano es especial. Sin duda lo es para mi. No se parece a los demas. "Mira, no tengo nada que perder, asi que te voy a decir que paso desde el principio hasta el final...” Hago una pausa para recordar mejor, porque... ?como empezo realmente lo de mi asesinar?, ?como fue?, ?que me hizo llegar hasta aqui? Mientras intento ordenar mi cabeza, ella saca un cuaderno pequeno forrado de tela escocesa roja y verde, con un pequeno cierre metalico que, al presionar de lado, se abre de par en par con un sonoro clic. Me parece raro que no lleve portatil o un notebook siendo tan joven, ?por que sera? Quiza no le han dejado entrar con el por confidencialidad o por temas de seguridad. En fin, no lo se, y, ademas, da lo mismo. Lo que pueda escribir a mano tambien sera util. Solo espero que traiga otro cuaderno porque no se si todo lo que quiero contar va a caber en ese cuaderno tan pequeno que parece de una escolar. A ver, que me disperso, como es habitual, y ahora tengo que recordar. ?Como fue todo?, ?como empezo...? Si, es verdad, fue justo hace un ano manana, 24 de diciembre, !que casualidad!, hace un ano ya. “... Digamos que todo empezo por estas fechas... ?sabes? De hecho, comenzo una Nochebuena, la del ano pasado. Bueno, antes ocurrieron otras cosas importantes que te contare. Pero el origen de eso de matar tuvo lugar el 24 de diciembre de 2011 por la noche, precisamente la Nochebuena del ano pasado, veras... " La chica escribe 24 de diciembre con una letra redonda y cuidada, apretada y pequena, preciosa, algo extrano hoy, que todo el mundo escribe tan mal. Lo hace aprovechando cada espacio de las pequenas hojas color crema que tiene su bloc. Se ve que quiere hacerlo bien y no perderse nada que yo diga que me pueda ayudar. Seguramente se imagina como en una pelicula americana, en uno de esos casos dificiles de los que logran dar el espaldarazo profesional, salir en los periodicos, alcanzar fama. En fin, yo a lo mio, que me vuelvo a enredar con la historia de la chica esta que ni me viene ni me va. "A ver, te cuento. Me llamo Nuria Estilles, bueno, que tonteria, eso tu ya lo sabras, para llevar mi caso te lo habran dicho ya, ?no? Estoy divorciada. Tengo tres hijos, Pablo, Santiago y Juan, los tres independizados. Un milagro hoy eso de no tenerles hasta los 35 en casa y con mama. Pero ese dia de hace un ano venian a mi casa a cenar los tres, era Nochebuena. El dia 25, en cambio, iban a ir con su padre, nos turnabamos, si cenaban en mi casa, la comida era con su padre, y si cenaban con el, venian por Navidad..." Escribe divorciada, los nombres de mi ex y de mis hijos, todo casi sin respirar, como si no pudiera seguirme. Suspiro. Voy a tener que ir mas despacio para que lo coja todo. "Me divorcie hace mas de ocho anos, ?sabes? Mi marido, Mauro, se fue con una doce anos menor que yo, quince menos que el... La vida, ya sabes..." Sigue escribiendo sin parar. "Pasados los cuarenta algunos hombres se ponen raros y les da por ahi. Asi que lo suyo ni siquiera fue original. Y alli que me quede yo plantada con los tres chicos de 23, 21 y 18 anos. Casi formaba parte del guion habitual. El caso es que, a pesar del sofocon y del dolor, luego los dos nos hemos llevado bien, aunque a mi Mauro me demostro ser un tonto de baba. No malo, solo un tonto mas de los muchos que hay. Pero, ademas, yo me habia casado con el. En fin, no pasa nada, porque a los tontos se les puede llegar a querer. Afortunadamente, el amor no tiene nada que ver ni con la inteligencia ni con la bondad, si no, aviados estariamos. Asi que, incluso tras nuestro divorcio, segui queriendole, aunque con prevencion y a cierta distancia ya. Pero quedo mucho afecto, mucho, a Dios gracias. Eso le protegio de lo que paso despues, menos mal. Eso le protegio". Lo repito al final… "Le protegio, ?sabes?, le protegio...". La chica se estremece mientras toma notas. Me doy cuenta del repelus que le doy. No levanta ni la cabeza, pero un escalofrio le recorre la espalda. Es lo que tiene ser una asesina, que das algo de miedo a la gente normal. Sigo contandole mi historia, todo lo que le puedo y se contar para que ella lo escriba en el cuadernito que lleva y que ha abierto para mi caso casi al final, muy pocas paginas le quedan. De tan usado como parece que esta, tiene el forro de tela un poco roto por las esquinas, y unas letras doradas en la cubierta, desvaidas, borradas ya. Las vi cuando lo abrio, pero no pude leer que ponia… ?Sera de promocion ese cuadernito, de esos que dan de propaganda...? Es raro, se escribe poco a mano hoy. Debe de tenerle carino o ser muy especial para ella. Pero no es un Moleskine, no... Y el caso es que me resulta familiar, ?donde he visto yo algo asi? CAPITULO 2 Noche de paz o "pobre papa" (24 de diciembre de 2012) "Todo empezo la noche del 24 de diciembre de 2011, noche de paz, que dicen...Ya, ya, noche de paz... Lo cierto es que entonces fue cuando me dio por asesinar. Hay que ver como corre el tiempo y como se puede aprovechar. No hay como organizarse bien y tener un proposito, una mision, una idea clara de lo que quieres hacer. Bueno, que me voy por las ramas, perdoname… Tenia la mesa puesta ya, ibamos a ser mis tres hijos y yo, nadie mas. El ano pasado yo tenia un especial interes en que viniesen, en estar los cuatro juntos. Queria contarles algo entre brindis y brindis". Me quedo pensando un rato. La chica sigue aplicada con el bloc. Luego levanta la mirada al terminar y yo vuelvo a hablar. "Era lo mejor, ?sabes?… No darle importancia alguna, dejarlo caer como si nada para no preocuparles aun mas. Habia decorado la casa preciosa con flores blancas y hojas de hiedra. Puse el mejor mantel y el belen, como siempre, en la chimenea, muchas velas, el abeto con sus estrellas y luces. Compre hasta champan frances para Pablo, que es un sibarita, jamon iberico del mejor, del que le gusta tanto a Santiago, y langostinos de Huelva para Juan. En fin, el caprichin para cada uno. Y me puse a esperar. Dieron las 8, las 8.30, el mensaje de Su Majestad, que fue un rollo, como siempre, no le puedo aguantar. Y ellos sin llegar. "Que raro" pense. Les llame ya preocupada al movil. "Estamos con papa..." me dijo Pablo. Me puse en lo peor. "?Le ha pasado algo a tu padre?, por Dios, pasamelo..." "Gina se ha ido ayer de casa y se ha llevado a la nina con ella." Era Mauro. Ni se le oia casi, con un hilillo de voz me lo dijo el mismo al telefono. Gina es la mujer de mi ex, una chica estupenda. Una vez superada la historia del divorcio, ella ya no me parecia ni mal. Incluso me caia francamente bien. Hasta me recordaba como era de joven yo. Me quede un momento en silencio y no pude menos que decir "Venga, venid todos y cenamos aqui. Por favor, Mauro, vente a cenar aqui tu tambien. No debes estar solo un dia como hoy y con lo que te acaba de pasar…". "Mi madre esta aqui...", me dejo caer. Con eso no contaba, pero me lance en plancha y con decision, y temerariamente, como luego veras, le conteste "Nada, tenemos de sobra, y me encantara verla...". Ole las mujeres valientes e imprudentes a la vez, con lo guapa que estoy callada, gano mucho mas. Y es que la abuela en cuestion es octogenaria y, cosa rara, estaba en casa de mi marido, y no, como es lo habitual, con su hija, que es quien la lleva, la trae y le hace mas caso. Aunque ella nunca lo reconozca y solo tenga ojos para su nino. Asi podemos ser algunas madres tambien, solo vemos a quienes menos estan. Sin comentarios: alli estaba una senora casi nonagenaria, mama, consolando en la Nochebuena a todo un hombre de cincuenta y muchos. Asi que vinieron los cinco: mi ex, como alma en pena, lo natural, y nuestros tres hijos y su madre siguiendole en procesion. Eran ya ocho anos que Mauro llevaba con Gina. Ella tenia treinta cuando se fueron juntos, una buena chica, insisto, la verdad siempre por delante. Se enamoraron y la vida es como es. Pero alli estaba mi ex, en mi casa, de pronto envejecido, triste, hecho polvo. Me daba mucha pena, porque era Gina y era tambien la nina, Mina, su unica hija, la de los dos, una ricura de seis anos que nos tenia a todos locos, incluida yo, para que voy a decir lo contrario. "Pobre papa" fue el tema de la velada, un lamento al que sus hijos se unieron y al que mi ex suegra tambien contribuyo con su inestimable aportacion. Hay pobres por aficion que se solidarizan de modo selectivo con algunos de los pobres sobrevenidos, solo con algunos, y no digo mas. "Pobre papa", y alli no se movia ni San Pedro a quitar o a poner platos, a servir bebidas, a cortar la pularda, a ayudarme a colar el caldo de marisco, nada. El hit parade o leit motiv de la noche fue "pobre papa". Yo estaba encantada de que estuvieran todos alli, eso es verdad. Me chiflan las Navidades, cocinar para mis hijos, que vengan a casa, que lo pasen bien, verles y saber de ellos. Pero la noche avanzaba y alli seguian todos como de funeral, abatidos, sin probar bocado, y sin hablar, salvo para musitar como un coro de tragedia griega, todos a una, "pobre papa", "pobre papa", "pobre papa". Entonces, con la mejor de las intenciones, pongo a Dios por testigo, se me ocurrio decir algo asi para animar "Oye, venga, comed algo. Anda, come algo, Mauro... Ya se pasara o se arreglara, ten confianza..." Mauro entonces fijo la mirada en mi de repente, como si hubiese acabado de decir algo terrible. Y no se le ocurrio otra cosa que soltarme con un cuajo de impresion, lentamente, cuando todos los presentes lo podian oir bien: "Tu, Nuria, no lo entiendes. Tu esto no lo puedes entender...". No quiero decir la que se organizo porque no esta escrito. Le conteste con un corte de mangas de esos verbales, rapidos y letales, que me salen a la perfeccion. No hay nada como dedicarse a la comunicacion y haber trabajado en television, tengo mucho entrenamiento ya. El, dolido, salto tambien. Y empezamos a subir el tono de voz, especialmente yo. Nuestros hijos quisieron intervenir. Su madre aportar, como no, su valioso granito de arena a la discusion familiar. En fin, aquello acabo como el rosario de la aurora, todos gritando, yo, ademas, llorando, queriendo matar a mi ex, a mis hijos tambien, que no estaban de mi parte, sino de la de su padre, faltaria mas. A mi suegra es a la unica a la que yo no queria mata al final. Lleva casi desde que la conozco, mas de tres decadas, quejandose de todo, y siempre: que no le gusta ni su vida ni vivir y repitiendo que quiere morirse cada dos por tres. Y eso que vive y ha vivido siempre como una marquesa. Asi que matarla ni en broma. Se le acabaria esa diversion tan buena que tiene de quejarse y considerarse pobre siempre, que es lo que mas le entretiene al final como a muchos: considerarse una victima en particular o en general. "Pobre yo, pobre yo, pobre yo"... Voy a hacer un titulo nobiliario que sea "Pobre de Espana" y lo voy a distribuir a discrecion entre quienes yo me se, va a haber tortas por la distincion, lo se". Al contarle todo esto de sopeton, sin parar, he debido de dejar desconcertada a la chica que toma notas, paralizada esta. Pensara que este caso es muy extrano y que que tendra que ver todo esto de la discusion familiar en la Nochebuena de 2011 en lo de mi asesinar... Porque para eso ha venido, ?no?, para que le cuente como fue...Pues paginas le van a faltar a ese cuadernito suyo para escribir todo lo que le tengo que confesar. Esto no ha hecho mas que empezar, ay.

  • Caceria Implacable (Nathan Jericho investigador privado 2) de Raul Garbantes

    https://gigalibros.com/caceria-implacable-nathan-jericho-investigador-privado-2.html

    (Nathan Jericho Investigador Privado, parte 2)
    Tras sobrevivir a una explosion que le costo la vida a su empleador y contacto, Nathan Jericho se ve obligado a continuar por su cuenta la investigacion en torno al Proyecto Jericho, una conspiracion secreta durante la Segunda Guerra Mundial cuyo objetivo era crear armas humanas usando ninos como sujetos de prueba. Jericho ha descubierto que fue uno de esos ninos y aunque no recuerde nada necesita continuar con la investigacion para responder las preguntas sobre su identidad que han atormentado por siempre su existencia. Su busqueda se complica ya que ademas de los mercenarios contratados por los jefes del Proyecto tambien es profugo de la ley, con una orden de captura por unos crimenes que no cometio ya que sus enemigos orquestaron varios asesinatos de tal manera que Jericho fuera el unico implicado. Jericho debe valerse de de todas sus habilidades e ingenio de sus anos como detective privado para resolver el caso mas importante de su vida: uno capaz de conmocionar al mundo si llegara a descubrirse, pero que esconde la respuesta fundamental sobre su pasado. Aparentemente solo y sin aliados, Jericho debe combatir la crueldad de unos enemigos sin rostro capaces de cualquier cosa para interrumpir su trabajo.

  • Un adios con olor a lavanda de Mar Fernandez

    https://gigalibros.com/un-adios-con-olor-a-lavanda.html


    Hannah esta destrozada tras la muerte de su mejor amiga, que ha formado parte de su vida desde tiempo inmemorial. No es facil asumir que ya no volvera, que no podra abrazarla ni la encontrara al llegar a casa.
    Aun sumida en la tristeza de la perdida recibe una llamada que le helara la sangre y la llevara a investigar sobre la muerte de Lindsay junto al hermano de esta, al que hubiera deseado no volver a ver pero que es la unica persona capaz de acompanarla en busca de la verdad.

  • Mi prima Rachel de Daphne Du Maurier

    https://gigalibros.com/mi-prima-rachel.html

    Philip Ashley, el narrador de esta novela, es un joven huerfano que ha sido criado por su primo Ambrose, un terrateniente de Cornualles veinte anos mayor que el, en una gran casa aislada, de rutinas amables e incontestadas, sin conflictos y sin mujeres. Cuando el primo debe viajar a Italia por razones de salud, conoce a una mujer, Rachel, una pariente lejana educada en Florencia, viuda de un conde que murio en un duelo y la dejo cubierta de deudas. Se casa con ella y poco despues muere subitamente. <>, se dice Philip al conocer la noticia. Pero apenas han pasado unas semanas y Rachel se presenta en Cornualles... y esa animosidad irracional que el joven sentia por ella se va convirtiendo poco a poco en una fascinacion incontrolable que no disminuye a medida que las circunstancias de la muerte de su primo se revelan cada vez mas sospechosas.
    Mi prima Rachel (1951) es una gran novela psicologica, llena de suspense, en la que Daphne du Maurier exploro, como en Rebeca, la influencia fantasmal en una casa de una figura ausente. Es tambien un sutil estudio de lo que un hombre cree que es una mujer y del accidentado viaje que dan los prejuicios cuando se enfrentan a una realidad inesperada.

  • Amor Adolescente de Marta Escudero

    https://gigalibros.com/amor-adolescente.html

    El Chico Perfecto: Romance Juvenil con su Companero de Universidad
    Soy el ejemplo perfecto de la marginada de clase. Timida, estudiosa, obediente y totalmente centrada en mis estudios. No bebo, no salgo de fiesta, no creo problemas. O al menos, asi era hasta que conoci a Marcos, el chico mas atractivo, sinverguenza y aventurero que te puedas echar a la cara.
    Acababa de empezar en la facultad de medicina, sin relacionarme con nadie, hasta que el se acerco a mi. Intente evitar sonrojarme, y ser educada, pero Marcos tenia claro que queria sacudir mi mundo. Y lo hizo, rompiendo mi caparazon y ensenandome su vida, su realidad, su mundo, sumergiendome en una aventura para la que no estaba preparada, pero que, aun asi, me cambiaria para siempre.
    El problema era que comence a enamorarme de el. A pesar de mis diecinueve anos me sentia como una quinceanera. Lo deseaba con locura, pensaba todo el dia en el, y hasta sonaba con el. Solo queria que me besase.

  • Seis ninas ahogadas en una gota de agua de Beatriz Espejo

    https://gigalibros.com/seis-ninas-ahogadas-en-una-gota-de-agua.html

    Los ensayos de este libro nacieron como un reconocimiento a la calidad del trabajo de cada una de las autoras que aparecen.
    “Su original impronta se presta a esos juegos que establezco cuando abordo el ensayo: trenzar la vida y la obra de los artistas con el fin de establecer correspondencias secretas”, afirma Beatriz Espejo.

  • Divas rebeldes de Cristina Morato

    https://gigalibros.com/divas-rebeldes.html

    Divas rebeldes recoge las apasionantes biografias de siete mujeres unidas por el inconformismo, por su personalidad y autenticidad, por su estilo inconfundible e insustituible: por su divismo y rebeldia.

  • El hermano del famoso Jack de Barbara Trapido

    https://gigalibros.com/el-hermano-del-famoso-jack.html

    Como no tengo otro, escojo de prefacio el que escribio Jacob, y que lei a escondidas hace quince anos, cuando lo encontre sobre la mesa de desayuno de los Goldman, junto a los cereales: <>. Era un matrimonio que se caracterizaba, entre otras cosas, por el cambiante animo de Jacob, alternativamente enfurecido o encantado con Jane en el papel de tenaz esposa rural. No cabe duda de que eso influyo en los caminos que decidi recorrer yo. Conoci a Jacob Goldman cuando me entrevisto para una plaza universitaria en Londres, durante mi ultimo ano en un elegante colegio privado del norte de la ciudad al que mi madre me habia mandado. Mi madre, viuda de un verdulero local modestamente acomodado, lo habia hecho con cierto sacrificio y con la esperanza de que yo adquiriese el acento apropiado y estuviese en condiciones de participar en los circulos apropiados. Y dado que los padres estan destinados a que sus hijos les decepcionen, creo que a ella le decepciono que la consecuencia de su decision fuera, en cambio, que yo sacara siempre buenas notas y que Jacob se convirtiera en mi profesor. Jacob (un impresionante y corpulento filosofo de izquierdas procedente del East End) nos hablaba con maravillosa y convincente fluidez sobre la dialectica trascendental, en un tono de voz formidable y barriobajero plagado de oclusiones gloticas, como de ayudante de fontanero. Era el catedratico de filosofia en aquel laberintico edificio victoriano y enseguida se convirtio en mi figura paterna y mi referente cultural. Yo habia leido las alusiones de lord David Cecil a sus <> de Oxford, pero Jacob no me entrevisto en ningun lugar que pudiese dignificarse con esa palabra. Me entrevisto en lo que parecia ser apenas un recoveco ventilado. --Te sere sincero --dijo--. Te he hecho venir hasta aqui porque el informe del director de tu colegio es tan negativo que me induce a sospechar que quiza seas mas lista que el. Puede que no seas, claro, mas que una rebelde testaruda. ?Que crees tu que eres? Me traspaso desde debajo de unas cejas de negra crin con una mirada de indisimulada antipatia. Eso fue, claro esta, mucho antes del dia en que le vi mandar pasar a su cocina a un grupo de testigos de Jehova empapados por la lluvia y ofrecerles tazas de te, porque era la persona mas buena del mundo. Como si del relleno de un cojin se tratara, del cuello de su camisa abierta salia pelo a juego con las cejas. Yo debi de encogerme de hombros con algo de desden. ?Como podia transmitirle mi situacion? ?Hasta que punto estaba impulsada timoratamente por un deseo de complacer y en cambio me sentia obstinadamente incapaz de hacerlo obedeciendo a valores que no fuesen los mios? Dado que mis valores no eran compartidos por quienes me rodeaban, estaba destinada al fracaso. Creo que la falta de reconocimiento me hacia mostrarme presuntuosa, en un intento de forzar el interes de aquellos que ejercian sobre mi su autoridad. --A veces presumo --conteste. --Yo tambien --dijo Jacob. En el colegio era rebelde a un nivel modesto, siempre correcta, culpable de poco mas que de leer a James Joyce por debajo de la mesa en las clases de religion, de faltar a todos los acontecimientos deportivos y de no llevar el uniforme del colegio con la delicadeza con que otras lo hacian. De rechazar, en suma, aquellos aspectos del colegio que me parecian perifericos respecto al proceso educativo. La educacion, de acuerdo con lo que siempre habia esperado de ella, es lo que recibi de Jacob. Jacob tenia cierta afinidad con los mas inconformistas, entre otras cosas porque, segun supe mas tarde, en su rebelde juventud hubo de verselas con un bondadoso juez conservador. Y creo que el conservadurismo del juez le habia ensenado a Jacob (respecto al conservadurismo y a otras formas de villania) a odiar el pecado y no al pecador. Algo que se le daba muy bien. --Dices que te gusta leer. Encendio uno de sus repugnantes cigarrillos proletarios con una cerilla de cocina que saco de una caja enorme y me cedio la palabra. Recuerdo retrospectivamente con cierto rubor que le conte, entre otras cosas, que pensaba que Wordsworth tenia <>, que creia que Jesucristo habia sido un socialista utopico y que no me gustaba el sexo en D. H. Lawrence. Es una costumbre que tengo, ahora bajo control, la de compensar mi timidez natural con estrafalarios fogonazos de prepotencia. --A mi mujer tampoco le gusta --dijo el, lo que me sorprendio en gran medida--. Ella considera que mas que sexo es exhibicion impudica indecente. Pero ?no hay, y perdona, porque no es mi huerto de coles, no hay en eso algo del entusiasmo propio del pionero? ?No hay una cierta ingratitud en lo de trepar hasta los hombros del pasado y burlarse? --No lo se. Pero no me gusta tener que estar agradecida por algo. Jacob se tomo eso con una alentadora sonrisa contenida. --Por supuesto, a mi nunca han llegado a golpearme con jade chino --dijo--. Me han tirado a la cabeza una lata de rabo de buey Heinz y no han acertado, pero eso no tiene ni por asomo el mismo poder simbolico. Despues pase a complicarme la vida hablando del unico libro de filosofia que habia llegado a leer, una edicion de bolsillo de un libro de Bertrand Russell publicado por la Home University Library que habia comprado en el mercado de Camden Town, sospecho que para fastidiar a mi madre, que creia que me estaba convirtiendo en una marisabidilla que ahuyentaba a pretendientes estupendos. La que huia de los hombres era yo, claro, pero el asunto operaba en ambas direcciones. Como dice Robert Frost: <>. Luego le conte a Jacob que mi novela preferida era Emma. El comento con ironia que al menos en ella no habia nada de sexo. Yo aun lo ignoraba, pero el sexo era uno de los temas favoritos de Jacob. Me ruborice y dije con pasion para defenderme: <>. Jacob lanzo una sonora carcajada rabelesiana y propuso ir a tomar un cafe, que compramos en una maquina expendedora que habia al final del pasillo. --Mira, preciosa --me dijo cuando ya me marchaba--, la gente que viene aqui lo hace a costa del contribuyente britanico. Y yo lo que exijo es que esa gente se esfuerce. Si no se esfuerzan hago todo lo que esta en mi mano para que los echen. Durante las vacaciones de verano recibi la notificacion (el ultimo cumplido que me dirigiria Jacob) de que el departamento me admitiria sin importarles mis notas finales.

  • Venganza de Brian Freeman

    https://gigalibros.com/venganza.html

    Tras el exito de Inmoral, los detectives Jonathan Stride y Serena Dial vuelven en la segunda novela de Freeman. En esta ocasion deben investigar unas muertes que se pierden en el apasionante pero peligroso pasado de la ciudad de Las Vegas. Un famoso millonario ha sido asesinado mientras estaba con una prostituta, y un nino ha muerto tras un atropello intencionado. Aparentemente, estas muertes no tienen nada en comun. Pronto los cadaveres comienzan a multiplicarse. Las pistas se pierden en el pasado y convergen en la muerte de una stripper en los anos sesenta: la epoca en que empezaron a gestarse los secretos y las redes de influencias que tantos anos despues estan costando vidas.

  • Obra completa de Roman Conte

    https://gigalibros.com/obra-completa.html

    Las historias de amor, pasion y violencia de Roman Conte en un solo volumen.

  • Valentine de Eva P. Valencia

    https://gigalibros.com/valentine.html

    Basta un instante para que la vida de cualquier persona cambie para siempre>>.

  • Bajo tus ordenes de Alina Covalschi

    https://gigalibros.com/bajo-tus-ordenes.html

    Un gran desengano amoroso es el culpable de que Clara decida ingresar en una academia militar. Miedosa pero valiente, infantil pero adulta. Harta del amor pero enamoradiza. Necesita escapar de la realidad y volver a ser la que era antes.
    Acostumbrada a una vida lujosa y de libertad, se ve obligada a trabajar duro y a cumplir las ordenes que los demas le dan.
    Su comportamiento, rebelde por naturaleza, llama la atencion del comandante Gibbins. El mismo que decide darle una leccion que no olvidara en la vida.
    Fantasmas del pasado, miedo al amor y una irrefrenable pasion son los protagonistas de la nueva vida de Clara.

  • Las siete y una vidas de Stella Fortuna de Juliet Grames

    https://gigalibros.com/las-siete-y-una-vidas-de-stella-fortuna.html

    Para Stella Fortuna, la muerte siempre ha formado parte de la vida. La ninez de Stella esta llena de extranos incidentes casi mortales, momentos en los que situaciones cotidianas derivan de modo inexplicable en situaciones letales. Incluso su madre cree que esta maldita.
    En su escarpada aldea italiana, Stella es un bicho raro, y emplea todo su caracter en proteger a su hermana menor (Tina, menos guapa y brillante) de las realidades mas duras de la vida. Pero Stella provoca las iras de su padre, Antonio: un hombre que exige sumision de las mujeres y cuyo mayor regalo para su familia es su ausencia.

  • Elektrika de Cristina Pujadas

    https://gigalibros.com/elektrika.html


    Me gustaria decir que mi vida es de lo mas normal. Y de hecho, lo era. Fantasticamente normal, vamos. Nunca me habia quejado al respecto. Trabajaba a jornada parcial y el resto me lo pasaba entre el sofa, mis amigas y mi novio. El que seria mi exnovio en breve, cosas de la vida. Sin mas. Y con la depresion pre-ruptura a mis amigas no se les ocurrio nada mas que llevarme de fiesta.

  • La ultima milla (Amos Decker 2) de David Baldacci

    https://gigalibros.com/la-ultima-milla-amos-decker-2.html

    La ultima milla es la segunda novela de la serie policiaca best seller de The New York Timesprotagonizada por Amos Decker que David Baldacci inicio con Memoria total.

  • La senora de la mafia de Juan Martorell

    https://gigalibros.com/la-senora-de-la-mafia.html

    Una fria noche de 1968, en un suburbio de Brooklyn, el joven John Di Mato es asesinado a sangre fria por la policia en el transcurso de una redada. Su hermana Laura --acusada injustamente de complice y encerrada un ano en la penitenciaria para mujeres del Estado de Nueva York-- jurara vengarse de todas las personas implicadas en el asesinato. Casada con Pietro Valenti, jefe de una de las principales <> de la ciudad, Laura se ira introduciendo poco a poco en los multiples negocios de su marido --que abarcan desde la prostitucion hasta los casinos-- y acabara haciendose con el control de todos ellos despues de que Pietro muera en un ajuste de cuentas. Laura no esta dispuesta a olvidar ni a perdonar a los culpables de la muerte de su hermano… ni tampoco a los responsables del crimen de su marido, y por ello emprendera una lenta, metodica y cuidada venganza que implicara a algunos de los hombres mas influyentes de Nueva York… empezando por su alcalde.

  • El alma de la espada. La sombra del zorro 2 de Julie Kagawa

    https://gigalibros.com/el-alma-de-la-espada-la-sombra-del-zorro-2.html

    Hace mil anos, el gran dios Dragon fue invocado para conceder un deseo terrible, y la tierra de Iwagoto se sumio en una era de oscuridad y caos. Ahora se concedera un nuevo deseo a aquel que sea el poseedor del Pergamino de las Mil Oraciones.

  • Hasta que me pidas de Charlize Clarke

    https://gigalibros.com/hasta-que-me-pidas.html

    El la necesita mas que al aire para respirar, ella necesita respirar…
    Alice y Chris estan conformes con su relacion de sexo sin compromiso, pero los sentimientos reales empiezan a aflorar ante el inminente compromiso de el con otra mujer, complicandolo todo.
    Posiblemente nunca sera nada serio. Justamente en eso se basa lo que ambos comparten: en la libertad de no estar bajo presion y el secreto que tienen es mas emocionante que una relacion comun. Hasta ahora, Alice, no tuvo problema con eso, pero con la aparicion de la hija del nuevo socio de Chris, empieza a dudar de todo lo que habia vivido hasta el momento.

  • Khalil, El Hijo Del Desierto de Andrea Adrich

    https://gigalibros.com/khalil-el-hijo-del-desierto.html

    Los suenos hay que perseguirlos. Hay que correr tras ellos hasta atraparlos; sin descanso, sin respiro, sin desfallecer... Por muy utopicos que sean. Por muy descabellados que nos parezcan. Eso es lo que pensaba Nadya y, como buena arqueologa, poseia una tenacidad envidiable para conseguir lo que deseaba, por muy dificil que fuera el camino que tuviera que recorrer. Nadya doblo la camiseta de manga corta y la metio en la maleta que descansaba abierta encima de la cama. --?Estas segura de que quieres ir? --le pregunto Emma, su mejor amiga. Nadya giro el rostro lleno de incredulidad hacia ella. --?Lo estas diciendo en serio? --dijo. --Es peligroso. --No seas alarmista, Emma. --No soy alarmista, Nadya. El desierto Blanco de Egipto no es un lugar tranquilo en estos momentos --le advirtio su amiga--. He leido que hay muchos conflictos entre los pueblos que habitan en el. Nadya nego con la cabeza. Emma era exagerada y demasiado pesimista. Por Dios, estaban en el siglo XXI, no en la Edad Media. La gente era civilizada. --No me va a pasar nada --aseguro en un intento por tranquilizarla. --No se como puedes ir... Estas como una cabra. --No estoy como una cabra, lo que estoy es ilusionadisima. Voy a cumplir mi sueno. --Nadya abrio los brazos para enfatizar sus palabras--. Por fin he acabado mi Master de Arqueologia, por fin soy arqueologa, y por fin puedo ir a Egipto a desenterrar su pasado --respondio en tono de ensonacion--. Sabes que llevo meses de un lado para otro haciendo papeles y pidiendo permisos para poder empezar las excavaciones. Emma lanzo al aire un suspiro de resignacion. Nadya era muy testaruda. Nadie le sacaria de la cabeza la idea de ir a Egipto. Ni el anuncio del fin del mundo lo haria. --Has crecido en Inglaterra, pero es indiscutible que corre sangre egipcia por tus venas --apunto. Nadya sintio algo calido en su interior al escuchar aquellas palabras. --Mi madre lo era, y aunque vino a Londres muy joven, yo he heredado de ella el inmenso amor por su tierra --explico Nadya. --Lo tuyo por Egipto no es amor, es obsesion --comento Emma, parafraseando una conocida cancion. Las comisuras de Nadya se elevaron formando una sonrisa en los labios. --Reconozco que la Tierra de los Faraones me apasiona. Para mi Egipto es magia, misterio, encanto... --enumero. Se dejo caer sobre la cama--. Es hechizante --concluyo. Para Nadya, Egipto era un enigma. Nunca dejaba de desconcertarla: su pasado, su historia, la leyenda que la envolvia provocaba en ella una extrana nostalgia. --Prometeme que te vas a cuidar --le pidio Emma, dandose por vencida. --Te lo prometo --dijo Nadya. --Y que no vas a hacer ninguna locura, que te conozco. --Te lo prometo. Emma estiro los brazos y la rodeo con ellos, estrechandola contra su cuerpo. --Te voy a echar mucho de menos, Nadya --susurro con un nudo en la garganta. --No te preocupes, en un par de meses estare de vuelta -- dijo Nadya. --Van a ser dos meses muy largos --apunto Emma, deshaciendo el abrazo. --Podrias ir a verme... --sugirio Nadya. Emma se encogio de hombros y sopeso la sugerencia unos segundos. --Quiza vaya... La idea parecio entusiasmarle de pronto. Dos meses lejos de su mejor amiga, a la que consideraba casi una hermana, se le iban a hacer muy largos. Habian planeado un verano juntas. Irian a Ibiza y se lo pasarian en grande; seria un verano memorable. Se lo merecian despues de todo lo que habian estudiado. Pero Nadya finalmente habia conseguido que le aprobaran las licencias pertinentes y la financiacion necesaria para comenzar sus excavaciones en el desierto Blanco de Egipto, el sueno por el que habia luchado desde que tenia uso de razon. Eran muchas las noches que habian pasado charlando sobre ruinas, historia y descubrimientos arqueologicos... La pasion de Nadya. Emma, mejor que nadie, era la unica que comprendia plenamente su decision de ir a Egipto y dejar atras durante un tiempo su vida convencional. --Iremos a El Cairo, es una ciudad preciosa --la animo Nadya--. Esta a unos 550 kilometros aproximadamente del lugar donde vamos a instalar el campamento. --?Habra chicos guapos? --bromeo Emma. Nadya le paso el brazo por los hombros y la atrajo hacia si. --Estoy convencida de ello. Los egipcios son hombres de rasgos raciales y exoticos, y esa piel acaramelada... Nada que ver con la palidez de los ingleses. Seguro que alguno te gustara... --dijo, guinandole un ojo con complicidad. --Ay, esa piel acaramelada... No me importaria pasarle la lengua a uno de ellos. --!Emma! --?Que? Es para ver si saben a caramelo. Nadya rompio a reir con una carcajada. Emma no iba a cambiar nunca. --?Y tu? --Yo, ?que? --?Cuando vas a echarte novio? --?Novio? --repitio Nadya, como si la palabra le produjera alergia. Se levanto de la cama y siguio metiendo prendas en la maleta--. Llevo toda mi vida estudiando en un internado, lo que menos me apetece ahora es tener novio, atarme a alguien. Lo que quiero es vivir, salir, entrar, y hacer lo que mas me gusta... --!La arqueologia! --le corto Emma, poniendo los ojos en blanco. --Si, la arqueologia --afirmo Nadya. --Querer ir al desierto Blanco en verano solo demuestra tu amor por ella --apostillo Emma. CAPITULO 1 Nadya abrio los ojos de par en par. El asombro asomo a ellos cuando bajo de la camioneta que le habia acercado hasta el campamento donde iba a tener lugar la excavacion. El equipo que iba a acompanarla en aquella aventura llevaba alli dos dias montando las tiendas. El desierto Blanco, conocido como Sahara el Beyda, se desplegaba ante ella como un gigantesco mar de dunas blancas. El paisaje era sobrecogedor, iluminado por una luz vibrante y misteriosa, que jugaba con la arena, creando diferentes colores. Pero no solo el paisaje era sobrecogedor, tambien el sutil aroma a especias que parecia flotar en el aire --o tal vez eran imaginaciones suyas--, y el silencio que lo anegaba todo, que era casi tangible. Nadya respiro hondo. Por primera vez fue consciente de su magnificencia. Era enorme, y no supo por que, pero tenia la sensacion de que tambien era peligroso. No sabia que hora era, pero el crepusculo se cernia sobre su cabeza con una puesta de sol que tenia el cielo de un rosa vibrante. Habia sonado tantas veces con estar alli, que ahora le parecia mentira tener bajo sus pies aquellas arenas que escondian y salvaguardaban misterios de miles de anos de antiguedad. De pronto la invadio una sensacion de irrealidad. Un escalofrio le recorrio de la cabeza a los pies, pese al calor que aun calentaba el aire. En silencio se pregunto que le depararia aquel desierto de increible belleza. Habia ido alli siguiendo el rastro de Akhenaton, el llamado faraon <>, y de su <>, cuya leyenda afirmaba que habia construido con mano de obra infantil. Pero Nadya no solo habia ido a Egipto tras la pista del faraon <>, sino buscando su propio pasado, del que apenas tenia nociones. Solo sabia que su madre era egipcia, de una region cercana al desierto Blanco, y que, por alguna razon que desconocia, se habia ido de alli. Nadya intuia que bajo aquel abandono habia mas, mucho mas... --?Que le parece, senorita Rice? La voz del ayudante de la excavacion, Randolph Crowe, desvanecio la magia del momento y la devolvio a la Tierra. Pestaneo un par de veces para salir del estado de ensonacion en el que se habia sumergido y giro el rostro hacia el. El hombre, pelirrojo y con la cara llena de pecas, la miraba con expectacion. --Es maravilloso --respondio Nadya. --Las puestas de sol que se pueden ver en el desierto son de las mas bonitas del mundo --comento el hombre. A Randolph no le faltaba razon. El asombroso color rosa del crepusculo se reflejaba en el blanco casi puro de las dunas, concediendo al sugestivo paisaje un aire de fantasia. --Venga a ver la tienda que le hemos preparado, senorita Rice --dijo el hombre. Nadya asintio. Berenice alargo la mano de dedos elegantes e introdujo una jugosa uva en la boca de Khalil con un gesto cargado de sensualidad. --?Le gusta, mi senor? --pregunto la concubina sonriente, acercando los labios a su oido. --Me gustas mas tu --coqueteo Khalil, al tiempo que saboreaba la uva. Berenice, una joven de aspecto risueno, con una larga melena de color azabache y profundos ojos negros, se acerco a el melosamente y lo beso. Khalil habia metido ya la lengua en la boca de su concubina cuando unos nudillos golpearon la puerta, interrumpiendo la escena. --Adelante --dijo. La enorme puerta de madera labrada se abrio con un ruido pesado. Un hombre alto, de complexion atletica y pelo negro, vestido con un pantalon oscuro y un caftan gris que le llegaba a la mitad del muslo, entro con semblante serio. --Khalil, los ingleses han vuelto --anuncio, despues de hacer una ligera reverencia a su jeque. El rostro de Khalil se tenso, acentuando aun mas sus rasgos marcados. Enderezo la espalda y se echo hacia adelante. --Berenice, dejanos a solas --ordeno a la concubina en tono autoritario. --Pero, mi senor... La joven acaricio suavemente la mejilla de Khalil en un intento por permanecer en la habitacion. --Ahora, Berenice. --El tono de Khalil no admitia replica alguna. --Si, senor --contesto ella con una reverencia. Berenice se levanto de la cama formada por decenas de brillantes cojines y almohadas y, aunque salio de la enorme habitacion con la mirada baja y una expresion servicial, como correspondia, por dentro la sangre le hervia a borbotones en las venas. Llevaba muchos dias sin poder estar a solas con Khalil; el habia reclamado a otras concubinas del haren, y ahora que por fin la habia elegido a ella para pasar la noche juntos, Salih, amigo y jefe del ejercito de Khalil, les habia interrumpido muy inoportunamente para anunciar que los ingleses estaban de nuevo en sus tierras. Berenice bufo antes de salir de la habitacion. ?Como podia tener tan mala suerte? --Maldito Salih y malditos ingleses --farfullo entre dientes.

  • Inocente belleza de Clare Connelly

    https://gigalibros.com/inocente-belleza.html

  • En un cafe de Mary Lavin

    https://gigalibros.com/en-un-cafe.html

    Pocos han oido hablar de Mary Lavin, pues no contabamos con traducciones de su obra en nuestra lengua; sin embargo, a partir de ahora, estamos convencidos de que estos magnificos relatos formaran parte del imaginario de muchos lectores. Si, un descubrimiento, uno de esos libros miticos que llamamos clasico contemporaneo. ?Los escenarios? La Irlanda verde, campestre y tan atractiva como dura, y la Irlanda de las ciudades oscuras y grises --en ocasiones recreada, revivida, desde Estados Unidos--, la de la memoria y el deseo de tantos jovenes expatriados, de tantas viudas. Un libro a la altura del <> de Joyce en muchos momentos. En la senda de Chejov unas veces, de Katherine Mansfield otras --y anticipando la obra de Edna O'Brien--, los relatos de Lavin sorprenderan y cautivaran a los lectores en espanol, y les mostraran tambien el poder que encierra un <> cuento, lo formidable y evocador que puede llegar a ser ese <> antiquisimo e inigualable... Una de las certezas que tenemos al leer esta reunion de historias es que, todas juntas, forman casi una cosmogonia, la novela de una vida, de una familia, de un pais. Y pese a estar muy arraigadas en la sociedad irlandesa de su tiempo, trascienden la epoca y el lugar, pues se ocupan de temas centrales, y desde perspectivas por las que no pasa el tiempo: el amor, el desamor, la familia, la maternidad, la emigracion, los tabus...

  • Touchdown de Ludmila Ramis

    https://gigalibros.com/touchdown.html

    Un amor abstracto se delimito con cada mirada, palabra y accion, hasta definirse como una relacion fascinante en su sencillez, y, a veces, en su complejidad.
    Kansas Shepard es una espontanea y comica universitaria que siempre termina enredada en lios que no ocasiona. Malcom Beasley, por otro lado, es del tipo de personas que evitan todos los problemas. El sigue una rutina estructurada y permanece lejos de los rebeldes ciclones de los sentimientos humanos y de los imprevistos.
    Cuando estas dos personalidades deben vivir bajo el mismo techo, la coexistencia, que parecia imposible en un principio, resulta ser el detonante de una aventura que terminara por arrasar tanto con el corazon de Kansas como con el del jugador de los Jaguars, el numero 27.
    ?El resultado?
    Un touchdown.

  • El caso del banquero asesinado de Augusto De Angelis

    https://gigalibros.com/el-caso-del-banquero-asesinado.html

    El comisario Carlo de Vincenzi, inspector de la Brigada Movil de la ciudad de Milan, esta de guardia esa noche cuando recibe la visita inesperada de un antiguo companero de clase, Giannetto Aurigi. Este, segun le cuenta, despues de asistir en La Scala a los dos primeros actos de Aida, ha abandonado la representacion para pasear al azar por las brumosas calles y se le ha ocurrido pasar a saludarle. Todo perfectamente normal, si no fuera porque en ese momento una llamada telefonica informa al comisario de que en el apartamento de su visitante ha tenido lugar un crimen… La victima es el banquero Garlini y, tras el hallazgo en el bano de un frasco de acido prusico, todas las sospechas recaen de inmediato sobre el propietario de la vivienda. Dividido entre su sentido del deber y la lealtad hacia su antiguo camarada, De Vincenzi tendra que hacerse cargo del caso.
    Aparecida por primera vez en 1935 y reeditada sin interrupcion desde entonces, El caso del banquero asesinado es la mitica obra con la que De Angelis inauguro en Italia el genero de la novela negra.

  • Reino de Sombras de Xavier Cruzado

    https://gigalibros.com/reino-de-sombras.html

    Esta novela esta inspirada en hechos reales de nuestra historia contemporanea Dedicada a quienes les robaron su Infancia, su Inocencia y su Dignidad Prologo ?Puede una victima convertirse en verdugo? ?Hasta que punto los traumas infantiles pueden llegar a marcar nuestras acciones y formas con las que nos relacionarnos con la sociedad cuando llegamos a adultos? ?Creemos vivir en un estado libre y democratico o no somos mas que un rebano de ovejas conducido por lobos? Estas son las cuestiones que vertebran “Reino de Sombras”, una historia sobre el escandalo de la pederastia en Espana, que ha salpicado durante decadas a cientos de miembros de la iglesia catolica, asi como el pacto de silencio e intercambio de favores que el poder eclesiastico mantuvo con los gobiernos de Aznar y sus circulos mas cercanos. “Reino de Sombras” es una novela que, con la apariencia de thriller policiaco, posee un trasfondo psicologico que pretende que nos cuestionemos si la justicia hecha por los hombres responde realmente a las necesidades de la sociedad que se rige por sus normas. Sinopsis Espana, octubre de 2010. En las semanas previas a la visita del papa Benedicto XVI a nuestro pais, varios asesinatos rituales de miembros de la Iglesia catolica, bajo una macabra escenografia, ponen en jaque el dispositivo de seguridad para la comitiva papal. Candela Santos, inspectora de la Comisaria General de la Policia Nacional de Madrid, al mando de un grupo especial de investigacion creado a tal efecto, contara con la colaboracion de Gonzalo Sanmartin, profesor y catedratico de Historia Medieval. Sus excelentes conocimientos sobre el Santo Oficio le convertiran en una de las piezas clave para entender el trasfondo del caso. Al equipo se unira Juan Miguel Garmendia, doctor en Medicina en la Catedra de Psiquiatria de la Universidad Complutense de Madrid, lo que le convertira en otra pieza fundamental para desgranar el perfil psicologico del mal al que deberan enfrentarse. El equipo de la inspectora Santos, junto a su companero y tambien inspector Oscar Sanchez, intentara resolver los casos contra reloj mientras se enfrenta a un poder en la sombra que conspirara para silenciar los peores pecados cometidos por parte de algunos miembros de la Iglesia. Autor Mi nombre es Xavier Cruzado y me dirijo a ti con intencion de presentarte mi primera novela. La creatividad y mi mundo interior han sido mis motores de vida desde mi ninez. Tras descubrir mi pasion por el cine, ideal para crear historias desde las imagenes que pasaban por mi cabeza, empece a escribir mis propios guiones para poder hacer realidad varios cortometrajes, lo que me permitio adquirir cierta madurez como escritor. El libro se inscribe dentro del genero de novela negra de ficcion sobre una base historica. La obra posee un estilo de escritura muy visual y personal, inspirado en el mundo de la conspiracion y los thrillers policiacos, y rinde homenaje a autores como Dan Brown e Ian Fleming, cuyas obras me han influido. Espero que disfrutes sumergiendote en este thriller policiaco, donde, a traves del descubrimiento de nuestra historia, podras experimentar la accion, el terror, la tension e incluso algunas pinceladas de humor en medio de todo el horror que rodea a sus personajes. Agradecimientos Mi mas sincero agradecimiento a los profesionales que me prestaron su ayuda de forma totalmente desinteresada para poder construir esta historia, a la que aportaron la maxima veracidad cientifica de los hechos que se presentan. Dr. D. Vicente Garrido Genoves Profesor titular de la Universidad de Valencia Doctor en Psicologia y diplomado en Criminologia Dna. Elisabet Rodriguez Camon Psicologa y psicopedagoga en el Centre d’Atencio Psicopedagogica ESTUDI de Sant Celoni, Barcelona

  • El principiante de Julie Miller

    https://gigalibros.com/el-principiante.html

    De pronto habia algo mas importante para el inexperto agente Josh Taylor que destapar aquella red de trafico de drogas en la universidad y convertirse en detective. Porque, en mitad de aquella investigacion que estaba realizando infiltrado en la universidad, habia conocido a la profesora Rachel Livesay; aquello habia encendido todas las alarmas de peligro… y de pasion.

  • El momento perfecto de Kate Dawson

    https://gigalibros.com/el-momento-perfecto.html

    Lexie Quennell tenia una vida perfecta: un marido que la ama, dos hijas maravillosas y un trabajo que le gustaba. Un terrible e inesperado accidente hara saltar por los aires toda esa falsa estabilidad y la llevara de vuelta a River Place, el lugar del que escapo doce anos atras. Ante ella se presenta una nueva oportunidad de amar… si es capaz de arriesgarse.

  • Como Ninguno Seduciendo de Sophie Kiss

    https://gigalibros.com/como-ninguno-seduciendo.html

    El dia comienza con una taza de cafe, unas tostadas mientras revisa su portatil, mirando sus redes sociales, su emprendimiento en internet, es independiente economicamente, Iban es un chico sensible, no le da explicaciones a nadie.

  • Una semana en Nueva York de Louise Bay

    https://gigalibros.com/una-semana-en-nueva-york.html

    Anna esta harta de citas. Esta cansada de que le rompan el corazon. Es sexy, divertida e inteligente..., pero tambien es un iman para hombres que no la merecen. Salir de Londres y pasar una semana de vacaciones en Nueva York es la mejor solucion para superar su ultima ruptura y poder tener una aventura veraniega con un desconocido. Pero para proteger su danado corazon decide imponerse ciertas reglas: nada de contarse sus vidas, nada de intercambiar numeros de telefono y nada de decirse los nombres reales. Solo sera una noche divertida y excitante.
    Ethan, exitoso seductor <>, tambien tiene sus reglas: nada de citas, nada de quedarse a dormir y nada de hacer promesas.
    Todo parece perfecto..., pero las reglas se hacen para romperse...

  • Las espinas del amor (Penword 1) de Arlette Geneve

    https://gigalibros.com/las-espinas-del-amor-penword-1.html

    Justin Clayton Penword es el heredero del ducado de Arun. Es un hombre temperamental al tomar decisiones, posesivo con sus amantes, y muy peligroso, pues puede hacer caer a un rival en el campo del honor… y a una mujer con un solo beso, pero Justin sera vencido por una gran belleza cuyo amor por la libertad, la independencia y la aventura rivaliza con el. Y por una pasion arrolladora que sumira a ambos en una voragine de placer, venganza, y amor.

  • !A por mi sueno!, Dido Job de Dido Job

    https://gigalibros.com/a-por-mi-sueno-dido-job.html

  • Ocho millones de dioses de David B. Gil

    https://gigalibros.com/ocho-millones-de-dioses.html

    La novela definitiva de David B. Gil mezcla viajes e investigacion criminal con aventuras de batallas y espadas en el Japon feudal.

  • El demonio entre las piernas de Cristina Brocos

    https://gigalibros.com/el-demonio-entre-las-piernas.html

    Marta se enamoro, siendo una nina, del cura de su pueblo. Creyo que ese amor se diluiria con el paso del tiempo, pero, como decia la abuela, “el amor, cuando es verdadero, no se olvida, se acrecienta”. Siguiendo los dictados del corazon, que es el unico que conoce el camino verdadero, regreso anos despues, convertida en una mujer de bandera y dispuesta a derribar las Murallas de Jerico. ?Podra el amor luchar contra la fe mas profunda? ?Podra lidiar con todo un pueblo y sus inquinas?

  • Biografia de un cuerpo de Monica Rodriguez

    https://gigalibros.com/biografia-de-un-cuerpo.html

    El cuerpo manda. Obliga, es un tirano. Lo miro en el espejo a traves del vaho. Largo, recien amoldado a esta corpulencia que me desconcierta. Las costillas marcadas, los musculos del vientre esbozados por lineas oscuras, el ombligo. Aun las gotas de agua lo cubren. Pequenas constelaciones detenidas en la pelusa. El grifo gotea; su sonido metalico es un martilleo ritmico que no quiero escuchar, pero que escucho. Los azulejos del bano estan empanados. Bajo la neblina del vapor, contra el espejo, destellan los muslos dorados, casi blancos, el sexo entre las piernas, encogido sobre la mata oscura. Las rodillas formando un pequeno arco. Agacho la cabeza y me detengo en esa vision desde arriba. Estas no son mis piernas. Ni ese pene languido, acobardado como si no fuera un tirano, me pertenece. El vello de mis piernas sombrea la piel humeda, las gotas prendidas en los pelos, aplastados bajo el peso del agua. Son extranos vistos desde esta perspectiva. ?De quien seran esas piernas? ?Y esos pies grandes, de hombre? Levanto los dedos y se marcan los tendones como si alguien tirara de una cuerda. La piel se vuelve mansa, lisa, casi deslumbrante por los talones, los costados. Miro tanto esos pies que ya no parecen pies. Me fijo en sus dedos grandes, que debo domar y doblar, estirar. Me pongo de puntillas, desciendo. Hay un pequeno charco en las baldosas, bajo mis plantas. Y la gota del grifo. Clin, clin, clin. Vuelvo a levantar la cabeza. El espejo se ha empanado lo suficiente para que solo vea un borron de ese cuerpo. Esa pincelada impresionista soy yo. Froto el espejo con la palma de la mano. Mi rostro aparece en el agujero del vaho y se que es mio. Lo distingo porque lo he visto muchas veces en este mismo espejo, su imagen especular, ahora distinta, mas angulosa, menos dulce, con un ligero vello sobre el labio superior. Pero, aunque haya cambiado, hay algo que es solo mio, que soy yo, un punado de gestos, esa mirada hosca, timida, confusa, enmarcada ahora por las pestanas mojadas. No se que es, no se que soy yo, pero estoy ahi, en ese rostro, que hasta hace poco era suave y blanco como la piel de una cebolla. Sonrio. Los brillos metalicos de los hierros esconden mis dientes. Muevo la boca y siento el rozamiento de los brackets, paso la lengua por ellos. Todavia tengo que acostumbrarme a su presion. El agujero del espejo comienza a empanarse de nuevo. Voy desapareciendo y eso me provoca un pequeno vertigo. Entonces empiezo a tiritar. Tengo frio. Mi cuerpo tiene frio. Manda, me obliga a envolverme en la toalla. Me siento en la taza del vater. Sigo tiritando, pero no voy a vestirme, no voy a obedecerle. Miro el desodorante sobre el lavabo. El cuerpo grita cuando suda. Pero ahora tiene frio y no voy a moverme, no. Golpes en la puerta. Me sobresalto. !Haz el favor de salir del cuarto de bano! La voz de mi madre. Estoy harto de someterme siempre. El cuerpo, los adultos. Resistire aqui sentado, tiritando. Clin, clin, clin. Tengo la piel helada, como si una plancha metalica me envolviera. Los musculos tensos de tanto soportar el frio. Las plantas de mis pies mojadas son un trozo de algo que ya no siento, pero son mis pies. Mis pies. Mi torso. Los labios tiritando. El frio. Ya no lo soporto. El cuerpo gana y me envuelvo en la toalla. Salgo del cuarto de bano. Tambien mi madre, que espera fuera impaciente, gana. 2 Soy un dios alojado en el cuerpo de un toro. 3 Estira mas. No puedo. Claro que puedes. Estira. Lo hago. Te tiembla la pierna, no pongas tanta tension. Lo intento. No hay que intentarlo, hay que hacerlo. !Estira! Noto como el sudor nace en mis sienes, en mis axilas. Mis mejillas empiezan a arder del esfuerzo. No puedo controlar la tension, la pierna me tiembla ligeramente. Si me relajo deja de hacerlo, pero entonces no la estiro lo suficiente. Me concentro en el pie, en toda la fuerza del pie, y tiro de el hacia arriba. El muslo ya no aguanta mas. La pierna cae desobediente. ?Quien te ha dicho que la bajes? La profesora se ha vuelto hacia mi. Grita, golpea el suelo con uno de sus zapatos elasticos y negros. De inmediato, trato de subirla de nuevo. Noto el hormigueo de la tension. Ella se acerca, me sostiene la pierna por el tendon de Aquiles, con firmeza. La misma que desprenden sus ojos inflexibles. La levanta. Cuidado con la cadera. Controla el peso. Lo hago. Siento las fibras del musculo interno tirando. Rita, la profesora, suelta la pierna, que se baja ligeramente. Trato de sostenerla, sudo. Me inclino hacia la barra. Mi mano se aferra a ella con demasiada fuerza. Puedes hacerlo mejor, dice. Rita cambia de ejercicio, se pasea por la clase. Coloca un hombro, sube una barbilla. Pasa el dedo por la columna vertebral de una espalda que de inmediato se estira. Del cansancio veo la clase borrada por una leve neblina, las luces en el espejo. La profesora detenida frente a Alex asintiendo, el borron del piano negro, abierto como un feretro, en una esquina de la sala. Muy bien, Alex. Dos palmadas. Centro. Nos colocamos todos frente al espejo. Hay un ligero murmullo, mientras vamos buscando nuestras posiciones. Mi maillot esta sudado. Siento la humedad en la espalda. Clara me mira y sonrie, y algo se encoge dentro de mi. Ella se coloca en segunda fila. Yo trato de ponerme en la primera, no en el centro, en un lateral. Rita esta seleccionando la musica con el pianista. Alex esta en el centro y resopla mirandome complice. Nos colocamos. Veo las figuras en el espejo, todos con las espaldas muy rectas, la cabeza alta, los monos tirantes, los maillots sudados. Respiramos. Me detengo en mi imagen. Ese es mi cuerpo. Lo noto, pulsa dentro de mi, aulla cansado. Dolorido. Por un instante lo vuelvo a ver como un extrano. Un extrano que me lleva la contraria, me reta. Cierro los ojos y vuelve a ser mio. Necesito este dolor para domarlo. Para bailar. Me gusta este dolor. Adagio, dice Rita. Cuando quieras, maestro. Yo abro los ojos. El piano empieza a sonar, las notas caen como nudos de luz por el aula. Levanto un brazo... 4 ?Estas bien? Claro, por que lo dices. No se, te he visto raro en la clase. Cansado. No estoy cansado. ?Vienes a comer? Ahora voy. Te cojo sitio. Veo a Clara alejarse hacia los vestuarios, con la mochila al hombro. El corazon me golpea como cuando termino de hacer los saltos. Sin que yo pueda controlarlo. Tan rapido, tan violento. Golpes de animal vivo. Pero este fluir me gusta. Me hace sonreir y me asusta a un tiempo. Es Clara la que lo desencadena. Ella me dice que me reservara un sitio a su lado en el comedor y abre la compuerta. El torrente del pulso precipitandose. Clara manda sobre mi cuerpo. Entro en el vestuario de chicos. Alex sale de la ducha, desnudo, dejando un reguero a su paso. Se seca con la toalla el pelo humedo. Por un momento admiro su cuerpo. Es perfecto para la danza, tiene flexibilidad, empeines, potencia. Alex, muy bien. Alex, perfecto. Alex, si sigues asi, seras un gran bailarin. Alex, repitelo, que te vean todos. Alex. Alex. Alex. Agita la cabeza y su pelo en hebras castanas y rubias, del color del tabaco, desprende diminutas gotas, como una aureola. Entonces posa sus ojos, tambien rubios, en mi y vuelvo la vista hacia los banos, avergonzado, en un movimiento brusco. Simon y Manuel ya estan vestidos, el pelo empapado y negro, repeinado hacia atras. Me miran a traves del espejo cuadrado, incrustado en la pared. Desparejos: Simon, muy alto; Manuel, bajo. No te va a dar tiempo a comer si no espabilas, tio. Encojo los hombros. Mi corazon ya se ha calmado. Pienso: Clara, y esta calmado. Pero las comisuras de mi boca se dilatan en una sonrisa que provoca su nombre. La contengo mientras miro como Simon se echa colonia. Pero que haces, marica, eso huele que apesta. Manu le quita el bote, se pelean de mentira. Se insultan, se dan algun golpe en el biceps y salen del vestuario arrastrando las mochilas, a voces, riendo, las tarteras colgadas del hombro. ?Te espero? Alex me mira mientras se pone la cazadora. Inclina la cabeza ligeramente. Tiene el rostro redondo, aun imberbe, y su belleza es deslumbrante, amarilla, de nina. No, digo. Me cogen sitio.

  • Puedes darme un beso de Chris M. Navarro

    https://gigalibros.com/puedes-darme-un-beso.html

    Zoe sabia que volver al pueblo despues de dieciseis anos y sin haber cumplido sus suenos no seria facil, y mucho menos para su hija Helena, una adolescente incapaz de ver con buenos ojos que la sacara de su adorado Manhattan.

  • Entregarse a lo Bello (Entregarse 3) de Priscilla West

    https://gigalibros.com/entregarse-a-lo-bello-entregarse-3.html

    Era el primer dia de la clase de Economia 102. Tercer ano. Habia llegado hasta alli dejandome la piel semestre tras semestre, acampando en los horarios de oficina, quedandome despierta hasta tarde, viviendo a cafeina. De algun modo habia logrado sobrevivir. Pensaba que entrar a Harvard era la parte dificil y que el resto consistiria en la inflacion de las calificaciones, pero las clases en realidad eran bastante dificiles. Por supuesto, otros paseaban en una inteligencia pura y cerebros sobrehumanos que les permitian absorber las clases como las esponjas absorben agua. Desafortunadamente, yo no podia hacer aquello. Era la excepcion. Lo que significaba que me pase mis dos primeros anos haciendome mas amiga de los libros de texto que de la gente real. El salon de clases era tan grande como para que cupieran doscientos estudiantes y estaba casi abarrotado. Entre el mar de cuerpos, uno de ellos me llamo la atencion. De hecho, uno llamo la atencion de la mayoria de las mujeres que estaban en el salon: ojos azules brillantes, cabello castano alborotado, pomulos prominentes y unos anteojos elegantes que descansaban sobre una nariz afilada. Parecia un modelo masculino de un catalogo de J. Crew salvo que no lo habian mejorado digitalmente: era real. Sus rasgos estaban tallados con precision y economia. Resultaba adecuado. Considerando el tema de la clase, y considerando que estaba sentado en la fila de adelante, lo que significaba que era el ayudante de catedra. Tome asiento en una de las filas del medio y espere que el profesor comenzara su clase. Ya podia decir que aquella seria mi clase preferida del semestre. *** --Sabes, de cerca de cien estudiantes probablemente seas la unica que viene regularmente a mis horarios de oficina --dijo, con una sonrisa de infarto. Descubri que su nombre era Martin Pritchard. Un estudiante de ultimo ano que se especializaba en economia. Brillante, perspicaz y endemoniadamente atractivo. Demandaba una cantidad extraordinaria de voluntad no distraerse con aquellos ojos azules brillantes que, de algun modo, parecian arder con una intensidad abrasadora y con un calculo helado al mismo tiempo. Muchas chicas habian venido a ver a Martin en su horario de oficina a comienzos de clase deseando que les echara un polvo. Se reian bajo, revoloteaban el cabello y le coqueteaban con la mirada. Cuando se dieron cuenta de que el solo estaba alli por asuntos academicos --no sexuales-- perdieron el interes. Estaba sentado frente a mi en la oficina de ayudante de catedra, intentando ayudarme a comprender las ultimas lecturas asignadas. Solamente nosotros dos. Me sonroje y baje la mirada hacia mi cuaderno, lleno de garabatos sobre las leyes de salario minimo y el equilibrio de Nash. No tenia idea de que significaba todo aquello. --Necesito ayuda extra. Esto me resulta un tanto dificil. --Formulas preguntas excelentes. Preguntas que esperaria escuchar de alumnos de las clases de economia mas avanzadas. --Sonrio ampliamente, mostrando una dentadura perfecta--. Creo que simplemente tu razonamiento es detallado. Aprender es muy parecido a armar un rompecabezas. Y las distintas personas tienen distintas piezas. A las que tienen mas piezas les lleva mas tiempo armarlo, pero cuando lo logran, la imagen es mas grande. Sonrei con timidez, apartando la vista en direccion a las anotaciones, para luego volverla hacia el. --Gracias. Nunca lo pense de ese modo. Se dio un golpecito en la cabeza con los dedos. --Imagen grande. Los dos nos reimos por lo bajo y luego nos sonreimos el uno al otro. Definitivamente compartimos aquel instante y no sabia que decir a continuacion, por lo que me alegro que el finalmente rompiera el silencio incomodo. --Ey --me dijo alegremente--. Hoy hay una presentacion de Gary Becker en Lowell Hall. ?Quieres ir? Corriendo el riesgo de sonar ignorante, le pregunte: --?Quien es? --Un economista famoso conocido por el "teorema del nino malcriado". Es mi preferido. -- Martin sonrio ampliamente. Me encantaba como se emocionaba con los temas economicos y los economistas renombrados en sus horarios de oficina. Te transmitia su energia: de vez en cuando, hasta yo me emocionaba con esas cosas. Arrugue el entrecejo. --!Que gran nombre para un teorema! Se rio entre dientes. --Un gran nombre para un gran teorema. Imaginate un hermano malo al que le gusta maltratar a su hermana. Si los padres dicen que le daran mas dinero de la herencia al hijo que mas lo necesite, entonces el hermano malo querra ayudar a su hermana para que le vaya bien y asi terminara recibiendo una mayor parte de la herencia. Su bienestar ahora depende del bienestar de su hermana. Puedes hacer que un nino malo se convierta en bueno con los incentivos adecuados. Frunci mas el entrecejo, reflexionando sobre el ejemplo. Martin se encogio de hombros y luego me guino el ojo. --Quizas no sea tan famoso. Me rei. --Parece interesante. --Y una oportunidad para salir con un chico muy atractivo. Ademas, no era frecuente que tuviera la posibilidad de hacer actividades de ocio--. Seguro, vamos. *** Comenzamos a vernos con mas frecuencia. Al principio, en eventos sociales neutros, luego se hizo cada vez mas claro que estabamos saliendo. Hacia unos meses que nos estabamos viendo cuando pasamos caminando delante de un gimnasio y Marty sugirio que probaramos el club de baile swing. --?Un chico que quiere ir a danza? No se, no soy muy buena bailarina. Sus labios carnosos se curvaron en una sonrisa traviesa. --?Estas diciendo que los hombres no pueden bailar? --?No es eso un estereotipo? --?No es tambien un estereotipo aquello acerca de que las chicas son buenas bailarinas? --!Buen punto! Me extendio la mano para que la tomara y lo hice con elegancia. --?Bailamos? Me sorprendio descubrir que no solo era inteligente y atractivo, sino tambien un buen bailarin. Pasamos la tarde con nuestros cuerpos cerca el uno del otro, riendonos y sudando. Me tropece y lo pise varias veces pero parecia no importarle. Me ayudo mostrandome como hacer los movimientos basicos y hasta me convencio de que le permitiera balancearme alrededor de su cintura. Fue la vez que mas me diverti en la facultad hasta aquel momento. *** --Nunca antes hice esto, Kristen. ?Tu? --Tenia el cuerpo tenso mientras se colocaba encima de mi, en la cama de mi dormitorio de la universidad. Le habia quitado la camisa y ahora yacia sobre el suelo, adonde la habia arrojado. La superficie de su torso esculpido era suave y me excitaba mucho tenerlo arriba, tan cerca. Me habia sorprendido descubrir que estaba increiblemente en forma para ser un ayudante de catedra cerebrito. Una rutina regular de natacion y baile le hacia aquello al cuerpo. Su pecho jadeaba mientras intentaba controlar la respiracion. Le sonrei. --Si me estas preguntando si soy virgen, tengo que decirte que no. Tuve algunos novios cuando iba a la secundaria. --Ya veo. --Aparto la mirada de la mia, para bajar la vista a mi pecho, adonde usualmente le gustaba mirar. No me importaba. De hecho, me gustaba la manera en que me hacia sentir deseada. Generalmente tenia tanta confianza en si mismo y tenia todo bajo control, pero ahora, en este momento de intimidad, estaba vulnerable. --?Es un problema para ti? --No... Es que nunca tuve una novia antes de ti. Estoy un poco nervioso. --Entorne los ojos y frunci el entrecejo--. Pareces sorprendida. --Lo estoy. Pense que tendrias un extenso historial de citas dado lo inteligente y atractivo que eres. Me observo con aquellos ojos azules intensos. --No confio en los demas con facilidad. Por lo general, no me acerco tanto a las personas. --?Confias en mi? --Con cuidado, le quite los anteojos y los ubique sobre el estante arriba de la cabecera de la cama. Sus ojos se pusieron radiantes. --Confio en ti, Kristen. --Iremos despacio, Marty. Nos tomaremos nuestro tiempo. --Me quite un bretel del vestido del hombro. Tome su mano y la ubique sobre mi seno, que hizo que liberara lentamente una exhalacion al sentir la calidez que irradiaba su piel. Se le encendieron las mejillas. Era tan adorable verlo de esta forma. --Kristen, c-creo que... --?Que quieres decirme? Nego con la cabeza. --Nada. Simplemente eres tan maravillosa. La persona mas increible que he conocido. Sonrei. --?Incluso mas increible que Gary Becker? --Cien veces mas increible. Tire de su cabello castano y acerque sus labios a los mios. Esa noche hicimos el amor por primera vez. *** Marty hizo un agujero del tamano de su puno en la mamposteria de su apartamento. Estaba asustada. Durante las ultimas semanas, habia entrevisto su caracter --pequenos arrebatos por cosas aparentemente triviales que hacian otras personas-- pero no me habian preocupado demasiado. Se lo atribuia al estres. Era ayudante de catedra y, despues de todo, el curso implicaba una gran carga. Pero sus reacciones nunca habian ido tan lejos. --Marty, tranquilizate. No tiene tanta importancia. --Si que la tiene. ?Como pudo hacer eso? ?Acaso no tiene consciencia? --Estas reaccionando exageradamente. No fue su intencion. No vio que venias, por eso abrio accidentalmente la puerta y te pego de frente. Suspiro y se froto la nariz que estaba comenzando a hincharse. Se sento en el sofa de gamuza marron junto a mi, con la cabeza entre las manos. --?Por que te enojas tanto? --le pregunte-- ?Has estado estresado en el ultimo tiempo? -- Comence a acariciarle la espalda suavemente. Tanto para tranquilizarlo a el como para tranquilizarme yo misma. Todavia estaba conmocionada por aquel punetazo. --No, estoy bien --gruno. --Hablame, Marty. Hay algo que no me estas contando. Por un momento no respondio, preferia frotarse las sienes para calmarse. --Nunca le conte esto a nadie... a veces simplemente me enfurezco muchisimo. Mi mama fue un poco dura conmigo cuando era pequeno. --?Que sucedio? Dejo escapar otro largo suspiro. Percibia que estaba analizando si contarme lo que estaba pensando o no. --Era drogadicta. --Las palabras permanecieron en el aire un momento--. Hasta cuando estaba embarazada de mi, inhalaba cocaina. Dice que ahora esta limpia, pero se que aun bebe mucho. El corazon me dolio por el. Sabia como era tener una mala relacion con los padres. Como afectaba tus habilidades sociales y tu capacidad para relacionarte con otras personas. No podias librarte de aquello sin importar cuan lejos huyeras. Para mi, haberme mudado de Texas a Massachusetts no era lo suficientemente lejos. Pensaba que yo la pasaba mal, pero parecia que Marty la pasaba mucho peor. --Siento oir eso --le dije, mientras continuaba frotandole la espalda para tranquilizarlo--. No lo sabia. Se animo inesperadamente. --No te preocupes por ello. Quedo en el pasado. --Me acaricio la mejilla y me beso--. Se que a veces soy muy irascible, pero estoy trabajando en ello. Y tu haces que quiera ser mejor.

  • Media vuelta de Alicia Adam

    https://gigalibros.com/media-vuelta.html

    Lara, una bailarina de danza claisca, cree que su vida sera breve pero intensa. Cuando se queda embarazada este pensamiento se convierte en una obsesion. Antes de morir en un accidente de trafico entrega a su hermana dos cartas, una para su marido Hector y otra para Ashley. Desde la epoca del instituto, Lara piensa que Ashley es la mujer idonea para Hector y que esta enamorada de el desde entonces.Tras el fallecimiento de Lara, Hector se sumerge en una depresion. Los dias para el se han convertido en una sucesion de tareas y actividades. En el aniversario del fallecimiento de su esposa, suena con ella. Lara le muestra la silueta de una mujer en la puerta de la vivienda y le dice: Ve. Hector intentara esclarecer el significado del mensaje.

  • La cupula del cielo de Sebastian Fleming

    https://gigalibros.com/la-cupula-del-cielo.html

    La Roma del Renacimiento es una ciudad gobernada por papas tan belicosos como enamoradizos, y donde el dinero carece de importancia. Julio II encargara al rudo e impulsivo Donato Bramante que construya una nueva basilica sobre las ruinas de San Pedro, la mas impresionante que se haya visto hasta entonces: la edificacion mas grande de occidente sera un simbolo del poder de la Iglesia.

  • El Gigante Enterrado, Kazuo Ishiguro de Kazuo Ishiguro

    https://gigalibros.com/el-gigante-enterrado-kazuo-ishiguro.html

    Inglaterra en la Edad Media. Del paso de los romanos por la isla solo quedan ruinas, y Arturo y Merlin ?amados por unos, odiados por otros? son leyendas del pasado. Entre la bruma todavia habitan ogros, y britanicos y sajones conviven en unas tierras yermas, distribuidos en pequenas aldeas. En una de ellas vive una pareja de ancianos ?Axl y Beatrice? que toma la decision de partir en busca de su hijo. Este se marcho hace mucho tiempo, aunque las circunstancias concretas de esa partida no las recuerdan, porque ellos, como el resto de habitantes de la region, han perdido buena parte de la memoria debido a lo que llaman <>. En su periplo se encontraran con un guerrero sajon llamado Wistan; un joven que lleva una herida que lo estigmatiza; y un anciano Sir Gawain, el ultimo caballero de Arturo vivo, que vaga con su caballo por esas tierras con el encargo, segun cuenta, de acabar con un dragon hembra que habita en las montanas.

  • El amor de Heronimo de Cristo Alcala

    https://gigalibros.com/el-amor-de-heronimo.html

    Heronimo Mon.Duenos absoluto, de las Metalurgicas mas grandes del mundo.El rey del acero.Nuestro querido, jefe de los jefes.Ya no hay 4 reglas.Tampoco, femina de turno.?Que ocurre, cuando el futuro choca con el pasado?Porque Heronimo, nuestro senor oscuro libera sus miedos y demonios.Arriba de un ring.El desenlace, de su entrega.Y nuestra historia de amor.Sensual y sexualmente directa.Vas a reir.Vas a llorar.Te vas a emocionar.?Mencione, que vas a reir mucho?Y vas a descubrir, la fuerza y el amor de unas flechas rosas pintadas en lapiz rosa.Segunda y final entrega, de la novela mas linda del mundo.

  • Un revolver y siete rosas (Elizabethtown 1) de Brenna Watson

    https://gigalibros.com/un-revolver-y-siete-rosas-elizabethtown-1.html

    Le dolian tanto los pies que apenas podia continuar avanzando. Desde que habian abandonado Cold Harbor, donde la Union habia sufrido una de sus mayores derrotas, se habian dirigido a Petersburg para unirse al asedio de la ciudad. Alli pretendian hacerse con el control de aquel punto estrategico y cortar las comunicaciones ferroviarias que abastecian al ejercito del general Lee. Gabriel Sinclair no recordaba cuantas horas llevaba caminando y, cuando al fin alcanzaron su destino y obtuvieron permiso para descansar, lo primero que hizo fue quitarse aquellas malditas botas. Contemplo, con una mueca de dolor, sus pies ensangrentados y los dedos casi agarrotados y deformes a fuerza de llevar un calzado dos numeros menor al que le correspondia. Al menos, penso, no iba descalzo. No hacia muchos dias que habia contemplado el cadaver de uno de aquellos confederados, que habia cubierto sus pies con pedazos de carton pintados de negro. A su lado se tendio su primo Russell. El y Mitchell Chapman, Mitch, parecian los unicos conformes con su indumentaria, el ultimo a causa de unas relucientes botas que le habia hecho llegar su padre desde Saint Louis, aunque al parecer seguia echando de menos sus zapatos Oxford. <>, se dijo, aunque sin atisbo de acritud. Mitch era un buen chico, y generoso ademas. Compartia con sus companeros casi todo lo que le hacian llegar desde casa, desde dulces a camisas nuevas. De hecho, le habia sugerido a Gabriel intercambiar con el las botas de vez en cuando, solo para que pudiera descansar los pies, pero se habia negado a aceptar. Ya era suficiente con que sufriera uno de los dos, aunque en ocasiones, como esa en concreto, se arrepentia de no haber accedido. David Cassane se sento cerca de ellos, apoyo la espalda contra un arbol y, como era su costumbre, abrio aquel cuaderno de tapas negras que siempre llevaba con el para ponerse a escribir. Gabriel admiraba su capacidad de concentracion. Era capaz de abstraerse hasta en las condiciones mas adversas. --?Que crees que escribira ahora? --pregunto Brett McFarlane con su habitual sonrisa. Se dejo caer junto a Russell, que protesto cuando lo empujo sin querer--. Si no hemos hecho otra cosa que caminar durante dias. --Seguro que esta escribiendo sobre ti --bufo Russell. --Entonces necesitara un cuaderno mas grande --bromeo Brett. Mitch habia encendido un pequeno fuego y colocado una cafetera encima. Por suerte, en ese momento disponian de agua en abundancia, aunque nunca se sabia cuanto iba a durar la buena fortuna. Gabriel aun recordaba la ultima vez que habia recogido el agua de lluvia con sus botas y habia tenido que beber de ellas antes de llenar su cantimplora. David finalizo su escritura antes de lo acostumbrado, guardo el cuaderno en el bolsillo superior de su chaqueta, y la pluma, con sus iniciales grabadas, en el macuto. --?Que creeis que hacemos aqui? --les pregunto a bocajarro. --Impedir que los confederados entren o salgan de Petersburg --respondio Mitch, que siempre parecia el mejor informado de todos. --Es decir, que esto puede alargarse durante dias. --Si, supongo. Cuando la cafetera comenzo a silbar, Mitch la retiro del fuego y sirvio cafe para todos. Gabriel nunca habia sido muy aficionado a aquella bebida tan amarga, pero era una de las pocas cosas que el ejercito distribuia con profusion. Mientras disfrutaban de aquellos minutos de descanso, observo a los hombres que lo rodeaban uno a uno. Se habian conocido en Pennsylvania, al poco de alistarse en el ejercito, y en los tres anos infernales que llevaban juntos se habian vuelto inseparables. Juntos tambien padecieron hambre y sed, un calor abrasador y un frio que a punto estuvo de llevarselos al otro lado. Se habian curado mutuamente las heridas y compartido las provisiones y, en las noches mas oscuras, se habian consolado compartiendo lagrimas y suenos. Eran los mejores amigos que un hombre podia tener, estaba convencido. Gabriel Sinclair aun no podia saber lo que les aguardaba, ni sospechar siquiera que muy pronto iban a perder a uno de ellos en la que seria conocida como una de las acciones mas sangrientas de toda la guerra: la batalla del Crater. Capitulo 1 Elizabethtown, Kansas. Octubre de 1870 El sol aun estaba alto cuando Eleanor Montgomery se bajo del tren en Elizabethtown. La estacion no era mas que un conjunto de tablas desbastadas y una pequena oficina, con los cristales tan cubiertos de polvo que era imposible apreciar si habia alguien en su interior. Un hombrecillo emergio del edificio para ocuparse de que su equipaje fuese colocado en el anden. Cuando el tren se puso en marcha de nuevo, le dedico una leve inclinacion de cabeza y regreso a su cubiculo. Eleanor recorrio con la mirada el modesto apeadero para cerciorarse de que su marido, James Montgomery, no habia acudido a recibirla. Tras casi una semana de viaje desde Richmond, Virginia, llegaba por fin a su destino, al Salvaje Oeste del que tanto habia oido hablar. Se pregunto una vez mas si habia tomado la decision acertada. Un ano antes, tras el fallecimiento de su madre, le sugirio a su esposo la idea de reunirse con el en el Oeste, pero James alego multitud de buenas razones para que no lo hiciera, y ella se plego a sus deseos. La guerra le habia arrebatado a Eleanor cuanto poseia, empezando por su padre y sus dos hermanos, y luego su plantacion de tabaco, que vio arder hasta los cimientos a manos de los yanquis. Su madre y ella se vieron obligadas a aceptar la generosidad de los Cathaway, viejos amigos de la familia, para poder sobrevivir. James Montgomery III habia sido amigo de su padre toda la vida, a pesar de ser algo mas joven, y habia aceptado la propuesta de desposar a su hija como un favor personal. Su fortuna habia sucumbido bajo el ejercito del general Ulysses S. Grant, al igual que la de Eleanor y su familia, y los habitantes del viejo Sur habian tratado de estrechar aun mas los lazos que los unian. Con veinticuatro anos ya cumplidos, Eleanor seguia soltera, y las posibilidades de encontrar un esposo apropiado se habian desvanecido con la guerra. Su padre, que se recuperaba de una herida por aquel entonces que acabaria con el meses despues, habia propuesto un matrimonio de conveniencia que fue aceptado por ambas partes. Eleanor recordo, no sin cierto rubor, su noche de bodas. James era veinte anos mayor que ella, un viudo bien parecido que resulto ser un hombre considerado y atento, en el lecho y fuera de el. Hacia anos que Eleanor habia abandonado sus suenos romanticos de juventud, y vio el matrimonio con James como la ultima oportunidad de no convertirse en una solterona. Solo un mes despues del matrimonio, el se habia mudado al Oeste en busca de fortuna, con la esperanza de regresar con dinero suficiente como para empezar de nuevo. Cinco anos llevaba Eleanor aguardando reunirse con ese hombre que era practicamente un desconocido, y se habia cansado de esperar y de aceptar todas las excusas con las que el habia argumentado esa separacion. Nada la ataba ya a su Virginia natal y su deber era estar junto a su esposo, para labrar juntos su incierto futuro. Habia empaquetado sus cosas y, el dia antes de partir, le habia enviado una carta anunciando su llegada, sin otorgarle tiempo suficiente para una replica en la que intentaria hacerle cambiar de idea. Algo habia fallado en su plan, porque James no se encontraba alli. Sintio que el jefe de estacion la observaba desde el otro lado del sucio cristal de su ventanilla. Se imagino que no debia de ser muy corriente ver a una mujer ataviada con un vestido de muselina sentada sobre un desvencijado banco, rodeada por media docena de baules y otros tantos bultos de distintos tamanos. Esa manana, en el tren, se habia esmerado en acicalarse para causar buena impresion a un marido al que apenas recordaba. La estrategia no surtiria efecto si no aparecia pronto; el aspecto saludable y lozano que pretendia aparentar se iria al traste. Decidio concederle otros veinte minutos, tiempo mas que suficiente para que el hubiese oido el silbato del tren desde cualquier punto del pueblo en el que se hallase y acudiese en su busca. Transcurrio ese tiempo, y algo mas. La espera comenzaba a ser insoportable. Tal vez James no estaba ese dia en Elizabethtown, quizas habia viajado hasta Abilene, a cuarenta y cinco millas de distancia, y habia olvidado dejar instrucciones para que alguien acudiese a recogerla. O, peor aun, tal vez su carta aun no habia llegado. Ese pensamiento le helo momentaneamente la sangre. Se aproximo a la ventanilla, dispuesta a remediar el estado de incertidumbre en el que se hallaba. --?Necesita ayuda? --le pregunto el hombrecillo desde el otro lado del cristal. --Si, por favor --le respondio, ofreciendole su mejor sonrisa--. ?Podria guardar mi equipaje en la estacion mientras voy en busca de mi esposo? --Por supuesto --contesto solicito--. Ahora mismo me ocupo de ello. Eleanor permanecio erguida, retorciendose las manos con nerviosismo mientras el hombre salia de detras del mostrador, cruzaba la puerta y se aproximaba a sus baules. Su aspecto le resultaba simpatico, un hombre pequeno y energico, que caminaba dando saltitos y cuyos ojos, de un azul desvaido, se movian al mismo ritmo bajo la montura de sus lentes. --?Se le ofrece algo mas? --le pregunto, al ver que ella no se movia del sitio. --Le agradeceria mucho si pudiera orientarme. Acabo de llegar y aun no conozco el pueblo. --Me he dado cuenta de ello. --Le sonrio con amabilidad--. Permitame que me presente. Soy Matt Perkins, el jefe de estacion --le dijo, e inclino ligeramente la cabeza al tiempo que sus pulgares se enganchaban de los tirantes que sostenian sus pantalones--. Este es un lugar pequeno, y aqui nos conocemos todos. ?Que necesita saber? --?Podria indicarme como llegar al negocio de James Montgomery? --Le dedico su mejor sonrisa. --Crei que habia dicho que iba en busca de su esposo --contesto el hombre mientras la miraba con cierta suspicacia. --El senor Montgomery es mi marido --aclaro ella, irguiendose ante lo que parecia una inexplicable mirada de reproche. --!Que me aspen! ?Habla usted en serio? --Perkins la observo de arriba abajo, con las cejas ligeramente alzadas y la boca formando una extrana mueca que no supo interpretar. --Desde luego que si --contesto de forma rotunda, atonita ante la falta de modales de su interlocutor--. ?Como se atreve a dudarlo? --Disculpeme, senora, no era mi intencion ofenderla --le respondio con un tono mucho mas suave--. Es solo que no sabia que tuviera esposa… --Le escribi diciendole que venia, pero, como puede ver, no ha acudido a recibirme. Tal vez mi carta no llegara a tiempo --dijo con una voz apenas audible, mientras se recriminaba el proporcionar tanta informacion a un desconocido. De repente, el hombre parecio a punto de sufrir una apoplejia. Se saco un arrugado panuelo del bolsillo y se seco la frente, sin dejar de observarla durante todo el proceso. Luego se coloco las manos sobre los rinones, como si se estuviese preparando para pronunciar un discurso. Cuando volvio a meterlas en los bolsillos y a hundir los hombros, la que estaba a punto de sufrir la apoplejia era Eleanor. --Creo que sera mejor que se siente --le dijo al fin, indicandole el mismo banco que acababa de abandonar. --!Pero si acabo de levantarme! --Lo se, lo se, pero sera lo mejor --le aseguro con un expresivo gesto de las manos en direccion al descascarillado asiento. --?Que ocurre? !Me esta usted incomodando! --Oh, creame que lo lamento, de verdad que si. ?Quiere usted tomar un vaso de agua? --?Un vaso de agua? --Eleanor no salia de su asombro. --Si, claro, que estupidez --contesto Perkins sin mirarla, como si hablara consigo mismo--. Mejor un whisky, ?no? --?Un whisky? ?Pero se puede saber que ocurre? ?Donde esta mi marido? --Las sospechas se acumulaban en el aire como un remolino de polvo--. ?Le ha sucedido algo? La pausa fue tan elocuente que Eleanor cayo desmadejada sobre el banco. --Es eso, ?verdad? --pregunto con un hilo de voz, lamentando no haber aceptado ese vaso de agua. --Me temo que si, senora --balbuceo el hombrecillo--. Creame que siento ser yo quien le comunique la noticia, pero su marido… bueno, su marido ya no esta entre nosotros. --?Mi marido ha… muerto? --Eleanor sentia como si el mundo se hubiese puesto a dar vueltas a su alrededor. --Eso es, senora, exactamente --respondio Perkins, visiblemente aliviado. --?Como? ?Cuando? --balbuceo ella al cabo de una larga pausa. --Sufrio un ataque el domingo, y el medico no pudo hacer nada por el. Dijo que le habia fallado el corazon, asi, de repente. Fue enterrado hace dos dias. Lo siento mucho. Muerto. James habia muerto. Eleanor aguardo a experimentar el aguijonazo de dolor que ya le resultaba familiar, pero, para su sorpresa, no se produjo. Un latido sordo en el interior del pecho, producto mas del asombro que de la angustia, fue la unica senal que se dejo sentir. No era una reaccion inapropiada, se dijo a si misma, teniendo en cuenta que apenas se conocian. Pero era una desgracia. Aun era un hombre joven y era su marido. ?Como habia podido suceder algo tan terrible? ?Que iba a ser de ella ahora? Mientras esos pensamientos cruzaban por su mente, no era consciente de que el jefe de estacion observaba consternado los dos lagrimones que se deslizaban por sus mejillas. --?Quiere que vaya a buscar a alguien? --le pregunto transcurridos unos minutos. Eleanor emergio de su catarsis y observo al hombre, al que le parecia ver por primera vez. Su rostro angosto y veteado de arrugas, enmarcando esos ojillos vivaces de un azul traslucido que ahora parecian ligeramente empanados, las cejas tupidas y aun oscuras, el escaso cabello que ya empezaba a clarear… Su cara ahora amable la contemplaba con cierta preocupacion, que le parecio normal dadas las circunstancias. --No, gracias. No conozco a nadie en el pueblo --contesto mientras intentaba recuperar la compostura. --Podria avisar al reverendo Spencer. O al medico. ?Necesita usted sus sales? --?Mis sales? --inquirio con cierta perplejidad. --Si, ?no las necesitara? ?Y si se desmaya? ?No es eso lo que se utiliza cuando una mujer pierde el conocimiento? --No se inquiete. Estoy practicamente segura de que no voy a desmayarme --respondio, no del todo segura de sus palabras. El cansancio de los ultimos dias parecio abatirse sobre ella. Perkins asintio, aunque no parecio muy convencido con la respuesta. La vio fruncir el ceno y morderse el labio inferior, como si anduviera perdida en profundas cavilaciones, lo que no era de extranar. --?Podria usted indicarme ahora como llegar a la casa de mi marido? --pregunto al fin, clavando en el unos ojos de color miel que de repente parecian demasiado grandes para aquel rostro tan delicado--. Creo que sera lo mas apropiado. --Oh, bueno, vera… yo creo que estara mejor donde la viuda Dupre. Tiene una casa de huespedes y seguro que la acogera con mucho gusto, hasta que se sienta con fuerzas. --Es muy amable, pero creo que sera mas conveniente que me aloje en mi propia vivienda. --Si, por supuesto, pero… en fin… no se como… --Perkins se miraba los pies mientras trataba de encontrar las palabras apropiadas, para mayor consternacion de Eleanor--. Su marido no tenia una casa propiamente dicha. --?Donde vivia entonces? --inquirio, preguntandose que mas desagradables sorpresas la aguardaban--. ?En un hotel, quizas? --Oh, no, no, senora. James Montgomery tenia una buena propiedad --aclaro. --Senor Perkins, ?donde vivia mi marido? --Encima de su local, senora, en una especie de apartamento que se hizo construir a su gusto. Eleanor asintio, aprobando la idea de James de aprovechar el negocio tambien como vivienda, un modo de ahorrar un dinero que pensaba invertir en Virginia a su regreso. --?Y sabe usted donde esta? --pregunto con suavidad. --Por supuesto que si, senora --respondio con desparpajo, como si le ofendiera la idea de no saber donde se encontraba el lugar--. En la calle principal, justo pasada la barberia de Cooper, gire a la izquierda y se dara de bruces con el. --Muchas gracias, senor Perkins. --Le sonrio con dulzura mientras se incorporaba--. ?Me guardara el equipaje hasta que pueda hacer que alguien venga a buscarlo? --No pensara ir alli ahora, ?verdad? --Me temo que no tengo otra opcion. No puedo quedarme aqui indefinidamente, ?no le parece? --No, claro. Pero ya le he dicho que la viuda Dupre estara encantada de acogerla. Es una mujer muy amable, y su cocina es estupenda. --Gracias, lo tendre en cuenta. Ha sido usted muy considerado, senor Perkins, y se lo agradezco mucho. Espero que volvamos a vernos pronto. Eleanor se sacudio el vestido, irguio la espalda y, tras despedirse con un leve y estudiado gesto, cruzo la estacion y salio por el lado que daba al pueblo, que se arracimaba a escasa distancia. Elizabethtown habia crecido alrededor de una calle principal y se habia extendido hacia ambos lados mediante una serie de calles mas estrechas, formando una cuadricula. Eleanor sabia por las cartas de James que el ganado procedente de las propiedades situadas al sur bordeaba el pueblo una vez al ano, con destino a los corrales situados al otro lado de las vias, para ser posteriormente subido a los vagones y transportado hasta las fabricas del Este. Mientras recorria la arteria principal, apenas era consciente de las miradas curiosas de las personas con las que se cruzaba. Las visitas femeninas no eran muy frecuentes en un pueblo que vivia casi exclusivamente del ganado de los ranchos vecinos y de algunas manadas que llegaban desde Texas. Y menos visitas tan elegantemente ataviadas como aquella mujer, cuyo vestido de muselina amarillo palido destacaba como una flor en un prado. La gracia con la que caminaba, sosteniendo con elegancia su sombrilla y balanceando suavemente su ridiculo, atrajo mas de una mirada. Eleanor paso frente a varios negocios y viviendas sin fijarse en nada, buscando con la mirada la columna bicolor que anunciara la barberia del pueblo. Su mente solo registro que el pueblo no parecia demasiado grande, que las construcciones eran solidas y que hacia mucho calor. Los tacones de sus botines resonaban sobre el entarimado de madera con una cadencia ritmica, mientras iba inclinando la cabeza de forma mecanica ante todo aquel que se cruzaba en su camino. Se sentia tan aturdida y cansada que temia detenerse antes de llegar a su destino y echarse a llorar en mitad de la calle, algo que una senorita no debia hacer jamas. Su educacion y sus modales eran lo unico que poseia en esos momentos, y trataba de aferrarse a ellos como a una tabla de salvacion en medio de un naufragio. Se permitiria derrumbarse y llorar solo cuando se encontrase en el interior de su nuevo hogar, sin testigos.

  • Tres entre montanas de Humphrey Slater

    https://gigalibros.com/tres-entre-montanas.html

    En un campo de prisioneros comunes del sur de Francia,coinciden un ladron de origen ingles, un estafador de origenalsaciano y un contrabandista de origen espanol. Los nazislos toman por tales. Sin embargo, el lector sabe que sontres espias con importantes misiones que cumplir.

  • A otra con ese cuento, Raquel Antunez Cazorla de Raquel Antunez Cazorla

    https://gigalibros.com/a-otra-con-ese-cuento-raquel-antunez-cazorla.html

    Lucia es una chica normal y corriente que vive como quiere y puede. Comparte piso con sus dos mejores amigas, trabaja en una importante empresa y mantiene una relacion mas o menos estable con Daniel, el chico que le gusta. Pero un buen dia todo cambia de la noche a la manana. Lucia es enviada a otra oficina bajo el mando de una jefa despota que parece tener algo contra ella. Como si esto no fuese suficiente, ademas tiene que aguantar a Marcos, un companero que muestra un extrano interes por ella, no sabe si espia para la jefa o si solo es un tarado. Para colmo, algo no acaba de funcionar bien con Daniel y la sombra de la sospecha empieza a planear sobre su idilico romance.

  • Azul De Medianoche, Simone van der Vlugt de Simone Van Der Vlugt

    https://gigalibros.com/azul-de-medianoche-simone-van-der-vlugt.html

  • Arecuna (Aventura 1) de Carolina Vivas

    https://gigalibros.com/arecuna-aventura-1.html

    El bombon mas moderno, escandaloso y curvilineo de la capital de Venezuela acaba de escapar de su propia boda. Algunos matrimonios no duran para toda la vida, pero un par de horas sin duda es un nuevo record.
    La comunidad Arecuna no esta preparada para Belen Alvares, y ella definitivamente no esta preparada para el doctor Juan Josue Miranda, triguena y salvaje ayuda con la que cuentan los habitantes de Canaima.
    Juan Josue, tan colaborador como guapo, siempre trata de mantenerse alejado de las turistas, las despedidas y relaciones pasajeras no le interesan. Pero esta mujer con su sonrisa sincera y ojos que parecen ver dentro de el pronto hace que pierda el juicio.
    Cada uno tiene modos diferentes de enfrentarse a la vida, lo que ellos ignoran, es que en esta tierra magica todo puede suceder.
    Arecuna es donde ocurren los romances que no parecen de este mundo, donde no hay caducidad ni dias que contar; donde sin estar buscando encuentras todo lo que se ama para siempre.

  • Cuando la vida es sexo de Mar De La Vega

    https://gigalibros.com/cuando-la-vida-es-sexo.html

    Si hay una palabra que define la vida de Adriana Herranz sin duda es SEXO. Psicologa y sexologa de profesion, por su consulta van a pasar pacientes de todo tipo, alguno acompanado de graves peligros para ella. En el plano personal esta casada con Hugo Velarde y muy unida al hermano gemelo de este, Bruno. Descubre en esta intensa novela todos los detalles de la complicada y sensual vida de Adriana.

  • El jardin del hombre ciego de Nadeem Aslam

    https://gigalibros.com/el-jardin-del-hombre-ciego.html

    El jardin de un hombre ciego narra los problemas provocados por el choque de culturas en el ambito familiar con el terrorismo como telon de fondo. La historia se desarrolla a lo largo de un mes clave de nuestra historia: el octubre que precedio al 11-S.

  • Diamante negro (Obsidiana 2) de Victoria Quinn

    https://gigalibros.com/diamante-negro-obsidiana-2.html

    Se que no voy a cambiar nunca.
    Naci en la oscuridad y ahi es exactamente donde me quedare.
    Rome es dulce, amable y vainilla.
    Pero yo cambiare todo eso.
    Le mostrare quien soy de verdad.
    Y le pondre ese diamante negro en el dedo.

  • Un yogurin surfista envuelto para regalo, por favor de Sandra Broa

    https://gigalibros.com/un-yogurin-surfista-envuelto-para-regalo-por-favor.html

    En el verano de 2015, mis amigos y yo nos fuimos de vacaciones una semana a la playa. En aquel entonces todavia no habia llegado el baby boom a mi pandilla y solamente habia una pareja que tenia una nina de tres anos. Los demas todavia no se habian decidido a tener descendencia a pesar de llevar mil anos emparejados (a excepcion de mi hermana y de mi que eramos las unicas solteras del grupo), por lo que las vacaciones se presentaban como una semana de relax llena de planes tranquilos y familiares. Y la verdad es que si que lo fueron, a excepcion de una noche, en la que vivimos la historia mas absurda que hemos protagonizado jamas… y eso que la mitad de nosotros ni siquiera llegamos a salir de casa.