• libro dejen todo en mis manos - Mario Levrero

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    Un viaje detectivesco e iniciatico en busca del <>.

  • Dejen todo en mis manos | Penguin Libros

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    Dejen todo en mis manos ... A partir de la aceptación del novelista, comienzan los desenlaces kafkianos de este libro genial de Mario Levrero , maestro ...

  • DEJEN TODO EN MIS MANOS | MARIO LEVRERO - Casa del ...

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  • Dejen todo en mis manos (Literatura Random House)

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  • Dejen todo en mis manos: la novela es buena, pero… - La ...

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    14 sept 2018 — Mario Levrero articuló en Dejen todo en mis manos una fascinante novela ... pero hoy en día sus libros, continuamente reeditados, ...

  • Dejen todo en mis manos - Libro de Mario Levrero - Lecturalia

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    Comentarios y opiniones de Dejen todo en mis manos ... Entretenida y breve novela, de fácil lectura, con elementos kafkianos. Otros libros del autor.

  • DEJEN TODO EN MIS MANOS - CABALLO DE TROYA - Tipos ...

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  • Dejen todo en mis manos by Mario Levrero - Goodreads

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    Dejen todo en mis manos book. Read 40 reviews from the world's largest community for readers. Un escritor en crísis, está a punto de iniciar una aventura...

  • Una novia para el griego de Lynne Graham

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    El habia descubierto su secreto… !Tenia un hijo suyo!

  • El consul infiltrado de Esteban Navarro

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    El 2 de noviembre de 1972, tres jovenes activistas del Colectivo Hoz y Martillo entraron en el consulado frances de Zaragoza para realizar una sonada protesta contra el pais vecino, por su apoyo a la dictadura franquista. No querian matarle, pero Roger Tur, de 68 anos, fallecio cinco dias mas tarde, a consecuencia de las graves quemaduras sufridas en el asalto. Admirado por su labor diplomatica y su integracion en la sociedad zaragozana, Tur ocultaba una actividad sorprendente: fue espia de los aliados en esa Zaragoza de los anos cuarenta que albergo a numerosos nazis.

  • Proyecto de vida de Victoria Pade

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    Ellen Gardner no iba a permitir que el fracaso de su matrimonio o ciertas dificultades medicas se interpusieran en su sueno de tener un hijo. Como fiscal, estaba mas que acostumbrada a negociar para conseguir lo que queria. Por eso, cuando necesito la ayuda del medico mas buscado de la ciudad, tampoco dejo que el mal caracter de aquel tipo se interpusiera en su camino.

  • Al final mueren los dos de Adam Silvera

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    ?Puede un solo dia albergar toda una vida?

  • Lo que le falta al tiempo de Angela Becerra

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    Ella pensaba que la muerte era obscena, hasta que abrio el armario. Durante quince anos habia estado tentada de tocarla, pero su madre le habia advertido que los muertos no se tocan. Habia llegado el dia. Su madre ya no estaba para impedirselo y ella se sentia mas sola que nunca. ?Seria fria como imaginaba? ?O aquella sensacion de vida que parecia emanar de aquel cuerpo adolescente, encogido por el tiempo dormido, le regalaria algo mas que una presencia sacrilega y muda? Tiro de la palanca y el gran cofre de cristal aristado surgio de la oscuridad. Limpio con delicadeza la capa de polvo incrustado, hasta ver aparecer del fondo aquellas pestanas clausuradas que de pequena tantas veces habia querido abrir con sus propios dedos. ?Por que nunca habia despertado por mas que la llamaba? Una luz cenital cayo de lleno sobre La Santa, marcando como un pincel los claroscuros de su tez sonrosada y serena, interrumpida por las marcas dejadas por las piedras. Si, a pesar de las heridas infligidas con alevosia y de los cientos de anos transcurridos entre esos cuatro cristales, la muerta seguia siendo bella: una bella dormida. Ahora que volvia a verla, sentia que ese cuerpo la inundaba de calidez. ?Los muertos acompanan mas que los vivos? ?Donde habia quedado aprisionado el corazon de esa pequena adolescente? Una paloma blanca sin alas. ?Seguiria latiendo inmovil con sus suenos vacios de esperanzas? La cerradura lloraba oxido y sus manos, empapadas de presagios, vacilaban. Levanto la tapa y cuando estaba a punto de acariciar el rostro de La Santa, una antigua medalla que descansaba sobre el pecho inerte llamo su atencion. ?Era un escudo? Parecia un extrano simbolo, una especie de moneda que, a modo de jeroglifico, entrecruzaba algunas letras latinas creando un circulo cerrado, intrigante y bello. La retiro despacio, procurando no rozar los ropajes deshilachados de la muerta, temiendo despertarla de su eterno letargo. Despues, en un gesto instintivo, miro a lado y lado buscando quien la recriminara. Nadie; solo los ojos amarillos de su gata la observaban ausentes. Un pequeno robo, un regalo para su cuello. Mas tarde, no tuvo el valor de tocar a la muerta por miedo a confirmar sus sospechas. ?Y si estaba fria como su padre y su madre? ?Y si se deshacia como las alas de una mariposa entre sus dedos? Seguiria pensando que era tibia; tan tibia y calida como una hermana. No estaba preparada para perder a otro ser querido. No, por ahora. Empujo de nuevo el arca y el mecanismo volvio a esconder en la penumbra aquel secreto tan celosamente guardado. Salio a la calle con la sensacion de saberse protegida; la medalla que ahora llevaba escondida entre sus senos habia pertenecido a La Santa; era como si estuviera a su lado y a cada paso que daba le dijera <>. Cruzo la rue Saint-Jacques y tomo el camino de siempre, entreteniendo sus ojos en las empezunadas gargolas de la iglesia de Saint-Severin; dragones, aguilas y leones, como aves rapaces, parecian rugirle desde lo alto. Ahora ya no les temia. Despues de abrir el sarcofago y enfrentarse cara a cara con la muerte, le quedaban pocos miedos por resolver. El bullicio de las terrazas acabo por envolverla en alegrias. Su barrio tenia el alma joven y esa manana de junio ella celebraria su veintitres cumpleanos regalandose lo que llevaba ansiando desde hacia mucho: recibir clases del gran pintor y maestro Cadiz. Sus cuadros eran un grito de provocacion distante y a la vez intimidatorio. Parecia deleitarse manoseando la psiquis del observador hasta extraerle los deseos mas escondidos, produciendo un estado de hipnosis sobre su obra de la cual era imposible liberarse. Desde hacia anos seguia su trayectoria. Lo conocia todo de el; su trazo inimitable, su personal colorido, su magistral tecnica pictorica, y lo admiraba con veneracion de principiante, aunque estaba dispuesta a que no se lo notara. Habian hablado por telefono, y a ella le parecio demasiado facil todo. ?Le estaria tomando el pelo? En el trayecto al estudio de aquel gigante de la pintura acabo por decidir que se haria imprescindible; una alumna ejemplar capaz de aportar algo que al pintor le fallaba en sus cuadros: los pies. Aquellos manchones informes no acababan de estar a la altura del resto de su obra y habian acabado convertidos en uno de sus sellos, pero a ella no podia enganarla: era pintora y estaba convencida de que no sabia hacerlos mejor. Una vez cruzo las entranas de Paris, salio del metro en el Boulevard Montparnasse y fue deambulando entre mesas y tiendas. Todavia le quedaban treinta minutos y no iba a llegar ni un segundo antes, ni uno despues. Camino y camino hasta alcanzar la calle que aparecia en el plano. Frente al numero 2 del passage de Dantzig se detuvo. Lo que veia no podia ser cierto. Aquello era una isla donde parecia gemir la naturaleza en su abandono. Decenas de cabezas mutiladas rodaban por los suelos entre madreselvas sin madre y cuerpos sin dueno. Un gato del color de la madera dormia sobre una mesa abandonada, mientras los pajaros hacian de las suyas en ese paraiso perdido en medio del tiempo. Sabia que el taller de Cadiz estaba en pleno corazon del barrio, lo suponia grandioso, pero lo que nunca llego a imaginar es que fuera exactamente La Ruche, el pabellon de las Indias Britanicas construido por Eiffel para la Exposicion Universal de 1900. Parecia a punto de venirse abajo. A la entrada, las cariatides cansadas de anos resistian estoicas el peso de la fachada. Toco el timbre. Una voz grave, de violonchelo ronco, la invito a pasar llamandola por su nombre. ?Como sabia que era ella? ?La estaria observando? De pronto, sus manos le escurrian ansiedades. Se miro en el cristal de la ventana y se gusto. El olor a trementina, pintura y disolventes le dio la bienvenida. Un desorden infernal se respiraba, sofocandola. Cientos de botes esparcidos por el suelo, en medio de diarios extendidos, fotos, monticulos de arena, sacos de cemento, pegamentos, mediums, espatulas y pinturas derramadas, amenazaban con devorarla. No quedaba un solo centimetro limpio. Chorreones de acrilicos, oleos y gomas habian ido formando una especie de suelo lunar con crateres y empinadas colinas de dificil acceso. ?Como podia alguien trabajar en medio de semejante caos? Parecia que durante anos nadie lo hubiese limpiado. A pesar de ello, aquel pabellon circular era una autentica obra de arte de la arquitectura. Por un momento imagino a Chagall, Kandinsky, Soutine, Modigliani, Giacometti, Calder, Picasso, todos sus idolos reunidos en ese espacio unico, y su pensamiento fue interrumpido por los pasos del pintor. Lo vio venir enfundado en su mono de trabajo y todo el le parecio un cuadro viviente. Desde la serpiente de humo que dejaba su pitillo hasta los brochazos amarronados de su ropa llevaban su huella artistica. Se detuvo frente a ella mirandola con ojos estacionarios y despues de un largo silencio en que logro intimidarla, le hablo. --Mazarine, ?se puede saber que buscas?

  • La Decada que nos dejo sin aliento de Juan Eslava Galan

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    La decada que nos dejo sin aliento pertenece a la serie dedicada al siglo XX, de la que ya han aparecido tres volumenes que abarcan desde 1936 a 1959. Esta vez el tema son los anos comprendidos entre 1973 y 1982: comienza con el asesinato de Carrero Blanco y termina con Alfonso Guerra levantando la mano de Felipe Gonzalez en una ventana del hotel Palace de Madrid tras la victoria socialista en las elecciones. En ese decenio escaso, el pueblo espanol transita de la dictadura a la democracia tras navegar por los turbios anos de la Transicion. Es probablemente la etapa mas decisiva e interesante de nuestra historia contemporanea, llena de torpes improvisaciones y de pactos contra natura. Nuevamente los familiares personajes de la serie (Chato Puertas, don Proculo, la Uruguaya, etc.) nos llevaran de la mano a traves de esos anos en los que Espana experimenta una revolucion social y politica sin precedentes.

  • El nacimiento imperfecto de las cosas – Guido Tonelli de Guido Tonelli

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    Tonelli es uno de los investigadores mas destacados del famoso CERN de Ginebra que alberga el acelerador de particulas LHC y contribuyo decisivamente, junto con Fabiola Gianotti, a la confirmacion de la existencia del boson de Higgs, tambien conocido como la <>. Nadie como el para acercarnos de un modo divulgativo y ameno a los grandes temas de la nueva fisica: las particulas elementales, los multiversos, la materia oscura, las ondas gravitatorias, la teoria de la supersimetria o la de la unificacion de las fuerzas fundamentales. Pero este no es un libro divulgativo al uso, Tonelli se revela como un notable escritor y maneja la ironia, la epica e incluso la lirica para plasmar temas que sin la habilidad del autor resultarian abstrusos.

  • Cuba de Patricio Fernandez

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  • Inflamable 2 de Eva M. Soler , Idoia Amo Ruiz

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  • Un ligero parecido puede llevar a confusion de A. R. Cid

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    Si alguien me dijera donde me encontraria hoy pensaria que mentia. Ahora no reconozco a la mujer que me devuelve la mirada desde el reflejo del espejo y lo mas sorprendente es que me encanta. Al fin encontre la mejor version de mi misma. Sencillamente, soy feliz. Crei que necesitaria muchas cosas, no es cierto. Aun no habian dado las siete y ya estaba en pie. ?Madrugar yo? !Jamas si se podia evitar! Pero... El tiene que trabajar y no puedo dejarlo marchar, asi como asi, me dije instantes antes, mientras saltaba de la cama sin hacer mucho ruido y con una sonrisa de oreja a oreja. ?Cuales son mis planes? Ni idea, ya se me iran ocurriendo por el camino y es que, quien me diga que el sexo no es adictivo miente. Desde que coloque mis manos sobre su cuerpo escultural y, puede que, con un ciento de chupetones involuntarios, lo marque como mio, siempre necesito mas. (Me he borrado del gimnasio, ahi lo dejo). El, como todas las mananas entro en el bano sin echar el cerrojo. El agua caera con fuerza en segundos y esa sera la senal, no quiero ser descubierta. Su cuerpo desnudo... no es que sea perfecto, tiene alguna que otra cicatriz y lunar, sin embargo, pasar las unas por unos abdominales que, sin ser excesivos, continuan con firmeza hasta llegar a su entrepierna es una de mis actividades favoritas. Entro con sigilo. Cual pantera me coloco al lado del espejo y disfruto de mi reflejo mientras dejo al descubierto el cuerpo que me ha tocado. Me gusta, me siento sexy y poderosa porque se que cuando el me descubra me observara con aquel brillo oscuro capaz de hacerme jadear antes de rozarme siquiera. Tiene esa capacidad y, para que negarlo, la ha tenido desde el mismo instante en el que... !Mierda! !Casi me descubro! Por ahora no voy a deciros quien soy o quien ha conseguido atrapar al hombre que saciara sus instintos animales durante decadas. Me coloco de lado y suelto mi melena. Me encanta que casi roce mis caderas y los bucles tan hermosos que forman al descender en cascada. Abro la puerta de la ducha y me percato de que ya ha percibido mi presencia. Su silencio es la antesala de una ataque sucio, caliente y muy humedo. Entre aquella cascada que desciende por su cabeza se ocultan pensamientos pecaminosos dirigidos solo a mi, por primera vez creo esas palabras que todo macho que intente ligar suelta "No podria mirar a otra mujer, ninguna es como tu". Pero el no me lo ha dicho, me lo ha demostrado a cada segundo. Nada mas adelantar el pie derecho sus brazos me envuelven y atrapan. Es un buen cazador y yo deseo ronronear ante la idea de ser torturada por sus labios, sin embargo, y por motivos que no voy a desvelar en esta ocasion quiero ser yo la que lo torture, la que lo acerque al precipicio, una y otra vez, sin permitirle culminar. Y es que la tortura y el placer pueden llevarse muy bien, convertirse en amigos que vuelve locos a cualquiera. --?Que haces? --me pregunta cuando, sin previo aviso, me escurro entre sus dedos y acabo arrodillada ante alguien que me saluda con alegria. ?Esta nervioso? Es posible, siempre le ha costado dejar en mis manos el control, aunque tampoco consigue decirme que no. --?Tu que crees? --devolvi yo. En mi cara mis intenciones al descubierto. --No tienes por que hacerlo --jadea el, cogiendo aire con fuerza cuando soplo sobre su amiguito. Parece que la ansiedad, el miedo, la emocion y la impaciencia juegan en el interior de su mente sin dejar que se decida. Lo quiere, ambos lo sabemos. --?Y si quisiera? Tu sabor tiene algo capaz de encenderme y... --Me mordi en labio inferior con intencion. Mi sonrisa se ensancho--. Tengo un antojo... --Puse morritos--. Solo recordar la primera vez que... Mmm... --Deja que sea yo quien te complazca. No me gusta que te esfuerces --trato de argumentar el. No se lo permiti. Atrape a su amiguito entre mis labios y me movi con suavidad. Juro que no hice nada mas, sin embargo, tuvo que agarrarse a las paredes para no caer. Perdio las fuerzas. --?Estas bien? --Trate de sonar preocupada. Se me escapo una risilla y jodi todas mis intenciones. --Mala. --Lo se. ?No te encanta? --Y yo temble al sentir sus dedos agarrando mis cabellos en un puno. No hizo nada, el jamas me moveria contra mis deseos, no pidio nada. Solo me aferro con fuerza, sin danarme, pero mostrandome que era suya. (Aunque lo intente no puedo explicarlo mejor). --Me las pagaras. --Cuando quieras, capullin. Y volvi a su prepucio. La piel tan suave, tan duro, tan perfecto. Su sabor, su postura tensa mientras contenia los jadeos. ?Quien podia jurar que era yo la que se sometia a su placer cuando todo el control me pertenecia? Sus pensamientos y deseos tenian un nombre, el mio. Me movi con rapidez y constancia, al principio. ?Suena un poco guarrete decir que tambien probe a sus gemelos? El pobre olvido como se respiraba, creo que se atraganto. El problema es que lo que crei que serian horas se transformaron en minutos. Lo vi venir, lo esperaba, no obstante... Dire que tengo una excusa para lo que ocurrio a continuacion. Y volviendo a lo que seguro que os tiene intrigadas. ?Que ocurre cuando un hombre toca el cielo? Que lo demuestra en forma de pequenos escupitajos, llenos de nadadores, que salen a presion en busca de un final que no iban a encontrar en las paredes del bano. Ahora me direis, ?y que tiene eso de malo? Malo, malo... nada. Yo contaba con tres impulsos, me llamareis obsesiva, pero despues de meses de sexo crei que con el siempre eran tres, con tan mala suerte que hubo uno mas y en mi anhelo de ponerme en pie me dio en un ojo. No soy vengativa, ?vale? Tampoco es que fuera algo malo lo que, mi cuerpo sin tener en cuenta a mi cerebro, respondio. En algun breve instante mi cuerpo lo vio como una ofensa y, momentaneamente ciega, mi respuesta mas logica fue devolverle el favor. ?Conclusion? Puede que, en el cuarto impulso de mi prometido, tras un impacto no esperado en lo que consideraba mi ojo derecho y sin ningun tipo de maldad en mente, yo le escupiera la polla. Bueno, puede que lo hiciera dos veces. Para mi abogado comentare que estoy embarazada de dos meses y las hormonas me tienen loca. Para mi hermana... !Casi me descubro de nuevo! !Ay el amor, que punetero es! Capitulo 1 Y solo cuando la noche cae, cuando la luna decide timidamente ensenar la nariz, puedo ser realmente yo. Aquella luz plateada llena mi cuerpo de energia, de magia, y me permite volar sin preocuparme de las consecuencias. Poco importa lo que opinen los demas, solo estamos mis deseos y yo. El espejo confirma la sensacion que se ha atrincherado en mi pecho, estoy hermosa. ?La felicidad difumina los defectos? Es posible, al menos mis ojos castanos brillan con fuerza mientras termino de pintarme los labios. Soy yo, pero no la yo que por el dia estudia y trata de sacar adelante su carrera de fisica. Soy aquella que quiere bailar hasta que los musculos le duelan, aquella que quiere sentir las miradas sobre su cuerpo, el deseo de aquellos que la rodean y saben que jamas podran alcanzarla. Quizas, tal vez esta noche encuentra a alguien que cumpla MIS requisitos, tal vez... ?Y si es asi? Me pregunte mordiendome el indice y con una sonrisa depredadora en mi rostro. Melanie me espera fuera. Sarah no deja de bufar desde el sofa, no ha habido forma de convencerla. No puedo creer que nos parezcamos tan poquito... --?Y bien? ?Que os parece el resultado? --pregunte saliendo triunfal de mi dormitorio. Las luces del salon no eran las mejores para resaltar mis atributos, pero la sonrisa de Melanie me dio la respuesta--. ?Y esta? ?Sigue de morros? --anadi, sentandome al lado de Sarah sin llegar a mirarla. --!A mi no me metais! --respondio Melanie levantando las manos en senal de paz, aunque la risita no consiguio ocultarla. --Deberias soltarte la melena. --Me gire hacia Sarah y atrape uno de sus mechones al vuelo --. !Oh! !Venga ya! No te pongas de morros. ?De verdad esperas que el protagonista de alguno de estos tostones romanticos salga de la pantalla y decida llevarte al fin del mundo? !Despierta! Si quieres un tio sal y buscalo. --Para follar no necesito a nadie --solto con rotundidad. Si nuestra madre pudiera escucharla... la nina buena tenia la lengua afilada--. Lo que necesito no se encuentra en los antros que tanto te gustan. --Me encogi de hombros y decidi que era una noche muy hermosa para desperdiciarla en la eterna discusion. Tacones bajos para poder soportar el pasar de las horas y mucha energia. Lo demostre levantandome de un salto y haciendo una ligera inclinacion en direccion a Melanie. --Estas loca --dijo Melanie aceptando la oferta. --?Que tiene de divertido ser una persona recatada y cuerda? --Acerque mi rostro al suyo y, con un tono mucho mas bajo y sensual anadi--. Dejame llevarte al infierno y hacerte sudar... --Algun dia pensaran algo raro --contesto Melanie, sin llegar a alejarse. Las dos estallamos en carcajadas mientras, agarradas del brazo, nuestros tacones repiquetearon en el parque rumbo a la salida. --!Aqui no traigas a tu ligue que luego me toca a mi echarlos! --grito Sarah, digamos que no la escuche por culpa del portazo--. !Como lo hagas lo largo en pelotas! --Vale, ahi no pude evitar responder. --!Sarita, no me digas eso o te traigo a dos! --aunque bien pensado eso podia dar demasiado trabajo... Dicen que salir de fiesta es ir a beber y hacer locuras, yo, en cambio, disfrutaba sintiendo la musica en las articulaciones, en los musculos. Cuando entrabamos en cualquier antro Melanie se dirigia a la barra y yo a la tarima. Queria ser el centro sin ver a nadie, cerrar los ojos y dejar que aquellas notas me llevasen a mecer las caderas, convirtiendo mi cuerpo en caliente gelatina capaz de llevarme al limite. El placer no solo es un beso, una caricia, un polvo. Placer puede ser aquella tension saliendo de mi cuerpo cuando me dejaba llevar por una cancion que colapsaba mis neuronas y acallaba la voz que gritaba en el interior de mi mente. Las responsabilidades se difuminaban en la oscuridad, resaltada por luces estroboscopicas que nos daba sensacion de intimidad, aunque podia haber decenas de ojos sobre nuestras pieles. Yo era una amazona, no la que caminaba por el dia y sonreia controlando, en cierta manera, mis respuestas. Yo era la que podia pasar las unas por el pecho de un hombre, que claramente me deseaba, con la mirada incendiada sin ninguna intencion de ir mas alla. Era la que pasaba los ojos sobre aquellos que podrian, o no, interesarme olvidandome a los dos segundos de todos ellos si la musica me gustaba.

  • Tientame solo tu – Elena Montagud de Elena Montagud

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    Una huida a un lugar paradisiaco. Un regreso que jamas debio darse. Una traicion inesperada. Una mujer obsesionada que quiere recuperar lo suyo. Un hombre al que le gusta la sumision. Una mansion donde cualquier practica erotica es posible. Un peligro del que es dificil escapar. Dejate arrastrar por la tentacion.

  • La cocinera de Himmler de Franz-olivier Giesbert

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    La historia atroz del siglo XX vista a traves de un personaje rebelde, divertido y picaro que nos devuelve la esperanza en la humanidad, una cocinera centenaria cuyos ingredientes para la felicidad son: el humor, el deseo sexual y las ansias de venganza.

  • Dime. que significa para siempre de Sarah Dessen

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    Jason se iba al campamento para cerebritos. Tenia otro nombre, uno mas serio, pero asi era como lo llamaba todo el mundo. -Muy bien -dijo, y embutio un ultimo par de calcetines en el borde de la maleta-. La lista. Otra vez. Alcance el papel que tenia a mi lado. -Boligrafos -fui enumerando-. Cuadernos. Tarjeta del telefono. Bateria de la camara. Vitaminas. Jason recorrio con los dedos el contenido de la maleta para localizar e identificar cada cosa. Lo reviso dos veces. Siempre tenia que asegurarse de todo. -Calculadora -continue-. Ordenador portatil… -!Espera! -exclamo, y levanto la mano; se acerco a su escritorio, abrio la cremallera de la funda negra y delgada que habia encima y me hizo un gesto con la cabeza-. Pasa a la lista numero dos. Baje hacia el final de la lista hasta encontrar las palabras ORDENADOR PORTATIL (FUNDA), y me aclare la garganta antes de proseguir: -CD virgenes. Protector de sobrecargas. Auriculares… Despues de repasarlo todo y de terminar la lista principal -tuve que hacer otra interrupcion para revisar otros dos subapartados, NECESER y VARIOS-, Jason parecia casi convencido de que lo tenia todo. Lo que, sin embargo, no evito que siguiera dando vueltas por la habitacion murmurando para si. Ser perfecto suponia mucho trabajo. Si no querias ni despeinarte, no tenia sentido molestarse siquiera. Jason conocia la perfeccion. Al contrario que para la mayoria de la gente, para el no era un horizonte remoto. Para Jason, la perfeccion estaba justo en la colina de ahi al lado, lo bastante cerca para divisarla. Y no era un sitio adonde iria simplemente de visita. Iba a quedarse a vivir alli. Era el campeon de matematicas del estado, el capitan del equipo de debate, el que ostentaba la nota media mas alta de la historia de nuestro instituto (iba a clases de excelencia desde primer curso, a clases de nivel universitario desde cuarto); tambien el presidente del consejo estudiantil por segundo ano consecutivo, el promotor de un innovador programa de reciclaje en el instituto que ahora se aplicaba en varios distritos del pais; hablaba frances y espanol con fluidez. Pero no solo destacaba en el campo academico. Jason tambien era vegano y habia pasado el verano anterior construyendo casas para Habitat para la Humanidad. Practicaba yoga, visitaba a su abuela en la residencia cada dos domingos, y tenia un amigo nigeriano que habia conocido por Internet con el que se escribia desde que tenia ocho anos. Todo lo que hacia lo hacia bien. Mucha gente podria considerar todo esto un poco irritante, incluso odioso. Pero yo no. Jason era justo lo que yo necesitaba. Lo supe desde el primer dia que lo vi, en clase de ingles cuando estabamos en cuarto de secundaria. Nos habian dividido en grupos para hacer un trabajo sobre Macbeth y en el mio estabamos Jason, yo y una chica que se llamaba Amy Richmond y que, despues de juntar las mesas, se apresuro a comunicarnos que <> y despues apoyo la cabeza en su mochila. Al segundo siguiente, estaba dormida como un tronco. Jason se limito a mirarla. -Bueno -dijo a la vez que abria su libro de texto-, creo que sera mejor que empecemos. Eso fue despues de que pasara todo; yo estaba atravesando una fase silenciosa. No me resultaba facil encontrar las palabras adecuadas. De hecho, a veces llegaba a tener problemas para reconocerlas; habia frases enteras que al leerlas me parecian escritas en otro idioma, o incluso escritas al reves. Unos dias antes, al anotar mi propio nombre en una hoja, hasta habia dudado de las letras y de su orden, pues ni siquiera de eso estaba ya segura. Asi que, como era de esperar, Macbeth me desconcerto por completo. Me habia pasado todo el fin de semana luchando con el lenguaje anticuado y con los nombres tan raros de los personajes, incapaz incluso de descifrar los aspectos mas basicos de la historia. <> No, pense. Nada. Por suerte, Jason, que no estaba dispuesto a dejar que su nota dependiera de nadie, estaba acostumbrado a asumir el control de los trabajos en grupo. Asi que abrio su cuaderno por una hoja en blanco, saco un boligrafo y le quito el capuchon. -Lo primero -dijo-, centremonos en los temas fundamentales de la obra. Luego ya pensaremos sobre que podemos escribir. Asenti. A nuestro alrededor, oia el parloteo de nuestros companeros y la voz cansada del profesor de ingles, el senor Sonnenberg, repitiendonos que nos pusieramos a trabajar. Jason se salto unos cuantos renglones de su hoja. Vi que escribia <>. Tenia una letra muy clara, como de imprenta, y escribia con agilidad. <> Parecia que podria pasarse una eternidad escribiendo, pero de pronto dejo de escribir y me miro. -?Que mas? -pregunto. Volvi a clavar la vista en el libro, como si de alguna manera las palabras fuesen a decirme algo coherente. Note que Jason me miraba, pero no con descaro, sino esperando que yo aportara algo. -No… -dije por fin, luego me interrumpi, como si las palabras se apelmazaran. Trague saliva y volvi a empezar-. No lo entiendo. En serio. Estaba segura de que al oir aquello, me lanzaria la misma mirada que a Amy Richmond. Pero Jason me sorprendio cuando dejo el boligrafo encima de la mesa. -?Que parte no entiendes? -Ninguna -conteste, y cuando vi que el no hacia un gesto de impaciencia, como yo esperaba, anadi-: O sea, se que hay una trama para cometer un asesinato y se que hay una invasion, pero el resto… No se. Es todo muy confuso. -Escucha -dijo, y recogio el boligrafo-, no es tan complicado como cree. La clave para entenderlo bien es empezar por la profecia sobre lo que va a ocurrir… ?ves?, aqui… Empezo a pasar paginas de su libro sin dejar de hablar, y me senalo un fragmento. Luego lo leyo en alto, y al recorrer las palabras con el dedo fue como si las cambiara, como si hiciera magia: de pronto, cobraron sentido. Y senti un tremendo alivio. Por fin. Lo unico que habia deseado durante mucho tiempo era que alguien me explicara de aquella manera todo lo que me habia pasado. Que lo expusiera con claridad en una hoja de papel: esto conduce a esto y esto otro conduce a aquello. En el fondo, sabia que era mas complicado que todo eso, pero al observar a Jason me senti esperanzada. Se habia enfrentado al galimatias de Macbeth y lo habia desenmaranado, y yo no pude por menos que preguntarme si seria capaz de hacer lo mismo conmigo y de la misma manera. Asi que me acerque a el y no me volvi a separar desde entonces. Ahora estaba cerrando la cremallera de la funda del ordenador, que dejo encima de la cama junto al resto de sus cosas. -Bueno, vamonos -dijo, echando una ultima mirada a su cuarto. Cuando salimos, sus padres ya nos esperaban en el Volvo. El senor Talbot se bajo, abrio el maletero; el y Jason tardaron unos minutos en colocar todo el equipaje. Cuando me sente en el asiento trasero y me abroche el cinturon, la senora Talbot se volvio y me sonrio. Era botanica, su marido farmaceutico, ambos profesores universitarios. Eran tan academicos que me resultaba raro verlos sin un libro entre las manos, como si les faltara la nariz o los codos. Intente no pensar en ello cuando la senora Talbot me dijo: -Bueno, Macy, ?y que vas a hacer sin Jason hasta agosto? -No lo se -respondi. Yo iba a trabajar en la biblioteca, sustituyendo a Jason en el mostrador de informacion, pero aparte de eso, las siguientes ocho semanas se presentaban vacias y amenazadoras. Aunque tenia varios amigos que pertenecian al consejo estudiantil, tambien ellos se habian ido a pasar el verano fuera, a Europa o a algun campamento. Para ser sincera, Jason y nuestra relacion consumian bastante tiempo: entre las clases de yoga y el trabajo del consejo estudiantil, por no mencionar los asuntos que tratabamos, no tenia mucho tiempo para nadie mas. Ademas, Jason a menudo se llevaba decepciones con la gente, asi que yo nunca me decidia a invitar a nadie a salir con nosotros. Si eran lentos o vagos, en algun sentido, enseguida perdia la paciencia, asi que era mas facil salir sola con el o con sus amigos, que si le seguian el ritmo. La verdad es que yo nunca me habia planteado si aquello era bueno o malo. Sencillamente, eramos asi. De camino al aeropuerto, Jason y su padre hablaron de unas elecciones que acababan de celebrarse en Europa, su madre se inquieto por el trafico y las obras de la carretera y yo permaneci en silencio observando los dos centimetros que separaban mi rodilla de la de Jason y preguntandome por que no me acercaba mas a el. Aquello no era nuevo. Ni siquiera me habia besado hasta nuestra tercera cita, y ahora, ano y medio despues, aun no nos habiamos planteado llegar hasta el final. En el momento en que nos conocimos, hasta un simple abrazo me resultaba dificil de soportar. No queria que nadie se me acercara demasiado. En aquel momento era lo unico que yo queria: un chico que entendiera como me sentia. Sin embargo, ahora, a veces deseaba algo mas. En el aeropuerto, nos despedimos junto a la puerta de embarque. Sus padres lo abrazaron y despues cruzaron discretamente la sala de espera para quedarse junto a la ventana y contemplar la pista y la gran franja de cielo azul que flotaba sobre ella. Rodee a Jason con los brazos y me empape de su olor -a desodorante deportivo en barra y gel contra el acne- para que me durara algun tiempo. -Te voy a echar de menos -dije-. Muchisimo.

  • El calentamiento global de Daniel Ruiz

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    Federico Castilla es director de Responsabilidad Corporativa y Desarrollo Sostenible de Oilgas International, multinacional del sector petroquimico con implantacion en Europa, Africa y Oriente Medio. Una manana recibe una llamada desde Oilgas Iberica, su planta de distribucion de refino en Espana, y le comunican que se acaba de producir un accidente laboral en dicha planta; un empleado, que ha caido desde varios metros de altura mientras realizaba trabajos de reposicion de luminarias, se encuentra en estado critico. Inmediatamente, se activan todos los protocolos y Federico toma un avion para viajar hasta Pico Paloma, la poblacion donde esta la factoria. Se trata de un municipio enclavado en pleno parque natural de El Roqueo, en una zona del litoral donde convive la industria petroquimica, la actividad turistica y el paisanaje local.

  • Los mellizos no deseados del multimillonario de Ciara Cole

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  • Lunas de Estambul, Sophie Goldberg de Sophie Goldberg

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    Ventura, una hermosa joven turca, tiene que viajar a Mexico para casarse con Lazaro porque su familia lo ha dispuesto asi. Con un baul con apenas pertenencias y la ilusion de enfrentarse a lo desconocido, se embarcara en un viaje sorprendente para comenzar una nueva vida lejos de su tierra natal. La llegada, su primer matrimonio, el segundo, sus hijos, su viudez, sus nietos, el regreso a Turquia: Ventura vivira cada acontecimiento con una profunda intensidad e ira aderezando sus dias con la riqueza de aromas, sabores, ritmos, colores y proverbios que trajo consigo del lejano Oriente. Entre recetas turcas y sefardies y las costumbres heredadas de una cultura milenaria, encontrara el mejor antidoto contra la anoranza, aunque su memoria no pueda borrar el recuerdo de las lunas de Estambul.

  • Yo, La Peor de Monica Lavin

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    La novela definitiva sobre sor Juana Ines de la Cruz. Una mujer fuera de epoca, una escritora flagrante, apasionada y sensual que entregada a la razon y consagrada en su fe, tomo los retos mas grandes para lograr que su alma se dejara conducir por los seductores caminos del conocimiento.

  • Fuego y espadas de T. J. Rymer

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    --Mi comandante, en las puertas de la ciudad un hombre demanda hablar con usted. Parece un demente. Podemos echarle si lo desea. --?Os ha comunicado que solicita? --pregunte al soldado que permanecia firme como una roca. --Dice haber avistado un Nabzang en los bosques cercanos. Una leve sonrisa se dibujo en su faz. --?Un Nabzang? --pregunte retorico a la vez que sorprendido. El soldado asintio. Parecia claro, que quien aguardaba en las murallas pervivia bajo una clara enajenacion. Los Nabzang no daban senales de vida desde hacia milenios. De no ser por los relatos que ancianos y mercaderes narraban junto al calor del fuego, ni siquiera habria oido hablar de ellos. Yo mismo escuche de boca de mi abuelo una de esas historias cuando era un nino; pero al igual que hacia todo el mundo, filtre solo una leyenda. Lo que aquel loco decia haber visto resultaba del todo imposible. Aun asi, la curiosidad se habia presentado ya en mis adentros. --Mandale subir. Apenas cinco minutos tras la orden, el soldado se cuadro de nuevo acompanado por un anciano. Portaba una tunica marron hecha anicos, sucia. Sus ojos, ensartados en una cara marchita, relucian blancos como nevisca: un hombre ciego. Aquello empezaba a parecerme una broma de mal gusto. --Anciano... --masculle mientras me acercaba--. ?Como va usted a ver nada? --No solo los ojos ven. --Su voz quebrada penetro en mis oidos, profunda y siniestra--. Tambien el alma atisba entes que no requieren vision. El corazon detiene su latir, el aliento se congela mostrando blanco su camino, el alma se inquieta y el temor cruza fronteras que estimaba infranqueables. Se puede sentir cuando un Nabzang esta cerca, si; el terror no requiere percepcion. --Escoltalo a la salida --ordene molesto--. No voy a seguir escuchando tan magna sarta de mentiras. Contemple como lo retiraban a empujones mientras mi cabeza no dejaba de darle vueltas a las inviables palabras que acababa de escuchar. No eran posibles, mas ya habian sembrado el fruto del desasosiego. Observe al anciano liberarse del brazo que le guiaba y dirigirse hacia mi. Con un gesto detuve al soldado que se abalanzaba sobre el --aunque demente, no aprecie maldad en sus inservibles ojos--, permitiendo asi su acercamiento. Y aun sin poder ver, me agarro las hombreras de la armadura, pegando su rostro al mio. --No ignores mis palabras, Astheron, o la culpa te hostigara hasta el fin de los dias. La oscuridad se acerca lentamente, mas aun hay tiempo de detenerla. !Detenla, Astheron, detenla, o no habra un manana para Theralia! Se lo llevaron arrastras mientras lanzaba al viento maldiciones y malos augurios. Yo permaneci desconcertado en lo alto de las murallas que protegian la ciudad de Atreka. Y sobre aquel espigado baluarte aviste a lo lejos el horizonte: el ocaso que indicaba el fin de mi jornada. Baje angostas escaleras de caracol en direccion al hogar, al calor de la familia. Recorriendo sus calles, pense en lo rapido que el tiempo fluye. Inquebrantable lo cambiaba todo a su paso, dirigiendo a nuestra amada Theralia a su destino, al igual que a cada uno de sus habitantes; consumiendo el presente en pos de la leve sombra que es para el hombre el pasado. Atreka, capital del sur de Theralia, anidaba en una fastuosa belleza dificil de igualar. Sus avenidas empedradas y sus casas de roca, siempre de un color casto, emanaban de la gran ciudad una pureza y pulcritud incomparables. Al termino de esas concurridas y elegantes travesias se alzaba imponente el palacio real. Braolin reinaba el sur desde antes que yo naciera. El mismo me nombro comandante del ejercito diez anos atras; decada de una tranquilidad indolente. La guerra contra los Erziofres llevaba anos en punto muerto. Ellos permanecian en el norte, nosotros haciamos del sur nuestro fortin; ellos tenian su capital Erziofre, nosotros Atreka; ellos al rey Ubklar, nosotros nos inclinabamos ante Braolin... Un mundo fragmentado en dos desde el inicio de los tiempos. Batallas y contiendas perduraban en la memoria de los mas viejos. No se recuerda una Theralia de un solo rey. Nadie recuerda una unica Theralia. El resto del mundo residia en la mas profunda neutralidad, exentos de bando alguno, campando a sus anchas por nuestras tierras fragmentadas. Elfos, nerzs, enanos..., anidaban bosques y montanas alejados del mundanal ruido. Los nerzs: pequenos seres de alma pura felices en sus pequenas y comodas <> en las copas de los arboles; los elfos: letales guerreros capaces de acabar con la vida de un hombre sin darle tiempo a consumir un pestaneo, ocultos en sus radiantes ciudades blancas; los enanos: feos, siempre refunfunando, aguardando en sus ciudades bajo la tierra un pretexto para abandonar la roca y blandir sus hachas. Milenios atras, nuestras tierras poseian nombres extranos. El mundo cambio tras eras y eras de erosion, y aquel que fue un mundo de matices, dio paso al norte y el sur. Todo pendia de un fino hilo de orden. Mas el orden tiende a la desobediencia, y en cualquier momento, en el instante menos esperado, ese equilibrio se esfumaria dejando tras el una estela de destruccion. Al cobijarme en las paredes que eran mi hogar, la turbacion que parecia perseguirme desaparecio al instante. Junto al fuego, mi mujer Aurea y mi hijo Tywren esperaban la llegada del comandante del Ejercito Atreko. Mientras mi pequeno se abrazaba a mis pies, su madre me besaba. La amaba tanto que pensar en perderla me vejaba el alma hasta convertirla en nada; y como todo ser viviente sabe, nada es demasiado poco. Pensamientos que tiempo llevaban rondando mi cabeza. <> Lo que si resultaba evidente era que las palabras del ciego no habian ayudado a aplacar mis aciagos augurios. --Hola, amor --saludo sin dejar de apretarme entre sus brazos. No me cansaba de escuchar su dulce voz--. ?Cansado? --Un dia mas. --No me complacia hablar del trabajo en casa--. !Pero ya estoy aqui con mi familia! --exclame mientras alzaba en brazos a mi hijo de tan solo dos anos--. !Y ahora solo tengo ojos para mis dos soles! Rei mientras balanceaba arriba y abajo a Tywren como a un pelele. Aurea se dispuso a servir la mesa. --Me olvidaba --declaro de pronto--. Han echado esta carta por debajo de la puerta. Es para ti. Vulgar: blanca por delante y blanca por detras, a excepcion de mi nombre, escrito en una de sus caras. La abri. Se leia: <>. --?Que dice? --La curiosidad parecia haber hecho mella en mi esposa. --Nada. Unos documentos que por algun motivo han enviado aqui. Y no lo entiendo, la verdad. Pero bueno... !Comamos! --exclame intentando cambiar de tema--. !Tengo un hambre voraz! Cene hasta saciar el apetito y me acoste junto a la mujer de pelo negro y ojos azules que robo mi corazon una decada atras en el tiempo. Le hice el amor como tantas otras noches, aunque en esa ocasion, mi mente se evadio hacia el mensaje de la enigmatica carta. Espere hasta verla dormir y me dirigi por las oscuras calles de la ciudad hacia la posada La Senda de Tul. Entre. Una cantina como cualquier otra, sumergida en una falta de luz alarmante. Al acceder, solo pude percatar una mesa ocupada. En ella permanecia un hombre enano. No bajo ni menudo…, enano de los pies a la cabeza. Resultaba extrano verles tan al sur. Pero alli estaba, sentado, inmerso en una oscuridad cerrada, fumando una larga pipa de la que emanaba un intenso humo blanco. Observe su diminuta silueta y la nube densa que se desperdigaba por los alrededores de su fea cara. Me acerque y sente. Entonces le vi: !un nerz! Quieto a su lado, con la cabeza gacha, en silencio. --Mas te vale no haberme hecho levantar a estas horas para nada, enano. --Hola, Astheron --saludo agachando la cabeza en reverencia--. Gusto en conocerte. Adverti su gesto como uno sarcastico. Un hombre rechoncho y a la vez rocoso, de faz desagradable como pocas. Pelo sucio y enmaranado, a juego con su barba azabache. De facciones duras y contritas, denostando un ser arisco; su aroma no le iba a la zaga. --Habla y dejate de absurdeces. Y ve al grano, tengo sueno. No me gustaban los de su raza. En contadas ocasiones tuve el <> de compartir mesa con alguno de sus congeneres, y no disfrute en absoluto de su compania. --Ten cuidado, sureno, no sabes con quien hablas. --Sus manos se independizaron de la mesa donde se apoyaban y me senalaron amenazantes--. Hablare..., pero no vuelvas a usar ese tono conmigo. Estoy aqui para advertirte de lo que acontece en el norte. --Su voz sonaba gruesa, robusta--. El hechicero real ha indagado mas alla de lo congenito, y un mal que dormitaba ha despertado. --?Nabzangs? La palabra broto de mi boca sin permiso, como si el temor que almacenaba mi cuerpo hubiera huido de mis tripas como una exhalacion. --Si. --Los ojos del enano despuntaron blancos entre lo oscuro--. Pero no es todo: pretende crear un ejercito y abalanzarlo sobre el sur sin clemencia, haciendo al rey Ubklar el unico en Theralia. Temo que haya dos posibilidades en todo este tenebroso asunto: el sur cae ante el norte y su ejercito Nabzang; o norte y sur lo hacen acompanados del resto de razas. Terminos que no podian ser ciertos. Aunque el hechicero real retornara a los Nabzangs, nadie seria capaz de controlarlos. Pero el ciego ya noto su presencia en los bosques cercanos a la ciudad... --Digamos que te creo. ?Que propondrias hacer? --Partir de inmediato hacia el norte y acabar con las malas artes del hechicero real. --?Pretendes que yo, el comandante del Ejercito Atreko parta hacia el norte con la unica compania de un enano loco? --Y la de un nerz --matizo--. No puedo demostrar lo que digo --prosiguio negando con la cabeza--. ?Pero no crees, Astheron, que la vida de tu mujer e hijo merecen al menos el beneplacito de la duda? --Dame un dia para meditar. Manana visitare a mi buen amigo Asdrabal, hechicero real aqui en el sur, y le contare lo que me acabas de explicar. Me aleje del enano y el timido nerz, y me dirigi raudo a mi lecho. Me abrace a Aurea, que ni siquiera habia advertido mi ausencia, e intente conciliar un sueno que sabia no iba a alcanzar. ?Y si las palabras del enano eran ciertas? ?Y si los augurios del anciano resultaban veraces? Queria creer que no, pero la simple posibilidad de que lo fueran obsequiaban a mi alma con esa pesadumbre que no parecia tener intencion de abandonarme. Desperte sin haber reposado. Desayune junto a los mios entre risas y arrumacos y me dirigi a las dependencias de Asdrabal el hechicero. Bajo el palacio real, en un pequeno torreon situado en el centro de los jardines que adornaban la base del monumental castillo, se encontraba su hogar. No era un hechicero al uso. Mas que un hombre dedicado al noble arte de lo magico, en ocasiones parecia un bufon. Pero su erudicion no conocia fin. Mientras me aproximaba a la alta torre de piedra gris, de los pequenos orificios que le hacian de ventanas percibi un fuerte estruendo y un denso humo negro. Corri hacia la puerta, que no estaba cerrada, y al abrirla vi lo que moraba dentro. Las estanterias, sillas, frascos, ollas..., todo se amontonaba asemejando la madera de una hoguera lista para arder. Bajo tan mayusculo desastre se alojaba Asdrabal, que emergio apartando los trozos de lo que fue mobiliario segundos atras. Su largo pelo negro, cubierto de polvo parecia casi blanco, al igual que su oscura tunica portadora del sol de seis puntas, emblema inequivoco del clan de los hechiceros ulgidos. --Esta vez si que he estado cerca de viajar al otro mundo --aseguro entretanto se sacudia las vestiduras. --?Que ha sido esta vez? ?La vida eterna? ?El retorno a la juventud, quiza? ?La cura al mal aliento...? --La sonrisa afloro en mi sin remedio. --No. Algo mucho mas materialista --contesto entre carraspeos--: intentaba convertir el hierro en oro. --Pues es una pena, porque vas a necesitar mucho para arreglar este desastre. Observe desde la distancia al hombre mugriento que reflejaba en su rostro el fracaso reciente. Y sin poder evitarlo, una carcajada surgio de mi boca; de igual manera, Asdrabal no pudo evitar hacer lo mismo. Reimos un largo instante. --Subamos a la buhardilla --dijo entre carcajeos--. Alli podremos conversar tranquilos. Creo saber por que estas aqui, Astheron. Ascendimos por una estrecha escalera de caracol. Al alcanzar su cima me encontre en una habitacion minuscula de bajo techo que no permitia andar erguido. En el centro de la pequena estancia atisbe una mesa de madera redonda con dos sillas. Asdrabal se sento en una de ellas y me insto a que yo hiciera lo mismo

  • Diosas de Hollywood de Cristina Morato

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    Las actrices de la epoca dorada del cine toman el relevo a las Divas Rebeldes y Reinas Malditas de Cristina Morato.

  • La guerra de los pobres de Eric Vuillard

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    A su padre lo habian ahorcado. Habia caido al vacio como un saco de grano. Tuvieron que cargarlo a hombros por la noche, y despues enmudecio, la boca llena de tierra. Entonces todo ardio. Los robles, los prados, los rios, los galios de los taludes, la tierra pobre, la iglesia, todo. El tenia once anos. A los quince anos de edad, habia fundado una liga secreta contra el arzobispo de Magdeburgo y la Iglesia de Roma. Leia las Epistolas de san Clemente, el Martirio de Policarpo, los Fragmentos de Papias. El y algunos camaradas cantaban las maravillas de Dios, atravesaban el Jordan en batin y, trazando con tiza en el suelo el circulo cosmico, signo de union, se tumbaban dentro por turnos, y estiraban los brazos en cruz para que descendiese el Cielo en la Tierra. Y entonces el se acordaba del cadaver de su padre, de su lengua enorme como una palabra que se hubiese secado. <> Eso creia el. Cuentan que, en Stolberg, un tal Barthol Munzer habia sido vinador; se habla tambien de otro tal Monczer Berld y de un Monczers Merth, pero nada se sabe de ellos. Esta tambien Thomas Miinzer, muerto en una trifulca en una taberna. No se sabe si le habian sacudido un mamporro o le habian roto la crisma, tampoco se sabe si fue o no pariente del otro Thomas Muntzer, aquel cuyo padre, hacia 1500, por motivos desconocidos, fue ejecutado por orden del conde de Stolberg, unos dicen que ahorcado, otros que en la hoguera. * Cincuenta anos antes, una pasta ardiente habia fluido desde Maguncia hasta el resto de Europa, habia fluido entre las colinas de cada ciudad, entre las letras de cada nombre, en los canalones, en los recovecos de cada pensamiento, y cada letra, cada pedazo de idea, cada signo de puntuacion, habia quedado apresado en un trocito de metal. Esos trocitos los habian repartido en un cajon de madera. Las manos habian elegido uno, luego otro, y habian compuesto palabras, lineas, paginas. Los habian mojado con tinta y una fuerza prodigiosa habia presionado lentamente las letras sobre el papel. Repitieron la operacion decenas y decenas de veces, antes de doblar las hojas en cuatro, en ocho, en dieciseis. Las fueron colocando las unas a continuacion de las otras, las pegaron entre si, las cosieron, las envolvieron en cuero. De ese modo se formo un libro. La Biblia. Asi, en tres anos, confeccionaron mas de ciento ochenta ejemplares, cuando un solo monje no habria copiado mas que una. Y los libros se multiplicaron como los gusanos en un cadaver. Con lo cual, el pequeno Thomas Muntzer podia leer la Biblia, crecio con Ezequiel, Oseas y Daniel, pero era el Ezequiel de Gutenberg, el Oseas de Gutenberg y su Daniel; y tras abrir la cancela podrida y desvencijada que rascaba el suelo, permanecia largo rato abajo, en la vieja cocina, frotandose los ojos. No sabia lo que veia ni lo que debia ver. Estaba solo como un ladron, y era inocente. Paso el tiempo; vivio con su madre, sin duda en la estrechez. Padecia del corazon. Bajo los robles, los abetos, en la tierra pobre del Harz, mientras corria tras los cerdos con otros crios, tenia que detenerse, atontado de pronto, y rompia a llorar. Si, me lo imagino al borde de un rio de guijarros negros, el Wupper o el Krebsbach, eso poco importa, o en las laderas de pequenas lomas tristes, de caos rocosos, colinas erosionadas, miseras turberas, en el valle del Bode o del Oker, asfixiandose en medio de una mezcla de amargura y amor. Finalmente, curso estudios, en Leipzig, luego se hizo cura en Halberstadt, en Brunswick, despues preboste aqui y alla, hasta que, tras sufrir numerosas tribulaciones entre la horda de los partidarios de Lutero, salio de su agujero, en 1520, cuando fue nombrado predicador en Zwickau. Zwickau Mas alla de las fronteras de Sajonia, Zwickau es poco conocida. Es un simple villorrio. Zwicker quiere decir quevedos, Zwickel, bolsillo de chaleco, Zwiebel, cebolla, y zwiebeln, atormentar, vejar. Pero Zwickau no quiere decir nada, o bien significa mondaduras, fulanos, buenos negocios, si, eso quiere decir Zwickau: fulanos y buenos negocios. Porque en Zwickau se teje, se teje muchisimo, se teje para todo el mundo, para la gente de Frankfurt y de Dresde; incluso en Paris se cuenta que antano algunos dormian en sabanas de Zwickau. Y tambien se excava en la tierra, se explotan minas. Y asi, inmediatamente despues de los Welser y los Fugger, vienen los burgueses de Zwickau. Los burgueses oyeron predicar a Muntzer, en la iglesia de Santa Maria; pero, al regresar Egranus, a quien habia sustituido, nombraron a Muntzer predicador en la iglesia de Santa Catalina, parroquia de los tejedores y de los mineros. Alli, Muntzer debio de codearse con el grupo de los profetas de Zwickau: Storch, Stubner, Drechsel. Aquellas tres sombras se agitaban con todas sus fuerzas, inmersas en el extasis, las visiones y los suenos, pendientes del momento en que Dios les hablaba directamente . La gran controversia la suscitaba predicar un bautismo voluntario y consciente. Bueno, es que resulta un tanto anticuada esa idea de bautismo, ese racionalismo de locos furiosos, ese Aufklarung del copon. Pero en realidad es una reaccion a la corrupcion de la Iglesia, a la irracionalidad de la doctrina y de los sacramentos. Porque los locos furiosos de Zwickau no leen a Agustin y a Tomas de Aquino, no, ellos leen a Erasmo y a Nicolas de Cusa, leen a Raimundo Lulio y a Jan Hus, polemizan, argumentan, quieren mantenerse desnudos en la verdad. Asi, la ciudad esta dividida en dos. Por un lado, los patricios, en Santa Maria, por el otro la plebe, en Santa Catalina. La razon y la pureza se la llevaran los pobres; ante ellos comienza a agitarse Muntzer, ahi se aviva la herida. El habla. Se le escucha. Cita los Evangelios: <>. Cree que los textos pueden leerse sencillamente, al pie de la letra; cree en una cristiandad autentica y pura. Cree que todo aparece es- crito con pelos y senales en san Pablo, que en los Evangelios se encuentra todo lo que es menester. Eso cree. Y eso es lo que predicara a los pobres tejedores, a los mineros, a sus mujeres, a todos los menesterosos de Zwickau. Cita el Evangelio anadiendo signos de exclamacion. Y le escuchan. Y se remueven las pasiones, porque los tejedores son conscientes de que, si se tira del hilo, detras ira todo el tapiz, y los mineros, de que, si se excava demasiado, se desmoronara toda la galeria. Entonces comienzan a decirse que les han mentido. Desde hacia tiempo los asaltaba una impresion perturbadora, desasosegante, habia un monton de cosas que no se entendian. No se entendia por que Dios, el dios de los mendigos, crucificado entre dos ladrones, necesitaba tanta pompa, por que sus ministros necesitaban tanto lujo, a veces eso les hacia sentirse incomodos. ?Por que el dios de los pobres se situaba tan extranamente junto a los ricos, con los ricos, sin cesar? ?Por que hablaba de abandonarlo todo por boca de quienes se habian apoderado de todo?

  • Los hilos del tiempo, Lluisa Pinol de Lluisa Pinol

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  • Los seguidores del miedo (Las mascaras de porcelana 2) de M. Montenegro

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    Un ano despues de resolver el caso de las Mascaras de Porcelana, en Vigo han hallado un cadaver colgado en los bordes de un precipicio. Lo mas impactante de todo, es que no hay heridas punzantes ni rastros de veneno. Andrea Harris y Nabar Balder resolveran este caso que les obligara a cruzar el oceano atlantico para atrapar a un asesino en serie peor que Doplegunger.

  • La nacion de las bestias. El senor del Sabbath de Mariana Palova

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    “?No estas harto de tener miedo? ?No querrias tener la certeza, pro primera vez en la vida, de que no estas loco? ?De saber que todo lo que ves y lo que te pasa… es real?” Durante casi toda su vida, Elisse ha sido acosado por criaturas horripilantes que al parecer nadie mas puede ver ni escuchar. Desesperado por huir tanto de ellas como de su pasado decide marcharse de la mistica India, el pais donde estuvo refugiado, para sumergirse dentro de la Gran Hechicera Nueva Orleans, con la esperanza de volver a encontrarse con su padre, quien por motivos desconocidos tuvo que abandonarlo siendo apenas un bebe. Pero lo que Elisse no sabe es que en esa ciudad sepultada por una misteriosa niebla, y devorada por furiosos huracanes, se encontrara con mucho mas que las respuestas a los enigmas de su inquietante vida: un secreto, tan ancestral como extraordinario, que se oculta entre los pantanos de Luisiana, en los muros helados del cementerio y hasta en su propia sangre.

  • Lecciones privadas de Linda Howard

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    El pequeno pueblo de Ruth, Wyoming, esta a punto de recibir una leccion de manos de una profesora recien llegada dispuesta a ganarse el corazon de un hombre que creia no tener ya nada que ofrecer. Mary Elizabeth Potter es una solterona por eleccion que no se hace ilusiones respecto al amor. Pero es tambien una buena profesora… y quiere que el hijo de Wolf Mackenzie vuelva al colegio. Para conseguirlo, se enfrentara al padre del chico y a partir de ese instante padre e hijo entraran en su vida, cambiandola para siempre. Sobre Wolf Mackenkie pesa todavia el estigma de un crimen que no cometio, pero para la pudorosa Mary Elizabeth Potter no es ese salvaje medio indio al que todo el mundo mira con recelo. Para ella, es un hombre bueno y decente. Un hombre capaz de amar. Wolf, sin embargo, no esta seguro de que el pueblo o el mismo esten preparados para aceptarlo. Necesitaba una mujer. Urgentemente. Wolf Mackenzie no podia dormir. La luna, llena y brillante, lanzaba su luz plateada sobre la almohada vacia, junto a el. Su cuerpo palpitaba dolorosamente de deseo, el deseo sexual de un hombre en la flor de la vida, y el paso de las horas solo intensificaba su frustracion. Por fin se levanto y se acerco desnudo a la ventana; su cuerpo, fornido y poderoso, se movia con fluidez. Notaba el suelo de madera helado bajo los pies descalzos, pero agradecia aquella leve molestia, que enfriaba su sangre enardecida por un ansia sin cauce. La luz incolora de la luna labraba las lineas y angulos de su cara, testimonio vivo de su legado ancestral. Su cara, mas aun que la densa cabellera negra que tocaba sus hombros o que los ojos negros de pesados parpados, delataba su origen indio, visible en sus pomulos altos y salientes y en su frente despejada, en sus labios finos y en su nariz aguilena. Menos evidente pero igual de intensa era la herencia celta que habia recibido de su padre, al que tan solo una generacion separaba de las Tierras Altas de Escocia. El legado paterno habia suavizado los rasgos indios heredados de su madre, dotando a Wolf de un rostro afilado como una espada, tan depurado y cortante como recio. Por sus venas corria la sangre de dos de los pueblos mas belicosos de la historia: los comanches y los celtas. Era un guerrero nato, y en el ejercito se dieron cuenta de ello nada mas alistarse. Pero era tambien un hombre sensual. Conocia bien su naturaleza y a pesar de que la dominaba, habia veces en que necesitaba una mujer. Cuando eso sucedia, solia hacerle una visita a Julie Oakes. Julie era una divorciada, varios anos mayor que el, que vivia en un pueblecito a treinta kilometros de alli. Sus relaciones duraban ya cinco anos; ninguno de los dos queria casarse, pero tenian necesidades, y se gustaban. Wolf procuraba espaciar sus visitas a Julie, y tenia cuidado de que nadie lo viera entrar en su casa. Aceptaba desapasionadamente el hecho de que los vecinos se escandalizarian si descubrian que Julie se acostaba con un indio. Y no con un indio cualquiera. Una condena por violacion marcaba a un hombre de por vida. Al dia siguiente era sabado. Lo esperaban sus tareas cotidianas, y tenia que ir a recoger un cargamento de tablones para el cercado a Ruth, el pueblecito situado al pie de su montana. Pero las noches de los sabados habian sido siempre para desmadrarse. El no se desmadraria, pero iria a hacerle una visita a Julie y se desfogaria en su cama. La noche se iba haciendo cada vez mas fria, y unas nubes densas y bajas se acercaban. Wolf se quedo mirandolas hasta que taparon la luna. Sabia que anunciaban otra nevada. No queria regresar a su cama vacia. Su rostro permanecia impasible, pero su sexo palpitaba dolorosamente. Necesitaba una mujer. Mary Elizabeth Potter tenia un sinfin de pequenas tareas de las que ocuparse aquella manana de sabado, pero su conciencia no le permitiria descansar hasta que hablara con Joe Mackenzie. El chico habia dejado la escuela hacia dos meses, uno antes de que ella llegara a ocupar el puesto de una profesora que se habia marchado inesperadamente. Nadie le habia hablado del chico, pero Mary se habia tropezado con su expediente y lo habia leido por curiosidad. En el pueblecito de Ruth, Wyoming, no habia muchos alumnos, y Mary creia conocerlos a todos. Habia, en realidad, menos de sesenta estudiantes, pero el indice de los que llegaban a graduarse era casi del cien por cien, de modo que cualquier desercion resultaba extrana. Al leer el expediente de Joe Mackenzie, se habia quedado de piedra. Aquel chico era el mejor de su clase. Sacaba sobresalientes en todas las materias. Los alumnos que iban mal se desanimaban y dejaban los estudios, pero la vocacion docente de Mary se rebelaba ante la idea de que un alumno tan excepcional abandonara el colegio asi como asi. Tenia que hablar con el, hacerle comprender lo importante que era para su futuro que siguiera estudiando. Dieciseis anos eran muy pocos para cometer un error que lo perseguiria de por vida. Ella no podria pegar ojo hasta que hubiera hecho cuanto estuviera en su mano para convencer a aquel chico de que volviera a la escuela. Por la noche habia vuelto a nevar y hacia un frio que pelaba. El gato maullaba lastimosamente mientras olfateaba alrededor de los tobillos de Mary, como si tambien el se quejara del tiempo. --Lo se, Woodrow --consolo al animal--. El suelo tiene que estar frio para tus patitas. No le costaba trabajo ponerse en el lugar del gato. Le parecia que no habia tenido los pies calientes desde que habia llegado a Wyoming. Se habia prometido que, antes de que llegara el siguiente invierno, se compraria un par de botas fuertes y calientes, forradas de piel y resistentes al agua, y andaria por la nieve como si llevara haciendolo todo la vida, como una lugarena. Las botas le hacian falta ya, en realidad, pero los gastos de la mudanza habian agotado sus magros ahorros, y las ensenanzas que le habia inculcado su ahorrativa tia Ardith le impedian comprarlas a credito. Woodrow maullo otra vez cuando se puso los zapatos mas calentitos y juiciosos que tenia, los que ella llamaba sus <>. Se detuvo para acariciar a Woodrow detras de las orejas, y el gato se arqueo, extasiado. Mary habia heredado a Woodrow junto con la casa que le habia proporcionado la junta educativa. El gato, igual que la casa, no era gran cosa. Mary ignoraba cuantos anos tenia, pero tanto el como la casa parecian un poco avejentados. Ella siempre se habia resistido a comprarse un gato (aquello le parecia el colmo de la vida de una solterona), pero finalmente su sino le habia pasado factura. Era una solterona. Ahora tenia un gato. Y llevaba serios zapatos de solterona. El cuadro estaba completo. --El agua busca sola su nivel --le dijo al gato, que la contemplaba con su impavida mirada-- Pero ?a ti que mas te da? A ti no te importa que mi nivel parezca detenerse en gatos y zapatos serios. Suspiro al mirarse en el espejo para asegurarse de que estaba bien peinada. Su estilo eran los zapatos serios y los gatos, y el ser palida, flacucha e insignificante. <> era un buen termino para describirla. Mary Elizabeth Potter habia nacido para solterona. Iba todo lo abrigada que podia ir, a no ser que se pusiera calcetines con aquellos zapatos tan serios, pero hasta ahi no llegaba. Ponerse unos lindos calcetines blancos de los que llegaban justo por encima de los tobillos con una falda larga de vuelo era una cosa, y ponerse calcetines hasta la rodilla con un vestido de punto, otra bien distinta. Estaba dispuesta a prescindir de la elegancia con tal de ir abrigada; pero no estaba dispuesta a ir hecha un adefesio. En fin, no tenia sentido posponerlo; de todos modos, el tiempo no mejoraria hasta la primavera. Se preparo para aguantar la embestida del aire frio contra su cuerpo, todavia acostumbrado al calor de Savannah. Habia dejado su pulcro nidito de Georgia por el desafio de una pulcra escuela en Wyoming, por la ilusion de una forma distinta de vida; incluso reconocia en si misma una leve ansia de aventura, un ansia que, naturalmente, jamas permitia que aflorara. Pero, por alguna razon, no habia tenido en cuenta la cuestion del clima. Habia dado por supuesta la nieve, pero no las asperas temperaturas. No era de extranar que hubiera tan pocos alumnos, penso al abrir la puerta, y dejo escapar un gemido cuando el viento le lanzo un latigazo. Hacia tanto frio que los adultos no podian desvestirse para engendrar ninos.

  • El Precio De Tu Amor de Vanessa Lorrenz

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    Todas las alarmas de su cuerpo se dispararon al escuchar la voz entrecortada de su madre al telefono, aun no sabia que era lo que pasaba exactamente, solo logro escuchar la palabra: papa y secuestro, !Pero eso no podia estar pasando! Agitada salio de la sala de juntas empujando a cualquiera que se le atravesara en su camino para llegar lo mas pronto posible a casa de sus padres. Pero cuando llego todo habia pasado, en el lapso de unas horas, unas malditas horas a su padre lo habian secuestrado y asesinado, no pidieron rescate, !nada!, solo encontraron su cuerpo dentro de una camioneta, con un impacto de bala. Natalia lloraba desconsolada entre los brazos de su madre, no era posible que, asi sin mas, unos hombres acabaran con la vida de su padre, que siempre fue un hombre excepcional, un marido dedicado a su familia, pero sobre todo un hombre de honor. Estaban hablando con unos agentes de la policia cuando llego a la casa Robert el segundo al mando en la empresa de su padre, estaba tan tranquilo que le dio una rabia inmensa que se lo tomara todo con calma. La razon exacta de su odio por Robert la desconocia, pero era algo que no podia evitar, aunque sabia perfectamente que se estaba mintiendo. Cuando llego a trabajar con su padre, hizo todo lo posible por ir escalando de posicion hasta situarse donde estaba, de un simple arquitecto ahora era la mano derecha de su padre, quien tenia igual poder dentro de la empresa igual que si fuera el dueno. Eso la llenaba de rabia, ella que se mato estudiando para trabajar en la empresa familiar, la relegaron a trabajos sencillos en una planta inferior en el area de administracion, mientras que el hijo predilecto de su padre era Robert; aunque no llevara la sangre de su familia, era para sus padres como un hijo mas. --Robert querido, que desgracia mas grande ha pasado, estamos destrozadas. --dijo su madre en cuanto lo vio entrar por el umbral de la puerta, arrogandose a sus brazos para ser consolada. Su peor enemigo en persona envolvio a su madre en un fuerte abrazo, Robert estaba ahi como siempre, con su uno noventa de estatura, su porte elegante, su cabello negro noche al igual que sus ojos heladores, que en esos instantes la observaban como si ella fuera la culpable de todo, mientras su madre no se percataba de nada, tan sumida en su profundo dolor. !Estupido! --Elena no sabes como lo siento, pero quiero que sepas que aqui estoy para apoyarlas en todo lo que necesiten. --Gracias Robert no sabes como agradezco tu apoyo. --su madre aun sollozaba, limpiandose las lagrimas en un fino panuelo de seda. --En unos momentos me encargare de los preparativos para el funeral de Arturo. --Gracias hijo, en este momento no tengo cabeza para nada. Si me disculpan necesito descansar un momento, voy a mi recamara a recostarme un rato. --Es lo mejor Elena. --dijo el insufrible separandose de su madre, para acompanarla hasta las escaleras de media luna que daban acceso a la parte superior de la casa. -- ?Quieres que te acompane madre? Estas muy alterada. --No hija, mejor te agradeceria que apoyaras en todo a Robert, no quisiera cargarle mucho la mano, con todos los tramites que le esperan. --tal parecia que su madre estaba metida en una neblina de dolor. En cuanto su madre desparecio de la vista de los dos, ella se volvio fulminando con la mirada a Robert. -- ?Se puede saber que te propones? --posiblemente no deberia de actuar de esa manera, pero el simple hecho de que ese hombre no estuviera sufriendo la perdida de si padre la estaba matando. Ella estaba destruida. --No entiendo a tu pregunta Natalia. -- !No te hagas el idiota!, esta claro que sabes a lo que me refiero, ?que ganas con venir a ofrecerte para los tramites?, !soy yo la que tengo que hacer todos los tramites, es mi padre no el tuyo Robert, que se te quede bien granado en la memoria! --grito sin poder evitarlo, reflejando en su tono de voz todo el dolor que sentia por dentro. --Aunque no lo creas nena, Arturo para mi fue como un padre y, su partida me duele igual o mas que a ti. -- ?Por que? ?Por que se te acabo tu reinado en la empresa de papa? --Nunca crei que no tuvieras corazon Nat--dijo usando el diminutivo con el que siempre la fastidiaba, aunque su padre lo usaba para referirse a ella, dicho en los labios de ese hombre era como un golpe en el higado nada mas de escucharlo--, nunca crei que fueras capaz de pensar solo en la empresa cuando a tu padre lo acaban de asesinar. No dejas de sorprenderme. Con estas acciones solo me confirmas que es verdad lo que Arturo decia de ti, unicamente eres una nina caprichosa y mimada que necesita que la bajen de su nube rosa en la que esta subida. Debes salir de ese castillo de algodon princesita. Las palabras de el hicieron que una furia contenida desde anos atras saliera precisamente en ese instante. Sin saber muy bien como lo hizo; le propino una bofetada, que retumbo por toda la casa. Ella odiaba la violencia, de verdad que si, pero ese hombre sacaba lo peor de ella. -- !Nunca en tu maldita vida, te vuelvas a acercar a mi, ni a referirte a mi persona con esas palabras!, sabes, estoy cansada de competir siempre contigo por el aprecio de mi padre y estoy cansada de que siempre ganaras, pero mi padre ya no esta, asi que preparate para lo que viene, porque esta vez no te dejare ganar. Robert tomo su rostro entre sus manos apretandola provocandole dolor por su agarre. O tal vez el dolor era por ver el odio en sus ojos. --Mira ninita consentida, te voy a decir que a mi el que me la hace me la paga, yo que tu no cantaria victoria dulzura, esta --dijo sobandose la mejilla donde lo habia golpeado--me la vas a pagar y muy caro, que tu padre no supiera ponerte limites no quiere decir que los demas vamos dejar que nos domines con tan solo mover un dedo. La solto de pronto haciendo que ella retrocediera, por la fuerza con la que la empujo. -- !Eres un maldito bastardo! !Me oyes, te odio, te odio con todas las fuerzas de mi alma!, espero que desaparezcas de nuestras vidas para siempre. --grito Natalia con todas sus fuerzas, mientras veia a ese hombre darse la vuelta al momento que se acomodaba los botones de la chaqueta de su traje, para despues salir de la estancia riendo a carcajadas. -- !!Ya veremos quien rie al ultimo, estupido bastardo, considerate fuera de la empresa!! porque eso va a pasar en cuanto tome las riendas de la empresa. !Eso te lo juro! --murmuro entre dientes a la puerta cerrada por la que habia desaparecido Robert. En contra de lo que ella queria, Robert fue el encargado de los preparativos del funeral, velaron a su padre dos dias, para darle cristiana sepultura al tercer dia. Su madre estaba sumida en una profunda depresion, no hacia mas que llorar todo el tiempo, pero era comprensible, si a ella le mataran al amor de su vida estaria peor, sin comprenderlo en su mente aparecio la imagen de Robert; pero la desecho al instante, ese estupido engreido tenia las horas contadas dentro de su empresa. Durante la siguiente semana todo fue muy triste para ellas, lo dias pasaban de manera lenta, su madre se pasaba la mayor parte del dia llorando sobre la cama, abrazada a un portarretratos de plata donde se encontraba una foto de los tres en sus navidades pasadas. Ese ano definitivamente todo seria distinto. La vida de hecho ya comenzaba a ser muy distinta sin su padre levantandose temprano por la manana para desayunar con ellas, era cierto que su padre tenia cierta debilidad por Robert, pero siempre profeso un amor incalculable para ella. Pero ahora les tocaba enfrentar el mundo solas. Capitulo 2 La empresa de su padre, era una importante constructora donde prestigiados arquitectos trabajaban disenando todo tipo de construcciones. Natalia se habia especializado en direccion empresarial, no hacia falta un arquitecto mas en la familia, con que el hijo prodigio fuera el mejor en su campo, era mas que suficiente. Tontamente tenia la ilusion de que asi su padre la tomaria mas en cuenta a la hora de asignarle su puesto en la empresa, pero: !oh sorpresa!, se habia equivocado totalmente. Ya que fue delegada a estar en el piso administrativo, luchando a cada paso para poder escalar un peldano dentro de su misma herencia familiar. El regreso a la realidad fue muy doloroso, aunque no tenia otra opcion, necesitaba tomar las riendas de s empresa. En cuanto puso un pie en la constructora miles de recuerdos se agolparon en su mente. Su padre saliendo de ahi, con su impecable traje hecho a medida. Cuando tenian oportunidad de salir juntos; le tomaba de la mano y le decia que ese magnifico imperio era su orgullo y que cuando el faltara todo pasaria a sus manos. Ella siempre le decia que haria cualquier cosa para nunca verlo caer. Robert siempre detras de su padre, le decia que era una empresa tan solida que jamas llegaria a caer. Pero bueno lo mismo habian dicho del titanic y las torres gemelas y las dos ahora estaba destruidas. Camino por los amplio pasillo sin percatarse de la mirada de pena que embargaba a los empleados; su padre siempre fue un jefe consiente de que sus empleados eran lo primero. Estaba claro para el, que sin empleados capaces y bien remunerados, la empresa no seria lo que era en ese momento. Solo se escuchaba el repiquetear de sus zapatillas, sobre el inmenso silencio que reinaba en las estancias, seguramente todos estaban a la expectativa de que es lo que pasaria con la empresa. Subio al ascensor que la llevaria al decimo piso donde se encontraba la presidencia, no habia pisado la constructora por ordenes expresas de su padre, orden que se la hizo saber el abogado el dia del sepelio. Unicamente se podia presentar ahi para la lectura del testamento; donde aclararian la situacion financiera de todo. Daria la empresa completa por tener de nuevo a su padre junto a ella, la herencia, la empresa, las acciones en la bolsa todo eso no era mas que puras cosas superficiales, una lagrima resbalo por su rostro solamente de pensar que jamas lo veria de nuevo, detras de su imponente escritorio. Nunca en su vida penso en sentir un dolor tan grande y lacerante que le atenazaba el alma. Era como si una parte de ella estuviera perdida, ahora su madre y ella estaban incompletas: su familia estaba incompleta. Lo unico reconfortante de todo, es que seguramente no volveria a verle la cara a Robert, ese era un maldito aprovechado que unicamente gozaba de la preferencia de su padre. Pero afortunadamente eso se habia acabado. Ahora solo quedaba decirle de la manera mas educada posible que abandonara las instalaciones de la constructora y buscara otro hombre al que andar siguiendo como perrito faldero. Aun recordaba la primera vez que lo vio entrar a su casa, Natalia acababa de llegar de la universidad para las vacaciones decembrinas, todo parecia ir de maravilla, adorno la casa con su madre, juntas eligieron el menu de aperitivos y comida central que se serviria en la cena de navidad; pero todo su mundo se paralizo en cuanto poso sus ojos en ese insufrible hombre que unicamente habia llegado para amargarle la existencia. Para la cena ella habia elegido un hermoso vestido color dorado, que resaltaba su cabello castano, se habia maquillado ligeramente, y su cabello le habia dado forma con unas ondas gruesas, para despues sujetarlo en un mono alto, dejando unas hebras rizadas que le daban un aire coqueto. Su madre estaba elegante con su vestido rojo y su cabello recogido en un mono frances a la altura de la nuca; bajaron tomadas de las manos, sonriendo a su padre que estaba al pie de la escalera, pasaron al interior del salon donde sus amistades mas allegadas y los empleados de la constructora estaban esperando para pasar con ellos la navidad y, ahi estaba el; parado frente a la chimenea con una copa de champagne en su mano, mientras hablaba animadamente con uno de los chicos de sistemas de la empresa. Su corazon se paralizo en ese momento, nunca en su vida un hombre habia llamado tanto su atencion como aquel desconocido. Su padre se acerco con ellas del brazo, hasta donde estaba el desconocido provocando que su muy paralizado corazon comenzara a latir desenfrenado. El desconocido sonreia amablemente a sus companeros de trabajo y, ella practicamente habia perdido el habla. Su cabello negro levemente rizado, dejaba un mechon rebelde que caia sensualmente sobre su frente. Cuando el giro su rostro, logro ver que tenia los ojos negros como la noche, los cuales la cautivaron al instante; aquel dia los ojos de el tenian una chispa cuando se posaron en ella, pero fue cuestion de un segundo, porque al instante vio como se tensaba y cambia su semblante risueno por un ceno fruncido justo en el instante en que ellos llegaban a su lugar. Esa era la misma mirada que siempre le dirigia a ella, como si siempre estuviera enojado y como si ella fuera la culpable de todos los males que aquejaban al universo. Natalia suspiro antes de pararse frente a la puerta del despacho que, hasta unas semanas atras era el que ocupaba su padre.

  • Destruyendo un egolatra de Valentina O. Sierra

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    ?Como se destruye a un egolatra? Un chico altanero y desdenoso con una infancia que lo habia llevado casi a la quiebra emocional. La frialdad en su mirada se expandia como oleadas innegables de evitar y la crueldad estaba impresa como tinta negra propagandose en su ser. ?Como lo combatias? Simplemente, lo apuntabas con las armas. Un cabello esponjoso hasta los hombros, unos grandes y honestos ojos, ademas de un tierno corazon. Elizabeth contaba con aquellas armas que no estaban llenas de violencia exactamente, pero ?quien dijo que aquel gran egolatra podria resistirse?

  • El secreto de Helena de Lucinda Riley

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    Una casa magica.
    Un verano para recordar.
    Amor y secretos bajo el sol chipriota.

  • Caribes (Cienfuegos 2) de Alberto Vazquez-figueroa

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    Segunda entrega de esta celebre saga, Caribes continua las apasionantes aventuras de su protagonista, un joven canario en el Nuevo Mundo, un mundo hostil y desconocido.

  • El hijo zurdo de Rosario Izquierdo

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    Lola es una madre de tendencias progresistas, divorciada y con dos hijos, que asiste a la deriva del menor de ellos, Lorenzo, hacia las oscuridades de un grupo neonazi. Rosario Izquierdo sigue en esta novela la huella de la actualidad mas incomoda, y abunda, al narrar el conflicto de Lola, en la maternidad temprana y el antiguo estigma de ser zurdo: “cuando observaba a Lorenzo usar con libertad la cera y los rotus de colores con la mano izquierda, algo se activaba dentro que me procuraba un alivio inexplicable, como si el gesto natural del nino estuviera recomponiendo fracturas interiores que me habian dividido tiempo atras”. En el intento por comprender y recuperar a su hijo, Lola se relacionara con Maru, madre de diferente clase social que vive una situacion similar a la suya. De fondo cobran peso el juego de espejos entre mujeres, las periferias de las ciudades o el potencial de las redes de apoyo ante las carencias de quienes han sido madres muy jovenes, temas a los que la autora ya se aproximo desde otro angulo en Diario de campo.

  • Un falso matrimonio con un cowboy de Kate Bristol

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    Kurt apreto los dientes mientras observaba sus tierras desde el porche de su rancho, en Montana. Su propiedad, en las Montanas Rocosas le daba unas vistas privilegiadas. El paisaje era simplemente abrumador. Estaba muy orgulloso de su rancho. Lo habia sacado adelante sin la ayuda de nadie. Su madre habia muerto demasiado pronto y su padre le siguio en espiritu meses despues. El cuerpo del viejo ranchero Daniel Harris se fue apagando despues de que su mujer muriera cuando Kurt apenas cumplio los cinco anos. Pero a pesar de la tragedia, Kurt se habia hecho un hombre de bien, cuidado en parte por la cocinera, una anciana cascarrabias, y el capataz, que habia llevado el rancho lo mejor que habia podido, hasta que su salud se fue deteriorando. Thomas le habia ensenado todo lo que sabia, quizas por eso cuando Kurt cumplio veinte anos, ya nadie podia ensenarle nada mas sobre como llevar un rancho. Pero de eso ya hacia mucho. Ahora a sus treinta y cinco anos, estaba practicamente solo en el mundo y les devolvia el favor a Thomas, que habia poco mas de seis meses que habia sufrido una embolia y a la abuela Ginger, ya una anciana. --Moriras solo hijo --habia dicho Thomas, con rictus preocupado--. Este rancho te quitara todo el tiempo que puedes ofrecerle. Debes hacer algo mas de lo que hicimos nosotros y tu difunto padre. Kurt no habia sabido que responder a aquellas palabras, pero el mensaje habia sido claro: Lo unico que podia ofrecerle la vida en aquel lugar, era morir solo. Nada mas. --?Que me propones, viejo tullido? Thomas rio en su silla de ruedas y le dio como pudo un punetazo en el brazo. El hombre estaba junto a el, en el hermoso porche de la propiedad, observando las bellas montanas. --He pensado en buscarte una esposa. --!Oh, maravilloso! --se burlo Kurt-- ?Y como conseguiras que una mujer venga hasta aqui? --!De eso me encargo yo! La duena de esa voz, una figura encorvada y con cara de pocos amigos, se acercaba a ellos ayudada por un baston. Llevaba una taza de cafe en la mano y Kurt la miro denegando con la cabeza. --Eso no te dejara dormir a estas horas, Ginger. --!Bah! --la vieja hizo un gesto de desden y dio un sorbo a su cafe--. No pienso dormir cuanto hay tanto por hacer. ?Verdad Thomas? El hombre gruno como respuesta. --Bueno --dijo Kurt, alzando las manos--, ?seria muy descortes que me fuera a la cama antes de que os pongais a organizar mi vida? La abuela Ginger le dio un golpe con el baston, pero el rio por su mal caracter y despues se inclino para besarla en la cabeza. Los tres en aquel mar de silencio salpicado por estrellas brillantes en el cielo se quedaron callados mientras la abuela Ginger encontraba las palabras adecuadas. Kurt sabia que los anos pasaban, y aunque era cierto que se habia divertido mucho con sus amigos en el pueblo cercano, y que nunca le habian faltado romances cuando visitaba la ciudad, ninguna mujer se habia planteado siquiera ir a vivir alli, en un lugar tan apartado del mundo, tan salvaje. Eso en parte lo entristecia. ?Como era posible que no apreciaran la belleza que tenia ante sus ojos? Pero suponia que estar a tres horas de camino desde cualquier punto de vida civilizada, era un elemento disuasorio bastante importante a tener en cuenta. --Kurt... --empezo diciendo la anciana. --?Si? Al ver que Thomas lo miraba de reojo se dio cuenta de que los dos viejos amigos estaban algo mas que compinchados con respecto a lo que iban a decir. --Hemos pensado, como ya te hemos dicho antes --empezo a decir la abuela Ginger--, que lo mejor para ti es que encuentres una buena mujer. Un grunido de Thomas dejo claro que el pensaba lo mismo. --Bien --parpadeo Kurt--. No sabia que parecia tan necesitado de carino y afecto. Intento burlarse, pero la mano rugosa de Ginger se puso sobre la suya. --Querido hijo, no queremos morirnos sin ver que eres realmente feliz. --Soy feliz --lo dijo tan rotundamente que cualquiera podria haber pensado que era cierto. --No es asi. --Si, lo es --pero Kurt parpadeo, mirando a la anciana, que le sonrio con ternura, algo poco usual en ella. --Como te he dicho --repitio Ginger--, no pensamos morirnos sin verte establecido con una buena mujer y quien sabe si hijos. Thomas rio. --Creo que yo partire antes --dijo, con la dificultad que le habia dejado la embolia en el habla. --No vais a moriros, ?entendido? --!Oh, como si pudieras frenar el avance de la edad! --dijo, dando un golpe en el suelo de madera con el baston. Kurt empezaba a enfadarse con Ginger. No le gustaba que hablara de la muerte, era como si la llamara. Y que siempre hiciera referencia constante a sus mas de ochenta anos lo ponia nervioso. --?De que demonios estais hablando? ?Y que tramais vosotros dos? Yo soy feliz en el rancho de mi familia, tengo amigos... --Que vienen dos veces al ano. --Voy al pueblo cuando me aburro... --Para ver a la misma gente. --!Y he tenido novias! --Idiotas incapaces de apreciar la vida que tenemos aqui. Todas las replicas de Ginger hacian un agujero en el corazon de Kurt. --Si eso no ha cambiado durante toda mi vida, no creo que ahora, por mucho que lo deseeis, aparezca una joven casadera a establecerse en Blue Rock. Thomas rio y fue entonces cuando Kurt comprendio que no solo habian tramado un plan, sino que lo habian estado llevando a cabo en silencio, a saber durante cuanto tiempo. --!?Que demonios habeis hecho?! --exclamo. Los dos ancianos se miraron. --Puede... --Ginger se acabo la taza de cafe y miro hacia otro lado--, que hayamos encontrado a una mujer para ti. --?Donde? --Kurt se puso en pie y se alejo de la mecedora para quedar cara a cara con los dos-- ?En que momento y por que? --los senalo con el dedo--. Y de todas estas preguntas no tengo muy claro cual quiero que me contesteis primero. Thomas levanto un dedo. --Primero --dijo la abuela Ginger--. Porque estas solo. Y un chico tan guapo y fuerte como tu, no puede quedarse aqui solo toda la vida. --Tengo a mis trabajadores, son mas de treinta y estan muy felices, gracias --replico, Kurt. No podia creerse todo ese embrollo... !Como si estuviesen en el siglo diecinueve! --Se... segundo --dijo Thomas, ignorando por completo la pataleta de Kurt. Ginger asintio al ver que Thomas se esforzaba por levantar un dedo. --Segundo. A tu pregunta de cuando... !Buuuuuh! Hace mas de un ano que lo planeamos. Y nos ha costado mucho encontrar a la candidata adecuada para ti. Kurt parpadeo, como si todos se hubieran vuelto locos. --No se donde habeis podido encontrar a una mujer que quiera venir aqui --exclamo--. Las empleadas del rancho estan casadas, por lo que no creo que propongais que tenga una aventura o le robe la mujer a Gabriel... Gabriel era su mejor amigo en el rancho, se ocupaba de la cria de caballos y de todo lo relacionado con la herreria. --No, muchacho --dijo Ginger-- Gabriel tendra suerte si Pamela no se le escapa, pero no hablo de ella. Sino de otra chica, que respondiendo a tu pregunta de donde la hemos encontrado... Kurt pudo escuchar un redoble de tambores cuando Ginger miro a Thomas y este se rio mas fuerte. --!Agg… garrate! --No me lo puedo creer --Kurt puso los ojos en blanco-- ?Quien demonios es? ?La conozco? --Oh no, pero ella cree que si. --?Por que cree eso? --pregunto, frunciendo el ceno. --Porque nos hemos hecho pasar por ti en una web de citas. Si Kurt no hubiese sido un curtido vaquero se habria desplomado alli mismo. --Maldita sea --susurro en shock. --Y... hi… jo... --intento decir Thomas, a lo que Ginger se adelanto, por falta de paciencia --!Llega manana! Kurt se agarro a la barandilla del porche y sintio como sus rodillas se aflojaban. ?Por que demonios habian hecho eso? ?Y por que sus sonrisas eran de pura satisfaccion? --Vais a matarme... 2 --No puedo creer que me hayais hecho esto. Kurt estaba visiblemente furioso con la taza de cafe en la mano. No habia podido dormir durante toda la noche, y todo era culpa de esos dos. La abuela Ginger preparaba el desayuno para todos en la cocina, ayudada por dos mujeres mas que estaban alli para encargarse de las compras y la limpieza. Pam era la novia de Gabriel, aunque ultimamente estaban en crisis, y Teresa, la mujer de uno de los ayudantes de Gabriel. El rancho era una gran familia, hasta habia tres crios revoltosos y cuatro adolescentes, uno el hijo de Teresa, que le habia dado mas de un disgusto. --Tomate unas tostadas tambien --le dijo la abuela. --No tengo hambre --respondio Kurt de mal humor--, me la habeis quitado con vuestro matrimonio concertado. --!Sssh! --la abuela Ginger le dio un capon en la cabeza al darse cuenta de que las dos mujeres lo miraron con extraneza--. !Callate, aqui nadie sabe nada de eso! --Sera mucho mejor asi cuando le diga a esa pobre chica que la habeis enganado para venir aqui. --No le diras nada --Ginger fruncio el ceno y dejo el plato frente a Kurt con un fuerte golpe. El miro hacia abajo para cerciorarse de que no lo hubiera roto--. Vas a poner tu mejor cara e iras al aeropuerto de Helena a buscarla. --Por supuesto --fingio entusiasmo--. Solo son cuatro horas en coche. --Quedaos a dormir en un motel y conoceos mejor. Ese "conoceos mejor" significaba que confiaba que el la encontrara atractiva y que tuviera sexo con ella. --Oh, ya veo que quieres que llegue al rancho con un heredero. --La mujer gruno y miro por encima del hombro a Thomas, cuyo cuidador los miraba tan sorprendido que no podia mediar palabra. --?Se va a casar? --pregunto Javier, mientras tomaba un trozo de tortilla y se lo daba a Thomas en la boca. El viejo rio. Si algo no habia hecho la embolia era quitarle su sentido del humor. Uno muy retorcido, diria Kurt. --No voy a casarme --Sentencio. Y al decirlo, Pam y Teresa se miraron como si no tuvieran ni idea de lo que estaba pasando, pero que, de seguro era algo gordo. --Claro que lo haras --le susurro la abuela al oido, con cara de pocos amigos--. Se un caballero, portate bien con ella y todo ira bien. A las chicas surenas le gustan los modales. Kurt abrio la boca, de hecho, parecio que se le desencajaba la mandibula. --?Como cuanto del Sur? --Alabama. --?Por que demonios una muchacha de Alabama querria casarse con un ranchero de Montana? La abuela se encogio de hombros y se dirigio a los fogones para controlar la comida que estaban elaborando para el medio dia. --Quizas le gustaste. --?Como puedo haberle gustado si no...? --Callo de repente al darse cuenta-- ?Le habeis mandado una foto mia? --Y... vvvvideos... Javier quedo atonito. --?Te han buscado una novia? --palmeo la espalda de Thomas, quien y asintio--. Oye abuela Ginger, ?no puedes buscarme una a mi? La chica mas guapa del rancho esta comprometida. Al decirlo, le guino un ojo a Pam, que se rio meneando la cabeza. --Puede que si. Si te portas bien. Pero por supuesto que Javier se portaba bien a ojos de Ginger. Era un cuidador excelente, habia empezado a estudiar enfermeria, hasta que las cosas se pusieron mal para su familia y tuvo que emigrar de Mexico a Houston. Pero finalmente, gracias al destino, habia acabado en el rancho mientras iba rumbo a Canada. Y Thomas no podia estar mas satisfecho. Javier era amable, y educado, con estudios y tenia una paciencia infinita. La abuela Ginger se lo quedo mirando. Si, quizas a el tambien le vendria bien una novia. --?Y cuando se supone que tengo que irme? --pregunto Kurt. --Su avion llega por la noche. --!Maldita sea! Todos se quedaron mirando a Kurt. No era habitual ver un estallido de furia por su parte. --!No puedo creer que hayais hecho esto! --Yo aun no se lo que han hecho --pregunto Pam, muerta de curiosidad. --Venga chicas, dejadnos unos minutos a solas --dijo Ginger, para desgracia de Teresa y Pam, que se miraron y al ver la cara de la abuela Ginger asintieron y abandonaron la cocina. --?Yo tambien? --pregunto Javier. --No es necesario --Ginger le sonrio--. Kurt necesitara un amigo que le haga entrar en razon. Le hemos concertado un matrimonio. --!Un momento! --dijo Javier, atonito--. ?Matrimonio concertado? ?Directamente va a casarse con una mujer sin conocerla? ?Y donde la habeis encontrado? --La hemos sacado de una empresa que arregla matrimonios. Segun la compatibilidad, ella es perfecta. Kurt miro a Ginger negando con la cabeza. --No entiendo que puedas decir eso y no te averguences de haber enganado a una pobre chica. --Solo sera engano si no te casas con ella. --No voy a casarme con ella --lo dijo en tono tajante y muy convencido. --?Por que dices eso? --pregunto Javier--. Es muy probable que te guste, y quizas os enamoreis a primera vista. --?Todos los latinos sois tan...? --?Romanticos? --Ingenuos. Javier sonrio y se encogio de hombros. --Hemos nacido para creer que un hombre no puede estar solo toda la vida. Y se que Ginger y Thomas tambien lo creen ?por que tu no? --Porque no me gusta que me busquen mujeres, como si yo no pudiera... --Claro que puedes --dijo Javier--. Pero admitamoslo, en un lugar como este es muy dificil conocer gente nueva. Lo tenemos un poco mas complicado que la gente de la ciudad. Y si la abuela Ginger y el Senor Thomas, quieren ayudarte... !Dejalos! --!Asi se habla muchacho!

  • La senora Stendhal, Rafel Nadal de Rafel Nadal

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    Cuando el ultimo dia de la guerra una bala se lleva la vida de una joven madre en un tiroteo en la plaza de Sant Pere de Girona, el destino de Lluc queda para siempre atado al de la senora Stendhal, que lo criara como si fuera hijo suyo. La fuerza de la madre adoptiva, la rebeldia del joven Dani y la sabiduria del abuelo Didac acompanaran la mirada inocente del nino por un paisaje cargado de emociones y promesas. Hasta que choque con el ansia de venganza de los ganadores, decididos a saldar cuentas. Despues del exito internacional de La maldicion de los Palmisano, Rafel Nadal vuelve a la posguerra con su obra mas madura; una novela, entre realidad y ficcion, que cierra el ciclo del autor sobre los bandos, el destino y la libertad individual.

  • Al final de la calle 118 de Clara Cortes

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    La calle que lleva al motel donde vivo es larga y ancha, y una acera no tiene nada que ver con la otra. Es como si una barrera invisible separara ambos lados. Por supuesto, siempre que quieras puedes cruzar al otro lado, pero eso no significa que la gente lo haga. Es como la valla que rodea un instituto: aunque muchos querrian y podrian saltarla, eso no significa que la salten de verdad. Porque saben que su lugar esta dentro. Cuanto mas camino de la derecha recorro, mas grietas me encuentro. Y mas suciedad. Y menos casas. En la otra acera, sin embargo, la fila de chalets de color amarillo y naranja sigue hasta mas alla del motel, hasta alcanzar la carretera del norte. Aunque pueda sonar a mentira, me gusta mucho mas la acera de la derecha que la de la izquierda. Es mucho mas real. La vida es asi, rota, con hierba seca entre los huecos que deja la piedra de los adoquines. Si conoces a alguien con una vida-chalet, probablemente todo se quede en esa fachada amarilla, tan igual a lo largo de toda la fila. Probablemente su sitio tambien este en este lado, nuestro lado, pero no quieran aceptarlo. Antes de llegar al motel, en la acera de la derecha, la calle esta flanqueada por la verja de un orfanato. Es el que cubre la zona norte de la ciudad, adonde se sabe que llegan muchos ninos todos los meses. A veces lloran tanto y tantos a la vez que puedo oir sus sollozos sincronizados desde mi habitacion, y eso que no tiene ninguna ventana que pueda cerrar para acallarlos. Son gritos desgarradores. Cuando pasa me pregunto si habra alguna nina especial ahi dentro, alguien que se parezca a mi y que llore mas fuerte que todos los demas. Tambien me pregunto si la habre visto alguna vez cuando he pasado por delante y todos los ninos estaban jugando fuera, aunque me desespera pensar que he podido hacerlo y que no la he reconocido. Normalmente me gusta pasar la mano por la verja de rombos metalicos mientras camino. El sonido que hacen los anillos de mis dedos contra los alambres es musical y, si lo cuento en mi cabeza, sigue cierto ritmo que puede llegar a ser agradable. Siempre logro encontrarlo, aunque cada vez es diferente, pero eso es lo que mas me gusta. Sin embargo, ahora paro de hacerlo, porque, como todos los dias, tengo que mirar. Siempre me obligo a hacerlo al menos una vez, porque seria una persona horrible si no me molestara en dedicarle unos segundos al dia; busco un par de coletas desiguales que yo podria haber conocido, a esa nina que deberia tener mi nariz, o mis ojos, o los de Raven... Como de costumbre, no veo nada -porque no hay nada, ni siquiera suerte-, asi que tengo que seguir andando para volver a casa. Solo que, esta vez, si que hay algo cuando me pongo a andar otra vez. No lo habia visto porque mi mente habia elegido omitirlo y concentrarse en buscar, como cada dia; es curioso como nuestro cerebro es capaz de aislarnos hasta el punto de no dejarnos ver cosas tan obviamente claras. Porque, cuando vuelvo a andar, hay ahi otro sonido que esta vez no es mio. No rozo la verja con la yema de los dedos, pero, aun asi, en alguna parte hay musica. Y son notas. Notas de verdad, quiero decir, no solo en mi cabeza. Sol. Do. Re. La. No es metalico. Es una guitarra, y creo que viene de dentro. Vuelvo a mirar hacia alli sin dejar de andar. Ahi esta. No tardo demasiado en localizarla. La guitarra. Obviamente, alguien la esta tocando. Es un chico. Esta al fondo, encorvado y sentado sobre un banco. A pesar de todos los ninos que hay a su alrededor, parece estar muy solo. El chico es larguirucho y grande, o eso es lo que parece desde aqui. Tiene los dedos agiles, pero, a pesar de eso, se mueve como si no se sintiera seguro; vacila cuando hace amago de levantar la cabeza y al final nunca aparta la vista del movimiento de sus dedos sobre las cuerdas, como si de verdad temiera perderse o equivocarse. Esta cantando y lo que oigo en la distancia es grave y fuerte, pero a la vez suave y agradable. Cuando han pasado unos segundos y creo haber escuchado lo suficiente, decido que me gusta su voz. No parece que el este muy de acuerdo en eso, sin embargo. Tiene el ceno levemente fruncido y los hombros tensos. Las gafas de pasta negra que lleva juegan a ser equilibristas sobre la punta de su nariz, y me pregunto por que no puede, simplemente, hacer algun tipo de movimiento para subirselas. Siempre me ha puesto nerviosa la gente que mira el mundo por encima de la montura de sus gafas, como la senora que se encarga de la biblioteca del centro, aunque no se exactamente por que me molesta. Cuando acaba la cancion se queda un momento mirando la vibracion de las cuerdas antes de subir la cabeza y sonreirles a los ninos, un publico realmente desagradecido. Si, han estado tranquilos, pero no escuchandole. Gritan, saltan y rien mientras se persiguen los unos a los otros, y el baile sigue para ellos aunque ya no haya musica para acompanarlo. Me sobresalto al darme cuenta de que he estado parada tarareando todo el rato, aunque ni siquiera se como se llama la cancion. He debido de oirla en la radio alguna vez, o en el centro comercial, o en alguna sesion de fotos. No era consciente de habermela aprendido. Me doy la vuelta y sigo mi camino justo despues de que el chico se suba las gafas con un gesto despreocupado. El no me ve. No reanudo el sonido de mis anillos, simplemente meto las manos en los bolsillos y ando mas rapido, porque quiero llegar ya al motel. Solo unos treinta y cinco o cuarenta metros lo separan del orfanato. Cuando subo las escaleras metalicas que llevan al segundo piso y entro en el apartamento 36, la sensacion tan rara que se me habia puesto en el estomago tras escuchar esa cancion es sustituida por la colonia postsexo de Raven. Tengo que aguantar la respiracion y pasar directamente a la cocina. Y aunque alli no es mejor, porque ella esta fumando, al menos no es ese tufo a fruta, sudor y suciedad. -Ah, hola -dice, tranquila-. No he oido la llave. -Hola. Vacio mi mochila en la mesa blanca donde comemos. El tablero esta lleno de quemaduras y manchas marrones que no se pueden quitar. Caen las llaves, un libro, una camiseta sucia y un sobre. Justo antes de venir he pasado por el banco para sacar lo que me han pagado hoy. Raven apaga el cigarrillo dentro de una lata de cerveza arrugada y se acerca a mi con curiosidad. -?Cuanto? -Cincuenta pavos. -La ultima sesion fueron mas. -Porque me pase seis horas en ese estudio sin parar ni para mear, Raven. Por eso fueron mas. Mi hermana agarra el sobre antes de que yo pueda alcanzarlo y sale de la cocina contoneandose. Me dan ganas de gritarle que no hay nadie mirando, que no hace falta que haga eso, pero no quiero discutir. Necesita montar un espectaculo todo el tiempo. Ademas, suele estar de muy mal humor despues de estar con un cliente, por eso me callo. Se agacha junto a su cama y mete la mano debajo. Saca una caja de metal rosa que tiene un pequeno candado. Ahi es donde guardamos todo nuestro dinero. Esta llena de polvo y tiene un par de pelusas enganchadas en las esquinas. Muchas veces pienso en que pasaria si alguien entrara a robar, porque no seria nada dificil hacerlo. No seria dificil encontrar la caja bajo la cama y que alguien rompiera ese estupido candado y nos robara todo lo que tenemos. De hecho, yo misma podria hacerlo si quisiera. Podria agarrar una piedra de fuera, acercarme, golpearlo hasta que se partiese... Y luego irme lejos de aqui con el dinero. Pero Raven abre la caja y me quedo a medias preguntandome adonde iria. A un lado, los billetes estan sucios, algo rotos y arrugados. Al otro lado, el monton de mi dinero, es decir, el dinero que yo gano y que sale directamente del banco, descansa en pilas mas o menos agrupadas por su valor. Mis billetes estan limpios, en todos los sentidos posibles. En total no hay demasiado dinero, pero si mucha diferencia entre ambos lados. <>, pienso. Es como si cada monton saliera de un mundo completamente distinto, o viniera de una cara diferente de la luna, y en parte, si lo piensas, es un poco asi. -Bueno, supongo que esta vez, cuando venga ese baboso del casero, podre pagarle en condiciones. No soporto tener que tocarlo cuando vamos un poco justas. Doy la vuelta a su cama para ir hacia mi habitacion. -No necesitaba saber eso. -C'est la vie, Valeria. No puedes ser tan tiquismiquis. Las cosas son como son, a ver si lo aprendes de una vez. <>, dice siempre Raven. Raven, la que esta hecha de piedra. La que es dura y fria como el hielo. La que tiene muchos problemas y muchas responsabilidades que siempre prefiere evitar. Es Raven, es casi una extrana

  • La chica danesa de David Ebershoff

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    Copenhague, en 1925. Greta y Einar son una pareja de jovenes pintores. Ella es conocida, sobre todo, por sus delicados, sugestivos retratos de mujeres. Pero aquella tarde, la modelo no ha venido. Y Greta le pregunta a Einar si por una vez, para que ella pueda terminar la parte de abajo de un cuadro, el se pondria un par de medias de seda, se calzaria unos zapatos de tacon, acaso tambien un vestido que le permitiera acabar de pintar los pliegues de la falda. Einar acepta, y el instante en que la seda del vestido se desliza por su cuerpo supone una revelacion, el momento de la sensacion mas verdadera, como cuando se sumerge en el mar en verano. Pero el oceano de esta zambullida, que ya no tendra vuelta atras, es un mundo de suenos, el sueno por ser Otro. Y asi, acompanado por Greta -porque ambos habitan ese oscuro espacio secreto entre dos personas que constituye un matrimonio-, Einar recorrera un arduo camino al final del cual se encuentra una mujer llamada Lily Elbe, que fue Einar, y que ahora es una chica danesa.

  • 20 divorcios y 1 boda real de Julianne May

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    Mel Adams, una exitosa periodista neoyorquina, dedica su vida a escribir sobre moda nupcial en el medio grafico mas consumido en Estados Unidos. Pero su fama no solo se debe a su buena labor, sino al controversial metodo que utiliza para luego escribir: se casa y se divorcia con solo una diferencia de horas, aunque jamas lo hace por amor. Todos sus efimeros matrimonios son parte de una fria estrategia comercial creada por la directora de la revista, Rachel Adams., su madre. No obstante, tras constantes denuncias eticas y morales, la revista se ve obligada a reivindicar la maltratada imagen del futuro esposo, por lo que no tardan en concluir que el proximo prometido sea el clasico principe azul.
    Desesperanzada de hallarlo, Mel asiste a su chequeo medico e, inesperadamente, conoce al doctor Alex Said, con quien el flechazo es instantaneo. Sin embargo, su destino da un vuelco de ciento ochenta grados al involucrarse con el ultimo hombre de la Tierra con el que se casaria: James O’Brian, un barman irlandes.
    Mel intentara seguir el plan inicial, pero nada sera tan facil. No solo el adelanto de la boda y la reaparicion de sus veinte exesposos le complicaran la existencia, sino tambien la inesperada lucha que se librara entre su corazon y su razon al conocer, en profundidad, tanto a Alex como a James. Y de alli, la gran pregunta que Mel se hara y esperara resolver: <>.

  • Donde duerme tu nombre de Ana Maria Draghia

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    Abril tiene veintiseis anos y trabaja en un estudio de animacion. Aunque parece ser feliz, solo piensa en averiguar quien es su padre. Y, por si esto fuera poco, cuando Eric reaparece, todo su mundo se pone del reves. Queriendo alejarse de el, se acerca a su jefe, Christopher, envuelto en mas secretos de los que ella espera.

  • Kafka y la muneca viajera de Jordi Sierra I Fabra

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    Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2007. Un ano antes de su muerte, Franz Kafka vivio una experiencia muy insolita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlin, encontro a una nina llorando desconsolada: habia perdido su muneca. Para calmar a la pequena, el autor de La metamorfosis se invento una peculiar historia: la muneca no se habia perdido, se habia ido de viaje, y el, convertido en cartero de munecas, tenia una carta que le llevaria al dia siguiente al parque. Aquella noche Franz escribio la primera de las muchas cartas que, durante tres semanas, entrego a la nina puntualmente, narrando las peripecias de la extraordinaria muneca desde todos los rincones del mundo. Segun cuenta Dora Dymant, su companera en aquellos dias, el estado febril con el que Kafka escribia esas cartas era comparable al de cualquiera de sus inmortales obras. Este es el relato de aquella experiencia, en la que Franz Kafka fue un mago de la palabra para una nina desconocida de la que jamas volvio a saberse nada, como tampoco de aquellas cartas que constituyen uno de los misterios mas hermosos de la narrativa del siglo XX.

  • Y, de repente, todo cambio de Jessica Garcia Martin

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    Claire tiene una vida idilica: un trabajo que le encanta, una casa que la enamora y un novio entregado en cuerpo y alma a ella, ?o no? No todo es lo que parece…
    Tras varios meses de inseguridades, discusiones y secretos, Claire toma una de las descisiones mas importantes de su vida. Asi, su mundo se pondra patas arriba, conocera a alguien que le abrira los ojos, sentira la pasion y el deseo, descubrira que es el amor de verdad… y miles de cosas que le ocurriran por el camino.
    No estara sola, sus mejores amigos, Sam e Ivan, la acompanaran, le reganaran, se reiran y lloraran, pero siempre juntos.

  • El anticuario de Teheran de Jorge Dezcallar

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    Un collar de oro, coral y aguamarinas que un anticuario irani suplica a Jorge Dezcallar que le haga llegar a su hija abre este libro, en el que el diplomatico espanol pasa revista a sus anos como embajador -lo fue en Marruecos, Washington y Roma- y recuerda a algunas de las personalidades -ministros, reyes, actores, presidentes- con las que ha compartido negociaciones diplomaticas y tambien, en ocasiones, veladas inolvidables.

  • La Amante Cautiva Del Jeque de Jessica Brooke

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    Emma James queria escapar del aburrimiento de su vida. Todo lo que hacia era predecible. Despues de terminar con honores en la universidad de Dartmouth, iba a estudiar derecho en Harvard en otono, tal y como habian hecho su padre y su hermano mayor antes que ella. Si Emma se pareciera en algo a su hermano mayor, Bradley, encontraria al <> en Harvard, se casaria al acabar derecho, y estaria cargada de ninos poco despues de convertirse en socia junior de un importante bufete de Washington DC. Estaba predestinada. Despues de todo, el senador Alan James Senior lograba todo lo que se proponia. Esa noche Emma habia ido con sus dos mejores amigas, Alexis y Parker, al local de moda de Georgetown, para fantasear con que era libre. Fue una especie de rebelion por tener que estar otras dos semanas mas enterrada bajo gruesos tomos de jurisprudencia y encadenada a la biblioteca preparando el inicio de las clases. Su padre insistio en que se acostumbrara primero a los textos legales, puesto que sabia lo duro que le resultaria, al haber sido el mismo abogado antes de convertirse en senador. Tras haber estado varias horas encerrada en el sotano, tuvo la sensacion de que la vida pasaba por delante sin disfrutarla. Necesitaba un respiro. --Es tu cuarto Grey Goose. --La reprendio Alexis, mientras se apartaba un largo mechon color miel de la cara. Cuando fruncio el ceno, su nariz aguilena parecia aun mas angular y pronunciada. --Solo es medianoche. ?No prefieres que nos vayamos? Emma puso los ojos en blanco y dio un trago a su vodka con tonica. --Apenas bebo. Que diablos, apenas hago nada aparte de estudiar. --Lo se, y por eso lo vas a lamentar en menos de dos horas. --respondio Alexis, bebiendo tranquilamente su ron con cola, y anadio: --Pero, ?que es lo que te agobia tanto? Emma suspiro y miro a la multitud. Parker ya estaba bailando, flanqueada por dos chicos de la fraternidad enfundados en polos de color pastel con los cuellos levantados. Era una chica alta, esbelta, de largas piernas, justo lo contrario que Emma, que, lejos de ser fea (su madre siempre decia que tenia <>), no era exactamente lo que en la avenida Madison considerarian una belleza. Su cabello era rubio natural, tan claro que parecia blanco, y tenia los ojos azules, aunque no era exactamente delgada. Es decir, tenia sus curvas, y un cuerpo voluptuoso y algo rubenesco. Con un metro sesenta, era bajita, can anchas caderas y un busto mas generoso de lo que a ella le hubiese gustado. Nunca seria tan espectacular como Parker, que podia ser modelo si los estudios universitarios le fallaban, ni como Alexis, a la que se le pegaban los chicos fuera donde fuese. La opcion que le quedo a Emma fue convertirse en la lista del grupo, la alumna estudiosa y aplicada, la paciente amiga que ayudaba a los demas a enfocar mejor sus problemas. Normalmente no le importaba su fisico, pero entre otro sermon de su padre y su inminente ingreso en la facultad de derecho, Emma estaba empezando a preocuparse por todo. --Es que quizas no es todo tan genial. Alexis resoplo. --Soy yo la que no tiene mas remedio que estudiar derecho en la universidad estatal. Tu eres muy afortunada, querida. --Quizas yo no pienso asi-- murmuro Emma, antes de terminar su bebida y saltar a la pista de baile. Tal vez otra persona podria dejar de lado esas preocupaciones y dejarse llevar por la locura de la noche, aunque en realidad ella nunca habia sido ese tipo de chica. En el instituto solo tuvo un novio y, despues, un fugaz compromiso en su ultimo ano en Dartmouth. Kevin, su prometido, habia resultado ser un completo idiota. Emma se lo encontro en la cama con otra al regresar pronto de un viaje, tras entrar en el apartamento que compartian ambos. Desde entonces, su vida habia sido basicamente la de una monja. Un infierno para su autoestima, pero excelente para sus notas. Dirigiendose al grupo de Parker, Emma sorteo a la gente que danzaba y reia, hasta llegar al lado de su amiga, y se unio al baile. Le encantaba. Sintio el repiqueteo del bajo, y el calor de la gente que la rodeaba, mezclandose entre si, bajo las luces estroboscopicas que destelleaban sobre la pista. Cerrando los ojos, Emma se apoyo en Parker moviendo las caderas al ritmo de su amiga. Se escucharon silbidos y aplausos por parte de la gente que las observaban, y, por un momento, fue divertido formar parte del grupo con el que todo el mundo queria bailar. Una vez que se calmo el alboroto, Parker se separo y se fue con los dos chicos, dejando a Emma bailando sola y sintiendo como su pulso se aceleraba al ritmo del tema de hip-hop que salia a todo volumen por los altavoces. Cuando abrio los ojos de nuevo, fue porque Alexis le estaba dando golpecitos en el hombro. Unos inquietos ojos verdes se clavaron en los suyos. --Parker se ha ido a casa con Grant y Matt. Y ha llamado mi hermana, que esta al final de la calle, en el restaurante Sullivan's. ?Quieres venir conmigo? Emma se obligo a no fruncir el ceno mientras seguia a su amiga hasta una esquina de la pista de baile. Cada vez que comian juntas, pasaba lo mismo, pero esa noche haria todo lo posible por evitarse el mal rato. Cuando Emma iba a un restaurante, lo hacia, obviamente, para pedir comida y disfrutar de ella. La hermana de Alexis, por el contrario, no tomaba mas que una minuscula ensalada y un vaso de agua… para luego pasarse el resto de la noche sermoneando impertinentemente a Emma sobre lo malo que es cenar en exceso. Lo ultimo que queria era juntarse con alguien que la reganara mientras saboreaba la ultima copa de la noche Pero Alexis era una buena amiga, por lo que Emma encontro la manera de declinar su invitacion con sutileza. Fingiendo un bostezo, sonrio. --No. Ve tu. Prometi a mis padres que volveria pronto para poder almorzar con ellos manana. Deberia irme antes de que todo me empiece a dar vueltas. Alexis dudo, y miro de reojo hacia la puerta del local. --Hemos aparcado a varias manzanas y esta bastante oscuro. --Y resulta que estamos en Georgetown, rodeadas de universitarios y boutiques. No hables como mi padre, que esto no es el centro ni hay cerca ningun fumadero de crack. --Cierto. Solo quiero que llegues bien a casa. Pero si estas segura… -- anadio su amiga, mordiendose el labio. --!Por supuesto! Todo esta controlado. No esta tan lejos, ?que podria pasarme? --respondio Emma, yendo en direccion a la mesa y recogiendo su bolso. Dejo unos billetes de propina para el camarero, que habia sido muy amable, y al fin y al cabo, alguna ventaja tenia que tener vivir en una jaula de oro. Al menos podia dar buenas propinas a los desafortunados que habitualmente tenian que lidiar con los borrachos del mundo. --Te llamo cuando llegue a casa. Si no tienes noticias mias en una hora, es que me ha pasado algo, ?de acuerdo? --Vale. Aunque no te va a pasar nada por ir a comer algo al Sullivan's, y asi luego nos vamos juntas. Solo que Allison no le quitaria el ojo de encima y soltaria su risita con cada patata frita que rozara sus labios. No, gracias. --No, me marcho a casa, estoy cansada, luego te llamo ?vale? --insistio ella, abrazando a su amiga. Despues de todo, ?que le podia pasar por caminar sola cuatro ridiculas manzanas? *** Durante el primer tramo, todo fue bien. No era tan tarde, y de vez en cuando se cruzaba con grupos de universitarios de su edad, que iban de bar en bar por aquella calle. Pero al cruzar a la siguiente manzana, una zona apartada de los locales y mal iluminada, Emma dejo de ver a otros jovenes. En la tercera manzana se dio cuenta de que un escalofrio le recorria lo mas profundo de sus entranas. Habia un hombre detras ella. Al principio no estaba muy segura. Al fin y al cabo, lo mas probable era que tambien se dirigiera al aparcamiento, pero habia algo raro. La iba siguiendo muy de cerca, y sus pasos parecian coordinarse con los suyos. Hasta le parecio notar su aliento caliente y putrido en el cuello. Cuando se detuvo en seco, el hizo lo mismo. Tragando saliva, apreto su bolso con fuerza y empezo a correr. En un primer momento, Emma penso que todo habia sido paranoia suya, porque el hombre no se puso a correr tras ella, pero de repente sintio como apresuraba el paso. Se paro y miro por encima del hombro a su supuesto perseguidor. Parecia estar caminando con rapidez, adrede. Su piel se veia oscura bajo la luz de la farola, tenia una tez olivacea y unos ojos negros que se cruzaron con los de ella. Pero lo que mas la alarmo fue su barba; era larga y gruesa, y le recordo a las que lucen los terroristas de Oriente Medio en los telediarios. Dios mio, ?Que esta pasando? Hacia la cuarta manzana, Emma corria hacia su coche a toda velocidad, y de pronto, el hombre se puso a correr. Ella jadeaba, mientras el sudor le corria por la frente. De repente, al girar la esquina del area de estacionamiento, perdio una de las sandalias, y con una patada se deshizo de la otra. Al cuerno. Podia comprar otras, podia hacer cualquier cosa siempre que ese tipo no la tocara. Cuando llego a su Volkswagen Escarabajo, busco en el bolso, apartando a un lado el movil y el maquillaje. Su llavero era grande, una cabeza de Yoda por la que sus amigas le tomaban el pelo, pero que era muy util para encontrar las llaves tanto en el apartamento como en el fondo del bolso. En ese momento, se sintio muy afortunada de tenerlo. Emma tomo las llaves y pulso el boton para abrir el coche. Estaba rozando el tirador de la puerta cuando su perseguidor la alcanzo. La agarro con fuerza del brazo, y ella grito !Fuego! tan alto como pudo. Hacia tiempo que le habian ensenado que esa palabra es mas efectiva que cualquier otra para pedir ayuda en una situacion asi. El hombre trato de tirar de ella, pero Emma se echo hacia atras, contenta, por una vez, de tener unos kilos de mas, haciendo que su asaltante perdiera el equilibrio. --!Zorra!--grito el, y anadio un sonido desagradable y gutural, en un idioma que ella no pudo identificar. El extendio la mano de nuevo con la intencion de agarrarla, pero Emma estaba preparada. Con un movimiento rapido, le dio un rodillazo en la entrepierna. Su aspirante a captor gimio y cayo al suelo. Gracias a Dios. Emma no espero. Se retorcio para abrir la puerta y entro en el coche de un salto. No se molesto en cerrarla antes de poner en marcha el motor. --!Vamos, vamos! Fue entonces cuando sintio una descarga de electricidad provocada por una pistola taser, y se dio cuenta, con horror, de que habia mas de un hombre, y que habian venido preparados para secuestrarla. *** La sacudida de la pistola electrica fue suficiente para hacerle perder el conocimiento. Cuando desperto, se encontro en la parte posterior de un VUD. Por desgracia, tenia las ventanas tintadas, tan oscuras que se pregunto si el tinte seria legal. Nadie podia verla. Con el corazon latiendole a mil por hora, intento acercarse a la ventana para golpearla y llamar la atencion de la gente para que la liberaran. Pero sintio el frio canon de una pistola clavandose en sus costillas. --!Ay! --Grito, y al parpadear distinguio a cuatro hombres que la rodeaban. Los asientos del todoterreno se habian recolocado de forma que quedaban unos frente a otros, como en las limusinas en las que su padre se desplazaba al Capitolio. Escudrino a los cuatro hombres a la vez, eran grandes y musculosos, y no le quitaban el ojo de encima. Todos tenian el mismo color de piel y lucian largas y tupidas barbas negras. --?Que esta pasando? ?Quienes sois? Uno de ellos, el mas alto, y al que le faltaba un ojo, centro su atencion en ella. Tiro de la solapa de su chaqueta hacia atras, lo suficiente para revelar la pistola taser alli escondida, haciendole entender a Emma que habia sido el el que la habia dejado inconsciente. --Trabajamos para el Jeque Munir Yassin de Yoman.

  • Todas mis canciones son para ti de Cristina Gonzalez

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    Gracias a un golpe de fortuna, Leire puede dejar su trabajo, irse a vivir al centro de Madrid y dedicarse a su pasion: cantar. Y disfrutar de la vida, claro. Una noche van a ver actuar a Aaric Lodge, un famoso cantante del que Leire ha grabado una version para su canal de YouTube. La noche del concierto, Leire sube al escenario a reganadientes y cantan juntos. Es todo maravilloso. hasta que Aaric besa a Leire delante de todos y sin pedirle permiso. Furiosa, Leire le suelta un bofeton. Desde ese momento, la tranquila vida de Leire cambia por completo: las fans de Aaric la asedian por las redes sociales, se vuelve famosa a su pesar y Aaric le propone grabar un tema con el. Y eso solo es el principio. ?Podra Leire resistir la tremenda quimica que hay entre ambos?

  • El tiempo es un canalla de Jennifer Egan

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    En plena crisis de madurez, Bennie Salazar, que en los setenta formo parte de una banda punk y ahora es un alto ejecutivo de la decadente industria discografica, se echa copos de oro en el cafe para recuperar el apetito sexual.Sasha, su asistente, despues de haber viajado mucho y no siempre en circunstancias felices, se trata de su cleptomania con un psicoanalista que viste jerseis estramboticos. En torno a ellos se despliega una variopinta red de personajes, desde una relaciones publicas que intenta lavarle la cara a un general genocida hasta un periodista que ha estado en prision por abusar de una estrella de cine adolescente. Con el rock palpitando en cada una de sus paginas, El tiempo es un canallaes un entramado fascinador que pasa por lugares como Nueva York, San Francisco, Kenia, Napoles o el desierto de California, y cubre un periodo que va de los anos setenta hasta el 2020. La mirada punzante de Jennifer Egan auna lo comico y lo tragico, y consigue que los fragmentos de tiempos y espacios dispersos converjan en una novela polifonica e innovadora que recurre a tecnicas narrativas insolitas para acabar trazando un lucido retrato de la era digital.

  • Entre tu y yo. Besos de tinta y sangre de Sendra Black

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    Paola Vincent tiene una vida perfecta: es una reputada psicologa, dirige su propia clinica, su familia la adora, vive en la mejor zona de Nueva York y todos piensan que su novio de la universidad es perfecto. Por desgracia, no es oro todo lo que reluce y su vida da un cambio radical justo en el momento en el que su relacion de cinco anos se va a pique.
    Hunter Bunch se dedicaba a tatuar y a servir copas en uno de los bares mas concurridos de Brooklyn con un unico objetivo: ahorrar y montarse su propio estudio de tatuajes. Hasta que una noche, en el bar, vio a una chica rubia impresionante con los ojos anegados en lagrimas.
    Ambos venian de mundos diferentes y querian cosas opuestas. Ella pertenecia al mundo de la alta sociedad neoyorquina. El queria vivir el momento y tenia muy claras sus metas. Ella se habia visto envuelta en algo peligroso. Y el no queria complicaciones.
    ?Que ocurre cuando la atraccion entre dos personas es tan intensa que les pone la vida patas arriba? ?Que ocurre si existe el miedo a dejarse llevar? Y, peor aun, ?que ocurre cuando la vida te pone en el punto de mira de un asesino?

  • Ave lira de Cecelia Ahern

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    Asi que el se queda quieto, ella le sonrie. El hechizo se ha consumado.

  • La guerra total de Canal Historia

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    Llega el libro de Historia que todos los seguidores estaban esperando: el relato unico y fascinante de la Segunda Guerra Mundial, la contienda que cambio el mundo para siempre.

  • De aqui nadie sale vivo. La vida de Jim Morrison de Jerry Hopkins

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    El 3 de julio de 1971, Jim Morrison moria en Paris, y no de sifilis -atravesando la misma crisis demencial que sus dos grandes maestros, Rimbaud y Nietzsche-, sino envuelto en el mas profundo misterio.

  • Gladius Crasso de Javier Parham

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    Ano 60 D.C. . La vida transcurria sin sobresaltos en el reino de Anfipolis , antigua Macedonia , gobernado en ese entonces por la reina Briceidas de Tasos y su esposo , el rey Hipolito ” El Justo ” .Anfipolis , asi como toda Macedonia , era una provincia mas del vasto y poderoso imperio romano que gobernaba casi todo el mundo conocido de entonces , el emperador Neron estaba en el poder en Roma , el cual ejercia con mano ferrea y cruel en todo su imperio .Neron habria nombrado gobernador de Macedonia al heroe romano , general de mil batallas y condecorado hijo predilecto de Roma , el general Cayo Marius Agripa , este mantiene una buena relacion con la reina Briceidas y logra sostener a sus subditos macedonios en relativa paz , pagando sus tributos como Roma exigia .Pero esta paz no seria duradera , por razones oscuras no muy bien conocidas la guerra estalla de repente entre Roma y el reino de Anfipolis , el poderoso ejercito romano comandado por el general Marius aplasta la sublevacion macedonia sin problemas , destruyendo el palacio y ejecutando a la familia real .

  • Un amigo seductor de Alina Covalschi

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    Letras, palabras, frases gritan y forman en mi imaginacion historias. Se puede decir que vivo dentro de mi mente, buscando y creando un mundo perfecto para mis lectores. No tengo limites para sonar… Me siento viva cuando rio y lloro con los personajes que manejo con la magia de mis dedos. Tarde en escribir este libro, pero con la ayuda de mi familia y mis amigos, el camino se hizo mas corto. Muchas fueron las personas que de forma directa o indirecta y aun sin saberlo, me ayudaron a desarrollar esta hermosa historia de amor. Empece a escribir en una conocida plataforma y con el apoyo de mis lectores, este libro tomo forma. Estuvieron presentes en la evolucion y desarrollo total de la historia, les agradezco con creces. Los quiero. A mi amiga, Bea Gutierrez quiero darle las gracias por su apoyo y compresion. Has plantado una semilla de amistad y hemos recogido juntas un ramo de felicidad. Estoy muy agradecida por su paciencia, su disponibilidad y su capacidad para guiar mis ideas. Y por ultimo agradezco a todos ustedes que invierten su tiempo en leer esta novela. C PREAMBULO elia se mueve entre lo que es correcto y lo que su corazon le dicta. Un tutor que ha intentado llevarla por el buen camino y un amigo o mas bien un hermano, son todo lo que tiene en la vida. Un viaje inesperado cambiara su rutina para siempre. El Polo Norte la espera para realizar una investigacion junto a Lucas, su mejor amigo. Pero algo cambia. ?Es normal desear vorazmente al que deberias ver como un hermano y nada mas? ?Por quien se dejara llevar: el corazon o la cabeza? Un amigo seductor la hara elegir de la forma mas inesperada. L UN VIAJE POR LOS RECUERDOS a luz del sol hacia resplandecer la nieve que reposaba sobre los delgados troncos creando un mundo en el cual habia mucho que pensar. Unos ligeros copos rozaban los cristales del coche, acompanando el paisaje con una lluvia de infinitas plumas. Celia se hallaba flotando en el medio de un sueno intentando encontrar la definicion exacta de sus sentimientos. Siempre terminaba por decir algo que ni siquiera sentia, algo que ponia a prueba su paciencia. A veces se sentia como esos copos de nieve; fragiles, perdidos, que desaparecian facilmente sin dejar rastro. Su vida pasaba igual que el viento por el paisaje. Era monotona, silenciosa y no habia nada que la hiciera destacar. Nada, salvo sus pensamientos mas ocultos a los que ni siquiera ella se atrevia a acceder muy a menudo. Pero era incapaz de abandonar ese viento y esos copos de nieve que le atormentaban la vida. Cuanto mas lo pensaba, mas cuenta se daba de que debia asumir la realidad y enfrentarse exactamente a eso, lo que mas temia: sus sentimientos y fantasmas. Fantasmas con cuerpo y mente humanas. Recordaba muchos episodios desde su ninez; algunos buenos, otros malos... Pero en los que mas feliz habia sido; aparecia el con su sentido del humor, carinoso, inteligente, leal y caballeroso. Era el unico que la hacia sentirse segura y con los pies en el suelo. Fue su guia durante toda su vida y no podia imaginarse como seria vivir sin el. La suave musica que surgia de los altavoces del coche la habia hecho cerrar los ojos durante un rato y no los abrio de nuevo, hasta que escucho la voz de Lucas. --Celia... --?Si? --contesto a la vez que miraba por el parabrisas--. ?Que ocurre? --Casi hemos llegado --dijo el a modo de explicacion. --No entiendo que es lo que quiere ahora Angel. --Ella se irguio en el asiento y miro a su amigo con curiosidad. --No tengo ni idea, pero sabes que sus ideas son retorcidas. La semana pasada me dijo que esta con un proyecto importante y supongo que tiene que ver con eso. El departamento cientifico en el que trabajamos le puede servir como ayuda. --Si, pero tenemos mucho trabajo. No quiero que me complique otra vez la vida. Siempre acabamos haciendo lo que el quiere --dijo ella pensativa. --El viejo lleva mas de quince anos metiendo su nariz en nuestras vidas. No consigo tener una relacion estable, no para de llamarme y pedirme favores todos los dias. --Giro el volante a la izquierda y Celia observo como la casa aparecia delante de sus ojos. --?Crees que para mi ha sido facil? Espanta y critica a todos mis novios, deje de tener relaciones serias, esta ahogandome con sus visitas y esto pasa desde que hemos decidido ir por nuestra cuenta, desde que nos fuimos de su casa --dijo mientras miraba la casa con nostalgia. Angel fue para ellos como un padre, un mentor que los habia ensenado como era tener un hogar feliz, tener una familia. Celia tenia solo cinco anos cuando Angel entro por primera vez en ese orfanato, ella acababa de perder a sus padres en un accidente de coche. Estaba tan asustada que cuando Angel se le acerco para hablarle, sus miedos desaparecieron al instante. --Hola, pequena. ?Cual es tu nombre y por que lloras? Eres muy bonita y esas lagrimas asustan a los angelitos que estan sentados en tu hombro. --?Angelitos? --Si, pequena, los angelitos que te cuidan. --Yo no los veo, ?donde estan ahora? --Ahora estan sentados en tu hombro derecho, pero no mires, se pueden caer. --?Cuantos son? ?Sabes como se llaman? --Son dos y los nombres los tienes que elegir tu. --Mmm, vale, y si me dices tu nombre yo tambien te dire el mio. --Mi nombre es Angel, pequena. --El mio es Celia, ?que haces aqui? --He venido a por ti. Vas a venir conmigo a mi casa, ?te gusta la idea? --No lo se, ?es bonita tu casa? --Si, pequena. Es muy bonita y no vas a estar sola, tendras un hermano. --?Un hermano? Y, ?como se llama? --Se llama Lucas y el ya esta en casa esperandonos. ?Nos vamos? Al ver la casa de nuevo, Celia recordo cuando la vio por primera vez. --Wow --exclamo--. Esta casa es enorme, ?tienes mucho dinero, Angel? --Mmm…, ?tu que piensas pequena? --Que si. --Pues ahi tienes tu respuesta. --Lucas, ?puedes venir un momento? Ha llegado tu hermana, ven a saludarla. --Hola, yo soy Lucas. --Hola… soy Celia. --Celia, ?vas a bajar? --pregunto Lucas rompiendo sus recuerdos. --Si, estaba recordando el primer dia que llegue aqui. Lucas cerro la puerta del coche y miro la casa. El tambien recordaba el primer dia que llego alli, estaba nevando y el paisaje era como sacado de un cuento de hadas. --?Te gusta la casa, Lucas? --Si, supongo. ?Vives solo? --Desde ahora en adelante, no. Vivire con mis dos hijos. --?Dos? --Si, vas a tener una hermana. La semana que viene la voy a traer. Perdio a sus padres en un accidente de coche y se quedo sin la gente que mas queria. Nosotros vamos a ser su nueva familia. --Ah, bueno. Estara triste, como yo... --?Sabes? Tu madre te queria mucho, Lucas. --Si, claro. Y por eso se suicido, ?no? --No hables asi, ella cometio un error. --Si, dejadme solo. --No vas a estar solo nunca mas, te lo prometo. Y asi fue, desde ese dia nunca estuvo solo. Tener a Angel y a Celia fue lo mejor que le habia pasado en la vida. --T UN VIAJE INESPERADO odo sigue igual. El viejo no cambio nada en la casa --hablo Celia mientras caminaba por el pasillo, observando cada detalle de aquel lugar tan familiar para ella. Alli seguia el espejo que siempre la asustaba por la noche, las fotos y algunos dibujos suyos del colegio. Tambien estaba el florero ese tan feo que, a menudo, tiraba al suelo cuando jugaba con Lucas mientras corrian como locos por toda la casa. El juego preferido de los dos hermanos era imaginarse que las lamparas eran aviones de combate y ellos, los pilotos. --Si, todo sigue igual. Mira esta foto, ?recuerdas ese dia? Estabas manchada de tarta de chocolate por toda la cara. --Sonrio melancolico. --Fue por tu culpa. Me dijiste que si no me la comia rapido, se la ibas a regalar a nuestra nana. --Se acerco y le golpeo el hombro con su puno carinosamente. --Me gustaba molestarte y me sigue gustando. Tu cara se convierte en un cuadro de colores vivos y eso, carino, es una vista que muchos hombres desean ver. --Dejo la foto de golpe en el mueble al darse cuenta de que habia admitido algo que tenia escondido en el fondo de su corazon. --Lucas, deja de bromear. Cuando me enfado soy fea y lo sabes. Venga, vamos a ver al viejo. --Empezo a caminar y el sonido de sus tacones retumbo en toda la casa. El escuchar a su amigo hablar asi de ella y verlo despues de unos meses, la hizo sentir un suave escalofrio. No podia negar que el era muy atractivo y que siempre habia comparado a sus novios con Lucas. Era alto, delgado y contaba con una sonrisa seductora. Tenia el pelo oscuro y desprendia una masculinidad que causaba un cosquilleo inesperado para el cuerpo de Celia. Para ella, era el hombre perfecto, sin contar ese miedo suyo de comprometerse. Tenia novias, eso si, y siempre muy guapas, pero en cuanto las cosas se volvian mas serias, las dejaba. Asi de simple. La puerta de la biblioteca se abrio dejando a la vista a un hombre todavia imponente a pesar de su edad. Se notaba que en su juventud habia roto el corazon de alguna que otra chica. --Hola, hijos mios. --Una sonrisa llena de alegria y felicidad marco el rostro de Angel al ver a esos dos juntos delante de sus ojos. Para el, ellos habian sido la razon por la que siguio vivo despues de la muerte de su mujer. No habian tenido hijos porque no podian y cuando ella murio de leucemia, para el, el mundo dejo de existir. Lo unico que lo habia mantenido con vida era el trabajo, llegar a ser un reconocido cientifico fue su mayor meta, y cuando lo consiguio, se encerro en un laboratorio y no salio hasta ese dia en el que cambio su vida, cuando habia ido a recoger a sus dos amores. El dia que su companero de trabajo, Diego, le dijo que una amiga suya se suicido y dejo atras a un nino de nueve anos, el no dudo en llamar a los servicios sociales para ver si tenia mas familiares. Fue el dia mas feliz de su vida cuando le dijeron que no y que aceptaban que el fuera el tutor de ese pobre nino. Ese nino que ahora no es ni mas ni menos que un hombre con una carrera exitosa, igual que su otro amor, Celia. --Hola, Angel. ?Como estas? --pregunto Celia mientras lo abrazaba. --Contento de ver lo hermosa que eres. Cada vez que pasan los dias me pregunto por que no encuentras a un buen chico --dijo mientras miraba de reojo a Lucas para ver su reaccion. --?Por que? Sera porque a ti no te conviene ninguno y, ?sabes? He tomado una decision. No voy a presentarte a ninguno mas. No paras de asustarlos. -- Meneo la cabeza molesta y Angel empezo a reir. --Es porque ninguno es digno de ti --afirmo Angel mientras aprovechaba para abrazar a Lucas. --?Como esta mi chico? ?Sigues con Laura? --dijo el viejo conteniendo una sonrisa. --Gracias a ti, no. Tus llamadas de madrugada la volvieron loca y me dejo. Por eso decidi irme estos meses, lejos de ti. --Gruno el mientras su tutor comenzaba a reir de nuevo. --Venga chico, no me puedes echar la culpa por eso. Te dejo porque no le has pedido matrimonio, eso seguro. --Celia agarro a Angel por el brazo para cortar la conversacion y empezo a caminar. --Quiero saber por que nos has llamado un sabado, mi dia libre. ?Que es lo que pasa? --Lucas empezo a caminar detras de ellos y a escuchar con atencion la conversacion. Entraron en el salon y despues de servirles una copa de vino, el viejo se sento comodo en su sillon preferido mientras miraba con orgullo a sus dos amores. --Sentaos. Os he llamado para deciros que teneis hasta manana para preparar una maleta con ropa de invierno. --Ellos lo miraron sorprendidos--. Como sabeis, para mi el Polo Norte es un gran misterio meteorologico y ahora por fin he conseguido una autorizacion para hacer mis investigaciones. Lo malo es que yo soy muy mayor y mi salud no me permite viajar. Lo vais a tener que hacer vosotros. --?Que? --gritaron en unisono los dos. --Vamos Angel, no me puedes hacer esto. Tengo un proyecto empezado y... --Y todo esta preparado. --Corto Angel a su hijo mayor--. Vuestros datos y todo el equipamiento ha sido enviado alli. Un equipo formado por dos chicos y una chica os espera. Sabeis que puedo hacer esto, trabajais para mi y este es mi ultimo deseo antes de morir. Quiero terminar esa investigacion, por favor. Celia contemplo la escena que tenia delante. Lucas, en cambio, no paraba de caminar por la habitacion mientras Angel seguia insistiendo en lo mismo. --Celia, di algo, por favor. Tu tampoco te quieres ir, ?no es asi? --Ella miro a su amigo sin saber que contestarle. --Yo… No me quiero ir tampoco, pero esta es una gran oportunidad para nosotros. ?Te imaginas como seria si los resultados salen favorables? -- pregunto mientras su hermano negaba con la cabeza. --No puedo estar encerrado en un solo lugar. Y, ?para cuanto tiempo tiene que ser? --le pregunto molesto a su tutor. --Dado que vosotros sois cientificos, los dos chicos meteorologos y la otra chica biologa, vais a poder cubrir un area bastante grande. Podeis realizar mediciones del magnetismo terrestre imposible de hacer en otro sitio y el campo magnetico ofrece peculiares condiciones. Vais a poder observar tambien las auroras polares, lo que es increible --dijo Angel con entusiasmo. --No lo dudo Angel pero, ?cuanto tiempo? --insistio Lucas. El viejo se levanto de su sillon. --Solo seran cinco meses y aun asi, pienso que es poco tiempo. --Lucas paro de dar vueltas para clavarle una mirada asesina al viejo. --?Cinco meses? Estas loco si piensas que yo voy a ir --exclamo. Celia se levanto de su asiento para interponerse entre los dos, por si acaso. --Angel… Lucas tiene razon, es mucho tiempo. Yo tampoco pienso ir -- dijo. Su tutor se paso las manos por el pelo mostrando exasperacion

  • La mente de los justos de Jonathan Haidt

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    En unos tiempos como los actuales, de enorme polarizacion politica, resulta inevitable hacernos una pregunta: ?por que no podemos llevarnos bien? Seamos de derechas o de izquierdas, demasiadas veces tenemos la sensacion de que nuestro adversario, ademas de oponerse a nosotros, no entiende en absoluto nuestras posturas y ni siquiera lo intenta. Eso hace que las divisiones sociales se esten consolidando, el debate publico se convierta en un griterio y que en su mayoria los ciudadanos crean que solo ellos estan en lo cierto.

  • El cuentahilos de Jacinta Ramirez De Rodrigo

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    Tres acontecimientos historicos transformaran a Rafael Bernal. El primero, el incendio del Tribunal Supremo en Madrid, este sera la causa por la que deba abandonar, siendo un adolescente, su comoda y aburguesada existencia en la capital espanola y emigrar a Argentina. El segundo, el espectacular vuelo del zepelin sobre Buenos Aires, ese dia conocera a la mujer que cambiara su futuro y por la que arriesgara la vida. El tercero, la Segunda Guerra Mundial, sus viajes por la Europa ocupada le convertiran en otra persona. A la vez que se narra la azarosa historia del protagonista, la novela nos cuenta la investigacion de unos extranos asesinatos cometidos en la capital bonaerense despues de la guerra. Dos policias se ocupan de esos crimenes sin sospechar que sus pesquisas les llevaran a descubrir, ademas de una trama criminal, una conspiracion politica.

  • Antonieta. Ella se merece cualquier sacrificio de Martina Bennet

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    David Martinez cree tener el peor dia de su vida, cuando sus amigos se adelantan en un viaje y el tiene que realizar el trayecto solo; encontrando dificultades en el camino, que lo obligan a el y a los demas pasajeros del autobus a pasar la noche en un pequeno pueblo que esconde un magico y triste secreto. ?Podra este joven de ciudad abrir su mente a las leyendas locales? ?Sera capaz de entregar su corazon y mucho mas, por una mujer que no conoce? ?Podra el liberar un alma atormentada, o morira victima de su gran amor? Ella se merece cualquier sacrificio. Solo esa verdad podra salvarlos.

  • Naranja de sangre de Harriet Tyce

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  • Romance en otono (Cuatro Estaciones 1) de Lola Cooper

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    Claudia ha planeado hasta el ultimo detalle del fin de semana: un hotel romantico en un pequeno pueblo del Pirineo, largos paseos por el bosque otonal, gloriosas sesiones de amor frente a la chimenea… va a ser una escapada inolvidable. O eso piensa hasta que descubre que su novio tiene otros planes muy distintos !y ella no esta incluida en ellos!
    Cuando llega al hotel es una mujer hundida, pero pronto las montanas se convertiran en su casa, los hombres y mujeres de ese lugar en su familia y el dueno del hotel. ?en algo mas que su jefe?