• libro con tinta me tienes - Vero Garcia

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    *Una novela a medio camino entre el chick-lit y la comedia, muy en la linea de "No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas", de Laura Norton.*Con un estilo fresco y divertido, y unos personajes delirantes, Veronica Garcia debuta en Titania con una propuesta tan original como romantica.*Una voz nueva en el genero romantico que no pasara desapercibida.

  • CON TINTA ME TIENES | VERO GARCIA | Casa del Libro

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    5 feb 2018 — El libro CON TINTA ME TIENES de VERO GARCIA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Contintametienes: Inicio

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    NOVEDADES · (h)amor 7 roto · Ailoveny Güats · Relatos de dos planetas · Desde el exilio y el reino · ¿Quién teme a lo queer? · Romper el corazón del mundo. Modos ...

  • Con tinta me tienes (Titania amour) (Spanish Edition)

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  • [Reseña] Con tinta me tienes - Vero García - Hojeando ...

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    14 ago 2018 — Gracias a Ediciones Urano por el libro para reseña. Sinopsis: Roberta Lamata se considera, ante todo, una persona normal. Su entorno no lo es ...

  • Libro Con Tinta me Tienes, Vero Garcia, ISBN ...

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  • Con tinta me tienes - Vero García - Babelio

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    Críticas (9), citas (17) extractos de Con tinta me tienes de Vero García. leer Con tinta me tienes de Vero ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • Reseña|| Con tinta me tienes- Vero García

    http://letraporletraaks.blogspot.com/2018/10/resena-con-tinta-me-tienes-vero-garcia.html

    30 oct 2018 — La verdad no sé muy bien como empezar a describir este libro. Es de esos libros que me sorprendieron tanto para bien como para mal. Es una ...

  • Vero García – Con tinta me tienes - La biblioteca de Hermione

    https://labibliotecadehermione.wordpress.com/2018/06/18/vero-garcia-con-tinta-me-tienes/

    18 jun 2018 — Por eso, la portada de esta reseña tiene que ver con las cuatro amigas y no con David o Berto, porque me parece que es mucho más un libro sobre ...

  • Todos los libros de la editorial Continta Me Tienes

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    Estos son los libros que ha publicado Continta Me Tienes. Información detallada de las obras y su disponibilidad.

  • Buscame en la Alhambra de Alba C. Serrano

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    ?Confiarias en la buenaventura de Romerita Heredia? Monika jamas creyo en esas cosas, sin embargo, se cruzara en su camino con ella y a partir de ese momento, entrara en un bucle de desgracias. Un inesperado viaje acompanada por sus dos mejores amigos, amenaza con cambiar su vida repleta de manias y rutinas. Alan, un hombre que no cree en el amor y que en algunas ocasiones es dificil de entender, conocera a una bailarina de danza del vientre que trastocara su estabilidad emocional por completo. Ambos se daran cuenta de que quizas, existan los flechazos, pero… ?Que hacer cuando te separan miles de kilometros y la confianza amenaza con romperse? ?Dejarias atras las diferencias o en cambio, aprenderias a convivir con ellas? Tras una serie de revelaciones, Monika tomara una decision que marcara su camino hacia algun lugar que tendras que descubrir a traves de las paginas de Buscame en la Alhambra.

  • Un paso de mas de Tina Seskis

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  • Woods Lane de David Verdejo

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    En mitad del desierto de Tejas se levanta un pequeno pueblo, tranquilo, cuya comunidad vive en paz y sosiego cuando un crimen despierta viejos temores. Woods Lane comienza a sufrir en sus propias carnes una serie de acontecimientos dificiles de controlar por los agentes de la oficina del Sheriff. Una historia familiar oculta durante decadas esta a punto de ser descubierta a raiz del primer asesinato y no sera el ultimo. La leyenda que recorre las calles del pequeno pueblo cobra vida y podria arruinar la reputacion de los miembros mas notables de la comunidad.

  • Sangre intocable de Maribel Medina

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    Tras el exito de Sangre de barro Maribel Medina lleva a sus protagonistas, la forense Laura Therraux y el agente de la Interpol, Thomas Connors, hasta la fascinante ciudad de Benares (novela negra).

  • El hijo de todos de Louise Erdrich

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    Dakota del Norte, verano de 1999. Landreaux Iron dispara a un ciervo en la linde de su propiedad pero, al acercarse, descubre que ha abatido al hijo de sus vecinos: Dusty Ravich, de cinco anos de edad y mejor amigo de su propio hijo, LaRose. Las dos familias han estado siempre muy unidas y los ninos practicamente se han criado juntos. Landreaux, horrorizado ante lo sucedido, busca consejo en las visiones y ritos de sus antepasado indios, quienes le descubriran una manera de reparar en parte el mal causado. Al dia siguiente, junto con su esposa Emmaline, entregaran al pequeno a los desconsolados padres de Dusty: <>. LaRose se convierte asi en la piedra angular que mantiene en pie a ambas familias, permitiendo que su dolor comience lentamente a remitir. Pero la subita intervencion de un extrano, vendra a poner en peligro el fragil equilibrio alcanzado…
    Con una prosa desgarradora, la nueva novela de Louise Erdrich examina con gelida belleza las insondables consecuencias de una tragedia cotidiana. A traves de una intensa historia de duelo y redencion, la autora propone un personal acercamiento a temas universales como el poder curativo del amor o la insaciable necesidad de consuelo que todos los seres humanos necesitan.

  • Soy tu destino 1 de Sandra Lugo

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    Esta es la continuacion de la historia de Sofia y Daniel. “ERES MI TIEMPO”.
    En ella, el destino seguira jugando entre estos dos seres destinados a encontrarse, perderse y reencontrarse; revolucionando sus vidas mientras tratan de ignorar que no son como los demas.

  • Bajo el mismo techo de Viqqii Galiano

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    Abi Bennet jamas tuvo una familia, se la pasaba en casas de acogida. Sin embargo, toda su vida se puso patas arriba cuando a tan solo un ano de cumplir sus dieciocho anos, una familia decide mantenerla temporalmente. Lo que no pudo imaginar es que iba a tener que compartir semejante mansion con cuatro hermanos. Y lo que menos sospechaba, era enamorarse de uno de ellos.

  • La habitacion de Nona de Cristina Fernandez Cubas

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    Una nina siente una envidia creciente hacia su hermana Nona a quien todo lo que le ocurre es "especial" y, lo que es peor, le ocurre a escondidas. Una mujer al borde del desahucio confia en una benevola y solitaria anciana que le invita a tomar cafe. Un grupo escolar comenta un cuadro, y de repente alguien ve en el algo inquietante que perturba la serenidad del momento. La narradora se aloja en un hotel madrileno y al salir vive un salto en el tiempo... Cristina Fernandez Cubas revisita la infancia y la madurez, la soledad y la familia, la cotidianidad de nuestras casas y nuestras ciudades y nos descubre que en todos ellos tal vez aniden inadvertidos el misterio, la sorpresa y el escalofrio.

  • Mujeres de Camborne de Pilar Lepe

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    Dos bellas historias unidas por lazos de sangre:

  • El gran bazar del ferrocarril de Paul Theroux

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    La cronica de un viaje por Turquia, Extremo Oriente y Siberia, con el tren como lugar de encuentro, que inauguro un nuevo genero de literatura de viajes.

  • Esposa de Papel de Tara Pammi

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    El multimillonario Dante Vittori habia pasado anos labrandose una reputacion impecable, cosa nada sencilla despues de la encarcelacion de su padre, pero su puesto corria peligro y, para hacer frente a la amenaza, tenia que hacer lo impensable: !casarse!

  • Todo arde de Nuria Barrios

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    ?Alcanza el amor para salvar una vida del desastre?

  • Promesas y secretos de Julia James

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    Eloise Dean se habia dejado conquistar por el carismatico magnate italiano Vito Viscari desde el primer dia. Y, desde ese dia, en su cama, habia disfrutado de un placer inimaginable. Ella creia haber encontrado al hombre de su vida, pero no sabia que Vito nunca podria ser suyo.

  • Un talento natural de Ross Raisin

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    Tom ha sabido siempre el tipo de persona que quiere ser: un futbolista de exito. Un hombre al que otros hombres admiran y respetan. Pero el futuro brillante que imagino esta amenazado. Mientras se mueve entre la soledad y la necesidad de reconocimiento, un encuentro fortuito le ofrece una via de escape y le hara cuestionarse a si mismo. Un talento natural profundiza en el corazon de un club de futbol profesional: la presion, la soledad, la amenaza de escandalos, la fragilidad del cuerpo humano y la lucha, dentro y fuera del campo, por convertirnos en la persona que todos esperan que seamos.

  • En un cafe de Mary Lavin

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    Pocos han oido hablar de Mary Lavin, pues no contabamos con traducciones de su obra en nuestra lengua; sin embargo, a partir de ahora, estamos convencidos de que estos magnificos relatos formaran parte del imaginario de muchos lectores. Si, un descubrimiento, uno de esos libros miticos que llamamos clasico contemporaneo. ?Los escenarios? La Irlanda verde, campestre y tan atractiva como dura, y la Irlanda de las ciudades oscuras y grises --en ocasiones recreada, revivida, desde Estados Unidos--, la de la memoria y el deseo de tantos jovenes expatriados, de tantas viudas. Un libro a la altura del <> de Joyce en muchos momentos. En la senda de Chejov unas veces, de Katherine Mansfield otras --y anticipando la obra de Edna O'Brien--, los relatos de Lavin sorprenderan y cautivaran a los lectores en espanol, y les mostraran tambien el poder que encierra un <> cuento, lo formidable y evocador que puede llegar a ser ese <> antiquisimo e inigualable... Una de las certezas que tenemos al leer esta reunion de historias es que, todas juntas, forman casi una cosmogonia, la novela de una vida, de una familia, de un pais. Y pese a estar muy arraigadas en la sociedad irlandesa de su tiempo, trascienden la epoca y el lugar, pues se ocupan de temas centrales, y desde perspectivas por las que no pasa el tiempo: el amor, el desamor, la familia, la maternidad, la emigracion, los tabus...

  • Pecados a la luz de la luna de Jennifer Armentrout

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    --?Es cierto eso que dicen de las mujeres que vienen aqui? --Las unas pintadas de un rojo resplandeciente recorrieron el estomago de Lucian de Vincent y le sacaron la camisa por la cintura--. ?Que se vuelven locas? Lucian enarco una ceja. --Porque ahora mismo siento que estoy perdiendo la cabeza. Que estoy fuera de control. Llevo tanto tiempo deseandote... --Los labios del mismo color que las unas rozaron el pelo mas corto alrededor de su oreja--. Pero tu nunca te fijaste en mi. Hasta esta noche. --Eso no es cierto --dijo el con voz cansada mientras alcanzaba la botella de Old Rip. Se habia fijado en ella en mas de una ocasion. Hasta podia habersela comido con los ojos un par de veces. Con esa melena rubia y el cuerpo de infarto embutido en un vestido tan escotado, por supuesto que se habia fijado en ella, al igual que la mitad de los clientes del Red Stallion. !Joder! Seguramente el noventa por ciento de ellos, tanto mujeres como hombres, habian mirado en su direccion mas de una vez, y ella lo sabia. --Pero siempre estabas pendiente de otras cosas --continuo ella. Lucian casi pudo oir el mohin que formaron esos preciosos labios rojos. Se sirvio un poco del burbon de veinte anos, intentando recordar en cuantas mujeres mas podia haber estado pendiente. Las posibilidades eran ilimitadas, pero nunca se centraba en nadie en particular. En realidad, tampoco estaba prestando atencion a la mujer que tenia detras de el, ni siquiera cuando presiono contra su espalda lo que, sin duda, tenian que ser unos pechos espectaculares y deslizo una mano debajo de su camisa. El gemido gutural que dejo escapar ella mientras le acariciaba los abdominales tampoco tuvo ningun efecto en el. Hubo un tiempo en el que solo necesitaba una sonrisa de complicidad y una voz sensual para tener una ereccion capaz de taladrar una pared. Incluso se habia follado a mujeres y se habia perdido en ellas por menos que eso. ?Pero ahora? Ahora no tanto. Sus pequenos dientes afilados le mordieron el lobulo de la oreja mientras deslizaba la mano hacia abajo y movia sus dedos agiles en el cinturon. --?Pero sabes que, Lucian? --?Que? --Se llevo el vaso bajo y pesado a los labios y se bebio el potente liquido de un trago sin pestanear. El burbon se deslizo por su garganta y le calento el estomago mientras miraba el cuadro que habia sobre la barra. No era de los mejores que habia alli, pero esas llamas tenian algo que le gustaba. Le recordaban al ardiente descenso a la locura. Ella le desabrocho el cinturon. --Voy a asegurarme de que no vuelvas a pensar en nadie mas. --?En serio...? --Se detuvo y fruncio el ceno, buceando en su memoria. !Mierda! Se habia olvidado de su nombre. ?Como cono se llamaba esa mujer? Las llamas purpuras y rojas del lienzo no iban a darle la respuesta. Respiro hondo y estuvo a punto de ahogarse con su perfume dulzon. Sintio como si le hubieran vomitado un monton de fresas en la boca. El boton de sus pantalones se solto y el sonido amortiguado de la cremallera bajando resono en la espaciosa habitacion. Un segundo despues, la mano de ella descendio por la cintura de los boxers, hasta el lugar donde descansaba su pene. Y entonces detuvo la mano en seco. Parecia haber dejado de respirar. --?Lucian? --pregunto ella con tono sugestivo. Sus calidos dedos se cerraron en torno a su miembro medio erecto. La obvia falta de interes de su cuerpo hizo que Lucian torciera el labio disgustado. ?Que le pasaba? Tenia a una mujer impresionante tocandole el pene y el estaba tan excitado como un colegial en una habitacion llena de monjas. Estaba... !Joder! Solo estaba aburrido. Aburrido de ella, aburrido de si mismo, aburrido de todo. En circunstancias normales, esa mujer era su tipo. Habria pasado un buen rato con ella y no la habria vuelto a ver jamas. Nunca se acostaba dos veces con la misma mujer, porque si lo hacia, corria el riesgo de crear un habito, y luego a uno le costaba mucho romper los habitos. Ademas de que alguien siempre acababa albergando sentimientos, y nunca era el. Pero se habia... hastiado de todo eso. La sensacion de estar harto, de no importarle nada, llevaba persiguiendole desde hacia un par de meses, asfixiando casi todas las facetas de su vida. La inquietud se habia metido bajo su piel y se habia extendido por sus venas como la maldita hiedra que se habia apoderado de la fachada de la casa. Habia empezado a sentir esa incomodidad mucho antes de que todo se pusiera del reves. Ella deslizo su otra mano debajo de la camisa mientras apretaba su agarre alrededor de su sexo. --Voy a tener que esforzarme para ganarme esta verga, ?verdad? Lucian casi se rio. !Joder! Teniendo en cuenta el rumbo de sus pensamientos, iba a tener que esforzarse mucho. Dejo el vaso en la barra, echo la cabeza hacia atras y cerro los ojos, intentando que su mente estuviera en paz. Por suerte, la mujer estaba callada mientras lo estimulaba con la mano. Necesitaba eso mas que nunca. Un orgasmo sin preocupaciones. Y ella... ?Clare? ?Clara? Estaba bastante seguro de que empezaba por <>... Bueno, daba igual, ella sabia lo que estaba haciendo. Su miembro se iba endureciendo cada vez mas, pero su cabeza... Si, su cabeza no estaba centrada en eso. ?Pero desde cuando necesitaba que su cabeza estuviera centrada en eso? Cambio de posicion para darle mas margen de maniobra y tanteo con la mano hasta alcanzar la botella de wiski de varios miles de dolares. Esa noche queria perderse en el alcohol, sentir que estaba vivo de verdad. Lo que tampoco era muy diferente del resto de las noches, pero hoy le hacia mas falta, porque manana tenia que encargarse de algo muy importante. Aunque ahora no tenia por que pensar en eso. Lo unico que necesitaba en ese momento era sentir esa mano, esa boca y tal vez... El sonido apenas perceptible de unos pasos en la planta de arriba hizo que abriera los ojos de golpe. Ladeo la cabeza, pensando que su imaginacion le estaba jugando una mala pasada, pero ahi estaban. No le cabia la menor duda de que eran pasos. ?Pero que cojones? Bajo la mano y agarro la muneca de la mujer para detenerla; algo que a ella no le hizo ninguna gracia, porque empezo a masturbarle con mas ahinco. Asi que tuvo que apretar un poco mas para inmovilizarla. --?Lucian? --pregunto con tono confundido. No respondio. Estaba demasiado ocupado intentando prestar atencion a cualquier sonido. Era imposible que hubiera oido aquello. Las habitaciones de arriba estaban vacias. Alli no podia haber nadie moviendose. Los miembros del personal no dormian alli. Se negaban a quedarse en la mansion de Vincent en cuanto caia la noche. Silencio. Era muy probable que se lo hubiera imaginado. Seguramente gracias al burbon. !Dios! Puede que estuviera perdiendo la cabeza. Despues de sacar la mano de ella de sus pantalones, se dio la vuelta y la miro. Mientras contemplaba su cara respingona penso que en realidad era muy guapa, pero hacia mucho tiempo que habia descubierto que la belleza era un regalo caprichoso. La mayoria de las veces solo era superficial, y en la mitad de los casos ni siquiera era natural, sino fruto de los diestros dedos de los cirujanos. Rodeo su nuca con los dedos y se pregunto donde terminaria su belleza y empezaria su parte mas fea. Presiono el pulgar en su pulso y este se acelero. La vio entreabrir los labios mientras bajaba las espesas pestanas, ocultando los iris del mismo color que el de la mayoria de los nativos de Luisiana. Se apostaba lo que fuera a que en su casa guardaba una o dos coronas, junto con unas cuantas bandas que la declaraban una de las tantas caras bonitas que el sur tenia en su seno. Cuando empezo a bajar la cabeza hacia ella, su telefono sono sobre la barra. Se separo de ella de inmediato y se dio la vuelta, sin importarle el murmullo de decepcion que la oyo soltar. Le sorprendio ver el nombre de su hermano en la pantalla. Era tarde, seguro que el hijo prodigo ya estaba en la cama, en algun lugar de esa misma casa. Y Dev ni siquiera estaria con su prometida, follando toda la noche como se imaginaba que haria cualquier pareja normal y feliz. Aunque, por otro lado, le costaba horrores imaginarse a la inmaculada Sabrina teniendo sexo. Se decian muchas cosas de los hombres y las mujeres de la familia De Vincent. Una de ellas parecia una mentira absoluta. Por lo visto, un dia su tatarabuela afirmo que cuando un varon De Vincent se enamoraba, lo hacia rapido y perdidamente, con locura y sin medias tintas. Una tonteria enorme. El unico de ellos que se habia enamorado habia sido su hermano Gabe, y mira como habia terminado. Como un completo desastre. --?Que? --respondio mientras alcanzaba la botella de nuevo. --Tienes que venir al despacho de papa ahora mismo --le ordeno Dev. Alzo ambas cejas al oir que su hermano colgaba sin mas. Era una peticion de lo mas interesante. Se metio el telefono en el bolsillo, se abrocho los pantalones, se quito el cinturon y lo lanzo sobre el sofa que tenia al lado. --Quedate aqui. --?Que? ?Me dejas asi? --Hablo como si ningun hombre hubiera osado alejarse de ella en cuanto le ponia la mano en el pene. La miro con una sonrisa y abrio la puerta que conducia a la galeria de la segunda planta. --Si. Y seguiras aqui cuando vuelva. Su respuesta la dejo boquiabierta, pero salio al aire fresco de todos modos. Sabia que, a pesar de su enfado, le esperaria. Atraveso la galeria, tomo la escalera cerrada y salio por el almacen de la planta principal a la que daba. El mausoleo que tenian por casa apenas estaba iluminado a esas horas y reinaba el silencio. Sus pies descalzos pisaron el suelo de baldosas que enseguida paso a ser de madera. Tardo un par de minutos en llegar al despacho, ya que estaba al otro lado del ala derecha, lejos de las miradas curiosas de todo aquel que visitaba la casa De Vincent. Incluso tenia su propia puerta y camino de entrada. Lawrence, su padre, se habia asegurado de garantizar su privacidad hasta limites extremos. Fue aminorando el paso a medida que se acercaba a las puertas cerradas. No tenia idea de que le podia estar esperando en aquel despacho, pero sabia que su hermano no le llamaria en plena noche por una nimiedad, asi que se preparo para cualquier eventualidad. Las pesadas puertas de roble se abrieron silenciosamente. Cuando entro en la habitacion bien iluminada se detuvo en seco. --?Pero que...? Dos piernas se balanceaban ligeramente; los mocasines de piel de cocodrilo de Brooks Brothers colgaban a metro y algo del suelo. Habia un pequeno charco debajo. El hedor nauseabundo que flotaba en la habitacion le dijo lo que era. --Por esto te he llamado --dijo Dev desde algun lugar de la estancia con tono neutro. Lucian miro hacia arriba, a lo largo de los pantalones oscuros que estaban mojados en la parte interior de los muslos, la camisa torcida de cachemir azul a medio meter, las manos y los brazos laxos a los lados, los hombros caidos y el cuello doblado en un angulo antinatural..., sin duda, por el cinturon que lo rodeaba. Un cinturon que estaba atado al ventilador de techo importado de la India que habian instalado hacia poco mas de un mes. Cada vez que el cuerpo se balanceaba, el aparato emitia un tictac similar al de un reloj de pie. --!Dios bendito! --gruno Lucian, con las manos a los costados mientras echaba un vistazo rapido al despacho. El charco de orina se iba extendiendo hacia la antigua alfombra persa beis y dorada. Si su madre hubiera estado viva se habria llevado la mano a su collar de perlas horrorizada. Al pensarlo, esbozo una sonrisa ironica. Echaba de menos a su madre todos y cada uno de los dias desde que lo habia dejado, a el y al resto, aquella humeda y sofocante noche de tormenta. A su madre siempre le habian gustado las cosas bellas, atemporales e inmaculadas. Por triste que fuera, no era de extranar que se hubiera ido de este mundo de esa forma. Preocupado por esos pensamientos mas que por la muerte que impregnaba el despacho, fue a la derecha y se dejo caer en un sillon de cuero. El mismo en el que se habia sentado durante horas y horas de nino, con la espalda recta, escuchando en silencio las multiples razones por las que era una decepcion. Ahora estaba mas repantingado, con los muslos separados. No necesitaba un espejo para saber que llevaba el pelo rubio (a diferencia del de sus hermanos, que era oscuro) despeinado como si una docena de manos se hubieran deslizado entre sus mechones. Tampoco tuvo que respirar muy hondo para captar el maldito aroma afrutado que se adheria a su ropa. Si Lawrence le hubiera visto con ese aspecto, habria torcido los labios como si estuviera oliendo algo profundamente desagradable. Pero teniendo en cuenta que ahora estaba colgado del ventilador de techo como un trozo de carne en el gancho de un carnicero, jamas volveria a mirarle de ese modo. --?Ha llamado alguien a la policia? --pregunto. Tamborileo con los dedos en el brazo del sillon. --Eso espero --repuso Gabriel arrastrando las palabras. Su otro hermano estaba apoyado en el aparador de roble de cerezo recien pulido. Las copas de cristal chocaban unas con otras. Los decantadores de brandi y wiski apenas se movian. Gabe, al que todo el mundo consideraba el mas normal de los hermanos De Vincent, todavia parecia medio dormido. Solo llevaba un par de pantalones de chandal y se frotaba la mandibula mientras observaba el balanceo de las piernas. Se le veia demacrado y palido. No obstante, aquellos que sostenian esa opinion, no conocian al autentico Gabriel. --He llamado a Troy --respondio Dev con gravedad desde el lugar en el que se encontraba, al otro lado del despacho. Tenia todo el aspecto que un hijo mayor, el hijo que ahora era el cabeza de la dinastia De Vincent, siempre debia tener. Pelo oscuro peinado a la perfeccion, mandibula afeitada y ni una sola arruga en los pantalones de lino con los que dormia. Conociendolo, seguro que los habia planchado antes de venir. --Le he contado lo que ha pasado --continuo Dev--. Viene de camino. Lucian lo miro. --?Te lo encontraste tu? --No podia dormir. Me levante y baje aqui. Cuando vi que la luz estaba encendida, entre y me lo encontre asi. --Dev se cruzo de brazos--. ?Cuando llegaste a casa, Lucian? --?Y eso que tiene que ver con esto? --Solo responde a la pregunta. Lucian esbozo una lenta sonrisa de comprension. --?Crees que he tenido algo que ver con el estado en el que se encuentra nuestro querido padre? Devlin no dijo nada. Solo espero. Aunque eso era muy tipico de Dev. Era silencioso y frio, como una tumba recien cavada. Nada que ver con el. Absolutamente nada. Fue Gabe el que lo miro como si estuviera tratando de discernir la verdad. Lucian puso los ojos en blanco. --Ni siquiera se si estaba despierto cuando llegue a casa. Use mi propia entrada y, hasta que me llamaste, estaba pasando un buen rato, entretenido con otro tipo de actividades. --No te estoy acusando de nada --respondio Dev con el mismo tono que habia usado cientos de veces cuando eran ninos. --Pues eso no es lo que parecia. --Aquello no era normal. Su padre estaba colgando del ventilador de techo, con un cinturon de cuero de seiscientos dolares al cuello, ?y Dev le preguntaba por su paradero? Detuvo el tamborileo en el brazo del sillon. Ahi fue cuando se dio cuenta de una mancha roja en la punta. Metio los dedos hacia dentro--. ?Y donde estabais vosotros? Dev alzo las cejas. Gabe aparto la mirada. Lucian movio la cabeza y se rio entre dientes. --Mirad, no soy ningun forense experto, pero todo apunta a que se ahorco. --Es una muerte no intencionada --senalo Gabe. Lucian se pregunto en que serie criminal habria aprendido ese termino--. Aun asi, la policia querra investigarla. Sobre todo porque no parece que haya dejado ninguna carta o nota. --Senalo con la barbilla el escritorio--. Aunque tambien es cierto que ninguno de nosotros se ha puesto a buscar nada. !Mierda! No me lo puedo creer. Lucian volvio a mirar el cuerpo de su padre. Si, el tampoco se lo creia. --?Has llamado a Troy? --Se centro en Dev--. Seguro que se alegra muchisimo. !Joder! Deberiamos estar celebrandolo. --?Es que no tienes ni un apice de decencia? --escupio Dev. --?De verdad me estas haciendo esa pregunta? ?Por nuestro padre? Dev apreto la mandibula. Fue el unico indicio de emocion que mostro. --?Te haces una idea de lo que va a decir la gente sobre esto? --Mirame a la cara. ?Hay algo en mi expresion que te haya llevado a creer que me puede llegar a interesar lo que piense la gente? --inquirio en voz baja--. ?O que me ha interesado alguna vez? --Puede que no te importe, pero lo ultimo que necesita nuestra familia es que la vuelvan a arrastrar por el fango.

  • Estacion de cercanias de Juan Malpartida

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    En este nuevo diario, Estacion de cercanias, Juan Malpartida asume la memoria y la fijacion del momento en una atractiva alianza de la reflexion y la afectividad, de pensamiento y los sentidos. Aunque no deja de responder en ocasiones a la urgencia de lo cotidiano, se trata de un diario que da cuenta de varias obsesiones: las ideas e imagenes que nos hemos dado sobre el tiempo y la Historia; las aportaciones de la neurociencia a la comprension de la naturaleza humana; la revolucion que supone tener en cuenta la realidad evolutiva de la vida, en la que estamos insertos, aunque sea de manera problematica; las tensiones entre creencia y conocimiento; la complejidad del deseo y de la pasion amorosa; y, finalmente, pero en el centro de esta Estacion, el fenomeno de la creacion poetica, que forma parte de una concepcion del ser humano como eminentemente creador.
    Sin ser un ensayo -aunque lo es en cierto sentido muy literario-, Juan Malpartida pretende crear un espacio, una estacion de cercanias; en ella, bitacora de lecturas, confluyen pequenas reflexiones, pensamientos, dialogos con escritores y meditaciones sobre libros, que a modo de salidas al mundo, se comportan como trenes de cercanias: en la distancia corta, por afectiva y por su proximidad, tienen un caracter abiertamente confesional, dotando a la reflexion de una dimension corporal, transformando el diario en un retrato de una mente y un cuerpo.

  • Prohibido enamorarse de Adam Walker de Lia Belikov

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  • La venganza del perdon de Eric-emmanuel Schmitt

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    Cuatro destinos, cuatro historias en las que Schmitt, el autor de ” El senor Ibrahim y las flores del Coran ” , con indudable sentido del suspense psicologico, explora los sentimientos mas violentos y secretos que gobiernan la existencia del ser humano.

  • El ultimo suspiro de Cristina Coca Gonzalez

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    Inglaterra, 1942. Elisabeth Connor recibe la carta de un fantasma de su pasado que hara que se embarque en un viaje a la Alemania nazi en plena Segunda Guerra Mundial. Alli, no solo tendra que lidiar con el problema de ser inglesa en un pais enemigo, sino tambien con el inesperado vinculo que la va a unir a un soldado aleman que conoce todos sus secretos y a un nino judio por el que estara dispuesta a luchar cueste lo que cueste.

  • Tu me obligaste de Erica C. Morales

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    Cuando Ruth termino de poner la mesa maldijo que su marido no le hubiera avisado de que esa noche tendrian visita. Estaba cansada, no queria cocinar para nadie y ahora debia hacerlo para los tres companeros de trabajo de su marido. Con los anos, Jorge se habia convertido en un hombre impulsivo, ya no era aquel hombre del que se enamoro. Jorge sostuvo su telefono meditando durante unos segundos. Queria que su mujer luciera especialmente hermosa aquella noche. Dudo entre si pedirle que se pusiera el vestido negro ajustado o el semitransparente. Opto por la primera opcion y asi se lo hizo saber a su hastiada esposa. Durante la cena fueron muchos los elogios que Ruth recibio de sus tres invitados, tantos eran los halagos que sintio que aquellos desconocidos estaban compitiendo por ganarse su aprobacion. Jorge, que presidia la mesa, se mostraba satisfecho de lo que estaba sucediendo premiandose a si mismo al ver que su plan estaba funcionando. Cuando se caso con Ruth lo hizo creyendo que sus vidas cambiarian. Que el sexo seria mas placentero y que su vida se convertiria en una aventura. Mas los anos convirtieron a la pareja en un matrimonio insustancial. Su vida se hundia en la monotonia arrastrando a su matrimonio. El sexo se habia vuelto aburrido. Se acostaba con Ruth mas por obligacion que por deseo. Imaginar la escena le excito sobremanera. Si, queria ver como otro hombre se follaba a su mujer, queria ver como ella se corria. La imagen le resulto tan dantesca que alli mismo, tomo a su mujer hasta quedarse satisfecho. Despues de aquella noche, no volvieron a hablar de un posible intercambio de parejas. A Jorge le bastaba imaginarse a su mujer en manos de otro para excitarse. Fue asi como las noches de sexo dejaron de volverse aburridas y taciturnas. Al menos hasta que Jorge volvio a sentir una ansiedad que le corroia. Siempre queria mas, ambicionaba dar un paso que hiciera que follarse a su mujer fuese mas oscuro. Habia comprobado que le excitaba ver a mujeres practicando sexo entre ellas. La posibilidad de hacer un trio con una mujer se convirtio en su obsesion. Ruth sabia que su marido estaba cambiando. Su actitud para con el sexo rozaba la depravacion. Una noche, mientras doblaba ropa, Jorge le sorprendio con un kit para iniciarse en el mundo de las perversiones. No queria verse atada e incapacitada para hablar o moverse. Tampoco que Jorge la hiciese dano. No podia entender que algo tan sucio pudiera excitarlo, mas no se resistio. Su marido ya le habia amenazado con dejarla si no se rendia a sus exigencias. No queria perderlo, estaba enamorada de el. Esa noche junto sus manos permitiendo que Jorge cerrara las esposas. Cuando apenas habia empezado a andar, su marido la fustigo con un latigo que la hizo tambalearse sobre sus tacones de aguja. Para que no cayese, Jorge la sujeto con firmeza del pelo advirtiendola de que si no hacia lo que el queria tendria que castigarla. Ruth se acostumbro al dolor y las continuas humillaciones. Cuando Jorge se corria sobre ella rezaba para que aquello acabara, para que esa perversion diera lugar a otra en la que el dolor no tuviera cabida. Jorge sabia que a su mujer no le excitaba que la sometiese. Nunca estaba dispuesta a pelear ni a obligarlo a el a ocupar su lugar. Busco en internet algo que su mujer pudiera aceptar, algo menos sucio, menos peligroso. --Deberiamos hacer un trio. Hay una chica en mi oficina que alardea constantemente de darle vida a un matrimonio que estaba barajando divorciarse y ahora son mas felices que nunca--manipulo Jorge. --?Crees que metiendo a una mujer en nuestra cama nuestro matrimonio ira mejor? No se en que te basas para pensar una cosa asi. --Necesito aventura, Ruth. Vivir cosas nuevas. Entrar en casa feliz porque se que tengo una mujer que comprende mis necesidades. El sexo es una parte importante en una relacion, debes abrir la mente. Aceptar que podemos ir mas alla. El sexo puede ser muy placentero si te saltas las normas, al menos de vez en cuando. ?Acaso quieres que nos divorciemos? No, Ruth no queria pasar por un divorcio por lo que acepto tener un trio, solo necesitaba tiempo para asimilarlo. Una noche, despues de la cena, Jorge le propuso un juego a su esposa. Primero le mostro la imagen de una mujer rubia, despampanante y mas joven que ella. Jorge pronuncio su proposicion. --Se que quieres ir despacio, asi que he pensado que esta noche podriamos acostarnos pronto y jugar un poco. Quiero que esta noche, cuando te toque, cuando haga que te corras pienses que es ella quien lo esta haciendo. Yo hare lo mismo, asi normalizaremos que otra persona este en nuestra cama. No me digas que no, Ruth, estoy haciendo esto por nuestro matrimonio. ?Acaso no me quieres? Ante la debilidad de Ruth, Jorge se mostro mas fuerte consiguiendo que aquella noche su mujer cediera a uno de sus juegos con el que dar alas al hombre depravado en el que se estaba convirtiendo. El sexo era su unico pensamiento y siempre, siempre queria mas. Nada calmaba su sed. Esa misma noche, despues de la cena tras despedir a sus invitados, Jorge cogio en brazos a su mujer y se la llevo a la cama. No podia dejar de imaginar como reaccionaria el cuerpo de su esposa siendo follada por sus tres invitados. Durante la cena habia fantaseado con que la tomaban alli mismo, frente a el. Al recordarlo penetro a Ruth que aun no estaba preparada para recibirlo haciendo que su cuerpo se contrajese. --Me encanta cuando estas tan cerrada, asi puedo darme el gusto de ser yo quien te abra. Vamos, relajate y disfruta. Imaginate cuando uno de esos tres este aqui, con nosotros. Fantasea con ellos y dime a quien eliges para hacer el trio. Me lo prometiste, Ruth. Me lo prometiste--insistio en recordarle con cada empellon. A la manana siguiente, Jorge salio unos minutos antes hacia la oficina. Sabia que encontraria a Omar en su despacho sin su secretaria husmeando. Llamo a la puerta luciendo una sonrisa que a Omar le dio escalofrios. Sabia que estaba haciendo alli, el era el ganador del trofeo. Asi llamaba Jorge a su mujer. Era tan despectivo y humillante que Omar sintio nauseas. Queria decirle que no, que se negaba a ser participe de ese juego con el que Ruth no estaba de acuerdo. Jorge alardeaba del poder que tenia sobre su esposa humillandola frente a companeros y desconocidos despertando en Omar la necesidad de ayudarla a dejar esa vida infeliz. Si bien, Ruth no parecia recordarle, el no habia dejado de pensar en ella desde que la conocio en la universidad. Apenas mantuvieron contacto, suficiente para que Omar buscara en cualquier mujer a Ruth. --!Eh, tio! ?Me estas escuchando? --Jorge reclamaba atencion--. Ruth quiere que seas tu. Sera esta noche, no voy a permitir que se eche atras. !Ah, una ultima advertencia! Puedes hacerle a mi mujer lo que quieras, pero no se te ocurra acercarte a mi. --Descuida--respondio invitandolo a salir de su despacho. Ruth llego a casa dispuesta a darse un bano de espuma. Estaba agotada. Sentia tanta presion que necesitaba estar sola, aunque solo fueran durante un par de horas. Al entrar en el salon su marido le dio la bienvenida ofreciendola una copa de vino. Omar se mostro educado levantandose del sofa para saludarla. ?Que estaba haciendo alli? Se pregunto. ?Sera hoy? ?Sera esta noche? No habian hablado de una fecha en concreta, ni siquiera habian discutido sobre los detalles que necesitaba tratar. No iba a permitir que un desconocido se propasara. ?Que estoy diciendo? He permitido que mi marido meta a un hombre en nuestra cama, he sucumbido a ser parte de un juego sucio en el que no soy mas que un cuerpo que utilizaran para su disfrute. No quiero perder a Jorge, no quiero perderlo, pero no se si podre con esto. --No podemos decirle que se vaya, ?que pensarian de mi en la oficina? --discutio. --?Cuentas nuestras intimidades en el trabajo? --pregunto avergonzada. --Ya sabes, a los hombres nos gusta hablar de nuestras hazanas. Hablar de sexo entre colegas es lo normal, no te preocupes. Ninguno de mis companeros te conoce y los dos que te vieron anoche te olvidaron en cuanto los rechazaste. Ruth entro en el dormitorio con el picardias que su marido habia elegido para ella. Cuando cerro la puerta supo que habia perdido su dignidad para siempre. A la manana siguiente, Ruth se levanto temprano. Queria salir de su apartamento antes de que su marido se despertara. Despues de la noche que habian vivido preferia no mirarlo a la cara. Se sentia avergonzaba por haberse entregado a Omar. Un hombre que la habia hecho disfrutar mas de lo que jamas habia hecho su marido. Jorge la habia hecho creer que no era buena en el sexo, mas en brazos de Omar descubrio que el sexo no era el problema, si no el companero con quien compartia sus noches. Para hacer el menor ruido posible cubrio su cuerpo desnudo con una vieja sudadera. Descalza camino hasta la cocina con intencion de servirse un cafe cargado. Al descubrir la cafetera en manos de Omar se ruborizo. --Me servire un cafe y me marchare. No era mi intencion incomodarte--dijo sirviendo un segundo cafe. --Ruth, yo... da igual, no importa. Sera mejor que me marche. Cuando Jorge desperto, su mujer ya no estaba en casa. Aquello le dio la oportunidad de recordar, con todo lujo de detalles, lo que habia sucedido la noche anterior bajo la ducha. Al salir de casa, en el trayecto hacia la oficina no podia dejar de pensar en todas las aventuras que habian vivido en los ultimos meses. Todo empezo una manana. Mientras tomaba cafe antes de entrar a trabajar un articulo del periodico le dio la solucion que tanto ansiaba. Eran adultos y aunque el la queria necesitaba emocion en su vida. Aquella misma noche, al regresar del trabajo y durante la cena, Jorge le propuso ir a un club de intercambio de parejas. Ruth se nego tacitamente. Intento por todos los medios que su mujer aceptara, sin exito. Tenia que haberla amenazado con el divorcio, no se habria negado. Quiza, ahora que ha aceptado meter a un hombre en su cama, podria volver a proponerselo. Ruth hizo lo imposible por concentrarse en el trabajo, mas fracaso en cada intento. Cogio su telefono, necesitaba quedar con sus amigas. Salir de esa casa, aunque solo fuera durante unas horas. En la pantalla, descubrio un par de llamadas perdidas de un numero desconocido. Cuando se disponia a escribir a sus amigas una tercera llamada la interrumpio. Ruth respondio dispuesta a descubrir al remitente. Omar respondio al otro lado de la linea rogando para que no rechazara su llamada. Ruth acepto, queria saber porque la estaba llamando y volver a hablar con el hombre que le habia regalado la noche de sexo perfecta. A la hora de la comida quedaron en verse en una cafeteria cercana. Ruth sintio que, por primera vez en su vida, estaba siendo la protagonista de su propia aventura. Tomo asiento alejandose del gran ventanal fingiendo ser la amante del hombre que entraba por la puerta. Omar se sento frente a ella tras saludarla con un beso en la mejilla. No fue algo premeditado, al verla sintio la necesidad de volver a tenerla entre sus brazos, mas contuvo las ganas. El momento de hablar habia llegado y Omar no sabia como enfrentarse a la asustadiza mujer que tenia frente a el. Ruth exigio una explicacion, al no llegar, se dispuso a levantarse abandonando a su acompanante. Omar se interpuso en su camino sujetando su mano con suavidad. --Lo siento, no se por donde empezar. Imaginaba que seria mas facil pedirte que dejes a tu marido. Jorge no te respeta, es un depravado que siempre querra mas. No permitas que te siga humillando. --?Y que quieres? ?Que huya contigo y vivamos un amor de pelicula? Lo que paso anoche entre nosotros no significo nada y no volvera a repetirse--espeto ella a la defensiva. --No quiero que huyas conmigo, solo que dejes esa vida en la que no eres feliz. ?De verdad crees que no volvera a repetirse? No conmigo, yo solo era un cebo para que ahora no pudieras negarte a acostarte con una mujer. Lo tenia todo planeado, ?sabes que hara si te niegas? Amenazara con dejarte, con pedirte el divorcio. ?Me equivoco? Ruth sabia que su marido la estaba manipulando. No era la primera vez que se mostraba sumisa. En su infancia y durante su juventud permitio que su tia, con quien se habia criado, dispusiera de su herencia a su antojo. La habia amenazado con echarla de casa abandonandola en un orfanato. Se acostumbro a vivir con el temor de ser abandonado hasta aceptar que de suceder la culpa seria solo suya. ?Que podia hacer por ella si se negaba a abandonarlo? Si le contara la verdad, si desvelara que no es un desconocido del que sospechar, encontraria la manera de devolverle todo aquello que Jorge le robo al casarse con el. --?Por que no vuelves a Barcelona? Tu vida siempre ha estado alli. Ya se que tu tia murio, pero tienes amigos y companeros de trabajo que te echaran de menos. !Tienes tu casa! --exclamo desesperado. --?Que significa todo esto? ?Como sabes que yo...? Jorge no sabe que tengo una casa en Barcelona. ?Como es posible que tu sepas todo esto? --pregunto aterrada hasta que Omar le mostro su cicatriz--. ?Eres tu? !No puedo creerlo! Pensaba que vivias en Alemania y que te habias casado. Ruth rememoro la manana del accidente en la que conocio a Omar. El asfalto estaba mojado, freno todo cuanto su moto le permitio, mas no fue suficiente para evitar el atropello. La ambulancia los llevo a ambos al hospital mas cercano. Dos horas despues, la prometida de Omar aparecio en la sala de urgencias hablando por telefono intentando anular los billetes de avion que deberia llevarlos a Alemania. --Me fui con Ada dos dias mas tarde de lo previsto. Nuestra relacion iba bien, si, tenia planes de boda. Alemania lo cambio todo, especialmente a Ada. Cuando descubri que me estaba enganando regrese a Barcelona y pedi el traslado. Fue asi como me instale en Madrid hace ya diez anos--revelo para calma de Ruth--. Me gustaria volver a verte, si me dices que si no volvere a hablarte de Jorge ni de tu matrimonio. No pretendo inmiscuirme en tu vida, solo quiero que seas feliz. A aquel cafe le siguieron muchos otros. Cuanto mas tiempo pasaban juntos aumentaba la necesidad de volver a verse. Omar se descubrio enamorado de Ruth una noche de cena y pelicula. Aunque sabian que era peligroso, Ruth permitio que la acompanase hasta las inmediaciones de su casa. Para Jorge, esa noche solo era un reencuentro mas con sus amigas. Si bien habia empezado a sospechar que su mujer le ocultaba algo, supo que no seria capaz de enganarlo. La tenia tan sometida que estaba seguro de que jamas lo abandonaria. Cuando Ruth entro en el pequeno apartamento descubrio que Jorge estaba despierto, esperandola. Eso solo podia significar una cosa. Al entrar en su dormitorio obviando el beso apasionado de su marido descubrio sus intenciones. Sobre las sabanas la esperaba la mujer rubia que Jorge la habia mostrado meses atras. Jorge, a su lado, sostenia un conjunto de lenceria transparente. Omar tenia razon, solo era un truco para conseguir su botin. Jorge no queria tener aventuras con ella, solo queria follarse a la rubia semidesnuda que habia en su cama. Disculpandose con la excusa de ir en busca de una botella de champan dejo el apartamento en medio de la noche. Camino durante horas sin rumbo, sin saber a quien acudir para pedir ayuda. Inevitablemente penso en el. Cuando encendio su telefono descubrio las llamadas y mensajes de su marido exigiendo que regresara bajo una nueva amenaza de abandono. Agotada decidio pasar la noche en el hotel que estaba frente a ella. Evito usar la tarjeta, no queria que su marido descubriera donde se escondia. A la manana siguiente, Jorge llego al trabajo alardeando de su noche. Habia metido en su cama a la mujer mas atractiva de toda la oficina. Cuando Omar escucho su relato volvio a su despacho, necesitaba hablar con Ruth. Cuando estaba a punto de marcar el ultimo numero, Jorge lo interrumpio para solo a el desvelarle la unica verdad. Ruth lo habia abandonado en medio de la noche obligandolo a renunciar a su aventura.

  • Mi mundo a los 20 de Cristina Bermudez

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    Y alli estaba yo, sentada tranquilamente en la oficina, fingiendo que trabajaba muy duro cuando en realidad me esforzaba por no quedarme dormida. No me entiendas mal, soy muy trabajadora, pero a ciertas horas de la tarde mi capacidad de concentracion va disminuyendo hasta que desaparece. Cuando Juan me llamo para proponerme una salida de chicas, fue como ver la luz al final de un tunel: mi mente rapidamente desperto y se puso a planificar el modelito de la noche: vestido, tacones y por supuesto, mucho maquillaje. Juan era uno de mis mejores amigos, no me preguntes el porque: cotilla, criticon, chivato, egocentrico, narcisista… Pero a pesar de sus defectos, lo queria. Y si, era gay. En cuanto lo conocias te dabas cuenta de que Juan era gay. No porque lo dijese abiertamente, sino por su vestimenta. Siempre iba a la ultima moda, le daba igual que la ropa no le favoreciese, se ponia todo lo que llevaban los maniquies de las tiendas, iba (en mi opinion) excesivamente depilado y daba igual en la fecha que estuviera, siempre estaba bronceado. Era muy alto y delgado, y como el siempre dice: bello como una rosa. Y realmente lo era. --Sera poca cosa, saldremos a cenar y luego tomaremos unas copas -- me aviso Juan. --Mierda --susurre, llevaba al menos dos semanas sin salir de fiesta y el plan no era nada del otro mundo. Yo no tenia problema en ir a cenar y tomar unas copas, pero estaba cansada de ver a la misma gente de siempre. Vale, a los mismos tios de siempre. Queria conocer a alguien nuevo, especial y estaba segura de que aqui no lo encontraria. ?Deberia mudarme? De manera que cuando Juan me confeso en que consistia la salida de chicas, supe que aquel tampoco seria el dia en que mi principe azul entraria en escena. --?Sigues ahi? --Escuche decir impacientemente desde el otro lado del telefono. --Si --conteste. --?Contamos contigo entonces? --Por supuesto --dije con fingida alegria. En fin, tuve que ceder sin oponerme demasiado. Trate de convencerme de que no podia salir con el unico proposito de encontrar un hombre, debia disfrutar de mis amigas. Pero como no lograba convencerme, tuve que repetirmelo varias veces. --Cambiando de tema. !Tengo un cotilleo de los gordos! --exclamo, intentando crear expectacion. --Cuenta, cuenta --dije impaciente, sin duda habia logrado crearla. --!Carola se ha acostado con Migui! --exclamo, emocionado--. Con lo bueno que esta… --?Me tengo que sorprender? --Vaya desilusion, que mierda de cotilleo. !Si se veia venir! --Fingire que no te he oido. La cuestion es que el le ha pegado un herpes o algo por el estilo. --!Que horror! --Claro que eso le pasaba por ser tan rapida. No me interpretes mal, no es que sea una chica facil que se acuesta con cualquiera, no, lo que le ocurre es que se enamora demasiado rapido, y cuando digo rapido no me refiero a semanas sino mas bien a horas. Y pasa lo que pasa, no conoce al tio y se acuesta con el. Mas tarde se entera de que tiene novia, esta casado, es bisexual o como en este caso, tiene alguna enfermedad de transmision sexual. --La pobre lo esta pasando muy mal, dice que es culpa suya por haberse acostado con el en la primera cita. Pero ya le he dicho yo que la culpa no es suya. ?Como sabes si es el hombre adecuado si no lo pruebas antes en la cama? Juan si era un chico facil de los que se acuesta con cualquiera. Para el, el sexo no era la demostracion fisica de los sentimientos entre dos personas, no, el lo definia como el aire que respiramos, algo fundamental para vivir. Incluso es bueno para el cutis solia aconsejarnos. --Que razon tienes Juan, lo mas logico es preguntar su nombre y a continuacion llevartelo a la cama --exclame con ironia. --No, despues del nombre viene la profesion. !No pretenderas ligar con un muerto de hambre! --Me contesto con tono de burla. La conversacion se vio interrumpida por la llegada de un cliente. --Tengo que colgar. Luego nos vemos --dije con un hilo de voz. --Vale, a las diez te quiero en mi casa --me ordeno. --A sus ordenes, mi senor --le conteste obediente. No suelo hacerle caso, la prueba esta en que siempre llego tarde (unos veinte minutos mas o menos). Pobre, cree que porque me lo ordene llegare puntual algun dia. La culpabilidad que me invade cuando lo veo sentado en el escalon de la puerta de su casa, fumando y sin una pizca del glamour que lo caracteriza, hace que le siga la corriente cuando me regana. No es que llegue tarde a proposito, siempre me surge algun imprevisto: un pelo rebelde que decide salir a ultima hora en mis perfectas cejas, una una que se rompe justo cuando voy a salir, ir de camino y recordar que no me pinte los labios… situaciones de emergencia que me impiden llegar a mi hora. --Hasta luego petarda --se despidio con su habitual simpatia. --Adios corazon --y colgue. 2 Sali de trabajar y corri a casa para arreglarme con tiempo. Hoy seria el dia en que llegaria puntual, o al menos lo intentaria. Abri mi armario y vi una etiqueta que colgaba de una prenda. Algo extranisimo ya que cuando me compro algo lo estreno el mismo dia. Era un maravilloso pantalon vaquero con rotos en las rodillas. Sin dudarlo me lo puse, junto con una camisa y unas bailarinas. Me maquille discretamente y me dirigi a casa de Juan. --Te dije a las diez --me reprocho. --?Seguro que no dijiste a las diez y cuarto? --Me atrevi a bromear. Tras unos segundos de mirada asesina, nos pusimos en camino. A las diez y media llegamos al restaurante. Era italiano, lo habian abierto hacia poco tiempo y nos lo habian recomendado, tanto por la comida como por los guapisimos camareros. ?Algun sitio mejor para una noche de chicas? Aunque apenas habia sitio para moverse. Era muy amplio, pero estaba abarrotado de mesas y sillas. En las paredes colgaban grandes espejos de estilo barroco. Habia lamparas de arana y carisimas esculturas. El suelo de madera le daba un toque acogedor. Era, sin duda, el restaurante mas bonito en el que habia estado. --Adriana, cuanto me alegro de verte --me saludo Carola. --Hola corazones --las salude mientras les daba un beso en la mejilla a cada una. Una vez estabamos todos sentados, un camarero se abrio paso entre los muebles y vino a tomarnos nota. Todos pedimos unos refrescos light y un hombre como ese como regalo de Navidad. --!Que hombre! --exclamo Elena sin ningun tipo de disimulo. Elena tenia novio: Guille. El era amigo mio desde mucho antes de que el conociera a Elena, incluso desde antes de que yo conociera a Elena. Lo que siempre me divirtio de ella (su descaro para ligar con los chicos) ahora era un motivo de enfado entre nosotras. --Cierto, pero como mi Migui no hay otro --dijo Carola. Carola siempre que se sentia atraida por alguien del sexo opuesto, algo que ocurria muy a menudo, actuaba de la misma manera: miraba al chico, en realidad lo desnudaba con la mirada, le invadia la culpabilidad y enseguida alababa las virtudes del novio/rollo que tuviese en ese momento. --Es gay. ?Habeis visto que solo me miraba a mi? --dijo Juan. La modestia claramente no formaba parte de sus cualidades. --De eso nada. !Le he gustado yo! --Dije entre risas. --Carola, ?como te encuentras? --se intereso Juan. --Bien --contesto ruborizandose. --Bueno, ?y que explicacion te ha dado? --Quiso saber Juan. Por suerte llego el guapisimo camarero con nuestras bebidas y Juan se puso a coquetear con el, evitandole asi el mal rato a Carola. --Chicas lo confirmo: es gay. Aunque debe de ser muy timido o aun no ha captado mis indirectas --dijo Juan, llamando indirectas a guinarle un ojo varias veces, como si no lo hubiera visto la primera vez, y tirandole besos al aire. --?De que estabamos hablando? --pregunto Elena intentando retomar el tema. --Deberiamos decidir que vamos a pedir antes de que vuelva a preguntarnos el camarero --tuve que decir para salvar a Carola. Era consciente de que no podria evitar el tema mucho tiempo, ya que empeno en estudiar o trabajar no tendrian mucho, pero en cotillear… nadie les ganaba. --?Que os parece una ensalada para cada una y una pizza para compartir? Asi compartimos calorias --nos intento convencer Juan. --Vale --Dijeron las demas al unisono. No se como lo hace pero siempre se sale con la suya. Durante la comida estuvimos hablando de ropa y cosas por el estilo, nada importante. La comida estaba muy rica, aunque yo hubiera preferido una pizza para mi sola: con mucho queso, peperoni… La noche transcurria con tranquilidad. Por un momento pense que se habian olvidado de Carola y su herpes. Me alegre por ella, aunque la verdad es que me moria de curiosidad por saber lo que habia ocurrido. Tras pagar la cena, nos fuimos a por unas copas. Eligieron un pub en la zona centro, mejor dicho lo eligio Carola porque alli trabajaba Migui. Cuando llegamos, el portero nos abrio la puerta. !Ni siquiera nos pidio los carnes! Habia dos posibilidades: o aparentabamos nuestra edad o no hacia bien su trabajo. Desgraciadamente me inclino mas por la primera. Carola y Juan tenian veintiuno anos, Elena y yo veinte. Ellos no le dieron importancia pero yo si. !No queria envejecer! Nada mas llegar, Migui nos puso unos chupitos. Ventajas de que el camarero fuera novio de una de nosotras. Despues pedimos unas cervezas, no queriamos emborracharnos hoy. Carola se quedo en la barra con Migui. Nosotros nos sentamos en una mesa. --No me lo puedo creer, ?como sigue con el? --Pregunto Juan, aunque al parecer no queria respuesta. --Me parece increible, yo en su lugar no lo volveria a ver --anadio Juan. Elena y yo asentimos con la cabeza. --Pensandolo mejor --dijo Juan con gesto pensativo--, si la tiene muy grande se puede entender que… --!Juan! --lo interrumpi--. Es cosa suya, ya nos lo contara cuando se encuentre mejor. --O cuando el la deje, seguro que ocurre antes --dijo molesto--. Es demasiado guapo para estar siempre con la misma mujer. --!?Cuando nos vamos a emborrachar?! --Exclamo Elena--. !Toda la semana aguantando al imbecil de mi novio y ahora a vosotros! Juan y yo cruzamos miradas de asombro. --?Problemas en el paraiso? --Se atrevio a preguntar Juan. --Vosotros os creeis que como no teneis pareja sois unos desgraciados --dijo Elena irritada--. Pues sois afortunados por no tener que aguantar a nadie. Juan y yo intercambiamos miradas y estuvimos de acuerdo en que habia que emborracharse. --Tres chupitos de tequila --ordene a Migui--. ?Ha pasado algo con Guille? --dije dirigiendome a Elena. --A ti te lo voy a contar precisamente --me dijo con sarcasmo. --?Que te pasa? --le pregunte intentando suavizar el ambiente. --Mira, si necesitara contarle a alguien mis problemas con Guille, serias la ultima persona a la que se los contaria. Tu, que no me consideras buena para el e intentas cambiarme. ?Por que te importa tanto? ?Acaso estas enamorada de el? --dijo, cada vez mas enfadada. --?Por que te pones asi? Yo no he intentado cambiarte, Guille es amigo mio desde hace mucho y no me agrada que vayas por ahi coqueteando con otros --?Logre defenderme o empeorar la situacion? --?Que no has intentado cambiarme? --Gruno--. Nunca te habia importado mi aspecto y desde que estoy con el solo sabes ponerme faltas e intentar vestirme como tu --dijo con voz estridente. Eso es cierto, pero lo que ella no sabe es que me lo pidio Guille. Cada una tenemos nuestro estilo, pero Guille no lleva demasiado bien que vaya siempre en zapatillas: da igual si va a hacer deporte o si va a una cena de gala. El problema de las zapatillas es que no conjunta con todo, suele vestir en chandal o muy informal. Elena era extremadamente guapa: pelo negro, ojos oscuros, tez morena y muy buen cuerpo. En mi opinion no se sacaba partido alguno, no era muy femenina vistiendo. Yo en cambio, normalmente llevo tacones y suelo ir muy arreglada. Ni siquiera tenia zapatillas, el deporte y yo no nos llevabamos demasiado bien. Pero aun sabiendo que vestia mejor que ella, no veia correcto transformar a Elena. Guille me pidio que intentase que dejara las zapatillas atras cuando saliesemos de fiesta y en acontecimientos familiares. Por desgracia no salio bien; no cambio de estilo y se enfado conmigo. --Perdona si te ha dado esa impresion --encima de todo, tuve que disculparme. --?Por que no me ves buena para el? --Su voz sonaba dolida. --No es eso, quizas lo sobreprotejo porque no quiero que sufra --me excuse. --?Seguro que no te gusta? --Me pregunto a la vez que me acribillaba con la mirada. --No. Pero se que no me crees, me lo has preguntado cientos de veces -- le recrimine--. Y se que lo volveras a hacer. Se hizo un silencio incomodo. No sabia que hacer ni a donde mirar. Decidi retirarme a dormir. Esta, no era mi noche. 3 Realmente no me gustaba. Guille era otro de mis mejores amigos. Nos conocimos unos cinco anos atras. Yo salia con uno de sus amigos, Erik. Erik era de la edad de Guille, cuatro anos mayor que yo. Nos presentaron unos conocidos en comun. Me quede prendada de el: su piel morena, su cabello negro, sus ojos negros, su culo, sus tatuajes, su peinado, su moto… un poco bajito para mi gusto, pero algun defecto debia de tener. Fue un flechazo. Nuestras miradas se cruzaron, llamame cursi si quieres, pero te juro que el resto de la gente desaparecio y nos quedamos solos, el y yo. No habia nada ni nadie que importase, nos habiamos encontrado. Aquel instante maravilloso termino cuando, por culpa de un codazo que me dio Carola, volvimos a la realidad. Despues de varios encuentros casuales, casualmente yo pasaba por su instituto, por la biblioteca, por su trabajo… Erik me invito a salir. Tras varias citas, empezamos a intimar. Al principio lo interpretaba como que me respetaba mucho. Soliamos vernos a solas, nos cogiamos de la mano, nos abrazabamos, siempre me decia que estaba guapisima, hablabamos muchisimo… pero nada mas. Estaba impresionada porque no intentaba meterme mano. Con quince anos no se me pasaba por la cabeza acostarme con nadie. ?Pero ni un beso? Estuvimos asi durante un ano, viendonos cada fin de semana. Me pasaba las citas con los nervios a flor de piel, esperando un beso en la despedida. Pero ese beso nunca llegaba

  • Esclavos del honor de Raul Borras San Leon

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    La epopeya de los heroes del sitio de Baler.

  • Manifiesto por la lectura de Irene Vallejo

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    Habia una vez una mujer sola en un territorio peligroso. Menuda y delgada, cada noche debia enfrentarse a una temible amenaza. Pero, en los cuentos, los pequenos, los debiles, los fragiles poseen siempre un talisman salvador. Ella conocia un sortilegio infalible: era capaz de levantar a su alrededor un muro de aire para defenderse. Los sillares de esa muralla invisible eran las palabras. Cuando una historia brotaba de sus labios, la gente se detenia a escuchar, con la mirada fija, como en trance, olvidando sus quehaceres, sus angustias y su ira. Sus fabulas eran, para todos, un refugio frente al acecho del peligro. Es facil reconocer en ella a la persuasiva Sherezade, pero tambien a la protagonista de una leyenda nacida en la tradicion oral francesa, <>, donde una joven aprendia el arte de narrar escuchando el susurro del viento entre los arboles. Al regresar a casa con el bagaje de las historias aprendidas de los alamos, de las hayas y de los robles, el embrujo de su voz lograba enmudecer la vara con que, dia tras dia, la golpeaban. La mitologia griega nos hablo de Odiseo, el zarandeado y luchador heroe homerico, que recurria a astutos relatos para salvar la vida. Tambien de los versos y los cantos magicos de Orfeo, que encandilaban a los animales y vencieron a la muerte. En la ceremonia del Premio Cervantes, Ana Maria Matute afirmo: <>. En esta confidencia vibran los ecos de una larga andadura de nuestras letras. Ya el Cantar de mio Cid alude a una nina que salvo a su pueblo con la belleza de sus palabras; siglos despues, Manuel Machado dedicaria un poema a esa chiquilla tejedora de discursos: Una voz de plata y de cristal responde... Hay una nina muy debil y muy blanca en el umbral. Patronio se negaba a dar consejos al conde Lucanor, pero le contaba sabias fabulas para alumbrar su camino. Lazaro de Tormes, nuestro lazarillo, advierte al comienzo de su historia: <>. Pero, anade, mis cuentos son <>. En el Quijote, la pastora Marcela defiende su libertad por medio de una vibrante narracion. Nuestros clasicos nos confian una y otra vez el mismo mensaje con distintas voces: los relatos nos ayudan a sobrevivir. Las palabras son un hechizo cargado de futuro. Somos una especie fragil, particularmente fragil: ni muy fuerte, ni demasiado rapida ni especialmente resistente al hambre, la sed, el calor o el frio. No estamos adaptados al vuelo o la vida bajo el agua. Nacemos completamente indefensos y nuestra infancia es mas prolongada que la de ningun otro animal. Hasta un virus minusculo nos pone en peligro. Sin embargo, la brisa de una cualidad asombrosa nos ha impulsado hacia un desarrollo inesperado, hacia un imprevisible progreso. Esa facultad es nuestra imaginacion, que, aliada con el lenguaje, nos permite sonar lo inconcebible, colaborar y fortalecernos unas a otros. Somos la unica especie que explica el mundo con historias, que las desea, las anora y las usa para sanar. Nuestra autentica fortaleza es creativa. Gracias a la imaginacion, hemos inventado el mito de Icaro y los aviones, el Nautilus y los submarinos, los viajes estelares de Luciano y el Apolo XI. Si los humanos no hubieramos fabulado con tierras sonadas como El Dorado o con seres mitologicos como las sirenas, no habriamos podido explorar territorios desconocidos ni llegar a la luna, alumbrar la teoria de la relatividad, el automovil o el ordenador. Lo imposible debe ser sonado primero, para algun dia hacerlo realidad. II ALAS YCIMIENTOS Narramos, escribimos y leemos porque hemos fabricado la fabulosa herramienta del lenguaje humano. Por medio de las palabras, podemos compartir mundos interiores e ideas quimericas. Cuando un animal fantasea --si tal cosa es posible--, carece de herramientas para contarselo a otro animal. Algunas especies estan dotadas de habilidades comunicativas, en ocasiones asombrosamente complejas, pero ninguna puede compararse con las nuestras en flexibilidad, libertad y riqueza de matices. Este prodigio linguistico nos permite coexistir en dos geografias: el espacio tangible que habitamos junto a miles de seres vivos y un universo paralelo que nos pertenece en exclusiva --el de la fantasia, el de las posibilidades, el de los simbolos--, al que ninguna otra criatura puede acceder. Propulsados por el lenguaje y la creatividad, nuestros cerebros despegaron de la mera evolucion biologica, cuya cadencia es implacablemente lenta, y elevamos el vuelo con las rapidas alas de la evolucion cultural. Hace miles de anos, la invencion de una sofisticada tecnologia, la escritura, abrio las puertas a conservar conocimientos, ideas y suenos, a expandirlos y hacerlos revivir con cada mirada que se posa en las letras de una pagina. El filosofo Richard Rorty piensa que leer nos cambio la mente de forma irreversible. Gracias a la lectura, hemos desarrollado una anomalia llamada <>. Descubrir los personajes de una historia se parece a conocer gente nueva, comprendiendo su caracter y sus razones. Cuanto mas diferentes son esos personajes, mas nos amplian el horizonte y enriquecen nuestro universo. A traves de los libros, anidamos en la piel de otros, acariciamos sus cuerpos y nos hundimos en su mirada. Y, en un mundo narcisista y egolatra, lo mejor que le puede pasar a uno es ser todos. Leer nunca ha sido una actividad solitaria, ni siquiera cuando la practicamos sin compania en la intimidad de nuestro hogar. Es un acto colectivo que nos avecina a otras mentes y afirma sin cesar la posibilidad de una comprension rebelde al obstaculo de los siglos y las fronteras. Por el camino del placer, sobre los abismos de las diferencias, la lectura ofrece puentes colgantes de palabras. El psicologo Raymond Mar y su equipo de la Universidad de Toronto probaron en 2006 que las personas que leen son mas empaticas que las no lectoras, especialmente quienes frecuentan obras literarias. Un grupo de estudiantes debia elegir entre dos sobres: uno contenia La dama del perrito de Chejov; el otro, un texto que describia exactamente la misma historia, pero en un lenguaje neutro, frio, casi documental, sin las inflexiones propias del antiguo oficio de la narracion. Quienes leyeron las palabras de Chejov lograron mejores calificaciones en las escalas de empatia, especialmente aquellos a quienes mas emociono el cuento. La cualidad de sumergirse en el lugar del otro y bucear en aguas distantes no solo enriquece nuestra intimidad, sino nuestra vida privada, la convivencia cotidiana, las habilidades sociales que desplegamos, y expande sus beneficios hasta la politica internacional o los logros de las empresas. El habito de leer no nos hace necesariamente mejores personas, pero nos ensena a observar con el ojo de la mente la amplitud del mundo y la enorme variedad de situaciones y seres que lo pueblan. Nuestras ideas se vuelven mas agiles y nuestra imaginacion, mas iluminadora. Al asomarnos a la madriguera de un relato, escapamos de nosotros y nos proyectamos en los personajes de un pais inventado. Sostiene Mario Vargas Llosa que ... la vida, injusta, nos obliga a ser siempre los mismos, cuando quisieramos ser muchos, tantos como requeririan para aplacarse los incandescentes deseos de que estamos poseidos. (...) La buena literatura es siempre un desafio a lo que existe. Anhelamos ver por otros ojos, pensar con otras ideas y sentir otras pasiones. La magia consiste en ponernos las lentes de la ficcion y observar a traves de ellas, deslizandonos en los placeres, los terrores o las ambiciones ajenas. Y, sin movernos de la cama, el universo entero nos pertenece, la inmensidad esta al alcance de nuestros dedos. En los mundos inventados nos encontramos, nos entendemos y aprendemos a colaborar. La filosofa estadounidense Martha Nussbaum, Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales, defiende que la lectura forma parte de la preparacion necesaria para vivir en democracia. Desde que los griegos lo ensayaron por primera vez hace milenios, este sistema es el mas exigente y asombroso que hemos intentado. Pretende crear una convivencia que no se sustente en la fuerza, sino que se apoye en una delicada urdimbre de acuerdos y en una conversacion incesante. Como nos recuerda Antonio Basanta, <>. En el compas cotidiano de la experiencia democratica, todos y cada una tomamos con nuestro voto decisiones que tendran consecuencias cruciales en la vida de otras personas. En un texto titulado La crisis silenciosa,Nussbaum reflexiona: La capacidad de imaginar la experiencia del otro debe cultivarse y pulirse si queremos guardar alguna esperanza de afianzar la dignidad de ciertas instituciones, a pesar de las abundantes divisiones que albergan todas las sociedades modernas. Cuanto mejores trapecistas seamos, capaces de esa pirueta que nos coloca en la mirada ajena, mas solida sera la democracia que edificamos. El ejercicio de volar fortalece nuestros cimientos.

  • Sexo, amor y rock ‘n’ roll.: Domando a “La Bestia” de J. A. Silva

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    Leo, el lider de la exitosa banda de rock, Avalor, vivia una vida desenfrenada, llena de excesos, sexo y locura. Usaba a las mujeres para satisfacer sus necesidades y, despues, se olvidaba de ellas. A pesar de poder estar con la chica que se le antojara, sentia que su vida estaba vacia.

  • El fin de las dulces mentiras de Rafael Herrero

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    Alejandro vive sin esperanza, solo, aislado de la gente, atormentado por la culpa y los remordimientos. Una manana lee en el periodico la noticia de la muerte de un hombre atropellado en el barrio de Chueca. Una noticia insignificante, de esas que pasan desapercibidas. Pero no para el. El sabe que ha sido un nuevo crimen. Y que vendra otro, y otro mas, y que la victima, como siempre, sera un homosexual. Despues de un largo tiempo de silencio, la pesadilla ha vuelto a empezar, y Alejandro ya no puede seguir siendo un complice silencioso de esos desalmados, tiene que hacer algo para detener esa locura.

  • Lo que me dijo el cafe de Valeriam Emar

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    Magnolia Betul tenia un don, como todas las mujeres de su familia, podian adivinar el futuro a traves del cafe. Y su don le advertiria de la llegada de un antiguo amor y que la vida de el corria peligro. El problema era que ella era la unica persona que podia salvarlo. Y hubiera sido mas sencillo protegerlo si el no se comportara como un arrogante que pensaba que el cafe solo servia para beberlo.
    Dante Greco habia regresado a su pueblo para asistir al funeral de su padre y para tratar de arreglar las diferencias que tenia con su familia. Pero no contaba que su desquiciada amiga de la infancia se convirtiera en su sombra y quisiera obligarlo a creer en la magia.
    Tal vez se necesitaba de magia para reavivar un viejo amor.

  • No hago planes a tan largo plazo de Cristina Duran

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    U PROLOGO Madrid, 17 de diciembre de 2014 na voz femenina conmino a dejar un mensaje despues de la senal dado que la persona poseedora del numero de telefono lo tenia apagado o fuera de cobertura. Al sonar el clic, otra voz, en esta ocasion de hombre, comenzo a hablar despues de carraspear: <

  • La coincidencia perfecta de Annie J. Rose

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    D 1 C L A RA ebia pensar rapido. Nunca imagine que se apareceria asi, ni que tendria que presentar pruebas de mi novio imaginario. Ella conocia a todos mis empleados, asi que no podia llamar a Brett para que fuera mi tapadera. No habia tiempo de llamar a una agencia de empleos temporales y contratar a alguien. Me quedaba media hora. Me quede mirando los hermosos pasteles y galletas de la vitrina frente a mi. Queria llenarme la boca con ellos, pero tampoco habia tiempo para eso. No podia decir que mi novio imaginario estaba trabajando; acababa de responderle un mensaje diciendole que estabamos pasando el dia juntos. Eso fue antes de saber que mi madre estaba en Los Angeles, no bien lejos en algun lugar de Asia. Me volvi hacia el cajero. Guapo, de cabello oscuro, hombros anchos y sabia usar cajas registradoras: es el elegido. Eran tiempos desesperados. Me incline sobre el mostrador y le susurre: --Te ofrezco mil dolares en efectivo si te vas de aqui conmigo, te reunes con una mujer en el cafe de enfrente, te llamas Blake y finges ser doctor. ?Has visto Anatomia Segun Grey? Bueno, no importa. ?Puedes hacerlo? --?Que? --dijo, mirandome como si estuviera loca. Y, de haber tenido un espejo, estoy muy segura de que yo tambien me habria visto de la misma manera. --Mira, es mi mama. Es un dolor de cabeza, y cree que tengo novio porque me invente uno. Me canse de que me dijera mierdas por estar soltera. !Dirijo una compania, por Dios santo! Uno pensaria que eso contaria por… Olvidalo. ?Lo haras? --?Me llamo Blake? --Si, asi que, ya sabes, quitate el delantal. ?Tenemos un trato? --?Por mil dolares? Claro. ?Como te llamas? --pregunto. --Me llamo Clara Rider. ?Y tu eres…? --Blake, por supuesto --dijo con una sonrisa astuta. Mi estomago dio un vuelco como si estuviese en una montana rusa y mis mejillas se calentaron por su contacto cuando estrecho mi mano. Quizas acabo de gastar mil dolares para generarme un monton de problemas. --Aqui esta la historia resumida --le dije mientras lo apuraba por la acera--. Tengo una aplicacion… Dos anos de mi vida y cada centavo de mis ahorros. No esta funcionando bien. Mi madre queria que renunciara y volviera a trabajar para ella. Me negue. Esta amenazandome con quitarme el apoyo del unico inversionista que me queda, que es amigo suyo, a menos que pueda probar que le aplicacion funciona. Es como Tinder, pero menos indecente. --Y de alguna manera Blake es tu prueba --dijo. Asenti, sorprendida de que lo entendiera tan rapido. Tal vez necesitaba replantearme lo mucho que he subestimando a los hombres que trabajan en ventas. --Si no logro presentarle una pareja perfecta para mi, me quitara el apoyo del inversionista y ganara mis acciones mayoritarias en la compania de diseno. --?Por que hiciste una apuesta asi? --pregunto. --Desesperacion. Fue la unica tactica evasiva que funciono, puesto que queria aplastar mi empresa y volver a tenerme bajo su poder. --Suena encantadora --dijo con una media sonrisa que tuvo efecto en mi; como convertir mi estomago en miel fundida. Tenia que concentrarme. No tenia tiempo para fantasear con el chico de la panaderia. --Es complicada, pero supongo que todo el mundo lo es. --Sabotear tu compania no es ser complicado; solo es ser cruel --senalo. --Si, bueno, es mi batalla, y ahora debo ir a ganarla. --A menos que yo sea Blake --dijo. --Si. Eres doctor. Nos conocimos a traves de mi aplicacion: Slay. --Ese es un nombre un poco agresivo para una aplicacion de citas. --Agresivo... Como mujer que trabaja con tecnologia, nunca me lo habian dicho. Que original --dije poniendo los ojos en blanco--. Ahora vas a decir que no soy lo suficientemente simpatica. --No necesito que me agrades. Soy tu creacion, tu novio perfecto, un doctor. ?Desde hace cuanto estamos juntos? ?Solemos ir de vacaciones? ?Vivimos juntos? --Como dos meses. Y no, no tengo tiempo para eso. --?No tienes tiempo ahora para discutir lo que supuestamente hemos hecho o no tienes tiempo para irte de vacaciones y coger? --Ambas --respondi--. Ya llegamos. Intenta lucir bonito y no hablar demasiado --dije--. Y gracias por hacer esto. --Te dire <> mas tarde, si sale bien --dijo. Extendi la mano hacia la puerta del lujoso restaurante, pero el la alcanzo primero y la sostuvo. Levante una ceja. --?Que? Blake es todo un caballero --dijo con una media sonrisa que parecio retorcer mi ropa interior. E 2 A D RIA N staba loca de remate. Esta chica era demasiado exagerada. Todo era una emergencia. Me ofrecio mil dolares para ir a tomar un cafe con su madre. No necesitaba el dinero, eso estaba clarisimo. Pero ?todo el entretenimiento? Eso si que me vendria bien. Parecia que iba a ser una gran historia. La proxima vez que estuviese en Hong Kong en una de las fiestas aburridas de Daniel, tendria una anecdota divertida sobre aquella ocasion cuando ayude a mi hermana en la tienda y una mujer extrana me rogo que fingiera ser su novio. No me molesto que fuera hermosa. Habria estado igual de dispuesto a ayudar a una mujer menos atractiva, pero la verdad era que, cuando entro con esas piernas largas y su cabello castano con rizos apilado en un mono desordenado, estuve dispuesto a aceptar cualquier cosa que me pidiera. Fue bueno que me pidiera hacer algo legal, porque habria sido humillante tirar toda mi carrera por la borda por ser atrapado traficando droga para una chica sexy e hiperactiva que me abordo en una panaderia. Era una distraccion, y su draconiana madre prometia ser igual de salvaje por la forma en que hablaba de ella. Yo si que sabia de padres controladores, despues de todo, y pense que seria buen karma apoyar a esta mujer Clara en su aprieto. Yo habia venido a este restaurante. No me impresiono. Era un lugar de almuerzos de moda entre comensales pretenciosos con ropa de disenador, donde solo servian tres gotas de salsa verde en un plato. Tuve una reunion alli una vez, y luego tuve que comprarme una hamburguesa porque moria de hambre. Clara estaba visiblemente nerviosa, de pronto incomoda con sus tacones mientras buscaba con la vista a su madre. La vi enderezar los hombros y la postura. La curva de su cuello, donde se encontraban dos mechones de cabello castano sueltos, era elegante, lo suficientemente seductora como para hacerme querer besar el lugar donde se curvaba su hombro. <>, pense con una sonrisa. Casi podia sentir su piel suave bajo la calidez de mi boca, la respiracion sorpresiva que daria antes de inclinarse de nuevo hacia mi, con su espalda derritiendose contra la solidez de mi pecho. Una mujer se puso de pie, lo que hizo girar un poco su extrano poncho rojo sobrecargado por un collar de oro reluciente. La reconoci instantaneamente. No habia visto el parecido entre Clara y la empresaria de medios Cynthia Rider. Cynthia habia empezado en noticias locales, consiguio su propio programa de entrevistas sindicado y ahora era duena de varias cadenas y de un imperio de estilo de vida que lo tenia todo, desde almohadas decorativas con piel de imitacion para infomerciales, hasta una linea de relojes de platino a traves de una marca de lujo italiana. En algun punto de camino a dominar el mundo, tuvo una hija. Una hija que me habia ofrecido dinero para que le mintiera a su madre, lo cual parecia indicar que Cynthia Rider era mejor en los negocios que como madre. Mientras Clara hizo ademan de besar a Cynthia en cada mejilla sin tocarla, yo me quede alli con las manos en el bolsillo y me pregunte que pensaria de mis vaqueros rotos y mi camisa descolorida de los Giants. Ella no me reconoceria tan rapido como yo a ella, pero existia el riesgo de que mi alto perfil pudiese descarriar la tactica de Clara antes de que comenzara. Seria mi responsabilidad asegurarme de que eso no pasara. Me pase con tosquedad una mano por el cabello, desordenandolo un poco. Queria verme tan ordinario como fuera posible, tan intimidado como lo estaria un tipo promedio al conocer a la madre internacionalmente famosa de su novia. Cuando Cynthia extendio su mano, timidamente saque una mano para sacudirla.

  • Esperando al viento de Alba Cayuelas

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    Una chica nueva en el instituto.
    Un doloroso pasado que se cierne sobre ella y del que quiere huir.
    Un accidente que cambiara su vida para siempre.
    Y un corazon dividido entre dos amores imposibles.

  • El ministerio de la felicidad suprema de

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    ?Como contar una historia hecha anicos? Convirtiendote poco a poco en toda la gente. No. Convirtiendote poco a poco en todo. El ministerio de la felicidad suprema es la deslumbrante nueva novela de la mundialmente famosa autora de El dios de las pequenas cosas. Nos embarca en un viaje intimo de muchos anos por el subcontinente indio, de los barrios masificados de la Vieja Delhi y las carreteras de la ciudad nueva a los montes y valles de Cachemira y mas alla, donde la guerra es la paz y la paz es la guerra. Es una dolorosa historia de amor y una contundente protesta, una historia contada entre susurros, a gritos, con lagrimas carentes de sentimentalismo y a veces con una risa amarga. Cada uno de sus personajes esta imborrable, tiernamente retratado. Sus protagonistas son gente rota por el mundo en el que vive y luego rescatada, recompuesta por actos de amor, y por la esperanza. La historia empieza con Anyum -que antes se llamaba Aftab- desenrollando una raida alfombra persa en un cementerio al que llama hogar. Nos encontramos con la extrana e inolvidable Tilo y los hombres que la amaron, incluido Musa, novio y exnovio, amante y examante: sus destinos estan tan entrelazados lo estaban y estaran para siempre sus brazos. Conocemos al casero de Tilo, un antiguo pretendiente, en la actualidad oficial de inteligencia destinado en Kabul. Y conocemos a las dos Miss Yebin: la primera es una nina que nace en Srinagar y es enterrada en el atestado Cementerio de los Martires; a la segunda la encuentran a medianoche, abandonada en la acera en el corazon de Nueva Delhi. A medida que esta novela cautivadora y profundamente humana trenza estas vidas complejas, reinventa lo que una novela puede hacer y ser. El ministerio de la felicidad suprema demuestra en cada pagina las milagrosas dotes de Arundhati Roy como contadora de historias.

  • La dependienta de Sayaka Murata

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    Keiko Furukura tiene 36 anos y esta soltera. De hecho, nunca ha tenido pareja. Desde que abandono a su tradicional familia para mudarse a Tokio, trabaja a tiempo parcial como dependienta de una konbini, un supermercado japones abierto las 24 horas del dia. Siempre ha sentido que no encajaba en la sociedad, pero en la tienda ha encontrado un mundo predecible, gobernado por un manual que dicta a los trabajadores como actuar y que decir. Ha conseguido lograr esa normalidad que la sociedad le reclama: todos quieren ver a Keiko formar un hogar, seguir un camino convencional que la convierta, a sus ojos, en una adulta.
    Con esta vision hilarante de las expectativas de la sociedad hacia las mujeres solteras, Sayaka Murata se ha consagrado como la nueva voz de la literatura japonesa.

  • Los condes no se casan con doncellas (Chadwick 3) de Mariam Orazal

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    Tercera y esperada entrega de la serie <> de Mariam Orazal, iniciada con La noble ladrona.

  • El angelical rostro del mal de Eva Zamora

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    Yago Junquera Miller es un hombre atractivo, seductor y muy carismatico; el politico de moda. Lo tiene todo, o casi todo. Solo le falta una guapa y elegante esposa que lo convierta en un marido ejemplar y le ayude a alcanzar su objetivo: ser el presidente del pais.

  • Aquel diciembre de Estefania Jimenez

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    Tras recibir un mensaje urgente, Diego Narvaez parte desde Motril hacia el pequeno pueblo granadino de Tablate para reunirse con su hermana y su madre. Alguien ha acusado a esta de brujeria, complicando aun mas su ya delicada situacion como morisca en aquellos anos de represion.

  • Felices para siempre (Cinder y Ella 2) de Kelly Oram

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    ?Que sucede despues de que Cenicienta consiga a su principe azul?
    El final de una historia es a menudo el comienzo de otra. La estrella de Hollywood Brian Oliver y su princesa, Ellamara Rodriguez, han encontrado por fin el amor fuera del mundo virtual. Pero, tras dejar atras el anonimato, la joven pareja se enfrenta a una nueva serie de problemas.
    El estres, los seguidores enloquecidos y la presion de la fama de Brian haran mella en la relacion, y los dos jovenes dudaran si son capaces de disfrutar de su flamante historia de amor. ?Podran Brian y Ella hacer frente a los obstaculos que encuentren en su camino y vivir el “felices para siempre” con el que suenan?

  • Vidas Infinitas de A. R. Cid

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    ?Cuantas vidas puedes experimentar sin llegar a volverte loca?

  • Carter y Arizona de Whitney G

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    Solo amigos.
    Solo somos amigos.
    No, en serio. Arizona es solo es mi mejor amiga.

  • El primer hombre malo de Miranda July

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    Un debut novelistico deslumbrante que te desconcertara, por una de las voces mas originales del panorama actual, un icono del indie americano: Miranda July.

  • Grace y el duque (Los Bastardos Bareknuckle 3) de Sarah Maclean

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    Burghsey House, sede del ducado de Marwick, en el pasado. No existia nada en el mundo como la risa de el. No importaba que ella no estuviera cualificada para hablar del vasto mundo, porque nunca se habia alejado de aquella enorme casa solariega situada en la tranquila campina de Essex, a dos dias en carruaje desde Londres, donde las onduladas y verdes colinas se convertian en trigo a medida que el otono ganaba terreno. No importaba que no conociera los sonidos de la ciudad o el olor del mar. Ni que nunca hubiera oido hablar en otra lengua que no fuera el ingles, ni hubiera visto una obra de teatro, ni hubiera escuchado una orquesta. No importaba que su mundo se limitara a los tres mil acres de tierra fertil cubiertos de mullidas ovejas blancas y enormes fardos de heno, y a una comunidad de personas con las que no tenia permitido hablar, para las que era practicamente invisible; porque ella era un secreto que debia guardarse a toda costa. Era la nina que habian bautizado como el heredero del ducado de Marwick. La que habian envuelto en el arrullo de encaje reservado para una larga estirpe de duques, la que habian ungido con aceites esenciales destinados exclusivamente para los residentes de Burghsey House mas privilegiados. A la que habian otorgado nombre y titulo de varon ante Dios. El duque --un hombre que no era su padre-- habia pagado a sirvientes y a sacerdotes para que guardaran silencio, habia falsificado documentos y habia trazado planes para sustituir a la hija bastarda de su esposa por uno de sus propios hijos bastardos --nacido el mismo dia que ella, de mujeres que no eran la duquesa--; de esa manera, ofrecia a uno de sus hijos el unico camino hacia el legado ducal..., un legado robado. Con esta estratagema estaba abocando a esa nina inutil, el bebe que lloraba en los brazos de la enfermera, a una vida a medias, llena de una dolorosa soledad que emanaba de un mundo tan grande y, al mismo tiempo, tan pequeno. Y entonces habia llegado el, hacia ya un ano. Tenia doce anos y estaba lleno de fuego, poseia toda la fuerza del mundo que habia ahi afuera. Era alto y delgado, y tan inteligente como astuto. Le parecia el ser mas hermoso que jamas hubiera visto, con un flequillo rubio tan largo que caia sobre unos brillantes ojos de color ambar, unos ojos que guardaban mil secretos. Tenia una risa queda, apenas un susurro, tan poco frecuente que, cuando aparecia, era como un regalo. No, no habia nada en el vasto mundo como la risa de el. Ella lo sabia, aunque el vasto mundo estuviera tan lejos de su alcance que ni siquiera fuera capaz de imaginar donde empezaba. El si. Y le encantaba contarle cosas sobre ese mundo. Eso fue lo que hizo aquella tarde, en uno de los preciosos momentos robados a las maquinaciones y manipulaciones del duque, justo el dia antes de la noche en la que el hombre que manejaba su futuro regreso para deleitarse atormentando a sus tres hijos varones. Pero, en esos momentos, en aquella tranquila tarde, mientras el duque estaba fuera, en Londres, haciendo lo que fuera que hicieran los duques, los cuatro ninos aprovechaban la felicidad alla donde podian encontrarla: al aire libre, en el salvaje y serpenteante terreno de la finca. El lugar favorito de ella estaba en el limite occidental del terreno, lo suficientemente alejado de la casa solariega como para perderla de vista. Alli habia un magnifico bosquecillo de arboles que se elevaba hacia el cielo, bordeado por un pequeno y burbujeante riachuelo, o mas bien un arroyo, para ser precisos, pero que le habia proporcionado horas, dias y semanas de parlanchina compania cuando era mas nina y la conversacion con el agua era lo unico que cabia esperar. Pero alli, en aquel momento, no estaba sola. Reposo entre los arboles, donde los rayos de sol moteados inundaban el suelo en el que yacia de espaldas, exhausta despues de haber recorrido los campos, y aspirando grandes bocanadas de aire cargado del aroma del tomillo silvestre. --?Por que siempre venimos aqui? --El se sento a su lado, cadera con cadera, mientras su propio pecho subia y bajaba por la respiracion agitada mientras la miraba a la cara, con sus piernas, cada vez mas largas, estiradas mas alla de la cabeza de la chica. --Me gusta estar aqui --dijo ella con sencillez, y volvio la cara hacia la luz del sol, y el son de los latidos de su corazon se calmo al mirar a traves del dosel de ramas que jugaban al escondite en el cielo--. Y a ti tambien te gustaria si no estuvieras siempre tan serio. El aire tranquilo del lugar se transformo, se volvio mas pesado ante la certeza de que no eran ninos de trece anos corrientes y sin preocupaciones. Protegerse formaba parte de su supervivencia. La seriedad formaba parte de su supervivencia. Ella preferia no pensar en ello mientras las ultimas mariposas del verano danzaban bajo los rayos de luz, por encima de sus cabezas, llenando aquel lugar con una magia que mantenia a raya lo peor. Asi pues, cambio de tema. --Cuentame cosas del mundo. --?Otra vez? --Pero en realidad, el no estaba pidiendole explicaciones. No las necesitaba. Se giro, y ella movio las faldas para que el se tumbara a su lado, como habia hecho docenas de veces antes. Cientos. En cuanto se acomodo de espaldas, con las manos apoyadas en la nuca, el empezo a hablar al cielo--. Nunca hay tranquilidad. --Por el golpeteo de las ruedas de los carros contra los adoquines. --Las ruedas de madera hacen ruido, pero es mas que eso. --Ella asintio--. Son los gritos de las tabernas y de los vendedores ambulantes de la plaza del mercado. Los ladridos de los perros de los almacenes. Las peleas de las calles. Yo solia subir al tejado del lugar donde vivia y apostaba en las peleas. --Por eso eres tan buen luchador. --Siempre pense que seria la mejor manera de ayudar a mi madre. Hasta que... --Se encogio levemente de hombros. Interrumpio sus palabras, pero ella sabia el resto. <>. Se volvio para mirarlo; tenia una expresion tensa, la vista clavada en el cielo, los dientes apretados. --Hablame de los improperios --lo incito. --Hay mucho lenguaje soez. Eso te gusta, ?eh? --El solto una risilla de sorpresa. --Ni siquiera sabia que existian las palabrotas antes de conoceros a vosotros tres. --Los chicos que habian llegado a su vida eran puro alboroto: rudos, malhablados y maravillosos. --Antes de conocer a Diablo, querras decir. --Diablo, bautizado como Devon, era uno de sus otros dos hermanastros; habia sido criado en un orfanato para ninos abandonados, y para demostrarlo se expresaba con un lenguaje malsonante--. El te ha transmitido sus amplios conocimientos. Si. Los improperios. En especial los de los muelles. Nadie maldice como un marinero. --Dime cual es el mejor improperio que has oido. --No. --El le lanzo una mirada socarrona. --Hablame de la lluvia. --Le preguntaria a Diablo mas tarde. --Es Londres. Nunca para de llover. --Cuentame algo bueno. --Le dio un codazo en el hombro. --La lluvia hace que las piedras de la calle esten resbaladizas y brillantes. --Sonrio, y ella hizo lo mismo. Adoraba la forma en que le seguia la corriente. --Y, por la noche, las luces de las tabernas las vuelven doradas --termino ella. --No solo las de las tabernas, tambien las de los teatros de Drury Lane. Y las lamparas que cuelgan delante de las casas de alterne. --Las casas de mala muerte donde su madre habia aterrizado despues de que el duque se negara a mantenerla cuando eligio tener a su hijo. Donde habia nacido aquel hijo. --Para mantener la oscuridad a raya --susurro ella. --La oscuridad no es tan mala --adujo el--. Lo que ocurre es que la gente que vive en ella no tiene mas remedio que luchar por lo que necesita. --?Y consiguen lo que necesitan? --No. No tienen lo que necesitan, y tampoco lo que merecen. --Hizo una pausa y luego susurro al dosel de ramas, como si realmente fuera magico--. Pero vamos a cambiar todo eso. No le paso desapercibido que habia usado el plural. No solo ellos dos, sino todos. Aquel cuarteto que hizo un pacto para iniciar aquella loca competicion: quien ganara protegeria al resto. Y luego escaparian de aquel lugar en el que los habian forzado a luchar en una batalla de ingenio y armas que le daria a su padre lo que queria: un heredero digno de un ducado. --En cuanto seas duque... --empezo ella, en voz baja. --En cuanto uno de nosotros sea duque. --Se volvio para mirarla. Ella nego con la cabeza y busco su brillante mirada ambarina, tan parecida a la de sus hermanos. Tan parecida a la de su padre. --Vas a ganar tu. --?Como lo sabes? --dijo el, despues de observarla durante un buen rato. --Lo se, y punto. --Apreto los labios. Las maquinaciones del viejo duque se volvian mas desafiantes cada dia. Diablo era como su nombre, demasiado fuego y furia. Y Whit era demasiado pequeno y demasiado amable. --?Y si no quiero? --Por supuesto que quieres. --Cualquier otra cosa era una idea absurda. --El ducado deberia ser tuyo. --Las chicas no pueden ser duques. --Ella no pudo reprimir una risita exagerada. --Y, sin embargo, aqui estas: eres la heredera. Pero no lo era. No de verdad. Ella era el producto de una aventura extramatrimonial de su madre, una apuesta ideada para darle un heredero bastardo a un marido monstruoso, y manchar asi para siempre su preciado linaje, que era lo unico que realmente le importaba al duque. Pero, en lugar de un nino, la duquesa habia dado a luz a una nina, por lo que no podia heredar. Era la sustituta. Una simple nota al pie en el ancestral ejemplar del Libro de la nobleza de Gran Bretana e Irlanda. Y los cuatro lo sabian. --No importa --aseguro, ignorando sus palabras. Y no importaba. Ewan ganaria. Se convertiria en duque. Y lo cambiaria todo. El la observo en silencio durante un rato. --Cuando sea duque... --fantaseo en un susurro, como si las palabras fueran a convertirse en realidad al pronunciarlas en voz alta--. Cuando sea duque, yo cuidare de todos. De nosotros y de todo el Garden. Manejare su dinero. Su poder. Su nombre. Y me alejare de aqui y nunca mirare atras. --Las palabras volaron alrededor de ellos, reverberando en los troncos de los arboles antes de que el se corrigiera--. Su nombre no --susurro--. El tuyo. Robert Matthew Carrick, conde de Sumner, heredero del ducado de Marwick. Ignoro el ramalazo de emocion que la recorrio y suavizo el tono. --Te quedara bien ese nombre. Es nuevo. Yo nunca lo he usado. --Habia sido bautizada como el heredero, pero no podia hacer uso de su nombre. A lo largo de los anos, siempre se habian dirigido a ella como <>, <> o <>. Un dia, cuando tenia ocho anos, hubo una criada que la llamo <>, y eso le gusto mucho. Pero la criada se habia marchado al cabo de unos meses, y ella habia vuelto a ser invisible. Hasta que mas tarde llegaron tres chicos que si la veian, y el que estaba con ella no solo parecia verla, sino tambien entenderla. Y la llamaron de mil maneras: <>, por la forma en que atravesaba los campos a la carrera, <>, por las llamas de su cabello pelirrojo y <>, por la manera en que se enfadaba con su padre. Y ella respondia a todos aquellos apodos, sabiendo que ninguno era su nombre, sin importarle demasiado, porque ellos estaban alli. Porque tal vez estar con ellos fuera suficiente. Porque para ellos era alguien importante. --Lo siento --susurro el. Y lo decia en serio. Para el, ella si era alguien importante. Permanecieron asi durante unos instantes, con las miradas entrelazadas mientras la verdad pesaba a su alrededor, hasta que el carraspeo y aparto los ojos, rompiendo asi aquella conexion. Lo observo cuando giro su tronco para volver a prestar atencion a las copas de los arboles. --De todos modos, mi madre decia que le encantaba la lluvia, porque era el unico momento en que veia joyas en el barrio de Covent Garden. --Prometeme que me llevaras contigo cuando te vayas --susurro ella para romper el silencio. Los labios de Ewan se convirtieron en una linea firme, la promesa quedo escrita en las arrugas de su cara, mas vieja de lo que deberia ser. Mas joven de lo que iba a necesitar que fuera. --Y tendras muchas joyas. --Asintio con seguridad. Ella se giro, y sus faldas se desplegaron sobre la hierba. --Por supuesto --bromeo ella--. Y vestidos confeccionados con hilo de oro. --Viviras entre bobinas de hilo oro. --Si, por favor --dijo ella--, y una doncella que sepa hacerme preciosos peinados. --Para ser una chica de campo, eres muy exigente --se burlo. --He tenido toda la vida para elaborar una lista con mis necesidades. --Le dirigio una sonrisa. --?Crees que estas preparada para Londres, chica de campo? --Creo que se me dara bien, chico de ciudad. --La sonrisa se transformo en un ceno fruncido. El se rio, y el preciado (por infrecuente) sonido de su risa lleno el espacio que los rodeaba, reconfortandola. En ese momento, sucedio algo. Algo extrano e inquietante, maravilloso e inaudito. Ese sonido, que no se parecia a ningun otro del vasto mundo, la libero. De repente, lo sintio. No solo el calor de el a su lado, donde se tocaban de hombro a cadera. No solo el lugar donde su codo descansaba junto a su oreja. No solo el contacto de sus manos en los rizos cuando el extrajo una hoja de ellos. Sino en todas partes. En el ascenso y descenso uniforme de su respiracion. En su segura quietud. Y esa risa..., en su risa. --Pase lo que pase, prometeme que no me olvidaras --le pidio en voz baja. --No podre. Estaremos juntos. --La gente se va. --Yo no. No me ire. --Fruncio el ceno y nego con fuerza. --A veces no se elige. A veces, la gente, simplemente... --Asintio--. Pero aun asi... Su mirada se suavizo al comprender que se referia a su madre. Rodo hacia ella y quedaron frente a frente, con las mejillas apoyadas en las palmas de las manos, lo suficientemente cerca como para contarse mil secretos. --Ella se habria quedado de haber podido --dijo el con firmeza. --No lo sabes --susurro, y cuanto detesto el picor que le provocaban aquellas palabras en los ojos--. Naci y ella murio, y me dejo con un hombre que no era mi padre, que me dio un nombre que no es el mio, y nunca sabre que habria pasado si ella hubiera vivido. Nunca sabre si... --El espero. Siempre paciente, como si fuera a aguardar toda la vida--. Nunca sabre si me habria querido. --Claro que si. --La respuesta fue inmediata. --Ni siquiera me puso un nombre. --Sacudio la cabeza y cerro los ojos. Queria creerle. --Lo habria hecho. Te habria puesto un nombre, y habria sido precioso. La certeza de sus palabras hizo que ella buscara su mirada, segura e inflexible. --Entonces, ?no me llamo Robert? --Ella te habria puesto un nombre digno de ti. El nombre que te mereces. Te habria dado el titulo. --No sonrio. No se rio. La comprendia y, luego, anadio--: Como voy a hacer yo. Todo se detuvo: el susurro de las hojas en el dosel de ramas; los gritos de sus hermanos en el arroyo, un poco mas alla; el lento transcurrir de la tarde; y ella supo, en ese momento, que el estaba a punto de hacerle un regalo que nunca habia imaginado recibir. --Dime... --Le sonrio, con el corazon palpitando en el pecho. Queria ese regalo en los labios y en la voz de el, en los oidos de ella. Queria que se lo diera y sabia que le resultaria imposible olvidarlo, incluso despues de que se marchara y la dejara atras. Y el se lo dio. --Grace --la llamo.

  • Eden 1 de J. Sharpe

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    Los angeles estan entre nosotros; lo se. Hay uno atrapado dentro de mi. Pero la imagen que ustedes tienen de esos “ayudantes de Dios” esta equivocada, se los garantizo. Son todos unos idiotas maniaticos.

  • Una heredera obstinada (Las elegidas 2) de Laura A. Lopez

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    Melissa Ross, hija de uno de los magnates burgueses mas influyentes de Londres, opto por convertirse en religiosa, debido a que no encontro ningun pretendiente que deseara desposarla. La llamaban el desperdicio, pues su gran dote que se perderia por falta de un esposo. Sin embargo, Melissa no esperaba que la invitaran al compromiso de su hermana menor, era un hecho que no deseaba ir y muy a su pesar tuvo que hacerlo, tan solo para que su vida diera un estrepitoso vuelco.
    Thomas Sackville marques de Dorset invitado a la fiesta de compromiso, era uno de los incansables solteros de Londres, aunque resulto victima de una de las caprichosas damas casaderas. Un mal plan, una buena samaritana y un matrimonio indeseado serian los resultados de aquella invitacion.

  • Afortunado en el amor de K.m. Bishop

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    ?Quieres saber un secreto?
    Todavia estoy enamorada de mi novio del instituto.
    Se que suena tonto, pero sus profundos ojos marrones y sus adorables hoyuelos siguen produciendome noches de insomnio.
    Me abandono hace tantos anos que no pense que alguna vez volveria, pero ahora que ha regresado convertido en un rico, sexy y notorio playboy, no se si podre contenerme.
    Aunque despues de lo que me hizo, no creo que pueda volver a confiar en el. No cuando me rompio el corazon, pero...
    ?Que hay de malo en tener una aventura de una noche?
    Al fin y al cabo no creo que vuelva a enamorarme.
    … ?O si?

  • Piscinas vacias de Laura Ferrero

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    Piscinas vacias es el primer libro de relatos de Laura Ferrero, una joven autora que irrumpe con fuerza en el panorama literario y que ha sido calificada como <> por ABC.

  • Las ultimas palabras de Carme Riera

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  • Mama de Jorge Fernandez Diaz

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    Mama es un clasico de la cronica narrativa argentina, que hoy tambien se lee como el empeno de la mujer moderna contra las dolorosas acechanzas del mundo.

  • Te regalare las estrellas de Jojo Moyes

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    Por la autora de Yo antes de ti, una fabulosa historia sobre cinco extraordinarias mujeres que intentan cambiar su mundo con el poder de los libros.

  • El chico nuevo de Tracy Chevalier

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    La nueva novela de la autora de La joven de la perla, inspirada en Otelo.

  • El recuerdo de la bestia (Oraculos 5) de Johana Connor

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    La bestia se ha ido, pero su recuerdo sigue aprisionado en el alma de los guerreros...
    Una joven aprendiz de hechicera, con el don de ver el aura de las personas infernales, es obligada por su angel protector a acercarse a Gregory, el guerrero mas joven de La Costa. Al tocarlo, experimenta una extrana conexion con el, que enlaza no solo sus vidas, sino tambien, sus corazones.
    Gregory la lleva a sus tierras, ansioso por descubrir que es aquello que los une y desata en su interior una poderosa pasion, pero la selva tiene sus propios planes y aprovecha la capacidad perceptiva de la chica para susurrarle aterradores secretos y desatar en ella el recuerdo de la bestia...

  • Rindete mi amor (Amor en cadena 2) de Lorraine Coco

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    ?Srta. Brooks? --!Mm...! --Srta. Brooks, disculpe. Estamos entrando en una zona de turbulencias. Tiene que abrocharse el cinturon-- le dijo la voz cada vez mas cercana de la azafata. --Gracias Anne--consiguio decir ella despertando abruptamente de su profundo sueno. Andy se abrocho el cinturon y giro en el asiento para mirar por la ventanilla. No habia mucho que ver. De noche, apenas algunas lucecitas de color anaranjado se divisaban bajo el avion. Observo su reloj. Hacia tres horas que habia salido de Tejas con destino Nueva York. Estaba agotada y deseando llegar a casa, recoger a Brook y darse un largo bano. Resoplo y volvio a mirar por la ventanilla, aun le quedaban unos cuarenta minutos para llegar. Decidida a hacer algo productivo con su tiempo, se agacho bajo su asiento y saco su maletin con el ordenador. No le gustaba la sensacion de sentirse desocupada, asi que decidio repasar el informe que habia estado realizando los ultimos quince dias. Pero cuando llevaba un rato con el, los numeros comenzaron a bailarle frente a los ojos obligandola a sujetarse el puente de la nariz con dos dedos, para intentar mitigar esa desagradable sensacion. --?Se encuentra bien?-- pregunto la azafata. --Si, gracias. Solo un poco cansada-- contesto con una sonrisa. Debido a su trabajo como directiva ejecutiva, para la Cadena Hotelera y de Turismo Cox, Andy tenia que viajar muy a menudo. Su empresa tenia un contrato con aquella compania aerea para realizar todos los vuelos de sus empleados, y aquella circunstancia, le habia permitido conocer durante los ultimos dos anos, a un gran numero de auxiliares de vuelo con las que solia coincidir. --?Desea tomar algo? --No se, ?cuanto queda para aterrizar? --Unos veinte minutos. --Perfecto, tomare un zumo de pina, por favor-- le pidio Andy. Habia pasado casi todo el vuelo dormida, no habia tomado nada y estaba sedienta. Bebio su zumo intentando relajarse, recordando los acontecimientos de los ultimos dias. Su viaje a Tejas, el reencuentro con Natalie, su mejor amiga, y haberla acompanado al altar el dia mas importante de su vida. Aquellos dulces recuerdos hicieron que el ultimo tramo de aquel viaje pasase volando, y unos minutos despues, estaban avisando el aterrizaje. Al salir del aeropuerto de La Guardia, el aire calido y humedo la impregno haciendola sentir incomoda y sucia. Impaciente por llegar a casa, tomo el primer taxi que encontro frente a la puerta de salida. Estaba en Queens y tenia casi media hora de trayecto hasta llegar a Manhattan, y otros quince mas, concretamente a la zona del Village, donde se habia mudado hacia casi seis anos, durante la universidad. !Le encantaba vivir alli! Era Nueva York, pero sin el ajetreo frenetico del centro de Manhattan. "Refugio de bohemios y escritores", recordo que habia leido en un papel del tablon de anuncios de la Universidad, y estaba en lo cierto. Se trataba de un barrio hermoso y pintoresco, de edificios bajos, zonas ajardinadas, galerias de arte, y cafes de musica alternativa y en directo. Cuando se mudo, lo hizo con otras dos companeras, una de ellas, fue Natalie. Habian compartido piso mientras fueron estudiantes. Una vez terminada la carrera, cada una tomo su camino, pero ella no habia querido marcharse. Se quedo en el piso, lo repinto y remodelo para quitarle aquel aspecto alocado de piso estudiantil, y desde entonces, se habia convertido en su hogar. Hacia un ano que Julia, su hermana pequena, se habia mudado con ella, pero como sus horarios eran muy distintos, y Julia compaginaba sus estudios con su trabajo como canguro, coincidian muy poco en la casa. Por lo que ambas disponian de toda la intimidad que precisaban. --?La dejo aqui? -- le pregunto el taxista cuando hubieron llegado. --Si, gracias. Pago, y mientras el taxista sacaba su equipaje del maletero, se dio cuenta de que Pierce habia puesto flores nuevas en los maceteros de su ventana. Estas, de un precioso blanco nacarado, contrastaban con la fachada de ladrillo rojo y rejas color chocolate del edificio. Daban un aspecto mucho mas alegre y hogareno. Apunto mentalmente que no debia olvidar alabarle el gusto a su casero. Cogio las maletas y subio la pequena escalinata que llevaba a la puerta. Estaba buscando las llaves en el interior de su bolso, cuando la ventana que habia junto a la puerta se abrio. --!Andy querida! Espera un segundo que voy a ayudarte con el equipaje -- le dijo Pierce. Pierce, ademas de ser uno de sus mejores amigos, era su casero. Andy lo adoraba, era entranable y protector como una madre. --Trae, dame la maleta grande -- le dijo este abriendo la puerta y agarrando el bulto que senalaba --. No me cansare de decirtelo querida, vas demasiado cargada; la ropa, la bolsa de aseo, la bolsa de mano y para colmo el ordenador y el maletin de trabajo-- le recrimino mientras dejaban todo en el recibidor de Andy --. Al menos viajas con un juego de maletas divino. !Tienes un gusto exquisito! --Continuo acompanando aquel ultimo comentario con grandes aspavientos de sus manos y un picaro guino de ojos. El juego de maletas, habia sido un regalo de Pierce y Paul, su pareja, para su ultimo cumpleanos, y si algo le gustaba a su casero-madre-amigo era recrearse en el enorme gusto que tenia para la moda. --Lo se, lo se. Me gusta viajar con clase, ya sabes -- le dijo devolviendole el guino-- . He tenido que utilizar todas mis maletas para poder dar envidia al resto del pasaje del avion. Parecia una autentica diva. Ademas, esta vez eran muchos dias de viaje, necesitaba todas estas cosas. Asi que deja de renirme por ir tan cargada y dame un abrazo. --Sabes de sobra que lo digo por tu bien. Para ir de vacaciones no hace falta llevarse las cosas del trabajo-- la rodeo con su brazo --. Vamos a dejar todo esto aqui, ven a tomarte un te y cuentame esa boda tejana tan maravillosa. --?Estas solo? --Si, Paul toca esta noche en el club. Paul, pareja de Pierce, era uno de los mejores musicos que habia escuchado jamas. Un virtuoso del saxo con una intuicion y sensibilidad increibles, se ganaba la vida tocando en clubs nocturnos, y a menudo Pierce, Julia y ella iban a verlo tocar mientras tomaban algun coctel sin alcohol. --Me quedo, pero solo un rato. Estoy agotada y manana tengo un dia movidito. --?Tenemos nuevo jefe en la oficina? -- Le pregunto Pierce entrando en su casa. --Si, finalmente el nieto del senor Cox tomara posesion manana de la empresa. --Bueno, en las revistas lo ponen como el soltero de oro de la ciudad, y no puedes negar que es !verdaderamente atractivo! -- Comento su amigo con picardia. --Pierce, tambien dicen que es un mujeriego empedernido y de sobra sabes que esa no es precisamente la caracteristica que mas valoro en un hombre. De cualquier manera, eso en nada tiene que importarme a mi, a fin de cuentas, aunque es mi jefe, nuestro trato va a ser minimo. --?Por que lo dices? --Hasta ahora siempre ha sido asi, el senor Cox y yo, me refiero al abuelo-- Aclaro Andy quitandose los tacones, y sentandose en el sofa--, solo nos veiamos a la hora de encargarme un proyecto y poco mas, y nuestra relacion era estupenda, no tiene porque ser diferente con su nieto... Y cambiando de tema, que ya se por donde van tus tiros... ?Donde esta Brook? --!Nina, eres una aburrida, no me dejas divertirme! Llevo todo el dia solo en casa, contandole mis delirios al pobre de Brook, y cuando tengo la oportunidad de hablar con alguien que puede contestarme, me aguas la fiesta-- contesto Pierce con una mueca burlona--. Ven, esta en el jardin trasero comiendose mis rosales. Pierce abrio la puerta trasera y un precioso lasha de pelo corto entro corriendo hacia Andy. --!Hola Brook! ?Me has echado de menos precioso? ?Te ha torturado mucho el malo de Pierce con sus historias?-- Pregunto al perro cogiendolo en brazos y abrazandolo. De reojo vio como su amigo miraba hacia otro lado haciendose el ofendido. Mientras, Brook le lamia la cara agradecido por la atencion--. !Vaya! Parece que si me has anorado, yo a ti tambien bonito -- le dijo ella en respuesta. --?Que tal la boda de Nati?-- le pregunto Pierce interrumpiendo sus juegos con Brook. Andy dio un gran suspiro. --!Estaba maravillosa, y tan feliz! --Radiante, ?como una novia debe estar el dia de su boda? --Si, la verdad es que si. Intuyo que van a ser muy felices. --Contesto ella distraida. Recordo a su Natalie en el altar junto a Tucker, mirandose enamorados. Tenia que reconocer que en algun momento habia tenido envidia de su amiga, feliz, casada y futura madre. Ella sin embargo, a sus veintiocho anos, habia renunciado a los hombres. Siempre la habian buscado para una cosa, y era algo que ella no estaba dispuesta a dar si no era unida al verdadero amor. ?Y quien podia estar segura en estos tiempos, de que los halagos y atenciones de un hombre no fuesen encaminados mas alla que a conseguir meterla en su cama? --?Te ocurre algo, carino? -- pregunto Pierce preocupado. --No, que va. Solo estoy un poco cansada, sera mejor que nos vayamos a casa. Quiero darme un bano antes de acostarme-- dijo levantandose con Brook en brazos --. ?Te parece bien que comamos manana juntos y te lo cuento todo? --Me parece perfecto. Espero que hayas sacado muchisimas fotos, sino no tendre nada que criticar-- dijo entre risas. --!Eres incorregible! Pero te quiero. Por cierto, las flores de la ventana son maravillosas. Muchas gracias-- le dijo dandole un beso. --No lo son ni la mitad que tu. Descansa, hasta manana carino. Andy entro en casa y fue directa a prepararse el bano. Abrio el grifo de agua caliente y luego un poco el del agua fria. El verano era realmente caluroso en Nueva York y no le apetecia escaldarse. Dejo el agua corriendo mientras deshacia las maletas y ponia de comer a Brook. Notaba el cuerpo dolorido por las horas de viaje y anadio al agua una bola de sales y aceite esencial de coco. El bano caliente seria la mejor ayuda para tener un sueno reparador. Comprobo que aun no se habia llenado del todo la banera y fue a su dormitorio a por ropa limpia. Momentos despues, estaba en el agua y a su lado en la alfombrilla, Brook, mirandola atento. Quiza se preguntase que encontraria ella de divertido en aquel ritual. --!Hola pequeno! ?Quieres jugar?-- le pregunto ensenandole un pequeno pato de goma. Al instante su amigo se levanto y empezo a mover la cola contento. Andy le tiro el juguete y el salio disparado al pasillo para cogerlo. Le encantaban los perros. En casa siempre habian tenido, asi que cuando termino la universidad y se quedo en el apartamento ella sola, decidio comprarse uno. En realidad ella preferia las razas grandes, los pequenos siempre le habian parecido muy histericos, pero los lasha, eran una raza especialmente tranquila y apropiada para un pequeno apartamento. El dueno de la tienda le conto que era un perro tibetano. Los monjes budistas los tenian en los conventos y segun se decia proporcionan tranquilidad. Cuando escucho aquello penso que era justo lo que ella necesitaba y despues de verlo, se enamoro de el. Tenia un pelo precioso, que ella le cortaba una vez al ano. Ahora lo llevaba un poco mas largo, por lo que parecia el pompon de una animadora, que se arrastraba por el suelo de madera de su apartamento. En ese momento regreso Brook con el pato. Estuvieron jugando un poco mas y luego termino su bano tranquilamente. Al rato se sentia mucho mejor. Se puso unas braguitas culotte blancas con una camiseta de tirantes. Se recogio la larga y rizada melena en una coleta y se fue a comprobar los mensajes del contestador. Solo tenia dos mensajes; el primero de su hermano cuatro anos mayor, Robert, para ver como estaba. Y el segundo de su madre, diciendole que la esperaba el domingo para comer, y recordandole que llamara a su hermana. Julia tenia veintitres anos y hacia uno que se habia mudado desde New Jersey, donde vivia su madre, hasta su apartamento en el village, junto a la universidad. Pero hacia tres semanas que se habia ido a hacer un curso becado de verano a Paris para perfeccionar su frances. Julia, Robert, y ella, eran muy parecidos. Fuertes e independientes, pero a las vez con un gran sentido de la familia. Suponia que debido a que solo se habian tenido los unos a los otros, desde hacia dieciocho anos, cuando su padre los abandono, dejando a su madre con la responsabilidad y carga de criar a sus tres hijos.

  • Euforia de Xavier Bosch

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    ?Que fue de Dani Santana? El periodista esta enyesado de arriba abajo en un hospital tras un intento de asesinato. En la clinica traba amistad con el Gratu, un jugador de rugby juvenil que ha quedado en silla de ruedas. El Gratu, paciente inquieto y hacker compulsivo, arrastra a Santana a investigar ciertas practicas que han llevado nuestro sistema sanitario a la ruina. Mientras tanto, llega a Barcelona uno de los hombres mas ricos del mundo. El empresario mexicano Roberto M. Faura, lider de la telefonia movil, negocia con el gobierno la instalacion del parque tematico mas grande de Europa. Las protestas ciudada!nas, el intento de saltarse la ley y las condiciones del poder haran tambalear un proyecto que parece vital para reflotar la economia del pais. Pero no todo es como cuentan los periodicos.

  • Tres Maneras De Volcar Un Barco de Chris Stewart

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    En esta ocasion, Stewart comparte con el lector una de las experiencias mas insolitas de una vida ya de por si asombrosa. Todo comienza de forma fortuita cuando una amiga le ofrece un trabajo tentador: ser el patron de un velero para navegar en las islas griegas. La propuesta parece un sueno hecho realidad, si no fuera por un pequeno inconveniente: Chris no ha navegado en su vida, ni sabe por donde empezar. Con abundantes dosis de ingenio e hilarante autocritica, Chris narra su iniciacion a la vela, desde un neblinoso puerto de la costa inglesa hasta su particular odisea por aguas mediterraneas rumbo a la isla de Spetses. Y como guinda, una inolvidable peripecia a traves del Atlantico Norte por la ruta del legendario explorador escandinavo Leif Eriksson. El fino humor de Stewart, su facilidad para la anecdota, su tendencia a actuar movido por cierta vision idealista de la realidad, dan forma a un original y atractivo relato del mundo, el de un hombre amable que, desvinculado desde hace anos de la servitud de los bienes materiales, sabe disfrutar como nadie de los pequenos y grandes.