• libro coaching - John Whitmore

    https://gigalibros.com/coaching.html

    Esta edicion revisada y ampliada de la <> del coaching profesional revolucionara como se aborda tradicionalmente la cultura de las organizaciones. Ejercicios practicos, ejemplos corporativos, dialogos de coaching y un glosario nuevo refuerzan el proceso de aprendizaje, mientras que un capitulo nuevo y crucial explica como medir los beneficios del coaching en terminos de rendimiento de la inversion.

  • 1-16 de más de 60.000 resultados para "Coaching ...

    https://www.amazon.es/Coaching-Libros/s?k=Coaching&rh=n%3A599364031

    Compra online entre un amplio catálogo de productos en la tienda Libros.

  • 10 libros de coaching y desarrollo personal para ... - Edix

    https://www.edix.com/es/instituto/libros-coaching-desarrollo-personal/

    10 ago 2020 — 10 libros sobre coaching y desarrollo personal · Inteligencia emocional, de Daniel Goleman · El hombre en busca de sentido, de Victor Frankl · El ...

  • Nueve libros sobre coaching para ayudarte a dar un giro a ...

    https://www.trendencias.com/libros-y-literatura/nueve-libros-coaching-para-ayudarte-a-dar-giro-a-tu-vida-personal-profesional

    31 ene 2021 — Nueve libros sobre coaching para ayudarte a dar un giro a tu vida personal y profesional · Coaching: El método para mejorar el rendimiento de las ...

  • TOP Mejores libros Coaching · 2022 | Libroveolibroleo

    https://libroveolibroleo.com/mejores-libros-coaching/

    27 mar 2020 — TOP Ventas libros de Coaching · Querida incertidumbre: te lo debo todo. · Claves del coaching: Herramientas que te ayudarán a sacar lo mejor de ti.

  • Libros sobre coaching que tienes que leer - Coraops

    https://coraops.com/blog/5-libros-sobre-coaching-tienes-que-leer/

    28 ene 2020 — El arte de soplar las brasas · Coaching co-activo · Ontología del lenguaje · Coaching con PNL · Coaching · Libro Inteligencia emocional de Daniel ...

  • +35 Libros de Coaching Gratis [PDF] | InfoLibros.org

    https://infolibros.org/libros-de-coaching-gratis-pdf/

    1) Guía Lider Coach. Autor: Junta de Extremadura · 2) Manual breve de coaching · 3) Herramientas básica del coaching · 4) Coaching deportivo · 5) Iniciación al ...

  • Mejores libros de coaching ▷ recomendados

    https://www.mejorescomparativas.es/libros-y-cuentos/mejores-libros-de-coaching/

    8 ene 2022 — Los mejores libros de coaching esta semana ; Nuestra elección No. 1 · Montoya, Félix (Author). 12,95 EUR ; Nuestra elección No. 2 · Marcos, Pedro ( ...

  • ▷Los 10 mejores libros de coaching - Revolución Personal

    https://revolucionpersonal.com/mejores-libros-de-coaching/

    Los 10 mejores libros de coaching · 1. Coaching: El método para mejorar el rendimiento de las personas. · 2. Tú Sí Puedes Ser Feliz. · 4. Saca la lengua. · 5.

  • Libros que todo Coach debe leer - Lida Hope Coaching

    https://lidahopecoaching.com/libros-que-todo-coach-debe-leer/

    Libros que todo Coach debe leer · 1. Bases de Coaching · 2. Prácticos para el desempeño · 3. Auto coaching · 4. Inteligencia emocional · 5. Específicos de tu nicho ...

  • 5 libros sobre Coaching que te dejarán grandes enseñanzas

    https://www.acpcoachinggroup.com/blog/5-libros-sobre-Coaching-y-crecimiento-personal-que-te-dejaran-grandes-ensenanzas

    13 sept 2021 — 5 libros sobre Coaching y crecimiento personal que te dejarán grandes enseñanzas · 1.- El juego interior del tenis (Timothy Gallwey) · 2.- " ...

  • El aroma de la incertidumbre de Marlon Hernando Guerra Mutis

    https://gigalibros.com/el-aroma-de-la-incertidumbre.html

    Klaus Vegner, capitan de la policia de Twente, termina sus dias inocentemente abandonado a su propia obsesion por resolver el aparente suicidio de un cientifico colombo-holandes, un caso absurdamente cerrado por el mismo dias previos a su retiro del servicio, quizas impulsado por la imposibilidad de desarticular la incoherencia de los hechos.
    Tres anos mas tarde, un joven e inquieto agente de la policia de Barcelona y oficial de Interpol, Marcos Gandara Verastegui, es convenientemente trasladado a Holanda con el fin de apoyar a la Division Antinarcoticos de la policia de Twente. En el momento exacto, mientras se familiariza con su nuevo entorno, se encuentra por azar con el caso y gestiona su reapertura: segun su criterio, existen cabos sueltos que son evidentes.
    En un periplo lleno de decepcion, aprendizaje, traicion, emocion, latencia y muerte por temas de conflictos individuales que se supone que la sociedad ya ha superado con creces, y alguna que otra incongruencia inmersa en evidencias sutilmente ocultas y dispersas entre Holanda, Francia y Colombia, emergen elementos complejos y de dificil conexion con la realidad que Marcos solo percibe en apariencia.

  • El sindrome de Lisboa de Eduardo Sanchez Rugeles

    https://gigalibros.com/el-sindrome-de-lisboa.html

    Un ano despues de la desaparicion de Lisboa, el mundo seguia en el mismo lugar. Los agoreros del desastre tuvieron que resignarse al paso de los dias, a la repeticion incesante de las horas, como si nada hubiera ocurrido, como si la perdida de mas de quinientas mil almas hubiera sido una experiencia fugaz y sin importancia. El Juicio Final, anunciado por profetas exaltados, quedo suspendido hasta nuevo aviso. La existencia mantuvo su rumbo errante a pesar de que, segun los expertos, el eje de rotacion del planeta sufrio un grave e imperceptible desplazamiento. Las mareas y los vientos adoptaron comportamientos erraticos, una masa de niebla se agolpo sobre los cielos lejanos del Caribe, pero el sol continuo su recorrido tranquilo y, pasados los meses de zozobra, los pueblos de la Tierra aprendieron a convivir con la memoria de la tragedia. Pero a pesar de que las vidas humanas siguieron adelante, existe un antes y un despues de Lisboa. Desde que estallo la desembocadura del Tajo, el tiempo transcurrido es una experiencia cotidiana de la inanidad y el vacio. La fatalidad que destruyo Portugal fue una bisagra en la trama del mundo, el punto de giro de un argumento macabro y absurdo, una prueba fehaciente de nuestro desamparo frente a los impredecibles designios de Dios, el Azar o la Nada. Un ano despues de la desaparicion de Lisboa, tres anos despues de la pandemia, me encuentro en el mismo lugar. Hace frio. Las moscas revuelan alrededor de las servilletas usadas, tiradas en el suelo. El televisor, anclado en la esquina de la barra, muestra imagenes intermitentes de un concierto benefico. No tenia conciencia de la efemeride, Gimenez fue el que se acordo: <>. Limpiaba los filtros de cerveza, parecia hablar para si mismo, disgustado por su buena fortuna. Las visiones me invadieron de lleno, como si se tratara de un acontecimiento reciente. Las lagrimas de Tatiana acapararon el recuerdo. El fin de Lisboa coincidio con nuestro hundimiento. Me distraigo con el concierto, reconozco a The Edge, el guitarrista de U2, envejecido y enlutado. <>, anuncia el cintillo del noticiero, sobre una marea de gente que conmemora el aniversario de la hecatombe. No se escucha nada. Gimenez mira la television a diario, pero nunca la oye. Me incorporo en la silla, inclino el cuerpo sobre la barra; el control remoto, envuelto en cinta plastica, descansa al lado de una pila de vasos. Subo el volumen, la cancion elegiaca se cuela entre el polvo. Una pelicula de grasa porcina cubre la pantalla, provocando el efecto de un filtro amarillo, de un Bono con hepatitis. Miro a mi alrededor, enfocando mi desconsuelo en las fotografias colgadas en la pared y en una estanteria sobre la que reposan algunas medallas de laton. El barullo de los mediodias fue silenciado por la carestia. Gimenez limpia los filtros de sifones estropeados, a la espera de clientes que no volveran, pero que, con sus idas y vueltas, alegrias y pesares, escribieron la historia privada de Bello Monte. Cierro los ojos. Recupero el abrazo de Tati. Los primeros rumores sobre lo que habia ocurrido al otro lado del mundo nos permitieron acercarnos. El miedo a lo desconocido develo la profundidad de nuestros lazos y, durante unas horas, mientras no supimos lo que estaba pasando, cuando solo sabiamos que en algun lugar lejano habia ocurrido lo impensable, nuestro amor arriesgo sus ultimos estertores. La informacion era imprecisa. Los medios, como era habitual, apostaron por la censura. Internet cayo, junto con todos los servicios de telefonia. La muerte de las redes sociales alento la desesperanza de aquellos que habian reemplazado los sinsabores de la realidad por una existencia virtual y alternativa. Solo se sabia que un terremoto o algo parecido habia devastado una parte de Europa y que, en cualquier momento, podia ocurrir una replica. El temor por la suerte de los seres amados poblo las iglesias de noveles feligreses, porque muchos de los hijos y hermanos de nuestros amigos, de nuestros vecinos, de nuestra urbanizacion, de nuestra ciudad, de nuestro pais, hacia tiempo que se habian mudado de continente, en busca de la serenidad perdida. Y en las calles, en las panaderias, en las colas de los automercados, empezo a circular la idea de que habia comenzado el fin del mundo. La peninsula iberica, comentaban los mas entusiastas, habia desaparecido. Al tercer dia, cuando la angustia le habia dado la palabra a los fanaticos, cuando la incertidumbre amenazaba con incendiar las embajadas, el Alto Mando Militar, en cadena de radio y television, informo lo que en el resto del planeta era un hecho confirmado y fehaciente. Me costo creerlo. Tati lloraba sobre mi hombro, repitiendo en voz baja: <>. Los estragos en la ciudad de Lisboa eran incuantificables. <>. Un ano despues, permanezco mirando el concierto en la barra de Gimenez, desganado e incredulo. Sin nada que hacer, sin nada que perder, con las emociones revueltas por las revelaciones de Moreira, el abandono de Tatiana y la marca indeleble de los ultimos duelos... los demasiados duelos. En Berlin, Lady Gaga interpreta una balada con arreglo de piano. La multitud, conmovida y drogada, la observa en silencio. Explosiones distantes. La batalla continua en la autopista Francisco Fajardo. Estelas de polvora acompanan la brisa. De vez en cuando se escucha algun disparo o el grito desesperado de una arenga libertaria, pronunciada por algun estudiante cautivo o moribundo. Los combates son parte del paisaje, pero no hay esperanza ni ambicion. Lo unico que queda es el hastio inagotable de nuestras vidas anuladas y los fuegos fatuos de la resistencia, condenados a desaparecer.

  • La terquedad de las estrellas de Lara Beli

    https://gigalibros.com/la-terquedad-de-las-estrellas.html

    Anne es timida, sonadora y un poco torpe. Trabaja de barista en un casino (o de barwoman, como le gusta decir a ella porque suena a superheroina) y espera pacientemente un amor que no llega.

  • El secreto del solsticio de verano, Christine Kabus de Christine Kabus

    https://gigalibros.com/el-secreto-del-solsticio-de-verano-christine-kabus.html

  • La Historia de Zahira (Hermanas Sfeir 3) de Bella Hayes

    https://gigalibros.com/la-historia-de-zahira-hermanas-sfeir-3.html

    Descarada, rencorosa y vengativa, esa es Zahira Sfeir. Prometida a Galal Al-Husayni cuando era una chica de trece anos, aun recuerda el rechazo de su futuro marido al verla y, siete anos despues, decide seducirlo. Galal, recuerda a su prometida como una chica fea, gorda y con acne, asi que le es imposible reconocerla en la sirena que lo sedujo. Ahora debera casarse con ella. El espera la tipica esposa islamica: dulce, sumisa y amorosa. Sorprendentemente, se encuentra con una prometida que suelta tacos cual marinero cuando se encabrona, es una fiera en la cama, y tiene como deporte ponerlo en su lugar. ?Como podra llegar a amarla?

  • Abigail de Lidia Castro Navas

    https://gigalibros.com/abigail.html

    ?Has sentido alguna vez una fuerte conexion con un desconocido? ?Una conexion que va mas alla de lo fisico y que el solo cruce de miradas te paraliza?

  • Planeta maquina de Ruth Duval

    https://gigalibros.com/planeta-maquina.html

    La ciencia ficcion y el amor se uniran para dar lugar a esta magnifica novela de Ruth Duval, autora de Kathleen.

  • El catalejo lacado de Philip Pullman

    https://gigalibros.com/el-catalejo-lacado.html

    ENTRA EN EL MUNDO DE LA MATERIA OSCURA.

  • Te querre mas todavia de Norma Blanco Maasberg

    https://gigalibros.com/te-querre-mas-todavia.html

    1856. Catherine y Charles abandonan su Francia natal para embarcarse en un viaje solo de ida hacia la exuberante, lejana y exotica region de Veracruz, donde se cultiva una de las mejores vainillas del mundo. Alli se integraran en una cultura ajena, lucharan por sobrevivir a las inclemencias del clima y las enfermedades, lidiaran con las revueltas politicas entre conservadores y liberales y, sobre todo, conoceran el significado de la pasion, la amistad y el odio. Pero Catherine rebasara los limites de lo prohibido al enamorarse perdidamente de un hombre de ojos verdes y piel tostada. Su amor por el cambiara sus vidas para siempre y sera el origen de un secreto que marcara la historia de su familia.

  • Deirdre (Las feas tambien los enamoran 2) de Elizabeth Urian

    https://gigalibros.com/deirdre-las-feas-tambien-los-enamoran-2.html

    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • La primavera ausente (El Trastorno de Elaranne 1) de Ruben H. Ernand

    https://gigalibros.com/la-primavera-ausente-el-trastorno-de-elaranne-1.html

    Hace siete anos una devastadora epidemia, conocida como la Plaga, asolo los cinco reinos de Balaeron. Kirius, superviviente de la terrible enfermedad, vive en una prospera ciudad del reino de Merethia junto a su abuelo, bibliotecario de la ciudad. El joven arrastra unas extranas secuelas que perturban su mente y lo apartan de los demas. Un ser imaginario, al que el llama el Ausente, le habla haciendo que su cordura este siempre en peligro. Kirius intenta combatir su propia oscuridad interior confiando en que los suenos de seguir los pasos de su padre, a quien nunca conocio, se conviertan en realidad.

  • Tu De Menta, Yo De Fresa de Olivia Ardey

    https://gigalibros.com/tu-de-menta-yo-de-fresa.html

    No habia ni un alma. A una hora tan temprana, la piscina climatizada del gimnasio Atalanta Sport estaba practicamente desierta. Jaime atraveso el corredor de los vestuarios, y tras cruzar las puertas batientes, de camino a las duchas trato de aclimatarse al denso ambiente cargado de cloro. Ahogo un grito al recibir la descarga de agua fria y cerro el grifo. Con veinte segundos era mas que suficiente para cumplir con el tramite exigido por la normativa. Se coloco frente a la calle central, su preferida. La ventaja de poder elegir posicion para nadar y el no tener que soportar una piscina atestada, compensaban el madrugon. Miro hacia su izquierda y en la calle uno estaba ella. Ese dia se le habia adelantado. Jaime imagino que ya llevaria la mitad de su rutina diaria; y como de costumbre al finalizar su tanda de veinte largos, desapareceria camino del vestuario. La contemplo mientras atravesaba la piscina con elegantes brazadas. Era una nadadora de estilo depurado; y con un magnifico cuerpo esculpido a golpe de ejercicio, reconocio con ojo masculino. Pero silenciosa y poco sociable, al menos con el. Llevaban asi mas de seis meses, solo ellos dos utilizaban las instalaciones a las siete de la manana. Y jamas cruzaban una palabra, si en alguna ocasion coincidian con la mirada, intercambiaban un obligado gesto de cortesia a modo de saludo. Solo eso. Jaime se zambullo de cabeza y todo fue silencio. Se dejo llevar bajo el agua por la inercia, con ambos brazos a lo largo de los costados. Una vez en la superficie avanzo hasta completar el primer largo a estilo mariposa. Tenia trabajo atrasado, por lo que transcurridos veinte minutos decidio salir del agua. Buceo para esquivar las tiras flotantes que delimitaban las calles; y casi en la escalerilla recibio un golpe seco en el hombro que lo desplazo medio metro. Los dos emergieron de golpe y quedaron frente a frente retandose con un duelo de miradas furiosas. --?Como se te ocurre ponerte en medio? Casi me rompo el cuello -- le espeto ella frotandose la frente. --Disculpa --dijo con un falso tono amable cargado de acidez--. Te recuerdo que el que ha recibido el cabezazo he sido yo. Ella se limito a mirarlo de arriba abajo entornando los ojos, le dio la espalda y ascendio la escalerilla. Jaime fruncio el ceno y fue tras ella. Se aupo de un salto a la playa de piscina y antes de alcanzarla la observo por detras. Si senor, un cuerpo excelente; atletico pero con unas curvas muy bien delineadas. Lastima que fuera tan arisca. En un par de zancadas se puso a su altura y cogiendola por el brazo la obligo a frenar. --Aun no he oido una palabra de disculpa --le recordo arrancandose el gorro de natacion. Ella se quedo mirandolo perpleja; sus ojos oscuros le lanzaban una mirada inquisitiva. Con el pelo negro revuelto por el que discurrian continuas gotas de agua hasta resbalar por su menton sin afeitar, no tenia nada de comico. Era muy atractivo, poderosamente atractivo. Jaime se dedico a estudiarla tambien. No era una florecilla menuda y delicada; descalzos como estaban, debia medir solo quince centimetros menos que el. Tenia las pestanas mojadas, lo que hacia destacar mas sus ojos. Nunca habia visto unos como aquellos, de un azul muy claro con el iris rodeado por un fino aro de un azul marino. --?Hasta para nadar usas lentillas de colores? --pregunto con media sonrisa burlona. --?Lentillas? Puedes comprobar por ti mismo que son de verdad -- miro de soslayo su entrepierna antes de contraatacar--. ?Hasta para nadar usas relleno? Jaime rio por lo bajo, la chica de los ojos azules tenia ganas de pelea. --No querras que te meta un dedo en el ojo para cerciorarme. Soy un caballero. Ella chasqueo la lengua y con un movimiento tan rapido que lo dejo sin habla su mano le atenazo los testiculos. --Pero yo no soy una dama -- advirtio con mucha calma.

  • Unida a los guerreros (Programa de novias interestelares 4) de Grace Goodwin

    https://gigalibros.com/unida-a-los-guerreros-programa-de-novias-interestelares-4.html

    Cuando las circunstancias la dejan sin otra opcion mas que ofrecerse como voluntaria en el Programa de Novias Interestelares, Hannah Johnson es asignada no solo a un companero, sino a dos. Sus futuros esposos son guerreros del planeta Prillon, un mundo cuyos hombres son conocidos en todos lados debido a su destreza en las batallas y en la cama.

  • Redencion (En los ojos de Van Gogh 3) de Betzacosta

    https://gigalibros.com/redencion-en-los-ojos-de-van-gogh-3.html

    Tercera y ultima entrega de la trilogia romantica <>, en la que asistiremos a la apasionante historia de amor entre Oliver y Samantha.

  • Cal viva de Daniel Serrano

    https://gigalibros.com/cal-viva.html

    Ambos dibujan sus respectivas biografias en paralelo, viajan a la infancia y la juventud, y a la vez retratan las convulsiones de este actual tiempo de agitacion.

  • Ofelia de Lisa Klein

    https://gigalibros.com/ofelia.html

    En esta reinvencion de la celebre tragedia de Shakespeare, Ofelia alza la voz y explica su version.
    Lista, bella e ingeniosa, pronto aprende a moverse entre los hilos del poder en la corte, donde nada es lo que parece. Pero, al enamorarse del principe, debe ocultar su relacion en las sombras del palacio.

  • Somos casualidades (Trilogia Mi tarea pendiente 2), Marta Lobo de Marta Lobo

    https://gigalibros.com/somos-casualidades-trilogia-mi-tarea-pendiente-2-marta-lobo.html

  • Un poco menos que angeles de Barbara Pym

    https://gigalibros.com/un-poco-menos-que-angeles.html

    Un poco menos que angeles es la historia de los amores, los trabajos y las esperanzas de un grupo de jovenes antropologos. Catherine Oliphant es escritora y vive con el apuesto antropologo Tom Mallow. Su relacion se tambalea cuando el comienza a tontear con una estudiante, Deirdre Swann. Al enterarse, Catherine se muestra interesada por el solitario antropologo Alaric Lydgate. Al enredo amoroso se anadiran los tejemanejes de los companeros de Deirdre y la competitividad que existe entre ellos por ganar una prestigiosa beca de investigacion.

  • La dama de hielo. Los casos de Jennifer Palmer de Arthur R. Coleman

    https://gigalibros.com/la-dama-de-hielo-los-casos-de-jennifer-palmer.html

    Un trepidante thriller policiaco, una novela de intriga, sensualidad y sexo desde una optica nueva y fresca, un personaje diferente, pleno de originalidad y fuerza: Jennifer Palmer. El nuevo y mas sorprendente personaje de la novela criminal y erotica.
    Un novedoso enfoque de la literatura de asesinos en serie. Un autentico psicopata del crimen busca un adversario de su talla y reta a la criminologa Jennifer Palmer a traves de sus asesinatos: Los desafios del hombre. Es el kraken de los criminales. Un monstruo que sale de las profundidades cuando quiere y causa el terror en la ciudad de Nueva York.
    Un thriller excepcional narrado con gran maestria. ?Quien se esconde tras las siglas D.H. con que firma cada uno de sus estudiados y elaborados crimenes?
    Esta impactante novela nos lleva a las aventuras de una joven y bella criminologa y su agencia, Solution Channel, y de Mark Crowell, un apuesto y atletico inspector de la brigada contra el crimen de la ciudad de Nueva York, desde que se descubre el extrano y cruel asesinato de un conocido marchante de arte.
    Unos personajes en los que la sexualidad y la sensualidad estan en constante ebullicion. La apasionada belleza de la protagonista, su inteligencia y su espiritu independiente llevan al lector a descubrir nuevos limites en la forma de entender la vida, la sexualidad y el deseo de forma libre y sin barreras.
    Una trama asombrosa, con personajes, giros, asesinatos y posibles culpables con la gran incognita a desvelar que solo llega al final de un equivoco y apasionante recorrido en esta incomparable novela negra y erotica.

  • Madonna. Un Psicodrama de Antonio Zarate Canela

    https://gigalibros.com/madonna-un-psicodrama.html

    Madonna: Un Psicodrama, una novela perversa de amor, amores enfermizos, amores puros, amores torcidos, abusivos, egoistas, perversos, amores reales,
    Porque al final lo que mueve al mundo es el amor, sin importar que tan sucio sea.

  • Un cuento perfecto de Elisabet Benavent

    https://gigalibros.com/un-cuento-perfecto.html

    ?Que sucede cuando descubres que el final de tu cuento no es como sonabas?

  • Un lugar en el mundo de Katherine Marsh

    https://gigalibros.com/un-lugar-en-el-mundo.html

    Septiembre de 2015. Despues de cruzar el mar Egeo huyendo de una vida de sufrimiento en Siria y de perder a su padre, Ahmed, un chico sirio de 14 anos sin pasaporte, decide escaparse del campamento de refugiados en Bruselas por miedo a que lo deporten. Sin un lugar a donde ir, comida, ropa ni conocidos, decide esconderse en la bodega de una gran casa.

  • Un matrimonio para enamorarse de Estefania Scioli

    https://gigalibros.com/un-matrimonio-para-enamorarse.html

    Faustina Rizzi, una treintanera amante de las fotografias de bodas y muy devota del amor, cree estar atrapada en un matrimonio arreglado por causa de uno de los tantos negocios fraudulentos de su padre cuando la ofrece como garantia de una deuda a una familia muy adinerada de la provincia de Mendoza a cambio de un poco mas de tiempo.
    Y cuando ella solo desea salvarlo una vez mas de sus errores, llenandose de rencor, odio e inseguridad, conoce a la familia D' angelo y esos sentimientos van quedando atras al darse cuenta de que en la "Finca Elena" puede encontrar la libertad y por que no, el amor hacia una nonna bastante divertida y particular, unos suegros muy sabios que la tratan como a una hija y un hombre que le roba el corazon antes de saber que iba a ser su esposo.
    Asi mismo, Rafael, apasionado por la ley y considerado el Diablo ante un juez, le regala no solo las alas que ella siempre anhelo, sino que tambien le concede un amor sincero, companerismo, fidelidad y exclusividad. Y a su vez, la beneficia con una historia de vida que le permite aprender a vivir sola tanto con tristezas y felicidad, recaidas y aprendizaje, recuerdos para olvidar y metas por cumplir.
    ?Y quien dijo que la familia no se elige? ?Quien aseguro que el dolor es solo un sentimiento y no una herramienta para crecer y madurar? ?Quien afirmo que se necesita de un hombre para llegar a ser la mujer que siempre deseamos ser? ?Y quien murmuro que las segundas vueltas no son las mejores?
    Rebotar. Superar. Transitar. Y avanzar pese a todo.

  • El silencio de la Encina de Antonio Pascual-garcia

    https://gigalibros.com/el-silencio-de-la-encina.html

    Una mujer llamada Sonia Montes consigue una plaza de sargento de la Guardia Civil en un pueblo, de la provincia de Cuenca. El padre de la agente, que fue teniente en ese mismo cuartel, desde un primer momento le advirtio que se olvidara de ese destino y que intentara conseguir otro mas adecuado. Ante la impotencia de su padre, Sonia Montes, como si se trarara del mayor de los retos, termina por acudir al cuartel y no tardara en darse cuenta de que, algunas veces, algunos sucesos dramaticos del pasado se suelen ocultar con el silencio.

  • Hijos felices de Alicia Banderas

    https://gigalibros.com/hijos-felices.html

    Hasta no hace muchos anos, la psicologia infantil se basaba n el tratamiento de los transtornos psicologicos centrados en los aspectos mas negativos, en los deficits y las patologias. Hoy sabemos que es tanto o mas efectivo potenciar las cualidades positivas de los ninos, sus virtudes y sus fortalezas. En su nueva obra, Alicia Banderas hace uso de su expeeriencia para ayudar y ensenar a padres, madres y a todas aquellas personas involucradas en el mundo de la educacion, a emprender la apasionante tarea de ayudar a los ninos a fortalecerse para que luchen por su propia felicidad. Hijos Felices expone numerosos casos practicos tratados por la autora, y reflexiona sobre las teorias mas novedosas de la emergente psicologia positiva; todo ello escrito en un lenguaje claro, directo y sencillo.

  • El claro mas oscuro (Tracy Crosswhite 3) de Robert Dugoni

    https://gigalibros.com/el-claro-mas-oscuro-tracy-crosswhite-3.html

    La inspectora Tracy Crosswhite tiene un don para los crimenes sin resolver… y cierta debilidad por ellos. Asi que cuando Jenny, su antigua companera de la academia de policia, le pide ayuda con un caso, Tracy acepta de inmediato: se trata de un oscuro episodio relacionado con el suicidio de una estudiante de instituto, ocurrido cuarenta anos atras en extranas circunstancias.

  • Una vida sin limites – Nick Vujicic (PDF) de Nick Vujicic

    https://gigalibros.com/una-vida-sin-limites-8211-nick-vujicic-pdf.html

    El libro inspirador de un hombre extraordinario, un camino para vivir completamente feliz

  • El solitario de Jesus Duva

    https://gigalibros.com/el-solitario.html

    La caza y captura del atracador de bancos mas famoso.

  • Cuidare de ti de R. M. De Loera

    https://gigalibros.com/cuidare-de-ti.html

    Mientras levantaba la mano, para despedirme de mi jefe, el gato de la senora Jones, una de las asistentes asiduas a la biblioteca, se froto contra mis piernas. El le ofrecia a su duena apoyo emocional. --Adios, senora Jones. --Bye, Emily. Le hablo como bebe al animal, lo tomo en brazos y se marcho. El reloj marcaba las cinco en punto, mi hora de salida. No regresaria al trabajo hasta dentro de dos semanas pues la ciudad decreto un toque de queda durante ese tiempo. Enfrentabamos una pandemia y, a pesar de las medidas previsoras en los dias previos, los casos continuaban en aumento. Baje los escalones de dos en dos, en tanto, pinchaba mis mejillas y alisaba la falda del traje sastre. Al llegar a la acera me detuve un instante y distraida jugue con el colgante, del arbol de la vida, que fue de mama. Alli estaba el, apoyado en el cofre de su vehiculo con los brazos cruzados sobre el pecho y la cabeza baja. Una sonrisa tonta se adueno de mis labios al percatarme de las briznas de harina en su cabello negro. William era el dueno de la pequena cafeteria que se encontraba a dos cuadras y donde preparaban el mejor cafe de la zona. Nos conocimos durante la inauguracion hacia seis meses. Desde entonces entablamos una amistad y fue como descubri que amasaba pan cuando se sentia estresado. Me obligue a salir de mi ensonacion y me acerque con paso ligero. En ese mismo instante el levanto la cabeza y una sonrisa radiante curvo sus labios. --Gracias por llevarme a casa. Nego con la cabeza a la par que se giraba para abrir la puerta de pasajeros. --Ni en suenos te permitiria tomar el metro. Incapaz de contener una sonrisa subi y coloque el bolso sobre las piernas. Me guino un ojo, cerro la puerta y rodeo el vehiculo. En pocos minutos lo puso en marcha. Inhale profundo al percibir el tenue aroma del azucar mezclado con especies y cafe que lo caracterizaba. Nos incorporamos al trafico que ese dia era intenso. El presidente ofrecio una conferencia de prensa alrededor de las doce del mediodia con las directrices que debiamos seguir. Todos debiamos permanecer en casa, evitar el contacto con las superficies y estar a mas de metro y medio de distancia de los demas. Mordi mis labios al escucharlo pues el transporte publico quedo descartado. Me tardaria mas de una hora en caminar hasta la casa y el toque de queda comenzaba a las seis. La primera llamada que recibi fue la de mama quien insistia en que saliera despavorida a comprar mascarillas, guantes y papel higienico. Logre colgar con el pretexto de una reunion de ultimo minuto. Pocos minutos despues mi telefono vibro con un mensaje de William ofreciendome transportacion. --Este dia ha sido de locos. --Una gran cantidad de personas se acerco a la biblioteca y en lo unico que pensaba era en que a nadie se le escapara un estornudo. Me preocupaba que corrieran despavoridos y tumbaran los anaqueles. --Eso seria un desastre. --Dos semanas no alcanzarian para clasificarlos. Por un segundo desvio la mirada de la carretera y me observo. Diminutas patas de gallo se extendieron por sus ojos, como el cafe mas puro, senal inequivoca de que mis palabras le divertian. Regreso su atencion al trafico cuando el semaforo cambio a verde. Metio primera y llevo la mano a la garganta y la froto con el ceno fruncido. Contuve el aliento, mas, me distraje cuando pego un bocinazo por un inconsciente que cambio de carril y por poco nos choca. Cerca de cuarenta y cinco minutos despues se detuvo frente a mi casa. Desabroche el cinturon y me colgue el bolso en el hombro. --Gracias. Abri la puerta y un unico pensamiento me asalto de repente: No lo veria en todo ese tiempo. Un vacio se apodero de mi estomago a la vez que un estremecimiento me recorrio la piel. --Espera. Giro sobre su asiento y tomo una caja, la cual me extendio. Habia un par de botellas de desinfectantes y alcohol. Bajo, abrio la cajuela y saco una caja de agua y una con el logo de la cafeteria.--Se que estos te gustan. Asenti con una sonrisa. Entramos a la casa y llegamos a la cocina. Coloque los bollos en un plato y la greca sobre la hornilla. En lo que el agua se calentaba tome los desinfectantes para guardarlos debajo del fregadero. Escuche a William carraspear. Gire con los ojos muy abiertos, solo nos separaban unos centimetros pues el acomodaba el agua en la alacena. Entonces... estornudo. Mis dedos se movieron autonomos. Una nube de antiseptico lo cubrio y su olor caracteristico inundo el lugar mientras un gritito escapaba de mi garganta. Su camisa termino empapada. Sus manos en alto como si con eso lo hubiera podido evitar. --?Tienes gato? --Para ese momento los ojos le lagrimeaban. Negaria con firmeza cuando recorde al gato de la senora Jones. --No. --Mis labios en una mueca. Se comporto con frialdad a pesar de mis disculpas. Lo acompane hasta la puerta y, tras una bocanada de aire, se inclino para dejar un beso en mi mejilla. Con la respiracion contenida intente dominar el cosquilleo en mi garganta, cerre los punos, mas, el estornudo encontro la forma de escapar. El se alejo de inmediato con los hombros tensos. La verguenza no me permitio decir nada mas. A la manana siguiente camine hasta la puerta cuando el timbre sono. Apenas pude dormir en la noche, amaneci mocosa y con ojos llorosos. Al abrir cubri mis labios mientras un colibri revoloteaba en mi interior. William estaba frente a mi con un termo caliente y una caja de bollos. El calor se concentro en mis mejillas cuando me dedico una sonrisa timida. Mi aspecto daba mucho que desear y el estaba impoluto. --?Que haces aqui? --Mi voz nasal. Levanto la mano para acomodar un mechon de mi cabello. --Cuidare de ti. 2 Mis ojos se desmesuraron al escuchar lo que pretendia y di un paso atras. El presidente fue muy enfatico en que si se presentaban sintomas debiamos permanecer aislados. No estaba segura de cual podria ser mi diagnostico. Hacia dos semanas tuvimos un dia de ninos y algunos sufrian de un resfriado comun, pero la senora Jones regreso de un crucero en esas mismas fechas y desconocia los paises que visito. Ademas, ?acaso creia que lo expondria de esa forma? Debia pensar en su familia. Yo solo era la mujer que conocio unos meses atras. --No quiero exponerte. No pudo evitar la risita que retumbo en su pecho, acaricio la sien con la mano y ladeo la cabeza. --Estoy seguro de que quede inmunizado con el bano de desinfectante. Volvio a reir. Quede prendada de la jovialidad que su risa impregno en su rostro, sabia que debia estar cerca de los cincuenta, aunque su edad era un tema que no me afectaba. Baje la cabeza para inspeccionar mi indumentaria como si hubiera cambiado en los ultimos dos minutos. Pero seguia llevando la pijama de ositos que tanto me reconfortaba. Levante la vista para cerciorarme de que mi cabello continuaba amarrado en el mono desalinado que me hice en la madrugada. Un suspiro de resignacion se quedo atascado en mi garganta cuando al mismo tiempo escapo un estornudo. Por suerte alcance a levantar el panuelo que llevaba entre las manos a tiempo. Una mueca desfiguro su rostro por unos segundos, quizas ya comenzaba a entrar en razon sobre el ofrecimiento. Con lo que fuera que tuviera en su interior el termo caliente y los bollos yo era feliz.--Este clima no es bueno para ti. Acabamos de entrar en la primavera, pero los vientos aun son muy fuertes y frios. Asenti. --Sera mejor que me resguarde. --En eso estoy de acuerdo, Emily. Dio un paso hacia la puerta y lo bloquee como armador de futbol, aunque, pensandolo mejor esos eran los que agarraban el balon a distancia para lograr la puntuacion. Resople, mi cabeza comenzaba a desvariar. Me sentia cansada y estar de pie esos minutos comenzo a transformarse en un esfuerzo titanico. --Mi deber como ciudadana no me permite darte el paso. Mi casa es una incubadora de germenes y vaya a saber que mas. Bufo... ?Bufo? --Estoy seguro de que eres una ciudadana responsable, Emily. Apuesto a que jamas has entregado un libro tarde a la biblioteca. --No, jamas. Los cargos por la demora son astronomicos, pero el condado esta considerando eliminarlos. Algo asi como que las personas se sentirian menos culpables. Volvio a reir mientras acariciaba la sien con la mano. Mordi el interior de una mejilla. <> Extendi la mano hasta el barandal al sentir como si la brisa suave fuera capaz de tirarme. Lo ojee con disimulo pues tenia que sonarme la nariz y no lo haria frente a el. !Me faltaban solo unos meses para cumplir cuarenta y uno! --Emily... --Estare bien, William. Extendi la mano para agarrar el termo, mi cuerpo agradeceria el calor externo y no esa tibieza tan extrana que proporcionaba la enfermedad. Sin embargo, lo alejo y nego con la cabeza. Suspire con resignacion. ?Acaso se lo llevaria si no le permitia entrar? --Ya me contagiaste, Emily. Ayer estuvimos encerrados en mi automovil por alrededor de una hora. Desvie la boca a un lado, en eso tenia razon, aunque, si inhalo el desinfectante puede que cualquier virus o bacteria en su garganta muriera. Baje la cabeza y estruje mi rostro, jamas podria olvidar lo que hice. --?Y si lo que tengo es ese virus tan peligroso? Quizas aun estes a tiempo de dar la vuelta y mantenerte sano. --Solo perdemos el tiempo. Desde hace varios minutos que puedes estar acostada en la cama con un plato de mi sopa de tomate entre los dedos. Si no tuviera la certeza de que un ser humano no se derrite podria jurar que eso fue lo que hice. Su sopa de tomate era deliciosa y no era quien unico lo pensaba, cuando la preparaba se agotaba de inmediato. Tenia suerte de que el me guardaba una porcion cuando no podia salir a tiempo a la hora de la comida. --?Sopa de tomate? Asintio con una seriedad impenetrable. --Y bollos recien hechos. Suspire. Ese pedazo de pan tan esponjoso y suave con el sabor caracteristico de la levadura. Y que, cuando estaban recien horneados, se les derretia la mantequilla al instante. Intente inhalar profundo para ver si captaba su delicioso aroma, pero al parecer un tapon decidio instalarse en mi nariz. Y uno no muy efectivo pues goteaba profuso. --Me duele la cabeza. --Levante la mano para sostenerla. El viento continuaba su juego con mi balance. Dio los pasos que lo acercarian a mi y con el brazo me rodeo. Mi cabeza se apoyo en su pecho duro y estable. No podia ser diferente pues amasar pan requeria de un gran esfuerzo fisico. Coloque la mano muy cerca de su corazon, en mis dedos el golpeteo acelerado de sus latidos. Cerre los ojos por ese refugio seguro en el que me encontre al instante. La suavidad de la camisa blanca almidonada. --Creo que hoy es la premier de la nueva temporada de Outlander. Asenti mientras me sentia impulsada con delicadeza a un lugar tibio y lejos de la brisa fria. --

  • Juegos prohibidos 6, Emma M. Green de Emma M. Green

    https://gigalibros.com/juegos-prohibidos-6-emma-m-green.html

  • El sentido de la vida de Carla Pi (Los libros de Nico y Carla 2), A. M. Irun de A. M. Irun

    https://gigalibros.com/el-sentido-de-la-vida-de-carla-pi-los-libros-de-nico-y-carla-2-a-m-irun.html

  • Las independencias de Africa de Custodio Velasco

    https://gigalibros.com/las-independencias-de-africa.html

    Las independencias de Africa son, junto a las dos guerras mundiales, la bipolaridad Este-Oeste o la caida del Muro de Berlin, uno de los fenomenos capitales de la historia del siglo XX y, por tanto, un hecho fundamental para comprender la historia del tiempo presente. Custodio Velasco ofrece en este libro una amplia y documentada lectura de los procesos de esas independencias en el Africa Subsahariana. Una acotacion justificada por sus particularidades historicas con relacion al norte de Africa y por su trascendencia en los conflictos regionales y geopoliticos mundiales, cuyas secuelas se perciben en la renovacion de tensiones sociopoliticas y el creciente fenomeno migratorio, uno de los problemas de mas compleja solucion para la Europa del siglo XXI.

  • Los gatos caen de pie de M.j. Fernandez

    https://gigalibros.com/los-gatos-caen-de-pie.html

    Salazar debera enfrentarse a un crimen desconcertante, al mismo tiempo que atraviesa por uno de los momentos mas dificiles de su vida personal.

    En un barrio elegante de Haro asesinan a toda una familia durante la celebracion del cumpleanos de uno de sus miembros. Todos los Acosta estan muertos excepto el hijo menor, a quien encuentran en su habitacion drogado, dormido y con el arma homicida en la mano. A pesar de la brutalidad del crimen, la resolucion parece muy sencilla a primera vista, hasta que Salazar encuentra evidencias que le hacen sospechar que hay mucho mas detras del aparente parricidio y fratricidio.
    Conforme avanza la investigacion, los detectives de <> descubren que los Acosta ocultaban secretos inconfesables que los convertirian en el objetivo de la venganza de un gran numero de personas, algunas en extremo peligrosas... Incluso para el propio Salazar.
    Al mismo tiempo, don Braulio le pide ayuda a Nestor para encontrar a dos jovenes que se fugaron y perdieron el contacto con sus familias. Lo que en un primer momento parece una chiquillada sin importancia, adquiere caracter oficial con la aparicion de un cadaver. Dependera de Salazar y su equipo detener al homicida antes de que haya nuevas victimas...

  • No te apiades del Devorador de Lighling Tucker

    https://gigalibros.com/no-te-apiades-del-devorador.html

    Pixie Kendall Rey no esperaba que al llegar al hospital con su amiga Grace, que acababa de romper aguas, no la atendieran. Eso la obligo a recurrir al unico lugar al que su madre siempre le habia prohibido acudir: la base militar.

  • Fuimos magia (Por amor 9) de Maria Beatobe

    https://gigalibros.com/fuimos-magia-por-amor-9.html

    Llegan las navidades y con ellas las interminables celebraciones. Un tiempo feliz y de buenas intentaciones pero en el que Naira, Noemi y Cloe se tendran que enfrentar con una situacion totalmente inesperada.

  • Agua de Claudio Hernandez

    https://gigalibros.com/agua.html

    Siempre, en alguna parte, debia brillar el sol; pero en Chamberlate, una amorfa cara opaca parecia sonreir desde lo alto del cielo mas negro que el culo de una marmota. La mezquina luz lamia el cementerio, con sus estacas incluidas, y los Fresnos que lo rodeaban en unos bosques realmente frondosos extendian sus copas como refugios a las almas perdidas de su interior, igual que a los cuervos. Sean tenia puesta la gabardina de color beis que le llegaba hasta las punteras de sus zapatos. Estaban tan desgastados que, ahora, empezaban a brillar mas que el mezquino destello de la que venia despues del astro rey. Un puro humeante como la chimenea de un vapor hacia las delicias en los pulmones de Sean, un anciano retirado que habia sido detective, pero que narices, el pensaba que todavia lo era. ?Por que no? Se enjuago la boca con gran cantidad de saliva y escupio un enorme chorro de espesa mucosa sobre una lapida. La cruz, que parecia un espantapajaros, con los brazos extendidos y laxos sobre una superficie llena de vacio, ignoro tal guarrada. Y, con todo eso, la cosa no habia hecho mas empezar para Sean Rickman (apodado y conocido como Coningan). Apoyando su barbilla poblada de una barba gris, como las cenizas, sobre una de sus manos, concretamente la derecha; clavo la mirada en otra de las tumbas y penso como se encontraria el fiambre alla abajo, es decir, bajo tierra. Se inclino en creer que simplemente dejaba pasar el tiempo mientras el cuerpo se descomponia en medio de guturales ruidos, grunidos ignorados y flatulencias repentinas. Y penso en el. El asesino. Entonces, de repente, el cielo tosio un par de veces haciendo estremecer la tierra bajo sus pies, y, al mismo tiempo, solto un graznido como un perro cabreado. La lluvia, una de las mas intensas de aquel jodido otono del 99, en Chamberlate, habia retomado de nuevo su proyecto para repiquetear el suelo y todo lo que habia sobre el, con sus grandes gotas, al ritmo de decenas de pajaros carpinteros. Sean Rickman levanto ahora la mirada hacia el cielo y dijo: --Mierda. Sabia por que. 2 Locos los hay en todas partes del mundo, pero como David Harring no lo habia. Sus ojos oscuros parecian proyectar una luz disciplinariamente roja, pero era frialdad lo que arrojaban, como destellos oscuros, si, era eso. Una mirada profunda. Traumatizada y perturbadora. Inquietando incluso para las miradas perdidas o aviesas de aquellos que estaba encerrados en un psiquiatrico. Su camisa de fuerza era ella: Melissa Harring, de soltera Aarons. Y para nada hacian pensar que era del estado de Maine: ni por sus nombres, ni por sus costumbres. Solo eran forasteros, y su acento dejaba loable el deseo de pertenecer a un pueblo tranquilo. Su acento estaba lejos de ser sureno. Todas las noches, cuando el astro rey se estrellaba en los picos de las montanas rocosas desangrAndose, levantaba el pie derecho y lo apoyaba sobre un taburete cojo de una pata. El jodido perro, es decir, Dan, lo habia mordisqueado como a un hueso. Entonces dejaba que el palillo correteara por toda la cantera de los dientes mientras se mesaba la barba rala. Profundamente relajado, pensaba en lo bien que lo hacia. Como la amaba y que polvo iba a echar esa noche, quisiera Melissa o no. Era una rata de alcantarilla. O peor aun: Una mierda aplastada por las botas sucias del sheriff del condado. Que, a decir verdad, era un borracho embaucado por las deudas del juego y la escoria de Chamberlate. Tan corrupto como los politicos del mundo. Solo que el era ignorado. Pero ?por que todos los hijos de puta -- bueno, los cabrones-- tenian tanta suerte de ocupar puestos tan ostentosos? David era uno de ellos. Abogado de profesion habia dejado atras los problemas de sus clientes --mayoritariamente lunaticos y obsesionados con las leyes-- para cambiar su vida por completo. Menos el de seguir siendo el mas capullo del mundo, pero eso tenia diferentes connotaciones. Cabron, perturbado, celoso patologico, asesino… Todo se quedaba corto cuando estaba frente a ella. Y su capacidad para ser tan amable como un mayordomo ante las estupidas sonrisas de los testigos de Jehova, no hacia que Melissa pensara lo contrario de el. Hijo de la gran puta. Y Dan empezo a ladrar al sol que habia dejado el rastro sangriento a la deriva. 3 Habia un loco suelto y Sean lo sabia. Cada atardecer, como una esposa en pena, acudia a visitar el cementerio bajo una manta de agua. Tosia como un descosido y se encendia un enorme puro que lo sacaba de ese estado penoso a su edad. Rondaba los setenta anos y ya habia decidido parar de contar los cumpleanos. A partir de cierta edad, los huesos sonaban como unas piedras en el interior de una bolsa y los dolores reumaticos se extendian hasta la polla. Ademas, habia descubierto que los huevos crecian sobremanera a partir de los sesenta. Sin mujer ni hijos, ni trabajo a que dedicarse mas que aplastar cucarachas con un cuarenta y dos de pie: tenia la impresion de que el asesino no se retorcia como un gusano en ningun lugar de ese cementerio, que era visitado por un oscuro gato dando por culo con sus maullidos desgarrados. Sean lo miraba con cierta incomprension y bajaba la vista. El jodido gato siempre estaba en lo alto de una de aquellas cruces que miraban a un cielo tan zozobrante como un mar embravecido. Despues el gato saltaba al suelo y se hundia en el lodo. Sean Rickman, ajeno a los poderes mentales de algunos perturbados que pasaron por Castle o Boad, o incluso Derry, estaba mas tieso que una estaca en el cementerio. Astillada y sin vida, bueno, ninguna estaca tiene vida, pero las habia que brillaban cuando salia el sol, y ese otono no habria mas sol que una lampara en lo alto de su cabello de color cobrizo. Era su cabello natural que, al contrario que la barba, no conocia mas ceniza que la de una chimenea muerta en el interior de una casa de una familia que no tenia ni lena para calentarse. Camino hasta la cripta. Solo habia una y se detuvo a dos metros mientras el humo del puro se arremolinaba alrededor de su cabeza con la intencion de arrancarsela y elevarla al aire. Sus dedos rollizos tiraban del puro, que se despegaba de sus labios secos, y entonces movia el cuello como queriendo hacer un circulo, aunque le crujian las cervicales como las bielas de un motor viejo. --Maldito seas. Se que no estas aqui --murmuro entre el ruido de la lluvia. En lo alto de todo, algo ilumino el cielo y la tierra, pero despues no sucedio nada mas. El detective retirado se quedo con las ganas de sentir el atronador ruido como una de las bombas del Vietnam. El gato le respondio. Pero el asesino no. 4 --Hoy no tengo ensalada --dijo Melissa con cierto temblor en su voz, la cual formaba un vibrato que se paseaba por la cocina como un chorro de aire lleno de obstaculos. --?Y que se supone debo cenar esta noche? --pregunto arrogante David. Le clavo la mirada como dos chinchetas. Ella estaba apoyada en el fregadero. Su tez era palida y el estaba sentado en la silla, con los brazos laxos sobre la mesa rugosa. Ella cabeceo un instante. El repentino dolor del miedo la sobrecogio. --Ya sabes que hoy no hemos bajado al pueblo y… De pronto, un puno cerrado quiso agujerear la tabla de la mesa, y los ojos de ella casi saltan de sus cuencas para botar como bolas en el suelo. Los dientes de el estaban rechinando de tanto que los apretaba. --!?Acaso no tenemos huerto?! --grito mientras permanecia encorvado como un buitre al borde de la mesa. Le dolia el puno, es decir, el canto de la mano. Los cubiertos habian saltado como unas ranas plateadas, pero seguian sobre la dichosa mesa. --No he… podido... recoger nada --termino de decir ella, visiblemente asustada. El miedo se cruzo de nuevo delante de sus ojos y, bajo sus tetas --bueno, bajo su pecho-- aquello golpeo el esternon. Su corazon. --!Estas temblando! ?Por que? ?Te han hablado de mi esas pellejas? --Su mirada acusadora evoco la puerta y parecio verlas a traves de ella. Eran dos amigas, entre comillas, para un monstruo como el. Solo tenia cuarenta y dos anos, era de estatura alta, atletico y guapo, pero por dentro bombeaba petroleo en lugar de sangre. Hasta los demonios huian de el. Ella no pudo responder. No, al menos, de inmediato. --Me ayudan… --!Callate! --El golpe, esta vez, fue con la palma de la mano abierta, que sono tan fuerte que parecia que se le iban a salir todos los dedos como lapices. Su profunda mirada le mostraba el monstruo que nunca habia estado dormido y que habitaba en el. Incluso cuando usaba la cosmetica de su mujer, para ver a un payaso reflejado en un espejo que acusaba con romperse en mil pedazos en un vomito repentino. Si, David hacia eso cuando ella no estaba en casa. 5 La insignia de policia relucia de manera imponente sobre su pecho, pero no era asi siempre. Burt no era el tipo de agente que se las daba de algo que no podia ser competente. De modo que siempre tenia la jodida insignia guardada en algun bolsillo del pantalon. Junto a la funda cerrada del revolver. A la gente del pueblo le importaba un bledo que la llevara brillando bajo su hombro. Todos sabian quien era el. Incluso Sean, el viejo detective. Burt decia que el pueblo no se dedicaba a hacer insignias ni tampoco a rozarlas con sus miradas de desacuerdo. En realidad pensaba que a todos se la inflaban si la tenia o no. Pero por supuesto que todo el mundo en Chamberlate sabia quien era el. Su ayudante Harris tambien tenia una, y por supuesto que este si la llevaba clavada en su pecho. En su piel, y los dientes le brillaban junto a la insignia. Eso solo cuando hacia sol en el mes de junio, julio y el punetero agosto, en el que los lagartos sacaban sus rosadas lenguas en las canteras. Harris no comprendia la decision de Burt de llevarla en la billetera o junto a las llaves de casa. Era algo que el hombre de la ley jamas habia podido entender. Claro que en el pueblo todo el mundo sabia que el era el agente. El mas borracho de todo el estado de Maine, pero habia que tener en cuenta la tradicion centenaria, desde que los indios MickMac desaparecieran de alli. Pero habia que tener en cuenta la responsabilidad y la seriedad. Cuando se estaba al servicio de la ley, habia que pensar en esas cosas y en las tetas de la vecina de enfrente. Harris pensaba frecuentemente en ellas, es decir, en las cosas de la ley, aunque solo podia ser agente con dedicacion parcial, dado que casi todo el tiempo Burt estaba resoplando en el viejo sofa de su casa. Y asi fue como unos degenerados mentales construyeron un lago de sangre en el pasado, que, visto lo visto, parecia no haber acabado todavia. Si, ahora habia detectives. Y lo sabia. Mejor. 6 Pero Sean era el protagonista, porque no dejaba de pensar en el asesino que se ocultaba en el silencioso cementerio, que, a su vez, sonaba como miles de exhalaciones de todos los que reposaban panza arriba. No tenia sombrero y ni falta que le hacia. Su cabello mojado era ahora una plaga de algas sobre su cabeza y las gotas se columpiaban en su menton, agarradas en el pelo de la barba. Sus ojos mantenian aviesamente la mirada sobre aquellas tumbas, dia tras dia, mientras recordaba. El jodido gato aparecia maullando todos los malditos dias, y eso le cabreaba de forma lenta y oficiosa, hasta estar a punto de gritarle, pero no lo hacia. Todo su temple era un abedul esperando que el tiempo pasara ante sus ojos…, bueno, sus hojas verdes. --Te llevaste a todas esas pobres chicas a la tumba de la forma mas asquerosa que pueda emanarse de un monstruo como tu. Eras algo horrible. Una especie de locura a la que cualquier autoridad no se puede enfrentar. Ni siquiera un maldito psiquiatra, con sus gafas de empollon sujetandose con cierto malabarismo en su descendente curva de la nariz. Claro que no. Te condenaron a la cadena perpetua y, despues, a la muerte. No vi tus cenizas, cabron, pero eso es porque no te metieron por el culo todo aquel fuego, cabron. Se que no estas aqui tampoco; pero, como soy un idiota, vengo cada dia por si veo una bota tuya en medio de un charco de agua. Que jodido eres. A veces creo que yo mismo me estoy volviendo loco. ?Lo sabias? La edad me sienta fatal. ?Por que no me contestas ya de una punetera vez? El detective abrio mas los ojos y clavo su fria mirada en el gato que cada dia parecia mas negro. Sus ojos verduzcos brillaron en aquel atardecer de lluvia intensa, y mostro sus afilados colmillos cuando maullo de forma aguda. Sean sonrio con la menor intensidad del mundo, tanto, que su rostro no lo reflejo. Y se sintio un verdadero capullo cuando supo que le estaba hablando al gato. Si, al jodido gato. Y, mientras tanto, seguia lloviendo con tal intensidad que el cementerio parecia ya un lago con las cupulas de los edificios asomando en el agua, como cabezas humanas que se iban a ahogar. 7 Melissa se encontraba ajetreada con los platos sucios de la cena de esa noche. El ruido era ensordecedor y a veces golpeaba la vajilla de porcelana contra el metal del fregador para descargar la ansiedad que el comportamiento de David le generaba. Habian pasado los primeros dias idilicos en la nueva casa de la colina. Si, esa que estaba en lo mas alto de la misma y desde donde se podia divisar la carretera polvorienta --ahora llena de lodo-- que llevaba al centro del pueblo tras una serpentina brillante. Y por mas que golpeaba y pensaba, no conseguia encontrar un solo pedazo de carino en el. Era puro odio y un enfermo mental, enajenado por las psicopatias de las manias, los celos y las peculiaridades. --Maldito seas --mascullaba mientras sus hermosos labios se arrugaban como una cuerda enrollada. Su cabello rubio le cubria los hombros, y las puntas le llegaban a la parte mas baja de la espalda. Normalmente solia tenerlo atado con una goma elastica que chillaba cada vez que se tensaba, pero esa noche no. Lo tenia suelto y, de espaldas, cualquier hombre la veria hermosa aunque sus manos se movieran como remos al ritmo de los tambores de guerra. Su corazon estaba convulsionado y sabia que… Arriba, en la habitacion, su marido estaria haciendo algo extrano. No para el, sino para ella. Si hubiera subido las escaleras de puntillas, le habria visto pintarse los labios de rojo, de forma sutil, y, despues, apretando con un poco mas de fuerza la barra de labios, mientras decia: eres preciosa, Keti. Y en eso estaba. 8 --La maldita lluvia me tiene hasta los huevos, Forrest. Me duele hasta eso. --Se senalo la entrepierna de un pantalon vaquero, tan gris como su cabello. Estaba sentado en lo alto de un taburete que podria ser un atril perfectamente y ser el reverendo repartiendo ostias a sus feligreses.

  • La Rosa y la esvastica de Francisco Javier Aspas

    https://gigalibros.com/la-rosa-y-la-esvastica.html

    Eva Braun, amante de Hitler, fue una figura misteriosa e inquietante. Esta biografia novelada arroja luz sobre un personaje a medio camino entre la realidad y la leyenda. En La rosa y la esvastica, Francisco Javier Aspas desentrana la vida de una mujer misteriosa que no encajaba en el estandar femenino nacionalsocialista: bebedora y fumadora (vicios que Hitler detestaba), amante del jazz y del foxtrot, caprichosa, embaucadora, celosa. Acabada la guerra, Werner Muntz, <> de Eva Braun, declara como prisionero nazi en manos de los sovieticos. Asi, Muntz se convierte en el narrador que desvela los aspectos mas intimos del circulo personal de Hitler: los anos de esplendor en la atmosfera viciada del Berghof y la degradacion posterior, personal y colectiva, hasta el derrumbe total en el bunker berlines donde Hitler y Eva Braun se suicidaron.

  • Batiendo a Wall Street de Peter Lynch

    https://gigalibros.com/batiendo-a-wall-street.html

    El legendario gestor de fondos Peter Lynch explica en este libro sus estrategias de inversion y sus claves sobre como seleccionar acciones y fondos para conseguir la mejor cartera de inversiones posible.

  • Encontrada por la tentacion de Helena Sivianes

    https://gigalibros.com/encontrada-por-la-tentacion.html

    La desesperacion, las dudas, el dolor y la desconfianza hacen a Daniela sin destino alguno. Un viaje que le hara conocer a una persona que le abrira los ojos sobre sus sentimientos y lo que es capaz de hacer por ellos.

  • Hopeless. Tocando el cielo de Colleen Hoover

    https://gigalibros.com/hopeless-tocando-el-cielo.html

    En ocasiones, conocer la verdad resulta mas doloroso que creer las mentiras.

  • Un amor tropical de Sweet Melibea

    https://gigalibros.com/un-amor-tropical.html

    Megan y Ava son dos amigas que tienen practicamente todo en comun, sobretodo la ilusion cuando ganan un viaje al Caribe en un concurso de Radio California.
    No obstante, hay algo que las diferencia: el amor.
    Ava no quiere enamorarse y Megan ansia conocer a su principe azul.
    ?Que pasara cuando Byron, Erick y Osmar se crucen en las vidas de las dos californianas?
    Playas caribenas de aguas cristalinas, manjares exquisitos del lugar, risas, celos y, sobretodo, sentimientos, te esperan en esta bonita aventura.
    !Enamorate con Un amor tropical!

  • Conquista plena (Dive Bar 3) de Kylie Scott

    https://gigalibros.com/conquista-plena-dive-bar-3.html

    ?Puede un mujeriego llegar a ser el mejor padre para tu hija? El amor lo puede todo…
    Eric Collins es un chico malo y se ha ganado esa reputacion a pulso. Por eso, no esta teniendo mucha suerte en el amor ultimamente... Cuando Jean llega a la ciudad, cree que los dioses del sexo la han enviado justo para el... El problema es que, primero, ella no quiere saber nada de el y, segundo, esta embarazada.
    Jean esta cansada del estilo de vida que ha llevado hasta ahora. Una ciudad pequena se le antoja el mejor sitio para empezar de nuevo y ser para su futuro bebe la madre buena y carinosa que ella nunca tuvo. Al saber que ella esta embarazada, el dueno del bar de la localidad, Eric, se olvida de ella. Sin embargo, Jean se pone de parto durante una ventisca, su vehiculo se sale de la carretera y no sera otro que Eric quien acuda para ayudarla. ?Acaso el podra dejar de ser un mujeriego para convertirse en el hombre de su vida?

  • Todos los veranos del mundo de Monica Gutierrez

    https://gigalibros.com/todos-los-veranos-del-mundo.html

    Helena no sabe como sobreviven las familias cuando coinciden todos sus miembros bajo el mismo techo, pero esta a punto de averiguarlo.

  • Fiebre al amanecer de Peter Gardos

    https://gigalibros.com/fiebre-al-amanecer.html

    La novela romantica del nuevo siglo es una historia real.
    Un Romeo y Julieta despues del Holocausto.

  • Diccionario de la politica espanola de Anacleto Panceto , Protestona

    https://gigalibros.com/diccionario-de-la-politica-espanola.html

  • No seras un extrano de Laura Merce

    https://gigalibros.com/no-seras-un-extrano.html

    Una novela de corte senorial y drama romantico, donde las intrigas se conjugan con el amor y los inventos tecnologicos para pintar un cuadro vivido de Inglaterra y Francia a principios del siglo XX.

  • Teutoburgo, Valerio Massimo Manfredi de Valerio Massimo Manfredi

    https://gigalibros.com/teutoburgo-valerio-massimo-manfredi.html

  • Doma, lucha de sumision de Mamba Negra

    https://gigalibros.com/doma-lucha-de-sumision.html

    Danielle visita todos los dias la cafeteria que hay en frente de las oficinas de su trabajo y ahi esta el; Jared. Un seductor camarero que no ha podido evitar que llame su atencion.
    Quiere jugar con el, someterlo, hacer de el un esclavo sexual con el que disfrutar. Sin embargo, ?Jared sera capaz de someterse?
    Dos dominantes comenzaran una guerra por el poder y traspasaran barreras en las que sus sentimientos se veran involucrados.
    Danielle y Jared. Dos Amos respetados en el mundo del BDSM.
    ?Quien ganara la batalla?
    Y lo mas importante, ?podran dejar el juego una vez iniciado?
    Descubrelo en DOMA.
    Arde de placer con esta intensa historia llena de erotismo, BDSM, y por supuesto, romance.
    No apto para corazones debiles.

  • Para siempre de Amaya Felices

    https://gigalibros.com/para-siempre.html

    La nieve caia pesada, amontonandose sobre las lapidas. La fantasmal luna de invierno tocaba con sus palidos rayos los copos estrellados, haciendolos brillar como si fueran el halito que se escapaba de los labios del hombre que, de rodillas, lloraba ante una tumba. Su abrigo, negro y largo, medio cubierto por la ausencia de color que imperaba en el paisaje, bajaba como una pesada mortaja desde sus anchos hombros hasta tocar el suelo, abrazando a aquella tierra que cubria a los muertos. Su rostro estaba inclinado contra el suelo y unos agujeros en la nieve, provocados por el calido fluido vital que destilaban sus ojos, evidenciaban tanto o mas que sus hombros agarrotados el dolor que lo recorria. En la piedra que coronaba la sepultura, el manto blanco tan solo dejaba ver un nombre y el inicio de una fecha: Maria... 19...; asi como el esbozo tallado de los rasgos de lo que debio de ser una joven hermosa. En las sombras de la noche, en el cementerio de aquel pequeno pueblo espanol medio olvidado por sus habitantes, la mujer que portaba un ramo de rosas no vio al hombre que sufria en su homenaje silencioso. Ocupada con sus propios pensamientos e intentando localizar una estela en concreto, no se dio cuenta de la inmovil figura arrodillada hasta que choco contra ella. Sacudida de repente de sus recuerdos, se mordio los labios para callar la maldicion que pugnaba por escaparse de estos. --?Lo siento? ?Le he hecho dano? --se intereso algo preocupada. Una cabeza de cortos y rizados cabellos negros se alzo hacia ella, unos ojos de un tono tan oscuro como el dolor con el que la miraban la dejaron casi sin aliento. No se lo esperaba. --?Eres real? --susurro el. Su voz era profunda y habia algo, aparte de la oscura influencia del lugar en el que estaban, que hizo que la mujer se estremeciera, como si el desconocido no perteneciera a este mundo. --?Que? --se sorprendio la mujer. Era la noche de todos los Santos, de acuerdo, pero ella, con su moderno corte de pelo rubio, su abrigo rojo y sus zapatos negros de tacon no tenia aspecto de no ser de carne y hueso. Siempre le habian dicho que era una mujer de aspecto fragil mas nunca la habian confundido antes con una aparicion. Si es que era eso lo que le acababan de preguntar. --Perdone... --comenzo a levantarse el--, me ha sobresaltado apareciendo asi, como de la nada. --Se sacudio la nieve de los vaqueros y la miro. Los huecos de sus lagrimas habian quedado cubiertos de blanco--. Sobre todo ahora que acababa de invocarla... --murmuro en voz baja las ultimas palabras. --?Disculpe? --Nada, cosas mias --esbozo una sonrisa triste--. ?Busca a alguien? Quiza pueda ayudarla. La chica de cabellos claros se lo quedo mirando, con un dedo dubitativo en su barbilla, como si estuviera intentando dilucidar si era cuerdo entablar una conversacion con un extrano mas alla de la medianoche. Estuvo a punto de decirle que no pero, por mas que no consiguiera acordarse de que, era como si lo conociera de algo. Sacudio la cabeza para librarse de semejantes ideas y decidio que podia confiar en que no iba a intentar robarle. --Se que no son horas, pero he llegado hace poco al pueblo y no queria irme a dormir sin visitar su tumba. --?Senorita? --pregunto dubitativo y continuo ante el cabeceo afirmativo de esta--, imagino que usted tiene muy claro a quien se refiere pero me temo que si no me dice algo mas no voy a poder ayudarla. La mujer se sonrojo ante la torpe omision que acababa de cometer. Fue refrescante para ella pues no solia hacerlo, no desde hacia mucho. --Mi abuela, la tumba de mi abuela. Mis padres y yo nos mudamos a Francia y no habia estado aqui desde que era nina. O al menos desde que ella... --su voz se apago hasta convertirse en un susurro. Pero el hombre, si bien recogio esa nota quebrada, se quedo con el dato de Francia. Lo asimilo, haciendolo encajar con el acento que acompanaba a la manera musical en que ella hablaba. Si no fuera porque sabia que era imposible al verla ante el, con esos mismos rasgos a los que habia suplicado, maldecido y pedido perdon una y otra vez, juraria que el fantasma de su amada se habia hecho carne en esa noche donde los espiritus eran mas fuertes. Si no fuera posible... creeria que estaba otra vez viendo su delicado rostro. Y mientras el hombre intentaba no pensar en ello, en el breve silencio que habia caido entre los dos, la mujer habia olvidado por unos instantes sus propios problemas, atraida como la luz a un agujero negro por la profundidad que percibia bullendo tras los intensos ojos de aquel extrano. (?Habia estado llorando? No es que hoy en dia eso fuera algo tan raro como antano, pero aun asi ella no podia evitar desear saber la respuesta a que podia haberle hecho tanto dano. Y no deberia, pues la vida le habia ensenado a no interesarse por nadie). Al final, la voz masculina rompio el silencio, con fuerza, como obligandoles a ambos a recordar donde estaban. --Si me dice la fecha de la muerte, podemos intentar buscarla. El cementerio no es pequeno pero ha ido creciendo de manera radial, con lo que no creo que sea muy dificil hallarla. --Mire, esto es una locura. --La mujer solto una risa nerviosa, como si se lo hubiera pensado mejor--. Mejor me voy y vuelvo manana. Le otorgo una sonrisa simpatica y comenzo a girarse. --Espere, ni siquiera se su nombre. --Agarro la manga de su abrigo; fuera ella o no, no queria que se marchara. Ella lo miro algo preocupada y tiro para soltarse. A continuacion echo a andar a paso vivo hacia la salida del cementerio. Cambio de opinion a medio camino, atraida como se sentia por ese extrano que parecia recordarle a alguien y se paro un instante, justo el necesario para responderle. --Maria, me llamo Maria. La brisa que se levanto con sus palabras ahogo el eco de sus pisadas. La nieve comenzo a arremolinarse con fuerza y el hombre se giro otra vez hacia la lapida que habia ido a visitar. Sus labios se abrieron y pronunciaron su nombre (Maria...) con la devocion de un rezo, la rabia de una maldicion y la certeza del que se sabe condenado. Bajo sus pies, quedaron aplastados los huecos que sus anteriores lagrimas habian horadado en el blanco suelo. Y los recuerdos fluyeron otra vez, reanimados por ese delicado rostro, sumergiendole en la oscuridad de otra noche de todos los Santos, una acaecida tiempo atras. --Vamos, date prisa --apremio en voz baja el joven a la muchacha que se estaba escabullendo por el jardin de la casona de sus padres. --Shhh, que nos van a oir. Maria acabo de cruzar sendero que la separaba de su amado, entreabrio la puerta de la verja y salio al camino. Mientras esta se cerraba a sus espaldas con un ruido metalico, ella se abrazo a Pedro, dejando caer el hatillo que llevaba entre las manos. --Has venido... --Te lo habia prometido, como no iba a venir si no deseo mas que pasar el resto de mi vida a tu lado. --Vas a perder tu trabajo por fugarte conmigo. --Y tu, tu herencia y tu posicion. --La tomo con dulzura de los hombros y la separo un poco de si, no porque lo deseara sino para poder ver sus ojos, esos enormes ojos verdes de hechicera--. Perdoname por preguntarte otra vez, no es mi intencion dudar de ti, pero necesito recordarte que todavia estas a tiempo: ?seguro que quieres continuar? --Si, Pedro, si que quiero. Y vayamonos antes de que las criadas o los hombres de mi padre se den cuenta de que pasa algo. Los ojos de el se iluminaron de alegria. No habia podido evitar contener el aliento, ni aun en el impetuoso ardor de la juventud concebia que la bella Maria fuera a abandonarlo todo para ser su esposa. Se casarian en ano nuevo, el mismo dia en el que estaba planeada la boda de su amada con otro hombre, uno con varias haciendas. Acerco los labios a los de ella para robarle un beso, no por breve menos apasionado y, tras ayudarla a subir a la grupa de su caballo, emprendieron ambos el camino hacia su nueva vida. El problema llego con la madrugada y los lobos. Se acercaron raudos, silenciosos, sin avisar; como sombras oscuras entre los copos de nieve que conseguian atravesar los arboles. Los amantes, que habia tomado el camino del bosque, se habian parado a descansar en un claro tras considerar que ya estaban lo suficientemente lejos del pueblo. Pese al frio, estaban tapados con mantas. La nevada y el miedo a ser detectados habian impedido que encendieran un fuego. Y cuando llegaron las bestias, la espada de Pedro no fue suficiente: el fue herido pero ella... ella cayo con una fea mordedura en el vientre, una que el no pudo impedir por mas que intento colocarse entre los lobos y su prometida. Corrio la sangre, animal y humana. El invierno estaba siendo especialmente frio y los lobos estaban debilitados por el hambre pero aun asi eran tres y Pedro, por muy buen espadachin que fuera, solo uno. Cuando la loba consiguio rodear su acero y alcanzar a Maria, apoyada asustada contra el tronco de un arbol, el, en medio de un alarido salvaje, dejo su espalda descubierta para socorrerla. Acabo con la bestia en medio de un arrebato de desesperada furia; los otros lobos aprovecharon para herirlo por detras. Despues, ignorando el dolor, se giro para seguir luchando por sus vidas, cuando todo lo que deseaba era comprobar si la herida de Maria era tan mala como le habia parecido. Pasaron interminables minutos hasta que acabo con el ultimo de sus enemigos y pudo inclinarse sobre esta. El mordisco era terrible, una boca sangrante abierta en su vientre. Y ella habia perdido ya tantas fuerzas... Rasgo el hatillo que la mujer habia portado y la tela blanca del vestido que habia dentro, un trozo de la cual uso para presionar la herida. Petalos rojos brotaron en la tela, expandiendose, como burlandose del invierno, de la fria inmutabilidad que seguia cayendo del cielo. --Aguanta, Maria, aguanta. No puedes dejarme.

  • Patrimonio de Philip Roth

    https://gigalibros.com/patrimonio.html

    Un agente de seguros jubilado, un hombre que fuera fuerte, lleno de genio y de encanto, lucha a sus ochenta y seis anos contra un tumor cerebral. Este hombre es Herman, el mejor personaje creado por Philip Roth. Su padre. Patrimonio. Una historia verdadera no solo es un portentoso acto de honestidad y sensibilidad, que habla de la vulnerabilidad del amor, de la relacion padre e hijo, y de la muerte y el miedo que nos produce, sino un canto a la tenacidad del superviviente, al testarudo compromiso de Herman Roth con la vida. Su patrimonio. Con esta obra, a Philip Roth se le concedio el National Book Critics Circle Award de 1991.

  • Secretos en la arena de Ana E. Guevara

    https://gigalibros.com/secretos-en-la-arena.html

    No te pierdas esta historia con la que continua Las orillas del pasado, de Ana E. Guevara.

  • Las montanas azules de Kimberley Freeman

    https://gigalibros.com/las-montanas-azules.html

    En 1926 Violet Armstrong es contratada como camarera en el hotel-balneario Evergreen, donde celebridades de toda Australia pasan sus vacaciones de invierno, como Flora Ho!neychurch-Black y su disoluto hermano Sam. Entre Violet y Sam surgira un romance tan apasionado como prohibido, y que parece tener los dias contados porque pronto concluira la temporada de invierno. Sin embargo, todos ellos quedaran atrapados en medio de una gran tormenta de nieve de con!secuencias impredecibles. Tal vez sus secretos queden ente!rrados, pero cuando la nieve se derrita todos saldran a la luz. Ochenta y ocho anos mas tarde, Lauren Beck comienza a trabajar en una cafeteria de las Montanas Azules, primera etapa en un intento de devolver al hotel-balneario su antiguo esplendor. Alli conoce a Tomas, el arquitecto danes que su!pervisa el proyecto. Conforme su relacion se hace mas intima, Lauren descubre una serie de cartas de amor apasionado que se remontan a 1926, y que aluden a un asunto tempestuoso y a un secreto tragico. Lauren se empenara en desentranar este misterio largo tiempo olvidado, aunque la verdad oculta pue!da obligarle a cambiar toda su vida.