• libro cascara de nuez - Ian McEwan

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    Asi que aqui estoy, cabeza abajo dentro de una mujer. Aguardo con los brazos pacientemente cruzados, aguardo y me pregunto dentro de quien estoy, que hago aqui. Los ojos se me cierran con nostalgia cuando recuerdo que iba a la deriva en mi bolsa corporal translucida, flotaba en suenos dentro de la burbuja de mis pensamientos a traves de mi oceano particular de volteretas a camara lenta, chocando suavemente contra los limites transparentes de mi encierro, la membrana acogedora que vibraba, mientras las amortiguaba, con las voces de unos conspiradores de una ruin empresa. Esto fue en mi juventud despreocupada. Ahora, totalmente invertido, sin un milimetro de espacio para moverme, con las rodillas apretadas contra el vientre, mis pensamientos, al igual que mi cabeza, estan muy ocupados. No me queda otro remedio que tener la oreja pegada dia y noche contra las sanguinolentas paredes. Escucho, tomo notas mentalmente y estoy preocupado. Oigo conversaciones intimas sobre un designio mortifero y me aterra lo que me espera, lo que podria arrastrarme. Estoy inmerso en abstracciones, y solo las relaciones que proliferan entre ellas crean la ilusion de un mundo conocido. Cuando oigo <>, cosa que nunca he visto, imagino una especie de suceso mental que se acerca mucho a <>, cosa que tampoco he visto nunca. Me considero inocente, exonerado de lealtades y obligaciones, un espiritu libre, a pesar de mi exiguo habitaculo. No hay nadie que me contradiga ni me reprenda, no hay nombre o direccion anterior, no hay religion ni deudas ni enemigos. En mi agenda, si existiera, solo figura mi proximo nacimiento. Soy, o era, a pesar de lo que dicen ahora los genetistas, una pizarra en blanco. Pero una pizarra porosa, escurridiza, que no serviria para un aula ni para el tejado de una casa de campo, una pizarra que se escribe a si misma a medida que crece cada dia y se va llenando. Me considero inocente, pero al parecer formo parte de una intriga. Mi madre, bendito sea su corazon incesante que chapotea ruidoso, parece estar implicada. ?Parece, madre? No, esta. Estas. Estas implicada. Lo he sabido desde mi principio. Dejame evocar aquel momento de creacion que llego con mi primer concepto. Hace mucho, muchas semanas, mi surco neural se cerro para convertirse en mi medula espinal y muchos millones de neuronas jovenes, trabajadoras como gusanos de seda, hilaron y tejieron con la estela de sus axones la esplendida tela dorada de mi primera idea, un concepto tan simple que ahora se me escapa en parte. ?Aquello era yo? Demasiado vanidoso. ?Aquello era ahora? Excesivamente dramatico. ?Entonces era algo que precedia a ambas cosas y las contenia, una sola palabra forjada por medio de un suspiro o un desmayo mental de aceptacion, de puro ser, algo como… esto? Demasiado preciosista. Asi que, acercandome mas, mi idea era Ser. O si no, su variante gramatical, es. Este fue mi concepto primigenio y ahi esta la cuestion crucial: es. Nada mas. En el sentido de Es muss sein. El comienzo de la vida consciente era el fin de la ilusion, la ilusion del no-ser y la erupcion de la realidad. El triunfo del realismo sobre la magia, del es sobre el parece. Mi madre esta implicada en la intriga y por ende yo tambien, aunque mi papel pudiera consistir en frustrarla. O en vengarla, si yo, un cretino reacio, llego demasiado tarde.

  • Cáscara de nuez - McEwan, Ian - 978-84-339-7975-9

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    Ian McEwan (1948) es uno de los miembros más destacados de su muy brillante generación. En Anagrama se han publicado sus dos libros de relatos Primer amor, ...

  • Cáscara de nuez - McEwan, Ian - 978-84-339-6060-3

    https://www.anagrama-ed.es/libro/compactos/cascara-de-nuez/9788433960603/CM_742

    En Anagrama se han publicado sus dos libros de relatos Primer amor, últimos ritos (Premio Somerset Maugham) y Entre las sábanas, así como las novelas El ...

  • CÁSCARA DE NUEZ - MCEWAN IAN - Sinopsis del libro ...

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    Lo primero que tengo que comentar de “Cáscara de nuez”, de Ian McEwan es que es una obra de arte de la literatura. Novela creada a partir de Hamlet, un inaudito ...

  • Cáscara de nuez: 943 (Panorama de narrativas) Tapa blanda

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  • Cáscara de nuez: 742 (Compactos) Tapa blanda - Amazon.es

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  • 'Cáscara de nuez', de Ian McEwan: Un drama con retranca

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    20 feb 2017 — La cáscara de nuez que mencionó Shakespeare en Hamlet es el útero materno desde ... Zadie Smith, Lucía Lijtmaer y otros libros de la semana ...

  • Cáscara de nuez - Libro de Ian McEwan - Lecturalia

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    Resumen y sinópsis de Cáscara de nuez de Ian McEwan. Trudy mantiene una relación adúltera con Claude, hermano de su marido John. Éste, poeta y editor de ...

  • Ian McEwan: Cáscara de nuez - Un libro al día

    http://unlibroaldia.blogspot.com/2017/09/ian-mcewan-cascara-de-nuez.html

    13 sept 2017 — Resultado de imagen de cascara de nuez ian mcewan amazon ... ya que solo hay que abrir el libro y leer la primera línea para que quede boca ...

  • cáscara de nuez - Machado Libros.

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    CÁSCARA DE NUEZ, MCEWAN, IAN (1948), 9,90€. Trudy mantiene una relación adúltera con Claude, hermano de su marido John. Este, poeta y editor de poesía, ...

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  • Para siempre, mi amor de Sophie Saint Rose

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    Clarabelle se mordio el labio inferior al ver lo que habia cambiado su pueblo. La calle mayor estaba totalmente restaurada y la carretera habia sido asfaltada con bonitos maceteros de flores en los laterales que con sus intensos colores daban alegria, haciendola mucho mas moderna. Las tiendas habian pintado sus fachadas. Abrio los ojos como platos al ver que la heladeria de toda la vida donde se habia pasado cientos de horas, estaba totalmente reformada aunque sin perder su alma tradicional. El ayuntamiento tenia la bandera de Texas en el asta y la de los Estados Unidos. Fruncio el ceno pues eso solo se hacia cuando el pueblo estaba en fiestas. Gimio al darse cuenta que estaban en abril y las fiestas serian en esas fechas. Queria pasar desapercibida pero seguro que todo el pueblo estaria por alli. Busco un sitio para aparcar el cuatro por cuatro Mercedes que habia alquilado. Sabia que el coche llamaria la atencion entre tanta ranchera pero no las habia en la agencia de alquiler, asi que se decidio por un coche que resistiera los caminos de Granville a setenta kilometros de Houston. Respiro hondo mirando el ayuntamiento- Venga, Clara. Es entrar y salir de este maldito pueblo- dijo entre dientes saliendo del coche. Una mujer que pasaba ante el ayuntamiento la miro distraida mientras atendia al bebe que llevaba en su carrito y abrio lo ojos como platos cuando la vio. Era Lissi Barnet, una de las animadoras del instituto. Clara hizo que no la veia y paso de largo ante ella dejandola con la boca abierta. Sus sandalias Gucci sonaron al subir los escalones de piedra del ayuntamiento y se alegro de haberse puesto el vestido verde de seda pues ya hacia mucho calor. Con su bolsito Fendi en la mano entro resguardandose del sol apartando su melena morena y entrecerro sus maravillosos ojos verdes acostumbrandose al cambio de luz. -Buenos dias ?puedo ayudarla?- le pregunto una mujer detras de un mostrador. Era Louise Milton, la bibliotecaria que se pasaba unas horas en el ayuntamiento por la manana para organizarlo todo. Clara la miro atentamente pues no habia cambiado nada. Seguia llevando su pelo cano en un recogido en la nuca y seguia poniendose esos anticuados vestidos con cuellos de encaje blanco con su collar de perlas. Clara se acerco al mostrador - Vengo a pagar unos impuestos- dijo con una sonrisa. -!Valgame Dios!- la mujer se llevo una mano al pecho- ?Eres Clarabelle? Apreto los labios antes de responderSi, ?se acuerda de mi? -?Como no nos vamos a acordar, nina?- la mujer salio de detras del mostrador- !Desapareciste y luego te vimos en las revistas! -Se acerco y la abrazo a la fuerza. Clara estaba confusa pues esa mujer no la habia abrazado en su vida. Ni cuando murio su padre. -Bueno- dijo incomoda separandose de la mujer- Ha pasado mucho tiempo. Usted es la senora Milton ?verdad? -!Diez anos!- exclamo la mujer levantando las manos con exasperacion- ?Como no has venido antes? -Pues…- miro a su alrededor buscando una excusa pero decidio decir la verdad - Aqui no me quedaba nada. La mujer apreto los labios asintiendoPero algo debe quedarte si estas aqui. -Si- dijo con una sonrisa que no le llegaba a los ojos- Los terrenos y la casa de mi padre. Por eso estoy aqui. -?No sabias que tenias que pagar los impuestos municipales?- pregunto la mujer con pena- No te preocupes, lo arreglaremos. -Eso espero porque tengo un trabajo en Houston y... -Voy a llamar al alcalde para que lo solucione el mismo.- dijo yendo detras del mostrador. -No hace falta. Yo extiendo un cheque con el total…

  • La falsa pista de Henning Mankell

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    En Suecia nadie recuerda un verano tan caluroso como el de 1994. Mientras la gente sigue con pasion los partidos finales del Campeonato Mundial de Futbol, el inspector Kurt Wallander se dispone a iniciar unas cortas vacaciones. Pero la tranquilidad de la provincia de Escania se ve truncada cuando una muchacha, al parecer extranjera, se suicida quemandose a lo bonzo. Wallander y su equipo tratan de averiguar la identidad de la joven y los motivos de esa tragica decision; pero los sobresaltos no han hecho mas que empezar, pues un brutal asesino en serie ha comenzado su macabra actividad. Las primeras victimas son un antiguo ministro de Justicia, un adinerado tratante de arte y un ladronzuelo de poca monta. Para detener esta carniceria, Wallander se aferra a una pista que le conducira a las altas esferas de la politica y pondra en peligro su vida y la de sus allegados..

  • Mi negro pasado (Como agua para chocolate 3) de Laura Esquivel

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  • El guante de cobre. Magisterium 2, Cassandra Clare de Cassandra Clare

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  • Verdugo de Yaira Britos

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    Genova queria a un hombre que la hiciera temblar unicamente con una sonrisa, pero, sobre todo, ella queria experimentar y solo hacia falta que tocara la puerta de la oficina de aquel magnate multimillonario para recibir todo lo que alguna vez habia deseado.

  • Relativo Completo, Naobi Chan de Naobi Chan

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    Todo es relativo, nada es como deberia ser, pero no se rinde, durante el dia es la esposa perfecta, pero cuando cae la noche.

  • Leyenda de fuego de Alejandra Rodriguez

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    – Ella es el arma mas poderosa que ha dado a luz el mar. Y ha vuelto para vengarse –
    El rey de Atlenia lleva quince anos atormentado por el recuerdo latente de la sirena que es capaz de controlar los cuatro elementos a su antojo y a la que el dejo huerfana.
    El comandante de la guardia, y heredero del trono de coral, debe encontrar, cazar y acabar con la amenaza que ella supone.
    La sirena iridiscente ha encontrado, por fin, el camino de vuelta a casa.Aunque tenga que perderse a si misma para llevar a cabo su venganza.
    Ninguno saldra intacto de la batalla que esta por librarse.
    Del caos que esta por llegar.

  • ?Por que tenias que ser tu? de Raquel Garcia

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    Dave era una cabeza loca, pasando de fiesta en fiesta a sus veintiseis anos creia que el mundo le pertenecia hasta que de golpe sus padres y su hermana mueren en un accidente de coche. Sin tiempo ni para llorar sus muertes, Dave tiene que dejar toda su vida de desenfreno para hacerse cargo de sus dos sobrinos, tomando la decision de dedicar su vida a ellos, no enamorarse y dejar que el tiempo la consumiera… hasta que conoce a Jeyson Shalder un conde al que debe una importante suma de dinero que no puede pagar por culpa de su sobrino adolescente y con quien choca en caracter nada mas conocer…

  • Guerra en casa de Noemi Martinez

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    POR ESA RAZON me mantengo alejado de las carreteras --dije, mientras me acercaba al Lexus que se habia estrellado contra el arbol grande en la entrada de mi propiedad--. Tipico de los Yuppies. Habia sido un choque suave, suficiente como para abrir el capo, pero aun asi, necesitaria la ayuda de una grua para mover ese auto. Considere dejar que el conductor se ocupara de la situacion solo. No era mi culpa que no pudiera controlar esos caballos de fuerza, pero el cielo amenazaba con una tormenta inminente. Como mi cabana era la mas cercana a la carretera, no me quedaba otra opcion que ocuparme de eso de una forma u otra. --Bien --me acerque un poco mas--. Seguramente es un chico que desperdicia el dinero de papa. O un turista. Sera mejor no tener que… Quede sin aliento cuando vi a traves de la ventana del conductor. No era en absoluto lo que esperaba. Un trasero perfectamente esculpido y firme se asomaba donde deberia haber estado una cara. Podria haberme quedado apreciando el espectaculo, pero tenia prisa y necesitaba respuestas. Di unos toques en la ventana. La mujer se levanto, golpeando su cabeza contra la guantera. --!Ay! Frotandose en el lugar del golpe, me miro por encima del hombro. Su cara era tan hermosa como su trasero. Sus ojos grandes y azules se abrieron de par en par bajo unas expresivas cejas, y su pequena barbilla afilada enmarcaba unos labios llenos y carnosos. Su forma de mirarme trajo a relucir imagenes en mi mente. --Golpeaste mi arbol --grite a traves de la ventana. Se enderezo y presiono el boton para bajar la ventanilla, pero no hubo respuesta. Suprimi una sonrisa mientras veia como se sonrojaba. Abrio la puerta y se retorcio un poco en el asiento hasta lograr salir. --Siento lo de tu arbol --dijo, mientras se acomodaba el gorro y la chaqueta. Sonaba algo sincera--. Mira, necesito desesperadamente llegar a Sacramento ahora mismo. Tengo una amiga que esta en problemas, y si no llego pronto, puede pasarle algo malo. --?Que hizo, saco el maximo de sus tarjetas de credito? Me costaba creer que las amigas de esta mujer pudieran meterse en problemas. Por lo menos no en uno que sea de vida o muerte. Se puso rigida y entrecerro sus ojos. --No. Realmente esta en peligro. Y soy la unica que puede ayudarla. La mire de arriba a abajo, analizandola. Estaba en forma, con piernas fuertes y de buen equilibrio. El portaesquis en el techo de su auto era una muestra de que era un poco atletica. Incluso asi, no daba exactamente la impresion de ser una mujer ruda. --Si eres la unica que puedes salvar a tu amiga, entonces tengo malas noticias para ella. Se cruzo de brazos e inclino la barbilla hacia arriba, haciendo que el pompon de su gorro se tambaleara ridiculamente. --Soy una de las mejores abogadas del Area de la Bahia, y si alguien puede sacarla de eso, soy yo. --Ah, ese tipo de problemas. --Si. De todos modos, eso no importa, ?puedes ayudarme o no? Me encogi de hombros. --Tienes un telefono celular, ?no? Llama a una grua. --Una grua va a tardar horas en llegar hasta aqui. ?Puedes llevarme a la ciudad? Te pagare. Agite la cabeza en negacion. --No estoy dispuesto a dejar mi propiedad hoy. Haz la llamada. Te puedes calentar en mi cabana mientras esperas. Me miro con incredulidad. --!La vida de una mujer esta en peligro! Claro, no la conoces, pero es una buena persona que no se merece esto, y no me ayudas porque no estas dispuesto a hacerlo… --Eso lo resume todo. Me miro fijamente, abrio la boca para decir algo, y luego la volvio a cerrar. Se dio la vuelta y se inclino de nuevo dentro del auto para buscar su telefono debajo del asiento del pasajero. Me gire evitando ver nuevamente su trasero, no queria que me atrapara mirandola. El cielo se habia oscurecido hasta un tono ominoso. Sin duda, iba a ser una tormenta de las malas. --?En serio? --fruncio el ceno ante su telefono--. ?Como es que no hay servicio aqui? --Esta no es exactamente una zona poblada. Comenzaron a caer copos gruesos, un precursor de lo que estaba por venir. --Vamos. Sera mejor que hagas la llamada adentro. Esto esta a punto de ponerse feo. Me levanto una ceja. --No tengo la costumbre de seguir a hombres extranos a sus cabanas aisladas. Me encogi de hombros. --Me parece justo. Leo Arbuckle. Tampoco acostumbro a llevar a mujeres extranas a mi cabana --le extendi mi mano, y la miro sospechosamente por un momento--. No muerde. Ni siquiera tiene dientes, ?ves? --agite mi mano frente a ella. Rapidamente me dio la mano. --Mila Rutherford. --?Rutherford? Es como tatuarse "millonario" en la frente. --Yo no elegi mi apellido. --?No lo hiciste? Interesante. --?Que es lo que…? --se detuvo brevemente--. Oh. ?Asi que una mujer soltera es mas interesante que una casada? Creo que sera mejor que encuentre mi propio camino a casa. --Tendras mas suerte si vienes conmigo. --No voy a ir a tu cabana. Estaba empezando a temblar, y trato de ocultarlo con una postura desafiante. Di un paso atras y me encogi de hombros. --Entonces quedate aqui. Se detuvo un momento, mirando al cielo, luego a su Lexus y de vuelta a mi. Se mordio el labio inferior de una manera adorable. Francamente, me estaba distrayendo con lo linda que era. No estaba seguro de que mas podia decir para convencerla, pero yo tambien me estaba quedando sin tiempo. --Mira, no me agrada tanto como a ti la idea de que vengas conmigo. Pero tampoco estoy dispuesto a cargar en mi consciencia el dejarte aqui y que mueras congelada. --Realmente creo que podria esquiar cuesta abajo. Quizas asi pueda encontrar una mejor recepcion. Era una idea terrible, y ella lo sabia. La recepcion mejora a medida que subes, no a medida que bajas. La mire fijamente, esperando que llegara a la misma conclusion. Solto un suspiro de resignacion. --Muy bien. Ire contigo. Pero solo hasta que encuentre a alguien que me lleve a la ciudad. ?Estas seguro de que no puedes? --No puedo. Me miro de reojo. --No estas en arresto domiciliario, ?verdad? Dude. Mi situacion era similar a la del arresto domiciliario, despues de todo. Era una excusa tan buena como cualquier otra. Pero entonces sus ojos se abrieron de par en par alarmados, y rapidamente agite la cabeza. --No estoy en arresto domiciliario. Esta tormenta se va a poner fea y no quiero quedarme atascado por la nieve. Resoplo frustrada --Esta bien. Tu ganas. ?Donde esta tu cabana? --En la colina. El camino se pone resbaladizo, asi que cuidado con cada paso que des. 2 M I LA NO ESTABA segura de lo que esperaba cuando dijo que vivia en una cabana. Despues de caminar a traves de la nieve durante lo que parecio media milla, llegamos a una enorme casa escondida detras de una gruesa arboleda. El lugar tenia por lo menos tres pisos, y ni siquiera podia ver lo grande que era debido a lo bien que se mezclaba con el area circundante. Se necesitaba tener mucho dinero para crear algo tan perfecto como eso. --Voy a necesitar que te quedes en la sala de estar --indico, mientras nos acercabamos a las puertas dobles--. Hay un bano a la derecha. Puedes usarlo si lo necesitas. No vayas a husmear a ningun otro lado. Su actitud se habia vuelto cada vez mas cortante mientras caminabamos, y tenia mucha prisa. No podia imaginar que podria ser tan importante aqui en medio de la nada. Por otra parte, cualquiera que pudiera permitirse un lugar como ese debia tener algun tipo de negocio que administrar, asi que lo deje pasar. --No tengo intenciones de husmear. ?Puedo usar su telefono, por favor? --Primero quitate las botas y el abrigo --ordeno bruscamente--. No necesito charcos por todo el piso. Dude por un momento, sorprendida. No parecia el tipo de hombre que se preocupara por esas cosas. Asumi que tenia un motivo oculto tras su peticion, pero cuando mire a traves del vestibulo hacia la sala de estar, entendi. El interior de la casa era tan asombroso como el exterior. Era absolutamente pristino. Se quito el abrigo y las botas, mientras lo observaba por el rabillo del ojo. Era mas atractivo de lo que yo creia. Con la guardia alta, me parecia amenazador. Pero ahora que estabamos mas relajados, pude apreciar sus musculos bien formados. No era tan voluminoso como parecia con el abrigo puesto, pero la fuerza tonificada en su complexion era increiblemente evidente. --?Cuantos anos tienes? La pregunta salio de mi boca sin pensarlo. --?Por que? --me miro con sus penetrantes ojos verdes. --Porque tu cuerpo dice veinte, tus ojos dicen treinta, y tu barba dice cuarenta --sonrei un poco, tratando de hacer la pregunta un poco mas amistosa--. Solo intento saber con quien estoy atrapada, eso es todo. --Treinta y cinco. No… treinta y seis. --?No recuerdas tu edad? Se encogio de hombros. --No llevo la cuenta. No parece que haya mucha diferencia. La sala de estar esta por aqui. Lo segui, esperando encontrar cornamentas en las paredes, pero estaba aprendiendo rapidamente a descartar mis expectativas con el. Sus paredes mostraban una coleccion eclectica de pinturas y fotografias, desde mafiosos de la decada de 1920 hasta ninfas etereas. A primera vista, parecian haber sido colgados sin pensar en dondequiera que hubiera espacio para ellos. Sin embargo, al estudiarlo mas de cerca, definitivamente habia un patron. Una especie de patron emocional, abstracto pero claro, con altos y bajos que se repiten como musica visual a traves de sus paredes. --El telefono esta alli --apunto a una mesa auxiliar--. Ya regreso. Desaparecio por una puerta, dejandome sola en la habitacion grande. Una vez mas, me encontre preguntandome que podria ser tan importante para que se apresurara de esta manera. Pensaba que el objetivo de trabajar desde casa era relajarse y tener total control de tu tiempo. Me encogi de hombros y fui al telefono. Mi primera llamada no fue a una grua, sino a Rochelle. --?Hola? --sonaba preocupada y cansada a la vez. --Ro, soy Mila. Tuve un pequeno accidente en la montana, pero estoy bien. No se cuando podre llegar a ti. ?Que ha pasado desde esta manana? --Insiste en reunirse conmigo a solas, y creo que lo hare. Contrato al equipo de Lawson, Mila. No podre vencerlos, la ley esta a su favor. Tengo que resolver esto hoy. Si no lo hago… El lugar es malo, muy malo, y hay bebes viviendo alli, y… Espera, ?dijiste que tuviste un accidente? --Un pedazo de hielo conspiro con un arbol -- dije despectivamente--. Pero estoy bien, aunque mi auto no. En fin, escuchame. No puedes encontrarte con el a solas. Como minimo, necesitas estar en un lugar publico. O mejor, espera a que llegue e ire contigo. --Quiere que nos encontremos manana por la manana. Si no lo hago, me ha amenazado con demandarme por difamacion de caracter. --?Tiene un caso? --Si no lo pongo delante de un juez primero, el lo hara. Cuando sus abogados me amenazaron, hice publica la situacion, y por supuesto, eso no fue de su agrado. Puedo llegar a un acuerdo con el, o demostrar ante un tribunal lo escoria que es, pero... --Pero si el llega primero, tu estas acabada --me frote la cara con una mano--. Dios, Ro, ?En que estabas pensando?

  • El amo del placer de Cherise Sinclair

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    Cuando el novio de Rebecca le confiesa que es miembro de un club de intercambio y le propone viajar con el y sus colegas a una casa rural perdida en las montanas, a ella no le queda mas remedio que acceder para intentar salvar su relacion.

  • China Fast Forward de Sergi Vicente Martinez

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    ?Que sabemos de la China de hoy? No, de verdad: ?que sabemos?

  • Tras el recuerdo (eLit 2) de Julie Elizabeth Leto

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  • Velos rotos – Nora Roberts de Nora Roberts

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    Gwen Lacrosse era una ingenua con la cabeza llena de pajaros cuando dejo su pueblo para irse a la gran ciudad. Volvia ahora a casa convertida en una mujer sofisticada y sagaz. Sin embargo, el nuevo huesped de su madre la cautivaba como nadie la habia cautivado antes. Luke Powers tenia fama de ser experto tanto en palabras como en mujeres… y pronto convertiria la fria racionalidad de Gwen en algo enteramente distinto.

  • El elefante que sonreia de Gustavo Vazquez Lozano

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    En medio de la Gran Depresion un circo estadounidense se traslada a Mexico con sus personajes deformes, fantasticos, caracteristicos del circo norteamericano. Huyendo de la miseria y de historias personales insoportables, el senor Carothers y sus artistas comienzan de nuevo, acompanados de sus contrapartes mexicanos. Durante anos recorren el pais, envejecen y ven como su espectaculo pasa de moda. Con la intencion de atraer mas gente y salvar el circo, el mago recurre a la hipnosis colectiva y al espectaculo-horror. Para ello acude a Cecilia, una acrobata cuya cara le fascina y repele al mismo tiempo. Como una sombra pesa sobre todos la virgen de Jalapilla, una nina asesinada que tiene fama de hacer milagros y esta enterrada en una tumba clandestina.

  • Cuando ya te habias ido de Rafael Alcolea Harold

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    Aquello que se esconde a nosotros y lo que esta por venir, no es nada comparado con lo que hay en nuestro interior. Me quede desolada, desamparada, deshecha, desubicada, perdida, ida... no podia creer que Robert habia muerto. No ahora. Despues de tanta tristeza, penuria y soledad encerrada en mi jaula dorada. Parecia que despues de todos estos anos comenzabamos a soportarnos, llegabamos a un entendimiento... Robert no habia sido malo conmigo, solamente tuvo un fallo: no era el amor de mi vida, no era Javier. Ahora esto. Esa maldita llamada desde Londres. Mi vida se hizo anicos de nuevo, antes de que pudiese percatarme de ello me la habian vuelto a destrozar. ?Cuando habia perdido la buena fortuna? Hacia ya tanto de aquello que me entristeci de solo recordarlo. Cualquiera que me viese pensaria que lo habia superado, pero como suele decirse: la procesion iba por dentro. --Buenos dias, necesito comunicarme con la senora Sara Scott --requirio una urgente voz al otro lado del telefono en ingles. --Si, digame --respondi con mi perfecto acento ingles. Tras haber vivido algo menos que la mitad de mi vida en el Reino Unido, casi trece anos, dominaba a la perfeccion la lengua de mi marido. --Le llamo del hospital St. Andrews, soy el medico de su esposo. --Disculpe, no le entiendo --pregunte acelerada, pense que habia sufrido un accidente. --Si, vera, soy el doctor Johnson del hospital St. Andrews de la unidad de oncologia... -- realizo una pausas-- vamos, el medico que ha estado tratando a Robert... A este lado del telefono se hizo el silencio. Esperaba ingenuamente que en cualquier momento otra voz gritase que era una broma macabra de mi marido. Pero esa voz no llego. --?Senora sigue usted ahi...? Lamento enormemente comunicarle que su marido ha fallecido hace una hora. Recuerdo que el telefono resbalo de mi mano deslizandose de manera estrepitosa, chocando con el suelo marmoreo de color beige de la casa de verano y desportillandose por una esquina. A pesar del tremendo golpe, el aparato parecia seguir emitiendo algun sonido. --?Se encuentra usted bien? --preguntaba el doctor a miles de kilometros de distancia en su ingles cerrado de la zona de Manchester. Estaba temblando. Sola, de nuevo sola, cuando todo parecia volver a encajar. Mire por el ventanal del salon que daba al jardin. Recuerdo a Carmen jugando despreocupada con su abuela. Despues de tantos anos sin hablarnos, habia empezado a perdonar a mi madre. Carmen chapoteaba y saltaba en la recien estrenada piscina con la inocencia de quien no tiene que preocuparse por nada. Apenas si llevabamos un mes en Espana. Volver a mi tierra despues de tantos anos anorandola habia sido un sueno cumplido. Me habia reencontrado con mi familia, con mis hermanas y sobrinos, mi madre, incluso empezaba a entablar amistad con las familias del barrio. Al menos sabia que durante dos meses al ano, en aquella casa seria feliz. Lejos del ruido, las prisas y la contaminacion de la city londinense. De nuevo en el acogedor lugar del que fui usurpada. Robert era agente de bolsa y viviamos en uno de los rascacielos mas prominentes de la capital britanica. Cuando nos mudamos alli, tuve la esperanza de que tal vez pudiera ver el liviano sol britanico de vez en cuando. Sin embargo, ni siquiera a aquella altura podia sobrepasar la plomiza franja de nubes perennes de Londres que vivian sobre el skyline londinense. Jamas contemple, a pesar de buscarlo a diario, un sol tan brioso y picante como el de Espana, al menos espere encontrar algun timido y tamizado rayito que animara mi espiritu aquellos primeros dias, pero nada, ni siquiera en la planta veinticinco podia contemplarse el sol en un Londres que, rodeado de tanta polucion y dias nublados, se convertia en un sempiterno paraiso de la humedad.

  • Lady Amelia de Lydia C. Ramirez

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    En el Londres del siglo XIX, lady Amelia Phillips sufre por el amor no correspondido del duque de Pendleton, ademas de tener que lidiar con su insoportable madre, se enfrenta al repudio social por culpa de su hermano mayor. Entonces ante ella se abre la oportunidad de salir de ese infierno de la mano del joven heredero Robert Bradford. ?Podra Amelia conseguir al fin el amor de William? ?O debera rendirse?

  • Cual es tu historia de Ana Paula Benitez

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    Al desnudo, esta historia comenzo asi. Desperte aquella manana con casi la mitad del cuerpo sobre el escritorio. Me habia quedado escribiendo hasta muy tarde y, como siempre, me habia dormido frente a la laptop. Mire la pantalla por un momento y note que al menos no habia arruinado la escritura. Si habia babeado el escritorio de manera descomunal… Buen trabajo. Mire hacia la ventana y la luz del sol me cego por unos segundos. Me cubri los ojos con una mano y me apoye en el escritorio con la otra. Me levante y camine lentamente hacia la ventana. Sin antes bostezar y estirarme, corri las cortinas blancas y abri un poco la ventana para que el viento de la manana refrescara la habitacion. Me voltee y camine hacia la cocina con la idea de prepararme un cafe, pero no pude ni siquiera completar medio trayecto cuando fui atacada por una pieza de Lego. Si, leyeron bien. --!Ah! !Tony! !Deja de robar las cosas de los vecinos! --Con furia me dirigi hacia la cuna del gato y como de costumbre me encontre con nadie--. Desagradecido, te compro una cuna hermosa y sigues durmiendo en cualquier otro lado. !?Sabes cuanto cuesta una cuna como esa?! Calle al darme cuenta de lo inutil que era quejarme. Aun asi, se sentia muy bien. Escuche un estruendo en el patio trasero del edificio y al fin supe hacia donde debia gritar. Corri hacia la ventana y sali al balcon cargada de colera y autoridad. Asi es, soy duena de un gato y lo trato como tal... o algo asi. --!Tony! !Te voy a matar! Mire hacia el patio y note que el causante de tal estrepito no habia sido Tony. Despegue los labios para hablar, pero lo unico que salio fue un balbuceo bastante incoherente. --Hola. Al desnudo, asi comenzo. Un hombre de tez palida y ojos azules y profundos estaba parado detras de una reposera. Se veia muy nervioso y apresurado. Y lo unico que traia puesto era un reloj de oro. ?Quien era el? ?Por que estaba desnudo? ?Donde estaba Tony? Frunci el ceno y abri la boca de nuevo, pero segui sin hablar. --Tuve una mala noche --bromeo el--. ?Podrias ayudarme? --Am... --!Vivo en el noveno piso! --aclaro repentinamente--. No soy un extrano. Tu eres la duena del gato cleptomano, ?verdad? --S-Si. Mi Tony es popular entre los vecinos. --Entonces... ?me ayudas? --!E-Espera alli! Me voltee y corri hacia el dormitorio. Resbale con un calcetin y cai de espalda. Oh, bendita habitacion la cual no habia ordenado desde la ultima visita de mi madre... Tome una toalla y corri hacia el balcon de nuevo procurando no pisar otro calcetin asesino. Arroje la toalla por el balcon y le indique a mi desvestido vecino del noveno piso que esperara en la puerta. Me coloque las pantuflas y baje por el ascensor hasta la planta baja. Estaba nerviosa, avergonzada, como siempre cuando tenia que socializar con alguien. Abri la puerta y mi vecino entro con una sonrisa y una expresion de alivio en el rostro. --Gracias. --De nada. Hice una mueca nervuda con los labios y me mire los pies. --Necesitaria otro favor --mi vecino se rasco la nuca al hablar. Luego bufo, pero no dejo de sonreir ni por un segundo. --Claro. --?Me prestarias tu telefono? Necesito llamar al cerrajero para que abra la puerta, no tengo las llaves encima y, bueno... Hizo un ademan y al fin deje escapar una risilla. --No hay problema. Subimos por el ascensor en silencio, ni siquiera me atrevi a verlo. Escuche alguna que otra risa suelta en el aire por parte de el, pero no me atrevi a mirar ni una sola vez. !Adios, manana cuasi tranquila! --Soy Benjamin. --Cara. --?Cara? --Si. --Ya veo. Benjamin apreto los labios y contuvo la risa. Lo ignore por completo. Habia sido el centro de bromas en la escuela primaria y secundaria, ya estaba acostumbrada. Entramos al departamento y me dirigi a la mesa del comedor en busca del telefono celular. Escuche que la puerta de la entrada se cerro con suma delicadeza y supuse que aquel hombre envuelto en la toalla era bien educado. --Ten. --Le entregue el telefono y me aleje mientras el marcaba el numero--. Tony --murmure --. Tony, ?donde te metiste? Me incline un poco para mirar debajo de la mesa, pero no encontre nada. Junte el bloque y lo sacudi de arriba abajo por unos segundos, en silencio trate de especular donde podria estar husmeando mi felino amigo. --?Tony? --la voz de Benjamin me hizo voltear. --Mi gato --respondi mientras me sumergia en aquellos orbes llenos de curiosidad--. Sientate... donde quieras. Lo siento. Educacion Cara. Se educada tambien. --Estoy bien --contesto sin dejar de mirar los cuadros--. Bonita decoracion. --Gracias... --En especial las tazas sucias y los paquetes vacios en el escritorio --menciono y apunto el escritorio con el dedo indice. --Es mi zona de trabajo --trate de defender injustificable. --Oh, claro, necesitas ese paquete para... ?En que trabajas? --Con una ceja arqueada hacia arriba me miro. --Soy... escritora. --!?Escribes?! !Eso es fantastico! --?Eso es ironia? --pregunte con desconfianza. --?Que? !No! ?Por que haria algo como eso? Am... ?Porque la mayoria del tiempo las personas que conozco piensan que no es un trabajo real? ?Porque ni siquiera mi madre esta conforme con lo que hago? --No lo se --bufe y oculte la verdad en tres palabras. Note un brillo especial en los ojos de Benjamin. Aquel hombre con clase paso a comportarse como un nino en cuestion de segundos. --?En serio crees que es fantastico? --!Por supuesto! --Benjamin alzo las manos en el aire y me miro como si fuera una ingenua--. Me encantan los libros --comento--. Quiero decir, los buenos libros --esclarecio--. Cuando era pequeno no tenia muchos amigos. --?En serio? Con esa increible apariencia era dificil de creer. Lindos ojos, lindos labios, lindos modales... --Oye --Benjamin murmuro ofendido--. Me enfermaba mucho, tenia un sistema inmunologico deplorable. --Alli iba el y sus complejas y elegantes palabras. Benjamin se rasco la nuca por unos segundos, suficientes como para permitirme memorizar los detalles de su sonrisa--. Leia muchos libros --conto el--, Julio Verne, Edgar Allan Poe, Mark Twain, ?los conoces? --No personalmente --bromee--. Pero si, los he leido. --Lo que hacen con las palabras --hablo inmerso en su mundo--. !Son artistas! ?No crees? -- Asenti con la cabeza y el me senalo--. Los escritores son artistas, nobles artistas que viven haciendo lo que aman y que no son tan valorados como deberian. --Supongo --murmure. No supe que decir, senti las mejillas calidas y me rasque la nariz para tratar de ocultar el notorio rubor que probablemente tenia en el rostro. --!Claro que si! --reafirmo--. Crean mundos, personas, historias... --Benjamin miro el escritorio--. Pero tu casa es un desastre, si me permites decir. Benjamin tenia un modo bonito de insultar a las personas. Te ofendia, pero con cierto respeto que te provocaba mas frustracion que enojo. Benjamin se coloco las manos en la cintura, pero segundos despues cambio de postura y se puso en accion. Mi vecino tomo algunas tazas de sopa instantanea sin esperar un segundo mas y las tiro en el tacho de basura. Luego camino hacia el escritorio, arrugo los paquetes vacios e hizo lo mismo que antes. Yo solo admire la espalda de Benjamin en silencio por unos segundos. --Oye, no hagas eso. Excelente reaccion, Cara, verdaderamente apresurada y certera. --?Acaso los necesitabas? --pregunto con ironia. --N-No, pero... --?Pero...? --Es mi casa. --Y se nota --bromeo Benjamin. --!Oye! --No creo que sea una buena idea tener tantas cosas tiradas, al menos que estes construyendo una granja de cucarachas en tu propia sala. --Tal vez lo este haciendo. --?Si? --Son populares en los paises asiaticos. Benjamin dejo escapar una risilla y miro el polvo de los estantes con cierto pudor. --Oh, ya entiendo --susurre. --?Que tienes un gran problema? --No --respondi--, eres un obsesivo compulsivo por la limpieza. Benjamin me miro con la boca abierta y sonrojado, aun mas sonrojado que yo. !Touche! --!El cerrajero! --cante con felicidad al oir el timbre del departamento. Ignore los reproches de Benjamin y atendi al cerrajero con una sonrisa de oreja a oreja. Cuando al fin el cerrajero pudo abrir la puerta, Benjamin me agradecio una vez mas y se despidio. Y asi, la tortura comenzo. 1 Drama innecesario ?Por que tortura? Porque al dia siguiente de aquel encuentro no tan maravilloso decidi salir al mundo por uno de los objetos mas preciados por el ser humano y al volver a mi dulce hogar me encontre con que Benjamin estaba esperando frente a la puerta. --Es un chiste --dije con la bolsa de arena para gato aun en brazos. --No --respondio con seguridad--. No puedo dejar que esa cosa nos consuma a todos. --?Cosa? --Solo abre. --De acuerdo. --?Y tu gato? --Todavia no volvio. --Tal vez este muerto debajo de toda esa basura. --!No bromees con eso! --No era una broma. Tony no estaba muerto. Volvio horas despues con la ropa interior de la vecina del quinto piso. Un gato cleptomano y un vecino obsesivo compulsivo, fantastico. --Tu casa no se ve tan mal cuando esta limpia. --Benjamin dejo la escoba por un momento y suspiro cansado. --Tienes razon. Mire a Benjamin y comence a reir sin poder evitarlo. El me miro con cierta incredulidad y curiosidad. --Esperaba un agradecimiento. --!Lo siento! Me cubri el rostro para que no me viera reir. Benjamin se veia muy gracioso con el delantal puesto, y los guantes, y el panuelo en la cabeza, y las mejillas rosadas de tanto trapear. Eso si, conste que yo no lo habia obligado a nada. El se ofrecio solo. Bueno, “ofrecer”, mas bien, se metio en mi departamento y lo considero parte de su habitad natural, pulcro y refinado. --Grosera. Me compuse segundos despues y lo mire con cierta pena, pero me di cuenta que el solo estaba bromeando. Benjamin sonrio un poco y se saco el panuelo de la cabeza. Se sento en el sofa y Tony se acerco a el. --?Tienes agua al menos? --Si. Fui a la heladera a buscar la botella y el aprovecho la oportunidad para mirar mi trabajo en la laptop. Ignoro el interrogatorio realizado por los maullidos extranos de Tony, se saco los guantes y enseno el reloj de oro. Se sento en la silla del escritorio y en silencio leyo algunas oraciones. Observe como los labios de Bejamin se movian mientras el pronunciaba de manera inaudible cada palabra. Note que reaccionaba con cada palabra, que las sentia, y que sus ojos brillaban con cada uno de esos sentimientos. Trague saliva al ver que estaba sucediendo. Me estaba enamorando. --Escribes muy bien. --Supongo. --Algo detallista. --?Lo crees? --Si, es como si observaras demasiado las cosas. --Mi madre siempre dice eso --comente mientras dejaba un vaso de agua fresca en el escritorio--. Que observo mucho, que pienso mucho. --?Lo haces? --Eso creo. --?Tienes portavaso? Tome un papel lleno de garabatos y se lo di. Benjamin tomo el papel y bufo por la nariz. Mi vecino del noveno piso bebio un poco de agua y dejo el vaso encima del papel. --Di algo de mi. --?Sobre ti? Aquella pregunta me tomo por sorpresa. --Si, algo. Note que los labios de Benjamin estaban humedecidos por el agua y sonrei un poco. Entrecerre los ojos y mire hacia la ventana, luego volvi a mirar a Benjamin y deje escapar aire por la boca. --Cuanta concentracion --bromeo el. Benjamin sonrio un poco y el foco imaginario se encendio encima de mi. --?Que tal tu sonrisa? --?Mi sonrisa? Benjamin amplio mas aquella mueca de felicidad cuando escucho mis palabras. --Si... por ejemplo, cuando te ries, tus labios se estiran junto con tus fosas nasales --le explique. El se toco la nariz, curioso--. Tienen una perfecta armonia, y se hacen unas pequenas muecas en los costados, como unos hoyuelos casi perfectos... casi. --Arrugas, malo para mi edad. Rei un poco y negue con la cabeza. --Pero cuando sonries con tranquilidad no se notan las muecas y los labios se vuelven mas finos y delicados, como si supieran que era el momento perfecto para moverse de aquella manera. --Por algun motivo habia bajado el tono de voz al hablar. Note que me habia inclinado para verlo mejor y que estaba demasiado cerca de el--. !Sin mencionar que parecen bien cuidados! --Me separe casi un metro de el. Lo se, a veces exagero demasiado--. ?Usas manteca de cacao? --Solo en invierno --dijo con una sonrisa burlona. --Y esa sonrisa burlona de costado es muy diferente a la ganadora o a la nerviosa. --?Existen mas sonrisas? --Si --respondi. Hice un ademan para que se moviera. Benjamin se levanto de la silla y se paro al lado del escritorio. Yo me sente en la silla y respire hondo para tratar de concentrarme y volver al trabajo. --Eres muy buena --murmuro Benjamin--. Pero no sabes nada de los detalles del hogar. Puse los ojos en blanco y deje escapar un quejido. Quise enojarme, quise sentirme ofendida. Pero no pude hacerlo ni un poquito. Tampoco pude evitar enamorarme de el. Aprendi cada detalle de el como si fuesen parte de una pintura. Desde el lunar debajo de su barbilla hasta la profundidad de su voz. El dia que nos conocimos, el habia salido con una chica por segunda vez. Una chica a la que jamas habia llamado de nuevo, a la que creyo jamas haberla visto o invitado a una cena y con la que aprendio una gran leccion. La dulce venganza de una mujer resentida. La mujer lo dejo en un cuarto de hotel, desnudo, atado a la cama y solo con el reloj para que se preparara cuando la mucama entrara y lo viera alli con una camara a un lado, una nota, y una foto de el desnudo. Rei lo suficiente como para que el tambien se riera de la desgracia que le habia pasado. Odie eso, odie caerle tan bien. Odie aquella sonrisa y aquellos gestos. Y los ame, ame todo de el. Odie que me abrazara cada vez que queria y que se parara tan cerca para leer la pantalla. Odie que me ayudara a escribir porque me resultaba cada vez mas dificil ser independiente. Depender de alguien de aquella manera... pateticamente romantico. Y ame los abrazos, calidos y llenos de afecto. Ame los juegos y las palabras aburridas que salian de su boca. Ame el orgullo que le salia por los poros cada vez que hablaba del trabajo, de alguna mujer o de un buen dia. Ame cuando bromeaba con sinonimos absurdos e inexistentes. Ame aquella sonrisa variante, aquellos ojos brillantes y aquella actitud deslumbrante. Amar y odiar al mismo tiempo las mismas cosas solo me hacian sentir confundida y nerviosa. Era una tortura eterna. Una tortura que yo misma cree.

  • Madrid, Rio, Los Angeles (Todo es posible 4) de Audrey Carlan

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    <> Parker Ellis es el CEO de International Guy Inc. y su trabajo consiste en asesorar a la gente mas rica del mundo sobre la vida y sobre el amor, aunque a veces no pueda evitar que salte la chispa entre el y sus clientas. Sabe que hay todo un mundo alli fuera esperandole, pero lo que no sabe es que quiza tambien se cruce con alguien que le acabe robando el corazon.

  • Caso cerrado. asesinato en Amsterdam de Anja De Jager

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    Ambientada en Amsterdam, la novela presenta a Lotte Meerman, una detective recuperandose de la devastacion emocional de su investigacion previa. Un aviso lleva a Lotte a un caso de asesinato no resuelto de diez anos en el que su padre era el detective principal. Cuando descubre irregularidades en torno a la investigacion original que lo hacen sospechoso, decide cubrirlo. Ella no le cuenta a su jefe sobre la conexion familiar y pone en peligro su carrera al ocultar evidencia. Ahora tiene que encontrar al verdadero asesino antes de que se descubran sus actos, de lo contrario su padre ira a la carcel y ella perdera su trabajo, la unica cosa en la vida de la que todavia se enorgullece. . .

  • Escapada Griega de Elizabeth Power

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    El sol, el mar y miles de recuerdos...

  • El sermon del fuego de Jamie Quatro

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  • Cronicas del Fin de Gabriella Campbell , Jose Antonio Cotrina

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    Ha pasado mucho tiempo desde que los leviatanes irrumpieron en el planeta y lo cambiaron todo. La humanidad ha sido diezmada y la Tierra ahora es un erial, un infierno donde la vida no vale nada.

  • El terco rezo de las nubes de Pedro Zavala

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    El terco rezo de las nubes, del escritor y filosofo mexicano Pedro Zavala, es un libro de cuentos de ciencia ficcion dividido en tres partes de cuatro historias cada una, todos definidos por la distopia: tecnologia y deshumanizacion. El caos se presenta a lo largo de esta obra; sin embargo, es en el “El amanuense” donde se vislumbra la desgracia: un grupo de copistas espanoles de la Edad Media se ve amenazado por una maquina que pretende reemplazar sus labores escribanas; varios cuentos mas adelante, todo sera drogas, androides, centros espaciales y robots: la sociedad del futuro se colapsa.
    Los personajes de El terco rezo de las nubes son otro elemento destacable, y es que desconciertan sus personalidades serenas e inmutables ante la destruccion de la humanidad: seres que entran y salen del planeta Tierra a placer, delincuentes exiliados en Marte, comerciales que anuncian equipos de proteccion para salir a la calle y la distribucion de productos que resisten las altas temperaturas de la intemperie.
    El terco rezo de las nubes es un libro para cuestionar las acciones colectivas a traves de la historia, para anticipar el cambio que se avecina, y tal vez, para reconocer el fracaso del proyecto de modernidad, pues que pareciera que las personas somos cada vez menos indispensables, y por tanto, menos valiosas.

  • Su eterna presencia (Hermanas Alcott 2) de Elsa Tablac

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    Todos se preguntarian que hago ahi. Por que habia abandonado Londres. Jamas adivinarian que me llevo a instalarme en casa de mis padres, un enorme cottage de piedra en los confines de Bracknell, a unas dos horas de la capital. No es muy facil entender que una joven independiente de veinticinco anos se aparte de una de las ciudades mas excitantes del mundo y regrese de repente a casa de su familia. La razon se llama Oliver Owen. Cuida de nuestros cuatro caballos en el establo familiar. Es el hijo mayor de William, el antiguo mayordomo, quien sufrio un accidente hace dos anos y tuvo que jubilarse anticipadamente. Oliver llego hace quince meses, y mi padre decidio que formaria parte del personal que trabaja en casa. Lo que no esperaba era que aquel nino hiperactivo que trepaba a todos los arboles y con el que mi hermana Charlotte y yo jugabamos para horror de mi madre se convertiria en un chico tan atractivo. Hacia un rato que lo observaba desde la ventana de mi dormitorio. Estaba anocheciendo y Oliver regresaba de dar un paseo con Rex, el caballo de mi hermana. El mismo que ella ya casi nunca montaba y que yo mimaba algo mas que a los otros, pues temia que se sintiese abandonado. Sonrei al comprobar que Oliver le dedicaba un poco mas de tiempo que al resto. --?Sigues trabajando? --pregunto una voz a mi espalda. No necesitaba girarme para saber perfectamente que se trataba de Adeline, mi madre. Observe la pantalla del ordenador portatil. Mis manos se habian apartado del teclado hacia ya un buen rato y el salvapantallas, mi nombre en grandes letras de color morado, rebotaba en los cuatro lados de la pantalla. Era evidente que no estaba trabajando. --No. Ya he terminado por hoy --conteste--. Creo que va siendo hora... --Trabajas demasiado, Lizzy. --No creas, mama. Simplemente he de entregar esta traduccion en cuatro dias. Se me ha echado un poco el tiempo encima. Pero el siguiente libro no me llegara hasta dentro de unas dos semanas. Mi madre entro en el cuarto y se acerco, puso las manos sobre mis hombros y beso mi pelo. Estaba especialmente carinosa ultimamente, algo no muy propio de ella. Aunque debo decir que nuestra relacion habia mejorado con los anos. Al principio mama no entendia muy bien que quisiera dedicarme a traducir libros de manera profesional. Creia que mi obsesion por aprender frances y estudiar filologia en la universidad era tan solo un pasatiempo. Que lo que acabaria haciendo en realidad era casarme con alguno de los hijos de los acaudalados amigos de mi padre y peinar las crines de los caballos. Y no negare que hubo algun momento en que yo tambien lo pense. Pero me converti en traductora de manera lenta y casual. Empece traduciendo esporadicamente para la editorial en la que trabajaba Molly, una de mis amigas de la universidad. Con el paso de los meses me fueron llegando nuevas propuestas. Era el trabajo perfecto para mi, aunque en el fondo no necesitase el dinero. Traducir libros me mantenia ocupada y me permitia transportarme a otro mundo durante buena parte del dia. Ademas, podia trabajar desde Bracknell sin problemas, a mi ritmo. --Cenaremos pronto --dijo mama. Movi el raton para recuperar el documento de Word en el que habia estado trabajando esa tarde. --No tengo demasiada hambre --conteste--. Pensaba preparar un sandwich ligero y comermelo aqui, en mi escritorio. Querria acabar un capitulo esta noche. --De ninguna manera, Lizzy. Hoy estamos las dos solas en casa, asi que quiero que me acompanes. Y he preparado algo especial. La observe perpleja. Mi madre no solia cocinar jamas. Especialmente si mi padre estaba en Londres por trabajo, como era el caso durante esos dias. --?Tu has preparado algo? --Has oido bien, si. Asi que te espero en el salon a las siete en punto. La cena estara lista. He de comentarte algo, ademas. Iba a contestarle que queria bajar al establo ver a Rex --en realidad a charlar un rato con Oliver--, pero mi madre ya habia abandonado mi dormitorio. Asi eran las cosas con ella: sentenciaba, ordenaba y no habia posibilidad de replica. Consulte el reloj. Eran las seis de la tarde. Si me daba prisa, podia arreglarme un poco y bajar al establo. Tal vez Oliver no estaria demasiado ocupado. En todo caso, tenia que bajar a escondidas. Mama odiaba que me presentase a la cena justo despues de visitar a los caballos. De ahi mi plan perfecto del sandwich. Me meti en el cuarto de bano, me lave la cara, me cepille el pelo y me coloque el vestido de flores menos llamativo que encontre en mi armario, unos calcetines negros hasta la rodilla y cogi las botas que, se suponia, debian permanecer fuera de la casa para no destrozar la moqueta. Me maquille con un poco de colorete, mascara de pestanas y pintalabios, a pesar de que era consciente de que aquellos pequenos rastros de color no pasarian desapercibidos bajo el ojo de halcon de nuestra Adeline. Baje las escaleras hasta el primer piso con las botas en la mano y me dirigi hacia la cocina. Saldria por la puerta trasera y rodearia la casa hasta llegar al establo. Oia la voz de mama hablando por telefono, tal vez con su hermana o con Charlotte. Eso era perfecto. Nunca conversaban menos durante menos de media hora, para desesperacion de mi hermana Charlie. Una de las cosas buenas de haberme instalado en Bracknell con mi ordenador portatil era que no tenia que atender las intensas llamadas telefonicas de mi madre. La escuchaba en vivo y en directo a diario. Sali de la casa por primera vez en aquel dia. Me puse las botas mientras apreciaba el sonido de los primeros guijarros y el olor de las rosas a las que mi madre se dedicaba todas las mananas en cuerpo y alma. Camine unos tres minutos hasta llegar al establo, por el camino que conectaba con la casa. Respire hondo, porque siempre que lo veia me quedaba practicamente sin respiracion; y todo apuntaba a que Oliver Owen estaria con Rex en el interior. Llame a la puerta. --!Adelante! Entre. Entendi enseguida que no hubiese hecho falta ningun blush de Dior en mis mejillas, pues el calor subito que me invadia al encontrarme delante de Oliver no faltaba jamas a la cita. Ahi estaba, una y otra vez, y alli estaba yo de nuevo en el establo, a falta de citas reales con el chico por el que suspiraba desde hacia cinco meses. La razon por la que habia vuelto a vivir con mis padres no era otra, por supuesto. Queria estar cerca de el. Queria destruir aquella extrana verja intangible que nos separaba y estrellarme de una vez por todas contra sus labios. Eso es lo que queria. Por eso no estaba en Londres. CAPITULO 2 OLIVER --?Sabes que no es necesario que llames a la puerta, no? --le pregunte a Lizzy. Se lo habia dicho decenas de veces, pero ella seguia haciendolo, a pesar de que tecnicamente estaba en su propia casa. Observe el vestido de color azul oscuro, estampado con pequenas flores amarillas, que a duras penas le llegaba hasta las rodillas. La hija mayor de Caleb Alcott me dejaba sin aliento cada vez que venia al establo a visitar a su caballo, Truman. A esas alturas ya me debia de haber acostumbrado a su intermitente presencia, pero me habia descolocado por completo que una chica moderna y urbanita como ella decidiese de repente dejar Londres y regresar a casa de sus padres. Tal vez no debia sorprenderme tanto, teniendo en cuenta que aquella familia era inmensamente rica. Mi padre habia trabajado en la casa como mayordomo durante la mitad de su vida y yo me repetia, todas las mananas, que en cuanto terminase de una vez mis estudios de veterinaria me largaria de Bracknell y los Alcott no volverian a saber de mi jamas. Ese pensamiento podria parecer amargo y resentido, pero nacia de algo evidente que en aquel momento se manifestaba en la puerta del establo: nunca sucederia nada entre Lizzy y yo. Sencillamente, porque perteneciamos a mundos distintos. Los de su clase no se mezclaban con los de la mia mas si no era con una relacion laboral mediante. Era asi, y mi razon obligaba a mi corazon a asimilarlo de una vez por todas. Todos los dias. O al menos lo intentaba. Aunque mentiria si dijera que su amabilidad y su sonrisa no me ofrecian un resquicio de esperanza. Ojala las cosas fueran como cuando eramos ninos y jugabamos sin preocuparnos del lugar opuesto que nos habia reservado la vida. --Prefiero llamar --contesto--. Por si estas haciendo algo que no me incumba. Sonrio y se paso la mano por su media melena rubia. Despues se cruzo de brazos y se apoyo en el marco del porton de madera. Aquel gesto tan poco calculado --o no, quien sabe-- revelo la forma redondeada de sus pechos, pequenos y blancos. No tenia la menor idea de vestidos pero si habia notado que Lizzy los llevaba mucho mas a menudo, y no tenia ningun reparo en combinarlos con botas de montar. Aquello era algo que me encantaba. --?Y que iba a estar haciendo, Lizzy? --le pregunte, a pesar de que se me ocurrian varias cosas. Las hijas de Caleb me habian prohibido terminantemente que las tratase de "usted"; cosa que hice en el pasado en un par de ocasiones, cuando llegue a la casa, a pesar de que sonaba completamente ridiculo. Nos conociamos desde ninos, aunque yo era unos cuatro anos mayor que Lizzy. Se acerco para acariciar a Rex.

  • Proyecto Thule de Javier Mas

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    Cinco caminos conducen a la verdad que ocultan la CIA y la Sociedad Thule sobre el final de los jerarcas nazis y la tecnologia militar que deslumbro al mundo. Una investigacion que destapa la conexion de la Sociedad Thule con Espana y Hitler y que pone al descubierto la importancia que tiene hoy dia Madrid y Valencia para el entramado politico-economico contra el que lucha la CIA. Un thriller apasionante, lleno de misterios, revelaciones sorprendentes, realidades historicas y claves que el lector tendra que descubrir poco a poco.

  • Sabes que te quiero…a mi manera de Iris T. Hernandez

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    La verdadera amistad, al igual que el amor, es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido. (Rabindranath Tagore, versionado un poco por mi misma) Creo que esta frase es, sin duda, una de las que mejor pueden encajar con la preciosa historia que nos brinda Iris T. Hernandez. No hace mucho que conozco a esta autora, pero entre ella y yo, ha surgido un vinculo especial. Una amistad de verdad, que espero dure y dure por siempre. Desde hace un tiempo ha estado ahi apoyandome en todo momento. Ha demostrado ser una magnifica persona, nos hemos tirado hasta las tantas hablando y hablando, intercambiandonos ideas, leyendonos mutuamente y animando a seguir adelante con nuestros proyectos. Cuando Iris me dijo << !Quiero que me hagas el prologo! >> pense << !Madre del amor hermoso! ?Que yo le haga el prologo? ?Yo? >> No me lo podia creer, nunca me habian propuesto algo asi, nunca habia escrito nada asi para nadie que no fuera yo misma, y ahi estaba yo; diciendo la palabra Si. (si a lo del prologo, ella esta casada y yo tambien) Es un si, porque ella se lo merece, porque aunque es la primera vez que hago algo asi y, que sepais que acojona y mucho, creo que se lo debo, y me apetece mucho hacerlo. ?Que por que acojona? Muy facil. Para mi es una gran responsabilidad escribir estas palabras, porque es lo primero que vais a leer de esta magnifica historia. Y creerme cuando os digo que es magnifica. Asi que espero que al leer mis palabras, sigais pasando paginas y descubrais los entresijos de esta novela. En ella, vamos a encontrar la historia de dos personajes que, aparecen como secundarios en otra novela de Iris. Acepte por ti. Otra preciosa historia que estoy segura de que os encantara. Podeis leerlos independientes, asi que [email protected] Pero os recomiendo que os leais las dos. !!Bueno a ver que me voy por los cerros de Ubeda!! Como os decia, vamos a encontrar a dos personajes que tienen una historia peculiar entre ellos, pero que a pesar de todo estan muy unidos. He de decir que esta historia es corta pero intensa. La autora ha sabido dar ese suspense que te tiene en vilo con el ?Que pasara? Necesarios para no soltar en ningun momento el libro y no dejar de leer hasta que te la terminas. Con deciros que estaba ansiosa por recibir un mail suyo con cada capitulo escrito... Si, habeis leido bien. Cada capitulo que acababa, llegaba a mi bandeja de correo y yo solo queria mas, mas y mas. Han sido unas semanas intensas, llenas de emociones, mensajes repletos de posibles ideas, especulaciones por mi parte y de muchas risas. Sobre todo de eso, risas. Creo que si leyerais parte de lo que nos escribimos, llegariais a pensar que estamos realmente locas. ?Pero que es la amistad, si no existe en ella un poco de locura? (que conste en acta que esta frase es mia) Locura pero de la sana, que quede claro. Lo que quiero deciros, es que, disfruteis de la novela, que os enamoreis de los personajes, especialmente de Jason. Tio buenorro donde los haya (si eres tio y no te van los hombres, obviamente enamorate de ella) No os pongo el nombre para que os pique mas la curiosidad. Si lo se, soy un poco malvada, pero si quereis saber de ellos... Ya sabeis que hacer y si no, yo te lo digo ahora mismo. Gira pagina y disfruta con todas y cada una de las palabras que esta magnifica autora nos regala entre estas paginas. Y ya por ultimo, os lo juro ya os dejo en paz para que podais leer, quiero dar las GRACIAS a mi companera y amiga Iris, por dejarme participar de alguna manera en esta preciosa historia. Por dejarme vivir dia a dia la vida de Jason y regalarme cada dia esas charlas que mantenemos. !!GRACIAS!! !Ale! Y ahora... !A leer! !!Tatimuuu preciosa!! Marta de Diego CAPITULO 1 Estoy sentado en el taburete de piel roja de un bar, uno muy especial para mi, suelo frecuentarlo un par de dias por semana, e incluso en epocas pasadas hasta cuatro. Aquellos momentos fueron estoicos, me sentia el rey del mundo para las chicas, todas caian rendidas. Solo con lanzarles una mirada lasciva, deseaban tener sexo conmigo. Pero ahora estoy esperando a Hanna, mientras doy un casto sorbo a un whisky sin hielo; para que el sabor sea mas intenso y arda en mi interior. Sonrio al recordar el primer dia que la vi, como no, gracias a Abi, la actual mujer de mi mejor amigo Mike, ella fue la encargada de llamarla e invitarla a ver un partido de futbol a mi casa. Cuando la vi, mi entrepierna se endurecio, apenas podia disimular el efecto que causo. Me basto unos segundos para estar seguro de que ella era diferente al resto, su forma de mirarme me penetraba, incluso podria decir que me retaba. Jamas una mujer me habia mirado de aquella forma. Y eso fue lo primero que me cautivo, era una mujer dominante, y no sabeis como. Se me escapa una sonrisa mientras lo recuerdo. Muevo el vaso en circulos y miro a mi alrededor, pero nada de lo que veo es lo que espero. Mi mente se traslada de nuevo al primer dia que la vi. En cuanto nos quedamos solos, la invite a tomar una copa; a la vista de todos me la queria ligar, llevar a la cama, pero los dos sabiamos que iba a ser una demostracion de poder. Y asi fue, al llegar al salon de mi casa lanzo la copa que sujetaba entre mis manos al suelo, y me arranco la camisa. Pocas mujeres habian conseguido dejarme estupefacto, pero ella lo logro. Comenzamos a luchar el uno con el otro por dominar las riendas de la pasion. La cogi en volandas apretando sus gluteos contra la pared, reteniendola, pero sus besos, su sabor, vencian a mi mente logrando recuperar el control y lanzandome sobre el suelo para contonear sus caderas sobre mi vientre, a la vez que su ropa desaparecia lentamente de mi campo visual. Mi garganta se congelo al sentir el trago de alcohol que la recorria. Mi mano se dirigio a mi ereccion, resople y mire hacia la puerta, pero ni rastro de ella, comenzaba a pensar que no vendria. Mire a mi alrededor sabiendo que era observado, muchas chicas esperaban ser las elegidas, alguna pareja tentandome a participar, pero debia esperar un poco mas. Tope con la mano mi miembro, estaba descontrolado, necesitaba liberarse y no lo podia ocultar, pero no era el momento. Maldije entre dientes. Sabia que en aquel lugar era un reclamo pero yo no acudia solo, no en este ultimo tiempo, busque en mi bolsillo el telefono movil y lo saque en busca de un mensaje, algo que indicara que iba a venir. Cuando la luz ilumino tenuemente el lugar en el que me encontraba, vi un mensaje, sonrei sabia que era ella. "Ven a casa necesito tu ayuda" --Joder Abi ahora no --farfulle, mientras volvia a lanzar una mirada al local. Estaba solo, esperando, pudiendo entrar y devorar a cualquier mujer de las que esperaban delante ansiosas, pero no, dudaba en largarme y hacer caso a la peticion de auxilio de mi amiga. Estaba claro que no era mi noche, asi que me bebi el whisky de un trago, le lance cincuenta dolares a la camarera que sonrio agradecida y camine hasta mi descapotable, mi nuevo coche, el reclamo de las nenas. Acelere en direccion a la zona mas privilegiada de Manhattan donde vivia el idiota de Mike, si ese que estaba jodiendo mi noche, pise el pedal aumentando la velocidad y continue hasta llegar a su casa. Cuando entre por la puerta me recibio ella con un gran abrazo mientras repetia en mi oido cien veces gracias por haber ido, no podia negar que al fin y al cabo era la mejor mujer para mi amigo, una cabezota testaruda que se lo ha hecho pasar mal. Aun recuerdo el dia que me entere del secreto que esta guardo durante un ano; estaba palido, y sin habla, por fin una mujer le demostraba que no queria ni su empresa, ni su dinero, asi es Abi. La pena que mi amigo me haya prohibido proponerle una noche, no quiere compartirla ni con su mejor amigo. Cualquiera querria probar ese bombon una noche, pero debia respetarlos y dejarla al margen de mis relaciones. --Donde esta el capullo de tu marido. --?Lo preguntas?

  • Ellas hablan de Miriam Toews

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    Durante anos, en la recondita colonia menonita de Molotschna, decenas de mujeres han sido sistematicamente drogadas y violadas mientras dormian. Despertaban doloridas y sangrando. La comunidad se empenaba en mantener que todo era producto de su absurda imaginacion, o quiza del demonio, que las castigaba por sus pecados. Los violadores, sin embargo, eran hombres de la propia colonia: tios, hermanos o vecinos que finalmente acabaron en prision pero que en apenas dos dias seran liberados bajo fianza y regresaran a casa. Ocho de esas mujeres que padecieron abusos y violaciones estan a punto de reunirse en secreto para tomar una decision que determinara su futuro. ?Que deben hacer? ?Perdonarlos, como pide el Pastor? ?Responder a la violencia con mas violencia? ?O marcharse para siempre?

  • Una vida con angeles de Tania Karam

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    Descubre como los angeles se comunican contigo

  • Sendero de Luna de Patricia Diez Diez

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    Raquel se tropieza con la tabla de madera que sobresale del suelo de su habitacion, en la casa que le han dejado como maestra del pueblo: por suerte, no se ha hecho ningun rasguno con la punta de hierro que con el impacto se ha quedado al descubierto. Los poros de su piel brillan con el sudor y su agitada respiracion apenas le da tregua. Arrastra su gran maleta mal cerrada con un trozo de media negra colgando por fuera: las cuatro ruedas se tambalean al intentar salir a toda prisa atravesando el pasillo hasta el coche, que esta aparcado al lado de la verja de hierro de su jardin, en la plaza del pueblo. --!Raquel! --Una vecina de unos sesenta anos con piernas gruesas y el bolso a cuestas intenta llegar hasta ella--. ?Ya te vas? Raquel no se gira y sigue cruzando la plaza con la maleta a rastras. --!Si solo llevas aqui tres semanas de curso! --insiste la vecina que se ha parado a mitad de camino. --!No! !Que me voy, que me voy ya! --Raquel sigue sin girarse. Busca las llaves en sus bolsillos con la mano que tiene libre, pero cuando las encuentra se le caen. La vecina no deja de observarla negando con la cabeza: --Ni siquiera ha terminado septiembre, ?adonde vas a ir tu? Al agacharse, Raquel aprovecha para mirar hacia la derecha y despues hacia la izquierda, y asi cuatro veces seguidas antes de recogerlas del suelo. --Vamos, vamos --se dice apretandolas e intentando abrir el coche con ellas a pesar de los temblores de su mano. Cuando entra, tira como puede la maleta en el asiento del copiloto, cierra con el seguro las puertas y arranca el motor: entonces respira mejor, aunque le tiritan los dientes. Los giros bruscos que da hacen que el coche se desvie de la calzada y pierda uno de los retrovisores. Diez segundos despues, sale a la carretera principal y lee el cartel de la entrada con el nombre de ese pueblo al que no desea volver: Sendero de Luna. Capitulo 1. DESDE MI HABITACION Estoy agotada, no he pegado ojo en toda la noche. Marrusco, el perro de Esther, mi mejor amiga y companera de piso, ha hecho de las suyas y me ha pegado el culo a la barriga. Apenas me ha dejado hueco en la cama. Estornudo tres veces seguidas. El calor que desprende con ese pelo rizado hace que me destape incluso ahora en octubre, asi que cuando se cuela sigiloso por la noche en mi habitacion, suelo acatarrarme despues. Pero no me importa: a Esther le ha salido un trabajo de secretaria para cubrir una baja por maternidad en su ciudad y tendre que separarme de ellos en dos semanas. Ella no puede vivir sin el y aunque sabe que yo tampoco, el perro es suyo. Marrusco se despereza en cuanto le acaricio el morro y viene a por mi cara. Tiene la lengua humeda y caliente, pero no le huele el aliento, asi que le peino los rizos con un ligero masaje para que no se vaya de la cama. Hace cuatro anos, cuando empece la carrera, ni siquiera sabia que los perros de agua existian y, desde que conozco a Esther, soy la que mas le peina de toda la casa, aunque, aun asi, el sofa del salon en vez de beige parece negro de tantos pelos. Aparto la cara a un lado y me apoyo sobre una de las almohadas que suelo dejar a la izquierda de la cama. Me encanta mi habitacion, tiene las mejores vistas de todo el piso y puedo incluso ver la estatua de Guzman desde aqui. "Si no te gusta Leon, ahi tienes la estacion", mama solia decirmelo cada vez que pasabamos cerca y lo veiamos senalar en direccion a la estacion de autobuses. Y cuando yo miraba hacia el cielo, aprovechaba para hacerme cosquillas. A ella siempre le dolia, asi que solo se lo hacia un poco hasta que se quejaba. ?Y que le voy a hacer? Canta Lucas, mi otro companero de piso, desde la cocina con la musica puesta mas alta de lo que me gustaria. Vuelvo a acordarme de la pesadilla de ayer: llevo cuatro en lo que llevamos de semana y aun estamos a viernes, estoy batiendo el record. --!Yo si que no se que voy a hacer! --le grito tumbada intentando que me oiga. Unos segundos despues, veo que la puerta se abre de par en par y Lucas asoma los segundos rizos mas suaves que he tocado despues de los de Marrusco, no me extrana que su padre siempre le llame para que le ayude en la peluqueria. Despacio va cruzando el espacio de la puerta mientras me mira. --Pero ?que haces? --le digo mientras le veo sacudir los brazos al ritmo de la musica para hacerme reir. --Bailar, Mencia, ?no lo ves? --Mueve tambien la cabeza como si fuera un egipcio y pone los morros hacia afuera--. Venga, !que vea esos mofletines! !Sonrie! No se como lo hace, pero siempre consigue hacerme reir y, cuando se da cuenta, se queda quieto y sonrie satisfecho apoyandose en el marco de mi puerta. Marrusco se despereza bajando de la cama y estirando el cuerpo todo lo que puede. Despues se acerca a Lucas agitando el rabo porque ya sabe lo que le espera. Lucas lo coge entonces en brazos: --!Que morro tienes! !Eh, Marruski! --le dice al tener su cara a menos de diez centimetros de la suya--. !Que ojazos! --Pues son color miel, como los mios --le contesto. --Por eso --responde. Intenta entonces evitar mi mirada nerviosa. Y yo decido cambiar de tema. --?Seguro que no te pesa? Mira que son como quince kilos... --Sabes que no. --Hace un gesto de contener el aire en la boca--. Bueno, que, ?unas tostadas? --Arquea las cejas. Cuando veo a Lucas en el pasillo, no puedo evitar recordar el miedo que me daba de pequena salir por la noche de mi habitacion. Mama siempre me dejaba la puerta medio abierta porque yo tenia miedo a la oscuridad. Oia voces, que creia que eran pesadillas y no me dejaban dormir. Por la manana, me levantaba y ponia el dedo gordo del pie derecho tanteando las baldosas del pasillo y lo quitaba enseguida, para salir. Y asi una segunda vez. Como no pasaba nada, a la tercera salia corriendo al bano a hacer pis despues de aguantarme durante horas. --?Tu no habias quedado hoy con Noe…con la innombrable? --le pregunto sacandole la lengua. --Uff, calla, por favor, te juro que no vuelvo a emparejarme con una persona tan mala... -- niega con la cabeza apretando la mandibula. --Pero ?que ha pasado? --Ahora me siento mal por haber sacado el tema. --?Te parece poco haberme puesto los cuernos incluso despues de haberla perdonado? --No, no, pero eso ya fue hace mucho, ?ahora que quiere? --Por lo visto, tiene todavia cosas mias que me quiere devolver…no se... --responde cabizbajo y enseguida vuelve a hacer una mueca graciosa para cambiar de tema. Suena mi movil y mientras me rio, Lucas cierra la puerta de mi habitacion inclinandose a modo de reverencia y volviendo a bailar. Veo en la pantalla un numero que desconozco. --?Si? --Buenos dias, me gustaria hablar con la senora Torres, por favor. Pestaneo dos veces y saboreo como suena esa frase. Desde que renuncie al apellido de mi padre, apenas nadie me ha llamado asi. --Si, soy yo. Un silencio muy incomodo se aposenta sobre la llamada, hasta que la voz femenina que hay detras arranca de nuevo: --Si, vera, le llamo de la Consejeria de Educacion en relacion con un puesto vacante como docente en Sendero de Luna, esta cerca del Pantano. Por supuesto, seria temporal, mientras sale la plaza de propietaria. --Si --respondo casi de forma mecanica, sin creerme del todo lo que estoy oyendo. --La maestra del pueblo ha tenido que ausentarse por motivos personales durante unos meses y usted es la primera de la lista para el puesto de interina. ?Estaria interesada? --Yo...bueno...eh...sss.... --Tranquila, le envio la documentacion por correo electronico y tiene hasta manana por la manana para pensarselo. En caso de que no tengamos ninguna respuesta por escrito, la vacante pasara automaticamente a disposicion de la siguiente persona de la lista. Confirmo mi email y quedo a la espera de recibirlo cuanto antes. Aun no me lo creo: no se si alegrarme o echarme a llorar. El corazon me palpita sin cesar, fuerte y con un ritmo mas alto de lo normal. Llevo anos esperando esta llamada y, aun asi, no consigo aclarar si es algo bueno o malo. Me levanto y decido que las grandes elecciones siempre se deben tomar con dos tostadas de aceite y miel y un zumo de naranja natural.

  • Y si fuese tu de Alexia Mars

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    Muevo la cabeza al son de la musica, cojo una lata de pepinillos en conserva y me la acerco a los labios a modo de microfono, abro la boca y me marco un playback. El rock invade cada poro de mi piel y el de mis companeros. Todos bailamos junto a Bon Jovi y su Livin’ On A Prayer. Me vengo arriba en este punto. Tiro la diadema, pego un salto, lanzo un grito desgarrador que arranca una risa en Sugar y me despeino como una loca. Sugar se pone en pie y menea su cuerpo como si le hubiese dado un telele y siempre mirando de reojo a la puerta, por si el Basilisco aparece. Llega el estribillo y doy vueltas y saltos. En este momento soy libre, todos lo somos. Sugar se sube a la silla, abre los brazos y emite varios graznidos descompasados mientras Antonio, el encargado del armamento, coge un rifle descargado y lo convierte en una guitarra. Se pone de rodillas y toca mientras todos lo coreamos. Este es el mejor momento del dia. La primera cancion y la ultima. La tienda se abre a las diez, pero nosotros llegamos a las ocho para prepararlo todo. Trabajamos en Survivor, un pequeno local dedicado a la supervivencia. Y nuestro jefe, Herman, un aleman afincado en Valencia por amor, no es muy dado a la chachara. Bueno, ni a la musica, ni a las risas, ni a casi nada, en realidad. Nadie habla con nadie durante las horas que pasamos aqui. De hecho, Jose Maria --o Sugar, como le gusta que le llamemos porque dice que es muy dulce --, el genio de la informatica, esta en la cuerda floja porque ha recibido varias broncas por distraerse. A mi, la unica mujer empleada, se me somete a un examen todos los viernes y he de demostrar que voy avanzando en esta especialidad --armamento y supervivencia-- sacando un ocho o mas. Cuando hablo de examen es examen, eh. Con una mesa, un folio y la cara agria de Herman mirandome fijamente hasta que termino el cuestionario. ?Que por que aguanto esto? Bueno, pues porque a pesar de lo malo, me encanta mi trabajo. Soy estilista de latas de conserva y, aunque suene algo ridiculo, se me da muy bien. Dejo unos pasillos tan apetecibles, que todos los clientes que entran comprando cosas como pedernales, trampillas o canas de pescar acaban llevandose una buena provision de alimentos. Y, por otra parte, tampoco es que haya muchas ofertas de esta profesion para elegir, me aventuraria a decir que pocas o ninguna. Ni siquiera yo conocia el puesto hasta que cinco anos atras vi que lo ofrecian y me apunte. Siempre se me ha dado bien decorar, asi que pase la prueba y aqui sigo. La otra razon es la hipoteca. Y, ahora, con una bebe de nueve meses, como que no es momento de lanzarse a la piscina. Cuando no decoro los estantes, me dedico a las redes sociales de la tienda y llevo la web junto a Manel, un community manager en practicas. Estaria realmente bien si no fuese por Octavia Rayuela y Perez, la mujer del jefe. El y del apellido se lo pone ella porque le da notoriedad, segun dice. Lo cierto es que Octavia Rayuela es tan complicada como el libro de Cortazar. La apodamos el Basilisco porque destila tanto veneno como el ser mitologico. Esta es la unica hora en la que podemos relacionarnos, asi que aprovechamos, aunque siempre hay uno que monta guardia. Hoy es lunes, por lo que Herman vendra acompanado de su mujer, quien siempre nos da una nada grata visita al inicio de semana. Mi walkie talkie amarillo, colocado en la cintura, se enciende y la voz de Roberto sale en forma de grito: --Todos a sus puestos, repito, todos a sus puestos. !Llega el Basilisco! Corremos hacia nuestros lugares de trabajo, apagamos la musica y eliminamos cualquier vestigio de vida. Segundos despues oimos un motor, se apaga y, a continuacion, unos tacones. La puerta se abre y un hombre de unos cincuenta, delgado y vestido de forma deportiva aparece junto a su trajeada mujer. Ella, como siempre, toma la palabra: --Buenos dias, senores. --Se atusa el mono castano y se quita las gafas de sol. A mi me ignora. --Buenos dias, Octavia. Herman. --Al saludo de Antonio le sigue el del resto de empleados, incluido el mio. Pasa por mi lado y me sonrie. Su extravagante perfume me marea; esta mujer parece que se bane en el. --Querida, ?como estas? --Se acerca y revisa mi trabajo con ojo critico. Asiente satisfecha. --Bien. Como siempre. --Como se que realmente no le interesa, no me explayo. --?Seguro? No tienes buena cara. --Angela no duerme mucho, todavia es muy pequena. Nos despierta cada hora y aunque nos turnamos... --Lo digo para que te maquilles un poquito mas --me corta--. Recuerda que estamos cara al publico. Hay que dar buena imagen, Belen. Creo que mi corrector te iria de fabula, disimula muy bien las ojeras. Es de L’Oreal, luego te enseno una foto y asi te lo compras. <>, replico en mi mente mientras le sonrio tirante. Asiento. Llama a Herman y este le da alcance. Le susurra algo en el oido y ambos me miran de forma penetrante; tanto, que mi estomago se contrae. --Queremos hablar contigo, Belen. ?Puedes seguirnos al despacho, por favor? --La peticion de Herman me pone los pelos de punta. Quiero gritar, llorar. ?Van a despedirme? No, por favor. Le digo que si con un hilito de voz y arrastro mis pies hacia el fondo del local. Entramos y Octavia cierra la puerta. --Toma asiento, Belen --me pide mi jefa mientras se quita la americana. Herman se sienta en el borde de su mesa y me encara. Espera a que Octavia tome posicion a su lado y fijan los ojos en mi. Dejan pasar un angustioso silencio. Trago saliva. --Belen, llevas cinco anos aqui. --Si... --musito casi sin voz. Tengo la garganta seca. --Y queriamos hablar contigo de algo sumamente importante. --Vale --respondo sin saber que mas decir. !Me van a despedir, joder! --Hemos sopesado tu peticion del mes pasado y hemos decidido aceptar --declara Herman con ojos chispeantes. --Vamos a darte ese aumento --lo apoya Octavia con una gran sonrisa y una palmada. En este punto tengo que coger aire porque mi mente todavia no ha reiniciado. No van a despedirme, van a... ?Un aumento? !!Por fin!! Poco a poco mis labios van ensanchandose hasta formar la sonrisa mas grandiosa de todas. El corazon me late tan deprisa que va a estallarme. --Aguarda unos minutos. Ahora volvemos --me pide Herman. Los dos desaparecen por la puerta que da al almacen y me dejan sola. Rapidamente saco el movil y con manos temblorosas y muy feliz tecleo un mensaje para Adrian, mi marido. Belen: He conseguido un aumento. Hoy toca celebracion. Adrian: ?En serio? Enhorabuena, carino. Te dije que tarde o temprano esos dos se darian cuenta del diamante que tienen a su lado. Estoy muy orgulloso de ti. Nos vemos esta noche y brindamos. Belen: !Que contenta estoy! No me lo creo. Adrian: Te lo mereces. Eres la mejor. Belen: Bueno, carino, te dejo que ya sabes como se pone Herman si sacamos el movil. Adrian: Esta bien. Te quiero.

  • MALDITAS de A. Hattaway

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    Alba sufre parasomnias, terrores nocturnos que la llevan a deambular por la calles de Barcelona hasta despertarse frente al cadaver de una joven, en unos de los lugares mas misticos de la ciudad.
    Un asesinato ritualizado y la aparicion de un antiguo manuscrito haran que la policia tenga que abandonar cualquier metodo convencional y usar tecnicas menos ortodoxas para descubrir al asesino y todos los misterios que se van abriendo.
    Quien mato a Ana Garcia y por que Alba la encuentra en su primera noche en una ciudad a la que acaba de llegar, no seran las unicas incognitas a desvelar en un Thriller psicologico impredecible de perdida y supervivencia que celebra la inquebrantable fuerza del destino a tres tiempos.

  • Las dos muertes de Ray Loriga de Daniel Jimenez

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    En 2017, tras varios anos de silencio, Ray Loriga gana el Premio Alfaguara con su novela Rendicion. El escritor mas representativo de la nueva narrativa espanola de los noventa recupera de golpe la fama que habia ido perdiendo. El libro recibe buenas criticas y se agota la primera edicion, la segunda, la tercera. Ray concede entrevistas, bromea con los periodistas que le habian dado por muerto, acude como invitado a un late night. Luego viaja a Latinoamerica para promocionar su obra. La gira finaliza en Buenos Aires. Y alli, en un hospedaje del barrio de La Boca, aparece su cadaver.

  • Alice y el Conejo Blanco de Jess Dharma

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    Me llamo Alice y soy la princesa de mi imperio de narcotrafico.
    Mis cosas favoritas en el mundo son mis cuchillos y las setas alucinogenas. Las malas lenguas diran que cuando las consumo alucino porque veo al Conejo Blanco.
    Pero lo que nadie sabe es que ese es el apodo de mi padrastro, del que hui a los 16. De eso hace ya diez anos y me ha encontrado. Tiene una obsesion enfermiza conmigo. ?Podre escapar viva del Conejo Blanco, el mayor narcotraficante y asesino de todo Pircasen?
    Lo intentare, aunque pierda la poca cordura que me queda. Aunque puede que sea lo ultimo que haga.
    En esta locura de viaje me acompanan dos hombres: Marcus, mi guardaespaldas, un hombre frio como el acero pero que haria cualquier cosa por protegerme y Timido, un hombre de dos por dos que se sonroja cada vez que me insinuo. Los dos me atraen de una manera irracional, si tuviera que elegir a uno no sabria con cual quedarme.
    Aunque, ?quien dijo que en temas del corazon se tiene que elegir?

  • El estafador del amor de Natalia Divan

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    Antes de continuar, me cercioro por ultima vez de que estoy en el lugar adecuado: <>, leo en la placa de una fachada. Si, es aqui. Camino unos pasos esquivando a un par de ancianas que se mueven con dificultad, cada una de ellas sujetandose del brazo de la otra, y llego a la entrada de un edificio senorial, solemne y recientemente reformado. Sobre la puerta descansa anclado un distintivo 2 dorado. Este es un barrio de pijos. Me acerco al portero automatico y presiono el boton junto al cual hay una pegatina en la que se puede leer <>. --?Si? --pregunta una voz femenina a traves del telefonillo. --Eh, hola --titubeo nerviosa--. Soy Alizee. Ayer pedi una cita para... --Suba --la voz me interrumpe y, tras un zumbido electrico, la puerta se abre. Entro y cierta fragancia delicada me acaricia el sentido del olfato. No se trata del tipico ambientador en spray de marca blanca que se utiliza para disimular olores, ni mucho menos. Parece ser que en esta comunidad gusta bastante lo delicado, lo exclusivo. --Hola --le digo a la limpiadora. --Buenos dias --me saluda educadamente y vuelve a centrar la atencion en sus quehaceres. Subo en ascensor hasta el tercer piso. Alli, la puerta del 3o B esta entreabierta. Pego timidamente y entro. --?Le ha sido facil encontrar aparcamiento? --me pregunta con una sonrisa de oreja a oreja la recepcionista, que esta sentada tras un escritorio. Es una senora de unos sesenta y pico anos que viste de forma muy elegante y que es bastante sexy. --He venido en metro. --Le devuelvo la sonrisa. --!Ah! --Ella hace una mueca. Supongo que la gente que contrata los servicios de un detective no es gente que, en general, suela usar el transporte publico. Eso es muy lower-class. En este momento me replanteo si, de verdad, puedo permitirme desembolsar tanto dinero en esto. --Agustin la atendera en un momento --dice la mujer, centrando su atencion en un monton de papeles que comienza a ordenar--. Puede ponerse comoda. Dicho y hecho. Me siento en un confortable sillon que hay en la entrada y me dedico a admirar la decoracion: muebles buenos y modernos, plantas naturales, bastante luz que entra a traves de las amplisimas ventanas, elegante papel de pared, un titulo enmarcado de detective reconocido por el Ministerio del Interior... Un pasillo parece conducir al resto de las estancias del piso, imagino que esto es una casaoficina. En la habitacion en la que me encuentro hay, ademas, una puerta cerrada a cal y canto con un cartelito de metal incrustado que reza <>. Lo mas probable es que Agustin este ahi dentro, tras el letrero. Miro de soslayo a la recepcionista, que continua poniendo orden en su escritorio. ?Estaran Agustin y ella casados? Tras cinco minutos de espera, la puerta que estaba cerrada se abre y, al otro lado, aparece un senor trajeado, canoso, alto y languido de la misma edad que la recepcionista. --?Alisei? --Me dirige una mirada. --Alizee --le corrijo la pronunciacion. --Disculpe. Pase. Entro en su pequeno despacho, en el que me siento como atrapada en una jaula por la falta de ventanas y las numerosas estanterias repletas de libros que tocan el techo. Ambos tomamos asiento, cada uno a un lado de un escritorio de roble. --Bueno... --dice lentamente mientras entrelaza las manos, como si no supiera por donde empezar--. Mi nombre es Agustin, aunque eso ya lo sabra. ?Te parece bien que nos tuteemos, Alizee? Ahora lo he dicho bien, ?verdad? --Si --respondo con una risilla nerviosa--. Mejor nos tuteamos. --Sofia, la recepcionista, me ha dado algunos detalles sobre lo que necesitas, pero mejor que me lo expliques tu misma. --Pues --mientras hablo me fijo en que sus ojos, cansados por el paso del tiempo pero todavia hermosos, son celestes como el cielo-- quiero investigar a mi pareja. --?Hombre o mujer? --pregunta mientras comienza a realizar anotaciones. --Es varon. Se llama Marcos. --Dejame adivinar: crees que te es infiel con alguien --sugiere sin dejar de escribir--. Una amiga, quizas. --No... --!Vaya! --Da un chasquido con los dedos--. Suele ser eso. Entonces, ?de que se trata? --Creo que mi novio no es quien dice ser. Temo que me ha estafado y que me engana, pero no estoy segura. No se que pensar. --Interesante... --dice rascandose la barbilla--. ?En que te basas para acusarlo de tal cosa? --Me llego un mensaje. Saco mi telefono movil del bolso, ingreso en mi cuenta de Instagram y le muestro el misterioso mensaje privado que recibi hace un par de dias de un perfil 'vacio', sin fotos, ni seguidores, ni seguidos ni ninguna descripcion, y cuyo nombre de usuario es <>, una sucesion aparentemente aleatoria de letras y numeros. Estoy convencida de que, quien sea que esta detras de esta cuenta, la creo con el unico fin de ponerse en contacto conmigo. Agustin lee el mensaje en voz alta: --<>. --?Que te parece? --pregunto intrigada por conocer su opinion --Ummh... --Se rasca ahora compulsivamente la cabeza, pensativo--. La imagen de la que habla, ?en ella apareces con Marcos? --Si. Es la primera que subo junto a el. Soy muy celosa de mi intimidad. --?Puedo verla? Asiento con la cabeza y le muestro la fotografia durante algunos segundos. Fue tomada en un restaurante por un camarero. --?Marcos sabe que la has subido? --No. Mi novio ni siquiera tiene redes sociales. --!Oh!... ?Que edad tiene Marcos? --La mia. Veintinueve. --?Alguien menor de treinta anos, en pleno 2019 y que no tiene ni una sola red social? --Entiendo lo que estas sugiriendo. Confieso que a mi tambien me parecio raro al principio, pero tampoco es como para desconfiar... ?O si? --Mira, te sere claro, Alisei... --Alizee --vuelvo a interrumpirle. --Disculpa. Como decia, existe la posibilidad de que, si, se trate de un estafador. A juzgar por el tono de desesperacion, ese mensaje que has recibido parece sincero, aunque podria ser completamente contrario a la verdad y perseguir algun oscuro objetivo como destruir vuestra relacion. Dicho esto, te advierto de que en los ultimos anos se han puesto muy de moda los conocidos como 'estafadores del amor'. --?Que es eso? --pregunto atonita, aunque ya formando una idea en mi mente de lo que puede significar. --Son personas, hombres en su mayoria, que se aprovechan de sus victimas haciendoles pensar que sienten grandes sentimientos hacia ellas. Se ganan su confianza, a veces logran meterse en sus casas, les apartan de sus familias y amigos y les sacan todo el dinero que puedan. --Oh, mon Dieu. --Me llevo la mano a la boca al ver similitudes respecto a mi relacion con Marcos. --Pero no seamos negativos, por favor. Al menos, no todavia. No tenemos ninguna prueba solida para acusar a tu novio de nada. --Le da un pequeno sorbo a su botellita de agua. Parece tener la lengua seca de tanto hablar--. Estos estafadores suelen aprovecharse de individuos debiles, psicologicamente hablando. Gente que no tiene muchos amigos, gente timida, que esta sola, maleable... Gente mas facil de enganar. ?Te sientes identificada? --No me considero una persona debil ni timida --respondo con total sinceridad--, pero, cuando lo conoci, yo estaba sola. Acababa de llegar a Espana. --Ahi esta --exclama Agustin chasqueando los dedos, como si acabara de descubrir la clave --. El fue tu apoyo, ?verdad? --Si. Me ayudo muchisimo. --Alisei, necesito que me lo cuentes todo. Como lo conociste, cuando, que me des detalles de su actitud a lo largo de todo este tiempo... No te dejes nada en el tintero ?de acuerdo? --La historia es un poco larga --le advierto. --Descuida. Tengo toda la tarde para escucharte. --Pues vamos alla... Tomo aire y me preparo para hacer memoria y hablar sobre todo lo que se de Marcos.

  • Piel de letra de Laura Escanes

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    Cada piel es un mundo por descubrir.

  • Tu, mi salvacion de Aeryn Anders

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    El dia desperto encapotado, ni un resquicio de sol se oteaba en el horizonte. Sofia miro por la ventana y suspiro. Lo que menos deseaba era asistir a la reunion que cada ano por aquellas fechas se celebraba. Su unica ambicion del dia era sentarse frente al ordenador e intentar avanzar en la novela que estaba sumergida mas de siete meses, y todavia no conseguia la conexion deseada. Las idas y venidas del hospital consiguieron que perdiese el hilo de ella, y meses despues, ahi seguia, con la mente en blanco. Miro el reloj y despues volvio a avistar el cielo, seguia igual de gris que su estado de animo. Llevaba encerrada en casa mucho tiempo, no era problema para ella, se habia acostumbrado a su soledad y en cierto modo, le encantaba pasar las horas sentada en el sofa leyendo mientras la musa no hacia acto de presencia. El pitido del movil hizo que dejase de mirar el torrente de agua que la avisaba de que tenia que buscar una excusa para quedarse en casa, llevaba meses sin ver a sus amigas, pero la desazon que sentia tampoco la animaban a dar el paso de meterse en la ducha para prepararse. Leyo el WhatsApp de Carol: [?] Hoy no salgo de casa con la que esta cayendo. Pasarlo bien. Suspiro al verlo. Tenia la razon que andaba buscando casi una hora para dar un nuevo planton al grupo. Pero, sin saber bien el porque, algo en ella se activo. Por primera vez, aquella manana algo la insto a que debia pasar por la ducha, ponerse su ropa favorita e ir a la comida que hacia mas de un mes estaba prevista. Con determinacion marco el numero de Carol. Se llevo el telefono a la oreja canturreando la cancion que sonaba por los altavoces. Tuvo que insistir, Carol era impredecible, podria tener el telefono en las manos y no contestar. Al final, su amiga descolgo. --?Has visto como llueve? --Ni buenos dias ni un hola precedieron la frase. Entre ellas no hacia falta. Sofia se acerco a una de las ventanas de su despacho, se estremecio al ver que era imposible ver mas alla de un metro, la cortina de agua lo opacaba todo a su alrededor. --Si, no hace dia para salir de casa, y mucho menos para comer en una terraza. --?De quien fue la idea? Sonrio al recordarlo--. Mia. --Tu y tus manias. Se miro la cicatriz, desde aquella manana de verano todo en ella habia cambiado, incluso su forma de ser. --Ya sabes que paso mas tiempo entre cuatro paredes que al aire libre, para una vez que me decido a salir no quiero encerrarme en otro sitio --aclaro, aunque era algo que todas ellas sabian--. Anda, animate. Llevamos planeandolo mas de un mes. --A ver si te aclaras, nena. Has sido la primera en preguntar si quedariamos al final. --Se lo que he dicho, pero quizas sea el dia perfecto para vernos. Piensa que no habra mucha gente por el centro ya que la mayoria no estaran tan locos como nosotras para salir con estas lluvias. --El restaurante que teniamos contratado nos ha cancelado la reserva, dice que no puede montar las carpas con la lluvia. Inspiro profundo, algo dentro de ella le gritaba que era el dia perfecto para salir, debia dejarse llevar como ocurria antano. --Buscamos otro. Venga, lo pasaremos bien. ?Cuanto tiempo hace que no nos pegamos una fiesta juntas? --Es que hay que echar instancia para verte --dijo riendo alto--. Joder, nena, que a los americanos les costo mucho menos encontrar a Bin Laden que intentar dar con tu paradero. Sofia sabia que llevaba razon, desde lo sucedido se habia recluido en casa, en ocasiones, hasta pensaba que se estaba volviendo mas ermitana de lo que de por si ya era. Aquello marco un antes y un despues en su vida, fue como un salto en el tiempo que deseaba con todas sus fuerzas olvidar, aunque el dia a dia se empenaba en recodarselo a cada segundo que transcurria. --No seas exagerada, estoy donde siempre. --Si, aislada en tu cueva. --Bueno que, nos vemos a las dos en Las Salinas. Carol sopeso la idea, Sofia la conocia tan bien que sabia que solo necesitaba un empujoncito para cometer la mayor locura del ano. Dio un pequeno salto al escuchar el estruendo del trueno, no quiso mirar por la ventana, sabia que no iba a gustarle lo que veria y seria un nuevo impedimento para terminar de convencerla. --Esta remitiendo. --Oyo decir a su amiga. Cerro la boca para no decir que en su zona, proxima a la del restaurante, estaba apretando de nuevo y las calles parecian rios del agua que transportaban. --Si, parece que quiere terminar de llover. --Mintio, necesitaba salirse con la suya. --Estas como una cabra. --Solto de repente--. Estamos como cabras, estaremos solas en el centro. --Deja de quejarte y vete a la ducha. Ah, ponlo en el grupo. --Sofia recordo algo importante y maldijo--. Puede que me retrase unos minutos. Dejo el telefono sobre el escritorio, realmente no estaban muy cuerdas, pero ya se habia decidido a no quedarse, otro dia mas, encerrada entre sus cuatro paredes, aquellas que le conferian su seguridad, donde nada se salia de lo comun y no habia imprevistos. Fue directa al bano, necesitaba comprobar si sus sospechas eran o no acertadas. Abrio el grifo del agua caliente, cinco minutos despues injurio por lo bajo, su casa no era de esa epoca, se habia quedado anclada en la Edad Medieval. Preparo la mochila con lo necesario. No lo penso mucho, se hizo con sus vaqueros favoritos, aquellos que no aceptaban un roto mas. La camisa blanca y negra que tambien combinaba con el intenso azul del tejano. La chaqueta, tenia mas que claro la que se pondria, mitad vaquera mitad piel. Jugueteo con las decenas de collares que pendian de los ganchos y encontro el que andaba buscando, lo miro con recelo, seria la primera vez que lo utilizaria, solo lo compro por los recuerdos que le ocasionaban. Sin pensarlo lo introdujo en la mochila. Salio a la cocina topandose con sus padres, habia regresado hacia justo un ano, los motivos fueron varios y en aquel momento no quiso parar a pensar en su futuro y en todo lo que se vio obligada a renunciar, solo tenia una cosa en mente; pasar el mejor sabado de su vida o, por lo menos, el mejor del ultimo ano. --No perdonas ni la lluvia. Escucho el quejido de su padre. Lo ignoro, por fin, se encontraba de buen humor, los dias grises se estaban disipando, aunque no alcanzaba a lograr cual era el motivo para sentirse tan viva, tan llena de vitalidad que la estaban obligando a salir un dia tan feo. --Me marcho a ducharme, otra vez estamos en la prehistoria. Si viene Claudia antes que yo, que me espere. Claudia era otro miembro del grupo de amigas. Entre las dos se habia instalado cierto distanciamiento, Sofia era consciente de que ella tenia gran parte de culpa, pero tambien era verdad que el sentimiento seguia tan latente como siempre, las amistades no se pierden por un simple bache en el camino, no las de verdad.

  • La cautiva del highlander (Al tiempo del highlander 1) de Mariah Stone

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    C P R OL O G O astillo de Dunollie, fiordo de Lorn, Escocia, 1296 LA CRUZ EN LLAMAS ARDIA. Bum. Bum. Bum. El sonido de cientos de palmas tocando los tambores resonaba en el pecho de Craig Cambel al mismo ritmo que su corazon. Detras de el, esperaban doscientos miembros del clan Cambel. Todos habian respondido a la antigua llamada de la cruz en llamas, que ardia junto al caballo del jefe del clan. La llamada a derramar sangre. La llamada a restaurar el honor. La llamada a rescatar a un ser querido. El castillo de Dunollie, hogar del clan MacDougall, se erguia ante Craig. Tenia cuatro muros cortina, un gran porton, que se hallaba justo enfrente de los Cambel, y una simple torre cuadrada de tres pisos integrada en la esquina derecha. Sobre el techo y los muros, los arqueros estaban preparados, las cuerdas tensadas y las flechas apuntadas hacia Craig y sus hombres. Sin embargo, los Cambel prepararon sus propias flechas de fuego para responder. El ariete se encontraba listo delante del porton y los guerreros disponian de algunas escaleras de asedio largas y reparadas, asi como tambien de otras recien construidas. Sir Colin Cambel, jefe del clan y abuelo de Craig, levanto un brazo y todos los tambores se silenciaron al mismo tiempo. --!John MacDougall! --El grito llego lejos, se alzo hacia el cielo plomizo e hizo eco entre las piedras y las paredes--. !Dejate ver! Los arqueros que se hallaban parados en la muralla titubearon y luego le cedieron paso al hombre que aparecio entre ellos. --Cambel --grito el recien llegado--. ?Vienes a devolverme mis tierras? --Las tierras me las concedio el rey Juan de Balliol y ya no son tuyas. --Claro, y tu estabas ansioso por aceptarlas. No olvides que aun eres mi vasallo. --Parece que eres tu quien esta olvidando las cosas. Cosas como el honor. Cosas como cumplir con tu palabra y proteger a tus vasallos. --Yo no le debo proteccion a ladrones. --?Ladrones? --Sir Colin escupio en el suelo--. ?Como te atreves? Devuelveme a mi nieta. Y, si sabes lo que te conviene, me entregaras al bastardo de tu hijo, que no sabe aceptar el no rotundo de una muchacha. Yo le ensenare a tener honor. Es evidente que su propio padre no lo ha hecho. Al recordar el dia en que su hermana Marjorie habia desaparecido, Craig apreto la mano alrededor de la empunadura de su espada claymore. Marjorie habia salido del castillo con su criada para ir a recoger hierbas para la cocina. Al poco tiempo, la criada habia vuelto sola, corriendo, gritando, temblando y con un profundo corte en la mejilla. A los Cambel les llevo dos semanas de busqueda e interrogatorios para descubrir quien se la habia llevado. Alasdair MacDougall. El hijo del laird. Craig apreto la mandibula, pues ardia de necesidad de encontrar al bastardo y liberar a su hermana. John MacDougall se quedo en silencio durante un momento. --Si quieres a tu nieta, sir Colin, tendras que venir por ella. Es la prometida de mi hijo y solo te la devolvere cuando mi hijo quiera que se marche. En las orillas de la bahia de Oban reino el silencio. En lo mas profundo de su ser, Craig sabia que ese dia no terminaria sin que se derramara sangre. Aun quedaba por ver si Marjorie habia sufrido algun dano. Un grunido de furia nacio dentro de Craig, se le elevo por la garganta y se difundio a todo lo largo y lo ancho del campo. Los MacDougall lo miraron. Los Cambel se tensaron; estaban listos para lanzarse a la senal de su laird. --Si tu hijo le ha tocado un solo pelo de la cabeza... --Craig escucho como su propia voz se alzaba en el aire--, hare que la mision de mi vida sea brindarle una muerte larga y dolorosa. Su familia rugio. Todos estaban alli: en el caballo de al lado, su padre, junto a los dos hermanastros de Craig, su abuelo, sus tios y sus primos. El resto del clan los siguio con las hachas y las espadas alzadas. Se volvio a oir un estruendo, pero esta vez no provenia de los tambores, sino del choque de las armas contra los escudos. --!Cruachan! --Sir Colin grito el llamado del clan Cambel a tomar armas, y el clan lo recibio. La palabra retumbo en el campo y los unio a todos como si fueran uno. La muerte podria estarles esperando, pero ellos moririan por su sangre. Por lo que era correcto. Y Craig moriria con gusto para salvar a su hermana. Los Cambel se lanzaron al ataque. Escudandose de las flechas que caian como granizo sobre ellos, llegaron hasta la torre. Sus propios arqueros lanzaron flechas de fuego hacia el castillo, y las primeras impactaron contra la estructura de madera que habia entre las paredes de piedra. La muerte eligio a sus victimas entre los Cambel. Los guerreros aullaban de dolor, la carne se desgarraba, y el olor metalico a sangre, suspendido en el aire, estimulaba la furia y el miedo de Craig. Craig siguio corriendo y finalmente llego al muro del castillo. El ariete impacto contra la puerta. Los Cambel colocaron las escaleras contra el muro. El enemigo comenzo a empujarlas hacia abajo, y algunas se cayeron. Otras se quedaron de pie, y los Cambel comenzaron a subirlas. A Craig le latia el pulso violentamente en la sien. Miro a la izquierda y a la derecha, tratando de ver mas alla de los hombres de su clan. ?Como podria colarse en el castillo sin que el enemigo se diera cuenta? Sostuvo el escudo sobre la cabeza y echo a correr hacia la derecha, a lo largo de la linea de los hombres de su clan, quienes estaban subiendo las escaleras de asedio. El plan del jefe del clan era asaltar los muros del frente y del oeste, que eran mas bajos, para que los MacDougall dirigieran la atencion a esos lugares. Pero no a los del este. Craig doblo en la esquina y corrio a lo largo del muro oeste de la torre, que llevaba al muro cortina. Se detuvo bajo tres ventanas: una en cada piso. Hasta ese momento, no lo habia visto nadie en la torre. Todos los arqueros estaban mirando hacia donde se encontraban la mayoria de los Cambel. Craig era buen escalador. Se coloco el escudo en la espalda, saco dos navajas de escalar y miro hacia arriba. Solo necesitaba llegar hasta la primera ventana. --No es mas que una montana empinada --se dijo a si mismo--. Y tu ya has escalado rocas empinadas cientos de veces. <>. Afortunadamente, los surcos entre las piedras eran perfectos para esas navajas. Craig clavo la navaja en la primera grieta, y el gesto le produjo tanta satisfaccion como si le estuviera atravesando el corazon a un MacDougall. Se impulso hacia arriba con un brazo y clavo la segunda navaja un poco mas alto. <>. Se volvio a impulsar y sintio que se le entumecian los musculos del hombro y los biceps del brazo a raiz del esfuerzo, pero la furia le alivio la tension. Cuando volvio a clavar la daga, se desprendio una mezcla de polvo y arena del hueco. Alguien grito en lo alto, y una flecha le paso volando muy cerca, pero aterrizo en el suelo. Craig miro hacia arriba. Los hombres sobre la muralla le apuntaban con flechas. <> Una flecha le rozo el hombro. Craig se apresuro; sin perder un solo momento mas, clavo el punal en la pared y siguio escalando. De pronto, sintio un ardor en el hombro: una flecha lo habia rasgunado. Craig ya casi habia llegado a la ventana. Tras una ultima punalada en la pared, logro alcanzar la cornisa. Metio el cuchillo en la ranura que habia entre las persianas de madera, desplazo el pestillo y, cuando este cedio, las persianas se abrieron de golpe. Acuclillado en la cornisa, Craig miro hacia el interior. Por todo el esfuerzo de la escalada, le ardian los musculos. La ventana daba a una habitacion. En una esquina, una vela titilaba lentamente y dejaba en penumbras la figura de una persona. Habia alguien de pie contra la pared, a la derecha de la ventana. Craig tomo una pequena piedra que se habia desmoronado de la pared y la lanzo hacia el interior de la habitacion. Un tablon de madera paso volando por la ventana. Craig tomo impulso y salto al interior de la habitacion. Luego de aterrizar, atrapo a una mujer, su atacante, y le sujeto los brazos detras de la espalda. Le apreto el punal contra la garganta. --Marjorie Cambel --le dijo--. ?Donde esta? La mujer era la esposa de John MacDougall. En un rincon junto a la cama, habia unos ninos acurrucados. Craig miro a su alrededor, pero no vio a nadie mas alli. --?Donde esta? --repitio subiendo el volumen y apretandole mas la hoja del punal contra la garganta--. No quiero hacerte dano, solo he venido por mi hermana. La mujer cerro los ojos con fuerza. --En el tercer piso --le respondio--. En la habitacion orientada hacia el este, al igual que esta. Craig la solto, desenvaino la claymore y abrio la puerta lentamente. Ojeo el pasillo. ?Acaso podia confiar en las palabras de la mujer? ?Y si lo estaba enviando hacia donde se encontraba la mayor resistencia? Bueno, en ese caso, ya lo averiguaria. Escucho unos pasos pesados al final del pasillo. El ariete volvio a arremeter contra el porton de madera. Craig subio rapidamente los estrechos escalones y se asomo por detras del hueco de la escalera. Dos centinelas corrieron hacia el. Una espada choco contra otra espada y un escudo, y asi comenzo la danza para la cual se habia entrenado desde que pudo sostener un arma. !Clank! !Saz! !Bang! Uno se cayo apretandose el corte que tenia en el costado y el otro quedo inconsciente. Craig subio corriendo el siguiente tramo de las escaleras. Los gritos provenientes del techo se escuchaban mas fuertes en el tercer piso. El olor a humo le lleno la nariz. El techo de madera debia estar en llamas, de modo que Craig necesitaba darse prisa y sacar a Marjorie de alli antes de que el fuego llegara al ultimo piso.

  • Mi mejor medicina de T. Rubio

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    Adam y Alice eran unos ninos cuando se conocieron en la habitacion de un hospital. Alice abandono el hospital y nunca mas recibio noticias de Adam. Diez anos despues, al tener que volver de nuevo al hospital, Alice, descubre algo que la deja impactada. A los pocos dias recibe una misteriosa llamada de alguien que dice ser Adam, sin dar explicaciones de donde ha estado todo este tiempo…

  • Ejemplaridad publica de Javier Goma Lanzon

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    Javier Goma, Premio Nacional de Ensayo 2004, propone la ejemplaridad como principio necesario y organizador de la democracia moderna.

  • Martina y su caja de zapatos, Maria Gallego de Maria Gallego

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    Martina vuelve a casa un dia antes de lo previsto y al entrar en su habitacion, la escena que contempla cambia su vida para siempre. Con casi cuarenta anos, una caja de zapatos llena de recuerdos y un marido que olvidar, comienza su nueva vida.
    Una noche recibe un mensaje anonimo que la invita a participar en un extrano y sorprendente juego.

  • Las cosas que perdimos en el fuego de Mariana Enriquez

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    El mundo de Mariana Enriquez no tiene por que ser el nuestro, y, sin embargo, lo termina siendo. Bastan pocas frases para pisarlo, respirarlo y no olvidarlo gracias a una viveza emocional insolita. Con la cotidianidad hecha pesadilla, el lector se despierta abatido, perturbado por historias e imagenes que jamas conseguira sacarse de la cabeza. Las autodenominadas <>, que protestan contra una forma extrema de violencia domestica que se ha vuelto viral; una estudiante que se arranca las unas y las pestanas, y otra que intenta ayudarla; los anos de apagones dictados por el gobierno durante los cuales se intoxican tres amigas que lo seran hasta que la muerte las separe; el famoso asesino en serie llamado Petiso Orejudo, que solo tenia nueve anos; hikikomori, magia negra, los celos, el desamor, supersticiones rurales, edificios abandonados o encantados… En estos once cuentos el lector se ve obligado a olvidarse de si mismo para seguir las peripecias e investigaciones de cuerpos que desaparecen o bien reaparecen en el momento menos esperado. Ya sea una trabajadora social, una policia o un guia turistico, los protagonistas luchan por apadrinar a seres socialmente invisibles, indagando asi en el peso de la culpa, la compasion, la crueldad, las dificultades de la convivencia, y en un terror tan hondo como verosimil. Mariana Enriquez es una de las narradoras mas valientes y sorprendentes del siglo XXI, no solo de la nueva literatura argentina a cargo de escritores nacidos durante la dictadura sino de la literatura de cualquier pais o lengua. Mariana Enriquez transforma generos literarios en recursos narrativos, desde la novela negra hasta el realismo sucio, pasando por el terror, la cronica y el humor, y ahonda con dolor y belleza en las raices, las llamas y las tinieblas de toda existencia.

  • Quien Mueve Los Hilos de Lorena Franco

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    CUANDO BUSCAS LA VERDAD CORRES EL RIESGO DE ENCONTRARLA Una mujer rica y de exito muere en el mismo momento en el que el hombre al que amaba aparece en la lista de pasajeros del fatidico vuelo de Germanwings estrellado en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015. Sara Mendieta, propietaria del edificio de la zona alta de Barcelona donde aparece el cadaver, sera el objetivo de la investigacion y la obsesion de los investigadores Joel Sanz e Isabel Morgado. Sexo, violencia, riqueza, asesinatos, en definitiva lo mas oscuro del alma humana. Todo ello orquestado por dos mujeres, fragiles y letales a la vez, que descubriran quien maneja los hilos.

  • Por fin es viernes de Javier Romero

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    INSPIRADA EN HECHOS REALES. Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habre vivido en vano (Martin Luther King).Esperanza. Una simple palabra que define esta preciosa y entranable historia de amor en la que Pedro, a pesar de su aspecto, luchara por hallar aquello que mas anora. Un hombre roto y desmadejado, como un muneco de trapo, que encontrara en Sara la razon para seguir viviendo; la unica razon.Una fabula, la busqueda de una quimera, pero, por encima de todo, una leccion inspirada en hechos reales que ensena el bien mas preciado y que, en ocasiones, dejamos morir en el intento: la esperanza es lo ultimo que se pierde.

  • Una vida mas contigo de Maryah Well

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    M Capitulo 1 3 de mayo de 1871. Amaretia, Yndral. irena estaba sentada en el salon de la casa de su yerno, el baron de Yndral, que se la habia dejado para que Leon, su hijo menor, encontrara a una futura esposa. El muchacho ya habia cumplido treinta anos y debia dejar de holgazanear en el galeon para ocupar el lugar que le correspondia como conde de Draulen, por lo que habia decidido que irian a otras tierras a probar suerte con las damas casaderas del pais. Llevaban dos dias en la casa y habian asistido a un baile cada noche, pero su hijo no parecia poner de su parte para cortejar a ninguna de esas muchachas. Y no es que no fueran bonitas, que lo eran, sino que, segun el, era como si tuvieran la cabeza hueca. Pues, no podia ponerse muy quisquilloso, ademas, debia tener en cuenta su nueva condicion que tampoco podia dejarsela ver a cualquiera. --Hijo, ?por que no dejas de lado la inteligencia de las damas y te decides por una? Como sigas rechazandolas vamos a tener que ir a otro pais y no soy tan joven como para aguantar tantos viajes --le dijo la mujer bordando sentada en el sofa tapizado con una hermosa tela amarillo palido. El aludido estaba de pie, mirando por la ventana, a la espalda de su madre, y resoplo molesto. --Mama, no puedo obviar esa falta de inteligencia. Me gustaria hablar y mantener una buena conversacion con mi esposa o me aburrire soberanamente --contesto Leon con su voz grave, aunque conciliadora, observando el jardin que se extendia por sus ojos, iluminado por los rayos del sol del crepusculo anaranjado. --De acuerdo. Tienes razon. Es que estoy cansada de tanto baile y de aguantar a las otras madres. Son insufribles. --Te propongo un trato --el chico se sento al lado de ella--. Si en dos semanas no encuentro a ninguna dama que merezca mi atencion, nos iremos a otro pais y sera el ultimo por esta temporada. ?Te parece bien? --Si no queda mas remedio --suspiro la mujer con resignacion. --Tengo el presentimiento de que encontrare una esposa esta semana. Vamos, ve a prepararte para el baile de esta noche. No quiero llegar tarde. Mirena dejo el bordado en el asiento que habia estado ocupando y subio las escaleras del vestibulo para llegar a su habitacion y prepararse para otra larga noche. Leon se irguio en toda su altura para volver a la ventana y observar el jardin. Los jardineros hacian un trabajo espectacular con aquel laberinto de setos bajos en medio de la estancia rodeada de hermosas rosas rojas y blancas. Esa era la flor favorita del padre de Daven, su cunado y dueno de la casa, y los empleados las cuidaban con esmero para honrar la memoria del difunto. Su madre bajo las escaleras media hora despues, le ofrecio su brazo y la guio hasta el carruaje que los llevaria al baile de los senores Mansfield Danielle salio del carruaje en cuanto este paro enfrente de la casa de su hermano mayor, el baron de Yndral, subio los escalones de la escalera de tres en tres y entro en su habitacion para cambiarse el vestido en unos pocos segundos. Bajo para regresar al interior del carro, encontrandose con Grissom, el mayordomo, que la miraba con asombro. Lo saludo levemente, se marcho sin escuchar lo que el hombre parecia tener que decirle y se dispuso a asistir al primer baile del que habia recibido la invitacion aquella temporada. El senor y la senora Mansfield eran unos encantadores ancianos, amigos de la familia desde que su padre ocupo el lugar de baron con la muerte de su abuelo y no podia dejarlos plantados por nada del mundo. El carruaje se detuvo, el cochero abrio la puerta y la ayudo a bajar. Danielle observo la enorme mansion de los anfitriones y sus comisuras se elevaron para formar una gran sonrisa. Estaba impaciente por verlos y abrazarlos. Eran como sus abuelos y ellos la consideraban su nieta. Entro en el salon de baile y busco con la mirada a los anfitriones. Ambos estaban hablando con otra pareja. La chica se acerco a ellos con una gran sonrisa de oreja a oreja, tapo los ojos de la mujer al llegar hasta ella y pregunto: --?Quien soy? La mujer rio y contesto: --La joven mas hermosa del baile y mi nieta mas querida. La aludida quito las manos de los ojos de la senora Mansfield y la pareja la abrazo con fuerza, riendo de felicidad por verla en su casa. --Creiamos que no vendrias --apunto el hombre emocionado. --Nunca me perderia un baile de mis abuelos. ?Que podeis contarme de los hombres interesados en el matrimonio de esta temporada? ?Hay alguno que valga la pena, abuela? -- pregunto mirando a su alrededor. --Pues, en mi opinion, solo hay uno lo bastante inteligente y apuesto que merezca tu tiempo y el placer de tu compania --respondio la mujer buscando con la mirada al susodicho. --?De verdad? Cada vez me lo ponen mas dificil. ?Quien es el afortunado? --El conde de Draulen. Los ojos verdes y castanos de Danielle se clavaron en el rostro de la anciana, abiertos de par en par por la sorpresa. "?Leon esta aqui?", se pregunto desconcertada. --Mira, alli esta su madre. Ven que os presento --la senora Mansfield cogio la mano de la muchacha para guiarla hacia la mujer, pero la joven la detuvo. --No te molestes, abuela. La conozco. Ire yo sola. Tu sigue hablando con tus invitados. --?Estas segura? --la chica asintio dedicandole una sonrisa--. De acuerdo. Pasatelo bien, querida nieta. --Lo hare. La joven le dejo un beso en la mejilla a la pareja y se encamino hacia la suegra de sus hermanos con una renovada ilusion. Mirena se rio con poco entusiasmo de algo que habia dicho una de las madres con las que estaba sentada en el borde de la pista de baile y escondio una mueca de desagrado detras del vaso de limonada. "Por los dioses, que mujeres mas insufribles", penso al escuchar la misma conversacion que habia tenido con la misma mujer la noche anterior, en el baile de los Smithson. --Buenas noches, senoras. Espero que lo esten pasando de fabula --las saludo Danielle quedandose de pie, en toda su altura, delante de la madre de sus cunadas. La mujer alzo el rostro y se le ilumino al verla. Se levanto de un salto de la silla y la abrazo con fuerza. --Gracias a los dioses --susurro al oido de la joven--. Sacame de aqui, por favor. --Senora Stainfield, ?le apeteceria dar un paseo conmigo? --Por supuesto, senorita Harrelson. Disculpenme, senoras --ambas hicieron una leve reverencia con la cabeza y se marcharon lo mas rapido que pudieron--. ?Que haces aqui? Estas preciosa vestida asi --la halago dirigiendose hacia la mesa de la comida. --Llevo anos asistiendo a este baile. El senor y la senora Mansfield son buenos amigos de la familia, tanto que los llamo abuelos. Y ya que vengo, aprovecho para buscar un marido. ?Y vosotros que haceis aqui? ?Donde esta Leon? --Pues por la misma razon que tu. Mi hijo busca esposa. Hace un momento estaba bailando, pero ya no lo veo. Tal vez este dando un paseo con alguna chica casadera por el jardin. --Caray. Si que hace tiempo que no nos vemos. ?Donde os estais quedando? --Daven nos ha dejado vuestra casa. Supongo que tendremos que irnos para que tu te instales en ella. --Oh, no. No te preocupes. Hay sitio suficiente para todos. --?Quieres que busquemos a mi hijo? Me vendria bien tomar algo de aire fresco --le propuso Mirena abanicandose con la mano. --Claro, vamos. ?Y que tal va la busqueda de futura condesa? --Lento. Me parece que mi hijo tiene unas expectativas demasiado altas para su futura esposa y ninguna llega a rozar ese limite. --Bueno, de pequeno ya era bastante exigente, creo recordar. No me extrana que busque la perfeccion personificada en esa femina. --Lo se. Debi avisarle de que la perfeccion no existe --dijo la mujer con culpabilidad. --En realidad no hay ninguna buena definicion para la perfeccion. A veces, simplemente crees que alguien es perfecto por lo que te hace sentir tal como eres, sin cambios --filosofo Danielle con la vista un poco perdida en los terrenos que se extendian delante de ella. --Es posible que tengas razon. Giraron al llegar a una esquina de la mansion de piedra grisacea y la mujer chasqueo la lengua. --?Donde se habra metido este chico? --pregunto con fastidio. --Tal vez haya encontrado a la condesa perfecta y este cortejandola. --Pues seria un gran alivio. Estoy cansada de aburrirme. La chica se rio por el comentario y entraron por la puerta trasera del salon de baile. --?Quieres que nos marchemos? --le inquirio. --No quisiera privarte de tu proposito. Llamare al carruaje y os esperare en la comodidad de mi habitacion. --No voy a dejar que te vayas sola. Y mi proposito puede esperar al siguiente baile. Le dire a los senores Mansfield que informen al conde de tu salida y que regrese cuando quiera. Iremos en mi carruaje. --?De verdad que no te importa? --Para nada. Prefiero tu compania a la de cualquiera de estos pomposos. --Pensando asi no encontraras marido --le dijo Mirena sonriendo divertida. La muchacha se rio dejandola en la entrada hasta que regresara de informar a los anfitriones, subieron al carruaje y se marcharon hacia el silencio y la comodidad de sus habitaciones. Un estruendoso ruido de una silla cayendo al suelo de baldosas desperto a Danielle con un sobresalto. Se incorporo en la cama y agudizo el oido para escuchar dos voces masculinas provenientes del vestibulo. --?Se encuentra bien, senor? --pregunto Grissom al recien llegado. --Perfectamente, gracias. Que nadie me moleste hasta la hora de la cena --contesto una voz grave que la chica no habia escuchado nunca. --Por supuesto, senor. Que descanse. La joven escucho unos pasos que subian las escaleras y se acercaban por el pasillo, hasta la habitacion contigua a la suya. Se levanto de la cama en silencio, pego la oreja a la pared y escucho los pasos del hombre hasta que cayo encima del colchon. No sabia con certeza quien era, pero tenia la vaga sospecha de que se trataba de Leon, el hermano pequeno de sus cunadas y conde de Draulen desde los diez anos, cuando su padre murio en un intento por recuperar a su familia y maltratarla de nuevo. El titulo le habia llegado con bastantes deudas por la aficion desmesurada del antiguo conde de gastar dinero en las timbas de juego clandestinas, sin embargo, ahora estaba libre de cargas y en pleno auge de bienes. Daven, el capitan y hermano de Danielle, habia subsanado las deudas, todas y cada una de ellas, para que el nuevo conde y su madre pudieran empezar de cero. Y eso hicieron despues de viajar, en el barco de la familia, durante todo el verano, hasta que el nino tuvo que regresar para ir a la escuela. En su ausencia academica, Mirena se habia hecho cargo de todo lo que conllevaba el titulo. Despues de veinte anos, el pequeno habia crecido y era logico que estuviera buscando esposa. Lo que no llegaba a comprender la chica era el porque habia decidido ir hasta Yndral para llevar a cabo la tarea. ?Es que en Draulen ya no habia damas casaderas? El sonido de unos ronquidos, aunque parecian mas bien grunidos, traspasaron la solida pared hasta el oido de la chica. Se encamino hacia la cama, se tumbo y cerro los ojos cuando los rayos del sol empezaban a iluminar la estancia.

  • Amor para Dummies de Eneida Wolf

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    Barbara no cree en el amor pero quiere enamorarse. Tomas se ha enamorado, le han roto el corazon y ha decidido que eso del amor no va con el. Parece que los dos necesitan un buen manual de amor para dummies a ver si no vuelven a meter la pata.

  • Coleccion Seduciendo al Vampiro de Mercedes Franco

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    Libro 1

    Esta nueva serie paranormal de vampiros, te producira una intensa montana rusa de emociones que no vas a poder parar de leerla.

  • La cancion de los caballos de Ricarda Jordan

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    Las andanzas de la romantica y aventurera Aenlin en la Espana del Cid Campeador.

  • El Valle de las Sombras de Ivan Delgado Garrido

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    Tras la muerte de Marco Rivalcielli, los anos han transcurrido con lentitud desgastando las vidas de los que lloran su ausencia. Despues del accidente de trafico que se llevo a su marido y una larga recuperacion, Lucia se debate entre recobrar su vida anterior o emplear todas sus fuerzas y recursos en vengar el dolor que lleva clavado en lo mas profundo de su ser. En un cielo que no cesa de oscurecerse, el cisma que Richard Blake fue incapaz de contener ha dado origen a una despiadada tormenta que amenaza con arrasar a la orden, su legado y a todos los que tuvieron alguna relacion con su enigmatica reliquia. Mientras tanto, Marco despierta en un universo frio y desconocido donde debera desafiar los limites del conocimiento para intentar evitar la desgracia que se cierne sobre los que el mas quiere y anora.

  • La niebla que oculta sus ojos de Eva Gil Soriano

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    En un dia, Sara perdio la vida que habia llevado hasta ahora, el asesinato de sus padres le hizo ver que habia vivido en una mentira donde nada era lo que parecia. Lejos de rendirse, decide tomar las riendas y colaborar con el inspector encargado del caso, Nicolas, al tiempo que cuida de su querida abuela. Solo junto a el se siente capaz de llegar a la verdad.
    El inspector, por su parte, le hace una promesa, protegerlas a ambas y encontrar al asesino. Sin embargo, no contaba con que esa promesa no dependeria solo de el sino del destino y de la eficiencia de su equipo.
    Ambos se veran enfrentados a traiciones y mentiras durante su investigacion mientras descubren que el amor puede llegar en los momentos mas dificiles.

  • Comienzo sin ti de Macarena Moya Solis

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    A l bajar del avion respiro profundo, saco su movil de su cartera y se percato al encenderlo que tenia llamadas perdidas de los padres de John y de su padre, <> Lo primero que hizo al llegar al hotel, fue llamar a su padre. --?Que locura hiciste, Selene? --Papa, estoy haciendo lo que John me pidio, me dejo una grabacion, el sabia que intentaria sufrir escuchando nuestras canciones, sin embargo, lo que sono en el equipo de musica fue su voz, pidiendome un tiempo fuera, que saliera y es lo que hago. --?Pero a Escocia? Un tiempo fuera, hubiese sido tan factible aqui en Hampton o en otro estado. --El me dijo, sabia que yo queria volver a este lugar, hice lo que mi esposo queria. --Bien -suspiro- cuidate, ?ok? Por favor... si necesitas algo, me llamas y voy para alla. --Papa, estoy bien y nada sucedera, solo conocere este lugar en la maravillosa compania de Aiden. --Cuidate, y nos envias fotos. --Todos los dias. Te amo papa... nos vemos. Despues de cortar, llamo a la mama de John, para avisarle que todo estaba bien y que no habia enloquecido, sino, que seguia las instrucciones de su esposo, si, porque John es y sera a pesar de la ausencia, su esposo. De pronto se encontro pensando en Arthur, ?por que dijo eso? ?Es que se habia vuelto loco? O es porque penso que se llevaria para siempre a su ahijado, sin embargo, diciendo eso, solo lograba alejarla, ?como podia ser capaz de decir algo asi? Sobre todo, el, un hombre que es tan volatil y mujeriego como ninguno que conocio antes. De seguro que solo lo dijo bromeando. Si, definitivamente eso debio ser. Fue lo que se repitio una y otra vez. Despues de darle un bano a Aiden y darse uno ella, durmieron toda la noche. Ahora comenzaba la aventura, recorrer esa maravillosa ciudad y todas sus atracciones. El dia comenzo con un recorrido por la ciudad, coloco a Aiden en su carriola para dar inicio a su visita, como solo era un bebe, durmio todo el camino, siendo lo mejor que pudo ocurrir, ya que, Selene pudo apreciar las maravillas arquitectonicas con la que Aberdeen recibe a sus visitantes. El dia fue provechoso, pudo recorrer lugares maravillosos como el museo The Talbooth que en el siglo XVII fue una prision, cuando Aiden desperto, lo llevo hasta el museo maritimo, sin embargo, fue ella la que disfruto de todo, Aiden es tan solo un bebe que no puede apreciar bien todo su encanto, a pesar de su corta edad, le prometio en ese momento, que cuando tuviese la edad, volverian para recorrer ese majestuoso lugar. Terminando su paseo de ese dia en la catedral St. Machar's. Despues de cenar, ambos durmieron toda la noche. Al despertar, por la manana, le dio un bano que disfruto enormemente, lo preparo para salir otra vez, fijandose que su telefono tenia mas de diez llamadas perdidas de Arthur, sostuvo su movil en las manos un momento, quiso por un momento llamarlo, sin embargo, no lo hizo, sus palabras al despedirse de ella en el aeropuerto la detuvieron. Colocando a Aiden en el coche, volvieron a salir por la ciudad. Por la tarde paso a un lindo restaurant cerca de la costa, la brisa marina la hizo despejar su mente, respondio unos correos de Mark donde pedia ayuda, desesperado. Resolvio los problemas de la oficina, envio unas fotografias a los padres de John y a sus padres, tambien un mensaje a Annabelle, aunque nada para Arthur, seguia consternada por lo que dijo. Mientras estaba en el restaurant, conocio a una joven muy simpatica que se acerco hasta su mesa.--Hola, mi nombre es Elsbeht - saludo, estirando su mano para saludar, asi que Selene la tomo. --Hola, es un gusto, soy Selene. --?americana? - pregunto en su acento escoces aun mas marcado que las demas personas. --Si, de New York. --Ayer te vi paseando por varios lugares, soy guia turistica, estoy con un grupo. ?Andas sola? --Si, vine sola, yo... necesitaba cambiar de lugar. --Escogiste un lugar muy lejos, ?escapabas de alguien?, ?quizas un esposo abusador? - interrogo ella sin tapujos, hablaba como si la conociera de toda la vida. --No, para nada, mi esposo fue un gran hombre. --?Fue?… Lo lamento - se disculpo abatida. --No te preocupes, todo esta bien. --Entonces, ?andas de viaje para soportar la pena?... ?es eso? --Si, algo asi. --Me agradas mucho, fue algo a primera vista, te gustaria acompanarnos, vamos a varios lugares muy hermosos y asi no estas sola. --No, gracias, te lo agradezco, ahora voy al hotel a descansar, hemos caminado mucho. --Pero deberias ir con nosotros manana, vamos a resolver el misterio del monstruo del lago Ness. ?Vienes?… Vamos, te gustara el lugar y no estaras sola, estar solo no es bueno para el alma. Miro a la joven y por un momento penso que John la habia enviado para que no deambulara sola por toda Escocia. A simple vista, le parecio una buena muchacha, acepto su invitacion y le dejo su telefono para coordinar desde donde salian en el bus hasta el lago. Elsbeht se despidio de Selene gritando <> lo que causo mucha risa en Selene. Vio como dirigia el grupo que subio a un bello bus de dos pisos. Cuando regresaba al hotel, paso por una antigua libreria, donde lo primero que compro fue una guia de Aberdeen, luego un libro que llamo mucho su atencion, tambien compro un cuaderno de tapa de terciopelo, como un diario, que asemejaba ser muy antiguo, que fue lo que mas le gusto. Una vez que llego al hotel, escribio lo que habia vivido estos dias, sus recorridos lo que sentia respecto a John, lo simpatico que fue el encuentro con Elsbeth. Luego de pasear a Aiden en sus brazos, lo dejo acostado y ella se sento en su balcon a mirar las luces de la noche, su telefono sonaba, era Arthur, no podia dejar de hablarle para siempre, era el padrino de su hijo. Asi que, tomo el movil y digito aceptar en la pantalla. --Hola [?] pronuncio escuetamente. --Selene, por fin, ?por que no contestaste mis llamados? --?Que hora es alla Arthur? Quiero saber. --?Como?… ?La hora? ...Son las cuatro de la tarde. --Aqui son las nueve y las luces de la ciudad brillan de una manera maravillosa. --?Como estas Selene? ?Como esta Aiden? Tu padre los extrana mucho, me vino a ver a la oficina el otro dia. Ya regresaron a Hampton otra vez. --?Si?... Es lo mejor, la ciudad no es para mama. --?Estas bien? [?] pregunto suavizando su voz. --Si, estamos perfecto, hemos recorrido la cuidad y manana voy con un grupo al lago Ness. --?Que grupo, Selene?… No puedes andar con desconocidos... puede ser peligroso. --Te hubiese gustado la muchacha Arthur, es muy linda, una colorina joven, muy atractiva, estaba dirigiendo un grupo de turistas y como me vio sola, me invito - le menciono lo de la mujer para ver que sucedia con el, pero no fue lo que esperaba. --Selene, por favor, ten cuidado con quien andas y no lleves a Aiden a cualquier lugar, podria enfermar. --No le sucedera nada. --No dejes mis llamadas sin atender, por favor. --Esta bien [?] ninguno menciono lo del aeropuerto y fue lo mejor - Ahora voy a darme un bano, manana voy al lago Ness y sera espectacular, te enviare fotos. --Ten cuidado, hablamos despues... Adios, Selene. --Adios, Arthur. Arthur con su movil en la mano, camino por la oficina, estaba preocupado, Selene estaba muy lejos, le habia confesado como un tonto que la amaba, sin embargo, al parecer ella no lo creyo o solo le resto importancia a lo que decia. Sentia que la distancia lo desgarraba por dentro, lo unico que tenia de ella era la fotografia que compro, una que guardaba con gran recelo. Sintio atraccion por ella desde la primera vez que la vio, sin embargo, John se puso por delante y obtuvo su amor, no sentia rabia ni nada, sabia que John fue merecedor del amor de Selene, quizas a su lado ella solo hubiese estado una noche, para no dejar de ser ese seductor indomable que todos conocian, no obstante, ya no podia continuar asi, la queria para el, queria sentirla cerca, queria poder deleitarse con sus labios, con su cuerpo, se odiaba por sentir eso por ella, ya que su amigo llevaba muy poco muerto, aunque John le pidio que la cuidara, porque sabia lo que el sentia por Selene, era como tener su permiso, pero no, aun no podia intentar nada con Selene, eso solo la alejaria de su lado y seria para siempre. Personas maravillosas Ll ego a tiempo para subir al bus, en el viajaban matrimonios, parejas de amigos, hasta unas hermanas gemelas que hacian todo juntas, hasta viajar, por supuesto, compartir novio no estaba en lo que querian hacer juntas, lo dejaron muy en claro. El viaje fue largo hasta el lago, cuando Aiden desperto y comenzo a llorar, paso por todos los brazos posibles dentro del bus. La gente fue muy carinosa, y de todas partes del mundo. Asi fue como llegaron hasta Inverness, el lago Ness es un lugar maravilloso, y muy extenso, incluso pudo visitar los restos de ruinas del castillo Urquhart, un lugar que la cargo de energias positivas y grandes sensaciones, poder recorrer ese lugar, pasar sus manos por la pared, sintiendo las voces de los que ahi habitaron alguna vez, imaginando sus vidas, todo fue magico, fantastico, por decir lo menos. El viento daba en su rostro, vio que ahora una pareja, un matrimonio adulto paseaba a Aiden cerca de ella, de seguro despues de este paseo estaria acostumbrado a estar cargado en los brazos, miro el agua, rodeada por unas majestuosas montanas. No pudo evitar pensar en John, saco su movil viendo las fotografias que guardaba de el, sonrio al verlo tan guapo, ambos lucian felices en cada imagen. Ahora, ella no lograba sacar el dolor de su corazon, aunque lo trataba en todo momento, vivir con dolor es agotador y estresante. Solo deseaba poder tenerlo entre sus brazos o estar ahi junto a el, contemplando ese maravilloso lugar. No sabe por que, pero marco el numero del telefono del departamento en New York, cuando sono la contestadora cerro sus ojos dejando derramar unas lagrimas de dolor, la voz de John contestaba, <> oirlo fue un duro golpe, sin embargo, no podia evitar atormentarse con eso cada dia. Lo extranaba demasiado. --?Sabes? Cuando quede viuda, tenia solo cuarenta anos, mas de los que tu tienes ahora, estaba sola con dos hijos, mi esposo enfermo y murio, crei que nunca mas podria vivir, que no podria nunca mas sentir lo que senti por mi amado Peter. Duele mucho tiempo, a pesar de ello, puedes salir adelante, se puede, la vida pondra delante de ti un hombre tan maravilloso como el que perdiste, no dejes de verlo, por tu dolor puedes estar cegada y dejarlo pasar, no lo hagas. Miro a su lado y habia una mujer de unos setenta anos, que viajaba en el bus, al oirla hablar Selene no pudo evitar llorar con mucho dolor, la mujer la rodeo con sus brazos consolandola, como una madre lo hace con su hija. Le pidio que llorara, que no guardara nada en su corazon, almacenar el dolor solo provoca mas dolor, debemos soltar todo y continuar con nuestra vida. Luego de calmarse y llorar todo lo que tenia dentro, Selene se sento con su hijo en brazos para comer algo y conversar con Mary, la mujer que le dijo esas profundas palabras. --Eres joven, y tu esposo murio muy joven tambien, fuiste feliz, atesora eso, sin embargo, debes continuar. Aun es muy pronto para comenzar otra vez, pero cuando sea tu tiempo, lo sabras. --Siento que nunca podre amar otra vez. --Pero lo haras, tranquila, lo haras. --Gracias por conversar conmigo, has sido una gran ayuda, y disculpa por mojar tu hombro con mis lagrimas. --Para eso estamos, y es necesario sacar esas lagrimas a veces, es bueno. No hagas lo que yo hice, al ano que murio mi esposo, conoci un hombre, era un buen hombre, lo se, no obstante, me negue a estar con el, porque pense que no era tiempo, porque no estaba bien, por cientos de cosas. Espero por mi un tiempo, sin embargo, todos merecen vivir, y el se fue, ahora yo estoy aqui con setenta y tres anos, sola, mis hijos tienen sus vidas, y yo aqui, sola. No hagas eso, no lo hagas, vive, eres una mujer hermosa, se ve que eres una buena persona. No te dejes hundir por la pena, vive tu duelo, para que despues vivas tu vida. Las sabias palabras de Mary le llegaron al corazon, se sento con ella en el viaje de regreso, resulta que Mary era de Londres, y le dio su telefono y direccion para que cuando viajase otra vez, pudiese visitarla, ademas era una mujer muy moderna y conectada, le dio su Facebook e Instagram para estar en contacto hasta cuando pudieran verse otra vez.

  • Senor Ejecutivo de Wilson Tovar

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    Alexander James esta en la cima de la cadena alimentaria con su compania multimillonaria. Solo el sonido de su nombre hace que la sangre de los hombres hierva de celos y que las mujeres hagan todo lo posible solo para echar un segundo vistazo a su otro aspecto mundano. Se sabe que es un jugador y consigue a todas las mujeres que quiere con solo un chasquido de dedos. Nora Davis es la chica torpemente torpe a la que la mayoria de la gente ni siquiera daria una segunda mirada. Entonces, cuando Nora, que ha estado buscando mucho para encontrar un buen trabajo despues de ser despedida injustamente de su trabajo anterior, se desespera y solicita un trabajo en Alex & Co Enterprise sabiendo que no entrara, pero la vida esta llena de sorpresas y Nora recibe exactamente eso. en forma de sonrisa y adonis mirando a Alexander James. Capitulo 1 Nora Davis Solte una bocanada de aire mientras colocaba las ultimas cajas en el piso de mi apartamento recien cambiado. El pequeno apartamento de una habitacion parecia extranamente reconfortante y acogedor, incluso cuando estaba completamente desprovisto de cualquiera de mis posesiones, a excepcion de las cajas que yacian en el suelo junto a mis pies vestidos con zapatillas. Estaba agotada simplemente por tomar las cajas del auto al departamento y viceversa. Ahora tenia que decorarlo tambien. ?Por que demonios tenia que moverme? Tres horas y media despues, mi nuevo hogar estaba algo decorado y el resto tendria que esperar mas tarde. Realmente nunca fui una hacedora mas que una dilatorio de cada cosa que puedas. Manana es domingo me doy la oportunidad de dormir y relajarme y eso era exactamente lo que estaba planeando hacer. Realmente necesitaba ponerme al dia con mis programas, asi que ver todos mis programas favoritos en Netflix estaba en mi lista de tareas para manana. Al ir al bano, me di una ducha rapida y luego me puse rapidamente ropa comoda que consistia en pantalones de chandal negros y una camiseta holgada, mientras mi cabello marron chocolate caia en cascada por mi espalda en rizos rebeldes. Solo sabia que me veia hermosa. Sarcasmo previsto. Subiendome rapidamente a la cama, me acurruque en las comodas sabanas y pense en la semana pasada que habia pasado. Habia enviado mi CV a varias companias y lugares diferentes, desesperada por un trabajo, incluso habia enviado uno a las empresas de Alex & Co. Solte un resoplido al pensar en mi trabajando alli sabiendo que no tenia forma de conseguir un trabajo alli, especialmente con aquellos hombres de negocios aristocraticos. Tal vez estaba siendo un poco de prejuicio, pero mi experiencia pasada con la gente dejo un mal sabor de boca, pero en mi linea de trabajo era imposible no estar rodeada de personas como esas. Solo podia esperar y ver, y quiero decir que estaba obligada a conseguir un trabajo despues de presentarme en tantos lugares, espero que si. Si no es asi, supongo que tengo que prepararme para comenzar a voltear hamburguesas porque definitivamente no tengo la flexibilidad ni la confianza para convertirme en stripper. La vida es como un dolor en la parte trasera a veces. Capitulo 2 Gimo cuando la brillante luz del sol me golpea en los ojos. Me doy la vuelta y agarro la almohada para cubrirme la cara e intento acomodarme para dormir nuevamente, pero me doy por vencida despues de diez minutos de no quedarme dormida. Alcanzando mi mano, tiendo la mesita de noche hasta que finalmente mi mano cae sobre el frio metal de mi telefono. Me aferro a el y hago una mueca ante la luz brillante que emite antes de volver a hacer una mueca en el telefono. ?Por que diablos estoy despierta a las nueve de la manana en un maldito domingo? Reprendiendome mentalmente, me arrastro fuera de mi cama y voy al bano donde me ducho y me cepillo los dientes. Me meto en mi habitacion con mi toalla envuelta firmemente a mi alrededor mientras voy a mi armario y rapidamente saco un par de pantalones de chandal y una camiseta sin mangas ajustada. Me tiro el cabello en una cola de caballo sin molestarme en hacer mucho por eso, ya que se que no ire a ningun lado. No es que no tenga amigos ni nada, pero preferiria quedarme en casa y mirar a la chica chismosa. Me acerco a mi pequena cocina compacta y rapidamente me preparo el desayuno, que devoro como un animal muerto de hambre cuando me doy cuenta de que no habia cenado anoche. Al limpiar los platos sucios, decido decorar mi apartamento un poco mas, sabiendo que no tendre suficiente tiempo para hacerlo mas adelante en la semana, ya que ire a buscar trabajo un poco mas. Mire alrededor de mi apartamento recien decorado y contemple las paredes pintadas de color crema de la sala de estar con el suave sofa de color marron frente al televisor montado en la pared opuesta. Sonriendo a los marcos que acababa de montar en la pared, asimilando los diversos recuerdos que venian con ellos. Todos los pedazos extranos que residian en las cajas ahora adornaban las paredes, asi como los diversos estantes y mesas repartidos por todo el apartamento. Mi favorito personal era la estanteria de aspecto antiguo que estaba ubicada en la esquina de mi habitacion, justo al lado del asiento de la ventana, donde sabia que pasaria la mayor parte de mi tiempo fuera del trabajo. Contenta con el trabajo que habia hecho y terminado, me considere un descanso mientras tomaba un paquete de patatas fritas, las vertia en un tazon y me dirigia al sofa mientras prendia la television. Al iniciar sesion en Netflix, puse a Gossip Girl y, mientras esperaba que se cargara, agarre mi telefono y revise mi cuenta de Instagram husmeando en las cuentas de las personas, con cuidado de que no me gustaran las publicaciones de hace dias. Cuando comenzo el programa, me senti comoda comiendo mis chips y viendo a Blake ser su yo fabuloso. Me despierto con un grito ahogado cuando escucho el tono de llamada de mi telefono sin siquiera darme cuenta de que me habia quedado dormida alrededor del quinto episodio mas o menos. Coloco cuidadosamente el tazon a medio de papas fritas a un lado y rebusco en el sofa buscando mi telefono. Golpeando mi mano entre los cojines del sofa, solte un resoplido de victoria antes de aceptar la llamada y colocar el telefono contra mi oido. Trato de calmar mi respiracion tratando de no sonar como si acabara de correr un maraton cuando un tono profesional recortado de una mujer responde desde el otro extremo de la linea. “?Puedo hablar con una senorita Davis, por favor?”, Llego la voz desde el telefono. Intentando poner una fachada seria y tranquila, aunque sabia que no podia verme, respondi. “Hablando”, haciendo una mueca por como salio eso. No podia creer que fuera un secreto en mi antiguo trabajo. “Bueno, Sra. Davis, la llamo para informarle sobre el trabajo que solicito en la empresa Alexander & Co, esperamos verla manana a las siete en punto para la siguiente entrevista. ?Entiende?” Mi boca se abre de asombro cuando realmente encuentro una entrevista y otra en un lugar de trabajo tan prestigioso. ?Como demonios ocurrio eso? Recordando rapidamente que tenia que responder, respondo con un “um si” que parece mas una pregunta que una declaracion. Me golpeo mentalmente en la cara mientras las respuestas de la mujer con una despedida y la esperanza de conocerte pronto con una voz llena de desden y cualquier otra cosa que no sea el deseo de conocerme pronto. Me siento de nuevo cuando me doy cuenta de que en realidad estaba caminando de un lado a otro durante la llamada telefonica y libero una pequena risa ante mi suerte. Sinceramente, no puedo creer que haya recibido una entrevista especialmente tan rapido como habia enviado mi curriculum dos dias antes. Tal vez tenian una necesidad desesperada de alguien y yo tenia que hacerlo. Mi emocion pronto se convierte en preocupacion y soy un monton de nervios. Ni siquiera me he preparado y tengo que ir tan pronto como manana. Oh Dios. ?Que pasa si me hago la tonta? ?Que sucede si tartamudeo o vomito o me caigo frente a alguien en mi primer dia? No estoy preparada para esto. El resto de mi dia consiste en prepararme mentalmente y prepararme mentalmente para el dia siguiente y luego decidir sobre mi atuendo sobre lo que causaria una buena primera impresion. La primera impresion es la ultima impresion y toda esa basura. Coloco mi ropa en una percha y mis talones junto a ellos voy y ceno rapidamente, que consiste en una pizza para llevar. Realmente necesitaba ir de compras. Prometiendome a mi misma que lo haria despues de llegar a casa del trabajo al dia siguiente, puse los sobrantes en el refrigerador para mas adelante. Al ir al bano, me cepillo los dientes, me pongo la pijama y me acuesto en la cama con mis pensamientos en el ala de heno para el dia siguiente. En algun lugar, en mis pensamientos de avergonzarme y darme una charla animada, caigo en un sueno inquieto.

  • Azul De Medianoche, Simone van der Vlugt de Simone Van Der Vlugt

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