libro buscando esposa pdf
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libro buscando esposa pdf - Julia Quinn
https://gigalibros.com/buscando-esposa.htmlLondres, cerca de St. George, Hannover Square, Verano de 1827 Sus pulmones estaban en llamas. Gregory Bridgerton estaba corriendo. A traves de las calles de Londres, ignorando las miradas curiosas de los transeuntes, estaba corriendo. Habia un extrano y poderoso ritmo en sus movimientos -uno dos tres cuatro, uno dos tres cuatro- que lo empujaban, impulsandolo a seguir adelante, mientras su mente permanecia enfocada en una sola cosa. La iglesia. Tenia que llegar a la iglesia. Tenia que detener la boda. ?Cuanto tiempo llevaba corriendo? ?Un minuto? ?Cinco? No podia saberlo, no podia concentrarse en otra cosa diferente a su destino. La iglesia. Tenia que llegar a la iglesia. Tendria que haber empezado a las once. Eso. La ceremonia. Eso que jamas debio haber pasado. Pero sin embargo, ella lo habia hecho. Y el tenia que detenerla. Tenia que detenerla a ella. No sabia como lo iba a hacer, y seguramente no sabia por que, pero ella estaba haciendolo, y todo era un error. Ella tenia que saber que estaba en un error. Ella era suya. Ambos se pertenecian. Ella lo sabia. Lo peor de todo, era que ella lo sabia. ?Cuanto tiempo tardaria en desarrollarse una ceremonia? ?Cinco minutos? ?Diez? ?Veinte? Nunca habia prestado atencion antes, seguramente nunca penso en mirar su reloj de principio a fin. Nunca penso que necesitaria esa informacion. Nunca penso que le importaria tanto. ?Cuanto tiempo llevaba corriendo? ?Dos minutos? ?Diez? Giro alrededor de una esquina y se dirigio a Regent Street, grunendo lo que parecia ser un <
> cuando tropezo con un caballero respetablemente ataviado, y le tiro su maleta al piso. Normalmente Gregory se habria detenido para ayudar al senor, inclinandose para recoger su maleta, pero no hoy, no esta manana. No ahora. La iglesia. Tenia que llegar a la iglesia. No podia pensar en nada mas. No debia. Debia... !Maldicion! Patino al hacer una parada, cuando un carruaje se detuvo enfrente de el. Descansando las manos en sus caderas -no porque queria, sino porque su desesperado cuerpo se lo exigiaaspiro enormes bocanadas de aire, intentando aliviar la furiosa presion de su pecho, ese horrible ardor, que lo hacia sentir como... El carruaje se movio y el comenzo a correr de nuevo. Ahora estaba cerca. Podia hacerlo. No podian haber pasado mas de cinco minutos desde que habia salido de la casa. Quizas seis. Se sentian como treinta, pero no podian haber pasado mas de siete. Tenia que detener esto. Todo estaba mal. Tenia que detenerlo. Lo detendria. Ya podia ver la iglesia. A lo lejos, su torre gris elevandose hacia el brillante cielo azul. Alguien habia colgado flores en las linderas. No podia decir que clase de flores eran -amarillas y blancas, pero en su mayoria eran amarillas. Se derramaban en el exterior con un abandono temerario, saliendo de los cestos. Lucian alegres, incluso contentas, y todo estaba tan mal. Este no era un dia alegre. No era un evento que debia ser celebrado. Y el lo detendria. Redujo la velocidad solo lo suficiente para poder seguir corriendo sin caerse de bruces, y entonces tiro de la puerta para abrirla, amplia, mas amplia, mientras escuchaba el golpe al chocarse con la pared exterior. Quiza debio haber entrado con un poco mas de silencio, dandose un momento para evaluar la situacion, para darse cuenta lo lejos que habian llegado. La iglesia quedo en silencio. El sacerdote detuvo su parloteo, y cada columna vertebral de cada banco se giro, hasta que todas las caras se volvieron. Hacia el. – No -jadeo Gregory, pero tenia tan poco aliento, que apenas si podia escuchar sus propias palabras. – No -dijo, mas alto esta vez, agarrandose del borde de los bancos mientras avanzaba-. No lo hagas. Ella no dijo nada, pero el la vio. Tenia la boca abierta de la conmocion. Vio como el ramillete de flores se caia de sus manos, y sabia, por Dios que lo sabia, que ella habia dejado de respirar. Se veia tan hermosa. Su cabello dorado parecia capturar la luz, y brillar con un fulgor que lo llenaba de fuerzas. Se enderezo, aun respirando con dificultad, pero ahora podia caminar sin ayuda, y se solto del banco. – No lo hagas -dijo el otra vez, avanzando hacia ella con la gracia furtiva de un hombre que sabe lo que quiere. Que sabe lo que debe ser. Ella aun no hablaba. Nadie lo hizo. Eso era extrano. Trescientos de los entrometidos mas grandes de Londres, estaban en ese edificio, y nadie habia proferido ni una palabra. Nadie podia apartar la vista de el mientras caminaba en medio del pasillo. – Te amo -dijo, justo alli, enfrente de todo el mundo. ?Y a quien le importaba? No podia guardarse ese secreto. No permitiria que se casara con nadie mas, sin asegurarse de que todo el mundo supiera que ella era la duena de su corazon. – Te amo -dijo otra vez, y por el rabillo del ojo pudo ver a su madre y a su hermana, sentadas en un banco, boquiabiertas de la sorpresa. Siguio caminando. Por el pasillo, cada paso era mas seguro, mas confiado. – No lo hagas -dijo, saliendo del pasillo y entrando en el altar-. No te cases con el. – Gregory -susurro ella-. ?Por que haces esto? – Te amo -dijo, porque era lo unico que podia decir. Era lo unico que importaba. Sus ojos brillaron, y el podia ver como contenia el aliento. Ella miro al hombre con el que estaba tratando de casarse. Levanto las cejas cuando el simplemente le contesto con un diminuto encogimiento de hombros, como si le dijera: Esa es tu opcion. Gregory inclino una rodilla. – Casate conmigo -dijo, con su mismisima alma en sus palabras-. Casate conmigo. Contuvo el aliento. La iglesia entera dejo de respirar. Ella fijo los ojos en los suyos. Eran grandes, claros y todo lo que habia pensado que era amable y verdadero. – Casate conmigo -susurro el, una ultima vez. Sus labios temblaron, pero su voz fue clara cuando dijo... Capitulo 1 En el que nuestro heroe se enamora Dos meses antes. A diferencia de la mayoria de los hombres que conoce, Gregory Bridgerton cree en el verdadero amor. Tendria que ser un tonto para no creer en el. Teniendo en cuenta lo siguiente: A su hermano mayor, Anthony. A su hermana mayor, Daphne. A sus otros hermanos, Benedict y Colin, sin mencionar a sus hermanas, Eloise, Francesca, y (aunque no lo crean) Hyacinth, todos -absolutamente todos-estaban completamente enamorados de sus respectivas parejas. A la mayoria de los hombres, ese tipo de cosas solo les produciria un ataque de bilis, pero para Gregory, quien habia nacido con una alegria incomparable, que de vez en cuando (segun su hermana menor) era irritante, eso sencillamente significaba que no tenia otra opcion, mas que creer en lo obvio: El amor existia. Y no era una completa invencion de la imaginacion, disenada para evitar que los poetas murieran de hambre. Podria ser algo que no se podia ver, oler o tocar, pero estaba alli, y era solo cuestion de tiempo antes de que el, tambien, encontrara a la mujer de sus suenos y se estableciera para ser fructifero, se multiplicara y asumiera aficiones como el papel mache y la coleccion de ralladores de nuez moscada. Aunque, si queria ser claro en un punto, que parecia ser bastante necesario para ese concepto tan abstracto, sus suenos no incluian exactamente a una mujer. Bueno, no a una con atributos especificos e identificables. No sabia nada de la mujer que iba a ser suya, la unica que supuestamente transformaria su vida completamente, convirtiendolo en un pilar feliz de aburrimiento y respetabilidad. No sabia si seria bajita o alta, o morena o rubia. Le gustaba pensar que podria ser inteligente y poseer un gran sentido del humor, pero mas alla de eso, ?Como iba a saberlo? Ella podia ser timida o franca. Tal vez le podria gustar cantar. O quizas no. Quizas era una amazona, con un cutis sonrosado por estar demasiado tiempo bajo el sol. No lo sabia. Cuando esa mujer llegara, esa imposible, maravillosa y actualmente inexistente mujer, todo lo que en realidad sabia era que cuando la encontrara... Lo sabria. No sabia como lo sabria; solo sabia que lo sabria. Ocurriria algo muy importante, su mundo se estremeceria, y la vida se alteraria... bueno, en realidad, no iba a llegar susurrando su paso por su existencia. Vendria pleno y poderoso, como una tonelada proverbial de ladrillos. La unica pregunta era cuando. Y mientras tanto, no veia ninguna razon para no pasarla bien mientras se anticipaba a su llegada. Despues de todo, uno no tenia que comportarse como un monje mientras esperaba al verdadero amor. Gregory era, segun todos, un tipico hombre londinense, con una comoda -pero no extravagante-asignacion, tenia muchos amigos, y el suficiente sentido comun para saber cuando debia alejarse de una mesa de juegos. Era considerado lo suficientemente decente para ser tenido en cuenta en el Mercado Matrimonial, puede que no estuviera precisamente a la cabeza (los cuartos hijos nunca llamaban mucho la atencion) y siempre estaba en demanda cuando las matronas de la sociedad, necesitaban a un hombre que llenara los requisitos para ser invitado a un buen numero de fiestas. Lo que hacia que su anteriormente mencionada asignacion, se estirara un poco mas, convirtiendose en un beneficio. Quizas debio haber tenido un poco mas de proposito en su vida. Alguna clase de direccion, o incluso una tarea insignificante que realizar. Pero eso podria esperar, ?no es verdad? Pronto, estaba seguro, todo se aclararia. Sabia que era lo que deseaba hacer, y con quien deseaba hacerlo, y mientras tanto, el tenia... No tenia tiempo. Por lo menos, no en ese preciso momento. Para explicar: Actualmente Gregory estaba sentado en una silla de cuero, una muy comoda por cierto, y no era que realmente tuviera que pensar en el asunto, mas que en el hecho de que la falta de incomodidad conducia a las personas a sonar despiertas, lo que a su vez conducia a no escuchar a su hermano que, debe anotarse, estaba de pie, aproximadamente a un metro de distancia, hablando sobre algo o alguna cosa, casi seguramente relacionada con alguna variacion de las palabras deber y responsabilidad. En realidad, Gregory no le estaba prestando la debida atencion. Raramente lo hacia. Bueno, no, ocasionalmente lo hacia, pero... – ?Gregory? !Gregory! Levanto la mirada, pestaneando. Anthony tenia los brazos cruzados, esa nunca era una buena senal. Anthony era el vizconde Bridgerton, y lo habia sido durante mas de veinte anos. Y mientras que era -Gregory era el primero en insistir-el mejor de los hermanos, tambien hubiera podido ser un excelente senor feudal. – Perdoname por entrometerme en tus pensamientos, de esta manera -dijo Anthony en una voz seca-, pero tu has, quizas -solo quizas- ?escuchado algo de lo que te he dicho? – Diligencia -repitio Gregory como un loro, mientras asentia con lo que juzgaba era un gesto de suficiente gravedad-. Direccion. – En efecto -replico Anthony, y Gregory se felicito a si mismo por lo que claramente habia sido una excelente actuacion-. Es tu ultima oportunidad de que le busques alguna direccion a tu vida. – Por supuesto -murmuro Gregory, principalmente porque no habia cenado, y tenia hambre, y habia escuchado que su cunada estaba sirviendo refrescos en el jardin. Ademas, nunca tenia sentido discutir con Anthony. Nunca. – Debes hacer un cambio. Escoger un nuevo camino. – Claro. -Quizas habia bocadillos. Podia comerse cuarenta de esas ridiculeces cortadas por la mitad. – Gregory. La voz de Anthony tenia ese tono. Aquel que era imposible de describir, pero lo suficientemente facil de reconocer. Y Gregory sabia que era el momento de prestar atencion. – Correcto -dijo, porque de verdad, era notable como una sola silaba podria borrar a una frase apropiada-. Espero unirme al clero. Eso hizo que Anthony se congelara. Muerto, helado, frio. Gregory hizo una pausa para saborear el momento. No le importaba que para ello, hubiera tenido que convertirse en un condenado vicario. – ?Disculpame? -murmuro Anthony finalmente. – No es que tenga muchas opciones -dijo Gregory. Y cuando esas palabras emergieron, comprendio que era la primera vez que las habia dicho. Las hacia mas reales, de algun modo, mas permanentes-. Es el ejercito o el clero -continuo-, y bueno, debo decir esto: Soy una bestia para disparar. Anthony no dijo nada. Todos sabian que tenia razon. Despues de un momento de incomodo silencio, Anthony murmuro: – Hay espadas. – Si, pero con mi suerte, me enviarian a Sudan. -Gregory se estremecio-. No debe ser demasiado terrible, pero en realidad, hace mucho calor. ?Querrias ir? Anthony objeto inmediatamente. – No, claro que no. – Y -agrego Gregory, empezando a disfrutarlo-, esta Madre. Se hizo una pausa. Entonces: – Ella sabe algo de Sudan... ?verdad? – No le gustaria mucho mi partida, y entonces tu, sabes, seras el unico que debera sostener su mano cada vez que se preocupe, o tenga alguna pesadilla horrible sobre... – No digas mas -le interrumpio Anthony. Gregory se permitio reir internamente. Realmente no era justo para su madre, quien, solo para senalar, nunca habia dicho alguna vez que pronosticara el futuro con algo tan tonto como un sueno. Pero si odiaria que el se marchara a Sudan, y Anthony tendria que escucharla cuando se preocupara por eso. Y como Gregory no estaba particularmente deseoso de partir de las orillas nubladas de Inglaterra, el argumento era muy discutible, de cualquier forma. – Correcto -dijo Anthony-. Bien. Estoy feliz, entonces, de que finalmente hayamos podido tener esta conversacion. Gregory le echo un vistazo a su reloj. Anthony se aclaro la garganta, y cuando hablo, se escuchaba un filo de impaciencia en su voz. – Y que hayas pensado finalmente en tu futuro. Gregory sentia que algo se apretaba en la parte de atras de su mandibula. – Solo tengo veintiseis anos -le recordo-. Seguramente soy muy joven como para que tengas que repetirme la palabra finalmente. Anthony simplemente arqueo una ceja. -
Buscando Esposa – Julia Quinn - LIBROS EN PDF
https://pdfdelibros.wordpress.com/2014/02/10/buscando-esposa-julia-quinn/10 feb 2014 — Titulo Original: On The Way To The Wedding Escritor: Julia Quinn Año: 2006 Género: Romance Historico Editorial: Titania Sinopsis: Todos los ...
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Buscando esposa de Julia Quinn - Hola Ebook
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Una mujer rebelde de Julia Quinn
https://gigalibros.com/una-mujer-rebelde.htmlWilliam Dunford bufo con aversion, mientras contemplaba fijamente a sus amigos que anhelosamente se miraban a los ojos el uno al otro. Lady Arabella Blydon, una de sus mejores amigas en los dos anos pasados, acababa de casarse con Lord John Blackwood. Se miraban como si quisieran comerse el uno al otro. Era asquerosamente lindo. Dunford golpeo ligeramente el pie y puso sus ojos en blanco, esperando poder reirse. Tras de ellos, junto con Dunford estaban su mejor amigo, Alex, el Duque de Ashbourne, y la esposa de Alex, Emma, que era prima de Belle. Su transporte habia tenido un contratiempo, y estaban esperando un nuevo coche . Al sonido de ruedas rodando por los guijarros, Dunford se dio la vuelta. El carruaje nuevo se detuvo en el camino hasta pararse enfrente de ellos, pero Belle y John no parecieron fijarse. De hecho, casi no miraron a nadie, como si estuvieran listos a entregarse por completo a los brazos el uno al otro. Y el amor marca el lugar. Dunford decidio que ya habia tenido bastante. --!Eh! --Grito en una voz repugnantemente dulce--.!Jovenes amantes! John y Belle finalmente se separaron, dieron la vuelta y se dirigieron hacia Dunford, quien caminaba hacia ellos. --Si vosotros lograis dejar de hacer el amor, podemos estar en camino. En caso que no os hayais fijado. El carruaje esta aqui. John suspiro profunda y acongojadamente antes de acercarse a Dunford y decir: --Perdona los abrazos, no nos dimos cuenta de que habia alguien. Dunford sonrio alegremente. --De ningun modo. ?Estabamos ausentes ? John se acerco a Belle y le ofrecio su brazo. --?Mi amor? Belle acepto su gesto con una sonrisa, pero cuando Dunford entro en el carruaje, ella dio la vuelta y rechiflo, --Voy a matarte por esto. --Estoy seguro que lo intentaras. El quinteto estuvo pronto acomodado en el carruaje nuevo. Despues de algunos momentos, sin embargo, John y Belle se contemplaban arrobadamente al uno al otro otra vez. John puso su mano sobre la de ella y golpeo ligeramente sus dedos en contra de sus nudillos. Belle sonrio con satisfaccion. --!Oh, por el amor de Dios! --exclamo Dunford, dirigiendose a Alex y Emma--. ?Los veis? Cuando vosotros os casasteis no fue asi de nauseabundo. --Algun dia, --dijo Belle en voz baja, hincandole un dedo--, encontraras a la mujer de tus sus suenos, y en ese momento voy a hacer tu vida miserable. --No me asustas, mi estimada Arabella. La mujer de mis suenos es tal modelo de excelencia, que es posible que no exista. --Oh, eres insufrible, --bufo Belle--. Apuesto a que dentro de un ano estaras profundamente enamorado , encadenado con grilletes a tu pierna, y feliz por ello. Ella se recosto con una sonrisa satisfecha. A su lado John se estremecia de regocijo. Dunford se inclino hacia adelante, apoyando los codos sobre sus rodillas. -- Tomare esa apuesta. ?Cuanto estas dispuesta a perder? --Tu vas a perder, y yo no ?por cuanto te arriesgas? Emma miro a John. --Parece que te casaste con una mujer que disfruta de los juegos de azar. --Si fueses yo, puedes estar seguro habria pesado mis acciones mas cuidadosamente. Belle le dio a su reciente marido un pinchazo jugueton en las costillas, dirigio una mirada a Dunford y le pregunto: --?Bien? --Mil Libras. --Hecho. --?Estas loca? --exclamo John. --?Debo suponer que solo los hombres pueden jugar juegos de azar? --No puedes hacer esta tonta apuesta, Belle, --dijo John--. Vas a perder, ya que el hombre con quien has hecho la apuesta controla el resultado. Tu solo puedes perder. --No menosprecies el poder del amor, mi amor. Aunque en el caso de Dunford, quiza solo la lujuria lo hara. --Me hieres, --dijo Dunford, colocando la mano dramaticamente sobre su corazon para dar enfasis--, asumiendo que soy incapaz de emociones mas altas. --?No lo eres? Los labios de Dunford se cerraron en una linea delgada. ?Estaba ella en lo correcto? En realidad no tenia ni idea. De una u otra manera, dentro de un ano el seria mil libras mas rico. Dinero facil. Capitulo 1 Algunos meses mas tarde Dunford estaba sentado en su salon, tomando el te con Belle. Acababa de llegar a visitarlo; Se alegro de esa visita inesperada, ya que desde que ella estaba casada no se veian tanto. --?Tienes la seguridad de que John no va a irrumpir aqui con un arma? --bromeo Dunford. --Esta demasiado ocupado para esa clase de disparates, -- dijo ella con una sonrisa. --?Esta demasiado ocupado para acceder a su naturaleza posesiva? Que extrano. Belle se encogio de hombros. --El confia en ti, y mas importante aun, confia en mi. --Un autentico modelo de virtud, --dijo Dunford secamente, sin querer reconocer ante si mismo que estaba un poco celoso de la dicha marital de su amiga. --Y como… Un golpe sono en la puerta. Entro en el cuarto Whatmough, el flematico mayordomo de Dunford, anunciando: --Un abogado ha llegado, senor. Dunford alzo la cabeza. --Un abogado, que desea hablar a solas con usted. No pude averiguar sus razones. --Es muy insistente, senor. --Hagale pasar entonces. --Dunford miro a Belle y sin saber que hacer encogio los hombros. Ella sonrio con picardia. --Pase. Whatmough condujo al visitante. Era un hombre de cabello gris de estatura mediana, y se veia muy interesado en ver a Dunford. --?Sr. Dunford? Dunford asintio con la cabeza. --No puedo decirle que contento estoy por haberle localizado finalmente, --el abogado dijo alegremente. Miro a Belle con una expresion desconcertada--. ? Y esta es la senora Dunford? Fui inducido a creer, que usted no estaba casado, senor. Oh, esto es extrano. Puede ser obstaculo. --No estoy casado. Esta es Lady Blackwood. Ella es una amiga. ?Y usted es? --Oh, lo siento. --Dijo muy apenado. El abogado saco un panuelo y palmeo su frente--. Soy Percival Leverett, de Cragmont, Hopkins, Topkins, y Leverett. --Se inclino hacia adelante, para dar enfasis adicional al decir su nombre--. Tengo una noticia importante para usted. Muy importante ciertamente. Dunford agito sus brazos expansivamente. --Oigamoslo entonces. Leverett miro a Belle y su mirada regreso a Dunford. --?Quiza deberiamos hablar privadamente, senor? Ya que la senora, no es su esposa. --Por supuesto. --Dunford miro a Belle--. ?No te molesta esperar, solo sera un momento, verdad? --Oh, de ningun modo, --le aseguro, con su sonrisa diciendo que tendria mil preguntas listas cuando hubieron terminado--, esperare. Dunford hizo una senal hacia una puerta que conducia a su estudio. --Directamente por aqui, Sr. Leverett. Salieron del cuarto, y a Belle le dio mucho gusto notar que no cerraron la puerta correctamente. Inmediatamente se puso de pie y se movio hacia la silla mas cercana a la puerta, ligeramente abierta. Estiro el cuello, intentado oir. Un barboteo de voces. Mas barboteo. Y entonces, de Dunford, --?Mi primo que… ? Barboteo, barboteo. --?…de donde… ? Barboteo, barboteo, algo que sono como a Cornualles. --?…cuantas veces… ? No, eso no pudo haber sido “ocho” lo que ella oyo. --?…y el me dejo que… ? Belle aplaudio. !Que encantador! Dunford acababa de obtener una herencia inesperada. Espero que fuese un buen suceso. Justamente uno de sus amigos de mala gana habia recibido en herencia a treinta y siete gatos. El resto de conversacion fue imposible de descifrar. Despues de algunos minutos los dos hombres terminaron de hablar, y se estrecharon la mano. Leverett aparto de un empujon algunos escritos en su caso y dijo, --Tendre el resto de documentos enviados tan pronto como sea posible. Necesitaremos su firma, por supuesto. --Por supuesto. Leverett asintio con la cabeza y regreso al cuarto. --?Que te dejaron? --Belle exigio. Dunford parpadeo pocas veces, como si todavia no pudiese creer lo que acababa de oir. --Parece que acabo de recibir en herencia una baronia. --!Una baronia! Corcholis, voy a tener que llamarte Lord Dunford ahora, ?verdad? El puso los ojos en blanco. --?Cuando fue la ultima vez que te llame Lady Blackwood? --Hace diez minutos, --dijo ella impertinentemente--, cuando me presentaste al Sr. Leverett. --Touche, Bella. --Se recosto en el sofa, sin esperar a que ella se sentase primero--. Supongo que me puedes llamar Lord Stannage. --!Valgame Dios! Stannage, --ella se quejo--. Que perfectamente distinguido. Willian Dunford, Lord Stannage. -- Sonrio diabolicamente. -- ? Es William, verdad? Dunford bufo. Lo llamaban por su nombre de pila tan raras veces, que era un chiste familiar el no poderlo recordar. --Le pregunte a mi madre, --contesto finalmente el--. Dijo que cree que es William. --?Quien murio? --le pregunto Belle francamente. --Alguna vez has tenido tacto y refinamiento, mi estimada Arabella. --Bien, obviamente no pareces lamentar la perdida de tu pariente lejano, del que hasta ahora no conocias su existencia. --Un primo. Un octavo primo, para ser exacto. --?Y no pudieron encontrar un pariente mas cercano? -- pregunto ella incredulamente--. No es que tenga envidia de tu fortuna, claro esta, pero realmente es extenderse. --Parecemos ser una familia de potrillas. --Gracias, --mascullo sarcasticamente ella. --Termina los sarcasmos, --dijo el, ignorando su mofa--, ahora tengo un titulo y una pequena hacienda en Cornualles. Asi que ella habia escuchado correctamente. --?Has ido alguna vez a Cornualles? --Nunca. ?Has estado tu? Ella nego con la cabeza. --He oido que es realmente dramatico. Los acantilados y las olas derrumbandolos. Muy incivilizado. --?Que tan incivilizado podria ser, Belle? Esta es Inglaterra, despues de todo. Ella se encogio de hombros. --?Vas a ir alli , a visitarlo? --Supongo que debo. --El golpeo ligeramente su dedo contra el muslo--. ?Incivilizado, dices? Probablemente lo adorare. * * * * * --Espero que el odie estar aqui, --dijo Henrietta Barrett, tomando un feroz mordisco a su manzana--. Espero que realmente destete este lugar. --Ya, ya, Henry, esa actitud no es propia de ti, no es muy caritativo de tu parte. --Le dijo escandalizada la senora Simpson, el ama de llaves de Stannage Park. --No me siento tremendamente caritativa por el momento. He metido una buena cantidad de trabajo en Stannage Park. Los ojos de Henry se enrojecieron tristemente. Habia vivido en Cornualles desde los ocho anos, cuando sus padres habian muerto en un accidente de carruaje en su ciudad natal de Manchester, dejandola huerfana y sin dinero. Viola, la esposa del baron, era la prima de su abuela y amablemente habia acordado acogerla. Henry inmediatamente se habia enamorado de Stannage Park, de la piedra palida del edificio, las ventanas vibrantes, los grandes jardines . Y asi es que Cornualles se habia convertido en su casa, mas de lo que fue Manchester alguna vez. Viola se habia entusiasmado por ella, y Carlyle, su marido, se convirtio en una distante figura paternal. El no paso una buena cantidad de tiempo con ella, pero siempre tuvo una palmada acogedora en la cabeza lista cuando entraba en el vestibulo. Cuando tuvo catorce, sin embargo, Viola murio, y Carlyle estaba muy afligido. Apenas le interesaba el resto del mundo y se encerro en su despacho, dejando a un lado el control de la hacienda y la casa. Henry inmediatamente entro en accion. Amaba tanto a Stannage Park y no iba dejar que se malograse, ademas, tenia ideas firmes de como debia ser manejada la propiedad. Los pasados seis anos ella habia sido no solo la senora de la heredad sino tambien el senor, universalmente aceptada como la persona a cargo. Y a ella le gustaba su vida simplemente asi. Pero Carlyle habia muerto, la hacienda y la casa habian pasado rapidamente a algun primo lejano en Londres que probablemente era un petimetre. El nunca habia ido a Cornualles antes, penso Henry, olvidandose convenientemente de que ella llego alli solo cuando murieron sus padres. Ella habia llegado alli doce anos antes. --?Cual era su nombre? --pregunto otra vez la senora Simpson, mientras cogia la masa y empezaba hacer el pan. --Duford o Dunford, --dijo Henry asqueada--. No quisieron darme su nombre de pila, Aunque supongo que no tiene importancia ahora que es Lord Stannage. El probablemente insistira en que usemos el titulo. La aristocracia usualmente lo hace. --Hablas como si como no pertenecerias a esa clase, Henry. No pongas mala cara al caballero. Henry suspiro y tomo otro mordisco de su manzana. --El probablemente me llamara Henrietta. --Deberia. Estas mayor para llamarte Henry. --Tu me llamas Henry. --Soy demasiado vieja para cambiar. Peor ya no eres una nina. Ha pasado el tiempo Y es preciso que encuentres un marido. --?Y hacer que? ?Irme de Inglaterra? No quiero dejar Cornualles. La senora Simpson sonrio, para senalar que Cornualles era ciertamente una parte de Inglaterra. Henry queria tanto la region que no podia pensar acerca de ella como perteneciente a un lugar mayor. --Hay caballeros aqui en Cornualles, con los que te podrias casar, --le dijo--. Bastantes en los pueblos cercanos. Podrias casarse tambien con uno de ellos. Henry se mofo. --No hay nadie que me parezca atractivo y conoces a la gente de aqui, es simple. Ademas, nadie se casaria conmigo. No tengo uno chelin ahora que Stannage Park la tiene este desconocido, todos ellos piensan soy un fenomeno hombruno. --!Por supuesto que no lo hacen! --contesto rapidamente la senora Simpson--. Todo el mundo te admira. --Ya se--Henry contesto, girando sus ojos grises hacia la ventana--. Me admiran como si fuera un hombre, y por eso estoy agradecida. Pero los hombres no quieren casarse con otros hombres, sabes. --Quiza si llevaras puesto un vestido… Henry miro hacia sus gastados pantalones. --Me pongo un vestido. Cuando es apropiado. --No puedo imaginar cuando fue eso, --bufo la senora Simpson--, desde que te conozco nunca te he visto en uno. Ni siquiera en la iglesia. --Que hecho tan afortunado para mi que el vicario sea un caballero muy liberal. La senora Simpson dirigio una mirada sagaz hacia la joven. --Que hecho tan afortunado para ti, que al vicario le gusta el brandy frances que le envias una vez al mes. Henry se hizo la sorda. --Lleve un vestido para el entierro de Carlyle, si recuerdas. Para la fiesta del condado el ano pasado. Y cada vez que recibimos a los invitados. Tengo al menos cinco en mi armario, muchas gracias. Oh, y tambien me los pongo cuando vamos al pueblo. --No lo haces. --Pues bien, puede ser que no para nuestra pequena villa, pero lo hago cada vez que voy a algun otro pueblo. Pero cualquiera estaria de acuerdo que son de lo mas impracticos cuando reanudo mis actividades normales supervisando la hacienda. --Sin mencionar, penso Henry torcidamente, que con ellos se veia terrible. --Bien, te pondras uno cuando el Sr. Dunford llegue. --No estoy completamente loca como una cabra, senora Simpy. --Henry lanzo el corazon de la manzana a traves de la cocina a un cubo pequeno, que se derramo por lo lleno que estaba. Dejo salir un grito de orgullo--. No he perdido al cubo en meses. La senora Simpson cabeceo. --Si solo alguien te ensenara como ser una chica. --Viola quiso hacerlo, --Henry contesto descaradamente--, y podria haber tenido exito si hubiera vivido mas tiempo. Pero la verdad es, me gusta mucho ser como soy. La mayoria de las veces al menos, penso. De vez en cuando, veia a una bella senora en un primoroso traje de noche que le parecia hermoso y le daba celos. Tales mujeres no tenian pies y eran irreales, Henry decidio que deberian tener ruedas para poder deslizarse en ellos, mientras las miraban una docena de hombres entontecidos. Tristemente clavaba los ojos en ese cortejo, imaginandolos sonando tras ella. Entonces se reia. Ese sueno particular no tenia probabilidad de hacerse realidad, ?y ademas, a ella le gustaba su vida simplemente como estaba, verdad? --?Henry? --La senora Simpson la saco de su ensonacion--. Henry, hablaba contigo. --?Hmmm? --Henry parpadeo saliendo de su fantasia--. Oh, lo siento, estaba pensando acerca de lo que tenemos que hacer con las vacas, --mintio--, no estoy segura de que tengamos espacio suficiente para todas ellas. --Deberias estar pensando acerca de que hacer cuando el Sr. Dunford llegue. ? El envio una nota que seria esta tarde, no? --Si, asi es. --!Henry! --le reprocho la senora Simpson. Henry nego con la cabeza y afirmo. --Si acaso alguna vez hubo un tiempo para maldecir, es ahora, Simpy. ?Que ocurre si el quiere interesarse en Stannage Park? ?O peor… si se le ocurre asumir el mando? --Si lo hace, sera su derecho. El es el dueno, sabes. --Si, lo se. Es tan terrible. La Senora Simpson mezclo la masa, le dio forma de una barra de pan y la coloco aparte para levantarse. Limpiandose las manos, dijo: --Tal vez vendera. Si la vendiese a una persona del pueblo, no tendrias nada por lo que preocuparte. Todo el mundo alli sabe que manejas a la perfeccion Stannage Park. Henry salto del mueble en que estaba encaramada, planto las manos en sus caderas, y comenzo a caminar por la cocina. --El no puede vender. Esta vinculado al titulo. Si no lo estuviese, el Sr. Carlyle me lo hubiera dejado. --Oh. Bien, entonces vas a tener que esmerarte en llevarte bien con el Sr. Dunford. --Ese hombre es Lord Stannage ahora, --Henry gimio--. Valgame Dios… El baron Stannage… el es el dueno de mi casa y el que va a decidir mi futuro. --?Eso te aterra? --Quiero decir que el es mi guardian, mi tutor.
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Cien verdades y una mentira de Juan Antonio Carreras Espallardo
https://gigalibros.com/cien-verdades-y-una-mentira.htmlCien verdades y una mentira es un compendio de articulos relacionados con el mundo policial, las ciencias criminologicas, la seguridad vial y el ambito periodistico. Pero no solo eso, a lo largo de cien verdades el lector encontrara algun relato y poesia, fruto de la pasion frustrada de su autor, que siempre admiro estos dos generos. La mentira queda reservada para el final.
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Las manos de los maestros de J. M. Coetzee
https://gigalibros.com/las-manos-de-los-maestros.htmlPrimer volumen de una magistral recopilacion de los ensayos mas brillantes del Premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee, algunos de ellos ineditos, en torno a los escritores esenciales de la literatura universal.
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La casa de la Colina de Erina Alcala
https://gigalibros.com/la-casa-de-la-colina.htmlPase senorita Solis -Le dijo el director del Banco Citibank, uno de los bancos mas importantes del mundo, tenia una de las centrales situadas en Manhattan y en la que llevaba trabajando Lisa tres anos con su padre, Antonio Solis. Su padre, Antonio Solis, habia trabajado en el banco Citibank en Jaen, aunque ellos procedian de Ubeda, una poblacion de la provincia preciosa cerca de la Sierra de Cazorla, alli vivieron hasta que su madre Maria, murio de cancer cuando ella apenas tenia siete anos. Y su padre vendio la casa en el pueblo y se mudo a Jaen. Y alli estuvo trabajando hasta que le ofrecieron un puesto en Estados Unidos, en Manhattan. Era un hombre culto, serio y preocupado siempre por su hija Eloisa, a la que todos llamaba Lisa. Y cuando Lisa entro al instituto, entro en uno de Manhattan. Su padre, compro un apartamento cerca del trabajo, de dos dormitorios y un despacho grande y ella se metia con su padre a estudiar cuando salia del instituto. Antonio, contrato una chica para la casa, Lucy y asi estuvieron hasta que Lisa fue a Harvard a estudiar Economicas y Derecho, dos carreras en una. Y visitaba a su padre de vez en cuando para no dejarlo solo. Lo echaba de menos y parecia la madre cuidandolo. Su padre salia con algunas mujeres, pero no llego a casarse con ninguna. Y cuando Lisa salio de la universidad, su padre abogo para que entrara en el banco en el que trabajaba para que entrara a trabajar, y el senor Martin Davis, director del banco, le dio un puesto. Y ahora precisamente, la llamaba a su despacho y no esperaba buenas noticias, porque su padre habia muerto repentinamente tres meses atras dejandola sola. Habia llorado y sufrido mucho en ese apartamento vacio con la unica persona que el quedaba en la vida. La hija y el novio de la hija del director, esperaban un puesto en la sucursal y mucho se temia que a sus veintisiete anos iba a salir de alli en estampida. -Si senor Davis... -Sientate-y ella lo hizo en aquel despacho inmenso del director al que no le faltaba de nada. -Sabes que tu padre fue un buen hombre y un gran trabajador en esta empresa. -Si, senor lo fue, el mejor y el mejor padre, tambien. -Se que no tienes familia aqui, pero yo si tengo a mi hija y a mi yerno. -Lo se senor y lo entiendo, y le agradezco el trabajo que me dio. -Asi que esta sucursal quedara completa, mucho me temo Lisa -Como ella temia. -Bueno si tengo que irme... -Espera, no creas que voy a echarte a la calle mujer. Tengo una plaza para ti, si te interesa. He hablado con un amigo mio, director tambien de una sucursal, pero no aqui en Nueva York. El mismo puesto que tienes, el mismo sueldo, pero te dara para mas. Nueva York es caro. Ademas, tu padre tenia un seguro de vida, y su apartamento, y con el seguro de la casa, se queda pagada la hipoteca del apartamento. Ademas, puedes venderlo. -Si, claro, podria. -Por tanto, te propongo una cosa. -Digame -Dijo impaciente Lisa sin saber que iba a proponerle. -Mira, nosotros, mi abuelo y mi padre procedian de Albany, Wyoming. Yo naci aqui. -!Ah! no lo sabia -Ni sabia que tenia que ver con ella. -Si lo miras bien, Albany es precioso y tiene casi 37. 000 habitantes, es una gran ciudad y esta a una hora y media de Cheyenne, la capital. Asi que, si te interesa la plaza de Albany, es tuya. -?Mudarme a Wyoming? -Te va a gustar, ya veras. Ademas, tengo para ello una casa, en propiedad y quiero vendertela a ti. Me la han querido comprar dos rancheros de la zona, pero yo te veo alli viviendo. No se por que. Quiero que me la compres tu. Esta a cinco millas de la ciudad. Es una casa y terreno, no mucho, pero el suficiente para darte un buen paseo. -?Que se la compre? -Si, lleva vacia anos y esta entre dos ranchos y va con el trabajo -Y ella se vino abajo. Era una encerrona en toda regla. -Pero entre dos ranchos... -Tienes vallas blancas entre las dos propiedades, unos acres de terreno, los dos rancheros, quieren mi tierra y mi casa de la colina, pero ha surgido esto y quien mejor que tu para ocuparla. Tiene unas vistas espectaculares Lisa -Y le enseno unas fotos que caso en un sobre que tenia guardado en el cajon de su despacho. Se las dio a Lisa que las estuvo mirando. -Hay un arroyo. Es precioso. Desde luego. -Si, el lugar es maravilloso. Si, puedes ponerle desde la casa, una bajada con escalones al arroyo, te quedara perfecto. La casa necesita una gran reforma, total diria yo, y el terreno tambien, y si la arreglas te quedara preciosa, tiene dos plantas. Y 100 metros cuadrados construidos. Podrias vivir en la ciudad, pero esto te encantara. Las vistas, todo. -?Y tengo que comprarla para tener el trabajo? -Me gustaria si, le tengo gran carino y no he podido venderla pensando que mi hija la querria algun dia, pero no la quiere y tu, eres como una hija para mi. -Tengo que reformarla, esta descuidada. -Si, pero te la dejo a un precio que no podras rechazar, y vivir a cinco millas de la ciudad tan solo. -La verdad es preciosa, esos dos arboles, los arroyos... -Y se vio alli sentada en las tardes en un gran porche o bajando al arroyo... -Y tienes una entrada, puedes poner una puerta para entrar y arreglar la entrada te quedara todo precioso. No tiene muebles, nada, eso si, se quedo vacia. -Bueno ?Y por cuanto la vende? -Por 200.000 dolares con el terreno. -Es barato, por supuesto. -Es un regalo, puedes meterle lo que quieras, hacer una casa preciosa, le falta garaje, pero tienes dinero del seguro y si vendes tu apartamento viviras como una reina. -Si no me queda mas remedio..., no quiero quedarme sin trabajo. -Me lo dices manana, te toca vacaciones, un mes. Y esta semana tiene que quedar todo listo, si te vas. Tomas vacaciones que estamos en julio, vendes el apartamento, lo venderas pronto, esta en un buen lugar, te vas, arreglas la casa y en agosto entras al trabajo. Te dare toda la informacion y dejaremos todo hecho. Manana dame la contestacion. Si no, tendrias que buscarte trabajo por tu cuenta y no me gustaria. -Si senor. !Que remedio! Y al dia siguiente le dijo que si, que se iba. Necesitaba un cambio de aires y no supo por que le gustaba esa casa en la colina, con el arroyo y esos dos arboles grandes, podria tener una pequena propiedad, le gustaba el campo.
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La dama roja (El espejo roto 1) de Miguel Angel Fece Allue
https://gigalibros.com/la-dama-roja-el-espejo-roto-1.htmlEtienne es un talentoso artista habituado a la buena vida en la corte que ahora vaga por los bosques franceses abandonado por la fortuna y buscando sustento a traves de sus canciones.
Una oscura noche ve su camino unido al de una misteriosa mujer que porta una capucha roja y una espada negra con la que le salva la vida de una bestia surgida de los cuentos infantiles.
A su lado comenzara una extrana busqueda de la que sabe muy poco, en la que descubrira que los cuentos de hadas tienen un trasfondo espeluznantemente real. -
Huida desesperada de Sabina Rogado
https://gigalibros.com/huida-desesperada.htmlZoe esta acostumbrada a llevar las riendas de su vida y decide rechazar a todos los hombres que acuden al rancho familiar con una peticion de compromiso.
El convencimiento de no contraer matrimonio si no alberga sentimientos hacia la otra persona es inquebrantable… Al menos hasta que sus padres fallecen. Entonces, los hermanos Evanson se ven obligados a tomar una decision. Doblegarse ante los deseos de un ser mezquino y cruel, o huir en busca de la unica persona que puede ayudarles. ?Que hacer?
La vida de los hermanos cambia drasticamente y emprenden un viaje repleto de peligros.
Una posada en mitad de la nada.
Unos desalmados dispuestos a mancillar el honor de una mujer indefensa.
La aparicion de un hombre mitad indio, mitad noble.
Y una historia que conseguira robarte el corazon. -
Corazon escoces de Miranda Bouzo
https://gigalibros.com/corazon-escoces.html -
Mi corazon en las Highlands de Sarah Rusell
https://gigalibros.com/mi-corazon-en-las-highlands.htmlLos nervios se apoderaron de mi cuando el taxi me dejo en la puerta de entrada a la finca del senor Athol. Eran las diez de la noche de un frio viernes de septiembre. Trate de calmarme contando mentalmente, respirando hondo, necesitaba estar tranquila. El conductor del taxi saco las tres maletas que llevaba con todo lo que poseia hasta el momento, no habia mas, tampoco me hacia falta. Todo cuanto habia tenido lo perdi, o quise perderlo, puesto que aqui no iba a necesitar nada. Lo unico que podria haberme servido era la casa donde vivia, pero era de alquiler asi que la deje, no la echaria tanto de menos. --Muchas gracias. Que pases un buen dia --sonrei mientras asentia con la cabeza a modo de despedida. --Mucha suerte en tu nueva vida en Inverness --levanto la mano antes de montarse en el coche. Me habia traido desde Edimburgo, le habia contado por el camino que venia como interna para hacer de ninera de los hijos del senor de la casa, por eso me deseaba suerte, se le veia un buen hombre. Llame al timbre y unos minutos despues salio a abrir un hombre de unos cincuenta anos. Era moreno, con alguna que otra cana salpicada discretamente, con una calida mirada de ojos verde oscuro y alto, bastante alto. --Buenos dias, soy Cailen. Usted debe de ser Cinnia --se presento mientras extendia la mano. --Hola, si, soy Cinnia --sonrei aceptando y estrechando su mano como una vez me dijo mi padre, mostrando fuerza y seguridad. --Me veras siempre por aqui, soy el hombre de confianza de Athol y su mano derecha. Asenti y le vi coger las dos maletas mas grandes, me hizo un gesto para que pasara, cogi la otra y lo segui hasta la casa. El jardin delantero era una pasada, con un camino de piedras muy bonito y a los lados unos jardines, uno con un parque infantil de madera y el otro, un merendero con una gran mesa dentro, tambien de madera, que era una preciosidad. --Dallis, ella es Cinnia --dijo a una mujer con un uniforme del servicio en color negro que pasaba por alli en ese momento. --Hola, encantada --me sonrio haciendo un gesto para que la siguieramos. --Hola, igualmente --dije cuando ya se habia girado y caminaba hacia el fondo del pasillo de la izquierda. Al pasar vi un marco con una foto de la que supuse era Alis, la mujer de Athol. Era una preciosa mujer de cabello castano y ojos marrones con la sonrisa mas sincera que habia visto nunca. Ella murio de leucemia hacia dos anos dejando a sus dos hijos, con tan solo tres anos, a cargo de su marido, esto lo supe por el amigo que me ayudo a conseguir este empleo. --Esta es tu habitacion --Dallis abrio una puerta y ambos me hicieron un gesto para que entrara, ella desde dentro y Cailen a mi lado. El, entro tras de mi con las maletas, que puso a un lado. --Buenas noches, Cinnia --se despidio Cailen. --Como ves --dijo Dallis de nuevo--, tiene un pequeno aseo con ducha y las vistas a la parte trasera --mire y se veia otro precioso jardin de lo mas cuidado, lleno de mesas de madera repartidas por la zona y una gran barbacoa de piedra ademas de un horno de lena, era una pasada. --Gracias, Dallis. --Cualquier cosa que necesites, solo me lo tienes que decir. En la mesita de noche tienes un sandwich con un vaso de caldo para cenar que Colina, la cocinera de la casa, te acaba de dejar cuando escucho el timbre de la puerta --me hizo un guino y salio cerrando, dejandome a solas en la que ya era mi nueva habitacion. Dallis parecia una buena mujer, tendria unos cuarenta y tantos anos, era pelirroja, con los ojos verde claro y una sonrisa afable. Se la veia simpatica, al igual que a Cailen, y esperaba que asi fuera el resto del servicio. El dormitorio tenia todos los muebles en madera de roble y estaba compuesto por una comoda con cajones, dos mesitas de noche con una cama grande en medio y un armario empotrado en la pared de entrada. La ropa de cama y las cortinas eran blancas, igual que las paredes, dando algo mas de amplitud a la estancia. Comence a guardar toda mi ropa, repartida entre el armario y los cajones de la comoda donde deje tambien algunos objetos personales, como la foto de mi padre fallecido un ano antes tras no superar su batalla contra el cancer. Pase la mano por esa foto, la ultima que quiso que le sacara ya que dijo que se veia bien, pero un par de meses despues empezo a empeorar, no se encontraba con animo para mas retratos y dijo que queria que le recordara asi, con esa sonrisa y el brillo de vitalidad en los ojos. Se me escapo una lagrima que seque rapidamente. Tuvimos que vender la casa familiar para pagar esa primera parte de tratamiento, era apenas un piso pequeno en el que vivimos mis padres y yo desde que ellos se casaron, pero hubo que desprenderse de todos esos recuerdos. A mi madre la habiamos perdido mucho tiempo atras, asi que no vio el sufrimiento por el que paso el hombre al que tanto amaba. Tras la venta de nuestro hogar mi padre y yo nos fuimos a un pequeno estudio de alquiler que encontramos muy economico y amueblado, no era nada del otro mundo, pero al menos saliamos adelante con el sueldo que yo ganaba trabajando en una guarderia de lunes a sabado por las mananas. Incluso alguna que otra tarde hacia horas extras encargandome de los ninos que tenian que quedarse si sus padres iban a retrasarse en sus trabajos. Me comi el sandwich y me tome el caldo, tenia un poco de hambre y me parecio que ese habia sido todo un detalle por su parte, ya que alli cenaban mas temprano, pero llegar y tener algo calentito que llevarme al estomago era de agradecer. Las vistas desde mi ventana me gustaban, ese jardin trasero me daba mucha paz, no es que fueran unos terrenos grandes ni nada, debia tener en total unos mil metros delante de la casa y dos mil detras, pero todo muy bonito y cuidado. Dieron dos golpes en la puerta y fui a abrir. Alli me encontre con Athol, mi jefe. Sabia quien era por algunas fotos en las que le vi alguna vez, ya que solo habia hablado con el por telefono. Alto, rubio, con unos increibles ojos azules y que aun no llegaba a los cincuenta, por lo que sabia. Iba vestido con vaqueros, un jersey y deportivas. --Hola, soy Athol --extendio su mano con una media sonrisa. --Hola, encantada --dije dandole el mismo apreton de mano que a Cailen. Ante todo, que no me notaran con miedo, que esa era muy mala impresion en un primer dia de trabajo. --?Todo bien? --pregunto echando un vistazo discretamente al dormitorio. --Perfecto --sonrei. --Pedi que te dejaran algo de cena rapida.
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Te vuelves tan inocente de Esther Llull
https://gigalibros.com/te-vuelves-tan-inocente.htmlG Capitulo 1 reta habia vivido cerca de veintidos anos sin que casi nada la afligiera o la enojase. Era la menor de las dos hijas de un padre carinoso e indulgente. Hacia ya dos anos que su madre habia muerto, aun asi conservaba un leve recuerdo de sus caricias, y como consecuencia de la boda de su hermana con un abogado de la ciudad, se habia tenido que hacer cargo de la casa, y de su padre, que era pensionista por invalidez, dado su mal estado de la columna, y que en otro tiempo habia sido profesor de literatura francesa. Por otra parte, habia tenido que contratar, desde que falto su madre, a una mujer, que hacia las veces de cocinera y cuidaba de su padre y de la casa, mientras Greta tenia que ir a trabajar. Greta habia sido una nina inteligente y avispada, e influida por su padre estudio la carrera de filologia especializandose en la lengua francesa y arabe. Ello le habia supuesto, al final de su carrera, recien terminada, aspirar a un puesto de trabajo en el centro de refugiados. No obstante, por ahora, se tenia que conformar con practicas de trabajo y, en realidad, no estaba todavia fija en el puesto, donde habia mucha competencia laboral. Ella sabia que su trabajo no era seguro, pero lo eligio porque le gustaba estar alli y comunicarse con gente de diversas nacionalidades del mundo, y en especial del Oriente Proximo. Vivien, que era la joven que llevaba al servicio de la casa durante casi dos anos, se habia encarinado de tal modo con Greta, que la intimidad, que habia entre ellas, era mas de hermanas que de otra cosa. La blandura del caracter de Vivien, y el hecho de los cuidados que prodigaba a su padre, las habia hecho convivir juntas, como amigas, sin que se hubiese impuesto la sombra de autoridad de ninguna. Pero ademas, desde hacia muy poco, Vivien se habia puesto en relaciones de noviazgo con uno de los vecinos del bloque, un hombre divorciado y algo solitario, y que Greta le habia presentado. En realidad, Greta se sentia orgullosa de haber buscado un novio a su amiga, y de tener la suerte de encontrarlo en alguien que ella conocia de toda la vida, y de quien pensaba que era una persona buena y de todo fiar. Solo habia que objetar que tenia un hijo de su anterior matrimonio, pero esto no perjudicaba su buen caracter, ni empanaba su conducta. Tal vez, parecia algo mayor para ella, pero no mucho; en realidad, ella tenia un caracter bastante formado y serio, que se acoplaba bien a el. Lo cierto es que Greta habia favorecido mucho el que ellos se viesen a traves de cenas o meriendas. Y todo habia seguido su curso normal. Sobre todo, porque el hermano de el, que era profesor de sociologia politica, habia sido companero de trabajo de su padre. Y muchas veces Greta los invitaba a los dos a comer. En realidad, era Edgar, el hermano, quien venia mas ultimamente, porque le gustaba charlar con su padre y recordar los momentos que compartieron en el instituto, o simplemente hablar de las ultimas investigaciones sociologicas que se estaban realizando, tema que le gustaba mucho tratar al padre de Greta. Y, en cierta manera, asi mantenia viva su mente y su vitalidad. Greta no escatimaba nada por que su padre pudiera encontrar este alivio en su vida. Los dos hermanos habian vivido juntos el ultimo ano. No obstante, Edgar siempre pensaba en trasladarse lo antes posible, y buscar su propio sitio. Pero todo estaba muy caro, sobre todo, los alquileres de esa zona de la ciudad se habian encarecido extremadamente, al haberse construido un centro comercial muy cerca de ellos, asi como un centro recreativo para la infancia y un parque grande con jardines. En cuanto al hermano de Edgar, Jacobo, habia sido militar en la guerra de Afganistan y, actualmente, con cuarenta y cinco anos, cinco mas que su hermano, se encontraba retirado por una lesion de guerra y pequenas secuelas psicologicas. Aun asi su estado era el de un hombre energico y que aparentaba ser mas joven de lo que era. Greta habia tenido muchas conversaciones con el sobre Afganistan y ahora tambien sobre Siria, pues ella atendia a refugiados de esa region. En cuanto a su divorcio podemos decir que fue un matrimonio desafortunado, desde el principio, y que la suerte de tener el que vivir lejos de su pais contribuyo a la separacion. En realidad, habia sido el hijo tenido, lo que motivo el hecho del matrimonio mas que una voluntad totalmente libre. Pero se habia puesto de manifiesto con el tiempo la incompatibilidad de sus caracteres y los intereses diferentes que terminaron por separarlos legalmente. Eso si sin querer hacer dano al hijo comun que ya era un jovencito de veintipocos anos, al igual que Greta. Y aunque el vivia con su madre casi siempre, a veces tambien visitaba a su padre. Pero llego el momento en que vino una contrariedad para Greta --solo una pequena contrariedad--, sin que ello la turbara en absoluto de un modo demasiado visible: Vivien anuncio que iba a casarse. Perder a Vivien fue el primero de sus sinsabores. Y fue el dia de la boda de su querida amiga, cuando Greta empezo a alimentar sombrios pensamientos de cierta importancia. Hasta ahora lo cierto era que los verdaderos peligros de la situacion de Greta, de una parte, eran que podia hacer siempre su voluntad, y, de otra, que era propensa a tener una idea demasiado buena de si misma. Y estas eran desventajas que amenazaban mezclarse con sus muchas cualidades. Sin embargo, hasta el momento el peligro parecia imperceptible y, en modo alguno, podia considerarse como inconveniente suyo. Pero ahora habia llegado esa pequena contrariedad. Su amiga se habia ido a vivir a una casa que tenia Jacobo en el pueblo que nacio. Ahora no podria ir a trabajar con ella, y lo mas seguro es que buscaria un trabajo mas cerca o se acoplaria con la pension de su marido. El mismo dia de la boda cuando regresaron, y su padre y ella se sentaron solos, en la gran mesa del comedor del salon de la vivienda, sin un tercero que alegrase aquella estancia, y cuando su padre se dispuso a ir a dormir, como de costumbre, a Greta no le quedo mas que ponerse a pensar en lo que habia perdido. Pero la boda parecia proponer toda suerte de dichas a su amiga, dado lo generoso que Jacobo habia sido con ella. Tenia la edad conveniente y ambos tenian un trato agradable. Incluso en Greta habia algo de satisfaccion en el pensar con que desinteres, con que generosa amistad ella habia siempre deseado y alentado esta union. Pero la manana siguiente fue triste. La ausencia de Vivien iba a sentirse a todas horas y todos los dias. Habia sido una amiga y una companera como pocas existen: inteligente, educada, servicial, afectuosa, conociendo las costumbres de la familia, compenetrada con todas sus inquietudes, y sobre todo preocupada por ella, por todas sus ilusiones y por todos sus proyectos; alguien a quien podia revelar sus pensamientos apenas nacian en su mente, y que le profesaba tal afecto, que nunca podria decepcionarla. ?Como iba a soportar aquel cambio? Claro que su amiga se habia ido a vivir a un pueblo, que solo estaba a media hora en coche o en tren de cercanias; pero Greta se daba cuenta de que debia haber ahora una diferencia entre Vivien casada y la Vivien que pasaba tanto tiempo con ella en la casa. Y, a pesar de todas las grandes cualidades de Greta, corria el gran peligro de sentirse moralmente sola. Amaba tiernamente a su padre, pero para ella no era esta la mejor compania; los dos no solian hablar de cosas intimas, ni el preguntaba demasiado. Ademas el mal de la disparidad de sus edades --su padre Federico no se habia casado muy joven-- se veia considerablemente aumentado por su estado de salud y sus costumbres; pues como habia estado enfermizo durante toda su vida, sin desarrollar la menor actividad fisica, solo la intelectual, sus costumbres eran las de un hombre mayor de lo que correspondia a sus anos. Aun asi era querido por todos por la bondad de su corazon y lo afable de su caracter, y en el unico talento que destacaba, su aficion por la literatura, por lo que le gustaba leer y lo hacia aunque pausadamente. Su hermana, aunque su matrimonio no la habia alejado mucho de ellos, ya que se habia instalado en otra zona moderna de la ciudad, pero en la periferia, estaba, aun asi, lo suficientemente lejos, como para no poder estar a su lado cada dia. A veces tenia que llegar la Navidad para que significase la nueva visita de su hermana con toda su familia, su marido y sus dos pequenos, que llenaban la casa proporcionandoles de nuevo el placer de su compania. Greta tenia muchas amistades en su nuevo y primer trabajo. Este se encontraba en una grande y populosa villa en un area cerca de la ciudad, pero con acceso a prados independientes y con plantios. Era un sitio administrado por el ayuntamiento y la diputacion provincial, asi como las generosas subvenciones de la union europea en relacion a la politica de inmigrantes. Greta habia hecho amistad con una chica turca que tambien se ocupaba, como ella, de servir de interprete y traductora de los refugiados, asi como de cuidar por sus derechos. Su nombre era Sonay. Pero si bien nadie podria ocupar el sitio de Vivien y podia parecer un triste cambio, si se piensa en ello, Greta no podia por menos de suspirar y desear imposibles. Y realmente Sonay era tan afectuosa con ella que podria llegar a quererla igual. Pero estaba casada y tenia una hija de veinte anos. Ella tenia el doble de edad que Greta y, aunque no lo pareciese, por su gran espiritualidad y lo sencillo de sus costumbres, esto precisamente la retenia para hacer confianza con ella. Por aquel tiempo su padre despertaba muy de manana, y Greta sabia que era necesario ponerle buena cara y no hacerle sentir preocupaciones. Necesitaba que le levantasen el animo. Era un hombre nervioso, propenso al abatimiento; queria a cualquiera a quien estuviera acostumbrado, y detestaba separarse de el; odiaba los cambios de cualquier especie. Aun no habia asimilado ni mucho menos el matrimonio de su hija, y siempre hablaba de ella de un modo compasivo, a pesar de que habia sido por completo por amor su matrimonio. Pero sus costumbres de placido egoismo y su total incapacidad para suponer que otros podian pensar de modo distinto a el, le predisponian a imaginar que Vivien habia cometido un error, y que hubiera sido mucho mas feliz de quedarse cerca de ellos y no irse tan lejos. Greta sonreia y se esforzaba para que su charla fuera lo mas animada posible, para apartarle de estos pensamientos; pero luego a la hora de la cena y cuando Greta volvia del trabajo, a su padre le era imposible no repetir exactamente lo que ya habia dicho en la manana. Greta empezo a concebir la idea de que tendria que encontrar a alguien que sustituyese a Vivien, una cuidadora, una chica au- pair o lo que fuese. --!Pobre Vivien! Me gustaria que pudiera volver con nosotros. !Que lastima que a Jacobo se le ocurriera pensar en ella! --dijo el padre lamentandose. --En esto no puedo estar de acuerdo contigo, papa; ya sabes que no. Jacobo es un hombre excelente, de muy buen caracter y muy agradable, y por lo tanto merece una buena esposa; y supongo que no hubieras preferido que Vivien estuviera aqui para siempre y soportara todas mis manias, cuando podia tener una casa propia... y no una en alquiler y que tenia que pagar, aunque ella vivia de modo compartido. --?Tener una casa propia? ?Eso es todo? Pero ?que sale ganando? Seguro que aqui tenia mas espacio. Y tu nunca has tenido manias, hija mia. --Iremos a verles a menudo y ellos vendran a vernos... !Siempre estaremos juntos! Somos nosotros los que tenemos que empezar, tenemos que hacerles la primera visita, y muy pronto. --Pero nina, ?como voy a ir tan lejos? Ese pueblo esta demasiado lejos. No podria andar ni la mitad del camino. --No, papa, nadie dice que tengas que ir andando. Desde luego que tenemos que ir en coche. --Pero en coche, ?en que coche? El mio lo vendi. Tu todavia necesitas sacar el practico, para pasar el examen de conducir. --Bueno, ya veremos. En todo caso, podemos coger un taxi
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Por una cama de princesa de Hadha Clain
https://gigalibros.com/por-una-cama-de-princesa.htmlEva vive en funcion a unos principios de honestidad y esfuerzo destinados a compensar sus faltas pasadas. Tras resurgir de los oscuros pozos de la adiccion retoma su vida y establece una serie de objetivos a los que dirigir sus esfuerzos: comprar el atico que siempre ha deseado y tener una cama con dossel digna de una princesa de cuento. Pero sus estructurados planes se tuercen cuando una de las amantes del Jefe le dispara tras una de sus maratones sexuales.
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El imperio espanol de Hugh Thomas
https://gigalibros.com/el-imperio-espanol.htmlEl imperio espanol fue una de las mas grandes creaciones politicas europeas. Concebido a principios del siglo xvi, perduro trescientos anos en la America continental y casi otros setenta en el Caribe y Filipinas.
Hugh Thomas, con el estilo que le ha granjeado tantos lectores, emprende un estudio completo de la genesis de este imperio, mostrandonos las hazanas de las dos primeras generaciones de exploradores, colonizadores, gobernadores y misioneros que abrieron el camino al imperio americano de Espana. De la caida de Granada al viaje de Magallanes, pasando por el descubrimiento de Colon o la coronacion de Carlos V, Hugh Thomas se embarca en la narracion epica de una de las mas grandes aventuras de la humanidad. -
La polilla en la casa del humo de Guillem Lopez
https://gigalibros.com/la-polilla-en-la-casa-del-humo.htmlBienvenidos al pozo, una caverna insondable con mil galerias y tuneles, fortalezas petreas cerca de la superficie y barrios profundos de nichos cavados en la roca. Este es el escenario, brutal y despiadado, en el que habita Veintiuno, un joven que pasa las horas envuelto en una nube de bok en la casa del humo, desde donde interpreta sus posibles destinos: entregar su cuerpo al dios de la mecanica y ser util en una excavacion sin fin, convertirse en un paria o, finalmente, ascender a traves de los bajos fondos, pero debera pagar un alto precio por medrar.
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Saga tu y yo de Ana Belen Martinez
https://gigalibros.com/saga-tu-y-yo.htmlMirame, nena
Una novela conmovedora con mucho amor y risas. !No te la pierdas!
Empece a trabajar hace seis meses en la editorial New York pages, en Seattle, la ciudad esmeralda, como ayudante de uno de sus editores: el senor Harris, pensando que tendria un gran futuro en esa empresa. Estar todos los dias rodeada de miles de libros maravillosos, era mi sueno mas anhelado. No obstante, la realidad muchas veces se impone a los suenos y algo que creia podia ser maravilloso, se volvio deprimente y aburrido.Odiaba mi trabajo. Me pasaba el dia atendiendo el telefono y haciendo recados personales para el senor Harris. Y, por si fuera poco, no tenia acceso a poder disfrutar o trabajar con futuras promesas editoriales ya que mi editor no confiaba en mi capacidad y eso que tengo un Master en Filosofia, Filologia y Humanidades.
Segun Alex, mi amigo gay, un cerebro privilegiado, pero nada aprovechado.Tenia que tomar una decision: Conformarme y ser una infeliz o… -
Mujeres de Al de Teresa Ortiz-tagle
https://gigalibros.com/mujeres-de-al.htmlTe hallas ante la increible historia de dos mujeres.
Fatima y Asunta, abuela y nieta, buscaran un enigma increible que las llevara hasta los confines del Islam y los reinos cristianos.
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Medico del Corazon de Eva Nieto
https://gigalibros.com/medico-del-corazon.htmlMarta era todo lo que un tipo como yo podia desear.
Joven. Atractiva. Mi alumna. Intelectual con gafas. Virgen.
Nos acaban de pillar f*llando en el vestuario, y solo hay una solucion. -
Noches interminables de Sonia Lopez Souto
https://gigalibros.com/noches-interminables.htmlLa joven corria tan deprisa como se lo permitian sus cansadas piernas. Las ramas bajas de los arboles, que ni se molestaba en esquivar, la golpeaban una y otra vez, marcando su delicada piel con cortes y aranazos que apenas sentia. Su rostro, surcado por cegadoras lagrimas, dejaba un rastro de sangre de los rasgunos que no habia podido evitar en su huida. Era de noche y la oscuridad le impedia ver el camino, pero no se permitio aminorar, pues lo que trataba de dejar atras, era infinitamente mas aterrador que lo que pudiese estar esperandola mas adelante. Podia escuchar la ronca respiracion de su perseguidor cada vez mas cerca, a pesar de sus esfuerzos por obtener ventaja. Sentia como sus pulmones protestaban por el esfuerzo y le ardia la garganta, de tragar los gritos para no delatar su posicion. Su corazon latia en una loca carrera en su pecho y se sentia al limite de sus fuerzas, pero no se permitio flaquear. Hacerlo seria su perdicion. A lo lejos diviso una tenue luz, su salvacion si lograba alcanzarla. En un ultimo esfuerzo titanico, imprimio velocidad a sus debilitadas piernas y por un segundo, se permitio creer que conseguiria su objetivo. Estaba tan cerca de la salvacion, que dejo que las lagrimas banasen su rostro. Un poco mas, solo un poco mas... ... Un desgarrador grito que erizaba el vello se escucho a lo lejos. Un silencio absoluto se apodero de aquella posada que tan alborotada habia estado unos pocos segundos antes. Alguien parecia estar en peligro en el bosque, no muy lejos de alli, pero nadie oso salir a socorrerlo. Estaban demasiado asustados. Desde hacia ya mas de un ano, los incautos que no se refugiaban en su hogar al caer la noche, por decision propia o por despiste, morian a manos, o mas bien a garras, de un ser maligno que habitaba en el bosque. Nadie lo habia visto nunca, pero podian imaginar su espantoso aspecto y, sobre todo, sus terribles zarpas porque las victimas, o lo que encontraban de ellas, acababan desfiguradas y totalmente destrozadas tras el ataque. Al principio, habian creido que se trataba tan solo de una pequena manada de lobos o quiza un solitario hambriento, pero cada muerte era peor que la anterior, como una muda advertencia de que no se enfrentaban a ningun animal comun. Muchos habian intentado dar caza al asesino tras los primeros ataques, sin embargo, toda busqueda habia sido en vano. No habian encontrado la guarida del horrible ser y algunos empezaron a pensar que quiza no fuese de este mundo. Los rumores se extendieron con rapidez y las versiones mas aterradoras hablaban de que era el mismisimo diablo, que habia ido para castigarlos y que cada amanecer descendia de nuevo a los infiernos a esperar la caida del sol, y regresar para atormentarlos. Y aunque decian no haber hecho nada tan malo, que mereciese tremenda expiacion, rezaban cada dia para que el monstruo abandonase aquellas tierras o para que nadie mas cayese en sus fauces. La aldea, otrora llena de vida, menguaba dia a dia. Y no solo por las victimas que el engendro se cobraba, sino por aquellos que la abandonaban por miedo a lo que estaba pasando. Los pocos que habian quedado, en su desesperacion, trataron de reunir dinero para contratar a algun mercenario que acabase con aquel ser, pero ninguno de aquellos que aceptaron hacer el trabajo, regreso despues de pasar la noche fuera. Al parecer, nada podia acabar con la amenaza de aquel terrorifico ente. Como si el mismo tiempo comprendiese el peligro en que vivian, los dias amanecian grises cada manana. La lluvia no dejaba de caer; unas veces intensa, otras suave, pero siempre constante. Y los pocos dias en que se detenia, el sol no hacia acto de presencia. Las cosechas se echaban a perder y el ganado moria por falta de alimento. La aldea entera estaba agonizando y ni siquiera tenian esperanzas ya de sobrevivir por mucho mas tiempo en aquellas circunstancias. Eran tiempos oscuros para ellos. Al amanecer, salieron de sus hogares para confirmar la tan temida noticia de que una nueva victima habia sucumbido a la bestia. La madre de la joven lloraba y gritaba de dolor por la perdida de su preciosa y joven hija, mientras otras mujeres de la aldea se acercaban para intentar consolarla. Los hombres empezaron a organizar una patrulla de busqueda para recuperar el cadaver y darle santa sepultura. O al menos, todo lo que pudiesen encontrar de ella, que en ocasiones era tan solo un rastro de sangre y visceras. Era una tarea repulsiva, pero el hecho de enterrar el cuerpo, les hacia creer que algun dia podria suceder un milagro y se librarian del ser que los acechaba. Su fe, aunque mermada, era lo unico que les quedaba ya. Lo unico que les impedia desistir de continuar en su hogar. Sin embargo, cuando estaban dispuestos para partir, escucharon una gran conmocion cerca de la linde del bosque. Las exclamaciones de sorpresa alcanzaron a la dolida madre de la muchacha, que alzo la vista en el mismo momento en que la joven corria hacia ella. -Madre -grito con alegria-. Madre, estoy aqui. Toda la aldea la observo, sorprendida de saberla con vida, despues de los gritos que habian escuchado la noche anterior. La creian muerta y no eran capaces de entender como habia sobrevivido. ?Que le habria sucedido a la bestia? ?Por que no la habia matado? ?Acaso aquella delicada jovencita habia logrado huir impunemente de ella? Eso era imposible. Algo debia haber sucedido al margen de la joven, que explicase porque se habia salvado. Tras ella aparecio un extrano personaje que ocultaba su cuerpo bajo un largo abrigo de piel de lobo, y su rostro con un sombrero negro de ala ancha. Cargaba en su mano izquierda una ballesta, y de su cinto le colgaban dos pequenas hachas arrojadizas. Cruzando su pecho habia una banda de cuero oscuro, cargada de brillantes punales. Llevaba a su espalda, un carcaj con flechas relucientes y dos espadas enfundadas en forma de cruz. Tambien cargaba con una extrana y peculiar bolsa de confusa forma, que parecia pesada, aunque no ralentizaba su paso. Habrian pensado que era un mercenario mas, de los tantos que habian ido por alli, pero muchos de los hombres de la aldea le ganaban en altura y corpulencia, incluso a pesar de las privaciones a las que se habian visto sometidos en los ultimos tiempos. Le faltaba presencia para ser temible, y aun asi, le rodeaba cierta aura de peligro que incitaba a alejarse de el por precaucion. La joven a la que creian muerta se volvio hacia aquel guerrero y lo tomo del brazo para que se acercase a su madre. Ella no parecia tenerle miedo, aunque era comprensible, si le habia salvado la vida. -Mira, madre, ella me ha salvado -le dijo, sonriendo-. Me rescato cuando la bestia me tenia atrapada en sus garras. Consiguio herirla y huyo. -?Una mujer? -gruno alguien detras de ellas, atonito - ?Como podria una mujer hacer algo asi, cuando los mejores mercenarios no lo hicieron? Es imposible. -No lo es -la defendio la joven-. Me salvo la vida. Ella hizo lo que ninguno de vosotros se atrevio. Anoche se enfrento al monstruo para rescatarme, mientras os resguardabais, seguros, en vuestras casas. Nadie dijo nada ante la ferrea defensa de la joven, y muchos bajaron la mirada, avergonzados de haberla dejado fuera para que muriese. El miedo era un mal consejero en aquellos tiempos, pero era lo unico que los podia salvar de ser asesinados por la bestia. -Gracias, mi buena senora -la madre de la joven se arrodillo a los pies de la misteriosa mujer y le beso la mano repetidas veces, hasta que esta se aparto de ella con cuidado de no ofenderla-. Muchas gracias. Jamas podre pagarle por el bien que ha hecho a mi familia. Jamas. Gracias. Gracias. -No tiene que agradecerme nada, senora. No lo hago por su hija ni por la de nadie -su voz, aunque suave y armoniosa, sono firme-. He jurado terminar con esas bestias y eso es lo que hago. Su hija solo ha tenido la suerte de que fuese tras esta en este momento. La guerrera se sentia incomoda con aquella atencion y obligo a la mujer, que todavia seguia a sus pies, a levantarse. La mujer sonrio, al mirarla a los ojos, bajo el sombrero que ocultaba su rostro de los demas. -La ha salvado -insistio, a pesar de sus palabras- y le estare eternamente agradecida. -Madre, le he dicho que puede quedarse en casa con nosotras hasta que mate a la bestia. He hecho bien, ?verdad? -Por supuesto, hija mia -hablo la mujer al momento. -Bien -la joven asintio, mas tranquila. Habia hecho el ofrecimiento sin pensar en lo que diria su madre y le preocupaba que no accediese, pues no tenian mucho que ofrecerle. -Podra quedarse tanto tiempo como desee -la mujer se dirigio entonces a la joven de negro-. No tenemos mucho, pero lo compartiremos con gusto. -No necesito nada y no espero quedarme demasiado tiempo. Me ire en cuanto acabe con la criatura. -Un momento, senora -grito uno de los hombres, al ver que se retiraba- ?No creera que porque estemos desesperados vamos a aceptar que se quede aqui sin mas? ?O que le vamos a pagar por hacer el trabajo? -No le he pedido nada -dijo ella, sin inmutarse. -Aun asi -insistio, impidiendole marcharse-. Hemos enviado a hombres mas robustos que usted a matar a ese ser y fracasaron. ?Que le hace pensar que lo podra hacer mejor? Por lo que se, nadie que lo haya visto ha sobrevivido para contarlo. Y ahora llega con sus armas y su ropa extrana, salvando la vida de esta joven, como si simplemente se hubiese enfrentado a un lobo o un oso, y no a una criatura del infierno. ?Y pretende que nos fiemos de usted sin mas? ?Quien nos asegura que no sea complice de esa bestia?
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La dulce nina de papa de Stasia Black
https://gigalibros.com/la-dulce-nina-de-papa.htmlMama se casa hoy. Otra vez. Este sera el esposo numero tres, y la cena de practica de anoche fue la segunda vez que conoci a su futuro esposo, Paul, y a su hijo. Y tengo que decirlo: no lo entiendo. El hombre es hermoso. Hablo de una belleza digna de un dios.; es rubio, de mandibula cuadrada, nariz recta y guapo como un vikingo. Tiene el cabello corto y hay canas en los extremos de su sien, pero es el tipo de cuarenton del que las mujeres se quejan diciendo que no es justo que los hombres se vean mas guapos a medida que envejecen. Su hijo es una version identica de el, pero apenas lo mire. Francamente, debe ser un imbecil que se tira a todo lo que se mueve con lo atractivo que es a los veinticuatro, ?no? Ademas, es doctor. Bueno, un doctor en formacion, en todo caso. En su padre, la belleza habia tenido tiempo de anejarse y asentarse fabulosamente, como un exquisito vino. Era mucho mas atractivo. Y el hombre se va a casar con mi madre. Eh, ?que? Mi madre tambien esta en sus cuarentas. Pero mientras el senor Winters lleva sus anos como un dios de los antes mencionados, mi mama los lleva como… esto, ?como decirlo? Dejemoslo en que mi madre es una envejecida reina de belleza cuyos tres intentos de cirugia plastica no hicieron mas que retorcer y tirar de su piel correosa y bronceada para convertirla en un simulacro de una muneca Barbie un poco derretida que consume metanfetaminas. Vale, no consume metanfetaminas; su droga preferida es la cocaina. Nunca ha podido tener un trabajo de verdad debido a eso. ?Se entiende lo que digo? Es una autentica triunfadora. El senor Winters es el jefe del departamento de oncologia de un prestigioso hospital de Boston. Entonces, de nuevo, ?que demonios hace con mi mamita querida? --?Que le hiciste a ese vestido? --me pregunta mama entrando en el vestidor de la iglesia. Lo se, una iglesia. Y esta vestida de blanco. Las ironias de este dia nunca van a terminar. La miro de arriba abajo. Ha conseguido entrar en un encantador vestido de Vera Wang. Menciono anoche que era un vestido real de Vera Wang unas diez mil veces, ignorando completamente el hecho de que logro comprarse un vestido real de Vera Wang por la riqueza del senor Winters o quizas la influencia del abuelo. No tenia nada que ver con algo que ella hubiese hecho. Ser una de las familias mas antiguas de Boston sigue teniendo algunos privilegios, aunque casi estuvieramos en bancarrota. Bueno, ya no, ahora que mama se estaba casando con el senor Winters. Es guapo y, ademas, rico. De nuevo, ?que es lo que esta haciendo con mama? --Solo hice que lo modificaran un poco para que me quede mejor. Miro a mama en el espejo, ella entrecierra los ojos. --Te quedo como se suponia que tenia que quedarte. Frunzo el ceno. --Pero me quedaba holgado y flojo en la panza. Sin mencionar el cuello alto que casi me ahorcaba. Mama me mira como queriendo decir <>. --Lo mande a hacer a mi medida para que me quedara bien. Ella suelta un bufido de frustracion. --La idea del vestido de dama de honor es que sea feo para que no opaques a la novia. Cielos, ?es que no sabes nada? Ya esta --declara, alzando las manos--. No puedes ser mi dama de honor si eso te queda asi. Ya es lo suficientemente malo que tenga una hija de diecinueve anos. --Sacude la cabeza--. Sigo diciendo que deberias haber sido la maldita nina de las flores. En fin, Marla tendra que ocupar tu lugar y tu puedes ponerte al final de la fila. Bajo la vista y miro el vestido. --No es exactamente... --Hago una pausa, sin saber que decir por un momento--. ... favorecedor. Eligio el tono naranja menos atractivo que haya visto y que seguramente chocaria con el tono de piel de cualquier persona, sin importar su etnicidad. Trate de maquillarme lo mas natural posible y llevaba mi cabello castano recogido, pero no se podia ignorar lo horrible que era el vestido que me cubria el cuerpo. Mama hace un chasquido con la lengua. --Este es mi dia especial, Sarah Elizabeth, que ni se te ocurra empezar. Suspiro y retrocedo. --Claro, mama. Lo que quieras. Es el camino de la menor resistencia. En mi vasta experiencia, se que es la forma mas facil de abordar los conflictos con mama. --Ahora ve a buscar a todas las chicas y dile a Marla que es mi nueva dama de honor. Cambia tus flores por las de ella y asegurate de que todas esten en sus lugares. Me dirijo hacia la salida. En veinte minutos, las otras doce --si, doce-- damas de honor y yo, junto con los correspondientes padrinos, nos encontramos acorralados en el vestibulo de la iglesia. ?O en este punto se les llama damas matronas, considerando que son todas amigas de mama y que la mayoria se ha divorciado al menos una vez y otras varias veces, como mama? Solo un par de mujeres tuvieron la misma idea que yo y modificaron sus vestidos. Bueno, todas nos vemos ridiculas, pero las demas se ven absolutamente espantosas con la brillante tela color de sorbete naranja que les cubria los cuerpos. --?Estas lista? --me pregunta Dominick, mi futuro hermanastro. El extiende el brazo y me dedica una sonrisa brillante. Su cabello dorado resplandece en la luz que entra por el vitral en lo alto. Tiene el cabello mas largo que el de su padre, y le baja por los lados de la frente con un desgrenado estilo de surfista californiano. Cielos, este hombre es demasiado astuto. Le sonrio, pero ?han oido de aquel dicho que dice que alguien sonrie, pero la sonrisa no le llega a la mirada? Si, mi sonrisa es como una de esas: patentada, decorativa y perfectamente superficial. Es la que siempre uso en estos tipos de eventos a los que me arrastran de vez en cuando; mas que nada por el nombre y el <
> del abuelo, o por la desesperacion de mama porque la incluyan en los circulos importantes. Tener una hija a la que podia acompanar visiblemente y presentar a la sociedad de Boston ayudaba a cubrir un poco del hedor de ser una desesperada mujer florero a la que habian usado tres veces. Pero aqui estaba mama, viviendo sus dias de gloria otra vez. Era una esposa de nuevo, a pesar de que su esposo ahora fuese mas unflorero que ella. En especial porque el senor Winters de verdad tiene un trabajo aparte de ser tan endemoniadamente guapo. Empieza a sonar musica de organo. --Perdon, ya no soy la dama de honor. --Ignoro el brazo tendido de Dominick y senalo a Marla, una mujer escandalosa con cabello tenido de un estridente color rojo a la que sospecho que mama tiene como < > porque hace que ella se vea mucho mas linda y delgada en comparacion--. Esa es la mujer a la que vas a llevar del brazo. A pasarla bien. Mi sonrisa se vuelve una pizca mas genuina ante la expresion de espanto que se dibuja en el rostro de Dominick al tiempo que los padrinos se ponen en formacion, y yo me dirijo hacia un hombre mayor que esta al final de la fila. La procesion comienza un par de minutos mas tarde, tan pronto como mama hace acto de presencia. Camino hacia el altar, sorprendida de lo abarrotada que esta la iglesia de ambos lados. Es facil pensar que mama alejo a todas las personas que ha conocido, pero cuando llego a la primera fila y veo al abuelo sonriendome a mi, y no a mi madre, recuerdo por quien estan todos aqui. Puede que el abuelo ya no tenga la fortuna que una vez tuvo, pero sigue siendo un hombre acaudalado. El hecho de que haya desheredado a su hija es un secreto bien guardado, aunque tal parece que el futuro esposo de mama esta al tanto. ?Como es que se ese pequenisimo detalle? Vale, puede, solo puede que anoche lo haya llevado aparte despues de que se sentarajunto a mi madre mientras ella bebia una copa de champan tras otra en medio de la cena; su expresion no era otra cosa que benevolente mientras la miraba con afecto. El se excuso para ir al bano y yo lo segui unos minutos despues. --?Sabes que no tiene dinero? --le pregunte justo despues de que saliera del bano. El pasillo era estrecho y oscuro; estaba lejos de las cocinas y era poco transitado. --?Disculpa? --pregunto sorprendido, arqueando las cejas. Sin embargo, se mantuvo firme y no me ignoro. De inmediato me senti como una nina a pesar de mis tacones de siete centimetros. --Eh, mi madre. Ella no tiene... digo... --Trague en seco y baje la vista al suelo antes de reunir la valentia para volver a mirar al rubio vikingo mitad hombre y mitad dios mas alto que yo. Era el hombre mas hermoso que habia visto--. No hay dinero, si es por eso que te estas casando con ella. El abuelo ya no es tan rico y dejo de darnos dinero, de todas formas. Asi que si esa es la razon por la que lo haces... --En ese punto estaba temblando de pies a cabeza. Oh, Dios, solo necesitaba decir esto y luego podria esconderme en un armario por el resto de la noche --. ...no deberias. Porque no hay, ?sabes? No hay dinero. Y con ese ultimo tartamudeo me di la vuelta con mis pequenos y puntiagudos tacones y me fui de ahi. Y ahora heme aqui, al frente de la iglesia. No podia postergarlo mas. Al fin subo la vista y ahi esta el. -
Zapatos de tacon italiano de Magdalena Tulli
https://gigalibros.com/zapatos-de-tacon-italiano.htmlUna nina con la boca manchada de tinta. Unas llaves perdidas sistematicamente. Un piano que debe afinarse despues de cada bombardeo. Unos zapatos de tacon italiano que levantan recelos en Varsovia. Un pais libre y un pais que siempre pierde. La protagonista de Zapatos de tacon italiano, medio polaca, medio italiana, se descubrira a si misma. Vuelve a casa para cuidar de su madre por un alzheimer que avanza hacia recuerdos cada vez mas distantes. Asi, combinara la dureza del cuidado de su madre con los recuerdos de su infancia y los secretos que la enfermedad ya no puede esconder. Esta historia intima y conmovedora, basada en elementos autobiograficos, gano el Premio Gdynia y el Premio Gryfice. Tulli es una de las escritoras europeas de mas prestigio de la literatura actual. En 2013, ademas, gano un premio a la trayectoria, el Premio Julian Tuwim.
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Propiedad Comprada de Rosalia Reyes
https://gigalibros.com/propiedad-comprada.htmlMarco era el Rey del mundo.
Pero un Rey sin Reina.
Multimillonario, atractivo, playboy.
Y una cama vacia en los dias duros. -
Kalopsia de M. Sallow
https://gigalibros.com/kalopsia.htmlDesearia poder resumir todo lo que me sucedio alrededor de los trece anos pero eso seria imposible, solo se que me fragmente en algun momento durante ese tiempo, se que mi cabeza se volvio un caos y que me volvi una criatura completamente diferente a lo que era. Existen personas que cambian nuestro mundo con solo aparecer en nuestras vidas, eso fue lo que me sucedio. Su presencia era tan atrayente y llamativa que inevitablemente me arrastro hacia si, me enseno lo que es la maldad, la sociedad, el dolor, el miedo y el abandono. Todo cambio y solo necesito mirarme unos segundos a los ojos.
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El rostro de las termitas de A. J. Fuentes
https://gigalibros.com/el-rostro-de-las-termitas.htmlTras una brutal agresion, el emergente escritor Roberto Garcia adquiere prosopagnosia, una enfermedad que le impide reconocer los rostros de las personas que le rodean. Ante la permanente inquietud que le causa vivir en la ciudad, se traslada junto a su mujer a su pueblo natal, Malon. Sin embargo, esa tranquilidad se ve alterada cuando Roberto se convierte en testigo de un asesinato en un sanatorio abandonado al pie de las montanas. Desde ese momento se convierte en el centro de una investigacion repleta de incertidumbres por atrapar a un asesino sin rostro, y que desembocara en una red de secretos que parecian hallarse enterrados mucho tiempo atras.
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Sizigia ( Los Lagos 3) – Juani Hernandez de Juani Hernandez
https://gigalibros.com/sizigia-los-lagos-3-8211-juani-hernandez.htmlLa Sizigia es el momento magico en el que la Luna, en su fase de Plenilunio, esta directamente en linea con la Tierra y el Sol, entrando en perfecta conjuncion, oposicion y armonia todos los orbes. el eclipse perfecto. Fue senalado desde tiempos inmemoriales en la Profecia del Fin de los Dias, anunciando un apocalipsis cuyo inicio vendra marcado por el nacimiento de un nino justo en el momento de la Sizigia: Ilsik de Los Lagos y Asbath. Desde entonces, los Reyes de Hae, con ayuda de Hrodgar y Moira, acechan tras los muros de Adamon, a la espera del momento idoneo para evitar que se cumpla esta profecia. Y, para ello, no dudaran en arrasar Los Lagos, en un intento de que su dios, el Astro Sol, reine para siempre. Sin embargo, nadie en Los Lagos es consciente de la letal amenaza que pende sobre ellos. ?Como defenderse entonces? ?Como evitar que el Reino de Hae lleve a cabo sus planes de destruccion si ignoran que el peor de los enemigos ha traspasado sus murallas hasta lo mas profundo del reino? Amor, pasion, traicion y un desafio mortal… Se acerca la Sizigia. la lucha entre las Fuerzas del Bien y del Mal.
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El llanto de los elefantes de Genoveva Casanova
https://gigalibros.com/el-llanto-de-los-elefantes.htmlUn desafortunado dia, la rama de un arbol se vencio ante el peso de los elefantes, haciendoles caer sobre los discipulos de un asceta que se encontraba atendiendo sus lecciones debajo de su sombra. Para evitar seguir haciendo dano a los demas habitantes del mundo, los elefantes decidieron desprenderse de sus alas y bajar a vivir a la tierra. Millones de alas cayeron lentamente del cielo, formando asi los majestuosos Montes Himalaya. Desde entonces, los elefantes caminan entre los hombres y demas seres que pueblan este mundo, siendo venerados como deidades, y al mismo tiempo encadenados y forzados a vivir a merced de los caprichos del hombre. Con sus rostros pintados de colores y sus patas sujetas con enormes grilletes oxidados, los elefantes viven resignados. Y cuando las nubes no vienen en mucho tiempo y ellos se permiten anorar aquellos tiempos en que eran libres y volaban muy alto, muy alto, atravesando el viento azul... los elefantes lloran. PARTE I Cuando el timbre sono eran las 12:37. Lo sabe porque siempre mira el reloj en cada acontecimiento del dia. Tiene esa costumbre desde los dias de agenda apretada en sus viajes por la India. Cada vez que alguien entraba en el piso, o que sonaba el telefono, o que pasaba por la calle el afilador de cuchillos, el miraba su reloj, como para cerciorarse de que efectivamente el tiempo seguia transcurriendo y que el mundo seguia funcionando. Era un dia soleado, de una primavera recien comenzada. Como hacia calor habia decidido ponerse unos pantalones color beis comodos y un polo azul oscuro de manga corta. No llevaba zapatos. Siempre estaba descalzo en casa. Al igual que ella, nunca habia soportado bien tener los pies cubiertos. Desde la ventana se veian las copas de los arboles del parque que estaba cruzando la calle, de un verde traslucido que decoraba el bosque como si a las hojas les hubiesen sido esparcidas millones de espejos minusculos. El balcon principal estaba abierto, y entraba con facilidad el sonido del saxofon que animaba las terrazas de los restaurantes de la calle. En ese momento sonaba la melodia de una de sus canciones de jazz favoritas: A case of you. En la cocina, la mujer de la limpieza recogia los cubos y las fregonas que acababa de utilizar para el suelo de madera antigua que tenia en su piso de Paris. Vestia un sari[1] azul marino, con bordados de hilo dorado en los extremos de la tela. Las mujeres indias encuentran dificil dejar de usar la ropa tradicional cuando se trasladan a vivir a Europa o a America. Ella tambien era asi. Trenzaba su pelo con aceite de almendras mezclandolo con unas gotas de sandalo, y colocando algunas flores de jazmin entrelazadas, como le enseno su madre a hacer cuando era pequena y vivia en Chennai[2]. Aunque en esta ciudad el jazmin solo se conseguia durante algunas temporadas. El se encontraba enfrente del mueble chino de madera que decoraba el recibidor, revisando el correo que acababa de llegar. Guardo las llaves de su casa dentro del cajon de la derecha y se dirigio a la entrada. Abrio la puerta el mismo, cosa que nunca habria hecho si no hubiera estado el tan cerca de la puerta, y la muchacha de servicio tan lejos. Pero siendo esta la situacion, lo considero un detalle. De cualquier manera, en Francia no hacia falta ser tan precavido. --Monsieur Rohan Seth? J'ai un package pour vous. Si vous plait, signe ici...[3] Un senor bajito, delgado y con un bigote entrecano, que traicionaba la edad que intentaba aparentar el intenso tinte de su pelo, se encontraba de pie en el descansillo, con una bolsa gris al hombro y un paquete en la mano derecha. Busco en su bolsa y saco un boligrafo y unos documentos, que son los tipicos tramites para una entrega de paqueteria. Asi que firmo en la parte de abajo del papel, en lo que considero el espacio logico para la firma, pues en todos estos anos, desde aquel primer viaje a Paris, habia aprendido muy pocas palabras en frances, y decididamente no lo suficiente como para leer un documento. --Merci, monsieur. Bon journee[4] --dijo el hombre mientras le entregaba el paquete en la mano y le daba la espalda para presionar el boton del ascensor. Cerro la puerta sin prisa, con cierta pesadumbre que permite la edad, y con el paquete en la mano camino hasta su despacho. Junto a la ventana que daba al parque habia instalado su escritorio, atiborrado de libros y papeles desordenados. Le gustaba contemplar las vistas cuando se sentaba a leer o a revisar el correo. A veces se sentaba ahi solo para contemplar el atardecer y sentirse acompanado por las palabras que encerraban todos aquellos libros. Cada uno era una conversacion larguisima con la vida, un secreto muy suyo. Se acerco a la mesa para coger el abrecartas de plata con la figura de elefante que habia traido con el desde Delhi y que habia pertenecido a su padre. Lo clavo en el papel amarillo acolchado y rasgo con descuido el envoltorio, de la misma manera que habia visto a su padre abrir cientos de cartas durante sus anos en la politica. Con la misma autoridad. Fue entonces cuando se encontro sujetando aquel libro con sus manos rugosas y gastadas. Con todo lo que habian tocado sus manos, parecia que sus dedos estaban a punto de fallarle. De pronto, tenia en ellas un libro cuyas letras de la caratula le dolian en los ojos. Letras doradas impresas a relieve sobre el cuero de color marron que cubria la dura pasta, como viejas cicatrices recien reveladas sobre su piel india. Aquel libro le gritaba y lo amarraba. Parecia arrancarle el aire mientras las agujas de su reloj comenzaban a girar enloquecidamente, retrocediendo hasta el momento en donde empezo todo, con las primeras palabras, en la primera pagina... mucho, mucho tiempo atras. CAPITULO 1 Cuando uno se sienta delante de una hoja en blanco, dispuesto a escribir, como estoy yo ahora, solo surge una pregunta: si tuviera que contar la historia de mi vida, ?como empezaria? ?Por donde? ?Como puedo hacer sentir esto, que es tan mio, a otra persona? ?Como doy mis ojos para que alguien pueda ver a traves de ellos todo lo que he visto yo? Todos los dias, todos los anos, todo el tiempo que ha transcurrido... ?como se da todo eso? Por cada segundo, una imagen y un sentimiento... Demasiado. No estoy al final de mi vida, en mi vejez, sentada en mi casa donde solo quedan fotos viejas y ecos de palabras habladas muchos anos atras. No. Soy bastante joven aun. No tengo tantas canas como tormentas colgando de la cabeza. Pero cuando acabe todo esto, espero poder irme habiendo roto cadenas, habiendo soltado alguna que otra alma de la infinitud del silencio. El silencio... Naci el 28 de octubre de 1970 en el Hospital de Nuestra Senora del Rosario de Madrid. Era una tarde fria y lluviosa de otono. Las enfermeras iban y venian con sus cofias blancas, vestidas con sus uniformes tan femeninos, hablando sin parar cosas de las que mi madre no conseguia entender ni una pizca. Llevaba poco tiempo en Espana, desde que se caso con mi padre un ano atras, pero en realidad nunca tuvo interes en aprender a hablar espanol. Como si su relacion con este pais y su gente fuera meramente circunstancial. Se habia criado en una preciosa finca en el sur de Alemania donde sus hermanas y ella recibian una estricta educacion de acuerdo con lo acostumbrado por las familias nobles de la epoca. Clases de ingles, frances, historia, geografia, matematicas, literatura y piano llenaban sus dias de infancia. Al morir mi abuelo, mi madre heredo el titulo de baronesa. No era uno de los mas importantes que tenia, pero ella era la cuarta de cinco hijas, por lo que era bastante logica esa designacion. Habia visto nacer a su hermana menor, la tia Birgit, en aquel palacete de campo con el enorme reloj de la torre y rodeado de campos de trigo, pero no recordaba tanto alboroto.
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La Huella. Relatos de Mikel Santiago
https://gigalibros.com/la-huella-relatos.html“Me llamo Eric Rot y escribo estas ultimas lineas de mi vida para confesarme: soy un asesino.Yo lo hice. La mate. Linda Fitzwilliam esta muerta. Ni huida con su amante, ni jugando a esconderse para irritar a su familia, como apuntaron en su momento las revistas del mundo rosa. La hija del magnate John Fitzwilliam, mi jefe y amigo durante los ultimos 20 anos, murio estrangulada la noche del 13 de agosto de hace cinco anos, en Paris. Esa es la verdad.”Asi comienza HISTORIA DE UN CRIMEN PERFECTO el relato de cabecera de esta coleccion que reune los primeros relatos de Mikel Santiago. Con estas piezas, inicialmente publicadas en un blog para amigos y lectores casuales, Mikel consiguio llegar a a la lista de best sellers en Espana y Estados Unidos y suscitar el interes del mundo editorial. En LA HUELLA reunimos ocho de sus mas aplaudidas creaciones cortas.
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En Tu Nombre Mi Inspiracion de Andres Ruiz
https://gigalibros.com/en-tu-nombre-mi-inspiracion.htmlHabian pasado varios meses desde el fallecimiento de mi esposa y aun sentia, notaba y respiraba el suave olor a perfume que desprendia su cuerpo. Era sabado. Estaba amaneciendo. El despertador sono, como de costumbre, a las siete en punto. Lo unico que lo diferenciaba del resto de los dias era que esa manana no tenia que levantarme de la cama para ir a trabajar. Por estupido que parezca, todos los fines de semana, volvia a retumbar ese desesperante zumbido entre las paredes de mi cuarto. Apague el despertador al instante y me dispuse a echar otra cabezada hasta que diesen, como minimo, las diez. Asi fue como lo hice. Mientras el frio apenas se podia sobrellevar en el interior de la cama, la soledad me hizo ver que desde la muerte de Claud las noches eran pavorosamente mas gelidas. Ella solia dormir con su cuerpo pegado al mio, abrazados, fundidos el uno con el otro, proporcionandonos calor. Siempre descarte la posibilidad de comprar un calefactor por temor a perder, con resignacion, ese dulce y anorado recuerdo. Asi empezo mi historia. Misterioso encuentro el de esa manana, banado en tintes apasionados, que me hizo cambiar la vida. Me encontraba tomando un cafe para desayunar. La taza, pegada a mis labios, me provocaba un pequeno temblor injustificado. Senti a alguien observandome desde el fondo del salon. La cocina no era excesivamente grande. Desde ella se podia ver con claridad el resto del apartamento. El comedor era muy luminoso, por el sol que entraba temprano a traves de la ventana. La orientacion la escogio mi mujer. Ella decia que el este daba la alegria a una casa por la manana y el sur la prolongaba hasta la tarde. !Oh, mi Claud! Siempre alegre. Tu supiste contrarrestar mi tristeza hasta el punto de diluirla en el oceano. Eternamente te estare agradecido por lograr encauzar mi vida por otro camino, por la senda de la hilaridad. Travesia que hendio con tu expiracion. Maldito el trance en el que me encontraba inmerso. Anhelaba que se tratara de un execrable sueno. No habia nadie; sin embargo mi mente era lo que mas deseaba en ese momento. Tal era el convencimiento que crei imaginarme el cuerpo de Claud vagando por el salon. Podia distinguir su pelo resplandeciente y hasta el garzo color de sus ojos. Su actitud emulaba la de alguien que me estaba llamando con gestos reiterados. Su mano izquierda se alzo y con un visaje lento, el dedo indice, en pausado movimiento, subia y bajaba. Parecia tan real que con la confusion, un tanto aturdido, intente pronunciar alguna palabra. No obstante, el desasosiego no satisfizo mi ansia de hablar con ella. Quise levantarme de la silla, pero algo no me lo permitia. Un desproporcionado peso, no correspondido con el mio, hacia que me quedara pegado en ella. Luchaba por acercarme a la espectral silueta. La taza de cafe se me cayo de las manos a las piernas, provocando un acto reflejo simultaneo que origino el que saliera del estado de semiinconsciencia en el que me encontraba. La imagen habia desaparecido. Dudaba sobre si lo que habia visto era real o no. No descartaba la posibilidad de que lo fuera. Al llegar al lugar donde crei ver a mi mujer, sorprendentemente, olia a su perfume. Deduje la imposibilidad de que su olor hubiera quedado impregnado en el sillon desde la ultima vez que estuvo alli sentada. Entre otras razones porque no era de piel. Asustado, comence a vestirme rapidamente. Despues de asearme y afeitarme un poco me marche de casa, bajando por las escaleras apresuradamente. Necesitaba despejar mi mente. Ese era mi unico deseo. La gente, como cualquier manana de sabado, caminaba de forma sosegada, analizando todo aquello que se interpusiera en su trayecto. Senores comprando el periodico con bolsas de pan recien hecho en sus manos auguraban un feliz desayuno junto a la familia. !Que recuerdos de cuando vivias, Claud! !Lo que daria por volver a tenerte junto a mi! La manana parecia haber cambiado. La frescura matutina habia desaparecido por completo. Entre paso y paso me venian a la mente recuerdos. Queria sonar, volver a imaginarme que estaba a mi lado. La evocaba cogida a mi mano, con su fulgurante seguridad, tocando su tersa y suave piel que me embelesaba. Sus caricias se apoderaban de mi alma. Recorrian por medio de impulsos todas las venas de mi cuerpo, ensalzando la alegria y tranquilidad en mi semblante. Pero nada era real en esta dicha. Sin poder aguantarla entre mis manos se me escapo corriendo calle abajo, desvaneciendose poco a poco su imagen por la puerta de la antigua biblioteca. La biblioteca municipal. Hacia tiempo que no iba por alli. Probablemente la ultima vez que estuve fue cuando estudiaba en la universidad. Tras adentrarme en ella percibi que todo se encontraba igual que antano. Fui un asiduo en mi epoca de estudiante. Incluso la senora Mar continuaba en su puesto de bibliotecaria. La edad, que no pasa en vano, habia hecho de ella una agradable anciana. Sus ojos me miraron como si me conociera, pero sus laconicas palabras no. Me noto un tanto asustado. La ocasion lo merecia. Mis ojos no paraban de observar, aunque fuera desde lejos, todos los rincones de la biblioteca. Pretendi no incomodar a las personas que alli se encontraban, trabajando. De ahi que desistiera de mi intento de hallar a Claud. Un tanto mas calmado le pregunte a la senora Mar por la seccion de ciencias. No queria levantar sospechas sobre mi eventual locura; vesania inesperada. La senora Mar me senalo con un frugal gesto el fondo de la biblioteca y me susurro acercandose pausadamente a mi oido. --Yo le conozco. No tengo muy claro si antes leia este tipo de libros. ?Que le ocurre? Parece mas excentrico que antes. ?Las leyes le han perturbado? Indudablemente, la senora Mar recordaba que lo mio era el derecho. Al aproximarme a las baldas era sencillo perder la mirada ante tal cantidad de titulos ajenos a mi entendimiento. Un sinfin de libros que en la vida habria leido coronaban las estanterias. Objetivamente no sabia ni lo que estaba buscando. Escudrine entre los anaqueles por si encontraba algo o incluso a ella. Pero no, !no pudo ser! Claud debia haberse mezclado y esfumado entre los libros. Quizas esa fuera una manera de decirme que el futuro de mi vida se encontraba entre ellos. Una metafora venida de otro mundo para ser analizada entre los mortales. Al albur del momento, entiendo que por culpa del husmeo, una de las obras cayo repentinamente encima de mis pies, provocandome gran congoja. Rezaba El deseo inacabado1. Por razones obvias debia pesar mucho. No solo por el dolor que me habia causado, su aspecto y dimensiones la delataban. Tenia apariencia de ser una obra vetusta. Sus pastas estaban medio sueltas y eran de una especie de papel duro, bastante parecido al carton. Evidenciaba un color rojizo y estriado. Una obra de autor anonimo. Me dirigi al mostrador, donde la senora Mar me comunico que los prestamos se hacian por tres dias. Si sobrepasaba el tiempo establecido me sancionaria con la retirada del carnet. Hui de aquel prodigioso lugar. Decidi sentarme durante un instante en algun cafe. El bar de Nolan. Alli tendria ocasion de echarle un primer vistazo al libro. De por si auguraba una lectura interesante. Por lo menos era de un lenguaje asequible, facil de entender. Una historia de amor y de desengano. Pienso que a veces demasiado doctrinal, como si lo hubiera escrito alguien que deseara impregnar sus conocimientos a una persona querida. Lei y relei ese deseo inacabado. En la vida cada persona es inteligente a su manera, sabe desenvolverse en el dia a dia segun sus preferencias e interacciones. El problema es que, aunque uno conozca la manera de afrontar determinadas situaciones, a veces nos falta la forma de poder ejercitar las ideas y conocimientos. Yo siempre lo comparo con el siguiente ejemplo: seria como tener en casa las recetas de la abuela y no disponer de cocina para elaborarlas, o peor aun, no ser la abuela. Claro que en nuestro caso la cocina es la cabeza de uno. Hasta ahora nadie habia conseguido llegar al grado de madurez cerebral absoluto para poder aplicar todos los conocimientos que alberga la mente. Es facil leer, pero no disponer. Es sencillo querer conseguir algo, pero no es facil poder hacerlo. Cada segundo perdido de mi vida sin ganar intelecto suponia, en este momento, un retraso en mi empeno. No sabia aun ni lo que pretendia. Tal vez poseer muchos conocimientos temporales en el cerebro solo nos sirva para ocupar espacio. Malgastar un lugar que podrian ocupar los fundamentos importantes de nuestra existencia. La sociedad siempre se ha movido por la necesidad de inculcarnos valores, ideas y teorias que en la practica se desvanecen y no perduran en el tiempo. Pero para eso estan los libros, pense. En un conocido y frecuentado cafe-bar del casco antiguo de la ciudad: --Hola, Nolan. Hace tiempo que no le veo. El senor Nolan, de aspecto extravagante y un tanto desgarbado, acercandose a mi espalda, contesto; --Si, es cierto, desde lo de su esposa no hemos vuelto a vernos. ?Como esta? --Bien, --le conteste--, tal vez un poco perdido todavia. --No te preocupes, en poco tiempo todo volvera a ser como antes, ya veras. Aunque hayas sufrido tanto, la vida suele dar un giro importante cuando uno menos se lo espera. Esas palabras del senor Nolan enraizaron dentro de mi cabeza. De forma insolita sirvieron para hacer que me sintiera mejor. La lectura del libro me ayudaba a tranquilizarme. Claras y directas afirmaciones diluidas en un extenso relato. Haria acopio de ellas. Las utilizaria a mi conveniencia. Debia adquirir la facultad de seleccionar todo aquello que quisiera retener. Uno de los planteamientos del libro. Generaria una especie de alzheimer provocado que me ayudaria a crear pequenos archivos de ideas necesarias y borrar todo aquello que fuera prescindible. Engulli un pequeno bocado en el bar de Nolan, originando que a medida que avanzara la manana me entrase excesivo sueno, por lo que decidi volver a casa para descansar. En el camino a casa fui contemplativo, asaz. Adverti una larga hilera de pequenas viviendas mal cuidadas que siempre habian estado ahi. Jamas las habia observado con detenimiento. En estas la gente destacaba por su humildad, siendo un factor mas que suficiente para considerar la modestia de sus moradores. La falta de apoyo institucional, por la necesidad de recursos economicos, se evidenciaba por el vergonzoso descuido del aspecto exterior de las mismas. Por suerte, el destino me hizo encontrarme con Raul Bertel, amigo de la infancia. Habia perdido su pista hacia bastante tiempo. Raul debia ser de mi edad, unos treinta y cinco anos aproximadamente. De complexion fuerte, tenia unos rasgos intensamente marcados. Era oriundo de Granada. Vino a vivir aqui anos atras, porque su padre fue trasladado por motivos laborales. Por desgracia, cuando llego a nuestra localidad, segun tengo entendido, su empresa quebro. Tuvieron que trasladarse a este barrio, uno de los mas modestos de la ciudad. Siempre admire a esta persona, por su sencillez y humildad. Estaba impaciente por saber que habia sido de el. Me revele ansioso por preguntarle cosas, necesitaba que me contara algo bueno; el exito que hubiera podido tener en la vida o los hijos que Dios le hubiera dado. --?Cuanto tiempo? ?Como estas? --!Que alegria encontrarte, si no lo veo no lo creo! ?Eres tu de verdad? --dijo Bertel, mirandome varias veces y tocandome el rostro a la vez que me hablaba. --Si, claro --respondi--. ?Quien iba a ser si no? No he cambiado tanto, ?verdad? --No, no se trata del cambio que hayas podido experimentar. !Te creia muerto! --!Muerto! --dije sobresaltado. --Hace unos meses me llegaron noticias de un colega de profesion. Afirmaba que una persona del mismo nombre que tu y que claramente se ajustaba a tu perfil, desgraciadamente, habia fallecido en su quirofano unos minutos despues de iniciar una intervencion quirurgica por un hematoma subdural. --?Por un que? --respondi sorprendido. --Se trataba del cerebro. Debio ser algo traumatico. No se supo su origen. Pues me alegro enormemente de que no se tratara de ti. Ahora no sabria si estoy hablando con un fantasma o una persona de carne y hueso. --Es curioso que menciones esto --le conteste-- porque a veces creo que... Bueno, da igual, dejemoslo. Mi mujer si fallecio hace unos meses. --Lo siento mucho --exclamo. --?Entonces eres medico? --Si, por supuesto, lo desee desde siempre. El poder salvar vidas era mi mayor afan. Lo que mas me satisface en esta vida es trabajar con personas desamparadas que no tienen recursos. Por eso, tres tardes a la semana, despues de ir a la Mutua Fraternidad-Muprespa asisto a pacientes de este barrio, mi antiguo hogar. De ahi que me encuentres aqui en este momento. Me dirigia hacia aquel hospital --anadio senalando a un edificio cercano--. Tengo pacientes muy singulares, se puede aprender mucho de ellos. ?Sabes? Dan todo por ti, solo por cuidarlos y tratarlos educadamente, en definitiva por ayudarlos. Es facil, ?a que si? Los pacientes necesitan amor, con eso se conforman, y mas en momentos criticos. Les da igual estar moribundos a consecuencia de su enfermedad terminal. Para ellos lo mas importante es sentirse arropados por los que se encuentran cerca. No se si te pongo en un compromiso ?Por que no me acompanas y te enseno todo aquello? No fui capaz de negarme. Por el camino me encontraba totalmente absorto con las palabras que me habia manifestado Raul. Bajo su aspecto, fuerte e iracundo, se escondia una esplendida y enigmatica persona, con grandes valores y marcada personalidad. Egoistamente sabia que rodearme de alguien como el aumentaria toda mi esperanza por conseguir lo que en realidad necesitaba. Mi mujer no se me olvidaba. Yo sabia con certeza que esa manana habia estado en nuestra casa, que se habia dejado sentir y que aspiraba que hiciera algo. Desconocia lo preciso para llegar a ella. Era una imperiosa necesidad el conocerlo, sobre todo para alejar de mi mente el hecho de que pudiera estar volviendome un perturbado. --Raul, ?que tipo de enfermos tratas en tu consulta? --En la mutua ya lo sabes, trabajadores activos. Pero en el centro ahora lo veras. No serviria de nada que te lo contara, hay que verlo. No te preocupes, no hay enfermedades contagiosas. Tu muestrate como si fuesen personas sanas; lo contrario les doleria. Especialmente debes ser mas sensible con los padres. Ellos al fin y al cabo son las personas que peor se sienten al tener que dejar a sus hijos por un tiempo indeterminado, e incluso algunos de ellos para siempre. Perdona, no pretendia avivar tus recuerdos... --No, no te preocupes. Para mi resulto ser la experiencia mas desoladora y a la vez enriquecedora que jamas habia vivido. Por desgracia, todo el ambiente estaba rodeado de muerte. Por lo menos asi lo sentia yo. Era como si no les ocurriese nada a los pacientes. En el fondo, la mayoria de ellos habian perdido la esperanza y conocian de sobra cual era su fatal destino. Se encontraban felices, aparentaban normalidad. Raul tenia especial predileccion por una nina de cinco anos llamada Olga. Olguita, como el la llamaba, tenia la dulce mirada que poseia mi esposa. Con ojos grandes y azules, la imaginaba con un precioso pelo rubio semiondulado. Por desgracia tenia un cancer linfatico, leucemia. Un panuelo rosa fucsia cubria su cabeza. De ella destacaba su gran ternura. Ahora si, ajena a su enfermedad, era la alegria personificada. --Olguita, toma este regalo que te he traido. La chiquilla no fue capaz de esperar a que Raul se lo diera. Se lanzo a su cuello y le propino un fuerte abrazo, arrebatandoselo casi de las manos. --?Que es, que es? --decia con un bonito y correcto acento andaluz. --No te lo puedo decir. Dejaria de ser una sorpresa. Raul le habia regalado una especie de bola en la que al moverse salian muchos copos de nieve que caian encima de los tejados de una pequena ciudad en miniatura. Era preciosa, la nina, por supuesto. La pena era que, por desgracia, la veia a las puertas de la eternidad. Su enfermedad, lejos de perder la esperanza de otros casos similares, no tenia solucion en el estado que se encontraba. La esperanza es lo ultimo que uno debia perder. ?Por que inventarian la detestable ley de Murphy? En la mayoria de las ocasiones, si esperas que algo te salga bien, automaticamente se aplica la repulsiva ley y se estropea. En la vida existen realidades que jamas intuiremos con una simple mirada, aunque las tengamos enfrente de nuestros ojos. Desgraciadamente, solo con un pequeno movimiento, aunque sea provocado de forma instintiva, hacemos que todo cambie. Ese fue el caso, por analogia, de la enfermedad de Olguita. La nina movio su bola de la ciudad de forma energica y reiterada, hasta que se canso. Yo desde el fondo de la habitacion observaba como caian los copos de nieve. Pense en la importancia de un solo movimiento, capaz de cambiar el aspecto exterior de algo. Era la capacidad, a veces no entendida, del que tiene el poder sobre las cosas. Esta experiencia me ayudo personal y espiritualmente. El encontrarme rodeado de esta gente desconocida para mi, con situaciones totalmente heterogeneas, fue mentalmente gratificante. Siempre pienso que hasta que no te ocurre una desgracia similar no se llega a saber con profundidad lo dura que es la vida y hacia donde nos lleva. En realidad, no se nos prepara bien para la muerte. Quizas si en otras culturas. Me encontraba absorto, embelesado, divagando, vanamente sumido en mis pensamientos. Esa paz interior se rompio al entrar una enfermera gritando bruscamente; --!Raul, Dr. Bertel! ?Donde se encuentra usted? --Incorporandose rapidamente --le contesto--, aqui. --Se trata de Gabriel. Tiene convulsiones y sus constantes vitales se encuentran bajo minimos. --Vamos, rapido, prepara una dosis de epinefrina y coja el desfibrilador por si fuese necesario. El Dr. Bertel me explico posteriormente que Rosa era una enfermera que llevaba trabajando toda su vida con personas desahuciadas, sobre todo de medios economicos limitados. Por lo visto se encontraba muy implicada con esta causa. El tiempo se lo permitia, ya que no tenia familia directa, excepto un tio segundo, por parte de madre, que se encontraba en EE. UU. Era un prestigioso directivo de una empresa con mucho renombre y poder. Cuando pensaba lo que podia tener y no poseia, por no haber amasado la misma fortuna que su familiar, se curaba de humildad ayudando a los que eran como ella. Segun decian, algun dia, heredaria su patrimonio. <
>. --Aqui tiene, doctor --dijo la enfermera. Raul actuaba como cualquier profesional de la medicina, trabajaba de forma apacible, sin nervios de ningun tipo. La tranquilidad se transformaba en una acuciante desesperacion para el que se encontraba a su lado. Aunque yo no era sanitario para poder opinar, por supuesto. --No se estabiliza --dijeron resignados. El sonido del electroencefalograma pitaba despacio, marcando la lenta actividad cerebral. Los latidos de su corazon eran muy debiles. Daba la impresion de que se estaba yendo. Intentaban recuperarlo y devolverlo a su estado normal. Cuestion esta ilusoria. Su cara parecia la de un angel que acababa de entrar en el cielo. --Senor Gabriel. ?Como se encuentra usted? No respondia. Mientras se debatia entre la vida y la muerte ocurrio uno de los acontecimientos mas usuales y extranos que se suelen dar en estas situaciones. Gabriel que se encontraba totalmente inconsciente, reflejaba una cara de felicidad que llegaba a lo mas profundo del alma. Reverberaba dulzura y calidez a la vez. Como si estuviera siendo rodeado y recibido por muchas personas queridas. Era evidente, su fallecimiento estaba cerca. Ya no habia nada que hacer. La enfermera y Raul salieron desolados, con la cabeza agachada, quitandose los guantes de latex de las manos. Entiendo que para certificar la defuncion del paciente y realizar los ultimos preparativos. Me di cuenta de que me encontraba solo junto al cuerpo yaciente de este desconocido. No se por que razon me sentia como si fuera imprescindible en aquella habitacion. Pense que se trataba del destino y asi lo acepte. Me acerque al moribundo y susurrandole al oido le dije refiriendome a mi Claud: --Demuestrame la forma de llegar a ella. No sabia si realmente me habia escuchado, pero un pequeno gesto cambio la expresion del Sr. Gabriel. Note como sus pupilas se dilataban. Estaba alejando la mirada hacia un punto concreto de la habitacion. Mire atras, mas bien por miedo a lo que pudiera encontrarme alrededor. Se me puso la piel de gallina. Se trataba de la figura de una anciana que llamaba a Gabriel con la cabeza. El hizo ademan de levantarse; sin embargo, sus pocas fuerzas no se lo permitieron. De forma repentina se le oyo un suspiro, diciendo: --Gracias por esperarme, amor. Cayo en la cama y no volvio a respirar mas. --!Raul! !Raul! !Es Gabriel! Parece que definitivamente ha fallecido. Todo esto es desconcertante, antes de su frivolo y esperado final en la tierra fue capaz de articular varias palabras. --Ya habia fallecido cuando nos fuimos de la habitacion --afirmo Bertel--. Se trata del ultimo suspiro. Seguro que, como siempre, escucharias palabras de asombro por ver a alguien querido o conocido, ?verdad? --expreso Raul. --Asi es. Parecia como si hubiera visto algo. Lo increible del caso es que aprecie una anciana que le llamaba. --Que no te resulte extrano. No es la primera vez que ocurre esto. Hace unos meses tuvimos aqui a una mujer que cuando la hospitalizamos ya estaba moribunda, agonizo durante una semana completa. Afirmaba estar viendo a su marido que fallecio anos atras, incluso charlaba con el. Al principio me asombre bastante, pero empezo a ser algo familiar para mi. Despues de esta mistica experiencia ya era hora de continuar mi camino. ?Que podia esperar mas de este largo dia? Al llegar a casa me vino a la mente lo que le susurre al pobre senor Gabriel durante ese trance. Recorde las palabras que levemente pronuncio, palabras que de forma complaciente daban las gracias a alguien. Todo ello hacia sentirme feliz, con una gran esperanza por volver a ver a Claud algun dia. En la vida terrenal o en cualquier otro lugar existente. Dormi sin mayor preocupacion que la soledad. Esta se me hace dificil de sobrellevar. En ocasiones deseaba volver atras el tiempo para poder hacerle sentir a Claud todo lo que la amaba. No obstante hay deseos que uno advierte cuando ya no los puede realizar, por lo que es mejor no pensarlos. La desesperacion se alia con aquel que frustra sus empenos y yo soy de esos, de los que suenan con poder hacer cosas imposibles. A la manana siguiente me desperte temprano, era domingo. No tenia mayor aspiracion que permanecer en casa. Solo saldria para ir a misa. No se por que razon me apetecia reconciliarme con Dios. Deseaba volver a mi epoca de juventud en la que asistir los domingos a la iglesia era lo habitual. Previamente estuve observando unos retratos de entre todos los recuerdos que guardaba de mi mujer. Cada dia la veia mas guapa. No se me olvidara jamas el momento en que le hice aquella foto. Pense que si la llevaba siempre junto a mi la sentiria mas cerca. La guarde en la cartera, junto a las que ya tenia. Deje a un lado el resto despues de verlas. Recuerdo perfectamente que en esta estabamos los dos en el Castillo de Gibralfaro. Nos encontrabamos divisando la hermosura del paisaje de la ciudad. La vista se perdia en la penumbra hasta topar casi con el continente africano. Era un lugar muy querido por mi. A veces Claud no entendia el porque. En ocasiones me recriminaba que era muy pesado por querer ir de nuevo a ver el monumento nazari. Ella nunca supo que en ocasiones subia a pensar en este enclave, sin ella. Uno de los dias mas bonitos de mi relacion, de los que guardo recuerdos entranables, fue ahi, en ese sitio con tanto encanto, lugar en el que supuestas batallas se habian librado por conquistar los dominios de semejantes parajes. Cuanto amor y odio juntos se entremezclaron para luchar por algo tan preciado y valioso. Solo podia afirmar palabras de halago. Mi queridisima ciudad rezumaba alegria desprendida por el brillo del sol reflejado en el mar. Ese dia subiria a ver nuevamente su encanto. Asi podria cantar en la cima del monte Esperando a que caiga la noche, aunque solo fuera en silencio: < -
Entusiasmo de Pablo D'ors
https://gigalibros.com/entusiasmo.html‘El momento en que un joven toma una decision y se pone en camino para hacerla realidad es sin duda el mas hermoso que una vida pueda brindar.’ Y ese precisamente es el momento que se relata en estas paginas vibrantes y conmovedoras. Una novela que se lee practicamente de un tiron y que suscita comprension hacia el ser humano, esperanza en su destino y, algo aun mas insolito en la narrativa contemporanea, piedad. Un relato lleno de imagenes indelebles, lucidos pensamientos y episodios trepidantes. El que aun ame la vida con todas sus polaridades y contradicciones podra identificarse con el protagonista, siempre a caballo entre la escritura y la espiritualidad. Con notable maestria narrativa, Pablo d’Ors despliega aqui una historia sospechosamente parecida a la suya: la de un hombre que, para responder a una inapelable llamada interior, se abre al amor y a la amistad, por supuesto, pero tambien a la incoherencia y al dolor y, en definitiva, al sentido de la vida entendida como servicio a los demas. Un delicioso juego auto-ficticio de consecuencias incalculables. Una botella que se tira al mar para que la recoja quien aun cree que es posible una literatura del alma. Con exquisito sentido del humor y admirable claridad narrativa, este novelista nos brinda aqui, seguramente, la obra que sus muchos lectores estaban esperando. Con un estilo limpido y eficaz, d’Ors -sin duda uno de los narradores espanoles vivos mas singulares- contagia mediante la intensidad de su prosa una actitud entusiasta y vital. Un relato sobre las experiencias iniciaticas propias de la juventud. Un homenaje, tan humilde como rotundo, a la luz.
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Crimenes en verano de Claudio Hernandez
https://gigalibros.com/crimenes-en-verano.htmlPeter Bray el del <
> solo tenia ocho anos cuando vivio su primera experiencia con su don. Toco suavemente aquella mano desmembrada y la oscuridad se apodero de el. Tres asesinatos en los que aparecen tres cuerpos de tres ninas descuartizadas, excepto la cabeza, traen de cabeza al sheriff Aston que no sabe como actuar ante este panorama. La hija de Bob el Grande; Carietta. Ha desaparecido. Todos dudan de si esta viva o si ya esta muerta. En la busqueda se une el alcalde, gran amigo del padre de Carietta. En dos universos paralelos, uno protagonizado por Peter que oculta su secreto ante su pandilla y por otra parte, el sheriff con sus hombres, Bob y el alcalde, se preguntan cual es la verdad.
Solo Peter puede descubrirlo todo.
Antes de que sucedieran los asesinatos del frio invierno treinta y cuatro anos despues. -
Las casas de los ingleses de Nuria Pagratis
https://gigalibros.com/las-casas-de-los-ingleses.htmlVioleta Lope viaja a Londres tras el misterio de un muerto -que no lo esta-, un joven -que no es quien cree ser- y una mujer que desaparecio hace anos.
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Silencios inconfesables (Bergman 4) de Michael Hjorth
https://gigalibros.com/silencios-inconfesables-bergman-4.htmlUna familia es hallada asesinada en su propia casa. La Brigada Criminal de Torkel Holgrund se hace cargo del caso, una investigacion que se complica aun mas al descubrir el cadaver del que era el principal sospechoso del crimen.
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Una comida en invierno de Hubert Mingarelli
https://gigalibros.com/una-comida-en-invierno.htmlAl amanecer, en uno de los desolados inviernos de la Segunda Guerra Mundial, tres soldados alemanes se arrastran por los helados campos de Polonia. Tienen ordenes de rastrear la zona y volver con <
>. Tras atrapar a un joven judio escondido en el bosque, el grupo hace un alto en una cabana abandonada antes de regresar al campamento con su presa. Mientras con sus escasos recursos intentan encender fuego y preparan la cena, se suma al cuarteto un cazador polaco cuyo virulento antisemitismo eleva la tension de una atmosfera ya de por si a punto de estallar. A medida que avanza la velada y las implicaciones ultimas de su mision van perfilandose con mayor claridad, las lealtades y vinculos de unos hombres hambrientos, agotados e inmersos en un conflicto cuyas dimensiones y consecuencias estan muy lejos de poder calibrar, se veran puestas en entredicho. -
La narradora (Mar de tinta y oro 3) de Traci Chee
https://gigalibros.com/la-narradora-mar-de-tinta-y-oro-3.html“Erase una vez, pero no siempre sera. Este es el final de toda historia.”
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En el punto de mira de Arantxa Rufo
https://gigalibros.com/en-el-punto-de-mira.htmlLondres. Un letal francotirador mantiene en jaque a Scotland Yard desde hace anos. Es infalible, y su habilidad para no dejar pistas le ha granjeado el apodo de el Fantasma. A su pesar, el inspector Daniel Ryman recibe el encargo de investigar su ultimo trabajo, el asesinato de un importante multimillonario en medio de la City, a plena luz del dia.
Lo que nadie imagina es que el Fantasma es una mujer, Kathleen Addams, quien interpreta a la perfeccion el papel de exitosa empresaria al mismo tiempo que ofrece sus servicios como asesina a sueldo con la ayuda de su socio, un conocido hacker. -
Cria cuervos de Carmen Galvez
https://gigalibros.com/cria-cuervos.htmlFaltaban algunos dias para las fiestas. Madrid lucia nevada al amanecer, como si el tiempo quisiera regalar a sus habitantes una Navidad de postal. Monsalve se desperto al alba despues de una noche larga, repleta de momentos de insomnio que convivieron con otros tantos de pesadillas. En la pared, se reflejaban los primeros rayos de luz ambar que se colaban entre las rendijas de la persiana. Despues de dar algunas vueltas en la cama, logro vencer el sopor. Sin encender la luz, se dirigio a la cocina. La manana comenzaba a invadir de luz la estancia, embadurnando los blancos baldosines que cubrian las paredes y dejando entrever el frio de fuera. Puso en marcha la cafetera y, mientras, miraba su reflejo en el espejo del bano con una mano en la barbilla, moviendo la cabeza de un lado a otro. Aquel reflejo no enganaba. Sus sienes habian sido invadidas por un sinfin de cabellos blancos que proyectaban sin piedad la edad del inspector. Se veia mayor, se sentia mayor. El avisador de la cafetera interrumpio sus pensamientos. Se tomo el cafe en un abrir y cerrar de ojos y se dirigio a la comisaria. Andres Monsalve ocupaba el cargo de inspector de policia en una comisaria madrilena. De aspecto bonachon, gastaba bigote y barba incipiente. Sus pequenas gafas de lectura le daban un aire interesante. De complexion fuerte y altura media, podria pasar inadvertido si no fuera por un fuerte caracter que contrarrestaba con creces su aspecto. Se habia ganado a pulso su buena fama trabajando incansablemente desde unos ya lejanos veinte anos. En la comisaria, Monsalve era admirado y respetado por la implicacion en sus casos. Un inherente sexto sentido lo acompanaba en la resolucion de la mayoria de los desafios que se le presentaban. Sin embargo, los ultimos anos se presentaron algo complicados, hasta el punto de sentirse cansado y deseoso de disfrutar de una jubilacion dorada. No sabia que el dia que comenzaba pondria patas arriba su decision. * Ya en su despacho, miro a traves de la ventana, con la vista perdida entre los arboles cubiertos de blanco. El inspector miraba sin ver, escribiendo palabras sueltas en los cristales empanados por el vaho de su respiracion. Desde que habia tomado la decision de jubilarse, meses atras, no era el mismo. Una tormenta de sentimientos encontrados aparecia sin avisar en su interior dia si y dia tambien. Creia que era lo que necesitaba, mimetizarse en el entorno de un pueblo pequeno de la sierra madrilena. Alli se olvidaria de los criminales, asesinos sin escrupulos y la multitud de victimas traumatizadas dificilmente recuperables. Se dedicaria a escribir sus memorias, pasear y jugar al mus con sus vecinos sin que el reloj interfiriese mas en su vida. Aquel pensamiento le arrancaba una vaga sonrisa en su rostro de facciones endurecidas. Pero esa sensacion mudaba de pronto por otra de panico. Era dura la idea renunciar a todo lo que habia sido su vida, lo que nadie como el sabia hacer, para lo que consideraba que habia nacido. Y la pena de dejar a unos companeros que podian considerarse su familia: Marin, Lopez, Dolores Ramirez, la doctora Martinez... y la ultima incorporacion: Jimena. Con ella mantenia una relacion muy especial. La habia acogido y protegido desde que anos atras tuvo que investigar el asesinato de sus progenitores. Retrocedio a aquel 25 de junio de hacia quince anos. Recreo en su mente la escena del crimen de los padres de Jimena. Ambos se encontraban arropados por un gran charco de sangre, inertes, el uno a poca distancia del otro. No era una escena especial, mas bien una de tantas, pero para Monsalve cambio la perspectiva cuando averiguo que la nina, fruto del matrimonio, habia desaparecido. Apenas tenia ocho anos. A partir de aquello unos fuertes lazos unirian al inspector con la pequena. Jimena se habia convertido en una encantadora joven, sumamente atractiva, de belleza natural, con unos ojos del color del trigo maduro que acompanaban el tono de su pelo. La chica habia revolucionado al equipo con su inteligencia, sencillez y simpatia. La inspectora Jimena era mucho mas que eso, era su mano derecha, quien ocuparia su lugar el dia en que se jubilara. Penso luego en Marin, su leal companero, siempre dispuesto a cumplir sus ordenes. Tenia mas o menos su edad, o quiza algo mas joven, pero su figura rechoncha lo hacia lucir mayor. Marin, por su parte, se definia como un excelente sabueso que sabia tratar con los delincuentes mas indeseables, sacarles informacion y servirse de ellos como confidentes a cambio de pasar por alto algun que otro desliz. Trabajaba sin contar las horas y dedicaba su vida a atrapar malhechores. Tambien, reconocio el inspector, lo echaria de menos. Los pensamientos agolpados de Andres Monsalve se vieron interrumpidos por una llamada a la puerta. --Buenos dias, Jimena-- saludo amablemente el inspector--. ?Algo nuevo? --Me temo que si --respondio con solemnidad--. Un homicidio a escasos diez minutos de aqui... --informo, al tiempo que entregaba a Monsalve un sobre cerrado. --?Que es esto? --pregunto el inspector enarcando las cejas. --!Ah!, no se. Llego en el correo esta manana y han pedido que te lo entreguen cuanto antes en mano. Parece importante. El sobre, apaisado y con un elegante color crema, mostraba un membrete que al inspector le era conocido, no sabia bien donde lo habia visto, pero no era la primera vez que tenia un sobre asi en sus manos. Leyo en voz alta el remite: Miguel Aguirre Donaire. --!No me lo puedo creer! --exclamo, para volverse a sentar con parsimonia en el sillon frente a su escritorio--. !Despues de tanto tiempo ha decidido bajar al mundo de los mortales! Miguel Aguirre habia sido companero de Monsalve en los anos de primaria y de instituto. Le perdio la pista cuando, al terminar la universidad, Aguirre heredo una multinacional con sede en Madrid y factorias en varios puntos de Europa. El nino simpatico y timido que conocio en su etapa de estudiante se habia convertido en una de las fortunas mas elevadas del mundo, segun la revista Forbes. Recordo la ultima vez que se encontro con el, por casualidad, en el aeropuerto de Barajas. Monsalve iba a coger un avion para ir a visitar a sus padres en las islas Canarias y, al reconocer entre una multitud arremolinada de viajeros al que consideraba un buen amigo de la infancia, se le acerco. --!Que alegria verte! --lo saludo de forma entusiasta--. ?Que haces por aqui? ?No iras a Tenerife por casualidad? --No --contesto con frialdad y mirando hacia otro lado--. Espero a mi piloto. Viajo en mi propio avion --le espeto, mientras se alejaba del que fue su companero durante tantos anos. Desde entonces no se habian vuelto a ver. Solo sabia lo que de vez en cuando publicaban las revistas de economia o veia en la television. Ahora, con aquel sobre en las manos y su mas absoluta extraneza, se preguntaba que habia podido hacer que aquel altivo caballero se dirigiera a un detective del monton como el. Con sumo cuidado y ceremonia, libero el contenido del sobre con ayuda de un vetusto abrecartas y leyo: Estimado Andres, Te parecera extrano que te mande esta peticion. Creeme si te digo que a mi tambien. Y despues de como me he portado contigo, no lo habria hecho si no fuera cuestion de vida o muerte. No puedo confiar en nadie mas. Te estaria muy agradecido si me dieras la oportunidad de disculparme y exponerte lo que necesito de ti. Si lo tienes a bien, te espero esta tarde en mi residencia de La Moraleja. Un chofer te recogera en tu despacho a las cuatro y te acompanara de vuelta cuando desees. En espera de que aceptes mi invitacion, Recibe un cordial saludo Miguel Aguirre Despues de leer varias veces aquellos parrafos, Monsalve doblo la cuartilla con esmero, haciendo coincidir cada doblez hasta dejarlo en un rectangulo perfecto. Hecho esto, lo guardo bajo llave en el primer cajon de su escritorio y salio en busca de Marin y Jimena para desplazarse al lugar del homicidio. --?Te pasa algo, Andres? --se preocupo Jimena. --Nada importante --respondio de forma algo automatica--. Pero quiza me ausente unas horas esta tarde. Tendras que ocuparte de todo. Aunque, tanto Marin como Jimena sabian que algo extrano pasaba, ninguno de los dos se atrevio a preguntar al inspector. Cuando llegaron a la escena del crimen, la policia habia precintado el lugar de los hechos, lo que impedia el paso a cualquier persona ajena a la investigacion. Una pareja de agentes mantenia a los curiosos lejos e impedian, en la medida de lo posible, que nadie sacara fotos con sus telefonos moviles. El fallecido se encontraba tumbado boca abajo en el portal de acceso a su vivienda, ubicada un edificio de cuatro plantas de un buen barrio madrileno. En la fachada, pintada de un blanco reluciente, podia leerse el numero 15. Debia de haberse construido a mediados de los anos sesenta, pero se encontraba en un excelente estado. Cubrieron a la victima con una sabana blanca que hubo que retirar para que los inspectores analizaran el cadaver. A primera vista, habia muerto de un unico disparo por la espalda, pero habria que esperar el resultado de la autopsia para corroborarlo. --Todo tuyo, Jimena. ?Que ves? --pregunto Monsalve. Jimena introdujo su larga melena dentro de su gorro de lana para no obstaculizar la inspeccion y evitar contaminar la escena del crimen y, arrodillandose junto al cuerpo, comenzo su examen. --Varon blanco, de entre 25 y 35 anos --canto en voz alta--. Presenta un disparo en la espalda, con orificio de entrada, pero no de salida. No se ha encontrado ningun casquillo en las inmediaciones. Quiza se lo haya llevado la persona que disparo. --?Que nos indica eso? --la interrumpio el inspector. --!Ay, Andres! Me sigues tratando como una nina y llevo contigo varios meses... --Cierto --encajo el detective--. Estas mas que preparada para comenzar tu camino en solitario. --No, eso no. No me hables de irte que sabes que no quiero que nos dejes tan pronto. --Bueno, bueno. A lo que vamos... --De todas formas, una vez extraida la bala, tendremos algo para empezar. --?Algun detalle mas? --Si --apunto Jimena--. Tiene marcas de jeringuillas por todo el cuerpo, brazos, pies, incluso en las rodillas. Sin duda era consumidor de estupefacientes. No lleva documentacion. Nadie sabe quien es. --Sigue observando Jimena --inquirio Monsalve--. ?Algo fuera de lugar? --Yo diria que lo unico que hay fuera de lugar es el fallecido --respondio Jimena. --Asi es. Definitivamente estas mas que preparada. De todas formas, que tomen huellas y recojan muestras. Mientras no tengamos otra escena, esta es la del crimen. !Marin! --llamo Monsalve--. Pregunta entre los curiosos si alguien ha visto u oido algo. --Enseguida, jefe --respondio Marin con diligencia. Marin realizo las preguntas de rigor a los habitantes del inmueble que en aquel momento se encontraban en sus domicilios. Todos coincidian en que la victima no era vecino del lugar. No sabian quien era ni lo habian visto nunca por alli. Todo parecia indicar que, tal y como imaginaban Jimena y el inspector, aquello no era la escena del crimen. Los primeros analisis del cuerpo y los alrededores apuntaban a que le habian disparado en otro lugar y posteriormente habian trasladado el cadaver alli por alguna razon, pero... ?que razon? Monsalve ordeno investigar a todos y cada uno de los habitantes del edificio con objeto de averiguar si alguno de ellos ocultaba algo o tenia alguna relacion con el desconocido. Los hechos esconden siempre una razon de ser, aunque de momento no supieran cual. En la comisaria, el equipo de investigacion de Monsalve se encontraba reunido para comenzar con los primeros tramites y las primeras averiguaciones. Podia respirarse un ambiente mas alborotado del normal. Se encontraban todos enfrascados en sus quehaceres. Lo unico que seguia, como siempre, descansando en una de las mesas, era una caja de donuts, companera en los dias de trabajo. Los agentes no daban respiro a sus respectivos telefonos y los cuadernos de notas se iban completando con frases inconexas que para ojos ajenos carecerian de sentido pero que, finalmente, en unos dias, darian luz sobre el caso del homicidio del desconocido. Mientras tanto, en su despacho, Monsalve releia la nota recibida esa misma manana. Penso en declinar la invitacion y despedir al chofer con una frase de disculpa, pero su curiosidad y los terminos de <
> incluidos en la carta le hicieron reconsiderar su decision. Almorzaria algo por ahi y esperaria a ser recogido por el conductor que lo llevaria a casa de Miguel Aguirre. -
La hermandad de la rosa (Las tres damas 1) de Amelia Noguera
https://gigalibros.com/la-hermandad-de-la-rosa-las-tres-damas-1.htmlUna emocionante novela historica de suspense, para fans de Perez Reverte o Julia Navarro, inspirado en el bestseller “El nombre de la rosa” del maestro Eco. Todo ello, con la delicada forma de escribir de la autora de “La pintora de estrellas” o “La marca de la luna”, que han emocionado a miles de lectores.
La intrigante historia de dos enigmaticas familias en los albores de la Revolucion francesa: asesinatos, secretos oscuros, amores y aventuras, y el amor mas potente de todos: el de un padre por su hija. La Hermandad de la Rosa es una novela que engancha al lector hasta la ultima pagina. -
Lo mucho que te ame de Eduardo Sacheri
https://gigalibros.com/lo-mucho-que-te-ame.htmlUna historia de amor diferente que transcurre en los anos 50 en el barrio porteno de Palermo.
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Prohibido creer en historias de amor de Javier Ruescas
https://gigalibros.com/prohibido-creer-en-historias-de-amor.html -
El latido de la tierra de Luz Gabas
https://gigalibros.com/el-latido-de-la-tierra.htmlVuelve Luz Gabas con su novela mas sentida.
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Nuestra primera vez, Flor M. Urdaneta de Flor M. Urdaneta
https://gigalibros.com/nuestra-primera-vez-flor-m-urdaneta.htmlAlex y Kim han sido amigos desde ninos. Ella es extrovertida, le encanta salir de fiesta y no sabe lo que la palabra orden significa. El es callado, ordenado en extremo y un genio de la computacion que prefiere quedarse en casa disenando programas en lugar de salir. Pero cuando Alex hace una confesion, y las reglas de su relacion cambian, descubren que el amor puede ser dulce y apasionado, pero tambien doloroso y devastador.
Corazones rotos, una amistad que termina y una decision que marca la diferencia en su futuro. ?Que pasara entre Alex y Kim? ?Podran reparar lo que un dia se rompio o ya es demasiado tarde para ellos?
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Dime la verdad de Tess Gerritsen
https://gigalibros.com/dime-la-verdad.htmlDos homicidios sin aparente relacion tienen mas en comun que el simple hecho de que los investiguen la inspectora de Boston Jane Rizzoli y la forense Maura Isles. En ambos casos, los cadaveres presentan heridas espantosas, pero se desconoce la causa real de la muerte. Un doble desafio que se presenta en un momento inoportuno para ambas. Mientras Jane se esfuerza por salvar a su madre de un matrimonio fracasado que amenaza con enterrarla, Maura se enfrenta a la muerte inminente de la suya, la infame asesina en serie Amalthea Lank. Esta, aun siendo victima de un cancer terminal, todavia disfruta manipulando a su hija y le facilita una pista criptica sobre los dos extranos asesinatos que Maura y Jane intentan resolver.
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Varsovia de Carlos Sisi
https://gigalibros.com/varsovia.htmlLa humanidad por fin se ha puesto de acuerdo en algo: hemos decidido dormir y sonar hasta desaparecer.
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Memorias de un primate de Robert Sapolsky
https://gigalibros.com/memorias-de-un-primate.htmlEn la tradicion de Jane Goodall y Dian Fossey, Robert Sapolsky, uno de los divulgadores cientificos mas reconocidos en la actualidad, cuenta la fascinante historia de como dejo las comodidades de la universidad para compartir durante mas de dos decadas su trabajo de campo con una tropa de traviesos babuinos en la sabana africana. Solo un joven idealista podia aterrizar en el corazon de Kenia esperando encontrar ahi una version animada de lo que habia visto y estudiado hasta entonces en el Museo de Ciencias Naturales de Nueva York.
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Una joya (Stage Dive 2,5) de Kylie Scott
https://gigalibros.com/una-joya-stage-dive-2-5.htmlRelato corto con Mal y Anne (Solo fue un juego), de la serie Stage Dive.
A la atractiva encargada de una libreria hipster le choca ver la enorme lista de libros que ha seleccionado un cliente, todos sobre sexo. El, arrogante, experimentado y muy seguro de sus encantos, inicia un divertido <> verbal con ella para intentar seducirla. La chica se mantiene indiferente hasta que es ella quien lo reta a el a que le muestre los atributos de los que tanto presume. En la trastienda de la libreria la pareja nos regala un final excitante e inesperado. -
Dulce camino espinoso (Serie Rohard 1), Rita Morrigan de Rita Morrigan
https://gigalibros.com/dulce-camino-espinoso-serie-rohard-1-rita-morrigan.html -
Tu no mataras de Julia Navarro
https://gigalibros.com/tu-no-mataras.html<
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Te quiero a ti de Elizabeth King
https://gigalibros.com/te-quiero-a-ti.htmlCarolina se encuentra en la edad de casarse, pero ella no desea otra cosa que casarse por amor y no vivir lo que su mejor amiga, su madre y otras mujeres viven en una epoca donde los hombres tienen a la mujer para estar en casa y tener hijos. Sin embargo, los milagros existen y Carolina encuentra en los Thompson y lord Hunter una gran ayuda para evitar ese matrimonio que sus padres desean para ocultar un enorme secreto. Lord Hunter desea ayudarla, la ama aunque no lo sabe, pero sus propios problemas le acarrean una tristeza inmensa de la cual unicamente Carolina parece poder sacarle. ?Podran estar juntos? ?Cual es ese secreto que lleva a esa boda? ?Se liberara Carolina de ese matrimonio?
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La redencion de R. Cherry
https://gigalibros.com/la-redencion.htmlTras la desaparicion de Lyss, el clan de los Lett se ve desamparado y sin guia que los lleve a la lucha contra el Ragnarok. Mientras, en un recondito lugar del Midgard, Ottar, tras secuestrar a la Valkiria de su vida, a su reina, intentara por todos los medios que esta recuerde lo que el pasado oculta. Su pasado. Aunque ello conlleve someterla a la peor de las torturas. Una guerra, un amor arrebatado y miles de secretos se esconden tras la segunda parte de Una valkiria perdida en el Midgard, La redencion. ?Sera capaz Lyss de descubrir por que los dioses a los que veneraba la han traicionado? ?Es posible que una Valkiria conviva en el mundo de los humanos, en busca de sus origenes?
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En que pensamos cuando pensamos en Futbol de Simon Critchley
https://gigalibros.com/en-que-pensamos-cuando-pensamos-en-futbol.htmlEl futbol hunde sus raices en el sentimiento de pertenencia a un lugar y a una comunidad, y en su momento fue parte importante de la cultura obrera: era un deporte de equipo, de asociacion, donde el conjunto esta siempre por encima de las individualidades por importantes que estas puedan ser. Los jugadores vienen y van, mientras que los aficionados son el archivo, la memoria del equipo, quienes lo anclan en la historia. Son parte activa del futbol como experiencia y coleccion de momentos. Aunando pasion y rigor, analisis y devocion Critchley se acerca a este fenomeno planetario desde perspectivas de clase, de genero, tambien de estetica, y nos ofrece un libro que es tanto un inspirado e inspirador ensayo, como un sentido homenaje al futbol.
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El millonario y la bailarina de Maya Blake
https://gigalibros.com/el-millonario-y-la-bailarina.htmlEl implacable Alexandros Christofides no estaba dispuesto a detenerse ante nada para recuperar un valioso recuerdo de familia, aunque para ello tuviera que utilizar como cebo a la encantadora bailarina Sage Woods.
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Kemet de Yair Padilla Miranda
https://gigalibros.com/kemet.htmlEgipto desde tiempos antiguos ha sido gobernado por sus grandes faraones, quienes eran la cabeza del gran imperio, duenos del poder absoluto. Tradicionalmente, el trono estaba destinado al varon de la familia real, sin embargo, pocas mujeres tuvieron el honor de ocupar el trono. Tausert la quinta y ultima reina-faraon de la dinastia XIX. Descendiente de los multiples hijos de Ramses II, por cuyas venas no corria sangre real, logra ascender y tomar las riendas del poder en un periodo de anarquia y caos. El futuro esta en sus manos, y sin importar cuantos se revelen contra ella, sacara el imperio adelante.
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Un reino de sombras (Reyes y Hechiceros 5) de Morgan Rice
https://gigalibros.com/un-reino-de-sombras-reyes-y-hechiceros-5.htmlEl capitan de la Guardia Real estaba apostado en su torre de vigilancia y miraba hacia los cientos de Guardianes debajo de el, hacia todos los soldados jovenes bajo su mando que patrullaban Las Flamas, y suspiro con resentimiento. Siendo un hombre digno de liderar batallones, el capitan sintio que era un insulto para el el estar posicionado en este lugar, en el lugar mas recondito de Escalon y vigilando un grupo de criminales rebeldes a los que les decian soldados. Estos no eran soldados; eran esclavos, criminales, muchachos, ancianos, los indeseables de la sociedad, todos enlistados para cuidar un muro de llamas que no habia cambiado en mil anos. No era mas que una celda glorificada, y el merecia algo mejor. Merecia estar en cualquier parte menos aqui, quiza custodiando las puertas reales de Andros. El capitan miro hacia abajo de manera desinteresada mientras se desataba otra pelea, la tercera del dia. Esta parecia desarrollarse entre dos muchachos crecidos que peleaban por un pedazo de carne. Un grupo de muchachos gritando y animandolos rapidamente se puso alrededor de ellos. Esta era su unica fuente de diversion en este lugar. Estaban totalmente aburridos de pie mirando Las Flamas dia tras dia y con sed de sangre; y el les permitia divertirse. Si se mataban entre ellos, mucho mejor; esos serian dos muchachos menos que vigilar. Se escucho un grito mientras uno de los muchachos vencia al otro, encajandole una daga en el corazon. El muchacho se desplomo mientras los otros vitoreaban su muerte y se lanzaban sobre su cuerpo para ver que podian encontrar. Esta al menos era una muerte rapida y misericordiosa, mucho mejor que las muertes lentas que les esperaban a los otros. El victorioso se acerco, empujo a los demas, se agacho y tomo el pedazo de pan del bolsillo del muerto y lo puso en el suyo de nuevo. Tan solo era un dia mas en Las Flamas, y el capitan ardia con indignidad. El no se merecia esto. Habia cometido un error desobedeciendo en una ocasion una orden directa, y como castigo lo habian mandado a este lugar. Era injusto. Lo daria todo por poder regresar y cambiar ese momento de su pasado. La vida, penso, podia ser demasiado exigente, demasiado absoluta, demasiado cruel. El capitan, aceptando su suerte, se dio la vuelta y observo de nuevo Las Flamas. Habia algo en su constante crujir, incluso despues de todos estos anos, que le parecia atrayente y hasta hipnotico. Era como ver el rostro de Dios mismo. Mientras se perdia en el resplandor, penso en la naturaleza de la vida. Todo parecia tan insignificante. Su puesto aqui--los puestos de todos estos muchachos--parecia tan insignificante. Las Flamas habian existido por miles de anos y nunca moririan, y mientras siguieran ardiendo, la nacion de troles nunca podria invadir. Era como si Marda estuviera al otro lado del oceano. Si dependiera de el, tomaria a los mejores de estos muchachos y los pondria en otra parte de Escalon, en las costas, en donde realmente se les necesitaba, y les daria muerte a todos los criminales entre ellos. El capitan perdio la nocion del tiempo como le pasaba a menudo, perdiendose en el resplandor de Las Flamas, y no fue sino hasta muy tarde en el dia cuando se sobresalto poniendose en alerta. Habia visto algo, algo que no podia procesar, y se frotaba los ojos pensando que era una alucinacion. Pero mientras miraba, lentamente se dio cuenta de que esto no era una ilusion. El mundo estaba cambiando delante de sus ojos. Lentamente, el constante crujir por el que habia vivido cada momento desde que llego aqui, se detuvo. El calor que emanaba desde Las Flamas desaparecio de repente haciendole sentir un escalofrio, su primer escalofrio real desde que habia llegado a este lugar. Y entonces, al mirar, la columna de flamas brillantes rojas y naranjas, las que le habian hecho arder los ojos iluminando dia y noche sin cesar, habian desaparecido por primera vez. Desaparecieron. El capitan se froto los ojos de nuevo en confusion. ?Estaba sonando? Delante de el Las Flamas estaban bajando hacia el suelo como una cortina que caia. Y un segundo despues, no quedo nada en absoluto. Nada. El capitan dejo de respirar y el panico y la incredulidad empezaron a crecer dentro de el. Por primera vez se encontro mirando hacia lo que habia del otro lado: Marda. Era una vision clara y sin obstrucciones. Era una tierra llena de negro; montanas negras y desiertas, escarpadas rocas negras, tierra negra, y arboles negros y muertos. Era una tierra que nunca debio ver; una tierra que nunca nadie en Escalon debio ver. Hubo un silencio aterrante mientras los muchachos debajo por primera vez dejaron de pelear entre ellos. Todos ellos, impactados, se voltearon boquiabiertos. El muro de flamas se habia extinguido y, del otro lado de pie y mirandolos con avaricia, estaba un ejercito de troles que llenaba la tierra hasta el horizonte. Una nacion. El corazon del capitan se desplomo. Ahi, a unos pies de distancia, estaba una nacion de las bestias mas desagradables, gigantescas, grotescas y deformes que habia visto, todas blandiendo enormes alabardas y todas esperando pacientemente este momento. Millones de ellos los miraban pareciendo igual de impactados al darse cuenta de que nada los separaba de Escalon. Las dos naciones se encararon mirandose entre ellos, los troles con una mirada de victoria y los humanos en panico. Despues de todo, eran unos cientos de humanos contra un millon de troles. Se escucho un grito que rompio el silencio. Este vino del lado de los troles, un grito de triunfo, y este fue seguido por un gran estruendo mientras los troles avanzaban. Se abalanzaron como una manada de bufalos, levantando sus alabardas y cortando las cabezas de muchachos congelados en panico que ni siquiera pudieron correr. Fue una oleada de muerte, una oleada de destruccion. El capitan mismo se quedo inmovil en su torre, muy aterrado como para sacar su espada mientras los troles ya iban hacia el. Un momento despues sintio como caia mientras la furiosa multitud derribaba su torre. Cayo sobre los brazos de los torres y grito al sentir que lo tomaban con sus garras y lo hacian pedazos. Y al encontrarse ahi muriendo y sabiendo lo que se avecinaba sobre Escalon, un pensamiento final cruzo por su mente: el muchacho que habia sido apunalado, que habia muerto por un pedazo de pan, era el mas afortunado de todos. CAPITULO DOS Dierdre sentia que sus pulmones eran aplastados mientras daba vueltas en la profundidad y desesperada por aire. Trato de estabilizarse pero sin poder lograrlo debido a las masivas olas de agua que la hacian girar una y otra vez. Deseaba respirar mas que cualquier otra cosa en el mundo y su cuerpo gritaba por oxigeno, pero sabia que tratar de respirar ahora significaria su muerte. Cerro los ojos y lloro, mezclando sus lagrimas con el agua y preguntandose cuando terminaria este infierno. Su unico consuelo fue el pensar en Marco. Lo habia visto caer al agua junto con ella, lo habia sentido tomarla de la mano y ahora lo buscaba por todas partes. Pero no encontro nada mas que negrura y olas de espuma en la aplastante agua. Penso que Marco ya deberia estar muerto. Dierdre deseaba llorar, pero el dolor derribo cualquier pensamiento de autocompasion de su mente y la hizo pensar solo en sobrevivir. Pero justo cuando penso que la ola no podria cobrar mas fuerza, esta la empujo contra el suelo una y otra vez atrapandola con tal fuerza que sintio que el peso del mundo entero estaba sobre ella. Sabia que no sobreviviria. Penso que el morir aqui en su ciudad natal y aplastada por una ola gigante creada por los canones de los Pandesianos era ironico. Hubiera elegido morir de cualquier otra forma. Penso que podria arreglarselas con cualquier clase de muerte; excepto ahogarse. No podia soportar el dolor extremo, la agitacion, el no poder abrir la boca y tomar una bocanada de aire que cada parte de su cuerpo deseaba con desesperacion. Sintio que se volvia mas debil y que sucumbia ante el dolor. Pero entonces y justo cuando sentia sus ojos cerrarse, justo cuando sabia que no podria soportar un segundo mas, sintio que daba la vuelta y giraba rapidamente hacia arriba arrojada por la ola con la misma fuerza con la que la habia aplastado. Se dirigio rapidamente hacia la superficie con el impulso de una catapulta, alcanzando a ver la luz solar y con la presion lastimandole los oidos. Para su sorpresa, un momento despues salio a la superficie. Jadeo tomando grandes bocanadas de aire y mas agradecida de lo que nunca habia estado en su vida. Abrio la boca tratando de respirar y, un momento despues y para su terror, fue succionada debajo del agua de nuevo. Pero esta vez tuvo suficiente oxigeno para resistir un poco mas y el agua no la empujo tan profundo. Pronto salio a la superficie de nuevo tomando otra bocanada de agua y antes de ser sumergida de nuevo. Era diferente en cada ocasion, la ola se debilitaba y, al subir, sintio que la ola estaba llegando al final de la ciudad y se diluia. Dierdre pronto se encontro en los limites de la ciudad, pasando los grandes edificios que ahora estaban bajo el agua. Fue empujada bajo el agua una vez mas pero esta vez fue capaz de abrir los ojos y ver todos los grandes edificios que una vez habian estado erguidos. Vio montones de cuerpos flotando en el agua delante de ella como peces, cuerpos cuyas expresiones de muerte ella ya trataba de eliminar de su mente. Finalmente y sin saber cuanto tiempo habia pasado, Dierdre salio a la superficie de una vez por todas. Fue lo suficientemente fuerte para pelear contra la ultima ola que trato de sumergirla, y con una ultima patada pudo mantenerse a flote. El agua del puerto habia viajado demasiado lejos tierra adentro y no quedaba un lugar a donde ir, y Dierdre pronto sintio que llegaba a un campo de cesped mientras las aguas bajaban dirigiendose otra vez al mar y dejandola sola. Dierdre se quedo boca abajo con el rostro sobre el humedo cesped y gimiendo por el dolor. Seguia jadeando por el dolor en sus pulmones y disfrutando cada respiro profundo. Debilmente logro voltear su cabeza para mirar por sobre su hombro, y se horrorizo al ver que lo que habia sido una gran ciudad ahora no era mas que mar. Solo alcanzaba a mirar la punta de la torre de la campana que se elevaba unos cuantos pies, y se quedo pasmada al recordar que solia elevarse a cientos de pies en el aire. Completamente exhausta, Dierdre por fin se rindio. Dejo caer su rostro en el suelo dejando que el dolor de lo que habia sucedido ahi la sobrecogiera. No podia moverse. Momentos despues se quedo profundamente dormida, apenas viva en un campo remoto en una esquina del mundo. Pero de alguna manera, habia sobrevivido.
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Una temporada salvaje de Joe R. Lansdale
https://gigalibros.com/una-temporada-salvaje.html<
>. Natalia Marcos, El Pais Hap Collins es un tipo blanco, mujeriego y exconvicto por negarse a combatir en Vietnam. Leonard Pine es veterano de esa misma guerra, negro y gay. Hap y Leonard son los mejores amigos del mundo en el Texas de los anos ochenta. Y tambien los mas desastrosos. Trabajan mucho, ganan muy poco y practican artes marciales en su tiempo libre. Pero de pronto Trudy y su melena rubia regresan a la vida de Hap. Se avecinan problemas, piensa Leonard. Y tiene razon, esa mujer siempre lo complicaba todo. Pero ahora tiene una propuesta: un monton de dinero facil enterrado cerca del rio Sabine. Hay que reconocer que las cosas se ponen interesantes; Una temporada salvaje, la novela con la que Hap y Leonard irrumpieron en la escena del thriller, es violencia, accion y humor acido, es camaraderia, desmadre y villanos sanguinarios, es un coctel explosivo de noir sureno y del pulp mas gamberro. Caos total al estilo texano. -
Sombras sobre el Nilo, Kate Furnivall de Kate Furnivall
https://gigalibros.com/sombras-sobre-el-nilo-kate-furnivall.htmlLa vida de Jessie Kenton ?una nina londinense de siete anos, nacida en una familia de clase media alta? gira alrededor de su hermano pequeno Georgie, que padece un grave trastorno emocional. Una noche, sin darle mas explicaciones, sus padres se llevan a Georgie y lo sustituyen por Timothy, un huerfano al que acaban de adoptar. Tras el dolor inicial de la separacion, Jessie se ira encarinando con Timothy, pero nunca olvidara a Georgie.
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Besos con sabor a piruletas de Carlota Manzano
https://gigalibros.com/besos-con-sabor-a-piruletas.htmlAnais busca la noticia, pues es colaboradora de uno de los espacios televisivos del corazon mas famosos de Manhattan. Mark es la noticia pues, a pesar de ser un afamado hombre de negocios, siempre esta en el punto de mira de los medios.