• libro buenas decisiones - Antonio Preciado

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    El reloj del auto marcaba las 18:45 horas. Conducia el Mini convertible por el carril de alta velocidad sobre la avenida Garza Sada dirigiendome a casa de Daniel, el unico de mis amigos al que le emociona la idea de volverse mas viejo cada seis de octubre. Nos reuniriamos en su casa para cenar junto con su familia y celebrar su cumpleanos veintisiete: la excusa perfecta para abrir la botella de vino tinto que me acompanaba en el asiento del copiloto. "Espero que Daniel tenga un sacacorchos en casa", pense al voltear y asegurarme de que el cinturon de seguridad estuviera ajustado sosteniendo la botella. Mas vale prevenir que lamentar. Despues de atravesar la metropolis, llegue a la calle donde se encuentra su casa. Localizar espacio para estacionarse en el estrecho camino parecia imposible por la absurda aglomeracion de autos sobre las banquetas. Aparque en una esquina a cinco casas del portico. Verifique el acomodo del flequillo negro sobre mi frente en el espejo retrovisor. "Perfecto". Sali del auto; mi mano derecha sostenia la botella de vino y con la otra presione el boton de la llave para cerrar el coche. Me quede parado unos segundos frente a la entrada principal, imaginando a la familia de Daniel del otro lado de la puerta. Casi podia verlos sentados en circulo frente a la mesa del comedor repleta de platos con comida y de bebidas. Su madre organizando el viaje a Cancun para asistir a la boda de su sobrino el ano siguiente. Su hermana Gloria contando los meses que faltaban para dar a luz al nuevo integrante de la familia. Yo ya esperaba que sus hermanos me hicieran, en tono burlon, aquella pregunta que se volvia cada dia mas irritante: ?Cuando nos van a llegar las invitaciones de tu boda, Alonso? Pero estan muy acostumbrados a verme sin pareja; han dado por hecho que ese evento nunca lo celebrare en esta vida. Ni en la siguiente. Presione el timbre dos veces y Daniel aparecio del otro lado de la puerta, invitandome a pasar con unas palmadas en la espalda. --!Te haces del rogar! --dijo, apuntando al reloj digital en su muneca--. Habiamos dicho que llegarias hace una hora. El color blanco de la camisa hacia que su piel morena resaltara. Nuestra similar complexion y el metro setenta y cinco de altura han hecho que la gente nos pregunte en mas de una ocasion si somos hermanos. Caminamos por el corto pasillo hacia la cocina. Daniel tomo la botella de vino tinto y la coloco en la mesa del comedor. Conozco la casa a la perfeccion. Suelo venir los domingos cuando Daniel me invita a ver los partidos de Los Rayados de Monterrey. No soy fanatico del equipo y tampoco me interesa el futbol soccer, pero me gusta sentarme frente al televisor a beber una o dos cervezas... o tres. Salude a sus padres y hermanos. Tras la cordial y corta bienvenida, pase al bano. Moje mis manos y el rostro acercando mi cuerpo al lavabo de ceramica. Parado frente al espejo, me quede observando la profundidad de mis ojos cafe oscuro. Me pase los delgados dedos sobre la cara y note que mi aspecto mostraba senales de fatiga. Las ojeras por las trasnochadas de los dias y semanas anteriores comenzaban a notarse cada dia mas; la resequedad en mis labios suplicaba beber algo mas que alcohol. A pesar de eso, no me veia mal en absoluto. El aspecto joven y varonil reflejaba la edad precisa: veintiseis anos. Mantenia mi cuerpo esbelto y en su lugar gracias a las horas semanales de ejercicios cardiovasculares y pesas. La balanza de prioridades estaba muy bien distribuida: trabajo, ejercicio y vida social. Todos importantes, ninguno mas que otro, ?o si? Seque mis manos en los Levi's azul oscuro y sali del bano. Daniel me esperaba con una copa de vino tinto; todo el mundo sabe que es mi favorito. Nos dirigimos hacia el patio trasero donde sus hermanos preparaban cortes de carne sobre el pequeno asador. Habian instalado mesas plegables redondas con sillas alrededor, separamos dos de ellas. Mi mano izquierda sostenia la botella de vino que agarre de la mesa antes de salir al patio, y la derecha resguardaba la copa a medio llenar. --Ahora si, !cuentame! ?Ya decidiste donde quieres continuar la fiesta despues de la cena? -- pregunte justo antes de dar un sorbo a la copa. Me rodo una gota sobre el menton. --No, aun no decido --Daniel dio un sorbo a la botella de agua que saco de la nevera--. Ademas, no seremos muchas personas. Karen viene en camino, podemos discutirlo cuando llegue. Ya sabes que no puedo decidir por ella. Esperar a que llegue la novia de Daniel a cualquier lugar es como esperar una nevada en Monterrey: !absurdo! Karen es la persona mas impuntual que conozco. No me sorprenderia que llegara tarde a la celebracion de su propio funeral. Del bolsillo derecho de mi pantalon saque el celular. No tenia notificaciones de WhatsApp ni comentarios en mis estados recientes de Twitter y Facebook, pero si en mi ultima publicacion de Instagram, que era una foto de una lasana instantanea extendida sobre un plato de loza. La imagen hacia que el valor comercial del platillo aumentara su precio al triple. Junto al plato habia una copa de vino blanco y la botella de Verdeo importada desde Espana. La publicacion era del dia anterior con la descripcion: Cena para uno #Wine. Deslizando mi dedo sobre la pantalla, me dirigi al buscador de Google para escribir Horgans. La pantalla mostro el mapa de Monterrey y la ubicacion del club en el centro de la ciudad. Pase mi dedo sobre la informacion, y al encontrar el numero de telefono, marque. --Buenas noches, quisiera hacer una reservacion para hoy a las once --dije, y escuche a la chica al otro lado apretando un extremo del boligrafo, preparandose para apuntar--. !Claro! La reservacion a mi nombre, Alonso Rodriguez. Termine la llamada, di un trago a la copa y me dirigi a Daniel. --Ahora ya puedes decir a tus invitados hacia donde moveremos la fiesta el dia de hoy --dije guardando el celular sin notificaciones en el bolsillo. --Sabia que no aguantarias las ganas de ir a Horgans --y saco su celular. Escabulli la mirada por encima de su brazo: Daniel mandaba un mensaje a un grupo de WhatsApp llamado Parejitas para dar aviso a los integrantes sobre el nuevo plan de la noche. Yo no estaba incluido en ese grupo, ?por que habria de estarlo? El nombre del grupo era una ofensa a mi eterna solteria por eleccion, ?o seria por obras y planes del destino? No lo sabia y no me importaba… ?o si? --?Tienes pensado invitar a mucha gente? --pregunte--. ?A tus amigos de la oficina, a los del equipo de futbol? --y verti mas vino en la copa medio vacia. --La verdad solo voy a invitar a los de este grupo --Daniel me enseno la pantalla del celular con la conversacion reciente de las "parejitas"--. No le dije a nadie mas. Mis amigos tenian otros compromisos y casi nunca tienen dinero para ir a esos lugares. Ademas, Karen insiste en que convivamos mas con Anna y Ricardo. No entiendo por que, si nos vemos cada semana. En fin, seriamos solo nosotros cinco, incluyendote. El sonido del timbre interrumpio nuestra conversacion. Su hermana Gloria habia llegado en compania de su esposo y una enorme barriga de siete meses. --?Te molesta si te dejo por unos minutos mientras atiendo a mis invitados no alcoholicos? -- pregunto Daniel. --!Por supuesto que no! Tengo la compania que necesito --y levante la copa. Me quede solo y en silencio por un par de minutos mientras terminaba el liquido que restaba en la botella. Los hermanos de Daniel entraban y salian de la casa hasta el patio trasero cargando ingredientes para la cena. Puse mi mano sobre el bolsillo izquierdo del pantalon y note que algo faltaba. Me levante de inmediato de la silla y entre a la casa para buscar a Daniel. --Te vere junto con los demas afuera de Horgans --le grite mientras me aproximaba a la puerta con las llaves del auto en la mano. --?A donde vas? Acabas de llegar --pregunto Daniel acompanandome hasta la puerta--. ?Puedes esperar al menos a que termine la cena? Mi familia se ira despues de eso y no quiero que bebas alcohol con el estomago vacio. ?Recuerdas como te pusiste en nuestro ultimo viaje a Playa del Carmen? Lo recordaba, o al menos algunas cosas; por suerte no tenia memoria para las mas embarazosas. Hice una pausa antes de girar la perilla y me dirigi a Daniel. --Me acabo de dar cuenta de que olvide mi cartera en casa. Pero no te preocupes, te vere afuera de Horgans antes de las once. Dile a Karen que... Justo antes de cruzar la puerta, la cabellera rizada y castana de Karen se interpuso en mi camino hacia la salida. --?Te vas tan pronto? Apenas comienza la noche --dijo Karen entre risas, colocando su mejilla junto a la mia. El saco rojo la cubria desde los hombros hasta las rodillas, dejando al descubierto las medias negras. Los zapatos de tacon aumentaban su corta altura hasta casi emparejarse con la mia. El poco maquillaje en su cara y el labial rojo hacian que su piel blanca se viera mas palida de lo normal. --Olvide algo en casa y tengo que ir a recogerlo, pero no te preocupes, los vere en Horgans mas tarde. --?Quien decidio ir a ese lugar? --pregunto Karen. --Fue Daniel, le dije que debiamos esperar a que llegaras, pero es muy insistente --dije antes de salir por la puerta. Karen comenzo a reir y agito la mano, despidiendose. Daniel la recibio con un beso en los labios y la invito a pasar. La puerta se cerro a mis espaldas. Encendi el motor y me dirigi rumbo a casa. El trafico era denso: las filas de autos transitando entre municipios crecian mientras avanzaba la noche. El tablero marcaba diecinueve grados y las nubes se esparcian por el cielo de la ciudad. El Mini convertible circulo sobre la Carretera Nacional al sur de Monterrey hasta llegar a la caseta de vigilancia de la colonia Sierra Alta. El portero me saludo desde lejos y alzo la barrera metalica que dejo pasar al auto. Varado frente a la casa, esperaba a que el porton electrico se elevara para poder entrar. La camioneta Suburban de mi padre, el ingeniero Rodriguez, estaba estacionada dentro de la cochera. Conozco aquella maquina desde el exterior: podria contar con los dedos las veces que he subido al vehiculo, ya sea en el asiento del copiloto o en los traseros. El ingeniero Rodriguez nunca me ha dejado conducirla; su risa burlona dice que lo arruinaria, como con todo lo que pasa en mi vida. Esa risa no logra ocultar la verdadera intencion de sus palabras: "Nunca la vas a conducir, no tienes las aptitudes". Aparque al lado izquierdo de ese vehiculo medio metro mas alto que yo. El porton se cerro sin prisa detras de mi. Sali del auto y camine hacia la puerta lateral de la cochera para entrar a casa.

  • BUENAS DECISIONES | VICTOR MANUEL DUQUE ...

    https://www.casadellibro.com/libro-buenas-decisiones/9788491404101/9019791

    25 jun 2019 — El libro BUENAS DECISIONES de VICTOR MANUEL DUQUE PUENTE en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • Buenas Decisiones Versión Kindle - Duque, Victor - Amazon.es

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  • Buenas decisiones. Víctor M Duque | Aliar Ediciones

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    comparte este libro ... Buenas decisiones. Víctor M. Duque. ... Cubierta: 300 gr. Mate. Interior: Offset 90 gr. Ahuesado. Solapas: Sí. ISBN: 978-84-18795 ...

  • Buenas Decisiones - Víctor Manuel Duque Puente (Autor)

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    Por eso es tan importante que nuestras decisiones sean “Buenas Decisiones”. Detalles del Libro. ISBN/13: 9788491404101. Num. Páginas: 132. Tamaño: 150 ...

  • Buenas decisiones - noviembre 2016

    https://editorialcirculorojo.com/buenas-decisiones/

    Un libro de V. M. Duque. Todos los acontecimientos que tienen lugar en nuestra vida están relacionados, de una u otra manera, con las decisiones que tomamos ...

  • 6 libros para mejorar tu toma de decisiones - Pedro Díaz Ridao

    https://pedrodiazridao.com/es/6-libros-para-mejorar-tu-toma-de-decisiones/

    4 ago 2021 — Y porque tomar mejores decisiones te ayudará a DESARROLLAR relaciones más sanas con los que te rodean. Aquí os dejo una lista con seis libros ( ...

  • Buenas decisiones (Tapa blanda) - Libros - El Corte Inglés

    https://www.elcorteingles.es/libros/A29361282-buenas-decisiones-tapa-blanda/

    Buenas decisiones (Tapa blanda) ... Buenas decisiones (Tapa blanda). Autor/Autora: Víctor Manuel Duque Puente; Editorial: IMPRESION BAJO DEMANDA.

  • BUENAS DECISIONES., DUQUE VICTOR M, ISBN - Librería ...

    https://www.libreriaproteo.com/libro/ver/3202161-buenas-decisiones.html

    BUENAS DECISIONES., DUQUE VICTOR M, ISBN: 9788418795893 Librerías Proteo y Prometeo. Desde 1969 entre Libros. La mayor librería especializada de Málaga.

  • BUENAS DECISIONES - V. M. DUQUE - 9788491404101

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  • BUENAS DECISIONES - Librerías Picasso

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  • Con la suerte en los tacones(Amor en cadena 7) de Lorraine Coco

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    No me puedo creer que en mi ultimo dia en Nueva York me hayas traido a hacer yoga --protesto Kat en un susurro, resoplando con evidente desgana. --No te quejes. Tu eres la que se va a recorrer el pais con su novio cachas, y yo, la que me quedo a pasar el peor verano de calor en siglos en esta ciudad. Sola, sin novio y sin fumar. Un poco de apoyo por tu parte no me vendria mal --le contesto Isthar de malas pulgas. Miro a su monitor de yoga, un tipo de unos treinta y largos anos, con un cuerpo estupendo y un halo misterioso y mistico que en otra epoca de su vida le habria hecho temblar las rodillas, pero que en ese momento la dejaba fria. Vio que colocaba un dedo sobre sus carnosos labios para indicarles que guardasen silencio. Ishtar suspiro con fastidio. --Ahora teneis que inspirar elevando los brazos y espirar por la boca energicamente al bajarlos --dijo el monitor, y ella penso que era exactamente lo que acababa de hacer, resoplar--. Ahora inhalad en la posicion inicial y, flexionando el tronco, espirad energicamente sacando la lengua --continuo. --Eztamoz para una foto --le susurro Kat, hablando con la lengua fuera. Ishtar no pudo evitar reirse viendo a su amiga hacer la payasa. !Cuanto la iba a echar de menos! Desde que se habia ido a vivir con Randy, su prometido, a Knoxville, ya solo la veia cada tres semanas, cuando Kat iba a las oficinas de QBV, la revista de moda para la que escribia. Pero, en esta ocasion, la separacion duraria dos meses: Kat se iba a acompanar a su novio en su gira de conciertos por todo el pais, y a ella le quedaba soportar aquel caluroso y asfixiante verano en Nueva York. Sola. Hacia un mes que habia terminado la relacion de siete anos con Kevin, enfrentandose de esta manera, y despues de muchos anos, a su nueva condicion de mujer soltera. Con treinta y un anos, casi treinta y dos, y habiendo dejado recientemente de fumar. La ansiedad se la estaba comiendo por los pies y por eso penso que las clases de yoga y meditacion eran exactamente lo que necesitaba. --Exhalar completamente el aire antes de iniciar el movimiento. Sumir y soltar el estomago unas treinta veces. Permanecer sin aire durante las contracciones e inhalar volviendo a la posicion inicial. --?Sabes lo que necesita mi estomago de verdad? --le pregunto Kat, volviendo al ataque--. Uno de esos bagels rellenos de Sack's, y un batido de chocolate con nata y virutitas de colores por encima como las que les ponen a los... --!Esta bien, esta bien! --dijo Isthar, elevando la voz. El resto de asistentes a la clase de yoga la miraron con una mezcla de sorpresa y reproche por interrumpir su esmerada concentracion--. Lo siento, chicos, pero mi amiga tiene razon. Esto no se quita con respiraciones. Necesitamos calorias y buen sexo. Eso si te deja relajada --se agacho a recoger la esterilla de ejercicios del suelo y su estomago bramo--. !Que sean dos bagels! --le dijo a Kat con una mueca. Su amiga no lo penso dos veces y salio de la sala de yoga como si la estuvieran pinchando en el trasero. Una vez en Sack's, Kat observo a Isthar mientras esta sorbia su batido helado de fresa. Estaba mas callada de lo habitual y aquel ceno fruncido que exhibia desde su llegada a la ciudad no podia significar nada bueno. --Bien, ?lo vas a soltar ya o no? --la insto a hablar. Isthar apuro el contenido de su copa ruidosamente y Kat suspiro poniendo los ojos en blanco. --No me pasa nada --le contesto Ishtar, en un tono nada convincente. --Ya... Muy bien, pues dime lo que no te pasa. Porque o tienes una explicacion para este comportamiento erratico tuyo, o eres una alienigena que esta suplantando a mi amiga. --Eres muy graciosa, ?sabes? Creo que de hecho ese sentido del humor tuyo tan desternillante es lo que mas voy a echar de menos cuando te vayas --le dijo Isthar concentrada en doblar en diminutos triangulos su servilleta de papel turquesa con el logotipo de Sacks's. --Asi que es eso... --comenzo a decir Kat, buscando la mirada de su rubia--. Yo tambien voy a echarte de menos, Isthar. Se que no es el momento para irme: la ruptura con Kevin, la proximidad de tu cumpleanos... --Kat hizo una pausa, esperando que su amiga hiciese algun gesto que le revelase que iba por buen camino en sus conclusiones. Isthar no lo estaba pasando bien. La ruptura con Kevin habia sido un mal necesario. Llevaban mucho tiempo juntos, nada menos que siete anos, demasiados, tirados por el desague de las relaciones vacias y sin sentido. Le habia tomado mas tiempo del debido tomar la decision de acabar con esa relacion que, aunque no le aportaba nada de lo que ella necesitaba y esperaba de un hombre, si la habia hecho sentir segura. A Isthar, con toda la fortaleza que exhibia, no habia nada que le diese mas miedo que la soledad. Y por alguna estupida razon habia estado pensando durante anos que era mejor estar mal acompanada que sola. El hecho de estar a punto de cumplir anos tampoco ayudaba. Se veia un ano mas vieja. Sobre todo, mas vieja para estar soltera. Ademas, le traia algunos recuerdos dolorosos de la infancia de los que sabia que no estaria dispuesta a hablar. Isthar por fin la miro y tomo su mano. --Si, es el mejor momento para irte. No quiero que te preocupes por mi. Y claro te voy a echar mucho de menos, sabes leer en mi como nadie. Y si, tambien tienes razon en todo lo que has dicho. Me siento un poco perdida, descolocada, desquiciada, desubicada... --Bueno, ahora no le eches la culpa a la ruptura de todo eso. Ya estabas asi antes --le dijo Kat, sacandole la lengua con una mueca. Isthar se echo a reir, con esa risa genuina y ligeramente ronca que volvia locos a los hombres, y Kat supo que saldria de aquello. Isthar era una mujer fuerte, luchadora, trabajadora, intuitiva, imaginativa... En definitiva, maravillosa. Llevaba anos esperando que tomara las riendas de su vida y por fin iba a hacerlo. Iba a ser dificil para ella, pero lo conseguiria. --Y tu, ?como llevas lo de pasar el verano de gira con Randy y al mismo tiempo preparar una boda? --le pregunto Isthar, queriendo cambiar de tema. No queria empanar las ultimas horas que le quedaban con Kat antes de que esta se marchase durante meses. Kat suspiro y sonrio con mirada sonadora. --Es un poco locura, la verdad. Menos mal que Martha, Daryle y Georgia me estan ayudando. Como la celebracion es en Oakriver, ellas pueden hacerlo sin problemas. --Con la familia de Randy te ha tocado el premio gordo --dijo Ishtar, pensando que ella no habia tenido en siete anos, ni de lejos, la buena relacion que mantenia Kat con la familia de su novio--. !Va a ser espectacular ver como te casas con el senor Randy Buxton! --le dijo Isthar sinceramente emocionada--. Pero mas te vale no ponerme un traje de dama de honor en plan merengue, o te arruinare la boda --la amenazo con la cuchara de su batido. --Ya vere lo que hago. Porque, la verdad, creo que estarias adorable con un vestido de esos en amarillo brillante, o rosa demoledor, todo lleno de encajes, brillantitos... --Te estas jugando la vida, futura senora Buxton --le advirtio, escondiendo una sonrisa--. No voy a ir ningun sitio vestida de payasa. Como una de las blogueras de moda mas importantes de esta ciudad, tengo una reputacion que mantener --dijo, enarcando una ceja con expresion altiva. Cruzo las largas piernas y se reclino en el asiento, adoptando una postura que ni las mejores modelos conseguirian para la portada de QBV, antes de agregar--: Y ahora, hablemos de lo realmente importante. !Tu despedida de soltera

  • Hippie de Paulo Coelho

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    En su libro mas autobiografico, Paulo Coelho narra el encuentro entre dos jovenes: Paulo, que suena con ser escritor y llega a Amsterdam en busca de libertad y de un sentido para su vida, y Karla, una veinteanera de Rotterdam decidida a cambiar su forma de ver el mundo. Juntos recorreran “la ruta Hippie” que realizaba el legendario Magic Bus, un viaje por Europa y Asia rumbo a Katmandu. Durante esta experiencia unica y transformadora viviran una gran historia de amor. Con ellos iran pasajeros de diferentes nacionalidades que a lo largo del recorrido se plantearan sus prioridades y valores vitales.

  • Regalo de Navidad de Marisa Maverick

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    Con REGALO DE NAVIDAD queremos agradecer vuestra fidelidad durante todo este ano; por ello, que mejor manera que con los relatos Paz (Bea Melworren) y Esperanza (Marisa Maverick), los cuales forman parte de la antologia <>.
    Deseamos que esta lectura os haga pasar un buen rato y os anime a seguir descubriendo que mas podemos ofreceros a traves de nuestras letras, que es mucho y variado.
    Feliz Navidad y un prospero 2019

  • El circulo de Gabriel de Aurora Pinto

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    El veterano periodista Julian Mendez debe hacerse cargo de una tarea que considera irrelevante: un reportaje sobre un joven ingeniero que desaparece tras ingresar a una secta religiosa.
    A pesar de su desinteres inicial, Mendez emprendera una investigacion que lo llevara a conocer muy de cerca a la secta y a Gabriel, su misterioso lider. El reportero sospecha que algo turbio se encuentra detras de la organizacion y debera desentranar los juegos de poder ocultos tras el fanatismo religioso.
    ?Por que son asesinados aquellos a quienes Gabriel considera traidores? ?Que se esconde detras de los lavados de cerebro que aplica el Circulo de Gabriel a sus fieles? ?Podra el periodista luchar contra la fuerte personalidad de su carismatico lider y sobreponerse a sus propios demonios?

  • Un verano en tu corazon de Norah Carter

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    Hacia un mes que se habia marchado Lucas, yo estaba afrontando una pequena depresion y no habia tenido ningun tipo de noticias por parte de el; eso era predecible, pero pasarlo dia tras dia, era algo dificil de asumir y hacia que me encontrase en ese estado. Los primeros dias fueron los mas dificiles de mi vida, me acostaba y me levantaba llorando como una enana, tenia la sensacion de que me faltaba el aire para respirar, habia momentos que pensaba que habia tocado fondo y que no queria seguir viviendo. Mi hermana me llamaba y notaba que me estaba pasando algo, estaba realmente preocupada e incluso decia que queria venir pronto a verme. La Semana Santa la pase metida en casa y no sali ni para comprar el pan, luego me incorpore al trabajo y era para lo unico que salia de mi hogar, por lo demas me apetecia refugiarme y vivir mi pena sola. Habia adelgazado varios kilos y estaba animicamente por los suelos, precisamente ese jueves tenia cita con mi medico para que valorarse un poco mi estado. Algo me decia que debia de tener una anemia de ordago. Tenia la sensacion de estar mas sola que nunca y en esos momentos fue cuando realmente me partia el alma no tener a mis padres ahi, desde que murieron los habia echado muchisimo de menos, ademas de haberlo pasado francamente mal, pero esa vez estaba que se me iba el alma de no tenerlos. Tras terminar de tomar el cafe, sali hacia el instituto para afrontar la flojera que traia el comenzar la semana, todo el camino me pase recordando, como siempre, cuando Lucas me acompanaba hasta el trabajo; ahora, el hacerlo sola, hacia que fuese todo con mucho desanimo. A la salida me fui a comer con mi companera Patricia, ultimamente habiamos coincidido poco y no habiamos tenido posibilidad de hablar tranquilamente, aunque en los cafes Express que nos tomabamos diariamente la mantenia informada de todo. Gracias a Dios que hablar con ella de vez en cuando hacia que me desahogara al menos un poco y que no me llegase a sentir tan sola, aunque evidentemente cada una teniamos nuestras vidas. -- ?Que tal estas, mi nina? -- Bueno, ahi vamos, sera cuestion de tiempo --dije mientras ibamos andando hacia el restaurante asiatico. -- Deberias de apuntarte a alguna actividad por las tardes, necesitas evadir un poco la cabeza --dijo mientras me agarraba el brazo y lo acariciaba. -- Ahora mismo no estoy para esas cosas, solo me apetece estar tirada en el sofa y no escuchar nada, imagino que todo sera cuestion de tiempo. -- Ese estado en el que te encuentras es el principio de depresion, como ya te dije, y debes rapidamente tratarla, no vayas a faltar el jueves a tu cita con el doctor, pero sobre todo debes de sacar fuerzas y hacer algo mas que estar encerrada en tu casa. -- Claro que ire al medico, imagino que tendran que hacerme pruebas ya que estoy muy debil y no tengo absolutamente nada de fuerzas, el tema de la ansiedad y de la depresion me imagino que comenzaran a tratarlo. -- Me duele tanto verte asi, imagino que cuando pase el tiempo recordaras esta historia como algo dulce que dejara de causar dolor. -- Ese es el problema, que fue tan dulce y bonito que es incomprensible que algo asi tuviese que terminar, jamas pense que el amor tuviese una fecha de caducidad.

  • Ojala siempre de Alexandra Roma

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    Ella era la hermana pequena de su mejor amigo, amante del amarillo y que creaba su propio cielo de constelaciones inventadas. El era el rebelde de la cazadora de cuero que dibujaba a boligrafo aquello que le revolvia el pecho. Juntos, quemaron etapas, construyeron recuerdos y se echaron mucho de menos, incluso cuando la unica barrera que tenian que salvar era la distancia entre sus bocas.
    Ahora, Julieta y Marco son solo dos extranos destinados a encontrarse en las calles de Salamanca para averiguar si las canciones antiguas nunca mueren y el faro de Trafalgar les espera con un nuevo atardecer.
    Pasado.
    Presente…
    Un juramento, un reloj de arena con el secreto del tiempo y la esperanza de que <> puede estar escondido entre los acordes de La chica de ayer.

  • Coleccionista de recuerdos de Eva Guerrero

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  • Seres de Luz de Miguel Angel Segura

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    Durante ocho meses de mi vida estuve trabajando como conserje nocturno en un hospital. Vigilantes, enfermeras, celadores y medicos, llegaron a contarme historias sorprendentes sobre este lugar. Lo que mas llamo mi atencion fue la historia de la enfermera negra... una enfermera que, por cierto, solo veian los enfermos que estaban al borde de la muerte. Algunos sobrevivieron a la enfermedad y se salvaron, pero otros perecieron alli. Quiero que conozcan esta historia con todo lujo de detalles... Apenas llevaba unas semanas trabajando en el hospital, cuando comenzo a correr la noticia de que el nuevo conserje (yo), se dedicaba a investigar misterios y divulgarlos en medios de comunicacion. En aquella epoca habia participado en dos ocasiones en Cuarto Milenio y era colaborador asiduo en RNE (Sexta Dimension). Poco a poco, algunos trabajadores se fueron acercando a mi para interesarse por estos temas; algunos incluso me contaron experiencias personales, y otros dieron rienda suelta a los misterios que, a priori, se sucedian en el edificio. Aunque como pasa siempre con esto, cada uno cuenta la pelicula segun la interpreta. Antonio, empleado de seguridad, se acerco a conversar conmigo, y me conto lo siguiente: --Buenas noches, Miguel Angel. --Hola, Antonio. --?Te han explicado lo que sucede en la UCI? --No. ?Que sucede? --pregunte intrigado. --Desde hace anos hay enfermos que asegurar ver a una enfermera negra. --?Una enfermera vestida de negro? --No. Una mujer de color, vestida de enfermera. Lo sorprendente es que aqui no trabaja, ni hay trabajado ninguna enfermera con esos rasgos raciales. --?Y que dicen esos pacientes? --Todos coinciden en la misma descripcion fisica. Ten en cuenta que los enfermos no se conocen entre ellos, ya que los casos se han dado en diferentes epocas. Pues bien; dicen que durante la noche una enfermera muy simpatica ha estado con ellos, y que gracias a sus cuidados se sienten mejor. Algunos de ellos se han recuperado en poco tiempo, aunque otros han fallecido a las pocas horas. --?Hay muchos casos que conozcas de primera mano? --Si, unos cuantos. Esta historia es muy popular en el hospital y se suele comentar bastante, sobre todo por parte de las enfermeras y los celadores. --?Y que les dice esta enfermera fantasma a los pacientes? --Eso es mejor que te lo explique alguna de las enfermeras o celadores que han tenido la oportunidad de hablar con ellos. Segun me han contado a mi, esta supuesta mujer los animaba a seguir adelante y les trasmitia mucha energia. Es como si su labor fuese ayudarles a superar la situacion, aunque en otros casos lo que parece es que esta entidad estaba ahi para ayudar al enfermo a morir de forma tranquila. Es como si estuviese presente para acompanarles en el transito de la vida a la muerte. --?Crees que querran hablar conmigo? --Seguro que si. Cuando vea a Carmen se lo comento y le digo que venga a verte. Ella ha estado presente en varias ocasiones cuando un enfermo ha sido testigo de esta enfermera fantasma. Antonio me dejo perplejo. Tuve que asimilar la informacion que me habia aportado. Tengo que reconocer que este hombre es una persona seria y rigurosa, ademas de un excelente profesional. La fiabilidad de su testimonio era absoluta, por lo que tuve claro que me encontraba inmerso en un caso digno de estudiar. Lo que no sabia en ese momento es que pronto descubriria algo sobre mi que, hasta la fecha desconocia. Lo podria definir como una faceta o habilidad que yacia dormida en lo mas hondo de mi ser... aunque pronto despertaria, y a partir de entonces, ya nada volveria a ser igual. Durante los proximos dias, otros companeros de trabajo se presentaron en la recepcion para contarme sus experiencias. Tambien hubo algunos que hicieron mencion a la famosa enfermera negra. La historia que mas me sorprendio --aparte de la ya mencionada en la UCI-- fue la que me conto uno de los responsables de mantenimiento que, casualmente, tambien se llama Antonio. Cuando era joven vivio una experiencia escalofriante, tras realizar una sesion de espiritismo donde sucedieron fenomenos de efecto fisico que, segun el testigo, no tienen explicacion racional. Este hombre es un experto en electronica y conoce muy bien las leyes fisicas, por lo que su testimonio me aporto una credibilidad absoluta. Al parecer, uno de sus amigos vivia en una casa de dos plantas; abajo tenia un pequeno taller donde hacia reparaciones electronicas, y arriba la vivienda. En numerosas ocasiones este amigo le habia explicado al grupo de colegas que en ese taller sucedian cosas extranas: objetos que se cambian de sitio sin que nadie los toque, luces que se apagan y se encienden solas, y un sinfin de sensaciones extranas. Un dia estaban todos reunidos en la plazoleta, como de costumbre, y a uno de ellos se le ocurrio proponer una sesion de espiritismo en el taller. Todos aceptaron, aunque lo hicieron mas que nada movidos por el morbo y, por que no decirlo, por el escepticismo. Varios de ellos querian echarse unas risas. Sin embargo, el plan termino causando un terror descomunal a todos los presentes. Al llegar al taller se sentaron alrededor de una mesa; se agarraron de las manos y... pronto empezaron las risas, hasta que uno de ellos dijo: <>. En ese momento el silencio se apodero del entorno y los chicos cerraron los ojos... instantes despues, uno de ellos lazo una sugerencia directa al supuesto fantasma: <>. En ese momento, la luz se apago y una vieja radio comenzo a oirse... instantes despues, un fuerte golpe se escucho en la habitacion contigua y, acto seguido, la luz se volvio a encender y la radio se apago. Todos salieron corriendo de alli despavoridos. Una vez que llegaron de nuevo a la plazoleta estuvieron unos minutos en silencio, asustados y digiriendo lo que habia sucedido. Pasado este tiempo, comenzaron a analizar lo que habia pasado, para intentar hallar una explicacion racional, pero no pudieron darsela. Segun me comento Antonio, aquella tarde no fueron capaces de regresar al taller, el miedo los invadio por completo. Al dia siguiente, el propietario del taller explico a sus amigos que el golpe que habian escuchado fue el de una ventana. El cristal habia reventado y el ventanuco se habia abierto. Esto, segun el testigo, era imposible, porque esa ventana daba acceso a un patio cerrado por donde no entran corrientes de aire. Ademas, la puerta de la habitacion estaba completamente cerrada antes de que se produjera el incidente. Otras de las cosas que destaco el muchacho es que algunos objetos estaban cambiados de sitio...

  • Nadie muere en Wellington de Carmen Sereno

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    “Con el aprendi que el amor no se mide en tiempo, sino en intensidad.”

  • Ni lo ves ni lo veras (Inspectora Helen Grace 2) de M. J. Arlidge

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    Un segundo caso para la inspectora Helen Grace de Tu te vas, tu te quedas.
    Un thriller que te parara el corazon.

  • Los ojos vendados de Siri Hustvedt

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    En Los ojos vendados, Iris Vegan, una estudiante de literatura de la Universidad de Columbia, relata sus inquietantes encuentros, con personajes neoyorquinos que el azar y la coincidencia han puesto en su camino.

  • El pais de las ultimas cosas de Paul Auster

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    En el pais de las ultimas cosas todo tiende al caos, los edificios y las calles desaparecen, y no hay nacimientos. La existencia se reduce a la mera supervivencia de vidas miserables sin <>. Anna Blume cuenta en una larga carta su paso por la ciudad, en busca de su hermano desaparecido, y su afan por vivir, a pesar de todo, en este ambiente devastado del final de la civilizacion.

  • No me da la vida de Lucia Be

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    Tras un par de giros imprevistos en su familia y su trabajo, vuelve la mas divertida Lucia Be con un diario personal que refleja a la perfeccion el dia a dia de muchas mujeres de su tiempo. Maternidad, estilo y living la vida freelance; amigas, pareja y copas de vino; infusiones, bizcochos recien salidos del horno y dibujos a mano en una libreta. NO ME DA LA VIDA es a la vez un grito optimista que se empena en continuar celebrando todo lo que viene al tiempo que expresa el agobio de una generacion que debe estar siempre disponible y mostrando lo que hace a cada instante. El desenfreno de vivir on fire las 24 horas necesita un nuevo manual de instrucciones que, al menos, nos lleve a tomarnos con humor y positividad la locura cotidiana.

  • Mo Vikingr de Angy Skay , R. Cherry

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    Egil Thorbransson, un vikingo de los pies a la cabeza, hijo del Jarl Thorbran, de la aldea de; Rygjafylki. Tras la perdida de su madre, y el fuerte sentimiento de repudia que se creo en su interior, Egil tuvo que permanecer junto a su gente, hasta que ella aparecio.
    Gala, una mujer de cabellos rojizos como el fuego, fuerte, tan salvaje y delicada a la vez, como la mismisima Freyja, hara que Egil pierda la cabeza, arriesgando su propia vida.
    Sobre ellos se cernira la profecia de la volva, pero hasta que el cielo no se tina de rojo y la sangre caiga del Valhalla, nada ocurrira. Raudharr, la hechicera de Arnar, creara dolor y sufrimiento, haciendo que tras el lloro de Freyr este marche, dejando atras a la criatura que nacera, y al que los dioses protegeran.
    Mo Vikingr es una novela en la que la mitologia nordica predomina en todo su apogeo, mientras un amor arriesgado y complicado surge entre sus protagonistas.

  • Dragon Cautivo de Laura Cruz

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    Eorias fue antano un hombre formidable.
    Un campesino que forjo un ejercito.
    Un hombre que doblego un reino.
    Un mortal que asesino a un dragon.

  • Tu recuerdo arde de Jessica Cuevas Fadanelli

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    La segunda parte de la trilogia juvenil – romantica Tus ojos no me saben mentir.

  • El Libreto de Alejandra Diaz

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    El 18 de julio de 1936, mientras el general Francisco Franco llegaba desde Canarias para tomar el control del ejercito del Protectorado y Santiago Casares Quiroga, incapaz de contener la rebelion ya generalizada, dimitia de su cargo de presidente del Gobierno, Hilda Valladares abrazaba su abultado vientre y le pedia al ser que habitaba en su interior que se mantuviese en silencio y tranquilo durante esta ola amenazante; el mismo silencio que ella mantendria meses mas tarde, cuando se llevaran a su propio padre delante de sus narices... Nunca mas supo de el. A la manana siguiente, entre el horror y el desconcierto, y con la adrenalina en descenso a causa del agotamiento y el hambre, Hilda sintio la oleada de oxitocina que su cuerpo gravidico necesitaba liberar. Ayudada por su madre, dona Lucia, y por una comadrona de manos grandes y fuertes, apodada dona Cata, que residia en su mismo barrio de la sacudida ciudad de Madrid, dio a luz con dolor y desesperacion mientras Espanase quebraba parasiempre. Juan Dominguez Albornoz fue uno de los pocos hombres que no estaba en el frente. El trabajo de parto de su mujer lo mantuvo a salvo. Queria salir y defender su pensamiento y sus ideales republicanos. Las calles militarizadas y el ambiente de rebelion exaltaban su espiritu, pero cuando vio al recien nacido y sintio la esperanza del llanto energico de este nuevo ser que dependia de el, decidio que haria lo que fuese necesario para protegerlo de cualquier destino infantil indigno. Sin embargo, esto no se concretaria hasta trece meses despues en Alicante, cuando tuvo la oportunidad de embarcar con destino a Argentina gracias alos contactos politicos de dona Lucia. --!Las oportunidades se presentan para tomarlas! --les comento depositando sobre la desgastada mesa de la cocinalos papeles que harian posible el viaje hacia America del Sur. --!Tengo miedo, madre! --Hilda, vais a estar bien o, al menos, mejor que aca. !Eso os lo aseguro! --la calmo mientras la rodeaba con sus rollizos brazos. --!Si vinieses con nosotros...! --sollozo Hilda con un nudo en la garganta. --Una madre nunca abandona a un hijo. Tu hermano no va a descansar hasta saber el paradero de vuestro padre --agrego dona Luciaala par que le daba palmaditas en laespaldaasu acongojada hija. Las dudas y las preguntas merodearon por los suenos de Hilda. Los meses previos a iniciar la travesia fueron de incertidumbre, pero intuia que esa guerra civil anticiparia un cataclismo mundial y ello le pesaba aun mas y alteraba su descanso. No queria dejar a su madre, pero la familia que estaba formando merecia una oportunidad parasobrevivir. --Nos iremos a Mexico. Es la alternativa mas sensata en estos momentos. Es el unico pais que tiene unainstitucion organizada paralos espanoles --manifesto Hilda. --Si vamos a emigrar, prefiero que sea a la Argentina --rebatio Juan--. Es un pais que ofrece un mayor potencial para mentes inquietas como la mia. --Pero Argentina no recibe republicanos. Ellos simpatizan con el regimen franquista --discrepo ella, intentando calmar los nervios que laaquejaban desde hacia varios dias. --Los lazos intelectuales de este pais de Sudamerica podrian acallar verbalmente mi espiritu para salvar alafamilia que llevo --aseguro el para convencerla. Fue asi como los Dominguez Valladares partieron rumbo a America con su hijo Enrique, de tan solo dos anos, bien sujeto a su espalda; y lo que en principio era un objetivo ansiado y desesperado se transformo en un sentimiento de angustia y desolacion. La travesia por mar duro veintiseis dias y finalizo en el puerto de Buenos Aires. Viajaron con otras familias de espanoles que lograron convertirse en la suya propia. Junto con ellos formaron una comunidad de refugiados de la guerra, con contactos que daban apoyo necesario para poder asentarse en las mejores condiciones posibles. A traves de estas redes Juan consiguio su primer trabajo. Gracias a sus estudios y a sus conocimientos en el area de la filosofia, ocupo un cargo como asistente de catedratico en la Universidad Estatal de Buenos Aires. El trabajo completaba la mente de Juan, pero la remuneracion era insuficiente para mantener a una familia que anunciaba su crecimiento. Poco tiempo despues se entero de que en el pais vecino existian tierras a la venta que poseian las condiciones necesarias para ser cultivadas; de buena calidad y a un precio minimo. Todo ello con el objetivo de tratar de poblar ese pais tan aislado. --?Donde queda Chile? --pregunto Hilda, desconcertada. Los meses de adaptacion habian sido un sufrimiento para ella, asi que el simple hecho de pensar en la posibilidad de moverse otra vez la descoloco. --Estamos cerca y latravesiasera corta --le aseguro Juan, intentando calmarla. La personalidad sonadora de este espanol le otorgaba audacia de sobra para conseguir cualquier objetivo propuesto. Hilda, por el contrario, era una mujer terrenal a la que las situaciones de riesgo o ambivalenciale provocaban ansiedad. --No estoy segura --titubeo, y se llevo ambas manos a la cabeza a la vez que cerraba sus pequenos ojos color miel--. Aqui yatenemos un trabajo estable. --!Pero tendremos nuestras propias tierras, Hilda! --solto el, exasperado. Despues se acerco a paso lento a la ventana y miro a traves del cristal. Pudo observar la suciedad y la inmundicia que presidian las calles de aquel barrio. Luego de un instante, agrego--: Tendriamos la posibilidad de criar a nuestros hijos en un lugar que fuese nuestro... Podriamos construir un hogar paraellos. --!Nuestro hogar lo perdimos para siempre al dejar Espana! --expreso ella, que ya habia perdido bastante. Dias despues, con otras dos familias, partieron rumbo a aquel pais ubicado al final del mapa. Con los contactos adecuados, adquirieron las visas chilenas requeridas. Aun resonaban en su mente las recomendaciones de dona Lucia sobre la importancia de llevar efectivo para comprar tierras y poder trabajarlas ellos mismos. Ese fue el argumento que utilizo Juan asu favor para convencer asu mujer. La travesia duro dos semanas. Lo mas dificil fue cruzar la cordillera de los Andes. El frio se calaba en los huesos a traves de los fierros del ferrocarril y Juan temio por la vida de su hijo y del pequeno que crecia en el vientre de Hilda; los abrazo y rezo para que pudiesen mantenerse a salvo. Y en ese momento desesperado decidio que, si sobrevivian, lo unico que hariaen esta vidaseriaser feliz. Chile les otorgo todo lo que esperaban al dejar Espana. Las veinte hectareas en el sur fueron mas que suficientes para vivir de todas las bondades que proporcionaba la tierra y mantener a esa gran familia. Pero lo que este pais no pudo lograr fue borrar el resentimiento y el rencor en la mente de Hilda. Ella era una mujer menuda, de contextura media y personalidad fuerte, con facciones marcadas por los gestos expresivos de su rostro. Con solo veintidos anos sus ojos revelaban mas historias de las que ella hubiese deseado. A esas alturas habia perdido a su padre y a su unico hermano, de tan solo dieciseis anos. A este ultimo lo detuvieron mientras buscaba informacion sobre el desaparecido progenitor y lo fusilaron en el norte de Espana. --!Dime que mi hermano no esta muerto! --le grito a Juan con la carta, arrugada, todavia en las manos--. !Erasolo un nino! El pensamiento constante de la vida olvidada hacia que la energia ya no le alcanzara, asi que a los veintisiete anos se le notaba la labilidad y el peso del sufrimiento en las lineas de expresion que surcaban su cara. Anos mas tarde, la llegada de una segunda carta, esta anunciando la muerte de dona Lucia, la unica persona que le quedaba en Espana, acabo por resquebrajarle el alma. Rezo en silencio a los pies de su cama de fierro y maldijo el instante en el que abandono a los que mas queria. Odio la Espana mutilada que la separo de los suyos y la obligo a dejar sus suenos por la imposicion de los otros. Entonces tomo la determinacion de que nunca mas hablaria de sus raices, y mucho menos de la guerra. Hilda cerro el libro de su pasado porque no podia vivir el presente con dolor. Se resigno a la suerte y al destino impuesto y envejecio a una velocidad acelerada: primero de espiritu, pues perdio las ganas de seguir, y luego fisicamente. Su cuerpo parecia el de una mujer senil. Ni todas las palabras romanticas de Juan ni los besos efusivos y pegajosos de sus hijos pudieron retenerla en esta tierra que no queria. Anhelaba lo perdido y, sin angustia alguna, un dia dejo de respirar. A los cuarenta y dos anos abandono este mundo y aquel pais americano y dejo a un esposo destrozado y nueve hijos. La vida de Juan Dominguez Albornoz corrio distinta suerte. En Espana vivian sus padres y sus dos hermanas menores, Ines y Rosario, quienes tenian doce y seis anos, respectivamente, al momento que este habia emigrado. Habian sobrevivido a la guerra y a la dictadura. Pese a ello, el rostro de Juan nunca pudo borrar las huellas del llanto por los que se habian quedado en su tierra natal. Para alejar de su mente los pensamientos del recuerdo de sus seres queridos, trabajo la tierra en Chile como si siempre lo hubiese hecho; estafue en el sustento de su descendencia. Su hijo, Enrique Dominguez Valladares, crecio siendo un nino feliz, como anhelaba su padre. Aunque habia nacido en Espana, dejo este pais en el pasado. No habia nada que recordar, pues toda su vida habia transcurrido en Chile. Aqui habia aprendido a leer y a escribir gracias a su madre, dona Hilda, porque la escolaridad era un lujo que no podian permitirse. Sin embargo, ayudo a sus hermanos menores a ir a la escuela y aprendio de ellos. Leyo todos los libros que estuvieron a su alcance, se relaciono con la gente mas influyente de la epoca y se convirtio en uno de los hombres mas apuestos y refinados, con un gusto innato por el arte. Se habia casado con Matilde de la Fuente, una chilena proveniente de una familia conservadora y acomodada, con quien tuvo cuatro hijos. El mayor se llamaba Fernando. Matilde era una mujer de descendencia alemana, cuyos antepasados tambien habian llegado al pais en un afan colonizador. Era robusta, con el cabello dorado, y tenia hermosas y delicadas facciones. Enrique y Matilde fueron un matrimonio pleno y dichoso; tanto es asi que el dia que Enrique abandono este mundo Matilde decidio que no aceptaria que la muerte los separase y, simplemente, dejo de comer. Intentaron alimentarla de mil maneras, con caldo de avena, sustancia de cogote de gallo y compota con harina tostada, pero ella solo queria morir. Era demasiado catolica para hacer una autolisis directa, asi que dejo que su cuerpo se apagase despacio por la inanicion. Treinta y cinco dias despues y en soledad acompano parasiempre asu espanol inmigrante. Felipe Dominguez Abarzua, cuarto en la linea sucesoria, afloro con su espiritu inquieto y artistico y quiso recuperar el pasado espanol de su linaje. --!Recuperemos la nacionalidad espanola, papa! --?Para que la quieres? No tenemos nada alla --afirmo Fernando, convencido de que aquel esfuerzo no acarrearia ningun beneficio. --Me gustariairme a vivir a Europa --explico. Pese a los esfuerzos de ultratumba de Hilda Valladares, los genes no se pueden cubrir con tierra y el instinto por subsistir de las generaciones futuras dibujo la historia. De este modo, las busquedas y los recuerdos borrados salieron de nuevo a la luz y lograron descifrar lentamente el arbol cortado, sus enlaces y su descendencia. Fue asi como Sara se entero de que la hermana de su bisabuelo Juan, Rosario Dominguez Albornoz, estaba viva... y residiaen Madrid.

  • Frio y calor (Los secretos de Boira no 2), Gina Peral de Gina Peral

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  • Los cuadernos del chico frances de Soledad Enrique Gaitan

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    Apasionante novela que narra la historia de Denis, un chico de principios del siglo XX, a traves de Laura, una adolescente que encontrara un verdadero tesoro familiar en su casa de verano: unos antiguos cuadernos.

  • Escuchando tu cancion (Los hermanos Fuller 3) de Kate Dawson

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    Lewis vuelve a Nashville despues de pasar unos dias en casa de su padre con sus hermanos. A su regreso se encuentra con que John ha abandonado el grupo dejandolos en una dificil situacion.

  • No quiero quererte de Dylan Martins

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    El joven y atractivo jefe del grupo de narcoticos llevaba una vida personal relativamente tranquila.
    Aunque su trabajo era otra cosa… Siempre en constante tension para dar caza a los narcotraficantes mas peligrosos de la zona del estrecho.
    Felizmente casado con Lucia desde hace cinco anos, ve como su mundo se agita cuando conoce a Abigail, una veterinaria a la que sin saber por que, no es capaz de confesarle que esta casado.
    El porque, ni el lo sabe.
    Su vida se complica hasta el extremo y ?sera Samuel capaz de respetar a la mujer de su vida? ?Recapacitara o se convertira Abigail en mucho mas? ?Como actuara cuando el hombre al que persigue amenaza, ademas, con desestabilizar todo su mundo?

  • La chica de Kyushu de Seicho Matsumoto

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    Kiriko Yanagida, una joven humilde, viaja desde la isla de Kyushu a Tokio para solicitar la ayuda del famoso abogado Kinzo Otsuka. Su hermano ha sido acusado de asesinato pero Kiriko esta convencida de que es inocente: ella cree que la unica manera que tiene de librarle de la pena de muerte es lograr que Otsuka, el mejor penalista del pais, se encargue de su defensa. Pero cuando este decide no aceptar el caso, pone en marcha una serie de sucesos que tendran consecuencias imprevisibles.

  • Pelillos Al Cafe de Goya Red Summer

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    Todo empezo cuando rasure la barba de mi abuelo. No le corte ni una sola vez. Jamas me hubiese perdonado que manchara de sangre su camisa nueva. Nada de lo que te cuente tiene importancia si decir que mi abuela acababa de morir. Ibamos a su funeral. Las palabras de mi abuelo fueron: No voy a despedirme de mi senora con estas pintas de hippie desarrapado. Por supuesto que no, abuelo. Le deje hecho un pincel. Me opuse, claro que me opuse. Mientras el resto de la familia se vestia como se supone que te debes vestir en ocasiones como estas, yo estaba sentada frente a un taco de folios blancos. Ahi me quede, a la espera de que en un momento de derrota y despedida, las palabras brotaran de mis tripas, recorrieran cada una de mis venas y los dedos las tradujeran a ritmo moderado un particular adios. No voy a enganarte, queria arrancar las lagrimas de mi familia, demostrar que bajo la fachada sobria en la que se enfrascaban a diario, habia algo de humanidad en ellos. Pero nada de eso paso. Me quede en silencio en mi cuarto, vi el amanecer, me di una ducha, me tome un cafe mirando viejos albumes, repase notas que tenia en viejos cuadernos cubiertos de polvo en las estanterias de arriba y retome el blanco de las hojas vacias de nuevo. Eche a llorar. Cuando se me secaron las mejillas sali al pasillo y mi abuelo me tendio la emboscada mas grande de su vida. Llevaba la camisa desabrochada, una camiseta de algodon ridiculamente estrecha por debajo y el pelo revuelto. --He engordado un poco --me dijo con cara de asombro--. Ayudame, Gaia, por favor. --!Todavia asi! Mama te mata. Mi madre era, y es, un ser complicado. Coge la primera revista de moda que encuentres. Mira la contraportada. Asi es mi madre. Altiva, engreida, petulante. Bueno, la clase de madre que no quiere una hija como yo, pero si unos hijos como mis hermanos. Que orgullosa estaba de ellos. Luca y Leon, valientes megalomanos. Dos anos mas pequenos que yo pero con el mismo ego que un octogenario que haya superado once operaciones a corazon abierto. Iban por la vida con la intencion de aparentar que lo sabian todo, pero nada mas lejos de la realidad. De los dos, Leon era el mas espabilado y, sin saber a dia de hoy si tiene algo que ver o no, peor persona. Luca era corto. No bobalicon o inocente, no: corto. Joder, los tres nos habiamos tragado todo el cine italiano del siglo XX, habiamos leido a Nietzsche, a Schopenhauer, a Maquiavelo y montamos lo suficiente a caballo de pequenos para tener conciencia de disciplina. No parecia tonto despues de haber hecho todo eso, pero un dia me dijo que era mucha casualidad que el agua se congelase a cero grados centigrados e hirviera a los cien. Leon le dio con el codo en las costillas sin decirle nada. Yo puse los ojos en blanco. --Tu madre esta en la peluqueria --se justifico mi abuelo. --Y tu deberias haber ido con ella --pense en alto mirandole el pelo. Dio media vuelta y se metio en su cuarto. Se lamio la mano y trato de peinarse el remolino que se le formaba en la frente. Con el gris oscuro de sus canas perecia un huracan furioso. Furioso porque su sirena se habia ido, furiosos porque no la volveria a ver en mucho tiempo, furioso porque aun no la habia llorado todo lo que tenia que llorarle. --No voy a despedirme de mi senora con estas pintas de hippie desarrapado --como os dije, dijo--. Ven. Mi abuelo era, y es, peculiar. En el pecho llevaba el tatuaje de una virgen que se hizo, naturalmente, antes de conocer a mi abuela y sentar la cabeza. Aun asi siempre juro que era ella a la que llevaba retratada, y lo decia tan convencido, que el tatuaje lo disfrazamos de premonicion y destino para justificar que decia la verdad. Tenia un tono azulado que se confundia sus las venas de pecho palido y angosto. Formaban parte el uno del otro, siempre lo pense asi. Le segui. Lo hice porque no sabia, ni se me paso por la mente, lo que me pediria. --Me gusta la raya al lado. Y no me quites las patillas, me hacen mas esbelto -dijo estirando el cuello mientras observaba su perfil en el espejo --?Lo ves? Si la abuela estuviese aqui te pagaria porque me las quitaras. Nunca quiso que fuese muy guapo, por si me robaban, ?sabes como te digo? Juntos hasta la muerte --susurro con la mano en el pecho. Grave y arenosa, asi sono su voz. Tan convencido como de que mi abuela estaba en el dibujo de su pecho como de que yo podria ayudarle. --Claro. Pero, ?quieres que te corte y todo? --Por favor, no. --Si. El pelo crece, la vida acaba. Fui a buscar las tijeras buenas al bano de mi madre. Olia a una mezcla pomposa y desagradable de los mejores perfumes de mis hermanos. Cedro y sandalo. Violeta y mimosa. Se habian banado en esencias extravagantes para enfundarse en prendas oscuras, nuevas y almidonadas. Apostaria mi mano derecha a que ensayaron el apreton de manos que darian a los asistentes en la iglesia. Eran unos capullos. Tengo que ser adoptada, seguro. Apoyado en la jamba, Luca me hablo: --?Sabe mama que le estas cogiendo las tijeras? --Si, le he llamado para pedirle permiso --dije. Cuando hablo con ellos de verdad espero que me entiendan, pero no suelen hacerlo a menudo. Evidentemente, no la habia llamado. La ironia y Luca aun no tenian el placer de conocerse. --Bien --como si mi hermano pequeno fuese mi instructor en la vida--. ?Quieres estar guapa para Abigail? --No puede venir. --?Y eso? --pregunto llevandose las manos a los bolsillos. --Tiene trabajo --dije. Respire hondo --Mira, Luca, de verdad. No me apetece darte explicaciones de nada. Abbie trabajaba tanto que, si ganase el minimo por hora establecido por la ley, tendria un par de casas a su nombre y tres coches en la puerta. Sin embargo, Abbie y yo viviamos en un sexto sin ascensor, minusculo y tendiamos la ropa en radiadores electricos. Su jefe era un tirano. Leon algun dia seria como el. --Es tu amiga, deberia venir a algo como esto --para mi sorpresa, coincidia con lo que intentaba decirme. --Es mi novia, no mi amiga. Pero, si, deberia venir. No se, Luca. Es el menor de mis problemas ahora mismo. La abuela ha muerto, todo lo demas me da un poco igual, la verdad. Luca se fue con una sonrisa ironica en la cara. Cuando se reia le florecia un maldito hoyuelo en su mejilla. Los gemelos no eran de reirse a carcajadas, pero siempre llevaban una sonrisa picarona que habian mejorado con el paso del tiempo y el hoyuelo les delataba. Era imperceptible para el resto de la especie. Para mi sus intenciones se hacian evidentes bajo esa marca. Abbie no fue bienvenida nunca. Hoy tampoco. Aun asi esa falsa modestia heredada de mi madre les hacia parecer encantadores. Nada mas lejos de la realidad, eran unos capullos, sobre todo Leon. Cuando llegue al cuarto de invitados, mi abuelo ya se habia colocado una toalla sobre los hombros. La habia anudado torpemente y se habia dejado un hueco considerable entre el cuello y la espalda. Hasta la crin mas gruesa de caballo entraria por ahi. Trate de colocarselo mejor sin hacerle parecer un desastre. Sonrio. --A tu abuela le va a encantar. --Estoy segura de que si. Una taza de agua basto. Fui metiendo la yema de los dedos en ella y dejando caer las gotas en su cabeza. Una de ellas resbalo por la frente se mi abuelo hasta su nariz. La respiracion pausada pero profunda la hizo desaparecer. Se descompuso con la exhalacion de mi abuelo y seguramente cayeron centenas de micro esferas a su regazo. Una explosion de moleculas. Le moje el pelo. El agua estaba tibia y oscurecia aun mas las canas de mi abuelo. La raya al lado, como el me pidio. Hasta ahora no me habia dado cuenta de lo gratificante que era cortar el pelo a alguien. Era como deshacerse del pasado para siempre. Todo lo contrario al apego; cortar, retirar, barrer. Era liberarse. Mi abuelo tuvo muchos demonios en su vida y yo los estaba mutilando. No le recuerdo fuera de casa hasta este dia. Por foto le habia visto hasta bailar, pero mi abuela enfermo antes de que yo naciera y, segun me contaron, desde entonces que el no bailaba. Cuando mi abuela salio del hospital para marchitarse poco a poco en su propia casa, mi abuelo agarro del reposabrazos una de las butacas de su salon. A pulso. Solo. Retiro su mesilla de noche y coloco el que seria su nuevo asiento favorito. Cuando se cansaba de estar sentado, daba paseos por el cuarto o se tumbaba boca abajo en los pies de la cama. Era enorme, mi abuela no llegaba con los pies al final del colchon. A veces se quedaba dormido ahi, como un gato. Custodiaba los suenos de mi abuela. Paso asi treinta de sus setenta y nueve anos. --Te voy a peinar ya, ?vale? --Espera --me dijo--. Busca en mi bolsa el neceser y traemelo. Es azul. Un neceser azul. --?Este? --Si, ese. El azul, el azul. Trae. La maleta de mi abuelo era un escaparate variopinto. Debajo de sus camisas y sus pantalones de pinzas, tenia una decena de libros antiquisimos, una brujula y un mapa de carretera descolorido. Yo suponia que se quedaria bastante tiempo en casa de mi madre, despues de todo ocupar de nuevo ese sillon en una habitacion vacia no seria el hogar que hubiese deseado para el, pero la casa no era tan grande como para usar brujula. Ah, abuelo, que magicos estos artilugios tuyos. Abrio el neceser y saco una brocha, un frasco y una cuchilla. --?Me afeitas? Sobre todo el cuello y la nuca, que eso ya solo no puedo. !Ah! Y cuidado con el bigote --me dijo el adorable caradura. --No voy a afeitarte. No. --?Crees que te lo pediria si pudiera hacerlo yo? Vamos... Soy un viejo que ya no vale para nada --esas palabras no se las creia ni el. Era un chantaje en toda regla al que acabaria cediendo. --No. Lo hice. Por supuesto que lo hice. Mi abuelo tenia una piel agrietada. No, no es esa la palabra. No eran grietas, eran rias. Lo se porque cuando rasuraba su cuello le broto una lagrima que recorrio su mejilla por un canal que antes yacia seco. El mar eran sus ojos, salados, llenos de despedida y de recuerdos. Como brillaban; tanto como la cuchilla que acariciaba su cara descabezando el trigo plateado que emergia de el. Era un hombre gris, mi abuelo. Ese dia lo era. Sin ella que matices le esperaban. --Bien al ras, Gaia. No quiero nada de ayer en mi. No le deje nada de ayer en el. Supongo que en la ducha froto hasta hacerse dano en la piel porque no soportaba el terrible peso de una sola fibra que llevase el nombre de mi abuela. Cuando acabe no dijo nada. El se miro al espejo, irreconocible. Tanteo sus patillas, encendio el grifo y se echo agua fresca en la cara. Se seco con la toalla de sus hombros, la sacudio y la dejo perfectamente doblada encima del lavabo. Hasta la cena familiar de esa noche, no hablo. --!Por la abuela! --dijo levantando su copa e incorporandose torpemente mientras recolocaba su cinturon. Yo, por supuesto, agarre mi copa y observe que nadie mas lo hacia. En un acto de solidaridad, me levante. Ahi estabamos, uno frente al otro, tratando de arrancar a esa panda de insensibles un acto de conmemoracion y respeto. Y de amor, sobre todo de amor. --Por la abuela --mire a mis hermanos furiosa. --Por la abuela --susurro Luca levantandose. Leon se le quedo mirando con un codo por encima del respaldo de su silla. Mi madre se froto las manos y suspiro mientras cogia su copa y la alzaba. --Por mama --dijo. --Levantate, Leon --le ordeno. Cuando mis hermanos nacieron yo ya tenia cinco anos y habia disfrutado algo mas de la abuela. Ellos, sin embargo, el recuerdo mas lejano que tienen es de cuando ya no podia levantarse y se orinaba encima. El beso de saludo y el beso de despedida se les obligo siempre, pero mientras yo ya empezaba a tener conciencia de las cosas y me quedaba leyendo a su lado, ellos correteaban por el pasillo y la terraza sin acercarse mucho a su cuarto. Mi madre se llevaba a mi abuelo a la terraza, en parte para vigilar a los gemelos y para hablar de asuntos de mayores, como a mi me decian, sin que la abuela se enterase. --Gaia, ve a jugar. Debe hacer un dia maravilloso. Que te de el sol en ese pelo de fuego que tienes. --No abuela. Ya me da el sol todos los dias --le decia peinando los rizos que inundaban mi cara. Leon se levanto de mala gana, se fue a la licorera del comedor y se sirvio un whisky sin hielo. Le dio un par de vueltas en el vaso antes de aproximarse a la mesa y levantar su vaso algo mas alto que los del resto. --Por ella, la senora que nos ha dejado pelados --bebio de un trago el whisky mientras los demas bajabamos las copas. --!Leon! !Controla lo que dices! --grito mi madre. --Deja de beber. !Luca! Quitale la copa a tu hermano. --Eres un capullo borracho --le dije mientras salia en busca de mi abuelo que habia salido del comedor tras escucharle. --!Borracho como papa! !Egoista como la abuela! Pero mas honrado que tu, hermanita. A mi no me mantiene mi novia. Por cierto, ?donde esta Abbie? --grito dando pasos torpes por todo el comedor. --Te has pasando --le dijo Luca sentado en su silla. --!Oh, callate, lelo! --le contesto. Cuando encontre al abuelo tras zigzaguear por toda la casa, ya se habia puesto un abrigo y llevaba una maleta consigo. Le agarre del hombro y al darse la vuelta vi que lloraba. De sus mares cayeron todas las rias del continente. Lo abrace, el metio la cabeza entre mi cuello y mi hombro y sollozo tres veces hasta que un grito de mi madre llamandole le recompuso. --Antes de que venga tu madre, toma --me dio un sobre. --Esto es tuyo y solo tuyo, ya lo he arreglado. No le digas nada a tu madre ni a tus hermanos. --Abuelo --le dije confusa mirando el sobre y su maleta. --No hace falta que vuelvas a casa, esta es tu casa ahora. --Gaia, yo no he dicho que me vaya a casa. Se fue misterioso por la puerta de la cocina. Cuando mi madre llego yo estaba sola con la mirada perdida en direccion al picaporte que acababa de resonar el cierre. La ignore completamente. --Gaia, mirame. No tenia nada que hablar con ella ni con nadie. Recogi mi bolso y me fui a casa. La noche estaba despejada, la ciudad tranquila y mi curiosidad aflorando a cada paso que daba.

  • La lista de los nombres olvidados de Kristin Harmel

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    Paris, 1942. Rose Picard y Jacob Levy, dos jovenes judios, se enamoran apasionadamente en los dias previos a la ocupacion de la ciudad por los nazis.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

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  • Melodia silenciosa de Mary Balogh

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    Lady Emily Marlow es guapa, independiente y virtuosa. Sorda desde la ninez, agradece los esfuerzos de su familia para alimentar su espiritu, pero el hombre que han elegido para que sea su prometido jamas podra satisfacerla. El unico hombre que Emily ha deseado en la vida es el valiente e intrepido lord Ashley Kendrick. El amor de su infancia nutrio sus fantasias y juro que jamas la olvidaria. aunque la dejo para marcharse a la India en busca de una nueva vida y un nuevo amor.
    Siete anos y muchos suenos despues, Ashley regresa como un desconsolado viudo a Bowden Abbey y vuelve a reunirse con Emily, fiel a su promesa. Sin embargo, su desconsiderada proposicion matrimonial le provoca un inesperado conflicto. Aunque la llama de la pasion sigue viva en su interior, Emily teme que lo ha motivado el deber, no el amor. ?Y que puede hacer ella con esos siete anos perdidos, cargados de secretos tan oscuros que Ashley se niega a compartirlos?
    Para Emily, el unico y gran amor de su vida se convierte en un amor por el que merece la pena luchar, en un amor de sorprendentes revelaciones y segundas oportunidades, y en un amor, como una melodia, demasiado hermoso para describirlo con palabras.

  • El siglo de la revolucion de Josep Fontana Lazaro

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    El periodo que va de 1914 a nuestros dias ha sido un siglo de luchas de liberacion, de un gran enfrentamiento de clases. La revolucion que se inicio en Rusia en 1917 ha marcado el siglo entero. La amenaza de subversion del orden establecido determino la evolucion politica de los demas, empenados en combatirlo y, sobre todo, en impedir que se extendiera por el mundo. La culminacion de esta dinamica se produjo despues de la segunda guerra mundial, cuando, tras la derrota del fascismo, se organizo por una parte la guerra fria, mientras, por otra, los avances sociales del estado de bienestar servian como antidoto para evitar la penetracion de sus ideas en las sociedades del mundo desarrollado. Fue asi como se alcanzo aquella situacion excepcional de los anos que van de 1945 a 1975, cuando en los paises desarrollados se registraron las mayores cotas de igualdad hasta entonces conocidas.

  • Esperando a mister Bojangles de Olivier Bourdeaut

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    Celebrada con un entusiasmo desbordante por la critica y los libreros franceses, que la catapultaron al primer puesto en las listas de libros mas vendidos en 2016, esta hermosa novela hipnotiza al lector no solo con sus imagenes de tintes surrealistas, sino tambien por el sentido del humor y una sutil melancolia que emana de sus paginas acorde con la cancion que ha inspirado el titulo. Un texto que arranca con un tono de enganosa frivolidad y que, conforme avanza el relato, casi imperceptiblemente, va calando en las zonas mas sensibles del espiritu hasta culminar con una emocion intensa y profunda.

  • Degustame de Julianne May

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  • Disparando al cielo de Silvia Cruz

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    Claudia y Jorge son dos personas a las que su pasado les ha tratado mal. Se sienten solos e incomprendidos hasta que se conocen, bajo extranas circunstancias y rodeados de terror y locura. El amor nace entre ellos y luchan por cerrar sus heridas. Pero nada es lo que parece y el pasado vuelve a llamar a sus puertas. Un thriller pasional y sorprendente, que te enganchara hasta el final.

  • La novia gitana de Carmen Mola

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    La novela policiaca mas revulsiva de la literatura espanola.

  • Botones y odio de Penelope Sky

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    Me estoy dejando la piel para conseguir botones.

  • Mi vida, mis reglas de Julianne May

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    Siempre existen esos momentos en los que crees que tu vida no puede empeorar mas, hasta que un dia -o una noche- descubres que no hay imposibles y mucho menos en la ciudad en la que los suenos se vuelven realidad. Claro que esto puede ser tan maravilloso como peligroso, pues no solo depende ti, creeme, sino tambien del hada madrina que este disponible para ayudar… Mi nombre es Adam Style, y esta es mi historia… o, al menos, esa pequena parte de mi vida que jamas podre olvidar. Capitulo 1 <>. Si. Esas fueron las primeras palabras que habia oido en el dia. Bueno, en realidad, las segundas despues del matutino <> de mis dos hijos mellizos y preadolescentes. Digamos que solia ser el saludo afectuoso que me daban cada manana antes de que partieran a la escuela. Y Vicky, mi escultural esposa, pues… no tenia tiempo ni para eso. Pero era algo que yo entendia. Vivia trabajando, pues ser una de las mejores relacionistas publicas de Hollywood implicaba varios sacrificios, o por lo menos eso era lo que ella decia. Y a mi de verdad que solo me importaba verla feliz, asi que… si, luego de esas mananas, debia esperar durante todo el dia hasta la noche a que alguien me dirigiera la palabra. Suena extrano, pero asi era… Bueno, tal vez no siempre. Monica y Bea, del sector de contabilidad, a veces me hablaban. No era que fueran largas conversaciones -porque, siendo honestos, no lo eran-, pero escuchar que alguien se dirigiera a mi aunque fuera con un <> era para mi suficiente. Al menos para saber que para alguien de mi trabajo yo existia. Y se lo que estaran pensando: <>. Lo mismo que mi unico y mejor amigo, Robert, me decia cada vez que nos juntabamos en la playa para terminar hablando de mi vida. Claro que lo ultimo de lo que yo queria conversar era de mi, pero, luego de que lo observara montar y domar esas tremendas olas del mar californiano, pues se relajaba en la arena junto a mi a reflexionar al estilo Robert. En fin… Sabia a lo que se referia cuando me decia que renunciara, pero ese habia sido mi primer y unico trabajo por casi veinte anos. En serio. Y se que comprar papel higienico o ser el eterno asistente personal de Hugh Lawrence, director de la compania, nada tenia que ver con mi sueno de ser un gran columnista o escritor, pero lo tomaba como el trampolin ideal para lograrlo, pues no habia persona que en todo el estado no deseara trabajar para el California News, el periodico mas leido del oeste del pais. Y el ver mi empleo de esa manera no era una mera fantasia mia. Hugh mismo me lo habia asegurado el dia que empece a trabajar con el, cuando aun vivia mi madre. Me conocia desde mi infancia y, si bien aun no habia cumplido del todo su promesa de nombrarme columnista de alguna de sus secciones, no dejaba de ser un gran hombre…, al menos hasta esa tarde de viernes. -Lo siento mucho, Adam -dijo luego de que yo elevara la vista desde mi pequeno escritorio al haber oido el <>. No suelo ser una persona de esas que viven quejandose, pero, a decir verdad, aquella diminuta mesa nada se parecia a las del resto de la oficina. Eso sacando que la silla que solia usar tenia una de sus rueditas averiada desde tiempos inmemoriales… y esto sin tener en cuenta que estaba ubicado en un rincon, lo que me mantenia alejado de todo el departamento de inquietos y triunfadores periodistas. Sin embargo, segun Hugh, el que yo me mantuviera al margen, alejado de todo el mundo, no era mas que una ubicacion estrategica para darme una mejor vista de lo que seria mi futuro. No estaba tan seguro de su metodo, pero el insistia en que la visualizacion directa era la mejor tecnica para inspirarme. Solte la agenda en la que organizaba su dia a dia -ya que carecer de un ordenador o tablet era parte de la tecnica, pues se suponia que, al no poseer nada de todo eso, creceria en mi el deseo por adquirirlo- y parpadee mas de la cuenta antes de que pudiera abrir la boca, algo a lo que me animaba solo porque ya no habia nadie en la oficina a excepcion de nosotros dos. -?Es… es una broma, Hugh? -Mi titubeo se entremezclo con mi agitada respiracion. Bajo la mirada y, al tiempo que inspiro profundo, coloco las manos en jarra sobre su cintura. Aquello hizo que pasara lo que todo el dia murmuraban Monica y Bea, pues su pecho, claramente trabajado en el gimnasio, se elevo mas y se fundio con la camisa slim fit[3] turquesa que amaba lucir cada viernes. Y claro, sus jeans de tiro bajo me confirmaron que era cierto que usaba ropa interior fluorescente… Como fuera, largo todo el aire, calculo que con pena, y volvio a mirarme a los ojos. -En serio, me agradas y no tengo nada para decir en contra de ti, pero… -Suspiro inseguro. Se tomo unos segundos y, tras sacudir la cabeza, continuo determinante-. Pero ya es hora de que tomes un nuevo rumbo. Lo siento, Adam. -Y resoplo como si se hubiera sacado un enorme peso de encima. ?Era cierto? Veinte anos trabajando para el y otros tantos mas de relacion cercana que habia tenido -pero que no va al caso mencionar-, !?y no tenia nada mas para decirme?! Frunci las cejas y el sudor frio que senti en mis sienes me impulso a levantarme. Claro que la vieja silla de escritorio hizo que casi me cayera gracias a su jamas reparada ruedita. Pero, por fortuna, Hugh me tomo por el brazo, lo que evito que terminara en el suelo junto al clasico asiento de los noventa. -?Despedido? -Volvi a parpadear varias veces y, tras un incomodo silencio, necesite seguir-. Hugh, ?me estas diciendo lo ultimo que hubiera esperado escuchar de ti y no puedes darme un motivo mas que debo tomar un nuevo rumbo? -exprese sin quitarle la mirada de encima, pero el no se atrevia a elevar la vista, y crei saber por que. Pero mi silencio y mi espera lo obligaron a hacerlo. -!Oh, por Dios! !No hagas esto mas dificil de lo que ya es, Adam! -exclamo alterado y al tiempo que se paso una mano por su gris pero moderna cabellera. Nos quedamos mirando fijamente por varios segundos. Y pude haber continuado presionando para saber por que, pero, ademas de que no era mi estilo ni por lejos, sus cejas fruncidas, su respiracion nerviosa y su mirada, suplicante y llena de culpa, me decian que el motivo era tan impronunciable que no sabria si seria mas doloroso para el, al tener que decirlo, o catastrofico para mi al tener que escucharlo. No hacia falta hacer grandes deducciones… Tenia bien en claro que el <> que mis hijos usaban como saludo por la manana era la palabra con la que toda la oficina me identificaba. En pocas palabras, Hugh nunca habia creido en mi como futuro periodista. O peor aun: en todo ese tiempo, yo no habia conseguido que el creyera en mi. Baje la mirada, asenti con la cabeza y simplemente hice lo que Adam Style haria: -Esta bien, Hugh. No lo sientas. Te entiendo. -Y lo abrace. Sin dudas que aquello lo sorprendio y dejo sin aliento, pues apenas se animo a apoyarme una mano en la espalda, y yo, despues de eso, simplemente me marche. *** -!?Eres idiota?! -grito Rob. Por poco, destruye mi oido y el sistema de sonido de mi automovil, por lo que agradeci no haber tenido el movil pegado a mi oreja. -Hey, calmate, ?si? -Suspire mientras mantenia la vista fija en el camino para volver a mi casa. Necesitaba relajarme-. Deberias haber estado alli. Pude sentir su culpa. Su mirada lo decia todo, Rob. Si tu hubieras… -!Si yo hubiera estado alli, le hubiese apretado las bolas contra aquel estupido escritorio que jamas te cambio desde que trabajas con el! !Y no lo hubiese soltado hasta que rogara perdon y te diera el maldito puesto que te prometio desde siempre, Adam! -Y largo todo el resto de aire que tenia contenido. Revolee los ojos y frene ante la luz roja del semaforo. -Rob, se lo que dices y por que, pero entiendo la posicion dificil de Hugh. -Suspire enojado conmigo mismo y avance tras ver el cambio a verde-. El problema soy yo. Y si hay algo que debo admitir es que tampoco he hecho nada por merecerme un mejor lugar alli, asi que… -!Cierra el maldito pico de la version drogada del Buda que te hayas aspirado! !El que ahora tiene una posicion dificil eres tu! !Acabas de perder el trabajo y todavia te queda lo peor! !Ni yo quisiera lidiar con la zorra esa! -Calma, Rob… -le adverti, como siempre. -OK, perdon. No debi llamar <> a la zorra de Vicky… -Suspiro al tiempo que yo negue con la cabeza-. En fin… Calculo que aun no le has dicho nada, ?cierto? De lo contrario, no estarias vivo… -Rob… -suspire. La verdad era que, de algun modo, tenia razon. Vicky tenia un temperamento digamos que… fuerte, y sus aspiraciones eran, cada ano, mas altas. Y siendo honestos, no sabia como tomaria mi despido. O tal vez si…

  • Miguel Superacion de Nanda Gaef

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    Miguel, un abogado de renombre que lo tenia todo. Una espiral de autodestruccion le hizo tocar fondo, perder su dignidad, trabajo, amigos y a si mismo. Nadie lo queria cerca. Estaba a punto de perder a la unica persona que seguia teniendo fe en el.
    Divisando un futuro negro, con el apoyo de Rafa, busco ayuda. Con lo que nadie contaba es que las mismas personas que lo curaron le traicionarian y volverian a enfermarlo.

  • La Vecina de Victoria Roch

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    El querer mantener las apariencias en lo que era costumbre arraigada y la intolerancia, son causa de un drama familiar que solo se descubre pasados los anos, con la aparicion de una vecina que altera la vida de la protagonista con resultados sorprendentes.

  • Lucia (Serie Hermanas Egea 1) de Marilo Lafuente

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    Lucia es una mujer alegre, guapa, presumida y tambien muy responsable. Estudio Direccion de empresas y dirige el negocio familiar: una fabrica de cafes, junto a sus hermanas y padres, donde ponen todas sus energias e ilusion.
    Manuel, su novio, es un hombre serio, reflexivo e inteligente. Tambien estudio Direccion de Empresas, como Lucia y se convirtio en un agresivo directivo de una famosa multinacional.
    Se conocieron en la universidad y lo suyo fue amor desde el primer tropezon. Durante los primeros anos, viven en Barcelona muy cerca de la playa y su convivencia es la de una pareja normal, con sus enfados y sus momentos de pasion. Pero siempre hay algo que enturbia ese amor y en este caso, el orgullo de ambos sera un mal ingrediente, ya que antes de dar su brazo a torcer, seran capaces de destrozar su vida.
    Lucia; el primer volumen de la serie, Las Hermanas Egea, llega para demostrarte que a veces, lo que mas importa no es el orgullo, si no la persona que tienes al lado. ?Podran doblegar cada uno su caracter?

  • La vida intima del asesino del pozo de Patricia Sanchez-cutillas

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    “La vida intima del asesino del pozo” es una novela, una historia de ficcion inspirada en los hechos de un asesino en serie que perpetro sus crimenes en los anos noventa en Valdepenas (Ciudad Real).
    Desde el principio de la novela, se sabe quien es el asesino, lo que me ha interesado narrar como escritora es por que lo hizo y como construye un psicopata su doble vida.
    Las fechas, los viajes, el modo en el que se perpetraron los crimenes y la ocultacion de pruebas son hechos que ocurrieron.
    Respecto a los personajes son todos inventados, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, ya que son pura ficcion. La ciudad de Valdepenas ha sido reinventada.
    El argumento esta relacionado con la mitologia, en concreto con el mito de Demeter y Persefone, la leyenda de la hija secuestrada y violada y la madre que la busca inutilmente por la Tierra porque esta en el inframundo. El dios Dionisio tambien esta presente por ser Valdepenas la tierra del vino y por el periodo de la Semana Santa.

  • Cecile de Nancy G. Ayala

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    !Una historia fantastica completamente adictiva!

  • Regalame tu sonrisa (Los hermanos Montgomery 4) de Moruena Estringana

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  • De vidas ajenas de Emmanuel Carrere

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    Fui testigo de dos de los acontecimientos que mas temo en la vida: la muerte de un hijo para sus padres y la muerte de una mujer joven para sus hijos y su marido. Alguien me dijo entonces: eres escritor, ?por que no escribes nuestra historia? Empece, pues, a contar la amistad entre un hombre y una mujer, los dos supervivientes de un cancer, los dos cojos y los dos jueces. En este libro se habla de la vida y la muerte, de la enfermedad, de la pobreza extrema, de la justicia y, sobre todo, del amor. Todo lo que se dice en el es cierto. De esta manera presentaba Carrere la edicion francesa de este libro verdaderamente extraordinario. De vidas ajenas recibio el Premio Globe y otros galardones, y la prensa cultural francesa lo eligio la mejor obra narrativa del ano.

  • No debi ser tu escolta de Dylan Martins

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    Nicolas vive al margen de la ley, pero, por primera vez, acepta un puesto para el que esta cualificado. Sera escolta de la hija de uno de los hombres mas importantes de Manhattan.
    Sin conocerse, pasaran un mes recorriendo diferentes lugares de Europa y descubriran que ninguno de los dos es lo que aparenta ser.
    La tension sexual entre ellos es enorme e imposible de saciar porque el es su escolta.
    ?Seran capaces de resistir el deseo?

  • Las Arcas del agua de Antonio Morillas Jimenez

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    Las Arcas del agua ayer fueron trigales y hoy son escenario sobre el que se representa la vida. En apenas doscientos metros se concentran los bares en los que coincidimos a diario mayores y jovenes y desde donde vemos caminar, mochila al hombro, a punto de ser derrumbados, a ninos y ninas que vestiran el paisaje del futuro.
    Desde esta atalaya ambulante anoto en el bloc de la vida el deambular por la existencia de unos y otros, el deseo, la anoranza. Pasado y futuro de hombres y mujeres, de ninos, adolescentes y jovenes que suenan, viven, recuerdan y anoran sobre una tierra de aluvion forjada con el verbo resistir que ha alumbrado este presente.

  • Ninos en el tiempo de Ricardo Menendez Salmon

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    Y asi como el instante de la concepcion, ese misterioso empuje en el que dos principios colisionan para cambiar el curso del mundo, resulto inaudible, con ambos actores ajenos a lo que nacia dentro de los cuerpos, asi el instante de la desgracia fue tambien silencioso. Solo mas tarde, al entrar en casa desde el jardin de juegos, descubrieron la sangre empapando el pantalon del nino. Ese mismo nino que los miraba con ojos inocentes, sin huella de dolor o de sorpresa, ignorante de que algo se habia quebrado dentro de el fatal y decisivamente. De modo que piernas arriba, con menos temor que asombro, siguieron el dibujo de la macula, aquel flujo que no era rojo, como quiere el lugar comun, sino negro y espeso, como canto el primer poeta, hasta llegar al pequeno y tierno agujero por donde el hijo amado se vaciaba igual que una taza rota. Entonces los conmovio el espanto. II Cuando supo que su hijo estaba desahuciado, Antares se recluyo en el silencio. Lo hizo porque comprendio que solo la palabra crea la verguenza. Y el sintio verguenza: verguenza de sobrevivir al nino, verguenza de tener ganas de defecar, verguenza de su necesidad de sueno. Asi que callo. Callo durante setenta y dos horas, el tiempo transcurrido entre que el oncologo le dijo que su hijo iba a morir y el instante en que el nino se apago sin ruido ni ira, como una vela soplada por un viento dulce y caritativo. Nunca, desde que en la infancia le extirparan las amigdalas, habia permanecido tanto tiempo en silencio. Quiza por eso, cuando tras la hora setenta y dos abrio la boca con intencion de hablar, de su garganta solo broto una especie de grunido, un lamento confusamente humano, mas cercano al sonido de una sierra al morder la madera que al lenguaje articulado. Antares supo entonces que, por mas que se desee, no se puede nombrar lo innombrable. III Las cosas que los muertos dejan tras ellos. Esa vida privada, inmune a la fatalidad, de los objetos, las reliquias, las posesiones. La estupida permanencia de una cuna, un peluche, un sonajero. La inerte materia de la que estan hechos un pijama de bebe, la tetina de un biberon, la pila ya para siempre identica de los panales. Cuando Antares regreso a casa, cuando cruzo aquel umbral que llevaba anos siendo un lugar seguro, las correspondencias cambiaron, el mapa giro en un vertigo loco, se deslizo un idioma desconocido en el lexico familiar. Como seguir llamando habitacion del nino a aquel cenotafio inmundo; como seguir viendo la banera vacia como una promesa de juegos; que disciplina del sueno y de la vigilia aplicar a las noches de pronto sin llantos, hambre ni compasion. La paternidad es una provincia pedagogica; la orfandad es una escuela desolada. El discipulo, aquel que ha aprendido por necesidad y por sentido del deber las obligaciones de ser padre, se convierte en un salvaje a quien los pronombres fallan, los sustantivos hieren, los verbos esquivan. La casa, la ficcion de un hogar estable, se transforma en una jungla donde amenazan animales impios. Se vuelve la mirada con la esperanza de encontrar un gesto reconocible, pero se halla solo una ausencia blanca y absurda, el insoportable ruido de fondo de un mundo hueco. Por eso, cuando el nino murio, su realidad se descompuso. El posesivo su es la clave, porque lo mas doloroso de la experiencia de la muerte es constatar algo que se sabe desde siempre, pero que jamas se acata con resignacion. Que el mundo trascurre ajeno a nuestros anhelos y padecimientos; que precisamente porque el mundo permanece indemne ante cada pequena catastrofe, son mi mundo, su mundo, nuestros personales e innegociables mundos los que se desmoronan. Aquella primera noche. Como olvidarla. Como decirla. Aquella primera noche en que los perros ladraban en la penumbra algo parecido a su desamparo, y dentro de la gran casa vacia, donde ya nunca brillaria la risa, Antares comenzo otra especie de busqueda. IV Esa busqueda que, acaso sin anunciarse, habia empezado al abandonar el hospital y alla dentro, en la colmena de su arquitectura funcional, dejar el cadaver del nino. Los gestos imposibles que hay que llevar a cabo: despedirse del equipo medico, recoger las ropas que ya nadie usara, liquidar cuestiones practicas con los encargados de la funeraria. No es una tarea hecha a medida humana. O si. Es humano, demasiado humano, tener que seguir adelante cuando todo pronostica que la posteridad, el porvenir, el manana, son lanzas clavadas en el costado de la cordura. Sentado junto a la ventana que miraba al jardin lluvioso, mientras el limonero que planto cuando supo que iba a ser padre temblaba bajo el viento, Antares penso en el trayecto de vuelta a casa, en el y en su esposa, la madre desolada y casta, un absurdo de la carne y de la emocion, reunidos en el coche como dentro de un cofre atomico, ideado para hacer frente a un desastre de proporciones universales. Recordo como permanecieron alli, quietos durante un largo, insolito minuto, saboreando su nueva condicion de huerfanos, heridos por la evidencia de que tras ellos, en la parte posterior de la maquina, ya no habia nadie, ya no habia nada. Y recordo tambien como, al girar la llave del contacto, el lector de musica se puso en marcha y arranco al disco que contenia en su interior una cascada de notas alegres, joviales, hirientes por inapropiadas, y un estribillo innoble, que a ambos les procuro lagrimas de rabia y una furia sorda y brutal, que destilo en sus bocas ya no el sabor de la ceniza o de la sangre, sino el de los agravios. V La carne cremada. El horno y sus fauces verdosas, como un gran cepo atrapado en el musgo. El bramido del fuego al alzarse, el chasquido de las mandibulas de hierro. Nadie, nunca, los habia preparado para semejante imagen. De que servian los libros leidos, los paisajes admirados, la interpretacion, la glosa, la sabiduria, la capacidad para la critica y el analisis, el juicio educado y selecto ante aquel rito. Para nada. No servian para nada. Y cuando les mostraron la urna, aquel objeto lacado, de aspecto pulcro, en el que supuestamente reposaban las cenizas de su hijo, ninguno avanzo las manos para tomarla. Ambos se miraron como extranos, viajeros arrojados por el mar a una costa abrupta, llena de peligros, y durante un insoportable lapso de tiempo permanecieron en pie, fracasados, vidas en llamas, esperando que alguien los arrancara del embrujo de la quietud, mientras el hombre de la funeraria, que olia a locion de afeitado y vestia un traje negro, contaba en silencio hasta veinte. --Cojanla, por favor --exigio al fin la voz educada pero firme--. Un dia les hara bien. Y aunque Antares no supo si era la experiencia, la impaciencia o el mas intolerable de los cinismos quien hablo desde aquellos labios, si recuerda que fue el quien extendio los brazos y recogio el tamano de su desdicha.

  • Bajo la piel del oceano de Carlos Pedros-alio

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    Hogar de una inabarcable variedad de seres vivos, desde las majestuosas ballenas hasta los incontables microorganismos que viven en cada gota de mar, los oceanos, masas de agua que han fascinado y atemorizado a los seres humanos desde siempre, y del que aprendimos a obtener alimentos que forman parte de nuestra dieta, siguen siendo un mundo abierto a la exploracion que guarda muchos misterios.
    Este libro levanta la piel del oceano y nos acompana con amenidad y con rigor cientifico desde la superficie de los mares hasta las fosas abisales. A bordo de un buque noruego en campana oceanografica, a partir de los datos que nos proporcionan los satelites o en un batiscafo para descender a las zonas mas profundas, el autor, biologo marino, nos propone un recorrido que nos ayudara a entender los ecosistemas marinos, la influencia decisiva de mares y oceanos en la regulacion del clima de todo el planeta, y, en definitiva, a cobrar conciencia de la necesidad de frenar su deterioro si queremos que nuestro mundo sea sostenible.

  • La extorsion de Matt Kennard

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    La historia que los estadounidenses asumen como propia es convincente: Estados Unidos es una fuerza positiva en el mundo, refugio para prosperar y defensor incondicional de la democracia y los derechos humanos. Pero el veterano periodista de investigacion Matt Kennard revela una verdad mucho mas oscura. Tras cuatro anos en el Financial Times descubrio una estafa gigante. Su acceso a la elite global lo llevo a una sola conclusion: el mundo esta dirigido por un escuadron de hombres que fuman puros con armas grandes y gran efectivo. A partir de mas de 2.000 entrevistas con funcionarios, intelectuales y artistas de todo el mundo, Kennard revela como se nos vende un sueno y como ese sueno oscurece la realidad del estado corporativo, la encarcelacion en masa y la extirpacion de derechos humanos.

  • Tu eres lo que deseo de Moruena Estringana

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    Kennan y Bell han sido amigos desde la infancia. Su amistad fue siempre prohibida, marcada por una diferencia de clases sociales. Pero aquello no impidio que cayeran presos de un amor adolescente que no pudieron confesarse antes de que la vida los separara. Anos mas tarde, en el momento en el que Bell descubre que su marido la engana con otra, Kennan regresa. La vida de Bell se trastocara por completo: el recuerdo de su amor de juventud vuelve con fuerza, aunque al mirar a los ojos a Kennan no vea reflejado al dulce chico que la enamoro. Ella necesitara averiguar que le paso, por que ha cambiado tanto.

  • Bajo tus alas (Perdida en el aire 1) de Carmen Fernandez Etreros

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    Rosas amarillas Viernes 27 de abril, a las ocho de la tarde Me llamo Monica. Mido 1.74 cm. Cumplo cuarenta anos el seis de mayo Los ojos verdes. Enormes, segun dicen algunos. El cabello pelirrojo y rizado. Desde hace tres anos me tengo que tenir el por unas incomodas canas que crecen sobre mi frente todos los meses. En el nacimiento del pelo. Justamente alli. Menudas canas cabronas. Todos los meses. Como la mala hierba. Sin olvidarse ninguno de salir. Y eso que mi abuela decia que en mi familia "las mujeres no teniamos canas". Y mi abuela salvo en ese comentario, he de reconocer que no se equivoco nunca. Lo cierto tambien es que mi abuela nunca se tuvo que tenir el pelo. Me encantan las botas altas de cuero. Marrones, negras, blancas, amarillas, azules… De tacon alto, con plataforma, con tachuelas, con flecos...Tengo alrededor de 20 pares. Las saco todos los dias, las limpio y las coloco de nuevo en mi zapatero de IKEA muy rectitas en sus rieles metalicos. Tengo de todas las marcas Mustang, Diesel, Kling, Pedro Miralles hasta unas Gaspar Yurkievich. Con tacon recto, con plataforma, planas, con tacon de aguja... En la compania me llamaban la "pretty woman de altos vuelos" (con bastante recochineo por cierto). Yo me hacia la sueca con esto y con otras muchas cosas. Siempre se me ha dado bien hacerme la sueca, aunque no tengo que ver con tan curioso pais, pasar de todo, darme la vuelta y seguir caminando hacia delante con mi melena pelirroja mientras todos me miran las piernas de abajo a arriba. En ese momento el mundo parece que durante unos minutos se detiene (sensacion explicada por un turista aleman en un mal castellano un dia de verano en el pasillo de la terminal 4, la famosa T4 de Barajas, cuando choco inevitablemente su maleta con la mia) y los afectados solo ven pasar mis piernas sin cuerpo por la T4. He de reconocer que esa noche no lo pude evitar y la pase retozando con el turista aleman afectado en una cama King size del hotel de Nueva York despues de pasarle mi numero de movil en pleno vuelo, en un papelito blanco bajo la bandeja de plastico. El aleman era un soso, pero yo soy asi, creo que hay que probar las cosas para saber si me gustan o no, si vale la pena o no lanzarse a piscina. Pero la mayoria de las veces como me decia mi abuela "te estrellas Monica, te estrellas". Hoy es viernes y yo deberia estar en el avion. Como todos los viernes, como cada dos viernes, mejor dicho. Pateando el pasillo del avion, dando la bienvenida a los pasajeros, soltando como una escopeta por el microfono sin casi tomar aire: "En nombre de Compania, el comandante Perez y toda la tripulacion, les damos la bienvenida a bordo de este vuelo con destino a Nueva York, cuya duracion estimada es de 8 horas, 30 minutos. Por motivos de seguridad, y para evitar interferencias con los sistemas del avion, los dispositivos electronicos portatiles no podran utilizarse durante las fases de despegue y aterrizaje. Los telefonos moviles deberan permanecer desconectados desde el cierre de puertas hasta su apertura en el aeropuerto de destino. Por favor, comprueben que su mesa esta plegada, el respaldo de su asiento totalmente vertical y su cinturon de seguridad abrochado. Les recordamos que no esta permitido fumar a bordo". Pero no, no estoy en el avion. Y hoy no voy a pronunciar esas magicas palabras. Aunque parezca increible no estoy en el avion. Estoy sentada en el sofa de mi casa y mi vida comienza a estrellarse sin remedio. Porque yo deberia estar haciendo la ruta Madrid-Nueva York-Philadelpia-Washington-Nueva York-Madrid. La mejor de todas. Siete dias por las mejores ciudades. Un lujo para cualquier azafata de la compania. Todo el mundo se pelea por esa ruta. Y el lunes deberia pasarme todo el dia buscando chollos de botas altas de marca en el Soho y por la noche cenando en un japones, el Sushisamba Park con Alfredo. El martes tambien dia de compras, comida con Alfredo Perez, el comandante, en Baboo mi italiano favorito en Nueva York y toda tarde con mi comandante, liados, enrollados metiditos en la cama del hotel tomando champan cada hora. Pero no estoy haciendo la ruta Madrid-Philadelpia-Washington-Nueva York-Madrid. No estoy en el avion como todos los viernes sino que estoy aqui en el sofa de mi casa en camison. Tirada todo lo larga que soy en ese sofa que tanto me costo elegir porque no me llegaba a convencer la tela de cuadros. Al final lo compre aunque no estaba convencida y a los dos meses lo tuve que tapizar con otra tela floreada comprada en NY, porque en la original se le cayo a Alfredo una taza de cafe Voluto sin leche enterita. Pero eso ya es otra vida, otra historia, el pasado... Ayer me despidieron de mi compania. Un ERE de esos dijeron, y Luego anadieron "nosotros te estamos muy agradecidos por estos anos que has prestado a la compania y por todo tu trabajo e ilusion y bla, bla, bla, bla... pero la crisis economica, las circunstancias nos obligan a reestructurarnos, a reducir gastos y personal...". No me entere de nada. Diez minutos en los que el director de Recursos Humanos no paro de hablar y yo no me entere de nada. Lo unico que me quedo claro es que me mandan al paro, dos anos, y con una buena indemnizacion por los veinte anos trabajados. Tuve la sensacion de que encima les tenia que dar las gracias porque me estaban haciendo un favor y ademas que pensaban que me iban a arreglar la vida con la indemnizacion. Que si mi labor habia sido impecable, que si las cosas han venido asi, que si la crisis financiera internacional esta afectando a todas las companias, que algunos vuelos salen con menos combustible para ahorrar, que si han intentado mantenerme en mi puesto mas meses pero que les ha resultado imposible, que si mi edad, mi alto sueldo, mis condiciones laborales... Vamos que era imposible. Yo que lo habia dado todo por la compania, que vivia orgullosa de pertenecer a ella, de estar en el equipo, de estar a bordo. Pues nada ahora tambien me estaba estrellando con ellos, con mi compania. Como decia mi abuela: "Monica te estrellas". Lo peor que la noticia de mi despido me la dio Carlos el Director de Recursos Humanos, un tipo bajito con gafas y un ridiculo bigotillo que se parecia al escritor espanol que salia en la contraportada de un libro que habia estado leyendo en el hotel de Washington un dia de lluvia y con el que me enrolle una noche despues de tomarnos cuatro mojitos seguidos tras la fiesta de Navidad de la compania. Como todos sabeis las fiestas de Navidad son asi, uno comienza a comer y a beber, y acaba bebiendo con los jefazos caipirinas y mojitos y a la manana siguiente se despierta sin poder remediarlo con el feo del director de personal con su ridiculo bigotillo roncando en tu cama, la mano posada en donde acaba tu espalda y entonces no sabes si preparar un zumo de naranja y un buen desayuno con cafe capuccino, croissants a la plancha con mantequilla y mermelada de naranja amarga o irte a trabajar que es viernes y te puede despedir por no estar ocupando tu puesto cuando se despierte. De repente se me hizo un nudo en la garganta y parecia que me faltaba el aire y que todo daba vueltas en la habitacion. Ya no habria fiestas de Navidad, ni cocktails de empresa, ni turistas alemanes que me mirasen las piernas mientras camino por la terminal 4 mientras que parecia que se paraba el mundo, ni directores de Recursos humanos a los que tener la duda de si preparar un zumo de naranja natural mananero... Agarre mi cajita cuadrada de klinex naranjas con olor a lavanda silvestre, saque cuatro y me sone estruendosamente. Tambien me arrastre hasta el congelador y cogi un buen tanque de helado de trufa con virutas de chocolate negro belga y me dispuse a afrontar la peor tarde de viernes de mi vida viendo sin parar Pretty woman. La empezaria y la acabaria mil veces si hacia falta, hasta el amanecer, hasta que sonase el telefono, hasta que explotase mi tripa con tanto helado de trufa con virutas de chocolate negro belga... Estaba dispuesta a todo. Pero en el momento en que Richard Gere le intentaba pillar la mano con el estuche del collar a Julia, (uno de los momentos que mas me gusta), mi movil hizo un sonidito extrano y decidi mirar su pantalla. Cuatro alertas: 1. Facebook me recordaba que tenia 116 mensajes, mi desconsiderada compania de telefono movil decidia mandar la factura de este mes (que falta de tacto: me acababa de quedar en paro...), mi hermana me mandaba un Whatsapp de 31 lineas para saber como estaba despues de mi tragico despido (no te preocupes tia, todo tiene solucion tia, mira como ando yo tia, como ya te conte tia, ves tia, todas tenemos problemas tia, sabes tia...). Deje de leerlo a la cuarta linea porque me agobiaba. Y tambien tenia una peticion de amistad en Facebook: Diego Fonseca. Diego Fonseca. Diego Fonseca, ?de que conocia yo ese nombre y apellido? No me sonaba que fuese de la compania, no me sonaba de los companeros del colegio, no me sonaba de la academia de idiomas, no me sonaba de ningun rollo pasajero... No me sonaba. Simplemente no me sonaba. Diego Fonseca no me sonaba. Pero mi aburrimiento de este aciago viernes llegaba a tal punto que le acepte y consciente rapidamente de mi craso error y mi constante falta de meditacion e imprudencia en mis ultimas decisiones, entre en su perfil a buscar Informacion. Lo primero era saber quien era este Diego Fonseca. Ya habia tenido bastante con aquel desconocido que lleno la cabina del avion con rosas amarillas, (mis preferidas por cierto). Y con una rodilla apoyada en el suelo del pasillo me pidio matrimonio en cuatro idiomas (aleman, ingles, frances y japones) para diversion y regocijo de mis companeras que casi se hacen pis en la moqueta con el espectaculo. Tambien con aquel loco paranoico, un turista aleman, que amenazo con volar la terminal 4 de Barajas ya hace unos anos a voz en grito con un megafono, al ver que despues de una noche romantica de sexo descontrolado no le cogia el telefono la manana siguiente y que seguramente ya no me acordaba de su nombre. Uno de mis grandes defectos, debo confesar, es que a mi la resaca no me deja pensar en el futuro, en esas circunstancias que pueden ocurrir el dia despues, programar estas posibles incidencias, pensar posibles planes de evacuacion, ponerme a tiempo el chaleco salvavidas..., y me encontre con un marron tremendo sin saber que decir al guapisimo sobrecargo que caminaba conmigo cuando empezo a chillar como un loco el turista alem

  • Las vencedoras de Laetitia Colombani

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    Un himno a la solidaridad y a la esperanza donde Colombani da voz a las vencedoras anonimas de la historia.

  • La sexy caza a la chica Hitchcock, Cristina Prada, Tiare Pearl de Cristina Prada

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  • Matar al tertuliano de Juan Pedro Cosano

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    Florencio Paton es inspector jefe de la UDEV de la comisaria de policia de Pozuelo de Alarcon. Odia su nombre y su apellido, ha sufrido un mal divorcio y ha de soportar a un hijo que, sin trabajo y proximo a la treintena, dedica su tiempo a cazar Pikachus con sus amigotes. Esta cansado de su trabajo, tal vez tambien de la vida, espera el pase a la segunda actividad y, en su existencia, hay pocos alicientes aparte de su desmedida aficion a las series y a las buenas peliculas. Tiene entre quienes lo conocen fama de bebedor, de algo machista y de hacer gala de una cierta radicalidad en sus opiniones.

  • Un millonario despiadado de Yvonne Lindsay

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    La venganza lo habia movido durante mas de una decada y, ahora que por fin tenia su objetivo al alcance, Josh Tremont se descubrio deseando mas. Su nueva asistente, Callie Lee, era guapa, sensual y aparentemente inocente. Sin embargo, se la habia ganado al enemigo… ?podia fiarse de ella por completo?Acostarse con un millonario no estaba entre los planes de Callie, pero Josh Tremont era sencillamente irresistible. Se habia metido en aquello sabiendo que traicionaria a su jefe, pero no habia esperado enganar al hombre de quien se habia acabado enamorando.

  • Corazon en deuda de Kim Lawrence

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    “Ven conmigo a Italia... y hazte pasar por mi prometida”.