• libro banshee - Angy Skay , Belen Cuadros

    https://gigalibros.com/banshee-anam-celtic-4.html

    <>.
    Cathal O’Kennedy tiene muy claro que, despues del favor del jefe de Maureen, debera cumplir una condena impuesta por sus propios delitos. Sin embargo, un giro tan inesperado para el hara que su meta se centre unicamente en la persona que mas ama: Taragh.

  • El corazón de la banshee Versión Kindle - Amazon.es

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    Mirar en el interior de este libro. El corazón de la banshee de [Raquel de la Morena] ... ¿Superará la prueba de la banshee o sucumbirá al amor?

  • El Corazón de la Banshee (NUMERO UNICO) Tapa blanda

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    El Corazón de la Banshee (NUMERO UNICO) : Raquel De La Morena, Raquel De La Morena: Amazon.es: Libros.

  • EL CORAZON DE LA BANSHEE | RAQUEL DE LA MORENA

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    5 mar 2018 — El libro EL CORAZON DE LA BANSHEE de RAQUEL DE LA MORENA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • LA MALDICIÓN DE LA BANSHEE | JOSE MARIA LATORRE

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    Bebedores de sangre, libros prohibidos, oscuros ritos…El terror llama a tu puerta. La vida de Alice cambia por completo cuando es obligada a abandonar el ...

  • RESEÑA El Corazón de la Banshee - Tiempo Libro

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    2 ene 2018 — RESEÑA El Corazón de la Banshee. Autora: Raquel de la Morena. Editorial: Libros de Seda, 2017. Rústica con solapas / Ebook, 416 págs.

  • EL CORAZÓN DE LA BANSHEE - MORENA RAQUEL DE LA

    http://quelibroleo.com/el-corazon-de-la-banshee

    ¿Superará la prueba de la banshee o sucumbirá al amor? ... ¿Logrará la irlandesa superar su prueba como aprendiz de banshee o ... Información del libro.

  • EL CORAZON DE LA BANSHEE (Libro en papel)

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    EL CORAZON DE LA BANSHEE 18,95€ Ahora un 5% descuento. Envío gratis. Erin tiene un año para aislar su corazón de cualquier tipo de amor, de lo contrario ...

  • El corazón de la Banshee - -5% en libros | FNAC

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    5 mar 2018 — El corazón de la Banshee, libro o eBook de . Editorial: Libros de seda. Los mejores precios en libros y eBooks.

  • El corazón de la banshee | Libros de Seda

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  • Flores negras de Lara Siscar

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    Inspirada en hechos reales, Flores negras es un rotundo alegato contra la indiferencia y la normalizacion de la violencia verbal, fisica o sexual hacia las mujeres.

  • La magia de San Juan de Victoria Vilchez

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    Paula lleva tiempo huyendo de si misma, aunque no sea capaz de admitirlo. Pasa la vida de proyecto en proyecto en la ONG en la que trabaja, de pais en pais y de desastre en desastre, y solo hay una cita a la que nunca ha faltado desde hace tres anos. Alex, en cambio, disfruta de su tranquila vida en Mallorca como monitor de actividades acuaticas; una tabla de surf y el mar es todo lo que necesita para ser feliz. O eso era lo que creia hasta que aparecio Paula.

  • La sangre no salta de Alfonso Gutierrez Caro

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    Novela negra espanola

    ?Estas buscando novedades en novela negra y policiaca? No le des mas vuelta el regreso del detective privado Samuel Alonso es el libro que esatabas buscando. Una novela apasionate dentro del genero de detective thrillers.

  • La vida entre mis dedos, Nacarid Portal de Nacarid Portal Arraez

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    Para: La persona indicada. De: Aquel que llaman destino. PD: No es casualidad, si adquieres este libro es por alguna razon, de alguna manera debia llegar a ti como una pista que te manda el destino a traves de mi. Emociones transmitidas a traves de letras. !Letras que vienen y van! El amor como fue de inspiracion y el alma en su maxima expresion. La vida y sus transiciones, el maravilloso mundo de los suenos y la importancia de observar en lo invisible. La tristeza compuesta por el dolor que conlleva un cambio y sobre todo, el proceso interior del ser humano. La vida entre mis dedos es escarbar en lo mas profundo del ser. Un libro que te hara sentir mientras explorar dentro de ti. Un libro que tocara tus emociones mientras despiertas ante la vida. La vida de un ser humano que comprendio que el alma perdurara mas alla de nuestro recorrido por este lugar. Te entrego mi equivocacion y mi aprendizaje esperando poder rozarte a pesar de la distancia.

  • Elena sabe de Claudia Pineiro

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    Se trata de levantar el pie derecho, apenas unos centimetros del suelo, moverlo en el aire hacia adelante, tanto como para que sobrepase al pie izquierdo, y a esa distancia, la que sea, mucha o poca, hacerlo bajar. Apenas de eso se trata, piensa Elena. Pero ella piensa, y aunque su cerebro ordena movimiento, el pie derecho no se mueve. No se eleva. No avanza en el aire. No vuelve a bajar. No se mueve, no se eleva, no avanza en el aire, no vuelve a bajar. Eso apenas. Pero no lo hace. Entonces Elena se sienta y espera. En la cocina de su casa. Tiene que tomar el tren que sale para la Capital a las diez de la manana; el siguiente, el de las once, ya no le sirve porque la pastilla la tomo a las nueve, entonces piensa, y sabe, que tiene que tomar el de las diez, poco despues de que la medicacion logre que su cuerpo cumpla con la orden de su cerebro. Pronto. El de las once no, porque entonces el efecto de la medicacion habra declinado hasta desaparecer y ella estara igual que ahora, pero sin esperanza de que la levodopa actue. Levodopa se llama eso que tiene que circular por su cuerpo una vez disuelta la pastilla; conoce el nombre desde hace un tiempo. Levodopa. Asi le dijeron, y ella misma lo anoto en un papel porque sabia que no iba a entender la letra del medico. Que la levodopa circule por su cuerpo, sabe. Eso es lo que espera, sentada, en la cocina de su casa. Esperar es todo lo que puede hacer por el momento. Cuenta calles en el aire. Recita nombres de calles de memoria. De atras para adelante y de adelante para atras. Lupo, Moreno, 25 de Mayo, Mitre, Roca. Roca, Mitre, 25 de Mayo, Moreno, Lupo. Levodopa. Solo la separan cinco cuadras de la estacion, no es tanto, piensa, y recita, y sigue esperando. Cinco. Calles que todavia no puede andar con sus pasos esforzados aunque si repetir sus nombres en silencio. Hoy no quiere encontrarse con nadie. Nadie que le pregunte por su salud ni que le de el pesame tardio por la muerte de su hija. Cada dia se le aparece alguna persona que no pudo velarla o no pudo estar en el entierro. O no se atrevio. O no quiso. Cuando alguien muere como murio Rita, todos se sienten invitados a su funeral. Por eso las diez no es una buena hora, piensa, porque para llegar a la estacion tiene que pasar por delante del banco y hoy se pagan las jubilaciones, entonces es muy probable que se cruce con algun vecino. Con varios vecinos. Aunque el banco abra recien a las diez, cuando su tren este entrando en la estacion y ella con el boleto en la mano se acerque al borde del anden para tomarlo, antes de eso, Elena sabe, ya va a encontrar jubilados haciendo la cola como si tuvieran miedo de que la plata alcanzara solo para pagarle a los que primero llegan. Solo podria evitar el frente del banco dando una vuelta manzana que su Parkinson no le perdonaria. Ese es el nombre. Elena sabe desde hace un tiempo que ya no es ella la que manda sobre algunas partes de su cuerpo, los pies por ejemplo. Manda el. O ella, y se pregunta si al Parkinson habria que tratarlo de el o de ella, porque aunque el nombre propio le suena masculino no deja de ser una enfermedad, y una enfermedad es femenina. Como lo es una desgracia. O una condena. Entonces decide que lo va a llamar Ella, porque cuando la piensa, piensa <>. Y puta es ella, no el. Con perdon de la palabra, dice. Ella. El doctor Benegas se lo explico varias veces pero Elena todavia no termina de entender; si entiende lo que tiene porque lo lleva en el cuerpo, pero no algunas de las palabras que usa el medico. La primera vez estaba Rita presente. Rita, que hoy esta muerta. Les dijo que el Parkinson es una degeneracion de las celulas del sistema nervioso. Y a las dos les cayo mal la palabra. Degeneracion. A ella y a su hija. El doctor Benegas seguramente se dio cuenta, porque enseguida trato de explicarles. Y dijo, una enfermedad del sistema nervioso central que degenera, o hace mutar, o cambia, o modifica de manera tal algunas celulas nerviosas que dejan de producir dopamina. Y Elena se entero entonces de que cuando su cerebro ordena movimiento, la orden solo puede llegar a sus pies si la dopamina la lleva. Como un chasqui, penso aquel dia. Entonces el Parkinson es Ella, y la dopamina el chasqui. Y el cerebro nada, piensa, porque sus pies no lo escuchan. Como un rey derrocado que no se da cuenta de que ya no gobierna. Como el emperador sin traje del cuento que le contaba a Rita cuando era chica. Rey derrocado, emperador sin traje. Y ahora esta Ella, no Elena sino su enfermedad, el chasqui y el rey derrocado. Elena repite sus nombres como antes repitio los de las calles que la separan de la estacion; esos nombres comparten su espera. De atras para adelante y de adelante para atras. Emperador sin traje no le gusta porque si no lleva traje esta desnudo. Prefiere rey derrocado. Espera, repite, combina de a pares: Ella y el chasqui, el chasqui y el rey, el rey y Ella. Prueba otra vez, pero los pies siguen ajenos, ni siquiera desobedientes, sordos. Pies sordos. A Elena le encantaria gritarles, pies muevanse de una vez por todas, hasta carajo les gritaria, muevanse de una vez por todas, carajo, pero sabe que seria en vano, porque sus pies no escucharian tampoco su voz. Por eso no grita, espera. Repite palabras. Calles, reyes, otra vez calles. Incluye palabras nuevas en su rezo: dopamina, levodopa. Intuye que la dopa de dopamina, y la dopa de levodopa, deben ser la misma cosa, pero solo intuye, no tiene certeza, repite, juega, deja que su lengua se trabe, espera, y no le importa, solo le importa que el tiempo pase, que esa pastilla se disuelva, circule por su cuerpo hasta sus pies y estos se enteren, por fin, de que tienen que ponerse en marcha. Esta nerviosa, lo cual no es bueno, porque cuando se pone nerviosa la medicacion tarda mas en actuar. Pero no puede evitarlo. Hoy va a jugarse la ultima carta para tratar de averiguar quien mato a su hija, hablar con la unica persona del mundo a la que cree que puede convencer de que la ayude. A cambio de una deuda lejana en el tiempo, casi olvidada. Va intentar cobrar esa deuda, aunque Rita, si estuviera, no estaria de acuerdo, la vida no es un trueque, mama, hay cosas que se hacen porque si, porque Dios manda. No va a ser facil, pero lo va a intentar. Isabel se llama la mujer a la que busca. No esta segura de si se acordara de ella. Cree que no. De Rita si, le manda una postal cada fin de ano. Tal vez no sepa de su muerte. Si nadie le dijo, si no leyo el unico aviso funebre que pusieron recien dos dias despues del entierro en nombre del colegio parroquial donde trabajaba Rita, el cuerpo directivo y docente, alumnos y padres acompanan a Elena en este momento tan dificil, si ella no la encuentra al fin de ese dia, seguramente este diciembre esa mujer que Elena hoy busca enviara una postal dirigida a un muerto, deseandole feliz Navidad y un prospero Ano Nuevo. De Rita se acuerda, pero de ella, de Elena, Elena piensa, seguramente no. Y si se acordara no la reconoceria, asi doblada, con ese cuerpo viejo que no se corresponde con los anos que tiene. Sera su tarea, le va a explicar quien es y por que esta alli, frente a ella, cuando la enfrente. Le va a contar de Rita. Y de su muerte. Aunque sea le dira lo poco que entiende en medio de todo lo que le contaron. Elena sabe donde encontrar a Isabel, pero no como llegar. Alli donde ella misma la llevo hace veinte anos, siguiendo a Rita. Si la suerte esta de su lado, si Isabel no se mudo, si no murio como murio su hija, alli la encontrara, en una vieja casa en Belgrano, con puerta de madera pesada y herrajes de bronce, justo al lado de unos consultorios medicos. No se acuerda del nombre de la calle, si se acordara al menos de la pregunta que le hizo entonces su hija, ?vos escuchaste alguna vez una calle que se llame Soldado de la Independencia, mama?, entonces sabria. Pronto va a saber, porque si se acuerda de que es a una o dos cuadras de la avenida que corre bordeando Buenos Aires desde Retiro hasta la General Paz, cerca de una plazoleta, y de las vias de un tren. No vieron el tren, pero escucharon su marcha y Rita pregunto, ?que ramal es?, pero Isabel no contesto, porque lloraba. Para saber como volver a viajar, esta segunda vez, casi veinte anos despues, Elena fue a la remiseria de la esquina de su casa, la que pusieron hace unos anos en el local donde antes habia estado la panaderia en la que Elena compro para su familia el pan de cada dia desde que llego al barrio, recien casada, hasta que desaparecio el pan y aparecieron los autos de alquiler. El chofer no sabia, soy nuevo, se disculpo y le pregunto al dueno. Repitio las palabras de Elena, dijo, la avenida que bordea Buenos Aires, de Retiro a la General Paz, cerca de una via, y el dueno le contesto, Libertador, y Elena que si, que se llamaba Libertador, ahora que se lo dice se acuerda, y que tenia que ir hasta Belgrano, hasta una plazoleta. Olleros, dijo otro chofer que acababa de llegar de un viaje, eso ya no estoy segura, dijo Elena, Olleros, repitio el hombre con seguridad, pero ella no se acordaba del nombre de la calle, si de la puerta de madera, y de los herrajes de bronce, de Isabel, y de su marido, poco de su marido. ?La llevamos?, le preguntaron y Elena dijo que no, que era mucho viaje, mucho gasto, que iba a ir en tren y en todo caso, si ya no podia consigo misma y su cuerpo no se animaba al subte, tomaria un taxi en Constitucion, le hacemos precio, propuso el dueno, no, gracias, contesto ella, le podemos fiar, insistio, en tren, dijo Elena, no me gustan las deudas, y no dio lugar a otra insistencia, subte cerca no la deja ninguno, senora, el de Carranza, pero de ahi tiene como diez cuadras, le dijeron, si toma taxi tenga cuidado de que no la paseen, digale al taxista que vaya derecho por 9 de Julio hasta Libertador y de ahi otra vez todo derecho hasta Olleros, bueno, no, corrigio el chofer que sabia, porque Libertador se convierte en Figueroa Alcorta, antes de llegar al Planetario se va a tener que fijar que doble a la izquierda, hasta el Monumento a los Espanoles, y que retorne Libertador, o en el Hipodromo de Palermo, aclaro el dueno, pero no deje que la paseen, ?en serio no quiere que la llevemos? Elena se fue sin responder, porque la misma pregunta ya la habia contestado antes y demasiado esfuerzo era para ella todo como para contestar dos veces lo mismo. Constitucion, 9 de Julio, Libertador, Figueroa Alcorta, Planetario, Monumento a los Espanoles, Libertador, Olleros, una puerta de madera, herrajes de bronce, una puerta, Olleros, Libertador, 9 de Julio, Constitucion. De atras para adelante, de adelante para atras. No recuerda en que lugar del rezo tiene que meter el Hipodromo. Espera, piensa, cuenta otra vez las calles. Las cinco que la separan de la estacion y las otras, las que no conoce, o no se acuerda, aquellas hacia donde va para cobrar una deuda en la que cree a fuerza de necesidad. Rey sin corona. Ella. Desde su posicion, sentada, trata de levantar el pie derecho en el aire, y el pie ahora se da por enterado y se eleva. Entonces esta lista, sabe. Apoya la palma de cada una de sus manos sobre sus muslos sentados, junta los dos pies para que sus piernas queden en un angulo de noventa grados a la altura de la rodilla, luego cruza la mano derecha al hombro izquierdo y la mano izquierda al hombro derecho, empieza a balancearse en la silla y, con el impulso, se levanta. Asi la hace levantar el doctor Benegas cuando la revisa, y ella sabe que es mas dificil de esa manera pero lo intenta cada vez que puede, practica, porque quiere estar entrenada para la proxima visita. Quiere impresionar al doctor Benegas, mostrarle que puede, a pesar de las cosas que le dijo la ultima vez que la vio, quince dias antes de que Rita apareciera muerta. Parada frente a la silla que acaba de dejar levanta el pie derecho, lo eleva en el aire, apenas unos centimetros, lo mueve hacia adelante hasta que sobrepasa el pie izquierdo lo suficiente como para que ese movimiento signifique un paso, entonces lo baja, y ahora es el turno del pie izquierdo que debe hacer lo mismo, exactamente lo mismo. Elevarse. Avanzar en el aire. Bajar. Elevarse, avanzar en el aire, bajar. De eso se trata. Apenas de eso. De caminar, para llegar a tomar el tren de las diez

  • Memorias de una nueva gorda de Ruth Arenas

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    Yo era una chica bombon. Ahora soy una chica bombona.

  • La chica del abrigo azul de Monica Hesse

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    Mucho tiempo antes de que Bas muriera, nos enzarzamos en una pelea de mentirijillas acerca de quien tenia la culpa de que se hubiera enamorado de mi. <>. Le dije que se equivocaba. Que era desidia culparme de su amor por mi. Irresponsable, en realidad. Lo recuerdo todo de esa conversacion. Tuvo lugar en la sala de estar de sus padres y oiamos la radio nueva de la familia mientras le preguntaba la leccion para un examen de geometria que ninguno de los dos consideraba importante. La cantante estadounidense Judy Garland cantaba <>. Asi empezo la conversacion. Bas dijo que yo le habia obligado a amarme. Me burle de el porque no queria que supiera lo rapido que me latia el corazon al oirle decir las palabras <> y <> en la misma frase. A continuacion afirmo que yo tambien tenia la culpa de que quisiera besarme. Y yo le dije que si se lo permitia seria culpa suya. En ese momento su hermano entro en la sala y dijo que los dos teniamos la culpa de que al oirnos le entraran ganas de vomitar. Horas despues, camino de casa --cuando podia ir a casa a pie sin preocuparme de que me pararan los soldados, de saltarme el toque de queda o de que me detuvieran--, cai en la cuenta de que no le habia dicho que yo tambien le amaba. La primera vez que Bas me declaraba su amor, y me habia olvidado de decirle que le correspondia. Tendria que haberlo hecho. Si hubiera sabido lo que sucederia y lo que descubriria acerca del amor y la guerra, me habria asegurado de decirselo entonces. Esa es mi culpa. 1 Enero de 1943 Martes --Hola, preciosa. ?Que lleva ahi? ?Algo para mi? Me paro porque el soldado es joven y guapo, y porque su voz contiene un guino, y porque apuesto a que me haria reir una tarde en el cine. Es mentira. Me paro porque el soldado podria ser un buen contacto, porque quiza podria conseguirme articulos que ya no podemos comprar, porque es probable que tenga los cajones de la comoda repletos de filas y filas de tabletas de chocolate y de calcetines sin agujeros en la puntera. En realidad eso tampoco es cierto. En ocasiones prescindo de la verdad porque resulta mas facil fingir que tomo decisiones por motivos racionales. Resulta mas facil fingir que puedo elegir. Me paro porque el uniforme del soldado es verde. Es la unica razon por la que me paro. Porque viste uniforme verde, lo cual significa que no puedo elegir. --Son muchos paquetes para una chica tan guapa. Su holandes tiene un leve acento, pero me sorprende que lo hable tan bien. Algunos agentes de la policia verde no lo hablan y se enfadan al ver que no dominamos el aleman, como si hubieramos debido prepararnos toda la vida para el dia en que invadirian nuestro pais. Aparco la bicicleta, pero no desmonto. --Es la cantidad justa de paquetes, creo yo. --?Que lleva en ellos? --Se inclina sobre el manillar y palpa con mano indolente la cesta sujeta a la parte delantera. --?No le gustaria verlo? ?No le gustaria abrir todos mis paquetes? -- Suelto una risita y bajo las pestanas para que no se percate de que se trata de una frase bien ensayada. En la postura en que estoy, el bajo del vestido se me ha subido por encima de la rodilla y el soldado lo advierte. Es azul marino, de varios anos antes de la guerra, me queda demasiado estrecho y tiene el dobladillo deshilachado. Me muevo un poco para que el bajo suba aun mas, hasta la mitad del muslo, donde tengo la carne de gallina. Esta interaccion seria peor si el policia fuera mayor, si tuviera arrugas, los dientes manchados o una panza fofa. Seria peor, pero yo coquetearia de todas formas. Lo he hecho docenas de veces. Se inclina mas. Detras de el, el agua del Herengracht esta turbia y apesta a pescado. Podria empujarlo al canal y recorrer medio camino hasta casa en esta vergonzosa bicicleta de segunda mano antes de que el lograra salir chapoteando. Es un pasatiempo que me gusta practicar con cada agente de la policia verde que me para. <>. --Esto es un libro que le llevo a mi madre. --Senalo el primer paquete envuelto en papel--. Y ahi hay patatas para nuestra cena. Y esto es un jersey que me han remendado y que he ido a recoger. --Hoe heet je? --me pregunta. Quiere saber como me llamo y me lo pregunta con el estilo informal y desenfadado en que un chico preguntaria en una fiesta a una jovencita dentuda como se llama, y esto es una buena senal, pues prefiero con mucho que se interese por mi antes que por los paquetes de la cesta. --Hanneke Bakker. --Mentiria, pero no tiene sentido ahora que todos estamos obligados a llevar encima los documentos de identidad--. ?Y como se llama usted, soldado? Saca pecho cuando le llamo <>. Los jovenes todavia estan encantados con el uniforme. Cuando se mueve, veo un destello dorado alrededor de su garganta. --?Y que tiene en el medallon? --le pregunto. Su sonrisa flaquea mientras se lleva la mano volando al colgante que pende bajo el cuello de la camisa. El medallon, dorado y en forma de corazon, probablemente contenga la fotografia de una muchacha alemana con cara de pan que ha prometido serle fiel en Berlin. La pregunta ha sido una apuesta arriesgada, pero una apuesta que da buen resultado siempre que acierto. --?Una fotografia de su madre? Debe de quererle mucho para haberle regalado un colgante tan bonito. Se pone colorado mientras se mete la cadena bajo el cuello almidonado. --?De su hermana? --prosigo--. ?De su perrito? --Cuesta encontrar el equilibrio, la dosis adecuada de ingenuidad. Mis palabras han de contener la inocencia suficiente para no justificar que se enfade conmigo, y la mordacidad necesaria para que prefiera deshacerse de mi a tenerme aqui parada e interrogarme sobre lo que llevo--. No le habia visto nunca -- anado--. ?Esta apostado en esta calle todos los dias? --No me gustan las chicas tontas como usted. Vayase a casa, Hanneke. Cuando me alejo en la bicicleta, los mangos del manillar tiemblan solo un poquito. En gran medida le he dicho la verdad acerca de los paquetes. En efecto, los tres primeros si contienen un libro, un jersey y unas pocas patatas. Sin embargo, debajo de las patatas hay salchichas, compradas con cuatro cupones de racionamiento de un hombre muerto, y debajo llevo pintalabios y lociones, comprados con cupones de racionamiento de otro hombre fallecido, y mas abajo hay cigarrillos y bebidas alcoholicas, comprados con el dinero que mi jefe, el senor Kreuk, me ha entregado esta manana con ese fin. Ninguno de esos articulos es mio. La mayoria diria que trafico en el mercado negro, una actividad ilicita que consiste en el comercio clandestino de mercancias. Yo prefiero considerarme una <>. Encuentro cosas. Encuentro patatas, carne y manteca. Al principio encontraba azucar y chocolate, pero ultimamente resulta mas dificil hallar esos productos y solo los consigo de vez en cuando. Encuentro te. Encuentro beicon. Los ricos de Holanda siguen estando regordetes gracias a mi. Encuentro las cosas de que nos vemos obligados a privarnos, a menos que sepamos donde buscar. La ultima pregunta que he dirigido al soldado, acerca de si esa calle es su nuevo puesto..., ojala la hubiera respondido. Porque si en adelante va a estar apostado en esa esquina cada dia tendre que pensar en hacerme amiga suya o en cambiar de ruta. Mi primera parada de esta manana es la casa de la senorita Akkerman, que vive con sus abuelos en uno de los edificios viejos cercanos a los museos. Para ella son las lociones y los pintalabios. La semana pasada fue perfume. Es una de las pocas mujeres que conozco a quien aun le interesan mucho esos articulos; un dia me explico que espera que su novio le pida matrimonio antes de su proximo cumpleanos; la gente se gasta el dinero por razones extranas. Me abre la puerta con horquillas en el pelo, que lleva mojado. Debe de tener una cita con Theo esta noche. --!Hanneke! Pasa, que voy a buscar el monedero. Siempre encuentra alguna excusa para invitarme a entrar. Creo que se aburre durante el dia, a solas con sus abuelos, que hablan en voz demasiado alta y huelen a repollo. El interior de la casa es oscuro y agobiante. Al otro lado de la puerta, el abuelo de la senorita Akkerman desayuna sentado a la mesa. --?Quien es? --grita. --Es una entrega, abuelo --le responde ella a voces volviendo la cabeza. --?Quien dices que es? --Es para mi. --Me mira y baja la voz--. Tienes que ayudarme, Hanneke. Theo vendra esta noche a preguntar a mis abuelos si me dejan mudarme a su apartamento. Tengo que decidir que me pongo. Quedate aqui; te ensenare las opciones. No se me ocurre ningun vestido capaz de conseguir que sus abuelos aprueben que se vaya a vivir con su novio antes de casarse, si bien se que es algo que ocurre con mas frecuencia desde que empezo la guerra. Cuando la senorita Akkerman regresa al vestibulo, finjo reflexionar sobre los dos vestidos que ha traido, aunque en realidad miro el reloj de pared. No tengo tiempo para la vida social. Despues de aconsejarle que se ponga el gris, le indico con un gesto que coja los paquetes que sostengo desde que he llegado. --Son para usted. ?Quiere comprobar que todo esta bien? --Estoy segura de que es correcto. ?Te quedas a tomar cafe?

  • Sangre del pasado de Jose Alberto Gutierrez

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    Una impactante novela donde el terror se ensana contra un hombre y su familia; donde el misterio y lo insospechado hacen alardes de poder e intensidad. Descubre el misterio de una vida y acompana a Jose Gabriel Valentino por las paginas de “Sangre del pasado”, por un rumbo plagado de misterios, suspenso, intriga, crimen y, desde luego, secretos del olvido.

  • Demos vuelta la pagina de Aranza Wood

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    “Dicen que podemos enganar al cuerpo con otra piel, pero no al corazon con otra alma”

  • Miel del desierto de Edith Pearlman

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    Hace ya varios decenios que Edith Pearlman viene reclamando un puesto entre los grandes cuentistas de todos los tiempos. Su modo incomparable de ver la realidad, su consumada maestria, su ingenio amplio y generoso, han dado lugar a que se la compare con Anton Chejov, John Updike, Alice Munro, Grace Paley y Frank O’Connor. “Miel del desierto” constituye una asombrosa recopilacion de relatos y viene a ser una autentica celebracion de la autora. Sean cuales sean sus personajes, Pearlman los conoce a todos, intimamente, y nos los describe con insuperable generosidad. Su prosa, tan afinada como poetica, arroja luz sobre momentos muy precisos y muy devastadores, logrando que reflejen la belleza y la gracia que puede haber en la vida cotidiana. Por su merito literario y por lo facil que resulta identificar a estos personajes que con tanta exquisitez y solidaridad nos describe, “Miel del desierto” es una recopilacion que nunca llegara a borrarse de la memoria del lector y viene a demostrar, una vez mas, que Pearlman es una gran maestra de la forma, pero tambien que su vision del mundo nunca deja de ser sabia y comprensiva.

  • Anatomia de un escandalo de Sarah Vaughan

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  • Temporada de avispas de Elisa Ferrer

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    La superheroina imbatible que era de nina ha perdido sus poderes. Esta manana, que me encantaria volar, desaparecer, viajar en el tiempo, detenerlo, solo siento un pinchazo espantoso en la cabeza, el regusto acido de las copas de ayer. Ha sonado el telefono y mi madre me ha despertado antes de las ocho de la manana con su urgencia por hablar conmigo, aunque no tuviera nada que decirme: Nuria, carino, ?todo bien? Me ha costado levantarme, no sentirme culpable por tener a Juan respirando en mi nuca, ahogandome con su abrazo de cuchara. Me ha costado no enfadarme porque me prometi no liarme mas con el. Y al final me cabreo, porque respondo cuando me llama, porque voy a verle, aunque ya no quiera. Me ha costado darme una ducha, salir de su casa, que, aunque hace un tiempo fue mia, ahora me es ajena, lejana, triste; meterme en el metro, en el ascensor. Pensar en encerrarme en el sarcofago de la oficina. Llego a la redaccion y, al abrir la puerta, Lucas me mira de reojo. Sabe de donde vengo, el porque de mi cara culpable y mi ropa de ayer y me sonrie como el que espera que en cualquier momento reviente una tormenta; ojala la unica tormenta fuera la que esta por estallar en mi cabeza, el craneo partido, la masa encefalica contra la pantalla del ordenador. !Buena resaca, ?eh, Nuria?!, el grito de Hector en mi oido. Le sonrio, pero querria escupirle. ?Resaca?, repito. Ninguna. Y sonrio con mas enfasis tras responder, aunque haya espadas apunalandome las sienes. Enciendo el ordenador con desgana, intentando olvidar que me esperan ocho horas en ese cubiculo, y retomo la vineta de ayer sobre la operacion bikini y unas salchichas de Frankfurt. No la recordaba y resulta que es una mierda, a mi jefe le va a encantar. Siempre llega el ultimo, y no se como lo hace, pero todos los dias tiene una mancha de cafe o de tinta o de salsa en su camiseta de algodon. Camisetas que llevan escrito un texto gracioso que pronuncia en voz alta cuando llega por las mananas: <>. Hoy llega antes, apenas he encendido el ordenador, y ya ha abierto la puerta, KEEP CALM AND LOVE YOUR BOSS, senala su camiseta y mi dolor de cabeza detona tras el grito, el portazo. Nada mas sentarse, me llama a su mesa y mira de reojo mis dibujos mientras se corta las unas con un cortaunas ronoso y desportillado que guarda en el bote de los boligrafos. Hay algo extrano en su modo de no mirarme a mi, cuando se concentra en valorar la vineta. Creo que le gusta, que le gusta de verdad, lo creo por su hoyuelo, porque quiere asomarle en la mejilla, pero el no lo deja. Quiero comentarte una cosa, me dice serio, tengo que decirte algo. ?Que ocurre? Y me siento estupida frente a mi jefe, con aliento a roncola, con mi ropa de ayer, con su intencion de decir algo y luego callarse. Porque el tio se calla y mueve la mano como quien llama al camarero para decirme que luego, que hablamos luego, que cuando termine la vineta escriba un articulo sobre la maternidad hoy. ?Como? Si, sobre ser madre hoy. ?En que contexto? En el que quieras, Nuria. Ser madre hoy. Estoy harta. No se escribir, no soy periodista, pero no te puedes quejar, me dicen, al menos tienes trabajo. Y hoy prefiero no protestar, callarme, agachar la cabeza, pasar desapercibida. Lucas se acerca a mi cubiculo para decirme que no me preocupe por lo de mi jefe, que no sera nada, pero, aunque mueva las manos como si fuera una vendedora de Tupperware y le quite importancia, el tambien esta preocupado. Y para rebajar la tension, le corto del unico modo que funciona, le hablo de sus canas, de las pocas que le han salido y ya asoman en la parte derecha de su cabeza. Mas de quince canas en la derecha, Nuria, ni una en la izquierda. El asunto del desequilibrio capilar, asi lo llamamos, <>, le pone nervioso, le desquicia. ?Tu te acostarias con un tio con la cabeza dividida en dos colores? ?Con la cabeza como una punetera tarta helada? Y me obliga a arrancarle dos, tres canas mientras grita. Pero es el esfuerzo que debo hacer, dice, para seguir seduciendo a tipos tan guapos como yo. Le pido que me acompane a fumarnos un porro en la azotea, pero me responde que ni hablar, que eso me faltaba hoy, que me ve descentrada, resacosa, que acabe con el dibujo de una santa vez. Intento concentrarme en la vineta en la que trabajo con la tableta grafica, pero mi mano se mueve sola y termina dibujando con el rotulador como tantas veces, como siempre, avispas en un papel. Las avispas que pueblan mis cuadernos, el corcho de la cocina, las servilletas del desayuno que se van a la basura junto a la corteza del pan de molde. El rotulador amarillo y el negro las trazan solas. La semana pasada dibuje avispas en chandal de tactel, en kimono, en posturas imposibles para una avispa, para el Kamasutra, y esta manana a una le he puesto bigote y quiza la convierta en nazi. Ni lo pienso, la mano se mueve sola desde que empece a dibujarlas en clase en lugar de tomar apuntes y aun hoy, como cuando era nina, me siento Batman, que vence su miedo a los murcielagos aliandose con ellos. A golpe de trazos amarillos y negros me crezco frente a esos aguijones afilados que de pequena eran para mi mas que un pinchazo caliente y doloroso, de hecho, representaban el final del juego. Mi movil vibra con insistencia y al final respondo. No es Juan, a pesar del martilleo de mensajes al que me ha sometido a lo largo de la manana, se trata de un numero que desconozco, pero es una voz que he oido antes, desgastada, de hombre mayor, una voz que me dice que tal Nuria, pero la llamada se corta antes de que me de tiempo a preguntar quien es, que quiere, quien habla. Esa breve conversacion me deja una sensacion extrana, la vista clavada en la pantalla del telefono, donde el reloj parece detenido, mientras mi mano se queda estancada sobre la ilustracion sin acabar. Apenas faltan diez minutos para salir, cuando termino la vineta. ?Que tal vas?, pregunta mi jefe. Ya esta, le digo. El la mira en la pantalla del ordenador, el sol, los crateres planetarios, la pierna trazada con ligereza, como si fuera real aun siendo un dibujo. Manana a primera hora me pongo con el articulo ese de las madres, le digo. Y hace un gesto raro. Le encanta, se que el dibujo le encanta, pero ni una palmadita en la espalda, ni un Buen trabajo, Nuria. Bien, bien. Mandame la vineta y manana vemos eso. ?Querias hablar conmigo?, le pregunto. Pero Hector le zarandea, tira de la manga de su camiseta, KEEP CALM AND LOVE YOUR BOSS. ?Unas canitas? Ese zarandeo es el salvavidas al que se aferra mi jefe, que mira el reloj y claro, claro, anda si ya es la hora. Unas canas, ?por que no? Y esta incomodo. Bajais, ?verdad, Nuria? Y va a decir Lucas, pero siempre se queda en blanco y le llama Nicolas o Luis o tu, sin mas, tu. Tu, ?bajas? El bar huele a humo, aunque no se pueda fumar. Quiza sigue alli ahogando los poros de los sillones de escay desde el ultimo cigarrillo que se disfruto antes de la prohibicion. Hector pide canas para todos sin preguntar si las queremos, como tampoco pregunto si queriamos salir de la oficina, ni nos pidio permiso para interrumpirnos cuando al fin empezabamos a hablar.

  • No hay reglas para olvidar de Iris T. Hernandez

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    Nasha dejo atras su zona de confort y se separo de su novio, Andres Zuniga, para lanzarse a la aventura, levantar su negocio y construir su reino.

  • Corey (Detras de la musica 4) de Yunnuen Gonzalez

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    Mala suerte. ?O esperando al destino?

    Ser el guitarrista principal de The Radicals asegura fans por monton, siempre dispuestas a cumplir fantasias. La fama da eso y mas.

  • Quien Mueve Los Hilos de Lorena Franco

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    CUANDO BUSCAS LA VERDAD CORRES EL RIESGO DE ENCONTRARLA Una mujer rica y de exito muere en el mismo momento en el que el hombre al que amaba aparece en la lista de pasajeros del fatidico vuelo de Germanwings estrellado en los Alpes franceses el 24 de marzo de 2015. Sara Mendieta, propietaria del edificio de la zona alta de Barcelona donde aparece el cadaver, sera el objetivo de la investigacion y la obsesion de los investigadores Joel Sanz e Isabel Morgado. Sexo, violencia, riqueza, asesinatos, en definitiva lo mas oscuro del alma humana. Todo ello orquestado por dos mujeres, fragiles y letales a la vez, que descubriran quien maneja los hilos.

  • Un cafe al final de todo (Cafenamorada 2) de Bet Alifanow

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    Carmela !Caras vemos, corazones no sabemos!, no es posible que Santiago me proponga un amor tan bonito cuando tenia su vida hecha con la tal Romina y ahora con un hijo en camino... Definitivamente el amor no es para mi... Ahora debo redimensionarme, olvidar a Santiago, reconstruir Cafenamorada y seguir adelante. Como decia mi abuela, !Si llegas a caer, no te queda mas que limpiar tus rodillas y seguir adelante!, !Nunca decaigas, somos mujeres guerreras!, !Nunca lo olvides! Esas palabras me retumban en la cabeza mientras dura el trayecto desde el desastre de almuerzo con Santiago y Cafenamorada, pero no puedo creer lo que veo cuando llego. Sebastian esta con un grupo de personas a los que veo que les da ordenes. Me bajo rapidamente del taxi y corro a enfrentarlo, no me importa armar un espectaculo. !Estoy llena de ira!--!Que carajo haces aqui! --le grito. --?No es evidente? Estoy tratando de arreglar el desastre que dejo el incompetente de tu amante, porque la unica forma que algo te salga bien, es que yo este presente solucionandote todo. Mi rabia es tan grande que la use para estamparle una sonora cachetada, vi sus punos cerrarse, y aunque me dio miedo que me golpeara lo enfrente. --?No habras tenido tu algo que ver con este incendio para poder ser despues la solucion? --le digo con toda la rabia que cargo acumulada--. Pues estas muy equivocado, !Largarte que yo me basto sola! Para mi sorpresa quedo tan impactado con la acusacion que solo me miro con rabia, se dio la vuelta y se fue, eso solo me dio pie para pensar que definitivamente aqui hay gato encerrado. No parare hasta que la verdad salga a la luz... Me quedo parada mirandolo todo, no se de donde ha salido esta gente, ni que hacen aqui, bueno evidentemente estan tratando de ordenar las cosas luego del incendio, pero no puedo permitir que pase esto, eso seria dejar que Sebastian se salga con la suya. Me acerque hasta el hombre que estaba hablando con Sebastian para hablar con el. --Buenas tardes, disculpe, pero me gustaria saber ?quien es usted y que hace aqui? --le digo con voz calmada. El tipo me mira de arriba abajo en una inspeccion nada decente que me hizo sentir incomoda y me lleno de rabia. --?Y usted es? --me replica con arrogancia. --La duena del lugar --le espeto sin mas--, y aun estoy esperando por saber ?quien es usted y que hace aqui? --le digo con altaneria, ya que me irrito su actitud. Sin ningun tipo de remordimiento por su parte, con altivez me responde. --A mi me contrato su esposo para arreglar este desastre, me dijo expresamente que solo debo hablar con el sobre las necesidades y arreglo del local. !Esto es el colmo de las cosas malas del dia!, mi paciencia y los buenos modales se fueron de vacaciones en este instante, cierro los ojos por unos segundos e inhalo con mas fuerza que nunca, cuando los abro, lo miro con fiereza y le digo: --En primer lugar, no es mi esposo, en segundo lugar, yo soy la unica duena y en tercer lugar tiene exactamente cinco minutos para salir de aqui con sus hombres antes que llame a la policia y levante cargos por allanamiento --digo con voz fuerte y cargada de rabia. --!Usted no me da ordenes! --me dice el muy descarado--, tengo con contrato que... --!Me importa un comino su contrato! --le grito interrumpiendolo--, yo no lo contrate asi que me vale mierda lo que opine, salga de mi negocio o lo denuncio por allanamiento, robo y cualquier otra cosa que se me ocurra --le digo mientras marco el numero del jefe de policias en mi telefono. --No hay necesidad de alterarse senora --me dice el tipo haciendo enfasis en el "senora"--, ya le digo a mis hombres para salir de aqui, pero alguien debe hacerse cargo del trabajo que empezamos a hacer y... --Salga de aqui inmediatamente y arreglese con quien lo contrato, yo no tengo nada que ver con usted --le digo sin dejarlo decir mas nada. Mientras sigo intentando con la llamada, veo como me dirige una mirada de muchisima rabia, se da la vuelta y va a hablar con su gente, minutos despues todos se van en una camioneta Ford azul. No se que me impulso a colgar la llamada y tomarle una foto a la camioneta justo antes que cruzara. Reviso la imagen, aunque soy mala tomando fotos y la tembladera que tenia no era normal, la foto quedo lo bastante nitida para que se distinguiera la placa y el modelo. Vuelvo a insistir con la llamada al jefe de policia, esta vez enseguida me contesta y le explico lo que acaba de ocurrir, me pide que le envie la foto por WhatsApp, para investigarlo todo. A groso modo le explico que no tengo ningun trato ni relacion con mi ex esposo, por si esta gente le da por denunciarme. Muy amablemente atendio mi pedido, quedando que debia pasar lo mas pronto posible por la comisaria para formalizar una denuncia si era mi gusto. Me recomienda que llame a una empresa de seguridad por si quiero resguardar el negocio hasta que empiece la remodelacion. Conversamos unos minutos acerca de los hechos y nos despedimos. Aun intranquila, le envio la foto y recibo de vuelta el numero de la empresa de seguridad. Enseguida me pongo en contacto con ellos, le explico la urgencia y ellos me dicen que me atenderan inmediatamente. Como no tengo oficina donde atenderlos para finiquitar el contrato, los cito en un cafe que queda a pocas cuadras de Cafenamorada, quedamos en 40 minutos. Un poco mas calmada, pero con la tristeza a flor de piel, me voy caminando con el frescor de la tarde dandome en la cara hacia el cafe donde me vere con la empresa de seguridad. Mi mente es un cumulo de imagenes y conversaciones que se mezclan sin sentido alguno. El incendio, la situacion con Santiago, Sebastian y su aparicion con la gente para la remodelacion, demasiado rapido pense, la angustia y la incertidumbre se apoderaron de mi por un instante. Llego al cafe, los muchachos de la barra me conocian, me dieron su pesar por lo sucedido, me sente en una mesa al fondo del local, enseguida me trajeron <>, segun sus propias palabras. Yo me rio ante la ocurrencia y le doy las gracias. El muchacho que me atiende sonrie y se aleja dejandome sola rumiando con mis pensamientos. Mientras saboreaba el cafe, me acorde de una frase que me decia mi papa que, segun el, era del Rey Alejandro de no se donde, que decia: "parece ser una necesidad basica del corazon humano en toda crisis importante, una buena taza de cafe caliente", cuanta razon tenian ambos… Toca pensar, pero mi mente es un torbellino de imagenes, mi corazon una montana rusa de sentimientos, quiero llorar, pero mis ojos estan secos, debo calmarme para poder pensar con cabeza fria todo lo que esta pasando y planificar como resolverlo. Tengo que enfrentarme a mi realidad, debo ser fuerte, pero no se de donde sacar fortaleza, pienso en mis hijos, en todo lo que he pasado para llegar aqui. Sin darme cuenta mi super cafe se termina y enseguida veo como lo cambian por otro, !que buen servicio!, cierro mis ojos mientras sigo con mi cafe, pongo mi mente en blanco, no quiero pensar por unos minutos... Los retos son los que hacen la vida interesante: superarlos es lo que hace que tenga sentido. (Joshua J. Marine). Santiago Salgo corriendo detras de Carmela, veo como sube al taxi y yo sin poder detenerla. Me quedo como un estupido paralizado viendo como se aleja... La molesta voz de Romina me saca de mi momento de dolor. --Santiiiiiiii, ?quien es esa mujer?, ?Por que sales detras de ella? --me dice mientras toca mi antebrazo. --Lo que yo quiero es saber Romina, ?como demonios llegaste aqui?, ?quien carajo te dijo que yo queria verte? y ?de donde salio la ridicula idea que estas embarazada? --Ay Santiiii son muchas preguntas, ya se me olvido la primera y no me alces la voz que estoy embarazada !Dios mio!, en que estaba pensando yo cuando empece a salir con esta mujer. Mi cara es fiel reflejo de la molestia que sentia. --Santi... --me dice agarrando mi mano. --Romina... --digo con voz de hastio y soltandome de su agarre--, en primer lugar, tu cuento de estar embarazada de mi es practicamente un imposible, creeme se muy bien por que te lo digo y, en segundo lugar, aunque ya no me importe, quiero saber a que viniste. --Pues una noticia como esta tenia la obligacion de dartela en persona Santi --me dice con voz melosa--, despues de hablar con tus padres y decirles que serian abuelos nuevamente, me dijeron que estabas aqui y vine a sorprenderte. Masajeo mis sienes, me esta empezando la migrana y tener a Romina aqui no me ayuda, debio ser muy convincente para que, por segunda vez en mis cuarenta y dos anos, mi madre se meta en mis asuntos sentimentales. --Realmente no se si es que no entiendes lo que se te dice o te haces la desentendida a proposito --le digo mirandola con cansancio, veo como su cara se contrae por unos segundos para luego poner la misma expresion cansina que tanto me disgusta. Camino a su alrededor estresado y con un mar de pensamientos e imagenes revoloteandome en la cabeza, paro en mis divagaciones para preguntarle: --?Donde estan tus cosas? --pregunto. --Estaba tan emocionada que viaje con lo que cargo encima Santiii. Pense que podiamos salir de compras aqui. No conteste nada, simplemente la tome por el codo y nos dirigimos al lobby del hotel, le doy las llaves de la habitacion mientras le digo: --Sube a la habitacion y esperame alli. --?A donde vas Santi? --Ya regreso. Salgo del lugar sin voltear a ver a Romina, la suave brisa de la tarde refresca mi cara, y me hace consciente del problema en el que estoy metido. Necesito buscar a Carmela y explicarle la mentira de Romina...

  • Cuestion de Piel de Mariela Villegas R

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    Una intrigante e intensa historia donde el amor no juega ningun papel y la fuerza de voluntad lo es todo para sobrevivir.
    En la vida de Miranda solo hay una persona: ella misma. Su existencia ha transcurrido de una forma tan facil como increible, y por todas las razones erroneas. No es una mujer de alma noble ni conoce el amor. Por tanto, decide comenzar a asistir a terapia con una psiquiatra de renombre para que la ayude a “sentir algo” por alguien mas, ya que se acepta ignorante al respecto y no desea terminar sus dias sola. Pero en esta historia las cosas no son lo que parecen. El amor no tiene cabida y ella se dara cuenta de esto cuando conozca al diablo en persona: Damian, un hombre tan irreverente y encantador como manipulador. Aunque, en algun punto de sus alocados dias, no sabran quien manipula en realidad a quien. Todo puede suceder cuando ellos estan juntos, y aquel que se cruce en sus caminos corre un riesgo enorme de caer en una voragine de deseo y pura y vil corrupcion. ?Quien dijo que la pasion y la lujuria eran las emociones mas avasalladoras que el ser humano pudiera experimentar? Aqui todo siempre es mas, mucho mas. Un thriller erotico y psicologico que te robara el sentido. ?Podras sobrevivir en su retorcido y seductor mundo? ?De que se trata la verdadera esencia de la locura? No te quedes con las ganas de saberlo, pero cuida tu mente en el camino.

  • Hijos felices de Alicia Banderas

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    Hasta no hace muchos anos, la psicologia infantil se basaba n el tratamiento de los transtornos psicologicos centrados en los aspectos mas negativos, en los deficits y las patologias. Hoy sabemos que es tanto o mas efectivo potenciar las cualidades positivas de los ninos, sus virtudes y sus fortalezas. En su nueva obra, Alicia Banderas hace uso de su expeeriencia para ayudar y ensenar a padres, madres y a todas aquellas personas involucradas en el mundo de la educacion, a emprender la apasionante tarea de ayudar a los ninos a fortalecerse para que luchen por su propia felicidad. Hijos Felices expone numerosos casos practicos tratados por la autora, y reflexiona sobre las teorias mas novedosas de la emergente psicologia positiva; todo ello escrito en un lenguaje claro, directo y sencillo.

  • Los peores dias de Fernando Gonzalez Davison

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    <>.

  • El universo en expansion de Mario Hamuy

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    El destacado astronomo chileno construye en este libro

  • La historia del numero 48915 de Rachel Roth

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    Escrita para cumplir una promesa concebida en el momento mas oscuro de la historia humana, esta historia sencilla y elocuente se extiende por la geografia de la solucion final nazi. Rachel (Roma en polaco), la hija adolescente de un periodista, nos transmite sus experiencias de colegiala junto a sus companeros de clase en el marco del gueto de Varsovia ocupado por los alemanes. Ella es testigo y participe del levantamiento del gueto de Varsovia. Forzada a salir de su escondite por el fuego y el humo de los nazis, se enfrenta con valentia a la realidad de las camaras de gas y de los campos de concentracion de Polonia y Alemania. Originalmente escrita en polaco, se trata de una historia inolvidable y reveladora de supervivencia.

  • El negro y la gata de Anton Arriola

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    El expresidiario y traficante de poca monta Javier Borrallo ?conocido como el Negro? es acusado de cometer un salvaje asesinato y acaba en la prision de Basauri. El Padre Azurmendi acude en su ayuda, convencido de la inocencia de su joven amigo, y se ve embarcado en una investigacion que le lleva a exponerse a peligros crecientes.

  • Ren. A microfono solitario de Kannah Winter

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    Nadie te prepara para sufrir, pero sin embargo, yo siento desde que el inicio de mi vida estaba mas que lista para sufrir.
    Cuando conoci a Ren esa noche de eterno invierno en la playa, supe que estaba mas que lista para sufrir sin importar que.
    Quizas mi madre siempre tuvo razon, dos personas que llevan el mismo nombre y se amen, eso no implica que puedan estar juntas. Quizas debi aprender de los errores de mis padres y cambiar la direccion de mi destino.
    Pero mi amor por la musica y por Ren me llevo a sufrir justo como todo estaba planeado. Quizas despues de todo debo esperar a que algo bueno suceda.
    Aquellas noches y conciertos, aquellas canciones y las melodias suaves del piano de Ren, esos son mis mejores recuerdos.
    Dime, Ren, tu que estas muerto, ?crees que naciste para sufrir?

  • Mensaje equivocado de Antonio Arteaga

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    ATENCION: EL 100% DE LOS BENEFICIOS DE ESTE LIBRO SE ENTREGARA A LA ASOCIACION ESPANOLA CONTRA EL CANCER Eduardo, un oficinista cuarenton de vida monotona y aburrida, recibe por error un mensaje en su movil en el que se comenta un encuentro sexual con una mujer y se sugiere la idea de realizar un trio. No le da mayor importancia hasta que, al dia siguiente, descubre en el periodico que ese hombre ha sido asesinado de forma violenta la tarde anterior. En lugar de ponerlo en conocimiento de la policia decide incluir algo de emocion y aventura en su rutina diaria jugando a detectives y tratando de averiguar mas detalles por su cuenta. Pero lo que comienza como un juego se complica inesperadamente… Mensaje equivocado es un thriller para adultos sobre asesinatos en serie que tiene como trasfondo el mundo de las redes sociales, las webs de contactos y los ambientes liberales. Con una trama agil y tremendamente adictiva, incorpora elementos de novela de suspense, elevadas dosis de erotismo y un fino humor negro que dan a la historia un ritmo frenetico que desemboca en un final intenso y sorprendente.

  • Demasiados bombones para el embajador de Lara Smirnov

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  • Cuando el cielo se caiga de Francisco Galvan

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    1939. Madrid, ultimos dias de la guerra civil. Una joven es fusilada junto al cementerio del Este en extranas circunstancias.
    Claudio Ballesteros, policia de la brigada de investigacion criminal, indaga sobre ciertos crimenes sin conexion aparente, pero que le conduciran irremediablemente al misterioso ajusticiamiento. Un caso que debera ser resuelto antes de que las tropas del general Franco entren en la capital.
    Cuando el cielo se caiga es una intriga policiaca con el dramatico trasfondo de un Madrid a punto de derrumbarse.

  • Reconstruyendo a Amelia de Kimberly Mccreight

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    Cuando a Kate Baron la llaman del prestigioso colegio privado al que asiste su hija porque la van a expulsar durante unos dias, ella se queda atonita. ?Que motivo pueden tener para castigar a Amelia, que siempre ha sido una alumna aplicada?

  • Musica del alma de Becca Berger

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    El amor es el sentimiento mas poderoso del mundo, capaz de hacernos reir, llorar, vibrar y suspirar.

  • Los crimenes de la caja de Gema Tacon

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    Amenudo me veia a mi misma haciendo una entrada triunfal en la sala de los premios literarios mas importantes del pais, borracha como una cuba. Dentro de mi cabeza resulto buena idea interrumpir a uno de los galardonados mientras daba su patetico discurso y aplaudir estruendosamente en un salon en el que reinaba un silencio absoluto, provocando que todo el que se encontraba en el evento se girase a observar el espectaculo. Tras balbucear palabras sin sentido y vomitarle encima a uno de los directivos mas influyentes, era arrastrada por dos gorilas hasta la entrada de la calle del recinto, como si estuviesen tirando la basura. Esa escena cruzaba mi cabeza cada vez que mi cerebro no tenia nada mejor en lo que pensar. El resto de los mortales gozaban de la plenitud de mantener la mente en blanco, cosa que dicen que es imposible. Sin embargo, la mia disfrutaba torturandome con algo que, si bien podria haber formado parte de una dantesca pesadilla, fue veridico y el motivo por el cual mi escasa carrera literaria se trunco incluso antes de arrancar. Desde ese dia no me conocieron como la escritora novel revelacion que tanto habia sonado, el ano que siguio a esos hechos, las revistas y programas rosas se mofaban con mi gran actuacion. Sobra decir que mi mundo fue cayendo en picado en todos los sentidos; laboral, sentimental, social e incluso familiar. Me converti en la sombra de lo que fui. Mi meta en la vida tan solo habia sido una desde que comence a leer a Michael Ende con La Historia Interminable, queria ser escritora y conseguir crear recuerdos tan vividos como los que esa novela logro en mi. No obstante, mi poca paciencia unida a varias puertas cerradas y a conocer mejor el mundo de las letras con todos sus entresijos internos, hicieron que la ilusion que me empujo durante todos esos anos se fuese mermando. El ensordecedor sonido del pito del coche que esperaba detras de mi destartalada furgoneta me devolvio a la realidad, haciendo que escondiese de nuevo esas elucubraciones masoquistas diarias para, seguramente, sacarlas a la luz en un rato. Arranque acelerando sin soltar el embrague para escupir por el tubo de escape una nube de humo negro en el cristal delantero del simpatico conductor de claxon rapido. Escape de alli derrapando y mirando satisfecha por el retrovisor el resultado de mi fechoria. Al coger la curva a demasiada velocidad el karma me devolvio el golpe y todos los paquetes que llevaba hicieron un ruido que no vaticino nada bueno. Tal y como presenti, cuando abri la puerta trasera no quedaba titere con cabeza. Los paquetes estaban desperdigados y una gran lamina de hierro, que coloque en un lateral sin asegurar, estrujo la mayoria de ellos transformandolos en acordeones de carton. La furgoneta la compre con la esperanza de convertirla en una de esas que van equipadas con cama, ducha y cocina para ir en modo hippie a las miles de presentaciones de libros que tendria en un futuro. Siempre me prometi que no se me subiria la fama a la cabeza por muy reconocida que fuese mi obra, y una forma de demostrarmelo a mi misma fue esa inversion a largo plazo de cuatro ruedas, la que ahora me servia como unica fuente de ingresos. Donde tenia pensado poner una mesa ahora habia un congelador para trasladar los pedidos frios que me mandasen. Era la tercera vez en ese mes que no entregaba los encargos en condiciones y el viejo responsable de la oficina de transportes fue bastante esclarecedor con lo que me sucederia si volvia a suceder. Regrese a la nave donde cargaba, coloque el estropicio sobre un pale de madera que estaba reservado para mi y me marche de alli por la puerta pequena sin que nadie me viese, como la cobarde que ya sabia que era. Realmente odiaba mi vida desde hacia casi dos anos. En cuanto entre en mi piso me tope con la regordeta figura de Pelusilla encima del sofa, se suponia que se trataba de mi gato, pero solia hacer lo que le daba la gana y mas bien era al contrario; yo servia para darle de comer, limpiarle las cacas, recogerle las bolas de pelo y calentarle la cama hasta que decidia acostarse. Si soy sincera, se trataba de la relacion mas duradera que habia mantenido con el sexo opuesto en toda mi vida. La oscuridad de la casa me reconfortaba, mi animo no era como para tenerlo todo iluminado y dejar que el trinar de los pajaritos entrasen por mi ventana, asi que las persianas permanecian bajadas desde ni recordaba cuando. Antes mi madre venia a ayudarme con las tareas de la casa y nos gustaba comentar los libros que andabamos leyendo, pero desde que todo cambio deje de querer recibir visitas y el mundo tan solo se acostumbro a que asi fuese. Me tumbe al lado del senor Pelusilla y, justo cuando coloque la cabeza en el reposabrazos del incomodo sofa, el sonido estridente del telefonillo comenzo a sonar incesante. Al descolgar vi la puntiaguda nariz de Johanna en la pequena pantalla en blanco y negro del cacharro. --!AC, te he visto entrar, abre! Han dejado un paquete para ti en la libreria. --Ponlo en el ascensor y dale al boton, ahora lo cojo --fue lo unico que le respondi, esa era mi forma de decirle que no subiese. No comprendia como Johanna continuaba queriendo mantener una amistad conmigo. Era de las pocas que aun me decian AC. Mi nombre real era Ana Catalina Verde, pero a mi representante no le parecio demasiado optimo para una escritora y cambiamos al de A.C. Green. Realmente significaba lo mismo, pero sin que nadie se pudiese reir de el. Mis padres deberian haberse planteado eso de tener descendencia; mi infancia no fue lo que se dice sencilla gracias a esa union de nombres. La palabra Catalina en muchos sitios es una forma extrana de llamar a las cacas y lo de verde detras no ayudaba demasiado. Eran pocas las personas que conocian lo que ponia en mi carnet de identidad, todo el mundo me llamaba ahora Ana, y los que me seguian hablando de mi faceta literaria me decian AC. En el ascensor encontre una caja, envuelta en papel marron reciclado, de medio metro de alto y otro medio de ancho, pesaba relativamente poco. Encima de ella Johanna habia dejado un sobre con un libro que le pedi hacia tiempo y que estaba deseando leer. Lo aparte y desenvolvi el extrano paquete, en su interior habia una cajita negra cerrada con un precinto adhesivo rojo. Estaba segura de que no era cosa mia, mi economia casi no me permitia comer, por lo que los caprichos estaban fuera de mi alcance. Si era cierto que me sentia enganchadisima a las paginas de muestras gratuitas, motivo por el cual mi telefono y direccion estaban en todas las bases de datos de las empresas y mi movil vivia en un absoluto silencio perenne a causa de las insistentes llamadas comerciales. El interior de la caja se podria decir que era, cuanto menos, extrano. Un dosier en una carpeta de carton, unas llaves en una bolsa transparente, con una direccion en un llavero de plastico que colgaba de ella, y una pieza de un puzle pintada por completo de negro eran su unico contenido. En la primera hoja decia en letras mayusculas y grandes: <> Nunca habia ganado nada y esa palabra llamo poderosamente mi atencion. Tras leer con mas pausa el documento cai en la conclusion de que se trataba de un nuevo juego online basado en novelas de thriller. Lo ultimo que queria pensar era en crear tramas o en poner un dedo sobre una tecla. Bastante desanimada, deje la caja debajo de la mesa y comence a leer el libro, que era lo que me pedia mi mente en esos instantes. Ademas, el juego requeria del ordenador para poder entrar en no se que pagina secreta y conocer al resto de mi equipo. Mi portatil estaba sin bateria desde hacia casi un ano, un dia tan solo deje de utilizarlo y me pase a husmear las redes sociales con el telefono como hacia todo el mundo. Ya no necesitaba ningun procesador de textos ni tampoco un teclado, por lo que esa herramienta dejo de significar algo en mi vida; y volver a ponerlo a cargar para descubrir que tendria que pagar si queria jugar me iba a enfadar bastante. Asi que me olvide de ella y me puse a leer hasta que me dormi. El timbrar del telefono fijo anunciaba que mi madre se encontraba al otro lado del auricular esperando contestacion. Ella se encargo de que tuviese uno, ya que nunca cogia el movil y temia que, si algun dia no se ponia en contacto conmigo, podria ser que no lo hiciese mas. Al principio estuve acudiendo a un loquero para mitigar las ansias de terminar con mi vida, pero despues de algunos meses deje de ir a verlo. Me parecia una perdida de tiempo y de dinero, no pensaba tomarme las pastillas que me recetaba y la doctora no poseia una varita magica que hiciese retrasar el tiempo para que mi mundo volviese a ser el que era. Descolgue despues de encontrar el aparato debajo de un monton de ropa sucia en el salon. Lo de no recibir visitas y que me importase todo mas bien poco estaba haciendo estragos en mi decoracion. Si viniesen de alguno de los programas americanos de limpieza se echarian las manos a la cabeza. --!?Se puede saber que has hecho ahora?! Si algo habia detestado toda mi vida era que me despertasen gritando y mi madre lo sabia. --Buenos dias a ti tambien, ?podrias ser un poco mas esclarecedora? --ironice sentandome en el suelo. --Ana Catalina Verde, son las ocho de la tarde. Tomas ha llamado a tu padre y le ha dicho que no te molestes en volver al trabajo, dice que has destrozado una carga y que no has sido capaz de dar la cara. ?Estas bebiendo de nuevo? ?Quieres que vaya a verte? ?Te quieres venir aqui con nosotros? Los aires del pueblo te sentaran bien, puede que asi te inspires para escribir... --Esa era demasiada informacion para mi neurona en esos momentos y no tenia ganas de discutir con ella. --Tomas es un loco viejo psicopata exagerado, tan solo se han estrujado algunos paquetes. Me fui por no pegarle y no a todo lo demas. --Pero, Ana --intento proseguir sin mucho exito. --Estoy bien, mama, pidele disculpas a papa por lo del curro, ya encontrare algo por mi cuenta, no te preocupes. Te dejo que tengo cosas que hacer, te quiero --respondi sin dejarla decir nada mas. La loquera me habia dicho que era importante contarles a las personas lo que sentia por ellas y en estos instantes a la unica a la que queria era a ella; pero de lejos, cada una en su casa. Tal y como pense no eran las ocho aun, mi madre llevaba el reloj adelantado quince minutos desde que tenia uso de razon. Ella odiaba llegar tarde a los sitios y yo detestaba esperar por los demas, asi que habia implantado esa norma tambien en mi vida. Me daba tiempo de bajar y robar un cafe a Johanna. Acababa de recordar que no tenia en casa y, desde que el alcohol no formaba parte de mis dias, la cafeina lo habia sustituido como una droga que necesitaba en mi organismo si o si. Me detuve un instante frente a la cristalera de la pequena libreria. En el centro de todos los libros, sobre un atril demasiado grande para su tamano, descansaba mi ultima novela. Estaba segura de que Johanna habia convencido a todos sus clientes para que lo comprasen, esta era la unica tienda que lo tenia y me temia que tambien poseia la exclusividad de haber vendido alguno. La verdad era que ella pidio una caja con cien ejemplares y me los pago en menos de una semana. Jamas olvidaria su sonriente cara mientras me daba el dinero de lo que, segun ella, <>. Los suenos pueden resultar bastante efimeros y este nunca dejo de serlo, solo que no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde para mi salud mental. --!AC, que bien que viniste! Acabo de hacer cafe --me informo en cuanto me vio entrar, dejando unos libros que estaba colocando encima del desordenado mostrador, para ir corriendo a la trastienda por dos humeantes vasos de cafe. Cogi el mio y me sali a la puerta a fumarme un cigarro mientras disfrutaba del amargo sabor a granos de cafe recien molidos. Viviamos en una ciudad enorme, sin embargo, disfrutabamos de la tranquilidad que tienen los barrios que estaban casi a las afueras. Por alli no se veia gente a esas horas, todo el mundo estaba llegando a sus hogares desde sus respectivos trabajos y ya andaban en casa preparando las cenas. Desde el bajo en el que se encontraba la tiendita de Johanna se veia el bloque de enfrente. Me parecio que lo de las cortinas tupidas debia ser algo que a los jovenes no les preocupaba demasiado y estaba realmente desfasado. Cada tarde noche, antes de cerrar, mi amiga sacaba dos sillas y nos sentabamos en la acera a mirar esas ventanas iluminadas. A Johanna le gustaba oir mis historias inventadas de la vida de cada uno de esos apartamentos: en el bajo tan solo vivia la vieja de los gatos, mientras el piso que habia al lado de ella se destinaba a guardar muebles viejos y tiestos. El dueno del edificio nos cobraba una mensualidad minima por poder hacer uso de el si lo necesitabamos, pero la que lo utilizaba mas a menudo era Johanna para meter los adornos de las festividades que ponia en la libreria. La senora mayor siempre tenia los cristales abiertos por si alguno de sus mininos se iba de parranda este pudiese regresar a su cama, creo que mi Pelusilla es un escapista de esa mujer. Un dia simplemente aparecio en mi puerta durmiendo en el felpudo de la entrada, paso conmigo y ya nunca se marcho. A esas horas la vieja ya tenia las luces apagadas y tan solo se vislumbraban los destellos de la television encendida. El primer piso, justo sobre ella, pertenecia a un matrimonio con tres enanos revoltosos que hacian incluso mas ruido que las gatas en celo de su vecina, motivo por el cual creo que eran los que mas habian durado viviendo alli. Enfrente de ellos un musico solitario se afanaba en sacar una melodia interminable. Cada dia la cambiaba y a ese paso tendria el mismo exito que tuve yo con mis letras. Me inspiraba un poco de lastima y me veia bastante reflejada en el, no obstante, la conversacion mas larga que compartimos fue un dia que hacia frio y ambos lo dijimos a la vez. En el segundo, encima del matrimonio con los ninos poseidos, era donde yo moraba y esas persianas siempre estaban abajo. Frente a mi puerta una joven abogada y su novio, tambien letrado, se turnaban para llevar a casa a sus respectivos amantes, por lo que la escalera estaba muy concurrida segun a que hora de la noche. Sobre mi cabeza, en el tercero derecha, residia un hombre mayor que daba un poco de miedo y olia a puros; nunca hacia ruido y no recibia visitas, por lo que la mayoria del tiempo parecia que el piso estuviese vacio. Frente a el tenia su apartamento Johanna y, encima de ellos dos, habia un gran atico con un precioso patio lleno de flores en los pretiles. La suerte de ser el dueno de esas cuatro paredes la tenia del hijo del propietario del edificio, un tipo solitario que pagaba a una asistenta para que le tuviera la casa impoluta. El chico era pintor y tambien escueto en palabras, asi que las pocas veces que nos habiamos cruzado en el ascensor no pasamos de un <> o <>. Nosotras nos entreteniamos observandolos al mas puro estilo voyeur, con la diferencia de que, aficionada desde mi infancia a <<13, Rue del Percebe>>, me encarnaba en el mitico Francisco Ibanez y relataba las vidas de nuestros vecinos. Ese momento del dia era el unico en el que me permitia desconectar y sonreir. --?Abriste el paquete? --me pregunto Johanna una vez que hube concluido mi perorata acerca de nuestros vecinos. --Era una de esas muestras de juegos online para que gastes dinero si quieres conseguir pruebas. Ya te lo bajare para que lo uses tu, no es que tenga demasiadas ganas de ver cajas por casa --respondi apurando el cigarrillo y dando el ultimo sorbo al cafe. --?Mal dia en el trabajo? --Un imbecil me hizo que estropease la carga, y he preferido dejarlo a tener que matar al viejo que lleva el almacen. --Realmente ese hombre es un incordio. --En mi cerebro psicopata ha muerto de distintas y dolorosas maneras --me burle--. ?Crees que el universo nos ha unido a todos los que vivimos aqui por ser el mayor grupo de perdedores de la historia? --pregunte observando como el matrimonio luchaba para que los trillizos se acostasen, a la vez que se escuchaba la lastimera melodia del piano del chico al compas de los maullidos y los golpes del cabecero de la cama de los abogados contra la pared. Antes de que le diese tiempo a contestar, el coche de mi querido ex se detuvo delante de nosotras, bajo la ventanilla y nos miro. --?Quien quiere dar una vuelta? --?No te cansas?

  • Romance Prohibido, Sexo Inevitable de Blanca Moral

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    Caballero Oscuro: Romance Prohibido y Erotica con la Virgen y el Senor del Crimen
    Soy temido y respetado a partes iguales.
    El senor del crimen. El caballero oscuro.
    Esta es mi ciudad. Son mis hombres.
    Hasta que aparecio competencia.
    Iban a llover balas y correr la sangre.
    Contaba con ello. Estaba preparado.
    Y entonces aparecio ella. Ingrid.
    La hija del jefe.
    La tentacion hecha carne. El pecado con curvas.
    19 anos. Virgen. Protegida. Prohibida.
    Y aun asi, me deseaba. Mas que a nada.
    Asi que le di su merecido. Varias veces. Y un poco mas.
    Ahora solo queda esperar a la colera de su padre.
    Estoy preparado. Pero no contaba con algo.
    Enamorarme de Ingrid. No puedo dejarla escapar.
    Por suerte, odia a su padre. Pero tengo que hacer algo.
    No se como deshacerme de el sin matarlo.
    Pero Ingrid es la mujer de mi vida.
    Algo se me tiene que ocurrir.

  • El enigma de Leon (Investigador Pedro Iniesta 3) de Francisco Sempere Sanchez

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    Pedro Iniesta sale literalmente del fango del rio Guadalquivir para embarcarse en otro misterioso caso que le llevara al limite fisico y mental. En la mente de este sicario es donde reside su peor enemigo.
    Dos historias que confluyen y nos llevaran a comprobar como las ambiciones del ser humano permanecen inalteradas a lo largo de los siglos.
    No importa que nos encontremos en la Cordoba de los Omeya o en el Munich del siglo XXI, diez siglos despues el acero sigue siendo la unica forma efectiva para resolver los conflictos.
    Hay una diferencia, pero solo es en las formas: lo que antes se solucionaba con una daga hoy dia se arregla con una 9 mm.
    El hampa en tierras de Castilla va a recibir la siempre incomoda visita de Pedro Iniesta, al igual que diez siglos atras recibiera a otro asalariado del gremio con parecidas intenciones.

  • Yeruldelgger. La muerte nomada de Ian Manook

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    Los anos de lucha contra el crimen y el dolor por la muerte de su hija Koshi han hecho mella en Yeruldelgger. Encerrado en un misticismo a ultranza, hace cuatro meses que el incorruptible comisario ha abandonado la policia de Ulan Bator y ha plantado su yurta en el desierto de Gobi, donde, gracias al silencio y la belleza del lugar, espera reencontrarse con las tradiciones ancestrales y recuperar la paz espiritual. Pero su retiro durara muy poco: contra su voluntad, dos jinetes extranos lo empujaran a la accion, y Yeruldelgger se vera envuelto asi en un fuego cruzado entre mercenarios pagados por voraces companias mineras, politicos inmorales, policias corruptos y jovenes seguidores del juramento de Gengis Kan. Una marana sangrienta en una Mongolia destripada por las excavadoras de las multinacionales, expoliada por las ansias de los especuladores y arruinada por la venalidad de sus dirigentes, y de la que Yeruldelgger, siempre fiel a sus ideales, no saldra indemne.

  • En la oscuridad o en tu corazon de Luz Guillen

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    Maria Costa Berenguer, guia turistico en Barcelona, acaba de cumplir veintiocho anos. Como <> recibe el encargo de acompanar durante una semana a Sean McLoud, un escoces muy especial que la retara a ensenarle la Ciudad Condal desde los sentidos, olvidandose por completo de lo que muestran los folletos publicitarios. La atraccion entre ellos nace sin buscarla y, tras un tiempo, Maria decide que merece la pena arriesgarse y cambiar su lugar de residencia, su gente y su forma de vida por un nuevo comienzo en Glasgow. Alli la espera Sean, su perro Dark y un clan de amigos y familia, que enseguida la acogeran con carino. Pero no todo puede ser perfecto. Claudia, la exnovia de Sean que lo abandono en el peor momento de su vida, reaparece para amargar la existencia de la pareja en mas de un sentido.

  • Jugando con una serpiente de Silvia Garcia Ruiz

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    Suburbios de Londres, 1803 --!No puedo creer que ese mocoso aun este vivo! --gritaba Hal, uno de los rufianes de los barrios bajos de Londres para quien los ninos de la calle solo eran una herramienta para enriquecerse. --Por lo menos, su hermano es rapido y aprende a matar con facilidad, pero ?para que nos sirve el y su cara bonita? --pregunto Hugh, otro de los andrajosos tipos que miraban al mugriento nino, que, cansado, hambriento y lleno de golpes de su ultima aventura, se habia derrumbado en el suelo del viejo almacen que esos tipos usaban como escondite en sus distintos trapicheos. --Si no sabe robar y no puede matar, tal vez con ese bonito rostro nos sirva para otra cosa... --declaro maliciosamente Hal, alzando el rostro del nino de bonitos cabellos rubios, consiguiendo con ello que unos airados ojos azules se clavaran en el y que el chiquillo, al que todos creian rendido, sacara unas ultimas fuerzas de su cansado cuerpo para morder la mano que se atrevia a tocarlo--. !Mierda de mocoso! !Me ha mordido! --exclamo Hal con indignacion mientras apartaba de una sonora bofetada al rapaz que habia reclamado su sangre con un mordisco. --Ya sabes que no puedes hacerle dano, o de lo contrario el jefe tendra problemas a la hora de controlar al Cuchillas. --Su hermano si nos sirve: ha aprendido a matar como todo un asesino, pero este bribonzuelo es un completo inutil. No veo por que motivo nuestro jefe no se deshace de el. --Yo tampoco lo se. Parece como si estuviera esperando algo de este mocoso. Ni siquiera se ha dignado darle un nombre como a los demas chiquillos que estan a su cargo. --Si, pero a los demas ya nos ha quedado claro como se llama este crio, ?verdad, Inutil? -- declaro Hal entre carcajadas, recibiendo a cambio una fria mirada llena de furia que el nino, a pesar de su precaria situacion, todavia se permitia exhibir--. !No me gusta como me miras, mocoso! --grito Hal sin saber por que lo incomodaba tanto esa molesta mirada, al tiempo que levantaba al andrajoso nino del suelo, agarrandolo por el cuello de la camisa. El pequeno no hablo ni emitio queja alguna. Simplemente se limito a seguir mirando desafiante a ese sujeto, quitandole el poder que este ejercia sobre el gracias a sus amenazas al mirarlo sin miedo o al no retroceder frente a el. Cuando el chiquillo sonrio con ironia a su inutil intento de intimidacion, Hal sintio un inexplicable acceso de miedo ante esa sonrisa e intento ocultar rapidamente su debilidad con los punos. --!Insolente mocoso! --grito levantando la mano para borrar del rostro de ese nino esa sonrisa que tanto lo molestaba. Hasta que su mano fue detenida por una serena y dulce voz que todos temian mas que ninguna otra cosa, ya que sabian como se las gastaba el frio hombre que gobernaba los suburbios de Londres. --?Que te he dicho acerca de maltratar mi mercancia? ?Es que acaso quieres perder esa mano, Hal? --pregunto un individuo vestido con unas elegantes ropas negras al que todos llamaban <>, y a cuyos despiadados ojos no pasaba desapercibida ninguna de las malas acciones de ese lugar, tanto las que el mandaba llevar a cabo como las que otros hacian sin su permiso. Hal temblo de puro miedo y se apresuro a soltar al muchacho y a ocultar esa mano que no sabia si perderia ese dia, porque las acciones del Cuervo siempre eran impredecibles para los que desobedecian su mandato: en un momento te estaba sonriendo y al siguiente habia atravesado tu corazon con su cuchillo. Por fortuna para Hal, la mirada retadora que ese mocoso aun mantenia hacia ellos, observandolos como si fueran basura, molesto tanto al Cuervo como lo habia hecho con ellos. Y, dejando a un lado su castigo, el rey de los suburbios dirigio sus pasos hacia el insultante nino que, sin poder alguno, aun osaba desafiarlo. --?Donde esta mi dinero? --exigio el Cuervo al mugriento crio de apenas diez anos. Y este, por toda respuesta, le dirigio una sonrisa ironica mientras se alzaba de hombros y le mostraba sus manos vacias--. Si no eres de utilidad para el trabajo de las calles, en donde lo unico que tienes que hacer es arrebatarles la bolsa a los incautos, tendre que utilizarte de otra manera... --advirtio senalandolo con su baston negro, en cuya empunadura siempre llevaba la amenazante cabeza de un cuervo, recordandole asi a todo el mundo cual era su nombre y el poder que tenia en ese lugar, en donde el los manejaba a todos bajo sus firmes alas. --Asi pues, dime, pequeno infeliz, ?en que tipo de trabajo podria utilizarte? ?Tal vez en alguna fabrica mugrienta donde los ninos mueren a decenas cada semana? ?O quiza podria reservarte para el disfrute de algun vicioso noble al que puedas entretener con tu bonito rostro...? --intento amenazar el Cuervo. Pero el mocoso, ante sus palabras y al contrario que sus hombres, no retrocedio--. !Contestame! !Se que puedes hablar: te he oido murmurar junto a tu hermano en mas de una ocasion! --lo increpo airadamente el Cuervo, perdiendo la poca paciencia que tenia para luego volver a serenarse, intentando ocultar el monstruo que era detras de una encantadora mascara que podia enganar a quienes no lo conocieran, pues siempre habria algun incauto en esas calles que se dejaria enganar por su siempre impecable presencia y amistoso rostro. >>Se que no eres idiota, pero lo pareces cada vez que me provocas a mi o a mis hombres. No se por que te niegas a hablar desde que os recogi a tu hermano y a ti, sacandoos de las frias calles y dandoos un hogar --continuo el Cuervo, fingiendo ser el alma caritativa que nunca seria, consiguiendo que el nino tan solo sonriera ironicamente ante esas palabras en las que ahora ya no creia, pero en las que una vez confio. --!Ahi esta otra vez esa sonrisa impertinente que tanto me molesta y esa mirada audaz con la que te atreves a desafiarme! Esos rebeldes actos tuyos son los que me motivan a permitir que mis hombres te aleccionen. Y si sobrevives a sus lecciones en esta ocasion, tal vez te ganes un nombre. Si no..., bueno, simplemente moriras a causa de un desgraciado accidente que excusaremos ante tu hermano. Despues de todo, quiero seguir utilizando los fabulosos talentos para la muerte que tiene el Cuchillas, de los que un nino bonito como tu carece... Hal, Hugh... Es todo vuestro --sentencio el Cuervo, despreocupandose de la airada mirada que lo perseguia reclamando su sangre y sin inquietarse demasiado por ella, ya que, despues de ese dia, no volveria a ver mas a ese impertinente nino. O eso era lo que el creia... * El Cuervo habia ordenado a sus secuaces que le dieran una leccion a ese mocoso lejos de la ciudad, en un lugar desde donde los rumores no pudieran llegarle a su hermano. Y, asi, esos dos vengativos sujetos habian llevado al nino sin nombre hasta las afueras, en donde habian oido que se encontraba instalado un viejo campamento gitano. Con sus coloridos carromatos agrupados en torno a una enorme fogata, este mostraba una bulliciosa multitud llena de vida y alegria que cantaba y bailaba con jubilo, pero pronto la presencia de los compinches del Cuervo acabo con sus risas y apago sus canciones. Ese generoso pueblo nomada viajaba por todo el mundo aceptando entre ellos a cualquiera que quisiera acompanarlos, consiguiendo unos espectaculos muy entretenidos y exoticos con los que se ganaban unas monedas, entre los que destacaban una voluptuosa mujer de rasgos orientales que danzaba con cuchillos o un extrano hombre procedente de la lejana India que hacia bailar a una peligrosa serpiente al son de una humilde flauta. A los gitanos nunca les habian gustado los escandalosos tipos de la ciudad que, cuando iban a visitarlos, llamaban demasiado la atencion sobre su campamento y en ocasiones provocaban que los nobles los miraran con reprobacion y pensaran dos veces si permitirles acampar en sus tierras. Pero como dejaban buenas propinas, y como conocian la temible reputacion de los hombres del Cuervo, todos en el campamento guardaron silencio e intentaron no atraer la atencion sobre sus mujeres o sobre los mas debiles del clan, que podian verse avasallados por esos granujas. Cuando los secuaces del Cuervo acudian a su campamento, las bocas de ese pacifico pueblo siempre se mantenian en silencio, dejandoles hacer lo que les diera la gana, pero en esa ocasion no pudieron evitar protestar al ver como dos hombres intimidaban a un nino de apenas diez anos que, a pesar de su maltrecho aspecto, permanecia con la cabeza bien alta ante sus maltratadores. --Pero ?que le estais haciendo? !Si tan solo es un nino! --gritaron con indignacion algunas de las mujeres, siendo retenidas por los hombres para evitar que corrieran en auxilio de ese pequeno, pues esa bondadosa accion unicamente atraeria la ira del Cuervo hacia ellos. --!Mejor meteos en vuestros asuntos si no quereis ocupar su lugar! !El Cuervo nos ha dado permiso para aleccionar a este mocoso, y eso estamos haciendo! --grito Hal, arrancando la botella de vino de las manos de uno de los hombres del campamento, que ante esos conocidos matones de los suburbios de Londres no pudo hacer otra cosa mas que agachar la cabeza mientras apretaba con furia los punos. --Veamos si despues de esto sigue negandose a hablar... --apunto Hugh burlonamente, arrojandolo a un pozo. Los gritos aterrados de las mujeres silenciaron el del nino, que en esta ocasion no pudo guardar silencio. --No os preocupeis, no es profundo y hace anos que esta seco. Lo mas que le ha podido pasar a ese mocoso es un dolor de trasero. Eso si: no podra salir de ahi salvo que use una cuerda. Ahora comprobaremos si la oscuridad y el miedo doblegan el rebelde caracter y la fiera mirada de ese mierdecilla. Y si no aprende la leccion, nos desharemos de el. Los hombres del campamento, sintiendose impotentes, intentaron apartar del pobre nino la atencion de esos despreciables sujetos que lo habian convertido en el blanco de su crueldad para que, mientras esos canallas bebian junto a la hoguera y charlaban animadamente con ellos, las mujeres pudieran deslizar con disimulo algunos restos de la cena hacia el fondo del pozo. Los leves tirones de impaciencia que el nino daba a la cuerda en sus intentos por alcanzar su comida eran toda la prueba que tenian de que continuaba con vida, pues no se veia nada en la negrura del pozo. * Un rato mas tarde, en mitad de la noche, la bebida y el entretenimiento ya no eran diversion suficiente para esos tipos, y al no oir ningun grito procedente del pozo, los dos rufianes se percataron de que no habian logrado doblegar el espiritu del chiquillo. --Me pregunto si ese mocoso chillara si le arrojamos algo aterrador... --musito cruelmente Hal mientras fijaba los ojos en uno de los espectaculos del campamento gitano, en el que un extrano hombre con un punto rojo sobre la frente y un turbante en la cabeza tocaba una rara flauta para hacer bailar a una aterradora serpiente. --!Cuidado! Este animal es extremadamente peligroso: una sola mordedura puede llevarte a la muerte --previno el hombre, deteniendo la melodiosa musica de su flauta, con lo que la serpiente por poco no mordio la osada mano del insolente que se atrevia a acercarse a ella. Luego, para calmarla, prosiguio con su cancion hasta que volvio a meterse en su cesta, no sin antes dedicar una desdenosa mirada al hombre, que no le gustaba, y hacerle una ultima advertencia al ensenarle los afilados colmillos que tenia en sus fauces, repletos de un mortifero veneno. Tras cerrar la cesta, el hindu se apresuro a alejarse con su peligrosa amiga hacia un lugar lo suficientemente apartado de esos sujetos y de su crueldad, pero sus viejas manos no fueron lo bastante rapidas y uno de ellos le arrebato la canasta para arrojarla de inmediato al pozo. Sabiendo lo peligroso que era ese animal, todos los miembros del campamento lloraron en silencio por el terrible destino de ese pequeno al que no habian podido ayudar por miedo. Las mujeres dejaron que sus lagrimas se derramaran abiertamente por sus rostros a la vez que rezaban por el alma de ese nino, mientras que los hombres apretaban sus punos, furiosos consigo mismos por no hacer nada y con esos dos malnacidos que habian sido tan crueles con un simple nino unicamente porque su mirada los molestaba. --Hasta los condenados tenian derecho a defenderse cuando los arrojaban ante las bestias -- proclamo el hindu Ranjit en voz alta mientras negaba con la cabeza, apenado por la vida que se habia desperdiciado. --!Oh! ?Es que no estais contentos con nuestro castigo? Esta bien, que no se diga que no somos misericordiosos: arrojemosle algo a ese mocoso con lo que pueda defenderse... --se burlo Hal. Y, arrebatandole la flauta a Ranjit de sus viejas manos, la lanzo a la oscuridad del pozo. --!Ahi tienes tu arma para defenderte de la bestia, mocoso! --grito Hugh, uniendose a las burlas de su amigo. Ranjit no era especialmente valiente, pero aun asi, ante las despiadadas burlas de esos dos despreciables sujetos, no pudo evitar emitir su opinion en voz alta para borrar sus complacidas sonrisas. --Y a pesar de su cruel castigo, no he oido ni un solo grito ni una sola palabra salir de la boca de ese chiquillo. El silencio se hizo en medio del campamento, y cuando los furiosos ojos de los secuaces del Cuervo posaron sus miradas en el viejo Ranjit para convertirlo en el nuevo blanco de su ira, como si ese nino hubiera estado esperando el momento oportuno para llamar la atencion de sus torturadores, la musica de una melodiosa flauta comenzo a sonar burlandose de ellos con su insolencia, haciendoles saber que el todavia estaba en pie y usaba las armas que le habian entregado en son de broma para devolverles la burla a esos despiadados tipos que unicamente querian su muerte. --Muy bien. Veamos cuanto dura esa melodia... --repuso Hal burlon, alejandose del pozo junto a su amigo, creyendo que el joven tan solo habia pospuesto ligeramente el momento de su muerte, que no tardaria en llegar. * --!?Tres dias?! !?Me estais diciendo que ese mocoso lleva tres dias en ese pozo, tocando una punetera flauta, y que no os atreveis a bajar porque lo habeis encerrado con una maldita serpiente venenosa?! --grito el Cuervo, muy descontento, a sus secuaces. --En el campamento nos han dicho que ese bicho es extremadamente peligroso, y cada vez que le arrojamos la cuerda al nino para subirlo, el tira de ella con todas sus fuerzas... Tememos caer junto a el y ese mal bicho. --Os encargo una tarea muy simple: darle una leccion a un nino..., !?y me venis con esto?! Es mas que evidente que si ese chiquillo ha sobrevivido, esa serpiente no es tan venenosa como todos dicen. Por esta vez voy a ir con vosotros para sacar al maldito crio del pozo..., aunque aun no tengo claro si no deberia arrojaros a vosotros a el --manifesto el Cuervo ofuscado, apresurandose a seguir a sus hombres hasta el campamento gitano para no retrasar por mas tiempo la leccion que debia recibir ese chiquillo. Cuando el Cuervo llego junto al pozo, los gitanos, que siempre habian temido su presencia, huyeron nuevamente de el. Pero en esta ocasion al Cuervo no le pasaron desapercibidos los gestos que varios de esos hombres intentaban ocultar frente a el: unas complacidas sonrisas asomaban a sus rostros, apreciando en secreto el valeroso desafio que un simple nino estaba planteandole al senor de los barrios bajos de Londres. --!Tu, baja a por el! --grito el Cuervo con furia, senalando a Hugh para que se atara una cuerda en torno a la cintura, y, tras asegurarla enrollandola alrededor de un arbol cercano, el rufian descendio por el resbaladizo pozo con dificultad. Cuando oyeron que Hugh llegaba hasta el fondo, la musica de la flauta ceso. Y al contrario que el silencioso chiquillo, el hombre grito, lleno de dolor y agonia, dejando claro a los presentes que la vibora que habia favorecido al pequeno habia reclamado la vida del maleante. --!Escuchame bien, mocoso! !Si no sales de ese pozo voy a matar a todas las personas del campamento! !Y si pese a ello todavia sigues empecinado en continuar ocultandote en ese agujero, recuerda que tengo la vida de tu hermano en mis manos! Unos momentos despues, por toda respuesta, la cuerda se tenso y el nino comenzo a escalar el pozo hacia su libertad. Una vez que llego arriba, Hal cogio airadamente la mano del nino con la que se agarraba al borde del pozo. Su impaciencia por vengarse de ese chiquillo lo llevo a olvidar la peligrosa presencia que el pequeno mantenia junto a el: para asombro de todos, el nino no mantenia a la serpiente encerrada en su cesta, sino que la llevaba enrollada en un brazo, y el reptil, sin consentir que nadie se acercara a su pequeno protegido, mordio la mano del furioso individuo, lo que le provoco la muerte. Tras la caida de Hal, el nino salio por su propio pie del pozo con la serpiente aun enrollada en torno a su brazo. Ranjit, tras ver la imperturbable presencia de ese chiquillo y sus frios ojos azules, tan desafiantes como los de una serpiente, solo fue capaz de realizar una profunda reverencia al tiempo que murmuraba algo en un extrano idioma. Posteriormente, Ranjit repitio sus palabras en el idioma comun para que todos lo entendieran: --Naga... El dios serpiente... Ranjit creia que ese nino era uno de los nagas, dioses serpiente hindues que adoptaban forma humana y que su pueblo veneraba. Y entonces el pequeno, sonriendo maliciosamente a su enemigo, hablo por primera vez para declarar ante todos: --Me llamo Snake.

  • Oro (Reyes magos 1) de Judith Romero Baeza

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    Quizas no lo sepas, pero los deseos se cumplen. Y no te lo deberia contar, pero los Reyes Magos se encargan de ello. Puede que te hayan practicado un hechizo para que no te acuerdes de su existencia, nos lo hacen a todos, pero antes los recordabas a ellos, y tambien todo lo demas.

  • El tiempo en el espejo de Gonzalo Munita Cortes

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    Cuando el exitoso actor de teatro Rufino Castell se accidenta y debe detener sus actividades profesionales, se da cuenta de que le queda disponible un tiempo valioso con el que no contaba antes. Lo ocupa para reflexionar sobre la vida y sus misterios y, tambien, para transmitir su experiencia profesional a jovenes actores en formacion. Curiosamente, se va dando cuenta de que las reflexiones se mezclan con los sucesos reales, en un vivido ejemplo de como las inquietudes y paradojas de la vida ocurren a diario.

  • Medio Principe, Rocio M Bescos de Rocio M. Bescos

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  • La desaparicion de Edith Hind de Susie Steiner

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    VAL MCDERMID

  • Luchare por ti (Mujeres seguras 2) de Susan S. Seller

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    Caminaba por la calle con paso decidido. Lo mejor era salir de dudas cuanto antes. Ya habia notado los tipicos malestares; nauseas por la manana, algun que otro mareo que no llegaba al desmayo pero que resultaba incomodo, y sobre todo la pesadez de vientre. Ella siempre habia tenido el vientre plano y ahora hacia una ligera curva que, por otro lado, resultaba incluso atractiva... pero los datos eran ya demasiados para ignorarlos, sobre todo aquel tan revelador del retraso de su menstruacion. No es que estar embarazada fuera ningun castigo. Ella adoraba a su flamante marido, Jake Connor, lo amaba de verdad como jamas hubiera pensado que se podia amar. Es solo que le hubiera gustado que el bebe hubiera llegado despues de un tiempo que hubieran disfrutado como pareja... pongamos unos cinco anos, seis tal vez... No, no lo podia negar. Lo del bebe no le hacia ninguna gracia. No solo porque se pondria gorda y pesada y dejaria de resultar tan atractiva para su esposo, ademas todas las revistas femeninas entre ellas Infinity Woman para la que trabajaba desde hacia un ano, coincidian en que a los hombres les encanta el vientre de su mujer embarazada. El sentimiento de proteccion de un hombre hacia la mujer que amaba se incrementaba cuando sabia que un hijo suyo iba dentro del cuerpo tan amado y deseado de su esposa. En el fondo ni siquiera era ese su miedo; sencillamente no habia sentido la llamada de la maternidad. Nunca se habia imaginado a si misma sosteniendo un bebe en los brazos mientras lo miraba con ojos tiernos. Los bebes no eran tan deliciosos como la gente queria hacer creer. Berreaban todo el tiempo, ella lo habia visto, habia mirado madres desesperadas tratando de calmarlos en una rabieta en el parque, tambien las habia visto con ojeras de no dormir, con el cabello sucio por la falta de tiempo y que decir de aquellas que cortaban sus preciosas melenas en aras de la maternidad argumentando que ya no podian cuidarse como antes. ?Estaba ella preparada para todo eso o simplemente estaba dejandose llevar por el panico? A Jake le haria feliz, de eso estaba segura. Cuantas veces se habia quedado absorto contemplando la cara pequena y perfectamente construida de un bebe y luego habia hecho un comentario significativo... "?Te imaginas uno nuestro, mi amor?" ... Ella siempre habia asentido con la cabeza y forzado una sonrisa pero en el fondo no se lo imaginaba. Pobre nino, penso tocando su vientre como si ya tuviera la certeza de estar embarazada, vaya madre te vino a tocar. Su movil vibro dentro del bolso al mismo tiempo que un rayo del sol punzante de julio le cegaba los ojos. Denisse no descansaba jamas. Eran solo las nueve de la manana y estaba segura de que su jefa y mama postiza, Denisse White, ya estaba sentada tras las mesa de su escritorio buscando nuevos contenidos para la revista. Se podria decir que era su jefa dentro de la revista y fuera de ella su mama. Habia conocido a aquella mujer de cincuenta y cinco anos en la misma epoca que conocio a Jake. De hecho ella tuvo mucho que ver en que ambos finalmente se unieran. Denisse era hermosa, rubia, elegante, sofisticada... Un lujo de mujer para cualquier hombre, sobre todo si ese hombre era Brandon Connor, el padre de Jake. Evelyn abrio el bolso blanco y saco el movil. Antes de que Denisse pudiera decir nada, aclaro: --Estoy en un asunto personal pero llego en media hora. --Buenos dias, querida, Jake llamo a preguntar donde estabas. Jake llamaba cada manana cuando los eventos deportivos que tenia que cubrir se sucedian fuera de la ciudad. Alguna vez le habia pedido que dejara su trabajo para poderlo acompanar pero ella siempre se habia negado. Era la primera vez en su vida que tenia un trabajo que le gustaba y no iba a dejarlo mientras pudiera. Denisse esperaba una respuesta al otro lado del telefono. --Ahora lo llamo yo --fue todo lo que dijo haciendo que en el otro extremo de la linea Denisse se preguntara en que andaba metida. Compro el test de embarazo mientras observaba como la farmaceutica la miraba con ojillos tiernos y una sonrisa angelical. Claro, habia visto su anillo de casada, se supone que una chica joven y casada esta deseando ser madre. Ella no pudo mas que forzar la sonrisa. No iba a decepcionar a la buena mujer. Echo el test en su bolso de la misma manera que media hora antes habia echado un Kit kat, como si fuera un objeto mas desprovisto de alguna importancia, como si aquel instrumento no fuera a determinar como seria su vida de ahora en adelante. Salio de la farmacia dando un suspiro. Se fijo en las avenidas iluminadas por el sol, en la vida que fluia por aquellas calles que tantas veces habia transitado sola hasta que conocio a Jake. Era increible como entonces aquellas mismas calles de adoquines se habian llenado de encanto y emocion al lado de su hombre .En cuanto el pensamiento de el llego a su mente sonrio instintivamente. Iba a ser su primer verano como matrimonio...y tal vez no lo pasaran del todo solos si ya albergaba una vida en su interior. Volvio a acariciar su vientre y entro en el edificio gris acero donde se encontraba Denisse White y su revista, Infinity Woman. Capitulo 2 Cuando Evelyn abrio la puerta del despacho de Denisse White la encontro tomando un te verde con limon y hielo. La elegante mujer de los cabellos dorados, como solia llamarla Jake, era una apasionada de los tes. Evelyn solia decirle que no le quedaba un color que almacenar de la bebida mas tomada en el mundo. Tenia te verde, rojo, negro, blanco, especialidades para anadirlos a la leche, tes exoticos de jazmin y canela, tes especiados.... Cuando abrias uno de sus cajones el mundo se llenaba de bolsitas de te. Denisse le dedico una de aquellas sonrisas maternales a las que Evelyn habia terminado por acostumbrarse. Ella que habia crecido sin padres y sin tener ni idea de lo que era una familia, habia encontrado en Denisse a la madre que siempre habia deseado. --?Me puedes explicar que esta pasando, querida? Evelyn se dejo caer sobre el sillon de cuero que habia frente al escritorio de Denisse. Aquel escritorio de madera caoba tenia su propia historia, gracias a el Evelyn habia conocido a Jake cuando Denisse le ofrecio ser columnista de su revista. --Llevo algo en el bolso --respondio Evelyn en un tono de voz neutro. Denisse arqueo sus finisimas cejas. --Me lo imagino, Eve, supongo que no es el tamano de tus compresas plegadas lo que te tiene con esa cara. ?Por que no le coges el telefono a Jake... habeis discutido? --pregunto a la vez que ponia delante de la joven una taza de te a la que anadio hielo y azucar. --No --respondio de inmediato. La verdad habia que ser muy insistente para hacer enfadar a Jake. --No se trata de eso. Es que si le cojo el telefono tendre que decirle lo que he comprado esta manana. Denisse paso uno de sus dedos por la barbilla. Era el gesto que hacia cuando esperaba que la explicacion se ampliara. Aquel ademan le servia para mostrar sus perfectas y pulidas unas. Jamas las llevaba pintadas de un color chillon. Denisse era la imagen de la discrecion y la elegancia. Sus tonos eran el rosado y el blanco en unas unas con manicura francesa que jamas llevaba demasiado largas porque le hubiera impedido escribir en su portatil con comodidad. --Y ese algo que has comprado esta manana es lo que llevas en el bolso ?me equivoco? -- Evelyn asintio con la cabeza. --Pues espero que no respire porque no me gustaria nada que sacaras un roedor de ese bolso carisimo que yo te regale. Evelyn rio en voz alta y Denisse noto como volvia el color a aquel cutis cremoso de un color melocoton. Evelyn metio la mano en el bolso de piel y saco una cajita que agito ante los ojos de Denisse. --Un test de embarazo --concluyo viendo la mirada desconcertada de su amiga. --?Un test de embarazo? Pero es maravilloso, Evelyn --se levanto de su silla y se acerco a la joven para abrazarla. --No te has atrevido a hacertelo aun ?verdad? --pregunto mirando los ojos desamparados de Evelyn. Ella nego con la cabeza como si fuera una nina. --Pero ?por que, de que tienes miedo? A Jake le encantara la noticia. --A Jake si, pero a mi no. Denisse entrecerro los ojos para observarla. Las facciones de su rostro perdieron la sonrisa. No es que pudiera criticar a nadie que no deseara tener hijos pero en el caso concreto de Evelyn no terminaba de entenderlo. --?No quieres ser madre, Eve? La chica volvio a negar con la cabeza. --?Puedes explicarme porque? --Su pregunta estaba desprovista de ninguna acusacion, su voz era dulce y sugeria desconcierto. --Nunca he pertenecido a una familia, Denisse, no tengo un referente materno, no se como una madre trata a su bebe, no lo he visto de cerca jamas, no he tenido a un bebe en brazos en mi vida pero algo me dice que no es facil sostenerlos, son fragiles, delicados, y yo no tengo ninguna experiencia y ... --Evelyn, mi nina --dijo Denisse al tiempo que la acurrucaba en sus brazos. --No te preocupes por eso, la naturaleza te dara todo cuanto necesitas para cuidar a tu hijo, o hija, tal vez sea una nina y tengamos por aqui una Evelyn chiquita. Ademas yo sere su abuela postiza y te ayudare, tambien Jake lo criara ?no confias en el? ?no crees que sera el mejor de los padres? Y tambien esta Brandon, sera el abuelo mas orgulloso del mundo. No tienes nada que temer, princesa. --Las manos de Denisse no dejaban de acariciar el rostro y los cabellos de Evelyn. --Claro que confio en Jake pero el tiene ese trabajo cubriendo los eventos deportivos y continuamente esta fuera de casa, Denisse. --Yo puedo darle trabajo en esta revista. --No lo aceptara. Ya sabes que tiene su orgullo y no quiere que nadie crea que dejo a Josephine Lark y a Alfa Man porque tu le ofrecias una seguridad aqui. Por eso acepto ese trabajo de columnista deportivo. --Lo se, pero las cosas cambian cuando hay una criatura en camino. --No le vayas a decir nada, Denisse. --No lo hare, el solo vendra a pedir una columna en Infinity Woman, ya lo veras. Como cada vez que hablaba con Denisse, las cosas parecian ponerse espontaneamente en su lugar. Todo parecia sencillo con la suavidad y dulzura con la que ella ubicaba cada uno de sus tormentos y los espantaba como si tuviera una mano magica. --Tambien me pondre gorda, Denisse, y Jake por ahi viendo otras mujeres... Esta vez Denisse arqueo su cuello para exhalar su carcajada dejandola mezclarse con el aire. --Querida, a un hombre le enternece el vientre abultado de su mujer. Eres el cobijo de una vida en la que ellos colaboraron. Es la prueba de su virilidad y les encanta. No sufras por eso. Evelyn contuvo aquella pregunta que siempre le cosquilleaba en la garganta cuando se hablaba de aquellos temas...?y tu como lo sabes?"... Denisse no tenia hijos sin embargo siempre hablaba de la maternidad como si fuera un tema que le tocara de cerca. Por amor y respeto hacia ella jamas le habia preguntado porque no fue madre. --Pero nos estamos demorando demasiado con conjeturas y aun no sabemos si hay bebe o solo un retraso --anadio Denisse. --Evelyn, no puedo hacer esto por ti --dijo de forma risuena --ahi tienes el aseo. Saldremos de dudas en cinco minutos. --No tengo ganas de hacer pis ahora --respondio la muchacha. --No seas nina, Eve. --Es cierto, no tengo ni un poquito de ganas. --Bebete el te --Evelyn hizo caso omiso de la sugerencia --Evelyn, bebete el te --esta vez ya no fue una sugerencia. --De aqui no te vas a marchar sin que sepamos si estas embarazada. Si es preciso te hago beber un litro de agua. Vamos, bebe te. Evelyn tomo su taza con delicadez, la llevo a sus labios y apenas tomo un sorbito. Prolongaria aquel te hasta que fuera capaz de aceptar que, efectivamente, nadie podia hacerse una prueba de embarazo por ella y que era uno de aquellos tragos en la vida que hay que pasar. Los minutos fueron desgranandose hasta convertirse en un par de horas y varias tazas de te con hielo y azucar. Evelyn llevaba un rato cruzando las piernas con fuerza para reprimir el impulso de ir a orinar. Denisse la observaba desde su escritorio comentando las semillas de flor que iba a plantar en su jardin, lo estupendo que era Brandon como jardinero y el tiempo sofocante que se avecinaba en aquel mes de julio pero sin perder de vista que la muchacha estaba reprimiendo los deseos de ir al bano. Estaba dispuesta a permanecer en silencio y a darle el tiempo suficiente para que comprendiera que aquel temor era un absurdo. En algun momento se le ocurrio decir: --Estoy segura de que sabes que hacer pipi sobre ese cacharrito no duele en absoluto. Evelyn rio ante la gracia y casi se le escapa un puntito. --Esta bien, no puedo mas, me has hinchado a te y mi vejiga esta a punto de reventar --dijo cogiendo el test y marchandose al bano mientras Denisse reprimia una carcajada. Dos minutos despues Evelyn salio con el test en la mano. --?Has apuntado bien, querida? --Muy graciosa. --Ahora solo nos resta tener paciencia. Bonita palabra que deberias cultivar, Evelyn. Denisse cogio el test de la mano de Evelyn que lo sostenia como si fuera un instrumento peligroso, y lo puso en el centro de su escritorio. --Veamos. Imposible durante esos tres minutos mirar a otra parte que no fuera la tirita del test, imposible no pensar en lineas rosas como en ningun otro momento en la vida. Dos lineas y tu vida cambia para siempre... El cielo parecio ponerse de parte de la vida cuando rompio a llover en una delicada lluvia estival que comenzo a impactar contra la ventana produciendo un sonido que , en otro momentos, hubiera hipnotizado a la joven pero que en aquel instante le resultaba una tortura martilleando sus oidos. Ambas se levantaron a observar desde la enorme ventana del despacho de la senora White como el agua iba humedeciendo el asfalto de la ciudad. Unos segundos despues aparecieron dos lineas rosadas sobre el test de embarazo. --Enhorabuena, querida --dijo Denisse abrazandola --vas a ser mama. Capitulo 3 Sentada en la terraza de su jardin Josephine Lark tomaba un cafe arabico con leche deslactosada mientras contemplaba como el dia se iba despidiendo poco a poco dejando el cielo plagado de franjas anaranjadas que tejian un curioso tapiz con el fondo violeta del ocaso. ?Acaso pensaba alguien que ella no tenia corazon y alma para apreciar la belleza sencilla de la vida? Por supuesto que si, claro que la tenia, otra cosa era que debiera mantener su status de mujer hermosa, poderosa y duena de la revista mas vendida del condado... o al menos lo era hasta que Jake Connor decidio traicionarla. Puso sus labios sobre el borde de la taza de porcelana y dio un sorbo a su cafe. Dejo que el liquido pasara con suavidad por su garganta para degustar con lenta glotoneria las tres cucharadas de azucar que le habia anadido. ?No decian que a falta de amor, bueno es el azucar? ?O era el chocolate?… No tenia ni idea porque en los ultimos anos no habia perdido ni un segundo en pensar en el amor. En realidad aquel sentimiento se hizo evidente tras la marcha de Jake de su revista. Estiro su cuello y puso un mohin frunciendo los labios para subirlo a una de sus redes sociales. Despues de todo el amor no tenia nada que ver con la coqueteria... Y lo mas gracioso del asunto es que Jake habia dejado todo por aquella insulsa de Evelyn Parker, una ninata con menos gracia que un pato mareado, con aquellos andares de nina de primaria, torpe cuando iba entaconada, con la cara lavada y el cabello siempre suelto...?que le habria visto para ser capaz de dejar su columna en Alfa Man , columna que era seguida por toda la ciudad por sus criticas acidas hacia las relaciones sentimentales? El asunto incluso tenia su chiste. El cazador cazado y ademas por la mas torpe del baile. Habia que reconocer que la chica habia mejorado mucho tras convertirse en la protegida de Denisse White. Ahora al menos sabia combinar la ropa, y su cabello suelto se veia en una cascada brillante y ondulada. Conocia de sobra porque Denisse la habia acogido como si fuera una madre. Tambien hizo lo mismo con ella en sus comienzos cuando aun era una columnista de la revista Infinity Woman. La diferencia entre las dos era simple; Evelyn Parker si necesitaba una madre aunque fuera de postizo y ella no. Ella no necesitaba a nadie. No se hablaba con su propia familia que solo le habian dado pesares toda la vida. Dejo de tratarlos cuando empezaron a pedirle dinero que jamas le devolvian. Nunca se habia arrepentido de la decision de apartarlos de su vida. Volvio a mirar su movil. No pudo impedir el impulso de ver la foto del whatsapp de Jake. Por supuesto, como cualquier hombre enamorado habia puesto de foto de perfil una imagen de pareja donde las sonrisas de ambos eran dignas de un anuncio de revista. Volvio a mirarla a ella. Ni todos los cuidados de Denisse conseguirian que fuera una belleza tan llamativa como lo era ella misma.

  • Un vodka para Vero y que la ayude el del tercero de Ana Alvarez

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    Me llamo Veronica Ramirez y esta noche de Halloween, mientras todos se divierten a mi alrededor, yo me he sentado en un parque abatida y sola. Y sin un euro. Hace una noche esplendida, la gente se ha echado a la calle, por lo que pocas pizzas he tenido que repartir. A pesar del ridiculo disfraz de bruja que mi jefa me ha obligado a ponerme, nadie me ha dado una misera propina. Son las once y no tengo con quien ir de fiesta, de modo que despues de terminar el reparto me he sentado en un banco a mirar como se divierten los demas. He tenido un dia nefasto y no me apetece ir a casa. Aquella manana fui, por enesima vez en mi vida, a una entrevista de trabajo y, como todas las demas, sin ningun resultado. Porque desde hace anos tengo un problema con los hombres. Cuando debo hablar con alguno, a los pocos minutos lo veo sin ropa. Sin ninguna ropa. Entonces mi lengua se traba, tartamudeo, sudo, y parezco la mayor gilipollas del mundo. En esta ocasion habia hecho una de las peores entrevistas de trabajo de mi vida y os aseguro que he hecho muchas y malas. Desde el primer momento imagine en pelotas a aquel senor que, no se muy bien por que, mi mente decidio ver como una bolita redonda cubierta de pelo espeso desde el cuello a los talones. Eso me hizo tartamudear mas de la cuenta. Mi posible jefe, aunque ya tenia claro desde el primer momento que no iba a serlo, me pregunto algo sobre que programas informaticos dominaba y yo solo podia pensar en sus pelotas velludas. Y en si tambien tendria pelo entre los dedos de los pies. Respondi con el nombre de una crema depilatoria, los nervios me hicieron cometer un lapsus por la asociacion de ideas. Lo arregle anadiendo: <>. Incapaz de soportar el bochorno de mi nueva metedura de pata, me levante disculpandome lo mejor que pude, para salir corriendo a continuacion como alma que lleva el diablo. Por eso sobrevivo a duras penas repartiendo pizzas a domicilio los fines de semana, cuidando ninos cuando surge la ocasion y probando juguetes eroticos para una conocida marca de venta online. ?Que como llegue a eso? Muy facil. A pesar de que mi contacto carnal con hombres es nulo, soy apasionada y me gusta el sexo. Empece a usar consoladores y otros artilugios semejantes a los veinticinco anos, cuando me vine a Madrid buscando el empleo de mi vida. Despues solia dejar un comentario en la web y al parecer eran tan detallados que me contactaron para ofrecerme probar sus nuevos aparatos antes de ponerlos a la venta, a cambio de una cantidad de dinero bastante aceptable. Consegui matar dos pajaros de un tiro: ganar un sobresueldo y que los juguetes me salieran gratis. En consecuencia, no hay cacharrito que haya salido al mercado en el ultimo ano que no haya pasado por mis manos... ejem... y otras partes. Esa es mi desastrosa vida, la que me ha llevado esta noche de Halloween a sentarme en un banco, mas sola que la una. De pronto unas voces alteradas a mi alrededor me sacaron de mis negros pensamientos. Alce la mirada y vi a tres senoras disfrazadas en el interior de un comercio chino, de esos en los que venden de todo, desde pilas para la linterna hasta alcohol de diversa graduacion. Una vestida de angelito, con sus alitas y todo desplegadas en la espalda, un traje mas apropiado para Navidad que para la noche mas terrorifica del ano. Otra de Annabelle, con el vestido blanco arrugado y cubierto de maquillaje y algo que parecia... ?vomito? Una tercera llevaba un minidisfraz ajustadisimo de bombera sexi. Parecia que mas que apagar fuegos, los quisiera encender. Las tres discutian justo en la puerta de salida del comercio, agarradas a una botella de algo que tenia una etiqueta con un dragon. El dueno del comercio, un chino de mediana edad, trataba de poner paz entre ellas. --Vodka Ming siete euros. Ultima botella --dijo a las tres mujeres que forcejeaban agarrando la bebida. --Yo la vi primero --grito Annabelle con voz estridente y un poco histerica mientras sujetaba el gollete con una mano y con la otra balanceaba una bolsa de esas reutilizables que se compran en los supermercados por cincuenta centimos y cuyo contenido no llegaba a vislumbrar. --Yo la necesito mas --respondio el angelito. --Chino Juan es mi amigo y mi vecino. El vodka es para mi. --La bombera incendiaria tiro de la botella con el consiguiente riesgo de que acabara en el suelo. El angelito se tambaleo para no soltarla y engancho una de las alas en una estanteria llena de cacerolas, que cayeron con un ruido metalico. --Suficiente para tres. No pelea. Bolsa plastico cinco centimos --afirmo el dependiente mostrando una bolsa blanca y anodina con la esperanza de que se fueran antes de que le destrozaran la tienda--. ?Quiere bolsa? Las mujeres se miraron. --?Y si la compartimos? Yo necesito un trago con urgencia y no hay nada mas abierto --dijo Annabelle --Vale. --O sea, ?pensais que yo voy a beber de la misma botella que unas desconocidas? --Angelito puso cara de asco--. Ni muerta. --Chino Juan tiene vasos de chupito desechables --respondio la bombera--. ?Verdad? --Chino Juan tiene todo. Bolsa de seis, un euro. --De acuerdo, traelos. --Todo ocho euros cinco centimos. Dos setenta por senora. --Yo no traigo dinero --se excuso la bombera alzando las manos--. ?Donde quieres que lo guarde? Te pago mi parte manana, que hay confianza. En efecto, una simple moneda se notaria bajo el vestido. --Yo tampoco llevo efectivo. ?La Visa oro vale? --Yo si tengo --exclamo Annabelle sacando un monedero de un bolsillo escondido en el lateral de la falda. --Vodka para senora que paga --sentencio el chino Juan imperterrito. Las voces se alzaron de nuevo y mantuvieron mi atencion. La bombera golpeo con el trasero unas alfombras que tambien rodaron de la estanteria. Aquello era mucho mas divertido que el truco o trato. Tres manos tirando de una botella a punto de estrellarse contra el suelo. El dependiente oriental, con filosofia, sujetando la bolsa de plastico y yo tratando de no reirme. A mi lado en el banco se sento una chica disfrazada de unicornio y se sumo al espectaculo. --?Quien crees que ganara? --me pregunto. --El chino, que cobrara su botella, aunque este rota. Annabelle tendio un billete de diez euros y agarro la bebida. --La compartire con vosotras. Esta noche necesito hablar con alguien y si es desconocida y esta borracha, mucho mejor. Salieron a la plaza y se sentaron en un banco frente al mio, que ahora compartia con un unicornio. Ambas seguimos atentamente la conversacion de las tres mujeres, que abrieron la botella y llenaron los pequenos vasos de plastico hasta el borde. --!Ufff! Esto debe tener dos grados menos que el aguarras --dijo el angelito con una mueca, olfateando el liquido incoloro. Pero trago. --No seas exquisita, es alcohol y, al menos yo, lo necesito. --Annabelle se bebio medio vaso de golpe. A juzgar por la mueca, debio quemarse hasta el higado. --Por muy malo que sea lo que te ocurre no sera peor que lo mio --dijo la bombera. --Yo os gano, seguro --afirmo el angelito terminando de un trago el contenido de su vaso--. Estaba en la fiesta de Halloween del coro... --?Un coro? --pregunto la bombera con una mueca--. ?De esos que hacen gorgoritos? --Uno de la parroquia, de canto gregoriano, en el que participo desde hace anos. Y me ha llamado mi madre. Me lo estaba pasando genial, con los chicos y eso, cantando el Ave Maria. --?El Ave Maria en la noche de los muertos? --El Miserere me da como grima. Suena a... difunto. --Y te llamo tu mami para decirte que se habia muerto --insinuo Annabelle. --!Ojala! Solo me dijo que se habia roto un tobillo. --?Los muertos hablan por telefono, zumbada? ?Cuantas copas llevas ya, tronca? --Solo unos vasitos de anis del mono. Si, es lo que suelo beber, guapi, ?que pasa? --Nada, aqui cada una que beba lo que quiera.

  • Nada mas que una noche, Anabella Franco de Anabella Franco

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    Nicolas Hagen es un ingeniero atractivo y exitoso que ama la vida nocturna. Su relacion con las mujeres se resume a pasar solo una noche con ellas y
    abandonarlas dejandoles algo a cambio. Para el todas son iguales: interesadas, insensibles y manipuladoras.
    Lavinia es una mujer de belleza envidiable, simple y pura en su alma. Una modista de clase baja que lucha por salir adelante en un entorno hostil. Su pasado la puso en un lugar donde entregarse a un hombre se torna casi imposible. Su presente esta regido por la resignacion, la aceptacion y la constancia.
    Alguna diosa obrara entre esos dos mundos, entrelazando ambas vidas. Lavinia sera una presa mas de Nick, quien no podra resistir sus impulsos de seducirla y pasar nada mas que una noche con ella. Una noche en la que la verdad y la inocencia transformaran sus almas para siempre.
    Sin embargo, el destino jugara de nuevo sus cartas: el pasado para Nick tiene forma de heridas, y figura de mujer. El rojo sera su esencia. El sexo y la perversidad, su trampa.

  • Hija unica de Mi-ae Seo

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    Se informo del incendio en el barrio de Eungam-dong a las 3.37 de la madrugada del 17 de junio. El aviso <> aparecio en la pantalla de la sala de control del cuartel general de la Direccion Nacional de Bomberos de Namsan y de inmediato se informo al cuerpo de bomberos del distrito Oeste, las comisarias de la zona y el equipo de investigacion sobre incendios de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. El investigador de incendios Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, estaba de guardia cuando llego la informacion, durmiendo en la sala de descanso del personal. Lo llamaron al movil y se levanto frotandose los ojos. Habia dormido apenas dos horas, porque habia tenido que quedarse hasta despues de la una de la madrugada redactando un informe. Los parpados se le caian, pero salio a tomar aire y el viento frio le espabilo. El aire fresco de la madrugada incluso se llevo los ultimos rastros del sueno. Sang-uk fue caminando al aparcamiento. Antes de subirse al coche, llamo a su companero, el sargento Yu Dong-sik. Su voz delataba que tambien lo habian cogido durmiendo. --Ya estoy despierto, ya. Al parecer, lo habian llamado antes desde la Policia de Seul. Aun sin verlo, visualice su reaccion. Estaria sentado en la cama sacudiendo la cabeza para impedir que su mente, que rehusaba despertar, se durmiera nuevamente. Tratando de espantar el sueno y escuchando con los ojos cerrados la voz al otro lado del telefono. Habia veces que el sargento Yu se movia como un nino, lo que contrastaba con su cuerpo fornido. Reprimiendo una risa que se le escapaba entre los labios, Sang-uk le aviso de que se dirigia al lugar del incendio. --No tardes. --Espera… --?Si? Cuando estaba por colgar, Yu le detuvo con prisa. Sanguk, pendiente de las palabras del otro, presto atencion. --?Donde dijiste que era el incendio? Seguramente sabia donde era. Sin embargo, pregunto de nuevo a Sang-uk, quiza porque la informacion se le habia pasado por estar medio dormido o para cerciorarse de que lo habia escuchado bien. --En Eungam-dong. Esta vez, en la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la interseccion del Colegio Chungam. Se oyo al sargento Yu suspirar. Un momento despues, un breve silencio. Estaria tratando de ordenar sus pensamientos. Pero a los pocos segundos se escucho un pequeno gemido y Yu murmuro. Probablemente estaria maldiciendo mientras se levantaba de la cama. Sang-uk se imaginaba como estaba, aunque no dijera nada, porque simpatizaba con el. --Si… A mi tampoco me hace gracia. --Esta bien. Me preparo y salgo enseguida. Nos vemos alli. Sang-uk colgo y se subio al coche. Introdujo la llave para arrancar y miro la hora. Ya eran mas de las cuatro de la madrugada. Suponia que no habria mucho trafico en las calles porque era de madrugada y penso que llegaria a su destino en unos veinte minutos, pasando por la puerta Sungnyemun y la zona de Muakjae. Saliendo del aparcamiento, intento enumerar los incendios que habia habido recientemente en el barrio de Eungam-dong. Desde el inicio de la primavera, la cifra ya ascendia a seis. A estas alturas, en Eungam-dong, un simple comentario sobre alguien con una cerilla ponia los pelos de punta a cualquiera. El primer caso tuvo lugar no muy lejos de unas obras de construccion, en el distrito Siete de Eungam-dong, cerca del Hospital Municipal de Eunpyeong. Habia mucho desorden en la zona por estar en marcha la edificacion de un megacomplejo residencial en las faldas del monte Baeknyeonsan, pues los materiales de construccion se amontonaban por doquier, asi como los camiones utilizados en esas obras. El incendio se produjo en un terreno baldio en la calle Baeknyeonsa-gil, frente a las obras, y lo extinguieron sin que muriera nadie. Aunque se quemaron planchas de madera y otros materiales de construccion, el dano material no fue grande y pudieron reprimir el fuego porque un obrero dio el aviso a tiempo. El cuerpo de bomberos a cargo tampoco encontro indicios sospechosos sobre las causas del incendio, de ahi que concluyera que habia sido accidental, quiza causado por un cigarrillo sin apagar que alguien habia arrojado. Sin embargo, como lo siguieron otros incendios en el mismo barrio de Eungam-dong, empezaron a investigar de nuevo ese primer caso que dieron por accidental. Hasta se planteo una nueva hipotesis: alguien pudo haberlo provocado deliberadamente, aprovechando que por la noche, cuando se interrumpian las obras, casi no pasaba gente ni coches por la zona. El incendio intencionado que mas danos ocasiono fue el tercero. Fue entonces cuando se incorporaron al equipo de investigacion el agente Lee Sang-uk, de la Direccion Nacional de Bomberos, y el sargento Yu Dong-sik, de la Oficina Forense de la Policia Metropolitana de Seul. Ese incendio, al otro lado de la calle Baeknyeonsa-gil, cerca de la iglesia que hay detras de la escuela de primaria de Eungam-dong, dejo perdidas serias, pues afecto a un edificio de viviendas al propagarse el fuego por culpa de las tormentas de arena que soplan cada ano en esas fechas. Asi que se quemaron tres apartamentos y fallecieron tres personas que estaban durmiendo, integrantes de la misma familia. Aunque ocurrio alrededor de las tres de la manana, al tener lugar en un area residencial, aparecio un testigo. Este declaro haber visto a una persona con una conducta sospechosa en las proximidades del lugar del incendio mientras regresaba a casa tras hacer horas extra en el trabajo. Atestiguo que, despues de que esa persona desapareciera por la calle principal, el fuego se extendio. Sin embargo, debido a que estaba oscuro, no pudo ver como era ni la ropa que llevaba. Junto con Yu, buscaron y rebuscaron entre las cenizas en el punto donde, segun el testigo, habia comenzado el fuego, para dilucidar las causas del incendio. No obstante, la investigacion se estanco, pues no coincidian las declaraciones del testigo ni el estado fisico del lugar. Los vecinos alegaron que los incendios reiterados podrian tener alguna conexion con el conflicto que existia desde hacia tiempo entre los residentes de la zona y la constructora por un proyecto de reurbanizacion. Le sono el movil a Sang-uk cuando el coche entraba en la calle Moraenae-gil desde la interseccion de Hongje tras atravesar Muakjae. --?Donde estas? --Yu hablaba en tono bajo y serio--. ?Ya has llegado? --No. Estoy en camino. --?No quedamos en vernos alli? --Es ya el sexto, ?no, Sang-uk? --Si. El silencio se prolongo. --?Tienes algo que decirme? --le pregunto Sang-uk en voz alta para asegurarse de que aun seguia al telefono. --Es que… He tenido una pesadilla… --?Un sueno? Sang-uk parecia estar inquieto por la pesadilla que habia tenido y encima va y le dicen que ha habido otro incendio, probablemente intencionado. Ese repentino momento de debilidad del sargento Yu lo perturbo. Nunca actuaba asi. Quiza su conducta se debia al estres por los incendios en serie. Sang-uk y el sargento Yu investigaban juntos los mismos siniestros; no obstante, sus perspectivas diferian. El trabajo de Sang-uk era analizar los restos de los incendios y el estado de los lugares afectados, asi como las declaraciones tanto de los testigos como de las victimas, para llegar a la causa. Mientras tanto, el sargento Yu se encargaba de inspeccionar los lugares de los mismos en caso de existir indicios de dolo o intencion deliberada con base en los hallazgos obtenidos en la investigacion preliminar, con la colaboracion de investigadores como Sang-uk. Luego su objetivo era encontrar rastros de los autores de los incendios y resolver los casos desde el punto de vista criminal. En otras palabras, el trabajo de Sang-uk terminaba en el lugar de los siniestros. En cambio, para Yu ese era el punto de partida. Si se trataba, en efecto, de un incendio intencionado, uno que involucraba un crimen, su trabajo no acabaria hasta encontrar al autor. Colaboraban intercambiando sus opiniones sobre los incendios; pero, inevitablemente, quien padecia mas estres era el sargento Yu. Para colmo, se habian producido varios en serie en un mismo barrio en un lapso de apenas unos meses. Era de esperar que se sintiera angustiado. En situaciones ordinarias, no acudiria al lugar del siniestro con tanta prontitud ante una denuncia. Pero, con el aumento de los incendios en Eungam-dong, a Sang-uk y al sargento Yu los requerian inmediatamente cada vez que surgia un nuevo caso. Sang-uk no sabia como responder. Solo ansiaba que el de ese dia fuera el ultimo. Que cogieran al autor y que no hubiera mas incendios. --?No crees en los suenos? --Si. Mi madre tuvo uno muy revelador durante mi nacimiento, y gracias a ese sueno me converti en bombero. ?No te lo he contado? Sang-uk aludia al sueno de su madre en un tono jocoso, que no solia usar, con la intencion de relajar a Yu, aunque fuera un poco. Pero el sargento, que habia escuchado aquella historia mil veces, colgo antes de que Sang-uk terminara. Sang-uk bajo el movil con una sonrisa y acelero el coche. Aunque faltaban varios metros hasta la interseccion del instituto Chungam, el caos ya avisaba de que habia habido un incendio en la zona. La gente, pese a la hora, estaba en la calle para ver que ocurria y los conductores desaceleraban con el mismo proposito y obstaculizaban el paso. Sang-uk pudo entrar por la calle que daba acceso al templo Baeknyeonsa despues de pitar varias veces, incluso con la luz de emergencia sobre el coche. Esquivando a la gente, logro estacionar en una esquina y se acerco al lugar del siniestro, donde se percibia el ambiente inquieto tipico de estas situaciones.

  • 33 cartas desde Montmartre de Nicolas Barreau

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    Una promesa, 33 cartas y un cementerio hechizado que se convierte en el escenario de unahistoria de amor magica en la nueva novela del autor de La sonrisa de las mujeres.

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • Desaparecido, C. L. Taylor de C. L. Taylor

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    Cuando Billy Wilkinson, de 15 anos, desaparece en mitad de la noche, su madre, Claire, se culpa a si misma. No es la unica en hacerlo. No hay un solo miembro de su familia que no se sienta culpable, y los Wilkinson estan tan acostumbrados a guardar secretos entre ellos que la verdad no empieza a salir a la superficie hasta seis meses despues. Claire esta segura de que sus amigos y su familia no tienen nada que ver con la desaparicion. El instinto de una madre nunca se equivoca… ?O si?

  • La ultima alternativa de Valeriano Lopez Segura

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    Cuando Guillermo Sanchez conocio al amor de su vida poco podia suponer que no fue por casualidad. Pasados los anos, enfrascado en su vida como reportero y sin haber podido olvidarla, descubre extranas coincidencias que le devolveran a aquellos maravillosos anos en lo que compartio su vida con ella. Sin embargo, las casualidades no existen cuando el mundo esta en peligro y para cada incognita habra una explicacion que encontrar. Junto a su nuevo amigo, el profesor Winston Sahr, descubrira la verdad oculta tras la vida de su amor de juventud, lo cual terminara desencadenando una trepidante aventura que no dejara un minuto de tranquilidad a nuestros protagonistas. El mundo tal y como lo conocemos esta a punto de cambiar y solo la busqueda de dicha verdad podra salvarnos a todos.

  • El club de Trebol de Lee Vincent

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    Supe que estaba perdido tan pronto el joven crupier comenzo a recoger las fichas. Solo un idiota como yo apostaria los ultimos veinte mil dolares para perderlos en cuarenta y cinco minutos. <>, me dije, mientras apuraba la copa de whisky que sostenia en mi mano derecha. Unicamente me consolaba la mirada inquisitiva de una mujer pelirroja, muy parecida a la caricatura de Jessica Rabbit, que no me habia apartado su mirada en toda la noche. Me agradaba que las mujeres aun me encontraran atractivo, pese a que, hacia dos semanas, habia cumplido los cincuenta y cinco anos. (Si, como acaban de leer, cincuenta y cinco. ?Que creen? Todavia puedo ser el galan de una novela). Bueno... creo que mi estatura, de un metro noventa y tres, mis atractivos ojos azules y mis noventa y un kilogramos de masa muscular, suelen ser un magnifico cebo para algunas mujeres, pero mi arma mortal es mi voz, masculina y atronadora. Cuando les hablo se derriten como mantequilla. A muy temprana edad aprendi, gracias a mi hermano mayor, Nelson, que un conquistador debe tratar a las mujeres como reinas. Y asi actuaba frente a ellas, haciendome el galante. No entendia como despues de un tiempo me resultaban tan aburridas e insipidas que tenia que buscar una nueva conquista, por eso ya contaba con cuatro matrimonios fracasados y algunas misas sueltas. Todas ellas extraordinarias mujeres, excepto la ultima. Pamela fue el gran error de mi vida. ?Saben que a los hombres nos ataca una condicion que se conoce como andropausia? Es lo mismo que la menopausia, pero con sintomas un poco diferentes, asi que cuando comence a padecerla, me inicie con Pamela, una rubia despampanante, Treinta anos menor que yo. Me enloquecio porque olia a Conejita de Playboy. !Ja...! (Ahora se estaran preguntando como huele una de esas conejitas, he de decir que a… !GLORIA!…) Hare un parentesis (Me gustan las mujeres jovenes pues me encanta la piel tersa, que los pechos no hayan sido afectados por la gravedad, pero sobretodo, que no haya rastro de celulitis). Por eso no saldria con una vieja ni, aunque me pagaran. Esa habia sido mi filosofia de vida hasta esa noche, cuando al finalizar el partido de poker, regrese a mi habitacion del noveno piso en el hotel Borga de Atlantic City. Ver dos gigantes corpulentos, con cara de pocos amigos, flanqueando la puerta de mi habitacion, me hizo presagiar que algo muy malo estaba por acontecer. Les sonrei para disminuir la tension, pero ni tan siquiera se inmutaron en contestar. Asi que apresure mis manos para abrir la puerta. Cuando logre acceder a la habitacion todas mis dudas se disiparon, no era mi imaginacion. El ambiente en el interior era diferente. Un olor rancio, como a azufre, inundaba el lugar. Y ta-ra-tatan... Alli estaba el mismisimo diablo encarnado, Gerry Rhys-Meyers. Sentado como un leon que espera a su presa. Literalmente parecia un leon con su melena abundante de color gris. Llevaba un traje negro, camisa negra, corbata negra... Apostaria que hasta su corazon era negro. El desgraciado sonrio sin mostrar su dentadura perfecta. Sospechaba que ya utilizaba caja de diente porque debia rondar los sesenta y tantos, aunque se conservaba muy bien. Tal vez habia descubierto el misterio, casi mistico, del Agente 007, Sir Sean Connery, que, entre mas viejo, mas sexy lo encontraban las mujeres. Envidio a ese tipo, no saben cuanto. Deje la billetera y el movil sobre la comoda y me voltee para mirarlo. La ultima vez que hablamos, hacia mas de un mes, el magnate de la bolsa de valores de Wall Street, exigio su paga de seis cifras. Debo admitir que las apuestas me han llevado por un camino muy tenebroso. No era a este hombre al unico que le debia dinero, pero sabia que Rhys-Meyers era peligroso. --Por tu cara puedo imaginar que no ganaste un penique, Liam --dijo con un sarcasmo que me saco de quicio y, aunque me vi tentado a golpearlo, me contuve--. ?Cuanto perdiste? No le conteste de inmediato, por el contrario, me tome mi tiempo y camine hasta el mini bar para sacar del botellero una cerveza Guinness. ?No lo he mencionado? !Ah! Si, soy irlandes, radicado en Estados Unidos desde hace casi cincuenta anos. Mis padres me trajeron en una de las ultimas grandes olas migratorias y nos establecimos en Queens, Nueva York, asi que guardo algunas costumbres irlandesas muy bien afianzadas. --No tengo el dinero --conteste. --Ultimamente es lo unico que sabes decir, Liam. El hombre se levanto para enfrentarme. Ya mencione que tengo gran estatura, pero Gerry no se quedaba corto, era un hombre de casi un metro noventa. Nos sostuvimos la mirada por unos segundos. Me enfermaba que el tipo se creyera con todo el derecho del mundo a amedrentarme, aunque se rumoraba que, en algunas circunstancias, cuando alguien le jugaba mal con un negocio, Gerry actuaba como un vil mafioso. Lo que queria decir que a algunos malos socios los habia desaparecido del mapa. Sospechaba que al final, si no conseguia la pequena fortuna que le debia, me pasaria lo mismo. --Saque la cuenta --dijo--. Me debes ciento ocho mil dolares y al ritmo que vas, no creo que los consiga para antes de verano. ?No fue eso lo que prometiste? --Estoy haciendo un esfuerzo, pero la firma no va bien. Desde hace tres meses no conseguimos un nuevo cliente. No le mentia. Soy dueno de una firma de arquitectura, que en un momento fue muy prestigiosa, pero que en la actualidad estaba en una decadencia bochornosa. Gerry solto una carcajada socarrona. Ahi regresaba su majaderia. Aprete el puno que me quedaba libre, pero como siempre sucedia, desisti. --Necesito un gran favor --dijo, mientras se paseaba por la habitacion con ese aire que siempre utilizaban los magnates, como si el mundo lo tuvieran a sus pies--. Un favor que puede saldar tu deuda. Hice una mueca. El favor tenia que ser bastante grande. Tal vez me pedia que asesinara a alguien o que cometiera algun fraude. Ninguna de esas dos opciones estaba en mi radio de accion. --Si recurro a ti es porque creo que eres perfecto para este encargo. A esas alturas estaba deseoso por saber cual seria ese magnifico favor que me liberaria de sus garras para siempre. --Necesito que viajes a Ibiza en tres dias. ?Ibiza? ?Habia dicho Ibiza? ?A las Baleares en Espana? ?A ese paraiso pecaminoso? Hacia mas de diez anos que estuve alli celebrando mi tercer divorcio. Un viaje escandaloso con tres bellezas, mucho whisky y la mejor musica, pero ahora estaba en otra etapa de vida... Ya no estaba para tanta intensidad. ?Que pretendia Gerry? --?Y eso? --le pregunte, vacilante. El hombre se mantuvo en silencio, envuelto en un misterio que ya comenzaba a impacientarme, tanto que me tome el resto de mi Guinness de un solo sorbo. Deje la botella sobre la mesa y abri la puerta de cristal que daba al balcon para que corriera la brisa. Tambien para disipar la peste a azufre que impregnaba la habitacion. Si, es que era el mismisimo diablo. --Liam, necesito que seduzcas a mi mujer. Gracias al cielo que estaba de espaldas a el porque mi cara desfigurada debe haber costado un millon. ?El muy anormal me habia pedido que sedujera a su mujer? ?Habia escuchado bien? ?Que me acostara con ella? ?Que le diera toda mi pasion y que le mostrara por que las mujeres me decian Liam Farrell, "el temible"? Me voltee despacio para afrontarlo. Guardaba la ilusion de que al encontrarme con su feo rostro estuviera sonriendo debido a que su propuesta habia sido una estupida broma, pero no fue asi. El tipo me miraba como si acabara de darme la hora. Carraspee un poco para ver si se daba cuenta de su locura, sin embargo, el hombre ni se inmuto. --Obvio, no quiero que te acuestes con ella. Fue como si de repente el alma me regresara al cuerpo. !Plop! Resople dejando ver mi alivio. Aunque no conocia a su mujer, la idea de acostarme con la esposa de alguien conocido no entraba en el Codigo de Etica Farrell, un conjunto de normas y valores de diez cosas a las que nunca cederia, entre las que se destaca: "Jamas acostarme con la mujer de un tipo que conozco". --No te entiendo, Gerry. --Me hice el tonto. A veces esa tecnica me funcionaba a la perfeccion, tal como les funcionaba a algunos animales hacerse los muertos cuando enfrentaban el peligro. --Acabo de pedirle el divorcio a Fiona... No lo deje culminar porque estalle en risa. ?Fiona? ?Acaso alguien, aparte de la mujer de Shrek, tenia ese nombre? --No se por que te produce tanta gracia, Liam. --Perdona es que me acorde de... Olvidalo --anadi un ademan. --Por supuesto, ella no quiere hacerlo a las buenas y me ha pedido la mitad de mi fortuna, cosa que no pienso hacer. --Volvio a mostrar su dentadura, blanca y perfecta, pero no era un gesto sincero --. Necesito ponerla en una posicion incomoda que pueda probar una infidelidad. !Ja...! Ahora si que entendia menos. Me acababa de pedir que no tuviera una relacion coital, o sea que no tuvieramos "wiki wiki", solo que la sedujera, pero queria que le fuera infiel para utilizar la prueba durante el divorcio. Recorde a mi tercera esposa. La muy picara habia hecho exactamente lo mismo que se proponia Gerry, acusarme de adulterio, pero el caso se cayo en corte cuando las fotos no fueron prueba suficiente, aunque eran muy explicitas. Para que eso prosperara era casi obligatorio filmar un video porno. Bufe en mi cabeza.

  • !Y tenia que ser mi entrenador!, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter , Patrick Norton

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  • Catalunya para marcianos de Jaume Pi I Bofarull

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    Oriol Conill i Pi, funcionario de la Generalitat y destacado dirigente de Omnium Cultural, dicta al taxista andaluz, y por tanto charnego, Cucufato Redrojo Garcia 47 lecciones para que pueda convertirse, como desea, en un buen catalan. Con buenas dosis de cinismo, este catalan de pura cepa le cuenta al converso todos los topicos, invenciones y ensonaciones historicas en las que se basa el movimiento secesionista.
    El resultado es una critica vehemente que levantara ampollas porque cuenta hechos y usa argumentos que son considerados tabu en el mundo nacionalista y su entorno, y que tampoco suelen desplegar sus opuestos por timidez o prudencia.

  • De rodillas vuelvo a ti de Marian Sanoja

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    Un amor a primera vista.
    Una intriga bien plantada… una decision egoista y una declaracion.
    < !No me hagas elegir, por favor! prometimos apoyarnos siempre.>>
    <>

  • A tres pasos de ti de Sophie Saint Rose

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    Shaba levanto la caja de carton del suelo del ascensor, gimiendo por lo que pesaba. Soplo sobre un mechon rubio platino que le cayo sobre la cara y salio del ascensor caminando rapidamente porque temia que la caja se rompiera. Tenia que haber contratado a una empresa de mudanzas, pero no es que le sobrara el dinero precisamente despues de comprar su piso. Cuando llego a la puerta, dejo la caja al lado de las otras y suspiro agotada. Oyo el clinck del ascensor y miro hacia atras viendo como las puertas doradas se cerraban.-No, no, no...- echo a correr hasta el ascensor mientras las puertas se cerraban - !Mierda!- exclamo cuando se cerraron del todo justo cuando llego. Habia dejado dentro cuatro cajas.- mordiendose el labio inferior, miro con sus ojos azules hacia las luces y se dio cuenta que bajaba al hall. Pulso el boton impaciente y se estiro sus pantaloncitos cortos negros. -Venga....- el ascensor empezo a subir y sonrio.-Estupendo. Escucho que se habria la otra puerta de esa planta y se volvio distraida. Una chica con un top rojo y unos shorts del mismo color salio del piso. - !Hasta luego, carino!- grito antes de cerrar la puerta sin esperar respuesta. Shaba sonrio y dijo mirando a la despampanante morena- Hola. -Hola- respondio con cara de borde para luego ignorarla y volver a pulsar el boton. -?Vives aqui?- pregunto intentando ser amable. La morena la miro de arriba abajo, desde su coleta pasando por su camiseta de tirantes rosa, hasta llegar a sus deportivas negras. Cuando volvio a subir la mirada, la taladro con sus ojos negros y pregunto- ?Y a ti que te importa? Se sonrojo intensamente y farfullo- No, sino me importa -?Entonces para que preguntas? -la mujer puso los ojos en blanco y volvio a mirar a la puerta- ?Que diablos le ocurre a este ascensor? Justo en ese momento se abrio y esa antipatica miro las cajas-Genial. -?Puedes sujetar la puerta un momento? Cogio la primera caja y la saco del ascensor. Cuando iba a por la siguiente, apreto los labios al ver que no habia sujetado la puerta. Esa tia era una desagradable de primera. Pobre del novio. Saco las cajas rapidamente y sonrio forzadamente antes de decir con ironia- Gracias. La chica volvio a chasquear la lengua justo antes de que se cerraran las puertas del ascensor- Sera estupida. Dos minutos despues estaba metiendo las cajas en el piso, porque preferia ir guardandolas antes de buscar las siguientes a su antiguo piso, cuando llego el ascensor a la planta y se bajo una pelirroja impresionante con un vestido ajustado verde. -Hola- dijo radiante antes de ir hacia la puerta de al lado. -Hola- respondio con una sonrisa viendola llamar a la puerta mientras recogia la ultima caja. Desde el interior del piso la voz de un hombre grito- !Esta abierto! La pelirroja solto una risita antes de entrar diciendole al hombre- Mi amor, no deberias dejar la puerta abierta. Puede entrar cualquiera. Shaba se quedo con la boca abierta mientras cerraba tras ella. Ese tio debia ser un hacha. En menos de quince minutos habia visto salir a una y entrar a otra. Y las dos preciosas. Hizo una mueca entrando en la casa. Su hermano era un ligon pero aquello era demasiado. Dos horas despues llevaba un paraguero y un perchero en las manos, cuando salio del ascensor y casi le mete un brazo del perchero en el ojo a un hombre que entraba en ese momento- Oh , lo siento. - dijo apartando aquel trasto para verle la cara. El hombre la miro con aburrimiento, pero Shaba se habia quedado demasiado impresionada para que sus neuronas actuaran. Era el hombre mas atractivo que habia visto en su vida. Moreno de ojos verdes, era el macizo mas impresionante de su triste existencia. !Y ella con esas pintas! -?Sales del ascensor o me acompanas al hall?- pregunto el observando su paraguero. -Oh, si. - salio del ascensor y el se tuvo que apartar para que no le volviera a golpear con el perchero. - Claro- solto una risita estupida que ni ella se creia y le observo entrar. Los vaqueros le sentaban de miedo. Dios mio, que trasero. -Por cierto, soy tu vecina. El tio la miro de arriba abajo y dijo- Muy bien. Te vere por aqui... -Shaba. Me llamo Shaba...- sonrio radiante mientras las puertas se cerraban esperando su nombre sin dejar de comerselo con los ojos. -Eso. Hasta luego, Sara. Fruncio el ceno cuando se giro lentamente- ?Sara? ?Estara sordo? Le he dicho mi nombre dos veces. - dijo para si preocupada yendo hacia su puerta. Estaba abriendo cuando una chica de unos quince anos salio del piso. Tenia el pelo castano cortado por la barbilla y un vestido de flores precioso con unas manoletinas blancas- Hola, ?eres la nueva vecina? -Si- respondio confusa pensando que aquel piso parecia el camarote de los hermanos Marx.- ?Tu vives aqui? -Si, soy Leticia. La sobrina de Cameron- extendio la mano con una agradable sonrisa.- Solo estare aqui el mes de julio porque mis padres estan de vacaciones. Una vuelta al mundo. -Yo soy Shaba- dejo el paraguero en el suelo para estrecharle la mano- Encantada de tenerte por aqui. Si necesitas algo… -Lo mismo digo. Bueno, me voy que he quedado con mis amigas para ir a dar una vuelta. -Pasatelo bien- dijo sacando las llaves. La chica la observo atentamente- Si quieres, luego puedo ayudarte con eso. -Oh, gracias. Pero dentro de dos horas me voy a trabajar. Tengo turno de noche. -?En que trabajas? -Estoy en mi ultimo ano de residencia. -?Eres medico?- pregunto sorprendida -Si- metio la llave en la cerradura. La chica se mordio el labio inferior- ?No habras comprado el piso? Esa pregunta la extrano un poco y se volvio - ?Si por? ?No pasara algo raro, no?

  • Poder contarlo de Ferran Torrent

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    Valencia, ano 1982. Messie y Llargo regentan varios negocios sospechosos, como una sala de juegos clandestina y combates de boxeo irregulares. Esta relativa calma se ve truncada cuando Messie convence a Llargo para rememorar los viejos tiempos y unirse a un antiguo socio y a dos jovenes de extrema
    izquierda que planean robar el importante banco Intrans.