• libro bajo la misma luna - Adriana L. Wilkinson

    https://gigalibros.com/bajo-la-misma-luna.html

    Algunas personas, motivadas por el auge tecnologico, encuentran en otra parte del mundo a una “media naranja”. Otras, debido a la creciente exigencia profesional y academica deben separarse temporalmente de su pareja. En ambos casos la distancia se presenta como un factor decisivo para el mantenimiento del vinculo amoroso. Inevitablemente surgen las preguntas: ?se mantendran este tipo de relaciones?, ?son funcionales?Otros dos factores que deben tomarse en cuenta en las relaciones a distancia son la sexualidad y el contacto fisico. Y tu, ?alguna vez has tenido un amor lejano?

  • No estamos tan lejos, los dos vemos la misma Luna ...

    https://www.amazon.es/BAJO-MISMA-LUNA-estamos-lejos/dp/1719959374

    BAJO LA MISMA LUNA: No estamos tan lejos, los dos vemos la misma Luna : Wilkinson, Adriana L.: Amazon.es: Libros.

  • Bajo tu misma luna : Giner, Naiara Domínguez - Amazon.es

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    Lleva enamorada de él desde el instituto y ahora, que se ha convertido en uno de los mejores escritores del país, ella se pierde entre las páginas de sus libros ...

  • Bajo la misma luna Leer libros online en Booknet

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    Libro Bajo la misma luna, género: Otros, autor valeria garcia. Lee Bajo la misma luna en la plataforma de autopublicación Booknet.

  • Bajo la misma luna Leer libros online en Booknet

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    Libro Bajo la misma luna, género: Joven Adulto, autor Fonseca. Lee Bajo la misma luna en la plataforma de autopublicación Booknet.

  • Bajo la misma luna (#1) - Merfevi - Wattpad

    https://www.wattpad.com/story/191230577-bajo-la-misma-luna-1

    18 jun 2019 — Amy Wilson, después de la muerte de sus padres ya no cree en el amor, y mas aún cuan sus primas mellizas le recuerdan a cada momento que es ...

  • Bajo la misma luna de Merly Felix V. (2021) - Libros ...

    http://www.librosrecomendadoss.com/bajo-la-misma-luna-de-merly-felix-v/

    31 oct 2020 — Sinopsis del libro «Bajo la misma luna» ... Amy Wilson, después de la muerte de sus padres ya no cree en el amor, y mas aún cuan sus primas ...

  • Descargar BAJO LA MISMA LUNA (PDF/EPUB) - Novela ...

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    BAJO LA MISMA LUNA | Descargar Novela Libro (PDF/EPUB) completos gratis .. Amy Wilson, una chica que tiene una vida parecida a cenicienta, pero sin su.

  • Bajo la misma luna - Adriana L. Wilkinson - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/bajo-la-misma-luna-adriana-l-wilkinson/

    Es una prueba de amor que deben superar hasta que puedan estar juntos. En este libro comparto contigo mis más íntimos pensamientos, palabras de amor, ...

  • BAJO LA MISMA LUNA: No estamos tan lejos, los dos ...

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    29 ago 2018 — BAJO LA MISMA LUNA book. Read reviews from world's largest community for readers. Algunas personas, motivadas por el auge tecnológico, ...

  • Mil noches sin ti 1 de Federico Moccia

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    Tras un parentesis en Rusia, para Sofia ha llegado el momento de poner orden a su vida sentimental. Ya no puede seguir huyendo de su pasado, de la soledad de su matrimonio, ni de la historia pasional y rota con Tancredi, y decide regresar a Roma. En un viaje a Sicilia para visitar a sus padres, descubrira un secreto familiar que le afectara profundamente. Mientras tanto, Tancredi sigue todos sus pasos; es un hombre enamorado que nunca se ha rendido a la primera. Pero Sofia no confia en el. ?Acabaran reencontrandose?

  • En una casa blanca a la orilla de Abril Camino

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    Candela lo ha perdido todo.
    Su perfecta vida ha saltado por los aires.
    Esta muerta de miedo. Y de dolor.
    Esta perdida.

  • Salvajes de Ruben Gozalo

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    UNA NOVELA DE ACCION, SUSPENSE Y VIOLENCIA

    Nada ocurre por casualidad. Nuestros hechos nos definen. Todo el mundo esconde algo. Un asesino que tatua un enigmatico numero a sus victimas. Un hombre que despierta en un sotano. Un sicario que traslada un cadaver. Nadie es inocente. La violencia como forma de vida.

  • Solo somos tu y yo (Unidos por el amor 2) de Fernanda Suarez

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    Segunda entrega de la serie de romance historico, ambientada en la Inglaterra de la regencia, <> de Fernanda Suarez.

  • Aranmanoth de Ana Maria Matute

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    Aranmanoth es una novela de iniciacion a la vida y al amor, protagonizada por un muchacho medio humano medio magico, hijo del Senor del Lines y de un hada de las aguas. En una Edad Media ensombrecida por guerras infinitas, Aranmanoth parte en busqueda de su destino, alejandose de los demas mortales y obedeciendo a misteriosas senales de las hojas de los arboles y de los pajaros que atraviesan el cielo.

  • Jenny, la chica del barrio de Ariadna Baker

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    Tres meses... ese era el tiempo que tenia para la mayor locura de mi vida. Porque si, la vida se compone de locuras, algunas salen bien, otras no tanto, y otras, simplemente, no salen. Pero yo estaba dispuesta, no, dispuestisima, a que la mia saliera bien, pero bien, bien. Vamos, que yo acabara con un final de esos en los que ves hasta fuegos artificiales. No, no soy "Antonita la fantastica", pero dejadme sonar un poquito, que eso es lo unico que no me cuesta dinero. Pues si, a puntito estaba de cometer una locura, una de esas que no tienen ni pies ni cabeza, pero, ?que era la vida sin un poco de accion y emocion para el cuerpo? Me presento, que se me ha ido la cabeza por otros mundos. Mi nombre es Jenny, bueno, Jennifer, pero siempre me han llamado asi en el barrio y ya como que hasta me molaba muchisimo, me sentia mas chula, mas guay. Si, pero ya no soy asi, ahora me he transformado en pija, si, a mis veinticinco anos, es lo que tiene madurar de la noche a la manana y mas, cuando tienes un objetivo... Recuperar al hombre de tu vida. Locura total despues de tantos anos, ?eh? Para que no digais que no iba a tener un verano de emociones fuertes. Vamos, ni puenting de ese, ni saltar de un avion, ni nada. Yo, a lo Indiana Jones, en, "En busca del ex perdido". ?Estara disponible James Cameron para llevar mi aventura veraniega al cine? Pensamientos que le vienen a una de vez en cuando, disculpad mis divagaciones. Jesus, si ya hablo finamente y todo, quien me ha visto y quien me ve... Volviendo a mi locura, o sea, mi ex. ?Quien era el y en que lugar se enamoro de mi? Pues muy facil, en el barrio, ?donde si no? Kevin, asi le puso su madre cuando lo pario, ni que hubiera nacido en la manzana esa de New York, en fin, cosas del barrio que queria ser fino. El, me conocia desde que naci, ya que era diez anos mayor que yo, pero segun decia mi madre, desde los cinco anos yo ya iba diciendo y pregonando a los cuatro vientos que Kevin era mi novio, vamos que apuntaba fuerte. Si es que me veia llegando a la iglesia del padre Marcos en calesa y todo, con el esperandome en el altar, tan guapo como siempre. Ay, Kevin... Recuerdo que en mi comunion me hicieron increibles regalos, pero ninguno mejor que cuando lo vi aparecer por el convite, ese si que fue un regalazo. Estaba guapisimo y me sorprendio con un regalo en la mano de parte de su familia, el ya tenia veinte anos, pero vamos, que yo tenia claro que a esa edad ya me habia hecho hasta madre. De que me casaba con el, me casaba, aunque el no lo supiera, me iba a convertir en el amor de su vida. Solo hicieron falta cinco anos, el mismo dia que cumpli quince y sali a celebrarlo con mis amigas, y por suerte del destino, nos encontramos a mi Kevin, al que le pedimos que nos comprara la bebida, ya que a nosotras no nos la vendian por ser menores de edad. El, tan ricamente nos trajo ese surtido para hacer el botellon, y, no contento con eso, se apunto con nosotras porque, como el dijo, no tenia otro plan mejor. Interiormente yo estaba dando saltos de alegria, haciendo el pino puente, saltos mortales hacia atras, la voltereta y un baile de la victoria, que para mi se quedo. Y mori de amor ese dia con el, lo veia tan guapo, tan macarrilla, tan lider de barrio... Es que aquello fue como un sueno, ?sabeis? Eso de que estas con el chico que te gusta, ese que te debe ver como una nina, pero que se queda para celebrar tus quince anos, los conocidos como "la nina bonita". Me imagine hasta a los del Duo Dinamico cantando. <> Pero no, el famoso duo no aparecio por alli, ni mucho menos, eso si, yo sentia de todo por el cuerpo, y mas aun, cuando ocurrio lo que ocurrio. Pues si, nos liamos y nos volvimos a liar, asi durante dos anos que yo me sentia la chica mas envidiada de la zona, pero claro, siempre pasa algo que jode los planes y... paso. A sus padres les toco la loteria, y a lo grande, no tardaron en hacer las maletas e irse a vivir a Ibiza, alli tenian a la familia paterna, y Kevin, con todo el dolor de su corazon, se despidio de mi. Mentiria si dijera que me hice la indiferente cuando lo vi marchar, puesto que no podia ser asi. Habia estado durante dos anos con el chico que me gustaba desde que era una nina, aquella que sonaba con un vestido blanco, una calesa, el cura diciendo eso de "puedes besar a la novia" y a Kevin, cogerme por la cintura, cual actor de Hollywood, y plantarme un beso de esos de pelicula que te dejan con las canillas temblando. En aquel entonces aun tenia diecisiete anos, una nina a ojos del mundo que nos viera juntos, ayudaba a mi padre con la casa, ya que no tenia madre, bueno si, la tenia, pero se marcho con otro y nos abandono unos anos atras, asi que seguia siendo menor de edad y con una responsabilidad que no me pertenecia. Pense que Kevin vendria a por mi en algun momento, pero no, desaparecio como la espuma, como si yo no hubiese pintado nada en su vida. Aquello dolio, y mucho, pensar que solo habia sido un entretenimiento para el durante dos anos, que no habia significado mas que aquellos encuentros a escondidas, me mataba. Aunque yo, jamas lo olvide... Asi que ahora estaba en Ibiza, me habia alojado en un camping, ya que mi presupuesto era escaso y tenia para sobrevivir alli tres meses como dije. ?Que sabia de el? Nada, absolutamente nada. Solo que vi en una foto indagando a sus familiares en Facebook, que ellos habian montado un restaurante muy pijo en la playa, de copas y comida, casi estaba segura de que Kevin, estaba alli de encargado por unos comentarios que lei en la red. Y alli estaba mirando de lejos para ver si lo veia, ya habia dejado todo en el camping y me habia ido en busca del amor de mi vida, ese que esperaba que no hubiera rehecho la suya porque me daria algo, pero claro, era diez anos mayor que yo y ya podria tener hasta su propia familia. Me acerque y me sente en una de las mesas, pedi una cervecita, aunque cuidado, cuatro pavos que me iban a cobrar por ella, vamos, ni que la botella estuviera banada en oro. --Perdona ?Kevin suele venir? --pregunte al camarero. --Lo raro es que no este ya por aqui controlando --sonrio--. Debe de estar al llegar. ?Quieres que le diga algo? --Si, que su mejor amiga esta en la mesa --sonrei. --?Y te llamas? --Jenny, me llamo Jenny. --Yo soy Paco --dijo el muchacho, extendiendo su mano. --?Se caso Kevin? --No ?Tiene pareja? --pregunto, como pensando que se habia perdido algo. --No lo se --rei--, pero es que hace como ocho anos que no lo veo. --Buenos amigos sois... --dijo con ironia. --En verdad era su novia, pero me dejo cuando se vino a la isla. --?Y ahora le quieres dar una sorpresa? --se reia. --O matarlo de un disgusto, pero aqui estoy para descubrirlo. --No, no le des disgustos que me lo estresas y luego no lo aguanta ni Dios. --?Es mal jefe? --No --se rio--. Es buena persona, las cosas como son, un poco maniatico, pero buena persona. Es muy fino, eso si. --?Fino mi Kevin? ?El chico mas chulillo de mi barrio? --Pues se ve que cambio, un poco pijo si que es. --Ay Dios, que voy a tener que hacerle una reverencia. Entonces, ?no tiene novia? --Novia en si, no, pero algun que otro ligue, si. --?Y me ves a la altura de recuperarlo? --Me puse de pie para que me viera. --Si yo fuera Kevin, no perdia ni dos minutos en llevarte conmigo. --?Adonde? --Nada, dejalo --se rio--, voy a atender a aquella mesa. En nada llegara tu ex --me hizo un guino. --Paco por Dios, ayudame. --Vale, sere tu aliado. --Asi me gusta --aplaudi emocionada. No sabia que acabaria pasando, si la locura que me habia llevado a coger cuatro cosas e instalarme en un camping ibicenco saldria bien, regular, o mal, pero aqui estaba y, como suele decirse, "De Ibiza no, no me moveran, hasta que recupere a Kevin y me lleve al altar". ?O no era asi? Me persigne y pense aquello de, "suerte maestro, y al toro"

  • El ultimo tesoro visigodo de Jose Calvo Poyato

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    Una novela llena de accion, amor y ambicion, escrita con la maestria literaria, la claridad de ideas y el exquisito rigor historico de Jose Calvo Poyato.

  • El reino destrozado (Los Royal 5) de Erin Watt

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    Tragedia. Trampas. Traicion. Nadie puede escapar de los Royal

  • Nobleza de espiritu de Rob Riemen

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    Un valeroso libro cuyos ensayos nos recuerda que la cultura no puede florecer sin libertad, la libertad sin cultura no vale la pena.

  • Everless. La hechicera y el Alquimista de Sara Holland

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    -Best seller del New York Times

  • Ultima Navidad en Paris de Encarna Magin

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    Navidad… la epoca mas magica del ano donde todos los milagros son posibles.
    Paris… la ciudad del amor.
    ?Que puede fallar?

  • Todo Por Sentir de Vega Manhattan

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    Valeria puso los ojos en blanco cuando leyo lo que decia el papel pegado en la puerta del ascensor: "Fuera de servicio por reparaciones". Hacia casi un ano que vivia en ese edificio, trescientos tres dias para ser mas exactos y ese dichoso cachivache habia funcionado ?cuanto? ?Once dias a lo sumo? Porque ella no era la propietaria de la vivienda, era una simple arrendataria, que si no... Iba a pagar la cuota de la comunidad Rita la cantaora. Por reparaciones decia... ?Reparaciones para que o que? ?Como iba a estropearse algo que nunca funcionaba? Valeria miro la escalera que la conduciria hasta su casa y resoplo. Sesenta y nueve escalones que tendria que subir cargada como una mula. Y con tacones. ?Por que no aprendia? Porque era idiota, asi de simple. Ese dia habia salido temprano del trabajo, Sergio le habia mandado un mensaje mientras ella iba de camino a casa cancelando la cena de esa noche porque tenia guardia. Asi que ya que tendria que pasar la noche del viernes en el sofa, viendo alguna pelicula, se le ocurrio pasarse por el supermercado. Solo para comprar un par de cosillas, algun que otro capricho para ver una comedia romantica en condiciones. Lo que termino convirtiendose en: "Tira de tarjeta porque no tienes tanto efectivo en el monedero. Ni efectivo ni en la cuenta, ya que estamos. Y no, no pienses ahora en que tendras que pagarlo el mes que viene. Mucho menos se te ocurra dejar las cosas ahi y salir corriendo. Por Dios, !que verguenza!" Pero era lo que tenia ser mileurista y estar a final de mes. No tenia una ni para pipas. Y ya podia haberse quedado asi pero no, su enferma y obesa mente habia ganado la batalla con una sencilla pregunta que se habia repetido una y otra vez: "?Que dano te va a hacer un capricho?" Si solo fuera uno... Maldiciendose a si misma, comenzo a subir los escalones. Solo son cuatro pisos, tampoco es para tanto, se dijo. Y ademas, ya deberias estar acostumbrada. Ni tanto... Uno... Dos... Tres... Crac. No se metio la hostia del ano de milagro cuando el tacon del pie derecho se rompio. En ese momento tenia que estar pitandole el oido al dueno del piso, a su mujer y a toda su familia de como lo estaba insultando. Solto todo, se quito los zapatos, los metio en una de las bolsas y continuo escaleras arriba. --Me cago en mi estampa --refunfuno cuando iba por el peldano cuarenta. Se paro a tomar aire y coloco mejor las bolsas que ya le estaban cortando la circulacion de las manos. Con cuidado de que la bandeja con los pasteles no sufriera ningun dano... Y si, es lo que pensais, no habia podido evitar pararse en la pasteleria y seguir quemando tarjeta alli. En fin... Ya quedaba menos. Habia que seguir. --?A quien demonios se lo ocurrio la brillante idea de alquilar un cuarto? --gruno un momento despues, cuando solo le quedaba un piso por subir y sentia que los pulmones le quemaban. Ignoro, como no, el letrero fluorescente que se encendio dentro de su mente y que iluminaba su imagen dando la respuesta a su pregunta porque, evidentemente, solo a ella se le podia haber ocurrido. Pero claro, tenia ascensor, ?como iba a imaginarse que casi nunca funcionaba? Y ya ni hablemos de que la palabra ejercicio no iba con ella. Y no es que fuera vaga, claro que no, ella hacia ejercicio de vez en cuando. Solo que... Cansarse por cansarse lo veia una tonteria. Bastante cansada era ya la vida de por si. --Solo dos mas... --llegaria a su casa, soltaria las bolsas, cogeria uno de los pasteles y se lo comeria tumbada en el sofa-- Uno mas... !Por fin! Con la lengua casi fuera, aligero el paso hasta su destino. Ni el Jorobado de Notre-Dame habia caminado nunca tan encorvado. Llego a la puerta de su vivienda, solto algunas bolsas para poder buscar las llaves en el bolso, pero la puerta se abrio, Valeria se incorporo como pudo y... --!!!Vamos a morir todos!!! No, no os preocupeis, esto es una novela romantica. No iba a morir nadie. Y no seria por falta de ganas. Porque... A tomar por culo los pasteles. Tras el portazo de la loca de la vecina y de gemir cuando vio como la bandeja perfectamente envuelta de la pasteleria caia al suelo, Valeria cerro los ojos con fuerza. Mierda, los pasteles no. Silvia, su companera de piso y quien habia abierto la puerta, echo un rapido vistazo y fruncio el ceno. ?Que habia comprado esa loca? ?Medio supermercado? Eso olia a drama existencial. Quizas sentimental. Pues otro drama mas… Levanto la mirada hasta su amiga, quien apretaba los parpados con fuerza y tenia sus labios convertidos en una fina linea y supo que estaba a punto de explotar cual olla a presion. --Val... --susurro Silvia. Su voz sono calmada y suave, como si le estuviera hablando a un animal salvaje a punto de embestir. Lo que no era una comparacion exagerada para cuando se trataba de Valeria. La mayoria de la gente la definia como una mujer tranquila, con una paciencia infinita, super dulce y educada. Claro que eso era de cara a los demas. Pero quienes la conocian bien, sabian que tras esa mascara de serenidad, la andaluza escondia un genio de los mil demonios y conocia mas tacos que un camionero. Y si, porque seguramente era asi, venia de mal humor por tener que subir a patitas y a eso se le sumaba el grito de la desquiciada anciana que vivia al lado y que habia destrozado, mas directa que indirectamente, su racion de azucar... Valeria no tardaria mucho en echar humo. Y en otro momento a Silvia no le habria importado. Hasta la habria animado a soltarlo todo. Como le decia siempre: mejor fuera que dentro. Pero teniendo en cuenta que no estaba sola y que existia la posibilidad de que ardiera Troya cuando viera quien la acompanaba... Aunque Silvia esperaba poder mantener la situacion bajo control. Porque Valeria era un amor. Otra cosa es que estuviera mas pirada que su vecina, pero que era un encanto, lo era. Menos cuando se encontraba como en ese momento. O con ciertas personas. Silvia suspiro, se agacho, cogio la bandeja del suelo y miro a Valeria. --Val --insistio. Valeria cogio aire lentamente, abrio los ojos, miro a su amiga y le hizo un gesto con el dedo para que no dijese nada. Dio un paso hacia delante, Silvia pestaneo varias veces, se aparto y la dejo pasar. Error, penso al reaccionar y ver hacia donde se dirigia. --Val, espera --Silvia dejo la bandeja encima del aparador de la entrada para intentar parar a su amiga, pero no llego a tiempo. Ella ya habia retirado la cortina y habia abierto la puerta del balcon. Cogio aire y... --!!!Juro que algun dia la matare!!! --grito a todo pulmon. Silvia puso los ojos en blanco y una risita a su izquierda la hizo suspirar. Miro a su hermano, apoyado en el marco de la puerta del pasillo, con los brazos cruzados y observando, divertido, a Valeria. Pues empezamos bien, penso Silvia. Su amiga iba a matarla, estaba segura. O moria, lentamente, a manos de Valeria o, en el "mejor" de los casos, su amistad terminaria para siempre. --Val --volvio a llamarla, esperando a que ya hubiese terminado con el drama y que le hiciera un poco de caso. Estaba deseando terminar ya con todo eso. La muerte, cuanto mas rapido, mejor. --Maldita vieja de los demonios --gruno su amiga--. A ver si se quema en el infierno. Pues no, no ha dejado el drama, aun esta bien metida de lleno en el, penso Silvia. A ver si deja el complejo de Scarlett O'Hara. Valeria respiro varias veces intentando calmarse. Esa mujer la tenia hasta la coronilla. Un dia de estos iba a sufrir un ataque al corazon con los sustos que se llevaba. Y antes de morirse ella, moriria la vieja. Mas de una vez se habia preguntado por que su alquiler era mas bajo que el de los demas vecinos del barrio. La respuesta era simple. Entre el desastre del ascensor y la desquiciada mental que vivia al lado, o pedian un bajo precio por el o el dueno tendria que regalarlo. Si ella lo hubiese sabido a tiempo, no estaria alli. Pero se entero demasiado tarde. Cuando ya se sintio mas relajada o, al menos, con mas control de si misma, se giro mientras levantaba su mano para quitarse el pelo que le cubria parte de la cara y se quedo paralizada cuando se dio cuenta de que no estaban solas. Habia otro par de ojos pendiente a ella. Un par de ojos que ella conocia bastante bien. Joder, ?que hacia el alli? Lentamente, el se incorporo, descruzo los brazos y se quedo mirandola fijamente. --Max --la sorpresa en su voz mientras le daba un rapido repaso al dueno de esos preciosos ojos grises. Senor, si que habia mejorado con los anos. Y nunca hubiera pensado que eso fuera posible, siempre fue perfecto. Al menos para ella. Max tenia algo especial. Un rostro bastante masculino, unas facciones duras que parecian haberse senalado con los anos, aumentando su atractivo. Alto, atletico pero no en demasia, con ese rostro serio que a veces iluminaba con una sonrisa picara y ese pelo castano tan bien peinado. Ese pelo que ella habia sonado mas de una vez con revolver. Claro que nadie sabia eso, solo eran fantasias de nina tonta. ?Verdad? --Valeria --la voz de ese hombre casi la hizo temblar. Si, sin duda era el. Y a lo de las fantasias de cria mejor no iba a contestar. Valeria sintio como su rostro se tenia del color de la grana. Un inmenso calor le subio hasta la cabeza y quiso morirse alli mismo por la verguenza y por la ira que estaba comenzando a crecer en su interior. Al final iba a morir ella antes que la vieja chiflada. Pero no lo haria sin matar antes a su amiga. Con ganas de querer degollarla, miro a Silvia, quien la observaba con las cejas enarcadas, sin, al parecer, sentirse preocupada. Aunque las apariencias suelen enganar. Mas bajita que su hermano y mas rubia, pero con la misma sonrisa burlona que tenia el, le devolvia la mirada sin el menor atisbo de preocupacion. Y deberia de tenerlo. --?Que? ?Apetece un pastel? --pregunto Silvia, con retintin. A Valeria lo unico que le apetecia en ese momento era que la tierra se la tragase. Capitulo 2 Hacia como una hora que Max habia llegado a casa de su hermana. Se sentia extrano alli, pero se adaptaria, solo necesitaba un poco de tiempo. Y ganas. Pero eso no le faltaba. Tenia. Y muchas. Le habia costado un poco, sobre todo porque siempre habia sido muy independiente. Pero habia terminado aceptando la ayuda de Silvia. Al menos por un tiempo. Como le habia repetido su hermana hasta la saciedad, era el momento de comenzar de cero. Y que mejor manera de hacerlo que dejando toda su vida atras o, mejor dicho, lo poco que quedaba de ella y luchar por tener una nueva oportunidad. Para ello tenia que marcharse lejos de todo y de todos. Y por eso estaba alli, en el piso que su hermana compartia, mirando, divertido, como Valeria estallaba. Habia cruzado el salon como si de una exhalacion se tratase, Max apenas habia podido pestanear. ?Y que hacia descalza? A saber... Apoyado en el marco de la puerta del pasillo que conducia a las habitaciones del pequeno y antiguo piso donde se encontraba, se cruzo de brazos y espero, intentando no soltar una carcajada, a que la amiga de su hermana terminase con el drama. A saber la de calamidades que habria sufrido durante el dia para llegar a eso... Y si, era ironia. Porque el la conocia bien. Sabia como era. ?Como no hacerlo con la cantidad de horas que habia pasado en su casa desde que era pequena? El se habia encargado, ademas y en mas de una ocasion, de provocar ese caracter. Senal de que la conocia bastante bien. Hacia anos que Max no tenia contacto con Valeria y aunque sabia, por fotos que habia visto, que habia cambiado mucho fisicamente, parecia, mirandola desde atras, que el cambio habia sido mayor de lo que las imagenes mostraban. Cuando se diese la vuelta y pudiese dejar de mirarle el trasero, lo confirmaria. ?Y que demonios hacia el mirandole el trasero? Ni el lo sabia. Como tampoco entendia a que se debia esa repentina excitacion que el estaba sintiendo. Pero es que ella no parecia la misma. Y ese impresionante culo tampoco parecia el suyo. ?O es que siempre lo habia tenido asi y el no se habia dado cuenta? Pues habia perdido el tiempo, porque vayas nalgas mas perfectas. Max resoplo mentalmente por sus pensamientos. Joder, que era la amiga de su hermana. Era casi como una hermana porculera para el. Porque molestar, lo habian molestado siempre las dos. El no podia verla de otra manera que esa. No, no podia ser, no estaba tan desesperado como para llegar a eso, ?verdad? Que va, solo era la sorpresa de verla tan... Tan... Dejalo, se regano a si mismo. Despues de removerse un poco, incomodo por el rumbo que habian tomado sus pensamientos, se obligo a mantener la misma postura relajada. --Val --insistio su hermana. --Maldita vieja de los demonios --fue la respuesta de esta, Max enarco las cejas, divertido--. A ver si se quema en el infierno --en ese momento el solo queria reir. Ella y su caracter. Unos segundos despues, sacandolo de sus elucubraciones mentales, Valeria comenzo a darse la vuelta y el no pudo evitar que sus ojos volaran desde su culo hasta sus pechos. Joder... Graso error. El aire se le atasco en los pulmones. Madre de Dios. ?Realmente era Valeria? Enfadado consigo mismo, ignoro a su mente y puso todo su empeno en mantener su postura distendida y en que su rostro no mostrase la sorpresa que se habia llevado. Porque se la habia llevado. Esa no parecia la misma chica que el conocia. Claro que el nunca la habia visto como una mujer en si. Era... La amiga de su hermana. Y lo sigue siendo, dijo una voz en su mente. Pero no es lo mismo, penso. Y por Dios que no lo era. Lentamente, sin prisa, Max levanto la mirada hasta que sus ojos se posaron en el rostro de esa mujer. Ella retiraba el pelo que le tapaba parte de la cara en un gesto controlado. Max no pudo evitar que una sonrisa torcida se formara en sus labios cuando Valeria dejo sus facciones al descubierto. Si, era ella. Y estaba preciosa. Siempre lo habia sido, eso no podia negarlo. Porque tonto no era, hasta eso habia llegado. Una cosa es que nunca la hubiera mirado como a una mujer y otra que no supiese reconocer una cara bonita. Y Valeria siempre habia sido guapa. Pero esa vez habia algo mas en ella y Max no podria explicar que era. No era solo que su cuerpo... No. Esa morena de abundante y rizada cabellera tenia algo especial. ?Tal vez sus espectaculares labios? ?Esa pequena y delicada nariz, tan perfilada y perfecta? ?Ese cuerpo del pecado? Joder, no sigas por ahi, gimio mentalmente. Era mejor no pensar en ello o iba a vivir un momento bastante incomodo, ya estaba comenzando a apretarle el pantalon por la zona de la entrepierna. Fue entonces cuando ella parecio notar su presencia y lo miro. Max se encontro con ese par de ojos que, por primera vez en su vida, casi lo dejan sin aliento. Y no tenia ni idea de por que. Conocia a esa chica y por mucho que hubiese cambiado, no era normal la reaccion que estaba teniendo su cuerpo. La culpa la tenian esos ojos, seguro. Habia algo en ellos, un brillo especial. Perturbado, Max cambio de postura, separandose del marco de la puerta y descruzando sus brazos. Le mantuvo la mirada mientras ella le daba un buen repaso. Porque habia hecho eso, ?verdad? Oh, si. Sutilmente pero lo hizo, lo cual no sabia por que, pero le hacia sentirse muy satisfecho consigo mismo cuando vio como sus mejillas se tenian de rojo. Eso significaba que habia aprobado el examen. Y que estaba mas pirado que la vecina tambien. --Max --joder, no, gimio el mentalmente, una voz sexy no. Esa no era su voz. Ella... Mierda, no recordaba su voz, pero ella nunca habia dicho su nombre de esa manera. Debia estar alucinando y todo era culpa de su mente calenturienta, seguro. Todo era por el viaje, estaba agotado y no pensaba con claridad. Si, tenia que ser eso porque no era normal que hasta su voz lo hiciese pensar en lo que no debia. --Valeria --respondio el, dando gracias a Dios porque la suya sonase controlada. Porque ver el rubor en sus mejillas no estaba ayudando demasiado a parar su enfermiza mente. Para, Max, recuerda por que estas aqui. Como si en ese momento eso fuera a aliviarle la calentura que tenia... Pues deberia, se recrimino. Como si fuera tan facil... Los enormes ojos negros de Valeria volaron rapidamente hasta Silvia y la miraron, enfadada. Mierda, penso Max, lo que faltaba. Eso solo puede significar que... Max iba a matar a su hermana. Mira que se lo habia imaginado, pero prefirio pensar que no iba a ser tan tonta como para callarselo. Pues al parecer su hermana era mas tonta de lo que podia llegar a imaginar. Lentamente, el hizo lo mismo que Valeria y desvio su mirada hasta Silvia, a quien parecia darle igual ocho que ochenta. --?Que? ?Apetece un pastel? Max no tenia ni idea de a que venia eso, pero suponia que tampoco importaba demasiado. --?Y bien? --continuo Silvia al ver que nadie decia nada y nerviosa por sentirse el centro de atencion en ese momento, claro que no lo demostraria-- ?Un pastel? Pesadita con el pastel, penso Max, poniendo los ojos en blanco. --?Un pastel? --la pregunta de Valeria fue hecha con tanta suavidad que Max sabia que era la calma que precedia a la tormenta. --Si, azucar rica --confirmo Silvia. --?Te refieres a uno de esos deliciosos dulces que con tanto carino he elegido? --Claro que si --Silvia afirmo con la cabeza. --?Uno de esos que se han destrozado cuando se han caido al suelo por culpa de esa vieja demente que, un dia no muy lejano, Dios mediante, le hara compania a San Pedro? --pregunto relajadamente, haciendo reir a Max cuando lo entendio todo. El habia escuchado, como lo habria hecho todo el barrio, el alarido de la vecina no mucho despues de que Silvia fuese a abrir la puerta al escuchar como Valeria llegaba. Su hermana le habia contado que su vecina estaba un poco mal de la cabeza y algunas anecdotas para que estuviera al tanto. Lo que no le habia contado, siendo lo unico que importaba, es que la tercera persona implicada en todo aquello aun no tenia ni idea de por que estaba el alli. Juro por Dios que la matare, penso, imitando a Valeria. Porque a el no le apetecia vivir, en primera persona, el incomodo momento en el que su hermana se lo contase. Valeria podia decir que no y mandarlo lejos o, lo que creia que era aun peor, podia decir que si por puro compromiso, teniendo en cuenta que siempre se habian llevado un poco... Max no diria que mal, pero tampoco bien del todo. Porque Valeria tenia genio y a el le gustaba chincharla de vez en cuando. Le divertia y ella no se lo tomaba demasiado bien. Aparte de eso, tampoco hubo mayores problemas. Hasta ese momento, porque la ereccion que esa mujer estaba provocando en el si era un problema. Y de los gordos. Por todo eso, Silvia tenia que haberlo hablado con ella antes de ofrecerle su ayuda. --Precisamente esos, si --Silvia afirmo repetidamente con la cabeza, refiriendose a los pasteles de los que Valeria hablaba. --Claro que si --Valeria comenzo a mover la cabeza a la misma vez que su amiga-- No importan que esten destrozados. --Si --seguia afirmando Silvia--. Digo no --nego rapidamente con la cabeza--. !Claro que no! --exclamo, porque ?que iba a decir? Ya la estaba mareando y eso no deberia pasar, solia ser ella quien sacaba a Valeria de sus casillas. Pero claro, habia que tener en cuenta que era ella la que debia un par de explicaciones. Max miraba el intercambio de las dos y no puedo evitar sonreir. Nunca cambiarian... --Pero estan destrozados --repitio Valeria, poniendo cara de pena. Entonces el movimiento exagerado de negacion de Silvia paro. Fruncio el ceno y se mordio el labio inferior. --Bueno, a lo mejor podemos salvar alguno. --?Por que deberiamos de hacerlo? --?Porque te apetecen? --Tambien me apetece el helado de vainilla con nueces de pecan que compre y se convertira en batido a este paso --Silvia abrio los ojos de par en par y Max solto una risita, sabia que era el helado favorito de su hermana --. Como me apeteceria saber que hace el aqui. Como siempre, directa al grano, penso Max. Y aunque la pregunta habia sonado brusca, el no pudo evitar sonreir de nuevo. La conocia un poco, lo suficiente para no tomarselo a mal. --?Vainilla con nueces de pecan? --Silvia se habia quedado en eso. --Lo probaremos si la vecina no nos ha robado antes la compra. --Oh, !eso no! Mi helado no, porque !mato a la vieja! --grito Silvia mientras corria hacia la puerta para meter las bolsas de la compra en casa. Max solto entonces una carcajada cuando noto el ambiente mas relajado. Valeria sonrio y miro a Max. El no pudo evitar devolverle la sonrisa, le habia gustado ese gesto casi mas que chincharla. ?Desde cuando no le sonreia asi? Es mas, ?lo habia hecho alguna vez? El ya ni lo recordaba, pero no le importaria que lo hiciera cada dia. --?Que haces aqui? ?Vacaciones? Max medito su respuesta unos momentos. --Podria definirse asi --con una sonrisa burlona, se acerco a ella. --!?Me vais a ayudar o que? Valeria resoplo y refunfuno algo como "Te ayudare a que tambien tu vayas a saludar a San Pedro" o algo asi entendio Max y rio mientras la veia desaparecer. Se quedo mirando su trasero de nuevo. Madre mia... Se maldijo a si mismo y fue tras ella para ayudarlas. Ya tenia bastantes problemas en la vida como para anadirle uno mas. Asi que tenia que mantenerse bien alejado de Valeria, por su salud mental y esperaba que su reaccion fisica solo fuese producto de la sorpresa o iba a terminar completamente jodido. --?Y bien? --Valeria dejo la bolsa que habia cogido encima de la encimar-- ?Me va a explicar alguien que esta pasando? --Claro --respondio Silvia y se quedo callada. Y es que Silvia no tenia ninguna prisa por contarle a su amiga que era, exactamente, lo que estaba haciendo Max en su casa. La prueba de ello es que habia tenido un par de semanas para decirselo, antes de que el llegara y no lo habia hecho. ?Para que?

  • Como arena entre tus dedos – Gadea Fitera de Gadea Fitera

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    Margarita Ruiz de Lihory era una joven y bella aristocrata que decidio ser libre. En una epoca, los anos veinte, en la que ser mujer significaba estar atada a duros convencionalismos sociales, ella se salto las normas y disfruto de una vida apasionante llena de intrigas y aventuras. Espia, pintora, empresaria, triunfo en todo lo que hizo y consiguio poner el mundo a sus pies. De las arenas del Rif al palacio presidencial de Mexico, de las calles de La Habana a la elite social de Boston, Margarita conocera el amor de los hombres mas poderosos y vivira dos guerras que cambiaran el rumbo de su vida.

  • El jefe de mis suenos de Carmina D

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  • Amar a un extrano de Cassie Miles

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    Eden Miller habia amado y perdido al hombre de sus suenos. Doce anos despues ese mismo hombre volvio convertido en un agente del FBI, con la mision de investigar a su familia.

  • Sinfonia para mis heridas de Patricia Alejandra Coria

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    Buenos Aires, diciembre de 1983 Sin siquiera imaginar que ese dia su vida comenzaria a dar un giro inesperado, Mariana disfrutaba su primera jornada de soledad en el amplio piso que compartia con sus padres, quienes habian partido rumbo a Europa a celebrar un nuevo aniversario de casados. Habia hecho planes para disfrutar ella tambien de esas semanas que quedaban por delante: horas frente a su piano, sin las inoportunas interrupciones de su madre; algunas salidas con su grupo de amigos y companeros del Conservatorio de Musica, y esa tan postergada tarde de peliculas y pochoclos con Paula, su amiga del alma, para la que, bien sabia, tendria que negociar con Leandro. No seria tarea facil; su novio era demandante y celoso del poco tiempo que su trabajo le dejaba libre para compartir con Mariana. Recostada en el sillon, bebiendo un licuado de frutillas, anana y un toque de jengibre que Rosalia -quien trabajaba en la casa desde que ella era muy pequena- le habia preparado antes de retirarse, observaba desde el inmenso ventanal del living el embotellamiento de transito que, al caer la tarde, obstruia la avenida las Heras. Buenos Aires hervia en ese dia humedo de finales de primavera. Sin advertirlo, fue cayendo en un sopor que la sumio en un sueno profundo y tranquilo. El sonido del telefono la desperto de repente, confundida al ver el departamento a oscuras; habia perdido la nocion del tiempo. Se levanto trastabillando, imaginando que seria Paula para ultimar los detalles de la cena programada para el dia siguiente. -Hola… -dijo aun medio dormida, sin disimular el bostezo. No era necesario guardar tantas normas de cortesia con su amiga y confidente. -Buenas noches. ?Hablo con Mariana Urrutia? -La voz masculina se oia nerviosa y lejana. -Si, soy yo, ?quien habla? -pregunto restregando sus ojos para salir de la modorra de esa tardia siesta. -Mi nombre es Javier. Necesito hablar con vos, se que te sonara extrano porque no nos conocemos; aunque hace algun tiempo que yo supe de vos y decidi buscarte. No quiero asustarte, pero necesito verte, contarte cosas que nos involucran a los dos. -Creo que te equivocaste de numero. -Estaba a punto de cortar cuando oyo del otro lado del telefono el grito que intuyo desesperado. -!Por Dios, no cortes, Mariana! Debemos hablar urgente, antes de que sea tarde. Ya voy a explicarte todo y vas a poder comprobar que no te estoy mintiendo. -!Deja de hablar pavadas! No se quien sos ni me interesa. No vuelvas a molestarme. Luego de cortar la comunicacion, un repentino desasosiego la dejo como ausente, con el tubo aun en su oreja y enrollando, nerviosa, el cable en uno de sus dedos. Finalmente, desconecto el telefono, temblando de miedo. Encendio las luces, comprobo que la puerta estuviera cerrada con llave y trabo todas las ventanas. Intento serenarse preparando el jacuzzi para darse un bano con sales relajantes; ese llamado inoportuno le habia cambiado el humor. Una sensacion de extrano temor le oprimia el pecho, aguijoneando su mente con recuerdos y dudas que nunca habia querido enfrentar. Cerro sus ojos, se hizo un bollito en su cama, como cuando de pequena una tormenta la asustaba. No queria pensar, ansiaba dormir, dormir profundamente. El ruido en la cerradura de la puerta de entrada interrumpio el sueno profundo en el que finalmente habia caido, luego de una noche inquieta, en la cual ni la lectura ni las palabras cruzadas que tanto la hacian aislar del mundo habian logrado aquietar sus pensamientos. Se asomo al pasillo y comprobo que era Rosalia, quien traia un paquete de su confiteria preferida; seguramente le habria comprado medialunas para el desayuno. <>, penso imaginando la mirada de su madre, quien, tan obsesiva como era con su figura, vivia controlando la dieta de su hija. Corrio a arreglarse, recordando que no habia preparado su ropa como hacia habitualmente para no salir a las apuradas por las mananas. Odiaba esos descuidos que le alteraban sus rutinas tan estructuradas. El espejo del bano le reflejo a una Mariana ojerosa y palida. Sus ojos color miel, de mirada vivaz y chispeante, habian perdido brillo; su largo cabello, que lucia siempre impecable, era un revoltijo de hebras castanas. Era evidente que la noche anterior habia hecho estragos en su animo y aspecto. Al verse asi, se reprocho haber sucumbido a tanta ansiedad por un llamado que nada le habia revelado, que seguramente no tenia nada para revelar. No iba a ser presa facil de alguna broma de mal gusto o una de esas trampas mediante las cuales intentaban sacar informacion para luego planificar un robo. Al entrar a la cocina, encontro a Rosalia aguardandola con un humeante tazon de cafe con leche, jugo de naranjas recien exprimidas y las medialunas aun tibias. Marianita, como ella le decia, era un poco su nina. A la noble mujer, la vida le habia negado la posibilidad de convertirse en madre, y se habia prendado de Mariana desde el dia en que su patrona volvio de la clinica con su tesoro en brazos. -!Buen dia, Rosa! !No podes con tu genio!, ya comenzaste a malcriarme nuevamente -la saludo con una amplia sonrisa y un sonoro beso. -!Buen dia, mi chiquita! Estas preciosa, pero tenes una carita que no se en que festichola habras andado anoche. Cuidate, Marianita; ya se que sos grande y no te gustan los sermones, pero estas aca solita y no quiero que te pase nada malo -le aconsejo acariciando el cabello suave y brillante que tantas veces le habia cepillado de pequena. -Quedate tranquila, sabes que yo me cuido. Estuve preparando una clase hasta muy tarde y practicando con el piano; me acoste a la madrugada -mintio apurando su taza y devorando una medialuna mientras se colgaba la cartera al hombro. Ya estaba algo retrasada. El sol de principio de diciembre anticipaba un verano de fuego. Mariana habia anhelado durante todo el ano esos dias largos de calor, luminosos, intensos, alegres y coloridos, en los que el aire olia a jazmines y frutas frescas. Con su animo mas recuperado, camino luciendo ese hermoso vestido blanco de bambula y puntillas que su madre le habia comprado, con sus zapatos turquesa, cartera al tono y un perfume a flores silvestres que le daba aun mas frescura a su juventud. Una vez mas, al cruzar la Plaza Houssay, miro la fachada de la Facultad de Ciencias Economicas con ese orgullo y emocion que sentia por su padre, que habia egresado de alli hacia ya unas cuantas decadas. Penso en cuanto lo extranaba, a pesar de que hacia casi nada que se habian ido. Acelero el paso hasta llegar al Conservatorio. Seria un dia largo, pero la entusiasmaba la cena que aun restaba terminar de organizar con Paula y, si Leandro tuviera un ratito libre, quizas podrian almorzar juntos. No parecian quedar rastros de la ansiedad que tanto la habia inquietado. …Un dia, un dulce dia, con manso sufrimiento te romperas cargada como una rama al viento y sera el regocijo de besarte las manos, y de hallar en el hijo tu misma frente simple, tu boca, tu mirada y un poco de mis ojos, un poco… !casi nada!… Jose Pedroni Capitulo 2 Mendoza y Buenos Aires, anos 1935 a 1950 Desde el patio repleto de plantas y una parra que en breve deberia ser podada, se podia sentir el delicioso aroma proveniente de la cocina. Mercedes se ufanaba en la preparacion de los dulces, que luego almacenaria en grandes tinajas de vidrio, para ir consumiendo a lo largo del ano. Mientras la carne de los membrillos hervia, formando abundante espuma en una gran cacerola de bronce, filtraba el jugo de los corazones de los frutos con un lienzo blanco destinado exclusivamente para la preparacion de la jalea. Debia estar sumamente atenta hasta llegar al punto de coccion de la mermelada, para separar la porcion que deberia seguir un rato mas al fuego para lograr convertirse en un dulce compacto, luego de ser enfriado en un molde. Entretanto, sobre la larga mesa de madera, descansaba una olla humeante con la mermelada de uvas recien cocinada. -Por hoy es suficiente -exclamo Mercedes secandose la frente perlada de sudor luego de pasar tantas horas entre las hornallas. Su inmensa panza le dificultaba cada vez mas hacer las tareas habituales, pero no estaba dispuesta a renunciar al goce de la preparacion de sus famosos dulces. -Ya te he dicho una y mil veces que no debias enredarte con la cocina. !Tenes que descansar, mujer! -protesto Carmen, su hermana, que habia venido desde San Juan a cuidarla en los ultimos meses de embarazo. -No me retes mas, sabes cuanto me aburro tirada todo el dia como si estuviera enferma. Bastante que me aguante no haber podido ir a la procesion de la Virgen de la Carrodilla en esta ultima Vendimia -se quejo con su ceno fruncido y removiendo con furia la larga cuchara de madera. -Mejor ni hablar del tema, que me volviste bien loca desde que llegue. Entende que, estando gruesa, tenes que cuidarte. El medico ya te dijo que debes descansar mas horas, y supongo que no querras volver a pasar otra vez por el mismo sufrimiento. -Carmen intentaba hacerla entrar en razones y que se fuera, de una vez por todas, a la cama. -Ya, ya. Tenes razon, voy a recostarme hasta la hora de la cena. -Se resigno quitandose el delantal con pechera manchado de jalea y frutas, que destacaba aun mas el avance de su estado. Varias semanas pasaron hasta esa tarde fresca de principios de junio en que Mercedes comenzo a sentir fuertes puntadas en su vientre. Ya no sentia el mismo animo y valentia de los dias anteriores. Los fantasmas de su embarazo anterior regresaban con fuerza a llenarla de temor. Aquella vez, todo habia sido diferente, apenas habian transcurrido cuatro meses cuando una hemorragia la desperto de su siesta, sumiendola en la mas profunda tristeza al ver su ilusion hecha pedazos. Ahora estaba ya en su noveno mes y, a pesar de que no habia cumplido al pie de la letra las indicaciones de un mayor reposo, tal como le habia indicado su medico, todo se desarrollaba normalmente. Las contracciones eran cada vez mas seguidas y prolongadas. -Creo que esta llegando la hora, Carmen. Por favor, anda a buscar a dona Genoveva -le pidio agitada. Su rostro habia empalidecido de repente. -Acostate y trata de estar tranquila. Corro a buscarla, pero antes le aviso a Aurora para que no te quedes sola. -Su hermana largo la costura que tenia entre manos y, acomodandose el cabello con sus dedos, fue hasta la casa vecina, donde vivia la amiga de Mercedes.

  • Una noche de invierno de Laura Kasischke

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    Una manana de Navidad, una mujer hace balance de los trece anos transcurridos desde que recogio a su nina en un orfanato ruso. Aunque no es precisamente el dia mas apropiado para rendir cuentas, el impulso de sincerarse y de enfrentarse a su propia decepcion hace que madre e hija se enzarcen en una larga discusion en la que aflora el abismo que las separa. Bajo el fuego cruzado de amargos reproches, el vinculo amoroso, profundo e inextinguible, se presenta como el ultimo recurso para superar la crisis y recomponer la relacion. Sin embargo, en una jornada aciaga, mientras una feroz tormenta de invierno se abate sobre la zona, un acontecimiento inesperado condiciona de forma dramatica la estabilidad de la familia. El dia empieza de forma irregular. Los regalos siguen bajo el arbol, sin abrir, porque Holly y Eric, los padres, se han quedado dormidos despues de una noche de excesos. Cuando Tatiana, quinceanera incomprendida, le echa en cara a su madre la actitud irresponsable, Holly, una poetisa marcada por haber renunciado a la escritura, no pierde la ocasion de senalarle todas las carencias que la convierten en una hija ingrata y egoista. Y mientras Eric se ausenta para recoger a sus padres en el aeropuerto, el clima de tension va aumentando por momentos. Asi, al caer la noche y bajo un manto de nieve que todo lo cubre, Holly se hace las preguntas inevitables: ?en que se ha convertido su adorada Tatty? ?Donde ha quedado el brillo de sus hermosos ojos negros? ?Es tan solo la adolescencia o se trata de una especie de castigo que ha caido sobre la familia? Por desgracia, su angustia y su desesperacion parecen ir en consonancia con la terrible verdad que esta a punto de descubrir.

  • Teutoburgo, Valerio Massimo Manfredi de Valerio Massimo Manfredi

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  • Citronela de Gema Samaro

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    Despues de su ultima decepcion amorosa, Pili decidio cambiarse el nombre y ponerse Citronela, como la planta que ahuyenta a los insectos.
    El ultimo bicho al que mantiene a raya es Guillermo, el trompetista de Los Flipados del Swing, la banda con la que canta desde hace unos meses y con la que hace bolos por todas partes.
    Guillermo tiene el perfil en el que Pili se prometio que jamas volveria a caer: guapo, culo inquieto, mujeriego y trompetista.
    Y por supuesto que va a ir con su promesa hasta el final.
    A pesar de que Guillermo asegure que se ha enamorado de ella.
    Y Pili puede que tambien de el.

  • Virgen de Clara Montecarlo

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    Carol, Carolina y Virgen eran lo mismo.
    La misma persona. La misma mujer.
    El amor de mi vida. Y un universo distinto.

  • Todos menos tu (Menos tu 2) de Estrella Correa

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    Itxel se traslada a Madrid a vivir su sueno.
    Nico tambien esta alli, intentando rehacer su vida. Busca, pero no encuentra. Nada lo llena.

  • Hechicera (La cofradia de las comunes 2) de Diana Scott

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    El capitan golpeo de lleno con el duro mastil de madera. Pequenas gotas de sangre, disueltas en agua salada, surcaban su frente. Los miembros de la tripulacion gritaban como furias enloquecidas mientras las pocas mujeres en cubierta corrian espantadas buscando refugio en la bodega. El barco, cual bebe acunado por gigantes, se agitaba con los intensos vientos del Mar occidental. Quiso centrarse, pero el fuerte dolor de cabeza apenas si le dejaba pensar. La vision se le borraba de a momentos y el cuerpo se tambaleaba sin encontrar el sentido cuando unas manos intentaron sostenerlo por la cintura. ?Estaria muerto y lo transportaban al cielo? Penso al oler ese dulce aroma de mujer, tan fresco, tan delicado y tan floral. No, se contesto a si mismo, el no era hombre de recompensas celestiales. Las Espanas ya no lo esperaban y los cielos no perdonaban. Dos fueron las veces que sacudio su cabeza intentando aclararse y tres las que parpadeo hasta comprender la gravedad del asunto. La vela mayor hecha unos trapos danzaba con los vientos mientras el galeon, sin rumbo, golpeaba con cuanta ola se encontrase. La jovencita de tacto terso y gentil lo acunaba en su abrazo como si se encontrase ante un hombre de dulces declaraciones. "Ingenua", penso aturdido. Hubiese querido no despertar, pero aquellos ojos de sirena, curvas deliciosas como budin de abuela, y voz, penso comenzando a reaccionar, voz excesivamente intensa, se dijo apretandose la sien para que la sesera no se le escapase de la cabeza. --Estoy bien… estoy bien. --Alzo la mano deseando detener la intensa verborrea, pero nada. La sirena no callaba. --Estas sangrando, apenas puedes sostenerte. Te llevare a la bodega junto a las mujeres. Ellas podran curarte. <> Murmuro deseando matar a quienes el filo de su espada habia acallado ya. --Adonay… --Ella era la unica en ver mas alla de las mentiras o la traicion. !Que les importaba a ellos la rojez que circulaba por sus venas! ?Quienes eran ellos para declarar la verdad ante tanta mentira? ?Que profeta era ese que bendecia a los malditos y sentenciaba a las almas puras? --!Id a por la monja! --Grito con la garganta aspera por el temor. --Id a por la monja. --Repitio debilitado. La sangre primitiva le pedia gritar, romper y asesinar, pero el dolor le rogaba llorar. Llorar como ese nino que nunca se permitio ser. Llorar como ese pequeno que se fortalecio en la triste incomprension. Ajusticiar como ese joven que una noche helada de invierno dictamino justicia. Aun lo recordaba, su nombre era Andres. Hijo del tabernero y con apenas quince anos el muchacho era tan desgraciado y putero como su propio padre. Borracho, maltratador y con un rostro que mejor ocultar, el hombre con aficiones dignas de escribirse con minusculas era todo un hijo de puta con mayusculas. Sus vicios, innumerables. Su oficio, la vagancia. Su diversion, apalear judios. Una noche decidio que esa seria la ultima de aquel malnacido. Ese desgraciado no volveria a llamarlos puercos asquerosos ni escupir sus rostros ensangrentados por sus apestosas botas. Con lentitud se levanto de la cama y a escondidas de su padre escapo. Con sigilo bajo por la estrecha calle del mercado apenas iluminada por algunas antorchas de esquina y camino hacia la taberna. Unas cuantas calles cuesta abajo atravesando la Plaza del Solarejo y su destino estaba delante. Sigiloso para no ser visto, enfilo hacia la estrecha ventana trasera. Con el punal en mano y la calma del verdugo en las venas espero que el silencio cubriese la ciudad. "Un ajuste de cuentas" dijeron muchos, y nadie mas pregunto. Esa noche se hizo hombre mas alla de lo que marcaba la edad. --Que demonios… --Beltran no daba credito a la escena. --Id a por la monja… --Repitio perdiendo la poca coherencia que poseia. Ella respiraba, podia notarlo en el subir y bajar de su pecho pero el temor a que fuesen los ultimos suspiros lo estaban desquiciando. El caballero de rizos como el sol se acerco preocupado. Se lo notaba inquieto y puede que incluso algo culpable. Intento acariciarle el palido rostro pero su mano fue detenida por otra mucho mas dura y algo mas callosa. --?Quien sois? --Pregunto con la dentadura entrecerrada. --Ambos se miraron como si de una justa a muerte se tratase, pero fue Beatriz quien rapidamente aclaro. --Estabamos preocupados y decidimos entrar. Mi senor debeis disculparnos. --La voz temblorosa de Beatriz no presagiaba nada bueno. Juda oia pero sin escuchar. Las palabras de la joven se le escapaban como la paja de un granero sin tejado. Cabellos dorados como el trigo, penso observando con detencion, mirada del color del cielo en verano, porte tan elegante como los nobles de cuna y sonrisa tan amplia como su falsedad. --Senor, el es… --Vuestro hermano. --Termino la frase Juda, abrumado. La peor de sus pesadillas se convertia en carne. --Si mi senor, lo creimos muerto y… --Pero no lo esta. --Su voz sono ironica a la vez que desgraciada. Con rapidez busco en los recuerdos. ?Cinfaa aseguro que Gadea aun lo lloraba? ?Habia dicho algo mas? ?Aun lo amaba? ?Aun sonaba con sus recuerdos? ?Se habian besado? Las dudas le asaltaban con la misma intensidad con que los celos se le incrustaban en las carnes. Era suya. El propio Adonay se la habia entregado. Ese desgraciado regresaria al cielo donde todo el mundo le creia reposar, con o sin su punal clavado en el pecho, suya seria la eleccion. --Recuperare todo lo que por derecho me pertenece. --La voz neutra y condescendiente del ricitos trigales lo hizo sonreir. ?Buscaba con nobles modales intimidarlo? No era ningun noble de cuna pero sus ropas eran mas costosas y sus arcas estaban mas rebosantes que muchos de esos imbeciles escasos en tesoros y temerosos de la nueva realidad. --Marcharos. --Susurro como si de una mosca el caballero se tratase. --La mirada ardiente como las llamas presagiaban lo peor del converso pero se silencio ante los gritos de Beatriz.

  • Hablemos de nosotros de Carla Montenegro

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    Tras la crisis economica en su pais, Glen, un medico desempleado, se encuentra siendo, junto a una vecina misteriosa, los unicos habitantes del edificio. Su fobia social no le permite, ni en una situacion asi, acercarse a la gente.
    Una vez que Glen cruza la Puerta, nada sera como antes. Ni para el ni para ella.
    La supervivencia consiste en mantenerse unidos.
    ?Que sera de ellos? Una historia romantica para recordar.

  • Un debut en la vida de Anita Brookner

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  • El Lado Peligroso de Jude de Nicole Williams

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    Lucy desea a Jude mas que a nada en este mundo, pero sabe que el amor es un juego peligroso... y dejarse llevar puede salirle caro. Jude Ryder atrae siempre todas las miradas. Es guapo, insolente, atrevido... y desde que esta con Lucy exhibe una sonrisa que quita el hipo. Pero, aunque estan mas enamorados que nunca, ella no lo tiene claro. Por un lado, Jude siempre ha sido un rompecorazones, magnetico para todas las chicas. Y por otro, ahora se encuentran a mas de cuatro horas de distancia: ella en una exclusiva escuela de danza y el en una buena universidad gracias al futbol americano. Y, por si esto no fuera suficiente, Lucy ha descubierto que alli es tradicion que cada jugador tenga una <> animadora, y la de Jude alberga intenciones muy poco fraternales...

  • Llegare hasta ti (Seleccion RNR), Andrea Pereira de Andrea Pereira

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  • Enamorar a un lord ingles de Laura A. Lopez

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    Londres, otono de 1815 Angus escondia su cara tras sus cartas, sus ojos verdes observaban con detenimiento el rostro de sus dos adversarios en el juego. Podia distinguir el sudor de uno de ellos deslizandose por su sien para pronto bajar por su mejilla. El tenia la carta que podia dar la vuelta a aquel juego a su favor. El otro hombre miraba de reojo a su amigo, y despues regresaba su vista a las cartas, deseando no perder el juego. --Caballeros… --Angus hizo una pausa antes de continuar--: Todo lo que esta en la mesa, me pertenece. Ha sido un placer… Mostro sus cartas a los demas, quienes hicieron gestos de frustracion y mascullaron maldiciones. --?No apostaran en las peleas de gallos? --indago Angus a los senores cuyos rostros hablaban por ellos. --Por el momento, con usted ha sido suficiente, milord. Ha tenido una suerte endemoniada esta noche --siseo el hombre con cara de pocos amigos. --?Pero que culpa tengo yo? Buscare nuevos socios entonces -- anuncio Angus, tibio. --Haga lo que desee. Hemos perdido mucho hoy --manifesto el otro acompanante de aquella mesa de tres. Los dos caballeros se levantaron de sus asientos y se retiraron raudamente de Watier’s club. Angus cogio su excelente ganancia, se sirvio una copa de vino y medito sobre su buena fortuna esa noche. Todo se debia a que unos meses atras, su amigo Blake Basingstoke, duque de Pemberton, cayo en el terrible enredo del matrimonio, y lo dejo solo para continuar su vida. Aquel se dedicaba a su esposa y muy poco de su tiempo se lo ofrecia a la amistad que habian cultivado por anos. La soledad se acrecentaba con el pasar de los dias. Cuando supo que Blake se casaria, tuvo sentimientos encontrados, pues suponia que su madre, pondria de ejemplo al duque, !un duque casado! y el, ni siquiera estaba pensando en esa obligada opcion. Lord Angus Craven, conde de Craven, se encontraba en edad de casarse, segun sus padres, porque lo habian decidido. Aunque el tenia muchos reparos al respecto. Sus intereses distaban de ser las mujeres y el libertinaje. Tenia predileccion por las apuestas y las carreras de caballos antes que por la calida compania de una femina, y mas especificamente, una esposa que le impidiera hacer su santa voluntad. Se consideraba feliz estando en soledad. No ardia en deseos de que una dama le alborotara la vida tal como le ocurria a Blake. Atractivo no le faltaba, era alto, de complexion atletica, pero no era robusto, sino delgado porque no practicaba deportes. Su cabello lacio y castano le quedaba justo sobre los hombros y sus ojos verdes se asemejaban al color del cesped de una pradera. Todo aquello bueno que tenia, lo arrojaba al fuego por sus vicios, que se iniciaron con la irreparable perdida de su amado padre hacia mas de un ano atras. El golpe fue tan dificil de soportar que busco un escape de la realidad. Entre sus amistades y los vicios que mantenian su mente ocupada, continuaba con su vida, extraviando por completo el camino que se esperaba para un conde. Sabia que no podria escapar de su cruel destino. De cualquier forma debia casarse en algun momento, aunque el pensaba alargar su solteria lo mas que le fuera posible. ?Que haria todos los dias encerrado con una extrana en su residencia? !Dios lo librara de tener que soportar las argucias de una dama y perderse la diversion que le daban las apuestas! Bebio mas copas y engullo la exquisita cena que tenian en Watier’s. En lugar de irse a su residencia, se habia quedado dormido en el club durante unas horas hasta que lo despertaron porque debian cerrar. Estaba ebrio y cedio al sueno en aquel sitio, pero debia regresar a su mansion. Con esfuerzo llego hasta su caballo. Un ojo se le cerraba y el otro se abria mientras iba lento para no caer al suelo y terminar malherido. Cuando piso su propiedad, uno de los mozos cogio las riendas de su caballo para guardarlo en las cuadras. El camino apoyandose en la pared para no quedar como un tapiz del suelo de su residencia. Al cruzar la puerta, todo estaba oscuro en el recibidor. No habia para el siquiera una lampara encendida. Dio unos pasos mas hasta tropezar con una otomana que estaba en la entrada. Cayo de manera estrepitosa al suelo. En esa parte no habia alfombra que suavizara su caida. --!Auch! --logro mascullar antes de quedarse dormido en aquel sitio. Por la manana, desperto con el puntapie de Elizabeth, lady Craven, la cual estaba en camison con el rostro poco amable. --!Oh, me averguenzas, Angus! --exclamo lady Craven, molesta por casi confundir a su hijo con un nuevo adorno de la mansion. Los criados le informaron que otra vez se habia quedado dormido en la sala, ebrio. --Me levanto… --dijo aunque sentia un peso en su espalda que se lo impedia. El gato de su madre, lo estaba usando como cojin--. !Largate! --exigio al felino. --!No maltrates a Corin, inocente pequeno mio! --expreso Elizabeth, colocando al gato en sus brazos para que Angus pudiera abandonar el suelo--. Deberias avergonzarte. Si me hicieras caso, tendrias a una mujer aqui, distrayendote. --No quiero escuchar ningun reclamo, me duele la cabeza -- gruno antes de sentarse en la otomana con la que tropezo. --Si no deseas oir mis sabias palabras, entonces casate. Una esposa resolvera tu vida. No dejara que dilapides tu fortuna en juegos con cuanto miserable este en un club. Angus, recuerda que hubo perdidas en la cosecha de las propiedades. Hay que ser precavidos. ?Deseas ser un noble miserable que debe casarse con una heredera que lo escoja, en lugar de tener tu el honor de tomar a la muchacha que te agrade? Si sigues el sendero de la perdicion, solo nos espera ser refugiados del duque de Pemberton o apelar a la generosidad de Augusta, duquesa viuda de Pemberton. !No quiero siquiera pensar en tener que pedir favores! --Exagera, madre. Vi la contabilidad, no ha sido tan grave -- objeto. Se tapo los ojos con el antebrazo y se recosto. --Ni exagerando la situacion eres capaz de tomar en serio el asunto del matrimonio. El duque de Pemberton se ha casado… !Se ha casado! Y tu sigues aqui, vicioso, soltero, sucio y ebrio. Que pena mas grande siento porque el duque no es mi hijo --anadio, intentando que su hijo al menos sintiera celos o algo que lo impulsara a ir por el camino de los redimidos. --No me va a convencer con sus patranas. Las he oido miles de veces desde que Blake se caso. ?No existe la vocacion de soltero irremediable? Madre, ?para que deseo yo una cacatua insoportable como usted, que me diga lo que tengo que hacer? No quiero dos iguales diciendome lo que puedo o no comprar con mi dinero --se quejo--. Si me llego a casar con una mujer como usted, espero morir pronto para no oirla. Es un suplicio, ahora, dejeme dormir. --No dejes saliva en la otomana --espeto su madre, retirandose con el gato en brazos. El solo emitio un grunido, y se coloco en posicion fetal para descansar lo que quedaba de la madrugada. Angus desperto por el aroma del almuerzo que inundaba sus fosas nasales. El hambre era su unica razon para abandonar la incomoda otomana que lo albergaba. --Buen dia, madre --saludo a la condesa, que lo ignoro. El se quedo callado por unos minutos esperando una respuesta mientras se sentaba para el almuerzo--. ?Que le molesta, ahora? --?Que me molesta? Tu sola presencia injuria mi buena educacion y tu respiracion me hace sentir como una lena arrojada al fuego y que empieza a arder. Me preguntas eso sabiendo lo que hiciste esta manana... --?Si me caso, usted estaria mas tranquila y llevaria una viudez feliz? --indago Angus. Coloco la servilleta en sus muslos, pareciendo arrepentido por sus malos actos. --Si. Tu padre y yo concluimos en su momento que estabas a tiempo de casarte. Es una pena que no consiguiera vivir para verte casado. --Y es probable que usted tampoco lo haga. ?Que varon respetable contrae matrimonio porque a su madre le parece? !Es a mi a quien debe alegrarme la idea! Pero… --Eres un cobarde. --!Lo soy! No puedo concebir a una extrana que aletea sus pestanas con rapidez como un arma para atraerme, durmiendo en la habitacion contigua, y que me obligue a sentarme con ella para almorzar. Con usted esa incomodidad es suficiente. No era que Angus odiase a su madre, le tenia estima, pero la mujer era demasiado testaruda y a ningun hombre le agradaba tener a su progenitora metiendo las narices en su vida constantemente. --Dramatizas mucho, querido. ?No piensas que cuando me muera, ni siquiera tendras esa silla para dormir? Nadie se ocupara de un ebrio que dilapida su fortuna y que pronto vivira de la caridad del duque de Pemberton --le recordo la mujer. Ella tampoco odiaba a su hijo, solo queria verlo convertido en el hombre que sabia que podria llegar a ser. Su relacion no siempre fue compleja, no obstante desde que su esposo murio todo cambio. Elizabeth deseaba ver a su unico hijo bien establecido y felizmente casado, de ahi que hablase con el de una forma que parecia ser efectiva: a base de imposiciones y reproches. --Si eso llegara a ocurrir, me convertiria en el ayuda de camara de Blake. Sera un honor que el conde de Craven le sobe la espalda --musito para molestar a su madre. --Esta bien, Angus. No insistire en que busques una esposa. Te la escogere yo o quiza prefieras que te la elija la pobreza. ?Que opinas de lady Katherine Basingstoke como candidata? Es hermana de tu amigo, por lo que siempre mantendran su amistad y ademas, tiene una dote envidiable. --?Kate? No, no, no. Si me casara con ella, seria como hacerlo con mi hermana, es inconcebible. Le pido que piense bien en lo que desea. Blake me mataria, me conoce mejor que nadie y sabe que soy un pesimo candidato para Kate, al igual que cualquier otro caballero. Ella ha sido inteligente para no casarse, tiene mi apoyo por completo. --Es casi una solterona para su pena. No comprendo como la duquesa viuda de Pemberton aun lo permite siendo una casamentera por excelencia. Hoy debe estar rebosando de felicidad, pensando en la cantidad de bisnietos que continuaran con su apellido, mientras yo, con un solo hijo, me hundo en la miseria mas absoluta --lamento. No perdia la esperanza de apelar a lo que su hijo tenia en el pecho. --Siento pena por su miseria. Como le dije, adorada madre, soy el que tendra que lidiar con una extrana hasta que la muerte nos separe. ?No le parece que hasta la muerte es demasiado tiempo? Suena hasta doloroso, ingrato y por sobre todo, insensato. Soy un hombre practico y egoista, me gusta vivir para mi. --No desistire hasta que comprendas que necesitas de una esposa que te lo ordene todo. --!Eso sono amenazador! --exclamo fingiendo que temblaba de miedo.

  • El tablero del Creador de Antonio Martin Luque

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    ?Quien es Ezequiel? ?Por que es un nino distinto a todos? ?Debe prepararse para el mundo hostil donde vive, o mas bien es ese mundo quien no esta preparado para su presencia?

  • El hombre que volvio a la ciudad de George Pelecanos

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    Michael Hudson acaba de salir de la carcel. Se ha librado de una condena larga gracias a Phil Ornazian, un detective que ha movido los hilos para que retiren la denuncia que pesaba sobre el chico. Decidido a reformarse, Michael quiere buscar un trabajo honrado y llevar una vida tranquila en Washington D. C. Pero Ornazian quiere que le devuelva el favor, y le presiona para que le ayude a dar un ultimo golpe...

  • Es medianoche, Cenicienta de Adriana Andivia

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    Mi vida a los treinta y cuatro era puro cine. Pero no por lo romantica, emocionante y apasionada, sino porque la sal de mi existencia se resumia en las horas que pasaba tirada en el sofa, viendo una y otra vez las mismas viejas pelis de amor.

  • Cautiva del vikingo de Esmeralda Lynn

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    Vala Helsonn es la hija del jefe del clan vikingo mas poderoso del territorio. A pesar de ser hermosa, toda su vida ha vivido como un varon; Vala es inteligente, directa, y experta con la espada.
    Y tampoco tiene reparos en vivir su sexualidad libremente, como un hombre. Esto le ha acarreado una mala reputacion, incluso ante los ojos de su tiranico padre.

  • Llevame Siempre Contigo (Llevame contigo 3) de Yara Ariza

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    Jannice Hernandez tiene la mala fama, entre sus amigas, de siempre llegar tarde a todos lados. No se permite salir de casa sin estar bien arreglada, nunca se sabe a quien pueda encontrarse.

  • El Legado de los Cohen de M. Gema Marin

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  • Descendiente de las tinieblas 3 de Tamara Kruger

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    La lucha por liberar a Badru de la oscuridad continua y Eleonor llegara al lugar en donde inicio todo. El Valle Oscuro. En este reino ademas de convivir y conocer las costumbres de sus habitantes tambien seguira descubriendo su tirania y el despojo de emociones de la vinculacion.
    Las visiones que fueron entregas y que revelaron como terminar con el encantamiento que une a hombres y lobos se convertira en la clave para que no pierda la esperanza. Lamentablemente el sombrio enlace sera mas poderoso de lo que pudo imaginar y la arrastrara a liderar una batalla entre la razon y las tinieblas.
    Un nuevo desafio la inducira a buscar su real naturaleza mientras que esta vez la destruccion del enlace la enfrentara a uno de sus mayores miedos.

  • Casi una novela de Megan Maxwell

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    Hola amigos. Antes de que comenceis a leer este libro os quiero comentar algo. Necesito que sepais que CASI UNA NOVELA fue la primera novela que yo escribi en mi vida. Recuerdo que un dia estaba aburrida en casa, cogi papel y boligrafo (no habia ordenador) y comence a escribir. En ese momento, ni me imaginaba que estaba creando una historia. Yo solo me deje llevar por mi imaginacion y plasme lo primero que se me paso por la cabeza. Lo alucinante fue darme cuenta varios dias despues, que habia creado una historia y sobre todo unos personajes que me pedian que no les abandonara, que continuara creando sus vidas. Como curiosidad de esta novela, os dire que el personaje de Rebeca, en un principio se llamo Megan. Ella fue la primera MEGAN. Gracias a ella, yo comence a utilizar ese nombre en muchos aspectos de mi vida. Concursos literarios. Editoriales. Y quiero sepais que si le cambie el nombre, al publicar ahora la novela, ha sido porque ya hay otra protagonista con ese mismo nombre en otro de mis trabajos. Soy una fiel seguidora del campeonato del mundo de motociclismo. Lo sigo desde hace mas de veinticinco anos y quiza por eso cuando escribi esta novela, su protagonista masculino fue un piloto de lo que hoy se llama MotoGP. En esa epoca, yo trabajaba como secretaria en una asesoria juridica y mi novio (hoy mi marido) y yo, teniamos moto. Ibamos a concentraciones moteras, a grandes premios en Espana y lo pasabamos genial. El nombre de la novela tambien tiene su historia. Cuando la escribi, recuerdo que cuando los amigos venian a casa y veian sobre la mesa un gran monton de hojas, me preguntaban ?eso que es? Y yo siempre les respondia... <> por eso cuando la termine decidi llamarla asi. La llame por el nombre que ya habia decidido sin yo saberlo, CASI UNA NOVELA. Solo espero que esta historia y sus personajes os gusten tanto como me gustaron. Un besazo Megan Capitulo 1 --Por fin es viernes --susurro Rebeca al salir de la oficina. El trabajo algunos dias era agobiante. Y aquel habia sido uno de esos dias. Con prisa, anduvo hacia su coche. Lo abrio, metio su bolso y, cuando iba a cerrar, observo que debajo del coche de al lado habia una caja de pizza que se movia. Cerro la puerta rapidamente. Sera una rata, penso horrorizada. Pero, cuando encendio el motor, volvio a mirar y observo una pequena cara peluda y blanquecina asomar por el extremo de la caja. Era un perrillo. Sin poder resistirse apago el motor, bajo del coche y abrio la tapa de la caja de pizza. --Venga, pequeno, sal de ahi --murmuro sonriendo--. ?Donde estan tus duenos? Miro a ambos lados del parking. No habia nadie. Estaba sola. Con mimo miro al pequeno animal peludo. --Tienes hambre, ?verdad? --El cachorro parecio entenderla y ladro--. Oh, Dios... pero si eres una monada. Divertida, lo cogio con una mano y se lo acerco a la cara. Era menudo y sus ojos tristones le dejaron sin habla. La noche se acercaba y le daba pena dejarlo alli solo. Pero no podia tener un perro en casa. En su vida y con su trabajo no habia cabida para un animal. Lo dejo en elsuelo apenada. --Lo siento. No me puedo hacer cargo de ti. Abrio la puerta de su coche y, cuando fue a meter los pies, el cachorro intento subirse, pero ella no le dejo. --Ni un paso mas, amiguito. No puedo quedarme contigo. Fin de la discusion. Arranco y este se quedo sentado sobre su regordete trasero. Rebeca lo miro y se agobio. No podia dejarlo alli. Era un cachorro. Un bebe. Al final, abrio de nuevo la puerta, bajo del coche, lo cogio y, tras resoplar, murmuro: --Vale. Te llevo a casa. Pero solo sera una noche. Llamare manana a la protectora de animales y ellos te buscaran un hogar. Durante el camino a casa, el cachorro color canela y blanco se enrosco y se durmio en el asiento del copiloto junto al bolso. Rebeca, enternecida, lo miraba mientras pensaba en lo divertido que seria quedarse con el. Pero acto seguido se reprendio. No podia, o mas bien, no debia hacerse cargo de un animal. Ella casi nunca estaba en casa. Quedarselo seria cargar a Angela, una encantadora toledana que acudia a limpiar lo poco que ella ensuciaba. La conocia desde que era pequena y siempre la reprendia por lo poco que comia y lo sola que estaba. Una vez hubo aparcado en su casa, cogio al animalillo con mimo y entro con el en elsalon. --Bueno, precioso, te dare de comer algo mas digestivo que un trozo de pizza. Al entrar en la cocina, Rebeca lo solto y este lo primero que hizo este fue estrenar la cocina. --Oh... no... oh... no --se quejo Rebeca mientras se apresuraba a por la fregona--. Mal empezamos. Pero el cachorro parecia contento, y comenzo a correr y a ladrar como un loco. Rebeca sonrio mientras se dirigia al frigorifico, sacaba un carton de leche, y buscaba un cuenco y galletas. En cuanto aparecio con aquello el perrillo se abalanzo con apetito voraz. Mientras le veia rebozarse en la leche y las galletas, Rebeca llamo a informacion. Necesitaba el telefono delservicio de recogida de animales. Marco el numero que le habian dado y un contestador automatico le indico que el horario de recogida era de lunes a viernes. Debia dejar la direccion de recogida, raza del animal, telefono y nombre de la persona por la que debian preguntar. Durante unos instantes dudo. !Era tan bonito! Pero tras ver que este volvia a mearse en la tarima no lo dudo y dio sus datos. --?Y que hago yo contigo el fin de semana? --pregunto mirando al animal. Una vez hubo cenado decidio repasar unas estadisticas que se habia traido del trabajo. Siempre estaba trabajando. --Bueno, hay que ponerse a trabajar --dijo mientras observaba al cachorro enroscado sobre la alfombra.

  • Dejame quererte de Bel Diciembre

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  • La Historia de Nahla (Hermanas Sfeir) de Bella Hayes

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    Nahla Sfeir es una chica arabe, quien a los doce anos es comprometida por su padre para casarse con un importante jeque cuarenta anos mayor que ella; mientras su prometido espera que cumpla la edad reglamentaria para casarse, es separada de su familia y enviada a un exclusivo internado para senoritas en Europa; una semana antes de su matrimonio conoce a Jake Steel, un joven de veintitres anos del cual se enamora; decide pasar una noche con el, con la esperanza de que se convierta en un para siempre y huir de una boda no deseada; descubierta por su padre, es obligada a abandonar su hogar; a los diecisiete anos sola y embarazada debe aprender a sobrevivir.
    Jake es sorprendido con la noticia de que es padre; sin saberlo, tiene una familia y ahora que la ha descubierto esta decidido a conservarla; hasta que el pasado de Nahla vuelve para reclamarla y llevarla a ella y a su hija de regreso a Arabia Saudi.

  • Besame primero de Lottie Moggac

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    ?Dejarias tu vida para asumir la de otra persona?
    Una intensa opera prima sobre los peligros del mundo online.

  • Lectura facil de Cristina Morales

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    Son cuatro: Nati, Patri, Marga y Angels. Son parientas, tienen diversos grados de lo que la Administracion y la medicina consideran <> y comparten un piso tutelado. Han pasado buena parte de sus vidas en RUDIS y CRUDIS (residencias urbanas y rurales para personas con discapacidad intelectual). Pero ante todo son mujeres con una extraordinaria capacidad para enfrentarse a las condiciones de dominacion que les ha tocado sufrir.

  • Haz como el gato de Stephane Garnier

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    La clave para el bienestar: ser un poco mas como tu gato.

  • El gran hombre de Blanca Moral

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    Cree que es demasiado grande para mi.
    Siempre me han gustado los desafios.

  • Los principes solo viven en los cuentos de Isabel Keats

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    Bibi lleva anos enamorada de Gonzalo, su nuevo jefe. El tipico caso de amor platonico incurable.
    Gonzalo, en vias de recuperacion tras un desengano amoroso, ni se imagina los sentimientos de su secretaria.
    A Rolo, el amigo de Bibi, le gustan todas y a Taty, la amiga de Gonzalo, no le gusta ninguno.
    Irene, la madre de Gonzalo, quiere que su hijo se case con Taty.
    Taty tambien quiere casarse con Gonzalo, aunque no por los motivos correctos.
    Gonzalo, en cambio, no quiere casarse con Taty, pero los suyos si son los motivos correctos.
    Lo malo es que Bibi esta convencida de que Gonzalo ama a Taty.
    A lo que hay que anadir que Rolo abriga intenciones inconfesables hacia la amiga pija de Gonzalo.
    Eso si, Taty pasa millas de Rolo, al que considera un patan sin muchas luces.
    Sin embargo, nadie cuenta con el Destino, que ha decidido meterlos a todos juntos en una coctelera y agitar.
    Y, aunque parezca increible, de todo este lio surgira el Amor Verdadero. El amor que camina a tu lado en lo bueno y en lo malo. Ese amor del que no se habla en los cuentos

  • El honor de la familia de Hannah Howe

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    Cuando el mayor mafioso del pais te hace una oferta que no puedes rechazar, ?que deberias hacer? En mi caso, decidi aceptar la oferta que me hizo el Sr. Vincent Vanzetti. Vanzetti me contrato para encontrar a su hija desaparecida, Vittoria, enfrentandome a la amenaza de represalias si fracasaba en mi tarea. Mientras buscaba a Vittoria, tuve que tratar con otros miembros del clan Vanzetti: Sherri, la segunda mujer de Vanzetti, de la misma edad que Vittoria, Sherri era una <>, una estrella del porno cuya ambicion era aparecer en un reality de television; Catrin, la exmujer de Vanzetti, dura como el granito, el poder detras de su imperio criminal; y V. J. Parks, el novio de Vittoria, boxeador, un joven en plenitud entrenandose para intentar conseguir un titulo mundial.

  • El Maestro Del Desastre de Samuel Sanaga

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    Perverso. La idea salio como le salen las ideas a todo gentio: por una minuscula probada, como se lo incito ella al entregarse al sendero de las hormonas. Ella, un cuerpo helado por la incertidumbre que le calaba las entranas, encorvada entre esos brazos como un nino pequeno. El, sudando frio, su piel palida, sus ojos enfermizos y vivaces arriba de orificios diminutos, sentia golpecitos en el pecho de adentro hacia fuera, y el darse cuenta de eso le inquietaba mas. La sentia liviana, porque no era la primera vez que la tomaba en sus brazos. Iba a trote, con el temor de escuchar el sonido de otros zapatos que los suyos en medio del silencio criptico. Llego a una esquina solitaria; al frente, a diez pasos, un muro de ladrillos viejos. Giro a la izquierda, fue estirando las piernas cuesta abajo. La humedad ya se sentia debajo de ese tremendo abrigo y tambien debajo de la capucha, una hilacha de liquido corria por la sien. ?Tan poquito has caminado y ya sudas? De tranco en tranco manoseaba la pierna de la chica, y evocaba movimientos frondosos de glorias bajo sabanas; pero las luces de los postes, uno en cada veinte pasos, imponian entornos amarillentos, hepaticos, en la pista de cerro muerto por la que se desplaza, que parecia aumentar de longitud con cada pisada. La adrenalina de hacer lo que hacia le permitia concentrarse mas en las hileras de casas mudas a la izquierda, y el muro de la derecha del estadio la Bombonera, que continuaba hasta terminar la ultima esquina del bullanguero 15 de Enero. El tipo desconocia el aire que deambulaba; por mas que vivio casi toda su vida en Lima, la frialdad era inusual, parecia penetrar desde los resquicios descubiertos de las ventanas oscuras, entre las lenguetas de tierra laterales a las veredas, le calaba la piel erosionada en puntos como gallina, hasta la punta de los mas reconditos bellos de su pulverizada conciencia. ?O es frio o eres tu el que tiembla tanto? Era precisamente la conciencia la que le estaba jugando una mala pasada. Miro al cielo vacio, Hasta la luna no quiere ser testigo de lo que hare hoy. Por la izquierda, a unos cuantos pasos, un gran grupo de piedras de cemento, desmonte de alguna casa remodelandose, quiza la que seguia. Al otro lado a medio metro debajo de la vista, una cabeza pequena, un par de ojos asustadizos, la criatura escualida denoto su olfato con un sonido, rompio el silencio de la madrugada comenzando a ladrar, el sujeto carajeo bajito y maldijo, se alejaba para prevenir muelas sucias en la piel. Sintio cerca del pie una roca de tamano regular y quiso saltarla, uno de los bordes le rasguno un tobillo, el cuerpo de la chica se le vencio al mar de piedras, el cayo apoyado en sus manos arriba de ella como si la protegiera, en posicion de cuadrupedo. Quedo perplejo un instante observandola, Gerald giro un tanto la cabeza, una roca le elevaba por su lado occipital. El tipo sintio dolor ajeno, se reprochaba, !Como llegue a este punto! Se levanto sintiendo hinchazon en las palmas de las manos. Alargando los brazos, quiso recogerla mientras los ladridos lo aturdian; puteo al perro, cogio una piedra y le asesto en pleno pescuezo. Sus ladridos se opacaron y se alejaron al igual que su silueta a la luz de un poste, al profesor le quedo en la cabeza el sonido de la piedra impactando esa piel. Recogio a la adolescente en sus brazos y reanudo la corrida. Su mente maquinaba forzosa, por querer callar la conciencia que brotaba; recuerda ocasiones entretejidas en telaranas, una sobre otra, cuando la perforaba con gusto y todo, sus movimientos, sus melodiosos gemidos bajo su cuerpo, sus temblores, las canciones que canturreaban luego de la accion en un limbo de oscuridad total, juntitos, endiablados, en medio de cuatro estrechas paredes. Quiso recordar mas, pero un sentimiento le golpeo el foco de su atencion; empezo a ralentizar sus pasos. A solo unos cuantos metros de la ultima esquina, el profesor dejo de correr. Quedo inerte un instante, mirando al suelo. Su memoria opera: la vez que se pasearon el parque de La Reserva, el la empujo hacia uno de los chorros que formaban arcos acuaticos cubriendo sus cabezas, emocionados con los reflectores de luz, ambos metiendo las manos en los arcos para lanzarse el agua como ninos; Tambien vino la vez en que ella se asomo al salon del primero C mientras el espectaba desde el pupitre a los uniformados haciendo tareas, se acerco y le dejo en las manos un poema que le habia compuesto, cuyas letras manejadas de su mano, le hicieron sentir un sabor a madurez y verano mezcladas en un solo cuerpo, y no pudo despedirse de el mas que con una estrechada de manos por miedo a que los chiquillos de primero vieran cosas imprudentes; Finalmente le vino a la cabeza la ocasion en que, sentados en un banco de madera labrada, apreciando un grupito de ninos dando vueltas en el centro de una alameda, ella le apreto las mejillas con dulzura como nunca sintio que se lo habia hecho mujer, mirandole a los ojos y susurrando: Te amo. La letra de una cancion de Grupo 5 pasaba por su mente, ?Por que tengo ahora estos recuerdos tan triviales? Todas esas imagenes, siempre con una Gerald sonriente, pudica, le hicieron analizar en como el amorio desequilibrado que vivieron los llevo a perder toda pulcritud; Tanto horror, tanta inconciencia, tanto condenado. Por fin bajo el rostro para verla: la muchacha tenia los parpados cerrados, tan dulce se veia con la carita blanca apegada a su pecho, silenciosa, drogada. Empezo a dudar; con todos los pensamientos de arrepentimiento y empatia que le apesadumbraban, deseaba hacerle algun bien y dejar de pensar --por lo menos por unas horas-- en si mismo y en su hambre de venganza, y la depresion de no volver a sentir -- ?Que cosa?-- el ocio, los bailes, las canciones, sus rodillas, sus muslos, su… !Ya! Carajo, ya se habia invertido mucho tiempo como para pensar en tirar la toalla justo ahora, en la penultima etapa. Aquella voz estridente le persuadio a seguir. Dio tres pasos agigantados. Freno de nuevo, los brazos, las piernas y el torso entero llevaban un temblorcillo que aumenta mientras mas piensa. Miro al frente, la calle despejada. Volvio a avanzar, cruzo el umbral de la reja en la que terminaba el barrio quincineriano, giro en diagonal a la izquierda donde lo esperaba el carro azul, al costado de un terreno baldosado y con cesped, con ciertos banquitos de concreto. Abrio la puerta trasera y acomodo a la chica durmiente en los asientos. Gira la vista, observa el tramo de la pista que va en subida, Tanto me he demorado en esa poca calle. Dejo a la adolescente con el cuerpo estirado y cerro la puerta. Acerco la muneca izquierda y apreto el boton de la luz. Eran las tres. Froto las palmas de las manos por los ojos y parte del rostro. La observaba recostada sobre su lado izquierdo. La piyama solo consistia en una camiseta rosada y un pantaloncillo plomo y delgado, y penso nuevamente en que Esto pudo haber terminado mejor. Giro la vista a la derecha, un misero pedazo de cesped del terreno baldosado. Sacudio la cabeza y las manos para darse valor. Entro al vehiculo y giro la llave. Tremulo, arranco a gran velocidad. II --Claro que esos sentimientos llegan cuando estas mas hundido, para terminar de fregarte --Ricardo hablaba senalando hacia abajo con la vista. Tenia apariencia trasojada, como si no hubiera dormido la noche anterior. Gerald cruzo los brazos sobre la carpeta. --Ya hasta hablas como filosofo... o, mejor dicho, pretendes hacerlo --respondio. --Tu no tienes enamorado, ?no, Gerald? --Stefany pregunta, dejo de maniobrar el lapicero azul y manoseo su barbilla. --No. --Geraldine es una intelectual, cualquier mequetrefe no estara a su altura --afirmo Ricardo palmeando la carpeta y sonriendo. Gerald permanecio seria. --No es que sea sobrada, simplemente no me da la gana. --Lo que pasa es que eres un poco alzada, Gerald, no lo niegues --dijo el companero bromeando; abajo de su barbilla, se lucia el lapicero al lado de una letra mayuscula escrita en el cuaderno. Lo tomo, observo su cobertura negra. --Que no soy alzada. --Si lo eres, se te nota en los ojos. --Eres mal educado --reprendio Stefany--, no sabes expresarte con amabilidad a una chica. --Soy directo, mujer. --Te apuesto que nunca tuviste enamorada. Gerald oprimio la punta con tinta haciendo el punto final al parrafo. Dejo caer al lapicero sobre el cuaderno. --?Tu crees en el amor? --Stefany le hablo apoyando la cara sobre sus manos. --Yo creo que ese... ese manojo de emociones... florece... en la juventud. Stefany junto los parpados. --Oye, ?que te has fumado? --Nada que te importe. --No necesitas decir cosas elegantes a cada rato. Gerald apoyo la nuca en sus manos, mirando hacia el techo. Los amorios no la preocupaban, preferia pensar en su ninez, ?Te acuerdas? Tu cabello era olitas diminutas, y tu mentecilla se preocupaba en juegos libres, caricias, ganarles las canicas a los ninos, los malditos ponies que nunca te compraron, en vez de preocuparte en rellenar cuadernos, presentar tareas ineficaces, escuchar a tus companeros hablar estupidez y media. Ella baja la vista para observarlos: sus palabras son ausentes a sus meditaciones, dos ojos masculinos hundidos arriba de pomulos redondos, casi una senal de depresion, una voz dulce; la companera de al lado, robustita, lentuda, intercambiaba palabras como no lo hacia con muchos. Los uniformados de todo el sitio se prestaban a socializar; el profesor, estrabico de sus actividades, sentado en su pupitre, ojeaba un cuaderno y una hoja se caia para un lado, tenia cuadraditos rellenos de numeros diminutos, y Gerald se preguntaba de que color eran esas notas, Mas rojas que azules, de seguro. Giro la cabeza a la izquierda y miro a los demas; unos copiando la tarea de la pizarra, otros, tan ajenos al texto, intercambiaban frases y abrian grande la boca, tan profunda como un tunel, y los ojos, como si no pareciese que se estan riendo de lo sucia que esta la falda de una companera, otro se burla senalando al alumno que apoyaba la cabeza y los brazos sobre la carpeta, muerto en suenos, delante de ella. Dejo caer los brazos a los costados. Nunca hizo falta las presiones atolondradas ni los castigos risibles de ineficaces padres para que mantuvieras buena posicion en los puntajes ?no, Gerald? Eres de las muchachas que poco se encuentra, y que poco se conoce, y con el soporte social de conversar con muchos y amistarte solo con algunos cuantos. En sus pensamientos mas comunes idealizaba que nadie podia negar lo atractivo y lo presentable de su fisionomia, un par de ventanas cristalinas con dos pelotitas negras brillosas, con apariencia de piedad, y en medio una nariz regular y lisa, como la tez blanca. De lejos, parecia que su rostro llevara una forma casi redonda, pero su mirada era de las que pronosticaban a la primera impresion un gesto de pureza, armoniosa con la personalidad esbelta que demostraba. Se acordo del consejo de alguien, que solo le hacia falta lentes para combinar lindura e intelectualidad, pero ella aborrecia la idea. "Las personas que usan lentes son muy intelectuales". Gerald puso las cejas pesadas, ella conocio a personas de erudicion que no necesitaron mejorar la apariencia con un par de vidrios, y lo confirmo al mirar a la derecha, en el grupo de cuatro carpetas mas cercano a la puerta, El Duro lanzaba a sus companeros repulsivas babosadas y mentadas de madre, llevaba puesto un par de ojos adicionales como apariencia de "intelecto"; tambien giro al sentido contrario para divisar, en el otro grupo, a la companera que hoy se puso en la vista un par de lunas con monturas rosadas y pensaba lo mismo que sus companeras le decian: "Se te ve lindo", "Te asienta". Gerald la miro bien, !?te asienta?! No pudo evitar que salga un sonido risueno. --Tonta-- el pensamiento salio literalmente de su boca. Miro a su costado, Stefany escribia concentrada, no la escucho, parece. Volvio a poner las manos tras la nuca, relajandola. Ricardo ha levantado la vista para verla. Ella percibe a su companero por el rabillo del ojo, se formula la duda si le esta viendo los pechos o si esta mirando hacia otra direccion. Dirigio el iris hacia el, el muchacho bajo la mirada al cuaderno donde transcribia. --Se ve que escribes muy rapido, Gerald. --Ella ha devuelto la vista al techo. --Asi es. A dos carpetas de distancia, Jorge, un palillo alagado, torcido, con la piel de un matiz oscuro, la miraba de reojo a su izquierda. Jugaba con un D.N. I. ajeno en una mano, leia el apellido Castillo. --Maldita --susurro entre dientes. --Oye, tu si te pasas. --Aurelio se acomodaba el cordon amarillo que se le caia del hombro. Estaba riendo. --De que cosa. --Angello le miraba con ojos vivos. --Lo de hacer una de esas jugadas. Pero seria bacan, ?no? --Si, pues, tenemos que hacerlo. --Verdad, la profesora de historia dejo tarea ?no? --dije yo. --Creo que si --dijo Aurelio, y siguio el tema-; pero no hay maestro mas jodido que Paul. ?Te contaron lo que hizo en el bano? --En el bano pasa de todo. Claro. --El tiene tino para eso. --Si, ?no?, ese huevon revento una rata-blanca en el water, ya te imaginaras como salio la aguita marron como volcan --dijo Angello, la risa se le salia atorada, y sus ojos se ponian mas chinos. Los tres saliamos del salon despues que la campana del recreo habia sonado, ya medio salon habia desaparecido. Nos ibamos al bano. --A mi me han contado que dos anos antes, uno de quinto se grabo cagando encima de una carpeta. --!Ja, ja, ja! --Y fue en el salon donde estamos ahora. Yo los escuchaba casi sin hablar mucho, el pasillo no tenia mucha gente que estorbaba el paso, hasta llegar a donde queriamos. El bano tenia una reja nueva, observamos las losetas limpias y celestinas del lavadero de un lado, antes eran de un color blanco falso, porque parecian con manchas amarillentas de tanto uso. Cuando entramos los cuadritos de losa estaban tan nuevos que hasta reflejaban las caras. Se veian mejor a comparacion de antes, cuando los banos de los hombres estaban en el segundo piso y no habia ni puerta, un marco de fierros oxidados rodeaba la entrada, y algunos de los bloques donde estaban los inodoros no tenian ni puerta. --Me gustaria hacer algo mejor que eso --dijo Angello mientras se acercaba a una puertilla y la abrio. --!Oigan, oigan, miren aqui! Angello ?Te refieres a esto? --Aurelio senalaba el inodoro y nos acercamos a mirar. Al fondo de la tasa en medio de la aguita repugnante, habia un DNI enmicado y con la cara de una chica en la parte frontal. Rieron mas fuerte que antes. --Ella no es.... --No jodas. --Ella no es... --!Esa es Gerald! alaaa, esto es literalmente la prediccion del futuro --dijo Angello. --Pues, si sigue siendo como es --dijo Aurelio. --?Como "es"? --dije yo. --!Ah, perdon, Ricardo! no debi decirlo contigo aqui. --Aurelio me tocaba de un hombro y luego se tapaba la sonrisa con la mano. En el recreo, ha llevado una silla cerca a la puerta, y sentada, observaba el desfile desorganizado de jovenes de todas las clases y tamanos, y le distraen de sus pensamientos dos criaturas enanas que parecian saltar delante suyo a toda prisa como crias de chivo. Los nuevos que entraron a secundaria siguen pareciendo ninos, ?no?, y que feo, Gerald, estos mocosos parecen ser mas vivos de lo que eramos el C en primero. Por andar correteando casi le arrancan los audifonos que estan colgando del cierre de su casaca, que reproducen una cancion a bajo volumen. Se los pone a los oidos. Entrelazadas como canasta, dos de sus companeras van tomadas del brazo al quiosco, igualitas como la mayoria del colegio: las vastas de las faldas cuatro dedos mas subidas de la rodilla, los cuellos de la camisa sin abotonar, bordeadas por una especie de culebras oscuras y largas, y los monos que no estan detras de la cabeza sino arriba en la coronilla, deformes, informales, sujetos con un cole de distintos colores, ?De donde salio esa moda tan lacra? Quiza nunca lo sepas, Gerald; para ti las vacaciones ya terminaron, fueron dos semanas pequenisimas, solo una interrupcion a diez meses de rutinarias ensenanzas, un pequeno viajecito a provincia, para visitar a los primos, unas cuantas vueltas a la Lima jodida, y de vuelta seis horas y media adentro de esta cazuela pintada de azul, casi todos los dias, acompanada de chibolos excentricos y estrabicos que se creen de lo mejor, aunque para algunos de ellos, las vacaciones nunca terminan. El timbre ha sonado y ella prefirio meterse sin comprarse algo para el estomago. El recreo duro veinte minutos y hacia falta cinco para que todas las cabezas dejen de chapar en los sitios oscuros, los hombres dejen la pelota y todo el mundo se encuentre en el aula. Los del quinto C entran mas despacio, porque parece que el profesor de fisica no llega todavia. --Y eso que el es puntual --ha dicho Saltachin--. Hoy toca fisica ?no? --?Ya no te acuerdas? --le dijo El Duro-- Mejor si no viene. Ambos estiran las piernas por el pasillo, se alejan del salon, pero grande es su sorpresa al ver llegar a una mujer de contextura regular, de cabello corto color rubio artificial, y usando un par de ojos adicionales con monturas doradas y redondas como un reloj de pendulo. --Mierda, alla esta Elia. --Ah, que pesada.

  • No temas al amor de Alice A. Cross

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    Nunca creyo que el llegaria a romperle el corazon.

  • La ilusion de los mamiferos de Julian Lopez

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    Una pareja de varones se encuentra cada domingo. La familia, los hijos, la complejidad del amor desde la perspectiva de uno de los amantes.

  • A mi este siglo se me esta hacia largo de Luis Piedrahita

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    Unos de los lugares mas desesperantes que existen son las salas de espera. Antes de nacer, la primera sala de espera por la que pasamos es un testiculo. Todos hemos estado alli esperando a que nos llamen. Suelen llamar los sabados. Estas alli y es como cuando vas a ver la Giralda: van llamando por grupos. Salen todos corriendo y a empujones, para subir a una torre y ser el primero en llegar al mirador. Luego, a lo largo de la vida pasamos por varias salas de espera. Los medicos mayores, esos que montan la consulta en una casa, suelen tener una sala de espera tipo asador castellano: con sillones de cuero, ceniceros de bronce, cuadros de perros mordiendole el cuello a un ciervo... Yo siempre me he preguntado quien habra pintado todos esos cuadros de perros mordiendo cuellos de ciervos. ?Cuantos habra en Espana? ?Mil? Yo creo que los medicos los ponen para que los pacientes vean al ciervo y digan: <>. Entras alli y esta todo el mundo en silencio. Dices: --Buenas tardes. Y se oye una especie de rumor... --Mnstardesmnmsn... La primera cuestion es donde sentarse. La norma es sentarse lo mas lejos posible de otras personas. Lo unico que sabes de esas personas es que todas estan enfermas. No sabes lo que tienen, pero todos tienen algo. Ves un senor con ojos de huevo y dices: <>. Cierto que te puedes contagiar, pero tambien te puedes curar... Yo miro de que tiene cara cada uno y luego me siento al lado del que mas me interese. Por ejemplo: si ando un poco estrenido, pues me busco a alguien que tenga cara de gastroenteritis o de andar un poco suelto, y me siento cerquita para ver si nos contagiamos un poco y nos equilibramos. Al entrar, habria que decir: --Buenas tardes, tengo jaqueca por forzar demasiado la vista. ?Hay alguien que tenga ojo vago?--Si, yo. Sientese aqui. Y si nadie quiere hablar, que cada uno lleve un cartelito con su enfermedad. El caballero que va con cartel de incontinencia se sienta al lado de la senora que dice <> y, por la teoria de los vasos comunicantes, se equilibran. Si hubiera comunicacion, la mitad de los casos se solucionarian en la sala de espera. Es curioso. Alli nadie habla con nadie, pero tampoco hay silencio. De vez en cuando suena algun suspiro de senora mayor. <>. Parece que la pobre se esta deshinchando. Las senoras mayores nunca estan solas en una sala de espera. Suelen ir con una amiga de su edad o con una hija y, la verdad, es muy dificil saber cual es la enferma y cual la sana, porque alli todo el mundo tiene carita de pena. Incluso es dificil saber cual es la madre y cual es la hija. Hay gente que tiene cara de llevar alli desde antes de que pusieran la consulta del doctor. --Pero, hombre de Dios, ?cuanto tiempo lleva usted esperando? --No lo se. Yo estaba sentado en una silla en la calle y vinieron unos obreros y construyeron esta salita alrededor. Para mi mejor, que si llueve no me mojo. Siempre hay un momento en el que la senora mayor intenta hablar bajito con la otra, pero todo el mundo las escucha. Es incomodo, porque a veces son temas intimos y susurrados: --Pues este medico fue el que me miro lo del quiste aquel de la axila. --?Y que tal? --Muy bien. Me lo pinto de blanco y negro, y asi parecia que llevaba un balon de futbol debajo del brazo. --?No te lo quito? --El no, pero me lo quitaron unos ninos en el parque para jugar a la pelota. --Claro. En la sala de espera vives situaciones embarazosas con personas que no vas a volver a ver nunca. Esos sillones de cuero falso son terribles. A la minima que te mueves suenan flatulentos. Claro, no sabes que hacer. Todos te miran como diciendo: <>. Entonces, te mueves mucho como para dejar claro que no es lo que parece, pero, por alguna razon misteriosa, el sillon ya no hace ruido. Todos te miran como diciendo: <>. En ese caso, lo unico que te puede salvar es una flatulencia real, para que todos digan: <>. Toda sala de espera que se precie ha de tener una mesita con revistas. Hay algunas que no se a que esperan para cambiar las revistas. He llegado a ver Intervius de antes de que se inventara la silicona. En las salas de espera de instituciones publicas no hay Intervius: hospitales, aeropuertos, Hacienda... Alli no hay sillones, ni cuadros de ciervos, ni mesitas de revistas... Alli hay una pantalla y todo el mundo la mira. Todos con su ticket en la mano a ver si sale su numero. Yo cojo varios, asi tengo mas posibilidades. Siempre que hay que coger numero me cojo veinte o treinta mil, pero no por mi. Lo hago para regalar esa discreta sensacion de alivio a los que esperan con el numero 22 000 y ven que en la pantalla todavia van por el 70. 70, 71... De repente, se ponen en el 21 998, 21 999 y 22.000. Lo hago por ellos, por regalar alivio a la gente que espera. Esas salas de espera de lo publico no tienen sillones de cueripiel. El sistema es otro. Sillas unidas por una barra de hierro. Es como una brocheta de sillas. Le pones unos mangos a los lados y es un futbolin de gente sentada. Si algun dia inventaran el futbolin de jubilados, podrian basarse en esas sillas. La sala de los aeropuertos es un sitio muy curioso para esperar. Llaman por turnos. <>. Para ir todos en el mismo avion y comer en un plato de plastico hay demasiadas castas, ?no? ?Que diferencia de trato cabe ya entre oro, platino, zafiro y rubi? Van delante y llegan al destino unas milesimas de segundo antes que el resto, pero no me parece que valga la pena. Dicen que es para que el que la tenga pueda sentirse un poquito superior. No me parece suficiente. Deberian sacar la tarjeta plutonio. El que la tenga tiene derecho a elegir a un pasajero, comerse su comida y tirarlo por la ventana en pleno vuelo. Asi si que te sientes un poquito superior. La vida no es otra cosa que una sala de espera. Esperas para hacer la digestion y poder banarte en la piscina, esperas que ese dia baje a la piscina la chica que te gusta, esperas a que te conteste un whatsapp, esperas para sacarte el carne de conducir y cuando lo tienes la esperas en el portal, esperas que llegue la noche perfecta, ella se queda en estado de buena esperanza, os desesperais un poco pero al final la esperas en el altar, esperas a que este libre el cuarto de bano, esperas para ir al medico y un dia, sin que nadie se lo espere, te mueres.

  • Seduciendo al duque de Olivia Kiss

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    Serie Seduciendo #2

  • Lo que encontre cuando te perdi [LGBT] de Fabian Tapia

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    La vida de Zile Thorn se esta cayendo a pedazos y su unica forma de sobrellevar el dolor es destrozando a la unica persona que lo habia hecho sentir completo. Hasta ese fatidico accidente en un concurso de ballet cuando Rob Hilsen se equivoco en su melodia y le ocasiono el retiro perpetuo de las pistas. Su relacion -una en la que no cabian las pesadillas- ahora se ha vuelto tormentosa volcada en ese precipicio de rencor, lagrimas y canciones rotas. Zile no solo no podra volver a bailar, sino tampoco volver a amar, pues lidiar con ese abismo le resulta abrumador y prefiere cobrar venganza rompiendo un corazon en todas sus formas posibles.

  • El Asesino Biblico de Rodney Quinn

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    Matar para sobrevivir es una ley natural de todas las clases animales, incluso la del hombre. Sin embargo, la diferencia esta en que los animales matan por instinto, el hombre por necesidad o placer.
    El bien y el mal, habita en todas las personas. El hecho de que algunas personas no crucen el umbral de la delgada linea entre la vida y la muerte, depende en gran medida del control que tienen sobre sus deseos mas oscuros. Pero ese no ser mi caso.
    Una vez que se cruza la linea no hay retorno posible.
    La sangre es igual o mas adictiva que la droga mas poderosa del mercado y cuando se entra en ese mundo, el matar se vuelve algo inherente; algo que se necesita para satisfacer el deseo mas oscuro de todos los existentes.
    La sangre es un nectar embriagante, es el nectar de los dioses para un asesino.
    No mataras, reza el quinto mandamiento de la Ley de Dios.
    Entonces ?por que matar?
    Las razones son variadas. Pero esa no es la cuestion. La cuestion es por que mato.
    Mato porque es algo necesario. No solamente para mi, sino para la sociedad misma. Claro esta que tambien existe un placer, un extasis similar al que se siente en la copulacion cuando veo realizado mi acto.
    Pero matar no es tan malo. Se necesita para preservar la raza.
    ?Si un hombre tiene conocimiento de que otro va a matar a una multitud, no estaria en su buen juicio y obrar el matar a ese hombre?
    Salvaria las vidas de un grupo al sacrificar una.
    ?Pero quien tiene el valor para hacerlo?
    Pocos hombres tenemos esa fortaleza, ese impetu para detener al malvado.

  • Rock Therapy de L. A. Brier

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    Elizabeth Harvey tiene la vida resuelta. Vive en un lugar tranquilo de Los Angeles, tiene un trabajo que adora junto a su madre adoptiva, y ha conseguido que la industria de la musica se olvide de que alguna vez existio: la que una vez fuera la nina mas mimada del rock desaparecio con su apellido, y su padre quedo enterrado en el olvido junto con su cadaver.

  • El diario (Preciado secreto 2) de Mariela Saravia

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    Charleston, 1910 Iba de regreso a casa con el corazon convulsionado y la mirada llena de nostalgia. Pensaba en los tantos secretos que descubriria en el diario de mi madre, pero lo poco que supe en aquellas tres cartas, fue lo que me dejo con una tremenda urgencia por responder diversas preguntas, entre ellas: ?Que habia pasado con mi madre, despues de que Arthur se fuera de casa? ?Logro mi padre trabajar de medico y casarse como siempre habia sonado? ?Que habia sido de la familia de Arthur y de sus hermanas? Entonces recorde aquellos anos, cuando mi madre me llevo a un hotel en New York, recorde aquel hombre apuesto de unos cuarenta anos, que a pesar de su porte atractivo, parecia mucho mayor. Dentro de sus ojos se agitaba con esfuerzo una llama de ilusion por la vida y sus labios inexpresivos, formaron una calida sonrisa tras observarme caminar de la mano de mi madre. El salon era muy amplio pero para Francis y para mi, solo existia aquel hombre al que mi madre saludo con cierta distancia fingida. Luego me lo presento como un viejo amigo. Ansiaba leer el resto de las cartas que con suerte, desenmaranarian todo aquel lio, a la vez que tambien anhelaba conversar con mi esposo, sobre mi pasado al fin resuelto. Mi vida y la de mis padres, se resumia apretada en unas cuantas letras. Me pregunte entonces: ?Sera posible algun dia contar esta historia y enviarla a la imprenta, para que se conozca en toda nacion el poder de lo que significa, cargar a cuestas con un amor prohibido, un preciado secreto? Entonces al entrar a casa y recibir su aroma tan caracteristico; al mirar a mis dos hijas corriendo por el jardin, volvi a recordar aquella frase: "para el verdadero amor, no hay edad... para los placeres de la vida no hay tiempo. Y para ser madre, solo basta con tener un corazon capaz de cargar con un hijo por el resto de su vida" Entre al salon, con los pies hinchados y el cuerpo adolorido. Eran las dos de la tarde de un domingo del mes de octubre. La casa estaba en silencio, salvo por los sonidos caracteristicos de aquel clima otonal. Beatriz me seguia a mis espaldas, dando ordenes al resto de sirvientes para que se encargaran de llevar la ropa sucia a la lavanderia, y despues subir los baules al dormitorio. Estaba ansiosa por comenzar a leer el diario de mi madre, antes de leer el resto de cartas las cuales tampoco eran muchas. Pense que en ese orden me seria mas facil comprenderlo todo. --!Que alegria que estes de vuelta Maddy!-- saludo mi esposo ilusionado, sacandome de mis cavilaciones. Mire sus ojos centelleantes en felicidad y su sonrisa picara que tanto me agradaba --Te extrane mucho. Le sonrei de vuelta, y me aferre a su cuerpo. Cuanto extranaba su calor, su aroma. Me sentia muy sensible despues de pensar en mi madre y recorrer aquellos tramos del sur. --Yo tambien carino-- le salude con un beso dulce en los labios. De no haber estado tan cansada por el viaje, hubiera sido un saludo mas efusivo, pero Roger estaba tan feliz de tenerme de vuelta, que no le importo como le saludara --Fue una larga semana. Ya ordene los papeles con el abogado y ahora la casa es nuestra. Bueno de nuestras hijas. Roger sonrio de nuevo, marcandosele dos hoyuelos bajo los ojos, justo a cada lado de sus pomulos. --Me agrada saberlo Maddy, estoy seguro de que tu madre esta muy orgullosa desde donde te mira. ?Descubriste algo nuevo? Es que te noto algo preocupada. --Si, en realidad descubri mas cosas de las que esperaba. Pero no quisiera contarte nada todavia, hasta no estar segura. Tengo la cabeza hecha un lio y hasta creo que he comenzado a sacar conclusiones erroneas. --Tu y tu cabecita creativa-- dijo simpatico acariciandome las cienes --Me enamora tanto esa imaginacion con la que has nacido-- Roger me beso carinoso la frente, y luego de soltar mis manos, me hizo un masaje en los hombros. Acerco su rostro al mio y susurro: --No te canses mucho querida, estare en la oficina por si me necesitas. Asenti un tanto distraida. Me lleve el diario de mi madre a la terraza y me deje caer en el sillon floreado. El viento proximo al invierno soplaba con poder en mi rostro, agitandome el cabello y los vuelos del vestido. Las hojas del jardin se elevaban sobre el suelo, y volaban por el cielo como papeles de tafetan. Me acomode mejor en el asiento y comence a leer. &&& Richmond, 1866 La casa estaba tan vacia sin la presencia de Arthur, que por un momento comence a mirarlo y a sentirlo en cada rincon de la cabana. Por las noches sentia como se acercaba a mi cuerpo, para arroparme como lo hizo durante tres anos. Olia su perfume al despertar y dormia con su recuerdo cada noche. Pensaba donde se encontraba y como se sentia, si aun me extranaba o si ya me habia olvidado. Otras veces me culpaba por haberlo sacado asi de mi vida, si era lo unico bueno que me habia pasado en anos, pero no podia ser tan egoista. El tenia un futuro por vivir, suenos que deseaba cumplir y no me perdonaria jamas, ser la causa que termino con ellos. Cerre los ojos mientras las gruesas lagrimas me salian a borbotones por los ojos, recorde la forma tan cruel de echarlo fuera de mi vida. Me partio el corazon, lo saque como si fuera una basura. Pero estaba llena de miedo, y debia parecer fuerte e insensible aunque por dentro me moria de pesar. Lo nuestro no tenia futuro, aunque durante esos anos crei ingenuamente que el amor podia contra cualquier adversidad. Imposible era sacarme de la cabeza aquella triste y real vision. Una realidad que me hizo despertar de un sueno, al comprender que Arthur estaba en la flor de la vida y que merecia algo mas que solo unos cuantos momentos romanticos. --!Debes marcharte! Dije sin permitir que la tristeza se reflejara en mis ojos, o me quebrara la voz. El rostro de Arthur cambio de gesto, petrificandose en una masa de piedra. --?Porque?-- pregunto alterado y sorprendido. Dejo caer el hacha a sus pies y el pollo que iba a degollar para el almuerzo, salio revoloteando feliz de que le perdonaran la vida-Yo te amo Francesca-- dijo aferrandose a mis manos, deseoso de abrazarme en esos momentos y fundirse con mi cuerpo para que nada jamas nos separase --No puedes sacarme asi de tu vida-- sus ojos se aguaron y su frente se contrajo en arrugas prematuras. Me aleje todo cuanto pude de su cuerpo, para no arrepentirme de aquello que estaba haciendo. Pero Arthur se acerco mas a mi, acorralandome entre el arbol y una de las paredes de la cabana --Dime Francis, ?Por que quieres que me vaya?-- hablo cerca de mi rostro, intentando convencerme de mi error, tras un beso que negue al apartar mi rostro --Dios... dime ?Que voy a hacer sin ti? --!Arthur...!-- susurre acercandome a el. Apoye mi frente contra su pecho y deje que su tibieza me aquietara un poco --Respondeme solo una pregunta, ?Que haras en unos anos cuando yo sea una anciana y tengas que cuidarme como si fuera tu propia madre?-- el rostro de Arthur palidecio tanto como sus labios. Tornandose en un espectro ya sin vida. Apreto los labios con fuerza, haciendo de aquella sonrisa que tanto me gustaba, una linea inexpresiva-Dimelo-- demande con la voz llena de rabia --?Has pensado en ello aunque sea una sola vez? --No, perdoname... Francis, pero eso... --!Callate Arthur! No digas nada. Yo si lo pense y lo pienso cada dia-- mi voz parecia un ecualizador danado, subia de tono y otras veces bajaba mucho la frecuencia --A cada momento... Lo nuestro es un yugo que me carcome como un cancer, a la vez que el amor le acompana remendando sus atrocidades. ?Crees que esto es justo para ambos? Vivir una fantasia, un sueno que para mi no sera otra cosa mas que solo un secreto. Mi secreto mas ansiado y con el que morire sin contarlo a nadie. --Perdoname, perdoname Francis por amarte tanto. Por no ser mas viejo...-- Arthur se dejo caer al suelo de rodillas derrotado, y sumergio sus lagrimas dentro de sus palmas ennegrecidas por la tierra --No habia pensado en eso. Yo solo disfrutaba cada momento contigo como si fuera mi ultimo respiro-- No pudo terminar de hablar; me acerque a su cuerpo y me coloque a su mismo nivel. Sus labios se prensaron de los mios para callarme con un beso apasionado y lleno de encanto. Mis piernas temblaron, agitadas y mis labios deseosos de fundirse una ultima vez con sus labios, pero me aparte-No me abandones Francis, te lo suplico. Me levante del suelo y corri para escudarme con el unico arbol que tenia cerca. --No me pidas lo imposible Arthur-- exprese asomando parte de mi rostro abatido, ahora banado en lagrimas --Me costo mucho tomar esta decision y no pienso retractarme-- me gire en mis talones dandole la espalda para llorar con mis ojos perdidos en la lejania --Sobre la cama esta tu equipaje, llevate toda la ropa de Jonathan, y cumple tu sueno de ser medico. Casate por amor y ten muchos hijos. Los hijos que jamas podre darte. Permaneci un rato aferrada a la corteza del arbol, luego una energia me invito a pasar dentro de casa y permanecer en un rincon de la cocina. Quizas para mirar por ultima vez y de reojo, al unico hombre que habia amado en toda mi vida. Ahora era una mujer de cuarenta y tres anos, con el alma pesada y todo el agobio de la vida misma, presionando contra mi pecho. De los escasos vecinos que quedaban en el pueblo, habia dejado de relacionarme con ellos. Despues de mi amorio con Arthur, ya no me miraban con muy buenos ojos. Mucho menos ahora que en mi vientre prominente y redondo, crecia nuestro hijo. Seguia haciendo el trabajo de la granja con grandes esfuerzos, el embarazo me habia traido mas desgracias que bendicion. Aun cuando el bebe que esperaba, fuera lo unico que me quedaba de Arthur. Trabajaba de sol a sol, labrando la tierra para nuevas siembras, recogiendo huevos, ordenando las vacas, matando pollos. Vendiendo huevos y leche a quienes desearan comprarla para el norte. Era un oficio esclarecedor, como si fuera mi propia esclava, aunque de cierto modo si lo era. Era prisionera de mi dolor, soledad y recuerdos.