• libro alguien tiene un secreto - Karen M. McManus

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    !El nuevo libro de la autora de Alguien esta mintiendo, el thriller Young Adult best seller a nivel mundial!

  • ALGUIEN TIENE UN SECRETO | KAREN M. MCMANUS

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    ¡El nuevo libro de la autora de Alguien está mintiendo, elthriller Young Adult best seller a nivel mundial! Ellery es nueva en Echo Ridges, pero ya lo sabe ...

  • Alguien tiene un secreto (Sin límites) Tapa blanda - Amazon.es

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  • Alguien tiene un secreto | Penguin Libros

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  • ALGUIEN TIENE UN SECRETO - KAREN M. MCMANUS

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  • ALGUIEN TIENE UN SECRETO - KAREN M. MCMANUS

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  • alguien tiene un secreto - Librería Sinopsis

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    ALGUIEN TIENE UN SECRETO, MCMANUS, KAREN M., 17,26€. ... Y es que en Echo Ridges, todo el mundo tiene un secreto, y algunos ... Otros libros del autor.

  • Reseña #58: «ALGUIEN TIENE UN SECRETO» – Karen M ...

    https://entreelibross.wordpress.com/2019/10/29/resena-58-alguien-tiene-un-secreto-karen-m-mcmanus/

    29 oct 2019 — Los personajes principales de «Alguien tiene un secreto» son Ellery y Malcom. A Ellery se la describe muy bien en la sinopsis del libro, Malcom ...

  • Alguien tiene un secreto - Karen M. McManus - Babelio

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  • alguien tiene un secreto - La llar del llibre

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  • Alguien esta mintiendo de Karen M. Mcmanus

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    Todo el mundo tiene secretos, ?verdad? Pero, ?que serian capaces de hacer para protegerlos?

  • La naturaleza del escorpion de G. G. Velasco

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    TODA DUDA ES UNA VERDAD A MEDIAS…

    Mientras la ciudad Estado de Aldacia se enfrenta a una insolita ola de calor y a los disturbios derivados de su primera huelga feminista, la vida de Dante Riesco, divulgador experto en psicologia positiva, confluye por accidente con la de Nora Sarafyan, una joven aquejada por un trastorno de empatia con quien pronto emprende algo similar a una relacion amorosa.

  • Un juego muy peligroso 3 de Norah Carter, Monika Hoff, Patrick Norton

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    No, no me lo podia creer. Sola en esa celda, con esa chica que, gracias a Dios, se la llevaron rapido. Mi cabeza iba a reventar. Ahora tenia que esperar ahi a pasar a disposicion del juez. La noche era un calvario. Por un lado, odiaba a Ethan con todas mis fuerzas. Por otro, pensaba que era un sueno. Esa cama fria me daba asco, era incapaz de acostarme sobre ella. Pase toda la noche en el suelo sentada, lloraba sin consuelo, no se me quitaba de la mente la imagen de mi padre derrumbado. Era un dolor muy grande. Por la manana, escuche que venian hacia la celda. De repente, aparecio Bruno y me derrumbe. Era incapaz de recriminar nada. Solo queria respuestas. --Bruno ?Tu eres comisario de verdad? -- dije mientras el abria la celda con un policia nacional y yo me agarraba a los barrotes desesperada esperando respuesta. --Soy el jefe de Narcoticos, del departamento antidroga -- dijo mientras terminaba de abrir la puerta y me cogia para abrazarme. -- ?Que esta pasando Bruno? ?Por que me dijo que era juez? ?Por que lo acusan de narco? -- pregunte desesperada agarrando su camisa. --Escuchame, Maika. Vamos ante el juez. Tengo en mi poder el contrato que firmaste con Ethan para estar un ano trabajando con el. Tambien me dio tu amigo Marcelo todos los papeles de tu vida laboral. Avise a tu abogado y me he reunido con el. Quiero sacarte de esto hoy mismo. Vamos para el juzgado y di toda tu verdad, que te enamoraste de el y lo que te conto. Hazme caso, no digas nada que no sea eso. --Entonces... ?Es verdad lo que el me conto y que ahora lo estan metiendo en otro lio? --No, no es verdad lo que te conto, pero tampoco es un narcotraficante exactamente. Es muy dificil de explicar. Prefiero que lo haga el, ahora vamos primero a intentar sacarte de esto. --No entiendo nada -- dije siguiendolo mientras el pedia al policia que no me esposara. --No te lo digo mas, centrate en ti, deja que te saquemos de esta y ya hablaremos. Entenderas muchas cosas. --Bruno, lo odio -- dije metiendome en el coche. --Lo se, pero yo lo quiero como un hermano. Confio en el mas que en nadie en este mundo y creeme... lo apoyo. --Y a ti ?Por que no te han detenido? --Contra mi no tienen nada. Estoy ayudando en la investigacion. --Sigo sin entender nada. --Bueno, prometo que, si sales libre por esa puerta, quedo contigo y te cuento todo, luego tu decides si ver a Ethan o no. --No lo quiero ver, esto no se lo perdono y si no salgo del juzgado, dile de mi parte, que ojala se muera -- mis palabras estaban llenas de rabia cuando solte aquello por mi boca. Bruno ya no dijo nada. Callamos durante el resto del trayecto hacia los juzgados. El coche se detuvo despues de media hora y unos agentes que me iban a escoltar abrieron la puerta del coche para que bajara. Bruno no me acompano. Lo mire desde afuera y su rostro transmitia confianza. Pero yo me estaba sintiendo como si fuese una asesina, como si fuese una delincuente muy peligrosa a la que llevan anos persiguiendo. Y yo no era mas que una estudiante fracasada, una dependienta de una tienda de ropa, de esas tiendas que hay a miles en cualquier lugar del mundo. Ahora estaba alli, en un juzgado. Seria condenada por una serie de delitos que yo ni siquiera conocia. Quiza me habian involucrado en una serie de acciones criminales de las que yo no era consciente. Joder, yo no hice nada malo. Yo no apunte con un arma a nadie. Ni amenace, ni chantajee. Solamente me enamore de un tipo que me dijo que era juez. De un hombre que quiso ser amable y generoso conmigo. Cierto es que su personalidad a veces era cambiante y existia la sospecha de que me ocultaba algo. Pero, ?narcotraficante? No daba credito. !Que cojones estaba pasando con ese hombre y que demonios estaba pasando conmigo! Senti la humillacion. Obedecia y arrastraba los pies como una automata. No sabia que iba a ser de mi vida. Pero se me paraba el corazon con solo pensar que podia acabar en una celda, teniendo como companera a una asesina o a cualquier mujer violenta. Temblaba con el hecho de que podia pasar el resto de mi juventud entre rejas. No. No podia ser verdad.

  • Sola en Oriente Medio de Maria Guadalupe Gomez Patino

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  • Forajido (Seleccion RNR) de Marisa Sicilia

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    Media docena de ninos de diferentes edades bostezaban apoyados sobre las mesas que hacian de improvisados pupitres. Felicity alzo la voz tratando de contagiar su entusiasmo al infantil auditorio. --Y es por eso que no debemos robar ni mentir, ni por supuesto asesinar a nuestros semejantes. Veamos, ?quien puede recitar de corrido los Diez Mandamientos? Solo una mano se alzo con rapidez. Felicity sonrio a la pequena de los Richardson. --Se que los sabes, Laura, pero ?que tal si dejamos que alguien mas se anime? ?Que me dices, Jimmy? ?O tu, Samuel? Los aludidos se rascaron la cabeza, pensativos. Jimmy empezo: --Amaras a Dios sobre todas las cosas. --Muy bien --le alento Felicity--. ?Y que mas? --No mataras. --Estupendo, ?y...? --No robaras. --Eso es. --Y... Jimmy puso cara de hacer un esfuerzo tremendo, pero la inspiracion no llego. Laura volvio a alzar la mano impaciente. --Piensa tranquilo, no tenemos ninguna prisa. Varios suspiros desencantados sonaron de fondo. --?No pegaras a tu hermano pequeno? Las risas sonaron a coro. --No, Jimmy, aunque es un buen punto. Podemos considerarlo un extra. ?Te acuerdas de alguno mas? El pequeno siguio pensando. La paciencia de Felicity comenzo a resentirse. ?Era tanto pedir que se aprendiesen diez sencillas normas al dedillo? Otra mano se levanto al fondo. --Si, dime, Peter, ?conoces la respuesta? --No, senorita McIntyre, ?pero puedo irme ya? Mi madre me ha dado permiso para ir de pesca. Todos los rostros se volvieron hacia ella esperanzados. Cualquiera de ellos tenia mejores cosas que hacer una manana de domingo de primavera que quedarse alli encerrados. Felicity se supo derrotada. --Esta bien. Podeis iros, pero recordad leer en vuestras casas el fragmento que hemos estudiado. No lo olvideis: Moises y la travesia del desierto. --No, senorita McIntyre -- respondieron a coro y salieron huyendo de la escuela dominical. Todos. Incluso Laura. Suspiro, pero no perdio el animo. Estaba acostumbrada a tratar con aquellas pequenas bestezuelas. Era un triunfo mantenerlos sentados y que se presentasen vestidos y calzados. Ademas, penso a la vez que consultaba el pequeno relojito que llevaba prendido del vestido con una fina cadena, ella tambien tenia mas cosas que hacer. Constance la estaba esperando en la puerta del salon parroquial. Era una mujer bajita, redonda y pacifica, de cabellos oscuros entre los que se mezclaba alguna cana. Muy distinta de Felicity que era de estatura mediana, constitucion no generosa pero tampoco en exceso delgada, de cabellos cobrizos que llevaba recogidos muy tirantes en torno al rostro y piel blanca salpicada de pequenas pecas. Sus ojos entre verdes y grises habrian sido bonitos si los cristales de las gafas no hubiesen velado su desconcertante efecto. Ambas tenian treinta anos cumplidos y estaban solteras. Mala combinacion para una mujer en Carsons o en cualquier otro lugar, pero tanto la una como la otra habian asumido su condicion y no dejaban que les impidiese llevar un vida activa y gratificante a los ojos del Senor, que era la vara por la que median sus actos. Con todo, habia limites que siempre seria complicado traspasar para cualquier mujer, fuese soltera o casada, en Carsons o en Missouri. --?Lista, Constance? --pregunto Felicity colocandose los guantes y ajustandose el chal. --Si tu lo estas... --contesto su amiga que era fundamentalmente timida, y solo su timidez y la docilidad de su caracter la empujaban a seguir la corriente a Felicity. --Pues adelante.

  • El viajero de Joaquin Ortiz Sanchez

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    A JM le encanta su trabajo, viajar en coche le apasiona, conocer nuevos lugares, nuevos destinos. A veces los caminos nos llevan a bonitos parajes llenos de secretos, secretos ocultos que esperan ser descubiertos para crear el caos.

  • El color de los angeles de Eva Diaz Perez

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    Un dia de enero de 1682 Bartolome Esteban Murillo cae desde el andamio en elque pinta un cuadro. Obligado al reposo, se refugia en el recuerdo de su vida remontandose a su ninez y adolescencia en la aun poderosa Sevilla, ciudad que poco a poco entrara en su decadencia, asolada por las riadas del Guadalquivir o por epidemias como la de la peste en la que el pintor pierde a tres de sus hijos. Una Sevilla devota y lujuriosa, que se disfraza de la falsa alegoria de su glorioso pasado.
    Murillo, pintor de Inmaculadas, santos y milagros, tambien sera el favorito de acaudalados mercaderes y aristocratas caprichosos. El mejor pintor de angeles que se vera envuelto en un turbio asunto que descubre el lado lubrico y secreto de una Sevilla contradictoria.

  • Rescata Mi Corazon (Manhattan Dinner Club 1), Jean Joachim de Jean Joachim

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    DESBORDANDO PASION y suspenso, este apetecible romance de un gran escritor comienza con un golpe – literalmente. Rory Sampson, paseadora de perros y aspirante a escritora es atropellada en el Central Park por un distraido hombre guapo en su bicicleta – Hank Roberts. Engreido, hostil y mas santo que tu, el trata de culpar a Rory. Pero un Juez emite una sentencia poco ortodoxa, haciendo enojar a ambas partes.
    Buscando venganza, Hank se encuentra a si mismo demasiado vulnerable a los voluptuosos encantos de Rory – a pesar de tener una novia. Cautelosa despues de una ruptura, ella proteje su herido corazon con una barrera de sarcasmo mientras cada uno lucha por suprimir la quimica crepitante que amenaza con poner sus vidas de cabeza.
    ?la soledad y frustracion la obligaran a conformarse con las calientes y pesadas atenciones de su Ex, El Sr. Incorrecto? Confundida y atormentada por el deseo, Rory busca consuelo y consejo en sus cuatro inteligentes y atrevidas amigas, el Manhattan Night Dinner Club.
    RESCATA MI CORAZON es el primero de la serie Manhattan Dinner Club.

  • Una terraza frente al mar de Elisa Mayo

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    Vera es valiente. Se atreve con todo para seguir sus propias convicciones, aunque eso signifique perder a personas por el camino; pero siempre encuentra el punto exacto desde donde volver a luchar. Ve el lado positivo de las situaciones y se dejaria arrancar un brazo por sus amigas.
    Jorge es prudente. Vive una situacion familiar complicada que lo hace actuar de forma poco razonable. No acaba de saber el camino que debe tomar, y eso le va a dificultar mantenerse cuerdo. No obstante, unas vacaciones en la costa le van a cambiar la vida.

  • Hija de la luna de Sophie Saint Rose

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    Greer lleva toda su vida esperando que las puertas del convento se abran y que los McMurray vayan a buscarla al fin. Su padre la habia dejado alli cuando apenas tenia dos anos y su gran ilusion era regresar al clan para conocerle. Ser hija del Laird era una responsabilidad y la madre superiora le habia ensenado bien. Estaba preparada o eso creia ella porque cuando Angus McMurray, el futuro Laird fue a buscarla, empezo a sentir cosas por el que la tomaron por sorpresa.

  • Ojos de perro azul de Gabriel Garcia Marquez

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    Estos relatos tempranos de quien posteriormente seria premio Nobel fueron escritos y publicados entre 1947 y 1955, aunque, como libro, Ojos de perro azul no apareceria hasta 1974, cuando ya el escritor habia publicado otros dos libros de relatos y cuatro novelas, de las que la ultima, Cien anos de soledad, le proporcionaria su primer gran exito internacional. En este libro se incluye su primer cuento celebre, el Monologo de Isabel viendo llover en Macondo, escenario de sus obras posteriores. El personaje de Isabel reaparecera en su primera novela, y el tema de la lluvia cayendo interminablemente, en su personal version del diluvio universal, acabaria integrandose suave y flexiblemente en Cien anos de soledad. Este relato, incluido en todas las antologias del cuento latinoamericano de nuestros dias, fue la primera piedra de este gigantesco edificio, tan imaginario como real, que terminaria fundando el espacio literario mas poderoso de las letras universales de nuestro tiempo: Macondo. La edicion que tiene el lector entre sus manos incluye, ademas, tres nuevos cuentos: <>, <> y <>.

  • Sabor de amor (Carta de sabores 1) de Dacar Santana

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    Primer libro de la serie <>.
    La romantica historia de amor de Simonetta Copano.

  • Con R de Rock de Judith Romero Baeza

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  • Lagrimas del corazon de Lee Wilkinson

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    Blaze Rawdon esta convencido de que Francesca guarda un oscuro secreto, y cuando su nueva novia desaparece en visperas de su fiesta de compromiso, obliga a Fran de forma implacable a convertirse en una sustituta temporal.

  • Edith (Las feas tambien los enamoran 3) de Elizabeth Urian

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    Camile, Deirdre, Edith, Leonor y ahora Phillipa son las protagonistas de la saga romantica ambientada en la epoca Victoriana <>, cinco historias que demuestran que el amor se rige por su propia logica.

  • Domina, L.S. Hilton de L.s. Hilton

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    Segundo volumen de la trilogia que ha estado en boca de miles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LA PERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENETICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA, MUERE.

  • Una navidad inolvidable (Las Wallflowers 5) de Lisa Kleypas

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    Cuando las <> se reunen, la aventura esta servida.

  • Anomalias de amor de Eleanor Rigby

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  • Corazon Feliz de Sophie Kiss

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    Michelle espera a su amor Albern el cual hace dias que no veia, cuando por fin llega el le confiesa un secreto que lleva guardado hace anos, ella al principio no le cree pero las pruebas muestran lo contrario. Albern la lleva a vivir una nueva vida pero antes ella debe ser aceptada por un grupo muy especial y conocera a alguien muy especial.

  • El salto de papa de Martin Ernesto Sivak

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    El 5 de diciembre de 1990 un grupo de obreros que levantaba un hotel en el centro de Buenos Aires vio como Jorge Sivak se lanzaba al vacio sin darles tiempo a impedirlo. Dirigente estudiantil, guerrillero urbano, abogado defensor de presos politicos, y el mismo preso politico y exiliado, Jorge Sivak nunca abandono la empresa familiar, un pequeno imperio creado gracias a la habilidad mercantil de su padre y a los fondos secretos del Partido Comunista. Quedo a cargo -sin don para los negocios- cuando su hermano mayor fue asesinado en el secuestro mas sonado de la decada de 1980: el Caso Sivak. Su hijo, Martin Sivak, que en el momento del suicidio tenia quince anos, reconstruye una vida que brillo y se extinguio ante sus ojos.

  • Cuentos clasicos para conocerte mejor de Jorge Bucay

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    A partir de los cuentos clasicos podemos conocer mucho sobre el comportamiento humano. Nuestros miedos, fantasias e ilusiones; los objetivos propuestos y logrados, y los retos y obstaculos a que tenemos que enfrentarnos. Jorge Bucay relata a los lectores, en un lenguaje moderno y lleno de magia, 15 cuentos e historias clasicos (El patito feo, La bella durmiente, La sirenita, etc.), con la moraleja tradicional y una nueva interpretacion personal que va mas lejos para ahondar en lo peor y lo mejor de nosotros y nuestros comportamientos.
    Un libro lleno de ensenanzas para conocernos mejor, pero tambien una relectura deliciosa de los cuentos de nuestra infancia con muchos datos curiosos sobre como surgio cada relato y se ha mantenido a lo largo del tiempo y en las diferentes culturas.

  • Aniquilame (Volumen 4) de Christina Ross

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    Alex y yo llevabamos un mes viviendo en una isla minuscula cerca de Bora Bora, tan pequena que no tenia nombre. Yo la bautice como la Isla Wenn. Alex la llamaba la Jungla de Jennifer. En cierta manera creo que tenia razon porque cuando no estabamos trabajando, especialmente temprano en la manana, me dedicaba a recorrer la isla, disfrutando su belleza agreste, sin paralelo, y sus impresionantes vistas del mar, y maldiciendola por las razones que nos obligaban a estar alli. A causa de las amenazas de muerte, una de ellas casi materializada en Alex, estabamos lejos de nuestros amigos, lejos de Manhattan y lejos de la Wenn. Lejos de la vida que hasta entonces habiamos disfrutado. Viviamos en la cabana principal. Aunque dificilmente podria llamarse cabana dado su tamano. Impresionante. Para mi era una casa pero, al menos, el techo de paja, los suelos de bambu, su aire polinesio y sus paredes de cristal, que se abrian completamente para dejar entrar la brisa salina del mar, le daban un cierto aire a cabana. Teniamos todas las comodidades del mundo moderno excepto agua potable. Eso, junto a otras necesidades, nos llegaban a traves de la Wenn cuando lo necesitabamos. Por todo lo demas, la casa era autosuficiente. Paneles solares y, en caso de necesidad, generadores suplian electricidad. Dada la cantidad de lluvia, a veces torrencial a intervalos breves, el agua se recogia en un tanque gigantesco, se filtraba a traves de un complejo sistema que vertia en otro tanque y esta agua se utilizaba para las duchas, la cocina, los suelos, la ropa. Internet y television nos llegaban a traves de una poderosa antena instalada a un lado de la casa. Alex y yo llevabamos los asuntos de la Wenn desde una oficina de diseno con vistas al mar, como todas las habitaciones de la vivienda. La oficina incluia varios ordenadores y una pantalla grande de television para usar con Skype cuando habia alguna reunion, teniamos que hablar con la junta, contactar con Blackwell y Tank, o cuando yo queria hablar con Lisa. La situacion no era ideal, pero nos teniamos el uno al otro, estabamos en un lugar maravilloso, un mar calido y tentador, y, lo mas importante, estabamos a salvo. Con nosotros estaban tambien la asistente de Alex, Ann, su marido, Mark, y su adorable hijo Max, de ocho anos. Vivian en una casa mas pequena, pero preciosa, al otro lado de la isla, para que todos tuvieramos nuestra privacidad. Cada uno de nosotros tenia un Jeep, excepto Max, quien se preguntaba, frecuentemente en voz alta, cuando iba a tener el suyo. Cuando Alex ofrecio comprarle uno, Ann, Mark y yo nos miramos con resignacion. -- Ah, ?si? --pregunte. -- Todos necesitamos un Jeep --dijo Alex. -- Quizas dentro de ocho anos --replico Ann--. Cuando sea legal. -- Hecho. Cuando sea legal. Despues de un mes en la isla, aun no habian encontrado a quienquiera que nos tenia amenazados a pesar de los contactos de Alex y de la presion que estos ponian en el FBI y la policia. Alex me dijo varias veces que el y la Wenn habian hecho muchos enemigos a lo largo de los anos. Algunos de ellos de cuando su padre estaba a cargo de la compania. -- Puede que no tenga nada que ver conmigo --me dijo--. Puede ser que, una vez muerto mi padre, la vendeta sea contra mi. Represento el legado de mi padre. Recuerda que es posible. En este momento no se si tiene algo que ver conmigo o no. Si asi era, ?como ibamos a saber nunca quien estaba detras de todo? La lista de invitados a la fiesta de Peachy Van Prout era la clave y aun la estaban investigando. Alguien habia tomado nuestra fotografia en esa fiesta y nos la habia enviado. Pero habia doscientas personas alli esa noche. ?Quien seria ese alguien? ?Y realmente se necesitaba un mes para averiguarlo? En Skype, Blackwell me dijo que tuviera paciencia, pero se nos estaba haciendo dificil a todos, Ann y su familia incluidos. Sabia que este aislamiento no seria algo permanente, pero aun asi echaba de menos a Lisa, echaba de menos a Blackwell, y echaba de menos nuestra vida urbana, al igual que Alex, Ann, Mark y Max la echaban de menos. Por lealtad a Alex, Ann habia acarreado a toda su familia con nosotros durante este tiempo transitorio. ?Pero cuanto iba a durar? A pesar de lo generosamente que Ann estaba siendo recompensada, ?quien podria culparla a ella o a Mark si un dia decidieran que aquello no era para ellos? Ni Alex ni yo sabiamos lo que Ann y su familia pensaban de todo aquello. Parecia que estaban disfrutando su estancia en la isla, pero eso se acabaria algun dia. Era solo cuestion de tiempo. Alex espero hasta un dia despues de llegar a la isla para hacer publico que estaba vivo. La Wenn emitio una nota de prensa anunciando que Alex se encontraba bien y dirigiendo la compania desde un lugar secreto por razones practicas. No se ofrecieron mas explicaciones. Un aluvion de rumores hizo bajar la cotizacion en bolsa de la Wenn. Finalmente, decidieron que Alex debia aparecer en un video para probar que, de hecho, estaba vivo. Con mi iPhone grabe el video contra una pared desnuda de nuestra oficina para que no hubiera forma de que nuestra ubicacion pudiera ser adivinada. Alex se dirigio a sus inversores apaciguando sus temores y prometiendo que pronto estaria de vuelta en Manhattan. -- Ahora no es el momento --les dijo--, pero tengan por seguro que sigo dirigiendo la Wenn, algo facil con la tecnologia a nuestra disposicion. Quienquiera que nos tenga a mi prometida, Jennifer Kent, y a mi como blancos sera entregado a la justicia. Regresaremos a Manhattan cuando sea seguro hacerlo. Les agradezco su preocupacion y su apoyo constante. Sepan que sigo siendo, a todos los efectos, el director de la compania. Y asi, el video fue viral y los valores de la compania volvieron a subir. Ahora estaba en la playa, con mi bikini, secandome el pelo y viendo a Alex salir del agua, desnudo. Era mucho mas atletico que yo y habia pasado mas tiempo que yo en el agua hasta que decidio volver a la playa, dirigiendose a mi con esa sonrisa que me cautivaba. Lo amaba de verdad. En algun momento, pronto, nos casariamos. Pero los dos estabamos de acuerdo en que necesitabamos esperar a que todo pasara para volver a Manhattan. -- Aparentemente el agua no esta fria en absoluto --dije, a medida que su desnudez emergia del agua. -- Aunque el agua estuviera a diez grados podria llevar con dignidad que me encogiera. -- Habra que comprobarlo algun dia. -- ?Donde? -- ?En Islandia? -- Muy bien. En Islandia entonces te lo demostrare. -- ?O quizas en tu casa de Maine? ?Podrias darte un chapuzon en febrero? El agua en sus hombros brillaba al contacto del sol, le brillaba el pelo, el vientre cincelado, su torax terso y ligeramente cubierto de vello... -- La ultima vez que estuvimos alli lo hicimos en la playa. -- ?Y por que no ahora? --pregunte. No bien hice la pregunta vi como, poco a poco, a medida que se acercaba, se le fue enderezando el pene. Nuestra forma de hacer el amor habia cambiado durante el ultimo mes. Nuestra union se habia hecho mas fuerte, mas solida que nunca. Cuando me hacia el amor era intenso, a veces delicado y, de alguna manera, me sentia profundamente protegida. Cuando me penetraba y me sostenia entre sus brazos, sentia con cada empuje que no queria que me separara de el nunca. Asi era ahora. Me quite el bikini y me tumbe en la arena, justo al limite hasta donde se arrastraba el agua, y lo mire, de pie a mi lado, recorriendo mi cuerpo con la mirada, y enderezandose mas y mas. El sol le caia encima pero por debajo del cuello, dejando su cara en penumbra. -- !Que increible eres! --dijo, apoyansdose una rodilla para besarme los labios, los pechos, el vientre, el sexo--. Para mi, eres perfecta en todo. Sepulto la cara entre mis piernas y yo me arquee de placer. -- Tomame --le dije. -- ?Como? -- No me importa. Te necesito. -- Pero, ?como? Me mordi el labio inferior. -- Ya sabes como --dije. -- ?Lo se? -- Por favor. -- ?Asi? Una vez mas jugo con la lengua. Me la restrego tan a ras del clitoris que fue una especie de agonia. Incapaz de soportarlo por mas tiempo, levante las piernas y presiones los talones contra sus gluteos. Con suavidad, lo empuje hacia mi hasta que su lengua me penetro. Fue demasiado. Volvi lo ojos hacia el cielo azul, senti olas de calor envolviendonos, y los cerre cuando su lengua empezo a entrar y salir en una danza continua que no paro hasta que empece a temblar de agitacion. Con entrega, se retiro y me penetro de un golpe certero que me obligo a contener el aliento y a contraerme por el leve dolor. Aunque el me habia preparado para recibirlo, aun no estaba del todo acostumbrada a su longitud y su calibre. Me presiono el cuello con sus labios y me beso, sintiendo los canones de su barba en el labio superior y el menton, algo que siempre era superior a mis fuerzas. Me provoco un poderoso estremecimiento que me llevo casi al borde del climax. Con habilidad, me mantuvo en una casi imposible prolongacion de extasis. Puse las manos alrededor del cuello y me colgue de el, siguiendo su ritmo, arqueando la espalda mientras que el me llevaba al orgasmo una y otra vez, siempre pegado a mi, intentado mil posturas bajo el cielo de una tierra tropical y extrana que, hasta el momento, no parecia ser la casa que ninguno de los dos queriamos. * * * Cuando ambos terminamos, Alex rodo a un lado y se dejo caer en la arena, riendose. Gire la cabeza y le hice una mueca de extraneza. -- ?Por que te ries? -- Porque fue divertido. -- ?Que diria Steinbeck? -- Me diria que no te perdiera nunca, y nunca lo hare. Al menos mientras dependa de mi. Me acerco mas a el. Con mi cabeza recostada en su pecho, recuperamos el aliento y permanecimos en silencio. Me habia provocado tres orgasmos y, por ahora, lo habia dejado ahi. Sabia que luego habria mas. Siempre era asi. Nuestra intimidad fue lo que nos mantenia con los pies en la tierra a pesar de todo lo que teniamos encima. Por algun tiempo estuvimos tumbados sin decir nada, escuchando a las gaviotas y las olas alejarse con la marea baja, mientras que me recorria el pelo mojado con una mano y yo le acariciaba el torso con otra. -- ?Eres feliz, Jennifer? -- Estoy feliz de estar contigo. -- ?Pero no aqui? Me abrace mas a el y pense la respuesta. Nunca le mentiria, asi que le dije la verdad. Pero lo hice con delicadeza. -- En estas circunstancias, no. Pero me imagino que tu sientes lo mismo. -- Quiero que esto acabe. No va conmigo huir y esconderme de nada. Todo esto es por tu seguridad, no la mia. -- Supongo que somos tal para cual, porque el que yo este aqui es para asegurarme que tu estas a salvo, no yo. Asi que cada uno esta aqui por una razon particular, que no es otra que por amor. Todo esto terminara, Alex. Tendremos respuestas. No vamos a estar aqui siempre, aunque a veces nos parezca que es el caso. -- ?Hay algo que te guste de vivir aqui? Me parecio que era importante para el que asi fuera y, francamente, era facil enumerar las muchas cosas que me gustaban de la vida en la isla. -- Me encanta escarbar en la arena buscando conchas y encontrar toda clase de vida marina cuando buceamos juntos. Estoy disfrutando la intimidad que empiezo a tener con Ann y su familia, las dos tenemos mucho en comun y nos estamos haciendo buenas amigas. Estoy mas que agradecida por tenerlos aqui con nosotros. Me gustan los repentinos e imprevisibles cambios de tiempo. Me ha gustado convertir nuestra cabana en un hogar y, ciertamente, no me importa estar tan bronceada. No recuerdo cuando fue la ultima vez. Siendo de Maine, tienes como dos meses en el verano para coger algo de color antes de palidecer de nuevo. Pero sobre todo, Alex, me encanta estar contigo. No quisiera estar en ningun otro sitio si no es contigo. Espero que lo sepas. -- Se que no es ideal. -- Volveremos pronto a casa. Pero dejame hacerte la misma pregunta. ?Hay algo que te guste de estar aqui? Lo penso por un momento.

  • Kolia de Leandro Perez

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    Si esta historia fuera una pelicula, tendria que comenzar cuando mas de nueve mil gargantas cantan el himno a Burgos en el Coliseum, unos segundos antes de que un Madrid liderado por Luka Doncic juegue contra el San Pablo. Como esta historia es una novela, empieza cuando Kolia tiene que encestar tres tiros libres para ganar el campeonato de Espana cadete.

  • A pesar de todo de Elizabeth Urian

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    Vuelve Elizabeth Urian para enamorarnos con otra novela que nadie se puede perder.

  • Rojo y Oro de Selene M. Pascual

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  • El amor te encuentra (Hermanas McVee 2) de Annabeth Berkley

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    Tess McVee resoplo cuando llego frente al hotel rural que su hermana le habia recomendado, en un pueblo perdido de la region vinicola de Georgia. Creia que no iba a llegar nunca. Se habia perdido dos veces intentando encontrar la carretera que le llevaria a Dahlonega y sentia un enfado tan grande que no se aguantaba ni ella. Quito la llave del coche y su cuerpo se estremecio por la baja temperatura. Hacia frio y solo queria meterse bajo la ducha para entrar en calor y librarse del cansancio de tantos kilometros en el cuerpo y mas de seis horas al volante. Intento calmar su frustracion como le habian aconsejado en la terapia para aprender a gestionar sus emociones de la que acababa de salir. Esperaba ver los resultados en breve. Respiro profundamente un par de veces y trato de comprender <>. ?Que querian decirle? Tess no encontraba otra explicacion: Que eso le pasaba por confiar en su hermana, resoplo de nuevo. Penso en Sharon. Siempre estaba sonriendo, siempre parecia feliz... y, por lo visto, para ella, tomarse un tiempo para replantearse la vida se reducia a aislarse de la civilizacion. ?Por que habia hecho caso a su sugerencia? Salio del coche dando un portazo. Se tenia que haber recluido en un resort de cinco estrellas en Hawai, penso. Alli no sabia si hubiera podido reflexionar mucho, pero hubiera contado con mas comodidades y el clima seguro que seria mas calido. Ya era tarde para eso. Murmuro entre dientes unos cuantos improperios malsonantes, maldiciendo la idea que habia tenido su hermana. Ahi estaba y ahi se iba a quedar hasta que supiera que hacer con su vida. No iba a volver a casa hasta que no tuviera una idea clara sobre hacia donde dirigir sus pasos. Bastante humillada se habia sentido ante su familia como para regresar igual de avergonzada que se habia ido. Saco su equipaje del maletero antes de dirigirse a la puerta. Era un pintoresco hotel de tres plantas pintado en color claro, rodeado por un pequeno jardin, vacio de flores, por la epoca en la que estaban. Supuso que no tardaria en llenarse de calabazas de Halloween, que se celebraria en un par de semanas. ?A quien le gustaba Halloween?, murmuro molesta. Volvio a resoplar. Asi, quejandose por todo, no podia seguir, se recrimino. Se obligo a dejar ir la frustracion y el enfado que sentia. Cogio aire con intencion de encontrar el lado positivo y disfrutar de su estancia, como sabia que tenia que hacer para empezar a sentirse mejor. La teoria del curso al que habia asistido se la sabia de memoria y parecia ser momento de aplicarla. Seguro que todo iria bien y una ducha caliente la estaba esperando para acabar de llevarse toda la decepcion y la apatia que sentia, se animo. El calor del acogedor hotel la abrazo nada mas entrar la puerta y Tess lo agradecio. Parecia que las cosas se arreglaban. Un pequeno recibidor le daba la bienvenida, aunque habia delante de ella media docena de personas de diferentes edades. Todos parecian estar esperando la llave y ninguno parecia tener prisa. Tess resoplo de nuevo, molesta. Miro hacia la sencilla recepcion. Un hombre con camisa vaquera parecia que estaba intentando organizarse revisando varios papeles de diferentes tamanos a la vez, mientras cogia las llaves de las habitaciones. Miro a su alrededor. Una pequena salita en color crema, con estampados florales en los sillones y una pequena mesa de madera de caoba, se abria a uno de los lados. Habia que reconocer que daba la sensacion de que el hotel era agradable, aunque la espera no lo resultara tanto. Cuando despues de un rato esperando, fue su turno, la poca paciencia que le quedaba y que, de por si, tenia, se habia agotado. --?Su nombre? --le pregunto sin mirarla el hombre que tenia sentado tras el desordenado mostrador. --Tess McVee --le respondio seria. Nathan Murray asintio buscando entre los papeles que habia sobre la mesa. La recepcionista se habia puesto de parto hacia dos dias, dos meses antes de lo esperado, sorprendiendoles a todos. No habian tenido tiempo de contratar a nadie ni formarlo para el puesto, asi que el habia asumido el cargo, suponiendo que no seria tan dificil. Y, probablemente no lo era, si no hubiera sido porque no le gustaban en absoluto las gestiones administrativas, y mucho menos las informaticas. Despues de dos frustrados intentos de trabajar con el ordenador y entender el programa instalado para las reservas, habia optado por la solucion mas tradicional y la mas sencilla para el. El papel y el boligrafo. Cuando Lucy volviera ya se encargaria de pasar al ordenador lo que hiciera falta. Lo malo era que no terminaba de aclararse con sus propias notas ni con un intento de cuadrante que habia improvisado para asegurarse de no colocar a nadie en una habitacion equivocada. --Aqui esta --exclamo aliviado cogiendo la llave asignada --. Es la habitacion 211. Levanto la vista para darsela y se sorprendio de ver ante el a una mujer preciosa y parecia que muy enfadada. Su cabello largo y castano enmarcaba un rostro alargado de nariz pequena y expresivos ojos de color avellana. Tess no se esperaba que el hombre que le tendia la llave y que se habia levantado al mirarla fuera tan alto y atractivo. Ojos claros, cabello corto castano, mandibula cuadrada y nariz recta. Le sorprendio gratamente. Era mas alto que ella, ancho de hombros, parecia delgado, aunque la camisa vaquera no le daba demasiada informacion. Por lo menos, era agradable de mirar, algo que agradecer despues de un largo viaje. Le cogio la llave, ridiculamente grande, que no parecia tener intencion de soltar. --Nathan Murray --se le presento soltando finalmente la llave--. Aviseme si necesita cualquier cosa. --Lo tendre en cuenta --le respondio firme. No estaba alli para hacer amigos, se recordo. --Bienvenida a Dahlonega --le dijo con una sonrisa que casi le quito el aire. Tess asintio obligandose a dejar de mirarlo. No queria saber nada de ningun hombre por muy guapo que fuera. La ultima relacion que habia tenido habia supuesto una experiencia muy desagradable y casi habia terminado con sus relaciones familiares. El muy cretino la habia utilizado para conseguir informacion de su propia empresa y robarle clientes. Se habia sentido tan estupida... A eso habia que anadir que su padre solo contaba con su hermana para la direccion del negocio familiar. Esos dos golpes simultaneos habian sido demasiado para ella y su escasa paciencia y confianza. Se habia despedido por orgullo y ahora estaba alli, en mitad de Georgia, sin trabajo, sin pareja y sus expectativas se reducian a una ducha con agua caliente. Nathan la vio dirigirse al unico ascensor que tenia el hotel. Era alta y estilizada, y tenia bastante caracter a juzgar por la rabia que escondian sus ojos y que, esperaba no se la hubiera producido el tiempo de espera frente a la recepcion. Una mujer asi podria hacer lo que quisiera con un hombre, penso. La vio llamar impaciente al ascensor. Nathan se le acerco para apretar el boton por ella. --Quiza alguien se haya dejado la puerta abierta --le comento despreocupado. Tess le miro. De cerca era mas alto de lo que le habia parecido y tambien mas atractivo. Por su estatura, Tess pocas veces encontraba a hombres con los que necesitara levantar la mirada para hablar. Ademas, percibio que olia a algun perfume caro. --Vamos --le dijo el cogiendole la maleta grande sin esfuerzo--. La acompanare a su habitacion. Empezo a subir por las escaleras que habia junto al ascensor. Tess resoplo mas alto de lo que esperaba sin soltar su maleta de mano, y Nathan se giro para mirarla divertido. --?Ha sido un largo viaje? Aqui descansara bien --le aseguro antes de seguir subiendo. Tess le siguio bastante molesta. No le apetecia nada subir escaleras. Si hubiera querido hacer ejercicio se habria quedado en su casa, con el gimnasio, al que iba a diario, a cinco minutos. Menos mal que las vistas no estaban mal, penso fijandose en los pantalones vaqueros del hombre que subia delante de ella. Cuando llegaron a la segunda y ultima planta del hotel, Nathan cerro la puerta del ascensor que se habia quedado medio abierta inutilizandolo. --Problema resuelto --le dijo antes de mirarla y darle opcion de caminar delante de el por el acogedor pasillo que terminaba en la puerta de su habitacion. Nathan sonrio cuando ella paso por delante de el. Ahora era su turno de apreciar sin disimulo su bonito cuerpo enfundado en un abrigo oscuro. No le habia visto alianza en el dedo ni senal de ella, y aunque hacia mucho tiempo que no tenia ninguna relacion, desde su desagradable divorcio, no le importaria cenar con ella algun dia... aunque para eso, tendria que encontrar a alguien que se encargara de la recepcion. Tess abrio la puerta de su bonita y calida habitacion y cuando fue a girarse para cogerle el equipaje a Nathan, el la esquivo para entrar y llevar la maleta junto a la cama de matrimonio. --Espero que disfrute de su estancia aqui, senora McVee. --Senorita --le corrigio ella dandose cuenta inmediatamente despues, a juzgar por la sonrisa de el, que habia sido un gesto intencionado para enterarse de su estado civil. Nathan le sonrio abiertamente y de una manera muy atractiva.

  • Con la suerte en los tacones(Amor en cadena 7) de Lorraine Coco

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    No me puedo creer que en mi ultimo dia en Nueva York me hayas traido a hacer yoga --protesto Kat en un susurro, resoplando con evidente desgana. --No te quejes. Tu eres la que se va a recorrer el pais con su novio cachas, y yo, la que me quedo a pasar el peor verano de calor en siglos en esta ciudad. Sola, sin novio y sin fumar. Un poco de apoyo por tu parte no me vendria mal --le contesto Isthar de malas pulgas. Miro a su monitor de yoga, un tipo de unos treinta y largos anos, con un cuerpo estupendo y un halo misterioso y mistico que en otra epoca de su vida le habria hecho temblar las rodillas, pero que en ese momento la dejaba fria. Vio que colocaba un dedo sobre sus carnosos labios para indicarles que guardasen silencio. Ishtar suspiro con fastidio. --Ahora teneis que inspirar elevando los brazos y espirar por la boca energicamente al bajarlos --dijo el monitor, y ella penso que era exactamente lo que acababa de hacer, resoplar--. Ahora inhalad en la posicion inicial y, flexionando el tronco, espirad energicamente sacando la lengua --continuo. --Eztamoz para una foto --le susurro Kat, hablando con la lengua fuera. Ishtar no pudo evitar reirse viendo a su amiga hacer la payasa. !Cuanto la iba a echar de menos! Desde que se habia ido a vivir con Randy, su prometido, a Knoxville, ya solo la veia cada tres semanas, cuando Kat iba a las oficinas de QBV, la revista de moda para la que escribia. Pero, en esta ocasion, la separacion duraria dos meses: Kat se iba a acompanar a su novio en su gira de conciertos por todo el pais, y a ella le quedaba soportar aquel caluroso y asfixiante verano en Nueva York. Sola. Hacia un mes que habia terminado la relacion de siete anos con Kevin, enfrentandose de esta manera, y despues de muchos anos, a su nueva condicion de mujer soltera. Con treinta y un anos, casi treinta y dos, y habiendo dejado recientemente de fumar. La ansiedad se la estaba comiendo por los pies y por eso penso que las clases de yoga y meditacion eran exactamente lo que necesitaba. --Exhalar completamente el aire antes de iniciar el movimiento. Sumir y soltar el estomago unas treinta veces. Permanecer sin aire durante las contracciones e inhalar volviendo a la posicion inicial. --?Sabes lo que necesita mi estomago de verdad? --le pregunto Kat, volviendo al ataque--. Uno de esos bagels rellenos de Sack's, y un batido de chocolate con nata y virutitas de colores por encima como las que les ponen a los... --!Esta bien, esta bien! --dijo Isthar, elevando la voz. El resto de asistentes a la clase de yoga la miraron con una mezcla de sorpresa y reproche por interrumpir su esmerada concentracion--. Lo siento, chicos, pero mi amiga tiene razon. Esto no se quita con respiraciones. Necesitamos calorias y buen sexo. Eso si te deja relajada --se agacho a recoger la esterilla de ejercicios del suelo y su estomago bramo--. !Que sean dos bagels! --le dijo a Kat con una mueca. Su amiga no lo penso dos veces y salio de la sala de yoga como si la estuvieran pinchando en el trasero. Una vez en Sack's, Kat observo a Isthar mientras esta sorbia su batido helado de fresa. Estaba mas callada de lo habitual y aquel ceno fruncido que exhibia desde su llegada a la ciudad no podia significar nada bueno. --Bien, ?lo vas a soltar ya o no? --la insto a hablar. Isthar apuro el contenido de su copa ruidosamente y Kat suspiro poniendo los ojos en blanco. --No me pasa nada --le contesto Ishtar, en un tono nada convincente. --Ya... Muy bien, pues dime lo que no te pasa. Porque o tienes una explicacion para este comportamiento erratico tuyo, o eres una alienigena que esta suplantando a mi amiga. --Eres muy graciosa, ?sabes? Creo que de hecho ese sentido del humor tuyo tan desternillante es lo que mas voy a echar de menos cuando te vayas --le dijo Isthar concentrada en doblar en diminutos triangulos su servilleta de papel turquesa con el logotipo de Sacks's. --Asi que es eso... --comenzo a decir Kat, buscando la mirada de su rubia--. Yo tambien voy a echarte de menos, Isthar. Se que no es el momento para irme: la ruptura con Kevin, la proximidad de tu cumpleanos... --Kat hizo una pausa, esperando que su amiga hiciese algun gesto que le revelase que iba por buen camino en sus conclusiones. Isthar no lo estaba pasando bien. La ruptura con Kevin habia sido un mal necesario. Llevaban mucho tiempo juntos, nada menos que siete anos, demasiados, tirados por el desague de las relaciones vacias y sin sentido. Le habia tomado mas tiempo del debido tomar la decision de acabar con esa relacion que, aunque no le aportaba nada de lo que ella necesitaba y esperaba de un hombre, si la habia hecho sentir segura. A Isthar, con toda la fortaleza que exhibia, no habia nada que le diese mas miedo que la soledad. Y por alguna estupida razon habia estado pensando durante anos que era mejor estar mal acompanada que sola. El hecho de estar a punto de cumplir anos tampoco ayudaba. Se veia un ano mas vieja. Sobre todo, mas vieja para estar soltera. Ademas, le traia algunos recuerdos dolorosos de la infancia de los que sabia que no estaria dispuesta a hablar. Isthar por fin la miro y tomo su mano. --Si, es el mejor momento para irte. No quiero que te preocupes por mi. Y claro te voy a echar mucho de menos, sabes leer en mi como nadie. Y si, tambien tienes razon en todo lo que has dicho. Me siento un poco perdida, descolocada, desquiciada, desubicada... --Bueno, ahora no le eches la culpa a la ruptura de todo eso. Ya estabas asi antes --le dijo Kat, sacandole la lengua con una mueca. Isthar se echo a reir, con esa risa genuina y ligeramente ronca que volvia locos a los hombres, y Kat supo que saldria de aquello. Isthar era una mujer fuerte, luchadora, trabajadora, intuitiva, imaginativa... En definitiva, maravillosa. Llevaba anos esperando que tomara las riendas de su vida y por fin iba a hacerlo. Iba a ser dificil para ella, pero lo conseguiria. --Y tu, ?como llevas lo de pasar el verano de gira con Randy y al mismo tiempo preparar una boda? --le pregunto Isthar, queriendo cambiar de tema. No queria empanar las ultimas horas que le quedaban con Kat antes de que esta se marchase durante meses. Kat suspiro y sonrio con mirada sonadora. --Es un poco locura, la verdad. Menos mal que Martha, Daryle y Georgia me estan ayudando. Como la celebracion es en Oakriver, ellas pueden hacerlo sin problemas. --Con la familia de Randy te ha tocado el premio gordo --dijo Ishtar, pensando que ella no habia tenido en siete anos, ni de lejos, la buena relacion que mantenia Kat con la familia de su novio--. !Va a ser espectacular ver como te casas con el senor Randy Buxton! --le dijo Isthar sinceramente emocionada--. Pero mas te vale no ponerme un traje de dama de honor en plan merengue, o te arruinare la boda --la amenazo con la cuchara de su batido. --Ya vere lo que hago. Porque, la verdad, creo que estarias adorable con un vestido de esos en amarillo brillante, o rosa demoledor, todo lleno de encajes, brillantitos... --Te estas jugando la vida, futura senora Buxton --le advirtio, escondiendo una sonrisa--. No voy a ir ningun sitio vestida de payasa. Como una de las blogueras de moda mas importantes de esta ciudad, tengo una reputacion que mantener --dijo, enarcando una ceja con expresion altiva. Cruzo las largas piernas y se reclino en el asiento, adoptando una postura que ni las mejores modelos conseguirian para la portada de QBV, antes de agregar--: Y ahora, hablemos de lo realmente importante. !Tu despedida de soltera

  • El misterio de la creacion artistica de Stefan Zweig

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    De todos los misterios del universo, ninguno mas profundo que el de la creacion. Nuestro espiritu humano es capaz de comprender cualquier desarrollo o transformacion de la materia. Pero cada vez que surge algo que antes no habia existido -cuando nace un nino o, de la noche a la manana, germina una plantita entre grumos de tierra- nos vence la sensacion de que ha acontecido algo sobrenatural, de que ha estado obrando una fuerza sobrehumana, divina.

  • Cual menguando de Chantal Maillard

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    Este nuevo libro de Chantal Maillard, a caballo entre los generos, funde poesia, prosa y teatro, insertandose en la mejor tradicion de Samuel Beckett y sus piezas antologicas, su teatro o sus peliculas.
    Despojado como los personajes de Beckett, adelgazado como los seres filiformes de Francis Ponge o los de Henri Michaux, Cual es, en esa estela, un personaje que la acompana, que la contradice y se convierte en el reverso de quienes fuesen protagonistas de los poemas tragicos o las indagaciones metafisicas. Este libro inaugura un nuevo tono, una nueva conquista de Chantal Maillard.

  • El cuento que nunca vio el final (Un mundo para Hector 1), Estefania Yepes de Estefania Yepes

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    Hector, a su corta edad, lo tiene todo. Una familia que le adora, un dormitorio que parece sacado de un cuento de hadas, todos los munecos de superheroes que admira e infinitos lapices de colores con los que dar rienda suelta a su imaginacion. Sin embargo, hay algo que a dia de hoy trae a Jana de cabeza pues, a sus tres anos de edad, Hector todavia no ha pronunciado palabra alguna. Jana, aparentemente feliz con su vida, con su pequeno, con su tienda y con la compania alocada de la pelirroja que tiene por amiga, siente que el vacio que impera en su vida se hace cada dia mas fuerte, mas intenso, llevandose a su paso el control de su propia voluntad, de su entereza y de todo cuanto habia construido hasta el momento, amenazandola sin piedad, poniendo en peligro su propia vida. y tal vez mucho mas que eso. Martin, un reputado psicologo especializado en el tratamiento y terapia en el ambito infantil, recibe el curioso expediente de un nino que, a pesar de los indicios iniciales que apuntan a un posible nuevo caso de autismo, esconde tras ese silencio extrano y permanente algo muy distinto a todo lo que ha visto hasta el momento.

  • Buscando a Zaida de Dylan Martins

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    Cuando Sergio cruza la mirada, por primera vez, con Zaida, mientras la atiende en urgencias, sabe que la atraccion ha surgido entre ellos.
    Ella solo esta en la ciudad por unos dias, tiene que volver a Marruecos.
    El no puede olvidarla y se convierte en una obsesion.
    En sus vacaciones, y con los pocos datos que tiene de Zaida, decide viajar a Marrakech con la esperanza de encontrarla.
    ?Conseguira hacerlo?
    Y si es asi, ?que les depara el destino a los dos, aun siendo conscientes de la diferencia cultural que los separa?

  • La mujer fetiche (Fetiches 2) de Mimmi Kass

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    <<…y de pronto, el mundo se redujo a la superficie de su piel>>.
    Gabriel Garcia Marquez – Cien anos de soledad

  • El mal causado (Un dia en el Tamesis 2) de Diaz De Tuesta

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    !Segunda entrega de esta apasionate serie de Diaz de Tuesta!

  • Un verano en Saint de Mayte Salmeron Almela

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    "Un verano en Saint-Malo" es una historia de misterio y de grandes emociones en la que la protagonista, Clara, conocera a diferentes personajes y vivira situaciones que haran que su verano sea menos tranquilo de lo que hubiera deseado.
    Con la aparicion de un cadaver en un ascensor, la historia empieza a moverse entre tres etapas distintas de su vida: la de su ninez mas tardia, cuando la noticia mas comentada era la desaparicion de unos ninos en las comarcas cercanas; la de su juventud, con su viaje a Saint-Malo y en donde los sucesos que acontecen dejan sin respiracion a la propia protagonista; y por ultimo, la de su vida adulta donde tendra que lidiar con todos esos recuerdos y entender mejor por que se encuentra con el cuerpo de un conocido en un ascensor.

  • Ocho dias de marzo (Inspector Mascarell 8) de Jordi Sierra I Fabra

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    En esta octava entrega de la serie del ex policia Miquel Mascarell, Jordi Sierra i Fabra nos adentra en una trama tan intensa como adictiva que deleitara a todo lector de novela negra.

  • Las brujas del este de Jorge Sevillano Gonzalez

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    Elisabeth Martin, Lisa, se despierta con la noticia de la muerte de su amiga Nastya. Su cuerpo ha aparecido en el Parque del Ebro, en la ciudad de Logrono, sobre una cama de ramas junto a gran cantidad de dinero.
    Los inspectores Daniel Garrido y Manuel Tomas llevan la investigacion de un caso que el Departamento de Policia y los politicos locales quieren cerrar cuanto antes a falta de pocos dias para las elecciones.
    Un joven con problemas mentales y la tenacidad de Lisa haran que sea ella quien inicie una investigacion paralela en busca de la verdad sobre el asesinato de su amiga. Pronto, los investigadores sufriran presiones para dejar el caso, costandole incluso el trabajo a Garrido.
    La amistad y el deber se unen para que Lisa y Garrido no desistan en su busqueda del verdadero asesino que se esconde en Logrono.

  • Fruitlands de Louisa May Alcott

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    Massachussets, finales de 1840. Los Lamb acaban de llegar por fin a su eden particular: una comuna que profesa la filosofia de los trascendentalistas (la de Thoreau y Emerson). Alli, planean vivir apartados del resto de la sociedad, alimentandose de la tierra y siguiendo los principios de la belleza, la virtud, la justicia y el amor. Todo parece sencillo y amigable en ese bosque lleno de intelectuales bienintencionados, pero quiza necesiten algo mas que filosofia para sobrevivir: ?como haran frente al crudo invierno de Nueva Inglaterra? ?Acaso saben algo sobre el mundo del pastoreo y la agricultura? ?Que ocurrira cuando lleguen las primeras tormentas? Louisa May Alcott esboza un magistral retrato del sueno de una familia que no dudo en unir sus fuerzas para hacer realidad lo irrealizable.

  • Black de Nessa Odalys

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    Antia necesita romper una maldicion para seguir con su vida. Black tiene el objeto que la ayudara a conseguirlo,pero solo hay una manera de obtenerlo: darle lo que el desea. Aunque no siempre las cosas salen como se planean.

  • Wylding Hall. La Mansion de Elizabeth Hand

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    A raiz de la misteriosa muerte de su cantante principal, los jovenes miembros de una legendaria banda de folk rock se encuentran en Wylding Hall, una antigua casa de campo inglesa, con sus propios y oscuros secretos. Alli grabaran Wylding Hall, el album que les consagrara y marcara un antes y un despues en su trayectoria… pero a un coste aterrador, cuando Julian Blake, su nuevo cantante, desaparece en el interior de la mansion para no volver a ser visto.
    Ahora, anos mas tarde, cada uno de los musicos supervivientes, sus amigos y amantes --incluyendo un psiquico, un fotografo y el manager de la banda-- se reunen con un joven documentalista para contar su propia version de lo sucedido durante aquel verano. Pero, ?cual es la historia verdadera? ?Y que le ocurrio realmente al joven y talentoso Julian Blake?

  • Verano magico de Laura Keller

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    ?Como olvidar aquel atardecer en que Miki se declaro ante mi asombro, para luego regalarme mi primer beso de amor? Comenzaba a despertar el mes de agosto, curioso, porque en ese momento un sol perezoso se marchaba a dormir en el horizonte sobre el mar, nuestro mar. Marta y Elena fueron testigos de excepcion de momentos magicos como no podria sonar hoy. Si es que aquello no fue realmente un sueno, tampoco me extranaria. Ni me importaria. Y no hablo solo de esa magia que produce el amor cuando llega como una fuerte ola para derribarnos en la orilla, sino tambien la que no pude evitar usar para divertirme, algunas veces, o dar rienda suelta a mi temperamento y deseo de justicia en otras. El Portil siempre sera un lugar magico en mi corazon, el escenario en el que los suenos se hicieron realidad, asi como otros lugares que llegaran con el tiempo, pero que nunca tendran el impacto que suelen tener los primeros deseos, las primeras experiencias de chica adulta, o casi adulta. Claro que solo podria asociar una palabra a ese verano y ese pueblo: Elena. En una ocasion le pregunte a mi madre de que estan fabricados los suenos, ella me aseguro que de buenas intenciones y conciencias tranquilas cuando se trata de suenos felices. Aquello me marco durante mucho tiempo, asi que estuve teniendo buenos pensamientos y deseos para todos mis conocidos antes de dormir. He pasado toda la vida procurando no dejar dormir a la nina que llevo dentro, asi que hoy, despues de tantos anos, quiero desearte lo mejor antes de sumergirme en otra maravillosa historia nacida de mis recuerdos. ?Me acompanas? Capitulo 1 Viviendo deprisa Vuelve a pulsar el boton para iluminar el reloj despertador, lo hace mas como gesto nervioso, espontaneo, que por interes en saber la hora. Ya poco importa. Son casi las cuatro y media de la madrugada. Aun permanece sentado en la cama, con la espalda apoyada en la pared y abrazado a sus rodillas; asi se sento al entrar en su dormitorio a las once y asi seguira hasta que desfallezca. Hasta el fin de los dias. ?Dormir? ?Quien podria dormir cuando los recuerdos cercanos estan golpeandolo por dentro? Con sana, sin piedad. El llanto habia cesado pasadas las tres de la madrugada, ya no tenia mas lagrimas y tanto la garganta como el pecho le dolian como jamas antes. El recuerdo de lo sucedido duraria mas, mucho mas, quizas toda su vida, mas incluso que las imagenes grabadas de tantas sonrisas y miradas complices que seguro no volveran a producirse nunca mas. El motor que lo hacia flotar sobre las olas hasta el dia anterior se habia quedado sin gasolina. Eso, al menos, es lo que diria su padre, que ama mas a su lancha motora que a su propia familia. Ella... ella ya no volvera a ser la misma, y el mucho menos. Todo ha terminado, el sueno se desvanecio tan rapido como llegaron los golpes, gritos e insultos de ese imbecil. El reloj despertador marca las cinco menos cuarto y vuelve a brotar el llanto, aunque no siente lagrimas recorrer sus mejillas como antes. Ojos achinados al sonreir, una boca fina pero rosada dibuja una curva perfecta sobre una pequena cara de porcelana, seguro que tan suave como los petalos de una rosa. Nunca mas. Nunca volvera a ver esa sonrisa, al menos con los ojos de antes. Aprieta con fuerza sus piernas, siente que el volcan de emociones estallara de un momento a otro. De nuevo. No quiere que sus padres lo oigan llorar. Aprieta los dientes hasta pensar que se le partiran. Le duelen los golpes recibidos, pero es un dolor insignificante si lo compara con su orgullo, e inexistente al compararlo con lo que acaba de perder. Aunque ella nunca fue suya. Nunca. Unas horas despues, a solo unos edificios de distancia: Lo mejor de las vacaciones es que no hay despertador que arruine tus suenos, eso estoy pensando mientras estiro todo mi cuerpo sobre la cama, incluso creo haber oido un crujido en una rodilla o la espalda. Bueno, no tener que arroparme tiene tambien su punto interesante, aunque a mis amigas les gusta mas hacerse el gusano de seda bajo las mantas que sudar en verano sobre la sabana. !Mis amigas, ya lo olvidaba, habiamos quedado para dar un paseo esta manana! Mi hermana Noelia ya no esta en su cama, asi que enciendo la radio y subo el volumen a la mitad, la voz de Alejandro Sanz con Los dos cogidos de la mano me acompana mientras voy al cuarto de bano: <>. Y aun sigue cuando regreso para elegir una falda corta azul y una camiseta de tirantes blanca. !Por Dios, que blanca estoy! Espero que eso cambie pronto al recordar los planes para ir a la playa. Termino de vestirme con unas Adidas blancas, tarareando sin exito una cancion de Michael Jackson que no conozco, y apago la radio antes de ir a la cocina; alli conversan mi madre y Noelia. --?Ya te has vestido? ?Vas a algun sitio? --pregunta mama. --A dar un paseo, he quedado con mis amigas. ?Quieres que haga algun recado? --Si, acuerdate de traer el pan a la vuelta, toma dinero. Saco una galleta de fibra del paquete y la mojo en la leche mientras mi madre busca dinero en su bolso, guardado como siempre en el segundo cajon bajo la vitroceramica. Aprovecho para preguntar a Noelia. --?Haces algo hoy? --Nada, estudiar Matematicas para recuperar en septiembre. --Si quieres, puedes venirte conmigo. --Mejor otro dia. --Vale. Tomo una servilleta de papel y escupo el trozo de galleta que he mordido. !Que asco! Es como carton mojado en leche. --!Nina, esas galletas son muy caras! --Pues estan asquerosas. --Pero cuestan tanto porque adelgazan. --?Y no sera mejor no comer nada? Mi madre y Noelia me miran en silencio, ?quien podria rebatir mi brillante comentario? Busco una magdalena, pero ya han guardado la bolsa tras cerrarla con una pinza de la ropa para que no se pongan duras, he llegado tarde. A ver si mis amigas traen algun dulce o helado y puedo robarles un par de mordiscos. Me bebo la leche de dos sorbos y salgo corriendo. --!Me voy, que llego tarde, luego traigo el pan! --!Antes de las dos y media! !Laura, los dientes, no te los has lavado! Es verdad, pero no tengo tiempo. ?Que digo? Tengo todo el del mundo. Es asombroso como se me olvida que puedo detener el tiempo a mi antojo. Meses atras, cuando descubri lo que pasaba pero no era capaz de controlarlo, tuve tanto miedo a que fuera producto de mi imaginacion o que se tratase de un tumor, que me someti a varias pruebas medicas en la cabeza. Ahora es una gozada poder usarlo para hacer el bien. !Me siento como una superheroina al pensarlo! Una magdalena esponjosa y deliciosa entre los dientes, luego me lavo los dientes con calma, me cepillo un poco mas el pelo, para que quede impecable, y me marcho tras hacer regresar todo a la normalidad. Hemos quedado en la plaza, en uno de los bancos en que solemos sentarnos por las tardes; ahora que no hay nadie por la zona, podriamos probar a sentarnos en el templete, la zona de los mayores, pero ninguna se atreve a proponerlo. ?Que pasaria si lo hiciesemos? Supongo que nada, pero nunca se sabe. --Bueno, ?que vamos a hacer este verano? --pregunta Inma. Lleva su acne y malhumor caracteristicos de cuando le viene la regla. --Ya lo hemos dicho estos dias, vamos a veranear Laura y yo en El Portil y vosotras dos en Punta Umbria --responde Marta tras elegir sitio en el banco. --?No vamos a quedar en agosto? ?Tampoco vamos a salir estos dias? --pregunta Patri. --Pero si hemos hablado ya de eso, iremos a la playa en autocar dentro de tres dias. --Ya lo habia olvidado. ?Lo de la discoteca sigue en pie? --De eso no te olvidas nunca. Todas nos reimos, sabemos lo que le gusta salir de noche, los chicos y las discotecas a Patri. Han pasado solo diez minutos y la plaza comienza a llenarse de ninos jugando, alguna pandilla como la nuestra en otro banco y vecinos que la cruzan para ir al mercado del barrio de enfrente. El templete sigue vacio, tal vez porque la gente guapa aun no se ha despertado. !Que envidia! Seguro que estuvieron ayer de fiesta hasta muy tarde. La conversacion deriva, como siempre, en la ropa que vamos a ponernos cuando vayamos a Rompeolas, la mejor discoteca del recinto ferial; luego llegan los chicos; por ultimo si decidimos beber alcohol o no. Decidimos que no, como siempre. Inma se enfada. Yo me marcho. --Lo siento, es tarde y tengo que comprar el pan. --Me despiden con una sonrisa y me encamino cuesta arriba hacia la avenida de las Fuerzas Armadas. Antes de llegar, a la altura del kiosco, una moto aparece de repente, casi atropellandome, y me da un susto de muerte. --!Idiota! --grito. --Esa boquita... Quedo muda y paralizada. Miki me observa desde una moto demasiado grande para su edad, diecisiete anos cumplidos en mayo, casi ayer. Chupa de cuero negra, sonrisa de suficiencia, mirada que te hace derretir al instante... No se puede pedir mas. --Me has asustado. --Lo siento, pecosa. ?Puedo compensarte llevandote? ?A donde vas? --Aqui al lado, no hace falta. ?Y esta moto? --Un regalo de mis padres por las buenas notas, ?te gusta? --Si, es bonita. --No logro ver la marca, pero es negra y cromada. --?Seguro que no quieres dar una vuelta? --Es que... voy a comprar el pan. --No se por que, pero me da mucha verguenza decirlo--. Es ahi al lado y tengo que regresar ya. --Puedo venir a buscarte esta tarde. ?En serio? ?Acaba de decirme que vendra a buscarme? No puedo creermelo. ?Es esto una cita? ?Que pierdo por probar y decir que si? --?A las cinco? --pregunto con timidez, casi no puedo mirarle a los ojos. --No me hagas esperarte. Aqui mismo, ?vale? Asiento con la cabeza y observo como arranca la moto y se marcha despacio, casi torpe, como si aun no controlase bien el peso de la maquina. Antes de desaparecer, desvia la mirada un segundo hacia mi. Me tiemblan las piernas y necesito apoyarme en la pared. ?Que hago aqui? ?Que tenia que hacer? !Es verdad, comprar el pan! Bueno, esperare unos minutos mas para recrearme en lo que acaba de pasar. Pienso en llamar a Marta cuando llegue a casa, contarselo todo mientras gritamos como locas y escucho que todo es imposible o que lo he sonado, pero decido que no hay nada que contar, y que no deseo que se pueda estropear el sueno en el que ahora me veo nadando para llegar a la orilla de dulce fantasia en la que me espera Miki. La orilla que me permitira respirar su amor, su calido aliento, esa misma tarde.

  • El primer gran caso de Yaiza Cabrera de Javier Holmes

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    Cuando Yaiza Cabrera llega a su despacho de economista escucha a traves de la puerta un ruido que le resulta familiar. Al acceder a el, se encuentra a su ayudante desnudo, boca abajo y sobre un charco de sangre. El sonido que instantes antes escuchaba era el de un vibrador que ahora esta dentro del esfinter de su ayudante fallecido. Le resultaba familiar por una razon muy sencilla, porque es de ella.

  • Luna de sangre (Beatrix Rose 2) de Mark Dawson

    https://gigalibros.com/luna-de-sangre-beatrix-rose-2.html

    Hace diez anos, Beatrix Rose formaba parte de un implacable grupo clandestino que se encargaba de realizar el trabajo sucio del gobierno britanico. Cuando descubrio que el jefe del grupo era corrupto, este envio a cinco de sus asesinos para que la eliminaran, pero no lograron su proposito. Craso error.

  • Degenerado de Ariana Harwicz

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    Degenerado es la historia de un proceso judicial. Empieza una noche gelida cuando un hombre se dispone a hacerse un te y leer despues de una larga jornada. Pronto lo distraen las luces de gendarmeria: fuera de su casa los vecinos se agolpan, y, a medida que corre el rumor de que el hombre es un pedofilo, se arma una batalla campal. A los animales del corral, por su parte, no les interesa saber si el vecino es o no es un pedofilo: quieren comer, abrir la boca y que el dueno les eche algo. Mientras, algunos vecinos ya piden la cabeza del hombre: como en las plazas publicas, sacan fotos al condenado, y los chicos son alzados sobre los hombros. La madre del acusado esta ausente, esta presente, es testigo: ese es siempre el drama del amor materno. El acusado acepta pelear hasta el final contra todo y contra todos, porque ?quien esta seguro de haber cometido un error? ?Quien se puede autoinculpar? En la noche estrellada, ?donde empieza el criminal y dondeel hombre honesto?
    Degenerado podria ser el cuento de un borracho o de un hombre que recuerda la guerra, pero sucede en tiempos de paz, en plena democracia capitalista. Degenerado, es, pues, un laberintico y sordido monologo pronunciado con un hilo de voz: el hilo de voz entrecortada de un hombre que, enfrentado a una sociedad que le pide que sea alguien, que exista, le devuelve lo peor de que es capaz.

  • Besos con Sal de Chris Razo

    https://gigalibros.com/besos-con-sal.html

    Una decision que cambiara sus vidas para siempre.
    Dos almas destinadas a encontrarse en un mismo lugar.
    Una isla llena de oportunidades.
    Un chef que enciende algo mas que los fogones.
    Una chica de pelo rosa dispuesta a cumplir suenos.
    Desencuentros, secretos guardados bajo llave en el corazon, amor, atraccion, caricias
    prohibidas, la sal y la canela.
    ?Te vienes a Ibiza? Nos vemos en Besos con sal.

  • La puerta de Abadon (The Expanse 3) de James S. A. Corey

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    La tercera parte de <>, la saga superventas de The New York Times en que se basa la exitosa serie de television homonima producida por Syfy y emitida en Netflix.

  • Mientras Viva de Flor M. Urdaneta

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    Nunca crei en el destino ni en las almas gemelas. Para mi, el amor era una fantasia, algo que solo existia en libros o se veia en peliculas, entonces lo conoci a el, al chico de ojos claros y sonrisa cautivadora que no solo me hablo de amor, tambien me demostro cuan poderoso y real puede llegar a ser. El cambio mi vida, la lleno de luz y de suenos posibles. Me amo de la manera mas dulce y preciosa, lo hizo hasta que nuestro tiempo juntos se agoto.

  • Despues del monzon de Africa Ruh

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    Quiso robarle un diario y le robo el corazon.

  • Lo que esta y no se usa nos fulminara de Patricio Pron

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    Patricio Pron regresa al relato breve para dar otra leccion de sobriedad, ironia, originalidad y elegancia. Lo que esta y no se usa nos fulminara hace lo que todo libro deberia hacer (pero casi nunca logra): llevarte a un lugar del que desearias no tener que regresar nunca.

  • Claroscuro (Luces y Sombras del Amor y el Sexo) de Paz Iribarne

    https://gigalibros.com/claroscuro-luces-y-sombras-del-amor-y-el-sexo.html

    Recopilacion de relatos cortos que indagan en la belleza y en la oscuridad que a veces encierran las relaciones. El amor y el sexo no son otra cosa que aquello que las personas definen con su propia naturaleza, haciendo reales algunas historias, que parecieran sacadas de la mejor serie de ficcion.

  • Donde mejor canta un pajaro de Alejandro Jodorowsky

    https://gigalibros.com/donde-mejor-canta-un-pajaro.html

    Basandose en una sugerente frase de Jean Cocteau, <>, Jodorowsky nos sumerge en un amenisimo relato, tan comico y sorprendente como heroico y legendario, sobre la vida de sus antepasados, desde sus bisabuelos hasta sus padres. Esta reconstruccion narrativa de su arbol genealogico le sirve para bucear en el sentido de su propio ser y su propia vida, a traves de una inmensa geografia: Ucrania, paris, Venecia, Chile o Argentina.

  • La decadencia de una familia (Los Medici 4) de Matteo Strukul

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    Conspiracion, traicion, corrupcion politica bajo el techo de la sociedad aristocrata francesa.

  • Invencible de Pascal Ruter

    https://gigalibros.com/invencible.html

    La tierna complicidad entre un anciano rebelde y su nieto los embarcara en una aventura entranable en la que juntos se rebelaran contra todo lo que resta diversion a la vida.

  • Corazones que se encuentran (Corazones 2) de Claire Contreras

    https://gigalibros.com/corazones-que-se-encuentran-corazones-2.html

    Aunque se conocian de toda la vida, Jenson y Mia se enamoraron cuando estaban en la universidad; luego el tuvo que marcharse a Nueva York para terminar sus estudios, por lo que Mia decidio que era mejor que se tomaran un tiempo y que volvieran a estar juntos cuando pasaran esa etapa.