• libro africa con un par - Alvaro Neil

    https://gigalibros.com/africa-con-un-par.html

    Alvaro Neil, biciclown, ha dado la vuelta a este continente en solitario en 987 dias, 37695 kilometros, 30 paises y 40 espectaculos de payaso para mas de 10000 personas.
    Ni siquiera las cuatro malarias cerebrales (la primera casi le cuesta la vida), ni ver la muerte en los ojos de una serpiente, ni sentir el frio canon de una pistola en su sien le han detenido.
    Tras Africa ha continuado su periplo por Oriente Medio, Asia Central, Sudeste asiatico, el Pacifico….
    MOSAW es el acronimo de Miles of Smiles around the world (2004-2014), un sueno de dar la vuelta al mundo haciendo cosquillas a la Tierra.

  • África con un par Tapa blanda - Alvaro Neil - Amazon.es

    https://www.amazon.es/Africa-par-Alvaro-Neil/dp/8461211634

    África con un par : Alvaro Neil: Amazon.es: Libros. ... 987 días, 37.695 kilómetros, 30 países y 40 espectáculos de payaso para más de 10.000 personas.

  • África con un par - Tienda Kindle - Amazon.es

    https://www.amazon.es/%C3%81frica-par-recorriendo-bicicleta-Mosaw-ebook/dp/B004W1FDVO

    Segundo libro que me leo de Biciclown. Lo disfruto ya que las historias que le ocurren són de aventurero y te hacen ver lo duro que puede llegar a ser viajar en ...

  • África con un par | Álvaro Neil - Librería Desnivel

    https://www.libreriadesnivel.com/libros/africa-con-un-par/9788461211630/

    Resumen del libro. África con un par de narices -una de payaso-, de ruedas, de ollas, de calzoncillos, de turbantes, de cuadros de bicicleta, de pasaportes, ...

  • AFRICA CON UN PAR | ALVARO NEIL GOMEZ-MORAN RUBIA

    https://www.casadellibro.com/libro-africa-con-un-par/9788461211630/1262358

    El libro AFRICA CON UN PAR de ALVARO NEIL GOMEZ-MORAN RUBIA en Casa del Libro: ¡descubre las mejores ofertas y envíos gratis!

  • áfrica con un par - neil, álvaro - Llibreria Altaïr

    https://www.altair.es/es/libro/africa-con-un-par_86064

    África con un par de narices ─una de payaso─, de ruedas, de ollas, de calzoncillos, de turbantes, de cu... ... Otros libros de Viajeros Contemporáneos.

  • africa con un par (alvaroneil) - Librería Patagonia

    https://www.libreriapatagonia.com/libro/africa-con-un-par-alvaroneil_17336

    AFRICA CON UN PAR (ALVARONEIL), GÓMEZ-MORÁN DE LA RUBIA, ÁLVARO NEIL, 20,00€. ... ... Enviar a un amigo. Comentarios. Sé el primero en comentar este libro ...

  • 9788461211630: Africa con un par - IberLibro - Neil, Alvaro

    https://www.iberlibro.com/9788461211630/Africa-Neil-Alvaro-8461211634/plp

    Si conoce el autor y el título del libro pero no lo encuentra en IberLibro, nosotros podemos buscarlo por usted e informarle por e-mail en cuanto el libro esté ...

  • Africa Con Un Par - Alvaro Neil - PDF • Descargar Libros Gratis

    https://www.debeleer.com/africa-con-un-par-alvaro-neil/

    En cuclillas, agazapados en su idea, deshojan el tiempo entre sus manos y aguardan con una paciencia milenaria. Otean hacia el Norte, justo de donde yo ...

  • 12 libros para leer antes de viajar a África - La Vanguardia

    https://www.lavanguardia.com/ocio/viajes/20180831/451518429533/12-libros-leer-viajar-africa.html

    31 ago 2018 — Lo dicho: si tu próximo viaje es a África, para empezar, merece mucho la pena echarle un vistazo a este libro de historia reciente sobre cómo ...

  • Kilometros de Sonrisas de Alvaro Neil

    https://gigalibros.com/kilometros-de-sonrisas.html

    Dos meses antes de embarcarse en esta aventura, el autor trabajaba en una notaria de Madrid redactando testamentos y otros documentos harto interesantes.

  • ?Y si probamos…? de Tierra Salvaje

    https://gigalibros.com/y-si-probamos-8230.html

    ?Y si probamos…?
    A Nico y a Mamen les gusta fantasear con terceros. Es un juego, una forma de excitarse mutuamente, hasta que se convierte en algo demasiado tentador. La aparicion de Jorge cambia sus vidas por completo.

  • El Valle del Dragon de Scarlett Thomas

    https://gigalibros.com/el-valle-del-dragon.html

    El Valle del Dragon es la primera entrega de EL GRAN TEMBLOR, la nueva serie juvenil que cautiva por su ritmo trepidante y su capacidad para crear un mundo imaginario coherente y asombroso. Un emotivo homenaje a la lectura y los libros, con guinos sugerentes a autores considerados clasicos del genero, como J. K. Rowling o Roald Dahl.
    Un cataclismo de proporciones colosales, ocurrido hace cinco anos y recordado como el Gran Temblor, ha acabado con los avances tecnologicos que la humanidad habia desarrollado a lo largo de las ultimas tres decadas. El planeta ha vuelto al pasado, internet es un recuerdo lejano y nadie sabe ya el significado de palabras como <> o <>.
    En esta nueva realidad se desenvuelve Effie Truelove, una nina de once anos muy especial que estudia en el Colegio Tusitala para Dotados, Problematicos y Raros. A Effie le gusta la escuela, pero cuando su adorado abuelo Griffin sufre un ataque violento, no duda un instante en saltarse las clases para acudir a su lado.
    El anciano, agonizante, encarga a su nieta que proteja su biblioteca de la codicia de un tal Leonard Levar, un turbio coleccionista de volumenes antiguos. Pero cuando este se hace con ella, Effie se siente obligada a embarcarse en una aventura repleta de peligros: ha de viajar al Altermundo, descifrar el significado de un libro llamado El Valle del Dragon y enfrentarse a los terribles diberi, un grupo secreto cuyos planes maleficos amenazan con destruir el universo.

  • Lo nuestro es de otro planeta de Emma Mars

    https://gigalibros.com/lo-nuestro-es-de-otro-planeta.html

    Un viaje puede cambiarlo todo. Un viaje de trabajo, de ocio o del corazon puede convertirse en el comienzo del resto de tu existencia. Cuando Diana llego a Madrid era jueves por la manana. Parecia un dia normal, aburrido y rutinario, de esos en los que suena el despertador, te despiertas de mal humor, resignada, y te diriges a una gris estacion (todas lo son) para tomar el primer tren del dia. El AVE desde Sevilla que debia coger con destino a Madrid partia a las siete en punto de la manana, ni un minuto antes ni uno despues. Hacia frio, el amanecer quedaba lejos y algunos viajeros se soplaban las manos para entrar en calor. Cargada con una ligera mochila al hombro, Diana se dirigio a la cinta mecanica reprimiendo un bostezo. Sostenia en una mano el programa del congreso al que asistiria los proximos dias. En la otra, un billete de tren que le tendio a un revisor igual de adormecido que el resto de los presentes. Todo parecia aburridamente rutinario. La superficie blanca del convoy resplandecia bajo los brillantes halogenos de la estacion y los ultimos pasajeros apuraban sus cigarrillos en el anden ante la mirada reprobatoria de algunos viajeros. Nada aventuraba lo que sucederia pocas horas despues. Diana entro distraida en el vagon que le habia sido asignado. Tomo asiento, recosto la cabeza contra la ventanilla y a los pocos minutos cerro los ojos presa de un agradable balanceo. Siempre le habian gustado los trenes, su transcurrir lento y cadencioso, los diferentes paisajes deslizandose por la ventanilla como el convoy lo hacia por sus railes. Recordo antes de quedarse dormida que el hombre del tiempo habia anunciado fuertes tormentas en Madrid para los proximos dias. Pero al cabo de un rato el sol andaluz empezo a asomarse con fuerza, transmitiendole una sensacion de paz que solo se quebro cuando el tren llego a su destino. Negras. Nubes negras prenaban todo el cielo madrileno y Diana no pudo evitar bufar con desesperacion cuando piso la calle y los transeuntes corrian para guarecerse de la lluvia. De eso hacia ahora un dia, pero el humor de Diana seguia igual de agitado que el pronostico meteorologico. ?La razon? Saber a ciencia cierta los motivos por los que su jefe la habia elegido a ella para acudir a ese congreso. <>. Javier la llevo a un aparte para hablarle del tema, pero Diana estaba desconcentrada. Solo podia pensar en lo mucho que le repugnaba su aspecto. Su jefe era un hombre bajito y desalinado. Sus hombros solian estar nevados de caspa y odiaba que le hablara tan cerca y su aliento oliera a cebolla y ella pudiera atisbar con claridad los pelillos negros y duros como cuerdas que brotaban de su nariz y orejas. <>. Javier la observo fijamente, a la espera de su respuesta. La miraba confuso, como si acabara de comunicarle que era la empleada del mes o que habia ganado una inmensa cesta de Navidad y esperara una reaccion de jubilo por su parte. Todo lo contrario. Diana no deseaba asistir al congreso y evito gesticular siquiera. El silencio era su gran aliado en estas ocasiones. <>, carraspeo Javier. Y se rasco la nuca profundamente incomodo con su silencio. <>. Fundamental. Esta palabra formaba ya parte de su idiosincrasia laboral tanto como lo hacian los ordenadores o los lenguajes de programacion. Javier era muy dado a utilizarla y Diana a veces no podia evitar repetirla mentalmente. Fundamental esto, fundamental aquello. El la usaba sobre todo cuando pretendia ocultar sus verdaderas intenciones. Diana no le culpaba por ello. Sabia que era poco inteligente decirle a una empleada: <>. Y por eso estaba en Madrid. Resignada. Malhumorada. Asqueada con una mala suerte que parecia haberle tomado carino. Con el descontento anadido de que este era uno de los congresos mas aburridos e interminables de cuantos habia asistido. Todos ellos solian ser eventos soporiferos protagonizados por ponentes pretenciosos y encantados de haberse conocido. Pero este era, si cabe, todavia peor. Estaba lleno de gurus de medio pelo a los que se sentia incapaz de prestar atencion. <>, escucho que decia en ese momento el ponente de turno. <>. Diana reprimio un bostezo y se esforzo por mantener los ojos abiertos, aunque estaba deseando que el dia concluyera para poder regresar cuanto antes al confort de su hotel. Ocho horas de soporiferas ponencias le parecian suficiente tortura. Diez minutos despues se escucharon por fin los aplausos de los alli congregados y Diana sonrio con alivio: el congreso habia terminado y no lo dudo ni un instante. Tomo su mochila, se la puso al hombro y alcanzo la salida antes de que los aplausos hubieran dejado de escucharse. El manto de la noche habia cubierto Madrid cuando abrio la puerta del recinto y puso el primer pie en la calle. El aire parecia cargado de una ansiedad electrica, densa y fastidiosa. La Castellana era un avispero de coches cuyos conductores, enfurecidos, utilizaban el claxon como via de escape a su propio nerviosismo. Cada vez que uno de ellos se despistaba unos segundos, los otros le recordaban a bocinazos que habia tardado mas de la cuenta en arrancar su vehiculo. Diana se contagio muy rapido del mal humor reinante. Cruzo la larga avenida tratando de esquivar los coches que se habian detenido con prisas sobre el paso de peatones; inquieta y enfurrunada, respiro hondo cuando por fin consiguio llegar al otro lado. Las grandes ciudades solian tener este efecto en ella. La multitud de coches, peatones y luces parpadeantes le hacian sentir chiquitita, enjaulada, y estaba tan deseosa de poner tierra de por medio que incluso el agujero del metro, atestado de gente, le parecio un buen escondrijo en el que guarecerse de la jungla de asfalto madrilena. Se subio al vagon y en la barandilla una fila de manos: peludas, suaves, de manicura cuidada, dedos largos y finos, de unas comidas, pintadas o sucias. Cuerpos que se mantenian de pie por inercia, la presion de unos contra otros. Conecto su reproductor de musica e hizo un recuento rapido del numero de estaciones que le quedaban para llegar a su destino. Habia mas de cincuenta hoteles cerca del Palacio de Congresos de Madrid. Cincuenta. Y sin embargo, el suyo se encontraba a las afueras, a varias paradas de metro. Eso significaba que al dia siguiente tendria que levantarse bien temprano para atravesar la ciudad de punta a punta hasta llegar a la Estacion de Atocha. Una autentica perdida de tiempo. ?Cuantos anos llevaba trabajando para Javier? Toda su carrera profesional. ?Y que es lo que habia logrado? Practicamente nada. Su sueldo seguia siendo el mismo y habia veces en las que su jefe la trataba como a la nina de los recados. Diana habia visto ascender a muchos de sus companeros en la mitad de tiempo que ella llevaba trabajando para la empresa. Pero, claro, ellos si se quejaban y, ademas, ?para que negarlo? Eran hombres. A ojos de Javier eso siempre suponia una ventaja. La megafonia del metro anuncio por fin que la siguiente era su parada. Las puertas se abrieron y la marea humana salio a la vida. Diana se encontraba tan cansada que no le importo ser arrastrada por un ovillo de cuerpos ansiosos por salir de las fauces del metro. Con dedos ateridos por el frio, se coloco la capucha, hundio las manos en los bolsillos de su abrigo y apresuro el paso mientras se adentraba en la oscuridad de la noche. La tormenta habia provocado un fallo electrico que fundio varios tramos del alumbrado publico. Los semaforos tampoco funcionaban y Diana se encogio de frio y miedo, tratando de no detenerse demasiado en el hecho de que las calles estaban desiertas y concentrarse en los placeres que aguardaban por ella en la habitacion del hotel. Ciertamente, no era un alojamiento de cinco estrellas --la alcoba olia a cerrado, la decoracion y los muebles parecian escasos--, pero se conformaba con poco. Le bastaba con una ducha de agua bien caliente y un momento de paz. Llamaria al servicio de habitaciones, pediria algo ligero pero sabroso y veria cualquier programa de television hasta quedarse aturdida en la comodidad de su cama. En ese momento cualquier cosa le parecio mas apetecible que caminar bajo la lluvia, expuesta a los vientos racheados de la tormenta. Transcurrieron unos minutos hasta que pudo distinguir a lo lejos la entrada del hotel. Esto le hizo sonreir. Los hoteles tenian algo especial, una esencia diferente, invitadora, no sabria explicarlo. Le sugerian historias descabelladas, romances prohibidos, encuentros entre personas con la peor de las intenciones. En los hoteles se alojaba gente tan variopinta que, incluso con su imaginacion desbordada, le resultaba dificil conjeturar todo lo que podia acontecer entre sus paredes. Asesinatos. Traiciones. Conspiraciones. El cielo de lo incorrecto era el limite. Por desgracia, ella era solo una humilde programadora cuya estancia alli no tenia nada singular. Al menos, hasta ese momento. Su destino parecio cambiar cuando advirtio por el rabillo del ojo un bulto tendido sobre la acera. Era tan voluminoso que resultaba imposible no reparar en el, enseguida llamo su atencion. Lo miro con recelo al principio, pero siguio caminando, sin saber de que se trataba. La miopia de Diana le impedia ver con nitidez a cierta distancia y sus gafas estaban en el interior de la mochila. Entorno los ojos para intentar averiguar que era. Tal vez una bolsa de basura. O los despojos de alguna construccion cercana. Habia un solar vacio justo al lado, bien podia tratarse de algun desecho procedente de alli, se dijo a si misma, intentando restarle importancia. Entonces algo la obligo a detener su marcha. Se paro en seco al ver que el bulto se estaba moviendo. ?A lo mejor habia sido el viento? Diana entorno todavia mas los ojos hasta convertirlos en dos rayas paralelas a ambos lados de su nariz. Le costo esfuerzo, pero acabo confirmando que no se trataba del viento: algo muy vivo se retorcia en ese solar vacio, a merced de la tormenta. Miro a ambos lados de la calle, confundida, sin saber que hacer. A veces se asustaba por nada pero trato de controlar sus nervios. Necesitaba pensar con claridad, asi que respiro hondo y se acerco con cautela al bulto. ?Un perro? ?Algun animal? ?La atacaria si se acercaba demasiado? Dio un paso, dos, mientras el bulto iba tomando forma, mostrandose menos borroso. Cuando lo vio con total claridad, no pudo evitar reprimir un grito ahogado. Aquello no era un animal ni basura ni nada similar. Muy al contrario: habia una mujer tendida en el suelo y parecia desmayada. La sorpresa de su descubrimiento la hizo sentir aturdida, no sabia que hacer. Tenia que haber alguien en los alrededores que pudiera ayudarla, ?no? Aquella mujer no podia estar sola, abandonada en un solar como la colilla de un cigarrillo. Diana se giro en redondo aunque no tenia muy claro que estaba buscando; tal vez solo alguien que pudiera asistirla, pero no habia nadie en los alrededores. La unica senal de vida humana era el destartalado letrero de una cafeteria cercana; sus luces chasqueaban como pidiendo auxilio. Esperanzada, advirtio que el dueno echaba en ese momento la reja para dar la jornada por concluida. --!Eh! !Espere! !No se vaya, necesito ayuda! Le grito con todas sus fuerzas, pero el viento ululaba con impetu y la lluvia se estampaba furiosa contra el asfalto, por lo que el hombre no fue capaz de escucharla. Diana intento acercarse, pero el se metio enseguida en el coche y arranco el motor para quedar engullido por la negrura nocturna como todo lo demas. Estaba sola, completamente sola, y habia una persona tendida en la acera que necesitaba asistencia. ?Que debia hacer en un caso asi? Diana no recordaba haber estado jamas en una situacion semejante. Por esos caprichos que tiene la memoria, recordo una noticia que habia leido unas semanas atras en el periodico: <>. Tenia veintiseis anos, nadie sabia que le habia ocurrido, los medicos no consiguieron explicar la causa exacta de su fallecimiento. Ningun familiar reclamo su cuerpo. Aparecio de la nada y se fue del mismo modo. Al leer la noticia habia sentido unos escalofrios similares a los que experimentaba ahora. ?Seria este un caso similar? ?Y ella la desafortunada que se habia topado con el? Mientras luchaba por mantener a raya su ansiedad, intento ver la cara de la mujer, pero desde su posicion solo consiguio advertir parte de su melena. Podia tratarse de cualquiera: una sin techo a la que la tormenta hubiera tomado por sorpresa; una adolescente fugada de su casa tras pelearse con sus padres; la enferma que se escapo de un manicomio (esta opcion no le gustaba demasiado) o el cadaver que un asesino habia dejado alli tendido porque no se le ocurrio mejor lugar donde esconderlo (improbable, pero posible, ?por que no?). La mente de Diana se hacia preguntas sin respuestas, pero la sospecha de haber encontrado un cadaver hizo que palideciera subitamente. Antes le habia dado la impresion de que se movia, aunque podia haberlo imaginado. Necesitaba acercarse para comprobarlo. Asi lo hizo, muy despacio, hasta que quedo arrodillada al lado de la desfallecida y pudo reparar en su aspecto. Tenia el rostro liso y palido, una frente tersa y la piel casi perfecta, sin una sola mancha a excepcion de un extravagante maquillaje. Calculo que rondaria la treintena y le tranquilizo ver su placido gesto de inocencia. El sereno rostro de la mujer no encajaba con la escena, tenia la cara de alguien que deberia estar en su casa viendo el telediario y disfrutando de una cena caliente en compania de algun ser querido. Y sin embargo, alli estaba, tirada en un solar, abandonada a su suerte. Diana comprobo de inmediato que su pecho subia y bajaba al compas de su respiracion y le alivio saber que no saldria en las noticias explicando como se habia encontrado un frio cadaver bajo una fuerte tormenta. Finalmente, coloco una mano sobre el hombro de la desconocida y la meneo con suavidad para intentar despertarla. Hacia frio, pero su cuerpo estaba caliente. --Oiga, ?puede escucharme? ?Se encuentra bien? No obtuvo respuesta. Parecia profundamente dormida o desmayada. Lo intento de nuevo, ahora elevando el volumen de su voz: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Nada. La lluvia seguia cayendo sin piedad, tiritaba de frio y a Diana se le agotaban los recursos. Haria bien en delegar el caso a la policia y dejar que ellos se ocuparan. Pero cuando estaba a punto de marcar el 092 unas luces de intenso color azul quebraron la noche. Todavia arrodillada en el suelo, miro por encima de su hombro para ver que se trataba de un coche de policia: --?Se encuentra bien, senorita? --Le pregunto un agente, sacando la cabeza por la ventanilla. --Yo si, pero me temo que ella no. !Acabo de encontrarmela asi! El policia estiro el cuello. Desde donde estaba no parecia capaz de ver a la mujer desmayada. Tomo una gorra del salpicadero del coche, se la calo hasta las orejas y se acerco con cara circunspecta. --Estaba a punto de llamarles. --?Es familiar suya? --?Que? No, no. Yo solo estaba de camino a mi hotel. Acabo de encontrarmela. El agente se arrodillo junto a la mujer y presiono sus dedos contra la muneca. Espero unos segundos en los que la ansiedad reinante parecio detener el tiempo. --No tiene pulso. Diana abrio los ojos de puro terror. ?No estaria el pensando que...? --Agente, le juro por lo que mas quiera que yo no la he matado. Yo solo pasaba por aqui, yo solo queria... --Tranquilicese, por favor --le ordeno el policia en tono imperativo--. No estoy diciendo que la haya matado. ?Ve? Esta respirando. Diana se fijo en que efectivamente respiraba, tal y como ella misma habia comprobado minutos antes. Necesitaba tranquilizarse. Nadie la estaba culpando. No era una sospechosa, solo un testigo. Es que no has hecho nada, idiota, se recordo con enfado. --?Entonces? ?Que es lo que quiere decir? --Que no soy capaz de encontrarle el pulso. ?Tiene idea de que ha podido ocurrirle? Nego con la cabeza. --Ya estaba asi cuando yo llegue. --?Y sabe si tiene documentacion? Diana volvio a negar con la cabeza. Por supuesto que no lo sabia. ?Acaso el creia que se atreveria a meter la mano en el bolso de una extrana? La simple idea conseguia ofenderla. Estuvo a punto de hacerselo saber, que todavia existia gente decente y con modales, pero ya no le prestaba atencion. El policia se meso la barbilla con gesto preocupado, quiza arrepentido de haber detenido el coche para asistirla. Tiene cara de Gonzalez y de ser un bonachon, penso. Seguro que su esposa le recomienda siempre que haga la vista gorda como hacen otros de sus companeros. <>. Pero Gonzalez no es asi. A el le gusta ser diligente en su trabajo, es un caballero y si ve a una damisela en apuros es incapaz de no pararse a echar un vistazo. Agente Gonzalez, no le conozco, pero sepa usted que ya me cae bien. --Quedese aqui, ahora vuelvo. Gonzalez se incorporo entonces y fue hasta el coche para hablar por radio con la centralita. Ella no era capaz de escuchar lo que decia, pero empezaba a sospechar que la noche se alargaria porque no podria irse hasta que el agente se lo permitiera. Esto le hizo resoplar con desesperacion. No solo tenia que aguantar horas y horas de un congreso horrible y alojarse en un hotel ubicado en el otro extremo de la ciudad, sino que ahora se veia obligada a esperar bajo la lluvia. Sin cena, sin ducha, calada y tiritando de frio hasta que Gonzalez lo considerara oportuno. Agente Gonzalez: no le conozco, pero sepa usted que ya no me cae tan bien. Fastidiada, se arrebujo en su abrigo para no sentir el frio que estaba empezando a calar sus huesos. Anhelo tener algo con lo que entretenerse mientras esperaba, pero sintio miedo de sacar el movil por si el policia la llamaba al orden. Fue en ese momento cuando la mujer empezo a parpadear. --!Gonzalez! --grito Diana con todas sus fuerzas. El policia la miro confundido y entonces se dio cuenta de que no estaba segura de que se llamara asi--. !Agente! !Venga! !Se ha despertado! Gonzalez solto enseguida el aparato de radio y acudio presto a su encuentro. Se arrodillo junto a la mujer: --?Puede oirme? ?Se encuentra bien? Cuando volvio en si, la desmayada parpadeo durante unos segundos con desconcierto, parecia aturdida. Los observaba como si no recordara como habia acabado alli o por que. Tenia el mismo gesto aletargado de quien despierta de un largo y profundo sueno. --?Se encuentra bien? --repitio el. Transcurrieron unos segundos hasta que la mujer dijo por fin sus primeras palabras: --Ich bin gut, danke. Diana miro al policia para ver si la habia entendido. Los idiomas nunca habian sido su fuerte. Sabia un poco de ingles, sobre todo palabras relacionadas con el lenguaje de la programacion, y en el colegio habia aprendido algo de frances. Pero estaba casi segura de que la lengua que habia empleado para comunicarse con ellos no era ninguna de las dos. --Creo que habla aleman. Gonzalez fruncio el ceno como si este nuevo contratiempo le fastidiara, pero no por ello cejo en su interrogatorio: --Senorita, ?habla nuestro idioma? ?Entiende lo que le digo? La mujer pestaneo entonces muy rapido. Al principio Diana penso que no habia entendido la pregunta. Normal, es alemana, lo maximo que sabra decir es "cerveza", "Mallorca" o "salchicha". Para ella eso explicaba su pintoresco aspecto. Porque su nerviosismo previo le habia impedido reparar en las manifiestas rarezas de la alemana. Al observarla ahora con detenimiento advirtio que tenia media cara pintada con una especie de motivo tribal, los ojos perfilados con lapiz de color negro y el pelo en dos tonalidades: el lado izquierdo era naranja, el derecho azul. --No puede entendernos. Es alemana --razono Diana. Entonces descubrio hasta que punto estaba equivocada: --Oh, lo siento. !Idioma incorrecto! --dijo la mujer, esta vez en perfecto espanol--. No soy alemana, pero me encuentro perfectamente, gracias, muy amable. ?Mejor asi? ?Me entiende bien ahora? Gonzalez la miro sin saber que decir. Observo a Diana en busca de respuestas, pero ella tampoco las tenia. --?Recuerda algo de lo ocurrido? ?La han agredido? --?Agredido? --Se sorprendio la mujer--. Oh, no, solo me cai cuando la nave perdio fuerza. --Senalo un lugar impreciso en la negrura del cielo. Tanto Gonzalez como Diana elevaron la vista como si esperaran ver un avion sobrevolando en ese mismo instante sus cabezas. Por supuesto, lo unico que encontraron fue un cielo negro como la noche y miles de gotas estampandose con fuerza contra su frente. --?Ha dicho usted una... nave? Asintio con vigor. --?Que tipo de nave?

  • Cicatriz (Narrativas hispanicas) – Sara Mesa de Sara Mesa

    https://gigalibros.com/cicatriz-narrativas-hispanicas-8211-sara-mesa.html

    Sonia conoce a Knut en un foro literario de internet y, a pesar de los setecientos kilometros que los separan, establece con el una particular relacion marcada por la obsesion y la extraneza. Entre la atraccion y la repulsion, no puede evitar sentirse fascinada por este personaje insolito y perfeccionista, que vive fuera de toda norma social y que la corteja a traves de suntuosos regalos robados. <> Su necesidad de poner distancia cuando Knut se vuelve demasiado absorbente, pero tambien su irrefrenable curiosidad y el ansia de vivir experiencias mas alla de una existencia excesivamente reglada, llevaran a Sonia a una doble vida secreta en la que quedara atrapada durante anos sin posibilidad de exculparse. En esta inusitada historia, Sara Mesa recupera temas que ya aparecieron en sus primeras obras narrativas, dandoles forma a traves de un estilo conciso y electrico en un mundo ?frio, escasamente comunicativo? cuyas reglas establecen unicamente los propios personajes que lo habitan. Cicatriz no es solo una inquietante historia de amor descompensado protagonizada por dos seres muy distintos pero a la vez complementarios, es tambien una reflexion sobre la sociedad de consumo y los robos a gran escala en grandes almacenes, la sumision y el poder, la anulacion del deseo y la carnalidad, el refugio de la infancia, la fantasia como alternativa, la culpa y la expiacion, la escritura y la vocacion literaria. La autora de la celebrada Cuatro por cuatro (que fue finalista del Premio Herralde de Novela), en vias de publicacion al frances, se confirma con Cicatriz como una de las voces mas singulares e imprescindibles de su generacion.

  • El emperador goblin de Katherine Addison

    https://gigalibros.com/el-emperador-goblin.html

    Maia, el hijo menor y mitad goblin del emperador, ha pasado toda su vida en el exilio, lejos de la corte imperial y de las mortiferas intrigas que la envuelven. Sin embargo, cuando su padre y sus tres hermanos sucesores al trono mueren en un <>, no le queda mas remedio que aceptar su cargo de unico heredero legitimo. Carece por completo de formacion en la politica de la corte, ademas de no tener amigos ni consejeros, pero si alberga la certeza de que quien quiera que asesinara a su padre y a sus hermanos podria intentarlo con el en cualquier momento. Rodeado de aduladores ansiosos por conseguir el favor del nuevo e ingenuo emperador, y abrumado por las responsabilidades de su nueva vida, Maia no puede confiar en nadie.

  • Segunda oportunidad (Destinos 2) de Kira Freitas

    https://gigalibros.com/segunda-oportunidad-destinos-2.html

    Segunda oportunidad

  • El otro Manuel de Manuel Bartual

    https://gigalibros.com/el-otro-manuel.html

    Una noche cualquiera, rodeado por las cajas de su reciente mudanza, Manuel hace un pedido de comida a domicilio, pero no recibe lo que ha solicitado. En su lugar le entregan la cena de Alicia, una vecina del barrio que a su vez ha recibido la cena de Manuel y a la que conocera gracias a esta confusion. Lo que parece un hecho sin demasiada importancia sera el detonante de los dias mas extranos en la vida de ambos, hasta el punto de convertirse en los protagonistas de un misterio en el que descubrir la identidad de quien esta detras de todo lo que les esta pasando sera la menor de sus preocupaciones.

  • Enganando a mi destino (Enganos 2) de Priscila Serrano

    https://gigalibros.com/enganando-a-mi-destino-enganos-2.html

    Tres anos habian pasado desde que Sofia y Anthony se vieron por ultima vez.
    Ella decide que tiene que volver a vivir y para conseguirlo tendra que olvidarle, pero ?que pasara cuando el pasado se cruce en su camino?
    ?Que hara cuando el hombre que tanto dano le hizo se ponga frente a ella?
    ?Llegara a perdonarlo o lo echara de su vida como hizo el?

  • La Cara Oculta De La Luna de Claudia Cardozo

    https://gigalibros.com/la-cara-oculta-de-la-luna.html

    Surrey, Inglaterra. 1880 Eleanor nunca podria olvidar la ultima vez que tuvo frente a si a James Haversham. Ella tenia doce anos y hasta entonces jamas habia visto a un hombre llorar. No que el pobre caballero se encontrara sollozando a lagrima viva; ni siquiera hubiera podido decir que pareciera hundido por el dolor. En realidad, y la idea en si le parecio tan triste como perturbadora, el discreto llanto del senor Haversham parecia mas bien nacido de la ira y el despecho. Pero en esa epoca Eleanor era solo una nina y su sensibilidad, aunque pronunciada, no era capaz aun de captar esa clase de matices y comprenderlos a cabalidad. Lo unico que tenia claro era que el senor Haversham, ese caballero a quien conocia desde hacia solo unas semanas y que le resultaba tan agradable, se encontraba en ese momento sumido por la pena. Hubiera deseado consolarlo de alguna forma, decirle cualquier cosa que le hiciera sentir mejor. El problema era que ella ni siquiera deberia encontrarse alli y haberlo visto en semejante situacion. Desde luego, todo ese enredo tenia un claro culpable. Una culpable en realidad. Cecily. Siempre era culpa de Cecily. Si su prima aprendiera a comportarse como la joven bien criada que supuestamente era, habrian podido evitar todo ese enredo. Cuando Eleanor la vio salir apresurada de la casa supo que debia de estar planeando algo. Lo mas sensato por su parte hubiera sido hacer como si no la hubiera visto, la experiencia le habia ensenado que era lo mas inteligente para evitar involucrarse en sus problemas; pero ella solo era una nina curiosa en aquella epoca, su tia decia con frecuencia que estaba lejos de ser sensata y le basto con advertir que el senor Haversham tomaba el mismo camino que Cecily para que sus pies empezaran a moverse como si tuvieran vida propia. Mientras recorria el breve trecho entre las cocinas y el establo, donde adivino de inmediato que debian de haberse citado, recordo esas charlas oidas a hurtadillas entre la cocinera y el ama de llaves cuando pensaban que nadie les prestaba atencion. Segun ellas, la senorita Cecily parecia haber caido hechizada por el encanto del nuevo amigo de su hermano y era posible que el senor Haversham consiguiera arrancarle una promesa antes de volver a Oxford. A Eleanor eso le parecia una lastima porque consideraba a aquel joven demasiado agradable para su prima, pero se cuido de decirlo, y no solo porque de hacerlo habria sido descubierta escuchando, sino porque tambien estaba acostumbrada a cuidarse de decir lo que pensaba acerca del comportamiento de Cecily. De cualquier forma, su prima apenas acababa de cumplir dieciseis anos y el senor Haversham no podia haber llegado a los veinte, asi que supuso que un compromiso no era del todo inminente. A lo sumo, quiza, el joven lograra que ella consintiera en mantener correspondencia y que fuera recibido en una proxima visita. Eso si que le parecia una buena noticia, se dijo Eleanor segun daba un rodeo al establo antes de entrar: el senor Haversham era bastante simpatico y, excepto por su primo Gabriel, la unica persona a quien conocia que la trataba con sincera estima. Le gustaria volver a verlo y si para ello era necesario que contrajera algun tipo de relacion con Cecily, bueno, suponia que no seria algo tan terrible siempre y cuando fuera fugaz. El establo era uno de sus lugares favoritos de la propiedad de sus tios. No solo porque amaba a los caballos y pocas cosas le divertian mas que escabullirse alli para admirarlos, sino tambien porque lo consideraba una suerte de refugio en el que podia dar rienda suelta a su imaginacion. El ritmo de la vida parecia perder velocidad cuando conseguia dejar la casa atras y se internaba en su interior. Su cuaderno de notas, un rincon silencioso y el viento que se colaba entre las rendijas de madera: eso era todo lo que necesitaba para sentirse feliz. Eleanor sabia bien por donde debia entrar si no deseaba ser vista; estaba acostumbrada a ello, asi como a subir una escalerilla que llevaba a un altillo que los caballerizos usaban para almacenar el heno y para tomar algunas siestas durante el dia. Ella lo usaba tambien, aunque no para dormir, sino para disfrutar de algo de privacidad cuando trabajaba en sus historias. En ese momento, ademas, comprendio en tanto andaba de puntillas y subia los peldanos con los ojos entrecerrados y rogando por no hacer demasiado ruido, que le daria tambien una posicion estupenda para saber en que nuevo enredo se habia metido Cecily. No sintio demasiados escrupulos en tanto se acomodaba boca abajo sobre el suelo de madera cubierto por paja o mientras agachaba la cabeza hasta que su menton rozo el borde del altillo; sentia demasiada curiosidad para ello. No tuvo que esperar demasiado; cuando llego, su prima ya estaba alli, pero se cuido mucho de que no advirtiera su presencia mientras se movia a sus espaldas. La joven, ademas, lucia muy inquieta, consciente de lo riesgoso de su accionar; se habia quedado de pie bajo el dintel de la entrada con todo el cuerpo oculto en las sombras del interior atisbando a las afueras; Eleanor pudo moverse a su antojo sin llamar su atencion. Su tia Margaret decia con frecuencia que la pequena Ellie, como la llamaban en casa, se movia con la suavidad de un gato de puerto al que era imposible seguir la pista, lo que, si bien dudaba de que fuera dicho como un halago, a ella le complacia mucho. En los escasos minutos en que espero a la llegada del otro convidado a la cita secreta, se permitio admirar el perfil de su prima, algo que hacia con cierta regularidad, aunque odiara reconocerlo. <>, se dijo con un suspiro de enojo. Tal vez Cecily fuera egoista y un tanto odiosa, pero era tambien muy bella. Con su cutis impoluto, su sedoso cabello rubio y los que todos en la familia llamaban unos rasgos perfectos, era imposible que no llamara la atencion. Y ella lo sabia porque habia sido criada para obtener el mejor partido a esos atributos. Eso explicaba la fascinacion que desperto en el senor Haversham tan pronto como la conocio, lo mismo que habia ocurrido con otros antes que el. La diferencia, cavilo Eleanor replegandose en su escondite al oir unos pasos acercandose, era que por primera vez Cecily parecia interesada en alguien que no fuera ella misma. Desde luego, considerando de quien se trataba el hombre que despertaba ese interes, Eleanor no podia culparla. El senor Haversham arribo al establo moviendose con el mismo cuidado que habia mostrado Cecily antes que el, pero no fue de inmediato hacia ella, sino que se mantuvo un momento en la entrada sin dar visos de la impaciencia que Eleanor no dudaba que debia de sentir. Tal y como habia hecho con su prima, aprovecho ese momento de inmovilidad para inspeccionarlo y no pudo evitar esbozar una sonrisa al reparar una vez mas en su rostro atractivo, el cabello oscuro que peinaba sobre la frente y el aire gallardo que a sus ojos sobresalia incluso en la semioscuridad. El seria un estupendo heroe romantico, considero no por primera vez, lamentandose de no poseer aun la habilidad para plasmarlo en el papel. Pero algun dia, se prometio, cuando se sintiera lista para ello, escribiria una historia inspirada en aquel joven. --?Por que ha tardado tanto? ?Nadie lo ha visto? Las preguntas de Cecily, hechas en un tono ansioso que no altero en absoluto su voz musical, la obligaron a dejar sus ensonaciones y a mirar con mayor atencion por encima de la buhardilla. Finalmente habia sido ella quien se acerco al senor Haversham y Eleanor advirtio que posaba una mano sobre su brazo en un movimiento delicado. Eleanor habia perdido la cuenta de las veces en que habia escuchado a la tia Margaret adiestrando a su hija respecto a la forma mas apropiada de acercarse a un caballero e incluso tocarlo si las circunstancias lo permitian, todo ello con exquisito cuidado de mantener el aire ingenuo y angelical que, en su opinion, era su mayor atributo. No pudo oir la respuesta del senor Haversham porque el tomo una de las manos de Cecily entre las suyas y se inclino hacia ella para susurrar algo a su oido. Lo que hubiera dicho, sin embargo, consiguio que ella se ruborizara y Eleanor fruncio el ceno, intrigada. La verdad era que hacian una hermosa pareja, sin duda; el tan alto, con hombros anchos y las facciones afiladas, al lado de ella, espigada como un junco con formas delicadas y el rostro tan lozano como una rosa. Algunas personas decian que Eleanor era una version mas joven y un tanto oscura de su prima, que con el tiempo sus rasgos infantiles ganarian en belleza, pero ella sabia que eso no era del todo cierto ni queria que lo fuera; la apariencia de Cecily, aunque impresionante, le parecia un tanto simplona y ordinaria, pero no le extranaba que resultara tan fascinante para quienes no conocian su interior. Detuvo sus pensamientos respecto a lo que podria esperar de su futuro y que tanto se pareceria a su prima segun creciera al advertir que el senor Haversham acercaba el rostro al de Cecily, buscando sus labios, y estuvo a punto de girar el cuello para evitar ver lo que ocurria, pero una extrana fascinacion parecio hacerla presa de los movimientos de esas dos personas que permanecian ignorantes de su presencia. Espero que su prima se retirara, que hiciera algun gesto para apartarlo porque supuso que eso era lo que una jovencita debia hacer en una situacion como aquella, pero ahogo un jadeo al advertir que ella entreabria los labios y se ponia de puntillas para posar una mano sobre la linea de piel entre el cabello y el cuello de la chaqueta de caza del joven. El beso no pudo durar mas de unos cuantos segundos, pero a Eleanor le parecio como si hubieran pasado horas hasta que el senor Haversham se aparto para luego acariciar su rostro en un gesto cargado de algo que no supo definir, pero que le inspiro un irreprimible deseo de llorar. Cecily, en tanto, respiraba como si acabara de correr y lo veia con los ojos brillantes; Eleanor no podia recordar haberla visto antes mirar a alguien con el mismo anhelo como no fuera a su propio reflejo. --?Tiene que irse? Han sido solo dos semanas; seguro que puede quedarse un poco mas... Eleanor afilo el oido, ladeando el rostro para oir la respuesta al ruego hecho por su prima y esta vez si que alcanzo a escuchar la respuesta del senor Haversham: --Es imposible --explico el, oyendose tan decepcionado como la joven --. No puedo dilatar mi regreso; es mas importante que nunca que cumpla con mis responsabilidades. Usted debe entenderlo mejor que nadie. Eleanor hizo un mohin al comprender lo que deseaba implicar, pero advirtio que a Cecily le tomo un poco mas de tiempo hacerlo; lo supo por su ceno fruncido que revelaba su confusion y que no se relajo hasta que cayo en la cuenta de todo lo que esa frase significaba para el. --No deberia... Fue dificil, pero Eleanor consiguio contener el impulso de emitir un bufido burlon al ver la forma en que su prima batia las pestanas y desviaba la mirada para simular una timidez que sin duda no sentia. El senor Haversham, sin embargo, no parecio advertirlo, porque tomo su mano con mayor impetu y la llevo a su pecho. --Debo. Desde luego que debo decirlo porque es importante que usted lo sepa --dijo el con una voz apasionada que a Eleanor le provoco un extrano cosquilleo en la nuca--. Estoy seguro de que no es una sorpresa para usted. Despues de todo el tiempo que hemos pasado juntos... Hasta donde Eleanor sabia, el tiempo que el mencionaba no habia sido tanto, en absoluto lo suficiente para que el joven pudiera hacerse una idea clara del caracter y las motivaciones de Cecily, pero era obvio que eso a el no le importaba del todo. La cocinera lo habia llamado <>, pero ella no estaba segura de entender a que se referia ni podia preguntarlo porque en primer lugar ni siquiera deberia haberlo oido. Ahora, no obstante, observo a Haversham prestando mayor atencion a la forma en que veia a su prima y comprendio que su mirada parecia limitada a esa figura preciosa que tenia ante el y por completo incapaz de ver lo que estaba mas alla de ese bonito exterior. Segun Gabriel, su amigo era uno de los hombres mas listos que habia conocido y Eleanor podia dar fe de ello tan solo tras haberlo tratado un par de semanas, pero estaba claro que ese <> podia enceguecer a cualquiera. --Cecily, necesito que prometa que esperara por mi --continuo el ante el silencio de la joven. Eleanor fruncio el ceno ante el ardoroso pedido y noto que Cecily hacia otro tanto, mostrandose indecisa por primera vez desde su llegada. --?Esperar? --repitio ella, y Eleanor capto la duda en su voz--. ?Esperar a que? El senor Haversham no debio de advertir esa vacilacion de inmediato porque esbozo una sonrisa y mantuvo sus manos firmemente unidas. --Ya se lo he dicho. Por mi. Por ambos --aclaro el--. No sera sencillo, y tal vez tome tiempo, pero le prometo que valdra la pena. Tan pronto como termine en Oxford iniciare mi viaje y una vez que haya asegurado mi futuro volvere a Inglaterra. Eleanor aprovecho el silencio de su prima para rebuscar en su memoria lo que Gabriel le habia contado de su amigo. Aunque el senor Haversham habia sido encantador con ella, la verdad era que no conto mucho acerca de si mismo en las ocasiones en que compartieron un poco de tiempo, lo que no dejaba de tener logica, claro. ?Por que confiaria sus mas intimos deseos a una nina que solo inspiraba en el ternura y una buena cuota de compasion? Pero Gabriel nunca fue tan discreto y le habia contado que Haversham era el segundo hijo de un vizconde de origen irlandes y que su familia, aunque antigua y con unos blasones irreprochables, distaba de ser rica. Meramente acomodados, fue el termino que uso recordandole un poco a su madre, para su disgusto. Segun el, James, como lo llamaba, era tan inteligente y ambicioso que dudaba de que fuera a conformarse con las circunstancias en las que lo habia puesto la vida. Tenia familiares en America y su mayor anhelo era culminar sus estudios en Oxford para viajar alli y forjarse su propio futuro; uno mucho mas acorde con sus deseos. Todo ello paso por la mente de la chiquilla en unos cuantos segundos y comprendio que era eso lo que el senor Haversham pedia a su prima; que tuviera paciencia y confiara en el lo suficiente para esperar a su regreso. El no tenia como saber, sin embargo, que Cecily ni era paciente ni entregaria jamas su confianza a alguien basada tan solo en una promesa, por mucho que se sintiera atraida por ese alguien. Pero Eleanor si lo sabia y por eso no le extrano comprobar que de pronto ella se veia algo menos entusiasmada de lo que se habia mostrado hasta entonces y que daba un paso hacia atras para poner cierta distancia entre ambos. Ese gesto si que parecio ser lo bastante significativo para que Haversham lo advirtiera porque fruncio el ceno y la observo con extraneza. --?Cecily? La joven sacudio la cabeza de un lado para otro y sujeto una mano contra la otra con la mirada puesta en un punto sobre su hombro como si se supiera incapaz de verlo a los ojos. --Soy muy joven para adquirir un compromiso como el que me pide, mi madre jamas lo consentiria --musito ella simulando una pena que, Eleanor supo, no era del todo fingida; en verdad lo lamentaba--. Ademas, sere presentada en la corte la proxima temporada y no se lo que ocurrira entonces. Tal vez... --Tal vez conozca a alguien mas --culmino el por ella en un tono grave y carente del ardor que habia mostrado hasta entonces--. Alguien mas conveniente. Eleanor hubiera deseado cubrirse los ojos con las manos para no ver la profunda decepcion en cada uno de sus gestos, pero fue incapaz de hacerlo. El deseo de no perderse ni un instante de lo que ocurria parecio ser mas fuerte que ella y se sintio un poco avergonzada por ello. --Espero que no me juzgue. Han sido unos dias deliciosos y confio en que podamos vernos nuevamente... --?Para que? --Haversham interrumpio las palabras de Cecily una vez mas, ahora con mayor aplomo y evidente indignacion--. ?Con que objeto podria desear verme una vez mas, Cecily? ?Por que querria verla de nuevo luego de conocer sus verdaderos sentimientos? La joven exhalo un suspiro que revelaba su enojo y frustracion y levanto el rostro para verlo con ojos brillantes. Eleanor supo sin asomo de duda que eran lagrimas de rabia por lo que hubiera deseado y que sabia que no podia poseer. --?Sentimientos? --repitio ella--. ?Que tienen que ver los sentimientos con esto? --?Que que tienen...? !Todo! --Haversham no parecia poder creer lo que oia--. Le he abierto mi corazon con la esperanza de ser correspondido, pero ahora veo que era un deseo ridiculo. Es evidente que usted no siente lo mismo por mi; de hacerlo, no habria vacilado en asegurar que esperaria a mi regreso. Cecily emitio una risa seca y carente de gracia, y Eleanor sintio que se le erizaban los vellos del brazo; la conocia lo suficiente para saber que su propia frustracion estaba a punto de orillarla a decir algo hiriente y hubiera deseado tener el valor para descubrirse y bajar corriendo para evitar que dijera cualquier cosa que pudiera lastimar mas al hombre que se encontraba frente a ella y que parecia aun demasiado inocente para entender a lo que se enfrentaba. Una vez mas, sin embargo, se vio imposibilitada de mover un solo musculo; tenia demasiado miedo de lo que diria su tia si se enteraba de esa travesura. --Es usted un iluso. Mezcla sentimientos y esperanza con la realidad -- espeto la joven y su hermoso rostro se vio deformado por el desprecio--. ?Cree que arriesgaria todo lo que puedo obtener por unos cuantos besos y una promesa? Usted podria morir, no regresar nunca, y entonces yo habre perdido la oportunidad de ser feliz. Haversham se llevo una mano a la nuca y una mueca de desagrado reemplazo el sufrimiento que habia mostrado hasta entonces. A Eleanor le parecio que finalmente parecia consciente de lo que ocurria y supuso que ese gesto era al fin y al cabo una muestra de lo que pensaba de Cecily y sus principios. --Bueno, tal vez no muera. Tal vez si regrese, pero es posible que lo haga siendo tan pobre como lo soy ahora --comento el con una voz que restallo en el espacio como un latigo--. Esa, supongo, seria una desgracia aun mas penosa para usted que mi muerte, ?verdad? Es eso lo que la atormenta: la ausencia de dinero y poder. Puedo verlo ahora.

  • Estoy Harta de Ligar en Internet de Joanna Ferrero Socias

    https://gigalibros.com/estoy-harta-de-ligar-en-internet.html

    ?Ya has tenido algunas citas por Internet y el resultado ha sido decepcionante?

  • Mil veces hasta siempre de John Green

    https://gigalibros.com/mil-veces-hasta-siempre.html

    Una nueva novela de John Green, el autor del bestseller internacional Bajo la misma estrella, con mas de 15 millones vendidos en todo el mundo

  • Joel (Black Butterfly 3) de Adrian Blake

    https://gigalibros.com/joel-black-butterfly-3.html

    Mi nombre es Joel, y soy el portero del Black Butterfly, un pub donde puedes hacer todas tus fantasias realidad. La mia es muy simple: follarme a la mejor amiga de la hermana de mi jefe, Monica. Esta noche estara en el bar celebrando la despedida de soltera de Erin y me tocara a mi vigilarlas…

  • El hombre fetichista de Mimmi Kass

    https://gigalibros.com/el-hombre-fetichista.html

    Carolina no tiene tiempo para nada, ni siquiera para follar. La realidad le estalla en la cara el dia que su pareja la pone de patitas en la calle tras cuatro anos de relacion.
    Sumergirse en una orgia de compras sin sentido por Madrid parece el remedio perfecto para olvidar que nada va bien en su vida excepto el trabajo, pero el encuentro con un enigmatico desconocido la situara en una morbosa y tentadora encrucijada.
    Martin vive el sexo de una manera muy particular. Ha enfrentado mas de una renuncia por ser fiel a si mismo e intentar ser feliz. Conseguira que Carolina sienta un placer excelso sin ponerle un dedo encima y provocara en ella un anhelo insaciable que buscara mas y mas.
    Juntos disfrutaran de una sensualidad lenta y sofisticada, descubriran facetas y aristas de si mismos que no conocian, y se adentraran en un mundo erotico sin limites.
    No habra vuelta a atras.

  • Psicosis 1 de Robert Bloch

    https://gigalibros.com/psicosis-1.html

    Norman Bates oyo el ruido y se estremecio. Era como si alguien estuviera golpeando los cristales de las ventanas. Levanto la mirada, rapidamente, dispuesto casi a ponerse en pie, y el libro resbalo de sus manos para caer en su amplio regazo. Entonces comprendio que aquel ruido era tan solo lluvia, la lluvia que caia al morir la tarde, cuyas gotas golpeaban la ventana de la salita. No se habia dado cuenta de la llegada de la lluvia, ni de la penumbra. Pero la salita estaba ya bastante a oscuras, y antes de proseguir su lectura alargo la mano para encender la lampara de sobremesa. Era una lampara anticuada, con una pantalla adornada y lagrimas de cristal. Podia recordarla desde que tenia uso de razon, y su madre se negaba a desprenderse de ella. A Norman no le importaba; los cuarenta anos de su vida habian transcurrido en aquella casa y era agradable y tranquilizador sentirse rodeado de cosas conocidas. Alli dentro todo estaba ordenado; los cambios solo se producian en el exterior. Y la mayor parte de ellos llevaban en si una amenaza en potencia. ?Y si se le hubiera ocurrido pasar la tarde paseando, por ejemplo? Tal vez se hubiese encontrado en alguna solitaria carretera vecinal o incluso en los pantanos, cuando empezo a llover. Se habria calado hasta los huesos, y se hubiera visto obligado a regresar casi a ciegas a su casa, en la oscuridad. Y el enfriamiento que seguramente hubiera cogido le habria podido causar la muerte. Ademas, ?a quien le gustaria estar fuera de casa, despues de oscurecer? Era mucho mas agradable encontrarse en la salita, leyendo un buen libro. La luz alumbraba su cara regordeta, se reflejaba en sus gafas de lentes montados al aire, y banaba su rosado cuero cabelludo bajo el escaso cabello rufo, cuando se inclino para proseguir su lectura. Era un libro realmente fascinante, y no debia extranarle que no hubiese observado el rapido transcurso del tiempo. Norman jamas habia encontrado parecida abundancia de curiosa informacion como en The Realm of the Incas, de Victor W. von Hagen. Por ejemplo, aquella descripcion de la cachua, o danza de la victoria, en la que los guerreros formaban un gran circulo, moviendose y retorciendose como una culebra. Leyo: <>[1] . Norman sonrio permitiendose despues el lujo de un tranquilizador estremecimiento. Grotesco pero efectivo... Si, debio haberlo sido. !Desollar un hombre --vivo, probablemente-- y luego estirarle el vientre para utilizarlo como tambor! ?Como lo harian para conservar la carne del cadaver, para evitar que se corrompiera? Y, ademas, ?que mente habria concebido semejante idea? No era un pensamiento agradable, pero cuando Norman entorno los ojos casi pudo visualizar la escena: una multitud de guerreros pintarrajeados y desnudos, retorciendose al unisono bajo un cielo salvaje y ardiente, y al viejo, sentado en cuclillas ante ellos, arrancando un inacabable ritmo del vientre hinchado y distendido de un cadaver, cuya boca se mantendria probablemente abierta fijandola con grapas de hueso, para que pudiera salir por ella el sonido. Los golpes dados en el vientre repercutirian en los encogidos orificios interiores y surgirian, ampliados y con toda su fuerza, por la muerta garganta. Por un momento Norman casi oyo el redoble (y entonces recordo que tambien la lluvia posee ritmo) y unos pasos... En realidad, percibio los pasos antes de oirlos; un largo habito venia en ayuda de sus sentidos cuando su madre entraba en la habitacion. Ni siquiera tuvo que levantar la mirada para saber que estaba alli. No miro, sino que fingio seguir leyendo. Su madre habia estado durmiendo en su habitacion, y Norman sabia lo malhumorada que solia estar al levantarse. Por tanto, lo mejor era no decir nada y confiar en que, por una vez, no estuviera de mal humor. --?Sabes que hora es, Norman? Norman suspiro y cerro el libro. Sabia que tendria dificultades con ella; aquella pregunta era un desafio. Habia tenido que pasar frente al reloj del vestibulo para ir a la salita y pudo ver facilmente la hora. Pero no lograria nada discutiendo. Norman consulto su reloj de pulsera y sonrio. --Las cinco dadas --repuso--. No sabia que fuera tan tarde. Estaba leyendo... --?Crees que no tengo ojos? Ya veo lo que has estado haciendo. --Se acerco a la ventana y miro afuera, a la lluvia--. Y tambien veo lo que no has hecho. ?Por que no encendiste el rotulo al oscurecer? ?Y por que no estas en el despacho, como debieras? --Empezo a llover muy fuerte y no crei que hubiera transito con este tiempo. --!Bah! Con ese tiempo es mas probable tener huespedes. A mucha gente no le gusta viajar cuando llueve. --!Pero si nadie viaja ya por esta carretera...! Todo el mundo utiliza la nueva. Norman advirtio la amargura de su propia voz; le parecio sentirla en la garganta e intento contenerla, pero por fin tuvo que librarse de ella. --Ya te dije lo que sucederia, cuando nos dijeron confidencialmente que cambiaban el trazado de la carretera principal. Entonces hubieras podido vender el parador, antes de que la noticia fuera de dominio publico. Hubiesemos podido comprar tierras a buen precio junto al nuevo trazado, y estariamos tambien mas cerca de Fairvale. Ahora podriamos tener un nuevo parador, una casa nueva y dinero. Pero no quisiste hacerme caso. Nunca prestas atencion a lo que te digo. Siempre ha de ser lo que tu quieres y lo que tu piensas. !Me enfermas! --?Si, muchacho? La voz de su madre era falsamente suave; Norman no se dejo enganar. Tenia cuarenta anos y le llamaba <>; y ademas le trataba como a tal y eso empeoraba las cosas. !Si al menos no tuviera que escucharla! Pero tenia que hacerlo, sabia que no podia rebelarse, que siempre tendria que escucharla. --?Si, muchacho? --repitio aun con mayor dulzura--. Te enfermo, ?eh? No, muchacho, no soy yo quien te enferma, sino tu mismo. Y ese es el verdadero motivo de que estes aun aqui, junto a una carretera secundaria. Nunca tuviste valor, ?eh, muchacho? Nunca tuviste el valor de marchar de casa, de buscarte un trabajo o alistarte en el ejercito o echarte novia...

  • El matrimonio amateur de Anne Tyler

    https://gigalibros.com/el-matrimonio-amateur.html

  • A traves de susurros de Sonia Lopez Souto

    https://gigalibros.com/a-traves-de-susurros.html

    Ella es preciosa.
    Ella es perfecta.
    Un sueno hecho realidad.
    Mis dedos arden por tocarla.
    Por descubrir si es real.
    Esta vez no puedo equivocarme.
    Ella es mi presente, mi futuro, mi fin ultimo.
    Ella es mia.

  • En busca de mi hermana china de Georgina Higueras

    https://gigalibros.com/en-busca-de-mi-hermana-china.html

    A finales de los anos setenta, Beatriz consigue una beca para estudiar en la prestigiosa Universidad de Pekin. La joven espanola comparte habitacion con Zhou Xin, una estudiante de arqueologia. Se inicia entonces una profunda amistad que permite a Beatriz descubrir algunos de los secretos mejor guardados de una saga familiar cuyo destino esta intimamente ligado a los acontecimientos mas dramaticos del siglo xx en China. La relacion se interrumpe cuando la espanola inicia otra vida en Mexico, pero al quedarse viuda, siente la necesidad imperiosa de buscar a su hermana china, de la que no sabe nada desde hace mas de tres decadas. Pero, ?se puede encontrar a alguien de quien solo se conoce el nombre entre mil trescientos cincuenta millones de personas?

  • La verdad de la tribu de Ricardo Dudda

    https://gigalibros.com/la-verdad-de-la-tribu.html

    Un recorrido historico y social sobre la correccion politica y sus enemigos.

  • Todas Nuestras Vidas (Luna 3) de Violet Haze

    https://gigalibros.com/todas-nuestras-vidas-luna-3.html

    Un pasado misterioso.

  • El ultimo aullido del lobo, Cecilia Barale de Cecilia Barale

    https://gigalibros.com/el-ultimo-aullido-del-lobo-cecilia-barale.html

    Treinta anos despues de la misteriosa muerte de Pedro en una protesta en Estambul, su hija Julia recibe un sobre con fotografias en las que reconoce a su padre, envejecido y caminando junto a una joven. El mundo de Julia se desmorona. ?Esta vivo, oculto en algun lugar del mundo?

  • Desde el baluarte de Begona Gambin

    https://gigalibros.com/desde-el-baluarte.html

    Una novela de accion, amor y suspense que nos transporta al Califato de Abderraman III, un mundo fascinante de mezquitas y alcazabas lleno de intrigas.

  • El granado de Lesbos de Maria Iglesias

    https://gigalibros.com/el-granado-de-lesbos.html

    Esta es la cronica de como una periodista y escritora espanola, andaluza, en pleno impasse profesional, tras la crisis global y su maternidad, pasa de ver en television la huida de un millon de refugiados por el Egeo a vivir como reportera el mayor exodo en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. Maria Iglesias embarca al lector en el viaje que hizo al otro extremo del Mediterraneo para rodar un documental sobre el caso del arresto, en 2016, en Grecia, de bomberos espanoles acusados de trafico de personas.

  • Beseame de Gema Samaro

    https://gigalibros.com/beseame.html

    Violeta huye de madrugada de la peor cita de su vida y, como llueve a mares, se refugia en el primer bar que encuentra que es el Beseame.
    Javier, el dueno, la invita a que tome algo. Conversan de besos y de amor y Violeta llega a la conclusion de que debe seguir intentandolo con Ramon, su peor cita, a pesar de todo.
    Y Javier. se queda fascinado con Violeta.

  • Belleza y venganza (Rosa blanca 2) de Laura A. Lopez

    https://gigalibros.com/belleza-y-venganza-rosa-blanca-2.html

  • Amara Sofia de Angel Cura

    https://gigalibros.com/amara-sofia.html

    Amara Sofia es una chica mexicana universitaria, que tiene una vida normal con problemas normales. Una familia con conflictos. Una madre enferma a quien debe cuidar. Una hermana menor, a quien no comprende su actuar y proceder. Un novio, quien le habla bonito, pero ella no esta segura de los sentimientos de el. Una amiga, Carmen, quien le es inseparable y la apoya en los momentos dificiles, pero no puede ayudarle a encontrar las respuestas a sus constantes incognitas.Amara, mas joven, tuvo contacto con el pensamiento griego, disciplina que le robo el corazon y por eso estudia Filosofia y Letras. Una noche tiene un sueno, lleno de paisajes surreales y aventuras; el encuentro con diferentes personajes, dioses y lugares le haran mirar la vida de otra forma. Ella no se siente lista para responder a sus dudas sobre la vida, pero el sueno le demostrara lo contrario.

  • Bajo la misma luna de Adriana L. Wilkinson

    https://gigalibros.com/bajo-la-misma-luna.html

    Algunas personas, motivadas por el auge tecnologico, encuentran en otra parte del mundo a una “media naranja”. Otras, debido a la creciente exigencia profesional y academica deben separarse temporalmente de su pareja. En ambos casos la distancia se presenta como un factor decisivo para el mantenimiento del vinculo amoroso. Inevitablemente surgen las preguntas: ?se mantendran este tipo de relaciones?, ?son funcionales?Otros dos factores que deben tomarse en cuenta en las relaciones a distancia son la sexualidad y el contacto fisico. Y tu, ?alguna vez has tenido un amor lejano?

  • Ese ancho rio entre nosotros de Gabriela Margall

    https://gigalibros.com/ese-ancho-rio-entre-nosotros.html

    Gabriela Margall navega estas aguas -la de la novela historica- con destreza y preciosismo, para construir una heroina que abre los ojos al mundo y se entrega al amor como una forma de conocimiento. Una novela extraordinaria con el inconfundible sello de la autora.

  • Guinea de Fernando Gamboa

    https://gigalibros.com/guinea.html

    LO QUE OPINAN LOS LECTORES

  • Una chispa en la oscuridad 1 de Lucia Moya Sanchez

    https://gigalibros.com/una-chispa-en-la-oscuridad-1.html

    La noche en que huyo, Kyle no sabia lo que el destino tenia preparado para el.

  • Marte. La proxima frontera de Jose Maria Maza

    https://gigalibros.com/marte-la-proxima-frontera.html

    ?Llego el hombre a la Luna?

  • El funeral de las Cadenas: LA MISMA SANGRE – Adhemar Antunez de Adhemar Antunez

    https://gigalibros.com/el-funeral-de-las-cadenas-la-misma-sangre-8211-adhemar-antunez.html

    Rosana, es una joven como el resto. Reparte su vida entre la Facultad, y la desesperacion de vivir en dos casas diferentes. La separacion de sus padres, es algo que con insistencia la empuja a tomar decisiones que la van desgastando. Pero la sangre no miente, aunque pasen los anos y los recuerdos se olviden, ella siempre regresa para encontrar su lugar.
    Hay veces que el color de la piel, crea murallas dificiles de sortear. Hoy medimos el amor, solemos ponerlo a prueba para descubrir si es verdadero. No aceptamos que algunas cosas, queden lejos de nuestro alcance. En esta historia, mundos diferentes seran puestos a prueba, y en ellos la piel jugara un papel que lo cambiara todo. La juventud de un mundo chocara con el otro, que lejos de lograr encontrar una salida, sigue repleto de sufrimiento. Si te animas, te desafio a permanecer sin derramar una sola lagrima hasta el final. Eso es todo lo que voy a decirte, te prometo que no te vas a arrepentir de leerla.

  • Me entregaras tu corazon de Sophie Saint Rose

    https://gigalibros.com/me-entregaras-tu-corazon.html

    Sondra Anderson es la hija del ranchero mas importante de la zona y desde su nacimiento sabe que va a ser quien dirija el negocio. La llegada de Kevin al rancho provoca mil cosas, sobre todo en su corazon, pero no le gustaba nada que metiera las narices en las decisiones que ella debia tomar con su padre. Vale que era muy bueno en su trabajo y los hombres le respetaban, pero ella era la duena. Aunque eso no era lo unico que le molestaba. Que la considerara una cria la ponia de los nervios y solo habia una manera de vengarse, fastidiarle todo lo que podia.

  • Se curan rotos, descosidos y deshilachados de Alex Toledo

    https://gigalibros.com/se-curan-rotos-descosidos-y-deshilachados.html

    El arte de dar vuelta a la pagina.

  • Tocar las estrellas de Katie Khan

    https://gigalibros.com/tocar-las-estrellas.html

  • DOBLE TENTACION, Liah S. Queipo de Liah S. Queipo

    https://gigalibros.com/doble-tentacion-liah-s-queipo.html

  • Nacera una bruja (Las cronicas nemedias 1) de Robert E. Howard

    https://gigalibros.com/nacera-una-bruja-las-cronicas-nemedias-1.html

    Alli aparecio, espada en mano, Conan el cimerio, de pelo negro y mirada taciturna, ladron, saqueador y asesino, tan desbordante de melancolia como de jubilo, dispuesto a hollar con sus sandalias los engalanados tronos de la Tierra.
    --Las cronicas nemedias

  • El dia antes de Sorj Chalandon

    https://gigalibros.com/el-dia-antes.html

    Una novela magistral de uno de los mejores autores europeos del presente.

  • Terral de Jose Piqueras

    https://gigalibros.com/terral.html

    Joven, apuesto y abogado de exito. La vida de Enrique Narvaez parece perfecta, aunque en realidad es pura fachada. Harto de su profesion, de amorios pasajeros y de un romance imposible con una mujer veinte anos mayor que el, decide abandonar Madrid y volver a su tierra natal para trabajar en un proyecto personal.
    Terral es una historia a dos tiempos: 1937 y 2012. En un ambiente profundamente rural, hermetico y en el que la gente aun
    cree en supersticiones, Alcor, un pequeno pueblo de la sierra alpujarrena almeriense de casas encaladas, sera el escenario de un choque de fuerzas que hara cuestionarnos hasta que punto el pasado puede regresar para perseguirnos en el presente.

  • La cautiva del highlander (Al tiempo del highlander 1) de Mariah Stone

    https://gigalibros.com/la-cautiva-del-highlander-al-tiempo-del-highlander-1.html

    C P R OL O G O astillo de Dunollie, fiordo de Lorn, Escocia, 1296 LA CRUZ EN LLAMAS ARDIA. Bum. Bum. Bum. El sonido de cientos de palmas tocando los tambores resonaba en el pecho de Craig Cambel al mismo ritmo que su corazon. Detras de el, esperaban doscientos miembros del clan Cambel. Todos habian respondido a la antigua llamada de la cruz en llamas, que ardia junto al caballo del jefe del clan. La llamada a derramar sangre. La llamada a restaurar el honor. La llamada a rescatar a un ser querido. El castillo de Dunollie, hogar del clan MacDougall, se erguia ante Craig. Tenia cuatro muros cortina, un gran porton, que se hallaba justo enfrente de los Cambel, y una simple torre cuadrada de tres pisos integrada en la esquina derecha. Sobre el techo y los muros, los arqueros estaban preparados, las cuerdas tensadas y las flechas apuntadas hacia Craig y sus hombres. Sin embargo, los Cambel prepararon sus propias flechas de fuego para responder. El ariete se encontraba listo delante del porton y los guerreros disponian de algunas escaleras de asedio largas y reparadas, asi como tambien de otras recien construidas. Sir Colin Cambel, jefe del clan y abuelo de Craig, levanto un brazo y todos los tambores se silenciaron al mismo tiempo. --!John MacDougall! --El grito llego lejos, se alzo hacia el cielo plomizo e hizo eco entre las piedras y las paredes--. !Dejate ver! Los arqueros que se hallaban parados en la muralla titubearon y luego le cedieron paso al hombre que aparecio entre ellos. --Cambel --grito el recien llegado--. ?Vienes a devolverme mis tierras? --Las tierras me las concedio el rey Juan de Balliol y ya no son tuyas. --Claro, y tu estabas ansioso por aceptarlas. No olvides que aun eres mi vasallo. --Parece que eres tu quien esta olvidando las cosas. Cosas como el honor. Cosas como cumplir con tu palabra y proteger a tus vasallos. --Yo no le debo proteccion a ladrones. --?Ladrones? --Sir Colin escupio en el suelo--. ?Como te atreves? Devuelveme a mi nieta. Y, si sabes lo que te conviene, me entregaras al bastardo de tu hijo, que no sabe aceptar el no rotundo de una muchacha. Yo le ensenare a tener honor. Es evidente que su propio padre no lo ha hecho. Al recordar el dia en que su hermana Marjorie habia desaparecido, Craig apreto la mano alrededor de la empunadura de su espada claymore. Marjorie habia salido del castillo con su criada para ir a recoger hierbas para la cocina. Al poco tiempo, la criada habia vuelto sola, corriendo, gritando, temblando y con un profundo corte en la mejilla. A los Cambel les llevo dos semanas de busqueda e interrogatorios para descubrir quien se la habia llevado. Alasdair MacDougall. El hijo del laird. Craig apreto la mandibula, pues ardia de necesidad de encontrar al bastardo y liberar a su hermana. John MacDougall se quedo en silencio durante un momento. --Si quieres a tu nieta, sir Colin, tendras que venir por ella. Es la prometida de mi hijo y solo te la devolvere cuando mi hijo quiera que se marche. En las orillas de la bahia de Oban reino el silencio. En lo mas profundo de su ser, Craig sabia que ese dia no terminaria sin que se derramara sangre. Aun quedaba por ver si Marjorie habia sufrido algun dano. Un grunido de furia nacio dentro de Craig, se le elevo por la garganta y se difundio a todo lo largo y lo ancho del campo. Los MacDougall lo miraron. Los Cambel se tensaron; estaban listos para lanzarse a la senal de su laird. --Si tu hijo le ha tocado un solo pelo de la cabeza... --Craig escucho como su propia voz se alzaba en el aire--, hare que la mision de mi vida sea brindarle una muerte larga y dolorosa. Su familia rugio. Todos estaban alli: en el caballo de al lado, su padre, junto a los dos hermanastros de Craig, su abuelo, sus tios y sus primos. El resto del clan los siguio con las hachas y las espadas alzadas. Se volvio a oir un estruendo, pero esta vez no provenia de los tambores, sino del choque de las armas contra los escudos. --!Cruachan! --Sir Colin grito el llamado del clan Cambel a tomar armas, y el clan lo recibio. La palabra retumbo en el campo y los unio a todos como si fueran uno. La muerte podria estarles esperando, pero ellos moririan por su sangre. Por lo que era correcto. Y Craig moriria con gusto para salvar a su hermana. Los Cambel se lanzaron al ataque. Escudandose de las flechas que caian como granizo sobre ellos, llegaron hasta la torre. Sus propios arqueros lanzaron flechas de fuego hacia el castillo, y las primeras impactaron contra la estructura de madera que habia entre las paredes de piedra. La muerte eligio a sus victimas entre los Cambel. Los guerreros aullaban de dolor, la carne se desgarraba, y el olor metalico a sangre, suspendido en el aire, estimulaba la furia y el miedo de Craig. Craig siguio corriendo y finalmente llego al muro del castillo. El ariete impacto contra la puerta. Los Cambel colocaron las escaleras contra el muro. El enemigo comenzo a empujarlas hacia abajo, y algunas se cayeron. Otras se quedaron de pie, y los Cambel comenzaron a subirlas. A Craig le latia el pulso violentamente en la sien. Miro a la izquierda y a la derecha, tratando de ver mas alla de los hombres de su clan. ?Como podria colarse en el castillo sin que el enemigo se diera cuenta? Sostuvo el escudo sobre la cabeza y echo a correr hacia la derecha, a lo largo de la linea de los hombres de su clan, quienes estaban subiendo las escaleras de asedio. El plan del jefe del clan era asaltar los muros del frente y del oeste, que eran mas bajos, para que los MacDougall dirigieran la atencion a esos lugares. Pero no a los del este. Craig doblo en la esquina y corrio a lo largo del muro oeste de la torre, que llevaba al muro cortina. Se detuvo bajo tres ventanas: una en cada piso. Hasta ese momento, no lo habia visto nadie en la torre. Todos los arqueros estaban mirando hacia donde se encontraban la mayoria de los Cambel. Craig era buen escalador. Se coloco el escudo en la espalda, saco dos navajas de escalar y miro hacia arriba. Solo necesitaba llegar hasta la primera ventana. --No es mas que una montana empinada --se dijo a si mismo--. Y tu ya has escalado rocas empinadas cientos de veces. <>. Afortunadamente, los surcos entre las piedras eran perfectos para esas navajas. Craig clavo la navaja en la primera grieta, y el gesto le produjo tanta satisfaccion como si le estuviera atravesando el corazon a un MacDougall. Se impulso hacia arriba con un brazo y clavo la segunda navaja un poco mas alto. <>. Se volvio a impulsar y sintio que se le entumecian los musculos del hombro y los biceps del brazo a raiz del esfuerzo, pero la furia le alivio la tension. Cuando volvio a clavar la daga, se desprendio una mezcla de polvo y arena del hueco. Alguien grito en lo alto, y una flecha le paso volando muy cerca, pero aterrizo en el suelo. Craig miro hacia arriba. Los hombres sobre la muralla le apuntaban con flechas. <> Una flecha le rozo el hombro. Craig se apresuro; sin perder un solo momento mas, clavo el punal en la pared y siguio escalando. De pronto, sintio un ardor en el hombro: una flecha lo habia rasgunado. Craig ya casi habia llegado a la ventana. Tras una ultima punalada en la pared, logro alcanzar la cornisa. Metio el cuchillo en la ranura que habia entre las persianas de madera, desplazo el pestillo y, cuando este cedio, las persianas se abrieron de golpe. Acuclillado en la cornisa, Craig miro hacia el interior. Por todo el esfuerzo de la escalada, le ardian los musculos. La ventana daba a una habitacion. En una esquina, una vela titilaba lentamente y dejaba en penumbras la figura de una persona. Habia alguien de pie contra la pared, a la derecha de la ventana. Craig tomo una pequena piedra que se habia desmoronado de la pared y la lanzo hacia el interior de la habitacion. Un tablon de madera paso volando por la ventana. Craig tomo impulso y salto al interior de la habitacion. Luego de aterrizar, atrapo a una mujer, su atacante, y le sujeto los brazos detras de la espalda. Le apreto el punal contra la garganta. --Marjorie Cambel --le dijo--. ?Donde esta? La mujer era la esposa de John MacDougall. En un rincon junto a la cama, habia unos ninos acurrucados. Craig miro a su alrededor, pero no vio a nadie mas alli. --?Donde esta? --repitio subiendo el volumen y apretandole mas la hoja del punal contra la garganta--. No quiero hacerte dano, solo he venido por mi hermana. La mujer cerro los ojos con fuerza. --En el tercer piso --le respondio--. En la habitacion orientada hacia el este, al igual que esta. Craig la solto, desenvaino la claymore y abrio la puerta lentamente. Ojeo el pasillo. ?Acaso podia confiar en las palabras de la mujer? ?Y si lo estaba enviando hacia donde se encontraba la mayor resistencia? Bueno, en ese caso, ya lo averiguaria. Escucho unos pasos pesados al final del pasillo. El ariete volvio a arremeter contra el porton de madera. Craig subio rapidamente los estrechos escalones y se asomo por detras del hueco de la escalera. Dos centinelas corrieron hacia el. Una espada choco contra otra espada y un escudo, y asi comenzo la danza para la cual se habia entrenado desde que pudo sostener un arma. !Clank! !Saz! !Bang! Uno se cayo apretandose el corte que tenia en el costado y el otro quedo inconsciente. Craig subio corriendo el siguiente tramo de las escaleras. Los gritos provenientes del techo se escuchaban mas fuertes en el tercer piso. El olor a humo le lleno la nariz. El techo de madera debia estar en llamas, de modo que Craig necesitaba darse prisa y sacar a Marjorie de alli antes de que el fuego llegara al ultimo piso.

  • Vuelo directo al amor (Unicornios 1) de Noni Garcia

    https://gigalibros.com/vuelo-directo-al-amor-unicornios-1.html

    S 1 ergio pelaba los cables de dos milimetros y medio que necesitaba para los mecanismos del bano en el que estaba trabajando. Esperaba dejar terminados tres mas ese dia o su jefe le daria un buen tiron de orejas. Pensaba en la suerte que habian tenido por haber cogido la instalacion electrica de aquel hotel junto al aeropuerto; si no hubiera sido asi, en ese momento estaria engrosando la lista del paro. Introdujo el cobre liado en el orificio y giro el pequeno tornillo, asi una y otra vez. Su trabajo era monotono, siempre igual, pero era lo que le daba de comer en aquel momento. De nada servian todos sus estudios de robotica si no podia ejercerlos alli. Y partir a otro lugar, por el momento, era imposible. Se miro en el espejo al pasar delante de el y sonrio. Su vida habia cambiado mucho en los ultimos tiempos y, a pesar de la frustracion que le provocaba no poder desarrollar su profesion, se veia mejor que nunca. El gimnasio le habia sentado genial, eso era indiscutible, pero salir del armario a sus treinta y dos anos habia obrado el milagro de darle luminosidad a su rostro. Habia pasado de ocultarlo por miedo al que diran, incluso estando su familia al tanto, a no importarle proclamarlo a los cuatro vientos. Recogio las herramientas y salio de la habitacion. Aunque los fontaneros todavia iban algunas estancias por detras, no podia permitir que lo alcanzaran. Si lo hacian, se verian obligados a parar su ritmo de trabajo y podia costarle su puesto de trabajo. Entro en un nuevo bano de la quinta planta y siguio con su rutina. Lo unico que le consolaba era saber que era viernes, que su hermana esa noche se quedaria con su padre y que podria salir a dar una vuelta con Paty, su mejor amiga y companera en la obra. El telefono del trabajo comenzo a sonar en el bolsillo del pantalon. Solo esperaba y deseaba que su jefe no le hiciera trabajar horas extras, y si lo hacia, que al menos se las pagara o le diera un dia libre, que casi lo preferia. Las noches de hospital estaban acabando con su espalda y necesitaba dias de descanso como el comer. --Dime, Fabian. --?Como lo llevas? --Me quedan tres habitaciones de la quinta. --?Por donde van los fontaneros? --Por la cuarta, aunque el lunes creo que ya subiran a esta. --Perfecto. Necesito que Paty y tu me hagais un favor. --Sergio sintio que el mundo se le caia encima. Eso solo podia significar que sus temores eran ciertos: tendria que trabajar horas extras. --?Que necesitas? --Que vayais a la direccion que os voy a mandar. Es la vivienda del dueno de la empresa de fontaneria que esta trabajando ahi. Al parecer, se le ha fundido el fusible y no tiene luz en toda la casa. Necesito que paseis por aqui, cojais material y os personeis alli lo antes posible. --Si, claro. Recogemos herramientas y vamos. --Sergio, se que no necesito decirtelo, pero es muy importante que hagais un buen trabajo. Ese hombre puede conseguirnos mas obras. --Tranquilo. Puedes tener claro que esa casa no habra recibido unos electricistas mejores que nosotros. Se dirigio a las escaleras para subir a la sexta planta, donde Paty estaba poniendo los mecanismos de las habitaciones. Cruzo la puerta que daba acceso a ellas y choco con alguien, haciendo que todas sus herramientas se desparramaran por el suelo. Maldijo para sus adentros, siempre habia sido una persona muy cauta, y se contuvo para no soltar mas de un improperio. Entre otras cosas porque asumia su parte de culpa, habia abierto la puerta sin tener en cuenta que era muy probable que hubiera algun obrero tras ella. Se agacho sin decir nada, iba demasiado apurado para entablar una conversacion con nadie, y la persona con la que habia tenido el encontronazo lo hizo con el. Un ramalazo de culpabilidad lo sacudio. --Lo siento, voy con un poco de prisa --espeto mientras sus ojos se clavaban en las preciosas y suaves manos que estaban tocando algunas de sus herramientas --No te preocupes, yo tambien iba pendiente al movil y no te vi venir -- consiguio decir el dueno de las manos, que se habia quedado embobado mirando los marcados biceps del electricista. --No pasa nada. --?Ya esta lista la quinta planta para que podamos entrar? En ese momento, Sergio se fijo como debia en la persona que tenia delante. El logotipo de la camiseta le dijo que pertenecia a la cuadrilla de fontaneros. --Me quedan tres habitaciones, pero tengo que ir a otro sitio. Aun asi, todavia no me alcanzais, podeis trabajar tranquilos --sugirio, apartando la vista del muchacho que tenia delante, ya que cierto nerviosismo se estaba apoderando de el. --Gracias. Hoy solo subiremos las herramientas, ya mismo es hora de terminar la jornada. --!Que suerte! --Mi nombre es Alejandro. --Yo soy Sergio. Estrecharon sus manos y Sergio se quedo mirando al hombre que tenia delante. Si bien era cierto que tenia rasgos latinos y su nombre asi lo indicaba, su acento era mas andaluz que el suyo, y eso le sorprendio. Se despidieron y cada uno continuo su camino. Sergio subio las escaleras, sin ser consciente de que, desde el rellano, Alejandro lo estaba escaneando de arriba abajo. Entro en la planta y suspiro hondo. El golpe, el mal genio de Sergio, su olor a masculinidad y seguridad, sus delicadas manos, sus ojos entre marron y verdes y su voz hicieron que su polla reaccionara y no pudiera evitar escanearlo de arriba abajo. Tenia el cuerpo bien definido, se habia dado cuenta con solo observar sus biceps, con una musculatura conseguida a base de horas de gimnasio y un culo divino en el que perderse. <>, penso mientras inspeccionaba las habitaciones que ya estaban listas y decidia cual cerrarian con llave para guardar las herramientas. Lo unico que le consolaba y que podia conseguir que no le tirara los tejos al electricista era que el lunes no tenia que trabajar porque tenia que hacer unas gestiones con su madre. Asi, el martes, cuando volviera a la obra, el ya les habria tomado ventaja. Sergio y Paty salieron de la obra y, tras dirigirse a la nave donde tenia la sede la empresa y recoger el material que pensaban que iban a necesitar, se dirigieron a la ubicacion que su jefe le habia enviado por WhatsApp. Aparcaron en la puerta y se quedaron alucinados al ver la impresionante vivienda que se levantaba delante de ellos. Ilusos ellos, llamaron al timbre, pero no sono nada dentro, asi que tuvieron que golpear la puerta hasta que sintieron unos pasos acercandose a ella. Tanto Sergio como Paty tenian claro lo que ocurria. Lo mas probable era que los fusibles generales de la vivienda se habian quemado por alguna sobrecarga. Por suerte, llevaban varios en la furgoneta, aunque no sabrian si el diagnostico era correcto hasta que pudieran entrar y comprobarlo. Una senora de unos cincuenta anos les abrio la puerta con una cara de preocupacion considerable. Ambos imaginaron que se trataba de la duena de la casa, ya que su forma de vestir delataba que no debia pertenecer al servicio de esta. --!Gracias a Dios que ya estais aqui! Pasad. --Buenas tardes, senora. ?Que es lo que ha pasado? --Ni pudieron terminar de hacer la comida. Yo estaba en la piscina, dandome un bano porque hace mucho calor, y se quedo toda la casa a oscuras. No hubo forma de arreglarlo. !Ya valio madres! Paty reconocio el acento mexicano de la senora a leguas, muchas eran las telenovelas que veia por las tardes, y el suyo, aunque sonaba bastante castellanizado, no la enganaba. Antes de entrar en la casa, se dirigieron a la caja donde los fusibles debian estar. Al abrirla, un olor a quemado inundo las fosas nasales de los dos. Estaban de suerte, ahi tenian el porque de que no hubiera luz en la casa. La senora se quedo observandolos desde la puerta, mientras ellos fueron al coche y cogieron todo lo que necesitaban. Con un poco de suerte, no tardarian mas de media hora en solucionar la averia y podrian volver a sus casas dentro del horario que les correspondia. Trabajaron mano a mano con celeridad, como siempre hacian. Cuando todo estuvo en orden, entraron en la casa y comprobaron el cuadro electrico. Aquella instalacion no era la mejor para la monumental casa en la que se encontraban y asi se lo hizo saber Sergio a la senora, que volvio diez minutos despues, tras comprobar que todo funcionaba correctamente. Los dos sonrieron al ver que les traia una jarra de agua con hielo y limon cortado a medias rodajas. Era algo que les sentaria de maravilla, teniendo en cuenta el calor que hacia en pleno mes de mayo. Estaban disfrutando de la bebida cuando lo unico que les faltaba por comprobar comenzo a funcionar. La puerta de garaje se abrio dando acceso a un BMW X5 azul. Sergio imagino que seria el coche del dueno de la empresa de fontaneria, pero casi se le cayo el vaso al suelo al ver a Alejandro, el chico con el que habia chocado un rato antes, bajarse de el. --!Ay, mi bebe ya esta aqui! <>, repitio Sergio para si mismo. Aquel chico, si bien era joven, de bebe tenia bien poco. Mas bien lucia un cuerpo muy definido, unas facciones muy marcadas y esa perilla le daba cierto aire de virilidad que lo dejo sin aliento. No habia tenido tiempo de fijarse bien en el cuando se cruzaron en el rellano de las escaleras, pero estaba lo suficientemente bueno para someterlo en su cama. Sacudio la cabeza para apartar esos pensamientos de su mente mientras veia caminar a la senora hasta el chico. Lo abrazo y lo beso como solo hace una madre y Paty le dio un codazo a Sergio con una sonrisa picara en los labios. No entendia como esa loca del demonio era capaz en todo momento de leer sus pensamientos. --Yo tambien me lo follaria, pero parece ser que su mirada esta mas puesta en ti que en mi. --Es el chico con el que me choque cuando subia a buscarte en la obra. --Entonces ya has catado su cuerpo, bribon... --Ya te vale, Mocosa --espeto, ganandose una mirada asesina por parte de Paty. La senora --de la que seguian sin saber el nombre-- y Alejandro se acercaron hasta ellos. Momento que pensaba aprovechar Sergio para despedirse y salir corriendo para casa, necesitaba una ducha como el comer. Alejandro les miro un tanto confuso. No podia creer que el electricista impertinente que habia conseguido que se le calentara la sangre en la obra estuviera delante de el, en su casa. Y era mucho mas guapo de lo que recordaba, probablemente porque la luz del dia le permitia tener una vision de el que no podia en el rellano casi oscuro de aquella escalera. --Bueno, pues nosotros ya hemos terminado. Le comentare a mi jefe lo que le he dicho del cuadro electrico e imagino que se pondra en contacto con su marido para que vengan mis companeros a solucionarlo... --!Ah, no! Yo quiero que vengais vosotros dos. Se ve que hacen un buen equipo. --Veo complicado que nos manden, estamos en... --Estan en la misma obra que estoy yo, mama. --A mi me da igual donde esten, yo quiero que ellos sean los que trabajen aqui y sabes demasiado bien que lo conseguire --dijo, dirigiendose a su hijo. Sergio penso que no estaria mal desaparecer unos dias de la obra, asi no tendria que cruzarse con Alejandro, que cuanto mas lo miraba, mas le atraia. Alejandro no le hizo la ola a su madre porque habia gente delante. Pensar que estaria alejado de ese hombre hecho para el pecado durante algunos dias le hizo sentir aliviado. Habia conseguido mantener su ereccion a raya en la obra, pero verlo en la puerta de su casa, a plena luz del dia y bebiendo un vaso de agua fria, habia conseguido que necesitara una ducha de agua helada con bastante urgencia. L 2 a musica sonaba en el local donde estaba tomando una copa con Paty. Despues de un par de meses sin salir de marcha, se sentia casi perdido en lo de sociabilizar durante la noche, por lo que habia pedido a su amiga que fueran a un sitio tranquilo. Y no tuvo otro sitio donde llevarlo que a un karaoke. Daba un sorbo a la copa mientras pensaba que no podia dejar que ella volviera a elegir el sitio donde disfrutar de un rato agradable, ya que los chillidos que se oian de vez en cuando por los altavoces estaban a punto de reventarle el timpano. Sergio se disculpo con Paty porque necesitaba orinar urgentemente. Despues de tanto vino en la cena, y las dos copas y media que llevaba tomadas, corria riesgo de mearse en los pantalones, y eso seria otro espectaculo bastante bochornoso, mas que el de los supuestos cantantes que pasaban por el escenario. Por suerte, no habia cola y entro sin tener que esperar. Estaba lavandose las manos cuando, por primera vez en toda la noche, escucho cantar a un chico que lo hacia muy bien, tanto que estaba consiguiendo que se le erizara la piel. Salio rapidamente, busco a su amiga y dirigio su mirada al escenario. Nada lo tenia preparado para lo que alli iba a encontrar. El cantante no era otro que Alejandro, el hijo de la duena de la casa en la que estuvo unas horas antes, el que se habia topado con el en las escaleras haciendo que sus herramientas cayeran al suelo y el que estaba consiguiendo de nuevo que su polla reaccionara dando brincos de alegria. Su noche habia empezado bien con la cena, se habia torcido un poco con el karaoke y se habia vuelto una pesadilla con la voz de Alejandro. Siempre habia seguido a rajatabla la premisa que su madre le habia ensenado desde pequeno: <>. Y mucho temia que si el chico se le ponia a tiro, la acabaria incumpliendo. Sus miradas se cruzaron y una segunda cancion comenzo a sonar. Las primeras notas de la cancion Pegate de Ricky Martin comenzaron a sonar y se desato la locura en el antro. Alejandro quito del escenario el taburete en el que habia estado sentado durante la cancion anterior y tambien el pie de micro, dejandolo en su mano. Canto y se movio al ritmo de la musica, haciendo que un calor asfixiante se apoderara de Sergio. Todos bailaban, todos reian, todos lo pasaban bien y el solo pensaba en como debian moverse esas caderas cuando follaba. Alejandro tenia los ojos clavados en el, su sonrisa lo hipnotizaba y el brillo de su mirada lo encendia mas y mas. Solo pensaba en acercarse al escenario y pegar sus caderas, como bien decia la cancion, que sintiera lo que conseguia provocarle.

  • Morir en Prime Time (Dosier Davinci 1) de Luis Cano

    https://gigalibros.com/morir-en-prime-time-dosier-davinci-1.html

    Alejandro Damasco se dio a conocer al mundo entero en la jornada de apertura de la galeria Echoes, durante la presentacion de su serie Las profundidades del alma. La asistencia de publico y medios de comunicacion era masiva, mas por el exitoso trabajo de los responsables de relaciones publicas de la nueva galeria, que por el poder de convocatoria de un pintor hasta el momento casi desconocido. No solo se habia conseguido atraer a las figuras mas destacadas del panorama artistico parisino, sino que ademas se habian sumado al acto destacados representantes de disciplinas en principio bastante menos relacionadas con cuestiones artisticas, como el deporte o la moda. Tal vez mucho menos sorprendente era que tambien algunos politicos de renombre, como Philippe Demont, se dejaran ver por alli, revoloteando junto a las camaras como excitados insectos atraidos por la luz en una noche de verano. Sin ser demasiado grande, Echoes, sin duda ayudada por la forma circular de su sala central, resultaba un espacio comodo y muy adecuado para exhibiciones multitudinarias. En el anillo exterior, se proyectaban sobre la pared curva los cuadros de Damasco. Esta era la peculiaridad mas destacable de la galeria: las obras se mostraban en espectaculares imagenes reflejadas, aunque tambien podia admirarse su formato original en la sala interior. El techo en cupula completaba una inusual sensacion de encontrarse en el interior de alguna construccion natural, mineral o incluso organica. Musica chillout empapaba la estancia de una onirica atmosfera que, sin embargo, no conseguia engullir por completo los excitados y altisonantes murmullos de la multitud, que iba acomodandose poco a poco en las sillas colocadas en circulos concentricos alrededor del pequeno escenario preparado para la ocasion. Como no parecia haber sillas suficientes para todos los asistentes, los mas rezagados comenzaban a quedarse de pie junto a la pared que circundaba la sala, estropeando en parte el impactante efecto de las proyecciones paisajisticas, que quedaban ahora reflejadas sobre sus cuerpos. Muy pocos espacios podian ser ya aprovechados por nuevos visitantes. La ubicacion de Echoes junto a uno de los bulevares mas transitados de Paris podria haber disparado el aforo, pero la entrada solo se permitia acreditando invitacion previa. Alejandro ocupaba ya su asiento en el escenario central con el director de la galeria a su derecha y a su izquierda el habitual maestro de ceremonias en este tipo de eventos, en esta ocasion Thierry Fourieur, archiconocido presentador del late night de moda en France 2. El artista miraba a su alrededor con serenidad, sin un minimo signo de sorpresa o admiracion ante una asistencia que sabia bien que abarrotaba la sala mas por la inauguracion de la galeria --coctel posterior debidamente anunciado-- que por su deseada presencia. Vestia de blanco inmaculado, camisa de cuello mao y amplios pantalones a juego. Solo un colgante de oro blanco en forma de sol con un enorme granate en su centro desequilibraba la neutra combinacion. El pelo, por una vez, bien peinado en una melena de cabellos lisos, brillantes, oscuros, enmarcando un rostro ancho de facciones amables, algo bronceado y rematado por una barba recortada con esmero. De manera un tanto abrupta, la musica ceso. Una de las esculturales modelos invitadas al acto trataba de acceder en ese momento al ultimo asiento que quedaba vacio en la fila mas cercana al escenario, frente a los ponentes. Sus esfuerzos por avanzar se convirtieron en el foco de atencion de todo el auditorio. En realidad, lo que muchos de los asistentes encontraron estimulante fue la vision de sus llamativas formas, ajustadas en un atuendo de seda negra, confeccionado con acierto y vestido con sensual elegancia. -- Muy buenas noches… Perdon, el micro parece desconectado. -- con unos ligeros golpeteos de su dedo indice en la cabeza del microfono, intento comprobar la resonancia emitida. Tras una breve manipulacion por parte de un asistente y ya con la voz amplificada, el director de la galeria retomo su introduccion. -- Disculpen, ahora si. Muy buenas noches senoras y senores. Mi nombre es Alan Mittard. Les agradezco a todos su presencia en esta inauguracion. Nos complace observar la generosa respuesta que ha merecido nuestra convocatoria. Echoes es un nuevo concepto de galeria y abre sus puertas con la intencion de convertirse en un enclave muy especial para todos los amantes del arte: del arte vivo. Esto no es un museo, y quiero dejarlo claro desde el principio. -- miraba a los presentes con unos ojos vivos y centelleantes, que reflejaban la pasion destilada por sus palabras -- No queremos colecciones de obras muertas. Buscaremos siempre exponer obras que requieran la complicidad del espectador de una manera especial. Toda obra de arte necesita un espectador, que duda cabe, pero hay artistas que se acomodan y tambien lo hacen los receptores de su obra, que solo ven lo que se les da ya masticado, listo para digerir, aburridamente descifrado. No nos interesan las explicaciones faciles. En realidad no nos interesan ningun tipo de explicaciones, sino las sensaciones. Queremos obras transgresoras que provoquen y trasciendan, que indignen, emocionen, enfurezcan, que provoquen la colera y el llanto, que nos llenen de deseo y de pasion. Y yo ya no quiero estropear mas esta inauguracion con mi verborrea descontrolada. Todo puede ir mucho mejor si le cedo el turno a Thierry, un profesional de la palabra que os presentara al artista que hoy nos honra con su presencia. Alan acerco el microfono a Thierry esbozando una sonrisa complice que el presentador correspondio con agrado. Con envidiable naturalidad y en un tono suave y magnetico, Thierry comenzo su introduccion como si compartiera confidencias con su grupo de amigos en la acogedora intimidad de algun pub irlandes. -- Tenemos suerte; muchisima suerte. No hablo del coctel que disfrutaremos en una hora, aunque incluya barra libre con todo tipo de bebidas espirituosas --unas risas generalizadas rebotaron con optimismo por toda la sala-- Somos unos pocos elegidos para disfrutar de una nueva experiencia artistica y no vamos a hacerlo de la mano de cualquier aspirante, sino de un genio extraordinario llamado Alejandro Damasco. Como coleccionista de arte, ademas de presentador en mis ratos libres -- anadio en tono humoristico -- sus cuadros me parecen un fabuloso enigma aun por desvelar. El pintor se reincorporo en su silla, sonriendo con nerviosa satisfaccion " Thierry empieza fuerte", penso . El popular presentador retomo la palabra. -- La galeria Echoes hoy no es conocida. Tampoco lo es Alejandro Damasco. Es seguro que lo van a ser y mas pronto que tarde. El mundo artistico -- hizo una medida y significativa pausa -- el mundo esta hambriento de ideas y de talento y a la vez, hastiado de mediocridad y oportunismo. Esta noche se dan cita y se conjugan en esta sala dos formas similares de entender lo artistico: crear lanzandose al vacio de la exploracion, sin mas red que el instinto y con el impulso que solo da la seguridad del propio convencimiento. Con cada palabra anadida a su apasionado discurso, la bronceada piel del presentador parecia brillar con mas intensidad. Thierry era un hombre atractivo. Un alquimista de la palabra que sabia adornar cualquier frase solo con sus calidas modulaciones, seduciendo con cada mirada y con cada gesto. Continuo hablando durante muchos minutos y Alejandro se convencio pronto de que daba igual lo que dijera porque la audiencia le seguiria escuchando embelesada. Tenia sin duda un poder de atraccion similar, aunque de otra naturaleza, al de la espectacular modelo que ya acomodada en su silla, disfrutaba de la presentacion. Al verla recordo a Selene, que no estaba en la sala. Y recordo, sin quererlo, su plan. Decidio olvidar sus detalles y concentrarse en lo que podia lograr. Sintio que tras muchos anos de esfuerzo, su momento habia llegado. Nunca antes una sala de exposiciones con ninguna de sus colecciones habia merecido tanta atencion del publico y de los medios. Camaras de los principales canales de Francia cubrian el evento a nivel local y nacional. Incluso se percato de la presencia de varios periodistas extranjeros, uno de la RAI, otro de RTVE y un tercero de la television suiza que seguian el acto desde la primera fila. Poco importaba que fuera su presencia la que provocara tanta expectacion o que esta se debiera a la ampliamente anunciada inauguracion de Echoes. Lo importante era que la presentacion se habia convertido en el escaparate ideal para darse por fin a conocer. Entre los asistentes encontro los rostros conocidos de algunos de sus alumnos en la escuela asi como de algunos artistas con los que habia tenido relacion en los ultimos tiempos, sobre todo por coincidir en exposiciones y conferencias. Cruzo su mirada con Anja Bock, una estudiante alemana de musica con gran talento y con una belleza de pureza deslumbrante, que semanas atras le habia revelado opiniones muy interesantes sobre creacion artistica e inspiracion. Estaba acompanada del prometedor director de cine Mirko Hanaka. Tambien le parecio reconocer a Marco Baldini, el reputado escultor y representante. No lejos de donde creyo situarle, se encontraba Gabriel, gran fotografo y como el mismo se habia definido en no pocas ocasiones, “cazador de arco iris”. Aparte de ellos, mas y mas conocidos pero ningun amigo cercano ni tampoco familiares -- demasiados kilometros -- . Lo preferia asi. -- La obra de Alejandro Damasco -- continuaba Thierry Fourieur -- es enganosa y es fascinante. Crees verla y en realidad no has empezado a mirarla. La entiendes y al instante se fragmenta en mil pedazos que no logras aprehender ni ensamblar. ?Surrealismo? ?Cubismo? ?Impresionismo? ?Arte abstracto, figurativo? Dejemonos de etiquetas, por favor. Creo que si su obra pudiera definirse con palabras, se estaria diciendo muy poco de ella. Si lo hicieramos la estariamos empobreciendo y ni siquiera creo que se hayan inventado todavia las palabras para esta maravilla que ilumina ya las paredes de Echoes.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/mi-error-fue-creer-en-cuentos-de-hadas-parte-2.html

  • El cielo de piedra (La Tierra Fragmentada 3) de N.k. Jemisin

    https://gigalibros.com/el-cielo-de-piedra-la-tierra-fragmentada-3.html

  • Kafka y la muneca viajera de Jordi Sierra I Fabra

    https://gigalibros.com/kafka-y-la-muneca-viajera.html

    Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2007. Un ano antes de su muerte, Franz Kafka vivio una experiencia muy insolita. Paseando por el parque Steglitz, en Berlin, encontro a una nina llorando desconsolada: habia perdido su muneca. Para calmar a la pequena, el autor de La metamorfosis se invento una peculiar historia: la muneca no se habia perdido, se habia ido de viaje, y el, convertido en cartero de munecas, tenia una carta que le llevaria al dia siguiente al parque. Aquella noche Franz escribio la primera de las muchas cartas que, durante tres semanas, entrego a la nina puntualmente, narrando las peripecias de la extraordinaria muneca desde todos los rincones del mundo. Segun cuenta Dora Dymant, su companera en aquellos dias, el estado febril con el que Kafka escribia esas cartas era comparable al de cualquiera de sus inmortales obras. Este es el relato de aquella experiencia, en la que Franz Kafka fue un mago de la palabra para una nina desconocida de la que jamas volvio a saberse nada, como tampoco de aquellas cartas que constituyen uno de los misterios mas hermosos de la narrativa del siglo XX.

  • Preso de su Amor (Directo a ti 4) de E. R. Dark

    https://gigalibros.com/preso-de-su-amor-directo-a-ti-4.html

    Laura entro a su luminoso loft en la Barceloneta dejando escapar un suspiro de alivio. Al fin en casa. Dejo las llaves en un pequeno cuenco en la entrada y se quito los tacones apoyandose en la pared. Estuvo tentada de dejarlos alli tirados, pero en el fondo era una persona ordenada. Tras cambiarse de ropa y ponerse comoda, saco un plato de comida de la nevera y lo calento en el microondas, mientras metia el uniforme de la clinica en la lavadora. Cuando se sento a comerse el revuelto de verduras con pollo a la plancha dio gracias de ser su propia jefa y, poder tomar un largo fin de semana cuando quisiera, siempre que no se presentara una urgencia. Era viernes al medio dia, lo que significaba que tenia dos dias y medio por delante para descansar y coger fuerzas. No parecia tener nada en su agenda social, lo cual agradecio por un lado, pero por otro le parecia patetico tener treinta y tantos con una vida social que parecia desmoronarse por momentos. Habia pasado un dia de pena, agotada por no dormir tras pasar la noche con Hector, algo que se juro mil veces que no iba a volver a pasar. Claro que tambien se prometio olvidar al imbecil, creido y prepotente de Borjamari, por lo que llamo a Hector para invitare a tomar una copa cuando acabaran del trabajo. Sin embargo, todo acabo con los dos desnudos y jinkando como locos en el piso del poli. Enterro la cara entre las manos al recordarlo. Le odiaba, aunque no tanto como lo deseaba y eso la ponia furiosa. Metio el plato en el lavavajillas y se dejo caer en el sofa. Encendio la television; ni si quiera se fijo en el canal, solo necesitaba una conversacion de fondo para ayudarla a dormir la siesta. No solia hacerlo, pero la manana en la clinica tampoco habia sido de las mejores. Se sentia agotada fisica y mentalmente, los ojos le pesaban y no entendia nada de las voces que salian del televisor... Estaba quedandose dormida cuando el maldito movil pito trayendola de nuevo a la consciencia. Encontro un mensaje de Agnes. Era viernes y eso significaba noche de chicas. Al menos antes. Desde que cinco meses atras Agnes y Oscar se casaran, ella era la unica soltera del grupo. La unica sin compromisos que los viernes aun se tomaba una cerveza en el Rabbit, pero sola. <> Laura sonrio. La excamarera era la mejor motivando al personal. Se froto los ojos para despejarse tras la breve siesta que el mensaje interrumpio. Bostezando se sento y se estiro antes de mirar la hora. --!Joder! ?Como demonios he dormido tanto y no me he enterado? --exclamo levantandose de un salto, mientras salia corriendo hacia el bano a darse una buena ducha y prepararse para pasar una noche con sus chicas, al fin. Cuando Laura entro en el Rabbit Hole, Izar, Elena y Agnes ya estaban sentadas en una de las mesas con bancos de cuero y madera cercanas al escenario. Oscar ya no actuaba alli, pero Los Lobos si, y eso era sinonimo de buena musica, aunque Agnes insistia en que sonaban mejor cuando su marido era el bajista y bromeaba con la idea de que dejara la empresa y volviera al grupo. Lo que no admitia era que eso la mataria, porque la cantidad de sujetadores que le caian encima no era decente. Eso no significaba que ya no se lanzara lenceria al escenario o que las fans incondicionales no siguieran aullando, para nada. Todo continuaba igual y Laura seguia pensando que mas de uno del grupo tenia un buen polvo. --!Buenas noches, chicas! Siento llegar tarde. El dia ha sido de locos --saludo Laura al llegar junto a ellas y sentarse en el mismo banco que Agnes, frente a las otras dos. Las tres sonrieron al verla y Agnes amplio su sonrisa de oreja a oreja al ver las ojeras que casi le arrastraban. Al ser tan blanca y con aquellas mejillas pecosas, resaltaban mucho mas. --?Una noche loca? --pregunto en cuanto se sento a su lado. --Apenas empieza la noche, pero si, espero que sea loca --replico Laura haciendose la despistada ante la insinuacion. --Venga, la cara que llevas es de no haber dormido mucho y arrastrar un dia duro. --Si que ha sido duro y agobiante. Ahora mismo mi mejor amigo tiene tres velocidades y se llama Orbegozo. --!La madre que la pario! ?Y cuanto mide este? --inquirio Agnes interesada. --Cuarenta centimetros, segun la caja. No me he parado a comprobarlo. En cuanto llego a la clinica lo meti en mi despacho y lo puse a trabajar. Las tres se quedaron mirandola con los ojos muy abiertos y Laura entendio enseguida. --Sois unas mentes sucias. Es un maldito ventilador, que mi despacho parece un horno. Rompieron a reir al unisono por la cara de estupefaccion de Laura y el equivoco. Bueno, viniendo de ella bien podia haber sido lo que pensaron. Agnes no podia ni hablar, como el resto de las chicas, pero fue la primera que, tras secarse las lagrimas, consiguio articular palabra. --Si, si. El dia en la clinica ha sido de mucho calor, como en todas partes, sin embargo, yo te preguntaba por la noche anterior. ?Quien es el? ?Esta bueno? ?Mas que el morenazo? --indago impaciente. Odiaba que hiciera eso. La muy bruja leia en ella como en un punetero libro abierto o un muro de Facebook. Poniendo cara de pocos amigos, replico: --Claro que esta bueno. Infinitamente mas que ese idiota al que te refieres --afirmo, aunque sin mirarla a los ojos. --No creo que muchos superen a Borja, aparte de Dario, claro --intervino Izar guinandole un ojo a Agnes, que sonreia triunfante. A la rubia se le habia metido entre ceja y ceja que la veterinaria necesitaba un hombre a su lado y no pensaba dejar escapar ninguna oportunidad que tuviera para lograrlo, menos ahora que contaba con las demas para apoyarla en su empeno. Laura cogio la cerveza de Agnes y le dio un trago bien grande antes de responder. --Este lo hace sobradamente --dijo, queriendo zanjar el tema de una vez. --Pues yo creo que no. Aunque lo adoro, mi hermano no es tan guapo como Borja --aseguro Elena, dejandolas a todas con la boca abierta. Si, todas sabian que Laura y Hector seguian acostandose, pero tras su ruptura oficial siempre se evitaba el tema delante de la friki. Al fin y al cabo, era su hermano mayor y contar como se manejaba en la cama o que lo usaba solo para rascarse los picores era algo que Laura trataba de evitar por el bien de su amistad. --!Yes! --exclamo Izar, mientras golpeaba la mesa con la palma de la mano--. Hay que reconocer a un hombre cuando es sexy y guapo a rabiar. --Es mi hermano, se de sobra lo que hay entre vosotros y no me importa en absoluto, pero creo que tendrias que ampliar objetivos --aclaro Elena, al ver la expresion de Laura que la miraba como si no la conociera. ?Donde demonios estaba la chica timida que se sofocaba ante la mencion del sexo en cualquier conversacion? --Sois lo peor. ?Y vosotras os haceis llamar mis amigas? Desde que jinkais a diario se os han secado las escasas neuronas que teneis. Os odio --solto Laura. --Nos empotran varias veces al dia, querras decir --apuntillo Agnes levantando ambas cejas. La cara de Laura era de incredulidad. ?En serio? Eso debia ser mas ficcion que los libros de Izar, aunque entonces recordo la verdad detras de sus historias… --Necesitare algo mas fuerte que mi pobre Terminator para superar eso. ?De verdad? ?Varias veces? --En mi caso, si. Dario es muy creativo, ya me entendeis. Cuando me estaba arreglando, me ha empotrado contra los azulejos del bano --dijo Izar sonriendo. --He de admitir que me pasa como a Izar. Oscar siempre esta hambriento. Sobre todo, por las mananas... Practicamente me desayuna a mi, ya sabeis a que me refiero. Y os aseguro que cuando regrese a casa, me estara esperando desnudito en la cama. Lo ha prometido y el cumple sus promesas --aseguro Agnes con cara de pilla. --Que puedo decir… La fama de amante italiano sumamente experimentado que le daba la prensa, si es verdad. Mamma mia… --apostillo Elena, poniendose roja hasta la raiz del pelo. Aun no se terminaba de acostumbrar a ser la senora de Sandro Lombardi. Laura levanto la mano para pedir unas bebidas con urgencia y algo de comer. Iba a necesitar mucho alcohol para superar aquella noche. --Creo que necesito mas de una copa bien cargada y amigas nuevas. Pero como lo primero es mas facil, empezare por un ron con naranja, la cerveza me parece poco. Volvio a levantar la mano llamando la atencion de la joven que servia su lado del local. --?Invitas tu? --solto Izar. --Pues mira, esta vez si. Ya que no puedo haceros descuento en la castracion de vuestros chicos, os invito a una ronda. Hoy necesito que mi cerebro desconecte de todo --comento dandose aire con la mano. --Eso no lo digas ni en broma --dijo horrorizada Agnes--. Con lo bien dotado que esta mi marido. --!Camarera! Mi copa que sea doble --grito Laura al escuchar aquello a la chica que acababa de tomarles nota. Las tres rompieron a reir

  • Una casa 7 problemas de Hana Candela Chung

    https://gigalibros.com/una-casa-7-problemas.html

    La suerte no esta del lado de Alex Foster. Su madre murio hace un mes, no ve a su padre y a su hermano desde que tiene cinco anos, y su mejor forma de desahogarse es ir de fiesta en fiesta.
    Hasta que llega su padre, la persona que mas odia, para llevarsela al otro lado del mundo. Nada le sono mas absurdo en sus 17 anos, pero no tiene otra opcion. Y cuando llega a Los Angeles, le dan la peor noticia: No vivira con su padre, sino con su hermano Drake y sus seis mejores amigos.

  • Cambiaste mi vida de Vega Manhattan

    https://gigalibros.com/cambiaste-mi-vida.html

    Emma gimio y, lentamente, abrio los ojos. Volvio a cerrarlos con fuerza. Tras resoplar, se removio un poco, notando que se encontraba en la cama. Un segundo intento y consiguio abrirlos. Suspiro. Le dolia la cabeza. Como si se hubiese golpeado con algo. Y es que conocia muy bien la sensacion, no seria la primera vez. Porque si algo definia a Emma, era su torpeza. Eso y que solia vivir en las nubes. Los moratones que siempre lucia eran una clara evidencia de ello. Lo raro era que siguiese con vida y con todos los miembros de su cuerpo en su sitio. Bien... Ella haria un inciso aqui si leyese esto. Porque en su sitio, donde se dice en su sitio... No era eso lo que ella pensaba cuando se miraba al espejo y se ponia a calcular cuanto tendria que ahorrar para operarse los pechos y levantarlos, para hacer lo mismo con el trasero, a ver si de una vez lucia con mas volumen que una maldita tabla de planchar. Y podriamos seguir hasta el infinito, pero no es eso lo que nos interesa conocer. Al menos no ahora. Asi que volviendo a su extrano despertar... --Mierda --refunfuno mientras se incorporaba un poco, apoyandose sobre sus codos. Tras otro suspiro y sin hacer movimientos bruscos, logro sentarse en la cama. Miro alrededor y... --?Donde demonios estoy? --casi exclamo, asustada cuando se dio cuenta de que aquella no era su habitacion. Ni siquiera era su casa. Joder, !que no conocia ese lugar! !?Y ella estaba en una cama?! Porque estaba en una cama, ?verdad? Palpo el objeto donde estaba sentada. Si, era una cama. !?La cama de quien?! Por Dios, Emma, !piensa! Con los ojos moviendose a la velocidad del rayo, observo la estancia de esquina a esquina. Habia algo que le resultaba familiar, pero la verdad era que, en ese momento, no tenia ni idea de donde se encontraba, no recordaba nada. Y su mente parecia no despertar aun para ayudarla a ubicarse. A ver, relajate, ?que es lo ultimo que recuerdas?, se pregunto a si misma. El sonido de una respiracion a su espalda le puso el vello de punta. Su primer instinto fue gritar y pegar un salto, sobre todo cuando al sentir el aire en su espalda, se dio cuenta de que estaba desnuda. En una cama que no era la suya. Iba a entrar en panico. Y con razon. !Porque no se acordaba de nada! Sin saber como se controlo en ese momento, giro la cabeza muy lentamente mientras su cuerpo temblaba. No sabia que pensaba que iba a ver. O a quien. Pero, desde luego, no esperaba "eso". Emma abrio los ojos como platos, dejo caer la mandibula y se tapo la boca con la mano. No podia ser. Aunque claro, ya entendia por que le resultaba familiar ese lugar. Sabia donde estaba, pero !no podia ser! !No precisamente ahi! !No en esas circunstancias! Un ronquido de "eso" y, entre la incredulidad y el susto, fue entonces cuando Emma boto, levantandose como un resorte, con tan mala pata (y nunca mejor dicho) que, al hacerlo, se doblo el tobillo y acabo en el suelo. No se abrio la cabeza de milagro. --!Oh, joder! --exclamo al caer. --Oh, si, nena. A Emma se le corto la respiracion al escuchar a "eso" hablar. Y ni caso hizo al tono ronco de su voz. !Que va! Miro rapidamente hacia la cama mientras, con las manos, intentaba tapar sus zonas intimas y espero unos agonicos segundos, en los que ni respiraba, para verlo aparecer. Porque si habia hablado era porque estaba despierto, ?no? Joder, !y la iba a ver! ?Y que iba a pensar? Pues lo mismo que ella, !no iba a poderse creer que...! --!Ay, Dios mio! --sollozo en un susurro, martirizada. Los recuerdos comenzaban a volver a su mente y era evidente que habia bebido mas de la cuenta. Lo raro era que no hubiese terminado padeciendo un coma etilico porque para terminar con "aquello" en la cama tenia que estar mas que borracha. !Completamente loca! Ni una cosa ni la otra, la verdad. Un poco achispada, pero bien consciente de lo que hacia. Viendo que "eso" no se manifestaba, espero un poco mas, pero nada. "Eso" estaba dormido. Debia hablar en suenos. Por una parte aliviada y por otra maldiciendo mentalmente a los dioses, a la vida, al universo, al karma y a todo lo que podia tener la culpa de aquella locura, comenzo a levantarse. No, sin antes, recoger su ropa. Esa que estaba tirada por el suelo. Como su bolso. ?Y sus bragas? Ah, si, ahi... ?Donde, por el amor de Dios, estaban sus zapatos? Porque no los veia. A la mierda, descalza que me voy, penso. No le paso desapercibido mientras se vestia a toda prisa (bendita la hora en la que eligio un vestido) que "eso" se habia dado la vuelta. Ya no le podia ver la cara, lo cual, en parte, era un alivio. Pero claro, al girarse, la sabana que cubria sus verguenzas delanteras dejo de cumplir su funcion y no cubrian las traseras. Emma gimio. Mas que nada porque... Joder, ?ese culo es real? Oh, si, el recuerdo de haberlo palpado le llego bien nitido. Puso los ojos en blanco por ese desacertado pensamiento y mas por el recuerdo. Sin poder creerse su atontamiento, se termino de colocar el vestido y metio las bragas en el bolso. No pensaba ponerselas de nuevo. !No pienso ponerme otras hasta que me lave con jabon Lagarto!, penso, volviendo a la realidad. Su abuela lo usaba para todo tipo de "emergencias" y aquella lo era, seguro que valia para sus zonas intimas tambien. Porque si aun tenia alguna duda de que ellos dos... Porque no podian... Pero no la tenia porque se estaba acordando de todo... Pues claro que fue que si, el escozor que sentia ahi abajo era un claro indicio de que ellos dos si. Y de que o fueron muchas veces si o debia de tener algo tan perfecto como su culo que escocia la habia dejado. En realidad fueron las dos cosas... Reganandose, de nuevo, a si misma por semejantes pensamientos y empezando a ponerse morada por no respirar en condiciones por el miedo a que "eso" se despertase, se girase y la viese... comenzo a moverse. Camino de espaldas, sin perder de vista a "aquello", quien yacia placidamente y le ensenaba un culo que ya quisiera ella para si. --Bonito lunar... --suspiro, sin poder evitarlo. Mierda, Emma, espabila, se rino a si misma mentalmente cuando su voz la saco de su ensonacion y se dio cuenta de que se habia quedado embobada, otra vez, mirando ese perfecto trasero. Comenzo, otra vez tambien, a moverse. Sin mucha prisa. Cualquiera pensaria que, en un momento asi, lo mejor seria salir corriendo como alma que lleva el diablo. Eso seria lo mas logico y normal para cualquier persona. Que no para Emma. Porque ella se conocia bastante bien y por eso mismo no se dejaba llevar por el panico. Y no era porque no lo sintiese. Lo sentia y muchas mas veces de la que le gustaria ya que su cuerpo solia correr peligro con tanto golpe y con tanta caida. Y por eso mismo tambien sabia que actuar de una manera tan impulsiva la llevaria a nuevos golpes que terminarian por despertar a "eso". Era la explicacion logica y nada tenian que ver esas mas que divinas nalgas. !Claro que no! Por suerte y despues de casi haberse matado al tropezarse con sus tacones y caer de espalda, llego hasta la puerta de la habitacion. Levanto la mano que tenia libre y agarro el picaporte que estaba a su espalda. Ejercio un poco de presion y... --Quiero que te corras. --Dios, no --gimoteo Emma, espantada. No sabia por que exactamente. Si por el miedo a que despertase y la viese alli o por la excitacion que inexplicablemente le producia esa voz ronca, adormilada, sexy... Y tremendamente insoportable. Pero bien que consiguio su objetivo... !No es el tema! Centrate, Emma, !por Dios!, exclamo una voz en su cabeza. A ver si, por una vez, le hacia caso. --Dios no, nena. Yo. Yo hare que te corras. Mas bien que corra..., penso Emma. Que corra tanto que ni Forrest Gump. Y si no fuera por la situacion y por todo lo que se le pasaba por la cabeza, Emma habria puesto, inevitablemente, los ojos en blanco al escuchar algo asi. Sobre todo viniendo de quien venia. Gilipollas. Y ella... No existia un calificativo que la describiese para haber acabado en la cama, desnuda, con "eso". Centrandose de nuevo en marcharse de alli y en terminar con esa pesadilla, consiguio abrir la puerta, salir, cerrarla, girarse y largarse de alli como alma que lleva el diablo. No sin antes caerse por el camino. Si es que no se rompia la crisma porque tenia un angel de la guarda, que si no... Capitulo 2 Horas antes... --?Y que es lo que quieres que haga? Ian hizo un gesto con el dedo a su amigo cuando abrio la puerta de la casa y lo vio para que entrase tras el. Lucas lo siguio tras cerrar la puerta. --?Con un poco te refieres a que firme esa mierda que me pusiste por delante? --continuo Ian, sin cortarse en absoluto. Y es que asi era el. Un hombre sin pelos en la lengua y al que no le gustaba perder el tiempo. Cansado y frustrado, se dejo caer en el sofa donde apenas llevaba cinco minutos antes de que su amigo llegase, coloco los pies, aun con los zapatos puestos encima de la mesa y suspiro--. No, Pedro, no voy a firmar nada. --?Una copa? --pregunto Lucas. Ian asintio con la cabeza. Una para empezar. --?Que por que no? !Porque no me interesa! --exclamo, levantandose del sofa y cogiendo la copa de whisky que le ofrecia Lucas. A la mierda el relax-- Vamos a ver si lo entiendes. He sobrevivido sin tu cliente y seguire haciendolo. Las condiciones de mi empresa son claras y no negociables. Si quiere trabajar conmigo, perfecto. Si no... Tiene a toda la competencia para elegir --bebio un trago y suspiro--. Pues no me querra demasiado cuando no deja de poner trabas, ?no te parece? Joder, que me conoces. Ni siquiera deberias de estar intentado convencerme de algo que sabes que sera imposible --suspiro--. Que no y punto, ya quieras vendermelo como quieras, la respuesta es "No firmo si no es con mis condiciones". En fin --se apreto el puente de la nariz --, es tarde y tengo visita. No, no voy a cambiar de idea. Habla con tu cliente y explicale bien las cosas. Hazle saber con quien trata. Dile que si quiere trabajar con mi empresa, que firme el contrato que se le dio. Si no, que no me haga perder mas el tiempo. Corto la llamada y tiro el movil encima del sofa. --?Un dia dificil? --Nada a lo que no este acostumbrado --le dio otro trago al whisky--. ?Que haces por aqui? ?Va todo bien? --?No habiamos quedado aqui? --?Quedado? --Ian enarco las cejas y se quedo mirando al chico castano que tenia enfrente. Le dio vueltas a la cabeza, ?que se le olvidaba?-- Hostias, !felicidades! Se acerco a su amigo y le dio un fuerte abrazo. --Gracias. Y menos mal que te acordaste --rio. --Lo siento, tio, es que tuve un dia larguisimo. --?Problemas con el negocio? --En realidad no, solo este cliente que me esta tocando la moral. Las condiciones son las que son. Si no te gustan, contrata a otros. Pero nada, el tipo sigue intentando ver hasta donde aguanto. Ian se dedicaba a la importacion y exportacion por via naval y con lo estrictas que eran las leyes, el no se la jugaba. Su empresa se habia consolidado como la mejor por algo. --Bueno, olvida ya el tema. Y duchate rapido que nos estan esperando. --?Esperando? --Joder, tio, ?en serio no padeces de Alzheimer o algo asi? --rio Lucas-- Lara y Emma deben de estar ya en el restaurante. Ian gimio. Todos los anos igual, ?como podia olvidarse? --?Y por que no las dejas alli? Total, ya las tienes muy vistas a las dos. Podemos irnos por nuestra cuenta. --Mmm... --Lucas hizo que se lo pensaba-- Pues porque si hago eso, duermo en el sofa y no me apetece en absoluto. Tengo una cama bastante comoda y el pecho de mi mujer es mejor aun. --Joder, no tienes que ser tan explicito --resoplo Ian y camino hasta su dormitorio. --Entonces deja de decir gilipolleces. ?Habra alguna vez donde asistas a la celebracion de mi cumpleanos sin poner alguna traba? --pregunto, siguiendolo. Ian abrio el ropero y saco un vaquero y una camisa. Informal. Estaba hasta donde del traje de chaqueta. --No --dijo simple y llanamente, respondiendo a la pregunta de Lucas. --Ya lo imaginaba --suspiro este, divertido. Conocia bien a Ian desde hacia anos y poco lo iba a espantar su caracter a esas alturas. --Viene sola. Ian entro en el bano, abrio el grifo de la ducha y se desnudo, ignorando a Lucas. Lo habia escuchado, pero se haria el tonto. Como siempre que se hablaba de Emma. Porque esa mujer era jodidamente insoportable. Y a el no le quedaba mas remedio que aguantarla por su hermano. A ella y a cada novio que traia, porque siempre estaba cambiando. Mira que se veian poco, un par de veces al ano, pero joder, siempre lo sorprendia con un ligue nuevo. Le duraban poco. Normal, si no habia quien la soportase. Con las manos apoyadas en los azulejos, miro hacia abajo. ?Se puede saber en que momento te has puesto asi?, le pregunto a su pene. Y no, no es que soliera hablar con el, no estaba tan zumbado. Pero esa cosa tampoco estaba normal si se endurecia con el simple hecho de escuchar hablar de ella. Siempre le pasaba, nunca lo entendia y, por eso mismo, siempre se ponia de mal humor. De muy mala hostia ya, se dio un rapido enjuague y salio de la ducha cuando eso volvio a ablandarse. Ya tenia el humor jodido para toda la noche. Siempre era culpa de la misma persona. --?Me escuchaste? --Lucas estaba tumbado en la cama, apoyado en el cabecero. Ian salia con la toalla bien enrollada en su cintura. --No. Lucas puso los ojos en blanco. Eso era mentira. Esa cara no la tenia asi, de repente, por nada. Solo Emma era capaz de cabrearlo por el simple hecho de respirar. El sabia que se llevaban a matar, aunque no tenia ni idea de por que. Y tampoco es que le importara. Porque eran su hermana y su mejor amigo, casi hermano, asi que... Que se jodieran, tendrian que soportarse toda la vida. --Entonces te lo repito. --No hace falta. Tengamos la fiesta en paz. Lucas solto una carcajada. --?Sereis capaces alguna vez de eso? No, quiso decir, pero suspiro. Ya eran mayorcitos para seguir soltandose puyas, pero, al menos el, no lo podia evitar. Era verla y le entraban las mil cosas por el cuerpo. Los demonios se apoderaban de el. Sabia que su actitud incomodaba, muchas veces, a Lucas, pero era superior a sus fuerzas. Dejo caer la toalla al suelo y comenzo a vestirse. Iba a ser una noche muy larga. *********************** --Vaya, estas preciosa --Ian abrazo a Lara, hacia dias que no la veia, habia estado hasta arriba de trabajo y ni tiempo habia tenido para molestar a sus amigos y disfrutar de una de sus barbacoas. Lara sonrio, su dulce rostro haciendola lucir mas hermosa aun cuando sonreia. Era una mujer alta, casi de la misma altura que Lucas, su marido. Delgada, guapa. Una mujer natural, nada artificial. Lo que le hacia ganar muchos puntos para Ian. Sobre todo por su caracter y su sentido del humor. Lucia dulce, como si nunca hubiese matado una mosca. Pero nada que ver con la realidad. --Tu hecho un adonis, como siempre --sonrio ella--. ?Todo bien, casanova? Ian rio. Lo de adonis no era para tanto. Y la fama de casanova aun menos, pero era la que le acompanaba y parecia que nunca podria deshacerse de ella. Ian tenia rollos pasajeros, nada mas de un par de noches, tres a lo sumo. A partir de ahi empezaban a dar problemas y el no estaba dispuesto a eso. Habia tenido bastante para toda su vida. Y por si no fuera suficiente, tenia muchas gilipolleces que aguantar mientras sacaba adelante su empresa.

  • Quien eres de Keily Fox

    https://gigalibros.com/quien-eres.html

    Debio negarse. Un simple no y su vida seguiria mereciendo la pena.

  • Mi cunada de Tierra Salvaje

    https://gigalibros.com/mi-cunada.html

    Un viaje de final de curso entre un grupo de jovenes acompanados de dos de los profesores mas atractivos, entre las que se encuentra Eva, la cunada David, quien vivira una experiencia inolvidable en una isla idilica y cambiara su vida en pareja y su percepcion de la misma. Amor, celos, sexo, desencuentros, amistad, deslealtades y sentimientos encontrados.

  • Cara a cara con el psicopata de Vicente Garrido Genoves

    https://gigalibros.com/cara-a-cara-con-el-psicopata.html

    Vicente Garrido, el mayor experto en psicopatia de Espana, escribe un libro absorbente, en el que explica de modo revelador como piensa y siente el camaleon, y por vez primera se dedica de modo exhaustivo no solo a ensenar como detectarlo y reconocerlo, sino como tenemos que enfrentarlo para salir victoriosos de esta lucha desigual.

  • Un amor contra el viento de Susanna Kearsley

    https://gigalibros.com/un-amor-contra-el-viento.html

    Una historia de amor plagada de aventuras entre una viajera en el tiempo y un contrabandista del siglo XVIII.

  • Tras el muro de tus suenos de Chris De Witt

    https://gigalibros.com/tras-el-muro-de-tus-suenos.html

    Una intensa y caotica relacion que hara que, una vez que te sumerjas en sus paginas, seas incapaz de abandonar la lectura hasta el final.
    ?Como reaccionarias si tu peor adversario, de quien vienes huyendo desde hace un ano y medio, apareciese repentinamente en tu vida, e incluso en tus suenos?
    ?Como explicarias a tu corazon que tu mas cruel y temible enemigo te atrae como nadie? ?Como podrias reconciliarte contigo misma si sabes que el profundo odio que te obliga a alejarte de el se debate contra otra fuerza que nace de ti y que te empuja a que regreses a sus brazos?
    ?Y que harias, despues de todo, cuando libres la mas cruel y encarnizada de las batallas, sabiendo que tu enemigo sera inexorable y que no se detendra hasta que te rindas y aceptes que el te ha elegido para que seas completamente suya?
    Tras el muro de tus suenos relata la apasionante historia entre la impactante Aniel Mitchels y el temible guerrero silverwalker Gabriel Trost de la Estirpe de Plata.