libro 14 7 el descubrimiento
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libro 14 7 el descubrimiento - Pamela Stupia
https://gigalibros.com/14-7-el-descubrimiento.htmlCielo, Mara, Guillermina y Bianca son nuevas en la escuela; como si fuese facil iniciar el secundario, ellas ademas tienen que hacerlo en un nuevo colegio y una nueva ciudad.
Las cuatro chicas se haran amigas y se enfrentaran al desafio de ser aceptadas. Pero cuando algunos sucesos extranos suceden, empezaran a pensar que tal vez su encuentro no fue una casualidad y que el destino quiere revelarles algo.
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14/7 EL DESCUBRIMIENTO | PAMELA STUPIA | Casa del Libro
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14/7. El descubrimiento - Pamela Stupia | PlanetadeLibros
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14/7 El descubrimiento - Pamela Stupia | PlanetadeLibros
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14/7 El descubrimiento - Pamela Stupia - Babelio
https://es.babelio.com/livres/Stupia-147-El-descubrimiento/17312Críticas (8), citas (2) extractos de 14/7 El descubrimiento de Pamela Stupia. ➤Sinopsis: Cielo, Mara ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...
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14/7 el descubrimiento - Librería Sinopsis
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14/7 el descubrimiento - pamela stupia - El Libro Técnico
https://www.ellibrotecnico.com/libro/147-el-descubrimiento_51085914/7 EL DESCUBRIMIENTO, PAMELA STUPIA, 11,49€. ... Editorial: DESTINO LIBROS; Año de edición: 2017; Materia: Literatura juvenil; ISBN: 978-84-08-17885-9.
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LOS CADAVERES NO SUENAN: La segunda novela policiaca del agente del FBI Ethan Bush de Enrique Laso
https://gigalibros.com/los-cadaveres-no-suenan-la-segunda-novela-policiaca-del-agente-del-fbi-ethan-bush.htmlSi te apasionaste con ‘Los Crimenes Azules’ volveras a disfrutar con LOS CADAVERES NO SUENAN. Una novela policiaca que esta fascinando a los amantes del genero.
ENRIQUE LASO regresa con la segunda entrega de la serie de novela negra protagonizada por el agente de la UAC Ethan Bush, impulsado por el exito mundial tanto de ventas como de critica de ‘Los Crimenes Azules’ (ya traducida a 6 idiomas, los derechos cinematograficos comprometidos con Hollywood y con mas de 350.000 copias vendidas)
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La bailarina de Auschwitz de Edith Eger
https://gigalibros.com/la-bailarina-de-auschwitz.htmlEger tenia dieciseis anos cuando los nazis invadieron su pueblo de Hungria y se la llevaron con el resto de su familia a Auschwitz. Al pisar el campo, sus padres fueron enviados a la camara de gas y ella permanecio junto a su hermana, pendiente de una muerte segura. Pero bailar El Danubio azul para Mengele salvo su vida, y a partir de entonces empezo una nueva lucha por la supervivencia. Primero en los campos de exterminio, luego en la Checoslovaquia tomada por los comunistas y, finalmente, en Estados Unidos, donde acabaria convirtiendose en discipula de Viktor Frankl. Fue en ese momento, tras decadas ocultando su pasado, cuando se dio cuenta de la necesidad de curar sus heridas, de hablar del horror que habia vivido y de perdonar como camino a la sanacion.
Su mensaje es claro: tenemos la capacidad de escapar de las prisiones que construimos en nuestras mentes y podemos elegir ser libres, sean cuales sean las circunstancias de nuestra vida. -
Jeannesville de Antonio Cesar Moreno Cantano
https://gigalibros.com/jeannesville.htmlEra un miercoles cualquiera en el pequeno y tedioso pueblo de Jeannesville, en lo mas profundo del estado de Washington. El deteriorado cine del centro -por darle algun nombre-, vestigio de epocas mas gloriosas, era practicamente la unica diversion para los jovenes que aun no se habian atrevido a emigrar hacia las grandes ciudades en busca de una oportunidad en el futuro. Johny Bonesvegas era uno de los que se resistia a marchar. Era el prototipo de adolescente antisocial, enfrentado con el mundo y hastiado de todo, en especial de su familia. Tanto le daba Jeannesville o cualquier otro lado para desplomarse en la cama y pasarse las horas sin saber que hacer. Esa tarde, de un miercoles cualquiera, proyectaban una cinta sobre el ya manido tema de un virus que se propagaba entre la humanidad y convertia a la poblacion en zombies hambrientos que acababan con todo ser viviente sobre la faz de la Tierra. Johny aprovecho los trailers previos para hace una rapida, y necesaria, escapada a los aseos antes del inicio de la pelicula. Mientras se aproximaba a la puerta iba pensando que seria <
> que sus vecinos de Jeannesville se transformasen en muertos vivientes y acabasen con sus < > (era una manera carinosa de referirse a ellos) companeros de instituto. Aunque nada de ello ocurrio, por supuesto, le llamo la atencion coincidir en el interior de los banos con cuatro hombres que no habia visto jamas -lo que era dificil en Jeannesville- y que discutian acaloradamente sobre un asunto que no fue capaz de discernir. Pese a todo, no le dio mas importancia al asunto y regreso a la sala. Estaba de nuevo sentado en su butaca cuando de repente oyo una voz en su cabeza que decia: -Si escuchas la palabra AMATISTA eres una persona excepcional, levantate y acude a la salida-. Al instante, Bonesvegas observo como la gente que se congregaba esa tarde en el cine -unas quince- se levantaban de manera automata y se dirigian rapidamente al destino senalado. No era un heroe ni pretendia serlo, pero no pudo reprimir gritarles con todas sus fuerzas que se parasen. La presencia en los banos de esos desconocidos y lo que estaba ocurriendo no era muy normal, incluso para alguien tan < > como Bonesvegas. Salio corriendo tras sus paisanos y, tras pisar la calle, comprendio que su destino y el de Jeannesville nunca volveria a ser el mismo…. Un dia antes en el Instituto Hoover El profesor Shellman, responsable esa semana de la sala de castigo, miraba con desprecio al grupo de alumnos que estaban alli < >. Para no variar, los pupitres eran ocupados por los tres mosqueteros del Hoover. El < > de Bonesvegas, la < > Peggy Rowling y el < > Roland Sox. Como en anteriores ocasiones, la trasgresion de las normas basicas de convivencia en el Aula de Laboratorio les habia llevado alli. Su ultima ocurrencia habia sido soltar una musarana en pleno examen. La idea habia sido del ingenioso Johny, que los dias que no estaba encerrado en su cuarto escuchando a plena potencia Pearl Jam o Nirvana, los pasaba explorando el bosque que rodeaba su destartalada casa. Otra cosa no, pero a la hora de capturar bichos raros nadie lo ganaba. En su ultima excursion, cerca del rio Willows, le habian acompanado las dos unicas personas que le producian cierta simpatia, la siempre colocada Peggy y el cerebrito del instituto, Roland. Aprovechando la salida del aula del profesor Shellman, los tres se miraron y pudieron intercambiar unas breves palabras. Tios -dijo Peggy en voz baja-, mi madre vio ayer una furgoneta flipante cerca de la Iglesia. Dice que, por fin, han mandado desde Seattle a los jefazos de la Mineria para cerrar el acuerdo. Bonesvegas se rio y nego con la cabeza. Seguidamente respondio con una frase que en el futuro se rebelaria demoledora: -?Y tu crees que alguien vendria a Jeannesville aunque fuese para eso?. Joder Peggy, cada dia se te va mas la cabeza con esa mierda que te fumas de tu padre-. Roland asintio con la cabeza y parco en palabras, como siempre, concluyo la conversacion: -Ni los muertos se quedan en Jeannesville, van a venir los vivos-. Se hizo de nuevo el silencio cuando oyeron los pasos del profesor Shellman que regresaba. Matisse El chirrido de la rueda oxidada de la silla en la que se encontraba postrada Matisse era el primer recuerdo que tenia de su infancia. Nacida con una deformidad en las piernas nunca habia conocido lo que era correr en libertad o poder realizar las mas simples de las acciones sin ayuda de nadie. Algunos familiares achacaban su minusvalia a las constantes intoxicaciones que su padre, el Sr. Keris, habia sufrido durante anos en la mina de cuarzo del condado. Esta adversidad habia forjado en Matisse un caracter luchador y duro, incapaz de doblegarse ante ningun obstaculo. Su vitalidad y energia contrastaban con la actitud melancolica y depresiva de su madre, sumida en la mas profunda de las tristezas desde el fallecimiento en extranas circunstancias de su marido en el sector n.o 21 de la mina Coldwood. Desde ese dia habia litigado con la empresa < > por lograr una pension digna con la que alimentar a su hija y asegurarle un futuro esperanzador. Dicen que los polos contrarios se atraen y la extrana relacion que desde muy temprana edad mantenian Matisse y Johny Bonesvegas eran un claro ejemplo de ello. No eran pareja, ni mucho menos, eran algo mas profundo, mas trascendental, compartian una amistad que estaba por encima de todo y de todos. Por esa razon, cuando recibio un mensaje de movil de Johny proponiendole una cita a solas, en plan intimo, para ir al cine del centro se quedo muy sorprendida. Ahora una duda rondaba su cabeza de manera incesante, ?seria correcto acudir a ese encuentro? Un miercoles cualquiera a la salida del cine Johny Bonesvegas nunca pudo imaginar que ese miercoles de abril iba a finalizar tal y como habia comenzado, totalmente vacio, en el mas completo sentido de la palabra. Matisse habia declinado su invitacion de acompanarlo al cine y ahora se encontraba con un panorama totalmente surrealista e incomprensible. Apenas veinte segundos despues de que el Sr. Ferrowson abandonase la sala, Johny llego a la calle Madison y lo que alli vio le sorprendio -lo que era dificil para alguien como el, adicto a la literatura y cine de ciencia-ficcion y terror -enormemente. Lo que una vez habia sido una via concurrida -si como tal se consideraba a juntar al mismo tiempo a mas de cinco personas- se encontraba totalmente desierta, como si nunca hubiese estado habitada. Rompia esta monotonia de soledad una furgoneta negra metalizada que se divisaba junto a la esquina del Parque Rogerson, donde una vez estuvo instalada la pequena tienda de deportes del equipo de baseball del pueblo. Sus ojos eran incapaces de abarcar un espacio tan enorme sin nada en lo que concentrar su atencion, pero un detalle le obligo a abrirlos aun mas. ?Que hacia la silla de Matisse tirada en medio de la calzada? Y aun mas importante, ?donde se habia metido la gente que minutos antes estaba con el en el cine? El comunicado. Quince anos antes un miercoles cualquiera <>. Stanley Keris leyo el comunicado y se puso mas nervioso de lo que ya estaba. Costaba imaginar que esas malditas rocas, de las que tanto polvo inhalaba cada dia en las entranas del suelo, pudiesen provocarle tantos problemas. A la denuncia del encargado -el cabron de Morrispor haber sustraido mas de 20 kg de Amatista en el ultimo mes, habia que anadirle las extranas manchas que le habia salido alrededor de la cintura. Tan solo pretendia conseguir unos ingresos extras para hacer frente a los constantes cuidados que requeria su pequena Matisse… La cita que nunca fue Tras meditarlo un largo rato, Matisse lo tuvo claro. No podia aceptar la invitacion de Johny. Eso supondria que el fuerte lazo que anudaba sus vidas se rompiese por un imposible, como era la pretension de dar un paso mas en su amistad. Intento contestarle de una manera diplomatica: – Johny, no podre ir, no te enfades. Aun estoy un poco flipada con lo que me dijiste. A la salida de la peli hablamos y lo aclaramos en la Cafeteria de Sally, ok?-. Pasaron las horas pero no recibio contestacion. Bonesvegas leyo el mensaje y arrojo el movil al suelo en un gesto de rabia. ?A que tantas precauciones? -Asco de tias-, penso. Cogio su chupa de cuero gastada y salio de casa cabreado camino al centro. Matisse no podia aguantar mas la espera y -contra su parecer- se decidio a llamarlo. Nada. No hubo manera de que cogiese el telefono. En ese caso tomaria otro camino. Cogio el periodico del pueblo que habia sobre su escritorio y miro el horario de la pelicula. Para bien o para mal daria con el, lo pillaria a la salida. El camino hasta el parque Rogerson se hizo especialmente largo ese dia. Se notaba mas fatigada de lo normal. Al principio no se percato, pero tras atravesar las calles Rider y Scott cayo en la cuenta de que habia un gran silencio. Los jardines, los parques, las tiendas, la carretera... estaban vacios. A medida que se aproximaba a su destino su mente parecio bloquearse y a sonar dentro de ella, una y otra vez, la palabra AMATISTA, AMATISTA. Se dirigia de manera irrefrenable hacia lo que parecia el foco de esa voz en off. Decenas y decenas de furgonetas negras, con un extrano aparato sobre el capo, se iban llenado con hileras de vecinos de Jeannesville. Al igual que ella, parecian estar en trance, con la mirada perdida, formando disciplinadas hileras que rapidamente ocupaban dichos vehiculos. Lo ultimo que fue capaz de divisar antes de que el automovil cerrase sus relucientes puertas fue otra cola de gente que procedia del cine y su silla de ruedas tirada al borde de la acera... El director de Amatiste Corporation El Sr. Michael Oldman miraba distraido desde el asiento de su despacho los continuos movimientos de los camiones de carga. Habia sido un camino muy largo, pero todos los esfuerzos (sin matices de ningun tipo) realizados compensaban con creces su nuevo puesto en la empresa: Director Ejecutivo de Amatiste Corporation. Sin embargo, la paz de su cargo se habia interrumpido en las ultimas semanas con la enfermedad de decenas de mineros. Pese a las investigaciones y pruebas realizadas por su Departamento de Sanidad no se sabia la causa de tal mal. Algunos apuntaban, como el "tocapelotas" del doctor Monsbill, que la infeccion se habia originado en el sector n.o 21. Tal vez fuese asi, medito para sus adentros Oldman, pero por nada del mundo renunciaria a los beneficios que aportaba a la empresa, y por ende a su propio bolsillo, un cuarzo tan especial, de un color y pureza extraordinaria. Sus aplicaciones en el mercado mundial eran enormes, mas aun cuando desde el Instituto de Psicologia Avanzada de la Universidad de Yale lo utilizaban como "catalizador" de un novedoso artefacto para la manipulacion mental. Lo que desconocian desde Amatiste Corporation era que detras de esa institucion se encontraba una Seccion Reservada de Investigacion del Ejercito de EE. UU., sumamente interesada en las posibles aplicaciones militares de un mecanismo de tal naturaleza. Los pensamientos de Oldman se interrumpieron de manera brusca cuando sono el telefono. En cuanto se acerco el auricular supo de quien se trataba. Era la dulce y venenosa voz de la Srta. Rene Rosenberg, del Laboratorio de Yale. -Dime preciosa, ?que quieres?-, pregunto Michael. – Guardate los cumplidos viejo verde, ya sabes por que te llamo- le replico Rene. -?Por que habeis disminuido el envio de cuarzo rosa, precisamente ahora que estamos en la fase final del proyecto? – prosiguio. -Lo se, lo se. Pero tenemos complicaciones. El Sindicato me esta tocando los cojones. Algunos de los trabajadores estan cayendo como moscas por culpa de (con un tono muy pausado) "vuestro querido cuarzo"-, le contesto Michael. -No me vengas con historias. Las clausulas de nuestro acuerdo eran claras: un millon de dolares por entrega. Y si cumples con las plazos establecidos el "regalito" que tu ya sabes-, replico Rene. -De acuerdo, de acuerdo, ya me las arreglare. Sabes que siempre lo hago. Te llamare en breve. Cuidate guapa-, finalizo Oldman. Al momento descolgo de nuevo el telefono y llamo a su secretaria, Lonnie Rogers: -Necesito que cites para manana a primera hora a los empleados enfermos. Comentales que les hare una oferta que no podran rechazar....- Recuerdos imborrables ?Os imaginais poder recordar todos los detalles de vuestra vida, hasta la mas intrascendente de vuestras experiencias? La gran mayoria pensaria que es un don extraordinario, propio de mentes privilegiadas. Es lo que opinaban los companeros de Johny Bonesvegas cuando tocaba escribir alguna redaccion en el colegio sobre la infancia o las vacaciones de verano. La exactitud de sus descripciones dejaba maravillados a todo el profesorado. Lo que no podian sospechar era que las humillaciones que recibia su madre de un marido depresivo; los lamentos de dolor de una abuela postrada en una cama o la tristeza de una casa que apenas tenia que llevarse a la boca... se repetian una y otra vez en su cabeza, torturandole sin descanso. Por suerte, o desgracia para opinion de otros, la hipertimesia -como habian diagnosticado los especialistas a esta extrana "habilidad"- desaparecio de manera espontanea cuando tenia 13 anos. Ocurrio una gelida manana del mes de diciembre, cuando Johny prefirio adentrarse en lo mas profundo del bosque y saltarse nuevamente las clases. Ese dia la niebla era mas intensa que de costumbre y pese a las bajas temperaturas sentia el deseo irrefrenable de caminar sin descanso. Cuando sus pies no pudieron mas y paro, se dio cuenta de que se encontraba cerca de las vallas que rodeaban las enormes instalaciones de la empresa minera del pueblo. Nunca antes habia estado alli y sentia una gran curiosidad por ver como serian esos oscuros y largos tuneles de los que todo el mundo hablaba. Sin embargo, y por mucho que le apeteciese, tendria que intentar bajar en otro momento. El continuo trasiego de trabajadores y maquinas impedia cualquier aproximacion. Resignado dio media vuelta y reemprendio la larga marcha a su "animado" hogar. Despistado y asqueado de su tediosa vida se adentro por un sendero poco transitado, como se deducia de la intensa maleza que lo poblaba. Casi una hora despues de seguir lo que parecia ser un pequeno camino se encontro de golpe con la entrada a una pequena cueva de la que resplandecia una potente luz rosada. Al acercarse mas ella se quedo atonito ante lo que vio. Sus ojos estaban abiertos como platos... hasta que se cerraron bruscamente y todo se tino de negro. Cuando los abrio de nuevo se encontraba en la cama del Hospital Jefferson y el dolor de su sien era tan intenso que creia que iba a estallarle. Por primera vez en su vida no era capaz de recordar lo que habia sucedido. -
Esclavos de la pasion de Concepcion Marin Albesa
https://gigalibros.com/esclavos-de-la-pasion.htmlES UNA MUCHACHA CAPRICHOSA. PERO TODO CAMBIARA CON LA MUERTE DE SU PADRE. AHORA SU TUTOR ES SCOTT. UN HOMBRE QUE CAMBIARA SU VIDA PARA SIEMPRE.
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Heliodora de Silvia Sanz
https://gigalibros.com/heliodora.htmlPude sentir dolor en todos mis huesos. Haber dormido en ese viejo colchon tirado en el suelo, paso de ser una idea de lo mas melancolica a una penitencia a lo largo de la noche, eran mis primeras horas en la casa, que ganas tenia de que este momento llegara, ahora si puedo decir por fin, que es mia, y no me importaba pasar estos instantes de cualquier manera. Habian sido muchos meses tortuosos los que habian pasado hasta que ayer, finalmente, firme la escritura y me hicieron entrega de la llave. Era preciosa. Bueno preciosa, era y sera, porque la verdad es que ahora mismo es un monton de trastos viejos, corrijo mi pensamiento, trastos antiguos, paredes quebradas, tejados caidos y ventanas y puertas descolgadas. Nada de esto puede desanimarme, al contrario, llenan mi cuerpo y mi mente de una energia interior como nunca antes habia sentido. Por donde empiezo, poco puedo hacer con las herramientas y enseres de limpieza que aqui tengo. Al menos algo de agua hay, Pude adecentarme un poco y, decidida, sali a comprar lo que necesitaba; pero antes, un cafe me terminaria de despertar. Tuve que andar un largo tramo hasta encontrar un bar, entre y senti como los tertulianos del lugar se giraban para mirarme, pude leer en su mente un pensamiento. --Esta es forastera. Pedi que me pusieran un cafe con leche, largo de cafe con la leche templada y en vaso de cana. El camarero se tomo su tiempo para servirmelo, quiza fueron demasiadas peticiones juntas. Lo acompane con una buena tostada y un vaso de zumo. Ahora si, cuerpo y alma estaban preparados para afrontar este magnifico dia. Mientras desayunaba, observe a los tertulianos, al camarero, la decoracion. Todo parecia estar totalmente armonizado, hasta el olor a aceite usado que, salia de la cocina acompanaba a aquella estampa que sin llegar a ser gris, la calificaria de verde caqui, muy propia del ambiente cazador y campero que todo transmitia. No muy lejos de alli, encontre una tienda. A primera vista, nunca hubiera imaginado que fuera tan grande y tuviera tantas cosas, pues al pasar por delante solo se veia la puerta de entrada. De no haberme fijado en que una mujer salia con una barra de pan, habria pasado pensando que era la entrada de una vivienda. Todo cuanto en principio necesitaba aqui lo tenian: cepillo, recogedor, fregona, cubo, bayetas, limpiacristales... Estaba tan emocionada... Mientras deambulaba por la tienda, sentia que las mujeres que alli estaban me observaban, con la misma sensacion que habia experimentado con los clientes del bar: --Esta es forastera. Ya se acostumbraran a mi presencia, pense. Me dirigi a la caja, espere mi turno y pague. Regrese a mi casa, dando un paseo muy tranquilo y admirando cada una de las viviendas que iba dejando a mi paso. Todas encaladas, con sus rejas pintadas en negro, algunas de ellas tenian grandes puertas falsas de madera, que en otros tiempos habian servido para dar entrada a los carros y caballos a los patios interiores. Me quede un rato admirando uno de ellos que, al pasar, tenia las puertas abiertas y me dejaba apreciar grandes macetas de hortensias de diferentes colores al fondo, y un gran laurel, que casi daba sombra a todo el corral. Mi casa, como me gustaba esa idea. Me la repetia una y otra vez, para grabarla a fuego. Recuerdo cuantas veces me habian dicho que estaba loca, que como podia invertir en esa ruina todos mis ahorros, que era tirar el dinero. No quise escuchar a nadie, no hice caso de nadie ni de nada, solo a mi corazon y el me decia que debia comprarla, que mi futuro y mi felicidad estaban ligadas a esa casa de una manera que aun no puedo entender, pero es algo que estoy segura descubrire. Ahora viene la pregunta del millon. ?Por donde empiezo? Tengo todo el viernes y el fin de semana para elegir aquella zona de la casa donde voy a vivir a partir de ahora. Estoy casi segura de donde voy a ubicarme, hay dos habitaciones contiguas, una mas grande que la otra, y aunque mi primera idea fue elegir la mayor, decidi que debia usar la pequena; estaba justo al lado del bano y de la puerta del patio. !Como me gusta ese patio! Por un impulso, cogi el cepillo y de manera casi inconsciente sali a la puerta de la calle y me puse a barrer la acera. Yo misma me sorprendi realizando aquel trabajo, no recuerdo que fuera una prioridad en ese momento, pero de forma casi natural, como si de una costumbre innata se tratara, barri toda la acera que bordeaba mi casa. Mientras lo hacia, pude ver como detras de una ventana de la casa de enfrente una anciana mujer me observaba. No podia verla muy bien, pero sabia que estaba alli, mirando. De la misma forma casi inconsciente, llene varios cubos de agua y los eche en la acera para terminar de limpiarla. Ahora si, ahora podia empezar dentro. Enrolle la persiana de laminas de madera, y anude la verde cuerda a una alcayata que parecia estar colocada en un lateral de la ventana para ese menester. La abri con sumo cuidado, vigilando que no se descolgara de las bisagras, las repase una por una y las engrase, ya podia abrir y cerrar con tranquilidad y sin producir ese intenso ruido que resonaba por todas partes. La limpie con sumo carino, no importaba cuanto tiempo me iba a llevar adecentar este cuarto, sino que cada movimiento, cada cosa que tocaba o limpiaba fuera recobrando la vida y el lustre que en otros tiempos habia tenido. No siento que este limpiando, es mas una sensacion de estar restaurando. Y eso me hace sentir muy feliz. Tenia desalojada toda la habitacion y me postre de rodillas para fregar el suelo y ver de cerca el magnifico mosaico con que estaba decorado. O, al menos, a mi me lo parecia. Decidi hace tiempo no justificar el por que hacia o dejaba de hacer las cosas, o de por que pensaba una cosa y no otras mas afines a la educacion que me habian dado. Si a mi me gustaba ese suelo y me parecia espectacular, nadie iba a venir a convencerme de lo contrario. Lo limpie con sumo carino, con delicadeza, apreciando cada una de las tonalidades, y de las formas geometricas que lo forman. He acabado. Me quede de pie en el quicio de la puerta observando la habitacion y disfrutando con montones de imagenes que llenaban mi cabeza de como iba a decorarla. Vamos a por el bano, me dije. Ni mucho menos experimente la misma sensacion al limpiarlo que me habia producido el cuarto. Era evidente que nada tenia que ver con el resto de la casa y que se habia construido con posterioridad al resto de las estancias, y seguramente obligado por las necesidades. No habia nada en el que me llamase la atencion, era meramente un lugar necesario que no me aportaba nada mas que su funcion vital, y que tenia claro que remodelaria y le daria un aire mas coqueto y rural. Desde luego que los azulejos verde agua iban a desaparecer, asi como el resto de enseres que hacian juego en tonalidad. De momento es lo que hay y por salud e higiene tenia que limpiarlo a fondo. Una vez habia terminado, sali al patio y busque lo que en alguna ocasion se me habia hecho ver. Como si de un macetero se tratase, en uno de los rincones habian quedado tirados varios trozos de lo que en su tiempo debio ser una tinaja y en la tierra alli acumulada habia crecido una gran cantidad de hierbabuena. Arranque un ramillete y lo puse en agua en un pequeno jarroncito que habia encontrado en el recibidor. La coloque en el bano, junto como mis enseres personales. Es increible como un pequeno detalle puede hacer que cambie por completo la apariencia de un lugar. Y que agradable olor.
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Irene, la nina de las albahaca de Mario Alberto Mendez
https://gigalibros.com/irene-la-nina-de-las-albahaca.html -
La decision de Olivia de Kate L. Morgan
https://gigalibros.com/la-decision-de-olivia.htmlOlivia es una mujer que trata de salvar su maltrecho matrimonio que se ha convertido en enteramente convencional y rutinario. Ella siempre imagino que su vida en Londres y al lado de Charles seria completamente diferente, pero se equivoco.
En un momento decisivo de su vida, Olivia conocera a un apuesto y viril desconocido que la ayudara a reencontrarse asi misma, y a enfrentarse a todos sus fantasmas. Un hombre que parece ser su redencion y supervivencia, hasta el punto de valorar si continua con su actual vida o no. -
Surfers de mar del plata de Martin Ross
https://gigalibros.com/surfers-de-mar-del-plata.htmlHay de todo en el menu. Una mujer del mundo del delito que tiene tatuada la ola de la Pepita de Mar del Plata, porque empezo todo alli, hasta su carrera delictiva. Personajes marginales por doquier, como un tipo narco que no puede ser narco porque se aspira todo lo que tiene que vender. Un abogado que hace querellas penales, pero detesta la profesion, los abogados y la justicia. Una agrupacion anarquista clandestina que critica las marcas del surf y boicotea locales de marcas y torneos de surf con bombas molotov, practica el sexo tantrico y los rituales esotericos y busca, sobre todo, renovar la conciencia, se llama “Los rebeldes de la olas”. Mucha violencia y marginalidad, secuestros, asesinatos, drogas, ex convictos que salen a delinquir, corrupcion, decadencia, todo como dios manda, historias de amor entrecruzadas, intriga y muchas, muchas, muchas pero muchas olas, porque, si hay olas, el titulo lo vale.
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El secreto del boticario de Amanda Clark
https://gigalibros.com/el-secreto-del-boticario.htmlAno 2018. Paola Godoy es una joven periodista que trabaja desenmascarando a farsantes que aseguran tener cualidades paranormales. Cuando le asignan investigar a Lorenzo Santillan, un famoso hipnotista, no imagina que su vida dara un giro de ciento ochenta grados. Unos extranos recuerdos afloraran desde lo mas profundo de su mente.
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No lo llames sexo… ?O si? de Noelia Amarillo
https://gigalibros.com/no-lo-llames-sexo-8230-o-si.htmlMe gusta el sexo. Mucho. Pero no por el extasis que conlleva, o al menos no solo por eso, sino porque cuando estoy perdido entre el placer, el deseo y la necesidad es el unico momento en que puedo dejar de
pensar en lo que hice. En el dano que provoque. En el precio que me tocara pagar cuando me atrapen. -
Un pasado imperfecto de Mirta Sheridan
https://gigalibros.com/un-pasado-imperfecto.htmlHace tiempo que Ashley vive encerrada en si misma. Las lagrimas son sus mejores companeras de viaje, las unicas que le permiten olvidar esos acontecimientos traumaticos que no le dejan dormir.
Grant es un apasionado del trabajo que no ve mas alla de los numeros y se ha olvidado del amor. Su vida esta vacia porque todo a su alrededor gira en torno a su empresa.
Un encuentro fortuito con Ashley durante una sesion de jogging hara que sus convicciones se tambaleen y empiecen a revolotear las mariposas en su interior. ?Conseguiran sus besos traspasar la coraza que a ella le han generado sus propios miedos? ?Sera el capaz de amar con el corazon y olvidarse de todo aquello que ha dirigido su vida hasta el momento? -
El Codigo de Willyam Thums
https://gigalibros.com/el-codigo.html?Alguna vez te has preguntado que hay detras de cada click que haces en internet? ?Que si los datos de tu vida online fueran usados para cambiar tu propio futuro?Asi como el internet da forma a una nueva era, tres corporaciones se vuelven las gobernantes de un mundo virtual llamado Etherea. El senor Davis, directivo de Apollo Corporations, tiene que luchar contra dos enemigos sin precedentes que buscan la supremacia del universo. Mientras la historia espera que escojas un bando, el mundo fisico presencia la carrera espacial entre Estados Unidos y China.
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Los Crimenes Azules (Ethan Bush 1) – Enrique Laso de Enrique Laso
https://gigalibros.com/los-crimenes-azules-ethan-bush-1-8211-enrique-laso.htmlLos cadaveres de dos jovenes hallados en la orilla de un lago de forma casi simultanea. Un condado cuyos habitantes guardan oscuros secretos. Un prometedor agente especial de la Unidad de Analisis de Conducta del FBI asignado al caso. Un crimen sin resolver similar acaecido casi dos decadas antes… Sumergete en una intrincada investigacion que hara las delicias de los amantes del genero.
EL COMIENZO DE UNA SAGA QUE LLEVA VENDIDAS MAS DE 550.000 COPIAS
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Yo mate a Rebecca Blackwood de Ana Trigo
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Una misteriosa desaparicion.
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Una historia de fantasmas donde nada es lo que parece. -
La conjura de Cortes (Martin Ojo de Plata 3) de Matilde Asensi.
https://gigalibros.com/la-conjura-de-cortes-martin-ojo-de-plata-3.htmlLa conjura de Cortes culmina el recorrido de Matilde Asensi por el Siglo de Oro espanol, visto esta vez desde la Nueva Espana. Una manera de contemplar la historia que le ha hecho acreedora del reconocimiento de los lectores y la critica, y que, como no, esta plagada de intrigas, corrupcion, aventuras e imaginacion.
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Me dueles Tanto de Zoe Robinson
https://gigalibros.com/me-dueles-tanto.html -
En tierra de nadie (John Puller 4) de David Baldacci
https://gigalibros.com/en-tierra-de-nadie-john-puller-4.htmlJohn Puller, ante su reto mas dificil.
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Puto Happy End de Roser A. Ochoa
https://gigalibros.com/puto-happy-end.htmlSus besos sabian a chocolate negro, igual de amargo que todas las despedidas, con cierto regusto a salado por las lagrimas que no dejaban de brotar de sus ojos. No pudo evitar pensar en cuando lo conocio, de eso hacia ya algunos anos. Siempre habia adorado el vigor de sus ojos, la vitalidad que irradiaba todo su ser, su sonrisa siempre tan sincera... Esa manera en la que sus manos acariciaban cada rincon de su cuerpo al hacer el amor, como la miraba con ternura mientras la penetraba con rudeza, entregandose ambos en cuerpo y alma a esa danza ancestral que los llevaba directos al paraiso, en el momento justo en el que el se derramaba en su interior. Como desobedecieron al Rey, su padre, convirtiendose asi en proscritos luchando por su amor. Con esos pensamientos y aun con la sensacion del calor de sus manos recorriendole la piel e invadiendo sus entranas, la princesa acaricio la mejilla de su principe musitando un adios, antes de que su cuerpo terminara de hundirse en el fango. --Te amare el resto de mi vida --susurro, viendolo desaparecer. Fin Rebeca paseaba de un lado a otro de la habitacion aguardando a que Paola, su mejor amiga, que ademas era muy critica, terminara de leer el manuscrito de su nueva novela. Estaba impaciente, asi lo denotaban su erratico caminar y los resoplidos que soltaba cada poco rato. Desde que tenia uso de razon, Rebeca sonaba con ser escritora. Con doce anos ya habia leido todos los libros que su madre tenia en la biblioteca, y pronto empezo a devorar todo lo que caia en sus manos, fuera del genero que fuese, pero siempre sintio especial predileccion por las novelas romanticas, puede que el motivo principal fuera porque la hacian reir mucho. Un movimiento en la cama capto su atencion, Rebeca paro en seco clavando la mirada en Paola y la apremio a que hablara, necesitaba conocer esa primera impresion de la que era no solo su mejor amiga, sino tambien la mejor lectora que conocia. Paola, al igual que ella, habia leido cientos de libros desde que era pequena, de hecho, asi era como se habian conocido, en una biblioteca peleando por llevarse ambas la ultima novedad. Rebeca no pudo evitar sonreir ante ese bonito recuerdo que le vino a la mente. --?Y bien? --apremio sin poder contener mas sus ansias. --Me gusta --respondio Paola, alzando la mirada hacia su amiga. --?Si? --inquirio emocionada. --Aja... --empezo a anadir Paola. --Pero... Siempre hay un <
>, venga, !desembucha! --la animo. --?Por que no terminan juntos? --cuestiono, dejando los papeles a un lado de la cama y clavando la mirada en Rebeca. <>, penso Rebeca; el final, sabia que ese final iba a levantar ampollas. Sin embargo, asi eran sus finales, inesperados, y eso le gustaba, era algo asi como su sello de identidad. Sus lectores sabian que conforme se acercaba el desenlace de la historia, cualquier cosa podia pasar. No le gustaban los finales lineales que no albergaban sorpresa alguna; se habia convertido casi en una necesidad imperiosa el ir siempre un paso mas alla y terminar sorprendiendo en las ultimas paginas. En este caso, se habia esmerado con la repentina muerte de uno de los protagonistas, cerrando tambien, en ese momento, la puerta a cualquier posible segunda parte.--No lo se... --contesto ella, alzando los hombros--. Supongo que porque nadie se lo espera... --Todos los finales de tus historias siempre son... --?Reales? --tanteo Rebeca. --Tristes --aclaro Paola. --El amor duele --solto seca Rebeca, sentandose en el suelo con la espalda apoyada en la pared.--Becca... --Paola se levanto de la cama y se sento frente a su amiga cogiendola de las manos--, cuando las lectoras cogemos un libro, lo que queremos es evadirnos de la realidad, sonreir, emocionarnos, queremos... --Que os mientan --resumio Rebecca pragmatica. --!No! --exclamo Paola indignada. --!Si! --insistio Rebecca--. En serio, ?piensas que los tios de las novelas son reales? !No me hagas reir! --!Joder, Becca! !Eres escritora de novela romantica! --le recordo. --Sentimental, gracias --corrigio sarcastica ella--. Aunque casi que podriamos decir que es ciencia ficcion, en realidad, los hombres tan perfectos no existen y los finales felices apestan un monton --sentencio. --A veces, es necesario un final feliz... --insistio Paola, tratando de hacer que su amiga razonase. --Ppffff --bufo Rebeca--. No se, no me los creo, y yo necesito creerme los finales. --Eres la escritora mas rara del mundo --se quejo su amiga, levantandose para irse--. Prueba a escribir un thriller --se burlo Paola al tiempo que se ponia la chaqueta--. Alli todos mueren, estarias en tu salsa. --!Vete al cuerno! --gruno molesta--. ?Te lo llevas y vuelves a releerlo? --pregunto Rebeca senalando el manuscrito. Sabia que lo haria, Paola se habia convertido en eso que en el mundillo llamaban < > y era una maquina, no solo por la velocidad a la que leia, sino porque era unica para ver todos esos pequenos gazapos que, a ella, como autora, a pesar de haber releido la novela cientos de veces, se le escapaban. Se moriria de verguenza mandando la novela a su agente literaria Carmen sin que esta estuviera lo mas perfecta posible, a veces, Carmen bromeaba con el hecho de que no le hacia falta ni corrector. --Claro, tengo algunas anotaciones para hacerte, como que cambies el final. Pero me gusta, ?eh? --se apresuro a anadir--. Aunque sea un desenlace triste yo te quiero igual, y la novela va a ser un exito, aun habiendo matado al principe... --Lo merecia por idiota --justifico Rebeca--. !Anda, largate! Nos vemos manana. --Claro, recuerda que hemos quedado con las chicas a las seis, ?llegaras? --Correre. --Te esperamos, no te preocupes. Ambas amigas se despidieron en la puerta de ese pequeno apartamento que habian compartido durante un tiempo, de hecho, desde que habian empezado la universidad y hasta que Paola se habia mudado con su pareja hacia tan solo unos meses. Vivir juntas siempre habia sido su sueno desde el colegio; eran amigas del alma, casi como si fueran hermanas, incluso algunos hablaron de ellas como si, en realidad, fuesen pareja. Todo lo hacian juntas, donde iba una lo hacia tambien la otra. Y esos anos compartiendo el minusculo apartamento habian sido, al menos para Rebeca, los mas felices. Jamas reconoceria en voz alta lo sola que se sentia ahora, a pesar de estar tan feliz por Paola y Fran. Sentimientos agridulces, como los finales de sus novelas, porque en la vida real no todo era blanco o negro. Rebeca, que sin duda aun no se habia acostumbrado a vivir sola, se quedo pensativa unos instantes. Se levanto para servirse una taza de te y siguio con la mirada fija en ninguna parte durante un buen rato mas. Estaba convencida de que era una buena historia, y el final... Bueno, el principe se lo habia buscado, no todas las princesas necesitaban ser rescatadas. Eso le paso no por caballeroso, sino por desconfiado, por menospreciar el poder y fuerza de ella para conseguir solucionarlo todo. No todas las mujeres necesitaban un hombre a su lado, estaba segura de que la princesa podria arreglarselas sin el a partir de ese momento. --Merecia morir --sentencio al fin en voz alta para reafirmarse en su decision. Decidio que veria un poco la television, dispuesta a evadirse un rato de todo su mundo interior. Con suerte podria ver alguna pelicula de muertos vivientes, terror o cualquier cosa que no tuviera nada que ver con la romantica. Habia publicado su primera novela a la edad de diecisiete anos, para ello habia necesitado el consentimiento paterno. Despues de esa historia, que obtuvo muy buenas criticas, vinieron seis mas, aproximadamente, una al ano. Adoraba escribir y, a pesar de dedicarle muchas horas al dia, era incapaz de publicar al mismo ritmo que otras companeras de profesion, ella necesitaba su tiempo. Conocer bien a los personajes, vivir con ellos, pensar en ellos, sonarlos, interiorizarlos, hacerlos suyos, dejar que, finalmente, fuesen ellos los que hablasen. Todo ese proceso requeria muchos meses, sin embargo, lo que mas desgaste le ocasionaba era desprenderse de esos seres que ella ya sentia como reales. A veces, le resultaba hasta doloroso. Por mas tiempo que pasaba no lograba no empatizar con esas vidas que creaba, esos mundos que, para ella, durante meses, eran tan reales como su propia vida, puede que incluso mas reales que ese empleo en una tienda de ropa que le pagaba las facturas, pero que, en realidad, no le aportaba nada. Sus historias y fantasias eran lo que la mantenia cuerda en ese mundo que poco a poco se hacia mas insoportable. Y si, escribia erotica porque adoraba el sexo. Escribirlo y, sobre todo, practicarlo. No obstante, de un tiempo a esta parte parecia que ya nada valia, el amor convencional habia caido en el olvido y ahora tocaba siempre superar lo insuperable. El sexo < > habia muerto. Cuerpos perfectos, posturas imposibles, sesiones de sexo maratonianas... Tenian su punto, habia que admitirlo, como bien decia Paola, la gente leia para abstraerse de su realidad y hombres feos que follaban con los calcetines puestos los habia a patadas. Sin embargo, a ella le gustaban esas historias sencillas aunque con sus matices, personajes imperfectos y finales creibles, reales y grises. El blanco y el negro eran dos colores preciosos, pero el gris, y todas sus tonalidades, era lo que a ella realmente la fascinaba. Ni los buenos eran tan buenos, ni los malos simplemente malos. Puede que no fuese una autora al uso, sin embargo, adoraba lo que hacia, le gustaba releer una y otra vez sus novelas, verse reflejada en ellas y sentirse orgullosa de su trabajo. Ahora, como cada vez que terminaba una historia, necesitaba descansar una temporada. Tomo una reconfortante ducha y se entretuvo en darle muchos mimos a su cabello, sus rizos necesitaban un plus de cuidados si no queria terminar pareciendo una loca en medio de un huracan. Cuando termino con el difusor, ya era la hora de cenar. Odiaba los domingos por la noche, no tenia nada en contra de ese dia, solo que eran la antesala de su detestado lunes y su aun mas odiado martes. Odiaba todos los dias de la semana sin excepcion, todos aquellos en los que tenia que arrastrarse hasta su lugar de trabajo, ponerles buena cara a las clientas, aunque estas se comportaran como autenticas groseras, y asentir con simpatia al dueno del negocio. Ese si era un buen especimen. Puede que Paola tuviera razon, le apetecia escribir un thriller con el siendo la victima de algun personaje al mas puro estilo de Jack el Destripador -
Kharos. Almas de Plata de Diana Buitrago
https://gigalibros.com/kharos-almas-de-plata.htmlLa niebla que sube del rio, una hoguera en las montanas y un rumor siseante en las calles. La daga en la mano preparada para ensartarla en un drakko, la noche que llora a sus caidos y la diosa que aulla a la luna. Un alarido en la distancia y terror en el corazon.
En eso se han convertido los dias que pasan tortuosamente en la desolada ciudad de Sapphire, donde la magia negra se ha aduenado de sus calles y la esperanza reside en un viejo templo y un portal interdimensional derruido.
Desde FireCross, Los Portales, el Clan Magno, la Catedral y Nebulose hasta el mismisimo templo y la fabrica abandonada. El pincel de la esperanza que se niega a resquebrajarse luchando por la vida que naufraga como la luna por el cielo.
La plata de los Kharos que siempre llega al corazon y un grupo de presos que estaran dispuestos a sacrificar su propia vida para terminar con la masacre. Porque cuando todo falta solo el alma prevalece.
Kharos-Almas de Plata, novela autoconclusiva, distopia de fantasia oscura, juvenil y urbana. Una aventura trepidante por la oscuridad de sus calles y la profundidad del alma. -
El fruto del honor de Elif Shafak
https://gigalibros.com/el-fruto-del-honor.htmlLa historia de una familia kurdo-turca que se traslada a Londres en los anos 70 sirve de motor narrativo para contar el dificil encaje de tradiciones distintas.
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Deliah, el corazon de una rebelde de Dana Velvet
https://gigalibros.com/deliah-el-corazon-de-una-rebelde.htmlLondres, 1815.
Una noche, una pareja poco comun…
Con su capacidad de meterse en problemas y su tendencia a escandalizar a los demas, Lady Lilah Bellamy es ese tipo de mujeres a las que los hombres rehuyen y las matronas critican. Pero a ella no le importa que su comportamiento sea poco femenino porque disfruta de su forma de ver la vida y con esa actitud consigue atraer a los demas.
En la vida de Julian, duque de Kent, solo tienen cabida el trabajo y el cuidado de su familia. Se pasa las horas encerrado en su despacho y en ningun momento siente verdadero interes por algo hasta esa noche. Ella irrumpe en su mundo, volviendolo del reves y robandole el corazon.
?Seran capaces de dejarse llevar por sus sentimientos? -
El arte de ser normal, Lisa Williamson de Lisa Williamson
https://gigalibros.com/el-arte-de-ser-normal-lisa-williamson.htmlDavid Piper ha sido siempre un rarito. Sus padres piensan que es gay y el maton de la escuela lo considera un friki. Unicamente sus dos amigos saben realmente la verdad: David quiere ser una chica.
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Con sabor a ti de Norah Carter
https://gigalibros.com/con-sabor-a-ti.htmlCuando ella se desperto aquel dia, no pensaba que su vida iba a cambiar de la forma en que lo hizo. Marcos dormia a su lado, al lado de Sara, que tenia que dejar la cama para ir al trabajo. Que rabia. Dejar a Marcos, a su chico, al que conocio hace unos anos en la fiesta de Paloma. Pero Marcos no dormia. Se habia levantado varias veces a lo largo de la noche. Estaba intranquilo. Sara no sabia nada del asunto que parecia preocupar a su marido, pero es cierto que lo notaba un poco mas nervioso que otras veces. Sara suponia que era el exceso de trabajo en el taller o algunos impagos por parte de algunos clientes. No era la primera vez que Marcos le habia hablado de esa clase de problemas en el negocio. Llovia afuera y la calle gris se fundia con una bruma blanca. Sara tomo aire y se dirigio a la cocina. Un cafe. La misma marca. Un aroma seco y aspero. Estaba amoldandose a la nueva vida que habia elegido, saboreandola, disfrutandola, a pesar de todos los imprevistos en los que se habian visto envueltos a raiz del comienzo de esta nueva relacion, pero era feliz y tenia claro lo que queria. Era una mujer con ideas contundentes. A pesar de todo lo que habia tenido que lidiar para estar con Marcos, ella se levantaba feliz, creia en lo que hacia, sabia que, gracias a sus esfuerzos, podrian sacar esa vida que habian sonado juntos en tan poco tiempo, no le hacia falta mucho para disfrutar de aquella relacion. Era feliz con llegar dignamente a final de mes junto al hombre al que habia elegido Marcos se dio la vuelta en la cama y, cuando, con los ojos cerrados, quiso abrazar a Sara, descubrio que ella ya no estaba. Una sonrisa quebrada de insatisfaccion se dibujo en su cara, pero esa sensacion de desamparo no le impidio seguir durmiendo. Sabia que Sara tenia que trabajar temprano. Que los turnos en el supermercado son rigurosos. La empresa no disculpaba jamas los retrasos injustificados. Pero a el le hubiese encantado que ella estuviese en estos momentos a su lado. Le gustaba sentir su piel cerca de el, le gustaba abrazarla y mimarla, la veia como su nina, la nina de sus ojos. La lluvia golpeaba en la ventana y Sara sorbio de su cafe caliente, y se sintio de repente mas reconfortada. Aun recuerda esa noche en la que le presentaron a Marcos. La discoteca estaba llena de jovenes estudiantes que habian terminado el curso. Marcos se encontraba rodeado de sus amigos del trabajo y ella, que habia olvidado su bolso en la barra, se lo encontro cara a cara. Fue un flechazo. Ella no supo que decir, pero Marcos dejo a sus amigos y se presento formalmente. – Hola, me llamo Marcos. Te he confundido con alguien, perdona. Bendito error, penso. Se habia quedado impactada por ese chico. – No te preocupes. Encantada. Yo soy Sara. Me habia dejado el bolso aqui mismo. Dentro, llevo todas las tarjetas y mi movil. Menos mal que no lo he perdido. – Bueno, siento haberte molestado. No era mi intencion – dijo Marcos, avergonzado. – No te preocupes. Estas cosas suelen pasar. Soy una chica corriente. Es facil confundirme. – De corriente, nada. Eres muy guapa. Creo que me he fijado en ti por eso. – Claro. Eso se los dira a todas, ?verdad? – contesto Sara, sonrojada. – Que va. Soy un ligon patetico - anadio Marcos con una sonrisa burlona. De repente, lo llamaron sus amigos y el chico se despidio con dos besos y Sara se quedo pensativa, tocada seguramente por la espontaneidad de aquel joven, al que no conocia de nada, al que no volveria a ver jamas. O quiza si. Pero el destino siempre tiene la capacidad de sorprendernos y, ahora, despues de tres anos de matrimonio, Sara se despertaba junto a el cada manana. No paro de pensar de la forma que la habia enamorado, fue todo un flechazo, demasiado rapido, demasiado bonito a pesar de todo lo que les habia costado esta relacion. Eran posiblemente dos seres felices, dos seres que se tenian uno al otro, que se miraban como dos extranos para amarse todas las noches. Eran apasionados y quiza esa cualidad fuese una de las que hizo que los dos decidieran vivir juntos, tener la absoluta libertad para yacer uno junto al otro siempre que quisieran, sin depender de citas previas como si fuesen todavia unos quinceaneros. La lluvia golpeaba en la ventana y Sara volvio a sorber de su cafe. El sabor aspero en el paladar le hizo recordar, mientras la luz alumbraba los objetos de la cocina, que otra noche en la misma discoteca se buscaron y que, al principio, la relacion no fue facil. Los padres de Sara no miraron con buenos ojos a Marcos, porque no era el tipo de novio que querian para su hija, que no habia acabado sus estudios de Derecho.
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Las sombras de Julia. Luz y sombra de Karla Ivalisse Perales Herrera
https://gigalibros.com/las-sombras-de-julia-luz-y-sombra.htmlJulia habia vuelto a dormitar frente al televisor. Abrio los ojos, presa de la angustia. El corazon le latia al punto en que, creia, iba a salirsele por la boca. Apago el aparato y, luego, sentada, intento reflexionar, mas tranquila, sobre aquella pesadilla que tanto la asustaba en la infancia y que ahora venia a su mente una vez mas. La habia olvidado, como si aquello no hubiera pasado jamas. Se encamino a la cocina con la voz de su madre taladrandole la cabeza. Las horribles palabras seguian muy frescas en la memoria, pese a los anos, retumbando como rugidos de feroces tambores. Bebio una infusion de romero, acompasadamente, rebobinandolo todo como en una videocinta. La sucesion de imagenes comenzaba con una vision borrosa de si misma, a los 5 anos. Podia sentir, sobre su piel, la textura del terciopelo de su vestido carmesi. Sabia que estaba en la casa de sus padres, reconocia los pasillos angostos y los cuadros, con marcos dorados, que resguardaban las fotografias de sus ancestros, colgados en las paredes rojas, decoradas con la escarcha plateada y los focos navidenos que se encendian y se apagaban ritmicamente. Las sensaciones parecian volverse mas reales mientras avanzaba. En el sueno sus piernas no eran lo suficientemente largas como para alcanzar a tocar el suelo. Parecia que unas alas la llevaran de un lugar a otro sin que pudiese resistirse. Al final del pasillo se encontro con una escena familiar: sus primos, sentados todos en circulo sobre la alfombra mientras prestaban atencion al sonido del fuego en la chimenea, al consumirse las brasas. Era el Dia de los Santos Inocentes, que en la tradicion popular se usaba para hacer bromas a la gente, desde las mas ligeras hasta las mas pesadas, llamando a los que caian o creian en ellas "inocentes palomitas", por la facilidad con que se lograba enganarlos, tal como se haria con un nino. En la tradicion judeocristiana el significado era profundo; segun los relatos biblicos, fue en aquella fecha cuando el rey Herodes I, el Grande, dio la orden de acabar con todos los ninos menores de 2 anos nacidos en Belen, luego de la visita de los reyes magos de Oriente, quienes habian anunciado la llegada del Mesias, futuro rey de Israel, con el fin de que este fuera eliminado. Los chicos hablaban en voz baja sobre las travesuras o bromas que harian a las ninas para causar su espanto mientras ellas se entretenian jugando a la comidita, con sus juegos de te, o arrullando a sus munecos para que se durmieran, lideradas por Julia. Los hombres mayores, como hacian siempre, se ocupaban de los asuntos de importancia, conversando sobre economia o politica, y las mujeres se hacian cargo de los sagrados alimentos y del cuidado de los mas pequenos, como de costumbre. La pequena Julia siempre se mantenia expectante del momento en que la puerta de madera se abriera de a poco, causando ese tipico rechinido por lo vieja que era, y de los pasos imponentes de las botas de casquillo de su padre, quien llegaba a casa luego de las faenas laborales. Ella corrio hasta el umbral para recibirlo, como siempre, con los brazos abiertos y un tierno beso en la mejilla. El carino que la nina le profesaba dispersaba el cansancio del padre y en respuesta el le llamaba: "mi pequena munequita", provocando en la madre un poco de recelo porque podia notar que la nina lo preferia a el por encima de ella, quien era mas estricta y rigida en cuestiones de disciplina y limpieza. Si Julia ensuciaba el vestido, por andar trepandose a los arboles, o los zapatos de charol con el lodo, le valia un castigo como quedarse en el jardin a oscuras hasta que el padre llegara y la rescatase. Siempre que el hombre llegaba del trabajo se sentaba en el sofa, tambien de terciopelo rojo como el vestido de Julia, para fumarse un puro y descansar. Despues de un rato, Julia se acercaba a su padre como un cachorrito que busca una caricia muy lentamente y el la sentaba en sus piernas para contarle alguna historia, dispersando sus temores hacia la oscuridad. Asi hacia siempre, como esa tarde en que cayo aguanieve por primera vez en el pueblo. La nina comenzo a arrullar a su muneca favorita, a quien habia nombrado como ella misma, usando un tono armonico y melodioso, de modo que todos los que estaban en la morada, tanto los primos, los hombres en la sala y las mujeres en la cocina, podian escucharle. De un momento a otro, la casa quedo en fatidico silencio, primero violento y luego se torno incomoda incertidumbre. La madre dejo que las demas mujeres terminaran con los bunuelos para ir a ver lo que habia sucedido; encontro los rostros desencajados de hombres y ninos como estatuas de piedra, clavando la mirada en la pequena muneca, fragil y desgarbada, que miraba al vacio, rigidamente sentada en las piernas del padre, quien tenia la apariencia de un gran muneco de trapo. Se acerco para cargar a la nina diciendole que debia dejar que su padre descansara, creyendo que se habia quedado dormido, y pudo sentir que un escalofrio recorria todo su cuerpo. Su esposo tenia los labios y los parpados amoratados; el corazon se le habia detenido como las manecillas de un reloj descompuesto, arrancandole la vida de un suspiro. Julia lanzo un grito estridente entonces, un grito de verdadero terror que retumbo en los oidos de la madre por muchos, muchos anos... Desde ese momento se obsesiono por la fatalidad. No habia vuelto a tener aquel sueno desde que se caso con Rafael de la Garza. El inmenso amor que el le profesaba tuvo el poder de borrar el horror, aunque de vez en cuando alguna noticia desgraciada, evento tragico o accidente, recrudecia el trauma alimentando sus miedos irracionales. Rafael le devolvio la seguridad; su carrera y su exito profesional aseguraban el futuro de ella y del nuevo integrante de la familia que venia en camino. La vida no podria ser mas que perfecta en aquella casa residencial donde vivia entre el ensueno y las fantasias; no obstante, pese a las comodidades que representaba la vida con aquel hombre, sentia que habia una presencia que acechaba constantemente su porvenir. Lo peor que podia pasarle a una mujer que ha encontrado al hombre perfecto es que la madre de ese hombre la odie y la desprecie como si se tratara de una enemiga a vencer. Era muy dificil vivir asi, reconocia Julia, quien recordaba lo mucho que a su suegra le habia costado aparentar alegria por las buenas nuevas. Parecia que dona Elena de la Garza, lamentara el hecho en vez de alegrarse, pues cuando Rafael le anuncio la noticia, sus labios maduros enmarcaron una sonrisa que parecia mas bien una torcida mueca. La llegada de un bebe dificultaba sus planes, pues le obsesionaba la idea de cumplir con la promesa que le habia hecho a su marido en el lecho de muerte, quien no aprobaba a otra mujer para esposa de Rafael que no fuera Lorena Betancourt, amor de la infancia de su hijo; ademas, estaba de por medio aquel asunto de la herencia... La idea de cumplir cabalmente con la voluntad del muerto le obsesionaba porque estaba segura de que, si no cumplia al pie de la letra con sus especificaciones, el espectro de don Rafael no hallaria descanso eterno, y es que estaba segurisima porque se lo habia dicho Romula: que los ruidos de cadena arrastrandose, que alguna vez habia oido en su casa, eran la prueba fehaciente de que el marido no se encontraba muy contento... Julia recordaba bien la discusion que habia tenido con la suegra durante aquella cena en que se anuncio la noticia, una vez que su esposo, Rafael, las dejo a solas en el comedor con el pretexto de ir por las copas con las que se celebraba en las ocasiones especiales; este habia tardado mas de lo debido con intencion de que ambas mujeres pudieran conversar y limar algunas asperezas, pero dona Elena se habia mantenido en una actitud mustia, diciendole a Julia que el estofado que habia preparado tenia mucha sal, haciendola sentir mal, como era su costumbre, con sus comentarios desafortunados que siempre desvalorizaban los esfuerzos de ella. Era importante para Julia llevar una relacion cordial con dona Elena de la Garza, pero esta era una mujer fria, dura y amargada, de pocas pero letales palabras. --?No esta contenta por la llegada de su nieto? --la pregunta de la nuera la tomo por sorpresa. --No entiendo que me quieres decir --se hizo la desentendida, Julia era suspicaz y perceptiva. Notaba que la mujer no se sentia comoda ante su presencia y que la noticia del embarazo parecia no haberle caido muy bien, tal como su estofado. --?Que es lo que pretendes? --pregunto la mujer madura, mirandola con recelo. --No parece muy contenta con la noticia... --insistio. --Deberias andarte con cuidado, querida. Los terrenos en los que ahora andas pueden ser muy escabrosos --advirtio dona Elena mientras se limpiaba la boca con la servilleta, manteniendo las buenas maneras. --?Que quiere decir con eso exactamente? --Tu sabras... te recomiendo que no andes tentando al Demonio porque se te puede aparecer --advirtio la suegra con un sutil sarcasmo. --Ah, ya entiendo... --Mira, Julia, ahorremonos los rodeos. Yo nunca estuve de acuerdo en el matrimonio entre mi hijo y tu --dijo la suegra, finalmente, como si por fin hubiera logrado lanzar un eructo despues de haberse tragado el estofado, el cual le habia caido como bomba. --Por eso es incapaz de alegrarse... --murmuro Julia, acariciandose el vientre. Las palabras de la suegra, que hablaba con frialdad y dureza, le dolian tal como si fueran espinas que le enterrara en el corazon. --Las mujeres como tu --continuo la suegra--, con apariencia de no romper ni un plato ni de matar una mosca son de la peor calana. Te gusta hacerte la buena y santa ante los ojos de mi hijo, pero estoy segura que el nino que esperas no es de Rafael. No, si a mi no me enganas, chulita. A el lo podras hacer pendejo, pero yo conozco muy bien a las de tu clase --senalo con seguridad. "Pinche vieja fantasiosa", penso Julia, riendo para sus adentros. --?Como puede pensar esas cosas? --pregunto incredula--. Tiene usted una imaginacion desbordada. ?No sera que esta celosa? --indago con actitud temeraria. --?Que me quieres decir? --Usted me hace pensar cosas horribles... --admitio Julia. --!Oh, por Dios! La mujer adivino lo que su nuera queria decir entre lineas. Se levanto de la silla en senal de indignacion. En esos momentos queria arruinarle la carita de muneca con sus unas afiladas. No toleraba que quisiera hacerse "la muy digna", pero se contuvo porque estaba embarazada. El regreso oportuno de Rafael reestablecio el ambiente de cordialidad entre ambas, pero Julia habia comprobado lo que intuia desde tiempo atras: su suegra era una mujer con la que debia andarse con cuidado. No necesitaba estar cerca para generar tension; bastaba que se le metiera una idea en la cabeza y usara su poder de manipulacion para que Rafael le diera por su lado, asi sucederia unas semanas despues de aquella cena, convenceria a su hijo de no apoyar la decision de Julia de trabajar despues del nacimiento de Javier, ignorando sus deseos de realizacion profesional.
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Mia por esta noche de J. S. Scott
https://gigalibros.com/mia-por-esta-noche.htmlSimon Hudson permanecia de pie en silencio en la penumbra del opulento vestibulo, las manos en los bolsillos de sus pantalones y un hombro apoyado contra el marco de una gran ventana que miraba a la calle. Todo su cuerpo estaba en tension; sus oscuros ojos castano examinaban la acera con la intensidad y atencion absolutas de un loco. <>. Sabia que Kara trabajaba aquella noche. Las dos noches anteriores habia llamado para decir que estaba enferma, pero habia vuelto a trabajar en Helen's Place, sirviendo mesas en el turno de tarde. Lo habia comprobado. Su madre era la duena del pequeno restaurante donde trabajaba Kara y por lo general era bastante comunicativa cuando Simon queria informacion, pero el era cuidadoso. De lo contrario, su unica progenitora lo acosaria para averiguar por que queria informacion sobre Kara. Su madre, maravillosa pero curiosa, seria como un sabueso tras un rastro si pensara que el interes de Simon era cualquier cosa menos informal. Su madre lo incordiaria hasta el aburrimiento porque querria saber exactamente que intenciones tenia con Kara. Simon fruncio el ceno. Como si tuviera intenciones de ninguna clase. Tenia fantasias y todas ellas incluian a Kara abierta de piernas en su cama, gritando su nombre mientras el hacia que se corriera una y otra vez. Inspiro profundamente y espiro despacio, intentando hacer que su cuerpo se relajara y diciendose que tenia que estar loco para situarse en el mismo lugar, noche tras noche, por una mujer que no le habian presentado oficialmente. Pero ahi estaba... otra vez, dandole la espalda al portero curioso, mirando por la ventana como un acosador desequilibrado, esperando para ver un momento a Kara Foster. Algo en aquella mujer sacaba a relucir unos instintos extranos, territoriales y protectores que hacian que permaneciera ahi, vigilando, esperando a que pasara por su bloque de apartamentos de camino a su casa despues del trabajo. Y entonces, cuando la vio, hizo lo mismo de siempre: la siguio a cierta distancia, intentando no alarmarla, y espero a que entrara en su apartamento a salvo antes de dar media vuelta y volver a casa andando. No hablaba con ella ni se acercaba a ella siquiera. Nunca lo hacia. No es que no quisiera hacerlo, pero Kara iba a la Escuela de Enfermeria y trabajaba a jornada completa en el restaurante de su madre. Segun ella, Kara se negaba vehementemente a tener citas porque no tenia ni tiempo ni energia para invertir en una relacion. Probablemente tenia razon con respecto a eso. Estaba loca; no dormia bastante ni comia lo suficiente. No tenia a nadie que se preocupara por ella excepto a la madre de Simon... y a el mismo. <
>. El problema es que el no era un familiar y sus sentimientos distaban mucho de ser fraternales. <>. Simon tuvo que contener un grunido de frustracion al pensar en la primera vez que vio a Kara, los ojos azules chispeantes de humor, rizos negros de pelo sedoso saliendo de su perenne cola de caballo y su cuerpo ligero moviendose con gracia de una mesa a otra en el restaurante de su madre. A la edad de veintiocho anos, aun conservaba ese aspecto de inocencia y vulnerabilidad que tenia a Simon atrapado en su red inintencionada. Estaba prisionero en ella desde entonces. Su madre hablaba de Kara como si fuera su hija, y Simon sabia que a Kara y su madre las unia un vinculo especial: uno que no se debia a la sangre, sino a una amistad especial. < >. Torciendo los labios ligeramente, Simon esperaba que su madre nunca pretendiese que fuera como un hermano para ella. Eso no iba a ocurrir. Se le ponia dura como una piedra cada vez que la veia. ?Que demonios tenia esa mujer en particular que lo ponia tan tenso y nervioso? Simon se habia follado a mujeres que eran mas atractivas y sofisticadas; ni una sola le habia causado la mas minima emocion. Era un solitario; preferia pasar su tiempo con el ordenador en lugar de asistir a eventos sociales, pero a veces necesitaba la compania de una mujer para aliviar sus necesidades fisicas. De cuando en cuando, tomarselo por su propia mano no era suficiente. Simon tenia ciertas conocidas para esas ocasiones, mujeres que le daban el control que necesitaba y que tenia que tener en la habitacion, sin demasiadas exigencias ni preguntas. <>. Hizo una mueca sin dejar de mirar a la calle, se metio las manos hasta el fondo de los bolsillos y ajusto su postura para dar descanso a sus hombros apoyando la cadera contra la pared. < >. Casi gruno ante la idea de otro hombre le pusiera las manos encima al delicioso cuerpo de Kara. Simon lucho contra un instinto meramente salvaje que desperto en el ante la idea de otro hombre tocando a su mujer. < >. Por una vez en su vida, Simon deseo parecerse mas a su hermano mayor, Sam, la otra mitad de Hudson Corporation. Sam no tendria problema en pedirle algo a Kara. Encantar, conquistar y abandonar siempre habia sido el estilo de su hermano y Sam ni siquiera se habria planteado la posibilidad de que lo rechazaran. Probablemente porque nunca fallaba. Su unico hermano cambiaba de mujer como alguien con catarro cambia de panuelo. Sam habria derribado las defensas de Kara, la habria encantado para que se bajase las bragas y despues la habria dejado tirada para pasar a su siguiente conquista. < >. Simon sacudio la cabeza, sorprendido ante su comportamiento. Si, le gustaba el control; de hecho, lo necesitaba, pero nunca habia deseado a ninguna mujer en particular. Ahora, apenas podia pensar en otra cosa que la bonita camarera que habia captado su atencion hacia un ano. < >. Simon fruncio el ceno ante aquel pensamiento. <>. Su hermano Sam era el rostro de la compania, el comercial. Simon era un genio de los ordenadores, y estaba encantado de permanecer de fondo. ?Que sabia el sobre seducir a una mujer? Nunca habia necesitado persuadir a ninguna mujer para llevarla a la cama. Las mujeres que se follaba solo estaban con el por interes. Se le conocia por ser un amante generoso. No era tan estupido como para creer que sentian algo por el. Eso lo entendia y podia aceptarlo. < >. ?Bastaria con eso? ?Podria librarse realmente de su fijacion por aquella mujer si encontrara la manera de acostarse con ella? <>. Su preocupacion irracional por Kara habia empeorado cada vez mas a lo largo del ultimo ano, haciendo que no desease a ninguna mujer excepto a ella. No habia tocado a nadie excepto a si mismo en mas de un ano, y la verdad es que necesitaba quitarse esa comezon. Y sin embargo... no podia. Si intentaba entrar en accion, hacer algo para llamar a otra mujer, veia la cara bonita de Kara y colgaba el telefono. < >. Simon observo una figura que se acercaba, a punto de descartar mentalmente a la mujer de cabello oscuro vestida con una minifalda negra de cuero y un sueter rojo vivo. Nunca habia visto a Kara vestida con nada excepto pantalones y una camiseta con el logotipo del restaurante, el uniforme casual estandar del restaurante de su madre. Volvio a mirarla sorprendido mientras se aproximaba y se quedo boquiabierto cuando le vio el rostro. -
Hambrienta de Alissa Bronte
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Te querre eternamente de Priscila Serrano
https://gigalibros.com/te-querre-eternamente.htmlLucia y Sergio eran tal para cual, la pareja perfecta a la que todos envidiaban. Hasta que un dia, la vida de ambos da un giro inesperado y Sergio se ve obligado a dejar sus sentimientos atras y marcharse. Los kilometros que los separaban eran demasiados y las largas horas de charla entre ellos, pasaron a convertirse en silencios en cuestion de dias.
Los dias se convirtieron en anos y sus vidas continuaron en paralelo. Sergio se convirtio en el empresario mas importante de Alemania y a Lucia no le quedo otra opcion que olvidarle y rehacer su vida. Una vida sin el. Aunque ?hasta que punto habia conseguido olvidarle? ?Que pasara cuando el destino decida unirlos de nuevo? -
El secreto de las hermanas Blackwood de Ellen Marie Wiseman
https://gigalibros.com/el-secreto-de-las-hermanas-blackwood.htmlL CAPITULO 1 LILLY Julio de 1931 Blackwood Manor Horse Farm Debbin's Comer, Nueva York ILLY BLACKWOOD, DE NUEVE ANOS, SE PLANTO EN LA buhardilla del atico de Blackwood Manor por milesima vez, deseando que la ventana se abriera y poder asi oler el aire fresco. Al dia siguiente seria su cumpleanos y no podia pensar en un regalo mejor que aquel. Seguramente, papa le traeria un vestido nuevo y otro libro cuando volviera de Pensilvania, pero habia estado lloviendo y queria saber si afuera se estaba igual que adentro. Se pregunto si las gotas de lluvia habrian impregnado el ambiente de suavidad y frescura, como le pasaba al agua cuando se daba un bano de esponja. ?O afuera tambien estaria el aire caliente y pegajoso como el de su cuarto? Le habia pedido cientos de veces a mama que cambiara la ventana por otra que pudiera abrir, y quitar aquella reja enroscada para poder ver mejor, pero mama, como de costumbre, nunca la escuchaba. Si mama supiera que papa la dejaba jugar en la otra parte del atico cuando ella se iba a misa, papa estaria en apuros. Mas que cuando la enseno a leer; mas incluso que cuando le regalo una gata en su tercer cumpleanos. Lilly suspiro, saco el telescopio por el alfeizar, y arrimo el ojo. Por lo menos era verano y no tenia que rascar el hielo del cristal. Papa llamaba a aquella hora del dia <
>, cuando el paisaje parecia pintado unicamente con dos colores, verde y azul. La hilera de pinos al otro lado del establo, pasando por los prados donde jugaban los caballos, parecia hecha del mismo fieltro que Lilly usaba como mantas para las munecas. Las sombras, cada vez mas oscuras, estaban por todas partes. Fue deslizandose por el borde del bosque buscando al ciervo que habia visto el dia anterior. Ahi estaba el sauce torcido; la roca junto al arbusto que el invierno pasado se puso roja; el tronco quebrado junto a la valla de piedra; y ahi estaba la... Paro y volvio con el telescopio a la valla. Habia algo diferente al otro lado del bosque, cerca de las vias del tren que atravesaban el lejano prado. Aparto el telescopio del ojo, parpadeo, miro nuevamente y jadeo. Le silbo el pecho, como cada vez que se ponia nerviosa. Habia una serie de luces azules, rojas, amarillas y verdes, como las que papa colgaba en su cama en Navidades, colgando sobre una gigantesca casa de tela. Habia otras luces rodeando mas casas con forma de fantasmillas regordetes. Lilly no pudo distinguir las palabras, pero tambien habia senales con letras iluminadas por bombillas de colores. Las banderas ondeaban desde lo alto de sus postes, y una linea de luces amarillas flotaba a lo largo de las vias del ferrocarril. Parecian las ventanas de un tren que estuviera detenido. Uno de los largos. Lilly dejo el telescopio, espero a que sus pulmones dejaran de silbar, fue a la estanteria y cogio su libro ilustrado favorito. Paso las paginas hasta encontrar lo que estaba buscando --un colorido dibujo de una tienda a rayas rodeada de vagones, caballos, elefantes y payasos--. Se apresuro de vuelta a la ventana para comparar la forma de la tienda del libro con la casa brillante del otro lado del bosque. Estaba en lo cierto. Era un circo. Y podia verlo. Normalmente, las unicas cosas que podia ver a traves de su ventana eran caballos y pastizales, y a papa trabajando junto a su ayudante junto a las vallas blancas, o el establo amarillo de los caballos. A veces, mama paseaba cruzando los pastos hasta el establo, con su larga melena rubia arrastrandose tras ella como un velo. Otras veces, los camiones paraban a la entrada del establo y el ayudante de papa subia y bajaba los caballos de los remolques o descargaba sacos y balas de heno. Una vez, dos hombres vestidos con ropas anchas --papa los llamo gandules-- se encaminaron hacia la entrada, donde el ayudante de papa salio a recibirlos con la escopeta. Cuando Lilly tenia suerte, podia ver a los ciervos asomando por el bosque, o a los mapaches corriendo a lo largo de la valla en direccion al cobertizo, o el tren acercandose por las vias. Y si pegaba la oreja a la ventana, el ruido de la maquinaria del tren o el pitido del silbido llegaban hasta ella atravesando el cristal. Pero ahora habia un circo ahi fuera, al otro lado de la ventana. !Un circo de verdad, en ese mismo instante! Por primera vez en su vida, estaba viendo algo diferente y lo estaba viendo en vivo, no en un libro ilustrado. Se puso muy contenta, pero al mismo tiempo, tambien se puso triste. Si no se hubiera pasado la tarde leyendo, habria podido ver como descargaban las cosas del circo en la parada del tren; podria haber visto como traian las tiendas; podria haber visto los elefantes, las cebras y los payasos. Ahora estaba demasiado oscuro para ver nada salvo las luces. Dejo el libro y conto los travesanos de la ventana. A veces contar la hacia sentirse mejor. Uno, dos, tres, cuatro, cinco. Nada. No funcionaba. No podia dejar de pensar en lo que se habia perdido. Apreto la oreja contra el cristal. A lo mejor podia oir los gritos del director o la musica del circo. Pero lo unico que oyo fue el pitido de su pecho y los latidos acelerados del corazon. En el alfeizar de la ventana, su gata, Abby, se desperto y parpadeo con somnolencia. Rodeo con el brazo al atigrado felino anaranjado, atrayendola hacia si, y hundiendo su nariz en el suave pelaje del animal. Abby era su mejor amiga y la gata mas lista del mundo. Podia apoyarse en sus patitas traseras para dar besitos y levantar la zarpita para tocarla y llamar su atencion. Incluso podia saltar a la cama de Lilly o bajarse de ella cuando se lo pedias. --Apuesto a que mama ira al circo --dijo Lilly-- porque la gente no le tiene miedo, asi que ella no tiene por que preocuparse de eso. La gata ronroneo. ?Como sera el hombre elefante?, se pregunto Lilly. ?Que se sentira al tocarle la piel arrugada y quedarte mirando esos ojos marrones y grandotes? ?Y montar en el caballo rosa y blanco de un carrusel? ?Como sera? ?O caminar entre la gente, comer cacahuetes y algodon de azucar? ?Y ver un espectaculo de leones autentico, en vivo y en directo? Habia noches en las que, tras apagar las luces y acurrucarse en la cama, los pensamientos salian de su mente abandonando la habitacion, corriendo escaleras abajo. Habia leido bastantes libros como para saber que la casa tenia mas de una planta, y se imaginaba a si misma escabullendose por el atico, encontrando una escalera, abriendose paso por las plantas inferiores de Blackwood Manor, y saliendo por la puerta principal. Se imagino alli fuera, con los pies sobre la tierra, respirando profundamente, oliendo a algo mas que madera vieja, telaranas y polvo caliente, para variar. Durante las visitas semanales de papa, uno de sus juegos favoritos consistia en adivinar a que olia su ropa. A veces olia a caballos y heno; otras veces a betun o humo, pan horneado o... ?Como se llamaba esa cosa que se suponia que era una mezcla de limones y cedro? ?Colonia? Bueno, fuera lo que fuese, olia bien. Papa le habia hablado mucho del mundo exterior. Tambien sabia como era por lo que habia leido en los libros, pero no tenia ni idea de lo que era sentir la hierba entre los dedos, ni como era el tacto de una corteza. Sabia que las flores eran aromaticas porque su padre le traia un ramillete cada primavera, pero se moria por pasear a traves de un campo de margaritas y dientes de leon y poder sentir la tierra y el rocio en los pies descalzos. Queria oir a los pajaros cantando y escuchar el viento. Queria sentir la brisa y el sol sobre su piel. Habia leido todo lo que se podia leer sobre plantas y animales, podia recitar el nombre de cada uno de ellos si era necesario, pero al margen de Abby y el raton que habia visto correr por el zocalo aquel invierno, jamas habia visto ningun otro animal de cerca. Su otro juego favorito era escoger un lugar en el atlas y leer todo lo que pudiera sobre el para, seguidamente, planear un viaje hasta quedarse dormida, decidiendo que hacer y donde ir cuando estuviera alli. Su lugar favorito era Africa, donde se imaginaba corriendo con los leones, los elefantes y las jirafas. A veces imaginaba que rompia la ventana de la buhardilla, se arrastraba hasta el tejado y se deslizaba hacia abajo por un lateral de la casa, escapando furtivamente hasta el establo para ver los caballos. Y es que por todo lo que habia visto y leido, eran sus animales favoritos, aparte de los gatos, por supuesto. No es solo porque fueran fuertes y hermosos, sino porque podian tirar de remolques, trineos y arados. Dejaban que la gente los montase y podian encontrar el camino de regreso a casa si se perdian. Papa decia que los caballos de Blackwood Manor estaban demasiado alejados de la ventana del atico, asi que Lilly los bautizo con nombres de su propia invencion: Gypsy, Eagle, Cinnamon, Magic, Chester, Samantha, Molly y Candy. Como le habria gustado acercarse a ellos, acariciarles las crines y cabalgar sobre sus lomos por los prados. Si esos estupidos barrotes de la ventana que mama decia que eran por su propio bien no estuvieran ahi... Entonces recordo la advertencia maternal, y sus suenos se convirtieron en pesadillas. --Esos barrotes son para protegerte --le habia dicho su madre en mas de una ocasion--. Si alguien se atreviera a entrar y te viera se asustaria, y trataria de hacerte dano. Cuando Lilly le pregunto por que tendrian que tener miedo de ella, mama le dijo que era porque era un monstruo, una abominacion. Lilly no sabia lo que era una abominacion, pero sonaba mal. Bajo los hombros y suspiro en mitad de la quietud de su habitacion. No habria circo para ella. Ni ahora ni nunca. Jamas podria salir del atico. El unico modo en el que podria ver el mundo seria a traves de los libros. Papa decia que afuera el mundo tampoco es que fuera una maravilla, como ella creia, y que debia estar agradecida y feliz por tener una cama caliente y comida que echarse a la boca. Habia mucha gente que no tenia casa ni trabajo, y tenian que hacer cola para que les dieran un trozo de pan y algo de sopa. Le conto algo sobre bancos y dinero, y no se que crisis financiera, pero ella no entendio ni jota. Y tampoco la hizo sentir mejor, la verdad. Rodeo a Abby entre sus brazos y se sento en la cama de hierro que habia medio escondida debajo de un rincon de papel pintado de un cielo azul redondeado. La lampara de su mesilla de noche proyectaba sombras alargadas sobre el suelo de madera, lo cual significaba que pronto oscureceria y seria hora de apagar la luz. No queria olvidarse de apagarla. De lo contrario, tendria que aguantar las monsergas de mama, siempre con la misma cantinela. Le habia dicho mas de cien veces que si alguien veia luz en su habitacion y la descubria alli se la llevarian lejos y nunca mas volveria a verlos. Pero la semana anterior hubo una noche que se olvido de hacerlo porque habia empezado a leer un libro nuevo y se habia quedado durmiendo. Dejo a la gata en la cama y examino las cicatrices de sus dedos. Papa tenia razon, la locion estaba surtiendo efecto. !Pero hay que ver como quemaba la llama de la lampara de mama! --La letra con sangre entra --habia dicho mama. Lilly estuvo a punto de preguntarle si la Biblia decia algo sobre aquello de la letra con sangre entra, pero al final no se atrevio. Se suponia que debia saber lo que decia la Biblia. --Me pregunto que haria mama si supiera que me paso el dia leyendo los libros de papa en lugar de esa vieja Biblia --le dijo a Abby. La gata restrego el hocico contra el brazo de Lilly. Despues se hizo un ovillo y se volvio a dormir. Cogio la Biblia de la mesilla de noche --no se habria atrevido a ponerla en ningun otro lugar --, movio el punto de lectura hasta situarlo unas cuantas paginas mas adelante, y volvio a dejarla en el mismo sitio. Mama solia revisar cuanto avanzaba la lectura, y si el marcapaginas no se movia, empezaban los problemas. De acuerdo a su madre, la Sagrada Biblia y el crucifijo que habia colgado en la pared sobre su cama eran las dos unicas cosas que necesitaba para ser feliz. El resto de cosas que habia en la habitacion eran cosa de papa: la mesa de mimbre para las fiestas de te, con tapete de encaje, su bandeja de plata y sus tazas de porcelana, la mecedora a juego y el osito de peluche que habia sentado en el taburete acolchado de color azul junto al armario; la casa de munecas con los muebles en miniatura y sus munequitas; la maqueta de la granja de animales asomando desde la balda superior de la biblioteca, con aquellas caras que parecia que se iban a poner a cantar de un momento a otro; tres munecas de porcelana con vestidos de encaje en un cochecito de bebes, de esas que tenian ojos que se abrian y se cerraban. Y, por supuesto, la biblioteca llena de libros. Hubo un tiempo en que parecia que no habia cosa en el mundo que papa no fuera capaz de darle, hasta que leyo Blancanieves y le pidio un espejo. A veces, en mitad de la noche, cuando estaba segura de que todo el mundo estaba durmiendo y no habia mas que una oscura negrura al otro lado de la ventana, encendia la luz y estudiaba su reflejo en el cristal. Lo unico que veia era una mascara fantasmagorica y borrosa devolviendole la mirada, con los barrotes rizados serpenteando sobre su piel. Observaba aquel reflejo blanco detenidamente, se tocaba la frente, la nariz y las mejillas, intentando hallar lo grotesco, o el trozo que faltaba, pero todo parecia encajar a la perfeccion. Cuando le preguntaba a papa que habia de malo en ella, le decia que para el era muy hermosa y eso era lo unico que importaba. Pero ponia ojos comicos cuando lo decia, asi que no creia que dijera la verdad. Pobre de el si mama llegaba a enterarse alguna vez, porque su madre siempre decia que mentir era pecado. Por suerte para el, ella nunca le delataria. Papa le habia ensenado a leer y escribir, a hacer sumas y restas. Fue el quien decoro las paredes de su habitacion con el papel pintado rosa, y era el quien le traia vestidos y zapatos cuando los que tenia se le quedaban pequenos. Traia comida para Abby y dejaba que Lilly fuera a la otra parte del atico para que pudiera estirar las piernas. Una vez, hasta trajo un fonografo para ensenarle a bailar el charleston y el tango, pero ella se ahogo de cansancio y tuvieron que parar. Le encantaba la musica. Le suplico que dejara el fonografo en su habitacion pero tuvo que llevarselo de vuelta abajo, y es que si mama se hubiera llegado a enterar de que lo habia cogido, se habria puesto hecha una furia. -
Un asesino seducido (Atraccion peligrosa 2) de Alina Covalschi
https://gigalibros.com/un-asesino-seducido-atraccion-peligrosa-2.htmlSegunda entrega de la trepidante serie de Alina Covalschi, <
>. -
Como robar el corazon de un marques de Eleanor Rigby
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MI OSCURA IDENTIDAD de Priscila Serrano
https://gigalibros.com/mi-oscura-identidad.htmlUna historia acabada, una vida perdida y una identidad que acabaria con ella.
?Que pasaria si un dia te despiertas sin saber quien eres? ?Y si la vida que conocias no es ni la sombra de lo que creias tener? ?Como puede el diablo empujarte a los brazos de alguien que luce lo mas parecido a un angel cuando te sonrie?
Descubre la oscuridad que envuelve esta historia. -
Te odiare hasta que te quiera de Priscila Serrano
https://gigalibros.com/te-odiare-hasta-que-te-quiera.htmlLa fachada de mujer dura de Noelia deja al descubierto a alguien fragil cuando Marcos, el que fue su mejor amigo y quien desaparecio anos atras, sin explicaciones, vuelve a su vida. Lo que ella pensaba que solo era un recuerdo, regresa, convirtiendo lo que en su dia fue amistad en una enorme atraccion. Pero Marcos sigue sin contarle la verdad sobre su marcha.
?Que y por que lo oculta? ?Cual es su miedo? ?Que lo odie y la pierda de nuevo?
El tendra las respuestas a todas estas preguntas cuando decida contarle la verdad. -
Asfixia de Raul Garbantes
https://gigalibros.com/asfixia.html -
Necesito que me odies de Josh Alfredo
https://gigalibros.com/necesito-que-me-odies.htmlMe detengo en la casa y respiro hondo. Se ve exactamente igual que en las imagenes, un edificio cuadrado gris. Nada de eso es atractivo, pero esto es lo mejor que pude encontrar. Tampoco queria juzgar un libro por su portada, o en este escenario el edificio por su exterior. No fui aceptado en mi primera preferencia universitaria, ni en la segunda, ni siquiera en la tercera. Se que tiene todo que ver con mis bajas calificaciones y la falta de asistencia. La unica universidad que me dio una oferta fue Westshore, mi cuarta y ultima preferencia. Son dos horas de mi ciudad natal. No es que sea estupido o no pueda lograr mejores resultados. Fui el mejor estudiante de mi clase antes de que el universo decidiera arruinarme. Despues de eso, no me importo. Fue mi padre quien me convencio de salir de la ciudad y comenzar de nuevo. Es mas facil decirlo que hacerlo. Los dos sabiamos que, si me quedaba en esa ciudad, nunca dejaria de culparme por la muerte de mi madre. Es como si los ultimos dos anos de mi vida fueran borrosos. Hago todo lo posible para bloquear los recuerdos dolorosos, pero todavia me encuentro llorando en silencio en mi almohada de vez en cuando. La extrano mucho. La universidad comienza el lunes y solo decidi que iba a asistir hace una semana. No pude conseguir un dormitorio en tan poco tiempo; Estaban todos llenos. Tampoco me puedo permitir alquilar un departamento por mi cuenta, asi que me encontre mirando anuncios en la pagina de Facebook de la universidad. Me acerco a la puerta principal, todavia no llevo mis maletas por si esta es la casa equivocada, pero estoy seguro de que no lo es. Una pequena nina de cabello castano abre la puerta y recuerdo que se llama Olivia. Hemos estado hablando sobre mensajes de texto durante unos dias y es bueno ponerle una cara a un nombre. Rezo para que esto no fuera una especie de casa de fraternidad. “Eres Carlotta, ?verdad?” ella pregunta con una sonrisa y me estremezco al escuchar mi nombre. No es que no me guste mi nombre completo, sino la unica persona que solia llamarme que ahora esta muerta. Entonces, supongo que se podria decir que preferiria no escucharlo. “Calla”, la corrijo y me obligo a sonreir para no parecer grosera. “Genial, llamame Liv”, dice ella. Sus rizos rebotan sobre sus hombros con cada movimiento. “?Necesitas ayuda con tus maletas?” Ella continua. Ella se ve bien. “Si, claro”, estoy de acuerdo. Por lo que me dijo por mensaje de texto, mi habitacion estaria arriba, al otro lado del pasillo. Afortunadamente, la habitacion ya esta amueblada con lo basico, como una cama y un escritorio, pero tuve que traer ropa y libros de casa que me durarian todo un ano universitario. “!Zach!” Ella llama y un chico alto y rubio aparece detras de ella. El planta un beso en su mejilla y Olivia se rie. “Este es mi novio Zach”, dice ella, y el me sonrie. “Zach, este es nuestro nuevo companero de casa, Calla. Se amable”, advierte, y lo veo poner los ojos en blanco. “Siempre soy amable, ?por quien me tomas?” Zach pregunta en broma y vuelve su atencion hacia mi. “Es un placer conocerte, Calla”, extiende una mano como un caballero. Lo tomo y el me da un ligero apreton antes de soltarlo y envolver sus brazos alrededor de Olivia. Olivia y Zach parecen una linda pareja y, por alguna razon, mis pensamientos parecen correr hacia Asher. Mi ex novio, que tambien asiste a la misma universidad que yo este ano. Rompimos hace unos meses. Queria ser despreocupado y soltero para la universidad. No lo culpo, pero todavia hay una parte de mi que desea que las cosas fueran diferentes. El es una de las pocas personas que estuvieron alli para mi a traves de la muerte de mi madre. Tal vez eso fue una gran parte de por que nos separamos. Empuje a todos lejos. Queria estar solo, todo el tiempo. Como que de alguna manera eso arreglaria todo. Sabia que me estaba castigando, pero eso de alguna manera me hizo sentir mejor. Entro con una caja en los brazos y miro a mi alrededor. Los suelos son de madera y frio. Al instante me encuentro esperando que este lugar tenga calefaccion. El unico compromiso con la comodidad es la vieja alfombra peluda en la sala de estar y eso tambien ha visto dias mejores. Sin embargo, para mi sorpresa, de alguna manera parece hogareno. “?Son solo ustedes dos? ?El anuncio decia tres companeros de casa?” Pregunto, por pura curiosidad. “Tambien esta Ace. El no estara aqui hasta el lunes”, dice ella. “Por lo general se mantiene solo, su habitacion esta aqui abajo”, senala a la puerta en la esquina lejos de todo. “Estoy tan contento de que estes aqui, no me podria imaginar vivir solo con ninos”. Liv arrugo la nariz con disgusto y solte una pequena carcajada. Despues de que me ayudan a llevar mis cosas a mi habitacion, me dan una llave de la casa y me explican algunas cosas. Compartire un bano con ellos, esta frente a mi habitacion. Puedo traer a cualquiera mientras no sean chicos del Ashworth Collage, aparentemente, son el enemigo. No entiendo, pero estoy de acuerdo de todos modos, porque de todos modos no voy a traer a ningun tipo aqui. Eso definitivamente no esta en mi lista de tareas pendientes. Liv se va para dejarme acomodarme y dice si necesito algo para hacerle saber. Puedo decir que nos llevaremos bien y espero que todos por aqui sean tan amables como ella. Mi habitacion es mucho mas grande de lo que esperaba y me alegro de haber encontrado este lugar. Mis companeros de casa parecen normales e incluso podria hacer buenos amigos aqui. Desempaco mi ropa colocando lo que necesita colgar en el armario y el resto en la comoda pequena. Coloco mis libros en el suelo cerca del pequeno escritorio y suspiro. No se como seria la universidad y eso me pone un poco nervioso. Echo un vistazo por la ventana y me pregunto de quien era esta casa y por que querrian alquilarla a estudiantes universitarios. La vista desde mi habitacion es algo magica, siempre me encanto el otono y esa fue una de las pocas cosas que aun no ha cambiado. El aire es fresco, justo como me gusta, pero los arboles estan en llamas. Sonrio ante el infierno cerca de mi ventana y recuerdo como mi madre siempre me reganaba por traer hojas a la casa. Haria cualquier cosa por volver a escuchar su voz y verla. Ella no merecia lo que le sucedio y todo fue mi culpa.
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La mecedora. Lo que no sabes te salvara de Anna Hernandez
https://gigalibros.com/la-mecedora-lo-que-no-sabes-te-salvara.htmlUn asesino invisible. Dos policias. Un angustioso triangulo del que no pueden escapar. La cuenta atras empieza con un secuestro. La tragedia se esconde en una casa perdida en los bosques suecos de Kalvtrask.
La vida de Nils Akerman, inspector de policia en Ostersund, Suecia, queda en suspenso el dia que desaparece su hijo Axel, de tres anos. El pequeno estaba a cargo de Elena Rius, una inspectora de policia espanola, amiga de la familia, que pasaba sus vacaciones con ellos. Mykola Solonenko no sabe quien es, pero debe raptarla para llevarse al nino. -
Pagar por los pecados de Carolina Ortigosa
https://gigalibros.com/pagar-por-los-pecados.htmlEva Abrams es una joven estudiante que vive en un barrio tranquilo de Wisconsin, y toda su existencia esta condicionada por las creencias de su religiosa familia.
Aunque a pesar de todo, su fe no es lo que se dice... ciega.
Hasta ahora, casi lo unico que le ha importado es sacar buenas notas y marcharse a la universidad, lejos de un padre controlador con poca tolerancia hacia el fracaso.
Eva hace lo posible por estar a la altura, sin embargo, cuando descubre que esos principios se incumplen a la ligera, todo cambia. Si antes las cosas eran dificiles, se volveran imposibles en su hogar; y, fuera de el, tambien hay peligros acechando. Sera toda una sorpresa para Eva descubrir lo que ocultan en su interior personas muy cercanas.
Se dice que las tragedias nunca vienen solas, y parece que un pecado trae consigo otro. -
De Las Vegas a la luna de Miriam Meza
https://gigalibros.com/de-las-vegas-a-la-luna.htmlCuando creimos haber dejado a Murphy atras, el regresa para burlarse de nosotros. Porque las visitas sorpresa de la suegra, la tension en el trabajo y el resto de cosas saliendo mal tienen que ser obra suya. O tal vez no.
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El refugio de Mick Kitson
https://gigalibros.com/el-refugio.htmlSal ha estado planeando la fuga durante casi un ano. Ha leido una guia de supervivencia de cabo a rabo y ha mirado un monton de videos de YouTube. Ha sustraido un mapa de la agencia cartografica nacional. Ha robado varias tarjetas de credito y ha comprado una brujula, un cuchillo de montana, un par de impermeables y un kit de primeros auxilios. Y ahora esta preparada. Sabe muchas cosas: como construir un refugio y encender un fuego, como calcular distancias, como cazar conejos y disparar una pistola de aire comprimido. Pero sobre todo, sabe como proteger a su hermana de diez anos, Peppa.
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La Metamorfosis de Franz Kafka
https://gigalibros.com/la-metamorfosis.htmlLa metamorfosis relata la peripecia subterranea y literal de Gregor Samsa, un viajante de comercio que <
>. En pocos libros de Kafka queda tan explicito y tan nitido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia, sumido en la mas absoluta incomunicacion, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado inexorablemente a la muerte. Otros escritos de Kafka desarrollan rigurosas variaciones paralelas, desmenuzan inexorables pesadillas, asignan obsesiones enigmaticas a personajes desorientados y vencidos, pero tal vez sea La metamorfosis la narracion que mejor expresa al < >. De ahi que merezca la calificacion unanime de obra perfecta y obra maestra, un texto decididamente superior en el panorama de la literatura universal del siglo XX. -
Mi ano de descanso y relajacion de Ottessa Moshfegh
https://gigalibros.com/mi-ano-de-descanso-y-relajacion.html<
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Kirkus En Mi ano de descanso y relajacion, Ottessa Moshfegh hace de Manhattan el epicentro de una civilizacion, la del ano 2000, dominada por la apatia. Como una oscura bella durmiente, la narradora de esta novela decide encerrarse durante un ano en su piso de una de las zonas mas exclusivas de Nueva York, asistida por una herencia ingente y por una gran cantidad de farmacos, para dedicarse a dormir y ver peliculas de Whoopi Goldberg y Harrison Ford. -
Como te veo yo, Abril Camino de Abril Camino
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Domina, L.S. Hilton de L.s. Hilton
https://gigalibros.com/domina-l-s-hilton.htmlSegundo volumen de la trilogia que ha estado en boca de miles de lectores en todo el mundo.EL PASADO DE JUDITH RASHLEIG LA PERSIGUE DE NUEVO. UN JUEGO FRENETICO EN EL QUE, AHORA, SI NO GANA, MUERE.
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Tu te vas, tu te quedas, M. J. Arlidge de M. J. Arlidge
https://gigalibros.com/tu-te-vas-tu-te-quedas-m-j-arlidge.htmlDos opciones.
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Durmiendo en el fuego de Benjamin Ruiz
https://gigalibros.com/durmiendo-en-el-fuego.htmlEn “Durmiendo en el fuego” la historia parte de un momento distinto al que dejamos: el dia anterior a su partida para localizar a su amor de juventud, Toni Hernandez sufre un accidente de trafico que lo deja sumido en coma durante seis meses. Despierta con amnesia y tarda casi doce anos en recordarla. Cuando por fin lo hace, rompe con su vida anterior y emprende un viaje de mil kilometros para encontrarla, pero ella se ha esfumado como un fantasma y Toni tratara de reconstruir su vida por medio de entrevistas y conversaciones con las personas que la trataron, aunque sin renunciar a reencontrarse con la mujer que le robo el corazon diecisiete anos atras. Rachel es esa mujer cuyos ojos llamean, que no parece envejecer y que arrastra una maldicion que marcara la vida de Toni hasta el punto de replantearse sus propios sentimientos hacia ella y elegir entre lo que dicta su corazon o lo que aconseja su cerebro.
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El coleccionista de miedos de Luca Domina
https://gigalibros.com/el-coleccionista-de-miedos.htmlEn el coleccionista de miedos hallaras; repulsivos visitantes en momentos inoportunos, suicidios extranos, espiritus que no descansan en paz, personas trastornadas, posesiones demoniacas, animales vengativos, leyendas orientales y cajas misteriosas procedentes de la Deep Web. Todo encerrado en ocho historias con una narrativa que te atrapara en sus garras.
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La Vendedora de Deseos de Andrew Hesber
https://gigalibros.com/la-vendedora-de-deseos.htmlExiste un lugar distante, uno en donde las estrellas son solo el brillo de enormes faros coronando islas. Las ciudades terrenos flotantes como barcos a la deriva. Y el cielo, un mar multicolor e infinito. Alli, en medio de ese sin fin, viven nuestras dos protagonistas: Isbel y Arlette.Isbel siempre ha sonado con dejar atras su vida en los suburbios de La Ciudadela y comenzar una nueva en el nivel superior, donde la contaminacion jamas podria alcanzarla. Cuando un misterioso noble se cruce en su camino y le ofrezca su fortuna a cambio de participar en un peligroso plan, se embarcara en un viaje lleno de peligros y traiciones que podria cambiarlo todo para siempre. Arlette, sin embargo, es la peligrosa Dama Sanguinaria, una temida Pirata del Firmamento, que esta segura de que la leyenda de la Vendedora de Deseos es real. Empujada por sus demonios internos y rota por el recuerdo de un amor perdido, surcara el Cielo Infinito y se enfrentara al propio destino con tal de ver cumplido su unico deseo: revivir al amor de su vida.
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Los Guardianes de Javier Perez Campos
https://gigalibros.com/los-guardianes.htmlAparecen en los limites de la vida, cerca de tu ultimo aliento.
A veces son solo una voz. Otras, una presencia.
Te guian, te ayudan y luego. desaparecen.
Todas las culturas han hablado de ellos, pero durante siglos han sido olvidados. Es la hora de sacar a la luz una antigua verdad.
?Quienes son los Guardianes?
En esta nueva investigacion, Javier Perez Campos ha seguido de cerca el fenomeno de las apariciones que salvan vidas. El resultado es un documentado relato en el que el autor recorre el tiempo y el espacio para conocer a los protagonistas de estos fenomenos. En su perseverancia para desentranar el misterio, incluso ha llegado a someterse a experimentos para generar fantasmas. -
Te regalo mi corazon de Alma Fernandez
https://gigalibros.com/te-regalo-mi-corazon.htmlYa lo estas mirando otra vez, Debora, despues dices que no, pero es que se te cae la babita con el forastero. --Vaya tela, Pili, lo dices como si fuera un indio sioux, que el muchacho solo es de Texas. --Ea, y lo dices asi, "solo" como si en realidad fuera de Triana. Pues tu misma, pero que te digo yo que se te esta notando y, como Mateo diga eso de "que te veo", no vas a tener hospital para correr, te vas a encontrar con la boda anulada. --Anda y callate ya, Pili, que eres mas exagerada que el cine. ?No tienes otra cosa que hacer que estar a mi lado dandome la vara? --Yo siempre estoy a tu vera, a la verita tuya, como dice la cancion, guapa, ?o es que alguna vez has tenido una mejor amiga que yo? --Tendria que pensarlo, ahora mismo no caigo. --Me la gane y ella no tardo en darme con el portafolios que tenia entre sus brazos en plena cocorota. El buen rollo que imperaba entre nosotras era conocido en todo el hospital. Pili y yo estabamos alli desde que aprobamos el MIR y obtuvimos plaza en nuestra especialidad; la traumatologia. Dicho asi parece una cosa de lo mas normalita, pero nuestro dia a dia transcurria entre miembros partidos y hasta cabezas abiertas, como si de una nuez se tratase. En ese entorno, habia que echarle humor y eso se nos daba de fabula. La tierra en la que viviamos, Jaen, tambien ayudaba lo suyo porque no hay un solo rincon de Andalucia que no este regado de alegria a borbotones, y las tierras jiennenses no constituian una excepcion, ni mucho menos. El hospital en el que trabajabamos era para nosotras nuestra segunda casa, dadas las muchas horas que pasabamos alli, entre turnos y guardias que, a nuestros veintiocho anitos, estabamos como quien dice "empezando a vivir" y todo el dinerito extra que caia en nuestras manos nos parecia poco. En el habia conocido tambien a Mateo, un pediatra cuatro anos mayor que yo con el que iba a contraer matrimonio el siguiente verano, por lo que estabamos a seis meses del gran dia. Mateo era el prototipo de hombre que siempre me habia gustado, uno de esos que tienen las ideas claras y que, cuando quieren a una mujer, no dudan en ir directos a por ella. Esa fue su tactica para conquistarme y no puede decirse que le fuera mal, ya que en unos meses nos hicimos inseparables y un tiempo despues ya teniamos un pie casi en el altar. Mi amor hacia el no era obice para que una, que tambien tiene ojitos en la cara, le echara un vistacito de vez en cuando al bombon aquel que nos habian enviado sin caja ni nada por el estilo, desde Texas, semanas atras. John, que asi se llamaba el vaquero en cuestion, no solo era una moneria, con aquel pelo dorado y sus ojazos azules enmarcados en un rostro siempre risueno, sino que ademas tenia un piquito de oro con el que se habia metido en el bolsillo a todo el personal femenino. E incluso a parte del masculino, como Ivan, un enfermero gay que se quedaba hipnotizado ante el. Cuando nos lo trajeron, dudamos un poco de si tendria algun hueso entero, tras el brutal accidente de trafico que acababa de sufrir y que habia dejado su coche como un acordeon. Vale que he exagerado un poquito, pero si que tenia fracturas para parar un tren. Ahora ya estaba a punto de obtener el alta, por lo que en breve perderiamos de vista al que constituia la principal atraccion del hospital, dado que la mayoria de sus fracturas habian sanado y ya parecia tenerlo todo en su sitio. Si graciosa resultaba su cara peluseando con unas enfermeras y con otras, mas divertido era escucharle hablar en su perfecto castellano, eso si, con un acento americano que tiraba para atras. Por lo que nos habia contado, su madre era espanola y desde su mas tierna infancia el aprendio ambos idiomas, pero claro, su acento era el que era y eso le hacia todavia mas interesante. Vi avanzar hacia a el a Melisa, la auxiliar de clinica mas pamplinosa del mundo mundial, que se las daba de artista, y senti una cierta rabia. Un poquillo si que me estaba pasando yo de la raya, puesto que no era ella la que tenia novio, sino yo. Otra cosa era que yo no pudiera ni verla. Lo mismo no es que tuviera nada que ver con John, sino solamente que me daba coraje su afan de protagonismo. O lo mismo si que lo tenia y, aunque yo quisiera negarlo, en mi fuero interno el vaquero me hacia un poco de tilin. ?Podia ser eso? Esperaba que no, porque yo estaba enamorada de Mateo y punto pelota. Claro esta que con el no me reia como lo hacia con John, pero sin duda era el hombre de mi vida y la persona que se partia la cara porque yo estuviera siempre happy, pero happy de verdad... --?Donde esta la enfermera mas sexy del globo? --me pregunto Mateo al llegar a mi altura y yo aparte todo tipo de pensamiento ajeno a nosotros, sobre todo aquellos que me pudieran dar algo de remordimientos. --Aqui, exhausta y cansada, pero ?a que no lo parece? --Claro que no lo parece, yo te veo preciosisima como siempre, mi nina. --?Que haces por este ala? Lo tuyo es estar con los mocosos, ?o me equivoco? --Yo no lo hubiera dicho mejor, pero estaba deseando verte y decirte que te invito a comer a la salida, ?lo ves bien? --Lo veo estupendo, pichoncito mio. Eso si, hoy toca comida basura y no me repliques, que estoy de tus verduras hasta donde yo te dije. Mateo y yo viviamos juntos desde hacia unos meses y, aunque nos llevabamos fenomenal, la dieta estricta que el seguia me iba a encanijar a marchas forzadas. En la vida habia conocido yo a nadie que se cuidara mas, lo que incluia que no perdonara unas maratonianas sesiones de gimnasio que hacian que luciera un cuerpazo de esos de quitar el hipo, que tampoco pasaba desapercibido entre el personal femenino que nos rodeaba. Pili a menudo solia bromear al respecto. --Pues no se que le ves ni al uno ni al otro, porque a mi es que no me entran por el ojo ninguno de los dos. --Y si te entraran seria la bomba, que para eso eres lesbiana, bonita. Siempre la misma cantinela que nos hacia reir. Pili mantenia una relacion con Camila, una enfermera mejicana de armas tomar por la que ella bebia los vientos. Claro esta que mi amiga tampoco era una hermanita de la caridad, de modo que de vez en cuando formaban entre las dos unos fandangos que duraban dias... Eso si, luego se les pasaba y tan campantes, aunque por medio se hubieran puesto la una a la otra las maletas en la calle y discutido sobre cual de las dos era la que tenia que irse a tomar vientos de alli. Despedi a Mateo y me acerque a la cama de John, aprovechando que ya Melisa se habia esfumado. --Dicen que te vas manana, ?no es asi? --?Como que dicen? Pero si eres tu la que tienes que darme en alta, ?no? --En alta no, se dice darte el alta, pero si, eso parece, de modo que igual me lo pienso. --Yo tampoco estoy seguro de querer irme, la verdad, aqui me habeis atendido como en ninguna parte y esto parece un repertorio de modelos, ?donde mejor que en este lugar? No era broma, nos iba a dar pena que se fuera. John habia sido un paciente muy especial porque, ademas de la gravedad del estado en el que ingreso, sufrio amnesia durante unas cuantas semanas, de modo que supimos de su vida poco mas que lo que indicaban sus documentos de identidad. Poco a poco fue recordando, para lo que tambien fue providencial la llegada de su hermana Sara, quien le ayudo con fotografias y un millar de relatos a recomponer su olvidadiza cabecita. Cuando Sara volvio a partir rumbo a su tierra, el ya tenia bien claro quien era y cual habia sido su vida, aunque no logramos sacarle ni media palabra de cual era el motivo de su viaje a Espana. Pili y yo suponiamos que, dado que nos conto que era aventurero hasta la saciedad, probablemente habria sido su deseo de conocer nuestro pais (que vio nacer a su madre) el que le habria traido hasta aqui, donde alquilo un coche con el que se pego la gran papa de su vida una lluviosa noche. --Tu diras lo que quieras, pero los vaqueros le dan mucho al drinking y a mi no me extrana que el muchachito estuviera pasado y mas que pasado de copas la noche que ingreso, y seguro que fue por el mero placer de empinar el codo--especulaba mi amiga a menudo. --Pues yo no se que decirte, es verdad que la tasa de alcoholemia a punto estuvo de reventarla, pero yo no creo que uno se ponga a beber asi sin mas hasta tener alcohol en vez de sangre en las venas. --Eso lo dices tu porque no conoces a mi tio Valentin, ese desayuna todos los dias con un vaso entero de aguardiente, que lo sepas, listilla... --No jodas, ?pero un vaso lleno? -- Lleno y de esos de tubo. Mira que de nina yo pensaba que era agua, de modo que una manana le eche mano al vaso en un despiste suyo y, cuando me quise dar cuenta, el gaznate me ardia como si me hubieran prendido fuego. Y a renglon seguido me cai y pensaban que estaba muerta, hasta que alguien me abrio la boca y se percato de que borrachuza era poco... --Ay, que me parto, Pili, asi que tu has sido viciosilla desde la cuna... --Muy graciosa, dejate de cachondeo, que no probe una cerveza hasta los veinte anos, del asquito que le cogi al asunto. --Ah, eso lo explica todo, y ahora tienes que recuperar el tiempo perdido... Yo no tenia mas guasa porque no entrenaba. Mi amiga no es que bebiera tanto ni mucho menos, solo en ocasiones en las que podia pillarse una buena melopea como cualquiera. En realidad, la rarita del grupo era yo, que no bebia nada, pero es que a mi el alcohol no me llamaba. Mateo tampoco es que fuera especialmente bebedor ni trasnochador, por lo que ibamos al compas. --Si, pues cuando seas tu la que tengas que recuperarlo vas a tener el acumulado como en los premios de la loteria, que te vas a haber perdido medio siglo, que sosita eres, hija de mi vida... Volviendo al tema de John, que me he dispersado mucho, le di la razon en que en ningun lado le iban a mimar como lo habiamos hecho nosotras. Incluso Melisa le habia dejado alli una caricatura, como si fuera el tipico modelo de una marca de cigarrillos, en cuyo pie indicaba que era el nino bonito de la clinica. --?Y que piensas hacer ahora? ?Te vuelves a tu tierra o te quedas para venir a visitarnos una temporadita? --Me quedo, me quedo, llevaba solo un dia en Jaen cuando me di la torta en el coche, no me ha dado tiempo a ver nada. --Pues, si te apetece, podrias llamarme una tarde y nos tomamos un cafe. No es por nada, pero soy una buena cicerone. Lo dije sin pensar demasiado y despues eche un poco el freno, ya que no sabia si aquello le iba a hacer demasiada gracia a Mateo y yo no queria gresca. Poniendo las cosas en su sitio; mi novio no es que fuera un neandertal ni mucho venos, pero una chispilla celoso si que se manifestaba a veces. Eso no queria decir que yo no tuviera mis amigos, que hasta ahi podria llegar la broma, pero que quedara de buenas a primeras con alguien que habia sido un paciente lo mismo le hacia ya menos gracia. Y sobre todo con uno que sabia que era blanco de una impresionante cantidad de miradas. --Claro que te llamare y, ademas, te contare un secreto; todas os habeis portado fenomenal conmigo, pero tu eres mi favorita. --?Yo soy tu favorita? ?Y eso a santo de que? --No te entiendo muy bien, ya sabes que algunas hechas frases como que no las pillo. --Ah, ya, algunas frases hechas, quieres decir. Bueno, que te preguntaba que por que. --Porque tu tienes un duende de esos, como dice Pili. --Un duende, no, se refiere a "duende", pero ?tu sabes lo que es eso? --Si, un duende muy bonito dentro, eso es lo que tu tienes. Por Dios que sus palabras me encendieron como a una bombilla. Resultaba que el de Texas era un cobista de cuidado y yo iba a tener que poner un poco pie en pared si no queria que aquello se me fuera de las manos. Pensandolo bien, tampoco seria tan complicado, con decirle que me habia pillado mas liada que la pata de un romano cuando me llamara, asunto concluido.
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Mater familias de Lindsey Davis
https://gigalibros.com/mater-familias.htmlCelebrar una subasta en julio es un craso error. ?Quien queda en Roma entonces? Los que pueden escapar han huido ya a sus retiros campestres en regiones mas frescas de Italia. Los demas yacen en su lecho de muerte o se han quedado aqui para esquivar a sus parientes. Es inutil intentarlo. A todo el mundo se le pega la tunica al cuerpo; el sudor resbala por los cuellos grasientos. A los mozos de cuerda se les caen las cosas y se marchan resoplando con fastidio. Los vendedores vacilan y los compradores no cumplen. Los rotulos se pierden. Los pagos, idem. Los perros pululan y ahuyentan a los compradores. Mas tarde, alguien senala que no se llego a colgar ningun anuncio de la subasta en el Foro. Los subastadores de la competencia no se molestan en regodearse por tus pobres ingresos: hace demasiado calor. Mi padre posee una casa de subastas y en plena canicula se refugia en su villa junto al mar. Sus empleados mantienen el negocio familiar renqueando. Siempre es una epoca tranquila. No cambio nada en el ano de los consules Tito Aurelio Fulvo y Marco Asinio Atratino, salvo que antes de una venta en julio, nuestros empleados hallaron un cadaver. * * * Me encontraba en Roma. Habia estado en la costa, obligada por mi madre, <
>, decia ella, durante una enfermedad que estuvo a punto de matarme. Ella me llevo a la finca familiar, al sur de Ostia. Despues de tres semanas de agobiantes cuidados, estaba impaciente por regresar. Un amigo me habia encontrado medio muerta en mi vivienda de Roma y amablemente me habia salvado la vida, de modo que queria agradecerselo, y me parecio que ya me hallaba lo bastante recuperada para la vida urbana. A lo mejor estas pensando que ese amigo y yo eramos amantes. Pues te equivocas. Habia un dia de viaje hasta Roma por la Via Ostiense. Lo hice en un carro destartalado y fue agotador. Entre en mi silenciosa y sofocante vivienda del Aventino sintiendome demasiado debil. Guarde cama dos dias, alimentandome de una cesta de exquisiteces enviada por mi madre. Sola y triste, comia con deleite recostada en los cojines, convaleciente. No tenia apetito, pero en otro tiempo habia vivido en la calle pasando hambre. Detestaba desaprovechar comida. En poco tiempo habia lamido hasta el ultimo plato de ensalada de aspic. Tendria que valerme por mi misma, o volver con mis padres arrastrandome ignominiosamente. Ni hablar. Aun asi, los quiero. Me adoptaron cuando era una adolescente desesperada e infestada de piojos, una adolescente dificil a la que trataron con lealtad y afecto, cuando otros no quisieron saber nada de mi. Habian convertido un alma perdida de la lejana Britania en una hija romana bastante normalita. Ahora era una viuda independiente de veintinueve anos, pero aun asi habia tenido que lloriquear y protestar para que me dejaran regresar a Roma, montando una pataleta igual que mis hermanas pequenas cuando querian sandalias nuevas. < >, habian exclamado mis padres burlonamente. Asi que ahora tenia que atenerme a mi afirmacion de que ya estaba bien. Consegui ponerme una tunica con esfuerzo. Baje lentamente por un tramo de escalera exterior hasta una galeria. Esta estructura medio podrida, que llaman escalera de incendios, era inaccesible para la mayoria de inquilinos. Discurria alrededor del vacio patio interior, una vieja lavanderia ahora abandonada. Vivia en el edificio del Aguila, en la plaza de la Fuente: una de las numerosas casas de viviendas oscuras, desvencijadas y apestosas donde los romanos pobres y miserables, la mayoria, soportamos lo que pasa por ser vida. El edificio estaba dividido en un monton de viviendas deficientes y era proclive a despedir olores nauseabundos. Lamento decir que pertenecia a mi padre, lo que no anadia lustre a su reputacion, que ya era bastante mala por su trabajo de investigador privado. A la gente le asombraba que tuviera suficiente dinero para poseer un edificio, pero parecian entenderlo cuando se enteraban de que tambien era subastador, profesion que se relaciona con la riqueza. Yo tambien era investigadora. La opinion publica era aun mas dura conmigo, porque una mujer respetable debe quedarse en su casa todo el dia. Deberia estar tejiendo en mi telar en un refinado atrio, o pegando a mi joven esclava o fornicando con un porteador de literas en lugar de mi marido. Que tonteria. < > era una palabra obscena para mi madre, mis hermanas y yo. Tampoco poseia ninguna joven esclava, y hacia diez anos que mi marido habia muerto. Yo trabajaba, aunque no lo pareciera en ese momento. * * * Descendi por la empinada escalera, deteniendome cada poco. Siempre era conveniente andarse con cuidado en aquel edificio por si una parte se derrumbaba. ?Quien quiere una espalda rota y el pelo estropeado? Me estaba probando a mi misma. Si me sentia debil, tenia una habitacion junto a la galeria del primer piso, donde podia tumbarme en un viejo divan para recobrar fuerzas. Tambien podia gritar hasta quedarme ronca, lo que quizas haria aparecer a Rodan, el portero del edificio. Si le daba instrucciones claras y algo de calderilla, iria en busca de ayuda. No fue necesario. Logre llegar a la galeria. Me sentia mejor de lo que esperaba. La gelatinosa ensalada de aspic tiene muchas bondades. Por muy molesta que estuviera Helena Justina por mi marcha, sabia como dejarme claro que seguia necesitando una madre. Yo era la mas alocada de sus cuatro testarudos hijos, pero no iba a permitir que me esfumara. Me apoye en lo que pasaba por barandilla, descargando el peso con cautela. Un liquen especialmente desagradable indicaba las zonas podridas. Si se tocaba, la mano se manchaba de un limo gris verduzco. Su textura era aun peor que los excrementos de paloma, de los que tambien habia en abundancia. Por una vez, Rodan estaba a la vista. Era un antiguo gladiador, pero sus cicatrices se debian a cobrar alquileres entre pobres violentos mas que a sus luchas en la arena. El viejo, una bola de grasa, estaba en el porche discutiendo, su reaccion habitual a cualquier peticion. Su interlocutor era un recadero al que reconoci de la casa de subastas de mi padre. Los observe. Los mensajeros en Roma estan acostumbrados a las discusiones, pero Ciro, permanecia en silencio, dejando que la inutil agresividad de Rodan le resbalara. Si Ciro habia venido de la Saepta Julia, donde estaba la oficina, la caminata habia sido larga y coronada por una empinada ascension al Aventino. Se estaba tomando un respiro por si tenia que dar media vuelta y regresar sin cumplir con su mision. La pulcritud del mensajero contrastaba con la fea cabeza afeitada de Rodan y las manchas de sudor de su andrajosa tunica. Ciro tenia cuarenta y tantos anos, el pelo corto, calzaba sandalias con cordones y vestia una tunica blanca, floja por el calor pero no sucia. Era delgado, pero no por pasar hambre. Mi padre aun recordaba lo que significaba la pobreza, asi que era un patron justo. Tampoco machacaba a sus empleados con palizas asiduas, al contrario que muchos otros en nuestra ciudad supuestamente civilizada. Rodan tambien era un empleado de mi padre, pero era un caso perdido. Llame a Ciro. Al verme, Rodan se metio en su apestoso cubiculo. Ciro cruzo el patio y alzo la mirada hacia el primer piso, donde estaba yo. Mareada aun, intentaba no tambalearme. --!Flavia Albia! Nos habian dicho que estabas en casa. --Parecia aliviado de haberme encontrado--. ?Sabes si tu padre vendra pronto a la ciudad? --Lo siento, Ciro, estamos en julio. Falco sale en un bote cada dia, con una mano pegada a una cana de pescar y la otra a una calabaza llena de vino. --?Pican los peces? --No; simplemente esta alli con un absurdo sombrero, sumido en ensonaciones. Pero de vez en cuando desembarca con una estatua muy hermosa que asegura haber encontrado flotando en la corriente... Esta emulando a su propio padre. --A menudo mi abuelo volvia a casa remando despues de pasar el dia en el agua, con un pequeno esquife a remolque lleno de esplendidas obras de arte griegas < >. Que estupenda forma de evitar los aranceles de importacion para un subastador. Con los ojos muy abiertos y absoluta desfachatez, Gemino podia hacer que la historia sonara casi creible. El personal de la casa de subastas sabia que mi padre me otorgaba la autoridad para actuar en su nombre, de modo que le ofreci mi colaboracion. --Ciro, tendras que conformarte conmigo. ?En que puedo ayudarte? El se encogio de hombros. --Oh, nada que no podamos solucionar nosotros, pero el capataz de los mozos ha pensado que debiamos decirselo al patron. Resulta que estan preparando la venta de los Calixto. Uno de los muchachos levanto la tapa de un cofre grande..., y se encontro con un cadaver acurrucado en su interior. Eso me revivio. Le dije que llamara a una silla de manos y que lo acompanaria. II La mejor manera de soportar un trayecto en silla de manos es cerrar los ojos, aferrarse a una parte que no este demasiado astillada y meditar sobre el significado de la vida. Por lo general evito la filosofia, pero necesitaba apartar mis pensamientos de los porteadores que me llevaban dando tumbos. Corrian cuesta abajo por el escarpado Aventino, que tiene malas calzadas y la pendiente de una hipotenusa, haciendome temer lo peor. ?Que es esto? ?Una mujer que habla de hipotenusas? Bueno, cuando Falco y Helena me adoptaron, me dieron una educacion de lo mas generosa, que yo absorbi como si fuera un nuevo manjar. La devore hasta que supe mas que la mayoria de mujeres y tambien muchos hombres. Consulto textos como si tal cosa y escribo mis propias notas; cuando quiero alardear, las escribo en griego. A veces incluso con los acentos correspondientes. Otra cuestion es que Apolonio, el camarero jefe del Astrologo, nuestra pesima fonda local, habia ensenado geometria. Desde que le habian obligado a abandonar la ensenanza anos atras, habia servido grandes cantidades de adulterado vino de Falerno en la taberna de mi tia, esperando a que mejoraran las circunstancias para poder abrir una nueva escuela a pie de calle. Bajo el reinado del actual emperador, Domiciano, eso no iba a ocurrir. La gente no malgasta dinero en educacion para sus hijos cuando un tirano puede hacerlos ejecutar en cuanto se hagan mayores. Intenta disertar sobre Euclides con el carcelero en una celda para condenados a muerte: el muy estupido te azotara hasta que apenas puedas ir tambaleandote hasta los leones. De modo que, gracias a mis padres y a un camarero, llegue colina abajo y hasta el Campo de Marte meditando sobre triangulos. Por lo demas, rogue que no aparecieran perros callejeros y los porteadores me dejaran caer. O echaran a correr. Eso seria peor. Como sea, me transportaron sana y salva hasta la Saepta Julia, una elegante casa de cambio de dos plantas con galerias, en la que mi padre, como su padre antes que el, tenian alquilado un almacen para sus antiguedades mas valiosas. Arriba tambien tenian una oficina donde amontonaban toda la basura que no podian vender, un lote de cosas horrorosas a las que estupidamente les habian tomado carino. Era uno de esos edificios grandiosos tan propios de Roma. Nuevo aun, combinaba su coste desorbitado con la belleza y la funcionalidad, si es que alguien recordaba su funcion original. Habia sido un centro de votacion, pero los emperadores no podian arriesgarse a aceptar la democracia, asi que ya no se celebraban autenticas elecciones. En lugar de votar, ahora los hombres acudian alli para dejarse ver, y tambien a comprar joyas para sus amantes a fin de que estas se pavonearan. Aunque ya no era necesaria para fines politicos, Domiciano habia costeado una lujosa reconstruccion de la Saepta despues de que un gran incendio arrasara la zona durante el reinado de su hermano Tito. Tito apenas habia durado un par de anos. Algunos creian que era cosa de Domiciano. En mi familia no deciamos nada porque insultar a Domiciano equivalia a un suicidio. El decia que era un dios, asi que todos nos habiamos vuelto profundamente religiosos. Con suerte, los autenticos dioses o algun humano furioso se encargarian del monstruo que nos gobernaba. Los adivinos charlatanes que profetizaban cuando moriria Domiciano proliferaban tanto como los vendedores de ajos. En ocasiones, el adivino era lo bastante bueno como para verlas venir, y se las piraba. Pero en general Domiciano acababa enviandolos a la muerte... junto con muchas otras personas, un par de las cuales probablemente habian conspirado para asesinarlo. Alguien acabaria por realizar la hazana. En el aire se olia a complot. * * * Ciro me condujo a la oficina, donde me deje caer en un trono de piedra que llevaba tantos anos en la casa de subastas que nadie queria venderlo, ni siquiera cuando algun idiota con infulas monarquicas ofrecia dinero en efectivo y su propio transporte. El trono era uno de los muchos articulos que habia rescatado del fuego mi primo Gayo, quien, al iniciarse el incendio, primero habia sacado todas las existencias y solo despues habia regresado a la Saepta para salvar vidas. Habia perdido la suya al derrumbarse el amplio tejado de madera de cedro. Yo apreciaba a Gayo. Despues de su heroico deceso, lo cierto era que ya no me gustaba ir alli. Ese dia mi intranquilidad duro poco. En cuanto me sente, el capataz de los mozos, Gornia, me informo de que el cadaver estaba, en realidad, en el portico de Pompeyo. Alli era donde se iba a celebrar la subasta de Calixto. Yo habia pasado por delante de camino a la Saepta. Los romanos se distinguen tambien por hacerte perder el tiempo. No es mi estilo. Yo soy agil y organizada. Ahorro energia. Por los dioses, sobre todo cuando aun estoy recuperandome de una virulenta disenteria. Sin embargo, se que no debo mostrarme impaciente, porque con esta gente irritante solo se consigue empeorar las cosas. Mi silla de manos se habia ido, asi que les pedi que me consiguieran otra. El portico quedaba a la vuelta de la esquina, caminando un corto trecho, motivo por el que la familia Didio lo preferia para las subastas, pero yo me sentia molida. Los empleados sabian que habia estado muy enferma, hecho que habia provocado una tormenta familiar. Asi pues, Gornia, que esos dias tenia tambien el aspecto apergaminado de un espectro del inframundo, dijo que llamaria a nuestro carretero Felix y su mula Coces; ellos me llevarian al monumento de Pompeyo en su carreta de reparto. Acepte. A Felix nunca le habia caido bien, pero era un buen carretero. Y Coces era un primor. En Roma, la mayor parte del transporte rodado esta prohibido durante el dia. Felix llevaba siempre un tablon y unos cubos sucios en la carreta para parecer un albanil, pues estos tienen permiso. * * * Felix sabia que yo tenia prisa, asi que callejeo tranquilamente como un guia turistico. En lugar de doblar la esquina y recorrer el corto trecho, dio un amplio rodeo por el Panteon y las Termas de Agripa. El gentio que suele pulular por alli nos entorpecia una y otra vez, obligandonos a ir a paso de tortuga. Por fin llegamos al teatro de Pompeyo, que se encuentra en el extremo opuesto del enorme y bullicioso complejo, y luego avanzamos despacio pegados a uno de los laterales hasta que al final me dejo frente a una entrada, practicamente en el mismo sitio del que habiamos partido. !Gracias, Felix! El monumento a Pompeyo tambien lo habia reconstruido Domiciano tras el incendio. Todo nuevo gobernante debe meterle mano a la ciudad segun su gusto y poner su nombre en grandes inscripciones. Si quiere parecer aun mas benevolente, gasta su propio dinero en nuevos proyectos, o afirma hacerlo. Imagino que en el erario publico hay funcionarios que conocen la verdad. El portico tenia su esplendido anfiteatro de piedra en un extremo, bajo el alto templo dedicado a Venus Victoriosa; detras se extendia un vasto jardin rodeado por un peristilo, por donde paseaba la gente a la sombra de los platanos, y, como todo el mundo sabe, unas grandes letrinas publicas en el lugar mancillado por el asesinato de Julio Cesar cuando se dirigia a una sesion del Senado. Para la mentalidad romana (bueno, la mentalidad cerril del emperador Augusto), el lugar del crimen era demasiado horrible para que pudiera usarse de nuevo como curia. Se conmemoraba asi a Bruto y Casio, hasta donde era legal recordarlos, con unas buenas letrinas. Mi padre, republicano hasta la medula, mascullaba a veces que la gente deberia recordar que no solo habian sido Bruto y Casio quienes habian apunalado valientemente a Cesar, sino tambien otros sesenta senadores opuestos a la dictadura, a los que, sin embargo, se habia olvidado. Teniamos que hacerlo callar. Cualquier espia podia denunciarlo a Domiciano por hablar de dagas. Los usuarios de las letrinas podian contemplar el amplio jardin rodeado de bonitas columnas. En un extremo habia una galeria de estatuas griegas tras esplendidas cortinas de brocado de oro. Se trataba de uno de los pocos lugares donde las mujeres podian pasearse en publico solas. Y asi, los hombres podian echar una relajante meada y luego observar a las mujeres que contemplaban las desnudas estatuas griegas y sacaban ideas. No era extrano que el portico de Pompeyo fuera tan popular. A los romanos les encantaba acudir alli y pasear por el peristilo. Ademas de la galeria de arte, habia tiendas para explorar. Las zonas abiertas se utilizaban para reuniones publicas, incluyendo subastas. Mi abuelo preferia el portico para sus ventas: segun el, no tenia nada que ver con el hecho de que fuera un legendario mujeriego. Mi padre, hombre felizmente casado, perpetuo la practica porque el portico se encontraba a una comoda distancia de la Saepta Julia. Que yo supiera, jamas habia aparecido un cadaver mientras se preparaba un catalogo de articulos. Me alegre al ver que el cofre se encontraba al aire libre. Era grande, rectangular y reforzado, del tipo que tienen los ricos en casa para guardar sus enseres de valor. Los mas presuntuosos lo colocan en el atrio, a fin de impresionar a las visitas en cuanto entran en la casa. Nuestros empleados holgazaneaban a la sombra entre arbustos ornamentales, algunos comiendo panecillos rellenos. No son faciles de intimidar, pero me fije en que todos se mantenian alejados del cofre. Lo habian cubierto con una gruesa tela que se parecia sospechosamente a las esplendidas cortinas doradas de la galeria de arte. Lo habian hecho para mitigar el efecto del sol sobre el cuerpo en descomposicion, pero en cuanto me vieron llegar apartaron la tela. Era una pieza con imponentes herrajes que se sostenia sobre cuatro recias patas. Los cierres parecian muy resistentes. Me pregunte por que querria alguien venderlo, a menos que estuviera en la ruina, y no era eso lo que habia oido sobre los Calixto, hombres de negocios muy conocidos. Entonces observe que las partes de madera mostraban huellas de haber sido danadas por el fuego. El personal me ofrecio mostrarme el cadaver. Aunque yo no habia expresado queja alguna por haberlos encontrado comiendo en horario de trabajo, repare en que guardaban sus viandas y adivine lo que ocurria. Lo que aguardaba en el cofre era repugnante; habian apostado a que vomitaria. Bueno, eso me sirvio de aviso. Con una sena indique que levantaran la tapa, al tiempo que me armaba de valor. Mire el interior, vi todo lo que necesitaba ver, oli el espantoso hedor y luego hice gestos perentorios. El mozo cerro la tapa de un golpe y retrocedio rapidamente entre arcadas. Yo reprimi un grito, logrando a duras penas conservar una postura digna. Un ataque agudo de disenteria constituye un buen entrenamiento para el autodominio. -
Dulce e irresistible (Tal y como eres 1) de Andrea Munoz Majarrez
https://gigalibros.com/dulce-e-irresistible-tal-y-como-eres-1.htmlLa autora de Charlotte Beverly y Alguien especial nos presenta Dulce e irresistible, el primer libro de su bilogia romantica Tal y como eres.
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El camino hacia ti (Creek Canyon 1) de Catherine Bybee
https://gigalibros.com/el-camino-hacia-ti-creek-canyon-1.htmlParker se miro al espejo, cerro un ojo y trazo una linea perfecta sobre el borde del parpado para darse un aire felino de ojos rasgados. Se seco el delineador liquido dandose aire con la mano antes de abrir el ojo por completo. Dio un paso hacia atras y movio la cabeza de un lado a otro para comprobar su pericia con el maquillaje. Su companera de piso, Suzzie, estaba a su lado, compitiendo por el espacio en el bano minusculo de su apartamento. --Ojala no tuvieras que trabajar esta noche; Marcus me ha dicho que la fiesta va a ser apoteosica: el momento mas memorable del verano. Era finales de agosto y ya habian completado la primera semana de clases del primer semestre. A sus veinticuatro anos, Parker habia pasado mas tiempo con gente como Marcus haciendo fogatas en la playa que en las clases, y sus padres se habian puesto firmes. Tenia un ano para terminar la carrera y conseguir un titulo universitario, dos objetivos perfectamente asequibles si pasaba de las puestas de sol rodeada de botellas de tequila y se mataba a estudiar. Solo trabajaba los sabados y los domingos, y como los fines de semana era cuando recibia las mejores propinas, eso era lo que iba a hacer. --Ya va siendo hora de que madures un poco, Parker. Tu padre y yo hemos tenido mucha paciencia contigo, pero ya se nos ha agotado. --Su madre y su padre estaban sentados frente a ella, al otro lado de la mesa del comedor, haciendo que se sintiera como el objeto de una intervencion. Sus padres tenian cincuenta y pocos anos y eran personas de mentalidad abierta --. Cuando dijiste que te tomarias un par de anos para decidir que hacer, nos parecio bien. Cuando empezaste la universidad a los veinte, estuvimos encantados de ayudarte y hacerlo posible, pero es que han pasado ya cuatro anos y vemos que no te lo estas tomando en serio. --Eso es porque todavia no se lo que quiero hacer --les habia dicho. Su padre sonrio y le dio una palmadita en la mano desde el otro extremo de la mesa. --Ya nos dimos cuenta de eso cuando cambiaste de especialidad por tercera vez. Tambien sabemos que en la Universidad Estatal de San Diego se hacen muchas fiestas, y nosotros tambien fuimos jovenes... Le dieron ganas de responder que muchos universitarios cambiaban de especialidad, y que ella no salia de fiesta tanto como ellos insinuaban, pero se callo. Su madre solto un prolongado suspiro de sufrimiento y la miro directamente a los ojos. --A Mallory la han aceptado en cuatro universidades, y la verdad es que no podemos permitirnos pagaros mas de un ano de la carrera a las dos al mismo tiempo. Pensabamos que, para cuando ella empezara el primer curso, tu ya habrias acabado, y a Austin solo le quedan tres anos para terminar el instituto e ir a la universidad el tambien. Y ya sabes cuanto dinero tuvimos que gastar el ano pasado, antes de que muriera Nana... Su abuela habia vivido con ellos en la casa de invitados antes de sufrir un derrame cerebral y de que atenderla se convirtiera en una carga demasiado pesada para su madre. La residencia y los cuidados que habia necesitado a partir de entonces no habian sido baratos, precisamente. Parker miro a su alrededor, a la casa familiar, un amplio rancho que se extendia unas dos hectareas en una zona residencial de clase alta en el valle de Santa Clarita. Era lo mas parecido a vivir en el campo que se podia conseguir estando a menos de cuarenta minutos en coche de Los Angeles. Se habia criado rodeada de todo cuanto necesitaba y de muchas de las cosas que queria, pero eso no significaba que sus padres nadasen en la abundancia. Cuando eran pequenos, su padre siempre les decia a gritos a ella y a sus hermanos que apagaran las luces, y no les dejaban desperdiciar la comida cuando habia sobras. Al final, Parker opto por no llevarles la contraria. Sus padres tenian razon: ya iba siendo hora de que se comportara como una mujer adulta, y eso empezaba por terminar la universidad y conseguir un trabajo de verdad. Parker retiro la funda del pintalabios y se lo puso dandose tres toques suaves. --Dile a Marcus que, si salgo pronto, me pasare por alli un rato. Se deslizo por detras de Suzzie y salio del bano. Despues de coger su delantal y una goma para el pelo, se guardo el movil en el bolso y salio a toda prisa del apartamento. En San Diego hacia un calor exagerado, incluso para ser el mes de agosto, y en su fuero interno esperaba que no le asignaran el patio para el turno de noche. Enchufo el cable auxiliar al telefono y se deslizo por su lista de reproduccion para escuchar algo de musica durante el breve trayecto al trabajo. En ese momento, sono el movil y el nombre de su hermana aparecio en la pantalla. Parker lo silencio y continuo rebuscando en su lista de reproduccion. Maniobro con la palanca de cambios y salio marcha atras de su plaza de aparcamiento. Su hermana la llamo de nuevo. En lugar de ignorarla por segunda vez, Parker respondio la llamada y mantuvo el pie en el freno. --Voy conduciendo, camino del trabajo, ?puedo llamarte mas tarde? --!Parker! --Mallory grito su nombre, histerica. A Parker se le paralizo todo el cuerpo. --?Que pasa? --Se trata de mama y papa. Ven a casa ahora mismo. --?Que pasa, Mallory? Su hermana empezo a llorar y el panico se apodero de Parker. --Dios... Dime que pasa... ?Que ha pasado? Se oyo movimiento y una voz desconocida hablo por la linea de telefono. --Hola, ?hablo con Parker? Las lagrimas ya amenazaban con salir. Era como si todo estuviera ocurriendo a camara lenta y Parker no pudiese detener lo que estaba a punto de suceder. --?Que pasa? --Soy una de las enfermeras del hospital Henry Mayo. Ha habido un accidente. DOS ANOS DESPUES Capitulo 1 --Vamos a llegar tarde. --Confia en mi. Es la tercera vez que hago esto. --Parker espero pacientemente a que la puerta del rancho se abriera para dejarlos salir--. Da igual a la hora que llegues, entraremos en una salita enana con un monton de chavales de tu escuela, anotaran tu nombre en una lista y tendras que esperar. Tener cita previa no sirve de nada. Atravesaron la puerta y enfilaron con el coche hacia la carretera privada que compartian con setenta de sus vecinos. Parker puso el aire acondicionado a tope, con la esperanza de combatir el calor infernal que irradiaban las ventanillas. --Es que no soporto llegar tarde. Parker miro a su hermano de diecisiete anos, que tenia la mirada fija al otro lado de la ventanilla. Cada dia se parecia mas a su padre. --Podrias haber ido tu solo --le recordo. El chico se encogio de hombros. El mes siguiente iba a empezar su ultimo ano de instituto, y ese dia iban a hacerles a los alumnos las fotografias de la orla, de ahi las prisas por llegar a la pequena sala abarrotada de chavales con la cara llena de granos y a punto de inaugurar su nuevo futuro. Si, claro, Austin podria haber ido el solo con el coche, pero la verdad es que queria que ella estuviera alli, acompanandolo. No podia ser una sustituta para la madre de ambos, eso no, pero si la mejor alternativa. De los tres, Austin era quien lo habia pasado peor tras el accidente de sus padres. Exteriorizo su dolor en forma de una rebeldia que se prolongo seis meses y que casi acaba obligando a los jueces del tribunal de menores a encerrarlo. Parker ahuyento los malos recuerdos y se concentro en lo que tenia delante. --Cuando mama me llevo a mi, la obligue a llegar casi una hora antes --dijo Parker mientras abandonaban el camino privado y se incorporaban a la calle principal que atravesaba su vecindario--. Al final acabamos teniendo que esperar una hora y media. --Espero que hoy no tardemos tanto. Les dije a mis amigos que quedaria con ellos en el In-NOut a las dos. Pasaron por delante de la hamburgueseria en cuestion y entraron en la autopista. --Pues es muy posible que llegues tarde. --No soporto llegar tarde --murmuro por segunda vez. Parker miro por el retrovisor mientras se incorporaba a la autopista y vio una columna de humo remontando hacia el cielo. --Oh, no... Austin se volvio en el asiento. Para entonces, Parker ya se habia incorporado al carril y estaba examinando el horizonte que acababan de dejar atras.
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Persiguiendo a Silvia (Saga Silvia 1), Elisabet Benavent de Elisabet Benavent
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