• lecciones privadas libro - Linda Howard

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    El pequeno pueblo de Ruth, Wyoming, esta a punto de recibir una leccion de manos de una profesora recien llegada dispuesta a ganarse el corazon de un hombre que creia no tener ya nada que ofrecer. Mary Elizabeth Potter es una solterona por eleccion que no se hace ilusiones respecto al amor. Pero es tambien una buena profesora… y quiere que el hijo de Wolf Mackenzie vuelva al colegio. Para conseguirlo, se enfrentara al padre del chico y a partir de ese instante padre e hijo entraran en su vida, cambiandola para siempre. Sobre Wolf Mackenkie pesa todavia el estigma de un crimen que no cometio, pero para la pudorosa Mary Elizabeth Potter no es ese salvaje medio indio al que todo el mundo mira con recelo. Para ella, es un hombre bueno y decente. Un hombre capaz de amar. Wolf, sin embargo, no esta seguro de que el pueblo o el mismo esten preparados para aceptarlo. Necesitaba una mujer. Urgentemente. Wolf Mackenzie no podia dormir. La luna, llena y brillante, lanzaba su luz plateada sobre la almohada vacia, junto a el. Su cuerpo palpitaba dolorosamente de deseo, el deseo sexual de un hombre en la flor de la vida, y el paso de las horas solo intensificaba su frustracion. Por fin se levanto y se acerco desnudo a la ventana; su cuerpo, fornido y poderoso, se movia con fluidez. Notaba el suelo de madera helado bajo los pies descalzos, pero agradecia aquella leve molestia, que enfriaba su sangre enardecida por un ansia sin cauce. La luz incolora de la luna labraba las lineas y angulos de su cara, testimonio vivo de su legado ancestral. Su cara, mas aun que la densa cabellera negra que tocaba sus hombros o que los ojos negros de pesados parpados, delataba su origen indio, visible en sus pomulos altos y salientes y en su frente despejada, en sus labios finos y en su nariz aguilena. Menos evidente pero igual de intensa era la herencia celta que habia recibido de su padre, al que tan solo una generacion separaba de las Tierras Altas de Escocia. El legado paterno habia suavizado los rasgos indios heredados de su madre, dotando a Wolf de un rostro afilado como una espada, tan depurado y cortante como recio. Por sus venas corria la sangre de dos de los pueblos mas belicosos de la historia: los comanches y los celtas. Era un guerrero nato, y en el ejercito se dieron cuenta de ello nada mas alistarse. Pero era tambien un hombre sensual. Conocia bien su naturaleza y a pesar de que la dominaba, habia veces en que necesitaba una mujer. Cuando eso sucedia, solia hacerle una visita a Julie Oakes. Julie era una divorciada, varios anos mayor que el, que vivia en un pueblecito a treinta kilometros de alli. Sus relaciones duraban ya cinco anos; ninguno de los dos queria casarse, pero tenian necesidades, y se gustaban. Wolf procuraba espaciar sus visitas a Julie, y tenia cuidado de que nadie lo viera entrar en su casa. Aceptaba desapasionadamente el hecho de que los vecinos se escandalizarian si descubrian que Julie se acostaba con un indio. Y no con un indio cualquiera. Una condena por violacion marcaba a un hombre de por vida. Al dia siguiente era sabado. Lo esperaban sus tareas cotidianas, y tenia que ir a recoger un cargamento de tablones para el cercado a Ruth, el pueblecito situado al pie de su montana. Pero las noches de los sabados habian sido siempre para desmadrarse. El no se desmadraria, pero iria a hacerle una visita a Julie y se desfogaria en su cama. La noche se iba haciendo cada vez mas fria, y unas nubes densas y bajas se acercaban. Wolf se quedo mirandolas hasta que taparon la luna. Sabia que anunciaban otra nevada. No queria regresar a su cama vacia. Su rostro permanecia impasible, pero su sexo palpitaba dolorosamente. Necesitaba una mujer. Mary Elizabeth Potter tenia un sinfin de pequenas tareas de las que ocuparse aquella manana de sabado, pero su conciencia no le permitiria descansar hasta que hablara con Joe Mackenzie. El chico habia dejado la escuela hacia dos meses, uno antes de que ella llegara a ocupar el puesto de una profesora que se habia marchado inesperadamente. Nadie le habia hablado del chico, pero Mary se habia tropezado con su expediente y lo habia leido por curiosidad. En el pueblecito de Ruth, Wyoming, no habia muchos alumnos, y Mary creia conocerlos a todos. Habia, en realidad, menos de sesenta estudiantes, pero el indice de los que llegaban a graduarse era casi del cien por cien, de modo que cualquier desercion resultaba extrana. Al leer el expediente de Joe Mackenzie, se habia quedado de piedra. Aquel chico era el mejor de su clase. Sacaba sobresalientes en todas las materias. Los alumnos que iban mal se desanimaban y dejaban los estudios, pero la vocacion docente de Mary se rebelaba ante la idea de que un alumno tan excepcional abandonara el colegio asi como asi. Tenia que hablar con el, hacerle comprender lo importante que era para su futuro que siguiera estudiando. Dieciseis anos eran muy pocos para cometer un error que lo perseguiria de por vida. Ella no podria pegar ojo hasta que hubiera hecho cuanto estuviera en su mano para convencer a aquel chico de que volviera a la escuela. Por la noche habia vuelto a nevar y hacia un frio que pelaba. El gato maullaba lastimosamente mientras olfateaba alrededor de los tobillos de Mary, como si tambien el se quejara del tiempo. --Lo se, Woodrow --consolo al animal--. El suelo tiene que estar frio para tus patitas. No le costaba trabajo ponerse en el lugar del gato. Le parecia que no habia tenido los pies calientes desde que habia llegado a Wyoming. Se habia prometido que, antes de que llegara el siguiente invierno, se compraria un par de botas fuertes y calientes, forradas de piel y resistentes al agua, y andaria por la nieve como si llevara haciendolo todo la vida, como una lugarena. Las botas le hacian falta ya, en realidad, pero los gastos de la mudanza habian agotado sus magros ahorros, y las ensenanzas que le habia inculcado su ahorrativa tia Ardith le impedian comprarlas a credito. Woodrow maullo otra vez cuando se puso los zapatos mas calentitos y juiciosos que tenia, los que ella llamaba sus <>. Se detuvo para acariciar a Woodrow detras de las orejas, y el gato se arqueo, extasiado. Mary habia heredado a Woodrow junto con la casa que le habia proporcionado la junta educativa. El gato, igual que la casa, no era gran cosa. Mary ignoraba cuantos anos tenia, pero tanto el como la casa parecian un poco avejentados. Ella siempre se habia resistido a comprarse un gato (aquello le parecia el colmo de la vida de una solterona), pero finalmente su sino le habia pasado factura. Era una solterona. Ahora tenia un gato. Y llevaba serios zapatos de solterona. El cuadro estaba completo. --El agua busca sola su nivel --le dijo al gato, que la contemplaba con su impavida mirada-- Pero ?a ti que mas te da? A ti no te importa que mi nivel parezca detenerse en gatos y zapatos serios. Suspiro al mirarse en el espejo para asegurarse de que estaba bien peinada. Su estilo eran los zapatos serios y los gatos, y el ser palida, flacucha e insignificante. <> era un buen termino para describirla. Mary Elizabeth Potter habia nacido para solterona. Iba todo lo abrigada que podia ir, a no ser que se pusiera calcetines con aquellos zapatos tan serios, pero hasta ahi no llegaba. Ponerse unos lindos calcetines blancos de los que llegaban justo por encima de los tobillos con una falda larga de vuelo era una cosa, y ponerse calcetines hasta la rodilla con un vestido de punto, otra bien distinta. Estaba dispuesta a prescindir de la elegancia con tal de ir abrigada; pero no estaba dispuesta a ir hecha un adefesio. En fin, no tenia sentido posponerlo; de todos modos, el tiempo no mejoraria hasta la primavera. Se preparo para aguantar la embestida del aire frio contra su cuerpo, todavia acostumbrado al calor de Savannah. Habia dejado su pulcro nidito de Georgia por el desafio de una pulcra escuela en Wyoming, por la ilusion de una forma distinta de vida; incluso reconocia en si misma una leve ansia de aventura, un ansia que, naturalmente, jamas permitia que aflorara. Pero, por alguna razon, no habia tenido en cuenta la cuestion del clima. Habia dado por supuesta la nieve, pero no las asperas temperaturas. No era de extranar que hubiera tan pocos alumnos, penso al abrir la puerta, y dejo escapar un gemido cuando el viento le lanzo un latigazo. Hacia tanto frio que los adultos no podian desvestirse para engendrar ninos.

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  • Lecciones privadas (Familia Mackenzie 1), Linda Howard

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    5 abr 2018 — Porque este libro no me ha parecido para tanto... Mary Potter es la nueva profesora del pueblecito de Ruth y una mujer con una misión: ...

  • Amando a Zoe de Maria Las Heras

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    Un encuentro casual, como cualquier otro llevo a Lucia; quien creia conocerse, quien creia tener definida su forma de amar, a descubrir los limites de la pasion de la mano de quien le llevaria a conocer, mas alla de las fronteras del bien y el mal, mucho mas alla de los limites, el verdadero amor, el que no conoce barreras y que permanece etereo en el aire que respiran los amantes ?Que serias capaz de hacer por amor? ?Cual es el limite? Una situacion al borde del abismo, un plan desesperado, un final inesperado y sorprendente y un amor lleno de pasion eterna... Todos tenemos, hemos tenido, tendremos o deseariamos tener una Zoe en nuestra existencia

  • Nadie como ellos (Nadie 3) de Martina D’antiochia

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    Sentimientos encontrados se peleaban dentro de mi. Era como una lucha interna entre no solo dos, sino un millon de Zoes, y cada una pensaba una cosa distinta. O peor: cada una sentia una cosa distinta. Pero me era imposible distinguirlas, era como si mi cuerpo no me dejara sentir una unica emocion solamente. Estaba hecha un lio. Era tan dificil para mi asimilar todo lo que habia pasado tan de repente… Era tanto todo lo que me desgastaba por dentro… Los pensamientos melancolicos se apoderaban de mis silenciosas noches y me carcomian la cabeza, se colaban en mis suenos hasta terminar rompiendo en lagrimas. Eran lagrimas de tristeza, pero tambien de impotencia por no ser capaz de volver al pasado, o al menos arreglarlo en el presente. En realidad, daba igual. Daba igual si pensaba en el pasado o en el presente, porque en los dos lugares siempre sufria por el mismo…, por el, por Cody. Era el dueno de mis sentimientos y sabia que al enamorarme de el le entregaria la llave de mi fragil corazon. ?Como se le llama a una persona que se deja llevar por el corazon sin tener en cuenta las posibles consecuencias que conlleva? Estupida, supongo. Soy una estupida y no precisamente por haberlo hecho sin proteccion. Eso fue estupido, por supuesto, pero eso fue culpa de ambos. Fui estupida por creer que Cody seria capaz de entenderme y, sobre todo, apoyarme, de implicarse conmigo en el problema, ya que era de los dos. Fui estupida por pensar que si me queria seria capaz de tirarse al vacio conmigo en esto. Las personas que te quieren no se largan cuando un problema se presenta, eso me han ensenado a mi siempre. Pero quizas soy demasiado ingenua por pensarlo. ?Pero no deberia ser asi? ?Acaso no deberiamos estar al lado de aquellos que queremos cuando estan en problemas? Y mas si el problema es de los dos. Las personas que te quieren sufren contigo hasta arreglar las dificultades que se interponen entre vosotros, en vez de largarse porque necesitan <>. Quiero decir que entiendo que es mucho, entiendo que te sobrepase, pero… ?y que pasa conmigo, que tambien soy la que tiene el problema? Yo tambien quiero largarme una temporada para olvidar, pero, por desgracia, no puedo. Cada vez que pienso en ello, cada dia que pasa y veo que no me llega la regla, soy yo la que vive el martirio. Aunque quisiera, no podria hacer lo mismo, ya que estoy atrapada en este bucle de ansiedad y sin nadie que me rescate de el. Ya han pasado dos semanas y me siento como si hubieran pasado tres meses arrastrando el secreto. Ando ocultandolo dia y noche, necesitando con urgencia gritar a los cuatro vientos y que todos lo oigan y al menos ya estara dicho. Pero todavia no lo se. El problema es que me da demasiado miedo saberlo, no puedo dar el paso. Intento pensar que en realidad puede que todo este en mi cabeza. ?Y si no estoy realmente embarazada y simplemente mi regla es irregular? Pero luego me doy cuenta de que es poco habitual en mi la irregularidad… y vuelvo a tener miedo de hacerme la prueba y que se confirmen mis miedos. Ojala pudiera evadirme de este agujero negro que me consume desde que me despierto por la manana. Ojala pudiera traspasarle los susurros masoquistas que escucho en mi cabeza a alguien ajeno y poder respirar tranquilamente como si el mundo no se acabara manana. ZOE --Bueno, ?que? ?Piensas quedarte aqui todo el dia? ?Para eso has convencido tanto a tu padre de que te trajera de vuelta a casa? --pregunto Margaret irrumpiendo en mi habitacion. Estaba apoyada en el marco de la puerta con una mano en la cintura, como esperando alguna reaccion por mi parte. Yo estaba todavia tumbada en la cama y la observaba con impasibilidad. Llevaba el pelo repeinado en un mono alto y un chandal de deporte. O se iba a ir al gimnasio o fingia que iba. No se me escapaba que no tenia que cabrear a Margaret. No habia sido facil estar de nuevo en esta cama de la que ahora no tenia ningunas ganas de moverme. Habia sido complicado, una negociacion dura, poder volver a estar en casa. Despues de convencer dia y noche a mi padre para dejarme volver, no se como, pero, milagrosamente, me dio otra oportunidad. Y ahora no podia decepcionarle. De eso nada, pensaba aprovecharla para demostrarle que no me meteria en mas lios y seria responsable. --Vaya, pareces mi canguro. ?Vienes a vigilarme desde que me despierto? --me queje mientras me levantaba con parsimonia. --No vengo a vigilarte desde que te despiertas porque ya llevas un rato despierta, Zoe --me solto. Por lo visto, analizaba cada movimiento que hacia, juzgandome con la mirada. Solte un pequeno bufido, lo cierto era que le tenia tanto asco que ya ni intentaba disimularlo. --Entonces es verdad que me llevas vigilando un buen rato. ?Soy la unica a la que espias o tambien entras en el cuarto de Max para ver si ya se ha vestido para el cole? --proteste con sarcasmo y repulsion. Pero mis sarcasmos no parecian impactarle. No dijo nada, se dio media vuelta y se largo, no sin antes mirarme de arriba abajo con aires de superioridad. Me vesti rapido con lo primero que pille y baje a desayunar antes de que pudiera ponerme como un trapo con mi padre. --No te veo muy contenta de estar de vuelta, hermanita --me dijo Max mientras se preparaba un bol con cereales y se sentaba frente a mi. <>, pense para mis adentros. Como estaba tardando en responder, me di cuenta de que mi padre estaba empezando a prestar atencion a nuestra conversacion, metiendo la oreja sin querer que se notara. Se estaba preparando su cafe y tomando sus vitaminas de la manana, disimulando que seguia sus rituales matutinos, pero yo notaba como me miraba de reojo, extranado, para ver si me pasaba algo. Asi que decidi adelantarme a sus sospechas y responder con un simple: --Estoy bien. --Y segui mirando para abajo a mis tostadas con huevo. --Max, es lunes, ?que esperas? --se rio Margaret falsamente. Me sorprendio que estuviera defendiendome frente a mi padre y mi hermano, pero luego recorde que era su costumbre. Solo lo hacia estrategicamente para causar buena impresion, para que pareciera que nos llevabamos bien. Por mucho que odiara que hiciera eso, tengo que admitir que, cuando habla por mi, evito tener que fingir y eso me relaja, porque, a diferencia de ella, yo odio tener que fingir las emociones, me causan dolor de cabeza por no saber que responder. Es como meter un monton de ropa a presion en el armario, al final no cierra y se te cae todo encima. Despues de eso, nos pasamos un rato desayunando en un silencio tenso. Yo apenas toque el plato, tenia tantos nervios acumulados en la boca del estomago que no habia espacio para el apetito. Ya de por si la idea de volver a clase me daba ganas de vomitar. --?Has terminado? --me pregunto Max retirandome el plato sin dejarme responder. --No --respondi seria, a pesar de que la idea de meterme un bocado mas en la boca me daba fatiga. Max siempre estaba de mi lado, era mi aliado, pero incluso su voz me daba grima ahora. No queria estar para nadie. Simplemente queria quedarme comoda en mi casa enterrandome bajo las sabanas sin que nadie lo supiera. No sabia que iba a decir ni hacer cuando me encontrara de nuevo con las chicas… y sobre todo con Cody. --No me hagas esperarte --dijo medio en broma medio en serio, cogiendo su chaqueta negra de cuero del perchero y sin apenas mirarme. Nos montamos en el coche, y el mismo trayecto de todos los dias hoy lo senti como si llevaramos una hora conduciendo. --Venga, baja, que tengo que irme a clase. --Me quede mirando la entrada abarrotada de gente e inmediatamente me hice esclava de aquel antiguo panico que volvio a aparecer dentro de mi para amargarme la existencia, pero tambien para advertirme de que nada bueno podria pasar --. ?Se puede saber que te pasa hoy? --me pregunto al verme tan seria. --?Y a ti? ?Por que me hablas asi? --No se me ocurrio otra cosa que decir, estaba tan nerviosa que no le estaba prestando la atencion que le prestaria normalmente. --Muy bien, como quieras. --Piso el acelerador de camino a su instituto. Mierda, habia cabreado a Max y el seguramente solo se estaba interesando por mi y por saber que me pasaba. Realmente estaba siendo una idiota, estaba secuestrada por mis emociones y, si seguia asi, terminaria alejando a las pocas personas que podian ayudarme. Max lo decia en serio, estaba dispuesto a seguir hasta su instituto y dejarme alli, ya me las apanaria para volver. Poco a poco vi como la imagen de toda la gente agolpada en la entrada se iba alejando. --Espera, para, para, por favor. --Me ignoraba mientras miraba fijamente al frente--. !Max! Por favor --le rogue. Y en ese momento note como, a pesar de mis esfuerzos por disociarme, e incluso a pesar de mis esfuerzos por estar cabreada, se me quebro la voz. Estaba empezando a llorar sin poder controlar mis lagrimas. Sabia que, si lloraba, menos caso me iba a hacer. Odiaba a la gente llorona, algo ironico, ya que tenia a una maestra del llanto en la familia. --!!!Max!!! --grite con fuerza al ver que iba a atropellar a una chica en el paso de peatones. Al final freno tan de golpe que si no llego a tener el cinturon de seguridad salgo volando atravesando el cristal. Aproveche el momento y no perdi ni un segundo al bajarme del coche. Cuando vi a la chica del paso de peatones me di cuenta de que era Marina. No me apetecia ponerme a hablar con ella nada mas llegar y en esta situacion, asi que me di la vuelta antes de que pudiera verme y empece a caminar con paso firme hacia delante, queria ser invisible. Si me esforzaba lo suficiente, estaba segura de que lo conseguiria. --?Zoe? Cuando escuche mi nombre acelere el paso intentando como fuera evitarla. Al final me alcanzo y poso su mano en mi hombro para frenarme. --!?Zoe?! --exclamo sorprendida de verme. --?Como me has podido reconocer desde alli? --dije reservada, a pesar de que llevaba mucho tiempo sin verla y me imaginaba este momento mucho mas emotivo. --Mmm… No se --dijo sarcastica tocandome el pelo. Maldito pelo, siempre me delataba, deberia alisarmelo y tenirme de morena. --No sabia que habias vuelto. ?Que te pasa? ?Es que echas de menos el internado? --Que va, lo que yo mas deseaba era largarme de alli. --Entonces ?que te pasa? --Estoy nerviosa --dije mirandola a la cara por primera vez desde que me la encontre. --Tranquila, te trataremos todos bien --se rio sabiendo de sobra de que iba mi preocupacion. Me sentia atrapada en el bucle de una historia sin fin. De nuevo volveria a entrar por primera vez desde hacia mucho y Marina volveria a integrarme, volverian a mirarme mal y volveria a sentir la necesidad de querer encajar. La misma historia se repite una y otra vez y no logro ver el final. Siento que en todo este tiempo no me han echado de menos y algunos ni se han percatado de que no estoy, soy esa pieza indiferente que carece de importancia en la vida de los demas. Solo me prestan atencion cuando estoy para jugar conmigo como si fuera su juguete. Llegamos al patio y, como siempre, estaban todas sentadas en las gradas. --Espera. --Esta vez fui yo la que frene a Marina antes de ir para alla. --?Que? ?Es por la falda? --pregunto sarcastica recordando viejos momentos. --No, es que… se que algo va a pasar. --Zoe, ?a que te refieres? Claro que va a pasar algo, en la vida pasan cosas constantemente. --No finjas que no me entiendes. --Marina me empujo hacia delante sin dejarme rechistar, y poco a poco empezaba a notar ese familiar sentimiento de inferioridad, el corazon empezaba a latirme tan fuerte que en cualquier momento explotaria. --!Pero mira a quien tenemos aqui! --exclamo burlona y sorprendida Jacqueline, llamando la atencion del resto, que dejaron su interesante conversacion para mirarme a mi. --?Zoe? --preguntaron Jessica y Maddie a la vez. Mi cabeza iba a mil por hora, pero no se me ocurria nada que decir. --Hola --dije sin mas. --Parece ser que hoy es el dia de las llegadas sorpresa, primero vino Jessica, ahora Zoe, me pregunto quien sera el siguiente --interrumpio Jacqueline el silencio--. ?Por que has vuelto, Zoe? ?No te gustaba el internado? --pregunto Jacqueline con un tono dificil de identificar, no sabia si iba a malas o realmente le interesaba saber. --En realidad… --Abri la boca por primera vez desde que llegue, pero me interrumpieron… Maddie, como no. --Lo que no le gustaba era sentirse alejada de mi novio --me ataco Maddie, orgullosa de haberlo hecho. Lo que ella no sabia era que yo ya no solia callarme las cosas como antes, ya las conocia y no me importaba en absoluto formar una pelea, sobre todo desde que empezo a meterse con mi familia. --Espera un segundo, pensaba que tu novio era mi hermano --le respondi ironica con un tono falso de confusion--. ?O es que has vuelto a cambiar de novio? Perdon, es que se hace dificil llevar la cuenta cuando te echas uno cada semana --espete lo mas controlada posible, estaba furiosa y a la vez satisfecha por haber hablado. A partir de ahora no me iba a callar nada mas. --?Que querias que hiciera? No me quedaba otra opcion que darte de tu propia medicina, fastidia, ?verdad? No haberme robado a Cody, asquerosa --solto con malicia la ultima palabra. --!Ya esta bien! --interrumpio Marina, y Jacqueline puso cara de queja por haber frenado la discusion--. Hablais de Cody como si fuera una posesion. El es dueno de sus acciones y decide con quien se va y de quien se aleja. --?Como es tu relacion con el? ?Es ese cuento de hadas que todas deseamos tener? Por cierto, ultimamente no sabemos nada de el, ?donde te has dejado a tu principe? --siguio atacandome, ignorando por completo la respuesta de Marina. <>, pense para mi, y ojala me hubiera podido leer el pensamiento.

  • La luz que ilumina la oscuridad (Ojos de gata IV) de M. N. Mera

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    Por fin el final de esta fantastica saga romantica

  • Idem de Myriam Ojeda

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    Nadia trabaja para la editorial Millenium como editora, un trabajo que le apasiona, pero a su vez, tambien necesita renovar.

  • A un instante de ti de Ricardo Espin Bueno

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    Manuel nacio el ano 1929 en el seno de una familia humilde de aldeanos y siempre sintio que no encajaba alli. Durante sus primeros anos, sufre la guerra, la perdida en el frente de su hermano mayor, la locura y muerte de su madre, la ejecucion de su maestro, descubre que su padre ayuda a los maquis, llegan sus primeros viajes a la capital, sus primeros suenos... A los catorce anos durante la Fiesta de la Vendimia, conoce a Felisa, otra aldeana como el a la que ese mismo dia le dice que se casara con ella. Tambien en esa fiesta conocera a Amelia Aguilar, la hija del terrateniente mas rico de la Comarca, que se enamorara de el. Esas relaciones marcaran su vida. Felisa es hija de Nemesio Molina, primo de Indalecio Romano, el padre de Manuel. Una relacion dificil porque los Romano y los Molina arrastran desde hace decadas unas rencillas que les conducen a peleas, reyertas, duelos a navaja... Y Amelia, es una nina malcriada que aprovecha sus encantos y su posicion para conseguir lo que quiere. Ese triangulo amoroso provocara momentos dificiles en las vidas de los protagonistas.

  • Entrega certificada de Sophie Saint Rose

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    Symone cruzo la calle a toda prisa cargando con su pesada bolsa de cartera y esquivando un taxi que hizo sonar el claxon. Al llegar a la acera suspiro abriendo la bolsa para hacer el reparto y sonrio al ver el sobre rojo -- Claro, hoy es jueves. -- dijo para si subiendo las escaleras del numero cuarenta y siete. El portal estaba abierto y no veia al portero por ningun sitio. El senor Patterson bajaba en ese momento, asi que encantada se acerco con los sobres en la mano-- Le ha llegado carta, senor Patterson. Como todos los jueves. -- miro en el monton del edificio y saco dos cartas para el. --Gracias, ?Sybil? --Symone. Symone Murray. El hombre ya debia tener sesenta y tantos, pero era tan atractivo como un actor de cine. Incluso con su pelo moreno cubierto de canas, se conservaba muy bien para su edad. -- ?Eres nueva en este trabajo? Creo que antes repartia las cartas un hombre, ?verdad? --Phill, pero se jubilo hace un ano. Ahora esta zona es mia. --lo miro maliciosa-- Usted es mio. El hombre se echo a reir y Jack, el portero, se acerco poniendose la chaqueta. Estaba claro que habia ido al bano-- Buenos dias, Symone. --Buenos dias, Jack. ?Como va ese intestino? --Mucho mejor, gracias. --Ya sabes, come mucha fibra. Hasta manana. -- se volvio y le guino un ojo al senor Patterson, que sonrio agradablemente. Hizo su ruta saludando a todo el mundo y charlando un rato con ellos, pero se puso a llover, algo que no era extrano en Nueva York a finales de septiembre. Su pelo castano, que habia tardado una hora en dejar impecable con la plancha la noche anterior, ahora era una masa de rizos desgrenados -- Mierda de tiempo. -- era lo que mas odiaba de su trabajo. El tiempo. En invierno era una pesadilla repartir el correo porque siempre llegaba empapada y muerta de frio cuando nevaba. Desde el ano anterior, que era cuando habia empezado a trabajar en correos, habia pillado cinco resfriados. Habia tenido la nariz roja durante todo el invierno y eso que habia probado de todo. Su amiga Tavie decia que parecia una payasita. Y no solo eso. En verano se asaba con aquellos pantalones ridiculos y los zapatones con cordones. Ademas, la camisa azul le quedaba enorme. Era el uniforme menos sexy del mundo. Asi no se comia ni un rosco y llevaba sin sexo... bueno ahi su trabajo tenia poco que ver, porque hacia dos anos que no echaba un polvo. Cuando por fin llego a casa, se quito la chaqueta de punto azul y puso los ojos en blanco al oir los jadeos de su companera de piso en su habitacion. -Esto es estupendo. -- siseo viendo que el piso estaba hecho un asco mientras iba hacia la nevera y cuando la abrio, pudo comprobar que Tavie no habia ido a comprar esa manana como habia dicho que haria. --Espaguetis otra vez. -- dijo resignada abriendo la alacena. Se puso a cocer los espaguetis sacando una lata de salsa bolonesa ya preparada y cuando tenia la comida ya a punto, escucho el grito de satisfaccion de Tavie terminando la faena. Su novio salio de la habitacion con unos gayumbos rojos sonriendo como un bobalicon mientras se apartaba el cabello rubio de la cara -- Ehh. Ese era el saludo de Cris. Siempre decia Ehh. Estaria bueno, pero era el tio con menos cerebro del mundo. Todavia no entendia como Tavie estaba con el. Por los orgasmos que le proporcionaba seguramente. Cuando su amiga salio de la habitacion atandose la bata de seda rosa que su madre le habia regalado a Symone por Navidad, se dijo que ya tenia bastante-- Esto no puede seguir asi. --Vamos, ?estas enfadada? --No trabajas, tengo que encargarme yo hasta de hacer la comida. !No has ido a la compra! -- dijo enfadada-- !Y hasta coges mis cosas sin mi permiso! -- !Somos amigas! -- exclamo Tavie recogiendo su cabello rubio en una coleta alta mientras la miraba como si dijera disparates. -- !Precisamente por eso! !Si queremos seguir siendo amigas, esto tiene que cambiar! Tavie la miro con sus ojos azules mientras que los verdes de Symone brillaban de rabia por no pegarle cuatro gritos -- Esta bien. Veo que igual me he pasado, pero no me he dado cuenta, te lo juro. -- !Solo faltaria que hubieras sido tan egoista a proposito! --Necesita un polvo. -- dijo Cris cogiendo de la olla unos espaguetis con la mano y metiendoselos en la boca. -- !Cierra la boca, Cris! -- dijeron las dos a la vez. --Esta bien. A partir de ahora colaborare mas. -- su amiga se acerco a los espaguetis y saco un plato de la alacena sirviendose. Cogio un tenedor y se sento sobre la encimera comiendo tranquilamente -- Ire a la compra por la tarde. --dijo sin darle importancia. Cuando un espagueti cayo como a camara lenta sobre la bata que ni ella habia estrenado, lo vio todo rojo-- !Largo! Tavie mastico lentamente dejando el plato sobre la encimera-- Cris, corre. -- ?Que? -- pregunto su novio con la boca llena. -- !Corre! !Tiene esa mirada de loca! Cris la miro y ella indignada grito -- !No tiene gracia! Tavie solto una risita-- Lo siento. Prometo ser buena. Siempre le decia lo mismo y por muy amigas que fueran, aquello ya era el colmo. Nego con la cabeza y Tavie perdio la sonrisa poco a poco-- Hablas en serio. --Mira el apartamento, Tavie. !Tienes veinticinco anos y no limpias, no colaboras, te comes todo lo que compro y este gorron tambien! !No aportas dinero a la renta porque no trabajas y encima tienes el descaro de reirte de mi! !Y me has estropeado una bata que me ha regalado mi madre! --Tavie se sonrojo-- Nos conocemos desde hace anos y cuando te dije que podias vivir aqui, se suponia que era algo temporal. !Llevo un ano manteniendote y estoy harta! --Entiendo. -- dijo muy digna bajando de la encimera-- Hare las maletas. -- ?Y a donde vas a ir? -- pregunto Cris con la boca llena. --A tu casa. Cris abrio los ojos como platos-- !No puedes venir a mi casa! !No entro ni yo! Tavie jadeo indignada-- ?No me quieres en tu casa? --No es eso palomita...-- siguio a su furiosa novia y Symone se mordio el labio inferior sintiendo remordimientos. --No cedas, no cedas. -- se dijo a si misma en voz baja. Saco un plato del armario y cuando llego a la olla vio que estaba casi vacia. Eso la decidio. Furiosa fue hasta la habitacion y cerro de un portazo. Se quito el horrible uniforme y salio con su albornoz rosa hacia el bano. Alli se encontro con Tavie, que estaba recogiendo sus cosas. Symone se sintio fatal sobre todo porque se conocian desde los diez anos y Tavie abrio los ojos como platos cogiendola de la muneca y metiendola en el cuarto de bano a toda prisa-- !No lo digas! -- ?El que? --Cris me acaba de decir que esta bien que me quede en su casa y si te echas atras, nunca querra que viva con el. Symone entrecerro los ojos-- !Lo has hecho a proposito! --Tecnica de supervivencia. -- hizo una mueca--Siento lo de la bata. Ahi me he pasado. --se volvio y siguio recogiendo sus innumerables potingues-- Vamos, parece que no me conoces. Tampoco soy tan desordenada. --Increible. -- siseo-- Tu no estas bien de la cabeza. --En el amor y la guerra todo vale. -- se volvio y le dio un beso en la mejilla-- Te llamo manana. Atonita la vio irse del bano como si nada. Miro el estante casi vacio, pensando que ese pringado no tenia ninguna oportunidad con su amiga. Se lo iba a comer vivo. Se paso lo que quedo del dia recogiendo el apartamento y yendo a la compra. Cuando al fin se tumbo en la cama hizo una mueca porque echaba de menos a Tavie. Siempre hablaban antes de irse a dormir y era un habito que echaria de menos. -- Bueno, Symone... es hora de buscarte un novio. Una semana despues estaba en la central de correos recogiendo la correspondencia de su zona, cuando repasando que todas las cartas estuvieran colocadas por calles, se dio cuenta que faltaba algo. Sin saber que era, las reviso dos veces, pero tenia las cartas de todos los portales y de todas sus calles--Que raro. -- susurro metiendolas por orden de entrega, para ir sacandolas segun las iba necesitando. Esa vez llevaba un carrito porque tenia demasiado volumen y no le cabian en la bolsa. Odiaba el dichoso carrito. Sonrio porque afortunadamente no llovia. Cuando llego al numero cuarenta y siete de la cincuenta y ocho, sonrio cogiendo las cartas para entregarlas-- Buenos dias, Jack. --Buenos dias, Symone. -- de repente se puso palido y salio corriendo. --Vaya. -- subio las escaleras --Pobre hombre. --iba a dejar las cartas sobre la mesa, pero se decidio a meterlas en los buzones para que no tuviera que hacerlo el. Estaba echando las cartas en el buzon de Patterson cuando se detuvo en seco. Paso una carta tras otra -- !Mierda! !La carta roja! Seguro que la habia dejado en la central porque nunca faltaba. Hizo sus entregas en tiempo record corriendo por su zona sin detenerse con nadie. Cuando llego a la central, dejo el carrito en su sitio y fue a la zona de reparto para revisar su cajetin. Al verlo vacio, se llevo la mano a la frente pensando en ello--Mierda, mierda. -- ?Que ocurre? -- pregunto su supervisora mirandola fijamente a traves de sus gafas de pasta negras. --Oh, nada. Creo. Es que un usuario esperaba una carta y me he pasado a mirar por si estaba alli. --No habra llegado. Si se hubiera enviado, la habrias repartido. -- entrecerro los ojos--A no ser que la hayas perdido. Symone abrio los ojos como platos-- Por supuesto que no, senora Liles. Yo no he perdido nada. La mujer sonrio asintiendo-- Nunca hemos tenido una queja de ti y seguro que esta vez sera igual. Esa carta no ha llegado. Punto. --Si, senora Liles. --Bien. ?Has terminado? --Si, senora. Miro su reloj y sonrio encantada-- Muy bien. Un tiempo excelente. Puedes irte a casa. Cuando la mujer se volvio a echarle la bronca a otro, gimio mirando su cajetin-- !Mierda! Despues de darle vueltas durante una hora, se acerco al portal del senor Patterson para disculparse. Estaba convencida que la carta habia desaparecido en algun punto porque las recibia todos los jueves y se sentia culpable porque era mas que evidente que eran cartas de amor. Symone se imaginaba que seria un amor imposible y que solo les era posible comunicarse asi, como en los romances del siglo diecisiete. La posibilidad de que por culpa de ella no hubiera recibido la carta de la semana, le provocaba una desazon que no se iba. Asi que como decia su madre, cuando habia que disculparse, cuanto antes mejor. Entro en el portal y saludo a Jack-- ?Como estas? El hombre que debia tener unos treinta anos sonrio como si estuviera encantado con la pregunta y Symone incomoda porque pensara que tenia interes en el, miro a su alrededor disimulando. -- Mucho mejor. Es que tengo el colon irritable, ?sabes? Y si me pongo nervioso...-- de repente palidecio y salio corriendo. Symone se quedo mirando su espalda con la boca abierta y entonces comprendio que se ponia nervioso al verla. Hizo una mueca esperando que se le pasara, porque le iba a ver casi todos los dias a no ser que la cambiaran de ruta. Algo poco probable. Sujetandose la correa del bolso que cruzaba su pecho fue hasta el ascensor y pulso el octavo. Se miro al espejo y se aparto un rizo castano de la frente. Se paso el dedo por debajo de sus ojos verdes para quitar algo del rimel que se le habia corrido y tomo aire dandose valor porque no sabia como iba a reaccionar el pobre hombre. Esperaba que estuviera en casa. Salio del ascensor y admiro un precioso cuadro que estaba en el pasillo. Era una preciosidad que representaba un puente sobre un rio lleno de flores acuaticas. En su barrio ese cuadro duraria alli tres minutos. Fue hasta la puerta A y toco el timbre. Miro a su alrededor y se sobresalto cuando abrieron la puerta. Una mujer de la edad del senor Patterson le sonrio dulcemente y Symone fruncio el ceno mirando la letra de su puerta. Se suponia que ese hombre no tenia esposa. Nunca habia enviado una carta a la mujer de Patterson, pero temio meter la pata, asi que pregunto-- ?Es la senora Patterson? --Oh no, querida. Soy su asistenta. ?Traes una carta certificada para Richard? Suspiro de alivio-- No, pero necesito hablar con el de un asunto importante. La mujer asintio con una agradable sonrisa mirandola con sus ojos azules --Por supuesto. Pasa, que le aviso. La llevo a un salon que estaba elegantemente decorado. Era masculino en tonos marrones y el gran sofa de cuero le recordo a los que se veian en las peliculas inglesas. Todo estaba puesto con mucho gusto. Habia un cuadro que le llamo la atencion porque no pegaba con la decoracion clasica de ese hombre. Era el retrato de una mujer en tonos pastel. Era preciosa, con su pelo rubio y sus ojos verdes brillando de alegria mientras se reia. Seguro que era alguien importante para el. --Enseguida le aviso. ?Quieres tomar algo? --No, gracias. --se sento en el sofa sacando la correa del bolso por la cabeza para colocarlo a su lado en el sofa-- Acabo de tomarme un cafe. La mujer asintio girandose y yendo hacia una puerta que habia a su izquierda. Llamo a la puerta -Adelante. La senora entro en lo que parecia un despacho. Desde el sofa vio que el senor Patterson estaba sentado detras de un escritorio muy fino. La mujer le dijo algo que ella no llego a entender desde alli y el hombre se levanto rodeando el escritorio. Cuando salio, Symone sonrio levantandose del sofa. Al verla sonrio agradablemente --Pero si es nuestra repartidora de noticias. --Que manera mas delicada de decir repartidora de facturas. El hombre divertido le indico el sofa -- Por favor, sientate. Tienes que estar cansada despues de recorrer las calles toda la manana. Symone se sento mientras la mujer recorria el salon para entrar en otra puerta a su derecha. --Bueno, Symone... ?ha ocurrido algo? -- se sento en la butaca al lado del sofa y ella pudo ver en sus ojos que tenia la esperanza que hubiera sido asi. --Queria disculparme por no haberle traido el sobre rojo hoy. -- dijo preocupada-- En realidad no se que ha pasado y temo haberlo perdido. --Tuteame, por favor. -- la miro con sus ojos grises y apreto los labios-- ?Por que te disculpas si no sabes que ha ocurrido? --Me he imaginado que la culpa ha sido mia, porque ella no falla ni una semana. -- se sonrojo intensamente-- Perdon. Supuse que era una mujer quien... --Tienes razon. -- la interrumpio con una triste sonrisa-- En treinta y dos anos no ha fallado nunca. --eso la hizo sentirse peor aun. Que hubiera pasado en su turno, era tener mala suerte --Desgraciadamente creo que a ella puede haberle pasado algo y por eso no ha escrito la carta de esta semana. --Pero puede enterarse, ?verdad? --pregunto ansiosa. Richard nego con la cabeza --No puedo llamar a su casa. --Entiendo. -- susurro mirando la tristeza en sus ojos -- Si esta casada, puedo ... --No esta casada. Es viuda. Symone le miro confundida-- ?Y si es viuda por que razon no pueden mantener contacto? -- al darse cuenta que habia preguntado algo demasiado personal, se puso como un tomate y susurro --Lo siento, no es asunto mio. El hombre suspiro y miro el cuadro --Cuando conoci a Valeria si que estaba casada. --a Symone se le corto el aliento-- Llevaba casada cinco anos y tenia una hija con su marido. -- ?Como se conocieron? Richard sonrio con nostalgia-- En el cine. Habia ido sola porque su marido no soportaba el cine europeo. Estabamos en la cola de las palomitas y tropece con ella. Fue amor a primera vista. --Oh, que bonito. --Intentamos separarnos, de verdad. Pero era superior a nuestras fuerzas. --miro a Symone a los ojos-- Le pedi mil veces que le dejara y cuando lo iba a hacer, su marido tuvo un problema de salud que le impidio hacerlo. --Algo de corazon, seguro. -- dijo haciendole reir-- En las grandes historias de amor siempre pasa algo asi. --No paso solo eso. Yo me enfade y... --Se separaron. --No queria hacerle dano a su marido, ni a su hija, asi que cuando se entero de que estaba embarazada de mi, no me dijo nada. -- Symone se llevo una mano al pecho sintiendo mucha pena por el -- Yo me case con otra, pero el matrimonio no duro ni dos anos. Me estaba divorciando cuando vi a Valeria en Central Park con el nino en el carricoche. Cuando nos encontramos, volvimos a sentir lo mismo que cuando estabamos juntos, asi que fue inevitable. Pero cuando un dia el nino me llamo papa en uno de nuestros encuentros, ella me miro con horror y ya no quiso volver a verme, sintiendose muy culpable por todo lo que habiamos provocado. --Asi que tu hijo vive en la ignorancia. Richard asintio. -- ?Y su marido? --Murio hace siete anos. -- ?Y por que no estan juntos, si se puede saber? El senalo una foto que habia sobre una estanteria y Symone abrio los ojos como platos al ver a un hombre guapisimo, riendo con la mujer rubia al lado. Tenia los ojos grises y miraba a la camara, pero Symone sintio que la miraba a ella --Esta buenisimo. Richard se echo a reir a carcajadas-- Segun su madre, tiene un exito terrible con las mujeres. No le extranaba nada-- Seguramente usted tambien lo tendria porque son igualitos. -- Symone miro la foto y a su anfitrion varias veces. --Ese es el problema. Que cuando me vea, sabra todo lo que ha pasado y su madre no puede soportar que sepa que le ha enganado. Que ha enganado a toda la familia. Seria demasiado para ella. -- !Por Dios, llevan asi treinta anos! -- dijo ella indignada-- Tienen derecho a ser felices de una vez. El se cabreara, pero tendra que aceptarlo. !No es un nino! Richard la miro con admiracion --Eso mismo le he dicho a Valeria, pero... --Se niega. --Sus hijos son el amor de su vida. --Symone suspiro mirando la foto-- Ademas, no se lo que ha pasado, asi que hasta que no se ponga en contacto conmigo tengo las manos atadas. --Pues me voy a enterar. -- dijo levantandose del sofa decidida-- ?La direccion? Richard abrio los ojos como platos-- ?Que? -- !No puedes pasarte con esta incertidumbre varios dias! Me das la direccion y voy a preguntar por ella. !Soy cartera! De algo tiene que servir mi profesion. El hombre parecio pensarlo-- No es mala idea. --Tu no puedes ir, pero yo si. -- sonrio radiante-- Y si tengo suerte puede que vea a tu hijo. --No le contaras nada, ?verdad? --Soy cartera. -dijo ofendida-- Soy discreta por naturaleza. Si supieras las cosas que se. -- ?Como que? --Soy una tumba. Richard se echo a reir y sus ojos brillaron. Se levanto y fue hasta su despacho donde escribio en un post-it lo que suponia que era la direccion. Cuando volvio, parecio pensarselo mejor con el post- it en la mano-- No dudes mas. Por mi no se enterara de nada. Preguntare por ella. !Incluso puede que no pase nada y yo haya perdido la carta! Richard apreto los labios y le entrego la nota-- Valeria Thorton. --Muy bien. Volvere. -- dijo yendo hacia la puerta con paso firme --Tardare un par de horas. Tengo que pasar por la central. --De acuerdo. Estare aqui esperando. Saliendo del piso apreto los labios. Pobre hombre. Llevaba esperando toda su vida. Su unico nexo de union con su familia eran esas cartas y ella iba a descubrir que estaba pasando. Capitulo 2 A toda prisa fue hasta la central con la esperanza de que hubiera en el cajetin de su calle alguna carta a nombre de Valeria Thorton. Sonrio porque tuvo suerte y discretamente cogio la carta, que era de un banco. Hizo una mueca porque le vendria mejor una certificada, pero le serviria para tener una excusa. Cuando la habia guardado en el bolso, paso su supervisora ante ella. --Symone, ?que haces todavia aqui? --Se me olvido algo en la taquilla y me he pasado a ver como iba el trabajo para manana. La senora Liles la miro asombrada-- No deberias pensar tanto en el trabajo. Eres joven. Sal a divertirte. --Es que me gusta que todo este en orden. --Esta entrega en tu trabajo, me hace pensar que puede que te recomiende para un ascenso a clasificacion. !Dios mio, que horror! Estar todo el dia sentada clasificando cartas por codigo postal. Preferia helarse de frio. --No se moleste. Ya conozco a los vecinos y estoy muy a gusto en la ruta. --Estupendo. Ahora vete y disfruta de lo que queda del dia. --Lo hare. Hasta manana. Salio de alli a toda prisa y corrio a la parada de metro para ir a la calle sesenta y cuatro este. Estaba claro que tenian mucho dinero y Symone esperaba que eso no hubiera tenido nada que ver a la hora de no separarse de su marido. Cuando llego a la casa de tres pisos, miro la fachada de ladrillo rojo y se paso las manos sudorosas por su chaqueta antes de sacar la carta de su bolso. Con la carta en la mano cruzo la calle y subio los cinco escalones que llevaban a la puerta, decorada con un llamador de cobre en forma de leon. --Vamos alla. -- toco el timbre y puso una sonrisa en la cara. -- !Ya voy yo! -- escucho desde dentro de la casa y cuando abrieron la puerta Symone sintio que se le detenia el corazon. El hijo del senor Patterson estaba ante ella con una camisa blanca y unos pantalones negros. Las mangas de la camisa estaban enrolladas hasta los codos mostrando su vello negro y Symone trago saliva al ver el color dorado de su piel. Estaba para comerselo -- ?Si? La voz grave del macizo le hizo levantar la vista a sus ojos grises, igualitos a los de su padre. -- ?Queria algo? --Oh. -miro la carta como si leyera el nombre que se sabia de memoria-- ?Valeria Thorton? --Es mi madre. -- extendio la mano, pero ella la aparto de el sorprendiendolo. -- ?Y eso como lo se? -- ?Perdon? -- ?Esta en casa? --Mi madre esta en el hospital. -- respondio molesto-- ?Me da la carta? -- ?En el hospital? -- pregunto alarmada-- Estara bien, ?no? Richard la miro asombrado y respondio entre dientes-- ?Es asunto suyo? -- !Me gusta saber que mis asignados estan bien! Es de buen cartero. --Querra decir de buena cartera cotilla. Symone jadeo ofendida-- ?Esta bien o no? --Ha tenido una infeccion de vesicula y han tenido que operarla de urgencia. Iba a entregarle la carta cuando la volvio a apartar-- ?Pero esta bien? --Los medicos dicen que si. Tardara unas semanas en recuperarse, pero se pondra bien. Le tendio la carta y Richard iba a cogerla cuando volvio a separarla-- ?En que hospital esta? --Oiga, senora... -- !Senorita! --exclamo ofendida-- Senorita Murray. -- ?Me da la carta de una buena vez? -- !Es por si algun vecino quiere enviarle flores! --En el Lenox Hill. -- respondio entre dientes. -- ?Habitacion? --Trescientos dieciseis. Ella sonrio radiante-- Gracias. -- le entrego la carta, pero cuando el la cogio Symone no la solto-- Por cierto. ?Esta soltero? La miro asombrado-- ?Y eso que tiene que ver con mi madre? --No, si esa pregunta es para mi informacion personal. --No es asunto suyo. --Pues veras… ?te importa que te tutee? No, ?verdad? Pues veras... si de algo me he dado cuenta en el dia de hoy, es que no hay que desaprovechar las oportunidades, porque luego vienen los arrepentimientos. --?No me diga? -- tiro de la carta, pero ella no la solto cogiendola con la otra mano--!Esto es ridiculo! -- ?Esta soltero o no? -- !Si! Y si todas las mujeres son como usted, lo estare muchos anos. Ella se echo a reir dejandolo de piedra-- ?Novia? Se dio por vencido -No. --No eres gay, ?verdad? -- !No! --Tengo un trabajo estable y no estoy mal. ?Quieres casarte conmigo? La miro como si le hubieran salido dos cabezas antes de cerrarle la puerta en las narices. Symone parpadeo mirando el llamador. Parecia que el dichoso leon se reia de ella. -- ?Eso es que no? -- pregunto en alto para que la oyera --Vale, te meto la carta por debajo de la puerta. -- metio la mitad de la carta por la ranura y cuando la carta desaparecio sonrio sin poder evitarlo-- !Por cierto, me llamo Symone! Espero su respuesta, pero al no escuchar nada bajo los escalones lentamente sonriendo como una tonta. !Que hombre! Caminaba por la acera y volvio la vista a la ventana. !La estaba mirando! Ella le saludo con la mano y el cerro la cortina a toda prisa. --Le has gustado. Sino no se hubiera quedado mirando. -- dijo para si loca de contenta. Cuando llego a casa de Richard padre, entro en el portal donde Jack en cuanto la vio se sonrojo intensamente. -- Hola. --Hola, Symone. Sobre lo de antes... --Hablamos luego, tengo prisa. -- dijo entrando rapidamente en el ascensor dejandolo con la palabra en la boca. Cuando llego al octavo, Richard abrio la puerta el mismo, lo que demostraba el estado de nervios en el que se encontraba-- Sabes que estamos en el siglo veintiuno y que existen los moviles, ?verdad? -- ?Esta bien? Entro en el piso sonriendo de oreja a oreja-- Esta bien. La han operado de la vesicula de urgencia, pero esta bien. Richard suspiro de alivio pasandose una mano por la frente -- ?Por que no vas a verla? Esta en el Lenox Hill. Habitacion trescientos dieciseis. -- ?Como te has enterado de eso? --Sonsaque a tu hijo. -- le guino un ojo-- Se me resistia, pero al final hablo. Por cierto, ?como es que no os llamais por telefono? Richard se sento en la butaca --Empezamos con lo de las cartas. En aquella epoca no habia moviles y cuando Richard le regalo uno hace diez anos, no me quiso dar el numero porque su marido pagaba las facturas. --Entiendo. --Despues Richard se encargaba de esas cosas y seguimos como estabamos. --Pero os veis, ?verdad? En algun momento teneis que veros. --Una vez a la semana nos vemos aqui. Suele venir el lunes porque es el dia que tiene mas desocupado. Su hija tiene dos hijos y le quitan mucho tiempo. Ademas, tiene que seguir yendo a sus causas beneficas porque si no sus hijos se extranarian. --Asi que esta muy ocupada con la familia y eso. --Viene cuando puede. A veces me sorprende cuando tiene una tarde libre. Le parecia terrible tener que esperar siempre a que ella pudiera hacerle un hueco. Ese hombre tenia la paciencia del santo Job. Symone se sento en el sofa-- ?Vas a ir a verla? --Por mi iria ahora mismo, pero si Steffani esta alli, se sabra enseguida la verdad. --Por tu parecido con el. --Exacto. --Steffani es su hija mayor, supongo. Richard asintio preocupado-- Ya no lo soporto mas. Todo esto es... --Has tenido mucha paciencia. ?Como lo has soportado? La miro a los ojos-- Si hubieras conocido al amor de tu vida, harias lo que fuera por estar con el, aunque sea un minuto al mes. -el corazon salto en su pecho al oirle hablar -- Se que ella sufre tanto como yo, pero el amor que siente por sus hijos la retiene. Y a mi tambien. No quiero hacerles sufrir. Despues de tantos anos le tengo tanto carino a Steffani como a mi hijo. --senalo una foto donde estaba toda la familia junta. Una chica rubia rodeaba con el brazo al que debia ser su marido, un hombre moreno con cara de buena gente. Al lado del marido estaba Valeria y al otro lado Richard que miraba a sus dos sobrinos sentados en el suelo ante ellos. El gran arbol de Navidad indicaba que estaban en fiestas. El unico que faltaba era el y miro a Richard con pena. --Lo siento. Richard sonrio intentando disimular su estado de nerviosismo-- Nunca nos habia pasado algo asi y estoy preocupado. -- ?Quieres que manana vaya a verla? Si no hay nadie, le dare mi telefono para que hable contigo. Sus ojos grises brillaron-- ?Haras eso por mi? --Claro. -le miro maliciosa-- Ademas, tengo la intencion de ligarme a tu retono. Richard se echo a reir a carcajadas --No te rias. -- dijo indignada-- Lo conseguire. Me gusta. -- ?Te gusta, eh? -- dijo hinchando el pecho --Es un partido estupendo. --Eso ya lo he visto. --Y lleva su empresa con mano de hierro. -- se notaba que estaba muy orgulloso de el. --Eso a mi no me importa. -- dijo levantandose del sofa-- Yo me mantengo sola. Richard la miro pensativo-- ?Sabes que eres una persona estupenda? Nada me gustaria mas que se uniera a una mujer como tu. Symone se sonrojo por el piropo-- Hare lo que pueda. -- fue hasta la puerta y Richard la siguio-- ?Quieres que le diga algo si no puede llamarte? --Que la amo mas que a mi vida. Esa respuesta le corto el aliento y espero que alguien la amara asi algun dia --Lo hare. -- susurro. Forzo una sonrisa y salio del piso. --Gracias, Symone. Gracias por todo. --No es nada. Estamos para servir. -- le guino un ojo haciendole reir y Symone se sintio mucho mejor. Al dia siguiente hizo su reparto como todos los dias, deseando que llegara el fin de semana porque estaba agotada. Antes de ir al hospital, decidio cambiarse de ropa y se puso unos vaqueros ajustados negros y un jersey verde que resaltaba el color de sus ojos. Se maquillo ligeramente y como no le daba tiempo a plancharselo dejo sus rizos castanos sueltos, llegandole la melena a mitad de la espalda. Como no podia presentarse con las manos vacias a visitar a una enferma, decidio comprarle algo de parte de Richard. Entro en la floristeria del barrio y miro a su alrededor. -- ?Puedo ayudarla en algo? Se volvio hacia un chico que por su camisa supo inmediatamente que era gay. Un heterosexual no se pondria ese tono de rosa--Quiero el ramo de flores mas bonito del mundo. Quiero que cuando lo vea, se quede con la boca abierta y sepa que la persona que se lo regala la quiere con locura. --Tu novio es muy afortunado. -- dijo mirandole las piernas. Pues no, no era gay. --No es mi novio. Es un amor imposible que perdura a lo largo de los anos. -- comento distraida mirando un pequeno ramillete de violetas. -- ?Cual es su flor favorita? --No tengo ni idea. -le miro a los ojos que eran de un increible color azul. Llevaba lentillas, era gay -- ?Alguna sugerencia? --Oh carino, tengo miles. -- se volvio hacia los jarrones de cristal llenos de flores que tenia metidos en un expositor refrigerado -- Las rosas son tan tipicas en estos casos. No, tiene que ser algo especial. Gladiolos. -- ?Esas no son para los funerales? --Que va. Los que te vendo son un hibrido con colvillei. -- a ella le sonaba a chino --Mira, estos blancos enormes son magnificos. Eran bonitos. Sus grandes petalos blancos que se curvaban hacia abajo eran delicados y con clase. Perfectos para Valeria. -- ?Son muy caros? --Te hare precio y te saldran mas baratos que las rosas. --Muy bien. Hora de demostrar lo que vales. --Eso es todo un reto. Cogio todo el jarron y lo puso sobre la mesa de trabajo. En menos de cinco minutos habia hecho un enorme ramo envuelto con un precioso celofan y un gran lazo de seda rojo. Era perfecto. -- Eres un artista. --Gracias. -dijo cogiendo la tarjeta de credito que le tendia. --Te recomendare por ahi. El sonrio divertido --Te iba a hacer descuento igual. --Ahora te recomendare mas. El florista se echo a reir y cuando le entrego el recibo, lo firmo pensando que ese mes tendria que hacer algun ajuste por los setenta pavos que se acababa de gastar. Pero si le gustaba, mereceria la pena. Cogio el ramo de flores que casi la cubria y se lo coloco en el costado-- Hasta la proxima... --Alan. --Symone. -- le tendio la mano-- Hasta la proxima, Alan. El se la estrecho divertido y la acompano hasta la puerta. Cuando se la abrio para que saliera, la sorprendio tendiendole una rosa azul. Symone abrio los ojos como platos-- !Es azul! --Preciosa y fuera de lo normal. Como tu. -- ?Es de verdad? -- toco los petalos suavemente y si que era de verdad. Le miro a los ojos-- Gracias es muy bonita. --Ya me contaras si le ha gustado. Symone sonriendo casi se choca con un hombre que entraba y que le dio un beso a Alan en los labios. --Claro que te lo contare. Adios Alan. Cuando llego a la tercera planta del Lenox, salio del ascensor y busco la habitacion trescientos dieciseis. La puerta estaba cerrada, asi que llamo. Cuando se abrio la puerta y vio frente a ella a su Richard sonrio radiante-- !Hola! --Dios, ?que haces aqui? -- pregunto exasperado. --He venido a ver a tu madre. Richard la miro atonito y ella se lo comio con los ojos. Iba con un traje gris que resaltaba el color de sus ojos y la camisa blanca con la corbata azul le sentaban de miedo. -- ?Quien es, hijo? --Tu cartera. Symone le puso una mano en el pecho para empujarlo y que la dejara pasar. La mujer rubia que habia visto en las fotos estaba sentada en la cama algo despeinada y con cara de cansancio. Symone se quedo de piedra al ver la habitacion repleta de flores y algunos ramos eran impresionantes. --Hola, no se si se acuerda de mi, pero soy la sobrina de Patt-- la miro a los ojos mientras se acercaba a la cama y Valeria sonrio sonrojandose -- ?La recuerda? --Si, por supuesto. -- ?La sobrina de Patt? ?Que Patt? -- Richard se cruzo de brazos mirandola como si fuera un peligro. --Va, tu no la conoces. --se volvio hacia Richard y le sonriendole le tendio las flores -Para ti. -- ?Para mi? --Si, ella ya tiene muchas. Valeria se echo a reir---Eso es cierto. ---a miro a los ojos-- Asi que eres la sobrina de Patt. ?Como se encuentra? --Se asusto un poco al enterarse de que estabas en el hospital, pero ahora esta mucho mejor. Esta deseando que le hagas una llamadita para tranquilizarse. --Llama a esa amiga tuya, mama. -- dijo Richard mirando el enorme ramo de gladiolos --Si esta preocupada... Valeria la miro a los ojos emocionada-- No tengo aqui el movil y no se me el numero. --Tranquila. -- ella saco el telefono que tenia preparado y busco al padre de Richard en la agenda. Ahora tenia que entretener a Richard para que no escuchara la conversacion y lo haria encantada. Pulso el boton verde tendiendole el telefono y se giro hacia Richard, que miraba a su alrededor sin saber que hacer con el ramo. -- ?Como estas, guapo? --el la miro como si quisiera salir corriendo-- ?Me has echado de menos, cielito? -- ?Cielito? -- ?Te gusta mas carinito? -- dio un paso hacia el y Richard dio un paso atras con el ramo en la mano -- ?Te gustan mis flores? Son gladiolos. -- ?Esto no se usa en los funerales? Ella se echo a reir porque habia preguntado lo mismo que ella-- Pues no. Pero en las bodas si. ?Te has pensado mi proposicion? Richard buscando una salida miro a su madre, que hablaba con Patt sonriendo radiante. -- Te aseguro que soy un buen partido. -- dijo llamando su atencion. La fulmino con sus preciosos ojos grises rodeados por unas pestanas oscuras y muy largas. Symone suspiro sin poder evitarlo-- Se cocinar muy bien. --Tengo asistenta. --Y hago unos masajes estupendos. Soy fisioterapeuta, ?sabes? -- ?No eras cartera? --La crisis economica. -- dio otro paso hacia el. --Tengo un masajista increible. --Pero no serian como los mios. --Richard puso los ojos en blanco e impaciente volvio a mirar a su madre -- ?Que tal si vamos a comernos una hamburguesa? --Tengo una cena de negocios. -- dijo mirando su reloj de pulsera --Y creo que tengo que irme. -- !No fastidies! !Lo estoy haciendo yo todo! -- puso las manos en las caderas mirandole con el ceno fruncido-- ?Lo de la cena es cierto o es una manera de decirme que no quieres nada conmigo? --Lo primero y lo segundo. Le miro decepcionada-- No te gusto. En sus ojos leyo que creia que estaba chiflada y Symone se echo a reir-- Vamos, dimelo. Si no te gusto, no hay nada que hacer. -- ?Siempre haces esto con los tios? -- pregunto interesado. -- !Ja! !No has dicho que no! -- le senalo con el dedo-- Vamos carinito, si quieres vamos al cine. --Me gusta llevar a mi la iniciativa. -- dijo molesto. -- ?Es eso? Pero si hubiera sido por ti, hubieras cogido la carta sin preguntarme nada... --Sigo sin preguntarte nada. ?Eso no te dice algo? -- dejo el ramo sobre el alfeizar de la ventana. Con lo grande que era se cayo al suelo. Symone entrecerro los ojos. --Ese ramo me ha costado una pasta. Lo menos que podias hacer, es meterlo en un jarron y aparentar que te gusta. --No era para mi. -- !Te lo he regalado yo! !Si tu me regalaras algo, lo cuidaria! Richard se agacho a cogerlo enfadado-- No quiero que me regales nada. -- le puso el ramo en el pecho soltandolo y ella lo agarro antes de que cayera al suelo --De hecho, no quiero saber nada de ti. No me interesas. ?Lo entiendes? -- !Richard! -- exclamo su madre mirandolo asombrada-- ?Y tus modales? --su hijo se sonrojo por la reganina --!Disculpate ahora mismo! --Mama, si me disculpo, no me librare de ella. -exasperado se acerco a su madre y la beso en la mejilla-- Me tengo que ir. Symone se coloco ante la puerta y sonrio --Vale, puede que haya ido demasiado deprisa, pero estoy segura que te volveras loco por mi. --Richard no salia de su asombro -- Eres mi media naranja y no me voy a dar por vencida facilmente. ?Ahora me das un besito de despedida? Richard se volvio hacia su madre-- ?Ves lo que queria decir? Valeria solto una risita-- Dale el besito para que te deje salir. -- !Ni hablar! No pienso dejar que me chantajee. --Symone puso morritos y cerro los ojos esperando su beso. Richard gruno-- Esto es increible. --Me van a doler los mofletes. -- dijo sin apenas mover los labios. -- ?No tenias prisa? -- pregunto Valeria divertida. --?Sabes lo que es el acoso? Symone no se movio de su sitio. Esperaria lo que hiciera falta. Cuando se abrio la puerta empujandola hacia delante, Richard se escabullo antes de darse cuenta. La enfermera que llevaba una bandeja en la mano les miro asombrada. -- !Ya te pillare! -- !Que mas quisieras! Bufo mirando a Valeria que sonreia con su telefono en la mano-- ?Que tal todo con Patt? --Fantastico. ?Que tal todo con Richard? --Se resiste, pero todavia no he utilizado todas mis artimanas. --Estoy impaciente por enterarme de ellas. Sonriendo se acerco a la cama-- ?Como te encuentras? Patt esta algo nervioso. --Me duele un poco, pero no se lo digas. -la miro a los ojos-- ?Como os habeis conocido? --Soy su cartera. --Valeria abrio la boca entendiendo-- Falto tu carta. Se pasaron hablando una hora de como habia logrado enterarse de donde estaba y charlando de todo un poco. -- ?Como puedes vivir asi? -- pregunto sentada a su lado sin recriminarla. --No lo se. -- susurro con la mirada perdida-- Todo empezo sin buscarlo y era tan inevitable...A veces me pregunto como seria mi vida sino hubiera entrado en ese cine hace treinta y dos anos. -- ?Y el verdadero amor? -- ?Que clase de amor es este? Richard no conoce a su hijo y he mentido a todo el mundo. -- sus ojos se llenaban de lagrimas-- Me da tanto miedo hacerles dano. Que me odien por lo que hice... No sabia que decir a eso. Ella no tenia hijos, pero suponia que el amor a un hijo era superior a todo lo que se puede sentir. --Bueno, espero que lo arregleis. -dijo levantandose de su silla--Ahora tengo que irme. --Gracias por venir y por todo lo demas. --No me lo agradezca. He conocido a su hijo. -- le guino un ojo mientras ella se reia -- Por cierto, ?donde trabaja? --En el edificio Thorton de Beekman Street. -- !No! -- exclamo asombrada. !Tenia su propio edificio! --Si. Le encontraras en la ultima planta, querida. Symone hizo una mueca-- Algo se me ocurrira. --Seguro que si. -- sonrio divertida-- No tengo ninguna duda.

  • Contigo hasta el final (#KissMe 4) de Elle Kennedy

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    Mierda. Mierda. Mierda. Mieeeeeerda. ?Donde he puesto las llaves? El reloj del estrecho pasillo me dice que tengo 52 minutos para hacer un trayecto de 68 minutos en coche si quiero llegar a tiempo a la fiesta. Miro otra vez en el bolso, pero las llaves no estan ahi. Recorro a toda velocidad las distintas estancias de la casa. ?Vestidor? No. ?Cuarto de bano? Acabo de entrar. ?Cocina? Tal vez... Estoy a punto de darme la vuelta cuando oigo un tintineo metalico detras de mi. --?Estas buscando esto? El desprecio se aferra a mi garganta mientras me giro para entrar en un salon tan pequeno que los cinco viejos muebles que lo ocupan --dos mesas, un sofa de dos plazas, un sillon y una silla-- se agolpan como sardinas en lata. El trozo de carne sentado en el sofa agita mis llaves en el aire. Ante mi suspiro de irritacion, el sonrie y se las mete debajo de su culo cubierto con un pantalon de chandal. --Ven a por ellas. Me paso la mano con frustracion por el pelo recien alisado y miro fijamente a mi padrastro. --Dame las llaves --exijo. Ray me mira de forma lasciva como respuesta. --Joooder. Si que estas buena esta noche. Te has convertido en una nenita de verdad, Rina. Tu y yo deberiamos hacerlo. Ignoro la mano carnosa que cae a su entrepierna. Nunca he conocido a un hombre tan desesperado por tocarse sus propios huevos. Hace que Homer Simpson parezca un caballero. --Tu y yo no existimos el uno para el otro. Asi que no me mires, y NO me llames Rina. --Ray es la unica persona que me llama asi, y lo detesto con toda mi alma--. Y ahora, dame las llaves. --Ya te lo he dicho… Ven a por ellas. Apretando los dientes, meto la mano debajo de su culo de vaca y palpo en busca de mis llaves. Ray gime y se retuerce como el asqueroso de mierda que es hasta que mi mano hace contacto con el metal. Tiro de las llaves y me vuelvo a girar hacia la puerta. --?Por que le das tanta importancia? --se burla a mi espalda--. No somos familia, asi que no hay incesto. Me detengo y uso treinta segundos de mi precioso tiempo para mirarlo con incredulidad. --Eres mi padrastro. Te casaste con mi madre. Y... --Me trago un torrente de bilis--, y ahora te estas acostando con la abuela. Asi que, no, no tiene nada que ver con que tu y yo no seamos familia. Tiene que ver con que eres la persona mas asquerosa del universo y tu sitio deberia ser la carcel. Sus ojos color avellana se entrecierran. --Cuidao con lo que dices, senorita, o un dia de estos vas a llegar a casa y las puertas van a estar cerradas. Ya, claro. --Pago un tercio del alquiler --le recuerdo. --Bueno, pues igual tienes que pagar mas. Se vuelve a la television y dedico otros valiosos treinta segundos a fantasear con darle un golpe en la cabeza con el bolso. Perder esos segundos merece la pena. En la cocina, la abuela esta sentada a la mesa, fumando un cigarrillo y leyendo la revista de cotilleo People. --?Has visto esto? --exclama--. Kim K sale desnuda otra vez. --Guay para ella. --Cojo mi chaqueta del respaldo de la silla y me dirijo a la puerta de la cocina. He descubierto que es mas seguro dejar la casa por la parte de atras. Normalmente hay bandas que se congregan en las escaleras de entrada de las estrechas casas de nuestra calle. Una calle cuanto menos acaudalada, en esta parte cuanto menos acaudalada de South Boston. Ademas, nuestro aparcamiento esta detras de la casa. --He oido que Rachel Berkovich se ha quedado prenada --comenta mi abuela--. Deberia haber abortado, pero supongo que va en contra de su religion. Aprieto otra vez los dientes y me giro para mirar a mi abuela. Como de costumbre, lleva una bata desgastada y unas zapatillas rosas de pelo, pero su cabello rubio tenido esta peinado a la perfeccion y su rostro esta completamente maquillado, aunque rara vez salga de casa. --Es judia, abuela. No creo que vaya en contra de su religion, pero incluso si lo fuera, es lo que ella ha decidido hacer. --Probablemente quiere esos cupones extra de comida que dan por maternidad --concluye mi abuela, echando un largo hilo de humo en mi direccion. Mierda. Espero no oler como un cenicero cuando llegue a Hastings. --Seguro que esa no es la razon por la que Rachel ha decidido tener el bebe. --Ya tengo una mano en la puerta. Me muevo con inquietud esperando una oportunidad para despedirme de mi abuela. --Tu madre penso en abortar de ti. Ya estamos. --Vale, hasta aqui --murmuro--. Me voy a Hastings. Vuelvo por la noche. Su cabeza se aleja de golpe de la revista y su mirada se estrecha mientras observa mi falda negra de punto, mi jersey negro de manga corta con cuello barco y mis zapatos de tacon de ocho centimetros. Puedo ver las palabras formandose en su cabeza antes incluso de que salgan de su boca. --Que esnob vas. ?Vas a esa universidad pija tuya? ?Tienes clases un sabado por la noche? --Voy a un coctel --le respondo de mala gana. --Oooh, un coctel. Espero que los labios no se te agrieten al besarle el culo a todos ahi en el pueblo. --Vale, gracias, abuela. --Abro de un tiron la puerta de atras, forzandome a anadir--: Te quiero. --Yo tambien te quiero, pequena. Y es verdad que me quiere, pero a veces ese amor esta demasiado contaminado, tanto que no se si me hace dano o me ayuda. No hago el trayecto al pequeno pueblo de Hastings en cincuenta y dos minutos ni en sesenta y ocho. Me lleva una hora y media de reloj porque las carreteras estan fatal. Pasan otros cinco minutos antes de que encuentre un sitio para aparcar y, cuando llego a la casa de la catedratica Gibson, estoy mas tensa que las cuerdas de un piano... y me siento igual de fragil. --Buenas, senor Gibson. Siento mucho llegar tarde --le digo al hombre con gafas que aparece en la puerta. El marido de la catedratica Gibson me ofrece una leve sonrisa. --No te preocupes, Sabrina. Hace un tiempo horrible. Permiteme el abrigo. --Eleva una mano y espera pacientemente mientras yo me peleo con mi chaqueta de lana. La catedratica Gibson llega cuando su marido esta colgando mi chaqueta barata entre todos los abrigos caros del armario. Parece tan fuera de lugar como yo. Rechazo de una patada mi complejo de pobre y consigo sacar una amplia sonrisa. --!Sabrina! --grita la catedratica Gibson. Su dominante presencia me sobresalta--. Me alegro de que hayas llegado sana y salva. ?Sigue nevando?

  • Un pasado incierto de Tierra Salvaje

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    Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproduccion total o parcial de este libro, por cualquier medio electronico o mecanico, sin la autorizacion previa y por escrito del autor. Capitulo 1: El despertar El sonido de aquellas voces me desperto. Llegaban de lejos y hablaban en voz baja. Intente abrir los ojos, pero un intenso dolor me sacudio la cabeza y atraveso todo mi cuerpo. Deje que el dolor campara a sus anchas por mi interior y me abandone a su suerte. Me concentre en las voces que ahora escuchaba con mayor claridad, no se si porque habian subido el tono o porque mi oido se habia agudizado, al estar ahora mas atento que antes. Eran dos, un hombre y una mujer. --Mire, senora --dijo el, con voz viril, formando en mi mente difusa el retrato de un hombre entrado en anos-- todavia es pronto para saber el alcance del accidente y sus posibles secuelas. Lo unico que sabemos en este momento con certeza es que tiene dos costillas rotas, el femur fracturado y distintas contusiones, pero lo que mas preocupa es conocer el alcance de los danos cerebrales y su tratamiento. --Doctor, el y yo no estamos casados, al menos por el momento --dijo la voz femenina, sin duda perteneciente a una chica joven-- ?se va a poner bien? ?Por que no despierta? --Vera --continuo la voz del que debia ser el doctor-- como le estaba diciendo, su novio ha recibido un fuerte impacto en la cabeza. Tiene varias contusiones y hematomas, y hasta que no despierte no podemos conocer en que estado esta su cerebro. De momento, el hecho de que no despierte no es alarmante. Sus constantes vitales son estables, es un joven fuerte, y no dudo que acabara despertando. --Pero es que lleva asi dos dias... --dijo ella en un tono que mostraba su evidente preocupacion. --Conozco casos en que han estado mucho mas tiempo y han despertado sin secuelas ni complicaciones --intento calmarla-- no digo que sea el caso... ojala fuera asi. Lo unico que quiero hacerle entender es que el cerebro es un organo complejo, de dificil diagnostico y, aunque las primeras pruebas no hayan detectado nada preocupante, hasta que el paciente no despierte no podemos estar seguros. Hay que tener paciencia. --Ya... --dijo ella resignada-- al menos esta vivo... cuando vi el estado en que habia quedado el coche pense que lo habia perdido para siempre...No sabe la angustia que pase hasta que alguien me confirmo que seguia con vida, que aun lo tenia a mi lado. --No se angustie y sea paciente --dijo el doctor con voz condescendiente-- en este caso hay suficientes motivos para creer en una pronta recuperacion. Intui que debian hablar de mi. ?Llevaba dos dias dormido? ?Habia tenido un accidente de coche? ?Por que no podia moverme? ?Y quien era esa chica a la que el doctor trataba como si fuera mi novia? Note a mi lado otra presencia, alguien que se movia al lado de donde estaba tendido. De eso si estaba seguro, estaba tumbado y supuse que en una cama. Como habia escuchado estaba en un hospital. La presencia se acerco a mi y toco mi brazo, moviendo algo que tenia clavado en mi piel, provocando un leve gemido de protesta por mi parte y que moviera levemente mi mano tratando de apartarla de aquella nueva fuente de dolor. --Doctor --dijo al instante otra voz, esta mucho mas cercana-- se acaba de mover... Pasos acercandose, unos dedos palpandome y, de pronto, una luz cegadora directa a los ojos. De nuevo, me agite intentando huir y moviendo al parecer mi cabeza. Aquellos parecieron apiadarse de mi y me abandonaron momentaneamente, reiniciando la exploracion en zonas menos dolorosas para mi. --?Lo ve? --dijo con alegria aquel hombre-- ya le dije que despertaria... --Si... --dijo la voz femenina entre sollozos-- gracias doctor... --No me de las gracias todavia --le respondio el-- tenemos que ir paso a paso... ver si hay secuelas, hacer mas pruebas y, luego, si todo va bien, empezar la recuperacion, pero ahora dejemosle descansar. Las voces se alejaron, un ligero pinchazo en el brazo y el dolor empezo a remitir sumiendome de nuevo en un profundo sueno. No se el tiempo que permaneci inconsciente, dormido o lo que fuera el estado en que me encontraba. Solo se que, cuando me desperte de nuevo, esta vez si pude abrir los ojos sin sentir aquel dolor atroz que me lo habia impedido la primera vez. Seguia habiendo dolor, pero algo mas leve, mas llevadero... Un falso techo aderezado de varios focos que alumbraban la habitacion fue lo primero que vi. Intente mover la cabeza y, para mi sorpresa, consegui hacerlo. Paredes blancas, una butaca al lado de la cama donde, como ya habia adivinado, me encontraba tumbado y una mesita al lado donde se hacinaban varios objetos a los que no dedique una mirada mas escrutadora. Al pie de la cama, mi pierna colgaba de un anclaje y de mi mano salian varios cables y tubos conectados a maquinas varias que pitaban de forma ritmica y constante. Definitivamente, estaba en un hospital. Habia abierto los ojos y movido la cabeza, lo siguiente fue probar mis dedos y luego la mano. De momento todo bien. El brazo tambien consegui levantarlo y la pierna, la buena, tambien respondio a las ordenes de mi cerebro. Senti un profundo alivio, al parecer todo respondia como debia y no me habian quedado secuelas... al menos hasta donde llegaba mi alcance. --Vaya, veo que estas despierto de nuevo... --dijo una voz entrando por la puerta de la habitacion-- parece que tienes mejor cara... Era la enfermera, la misma que estaba en la estancia la ultima vez que me habia despertado. No respondi, tampoco sabia si podia ya que aun no lo habia intentado. Pero ella no necesitaba respuesta alguna para seguir hablando. --Vamos a ver como esta todo esto... --dijo comprobando los cables y las constantes-- ya veras que alegria le vas a dar a Sara cuando te vea asi... lo ha pasado tan mal la pobre... ?Quien era Sara? Pense mientras miraba a aquella enfermera de cabello negro recogido en una coleta agacharse, dandome una vision privilegiada de su culo embutido en aquellos pantalones blancos donde se marcaba a la perfeccion su ropa interior. --Dentro de un rato vendra y podreis estar un rato juntos que seguro que la has echado de menos --dijo levantandose e inclinandose sobre mi para comprobar el vendaje que cubria mi pecho, dandome ahora una panoramica de sus pechos que, sin ser muy grandes, eran bastante proporcionados a su pequena figura-- a ver por aqui... Y para mi sorpresa, me quito la sabana hasta un poco mas debajo de mi entrepierna, dejando al descubierto mis partes mas intimas. --Daniel, Daniel, Daniel... --dijo mientras alargaba su mano y acariciaba mi miembro completamente flacido-- menudo descubrimiento... Su dedo recorrio la longitud de mi miembro, provocandome un cosquilleo en toda la zona y provocandome sentimientos encontrados: alivio al notar que aquella zona parecia responder a los estimulos de aquella enfermera, pero tambien sorpresa, porque para nada me hubiera esperado algo asi. Y, finalmente, enfado. ?Quien cono se creia esa enfermera para tomarse esa libertad? --Lastima que no tengamos tiempo para seguir jugando un ratito mas... --dijo mientras tras una ultima pasada a mi miembro volvia a cubrirme con la sabana. Yo no entendia nada de lo que acababa de pasar, pero, por suerte o por desgracia, no tuve tiempo de darle muchas vueltas al asunto ya que la puerta volvio a abrirse y aparecio una chica que supuse debia de ser la que hablaba con el doctor, no se si hacia unas horas o quizas dias. Habia perdido la nocion del tiempo. --Hola Sara --saludo la enfermera-- mira quien se ha despertado... --!Daniel! --grito contenta aquella tal Sara que vino hacia mi-- no sabes lo preocupada que he estado por ti... por un momento me temi lo peor... crei haberte perdido para siempre, que nunca volveria a tenerte entre mis brazos...

  • Driven. Vencidos por el amor de K. Bromberg

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    La vida no es sobrevivir a la tormenta, sino aprender a bailar bajo la lluvia

  • Morir en Primavera de Ralf Rothmann

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    <> Rothmann rememora el final de la segunda guerra mundial, en febrero de 1945, cuando el ejercito aleman esta a punto de sucumbir ante la ofensiva aliada. Los estragos de la guerra son visibles en todo el pais. Walter y Friedrich, dos amigos de diecisiete anos que trabajan en una vaqueria, creen que nunca seran llamados a filas y trazan planes para el futuro. Sin embargo, acabaran siendo reclutados por las tropas nazis y asistiran al caos provocado por la desbandada del ejercito aleman. Aclamada como una de las obras mas importantes de la ficcion contemporanea alemana, Morir en primavera es una emocionante novela en la que la inocencia y la culpa, la libertad y el destino, la amistad y el deber, son conjurados en un estilo limpio y contenido.

  • Hoy aun estamos vivos de Emmanuelle Pirotte

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    Una historia intensa y hermosa, ambientada en la Belgica ocupada de la Segunda Guerra Mundial, que nos muestra que incluso en los momentos mas duros existe un espacio para la esperanza.

  • Cuenta atras (Manhattan Beach 3) de Raquel Villaamil

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    ?Que sucede despues del <<...y fueron felices para siempre>>? Miriam Sanabria esta viviendo por fin con su gran amor, el apuesto actor Sean Weller, en la idilica playa californiana de Manhattan Beach donde se conocieron. Y su preciosa amiga Sandra mantiene un romance con el director de la pelicula del mismo titulo. Todo parece marchar bien para las dos, pero… Miriam aun sufre pesadillas por el intento de asesinato del que fue victima en el episodio anterior de la trilogia. Sin embargo no esta dispuesta a que eso paralice su vida, asi que, cuando recibe el encargo de dirigir la problematica construccion de un hotel en una isla paradisiaca de Hawai, y pese a sus reticencias por volver a separarse de Sean, decide arriesgarse. Cuando llegue alli, su tarea resultara ser mucho mas complicada y peligrosa de lo que nadie podia haber previsto. Mientras, Sandra parece tenerlo todo: triunfa en Hollywood, posee una tienda de ropa de lujo en Rodeo Drive y provoca la admiracion de todos los hombres por su belleza. Sin embargo, la realidad para ella es otra bien distinta. Cuando un dia la cremallera de un vestido se niega a subir mas alla de su cadera, comienza un infierno al que va siendo arrastrada irremediablemente, justo cuando su mejor amiga esta demasiado lejos para ayudarla. La cuenta atras ha comenzado en Manhattan Beach. ?Vas a perderte el episodio final?

  • El unicornio de Iris Murdoch

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    Una historia que combina con magistral eficacia la intensidad de la novela gotica y la fascinacion del cuento de hadas. Una novela impresionante en la que Iris Murdoch explora las fantasias e indecisiones que gobiernan a todos aquellos que han sido condenados a una entrega apasionada, aunque sin esperanza.
    Cuando Marian Taylor acepta un empleo de institutriz en el castillo de Gaze y llega a ese remoto lugar situado en medio de un paisaje terriblemente hermoso y desolado, no imagina que alli encontrara un mundo en que el misterio y lo sobrenatural parecen precipitar una atmosfera de catastrofe que envuelve la extrana mansion, y nimba con una luz de irrealidad las figuras del drama que en ella se esta representando. Hannah, una criatura pura y fascinante, es el personaje principal de ese pequeno circulo de familiares y sirvientes que se mueven en torno a ella como guiados hacia un desenlace imprevisible. Pero Marian no puede saber si ese divino ser es en realidad una victima inocente o si estara expiando algun antiguo crimen.

  • Mas que una condena de Norah Carter

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    En ese momento sono un mensaje a mi movil, era de Andrea, me quede muerta al leerlo. "Estes donde estes y con quien estes, vente urgente a mi casa, no escuches a Eros, se toda la verdad, no te fies de el, te esta preparando una trampa". Me entro un escalofrio de repente. Mis manos comenzaron a sudar. Mis piernas temblaban. Estaba sufriendo un ataque de ansiedad. Tenia que pararlo asi que respire profundamente y me olvide por unos instantes de lo que me habia escrito Andrea. Eros se tuvo que dar cuenta enseguida de que algo me habia pasado y asi fue, pues comenzo a preguntarme. Yo no queria contestarle. Yo no queria darle ningun tipo de explicaciones. Aquel mensaje que me habia enviado Andrea me ponia en una situacion muy dificil. Tenia que salir de alli. Mi amiga era una persona en la que yo podia confiar. Aquel mensaje no era una casualidad. Si me lo habia enviado, es que habia una razon profunda para que yo me alejara de Eros cuanto antes. El muy cabron iba a tenderme una trampa. -?Sucede algo, Ainara? - me pregunto abriendo los ojos con sorpresa. -No, nada. Estoy muy emocionada con tu historia. Date cuenta que es mucha informacion. No me ha dado tiempo a asimilarla, Eros. Me he quedado de piedra - dije yo fingiendo. Tenia que demostrarle que era una actriz estupenda. Solo me quedaba mentirle un rato mas sin que supiera que yo habia recibido un mensaje que citaba su nombre. Solo me quedaba mentirle un rato mas para encontrar la manera de salir de alli. La confusion, los nervios y la ansiedad me estaban jugando una mala pasada. Si no controlaba mis nervios, iba a tener una crisis de panico y entonces estaria perdida. Pero no sucedio asi. Me concentre en hacer mi papel todo lo mejor posible. Era la Angelina Jolie de Cadiz. No tenia otra mision en ese momento que salir de alli y con vida. Si yo estaba fingiendo y actuando, me imagino que el estaria haciendo lo mismo segun se interpretaba del mensaje que habia recibido de mi amiga Andrea. No me gustaba nada todo aquello. Y, sin embargo, hacia unos segundos que me habia tragado toda su historia, incluso me estaba dando pena imaginarmelo en la carcel, solo, sin nadie, sin poder demostrar que era un hombre inocente. ?Como podia ser yo una mujer tan tonta? No podia caer en su trampa. Yo ya sabia que el mundo esta lleno de hombres desaprensivos y ahora tenia a uno delante de mi. Mi cabeza iba a estallar porque no dejaban de surgir toda clase de preguntas: ?Por que te has acostado con un tio asi? ?Como eres tan imbecil de no darte cuenta de que este hombre no te conviene? ?Por que sigues creyendo que, en este mundo, todavia hay principes azules? -?Te encuentras bien? - pregunto de nuevo. -No, no me encuentro bien, Eros. Estoy recuperandome del shock. Lo que me has relatado es para perder la cabeza - volvi a mentir esbozando una leve sonrisa. -No te preocupes. Te acerco a casa y hablamos con mas tranquilidad en otro momento. Entiendo que te haya impactado todo lo que te he contado. -No hace falta que me lleves a casa. No hace falta que me acompanes -dije yo con una voz suave para no levantar sospecha alguna. Tenia que evitar subirme al coche con el. Tenia que evitarlo. Tenia que obedecer a aquel mensaje que habia escrito mi amiga Andrea con un tono desesperado. Si Eros subia conmigo a un vehiculo, yo pondria mi vida en peligro. Aquello se estaba complicando por momentos y yo no encontraba la manera de deshacerme de el. Eros seguia con su talante correcto y educado. -No me supone ningun esfuerzo llevarte a casa - insistia el pesado. -No, por favor. No quiero que te preocupes por mi. Necesito quedarme sola unos dias y pensar en todo lo que me has contado. No se si es demasiado pronto ir a vivir contigo - dije yo con cara de cordero degollado. Si no hubiese recibido aquel mensaje, no habria dudado en decirle que si, pero aquellas palabras lo habian cambiado todo, absolutamente todo. -No quiero verte asi, Ainara. Quiza me he precipitado al pedirte que te vengas a vivir conmigo, pero te necesito a mi lado. No sabes por todo lo que he sufrido. Te veia receptiva y muy ilusionada. Pensaba que ibas a decir que si enseguida. Me he llevado un buen corte - dijo el poniendo la misma cara que yo, de cordero degollado. -Tienes que esperar un poco - repuse yo poniendo morritos. ?Que habria pasado si Andrea no me llega a mandar el mensaje? Eros habria conseguido ganarme. Me habria conquistado del todo y yo me habria lanzado sobre el para hacerle el amor alli mismo, en publico. Pero ahora sentia miedo y recelo ante aquel hombre, que, por muy guapo que fuese, se habia convertido en alguien al que temer. Se hizo un silencio entre nosotros. Yo mire el movil para comprobar si mi amiga me habia mandado otro mensaje. El no me quitaba la vista de encima. Parecia estar estudiando cada uno de mis movimientos. Aquello me ponia cada vez mas nerviosa, pero yo tenia que disimular. Tenia que mantenerme en calma y comportarme como esa mujer de la que el se habia encaprichado y con la que habia tenido sexo del bueno a lo largo de estas ultimas semanas. ?Por que queria tenderme una trampa? ?Que escondia aquel tipo? -Te veo rara de repente - apunto el en plan detective. -No me pasa nada, ya te lo he dicho. No me des mas la vara. Lo que ocurre es que yo tengo mi corazoncito y todo lo que me has dicho me afecta. Soy una mujer mas sensible de lo que parece, aunque veas que a veces me comporto como una bruta - dije yo sonriendo, pero aquella sonrisa escondia nerviosismo y miedo, mucho miedo. -Esta bien. Si no quieres que te acompane a casa, lo entiendo - dijo el ya resignado. !Aleluya!, pense. -Eros, sera mejor que te marches. Hablare contigo dentro de unos dias. Quiero pensar bien todo lo que me has dicho y quiza decida irme a vivir contigo - anadi yo con un tono serio, de mujer reflexiva, sin demasiada ilusion. -Espero que mi pasado no cambie las cosas, Ainara. Me destrozarias, ?sabes? - sus palabras sonaron certeras. Aquel hombre me queria. Estaba dispuesto a vivir conmigo, pero, si hacia caso al mensaje de Andrea, aquella propuesta de irme a vivir con el podia ser una trampa. Tenia que hablar con mi amiga cuanto antes. Yo no me iba a encerrar en casa con todo ese mar de dudas que a mi si que me estaba destrozando por dentro. Se levanto de la silla y se acerco a mi. Me beso y yo le correspondi con el mismo beso. Pero no hubo pasion ni desenfreno como otras veces. Sus manos robustas acariciaron mi pelo y yo temble, no porque me excitara, sino, porque, por primera vez, senti pavor hacia un hombre. -Estamos en contacto, Eros. -No me jodas la vida, Ainara. Te necesito y mucho - me suplico mientras su figura se alejaba. Antes de marcharse habia dejado unas monedas sobre la mesa. Me habia invitado. Era caballeroso hasta en el ultimo detalle, pero no podia fiarme de el segun el mensaje de Andrea. Aquel encuentro tenia que haber acabado con un buen polvo y, sin embargo, ahora me quedaba sola con el corazon encogido, temiendo que yo hubiese metido la pata hasta el fondo al acostarme con aquel tipo. Me quede un rato pensando. Queria asegurarme de que se marchaba. Lo habia perdido ya de vista y automaticamente llame a Andrea. Su voz sono nerviosa. Me cogio el telefono enseguida. Yo respiraba ansiosa. El camarero se acerco y recogio las monedas, y me pregunto si queria tomar algo mas. Yo le dije que no. -?Que cojones pasa, Andrea? Estoy temblando -dije yo aliviada, pero descargando ira en mi forma de hablar. -No la tomes conmigo. ?Estas con el? - pregunto ella ansiosa. -No, no estoy con Eros. Acaba de irse - dije con un tono seco y cortante. -Sal de alli cuanto antes. Nos vemos en mi casa, ?vale? - su voz susurraba como temiendo que alguna persona mas, aparte de mi, la escuchara. -Esta bien, pero estoy cagada, Andrea. Espero que no se trate de una broma. -Ainara, no es mi estilo. Vente para casa y asegurate de que nadie te sigue - dijo ella con voz temblorosa. -Me estas acojonando, tia. No tienes bastante con quitarme mi polvo con Eros que aun encima conviertes mi vida en una puta pelicula de espias - dije yo entre ironica y enfadada. -No me jodas, sal de alli, te he dicho, por favor. Algun dia me agradeceras todo lo que estoy haciendo por ti. Aquellas palabras sonaron serias y rotundas. Aquellas palabras me pusieron la piel de gallina y ahora sentia la necesidad urgente de saber la verdad. Yo no se que habia descubierto Andrea que convertia precisamente mi relacion con Eros en una relacion peligrosa y llena de misterio. Pedi un taxi. Mientras lo esperaba, miraba para todos lados para asegurarme de que nadie me seguia, tal y como me habia dicho mi amiga. Cualquiera que me viera pensaria que estaba loca, pero me daba igual. Segun Andrea, mi vida corria un serio peligro. A los diez minutos, llego el taxi. Monte y respire. El chofer pudo ver la preocupacion en mi rostro. -?Le sucede algo, senorita? -pregunto el pobre asustado. -Metete en tus asuntos - dije en plan borde antes de darle la direccion de la casa de mi amiga. Aquel pobre taxista no tenia culpa de mi mal humor. Pero yo estaba demasiado nerviosa y habia encontrado en el alguien con el que poder desahogarme. El chico me miro un poco dolido y estuvo callado durante todo el trayecto donde yo no pare de darle vueltas a la cabeza. No me podia creer todo lo que me habia sucedido en tan poco tiempo. Me entraban ganas de llorar por momentos, pero debia ser fuerte y asegurarme muy bien lo que estaba pasando en mi vida, en mi jodida vida. Miraba continuamente hacia atras para cerciorarme de que no nos seguia ningun coche. Parecia que todo estaba bien, pero claro tampoco yo era una experta en espionaje, salvo lo que habia visto en algunas peliculas, donde habia estado mas pendiente de Dany Craig y Tom Cruise que de la trama y el argumento. Joder, era una analfabeta hasta para ver peliculas. El taxi se detuvo frente a la casa de mi amiga. Pague y no dije adios. Si hubiera podido escupirme aquel pobre taxista, lo habria hecho. Me lo merecia por el corte que le habia dado nada mas subir al vehiculo. Toque el timbre del portero automatico. Era un segundo piso. Andrea me abrio. Antes de meterme en el portal, volvi a mirar atras. No vi nada raro. Cuando me plante delante de la puerta de la casa de mi amiga, la flipada de la Andrea se me puso a hacer preguntas sobre mi vida personal para asegurarse de que era yo quien estaba en el descansillo. -Andrea, ?tu eres gilipollas? - le grite harta de responder a toda clase de preguntas. -No se que me pasa. Estoy muy nerviosa - dijo ella con voz de nino que se ha perdido en una playa. -Abre de una puta vez. !!Abre!! - grite demostrando que estaba hasta los huevos de todo aquello. Yo estaba alucinando con lo que me estaba pasando. Se hizo un silencio y, a los pocos segundos, me abrio la puerta. -Pasa - dijo secamente. -Claro que paso. No veas mas peliculas que luego te afectan a la cabeza - dije yo con actitud de reproche. -Joder, tia, ya te lo he dicho. Estoy muy nerviosa, ?sabes? -Una cosa es estar nerviosa y otra cosa es que te creas Castle o la jodida Agatha Christie - dije yo frunciendo las cejas. -Vale, perdona. Es que no se lo que hago. Llegue al comedor y me sente en su raquitico sofa del IKEA. -Tia, a ver si cambias los muebles de una vez. Esto parece del siglo pasado - dije yo intentando quitarle tension al ambiente. -Lo se, pero es que no llego a fin de mes. Alguna vez lo hare - dijo ella apenada, sentandose a mi lado. -?Que demonios pasa? - pregunte yo con ansiedad. -Es todo muy fuerte, Ainara. Muy fuerte. He temido por tu vida. Solo te pido que no te desmayes cuando te lo cuente todo de lo que me he enterado - dijo ella haciendose la interesante. -No me jodas. Tan fuerte es lo que me tienes que contar.

  • Liquidacion Final de Petros Markaris

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    Mientras los griegos ricos se las ingenian para no pagar impuestos, los griegos empobrecidos por la crisis solo pueden indignarse ante el escandaloso fraude fiscal o desesperarse ante el empeoramiento de la situacion. Sin embargo, un hombre ha decidido pasar a la accion y tomarse la justicia por su mano. Con cartas de amenaza y armas anticuadas, se dispone a ajustar cuentas. Entretanto, en la Atenas al borde de la quiebra, todo esta patas arriba, excepto el Departamento de Homicidios. No hay crimenes, solo rutina y burocracia. Cuando encuentran el cadaver de la primera victima que se cobra ese peculiar justiciero, el comisario Kostas Jaritos casi siente alivio. Su jefe le ha hablado de un posible ascenso, pero de momento le han recortado el sueldo y su hija Katerina piensa en emigrar porque no encuentra trabajo. Y el tiene que atrapar a un asesino que realiza una obra <>, aplaudida por muchos ciudadanos.

  • Malestar global de Noam Chomsky

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    En las entrevistas incluidas en este nuevo libro, Chomsky examina los ultimos acontecimientos que tienen lugar alrededor del globo: el ascenso del Estado Islamico, el alcance del Estado policial que se ha instrumentado poco a poco en el ciberespacio, el malestar social ante politicas economicas que incrementan la brecha de la desigualdad social, los conflictos en Oriente Medio y, por supuesto, el ascenso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. En notas mas personales, tambien aborda su propia infancia en Filadelfia y su trayectoria hasta convertirse en el disidente numero uno de Estados Unidos y del establishment.

  • Solo un dia 1 de Gayle Forman

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  • Todoterreno de Norma Fink

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    Oye Juan, el mecanico me hizo la factura por el arreglo del motor con un sobreprecio que era para mi, ademas lo paga anticipadamente en contante y sonante. ?Quien puede saberlo? Nadie -se carcajeo un camionero a su companero. -Pero eso es una estafa al patron del camion, Ramon -protesto Juan, que no le gustaba los derroteros que estaba tomando esa conversacion. -!Y que mas da! El tiene de sobra y nosotros que no podemos quejarnos, nos hacemos con una suculenta suma que agregamos a nuestra buena paga -afirmo Ramon tan campante. Para el era algo natural ese tipo de triquinuelas. -Este tipo de acciones no son de mi agrado. El engano mas temprano que tarde sale a la luz y pones en riesgo muchas cosas como el pan de tus hijos, tu reputacion… Incluso tu libertad -le advirtio Juan a Ramon con seriedad. -Calla hombre, no seas pajaro de mal aguero -le recrimino Ramon. -Te digo lo que pienso, nada mas. Yo no quiero saber nada de tus enredos, tengo una familia a la que mantener, mi mujer esta de nuevo embarazada y no quiero poner en peligro ni mi trabajo ni el sustento de mis hijos -replico Juan con enfado, marchandose del lugar murmurando por lo bajo maldiciones hacia su companero. Gloria era incapaz de cerrar la boca que tenia abierta mas de lo prudente, con sus oidos atentos. <>, penso. Esperaria a tener mas datos y pruebas, para delatar a Ramon. Si no habia entendido bien la conversacion, podia dejar a una persona en la calle y meter a una familia en problemas. Estaria atenta y ya veria como conseguir el informe completo de la oficina de cuentas de la empresa. Por otro lado, por la soltura con la que hablaba no era la primera vez que lo hacia, es mas, trataba de que otro companero entrara en su juego, algo que no consiguio, pero que hacia dudar a Gloria, sobre cuantos estarian metidos en tamana estafa. En los libros de contabilidad deberian estar asentados todos los pagos. Ademas, para que haya un empleado deshonesto, debe haber una empresa de mecanica confabulada. Era un delito a dos puntas. Al final le estaban robando a su patron por ambos bandos, y ella tenia la camiseta puesta de EVT – Estrella Veloz Transportes. Le debia mucho a esa empresa y no queria verse en la calle por culpa de cuatro desalmados que no tenian suficiente con sus salarios, sino que se dedicaban a crear enganos. Nadie la vio en el deposito de mercaderias con las pilas de cajas que hacian de pared y se cuido muy bien que no la vieran salir. Necesitaba pasar desapercibida para no levantar sospechas. Con paso raudo se dirigio a su apartamento que se encontraba cerca del lugar, alli se sentia segura. Al llegar se ducho y se cambio de ropa. Se preparo la cena y despues de un rato decidio que era la hora de irse a la cama. Antes de dormir debia pensar que pasos dar. Razonar siempre le hacia conciliar el sueno, sin embargo, esa noche penso mucho y durmio poco. Morfeo tenia otros planes para ella, que no era acogerla entre sus brazos. El tema le traia por el camino de la amargura, ya que no sabia muy bien en quien podia confiar dentro de la empresa. Era un tema muy sensible, pues el mas minimo desliz haria que todo saltase por los aires y se quedaran sin nada con lo que poder investigar. A Gloria no le gustaban ese tipo de practicas, era una joven con un pasado duro, que se las habia tenido que ingeniar para salir adelante y, estar en EVT era como un sueno alcanzado, que habia logrado a base de esfuerzo, constancia y mucho teson. Nadie sabia como habia llegado hasta alli, solo ella y Jose, pero no le gustaba la gente que se aprovechaba de los demas, porque una cosa era hacerlo sin querer y otra, obrar con premeditacion y alevosia. *** Dos anos antes de esa conversacion. Gloria vivia a las afueras de Badajoz, desde que tenia uso de razon. Crecio en una casa rodeada de gente que en realidad no la veia, o al menos eso pensaba ella. En aquella ciudad extremena tuvo dias peores que con el tiempo veria que tal vez no lo fueron tanto, sino que le sirvieron de aprendizaje para lograr un futuro diferente al que tenia escrito. A veces es posible burlar el destino si pones el empeno suficiente y los astros se alinean. No es una tarea facil, hay que ser perseverante en el esfuerzo y tratar de ponerse metas que sean alcanzables. Cuando el chofer de la empresa EVT la recogio en la carretera que va de Badajoz a Madrid, venia haciendo dedo durante varios kilometros, sin que ningun conductor se hubiera dignado ni tan siquiera a preguntarle. Al fin uno le hizo caso, pues la vio desde lejos caminar con cansancio. Sintio la frenada de un coche negro maravilloso y brillante. El conductor que vio a traves de la ventanilla al bajar este el vidrio polarizado, era un hombre relativamente mayor, cuya presencia y sobre todo su cara le infundieron confianza. Con un movimiento de cabeza le indico subiera al asiento del acompanante. Gloria no podia creer su suerte, porque despues de tantas horas caminando bajo el sol, por fin alguien le daba una oportunidad. Empezaba bien su camino hacia un mundo nuevo con el que tanto habia sonado. Si, valerse por si misma y lejos del ruido de su casa, en realidad la de su madre Lola, que compartia con Teodoro, un senor quien no era su padre, aunque si el de sus tres medio hermanos, todos ellos mucho menores que ella. Nunca supo bien como llegaron a formar una pareja, pero si tenia muy presente que para Teodoro no era su hija, porque jamas la habia tratado como tal. Las tareas mas pesadas siempre le tocaban a ella, daba igual que no pudiera hacerlas o que estuviera mala. Termino la escuela primaria, sin embargo no pudo acceder a la secundaria por falta de tiempo, sumado al desinteres de su madre que no queria que ella siguiera estudiando, pues le interesaba mas que ayudara en casa y trabajara, en vez de gastar dinero en algo que, a su parecer, consideraba superfluo e innecesario. Eso es lo que le demostro a Gloria, aunque jamas se quejo, que podia seguir estudiando por su cuenta, sin que nadie tuviera que enterarsse. Con su padrastro no conto nunca. Para el, Gloria era un mueble de los pocos que tenian en su casa, solo era valida cuando habia que comer o buscar ropa limpia. Asi que, su decision de abandonar ese conjunto, no le costo mucho a la joven. Aunque para la ley aun era menor de edad, ella estaba en condiciones de saber el porque llevaba solo el apellido de su madre: Serrano. Su padre que seguro existio, ella nunca supo quien fue. Siempre que pregunto por el, su madre le respondio que no era importante saberlo o alguna otra evasiva que no terminaba de aplacar la necesidad de respuesta que se habia ido forjando con el paso de los anos. Tenia sentimientos encontrados hacia la figura paterna ausente, porque no sabia si esa ausencia habia sido por voluntad propia, si es que ya no existia o su madre no conocia quien era, algo que por otro lado descartaba dada la educacion que habia recibido. Ese viaje que emprendia montada en ese carro estaba decidiendo su futuro. !Y como no! Jose, asi se llamaba el conductor del vehiculo, le estaba ofreciendo un trabajo con vivienda y sueldo. Todo ello por haberle relatado a grandes rasgos su pobre vida de privaciones e ilusiones. Aun podia creer en las hadas madrinas con las que sono siendo pequena. Sin ellas, hoy no seria quien creia ser: una chica de pueblo, sencilla, con poca educacion y mucha inteligencia. Esta virtud le fue revelada en la primaria ante el asombro de las maestras que repetian: “Gloria es muy inteligente”, aun cuando no estuviera bien alimentada o no pudiera acudir todos los dias a la escuela. Esto era una verdad absoluta que habia seguido desarrollando en el mas absoluto de los secretos. Las tres horas y poco que duro el viaje, a Gloria se le pasaron como un suspiro. Jose era muy entretenido y le explico de que iba la empresa de un solo dueno, el senor Rafael Moreno Ruiz, dedicada al transporte de mercaderias, a traves de una flota de mas de mil quinientos camiones y aproximadamente mil empleados. Todos los vehiculos era camaras frigorificas que estaban esterilizadas, cuando la mercaderia lo ameritaba. Una empresa lider en el mercado de transportes, segun relataba Jose. Que alguien pudiera ser tan poderoso, no era una novedad para Gloria, sabia que en la vida habia gente que tenia a su alcance cualquier cosa, sin embargo, nunca habia conocido a nadie que tuviera esa gran suerte. Ya veria de que se trataba el trabajo. Cuando llegaron a un edificio moderno, en lo que supuso era el centro de la ciudad, entraron a un subsuelo y un porton se abrio, al apretar Jose una pequena cosa negra que tenia en su bolsillo, que segun le informo era un mando a distancia. Ella vestia una solerita fresca de algodon de color celeste. Le decian que le quedaba bonita por hacer juego con sus ojos. Era el final del verano. En su mochila llevaba otro par de sandalias, ropa interior, una remera, un jean y un saquito tejido. Ese era todo su patrimonio. Solo llevaba unos pocos euros, suficientes para comer y beber algo por dos o tres dias. Al despedirse de su madre, la cual lagrimeo mientras trataba de que su hija no se diera cuenta, le entrego un montoncito de dinero arrugado, que Gloria no conto, pero suponia le alcanzaba para pocas cosas. Asi que tener vivienda, impensado hasta lo dicho por Jose, reemplazaba el tener que dormir en alguna estacion o plaza. Jose, su tutor desde el momento en que subio al automovil, la llevo a una oficina en la que habia un cartel ponia “personal”. Lo vio agacharse y hablar con una rubia de pelo lacio, y la llamo para presentarla. La mujer le tomo los datos y le dijo, que su trabajo consistia en atender recados cuando se lo pidiesen. O sea, que era un pinche para el corre ve y dile. Pero si eso incluia tener vivienda y una paga mensual, cuyo monto le sono a millones, todo estaba bien. La vivienda era una habitacion, con una cocina y un bano que denominaron mono ambiente. El nombre le daba lo mismo. Tenia cama, mesa, sillas y placares suficientes con todo lo necesario. Faltaba llenar la heladera, que ya tenia provisiones no perecederas. El resto, le indicaron que deberia tomarlo de un deposito de alimentos que tenia el edificio solo para el personal que no tuviera vivienda en Madrid. No podia estar mas contenta. Le entregaron un uniforme con el logo de la compania EVT. Al dia siguiente debia presentarse ya en su trabajo, que quedaba a dos cuadras de su nueva casa. 2. El cafe Dos anos mas tarde. Rafael Moreno Ruiz tenia un dia complicado. Varios choferes habian dado parte de que se encontraban enfermos, por lo que el personal administrativo debia encontrar reemplazantes, algo ya de por si bastante complicado. El movimiento del incipiente otono que siempre era superior al verano, lo que no hacia las cosas faciles. Eran las ocho de la manana y su cafe aun no estaba en su escritorio. Sin el no se encendian sus motores. Necesitaba cafeina para poder empezar la manana. De pronto, escucho un golpe suave en la puerta y se tranquilizo, su dosis ya estaba ahi. -Si, pase. -Su voz sono grave y autoritaria. Una joven rubia desconocida, a quien no parecio afectarle su tono, portaba una bandeja con un cafe humeante que en cualquier momento desbordaria sobre el platillo. Eso a Rafael le fastidiaba sobremanera. ?De donde salio esa tembleque inexperta? Bonita era sin duda, pero no tenia dotes para servir cafe. -?Como te llamas? -le pregunto Rafael a la desconocida. -Gloria. Gloria Serrano. -La joven sonrio a medias, pues no se animo a mas, y mientras se distrajo, el cafe termino derramado sobre los papeles que se encontraban sobe el descomunal escritorio, adquiriendo estos un tono amarronado. -!Que haces! ?Nunca serviste un cafe? -Rafael la miro fastidiado entrecerrando los ojos. -Perdone senor Moreno, es el primer cafe que sirvo con bandeja. Siempre lo hice tomando la tacita del asa sin platillo y en mi casa, ?sabe? Si ya me esta echando tiene toda la razon. No merezco este trabajo delicado en un lugar tan fino, ni presentarme ante un senor con tanto dinero como el que usted debe tener, viniendo de donde yo vengo -contesto Gloria azorada. Su rostro no demostro temor sino mas bien desafio. El comenzo a reir por el coraje y la sinceridad de la joven, quien en vez de salir corriendo, enfrento la situacion con sus excusas. La muchacha daba a entender que era medio bruta y sin experiencia, ademas de proveniente de un hogar humilde. Personas de esas caracteristicas, merecian un mejor trato y darles la oportunidad de superarse. Su empresa era el lugar ideal, nunca contrataba a su personal solo por el curriculum que presentaba, sino tambien por las ganas que demostraban para afrontar cualquier labor que se les encomendase. -Senorita Gloria Serrano, no se preocupe, traiga algo para limpiar el mueble y luego de hacerlo, haga el favor de servirme otro cafe -comento Rafael, mirandola de frente. -Si, si, senor Moreno. Gracias por darme su confianza -replico la muchacha, ahora si poniendo una sonrisa en su rostro, que a Rafael se le antojo angelical. A los poco minutos, Gloria estaba limpiando con cuidado el escritorio, se veia que de eso sabia mucho. Luego trajo un nuevo cafe y esta vez sin distraccion, lo coloco en su sitio y se marcho. Rafael decidio llamar a la jefa de personal para que le diera explicaciones sobre quien era la extrana joven que le habia servido hoy el cafe, pues no estaba acostumbrado a rostros desconocidos. Ella dijo que la tomo sin experiencia por consejo de Jose, como pedido especial. Llevaba dos anos trabajando en la empresa como chica de los recados. Valia mucho y como habia quedado libre el puesto de servirle el cafe y hacer sus mandados, estaban poniendola a prueba para ver su capacidad de reaccion. No sabia mas. Si habia cometido alguna infraccion, se le rescindiria el contrato o se la cambiaria de ubicacion. -!No, espere! Que alguien le ensene a servir el cafe. De momento que siga donde la habeis asignado ahora, para ir observando como es su actitud frente a los problemas y de que manera los resuelve. Usted, Roxana, debera controlarla de forma directa. Estoy dispuesto a darle una oportunidad pues tiene algo de lo que muchas personas carecen en estos tiempos y aun no puedo definir que es -demando Rafael. -Como no senor -respondio Roxana. -Ahora mas tranquilo hablare con Jose y lo hare responsable de su apano, deberia habermelo dicho tiempo atras -anadio, y dio por terminada la conversacion.

  • Su amante reacia (La saga de los Alfieri 3) de Elizabeth Lennox

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    Como belle del sur, Georgette tiene ciertos estandares que debe mantener. Pero cuando Dylan entra en el salon de baile, todos sus modales surenos y equilibrio son incapaces de aguantar bajo su mirada caliente. No puede creer que un yanqui pueda romper sus paredes tan completamente, pero debe mantener su distancia. Ella tiene metas propias y no puede dejar que un hombre, no importa lo delicioso que pueda ser, interfiera con esos objetivos.

  • Bajo la luna de Siena de Laimie Scott

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    ?No ha llegado el representante de McTavish? --Alessio se quedo de pie con las manos apoyadas en las caderas y el ceno fruncido mientras permanecia atento a la respuesta de Monica, la asesora juridica de Modas Rimbalzi. Alessio esperaba que, si no habia llegado todavia, al menos le informara de que estaba de camino a las oficinas en ese momento. --No --fue la escueta respuesta de ella al tiempo que contemplaba a Alessio y percibia como la sorpresa inicial reflejada en su rostro dejaba paso al enojo. Monica dedujo que su sorpresa se debia a que pasaban algunos minutos de la hora acordada, lo cual lo habia irritado. A ella no le gustaria estar en la piel del representante de McTavish en esos momentos. Alessio permanecio indeciso por unos segundos. Se limito a lanzar una mirada a su reloj e inspiro de manera profunda en un claro sintoma de que se estaba controlando, de que si aquella situacion se prolongaba por mas tiempo, seria capaz de ser el quien rompiera el acuerdo con la casa de modas britanica. Le fastidiaba aquel retraso. Se suponia que ya debia estar en las oficinas de su compania para la reunion programada. ?Que sucedia? ?Se habria echado atras ese viejo zorro de McTavish y ahora decidia darle planton? Que el supiera, no habian recibido ningun comunicado por parte de el o de algun representante de la firma diciendo lo contrario. -- ?Ha habido algun comunicado o llamada en referencia a esta cita? --Que sepamos, no ha habido nada. Nadie ha llamado o enviado un correo electronico para cancelarla --le respondio, con total seguridad, ella mientras cruzaba los brazos bajo su pecho y entornaba su mirada hacia Alessio--. ?Temes que nos den planton? Alessio sacudio la cabeza desechando cualquier conjetura sobre lo que podria haber sucedido para que se produjera ese retraso. Seria mejor no dejarse llevar por banas especulaciones. Esperaba que existiera una explicacion logica para tal situacion. --No. Pero espero que se presenten cuanto antes para acabar con esta incertidumbre --le aseguro con una sonrisa, consciente de que Monica tenia la misma impresion que el. --Yo tambien. La colaboracion con McTavish es necesaria para el futuro de Modas Rimbalzi -- murmuro ella con una mirada de temor por la reaccion que pudiera tener Alessio ante aquella inesperada situacion. Y mientras, Alessio, con las manos en los bolsillos, miraba a Monica con gesto turbado. *** La chica daba vueltas sin sentido por la habitacion del hotel mientras miraba por todas partes, incluso debajo de la cama, como si estuviera buscando algo. --Llegamos tarde, Claire --exclamo alterada por este hecho mientras recogia sus zapatos negros de tacon de casi diez centimetros y dejaba escapar un grito de triunfo. A continuacion, se sento en la cama para ponerselos, con una pierna cruzada sobre la otra. -- ?No me digas? ?Y a quien se debe este retraso? --Habia un toque mordaz en la pregunta de Claire, la representante de McTavish--. Tal vez, si no te hubieras empenado en salir anoche a conocer Siena... --le recordo con sus labios fruncidos en un mohin de desagrado y cogio la chaqueta de su traje para ponersela en el pasillo del hotel en el que se hospedaban. --No fue para tanto. Ademas, debes reconocer que nos lo estabamos pasando bien con aquel par de italianos --le recordo mientras hacia que sus cejas formaran un arco perfecto sobre su frente en clara alusion a ellos y a su atractivo. Claire se limito a poner los ojos en blanco ante este comentario y trato de dejarlo pasar e incluso de olvidarse de ello. --Oh, si, claro, por supuesto. Si tenemos en cuenta que fuiste tu la que les dio cuerda para que no se despegaran de nosotras en toda la noche --comento con una mirada acusadora dirigida hacia su amiga, como si ella fuera la unica responsable de aquello--. Por favor, Shae, no hemos volado hasta Italia en busca de un romance con un par de apuestos italianos. Ni a hacer turismo por la Toscana, sino, mas bien, a cerrar el trato que mi padre dejo a medias y regresar a Londres de inmediato --le recordo, furiosa consigo misma por haber dado pie a aquella situacion. Por haberse permitido aquel pequeno capricho. Lo cierto es que lo estaban pasando bien y que la compania era agradable, pero no era lo que habian ido a hacer a Siena. Claire hubo de mostrarse fria y algo borde entrada la madrugada para quitarselos de encima, ya que las atenciones e intenciones de ellos no iban por el mismo camino que el de ellas. --Venga, subamos a ese taxi. ?Tienes la direccion? --pregunto mientras abria la puerta del coche y se metia dentro, con Shae poco menos que a la carrera. --Si, no te preocupes --le aseguro acomodandose en el taxi a empujones y chapurreando italiano para indicarle la direccion al taxista. *** Alessio y Monica regresaron al interior del despacho donde los aguardaba Fabio, amigo y socio del primero. Fabio permanecia sentado detras de la impresionante e impoluta mesa de madera maciza mientras tecleaba en el portatil. Lanzo una mirada por encima de la pantalla a los recien llegados. Al comprobar el semblante de Alessio, dedujo que no estaba contento con la manera en la que se estaban desarrollando los acontecimientos. --Sospecho por la expresion de tu rostro que el representante de McTavish se retrasa. Y desde que nos conocemos, soy consciente de que odias la impuntualidad en las personas. Sobre todo cuando se trata de reuniones de negocios. ?Me equivoco? --pregunto, arqueando sus cejas en clara senal de escepticismo y expectacion. Alessio emitio una especie de grunido mientras daba vueltas cual fiera enjaulada por el amplio despacho con vistas a la hermosisima Torre del Mangia, en la Piazza del Campo. Con el ceno fruncido, la americana de su traje abierta y las manos en el interior de los bolsillos, su semblante reflejaba una mezcla de preocupacion, crispacion e incluso temor. -- ?Donde cono ha quedado ese dicho que habla de la puntualidad britanica? --estallo con una pregunta cargada de ironia, mirando a Fabio por primera vez desde que regresara al despacho. --Bueno... Ya sabes que las reuniones de negocios siempre cuestan al principio --le comento su colega. Se levanto de la mesa, abrocho su chaqueta y miro a su amigo con escepticismo antes de centrarse en su ayudante Monica. --Esta cabreado por la impuntualidad de McTavish, y en parte no se lo niego. Teme que al final no se presente. --Aquella aclaracion por parte de Monica disparo las alarmas en la mente de Alessio. Este se habia planteado la remota posibilidad de que eso llegara a suceder. Pero no se lo confesaria a su socio y amigo. No cuando necesitaban ese contrato de asociacion para sacar adelante Modas Rimbalzi, su empresa de modas en la Toscana. --No me gusta que me hagan esperar, como bien sabes. Es uno de mis principios en los negocios --le respondio con firmeza--. Aunque se trate del gran magnate de la moda britanica --puntualizo alzando su mano para recalcarlo y empleando un tono jocoso y rimbombante para referirse a el. --Ya, pero debes comprender que en esta operacion McTavish es quien manda --le recordo un Fabio lleno de sarcasmo mientras sonreia divertido e intercambiaba una mirada de complicidad con la ayudante de Alessio. --Dejadme que os te refresque la memoria. Es el quien quiere abrirse camino en Italia, no os confundais --matizo Alessio agitando su mano delante de los dos para dejar clara cual era la situacion real--. Roger McTavish pretende empezar a expandir su firma de moda en Italia. Y para ser mas exactos, aqui, en Siena. Luego es el quien tiene mas interes que nosotros en esta transaccion. ?No creeis? --les pregunto alzando una ceja en clara senal de suspicacia. --Si te soy sincero, Alessio, creo que a ambas firmas nos conviene. No olvides que un acuerdo con McTavish significara un buen impulso a nuestra propia marca de ropa, algo tocada ultimamente en lo referente a las ventas. Formar parte de su gran imperio textil es una oportunidad que muchos cogerian a ojos cerrados --le recordo Monica, frunciendo sus labios en un mohin que no gusto nada a Alessio, quien le lanzo una mirada nada amistosa mientras el emitia una especie de grunido de desaprobacion, aunque en el fondo era consciente de que llevaba toda la razon. Cuando recibieron la propuesta de MacTavish, hacia ya algunos meses, para abrirse camino en Italia, Alessio lo concibio como una gran oportunidad para afianzar su propia firma de trajes para el hombre y la mujer del siglo actual. Una colaboracion que sin duda beneficiaria a ambos. --Pero ello no quita que se este retrasando en su primera reunion despues de haber concretado el acuerdo --matizo Alessio esgrimiendo un dedo frente a su amigo para recalcar aquella informacion. --Dime, ?crees que el viejo oso saldra de su caverna y vendra en persona a supervisar la operacion? --No. No creo que sea el quien venga --respondio Alessio sacudiendo la cabeza muy convencido de ello y restando importancia a este hecho--. Mandara a alguno de sus principales socios. Alguien de plena confianza para cerrar el acuerdo. --Pues no se a quien enviara porque Adrian, su primogenito, renuncio a dirigir la compania, como sabras --le recordo Monica desde la ventana por la que observaba el paso de la gente --Lo se. Vive en Verona con la duena de una trattoria. --Hay que tenerlos cuadrados para enfrentarte al viejo McTavish y renunciar a dirigir su gran imperio de la moda, que tiene distribuido por todo el Reino Unido y una gran parte de Europa. Eso y acabar en un trattoria en Verona sirviendo mesas --senalo Fabio emitiendo un silbido--. Apuesto a que al gran McTavish no le hizo nada de gracia. --Esas son cuestiones familiares que a nosotros no nos atanen. Cada uno es libre de elegir su destino --le comento de pasada, sin demasiado interes en este asunto. Lanzo una nueva mirada a su reloj y sacudio la cabeza.

  • Porque tu lo vales de Noe Casado

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    Me llamo Maria Asuncion Peralta de la Merced y Luengo Medina. ?A que es un nombre elegante? Como no podia ser de otro modo, en mi circulo social todos tenemos nombres similares, aunque cuando cumpli los quince elegi uno mas abreviado e igual de elegante: Sun.

  • La Fuerza del amor (Blue Roses 1) de Noelia Jimenez Sanguesa

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    Barcelona, 1992.

  • Una vez anhelado (Un Misterio de Riley Paige 3) de Blake Pierce

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    Nadie se preocupa mucho cuando prostitutas aparecen muertas en Phoenix. Pero cuando se descubre un patron preocupante de asesinatos, la policia local pronto se da cuenta que un asesino en serie esta haciendo de las suyas y saben que no pueden con esto. Dada la naturaleza unica de los crimenes, el FBI sabe que necesita a su mente mas brillante para resolver el caso, saben que necesitan a la agente especial Riley Paige.

  • La ultima noche en Tremore Beach de Mikel Santiago

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    La fascinante historia de un compositor que intenta recuperar la inspiracion en una casa en la costa de Irlanda.

  • Y nuestros rostros, mi vida, breves como fotos de John Berger

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    Combinando la soberbia profundidad de sus ensayos y criticas artisticas con la riqueza emocional de su ficcion y su poesia, en esta obra John Berger vuelve por primera vez la lente de su arte sobre si mismo. Asi, se concentra en sus emociones personales y su vida y se cuestiona sobre ciertos aspectos tan trascendentales como ?que es lo que nos lleva a amar? Berger vuelve a mostrarnos otra manera de ver, ofreciendonos, ademas, una magnifica declaracion acerca del enfrentamiento entre la devastacion y el amor en nuestro mundo.

  • Buscando mi camino (Los hermanos Fuller 2) de Kate Dawson

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    Segunda parte de la serie de Los hermanos Fuller. Nos encontramos aqui con la historia de Pierce, el mayor de los hermanos.

  • Oido atento a los pajaros de Luis Goytisolo

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    Oido atento a los pajaros es una sugerente novela en la que Luis Goytisolo despliega su interes por los rasgos formales del relato y la evanescente frontera entre la verdad y la fabula.

  • Rebel de Marie Lu

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    Con un suspenso incomparable y su caracteristica narracion cinematografica, Marie Lu, la autora #1 del New York Times, sumerge a los lectores otra vez en el inolvidable mundo de Legend, para un verdadero gran final.

  • Un mensaje al corazon de Emma Morgado

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    Marta piensa que no puede pedirle mas a la vida, pero la traicion de Joel, su pareja, hace que el mundo se le caiga encima.
    Solida y sin ganas de seguir, conoce a Angel, un chico de preciosa sonrisa que la ayudara a entender que el verdadero amor era algo desconocido para ella.
    El futuro de los dos estara en manos de Marta, ?se arriesgara o podran sus miedos mas que sus sentimientos?

  • Idus de Julio de Felipe Ortin

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    Un alto cargo ejecutivo regresa a su hogar despues de varios meses en el extranjero por motivo de negocios. Al llegar a su casa en plena noche, un asombroso descubrimiento le hace sospechar que su mujer le ha estado enganando con alguien. Pero no un alguien cualquiera, sino uno de sus tres mejores amigos. Pero, ?cual de ellos? Las pistas y los indicios que va recogiendo no le ayudan a desvelar el misterio, mientras su relacion amorosa se desmorona.
    Paralelamente a su vida personal, en el ambito profesional, las cosas tambien han cambiado en la oficina, despues de tanto tiempo, y un ejecutivo envidioso tratara de evitar el ascenso de categoria del protagonista, utilizando rastreras artimanas para conseguir escalar en la compania a costa del personaje principal.

  • El Asesino Biblico de Rodney Quinn

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    Matar para sobrevivir es una ley natural de todas las clases animales, incluso la del hombre. Sin embargo, la diferencia esta en que los animales matan por instinto, el hombre por necesidad o placer.
    El bien y el mal, habita en todas las personas. El hecho de que algunas personas no crucen el umbral de la delgada linea entre la vida y la muerte, depende en gran medida del control que tienen sobre sus deseos mas oscuros. Pero ese no ser mi caso.
    Una vez que se cruza la linea no hay retorno posible.
    La sangre es igual o mas adictiva que la droga mas poderosa del mercado y cuando se entra en ese mundo, el matar se vuelve algo inherente; algo que se necesita para satisfacer el deseo mas oscuro de todos los existentes.
    La sangre es un nectar embriagante, es el nectar de los dioses para un asesino.
    No mataras, reza el quinto mandamiento de la Ley de Dios.
    Entonces ?por que matar?
    Las razones son variadas. Pero esa no es la cuestion. La cuestion es por que mato.
    Mato porque es algo necesario. No solamente para mi, sino para la sociedad misma. Claro esta que tambien existe un placer, un extasis similar al que se siente en la copulacion cuando veo realizado mi acto.
    Pero matar no es tan malo. Se necesita para preservar la raza.
    ?Si un hombre tiene conocimiento de que otro va a matar a una multitud, no estaria en su buen juicio y obrar el matar a ese hombre?
    Salvaria las vidas de un grupo al sacrificar una.
    ?Pero quien tiene el valor para hacerlo?
    Pocos hombres tenemos esa fortaleza, ese impetu para detener al malvado.

  • La Cadena del Profeta (Los buscadores 2), Luis Montero Manglano de Luis Montero Manglano

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  • No me soples el diente de leon de Raquel Antunez

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    Me llamo Arinegua y estoy hecha un lio porque me gusta, pero no me gusta, o si me gusta. Vamos. !Que no tengo ni idea! Menudo caos, y mientras, mi amiga Mayra se parte de risa en mi cara, ya me vengare, ya., menos mal que tambien tengo a Sabrina.

  • Te propongo intentarlo de Miguel Lopez

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    Introduccion Un dia senti por primera vez el amor, y todo cambio, ya nada fue igual en mi vida, era una mezcla de emociones, alegria, con euforia, con miedo, con timidez, con valor, todo a la vez, y transformandose a cada minuto que pasaba. Era una pelicula que solo pasaba por mi mente, porque, quiza, la otra persona no tenia idea de lo que yo estaba sintiendo. ?Como saberlo, si aun no habia encontrado el momento y la forma de decirlo? Y antes de hacerlo en persona, comence a escribir, una carta tras otra, poniendo en orden lo que sentia, dejando evidencia de como evolucionaba el amor que estaba naciendo en mi. Este libro es la voz que surge cuando estamos enamorados y queremos transmitir la ilusion que sentimos a la persona que nos gusta, para invitarla a vivir una aventura, un viaje, que es para dos. Esta es la antesala de todo romance, y espero que puedas sentir como tuyas estas palabras, porque por muy diferentes que sean nuestras vidas, siempre nos conectamos con las mismas emociones. Te propongo intentarlo; que las leas y que, despues disfrutarlas y sentirlas, le propongas a esa persona que te gusta, dar el mismo salto contigo. Otra primavera La vida florece cuando caminas por el mismo sitio con la persona indicada viendo todo diferente [y no importa si ella lo sabe] Novedoso "Avanza conmigo, en direccion opuesta al fracaso" Deja que la vida caiga de nuevo a tus pies. Permite que sea yo quien te muestre todos los lugares que olvidaste recorrer, y que las luces del dia vuelvan a brillar, y te pierdas. Deja que seamos quienes desafien las envidias, que las coloquemos como piedras de un cimiento, para sostener nuestros nuevos retos, y que ya nada nos afecte. Avanza conmigo, en direccion opuesta al fracaso, con destino a mis brazos, a mis labios, a mi latido que te elige, solamente a ti, para perder la cordura, y revelarte todos mis secretos. Lena Volteaste y me viste con tu cara de <> Y yo te vi de vuelta con mi cara de <> Espera, espera, avanza "Me acerco a tu vida y es como si la mia se perdiera" Me acerco a ti, a veces sin palabras, con un silencio timido, esperando que tu respiracion sea mas lenta de lo habitual, para colarme, entre dos bocanadas de aire, y ser parte de ti. [aprovecho ese instante en que te haces vulnerable, y haces posible que vea quien eres; me dejas alcanzarte] Me acerco a tu vida y es como si la mia se perdiera, pero ahora no es como caer en un abismo, sino entrar en un mundo confuso pero a la vez maravilloso, donde nada me dice que va a pasar manana, pero que me deja la certeza de saber que hoy, contigo, es suficiente. Me acerco a ti, y de verdad, me haces feliz. Ala tercera "que va sepultando en orden los errores del pasado" Puede que esto sea un amor a segunda vista, porque siempre me ha parecido que enamorarse de repente, con una primera mirada, no es enamorarse de verdad, porque la belleza que nos atrae al comienzo no es la felicidad que nos mantendria juntos, con los dias, con los anos. Puede que este sea un amor que crece lento, que va sepultando en orden los errores del pasado, y que tiene todas las intenciones de detenerse a disfrutar cada etapa, como si fuese un viaje, y en cada ciudad, nos tomaramos dias o semanas, para no dejar nada olvidado. Puede que por eso no lo veas claro ahorita, pero yo te invito a que sigamos, cada vez mas cerca, dejando que el dia nos vista y que la noche nos desnude, llenando de aventuras la rutina y de selfies nuestros moviles, hasta el momento en que con solo cruzar nuestras miradas sintamos que ya es indetenible el intento de amarnos. Uno y Dos Uno que se queda siempre pensando en ilusiones y suenos que no han sido Uno que te mira y que pasa por tu lado con el tiempo que se hace lento con el pulso que se revienta y que te hace sudar Dos que se miraron y sin saber lo que pasaria decidieron intentarlo y las ilusiones se hicieron posibilidades y los suenos se hicieron planes y el tiempo que paso volando y el pulso que no estuvo solo y el sudor que se mezclo con el esfuerzo de llegar juntos a esa nube de placer. ?Vamos? "complaciendo un poco las pequenas pasiones que nos guardamos" ?Y si le apostamos a la aventura, con la esperanza de que la felicidad nos sorprenda sin buscarla? ?Y si nos dedicamos sin compromisos, a disfrutar este presente que nos ha unido, donde el deseo se hace mutuo mientras no pensemos tanto en el manana? ?Y si entramos juntos en la noche, para contemplarnos en la oscuridad de nuestras sabanas, tocando teclas a destiempo, complaciendo un poco las pequenas pasiones que nos guardamos, sin pensar en lo que pueda pasar al amanecer? ?Y si dejamos que la vida haga lo suyo, mientras tu y yo encontramos lo nuestro? Regresion Siempre habra una segunda adolescencia que querre vivir contigo Porque nunca llega tarde quien ahora lo puede hacer mejor. Diariamente "sabiendo ahora que no eres un sueno" Nacen los dias intranquilos, cuando despierto y te recuerdo, sabiendo ahora que no eres un sueno, que finalmente apareciste en este mundo, y que mi alma siente la esperanza de abrazarte. Nacen los dias en que te busco, con miedo de asustarte, pero cualquier excusa es buena para escribirte, para hablarte, para tener que volver a verte, por una tarea incompleta, o por alguna cosa para la que ahora convenientemente soy un novato, y necesito tu ayuda. Nacen los dias en que volteas y siento tu aroma, que por alguna extrana ley del destino parece seguirme cuando te vas, y me insinua, con picardia, que quizas esa es la forma de decirme, que a ti tambien, te nacen asi los dias.

  • El amante ruso prohibido (Las hermanas Hart 3), Elizabeth Lennox de Elizabeth Lennox

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  • Secretos de placer de Elena Montagud

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    Melissa y Hector han decidido contraer matrimonio, pero a veces la vida depara algunas sorpresas... y no todas son bonitos regalos de boda. Hector ama a Melissa con todas sus fuerzas y, precisamente por eso, sabe que hay cosas de su pasado que no puede contarle. Melissa sabe que hay sombras en la vida de Hector que nunca se han disipado del todo. Ahora esta decidida a hacer lo que sea para protegerlo de ellas. Incluso traicionarlo.

  • Mara (Brujas 3) de Sophie Saint Rose

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    Mara cometio un error en el pasado por pura frustracion y ya ha cumplido el castigo impuesto por la sacerdotisa. Habia aprendido la leccion y habia madurado, por eso queria quedarse en Senegal donde realmente la necesitaban. Pero Valerie era muy clara en sus ordenes. Debia ir a Nueva York para hablar de su futuro. Y ella sabia que ese futuro no le permitiria regresar. Era hora de ocupar su lugar entre las brujas.

  • Perversiones eroticas de Toriiak Roloez

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    Un aroma. Un tatuaje. Y luego el. Selva fue el sitio escogido. No por ninguno de ellos, pero a veces los caminos se crean para chocar entre si. Ella nunca ha creido en las casualidades ni en el destino; su existencia se resume en la libertad y el sexo. En el deseo y la seduccion. En la lujuria y la depravacion. Pandora, la mujer creada para ser la locura de cualquiera. La afortunada, a la que no se le niega nada. Perfecta. No obstante, ?que sucedera cuando esto cambie? ?Quien sera su rival?

  • La sacerdotisa blanca (La Era de los Cinco Dioses 1) de Trudi Canavan

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    Magia y aventuras, guerra y amor, en el inicio de una saga fantastica protagonizada por una joven hechicera lista y valiente en un nuevo e intrigante universo.

  • Postales del joven Moss de Alexander Benalal

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    ?Como contemplar nuestro mundo si no vivieramos en el? Asi se desarrolla la atribulada vuelta al mundo de una joven y extranjera pareja en viaje de reconocimiento. A traves de su protagonista constatamos que no es serio todo lo que reluce y que nuestras culturas no resisten una mirada critica llegada del Mundo Exterior. Divertidos y mordaces devaneos en la mejor prosa de un Eduardo Mendoza, un Tom Sharpe o las mejores ocurrencias viajeras de un Bill Bryson.

  • El hombre que siguio viviendo de Daniel Aguirre Rodriguez

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    Una inteligencia instalada es el siguiente paso en inteligencia artificial. Ya no se trata solo de un organismo sintetico pensante, sino que la mente del hombre es transferida a una maquina -- dijo el medico --. Te lo dire de forma menos complicada: continuaras <> dentro de un tipo de metaordenador avanzado. Mientras el neurocirujano les hablaba; se abrio la puerta, y un androide de servicio, mas parecido a un humano que a un robot, se acerco a ellos y les ofrecio cafe y unas galletas. Lucas y su esposa Anne se encontraban en una de las tantas reuniones que tendrian con los especialistas, en el Centro de Alta Tecnologia. La sala era amplia y luminosa, y estaba en el quinto piso del edificio, ubicado en el centro de Oslo. --Bueno... Como te he contado, desgraciadamente tu enfermedad no tiene ninguna cura en la actualidad. Lo unico que te sigo recomendando es que disfrutes de lo mas valioso en la vida: la familia y los amigos, de la mejor manera en estos ultimos meses --El doctor le hablaba con calma --. Muy pronto te ofreceremos las medicinas para aliviar los fuertes dolores que sobrevendran al final. Lucas se rasco la nuca. --Doctor, ?cuanto me queda? --Hemos discutido tu caso con mis colegas una y otra vez. Pero no nos resulta facil determinar el tiempo en que se van a propagar los sintomas, puesto que varian segun la edad y el estado fisico de cada uno. --?Como seran los proximos meses? --La afeccion empezara a expandirse por los musculos, los tendones, los ligamentos y las fascias; los cuales se iran atrofiando de modo gradual. Lucas y su mujer estaban sentados, agarrados de la mano, y con lagrimas en los ojos, que caian por sus mejillas enrojecidas a causa del estres. El miro a su esposa, y a continuacion, a la ventana, llevando la vista a un punto lejano alla fuera. Estaba absorto. Trataba de digerir lo que escuchaba. El neurocirujano continuo hablando: --Sin embargo, la etapa terminal es mas grave. Llegara el punto en el que perderas la facultad de moverte, de hablar, y de comer en forma natural. <>, es como llamamos vulgarmente a este estadio, pues todo movimiento sera irrealizable. En ese tiempo, el personal de enfermeria te asistira en las necesidades basicas, durante todo el dia y toda la noche. Nunca olvides que, en tanto que los musculos se atrofiaran por completo; tu intelecto, por su parte, permanecera intacto, por lo que seguiras pensando con total naturalidad --El medico se detuvo por un instante --. Por eso, yo considero que copiar tu conciencia a una maquina, es la mejor opcion en tu caso. Al finalizar la visita, tomaron el bus de regreso a casa. Ellos vivian en las afueras de Oslo, no lejos del centro, en una casa escandinava tipica, de madera pintada de blanco, y con mucho aislamiento, por los frios y largos inviernos. Lucas se recosto en el sofa. Estaba pensativo, callado, repasando todo lo que el medico les habia explicado. --!Papa! La nevera dice que no tenemos leche --dijo Gustav.

  • Confie en ti (Por amor) de Maria Beatobe

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    La noche prometia, aunque el plan previsto no me entusiasmara demasiado desde el principio. Cloe se habia puesto tan pesada en que la acompanara que, al final, tras sobornarme con invitarme a unos buenisimos profiteroles banados en chocolate caliente si iba con ella, hizo que definitivamente pudiera mas la gula que mis pocas ganas de ir. Al fin y al cabo, solo era una fiesta de fin de curso con la misma gente del instituto que, dia tras dia y durante cuatro largos anos, me habia encontrado por los pasillos. Ir a tomar algo a una discoteca para volver a ver a la gente de siempre y fingir una sonrisa como si te alegraras de verlos. !Que divertido! (Notese la ironia.) Tambien tengo que reconocer que soy bastante antisocial. Con esto no me refiero a que vaya ignorando a la gente que me habla ni que sea una borde malcriada, pero bueno, digamos que no hacia mucho por ampliar mi circulo de amistades. Me sentia segura en mi zona de confort, con mi espacio, mi gente y mis manias. Porque tambien era un poco maniatica --mas bien diria que perfeccionista--, aunque no una de esas chifladas que vigilan obsesivamente si sus cosas estan en el mismo sitio donde las habia dejado treinta segundos antes. Me gustaba hacer las cosas bien aunque tardara mas tiempo en realizarlas, y eso hacia que a veces mi paciencia, que ya os digo que tenia bastante, empezara a rozar limites poco agradecidos para la gente que se encontrara en esos momentos a mi alrededor. --?Que tengo que hacer que? Estas de cona, ?verdad, Cloe? --dije mirandola incredula. --Anda, no seas carca, lo pasaremos bien --respondio mientras sacaba de su bolso un pequeno espejo y ponia morritos para comprobar que sus labios maquillados seguian manteniendo el mismo tono rosa palo que llevaba cuando habia llegado a su casa. --No es cuestion de ser carca, es cuestion de dignidad --respondi mirando al techo y resoplando. --?Dignidad? Y que mas da eso. Hoy en dia casi nadie tiene --alego mi amiga sin mirarme. --Cloe, me estas pidiendo que aparezca en la fiesta vestida como una jodida verbena --dije mirandola de medio lado. No pudo evitar soltar una carcajada, que termino por contagiarme. Cerro despacio el espejito y lo volvio a guardar en el bolso. --?Una verbena? !Anda ya! Iremos... a ver que palabra utilizo para que me entiendas... --Se quedo pensativa para encontrar el termino exacto--. Atrayentes --dijo por fin. --?Atrayentes? Venga ya. Ridiculas, diria yo. --Pero vamos a ver, Naira --dijo incorporandose en el sillon y poniendose frente a mi--. La consigna de la fiesta es la misma para todos, asi que si quieres definir que nuestro atuendo sera ridiculo, todos iremos ridiculos. Asi que espabila y mueve el culo. --Joder, ya podrias habermelo avisado antes; faltas un par de dias al instituto y te pierdes la informacion mas importante de todo el ano. !A ver ahora lo que encuentro! --proteste. --No seas fatidica y ve a casa a prepararte. Yo voy a darme una ducha. !Y no te quedes ahi sentada, que te conozco! Mi amiga se levanto con agilidad, y mientras se dirigia hacia el bano, volvio la cabeza con alegria y me dijo adios con la mano, tipo despedida de una princesa o una reina, moviendola y girando solamente la palma de un lado a otro. --!Luego nos vemos, guapi! --Venga, vale... Que si, que voy... --respondi con desgana apoyando los brazos en el sillon con total apatia y resoplando. Me levante del asiento, cogi el bolso de mariposas que habia dejado apoyado en una de las sillas del comedor y me fui de casa de Cloe, no sin antes despedirme de su hermano, que jugaba a la consola en su habitacion. --!Chao, enano! --exclame asomando solo la cabeza por el marco de la puerta. --!Adios, Naira! --respondio sin apartar los ojos de la television. Viviamos cerca una de otra, apenas cruzar una calle y ya estaba en mi casa. Era un barrio centrico de Madrid, la Latina, uno de los mas castizos de la capital. Cloe y yo viviamos en la calle Colegiata y Noemi en una calle cercana, Duque de Rivas. Cuando llegue no habia nadie en casa. Mi madre trabajaba hasta las seis y mi padre llegaria como a las siete. Ahora eran las cuatro y media, y a las ocho de la tarde habia quedado en el portal con Cloe y mi otra amiga, Noemi. Nada mas entrar en mi casa fui directa a mi habitacion y me plante frente al armario con los brazos en jarras pensando que ponerme para la fiesta y, sobre todo, recapacitando en que momento habia aceptado ir. No me apetecia absolutamente nada romperme ahora la cabeza pensando en como hacer el mayor ridiculo de mi vida en la fiesta de fin de curso antes de hacer la selectividad. La consigna era clara, muy a mi pesar: teniamos que llevar en nuestro atuendo, y repartidos como nos diera la gana, !todos los colores del arcoiris! !Pero a quien se le habra ocurrido semejante chorrada! Mi fondo de armario no era nada del otro mundo. Reconozco que me gustaba la ropa, pero para conseguir todo lo que deseaba tener y de las marcas que quisiera comprar habia que disponer de mucho dinero, y yo... no lo tenia. Vivia con mi madre y mi padre en nuestra casa, y yo sobrevivia con la paga que me podian dar y con lo que me sacaba de vez en cuando cuidando a la nina de cuatro anitos de la vecina de arriba. Tenia diecisiete anos y mis padres me decian que debia acabar mis estudios, que no hacia falta que buscara un trabajo mas estable, que estaba bien ahora como estaba y que ellos me pagarian mis cosas. Pero claro, dentro de un limite, y no es que sea de gustos caros, pero la ropa era en cierto modo mi debilidad, la unica, tengo que reconocer. No fumaba, no salia mucho con mis amigas y los libros que adquiria me los compraba digitales para que me salieran mas baratos, aunque donde este un libro en papel, con su olor caracteristico, su tacto, su textura... Pero bueno, que me desvio, que no sabia que ponerme para la fiesta de fin de curso del instituto antes de realizar los examenes de acceso a la universidad. Estaba algo agobiada por esas pruebas; te lo jugabas todo a una carta, pero habia que hacerlos y demostrar todo lo que se habia estudiado durante el ano. Era la ultima celebracion y el instituto habia hablado con una discoteca grande de la zona para celebrar que nos despediamos de este centro para cambiar de escenario y comenzar la universidad, quien quisiera ir, claro. Otros preferian hacer algun modulo o directamente comenzar su vida laboral y dejar de estudiar. Yo, por mi parte, queria hacer la selectividad y estudiar Magisterio. Magisterio de primaria. Desde siempre me habia gustado ser profesora y, aunque mis padres me dijeron que me lo pensara antes, que habia muchas mas carreras con mas salidas laborales, una tarde les argumente mis razones por las que queria estudiar esa carrera y su respuesta fue que si a mi me hacia feliz, no habia nada mas que hablar. Tenia muy buena relacion con mis padres; eramos un prototipo de familia en la que podiamos hablar de todo. Bueno, de todo, no. Obviamente habia temas que yo no comentaba con ellos, como, por ejemplo, chicos, citas, de si me gustaba uno u otro..., !y de sexo, menos!, pero, por lo demas, nunca dudaba en pedirles consejo. Y el tema relacionado con los estudios que queria cursar fue uno de ellos. Mientras seguia mirando mi armario con cara de total ostracismo y pereza, mi movil empezo a sonar. Me acerque al escritorio, donde habia dejado el telefono, y lo cogi. Mire la pantalla y vi que era Noemi, otra de mis grandes amigas. --Noe, dime que no vas a la fiesta porque te han salido unas paperas enormes y que quieres que me quede contigo toda la noche cuidandote --dije del tiron nada mas descolgar. Detras del auricular se escucho una carcajada. --Pues no, nena --respondio ella--. Te llamo para animarte porque se que no estas con muchas ganas de ir. --Ya te ha escrito Cloe, ?no? --dije tirandome de espaldas en la cama. --?Que mas da eso? !Vamos a disfrutar que acabamos ya de una vez el conazo de instituto! !Aunque sea solo por decirles adios a todos con el dedo corazon! --Ella siempre tan sutil--. Anda, nena, preparate y !vamos a darlo todo! --Joder, estas animadisima, ?eh? --dije sin mucha euforia. --Ya ves... hay que disfrutar de la vida, nena. Ademas, piensa que tu queridisimo <> estara tambien por ahi... --dijo sarcasticamente. --Anda, !no seas tonta! --me queje esbozando una sonrisa invisible para ella--. Fijate que no me lo imagino diciendo <> --recite en un tono teatral exagerado

  • Los naufragios del corazon de Benoite Groult

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    La joven George siempre ha veraneado en el pueblo de la costa bretona donde vive Gauvain. Ambos se conocen desde que eran ninos. Con el tiempo, el se ha convertido en un tosco marinero que, en teoria, no deberia interesar lo mas minimo a alguien como ella, parisina, universitaria y de buena familia. Sin embargo, una noche, los dos se dejaran llevar por una atraccion tan poderosa que ignorara cualquier convencion social y que, inevitablemente, los unira en secreto para toda la vida.

  • Ella piso la Luna. Ellas pisaron la Luna de Belen Gopegui

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    El libro mas personal de Belen Gopegui: un texto poderoso, leido en su dia como conferencia, que reivindica a todas las mujeres cuyos logros no han visto la luz.

  • Encuentrame de Constanza Sartory

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    Encuentrame, Constanza Sartory
    Lorena Alcorta logra sobrevivir a un terrible accidente gracias a la intervencion de un misterioso sujeto. A partir de ese momento, su vida no puede volver a la normalidad porque un extrano personaje comienza a acechar sus suenos y tambien en su vigilia. ?Quien es el? ?Es real o es solo un producto de su imaginacion? Y lo mas importante, ?que es lo que quiere?
    Si deseas conocer las respuestas, te invito a sumergirte en la lectura de una novela en la que el mundo real y el mundo onirico se entrelazan para formar un escenario en el que la razon tiene los ojos vendados y todo, absolutamente todo, puede suceder.

  • Cuando vengas a buscarme de Antonio Reyes

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    Ismael llega al hospital en el ultimo momento para despedirse de su hermana. La estampa es desoladora, con unos padres destrozados por el inminente adios de su hija. Las palabras de Paula a su hermano parecen no tener sentido para el: “Buscame, Israel, buscame”.
    Un ano despues de su muerte cree haber descubierto lo que su hermana quiso decirle en aquella fria cama de hospital. Decidido a hallar su verdadero significado, se embarca en un viaje para encontrar a la persona que posee el legado que Paula dejo.
    En un pueblo del sur de Espana, encontrara un grupo de personas que intenta cerrar sus propios circulos personales. Una mujer con un turbio pasado conyugal y que buscar sacar adelante su pequena familia de dos junto a su hija, un viejo vasco que escapo del recuerdo de su esposa fallecida y un sacerdote con dudas de fe y acosado por los arrebatos de una joven.
    ?Hasta donde serias capaz de llegar para mantener vivo el recuerdo de un ser querido?
    Una historia de personas que buscan a personas y de otras que ni siquiera saben que desean ser encontradas.

  • Devuelveme la sonrisa de Marcos A. C

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    Poco podia imaginarse mi padre que, el dia que naci hacia ya cuarenta anos, iba a tener que hacerse cargo de mi el solo. A sus treinta y cinco anos, el gran Arturo Duarte, dueno de diversos edificios de viviendas, asi como de oficinas, se convertia en padre por primera vez, y se quedaba viudo de la unica mujer a la que habia amado de verdad. Mi madre, Christina, murio aquella noche en el parto. Hubo complicaciones y se le fue la vida, mientras me la daba a mi. Tenia treinta anos, toda la vida por delante y, segun me contaba mi padre, la ilusion de mi llegada y verme crecer. No pudo ser, ni siquiera supo que habia tenido un nino. Cuando le dijeron que podian decirle el sexo del bebe, ella se negaba a saberlo, queria que fuera sorpresa. Ni un nombre tenian pensado para mi, o para una nina, asi que hasta eso tuvo que elegirlo mi padre. Segun me dijo, me llamo Chris, ese diminutivo del nombre de mi madre, porque al mirarme a los ojos, le recordaba a ella. Me saco adelante completamente solo, y es que, tanto los padres de el, como los de mi madre, murieron anos antes de que ellos se conocieran. Y nunca se caso, tuvo algunas novias, amigas y ligues, pero jamas volvio a tener una pareja estable con la que querer compartir su vida. Decia que con mi madre murio el amor para el. Poco a poco, fue vendiendo algunos de los edificios que tenia, de modo que se hizo con un buen dinero que invirtio en construir un edificio de apartamentos a pie de playa, que alquilaba, y con esas rentas viviamos los dos. Hasta que me dejo solo cuando yo tenia treinta y cinco anos, creo que ese fue plazo de tiempo que quiso quedarse a mi lado y ver que me convertia en un hombre de provecho, antes de reencontrarse con mi madre. Se le fue la vida una noche mientras dormia, su corazon dejo de latir y ni siquiera pude despedirme. Aquella noche, tras una cena en la que reimos y volvio a contarme como conocio a mi madre y el flechazo que sintio al verla, nos dimos las buenas noches como siempre, sin saber que no habria un nuevo amanecer para el. En herencia me dejo el edificio y la casa en la que viviamos, por lo que yo seguia manteniendome de esas rentas que generaban mensualmente los apartamentos. Y, como lo fuera mi padre, soy soltero por eleccion, no quiero atarme a nadie, no quiero enamorarme, eso no va conmigo. Soy hombre de una sola mujer cuando mantengo uno de esos lios de amigos con derecho a roce, pero cuando se acaba, se acaba. No hay promesas, no hay palabras que las lleven a creer que habra un felices para siempre, una bonita casa con jardin donde construiremos un parque para nuestros dos o tres hijos. Desde el primer momento todas saben que nunca las llevare al altar, que no pondre un anillo en su mano y me arrodillare para pedirle que se case conmigo. Voy directo a lo que quiero, dar y recibir placer, tener una noche de sexo de esas memorables, tal vez dos, quizas una semana o un mes, pero nada mas. No hay amor, y nunca lo habra. Diran que soy frio, sin sentimientos, que juego con las mujeres, pero no, no es asi. Voy de frente, dejo claro lo que quiero y cuando lo quiero. Todas saben que cuando estan conmigo, hay fecha de caducidad, no miento, no las hago creer que seran las princesas de un cuento y se convertiran en mi reina. Mi padre decia que algun dia apareceria la mujer que conseguiria romper el muro que yo mismo habia construido alrededor de mi corazon, que pondria mi mundo y mi vida patas arriba y ni siquiera me daria cuenta de que estaba enamorado, hasta que la dejara marchar. El creia que, al haber perdido a mi madre y verlo a el, pasar el resto de su vida solo y sin enamorarse, era el motivo por el que yo no queria tener una pareja estable. Yo reia al escucharlo decirme que no es que no quisiera enamorarme, encontrar esa mujer que me hiciera gritar al mundo que la amaba, sino que tenia miedo a hacerlo y perderla tan pronto como el perdio a mi madre. No era asi, no tenia miedo a nada, aunque hay algo que si debo reconocer, y es que, siempre habia temido que, si algun dia esa mujer que decia mi padre, llegara para cruzarse en mi camino se quedara embarazada, me mortificaria que pudiera dejarnos a los dos durante el parto. Fueron muchas las veces que le pregunte a mi padre si yo tenia algo mal y por eso mi madre murio la noche de mi nacimiento, tal vez era algo que yo llevara en la sangre y no fuera compatible con ella, que se yo, no era medico a los diez ni a los doce anos, y creia que, si tenia descendencia, podria heredar ese mismo mal y perder a su madre, a mi esposa. Desvarios de un nino que vivia con el recuerdo de la mujer mas buena, bonita y carinosa del mundo, de ver esas fotos que se habia ido haciendo cada semana durante los nueve meses de embarazo. Un viaje, eso necesitaba en el momento en el que me encontraba, en el quinto aniversario de la muerte de mi padre, tan solo dos meses despues de celebrar mi cuarenta cumpleanos. Esa fecha deberia ser feliz, para cualquier nino lo era, igual que para muchos adultos, pero no para mi, porque el que debia ser el dia mas feliz de la vida de mi madre, se convirtio en el peor de la vida de mi padre y, por ende, de la mia. Dejaba la ciudad por un tiempo, esa en la que habia nacido, en la que creci y me hice el hombre del que, estaba seguro, mi madre estaria orgullosa. Lo dejaba para respirar otro ambiente, conocer otra ciudad, y, quien sabia, si en aquel destino acabaria encontrando algo de compania. Capitulo 1 --Hola, disculpe... --sonrei senalando el asiento de ventanilla que me pertenecia. --Hola, claro --me devolvio la sonrisa y se levanto. apartandose para dejarme paso. --Estos aviones cada vez dejan menos espacios, me llamo Chris. --Si --sonreia --. Soy Lara. --Casi pierdo el avion, vaya caravana habia en la autovia hacia el aeropuerto. --Ni idea, llegue hace tres horas. --Chica precavida. --Bastante, ya perdi una vez un vuelo y no me pasa mas. --?Vas a Roma por trabajo? --No, voy a pasar unos dias, realmente iba a venir con mi amiga, pero le fallecio un familiar en Paris y tuvo que cambiar el rumbo. --Vaya, asi que te vas a perder por la ciudad italiana sola. --Si, tengo muchas ganas de conocer Roma. --Es preciosa, no es la primera vez que vengo y se que repetire muchas veces. --?Vienes por trabajo? --No, vengo a desconectar un poco, me hacia falta perderme por el mundo. --El trabajo... --No, bueno, muchas historias, el trabajo es lo que menos lata me da y lo que menos hago. --?Lo que menos haces? --Vivo de la renta de un edificio a pie de playa que herede de mi padre. --Joder, ?y necesitas desconectar de vivir de la renta? --se echo a reir. --Hace cinco anos que murio mi padre y la verdad que me afecta mucho esta clase de aniversarios. --Lo siento... --Tranquila, unas pizzas, unos paseos y todo se sobrellevara. --Claro, dicen que Roma tiene magia. --Y sin truco, es una ciudad que es para dejarse llevar. --Lo primero que hare sera tirar unas monedas en la Fontana di Trevi, quiero ver si es verdad que se cumplen los deseos. --Lo unico que es verdad es que pierdes el dinero que tiras. --Bueno, tampoco me voy a arruinar, no es que tenga un edificio en alquiler, pero al menos trabajo tengo.

  • Antes de Descubrirte (Solteronas 1) de Amaya Evans

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    Alexandra estaba en la pequena salita que habian bautizado "el cuartel". Era la mas pequena de las que tenia su tia en la enorme casona, que llamaba hogar. Cuando las tres hermanas habian llegado a vivir alli, les habia dicho que cuando necesitaran un sitio donde hablar y pasar tiempo, ese podia ser solo para su uso personal, y ellas aceptaron gustosas. --Addie ?Crees que el cartero venga hoy? --pregunto la menor de ellas. --No se para que quieres que venga. Hasta donde tengo entendido no tienes ningun pretendiente que te envie notas de amor. --No necesitas ser tan grosera--le respondio Annie a la defensiva--si lo pregunto es porque espero la ultima revista de modas, ademas de unas novelas. Alexandra, la mayor, nego con la cabeza--ya calmense ambas--trato de poner orden entre esas dos. Se la pasaban peleando cada vez que podian--Creo que es mejor que vivas el presente. ?Que haces con leer esas novelas que no te aportan nada bueno? --le dijo a su hermana menor. --Al menos no estoy esperando que el correo venga con libros de brujeria, como hace Addie. --!No son libros de brujeria! --le grito Addie, la hermana del medio. Ella siempre habia tenido un caracter fuerte, pero era la mas gentil y espiritual de las tres. Annie tambien era buena, sin embargo, era demasiado sonadora y eso la preocupaba todo el tiempo. --Que yo sepa, a eso que haces se le dice brujeria. --Que yo sepa a la gente como tu, se le dice ignorante. Lo que leo se llama astrologia, y es un conocimiento antiguo. Gracias a eso, se que eres Tauro, que eres mas terca que una mula y que siempre quieres tener la razon en todo. --Mas terca que tu, lo dudo. --Los de signo Libra como yo, no somos tercos. Somos personas ecuanimes, justas, sensible a las necesidades de los demas--le respondio con altivez. --Siii, claro. --Basta ya, las dos--las mando a callar Alexandra. --Todos tenemos derecho a que nos gusten cosas distintas y hay que respetarlo. Adeline, si Anne, quiere leer novelas de romance, dejala. No puede hacerle dano despues de que no confunda la realidad con esas historias. Y tu, Anne, respetaras el hecho de que Adeline disfrute de sus lecturas sobre los astros. A mi no me gusta ninguna de las dos cosas y no por eso, me burlo de ustedes. Ambas hermanas se quedaron calladas, pero fue Adeline la que cambio el tema para aligerar un poco el ambiente. --Parece que nuestro vecino ya llego de viaje. --?Porque lo dices? --Porque vi su carruaje esta manana llegando a la casa. --?Y eso que? --Annie rodo los ojos. --Pues que la ultima vez que vi el carruaje fue hace casi un mes. --Vaya, si que estas pendiente de todo lo que hace el vecino. ?Lo conoces siquiera? --No. Pero me parece que siempre es bueno conocer gente y mas si viven cerca. Alex la miro extranada--No es que viva precisamente cerca, es un conde, sus tierras son extensas. --Claro, pero su propiedad es la mas cercana. --Addie, de verdad que no se que es lo que le ves de extraordinario a ese hombre. --Pues eso mismo. Que es muy misterioso, que no se deja ver de nadie, y todo el tiempo se la pasa encerrado. Annie bostezo aburrida--pues yo tengo la solucion. Solo pregunta a la tia Helen todo lo que quieras saber de el. Ella vive aqui desde hace mucho y seguramente sabe quien es, y si es soltero o casado. --No quiero saber sobre el, para casarme--respondio ella molesta. --Pues la verdad es que no nos caeria nada mal que fuera un soltero, guapo y rico--anadio Alex. Addie la miro con resignacion--?Quien querria meterse con alguna de nosotras? Somos tres solteronas y eso es abominable ante los ojos de la sociedad. --Solterona seras tu. Yo todavia puedo conseguir a alguien. --dijo Annie indignada ante la sola idea de ser llamada solterona. --En eso tienes razon, todavia a los veintiuno podrias conseguir un buen prospecto. --Addie las miro a ambas como si estuvieran locas--se les olvida algo importante, creo. --?Que cosa? --pregunto Annie. --No tenemos un peso donde caernos muertas. --La tia nos podria ayudar--Annie salto emocionada del sofa donde minutos antes retozaba. --La tia es muy reticente al hecho de buscar marido. Como ella no necesito ninguno, creo que piensa que nosotras deberiamos hacer lo mismo. --Pero yo si sueno con casarme con un marido rico, noble y con una hermosa casa. Quiero tener muchos ninos que corran por el jardin y asistir a eventos de todo tipo con el. Primero debemos hablar con la tia para ver si esta de acuerdo en ayudarte a cumplir con ese sueno--le dijo Addie, medio divertida. Alex se levanto de la silla y empezo a caminar de un lado a otro--El momento debe ser ahora. La temporada sera en dos meses y las jovenes en edad casadera ya estan desde hace mucho arreglando sus ajuares para asistir. Addie comenzo a negar con la cabeza--Oh no, conmigo no cuenten para eso. Ademas, me gusta mucho mas el campo, prefiero quedarme aqui. Eso de la temporada no es lo mio. Alex sonrio conocedora de que lo que le importaba a su hermana era ese dichoso vecino--Muy bien, si eso es lo que quieres...pero al menos trata de darnos una mano convenciendo a la tia Aurora. Presiento que nos espera un trabajo arduo para sacarle un si. Como Alexandra, lo predijo, su tia armo todo tipo de excusas para desanimarlas. Fueron dos semanas de insistir dia y noche las veinticuatro horas de cada dia de la semana, hasta que la pobre mujer aburrida de su cantaleta, acepto. --!Por Dios santo!! Me tienen aburrida con ese tema. Saben bien que no estoy de acuerdo en que una mujer quiera ser un adorno en la vida de un hombre. Pero si ustedes lo desean tanto, las ayudare. Dios sabe que su padre querria verlas en una temporada consiguiendo un buen marido, aunque a mi me parezca ir directo al infierno. Las chicas se echaron a reir. --?Y en que han pensado? Porque si lo que quieren es asistir a esta temporada, dejenme decirles que van terriblemente tarde para todo. No tienen un ajuar como corresponde, ni tampoco las conexiones. Alexandra hablo timidamente--pensamos que usted las tendria, tia. La mujer se quedo pensativa--Bueno...ciertamente las tengo, pero hace mucho que no me hablo con algunas de mis amistades. Sin embargo, creo que mi buena amiga Lady Grantley, podria ayudarlas dandoles hospedaje en su casa. Voy a escribirle inmediatamente--se levanto de su silla rapidamente sin achaques o dolencias. Su tia era una mujer joven todavia, y muy atractiva. Ellas no sabian porque habia decidido tener esa vida solitaria, pero lo respetaban. --!Oh! Se me olvidaba. Diganle a la senora Bradford, que haga los arreglos para llevarlas a la modista del pueblo. Eso funcionara al menos para que tengan unos pocos vestidos presentables que puedan usar hasta que lleguen a Londres. Luego, si es que la condesa acepta tenerlas en su casa, las llevara a su modista y alli manden a hacer el resto de su vestimenta. Debe ser todo el ajuar de Annie, ella debe verse elegante e impecable. --Tia...por mi no se moleste--le dijo Alexandra--yo solo ire en calidad de chaperona de mi hermana. Se muy bien que, si voy como una jovencita debutante, solo hare el ridiculo. Una mujer de 25 anos solo sirve para ser dama de compania o chaperona. --?Entonces solo sera Annie? Alexandra asintio--solo ella. Es la que todavia tiene oportunidad. --Muy bien, si eso es lo que quieres, asi se hara. Pero de todas formas muchacha, vas a ir con atuendos adecuados. El hecho de que seas la acompanante de tu hermana no significa que vas a vestirte mal o como si fueras una anciana.

  • Tu ley es mi salvacion de Alexandra Granados

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    “Las ultimas palabras que pronuncio dirigidas hacia mi, las tengo grabadas en mi memoria a fuego candente. Murio en mis brazos, y Dann no creyo en mi inocencia. En cuanto me encontro, me puso las esposas y me envio directamente al calabozo. Ahora estoy lista para enfrentarme a mis demonios y a mis pecados. Estoy decidida a enfrentarme a todo con tal de que la verdad salga a la luz, pero ?podre hacerlo? ?Triunfara la justicia o quienes me han metido en todo esto, se saldran con la suya? ?Estare condenada o el amor que siento por Dann me salvara de todo?
    El final ya esta aqui y aun nadie ha dictado mi ultima sentencia”.

  • La costilla de Adan (Subjefe Rocco Schiavone 2) de Antonio Manzini

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    Las tramas de Manzini y la humanidad desbordante de su personaje, han convertido las historias de Schiavone en un exito sin precedentes en Italia.

  • La diaspora de Horacio Castellanos Moya

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  • Tu, eres mi destino de Enrique Garcia

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    El penso que seria sencillo estar a su lado. Ella se sintio atraida por el desde el principio sin pensar en las consecuencias.
    Marcos ha llegado a Bolonia con una beca para estudiar Historia del Arte en la facultad y con otro motivo oculto. Laura siente que no lleva una vida como la de una chica universitaria, y todo porque corre peligro. Pero la cercania de Marcos hara que esta sea algo mas llevadera.
    Las situaciones limite se suceden mientras ella se pregunta quien es en realidad su companero y por que se toma tantas molestias por ella. Ninguno quiere cruzar ciertos limites sabiendo lo que sucedera al final del curso.
    Para entonces, sera demasiado tarde. Y Marcos tendra que revelar a Laura la verdad de quien es, y dejar que ella decida su destino. Lo que Marcos desconoce es que ella ya lo encontro cuando lo conocio, sin importarle quien sea.