• leal al corazon noa xireau - Noa Xireau

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    Reino de Lanlow Lissy y yo intercambiamos una mirada divertida cuando el carruaje cogio un bache y los ronquidos de mi tia resonaron en el pequeno espacio como los grunidos de un cerdo al atragantarse. Ambas nos tapamos la boca para acallar nuestras risitas, aunque no sirvio de mucho. Mi tia abrio un ojo y se incorporo. Frente a mi, mi tutor, nos echo una de esas miradas recriminatorias con las que pretendia aleccionarnos, pero le traiciono el leve temblor en la comisura de sus labios y que escondiera sus manos bajo su habito de fraile. --?Cuanto falta? --Mi tia se limpio apresurada el fino hilillo humedo que le caia por la barbilla. Solte un profundo suspiro. ?Cuantas veces le habia respondido a la misma pregunta desde que habiamos salido de la posada al amanecer? Con su acostumbrada cortesia, Fray Roland se asomo por la ventana. --El paisaje se esta volviendo cada vez mas empinado y los bosques mas frondosos, Crowshead ya no debe estar demasiado lejos. Mi tia asintio con expresion agria, apreto los labios y se limito a estudiar enfurrunada una protuberancia en la madera algo desgastada de la puerta. --?Desea algo de comer, tia? --Senale la cesta que tenia a mis pies. Si a mi me dolia la espalda y estaba desesperada por estirar un rato las piernas, ella, con su corpulencia y mas del doble de edad, debia de encontrarse agonizando. Nego abstraida hasta que de repente se puso rigida y le lanzo una mirada a fray Roland. --?Podemos hacer una parada? Mi tutor puso cara de <>, pero acabo por asentir con un disimulado suspiro. --Por supuesto, lady Grey. Sacando su baston por la ventana, dio varios golpes en el techo del vehiculo indicandole al cochero que frenase. Enseguida se acerco el oficial de la escolta que nos acompanaba. --?Ocurre algo, padre? --Lady Grey desea hacer un alto. El hombre estudio con rostro grave el trayecto por delante y detras de nosotros. --No es el mejor sitio. El camino es estrecho y, en caso de una emboscada, el carruaje tendria problemas para girar si nos cerrasen la huida hacia el frente. Tampoco es un buen lugar en el que dividir a los hombres. Fray Roland hizo un gesto de confirmacion como si se hubiese esperado aquella respuesta, pero mi tia resoplo y se bajo del carruaje. --Si nos atacan, lo mismo da que sea aqui que dentro de cien metros y prefiero tener la vejiga vacia de darse el caso --gruno con una mueca mientras arqueaba la espalda con un gimoteo y las manos en la cintura. --La acompanare --me ofreci cuando quedo claro que la decision ya estaba tomada--. Lissy, ?vienes? La chica asintio reajustandose inquieta su tunica. No es que me hubiera esperado otra cosa, podiamos ser amigas, pero Lissy jamas olvidaba cual era su posicion como mi sirvienta. --No tienes que venir si no quieres --le recalque con tranquilidad, a sabiendas de lo miedosa que era. Lissy nego. --Como dice milady, hay cosas que es mejor enfrentarlas con la vejiga vacia. Apenas habiamos entrado en la linea de la arboleda cuando mi tia se giro hacia nuestra escolta. --?A donde creen que van? --pregunto con los brazos en jarras a fray Roland y al oficial, que iba seguido por uno de sus soldados. Los hombres se miraron entre ellos y no me paso desapercibido como el joven soldado aparto incomodo la vista en tanto que Fray Roland se masajeo el puente de la nariz. Me mordi el interior de la mejilla para no reir. Dudaba mucho que ninguno de ellos quisiera espiar a mi tia mientras se levantaba la saya. El oficial era lo suficientemente atractivo como para no echar en falta la atencion femenina en su vida y el joven soldado tenia ese tipo de facciones lindas que le hacian a una desear robarle un beso en la parte trasera del establo. --No vamos a permitir que se adentren a solas en el bosque, nos quedaremos a una distancia prudencial --el tono del oficial era de pura resignacion. --Esta bien asi, tia --intercedi--. Tras unos arbustos o un buen tronco no la veran, y nos avisaran si viene alguien --murmure solo para ella cuando por su semblante quedo patente que estaba a punto de aclararle al pobre hombre donde se podia meter su <>. --Al menos guarda tu capa, Maria. ?Como pretendes hacer una entrada grandiosa en Crowshead si llegas como si fueras la hija de un herrero? --me reprocho, con la mirada sobre el borde de la lujosa piel de armino blanco que remataba mi larga capa azul, en la que ya se habian enganchado algunas ramas y hojas secas. Con un suspiro, la deslice por los hombros y se la entregue a Lissy. --?Te importa dejarla en el asiento? --Me frote los brazos en un intento por contrarrestar el frio.--Tome la mia. Hace fresco y tampoco queremos que enferme. Cogere la manta para envolverme --se anticipo Lissy a mi protesta. Colocandome su capa, mi tia y yo retomamos el camino. Si habia esperado que mi tia siguiese teniendo prisa, por desgracia me equivoque. Su vejiga paso a un segundo plano y no ceso en su busqueda del mejor sitio para aliviarse hasta que encontro un viejo abedul con un enorme tronco, flanqueado por varios arbustos. --?Necesita ayuda, tia? --le pregunte apenas acabo su gemido de placer desde detras de los arbustos. De repente, alguien me tapo la boca y tiro de mi hacia el suelo. --!Shhh! --El oficial senalo una mancha oscura a unos treinta metros por delante de nosotros. Me llevo unos instantes discernir que se trataba de un hombre agazapado de espaldas a nosotros y, aun mas, detectar a otras siete figuras que tambien se ocultaban. Con un vistazo asustado sobre mi hombro, comprobe que el joven soldado se habia hecho cargo de mi tia. Fray Roland, por su parte, se encontraba encorvado tras un roble y rodeaba su cruz con ambas manos. --!Lissy! Tenemos que avisarla a ella y a los demas --susurre lo mas bajo que pude. El oficial vacilo como si le costara tomar aquella decision. --Ire yo, pero necesito que se quede aqui escondida. Sera menos peligroso para mis hombres si no tienen que estar protegiendolas a vuestra merced y a su tia. Tiendase y cubrase de hojas secas, mientras menos visible sea, mas segura estara y, sobre todo, no haga ruido. Asenti aterrada. ?Que otra cosa podia hacer? Como si fueran una maquina bien engrasada, bastaron algunas cortas senales del oficial para que fray Roland se aproximase a nosotros, refugiandose conmigo entre los matorrales. Apenas habian pasado unos minutos de la marcha del oficial, antes de que comenzaran a oirse gritos de batalla y el estruendo de las armas al chocar. Sin la necesidad de presenciarlo era facil adivinar que alaridos eran de rabia y cuales de dolor. Aun asi, no mirar era lo mas dificil que habia hecho en mi vida. Fray Roland permanecio con los labios apretados, pero, lejos del nerviosismo que habria esperado de un religioso de cierta edad como el, conservaba una ferrea calma. --!Corra! --El rugido urgente del oficial, que se oyo desde la contienda, me llego hasta los huesos. Asustada mire a mi tutor. No hubo ocasion de formular preguntas. Un agonico chillido femenino atraveso el bosque. --!Lissy! --Intente incorporarme llena de panico, pero el peso de fray Roland me aplasto sobre el terreno y su mano acallo mis sollozos con eficiente frialdad. --Demasiado tarde --murmuro con pesar--. Nos mataran a todos si nos descubren. El mundo, el tiempo, todo parecio detenerse a mi alrededor mientras seguian sonando algunos los gritos, los lamentos de los heridos, las voces camufladas de los desconocidos, los relinchos de los caballos y lo que suponia que era el estruendo de nuestras baules al estamparse contra el suelo. Cuando las voces se alejaron y se hizo el silencio, fray Roland me mantuvo atrapada durante un buen rato mas. Por entre las copas de los arboles iban entrando algunos rayos de sol que parecian irreales, casi magicos. Desee perderme en ellos para que me trasladasen a otra dimension, cualquier cosa por no tener que enfrentarme a lo que me esperaba cuando me levantara. Pero los deseos eran solo eso, la ilusion de alguien que se aferra a la mas exigua esperanza con tal de no enfrentar la realidad. El soldado que habia estado junto a mi tia aparecio a nuestro lado con una expresion hermetica, como si se hubiera obligado a no sentir. --Parecen haberse ido. Ire a comprobar si queda alguno de los atacantes en la retaguardia -- le informo a fray Roland en murmullos--. Se han marchado en la misma direccion a la que nos dirigiamos. Si me ocurre algo, sera mas seguro que regresen hasta el ultimo poblado por el que hemos pasado. Fray Roland asintio y aligero el peso con el que me mantenia aprisionada, pero no me libero hasta que el soldado regreso. Mi tia se acerco enseguida a mi y se lanzo a mi cuello con un sollozo. --Se han ido --anuncio el soldado--. No eran ladrones, excepto sus heridos, no se han llevado nada mas. Mi tutor escruto el paisaje con una mirada distante, como si considerase la informacion. --Era de prever. El populacho no posee espadas como esas. Habia al menos dos caballeros nobles entre ellos y el resto eran sin duda sus hombres o mercenarios. --?Y Lissy? --Mi voz salio tan apagada y temblorosa que apenas se escucho. --Cielo... --Mi tia me abrazo cuando el soldado aparto la mirada. No espere a que me revelasen lo evidente, me alce las faldas y corri dando tumbos en busca de la que habia sido mi amiga y companera desde el dia que mi tia me acogio en su hogar. La encontre al principio de la arboleda, tendida bocabajo, la cabeza ladeada, los ojos abiertos de par en par y el horror aun reflejado en su semblante. Fray Roland se arrodillo a mi lado y le cerro los parpados mientras murmuraba una oracion. --Era una buena chica --comento despues de hacer la senal de la cruz. --Llevaba puesta mi capa. --Mi voz se quebro. --Si, te era fiel. --Fray Roland me apreto la mano. --?Por que iba a llevar mi capa si dijo que cogeria la manta? Ella nunca se ponia mi ropa -- balbucee. --Era una chica lista. Sabia que venian a por ti y que si no te encontraban saldrian a buscarte. --La compasion en los ojos del fraile fue inconfundible mientras dejaba que sus palabras penetraran en mi mente. --?Ha dado la vida por mi? --musite. --A ella ya no le quedaban esperanzas, la habrian matado de una u otra forma. Seguro que lo intuia y tomo la decision mas noble. --!Oh, Dios! --Me tape el rostro y rompi a llorar. --Hemos de marcharnos, cuanto mas tiempo permanezcamos aqui, mayor sera el peligro. Ademas, algunos de los heridos aun siguen vivos. Debemos atenderlos y llevarlos al pueblo mas cercano. ?Puedes ayudar? Asenti agradecida de que me diera una tarea que no me permitiese pensar demasiado. Despues de atender a los heridos y subirlos como pudimos al carruaje junto a los muertos, me volvi hacia fray Roland y el soldado, quienes discutian en voz baja. Ambos se callaron cuando me acerque a ellos. --?Que ocurre? --exigi. --Tenemos dos opciones --me explico mi tutor con su usual paciencia--. Regresar por donde hemos venido, dejar a los heridos en un lugar seguro en el que puedan ser atendidos y procurar llevaros a ti y a tu tia a la proteccion de su ducado, o seguir adelante para que puedas reclamar tu trono. Aunque ahora carecemos de la mas minima defensa si vuelven a venir a por nosotros. --En apariencia la primera opcion seria la mas factible y segura. ?Cuales son los inconvenientes? --Lo conocia lo suficiente como para sospechar que no me habria presentado una alternativa si tuviera una solucion indiscutible. --Fueran quienes fuesen esos atacantes, es muy posible que acaben por enterarse de la existencia de dos mujeres viajando junto a un grupo de soldados malheridos. En cuanto lo hagan, vendran a por nosotros con el proposito de terminar su trabajo. Tambien te mostrara como una persona debil y dependiente que huye ante el mas minimo obstaculo, lo que no favorecera en absoluto tu ya de por si inestable posicion como la sucesora de tu tio. Si ser una mujer joven en el trono iba a resultar dificil, mas aun lo seria si daba muestras claras de debilidad. No necesite que me explicase mas y elabore mi propia lista de posibilidades. --En ese caso, solo nos queda la tercera opcion --decidi al fin. --?Si? --Mi tutor no parecia sorprendido de que le propusiese una via diferente a las que el me habia ofrecido. --Llevara de regreso a mi tia junto a los escoltas heridos --le indique al soldado. --No puedo abandonarla sin proteccion, vuestra merced --objeto el hombre--. Mi deber es protegerla por encima de cualquier otra persona. --Y eso es justo lo que hara. Tambien se llevara a Lissy. De esa forma recibira el funeral que se merece a su llegada a Goodshire. Entretanto, la gente la confundira conmigo y creera que he muerto. De ese modo, yo y fray Roland podremos seguir nuestro viaje con tranquilidad. Nadie espera que la futura reina llegue a caballo, acompanada solo por un religioso. Una vez en Crowshead, no podran atacarme en publico y habremos superado el primer escollo. En cuanto llegue a casa de mi tia, ocupese de elegir a hombres de confianza que puedan venir a apoyar a mi Guardia Real. Eso ayudara a reforzar mi seguridad. --?Y luego? --indago Roland complacido. --Tendremos la oportunidad de plantearnos ese luego mientras viajemos. ?No has dicho que debiamos partir cuanto antes? Intente aparentar fortaleza y calma mientras me despedia de mi tia. Vi como el soldado se llevaba el cuerpo ensangrentado de Lissy al carruaje y la depositaba en lo alto del techo, junto a uno de los heridos. Al observarlo, no deje de preguntarme que seria lo que me esperaba cuando llegase a mi destino, un sitio en el que, a todas luces, me deseaban muerta. A CAPITULO 2 KADEN ntes de que pudiese dar un paso para salir de detras de la esquina en la que me habia estado ocultando, un conocido rostro femenino aparecio frente a mi con una radiante sonrisa. --?Que tal un ratito a solas, capitan? --Las cejas rubias se arquearon en una provocacion casi tan abierta, como la mano femenina que fue deslizandose por mi estomago acompanado por un lento ronroneo--. Contigo seria capaz de pasarlo gratis. Sonrei divertido ante el descaro de Sira, una de las camareras mas codiciadas de la taberna del Pato Cojo, y le sujete la muneca antes de que alcanzase terreno peligroso. --?Eso no seria desperdiciar un tiempo valioso para una mujer como tu? --Me lleve su mano a los labios y le bese la parte interna de la muneca con estudiada delicadeza. --Una tambien tiene que consentirse un capricho de vez en cuando --murmuro Sira, recorriendome con la mirada sin enmascarar el apetito en sus ojos verdes. --Lo tendre en cuenta, pero me temo que ahora mismo estoy de servicio. --?Que tal a media tarde? --Poniendose de puntillas, se inclino hacia mi regalandome un tentador vistazo a su escote--. Procurare estar libre para ti --me murmuro al oido, acariciandome con su aliento mientras sus generosos pechos se aplastaban contra mi brazo. Sira no era exactamente mi tipo, pero podria llegar a ser una bienvenida distraccion de la tensa situacion en el castillo. --Vere que puedo hacer --respondi sin comprometerme. No era del todo mentira. Puede que realmente me plantease su oferta. ?Por que no? Le eche una ojeada a la elegante figura encapuchada a la que llevaba siguiendo las ultimas dos calles. Con ella probablemente no hubiera dudado en aceptar una propuesta como aquella, aunque, para ser sincero, tampoco parecia el perfil de mujer que las hiciera. Cuando la forastera se acerco a otro puesto y olisqueo un ramo de especias, cerrando los ojos de placer, avance unos pasos mas. Sira me sujeto del brazo. --Acuerdate, a media tarde. Asenti y me olvide de ella tan pronto como quedo a mi espalda. Aprete la mandibula al reparar en el calzado de terciopelo azul bordado de mi sospechosa. Puede que vistiera una capa de lo mas corriente, una digna del personal de servicio de alguna casa de bien o de un familiar de algun mercader, pero su calzado era harina de otro costal, lo mismo que la tunica que ocultaba bajo la capa. Poseia la gracia de una dama en sus ademanes, pero una verdadera senora jamas se aventuraria a solas al mercado, ni se entretendria en inspeccionar las mercancias mas simples con aquel interes desbordado. ?Se habria hecho con los ropajes de su ama? ?O se habia buscado un amante que pudiese mantenerla bien? Lo ultimo habria sido una explicacion plausible. Por lo poco que habia conseguido ver de ella, tenia un corte de cara agraciado y una nariz quiza demasiado recta y puntiaguda, aunque su estrecha cintura y caderas anchas lo compensaban, al igual que lo hacian sus senos. Habria apostado mi proxima paga a que cabrian en mis manos. La simple idea de constatarlo ya hacia que las palmas me cosquillearan. Cruce los brazos sobre el pecho cuando una de las ratas callejeras, que solian dedicarse a birlar a los incautos compradores, la convirtio en su blanco y le saco de la limosnera, sin ella percatarse, lo que probablemente era un saquito de monedas. En el ultimo segundo ella se giro con un jadeo ahogado, sin embargo, al contrario de lo que hubiera hecho cualquier otra victima, no hubo gritos de auxilio ni acusaciones, ni un solo: <>. Lo que en si mismo atizo aun mas mi curiosidad por descubrir quien era aquella desconocida y lo que hacia alli.

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    29 oct 2021 — ¡Hola! Se nota que has disfrutado mucho con el libro. No he leído nada de Noa Xireau. Pero, me apunto la obra por si me animo con la autora.

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    En cuanto Rocio oyo los pasos que se acercaban a la cocina, intento cerrar apresurada la ventana del navegador. Maldijo cuando la maldita X de la esquina superior se nego a reaccionar bajo sus persistentes clics y estuvo a punto de estampar el estupido raton contra la mesa con la intencion de comprobar si maltratandolo se volveria mas docil y obediente. En el ultimo segundo logro abrir la aplicacion del solitario y, para cuando su hermano Javier se hubo echado un vaso de agua y se giro hacia ella, habia conseguido incluso estirar los labios en una debil sonrisa. Por desgracia, basto que los profundos ojos castanos se posaran sobre ella para darle a entender que no lo habia enganado. --?Conseguiste enviar el proyecto a tiempo? --le pregunto Rocio con la voz mas alegre y despreocupada que pudo fingir. --Si, acabo de hacerlo. Manana sabre si han aceptado mi propuesta. --!Genial! Eso se merece una celebracion. Javier se apoyo en la encimera de la cocina, se cruzo de brazos y la estudio. --He quedado para jugar unas manitas de cartas en casa de Aitana. ?Por que no te apuntas? Sara tambien vendra. Puede que te ayude a distraerte, sabes que lo necesitas. La sonrisa se le congelo y dejo de fingir. Que el tuviese razon no significaba que estuviera preparada para hacerlo. --Hoy no, tal vez otro dia. --Ro, tienes que... --Nunca he hecho buenas migas con Aitana, ya lo sabes --lo interrumpio antes de que pudiera soltarle otro de esos discursos de los que ya estaba hasta las narices. Javier suspiro con pesadez. --La tia Gloria se pasara luego por aqui a hacerte un poco de compania. ?Estaras bien hasta que llegue? --Sus ojos parecian atravesarla para detectar hasta el mas minimo titubeo. --No tienes que preocuparte por mi, te lo he dicho. No hare ninguna tonteria. --Rocio se ahorro el esfuerzo de sonreirle, pero le sostuvo la mirada. Tras un asentimiento su hermano saco el paquete de pastillas de la vidriera, le llevo una con un vaso de agua y se acuclillo ante ella. --Te estas haciendo dano, Ro. --Por si le quedaba alguna duda de a que se referia, le echo una corta ojeada a la pantalla del portatil--. Tienes que pasar pagina y la unica que puede hacerlo eres tu. --Se levanto y le dio un beso en la frente--. Estare de regreso antes de las diez, si necesitas algo, llamame. Ella espero a oir la puerta al cerrar, bajo despacio la tapa del portatil y miro fijamente la pastilla que le habia dejado sobre la mesa. Agotada, se froto la frente. Su hermano tenia razon, no podia seguir torturandose asi. No era como si fuese una anciana a la que se le hubiera muerto el amor de su vida y la hubiese dejado abandonada. Segun las estadisticas, con treinta y tres anos aun no habia alcanzado ni el ecuador de su vida. Tenia tiempo de comenzar de nuevo, desde cero o desde veinte, o desde donde a ella le diese la gana. Solo tenia que poner de su parte, dar el primer paso y olvidarse de Raul. Como si su cuerpo no estuviese conectado a su cerebro, alzo la cabeza y abrio de nuevo el portatil. Bastaron tres clics para entrar en Facebook y ni siquiera tuvo que pensar el siguiente movimiento, sus dedos teclearon el nombre en modo automatico. La imagen que aparecio ante ella era la misma que habia estado contemplando cuando la interrumpio su hermano: Raul abrazado feliz a su nueva novia y la gente, los que ella considero una vez sus amigos, felicitandolos por la hermosa pareja que formaban. Le habria gustado poder convencerse de que la risa no llegaba a los ojos de Raul, o que el reloj que llevaba seguia siendo el que ella le regalo para su ultimo cumpleanos, o que aquella camiseta, los pantalones e incluso los calcetines se los habia elegido ella, pero nada cambiaba el hecho de que la habia dejado por otra, y que esa otra estaba alli con el, disfrutando de lo que siempre habia considerado suyo. Ambos reian felices en tanto que ella seguia alli sentada en la cocina, sin trabajo, sin una casa propia y, lo que era aun peor, incapaz de sentir otra cosa que no fuese el dolor que la consumia desde dentro. Ni siquiera la ironia de que cada dos por tres le apareciera la publicidad de una pagina de contactos animandola a encontrar el amor de su vida le permitia soltar una carcajada seca. ?Como de patetico era que incluso los sistemas estadisticos de Google y Facebook hubiesen detectado que la habian abandonado? Con un resoplido pincho en el anuncio de la web de contactos. La pantalla se lleno de personas con enormes sonrisas y miradas interesantes, de ese tipo que atraia a cualquiera, pero del que luego nadie se enamora, porque son como una de esas preciosas mecedoras de diseno en las que sentarse es una proeza y levantarse un imposible. El registro en la pagina parecia sencillo, solo requeria especificar si lo que buscaba era a un hombre o a una mujer, facilitar un email de contacto y una contrasena. Nada complicado en realidad, aunque para ella supusiera un mundo. No era tonta, era facil adivinar que en cuanto abriera esa diminuta pestana empezarian las preguntas: nombre, telefono, edad, gustos que nadie mas que ella deberia conocer y foto. ?Que sentido tendria una web como aquella sin fotos? ?Y que pasaria cuando la subiera? ?Y si alguien de su entorno la reconocia y se corria la voz? No queria ni plantearse lo humillante que seria. Cerro la pantalla del navegador, bajo de nuevo la tapa del portatil y vacio el vaso de agua en el fregadero, procurando que arrastrase la pastilla a su paso. Fue al salon y se acerco a la cristalera del balcon con aquella sensacion de vacio que ya habia comenzado a formar parte de ella. Observo a las personas que pasaban por la calle. La senora del tercero estaba paseando a su altivo yorkshire, indiferente a que mease en la esquina de la panaderia marcando territorio. En el bar de Pepe, la camarera, que estaba sirviendole unas cervezas a una mesa atestada de hombres trajeados, mostraba una sonrisa avinagrada. Como de costumbre, estarian echandole piropos sin adivinar, o sin que les importara, que la chica iba a casarse dentro de seis semanas con un abogado que la adoraba y que cada dia la recogia, puntual como un reloj, para acompanarla a sus clases en la escuela de adultos. Un ciclista se paro frente a la tienda de zapatos, y en cuanto toco el agudo timbre de su manillar, Maria salio y se abalanzo sobre el para devorarle a besos. Con una carcajada la revoloteo por el aire, ignorante de como Rocio los espiaba llena de envidia. Envidia, si, eso si era capaz de sentirlo. Envidia y anoranza porque alguien la abrazara asi, con aquella mezcla de pasion y carino, como si fuese la cosa mas valiosa del mundo, alguien que creyera que era digna de ser protegida, cuidada y amada cada dia con la fuerza del inicio. Amar. Esa era la palabra clave. No era de Raul de quien se trataba en realidad aquello, se trataba de ella, de ella y de su infinita necesidad de que la amaran, de que se lo dejaran sentir, creer, y que ella pudiera retornarlo, sacando lo que tenia dentro hasta desbordarse de sentimientos. ?Que posibilidades existian de que ella encontrase un amor como ese? ?De que se cruzase con alguien como ese chico de Maria, capaz de quererla incluso, aunque no tuviera mucho, o nada, que ofrecerle? Se abrazo. Ya ni siquiera le quedaban amistades. Las suyas desaparecieron cuando comenzo a salir con Raul y las que tuvo durante su tiempo con el... no eran amigos suyos, eran los de el. Cuando la parejita feliz se despego como si les uniera una enorme fuerza magnetica que les impidiera alejarse el uno del otro y tuvieran que hacerlo poco a poco, regresando una y otra vez con besos y toques y caricias sin intenciones mas alla de la demostracion de su carino, Rocio estuvo por salir al balcon para chillarle al mundo que ella tambien tenia derecho a que la amaran. Con brusquedad se aparto de la cristalera y regreso a la cocina. Evito mirar el portatil y se echo una taza de leche fria que le calmara la acidez en el estomago. Por mas que tratara de resistirse, la presencia del ordenador y la tentacion que representaba eran tan fuertes que la atraian con cada fibra de su ser, como si incluso de espaldas a el pudiera sentir su poder. Al soltar la taza apoyo la frente en el mueble de la cocina. --!Nada de espiar de nuevo a Raul! Y si lo haces... si lo haces... --?Que iba a hacer si volvia a caer ante aquella enfermiza fascinacion por hurgar en sus heridas? Recordo el anuncio y la pagina atestada de rostros felices y sonrientes que habia visitado antes. Enderezo los hombros y se giro hacia la mesa--. Prometo que, si vuelvo a escribir, aunque solo sea su nombre, entrare a esa dichosa web de contactos a ligar con todo lo que se menea y... y... !Bueno, ya se vera! Capitulo 2 El olor a cafe recien hecho la recibio nada mas pisar la cocina. Con una mueca trato de ignorar el pungente olor a granos quemados que le levantaba el estomago. --?Son imaginaciones mias o ya esta empezando a hacer calor? --Situandose al lado de su hermano, comprobo si a ella tambien le estaba haciendo el desayuno--. Buenos dias --grazno con unas cuerdas vocales que sentia tan asperas como hinchados seguian sus ojos. --Mayo en Sevilla. Da gracias de que la prevision de hoy solo sea de treinta y un grados --murmuro el, distraido. --Genial, y el aire que sigue estropeado --rezongo, mas para ella misma que para el. --Volvere a llamar luego al servicio tecnico a ver que pasa. --Javier enchufo la tostadora y se apoyo en la encimera removiendo su cafe. --Mejor bajamos las persianas para que no entre demasiado sol. Rocio cogio su taza de te y la pastilla que estaba al lado y, tras dejarla caer disimuladamente en el bolsillo de su pantalon de pijama, ocupo su sitio en la mesa. --Las bajare antes de que pegue fuerte --confirmo su hermano con un asentimiento ausente. Cuando el incesante tintineo de la cucharilla dejo claro que la intencion de su hermano parecia ser la de marear el cafe, Rocio estampo su taza sobre la mesa, haciendo que el diera un respingo, sobresaltado. --?Cuando piensas contarme lo que pasa? --le exigio sin rodeos. --?Que te hace pensar que pase algo? --El entrecejo masculino se fruncio. --?Hola? Soy yo, Rocio, tu hermana. ?Piensas tomarme por tonta? Con un suspiro, Javier se paso los dedos por el cabello. --No. Tienes razon. --?Que ocurre? --Mientras mas tardaba en contestarle, mas le crecia a ella el nudo de ansiedad en su interior. --Anoche ingresaron a la madre de Aitana en la UCI. --?Que le paso? Aunque la hija le caia como el culo, Marta, la madre, era un encanto, y demasiado le habia pasado ya en la vida como para que ahora encima le fallase la salud. Ademas, independientemente de lo estupida que Aitana solia ser con ella, la madre trataba a Javier como a un segundo hijo. --Notamos que se le trababa la lengua y que estaba como aturdida y la llevamos a urgencias. Y menos mal. Al parecer era un pequeno infarto cerebral y van a tenerla en observacion durante unos dias. --Vaya por Dios. Espero que se recupere pronto. Por lo que conozco a Marta, no se va a quedar tranquila mientras este ingresada. Javier se froto los ojos antes de mirarla. --Lo hara. Sabe que necesita cuidarse y le he prometido que me ocupare de Aitana. --?Que? --Rocio abrio la boca y volvio a cerrarla de golpe. ?Se habia vuelto loco?--. ?No hay alguna agencia en la que puedan contratar ayuda a domicilio cualificada? Manana es domingo, ?y si poneis un anuncio en el periodico? --?Tienes idea de lo que cuesta eso? --resoplo el. --Solo seran unos dias. ?Cuanto va a estar internada? ?Una semana? ?Dos como mucho? Javier sacudio la cabeza. --Es imposible saberlo antes de que le hagan unas pruebas. Ademas, al salir tambien necesitara tomarse las cosas con calma. Con la senora que venia a ayudarles cuatro horas al dia ya casi se comian la pension de ella y Aitana sigue en juicio para que le paguen el dinero de la indemnizacion. --?Por que sigue sin trabajar? Es arquitecta, por el amor de Dios. No es como si la silla de ruedas le impidiera pensar. --Ro solto una ristra de tacos cuando se dio cuenta de que estaba echandole azucar por segunda vez a su infusion. --Ro, calmate. No necesitas pegar voces --mascullo Javier molesto. --!No estoy pegando voces! --Ro se giro alterada cuando el apreto los labios. Verse de buenas a primeras viviendo sola, aunque fuese por un par de semanas, la asustaba. De alguna forma hacia temblequear la seguridad y proteccion que sentia teniendolo a el al lado, ocupandose de todo. Cansada se paso una mano por la frente. Estaba siendo egoista. Podia sobrevivir unos dias sin el. Al fin y al cabo, era una adulta. --Ro... --De acuerdo. --Rocio hizo un aspaviento con la mano para restarle importancia--. ?Cuando te iras? --No me ire, es ella quien vendra aqui. --!?Como?! Eso sera una broma, ?no? --Rocio lo miro incredula. --No pienso dejarte sola durante tanto tiempo. --!Por Dios, Javi, ya te he dicho que estoy bien! !No va a pasarme nada! --Justo a tiempo se percato de que habia estado tocandose la sensible linea rojiza en su muneca. --No pienso arriesgarme. --El se mantuvo en sus trece--. Ademas, nos vendra bien a todos. Asi, cuando yo tenga que salir a defender el proyecto, Aitana podra estar echandote un ojo, y... --!No necesito a ninguna pija engreida que me eche un ojo! !Te he dicho que estoy bien! --No solo se trata de ti, Ro, tambien de ella. Aun no se ha habituado a la silla de ruedas y necesita que le echemos una mano. Es una mujer. Seria demasiado violento que yo la aseara, ?no crees?

  • Castigo de Ferdinand Von Schirach

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    Basada en casos reales, Crimenes, la primera obra del jurista aleman Ferdinand von Schirach, ganadora del prestigioso Premio Kleist y uno de los mayores exitos de los ultimos anos en Alemania, fascino y conmovio por la honestidad y lucidez con que planteaba la busqueda de la verdad en los procesos criminales. Culpa, una coleccion de punzantes miniaturas sobre el insondable comportamiento humano, merecio de nuevo el elogio de la critica y los lectores. Ahora, Von Schirach vuelve a convertir doce casos de su dilatada trayectoria profesional en sendas piezas de orfebreria literaria que tratan, con su aguzado instinto narrativo y su particular sentido del humor, las consecuencias penales y morales del castigo.

  • Reaper de Jorge Borges

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    Mi nombre es “Reaper”
    Y soy todo menos un buen hombre.
    Soy un motero, un traficante, un asesino.
    Y el club lo es todo para mi.

  • Amos y Mazmorras III de Lena Valenti

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    Desde que el agente de la SVR Markus Lebedev y la agente del FBI Leslie Connelly se encontraron en las Islas Virgenes en la mision de Amos y Mazmorras, una cosa quedo patente: la tension sexual y el deseo les iba a matar. Ahora deberan trabajar juntos para llegar hasta la raiz de las bandas rusas de trata de blancas. Su nue va mision en los Reinos Olvidados pondra en riesgo su profesionalidad, su conciencia y los valores de cada uno, en un caso, dividido en dos partes, en el que arriesgar el corazon puede suponer perderlo para siempre.

  • La razon por la que salto de Naoki Higashida

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    Un libro que otorga voz a aquellos ninos autistas que ni siquiera tienen la capacidad de comunicarse verbalmente, que explica sus comportamientos; aquello que adoran y odian; las sensaciones que les produce nuestra actitud incredula o temerosa.Igual que La escafandra y la mariposa o Wonder, La razon por la que salto conmueve y es un canto a la vida.

  • Las cenizas del cielo de Mariano Gambin

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    Siempre se ha pensado que el incendio de la iglesia de San Agustin en La Laguna se debio a un cortocircuito. Nada hacia pensar que el origen del fuego fuera otro. Hasta hoy.
    Una extrana muerte en la catedral pone al inspector Galan y a sus hombres en la senda de un asesino que busca un objeto muy determinado, de valor incalculable, tras cuya pista se encuentra toda la policia europea.
    Marta Herrero se dispone a enfrentar los trabajos arqueologicos previos a la rehabilitacion de la iglesia. Una labor facil y rutinaria, a priori. No sabe lo que se va a encontrar desde que desentierre la primera losa sepulcral.
    Sandra Clavijo y Luis Ariosto investigan la desaparicion de dos personas hace mas de cincuenta anos. Sus pesquisas se estrellaran con oscuros secretos que tal vez nunca deban ser revelados.

  • Tiempo de lobos, Elena Garquin de Elena Garquin

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    Un lobo solitario en busca de algo que de sentido a su vida.
    Una mujer que no puede ni quiere olvidar.
    Obligada a casarse con el hombre al que mas odia y del que ha jurado vengarse, Munia ve como se desvanece toda su ira cuando Hernan, mas conocido como el Lobo Gris, decide que ella sera para el mas que un simple objeto de deseo. Su ternura, su constancia, incluso su honor, seran puestos a los pies de su esposa con tal de que ella acceda a mirarlo con otros ojos.
    Munia y Hernan deberan luchar por su futuro al amparo de una guerra que no cesa, de los enganos de aquellos a los que el Lobo Gris ha jurado proteger, de las ambiciones disfrazadas de lealtades y de un pasado que vuelve para emponzonar su presente.
    ?Terminara venciendo este amor a pesar de todos los obstaculos que tendra que superar?

  • Apuesta intima de Maggie Price

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    La mision de la agente Morgan McCall era atrapar a Carlton Spurlock como sospechoso de asesinato, y su jefe era el sargento Alexander Blade. El problema era que ambos policias iban a tener que hacerse pasar por recien casados y convertirse en los vecinos del sospechoso.

  • Tu mi hombre y yo tu mujer: amor en Panquehua, Elena Bowen de Elena Bowen

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  • La cancion secreta del hada de Claudia Cardozo

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    ?Que palabra mas anhelada que el nombre de quien se quiere? ?Que murmullo mas audible que el que permite llamar a esa unica persona? Esa es la cancion mas secreta, la primera voz que puede articular quien no sabe hablar, a la espera de que acudan a su llamado.

  • Magia Elemental, Lucia Herrero de Lucia Herrero

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  • Coleccion Completa Adicta a tu aroma. Flor divina del desierto de Mercedes Franco

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    Este libro contiene las series completas de Adicta A Tu Aroma.Son 6 libros llenos de romance, intrigas, con personajes cautivadores, intensos conflictos y muchas sorpresas.

  • Los olvidados de David Baldacci

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    Tenia el aspecto de un hombre temeroso de que esa noche fuese la ultima que pasara en este mundo. Y razones no le faltaban para pensar asi. Las probabilidades eran de un cincuenta por ciento, un porcentaje que podia variar segun como saliesen las cosas durante la siguiente hora. Asi de pequeno era el margen de error. El rugido de los motores de la embarcacion que avanzaba casi al maximo de potencia se apodero del silencio nocturno que reinaba en las tranquilas aguas del Golfo. En aquella epoca del ano, el golfo de Mexico no solia estar tan apacible: era el periodo mas activo de la temporada de huracanes. Aunque en el Atlantico se estaban gestando varias tormentas, ninguna habia formado todavia un centro fuerte ni penetrado en el Golfo. Los habitantes de la costa cruzaban los dedos y rezaban para que la situacion continuara asi. El casco de fibra de vidrio surcaba limpiamente las saladas y densas aguas. Aquella embarcacion tenia capacidad para llevar a bordo comodamente unas veinte personas, pero en esta ocasion eran treinta. Los pasajeros se aferraban con ansiedad a cuanto podian para no salir despedidos por la borda. A pesar de que el mar estaba en calma, una embarcacion que transporta demasiada gente y se mueve a gran velocidad nunca es estable. Al capitan no le preocupaba la comodidad de sus pasajeros; su prioridad era que siguiesen con vida. Con una mano apoyada en la rueda del timon y la otra en las dos palancas de potencia del motor, observo el indicador de velocidad con gesto de preocupacion. <>. Cuarenta millas por hora. Empujo las palancas hacia delante e incremento la velocidad hasta las cuarenta y cinco. Ya casi habia alcanzado el maximo. Los dos motores de popa no iban a conseguir mas velocidad sin un gasto excesivo de combustible. Y en las inmediaciones no habia ningun puerto deportivo donde repostar. Incluso con la brisa que creaba el avance de la embarcacion seguia haciendo mucho calor. Por lo menos, navegando a aquella velocidad y tan lejos de tierra, no habia que preocuparse por los mosquitos. El capitan fue observando a los pasajeros uno por uno; no era un gesto ocioso: estaba contando las cabezas, aunque ya sabia cuantas habia. Ademas, llevaba cuatro tripulantes, armados y encargados de vigilar a los pasajeros. En caso de que estallase un motin, seria una proporcion de cinco contra uno. Pero los pasajeros no tenian subfusiles. Un solo cargador bastaria para acabar con todos, y aun sobrarian balas. Por otra parte, la mayoria eran mujeres y ninos, porque aquello era lo que se demandaba. No, al capitan no le preocupaba un posible motin, sino la hora. Consulto la esfera luminosa de su reloj. Iban a llegar por los pelos. Habian salido con retraso del ultimo puesto de avanzadilla. Y luego se les habia averiado el plotter de navegacion, que durante media hora los llevo por un rumbo erroneo. Aquello era el ancho mar. Exactamente igual por todas partes. No habia la minima porcion de tierra que sirviera para orientarse. No surcaban ningun canal senalizado. Sin las ayudas electronicas a la navegacion estaban bien jodidos, como pilotar un avion en la niebla sin contar con ningun instrumento. El unico desenlace posible era el peor. Sin embargo, habian logrado arreglar el plotter y corregido el rumbo, de modo que el capitan forzo los motores a maxima potencia. Y despues los forzo otro poco mas. Continuo con la mirada fija en el velocimetro, los niveles de aceite y de combustible y la temperatura del motor. Si en ese momento sufrian una averia, seria desastroso; no podrian llamar precisamente a los guardacostas para que acudieran en su rescate. Aun cuando sabia que era inutil, miro al cielo en busca de algun ojo que estuviera observandolos, un ojo no tripulado que los detectase y alertara digitalmente a las autoridades. Si pasaba eso, enseguida tendrian encima las patrulleras de la Guardia Costera. Abordarian su embarcacion, sabrian de inmediato que estaba sucediendo alli y lo meterian en el talego durante una buena temporada, quiza para el resto de su vida. Sin embargo, el miedo a los guardacostas no era tanto como el que le causaban ciertas personas. Forzo la velocidad hasta las cuarenta y siete millas y rogo en silencio que no reventara ninguna pieza vital del motor. Consulto otra vez el reloj y fue contando los minutos mentalmente, sin apartar la vista del mar. --Joder, me van a echar de cena para los tiburones --mascullo. No era la primera vez que se arrepentia de haber aceptado aquel arriesgado negocio, pero estaba tan bien pagado que no podia rechazarlo, pese a los peligros que entranaba. Ya llevaba quince <> como la presente, y calculaba que si hacia otras tantas podria jubilarse en algun lugar agradable y tranquilo de los cayos de Florida y vivir a cuerpo de rey. Aquel trabajo era mucho mejor que dedicarse a llevar palidos turistas nortenos que anhelaban avistar un atun o un pez espada, aunque lo que hacian mas a menudo era terminar vomitando en la cubierta cuando habia mala mar. <>. Observo las luces de navegacion verde y roja de la proa. Proyectaban un extrano resplandor en aquella noche sin luna. Conto mentalmente mas minutos, al tiempo que vigilaba los indicadores del salpicadero.

  • La ladrona robo su conde de Christina Mcknight

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    PARA SALVAR A SU FAMILIA, DEBERA SER MALA… MUY MALA…

  • El guardian de las sombras de Vidal Fernandez Solano

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    Cuando cae la noche, las sombras se aduenan del mundo y de nuestra mente. El temor atavico a la oscuridad pervive en el interior de cada uno, intacto a pesar del paso de las eras desde que el ser humano moraba en las cavernas, tras la luz de las hogueras.Tememos todo lo se oculta mas alla del velo negro: la vida despues de la muerte, el universo, las sombras que reptan dentro y fuera de nosotros.A lo largo de catorce relatos de diverso sesgo narrativo: terror, historico o ciencia ficcion, el autor explora ese territorio prohibido en los rincones del alma: la inseguridad, la incertidumbre, el miedo.Si reunes valor y te adentras en esos parajes, no olvides llevar tu propio fanal de luz.

  • Se que estas viva de Nacho Abad

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    <>. Carlos Segarra, subinspector del Grupo de Homicidios y Desaparecidos de la UDEV Central <>. Juan Jesus Reina, comandante de la UCO <>.

  • Morir de miedo de Varios Autores

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    Una terrorifica y sorprendente antologia de relatos fantasticos firmados por los mas destacados autores del siglo XIX frances.

  • El ladron de virgenes de David De Juan Marcos

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  • El error de Lady Susan de Veronica Mengual

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    Era una manana soleada. El clima lluvioso de los ultimos dias habia dado paso a un sol calido que daba al paisaje un aspecto de ensueno. Si, los pajaros tambien cantaban y contribuian a ofrecer a la finca del duque de Ashton un aspecto renovado. Lady Susan caminaba alegre por el sendero que tan bien conocia. Sus padres, los condes de Somerset, eran vecinos de los duques y ambas familias tenian unos fuertes vinculos. Pero la mayor conexion que la joven Susan sentia era la que venia hacia ella a toda carrera, sonriendo y cantando. La hermana pequena del duque tenia un aspecto gracioso. Era mas joven que ella, pero ya presentaba unos rasgos que senalaban que seria encantadora. Su cabellera rubia colgaba por los hombros y, desde la distancia en la que se encontraba, ya divisaba ese azul tan profundo que caracterizaba tanto a lady Amelia, como a su hermano. Susan no se consideraba una belleza y se alegraba mucho de compartir casi la misma tonalidad de cabello que la pequena que se acercaba a un ritmo cada vez mas trepidante, pues en ocasiones se imaginaba que era su propia hermana. Diferian en la tonalidad del iris, el de la hija de los condes era de un verde muy intenso. Cuando estuvo a pocos metros de su buena amiga, Susan freno el paso porque se avecinaba un gran abrazo y la ultima vez las dos acabaron en el suelo. El vestido de paseo que se habia puesto era nuevo y no deseaba que su madre… Bien, no era bueno contrariar a la matriarca. Efectivamente, Amelia no freno su carrera. Se tiro sobre ella efusivamente en una gran muestra de carino y hermandad. -Buenos dias, Amelia. Veo que el encierro te ha dado incluso mas energia de la acostumbrada. – Las dos siguieron un poco mas abrazadas. Susan le acaricio la cabeza. La pequena era tan amorosa que resultaba imposible no amarla. -Te he echado mucho de menos. Por favor, vayamos a jugar, Susan. -?Tu hermano no ha puesto impedimentos? -Oliver sigue enfadado por nuestra ultima fechoria, no creas que lo olvida. Ha dicho que, si volvemos a entrar los cerditos en casa, nos cortara la cabeza a ambas. Grito mucho. -La nina se separo para analizar la expresion de su amiga. No tendria que haber sugerido tal travesura, el duque se enfado mucho y el servicio tambien. !Pero es que estaba lloviendo! Necesitaban un lugar calido en el que refugiarse. -Vamos, Melly -uso el apelativo carinoso que ella le habia puesto-. Ya sabes como es Oliver. Nunca nos haria dano, solo estaba enfadado por todo aquel barro. -Pese a que Susan sabia que no debia, comenzo a reir-. Debes reconocer que fue divertido entrarlos. Cierto que volvimos la casa patas arriba, pero tampoco es como si me hubieses dejado opcion de negarme ante tu suplica. Pagamos el castigo, ayudamos a limpiar todo el estropicio. Ademas, como bien dijiste, los pequenos animales estaban pasando frio porque llovia a mares. Habian comenzado a pasear mientras entablaban la conversacion y llegaron hasta un arbol. El sol habia salido fuerte despues de la tormenta y, puesto que Melly no habia cogido su sombrero, Susan no queria que aparecieran mas pecas de las necesarias en su rostro. Se cobijaron bajo la sombra de ese ejemplar milenario. La joven vio que la pequena se retorcia las manos de un modo extrano. Susan fruncio el ceno con preocupacion. -Sue… -A Amelia tambien le gustaba acortar el nombre de su mejor amiga-. Yo… -?Sucede algo malo? -?Puedo preguntarte algo delicado? -inquirio completamente seria. Susan se preocupo mas. -Siempre, carino. -Su corazon se estremecio al ver la preocupacion en sus ojos y trato de tranquilizarla-: Hemos sido las mejores amigas desde que puedo recordar y algun dia seremos hermanas. No quiero que haya secretos entre nosotras, ?de acuerdo? -Oliver dice que somos muy pequenas para hablar de casamientos. Considera que una nina de siete anos no debe pensar en eso aun. -Amelia sentia devocion por el duque, mas que por su titulo por su persona. Su hermano y Susan eran las dos personas que mas queria en este mundo. -Pues mi madre explica justo lo contrario. Ya sabes que a todas horas habla de matrimonios y enlaces. La condesa dice que una mujer, tenga la edad que tenga, exclusivamente debe pensar en pescar un marido. -?En el rio, Sue? ?Se pescan en el rio? -Melly puso los ojos como platos al oir la ultima expresion. -!Oh, Melly! -Una sonrisa asomo en sus labios-. Se me olvida lo ingenua que eres. No, en el rio no. Lady Somerset dice que debemos usar nuestras armas femeninas para poder cazar un buen partido. -En casa no se hablaba de otra cosa que no fuera este tema. El unico lugar donde la muchacha podia ser ella misma era cuando atravesaba la propiedad de lord Ashton. -?Con un arco? -pregunto con ansiedad-. Yo no se apuntar con una flecha, Sue, y encima podria herirlo en el intento… Y no quiero no tener un marido. ?Como lo hare si no se ni pescar ni tirar con el arco? -La pequena lady Amelia Worth comenzo a derramar algunas lagrimas pensando en que ella no tendria una familia nunca si todo dependia de estas dos hazanas, pues no sabia ni pescar ni cazar. !Era peor de lo que pensaba! Susan trato de no reirse para no herir la sensibilidad de la pequena. Esa inocencia era una parte esencial de su encanto. No habia ni una pizca de maldad en Melly. -!No, carino! Por favor, no hagas mas pucheros. La condesa dice que eso hace arrugas feas en la cara, y los hombres no soportan las arrugas. -La nina dejo de fruncir el ceno y sus labios volvieron a su posicion natural-. Calmate y te lo explicare con tranquilidad. Veras, para hacer que un hombre te tome por esposa, debes ser la perfecta dama. Los hombres se casan con mujeres exquisitas, refinadas, que pintan, bordan, obedecen… y mil cosas mas que me explica lady Somerset todos los dias. -Susan estaba harta de esa cancion que oia desde que se levantaba hasta que se acostaba. Su madre nunca estaba contenta con ninguno de sus comportamientos. Pese a que se esforzaba en ser lo que la condesa queria, nunca conseguia arrancar una nota de aceptacion. -!Ah! Bueno, entonces si podre casarme -senalo con una sonrisa angelical-. Oliver dice que yo soy una dama sin igual, no hay nadie mejor que yo, ni mas bonita, ni mas buena, ni mas inteligente, ni mas estupenda. Mi hermano dice que soy inigualable. -Si, si, Melly. Ya se que para el eres perfecta. Lo se muy bien -senalo con un deje de celos. El hermano mayor de su amiga no veria un fallo en la persona a quien el mas queria. Se alegraba por ello, pero al mismo tiempo temia no poder llegar a conquistarlo. A Susan no le iria nada bien si sucediese algo malo con el duque, porque lady Somerset… Bien, mejor no averiguar la reaccion de la condesa. -Cierto que Oliver comienza a decir todo lo contrario cuando me regana por correr, gritar, o cuando me ensucio comiendo o me revuelco con los cachorros en la cuadra, o cuando… -La nina paro su retahila al ver el gesto de preocupacion de su amiga. Temio que Sue interpretase que su hermano le achacaba a ella la culpa de sus travesuras-. Bueno, tu tambien le gustas. -Melly esperaba que esta afirmacion la animase. -?Le gusto? ?A Oliver le gusto? ?A tu hermano? -pregunto esperanzada lady Susan Dawson. La condesa insistia como diez o quince veces al dia en la necesidad de pulir sus malas costumbres. Ella debia ser la futura duquesa de Ashton, pues asi lo habian pactado los condes y los duques, antes de que estos ultimos falleciesen en un triste accidente de carruaje.

  • Las piezas del cielo de Delmi Anyo

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    Para amantes de las novelas como ‘EL CODIGO DA VINCI’, ‘EL OCHO’ o ‘EL ULTIMO CATON ?Que hay detras de la muerte de alguien a quien creias conocer? Un inquietante mensaje hace tambalear el mundo de Julia, una joven profesora neoyorquina, y le impulsa a iniciar un precipitado viaje hacia Europa. Misterios ancestrales y un peligroso secreto oculto durante siglos que algunos tratan de salvaguardar a cualquier precio, llevaran a la protagonista a vivir una vibrante aventura a traves de las mas fascinantes ciudades europeas. El Madrid de Carlos V, la Praga de los alquimistas, el Londres de los fundadores de la Royal Society, el Paris de Catalina de Medici y todo el hermetismo de los Archivos Vaticanos y la Roma arcana, seran el escenario de un peligroso juego contra reloj, tan real como el mismisimo cielo.

  • Llamame Yesi de Oscar Gavilan Bolanos

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    Victor quiere morir. Para ello decide romper con todo y conducir donde le lleve la carretera. No le importa dilapidar su fortuna en alcohol y prostitutas. Solo busca marchitarse poco a poco, hasta desaparecer de este mundo ingrato.

  • Objetivo Cupcake perfecto – Alma Obregon de

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    La bloguera de reposteria de moda en nuestro pais, Alma Obregon, desvela sus mejores recetas de cupcakes en este libro de cocina delicioso e innovador.

  • Nunca llueve eternamente de Silvia Cruz

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    Samantha es detective en Chicago, pero un peligroso caso le hace tener que ir al pueblo de su infancia, Red Stone Lake, para ocupar el cargo de ayudante del sheriff por un tiempo. Alli, el misterioso asesinato de su madre, unas escabrosas desapariciones de algunas habitantes del pueblo y su amor platonico de la infancia, haran que viva los momentos mas tensos, emocionantes y apasionantes de toda su vida, para convertirla en una persona completamente diferente de la que llego.

  • Mayo del 68 de

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    Mayo del 68 es quizas uno de los acontecimientos que mas analisis y debates ha generado, casi tantos como la Revolucion francesa o rusa. Para muchos, Mayo del 68 simbolizo el surgimiento de una “nueva izquierda” de la mano de los movimientos estudiantiles. Sin embargo, y pese a la buena acogida que tuvo entre importantes intelectuales izquierdistas, dichas protestas no siempre fueron entendidas ni apoyadas desde las filas progresistas coetaneas. Ese fue el caso de Adorno en Alemania como de Pasolini en Italia, dos pensadores que atacaron duramente, desde posiciones y experiencias distintas, los movimientos de protesta de sus respectivos paises. Algo similar, aunque con un caracter mas mayoritario, ocurre en el presente, donde ciertos sectores de izquierda, que ensalzan los movimientos de protesta de los sesenta, no dejan de mirar con recelo las protestas juveniles actuales, tachandolas de “antisistema” o de “populistas”. Esta obra pretende calibrar la influencia de la “izquierda critica” tanto en la comprension de Mayo del 68 como sobre las protestas juveniles actuales, desde los movimientos antiglobalizacion hasta el 15M o las frustradas primaveras arabes. ?Se anticiparon sendos pensadores a nuestro tiempo, viendo entonces lo que percibe ahora la izquierda tradicional en las protestas actuales? ?Son estas ultimas equiparables a las demandas y reivindicaciones de entonces?

  • Eric de Terry Pratchett

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    Lo ultimo que sabiamos de nuestro amigo Rincewind era que, al final de Rechicero, habia quedado atrapado en las Dimensiones Mazmorra cuando intentaba salvar el mundo. Algun tiempo mas tarde, tanto en el reino de la Muerte como en la Universidad Invisible se empieza a oir regularmente un sonido como de pasos corriendo y una voz que dice: Ohmierdaohmierdavoyamorirvoyamorir. Los magos se ponen extremadamente nerviosos, pero no tanto como cuando por fin averiguan que Rincewind vuelve a estar sobre el Mundodisco. Al fin y al cabo, el tipo en cuestion fue testigo de ciertos comportamientos poco dignos de los que hicieron gala los magos no hace mucho tiempo... Un demonologo, por otra parte, ha invocado lo que el cree que es un demonio muy poderoso y decide pedirle los tres deseos basicos de todo hombre, aunque como (en el caso que nos ocupa) dicho hombre tenga trece anos: dominio sobre todo el Disco, estar con la mujer mas hermosa del mundo y vivir para siempre. Pero es muy posible que no todo le salga como espera... Y finalmente, el Infierno esta en plena remodelacion. Un demonio joven con alma de director de empresa ha asumido el control y ahora el Infierno es eficiente, pero esto no gusta ni a las almas en pena ni a los demas demonios... Eric es una novela corta del Mundodisco, profusamente ilustrada en su edicion original inglesa por Josh Kirby (el autor de las portadas hasta Ladron del tiempo). Es la ideal para empezar a leer en ingles, y ademas se pueden hacer muchas camisetas chulis con las ilustraciones. La edicion espanola, por desgracia, no lleva ilustraciones.

  • De Cupido nadie se enamora, Vanessa Gonzalez Villar de Vanessa Gonzalez Villar

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    Lola Cupido es la conductora del espacio radiofonico “El amor esta en el aire”. ?A quien se le ocurriria que Lola Hermosilla diera consejos de amor? Si no existe persona con mas mala suerte en las relaciones de pareja. Hay quien se enamora de la persona equivocada alguna vez en su vida, el problema es que Lola siempre lo hace. Y luego acaba con algun plato roto; ademas de su corazon. El caso es que. los consejos de Lola Cupido siempre funcionan. Un admirador secreto, un amigo ?o algo mas?, un novio posesivo y celoso.. ?Podra Lola encontrar finalmente el amor? ?O sera verdad que DE CUPIDO NADIE SE ENAMORA?

  • Antes de Amarte (Solteronas 2) de Amaya Evans

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    Adalind caminaba hacia la propiedad de su vecino y como siempre que iba a encontrarse con el, su corazon latia desbocado. Se sentia nerviosa porque no queria echarlo todo a perder por sus palabras de hacia unas semanas. Todavia se decia "estupida" una y mil veces. Ella se imagino que el estaria de acuerdo, cuando le dijo que harian una pareja perfecta, no solo porque eran dos signos afines, pues ella siendo Libra, era muy tranquila y optimista, ademas de que no le gustaban los enfrentamientos y el siendo Leo, tenia un caracter fuerte, asi que podian ir bien. Sin embargo, habia otras cosas que le gustaban de el, como lo generoso que era, aunque no le gustaba que los demas lo supieran y bueno...decian que los de su signo eran apasionados, y eso no le hacia dano a nadie. Sintio que un sonrojo se extendia por todo su rostro con solo pensarlo. Pero Damien en lugar de aceptar su practica idea, se puso livido, y la miro con ojos asesinos. Le dijo que ya sabia que esa amistad entre ellos, era demasiado buena para ser verdad. Le grito que no era mas que una mentirosa como todas las mujeres pero que le aplaudia su astucia porque se habia hecho pasar por una amiga para luego dar el zarpazo. Ella no entendio una palabra de lo que dijo, pero le suplico que no terminara su amistad por una imprudencia de ella, que se le habia salido ese comentario porque penso que el no lo veria mal. Damien se fue en su caballo y la dejo alli sola, teniendo que aguantarse la lluvia torrencial que cayo todo el camino de regreso a su casa. Aunque eso fue terrible, ella no se habia cansado de ir dia tras dia a su casa para convencerlo de que no habia sido su intencion molestarlo, pero el no queria saber de ella. Cuando llego a casa de Damien, quien la recibio fue su mayordomo. --Buenas tardes, Huxley. --Buenas tardes, lady Adalind. -- ?Podria ver a lord Gilmor? --Me temo que no esta en condiciones de atenderla--el hombre miraba para todos lados, menos hacia ella. -- ?Es eso o tampoco quiere verme hoy? El hombre tuvo la decencia de parecer avergonzado. --Ya entiendo...dijo ella carilarga. --digale que estuve de nuevo aqui, y que no dejare de venir hasta que me de la cara y hable conmigo. Digale tambien que por si no se ha dado cuenta ya no es un nino para hacer esos berrinches infantiles, que si tiene algo que decirme lo haga como un hombre adulto que es. El mayordomo la miro con ojos muy abiertos--milady, no creo que pueda usar esas mismas palabras, pero me asegurare de darle el mensaje con palabras mas... --No Huxley, digaselo asi. --Milady, si no quiere que me corra en ese mismo instante en que se lo diga, lo mejor sera que suavice el recado. --Bien, bien, haga lo que quiera--le dijo molesta--buenas tardes. --Buenas tardes, lady Adalind, que tenga un excelente dia--el hombre cerro la puerta y se limpio nerviosamente, las gotas de sudor con el panuelo, antes de subir las escaleras para dirigirse al dormitorio de su senor. Damien miraba desde su ventana mientras la veia irse. No cabia duda de que lady Adalind Payton, era una mujer terca y persistente. La vio salir con su forma de caminar peculiar cuando estaba molesta. Sonrio pensando que la habia llegado a conocer bastante bien en ese poco tiempo que llevaban siendo amigos. Sabia cuando estaba feliz, cuando estaba pensativa, y tambien cuando estaba triste. Pero cuando estaba molesta era una fuerza a tomar en cuenta, se portaba impulsiva y decia lo que se le viniera a la cabeza. Suerte que era mas bien de temperamento calmado. Con ansias la habia esperado cada tarde para salir a cabalgar y escucharla hablar de sus adorados astros, de la luna mas indicada para los cultivos y de sus signos del zodiaco. Ella tambien escuchaba sus ideas de mejorar la propiedad y las condiciones de sus arrendatarios. Asi como sus historias de tiempos mejores. No supo como ni cuando, pero ella se fue metiendo en sus corazon, y se encontro echandola de menos cuando no la veia. Todavia recordaba aquella vez que a el se le ocurrio salir a dar un paseo solo, y la encontro cerca a sus terrenos, segun ella recogiendo hongos para una receta con pollo muy especial que queria hacerle a su tia. Fue alli cuando supo que era sobrina de lady Helen Payton, una mujer bastante peculiar y muy independiente. La gente e incluso el, solian decir que era una mujer adelantada a su tiempo. No le gustaba la compania de los hombres y definitivamente no le gustaba tenerlos en cuenta para nada en su vida. Vivia diciendo que hacian falta mujeres medicos, contadoras, enfermeras y hasta abogadas. Que, si las cosas fueran asi, no tendria que emplear al genero masculino para nada en su vida. Por Dios Santo !mujeres abogadas!, sintio escalofrios de solo pensar en mujeres haciendo leyes. Con lo temperamentales que eran, mandarian el mundo al diablo en cuestion de meses. Pero a el le caia bien Adalind, con su manera de pensar independiente. El dia que la encontro recogiendo sus hongos, le metio un susto de muerte, le grito y hasta le apunto con su arma, diciendole que estaba en propiedad privada. A lo que ella descaradamente respondio--Lo se, pero nuestras propiedades estan juntas, y me imagine que no veria nada malo en regalarme unos cuantos honguitos. Ademas, es de buenos vecinos colaborarles a otros vecinos--le dio una tremenda sonrisa. El estaba totalmente desconcertado al ver que aquella mujer atrevida, no gritaba o se desmayaba al ver su rostro. Por lo general era costumbre que el genero femenino huyera despavorido al verlo o hiciera una mueva de asco por sus cicatrices en el rostro. Ella lo observaba, pero era mas con curiosidad. De manera que poco a poco se las arreglo para estar presente cada dia cuando el pasaba por esa parte de la propiedad y siempre tenia algo que decir. Al principio el solo le respondia con monosilabos, pero despues no supo como paso, empezaron a hablar mas y un dia el le dijo que trajera su caballo y podrian cabalgar. Ese fue el comienzo de aquella extrana amistad. Todo marchaba bien, hasta que a ella se le dio por decirle un dia que, en lugar de encontrarse cada dia, deberian vivir juntos. El se imagino que ella le insinuaba que se convirtieran en amantes. Al final de cuentas, el habia escuchado que ella y sus hermanas eran solteronas, y que no pensaban casarse porque pensaban igual que su tia, pero se dio cuenta de que se habia equivocado, cuando ella le dijo que seria mas practico casarse. Damien penso que estaba loca, pero ella pensaba que su idea, era mas que logica. El no quiso saber nada mas del asunto, pero ahora Adalind lo buscaba todo el tiempo y ya se estaba cansando de aquel asunto. El jamas se casaria. Todavia tenia en su mente el recuerdo de aquella mujer que se burlo terriblemente de el. Esa que le hizo pensar que lo amaba y mientras el la visitaba en su casa para cortejarla, ella se reunia despues en el te de las cinco con sus amigas para chismear sobre el asco que le daba que Damien la tocara y que un dia cuando le habia robado un beso casi vomita. Eso le dijo la prima de un buen amigo con la cual ellas habian estado una tarde, sin saber que conocia a Damien. Cuando ella se lo dijo a su primo y este se lo comento a el, casi muere de la verguenza y del dolor. Esa maldita mujer habia reido cruelmente y les habia jurado a sus amigas, que cuando fuera marquesa y tuviera acceso a la fortuna de el, le diria todo el tiempo que tenia jaqueca para que no se le acercara, y se iria por temporadas a alguna de las casas de campo de su propiedad con un amante nuevo, cada vez. Damien no fue el mismo desde aquel dia. El no habia creido su suerte cuando conocio a Daphne. Era una mujer hermosa, delicada, educada, hija de un baron con mucho dinero, y su union seria perfecta, ante toda la sociedad de Londres, e indiscutiblemente beneficiosa para ambas familias, pero cuando vio su verdadero rostro, a el le parecio que era incluso mas horrendo que el suyo cuando se miraba al espejo. Para el era dificil confiar a partir de ese dia y por eso se juro jamas volver a caer en el juego de ninguna mujer.

  • Entre nosotros de Tierra Salvaje

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    Judith y Marc se gustan y odian a partes iguales. Sus encuentros se hacen mas asiduos y empiezan a descubrir cosas que, en lugar de separarlos, los acerca mas. Los dos esconden secretos. Los dos viven distintas realidades. Son la misma cara de la moneda…

  • El sermon del fuego de Jamie Quatro

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  • El hijo del jefe 3 de Sierra Rose

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    Britt Collier no estaba segura de si iba a hacer lo correcto, pero no habia tiempo que perder pensando demasiado. Se encamino hacia la puerta a tiempo para coger a Jack, el nuevo novio con el que se acababa de reconciliar apasionadamente. El iba de camino hacia el hospital de Santa Teresa para estar con su padre, el jefe de ella, que habia sufrido un infarto. Le cogio del brazo. -Jack, se que te tienes que ir. ?Quieres que vaya contigo? -Me encantaria, pero…quiero ver primero lo serio que es, si no te importa. -Lo que necesites. Esta bien. No quiero entrometerme, simplemente quiero que sepas que aqui estoy. -Gracias, Britt. Te llamare. Le beso en la frente y se dirigio hacia la calle. Estaba tan diferente, tan apagado en comparacion con unas horas antes cuando habia venido hacia ella y se habian reconciliado. Esta tenia que haber sido una de las noches mas felices de su vida. Su banda habia firmado un contrato con un estudio de grabacion, y el y Britt habian encontrado una manera de solucionar sus diferencias. En vez de eso, iba corriendo hacia el hospital con la esperanza de encontrar a su padre aun con vida. El padre de Jack era un eminente hombre de negocios que se habia quedado hacia poco con la Consultoria Creativa, la empresa donde Britt era contable. El senor Fitzsimmons se supone que estaba bajando el ritmo de trabajo, la carga de trabajo siguiendo ordenes del medico. El era un hombre que necesitaba actividad, y no uno que se pudiera pasar horas y horas jugando al golf. Como resultado, habia llevado al limite su salud. El corazon de Britt estaba con Jack ahora mismo. Sabia lo mucho que se preocupaba por su padre, lo unidos que estaban. Incluso habia empezado a trabajar en la empresa en el departamento de marquetin para ser el apoyo en la transicion de la carrera de su padre, aunque Jack ya tenia una carrera como disenador grafico autonomo. Sabiendo el nivel de respeto y devocion entre ellos, era inimaginable el dolor que estaria sufriendo Jack. Estaba desesperada por animarle, por estar a su lado cuando escuchara los resultados, tanto buenos como malos. Pero habian estado juntos tan poco tiempo y sobretodo porque habia sido un secreto por la posicion de Britt como empleada de su padre…este habria sido un momento extrano para presentarse a su familia y un poco forzoso en una situacion dificil. Sin duda era mas sencillo que se quedara en casa…menos explicaciones que dar. Pero eso no hacia nada para satisfacer su necesidad de animarle en este momento complicado. Totalmente en conflicto, se comio tres galletas y siguio sin tener una decision clara. Lo ultimo que queria hacer en este mundo era poner las cosas mas dificiles para Jack. Solo queria cogerle de la mano, tocarle el pelo y asegurarle de que estaria a su lado cada paso que diera. Intento ver la television, pero seguia pensando en Jack. Le mando un mensaje para hacerle saber que estaba ahi, a un mensaje de distancia. El le contesto que el doctor seguia examinando a su padre y que sabrian mas cuando salieran los resultados de algunas pruebas. Al final, se quedo dormida esperando saber algo mas. Por la manana, comprobo el telefono y no habia ningun mensaje de Jack. Se vistio lo mas comoda posible y se hizo una coleta. No le apetecia acicalarse demasiado en un dia asi. Cogio las carpetas del trabajo que se habia llevado a casa la noche anterior, llenas de papeleo del seguro y se dirigio a la oficina. Marj, su mejor amiga, le llevo una taza de cafe. - ?Lo has oido? Britt nego con la cabeza esperando que fuera de manera casual, ya que nadie en la oficina sabia nada de Jack y ella. -Al jefe le ha dado un ataque al corazon. Supongo que sera por ser mayor. Le estan operando ahora mismo en el Santa Teresa. - ?De verdad? Es terrible. -Lo se, me lo dijo Luke. Supongo que habra hablado con Jack esta manana. -No le he visto hoy por la oficina, supongo que estara con su padre. -Si. Espero que se ponga bien. No es el gilipollas que teniamos antes. -Eso es. Este es majo, nunca ha intentado meterme mano. Espero que este bien. Siempre ha sido muy amable conmigo. -Curioso. Pense que no te caia bien. Le evitas un monton. - ?En serio? Nunca me he dado cuenta. -Te escondes de el. -Es un mal habito. Supongo que no quiero decirle que tengo que ir detras de todo el mundo para lo del seguro. -Deberias ser mas segura. Eres la mejor contable de esta empresa. -Soy la unica, Marj. Eso no anima mucho. -Oh, bueno, pero aun asi eres la mejor. Si hubiera nueve, seguirias siendo la mejor. -Esta bien saberlo. Deberias trabajar en el departamento de negociaciones. -bromeo Britt. -Oye si sabes algo nuevo de Fitzsimmons, dimelo, ?vale? -Por supuesto. ?Comemos? -Claro. Britt estaba enfrascada trabajando con el tema del seguro cuando el telefono se ilumino. Gracias a Dios. Llevaba esperando una llamada toda la manana. "Papa ha salido del quirofano. Todo bien" le escribio Jack. "Que bien. ?Como lo llevas?"

  • El ultimo barco de Domingo Villar

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    UN NUEVO CASO PARA EL INSPECTOR LEO CALDAS. La hija del doctor Andrade vive en una casa pintada de azul, en un lugar donde las playas de olas mansas contrastan con el bullicio de la otra orilla. Alli las mariscadoras rastrillan la arena, los marineros lanzan sus aparejos al agua y quienes van a trabajar a la ciudad esperan en el muelle la llegada del barco que cruza cada media hora la ria de Vigo. Una manana de otono, mientras la costa gallega se recupera de los estragos de un temporal, el inspector Caldas recibe la visita de un hombre alarmado por la ausencia de su hija, que no se presento a una comida familiar el fin de semana ni acudio el lunes a impartir su clase de ceramica en la Escuela de Artes y Oficios.

  • El despertar de Olivia de A.m. Silva

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    Olivia es una chica tranquila y algo timida que cree haber encontrado la felicidad en los brazos de Bryan, un hombre guapo e inteligente con el que, por fin, vera su sueno hecho realidad.Matthew es un soltero empedernido de treinta y cuatro anos que ha conseguido compaginar las dos cosas que mas le apasionan: el deporte de aventuras y el trabajo.

  • El chico de la eterna sonrisa de Brianna Wild

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    Noah es un chico guapo que ha sufrido y Laura es esa amiga a la que nunca deberia haber besado. Un hecho que pone patas arriba sus vidas y a prueba su amistad. Ambos tienen algo que perder, pero pueden ganar mucho mas. ?Seran capaces de olvidarlo y seguir adelante? ?O se lanzaran al fuego sin mirar atras?

  • Decisiones arriesgada de Mar Carrion

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    Megan Lewis es una joven periodista que trabaja en un periodico importante de Pittsburgh y que escribe sobre asesinatos violentos. Cuando una noche acude a la casa de su vecina de enfrente y descubre accidentalmente su cuerpo apunalado y sin vida, decide investigar el brutal asesinato. La victima trabajaba como chica de compania en La Orquidea Azul, una agencia cuyos clientes son hombres influyentes y adinerados. Para asegurarse el puesto de redactora jefe del periodico, Megan decide infiltrarse en la agencia, pero pronto se encontrara con los obstaculos que el policia encargado de la investigacion, el atractivo detective de homicidios Derek Taylor, pone en su camino. Megan tendra que debatirse entre la atraccion que siente hacia el policia, que es mutua y evidente, y el deber profesional que la reclama.

  • Te quiero, pero solo un poco de Olga Salar

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    Estaba de vuelta en su hogar, penso Blair. Lo habia sentido asi en el instante en el que el taxi paso por Lombard Street mientras los llevaba hasta Grove Street, en Alamo Square, el barrio en el que vivian sus padres. Mientras habia estado lejos de casa, habia echado de menos el aire perfumado de San Francisco, mezcla de especias de los diversos restaurantes que poblaban la ciudad, el aire salado del oceano y el dulce de la bahia; el constante ruido del cable car, su clima impredecible, y la familia que habia dejado alli dos anos atras, cuando decidio retomar en Boston la vida que, hasta ese momento, habia dejado en suspenso. Marcharse a la otra punta del pais habia sido necesario por su salud mental, pero no por eso habia sido mas facil hacerlo. Regresar, contra todo lo esperado, estaba siendo igual de complicado. No obstante, a pesar de llevar ya dos horas en la ciudad desde que se bajo del avion en el International Airport of San Francisco, no habia sido hasta ese instante, en el que las viviendas de colores le dieron la bienvenida, que se sintio verdaderamente en casa. --?Necesitas ayuda con las maletas? --pregunto Mike saliendo del taxi junto con el propio conductor, quien silenciosamente se dedico a sacar las pertenecias de Blair del maletero--. Te las dejare en la puerta antes de marcharme. --Ofrecio al tiempo que trataba de adivinar su estado mental mirandola con intensidad. --No es necesario. Pero, espera, ?no vas a entrar conmigo? Su mejor amigo nego con la cabeza. --Tus padres tienen ganas de verte y yo solo seria un estorbo. --Mis padres te quieren como a un hijo. Estaran encantados de verte y alimentarte. El sonrio sabiendo que era cierto. --Saludales de mi parte --y anadio con un suspiro resignado--, yo tambien he de ir a ver a mi madre. El gesto no paso desapercibido para Blair. La madre de Mike, quien, a la muerte de su esposo, habia tratado de sacar a su hijo adelante regentando un pequeno restaurante italiano en Little Italy, habia terminado siendo la duena de una franquicia de exito. Y su dedicacion la habia llevado a estar menos tiempo en casa, a pesar de que habia contado con la ayuda de su mejor amiga, la madre de Blair, quien desde el primer momento se ocupo de Mike como si de su propio hijo se tratara. Summer y Gina habian sido amigas inseparables desde el instante en que esta ultima se mudo a la casa de al lado de la que vivia Summer cuando ambas contaban con seis anos. --!Es cierto! Dile que en cuanto pueda pasare a verla. Mike asintio sonriendo. --!Se lo dire! Estoy seguro de que mi madre estara mas feliz de verte a ti que a mi. --No digas tonterias, Michele --lo regano usando su nombre en italiano tal y como hacia Gina. Mike la miro molesto, pero no protesto. --Recuerda que manana a las nueve pasare a recogerte. Si no desayunas antes podemos pasar por el Spiro y ponernos ciegos de waf les. Blair fruncio el ceno confundida. ?Por que debia de pasar a recogerla tan temprano? Adivinando sus pensamientos, Mike explico: --El agente inmobiliario, ?lo has olvidado? Tenemos una cita con el para encontrar el local que buscamos. Asintio muy seria tratando de disimular su despiste. --Aprovechare para buscar un apartamento. Deberias hacer lo mismo --recomendo sabiendo que por mucho que Mike y su madre se quisieran, era imposible que vivieran juntos sin que aquello terminara en tragedia. De hecho, ella misma habia compartido hogar con el en Boston, mientras los dos terminaban sus estudios, tras dejar Stanford, y, de no ser porque era su mejor amigo, practicamente desde que nacio, habria acabado asesinandolo. Mike era una persona descuidada y desordenada, mientras que ella era meticulosa hasta la obsesion. --!Lo hare! --Mike se acerco a ella y le dio un beso en la mejilla--. !Hasta manana! Se dio la vuelta y entro en el taxi que lo esperaba. Blair se quedo alli parada con las dos enormes maletas a su lado. No se movio hasta que el vehiculo se perdio por la pendiente. Despues de dejar de verlo, tomo su equipaje y se acerco hasta la casa con la fachada y la puerta pintadas de azul celeste. Una vez alli, se tomo unos segundos para asimilar que estaba de vuelta, con todo lo que ello comportaba. Saco las llaves de su bolso y, sin mas excusas, abrio la puerta y entro, poniendo una voz jovial: --Papa, mama, estoy en casa. Capitulo 1 Cuatro anos despues... --Ezra, necesito que te hagas cargo del caso Walton --pidio George al tiempo que abria la puerta del despacho de su socio sin siquiera anunciarse. Ezra vio a Alice, su secretaria, detras del intruso con la cara descompuesta. Sabia lo mucho que su jefe odiaba que se invadiera su espacio privado de improviso. No obstante, no habia tenido tiempo para detener a George, ya que este habia pasado como una exhalacion por delante de su mesa. Sabiendo lo que le preocupaba, Ezra la miro con una sonrisa serena y agito levemente la cabeza para tranquilizarla. Despues centro su atencion en el culpable de aquel pequeno caos. --Creia que el caso Walton era un divorcio --musito con el ceno fruncido por la confusion. Vio como Alice salia del despacho visiblemente mas relajada, lo que le permitio volver a centrarse en la conversacion--. ?De que se trata? ?Asesinato? ?Malversacion? ?Acoso sexual? Peter Walton era un conocido productor musical que manejaba mucho dinero y se codeaba con grandes estrellas tanto del cine como de la musica. En esos ambientes cualquier cosa era posible. --No, es un divorcio. Ezra arqueo una ceja. --Buscate a otro. Los divorcios no son lo mio --zanjo volviendo a centrar su interes en los documentos que habia estado revisando antes de ser tan descortesmente interrumpido por su socio. --Tienes que hacerlo tu. La esposa de Walton ha conseguido a la mejor abogada de divorcios de todo San Francisco. --?Y que tiene eso que ver conmigo? George lo miro con enfado mal disimulado. --?Aparte de que eres socio principal del bufete, quieres decir? Ezra ni siquiera levanto la mirada de los documentos. --Eres el unico que tiene alguna posibilidad de ganarle. Las infidelidades de Walton son vox populi. Ademas, no hay contrato prematrimonial. Estoy seguro de que su esposa planea usar sus aventuras para sacarle toda la sangre. --Habla con James, es el mejor abogado matrimonialista del bufete. Lo contratamos para eso, ?no?--No, debes de hacerlo tu. Ezra estaba comenzando a molestarse. George podia ser su mejor amigo y la unica persona que se habia atrevido a arriesgarse con el para fundar el bufete, pero eso no restaba que su insistencia comenzara a ser molesta. Desde el instante en que fundaron el bufete, habia dejado claro que aceptaria cualquier caso o cliente, que no haria distinciones por su estatus o necesidades. Lo unico que no estaba dispuesto a representar era a sus clientes en divorcios. Y de algun modo, en el bufete no entro ningun tipo de trabajo de ese tipo hasta que conscientemente, tanto George como el decidieron ampliar horizontes y contrataron a James para que se hiciera cargo de esa parte del trabajo. Por lo que la peticion de George no solo era inesperada, sino que tambien era desconsiderada, sabiendo como sabia que Ezra se negaba a intervenir en nada que oliera remotamente a disolucion matrimonial. --!No! --Este caso es muy importante y... --!No! --repitio cortandole para evitar que siguiera insistiendo. --!Dejame terminar! Consciente de que no se marcharia hasta que hubiera dicho todo lo que tenia previsto decir, se armo de valor y lo miro, mostrandole lo poco interesado que estaba en sus argumentos. --La abogada de la senora Walton se llama Blair Miller. Ezra no dijo nada durante unos segundos eternos. --Es un nombre bastante comun --opino finalmente. --Es ella. --?Estas seguro? George asintio. --?Finalmente termino la carrera? --?De que te sorprendes? Era una estudiante impresionante, su beca en Stanford era buena prueba de ello. --?Desde cuando lo sabes? --?Que se dedica a la abogacia? Ezra asintio. --Hace un tiempo. --?Cuanto? --Un tiempo. No insistio. No era necesario. El que no quisiera ser mas especifico ya era un dato importante. --?Cuando regreso a San Francisco? --!No lo se! --?Entonces que sabes? --Como te he dicho, estoy al tanto de que es la mejor abogada de divorcios de la ciudad -- insistio su amigo. --?Se ha especializado en divorcios? George suspiro. --Eso parece. --?Esta casada? --No lo se. No la he investigado. --?Por que? --?Que por que no la he investigado? Pues no se, seguramente porque no sabia que tuviera que hacerlo. Es una abogada matrimonialista, no era competencia para el bufete. Nosotros raramente nos ocupamos de este tipo de casos. Solo hace un par de meses que contratamos a James. --Tal vez ha llegado el momento de que eso cambie. --?Te refieres a que vas a hacerte cargo del divorcio de los Walton o a que esperas que le pida a Daniel que la investigue? --Las dos cosas. --?Estas seguro? --!Por supuesto! ?Quien mejor para enfrentarse a ella en un divorcio? Despues de todo, ambos tenemos experiencia en el tema.

  • Aprendiendo a conquistarte (Aprendiendo 3) de Manu Ponce

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    Tarde horas en poder reaccionar, pues me quede en shock. Da igual que tengas un titulo de Medicina debajo del brazo. Cuando es la salud de los tuyos la que esta en juego los miedos se apoderan de ti y mas cuando la personita a la que el destino zarandea es tan solo un bebe, un bebe de corta edad que no cuenta con las suficientes armas para defenderse. Ojala me hubiese podido cambiar por el. Ojala, pues lo hubiese hecho con los ojos cerrados. Mi nino, se trataba de mi nino y no las tenia todas conmigo de que saliera adelante. La cara circunspecta de Alec cuando entramos en su despacho una vez que termino con su ronda de consultas por la planta tampoco es que ayudara demasiado. --Amigo, explicamelo todo con detalle, por favor. Y tambien a Nora, porque estamos abatidos--Ella coloco su mano sobre la mia y me la apreto con todas sus ganas. --Ahora vais a tener que sacar fuerzas de flaqueza porque vuestro hijo os necesita, el estado de Irvin reviste una gravedad extrema, dada su corta edad. --?Por que ha ocurrido esto, Alec? El nino tuvo moquitos hace unos dias, pero segui la recomendacion de la pediatra y se le paso, estaba perfecto hasta ayer--le pregunto ella. --Es que este tipo de bronquitis asmatica aguda como la de vuestro pequeno es muy traicionera. Los moquitos de los que me hablas seguro que no tienen nada que ver con este cuadro. Como os digo, hay ninos que no presentan absolutamente ningun sintoma en los dias anteriores y, de repente, ocurre. --?Y que va a pasar? Dimelo por favor, se que es muy grave, pero nuestro pequeno va a salir adelante, ?verdad? --prosiguio ella en el colmo de la angustia. --Yo espero que si y no olvides que estamos haciendo todo lo posible para que asi sea--le recordo el. --?Solo lo esperas? ?Hay alguna posibilidad de que no sea asi? Dimelo, por favor, porque me estoy muriendo del los miedos se apoderan de ti y mas cuando la personita a la que el destino zarandea es tan solo un bebe, un bebe de miedo. --Nora, debes mantener la calma, por favor. Los nervios no son buenos companeros en momentos como estos. A ver, ya lo he hablado antes con Ryan, el nino esta entubado, lo que significa que hay una maquina que esta respirando por el, proporcionandole oxigeno de un modo artificial, por eso esta estable. --?Y entonces? ?Que va a pasar cuando le retireis la respiracion artificial? La cara de Nora era el mas penoso de los poemas y a mi se me partia el alma. Nuevamente senti que le habia fallado, que no estaba en casa cuando Irvin enfermo y que se habia comido todo el marron solita en los primeros momentos. --Esa es la pregunta del millon, Nora. Veras, Irvin no tiene que volver a respirar de un momento para otro, pues se trata de un proceso paulatino. Poco a poco iremos rebajando el porcentaje de oxigeno que reciben sus pulmones para que, lentamente, vaya volviendo a respirar, pero no de golpe. --Hasta que al final sea el mismo quien respire por si solo y nos lo podamos llevar a casa, ?es correcto? --Es correcto siempre que, efectivamente, el bebe lo logre, creo que me estoy explicando con claridad. --Alec, ?quieres decir que nuestro hijo podria no lograrlo? Pero el es un nino sano, totalmente sano. De hecho, cuando nacio, le hicieron muchas pruebas y precisamente en este hospital. --Ya, lo que sucede es que, a veces, determinados bebes vienen de serie con malformaciones congenitas en los pulmones que no dan la cara hasta mas adelante. --?Malformaciones congenitas? ?Irvin sufre una malformacion pulmonar congenita? --No, en principio no tiene por que, pero si te adelanto que hay que descartarlo. Es fundamental descartar cualquier problema. --Y si no la tiene, si no tiene una malformacion de esas, ?entonces saldra adelante sin problema? --Siempre y cuando sea capaz de volver a respirar por si mismo, ya te lo he comentado. --?Y si no fuera capaz, Alec? ?Y si mi pequeno no lo lograra? --No te pongas en esas, Nora. Es mucho mejor que no te pongas en esas. se trata de un proceso paulatino. Poco a poco iremos rebajando el porcentaje de oxigeno que reciben sus pulmones --!Se trata de mi hijo! --Dio un golpe en la mesa que ninguno de los dos esperabamos. --Carino, tienes que calmarte, Alec solo trata de ayudarnos, el no tiene ninguna culpa de lo que nos esta sucediendo--le explique intentando abrazarla. --Pero no me habla claro, ?no ves que no me habla claro? Esta dando vueltas y vueltas. Y mientras, yo no se hasta donde quiere llegar. --Nora, ?quieres que te proporcionemos un calmante? --le pregunto. --!Yo no quiero ni calmantes ni ocho cuartos! A mi no me vas a dejar fuera de combate mientras mi nino me necesita. Hablame claro, ?que le puede suceder a Irvin en el peor de los casos? --En el peor de los casos no superaria la insuficiencia, Nora, pero nos estamos poniendo en lo peor. --?Nos estamos poniendo en lo peor? ?Y en que te pondrias tu si fuera tu hijo? ?Crees de veras que yo puedo calmarme con un diagnostico similar? Ryan, dile que se esta equivocado, dile que es un incompetente, diselo tu, por favor... --Nora, ya, por favor. Vamos a salir de este despacho inmediatamente. Alec, te pido disculpas en su nombre, no sabe lo que esta diciendo. --No hay ningun problema, Ryan, os mantendre puntualmente informados de la evolucion del peque. --Ni te imaginas cuantisimo te lo agradezco, amigo. Sali con ella, que estaba tan fuera de si que no le pidio ni disculpas, y la abrace. --Nora, Alec no te ha dicho que este todo perdido ni mucho menos. Es solo que nuestro nino va a tener que luchar como un campeon, pero el lo es, que no te quepa duda. --Ya, ya lo se, pero tambien existe la posibilidad de que no supere esto y lo sabes. Ni tu ni yo nos chupamos el dedo y sabemos perfectamente a lo que nos enfrentamos, amor. --Venga, vamos a ser fuertes, que nosotros podemos--la alente mientras por dentro tambien estaba roto. --Es que no podria soportarlo, ahora que tengo una familia no podria soportarlo. Irvin y tu sois lo mas importante --Pero no me habla claro, ?no ves que no me habla claro? Esta dando vueltas y vueltas. Y mientras, yo no se hasta --Nora, Alec no te ha dicho que este todo perdido ni mucho menos. Es solo que nuestro nino va a tener que luchar --Es que no podria soportarlo, ahora que tengo una familia no podria soportarlo. Irvin y tu sois lo mas importante para mi y, si llega a pasarle algo, yo me voy detras de el, ?me oyes? --No digas eso, Nora, no digas eso. --Dejame que lo diga porque es lo que siento. No estoy dispuesta a perderos a ninguno de los dos, Ryan, os quiero demasiado... para mi y, si llega a pasarle algo, yo me voy detras de el, ?me oyes? --No digas eso, Nora, no digas eso. --Dejame que lo diga porque es lo que siento. No estoy dispuesta a perderos a ninguno de los dos, Ryan, os quiero demasiado... Capitulo 2 Decir que estaba entre la espada y la pared seria quedarme muy corto.... Sin embargo, no fue eso lo que me preocupo durante las siguientes horas. Irvin podia permanecer entubado un maximo de setenta y dos, transcurridas las cuales tendria que luchar por si mismo. Antes de eso, irian haciendole pruebas para ver como sus pequenos pulmones reaccionaban a la rebaja de la ayuda. Mi desesperacion era absoluta y se acrecentaba por momentos. Lo cierto es que no me apetecia hablar con nadie, solo queria estar encerrado en mi mismo. Pese a eso, me tocaba aupar a Nora y no era precisamente facil. Mi madre no tardo en llegar con Frank de la mano. Verla asi de feliz, al haber rehecho su vida, fue la unica alegria que recibi en un dia en el que el cielo lucia gris, lo mismo que nuestras almas. --Hijo, ?que ha sucedido? --Me dio un beso y me pregunto incluso antes de presentarme a su pareja. --Mama, es el nino, pero se pondra bien--le dije porque tenia a Nora delante y el panorama era como para desalentarla mas. --O no, suegra, o no... Nos han dicho que nuestro pequeno se puede morir. --?Que mi nieto se puede morir? ?Quien ha sido el desgraciado que os ha dicho eso? Decidmelo que me va a oir, un nieto mio no se va a morir en la vida porque no me da a mi la gana. Ya le salio a mi madre ese temperamento tan suyo que mostro en todos los momentos dificiles de la vida. --Mama, Irvin esta en las mejores manos, en las de mi amigo Alec, que es un reputado neumologo. El esta haciendo todo lo posible. --Pero si es que no me lo puedo creer, el nino estaba como una rosa--murmuro. Mi madre no tardo en llegar con Frank de la mano. Verla asi de feliz, al haber rehecho su vida, fue la unica alegria --Ya, pero es que nos han explicado que estos problemas pulmonares son asi, que dan la cara cuando menos lo esperas y que son capaces de llevarse toda tu felicidad por delante--le explico ella. --Pero es que eso no puede ser, tiene que haber algun error. Hijo, vuelve a hablar con ese muchacho y que te lo explique, que seguro que se ha equivocado. Frank trato de hacerla entrar en razon y enseguida lo entendio. Mi madre podia tener un pronto un tanto fuerte, pero luego ponia los pies en la tierra. El dia transcurrio con la maxima de las amarguras no, sino con lo siguiente. --Hijo de mi vida, tienes que comer algo, no has probado bocado en horas. Y Nora tampoco. Llevatela a la cafeteria, que Frank y yo os informaremos de cualquier novedad. --Te lo agradezco, pero yo no me muevo de aqui ni muerta, te lo advierto desde ya--le aseguro Nora. --Hijo, pues ve tu y asi le traes algo cuando vuelvas. Entendi que mi madre tenia toda la razon y que debia alimentarme y estar fuerte por lo que pudiera pasar. Las cosas podian torcerse mucho y Nora no parecia preparada para afrontar una noticia tan dramatica. Yo tampoco es que lo estuviera, pero alguien tendria que sostener al otro si llegaba el momento. Una vez en la cafeteria saque mi movil y vi que habia cantidad de mensajes de Iris. Ella estaba preocupadisima y yo, con tanto pesar, ni siquiera le envie un cochino mensaje explicandole. La llame directamente, que otra cosa podria hacer. --Por fin, estaba que no podia mas. Dime por favor que tienes buenas noticias y que Irvin se pondra bien. --Pues no lo se, Iris, lo cierto es que no lo se--La voz se me quebro. --?No lo sabes? Pero eso no puede ser, ?que te dicen tus companeros? --Que todavia es pronto para saber si saldra adelante o no, si volvera a respirar por si mismo--Me eche a llorar directamente, ya no pude mas y con ella me encontre en la libertad de quitarme la mascara. --Va a salir, ya veras que si. Cielos, cuanto desearia poder estar ahi contigo y darte un abrazo. Esto es un infierno, --Va a salir, ya veras que si. Cielos, cuanto desearia poder estar ahi contigo y darte un abrazo. Esto es un infierno, un jodido infierno. --Si que lo es, si que lo es. Lo siento mucho, pero no puedo seguir hablando contigo, es que tengo un nudo en la garganta... --Por favor, ve informandome de todo, estoy aqui que me subo por las paredes. ?Sabes que te quiero con toda mi alma? --Lo se, lo se--le respondi, aunque lo que no le dije fue que ese amor me dolia mas que ninguna otra cosa en un instante en el que no podia saber hacia donde iba mi vida. --Pues, eso, no me olvides, porfi, que no puedo con los nervios. Se que estas muy liado, pero necesito ir sabiendo. Me senti inmensamente presionado. Sin ella saberlo, me estaba poniendo muy nervioso. Nada podia reprocharle, pues yo en su caso habria actuado exactamente igual, pero no estaba en su caso, estaba en el contrario y totalmente destrozado. Reconozco que estuve en la cafeteria mas tiempo del necesario, porque sabia que Nora estaba acompanada y yo necesitaba evadirme un poco antes de volver a enfrentarme a la tristeza de sus ojos. La vida nos estaba dando un buen varapalo y precisaba ir asimilando poco a poco que todo podia volver a dar un giro... Un giro que en ese caso podia ser el mas dramatico de todos. Termine volviendo con un sandwich en la mano y con la mas fingida de las sonrisas, con la intencion de insuflarle algo de animo. Para entonces, mi madre la abrazaba porque parecia no estar en el mundo de los mortales. No logre que le diera ni un bocado al sandwich en las siguientes y largas horas que permanecimos a la espera de noticias. un jodido infierno. --Si que lo es, si que lo es. Lo siento mucho, pero no puedo seguir hablando contigo, es que tengo un nudo en la garganta... --Por favor, ve informandome de todo, estoy aqui que me subo por las paredes. ?Sabes que te quiero con toda mi alma? --Lo se, lo se--le respondi, aunque lo que no le dije fue que ese amor me dolia mas que ninguna otra cosa en un instante en el que no podia saber hacia donde iba mi vida. --Pues, eso, no me olvides, porfi, que no puedo con los nervios. Se que estas muy liado, pero necesito ir sabiendo. Me senti inmensamente presionado. Sin ella saberlo, me estaba poniendo muy nervioso. Nada podia reprocharle, pues yo en su caso habria actuado exactamente igual, pero no estaba en su caso, estaba en el contrario y totalmente destrozado. Reconozco que estuve en la cafeteria mas tiempo del necesario, porque sabia que Nora estaba acompanada y yo necesitaba evadirme un poco antes de volver a enfrentarme a la tristeza de sus ojos. La vida nos estaba dando un buen varapalo y precisaba ir asimilando poco a poco que todo podia volver a dar un giro... Un giro que en ese caso podia ser el mas dramatico de todos. Termine volviendo con un sandwich en la mano y con la mas fingida de las sonrisas, con la intencion de insuflarle algo de animo. Para entonces, mi madre la abrazaba porque parecia no estar en el mundo de los mortales. No logre que le diera ni un bocado al sandwich en las siguientes y largas horas que permanecimos a la espera de noticias.

  • Requiem por la bailarina de una caja de musica de Jose Ramon Gomez Cabezas

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    Angel Buendia desesperaba por vaciar sus intestinos. Llevaba ocho anos como guardagujas en la estacion de ferrocarril y nunca le habian entrado esas irreversibles ganas de evacuar estando de servicio. Saco el reloj del bolsillo de su chaleco para comprobar que restaba algo de tiempo antes de que el mercancias pasase por su posicion camino de otra que se le antojaba muy lejana. Con gesto nervioso volvio a depositar el reloj en su pequena prision a la vez que en su cabeza y estomago revoloteaban los ingredientes de la copiosa comida que se habia metido esa misma manana entre pecho y espalda. Habria sido el jodido bacalao del atascaburras o la carne lo que estuviera en mal estado; el caso es que los retortijones se le clavaban en el espinazo, y sus rinones no aguantarian otro envite. Tomo una decision. Disponia de algunos minutos antes de que llegara "La paloma". Con una mano agarro el farolillo y con la otra empezo a desabrocharse el cinturon del raido pantalon azul al salir de la garita. Se encamino a un rincon oscuro. El murete que delimitaba el entorno de la via y la frondosidad de un par de arbustos le proporcionaban, a pesar del frio y la humedad de la noche, una letrina de lujo. Apenas habia acomodado el cuerpo a la ocasion, un ruido no muy lejano le puso en alerta. Se subia los pantalones a toda prisa, cuando distinguio las siluetas de dos o tres personas moviendose por entre las vias. Encendio su farol y se dirigio hacia donde creia haberlos visto, maldiciendo en su camino por igual a esas figuras, los retortijones y el barro. Entre todos prometian fastidiarle lo que hubiera podido ser una noche tranquila. Avanzo unos metros e ilumino la zona. A lo lejos los vio correr por entre las traviesas. No parecian chavales. Algo no encajaba en aquel paisaje tantas veces pateado a lo largo de dias y noches de servicio. A la derecha de los railes, distinguio multitud de pisadas y rastros de matorrales destrozados. Esto no era normal. La luz roja del farolillo se iba proyectando, uno a uno, sobre cada recoveco, cada mata, cada pedrusco. De pronto, choco con lo inesperado. Angel Buendia habia asistido a multitud de entierros, pero todos aquellos difuntos que habia visto no se parecian en nada al bulto tenido de barro purpura que yacia en el suelo. Definitivamente, no iba a ser una noche tranquila. Primera parte Verbo temer, presente de indicativo, primera persona del singular Capitulo 1 Arpegio desafinado 22 de Noviembre de 1925 Al despertar, noto que no va a ser una manana como otra cualquiera. Un incesante martilleo golpea mis sienes mientras intento incorporarme. Oigo un respirar profundo y vuelvo la cabeza con dificultad. Mi tio Domingo dormita en una vieja mecedora, cerca de mi. --Agua... Un poco de agua, por favor --mi voz suena ronca y profunda. --Sera mejor que no hables durante un rato --dice mi tio, desperezandose--. Esta vez ha sido mas fuerte que las anteriores. Su afable imagen contrasta con un timbre de voz tembloroso y un pulso renqueante; al servir el agua derrama un poco por entre la colcha y el suelo. --?Cuanto tiempo llevo asi, tio? Se echa la mano al bolsillo del chaleco y consulta su pequeno reloj. --Aproximadamente, unas… cincuenta y cuatro horas. Nos has tenido muy preocupados muchacho; muy, pero que muy preocupados. --No recuerdo gran cosa. ?Que me ha pasado? En lugar de responder, se lleva la mano a la frente y comienza a pasar los huesudos dedos por el escaso cabello lacio. Su mirada vaga por una de las paredes del cuarto, incluso mientras responde: --Ya hablaremos luego, mas tranquilos. El doctor Messia te recomendo reposo, asi que cuando te recuperes nos iremos una temporada al Viso: alli te pondras bueno. ?Que te deciamos de pequeno? <> no seria la palabra adecuada. Queda con Dios, que yo voy a verlo ahora a misa de ocho y llego tarde. Cruzo lo que me resta de camino desconcertado por las palabras del medico. ?Que es <>...? Paco Carrion aun no ha terminado de limpiar; barre el suelo arenoso del local con un cepillo de ramas. Las pocas sillas de madera reposan encima de las mesas. Aturdido aun, traspaso el umbral. La mirada del viejo mesero se hunde en la mia como un punal de circo, y con un par de zancadas se planta frente a mi. Recibo un empujon que me arroja afuera de la taberna. El gesto del que hasta ahora consideraba casi un amigo me duele probablemente mas que el golpe que recibo en la frente contra una columna. --Aqui no quiero gente como tu, por muy hijo de tu padre que seas --y un sonoro portazo pone punto final a sus palabras. Las pocas personas que pasan por la plaza me miran como a un delincuente al que deberian ajusticiar. No entiendo nada. Esta pesadilla no tiene sentido alguno. Sin saber como, me he convertido en un autentico paria en mi propia ciudad. ?Que carajo ha sucedido durante mi convalecencia? Me apoyo en la pared de la posada "El Sol" para recomponer mi maltrecha figura. Al pasarme la mano por la frente se mancha de sangre: una pequena brecha marcara durante algun tiempo mi desafortunado encuentro con el tabernero. Paso hasta el recibidor de la pension esperando que dona Josefa tenga algo de yodo y un panuelo. Mis ojos se posan como perros cazadores en la pequena mesa de la entrada. Un par de ejemplares de La Gaceta son ahora muy valiosos para mi. Un muchacho de no mas de quince anos casi me sorprende guardandomelos en la chaqueta. --?Desea una habitacion, senor?

  • Damas Asesinas de Tori Telfer

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    Al hablar sobre los criminales mas letales de la historia, siempre pensamos en Jack el Destripador, Ted Bundy o John Wayne Gacy. De hecho, en 1998, el FBI afirmo que las asesinas en serie <>. Pero ?que hay de la infame condesa Erzsebet Bathory --apodada <>--, de Mary Ann Cotton --virtuosa del <>--, de Darya Nikolayevna Saltykova --<>--, de Nannie Doss --<>--, de Alice Kyteler --<>-- o de Kate Bender --<>--? Ingenioso y provisto de un enfoque que arrincona las explicaciones faciles (<>, <>, <>) y los topicos machistas (<>), este esclarecedor estudio glosa las actividades agresivas y predatorias que las mujeres mas letales nos han legado para la posteridad. Una sugerente compilacion de damas letales, dotada de un vitriolico humor negro, que rescata del olvido a catorce maestras del crimen que hicieron de lo sangriento un arte: horneando deliciosos pasteles con sorpresa, manejando el cuchillo con habilidad mortal o administrando sibilinos venenos a prueba de autopsia.

  • Confidencias de un ser apagado de Miare

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    Miare abre las puertas de su corazon a traves de poemas escritos directamente para ti.

  • La Jefa (La Fiesta de San Valentin 2) de Nina Klein

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    Si el infierno existe, es una fiesta de San Valentin en la oficina.
    Fiona esta aburrida, aburrida, aburrida. Aburrida al cubo. Contando los minutos para poder desaparecer de la fiesta a la que habia ido a reganadientes.
    Lo unico que queria era llegar a casa para meterse en un bano de burbujas con una novela.
    ?Patetico para un viernes por la noche? Quizas, pero despues de su divorcio, lo ultimo que le apetecia era celebrar San Valentin en la oficina, la verdad.
    Hasta que aparece su secretario --perdon, su ayudante-- y tienen un desacuerdo sobre si esa manana ha enviado unos emails o no.
    Una situacion embarazosa, una apuesta y un final que ninguno de los dos esperaba...

  • La heredera del desierto de Caitlin Crews

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    Para asegurar el futuro de su pais, Rihad debia reclamar a Sterling como su esposa...

  • Ella,el y el danes de Ana Alvarez

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    Necesito otro trabajo --dijo Cristina mientras introducia el tenedor en el enorme plato de pasta carbonara que tenia delante y se llevaba una generosa porcion a la boca. Amanda, su amiga intima, que estaba sentada enfrente con una simple ensalada delante, movio la cabeza dubitativa. --?Otro? ?Y cuando piensas realizarlo? --Tengo algunos ratos libres y me vendria bien un poco mas de dinero. Si queremos ir a Escocia en un par de anos, necesito ahorrar. --Y yo tambien, pero tu no tienes tiempo, no paras de la manana a la noche. Era cierto. Cristina Duran se levantaba todos los dias a las cinco y media de la manana para salir a correr, actividad que jamas, salvo enfermedad muy grave, dejaba de realizar, fueran cuales fuesen las condiciones meteorologicas reinantes o las circunstancias de la jornada. Despues de una ducha rapida y tras un suculento desayuno se marchaba al trabajo, andando, por supuesto, y recorria los mas de dos kilometros que distaban desde su casa hasta la inmobiliaria donde trabajaba. Desde alli comenzaba un largo periplo ensenando casas por toda la ciudad. A mediodia, o media tarde, segun se diera el trabajo, sacaba del enorme bolso que siempre la acompanaba un tupper con comida o un bocadillo que tomaba sentada en cualquier parque antes de continuar su recorrido. Mientras, habia ido sobreviviendo a base de fruta, caramelos, chocolate o cualquier cosa comestible entre visita y visita. Solia llegar a casa alrededor de las nueve de la noche y se dedicaba a las tareas domesticas y a cocinar para el dia siguiente. Los fines de semana oficiaba bodas y recorria los supermercados de la ciudad buscando ofertas, cargada con la propaganda que habia ido recogiendo de los buzones de las casas que ensenaba a lo largo de la semana, amen del suyo propio. Amanda comio un poco de ensalada sin dejar de observar a su amiga, que continuaba dando cuenta de su cena con un apetito rayano en la obsesion. --Si yo comiera todo eso antes de dormir, moriria de indigestion --comento. --Yo no tengo ningun problema. --Ya lo se. Tampoco de sobrepeso. Algun dia me gustaria que, aunque fuera solo por un mes, te engordara todo lo que tragas, para que supieras lo que sentimos el resto de los mortales al tener que dejar de lado las comidas que mas nos gustan. O al menos dosificarlas. Estaban cenando en casa de Cristina, como tantas veces, porque era imposible coincidir a otra hora, debido al apretado horario de esta. Amanda trabajaba en una cadena de zapaterias como administrativa y salia mas temprano que su amiga. --?Y en que has pensado trabajar? Porque no me cabe la menor duda de que ya tienes alguna idea al respecto. --Se me ha ocurrido aprovechar mis ratos libres. --Ah… ?pero tu tienes eso? --Algunos domingos por la manana y horas sueltas entre una visita y otra a pisos de la inmobiliaria. --?Y por que no aprovechas esas horas libres para meterte en un cine a ver una pelicula, leer un libro o simplemente descansar? --Ya descansare cuando sea vieja. Ahora tengo treinta anos y me falta vida para todo lo que quiero hacer. Amanda sacudio la cabeza. No iba a convencerla, tratar de hacerlo era mision imposible. Conocia a Cristina desde hacia quince anos y jamas la habia visto quieta mas de diez minutos. --Tambien podrias aprovechar ese rato para echar un buen polvo, ya que no para descansar. --A eso no le diria que no, pero no hay ningun candidato a la vista. --Pues emplea tus energias en buscarlo; seguro que sera mas productivo y te dara mas satisfacciones que otro trabajo. Cristina nego con la cabeza y se levanto para dirigirse a la cocina a buscar el postre. Coloco una fuente con fruta y una lata de gallegas caseras sobre la mesa. --!Seras arpia! ?Como me pones una caja de mis galletas favoritas delante a estas horas de la noche? --Por eso, porque son tus favoritas. --Son casi las once, me voy a ir a la cama en poco rato y todo el azucar y la mantequilla se van a posar en mi tripa y mis caderas mientras duermo. --!No sera para tanto! --?Que no? Cogi tres kilos el verano pasado y no consigo soltarlos por mucha dieta que haga. Sin fuerza de voluntad, Amanda alargo la mano y cogio una galleta, mientras su amiga colocaba un punado en su plato y se llevaba la caja de vuelta a la cocina. --?Vas a decirme en que otra cosa piensas trabajar? --pregunto mordisqueando despacio la galleta para que le durase mas. --Voy a registrarme en una pagina web como acompanante turistico. --?Y concretamente eso es…? --Pues mas o menos guia turistico a pequena escala. Se trata de acompanar a grupos reducidos, a veces una pareja o una familia, a recorrer la ciudad, recomendarles donde comer o algunas actividades y resolverles problemas si surgen. --?Y para eso no es necesario cursar estudios de turismo? --No, basta con hablar con fluidez un segundo idioma y conocer la ciudad. Yo domino el frances y un poco de danes que me enseno mi abuela paterna, asi que cumplo el perfil. --Y la ciudad te la conoces de un extremo a otro, de eso no tengo ninguna duda. ?Y lo de buscar pareja? ?No lo consideras? --Es complicado, Amanda. --Que hayas tenido una mala experiencia en el pasado no significa que vuelva a suceder. --No es eso. --?Entonces? Cristina se encogio de hombros. --No tengo tiempo para un hombre, ni para buscarlo ni para mantenerlo a mi lado. --Pero prometeme que no saldras corriendo si aparece. --No lo hare. --Entonces me voy ya para que puedas descansar. --Todavia tengo que planchar una lavadora. --Cris, son las once y media… ?De verdad vas a ponerte a planchar ahora? --No tengo otro momento. Amanda se levanto y cogio platos y cubiertos para llevarlos a la cocina y empezo a colocarlos en el lavavajillas. Despues de dejarlo todo recogido, contemplo como su amiga desplegaba la tabla de la plancha en el salon. Se acerco a ella y atisbo en la cesta de ropa. --Prometeme que plancharas solo lo imprescindible y vas a pasar de las bragas. --Siempre las plancho. --Pero es muy tarde ya. Y Cris… son de licra, no se arrugan. Cuando las extiendes sobre tu bonito y delgado trasero quedan perfectas. Ademas… no hay nadie que las vaya a ver. Cristina no respondio y Amanda miro al techo, impotente. --Esta bien, haz lo que quieras. Dame un beso. Ambas amigas se abrazaron, y mientras acompanaba a Amanda hasta la puerta alargo la mano y encendio el ordenador. --?Que haces? --Mientras se calienta el deposito de vapor voy a registrarme en la pagina de acompanantes. --Me marcho ya, que me estas estresando. La puerta se cerro detras de Amanda y, mientras bajaba hasta la calle, se dijo una vez mas que lo que Cris necesitaba era un tio que la tuviera anclada a la cama durante dos dias seguidos a base de polvos. Que le hiciera quemar esa energia desbordante que dedicaba al trabajo. Cuando llego a su casa, situada varios numeros mas abajo en la misma calle, se dijo que, si su amiga no hacia nada por buscar pareja, ella iba a darle el empujon que necesitaba. Se sento ante el ordenador y busco entre las paginas de contacto una que le parecio seria y abrio un perfil a nombre de Cris. Estatura: 1,78 cm. Peso: 67 kg. Edad: 30 anos. Color de pelo: Pelirroja natural. Color de ojos: Verdes. Complexion: Delgada. Estudios: Medios. Profesion: Agente inmobiliario. Aficiones: Aqui Amanda se quedo pensativa. Para hacer honor a la verdad deberia poner <>, porque en realidad no habia nada de lo que Cris no disfrutara con la excepcion de estar sentada, pero no podia poner eso. Se decidio por: <> Hubiera podido anadir <>, pero eso solo asustaria a los posibles candidatos. Luego busco una foto sexi de Cris y la anadio al perfil. A proposito, dejo en blanco las casillas sobre el tipo de hombre que buscaba, para no reducir las posibilidades, y relleno solo la referente a la edad. Entre treinta y treinta y cinco anos. Y le dio a aceptar.

  • Cuando te conoci de Maria Buga

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    Si algo odiaba Renata Palacios era que se salieran sus asuntos de control. Un par de anos lidiando con un “fantasma” la tenia agotada. ?Suponia aquel receso en su vida una verdadera ayuda? Bueno, que ni para tomarse un respiro. Lo que no entraba en sus planes, ni en los mentales ni en los escritos, era el conocer a un cinico sujeto “Dios de los besos” que de pretender enamorarse algun dia, podria personificar la antitesis de sus ideales y expectativas: el apuesto y afamado Maximiliano Renteria.
    El pasado que no la deja vivir la alcanza para mezclarse con su presente, pero, ?muerto el perro se acabaria la rabia?. Quizas, ni asi.
    Maximiliano, desinteresado como es, no sabra contra que lucha.
    Renata se resistira a emprender batalla alguna.

  • Tiempo muerto de Margarita Garcia Robayo

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    Tiempo muerto es un retrato de la tragedia personal que experimenta una pareja cuyo matrimonio ha llegado al fin del enamoramiento.

  • ADN de un Apocalipsis de Lucas Seimandi

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    Ambientada en una Argentina no muy lejana, ADN de un Apocalipsis experimenta los conflictos de cientos de refugiados que deberan adaptarse a vivir en un edificio sin luz ni ventilacion natural. Mientras las autoridades ocultan informacion para evitar el caos, el mundo fuera del Bunker se devora a si mismo. Marcos vive dentro del Bunker junto al resto de los refugiados, es uno de los pocos sobrevivientes del virus que contagio a los animales y acabo con la humanidad. Junto a Luci, la directora del Laboratorio 7, debera encontrar una cura para poder regresar al exterior… si es que las autoridades del Concejo se lo permiten.

  • La ultima casa en la montana de Xavier M. Sotelo

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  • Recuerdame que es el amor de Johanna Sanz

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    Lo veria y se iria. Eliza sabia que esa seria la unica oportunidad que tendria de ver en persona a su amor platonico, el joven, atractivo y misterioso empresario Dannyel Kenerlan por quien hasta una mujer divorciada como ella tambien se permitia suspirar y no veia nada de maldad en esperar por una desafortunada equivocacion junto al resto de candidatas para ser entrevistada por ese hombre para el puesto de secretaria. Si, solo seria echar una ojeada al hombre de sus suenos y marcharse, ?que podia salir mal?

  • Los ninos del rio de Sarah Pinborough

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    Un nuevo caso del Doctor Thomas Bond.

  • Montaneros, una cuestion de fuerza de Jose De La Rosa

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    Si hay una familia de hombres hoscos y salvajes esos son los Mountain. Viven en las montanas, de las que se creen sus duenos, por encima del resto de habitantes del idilico pueblo de Great Peak. Un paraiso que, de salir adelante el proyecto minero del tio Rhett, dejara de serlo en breve.
    Cuando Carlisle Mountain descubre que Elizabeth ha vuelto al pueblo, no da credito. La ultima vez que se vieron ella le juro que nunca perdonaria lo que le habia hecho y que jamas, jamas, regresaria a las montanas. Entonces, ?que ha traido de vuelta a casa a aquella muchacha desgarbada y divertida de la que siempre estuvo enamorado?
    Pero la mujer que se fue no es la misma que ha vuelto. En esta ocasion trae un cometido y un estudiado plan de venganza sobre Carlisle y su familia.
    Ademas, otro misterio se cierne sobre las cumbres heladas: una aparicion, una figura velada que solo parecen poder ver los Mountain, una vision que, segun las leyendas, solo se manifiesta cuando se aproximan desgracias.
    <> es la segunda entrega de la serie <> despues del exito de <>.

  • La virtud de la noche de Diana Jimenez

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    Jade pensaba que se encontraba a salvo del acecho del pecado y lo que implicaba pecar, creyo que admirandolo de lejos seria inofensivo. Un giro inesperado convierte su vida aburrida y ordinaria en un suspenso creciente, conoce un mundo inexistente para el resto del mundo, y conoce de cerca al pecado. Sabia que tocar el fuego la quemaria, y ella decidio dejarse consumir, al borde de perderse para siempre. La primera mirada en el espejo en la manana puede reflejar un recuerdo de pecado de la noche anterior.

  • La caja vacia de Anabel Samani

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    La vida de Andrea ha cambiado mucho en los ultimos tiempos. Despues de perder la vista en un accidente, su familia deja Espana para irse a vivir a Estados Unidos. Y Andrea sabe que ella es la razon de ese traslado.

  • Anatomia de una entrega de Kat De Moor

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    Valentina y Vicente se conocen en 1998 pero su relacion se mantiene a nivel platonico. Tras una larga separacion se vuelven a
    encontrar para darse cuenta de que los sentimientos aun estan presentes, y que la atraccion es mas fuerte que nunca. Mientras, ya no viven en la misma ciudad, sino a diez mil kilometros uno del otro.
    ?Estaran listos para aceptar el desafio y dar una segunda oportunidad a su amor?

  • En cada cancion de Susanna Herrero

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    Justo antes de empezar su nueva vida, Penny llega a Riviera Maya dispuesta a enfrentarse a aquello que removio todo su mundo anos atras. Mike es un joven apuesto que muestra sonrisas enigmaticas y que viaja al Caribe con sus primos para pasar unos dias lejos de todo su mundo: ha tenido que crecer demasiado rapido y no confia en nadie. No puede hacerlo. La caida de una toalla propicia un encuentro entre ellos que derivara en un amor de verano de los que dejan huella. Pero no es mas que eso: una historia corta de quince dias. Intensa pero imposible de continuar. Mike y Penny vuelven a la realidad dispuestos a olvidar el mejor verano de su existencia, pero la vida les tiene preparada una sorpresa.