• laura perez caballero - Laura Perez Caballero

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    Cuando se decidio poner en marcha el proyecto, nos aseguraron que nada de lo que imaginabamos podria pasar. Como siempre. Pero la historia se repite, a eso estamos condenados. Los humanos tropezamos una y otra vez con la misma piedra. ?Por que? Porque nos creemos invencibles y superiores. Superiores, he ahi el error. Aun creyendonos mejores que nadie, una raza insuperable, siempre buscamos ir mas lejos. Asi crearon a los “Precoces”. Se tardo un periodo exiguo de tiempo para que el Gobierno aprobara el proyecto, pese a las criticas de algunas de las grandes potencias. La no intervencion se habia firmado poco tiempo antes y creo que de ello se aprovecho Astonia para poner en marcha aquel experimento. Los ADN de mas de un millon de personas fueron modificados y luego en grandes laboratorios gubernamentales se gestaron los Precoces de forma artificial. Los Precoces eran igual que el resto de los humanos, solo que ellos eran rubios, todos. Tambien tenian los ojos y la piel clara, y, sobre todo, todos tenian el mismo apellido: Solares. El de su padre y creador. Los Precoces se repartieron en varios asilos estatales donde se les daba una formacion especial basada unicamente en las matematicas y las ciencias. Se les dirigia hacia el aprendizaje practico de soluciones a problemas en la vida real, esto parecia haber creado hombres y mujeres cuyo sentido empatico no existia. Solo se centraban en las soluciones practicas. Se les veia frios y calculadores, lo cual al Gobierno no dejaba de parecerle perfecto pues eran mas faciles de manejar. Cuando llegaban a la mayoria de edad se les colocaba en laboratorios y fabricas de investigacion con la idea de conseguir el mas alto rendimiento en I+D de cualquier otro pais en el mundo. Se les proporcionaba una vivienda y se les animaba a integrarse con el resto de los habitantes del pais. Sin embargo, no se sabe si debido a su falta de empatia, al haber estado aislados durante toda su infancia y adolescencia o a su desconfianza, cuando se incorporaban a la sociedad se concentraban en comunidades formadas por Precoces y mantenian el minimo contacto con el resto de las personas. Procreaban entre ellos y sus hijos se criaban en los mismos centros en los que ellos lo habian hecho, hasta que, a su vez, llegaban a la mayoria de edad. Y un dia, cuando se acercaban las elecciones presidenciales en Astonia, un “Precoz” presento su candidatura y puso patas arribas todo el sistema. Se puso en duda si era posible que un Precoz se presentara, pero puesto que el Gobierno los habia reconocido como ciudadanos en todo momento, no encontraron excusa para que no pudiese hacerlo. Poco despues todas las calles estaban forradas con propaganda electoral del Precoz Augusto Solares. A pesar de que los precoces no solian relacionarse con el resto, poco antes de que todo comenzara, muy poco antes, cuando en el fondo todos estabamos seguros de que algo asi pasaria aunque ya nadie lo dijese en voz alta, yo conoci a Dylan Solares. Y asi, con ese punto de partida, me gustaria contarles esta historia. 1. Papa no recordaba bien en que momento el Gobierno de Astonia habia aprobado el proyecto, porque el era aun pequeno, tenia seis anos. Sabia que se habia anunciado en todos los telediarios y en las redes sociales como un gran acontecimiento, un acontecimiento que supondria el despegue de Astonia para ponerse a la cabeza del resto de naciones, para crear un pais puntero en I + D. Esta era la apuesta de Astonia, generar cabezas pensantes, hombres y mujeres adelantados a su tiempo. Lo que si recordaba bien, y me contaba a menudo, era cuando la primera generacion de Precoces salio de los Asilos estatales y se incorporo a la sociedad. Ahora ya hay tres generaciones viviendo entre nosotros. Cuando llegaba a esa parte del relato abria los ojos como platos y su voz tomaba un tono mas bajo, pero admirado. --Era muy dificil describirlos fisicamente. Su belleza superaba la de los angeles de los cuadros. Eran... eran perfectos. Ahora estamos tan acostumbrados a verlos que ya no nos llaman tanto la atencion, pero entonces... Entonces me miraba y sonria. Seguia manteniendo la dulzura en sus ojos a pesar de que las arrugas que los rodeaban cada vez eran mas profundas. --Bueno, tu puedes entenderlo bien. Tu eres como ellos. Cuando naciste se lo dije a mama: ?Con que precoz me has enganado? --se reia y miraba a mama, que trasteaba por la casa y que siempre movia la cabeza a los lados sin decir nada, como si se avergonzara con el comentario. Papa siempre me lo contaba. Cuando naci hasta la matrona y las enfermeras quedaron sorprendidas con la tersura de mi piel completamente blanca a pesar del esfuerzo para salir del vientre de mama. Luego, fui creciendo y cada vez mi cabello se volvia mas claro, caia en mechones suaves y lisos que mama peinaba con premura y admiracion. Por la calle los vecinos me observaban, embelesados con mis ojos azul marino y con la gracia de mi cuerpecito delgado y elastico. --Tan hermosos como inaccesibles --decia papa refiriendose a los Precoces. El primer error del Gobierno al tratar de que los Precoces se integraran en la sociedad y con el resto de habitantes fue facilitarles viviendas en barrios preparados para ellos. Esto solo reforzo su sentimiento de Comunidad y les aislo mas del resto. Como se dedicaban a trabajar en laboratorios y fabricas de investigacion tenian autobuses que los recogian en cada barrio y los repartian en su trabajo, con lo que su contacto con el resto se limitaba al que mantenian con los humanos no precoces que habia en esas fabricas y con los dependientes y duenos de establecimientos en los que tenian que abastecerse para su supervivencia. Por lo demas, cualquier actividad de ocio, como ir al cine, al teatro, ballet, a centros comerciales o cualquier otro lugar tambien la realizaban entre ellos. Eran una sociedad aparte. --Quiza sea mejor asi --decia mi padre--. No todo el mundo estaba de acuerdo en su "creacion". Tenia algo de... antinatural, e ir contra la naturaleza no suele terminar bien nunca. Y si no que se lo digan ahora a las autoridades... Papa se referia a que hacia unos meses, uno de los precoces se habia presentado como candidato para las elecciones presidenciales de Astonia. Y lo que en un momento parecia imposible, ahora, si se tenian en cuenta las encuestas, parecia estar a punto de cumplirse contra todo pronostico. --Astonia dirigida por Precoces, ?lo imaginas? --preguntaba mi padre -- Dirigida por gente que jamas se ha integrado entre nosotros. Por gente que no nos conoce. Y entonces era el quien movia la cabeza de un lado a otro. --No nos conocen, Ruth, ni nos conocen ni tienen el mas minimo interes en conocernos. Pero ahi se equivocaba, al menos habia un precoz que si tenia interes en conocer a un no precoz. Bueno, a una no precoz. Vaya, en concreto tenia interes en conocerme a mi. 2. Desde muy nina me habia obsesionado con el ballet. Miraba extasiada las imagenes de las bailarinas en mi dispositivo movil y les decia a mis padres que yo seria una gran bailarina. Apenas naciamos nos colocaban entre las manos una tableta y disponiamos de total libertad en su uso pues determinados contenidos se activaban unicamente cuando llegabamos a los dieciseis anos de edad. Para que esto fuese asi, las tabletas que ibamos adquiriendo se registraban a nuestros nombres y estos iban directamente al registro civil en el que estaban nuestros certificados de nacimiento. Esta claro que era, ademas, una forma de mantenernos controlados, de disponer de infinita informacion sobre nosotros y de tenernos localizados en todo momento. Esto habia logrado que nos volvieramos totalmente dependientes de todos los dispositivos electronicos, pero no habia terminado aislandonos en una realidad virtual, tal y como papa contaba que su abuelo y la generacion del mismo siempre habia temido. Asi, yo me pasaba horas y horas observando a aquellas bailarinas, sonando con sus cuellos despejados, largos, etereos. Con sus piernas ligeramente musculadas, dentro de aquellas medias blancas que aun les daban un aspecto mas fragil, mas fantasmal... En las tiendas deportivas iba a la seccion de ballet y acariciaba las zapatillas con puntera, los lazos, los tutus. Imaginaba mi cuerpo vestido con aquellas mallas con olor a nuevo. Con seis anos papa me dio la noticia una tarde al volver del colegio. --No te cambies, vamos a volver a salir. Yo le miraba sorprendida. --?Juntos? --Juntos, si. --?Y la tienda? --Hoy abrire un poco mas tarde. Papa tenia una tienda de venta de telas al peso. Mama cosia las mismas telas que otras senoras compraban y ellas le encargaban convertir en faldas, blusas o vestidos. Cogida de la mano de ambos, atravese la puerta del lugar que se convertiria en mi segundo hogar durante trece anos. La Escuela de Ballet clasico oficial de Astonia. La senorita Claudia, que entonces y durante los trece anos que yo estuve en la Escuela fue la directora, nos condujo entre lo que entonces me parecio un laberinto de pasillos, y mas tarde me aprenderia al dedillo, mientras nos iba senalando una y otra puerta a los lados y nos decia a que sala correspondia. Asi hasta llegar a la que yo ocuparia como principiante y donde se encontraban las ninas que tenian mas o menos mi edad. El suelo era de madera, pero habia perdido su brillo original. Las ninas se apoyaban contra la barra anclada a la pared y cesaron su actividad cuando la directora abrio la puerta. Mis ojos, avidos por aprender, lo registraban todo. Una, dos, tres, cuatro... diecisiete ninas. Tres llevaban mallas negras, una de ellas rosa palido y el resto de color blanco. Cerre los ojos y trate de imaginarme entre ellas, con mi propia malla, y, mientras, la directora se dirigia a ellas para decir: --Esta es Ruth, va a ser vuestra nueva companera. Yo pensaba en el color de la malla que iba a elegir al tiempo que Apretaba, emocionada y agradecida, las manos de papa y mama.

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  • La tormenta infinita de Laura Perez Caballero

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    Veo, veo. ?Que ves? Una cosita. ?Y que cosita es? Veo la cama de Eva Simon Marquez. Veo la cama de una estudiante de enfermeria de veinte anos que comparte piso en Oviedo con dos companeras mas. La cama esta deshecha. Faltan las sabanas y el colchon esta cubierto de sangre. Falta algo mas. Falta un cuerpo. El cuerpo a quien pertenece la sangre. Cuerpo que no es dificil imaginar envuelto en las sabanas ausentes de esa cama. Las camas sin vestir dan sensacion de mudanza, de dia de colada o de casa abandonada. No puedo evitar pensar en alguna de esas situaciones cuando veo una cama sin sabanas. En este caso, ademas, la sangre indica una agresion, una pelea, puede que un crimen. Veo a los de la cientifica afanandose en su trabajo, zumbando como moscas a mi alrededor, con ese aspecto aseptico que los rodea y que los vuelve impenetrables, ajenos a todo lo que no les parezca que pueda ser una prueba. Ajetreados en obtener todo aquello que pueda ser util, antes de que la escena se contamine, como se contamina todo aquello que toca la mano humana. Mis ojos se desplazan por el cuarto tomando nota. Persiana levantada, cortinas cerradas. Algo de sangre salpica la pared a la que esta pegada la cama, pero en general se concentra toda en el colchon. En el suelo una huella borrosa de un zapato, dibujada con el rojo de la sangre de la victima. --Supongo que alguien habra fotografiado eso --digo. Aunque lo hago en un susurro, mas para mi misma que para el resto, uno de la cientifica se apresura a responder que si. Su tono es neutro. No hay reproche por la intrusion en su trabajo. Las dos companeras de piso de Eva permanecen en el salon del pequeno piso alquilado. Esta en El Cristo, muy cerca del Campus, es facil saber porque lo han elegido. Es una tercera planta, en un edificio viejo en el que recientemente han instalado un ascensor que baja hasta los estacionamientos del sotano. En seguida hablare con ellas, pero primero quiero ver con detalle la escena del crimen. ?El crimen? Por la cantidad de sangre que empapa el colchon yo diria que si, que la pobre chica no puede seguir viva despues de haber perdido tanta. ?La chica? Estoy haciendo conjeturas demasiado rapido. No hay cadaver, la sangre podria ser de otra persona y la inquilina de la habitacion ser su asesina. ?Asesina? Todavia no se nada. Dejo hacer su trabajo a los de la cientifica y observo. Observo una mesita junto a la cama. Sobre ella una lamparilla de noche antigua, con una de esas tulipas que se llevaban tanto en los anos ochenta, un paquete de panuelos de papel, la funda de unas gafas, una botella de agua mineral y un libro. El libro se titula Tiempo de silencio. Esta escrito por Luis Martin Santos. Yo no leo demasiado. En la portada hay un par de ratas blancas, de esas de laboratorio. Giro el libro y leo la sinopsis. Va de un estudiante de medicina. Muy adecuado para alguien que estudia enfermeria, aunque tiempo es lo que alguien ya no tiene. Y silencio, bueno, no es silencio exactamente lo que se escucha ahora mismo en este piso, pero son gajes del oficio, el alboroto es basico en el inicio de una investigacion. El alboroto y el caos que se forma cuando cuatro personas nos movemos con premura en una habitacion de apenas ocho metros cuadrados. Uno de los agentes sale de un pequeno bano con lo que parece una servilleta de cafeteria. --Estaba dentro de la taza del vater, tiene algo escrito pero no es legible --dice dirigiendose a mi. La guarda con cuidado en una de las bolsitas plasticas que usan. Imagino a alguien extrayendola del servilletero de un bar, rojo (no se por que, pero lo imagino de ese color con la publicidad de una marca de cerveza serigrafiado en el) y garabateando algo en ella. Que se anota en una servilleta. Un numero de telefono, una direccion, un poema, o se hace un dibujo de forma distraida mientras se toma algo en un bar. Estas en la barra, sentada en uno de esos taburetes altos, tomandote un vino o una cervecita, mientras picoteas del coctel de frutos secos que te han puesto en un platillo y de pronto te llaman por telefono. El interlocutor te dicta un numero o una direccion y ?que haces? Sacas una de esas servilletas que no absorben absolutamente ningun liquido y le pides un boligrafo al camarero para apuntar en ella lo que te estan dictando. Veo una comoda un poco mas alla, apoyada contra la pared pintada de color azul cielo. A primera vista se distingue un cepillo de cabello, del que seguramente alguno de la cientifica habra recogido algun pelo, un foulard muy bien doblado, una caja que parece un joyero, un frasco de perfume. Y pienso que ni volcando todo el contenido del perfume podriamos dejar de respirar ese olor metalico tan caracteristico de la sangre. Ese olor se mete por la nariz y tarda mucho en abandonarte, se instala en la pituitaria y se repite una y otra vez a lo largo del dia, con mucha mas intensidad al tragar saliva. Veo una foto. Es la foto de una nina sentada frente a una tarta de cumpleanos con una vela de numero. El numero es un seis. Una mujer la abraza desde la espalda y su cabello, largo, claro y brillante, cae sobre los hombros de la nina, mezclandose con el suyo. Supongo que son Eva y su madre. Estan al aire libre, parece que es el patio de una casa. Hacia un dia esplendido, se puede apreciar por la luz en la fotografia, el sol estaba alto, asi que debia ser primera hora de la tarde cuando se la sacaron. Pienso en su madre, en que tendre que llamarla para darle la noticia de la desaparicion de su hija. No sera la primera vez, tampoco la ultima, pero todas son igual de incomodas, dolorosas. --Nosotros hemos terminado aqui --dice el jefe de la cientifica. El resto de sus hombres ya han salido de la habitacion. Es un hombre enorme, debe medir cerca de dos metros y tiene algo de sobrepeso, pero su voz es suave y amable -- ?Como esta tu madre, Lujan? --Sigue igual. Eres el unico del que recuerda su nombre --miento. Les digo lo mismo a todas las personas que tienen la delicadeza de preocuparse por ella, aunque sea con una simple pregunta. Puede que ni siquiera les importe, pero se agradece el que la recuerden ya que ella no puede hacer lo mismo. Sonrie y me aprieta el hombro con una de sus manazas antes de dejarme sola en el cuarto. Sola con los fantasmas. La habitacion se vacia y el silencio se vuelve, ?como se dice?, si el silencio se vuelve atronador. Vuelvo la vista de nuevo hacia la foto y despues observo la imagen que me devuelve el espejo que tengo enfrente. Veo una mujer de cincuenta y seis anos. Una piel lechosa, con pecas que, de nina, fueron el deleite de los abusones del colegio. Veo un cabello que llega a la altura de los hombros, cobrizo, con canas brillando en las sienes, intrusas peleando por destacar entre el tinte. Un rostro que se ha ido rellenando con carne y arrugas. Veo ojeras y bolsas bajo los ojos. Si, esa soy yo. Veo a Lujan Garcia Prieto, inspectora en el cuerpo de policia de Oviedo. Veo, en resumen, que otro caso mas me esta esperando. 2. ALEJANDRA Menuda noche, vaya manera de echar agua, hacia anos que no caia una tormenta asi. Lo se porque siempre me ha gustado ver los rayos mientras me siento a salvo, como ahora tras la ventana. Cuando era una nina, mi abuelo siempre nos contaba a los nietos como le habia caido un rayo a un vecino del pueblo mientras araban la tierra. Los ojos se le enrojecian y la voz salia temblorosa de su boca, acompanada de aliento con olor a vino y queso. Decia que el rayo le habia destrozado la ropa, que el vecino habia quedado tendido en el suelo, con el cuerpo abrasado y la ropa desperdigada a su alrededor. Los nietos le escuchabamos en silencio, sobrepasados por la historia y sobre todo por las lagrimas de mi abuelo. En nuestras cabezas se dibujaba la imagen de un hombre desnudo y chamuscado. Durante la infancia tuve miedo a las tormentas. Era un miedo que al mismo tiempo me atraia. Como el vertigo que se siente al montar en una montana rusa, o el cosquilleo mientras ves una pelicula de terror. Hace anos que lo supere para disfrutar del espectaculo natural que suponen los hilos de luz que caen sin piedad sobre la tierra, como si la castigara por haber cometido algun pecado. Eva me llamaba pesada porque yo contaba aquella historia, la de mi abuelo, siempre que habia tormenta. --Pero que pesada que eres, de verdad. Superalo ya --me decia usando aquellas expresiones de adolescentes que escuchaba en la escuela o leia por las redes. Sin embargo, el haz de luz que atraveso los cristales de mi habitacion no era el de un relampago. Era sin duda la luz que proyectan los focos de un coche. Instintivamente dirigi la mirada hacia el reloj despertador que tenia sobre la mesita para, entrecerrando los ojos, comprobar que era mas de la una de la madrugada. Luca, la perra pastor que le habiamos regalado a Eva cuando cumplio ocho anos, ladro en el salon, donde tenia su cama para dormir. El viento habia cambiado de direccion y las gotas de lluvia ya no golpeaban contra los cristales de la ventana. Contuve la tentacion de abrir las hojas para inspirar el olor a tierra mojada y observe sorprendida que se encendia el farolillo de entrada de la casa del jardin. La casa que mi marido habia construido para Eva cuando ella apenas tenia dieciseis anos y reclamaba intimidad. --Yo te construyo la casa, pero tu prometes ser responsable. Su padre siempre la habia mimado y consentido. --Es una cria --habia protestado yo. --Asi aprendere a dejar de serlo --replico ella. --Asi ?como? --Asumiendo responsabilidades, como dice papa --dijo mientras se colgaba del cuello de su padre. Sabia que habia ganado la batalla, que tenia a su padre vencido. Y eso bastaba. --A ver, a ver a ver. Cierra los ojos y desealo con fuerza, con mucha fuerza, con toda tu alma. Sabes que lo que se desea con toda el alma se acaba cumpliendo --reia Benjamin, encantado con los arrumacos de su hija. --Papa --protestaba Eva--, que ya no soy una nina pequena para creer en esas milongas. Y ya se habia salido con la suya. Eva siempre se salia con la suya. Su padre, arquitecto, dibujo los planos y se ocupo de construir una pequena casa de una sola planta con una cocina que hacia las veces de sala, una habitacion y un bano minusculo. Yo la observaba entrar y salir acompanada de Nestor. Me averguenza reconocer que algunas veces llegue a asomarme a traves de los cristales para tratar de ver lo que hacian dentro, deseando descubrir algo que me diera la razon en mi postura de que aun era una cria irresponsable, pero con el paso de los meses acabe por acostumbrarme y Eva se instalo a vivir en la casita de a hecho. Luca se quedo con nosotros en la casa grande. Eva habia rogado por tener un perro, pero se habia cansado de la perrita en muy pocas semanas. Benjamin era quien se ocupaba de sus cuidados, comprarle la comida, cambiarle el agua, sacarla a pasear por el monte. Luca le adoraba. La cortina de lluvia me impedia ver quien era la persona que abria la puerta y accionaba la luz del recibidor, pero si distinguia la figura de una mujer. Regrese a la mesita de noche y tome el telefono mientras buscaba su numero entre los contactos. Al tercer pitido su voz me llego como desde otro mundo. --?Mama? ?Te he despertado? --Eva ?eres tu? ?Estas en la casa del jardin? --Si, soy yo, mama. --?Que ocurre? ?Como has venido a estas horas? Y ademas con la que esta cayendo. --No pasa nada, mama, acuestate. --Voy a verte. --No, mama, acuestate. Estoy bien, de verdad, pero estoy muy cansada y no quiero que vengas con este diluvio. Manana con calma hablamos, necesito dormir un rato. Las madres sabemos cuando nuestros hijos no estan bien, pero ademas yo tenia una ventaja, o dos: la hora que era y el tiempo que hacia. Nadie se aventuraria desde Oviedo hasta Valmilar por gusto bajo aquella lluvia torrencial, pero como buena madre tambien sabia cuando era mejor ceder. --Esta bien, carino. Manana me paso a verte. Tuve que ir hasta el salon a tranquilizar a Luca que no dejaba de ladrar. Me miraba con esos ojos grandes y cansados, su pelaje se habia poblado de canas y cada vez aspiraba mas de sus pelos de los suelos y los sofas, ya tenia doce anos y comenzo a lloriquear cuando le dije con voz firme que se callase. --Tonta, tonta, ?que pasa? Es Eva. ?Por que te asustas asi? Eres una cagona, menuda perra guardiana estas hecha. La perra se dejaba mimar, mi mano pasaba una y otra vez sobre su cabeza, entre las orejas, arrastrado pelos entre mis dedos. En cuanto daba un paso para alejarme comenzaba a aullar desesperada. Al final me la lleve al cuarto y le permiti echarse sobre la alfombra, a mi lado, como si fuese una nina pequena asustada que quisiera dormir con su madre. Algo que Eva nunca habia hecho. A Luca no se lo habia permitido mientras Benjamin estaba vivo, sin embargo, al morir el fue como si Luca se volviera mas asustadiza. Benjamin habia sido el faro que guiaba su vida, ahora tenia que acostumbrarse a su ausencia y a mis cuidados, sustituir las rutinas que mantenia con mi marido a las que yo misma mantenia. Me parecio que su vida ya se habia vuelto lo suficientemente dura como para negarle algun capricho de vez en cuando, como el dormir en la habitacion conmigo cuando se mostraba mas estresada, como ahora. Lo ultimo que vi antes de meterme en la cama y quedarme dormida, hasta que me desperto la llamada al movil, fue un rayo caer en el terreno, cerca de la casa del jardin. O quien sabe, quiza solo hubiese sido parte de un sueno, el inicio de un sueno del que seria dificil despertar.

  • Toda una vida para amarnos de Susy Hope

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    Emma esta intentando superar un doloroso suceso del pasado que no la deja avanzar. Regresa a casa de sus padres sumida en un pozo sin fondo; no sabe como rehacer su vida. Junto a ellos, pero en especial, junto a sus amigas, Nona y Martina empieza a creer que puede lograrlo.
    Cuando se encuentra con fuerzas y animos suficientes, se traslada a Barcelona donde enseguida encuentra piso y un nuevo trabajo como maestra infantil. Los companeros y en especial la directora del centro, la acogen como a una mas. Pero no todos los companeros son lo que parecen.
    Sin embargo, parece ser que la vida no esta dispuesta a darle un respiro, al menos de momento. Un cumulo de situaciones le impide comenzar la tan ansiada nueva vida lejos del pasado.
    Entre el pasado, una terrible noticia, un suceso inquietante, un amor que pende de un hilo y una herencia genetica que la llevara a tropezarse por donde va, Emma se vera envuelta en una tension que le sera muy dificil canalizar.
    ?Conseguira superar todos los obstaculos? ?Sera feliz, de una vez por todas?
    Solo ella tiene las respuestas

  • No creo en las despedidas de Enrique Garcia Diaz

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    Crissie, agente del cuerpo de jovenes policias, esta acostumbrada a infiltrarse en los ambientes estudiantiles para evitar que otros cometan delitos. Siempre ha salido airosa, y espera tambien en este caso.

  • Hasta que decidas regresar de Maria Laura Gambero

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    Manuel Rauch era ante todo un hombre distante y serio; un hombre aferrado a sus responsabilidades y a sus obligaciones; un hombre que desde su primer dia de vida fue tratado como el heredero de un imperio y el custodio de una gran fortuna. El accidente de su padre y el divorcio de su esposa Ana, fueron dos hechos que lo marcaron y provocaron en el profundas heridas, tornandolo mas rigido, hermetico e inflexible. Con la sola intencion de exponer las miserias de su familia para cumplir con una vieja venganza, una amenaza emerge desde un pasado que desconoce. En medio de un torbellino que pone en duda todo lo que defiende, Manuel necesitara de todo su temple para enfrentar lo que esta por descubrir sobre los origenes de su linaje y recuperar el amor de Ana sera un pilar fundamental para mantenerse entero y no dejarse doblegar.

  • Sonia y el ladron de besos de Eva D. Island

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    *Una comedia romantica sobre la amistad entre mujeres, los perros y la busqueda del amor.
    *Eva S. Island debuta en Titania con una novela fresca, que se lee entre sonrisas y que no puedes soltar hasta el final.
    *Con una trama ligera, la autora nos muestra todo un abanico de emociones cotidianas, con unos personajes tan cercanos como entranables.

  • 1921, diario de una enfermera de Eligio R. Montero

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    El 22 de julio de 1921 llegan a Madrid las horribles noticias sobre el Desastre de Annual, una de las batallas mas sangrientas a las que el Ejercito espanol se enfrento en el norte de Africa. Las Damas Enfermeras, jovenes aristocratas formadas por la reina Victoria Eugenia, abandonan sus vidas de lujo y se movilizan para acudir en ayuda de los miles de heridos que colapsan los hospitales. Laura, una de ellas, se desplaza hasta alli en busca de respuestas sobre la repentina e inexplicable desaparicion del capitan de aviacion del que esta enamorada. Pero lo que encontrara en Melilla no es lo que esperaba. El amor por su piloto se vera puesto a prueba cuando atienda a un misterioso heroe con el rostro vendado que no recuerda nada de su pasado.

  • La isla de la memoria de Karen Viggers

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    Mary, la mujer del farero de la Isla de Bruny durante cuarenta anos, solo quiere pasar sus ultimos dias en paz, lejos de un hospital. Pero la llegada de una inesperada carta trastocara todos sus planes.
    Con ella volveran los fantasmas del pasado, que llevaran a Mary a instalarse de nuevo en su adorada y salvaje isla. Alli, recordara y recorrera los escenarios de su juventud, y debera hacer frente a los secretos que tan bien habia sabido ocultar. Ahora, sin nada que perder, ha llegado el momento de saldar cuentas con el pasado y dejar que la verdad salga a la luz.

  • 10 anos y 10 dias de Poppy Garcia

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    Bienvenidos a la saga de sierra Negra.

  • Que vas a hacer con el resto de tu vida de Laura Ferrero

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  • Suplicame, esclava de Alba Duro

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    Nunca pedi tenerla, pero ahora es mia, hasta que suplique piedad. Soy el perfecto polvo de una noche. El macho que todos desean, pero el novio que ninguna quiere. El mejor polvo de sus vidas... ... a manos de un dominante musculado y con experiencia. Material para follar duro y desechar a la manana siguiente. Salvo para las sumisas. Para ellas soy el amo perfecto. El senor con el que suenan. El dueno que siempre han querido. Y entonces Elena, mi mayor fantasia, llamo a mi puerta. Una preciosidad angelical. 18 anos recien cumplidos. Inocente. Pura. Virgen. Magullada. Hambrienta. Necesitada. Vivo en medio de la nada. Donde nadie puede oirla gemir. Donde nadie escuchara sus gritos. Donde no puede escapar. Y necesita mi ayuda. Le ofreci comida y una cama. Aquella chiquilla habia pasado por un infierno. Y habia acabado a mis pies. Yo podia ofrecerla la vida que siempre ha deseado. Pero a cambio, tenia que rendirse a mi. Ella lo sabia. Y en el fondo, deseaba ser mi sumisa. Mi z*rra. Mi p*ta. Mi esclava. Hora de hacer sus suenos realidad.

  • Suenos de trenes de Denis Johnson

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    En el verano de 1917 Robert Grainier participo en el intento de matar a un jornalero chino al que habian pillado robando, o al menos lo acusaban de haber robado, en los almacenes de la compania ferroviaria Spokane International, en el corredor septentrional de Idaho. Tres empleados del ferrocarril sujetaron bien fuerte al ladron y lo arrastraron por el largo terraplen que llevaba al puente que se estaba construyendo dieciseis metros por encima del rio Moyea. El chino emitia voluminosas rafagas de una rapida cantinela. Se bamboleaba y se retorcia como una comadreja metida en un saco, golpeando hacia atras con el puno que le quedaba libre al hombre que lo iba arrastrando por el cuello. Cuando el grupo paso frente a el, Grainier, viendolos en apuros, fue a prestarles su ayuda y se encontro a si mismo agarrando al culpable por un pie descalzo. El hombre que caminaba por delante de el, el senor Sears de la direccion de la Spokane International, llevaba agarrado casi inutilmente al prisionero por el sobaco y era el unico de todos, ademas del ininteligible chino, que iba hablando mientras todos se las veian y se las deseaban. --!Muchachos, no tengo ni punetera idea de como vamos a hacer esto! ?Acaso lo tenemos que llevar hasta alli?, tuvo ganas de preguntar Grainier, pero le parecio mejor guardarse el aliento para el forcejeo. A Sears se le escapo la risa, con la cara palida de fatiga y horror. Todos se desplomaron en el polvo, se levantaron y volvieron a caer, con el chino hablando en jerigonza y aterrandolos a los cuatro hasta el punto de que ya daba igual lo que hubieran tenido en mente inicialmente, ahora si que era hombre muerto. Ya no les quedaba mas opcion que tirarlo desde el puente de caballete. Alcanzaron al resto, una cuadrilla de una docena de hombres que estaban descansando al sol, apoyados en sus herramientas, secandose el sudor y contemplando el espectaculo. Grainier aferraba convulsamente el pie calloso del chino, asombrandose de si mismo, cuando el hombre que llevaba el otro pie lo solto, se sento jadeando en el suelo de tierra y recibio una patada en el ojo antes de que Grainier pudiera sujetar la pierna que ahora pataleaba libre. --Ha sido una broma. Una broma --dijo el hombre sentado en la tierra, y al aliado que tenia alli le dijo--: Venga ya, Jel Toomis, dejemoslo correr. --No lo puedo soltar --dijo aquel tal senor Toomis--. !Soy el que lo tiene agarrado del cuello! Y se rio mientras una rafaga de confusion le cruzaba el rostro. --!Yo lo tengo bien cogido! --dijo Grainier, agarrando con mas fuerza en sus brazos los dos pies del pequeno demonio--. !Lo tengo yo, al cabron, y yo me encargo! El grupo de verdugos llego a la mitad del ultimo tramo de puente completado, veinte metros por encima de los rapidos, y se puso al limite de sus fuerzas para tirar al chino al vacio. Pero el pudo con ellos, se dedico a aferrarse a sus brazos y piernas y a lloriquear en su jerigonza hasta que de pronto se solto y se agarro con un brazo a la viga que tenia debajo. Se quito de encima con facilidad a sus captores, que de todas maneras ya se estaban intentando deshacer de el, y salto al otro costado, suspendido sobre el abismo y descolgandose con una mano detras de la otra por la silueta esqueletica del tramo siguiente, pasando por encima del rio. El companero del senor Toomis corrio hasta alli, haciendo equilibrios sobre una viga y pisoteandole los dedos al tipo. El chino se fue descolgando de una viga a la siguiente, como si fuera un artista de circo, descendiendo por la estructura de barras entrecruzadas. Un par de trabajadores de la cuadrilla vitorearon su fuga, mientras que otros, aunque no tenian ni idea de por que lo estaban persiguiendo, gritaron que habia que detener al villano. El senor Sears se saco de la funda que llevaba al cinto un viejo y enorme revolver de polvora negra de cuatro balas y disparo las cuatro, sin resultado. Para entonces el chino ya se habia esfumado. En el camino de regreso a casa despues de aquel incidente, Grainier se desvio tres kilometros hasta la tienda que habia en el poblado ferroviario de Meadow Creek para comprarle una botella de zarzaparrilla Hood's a su mujer, Gladys, y a su hija pequena, Kate. La subida por la colina y a traves del bosque en direccion a su cabana lo dejo acalorado, y antes de recorrer el ultimo kilometro se detuvo a banarse en el rio, el Moyea, en una poza honda que habia rio arriba del poblado. Era sabado por la noche, y a modo de preparacion para la velada un grupo de trabajadores ferroviarios de Meadow Creek se habian congregado en la poza para banarse con la ropa puesta y secarse sentados en las rocas antes de que cayera la oscuridad en el canon. Los hombres dejaban a un lado los zapatos y las botas y se sumergian lentamente hasta los hombros, ahogando exclamaciones y salpicandose. Muchos de ellos ya daban sorbos de whisky de sus petacas mientras permanecian sentados temblando despues de sus abluciones. Aqui y alli asomaba de la superficie algun brazo que agarraba con la mano un sombrero maltrecho, senal de que alguien se estaba mojando la cabeza. Grainier no reconocio a nadie y se quedo solo a un lado, vigilando de cerca sus botas y su botella de zarzaparrilla. Mientras caminaba de regreso a casa bajo la oscuridad creciente, Grainier tuvo la sensacion de que se iba topando con el chino por todas partes. El chino en el camino. El chino en el bosque. El chino caminando con pasos suaves, con las manos colgandole de unos brazos que parecian sogas. El chino saliendo con movimientos danzarines del arroyo, como si fuera una arana. Le dio la Hood's a Gladys. Ella se incorporo hasta sentarse en la cama situada junto a la estufa donde estaba convaleciente de eczema y dando de mamar al bebe. Podria haber hecho acopio de fuerzas y haberse ocupado de la colada y de cortar las patatas y la trucha para la cena, pero siempre que a su mujer le dolia la cabeza o se le taponaba la nariz tenian la costumbre de dejarla que se tumbara con una botella o dos del dulce tonico de Hood's y se tomara un descanso de aquellas tareas. A la bebe de Grainier tambien se la veia afectada por el eczema. Tenia los ojos pegajosos de leganas y le colgaban burbujas de mucosidad de los orificios nasales mientras mamaba y roncaba pegada al pecho de su madre. Kate tenia cuatro meses y seguia siendo completamente calva. No parecia reconocer a su padre. Su ligera enfermedad no le doleria, siempre y cuando no le derivara en tos. Grainier se quedo de pie junto a la mesa de la unica habitacion de la cabana, preocupado. Estaba seguro de que el chino les habia lanzado una poderosa maldicion mientras ellos lo arrastraban, y que eso podia tener toda clase de consecuencias negativas. Aunque asombrado ahora por el frenesi de la tarde, y perplejo por su violencia y por como esta lo habia arrastrado como una semilla al viento, el joven Grainier seguia deseando no haberse refrenado y haber matado al chino antes de que este los maldijera. Se sento en el borde de la cama. --Gracias, Bob --le dijo su mujer. --?Te gusta tu zarzaparrilla? --Si, ya lo creo, Bob. --?Tu crees que la pequena Kate puede notar el sabor en tu teta? --Pues claro que si. Muchas noches oian el tren de la Spokane International que subia al norte, a su paso por Meadow Creek, tres kilometros valle abajo. Esta noche su silbido lejano desperto a Grainier, que se encontro solo en el camastro de paja. Gladys estaba levantada con Kate, sentada en el banco que habia junto a la estufa, desprendiendo restos frios de avena de los costados del cazo y dejando que el bebe chupara aquellas gachas de la punta de su dedo. --?Cuanto crees que sabe la nina, Gladys? ?Tanto como un cachorro, tu crees? --Los cachorros pueden vivir solos despues de que la perra los destete --dijo Gladys. Grainier espero a que ella le explicara que queria decir. Le pasaba a menudo que su mujer pensaba mas deprisa que el. --Una cria de hombre no puede hacer eso --le dijo ella--, irse a vivir por su cuenta cuando lo destetan. El cachorro sabe mas que el bebe hasta que el bebe aprende las palabras. Y me refiero a mas que unas cuantas. Un perro criado en casa tambien conoce unas cuantas palabras, tantas como un bebe. --?Cuantas palabras, Gladys? --Pues bueno --dijo ella--, sabe como se dicen las cosas que sabe hacer y las que tu le mandas que haga. --Dime algunas de esas palabras, Glad. Estaba oscuro y el queria seguir oyendo la voz de ella. --Pues <> y <> y <> y <> y <>. El perro sabe como se dice todo lo que el sabe hacer. En la oscuridad sintio que la mirada de su hija se volvia hacia el como la de una bestia arrinconada. No era mas que un engano de su imaginacion, pero le derramo algo frio en el espinazo. Se estremecio y se tapo con la colcha hasta el cuello. Robert Grainier ya no olvidaria aquel momento exacto de aquella noche durante el resto de su vida.

  • El retiro de Mark Edwards

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    Hace dos anos, Julia perdio a su familia en un tragico accidente: su marido murio ahogado tratando de salvar a la hija de ambos en el rio que discurre junto a su casa. Pero lo cierto es que el cadaver de la pequena Lily nunca se encontro. Destrozada por el dolor, Julia esta convencida de que su hija aun sigue viva en alguna parte.

  • El gran circo de la economia de Peter T. Leeson

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    ?Sabia que, en la Inglaterra del siglo xix, habia subastas en las que se compraban y vendian mujeres para luego casarse con ellas? ?Que, durante 250 anos, Italia persiguio penalmente a las cucarachas y a los grillos? ?O que en Liberia, aun hoy, los acusados de un crimen beben a veces veneno para determinar su destino?

  • Juegos de pasion (Amigas Forever 5) de Anna Soler

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    Michelle huia de un pasado oscuro. Nadie conocia cual era su verdad, ni tan siquiera su unico hermano Ivan.
    Dejando atras brooklyn Michelle comienza una nueva vida en San Francisco.
    Nuevo trabajo, nuevos amigos, nuevas experiencias. Entonces conoce a Ethan Macconner, el aclamado neurocirujano del hospital “Madison center”.
    La atraccion entre ambos sera inmediata, una pasion arrolladora incapaz de controlar.
    Michelle iniciara una torrida aventura con el atractivo doctor sin saber que esta jugando con fuego.
    ?Sera capaz de parar a tiempo antes de que el amor gane el juego?
    Los fantasmas de su vida la acechan de cerca. Michelle tendra que afrontar sus propios miedos para poder ser feliz.
    Lujuria, desenfreno, y deseo seran la trama de una pasion incontrolada.

  • Tal vez en otra vida de Isabel Acuna

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    En Paris, el colombiano Alvaro Trespalacios, agregado diplomatico, se tropieza con una misteriosa mujer muy parecida a Sofia Marinelli, una joven pintora a la que conocio en Nueva York nueve anos atras, y a la que amo con una pasion arrolladora, perdiendola mas adelante en circunstancias muy confusas. Las vivencias del pasado lo asaltan en un vaiven de sentimientos encontrados y pondra en juego todas sus armas hasta saber quien es ella y conquistarla.
    De la autora de Hermosa locura, Perdido en tu piel y Cerca de ti, llega esta magnetica e intensa historia que desborda amor y erotismo en un torbellino de secretos, suspenso y desconfianza.

  • Phoebe, una mujer indomita de Pilar Lepe

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    Phoebe, vive con sus tres hijos y un padre invalido en Portreath, un pueblo minero ubicado al norte de Cornualles. Ella es viuda, y sola se ha hecho cargo de su familia, por lo cual tiene un caracter fuerte y desconfiado.
    Colby, es un conde, un hombre fino acostumbrado a la buena vida y a las malas costumbres.
    Huyendo de su ultimo desliz, se ve envuelto en un naufragio, y es asi como llega literalmente a los pies de esta mujer, cuando ella y sus hijos esperaban la llegada de los arenques.
    Las chispas saltaran entre ellos, porque desde el principio el desprecio sera mutuo. Y a pesar de que a su alrededor todos quieren que estos dos se entiendan, ellos no haran nada por facilitar las cosas: Phoebe es una mujer dificil, y por el contrario, Colby quiere que todo sea facil.
    Sin embargo, gracias a una solida promesa hecha por Colby, tendran que comenzar a limar asperzas, porque de lo contrario el futuro que les espera, sera todo, menos feliz.

  • Erase una vez un canalla (Calaveras redimidos 3) de Mary Jo Putney

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    Gabriel Hawkins Vance estaba de pie frente a la inmensa puerta mientras intentaba controlar los temblores. Se habia alistado en la Marina Real con doce anos y no era el mas joven de su grupo de guardiamarinas. Durante los seis anos siguientes, se enfrento a balas de canon y a enfermedades letales, ayudo a controlar un motin y, a los dieciseis, comando un barco frances apresado que debia llegar a Portsmouth. Aunque nada lo habia aterrado tanto como tener que enfrentarse al hombre que estaba al otro lado de aquella puerta. Respiro hondo mientras aceptaba su destino. Llamo un par de veces a la puerta antes de entrar en el gabinete de su abuelo. El almirante Vance estaba sentado detras de su mesa con el ceno fruncido, pero se puso de pie en cuanto vio a su nieto y fruncio el ceno aun mas. --!Eres una verguenza para la familia! --exclamo sin detenerse en formalidades. Era alto, de pelo canoso, inflexible como un roble curtido--. !Los Vance han servido y han muerto por la Marina Real durante generaciones sin mancillar nuestro honor hasta que tu llegaste! --Lamento haberlo decepcionado, senor. --Gabriel intento controlar un estremecimiento. --Estabas haciendolo bien, estaba orgulloso de ti. Y vas y lo tiras todo por la borda. --El anciano torcio el gesto--. !Habria sido preferible que murieras en la batalla! Gabriel penso en los cuerpos de sus companeros muertos, hechos pedazos por las balas de canon francesas. Esa seria, normalmente, una manera rapida de morir y habria complacido al viejo almirante, pero el no habia llegado al punto de desear estar muerto. --Lamento haberlo desobedecido --replico mientras intentaba mantener la voz firme--. Pero es consciente de las circunstancias que llevaron a mi destitucion. --Esas circunstancias, tu juventud mas el apellido de la familia, te salvaron de un consejo de guerra y de acabar en la horca --le solto su abuelo--. Aunque te lo merecias. --Haria lo mismo otra vez si me encontrara en las mismas circunstancias --confeso Gabriel, que sintio una repentina necesidad de sincerarse. --!Canalla impertinente! !Fuera de mi vista! --grito su abuelo--. !Y no vuelvas a menos que hayas restablecido el honor de tu apellido! --Como desee, senor --respondio con fria formalidad. Las palabras eran como hielo en sus venas. Se despidio con un saludo militar perfecto y se dio media vuelta para salir de la estancia, con la certeza de que no volveria a ver al anciano... Jamas. --!Ay, carino mio! --Su abuela le salio al paso mientras se dirigia a ciegas hacia la puerta principal--. ?Tan desagradable ha sido? --Lo estrecho con calidez entre sus brazos como si se tratara de un nino y no de un muchacho que le sacaba cabeza y media. --No quiere volver a verme en la vida. --Gabriel abrazo a su abuela mientras reprimia sus vergonzosos deseos de llorar--. No a menos que haya restablecido el honor de mi apellido, algo que no sucedera nunca porque para el el honor esta ligado a la Marina Real. Ahora que me han licenciado, eso no pasara. Sera imposible. --!Oh, Gabriel, carino! --Lo solto mientras lo miraba con expresion triste--. Es duro contigo porque se preocupa demasiado por ti. ?De verdad se preocupaba su abuelo por el o mas bien lo veia como un medio para continuar la tradicion familiar en vez de verlo como a una persona en si misma? Llego a la conclusion de que sabia la respuesta. --No va a echarme de menos, tiene otros nietos. --Si, pero tu siempre has sido su preferido --repuso con ternura--. Que conste que creo que hiciste lo correcto y estoy orgullosa de ti. --Gracias. --La beso en la mejilla. Sus palabras lo ayudaron un poco. --?Que vas a hacer ahora? --No estoy seguro --contesto, incapaz de pensar en otra cosa que no fuera el reciente enfrentamiento con su abuelo--. Supongo que encontrare un puesto en un barco mercante. --?Habrias elegido la armada de pequeno de haber tenido eleccion? --le pregunto su abuela con mirada perspicaz. Sus palabras habian dado justo en el clavo. --No lo se. --Penso en el mar y en su temperamento: hermoso y aterrador, emocionante y aburrido--. Tal vez no --agrego con honestidad--. Pero es el unico oficio que conozco. --Y en ese momento el mar le proporcionaria consuelo. --Elijas el camino que elijas, recorrelo bien --dijo su abuela con firmeza--. !Y, por favor, escribe! Puedes enviar las cartas a la tia Jane. --Lo hare --le prometio, incapaz de soportar la idea de perder a la unica persona de cuyo amor nunca habia dudado--. Y me cambiare de nombre para que el abuelo no se averguence por mi culpa. --Usa Hawkins --dijo con sorna--. Es tu segundo nombre y Jack Hawkins fue uno de los marinos mas heroicos de Inglaterra. --Su abuela siempre habia compartido su sentido del humor. --Me apropiare de ese nombre. De ahora en adelante, sere Gabriel Hawkins. --Le dio un ultimo abrazo y salio por la puerta, hacia un futuro que aun no podia imaginarse. 1 Londres, otono de 1814 Lord y lady Lawrence estaban disfrutando de una tarde placentera en su biblioteca cuando llego la carta. El mayordomo en persona se la entrego al conde. Sylvia Lawrence levanto la vista y vio que la misiva estaba envuelta en una tela manchada de aceite y supo que debia de haber recorrido una gran distancia. --?Es una carta de Rory? --pregunto con entusiasmo--. !Hace tanto que no tenemos noticias de ella! ?Volvera a casa? Su marido abrio la carta y la leyo con el ceno fruncido. Luego solto una blasfemia tan malsonante que ninguna otra persona se habria atrevido a pronunciarla. --!Tu hija, lady Aurora Octavia Lawrence, la ha hecho buena esta vez! --Tambien es hija tuya --le recordo Sylvia mientras comenzaba a preocuparse--. ?Que ha ocurrido? --La carta viene del consulado britanico en Argel --mascullo el conde--. !Unos piratas berberiscos han secuestrado a tu dichosa hija y ahora exigen un rescate desorbitado para liberarla! --?Como es posible? --grito Sylvia mientras su buen humor se convertia en horror--. Creia que los piratas berberiscos habian abandonado su actividad despues de su derrota a manos de los estadounidenses y de la firma del tratado. --Los piratas de Berberia no son muy de cumplir tratados --dijo su marido con amargura--. El consul dice que no esta herida, pero esta retenida en un haren y pronto la venderan como esclava a menos que paguemos su rescate de !cincuenta mil libras! --Alzo la voz--. !Cincuenta mil libras! --Tiro la carta en la mesa e hizo que la elegante pluma de ganso saliera volando--. Muy bien, !pues que se la queden! No les pagare un solo penique a esos malnacidos para recuperarla. --Geoffrey, !no puedes estar hablando en serio! --exclamo Sylvia--. !Es nuestra hija pequena! Rory era la alegria de tu vida. --Hasta que crecio y desde entonces solo nos ha dado problemas. --Miro a Sylvia con el gesto torcido--. No podremos casarla como Dios manda y se ha gastado la herencia de su tio abuelo en sus viajes. Es una descarada muy lista. Que se las apane sola. Ya me ha costado bastante. --!Es nuestra hija! --?Crees que no lo se? --Su ira inicial lo estaba abandonando y el dolor asomaba a sus ojos --. Tal vez sea conde, pero no me puedo permitir semejante suma. Me llevo varios anos saldar las deudas que mi padre me dejo. Ya sabes la cantidad de prestamos hipotecarios que hemos tenido que pedir para mantener a los ocho hijos que has tenido. --Tu tambien pusiste de tu parte con esos ocho --senalo con sequedad--. Hemos sido bendecidos con ocho hijos saludables, encantadores e inteligentes. ?A cual de ellos quieres abandonar? --A ninguno --respondio el con un suspiro--. Pero haberles proporcionado los futuros que merecian han agotado las reservas familiares. Simplemente no hay dinero disponible para pagar ese descomunal rescate. Ni siquiera para Rory. --Pero !sera una esclava en Berberia, Geoffrey! --Sylvia se mordio el labio porque sabia lo dificil que habia sido reunir el dinero para ayudar a que sus hijos mayores se establecieran en sus nuevas vidas--. No es una travesura, !es un desastre! !Piensa en los horrores que tendra que pasar! --Es lo bastante guapa como para evitar las peores atrocidades --dijo con los labios apretados--. Es probable que acabe como la favorita del dey de Argel. Lo siento, Sylvia, Rory se lo ha buscado. --Se le quebro la voz, demostrando asi lo que le dolia--. Y ahora tendra que aguantar al hombre que este dispuesto a pagar por ella. La condesa se estremecio. Su marido habia decidido que el rescate era imposible de pagar y que no moveria un dedo para ayudar a su hija Rory. Cerro los ojos mientras las terribles imagenes de lo que podria sucederle a su hija pequena le pasaban por la cabeza. Queria muchisimo a todos sus hijos, pero Rory fue un bebe precioso y feliz. Por ese motivo Sylvia le puso Aurora, porque le recordaba a un amanecer. Aurora pronto se transformo en el diminutivo Rory, mientras su hija crecia entre risas y travesuras. Si, a veces se metia en problemas, pero se debia a su apetito por la vida. No habia maldad en ella. Sylvia conocia bien a su marido. Una vez que Geoffrey habia analizado la situacion y habia decidido que no habia nada que hacer, le cerraria la puerta a Rory y se concentraria en los problemas mas cercanos a su hogar que si podia solucionar. Enterraria el destino de su hija tan profundamente que no sentiria el dolor, excepto en sus pesadillas. Aunque eso no queria decir que ella tuviera que hacer lo mismo. Le habian llegado rumores de un hombre capaz de lidiar con situaciones peligrosas. Un aristocrata relacionado con todo tipo de personas al que visitaria por la manana. Quiza, !por favor, Senor!, conociera a alguien capaz de traer a su hija de vuelta a casa. Goleta Cefiro, Pool of London, rio Tamesis, Inglaterra Cuando era nino, Gabriel habia sonado con ser el audaz capitan de un velero. Un corsario como Drake y el legendario sir Jack Hawkins, su homonimo. Sus suenos no incluian las largas y aburridas semanas en el mar ni las galletas con gorgojos del barco ni el pan acimo duro como las piedras. Ni los libros de cuentas. Los suyos eran sencillos porque era el dueno y tambien el capitan, pero debia de hacer algunas cuentas para que la Cefiro pudiera funcionar de manera adecuada. Por suerte, su ultima mision a Estados Unidos para rescatar a la viuda inglesa abandonada habia sido muy rentable gracias a la generosidad de la familia de la mujer. Como extra, incluso habia evitado acabar hecho pedazos por los barcos de guerra de la Marina Real que pululaban por la bahia de Chesapeake.

  • El Numero 19 de Erina Alcala

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    Mateo y Gracia, se enamoraron de Kansas en uno de los viajes que hicieron desde Espana, a los dos anos de casarse en Cordoba. Habian ahorrado dinero de sus trabajos para el viaje y recorrer y unos cuantos estados de Norteamerica, porque era un sueno que tenia y porque en ese tiempo, los jovenes americanos, recorrian el pais de ese modo. Alquilaron una auto caravana, que en ese tiempo estaba de moda y recorrieron parte del pais. Y se enamoraron de un Pueblo pequeno, Marion, perteneciente al condado del mismo nombre en el estado de Kansas. Eran jovenes y habian trabajado desde los dieciocho anos en un bar y restaurante del padre de Mateo, en el centro de Cordoba, donde el turismo visitaba la ciudad. Gracia habia entrado de camarera, al igual que Mateo que ayudaba a su padre, ya que no fueron ninguno de los dos a la Universidad al salir del instituto. Se enamoraron de verse a diario y el dia que tenian libre, los lunes, en que cerraba el restaurante, salian juntos. Se quedaron dos anos sin vacaciones, ahorraron y se tomaron dos meses para realizar el viaje de sus suenos. El padre de Mateo, no puso ningun inconveniente. Ambos eran muy trabajadores y quiso que su hijo cumpliera su sueno antes de asentarse de lleno en el trabajo. Llevaban trabajando con el padre de Mateo siete anos y hacia dos que se habian casado, con lo cual, las vacaciones de esos dos anos, tambien serian su luna de miel. Tenian un piso pequeno alquilado a las afueras de Cordoba, en un barrio normal, lo que podian permitirse, porque con los sueldos de camareros, no les daba para tanto, ni para comprar uno de momento. Gracia se quedo embarazada en el viaje por Estados Unidos. Siempre decia que se habia quedado en Marion, en ese pequeno pueblo precios. Y que le pondria ese nombre a su hijo, si era nina. Porque ese pueblo del que se enamoro. El viaje fue estupendo y vinieron encantados de su recorrido por Norteamerica. Chapurreaban ingles debido a que tenian que servir mesas a ingleses y americanos en el restaurante. Y eso les sirvio en el viaje al menos para medio entenderse con la gente. Volvieron y la vida volvio a la normalidad, al trabajo en el restaurante, salvo por el embarazo de Gracia. Era un gran restaurante del que el padre de Mateo estaba orgulloso. Mateo y Gracia tuvieron al final una nina y Gracia se salio con la suya y le pusieron de nombre Marion, ya que la madre se empeno en ello, por el pueblo que le gusto en Kansas y que nunca olvido. Cuando Marion, una nina preciosa y morena, cumplio cinco anos, el padre de Mateo murio de un infarto. Su madre habia muerto anos antes de una infeccion renal. Gracia no la conocio nunca. Mateo era hijo unico y se quedaron solos. Ya que Gracia, era huerfana y vivia con una tia suya que ingreso en una residencia del estado, por tener Alzheimer y que murio meses antes del padre de Mateo. Cuando todo paso, unos meses mas tarde de la muerte del padre de Mateo, Gracia le dijo que por que no vendia el restaurante y se iban a Kansas. Les habia gustado tanto... Ese pueblo pequeno y tranquilo como el nombre de su hija. -?Y que vamos a hacer alli, Gracia? Aqui al menos tenemos el restaurante. -Podemos poner un motel con un restaurante pequeno y bar, alli no habia. Era un lugar de paso y podriamos tener exito. Era tan tranquilo. ?No te gustaba tanto? -Si me gusta, pero es un riesgo, tenemos que invertir, comprar el terreno, edificar y.... -Tenemos algo ahorrado y tienes el restaurante y tambien la casa de tu padre y yo la de mi tia. Con las tres vendidas, podemos poner algo nuestro. -Lo pensare. Habria que poner en venta todas las propiedades. Y se arriesgaron y vendieron la casa del padre, de la tia y el restaurante funcionando con todo lo vendieron con un traspaso por todo lo que tenia, y obtuvieron una gran suma de dinero. Fueron a enterarse a una gestoria de lo que supondria montar un negocio en Kansas y si al ser emigrantes necesitaban algun permiso especial. Con una lista de cosas por hacer y documentos por rellenar, recogieron las pocas pertenencias que tenian y pusieron rumbo a Kansas los tres. Fueron de viaje a Nueva York y de Nueva York a Topeka, la capital de Kansas y alli Mateo compro una gran furgoneta y viajaron a Marion. Alquilaron una pequena casita e hicieron todas las gestiones en el ayuntamiento. Pidieron permisos, un constructor, y justo a la salida del pequeno pueblo, al lado de la carretera de mas transito, encontraron una buena parcela donde ubicar su sueno. En principio, su idea era montar un motel, con restaurante y bar, pero despues lo pensaron bien y con el estudio que le hicieron, habia mucha gente de paso, y la inversion era demasiado grande, asi que hicieron un motel y una casa de dos plantas para vivir. Y justo en la planta baja de la casa, dejaron un espacio para la recepcion del motel. En la otra parte, junto a la entrada, tenian un despacho y dentro, un salon comedor, cocina y un gran patio. Y en la planta alta tres dormitorios y dos banos. Y un aseo en el patio, Y a lo largo, el motel con 25 habitaciones completas de distintos tipos. Hasta habia dos triples. Y justo al lado de la casa, entre esta y las habitaciones habia un pequeno local con maquinas de bebidas, de sandwiches que Gracia se encargaba de hacer a diario, a veces, dos veces al dia, ensaladas, habia maquinas de cafe, de infusiones y de patatas y barritas de chocolate y energeticas, tabaco, chucherias y dulces., incluso compresas, tampones y preservativos, toallitas... y algunos productos de banos y farmacia pequenos. No faltaba nada. Le recomendaron la sala de maquinas de comida, porque asi se ahorraba meter una persona para trabajar. Asi el se quedaba al tanto de las llaves y la contabilidad, hacia los pedidos y Gracia limpiaba las habitaciones y reponia la sala de maquinas entre ella y Mateo que hacia los pedidos. Gracia tambien limpiaba su casa. Y metieron a una persona para que atendiera por la noche la recepcion. Lo cierto es que tuvieron mucho exito porque el motel quedo muy bonito, decorado con gusto y tenia buenos precios y la sala de maquinas, daba un buen dinero extra. Ademas, no se gastaron todo el dinero, con lo cual estaban contentos. Y con los anos, se integraron en esa comunidad y nunca se habian arrepentido. Marion, entro en el colegio, y despues, cuando se hizo jovencita, entro en el instituto y ayudaba a sus padres los fines de semana, cuando no estudiaba y colaboraba en lo que podia, aunque le gustaba el trabajo del padre, la contabilidad y aprendio con el mucho. Su padre le ensenaba. Era su princesa. Marion era una jovencita preciosa y morena, sus ojos castanos claros y grandes llamaban la atencion, su pelo largo y liso y el gran problema del que ella se quejaba, era la mas bajita de su clase, pero su cuerpo adolescente era precioso. Y por supuesto, en el instituto, no fue admitida como animadora del equipo de futbol, no era alta, ni rubia ni hacia esas piruetas que hacian las animadoras porque no tenia tiempo de aprenderlas, debia ayudar a sus padres en el motel. Tenia amigas como ella, al margen de los chicos guapos del equipo de futbol y las animadoras, por ejemplo el empollon Alex. Un chico delgaducho, alto y desgarbado, siempre dispuesto a ayudar. En su grupo de perdedores, tambien estaba Boris, el amigo gay que toda chica quiere tener, y el gordito y gracioso Alfred. Las chicas eran ella, la espanola. (Las rubias animadoras, esas chicas preciosas, creian que Espana estaba en Mexico y ella se reia. Con lo cual la trataban con un toque de racismo e inferioridad). Luego estaba su mejor amiga, Diane, era un poco mas alta que ella, con el pelo rizado por media espalda. Era guapa simpatica y entusiasta y era la que dirigia el grupo, y para finalizar estaba Gia, que era una chica que vestia con petos, y parecia un chicarron, alta y con el pelo corto. Y en ese grupo estaba Marion, pero era feliz. Claro que aunque no le gustaba estar en el grupo de esas chicas tontas y vanas, si que le gustaba el chico que a todas le gustaba, el mas alto, de pelo negro y ojos verdes, alto ya se veia que iba a ser, aunque aun tenia cuerpo de adolescente, era guapo a matar. Kane. Pero Kane no estaba a su alcance, a su altura menos. La jefa de animadoras no lo consentiria y la descuartizaria. Menuda era Bonnie. Lo mas gracioso es que se decia novia de Kane, pero no salia con el. Y ella lo miraba en los pasillos. Embobada, en clase, embelesada, sonaba mirando su cuerpo en los partidos. Y por supuesto, la vanidad de Kane, se dio cuenta y cuando pasaba a su lado, le sonreia, pero ella sabia que se reia de ella porque se ponia roja como la grana. Nada cambio hasta el ultimo ano del instituto y en la fiesta fin de curso. Nadie la invito a ir con ella al baile de graduacion, pero en la fiesta, se entero de que Kane no habia invitado a ninguna chica. Y en uno de esos momentos del baile, ella salio a tomar el fresco a la calle, donde habia mas grupos de chicos. En uno estaba el chico alto y guapo del que ella estaba enamorada. Kane. Se acerco a ella y Marion se sorprendio y se puso nerviosa. -!Hola Marion! -!Hola Kan! -?No has venido con nadie? -Con mis amigos ?y tu? -Solo. -Muy bien- y le dio un sorbo a la coca cola que llevaba. -?Que vas hacer el ano que viene? -Me ire a Nueva York, voy a estudiar Direccion de Empresas y Contabilidad, me han dado una beca. -?En serio? - le dijo sorprendido. -Si. ?Tu no tienes beca por el futbol? -No, la verdad, me han faltado otras asignaturas- seguro que habia sido por su tonteo con las chicas. -?Y que piensas hacer? -Ire a Topeka. Me gusta la Criminologia. Alli puedo estudiar. -?Quieres ser policia? -Quiza. -Bueno. -?Vamos a dar un paseo? -Si quieres...- Dijo Marion. Y se alejaron y en el parque, en la oscuridad, se sentaron en uno de los bancos y el la beso en los labios y ella temblo. Su primer beso, con el chico de sus suenos. -!Eres guapa Marion! Y ella lo creyo. No supo como, pero se encontro en la casa de Kane, en la habitacion donde dormia, mientras su padre habia salido a hacer su ronda. Era el sheriff del condado y no tenia madre desde pequeno en que murio. Y sus hermanos estaban fuera estudiando. Y alli hicieron el amor. Ella por primera vez dejo de ser virgen con el chico del que estaba enamorada, y tuvo su primer orgasmo. Mientras lo hacian, ella, ingenua, le dijo que lo queria, y el se rio como si ella tuviese cinco anos menos. Fue un deje de ternura y algo mas que ella no supo descifrar. Era ingenua y Kane se sorprendio. Kane, no tenia intencion de hacer el amor con esa chica pequena que iba con el grupo mas raro del instituto. Sabia que le gustaba a Marion, lo miraba siempre babeando y le seria facil acostarse con ella. Vio la oportunidad esa noche y la aprovecho. Lo que no se imaginaba es que fuese virgen y ese detalle le creo un cierto malestar, pero no se iba a hacer responsable de nada. Ya era mayorcita. Cuando estaban acostados en la cama de Kane, le pregunto... -?No lo has hecho nunca? -No. -Tienes ya 18 anos. -Bueno, pero no he querido hacerlo con nadie. -?Te reservabas para alguien en concreto? -No, no es eso. No habia pensado nada asi. -?Te ha gustado? -Si, mucho. -!Eres una chica preciosa! -le dijo Kane. Y estuvieron haciendo el amor tres veces y besandose. Dos horas. Hablaron poco. Hablaron casi nada. Y fueron de la mano de nuevo a la fiesta, ella acalorada, avergonzada y satisfecha. Era mas de lo que habia imaginado. Y ya se creia su novia. Todo habia sido nuevo para ella. Y penso... su imaginacion volaba por senderos y prados verdes y creyo ser la novia de Kane por el hecho de haber estado juntos. Pero se equivoco. Y supo a bocajarro que el hecho de acostarse con un chico, para el al menos, no habia significado nada, solo sexo, porque mientras Marion charlaba con sus amigos que le preguntaron donde se habia metido y les dijo que dando una vuelta por fuera. Cuando miro la pista de baile, en menos de cinco minutos, alli estaba Kane, besandose con Bonnie, agarrandola fuerte y bailando muy pegados. Y supo que todo habia sido una broma, que era un cabron que se habia aprovechado de ella y que se habia reido de la estupida que habia sido. Se sintio lastimada, herida, humillada y nunca jamas volveria a mirarlo a la cara. Ni a hablarle en su vida. Como podia besar a otra chica cuando en menos de media hora la habia besado a ella y se habia acostado con ella. Se le cayo la careta. Era un tio estupido como los demas, creido y vanidoso. Deberia guardar su secreto y no decirselo a nadie, jamas. Y esperaba que el no dijera nada. Afortunadamente tenia dos meses para irse a la universidad. Y no lo volveria a ver, si podia. Pero se acerco a ellos y al verla Kane, teniendo agarrada a Bonnie, se agacho a su oido, diciendole despacio y susurrandole. -?No te has quedado satisfecha? Y se dio la vuelta y juro que se lo pagaria algun dia. Durante el verano, ayudo a sus padres en el motel, a su madre a limpiar y a repasar las cuentas con sus padres, a rellenar las maquinas y todo cuanto podia ayudar. No vio a Kane ese verano, salio poco y donde iba con sus amigos, no eran los lugares que el frecuentaba a pesar de ser un pequeno pueblo. Por sus buenas notas habia recibido una beca donde ella solicito en la Universidad de Cambridge, en el estado de Massachusetts. A ella le encantaba y dio saltos de alegria cuando recibio la beca, pues iria a una universidad importante, se quedaria en el campus, y estaria cerca de Boston y Nueva York. Era un sueno. Y olvido todo. Miro por internet, las asignaturas de su carrera, semestralmente y los vuelos. Recibio sus documentos y preparo todo. Sus padres estaban contentisimos, excepto que se iba demasiado lejos, y solo tenian esa hija, pero orgullosos porque esa Universidad era importante y su hija saldria preparada y sabia que no se iba a quedar en Kansas. Kansas era el sueno de ellos, pero no de su hija. El de su hija, siempre supieron que era Nueva York. Cinco anos despues, Marion, con 23 anos salio de la Universidad de Cambridge, con una Licenciatura en Derecho y Contabilidad y Un Master en Contabilidad de empresas, siendo la segunda de su promocion y con algunas empresas que contaban con ella en Nueva York para trabajar. Se habia convertido en una chica preciosa. Habia vuelto cada verano a Marion con sus padres a verlos y a ayudarlos como siempre. A veces tambien en Navidad. El Motel nunca estuvo falto de clientela y sus padres trabajaban duro. En verano ella animaba a sus padres a que se fueran de viaje unos dias. Ella se quedaba al mando del motel unos dias en verano, desde los 20 anos y al menos descansaban. Tan solo vio a Kane una noche que le pidio una habitacion del motel para llevar una chica, que no era de ese pueblo del condado, porque no la conocia. Kane, se sorprendio mucho la verla e incluso le parecio avergonzado. -!Hola Marion!, ?que tal, no esta tu padre? -!Hola Kane! Estoy yo esta tarde- no tenia por que decirle nada mas ni darle explicaciones de que estaba sola en la casa. -?Una habitacion? -Si, para esta noche. -Bien, toma, la 19, tiene cama de matrimonio. -Gracias. ?Sigues estudiando? -Si, sigo estudiando. -no queria darle explicaciones ni hablar con el siquiera. Y Kane noto que estaba aun enfadada por lo que paso dos anos atras. -Marion... -Toma la llave. Son 30 dolares. Y ya sabes que el salon de maquinas esta abierto las 24 horas. Que te vaya bien. Buenas noches. Le cobro y eso fue todo cuanto hablo con el. El verano que termino los estudios, volvio a casa y repaso con su padre las empresas que estaban interesadas en ella, que le habian dado en la Universidad, las estudio por internet, y al final se decidio por una en Manhattan. Era una empresa de informatica importante. Seria Directora de contabilidad de la parte de marketing de la empresa, y su sueldo era bastante alto, a pesar de no tener experiencia, pero venir de la Universidad de donde venia y ser la segunda de su promocion, era suficiente para no tener en cuenta la experiencia. Su sueldo era alto. 7.500 dolares netos. Y empezaba el uno de septiembre, con lo cual solo iba a estar en Kansas con sus padres un mes. En agosto queria irse a Nueva York y buscarse un apartamento, ver donde estaba situada la empresa y situarse. Sus padres le pagaron el pasaje como siempre y le dieron 100.000 dolares, pero ella no queria. Era una barbaridad. -!Papa es demasiado! -Hija, si has tenido beca y apenas hemos gastado dinero en tus estudios, tenemos ahorrado, eres hija unica y no queremos que te quedes en un apartamento lejos del trabajo, ?vale? -Vale papa. Gracias. Te quiero... -Te ahorraras transporte y al final estaras mejor. En el centro, asi nos quedamos tranquilos de que no estes en una mala zona. Nueva York es grande. Asi que tomalos. No lo necesitamos. Tu madre y yo tenemos ahorrado dinero, no te preocupes tanto. El hotel fue lo mejor que hicimos. Tienes que sacaste un seguro de salud, cuando llegues, tambien ahora que vas a vivir independiente. -Lo hare papa. Por eso quiero ir antes. -Mi nina...- Decia su madre con lagrimas en los ojos. -Mama, vendre en las vacaciones como siempre. -?Y en Navidades? -Depende de los dias que tenga. Disfruto esos dias con sus padres y cuando llego agosto se fue a la gran manzana. Se quedo en un hotel, cerca del trabajo, que ya tenia ubicado. Y lo primero que hizo al siguiente dia fue desayunar por Manhattan, que era caro, pero maravilloso, buscar una inmobiliaria y sacarse un seguro de salud. Esto lo hizo antes, y la inmobiliaria se la encontro en la avenida andando. Entro y una chica la atendio. -Digame senorita, sientese. -Marion Angulo. -!Que nombre mas raro! -Soy espanola, pero llevo desde los cinco anos en estados Unidos. -Soy la senorita Agnes. Encantada. Digame que necesita. -Pues quiero un apartamento bonito cerca de este numero o enfrente, no me importa, pero aqui tengo el trabajo y quiero estar al lado. -?Y que necesita? -Que este amueblado, no demasiado alto ni demasiado bajo, listo para entrar, dos dormitorios, uno que me sirva de despacho y que este limpio, por favor. -Bueno, vamos a echar un vistazo a ver que puedo tener. La agente, estuvo mirando y anotando y Marion la vio anotar cuatro apartamentos. -Bien, tengo cuatro, como me pide, de dos dormitorios uno frente al trabajo, y los otros tres muy cerca, dos en el edificio contiguo y otro una manzana mas adelante. ?Quiere que vayamos a verlos? -Me encantaria, no tengo nada que hacer. -Pues me espera y cojo las llaves y las carpetas. -!Esta bien! Que facil y rapido le parecio todo, pero lo necesitaba con rapidez, no queria pagar muchos dias de hotel, eran caros. Estuvieron casi dos horas mirando todos los apartamentos, preciosos y le encanto uno que estaba justo al lado de su trabajo, planta numero 19, con vistas a la avenida, con un dormitorio grande y maravilloso y un despacho en el mismo salon, en un rincon al lado de la ventana, comedor y cocina, de 70 metros cuadrados, amplio y un bano y vestidor en el dormitorio y un aseo que hacia las veces de cuarto de lavado y armario para meter los productos de limpieza. Era maravilloso, super limpio y la cocina pequena le encantaba, con una peninsula y dos taburetes y en tonos amarillentos y ocres que hacian agradable y calidas las estancias. Y el espacio estaba bien aprovechado. Era maravillosos y le encanto, todo nuevo y perfecto. El precio sabia que iba a ser caro, 3700 con la comunidad. Si ganaba 7500, le quedarian unos 3800, si quitaba unos 1800 de gastos de luz, movil y comida y demas gastos, podria incluso ahorrar de 1500 a 2000 al mes. Eso era fantastico. Y se quedo con ese apartamento. No le importaba que no tuviera un despacho si ya lo tenia en el salon que era grande y estaba junto a la ventana y parecia un espacio aparte. Compraria unas cuantas cosas y ya lo tendria listo. Al dia siguiente se cambio a su apartamento. Salio a hacer una gran compra de todo y le dio un repaso de limpieza, puso coladas con las sabanas y toallas y cojines y salio a comer. Cuando volvio coloco las coladas y abrio su maleta. Y se hizo un cafe. Bueno, al dia siguiente saldria a desayunar y por la noche haria una lista con lo que necesitaba de ropa y de despacho, cremas y maquillaje y el siguiente iria a la peluqueria y pasaria por el trabajo al siguiente. Llamo a sus padres y les dijo que estaba instalada. Llevaba una semana en Manhattan y se habia recorrido los alrededores y donde estaban las tiendas, el parque, un centro comercial, el supermercado, unas buenas cafeterias para desayunar los fines de semana. Y el trabajo, se llevaria alli la comida, en un taper. Su horario era de 7 a 4 se la tarde y una hora de descanso de 12 a 1 para comer. Incluso podia subir a su casa y comer alli. Ya veria. Estaba encantada con su nueva vida de trabajo y libertad. Aun le quedaban dos semanas para empezar a trabajar y se dedico a pasear, se compro ropa para el trabajo, a su cuerpo, a dar paseos y desayunar fuera, le encantaba desayunar fuera, llamaba a casa y hablaba mucho con su padre que era el que estaba en la recepcion mas tiempo. Se compro un par de novelas y miraba la empresa y la estudio. Su vida amorosa tras dejar de ser virgen con Kane, se redujo a salir dos anos en la Universidad con un chico de Boston, Dan, guapo e inteligente que estudiaba en la universidad ingenieria. Estuvo enamorada de el, pero las cosas se fueron enfriando y pasaron a una rutina que no gusto a ninguno de los dos, y lo dejaron de acuerdo mutuo, aunque a ella le resulto doloroso, pero lo que no podia ser, no era. El ultimo ano haciendo el master salio seis meses con un vaquero de Montana, divertido y gracioso, pero Montana estaba lejos y las relaciones a distancia sin saber donde iba a ir cada uno, termino por minar la relacion y quedaron como amigos. Ademas era muy joven. Tenia 23 anos y ninguna prisa.

  • El escudo de los dioses de Lorena Concepcion

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    Scarlett Bouclier esta cumpliendo su sueno de ser directora de arte en una pequena compania de teatro, pero todo puede cambiar en un segundo y la aparicion del misterioso Nick y su hermano Ares, un moreno de ojos dorados y actitud enfadada con el mundo, hara que se cuestione todo lo que conocia hasta ahora. Entre Ares y Scarlett nacera una pasion prohibida y se vera envuelta en un mundo peligroso que creia inexistente, en el que ella tendra un papel fundamental.

  • Bienvenida al club Cabronas sin Fronteras de Megan Maxwell

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    Amar y ser amada es lo que toda mujer. desea.
    Lo que toda mujer. ansia.
    Y con lo que toda mujer. suena.
    Pero ?que pasa cuando el sueno se desvanece, eres consciente de que tu vida es pura mentira y encima vas rayando los techos alli por donde pasas?
    Te pongo en situacion.
    Silvia, Rosa y Elisa no han tenido demasiada suerte en el amor. Por diferentes circunstancias, las tres han acabado rompiendo sus supuestamente felices vidas matrimoniales y han adoptado el estado civil de solteras o divorciadas. Y tambien esta Venecia. Soltera y sin hijos, tanto la vida de sus amigas como su ultimo fracaso amoroso le hacen ver que el amor, ademas de caduco, es una mierda.
    Tras una noche de juerga y borrachera en un karaoke, donde conocen las historias de otras mujeres, tienen varias cosas claras:
    1. El amor es para los incautos.
    2. Se acabo ser una princesa para empezar a ser una guerrera.
    3. Corazon blindado y cabeza fria (y si es en <>., mejor).
    4. Crearan un club privado llamado. Cabronas sin fronteras.
    Si quieres reirte y ver como las mujeres somos capaces de dar un giro a nuestras vidas, no puedes quedarte sin leer Bienvenida al club. Cabronas sin fronteras.

  • La ultima conquista de Kim Lawrence

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    Torturado por la muerte de su mejor amigo, el multimillonario magnate griego Nik Latsis encontro consuelo en los brazos de una espectacular desconocida. Desde aquella noche, ese recuerdo poblaba sus suenos. Por eso Nik sabia que solo se libraria de sus fantasmas si volvia a tenerla en sus brazos. Lo que no supo predecir fue que necesitaria mucho mas que sus dotes de seduccion para conseguir llevarse a la cama a una mujer con la personalidad de Chloe.

  • Amarte es mas que mi destino de Gabriela Lo Curto

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    Giovanna Donati no sera la tipica dulcinea que espera con paciencia por un valiente caballero; las huellas de un oscuro pasado la han convertido en una mujer decidida, deslenguada e impredecible que, cuando se trata del genero masculino, toma lo que le gusta, le da un mordisco y deshecha lo que queda, sin remordimientos.

  • El club de los mentirosos de Mary Karr

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    Despues de Tu no eres como otras madres y Regreso a Berlin, otro gran descubrimiento con la marca de la joven edicion independiente de calidad. Cuando se publico por primera vez, en Estados Unidos, El club de los mentirosos fue un exito arrollador y elevo el arte de la narrativa memorialistica a un nivel completamente nuevo.

  • Asesinos multiples de Vicente Garrido

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    La atractiva fascinacion del mal.

  • Bajo los tilos de Maria Jose Moreno

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    Una novela de sentimientos encontrados -dolor, angustia, felicidad, esperanza, reconciliacion- en la que descubrimos que no conocemos a nuestra propia familia.
    Elena fallece en el avion que la traslada a Nueva York sin que nadie, ni siquiera su familia, este enterado. Al fin y al cabo, ?que sabemos en realidad de nuestros padres?
    Maria Jose Moreno (Cordoba, 1958) es autora, ademas, de Vida y milagros de un ex (2013), La caricia de Tanatos (2013) y El poder de la sombra (2016).

  • Princesa La Hija Prometida de de Alena Garcia

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    Los pasos de Eva sobre la nieve hacian a esta crujir como si fueran cristales aplastados. Una vez, un amigo de su padre, un ruso de origen cosaco, del Don, le dijo que aprenderia a conocer la intensidad del frio en cuanto diese dos pasos por la nieve. Y asi era. Cuando la nieve cruje mucho, es que el frio se acerca o pasa de los veinte grados bajo cero. Hacia veintiseis grados bajo cero aquella tarde de febrero en Moscu. Eva caminaba ensimismada, hipnotizada por el sonido de cada uno de sus pasos sobre la durisima y crujiente nieve. Tras una caminata de mas de veinte minutos, entro en un cafe para calentarse un poco y descansar. La cafeteria era pequena, coqueta y acogedora. Habia entrado alli sin saber muy bien por que; algo atrajo su atencion. Se sento en una mesa de la esquina, la mas alejada de la puerta. De inmediato aparecio un camarero para preguntarle que deseaba. El chico era alto, rubio, de grandes ojos verdes un tanto rasgados, con salientes pomulos casi mongoles. El tremendo atractivo fisico del muchacho no pudo pasar desapercibido a Eva, a la que le subio un leve rubor a las mejillas. Una cara como aquella era mas apropiada para el teatro o para el cine que para estar en aquel diminuto cafe de Barvija, a las afueras de Moscu. El joven le entrego a Eva la carta, pero ella la rechazo con un gesto de la mano. --No hace falta, gracias. Solo quiero te, te negro. Que este ardiendo, por favor. He entrado solo para calentar un poco el estomago y la garganta -- dijo ella elevando imperceptiblemente las comisuras de sus labios en un intento, vano, de sonreir. --Ahora mismo se lo traigo, senorita -- dijo el amable camarero con una franca y preciosa sonrisa que dejo ver las dos filas de dientes perfectos y blancos. Eva se sentia a gusto en ese lugar, como no se habia sentido desde hacia anos. No queria irse. Pidio otro te y un trozo de pastel casero que le recomendo el guapisimo camarero. Algun ingrediente no identificable por su paladar la traslado a su infancia. Recordo las fiestas en su casa de Marbella, en el sur de Espana, en la luminosa y sin par Andalucia, su amada tierra de adopcion. Su padre le preparaba unas fiestas de cumpleanos que eran la envidia de todos los ninos ricos de la zona de San Pedro de Alcantara, casi todos ellos hijos de extranjeros de todas las partes del mundo afincados en ese paraiso natural que es la Costa del Sol. Tantos recuerdos provocaron que Eva perdiera la nocion del tiempo. Se quedo alli sentada, como un barco anclado en alta mar, con el tenedor en la mano derecha y el ultimo trozo de pastel pinchado, pero sin terminar de llevarselo a la boca. El camarero noto que algo le ocurria a aquella extrana chica. No pudo dejar de percibir que era millonaria. El abrigo de pieles y el anillo de diamantes que lucia bastaban. --Senorita, ?se encuentra usted bien? ?Necesita que le llame un taxi? --Si, si, estoy bien, gracias -- contesto ella saliendo del letargico bucle de recuerdos que se habia apoderado de su mente. --Es que tengo que cerrar. Hace tiempo que dieron las once. No queria interrumpirla, lo siento, pero he de cerrar y marcharme a casa, es tarde. Son casi las doce. --Oh, perdoneme. ?Por que no me dijo nada? Estoy tan bien aqui, tan a gusto… Se me ha pasado el tiempo volando. Eva se levanto de la silla con apresuramiento. Rebusco en su bolso, saco la cartera y dejo un billete de cinco mil rublos sobre la mesa. La cuenta de los dos tes y el pastel no pasaban de los setecientos rublos, por lo que el camarero se apresuro a ir a la caja para darle el cambio. Cuando volvio a la mesa, Eva ya salia, diciendole buenas noches y dejandole alli con una propina de mas de cuatro mil rublos. Sasha salio a la calle. --Senorita, oiga, el cambio, se deja el cambio -- grito el. Eva estaba a punto de entrar en un Mercedes negro, de lunas tintadas, con un hombre de mas de dos metros que le abria la puerta. Ella se giro y le dijo, con una sonrisa: --Por las molestias. Sasha se quedo mirando, con la boca abierta, como desaparecia la berlina de lujo a toda velocidad, pero sin hacer un solo ruido. Se habia quedado con las ganas de decirle algo mas. Eva le parecio la mujer mas bonita que habia visto nunca. Y tambien la mas triste. * * * * --Me habeis seguido, ?verdad? – inquirio Eva tanto al chofer que conducia como al copiloto. --Esta zona, de noche y con esta helada, no es apropiada para una mujer joven -- contesto severo y frio Andrei, el copiloto. --Solo he salido a estirar un poco las piernas, a pasear. Os lo he dicho. Que salia a pasear. Me habria gustado volver andando a casa. --Tenemos ordenes, Eva Valerievna -- respondio Andrei con el tratamiento formal de nombre mas patronimico. --Si, lo se, lo se. Soy su esclava. No hace falta que me lo recordeis a cada paso. Yo misma renuncie a mi libertad -- le corto Eva, apretando los labios mientras intentaba contener una lagrima que pugnaba por precipitarse por la mejilla. * * * * El Mercedes llego al palacio de Viktor Sokolov, tras pasar tres controles de seguridad donde, en cada uno de ellos, salieron dos hombres con chalecos antibala y armados con fusiles de ultima generacion. Eva salio del vehiculo, entro en la casa y se dirigio a su habitacion, subiendo por las escaleras de madera. Una voz la interrumpio en su ascension. --!Eva! --Si, Viktor, dime… --?Por que has vuelto tan tarde? Hace mucho frio, te puedes resfriar. No estas acostumbrada a estos inviernos. --Solo he salido a estirar un poco las piernas. Queria andar. Finalmente he entrado en un pequeno cafe que hay a veinte minutos de aqui, en la carretera. Alli he perdido la nocion del tiempo. No me diras ahora que estabas preocupado por mi. Viktor subio unos pocos escalones y se quedo a dos metros por debajo de ella. La miro a los ojos, con intensidad, con una mirada que Eva aun no era capaz de descifrar. No sabia si la mataria algun dia o la forzaria como un salvaje cualquiera, amparado en su poder y su "trato". Pero Eva no bajo su mirada y se la sostuvo con firmeza. Finalmente, Viktor dijo: --Esta bien, haz lo que quieras. Despues, bajo las escaleras y se introdujo en su despacho, un cuarto al que Eva tenia prohibido el acceso. Ella entro en su dormitorio, una estancia de casi cien metros cuadrados, con bano propio y muebles italianos de lujo. La habitacion estaba demasiado recargada para su gusto. No se podia decir que fuera hortera, como sucedia en muchas casas de nuevos rusos (nuevos ricos), pero con menos de la mitad, se decia Eva, habria quedado mas elegante y espaciosa. Se tumbo en la cama sin quitarse la ropa y cogio el libro que estaba leyendo desde hacia unos dias. Doctor Zhivago, de Boris Pasternak. La pasion por los libros de Eva le venia de su madre, Natalia, poetisa y critica de arte, especialista en el Siglo de Plata de la literatura rusa, con varios ensayos publicados sobre el tema. Pero Natalia se caso con Valeri Novikov, un inteligente hombre de negocios que acabo metido en asuntos sucios de mafias. Se trasladaron a vivir a Espana y alli nacieron sus dos hijas: Yevguenia y Eva. Natalia dejo de escribir ensayos, mas nunca abandono la lectura, un habito que lego a la menor de sus hijas: Eva. Eva leia y leia. La lectura de los clasicos rusos suponia su unico consuelo y un eficaz antidoto contra la depresion y la amargura que amenazaban con instaurarse para siempre en su alma. Pensaba en el camarero que habia conocido esa tarde, y en el acogedor cafe donde se sintio libre por unas horas. Manana volveria a ir, se dijo, mientras recorria con la mirada las peripecias que les sucedian a Yuri y a Larisa. Al dia siguiente, hacia las cinco de la tarde, se disponia a salir de la mansion para tomar te en la pequena cafeteria que habia descubierto. Cuando cogia del perchero su abrigo de vison blanco, Viktor salio de su despacho para interesarse por su repentina salida. --?Adonde vas ahora? – inquirio groseramente. --A dar un paseo y a tomar un te. Llevo aqui todo el dia sin estirar las piernas, me duele la cabeza y necesito aire -- contesto Eva. Esta tarde vienen unos amigos a cenar y quiero que estes en casa. La cena es a las ocho en punto. No vengas mas tarde de las siete y media. --Podrias haberme avisado -- senalo ella. --Si, podria haberlo hecho. Pero ya ves que no ha sido asi -- zanjo el entrando en su despacho. Eva agarro el abrigo con rabia y salio al frio exterior donde la helada le golpeo en la cara nada mas abrir la puerta. Seguia haciendo veintiseis grados bajo cero, y ademas habia una leve brisa que metia el frio por el cuerpo a traves de los ojos. A Eva, de todas formas, le gustaba respirar la helada, sintiendo como el aire descendia hasta sus pulmones, siendo por vez primera consciente de tener esos organos

  • Cada estrella de mi cielo de Victoria Vilchez

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    Sobre mi cabeza habia tan solo un cielo plagado de estrellas; bajo mi espalda, un tejado que habia visto tiempos mejores y, a mi lado, estaba Aiden, mi vecino y tambien mi mejor amigo. Nos conociamos desde que ambos usabamos panales. Habiamos quemado muchas etapas juntos y pasado por numerosos dramas; al principio del tipo <>, pero con el paso de los anos habiamos crecido y madurado, y nuestros dramas tambien. Aunque tal vez no del todo, ya que a veces el todavia se entretenia haciendo desaparecer mi movil o mis zapatillas favoritas, y yo le robaba sus camisetas del equipo de futbol porque eran estupendas como pijama. Lo que no habia cambiado era nuestra amistad y la cantidad de tiempo que pasabamos juntos; eso, en realidad, se habia incrementado. --No puedes hablar en serio --me dijo, tumbado a mi lado y con sus ojos azules fijos en el cielo. Era de noche y, si me hubiera mirado, estaba segura de que hubieran parecido casi negros; tambien se le oscurecian cuando se enfadaba. A la luz del dia, en cambio, el tono azul cobalto de su iris resultaba perturbador. Aiden habria podido cumplir con los estandares de chico popular del instituto si se hubiera esforzado un poco para aparentarlo y su vida no estuviera continuamente rozando el desastre. Solo tenia quince anos, los mismos que yo, aunque en apenas unas semanas el cumpliria los dieciseis, y ya alcanzaba el metro ochenta. Era bastante atractivo, no solo por su altura y sus ojos, sino por todo el conjunto: su rostro armonioso, los hoyuelos que solo aparecian cuando sonreia con verdadero entusiasmo, la mandibula cuadrada y un cuerpo digno del equipo de futbol del instituto. Sin embargo, en un pueblo como el nuestro, donde casi todos conocian las miserias de sus vecinos, el estigma de una familia rota pesaba demasiado. El procuraba no prestar atencion a las habladurias, pero yo sabia que le afectaban aun cuando se esforzaba por disimularlo. --Me da igual --respondi, girando la cabeza para observar su perfil--. De todas formas, ?en que momento hemos acabado hablando de mi virginidad? Aiden y yo charlabamos sobre los temas mas variados, y hoy parecia que aquel era el elegido para entretenernos. --No deberias entrometerte --anadi, y solo entonces tambien el volvio el rostro hacia mi. Una de sus cejas se elevo. --?Por que? ?Te gusta alguien? ?Lo conozco? --se intereso, y una sonrisita picara asomo a sus labios. Incluso yo, que me consideraba inmune a sus encantos, apreciaba lo lejos que podia llegar con una sonrisa asi. --?De verdad hay que darle tanta importancia? Tu no se la diste a la tuya. ?Por que habria de darsela yo? ?Porque soy una chica? --refunfune, y su sonrisa se esfumo. --Por eso mismo lo digo, Madi --comento muy serio--. Yo era un crio y lo mio fue un revolcon rapido y del que no me quedo precisamente un buen recuerdo. Esto no tiene nada que ver con que seas una chica. Sencillamente, no quiero eso para ti. Silencie el comentario que me quemaba en la punta de la lengua. Hasta donde yo sabia, esa primera vez suya no se diferenciaba mucho de lo que hacia ahora con algunas de las chicas (la mayoria chicas mayores) con las que salia, pero no iba a echarselo en cara. Aiden tenia serios problemas con las relaciones que implicaran algun tipo de compromiso por su parte. En ese aspecto, yo era su relacion mas larga, y lo nuestro no podria haber sido mas platonico. Sin embargo, entendia que, con todo por lo que habia pasado su familia, no fuera de los que creyera fervientemente en el amor. --Solo es sexo, ?no? --lo chinche, con el unico objetivo de hacerlo sonreir. El agito la cabeza de un lado a otro. --A veces dudo de que tengas realmente quince anos. --Le di un empujoncito con el hombro que lo hizo reir. A continuacion, solto un suspiro y sus ojos se pasearon por mi rostro--. Busca a alguien con el que te encuentres a gusto, aunque no se trate del... amor de tu vida. --Incluso le costaba pronunciar esa palabra. Yo sabia que no creia en el amor, lo decia solo por mi--. Que te haga sentir comoda; un tio que no este unicamente pensando en lo bien que se lo va a pasar luego contandoselo a sus amigos. --?Hablas por experiencia? Ahora fue el el que me dio un codazo, pero no rio mi broma. --Hablo como tu mejor amigo, me preocupo por ti. Nos habiamos puesto serios de repente, a pesar de que ni siquiera habia buscado tener esa conversacion. Yo no era aun mas que una cria que estaba empezando a descubrir el porque de tanto revuelo en torno al sexo. Observe su rostro mientras el volvia a contemplar el firmamento. El ceno fruncido y la linea recta que formaban sus labios bastaron para que comprendiera que sus pensamientos no debian de haber tomado un rumbo agradable. A pesar de nuestra amistad, Aiden a veces resultaba un enigma para mi; descifrar sus pensamientos, un desafio. Habia sombras en el, claroscuros y tambien partes que brillaban tanto que te hacian apartar la vista; las ultimas eran las que el se esforzaba por no mostrar a los demas. --Vale --acepte al fin. No queria continuar con aquella estupida conversacion, pero lo siguiente que dije resulto aun mas estupido--: Hazlo tu entonces. --?Hacer que? --inquirio, confundido, y sus ojos volvieron a recaer sobre mi, turbulentos y arrolladores. Trague saliva. --Conmigo. Hacerlo... conmigo. Durante unos segundos no dijo nada. Su mirada estaba fija en mi rostro, tan intensa que me arrepenti de inmediato de haber dicho semejante tonteria. Acto seguido, comenzo a reirse a carcajadas. --!Eh! --proteste, empujandolo sin demasiada fuerza. No queria que terminara rodando y cayendose del tejado. --Por un momento he creido que lo decias en serio --solto, aun riendo. Mis labios se curvaron en una sonrisa, aunque por algun motivo me costo mas que de costumbre. --Imbecil --me burle, contenta por haber borrado la tristeza de su expresion. --Estas loca, pequena. Me rodeo con el brazo y tiro de mi. Acabe con la mejilla apoyada en su hombro. Estar con el era facil y reconfortante. Al dia siguiente, y como cada manana, Aiden me esperaba en el coche para llevarme al instituto. Contaba con una licencia de aprendizaje que en realidad le permitia practicar y poco mas, pero mi mejor amigo no era de los que se preocupaban en exceso por las normas. Aquello me habia costado mas de una discusion con mi madre, aunque habia accedido finalmente solo para no tener que escucharme refunfunar por la casa y despues de que le repitiera una y otra vez que siempre ibamos directos al instituto. Nada de paradas. Lo cierto era que Aiden solia detenerse en el pueblo para comprarme un cafe; decia que no lograba entender nada de lo que salia por mi boca hasta que tomaba uno. --?No piensas volver al equipo? --le pregunte cuando el instituto asomo al final de la carretera, larga y empinada, por la que conducia. No contesto de inmediato y, con las gafas de sol puestas, me era imposible verle los ojos. --?Aiden? --Es que no me fui exactamente. --?Te han echado? --inquiri perpleja. No se por que me sorprendia. Mi amigo era un iman para los problemas. Nunca habia estado segura de si era el quien se los buscaba o le salian al paso. Se encogio de hombros; expulsado entonces. --?Que has hecho esta vez? Se detuvo junto a un aparcamiento libre, pero no hizo nada para meter el coche en el. --Tienes muy poca fe en mi, ?no? Me rei. El tambien sonreia. --La justita para continuar siendo tu amiga. Era mentira y el lo sabia. Si habia algo que yo tenia, era fe en Aiden. Pero nuestra relacion era asi, un continuo tira y afloja. --Vamos, llegaras tarde --me dijo, invitandome a bajar del coche. No habia parado el motor. Enarque las cejas y le lance una de mis miradas intimidatorias, o al menos lo intente, con Aiden no solian funcionar. --?Tu no vienes? El se inclino y me dio un beso en la sien. --Tengo algo que hacer. Estare aqui para el descanso. Definitivamente, habia llegado la hora de descubrir que estaba pasando. Le arranque las gafas de un manotazo antes de que pudiera hacer nada para evitarlo, dispuesta a bucear en su mirada azul y robarle una respuesta, y se me escapo un gemido al contemplar la hinchazon que se extendia alrededor de su ojo.

  • No puedo dormir contigo, carino de Raquel Mingo

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    Llega la segunda entrega de la serie <> con la historia de Helailla y Keylan.

  • Amos y Mazmorras III de Lena Valenti

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    Desde que el agente de la SVR Markus Lebedev y la agente del FBI Leslie Connelly se encontraron en las Islas Virgenes en la mision de Amos y Mazmorras, una cosa quedo patente: la tension sexual y el deseo les iba a matar. Ahora deberan trabajar juntos para llegar hasta la raiz de las bandas rusas de trata de blancas. Su nue va mision en los Reinos Olvidados pondra en riesgo su profesionalidad, su conciencia y los valores de cada uno, en un caso, dividido en dos partes, en el que arriesgar el corazon puede suponer perderlo para siempre.

  • Mi boda con un ranchero de Erina Alcala

    https://gigalibros.com/mi-boda-con-un-ranchero.html

    Ana, es una chica gaditana que esta sola. Desde que sus padres murieron cuando ella tenia 18 anos, ha dedicado su vida a trabajar para que su hermana pequena tenga un futuro mejor. Ahora, cumplido este objetivo, Ana cree que es momento de viajar. Y por que no: formar una familia, aunque eso signifique volar miles de kilometros para encontrarse con el hombre de sus suenos.
    Logan es un codiciado soltero, tiene dinero y un rancho en Wyoming, pero se siente tan solo como Ana. Al no encontrar compatibilidad con ninguna mujer decide ponerse en manos de una agencia matrimonial para que le busque esposa y asi formar una familia.
    ?Puede salir bien una aventura tan arriesgada? ?Lograra Ana no sentirse sola tan lejos de lo que conoce? ?Amara Logan a la mujer que ha escogido para que pase con el el resto de su vida? Todas las respuestas estan en Mi boda con un ranchero, la novela de Erina Alcala que sin duda no te querras perder.

  • El viejo barco de Zhang Wei

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    El viejo barco es una revolucionaria obra de ficcion china que ha conmovido a lectores de todo el mundo.

  • Sed de venganza de Eva Andraya

    https://gigalibros.com/sed-de-venganza.html

    Hay promesas que marcan la vida de una persona. Para Ragna, el juramento que pronuncio siendo apenas una nina la lleva a convertirse en una guerrera vikinga. Sin embargo, esta dividida entre la fiera lealtad que siente por su padre adoptivo y la sed de venganza. Su enemigo esta cansado de moverse entre las sombras, no piensa perder mas tiempo buscando la manera de darle caza. Obsesionado por los secretos que la propia Ragna desconoce, no dudara en utilizar cualquier metodo para doblegarla. Atrapada en una marana de magia, mentiras y secretos, tendra que decidir que pasos dar para cumplir cada una de sus promesas sin renunciar a si misma por el camino.

  • Despegare cuando amanezca de Francisco J. Olivero

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    Una vida de exito profesional transcurre para la joven espanola Julia de La Vega, una comandante de ambulancias aereas en la ciudad de Wichita, Kansas.
    Sin embargo, una muerte cercana y un accidente en dudosas circunstancias le obligaran a cuestionar su futuro y los valores por los que se ha estado rigiendo. Intentara darle un nuevo sentido a su vida a traves de la entrega.
    La consecucion de eventos que experimentara en diversos lugares de una Latinoamerica humilde y compleja, le expondra a peligros, personas y situaciones en las que nada parece ser lo que es.
    Inmersa en todo ello, nunca estara sola.
    El autor combina acertadamente el drama intimista, la intriga y unas dosis de humor, convirtiendola en vehiculo de reflexion sobre la busqueda del sentido de la vida, las relaciones familiares y las razones y motivaciones detras de las decisiones que tomamos.
    El lector hara un recorrido cargado de matices por la Norteamerica profunda, Latinoamerica y la Espana mas tradicional, sumergido en una historia en la que sus personajes y situaciones emocionan y divierten a partes iguales. No quedara indiferente.

  • Sin ti no se vivir, Angy Skay de Angy Skay

    https://gigalibros.com/sin-ti-no-se-vivir-angy-skay.html

    Un pequeno desliz puede perjudicarte el resto de tu vida.
    Katrina Kasparov, una mujer sencilla y conformista, vive su dia a dia con su ya marido, Joan, manteniendo una relacion que se rompio tres anos atras, pero.
    ?Que hacer cuando de golpe aparece otra persona sin esperarlo? ?Y si esa persona, no busca lo que realmente dice?
    Amor y venganza juegan en el mismo bando en esta historia. El atractivo e impresionante Kylian Johnson, aparece de la noche a la manana en la vida de la familia Johnson y con el, la vida perfectamente acomodada que Katrina tiene, se va desmoronando sin poder evitarlo. ?Que quiere Kylian de ella? ?Conseguira ser feliz algun dia, o su vida sera un engano tras otro? !Descubrelo!

  • La esperada lluvia de Myriam Imedio

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    Un secreto milenario, una cuenta atras y un cielo a punto de estallar. Nadie escapara de la tormenta ni de la verdad. No se puede huir del destino.

  • Escuchando tu cancion (Los hermanos Fuller 3) de Kate Dawson

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    Lewis vuelve a Nashville despues de pasar unos dias en casa de su padre con sus hermanos. A su regreso se encuentra con que John ha abandonado el grupo dejandolos en una dificil situacion.

  • La hechicera azul de Klara Delgado

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    Cuando Nemark salvo a un mago oscuro de caer en una trampa para osos, nunca se imagino que los engranajes que guiaban su destino ya estaban moviendose.
    Ella habia negado su herencia y olvidado su pasado, sin saber que desde ese momento se embarcaria en un viaje de autodescubrimiento y aceptacion de mano del nigromante que sacudio su mundo. A partir de entonces, compartiria junto a el un turbulento camino que vincularia sus vidas para siempre.

  • Amor a cuatro estaciones, Nacarid Portal Arraez de Nacarid Portal Arraez

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    Mi nombre es Christopher y soy asi como tu, o tal vez sea todo lo contrario, tal vez no nos parezcamos en nada, tal vez no tengamos nada en comun. Sin embargo, podemos ser muy iguales y tener preguntas sin respuestas y busquedas constantes. Aunque creo que mejor no, creo que no me parezco a ti, amigo introvertido, transparente en multitud, adicto a ser adicto. Al final, poco importa a quien me parezco, ni tampoco quien soy. Lo que tienes en tus manos es mi diario y te esta invitando a vivir adentro de un “TAL VEZ”, y enamorarte tanto como para ignorarlo. La vida me la presento para presentarme con ella las ganas de vivir. Todo empezo en mayo, pero no puedo decirte que fecha es hoy. Te invito a mi vida llena de excesos y diversion, te invito a un mundo en crisis, y a una vida de musica, conciertos y poesia. Te invito a pasar, a que me conozcas a fondo, a que me juzgues y a que me ames, quedando expuesto a futuras similitudes, a metaforas constantes y amor por ella, sobre todo eso, una loca historia de amor sumergida en un imposible.

  • El dia que se perdio el amor de Javier Castillo

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    Adictiva, trepidante y absorbente, Javier Castillo, autor del exitoso thriller El dia que se perdio la cordura, nos introduce de nuevo en una historia frenetica cargada suspense y amor a partes iguales.

  • El Club de las 5 de la manana de Robin Sharma

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    Paulo Coelho

  • Un vaquero de Texas de Erina Alcala

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    En Carolina del Norte, la vida parece haber sonreido a Candela, quien imparte clases de espanol en un pequeno instituto. Su hermana Bea, se ha casado con un marine y es feliz mama del pequeno David. Pero la tragedia se cierne sobre la familia, cuando Bea y su marido mueren en una operacion de riesgo en Afganistan. En ese instante, Candela debe hacerse cargo de su sobrino. Sin su hermana, ni su cunado, ambos se quedan solos en la vida... O eso piensa ella, hasta que una noche alguien llama a su puerta.

  • GOSBY de C. A. Ortega

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    Caterina tiene un sueno: formar el primer equipo de salvamento acuatico con perro de Cantabria. Para conseguirlo, abandona su Santander natal junto a su perro Gosby y pone rumbo a la primera escuela inaugurada en la isla de Menorca. Tiene por delante tres meses de duro trabajo si quiere volver a casa con la ansiada acreditacion.
    Sin embargo, en el hotel donde se hospeda, conoce a Marc, un camarero que no tiene mas objetivo en la vida que sobrevivir con trabajos precarios, hacer pesca submarina y colocarse de vez en cuando. La vida no ha sido facil para el y encima tiene a cargo a su hermana Mariona; una veinteanera inmersa en un mundo del que su hermano intenta alejarla sin exito.
    Un suceso tragico y la intervencion de Gosby hara que Marc y Cat crucen sus caminos. Sin embargo, las diferencias entre ellos no tardan en aflorar: Cat tiene claro su futuro y Marc no tiene planes mas alla de sobrevivir otro dia.
    Una historia de amor en la que un perro tendra que trabajar duro para que todo acabe con un final feliz, ?lo conseguira?

  • Mi sombra, Sophie Saint Rose de Sophie Saint Rose

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  • Morena del rio (Lazos de sangre 1) de Alexander Shancker

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    LOS ANGELES/ California (1981) “Mi hermano era lo unico que tenia en el mundo, lo unico por lo que vivia, lo unico por lo que luchaba… y me lo quitaron”. Carmen miraba la lluvia caer frente a la ventana, se veia notablemente cansada y ojerosa. Escondio sus michelines que sobresalian a cada lado de su cintura con un saco. Termino su zumo de naranja y miro el reloj. --!David, se nos hace tarde! Su hermano de 10 anos salio al trote y tomo el emparedado de la mesa, mientras comia a grandes bocados ella se preguntaba si podria con el, a veces lo dudaba. Una chica de 23 anos con una responsabilidad de un nino de 10 anos a cuestas. Aparto ese pensamiento y se sintio avergonzada, ella era su hermana y no lo dejaria jamas. Cuando termino emprendieron el camino. Salieron corriendo por la llovizna. Iban por la avenida a la carrera, y en ese lapso, su hermano se cayo pero ella lo levanto con brusquedad, no tenian tiempo. Cuando llegaron a la estacion de tren corrieron a toda marcha al notar que estaba por cerrarse. Cuando lograron entrar, la puerta se cerro tras ellos y entonces respiraron. Ambos empezaron a reir y chocaron los cinco. El vagon estaba lleno, asi que tuvieron que hacer el trayecto de pie. Carmen miro por la ventana, noto que ahora llovia a raudales e inconscientemente miro su reflejo. Una mulata de pelo negro y crespo, de ojos claros tras unos lentes grandes, de horribles granos en la cara, y un notable y horrible sobrepeso. No, en definitiva no era una belleza, y lo sabia. Pero justo ese dia se empezaba a sentir mas incomoda de lo normal, ?sera por el aumento de peso? Miro a su pequeno hermano, y acaricio su hombro, el estaba pensativo, no se lo decia pero Carmen notaba su incomodidad, ademas de su constante depresion por la perdida de sus padres. David nunca hablaba de ello. Pensar en sacarlo adelante le daba proposito y renovaba sus fuerzas. Pero a David le avergonzaba que su hermana se hiciera cargo de el. El metro llego a su primer destino y su hermano se despidio de ella con un abrazo. --Pasa buen dia, Carmen. Y no trabajes tanto. Ella lo miro y sonrio. --Y tu pasala bien. La puerta se cerro, y ella no pudo evitar sonreir, la ninera lo recibio y echaron a caminar, no lo perdio de vista hasta que su silueta se hacia mas pequena y desaparecio. 45 minutos despues, por fin pudo bajar. Maldijo cuando se tuvo que mojar un poco, tuvo que correr 3 cuadras mas para llegar frente al enorme edificio de Eternity, cuando llego a entrar, se gano las decenas de miradas reprobatorias de los demas, en especial de algunos ejecutivos, y las decenas de modelos del dia que hacian casting. Pero Carmen no tuvo tiempo de sentirse mas humillada, asi que camino hasta el ascensor con la cabeza en alto. Pero cuando se cerro, todo el aplomo se le fue abajo, estaba a minutos de un enfrentamiento con la bestia. La puerta se abrio mostrando un amplio y elegante corredor, casi en cada esquina estaba el rostro de una hermosa rubia que sonreia con elegante sensualidad. “Siempre Flavia”, penso. Camino de inmediato a la oficina, y justo se topo con una mujer negra vestida de traje blanco. --Carmen, ?que diablos te paso? ?Donde te metiste? --Corima, la verdad es que… --!Oh, por Dios! ?Acaso te viste en el espejo? !Amanda, mira como llego! --la otra mujer detras de un escritorio asintio con desaprobacion. --Estas casi toda empapada. --Ya basta, debo entrar ahi ahora, y ustedes no hacen precisamente ayudar. --Lo bueno es que aun no ha preguntado por ti --dijo Amanda antes que abriera la puerta. Cuando Carmen entro a la oficina lo encontro escribiendo en su laptop con su cara oculta tras la pantalla. Solo podia ver su rubia cabeza. Entonces camino lentamente de puntillas al cubiculo que se encontraba a su izquierda. --Siete. Maldijo por lo bajo y se volteo lentamente, aun tenia la cabeza tras la pantalla mientras tecleaba. --Si, senor. --?Me preparaste el informe que te pedi ayer? --Si senor, me tomo tiempo… pero lo termine, arregle las citas para esta semana, contacte a los promotores y les envie el informe del proyecto nuevo… --dijo rogando para que no levantase la cabeza. --Perfecto. Entregamelo. Carmen fue a su escritorio y tomo la carpeta de la pasada noche para entregarselo. --Me tomo un par de horas extras pero… todo quedo en orden --mejor no insistir, ?que esperaba? Un ascenso? El tomo la carpeta para revisarla despacio. Entonces levanto la mirada y la miro con sus azules ojos. !Estaba perdida! --Buen trabajo. Tras esto continuo escribiendo como si ya no existiera. Carmen fue a su cubiculo y se sento en estado de shock. No sabia si sentirse euforica o decepcionada por su falta de atencion. Por su puesto que solia ignorarla, pero esto fue el colmo. Estaba medio empapada y le hizo un excelente trabajo, aun asi parecia no notarla. Se supone que Carmen debia estar aliviada, pero estaba cabreada. ?Habria algun dia en que le dijera gracias por su buen trabajo? Un aumento no vendria mal, necesitaba el dinero. ?Trabajaba duro todo el dia solo para ser tratada como un mero numero? Carmen se acordo del dia en que llego a Eternity. Habian 12 chicas muy bien arregladas esperando entrevistarse. Carmen era la unica que desentonaba con un turbante en la cabeza, falda larga y blusa de mangas largas. Cuando se levanto para irse, justo en ese momento salio junto a Corima la cual portaba una carpeta. --… y diles que me ausentare todo el dia. --Correcto, senor. Pero ?se acuerda que tenemos entrevista hoy? Hay que elegir a la numero 7. En ese momento el la vio de pie, y la miro de pies a cabeza. --Elige a la negra, tal vez haga un buen trabajo como tu. Ya tengo que irme. Luego que se fuera, las otras chicas lo maldijeron por su falta de profesionalismo al elegir a sus empleadas, tras las disculpas de Corima luego se fueron. Carmen la miro con sorpresa pero llena de emocion. --No lo puedo creer, ?en serio estoy contratada? --No cantes victoria, existe un 90% de probabilidades de que el te despida o renuncies antes de los 3 meses. Antes que tu han habido 6. El trabajo es un infierno. --?Que tanto? Carmen la miro reteniendo una risa. --La numero 4 termino presentandole una demanda. Ahora en el presente, Carmen habia conservado su puesto por casi 1 ano, pero aun no era suficiente para llamarla por su nombre. --Numero 7. --?Si, senor? --?Donde esta mi cafe? Carmen se levanto en seguida, antes de que el llegara siempre debia estar listo. En ese momento entro una alta y guapa rubia, y el lugar se lleno de su carisimo perfume, la flamante esposa. Flavia llenaba cualquier lugar con su personalidad y belleza. --Adam, mi cielo, debo contarte sobre Gretchen. El levanto la cabeza y de inmediato dejo lo que estaba haciendo. Ella se sento en sus piernas y de repente se volvio otra persona. Ahora era todo atenciones. La mujer quitaba el aliento. Carmen se dio la vuelta para preparar el cafe, la conversacion de los dos se torno inaudible entre besos. Cuando Carmen volteo con el cafe se dio cuenta que ambos la miraban de pies a cabeza. --?Lo ves? Esta algo mojada y arrugada --dijo la mujer. --Numero 7, ?que le paso a tu ropa? Carmen respiro profundo para ocultar su enojo, cuando se referia a ropas, a la rubia no se le escapaba una. --Me moje un poco en la lluvia cuando venia. --Esto no puede volver a pasar, no nos podemos dar el lujo de presentar esa imagen en mi oficina. En esta empresa hay eticas y debes respetarlas. --?Que paso con la numero 6? --pregunto Flavia. Carmen se irrito mucho mas, no era la primera vez que ella la veia en la oficina. --Era una inepta. No hacia nada de lo que se le pedia. --Ah, me estaba llegando a caer bien, no seas tan duro con esta --dijo mirandola divertida--, estoy segura que fue un accidente. ?Verdad, querida? --Si, senora. Carmen no le iba a agradecer, la rubia era una mujer muy lista. Sabia que le convenia tenerla porque era imposible que su hombre se fijara en ella. Si Carmen se quedara, las aventuras en la oficina quedarian seguramente cerradas. Adam apuro su cafe y luego ambos se levantaron para salir. --Siete, estare fuera un par de horas otra vez. Ya sabes lo que tienes que hacer. --Si senor. Claro que sabia lo que significaba, otro dia largo para ella. Cada vez que el jefe se ausentaba significaba encargarse de recibir mas llamadas, y archivos que debia ordenar a la perfeccion. Ese dia Carmen volvio a avisar a su mejor amiga Celeste para que se hiciera cargo de su hermano. Era algo que no le gustaba hacer. “Ese hijo de perra debe pudrirse con todo y su dinero. ?Por que tiene que hacerte esto? ?Acaso eres una maquina?” --dijo su amiga al telefono. Tras otro torrente de maldiciones a su jefe por dejarla hasta tan tarde, ella acepto como siempre. Cuando las horas volvian a pasar, Carmen veia el escritorio vacio de su jefe. Tras de el, la pared de cristales dejaba ver el crepusculo, el sol ya se estaba yendo y las luces de los edificios empezaban a encenderse. Carmen se levanto, para ir hasta alla, las calles y edificios estaban repletas de luces navidenas. Desde alli arriba se sentia poderosa, capaz de alcanzarlo todo en el mundo. Las calles de Los Angeles. Las puertas tras de ella volvieron a abrirse, y vio a Corima entrar. Las dos se vieron tristes. --Otro dia largo, ?verdad? No sabes como me encantaria que todo fuera diferente. Eso la trajo de nuevo a la realidad. --No te preocupes, Corima. Ya estoy acostumbrada. Ella se le acerco para mirarla a los ojos. --Todos en el edificio se han ido. Pero tu sueles quedarte por todo esto. Nadie merece ser tratado asi. La mujer de 44 anos la abraso. >>No sabes lo mucho que me hubiese gustado que tu suerte fuese distinta. Eres una gran mujer. Tu hermano te lo agradecera cuando crezca. --Gracias, eres una gran amiga. --Oh, tengo una hija de casi tu edad. La veo en ti y no me gustaria que le hicieran lo que a ti. Pero ni modo, asi es Adam Krakovish. Si te hubiese tocado su padre fuese distinto. --?Que le paso a su padre? --Murio, Adam quiso encargarse de todo cuanto antes. Apenas tiene 2 anos al mando, y a sus 31 lo hace muy bien, aunque no con la misma gentileza y corazon que el. --Solo estoy aqui porque necesito el trabajo. Mas adelante, cuando logre comprar una casa pequena para mi hermano y yo entonces me ire. --Que Dios te oiga. Manana es navidad, espero que todo salga bien y no te toquen horas extras. --Gracias, Corima. Muchas gracias. Carmen vio a la mujer salir, y se sintio la persona mas sola del mundo. Respiro hondo, y volvio a su cubiculo a terminar el trabajo. Entonces volvio a mirar el escritorio vacio. Definitivamente se habia enamorado en silencio de el, no importando lo despota que fuese con ella. El que la ignorase dolia mas. ?Como era posible que alguien no distinguiera a una persona despues de meses de conocerse? Carmen jamas tuvo una familia convencional. Nacio en Republica Dominicana, luego vivio en Puerto Rico para mas adelante vivir con su madre en Florida, su padre murio sin antes conocerla, y cuando su madre se caso con otro, ella tuvo que vivir con ellos a reganadientes. Cuando su madre se divorcio de su marido cayo en depresion y murio a los pocos anos, entonces tuvo que hacerse cargo de David al no volver a saber de aquel hombre. Estaba huerfana, pero al menos se consolaba porque tenia a David. De todas formas, no habia espacio en su vida para el amor, y se lo recordaba cada dia. Era hermana y madre soltera a la vez. Un dia Carmen se iria para siempre de aquella oficina, y seria meramente recordada como la numero 7, no pudo evitar derramar unas lagrimas mientras escribia.

  • Con la proxima lluvia de estrellas de Fanny Ramirez

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    --?Y Lorena? Paula aparta la mirada de su helado y alza los ojos hacia mi al mismo tiempo que se mete una gran cucharada en la boca. Su gemido de placer hace que algunas personas nos miren y sienta la necesidad de esconderme bajo la mesa. Odio ser el centro de atencion. --Dijo que ya venia... estara por llegar, supongo --se encoge de hombros. Vuelve a tomar otra cucharada y se la come con verdadero deleite. Yo disfruto igualmente de mi insipido te. Las campanillas de la puerta me hacen mirar hacia esa direccion, donde la cabellera negra de Lorena aparece, dejando la taza a medio camino de mi boca. Esta radiante, alegre como siempre y desprendiendo su desparpajo natural viene a nuestra mesa al final del local. --Buenos tardes, nenas --saluda repartiendo besos a Paula y a mi. Miro sus manos como si una fuerza sobrehumana me obligara a hacerlo y no es para menos. --?Que es eso? --pregunto, sin necesitar verdaderamente una respuesta a esa estupida pregunta. --Lo traje para ti --declara ella entregandome aquella maravilla al mismo tiempo que se sienta junto a mi y alza mano llamando a la camarera. --"Te desafio a enamorarme" --leo sintiendo el familiar cosquilleo recorriendome de pies a cabeza. --Te va a encantar, Clau --la escucho decir. Pero estoy tan atrapada leyendo la sinopsis, que no puedo contestar ni agradecerle aquel gesto. --Cierto --comenta Paula con la boca llena. Traga y asiente efusivamente hacia mi--. Es una verdadera maravilla ese libro. Me enamore del sexy Sebastian, incluso fue durante unas semanas, mi fantasia favorita para mis noches de soledad. --Sus cejas se mueven sugestivamente y Lorena suelta una risotada. Yo simplemente niego con la cabeza y deseo no parecer una bombilla incandescente. No es de extranar que Lorena me deje libros con los que satisfacer mi vicio, y es que con lo poco que gano en mi trabajo, no puedo permitirme el lujo de comprar todos los que quiero. Si por mi fuera, en vez de paredes, tendria libros. Romanticos a ser posible. Soy una amante sin remedio y para que enganar: tambien me gustan las novelas con un toque erotico. Pero siempre con una historia previa, cabe destacar. A mi eso de ponerse a... chuscar como conejos en cuanto se conocen y seguir asi toda la novela... bueno, esta bien para esas noches en vela, a falta de un buen... revolcon como diria mi amiga. Poco despues, viendo que no estoy muy por la labor de entablar conversacion, teniendo aquel magnifico regalo en mis manos, nos despedimos y pongo rumbo a mi apartamento con paso apresurado. Escuchando el taconeo de mis botas en el acerado, como los coches y taxis van y vienen por las calles y sintiendo los segundos pasar a mi alrededor, no veo el momento de llegar para ponerme a leer como una loca. Menos mal, desde hace unos anos, cumpli mi sueno de poder irme a vivir sola. Y no es que estuviera mal viviendo con mis padres y mis siete hermanos, pero... necesitaba espacio. No es facil lidiar con tanto hombre por ahi suelto. No me dejaban respirar tranquila ni mucho menos leer a gusto. Siempre estaba aquella ley estupida que seguro les cedio mi madre nada mas nacer: hacer rabiar a vuestra hermanita. Aun hoy, tengo que tratar con ellos incordiandome por telefono. Es un suplicio. Aunque una cosa no quita a la otra. Los echo mucho de menos. Eso de estar en otra ciudad tiene sus ventajas pero tambien las desventajas de no verlos cuando quiero. Aunque mi apartamento no es mas que un salon-cocina-comedor, una habitacion y un bano pequeno pero muy cuco, estoy lamar de feliz por poder tan siquiera permitirme eso. Trabajo por horas en la biblioteca y aunque cobro una miseria, lo minimo para poder subsistir, no me quejo en absoluto. Me encanta estar rodeada de letras e historias. Lo que no me encanta tanto: que mi jefa no me deja ni ojear el titulo de ninguna de ellas. Abro el pesado porton del bloque de apartamentos, casi desencajandome los brazos por el esfuerzo y profiriendo un largo suspiro entro y me dirijo al ascensor que me llevaria al cuarto piso. Las puertas metalicas un poco oxidadas, hacen de reflejo a mi aspecto. No puedo reprimir la mueca que me sale al ver mi atuendo y odio tener que dar la razon a mis amigas. No es que vista mal, si no que a diferencia de ellas, no puedo estar gastando en ropa lo que puedo ahorrarme para comprar comida. Me conformo con lo que tengo, aunque sea de la temporada pasada. Hoy sin ir mas lejos: mis rizos castanos se esconden bajo un gorro azul, regalo de mi mama por navidad, que mas tarde me entere que fue de mi prima que segun ella ya no se llevaba. Mi jersey verde, hace resaltar mis ojos casi del mismo color y no esta tan mal si no miras la manga derecha deshilachada o el minusculo agujero justo debajo del pecho. Mis vaqueros son casi nuevos, los compre hace unas semanas en el mercado. Fue una autentica ganga. Solo por tener una pernera un poco mas larga que la otra, me rebajo tres euros de su precio. ?Genial, verdad? solo tengo que doblar la otra, para que quede igual y listo. Si ya lo dijo mi padre: "Para todo tiene salida, esta nina" Vuelvo a suspirar en cuanto las puertas se abren por fin, abrazando el libro con una mano y sacando las llaves con la otra, entro en mi hogar. <> Nada mas dar un paso, estoy en el salon que a su vez hace de cocina y comedor, una gran estanteria con montones de libros, le dan color a las blancas paredes y un pequeno sofa a juego con la alfombra y las cortinas, dan lugar a mi espacio perfecto. Me encanta sentarme y escuchar la lluvia mientras leo y bebo un te caliente. Amo el invierno, la lluvia y el frio... todo lo que signifique estar encerrada y poder leer a gusto, esta bien para mi. Cosa que si mi madre se entera, me manda de cabeza a un manicomio. Dejo el libro encima de la pequena mesa de cafe junto al sillon y me dirijo a mi habitacion para ponerme comoda. Una camiseta de tirantes, pantalones largos de pijama y una manta de pelos, son mi atuendo preferido y por el que opto. Ya comoda y dispuesta, coloco el libro en mi regazo y empiezo a leer. *** "Y me mira a los ojos, con aquellos orbes azules, tan oscuros como el manto de la noche. Me ama. Soy la mujer mas dichosa del planeta. Y cuando sus labios tocan los mios, me siento desfallecer. Sus manos me despojan de mis ropas al mismo tiempo que yo le despojo de las suyas. Nos amamos... y no puedo ser mas feliz." --Definitivamente eres mi nuevo amor, Sebastian Mateo --sollozo entre lagrimas abrazando el libro contra mi pecho y cerrando los ojos--. Ojala existieras... !yo te invoco! --me rio histericamente por la locura que acabo de decir. Definitivamente, demasiada lectura por esta noche. Lo bueno: Que solo me queda el capitulo final de la historia; lo malo: que no quiero que acabe. *** A la manana siguiente con el mal humor mananero que me caracteriza, salgo de mi cama y entro a la ducha a un tiempo record. Siempre me pasa igual cuando me acuesto a las tantas de la noche, teniendome que levantar temprano al dia siguiente para ir a trabajar. Y es que apenas creo que he dormido tres horas por no dejar la novela a medias y por raro que parezca me di por satisfecha justo en la cuspide. O como diria Paula, en pleno orgasmo. En cuanto estoy limpia y seca, sin entretenerme siquiera en tapar mi cuerpo, abro la puerta para salir. Total, estoy sola y las cortinas aun estan echadas. Y de todas maneras, ?quien va a estar observando ventanas de cuartos pisos a las siete de la manana? En cuanto cierro la puerta detras de mi, un movimiento que vislumbro a traves de mis pestanas, me hace alzar la mirada para encontrarme con un hombre. Un completo desconocido observa mi cuerpo de abajo a arriba y de vuelta a mis pies descalzos. --!Aaaaahhhhhhhh! --!La virgen! --murmura el tapandose los oidos. Pero claro, sus ojos estan aun entretenidos mirandome sin ningun tipo de tapujos. Atrapo el cojin del sofa tapandome como puedo mis partes intimas. Cosa totalmente imposible porque el cojin puede medir como una de mis tetas. --!?Quien demonios eres?! --chillo haciendo malabares con dos cojines esta vez--. !Y deja de mirarme! El hombre alza las manos en signo de paz y cuando me mira por fin a la cara, desvia la mirada avergonzado. !A buenas horas! --Lo siento... --musita dandose la vuelta dejandome ver cual ancha es su espalda. Mi respiracion es jadeante y ahogada, como si en vez de haberme estado duchando, hubiera llegado de correr una maraton. No es para menos, otra en mi lugar seguro lo agarraria a palos. Pero yo no lo hago por una simple razon: Aquel hombre se me hace malditamente familiar, por no hablar de su voz malditamente conocida. Todo de el me recuerda a alguien, pero... ?a quien? Estoy tan ensimismada en buscar en lo mas hondo de mi mente, que me sobresalto en cuanto lo escucho hablar. --?Puedes vestirte, por favor? --pide alzando su cabeza hacia el techo y poniendo sus brazos en jarra. --Oh... claro --digo para luego echarme a correr hacia mi habitacion. Echo el pestillo en cuanto encajo la puerta de un portazo. Cosa inutil ya que me ha visto como dios me trajo al mundo. ?Que mas va a ver? Ademas si aquel hombre es un violador, una puerta mas fina que mi dedo, no lo va a parar. Desecho aquella idea, en cuanto pienso que si realmente viene a hacerme dano, ya lo hubiera hecho. Por lo que despues de soltar un suspiro, me visto con lo primero que encuentro y salgo para pedirle una larga explicacion. --Ya me estas diciendo: quien eres, que haces en mi casa y lo mas importante: ?Eres peligroso? --el hombre, tremendamente atractivo, por cierto, abre su boca para hablar, pero sin esperarnoslo ninguno de los dos, sigo con mi diarrea verbal. Suele pasar cuando me veo en situaciones como esta en la que estoy de los nervios--. Obviamente si lo eres no vas a decirmelo, pero te ordeno que me lo digas. Si no, te arrepentiras... --Mi voz amenazante junto con mis manos echas puno y mi ceno fruncido lo hacen sonreir. Y hasta ahi llego mi vida. --No voy hacerte dano... no se que hago aqui ni como he llegado. Solo se que en un parpadeo, estaba en otro lugar en vez de en mi casa. Siento haberte... --senala la puerta del bano y se rasca la nuca luciendo de nuevo un poco avergonzado--... asustado antes. No fue mi intencion. Se acerca unos pasos hasta quedar en toda su altura frente a mi. Sus ojos son oscuros haciendolos parecer negros pero con una leve chispa azul intenso. Como una noche estrellada. Su pelo moreno acaricia su frente y casi tengo el impulso de apartarselo. Su ceno esta fruncido por la preocupacion. Sus ropas arrugadas y parece no haber dormido. --?Quien eres? --pregunto en un hilo de voz. --Me llamo Sebastian. Sebastian Mateo. Y ahi si que mi mundo se derrumba a mis pies. O soy yo cayendo al suelo desmayada. *** --?Estas jodidamente insinuando que me crea lo que estas insinuando? --chilla Paula al otro lado. Llame a Lorena, la cual es la duena de aquel libro del demonio, pero no me cogio el telefono. Entonces pense que quizas esta en el trabajo, cosa que yo hoy no fui a hacer. Suerte tengo si manana sigo teniendolo. Pero el maldito punto es el siguiente: !Tengo al mismisimo Sebastian Mateo en mi salon! !En carne y hueso! !Y que carne! Madre mia... estoy demente y encima Lorena, la cual fue mi segunda opcion, no para de darme la razon en eso. No se lo cree, obviamente. Por mas que le digo lo que me ocurre, ella salta con cualquier chillido histerico o me pone de loca para arriba. --Joder, es en serio... --lloriqueo sentandome en la cama de cara a la puerta. Un rato antes, Sebas, digo... Sebastian, ha cuidado de mi hasta que desperte. Y no es que lo recuerde, ya que cai inconsciente. Pero lo primero que vi al abrir los ojos fue su rostro inundado por la preocupacion y sus manos acariciando mi cara. Justo despues, entro en la cocina para prepararme algo para comer. Segun el: eso me pasa por la falta de nutrientes de no haber desayunado. Estuve a punto de soltar una carcajada en cuanto lo dijo. Cosa que reprimi al ver que realmente estaba asustado por mi salud. --?Te has tomado la temperatura? --sigue diciendo mi amiga por la otra linea. Y harta de esperar apoyo moral, aunque sea minimo de su parte, cuelgo y me dejo caer en la cama para a continuacion cerrar los ojos. --Oye... ?Como tomas el cafe? Su voz tan atrayente como canto de sirena, en este caso sireno o como se diga el macho de la sirena, casi me hace babear. Por otro lado opto por erguirme, planchando mi fino vestido en un intento de parecer formal. --Con leche condensada casi hasta la mitad y dos de azucar. Su cara se arruga en una mueca. --Eso parece mas un postre que un cafe. --No me gusta el cafe --digo riendome de su semblante descolocado. --?Entonces quieres que prepare un te, leche con cacao...? --Estara bien el cafe no te preocupes. Creo que hay un bote guardado en el armario de "para las visitas". --Vale... --se da la vuelta para salir, con el ceno levemente fruncido y una sonrisilla jugandole en los labios, pero cambia de idea y se vuelve de nuevo hacia mi--, ?Como te llamas? --Me llamo Claudia. Me regala una sonrisa megavatios y sin mas, se va fuera de la habitacion. Suspiro y me armo de valor para salir y afrontar aquello. No se siquiera si el es consciente de que se trata de un personaje de libro ni si quiera si recuerda algo de su vida. Tambien me puedo encontrar con que el quiera volver a su mundo ?y como hago yo eso? No tengo idea de como salio, en primer lugar. <> --No puedo estar pensando en ello... no puede ser... ?que se supone que soy? ?Una bruja? -- cuando me voy a dar cuenta, estoy andando de un lado para otro en el reducido espacio de mi habitacion y lo que me falta es tirarme de los pelos para parecer una completa desquiciada. Pero de nuevo la voz de Sebastian llamandome hace que la cordura, vease la ironia, regrese a mi. Voy hacia la cocina donde el trastea en la despensa sacando el pan y los cereales. Veo tan extrano tener a alguien tan... masculino, varonil, grande y atractivo, en mi espacio, que casi estoy por llorar. Estoy hecha un mar de hormonas revolucionadas. --?Quieres cereal o tostada con mantequilla? No tienes mucho donde elegir --pregunta divertido haciendo que mi corazon se estruje. Estoy un poco harta de que la gente me reproche la falta de fondos en la cual me encuentro. --Por lo menos tengo donde vivir --suelto dolida y haciendo que las lagrimas salgan de mis ojos sin control--. Por lo menos no me muero de hambre aunque tenga que comer todos los dias lo mismo. Sus ojos escrutan mi cara con temor y sin saber que hacer conmigo. No lo culpo. Soy yo la inestable en este momento. Pero estoy tan, tan harta. Seguro se aproximan mis dias del mes... --Clau... yo no... Lloro mas en cuanto escucho su apodo para mi. No nos conocemos mas que de unas horas y ya me ha puesto un diminutivo carinoso. Sus brazos me rodean cual calmante, relajando mi cuerpo, mas no mis lagrimas. Los temblores del llanto poco a poco cesan quedando solo la humedad en mis ojos. Su mano sube y baja por mi pelo y espalda. Maravillandome con lo que es sentir la cercania de un hombre despues de tanto tiempo. Su voz susurrando palabras de calma en mi oido… Podia quedarme dormida en este momento, pero su olor y embriagante cercania hacen todo lo contrario. --No queria hacerte sentir mal, no se como llegue aqui ni tampoco quien eres y me tiene hecho mierda esta incertidumbre. Echo de menos a Lisa y... Alzo la cabeza en cuanto lo escucho hablar de su novia, a la cual en el libro prometio amor eterno. Y como si me quemase, me aparto de el todo lo que puedo sin parecer descortes. --Tienes razon, yo... --me siento tremendamente avergonzada por mi comportamiento siendo consciente de que el esta mucho peor que yo. ?Que haria si un dia despertara en otro lugar, desconocido para mi y con gente que no conozco? --Lo siento --me disculpo esquivando su mirada--, no tuve en consideracion de que debes de sentirte impotente por todo lo ocurrido. Ayer estabas en un libro y hoy... --?Que? --su pregunta risuena me hace mirarlo a los ojos. Esta partiendose de la risa por lo que acabo de decir y mucho me temo que aquella risa se le ira de un momento a otro en cuanto sepa que estoy hablando totalmente en serio. Cosa que tarda como tres segundos en ocurrir. Su risa remite al ver mi cara seria y aun sin creerselo del todo, vuelve a preguntar: --?Que estas diciendo? --Si. Eres un personaje ficticio, el cual, una mujer invento. Tu creadora se debe de estar forrando ahora mismo con los ejemplares vendidos. Numero uno en Espana y Latinoamerica, segun tengo entendido. --Esto debe ser una broma... --vuelve a soltar una risa corta y se da la vuelta con la intencion de seguir haciendo el desayuno. Aunque puedo ver claramente, mientras vierte la leche en la taza, como su cara cambia en cuanto el entendimiento llega a el cual mazazo--. ?Quieres decir que soy una fantasia? ?Que no... existo? ?Que mi vida es un puto culebron en boca de todo el mundo? --Sebas...

  • La redencion del lobo (Wolfheart 2) de Jess Gr

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    Hace diez anos deje escapar a la mujer de mi vida. Desde entonces me he convertido en un hombre frio y sin escrupulos, pero ahora ella ha vuelto para recordarme que aun hay bondad en mi interior.

  • Amor En Cuarentena (Todo Saldra Bien 3) de Alissa Bronte

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    --!Abuela, abuela! --Escucho unos gritos que me encantan llenar el vacio jardin de la casa. --Hola, mi pequena gatita, !te echaba de menos! Miro a mi nieta y no puedo evitar que una gran sonrisa se dibuje en mi viejo rostro. Puedo sentir como las arrugas se pronuncian y tiran de la piel de las mejillas; estoy vieja, lo se. Son ya setenta anos los que soportan mis huesos. --Yo tambien, abuela. ?Me has preparado mi bizcocho? --pregunta con recelo. !Como si pudiera olvidarme de algo asi! --Si, te lo he preparado. Estaba esperando que llegaras para merendar. --Mama --nos interrumpe mi hija--, te la dejo un rato. Voy a aprovechar para hacer unas... compras --me informa, aunque se adonde va, hace tiempo que trata de volver a quedarse en estado. --Vale, estaremos bien, no te preocupes --afirmo con una sonrisa. Se aleja unos pasos, pero enseguida se da la vuelta y regresa para dejar un humedo beso en mi mejilla. --Gracias, mama, te quiero --susurra. --Y yo a ti, hija, y yo a ti... --?Y a mi nadie me quiere o que? La expresion de Silvia, mi nieta de ocho anos, es enternecedora. ?De verdad pasara por su mente la idea de que no la queremos? --A ti mas que a nadie --decimos al unisono su madre y yo. --Vale, vamos, abuela. Tengo hambre. Asiento y sonrio cuando su mano se agarra a la mia. Caminamos a mi ritmo, yo no puedo seguir el suyo y me doy cuenta de cuanto se parece a su madre. Entramos hasta la cocina y se sienta en uno de los taburetes altos de la isla. Me mira con fijeza mientras pongo la tetera a hervir. Mi mirada se desvia en un acto reflejo hasta un retrato que conservo de nosotros, sobre la chimenea de la cocina. No puedo dejar de mirarlo cada vez que entro, somos nosotros, despues de haber sobrevivido a aquella gran tormenta. --Abuela, querias mucho al abuelo, ?verdad? --interroga al darse cuenta de que estoy mirando. --Si, lo queria hasta el infinito y mas alla... --confieso. --?Sabes, abuela? Tengo ganas de cumplir ya trece anos. --?Trece anos? ?Para que? Ademas, te falta mucho. Solo tienes ocho. Silvia tuerce la cabeza a un lado y su melena larga y dorada roza la encimera. Esta pensativa, me pregunto lo que pasa por esa cabecita inquieta. --Me faltan cinco todavia... --susurra--. Abuela, a los trece ya se es adolescente, ?no? --Si, asi es. --Pues eso, que quiero ser ya una adolescente. --?Para que? No tengas tanta prisa que antes de que te des cuenta, estaras tan arrugada como yo. --?Como una pasa? Papa dice que estas mas arrugada que una pasa... --Que gracioso tu padre... --Quiero ser adolescente porque tengo muchas ganas de enamorarme por primera vez y dar un beso de amor verdadero. Casi me muero. No tengo el corazon para estos asuntos. --?Que? --pregunto para asegurarme, aunque no puedo evitar sonreir ante sus ocurrencias. --Cuentame como conociste al abuelo --demanda con los ojos iluminados. Bajo la cabeza, mi mente se ha marchado varios anos atras, a aquellos dias en los que el maldito coronavirus hizo estragos, nos dejo atrapados en casa, solos, con miedo y nos robo la libertad por la que tanto habiamos luchado decadas atras. El pitido de la tetera me arrastra al presente y la aparto del fuego. Sirvo un trozo de bizcocho a mi nieta y le pongo un vaso de leche, para mi corto otro pedazo y pongo, en una gran taza, un buen chorro de te al que anado azucar y leche. Me siento frente a ella que espera con la boca llena de dulce. --Te lo he contado mil veces, gatita, debes de saberte la historia de memoria... --refunfuno, aunque la verdad es que estoy encantada con volver a contarla. Es una forma de traerlo de nuevo a la vida. De sacarlo de los recuerdos donde sigue vivo. Para mi. En mi. --Si, lo se --afirma sonriendo y al hacerlo me ensena los huecos de algunos dientes y trozos de bizcocho que nadan, alegres, dentro de su boca--. Fue cuando aquel virus, ?verdad? Cuando todo el mundo de todo el planeta tuvo que quedarse encerrado en sus casas, ?verdad, abuela? ?Verdad? --Si, asi fue. --Vamos, sigue... --Hace muchos anos, cuando era el ano 2020, hubo una pandemia que afecto a todo el mundo. Una enfermedad desconocida nos atacaba y la gente se contagiaba muy deprisa. --Si, abuela, porque era muy contagiosa, ?verdad? Y se infecto mucha gente, ?verdad? -- interroga sin dejar de comer. --Si, gatita, se infecto mucha gente, y lo peor no era eso, sino lo rapido que la enfermedad se propagaba. --?Que es popragar, abuela? --Propagar es... que la enfermedad corria muy deprisa por todos lados y aunque comenzo en una ciudad de la lejana China, pronto todos los paises del mundo estaban enfermos. --Por eso os encerraron en las casas, ?verdad? --Si, por eso, para combatir al virus, nos pidieron que no salieramos de casa. --Y teniais que lavaros las manos mil veces al dia, ?verdad? Y la gente acabo con el papel del vater y hasta hicieron una cancion, ?a que si, abuela? Sonrio al recordar aquello, las medidas preventivas en las que se incluian lavarse las manos varias veces al dia, el alcohol y la lejia para desinfectar, como la gente arraso con el papel higienico, la cancion que se bailaba para paliar las largas horas confinados... --Si, todo eso que has dicho es verdad. Incluidas las miles de veces que nos teniamos que lavar las manos. --Y tu te quemaste --suelta resuelta. Eso hace que de nuevo sonria. No puedo evitarlo, ella es la prueba de que, a pesar de todo lo malo que sucedio aquellos dias, tambien hubo brotes de esperanza. --Cierto. Me queme, tenia las manos vendadas hasta los codos porque... --Porque te tiraste los espaguetis encima. --Si, me tropece con la olla con agua hirviendo de haber cocido los espaguetis y me cayo en los brazos. Asi que estaba sola en mi piso, sin poder salir y sin poder hacer nada porque tenia los brazos quemados. --Y llego el abuelo. --?Quieres contarlo tu? Estoy segura de que conoces la historia mejor que yo --bromeo. --!No! !Cuentamelo tu! Yo no estuve alli, abuela --se queja a la vez que rueda los ojos. --Vale, vale... --acepto sin dejar de sonreir--. Bueno, pues estabamos en casa, encerrados, no podiamos salir para casi nada. Solo para hacer la compra, ir a la farmacia y poco mas. Asi que pensando en como iba a apanarmelas asi durante dias, vi un anuncio de un chico que se ofrecia a ayudar a las personas que no podian salir. --El abuelo. --Si, tu abuelo. --Que era policia. --Que era policia --repito. --Y en sus ratos libres ayudaba a los que no podian salir, ?verdad? --Verdad, en sus ratos libres en vez de descansar, ayudaba a los que no podian valerse por si mismos. --Iba en bicicleta. Rio de nuevo, es pura energia. --Iba en bicicleta. Y, como no podia salir, le escribi para que me trajera algo para comer. --Claro porque no podias comprar ni cocinar y estabas a punto de morirte de hambre -- afirma categorica--. Tampoco tenias papel higienico porque habia desaparecido. --Si, supongo que estaba a punto de morirme de hambre --le doy la razon sin dejar de carcajearme--, y tampoco tenia papel, aunque eso ya era un problema de por si con las manos vendadas... Recuerdo aquellos dias con algo de aprension, si era complicado estar en cuarentena, mas lo era sin poder valerme bien por mi misma. Las noticias resuenan en mi cabeza: pandemia, curva de infeccion, numero de fallecidos... --Y llego y te vio y... cuentalo, abuela, que vas muy lenta --exige. --Voy todo lo deprisa que puedo, Silvia. Es que ya estoy mayor. --Es verdad, y arrugada como una pasa. --Creo que voy a tener alguna que otra palabra con tu padre... Pues le escribi y le explique lo que me pasaba y que, por favor, me trajese algo de comer. Asi que, al leer que no podia salir por prescripcion medica, acepto. Lo estaba esperando con nervios, tenia la despensa casi vacia, pero, ademas, iba a tener que pedirle otro favor. --Pero eso no se lo habia dicho para que no fuera a decir que no. ?Verdad? --No se lo habia escrito porque no queria que me dijera que no, ya que lo que le iba a pedir era un poco comprometido. Asi que esperaba que llegara y cuando el timbre sono mi estomago dio un vuelco. --Claro, te morias de hambre. --Claro, me moria de hambre --afirmo--. Asi que cuando estaba llegando a la puerta abri como pude y cuando me vio... --!Te tiro la bolsa a la cara! --exclama sin dejar de reir a carcajada limpia. --Me tiro la bolsa encima porque se asusto al ver a alguien abrir con las manos arriba vendadas. Y la bolsa llevaba... --!Huevos! Y te pusiste perdida, !como si fueras una tortilla humana! --Rie de nuevo. Yo lo hago con ella, es un momento muy feliz. Fue la primera vez que lo vi. --Si, la bolsa llevaba huevos y al soltarla de golpe por el susto, me dio en la cara y luego cayo al suelo. Asi que terminamos llenos de huevo la puerta, el suelo y yo. Cuando se dio cuenta, se disculpo muchas veces, pero no podia acercarse mucho porque debiamos mantener la distancia de seguridad. <>, repetia una y otra vez. Y yo me eche hacia atras llorando y llena de huevo. --Llorabas porque no podias hacer nada con las manos asi, ni lavarte ni nada. --Si, me costaba mucho trabajo hacer algo tan sencillo en aquellos dias. --Y el abuelo te dijo que no lloraras. --Si, el abuelo recogio todo, lo limpio y me pidio disculpas. <>, se presento. --Y tu le dijiste que te llamabas Elena, porque te llamas Elena, ?verdad, abuela? --Verdad. Asi que alli estaba, llorando alejada de el mientras limpiaba el desastre y el huevo goteando por mi pelo, mi cara, mi ropa... <>, le explique a tu abuelo: <>. --Y volviste a llorar --me interrumpe de nuevo. --Si, lo hice porque aquellos dias estaba muy sensible, como muchas de las personas que pasabamos por unos momentos tan dificiles. Asi que tu abuelo se compadecio de mi: <>, repetia en voz baja. Y, entonces, sucedio. Sin tener que pedirle yo el favor de que cocinara algo para mi, tu abuelo entro en mi casa, se quito la chaqueta y los zapatos que dejo fuera porque, si no, podria infectar con el virus la vivienda y me ayudo. Coloco la compra, cocino para mi y me ayudo a lavarme el pelo. No deberia haberlo hecho, pero lo hizo. Eran momentos complicados para todos, sobre todo para los que se veian obligados a seguir ahi, al pie del canon. --Y cuando se quito la chaqueta, te enamoraste de el. --No, pero casi. Cuando se quito la chaqueta me parecio el hombre mas guapo del mundo, pero, despues, cuando lo conoci, fue cuando me enamore mas de el, porque tu abuelo era guapo a rabiar, pero lo mejor que tenia era su corazon. Era inmenso. Siempre dispuesto a ayudar. --Y luego volvio --afirma con los ojos llenos de corazones. Con toda seguridad son los mismos ojos que se me ponen cuando hablo de el. --Si, ese dia se quedo a cenar. Cocino para los dos. Una hamburguesa que estaba riquisima y me conto que en los ratos que no estaba de servicio, ayudaba a los vecinos que mas lo necesitaban, sobre todo a personas mayores... --Como tu --me interrumpe de nuevo. --Como yo, pero en aquel entonces no era mayor. --Ni estabas arrugada como una pasa. Cierro los ojos, mi yerno me las va a pagar... --Era joven y muy guapa --afirmo. --Pero no tanto como yo, porque mama y tu decis siempre que soy la nina mas guapa del mundo. --Me lo recuerda con tal seriedad que no me atrevo a rebatirle, aunque, no podria; es la verdad. --No, no tanto como tu, pero no estaba mal. Bueno, tu abuelo ayudaba a los mas mayores. Habia muchos de ellos que estaban solos en sus casas sin nadie de su familia para cuidarlos, otros no podian caminar bien, o no tenian vehiculos para hacer la compra o ir a la farmacia. Asi que tu abuelo tenia un listado y se daba una vuelta por cada una de las casas para echarles una mano y para asegurarse de que ninguno enfermaba. --Y siempre iba en bici. --Si, siempre iba en bici. --Repartiendo amor, como Cupido. --Algo asi --sonrio de nuevo--, en aquellos dias hacia falta gente como tu abuelo, y muchas personas hicieron cosas por los demas muy hermosas, aunque no los conocieran. Tu abuelo fue uno de ellos, arriesgaba su propia salud por los demas y nunca nunca, se quejo. --Quiero que mi novio se parezca al abuelo --afirma colocando su pequena cara entre sus manos y suspirando. --No te deseo otra cosa, gatita, ojala encuentres un hombre como tu abuelo. --?Y que paso despues? Volvio, ?a que si? --Volvio y me ayudo a cocinar. Pero esa segunda vez dejo algo mas de comida porque al dia siguiente no podria ayudarme, ni el dia de despues. Estaban demasiado ocupados tratando de controlar a las personas que no hacian caso. --Las que se escapaban de sus casas. Si, las que se escapaban de sus casas sin permiso. Asi que durante dos dias no lo vi, pero, me envio un mensaje al movil para preguntarme como estaba. Y ese fue el primero de muchos otros. --Millones, ?verdad? --Millones, tienes razon. Cada mensaje que me enviaba me hacia feliz, y mi estomago se llenaba de mariposas, cada vez habia mas y... --Y ya no podias comer porque estabas empachada de mariposas. --!Bingo! --exclamo sin dejar de reir. Es curioso como, desde la distancia, se puede quitar hierro a un asunto que fue tan grave. Pero supongo que el tiempo lo cura todo, si no del todo, al menos hace que la cicatriz se convierta en parte de ti y que lo sobrelleves mejor. Asi fueron aquellos dias. Dias de expectacion, de miedo, de tristeza por todas las vidas que se perdieron... Dias que nos ensenaron que cuando nos uniamos eramos mas fuertes, que se podia ser feliz con muy poco, que mucho de lo que teniamos no era necesario en caso de enfermar, que el virus nos igualaba a todos... --Y asi fue como, poco a poco, tu abuelo y yo empezamos a tener una relacion. Al principio solo eramos amigos, pero, con el paso de los dias, nuestros sentimientos empezaron a cambiar. Y nuestros mensajes tambien, aunque no podiamos tocarnos y nuestros encuentros siempre eran en la distancia, estabamos ahi el uno para el otro. --!Cuentame cuando te dio el beso! --El beso... --repito dejandome llevar a ese momento, ese que recuerdo como si fuera ayer, como si no hubieran pasado cuarenta largos anos--. Habian sido semanas muy duras, la gente no dejaba de infectarse y los hospitales estaban a rebosar. Incluso habian usado hoteles y otros recintos para poner camas para acoger a los enfermos. Llevabamos ya un mes entero encerrados en casa, y la cosa era seria. Ibamos a pasar muchas semanas mas sin poder salir. La gente empezaba a desesperarse, muchos temian por sus trabajos, otros no sabian como iban a superar tantos dias sin poder trabajar y empezaban a temer que iban a verse obligados a cerrar sus negocios. Esos dias, la television, la prensa, las redes sociales, todo estaba lleno de noticias del coronavirus que no dejaba pais sin conquistar. Era una guerra del mundo contra ese bicho que se cebaba entre los mas debiles... Cada dia, a las ocho de la tarde, todo el mundo salia a aplaudir a sus ventanas, a los balcones, a los patios... para dar animos y fuerzas a todos los que peleaban contra ese bicho. --Tu no, abuela, no podias con las manos quemadas. --No, hija, yo no podia aplaudir, pero silbaba --aclaro--, ese dia, habia recibido en casa la visita de un medico y me habia quitado las vendas. La quemadura estaba lo bastante bien como para no llevarlas y no habia infeccion, asi que me dejo unas cremas para ponerme y me pidio que fuera usando las manos con cuidado de no hacerme mas dano. Ese mismo dia fue cuando sucedio. Mas tarde, entrada la noche, tu abuelo llamo al timbre. No lo esperaba, fue toda una sorpresa, pero me alegraba de verlo asi que le abri con una gran sonrisa ensenandole que ya no llevaba vendas, pero su rostro estaba triste. Mucho. --Pobre abuelo, lloraba, ?a que si? --Lloraba, si, porque habia perdido a un amigo, muy querido, por el bicho. --Y te beso. --Lo hizo, sabia que no estaba bien, no debiamos estar cerca, <>, nos aconsejaban, pero el dolor le nublo la mente unos segundos y cuando me vio se acerco a mi, puso sus manos en mi cuello y me beso... La cara de mi nieta no tiene precio, puedo ver los corazones saltando de sus ojos y de los mios. No digo nada mas, no puedo, la emocion me llena el pecho y los cansados latidos de mi corazon han cobrado fuerza. Es como si de nuevo estuviera aqui, conmigo, siento la aspereza de sus manos, su boca sobre la mia, el calor de nuestros cuerpos al estar uno junto al otro, la rabia, el miedo, el dolor y la tristeza del momento. Mis manos aun debiles posandose con cuidado sobre sus antebrazos. Noto las lagrimas de el cayendo sobre mis mejillas, su necesidad. El desconsuelo. El vacio de un hombre que lo daba todo tratando de llenar esos huecos. Recuerdo sus manos sobre mi cuerpo, la ropa despareciendo de nuestros cuerpos como por arte de magia, los jadeos que llenaban de vida una casa rota, llena de soledad y desesperacion, al igual que lo estabamos nosotros. Recuerdo aquella primera vez en la que me hizo suya y yo le deje aduenarse de mi, por completo. De aquella vez en la que no solo entregamos nuestros cuerpos, tambien dimos lo poco que quedaba de nosotros... Siento un leve mareo, parpadeo y limpio mis lagrimas. --Abuela, lo siento, no llores. No debi preguntarte por el abuelo. --No es nada, gatita, no es nada. Solo necesito un poco de aire. Un aire que nada me podra devolver porque el se lo llevo consigo el dia que me dejo. Me acompana hasta el jardin, una vez alli nos sentamos. Ella en el columpio de madera, yo en la mecedora que he usado desde siempre. Parece que me encuentro mejor. El aire es mas respirable o tal vez es que la presion en mi pecho ha dejado de ser tan fuerte. --Abuela, ?estas bien? --interroga con la voz preocupada. La miro y me enternece ver la preocupacion en su rostro. Ellas son lo unico que me mantienen unida a esta vida. Ellas son lo unico real que me queda de el. Lo que hicimos entre los dos, nuestro legado. --Estoy bien, gatita, es que echo de menos al abuelo. --Yo tambien --susurra seria. Tengo que distraernos, asi que me decanto por terminar el relato. Necesito ponerle fin, necesito recordarle toda la historia por si algun dia se vuelve a repetir. --Despues de ese dia, dejamos de ser solo amigos --continuo con la voz mas serena--. Todavia tuvieron que pasar varias semanas para que, por fin, vencieramos al bicho. Las personas estaban felices porque podriamos empezar a tener una vida como la de antes..., no, no como la de antes. Despues de aquello todo cambio. Las personas se volvieron mas solidarias, los vecinos, de repente, tenian nombres reales y habian dejado de ser el del <> o el del <>, las personas que vivian solas se dieron cuenta de que no lo estaban tanto, porque habia personas como tu abuelo que se preocupaban de ellas. Y asi, aportando todos nuestro pequeno grano de arena, llego el dia en el que nos dijeron que el virus habia desaparecido, aunque solo de momento. --Y no hubo fiestas ni vacaciones ese ano, ?verdad? --No, no hubo. Todo se paralizo, aunque a pesar de todo, hubo cosas buenas tambien, la gente no dejo de amar ni de tener esperanza. Dieron con una vacuna efectiva y con un medicamento. Muchas personas se salvaron, otras, por desgracia, no. Las personas de todo el mundo cambiaron un poco su forma de ver la vida y empezaron a cuidar mas su entorno, su familia, el medio ambiente... todo. Y, al final, la luz gano a la oscuridad y ese tiempo de sombras nos dejo una valiosa leccion. --?Cual, abuela? --Nos enseno a valorar mas las epocas en las que hay luz porque las sombras y la oscuridad acechan y atacan cuando menos te lo esperas. --Y el abuelo y tu os casasteis y tuvisteis a mama, y comprasteis esta casa con un gran jardin por si teniais que volver a quedaros encerrados, ?verdad? --Si, decidimos comprar una casa con un gran jardin por si llegaba algo similar, tener espacio para salir, caminar, que nuestros hijos jugaran. --Y el abuelo te dijo que queria casarse contigo en cuanto pudiera. Cierro los ojos, inclino mi cuerpo hacia atras y dejo que la mecedora me balancee. Puedo sentir su olor como si estuviera aqui, ver su mirada limpia y sincera cuando me decia que queria pasar el resto de su vida conmigo. Que no queria esperar ni perder un tiempo que solo era real en nuestra cabeza, porque nadie sabia a ciencia cierta cuanto le quedaba... Nos habia quedado claro a todos, que la vida cambiaba de un dia para otro y que habia que aprovechar cada instante. --Si, el abuelo me dijo que no queria esperar, porque no hay nada que garantice el manana. El silencio aparece de pronto. Solo escucho el vaiven del columpio de madera y el ruido agonico que produce la mecedora cada vez que me balanceo. Tal vez no fue el momento ideal, quizas no fue la situacion apropiada ni la que seria digna de aparecer en un cuento o una historia, pero fue real. Un amor que nacio en cuarentena. Un amor que cuarenta anos despues sigue vivo, aunque uno de nosotros ya no este. Abro los ojos y miro a mi alrededor. Mi preciosa gatita esta tranquila, su rostro es una copia mejorada del de su madre, del mio. Espero que no tenga que pasar por nada parecido, pero si llegara el caso, al menos espero que sepa afrontarlo con entereza y que esta vieja arrugada como una pasa le haya ensenado una leccion importante: siempre hay luz al final del tunel. --Y fuisteis muy felices, ?verdad? --dice de repente, rompiendo la quietud. Dejo escapar un suspiro que lleva ahi, guardado en mi pecho, muchos anos. --Si, gatita, el abuelo y yo fuimos muy felices a pesar de que nuestro amor nacio en cuarentena.

  • La caza de las Aguilas, Ben Kane de Ben Kane

    https://gigalibros.com/la-caza-de-las-aguilas-ben-kane.html

  • Antes de los anos terribles de Victor Del Arbol

    https://gigalibros.com/antes-de-los-anos-terribles.html

    <felicidad parecia el estado natural de la vida, algo tan obvio como que cada manana salia el sol. Los primeros rayos de luz se colaban entre las ramas de palma del techo aquella manana en la que todo empezo a cambiar.>>

    La vida de Isaias volvio a empezar el dia que llego a Barcelona siendo un muchacho y dejo atras su mundo. Despues de mucho tiempo ha construido una nueva vida junto a su pareja, mientras intenta abrirse camino con un negocio de restauracion de bicicletas. Todo cambia el dia que recibe la visita de Emmanuel, un antiguo conocido que lo convence para que regrese a Uganda y participe en un encuentro
    sobre la reconciliacion historica de su pais.

  • Algun Dia, Hoy de Angela Becerra

    https://gigalibros.com/algun-dia-hoy.html

    En una noche de tormenta y barro nace una nina bastarda a la que, creyendola muerta, bautizan con el nombre de Betsabe. Nadie sabe que en su interior lleva la fuerza de la feminidad, asi como la magia y la rebeldia que la haran superar todos los obstaculos. Creara un vinculo indisoluble con su hermana de leche, Capitolina, una pobre nina rica, y ninguno quedara indiferente a su mirada de fuego. Ni siquiera Emmanuel, el revolucionario frances salido del Montparnasse mas artistico que, al conocerla, caera enfermo de amor.

  • Lo que hacemos por amor de Margot Early

    https://gigalibros.com/lo-que-hacemos-por-amor.html

    Mary Anne Drew estaba enamorada de un hombre que se iba a casar con otra mujer, asi que, para conquistarlo, decidio comprar una pocion amorosa. No estaba convencida de que los hechizos y las pociones funcionaran, pero tenia que hacer algo. Desafortunadamente, el brebaje se lo bebio otro hombre, Graham Corbett y, a partir de entonces, empezaron a pasar cosas extranas.

  • Abrazos en el aire de Inmaculada Leon Tirado

    https://gigalibros.com/abrazos-en-el-aire.html

    La lucha de una mujer por sobrevivir en una sociedad que la limita humana, politica y socialmente.

  • la sombra del secreto. El arcano de Beatriz Caceres

    https://gigalibros.com/la-sombra-del-secreto-el-arcano.html

    ” El Rey es asesinado en circunstancias muy extranas. Su cadaver es descubierto desnudo y atado a una silla Luis XV en su dormitorio en Palacio. Todo indica que hay una mujer involucrada.”