• laura perez caballero - Laura Perez Caballero

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    Cuando se decidio poner en marcha el proyecto, nos aseguraron que nada de lo que imaginabamos podria pasar. Como siempre. Pero la historia se repite, a eso estamos condenados. Los humanos tropezamos una y otra vez con la misma piedra. ?Por que? Porque nos creemos invencibles y superiores. Superiores, he ahi el error. Aun creyendonos mejores que nadie, una raza insuperable, siempre buscamos ir mas lejos. Asi crearon a los “Precoces”. Se tardo un periodo exiguo de tiempo para que el Gobierno aprobara el proyecto, pese a las criticas de algunas de las grandes potencias. La no intervencion se habia firmado poco tiempo antes y creo que de ello se aprovecho Astonia para poner en marcha aquel experimento. Los ADN de mas de un millon de personas fueron modificados y luego en grandes laboratorios gubernamentales se gestaron los Precoces de forma artificial. Los Precoces eran igual que el resto de los humanos, solo que ellos eran rubios, todos. Tambien tenian los ojos y la piel clara, y, sobre todo, todos tenian el mismo apellido: Solares. El de su padre y creador. Los Precoces se repartieron en varios asilos estatales donde se les daba una formacion especial basada unicamente en las matematicas y las ciencias. Se les dirigia hacia el aprendizaje practico de soluciones a problemas en la vida real, esto parecia haber creado hombres y mujeres cuyo sentido empatico no existia. Solo se centraban en las soluciones practicas. Se les veia frios y calculadores, lo cual al Gobierno no dejaba de parecerle perfecto pues eran mas faciles de manejar. Cuando llegaban a la mayoria de edad se les colocaba en laboratorios y fabricas de investigacion con la idea de conseguir el mas alto rendimiento en I+D de cualquier otro pais en el mundo. Se les proporcionaba una vivienda y se les animaba a integrarse con el resto de los habitantes del pais. Sin embargo, no se sabe si debido a su falta de empatia, al haber estado aislados durante toda su infancia y adolescencia o a su desconfianza, cuando se incorporaban a la sociedad se concentraban en comunidades formadas por Precoces y mantenian el minimo contacto con el resto de las personas. Procreaban entre ellos y sus hijos se criaban en los mismos centros en los que ellos lo habian hecho, hasta que, a su vez, llegaban a la mayoria de edad. Y un dia, cuando se acercaban las elecciones presidenciales en Astonia, un “Precoz” presento su candidatura y puso patas arribas todo el sistema. Se puso en duda si era posible que un Precoz se presentara, pero puesto que el Gobierno los habia reconocido como ciudadanos en todo momento, no encontraron excusa para que no pudiese hacerlo. Poco despues todas las calles estaban forradas con propaganda electoral del Precoz Augusto Solares. A pesar de que los precoces no solian relacionarse con el resto, poco antes de que todo comenzara, muy poco antes, cuando en el fondo todos estabamos seguros de que algo asi pasaria aunque ya nadie lo dijese en voz alta, yo conoci a Dylan Solares. Y asi, con ese punto de partida, me gustaria contarles esta historia. 1. Papa no recordaba bien en que momento el Gobierno de Astonia habia aprobado el proyecto, porque el era aun pequeno, tenia seis anos. Sabia que se habia anunciado en todos los telediarios y en las redes sociales como un gran acontecimiento, un acontecimiento que supondria el despegue de Astonia para ponerse a la cabeza del resto de naciones, para crear un pais puntero en I + D. Esta era la apuesta de Astonia, generar cabezas pensantes, hombres y mujeres adelantados a su tiempo. Lo que si recordaba bien, y me contaba a menudo, era cuando la primera generacion de Precoces salio de los Asilos estatales y se incorporo a la sociedad. Ahora ya hay tres generaciones viviendo entre nosotros. Cuando llegaba a esa parte del relato abria los ojos como platos y su voz tomaba un tono mas bajo, pero admirado. --Era muy dificil describirlos fisicamente. Su belleza superaba la de los angeles de los cuadros. Eran... eran perfectos. Ahora estamos tan acostumbrados a verlos que ya no nos llaman tanto la atencion, pero entonces... Entonces me miraba y sonria. Seguia manteniendo la dulzura en sus ojos a pesar de que las arrugas que los rodeaban cada vez eran mas profundas. --Bueno, tu puedes entenderlo bien. Tu eres como ellos. Cuando naciste se lo dije a mama: ?Con que precoz me has enganado? --se reia y miraba a mama, que trasteaba por la casa y que siempre movia la cabeza a los lados sin decir nada, como si se avergonzara con el comentario. Papa siempre me lo contaba. Cuando naci hasta la matrona y las enfermeras quedaron sorprendidas con la tersura de mi piel completamente blanca a pesar del esfuerzo para salir del vientre de mama. Luego, fui creciendo y cada vez mi cabello se volvia mas claro, caia en mechones suaves y lisos que mama peinaba con premura y admiracion. Por la calle los vecinos me observaban, embelesados con mis ojos azul marino y con la gracia de mi cuerpecito delgado y elastico. --Tan hermosos como inaccesibles --decia papa refiriendose a los Precoces. El primer error del Gobierno al tratar de que los Precoces se integraran en la sociedad y con el resto de habitantes fue facilitarles viviendas en barrios preparados para ellos. Esto solo reforzo su sentimiento de Comunidad y les aislo mas del resto. Como se dedicaban a trabajar en laboratorios y fabricas de investigacion tenian autobuses que los recogian en cada barrio y los repartian en su trabajo, con lo que su contacto con el resto se limitaba al que mantenian con los humanos no precoces que habia en esas fabricas y con los dependientes y duenos de establecimientos en los que tenian que abastecerse para su supervivencia. Por lo demas, cualquier actividad de ocio, como ir al cine, al teatro, ballet, a centros comerciales o cualquier otro lugar tambien la realizaban entre ellos. Eran una sociedad aparte. --Quiza sea mejor asi --decia mi padre--. No todo el mundo estaba de acuerdo en su "creacion". Tenia algo de... antinatural, e ir contra la naturaleza no suele terminar bien nunca. Y si no que se lo digan ahora a las autoridades... Papa se referia a que hacia unos meses, uno de los precoces se habia presentado como candidato para las elecciones presidenciales de Astonia. Y lo que en un momento parecia imposible, ahora, si se tenian en cuenta las encuestas, parecia estar a punto de cumplirse contra todo pronostico. --Astonia dirigida por Precoces, ?lo imaginas? --preguntaba mi padre -- Dirigida por gente que jamas se ha integrado entre nosotros. Por gente que no nos conoce. Y entonces era el quien movia la cabeza de un lado a otro. --No nos conocen, Ruth, ni nos conocen ni tienen el mas minimo interes en conocernos. Pero ahi se equivocaba, al menos habia un precoz que si tenia interes en conocer a un no precoz. Bueno, a una no precoz. Vaya, en concreto tenia interes en conocerme a mi. 2. Desde muy nina me habia obsesionado con el ballet. Miraba extasiada las imagenes de las bailarinas en mi dispositivo movil y les decia a mis padres que yo seria una gran bailarina. Apenas naciamos nos colocaban entre las manos una tableta y disponiamos de total libertad en su uso pues determinados contenidos se activaban unicamente cuando llegabamos a los dieciseis anos de edad. Para que esto fuese asi, las tabletas que ibamos adquiriendo se registraban a nuestros nombres y estos iban directamente al registro civil en el que estaban nuestros certificados de nacimiento. Esta claro que era, ademas, una forma de mantenernos controlados, de disponer de infinita informacion sobre nosotros y de tenernos localizados en todo momento. Esto habia logrado que nos volvieramos totalmente dependientes de todos los dispositivos electronicos, pero no habia terminado aislandonos en una realidad virtual, tal y como papa contaba que su abuelo y la generacion del mismo siempre habia temido. Asi, yo me pasaba horas y horas observando a aquellas bailarinas, sonando con sus cuellos despejados, largos, etereos. Con sus piernas ligeramente musculadas, dentro de aquellas medias blancas que aun les daban un aspecto mas fragil, mas fantasmal... En las tiendas deportivas iba a la seccion de ballet y acariciaba las zapatillas con puntera, los lazos, los tutus. Imaginaba mi cuerpo vestido con aquellas mallas con olor a nuevo. Con seis anos papa me dio la noticia una tarde al volver del colegio. --No te cambies, vamos a volver a salir. Yo le miraba sorprendida. --?Juntos? --Juntos, si. --?Y la tienda? --Hoy abrire un poco mas tarde. Papa tenia una tienda de venta de telas al peso. Mama cosia las mismas telas que otras senoras compraban y ellas le encargaban convertir en faldas, blusas o vestidos. Cogida de la mano de ambos, atravese la puerta del lugar que se convertiria en mi segundo hogar durante trece anos. La Escuela de Ballet clasico oficial de Astonia. La senorita Claudia, que entonces y durante los trece anos que yo estuve en la Escuela fue la directora, nos condujo entre lo que entonces me parecio un laberinto de pasillos, y mas tarde me aprenderia al dedillo, mientras nos iba senalando una y otra puerta a los lados y nos decia a que sala correspondia. Asi hasta llegar a la que yo ocuparia como principiante y donde se encontraban las ninas que tenian mas o menos mi edad. El suelo era de madera, pero habia perdido su brillo original. Las ninas se apoyaban contra la barra anclada a la pared y cesaron su actividad cuando la directora abrio la puerta. Mis ojos, avidos por aprender, lo registraban todo. Una, dos, tres, cuatro... diecisiete ninas. Tres llevaban mallas negras, una de ellas rosa palido y el resto de color blanco. Cerre los ojos y trate de imaginarme entre ellas, con mi propia malla, y, mientras, la directora se dirigia a ellas para decir: --Esta es Ruth, va a ser vuestra nueva companera. Yo pensaba en el color de la malla que iba a elegir al tiempo que Apretaba, emocionada y agradecida, las manos de papa y mama.

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  • La tormenta infinita de Laura Perez Caballero

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    Veo, veo. ?Que ves? Una cosita. ?Y que cosita es? Veo la cama de Eva Simon Marquez. Veo la cama de una estudiante de enfermeria de veinte anos que comparte piso en Oviedo con dos companeras mas. La cama esta deshecha. Faltan las sabanas y el colchon esta cubierto de sangre. Falta algo mas. Falta un cuerpo. El cuerpo a quien pertenece la sangre. Cuerpo que no es dificil imaginar envuelto en las sabanas ausentes de esa cama. Las camas sin vestir dan sensacion de mudanza, de dia de colada o de casa abandonada. No puedo evitar pensar en alguna de esas situaciones cuando veo una cama sin sabanas. En este caso, ademas, la sangre indica una agresion, una pelea, puede que un crimen. Veo a los de la cientifica afanandose en su trabajo, zumbando como moscas a mi alrededor, con ese aspecto aseptico que los rodea y que los vuelve impenetrables, ajenos a todo lo que no les parezca que pueda ser una prueba. Ajetreados en obtener todo aquello que pueda ser util, antes de que la escena se contamine, como se contamina todo aquello que toca la mano humana. Mis ojos se desplazan por el cuarto tomando nota. Persiana levantada, cortinas cerradas. Algo de sangre salpica la pared a la que esta pegada la cama, pero en general se concentra toda en el colchon. En el suelo una huella borrosa de un zapato, dibujada con el rojo de la sangre de la victima. --Supongo que alguien habra fotografiado eso --digo. Aunque lo hago en un susurro, mas para mi misma que para el resto, uno de la cientifica se apresura a responder que si. Su tono es neutro. No hay reproche por la intrusion en su trabajo. Las dos companeras de piso de Eva permanecen en el salon del pequeno piso alquilado. Esta en El Cristo, muy cerca del Campus, es facil saber porque lo han elegido. Es una tercera planta, en un edificio viejo en el que recientemente han instalado un ascensor que baja hasta los estacionamientos del sotano. En seguida hablare con ellas, pero primero quiero ver con detalle la escena del crimen. ?El crimen? Por la cantidad de sangre que empapa el colchon yo diria que si, que la pobre chica no puede seguir viva despues de haber perdido tanta. ?La chica? Estoy haciendo conjeturas demasiado rapido. No hay cadaver, la sangre podria ser de otra persona y la inquilina de la habitacion ser su asesina. ?Asesina? Todavia no se nada. Dejo hacer su trabajo a los de la cientifica y observo. Observo una mesita junto a la cama. Sobre ella una lamparilla de noche antigua, con una de esas tulipas que se llevaban tanto en los anos ochenta, un paquete de panuelos de papel, la funda de unas gafas, una botella de agua mineral y un libro. El libro se titula Tiempo de silencio. Esta escrito por Luis Martin Santos. Yo no leo demasiado. En la portada hay un par de ratas blancas, de esas de laboratorio. Giro el libro y leo la sinopsis. Va de un estudiante de medicina. Muy adecuado para alguien que estudia enfermeria, aunque tiempo es lo que alguien ya no tiene. Y silencio, bueno, no es silencio exactamente lo que se escucha ahora mismo en este piso, pero son gajes del oficio, el alboroto es basico en el inicio de una investigacion. El alboroto y el caos que se forma cuando cuatro personas nos movemos con premura en una habitacion de apenas ocho metros cuadrados. Uno de los agentes sale de un pequeno bano con lo que parece una servilleta de cafeteria. --Estaba dentro de la taza del vater, tiene algo escrito pero no es legible --dice dirigiendose a mi. La guarda con cuidado en una de las bolsitas plasticas que usan. Imagino a alguien extrayendola del servilletero de un bar, rojo (no se por que, pero lo imagino de ese color con la publicidad de una marca de cerveza serigrafiado en el) y garabateando algo en ella. Que se anota en una servilleta. Un numero de telefono, una direccion, un poema, o se hace un dibujo de forma distraida mientras se toma algo en un bar. Estas en la barra, sentada en uno de esos taburetes altos, tomandote un vino o una cervecita, mientras picoteas del coctel de frutos secos que te han puesto en un platillo y de pronto te llaman por telefono. El interlocutor te dicta un numero o una direccion y ?que haces? Sacas una de esas servilletas que no absorben absolutamente ningun liquido y le pides un boligrafo al camarero para apuntar en ella lo que te estan dictando. Veo una comoda un poco mas alla, apoyada contra la pared pintada de color azul cielo. A primera vista se distingue un cepillo de cabello, del que seguramente alguno de la cientifica habra recogido algun pelo, un foulard muy bien doblado, una caja que parece un joyero, un frasco de perfume. Y pienso que ni volcando todo el contenido del perfume podriamos dejar de respirar ese olor metalico tan caracteristico de la sangre. Ese olor se mete por la nariz y tarda mucho en abandonarte, se instala en la pituitaria y se repite una y otra vez a lo largo del dia, con mucha mas intensidad al tragar saliva. Veo una foto. Es la foto de una nina sentada frente a una tarta de cumpleanos con una vela de numero. El numero es un seis. Una mujer la abraza desde la espalda y su cabello, largo, claro y brillante, cae sobre los hombros de la nina, mezclandose con el suyo. Supongo que son Eva y su madre. Estan al aire libre, parece que es el patio de una casa. Hacia un dia esplendido, se puede apreciar por la luz en la fotografia, el sol estaba alto, asi que debia ser primera hora de la tarde cuando se la sacaron. Pienso en su madre, en que tendre que llamarla para darle la noticia de la desaparicion de su hija. No sera la primera vez, tampoco la ultima, pero todas son igual de incomodas, dolorosas. --Nosotros hemos terminado aqui --dice el jefe de la cientifica. El resto de sus hombres ya han salido de la habitacion. Es un hombre enorme, debe medir cerca de dos metros y tiene algo de sobrepeso, pero su voz es suave y amable -- ?Como esta tu madre, Lujan? --Sigue igual. Eres el unico del que recuerda su nombre --miento. Les digo lo mismo a todas las personas que tienen la delicadeza de preocuparse por ella, aunque sea con una simple pregunta. Puede que ni siquiera les importe, pero se agradece el que la recuerden ya que ella no puede hacer lo mismo. Sonrie y me aprieta el hombro con una de sus manazas antes de dejarme sola en el cuarto. Sola con los fantasmas. La habitacion se vacia y el silencio se vuelve, ?como se dice?, si el silencio se vuelve atronador. Vuelvo la vista de nuevo hacia la foto y despues observo la imagen que me devuelve el espejo que tengo enfrente. Veo una mujer de cincuenta y seis anos. Una piel lechosa, con pecas que, de nina, fueron el deleite de los abusones del colegio. Veo un cabello que llega a la altura de los hombros, cobrizo, con canas brillando en las sienes, intrusas peleando por destacar entre el tinte. Un rostro que se ha ido rellenando con carne y arrugas. Veo ojeras y bolsas bajo los ojos. Si, esa soy yo. Veo a Lujan Garcia Prieto, inspectora en el cuerpo de policia de Oviedo. Veo, en resumen, que otro caso mas me esta esperando. 2. ALEJANDRA Menuda noche, vaya manera de echar agua, hacia anos que no caia una tormenta asi. Lo se porque siempre me ha gustado ver los rayos mientras me siento a salvo, como ahora tras la ventana. Cuando era una nina, mi abuelo siempre nos contaba a los nietos como le habia caido un rayo a un vecino del pueblo mientras araban la tierra. Los ojos se le enrojecian y la voz salia temblorosa de su boca, acompanada de aliento con olor a vino y queso. Decia que el rayo le habia destrozado la ropa, que el vecino habia quedado tendido en el suelo, con el cuerpo abrasado y la ropa desperdigada a su alrededor. Los nietos le escuchabamos en silencio, sobrepasados por la historia y sobre todo por las lagrimas de mi abuelo. En nuestras cabezas se dibujaba la imagen de un hombre desnudo y chamuscado. Durante la infancia tuve miedo a las tormentas. Era un miedo que al mismo tiempo me atraia. Como el vertigo que se siente al montar en una montana rusa, o el cosquilleo mientras ves una pelicula de terror. Hace anos que lo supere para disfrutar del espectaculo natural que suponen los hilos de luz que caen sin piedad sobre la tierra, como si la castigara por haber cometido algun pecado. Eva me llamaba pesada porque yo contaba aquella historia, la de mi abuelo, siempre que habia tormenta. --Pero que pesada que eres, de verdad. Superalo ya --me decia usando aquellas expresiones de adolescentes que escuchaba en la escuela o leia por las redes. Sin embargo, el haz de luz que atraveso los cristales de mi habitacion no era el de un relampago. Era sin duda la luz que proyectan los focos de un coche. Instintivamente dirigi la mirada hacia el reloj despertador que tenia sobre la mesita para, entrecerrando los ojos, comprobar que era mas de la una de la madrugada. Luca, la perra pastor que le habiamos regalado a Eva cuando cumplio ocho anos, ladro en el salon, donde tenia su cama para dormir. El viento habia cambiado de direccion y las gotas de lluvia ya no golpeaban contra los cristales de la ventana. Contuve la tentacion de abrir las hojas para inspirar el olor a tierra mojada y observe sorprendida que se encendia el farolillo de entrada de la casa del jardin. La casa que mi marido habia construido para Eva cuando ella apenas tenia dieciseis anos y reclamaba intimidad. --Yo te construyo la casa, pero tu prometes ser responsable. Su padre siempre la habia mimado y consentido. --Es una cria --habia protestado yo. --Asi aprendere a dejar de serlo --replico ella. --Asi ?como? --Asumiendo responsabilidades, como dice papa --dijo mientras se colgaba del cuello de su padre. Sabia que habia ganado la batalla, que tenia a su padre vencido. Y eso bastaba. --A ver, a ver a ver. Cierra los ojos y desealo con fuerza, con mucha fuerza, con toda tu alma. Sabes que lo que se desea con toda el alma se acaba cumpliendo --reia Benjamin, encantado con los arrumacos de su hija. --Papa --protestaba Eva--, que ya no soy una nina pequena para creer en esas milongas. Y ya se habia salido con la suya. Eva siempre se salia con la suya. Su padre, arquitecto, dibujo los planos y se ocupo de construir una pequena casa de una sola planta con una cocina que hacia las veces de sala, una habitacion y un bano minusculo. Yo la observaba entrar y salir acompanada de Nestor. Me averguenza reconocer que algunas veces llegue a asomarme a traves de los cristales para tratar de ver lo que hacian dentro, deseando descubrir algo que me diera la razon en mi postura de que aun era una cria irresponsable, pero con el paso de los meses acabe por acostumbrarme y Eva se instalo a vivir en la casita de a hecho. Luca se quedo con nosotros en la casa grande. Eva habia rogado por tener un perro, pero se habia cansado de la perrita en muy pocas semanas. Benjamin era quien se ocupaba de sus cuidados, comprarle la comida, cambiarle el agua, sacarla a pasear por el monte. Luca le adoraba. La cortina de lluvia me impedia ver quien era la persona que abria la puerta y accionaba la luz del recibidor, pero si distinguia la figura de una mujer. Regrese a la mesita de noche y tome el telefono mientras buscaba su numero entre los contactos. Al tercer pitido su voz me llego como desde otro mundo. --?Mama? ?Te he despertado? --Eva ?eres tu? ?Estas en la casa del jardin? --Si, soy yo, mama. --?Que ocurre? ?Como has venido a estas horas? Y ademas con la que esta cayendo. --No pasa nada, mama, acuestate. --Voy a verte. --No, mama, acuestate. Estoy bien, de verdad, pero estoy muy cansada y no quiero que vengas con este diluvio. Manana con calma hablamos, necesito dormir un rato. Las madres sabemos cuando nuestros hijos no estan bien, pero ademas yo tenia una ventaja, o dos: la hora que era y el tiempo que hacia. Nadie se aventuraria desde Oviedo hasta Valmilar por gusto bajo aquella lluvia torrencial, pero como buena madre tambien sabia cuando era mejor ceder. --Esta bien, carino. Manana me paso a verte. Tuve que ir hasta el salon a tranquilizar a Luca que no dejaba de ladrar. Me miraba con esos ojos grandes y cansados, su pelaje se habia poblado de canas y cada vez aspiraba mas de sus pelos de los suelos y los sofas, ya tenia doce anos y comenzo a lloriquear cuando le dije con voz firme que se callase. --Tonta, tonta, ?que pasa? Es Eva. ?Por que te asustas asi? Eres una cagona, menuda perra guardiana estas hecha. La perra se dejaba mimar, mi mano pasaba una y otra vez sobre su cabeza, entre las orejas, arrastrado pelos entre mis dedos. En cuanto daba un paso para alejarme comenzaba a aullar desesperada. Al final me la lleve al cuarto y le permiti echarse sobre la alfombra, a mi lado, como si fuese una nina pequena asustada que quisiera dormir con su madre. Algo que Eva nunca habia hecho. A Luca no se lo habia permitido mientras Benjamin estaba vivo, sin embargo, al morir el fue como si Luca se volviera mas asustadiza. Benjamin habia sido el faro que guiaba su vida, ahora tenia que acostumbrarse a su ausencia y a mis cuidados, sustituir las rutinas que mantenia con mi marido a las que yo misma mantenia. Me parecio que su vida ya se habia vuelto lo suficientemente dura como para negarle algun capricho de vez en cuando, como el dormir en la habitacion conmigo cuando se mostraba mas estresada, como ahora. Lo ultimo que vi antes de meterme en la cama y quedarme dormida, hasta que me desperto la llamada al movil, fue un rayo caer en el terreno, cerca de la casa del jardin. O quien sabe, quiza solo hubiese sido parte de un sueno, el inicio de un sueno del que seria dificil despertar.

  • El Highlander y el demonio espanol de Gema Gil Gutierrez

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    Escocia, 1330. Dos espiritus indomables pertenecientes a diferentes epocas se encuentran por mediacion de un anillo que alberga un secreto extraordinario. Paula, una policia espanola del siglo XXI, decepcionada con su trabajo y con el mundo que la rodea, irrumpe en la vida de Patrick, el jefe del clan mas poderoso de las Highlands.
    El caracter, intrepidez, valentia y belleza de la joven no dejaran indiferente al magnifico guerrero.
    ?Podran los sentimientos que surgen entre ambos y su tozudez superar las barreras del tiempo y del corazon?

  • Pieles de Erika Fiorucci

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    Vittoria Fera es la perfecta descripcion de la mejor amiga de cualquier heroina de novela: hermosa, rica, fiestera y un poco <>. Es su mejor fachada, la piel que usa todos los dias en la universidad para que sus companeros no noten que es diferente, que hay un extrano depredador entre ellos.
    Sin embargo, por mas corriente que aparente ser, no puede enganarse a si misma. No es normal entre sus companeros de universidad, pero tampoco es normal en casa. <>, <>, <>, <>, son palabras que ha escuchado desde que era nina, susurradas a su paso, acompanadas con miradas de pena.

  • Quiero ser tu sumisa de Danae Sousa

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    !Voy a realizar el viaje de mi vida! Las bermudas es mi sueno de toda la vida.

  • Abre tu corazon (Mafia 2) de Barbara Padron Santana

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    Giulia Maccini era feliz al lado de su marido Lucio Belgeri, pero cuando los problemas de pareja dan comienzo y el se retrasa el dia que se iban a ir de crucero, ella comete el peor error de su vida. Y ese error tenia nombre: Salvatore Fabreschi.
    Salvatore es un forense con un humor bastante acido que al ver a Guilia sufriendo, decide ayudarla, pero la atraccion es tal que ambos acaban acostandose.
    Desde ese mismo instante los problemas se suceden uno tras otro. Alguien quiere acabar con la vida de Giulia sin que esta sepa la razon.
    Ambos deberan enfrentar demonios no solo del pasado, sino del presente y proteger lo que mas quieren luchando por sus sentimientos.

  • Quijote de Salman Rushdie

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    Inspirado por la obra de Cervantes, Sam DuChamp, un escritor mediocre de thrillers de espias, crea el personaje de Quijote, un viajante de productos farmaceuticos que vive obsesionado con la television y que esta enamorado platonicamente de una estrella de la pequena pantalla. Junto con su hijo (imaginario) Sancho, Quijote se embarca en una aventura a traves de Estados Unidos para probar que es merecedor de la mano de su doncella, enfrentandose a todo tipo de peligros, desde ciberespias rusos hasta racistas violentos, e incluso a la amenaza del fin del mundo.

  • Superar la dislexia de Luz Rello

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    Un 10 % de la poblacion sufre dislexia, por lo que en Espana se calcula que unos 600.000 ninos tienen dislexia y no lo saben. Una <> que les condena al fracaso escolar sin tan siquiera ser conscientes de ello. Luz Rello tambien fue una nina con dislexia y, tras anos de estudio e investigacion, nos presenta una obra con todas las herramientas que tenemos actualmente a nuestro alcance para combatir la dislexia y ayudar a los ninos y ninas a cumplir sus suenos.

  • Amos y Mazmorras VIII de Lena Valenti

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    AMOS VIII

  • El Odio y la Muerte de Christo Herrera Inapanta

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    Tras el asesinato de su mujer, Andres fue inculpado y llevado a prision; no obstante un detective le permite salir tras demostrar su inocencia, se habian registrado otras muertes en similares circunstancias. Andres no dudara en investigar al asesino de su mujer siguiendo la unica pista que dejaban las victimas del criminal.

  • ETA. Las claves de la PAZ de Jesus Eguiguren

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    Son muchos los acontecimientos que estan sucediendo en el Pais Vasco. El mas importante: el fin de ETA. La forma en que se ha puesto punto final a la accion terrorista ha sorprendido a la mayoria y ha generado desconfianza. ?Cuales son las verdaderas claves del final historico de ETA? ?Que papel desempenaron los intentos de negociacion previos al cese de la lucha armada terrorista? ?Cual es el futuro de la paz en Euskadi? ?Como se va a llevar a cabo este proceso? El periodista Luis Rodriguez Aizpeolea reconstruye de forma integra en ETA. Las claves de la paz el proceso de paz que se abrio en Euskadi entre 2000 y 2006, y que es el precedente del cese definitivo del terrorismo por parte de ETA, de la mano de su principal testigo, el presidente de los socialistas vascos, Jesus Eguiguren. Como se gesto la idea del dialogo con ETA, como se llevaron a cabo las reuniones, los horarios, las fechas, los asistentes, el modus operandi de cada uno de los encuentros y sus consecuencias tras la ruptura del proceso con el atentado de ETA en la T-4. Una obra que secuencia de manera magistral el final del terrorismo en Espana, un problema endemico que se venia arrastrando desde la Transicion y un caballo de batalla de los diferentes gobiernos democraticos. El testimonio de uno de los principales responsables del final del terror, un vasco de corazon que lo arriesgo todo en favor de un deseo -que era el anhelo de todos los espanoles-: la paz en Euskadi. Un relato sorprendente y profundo que aun guarda el valor de la inmediatez y que cuenta con todo lujo de detalles, y por primera vez -ya que este es un tema a menudo silenciado- los entresijos de una negociacion con una organizacion terrorista. La explicacion del final de ETA. Todo, sin censuras

  • GOG. Empieza la cuenta atras de J. J. Benitez

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    Gog es el libro que J. J. Benitez nunca hubiera deseado escribir. Esas son sus palabras. Pero escrito esta. Segun el autor navarro, lo mas importante de esta supuesta novela < que se lee>>.
    Si, Gog es una pequena joya (envenenada). Se trata del libro mas breve, y dramatico, del autor de Caballo de Troya.

  • Irresistible 5 de Robyn Hill

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    Un sensacion de peligro inminente flotaba en la atmosfera de la prision. Morgan y sus secuaces me lanzaban miradas de acero cada vez que aparecia por el pabellon de reclusos. Deseaban vengarse de la paliza sufrida en las duchas, por eso debia permanecer en alerta todo el tiempo. Era evidente que mi vida corria grave peligro, pero ?me hubiera comportado de distinta forma de saber que trataba con el mafioso de la carcel? La respuesta a todas luces era no. Mi actitud podia considerarse como irresponsable, sin embargo, creo que es el deber de cada uno a contribuir para que el mundo sea mejor. ?Hubiera sido capaz de mirar a los ojos a la mujer de mi vida si llego a actuar como un cobarde? Con toda probabilidad, no. El amor de Amanda me dejaba ser fiel a mi mismo, autentico por los cuatro costados. Y entre rejas el tener la certeza de que ella estaria orgulloso de mi, era como un soplo de aire fresco dentro del arido entorno de la carcel. Recorde lo mucho que la extrane aquellos dias que viaje a Nueva York, sufriendo un anhelo constante por volverla a ver, pero en la prision el sentimiento resultaba mas agudo. A esa terrible y profunda nostalgia por Amanda se le sumaba la melancolia, la frustracion y una sensacion de vacio. En otras palabras, me sentia desesperado porque entre ella y yo se levantaba un bloque de hormigon impidiendo estrecharla entre mis brazos. ?Existe mayor castigo que el privarte de la mujer de las que estas perdidamente enamorado? Estaba tumbado en mi camastro cuando se acerco Ferguson andando con parsimonia, como si se encontrara en el jardin de su casa. --Cassel, en pie --dijo con un gesto de la mano--. Vamonos a dar un paseo. --?Que ocurre? --pregunte con el ceno fruncido mientras me colocaba de pie. Mi reunion con Brian habia sido esa misma manana y, por desgracia, no era domingo, asi que no contaba con ninguna visita. --Se te dira en su momento --dijo Ferguson esposandome. Cualquier novedad que me distrajera de la rutina era mas que bienvenida. En la carcel el tiempo transcurria mucho mas lento, y lo peor era que ese ritmo monotono te afectaba al cuerpo y a la mente. Ferguson y yo caminos a traves de los pasillos largos y austeros del modulo de prisioneros. A veces me gustaba aguzar el oido para escuchar los sonidos de la carcel. Para mi sorpresa, emisoras de todo el mundo reverberaban por las paredes. Resultaba ironico que un mundo tan tecnologico, la radio continuara siendo un instrumento tan utilizado. --?Como estas, bien? --pregunto Ferguson mientras saliamos del modulo de reclusos. Aun desconocia el proposito de mi improvisado paseo. Me encogi de hombros. ?Que se suponia debia contestar? Estaba en la carcel, jodido. Ferguson sonrio de una forma paternal. No pude evitar sentir una corriente de simpatia hacia el, a pesar de que jamas daria su vida por defenderme de Morgan. Lo comprendia. No le pagaban para arriesgarse. --?Adonde vamos? --pregunte. --El alcaide quiere verte --respondio alzando las cejas, como si hablase del presidente de los Estados Unidos. --?A mi? ?Para que? --Ya lo veras, Cassel. No seas impaciente --dijo con el rostro serio. Despues de pasar por un sendero de piedra bajo un cielo encapotado, cruzamos el umbral de una puerta. Al entrar me sorprendio ver a una mujer detras de un escritorio. Dentro de una carcel de hombres parece logico esperarse a hombres en todos los puestos de trabajo, pero estaba equivocado. --Hola, Susan --dijo Ferguson--. Nos esta esperando. La tal Susan asintio con la cabeza y ambos entramos en el despacho del alcaide. Lo primero que vi fue la espalda de un hombre que pintaba sobre un lienzo. En una mano sostenia el pincel y en la otra, la paleta con un surtido de colores. Llevaba puesto un mono blanco lleno de manchas de varios colores, sin duda, se trataba de un pasatiempo al que dedicaba muchas horas. --Sr. Orison... --dijo Ferguson. El alcaide se tomo la tranquilidad para soltar la ultima pincelada antes de girarse hacia nosotros. Me fije en el cuadro: una playa paradisiaca de arena blanca y mar de color turquesa. Supuse que su trabajo le ocasionaria una multitud de horas muertas que debia rellenar de alguna manera. --Oh, Eric, buenos dias --dijo el Sr. Orison sonriendo--. Tome asiento, por favor. Se trataba de un hombre que rondaba los sesenta anos, de aspecto afable, con la espalda ligeramente encorvada y una mirada astuta. Me fije en su anillo de casado. Algo en el me recordaba a un sacerdote o un medico. Con un gesto de la cabeza ordeno a Ferguson que me quitara las esposas. El Sr. Orison me examino de arriba a abajo, seguramente calibrando que tipo de preso era. Tome asiento mientras me acariciaba mis doloridas munecas. ?Que querra este hombre de mi?, me pregunte. --Me encanta pintar, me relaja --dijo al fin. Guarde silencio,y el Sr. Orison, al no obtener respuesta a su comentario, continuo pintando con pequenas pinceladas aqui y alla. A veces sacaba la la lengua, como si estuviera afinando su talento. Mire a Ferguson, desconcertado, pero mantenia una expresion imperturbable. --Fue muy valiente por su parte ayudar a ese pobre portugues. No hay muchos presos que se presten a socorrer a los demas. Le felicito --dijo concentrado en el lienzo. --Gracias --dije laconicamente. --Es usted diferente al resto. De vez en cuando aparece alguien que rompe el estereotipo del preso. Sin duda, ahora ese privilegio recae sobre sus hombros --dijo mientras se agachaba y entornaba los ojos con la mano en el pincel--. Usted no pertenece a este sitio. --?Me va a ayudar a salir de aqui? Soy inocente. El Sr. Orison dejo de pintar y esbozo una gran sonrisa mientras me miraba. --Me temo, hijo, que es algo que esta fuera de mi control. Yo solo gobierno esta institucion. --?Para que me ha llamado? --pregunte, cansado de sus enigmaticos comentarios. --Le he llamado porque se encuentra en una posicion complicada. Usted y yo sabemos de que se trata --dijo refiriendose a la mas que probable represalia de Morgan y sus secuaces--. ?Sabe? Quiero ayudarle... Le voy a transferir a otro modulo mucho mas sosegado, con presos de absoluta confianza... E incluso con un gimnasio a su disposicion si lo necesita. Una cierta desconfianza empezo a invadirme. No comprendia el por que de esa generosidad tan repentina. Si a todos los presos se les tratase asi al involucrarse en peleas, sin duda que se amanarian unas cuantas con el fin de ser trasladados. --?A cambio de que? --dije cruzandome de brazos. El Sr. Orison solto una pequena risita. --Ya veo que es inteligente --dijo mientras firmaba la obra en una esquina del lienzo--. Eso me gusta. El alcaide dio un paso hacia atras y examino su cuadro. Asintio con la cabeza, satisfecho. --Firme una declaracion en la que cuente como Morgan agredia a Varejao. Estoy deseando que disfrute de una larga temporada en nuestra celda de castigo pero, por desgracia, no puedo mandarlo a mi antojo. Necesito un testigo de cargo, y ahi es donde entra usted --dijo despojandose de su bata. A continuacion se abotono los punos de la camisa mientras Ferguson le sujetaba la chaqueta del traje. La oferta del alcaide era tentadora, sin embargo, contenia una trampa. Me convertia en un soplon de por vida y eso era algo que trascenderia de la prision. Aliarme con el Sr. Orison suponia ser amenazado de por vida. Mi respuesta estaba clara. --No cuente conmigo --dije apretando las mandibulas, y lamentando que mi decision acabaria tambien por enemistarme con el. --?Estas seguro de lo que haces, idiota? --pregunto Ferguson. El alcaide le lanzo una mirada de reproche por hablar sin permiso. Ferguson bajo la mirada y se sonrojo. --No le haga caso, Eric --dijo colocandose la chaqueta y tomando asiento a su escritorio. --Mi decision es firme. Tendra que buscar a otro que le ayude -- dije mirandole fijamente. --No me gusta insistir, se lo advierto --dijo entrelazando las manos sobre la mesa--. Pienselo bien. Valore lo que esta en juego. --Le he dicho que no. Se creo un silencio incomodo. --Muy bien --dijo y con un gesto de desprecio con la mano dio por finalizada la reunion. Ferguson me ordeno que me pusiera de pie y me esposo de nuevo. Lance una ultima mirada al alcaide, que tecleaba un numero en el telefono fijo con el auricular en la mano. Mientras me dirigia a la salida escoltado por Ferguson, escuche su ultimo comentario. --Lo lamentara. *** Al regresar al pabellon, me tumbe de nuevo en mi camastro. No dejaba de pensar en la propuesta del alcaide y en la sensacion de que me encontraba solo frente al peligro. Ni siquiera las autoridades serian capaces de echarme una mano. Dentro de la carcel existia otra ley, la ley de los presos. Si humillabas alguien, su unica manera de restituir el honor mancillado pasaba por asesinar. De nada me servia una cuenta corriente abultada para comprar proteccion. A la hora de la verdad, cuando mi vida estaba en juego, el dinero quedaba relegado a un segundo plano. A lo lejos observe como Morgan se aproximaba a mi litera. Mi cuerpo se puso en maxima tension. Me quise fijar en sus manos por si portaba un arma, pero las mantenia ocultas tras la espalda. Me costaba determinar su edad, aunque deduje que oscilaria entre los veinte y los veinticinco anos. Era mas alto que yo, unos diez centimetros; y su cuello estaba adornado por un tatuaje en forma de anillas entrelazadas. Enseguida palpe en el ambiente la tension de lo que se avecinaba. Los demas presos me miraban con descaro, esperando el momento cumbre entre Morgan y yo. De reojo, observe que un par de guardas se encontraban dentro del pabellon. ?Se atreveria Morgan a agredirme en frente de ellos? Si retrocedia o mostraba senales de debilidad, podia considerarme muerto, pues me convertia en una presa demasiado facil para todos. Confieso que senti preocupacion al observar al corpulento Morgan acercarse hasta mi, pero me obligue a aparentar una calma arrogante, como si fuera un hombre endurecido por la estancia en prision. Fingi que leia mensajes del movil barato proporcionado por Ferguson, aunque estaba en permanente vigilancia de Morgan. A menos de cinco metros, aprete el puno derecho. Ya estaba a punto de pasar a mi lado. El corazon me latia a mil por hora. Morgan se detuvo a mi altura y lentamente se agacho. Su mirada destilaba un brillo de locura que lo hacia aun mas peligroso. --Tu y yo aun tenemos una conversacion pendiente... Antes de que me pudiera dar cuenta, uno de los secuaces que se habia acercado por el otro lado de la litera, me arrebato el telefono de la mano. Inmediatamente se lo lanzo a su jefe. A continuacion, dejo caer el telefono al suelo y de una simple patada lo chafo como si fuera una colilla. Me fastidio perder la comunicacion directa con Amanda, pero continue con mi estrategia de mostrarme por encima de todo, sosegado. --!Eh, Morgan! !Vuelve a tu sitio! --exclamo unos de los guardas desde la puerta. Morgan le lanzo una mirada de desprecio acompanado de un grunido. --Veremos si la proxima vez tienes tanta suerte --dijo mostrando una dentadura blanca e inmaculada--. Estaremos tu y yo, a solas. --Cuando quieras, viejo amigo --dije mostrandome impasible, aunque sentia el estomago oprimido--. Si quieres concertamos una cita. Morgan se alejo con la mirada enganchada en la mia. Su compinche solto una carcajada aguda, como de hiena.

  • Simone de Eduardo Lalo

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    Un escritor vaga en solitario por la ciudad de San Juan, se sienta en un cafe o lee un libro, rodeado de pedazos de cosas con que poblar las horas, relatando lo que pasa sin que nada pase. Habitante de una isla olvidada, reino de lo invisible, el escritor anota en su cuaderno, en breves fragmentos, el fragil contenido de sus dias de supervivencia, dando el pulso de una cronica urbana.

  • Escapada de Alice Munro

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    Con la mirada profunda y sutil que tanto la caracteriza, Alice Munro nos habla sobre el amor, la traicion, el pasado y la experiencia del tiempo

  • Los 40 son los nuevos 30 de Amanda Peters

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    Lucia Iriarte esta a punto de vivir un dia que recordara para siempre. Esa manana recibira tres noticias diferentes que trastocaran todo su mundo y se sumira en un pequeno caos personal del que no sabra salir sin ayuda de sus amigas.

  • Contra la Pared: Y Atrevete de Francisco Correa

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    Sylvia era una rebelde.
    Sumisa en espiritu.
    Pero rebelde.
    Dificil de doblegar.

  • Alguien especial de Andrea Munoz Majarrez

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    Aquella tarde del mes de marzo, en la que el cielo estaba cubierto de nubes, el pub Mackenzie se preparaba para una importante celebracion. El dueno, Dan Mackenzie, por fin se jubilaba y dejaba el negocio en manos de sus dos unicos hijos, Duncan, de treinta y dos anos, y Ronald, al que todos llamaban Ron, de treinta y cinco. Con mucho trabajo y esfuerzo, Dan Mackenzie mantuvo el negocio a flote despues de que su padre, John, se jubilara. Este a su vez lo habia heredado de su padre, Maxim, que fundo el pub en 1908. Dan lo convirtio en un lugar de encuentro que recibia tanto a habitantes de Edimburgo como a turistas venidos de diferentes partes del mundo, ofreciendo una variedad de platos y bebidas tradicionales de Escocia, en un entorno calido y hogareno. El pub estaba situado en Castle Street, en la New Town, justo al lado de los Princes Gardens, uno de los puntos mas emblematicos de la ciudad, asi que la localizacion era perfecta. Lo malo era que habia mucha competencia, porque aquella zona estaba llena de restaurantes, cafeterias y pubs. Sin embargo, tenian clientes fijos, que a su vez invitaban a otros. Todo el personal siempre procuraba que aquel que viniera por primera vez, tuviera ganas de volver. Ayudaba mucho el ambiente agradable y familiar que se respiraba en el lugar, y la buena labor de la cocinera, Kim, una virtuosa de la cocina. Todo sumado en conjunto, daba como resultado un negocio prospero, donde todos los que trabajaban alli estaban contentos. Para Ron y para Duncan aquella era su casa. Pasaban mas horas en el pub que en sus respectivas viviendas. A pesar de que los hermanos Mackenzie tuvieron una infancia feliz, sufrieron un duro golpe. Janis Mackenzie, su madre, fallecio de cancer cuando Ron y Duncan eran muy pequenos, algo que dejo devastado a Dan, que amaba a su esposa con todo su corazon. Fue entonces, cuando Dan se encerro en si mismo, y se volvio un hombre serio y reservado, que solo se preocupaba del trabajo y de sus hijos. Duncan era demasiado joven entonces y apenas recordaba a Janis. No obstante, para Ron y para el, habia una persona a la que consideraban su madre, porque habia ejercido ese papel con diligencia y amor incondicional. Se trataba de Maggie, la pareja de su padre. Ella fue la que, tras la muerte de Janis, curo el corazon destrozado de Dan, y crio a Ron y Duncan como si fueran hijos suyos. Dan y Maggie no se habian casado, pero convivian desde hacia casi treinta anos. Tanto Duncan como Ron le habian recriminado a su padre que no formalizara las cosas, pero a Maggie parecia no importarle. Ella estaba bien asi, y les habia dicho muchas veces que no necesitaba ningun documento para demostrarle al mundo que ella era una Mackenzie. Maggie seguira trabajando en el pub como una especie de mentora, hasta que se jubile. En el equipo tambien estaba Murray, un chaval joven, de unos veinte anos, estudiante, que trabajaba a tiempo parcial alli para pagarse los estudios, y Tess, que llevaba ya cuatro anos trabajando con ellos. Hoy celebraban la jubilacion de Dan Mackenzie, pero hace pocos dias, tuvieron otra celebracion: El quinto aniversario de boda de Ron y su esposa, Phoebe. Cuando se conocieron, daba la impresion de que no tenian nada en comun, pero con el tiempo, ambos se dieron cuenta de que estaban hechos el uno para el otro. Phoebe es una mujer alta, con una melena larga pelirroja rizada, y unos bonitos ojos grises. Trabaja como administrativa en una empresa de publicidad, cuya oficina estaba muy cerca de alli. Es una avida lectora de novela romantica a la que le entusiasma todo lo relacionado con la magia y los temas de misterio. Tiene amigos de todo tipo y condicion, que dan cierto nivel de versatilidad al pub. Ese dia, vino acompanada de su amiga Robin, una mujer alta, rubia, con los ojos verdes, que suele llevar un variopinto vestuario elaborado a base de telas de colores, combinado con un look oriental. Es una especie de pitonisa aficionada al tarot y las ciencias ocultas, a la que le gusta leer las palmas de las manos. Siempre habia alguien interesado en que le leyera el futuro. Duncan, sin embargo, no creia en esas cosas. Todo estaba preparado para recibir al invitado de honor, que desconocia la fiesta sorpresa que le tenian preparada. Solo faltaba la novia de Duncan, Gwen, que ya llegaba tarde, como siempre. Llevaban juntos practicamente toda la vida. Se conocieron en el instituto. El jugaba al rugby y ella era una de las chicas populares. Enseguida se enamoraron, y desde entonces, no se separaron. Cuando Duncan dejo el rugby debido a una lesion, y comenzo a estudiar hosteleria, ella estuvo a su lado. Cuando ella se graduo en la universidad, obteniendo un titulo de Empresariales, el acudio emocionado a su graduacion. Y finalmente, despues de muchos anos, se fueron a vivir juntos. Duncan se sentia el hombre mas afortunado del mundo por tener a Gwen a su lado. Era una mujer maravillosa, guapa, con un cuerpo escultural, carinosa, traviesa y seductora. Tenia una mente brillante y siempre sabia lo que habia que hacer en cada momento. Tenia todo bajo control. Incluso a su novio, que estaba loco de amor por ella. Despues de muchos meses, Duncan habia conseguido ahorrar para poder comprarle un anillo de compromiso. Al dia siguiente iria con Phoebe para que le asesorara. Confiaba plenamente en su criterio. Aunque hay que aclarar que Phoebe no sentia demasiada estima por Gwen, de hecho, le caia bastante mal. Sin embargo, procuraba disimularlo porque apreciaba a Duncan. Este estaba empezando a impacientarse, asi que decidio llamar a Gwen, porque su padre estaba a punto de llegar y aun no habia aparecido. Al llamar, comprobo que tenia el telefono apagado, algo muy extrano. Ahora si que estaba inquieto. ?Le habria ocurrido algo? Como aun quedaba un poco de tiempo, y su casa no estaba lejos, decidio ir a buscarla. --Ron, tengo que ir un momento a casa. Su hermano lo miro frunciendo el ceno. --Duncan, papa esta a punto de llegar. ?Para que tienes que ir a casa ahora? --Es que Gwen aun no ha llegado, y tiene el telefono apagado. No se si le ha pasado algo, asi que voy a comprobarlo. Volvere antes de que llegue papa, te lo prometo--contesto mientras salia por la puerta. Ron no dijo nada en respuesta. Instantes despues, Duncan ya estaba caminando calle arriba en direccion a su casa. En cuanto llego, abrio la puerta y entro en el apartamento. --?Gwen? ?Estas en casa? Parecia que no habia nadie, pero observo que el abrigo de Gwen estaba aun colgado en el perchero de la entrada. Justo al lado, habia otro abrigo que no habia visto antes. De repente, su pulso se acelero. En ese momento, pudo escuchar un ruido proveniente del fondo del pasillo, donde estaban las habitaciones. Camino despacio, con inquietud. A medida que se acercaba, el sonido era mas claro, y pudo distinguir lo que era. Unos gemidos de mujer. Temblo en ese instante pensando lo peor. ?Estaria en lo cierto o eran imaginaciones suyas? Finalmente, llego a la puerta de la habitacion y la abrio de golpe. Y entonces deseo no haberlo hecho. Gwen estaba desnuda, sentada a horcajadas sobre un tipo al cual no habia visto nunca. Los dos le miraron, horrorizados, con los ojos muy abiertos. El trago saliva, y apreto la mandibula y los punos. Tenia unas ganas terribles de pegarle una paliza a ese hombre. Pero al mirar a Gwen, algo le detuvo. Una tremenda sensacion de dolor y tristeza se apodero de el. Empezo a retroceder lentamente, y de repente, perdio la nocion del tiempo y del espacio. Gwen se levanto, y le persiguio por el pasillo, con su cuerpo cubierto por una sabana, diciendole que no era lo que parecia. Lo que suele decirse cuando te han pillado. Duncan tuvo ganas de echarse a reir ante semejante justificacion. ?Que no era lo que parecia? !Pero si estaba gimiendo de placer, desnuda, cabalgando sobre ese tipo, como habia hecho tantas veces con el en todos esos anos! Duncan jamas se habria imaginado que Gwen le enganaria, y que encima le tomara por idiota. No quiso escucharla, no queria saber mas, solo deseaba desaparecer. Salio por la puerta, y no supo como llego al pub. Su padre acababa de entrar, sonriente y feliz ante la maravillosa sorpresa que le habian preparado. Duncan disimulo como pudo, y se acerco a el, poniendo la mejor de sus sonrisas. Pero a su padre no podia enganarle. Agarro su rostro entre sus manos, y pregunto con gesto serio: --Duncan, ?estas bien? ?ha ocurrido algo? El nego energicamente con la cabeza. No iba a estropearle aquel momento tan especial. Ya se lo contaria en otro momento. --Todo esta bien, papa, de verdad--contesto, sonriente, a pesar de que estaba sangrando por dentro. La fiesta continuo hasta muy tarde, entre risas y charlas distendidas. En un momento dado, Duncan hablo con Ron y le pidio que le dejara quedarse en su casa un tiempo. Cuando le explico la situacion, a Ron parecio no sorprenderle, ni a Phoebe tampoco. Por lo visto, ellos intuian que Gwen no era lo que parecia a simple vista. Mas tarde, cuando tuvo ocasion de conversar con su padre y contarle todo, este no dijo nada, solo se limito a escucharle, y a darle animos como bien pudo, al igual que Maggie. A ellos tampoco les gustaba Gwen. Dos dias despues, Gwen y el quedaron para hablar de los terminos de la ruptura. Ella ya habia llevado sus cosas a la casa de su flamante nuevo novio, que era un alto ejecutivo de una empresa, rico y poderoso. --Entiendelo, Duncan. Nunca quise hacerte dano. Pero no pude evitarlo. Me enamore. Surgio sin mas--le explico. Duncan no le dijo lo que verdaderamente pensaba, porque, a pesar de todo, aun la seguia queriendo. Cuando has querido a alguien con toda tu alma, eso no se olvida en dos dias. --Te deseo lo mejor, Duncan. De verdad--dijo acariciandole la mano, como solia hacer siempre. Ese gesto, que antes le encantaba, ahora le daba escalofrios. Se sentia estupido e impotente. ?Como habia sido capaz de entregarse durante todos aquellos anos a alguien asi? ?A alguien a quien su amor le importaba poco? Todos sus planes de futuro con ella se habian ido al traste. Duncan queria formar una familia, tener ninos. Pero parece ser que el no entraba en los planes de Gwen. ?Como habia estado tan ciego? A partir de ese dia, Duncan cubrio su corazon con una solida coraza y lo cerro con un fuerte candado. No volveria a enamorarse de nadie. El amor era un invento del cine y de la literatura. Algo irreal en un mundo lleno de egoistas. El trabajo, su familia y sus amigos se convirtieron en el centro de su mundo. Nada de amor, solo sexo cuando surgiera la ocasion. Volvio al trabajo con toda la energia que pudo reunir, porque aun se sentia un poco abatido. Nadie de su entorno volvio a mencionar el nombre de Gwen, permitiendo asi que el trance fuera mas llevadero. El tiempo haria el resto. Capitulo 1 Edimburgo, un ano despues. Eran las siete de la manana y Duncan se preparaba para ir a trabajar. Estaba mirandose en el espejo, terminando de arreglarse, mientras pensaba en su cita de la noche anterior. Se llamaba Clare, era una mujer preciosa, alta, rubia, con los ojos grises y con unas medidas perfectas. Se habian conocido unos dias atras, a traves de un amigo comun, y al principio, le parecio una mujer agradable y simpatica. Sin embargo, lo que prometia ser una velada fantastica, acabo siendo un largo camino hacia el aburrimiento. Clare resulto ser una mujer superficial, que solo hablaba de si misma. Ademas, tenia un caracter un tanto insoportable. Cuando llegaron al restaurante, que era de un conocido suyo, se comporto como una nina malcriada. Empleaba muy malas formas para dirigirse a los camareros, como si fueran sus esclavos, encontraba defectos en todo, y en cuanto a conversacion, lo dicho, solo hablaba de lo que a ella le gustaba. Al final, a Duncan incluso le parecio fea. Perdio el interes por completo, y se alegro de no volver a verla. Desde que rompio con Gwen, la dinamica siempre habia sido la misma. Salia con muchas mujeres, pero nunca de forma seria. Duncan no estaba abierto al amor, solo a encuentros apasionados y casuales. En alguna ocasion, pensaba fugazmente en Gwen, pero cada vez menos. Al final, el tiempo habia puesto las cosas en su sitio, y ya no estaba enamorado de ella, aunque su corazon seguia cerrado. Finalmente, se dirigio al pub. Ya estaba Ron en la puerta, abriendo el negocio. Se tomaron un cafe y algo para desayunar, como siempre hacian antes de abrir, y enseguida se pusieron manos a la obra para atender a los primeros clientes. El primero en llegar fue el senor Barron, un hombre mayor, ya jubilado, que solia desayunar alli todos los dias. Era otro cliente habitual, divertido y dicharachero, que siempre tenia cosas que contarles. Sobre todo, le gustaba hablar de politica y de deportes. Ojeaba el periodico, les contaba como estaba el mundo, y despues, el daba su opinion, aportando su propia solucion a algun conflicto internacional. Casi siempre proponia una buena juerga con whisky y comida, para poner punto y final a una guerra. Asi de sencillo.

  • Un vestido a mi medida de Raquel G. Estruch

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    Paula, Arnau e Iris forman un trio inseparable desde la universidad. Los gemelos siempre han apoyado a Iris en todos los momentos de su vida, especialmente cuando su madre, Carmen Roig, la famosisima disenadora de moda, la apartaba de su vida negandole el afecto que ella tanto necesitaba.
    Aunque Iris ha aprendido a vivir sin el carino de su poderosa y arisca madre, un diagnostico demoledor alterara drasticamente su relacion. Y justo en ese momento, en el que Iris
    parece vivir los momentos mas bajos de su vida, Arnau empezara a sentir algo mas por ella; algo de lo que Iris no quiere ni oir hablar.
    Madre e hija emprenderan un inesperado viaje por la Toscana en el que descubriran que las cosas no son siempre lo que parecen, que grandes mentiras pueden ocultarse bajo muchas capas de maquillaje y de ropa de marca y que tienen mucho mas en comun de lo que ninguna de las dos quiere admitir.

  • Pasion a traves del hilo rojo del destino de Kayla Leiz

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    Kendrick Mackay es un poderoso guerrero al servicio del rey Macbeth. Sobre el se cierne una profecia segun la cual una mujer acabara con el clan Mackay…

  • Los Confines del Tiempo de David Orange S

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    Llega el libro que todos estaban esperando

  • Nightflyers de George R. R. Martin

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    Nomadas nocturnos

  • De Vuelta Al Mercado De La Solt de Deiby Diaz

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    De frente al espejo, mientras decoro mi cabello con las flores mas delicadas que consegui en el camino de regreso a casa, no puedo evitar notar que las cremas con acido hialuronico cumplieron su promesa de hacerme lucir radiante en tan corto tiempo; jamas crei que llegaria a usar una ligera capa de maquillaje para ocultar el cansancio, las ojeras y las imperfecciones que me ha ocasionado este matrimonio. Dicen que la felicidad siempre esta cargada con sorpresas que te cambian la vida o por lo menos eso dicen los que se han topado la felicidad de frente, y hoy mas que feliz me siento fantastica, porque poder entrar en este vestido pequeno casi talla esqueletica y que mi abdomen luzca tan plano sin una gota de sudor en el gimnasio, gracias solamente a la dieta sencilla de jugos verdes y una muy buena alimentacion balanceada por 15 dias es algo extraordinario, seguro que de haberla continuado por un par de semanas habria logrado acabar con esa grasita milenaria de los lados que traigo desde mis antepasados. Pero sin duda lo que mas me llena de felicidad, es la sensacion de total relajacion y tranquilidad de mi dedo anular izquierdo, al no tener que recibir un pinchazo mas por ajustar este vestido, aunque debo confesar que mas pinchazos he recibido en el corazon y sigo viva o por lo menos eso creo cada manana que despierto sola sobre la cama en posicion cucharita. Esta tarde tan pronto ponga un pie en el altar me sentire realizada por dejar atras el pasado y todos en la ceremonia se giraran para verme entrar triunfante, sera ese grandioso momento que he anhelado en estos ultimos anos y que espero jamas en la vida se vuelva a repetir, porque siendo muy sincera me considero la maga del vestido, en especial porque despues de ser 12 veces dama de honor en este ultimo ano y no tener el mejor salario como repostera, he aprendido a improvisar en la costura con las cortinas de mi apartamento y el recuerdo mas preciado de mi abuela, una maquina Singer modelo ano 50; juro que esta sera la ultima boda a la que asistire como la dama de honor, es que en serio, no tiene nada de honor estar vestida como munequita de pastel tras una amiga que abandona la solteria y que esta frente al altar con una sonrisa con mezcla de emocion y susto, uniendose en matrimonio con el hombre de sus suenos o de sus pesadillas, pero que al final no estan como yo a los 41 anos deambulado en el oscuro, tenebroso, visceral, abarrotado y humedo "Mercado de la solteria". Asistir a estas bodas me ha ensenado a encontrarle el lado divertido a la incomoda pregunta ?y por que no te has casado todavia?... desde la primera hasta la quinta vez que me lo preguntaron, estalle como una loca solterona que se niega a aceptar, que esta sola los fines de semana en su apartamento, dejando sus melones o limones como es mi caso en libertad porque el sosten le incomoda, vistiendo un camison viejo y nada sexy, cantando la cancion mas romantica que recuerda, preparando comida para ella sola, con una copa de vino en la mano y el televisor encendido con alto volumen para sentirse acompanada; mientras sus amigas disfrutan del plan hogar sexual de los recien casados. Asi que ante esa pregunta que me abria la herida y me traia el recuerdo de mi ultima frustrada relacion amorosa, prepare un repertorio con las mejores respuestas. (La positiva) No me he casado porque el matrimonio es algo para toda la vida. (La ocupada) Trabajo tanto, que no me queda tiempo para pensar en el matrimonio. (La gay) Estoy tan cansada de los hombres que decidi volverme lesbiana. (La mentirosa) No puedo creer que no te lo dije, !me caso el proximo ano! (La moderna) Es mejor irse a vivir juntos y luego si las cosas van bien nos casamos. Y la que mas me gusta de todas (La sonadora) Todavia no he encontrado a mi principe azul ... ?Es en serio?... "Principe azul" ... Cuando digo esta frase no puedo evitar juzgarme y traerme a la realidad, como cuando me caigo de la cama en una de mis noches humedas, al intentar algo excitantemente con mi nuevo vibrador que llamo Pepe Grillo y no porque sea pequeno en tamano, si no por su color verde escarchado luminoso; pero a veces no es tan duro caer de la cama y no es porque los bordes esten llenos de los cojines que me ha regalado mi santa madre, por tratar de llenar el espacio vacio de mi cama king, sino porque me hace recordar mi maravillosa infancia. Desde nina siempre fui mas alta e inteligente que los ninos, de hecho, todavia sigo siendolo, creci bajo la estricta educacion televisiva de las princesas de Disney y vaya que siempre espere que llegara ese principe azul, pues si Ariel pudo salir del mar llena de algas, perfumada a mariscos, con un pez como mejor amigo y una langosta como ninero, cosa que denota un fuerte desequilibrio mental y, aun asi, consiguio conquistar al principe Erick; ?por que no podria hacerlo yo? … Eso si, quiero dejar claro que amo las historias de princesas con finales felices y donde los malos se vuelven buenos o reciben su castigo, pero en mi proximo viaje a los parques tematicos, tendre que sentarme a hablar con todas las princesas muy seriamente y bajarlas de la nube a taconazos, porque el principe azul siempre viene cargado de una serie de defectos nada simpaticos o agradables, y si de paso me encuentro a Papa Noel tambien hare muchisimas reclamaciones. Sin embargo, a los 10 anos cuando no tenia idea de la realidad de la vida, tuve a mi primer principe sonado, Tomasito Duarte Urquijo, era tan, pero tan bello de ojos verdes grandes y expresivos, cabello rizado oscuro, tez blanca y manos grandes; era el mejor vecino y companero de escuela que he podido tener, siempre me compartia la mitad de su sandwich de pavo, me regalaba su yogurt de vainilla y sin importar que a veces esto me generaba horribles episodios por mi intolerancia a la lactosa, yo me tomaba absolutamente todo el yogurt hasta limpiar el recipiente con el dedo; por amor me atrevia a soportar todos los vientos huracanados en mi tierna pancita en aquel entonces, era simplemente un amor dulce con aderezos de inocencia. Una pequena sonrisa de Tomasito podia cambiar toda mi realidad, me encantaba barrer el jardin de mi casa solo por verlo montar su bicicleta de color azul, me fascinaba mirarlo a los ojos, verlo sonreir y hablarnos por el telefono que comunicaba nuestras casas, y que construimos improvisadamente con dos vasos plasticos e hilo en contra de la voluntad de mi madre, quien no paraba de cortarme el hilo cada vez que yo no queria limpiar mi habitacion. Tenia claro que queria ser la novia de Tomasito y cada vez que intentaba decirselo, mi corazon se aceleraba en cada latido y mis piernas se colocaban rigidas como dos turrones de azucar, pero en un dia extremadamente soleado mientras regaba las rosas rojas que estaban sembradas y de las cuales mi abuela no hacia mas que alardear por ellas, fui sorprendida por un rocio de agua que cayo sobre mi mejilla derecha y al girar para gritar a quien lo hacia, vi que era Tomasito quien no paraba de echarme agua con un spray y de inmediato empezo nuestra batalla campal de agua hasta el punto, que en el momento de mas diversion le confese todo mi amor y nos dimos un besito en la mejilla sin que nadie nos viera, fue uno de los momentos mas bello de mi vida que Tomasito arruino al revelarme que se iria a estudiar a los Estados Unidos en menos de un mes y que los gritos de mi madre flamearon al ver que el jardin se habia convertido en un lodazal con pequenas piscinas improvisadas. Desde ese momento y tras superar una interminable semana de castigo por arruinar parte del jardin, fui la mejor de las novias e hice lo que podia hacer una nina de mi edad desesperada a punto de perder su primer amor, !le propuse matrimonio y el acepto!; no habia tiempo para preparaciones o ultimar detalles porque su viaje seria pronto, asi que ese mismo dia nos casamos en secreto delante de mi unico testigo y padrino de bodas, "Coco" mi fiel perro pastor aleman. Nuestros corazones saltaban de felicidad porque nos habiamos casado, nos sentiamos invencibles, realizados y despues de unos 15 minutos de nuestro matrimonio no sabiamos que teniamos que hacer, asi que nos fuimos al parque sin avisar y jugamos toda la tarde hasta que sus nuestros padres llegaron muy enojados por salirnos sin permiso

  • Amarte sin tiempo de Abril Olguin

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    “El amor no es eso que queremos sentir, sino aquello que sentimos sin querer”

  • Furia Un thriller psicologico de amor, misterio y suspense (Suspenso romantico 3) de Pablo Poveda

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    No podia disimular su expresion corporal, por mucho que deseara pasar desapercibido. Los musculos de la cara se le habian encogido. Su rostro blanquecino despertaba la curiosidad de los que caminaban en direccion contraria a el. El barrio estaba despierto, las mesas de los bares ocupaban las terrazas de la calzada y las parejas de enamorados paseaban de la mano para disfrutar del sol dominical. Habia vuelto a despejarse el cielo, a salir el sol y todo pronosticaba que seria un domingo de ensueno. No obstante, lo que parecia una estampa primaveral y castiza, llena de color y energia, no lo era para el arquitecto, que caminaba hacia su domicilio tras haberse apeado del coche. Despues de contemplar como el vehiculo se perdia a lo lejos por el final de la calle, la voz de aquel hombre todavia resonaba en su cabeza. De pronto, levanto su mano a la altura del esternon y sintio los latidos del corazon golpeando la puerta de su pecho. No era miedo lo que arrastraba. Tampoco era el odio lo que le hacia bombear asi. Una extrana sensacion, poco habitual en el y, afortunadamente, casi desconocida: furia. Mientras la lengua coloquial hablaba de esta como un mero enojo, para Don significaba algo mas que eso. Los romanos habian llamado Furias a las diosas violentas engendradas con la sangre de los testiculos de Urano, dos temibles criaturas capaces de enloquecer al propio Zeus. Para el arquitecto, aquella historia mitologica tenia sentido. Enfurecer, en el maximo esplendor de la expresion, era lo que habia evitado durante tanto tiempo a traves de sus actos, sus cambios de personalidad, de profesion e incluso de apariencia. Un trabajo de artesano al que habia dedicado toda una existencia y que estaba a punto de convertirse en pedazos a causa del infortunio. Lo que menos le preocupaba era perder todo lo que habia conseguido. Despues de todo, lo material carecia de sentido para el. Sin embargo, temia perder a Marlena. Temia que, a causa de un descontrolado y frenetico ataque, perdiera la cordura y se convirtiera en alguien totalmente irreconocible para ella. Tres dias. Eso era todo lo que tenia en sus manos para encontrar el modo de salir airoso. Si es que existia. Frente a la puerta del edificio, encontro su reflejo en el cristal que habia tras la reja negra. Tenia el cabello despeinado a causa del temporal matutino, bolsas en los ojos y un semblante cadaverico. A diferencia de la mente, el cuerpo no tardaba en manifestar los excesos que el propio dueno era capaz de darle. Demasiados viajes en pocos dias, largas horas de coche, cortas noches de sueno y una fatidica visita inesperada que le ponia en jaque por momentos. Se mecio el pelo, introdujo la mano en el bolsillo de su pantalon y saco un juego de llaves metalicas. Despues abrio la puerta. Antes de subir el escalon de la entrada, un pequeno gorrion se poso sobre el bordillo. Era pequeno, redondo y tenia las plumas de color marron. Don observo al pajarillo como cantaba, libre y sin miedo ante la presencia humana del arquitecto. En un lapso, se imagino a si mismo agarrandolo con la mano y apretando el puno con fuerza hasta ahogarlo. Asi se sentia el en esos momentos. Confundido, meneo la cabeza para olvidar el desagradable pensamiento y comprobo que el ave ya se habia marchado. No era su mejor momento, aunque el peor todavia estaba por llegar. Cuando cruzo el umbral de su apartamento, nada de lo que habia frente a sus ojos volvia a ser como lo habia sido antes: el sofa, las cortinas blancas de tela, la television de pantalla plana, la cadena de musica, su coleccion de discos de musica clasica, la estanteria de libros... El unico refugio en el que se sentia recogido tras una jornada de trabajo, tras una actuacion temeraria o un desencuentro con la vida, ahora, se habia convertido en un lugar extrano, aseptico y sospechoso. Habitar entre aquellas cuatro paredes no seria lo mismo. Cerro de un golpe y paso el seguro de la puerta. Despues camino con sigilo hasta las habitaciones y se aseguro de que no hubiera nadie, al menos, esperando alli dentro. Mientras muchos madrilenos pasaban el mediodia dando una vuelta por el centro de la ciudad o visitando el parque del Retiro, Don estaba dispuesto a encontrar cada uno de los dispositivos de espionaje que habian instalado en su vivienda para controlar sus movimientos. Cada rincon era un buen lugar para escuchar, ver o sentir al arquitecto. Paso las cortinas, se acerco al sofa y observo las instantaneas que habia encontrado bajo el mueble. Agarro las fotos en las que aparecian los cadaveres de Ferrec y Baumann y puso a un lado la de Marlena. Despues se dirigio al fregadero, cogio una caja de cerillas del mueble de la cocina y prendio fuego a las imagenes. Como una cinta de video acelerada, los fotogramas de su ultimo viaje pasaron a toda velocidad por sus ojos mientras las imagenes se doblaban entre llamas hasta reducirse a cenizas. Ambos eran historia y ahora debia centrarse en ese misterioso hombre de pelo canoso y mirada gelida. Ni siquiera sabia como se llamaba, pero ese era un asunto que resolveria mas tarde. Miro el reloj y comprobo que eran las once y media de la manana, una hora perfecta para poner patas arriba el apartamento. Mientras intentaba idear que hacer con las horas que tenia por delante, decidio empezar por limpiar su apartamento de una vez por todas. Desconecto la conexion de red, de telefono y comprobo las lamparas de las habitaciones. Ni rastro, pero no se iba a dar por vencido tan rapido. Busco con esmero, en los armarios, en el cuarto de bano y bajo los cojines del sofa hasta que, hastiado, se sento por un segundo para recuperar el aliento y volvio a comprobar la hora en el reloj que habia junto al televisor. Un reloj redondo de sobremesa marcaba las tres de la tarde con sus agujas. Era de color negro, cuadrangular y tenia una esfera dorada en el centro. Un objeto de decoracion por el que habia pagado mas de cuatro mil euros en una subasta y por el cual no tenia el mas minimo aprecio. De pronto, el arquitecto recordo que solo habia dado cuerda una vez al artefacto, el mismo dia que se lo llevaron a su casa. De aquello habia pasado mas de medio ano, por lo que, en caso de funcionar, detalle del que dudaba, el reloj debia seguir sin el cambio de horario de invierno. Tomo un angulo recto y saco el telefono movil de su bolsillo para comprobar la hora. El telefono indicaba las tres de la tarde. Alguien lo habia puesto en hora. Se acerco al aparato y lo observo de cerca. Podia ver su rostro reflejado en el pendulo dorado que colgaba del viejo reloj. En el centro, bajo las agujas, habia un pequeno lunar oscuro que se convirtio en una lente a medida que acercaba la vista. --Malditos hijos de perra... --dijo hacia sus adentros. Un ano era demasiado tiempo para haber convivido en el mismo apartamento. Las escuchas y las imagenes habrian sido suficientes para recabar informacion sobre el arquitecto y seguir sus pasos, saber cuando entraba y salia para que nunca les cogiera desprevenidos. Probablemente, aquella era la unica camara en todo el salon, pero con una les bastaba. Estaba colocada en un lugar estrategico desde el que podia capturar todo lo que sucedia en la habitacion y en la cocina contigua. Sabian que Don pasaba la mayor parte del tiempo alli, ya fuera por las mananas, durante sus sesiones de ejercicios, o por las noches frente al ordenador. Lo habian visto todo: su intimidad, sus rutinas, sus ataques insanos de agresividad, las mujeres con las que se acostaba y como maquinaba los planes para encontrar a sus victimas.

  • Un mar sin estrellas de Erin Morgenstern

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    <> -Booklist (resena destacada) <> -Publishers Weekly (resena destacada) Muy por debajo de la superfi cie de la tierra, sobre la orilla del Mar sin Estrellas, hay una gran cantidad de tuneles y recintos llenos de historias. Las entradas que conducen a este santuario suelen estar ocultas, a veces en el suelo de los bosques; en ocasiones, en hogares privados e, incluso, pueden estar a simple vista. Pero quienes las buscan las encontraran. Sus puertas han estado aguardandolos. Zachary busca su puerta, aunque no lo sabe.Sigue un canto de sirenas silencioso, una certeza inexplicable de que esta destinado a encontrar otro sitio. Cuando descubre un libro misterioso en las estanterias de la biblioteca del campus, empieza a leer y queda cautivado por los relatos de prisioneros que buscan amor, ciudades perdidas y acolitos sin nombre. De repente, una vuelta de pagina trae a Zachary a una historia de su propia ninez, increiblemente escrita en ese antiguo libro. Una abeja, una llave y una espada impresas en el libro conducen a Zachary a dos personas que cambiaran el rumbo de su vida: Mirabel y Dorian. Estos desconocidos lo guian a traves de bailes de mascaras y relatos susurrados en salones clandestinos hasta la sede de una sociedad secreta, donde los picaportes cuelgan de cintas y, fi nalmente, a traves de una puerta pintada que se abre magicamente para entrar en un lugar que siempre habia anhelado. Entre tuneles serpenteantes atestados de libros, salones de baile y orillas oscuras como el vino, Zachary cae en un mundo embriagador, impregnado de romanticismo y misterio. Pero una batalla se libra por el destino de ese lugar y, aunque hay quienes lo sacrificarian todo para protegerlo, otros estan decididos a destruirlo.

  • En estado salvaje de Charlotte

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    Te preguntas donde estas,
    pero lo que de verdad importa
    es saber que eres.

  • La cocina de las legumbres de Fundacion Alicia

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    ?Sabias que las alubias negras contienen un 50% mas de hierro que un filete, que los garbanzos aportan tanto acido folico como las espinacas o que la primera espuma que hizo Ferran Adria fue de legumbres?

  • Senor Ejecutivo de Wilson Tovar

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    Alexander James esta en la cima de la cadena alimentaria con su compania multimillonaria. Solo el sonido de su nombre hace que la sangre de los hombres hierva de celos y que las mujeres hagan todo lo posible solo para echar un segundo vistazo a su otro aspecto mundano. Se sabe que es un jugador y consigue a todas las mujeres que quiere con solo un chasquido de dedos. Nora Davis es la chica torpemente torpe a la que la mayoria de la gente ni siquiera daria una segunda mirada. Entonces, cuando Nora, que ha estado buscando mucho para encontrar un buen trabajo despues de ser despedida injustamente de su trabajo anterior, se desespera y solicita un trabajo en Alex & Co Enterprise sabiendo que no entrara, pero la vida esta llena de sorpresas y Nora recibe exactamente eso. en forma de sonrisa y adonis mirando a Alexander James. Capitulo 1 Nora Davis Solte una bocanada de aire mientras colocaba las ultimas cajas en el piso de mi apartamento recien cambiado. El pequeno apartamento de una habitacion parecia extranamente reconfortante y acogedor, incluso cuando estaba completamente desprovisto de cualquiera de mis posesiones, a excepcion de las cajas que yacian en el suelo junto a mis pies vestidos con zapatillas. Estaba agotada simplemente por tomar las cajas del auto al departamento y viceversa. Ahora tenia que decorarlo tambien. ?Por que demonios tenia que moverme? Tres horas y media despues, mi nuevo hogar estaba algo decorado y el resto tendria que esperar mas tarde. Realmente nunca fui una hacedora mas que una dilatorio de cada cosa que puedas. Manana es domingo me doy la oportunidad de dormir y relajarme y eso era exactamente lo que estaba planeando hacer. Realmente necesitaba ponerme al dia con mis programas, asi que ver todos mis programas favoritos en Netflix estaba en mi lista de tareas para manana. Al ir al bano, me di una ducha rapida y luego me puse rapidamente ropa comoda que consistia en pantalones de chandal negros y una camiseta holgada, mientras mi cabello marron chocolate caia en cascada por mi espalda en rizos rebeldes. Solo sabia que me veia hermosa. Sarcasmo previsto. Subiendome rapidamente a la cama, me acurruque en las comodas sabanas y pense en la semana pasada que habia pasado. Habia enviado mi CV a varias companias y lugares diferentes, desesperada por un trabajo, incluso habia enviado uno a las empresas de Alex & Co. Solte un resoplido al pensar en mi trabajando alli sabiendo que no tenia forma de conseguir un trabajo alli, especialmente con aquellos hombres de negocios aristocraticos. Tal vez estaba siendo un poco de prejuicio, pero mi experiencia pasada con la gente dejo un mal sabor de boca, pero en mi linea de trabajo era imposible no estar rodeada de personas como esas. Solo podia esperar y ver, y quiero decir que estaba obligada a conseguir un trabajo despues de presentarme en tantos lugares, espero que si. Si no es asi, supongo que tengo que prepararme para comenzar a voltear hamburguesas porque definitivamente no tengo la flexibilidad ni la confianza para convertirme en stripper. La vida es como un dolor en la parte trasera a veces. Capitulo 2 Gimo cuando la brillante luz del sol me golpea en los ojos. Me doy la vuelta y agarro la almohada para cubrirme la cara e intento acomodarme para dormir nuevamente, pero me doy por vencida despues de diez minutos de no quedarme dormida. Alcanzando mi mano, tiendo la mesita de noche hasta que finalmente mi mano cae sobre el frio metal de mi telefono. Me aferro a el y hago una mueca ante la luz brillante que emite antes de volver a hacer una mueca en el telefono. ?Por que diablos estoy despierta a las nueve de la manana en un maldito domingo? Reprendiendome mentalmente, me arrastro fuera de mi cama y voy al bano donde me ducho y me cepillo los dientes. Me meto en mi habitacion con mi toalla envuelta firmemente a mi alrededor mientras voy a mi armario y rapidamente saco un par de pantalones de chandal y una camiseta sin mangas ajustada. Me tiro el cabello en una cola de caballo sin molestarme en hacer mucho por eso, ya que se que no ire a ningun lado. No es que no tenga amigos ni nada, pero preferiria quedarme en casa y mirar a la chica chismosa. Me acerco a mi pequena cocina compacta y rapidamente me preparo el desayuno, que devoro como un animal muerto de hambre cuando me doy cuenta de que no habia cenado anoche. Al limpiar los platos sucios, decido decorar mi apartamento un poco mas, sabiendo que no tendre suficiente tiempo para hacerlo mas adelante en la semana, ya que ire a buscar trabajo un poco mas. Mire alrededor de mi apartamento recien decorado y contemple las paredes pintadas de color crema de la sala de estar con el suave sofa de color marron frente al televisor montado en la pared opuesta. Sonriendo a los marcos que acababa de montar en la pared, asimilando los diversos recuerdos que venian con ellos. Todos los pedazos extranos que residian en las cajas ahora adornaban las paredes, asi como los diversos estantes y mesas repartidos por todo el apartamento. Mi favorito personal era la estanteria de aspecto antiguo que estaba ubicada en la esquina de mi habitacion, justo al lado del asiento de la ventana, donde sabia que pasaria la mayor parte de mi tiempo fuera del trabajo. Contenta con el trabajo que habia hecho y terminado, me considere un descanso mientras tomaba un paquete de patatas fritas, las vertia en un tazon y me dirigia al sofa mientras prendia la television. Al iniciar sesion en Netflix, puse a Gossip Girl y, mientras esperaba que se cargara, agarre mi telefono y revise mi cuenta de Instagram husmeando en las cuentas de las personas, con cuidado de que no me gustaran las publicaciones de hace dias. Cuando comenzo el programa, me senti comoda comiendo mis chips y viendo a Blake ser su yo fabuloso. Me despierto con un grito ahogado cuando escucho el tono de llamada de mi telefono sin siquiera darme cuenta de que me habia quedado dormida alrededor del quinto episodio mas o menos. Coloco cuidadosamente el tazon a medio de papas fritas a un lado y rebusco en el sofa buscando mi telefono. Golpeando mi mano entre los cojines del sofa, solte un resoplido de victoria antes de aceptar la llamada y colocar el telefono contra mi oido. Trato de calmar mi respiracion tratando de no sonar como si acabara de correr un maraton cuando un tono profesional recortado de una mujer responde desde el otro extremo de la linea. “?Puedo hablar con una senorita Davis, por favor?”, Llego la voz desde el telefono. Intentando poner una fachada seria y tranquila, aunque sabia que no podia verme, respondi. “Hablando”, haciendo una mueca por como salio eso. No podia creer que fuera un secreto en mi antiguo trabajo. “Bueno, Sra. Davis, la llamo para informarle sobre el trabajo que solicito en la empresa Alexander & Co, esperamos verla manana a las siete en punto para la siguiente entrevista. ?Entiende?” Mi boca se abre de asombro cuando realmente encuentro una entrevista y otra en un lugar de trabajo tan prestigioso. ?Como demonios ocurrio eso? Recordando rapidamente que tenia que responder, respondo con un “um si” que parece mas una pregunta que una declaracion. Me golpeo mentalmente en la cara mientras las respuestas de la mujer con una despedida y la esperanza de conocerte pronto con una voz llena de desden y cualquier otra cosa que no sea el deseo de conocerme pronto. Me siento de nuevo cuando me doy cuenta de que en realidad estaba caminando de un lado a otro durante la llamada telefonica y libero una pequena risa ante mi suerte. Sinceramente, no puedo creer que haya recibido una entrevista especialmente tan rapido como habia enviado mi curriculum dos dias antes. Tal vez tenian una necesidad desesperada de alguien y yo tenia que hacerlo. Mi emocion pronto se convierte en preocupacion y soy un monton de nervios. Ni siquiera me he preparado y tengo que ir tan pronto como manana. Oh Dios. ?Que pasa si me hago la tonta? ?Que sucede si tartamudeo o vomito o me caigo frente a alguien en mi primer dia? No estoy preparada para esto. El resto de mi dia consiste en prepararme mentalmente y prepararme mentalmente para el dia siguiente y luego decidir sobre mi atuendo sobre lo que causaria una buena primera impresion. La primera impresion es la ultima impresion y toda esa basura. Coloco mi ropa en una percha y mis talones junto a ellos voy y ceno rapidamente, que consiste en una pizza para llevar. Realmente necesitaba ir de compras. Prometiendome a mi misma que lo haria despues de llegar a casa del trabajo al dia siguiente, puse los sobrantes en el refrigerador para mas adelante. Al ir al bano, me cepillo los dientes, me pongo la pijama y me acuesto en la cama con mis pensamientos en el ala de heno para el dia siguiente. En algun lugar, en mis pensamientos de avergonzarme y darme una charla animada, caigo en un sueno inquieto.

  • Retractate de Sophie Saint Rose

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    Muriel Daniels odiaba a Parker Montgomery. Le odiaba de veras y no solo por la disputa que habian tenido sus familias durante generaciones, sino porque el aprovechaba cada oportunidad para intentar ridiculizarla como habia hecho por primera vez cuando tenia quince anos. Pero habia llegado el momento de vengarse de veras y en cuanto tuvo su oportunidad, no la desaprovecho. Era una pena que no hubiera salido como esperaba.

  • La muneca desnuda de Mercedes Gascon Bernal

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    Acuciado por la crisis y obsesionado por proteger a su hija Laura, el arquitecto Mario Puigvert encuentra una solucion inaudita a su desesperada situacion economica. Decide dedicarse a algo que nunca jamas hubiera imaginado: trabajar como acompanante de mujeres.

  • El juego de la memoria de Felicia Yap

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    En la realidad de El juego de la memoria existen dos tipos de personas: los Uno, que pueden recordar solo un dia, el de ayer euros y los Duo, que tambien recuerdan el dia de antes de ayer y que, por lo tanto, pertenecen a la clase privilegiada. Claire y Mark Evans forman un matrimonio mixto, algo poco comun. Claire, Uno, es ama de casa, y Mark, Duo, es un exitoso novelista que se prepara para lanzar su carrera politica. Aparentemente son el ejemplo perfecto de la politica de tolerancia e igualdad, hasta que en la orilla de un rio aparece el cuerpo de una mujer. A partir de entonces, el enigmatico detective Hans Richardson entra en sus vidas y empieza la investigacion en un mundo en el que la memoria es muy fragil.

  • La historia del numero 48915 de Rachel Roth

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    Escrita para cumplir una promesa concebida en el momento mas oscuro de la historia humana, esta historia sencilla y elocuente se extiende por la geografia de la solucion final nazi. Rachel (Roma en polaco), la hija adolescente de un periodista, nos transmite sus experiencias de colegiala junto a sus companeros de clase en el marco del gueto de Varsovia ocupado por los alemanes. Ella es testigo y participe del levantamiento del gueto de Varsovia. Forzada a salir de su escondite por el fuego y el humo de los nazis, se enfrenta con valentia a la realidad de las camaras de gas y de los campos de concentracion de Polonia y Alemania. Originalmente escrita en polaco, se trata de una historia inolvidable y reveladora de supervivencia.

  • Bosque Negro de B. J. Castillo

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    Hannah convence a sus amigos de acompanarla a una inolvidable aventura en el sombrio y enigmatico Black Wood. Si bien, para conseguirlo tuvo que guardar silencio sobre el aciago pasado del bosque. Una vez en el, no tardan en descubrir que no estan solos, y que sus vidas corren peligro. Entretanto, Jeff Harcourt, detective de la policia de Salem, Oregon, debera investigar el desvanecimiento de seis jovenes dentro de los limites de Black Wood, que goza de una siniestra reputacion como escenario de misteriosas desapariciones y asesinatos que jamas fueron resueltos.

  • El aguila y la lambda de Pedro Santamaria

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    Ano 256 a.C. Despues de casi diez anos de guerra, Roma y Cartago se han desangrado mutuamente sin que ninguna consiga imponerse claramente.
    Marco Atilio Regulo, recien elegido consul, es enviado por el senado a Africa, al mando de la mayor flota jamas botada por Roma, con el fin de ir conquistando las ciudades que rodean Cartago, estrangular a la capital enemiga y poner fin al conflicto de una vez por todas.
    Los punicos, con un ejercito muy inferior al romano y conociendo el prestigio militar de Regulo, se ven obligados a ponerse en manos de Jantipo, un curtido mercenario espartano al que confiaran su futuro. Sin embargo, los despoticos gobernantes cartagineses, temiendo que una vez que se haga con el control del ejercito, lo utilice para derrocarles, le encargan a Arishat, una bella cortesana, que vigile los pasos del espartano; pero ninguno de ellos esta preparado para lo que les depara el destino.

  • Amor en la Frontera (Western 1) de Lee Vincent

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    Ano 1870 en el Oeste Americano. Hace cinco anos que culmino la Guerra Civil entre el norte y el sur, y el territorio en el oeste de los Estados Unidos comienza su pleno desarrollo, en lo que se denomina la nueva Frontera, un lugar tan excitante como peligroso. Dos hermanas se ven forzadas a huir del Territorio de Wyoming ante la inminente muerte de su padre, victima de la tisis. A su llegada al pueblo de Monroe Park, en el reciente instituido estado de Colorado, se veran obligadas a luchar por su sobrevivencia en una comunidad, cuya unica ley es el revolver. Alli, Heather Harrison, la mayor de las hermanas, se topara con el temible vaquero Luke Montana, un hombre cuyo pasado esta plagado de misterios y que se empenara en conquistarla. En medio de sus luchas por abrirse paso en Monroe Park, las hermanas tendran que sortear diversos peligros, desde bandoleros hasta indios enfurecidos, pero su peor pesadilla se hara realidad cuando el despiadado cuatrero Richard Perkins reaparezca en la vida de Heather y la reclame como su mujer. ?Se saldra con la suya este bandido o tendra que enfrentarse a la inclemencia del mejor pistolero de la Frontera, Luke Montana? Al estilo unico de las novelas del Viejo Oeste llega la primera entrega de la bilogia Serie Western, Amor en la Frontera, una historia de amor, pasion y aventuras.

  • Romance Extremo, Alvaro Ganuza de Alvaro Ganuza

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  • Secreto de Amor (Locura 2) de Virginia Camacho

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    Tess Warden sabe lo que es amar, entregarse por ese amor, construir una familia confiada en el... Y tambien sabe lo que es perderlo todo, enfrentarse al futuro con incertidumbres y miedo, con el alma rota y llena de cicatrices. ?Que harias si un dia el amor que perdiste toca de nuevo a tu puerta? ?Arriesgarias todo de nuevo, o el miedo te haria quedarte donde estas? El destino ha decidido enredarlo todo de nuevo, de maneras inesperadas, para darle a esta mujer que lucha cada dia un pequeno solaz.

  • Nenita de Tania Sexton

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    Corre la decada de los cincuenta, y para una muchacha como Barbara no va a ser facil salir adelante. Solo tiene quince anos, es inocente, buena y con una belleza deslumbrante, y lo unico que desea es trabajar y ganarse su sustento para poder abandonar la casa de su tia y evitar que su tio la seduzca o, mucho peor, la viole.
    Manuel Oliveira es un viudo de casi cuarenta anos, comprometido con una bella mujer y dueno de esa casa donde Barbara va a pernoctar, gracias a su amiga Natalia. Y cuando la conoce, a pesar de quedar prendado por la belleza de esa preciosa cria, ni se le pasa por la mente que el vaya a perder la cabeza por una muchacha que es mas joven que su propia hija.
    Ese mundo que el controla con mano ferrea dara un giro total, haciendo que se comporte como nunca lo habia hecho, sin importarle el dano que pueda causar y sin calibrar las consecuencias que tendra en un futuro.

  • Contigo, siempre (Amores que curan 1) de Katherinne Alvarez

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    Huerfana y a sus quince anos; fue entregada, por su tio, a un hombre miserable, el cual la trato como a una cualquiera, sometiendola y obligandola a hacer cosas de las cuales, muchas, nunca las diria. Sin embargo, un dia, cuando estaba a punto de brindar de nuevo sus servicios, un percance le dio su pase de salida, la tan ansiada libertad que una vez se le arrebato. Pero no solo eso sera lo que encontrara, ya que, en el afan por conservar su libertad y hallar la paz que tanto necesita, el destino la conducira hasta un paraje escondido, en donde --y cuando menos lo espera--, el amor tocara a la puerta de su tan lastimado corazon. El mismo amor que traera consigo la viva promesa de ayudarla a salir del infierno en donde, por tanto tiempo, vivio. No obstante, ?estara dispuesta a abrirle su corazon?, ?podra el amor curar todo el dolor?

  • Todo es posible… menos tu de Noe Casado

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  • Quien bien te quiere te hara reir (Bad Boy’s Girl 4) de Blair Holden

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    Cuarta entrega de la adictiva serie #BadBoysGirl.

  • Salvadores Duros de Tatiana Garcia

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    Cavernicola: Romance con el Vecino y Padre Soltero
    Bruno parece el hombre perfecto. Alto, guapo, atletico, padre soltero y un autentico manitas que se gana la vida como carpintero y mecanico. Ademas, es mi nuevo vecino. Bueno, el y su hijo, que dificilmente llegara a los 7 anos.
    De lejos parece el partido perfecto, la clase de hombre que en la universidad hubiera tenido a todas las animadoras detras, muriendose por sus huesos.
    Sin embargo, Bruno es un cretino integral. Un alma atormentada sin modales. No podia soportarlo, y lo queria cuanto mas lejos mejor, hasta que llamaron a mi puerta los problemas de mi ex-novio, el cual, al parecer, debia dinero a los rusos equivocados.
    Estaba muerta de miedo, ante tres gorilas de 2×2 metros en mi puerta. Pero mas al ver a Bruno volver del trabajo y, sin mediar palabra, agarrar a uno de los tipos y tirarlo por las escaleras. Los otros dos no acabaron mucho mejor.
    Hablamos. Hablamos mas, y mas. Me sentia en deuda con el, asi que acepte quedarme con su hijo mientras el trabajaba. Y asi, poco a poco, comence a conocer al pequeno y a Bruno. Seria otro bruto de 2×2, pero parecia importante, y a cada conversacion parecia un poco menos cretino y mas. dulce.
    Aun asi, sabia que no me convenia. Pese a su instinto por protegerme, y lo j*didamente sexy que pudiera parecerme, Bruno equivalia a problemas. Por otro lado. no es como si no tuviera ya problemas, considerando que habia una mafia pidiendome el dinero de mi ex.
    Poco a poco comprendi que Bruno tenia sus propios problemas de los que ocuparse, sus propias razones para comportarse como lo hacia, y asi, poco a poco, fui enamorandome como una tonta sin remedio.

  • Como los pajaros aman el aire de Martin Casariego

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    En el barrio algunos nos llamaban el fotografo y la modelo. Es cierto que le hice bastantes fotografias, y que la mayoria fueron de la clase que imaginaban quienes apenas nos conocian mas que de vista, pero las que verdaderamente me interesaron no eran asi. Escogi vivir en aquella zona deteriorada y multicolor no solo por el precio de los alquileres, sino tambien por cortar en seco con mi pasado. Habia llevado durante mucho tiempo una vida de plastico. Ahora, de querer ser lo que parecia, habia pasado a preferir parecer lo que era; de hablar a los demas, a hablarme a mi mismo. Alli no me encontraria jamas a mi antigua esposa, ni a mis antiguos amigos (por llamarlos de alguna manera), ni, desde luego, a los companeros de mi anterior trabajo, que habia cambiado por uno mas tranquilo, aunque mucho peor pagado. El apartamento tenia unos treinta metros cuadrados, mas el dormitorio de la planta alta, abuhardillado. En el, cuando terminaba de subir la escalera, debia agacharme. Un ojo de buey, en la pared a la que estaba arrimada la cama, proporcionaba una amplia vista de una parte de Madrid, un Madrid sin rascacielos que semejaba un inmenso pueblo cubierto por una lluvia de tejas y vigilado por un ejercito de antenas. Lo que le daba vida a mi pequeno piso era una terracita rectangular abierta en el tejado. Si me encaramaba al borde de este, la vista de Madrid se perdia en el horizonte. Nunca habia estado en Argel, pero la primera vez que me sente alli pense, sin saber realmente por que, en aquella ciudad. Quiza me recordara alguna imagen de La batalla de Argel, que habia visto en el Griffith. Veia las tejas, la ropa tendida, una bandera pirata en el tejado de enfrente, a la que la brisa hacia flamear, las plantas y macetas, y me sentia en paz. En el tiempo de dolor y soledad comprendido entre mi separacion y la enfermedad y muerte de Gafas habia aprendido a querer mi barrio. Una noche me entretuve, callejeando hacia casa, en hacer una relacion de lo que iba distinguiendo en el suelo, desde vomitos y latas hasta preservativos y excrementos, y lo encontre casi arqueologicamente instructivo, en lugar de asqueroso, sin mas. Me gustaban sus calles, una libreria-cafe, atestada de libros, en la que a veces compraba una novela y tomaba algo en una mesa a la entrada, ciertos bares y cafes, como el Nuevo Cafe Barbieri, con sus espejos y mesas de marmol y sillas de madera y columnas de hierro fundido y canapes de terciopelo rojo, en la esquina de Primavera y Ave Maria. Ya ni siquiera me repugnaba tanto el hedor a orines de la calle Primavera, apreciaba tener tan a mano la Filmoteca, o encontrarme en la calle Salitre con el club de fumadores de marihuana con la hoja de marihuana de metal colgada de la fachada, a modo de reclamo o anuncio medieval. Ademas de espanol, se oia hablar chino, indio, arabe, rumano, diversas lenguas africanas que no identificaba. Habia mudanzas y pequenas obras constantemente, negocios que abrian y cerraban, y a todo lo envolvia un pano de provisionalidad. De unos anos para aca los robos proliferaban, aunque ultimamente habian descendido gracias, en parte, a las camaras instaladas en muchas esquinas. Salia del metro y bajaba hacia la plaza por la calle del Ave Maria, donde, fantaseaba, mas de uno habia rezado sus ultimas oraciones, o por la del Olivar, si tenia ganas de variar un poco, entre restaurantes asiaticos, tiendas de chinos, locutorios, verdulerias con especias y frutas exoticas, y a menudo me cruzaba con algun borracho que insultaba a voces a alguien, real o imaginario, o con un loco que pregonaba su suerte por haber conocido en persona a Dios. Pensaba entonces que estaba donde debia estar. Lo cual no era, sin embargo, ni un consuelo ni una alegria.

  • Escandalo en primavera (Las Wallflowers 4) de Lisa Kleypas

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    Cuatro bellas jovenes forman las <>, un grupo unido por un mismo objetivo: conseguir marido.

  • El buque del diablo de Ildefonso Arenas

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    El Imperio otomano se alio con Alemania y Austria-Hungria en la Primera Guerra Mundial. Eso dio lugar, entre otras consecuencias catastroficas, a que la guerra durase dos anos mas de lo que habria debido, a las dos revoluciones rusas de 1917 y a la dictadura bolchevique, al genocidio del pueblo armenio, a quince millones de muertos y a la desmembracion del Imperio otomano, con el nacimiento en Oriente Medio de una miriada de nuevos estados cuya inestabilidad social, economica y politica sigue sin resolverse un siglo despues. Si en los albores de la I Guerra Mundial el crucero de batalla aleman SMS Goeben, aislado en medio del Mediterraneo, no hubiera esquivado a fuerza de audacia y astucia a las armadas francesa y britanica, para buscar refugio mas alla de los Dardanelos, nada de todo eso habria ocurrido. Esta es la historia no solo del Goeben, sino tambien del hombre que lo comandaba, la historia de un hombre que, actuando por su cuenta, bajo su propio criterio, cambio el destino del mundo.

  • El recuerdo del viento de Marta Marquez

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    El tenia treinta y un anos y su vida, una vez mas, volvia a dar un giro. Habian transcurrido mas de dos anos desde que habia dejado atras aquellas calles que le habian regalado tantos momentos, pero su barrio seguia tan vivo en su mente como en su corazon. Escondido alli, habia algo que le hacia recordar una y otra vez. Aunque creyo que nunca volveria, un suceso inesperado lo obliga a hacerlo, y el miedo se apodera de el otra vez , como le sucede siempre que tiene que volver. El viento del pasado regresa para llevarlo. El mismo que siempre le trae los mismos recuerdos. Ella tenia veintitres anos y continuaba como siempre. Seguia recorriendo las mismas calles una y otra vez y, pese a los anos transcurridos, seguia sintiendo que su vida aun no habia logrado completarse. Si miraba hacia atras, solo habia un momento en el pasado en el que se habia sentido parte del mundo que la rodeaba, pero eso ya no era mas que un antiguo recuerdo. Desde hacia mas de dos anos paseaba por las calles de la ciudad en busca de la emocion perdida, a la espera de volver a encontrarla tras alguna esquina. No podia evitar pensar que el aire que ahora respiraba habia dejado de ser el mismo. PRIMERA PARTE CAPITULO 1 David apuro el ultimo trago de whisky y dejo el ancho vaso vacio sobre la mesa. Apago el cigarrillo y respiro hondo. Todo estaba sumido en la oscuridad y el silencio reinaba a su alrededor. Consulto su reloj de pulsera. Faltaban veinte minutos para que las manecillas marcaran las dos de la madrugada. La noche era calida para ser septiembre, pero la madrugada habia traido con ella una fresca brisa marina. Se puso de pie y abrio un poco mas el gran ventanal que separaba la pequena terraza de la sala de estar. Ya en el interior, agradecio el calor que envolvia la sala. Al encender la luz todo se transformo. Lo que hasta hacia escasos segundos no eran mas que sombras que reptaban por las paredes, eran ahora sus enseres y recuerdos. Pudo ver el sofa negro que habia apoyado contra la pared y, frente a el, el mueble de estilo moderno de color ceniza que contenia dos fotografias, una en la que posaba junto a su amigo Damian y otra de el mismo cuando era un nino, una maqueta de un coche antiguo a escala y un gran televisor de plasma. Recorrio la sala de estar en unos pocos pasos y llego hasta el estrecho pasillo que separaba el cuarto de bano de su habitacion. El piso era tan pequeno que podia recorrerlo en menos de un minuto; pero no le importaba, era suficiente para el, ademas desde las ventanas podia ver el mar y con eso le bastaba. Se lavo los dientes frente al espejo y contemplo su imagen con cierta desidia. En los ultimos meses habia ganado algo de volumen y sus musculos eran ahora mas robustos y definidos. Las horas que pasaba en el gimnasio practicando boxeo daban sus frutos. Apago la luz y su imagen se perdio en el espejo, formaba ahora parte de la oscuridad. Camino hasta su habitacion. A traves de la ventana, se colaba la luz procedente de las farolas que habia en la calle y, aunque era una tenue claridad, pudo distinguir sin problema la gran cama de dos por dos que presidia la habitacion, las dos mesillas que habia a cada lado y en las que ahora no podia distinguirse el color chocolate que las banaba. La silueta del televisor que colgaba de la pared parecia querer fundirse con los graciles reflejos brillantes y blanquecinos de la luz. Se metio en la cama y se desprendio de la ropa que llevaba. Se quedo solo vestido con su ropa interior blanca. Cerro los ojos cuando el reloj digital marcaba las dos. La alarma lo desperto como cada dia. Eran las nueve de la manana. Se quedo unos minutos tumbado en la cama, enredandose entre las sabanas y sintiendo la irresistible tentacion de cerrar los ojos de nuevo y dejarse llevar por las olas del sueno. Al final, y no sin esfuerzo, se levanto de la cama despacio. Subio la persiana y sonrio cuando vio que el sol brillaba esplendoroso. Abrio la ventana y recibio el sonido del mar que se encontraba a tan solo unos metros. El mismo mar que escuchaba cada manana al despertar, que le gustaba contemplar cada noche antes de dormir, el que llevaba un par de anos regalandole el aroma salino que tanto le gustaba. El mismo olor que lo recibia cada manana al salir a la calle. Camino escasos metros hasta que llego a su coche, aparcado frente al bloque de apartamentos. El Opel Astra negro que hacia tantos anos lo acompanaba. El mismo que esperaba que lo escoltara en todos los viajes que estaban por venir. Poco mas de diez minutos despues, llego frente a la tienda de recambios de vehiculos en la que trabajaba desde hacia mas de un ano. Aparco su coche en el pequeno aparcamiento que habia junto a la trastienda y saludo con un movimiento de cabeza a su companero que tambien acababa de llegar. --Vamos a ver que hacemos con este lunes. --El chico sonreia, pero unas marcadas ojeras azules bajo sus ojos parecian indicar que el dia seria duro y que el fin de semana debia haberlo sido aun mas. David sonrio. Llevaba trabajando con ese chico desde el primer dia. Ruben tenia veinticinco anos y llevaba mas de siete trabajando en aquella tienda que era propiedad de un familiar. Nunca habia mostrado demasiado interes en los estudios, y todos siempre supieron que alli estaria su futuro. Era un joven alegre, de mirada traviesa y picara sonrisa. Divertido y amante de la fiesta, tambien era un chico responsable y carinoso con el que David habia entablado una amistad casi desde el primer minuto. Cuando lo miraba no podia evitar ver a la misma persona que el habia sido algun dia y de la que no conseguia desprenderse del todo. Miro el reloj. Eran casi las diez de la manana. Su jornada laboral estaba a punto de empezar. Los casi diecisiete meses que llevaba trabajando alli lo habian convertido en todo un experto sobre la materia, ademas, su desparpajo innato y su simpatia le encumbraban como uno de los mejores vendedores de la tienda, motivo por el que su jefe, Ramon, siempre accedia a todo lo que David le pidiera; lo cierto es que era un buenazo, bajo su apariencia de hombre robusto y barrigon se escondia uno de los corazones mas grandes que David se habia encontrado en toda la vida, era tranquilo y sosegado, aunque podia hacer temblar al mas valiente cuando arrugaba su frondoso bigote, sintoma inequivoco de que su paciencia se habia agotado. A las dos y cinco de la tarde se dirigio al almacen. En uno de los extremos, en una pequena sala que entre ellos habian habilitado con un par de viejos sofas, un antiguo televisor y una estrecha mesa de madera que ya nadie usaba, pasaban los ratos de descanso. Se dirigio a la maquina que habia junto a la puerta y cogio un refresco de cola y un sandwich de jamon york con queso. Comio en silencio pensando en lo que haria cuando su turno terminara. Aquel dia seria a las siete de la tarde, era un buen horario, le ofrecia la posibilidad de tener gran parte de la tarde libre, y el sin duda la aprovecharia golpeando un saco de boxeo, no se le ocurria otra forma mejor de hacerlo. Miro el cuadrante que habia colgado en la pared y lo memorizo en un segundo. Era una de las cosas que mas le gustaban de ese trabajo. Como la tienda abria de diez de la manana a diez de la noche de forma ininterrumpida, los trabajadores podian planificarse los turnos de forma que a todos los favoreciera. David siempre lo organizaba de forma sutil para coincidir con Ruben, su inseparable companero, y para que las prioridades de Ramon y de Miguel, el hombre de calva brillante y sonrisa constante que siempre le hacia reir con su inocencia e ingenuidad, se antepusieran a las de Alvaro. De todos sus companeros este ultimo era el unico con el que David apenas cruzaba mas de dos palabras. No soportaba la forma que tenia de andar entre los demas, creyendose siempre el mejor y el mas listo en todos los ambitos. Eran dos defectos que para David eran imperdonables y que convertian su relacion en imposible. Pero no le importaba, aquel hombre no era mas que alguien que pasaba por su vida de forma temporal, que olvidaria en cuanto lo perdiera de vista y que no volveria a recordar jamas. Aparco frente al gimnasio y cogio la mochila que estaba en el maletero. La temperatura era suave esa tarde de mediados de septiembre. Mientras caminaba, aspiro una bocanada y se dio cuenta de que el aire ya era diferente. El verano iba perdiendose entre las calles de aquella ciudad costera. Habia estado tan ocupado ultimamente que apenas habia reparado en ello y de pronto se sintio un tanto melancolico. El final del verano suponia un cambio, algo que en un lugar como Valencia se hacia aun mas pronunciado. Los turistas habian empezado a marcharse, la playa estaba cada vez mas vacia y el silencio que llegaba poco a poco cubria todo bajo un manto de nostalgia. Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de su telefono movil. Lo busco en la mochila y sonrio cuando vio el nombre que aparecia en la pantalla. --Hola, Damian --dijo con la alegria implicita en la voz. Siempre que hablaba con su amigo, el que aun seguia siendo su mejor amigo, la felicidad lo invadia. Se alegraba de haber conseguido mantener la relacion de amistad con el a pesar de todo. --David, ?Como estas? Noto enseguida que la voz de su amigo era debil. --?Va todo bien? --pregunto sin mas dilacion. Hubo un silencio al otro lado que se prolongo durante unos segundos. --Estoy en Madrid --Damian respondio al fin. David fruncio el ceno. Su amigo vivia en Barcelona desde hacia casi dos anos. --?Estas de visita? --Mientras hacia esa pregunta noto que su estomago daba un vuelco. Siempre que pensaba en Madrid se sentia de la misma forma, no podia evitarlo. De repente sintio vertigo. El mismo que si estuviera frente a un precipicio. --Es mi padre, David. --La voz de su amigo se suavizo--. No esta bien. --?Que ha pasado? --Bueno, le han detectado cancer de pulmon. David abrio desmesuradamente los ojos y apreto los punos, no esperaba una respuesta tan directa. --Vaya... yo... no se que decir. Lo siento mucho. Muchisimo. --Sintio que daba un paso mas hacia aquel precipicio. --Lo se. --Damian parecio sonreir al otro lado--. Solo queria que lo supieras. Queria contartelo. Queria hablar contigo. --Sabes que yo siempre estare aqui. --Sonrio--. ?El como esta? --Bueno solo hace un par de dias que lo sabemos. Esta bien, ya sabes como es. He venido a pasar unos dias con el. Con ellos. David sintio que la sensacion de vahido era aun mas acuciante. Ellos. Aquella simple palabra significaba tanto para el que no pudo evitar sentirse fragil. --?Como esta ella? Esa palabra tan sencilla temblo en sus labios. Era incapaz de hablar de Sara, de pensar en ella sin sobrecogerse. --Esta bien. Sabes que es fuerte. Muy fuerte. --Claro. --Al pensar en la chica su mente volo cientos de kilometros, casi podia sentirse a su lado, como en los viejos tiempos, como cuando Sara era tan familiar como su propia sombra--. ?Cuantos dias estaras en Madrid? --Aun tengo un par de semanas de vacaciones, asi que aprovechare para quedarme aqui. No quiero irme ahora. No quiero dejarlos solos. Un pensamiento atraveso su cabeza a toda velocidad, como un rayo que vuela en un cielo de verano una noche de tormenta. Y tal y como lo penso, lo dijo en voz alta, y de inmediato se arrepintio de ello. Salto directamente hacia el precipicio sin pensarlo. --Ire a verte. Cuando termino de decir la frase cerro los ojos y susurro una maldicion. --Eso seria estupendo. --La voz de su amigo de repente habia cobrado fuerza. David sonrio. Aunque fuera duro para el, aunque volver a Madrid lo asustara mucho mas de lo que estaba dispuesto a reconocer, tenia que estar con su amigo en un momento como ese, queria estar con el. --Quiza pueda ir el fin de semana. --Ojala puedas hacerlo. Ven cuando puedas. --Te llamare en cuanto sepa algo. --Comenzo a caminar de nuevo y se apoyo contra un banco de piedra que habia frente al gimnasio--. Damian, estate tranquilo. Yo estoy contigo, ya lo sabes. --Lo se. Muchas gracias. Colgo el telefono y se quedo mirando la pantalla. Su mente estaba bloqueada. Aquella llamada habia cambiado todo en un segundo. De pronto habia tomado la decision de ir a Madrid, y ahora que empezaba a ser consciente del alcance de sus palabras, sentia miedo. Miedo de volver. Miedo de volver a verla.

  • Un asesino seducido (Atraccion peligrosa 2) de Alina Covalschi

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    Segunda entrega de la trepidante serie de Alina Covalschi, <>.

  • Con el agua al cuello de Donna Leon

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    Desde la residencia donde pasa sus ultimos dias postrada en una cama, Benedetta Toso, enferma de cancer con apenas treinta y ocho anos, quiere hablar con Brunetti de algo que no quiere llevarse consigo a la tumba. Debil y al borde de la muerte, la mujer apenas consigue tener algun momento de lucidez y esbozar algunas frases sueltas que implican a su marido, Vittorio Fadalto, muerto recientemente en un accidente de trafico, con un dinero obtenido de forma ilegal y que, en consecuencia, su muerte fue en realidad un asesinato. <>, cuenta al comisario. Desgraciadamente, antes de poder obtener mas informacion al respecto, la mujer expira su ultimo aliento.
    ?A que dinero ilegal se referia? ?Quienes son esos <> a los que Toso acusa de haber asesinado a su marido? El fino hilo de investigacion llevara al comisario hasta el lugar de trabajo del hombre, Spattuto Acqua, una empresa privada encargada de vigilar por la calidad del agua en Venecia. Alli, Brunetti no solo se enfrentara a la verdad sobre si Fadalto fue asesinado o no, sino a un caso de soborno entre los empleados con el objetivo de ocultar vertidos contaminantes en el agua, lo que podria tener consecuencias catastroficas en la salud de los venecianos.

  • La Llama de Alejandria de Michael Peinkofer

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    Una aventura sin limites de la arqueologa Sarah Kincaid. La busqueda de la antigua biblioteca de Alejandria la lleva de Londres a Egipto, pasando por Paris y Malta. Paris, 1882. La joven aristocrata inglesa Sarah Kincaid viaja a un simposio sobre arqueologia en Paris. Alli sabra, a traves del vidente e hipnotizador Maurice du Gard, que su padre, quien estaba en una mision secreta para el gobierno britanico, corre peligro. Sarah contravendra todas las advertencias de Lord Kincaid y resolvera ir en su rescate. De Paris a Alejandria, pasando por Malta, se embarcara en un viaje de aventuras no solo por mar y tierra sino tambien por las profundidades del Mediterraneo. Perseguida por un misterioso asesino, Sarah encontrara finalmente a su padre. En una Alejandria aquejada por la guerra, durante la revuelta de Urabi, y bombardeada por los britanicos, padre e hija se adentraran en las catacumbas de la ciudad en busca del que quiza sea el mayor misterio de la Antiguedad: la desaparecida biblioteca de Alejandria. <>. RTL.

  • Ojala Fuera Cierto de Marc Levy

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    Lauren lleva meses en coma despues de haber sufrido un tremendo accidente de circulacion. Los medicos la mantienen artificialmente con vida esperando a que un milagro le haga responder, pero el milagro no llega. Por ello, la familia de Lauren pone su apartamento en alquiler y el nuevo inquilino, Arthur, se muda sin mas demora. Lo que no se imagina es que se vera obligado a compartirlo con alguien que solo el puede ver. Y es que en su afan de aferrarse a la vida, Lauren ha conseguido formar parte de la cotidianeidad sin ser vista. Superado el shock de encontrar un fantasma en casa, Arthur convierte a Lauren en el centro de su vida, en su razon de existir. Un amor que no entiende de convencionalismos y que la mayoria no puede comprender.

  • Conclave de Robert Harris

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    Un thriller con un ritmo y un suspense perfectamente ensamblados, sobre la celebracion del conclave en el que se elegira al proximo Sumo Pontifice de la Iglesia Catolica.

  • Mi postre favorito eres tu de Anne Aband

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    De un dia para otro todo ha cambiado en la vida de Sofia. Su novio, el hijo del jefe del restaurante donde trabajaba, se ha marchado a Ibiza tras haber traspasado el restaurante, por lo que se ha quedado sin trabajo y sin pareja en el mismo momento. Lejos de derrumbarse, decide que lo mejor es tomarse un verano sabatico para pensar que hacer con su vida y trabajando aqui y alla en pequenos eventos.

  • Balada de amor para un soldado de Nut

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    Idris Mackie, desde que decidio abandonar la musica, vive sumergido en una desidia que le lleva a desentenderse de todo aquello que no sea pasar el rato bebiendo cervezas con sus amigos, fumar maria y disfrutar del sexo sin inhibiciones ni compromisos. Un buen dia recibe una carta que contiene un Cd con una cancion, y cuyo remitente es el soldado Kevin Miller, alguien que esta seguro de no conocer pero que parece dispuesto a irrumpir en su anodina vida. Amistad, sexo, soledad, amor, son algunos de los ingredientes que componen esta Balada de amor para un soldado que tiene como telon de fondo la musica, ese lenguaje universal, y a la ciudad de New York como testigo silencioso de como dos almas a la deriva, presas de las decisiones que han marcado su existencia, se buscan sin saberlo.