• las juventudes hitlerianas libro - Michael H. Kater

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    Eric Hobsbawn

  • Las Juventudes Hitlerianas: 16 (Kailas No Ficción) - Amazon.es

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  • Las Juventudes Hitlerianas (Kailas No Ficción nº 16) eBook

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  • LAS JUVENTUDES HITLERIANAS | MICHAEL H. KATER

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    Las Juventudes Hitlerianas.[ Kater, Michael H.; ]. Un análisis único y detallado sobre el significado y las consecuencias del adoctrinamiento de los jóvenes ...

  • Las juventudes hitlerianas (Tapa dura) · Historia Universal

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    Como dijo el insigne historiador Eric Hobsbawn sobre este libro: «Un excelente estudio sobre el intento nazi de adoctrinar a los jóvenes alemanes y una ...

  • LAS JUVENTUDES HITLERIANAS (Libro en papel)

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  • LAS JUVENTUDES HITLERIANAS - MICHAEL H. KATER

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    Editorial: KAILAS EDITORIAL, SL; Fecha de edición: 1 de Septiembre de 2016; ISBN: 9788416523306; Encuadernación: 02; Nº páginas: 544; Materias: Libros de ...

  • juventudes hitlerianas, las - La llar del llibre

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  • Dejame sonar contigo de Dina Reed

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    Harry Drake, el atractivo hombre de negocios al que todo el mundo teme, acaba de heredar el imperio billonario de su padre y esta a punto de casarse con Melissa, su novia de toda la vida.
    Sin embargo, todo se pone del reves con la llegada de Caroline Musset, su nueva asistente personal.
    Caroline es la sobrina de la antigua secretaria de su padre, se supone que es alguien de confianza, con un expediente academico brillante y con preparacion mas que de sobra para el puesto, pero para Harry esa chica que ha llegado a su vida es sobre todo un incordio.
    Caroline dice siempre lo que piensa, se mete donde no la llaman, es caotica, tozuda, intuitiva, impuntual, alocada y ademas tiene un fisico explosivo por el que empieza a sentir una absurda atraccion.
    En fin que Caroline es la persona que menos necesita en su empresa, si bien ella no esta dispuesta a perder el trabajo y va a empenarse a fondo en demostrarle a su jefe que es imprescindible.
    Y tanto empeno le pone que, inesperadamente, Harry Drake comienza a colarse en sus suenos...
    Y es que Harry ademas de poderoso, enigmatico, carismatico y duro, es sumamente sexy, pero sobre todo inalcanzable...

  • La pequena libreria de los corazones solitarios de Annie Darling

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    Habia una vez, en una pequena libreria de Londres, una joven sonadora llamada Posy Morland, quien vivia rodeada de libros y se escondia tras las paginas de sus novelas romanticas favoritas. Un dia, cuando la excentrica y anciana duena de Marcapaginas murio, Posy se vio obligada a hacerse cargo de la libreria, que se encontraba en una situacion lamentable, y salir asi de su comodo refugio de romances de ficcion.Sin embargo, Posy no solo debia enfrentarse al ruinoso negocio que habia heredado y hacerlo prospero, sino tambien a las presiones del nieto de la anciana, Sebastian, mas conocido como “El hombre mas maleducado de todo Londres”, empenado en fastidiar a Posy y desviarla de su plan por transformar Marcapaginas en la libreria de sus suenos. ?Lograra Posy su final Felices para siempre como las protagonistas de las novelas que tanto admira?

  • Nuestro secreto mas oscuro de Joan Llensa

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    Viernes, 7 de junio de 2019. Anochecer. En las afueras de Aurora. Ella esta de pie frente al chico. Tiene una leve sonrisa en el rostro, palido y bonito, que le acentua la mirada cristalina. Posee el cabello deslumbrante. Unos reflejos del crepusculo le dan un vivido latido, mas parecido a una forma de vida de otro mundo o a una cascada de fantasia violeta intenso. El chico le habla con dulzura, casi como si quisiera camelarsela. Ligando quiza. Su nariz puntiaguda destaca en un rostro huesudo y estrecho. Y su cabello desgarbado le da un aspecto de dejadez. Como su ropa; desgajada y sucia. Son dos polos opuestos. Ella agarra la mochila, que habia dejado a los pies, se la cuelga en el hombro y ladea la cabeza. Es entonces cuando la sonrisa se le tuerce y se le ensombrece el rostro. Ha percibido un movimiento detras del chico, que esta por girarse. La chica le aferra los brazos con fuerza y su atencion regresa a ella. Da un paso al frente y el la agarra de la cintura, malinterpretando las senales. La sombra a su espalda esta cada vez mas cerca. La muchacha susurra unas palabras que hacen reir al chico. Carcajea con la cabeza inclinada hacia atras y los ojos cerrados. A ella, sin embargo, se le transforma el rostro en puro terror. El miedo agranda sus ojos y los anega. Sus labios son ahora una mueca, igual que un mal trazo hecho por un nino pequeno; desgajado y deforme. No puede gritar. No puede moverse. La sombra se ha convertido en una enorme barra metalica que desciende a toda velocidad sobre el craneo del chico. El sonido le desgarra un trozo de alma. Como el trozo de algo que le ha salpicado el rostro. Quiere llorar. Quiere chillar. No lo hace. El peso del chico de rostro huesudo se deja caer inerte encima de ella en un instante que se alarga en el tiempo. No podra aguantarlo. Se abatira encima, y ella, a su vez, caera en el barro imposibilitandole asi la huida. La sombra agarra al chico en un abrazo que le envuelve el pecho. La chica ha caido y se ha golpeado la cabeza con una piedra. Su vision se torna borrosa y tambaleante. Sabe que se desmayara, perdera el conocimiento. Quiza sea lo mejor. El chico huesudo vuelve en si. Debe tratarse de un intento inconsciente del cuerpo por afanarse a la vida. Lucha en el aire, con brazos y piernas, golpeando a un enemigo que no puede ver. Un enemigo que lo abraza tan fuerte que le roba el aliento. Luego, cuando la lucha se vuelve mas una derrota que una defensa, el agresor afloja la tension y el cuerpo del chico cae al suelo embarrado junto a la chica. Ella se siente mareada. Todo le da vueltas. Lucecitas de colores. Borrones difusos que la envuelven. Es incapaz de moverse. ?Sera la siguiente? La sombra gigante no se da por vencida ni satisfecha. La puede distinguir como si se tratara de un titere que alguien dirige. Intuye como se arrodilla encima del chico y levanta los brazos en alto y las manos hechas punos. Pero, en un parpadeo ella ya no ve lo que ocurre a continuacion. Su mundo se ha vuelto negro. Y, con toda probabilidad, es lo mejor que podia sucederle. 2 OLIVIA Viernes, 7 de junio. Noche. Barrio residencial Los Alamos, Aurora. Estoy sentada en el viejo sillon del salon, frente a la ventana, cuando me sobresalta el timbre. Mis manos envuelven la humeante taza de cafe descafeinado con leche. Veo como las gotas de lluvia salpican el cesped del jardin. Se crea una burbuja que explota un segundo despues. Es tarde y la luz anaranjada de las luces del jardin ilumina con un aura fantasmal. El timbre suena de nuevo. Me intranquilizo. Miro el reloj. Las 22:13. ?Quien sera a estas horas? No es que sea muy tarde, pero una no espera visitas. Y menos un viernes. Se supone que es dia de sofa y tele. Al menos para nosotros. Me levanto sin ganas. Una presion en el pecho se apodera del aire de mis pulmones. Es algo irracional. Lo se. No tiene por que ser nada malo. Quiza Justin se ha olvidado de las llaves y solo sea eso. Despues de cenar acostumbramos a dar un paseo por el barrio. Nada mas lejos que poner en marcha la circulacion y mantener el cuerpo activo. Hoy se ha marchado solo. No me apetecia salir bajo el paraguas. Y me arrepiento enseguida. Siento una punzada de alerta que me dice que no es normal. Dejo la taza en la mesilla y me dirijo a la puerta sin dejar de darle vueltas a las posibilidades que se puedan presentar. Son apenas unos metros de distancia. Se me antojan eternos. Cuando llego me detengo un instante con la mano en el pomo y tomo aire, aspiro un breve sorbo de valentia. Abro justo en el momento que el timbre suena por tercera vez y entonces tengo la confirmacion de que ha ocurrido algo. Algo malo. La silueta ensombrecida de un hombre me esta mirando fijamente. Esta sorprendido como un nino al que descubres comiendose un caramelo a escondidas. Aparta el dedo del boton y el DONG retumba fuera de lugar. --Mama --susurra con la voz arrastrada y pesada. Es Justin, mi hijo. Esta llorando. A mi se me hunde el suelo bajo mis pies y me traga las piernas. Un temblor helado me recorre la piel. <>, me pregunto. Estoy a punto de echarle un sermon por presentarse de este modo. Pero se que no servira de nada. Esta aterrado. Mas incluso que yo misma. Se lo puedo ver en los ojos. Chispeantes. Llorosos. Temblorosos. En lugar de reprocharle nada, hago lo que haria cualquier madre. --?Que ocurre, carino? --Doy un paso hacia el con los brazos abiertos--. ?Por que estas llorando? ?Te has hecho dano? Justin me resquebraja el corazon con esos ojos miel y cae de rodillas al suelo. Rodea mi cintura con sus enormes brazos y me aprieta contra el. Esta empapado. ?Donde tiene el chubasquero? Su pelo negro le cae sobre el rostro. Parecen serpientes. O sanguijuelas. Hace unos meses que no quiere que se lo corte. Dice que quiere llevarlo como aquel cantante que le gusta tanto. ?Como se llama? No lo recuerdo. --Yo no queria hacerle dano, mama --murmulla. ?Hacerle dano? ?A quien ha hecho dano? No. Justin es un buen chico. Es incapaz de hacerle mal a nadie. <>, pienso. --Te lo prometo, mama. Lo prometo. Lo prometo. Me lo creo. Se lo digo. Me agacho en el suelo y le cojo la cara con mis manos. Le doy besos. Su rostro esta ardiendo. Quiza tenga fiebre. No se que ha hecho --o que cree que ha hecho--, pero el necesita que lo calmen, que lo cuiden. Y eso hago. Soy su madre. Su protectora. --No te preocupes por nada, carino --lo consuelo. Aprieto mis brazos en su robusto y ancho cuerpo. Abro los ojos. Una sensacion de vulnerabilidad se aduena de mi. <>, me pregunto. Y rapidamente mis ojos recorren la calle, los matorrales, las ventanas iluminadas de los vecinos. Por suerte para nosotros es dia de lluvia y estamos a salvo. No estoy segura, pero me anima pensarlo. Lo empujo hacia arriba para que se levante del suelo y el se deja llevar. <>, pienso. Si tuviera que levantarlo me seria imposible. Justin mide casi metro noventa, es ancho de hombros y pesa demasiado. No, no esta gordo. Es macizo. Una masa de musculos. Ya de bebe tenia un tamano poco habitual. El parto fue dificil, largo y muy doloroso. Senti cada contraccion como una muerte anunciada. Y la eternidad de cada empujon que acompanaba un desgarro mas a mi fragil cuerpo. Fue algo tan horroroso que me prometi a mi misma no volver a tener ningun otro hijo. Y lo cumpli. Tras el dolor, en cuanto esos ojitos color miel, casi ambarinos, se posaron en mi todo lo demas desaparecio. Dos lucecitas que pense que me reconocian y una ligera mueca parecida a una sonrisa. La mujer que le habia hablado y acariciado a traves de la piel durante nueve largos meses, le habia cantado canciones y, claro que si, me miraba por primera vez pensando en lo afortunado que era de tenerme como madre. --He hecho una cosa mala, mama. Mala de verdad. <>. En lugar de eso le digo: --Nada que no se pueda arreglar con un tazon de chocolate, carino. La frase estrella. Si. El chocolate calentito lo arreglaba practicamente todo cuando tenia ocho anos; las caidas en bicicleta, las rodillas ensangrentadas, los juguetes rotos o un simple dia triste. Una solucion que siempre traia la luz a los momentos oscuros. Me siento tan pequena mientras lo acompano a la cocina sin dejar de mantenerlo apretado a mi.--Sientate --le digo. El obedece. Me apresuro en abrir el armario y rebuscar la lata de chocolate instantaneo. Pongo el agua a calentar y se que debo comprender lo que ha sucedido para ayudarle. Le digo: --Justin, cielo. ?Que es lo que te hace estar tan nervioso? Aguanto la respiracion. El hace chocar sus unas con un ruido que me martillea los oidos. Le cuesta articular las palabras. Las tiene atascadas en la garganta. Decido animarlo, darle un poco de seguridad. Le doy un beso en la frente, tomo una bocanada de aire y digo: --Nada que no podamos solucionar. Vuelvo al agua, que ya hierve, y la vierto en la taza grande. La que tiene un dibujo de aquella serie que le gusta tanto. Le echo tres cucharadas de cacao y remuevo esperando oir su voz. --Es muy extrano, mama. --Ha funcionado. <>, pienso--. Yo no queria, pero... le iban a hacer dano. Un trueno lejano retumba en el cielo. Dejo de respirar. Quiero girarme y preguntarle mirando a sus ojos, pero no puedo hacerlo. Me da miedo lo que pueda contarme. Ahora lo se. De verdad hay algo de lo que preocuparme. Mi corazon lo sabia. Pero todavia no se nada en realidad. Ademas, soy su madre. Dios, ?que debo hacer? ?A quien le iban a hacer dano? ?Que ha hecho? --Cuentame, hijo --le digo y me giro ocultando el temblor que me invade. El tintineo de la cuchara contra la taza me delata. El no se da cuenta. La dejo encima de la mesa. Le abrazo otra vez y, por primera vez, me doy cuenta de que lleva la camisa manchada de barro. No. No es barro. Parece... Es sangre--. ?Estas herido, carino? Dejame ver. Miro su cuello, sus manos. Le levanto la camiseta y reviso su espalda, su torso. --No, mama. --Detiene la revision cogiendome de las manos--. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. La sangre no es mia. El eco esta en mi cabeza reverberando. Entonces, ?sabe que es sangre? Yo no he dicho nada en voz alta. No puedo. Solo lo he pensado. Aun a sabiendas que estoy obligada a pronunciarme. Para eso soy la madre. Para eso soy la adulta. Sus ojos me suplican anegados. Finjo que mi corazon se cubre con un manto de hielo. Lo justo para que no se rompa en mil pedazos. --?Sangre? --pregunto haciendo como que no tiene importancia--. ?Algun amigo tuyo se ha hecho dano? Por favor, que sea eso. Te lo suplico, Dios. --Ya te he dicho que yo no queria, pero le iba a hacer dano. No entiendo nada. Hago acopio de toda la fuerza de la que poseo y me dispongo a preguntar. Debo saberlo todo y a la vez no quiero. --No podia dejar que le hicieran dano. Porque ella es mia. Cada vez estoy mas preocupada y desconcertada por lo que pueda haber hecho. --Justin, carino. ?De quien estas hablando, hijo? --De Judith, mama. ?Judith? ?La vecina? No entiendo que tiene que ver ella en todo esto. Ha dicho que era suya. Y la sangre de su camiseta, ?tambien sera de ella? --?Le ha ocurrido algo malo a Judith? Justin me mira muy serio. Sus ojos chisporrotean y sus labios se curvan hacia arriba. --La he salvado, mama. La he salvado. --Carino, debes contarme todo lo que ha ocurrido desde el principio. Justin asiente con la cabeza. Se lleva la taza de chocolate a los labios y da un buche. Entonces, se relame los restos que tiene alrededor de la boca. Y empieza a hablar. 3 SANTIAGO Sabado, 8 de junio. Manana. Los Desamparados, Aurora. El dia se ha levantado con aquella sensacion sofocante que te impide respirar bien. O por lo menos a mi. Odio el verano. Su pegajosa humedad, que no te quitas de encima en todo el dia y que, por las noches, incluso es peor. Y vamos de camino a eso. Primeros de junio y ya me siento fatal. --?Que tenemos esta vez? --me pregunta Alicia Bravo, mi companera. --Por lo que se, se trata de un yonqui de la ciudad al que le deben haber salido mal las cosas. El sargento Mendoza solo ha dicho que lo habian encontrado literalmente aplastado. Es el unico punto interesante del caso. Se lo digo a Alicia y le cuento mis pensamientos y suposiciones sobre los hechos. Que no tengo el menor interes y que solo se trata de uno mas en la larga lista de delincuentes de poca monta que salpican la comarca. Ella va asintiendo en silencio. Es una chica aplicada. A pesar de que acaba de salir de la academia de policia, tiene ese impetu por querer aprenderlo todo, por querer arreglarlo todo. Una energia y optimismo que me sobrepasa y que yo ya perdi hace anos. --?Crees que daremos con su asesino? Me rio. --?Y a quien le importa? Un drogadicto victima de un ajuste de cuentas. Con un poco de suerte se mataran entre ellos y no causaran problemas. A nadie le importa esta gentuza. A menos, claro, que se vean envueltos personajes publicos o atracos a establecimientos o viviendas. Entonces, se aprovecha para una buena campana en contra de nuestro trabajo. Las botas de Alicia ya tienen una capa de barro que se le pega al suelo. Es guapa. Lleva el pelo castano recogido en una cola alta, justo por debajo de la gorra. Tiene el cuerpo delgado y debo reconocer que esta muy sexi de uniforme. Nos acercamos al descampado donde ya estan los de la cientifica recogiendo pruebas. La escena es como un paraje extraterrestre y ellos como astronautas a quienes cuesta moverse por la falta de gravedad. Estan tan graciosos. Blanco y marron. Limpieza y suciedad. --?Tenemos algo? --pregunto. --Lo que imaginabamos. Todo apunta a un ajuste de cuentas entre bandas rivales. Es bien conocido que Olot, la capital de la comarca, esta en guerra por el control de sus calles. Es un enclave primordial entre la Costa Brava y Francia que los narcos quieren usar a su antojo. Que ya usan, mejor dicho. Algunos comercios de la zona ya estan siendo extorsionados desde hace meses y sueltan una buena cantidad de euros para obtener cierta proteccion. --Entonces, nada --lo corto. Quiero acabar cuanto antes. Estos altercados me aburren sobremanera--. Comencemos con el papeleo y cerramos el caso. --De eso nada, Tiago. Juan me sonrie. Que hijo de la gran puta. Sabe que me esta jodiendo y lo disfruta. --A mi no me retienes, aunque lo haya matado el ministro de Cultura. Lo pienso por un segundo y hasta me parece gracioso. Me produciria cierto placer ver al ministro envuelto en un caso, con el como sospechoso, aunque de asesinato... no lo veo. --Me temo que esta vez no te libras tan facil. Me da unos guantes de latex y unos patucos de plastico. Repite el proceso con Alicia. Me los pongo, observando a la inspectora Bravo. Me pregunto si mi entusiasmo al salir de la academia era la mitad del de ella. Ya ni me acuerdo. Han pasado siglos. Cuando terminamos de ponernos el equipo, seguimos a Juan --yo de mala gana-- por el descampado. El plastico se adhiere al suelo, que parece succionarme hacia abajo. Como si supiera que no debo avanzar, que no debo ver lo que hay alli. Y que mi final esta tan cerca que la tierra me reclama. Han cubierto la zona con una carpa de color amarillo chillon. ?A quien se le ocurre? No quieren que nadie lo vea, que no llame la atencion de curiosos y lo senalan asi. Una gran diana amarilla en medio del fango oscuro. Cuantas incongruencias. De momento no hay mirones salvo un viejo con un perro y una pareja de jovenes con los moviles en alto. --?Quien lo hallo? --pregunto fijandome en el viejo de pelo canoso. Me suena de algo, pero no logro situarlo. --Sandra Barcino --responde Juan. Saca la libreta de espiral de un bolsillo imposible en el traje cientifico y hojea. Luego sigue--: Vive en el barrio residencial de alli al lado. --Senala con el brazo--. Salio a correr por el bosquejo como todos los dias y casi se tropieza y cae encima del cadaver. Uno de los agentes, con un bigote tan ridiculo que me recuerda a Hitler, nos levanta la cinta del cordon policial. Nos agachamos y, tras un crujir en mi espalda, entramos en el cerco y me sorprendo enseguida. Mi cabeza se habia hecho una fotografia mental. Nada que ver con lo que mis ojos me muestran. Incluso veo a Alicia Bravo que reprime un grito. ?O una arcada? --Pero ?esto que...? --no logro terminar. Juan me ayuda. --Te dije que no podrias dejarlo. Tiene razon. Jamas habia visto algo asi. Siento un repentino interes morboso. Creo que he dejado de parpadear y mis ojos absorben los detalles que tengo delante. --Le golpearon la cabeza con aquella barra metalica. Mas tarde se la aplastaron con multitud de golpes --relata Juan--. Creemos que con esa gran roca de alli. --Senala con el boligrafo--. Tiene muestras de sangre y masa cerebral incrustadas. Asi como otros fluidos. Jamas he visto nada igual. El ensanamiento con el cuerpo parece apuntar a algo muy personal, muy pasional. Demasiado para un yonqui. <>, pienso. --Lo mas extrano es la zona pectoral. Hundida casi en su totalidad. Las costillas estan tan destrozadas que tengo la certeza de que en el laboratorio podre certificar que estan hechas pedazos. --?Con la piedra? Niega con la cabeza. --No lo creo. Es pronto y no te puedo dar una respuesta hasta que lo examine a fondo. Pero estoy convencido casi al cien por cien de que se lo han hecho con los punos. ?Con los punos? Juan debe ver mi sorpresa en los ojos porque responde sin que yo pronuncie palabra. --Los moratones que presenta en la dermis y la manera en que se han formado me hace pensar que lo han golpeado hasta aplastarlo. No se si habras visto algun documental de gorilas de los que hacen en National Geographic, pero asi es como creo que ha muerto. La inspectora Bravo se disculpa y se aleja de la carpa. Sin duda esta afectada por lo que ve. Ninguna academia te prepara para esto. Una cosa es hablar de un cadaver, y la otra es verlo y olerlo. La realidad es dura de cojones. --?Lo ha matado a golpes un gorila? --Sin ninguna duda ha sido alguien con una fuerza extraordinaria. Y si, se que te lo preguntas, estaba vivo en el momento en que lo han golpeado. Animal o persona aun no lo se, pero no podre darte mas detalles hasta que le realice un examen mas a fondo. --Ya estas tardando --le digo y dejo que siga con su trabajo. En cuanto salgo, me quito los guantes de latex y saco el telefono movil de mi bolsillo. Llamo a la jueza Pelayo, y le pido que se apresure con el levantamiento del cadaver. Necesito algo mas para poder investigar. Tengo esa extrana sensacion que acompana al peligro. Algo en mis entranas que me dice que hay algo mas que se nos escapa. Nunca hay tanto ensanamiento en los ajustes de cuentas entre traficantes. Se pegan cuatro tiros o siete cuchilladas y listo. No esto. Me seco el sudor de la frente y me acerco a Alicia Bravo. --?Estas bien? --He estado mejor, pero se me pasara, senor. --No es como en las peliculas, ?verdad? --digo para calmarla un poco. No funciona. Me falta tacto--. Y deja de llamarme <>. O Tiago o te buscas un nuevo companero. No soy tan viejo. Me regala una sonrisa. Se que mas por quedar bien conmigo que por la ayuda que le presto. --!Tiago! --La voz de Juan me hace girar de nuevo hacia el montaje de otro mundo--. Me olvidaba de otra cosa importante. --Sigue --le digo, viendo que le cuesta trabajo mantener el aliento y el equilibrio. --En la linde del bosque hemos encontrado una mochila. --Me senala el lugar donde veo a otros dos policias de la cientifica atareados recogiendo muestras.

  • Secretos de un hombre despiadado de Cathy Williams

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    Poder, riqueza y una hermosa mujer a su disposicion...

  • El violinista en el balcon de Ana Alvarez

    https://gigalibros.com/el-violinista-en-el-balcon.html

    ?Desde cuando estar encerrado es un obstaculo para celebrar tu cumpleanos… y encontrar el amor?

  • La magia de la vida de Viviana Rivero

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    La magia de la vida es una novela luminosa que habla del coraje y del amor verdadero, ese que sana y que cree en las segundas oportunidades.

  • Love letters to the dead (Traduccion) de Ava Dellaira

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    Comienza como una tarea para la clase de Ingles: Escribe una carta a una persona muerta. Laurel elige Kurt Cobain porque su hermana, May lo amaba. Y murio joven, al igual que May lo hizo. Pronto, Laurel tiene un cuaderno lleno de cartas a gente como Janis Joplin, Amy Winehouse, Amelia Earhart, Heath Ledger, y mas; a pesar de que nunca le da una sola de ellas a su maestra. Ella escribe sobre el inicio de la escuela secundaria, la navegacion por las nuevas amistades, enamorarse por primera vez, aprender a vivir con su fracturada familia. Y por ultimo, sobre el abuso que sufrio mientras May se suponia que estaba cuidando de ella. Solo entonces, una vez que Laurel ha escrito la verdad sobre lo que paso con ella, ?Puede realmente ella comenzar a aceptar lo que le paso a May?. Y solo cuando Laurel ha comenzado a ver a su hermana como la persona que era; encantadora y sorprendente y profundamente imperfecta; puede comenzar a descubrir su propio camino.

  • Corazon de invierno (Hermanas Weatherly 1) de Laura A. Lopez

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    "?La calida personalidad de una muchacha, podra superar los helados caminos a la restitucion de un corazon que hiberna?"

  • Estas olvidada (Camila 2) de Alma Fernandez

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    Las piernas me temblaron hasta el punto de que apenas podian sostenerme, por lo que mis amigas me sirvieron de apoyo. --?Dices que esta Guille aqui? --me pregunto Rebeca, mientras Alba trataba de borrar las lagrimas de su rostro tras el broncazo con Sergio. --Que si, que al final me ha perdonado, que dice que no puede vivir sin mi. --La madre del cordero, pero tu ahora estas con Rene, ?no? --Yo... con Rene... no se. A ver que nos hemos acostado y eso, pero que no hemos hablado nada. --?Y entonces? --Es que Guille es mi novio, mi novio de toda la vida. Y nosotros estabamos prometidos. Vale que no ha sido una pedida de mano formal ni nada, pero que esas son cosas de las novelas romanticas, que nosotros siempre hemos sabido que terminariamos casandonos. --No, no estoy de acuerdo. Esas no son cosas de las novelas romanticas, ?por que habian de serlo, tontita? Tu te mereces un final bonito para tu historia y estoy segura de que con Rene podras tenerlo--Alba hizo un esfuerzo por animarme muy de alabar, dado el palazo que acababa de llevarse. --?Si? ?Igual que el tuyo con Sergio? ?O el de ella con el vikingo? ?Cuanto tiempo tardaria Rene en darle la patada a una chica como yo? Ahora todo esta perfecto porque soy la novedad, pero cuando se canse del mismo plato ya veremos, que el debe tener el paladar muy exquisito. De pronto lo vi claro; lo de Rene habia sido increible, ese hombre me habia dado luz en un momento en el que mi vida se volvio sombria, pero lo hizo porque me faltaba Guille, ese otro que habia estado ahi siempre. --No es justo que digas eso. Que no nos haya salido a nosotras no quiere decir que a ti vaya a sucederte lo mismo, Camila, pero vas a hacer lo que quieras. Total, tienes la cabeza como el marmolillo... --Si, si que voy a hacerlo. Y vale que me da pena por Rene, pero es que yo le falle a Guille, le falle y encima, en pleno malentendido, se lo solte riendome de el. Es que no tengo perdon de Dios. --Tu lo que tienes es un sentimiento de culpabilidad como la copa de un pino, ?o no? --Si que lo tengo, ?no lo tendriais vosotras? Le acabo de enviar nuestra ubicacion, dice que ha alquilado un --Es que Guille es mi novio, mi novio de toda la vida. Y nosotros estabamos prometidos. Vale que no ha sido una mereces un final bonito para tu historia y estoy segura de que con Rene podras tenerlo--Alba hizo un esfuerzo por --No es justo que digas eso. Que no nos haya salido a nosotras no quiere decir que a ti vaya a sucederte lo mismo, coche. --Pero tu decias que andaba liado con las oposiciones y que no tenia donde caerse muerto, ?no? --Si, lo que no quita para que les haya pedido dinero a sus padres o a alguien y hecho un esfuerzo para venir a verme, ?no entendeis que tiene todavia mas merito? --Chica, yo no se lo que decirte, ademas Guille es mas nino que Rene, que ese si que es un hombre. --Ya, pero ese nino ha estado siempre en mi corazon--sentencie. Apenas tardo en llegar y lo hizo con una cara de ilusionado que no podia con ella. Nunca habia visto a Guille asi, porque el no era especialmente efusivo e incluso lloro cuando me abrazo. --!Por fin estoy aqui contigo, Camila! No sabes lo muchisimo que te he echado de menos--Las lagrimas resbalaban por su rostro. --?Eso quiere decir que me has perdonado? Guille, yo no quise hacerte dano, lo que ocurrio fue un desliz que a punto estuve de confesarte esa noche, pero no me dio tiempo... Solo fue un beso, te lo prometo, pero un beso que te espete de mala manera cuando crei que estabas con Cleopatra. --?Como iba a estar yo con Cleopatra teniendo una novia como tu? --Pues estando, que se yo. --Ni lo menciones, sabes que solo fui a encargarle el colgante y luego insistio en que tomaramos algo. Y claro, como se pasa el dia publicando su vida en las redes, pues ahi estuvo el problema. --Ya paso, mi amor, ?podras perdonarme? --?No te has enterado de que ya lo he hecho? Imaginate, si he venido hasta aqui solo para darte el colgante y pasar contigo tu cumple. --?Me has traido el colgante? --Lo mire con emocion. --No, se lo he dado a una chica que venia en el avion--Se burlo de mi. --No me chinches, porfi, que estoy deseando verlo. --Pues mira que he estado mas de una vez por echarlo al water y tirar de la cisterna, pero luego entendi que no podia hacerlo, que por mucho que quisiera me era totalmente imposible. --Gracias al cielo que no, con la ilusion que me hace que me lo pongas. Senti que estaba renaciendo, porque mi historia con Guille tuvo un final tan feo que en cierto modo pense que quizas esa herida no dejara nunca de sangrar, por mucho que nuevas ilusiones llamaran a mi puerta. Me pusiera como me pusiera, yo era una chica sencilla y sentia que con alguien como el era con quien encajaba. --?Te hace ilusion? --Lo saco de su bolsillo y yo abri la cuca cajita. Cleopatra seria una lagarta, pero buen gusto tenia para parar el tren y se lo habia preparado que era una monada. El colgante en cuestion, del que pendia un corazon, tambien lo era. --Es precioso, muchas gracias--Le di un besazo. --Es lo minimo, sabes que me chirrio mucho que te vinieras a Lanzarote y he de reconocer que yo tambien tuve mi parte de culpa en lo que paso, por no estar mas ahi. Las otras dos se miraron con una sonrisilla socarrona, pues para ellas que el no habia estado a la altura ni en ese momento ni en ningun otro. Fue entonces cuando me di cuenta de que no se las habia presentado. --Por cierto, ya sabeis que el es Guille y ellas son Rebeca y Alba. El las miro tambien con algo de recelo, porque en cierto modo siempre las considero culpables de mi marcha, pero yo tenia la absoluta seguridad de que pronto todo eso pasaria. Despues de que se saludaran, el se me quedo mirando fijamente. --?Y se puedes saber donde vas tan guapa? Nunca te habia visto asi, estas radiante. --Gracias, voy, es decir, vamos a mi fiesta de cumpleanos. La celebraremos aqui cerca, en el bar en el que trabaja una amiga. --?Si? Pues no perdamos mas tiempo, estoy deseando conocer a la gente que ya forma parte de tu vida. --Pues vamos entonces--le dije mientras me cogia de la cintura y yo sentia un doloroso pellizco en el estomago al pensar que Rene se quedaria de piedra cuando nos viera aparecer juntos. Cleopatra seria una lagarta, pero buen gusto tenia para parar el tren y se lo habia preparado que era una monada. El colgante en cuestion, del que pendia un corazon, tambien lo era. --Es precioso, muchas gracias--Le di un besazo. --Es lo minimo, sabes que me chirrio mucho que te vinieras a Lanzarote y he de reconocer que yo tambien tuve mi parte de culpa en lo que paso, por no estar mas ahi. Las otras dos se miraron con una sonrisilla socarrona, pues para ellas que el no habia estado a la altura ni en ese momento ni en ningun otro. Fue entonces cuando me di cuenta de que no se las habia presentado. --Por cierto, ya sabeis que el es Guille y ellas son Rebeca y Alba. El las miro tambien con algo de recelo, porque en cierto modo siempre las considero culpables de mi marcha, pero yo tenia la absoluta seguridad de que pronto todo eso pasaria. Despues de que se saludaran, el se me quedo mirando fijamente. --?Y se puedes saber donde vas tan guapa? Nunca te habia visto asi, estas radiante. --Gracias, voy, es decir, vamos a mi fiesta de cumpleanos. La celebraremos aqui cerca, en el bar en el que trabaja una amiga. --?Si? Pues no perdamos mas tiempo, estoy deseando conocer a la gente que ya forma parte de tu vida. --Pues vamos entonces--le dije mientras me cogia de la cintura y yo sentia un doloroso pellizco en el estomago al pensar que Rene se quedaria de piedra cuando nos viera aparecer juntos. Capitulo 2 --Ya esta aqui la cumpleanera--le anuncio al resto una desinflada Yurena, que no podia entender nada cuando me vio aparecer con el. --Despues te lo explico, ?vale? Es Guille, mi novio del que te hable--le comente al oido. --Querras decir tu exnovio, porque me hablaste de un ex--me dijo tambien ella en el oido mientras me espetaba dos besos. El resto de la mesa la componian algunos otros companeros de trabajo con los que habiamos hecho buenas amigas y que vinieron enseguida a felicitarme. A quien no vi fue a Rene y eso me hizo suspirar aliviada. Por un instante, pense que todo aquello podria tener una explicacion, quizas Rene se echo para atras en el ultimo momento. Si, podia ser que fuera uno de esos personajes que prometian y prometian hasta que la metian. Y como ya la habia metido... Yo estaba en una nube, si bien tampoco paso por mi cabeza confesarle a Guille lo que habia tenido con el. No, me sentia fatal, pero no veia viable que supiera que, despues de aquel primer beso, habiamos terminado acostandonos en su barco. Yo no era asi, pero quizas lo que necesitaba no era solo un cambio de imagen, sino un cambio de chip. El que Rene no estuviera me alivio cantidad, ?y si Guille habia llegado en el momento adecuado, justo cuando el otro me fuera a dar la patada? A veces las cosas tienen un porque. --?Puedes venir un momento, preciosa? No se que velas te gustan mas--me llamo Yurena. Me acerque a ella, que estaba detras de la barra, y mucho me temi que se avecinaba conversacion. --Tia, me has dejado helada, esto no se hace, ?como te presentas aqui de nuevo con Guille? --Se que es un impacto, pero no lo he sabido hasta hace un rato, palabra de honor. --Chica, es que no se lo que le vamos a decir ahora a Rene, yo creia que te estabas ilusionando con el. --Y yo tambien lo creia, pero es que de pronto ha aparecido Guille y que quieres que te diga, el siempre ha estado en mi vida, pero siempre, siempre... --Y tu eres de las que piensa que mas vale pajaro en mano que ciento volando, ?no? El resto de la mesa la componian algunos otros companeros de trabajo con los que habiamos hecho buenas amigas Yo estaba en una nube, si bien tampoco paso por mi cabeza confesarle a Guille lo que habia tenido con el. No, me sentia fatal, pero no veia viable que supiera que, despues de aquel primer beso, habiamos terminado acostandonos --Y yo tambien lo creia, pero es que de pronto ha aparecido Guille y que quieres que te diga, el siempre ha estado --Mujer, tampoco creo que sea eso, que yo siempre he estado por Guille, esa es la realidad. --Ya, ya, mucha realidad y mucho ocho cuartos. --Tampoco veo a Rene aqui, no se ha dado patadas en el culo por venir, perdona. --No, solo se las ha dado para ir a recoger tu tarta a la pasteleria, que han tenido un problemilla y se han retrasado. --?Rene me ha encargado una tarta? --Pues va a ser que si, bonita. Una tarta que me parece que se nos va a indigestar a todos a este paso. Me lo estaba diciendo cuando llego el, con un elegante embalaje de la mejor pasteleria de la isla. --Ey, preciosa, un millon de felicidades--Vino directo a besarme y yo le hice una cobra de esas que no se olvidan. --Hola, Rene, tengo que presentarte a alguien... La voz me temblo tanto como lo hicieron mis piernas en el momento en el que llame a mi novio. --?Que quieres, amor? --me dijo al salir. --Te presento a Rene, el director del hotel. Y el es Guille, mi novio. La mala cara de Rene supero a la de un muerto. Yo me la estaba jugando, porque bien podia haber montado en colera alli mismo y enterado a Guille de todo, pero no se por que confie en que no seria asi. --Encantado, Guille. Yo solo habia venido a traeros la tarta, pero no me puedo quedar--disimulo con toda la elegancia. --?Como va a ser? Ya que estas aqui deberias tomarte una copa con nosotros, ?no piensas igual, Camila? --le propuso Guille. --Claro, claro que si--anadi haciendo de tripas corazon. --Lo que sucede es que a Rene le ha salido una gestion de ultima hora, pero ha querido tener el detalle de acercarnos la tarta--Yurena le echo un capote. --Es eso justamente, espero que lo paseis muy bien--anadio el antes de despedirse. --Que detallazo ha tenido el tio, ?no? Vaya un jefe apanado que tienes--me comento Guille cuando ya se hubo ido. El no es que empatizara especialmente con las personas, por suerte, y no detecto que Rene se fue por su propio pie, pero que en realidad se lo habian llevado los demonios. --Si, si que lo es--le comente mientras Yurena se encargaba de preparar la tarta. Una vez en la mesa, pase el siguiente mal trago, al ver que estaba personalizada y que en ella habia varios guinos a Paris, entre ellos una Torre Eiffel de chocolate que era una preciosidad. Con ello, sin duda, habia querido recordarme que me fuera con el a esa ciudad, a la que se conoce como la del amor...

  • Canela y miel (Un te con amor 3) de Mar P. Zabala

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    Tercera y ultima entrega de la trilogia paranormal <> de Mar P. Zabala.

  • Zafiros en la piel de Viviana Rivero

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    “La mujer a la que tanto habia amado y de la que nunca mas supo nada hasta ese mediodia, estaba aqui, frente a el. Y acababa de decirle que juntos habian tenido un hijo.”

  • El rey medio ahogado de Linnea Hartsuyker

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    Desde la muerte de su padre en el campo de batalla, Ragnvald Eysteinsson, descendiente de reyes, ha luchado para proteger a su madre y a su hermana y para recuperar las tierras que le corresponden por derecho. Sin embargo, tras una expedicion de saqueo en Irlanda, Ragnvald es traicionado en alta mar por hombres al servicio de su avaricioso padrastro, Olaf, que lo dan por muerto. Rescatado por un pescador, el joven guerrero jura vengarse de Olaf, reivindicar a la mujer que ama y rescatar a su querida hermana Svanhild, atrapada en un matrimonio de conveniencia. La ocasion de cumplir su juramento se presenta en forma de alianza con Harald de Vestfold, otro joven guerrero de quien se vaticina que un dia reinara en toda Noruega.

  • Princesa de los Hielos de Tea Stilton

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    Una figura encapuchada avanzaba sigilosamente por los pasillos desiertos del castillo de Arcandida. De vez en cuando, se pegaba a las paredes de hielo y aguzaba el oido: no habia ni una alma. Era temprano. Aun no habia salido el sol, y la figura tenia tiempo de sobra para hacer lo que se habia propuesto. Con paso fatigado, subio el amplio tramo de escaleras, que estaba cubierto de una suntuosa alfombra verde, y llego hasta una gran puerta doble de madera oscura. La empujo con la mano, pero solo logro abrir una rendija, apenas suficiente para colarse hasta el interior. La sala era enorme, circular y tapizada de libros por los cuatro costados. La grisura de las ultimas horas nocturnas lo envolvia todo, aunque una tremula y debil luz recorria una de las estanterias. --Senor Haldorr --llamo en voz baja la figura encapuchada. La luz se detuvo y empezo a descender hacia el suelo de marmol, que, una vez iluminado, revelo unos esplendidos motivos florales. A la luz de la vieja lampara de aceite, aparecio el rostro de Haldorr, el bibliotecario de Arcandida. Sus rasgos afilados subrayaban una expresion absorta en lejanos pensamientos. Tenia los ojos oscuros y asimetricos, y una nariz aguilena que casi le rozaba el labio superior. No obstante, su sonrisa alegre y jovial lo serenaba todo, como el sol que estaba a punto de salir. --Buenos dias, condesa Berglind --dijo Haldorr, colocando a la altura de la luz el frasco que sostenia con la otra mano--. Disculpad que os haya hecho esperar. La condesa Berglind se bajo la capucha y se acerco para ver mejor. Era una mujer anciana, con el cabello plateado recogido en un mono apretado que le adornaba la nuca como un pequeno acerico. Hacia ya tiempo que habia cumplido los setenta, pero las dificultades de la vida no habian marcado su piel, que aun era lisa y sonrosada. Solo le traicionaba la vista, que no le permitio leer la etiqueta del frasco: <>. --?Estas seguro de que esta tinta nos servira? --pregunto la anciana condesa, achicando los ojos con la esperanza de distinguir alguna letra. --Completamente, no os preocupeis --la tranquilizo el bibliotecario--. Es una tinta especial, unica, diluida con escarcha que recogi personalmente en las laderas del volcan Hekta. Es una formula muy antigua. La condesa parecia impresionada con la explicacion de Haldorr, quien abria mucho los ojos para dar mayor enfasis a sus afirmaciones. --Y lo que escribamos ?solo podra verlo el destinatario de la invitacion? -- pregunto la condesa. --Exacto. De este modo, evitaremos que las personas equivocadas lean el contenido del mensaje. --!Perfecto! Creo que ya esta todo listo. --Solo tenemos que avisar a la princesa Nives. Por un instante, la condesa parecio contrariada. Luego, agito una mano ante su rostro, como si quisiera ahuyentar algun pensamiento. --Gracias, Haldorr --dijo, sonriendo--, yo me ocupare de Nives. Ya veras, todo va a salir bien. Ademas, no podiamos hacer otra cosa: ya es hora de que mi sobrina se case. --Desde luego, condesa. Os ayudare a preparar las invitaciones. Manana, los lobos se las entregaran a las focas mensajeras, y estas cruzaran el Mar de las Travesias para llevarlas a su destino. --Muy bien. Me has sido de gran ayuda, Haldorr. La anciana se subio la capucha y salio de la biblioteca. Haldorr se quedo solo, esperando el amanecer. El primer rayo de sol entro por el ventanal de la sala, y rodeo su delgada silueta de un halo de luz rosada. Observo unos instantes la sombra proyectada a su espalda, y recordo que, cuando era nino, le encantaba crear figuras de sombra. Despues, alzo los ojos hacia la gran cupula de la biblioteca, en la que habia pintados cientos de libros, y su mirada y pensamiento se perdieron en las alturas. El dia siguiente amanecio con un sol radiante. Tras un invierno polar, el buen tiempo y la temperatura moderada infundian alegria y buen humor en los corazones de los habitantes del castillo. Con el sol bien alto en el cielo, era mas facil despertar felices y activos. En la gran cocina del segundo piso, Arla y Erla, las dos cocineras, ya ocupaban sus puestos ante los fogones, enzarzadas en una discusion acalorada. --Arla, !no insistas! Hicimos tarta de pera hace dos dias. Ahora toca de manzana --argumento Erla, con una manzana roja en la mano izquierda. --!Ni hablar, Erla! --replico su hermana, con una pera en la mano--. La haremos de pera. Arla y Erla eran hermanas, pero no se parecian en nada. Erla, la mayor, era alta y muy delgada, tanto que habia que mirarla de frente para verla. En cambio, la mas joven era todo lo contrario: bajita y regordeta, tenia la misma forma vista desde cualquier angulo. En lo que si se parecian era en el caracter: las dos eran testarudas y resueltas, nunca estaban de acuerdo y discutian por todo, hasta el ultimo detalle. --!Te digo que sera de manzana! --!Ah, no! Sera de pera, o… --?Y si haceis una tarta de pera y manzana? --sugirio una voz, por detras de ambas cocineras. --!Buenos dias, princesa Nives! -- saludaron a coro, cogidas por sorpresa. La princesa de Arcandida estaba especialmente guapa aquella manana. Su rostro dulce y palido resplandecia, y su mirada, a veces glacial, era serena y distendida. Parecia haber dormido mucho y bien. Nives correspondio al saludo de las cocineras y entro en la cocina con una hermosa sonrisa. Lucia un vestido sencillo, confeccionado en una seda especial hecha con lana. Un vestido azul noche, que llevaba con elegancia y gracia innatas, al igual que una flor luce sus petalos. Arla y Erla intercambiaron una mirada de complicidad. --?Hoy os tomais el dia libre? -- pregunto Arla, la mas chismosa de las dos, aludiendo al vestido, que no seguia las normas de etiqueta de la corte. --Voy al Gran Arbol con Gunnar --respondio la princesa. Al pensar en ello, una sonrisa veloz atraveso sus ojos claros. Le encantaba correr al galope, con Gunnar, por el hielo de su amado reino. En esa estacion, la mas benigna del ano, Nives sentia como si floreciera, y cabalgar hasta el Gran Arbol era su forma de renacer. Luego, a escondidas, apoyo sus esbeltos dedos en la mesa de la cocina, y los paso por encima del azucar glas. --!Princesa! --exclamo Erla, intentando detenerla--. !No se meten los dedos en el azucar! Pero Nives, con una mirada divertida, ya se habia llevado los dedos a los labios y se habia ensuciado hasta la punta de la nariz. --!Oh, princesa! --suspiro Arla--. !Nunca aprendereis! !Vuestra tia, la condesa, os va a reganar! --?Y quien se lo va a decir? --la reto Nives, riendo--. ?Vosotras? ?Sereis capaces de hacer que me castiguen por un poco de azucar? Las dos cocineras sonrieron, resignadas: no habia nada que hacer. La condesa Berglind y todos los demas se esforzaban por ensenarle a Nives las etiquetas y usos de corte necesarios para hacer de ella una digna reina, pero la chica eludia las normas y seguia comportandose como una nina traviesa. Sin embargo, ya no era ninguna nina, sino una joven llena de energia. --Otra cosa… --anadio con tono de desden, moviendose como una flecha entre las cocineras, con su traje de campanilla. --?Quereis decirnos algo en especial, princesa? --dijo Arla, mirando a su hermana. --?Aparte de que vais a ir con Gunnar al Gran A

  • Tocamela otra vez, Ethan de Anne K. Austen

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  • GOG. Empieza la cuenta atras de J. J. Benitez

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    Gog es el libro que J. J. Benitez nunca hubiera deseado escribir. Esas son sus palabras. Pero escrito esta. Segun el autor navarro, lo mas importante de esta supuesta novela < que se lee>>.
    Si, Gog es una pequena joya (envenenada). Se trata del libro mas breve, y dramatico, del autor de Caballo de Troya.

  • El amante silencioso de Clara Sanchez

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    Isabel, una mujer que trabaja en la Asociacion de Victimas Dependientes, recibe una propuesta peculiar que va mas alla de sus competencias: debe ir a una region de Kenia, Mombasa, para localizar y rescatar a un joven llamado Ezequiel que ha sido abducido por la Orden Humanitaria, una secta que esconde algo turbio.
    Isabel acepta la mision dispuesta a redimir la culpa que le atosiga desde que su hermano, victima de otra secta, se suicido sin que ella pudiera ayudarle.

  • La senora Fletcher de Tom Perrotta

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    Eve Fletcher es una mujer divorciada de poco mas de cuarenta anos que vive en una tranquila ciudad de Nueva Jersey. Ahora que su hijo se acaba de ir de casa para empezar la universidad piensa que ha llegado el momento de dedicarse un poco mas a si misma, de aprovechar todo el tiempo que tiene a su disposicion. Eve se apuntara a un curso universitario sobre <>, donde conocera a gente de lo mas variopinta, se obligara a cultivar nuevas amistades, descubrira la pornografia en internet y las aplicaciones de citas, y hara cosas que meses atras le hubieran parecido inconcebibles. Mientras, Brendan, su hijo, se dara cuenta de que su idea de lo que seria la peripecia universitaria estaba completamente obsoleta y de que la vida en el campus esta muy lejos de los estereotipos que habia imaginado. En esta novela, Tom Perrotta -uno de los escritores norteamericanos con mas talento para captar la placida existencia suburbana- construye una divertidisima satira sobre la vida actual, un certero e ingenioso fresco sobre el sexo, el amor y la identidad en el siglo XXI.

  • Un millon de estrellas de Jamie Mcguire

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    Cuando Elliott ve a Catherine por primera vez, el flechazo es instantaneo: nunca habia captado con su camara una imagen tan triste y a la vez tan hermosa. Ambos se consideran unos bichos raros y la conexion que surge entre ellos es muy especial. Sin embargo, cuando ella mas lo necesita, Elliott se ve obligado a abandonarla.

  • Jessica Cardelini de Ed Silva Jr.

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    Como es la Reina de Inglaterra? La hija de Lucia Dvorska alzo las cejas a su madre despues de estudiar a Jessica a traves de las finas cortinas de tela que llevaban al balcon exterior. -Una mujer que se crio en Italia, luego aprendio el idioma ingles americano … se convirtio en la reina? Me encantaria verla dirigir un discurso a la Nacion… Su texto consistiria en mala edicion, palabras mal escritas, estructura loca de la oracion … La gente apagaba sus televisiones de una verguenza. -!La reina que no conoce el ingles apropiado! -!Tienes que respetarla, jovencita! -Lucia golpeo la mejilla izquierda de su hija. -No solo es la unica Reina Real, sino que tambien es parte de nuestra Familia. Sin importar como se convirtio en la Reina, !ella es tu hermana! -Mi hermana. La hija la corrigio mientras se frotaba la mano izquierda en el lugar donde le quemaba en las mejillas. Se sento en la cabecera de la cama. Richard Maxwell mantenia los ojos fijos en Jessica en todo momento. El la miraba fijamente mientras le pinchaba el puente de la nariz con el pulgar y el dedo indice. Jessica levanto el brazo mientras saludaba a la multitud. Luego, la observo bajar el brazo mientras agachaba la cabeza. ?Que esta pasando? Dejo de apoyarse en el tocador y dio un paso hacia las cortinas. Jessica se volvio hacia Richard con una terrible expresion facial. Agachandose hacia el interior de su habitacion, ella se movio las cortinas y comenzo a llorar. Ella estaba presionando su mano derecha en su parte inferior del abdomen. -Por favor Richard … !Ayudeme... 2 Francotirador / Operativo-1 nombre de codigo Alpha miro a traves de su ambito Seiko 10-50X en la entrada del Palacio de Buckingham y vio la conmocion de abajo. Casi cinco segundos atras, habia visto una figura alta y delgada encapuchada de pie en la multitud que alcanzaba debajo de su sudadera con capucha y sacando un silenciador semiautomatico de 9 mm unido al canon. Un intento de asesinar a la Reina habia estado en su lugar. Se llevo el microfono de la muneca a la boca. -Esto es Alfa, informando el movimiento de actualizacion de entrada frontal. Detras de su cabeza, la luna llena de sangre lleno el cielo de verano lleno de estrellas. -Alfa, adelante. -Esta demasiado lleno de gente para ver el arma en el suelo. Necesitamos que el oficial de la Policia Metropolitana de Londres este en la barricada cerca de la unidad de patrulla tres nueve siete para hacer un barrido en el suelo. La respuesta llego dos segundos mas tarde. -Diez cuatro. Ya he notificado el Detalle de Seguridad del Viceprimer Ministro. Estan en alerta alta. Alfa por favor reconoce. -Alpha reconoce. 3 Richard ayudo a Jessica a levantarse y mirarla a los ojos. -?Que paso ahi afuera? Empezo a llorar sintiendo una sacudida nauseabunda en el estomago. -?Cuando terminara esto Richard? Alguien acaba de intentar matarme. !De nuevo! El solto su brazo, y alcanzo su 9mm semi-automatico. La saco de su funda y la sostuvo a su lado. Jessica puso sus calidas manos sobre la pistola y dijo. -No, Richard. Por favor. No intentemos usar la violencia. No quiero ver a nadie mas morir esta noche. Movio su mirada y la miro. Ella debe haber estado refiriendose al incidente que ocurrio en el castillo de Dover. El asintio ligeramente con ella de acuerdo, volvio a colocar la pistola en la funda y camino hacia el balcon. 4 Fuera el aire estaba mas fresco de lo que habia previsto. Se alegro de llevar su calentamiento de nylon negro, con un alfiler de Servicio Secreto en el cuello izquierdo. Al acercarse a la barandilla, bajo la mirada y estudio a la multitud. Habia al menos mil personas mas alla de las puertas del Palacio de Buckingham. Algunos de ellos estaban sosteniendo velas, mientras que otros estaban agitando la bandera del Reino Unido. Levanto los ojos al cruce mas cercano y vio que un par de personas se marchaban. Entonces vio una ambulancia que venia en su camino. Siguio siguiendolos hasta que se detuvo cerca de un grupo de agentes de policia de Londres con chalecos de color verde lima. Las puertas traseras de la ambulancia se abrieron y se saco una camilla. Un oficial de policia apunto hacia un lugar en el asfalto y Richard lo miro. Habia un cuerpo inmovil en el suelo. ?Cuando terminara esto Richard? Alguien acaba de intentar matarme … La voz de Jessica resono en su cabeza. Busco su linterna en la funda del cinturon y la encendio. Apuntando hacia el piso de madera del balcon, busco pistas mientras trataba de reubicar el camino de la bala. Se paso los dedos por las rejas del balcon. Trato de no prestar atencion al rugido de la multitud que estaba debajo de el. Agachandose donde habia visto a Jessica bajar la cabeza, miro a traves de las rejas del balcon y luego inclino la cabeza hacia atras. Se enderezo y se acerco al revestimiento del Palacio. Apunto su linterna al lado de la luz montada en la pared del revestimiento junto a las cortinas. Jessica tenia razon despues de todo … Levantando la mano izquierda, toco el agujero junto a la lampara y confirmo. Era un agujero de bala. 5 La hija de Lucia Dvorska miro sospechosamente a Jessica, logro sonreir y se levanto de la cama. Mi Padre me mostro todo acerca de TI … -Por favor, si me disculpan, voy a la cocina a buscar algo para beber.” Jessica la saludo sin decir una palabra. La hija de Lucia abrio la puerta y salio de la habitacion. El viceprimer ministro alzo las cejas a Lucia. -No tenias que darle una bofetada. Puede que se sienta confundida como usted. Tal vez se sienta celosa de que su preciosa hija haya sido encontrada y vuelva a casa despues … de veinticuatro anos. Dale tiempo para acostumbrarse a las cosas. Funcionara. Lucia asintio y se acerco a Jessica. La abrazo con fuerza y suspiro. -No dejare que te ocurra nada malo. Tal vez, solo la muerte puede separarnos, y si Dios esta dispuesto, viviremos por un tiempo muy largo. Lucia beso la frente de Jessica. Su cabello olia a cocoanut. 6 La hija de Lucia camino por el pasillo junto a las ventanas del piso al techo. Llegando detras de la fachada de jardin orientada hacia el oeste en la parte trasera del palacio, vio luces halogenas brillantes de un poste de la calle iluminando el cesped verdoso oscuro que fluye en una cama de agua llena de flores rojas. Deteniendose al final del pasillo, dio un rapido pico en la forma en que habia venido y se sentia aliviada. No le seguian. Alcanzando la perilla de la puerta que estaba cerrada frente a ella, la abrio con cuidado. Entro y encendio las luces. Las luces fluorescentes de arriba parpadeaban. Camino por el cuarto de almacenamiento buscando un articulo especifico. Con cuidado abriendo los gabinetes para que no hiciera ruido, encontro lo que habia estado buscando; Y lo escondio dentro de su bolsillo. El objeto que encontro fue veneno de rata. 7 La caminata a la cocina era mas rapida de lo que ella habia visualizado en su mente. Crecer en torno a la familia real le hizo tener una mejor idea de lo que todo era realmente. !Soy como uno de ellos! Ella alcanzo debajo de la isla de la cocina y agarro una bandeja de metal. No puedo capturar la idea de como alguien podria caminar aqui por primera vez y ser ‘coronado’ la Reina … … !Ella es una Impostora! !Mi Padre me enseno todo! !Y ahora el esta muerto por tu culpa! Coloco cuatro tazas de vidrio encima de la bandeja metalica. Estas tazas eran una de las tazas mas caras en el palacio. Habia el emblema de la Familia Real grabado en el cristal. Estaba mirando por encima del hombro mientras buscaba el veneno de rata, cuando un Agente de Servicio Secreto se detuvo cerca del refrigerador. -Senora, ?esta todo bien? Ella se congelo y sintio que sus musculos del estomago se apretaban. -Si. Se volvio y logro sonreir. -Todo esta bien. Gracias. -?Donde esta el encargado de la casa? Se encogio de hombros. -No lo se. Me siento tan nerviosa ahora que me olvide de llamarle por ayuda. Me siento muy nerviosa, pero tengo esto! Lo observo desaparecer a la vuelta de la esquina e introdujo el veneno dentro de su sueter.

  • Entre mi hermana y la pared de Alma Fernandez

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    --"Me llamo Cristina, Cristina, Cristina, Cristina, Cristina..." Mi hermana se pasaba el dia entero con la dichosa cancioncita y yo tenia claro que si, que ella se llamaba Cristina, pero que yo ya no sabia ni cual era mi nombre. ?Una cruz? No voy a negar que si, aunque mi Cris era tambien una autentica bendicion. Claro esta que yo no vivia con ella y eso me suponia un alivio, porque mis padres llevaban tambien a la espalda buena parte de su carga. A sus veintidos anitos, Cris llevaba ya dos en ese estado y la cosa no tenia visos de mejora. Un accidente sufrido en plena via publica cuando una moto la arrollo la habia dejado en un estado dificil de calificar. O, mejor dicho, bastante facil de hacerlo; mi Cris era ahora como una nina pequena. Si, se dice pronto, pero la cosa no era moco de pavo. Si hasta habiamos tenido que comprarle un buen monton de Barbies que amontonaba en su cuarto y, mientras habia dias que se pasaba el dia peinandolas y poniendolas guapas porque las consideraba sus amigas, otros les pintarraqueaba la cara como si tuviera dos anos. El caso es que nunca parecia tener mas de seis, por muy formalita que la pillaramos. A mi madre, Maria, que demasiada paciencia no habia tenido nunca, la situacion la sacaba de quicio. Y mi padre, Manuel, bastante tenia el hombre con sus interminables servicios como guardia de seguridad para echarle demasiada cuenta a una chiquilla que tenia la cabeza a la jineta, como solia decir el. El nuestro, por suerte, era un pueblo no demasiado grande en el que todos nos conociamos. Y digo por suerte porque mi hermana cogia la puerta cada vez que le venia en gana y cuando nos dabamos cuenta estaba con sus munecas en el parque, o bien echando de comer a las palomas pan duro que almacenaba en su cuarto a ese efecto, o bien subida a los columpios con un nutrido grupo de chiquillos que la miraban alucinados. Por mi parte, yo, que me llamo Veronica y tenia veintisiete anos en ese momento, acababa de independizarme. Bueno, si por independizarme puede entenderse vivir con dos locos de remate; Julio y Fatima, mis dos mejores amigos. Y es que los tiempos no estaban para demasiado derroches y dadas las ganas que los tres teniamos de volar del nido paterno unimos fuerzas para alquilarnos un pisito muy mono que estaba en todo el centro del pueblo, enfrente del ayuntamiento. Si algo tengo que agradecer a la vida es que mis amigos no solo eran mas buenos que el pan conmigo, sino tambien con Cris, a la que adoraban, por lo que ella se sentia de lo mas a gusto en nuestro piso y, cada dos por tres, la teniamos alli con un papelon de churros. Escuche la cancioncita y supe que era ella. --Cris, carino, la cancioncita esa es que me taladra las sienes, ?que haces aqui? --He venido con churros y a ver a mi novio. --Saco la mejor de sus sonrisas mientras yo tiraba de un churro, pues que otra cosa podria hacer. Su "novio" como ella le decia, no era otro que Raul, un atractivo militar que vivia puerta con puerta con nosotros y al que Fatima y yo le habiamos echado el ojo desde el mismo dia que llegamos. Claro esta que no eramos las unicas porque, por lo visto, Cris tambien bebia los vientos por el. --Carino, ya te he dicho que Raul no es tu novio, tienes que entenderlo. --?Y por que? ?No le gusto? ?Es porque yo no tengo hecha la manicura como vosotras? Esta tarde nos vamos a que me la hagan en tu gabinete, ?vale? No me faltaba a mi mas que eso, que llevar a mi hermana al gabinete de estetica en el que trabajaba y que formara alli un numerito de los suyos. Que mi nina era muy buena y muy santa, pero bastaba con que algo le molestara para que la emprendiera a gritos como si hubiera llegado el mismisimo Armagedon. No me lo queria ni imaginar, con la mala leche que destilaba mi jefa, Carmen, por todos los poros de su piel. Carmen era una especie de bruja del cuento, pero en version pueblo y con los dientes rematadamente torcidos, para mas inri. Normalmente me tenia que reir tela con mi Cris, porque ella me habia escuchado a veces criticarla con Fatima, que era higienista dental en una clinica tambien del pueblo, y entonces me decia que cuando quisiera le daba un punetazo y le ponia los dientes derechos. --A mi no me va a pasar nada, porque todo el mundo sabe que estoy malita de la cabeza y que no se lo que hago--confesaba en aquellos momentos en los que tenia algo mas de lucidez y entendia que lo suyo era un problema. Y luego estaban aquellos otros muchos en los que era capaz de liar una pajarraca buena si un nino no queria compartir sus chuches con ella, por ejemplo. El caso es que aquella manana venia con los churros y ya sabia yo lo que me tocaba hacer a continuacion. Dado que ella al dinero no le daba la mas minima importancia no dejabamos que lo manejara. Sobre todo, desde la ultima vez que se quedo sin pan duro para las palomas y les echo para comer un billete de veinte euros cortadito a trocitos pequenos. Total, que Cris no llevaba un duro encima y todos en el pueblo le fiaban con la condicion de que despues fueramos nosotros a pagar, como es natural.

  • Siempre sera invierno (Parte 2) de Victoria Vilchez

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    El final del otono dejo a la familia Donaldson sumida en la mas profunda de las tristezas, y Cam Donaldson se enfrenta ahora al invierno mas largo de su vida. Sin embargo, la llegada del frio trajo tambien consigo a alguien que Cam no habia esperado volver a ver jamas: Maverick Parker, la primera chica de la que se enamoro y que desaparecio siete anos atras sin decir adios.
    Cam debe lidiar ahora con la perdida y con la responsabilidad que esta convencido que debe cargar a su espalda, pero tambien con el vacio que siente, ese que solo parece desaparecer cuando Maverick esta cerca.
    El pasado a veces duele demasiado, pero tal vez sea la unica esperanza de Cam para poder volver a sentir.

  • Cosplay, Daniela S. K de Daniela S. K

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  • El susurro de la acuarela (La luz de la sombra 1) de Sofia Ortega Medina

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    La furiosa tormenta ahogaba los llantos y los gemidos desconsolados de las numerosas personas que habian asistido al entierro.

  • Todo es posible en Navidad de Vanessa Gonzalez Villar

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    ?Te has preguntado que pasaria si alguien te hiciera entrega de un calendario de adviento con veinticuatro propositos navidenos y tuvieras que cumplir todos ellos? Tal vez tu vida cambiaria, tal vez volverias a creer que los deseos se cumplen, tal vez, solo tal vez, descubririas que: Todo es posible en Navidad.Pablo, un publicista sarcastico e introvertido. Gabriela, una psicologa alegre y excentrica. Julia, una nina muy lista y simpatica. Juntos abriran ese calendario esperando cumplir sus deseos. ?Se haran realidad? Una novela llena de amor y mucha esperanza. Vuelve a sentir la magia de la Navidad.

  • Lagrimas en la lluvia de Rosa Montero Gayo

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    Estados Unidos de la Tierra, Madrid, 2109, aumenta el numero de muertes de replicantes que enloquecen de repente. La detective Bruna Husky es contratada para descubrir que hay detras de esta ola de locura colectiva en un entorno social cada vez mas inestable. Mientras, una mano anonima transforma el archivo central de documentacion de la Tierra para modificar la Historia de la humanidad.

  • Solo una caricia de Maya Banks

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    Educada desde jovencita en una secta religiosa, Jenna no ha tenido contacto con el mundo exterior, lo unico que tiene son vagos retazos de recuerdos que parecen pertenecer a otra vida. Recuerdos a los que se agarra cuando los lideres de la secta descubren sus poderes sanadores. y la castigan. Anos de cautividad y sometimiento a las estrictas ordenes de la secta han convertido a Jenna en una mujer timida y docil. o eso es lo que todos creen. En realidad, esta esperando el mejor momento para escapar.

  • Deliciosa amnesia de Emilia V

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    Voy en camino --dije, tenia ambas manos en el volante y la pieza del Bluetooth en mi oido. --Date prisa, por favor --contesto mi padre en voz baja--. Algo no esta bien, Evan. Hay una mala... --Se interrumpio--. Y no se... --Papa se quedo completamente callado, quite las manos del volante y me estire en el asiento. --?Papa? ?Papa, hola? ?Puedes oirme? Pero ya no estaba. Y yo, me encontraba atrapado en un ferry camino a Nantucket sin nada mas que preocupacion por esa llamada. Eso no era propio de el. Mi padre era una roca. Mentira, ni siquiera era una roca, era acero. El hombre me habia criado, por el amor de Dios. En toda mi vida nunca me habia pedido ayuda, y ahora, el dia que me pide ir a conocer a mi nueva madrastra y hermanastra, me hacia esa llamada ?Sonaba asustado? ?Donde estaba su rudeza habitual? Saque el auricular de mi oreja, lo que hizo que me picara instantaneamente. --Ahhhhh --grite frustrado, y lo arroje al asiento del pasajero de mi Audi. Abri la puerta y sali del auto para buscar a alguien que me explicara que diablos estaba pasando. Un tipo con un uniforme de marinero cursi se paseaba entre los demas vehiculos, observando y anotando las matriculas en un portapapeles y sonriendo a la gente sentada dentro de ellos. --!Hey, tu! --grite. Varias cabezas se voltearon hacia mi. El marinero tambien levanto la vista --. Si, tu, ?cuanto falta para que esto termine? --Quedan quince minutos de viaje, senor. --Quince minutos --Saque mi billetera y se la menee como si fuera una delicia--. Que sean cinco y te dare mil dolares. El hombre volteo los ojos de tal manera que solo se veia lo blanco de ellos. --?Senor? ?Tartamudee? --No, senor, pero me temo que no puedo cambiar el rumbo ni la velocidad del ferry. Esta en nuestra pagina web, senor. El viaje dura dos horas y quince minutos, en total. --Dos mil dolares --le conteste igualmente, y saque algunos billetes para probar que hablaba en serio. La suave brisa, el olor del oceano, la hermosa vista del dia en este verano, todo se me escapaba. --Senor, no puedo hacer que el ferry vaya mas rapido. Tendra que esperar --dijo el hombre. Bueno, esa era la primera vez que me rechazaban una oferta asi. Habia sido rico la mayor parte de mi vida, y alcance a serlo mucho mas trabajando en tecnologia y bienes raices, despues de dejar la casa de mi papa. Segun mi experiencia, el dinero lo compraba todo, incluyendo viajes mas cortos a traves del oceano. Me sente de nuevo en mi auto, refunfunando en voz baja. A pesar de todo, alcance mi movil nuevamente y llame al telefono de mi padre. No contesto. Probe llamar al telefono fijo despues, apretando los dientes a traves del incesante zumbido. --Vamos --murmure--. Contesta, papa. La culpa me envolvio. Habia estado lejos de el ultimamente. Lo habia dejado esperando muchas veces. Incluso venir a conocer a su nueva esposa e hija esta semana habia sido una tarea casi imposible para mi, y ahora esto estaba sucediendo. Finalmente, el ferry atraco, y me dirigi hacia la larga calle que se unia con Cliff Road y terminaba en direccion a North Shore. O al menos, la parte de North Shore donde estaba ubicada su mansion. Sentia la tension acumularse y recorrer mi columna vertebral. Esto no era normal. Estaba en peligro. Tranquilo, imbecil. El esta bien. Mi padre no tenia ningun enemigo. No era como yo, en ese aspecto. No habia ninguna razon para que estuviera en peligro. Mis manos sudaban al volante, mi pie presionaba impaciente el acelerador. Me gustaba tener el control todo y no esperaba a que nadie mas hiciera algo. Estaba en mis manos, y asi era como me manejaba. Me acerque al camino de entrada de la mansion, y me incline hacia adelante. Mi mirada viajo desde el camino hacia el cielo, una y otra vez. Senti un vacio en mi estomago al ver la columna de humo negro que se elevaba en la distancia. No. No puede ser. !Carajo! Hundi el pie en el acelerador, resbalando en el camino que conducia a la casa. Luces parpadeantes aparecieron en mi espejo retrovisor y un camion de bomberos se acercaba detras de mi. Acelere mucho mas y atravese con el Audi las rejas de entrada a la propiedad. La mansion estaba al final de un largo camino de grava. El fuego vivo serpenteaba desde las ventanas abiertas en el ultimo piso. La casa de la piscina a la izquierda ya estaba envuelta en llamas. La puerta principal estaba abierta a lo alto de los enormes escalones de piedra, pero no habia nadie de pie fuera de ella. No veia a mi padre en ninguna parte, no estaba afuera con su nueva esposa a su lado. Apenas habia frenado cuando mi mano ya habia soltado el cinturon de seguridad y con la otra abri la puerta. Salte y corri hacia la entrada principal. Detras de mi podia escuchar el chirrido de las llantas del camion de bomberos y los gritos. El humo que salia del pasillo, me asfixio. Me arranque la camisa. Me la ate alrededor de la nariz y la boca, y luego entre. --!Papa! Papa, ?donde estas? Mis ojos ardian, no podia ver. Me arrodille y me arrastre hacia la habitacion mas cercana, tosiendo, balbuceando y llamando a mi padre. Una figura aparecio en la alfombra grisacea delante de mi. Una mano delicada con los dedos enroscados contra la palma, unas pintadas de rosa palido. La imagen me llamo la atencion. Era una mujer. ?Quien era? ?Que hacia ella aqui? Mi hermanastra. Me arrastre hasta ella, con la garganta seca, tosiendo y agarre uno de sus brazos levantandola con cuidado. Tenia que sacarla de ahi. No podia seguir con el plan de arrastrarme y buscar a mi padre. Si pude encontrarla a ella, los bomberos encontrarian a mi padre y a mi nueva madrastra tambien. Una gran grieta resono sobre mi. !Muevete! Antes de que todo el techo se derrumbe sobre tu cabeza. Ella era ligera en mis brazos a pesar de su cojera. Corri a traves del humo hacia el vestibulo de entrada y un estruendoso choque, seguido de una ola de calor, me persiguio, pero no me detuve a mirar atras, no me atrevi. Alcance los escalones de piedra de la entrada, agarrando a la mujer en mis brazos. Tosi bajando cada uno de ellos y me detuve en el camino de grava junto a mi auto. Los bomberos pasaron corriendo frente a mi y entraron en la mansion. Sonaban gritos. Desenrollaron una gruesa manguera del camion y una ambulancia se apresuro a subir por el camino. La mujer aun estaba inconsciente. Me agache y la puse sobre la grava tan suavemente como pude, y luego me arranque la camiseta de la cara. Mi vision era borrosa, salian lagrimas involuntarias de mis ojos. Tosi, parpadee, me limpie la cara. Finalmente, me aclare un poco, y mi mirada se poso sobre ella. Mi corazon se detuvo por un instante. El mundo que me rodeaba se ralentizo, casi desaparecio por completo, y durante un milisegundo no habia fuego, ni peligro, no pense en mi padre, ni escuchaba las sirenas ni los hombres gritando. Solo estaba ella. Era perfecta. Coloque sus brazos suavemente a los costados, su pecho subia y bajaba lentamente. Era curvilinea, perfectamente proporcionada, con una expresion en su rostro que era verdaderamente pacifica, incluso a traves de las manchas de hollin. Una sensacion extrana se apodero de mi pecho, tenia la creciente necesidad de protegerla de las llamas, del humo, de cualquier peligro. Me puse un puno en el pecho, tratando de deshacerme de ese sentimiento. ?Quien eres? --!Hey! --El grito rompio el hechizo. Levante la vista y un bombero venia hacia mi, despejando el humo con sus manos. --Oye, ?estas bien? ?En que diablos estabas pensando? No puedes entrar a... --Se detuvo cuando vio a la mujer. Me dolia muchisimo la garganta, pero la aclare para hablar, al menos lo intente. --Mi padre --dije con voz ronca--. Mi padre y su esposa estan en el edificio. Tienen que sacarlos. --Nos encargaremos de ello --dijo el tipo de uniforme, y luego miro hacia atras por encima del hombro--. Aqui vienen los medicos. Quedate aqui mismo y no la muevas. --No me digas --le conteste, tosiendo en mi puno. No podia moverme, mucho menos a ella. Dios, habia inhalado tanto humo y gastado toda mi energia, pero queria volver corriendo a esa mansion y buscar a mi padre. ?Como diablos paso esto? Mire a la mujer aun inconsciente. ?Como se llamaba? Mi padre me lo habia dicho, pero yo era pesimo a la hora de recordar fechas y nombres. Addy, Audrey o algo asi. Me sono una alarma en el cerebro cuando la mire fijamente. Ella sabia lo que habia pasado. Tenia que saberlo. Un par de medicos corrieron hacia nosotros, con una camilla. La bajaron y se pusieron a trabajar en ella, revisandole el pulso, levantandola, atandola. Otro corrio hacia mi y se agacho, agarrando una pequena linterna con la mano. --Senor, ?puede oirme? --No, el humo ha tapado mis oidos. La confusion se apodero de la expresion del paramedico. --Por supuesto, puedo oirte. ?Adonde la llevas? --pregunte, poniendome de pie. --Al hospital.

  • Nunca crei ser tan feliz de Sophie Saint Rose

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    Jessica Foeller guarda un secreto desde hace anos, que si fuera revelado terminaria con la excelente reputacion de los Halleran. Pero una promesa la ata de pies y manos, asi que tiene que reprimir su odio por la familia mas rica del pueblo. Cuando Everett Halleran pone sus ojos en ella no se lo puede creer, porque apenas se habian dirigido la palabra en su vida. Pero lo que mas le preocupa, es que no sabe si podra resistirse mucho tiempo porque cada vez que la aborda es mas dificil negarse a sus deseos. ?Podria llegar a olvidar el dano que habian provocado a su familia? ?Podrian llegar a amarse?

  • El sabor de tus besos de Lorraine Murray

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    Margot es duena de un restaurante en el barrio parisino de Montmartre. Pero la jubilacion de su actual jefe de cocina la obligara a tomar una decision tan arriesgada como inesperada.

  • In love (Almost 2) de Adriana Ls Swift

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    No todo es como parecia ser.

  • El corazon de una dama de Olga Salar

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    El mayor tesoro que un caballero debe anhelar es, sin duda, el corazon de una dama.

  • La tercera persona (Alt autores de Ava Hocsem

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    Arranca el coche. Salgamos de aqui cuanto antes, no mires hacia atras. A partir de este momento todo pertenece al pasado. --?Todo? --Si, todo. Mira al frente Juan. Quiero llegar a casa entera y en menos de media hora. --La salida a la autovia, a tu derecha. --No puedo creer que me digas eso, Celia… --Solo tienes que girar, !ahora mismo!, pero ?que haces? Por favor manten la atencion en la carretera, !que brusco eres! --Me has dicho que tienes prisa. Obedezco tus deseos carino. Celia le regalo los pantalones que llevaba puestos. A el nunca le gustaron porque pensaba que el burdeos era un color para aristocratas, en cambio a ella le fascinaba. Lo asociaba con el erotismo y con el poder. --Soy la hija predilecta del burdeos --dijo en una ocasion--. Ante semejante comentario jamas se nego a vestirse con ellos. --Vaya, he perdido el mechero. --Lo has dejado en el pasado. Queda poco para llegar. ?Podras resistir sin fumar? --Si claro, es tan solo humo. --Celia, ?no crees que estar sentado e ir a ciento cuarenta kilometros por hora es una contradiccion? --!Que cosas piensas! En realidad Juan queria preguntarle otra cosa. Algo mas relevante, algo que no se atrevio a mencionar. El todo y el pasado. Estaban a unos cuatro kilometros de despedirse, no sabia si esta vez seria para siempre. A veces es mejor no preguntar a tiempo para elegir una realidad a medida. --No es miedo, no, se trata de sobrevivir --penso Juan--. El estaba acostumbrado a manejarse por las carreteras del autoengano. -- Saber conducir es fundamental, te da libertad--. Era una de sus frases de mesilla. Asi aprendio a manejar su vida, su volante, su freno, su limpiaparabrisas y tambien al hijo sobreprotegido que fue. Ahora estaba solo, a punto de llegar a la esquina donde Celia posaria sus tacones en el suelo. La vida, los eventos, la gasolina. --Sana y salva--dijo Juan. --Me voy pitando. Menos mal que no tengo bateria en el movil. Es la coartada perfecta, los ninos ya estaran cenando. Antes de pisar el suelo le puso una mano sobre la pierna. Se miraron fijamente, controlando cualquier atisbo de emocion. El piso el acelerador y cerro la puerta del coche. Se quedo mirando su culo a traves del espejo retrovisor. Mientras tanto la figura desaparecia dejando tras de si la estela apresurada de un apresurado caminar. --!Malditos taxis y maldito movil!, la reunion se ha alargado pero creo haber conseguido mis objetivos --comento a su marido mientras colgaba el bolso y la chaqueta en el perchero de la entrada--. El proximo jueves me reuno con el director general. Todo va viento en popa. ?Estan ya en la cama?, estoy agotada carino. 2 Juan tenia hambre y la garganta un poco seca. El deposito semivacio. Pudo repostar y dudo en comprar un sandwich en la gasolinera. --No, lo hare manana --penso. --Hoy cenare algo caliente. Necesito calor y llenar mi estomago. Cerca de mi casa unos chicos del barrio han abierto un nuevo restaurante. Ire alli, seguro que me trataran bien porque me conocen de vista y querran captar clientela --se dijo a si mismo. --Buenas noches. --Buenas noches. ?Podria cenar? --Si senor. ?Viene usted solo? --Realmente no, aunque solo me vea a mi. --?Espera usted a alguien?, ?cuantos van a ser? Juan sonrio timidamente: --Finalmente uno --contesto. ?Puedo sentarme junto a la ventana? --Si, pase conmigo. La carta estaba traducida al ingles. La inmensa mayoria de los residentes del barrio eran autoctonos. Juan intento deducir la intencion de los duenos. Penso que tal vez quisieran crear un imperio de restaurantes y franquicias en el futuro. Comprobo que se trataba de un local especializado en la cocina con patatas. Prefirio leer la carta en ingles. La primera lectura fue un mero pasatiempo, la segunda para elegir un plato caliente. Nunca habia visto tantas combinaciones posibles de patatas con otros elementos. Se le hizo la boca agua. --Algo tan sencillo… y pensar que a otros no se les ha ocurrido este tipo de negocio… Creo que podran abrir franquicias antes de lo que jamas hubiesen imaginado --penso con el estomago vacio. --Una de patatas al horno con esparragos trigueros, rucula caramelizada, botones de aguacate y haloumi. Para beber un tinto poco afrutado, por favor. Miro a traves de la ventana. Olia muy bien en aquel acogedor lugar. Miro el movil varias veces. Alterno la vista callejera con la vista digital. El telefono sono y la copa de vino llego a su mesa. --Espero que sea de su agrado senor. --Yo tambien, gracias. Se le encogio un intestino hambriento. Bebio un sorbo, le gusto. --Un vino mediocre pero ahora mismo me agrada --penso--. Efectivamente, poco afrutado para ser un caldo barato--. Bebio otro sorbo, toco la pantalla del movil y leyo el mensaje. Era Laura, hacia un par de meses que no sabia nada de ella. Manana por fin comienzo a trabajar, espero que estes bien. Beso. Juan miro a traves de la ventana. Una pareja de adolescentes carcajeandose paso por delante. Recordo la tarde en la que Laura dijo una frase que pudo cambiar su vida: --Si soy capaz de controlar los remolinos sere capaz de controlar mi vida --dijo--. Quiza la proxima vez que se vean le confiese la importancia de aquella conjuncion de palabras. --Su plato senor, ?otra copa de vino? --Si, y un botellin de agua. 3 Celia aprovecho el momento. Una reunion cancelada es casi siempre una oportunidad para escapar de la oficina. Queria comprar a su hija un libro de fabulas. Salio decidida, era una bonita e inesperada mision. Sintio el frio en su rostro como si fuese una brisa de verano. --La libertad de la calle -- penso. Paro en un semaforo. En la acera de enfrente habia hombres, mujeres y alguien disfrazado de perro. Todos esperaban lo mismo; aguardaban que el color de una luz diese paso a otra. En esta ocasion no habia ningun conocido al otro lado, detestaba cruzarse con los ojos de alguno porque hacia que la espera se eternizara. La senal de cambio movilizo a los transeuntes. Celia recordo unos documentos que tenia que preparar para el dia siguiente, metio la mano en su bolso, agito todo lo que estaba dentro y saco la nota mientras caminaba aumentando la velocidad de sus zapatos. --He oido hablar de un libro de fabulas que causa furor entre los ninos. --Creo que se refiere a "El arco de ranas y la nube de gatos". Tambien disponemos de una edicion especial

  • El testamento del Diablo de Mario Escobar

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    En 1917, Europa se desangra por la gran guerra, la Rusia zarista se encuentra al borde del colapso y los servicios secretos alemanes estan dispuestos a colaborar con los comunistas, con tal de desestabilizar a sus enemigos. Los crimenes ocurridos en un apartado monasterio ortodoxo parecen tener relacion con la busqueda de un libro al que todos conocen con el nombre de El testamento del diablo. Las Centurias Negras lo buscan desesperadamente para evitar la caida del zar, pero no son los unicos: el misterioso psiquiatra Carl Gustav Jung, el lider sionista Leo Motzkin, el joven Iosif Stalin y los servicios secretos rusos tambien desean hacerse con el libro. Si Hercules Guzman Fox y sus amigos no se adelantan, Europa puede verse sumida en el peor genocidio de la historia…

  • Momoko y la gata de Mariko Koike

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    Con ecos de Mishima, Murakami y Kawakami, esta exquisita novela de amor y suspense retrata todas las emociones humanas.

  • La amante del Highlander de Hugo Sanz

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    Cuando Malvina acepta un trabajo en la casa de los McLarcon, no imagina que un simple primer cruce de miradas con Duncan, su jefe, dara un giro de ciento ochenta grados a lo que habia sido su vida hasta ese momento.

  • El Proceso de la Presencia de Michael Brown

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    En esta extraordinaria obra, el fluido y lucido texto nos conduce hacia una experiencia transformadora y nos conecta con el vivo resplandor de la Conciencia del Instante Presente, donde nos esperan la liberacion, la salud y nuestra innata sabiduria. La simple lectura de este libro, sus percepciones, nos purificara y hara que recobremos la salud vital. Lo que en otro tiempo fue dificil de explicar ha quedado ahora plasmado lucidamente en este libro. Aquello que se consideraba antes un territorio de paz accesible tan solo a los <> esta ahora al alcance de todo el mundo.

  • El pais del prisma de Diego Armando Arciniegas Malago

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    Nuestras mentes divagan mas despiertas que entre suenos, fantasear es tan sencillo si olvidamos dormir. Ahora mismo, las letras que saben del mundo entero, de lo que es mas distante, de aquello que se lleva a cuestas sin reproche, se articulan, hablan de ti, hablan de mi. Ellas lo conocen todo; quieren ser comprendidas; buscan ansiosas disiparse en el universo que senalara el papel. No obstante, son pocas las manos capaces de atraparlas... !Cuanto el miedo de asaltar la infinitud del eter! Las alturas, solo potestad de unos pocos. Unicamente, esos, que no temen a la belleza inconmensurable de la conjugacion ritmica, pudieran alcanzar alguna vez el beneplacito del verbo. El pensamiento, siempre ambiguo, en clara muestra de querer dejar atras -al menos momentaneamente- la que es su esencia (no llegar jamas), demanda la idoneidad de la pluma como paso a seguir. Luego de que los sentidos proporcionaran iniciales formas a las cosas, se debe abrir paso a los caracteres entrelazados en lineas, a las verdades hechas de tinta, susceptibles de ser dadas a conocer. Amigos: para tener dia y noche presente el rostro de la mujer amada, que se redacten unos suaves versos; para sentirle cerca, a pesar de lo insalvables que parecieran las distancias, que el perfume de su pelo se haga poesia, que el intenso rosa de sus hermosos labios conozca lo mucho que le deseas. Entonces, la princesa sabra de ti; sus ojos, exclusivamente, querran verte si les escribes con pasion. Es mi intencion que el corazon por fin se enuncie libre, distante de cualquier agitacion extrana a su sincero palpitar. Anhelo la llegada de los vocablos eficazmente dispuestos en mis expresiones. Espero, espontaneo, el arribo a las direcciones maximas de este amor; el, seguro de las virtudes que condensa, se despoja de toda suspicacia para asi dar inicio a una historia juntos, desconocedora de los limites de esta superficial realidad. Si, el pais de las fantasias advierte lo cercano de nuestro vuelo, en las nubes mas profundas se celebra esta union perfecta. Descansaran entre los seres del mito, en medio del azul obsequiado por los dioses, las cautivas ambiciones de dos almas que, atrapadas por las tonalidades del arcoiris, aun perdidas en un beso, renuncian a la libertad de los hombres para hacerse de los privilegios del espejismo eterno. CAPITULO II EL RITO Vientos incandescentes merodean mis pupilas, la agudeza del fuego ya se confunde en el cristal. Las ninfas del escabroso bosque que trenzan utopias, detallan en sus coros de la lluvia el golpear. Con cada gota un guino que desase el firmamento, una estrella cae profetica en el mar; desnudas las formas del astro que se hundiera, me entrego al desvelo del que no puede esperar. La oscuridad es testigo del romance que envolviera, al seductor brillo en las olas para amar. De repente, un irascible tornado ha rebasado las fronteras que impusieran Cefiro, Boreas, Noto y Euro a los mortales. El tiempo pierde consistencia, la luna, ?a donde va?; con el sol esta la noche, preferible no inventar. La verdad es que la tinta: ni mucho menos, muerta esta. Las pinceladas del rapsoda, cobran vida aqui y alla. Los atomos concurren a la bolsa del artista, las pizcas de cosmos zozobran en su altar; se banan en cadencia los bocetos que al instante, proyectan la otra cara del genio en su mirar. La intemperie del silencio, disfraza la ceguera de un millon. En lo inhospito de la selva, solo el verde es senor. ?Agua en el desierto?… No mas que una ilusion. Unos novios de la mano, !que sucumba la razon! Mi nina: !que Morfeo deje sus alas! Comprendi que para volar lo unico que hace falta es que estes a mi lado. Asi, si tu acompanas mi destino (evaporarme), indomitas se desplegaran las ideas. Se refugiaran en el extasis, la fiebre y la risa. CAPITULO III SENDAS MUERTAS - !Recuerdas!: la felicidad solia tentarnos, lo hacia sin excepcion alguna. Era la constante, las piernas perseguian fin cualquiera; el horizonte, a veces noble, desfallecia hecho conformismo. Aliento tras aliento se dilapidaba. Sosiego: de presentarte en la creacion, injurioso, cual soplo te esfumabas; los amigos del apremio instaban al resto a ser como ellos. Si, eran poquisimos los que viviamos convencidos de la generosidad del amor; irrisorio el numero de quienes al igual que nosotros, expectantes de la invencion maxima, tuvieran a bien arriesgarlo todo. Nomadas, profesionales saltadores de epilogos: seguro siguen dando vueltas en busca de lo ya resignado al nacer. Aun en mis oidos es el eco de sus contritos pasos. Muchas de las empresas consideradas trascendentales por la humanidad, confesaban abrigar entranas que carcomia la envidia, alimentar rencores que atesoraban fortunas en medio del hambre. El aletargado panorama apenas permitia la coexistencia en las ciudades; coincidian en la misma urbe, bohemios y enajenados por el senorio. ?Como erigirse en el poder?, maquinaba el imperio del desanimo; incluso para los mas notorios corazones, para aquellos en capacidad de hacer vecindad con el "mundo de las ideas", era un peligro inminente el que se dejara de sonar. Los libros, atestados de numeros, no senalaban ninguna esperanza; la temperatura del infierno, que hacia las veces de estres, era todopoderosa. De los ilustrados en los principios de la codicia, de los maestros a la hora de formular leyes que inducian a la indiferencia, exclusividades de ellos, eran: La voz del pueblo, los aguardos de literatos y clerigos, quienes al unisono elevaban oraciones a la Divina Providencia. Nina, volvamos la vista atras, sin dejar de ser detalles de la fantasia, volvamos la vista atras. Las montanas que nos rodean, evocan el follaje que la barbarie arruino; los manantiales que pisan nuestros pies, son el agua de la cual ya no se bebe. Innegable, la solucion, aqui la vemos correr; ellos, pasivos, solo dibujan su sed. Somos en donde nada mas es, paseamos por los senderos en que las sombras se visten de colores para servir de compania a la aventura. !Convencete!, aqui las mentes lo desvian todo hacia la perfeccion. - !Recuerdas!: la felicidad solia tentarnos. Mi amor, !sigueme! Nuestras mejores paginas estan por escribirse. CAPITULO IV CON ASOMBROSA EXACTITUD -Abordemos ese barco... - ?A cual de todos te refieres? - !Hermosa, mira!… hablo del que esta debajo del puente. ?Lo ves? !Alla en las cataratas! Si bien es cierto que hay navios por doquier, adornados con rosas y fina pedreria, solo aquel puede contar esas magicas velas entre los tesoros que custodia. Parece que son hechas de acuarela, ni el mejor de los paisajistas lograria siquiera aproximarsele en exquisitez de formas y texturas. Es que insinuar cualquier correccion seria absurdo; aun aqui seria inadmisible. Mi vida: ?Que deseas hacer, a donde vamos?; nuestras opciones no tienen clausura. Tal vez quisieras un trineo halado por elefantes que nos hablaran de tantas y tantas romerias al fondo del oceano; o que una pequena hada, con un golpecito de su dorada varita, tuviera a bien trasladarnos al monumental zoologico en el que se congregan las mascotas de las tiras comicas para hacer las delicias del publico junto a sus respectivos amos. Quizas te gustaria que algunos de los serafines que pescan salmos en la orilla desplieguen esas alas de luz, asi abriendo en el tiempo un vertice que pueda conducirnos a donde pastan los unicornios. Claro, si lo prefieres, a la cima del volcan que esta a nuestras espaldas, para recibir la bienvenida de los osos blancos. Acaso, ?apeteces viajar en el tren de las diez de la manana? En el que siempre nos sorprende con un disfraz nuevo. Cuentan los aldeanos que hace cinco minutos era un temible dragon, que hace seis hacia las veces de serpiente, que unicamente hace siete minutos parecia un cohete. -Si, el tren seria una muy buena eleccion; a lo mejor y quiere hacernos creer esta vez que es algo asi como... !Una rueda de la fortuna! -A lo mejor, pero yo preferiria que fuera una saeta, una que sin tener prisa sale a darle vueltas a las manzanas del reino, asi como al resto de las frutas. -Oye, !Amor!, seria grandioso que Lassie y Princesita pudieran disfrutar de este lugar. Hay tantas criaturas graciosas que las harian reir. Imaginalas corriendo al lado de Pluto en las minas de diamantes de los enanitos o escuchando las peripecias por las que han pasado Pongo y Perdita para educar a mas de cien cachorritos. -Claro que las imagino... !Miralas!, ahi vienen. - !Hola Princesa! !Hola Lassie! Ahora si que esto es un sueno. Ninas, escuchenme bien: ni se les ocurra morder a nadie. Se que quieren corretear sin que las molesten. Vayan, las veo al rato. - !Que alegre estas, preciosa! - ?Como no?, en serio, soy la mujer mas feliz de todos los mundos. -A proposito, ?como vamos a recorrer la inmensidad de este? ?Que propones, esperamos la mutable locomotora? -No se, comamos algo antes de que sean las diez. - ?Desayunar?… Promuevo esa iniciativa. !Que tu estomago y el mio se sacien de todo tipo de manjares! !Que hambre no! - !Mira!, sabia que eran elegantes, pero ella. -Senora jirafa, buenos dias. Excuseme por interrumpir su lectura, seria tan amable de indicarnos la ubicacion de un castillo, de uno de galletas y fresas. - ?Dijiste un castillo de galletas y fresas? -anoto mi nina. -Si !Amor!, sospecho que hay uno cerca -dije. -Joven, usted y su novia son identicos a los protagonistas de la novela que leia. Aquel par se queria tanto; ellos tambien preguntaban por castillos para comer. !Siempre quieren azucar! Dejenme adivinar. Diego, ahora mismo escribes lo que sucede en este lugar... ?Verdad? -Supongo, sera por ello que tus manchas son azules. Claras y oscuras. -Fue un color muy bien escogido, debe ser tu favorito -ostentaba la jirafa. -Si, pienso que es sobrio y a la vez distinguido. Tenias que ser una jirafa especial. -Maestro, ya que estas por aqui: !que ingenioso fue que los optimistas hipopotamos interpretaran a Hesiodo! La mitologia griega es desenmaranada en las aulas de clase a partir de la atinada recitacion de la Teogonia. Te participo: los discipulos de los duros cuadrupedos, a diario ponen en tela de juicio las suficiencias de los hombres, dando asi cumplimiento a tus mandatos. -Gracias por esos informes, Azulita. - !Que adecuado!, Azulita sera mi nombre. Y antes de que me preguntes, ?que horas tienes? !Observa!… Aquel avioncito de papel, el que se esconde detras de las secoyas. !Es nada mas y nada menos que nuestro puntual trencito de las diez, el mismo acucioso avestruz que hace ocho minutos los rieles engullia! -mirando al cielo, dijo la jirafita. -Gracias Azulita, !si que se asemejaba a un avestruz! -comento mi nina.

  • Contigo es todo de Carmina D.

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    Odiaba esto. No habia nada peor que hubiera experimentado en toda mi vida que tener que visitar a mi hermano en el hospital. Ni siquiera sabia -nadie sabia- si Julian iba a salir adelante o no. Cada vez que venia aqui, era un gran signo de interrogacion sin respuesta aparente. Y aun con todo eso, amaba a mi hermano. Creia en el y queria que mejorara. Asi que segui viniendo a verlo, a pesar de que estar aqui era muy dificil, por no decir otra cosa. La vista del vestibulo del hospital se cernia sobre mi mientras la gente iba y venia, algunos en camillas y otros en sillas de ruedas. Julian no merecia este destino, no merecia tener que estar aqui. Mi hermano era grande, ruidoso y carinoso, era de los que hacia una broma de todo, su alegria llenaba los espacios, nada lo perturbaba, nada lo sacaba de su centro. No pertenecia a un lugar como este, sin importar cuan amables fueran las enfermeras o cuan vanguardista fuera la tecnologia. No deberia estar quieto, con tubos entrando y saliendo de el, luchando por su vida. Este no debia ser su destino. Pero lo era, y ese era un golpe demasiado duro para mi. Me trague mi depresion y reuni todo el coraje que pude, pero aun asi arrastre los pies cuando entre al hospital y volvi a subir a su habitacion por lo que me parecio la milesima vez. El ascensor hubiera sido mas facil, pero necesitaba mantenerme en movimiento hasta que lo viera. Los ascensores estaban empezando a sentirse un poco claustrofobicos. Llegue a su habitacion y atravese la puerta con determinacion y una actitud fabricada para disimular mi verdadero estado. --Julian, no creerias esta nueva…-- Su cama estaba vacia. Oh, Dios, ?que habia pasado? --!Enfermera, enfermera!-- Corri a la pequena estacion de enfermeras a unos pasos de la puerta de Julian. --?Que le paso a mi hermano? ?Por que no esta en su habitacion? --Oh, Mila, calmate--, dijo una de las mujeres, levantandose de su escritorio y abrazando mis hombros. Su tono y la forma en que me dio palmaditas en la espalda como si fuera una nina me hizo saber que todos aqui estaban hartos de la frecuencia con la que me asustaba y sobre reaccionaba. Pero no era algo que podia evitar, se me conocia por decir lo que pensaba y por estar un poco nerviosa e hiperactiva sin importar la ocasion, y ?quien podria culparme por estar preocupada en una situacion asi? Me alegre de que las enfermeras fueran amables, pero empezaba a darme cuenta de que les estaba poniendo los nervios de punta. --Esta bien--, continuo la enfermera. --Acaba de ser trasladado a otra habitacion del hospital. Respire un tembloroso suspiro de alivio y me limpie los ojos. Me llevo a otra estacion en un costado. Mientras yo me quedaba parada esperando, haciendo todo lo que podia para ser paciente -lo cual ciertamente no era mi fuerte-, ella hojeo algunos papeles y se puso a hacer clic en su computadora. Mila, deja de ser debil. Tienes que ser fuerte. Si algo hubiera pasado, habrian llamado a la familia. Respira. Julian estara bien. Luego podras reganarlo de nuevo por su molesta tendencia a dejar la tapa del inodoro levantada. -Me dije mentalmente para tratar de calmarme. Esto no era justo. Julian era un buen tipo, y un hermano increible aun que dejara el bano hecho un desastre. --Aqui vamos, esta en el ala norte del hospital, en la habitacion 24B. Te llevare alli. Puede ser confuso tratar de llegar a esa ala del hospital. Vamos carino. Ella me sonrio, su humanidad la hizo ver suave-o tal vez estaba feliz de deshacerse de mi- pero, de cualquier manera, yo estaba agradecida. Le devolvi la sonrisa. --Gracias. En el camino, la enfermera empezo a hablar de su familia. Supongo que fue para calmar mis nervios. Cada palabra que decia me entraba por un oido y salia por el otro. Trate de prestar atencion mientras ella me contaba algo sobre sus planes para el fin de semana, incluyendo una barbacoa familiar, y luego me pregunto cuales eran mis planes. Tuve una vision de tunel, pensando que estaria aqui todo el fin de semana, por supuesto. Todo lo que me importaba era mi hermano. Ya era bastante dificil que mama y papa estuvieran demasiado ocupados para venir a verlo. Pero si tuviera que cuidar de el yo sola, lo haria. El Senor sabia que me cuidaba con suficiente frecuencia, era un hermano muy protector conmigo. Y siempre necesitaba de el para sentirme mas segura de mis acciones, asi que, era habitual vernos juntos o que yo le pidiera consejos, sobre todo. --Bien, estamos en el ala norte, y su habitacion esta al final del pasillo. Avance rapido siguiendo la direccion que me indico, contando las habitaciones a medida que pasaba por cada puerta. Alli. Lo encontre. Le hice senas a la enfermera y ella se despidio con su mano antes de girarse para volver a su puesto. Tal vez nunca se habia enfadado conmigo, y todo estaba en mi cabeza. Parecia que me estaba volviendo loca debido a la ansiedad ultimamente. Tire de la puerta y entre. --!Julian! Ahi estas. No respondio. Sabia que estaba en coma, pero cada vez que hablaba con el, sentia que era mas cercana la esperanza de que se despertara y me contestara. Despierta, por favor, despierta pronto. Le limpie el pelo de la frente a un lado. Los moretones estaban bajando, y parecia tranquilo. Dijeron que no tenia ningun dolor, y me aferre a esa tranquilidad. Moriria si supiera que estaba sufriendo. Me acomode en la silla junto a su cama, poniendome comoda para una larga visita. --Asi que, queria que supieras que estoy probando algunos trucos con los tragos en la barra-- dije, tomando su mano. --Es en un club de striptease raro, pero no soy una de las chicas que baila. Lo juro. Su mano estaba caliente, un buen recordatorio de que estaba vivo y que aun podia volver a mi. --No gano dinero como ellas, pero la paga es decente y las propinas tambien. Pero tuve que dejar la universidad. El dinero ha estado un poco escaso en la casa. Pero volvere, ?de acuerdo? Asi que no me grites por abandonar. Es solo temporal. Le frote la mano y mire los monitores y las maquinas que estaban conectadas a el. --Estamos demandando a la persona que te choco--, continue, --pero los tribunales se estan tomando su tiempo. Hacemos todo lo que podemos. Pero estaras bien. Y si ganamos tal vez tengamos una casa mas grande y tu tengas tu propio bano para estropear todo lo que quieras-- Sonrei. ?A quien estaba enganando? No habia forma de que pudiera sentarme aqui y fingir que era la Srta. Risitas. Tenia un corazon, y estaba siendo apunalado repetidamente. Ojala hubiera podido evitar que saliera esa noche. ?Pero como iba a saber que lo iban a chocar? Comence a tararear y luego a cantar una cancion. --Don't worry, be happy... La cancion era tanto para mi como para el. Necesitaba recordarme a mi misma que preocuparse no servia de nada. Pero mientras continuaba cantando, no pude evitar sonreir nuevamente. Era raro tratar de no reirme en una habitacion de hospital, en una de mis horas mas oscuras. Sin embargo, tambien era gracioso que yo estuviera cantando, porque Julian siempre se burlaba de que yo no tenia oido para la musica. Cuando eramos pequenos me gritaba: <>, y yo seguia adelante, solo para seguir molestandolo, que era mi trabajo como su hermana. Era un juego que haciamos a veces, en largos viajes en coche cuando estabamos aburridos, o mientras pescabamos en el arroyo. Me decia que dejara de cantar porque ahuyentaba a los peces, decia que tendria que alejarse de mi porque mi voz era muy mala y le daria dolor de cabeza. O le diria a mama y papa que me echaran del auto por someter a todos a mi horrible voz. Aunque era una broma exagerada y desproporcionada, sabia que tenia razon, que no podia cantar para salvar mi vida. Pero ahora esperaba poder cantar para salvar la suya. Sabia lo ridiculo que sonaba, pero tenia que concentrarme en algo para no volverme loca. De repente, hubo algunos golpes suaves en la puerta. Me relampaguee -otra frase que Julian me decia que hacia mientras cantaba- y me di la vuelta para ver a un hombre de mediana edad con un traje de tres piezas entrando. --Tu debes ser uno de los Foster. Esta relacionada con Julian Foster, ?correcto? ?Como estas?--, pregunto. --Si, soy Mila. Su hermana. Y supongo que estoy bien.-- Mire hacia atras a Julian y a su gran cantidad de maquinas, queriendo preguntarle al tipo como pensaba que yo estaba, pero no dije nada. A veces se necesitaba todo lo que tengo para contener mis comentarios sarcasticos. --Lo siento, acabamos de mudarnos a esta ala--, le dije. --?Quien eres tu?. --Soy de la administracion del hospital--, hablo bruscamente. --Srta. Foster. Me gustaria que me diera mas informacion sobre el seguro de su hermano, si es que sabe. --Ya tienen su informacion-- Me puse un poco nerviosa --Lo se--, dijo, frunciendo el ceno, --pero ese seguro nos ha llamado recientemente, para decirnos que ya no podia cubrir sus necesidades medicas. Salte de mi silla. --!Eso es imposible! !Todavia esta en el seguro de nuestros padres! ?Que hay del hombre que lo choco? Tambien lo trajeron aqui, ?verdad? ?Por que no le preguntas a el?. El hombre reviso su portapapeles. --Lo siento, Srta. Foster. Pero el fallecio esta manana. No podia comprender porque estaba pasando todo esto, mi corazon comenzo a latir fuertemente en mi pecho, queria gritar y llorar, pero en el fondo de mi sabia que este no era el lugar para actuar de esa forma, y tampoco frente a mi hermano. Tenia que salir de aqui. --Permiso-- dije, mientras intentaba dar cabida al mar de emociones que tenia en mi pecho. El otro conductor habia muerto y yo lamentaba eso, por su familia, pero mi hermano estaba donde estaba por su culpa y eso no era todo, ahora resulta que el seguro no cubriria. Pase al lado del hombre y camine tan rapido como pude por el pasillo. ?Por que tuvo que pasar toda esta mala mierda? Este era mi hermano, un hombre bueno con todo el mundo y todo lo que le importaba al hospital era el maldito dinero. Me tope con gente, tropece con la pierna de una persona, pero no importaba el obstaculo que se interpusiera en mi camino para frenarme, tenia que salir de este hospital. No podia sentarme alli con Julian sabiendo que el pensaria que era una cuenta mas que teniamos que pagar. Que frivolo era todo cuando su vida estaba en juego y todo se resumia a la cantidad de dinero que podiamos conseguir. Por primera vez desde el accidente, esperaba que no pudiera oir lo que sucedia a su alrededor. No queria que se enterara de que no habia dinero para ayudarle a mejorar, porque entonces podria darse por vencido. Capitulo 2 Mila Cuando llegue a la parada del autobus, me puse a llorar. Saque mi telefono celular y a traves de mi vision borrosa, presione el boton de marcacion rapida para mi padre. --Hola, carino. ?Como estas?--, pregunto el. --!Papa! El hospital dijo que el seguro ya no cubre lo de Julian. Dijeron que el seguro lo dejo. Y el tipo que lo choco esta muerto. Suspiro, dejando un momento de silencio entre nosotros antes de responder. --Mila, querida, ya lo sabia. Estamos tratando de llegar a un acuerdo, tu madre y yo. Mi agarre alrededor del telefono se intensifico. --?Que? ?Lo sabias y no me lo dijiste?-- Mi voz temblo. --Lo visito todos los malditos dias. ?Soy la unica persona que viene a verlo y no me lo dijiste? --Mila, por favor--, dijo cansado. --Tu sabes... Colgue. Odiaba cuando mi padre tenia ese tono condescendiente, y sabia que no valia la pena pelear con el. Me dolio que no confiara en mi para informarme sobre las cosas importantes que pasaban, pero ya habia aprendido que no podia hacer nada al respecto. El autobus llego y abrio sus puertas. Lo mire en blanco. Todavia no podia superar toda la informacion, habia estado protegida por Julian y ahora estaba sin el, mis padres no me incluian en esto y mi hermano necesitaba dinero, necesitaba tener todas las condiciones para vencer a la muerte. Dios, todo esto era demasiado. Era una mujer adulta, pero siempre al alero de la proteccion de mi hermano. Nunca tuve la necesidad de enfrentar las cosas, de ser fuerte o de tener que solucionar algo tan grande. Me arrastre en el autobus y pase mi tarjeta de transferencia por la maquina. Mi cuerpo se sentia sin vida. Mi familia se habia desmoronado despues del incidente del coche, y estaba empezando a pensar que no iba a volver a se la misma nunca. En lugar de regresar a casa, me detuve en los servicios sociales locales y obtuve un monton de papeles que contenian informacion de lugares que ayudaban con las facturas medicas. Una breve resena, sin embargo, no hizo sino aumentar la tristeza y la perdicion ante mis ya terribles noticias. Medicaid no iba a cubrirlo, no podiamos permitirnos una nueva poliza privada, y las iglesias que estaban en la lista solo ofrecian atencion medica de hasta cien dolares. Tire los papeles y opte por ir caminando al trabajo para despejar mi mente. Todo va a estar bien. Julian podria despertarse y salir de esto. Siempre ha sido un bastardo con suerte. Realmente necesita hacer una de sus acrobacias mas grandes de la vida ahora. Estaba recordando cuando eramos pequenos y Julian me llevo a dar un paseo en la ATV de nuestro primo. Iba demasiado rapido y se estrello contra una valla. Ambos salimos volando del vehiculo, pero Julian permanecio ileso, mientras que yo termine en el hospital con un brazo roto. En ese momento, yo habia estado enojada con el por ponerme en peligro sin experimentar ninguna consecuencia. Siempre pense que nunca aprenderia. Pero ahora, mirando hacia atras, no puedo evitar sonreir un poco por su suerte, y espero que continue ahora en su edad adulta, cuando mas lo necesita. Diez minutos mas tarde habia llegado finalmente a mi trabajo, lo que me dio un poco de consuelo. Al menos tenia algo mas en lo que concentrarme. Tan pronto como entre en el bar, mi jefe me miro, levantando una ceja. --Bueno, hola, Mila. Llegas media hora antes. ?Puedo ayudarte en algo?. --Hola Sr. Eliott. Solo queria venir temprano--, le dije. --No tengo nada mas que hacer. --Hmm, bueno, esta bien. Sabes que no pago horas extras. Senalo con su cigarro, y unas cenizas cayeron al bar. Mi jefe era un tipo duro, por asi decirlo, al que le gustaba declarar con orgullo que se habia registrado en la ciudad con su bar de puros para obtener una licencia especial, para que nadie pudiera decirle que no podia fumar su cigarro en su propio establecimiento. Una tonteria que solo para el parecia importante. Agite la cabeza y busque un trapo para limpiar las cenizas. --Si, lo se. Trabaje en el bar, limpiando botellas y vasos de chupitos. Al Sr. Eliott no parecia importarle, siempre y cuando yo no fichara todavia. Una vez que mi turno comenzo oficialmente, comence a preguntar a los clientes que les gustaria beber. Al final de la tarde me acomode mientras caminaba de un lado a otro, sirviendo cerveza, mezclando cocteles y tratando de conversar un poco con los clientes. Era dificil en un lugar como este, donde el tipo de charla que querian hacer incluia las palabras: <<Muestrame tus tetas>>. Por mas que lo intente, no podia olvidar la situacion de mi hermano. La cara pacifica de Julian en mi mente me destrozo. ?Cuanto tiempo pasara hasta que lo saquen de la maquina? ?Podrian hacer eso? ?Era legal? No podia ver en que se diferenciaria esto de un asesinato si mi hermano moria por falta de dinero. Mientras mi mente se perdia en un monton de interrogantes, una de las bailarinas se sento en la mesa del bar y saco un fajo de billetes. Comenzo a contarlo, y no pude evitar mirarlo como si fuera un faro de luz. Sabia que ganaban dinero. Pero automaticamente lo asocie con la cantidad de dinero suficiente para pagar las cuentas medicas. --Karen--, le pregunte, dandole un trago de tequila, que sabia que era su favorito. --?Es eso lo que puede hacer una bailarina en una semana? Ella empujo sus labios a un lado, pensando, y lanzo su trago por la garganta. --En realidad no. Quizas si eres nueva. Hice esto anoche, estaba demasiado ocupada para contarlo. El Sr. E. saca doscientos por noche y nosotros nos quedamos con el resto. Se me salieron los ojos de las orbitas. --Espera, ?el se lleva doscientos y todavia te queda todo eso?. Ella se rio. --Si. Asi no tenemos que preocuparnos por un porcentaje. Mis ojos se detuvieron en el dinero por un segundo. Sacrificio. Fue lo primero que pense. Habia que hacer un sacrificio. Ahora, lo que pasaba por mi mente era una solucion a todos mis miedos. Yo sabia que tenia que hacer algo y justo ahora esta en mi mesa la respuesta. Al menos esta era la unica solucion rapida que tenia en mis manos. Sin pensarlo mas y convencida por la cantidad de dinero que vi en las manos de Karen. Le di un ultimo trago a cuenta de la casa y fui a la oficina del Sr. Eliott. --Oiga, ?jefe?-- Le pregunte, espiando con mi cabeza en su oficina. --Adelante, Mila. Entre y me sente frente a su pequeno escritorio. --?Que pasa?--, pregunto. --Sabia que algo te pasaba hoy. --Quiero ser bailarina-- solte. Lo dije con prisas, antes de que pudiera cambiar de opinion. --?Quieres bailar para mi?-- Sonrio y se volvio a meter el cigarro en la boca. --Ya era hora de que me lo pidieras. ?Quieres saber cuantos hombres han preguntado si ibas a salir de detras de esa barra y subirte a un poste? --Tal vez prefiera no saberlo… Pero me encantaria empezar cuanto antes. Esta noche si usted quiere. Se levanto e hizo un gesto para que lo siguiera. Me llevo a otra parte del edificio en la que nunca habia estado antes; era el area de las bailarinas. Habia armarios y mucho espacio en el mostrador con espejos en la parte superior, con el maquillaje derramandose sobre todas las superficies. Los diminutos y brillantes pedazos de ropa que llevaban estaban colgados en bastidores, asi como colgados en las sillas. Los que ya habian usado en el escenario habian sido claramente arrojados a favor de un nuevo atuendo, y llenaron el piso, junto a toneladas de tacones altos. Quiero enfatizar, tacones muy altos. --Vistete con la menor ropa posible, puedes usar cualquier cosa aqui. Ya que eres nueva, me quedare con el 15% hasta que des un paso adelante y mejores. Me agarre a mi camisa. --Gracias, Sr. Eliott. Realmente aprecio esto. Asintio con la cabeza. --Dime, siempre has sido la dulce chica de modales suaves aqui, la chica a un costado y todo eso, ?que te hace querer hacer esto? --Bueno, el seguro medico para mantener a mi hermano en el respirador dejo de cubrirlo, asi que…. --Ya veo-- Agito la cabeza, su cigarro se tambaleo de un lado a otro. -- Malditos hijos de puta codiciosos. Les gusta recaudar dinero, pero no quieren pagarlo. Mi abuelo fallecio asi--, me dio una palmadita en el hombro. -- Estaras bien. Sal y baila un poco. Eso te ayudara a alegrar tu estado de animo y a llenar tu cuenta bancaria. Y la suya tambien. --Gracias, Sr. Eliott. Se fue a su oficina y yo me quede quieta en medio de la habitacion como un poste fuera de lugar. --Esto es muy poco--, murmure para mi misma, recogiendo una tanga. Pero no era diferente a un traje de bano, ?verdad? Bien, sigue diciendote eso…. --Hola, ?que haces aqui atras?-- pregunto Karen, apareciendo detras de mi. --Ahora soy bailarina--, dije, encogiendome un poco de hombros. --?En serio? ?El Sr. E. te dejo entrar, asi como asi? Vaya, que rapido. Me hizo una audicion para el y me dijo que engordara un poco. Dijo que a los chicos de aqui les gustan las mujeres con carne en los huesos y que yo era demasiado flaca. Que maldito, ?verdad?-- --Si, eso es grosero--. Respondi con autentica empatia. Me senti mal por ella. Pero por una vez, ese peso extra que nunca pude bajar parecia haber funcionado a mi favor y no en mi contra. Karen se sento en su estacion de maquillaje. --No importa. Nunca subi de peso porque mi metabolismo es bueno sin importar cuantas hamburguesas coma.

  • Tendras que quererme de Olga Hermon

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    Una historia de amor desarrollada entre campos verdes, crepusculos inolvidables y aroma a heno y tierra mojada.

  • Desde el infierno, con amor (Operacion Khaos) de Alissa Bronte

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    Cuando la Guardia Civil de Almeria desarticula una parte de la organizacion dedicada a la prostitucion y trata de blancas que investiga a nivel internacional, el teniente Cobos recibe una informacion muy valiosa sobre el paradero de Soledad, a la que lleva buscando sin descanso desde hace anos.

  • Rescata Mi Corazon (Manhattan Dinner Club 1), Jean Joachim de Jean Joachim

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    DESBORDANDO PASION y suspenso, este apetecible romance de un gran escritor comienza con un golpe – literalmente. Rory Sampson, paseadora de perros y aspirante a escritora es atropellada en el Central Park por un distraido hombre guapo en su bicicleta – Hank Roberts. Engreido, hostil y mas santo que tu, el trata de culpar a Rory. Pero un Juez emite una sentencia poco ortodoxa, haciendo enojar a ambas partes.
    Buscando venganza, Hank se encuentra a si mismo demasiado vulnerable a los voluptuosos encantos de Rory – a pesar de tener una novia. Cautelosa despues de una ruptura, ella proteje su herido corazon con una barrera de sarcasmo mientras cada uno lucha por suprimir la quimica crepitante que amenaza con poner sus vidas de cabeza.
    ?la soledad y frustracion la obligaran a conformarse con las calientes y pesadas atenciones de su Ex, El Sr. Incorrecto? Confundida y atormentada por el deseo, Rory busca consuelo y consejo en sus cuatro inteligentes y atrevidas amigas, el Manhattan Night Dinner Club.
    RESCATA MI CORAZON es el primero de la serie Manhattan Dinner Club.

  • Fuego y espadas de T. J. Rymer

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    --Mi comandante, en las puertas de la ciudad un hombre demanda hablar con usted. Parece un demente. Podemos echarle si lo desea. --?Os ha comunicado que solicita? --pregunte al soldado que permanecia firme como una roca. --Dice haber avistado un Nabzang en los bosques cercanos. Una leve sonrisa se dibujo en su faz. --?Un Nabzang? --pregunte retorico a la vez que sorprendido. El soldado asintio. Parecia claro, que quien aguardaba en las murallas pervivia bajo una clara enajenacion. Los Nabzang no daban senales de vida desde hacia milenios. De no ser por los relatos que ancianos y mercaderes narraban junto al calor del fuego, ni siquiera habria oido hablar de ellos. Yo mismo escuche de boca de mi abuelo una de esas historias cuando era un nino; pero al igual que hacia todo el mundo, filtre solo una leyenda. Lo que aquel loco decia haber visto resultaba del todo imposible. Aun asi, la curiosidad se habia presentado ya en mis adentros. --Mandale subir. Apenas cinco minutos tras la orden, el soldado se cuadro de nuevo acompanado por un anciano. Portaba una tunica marron hecha anicos, sucia. Sus ojos, ensartados en una cara marchita, relucian blancos como nevisca: un hombre ciego. Aquello empezaba a parecerme una broma de mal gusto. --Anciano... --masculle mientras me acercaba--. ?Como va usted a ver nada? --No solo los ojos ven. --Su voz quebrada penetro en mis oidos, profunda y siniestra--. Tambien el alma atisba entes que no requieren vision. El corazon detiene su latir, el aliento se congela mostrando blanco su camino, el alma se inquieta y el temor cruza fronteras que estimaba infranqueables. Se puede sentir cuando un Nabzang esta cerca, si; el terror no requiere percepcion. --Escoltalo a la salida --ordene molesto--. No voy a seguir escuchando tan magna sarta de mentiras. Contemple como lo retiraban a empujones mientras mi cabeza no dejaba de darle vueltas a las inviables palabras que acababa de escuchar. No eran posibles, mas ya habian sembrado el fruto del desasosiego. Observe al anciano liberarse del brazo que le guiaba y dirigirse hacia mi. Con un gesto detuve al soldado que se abalanzaba sobre el --aunque demente, no aprecie maldad en sus inservibles ojos--, permitiendo asi su acercamiento. Y aun sin poder ver, me agarro las hombreras de la armadura, pegando su rostro al mio. --No ignores mis palabras, Astheron, o la culpa te hostigara hasta el fin de los dias. La oscuridad se acerca lentamente, mas aun hay tiempo de detenerla. !Detenla, Astheron, detenla, o no habra un manana para Theralia! Se lo llevaron arrastras mientras lanzaba al viento maldiciones y malos augurios. Yo permaneci desconcertado en lo alto de las murallas que protegian la ciudad de Atreka. Y sobre aquel espigado baluarte aviste a lo lejos el horizonte: el ocaso que indicaba el fin de mi jornada. Baje angostas escaleras de caracol en direccion al hogar, al calor de la familia. Recorriendo sus calles, pense en lo rapido que el tiempo fluye. Inquebrantable lo cambiaba todo a su paso, dirigiendo a nuestra amada Theralia a su destino, al igual que a cada uno de sus habitantes; consumiendo el presente en pos de la leve sombra que es para el hombre el pasado. Atreka, capital del sur de Theralia, anidaba en una fastuosa belleza dificil de igualar. Sus avenidas empedradas y sus casas de roca, siempre de un color casto, emanaban de la gran ciudad una pureza y pulcritud incomparables. Al termino de esas concurridas y elegantes travesias se alzaba imponente el palacio real. Braolin reinaba el sur desde antes que yo naciera. El mismo me nombro comandante del ejercito diez anos atras; decada de una tranquilidad indolente. La guerra contra los Erziofres llevaba anos en punto muerto. Ellos permanecian en el norte, nosotros haciamos del sur nuestro fortin; ellos tenian su capital Erziofre, nosotros Atreka; ellos al rey Ubklar, nosotros nos inclinabamos ante Braolin... Un mundo fragmentado en dos desde el inicio de los tiempos. Batallas y contiendas perduraban en la memoria de los mas viejos. No se recuerda una Theralia de un solo rey. Nadie recuerda una unica Theralia. El resto del mundo residia en la mas profunda neutralidad, exentos de bando alguno, campando a sus anchas por nuestras tierras fragmentadas. Elfos, nerzs, enanos..., anidaban bosques y montanas alejados del mundanal ruido. Los nerzs: pequenos seres de alma pura felices en sus pequenas y comodas <> en las copas de los arboles; los elfos: letales guerreros capaces de acabar con la vida de un hombre sin darle tiempo a consumir un pestaneo, ocultos en sus radiantes ciudades blancas; los enanos: feos, siempre refunfunando, aguardando en sus ciudades bajo la tierra un pretexto para abandonar la roca y blandir sus hachas. Milenios atras, nuestras tierras poseian nombres extranos. El mundo cambio tras eras y eras de erosion, y aquel que fue un mundo de matices, dio paso al norte y el sur. Todo pendia de un fino hilo de orden. Mas el orden tiende a la desobediencia, y en cualquier momento, en el instante menos esperado, ese equilibrio se esfumaria dejando tras el una estela de destruccion. Al cobijarme en las paredes que eran mi hogar, la turbacion que parecia perseguirme desaparecio al instante. Junto al fuego, mi mujer Aurea y mi hijo Tywren esperaban la llegada del comandante del Ejercito Atreko. Mientras mi pequeno se abrazaba a mis pies, su madre me besaba. La amaba tanto que pensar en perderla me vejaba el alma hasta convertirla en nada; y como todo ser viviente sabe, nada es demasiado poco. Pensamientos que tiempo llevaban rondando mi cabeza. <> Lo que si resultaba evidente era que las palabras del ciego no habian ayudado a aplacar mis aciagos augurios. --Hola, amor --saludo sin dejar de apretarme entre sus brazos. No me cansaba de escuchar su dulce voz--. ?Cansado? --Un dia mas. --No me complacia hablar del trabajo en casa--. !Pero ya estoy aqui con mi familia! --exclame mientras alzaba en brazos a mi hijo de tan solo dos anos--. !Y ahora solo tengo ojos para mis dos soles! Rei mientras balanceaba arriba y abajo a Tywren como a un pelele. Aurea se dispuso a servir la mesa. --Me olvidaba --declaro de pronto--. Han echado esta carta por debajo de la puerta. Es para ti. Vulgar: blanca por delante y blanca por detras, a excepcion de mi nombre, escrito en una de sus caras. La abri. Se leia: <>. --?Que dice? --La curiosidad parecia haber hecho mella en mi esposa. --Nada. Unos documentos que por algun motivo han enviado aqui. Y no lo entiendo, la verdad. Pero bueno... !Comamos! --exclame intentando cambiar de tema--. !Tengo un hambre voraz! Cene hasta saciar el apetito y me acoste junto a la mujer de pelo negro y ojos azules que robo mi corazon una decada atras en el tiempo. Le hice el amor como tantas otras noches, aunque en esa ocasion, mi mente se evadio hacia el mensaje de la enigmatica carta. Espere hasta verla dormir y me dirigi por las oscuras calles de la ciudad hacia la posada La Senda de Tul. Entre. Una cantina como cualquier otra, sumergida en una falta de luz alarmante. Al acceder, solo pude percatar una mesa ocupada. En ella permanecia un hombre enano. No bajo ni menudo…, enano de los pies a la cabeza. Resultaba extrano verles tan al sur. Pero alli estaba, sentado, inmerso en una oscuridad cerrada, fumando una larga pipa de la que emanaba un intenso humo blanco. Observe su diminuta silueta y la nube densa que se desperdigaba por los alrededores de su fea cara. Me acerque y sente. Entonces le vi: !un nerz! Quieto a su lado, con la cabeza gacha, en silencio. --Mas te vale no haberme hecho levantar a estas horas para nada, enano. --Hola, Astheron --saludo agachando la cabeza en reverencia--. Gusto en conocerte. Adverti su gesto como uno sarcastico. Un hombre rechoncho y a la vez rocoso, de faz desagradable como pocas. Pelo sucio y enmaranado, a juego con su barba azabache. De facciones duras y contritas, denostando un ser arisco; su aroma no le iba a la zaga. --Habla y dejate de absurdeces. Y ve al grano, tengo sueno. No me gustaban los de su raza. En contadas ocasiones tuve el <> de compartir mesa con alguno de sus congeneres, y no disfrute en absoluto de su compania. --Ten cuidado, sureno, no sabes con quien hablas. --Sus manos se independizaron de la mesa donde se apoyaban y me senalaron amenazantes--. Hablare..., pero no vuelvas a usar ese tono conmigo. Estoy aqui para advertirte de lo que acontece en el norte. --Su voz sonaba gruesa, robusta--. El hechicero real ha indagado mas alla de lo congenito, y un mal que dormitaba ha despertado. --?Nabzangs? La palabra broto de mi boca sin permiso, como si el temor que almacenaba mi cuerpo hubiera huido de mis tripas como una exhalacion. --Si. --Los ojos del enano despuntaron blancos entre lo oscuro--. Pero no es todo: pretende crear un ejercito y abalanzarlo sobre el sur sin clemencia, haciendo al rey Ubklar el unico en Theralia. Temo que haya dos posibilidades en todo este tenebroso asunto: el sur cae ante el norte y su ejercito Nabzang; o norte y sur lo hacen acompanados del resto de razas. Terminos que no podian ser ciertos. Aunque el hechicero real retornara a los Nabzangs, nadie seria capaz de controlarlos. Pero el ciego ya noto su presencia en los bosques cercanos a la ciudad... --Digamos que te creo. ?Que propondrias hacer? --Partir de inmediato hacia el norte y acabar con las malas artes del hechicero real. --?Pretendes que yo, el comandante del Ejercito Atreko parta hacia el norte con la unica compania de un enano loco? --Y la de un nerz --matizo--. No puedo demostrar lo que digo --prosiguio negando con la cabeza--. ?Pero no crees, Astheron, que la vida de tu mujer e hijo merecen al menos el beneplacito de la duda? --Dame un dia para meditar. Manana visitare a mi buen amigo Asdrabal, hechicero real aqui en el sur, y le contare lo que me acabas de explicar. Me aleje del enano y el timido nerz, y me dirigi raudo a mi lecho. Me abrace a Aurea, que ni siquiera habia advertido mi ausencia, e intente conciliar un sueno que sabia no iba a alcanzar. ?Y si las palabras del enano eran ciertas? ?Y si los augurios del anciano resultaban veraces? Queria creer que no, pero la simple posibilidad de que lo fueran obsequiaban a mi alma con esa pesadumbre que no parecia tener intencion de abandonarme. Desperte sin haber reposado. Desayune junto a los mios entre risas y arrumacos y me dirigi a las dependencias de Asdrabal el hechicero. Bajo el palacio real, en un pequeno torreon situado en el centro de los jardines que adornaban la base del monumental castillo, se encontraba su hogar. No era un hechicero al uso. Mas que un hombre dedicado al noble arte de lo magico, en ocasiones parecia un bufon. Pero su erudicion no conocia fin. Mientras me aproximaba a la alta torre de piedra gris, de los pequenos orificios que le hacian de ventanas percibi un fuerte estruendo y un denso humo negro. Corri hacia la puerta, que no estaba cerrada, y al abrirla vi lo que moraba dentro. Las estanterias, sillas, frascos, ollas..., todo se amontonaba asemejando la madera de una hoguera lista para arder. Bajo tan mayusculo desastre se alojaba Asdrabal, que emergio apartando los trozos de lo que fue mobiliario segundos atras. Su largo pelo negro, cubierto de polvo parecia casi blanco, al igual que su oscura tunica portadora del sol de seis puntas, emblema inequivoco del clan de los hechiceros ulgidos. --Esta vez si que he estado cerca de viajar al otro mundo --aseguro entretanto se sacudia las vestiduras. --?Que ha sido esta vez? ?La vida eterna? ?El retorno a la juventud, quiza? ?La cura al mal aliento...? --La sonrisa afloro en mi sin remedio. --No. Algo mucho mas materialista --contesto entre carraspeos--: intentaba convertir el hierro en oro. --Pues es una pena, porque vas a necesitar mucho para arreglar este desastre. Observe desde la distancia al hombre mugriento que reflejaba en su rostro el fracaso reciente. Y sin poder evitarlo, una carcajada surgio de mi boca; de igual manera, Asdrabal no pudo evitar hacer lo mismo. Reimos un largo instante. --Subamos a la buhardilla --dijo entre carcajeos--. Alli podremos conversar tranquilos. Creo saber por que estas aqui, Astheron. Ascendimos por una estrecha escalera de caracol. Al alcanzar su cima me encontre en una habitacion minuscula de bajo techo que no permitia andar erguido. En el centro de la pequena estancia atisbe una mesa de madera redonda con dos sillas. Asdrabal se sento en una de ellas y me insto a que yo hiciera lo mismo

  • El espartano de Javier Negrete

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    Ano 480 a. C. Antes de morir en las Termopilas, el rey Leonidas entrega una carta sellada al oficial Perseo y le ordena que regrese a Esparta y se la entregue a su esposa, Gorgo. ?Por que decide que el mejor guerrero de la ciudad abandone la batalla, cuando la ley espartana prohibia retirarse o rendirse?

  • Valerie (Damas Victorianas 1) de Camila Winter

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    Norwich, Inglaterra ano 1879 En el salon del anciano conde de Gladstone se encontraban reunidos un grupo de jovenes, disertando sobre temas mundanos muy importantes y trascendentes como los misterios de la ciencia, el destino, la existencia de Dios, la politica, la filosofia y ese tema tan inquietante como era la inmortalidad. La ciencia era un tema apasionante por si y le conde Gladstone ademas de erudito, era un solteron empedernido que gustaba del sabor de esas charlas interesantes y trascendentes. Era un provocador que le gustaba hacer pensar a los demas y hacerles creer tambien que el realmente estaba a punto de hacer un descubrimiento muy trascendente y perturbador. Pero en esos momentos solo queria enriquecerse con esa charla. Sus favoritos eran el doctor Murray y su primo el joven Francis, estudiante de arqueologia e historia. Sin embargo, el joven Francis estaba algo callado ese dia. Triste. Apagado y no podia entenderlo. Se pregunto si tal vez algun problema familiar o contratiempo financiero lo tenia tan preocupado. Lo noto distinto y de pronto recordo cierto enredo amoroso con la bella hija del conde de Kingston. A la edad en que muchos hombres perdian la cabeza por una hermosa dama, su amigo Francis no era la excepcion, al contrario. --?Y que me dicen del amor, mis amigos? ?Es una invencion producto de la necesidad de tener una companera para tener descendencia o es algo profundo y duradero? --pregunto de pronto. Se hizo un silencio general. --Rayos. ?Que pasa aqui? ?Acaso esto es el club de los corazones rotos? --dijo el anfitrion observandoles con cierta malicia. --Tal vez --se atrevio a responder el joven Francis con inusitada franqueza. --El amor es un sentimiento puro y noble--dijo sir Clemens con profundo respeto. Otros dijeron que el amor era un triste invento y cosas como esas. Muy pocos hablaron bien del amor romantico. No era para menos, todos eran solterones y guardaban tristes historias del corazon. Abandonados, despreciados por no ser guapos, ricos ni encantadores. --Es asombroso como las apariencias son el mejor engano para las damas, senores. Fingir ser algo es mas importante que serlo-dijo el anfitrion. Todos estuvieron de acuerdo en eso. El joven Francis no dijo nada. Prefirio guardar silencio, pero en su mirada estaba todo y el anfitrion lo noto. Todavia estaba triste por ese amor malogrado y no correspondido. Si bien muchos se habian fijado en esa joven y habian intentado llegar a ella con sutilezas en un vano intento de cortejo, ninguno habia tenido suerte. Valerie Kingston no era como las jovencitas de su edad que comienzan a llevar a cabo la maliciosa coqueteria para atrapar un marido, muy por el contrario, vivia recluida en su mansion campestre desde su llegada de Northumbria hacia meses. Ella era como una bella flor encerrada en su huerto triste y solitario, como si una gran pena gobernara su caracter y fuera incapaz de sobreponerse. Por eso era practicamente inalcanzable para el joven Francis o para cualquier otro candidato. Claro que esas eran habladurias, divagaciones de personas que no conocian en profundidad a la senorita Valerie Kingston de Melrose house. En lo personal, sir Gladstone el anfitrion, pensaba que era una joven guapa, pero de personalidad rara. Se rumoreaba que poseia un caracter melancolico que le impedia ser sociable y alegre en la edad en que las muchachas rien y charlan y son como gorriones volando de aqui y alla, la alegria de su familia, de las fiestas y demas. Hermosas y jovenes, risuenas y coquetas. La senorita Valerie en cambio era inusitadamente seria y retraida, silenciosa. Pero muy hermosa. Bella como una flor y se decia que su escaso talento para sociabilizar y sonreir se debia a que no disfrutaba de las reuniones sociales y que las muchedumbres la agobiaban. Al igual que los caballeros que caian rendidos de sus encantos y aguardaban una senal confiable para avanzar. Y a pesar de que muchos lo intentaron, se decia que uno de los talentos de la joven era dar de calabazas a todos ellos pues no estaba interesada en el matrimonio a pesar de tener la edad adecuada. No era su prioridad, ni su deseo. Al conde le entristecia pensar que su amigo Francis habia sido uno mas. ?Que le ocurria a esa jovencita? ?Acaso era incapaz de ver la nobleza y el afecto sincero en su joven amigo? El pobre parecia triste y habia oido que sufria en silencio. Ajeno a las maquinaciones de su erudito amigo, Francis Richmond pensaba que el amor era un demonio tirano que le corroia las entranas desde hacia tiempo al haberse enamorado de una joven que simplemente no correspondia a su amor. Pero muy lejos de querer hablar de ese amor sin esperanzas por la senorita Valerie, prefirio guardar silencio: no queria mostrarse triste y resentido. Ademas, aunque su familia era de solido linaje, su fortuna era escasa, no era un candidato deseable para la hija del conde, pero al menos gozaba de su estima y amistad. Era tan fria y tan hermosa, y sus conversaciones tan interesantes. Rayos, esa joven habia leido tanto y era tan inteligente y sagaz. A veces se preguntaba si no tenia el don de leer los pensamientos, si no era una hechicera perversa que enamoraba a todos y luego los alejaba con sutileza. No. Debia ser justo. Ella no era una coqueta ni una bruja. Pero el encontraba encantador su rostro, el cabello castano ensortijado, y esos ojos de un tono azul aguamarina, intensos y dulces a la vez, almendrados y tiernos. Fue mirarle una vez y dejarle flechado al instante, pero sabia que solo a el le paso, no fue algo reciproco. Al ser presentados en la velada de la senora Riverton sintio algo tan intenso, mientras la miraba y charlaban supo que deseaba que esa joven fuera su esposa. Y luego su andar suave y delicado y habia caido rendido a sus pies cuando la vio por primera vez. Fue tan extrano. Nunca le habia ocurrido algo asi. Su corazon se regocijo al saber que era la hija menor del conde y era aun soltera a pesar del extrano anillo de oro y zafiros que llevaba en su mano derecha… Una perla escondida, hermosa, delicada y tan inteligente. Escucho su disertacion esa noche sobre un descubrimiento inquietante y se enamoro, se enamoro de sus dulces ojos azules, de su piel de terciopelo, sus labios delicados y llenos, y durante meses, durante incontables veces asistio a las reuniones de la sociedad y aporto sus conocimientos, y logro mas simpatizantes, pero para el ir a la mansion de la familia Kingston tenia una razon: Valerie. No tardo en comprender que estaba locamente enamorado y a medida que su amor crecia se daba cuenta que ella se mantenia distante y se alejaba de el, como si adivinara sus sentimientos mas profundos y no quisiera alentarle ni herirle. Eran solo amigos. Una amistad reciente que habia crecido de forma insospechada, pues tenian mucha afinidad y las mismas preocupaciones. Ella le hablaba de los recientes descubrimientos de la ciencia, de la musica que despertaba la conciencia interior y tantos temas apasionantes y sabia que podian estar horas charlando... cualquier excusa era buena para ello, y para el esas charlas eran algo especial, sentia esa afinidad... Cuando se enfrascaban en esas grandes disertaciones el se sentia proximo, se sentia tan cautivado por su belleza e inteligencia y tenia la esperanza de que ella correspondiera a su amor. Su corazon tenia esperanzas, pero era un hombre practico, ademas de sonador y sabia que a pesar de que su familia fuera noble, digna y muy antigua, una de las mejores del condado, no tenia mas herencia que un senorio decadente. Su padre habia tenido que vender varias propiedades para poder solventar los gastos y sus ultimos negocios invertidos en Londres no habian dado los frutos necesarios. Era el hijo mayor y un dia ese caserio seria suyo, pero no podia darle a esa joven la vida que ella merecia. Y al comprender la verdad decidio distanciar las visitas, alejarse, para que el ultimo adios no fuera tan doloroso. Ademas, creia haber notado que la dama se sentia abrumada al ser cortejada por otros caballeros y a muchos les habia rogado que no regresaran a la mansion Melrose. Se sentia afortunado que ella no lo pusiera en la lista negra, habria muerto de tristeza, pero en verdad que su situacion no era muy diferente. Por eso jamas le hablo, jamas le dio a conocer sus sentimientos. Temia ser rechazado, no correspondido y, ademas, no tenia nada que ofrecerle. Valoraba mucho mas su amistad, que no deseaba perder. Aunque sufriera por no poder verla y conversar con ella, temia delatarse y que ella sintiera pena al comprender la verdadera naturaleza de su tristeza. La senorita Valerie era su amor, su unico amor, pero era inalcanzable y podia imaginar su futuro como el solteron de la familia, el solteron del condado, reuniendose con sus amigos felices y casados, aunque sus otros amigos tampoco habian tenido suerte en el amor. Casi se veian como el club de los hombres tristes y abandonados. Hasta su gran amigo; el conde de Gladstone era un solteron que sufrio amores contrariados en su juventud y por eso nunca se caso. Habia oido que se enamoro de la hija de un vicario, pero ella prefirio a fugarse con el pretendiente que su familia no aprobaba por licencioso y jugador. El adoraba a esa joven, pero no pudo salvarla del cruel destino. Murio al dar a luz su tercer hijo y dicen que murio de pena al verse sumida en la tristeza y el abandono de aquel que le arrebato su inocencia de juventud, sus suenos de amor para sumirla en el dolor y la miseria. Francis tambien sufria al pensar en la senorita Kingston tan bella y tan distante, imposible para el... Le dolia pensar que sus propios sentimientos intensos y desesperados lo habian apartado de la joven, espaciando las visitas. Y ahora se moria por verla, solo un momento, conversar, saber que estaba bien. Aunque supiera que era un amor sin esperanzas se negaba a renunciar a su amistad a pesar de saber que era lo mas sensato. Y cuando esa noche regreso a su casa le quedo la alegre satisfaccion de la compania y la charla y el triste saber de su vacio amoroso. De ese amor sin esperanzas que lentamente comenzaba a consumirle. Era como un prisionero de su propia desdicha, enredado en una ilusion, en una hermosa quimera y le costaba mucho desprenderse de ella. y nada mas llegar y apoyar la cabeza en su almohada suspiro al recordar su perfume, el calido sonido de su voz, sus hermosos ojos mirandole a la distancia y se imagino que la tenia alli entre sus brazos y le hacia el amor, porque era suya, suya para siempre.... Tanto habia acariciado ese anhelo y sin embargo ahora ese deseo ardiente se habia vuelto un recuerdo doloroso, pero se moria porque fuera suya un dia, porque sucediera un milagro y el pudiera convertirla en su esposa. Luego comprendia que no era digno de pedir su mano, era solo un festejante sin fortuna sin herencia. Su familia jamas lo aprobaria y el era demasiado caballero para siquiera hacer una insinuacion amorosa que arruinaria lo unico que le quedaba: su amistad. ************* Valerie se movio inquieta cuando anunciaron la llegada de su amigo Francis Richmond. Algo en sus ojos la delataba y tambien una creciente turbacion que su hermano mayor no dejo de notar. --Valerie, ?que sucede? --le pregunto. Ella lo miro inquieta y sonrojada. No habia nada peor que ser puesta en evidencia. Pero eran muy cercanos con su hermano asi que era imposible ocultarle algo. --?Os agrada el? --le pregunto en un susurro aprovechando que su padre habia abandonado la reunion en compania de su hijo menor. La joven lo miro mortificada, no era necesario que respondiera y sin embargo su hermano no parecio feliz con ese gesto. --Es imposible y bien lo sabeis. --Si, lo se, pero no puedo evitarlo. --?Te has enamorado de ese pobre hombre? --No es un pobre hombre. --Lo sera cuando tu esposo se entere. Valerie lo miro furiosa. --Mi esposo esta muerto, ?por que no puedo tener un companero bueno y leal? --Porque os casasteis sin oir a nuestra madre con un hombre ruin y perverso, y luego de tu boda se desato la desgracia. Por eso. --No, no es verdad. --Nuestra madre murio del corazon seis meses despues luego de avisarte que el no era lo que tu creias, nuestra madre siempre lo supo y vos erais tan joven y obcecada, tan ciega. --?Por favor Alan, es que vais a culparme de eso? Tambien sufri por la muerte de nuestra madre, pero no fue mi culpa. --No, no lo fue... sin embargo muchas cosas nefastas sucedieron luego de tu boda con ese siniestro conde. ?Debo recordartelo? --No, no lo hagais por favor. Solo quiero ser feliz, por favor. Creo que he encontrado a un hombre bueno y leal y sospecho, siento que sus sentimientos por mi son sinceros y profundos. --Entonces os habeis enamorado? Su hermano mayor le hablaba como si estuviera enferma, como si hubiera pillado un resfriado furioso. la miraba espantado y francamente alarmado. --Sabeis que es una locura, que todavia estais atada a ese hombre. --mi esposo murio, yo lo enterre. Fallecio hace anos. por que insistes en decir lo contrario? ?Es que no sabes que me hace dano? --Porque lo he visto, es como una sombra nefasta siguiendo vuestros pasos Valerie. El jamas os habria dejado escapar. Desde el instante en que te vio supo que serias suya y aun ahora, luego de esa tragedia, aun despues de muerto ese hombre vendra por ti y tu lo sabes. No te dejara en paz. No hay hechizo ni conjuro que pueda apartarlo de ti y os lo digo sintiendo terror en mi corazon pues nada me inquieta mas que vuestro bienestar, que vuestra felicidad. --Alan por favor, el esta muerto, esta en el lugar donde nadie puede regresar y eso me atormento durante anos. era tan joven, tan inocente. Pero mi esposo no era quien yo pense. Y aunque mi matrimonio fue por amor luego termine atrapada sin sentir mas que terror y desesperacion. Pero ahora es un milagro, ahora al fin mi corazon ha vuelto a latir y a pesar del miedo que siento a veces, el miedo y la duda, se que el joven Francis es un hombre bueno y leal. Y que me hablaria si yo... Su hermano la miro horrorizado. --Oh no por favor, Valerie. No lo hagais. No le deis esperanzas al pobre caballero, me agrada y su familia es una de las mejores del condado. Nada tendria que objetar de su amistad, pero en cuanto a lo otro si. Ella miro a su hermano angustiada. Tenia razon, ay que pena sentia. --Mi esposo esta muerto, era tan joven entonces... --Es tarde para lamentaciones. Sabeis lo que paso con ese caballero que intento cortejaros hace tiempo. acaso lo habeis olvidado? Ella lo miro angustiada. Su cuerpo estaba marcado, su alma tambien, jamas seria feliz con otro hombre pues antes de morir su marido le dijo que siempre seria suya, hasta que volvieran a encontrarse en otra vida. En otro cuerpo... sus creencias paganas eran muy extranas. Tenia la insolita creencia que la muerte no existia, que no era el fin como todos creian y que luego de morir el alma no se iba ni al infierno, ni a un lugar mas reconfortante, sino que volvia a casa. A su antiguo hogar, para luego regresar pues la vida humana era tan efimera y fugaz. La vida humana era un hilo rojo, asi de fragil que cualquier cosa podia terminar con ella. Su esposo era un hombre extrano y ella lo amo, estaba embrujada, dominada por el y por eso lo soporto todo, sus prolongadas ausencias, sus bruscos cambios de humor y las marcas que habia dejado en su cuerpo y en su corazon. Nunca supo por que de repente sentia que era un extrano para ella y luego de su muerte, sintio dolor y alivio, mucho alivio, como si una sombra oscura que durante anos la hubiera mantenido atrapada e infeliz al fin hubiera desaparecido como por ensalmo. Y en ese pueblo nadie sabia que era viuda, todos la conocian por la senorita Valerie Kingston, heredera de un antiguo y distinguido linaje, rica pero soltera. Su familia habia decidido negar su apellido de casada junto con la circunstancia de que habia tenido esposo y era viuda. Su hermano creia que no era de buen augurio mencionar ese triste asunto y todos sus recuerdos, retratos, sus encendidas cartas de amor habian perecido en el fuego, junto ese amor que enterro de igual manera en un esfuerzo desesperado por recomenzar y ser feliz. Por eso abandono la mansion de su esposo y regreso temblando a casa de sus padres. Jamas conto el horrible infierno que vivio luego de perder a su esposo y penso que estaria a salvo si se alejaba de esa mansion maldita, pero a veces sentia su presencia. Como un triste y cruel fantasma su marido seguia sus pasos como si la vigilara, aun ahora despues de tanto tiempo a veces lo veia en suenos y despertaba angustiada pues esos suenos siempre eran pesadillas. La voz de su hermano la desperto de sus pensamientos, ella lo miro inquieta. --Eso no puede ser y lo sabes, no es correcto. No esta bien que juegues con los sentimientos de ese joven. Esta loco por ti y todos lo saben. Pero tu no puedes corresponderle. No puedes hacerlo. --Alan por favor, no digais eso. --Es la triste verdad, Valerie.

  • El viaje sin retorno (Cuentos largos de cafe 1) de Jorge Sacha

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    Si quieres saber lo que pasa cuando una pareja cuya relacion se tambalea se pone a escuchar psicofonias en un pueblo fantasma, o que tal sera hacer chocar vehiculos como tecnica para ligar, o que hace un fatigado soltero al llegar a casa y descubrir a una mujer desnuda en su cama a la que no conoce. En general, si te gustan los crimenes de cafeteria, los romances y sus malentendidos, pero tambien las reflexiones profundas frente a una taza de cafe, tumbado en el cesped o en un funeral, deberias abrir este libro y comenzar a leerlo.

  • Como poner a un duque a tus pies (La comitiva del cortejo 1) de Eleanor Rigby

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    La venganza es un plato que se sirve bien frio… Pero con el hielo uno tambien puede quemarse.

  • Ojos de caramelo de Mar Deneb

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    Candela llego a sus vidas y se las desmorono.
    A cada uno los despiezo en su esencia y los encaro a su metamorfosis, solo con el infinito de su mirada de caramelo.
    Y uno de ellos fue Roberto.
    Esta es, brevemente, su historia, vivida y sentida por el...

  • El dulce sabor del amor de Yolanda Bello

    https://gigalibros.com/el-dulce-sabor-del-amor.html

    El hambre puede volver loco a una persona. Ese vacio dentro que te retuerce y te apunala hasta que la unica cosa en la que te puedes concentrar, es en llenarlo. Poder, dinero, mujeres... comida. Algunos hombres tienen apetitos que nunca podran ser apaciguados. Un hambre tan grande, tan poderosa, que es imposible parar. Hombres como yo. --Llegamos, Sr. Flint. Levanto la vista de las facturas y ordenes de trabajo en mi regazo y veo a mi conductor mirandome por el espejo retrovisor. Asiento con la cabeza mientras el Maybach se detiene frente al restaurante. Normalmente conduzco yo mismo. Dios sabe que tengo suficientes autos para manejar, pero hoy ha sido un dia ajetreado, y he pasado todo el tiempo que he podido revisando el papeleo para un nuevo lugar en Las Vegas. --Gracias, Cliff --Le digo mientras abre la puerta y salgo a las luces de 'Cuchillo': el restaurante mas concurrido de Los Angeles. Le doy cien dolares--. Tomare un taxi de regreso. Puedes irte, gracias. Sonrie con amistad, vuelve a entrar en el auto y se va, dejandome de pie por un momento frente al lugar. Todavia se ve hermoso despues de todos estos anos. Una gran entrada; un cristal tan fino que juraria que no hay nada alli, enmarcado por madera en grano escogida a mano de los troncos de Portland. Un dosel de color rojo intenso, inspirado en los cines de epoca de la Prohibicion, se asoma por encima de las puertas. Mas arriba de eso, la palabra ‘Cuchillo’ en letras de acero. A traves del cristal a ambos lados de la entrada, brillando en el oro de la luz de las velas contra la mamposteria vista, puedo ver a los comensales sentados en sus mesas. La musica de sus charlas, sus risas y sus cubiertos es tenue, tanto como el aroma del ajo y la salsa de vino blanco en los mejillones, la dulzura de un souffle recien caramelizado. Sensaciones que te invitan como las pestanas parpadeantes de una mujer, instandote a acercarte mas, lo suficientemente cerca como para devorar lo que has puesto en tu mirada. El lugar es limpio, elegante, moderno. Y en una noche como esta, incluso despues de un dia como hoy, cuando la brisa del Pacifico que se mueve por Los Angeles empuja las hojas de las palmeras como si estuvieran conjurando un sueno, es casi magico. Lo que no se ve es la sangre, el sudor y las lagrimas incrustadas en esos ladrillos. La lucha y las dificultades que los unieron. Las traiciones, las amistades rotas, el empuje ardiente y la determinacion resistente que puso sus cimientos. Solo yo puedo verlos. Parado aqui, soy el unico que puede entender como se lograr formar desde cero un lugar como este. Subo y entro, saludado por el maitre de pie detras de su podio. --Buenas noches, Sr. Flint --dice. --Buenas noches, Alvaro. El hombre a trabajado aqui durante seis anos y sigue siendo el mejor. El chiste dice que Alvaro es tan bueno haciendo esperar a la gente que es solo cuestion de tiempo antes de que el DMV lo contrate. El trabajo esta en su sangre. Tanto asi que no me llama Xavier, no importando cuantas veces se lo haya pedido. --?Que desea hoy, senor? --Bueno, he pasado un dia entero tratando con los idiotas de Las Vegas, no he comido desde esta manana, y me gustaria llegar a casa a tiempo para ver lo mas destacado de los Clippers. Mientras traes el vino mas alcoholico que tengas, no me importa lo que la carta ofrece. Alvaro sonrie ironicamente. --Muy bien, senor. La mayoria del personal del restaurante empezaria a sudar ante la idea de escoger algo del menu ellos mismos, pero como dije, Alvaro es de una raza diferente. Su truco esta en saber lo que la gente va a pedir mientras sigue esperando. Un talento, que a mi juicio, merece aplausos. Acabo de decirle que estoy cansado y que me falta tiempo, lo que significa que no me molestare con un aperitivo. El vino mas alcoholico que tienen es un tinto Zinfandel, que se recomienda para los platos de carne de vacuno. Y ademas, es martes de mayo, asi que acaban de recibir una nueva entrega de cortes de rib eye, que por lo demas es de un sabor unico y exquisito. --?La mesa cuatro, senor? Asiento con la cabeza y me muevo hacia adentro. Es una noche relativamente tranquila, lo que significa que la mayoria de las mesas estan llenas, pero no hay fila afuera. Mi instinto mueve inmediatamente la atencion sobre las tres mujeres atractivas que se encuentran en una mesa al otro lado del lugar. Especificamente la rubia recatada que me mira de reojo, con un vestido verde tan ajustado que no necesito de mucha imaginacion para saber que hay debajo. Me pilla mirando e inmediatamente coge su copa de vino para esconder la verguenza en sus labios. Segundos despues de tomar asiento, el vino es traido y vertido en mi copa. Me inclino hacia el camarero y apunto sutilmente en la direccion de la rubia. --?Que estan bebiendo alli, Ned? Hizo un gesto sutil, con indiferencia, y luego me miro a mi. --El rosado de la casa, senor. --Enviales otra botella, yo invito. Diles, pero mira a la rubia cuando lo hagas, que es por lucir tan elegantemente esta noche. --Si, senor. El camarero se va y yo espero a que la rubia me mire de nuevo antes de levantar la copa en su direccion. Ahora sonrie mas ampliamente, y luego susurra a sus amigas, que miran a su alrededor. Solo una rapida mirada antes de que vuelvan a su posicion, inclinandose para reirse entre ellas como conspiradoras. Un clasico que jamas pierde poder cuando se trata de mujeres, siempre genera un gusto delicioso. Tal vez me reconozcan del programa de television que tuve hace un par de anos, donde ensene a un grupo de ex convictos y jovenes delincuentes a cocinar profesionalmente. Fue un momento divertido, pero abandone el programa cuando me di cuenta de que la productora seguia tratando de crear un drama entre los miembros del elenco. En realidad, la mayoria de ellos amaban la cocina como patos el agua, y el trabajo arduo no dejaba a ninguno con suficiente energia para causar problemas. Asi que los productores tuvieron la "brillante" idea que eso condimentaria un poco el espectaculo y provocaron algunas peleas, para que los cocineros se pusieran nerviosos. Bueno, y a mi no me gusta el drama, especialmente en mis cocinas. Asi que renuncie. Cambie los delantales blancos de chef por trajes finos, empece a peinarme por las mananas, y decidi volver al lado de los negocios ya que 'Cuchillo' parecia estar funcionando bien, solo con una supervision limitada de mi parte. Fue entonces cuando empece mis planes de abrir otro restaurante, esta vez en Las Vegas. Volvamos al vino, ese espectaculo si que me gusta, las mujeres aun tienen la boca escandalizada y rubores leves. El camarero me senala y yo levanto una ceja, manteniendo los ojos en la rubia mientras me llevo la copa a los labios, saboreando el dulce sabor del vino y la elegante curva de su escote al mismo tiempo. Ahora sonrie, se esconde timidamente detras de ese cabello y me echa unas cuantas miradas. Sus delgados dedos sostienen delicadamente el tenedor que juega alrededor de su plato. Suave y cuidadoso. No dire que llevar a esta mujer a la cama esta noche sera facil, pero la verdad es que no va a ser dificil. Y despues de la semana que he tenido, me vendria bien la distraccion. --Su filete, Xavier. Me alejo de la rubia para ver a Ned, el camarero, colocar el plato grande frente a mi. --Gracias --Un pequeno grunido sale de mi voz mientras miro hacia abajo a la carne jaspeada. Apetitosa y jugosa, delineada por los chorros de granos de pimienta y las lineas de la parrilla, la salsa de vino tinto que brilla de tal manera que parece casi viva. La rubia tendra que esperar un poco. Corto un trozo, me gusta ver que los cuchillos han sido afilados, y revelo el centro; rojo como la lujuria. Lo lanzo, tomo un pedazo de la patata crujiente como si fuera una idea de ultimo momento, y me lo pongo en la boca. Mi cerebro tarda aproximadamente un segundo en recibir los mensajes que mi lengua me esta enviando, pero cuando me doy cuenta, vuelvo a poner los cubiertos en el plato lo suficientemente fuerte como para hacer que los comensales que me rodean giren en mi direccion. Ned se apresura, sus cejas de muneco Ken suben mientras ve mi mandibula apretada y mi expresion fija. --?Algo va mal? --dice timidamente--. ?Quien trabaja en las verduras esta noche? --Um… Camila. --?Camila? --Si… la nueva chef. La contratamos la semana pasada, ?recuerda? mientras usted estaba en Las Vegas. Frunzo el ceno. --Traela aqui. Ned duda por una fraccion de segundo, obligandome a mirarlo y a borrar cualquier duda de que estoy siendo cien por ciento serio. Luego, desaparece de la escena. Despues de golpear con los dedos el fino mantel por unos instantes, el camarero regresa, la chef viene siguiendolo de cerca. Camina elegantemente, orgullosa. Hombros hacia atras y barbilla alta. Su parte superior de color blanco y los pantalones negros holgados que esconden su cuerpo, el cabello rubio oscuro retorcido y enterrado bajo una redecilla, el cuello largo y las delicadas facciones de su cara son aun mas llamativas para la sencillez del atuendo. Ojos marrones con forma ovalada, labios que se mueven como si estuvieran en medio de un beso, y una nariz ligeramente respingona tan perfecta que solo un artista podria haberla hecho.

  • Los perdidos de Sheena Kamal

    https://gigalibros.com/los-perdidos.html

    Pensaba que su pasado habia quedado olvidado. Se equivocaba...

  • LA PAREJA PERFECTA (Blue Heron 2), Kristan Higgins de Kristan Higgins

    https://gigalibros.com/la-pareja-perfecta-blue-heron-2-kristan-higgins.html

  • Posesion agradecida de Jorge Borges

    https://gigalibros.com/posesion-agradecida.html

    ?Que quiere un hombre que lo tiene todo?
    Dinero, fama, mujeres.
    Salud, un cuerpo de infarto.
    El poder corrompe. Demanda excesos.

  • Los cielos de Curumo de Juan Carlos Chirinos

    https://gigalibros.com/los-cielos-de-curumo.html

    Los cieLos de curumo es una narracion dispuesta a modo de castillo de naipes en la que se mezclan y ensamblan las vidas de cinco amigas, el perfil urbano de Caracas, la lluvia incesante, la urgencia de los animales carroneros, el mal que corroe y los signos de la decadencia de un pais que no supo ver lo que se le venia encima. Chirinos es un cuentista despiadado. Su escritura se muestra aqui en todo su esplendor: cruda, poco compasiva y no por ello menos luminosa. Su analisis del poder es certero porque no rehuye su sordidez, nada le concede a la mesura. Su maestria en el uso del lenguaje y de las tecnicas narrativas apabulla. El que lea a Chirinos no se sorprendera recordando a Jose Balza, al primer Vargas Llosa, a Celine, a Faulkner o al Cepeda de La casa Grande. Son los maestros que parecen alumbrar esta prosa.