la sombra de un embrujo
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la sombra de un embrujo - Isabel Martinez de Ubago
https://gigalibros.com/la-sombra-de-un-embrujo.htmlLa lucha contra la brujeria en la Espana del siglo XVII enfrenta a un hombre con su fe, su razon y su corazon. Fray Hernan de Quiroga esta a cargo de la investigacion de una denuncia por brujeria en una pequena aldea alavesa. Tras el caso de Zugarramurdi, la Inquisicion exige el maximo celo y sentido comun, a partes iguales, a los comisarios que realicen las pesquisas. Sin embargo, una inesperada enfermedad y una joven de pelo rojo provocan una tormenta en el alma de Quiroga. La ayuda del inquisidor Alonso de Salazar, al que llamaban el abogado de las brujas, provee de luz y claridad al confuso Quiroga.
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La sombra de un embrujo : Martínez de Ubago, Isabel - Amazon
https://www.amazon.es/sombra-embrujo-Isabel-Mart%C3%ADnez-Ubago/dp/1507837941Afortunadamente vivió en una casa en la que los libros abundaban por todas partes y donde pudo elegir cualquier género, cualquier autor y cualquier tema que le ...
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La sombra de un embrujo eBook : de Ubago, Isabel Martínez
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La sombra de un embrujo - Escritores.org
https://www.escritores.org/libros/index.php/item/la-sombra-de-un-embrujoNovedades editoriales, libros, Escritores, editorial, escritor, escribir, libro. ... La sombra de un embrujo narra el tortuoso camino que Hernán de Quiroga ...
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ISBN 13: 9781507837948 - La sombra de un embrujo
https://www.iberlibro.com/9781507837948/sombra-embrujo-Mart%C3%ADnez-Ubago-Isabel-1507837941/plpLa sombra de un embrujo de Martínez De Ubago, Isabel en Iberlibro.com - ISBN 10: 1507837941 - ISBN 13: 9781507837948 - CreateSpace ... The Book Depository
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La sombra de un embrujo - Libros De Mario
https://www.librosdemario.com/la-sombra-de-un-embrujo-leer-online-gratisLeer Libro Completo: La sombra de un embrujo de Isabel Martínez de Ubago | NOVELA ONLINE GRATIS.
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La sombra de un embrujo ~ Isabel Martínez de Ubago
https://paraisodeloslibrosperdidos.wordpress.com/2017/07/20/la-sombra-de-un-embrujo-isabel-martinez-de-ubago/20 jul 2017 — Isabel Martínez de Ubago autopublica su novela LA SOMBRA DE UN EMBRUJO. ... Los hijos de Enoc: el libro de Thot ~ Marta Abelló.
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La sombra de un embrujo by Isabel Martínez de ... - Goodreads
https://www.goodreads.com/book/show/26845963-la-sombra-de-un-embrujo30 ene 2015 — La sombra de un embrujo book. Read reviews from world's largest community for readers. La lucha contra la brujería en la España del siglo ...
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La sombra de un embrujo a book by Isabel Martínez de Ubago
https://bookshop.org/books/la-sombra-de-un-embrujo/9781507837948La lucha contra la brujer a en la Espa a del siglo XVII enfrenta a un hombre con su fe, su raz n y su coraz n. Fray Hern n de Quiroga est a cargo de la ...
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la sombra del viento - ruiz zafon, carlos - Librería Publics.
https://www.llibreriapublics.com/es/libro/la-sombra-del-viento_1658915EL CEMENTERIO DE LOS LIBROS OLVIDADOS, RUIZ ZAFON, CARLOS, 22,00€. ... corazón y el embrujo de los libros cuya intriga se mantiene hasta la última página.
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La sombra de un embrujo by Isabel Martínez de Ubago
https://www.abebooks.com/sombra-embrujo-Isabel-Mart%C3%ADnez-Ubago-autoedicion/22727230209/bdAbeBooks.com: La sombra de un embrujo: R51066. autoedicion - 189pp La lucha contra la brujería en la España del siglo ... View all 5 copies of this book.
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Motivos personales de Javier Maura
https://gigalibros.com/motivos-personales.htmlEstamos en diciembre de 1972 y la muerte de Franco es percibida por todos como cercana. El Servicio de Inteligencia Militar detecta una conspiracion para eliminar a su recien nombrado sucesor, Juan Carlos de Borbon.
Un escritor pasado de moda pretende publicar su ultima novela en la editorial del Regimen. Su proximidad a conocidos ultraderechistas y su relevancia social le convierten en candidato ideal para infiltrarse en la conspiracion.
Mientras tanto, ETA prepara el secuestro de Carrero Blanco y el FRAP debuta como grupo terrorista.
En un ambiente de secretismo politico y convulsion social, los participantes en esta partida intentan alcanzar sus ambiciones, unos tratando de conservar sus privilegios y otros de cambiar la Historia. -
La cruz ardiente (Forastera 5) de Diana Gabaldon
https://gigalibros.com/la-cruz-ardiente-forastera-5.htmlYa plenamente asentados en Carolina del Norte, Claire y Jamie deben hacer frente al estallido del conflicto entre la Corona inglesa y las colonias americanas en 1767. Mientras Claire procura salvar a su marido de los acontecimientos historicos proximos que ella conoce, Jamie debe decidir si seguir los requerimientos de los partidarios de la Corona y hacer aquello que es mejor para su familia o seguir sus propias convicciones y arriesgar la estabilidad de sus seres queridos.
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El vestido azul de Michele Desbordes
https://gigalibros.com/el-vestido-azul.htmlConocemos a Camille Claudel, sobre todo, como la amante del tambien escultor Auguste Rodin. Desde siempre, el papel de las mujeres que intentaron desarrollar su trabajo cerca de hombres de gran proyeccion ha sido secundario, ha sido una sombra. De este modo es como la autora de esta extraordinaria novela, Michele Desbordes, intenta rescatar a Camille de su fantasmal condicion. Recrea con una poetica libre de sentimentalismos la historia de la joven Camille, una sombra en la vida de todos, una extravagante, una exaltada, arrebatada por la vida, por el arte y por el amor que no consiguio nunca ser visible para quienes la conocieron. Un fantasma delicado, bellisimo, sutil, cuya potencia emocional la aparto enseguida de las convencionales sensibilidades que la rodeaban.
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Decir no no basta de Naomi Klein
https://gigalibros.com/decir-no-no-basta.html -
Parentesco de Octavia E. Butler
https://gigalibros.com/parentesco.htmlMas de treinta y cinco anos despues de su lanzamiento, Parentesco sigue atrayendo a nuevos lectores con su profunda exploracion de la violencia y la perdida de la humanidad causada por la esclavitud en Estados Unidos, y el impacto complejo y duradero que aun tiene este hecho historico en la actualidad. La obra mas famosa de Butler, aclamada por la critica, cuenta la historia de Dana, una joven negra que de repente e inexplicablemente es transportada desde su hogar en la California de la decada de 1970 hasta la guerra civil.
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Frenesi 3 de Dylan Martins
https://gigalibros.com/frenesi-3.htmlHabian pasado solo doce horas desde que la noticia zarandeara cruelmente la vida de Alexis. Y esta vez podria ser para siempre.
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Belleza roja de Arantza Portabales
https://gigalibros.com/belleza-roja.htmlLa nueva dama de la novela negra espanola.
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Las sombras de Julia. Luz y sombra de Karla Ivalisse Perales Herrera
https://gigalibros.com/las-sombras-de-julia-luz-y-sombra.htmlJulia habia vuelto a dormitar frente al televisor. Abrio los ojos, presa de la angustia. El corazon le latia al punto en que, creia, iba a salirsele por la boca. Apago el aparato y, luego, sentada, intento reflexionar, mas tranquila, sobre aquella pesadilla que tanto la asustaba en la infancia y que ahora venia a su mente una vez mas. La habia olvidado, como si aquello no hubiera pasado jamas. Se encamino a la cocina con la voz de su madre taladrandole la cabeza. Las horribles palabras seguian muy frescas en la memoria, pese a los anos, retumbando como rugidos de feroces tambores. Bebio una infusion de romero, acompasadamente, rebobinandolo todo como en una videocinta. La sucesion de imagenes comenzaba con una vision borrosa de si misma, a los 5 anos. Podia sentir, sobre su piel, la textura del terciopelo de su vestido carmesi. Sabia que estaba en la casa de sus padres, reconocia los pasillos angostos y los cuadros, con marcos dorados, que resguardaban las fotografias de sus ancestros, colgados en las paredes rojas, decoradas con la escarcha plateada y los focos navidenos que se encendian y se apagaban ritmicamente. Las sensaciones parecian volverse mas reales mientras avanzaba. En el sueno sus piernas no eran lo suficientemente largas como para alcanzar a tocar el suelo. Parecia que unas alas la llevaran de un lugar a otro sin que pudiese resistirse. Al final del pasillo se encontro con una escena familiar: sus primos, sentados todos en circulo sobre la alfombra mientras prestaban atencion al sonido del fuego en la chimenea, al consumirse las brasas. Era el Dia de los Santos Inocentes, que en la tradicion popular se usaba para hacer bromas a la gente, desde las mas ligeras hasta las mas pesadas, llamando a los que caian o creian en ellas "inocentes palomitas", por la facilidad con que se lograba enganarlos, tal como se haria con un nino. En la tradicion judeocristiana el significado era profundo; segun los relatos biblicos, fue en aquella fecha cuando el rey Herodes I, el Grande, dio la orden de acabar con todos los ninos menores de 2 anos nacidos en Belen, luego de la visita de los reyes magos de Oriente, quienes habian anunciado la llegada del Mesias, futuro rey de Israel, con el fin de que este fuera eliminado. Los chicos hablaban en voz baja sobre las travesuras o bromas que harian a las ninas para causar su espanto mientras ellas se entretenian jugando a la comidita, con sus juegos de te, o arrullando a sus munecos para que se durmieran, lideradas por Julia. Los hombres mayores, como hacian siempre, se ocupaban de los asuntos de importancia, conversando sobre economia o politica, y las mujeres se hacian cargo de los sagrados alimentos y del cuidado de los mas pequenos, como de costumbre. La pequena Julia siempre se mantenia expectante del momento en que la puerta de madera se abriera de a poco, causando ese tipico rechinido por lo vieja que era, y de los pasos imponentes de las botas de casquillo de su padre, quien llegaba a casa luego de las faenas laborales. Ella corrio hasta el umbral para recibirlo, como siempre, con los brazos abiertos y un tierno beso en la mejilla. El carino que la nina le profesaba dispersaba el cansancio del padre y en respuesta el le llamaba: "mi pequena munequita", provocando en la madre un poco de recelo porque podia notar que la nina lo preferia a el por encima de ella, quien era mas estricta y rigida en cuestiones de disciplina y limpieza. Si Julia ensuciaba el vestido, por andar trepandose a los arboles, o los zapatos de charol con el lodo, le valia un castigo como quedarse en el jardin a oscuras hasta que el padre llegara y la rescatase. Siempre que el hombre llegaba del trabajo se sentaba en el sofa, tambien de terciopelo rojo como el vestido de Julia, para fumarse un puro y descansar. Despues de un rato, Julia se acercaba a su padre como un cachorrito que busca una caricia muy lentamente y el la sentaba en sus piernas para contarle alguna historia, dispersando sus temores hacia la oscuridad. Asi hacia siempre, como esa tarde en que cayo aguanieve por primera vez en el pueblo. La nina comenzo a arrullar a su muneca favorita, a quien habia nombrado como ella misma, usando un tono armonico y melodioso, de modo que todos los que estaban en la morada, tanto los primos, los hombres en la sala y las mujeres en la cocina, podian escucharle. De un momento a otro, la casa quedo en fatidico silencio, primero violento y luego se torno incomoda incertidumbre. La madre dejo que las demas mujeres terminaran con los bunuelos para ir a ver lo que habia sucedido; encontro los rostros desencajados de hombres y ninos como estatuas de piedra, clavando la mirada en la pequena muneca, fragil y desgarbada, que miraba al vacio, rigidamente sentada en las piernas del padre, quien tenia la apariencia de un gran muneco de trapo. Se acerco para cargar a la nina diciendole que debia dejar que su padre descansara, creyendo que se habia quedado dormido, y pudo sentir que un escalofrio recorria todo su cuerpo. Su esposo tenia los labios y los parpados amoratados; el corazon se le habia detenido como las manecillas de un reloj descompuesto, arrancandole la vida de un suspiro. Julia lanzo un grito estridente entonces, un grito de verdadero terror que retumbo en los oidos de la madre por muchos, muchos anos... Desde ese momento se obsesiono por la fatalidad. No habia vuelto a tener aquel sueno desde que se caso con Rafael de la Garza. El inmenso amor que el le profesaba tuvo el poder de borrar el horror, aunque de vez en cuando alguna noticia desgraciada, evento tragico o accidente, recrudecia el trauma alimentando sus miedos irracionales. Rafael le devolvio la seguridad; su carrera y su exito profesional aseguraban el futuro de ella y del nuevo integrante de la familia que venia en camino. La vida no podria ser mas que perfecta en aquella casa residencial donde vivia entre el ensueno y las fantasias; no obstante, pese a las comodidades que representaba la vida con aquel hombre, sentia que habia una presencia que acechaba constantemente su porvenir. Lo peor que podia pasarle a una mujer que ha encontrado al hombre perfecto es que la madre de ese hombre la odie y la desprecie como si se tratara de una enemiga a vencer. Era muy dificil vivir asi, reconocia Julia, quien recordaba lo mucho que a su suegra le habia costado aparentar alegria por las buenas nuevas. Parecia que dona Elena de la Garza, lamentara el hecho en vez de alegrarse, pues cuando Rafael le anuncio la noticia, sus labios maduros enmarcaron una sonrisa que parecia mas bien una torcida mueca. La llegada de un bebe dificultaba sus planes, pues le obsesionaba la idea de cumplir con la promesa que le habia hecho a su marido en el lecho de muerte, quien no aprobaba a otra mujer para esposa de Rafael que no fuera Lorena Betancourt, amor de la infancia de su hijo; ademas, estaba de por medio aquel asunto de la herencia... La idea de cumplir cabalmente con la voluntad del muerto le obsesionaba porque estaba segura de que, si no cumplia al pie de la letra con sus especificaciones, el espectro de don Rafael no hallaria descanso eterno, y es que estaba segurisima porque se lo habia dicho Romula: que los ruidos de cadena arrastrandose, que alguna vez habia oido en su casa, eran la prueba fehaciente de que el marido no se encontraba muy contento... Julia recordaba bien la discusion que habia tenido con la suegra durante aquella cena en que se anuncio la noticia, una vez que su esposo, Rafael, las dejo a solas en el comedor con el pretexto de ir por las copas con las que se celebraba en las ocasiones especiales; este habia tardado mas de lo debido con intencion de que ambas mujeres pudieran conversar y limar algunas asperezas, pero dona Elena se habia mantenido en una actitud mustia, diciendole a Julia que el estofado que habia preparado tenia mucha sal, haciendola sentir mal, como era su costumbre, con sus comentarios desafortunados que siempre desvalorizaban los esfuerzos de ella. Era importante para Julia llevar una relacion cordial con dona Elena de la Garza, pero esta era una mujer fria, dura y amargada, de pocas pero letales palabras. --?No esta contenta por la llegada de su nieto? --la pregunta de la nuera la tomo por sorpresa. --No entiendo que me quieres decir --se hizo la desentendida, Julia era suspicaz y perceptiva. Notaba que la mujer no se sentia comoda ante su presencia y que la noticia del embarazo parecia no haberle caido muy bien, tal como su estofado. --?Que es lo que pretendes? --pregunto la mujer madura, mirandola con recelo. --No parece muy contenta con la noticia... --insistio. --Deberias andarte con cuidado, querida. Los terrenos en los que ahora andas pueden ser muy escabrosos --advirtio dona Elena mientras se limpiaba la boca con la servilleta, manteniendo las buenas maneras. --?Que quiere decir con eso exactamente? --Tu sabras... te recomiendo que no andes tentando al Demonio porque se te puede aparecer --advirtio la suegra con un sutil sarcasmo. --Ah, ya entiendo... --Mira, Julia, ahorremonos los rodeos. Yo nunca estuve de acuerdo en el matrimonio entre mi hijo y tu --dijo la suegra, finalmente, como si por fin hubiera logrado lanzar un eructo despues de haberse tragado el estofado, el cual le habia caido como bomba. --Por eso es incapaz de alegrarse... --murmuro Julia, acariciandose el vientre. Las palabras de la suegra, que hablaba con frialdad y dureza, le dolian tal como si fueran espinas que le enterrara en el corazon. --Las mujeres como tu --continuo la suegra--, con apariencia de no romper ni un plato ni de matar una mosca son de la peor calana. Te gusta hacerte la buena y santa ante los ojos de mi hijo, pero estoy segura que el nino que esperas no es de Rafael. No, si a mi no me enganas, chulita. A el lo podras hacer pendejo, pero yo conozco muy bien a las de tu clase --senalo con seguridad. "Pinche vieja fantasiosa", penso Julia, riendo para sus adentros. --?Como puede pensar esas cosas? --pregunto incredula--. Tiene usted una imaginacion desbordada. ?No sera que esta celosa? --indago con actitud temeraria. --?Que me quieres decir? --Usted me hace pensar cosas horribles... --admitio Julia. --!Oh, por Dios! La mujer adivino lo que su nuera queria decir entre lineas. Se levanto de la silla en senal de indignacion. En esos momentos queria arruinarle la carita de muneca con sus unas afiladas. No toleraba que quisiera hacerse "la muy digna", pero se contuvo porque estaba embarazada. El regreso oportuno de Rafael reestablecio el ambiente de cordialidad entre ambas, pero Julia habia comprobado lo que intuia desde tiempo atras: su suegra era una mujer con la que debia andarse con cuidado. No necesitaba estar cerca para generar tension; bastaba que se le metiera una idea en la cabeza y usara su poder de manipulacion para que Rafael le diera por su lado, asi sucederia unas semanas despues de aquella cena, convenceria a su hijo de no apoyar la decision de Julia de trabajar despues del nacimiento de Javier, ignorando sus deseos de realizacion profesional.
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El reino de Goncalo M. Tavares
https://gigalibros.com/el-reino.htmlEl reino reune las cuatro novelas cortas Un hombre: Klaus Klump, La maquina de Joseph Walser, Jerusalen y Aprender a rezar en la era de la tecnica, escritas por Tavares entre 2003 y 2007. Estamos ante una de las obras fundamentales de uno de los mejores autores europeos contemporaneos, que invita a reflexionar sobre un contexto politico de enorme actualidad: la libertad del individuo en sociedad, la violencia y el poder del Estado o las relaciones sociales. El Tavares de El reino es <
>, como recuerda Vila-Matas, < >. -
El diario de Ana Frank de Anne Frank
https://gigalibros.com/el-diario-de-ana-frank.html -
Los Mandible: Una familia: 2029 de Lionel Shriver
https://gigalibros.com/los-mandible-una-familia-2029.htmlEstados Unidos, 2029. Un siglo despues, ha vuelto a suceder. El dolar se desploma, la inflacion se dispara, el pais se dirige hacia la bancarrota.
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Abrazame (En tus brazos 2) de Noe Casado
https://gigalibros.com/abrazame-en-tus-brazos-2.htmlANTES no era preciso que sonara el despertador para ponerse en funcionamiento cada manana, su insomnio cronico la ayudaba a estar despierta con la antelacion necesaria para arreglarse antes de empezar una de sus largas jornadas laborales. Una rutina bien organizada en la que mantenerse evitando altibajos de cualquier tipo y que hasta no hacia mucho funcionaba a la perfeccion. Pero ahora se le antojaba dificil como poco, pues, cuando oia el odioso <
> de su alarma, solo sentia deseos de acurrucarse bajo las sabanas y en buena compania. La buena compania en esos instantes dormia placidamente a su espalda, rodeandola por la cintura, por lo que las ganas de ser responsable se diluian en el acto. Extendio el brazo y apago la maldita alarma. Nicole se movio hasta quedar boca arriba y hacer una mueca. Tantos anos de responsabilidad al garete. Sonrio. ?Quien hubiera pensado que la chica mas responsable del planeta ahora queria hacer novillos? No obstante, algo siempre queda; asi que, dandole un beso suave en el hombro a su grunon y pervertido particular, se levanto de la cama dispuesta a ocuparse de unos cuantos asuntos pendientes. La vida glamurosa que se le presuponia a la novia de un exfutbolista famoso no lo era todo, y ahora tenia que ocuparse del cierre definitivo del bufete. No era plato de buen gusto dar carpetazo a aquella empresa, especialmente tras tantos anos de dedicacion, pero las circunstancias asi lo exigian. Su exsocio ahora, quien lo diria, ya no era el adicto al trabajo de antano y habia montado un despacho propio, lo que la dejaba a ella como unica responsable, hecho que le robaria demasiado tiempo y, tras el cambio experimentado en su vida, no queria pasar tantas horas encerrada en un despacho, marchitandose. Nicole, la chica otrora eficiente y profesional, miro por ultima vez la cama y suspiro mientras dudaba entre apartar la sabana y despertar a la fiera o darse una ducha, fria, antes de ir a trabajar. Se mordio el labio mientras se lo comia con los ojos, pero al final opto por acudir a su cita. La esperaban en el despacho y no podia llegar tarde, no al menos cuando se trataba de un cliente importante. Si ya el estado de la oficina daba que pensar, pues su funcionamiento distaba mucho del de otra epoca, encima no podia permitirse el lujo de no estar presente, por mucha tentacion que en forma de novio pervertido la provocara. < >, penso entrando en el cuarto de bano. Programo el termostato de la cabina de ducha y se metio bajo el chorro; necesitaba refrescarse y parecer una mujer seria y decente, nada que ver con la ligerita de cascos que la noche anterior habia sudado y gemido entre las sabanas como una descarriada. Tras el aseo y con cuidado de no despertar a Max, se metio en el vestidor y saco uno de sus trajes sastre, uno gris marengo entallado de esos de aspecto pulcro y profesional que el odiaba pero que le permitia conservar por eso de jugar a la bibliotecaria cachondona, aunque Nicole preferia usarlos solo en el ambito laboral. Tras un ligero maquillaje y con los zapatos de medio tacon en la mano, salio del dormitorio en direccion a su estudio para recoger los documentos que precisaba en la reunion. Que tuviera pensamientos excitantes no significaba desatender sus obligaciones. Miro la hora y apenas le dio tiempo para un cafe rapido, pese a que la cocinera, sin pedirselo si quiera, ya tenia el desayuno preparado. --Senorita Sanders, que esta en los huesos… --protesto la mujer cuando la vio salir sin probar ni una sola de las tostadas. Nicole se dirigio escopetada hacia su Audi y arranco como alma que lleva el diablo para llegar cuanto antes a su oficina. Cuando acabara sus obligaciones ya se ocuparia de tomarse un tentempie. Aparco en la plaza de garaje reservada en el edificio comercial y, con su portafolio bajo el brazo, subio hasta su despacho. Cuando iba a introducir la llave en la cerradura se dio cuenta de que la puerta estaba entornada y eso no era normal. Ahora ya no disponia de secretaria, y a esas horas el servicio de limpieza jamas trabajaba; por lo tanto, habia algun intruso dentro. --Maldita sea… --farfullo a caballo entre asomar la cabeza y comprobar quien podia haberse colado y para que o bien, lo mas sensato, llamar a la policia y que hiciera su trabajo. Oyo un ruido, un golpe de algo cayendo al suelo, y se sobresalto. --!Joder! --oyo alarmandose aun mas. ?Habia pillado a los ladrones in fraganti? Por si acaso, saco su movil y marco el telefono de la policia para estar preparada en caso de emergencia. Despues del incidente con ese malnacido que ni queria nombrar, empezaba a ser respetada en la comisaria. Bueno, por eso, y por tener a un ex con uniforme, que siempre venia bien. --!Joder, vaya puta mierda de caja! < >, penso Nicole cuando de nuevo se oyo un fuerte golpe. Como le pudo la impaciencia, entorno la puerta y entro. --!Deje eso ahora mismo en su sitio! --grito a pleno pulmon. Puede que una mujer indefensa tuviera las de perder, pero irritando timpanos hubiera ganado una medalla. Un tipo de espaldas a ella, vestido con vaqueros desgastados, sudadera deportiva y con una caja de carton en las manos y otra a los pies con su contenido desparramado, se giro despacio para no enervar mas a la histerica que le habia chillado. El intruso se dio la vuelta lentamente hasta quedar frente a ella y la miro achicando los ojos. Nicole abrio los ojos como platos y su bolso, que pretendia utilizar como arma defensiva en caso de ser necesario, cayo al suelo. Miro al tipo de arriba abajo, parpadeando para asegurarse de que no era una vision. --Esto pesa --dijo el con sarcasmo con la intencion de sacarla del trance. --Lo siento, no te habia conocido --murmuro avergonzada. Y es que costaba reconocer a su exsocio. Parecia otro asi vestido. En todos los anos que lo conocia nunca le habia visto de esa guisa. --Si, yo tampoco me reconozco --mascullo Thomas--. No sabia que ibas a venir; estoy terminando de recoger mis cosas --anadio senalando las cajas. --No pasa nada --dijo sintiendose un poco tonta, alli de pie, los dos en la recepcion como si fueran dos extranos. Aunque en cierto modo asi era. --?Como te va? --termino preguntando por hablar de algo y no seguir alli como dos pasmarotes. --Bien. No me quejo. ?Y a ti? --Depende de como se mire --respondio no muy contento consigo mismo. --?Y eso? --inquirio. No porque le interesara realmente, pero ahora procuraba comportarse de forma menos altiva y ser mas comunicativa. Ademas, no costaba nada perder cinco minutos. En ese instante la puerta se abrio… y una morena, ataviada con el chandal mas azul electrico del mundo y con una sonrisa de oreja a oreja, entro convirtiendose en el acto en el centro de atencion. Sin ningun reparo, se acerco a el, le dio una palmada en el culo y dijo riendose: --!Deja de darle a la sin hueso que he dejado el coche mal aparcado! --Y despues se volvio hacia Nicole--: !Cuanto tiempo sin verte! Ambas se dieron dos besos e hicieron caso omiso al refunfunon que sujetaba una caja. --Dame las llaves del coche --pidio Thomas--. Mientras os da por poneros al dia, voy bajando algo. Olivia se las metio en el bolsillo delantero del pantalon y el se marcho; eso si, Nicole tuvo la decencia de mantener la puerta abierta para que pasara. --Te veo estupenda --comento la abogada. --Pues tu tampoco te puedes quejar… Y a todo esto, ?que haces currando? Se supone que tienes una vida glamurosa, repleta de invitaciones y todo eso… --Intento llevar algunos casos sencillos. No todo va a ser ir de fiesta en fiesta --respondio de buen humor--. ?Que tal esta el pequeno Robert? --Mi nino esta para comerselo…, --murmuro orgullosa--. Mira que yo queria una nina, ya sabes, por eso de volver loco a su padre, pero al final Thomas se salio con la suya. --No se como ha consentido que le pongais ese nombre… Nicole conocia la tragedia familiar de su exsocio asi que, cuando supo el nombre escogido, se llevo una gran sorpresa. --Bah, todo es cuestion de persuasion. Ademas, entre Julia y yo le dimos la chapa y, como mi sobrina es la madrina, pues ella eligio el nombre y el padre a callar y punto. Sabe que en casa tiene las de perder y poco a poco le estamos reformando… --Ya me he dado cuenta --adujo con una sonrisita--, es la primera vez que le veo asi. Tan… --?Normal? --Si --respondio sin perder el buen humor. Habia que reconocerlo, hasta no hacia mucho pensaba que su exprometido seria incapaz de cambiar, pero, como suele decirse, torres mas altas han caido. --Me ha costado un triunfo, no veas. Es que, cuando se pone petardo… no hay quien lo aguante, pero si los vaqueros le quedan de muerte. Ah, y no son de marca, que conste --explico Olivia satisfecha. El aludido eligio ese momento para hacer su aparicion y las miro a las dos frunciendo el ceno. --?Tienes para mucho? --pregunto a su mujer con sarcasmo. Sabia que, si insistia para sacarla de alli, mas se empecinaria ella en quedarse; por tanto, mejor insistir lo justo. --No te enfurrunes que te salen arrugas. ?No me digas que no esta mono asi, con barba de tres dias? --pregunto Olivia acariciandole las mejillas. --Bueno… si --convino la otra, acostumbrada a vivir con su propio tipo desalinado. Lo cierto es que ver a Thomas con ese aspecto tan, ?normal?, como habia sugerido su mujer, le hacia parecer menos insoportable. Si ademas le sumabas un caracter menos propenso a la arrogancia, lo cierto es que hasta podian llegar a ser amigos. Thomas hizo una mueca. Lo que habia que sufrir por el bien de su relacion. Si alguien, un par de anos antes, le hubiera mencionado algo asi… Para no seguir siendo objeto de estudio, decidio poner fin a la tertulia de chicas. --Venga, que se nos hace tarde. Y te recuerdo que tu y las normas de circulacion no os llevais nada bien. --La culpa no es mia. ?A quien se le ocurre conducir al reves? Por Dios, que raritos sois --se quejo negando con la cabeza. Nicole se echo a reir. --Ya deberias haberte acostumbrado. --Me niego --adujo toda seria. --Ya discutiremos otro dia ese asunto --intervino Thomas tirando de ella. --Ah, por cierto… --Olivia busco en su bolsillo y extrajo unas tarjetas de visita que entrego a Nicole--, me he hecho freelance. --Joder… --refunfuno el a su lado y anadio mirando a su ex--: no la animes, por favor. --?Freelance? ?Te has metido a periodista? --!Que mas quisiera yo!--se lamento el abogado. Pero ninguna de las dos le prestaba atencion. --No, que va. Soy freelance de la estetica --explico orgullosa Olivia mientras la otra mujer guardaba las tarjetitas en su cartera. --Que conste que he intentado impedirlo por todos los medios --apostillo el evidenciando su desagrado por tal circunstancia. --Bah, ni caso. Veras: es que abrir un centro de estetica, como siempre habia sido mi sueno, me es imposible. --Porque no quieres, que el banco si te daba el prestamo --intervino Thomas recordandoselo. --Ya, y toda la vida trabajando para devolverlo. No, he preferido ir a mi aire. Ademas, de ese modo puedo vivir aqui o en Espana sin estar atada a un negocio. Hago clientas a traves de contactos, me llaman, voy a su casa y las atiendo. !Un negocio perfecto! --Pues me parece una idea estupenda --convino la abogada--. Dame mas tarjetas, que se las paso a mis amigas -- pidio Nicole interesada. Olivia se mostro encantada. --Tambien me ocupo de los novios y amigos… --insinuo Olivia picarona. --No me lo recuerdes… --farfullo un hombre descontento y un pelin celoso. --Pues mira, ahora que lo pienso… Igual podrias pasarte manana por casa… --Lo que me faltaba --protesto el. --Deja de enfurrunarte. Tiene derecho a montar su propio negocio --le recrimino Nicole. --?Ves como es una buena idea? --inquirio Olivia aprovechando la ventaja. --A ver, que quede claro, yo no me opongo. Pero eso de ir todo el dia con el maletin de aqui para alla, de casa en casa, no es serio. Podia haber montado un salon profesional y hacerse con una clientela respetable, pero no, la senora siempre tiene que desbaratar los planes. --Oh, por favor, ya te salio la vena petarda. Tu ni caso --dijo dirigiendose a Nicole--, tengo muchas ganas de pillar por banda a tu novio, que, por cierto, ?cuando lo vas a convertir en un hombre decente? --Un dia de estos --respondio sin comprometerse. --Porque he leido en las revistas que te lo ha pedido unas cuantas veces. --Pero siempre le digo que no --respondio con una sonrisa--. Lo de estar comprometida no es para mi. Su ex se mantuvo prudentemente en silencio. --Pues a lo mejor tienes razon… --reflexiono Olivia--; ademas, si te animas a tener crios no necesitas estar casada. Si te soy sincera, yo acepte por el --hizo una mueca burlona--, porque para estas cosas es de un antiguo… --dijo senalando al < >. --Deja de cotillear --insistio Thomas--, que al final no hacemos nada. --Bueno, pues te dejo, que con un responsable asi, a cuestas, no puedo ir a ningun sitio. Las dos mujeres se despidieron con besos y la promesa de que Olivia los visitaria al dia siguiente para ejercer de freelance estetica con Max. Cuando Nicole se quedo de nuevo a solas, cerro la puerta y comprobo la hora; se percato de que, a pesar de que se habia citado con un cliente y, despues de venir a la carrera, este ni siquiera se habia presentado. Se encamino hacia su despacho y se sento en su confortable sillon de oficina. Dejo sobre su escritorio, como siempre impoluto, los papeles que llevaba y encendio el ordenador. Le daria un tiempo de cortesia a su cliente mientras revisaba los correos electronicos y otras cosillas. Noto una vibracion en el bolso y saco su movil. --?Diga? --Siento el retraso, senorita Sanders. Llegare en diez minutos. Nicole suspiro y se preparo los papeles necesarios para entregarselos y asi perder el menor tiempo posible. Hubo suerte; su visita esta vez si cumplio y pudo despacharla en menos de dos horas. Asi que, con el trabajo terminado, se dedico a navegar un rato por Internet. Encontrar noticias de Max en la red ya no suponia ninguna novedad, pero de vez en cuando convenia echar un vistazo por si alguna mencion estaba fuera de lugar o se usaba su imagen de forma incorrecta. Ahora que le llevaba los asuntos profesionales, ademas de los personales, visitar webs entraba dentro de sus funciones. No encontro nada relevante, amen de algunas fotos en las que tambien aparecia ella, por lo que se quedo tranquila. Sin embargo, justo antes de cerrar el navegador hubo algo que le llamo la atencion y quiso ampliar la informacion que daba el titular… Capitulo 2 --NO puede ser… A cada palabra que leia su perplejidad iba en aumento. Deberia estar curada de espanto. Multitud de mujeres afirmaban haberse acostado con Max y, si bien algunas simplemente se lo inventaban por alcanzar notoriedad, otras aportaban pruebas, como fotos, para dar mas credibilidad a la historia. E incluso daban detalles mas intimos, como gustos personales sobre el cuerpo de su amante o habilidades especiales, lo cual Nicole conocia de primera mano, por lo que escuchar a un monton de mujeres mencionandolo jorobaba bastante. Entendia que el tuviera un pasado, aunque costaba un poco digerirlo. Y eso que Max, siempre que la pillaba martirizandose, la llamaba poco menos que idiota, por dar pabulo a esas memeces. Especialmente porque, cuando asimilo de quien se habia enamorado, lo hizo aceptando todas las condiciones, y su vida pasada entraba en el lote. Lo intentaba y lo conseguia, mas o menos, pero esta noticia era completamente diferente. No era menos cierto que a veces se difundian noticias a las que el medio en cuestion anadia detalles de su propia cosecha para hacer mas jugoso el reportaje, y luego, como no, estaban quienes, a titulo personal, se lo pasaban en grande inventado lios en los que Max era el protagonista. Aun asi, costaba digerirlo. No queria terminar siendo una de esas mujeres celosas que arrancaba los pelos a cualquiera que se acercara a su chico, ya no tenia edad para eso. Era adulta, podia racionalizar las cosas y ser objetiva, pero, utilizando palabras de su chico: jodia, y mucho. Con un nudo en el estomago y la esperanza de que solo se tratase de otra aspirante a vivir del cuento, recogio todas sus cosas y se dirigio a su coche con la idea de dar una vuelta y despejarse un poco. Sentada en el vehiculo, pero con el motor apagado, se planteo donde acudir. A esas horas, Carla, una de las pocas personas a las que podia llamar < > y a la que podia confesarle sus temores sin recibir una sarta de buenas palabras, estaria ocupada en su trabajo. Y conociendola, no estaba muy segura de querer saber su opinion, pues podia ser de todo menos racional. Podia pasarse por casa de sus padres y perderse en la chachara intrascendente de su madre, pero, como suele decirse, es peor el remedio que la enfermedad. No necesitaba acabar la jornada con dolor de cabeza y menos aun inventarse nuevas excusas para justificar que siguieran viviendo en pecado, hecho que Nicole disfrutaba, pero que a su madre todavia le escocia. No era ningun secreto que la senora Sanders se moria por organizar el bodorrio mas espectacular y hortera del mundo para casar a su unica hija. Y Nicole se resistia a ello con todas sus fuerzas. Cuando le preguntaban <>, ella siempre respondia <>. Tambien ciertas amistades le recordaban que su novio era un tipo, por decirlo de manera suave, bastante solicitado, y que, por lo tanto, deberia tener los ojos bien abiertos para evitar que una lagarta se lo levantara, de ahi que casarse fuera < >. Ya, como si a Max o, ya puestos, a cualquier otro hombre fuera a detenerlo un papel en caso de querer ser infiel. Nicole odiaba que intentaran inocularle el virus de la maldita duda; ella solita, como en esos instantes, ya se autoflagelaba lo suficiente como para recibir ayuda extra. Podian ser comprensibles, aunque irracionales, sus dudas y mas si cabe cuando Max nunca le habia dado un solo motivo para ello. Pero era humana y a veces aparecen sentimientos inoportunos que te joroban y que, como tales, no pueden ser mandados a paseo chasqueando los dedos. --Mira que soy estupida --murmuro mientras buscaba las llaves del coche en su bolso. Termino arrancando el vehiculo y, con la prudencia habitual, maniobro para salir del estacionamiento. Lo mejor era regresar a casa y esperar que semejante noticia fuera solo un bulo mas de tantos que corrian por la red. De momento no le comentaria nada a el, pues no tenia sentido hacer una montana de un grano de arena y enfadarle, ya que, normalmente, Max echaba unos cuantos juramentos cuando ella se preocupaba, a lo tonto, de ese tipo de noticias. Nada mas llegar, aprovecho para cambiarse de ropa, pues corria el riesgo de echar el traje a perder si Max la pillaba por banda, ya que tenia cierta obsesion con su ropa de trabajo; segun el, palabras textuales: < >. Eso tenia su gracia, pues, visto desde fuera, su traje sastre era de todo menos picante; pero, con una mente tan pervertida como la de Max, cualquier cosa era posible. Nicole nunca se atreveria a ponerlo en duda, asi que, con algo menos provocativo (ironias de la vida), bajo al gimnasio, donde seguro lo encontraria a esas horas. No le fallo el instinto y, cuando empujo la puerta doble que daba acceso a el, se quedo alli, atornillada al suelo, mientras un tipo que solo vestia un pantalon de deporte sudaba la gota gorda sobre un banco de abdominales acolchado; ella era incapaz de hacer ese practica, ya que con un poco de yoga y pilates le bastaba para estar en forma. Por supuesto sin estar el delante, jamas, pues no haria ni un estiramiento decente. Todavia le costaba realizar ciertas actividades en presencia de Max. Y, ademas, estando sola evitaba las burlas y comentarios jocosos sobre sus ejercicios. Se le hizo un nudo en la garganta. Sintiendose una mirona en toda regla, hecho que antes nunca le preocupo, y aprovechando que Max estaba de espaldas, espero a que el se percatara de su presencia. No iba a jadear como una tonta, pero casi. --Con las prisas y tu mania de llegar pronto, ?hoy no has desayunado? La voz de Max, que para estar haciendo ejercicio no sonaba nada forzada, la saco de su ensimismamiento. Parpadeo antes de poder hablar. --?Perdon? --se vio obligada a pregunta -
Escala en tus besos de Erina Alcala
https://gigalibros.com/escala-en-tus-besos.htmlDaniela Moore, era una abogada laboralista de apenas veinticuatro anos, que trabajaba en el bufete importante de abogados que su padre tenia cerca de los juzgados de Viapol, en Sevilla, un australiano que vino treinta anos atras con un amigo a Espana y que se enamoro y se caso con su madre.
Nunca perdio contacto con su amigo en Sidney. Este tambien era dueno de un despacho en el centro de su ciudad y tenian un hijo unico tambien, llamado Liam, un abogado criminalista prestigioso , serio, formal y muy conservados.
En vacaciones, tanto los padres de Liam venian a Sevilla e iban a la playa o los padres de Daniela iban a Australia. Pero los hijos nunca iban, por tanto no se conocian.
Daniela queria salir de Espana y viajar y ser independiente y el amigo de su padre la invito a trabajar en su bufete de Sidney.
puso rumbo a las antipodas y justo en el avion, con Escala en Dubai conocio por casualidad a Liam, un hombre con el que tuvo sexo en primera clase, sin saber que era el hijo del amigo de su padre.
?Que pasaria cuando se encontraran de nuevo? ?Soportaria ese hombre alto y sexy tan conservador a la extrovertida e ironica sevillana? ?Y sus faldas cortas, sus escotes y sobre todo su descaro? -
Macbeth de Jo Nesbo
https://gigalibros.com/macbeth.html -
Los saltos de Sara. La historia completa de Susanna Herrero
https://gigalibros.com/los-saltos-de-sara-la-historia-completa.htmlEste libro es una recopilacion de la historia completa de Sara Summers que incluye los titulos: Los saltos de Sara, Las caidas de Sara, Las decisiones de Sara y Simplemente Sara.
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Afronus de Felix A. Bas
https://gigalibros.com/afronus.htmlAfronus lleva la realidad virtual al nivel definitivo. No es una red social, ni un videojuego online multijugador masivo, sino una experiencia tan real como la vida misma. En Afronus el dolor y el placer se siente como si fuera real, por lo que salir de la seguridad que aporta la Tierra virtual es un precio que pocos estan dispuestos a pagar. Aquellos que lo hagan viajaran a los llamados mundos ilegales, peligrosos planetas que homenajean la edad de oro de los videojuegos y el cine, donde podran obtener poderes inimaginables: habilidades que superan los limites humanos y magias que podran desarrollar al escoger senda.
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?Que paso cuando se terminaron las perdices?, Gema Tacon de Gema Tacon
https://gigalibros.com/que-paso-cuando-se-terminaron-las-perdices-gema-tacon.html -
Gabriela Mistral en verso y prosa. Antologia de Gabriela Mistral
https://gigalibros.com/gabriela-mistral-en-verso-y-prosa-antologia.htmlLo mejor de la obra de Gabiela Mistral, Premio Nobel de Literatura, en una edicion preparada y avalada por la Real Academia Espanola y la Asociacion de Academias de la Lengua Espanola.
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No quiero quererte de Dylan Martins
https://gigalibros.com/no-quiero-quererte.htmlEl joven y atractivo jefe del grupo de narcoticos llevaba una vida personal relativamente tranquila.
Aunque su trabajo era otra cosa… Siempre en constante tension para dar caza a los narcotraficantes mas peligrosos de la zona del estrecho.
Felizmente casado con Lucia desde hace cinco anos, ve como su mundo se agita cuando conoce a Abigail, una veterinaria a la que sin saber por que, no es capaz de confesarle que esta casado.
El porque, ni el lo sabe.
Su vida se complica hasta el extremo y ?sera Samuel capaz de respetar a la mujer de su vida? ?Recapacitara o se convertira Abigail en mucho mas? ?Como actuara cuando el hombre al que persigue amenaza, ademas, con desestabilizar todo su mundo? -
El gran dragon negro de Clara Fuertes
https://gigalibros.com/el-gran-dragon-negro.htmlEscenarios: La ciudad de Praga y el campo de concentracion de Terezin. Una epoca: La Segunda Guerra Mundial. Basada en hechos reales (ficcion historica). “Bajo nuestras ventanas espera paciente el gran dragon negro. Me gusta mirarlo, cuando la luz se refleja sobre su lomo recien pintado de negro. Tambien cuando llega desde Praga, bramando, enfadado, humeando de gris el horizonte. Cuando parte, sin embargo, no soporto su vision, ni el cementerio de vidas que se van, encerradas en vagones, hacinados como animales.
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La construccion del Estado en Espana de Juan Pro
https://gigalibros.com/la-construccion-del-estado-en-espana.htmlEl Estado es un fenomeno caracteristico de la Edad Contemporanea: aparece en el siglo XIX como resultado de la Revolucion liberal, y sustituye a la Monarquia del Antiguo Regimen. Se trataba de superar la tradicion monarquica de mantener el orden para hacer realidad la ambicion revolucionaria de transformar el pais: la Administracion publica fue el instrumento ideado para que la accion de gobierno llegara hasta los ultimos rincones del territorio, impulsando el progreso en las mas diversas actividades de una sociedad que se concebia como “nacion”.
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El maestro del Prado de Javier Sierra
https://gigalibros.com/el-maestro-del-prado.htmlAl mas puro estilo de los relatos de enigmas de Javier Sierra. El maestro del Prado presenta un apasionante recorrido por las historias mas desconocidas y secretas de una de las pinacotecas mas importantes del mundo, el Museo del Prado.
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Llama (Electrico 3) de E. L. Todd
https://gigalibros.com/llama-electrico-3.htmlTercer libro de la serie Electrico
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Sangre De Reyes de Alvaro Minero Calvo
https://gigalibros.com/sangre-de-reyes.htmlprincipio del pasado a nieve descendia del cielo lentamente sobre los cansados pinos y abetos. Los osos se aletargaban Ljunt o a sus crias bajo pequenas madrigueras para pasar la etapa invernal. Las hormigas se habian preparado para este momento recogiendo grano durante todo el ano; el invierno habia caido sobre la region y el reino de Fosfor se preparaba para tan duro periodo... El mundo de Argentor estaba en calma. Los magos servian en las cortes de poderosos reyes. Miles de aventureros buscaban tesoros en lugares llenos de temibles bestias. Los gremios de elfos artesanos, sabedores de la forja magica, creaban las armas con las que se harian grandes hazanas o se cometerian los mas terribles crimenes. Parecia que el mundo avanzaba hacia una era de paz y armonia que en verdad inquietaba a todos y cada dia se hacia menos creible, pero dejemonos de detalles sin importancia. Esta historia comienza conmigo y mi maestro Granis, mago de la corte del rey Argeos, con quien fui a entrenar a los Montes de Pontos, al norte de Fosfor. La luz del ocaso se reflejaba en la llanura desplegando vivos colores de un otono que ya estaba agonizando, los conejos se escondian ya en sus madrigueras ante la inminente salida de las bestias nocturnas, y una tenue brisa acariciaba 8 los montes como la mano de una madre sobre su recien nacido. Construimos una pila llena de ramas y hojas secas e hizo un gesto con su baston mientras decia: !SEGLORUM FATUA PIRA!, y de pronto unas llamas salieron de sus manos creando un vivo fuego, el cual devoraba las hojas y ramas secas por segundos. --Joven alumno, este hechizo lleva generaciones en mi familia, hace milenios se lo entrego un descendiente del mismo rey al que sirvo yo ahora a mi antecesor en una epoca oscura para el mundo --dijo con un tono que invitaba a mil preguntas. --?Una epoca oscura para el mundo? --dije con los ojos iluminados por el reflejo de las llamas y sus palabras. --Veo curiosidad en tus ojos. Esta historia que te contare implico a todo el mundo conocido, a multiples reinos, luz y oscuridad. Solo quedan algunos libros que la contengan, y pocos son los monumentos de aquella epoca los que han llegado a nuestros dias. --!Maestro! Acorta los preambulos, por favor, que no quiero dormirme antes de que cuentes una historia asi --dije entre risas y viendo su evidente enfado en el rostro. --!Seras insolente! --exclamo propinandome un golpe en el cogote--. Las grandes historias van seguidas de grandes preambulos, si no , no merecen ser contadas, pero de todas formas comenzare a relatarla: Hace milenios, hombres y seres magicos convivian en paz en un mundo lleno de las mas nobles razas que nunca se llegaran a imaginar. 9 Estaba dividido en multiples reinos y territorios sin conquistar; los reinos humanos Crecia y Fosfor, los unicos bastiones donde la raza humana habia logrado sobrevivir y prosperar; los reinos subterraneos de Arcram y Livlinzor, coaligados entre los enanos y las aguilas por una antigua guerra, y el reino elfico de Astratia, conocido por su forja y sus habiles arqueros. En oposicion existian los reinos oscuros, como el de los orcos, Altroth, conocido por ser un reino formado por bandidos y mercenarios; el reino de los elfos oscuros, llamado Lilith, que segun la leyenda su fundadora y primera reina se llamaba asi; y el reino alado de las manti coras, Hordone, formado por esas temibles criaturas astutas que se aliaron con los orcos para tener mutua proteccion. Por aquella epoca estaban en paz y armonia pero... un archimago elfo echado de la corte del rey de Astratia por experimentar con elfos para sus fines invoco al Dios de la muerte Zagmahor, senor de los no muertos, para vengarse del reino elfico. Para su mala suerte necesitaba para venir a este mundo el horrendo dios necesitaba el cuerpo y la conciencia del archimago para poder vivir. Tomo su cuerpo, y de las entranas de la tierra salia un olor putrefacto; la tierra rezumaba sangre que tomaba formas. Miles de ojos rojos con cuerpos negruzcos nacieron de esta, y una nueva raza fue creada. Serian conocidos con miedo posteriormente por el nombre de <
>, por no contener ningun tipo de organo en su interior. Formado ya el ejercito de Zagmahor fue a atacar Astratia. El reino elfico, sorprendido por tan terribles criaturas, perdio la batalla rapidamente, pero logro repeler 10 a Zagmahor y a los huecos al recibir la ayuda militar de los reinos humanos y subterraneos. Zagmahor entonces, junto a su ejercito, comenzo a conquistar a los reinos oscuros uno a uno para asegurarse su apoyo y atacar de nuevo; los orcos, los elfos oscuros y las manticoras estaban ahora bajo su mando, y la guerra entre los reinos oscuros y los reinos llamados < > tomo proporciones magnificadas por la cantidad de sus contendientes. Los cinco reyes, mediante la magia arcana e lfica, crearon con su sangre magica un ser de increible poder de apariencia femenina a la que llamaron < >. Esta lucho contra Zagmahor y fue el unico ser que logro penetrar su piel, pero no consiguio matarlo del todo, sino que lo sello en cinco reliquias. Acabado Zagmahor, los reinos oscuros no tenian razones para luchar, y se retiraron rapidamente, mientras que los huecos vagaban por el mundo sin proposito, como espectros silenciosos. Las cinco reliquias se escondieron en los cinco reinos; cada una custodiada por un rey. Pero anos despues, el rey de Crecia, Arthos, por sus ansias de conquista, ataco al reino de Fosfor, siendo este conquistado; pero la reliquia que alli se custodiaba desaparecio en el asalto, y el su rey junto a varios ciudadanos supervivientes lograron huir a las montanas, formando en un lugar apartado del mundo que nadie conoce un nuevo Fosfor. --Por esta noche es suficiente, mi insolente alumno. El resto deberas investigarlo en la biblioteca del castillo por 11 haberme interrumpido --dijo mi maestro en tono burlon mientras apagaba el fuego. --Pero maestro, no me deje con las ganas, que fue un error inocente y sin importancia... --le pedi mirandole insistentemente. --No se hable mas. Si tanto quieres saberla, leela en la biblioteca del castillo; el libro se llama como la chica de la leyenda, < >. --Como usted diga, maestro... --Ya podria ser usted mas razonable --dije entre murmullos por lo bajo. El maestro se metio en la tienda mientras yo me quede mirando al cielo, maravillado; una infinidad de luces, la oscuridad sin fin, la luna llena brillando en el firmamento incesante desde el principio de los tiempos; miraba esto con tanto asombro como miedo, y me fui a la tienda pensando en la historia que me acababa de contar. Ilusionado, dormi esa noche pensando en que descubriria la continuacion al dia siguiente. 12 Capitulo 2 Investigando el pasado or la manana pusimos rumbo al castillo, y fui corriendo a la biblioteca de este sin demorarme mas, pues ya habia esperado demasiado. P Ya que mi maestro dijo que era una historia bastante olvidada y que solo quedaban unos pocos libros, fui a la parte mas antigua de tal reserva de libros. Se respiraba el polvo en el aire acumulado durante decadas, centenarios o quizas mas tiempo. Las pilas de libros se erguian imponentes; pilares no solo de libros, sino de recuerdos acumulados durante tanto tiempo que no se sabe como llegaron a aquel lugar. Alli me encontraba yo, buscando uno entre miles. Fui hasta la zona de libros de historia general del mundo, y mientras buscaba, me choque contra un hombre. Era bastante alto y corpulento, de raza elfica y cabello totalmente blanco. Al chocarme, cayo un libro desde lo alto de la estanteria, y el elfo lo cogio evitando que me cayera encima. --Lo siento, senor, disculpeme --dije avergonzado por el ruido que habia formado y el tropezon. --No pasa nada muchacho, pero ten mas cuidado. Ha podido caerte esto en la cabeza... Mmm… < >..., la primera vez que veo este titulo. Bueno, voy a ponerlo en su sitio. --!No, senor! !Es el libro que estoy buscando! --grite sin darme cuenta del alboroto que estaba formando. --Chico, ?no te enseno tu maestro que no se debe hablar alto en una biblioteca?, esta juventud de hoy en dia es demasiado energica... Bueno, aqui tienes el libro --dijo con 14 un tono replicante parecido al que habia escuchado apenas el dia anterior. --Perdoneme... Gracias por ayudarme --dije despidiendome del amable elfo y yendo a una de las mesas donde leian los magos. Abri el libro, y mas o menos por la mitad estaba donde me dejo en ascuas mi maestro el dia anterior. Comence a leer. Capitulo 3 Robando el secreto del mal an pasado mil anos desde esa fatidica epoca, y la reliquia de Fosfor sigue perdida. Un saqueador ha He ntrado en el templo de la diosa de la guerra, Armette a la cual la gente daba tributos para mantenerla dormida y asi evitar las guerras como la de hace mil anos. Aquel hombre, sabiendo esto, fue a robar esos tributos, y se adentro en el templo. Era una construccion labrada en la roca, al fresco. Ingentes columnas de varios metros de alto adornaban la entrada, y dos enormes estatuas de la diosa custodiaban la puerta. El interior del templo se construyo aprovechando una cueva que no se sabe cuando se formo. Los tributos estaban en la parte mas profunda de esta, en el altar de la diosa. El saqueador era un humano de una altura moderada, ni muy alto ni muy bajo, con ojos de un azul misterioso, casi hipnotico, y el pelo largo con un tono color castano que recordaba al color de las hojas secas que caen en otono. Una pequena hada le seguia a todas partes, con ojos ambarinos, largas alas y pelo de un cian brillante que nada tenia que envidiar al azul de las profundidades del mar; su nombre era Barsine. 15 Los dos recorrieron el camino durante varios minutos y el piso algo blando en el suelo, eran excrementos. --Mmm... Excrementos... Son tan grandes que tengo miedo a lo que me tenga que enfrentar... --Tranquilizate amo... Se que lo haras bien, con la suerte que tienes... --rio la burlona hada entre carcajadas. Despues de caminar unos minutos mas, vieron varias luces; habia antorchas, y al final del camino se vislumbraba una gran placa de piedra adherida a la pared de la cueva. Era el final del camino. Corrieron hasta quedarse delante de la placa y el leyo lo siguiente: Si a ofrecer un tributo a la diosa Armette venis, bien recibidos sereis; pero si lo que buscais es robar los presentes que le han sido encomendados a la diosa, lo lamentareis, pues un terrible custodio hasta la muerte la protege. Avanzad, sea cual sea vuestro proposito, golpeando la zona en donde este mensaje ha de acabar. Vieron al final del mensaje una extrana marca en forma de media luna, y empujandola hacia adentro, esta se hundio, y la placa de piedra fue retirada lentamente abriendo el camino hacia una gran sala. La sala era ovalada, la pared estaba ornamentada con frescos de criaturas mitologicas, grifos, driades, elfos, ents... Y al fondo se veia una gran arca de piedra levantada por dos estatuas de la diosa como la de la entrada. Las estatuas recreaban a la perfeccion la imagen de una mujer de cabellos largos llegandole estos hasta la cintura, con una cimitarra en una mano, y la otra sosteniendo tan valiosa carga. El rostro estaba tan perfectamente esculpido, que 16 pareciera que se fuera a mover en cualquier momento, y detras de estas, al fondo, los frescos esculpidos en la pared acababan en la escultura de un horrendo monstruo. Media unos tres metros de alto. Tenia la cabeza de un gallo, una lengua viperina sobresalia de entre su intimidante pico, y un monstruoso cuerpo escamado como el de un reptil, con dos garras acabadas en alas similares a las de un murcielago. Por debajo de esta escultura, en el pedestal sobre el que se encontraba ponia: < >. Esta tenia dos enormes ojos rojos, y al acercarse al arca se escucho una voz prominente de las estatuas. --?A que has venido, mortal?, ?a rendir un tributo a Armette?, ?o quizas a... robar...? !Responde, humano! -- dijo una de las estatuas con tono de superioridad. --Yo... he venido a… !saquear todo cuanto contiene esa arca! --confeso el saqueador, llevado por la avaricia al ver los tesoros que contenia el recipiente. --!Que asi sea, estupido humano! !Acepta tu muerte con desesperacion como lo unico que sacaras de aqui! --dijo la otra estatua con una voz violenta y alterada, llena de odio. La estatua del monstruo empezaba a desmoronarse, y esos rojos ojos comenzaron a emitir un brillo cegador. El saqueador pestaneo solo un instante, y al abrir los ojos, se encontraba su cara a escasos centimetros de la de un verdadero basilisco. --!Amo, el Basilisco! --grito Barsine sobresaltada al ver a la temible bestia tan cerca. 17 El saqueador podia notar la respiracion de la bestia encolerizada. Esta fue a darle un zarpazo, y este, sabiendo que todo lo que tocara el basilisco se convierte automaticamente en piedra, instintivamente saco un gran panuelo de su mochila y cubrio su garra en el momento en que este iba a desgarrarle. Instantaneamente el panuelo se convirtio en piedra, y el hombre corrio rapidamente a por una antorcha para poder ver a la bestia mejor. Esta estaba golpeando su garra contra el suelo para romper aquel colgajo de piedra, se le ocurrio una idea al verlo; si todo cuanto toca se convierte en piedra, llegando incluso el efecto a quien la empuna... Debia atacarle con un arma hecha desde un principio con ese material. --Entra, Barsine, aqui estaras mas segura. --!Pero amo...! --dijo sin darle tiempo a acabar de hablar, ya que la metio en la mochila. Saco de ella dos mantas larguisimas y un pequeno baculo con la punta verde; lo alzo, y comenzo a recitar un extrano hechizo. --!Sigillum quinque portas! Este brillo con intensidad, y salieron de el dos esferas verdes que entraron en las mantas. El basilisco se abalanzo sobre el saqueador, y este dio una voltereta por el suelo, pasando por un hueco sin cubrir por la bestia. Entonces lanzo las dos mantas sobre el inmenso cuerpo, terminado en la cola del basilisco. Automaticamente estas se convirtieron en piedra, y el hechizo surtio efecto, haciendo que fueran selladas al suelo, aprisionandolo a la fuerza. 18 Entonces, el saqueador le lanzo la antorcha y este ardio entre las llamas mientras trataba de zafarse y sacudirselas de encima. El audaz hombre blandio el baston y golpeo la mano de una de las estatuas de Armette, dejando caer una pesada cimitarra petrea. A duras penas lograba empunarla e hizo acopio de todas sus fuerzas para correr hacia el basilisco en llamas, y rajandole en canal del pecho hasta la misma cola, tino el ovalado recinto de una pequena capa sanguinolenta al tiempo que este soltaba su ultimo aliento en un agonizante grito desgarrador. --Maldito monstruo... Me has dado mas problemas de los que pense, pero nunca te atrevas a menospreciar la inteligencia humana, porque eso ha sido tu fin --dijo en tono triunfante el ladron. --Ahora sal Barsine, ha pasado el peligro. ?Has estado comoda? --pregunto sarcasticamente mientras la sacaba. --?Tu que crees? Amo, no sabes tratar a las damas con delicadeza... --replico mirandole a los ojos algo aturdida. Fueron directamente hasta el arca. Golpeo las dos manos de las estatuas que la sostenian, y esta cayo al suelo, rompiendose el recipiente y esparciendo por la sala su valiosa carga. --Por fin... Mi ansiado tesoro... !Ja, ja, ja! --rio avaramente entre carcajadas. Vio joyas de reyes que esperaban no guerrear con sus vecinos, adornos de mujeres que temian perder a sus maridos en la batalla, y toda clase de objetos valiosos dejados alli por distintas razones, pero sus ojos se posaron especialmente en 19 un anillo color azabache con tonos rojizos que despedia un brillo hipnotico, y se lo puso. Al salir del templo abrio su bolsa antes llena de trapos viejos y alguna que otra arma, y ahora repleta de joyas. Se le ocurrio una idea, iria a la corte del rey y venderia cada joya por el doble de su valor a los nobles del castillo. --Barsine, vayamos a Crecia a estafar a los nobles, nos haremos ricos... con nuestra propia fuerza... --dijo con tono melancolico recordando un desagradable recuerdo, y con esta ambiciosa idea en la cabeza pusieron rumbo hacia el unico territorio humano que quedaba. Debian pasar por el camino de las ondinas1 para llegar hasta Crecia, un peligroso paso que corta en dos el gran lago Ondeon. Prosiguieron el camino, y detras de las montanas de Bordemir, que es donde se encontraba el templo, se extendia un amplio valle que daba al lago. La verde hierba adornaba todo el valle dando sustento a las cabras de los pastores que pasaban. El alegre piar de los pajaros parecia alejar el horror de la batalla pasada, y unos metros mas adelante del camino, junto a un frondoso roble, habia un gran carro con dos caballos; uno blanco, 1 . Las ondinas son moradoras de lagos y mares, terror de pescadores y viajeros. Son una variedad de ninfas, con un cuerpo femenino azulado o verdoso, con los dedos de las manos y pies palmeados, las orejas puntiagudas como los elfos, y los cabellos rubios o verdes. Cuenta una vieja leyenda que las ondinas no poseen alma, y la unica forma de encontrarla es casarse con un humano y tener con este un bebe; pero en consecuencia, son mas sensibles al dolor y los celos, por lo que suelen asesinar a sus maridos ahogandolos, al ser capaces de crear corrientes de agua. -
Leccion de amor de Ebony Clark
https://gigalibros.com/leccion-de-amor.htmlMuchas personas en Juanita Fun creian que Lane McCrane era una mujer sin sentido del humor. Su palido rostro enmarcado por aquella espesa mata de cabello castano oscuro, sus ojos azules y los generosos labios que sonreian escasamente, podrian haber hecho de ella mujer hermosa si lo hubiese permitido. De hecho, lo era aun cuando ella pretendiera todo lo contrario, esforzandose lo minimo en destacar sus encantos. La forma en que rehuia la coqueteria confirmaba que no estaba interesada en destacar entre una multitud. Lane solia vestir de manera informal, con ropa comoda que le permitiera moverse con agilidad entre sus pequenos alumnos y con la que no tenia que preocuparse del peligro de las manchas de chocolate y otras sustancias que hacian gritar de pavor a las demas maestras. Mejor unos tejanos que una falda corta. Mejor una camiseta de algodon que unos inutiles volantitos. Mejor zapatillas planas que arriesgados zapatos de tacon. Mejor convenientemente vestida que sugerentemente medio desnuda. Ninguno de sus companeros de trabajo habia podido averiguar si aquel empeno de la joven en esconder cada centimetro de su cuerpo respondia a un alarde de puritanismo o por el contrario, ella deseaba ocultar alguna espantosa cicatriz. O sencillamente, y aquella era la opinion mas extendida, a Lane McCrane no le importaba si los demas la consideraban o no atractiva. De cualquier modo, nadie se habia interesado lo bastante como para tratar de descubrirlo. Nadie sabia nada de ella mas que lo que ponia en las excelentes referencias que habia aportado en su curriculo. Por supuesto, aquellas referencias habian sido comprobadas con meticulosidad como era costumbre en la escuela. Veintiocho anos, de madre norteamericana, se habia criado en un orfanato despues de que su padre las dejara y su madre fuera internada en un sanatorio. Por desgracia, la madre de Lane se habia abandonado al alcohol y los medicos la habian desahuciado cuando Lane solo contaba con cinco anos. Y asi, del orfanato a unos cuantos hogares de acogida, era un milagro que hubiera sobrevivido y sacado su titulo de maestra con excelentes notas. Sus antiguos profesores se sentian orgullosos de poder hablar bien de la senorita McCrane, aunque no ocultaron su sorpresa cuando la senora Andrew les habia llamado desde aquel pequeno pueblo perdido en la geografia del arido paisaje de Nuevo Mexico, la Tierra de Encanto. Habian creido que Lane estaria ya casada y seria madre de uno o dos crios. Pero no. Por alguna razon, ella estaba alli. En Juanita Fun, el lugar donde la gente se levantaba a las dos de la madrugada con el unico objetivo de ver cruzar una estrella fugaz. Fuera como fuera, Lane McCrane habia elegido aquel sitio para echar raices. Era cuanto sabian de ella. Nada de novios ni amigos ni familia. Por lo mismo, no era extrano que fuera algo hurana en sus relaciones personales. Los demas profesores la saludaban cada manana mientras servian el cafe en sus tazas, pero evitaban cualquier contacto. <
>, la llamaban a sus espaldas, aludiendo a su agrio caracter y en mas de una ocasion, la misma Lane habia escuchado aquel comentario por los pasillos, aunque fingia que no le dolia. Incluso por el pueblo la llamaban ya asi y la senora Andrew creia que no era justo para ella. Una mujer tan joven y bonita... Merecia algo mas que la compania de Patty Sims, otra profesora y quiza su mejor y unica amiga, y de unos cuantos mocosos, por mas que ella siempre dijera que su trabajo era lo mas importante en su vida. Lane era una joven agradable con sus pequenos alumnos, no cabia duda. Les escuchaba, se preocupaba por ellos y les dedicaba toda su atencion. Siempre tenia una palabra amable a pesar de que eran unos diablillos incansables. Y durante las clases, Lane se transformaba y dejaba de ser la mujer seria e inaccesible a cuyos pensamientos nadie podia llegar. Los chicos de su clase la adoraban en realidad. Pero con los adultos era otra historia. Es lo que pensaba todavia la directora de la Escuela Clarence cuando Lane se sento y la miro con expresion preocupada. La senora Andrew sonrio para tranquilizarla. En los dos meses que Lane McCrane llevaba trabajando alli, nunca habian recibido una sola queja sobre su comportamiento con los ninos. De hecho, muchos padres habian elogiado el trabajo que realizaba con ellos. Decian que sus hijos se mostraban mas receptivos, creativos y educados y lo achacaban al buen hacer de su maestra. Sin embargo... Echo una breve ojeada a la nota enviada por Clyde Bransow. La habia dejado sobre la mesa intencionadamente. Queria ver la reaccion de Lane cuando la descubriera porque, a pesar del aprecio que sentia por la nueva maestra, necesitaba estar segura de que no se equivocaba con ella. Hasta el momento, solo disponia de la version de Clyde, no muy fiable por cierto, dado su mal caracter y escasa paciencia. AmeliaAndrew conocia a Clyde desde que era un mocoso y sabia distinguir por el contenido de su nota cuando estaba realmente enfadado. Mientras la leia le venia a la mente una clara imagen del hombre: la mandibula apretada, escupiendole las palabras al papel, contrariado por el atrevimiento de la maestra, quien, por otro lado y como el mismo seguramente habria deseado anadir, < >. Era el estilo de Clyde. Ruidoso como un toro en una cristaleria, preparado para ponerse sus pinturas de guerra siempre que la batalla mereciera la pena. Por otro lado, y aqui es donde empezaba a preocuparse, estaba complemente segura de que el temperamental Clyde estaba a punto de conocer a un adversario de su talla. Lo peor de todo es que sospechaba que ninguno de los dos cederia un milimetro, por lo que su papel de mediadora se presentaba bastante dificil. --Senorita McCrane, ?sabe por que la he hecho venir a mi despacho? --pregunto con tono amable; era importante romper la tension en el ambiente. Lane le devolvio la mirada, sin poder evitar que sus ojos volaran con cierto disimulo hasta la nota firmada con el apellido Bransow. --Creo que si, senora Andrew --contesto y su voz era firme--. Es por el chico Bransow, ?no es asi? --En efecto. Parece que el pequeno Ben ha tenido problemas ultimamente --observo, aguardando la reaccion de la joven. Lane no dijo nada--. ?No va a contarmelo, Lane? --No es importante --mintio, pensando que era lo mejor para el chico. Lane se mordio los labios con una mezcla de rabia y remordimientos. ?Por que habia tenido que dirigirse a la senora Andrew precisamente? Clyde Bransow podia haber contestado a alguna de las diez notas que le habia enviado para citarle en la escuela. Sinceramente, habria querido solucionar aquello sin que las cosas fueran a mayores, pero aquel incidente el dia anterior... El terrible comportamiento de Ben lo habia acelerado todo. Y ahora, debia justificar ante la senora Andrew su silencio y se sentia fatal por haberselo ocultado. --?En serio? Entonces, ?puede decirme por que su padre me envia esta acalorada nota en la que me pide que le explique por que no somos capaces de controlar a su hijo? --El senor Bransow debio preguntarme primero, antes de enviar esa nota. Quiza debio preguntar tambien a su hijo y asi por lo menos conoceria el sonido de su voz --replico, tratando de mantener la calma. En realidad, le apetecia, y mucho, expresar abiertamente la opinion que le merecia el tal Clyde Bransow. Se contenia como podia. La sangre le hervia en las venas al imaginarse al insociable senor Bransow, dueno del mayor rancho del pueblo y tambien de la mayor cabeza dura por lo que sabia, desoyendo sus peticiones y derivando su responsabilidad como padre, una vez mas. Lane tenia la teoria, y si, aceptaba que estaba siendo prejuiciosa, de que Clyde Bransow habia perdido todo interes por la educacion de su hijo desde la muerte de su esposa, cinco anos antes. Pero sus prejuicios no eran del todo gratuitos. Aunque no solia prestar atencion a los chismes, no podia evitar escuchar algunos. Parecia que el senor Bransow habia sabido rodearse de gente amable y eficiente que le hiciera aquel trabajo. Personas que, como ella, suplian con su carino las atenciones que Clyde seguramente negaba a su hijo. Y aunque solo le habia visto en una ocasion, durante el baile de inauguracion del nuevo aserradero, habia bastado para que la mala imagen que tenia de el se confirmara. -
Traicion y furia de Caitlin Crews
https://gigalibros.com/traicion-y-furia.htmlMaui, la isla de Hawai, era tan tropical y exuberante como la anunciaban, algo que irrito a Dario di Sione en cuanto se bajo de su avion privado. Esa humedad era como un abrazo intimo y no le gustaba la intimidad. Ese aire espeso se le pegaba a la piel y los vaqueros destenidos y la chaqueta hecha a medida que habia llevado desde Nueva York lo envolvian como un guinapo mientras recorria la diminuta pista de aterrizaje hacia el Range Rover que lo esperaba, como habia ordenado. La ligera brisa le llevo todos los olores de la isla, desde el verdor exultante hasta el mas intenso de la cana de azucar, como besos que no habia solicitado. Solo queria mantener una conversacion de negocios, no dejarse llevar por una sobredosis sensorial en una maldita pista de aterrizaje. -?Esta esperandole el coche, como habian prometido? -le pregunto Marnie, su secretaria, por el telefono de ultima generacion que el se habia llevado a la oreja. Era un usuario entusiasta de los codiciados productos de su empresa-. Quedo claro que necesitabamos un vehiculo todoterreno. Al parecer, el camino hasta Fuginawa es abrupto y... -No me importa que sea abrupto -le interrumpio Dario intentando contener la impaciencia. No queria estar alli tan poco tiempo despues de que, el fin de semana anterior, su empresa hubiese lanzado al mercado el ultimo producto, pero eso no era culpa de su secretaria. El no deberia haber permitido que el sentimentalismo de un anciano se impusiera a su racionalidad, que tanto le habia costado adquirir. Esa era la consecuencia. Estaba en la otra punta del mundo, cuando deberia estar en su despacho, rodeado de palmeras y olores exoticos para satisfacer el capricho de un anciano. -El Range Rover es mas que suficiente y esta aqui, como habiamos pedido. Marnie paso a la interminable lista de llamadas y mensajes que habia acumulado durante la primera ausencia de el del despacho en el que, literalmente, habia dormido durante los ultimos meses. Fue como volver atras, al estres que habia sufrido hacia seis anos, cuando empezo con ICE. El fruncio el ceno al recibir otra rafaga de brisa sofocante. No le gustaba volver atras ni esa brisa. Era fragante y sensual, le acariciaba el pelo y se le metia por la camisa como los dedos de una mujer sugerente y desvergonzada. Puso los ojos en blanco por lo fantasioso que era y se paso una mano por la barba incipiente. Sabia que no parecia el consejero delegado de una empresa informatica que era la nina mimada del sector y del publico. Ademas, estar alli le apetecia tanto como que le acariciara la brisa hawaiana, ni lo mas minimo. Ese viaje era un desperdicio absoluto de su tiempo, penso mientras Marnie seguia comentandole los mensajes y llamadas que exigian su atencion inmediata. Deberia estar en su despacho de Manhattan ocupandose de todo eso. En cambio, habia volado diez horas por los recuerdos de su abuelo para satisfacer el peor de los sentimentalismos. Hacia muchos anos, Giovanni habia vendido su coleccion de joyas, que adoraba, y habia hablado de ellas sin parar durante toda su juventud, la de Dario. En ese momento, cuando tenia noventa y ocho anos y afrontaba su muerte inminente con su habitual teatralidad y dignidad, queria recuperarlas. Cuando le pidio que comprara esos pendientes, en persona, su abuelo le habia dicho que le recordaban al amor de su vida. Los tenia un arisco multimillonario japones en su aislada hacienda de Hawai. Solto un bufido al recordarlo mientras tiraba la bolsa en la parte trasera del Range Rover y se quitaba la chaqueta. Todavia no sabia por que le habia hecho caso a su abuelo cuando lo llamo, a principios de ese mes, y le habia pedido algo tan disparatado. Sin embargo, ?quien le negaba a un anciano lo que, segun el, era su ultimo deseo antes de morir? -Mandame por correo electronico esos datos, Marnie -le pidio a su secretaria antes de que ella pudiera preguntarle que era ese ruido. Bendita mujer. Era mucho fiable que cualquier otra persona que el conociera, incluidas las que formaban parte de su melodramatica y agobiante familia. Se recordo para sus adentros que tenia que darle otra generosa y merecida bonificacion, aunque solo fuese por no ser una de las pesadillas Di Sione que tenian la misma sangre que el. -Dame un minuto para conectar el manos libres y empieza a pasarme las llamadas. No espero a que Marnie dijera algo y se remango con la esperanza de aliviar un poco la humedad tropical. Conecto el auricular, se sento detras el volante del impecable Range Rover, lo puso en marcha, metio la direccion en el GPS y salio del aerodromo mientras recibia la primera llamada. Sin embargo, seguia pensando en su abuelo y en el amor de su larga vida mientras escuchaba a uno de sus directores exponerle una situacion que podia ser enganosa sobre el telefono que habian presentado el fin de semana anterior. Los amores perdidos, segun su propia experiencia, se perdian por un buen motivo. Normalmente, y para empezar, porque no habian sido dignos de tanto amor. Si no, y esa era su teoria preferida, porque el amor era una mentira descomunal que la gente se contaba a si misma, y a los demas, para justificar que su comportamiento era espantoso y, normalmente, teatral y digno de lastima. Ademas, los amores perdidos no habia que encontrarlos otra vez cuando la verdad que llevaban dentro salia a la luz como siempre salia. Era preferible dejar el pasado donde estaba y que se pudriese sin contagiar al presente, o eso era lo que el siempre habia creido. Le habia costado no decirselo a su abuelo cuando le conto esa historia tan sentimental sobre amores, secretos y todas esas cosas. La habia contado, de una forma u otra, durante toda su vida. Luego, le habia mandado a que hiciese ese absurdo recado que cualquiera, hasta esos recien licenciados afanosos que trabajaban ocupandose de su correo, podria haber hecho. Sin embargo, estaba acostumbrado a morderse la lengua en lo referente a esos ridiculos sentimientos que los demas fingian que eran mas que razonables. Razonables, racionales y, sobre todo, necesarios. No obstante, el sabia que decirlo no servia de nada. Aparte de que no iba a discutir con su anciano abuelo, quien se habia ocupado de sus hermanos y el despues de que sus padres murieran. Tambien se habia dado cuenta de que cuanto mas daba su opinion sobre asuntos como ese mas gente le decia lo esceptico que era, como si eso fuese una critica a su forma de ser o les permitiera desdenar su opinion sin mas, o como si esa mania que tenia de ser realista debiera preocuparle. Hacia anos que habia dejado de preocuparle. Seis anos para ser exactos. Ademas, la verdad era que le importaba tan poco que lo mas facil era hacer lo que le habian pedido, en ese caso, volar hasta la otra punta del mundo para recuperar unos pendientes que podrian haber mandado por servicio de mensajeria si, al parecer, no tuvieran esa carga sentimental. Tambien sabia, vagamente, que su abuelo habia mandado a todos los hermanos Di Sione para que recuperaran alguna de las que el llamaba sus amantes perdidas, pero el habia estado tan ocupado con el lanzamiento de su ultimo producto que no habia prestado gran atencion a los melodramas de la familia Di Sione. Ya llevaba toda la vida con eso y ya le hartaron cuando tenia ocho anos, cuando sus imprudentes padres habian muerto en un accidente de coche espantoso, y que podian haber evitado perfectamente, y los paparazzi habian caido sobre ellos como un enjambre. Sus sentimientos sobre ese asunto no habian mejorado desde entonces. Habia una parte de el, una parte que no disimulaba mucho, que habria sido feliz si no hubiese vuelto a saber nada de sus familiares. Una parte que esperaba que eso sucediese de una forma natural cuando el anciano falleciera. Estaba impaciente. Estaria encantado de refugiarse en su trabajo como hacia siempre. Tenia bastante con dirigir ICE, la empresa informatica mas importante del mundo. Era un puesto que habia alcanzado con decision y mucho trabajo, como habia conseguido todo lo demas que era suyo, todo lo que habia perdurado. Ademas, el unico integrante de su familia al que habia querido de verdad habia sido Dante, su gemelo identico. Hasta que Dante tambien lo habia hecho pedazos. No podia negar que la traicion de su hermano le habia dolido, pero tambien habia aprendido que era preferible rodearse de personas a las que pagaba por su lealtad, no de personas que podian darsela o no segun les conviniera. No queria pensar en su hermano. Ese era el inconveniente de participar en algo con su familia, le llevaba a pensar en cosas que intentaba evitar por todos los medios. Habia dado por supuesto que, si cumplia el cometido que le habia encomendado su abuelo, como se suponia que hacian el resto de sus hermanos, podrian dejar de comportarse como si lo que sucedio hacia seis anos, y despues, fuera culpa suya, o como si el tuviese parte de la culpa de lo que habia sucedido porque habia sido quien habia roto su matrimonio y su relacion con Dante. El no le habia pedido a su hermano que se acostara con su esposa durante una de las epocas mas tensas de su vida. Ademas, se negaba a aceptar que hubiese hecho algo mal por no haber perdonado nunca ni a su esposa ni a su hermano, ni les perdonaria jamas. Los dos lo habian abandonado a su suerte, le habian hecho creer que la tension entre ellos era porque intentaban resolver que podian hacer con la empresa que habian creado Dante y el y si debian fusionarse o no con ICE, algo que a el le parecia una buena idea y a la que se oponia Dante. Toda esa tension y desvelo para acabar descubriendo que los dos lo habian traicionado desde el principio... En ese momento y alli, precisamente en Hawai, penso que lo unico que le pasaba era que todavia le prestaba atencion a lo que decia, hacia o pensaba alguien de la familia Di Sione. Eso tenia que acabar. -Eso se va a acabar -se prometio a si mismo con la voz ronca en el silencioso interior del Range Rover-. Se acabara en cuanto le hayas entregado esos malditos pendientes al anciano.
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Hasta que el camino se acabe (Bilogia Amame 1) de Priscila S
https://gigalibros.com/hasta-que-el-camino-se-acabe-bilogia-amame-1.htmlPeter llego como cada dia a su instituto. Este se llamaba Instituto Puente Marco. Estaba cruzando el puente que separaba Espana de Portugal a unos pocos kilometros. Al llegar vio a su mejor amigo Carlos, este estaba con su novia Alba. Era una chica delgada y bajita, pero con una cara muy linda. Carlos vivia en Espana y Peter en Portugal, pero eran amigos desde la infancia, casi hermanos. --Hola, chicos --saludo Peter al llegar. Carlos se separo de Alba y saludo a su amigo. --Hola, ?que te paso ayer? Me dejaste tirado en la fiesta de Arturo --exclamo Carlos. Peter sonrio con picardia. El dia anterior estuvieron en una fiesta que dio su amigo Arturo. La fiesta la hizo sin motivo aparente, el lema de Arturo era que si tenias ganas de fiesta ?por que no hacer una? Peter dejo tirado a Carlos porque se fue con una chica. Estuvo con ella toda la noche. Asi se divertia el, no tenia compromiso con ninguna, si le gustaba alguna iba a por ella sin mas. --Me fui con Melody --respondio alzando las cejas. -- ?Me dejaste tirado por esa? Estas perdiendo facultades hermano. --Anda callate y vamos a entrar, que ya falta poco para terminar la tortura del instituto. Les faltaba poco para terminar y coger vacaciones. Aunque en realidad ya se graduaban. Segundo de bachillerato habia sido muy duro para ambos. Entraron en la primera clase de Fisica. Al entrar lo primero que dijo la profesora es que tenian un examen. Peter bufo, se olvido por completo del examen que tenian, menos mal que era un chico que atendia en clase y pocas veces le hacia falta estudiar. Despues de una hora haciendo el examen, salieron de clase y se fueron a la cafeteria. Se sentaron en una de las mesas que habia cerca de la ventana. Carlos y Alba estaban todo el rato besandose y no hablaban con Peter, este llegaba a tal punto de levantarse e irse, no los aguantaba. Se levanto como cada dia para dejarlos tirados. Fue hasta la salida y, al llegar, choco con una chica rubia, jamas la habia visto. --Lo siento --se disculpo ella. Peter la miro y se quedo sin habla. Era una chica preciosa, tenian el pelo largo y sedoso, los ojos verdes mas bonitos que habia visto y una boca tan perfecta como ella misma. --No, lo siento yo --respondio Peter. La chica lo miro y le sonrio. A Peter casi le da un micro infarto al ver esa sonrisa. --No por favor, iba distraida, todavia no conozco bien el edificio. -- ?Eres nueva? --pregunto Peter. Ella asintio sonriendo. <<Joder, espabila Peter>>, penso. --Perdon, ni siquiera me he presentado. Me llamo Bibiana --se presento extendiendo la mano. --Encantado. Soy Peter. --Cogio la mano, encantado. Escucharon una tos que provenia de detras de ella. Eran unos chicos que querian entrar en la cafeteria y como ellos estaban en medio no podian pasar. Bibiana se aparto y los dos rieron al darse cuenta. Peter le dijo a Bibiana que fuera con el, le iba a presentar a sus amigos, asi por lo menos conoceria a alguien mas. Llegaron hasta donde estaba Carlos y Alba y estos dos seguian en la misma postura de minutos atras cuando Peter los dejo. --Carlos, para de una vez que te la vas a tragar --hablo Peter haciendo reir a Bibiana. Peter inconscientemente se quedo mirandola embobado como reia. Carlos paro de besar a Alba y miro a Peter para luego pasar la mirada a Bibiana. Carlos se quedo mudo al ver a Bibiana. --Carlos esta es Bibiana, es nueva --le presento Peter. Este se levanto y le dio dos besos a Bibiana. Eso a Alba no le hizo mucha gracia. --Ella es Alba la novia de Carlos --dijo Peter al darse cuenta como Carlos miraba a Bibiana. Queria marcar territorio, el la vio primero. Bibiana no borraba la sonrisa de la cara. Era una chica muy simpatica y risuena y tenia a los dos amigos completamente hipnotizados. Cuando acabaron las clases Peter se ofrecio a acompanar a Bibiana a su casa y ella acepto. Por el camino iban hablando de sus familias y conociendose. Ella era andaluza, concretamente de Cadiz, pero por motivos de trabajo de su padre se mudaron a Badajoz y ahi estaba. La vida de los dos era muy parecida, puesto que Peter era de Francia y por motivos del trabajo de su padre se mudaron a Portugal. Se les hizo el camino muy corto para seguir hablando, pues ya habian llegado a la casa de Bibiana. -- ?Te gustaria salir conmigo? --pregunto Peter. Bibiana asintio nerviosa. --Claro estaria bien --acepto nerviosa. Se despidieron y quedaron para salir. Por la tarde la recogeria Peter para llevarla a una cafeteria del centro de Portugal donde hacian las mejores tortitas del mundo, segun Peter. Al llegar la tarde Peter llego a casa de Bibiana sobre las seis. Bibiana salio de su casa y nada mas ver a Peter se le ilumino la cara. El le sonrio marcando los hoyuelos que le salian en la cara y haciendo que Bibiana se derritiera por completo. Se montaron en el coche y emprendieron camino hacia la cafeteria. Despues de unos cuarenta minutos de camino llegaron a su destino. La cafeteria por fuera se veia moderna, pero luego al entrar era rustica y antigua. A Bibiana le encanto la decoracion. Todo era de madera oscura lo unico que resaltaba eran las cortinas de color azul claro. Era muy acogedora. Pasaron la tarde comiendo tortitas y tomando batidos de chocolate. Lo estaban pasando genial. Peter se sentia raro, el jamas hizo eso con una chica, pero con ella era diferente. No sabia el motivo, lo unico que sentia era que con ella debia de ir despacio, con ella queria ir despacio. Le gustaba mucho. Se dio cuenta nada mas verla sonreir. Porque al ver esa sonrisa sabia que queria verla por el resto de su vida. Capitulo 1 Ano 1990 Dos semanas despues. Ya habian terminado el instituto. Peter se graduo con honores, en cambio a Bibiana le quedaba un ultimo ano para acabar. Peter y Bibiana cada vez estaban mas unidos, aun no eran nada solo eran amigos, de echo ella, Peter y Carlos se habian convertido en los mejores amigos a todos lados iban juntos. Carlos llevaba una semana de solteria su novia Alba lo habia dejado porque al graduarse se fue a Nueva York con sus abuelos, ella siempre quiso estudiar periodismo y alli tendria mas oportunidades que en Europa. Peter iba a estudiar arquitectura y Carlos queria ser piloto y la manera mas facil para conseguir eso era metiendose en las fuerzas armadas. Ya lo tenia mas que decidido, en unos meses Carlos se iria. Bibiana estaba metida en el conservatorio, ella queria ser bailarina y cuando terminara el instituto se meteria de lleno en lo que era su pasion. La tercera semana habia pasado muy rapido y en un pueblo que habia cerca de Badajoz empezarian las fiestas, las que los chicos no se perdian por nada del mundo y esta vez llevaban a Bibiana que estaba como loca por ir. *** Peter estaba en la cocina, comeria algo antes de ir a recoger a Carlos y Bibiana. En ese momento entro su padre. --Hola hijo, ?como estas? Hace dias que no hablamos --expuso su padre sentandose al lado de el. Su padre era un hombre muy estricto que estaba chapado a la antigua. El era arquitecto de ahi que Peter estudiara eso. --No digas eso papa, ya sabes que estamos en vacaciones y comienzan las fiestas. Y sabes que pronto se me acabara la libertad y no podre disfrutar tanto. --Su padre asintio, Peter tenia razon, pronto tendria que ir a la universidad y se le acabaria todo. -- ?Iras a la universidad de Francia? --pregunto su padre. Su hijo se quedo mudo, el no queria ir a la universidad de Francia, queria quedarse en Portugal, no iba a dejar de ver a Bibiana. --Estudiare aqui --respondio muy seguro. Su padre le echo una mala mirada, no estaba de acuerdo, segun el tenia que ir a la misma universidad que el, pero Peter habia cambiado de parecer. En un primer momento si penso ir a Francia, pero despues de conocer a Bibiana, todo eso cambio y ya no estaba seguro de querer irse. --De eso nada, iras a Francia y no hay mas que hablar --sentencio su padre levantandose para irse. --Lo siento, papa, pero no voy a ir a Francia, ya soy mayorcito para poder decidir por mi mismo, ?no crees? --Se levanto y se fue, dejando con la palabra en la boca a su padre. Estaba harto de tener que hacer lo que su padre queria. -- !Esta conversacion no ha acabado, Peter! --grito antes de que este saliera por la puerta. Miro a su padre y nego con la cabeza. Salio de casa con un cabreo monumental. Se metio en su coche y fue primero a por Bibiana. Al llegar le dio al claxon para que supiera que habia llegado. Bibiana no se hizo esperar y salio de la casa directa hasta su coche. Cuando la vio con ese vestido verde que llevaba se le cayo la baba. Estaba preciosa. Entro en el coche y Bibiana fue a darle un beso en la mejilla, pero la necesitaba tanto que le viro la cara para que el beso llegara hasta sus labios, conectando todos sus sentimientos, haciendo que sus corazones latieran a un ritmo infernal. Bibiana al principio se quedo estatica no sabia que hacer no se lo esperaba, pero despues no pudo mas que corresponder ese beso que habia deseado tanto desde el dia que se conocieron. Al separarse ella estaba roja como un tomate y Peter le sonrio y acaricio su mejilla. --Estas preciosa --expuso con su mano aun en su mejilla. --Gracias, tu tambien estas muy guapo --respondio echa un manojo de nervios. Estaba tan nerviosa que pronto se desmayaria. Peter lo noto y le cogio la mano para luego besarle los nudillos. -- ?Preparada para pasarlo bien? --pregunto Peter. Ella asintio y este arranco. Fueron a recoger a Carlos. Este al llegar ya los esperaba en la puerta con cara de cabreo. --Joder, ?por que habeis tardado tanto? --pregunto Carlos. --Por nada --contestaron los dos a la vez. Se miraron y soltaron una carcajada. Carlos los miro y fruncio el ceno.
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No, mama, no de Verity Bargate
https://gigalibros.com/no-mama-no.htmlLo que mas me impresiono cuando me dieron a mi segundo hijo y lo cogi en brazos fue la total ausencia de sentimientos. Ni amor. Ni colera. Nada. Contemple las hinchadas facciones amoratadas, las manos achatadas, el escroto que le colgaba casi hasta los tobillos, y senti tan poco placer y afecto como si hubieran envuelto por equivocacion la placenta en una manta y me la hubieran puesto entre los brazos. La verdad, al principio pense que eso era lo que habian hecho. Luego nunca pude saber con certeza si se lo habia devuelto bruscamente pasandoselo por encima de mis piernas al doctor que me estaba cosiendo o si lo habia imaginado. El caso es que se lo llevaron. Una enfermera se acerco entonces a lavarme. Primero el pubis, luego la cara, con el mismo pano, que apenas enjuago entre una y otra operacion. Despues el te. Tibio y derramado sobre el plato. Me desagrada el te. No me permitieron fumar un cigarrillo… <
> Mi marido, David, testigo indiferente de estas humillaciones, seguia llorando porque el nino no habia sido una nina. Alegue cansancio y le sugeri que se marchara, cosa que hizo con fingida reticencia. Tanto disimulo, ya tan pronto. De vuelta en la habitacion, encendi por fin un cigarrillo. Tenia el sabor dulzon que tienen a veces despues de hacer el amor. Cerre los ojos e intente imaginar un cuadrado negro sobre un cielo negro, cualquier cosa con tal de apartar el recuerdo de esa berenjena mas bien pasada que me habian arrojado a los brazos en nombre de la maternidad. Creo que me adormeci, pues de pronto oi: < >, y lo conectaron a mi pecho docil con una precipitacion que parecia innecesaria. Tardo una eternidad, agitando el hocico como un cerdo hozando en busca de trufas. Senti asco y no me avergonce, aunque cogi un libro para intentar distraer mis pensamientos de los jadeos y tirones y movimientos de succion en curso. Regreso la enfermera y me quito el libro con un energico < >. Si puedo, grite mudamente; tendre que hacerlas los proximos meses. Mas tarde, a la hora de visita, volvio David con los ojos todavia un poco llorosos. Le envidie el lujo de sentir algo, aunque sospeche que su sufrimiento respondia sobre todo a que habiamos leido en alguna parte que si se hace mucho el amor hay mas probabilidades de tener una nina; cuanto mas se folla, mas debil es la eyaculacion, y las hembras, mas fuertes que los machos, tienen mayores posibilidades de llegar primero hasta el ovulo y fecundarlo. En otras palabras, su pena parecia tener un fundamento bastante machista. Creo que fue entonces cuando nuestra incapacidad de comunicarnos se hizo irreversible. Nuestro dolor era tan distinto, los motivos tan divergentes; el mio todavia no articulado, el suyo ya casi superado. Transcurrieron algunos dias. No se muy bien como, pero pasaron. Mientras estaba despierta leia todo el tiempo -cualquier cosa con tal de no pensar- y pasaba muchos ratos sentada en la banera. Eran los unicos momentos en que no me parecia estar sentada sobre una alambrada de puas. Pero por fin me quitaron los puntos y ya casi habia llegado el momento de volver a casa. Aparte de leer y de contemplar imaginarios cuadrados negros habia un pensamiento que no lograba impedir por mas que lo intentara. Mi madre le conto a una solterona amiga suya que parirme a mi habia sido un viaje a las puertas del Infierno. La amiga, que habia dejado de ser solterona, me comunico la informacion en el funeral de mi madre mientras los demas comian sandwiches de pepino cortado en rodajas casi transparentes y bebian te en tazas de porcelana fina decorada con hojas de hiedra. Yo estaba en el dormitorio de mi madre y recorria con el dedo el polvo que cubria su espejo mientras me preguntaba como era posible que todas esas personas reunidas ahi abajo tuvieran tantas ganas de charlar, y entonces ella vino a buscarme. Por el tono en que me hablo, se diria que me estaba transmitiendo mi legado. Y en cierto modo asi era. Creo que fue la unica persona que nombro a mi madre en todo aquel largo, caluroso dia de agosto. Y el pensamiento que no lograba apartar de mi cabeza todos esos dias en el hospital era que el parto en si no habia sido en absoluto un viaje a las puertas del Infierno; ese viaje solo empezaba ahora. La manana del dia en que debiamos volver a casa, pedi hablar con la enfermera o con un medico. La enfermera de guardia me dijo que estaban ocupados, pero yo sali del pabellon, que olia a eter y fenol, a flores muertas y leche agria, y entre en el despacho, que olia a sudor rancio y cigarrillos, a ceniceros sucios y suficiencia. Estaban tomando cafe. Volvieron hacia mi sus caras escandalizadas al ver que habia infringido las normas entrando en el sanctasanctorum sin tan siquiera llamar a la puerta. Empece a balbucear que iban a mandarme a casa con un crio a quien no queria y que no podia hacerme responsable de mis actos y que vivia en un piso alto y que que ocurriria si tiraba el crio por la ventana porque no lo queria, no lo queria, no lo queria. La expresion de horror desaparecio de sus caras; se encontraban nuevamente en terreno conocido. Oi como la enfermera le recordaba a la doctora quien era yo, una vez que la enfermera de guardia se lo hubo recordado a ella. La oi exclamar que esta madre era tan buena madre que habia dado de mamar al nino e incluso se sacaba la leche sobrante para donarla a la unidad de prematuros y pense que quiza las ascendian si superaban la media nacional y conseguian tener mas de un determinado porcentaje de madres que amamantaban a sus hijos. Yo era un dato estadistico que podia serle util en su carrera. Entonces grite que cada vez que le daba el pecho al nino me entraban ganas de vomitar; que me daba asco; que me sentia como una vaca o una maquina ordenadora. La doctora me pregunto si era actriz o modelo y comprendi que pensaba que era una puta. Me dio palmaditas en el brazo, carraspeo y pronuncio su veredicto. Dijo que no debia preocuparme porque yo sabia lo que sentia y con eso ya tenia ganada la mitad de la batalla y que aguardara unos instantes y todo se arreglaria porque iba a darme unas pastillas estupendas que me harian sentir mejor y que pensara que podria haber sido mucho peor si me hubiera ido a casa pensando que no ocurria nada. En otras palabras, que era una mujer afortunada. David habia llegado en medio de este insignificante incidente pero yo no me habia dado cuenta. Cuando la doctora se alejaba taconeando en busca de mi ficha para recetarme los antidepresivos, le grite: -Y al bebe le lagrimea el ojo, ?podria recetarme tambien algo para el? Por favor. Fue como si hubiera conjurado a la Santisima Trinidad; la doctora se detuvo en mitad de la escalera y se volvio a mirarme con expresion de total felicidad. -?Lo ve? -chillo-, ?lo ve? Tiene que querer a su hija, si no, no se habria fijado en el ojo. -No es una nina, no es una nina, es un nino. -Y me eche a llorar de verdad; empezaba a sentir algo y eso era justo lo que no queria que ocurriera. Hasta ese momento no sabia con certeza por que habia irrumpido de ese modo en el despacho. Pensaba que quiza solo queria romper la indiferencia de esa gente, porque desde luego no se me habria ocurrido pedirles ayuda. Pero entonces comprendi que lo que queria era romper mi propia indiferencia, solo para averiguar si era posible, pero dejando a pesar de todo todas las opciones abiertas, para que, si me aventuraba demasiado, siempre me quedara la posibilidad de echarme atras. Y ahora ya era demasiado tarde, ahora sufria de verdad, pero tambien estaba furiosa porque esa mujer a quien tanto detestaba lo habia desencadenado todo. Ella habia llamado nina al nino y por su culpa yo ya no podia continuar fingiendo que los bebes tenian un solo sexo, ya no podia seguir negando la causa de mi angustia. David se acerco mientras miraba el reloj y dijo: -Por el amor de Dios, no armes tanto alboroto. Nunca saldremos de aqui y tengo que entrevistar a Fenella Fielding dentro de media hora. Y entonces empece a reir y a llorar al mismo tiempo y me trajeron rapidamente las pastillas y el unguento porque algunas otras pacientes habian salido del pabellon a ver que estaba pasando y ese era el peor pecado que yo podia cometer. Estaba alterando el orden establecido y dando un espectaculo. El taxi, el crio y los medicamentos llegaron al mismo tiempo y me sacaron del recinto con escasas ceremonias y un gran alivio. En el taxi intente recuperar mi insensibilidad, lo que no fue demasiado dificil con David disculpandose con enorme irritacion y el crio chillando. Cuando llegamos a la puerta, David dijo que me veria mas tarde y que Mary traeria a Matthew a las dos y que el regresaria tan pronto como pudiera y adios carino y levanta la barbilla y arriba esos animos y te vere luego. Baje del taxi y me quede en la acera con el crio y una maleta y una bolsa. Tenia que subir ochenta y tres escalones y pense que mas me valia empezar cuanto antes. El taxi no se movio. Entonces oi que el taxista decia: -?Piensa ayudarla, amigo, o tendre que hacerlo yo? Y David bajo del taxi y subio corriendo las escaleras con la maleta y la bolsa. Y yo me volvi y sonrei, dandole las gracias al taxista, que me saludo levantando el pulgar y me solto un <>. Me cruce con David en la escalera. No nos dijimos nada. II Cuando llego Mary con Matthew, me alegre sinceramente de verlo. Solo lo habia visto dos veces en el hospital porque Mary vivia en la otra punta de Londres y tenia dos hijos propios que cuidar. Estaba enfadado conmigo por haberlo abandonado y al principio no quiso hablarme ni acercarse a mi. Contemple su vulnerable espalda de nino de veinte meses mientras el buscaba sus cochecitos, ignorandome deliberadamente. Arrastro una silla hasta la ventana, se encaramo encima y alineo los cochecitos sobre el alfeizar, con fuertes ruidos de emergencia: coches de bomberos, ambulancias y coches patrulla. Era uno de sus juegos preferidos y uno en el que solia pedir mi participacion; pero no ese dia. Mary habia hecho cafe y nos permitimos una breve chachara superficial. Eso me entristecio; antes habiamos sido amigas intimas. Los maridos y los crios y la distancia fisica habian cambiado las cosas y ahora nuestros puntos de referencia eran tan distintos que pense que ya nunca recuperariamos la antigua intimidad. Los repentinos berridos furiosos, en la habitacion de al lado, me recordaron que tenia otro hijo. Por unos diez minutos habia olvidado por completo la existencia de… Orlando, y al diablo con David. Mary fue a buscarlo y me lo trajo, haciendole mimos y carantonas. Casi se interrumpio en mitad de un berrido; nunca habia oido esos tontos ruiditos que se les hacen a los bebes. A lo mejor imagine la expresion de sorpresa, quiza le estoy atribuyendo reacciones a una edad un poco demasiado tierna, pero desde luego respondio a los mimos de Mary. Terminadas todas las operaciones necesarias para desnudar mi pecho izquierdo -los botones de la chaqueta, la cremallera del vestido y Dios sabe que del artefacto Heath Robinson llamado sosten maternal-, empece a alimentar al desconocido huerfanito. Esto tuvo un efecto instantaneo sobre Matthew. Derribo todos los cochecitos del alfeizar, bajo de un salto de la silla, corrio hacia mi y aparto a Orlando de mi pecho, diciendo: -No, no, no, no, no, no, no, no… Luego me echo los brazos al cuello y lloro y lloro y lloro como si fuera a rompersele el corazon. Sorprendida y desconcertada, solo atine a estrecharlo con fuerza. Tampoco era una nina, pero no habia sido mi ultima oportunidad; significaba algo especial a mi pesar. Mientras Matthew se calmaba, consulte el libro del doctor Spock 1 , que tenia siempre a mano, por la letra C, de celos, subapartado < >. No aclare gran cosa. Spock se referia constantemente al nino mayor como < >; el nuevo bebe era < >. Comprendia la logica de esos terminos que facilitaban mucho la lectura, evitando confusiones, pero aquel dia, para esta madre, eso significo otra pequena muerte. Ademas, Orlando empezaba a ponerse frenetico, no tenia tiempo de leer que debia hacer, solo podia actuar. Le hable a Matthew, le explique lo que estaba haciendo y por que, mientras pedia ayuda a Dios, cuyo consultorio a todas luces estaba cerrado por vacaciones. No hubo respuesta. Matthew se echo a llorar de nuevo. Idea luminosa: -Muy bien, Matty, tu tambien puedes probarlo, tambien te he tenido asi en mis brazos, tu tambien tomabas leche de mi teta. Pruebalo, tomala si quieres, Matty. Silencio en mitad de un sollozo. Unos ojos muy grandes miran alternativamente mi cara y el pezon. Leve vacilacion y despues la boca se abre, se acerca, se acerca, ya lo tiene. Una chupada poco convencida, luego una expresion de total repulsion, escupe, arruga la nariz y -milagro- las manitas de Matthew orientan la cabeza de Orlando, que mueve freneticamente la boca como un cuclillo hambriento, ya esta de vuelta en la base. Silencio de Matthew, asombrado silencio de Matthew, y un silencio un poco mas ruidoso de Orlando. Mary y yo nos miramos, y en ese momento de mutuo alivio reaparecio brevemente nuestra antigua complicidad. -Brillante -dijo ella-, has estado brillante. -Suerte -replique-, solo ha sido suerte. Continuamos charlando, pausada, nostalgicamente, mientras ella preparaba algo de comer para Matthew y yo amamantaba y despues lavaba y cambiaba a Orlando y lo dejaba en el moises. Matthew se negaba a separarse de su hermano, lo seguia de un lado a otro, agarrandose a la parte que estuviera a su alcance, y Mary tuvo que perseguirlo con el plato y la cuchara, para ir dandole de comer como y cuando podia. Por fin, Matthew cayo dormido junto a Orlando, agarrado a su pie, estableciendo de manera definitiva la estrecha relacion que han tenido desde aquel dia. Mary, la paciente, atenta Mary, finalmente se marcho para relevar a su marido en la tarea de cuidar a sus dos chicos. Recuerdo que cuando se fue tenia unas ganas terribles de decirle: < >. Pero naturalmente no se lo dije y se marcho con la imagen emotiva y totalmente irreal de una radiante maternidad de categoria superior. Cuando se hubo ido me sente y contemple a mis dos criaturas y adverti que estaba llorando de nuevo, pero esta vez sin lagrimas. Me meti en el bano y, desde el lado de la banera, alargue la mano para coger la maletita de carton que tenia en el estante de arriba. Me la lleve al dormitorio y la abri. Extendi todo lo que guardaba encima de la cama en pilas ordenadas y el llanto ceso. Aqui, los vestiditos victorianos cosidos a mano, alli las suaves enaguitas de algodon, dos capitas de terciopelo muy antiguas, diminutas, mas alla una pulserita de plata, una muneca de porcelana resquebrajada y muy delicada, un chal que casi se caia en pedazos y, por ultimo, un par de minusculas tijeritas. Cogi las tijeritas, frotandolas muy suavemente entre el pulgar y el indice, y recorde el dia, hacia muchos anos, en que habia desobedecido todas las normas y habia bajado, medio rodando, medio cayendo, por el talud del tren hasta la via ferrea, con un punado de alfileres en la mano y apretandolos con tanta fuerza que cuando llegue abajo tenia la mano cubierta de sangre. Recorde como los habia depositado de dos en dos, cruzados, sobre la via, y como habia oido el silbato a lo lejos, y el autentico terror mientras me arrastraba hasta la mitad del talud y el ruido del tren y la velocidad y el olor y el humo y las chispas sobre la hierba seca. Y despues el tren se alejo y casi todos los alfileres habian desaparecido y dos habian quedado cruzados al reves y aun quedaba un perfecto par de pequenas tijeras, un verdadero regalo del cielo para mi. Y luego me volvi y vi el talud en llamas, y tuve que bordearlo un largo trecho hasta encontrar una zona que no estuviera ardiendo, y cuando subi no sabia donde estaba. La simultanea conjuncion del miedo y una profunda satisfaccion. Un legado para mi hija. El octavo trabajo de Hercules. Mi triunfo. Para nadie. -
No temas al amor de Alice A. Cross
https://gigalibros.com/no-temas-al-amor.htmlNunca creyo que el llegaria a romperle el corazon.
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Disparo al corazon de Emma Fraser
https://gigalibros.com/disparo-al-corazon.htmlSam Smith se levanto antes de que llegara el alba, tal y como tenia por costumbre, y preparo todo para comenzar un nuevo dia en su empresa. Podia presumir de ser el dueno de una de las companias informaticas mas importantes de Estados Unidos: Smith Corporation. Amasaba una fortuna que era la envidia de sus conocidos. A lo largo de toda su carrera empresaria se habia ganado tanto aliados con los que aumentar sus ingresos como enemigos, personas a las que habia pisoteado para escalar hacia la cima en la que se encontraba. Era una persona a la que le gustaba vestir con trajes de marca. Nadie lo habia visto jamas con otro tipo de ropa que no fuera un traje de Versace o cualquier otra marca importante. Tenia la suerte de vivir en una gran mansion a las afueras de Nueva York que, por lo que sabia, habia pertenecido a una gran celebridad de Hollywood y que la habia vendido tras arruinarse. Su nueva mujer se habia encaprichado de ella y no habia podido resistirse a comprarla. Con el paso de los anos, su figura habia aumentado como su fortuna. Era un hombre de complexion fuerte y estatura baja. Su pelo rubio siempre habia encandilado a la que fue su mujer, fallecida en un accidente de trafico, y sus ojos azules se habian empequenecido con el aumento de las bolsas de sus parpados. Cuando murio su primera mujer, estuvo a punto de caer en una profunda depresion. Sin embargo, Mary, la que era su secretaria, logro sacarlo del pozo en el que se habia sumido y se casaron un par de anos despues de la muerte de su esposa, algo que jamas acepto su unica hija, de la cual fue perdiendo poco a poco el carino, ya que pensaba que nunca habia querido realmente a su madre. Con el paso del tiempo y el aumento de su fortuna, su fanfarroneria y extravagancia tambien se acrecento, algo que enfurecia a los que consideraba sus enemigos e incluso a sus empleados, a los que trataba como si fueran la peor escoria. A principios de mayo, varios empleados hackearon el sistema informatico de una empresa del sector que estaba aproximandose a las cuantiosas ganancias de Smith Corporation. Aquella iniciativa fue llevaba a cabo sin su permiso y despidio a todos los culpables para evitar manchar el buen nombre de su empresa. Suspiro cuando paso por delante de la puerta de la habitacion que habia pertenecido a su hija, Ashley. Hacia ya mas de dos semanas que no sabia nada de ella desde la ultima pelea que habian tenido. La joven no soportaba la presencia de Mary en su casa y cuando regreso de la universidad de terminar sus estudios tuvo una gran pelea con ella. Sam no quiso posicionarse con ninguna debido a que las queria a ambas, y aquello fue lo que mas le dolio a su hija, que hizo las maletas y se fue a vivir a Lehigh, un municipio del condado de Northampton. Su orgullo le impedia llamarla para pedirle perdon y para que regresara junto a el para trabajar en la empresa familiar. Sin embargo, la joven le habia dicho claramente que no queria saber nada de el ni de su empresa. A pesar de eso, Sam habia enviado a varios de sus hombres para que siguieran su rastro y saber donde estaba y a que se dedicaba. No podia dejar a su hija sola. Sacudio la cabeza para alejar de el esos pensamientos tan negros y preparo su maletin para ir a trabajar. Con lentitud, bajo las escaleras que conducian al garaje donde su Porche descansaba resguardado de la incesante lluvia que sacudia Nueva York ese dia de principios de junio. Pisando el acelerador y disfrutando del camino, llego rapidamente al edificio donde habia montado su empresa. Esta era una construccion con una veintena de plantas y cuyas paredes estaban recubiertas en su totalidad de cristales. Su despacho se encontraba en la ultima planta del edificio y desde alli podia disfrutar de unas impresionantes vistas de las calles principales de la ciudad. Con parsimonia, subio al ascensor y tras diecinueve pisos accedio al ultimo, donde lo recibio la secretaria que habia ocupado el puesto de su actual mujer. --Buenos dias, senor Smith --lo saludo casi con miedo. La joven conocia el temperamento de su jefe y no queria provocarlo desde tan temprano--. Ya tiene el correo sobre su mesa. Sam asintio casi de forma imperceptible, pues casi nunca se detenia a hablar con sus empleados, ni queria que ellos se tomaran esa libertad, ya que consideraba que si el era el lider, no debian dirigirse a el como uno mas de la plantilla. Con pasos firmes y rapidos se dirigio a su despacho. Deseaba saber si ya habia llegado la carta que estaba esperando con los resultados de las encuestas sobre las empresas dedicadas al sector informatico. Abrio con la llave que siempre llevaba encima y se aproximo con rapidez a la mesa. Sin embargo, el correo era el que normalmente llegaba a su mesa. Ni rastro de la carta que estaba esperando. Las tiro como si nada sobre la mesa, pero una de ellas logro escurrirse y cayo al suelo. Esta llamo la atencion de Sam, puesto que no tenia remitente y era un tipo de sobre que no solian usar con el. Lo palpo antes de abrirlo y fruncio el ceno con extraneza. Cogio su abrecartas y rasgo el papel. Con cuidado, saco un folio y lo abrio. Su corazon comenzo a palpitar con fuerza y necesito sentarse para leer de nuevo el contenido de aquella carta. Por un momento, penso que se trataba de una broma, pero despues de leerla una y otra vez, supo que no era asi. Numerosos recortes de periodico formaban un mensaje claro y contundente: "Tu querida hija morira en pocos dias. Ella pagara por todo lo que me has hecho". No podia creer lo que sus ojos veian a pesar de que releia la carta una y otra vez. Volvio a mirar dentro del sobre y descubrio una foto en la que aparecia su hija saliendo de la que parecia ser la casa que habia alquilado en Lehigh. Un circulo en rojo rodeaba la cabeza de Ashley, completamente ajena al peligro que se avecinaba. Alargo la mano hacia el telefono y, con dedos temblorosos, marco el numero de un amigo suyo, cuyo hijo acababa de recibir una distincion honorifica, a pesar de su juventud, como detective.
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En la cama de al lado de Conde De San Xoan
https://gigalibros.com/en-la-cama-de-al-lado.htmlPrimer relato, podriamos decir, romantico del autor Conde de San Xoan.
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Quedate 5 de Lina Perozo Altamar
https://gigalibros.com/quedate-5.htmlPara Marion Laroche, no existe nada mas poderoso que el amor que siente por su familia; sin embargo, cuando los secretos que su esposo guarda, por fin salen a luz, sentira que todo su mundo se tambalea y que los sacrificios que ha hecho por el han sido en vano.
Richard Macbeth tendra que afrontar su pasado si desea tener una vida feliz junto a su familia, pero esto no sera facil porque los traumas que acarrean son tan poderosos, que pondran en peligro la poca estabilidad que ha conseguido y podra perderlo todo.
Mientras esto sucede en Amiens, otro escenario se muestra en Florencia, donde el amor hace que los Di Carlo y los Anderson vivan en pleno idilio. Hasta que nuevos sucesos los obligan a separarse, sin imaginar siquiera todas las pruebas que les pondra el destino.
Enzo Martoglio tendra como unico objetivo conquistar a la mujer que lo cautivo, sin importar que su corazon le pertenezca a otro hombre, hara hasta lo imposible para persuadirla de que acepte sus atenciones.
Llegamos al quinto volumen de esta saga que ha conquistado a miles de lectoras en el mundo, y que cada dia sigue atrapando a mas. -
La sangre es mas dulce de Helena Hermman
https://gigalibros.com/la-sangre-es-mas-dulce.htmlHistorias de amores prohibidos existen muchisimas. Pero si consideramos que esta novela de Helena Hermman ha sido considerada como la mas morbosa y perversa de la literatura under, entenderemos antes de leerla que siempre existe un limite que no todos pueden cruzar.
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Mi felicidad en tus latidos de Conde Valko
https://gigalibros.com/mi-felicidad-en-tus-latidos.html1-Tristezas Una gota, quizas una lagrima en la piel vegetal que recorre, o recuerdos de un tiempo mejor. Un suspiro. O aire que escapa de un cuerpo cansado, castigado. Un silencio. Por la pureza ensuciada, inocencia olvidada, la oportunidad perdida. Frio y dolor. Disfraces de algo peor: temores, miedos, certezas… Ausencias. 2-Horizontes De un recuerdo, de un verano, de unos versos regalados, de una barca, de una costa abandonada... memorias. De una historia sin errores de una entrega sin reservas de un amor irrepetible, inolvidable... nostalgias. De un futuro luminoso de una tierra que alcanzar, suenos, ilusiones... esperanzas. 3-Trofeo Tu mirada guardada en mi camara secreta con tus besos nunca dados, y el olvido. Mis deseos vidriosos y mil pedazos, desencuentros, absurdos anhelos. Y escondido entre mis trofeos tu desden, amistad de hielo, nada de nada y aun asi, mucho mas de lo que merezco. 4-De tus labios La voz quebrada, la voz amable, la voz que ya no sale; esencias desvanecidas. Notas, acordes, susurros, lamentos, remotos recuerdos. Sabiendo con amarga certeza que de tus labios sellados no brotaran mis deseos. 5-Pendulo Vuelo y me sumerjo triunfo y dudo, sueno y muero. Voy y vuelvo. No hay territorio habitable con medianas realidades sin festejos, sin punales, solo con banalidades. Y en mis incertidumbres o en mis certezas, solo constato tu ausencia. ?Indiferencia? 6-Exposicion Rie, rie, rie. Llora, llora, llora. Rie, llora, rie, llora, grita musicas secretas del alma. No reprimas, no postergues, no lo ocultes, no bloquees. No te blindes, no te cierres, no te pudras, no te veles. !Exponte! 7-Reconstruccion Fuego condensado, amor de hielo; corazones envenenados por pecados de otro tiempo. Como llama vacilante con la amenaza del aire, tu pasion ha desbordado mi cordura conquistada. Reconstruyo, y ya no encuentro de tus restos los que encajan en mis pedazos de suenos. 8-Cuerpo y mente Piel sobre piel, sudor compartido, alientos encadenados, y pensamientos nunca alcanzados. Lenguas que exploran labios mordidos, sabores entremezclados, y mentes distantes que no llegan a encontrarse. Tacto intuido, compas de latidos, cuerpos conjuntos, y deseos insospechados. 9-La mala semilla Bajo un barniz, tras un disfraz aparentes capas de normalidad. Una semilla en tu interior. Late muy dentro, resiste el invierno, parece que muere o ignoras si crece. En lo mas profundo, en lo mas oscuro, algo dormido o algo podrido. Tu sonrisa alcanza, tu mirada dana. Nuestra felicidad… inocencia amenazada. 10-Profundidad Si en tus ojos vislumbrara los retazos de mis suenos, si tus labios ofrecieran mil sabores que no encuentro. En los pozos del recuerdo no veo ya tu reflejo. Ni en lo profundo, ni en lo mas oscuro, ni en lo mas hondo del vacio inmenso. Fluye el agua de la misma tierra. Desde las entranas, beberte quiero. Pero no te hallo, pero no te veo, y ya no te anoro, y ya no te siento. 11-Vidas separadas Esparcidos en los cielos, separados por el tiempo o quizas por la distancia. No hay lamento. Estamos cerca. Estamos lejos. Estamos donde queremos, y nos echamos de menos. Si pudiera, me acercaria y te diria al oido todo lo que no me atrevo, todo lo que ya sabemos. Esperaremos. A alejarnos, a olvidarnos, a no querernos; a borrar cualquier recuerdo. 12-La ruina del cuerpo Primeros dias: alimento y sustento, materia nueva. Tiempo y vida: Batalla, lucha, exceso, dolor; materia enferma. Despiertas, respiras. Sientes; deseas un cuerpo renovado, regenerado. Y ya no es posible. Es un dano irreversible. 13-Gestacion Crece de ti, crece de mi. Nos sucede, nos mejora. Late, respira, se alimenta. En tu interior se gesta un milagro. A Mar y a Natalia 14-Perversidad Frutos jugosos, verde en las hojas, savia que fluye de unas raices podridas. Los pajaros anidan en sus ramas retorcidas, los amantes se besan bajo sus copas sombrias. Corteza enferma, corteza muerta. En el bosque de silencios los animales aguardan. Presienten, intuyen, perciben el mal que avanza. 15-Horror En sus pupilas grabadas imagenes de violencia: sangre, destrozos, horrores, un infierno sin olvido. Con el peso de los anos la nitidez se ha perdido. El pavor aun permanece, un infierno sin olvido. Veo el dolor cuando mira, concentrado, corrompido. Siento el hedor de la muerte, instalado, nunca ausente. Quiero lavar sus heridas, reconfortar sufrimientos, eliminar los recuerdos, poner fin a su agonia.
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El Odio y la Muerte de Christo Herrera Inapanta
https://gigalibros.com/el-odio-y-la-muerte.htmlTras el asesinato de su mujer, Andres fue inculpado y llevado a prision; no obstante un detective le permite salir tras demostrar su inocencia, se habian registrado otras muertes en similares circunstancias. Andres no dudara en investigar al asesino de su mujer siguiendo la unica pista que dejaban las victimas del criminal.
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Stay de Lucia M
https://gigalibros.com/stay.htmlStay es una historia a contrarreloj en la que John y Anna tendran que decidir si tan solo tres dias de sus vidas seran suficientes para cambiar el resto de la misma.
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Insufrible amor de Sophie Saint Rose
https://gigalibros.com/insufrible-amor.htmlMarion necesita un trabajo nuevo pero antes de volver a servir hamburguesas y aguantar a los clientes prefiere la tranquilidad de limpiar una casa. La tranquilidad y Jack Spencer no tienen nada que ver.
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Rendirse no es una opcion de Ramon Arroyo Prieto
https://gigalibros.com/rendirse-no-es-una-opcion.htmlCuando me diagnosticaron esclerosis multiple, un medico me aseguro que en poco tiempo no podria caminar ni 200 metros. Unos anos despues, participaba en mi primera Ironman, la prueba mas exigente del triatlon
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Sms. Soltera muy selectiva de Becca Devereux
https://gigalibros.com/sms-soltera-muy-selectiva.htmlDel sms al amor solo hay un paso
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Carbon animal de Ana Paula Maia
https://gigalibros.com/carbon-animal.htmlCarbon animal”” es la historia de tres hombres vinculados por el fuego: el bombero Ernesto Wesley, su hermano Ronivon, incinerador de cadaveres, y Edgar Wilson, minero del carbon. Los tres malviven en un lugar que podria estar tanto en Brasil como en cualquier otra parte, siempre que sea tierra arrasada; durante una epoca que podria ser cualquiera, siempre que todo este acabado o a punto de acabarse.
En ese tiempo y lugar, la energia se obtiene del carbon mineral y los cadaveres, los oficios son violentos o alienantes y la vida es una serie de reacciones donde el futuro no tiene ningun papel. En ese paisaje desolador, Ana Paula Maia es capaz de construir una novela profundamente lirica y humana, un drama corregido por un humor incendiario y cargado de imagenes casi cinematograficas.” -
F*llame como si salieras de la carcel de Jorge Borges
https://gigalibros.com/f-llame-como-si-salieras-de-la-carcel.htmlToda mi vida he sido su protegida.
Desde los 16 anos.
Ahora tengo 21.
Erik lleva 3 anos en la carcel. -
Siempre te he amado, Norah Carter de Monica Hoff , Norah Carter
https://gigalibros.com/siempre-te-he-amado-norah-carter.html?Quien diria que un “simple” viaje puede cambiar tu vida por completo?
Cuando Carlota y Fran llegan, junto a sus amigos, al Caribe, no podran ocultar por mas tiempo lo que sienten el uno por el otro. El secreto que han guardado por anos, saldra a la luz.
Pero no todo sera tan facil y, a veces parece ser que, por mas que ames a alguien, esa persona no esta destinada a permanecer en tu vida. ?Lo estaran ellos dos?
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Lord Desesperado (Lores Malditos 1) de Sydney Jane Baily
https://gigalibros.com/lord-desesperado-lores-malditos-1.htmlSimon contemplo la oscuridad y sintio una oleada de satisfaccion. No habia ni una pizca de luz. Asi era como le gustaba. El dia o la noche no suponian ninguna diferencia para el. Ni tendria por que. A la agonia que invadia su mente no le importaban cosas como la salida o la puesta del sol. Solo la entrada de sus sirvientes con una bandeja llena de comida o, mejor aun, con brandy frances, perturbaba su rutina. Un rayo de claridad atravesaba la infinita negrura cuando estos abrian la puerta con suavidad y depositaban su ofrenda casi sin hacer ruido sobre la mesa. De vez en cuando llegaba el medico infernal, si es que en realidad lo era, con sus tonterias sobre el aire fresco, los paseos y la toma de gotas de laudano para calmar su estado de animo. De manera exasperante, el hombre dejaba la puerta abierta de par en par para poder ver mejor a su <
>, como llamaba a Simon, quien no se sentia nada enfermo. El ultimo tratamiento novedoso aconsejado por el curandero fue la hipnosis, sugerencia que fue recibida por parte del falso enfermo con un grito de rabia echandolo de la casa. El hombre salio huyendo, y con razon. Tal vez, seria inteligente y no volveria nunca. Por suerte, alguien cerro la puerta tras el, y el mundo de Simon se sumio de nuevo en una absoluta oscuridad. De vez en cuando, si no podia concentrarse en el juego de ver a traves de las sobras, sus pensamientos se desviaban hacia Toby. El querido primo Tobias. Lo habian descuartizado y dado de comer a los pajaros ante los ojos de Simon. No fue una forma de tortura. No, Toby ya estaba muerto cuando empezaron a cortarlo en trozos, se habia desangrado en la celda antes de que arrastraran su cuerpo al sucio patio y lo hicieran pedazos, pero no fue un castigo, sino una advertencia a Simon y a los otros dos desventurados reclusos del terrible destino que les esperaba si se salian de la linea, como habia hecho Toby. Este habia pedido otro sorbo de agua, segun recordaba Simon. El guardia se ofendio y lo atraveso con su sable. Aquello sacudio a Simon hasta la medula. El y su primo habian pasado por muchas cosas juntos. Habian crecido tan unidos como si fueran hermanos y, por eso, cuando Toby anuncio su intencion de luchar por la reina y la patria, Simon sintio que tambien era su deber hacerlo, aunque pensara que la causa del conflicto birmano era el comercio de la madera de teca y el beneficio que reportaba, y no un ideal patriotico. Sin embargo, era imprescindible vencer a los franceses para evitar que realizasen alguna incursion en las posesiones imperiales de la reina Victoria. Despues de haber librado docenas de batallas, ambos al mando de tropas indias, acabaron como prisioneros en la misma celda birmana olvidada de Dios. Se habian cubierto las espaldas el uno al otro durante tanto tiempo, que a Simon le resultaba ahora imposible que aquel hombre, que siempre habia estado en su vida, inteligente, amable y feroz como el infierno cuando era necesario, ya no volveria a formar parte de esta. Ya nada tenia sentido. Su vida no tenia sentido, y tampoco preocuparse por ningun motivo. No encontraba ninguna razon para que algo le importase lo mas minimo, excepto esperar a la muerte, que era lo que Simon habia hecho hasta que un dia, por un milagro, o quiza por desgracia, la puerta de su celda se abrio de repente. !Rescate, libertad, condenacion eterna! ?Como iba a volver a esa vida de lujo y comodidades? ?Como iba a beber te y sentarse a la mesa con gente civilizada, cuando sabia que el ser humano podia alcanzar ese nivel de crueldad? ?Como podria olvidar los ojos vidriosos de Toby? ?Como podria cerrar los parpados y dormir? Simon no podia hacerlo, al menos, no de forma voluntaria. Luchaba contra el sueno cada noche, y a veces perdia la batalla. Se sentaba en la oscuridad y no dejaba que su cuerpo o su mente supieran si era la hora de la vigilia o del sueno. Sin embargo, cuando este lo dominaba durante unos minutos, incapaz de mantenerse despierto, se desataba el infierno. Las batallas, el salvajismo y los ojos de Toby eran sus pesadillas. Y la celda infestada de ratas. Siempre la celda. ?Aun estaba en ese pequeno espacio, en el que no podia ni ponerse de pie, sonando con esta casa en Sheffield, con esta habitacion en el hogar de su familia? ?O solo estaba imaginando esta vida, que le parecia completamente irreal, y en la que sabia que ya nunca podria participar? Simon Devere, septimo conde de Lindsey, lo ignoraba. Pero mientras permaneciese con los ojos abiertos en medio de la oscuridad para no poder fijarse demasiado en los detalles de la habitacion, entonces estaria aqui, en Inglaterra, en Belton Manor. Capitulo 1 --No creo que pueda trabajar un dia mas para ese hombre. --El inesperado comentario provino de una joven en edad casadera, con el pelo color caramelo, y que lucia una expresion de desdicha en su encantador rostro. Maggie habia vuelto a casa. Jenny se percato de la llegada de su hermana por el portazo de la puerta principal y, por lo tanto, estaba preparada para verla entrar en la habitacion, arrojar sus guantes sobre el escritorio y sentarse al otro lado del mismo. Jenny intento evitar la exasperacion en su voz. --No trabajas para ningun hombre, que yo sepa --le dijo--. Asi que, ?de que demonios estas hablando? Maggie fruncio el ceno, recogio unos papeles que tenia delante, los miro como si estuvieran escritos en un idioma extranjero, en lugar de ser los pagos de su pequena casa de campo y sus tierras, y luego los volvio a dejar sobre la brunida superficie de nogal. --Ya sabes a quien me refiero. A lord Desesperado. Jenny suspiro. --Eso suena poco amable. Ademas, tu no estas a su servicio, sino que ayudas a esa pobre mujer, que esta casi loca de dolor por la muerte de su marido. Muestra algo de compasion, Mags. Maggie se envaro. --Oh, lo hago, lo hago. Me siento con esos chicos a diario mientras intentan conjugar los verbos franceses y hablar con tanta fluidez como su madre. Si lady Devere entra en la habitacion, con su rostro palido y sus ojos enrojecidos, siempre le pregunto como se siente. Sin embargo, han pasado casi dos meses desde que lord Desesperado llego a casa y trajo la noticia del fallecimiento de su primo y esposo de lady Devere, ?no es asi? Por no mencionar que, en realidad, lleva muerto unos dos anos. Aun asi, la senora llora como si lo hubiera colocado hoy mismo en el feretro y acabara de darle la ultima despedida. --Tobias Devere era un buen hombre, segun tengo entendido --ofrecio Jenny. Maggie asintio. --Los ninos tambien lloran a veces, aunque dudo que lo recuerden. Aunque si se han dado cuenta de que su padre no va a volver. Nunca. Jenny oyo que la voz de Maggie se entrecortaba y supo que su hermana no era ajena a la tragedia de la familia Devere, pues le traia a la memoria su propia perdida, la de su querido, pero irresponsable padre, lord Blackwood. --No tengo nada que hacer alli --insistio Maggie--. No quiero estar en medio de su dolor. Tengo que lidiar con el mio --anadio--. Es mas, no quiero ser tutora de frances. ?Por que tengo que serlo? ?Por que no puedo quedarme en casa y ayudarte con esas cifras que estas sumando todo el dia? --Senalo los libros de contabilidad y los papeles sobre el escritorio. Jenny se encogio de hombros. --Todos hacemos lo que podemos para ayudar a mama. Ya lo sabes. Y tu eres tan poco apta para la aritmetica como yo para el frances. --?Y Eleanor? Jenny sonrio ante la idea de que su hermana menor pudiera desempenar un trabajo remunerado. --Si puedo encontrar una retribucion economica a sonar despierta y dibujar rosas de vez en cuando, entonces tendre el empleo perfecto para ella. Jenny extendio la mano por encima de la mesa y la puso sobre la de su hermana. --Por favor, sigue con ello. Se que tu salario es una miseria comparado con lo que vales, pero por ser la hija de un baron, te pagan mas de lo que pagarian a un verdadero tutor o a una institutriz. Las fosas nasales de Maggie se dilataron. --!Que debamos discutir sobre salarios, como… comerciantes! --Maggie se puso en pie, se dirigio al aparador y comenzo a juguetear con la jarra de brandy vacia. A los dieciocho anos, Maggie, la hermana mediana de Jenny, atrapada en el campo y sin ningun pretendiente a la vista, era muy consciente de su precaria situacion. Sobre todo, por la falta de dote y porque, lamentablemente, su unica temporada habia sido truncada con la prematura muerte de su padre a principios de ano. Entonces, los acreedores comenzaron a llamar a la puerta. Las perspectivas matrimoniales de Jenny tambien se esfumaron de inmediato cuando lord Adler, un vizconde aparentemente honrado que la habia cortejado y conquistado durante su segunda temporada, retiro su oferta de manera abrupta. Si su padre hubiera estado vivo, habria impugnado la ruptura del contrato verbal. Por supuesto, de haberlo estado, el vizconde no lo habria roto, en primer lugar. Jenny se habria casado, como era su deber, y tendria que haberse sentido agradecida por tener la oportunidad de ayudar a dirigir la hacienda de lord Alder y criar a los hijos con los que ella y el vizconde hubieran sido bendecidos. Sin embargo, Jenny solo habia sentido un leve interes por aquel hombre y por la idea de convertirse en su esposa. A la muerte del baron Lucien Blackwood, su madre no estaba preparada para hacer nada mas que reunir a su familia, incluidas sus tres hijas y todos los sirvientes que pudiera seguir empleando, y dirigirse a la casa de campo de la familia en Sheffield. Alli tenian muchos buenos recuerdos rodeadas de veranos calurosos y otonos frescos, al contrario que en Londres. Y durante muchos anos, cuando Jenny era mas joven, los Blackwood iban a Sheffield a pasar las vacaciones de invierno. Si los Deveres estaban en la residencia campestre, celebraban una de sus legendarias fiestas de Navidad. Jenny recordaba haber ido a Belton Park y haber conocido tanto a los Deveres con titulo que vivian en la gran casa solariega como a sus parientes menores de Jonling Hall. De los cuales, sir Tobias Devere, solia ser el feliz senor. La guerra de Birmania habia acabado con todo eso. Tobias se habia marchado hacia tres anos para cumplir su deber con su primo Simon, el vizconde y heredero del condado. Para cuando Jenny y su familia habian llegado de Londres, ya se temia que ambos estuvieran muertos, yl a familia de Tobias Devere se habia trasladado a Belton Manor. Jenny esperaba que el motivo de su mudanza fuera poner a la viuda y a sus hijos bajo la proteccion del conde. Sin embargo, temia que se debiera a la presion financiera que afectaba a muchas de las grandes familias, ya que mantener las tierras y pagar a los sirvientes no era tarea facil. --Incluso cuando estamos pasando una tarde agradable --se lamento Maggie--, de repente, oimos a lord Desesperado… --Por favor --interrumpio Jenny--, deja de llamarlo asi. Mas o menos al mismo tiempo que su familia se establecia en Sheffield, Simon Devere habia regresado en un estado mental terrible, o eso decian los rumores, que se extendieron con rapidez entre los habitantes del pueblo. Es mas, habia confirmado lo peor respecto a lady Devere, la esposa del primo de este, nacida en Francia. Sir Tobias habia muerto, y Simon, cuyo padre habia fallecido mientras el estaba en Birmania, ya no era vizconde, sino el nuevo conde. Un conde al que nadie habia visto salir de Belton Manor desde su regreso. --Es lord Devere, y el noble de mayor rango de este condado --le recordo a su hermana. Jenny guardaba una vaga memoria de las pocas veces que su familia habia ido a la mansion para una fiesta de Navidad o de finales de verano. El conde tenia ojos amables y era bastante llamativo. Era mayor que ella, quiza siete u ocho anos, por lo que nunca habia compartido con el mas que un breve saludo. Sin embargo, se habia quedado con la impresion de que era cortes. --En realidad, supongo que ahora que su padre ha fallecido, lord Devere se ha convertido en lord Lindsey. --Bien --cedio Maggie--. El caso es que, mientras les leo un cuento los ninos y les pido que presten atencion al vocabulario, tenemos que escuchar a lord Lindsey gritar o dar golpes en su habitacion como un jabali herido. El abatimiento que cae sobre ellos y la pobre lady Devere es casi palpable. Habria sido mejor que se quedaran en Londres. --Tal vez no tenian otra opcion. Maggie lo considero en silencio, y luego senalo los papeles sobre el escritorio. --?Como ha ido? ?Estamos en mejor situacion que el mes pasado? Jenny miro los numeros que tenia delante. --Tu salario ayuda enormemente. --Eso era exagerar, pero cada pequena cantidad contaba. Maggie asintio en senal de acuerdo. --Tu contribucion es mucho mayor, estoy segura. Jenny se sonrojo. Si, sus habilidades contables habian aportado una buena suma, y esperaba que eso continuara, siempre y cuando los duenos de aquellos libros no supieran que era ella, una simple solterona de veinte anos quien se ocupaba de su contabilidad. Se volverian locos si conocieran su identidad, una mujer sin experiencia en los negocios. A traves de Henry, el criado de su padre, al que su madre se habia negado a despedir tras la muerte de lord Blackwood, Jenny habia conseguido ganarse la confianza de unos cuantos clientes. Llevaba las cuentas de los comerciantes locales, asi como de algunos nobles. Henry era el encargado de llevarle los libros de cuentas, y ella era el misterioso genio que determinaba la cantidad que un subdito leal debia a la corona o tenia derecho a guardar en sus propias arcas. Si tan solo hubiera sabido las terribles circunstancias de su padre… Gracias a su creciente clientela y al modo de vida frugal, evitaba que su madre, sus hermanas y su hogar cayeran en la indigencia. Aunque Maggie no aportaba gran cosa, la idea de que todo no recaia sobre sus espaldas reconfortaba mucho a Jenny, y asi podia afrontar la considerable carga de la manutencion de su familia. Ademas, aunque no se lo habia mencionado a Maggie ni a Eleanor, todavia les quedaba algo de dinero de la venta de su casa en la ciudad. Con esto y la bendicion de su madre, Jenny estaba decidida a darles a sus hermanas la oportunidad de tener su temporada en Londres, aunque esta fuera muy corta. Sin embargo, seria imposible reunir una dote. Las dos jovenes eran encantadoras, Jenny lo sabia, y si tan solo pudieran dejarse ver en algunos salones de baile, tendrian ocasion de conseguir un buen partido. En cuanto a ella misma, Jenny descubrio que no le importaba el drastico cambio de estilo de vida, como habia temido. Ser una solterona en Londres habria sido insoportable; habria sido despreciada y sus compromisos sociales se habrian visto severamente limitados a medida que envejecia. En el campo, tenia libertad. Ya dirigia una casa y supervisaba a sus hermanas como si fuera un hombre. Montaba a caballo cuando queria y leia lo que le apetecia, y aqui nadie la obligaba a tocar el temido pianoforte, a cantar o a bordar. De hecho, Jenny odiaba beneficiarse de la miseria de los demas, y menos aun de la su madre y hermanas, pero su vida habia mejorado. Y no habia tenido que asumir el papel de esposa de un vizconde, sobre todo, como resulto evidente, el de una esposa que no era en realidad deseada. La unica nube negra era la ingrata posibilidad de no casarse nunca, de no experimentar los misterios del lecho matrimonial ni de tener hijos propios. --De todos modos, no puedo volver manana. --La voz de Maggie la saco de sus pensamientos. Jenny se puso en pie. --?Que estas diciendo? ?Por que no? --Mama me ha pedido que lleve a Eleanor a la ciudad para comprarle un sombrero nuevo, ya que los ha perdido todos, y unos guantes, pues ha roto su ultimo par. Un sombrero y unos guantes. Jenny queria gritar ante la frivolidad de aquello. --No puedes abandonar a tus pupilos por un asunto asi. No cuando se supone que estas trabajando. Maggie levanto la mano. -
Despierta el genio financiero de tus hijos de Robert T. Kiyosaki
https://gigalibros.com/despierta-el-genio-financiero-de-tus-hijos.htmlLa guia definitiva del Padre Rico para que los padres brinden la mejor educacion financiera a sus hijos.
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La historia universal de Ali Smith
https://gigalibros.com/la-historia-universal.htmlLa historia universal reune doce historias que recorren un ano completo.
Ali Smith es una de las mejores escritoras del Reino Unido. Este libro, en el que nos encontramos con algunos de sus mejores textos, contiene doce cuentos en los que el amor, la tristeza y, muy especialmente, los libros y los libreros son los protagonistas. Doce cuentos que recorren un ano completo, comenzando en febrero, el mes en que transcurre el primero, “La historia universal”, y terminando en enero, con el relato “El principio de las cosas”.
En algunos cuentos se menciona el mes especificamente, en otros solo se hace una referencia a la estacion. Las estaciones son una imagen recurrente en los cuentos, como tambien lo son los libros y las plantas, sobre todo, los arboles. Historias unicas que se entrelazan en un laberinto de coincidencias, oportunidades, conexiones perdidas y reencontradas. -
Maldad latente de Sandra Brown
https://gigalibros.com/maldad-latente.htmlUn vibrante thriller que plantea la eterna pregunta: <>, y le da la vuelta por completo.
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Contornos de Jose Escalera
https://gigalibros.com/contornos.htmlCon Ricardo, un joven arquitecto que vive con despreocupacion sus aventuras amorosas y relaciones esporadicas, nos adentramos en los deseos humanos y en como se suceden las contradicciones que nos alejan de la felicidad. Una busqueda personal que lo llevara, tras un sabado de excesos, a enfrentarse a temores propios y ajenos, mientras discierne si todo lo que anhela es posible y si lo posible es tan real como sus deseos. Siete mujeres y una frenetica semana que no podia ser como las demas, le mostraran el reverso de una realidad cambiante y perturbadora, en la que cualquiera puede perderse, pero de la que muy pocos consiguen salir.
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El pozo del cielo de Cristina Cerezales Laforet
https://gigalibros.com/el-pozo-del-cielo.htmlAndres y Florinda inician una historia de amor oculta, mientras juegan a llamarse Ariadna y Teseo. Pasados los anos, la pasion entre los dos amantes se va enfriando hasta conducir la relacion a un punto muerto. Pero un dia, durante un viaje de Andres, Florinda recibe una visita que trastoca su existencia y le hace abandonar su casa, el lugar de su amor secreto, sin dar ningun tipo de explicacion.Cuando el regresa, se encuentra con una casa sin Florinda, en la que no soporta vivir con su ausencia pero de la que tampoco puede escapar, no consigue dejar de esperarla.
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Yo mate a Rebecca Blackwood de Ana Trigo
https://gigalibros.com/yo-mate-a-rebecca-blackwood.htmlUn violonchelo Stradivarius sobre el que recae una inquietante leyenda.
Una misteriosa desaparicion.
Un crimen sin resolver.
Una historia de fantasmas donde nada es lo que parece. -
Hasta el Fin de la Soledad. Pandemia de Angel Palacios
https://gigalibros.com/hasta-el-fin-de-la-soledad-pandemia.htmlEn medio de un mundo desolado por una pandemia, Adhara se enfrente a la incognita de saber a donde ha ido su unico companero. Las dudas le inundan al igual que los recuerdos de su vida con el. Y cuando Adhara intenta continuar su vida lo mas normal posible, en medio de una profunda soledad, cuando empieza a escuchar que alguien le persigue.
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El espia de Franco de Luis Rius Caso
https://gigalibros.com/el-espia-de-franco.html<>
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Yo no te prometo amor de Connie Acevedo B
https://gigalibros.com/yo-no-te-prometo-amor.htmlMelrose es una mujer que tiene lo que todas podrian desear. Belleza, solvencia economica, pero sobre todo la total atencion de su novio. Sin embargo, su vida da un drastico giro cuando se entera de su embarazo.
Jeff Thompson, un reconocido productor de television que ya ha experimentado un matrimonio fallido, y una aun peor experiencia como padre, decide que no pasara nuevamente por todo eso, y le pide que se deshaga del bebe. Desilusionada, e incapaz de hacer lo que Jeff le pide, Melrose decide seguir adelante sola con su maternidad.
Sin embargo, su sombrio panorama cambia de forma radical tras una nefasta cita a ciegas. El reencuentro con quien fuera su primer y gran amor: Alex Hawthorne, un exitoso arqueologo al que tuvo que dejar ir hace diez anos para que cumpliera con sus suenos puede cambiar su vida para siempre.
Alex esta de vuelta y le basta ese reencuentro para darse cuenta de que desea recuperar todo lo que perdio al marcharse, y para esto esta dispuesto a hacer lo que sea. Incluso ser el padre del bebe que Melrose lleva en el vientre.
?Podra Melrose aceptar la oferta del amor de su vida? ?O lo dejara ir para no atarlo con un bebe que ni siquiera es suyo?