• la sombra de tinta negra - Luciana Zavattaro

    https://gigalibros.com/la-sombra-de-tinta-negra.html

    "Mis manos estan manchadas de sangre... las hojas de tinta"

  • La Sombra de Tinta Negra : Zavattaro, Luciana: Amazon.es

    https://www.amazon.es/Sombra-Tinta-Negra-Luciana-Zavattaro/dp/1082770183

    La Sombra de Tinta Negra : Zavattaro, Luciana: Amazon.es: Libros. ... “Mis manos están manchadas de sangre… las hojas de tinta”La célebre escritora Paola ...

  • La sombra de tinta negra by Luciana Zavattaro - Goodreads

    https://www.goodreads.com/es/book/show/50181503

    Be the first to ask a question about La sombra de tinta negra ... una escritora consagrada que una noche luego de una presentacion de su ultimo libro, ...

  • Amazon.com: La Sombra de Tinta Negra (Spanish Edition ...

    https://www.amazon.com/-/es/Luciana-Zavattaro/dp/1082770183

    Amazon.com: La Sombra de Tinta Negra (Spanish Edition): 9781082770180: Zavattaro, Luciana: Libros.

  • Reseña: "La sombra de tinta negra", de Luciana Zavattaro

    http://inbooks91.blogspot.com/2019/07/resena-la-sombra-de-tinta-negra-de.html

    4 jul 2019 — "La sombra de tinta negra" es un libro misterioso y atrapante por donde se lo mire. Leer sus páginas nos invita a sumergirnos en una ...

  • La sombra de tinta negra - Luciana Zavattaro - Debeleer.com

    https://www.debeleer.com/la-sombra-de-tinta-negra-luciana-zavattaro/

    El éxito se había disparado tras la publicación de su tercer libro; “El Secreto del Prisionero Numero 27”. Trataba sobre la desaparición de un convicto en una ...

  • Sombra De Tinta Negra, La - Zavattaro, Luciana | MercadoLibre

    https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-877862750-sombra-de-tinta-negra-la-zavattaro-luciana-_JM

    El Atril es el recurso obligado para quien busca libros. No dudes en consultar cualquier detalle que quieras sobre esta publicación, cualquier libro o artículo ...

  • Sombra De Tinta Negra La - Zavattaro Luciana | MercadoLibre

    https://articulo.mercadolibre.com.ar/MLA-800235573-sombra-de-tinta-negra-la-zavattaro-luciana-_JM

    Título del libro, Sombra De Tinta Negra, La ... Con más de 30 años en el rubro y un vastísimo stock de libros nuevos y usados, Librerías El Atril es el ...

  • Inicio | La Sombra De Tinta Negra - Wix.com

    https://lucianazzzz.wixsite.com/lasombradetintanegra

    31 jul 2019 — "La sombra de tinta negra" es un libro misterioso y atrapante por donde se lo mire. Leer sus páginas nos invita a sumergirnos en una.

  • El ladron de reflejos de Marta Lujan

    https://gigalibros.com/el-ladron-de-reflejos.html

    Un viaje a una dimension atemporal.

  • En el abismo de Arnaldur Indridason

    https://gigalibros.com/en-el-abismo.html

    Un hombre confecciona una mascara de cuero con un clavo fijado en la frente. Se trata de una <> usada antiguamente por los granjeros islandeses para sacrificar terneros. Al mismo tiempo, un reencuentro con sus antiguos companeros de instituto deja a Sigurdur Oli insatisfecho con su vida en el cuerpo de policia. Mientras Islandia experimenta un boom economico, su relacion sentimental hace aguas e incluso su puesto en la Policia Judicial queda en peligro tras haber aceptado hablar con una pareja de chantajistas para hacerle un favor a un amigo.

  • El dia en que los leones comeran ensalada verde de Raphaelle Giordano

    https://gigalibros.com/el-dia-en-que-los-leones-comeran-ensalada-verde.html

    El nuevo libro de Raphaelle Giordano, autora de Tu segunda vida empieza cuando descubres que solo tienes una y artifice del fenomeno de la novela terapeutica, es una historia fresca y positiva que esconde las claves para manejar las actitudes toxicas y controladoras que aparecen en nuestro camino.

  • A la puta calle de Cristina Fallaras

    https://gigalibros.com/a-la-puta-calle.html

    Todos los espanoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes publicos promoveran las condiciones necesarias y estableceran las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilizacion del suelo de acuerdo con el interes general para impedir la especulacion. La comunidad participara en las plusvalias que genere la accion urbanistica de los entes publicos. Articulo 47 de la Constitucion Espanola desahuciar. (De des- y ahuciar). 1. tr. Quitar a alguien toda esperanza de conseguir lo que desea. U. t. c. prnl. 2. tr. Dicho de un medico: Admitir que un enfermo no tiene posibilidad de curacion. 3. tr. Dicho de un dueno o de un arrendador: Despedir al inquilino o arrendatario mediante una accion legal. Diccionario de la Lengua Espanola (Real Academia Espanola) Gobernar, a veces, es repartir el dolor. ALBERTO RUIZ-GALLARDON, ministro de Justicia, 12 de diciembre de 2012 Nosotros somos los que no esperamos ya el principio de mes Ustedes dicen y escriben diferencial en maximos, test de confianza, rentabilidad del bono. Pero nada escriben de la vuelta al jabon de sebo en pastilla, de la leche alargada con agua, del agujero en cada camiseta. Ustedes manejan el spread y el bund, la emision de deuda, los fondos de inversion. Pero nada saben del panico a septiembre sin batas de colegio, del Mama, ?otra vez arroz?, de la bota infantil robada en el mercadillo. Ustedes publican y enuncian repunte de la rentabilidad, bonos basura, reduccion de la volatilidad. Pero ignoran las sudadas tardes de cola en el locutorio, el barullo frente al contenedor de los desperdicios de la hamburgueseria, la mirada baja frente a la entrega del kit de alimentos, jabon, compresas y panales. Nosotros no entendemos nada de esas cosas suyas, el incremento de la ratio de cobertura, primas, riesgos, test, mercados. Pero ustedes entienden mucho menos de lo nuestro. No entienden nada de nada, porque son los unicos que estrenan trajes, porque el panico peludo hay que haberlo vivido, y la miseria. Nosotros somos los que no esperamos ya el principio de mes. Ustedes hablan, escriben, saben de conceptos, que comoda es la abstraccion, que poco dura el relato cuando duele. Que risa, la teoria del relato en politica. Ustedes son de los que creen que lo que no se nombra no existe. Ustedes acostumbran a pensar que los pobres y los desahuciados no saben escribir ni expresarse. Ya veran que pronto se les va a pasar. Los desahucios y su asunto narrativo La tarde del martes 13 de noviembre de 2012 me sente a escribir una cronica para el diario El Mundo. Aquella iba a ser una tarde como de fiesta en casa, la vispera de una huelga general siempre tiene su jolgorio, sus helicopteros y su Raimon. Me fastidio aquella celebracion un tipo que venia del juzgado y que, pese a que yo sabia que acabaria llegando, consiguio dejarme helada, pegada a un cambio de vertigo, un cambio que entonces no habria sabido enunciar. En el momento en el que me sente ante el teclado, en la galeria de una casa que nunca ha sido ni sera ya mia pero donde vivo con mis hijos desde que el mayor cumplio tres, en ese preciso instante deje, no se aun por cuanto tiempo, de ser una escritora, periodista y editora, para convertirme en una desahuciada. Eso si, una desahuciada capaz de narrarlo por escrito, de contarlo argumentado ante una camara y con experiencia, algo sumamente comodo, claro. Un testimonio directo en primera persona resulta muy comodo e impactante. Periodismo, por lo visto, de santisima trinidad, objeto, sujeto y analisis. Una y trina. Para entender la existencia de este libro y la multiplicacion de mi desahucio en los medios de comunicacion, es necesario leer esa cronica que publique el dia 15 de noviembre de 2012 en El Mundo, donde tengo un blog semanal bajo el epigrafe de <>, antetitulo incomodo que preveia notas sobre lo femenino. Algunas asomaran por aqui, pero esta resulta imprescindible, porque sin ella no existiria este libro ni podria entenderse su arranque. Alla va. Llega mi desahucio A las 19.40 suena el timbre de la puerta. Abre Lucas (10), y Pepa (4) sale corriendo a ver quien llega. Como manana es dia de huelga y no van a ir al colegio, tienen animo de viernes. --Mama, es un senor. Por las mananas, cuando trabajo sola en casa, no suelo abrir la puerta. Las puertas de la manana siempre abren malas noticias. Pero las ocho menos veinte de la tarde suelen traer amigos o un vecino al que se le ha caido un calcetin. En cuanto enfrento al tipo del rellano se lo que acaba de llegar. --Le traigo una comunicacion del juzgado. Bajo el brazo derecho lleva un paqueton de folios, calculo que unos trescientos. Con la izquierda me tiende un papel. --?Es la orden de desahucio? --pregunto. Llevo ya algun tiempo esperandola, desde que el BBVA me comunico que si queria saber algo de mi hipoteca me pusiera en contacto con los servicios juridicos. Cuando una oye en la oficina bancaria <>, sabe que las cosas han pasado a un lugar en el que se manejan otras palabras, otros terminos. Es una sensacion similar a la que provocaban <> en la primera adolescencia. Tendras que vivirlas, vas a oirlas, pero lo esencial se te va a escapar. --Bueno, mas o menos --el tipo titubea--. Tiene usted que presentarse en el juzgado y firmarme esto. --?Y si no lo firmo? --Le va a dar igual. A lo lejos se oyen los primeros petardos, que calientan una huelga general que alguna lumbrera, ya me da igual de que partido, ha calificado de <>, como si hubiera alguna huelga que no lo fuera. Que sabran. --Ninos, id tirando hacia el salon. Firmo. Total... Firmo y agarro el paqueton de folios. Juzgado de Primera Instancia 4, Barcelona. Gran Via de les Corts Catalanes, 111. Procedimiento Ejecucion Hipotecaria xxx/2012, Seccion 2C. Parte demandante: BANCO BILBAO VIZCAYA ARGENTARIA, S. A. Procurador: IRENE SOLA SOLE. Parte demandada: Cristina Fallaras Sanchez. Me detengo a pensar que el nombre del demandante y el de la procuradora estan escritos en mayusculas y el mio en minusculas. Que curioso las cosas que nos llaman la atencion cuando la realidad se empina y hace frio. Hay amigos en casa. Dejo el taco de folios sobre la repisa y hablo con ellos de las cosas de la huelga. He publicado un articulo donde enumero las razones --las primeras que me han venido a la cabeza, tengo muchas mas-- por las que me sumare. Luego, les paso los folios y me voy a la galeria. No quiero que se rompa la sensacion que he conservado intacta durante los meses que lleva recorridos mi proceso de desahucio --un desahucio es un camino largo, muy largo, en el que cuando interviene el juez tu ya andas un poco menos recta, esos crujidos por la noche--, la sensacion que he guardado bien: no me puede pasar a mi, aunque diga (yo) que nos puede pasar a todos, aunque no pueda pagar, aunque este entre los primeros despidos de la crisis, hace ya cuatro anos. No quiero que se rompa la sensacion de que si sigo trabajando, si sigo escribiendo, si sigo publicando pasara algo. ?Que? Yo que se. Cuando empezo todo esto, mis amigos me preguntaban: ?Y que haras si te desahucian? Mi respuesta siempre era la misma: No puedo pensar en eso, tengo que seguir adelante, si dejo de pedalear me caigo. Cuando una persona deja de pagar su alquiler o su hipoteca es porque no tiene dinero para hacerlo. Parece de Perogrullo, ?no? Cuando una persona no tiene dinero para pagar su casa, si se la quitas o si te la da --la dacion en pago es una medida rastrera--, ?donde crees que puede ir? ?Crees que alguien le va a alquilar un piso? Y en el remotisimo caso de que asi sea, ?como va a pagarlo (de nuevo)? Me siento en el ordenador de la galeria. Creo que todas estas cosas hay que contarlas, como los despidos de embarazadas, como las diferencias de salarios, como cualquier abuso. Creo que hacerlas publicas ayuda a que hayamos llegado al punto en el que estamos. Miserable, si, pero punto al fin, con informacion circulando. Asi que enciendo el ordenador y, por inercia, me doy un paseo por los periodicos digitales. Leo: Gobierno-PSOE: dia y medio con los desahucios sobre la mesa Gobierno y PSOE se dan un dia mas para cerrar un acuerdo contra los desahucios Me sorprende no sentir rabia. La furia con la que he vivido durante los ultimos dos anos ha dado paso a una sensacion de desanimo, verguenza y soledad. Aquellos a quienes los ciudadanos elegimos para que gestionaran este pais no solo no han estado a la altura, sino que han desertado, han dado la espalda a las personas que dependen de ellos, de sus decisiones, de las leyes que dicten. Los unos y los otros, todos. Los ciudadanos espanoles ya no creen en el papel de sus politicos. A mi me parece sencillamente que no hay gobierno, y me abruma este pais que veo retroceder, con peineta y banqueros, hacia epocas que no recuerdo haber vivido. Termino de escribir esto a las 23.45. En un cuarto de hora empezara la segunda huelga general del ano. Yo estare ahi. Contra todos ellos. Politica, claro. Este libro no es un ensayo sobre los desahucios ni sobre la crisis economica en Espana. En este libro no va a encontrar listas de cifras, cuadros y estadisticas. Ya a nadie le cabe duda de cuanto han robado los bancos, de como les han ayudado los sucesivos gobiernos, y de que cientos de miles de personas corren el riesgo de dormir al raso. Muchos ciudadanos, sobre todo aquellos que lo padecemos, lo tenemos claro. Sin embargo, otros muchos millones aun se muestran incapaces de creer que les pueda pasar lo mismo. Este libro es la narracion de mi desahucio, un proceso de hundimiento en la miseria que arranca el dia que me despidieron de un diario, a finales de 2008, y termina aquella tarde del 13 de noviembre de 2012 en la que el tipo llamo a la puerta y me convirtio en una desahuciada. Cunde la idea, porque la comunicacion necesita cuadrar los terminos, de que un desahucio -- en el caso de los pisos en propiedad-- se produce en el momento en el que llega la policia y te desaloja de la vivienda que hace tiempo que no pagas, despues de que un juez haya decidido que dicha vivienda debe volver a su verdadero propietario, el banco que te concedio un credito para comprarla. Se trata de una vision corta y falsa. El proceso de un desahucio es mucho mas largo. Si nos atenemos a lo estrictamente judicial, un desahucio arranca el dia que tu credito pasa de lo que llaman <> a lo que llaman <>. Es decir, cuando dejas de pagar la tercera cuota de la hipoteca; cuando ya son tres plazos, tres meses, los que no has pagado. Entonces, la oficina bancaria se desentiende de ti y pasas a tratar con algo llamado <>, lo que supone dejar de tratar con personas y pasar a hacerlo con mecanismos. Despues de eso, llega un tiempo indeterminado, segun tu capacidad de trampear o de engatusarlos, hasta que tu caso pasa al juez y el juez decide que te echen de la casa. Pueden ser cinco o seis meses; puede ser, como me paso a mi, mas de ano y medio. Durante todo ese tiempo, tu --y tu familia, si es el caso-- ya no teneis vivienda, y la vida se convierte en una carrera para ver donde encuentras cobijo, techo, guarida. Porque hasta las bestias necesitan su madriguera. Sin embargo yo voy a ir mas alla, porque considero que en una situacion como la de la crisis actual espanola, con cerca de un 30 por ciento de la poblacion en paro y una creacion de empleo igual a cero, el desahucio arranca cuando te dejan sin trabajo, cuando te despiden. De ahi que a los desahucios derivados de la burbuja inmobiliaria, los desahucios de segundas residencias -- algo que mi generacion no conoce, desde luego-- y similares, se hayan sumado en los ultimos dos anos los desahucios de familias que no han especulado con la vivienda, que no se han lucrado con la burbuja ni el ladrillo, que simplemente tenian la posibilidad de pagar un piso, en condiciones normales, y que de la noche a la manana se han visto privadas de las herramientas para lo que se conoce como ganarse la vida. Ganarse la vida es algo en lo que uno piensa a menudo en el larguisimo camino que va desde el despido hasta el desahucio. Por eso, esta cronica de mi desahucio parte del momento en el que me despidieron del diario en el que trabajaba como subdirectora. Y recorre, paso a paso, el calvario que termina en la orden de desahucio. Probablemente estas consideraciones no son aplicables a otros momentos historicos, pero es que no conocemos una situacion semejante a la espanola, que ha pasado de los 1 833 900 parados que habia al inicio de 2008 a los mas de seis millones que la Union Europea nos calcula para uno de estos meses, quien sabe si ya cuando usted lea estas lineas. En toda la Union Europea, incluso en todo lo que conocemos como Occidente, se esta viviendo una crisis durisima. El caso de Espana es unico, por este desempleo sin precedentes. Quien no quiera verlo sera sencillamente porque aun no le ha tocado. Y hay que tener en cuenta que esta loteria funebre ya no les toca solo a los miembros de lo que se denomina, malditas palabras, <>. Esta loteria ha empezado a tocarle con furia a los miembros de lo que llaman clase media profesional. Elija usted donde se encuentra y mire bien sus numeros. Yo soy una mas, un ejemplo de todo esto. Solo eso. Y esta narracion es un ejemplo de la dificultad, la enorme e increible dificultad que las personas que aun no han caido en el hoyo tienen de entender que el problema de los desahucios y el desempleo ya no es cosa de unos pocos, sino que representa la situacion de un gran porcentaje de la poblacion. Por eso este libro no es una compilacion de datos --hay muchos, basta con buscarlos en internet--, sino la descripcion de como sucede un desahucio, que pasos llevan hasta el y como afecta a la vida del desahuciado, a su familia y a las relaciones con el entorno.

  • El peon del Rey: La secta de los banqueros de Alma Sampedro

    https://gigalibros.com/el-peon-del-rey-la-secta-de-los-banqueros.html

    La vida de Sofia parece haber firmado un pacto con el destino tras haber sobrevivido a las peores semanas de su vida y haberse comprometido con el hombre de sus suenos. Pero su universo dara un dramatico giro de ciento ochenta grados al escuchar una enigmatica y demoledora conversacion privada entre su hermana y su prometido.

  • Mi error fue creer en cuentos de hadas. Parte 2 de Moruena Estringana

    https://gigalibros.com/mi-error-fue-creer-en-cuentos-de-hadas-parte-2.html

  • La ultima historia que contar de Buho

    https://gigalibros.com/la-ultima-historia-que-contar.html

    Janet intentaba conciliar el sueno en aquella cama improvisada que habia armado en mitad del salon de la casa de su hermano. Faltaban pocas horas para el funeral de su cunada y no habia querido dejarle solo en aquel momento tan fatidico de su vida. Jackson estaba destrozado. Podia verlo en la forma en la que se arrastraba por toda la casa, de habitacion en habitacion, sin mediar una sola palabra con ella. Parecia un alma en pena, un muerto viviente que erraba sin rumbo por el mundo. << Vete >> , le decia, << dejame en paz, quiero estar solo >> . Esas eran las unicas palabras que repetia, en bucle, una detras de otra. Janet sentia lastima por el. Sabia que Ana habia sido el gran amor de su vida y que, aunque ella hacia mucho tiempo que habia perdido la esperanza de sobrevivir, el nunca se habia rendido. Siempre creyo que al final la fuerza de su mujer ganaria la batalla contra la enfermedad. Pero se equivocaba. La enfermedad habia ganado, tal y como los medicos habian predicho que sucederia. Toc, toc, toc... Tres golpes firmes y secos la obligaron a abrir los ojos. Miro el reloj que colgaba sobre la repisa del salon y comprobo que eran las dos menos cuarto de la madrugada. Toc, toc, toc... Los golpes provenian de la cocina. Jackson debia de estar preparandose algo para comer, y eso era bueno. Muy bueno. ?Cuanto llevaba su hermano sin alimentarse? Lo veia escualido y palido. Parecia un saco de huesos con una careta cadaverica en el rostro. Aquellas ojeras ennegrecidas delataban el sufrimiento que habia padecido durante los ultimos meses de su vida. Toc, toc, toc... Janet tuvo un mal presentimiento y se incorporo sobre el colchon. Encendio la lampara de pie de la estancia y volvio a comprobar el reloj de la repisa. Sonrio al ver todos los libros que descansaban en la estanteria y penso en su cunada. Habia sido una gran lectora. Se fijo en uno en concreto. << Esperanza >> , de Paula Brown. Esperanza. Aquel si que era un buen titulo. Toc, toc, toc... El mal presentimiento volvio a instaurarse en ella y, confusa, se incorporo y camino por el oscuro pasillo. La luz de la cocina estaba encendida. La puerta abierta. Una escalofriante imagen se proyectaba en la sombra de la pared; su hermano estaba sentado y su silueta se perfilaba con detalle, pero habia algo extrano en aquella sombra. En su pecho…, habia algo que no encajaba. Janet sintio que se quedaba sin respiracion y camino un paso al frente para asomar la cabeza a traves del umbral. Entonces, lo vio y lo comprendio todo. Los ojos se le empanaron de inmediato. Jackson estaba sentado en la silla, en mitad de la estancia, y un cuchillo atravesaba su pecho. Toc, toc, toc... Tenia la mirada perdida en la lejania y estaba totalmente ido mientras que, con el puno de la mano derecha, golpeaba con fuerza aquel punal que cada vez desgarraba mas su carne, introduciendose en su interior. Clavandose mas hondo y mas hondo en su esternon. El grito ensordecedor de Janet inundo la casa. La muerte seguia presente entre aquellas paredes. 1 Paula reviso su bandeja de correo electronico por decimoquinta vez en aquella manana. Los emails se iban aglomerando, uno detras de otro, y ni siquiera se atrevia a abrirlos. Algunos pertenecian a su editora, otros, en cambio, provenian de sus mas fieles y antiguos lectores. Suspiro profundamente antes de cerrar la pantalla. En algun instante tendria que armarse del suficiente valor como para dar la cara, pero por el momento no se veia ni remotamente capaz. Tic, tac. El tiempo jugaba en su contra. A pesar de que seguia en el top de ventas, las ganancias de su ultima novela cada vez iban descendiendo mas y mas. Abrio la pagina vacia del procesador de textos y se quedo mirandola con una sensacion de desasosiego que iba in crescendo dentro de ella. En lugar de comenzar con las primeras palabras de una historia, opto por realizar esa maravillosa lista que su terapeuta le habia recomendado y con la que pretendia solucionar el problema de su bloqueo mental. Ella, la chica prodigio, estaba sin ideas. Su mente, que siempre era un bullicio constante de personajes, tramas y reflexiones, se habia quedado vacia. En blanco. Cuando cerraba los ojos y pensaba en lo proximo que iba a escribir, no encontraba nada; solamente una neblina blanca que lo empanaba todo y que le hacia sentirse acabada. Intentaba decirse a si misma que no lo estaba. Aun no habia alcanzado la treintena y llevaba a sus espaldas una centena de exitosas novelas. Prometia ser una de las grandes, de las que marcaba historia y de las que, anos despues, todo el mundo hablaria. Quizas, en algun futuro, sus descendientes tropezarian con su nombre en los libros de literatura y en los textos de las enciclopedias. No podia saberlo a ciencia cierta, pero era lo suficientemente inteligente para saber que, si continuaba por ese camino, lo conseguiria. Solamente necesitaba ser aplicada y mantener la constancia. Y por supuesto, volver a la normalidad. Pero, ?como espantaba la maldita neblina blanca que se habia metido como un gusano en el interior de su cerebro? ?Como retomaba su escritura y hacia desaparecer el panico que sentia ante la maldita pagina en blanco? Si, era una chica lista, asi que habia hecho unos calculos rapidos para imaginar que seria de su vida en caso de que el contenido que almacenaba entre las paredes de su craneo se hubiera quedado hecho pure e inservible. Si su cabeza seguia sin funcionar, entonces... Tendria que revender los derechos de sus historias y buscar un tiburon que pudiera ejercer de agente literario y explotar todo lo que tenia hasta que no quedase nada mas de lo que tirar. Penso que, llegado ese momento de desesperacion, tendria que vender su centrico y luminoso atico londinense. Y tambien que, lo mas probable y sensato, seria encontrar algun negocio rentable en el que invertir algo de dinero antes de que sus cuentas bancarias comenzaran a parpadear en rojo. << No voy a quedarme sin ideas >> , se dijo, mirando la pagina vacia. Joder. Ni siquiera necesitaba escribir una historia, lo unico que tenia que hacer era esa maldita y absurda lista que su terapeuta le habia recomendado. Y ni eso fluia. Una lista de actividades. Una lista que supusiera un cambio de rutina y que le obligase a abandonar su zona de confort. Paula volvio a mirar la pagina en blanco y sonrio. Nunca habia necesitado ningun cambio de rutina y, mucho menos, absurdas listas como aquella. Encontraba la inspiracion en cosas banales y sencillas, como una conversacion ajena en la mesa contigua de la cafeteria en la que cada manana desayunaba un croissant y un nespresso. Rara era la ocasion en la que terminaba una de sus historias sin que la siguiente ya asomara entre sus pensamientos, borboteando con cada vez mas intensidad y proclamandose nueva protagonista de sus proximas semanas. Pero nada. No habia nada borboteando entre aquella maldita y espesa neblina blanca. Dejo la pagina en blanco. Ni siquiera se molesto en poner un << 1 >> que enumerase el principio de la lista de actividades. En lugar de hacerlo, apago la pantalla y se levanto de su escritorio. Aquel pequeno rincon de la casa era su santuario, donde realmente se sentia en paz consigo misma. O, en realidad, donde realmente se habia sentido en paz hasta aquel instante. Se dejo caer en el sofa y observo las manchas de humedad que habian comenzado a carcomer los techos blanquecinos de su atico. Penso que debia llamar al seguro para solventar aquel problema cuanto antes, pero despues se rio de lo patetico que sonaba. Aquel era el menor de sus problemas. La menor de sus preocupaciones. Escucho la melodia de su telefono sonar en algun rincon de su casa, pero no se molesto en buscarlo. Fuera quien fuese, no le interesaba. Nadie le interesaba. Admitir que se sentia a la deriva y sin rumbo era demasiado humillante como para expresarlo en voz alta, asi que procuraba mantener lejos de su persona a cualquier persona que pudiera ser capaz de pronunciar la temida pregunta: << ?en que estas trabajando ahora? >>. Cerro los ojos y respiro profundamente. Sintio como los pulmones se le llenaban de aire y como su pecho ascendia ligeramente. Pero no se quedo satisfecha, seguia sintiendose... mal, muy mal. Y ese sentimiento cada vez iba a peor. Una vez mas, volvio a pensar en el imbecil de su terapeuta. Si, Paula pensaba que era un autentico idiota y que sus consejos no servirian para nada; pero estaba tan desesperada y dispuesta a cualquier cosa que habia decidido probar suerte. Roger, se llamaba. Roger Hawkins. Debia de rondar los cincuenta y parecia un fracasado con corbata y cara de pocos amigos. De un simple vistazo, Paula adivino que era un hombre divorciado que seguia llorando por su mujer. En todas las sesiones llevaba la corbata torcida, la camisa sin planchar y los cuellos manchados de cafe. Supuso que debia de estar pasandole una buena pension a la susodicha por el descosido que mostraba en los pantalones roidos de traje que no renovaba a pesar de las caras tarifas que imponia a sus clientes. Tampoco habia pasado por alto la alianza que seguia llevando en su mano. Pero todo eso solamente eran imaginaciones suyas. En realidad, no tenia ni idea de como era la vida conyugal del idiota de su terapeuta. Lo que si que sabia era que, segun Roger Hawkins, estaba sufriendo un bloqueo mental por aburrimiento. Y eso no podia ser cierto porque ella adoraba su vida, su rutina y, por supuesto, sus pequenos espacios de aburrimiento. Seguia con los ojos cerrados y la neblina seguia flotando a su alrededor. Tenia que llamar a su editora para estirar los plazos de entrega lo maximo posible. Necesitaba ganar tiempo y que no le echasen atras el siguiente adelanto de royalties que le correspondia... Intento imaginar como se enfrentaria a esa conversacion, pero no fue capaz. El sueno comenzo a envolverla lentamente despejando la nebulosa blanquecina que solia acaparar su cabeza cuando estaba despierta. Ultimamente estaba cansada, muy cansada. Cuanto menos hacia, mas inactiva y cansada se sentia. Era como si ese maldito bloqueo mental tambien la estuviera paralizando fisicamente, agotandola. Paula sintio miedo. En ocasiones tenia la sensacion de que estaba comenzando a desaparecer del mundo con lentitud. Poco a poco, muy despacio... Pero despareciendo. Si no frenaba esa niebla, terminaria completamente perdida. Entonces escucho el sonido del tren. De la locomotora, mas bien. La neblina se fue despejando poco a poco mientras el sonido de la friccion producido por la via al paso de las ruedas iba cobrando volumen hasta convertirse en ensordecedor. Parpadeo varias veces, confusa, y se dio cuenta de que estaba en mitad de las vias, anclada. Queria moverse. Queria hacerse a un lado y quitarse del medio, pero no podia. Sentia que las leyes de la gravedad se habian modificado y que, de pronto, su cuerpo pesaba una tonelada. Intentaba levantar la planta de sus pies del suelo, pero no era capaz. No podia moverse. Por fin atisbo la locomotora. Habia doblado una curva y habia aparecido en su campo de vision. El corazon se le acelero al instante, pero la repentina paralisis que atrofiaba sus extremidades seguia sin permitirle apartarse a un lado. El humo de la chimenea cada vez estaba mas cerca y Paula calculo que, en cuestion de segundos, aquella maquina de carbon y pistones terminaria arrollandola y haciendo de sus huesos papilla de ferrocarril. Cerro los ojos. El corazon le latia con tanta fuerza que podia escucharlo en el interior de sus oidos. Estaba a punto de morir. Estaba a punto de desaparecer.

  • Pasado imperfecto de Julian Fellowes

    https://gigalibros.com/pasado-imperfecto.html

  • Misericordia auxiliar (Imperial Radch 3) de Ann Leckie

    https://gigalibros.com/misericordia-auxiliar-imperial-radch-3.html

    El esperado desenlace de la trilogia superventas del New York Times: <>

  • Oscura noche salvaje de Christina Lauren

    https://gigalibros.com/oscura-noche-salvaje.html

    Tercera entrega de <>, la nueva serie romantica erotica de Christina Lauren, la autora de Beautiful Bastard.

  • Corazon congelado (Corazones en Manhattan 5) de Camilla Mora

    https://gigalibros.com/corazon-congelado-corazones-en-manhattan-5.html

  • La muerte de Cristine de Sharlin Jimenez

    https://gigalibros.com/la-muerte-de-cristine.html

    Cristine Wilson era una chica alegre, no era muy social y se pasaba su vida en los libros; ajena al mundo real. Su vida cambio a los quince anos cuando sufrio de una violacion bastante precipitada y luego fue degollada.
    Cristine Zamora viene junto a su familia y su novio a vivir a la antigua hacienda de su tia y su madre.
    Ella encontrara varios acontecimientos extranos en dicho lugar y sera testigo de cosas que cambiaran el mundo que conoce. Pero tiene a alguien que jamas le fallara: su novio. ?Acaso Cristine oculta mas de lo que aparenta? ?El amor podra ganarle a la maldad?
    Recuerda: todos tenemos un villano en nuestras vidas.

  • Las alas del destino de Antonio Torres Rodriguez

    https://gigalibros.com/las-alas-del-destino.html

    A veces nos pasamos la vida entera esperando encontrar a nuestra media naranja y cuando se consiguen conjugar todos los ingredientes para que suceda el encuentro y los elementos se alinean permitiendo que la providencia la ponga frente a nuestros ojos, entonces aparece el factor mas influyente y determinante, nosotros mismos, provocando que por una decision erronea se nos pase el tren que tanto tiempo estuvimos esperando y deseando, llegando a alcanzar tan solo a ver como se nos aleja en el a quien tanto buscamos. Eso mismo debio de pensar Paula cuando quedo desorientada en el anden del metro, viendo como se perdia por la boca del tunel el ultimo vagon. Ni imaginarlo podia cuando una semana antes viajaba como cada manana con destino a la universidad y por los cristales del vagon vio a una joven de aspecto delicado que tambien portaba libros entre los brazos, que se mostraba frente a ella al otro lado de las vias en el convoy que coincidia en horario con direccion opuesta. Las dos jovenes se quedaron mirando fijamente hasta que la velocidad y entre el gentio que abarrotaba el interior de los vagones obstaculizaron la visibilidad entre ellas. Paula quedo atraida desde ese mismo momento y su imagen ya no se aparto de su mente durante toda la jornada, pensando en su belleza y en su mirada, imantada con la de ella. A la manana siguiente y envuelta en la misma voragine cotidiana subio de nuevo al metro que le llevaria a tomar las clases universitarias. Probablemente ya nunca mas volvere a verla, pensaba, mientras el metropolitano comenzaba desplazarse sobre las vias dejando ver sobre la ventanilla el paso revolucionado de la vida al otro lado del cristal. La parada se iba acercando al mismo tiempo que su inquietud subia de tono a la espera de saber si lo del dia anterior fue solo una coincidencia y ya nunca mas se daria otro casual encuentro. Pero el convoy se detuvo coincidiendo tambien en esta ocasion frente al vagon de la desconocida pasajera y alli estaba. De nuevo sus figuras se quedaron inmoviles y mudas frente a frente, con un mensaje de atraccion mutua en sus miradas, y tras unos breves minutos otra vez la velocidad se interpuso entre las dos rompiendo el encanto del encuentro. El pulso se le altero y por primera vez comenzo a sentir un cosquilleo dulce que le recorria el cuerpo. La alegria y la sonrisa se instalaron en ella al tiempo que su mirada se quedaba anclada en cualquier objeto, al azar y con el horizonte perdido. Su concentracion quedo limitada a un recuerdo y por su mente ya no pasaba otra cosa mas que la imagen de quien comenzaba a sentirse enamorada. Pasaron varios dias mas y la dulce sensacion se tornaba temerosa, solo un dia mas de clases en la universidad y de nuevo regresaria a su ciudad, a su pais, lo que significaba que probablemente ya nunca mas volverian a encontrarse, que todo quedaria en una hermosa ilusion efimera. No asi, y consciente de ello, se atrevio a dar un paso adelante. No podia dejar escapar la oportunidad de conocer a aquella chica que le ocupaba su pensamiento todas las horas del dia y en sus suenos. A la manana del ultimo dia se levanto mas temprano que de costumbre y tomo el metro de anterior horario al habitual, con la intencion de apearse en la parada del encuentro y pasarse al otro anden, esperar al convoy en que acostumbraba a viajar la desconocida pasajera y provocar un encuentro mas cercano. Y asi lo hizo, se abrieron las puertas y subio al vagon donde la joven de delicado semblante se mostraba cada manana desde dias atras. Busco y busco, pero no la encontro en el compartimento, no estaba alli. Fue entonces cuando su manifiesta desilusion se multiplico, al ver que la joven se hallaba en el convoy opuesto, en el mismo vagon en que ella viajaba cada dia. La expresion de sus miradas lo dijeron todo y Paula solo acerto a salir precipitadamente del metro y quedarse en el anden, donde por ultima vez vio alejarse a la mujer que le habia trabado el corazon. Cuento del hombre bipolar La calida manana veraniega invitaba al relax y disfrute de los placeres mediterraneos en la pequena ensenada. Como cada manana estival el cuentacuentos disfrutaba de la brisa marinera junto a su pino preferido, bajo su sombra, a la espera de que los jovenes y curiosos que transitaban la playa acudieran a su encuentro, donde cada dia les contaba un cuento, les narraba una historia con sabor a mar napolitano. Poco a poco y como en una liturgia los escuchantes se iban sentando a su alrededor, esperando a que el narrador comenzara su relato. El contador bebio un trago de agua fresca y comenzo su historia, la del hombre bipolar: Cuentan que hace ya algunos anos, tantos como los que no alcanzamos a haber vivido, existio un joven inquieto hijo de esta isla. Pietro, como se llamaba, sonaba cada dia con recorrer otros lugares, otros paises, con vivir aventuras y nuevas experiencias. El creia que era la mejor manera de encontrarse a si mismo, la de ir puliendo su pensamiento a golpe de vivencias. Tantas ilusiones y ansias por recorrer mundo tenia que cada manana subia a la colina mas alta de Ischia, para en los dias claros observar el horizonte, la silueta de la costa napolitana, la linea del paisaje toscano; cada jornada hasta la puesta del sol, donde Neptuno pinchaba con su tridente al astro rey para llevarlo a su reino a dormir, para al dia siguiente despertar de nuevo radiante y vigoroso, esplendido de luz, exultante de vida. Uno de aquellos dias, en el que el otono se hizo patente y las nubes comenzaron a nublar el horizonte, Pietro decidio que habia llegado el momento de partir a buscar su propia identidad, aquella que, contaban los mayores del pueblo, llevamos dentro y que solo aparece con el transcurrir de los dias y las experiencias. Era tan inquieto que no soporto la espera, quiso adelantarse a su tiempo y a las vivencias para provocar su llegada lo antes posible. Bajo de la colina y fue en busca de su amada madre, de la que se despidio, para luego acercarse a los barcos amarrados en el puerto y en uno de ellos cruzar hasta su horizonte sonado. Recorrio la Toscana, sus colinas y campos cosechados, y continuo hasta llegar a Venecia, por donde navego en gondolas por entre canales, con el revolotear de palomas al sonido bizantino del repicar de San Marcos. Y continuo su caminar; y camino hacia el norte hasta poner sus pies andariegos en las orillas del Danubio, en el valle de los Bosques de Viena, con ritmo de vals y entre lagos con blancos cisnes que se difuminaban con los paisajes de palacios nevados. Y siguio la senda con la vista puesta en los Alpes, en su esbelta cordillera y por los verdes valles a su falda. Continuo hacia el Norte, hacia el Este, hasta las tierras bajas, entre canales y molinos de viento, al color de los interminables campos de tulipanes. El mar se situo a sus pies y decidio bajar continente hacia el Sur, hasta quedar prendado en las riberas marsellesas de la Costa Azul. Siguio el mismo punto cardinal en su rosa de los vientos hasta enamorarse de Sierra Morena y recorrer sus montes bandoleros a lomos de una yegua cartujana; miro hacia el Este y anclo sus ojos en los tristes fados de la dulce y triste Lisboa, donde se sento a mirar el horizonte atlantico, igual que anos atras hacia sobre la colina de su querida isla mediterranea. La anoranza le invadio y decidio que aquel era el momento de regresar. Y regreso. Nadie en su pueblo recordaba ya al joven Pietro, ni siquiera su querida madre salio a recibirlo, ya no estaba entre los moradores vivos de Ischia. Sus paisanos, que no lo reconocian, murmuraban a su paso preguntandose quien seria aquel desalinado personaje que caminaba siempre solo y hablando en voz alta, cambiando el tono, preguntandose y respondiendose a la vez, llorando y consolandose, riendose a doble carcajada. Comenzaron a llamarle el hombre bipolar, porque era capaz de mostrar doble personalidad. Hasta que una manana uno de los mas ancianos de la isla lo reconocio y recordo que salio muchos anos atras a recorrer mundo para encontrarse a si mismo, fue el que supo llegar a la conclusion mas logica, que Prieto no solo habia encontrado su identidad sino que habia regresado acompanado de su otro yo, el que se dice que todos llevamos dentro. Busca a tu hermano Busca a tu hermano, prometeme que no dejaras de buscarlo por nada del mundo. Fueron las ultimas palabras que Milagros pronuncio a su hijo Jose Antonio antes de morir. Ella siempre tuvo en el presentimiento que su primer hijo se lo robo aquel militar franquista que no paraba de piropearlo. No lo olvidaba, nunca olvido la expresion de su cara mientras repetia -!Pero que nino mas guapo!- como tampoco habia olvidado su nombre, Laureano Gil de la Hoz, el responsable del traslado de las presas republicanas en el viejo tren de mercancias con direccion a la prision de San Carlos. La guerra espanola causaba estragos en la zona republicana por los ataques de los fascistas sublevados. Milagros cayo presa aquella noche de 1.937 en la que los rebeldes entraron armados en el pueblo, mataron a la mayoria de los hombres y apresaron a las mujeres en edad de luchar. Solo tuvo tiempo para envolver a su hijo en la toquilla y, a punta de fusil y a empujones, la subieron al camion que las traslado al tren. Al segundo dia de ingresar en la carcel una monja le arrebato a su hijo de entre los brazos con la excusa de que las condiciones del presidio no eran las adecuadas para la salud del nino. Dos dias mas tarde, la misma monja, fue a decirle que su hijo habia muerto. Ella tenia el convencimiento de que no era verdad, que su hijo estaba vivo y que se lo habian robado, mas aun, despues de que la religiosa se negara a que pudiera verlo por ultima vez. Jose Antonio tenia el conocimiento de que Milagros no era su madre biologica, aunque para el nunca supuso inconveniente alguno, siempre la acepto como su propia madre desde que era un nino, cuando se quedo a vivir con ella hasta el dia en que murio. La hermana de Milagros, Encarnacion, fue a visitarla despues de acabada la guerra. La contienda las mantuvo separadas durante varios largos anos en los que la miseria y el hambre recorrian el pais de punta a punta. La noche que los falangistas entraron en el pueblo y se llevaron a las mujeres, Encarnacion, embarazada por aquel entonces, se escondio en la cuadra y no salio de alli hasta que se fueron. Al dia siguiente huyo y no regreso hasta pasados algunos anos. Jose Antonio tenia una hermana algo menor que el y recordaba el dia que junto a su madre fueron a visitar a Milagros a la ciudad, a reencontrarse las dos hermanas despues de varios anos separadas. Milagros lloraba desconsolada abrazada a Encarnacion, implorando al cielo que le devolviera a su hijo querido que le habian robado. A partir de aquel dia Milagros se convirtio en su verdadera madre. Encarnacion permitio que el nino se quedara con su hermana por unos dias, para que le hiciera compania y le ayudara a olvidar a su hijo desaparecido, pero aquellos dias se convirtieron en toda una vida. Para Milagros, Jose Antonio paso a ser Antonio a secas, como se llamaba su hijo biologico, habia encontrado en su sobrino el remedio a sus desconsolados males. Sin embargo, no echo en olvido a su hijo desaparecido, cada dia recordaba como y cuando se lo quitaron de entre los brazos para no verlo nunca mas. Nunca perdio la esperanza, hasta el ultimo de sus dias no dejo de pedirle a Jose Antonio que lo buscara y que, cuando lo encontrara, le dijera lo mucho que lloro por el, que nunca lo dio por muerto y que nunca lo habia olvidado. Los esfuerzos por satisfacer a su madre, por encontrar el paradero de Antonio, fueron infructuosos. Busco pesquisas por todas partes, en la antigua carcel, en el convento de la monja que se lo arrebato, pero todo fue inutil. El paso de los anos se habia encargado de borrar el minimo indicio de la existencia del nino Antonio. A la muerte de Milagros, el unico familiar que le quedaba vivo era su hermana Encarnita, que vivia en el pueblo donde Encarnacion habia muerto algunos anos atras. Con el dolor de la perdida de su madre y con la promesa que le hizo a esta de no dejar de buscar a su hijo, Jose Antonio decidio ir a visitar a su hermana.

  • Timantti de Rebeca Stones

    https://gigalibros.com/timantti.html

  • La noche del cazador de R. A. Salvatore

    https://gigalibros.com/la-noche-del-cazador.html

    Los Companeros de Mithril Hall se han reunido de nuevo. El elfo oscuro Drizzt Do'Urden regresa a Gauntlgrym con sus viejos amigos con el objetivo de rescatar a Thibbledorf Pwent, el viejo escolta de Bruenor ahora convertido en vampiro. Pero Drizzt y sus aliados no se enfrentaran tan solo a un peligroso viaje a traves de la oscuridad y de los no muertos que alli habitan, sino que deberan cruzar una colonia de drows, a quienes nada gustaria mas que ver al elfo oscuro muerto.

  • Un dia de playa de Nina Klein

    https://gigalibros.com/un-dia-de-playa.html

    L U N O a brisa del mar me acaricio la piel, cerre los ojos y respire hondo. Estaba mucho mejor en la playa que en la oficina, donde iba a parar. Habia decidido que ese dia --un miercoles por la manana-- era el dia perfecto para ir a la playa. Llegue a esa conclusion despues de ver el dia que se habia presentado en mi ventana nada mas levantarme: soleado y agobiante. La ola de calor duraba ya mas de una semana, y se me estaban agotando las fuerzas. Podia sentir mis neuronas derritiendose ya desde primera hora. Me habia vestido para trabajar, pero la blusa beige y el traje de chaqueta, las medias y los zapatos de tacon de tres centimetros que me habia puesto para ir la oficina se me pegaban al cuerpo. Y solo eran las siete y media de la manana. Asi que hice lo que nunca habia hecho: llame al trabajo diciendo que estaba enferma. No era la primera persona que lo hacia en la oficina aquella semana, pero si era la primera vez que yo lo hacia. Llevaba cinco anos en aquel trabajo y no me habia cogido ni un dia por enfermedad, tambien era verdad que habia tenido suerte y no habia estado enferma, pero tampoco me habia cogido ningun dia para ir al dentista, o de asuntos propios, ni nada por el estilo. Era, y siempre habia sido, la persona mas responsable del mundo. Sin embargo, de repente la sola idea de pasar un dia como aquel metida en la oficina, a pesar del aire acondicionado, se me hacia insoportable. Asi que no tuve ningun problema cuando llame, incluso la secretaria se mostro comprensiva, mejorate, me dijo, mientras yo fingia una tos y tiraba de topicos para hacerlo todo mas creible: el aire acondicionado, ya sabes. Los cambios de temperatura. Sonrei un poco mientras me extendia el protector solar de coco por el brazo derecho, luego el izquierdo. Factor 50. No habia mucha diferencia entre el color de la crema y el de mi piel. No solia ponerme morena, pero siendo abril, estaba casi fosforescente. Aunque tampoco destacaba mucho entre los otros cuerpos diseminados por la arena. Pocos, muy pocos, apenas una docena de personas repartidas por toda la playa: era un miercoles laborable de abril, y eran las diez de la manana, por mucha ola de calor que hubiese. Todos los cuerpos tenian un tono similar al mio, iban desde blanco puro hasta alguna tonalidad de rosa, exceptuando los de los chicos jugando al voleibol a unos metros de donde me encontraba tumbada en la toalla. Suficientemente lejos como para que no me diesen un pelotazo sin querer, suficientemente cerca como para poder deleitarme con el espectaculo. Volvi a mirar en su direccion al oir sus bromas y risas. Universitarios, o al menos esa era la edad y el aspecto que tenian, saltandose las clases. Aunque a juzgar por la piel morena, no era el primer dia que se las saltaban, tampoco. Amparada por las gafas de sol, admire los cuerpos bronceados, ligeramente brillantes de sudor, los musculos de los brazos al golpear la pelota. Eran tres, dos a un lado de la malla, uno al otro lado, al que le estaban pegando una paliza mientras reian. Uno de los chicos del equipo de dos se retiro un poco y saco una botella de agua de una pequena nevera que tenian junto a sus toallas. Habian ido mas preparados que yo, que estaba muriendome de sed, el agua que habia metido en la bolsa de playa se habia recalentado casi antes de salir de casa. Le observe mientras bebia, me fije en su garganta, en su cuello. Le hacia falta un corte de pelo. Se le rizaba un poco en la nuca y le caia sobre la frente. Al terminar de beber me parecio que miraba en mi direccion --el chico tambien tenia gafas de sol-- y sonreia ligeramente. Pero no estaba segura, estaba demasiado lejos para saberlo. Quizas habia visto a alguien detras de mi. Algunas chicas tambien universitarias, quizas, rubias, bronceadas y en forma, que venian a jugar con ellos. Gire la cabeza y mire por encima de mi hombro. No habia nadie, mas que un hombre de unos sesenta anos tirandole un frisbee a un perro. No habia nada de malo en mirar, me dije. Era mi dia de hacer cosas que normalmente no haria. A esa hora --mire mi reloj de pulsera, ya eran casi las once-- estaria en alguna reunion aburrida y horrible, rodeada no de cuerpos jovenes y hermosos, sino de mis companeros de oficina, hombres de mediana edad que habian perdido el pelo --solo el de la cabeza, lamentablemente-- hacia mas de una decada y si su forma de peinarse no me enganaba, todavia no se habian resignado. Con sus barrigas sobresaliendo por encima del cinturon del traje, enganando a sus mujeres habitualmente. No conmigo: ademas de no dejar que me tocasen ni con un palo, y de no creer en las relaciones en el trabajo, increiblemente, con treinta y cinco anos, era demasiado vieja para aquellos tipos de cuarenta y pico y cincuenta, que sonaban con liarse con jovencitas de veinte. Vivir para ver. Asi que decidi seguir alegrandome la vista. No solia ir por ahi acosando a hombres con la mirada, mucho menos a jovenes a los que sacaba probablemente diez anos, quizas algo menos, pero no hacia dano a nadie, recogia material para mis fantasias y, repito, era el dia en el que estaba haciendo cosas que no solia hacer nunca. Asi que le devolvi la sonrisa al chico del voleibol. Vi como volvia a inclinarse sobre la nevera, cogia otro botellin de agua y empezaba a andar hacia mi. Resisti la tentacion de volver a mirar por encima de mi hombro, en caso de que no se estuviese dirigiendo a mi, sino a alguien detras de mi. El joven atractivo se acerco. Abdominales marcados, musculos en los brazos y en las piernas. Se dio la vuelta para lanzar la pelota que tenia en la mano hacia donde estaban sus amigos, y pude admirar la espalda musculada y los biceps flexionandose. Los amigos siguieron jugando mientras el joven se acercaba. Llevaba un banador negro, no uno de esos ajustados --menos mal-- sino uno suelto que le llegaba a la mitad de los muslos musculados y morenos. Mejor no mirar muy fijamente. Volvi a alegrarme, por enesima vez, de tener las gafas de sol puestas. --Hola --dijo, con una voz grave y profunda. --Hola --sonrei. Me tendio el botellin de agua helada.

  • Prometi destruirte, amor (Los peligros de enamorarse de un libertino 1) de Raquel Mingo

    https://gigalibros.com/prometi-destruirte-amor-los-peligros-de-enamorarse-de-un-libertino-1.html

    ?Es posible ordenarle al corazon que deje de sentir?

  • Amor con vistas al mar de Eva Zamora

    https://gigalibros.com/amor-con-vistas-al-mar.html

    ?Tiene precio el amor verdadero?

  • Amurao. Las princesas no lloran de Fran Barrero

    https://gigalibros.com/amurao-las-princesas-no-lloran.html

    La aparicion de un cuerpo enterrado en la playa es solo el comienzo de un macabro hallazgo que pondra a prueba los nervios y la paciencia de los investigadores. El Ministerio del Interior quiere tapar el suceso, la prensa, por contra, sacar tajada y exprimir a la Policia. El inspector Marcos Navarro llegara a su limite personal.

  • Hermosa Locura (Una amor para siempre 1) de Isabel Acuna

    https://gigalibros.com/hermosa-locura-una-amor-para-siempre-1.html

    Julia Lowell y Nick de la Cruz, jovenes y exitosos estudiantes de dos de las principales universidades de California, tenian un mundo de suenos por cumplir. Cuando el amor llega a sus vidas los sumerge en un apasionado romance. Un terrible malentendido se les cruza en el camino y los llevara por rumbos distintos. Siete anos despues, vuelven a encontrarse. Julia se desempena como jefe de recursos humanos de una importante empresa y Nick es un incipiente empresario en el mundo de la hoteleria. A pesar del tiempo transcurrido, la atraccion flota entre ellos una vez mas. Las cosas no son como antes, ella esta comprometida para casarse. Nick, hombre apasionado y acostumbrado a salirse con la suya, esta dispuesto a recuperar a Julia a cualquier precio. Forzados a compartir tiempo por asuntos laborales, tendran que enfrentar el pasado y el presente. A pesar de que ninguno de los dos ha olvidado su historia de amor, las dudas y el resentimiento no les haran las cosas faciles. ?Les brindara el amor una nueva oportunidad? De la autora de De vuelta a tu amor y Entre el valle y las sombras, llega esta nueva historia de pasiones, contradicciones, erotismo y mucho amor.

  • El reino imposible de Yeyo Balbas

    https://gigalibros.com/el-reino-imposible.html

    Una apasionante novela sobre el fin del reino visigodo y los inicios de la conquista musulmana de la peninsula iberica. Yeyo Balbas nos regala una recreacion magistral llena de epica y personajes extraordinarios.

  • Noche de loca pasion de Kristi Gold

    https://gigalibros.com/noche-de-loca-pasion.html

    Nada mas ver a aquel hombre moreno de ojos negros, Miranda Brooks deseo que el hiciera que perdiese su inocencia. La increible noche pasada a su lado le hizo reconsiderar sus propositos de permanecer soltera. Pero a pesar del intenso deseo de que aquel fuera su amante para siempre, penso que nunca volverian a verse…

  • Beautiful Stranger. Un desconocido encantador (Beautiful 2) de Christina Lauren

    https://gigalibros.com/beautiful-stranger-un-desconocido-encantador-beautiful-2.html

    Segunda entrega de la saga <>.

  • Y tu que harias si. . . 1 de Lena Valenti

    https://gigalibros.com/y-tu-que-harias-si-1.html

    --?Has sacado al perro? Ya se habia acostumbrado a que Zac no le contestara cuando le decia hola al llegar a casa despues de un largo dia de trabajo. De hecho, ni recordaba cuando dejo que la indiferencia la albergara, ?cuando dejo de importarle que su marido no le respondiera? Suponia que, simplemente, paso una vez, y despues sucedio todos los dias como un ritual monotono y apatico. Olivia llegaba a su casa sobre las cinco y media de la tarde. Era la directora en funciones y de marketing de las grajeas Smiling, una marca de populares caramelos que se vendian en todo el mundo, como los Trident o los Smint, a diferencia de que los suyos tenian triptofano, una sustancia que ayudaba al cerebro a segregar serotonina, algo que segun los cientificos era <>. Heredo el negocio de su padre, un quimico farmaceutico que un dia decidio abandonarlo todo por su sueno, que no era otro que ayudar a que la gente se sintiese un poco mejor. Con los anos, Luis se prejubilo, aunque mucho le costo al buen hombre, porque adoraba su trabajo. Sin embargo, su hija, que habia estudiado marketing y direccion de empresas en la Universidad, estaba ya capacitada para llevar la compania y por fin delego sus labores en ella. Desde hacia cuatro anos, Olivia se hacia cargo del imperio de los caramelitos, a costa de pasar mas de ocho horas en las oficinas, recibiendo llamadas de distribuidores y vendedores de todas partes del mundo. Y esas mismas horas eran las que le pasaban factura al llegar a casa, en forma de un dolor de pies terrible y una migrana ocular muy molesta. Por eso, la cuarta cosa que hacia cuando llegaba a su hogar ademas de saludar a su marido, besuquear a su Gran Danes de dos anos llamado <> (porque era enorme) y descalzarse los zapatos de tacon, era abrir el armario del botiquin farmaceutico y tomarse un par de ibuprofenos de golpe. Despues, se dirigia de nuevo al salon, con Caballo pisandole los talones y lamiendole los tobillos, justo como hacia en ese instante. --Caballo, por el amor de Dios... No chupes --le espeto mientras tiraba de la pinza que le sujetaba el mono alto y perfecto. Ese era su look laboral favorito desde hacia un tiempo. Mono tenso y pelo recogido. No obstante, en su casa se liberaba y dejaba suelta y libre su melena rubia con reflejos cobrizos. Olivia fijo sus ojos verde azulados en Zac y se masajeo la nuca con los dedos. Tenia los hombros tan cargados que apenas se podia mover. Zac se encontraba donde siempre. En el sofa del salon, vestido con un chandal gris, con los pies embutidos en unos calcetines gruesos y negros, su MacBook Pro sobre las piernas, las gafas de ver de pasta negra resbalandole por la nariz, y sus ojazos de onix fijos en la pantalla mientras sus dedos no dejaban de teclear, como si hacerlo, detenerse, fuera pecado. Tenia el pelo despeinado, negro como el ala de un cuervo, con las puntas que le senalaban a todas partes, y la barba naciente moteaba su apuesta mandibula y su barbilla, marcada por un increible hoyuelo que a Olivia le fascinaba. Aun ahora, despues de cuatro anos de matrimonio, reconocia que su marido seguia siendo un hombre guapo y atractivo. --Zac --le repitio ella condescendiente. --Dime, preciosa --contesto ausente, concentrado en su ordenador. --Hola. ?Tierra llamando a Zac? --repitio con tono sarcastico, meneando la mano delante de su cara. --Hola, carino. Pero la saludaba sin verla, enfrascado como estaba en esa novela interminable que se habia comido dos anos y medio de su vida, casi toda la paciencia de Olivia y parte de su matrimonio. --Te he preguntado que si has sacado al perro --sujeto el dedo gordo de su pie y lo zarandeo un poco. --No. No he podido --argumento continuando con su escrito. --?No has podido? --Olivia se saco con brio la camisa blanca de la cinturilla de la falda de ejecutiva que siempre solia llevar. Conjuntos muy parecidos, de sobrios colores. Invariable estilo--. ?En serio? --se coloco con los brazos en jarra sin moverse, golpeando el parque con la punta del pie cubierto por las medias color carne y marcando el ritmo como un diapason. Nunca habia tenido mal caracter, pero ultimamente su paciencia pendia de un hilo muy fino--. ?Llevas aqui todo el dia, escribiendo en el sofa, y has sido incapaz de sacar a Caballo? ?Acaso esperas que yo venga de trabajar despues de mas de ocho horas de dura jornada y tenga que sacar a mi pobre perro que no ha salido en todo el dia? Esta vez, Zac alzo la mirada ante el tono poco amistoso de Olivia. Se subio las gafas hasta colocarlas en su sitio y sonrio como un angel pidiendo disculpas. Sabia que eso siempre le funcionaba con ella. Y lo peor, es que lo hacia sin maldad y sin animos de buscar ningun tipo de redencion. --Se me ha pasado el tiempo --se encogio de hombros. Olivia resoplo y puso lo ojos en blanco. --No me lo puedo creer... Sabes que Caballo jamas se hace caca ni pipi en casa. Que se aguanta aunque le estalle la barriga porque sabe que eso no esta bien y no nos gusta. ?Por que no eres capaz de pensar en el? <>, penso agriamente. --Lo se. Perdona, Olivia --Zac sacudio la cabeza y se reprendio a si mismo--. De verdad. Sabes que me pongo a escribir y se me va el mundo de vista... Estoy a punto de terminarlo. --Si, ya... --Olivia alzo la mano para detenerle--. Me lo llevas diciendo desde hace muchos meses --recalco con acidez. --Esta vez va en serio, carino. Me queda poco, son las paginas mas trascendentales de mi novela. Cuando la acabe, todo cambiara --la mirada de Zac se impregnaba en verdad, el se queria creer lo que decia, pero a ella ya no la convencia. Olivia siempre se mordia la lengua cuando le sacaba el tema de su libro. Zac dejo su trabajo como periodista tres anos atras en un periodico muy importante del pais para escribir una historia de la que todavia no le habia dejado leer un solo fragmento. Demasiado tiempo invertido en el mismo y en su manuscrito para que despues, al ser autor novel, nadie se lo fuera a editar. No sabia que tonterias y que suenos imposibles tenia Zac en la cabeza, pero Olivia habia pasado de decidir apoyarlo en todo, encargandose de la economia familiar, de la manutencion de su preciosa casa en Collserola, de responsabilizarse de todos los seguros, a dejar de creer en el y en su proyecto. Se habia hartado de verle hacer siempre lo mismo, sin conseguir frutos, arando un campo que parecia que no iba a germinar jamas. Sin ayudarla en nada. Olivia se habia hartado de deslomarse y de no recibir ni un masaje ni una palmadita de animo en la espalda. Desde hacia tres anos, para Zac solo existia su novela. Nada ni nadie mas. Olivia habia sido cruelmente relegada al olvido. Zac parpadeo un par de veces, esperando que ella cediera y no se enfadara demasiado con el. Y Olivia prefirio alejarse de las confrontaciones porque temia el dia en el que la discusion se le fuera de las manos, y dijera algo de lo que pudiera arrepentirse. Asi que, se alejo de su marido y se dirigio a su habitacion, zanjando la diatriba. Alli se puso ropa de correr. Sus pantalones cortos, sus Asics de colores, una susdadera de color negro, y sujeto a Caballo con la correa para realizar la quinta labor que sistematicamente hacia siempre al llegar a casa: darle una vuelta a su pobre perro que bien se merecia. Olivia ignoraria de nuevo lo que ella merecia o necesitaba, y pasaria por alto todo los detalles que Zac ya no tenia con ella. Y obviaria el hecho de que ese dia era su veintiocho cumpleanos y de que el lo habia vuelto a olvidar. Ni una cena romantica, ni un regalo hecho a mano, ni un beso ni un te quiero. Cero. Mientras se secaba las lagrimas de impotencia y frustracion de los ojos, su benevolencia la insto a que creyera una vez mas en el. Tal vez, solo tal vez, Zac decia la verdad. Acabaria la maldita novela, se centraria en recuperar su antiguo trabajo y lucharia por recuperarla a ella. Podia esperar un poco mas. Total, llevaba casi tres anos asi

  • El desfile salvaje de Hugo Burel

    https://gigalibros.com/el-desfile-salvaje.html

    Una historia del mejor cuno de la novela negra, una inquietante thriller psicologico que atrapa sin respiro y en el que se impone con fuerza el deseo, intenso y tan humano, de no resignarse a vivir una unica existencia.

  • Demian de Hermann Hesse

    https://gigalibros.com/demian.html

    Demian es la historia de Emil Sinclair. La historia de un nino que ve, mas alla de los algodones que envuelven su vida familiar, el otro mundo que le rodea: un mundo que teme pero a la vez le fascina. Es la historia de unos pasos tambaleantes por un agua que no es cristalina respirando un aire que no es puro. Es la historia de la duda entre la crisalida protectora de la infancia y el camino que conduce fuera de ella. Entre la facilidad de adaptarnos a nuestro entorno y la necesidad de adaptar el entorno a nosotros. Pero Demian es sobre todo la historia de la pregunta que nadie quiere contestar, del camino que nadie quiere recorrer. Demian es quien nos explica como sortear los obstaculos de ese camino, pero tambien quien rasga la fina capa de ignorancia que es nuestra crisalida y nos obliga a mirar entre las sombras que se forman alrededor de esos obstaculos antes de llevarnos a la luz. Demian es, en definitiva, la busqueda de nuestro autentico yo a traves del rechazo de lo preestablecido.

  • Desencuentros de Lorena Fuentes

    https://gigalibros.com/desencuentros.html

    Cuando te rompen el corazon, solo quedan las cenizas y los recuerdos que guardas en un cajon para siempre.
    Miranda Evans decide dejar atras toda su vida en Seattle, despues de que Daniel Wimmer hiciera anicos su corazon. Viaja para unirse a Medicos sin Fronteras a Kenia, un lugar que se convertira en su segundo hogar, donde vivira experiencias unicas y en el que conocera a Aiden, el principe azul que siempre que siempre sono, con todo aquello que no le brindo su gran amor.
    Tras vivir bajo la sombra de un legado, debera regresar a La Ciudad Esmeralda para intentar cumplir su sueno: ser la mejor cirujana pediatrica. Sin embargo, el destino pone de nuevo en su camino a Daniel, y eso unido a una serie de circunstancias supondra que su vida se convierta en un huracan.
    Mientras su vida se tambalea, Miranda tendra que decidir entre el pasado y el presente para poder abordar su futuro. Sus decisiones marcaran el rumbo definitivo de su vida.

  • Viento del Este, Viento del Oeste de Pearl S. Buck

    https://gigalibros.com/viento-del-este-viento-del-oeste.html

    Viento del este, viento del oeste, es la primera novela de Pearl S. Buck. Fue publicada en el ano 1929, y en ella nos acerca, desde su profundo conocimiento, a la cultura y costumbres de la China de principios del siglo XX, aunque lo cierto es que este ultimo dato el lector se lo tendra que imaginar, ya que no hace ninguna referencia a fechas ni acontecimientos importantes a lo largo de todo el libro. Narrado en primera persona por su protagonista principal, Kwei-lan nos cuenta su conmovedora historia, la de una mujer nacida en el seno de una familia distinguida que desde el mismo momento de su nacimiento es prometida en matrimonio con su futuro marido tal y como marcan las normas y tradiciones, tanto de su pais como de su familia. Y para eso sera educada y preparada, para servir fielmente a su esposo segun las costumbres orientales y llegar a ser la perfecta esposa que todos esperan que sea. Su futuro marido, por el contrario, recibe una educacion totalmente diferente, ya que se trasladara a vivir a Estados Unidos para recibir formacion academica como medico. Al terminar la carrera y regresar de nuevo a su patria, sus padres le obligaran a cumplir con el compromiso y casarse con su prometida, Kwei-lan. Un mundo totalmente diferente se abrira ante ellos, pero principalmente para ella. El deseo de el es desmarcarse de las rigidas normas orientales y acercase mas a las occidentales. Ella tendra que acomodarse a una forma y ritmo de vida para la que no ha sido preparada, y que por otro lado le cuesta enormemente entender. Ha sufrido muchas penurias y sufrimientos en su educacion de <> y ahora se enfrenta a un mundo que desconoce y la desconcierta. Cogida entre dos mundos totalmente diferentes, una lucha interna de sentimientos enfrentados se iniciara en su interior, debiendo librar esa batalla en soledad.

  • Escarcha de Ernesto Perez Zuniga

    https://gigalibros.com/escarcha.html

    Dentro de la rica tradicion europea de las novelas de aprendizaje, Escarcha retrata la Espana de la transicion a traves de los ojos de Monte, un adolescente que ha vivido desde la infancia con sensacion de extravio. Y, ademas, a traves de una perspectiva coral: la de multiples personajes arrastrados por su propia inquietud, como el profesor de musica que se empena en hurtar la pureza de sus alumnos antes de que se conviertan en adultos. Monte tendra que aprender que todo, incluso lo mas bello, puede ser fuente de dolor. Pero tambien que hay un tesoro oculto que se puede descubrir en el desprendimiento de la identidad recibida. Una luz cuya plenitud no sera robada. Escrita con tanta intensidad como armonia, Escarcha es una novela generacional, la novela crucial en la obra de Ernesto Perez Zuniga. Un retrato desnudo y extraordinariamente sensible de la experiencia de vivir y del viaje del alma humana hacia la reconciliacion consigo misma.

  • Lazos de amistad de Susan Mallery

    https://gigalibros.com/lazos-de-amistad.html

    Despues de cinco anos desempenando la labor de ama de casa, Gabby Schaefer estaba deseando volver al trabajo. Pero cuando sus planes se vinieron abajo por una impactante noticia y las demoledoras expectativas de su marido, Gabby tuvo que luchar por el derecho a tener una vida propia.

  • Un tiempo nuevo de Elizabeth Jane Howard

    https://gigalibros.com/un-tiempo-nuevo.html

    No pasa nada en la vieja y senorial casa de campo de los Cazalet y resulta que pasa todo>>. FERNANDO R. LAFUENTE, ABC <>. ROBERT SALADRIGAS, La Vanguardia <>. S. SANCHEZ-REYES PENAMARIA, Zenda <>. HILARY MANTEL Estamos en 1945, la guerra ha terminado. El momento, tan anhelado por los Cazalet, ha llegado finalmente, pero una Inglaterra atormentada por las privaciones y la desintegracion del Imperio ensombrece la emocion por la noticia.

  • Los nombres de las cosas que alli habia de Antonio Skarmeta

    https://gigalibros.com/los-nombres-de-las-cosas-que-alli-habia.html

    Los mejores cuentos del autor del inolvidable El cartero de Neruda.

  • El juego de Ender (premio Nebula 1985) de Orson Scott Card

    https://gigalibros.com/el-juego-de-ender-premio-nebula-1985.html

    La novela mas famosa de ciencia ficcion moderna: un clasico indiscutible, ganadora de los premios Hugo, Nebula y SF Chronicle.

  • El ultimo deseo de Monserrat Vila Cunillera

    https://gigalibros.com/el-ultimo-deseo.html

    Un leve chapoteo llamo su atencion. Lentamente, alzo los ojos de la botella casi vacia que sostenian sus temblorosas manos. Por entre los barrotes de la terraza busco la piscina. Descubrio el origen del sonido que lo sorprendio: una figura femenina hacia largos en ella. No iba muy rapida, pero si a buen ritmo, con movimientos seguidos, dinamicos. Practicamente no levantaba agua a su paso; simplemente, quedo cautivado por su estilo suave, sencillo y ritmico. Permanecio embobado observandola. Una, dos, tres, cuatro brazadas y respirar; llegaba al final, giro, y vuelta a empezar. Siguio un buen rato contemplandola, acompanandola con la mirada. Tenia una ingenua ilusion: que el vaiven repetitivo lograra adormecerlo. Dos dias registrado en el hotel y aun no habia conseguido pegar ojo. El insomnio lo estaba matando; cada vez necesitaba dosis mas altas de alcohol. Ya al limite de su resistencia, deseo que pronto terminase todo. Empezaba a creer que, quiza, escogio la peor opcion. En lugar de huir, deberia haberse quedado y apechugar con las consecuencias de sus acciones. Con toda seguridad ya no tendria problemas de insomnio. <>, se lamento, con un punto de tristeza. No tenia claro si tomo una decision valiente, o realizo el acto de cobardia mas grande jamas imaginable. Sus peores temores se confirmaron, la suerte no estaba de su lado. No habia conseguido siquiera cerrar un poco los ojos, cuando la joven salio del agua; con agilidad se encaramo por la escalera. Su mano derecha retiro el gorro de bano, liberando una larga cola que deshizo con la izquierda mientras se dirigia a la ducha. La melena oscura medio mojada cayo a lo largo de su espalda hasta casi la cintura, la acomodo con los dedos. Era una mujer joven, no excesivamente delgada ni muy alta, no llegaria al metro sesenta. Se recreo en sus formas redondeadas. Noto un leve cosquilleo en su entrepierna. Chasqueo la lengua y esbozo una sonrisa. Unas semanas antes ni siquiera le habria prestado la mas minima atencion, acostumbrado como estaba a andar con mujeres perfectas, de cuerpos esculturales y gran belleza: actrices, modelos famosas, otras buscando su oportunidad. Esa diminuta dama hubiera pasado del todo desapercibida para el. Movio negativamente la cabeza; todo eso formaba parte de un pasado que ya no volveria jamas. Apuro el contenido de la botella, que dejo en el suelo junto a las otras. Cerro los ojos e intento recordar a las que pasaron por su vida: tres esposas e incontables parejas de mayor o menor duracion, aparte de un sinfin de amantes ocasionales. Aunque se esforzara, sabia que era mision imposible recordar ni sus nombres ni sus caras. Las habia gozado disfrutando de sus cuerpos en la intimidad y lucido en publico. No habia nada de lo que arrepentirse, esa simbiosis fue mutua. Ellas tambien lo habian usado para sus fines, dinero rapido, fama, contactos. Lo deseaban, si, era bueno en la cama y las mujeres se lo pasaban bien en sus brazos, pero nada mas. Tenia gancho, no porque fuera guapo, al contrario, sus facciones eran demasiado rudas para su gusto, pero su cuerpo musculoso le daba aspecto de hombre duro; imaginaba que era eso lo que las atraia. Eso, y lo que representaba: un triunfador, rico y famoso, aclamado por el publico. Las mujeres que eran vistas a su lado enseguida gozaban del favor de la prensa. Tenian las puertas abiertas de la fama facil. Lamentablemente pasaban por su vida sin dejar huella; relaciones tan efimeras y veloces que la mayoria de ellas no tenia tiempo de darse cuenta que era un fraude. Un perdedor. Todo lo contrario de lo que aparentaba. No se equivocaba al afirmar que si le sucediera algo desagradable ninguna se tocaria el corazon por el. Nunca le dieron nada mas que compania y placer. El tampoco les dio nada mas. No dejaron rastro en el, y pondria la mano en el fuego que a ellas les sucedia lo mismo respecto a su persona. No amo a ninguna y estaba seguro de que ninguna lo amo. No lograba recordar ni un minimo atisbo de pena al terminar una relacion; una mujer se iba de su lado, pero siempre tenia el recambio a mano. El unico vacio que dejaban era en su cartera. No necesitaria fingir su muerte y asistir a su funeral de incognito, -recordaba haberlo visto en una vieja pelicula-, para comprobar que nadie lloraba de verdad su perdida. De todas formas, no podria reprochar a nadie que no llorasen por el, ni siquiera confiaba en que asistieran. <>, una risa lugubre se apodero de el. <>. El tambien habia sido parte en su caida en desgracia. De la penosa situacion en la que se encontraba solo el era el unico culpable, no podia a achacar el merito a nadie mas. Ni siquiera le serviria para buscar excusas. Era demasiado tarde para mirar atras y arrepentirse; ya no iba a servirle de mucho. Al abrir nuevamente los ojos, en un timido intento de apartar los tristes pensamientos que lo acechaban, comprobo que la muchacha ya se habia esfumado. Encogio los hombros antes de entrar en la habitacion, llamo a recepcion y pidio una botella de whisky. El hombre que le respondio parecia dubitativo, lo apuro para que no tardara. Solo le faltaba un recepcionista pudoroso y cotilla. No se molesto en regresar el telefono a su sitio, lo dejo caer de cualquier manera encima de la pequena butaca de la habitacion; el aparato siguio su recorrido y aterrizo en el suelo encima de un monton de ropa. Ni siquiera se volvio a recogerlo. Desecho la cama con una mueca de asco: en ella yacian dormidas, evidentemente extenuadas, las dos prostitutas con las que habia pasado una noche de desenfreno y excesos, no mejor ni peor que otras muchas. Hacia tiempo que el sexo solo lograba calmar sus mas bajos instintos, pero no sentia nada. Se sento a esperar al camarero. -Buenos dias, Tomas. ?Hay algo que deba saber? -pregunto la joven con una amplia sonrisa, sentandose tras el mostrador de recepcion. Encima de este la aguardaban un buen punado de cartas por abrir. -Buenos dias, senorita. ?Ha desayunado ya? -interrogo el hombre, respondiendo tambien con calidez a su saludo. Se acerco a la muchacha con una nota en la mano. Rondaria los cincuenta anos, aunque ya entrado en canas, estatura media y complexion delgada, rostro agradable y risa facil: la tipica estampa del bonachon. La muchacha respondio con una mueca de disgusto, el hombre se dio cuenta y rectifico. -Buenos dias, Montse. Nunca me acostumbrare a tutearte -se justifico con sinceridad. -Pues tendras que hacerlo, llevas mas tiempo aqui que yo. He aprendido todo lo que se siguiendo tus pasos cuando era pequena. Acuerdate que pasaba mis vacaciones pegada a tu espalda. Sabes que eres como un padre para mi -le aclaro la muchacha mirandolo carinosamente, antes de proseguir con sus preguntas-. Bueno, dime de una vez: ?hay alguna novedad, puedo ir a comer algo? -dudo unos segundos antes de anadir-, ?o prefieres ir tu primero? -El desayuno de los dos tendra que esperar -aseguro el empleado releyendo la nota que tenia en la mano-. Al parecer, los Gomez han estado quejandose toda la noche por demasiado ruido en la habitacion contigua. Segun me conto el cliente a sus vecinos se les fue la mano con la fiesta: musica alta, gritos, golpes y un sinfin de molestias mas. -Los Gomez estan en la 23, ?no? -pregunto levantando la cabeza de las cartas que estaba repartiendo en grupos. -Si, sus hijos ocupan la 21; al parecer, el alboroto provenia de la 25. -?Crees que sera para tanto y deberiamos hacerles caso? -insistio la muchacha, no muy segura de la queja. Los Gomez eran unos clientes de toda la vida, una familia muy tranquila con tres hijos pequenos, dos ninos y una nina en medio. Se llevarian poco entre ellos y se parecian tanto que practicamente no se distinguian, ademas solian vestirlos exactamente igual. Ahora, quiza, se consideraria un poco friki esa costumbre. -Yo creo que si, ya sabes que los Gomez son clientes del hotel desde hace muchos anos, son un tanto intransigentes y maniaticos, pero nunca han dado problemas que yo recuerde y siempre que se han quejado de algo han tenido razon. Un asunto complicado, deberia ir a hablar con el cliente o los clientes de la 25 y avisarles de que se abstuvieran de incomodar a los otros huespedes y provocar altercados en el hotel. Esa era la unica parte de su trabajo que no le gustaba hacer, odiaba tener que violentarse con los usuarios molestos, pero formaba parte de su cometido como duena de ese establecimiento. Tomas se ofrecio a hacerlo por ella, pero rehuso; no era de esos jefes cobardes que se esconden tras los empleados para que se coman marrones que no les corresponden. Quiso saber quien ocupaba la 25. Tomas recordo que fue el quien lo atendio. Un hombre joven, de aspecto agradable, bien vestido. Llego a media tarde, solo con una maleta pequena, hacia un par de dias solamente. Lo acepto, a pesar de no disponer de reserva previa, sin pensarselo demasiado. Desgraciadamente tenian mas disponibilidad de la deseada, y un cliente nuevo era mas que bienvenido. Dejo la reserva abierta pues no sabia cuanto tiempo se quedaria; solo alojamiento, sin derecho a desayuno ni cena. Se extrano puesto que no recordaba haberlo visto salir de la habitacion, pero tampoco se pasaba las veinticuatro horas del dia en recepcion. Revisaron en el terminal los datos personales, resulto ser italiano, Alessandro Belletti. Al hombre se le antojaba un nombre conocido, igual sensacion tuvo al verlo, su cara le recordaba a alguien, pero no lograba asociar a quien. Un cliente asiduo no era, puesto que no estaba en la base de datos del hotel. Reconocio ante Montse que le estaba dando vueltas desde que llego. La joven apenas se fijo en la fotografia del documento de identidad, levantando los ojos del ordenador aprovecho para bromear con su empleado sugiriendo que deberia parecerse a algun actor famoso, o lo mas probable, conociendo con quien estaba hablando, seguro a un deportista de exito. Tomas era aficionado a todos los deportes. Devoraba horas y horas de competiciones deportivas de todo tipo en la television. Comprobaron el extracto de pedidos de la habitacion y hallaron una de las causas de la fiesta, llevaba consumidas, o al menos cargadas en cuenta, cinco botellas de whisky. -?Solo en un par de dias? -Se sorprendio Montse. -Pues acaba de pedir la sexta -le informo Tomas-. Justo antes de que tu llegaras tome el pedido. Esperaba que llegaras para ir al bar a buscarla. -le informo sin darle demasiada importancia. -?A las nueve de la manana? -Se extrano la joven. Tiro uno de los montones de cartas que habia hecho directamente a la papelera sin abrir, guardo el resto en un cajon de su escritorio. Decidida se levanto, salio de detras del mostrador dispuesta a enfrentarse a ese cliente molesto-. Ni lo suene que se la vamos a subir -agrego en voz alta, sin darse cuenta que era mas un pensamiento que una orden a Tomas. -Vas en contra de tu propio negocio Montse -bromeo Tomas al oirla pronunciar tan rotundamente esas palabras-. A ti que mas te da si se quiere ahogar en alcohol. -Al contrario -aclaro la joven, al darse cuenta que su empleado oyo su ultimo comentario. Se volvio nuevamente hacia el y aprovecho para hacerle, ahora si, una advertencia-. ?Has comprobado su tarjeta? No seria el primero que se aloja, acaba con las reservas de bebidas y luego se larga sin pagar. Ella misma respondio a su pregunta. Eso si fue una orden, de la cual el empleado tomo buena nota para cumplir asintiendo levemente, la chica sabia lo que se hacia, lastima que hubiera heredado una propiedad en tan mal estado, y su hermano solo supiera poner pegas a todo. Bajo su batuta el establecimiento hubiera podido volver al esplendor pasado, tenia los conocimientos apropiados y el empeno necesario, sin olvidar el amor por su trabajo y por el hotel, herencia de sus queridos padres. Montse no oyo como el encargado le daba la razon porque ya andaba en direccion a la escalera con cara de circunstancias. Ascendio a pie hasta el segundo piso, si no iba muy cargada le gustaba usar las escaleras, era bueno hacer ejercicio y los cuatro pisos de altura que formaban el hotel no suponian mucho esfuerzo, aunque tuviera que recorrerlas montones de veces durante su jornada laboral.

  • Tres son multitud de Tricia Ross

    https://gigalibros.com/tres-son-multitud.html

  • Todo lo que sucedio con Miranda Huff de Javier Castillo

    https://gigalibros.com/todo-lo-que-sucedio-con-miranda-huff.html

    Tras el exito arrollador de El dia que se perdio la cordura y El dia que se perdio el amor, con mas de 300.000 ejemplares vendidos, Javier Castillo, maestro del suspense, despliega su virtuosismo narrativo para profundizar en los misterios de lo cotidiano, alli donde permanecen ocultos los miedos mas primarios. Una experiencia de lectura palpitante y energica que corta la respiracion.

  • Todo Por Ella de Pao Flores P.

    https://gigalibros.com/todo-por-ella.html

    La noche era fria y empezo a llover, Maximiliano tomo el codo de Mila y le ayudo a subir al Bentley. --Espera. ?Que te pasa? --pregunto Mila al ver a Maximiliano con su quijada tensa y sus ojos centellando rabia. Maximiliano ignoro su pregunta, cerro la puerta, rodeo el auto hasta llegar a su lugar, encendio el auto y arranco a toda velocidad provocando que ella se recargara al respaldo de su asiento. Despues de varios minutos de silencio ella hablo. --Voy a volver a preguntar, Maximiliano. ?Que es lo que pasa? --Maximiliano se giro un poco para mirarla al mismo tiempo que se detuvo en el semaforo en rojo. --?Fue muy agradable la conversacion con el hijo del embajador? --Mila entendio el motivo de su actitud. Celos, muchos celos de parte de el. Llevaba dias con esa actitud y no entendia el por que.--?Hablas en serio, Maximiliano? --pregunto ironica, pero el semaforo cambio a verde y este aprovecho para acelerar y evitar responder. Mila puso los ojos en blanco y se dedico a mirar por la ventana, perdida en sus pensamientos. Maximiliano al ver que Mila se quedo callada y pensativa, se dio cuenta de su actitud de macho alfa. <> apreto sus manos al volante y acelero perdiendose entre el trafico. Mila sintio un escalofrio, giro hacia Maximiliano quien seguia manejando a toda prisa, era como una sensacion de alerta. Ella intento animar la situacion e ignorar. --Sabes que te amo, ?verdad? --Maximiliano quien siguio con la mirada hacia el frente, suavizo su rostro. Despues de unos segundos de silencio, accedio hacer las paces. --Si. ?Lo sabes tu? --el giro un poco su rostro para mirarla. Ella asintio, levanto su mano, dejo un beso tronado en su palma y lo avento en el aire direccion a el, haciendo que Maximiliano sonriera, levanto la mano para atraparlo y ambos se guinaron el ojo coquetamente. Asi de simple la tension se esfumo en segundos. Maximiliano tomo la interestatal para llegar a las afueras de la ciudad. Tomo la mano de Mila y dejo un beso en su mano. --?Que es lo que ibas a contarme al finalizar la cena de beneficencia, nena? Mila sonrio felizmente, era el momento de hablar. Y en el momento de levantar su rostro y mirar hacia Maximiliano, un auto del lado de el se estampo contra ellos, provocando girara sobre el aire y despues cayeron al lago. Los gritos de Mila y Maximiliano se apagaron. El agua era fria, la noche silenciosa, despues a lo lejos se escucho las patrullas, gritos de la gente del exterior y ambulancias. Maximiliano abrio los ojos y de inmediato busco a Mila, el agua estaba entrando por sus pies, la cabeza de ella estaba contra la ventanilla, su cabello rubio cubrio su rostro. --!MILA! !MILAAAA! !NENA! !MILA!!DESPIERTA! --con dificultad intento quitar el cinturon de seguridad de Mila, pero ella siguio inconsciente, el agua subio a gran velocidad, el auto se siguio deslizando mas alla. Una mano y despues dos mas agarraron a Mila y con dificultad la sacaron del auto, Maximiliano siguio atascado, el agua llego a su cuello, la desesperacion aumento junto con el panico. Cerro los ojos rogando a Dios que ella estuviera bien. El otro hombre intento desatascar el cinturon, pero parecia imposible ya que su pierna estaba aprisionada. La respiracion la contuvo cuando el agua lleno el espacio, intento ayudar al hombre que peleo con el cinturon, pero Maximiliano lo detuvo. ?Ese seria su destino? El hombre se aferro a salvarle la vida, pero Maximiliano acepto que muriese ahi, dentro del auto, ahogado, pero sabiendo que Mila pudo salir. Dejo de luchar al ver que sus posibilidades eran nulas, se maldijo dentro de el al pensar que debio de tener mas tiempo para disfrutar la vida, de Mila, su alma gemela, su todo. Pero ahora era tarde… …Y la oscuridad finalmente lo abrazo. Capitulo 1. Desde las sombras Maximiliano Dos anos despues... --Senor Rogers, el auto esta listo. --Levanto la mirada al escuchar la voz de Marco, esta de pie frente al escritorio con sus manos al frente y entrelazadas. --Ya estoy terminando--miro la hora y puedo sentir como mi corazon se acelera--?Estamos a buen tiempo? --Marco arquea una ceja sorprendido. Asiente lentamente luego baja la mirada a su reloj.--Tenemos diez minutos extras, por si quiere…--duda en seguir y el sonrojo llega a sus mejillas--usted sabe. Asiento en silencio. Me levanto de mi silla con cuidado, tomo mi americana y le entrego mi maletin, salimos del edificio, el auto espera con Scott y la puerta abierta. Entro y me acomodo en el asiento, estoy nervioso. Marco se reincorpora en el trafico de Washington, el clima es agradable y las nubes amenazan con estropearlo. Tomo mi movil y llamo a mi madre. --Hijo, ?Ya vienes? --suena demasiado ansiosa. --Si. Solo llego y te entrego la documentacion para que la firmes--Suspira. --?No puedo persuadirte de que te quedes a cenar con nosotros? --Sabes mi respuesta. --?Algun dia nos vas a perdonar? --Me quedo en silencio, aprieto el puente de mi nariz, no quiero despertar el dolor del pasado. --Solo te entregare la documentacion, necesito tu firma…--El silencio invade nuestra conversacion. Vuelve a suspirar. --Esta bien. Solo dire que te amamos, lamentamos lo que ha sucedido hace dos anos atras, si pudiera regresar el tiempo atras, creeme hubiera actuado diferente. --El hubiera lamentablemente no existe. Llego en veinte minutos. --Esta bien, te espero--dice finalmente rindiendose. Termino la llamada, miro hacia el frente y el corazon late frenetico. El Bentley llega a su destino. Encuentro la mirada de Marco por el retrovisor, quien ha terminado de hablar por su movil. --Me han confirmado que sigue adentro. --asiento sin decir nada. Miro mi reloj muy nervioso, la garganta se seca, el pulso se acelera mucho mas. Cierro los ojos e intento tranquilizarme, <> agarro aire y lo suelto despacio. Levanto la mirada y me concentro en el lugar, el restaurante. Y antes de que otro pensamiento llegue a mi mente, ella aparece. Hermosa, radiante y sana. Su cabello castano cae por encima de sus hombros, viste unos pantalones ajustados, camiseta gris con el numero 12 en numeros grandes centrado en la parte delantera y sus convers. Esta hablando con alguien, pero no puedo mirar con quien, ya que la gente que transita en ese momento por la acera se cruza, ella mira hacia nosotros por breves momentos y siento como su mirada atraviesa el auto. --?Ella nos puede ver? --pregunto nervioso. --No. He tintado los vidrios como usted ha ordenado y el resto de la flota. --?Y la gente que…? --no termino la pregunta cuando ella se acerca a la acera. Mira a su alrededor y luego regresa su atencion a la mujer que acaba de aparecer a su lado. --Es Katherine Sullivan--informa Marco al notar mi curiosidad. --Gracias. Sigo observandola, se cruza de brazos y sigue conversando animada con la rubia a su lado. Su sonrisa se ensancha y comienzan a caminar hacia nosotros. Es la unica forma de poder mirarla desde mis sombras y en silencio. --No se preocupe, no pueden vernos. --Dice Marco al tiempo que mira que me recargo bruscamente al respaldo de mi asiento y puedo apostar que hasta Scott ha dejado de respirar. Pasan de largo entretenidas en su conversacion. Suelto el aire y dejo caer mi cabeza hacia atras. Cada vez que la miro me quedo un poco tranquilo. --Vamos, mi madre me espera--se que sueno derrotado. Mi giro para intentar alcanzar a mirarla de nuevo, pero ella se ha marchado y como cada vez que tengo la oportunidad de mirarla, mi corazon se estruja del dolor por no tenerla a mi lado. Las puertas de hierro forzado se abren cuando el auto esta llegando, Marco entra sin detenerse. Cruzamos el gran jardin y la fuente de piedra que adorna la mansion. Se estaciona a un lado del BMW blanco de mi hermana Lauren y me doy cuenta de que del otro lado esta el auto de Ian. --Mejor estaciona en la entrada, solo bajare unos momentos no voy a tardar. --Si, senor Rogers--enciende de nuevo el auto y se estaciona a unos cuantos metros de la entrada. Con cuidado subo las escaleras de piedra, arreglo mi corbata, nervioso, me detengo frente a la puerta y repaso lo que dire y el tiempo que me voy a tardar, sin tocar el timbre o una invitacion entro a la casa de mis padres. Las voces van incrementando cuando mas avanzo hasta el comedor, al llegar mi madre nota mi presencia, sus voces callan. Mi madre, Elsa, abre los ojos por la sorpresa de estar ahi sin antes llamar, se levanta a toda prisa y se acerca a mi. --!Hijo, ven, toma lugar! --suena emocionada. Niego al mismo tiempo que repaso la mesa con vista de ojo de aguila. Mi padre Ernest de un extremo de la mesa, mi hermana Lauren de un lado y mi hermano Ian frente a ella. Los tres estan en silencio. --Gracias, madre, solo revisa y firma, necesito irme. Ella suspira nostalgica. --Vamos al despacho--sin decir mas, camino detras de ella. Entramos y le entrego la carpeta, mis dedos aflojan la corbata al sentir ansiedad. Ella rodea el escritorio y se sienta en la silla, abre la carpeta, la hojea rapido y levanta su mirada hacia mi--?Estas seguro? --asiento en silencio. Han pasado dos anos desde el accidente y lo unico que quiero en estos momentos es volver a tener todo el control de mi empresa, he comprado las acciones de todos, en estos momentos solo falta el 20% de las acciones de mi madre. ?Como no podria estar seguro? !Es mi empresa, yo la levante de la nada y por ser mi familia la hice parte de ella! Suelto el aire cargado de frustracion. Ella toma una pluma, empieza a firmar todos los papeles. Al terminar cierra la carpeta y la desliza hacia mi direccion. La tomo y antes de volverme hacia la salida del despacho, ella me detiene. -- Necesitamos hablar--arrugo mi ceno. Niego en silencio, ninguna palabra sale de mis labios. No quiero pelear de nuevo con ella. --Tengo que irme--ella suaviza su rostro y sonrie. !No, no sonrias, maldita sea! Pongo los ojos en blanco, ella rie y tira de mi brazo para que tome asiento en el sillon de la sala que se encuentra dentro del despacho. Tomo asiento y ella se sienta a mi lado, me mira en silencio, como si estuviera pensando lo que dira a continuacion, ruego dentro de mi a todos los santos por haber que no toque el tema de mi pasado, el accidente. No quiero romperme ni mostrar lo que cargo por dentro. --?Como has estado? --su pregunta me sorprende. --Bien, ?Y tu? --respondo nervioso. Se que hay algo por ahi escondido preparandose para salir atacarme y ahogarme en la oscuridad. --Bien, preocupada por mi hijo--arrugo mi ceno. ?A que viene eso? --Tengo entendido que tu hijo Ian se encuentra bien, al igual que Lauren--ella niega con una hermosa sonrisa en sus labios. --Sabes a quien me refiero. ?No te has cansado de alejarte de nosotros? Por que yo desde hace casi mas de dos anos que si. --No empieces madre. --me pongo de pie y comienzo a caminar por el despacho. Intento no romperme, no gritarle todo lo que tengo dentro de mi. --?Donde esta tu baston, Maximiliano? --me detengo. ?Como sabe que uso baston? --No se de que…--se levanta bruscamente como si el demonio se le hubiese metido en el cuerpo. Sus ojos centellan de furia. --!Basta! !Basta de esconderte! !De fingir! !A ti te duele, a nosotros mucho mas! !He perdido a mi hijo pequeno! !Y no te atrevas a ocultarme lo del baston! --senala con el dedo indice en mi direccion. --!No me escondo! --replico furioso pasando mis dedos por mi cabello. (Un tic de frustracion) Lo habia dejado en el Bentley, no me gustaba usarlo, pero mi rodilla no habia quedado del todo bien, solo cuando no soportaba el dolor, lo usaba. --!Si te escondes! ?Crees que por ocultar el baston me hara pensar que estas bien? !No estas bien! !Soy tu madre, Maximiliano Rogers! --Y cuando mas te necesite, ?Donde estabas, madre? --digo en un tono bajo cargado de ira. Ella abre sus ojos como platos, sus hermosos ojos grises se cristalizan. --Eso no es justo…--me responde con el nudo en su garganta. --?Y para mi si? ?Sabes el dolor que me causo el que mi propia familia rechazara a Mila? ?Todo lo que hicieron para alejarnos? !Dime! ?Donde estaba la madre amorosa, la madre que apoyaba por sobre todas las cosas a sus hijos? --Yo… --detiene sus palabras, las lagrimas caen finalmente, sus labios tiemblan y lo intenta ocultar. --Yo la amaba con toda el alma y no tienes idea del dano, la ira, el odio que cargo desde entonces--susurro con dolor, ahora mis lagrimas amenazan con salir. --Ella…--levanto el dedo indice en direccion a ella para detener sus palabras. --!No te atrevas a hablar mal de ella y mucho menos delante de mi! --grito furioso. Necesito irme de aqui. --Maximiliano, por favor--me alcanza a tomar mi brazo. No la miro, sigo con la mirada en la puerta del despacho. --Nunca entenderas nuestros motivos. --me giro para mirarla. --La felicidad de tu hijo debio haber estado por encima de esos motivos, ahora…--cierro los ojos con ira y al abrirlos la miro detenidamente y pongo la mano sobre la suya--... ?Valio la pena esos motivos? ?Vale la pena ver a tu hijo muerto en vida? ?Sin el amor de su vida? ?Hundido en las sombras y destruido? --alcanzo su mano, la suelto del agarre lentamente. --Ahora lo se, carino, y no me cansare de pedirte perdon--se cubre su boca para callar un jadeo por su llanto. --Lamentablemente no hay vuelta atras--camino a la puerta y antes de salir me detengo. -- Esto es lo que queda de tu hijo pequeno, un hijo destruido por su propia familia y tendras que vivir con ello el resto de tu vida--Cierro la puerta detras de mi, acelero el paso para evitar cruzarme con el resto de la familia. Al salir, Marco abre la puerta y entro por fin, acaricio mi rodilla al sentir las punzadas de dolor. --Vamonos. No quiero estar mas tiempo en este lugar…--Marco sale de la mansion, dejando todo lo que una vez ame… A mi familia. Capitulo 2. Suenos Humedos Mila “Sus labios recorren mi piel, centimetro a centimetro, mi piel se eriza al grado de obtener un dolor placentero, siento como la humedad se hace presente en mi centro. Mi cuerpo tiene vida, me retuerzo, gimo, jadeo y vuelvo a retorcerme entre las sabanas de la cama. - Eres exquisita, Mila - su voz es ronca y sexy, sus labios encuentran mi humedad en mi sexo y comienza a jugar con su lengua. - !Oh, Dios mio! !Oh, Dios mio! - las sensaciones que produce son indescriptibles, el calor sube y despues se arremolina en el centro de mi vientre, estoy a punto…--Solo dime tu nombre… --Soy yo, t....--y cuando esta a punto de decir su nombre, llego a mi climax…” Despierto de golpe, reincorporandome como un resorte mientras el sudor se desliza por mi piel, cierro los ojos y puedo sentir aun los ultimos espasmos de mi orgasmo, me toco y efectivamente… --Otra vez…--me dejo caer sobre la almohada, miro el techo y revivo en mi mente una y otra vez su silueta en la oscuridad. La forma en que dice mi nombre, el extasis al darme el placer es como si el conociera cada tramo de mi piel, como un mapa... *** Estaciono el auto en el estacionamiento de a lado, tomo mi bolso y mi movil. Miro el reloj y llego justo a tiempo para la junta del personal. Salgo del estacionamiento y antes de girar para entrar veo el auto de mi padre frente al restaurante, un hombre vestido de negro y lentes oscuros se baja y abre la puerta, le ayuda a mi padre a bajar con cuidado, al verme su sonrisa se expande por casi todo su rostro. Le regreso de la misma manera ese gesto, corto la distancia para evitar que el haga esfuerzo en venir hasta mi. --Vaya, ?Que hace el senor Davis en mi trabajo? --lo saludo de beso en ambas mejillas. -- ?No puedo venir a ver a mi unica hija? --dice en un tono ironico. Pongo los ojos en blanco y le hago senas de que entremos al restaurante. --Vamos, ?Ya has desayunado? --El niega--Entonces ven, desayunemos juntos. Lo llevo a la mesa que se encuentra en el lado de la calle con vistas al trafico de la manana, Alejandro, el mesero nos toma el pedido. --Veamos entonces…--lo miro detenidamente, me recargo en el respaldo de la silla y me cruzo de brazos arqueando al mismo tiempo mi ceja, con aire intrigada. --Si has venido hasta aca eso quiere decir que es algo serio, ?O me equivoco? El sonrie a medias, baja la mirada y luego mira a traves del gran ventanal. --Solo queria verte un poco mas--su mirada se encuentra con la Lauren--No me basta una vez a la semana y solo una hora, ?No crees, pequena? Pongo los ojos en blanco. --Lo siento, el restaurante me ha tenido absorbida junto con el que vamos a abrir en un mes en la calle principal… --Sabes que puedes contratar personal para que se encargue de ello, ?Por que no lo haces? --Por que no tendria el orgullo de decir que estuve al mando de mi propio negocio, sabes que me apasiona esto, no quiero estar llevandome todos los meritos cuando no he metido mis manos en ello, eso debes de saberlo de sobra. Cambiemos de tema, ?Por que mejor no me cuentas como llevas con el divorcio con mi madre? El se tensa, llega el mesero y nos deja el jugo de naranja, mi padre espera que el mesero se retire para poder hablar. --Ella no ha querido verme, se que no fui el mejor esposo, pero…--se detiene y desvia la mirada hacia el exterior--se que tengo defectos e hice cosas que ella nunca aprobo, pero sabe Dios que lo hice para un bien. Bueno, basta de mi, no quiero arruinar tu dia con mis problemas. ?Como va el restaurante? Nos metemos en el tema del negocio, le cuento mis futuros proyectos y lo emocionada que estoy. El me cuenta como esta la empresa de exportacion de la familia y los beneficios que ha ganado debido a un contrato con una empresa de California. Llega el desayuno y entre platicas sacamos otros temas y como hace mucho tiempo no teniamos, la pasamos bien. La alarma de mi reloj pita tres veces, eso me recuerda que tengo que tomar la pastilla para el dolor de cabeza, busco en mi bolso y al fin de unos minutos las encuentro, pillo a mi padre con el ceno arrugado mirando mis pastillas. -- ?Todavia sigues tomando pastillas? --sorprendida por su pregunta y en la forma que lo pregunta asiento lentamente. --Aun sufro de las jaquecas, el doctor Sullivan me ha recetado unas nuevas, hacen maravillas, la ventaja es que solo dos veces al dia tengo que tomarla, ?Pero por que te sorprende? Tomo el jugo que queda de mi copa para tomar la pastilla, el sigue mirando la pequena caja que he puesto a un lado de mi plato. --Crei que habian cesado esos dolores…--su tono es bajo, levanta su mirada y sus ojos marrones me contemplan-- ?Por que no me has contado eso? --Padre, basta. Solo son pastillas para el dolor, la proxima semana me toca chequearme. Desde el accidente de hace dos anos, no han encontrado el motivo del dolor. Su rostro se contrae. --Lo se, solo pense que ya no lo tenias, llama a Victor, tengo pendientes que hacer en la oficina. Le hago senas al hombre de la entrada, e inmediatamente se acerca y le ayuda a mi padre. --Bueno, espero verte el fin de semana, ?Si iras verdad? --asiento con una sonrisa. --No me perderia tu cena de cumpleanos por nada del mundo. Nos despedimos en la acera, el auto desaparece entre el trafico de las once de la manana. Me quedo viendo por donde se ha marchado, cuando me vuelvo para entrar, de nuevo esta el Bentley estacionado a varios carros de la acera. Habia dias en que el auto permanecia aproximadamente una hora diario, uno de los chicos del restaurante solo justificaba que el auto era de uno de los duenos de las oficinas que estaban a unos cuantos locales, era obvio ya que el estacionamiento de varios locales era exclusivo a clientes. Miro de nuevo el auto, estoy tentada en preguntar realmente de quien es, ?Por que no, Mila? Me abrazo a mi misma, y ladeo el rostro. Puedo ver movimiento en el interior, asi que eso confirma que hay alguien dentro del auto. ?Y si es un secuestrador o acosador? ?Tuyo, Mila? Me regano mentalmente de que esto a mi no me incumbe, ?Y que si se estaciona siempre en ese lugar? Pero es casi a diario…para mi en lo personal es sospechoso. Mis piernas se mueven en su direccion y ya estoy formulando en mi cabeza lo que voy a preguntar. Me acerco a la puerta del piloto, doy un toque con mi nudillo contra la ventana tintada, al no obtener respuesta, doy otro toque, el vidrio se baja y descubro a un tipo de traje negro. -- ?Si? --estoy a punto de hablar, pero una imagen atraviesa por mi mente. Es el, pero viste un traje veraniego, usa lentes de sol y esta algo borroso. -- ?Esta bien senorita? --asiento saliendo de mis pensamientos. --Si, disculpe… ?Nos conocemos de algun lado? su y rostro me es familiar--su rostro palidece y despues niega. --Oh, no se por que me es familiar, bueno, disculpe, ?Espera a alguien? --Si, senorita, estoy esperando a mi jefe--dice dudando de su respuesta. -- ?Donde trabaja su jefe? --lo interrogo. --En el edificio de la esquina, es que siempre encuentro este lugar desocupado, suerte, ?no? -- asiento, dudosa. El se da cuenta y me sonrie, y es una sonrisa calida, familiar y en lugar de sentirme incomoda, es lo contrario. -- ?En que trabaja tu jefe? --pregunto curiosa. --Es empresario, lo demas es confidencial. Lo siento. --Oh, lo siento, no suelo ser tan curiosa. --Si, lo se--se calla bruscamente luego intenta acomodar su respuesta--me refiero a que hay gente curiosa otras no, y… --su movil suena. --Lo siento tengo que responder.

  • Te voy a olvidar de Fabiola Arellano

    https://gigalibros.com/te-voy-a-olvidar.html

  • En Brazos del Duque de Caitlin Crews

    https://gigalibros.com/en-brazos-del-duque.html

  • Dirige tu vida de Pau Forner Navarro

    https://gigalibros.com/dirige-tu-vida.html

    En la escuela aprendimos ortografia, algebra y algunos hasta latin, pero nadie nos enseno las habilidades necesarias para hacer frente a los obstaculos de la vida y relacionarnos con los demas. Por eso vivimos acorralados por nuestros miedos, incapaces de defender nuestros propositos y encadenados a relaciones toxicas.

  • Una cabeza llena de fantasmas de Paul Tremblay

    https://gigalibros.com/una-cabeza-llena-de-fantasmas.html

    La apacible vida de los Barrett da un giro cuando su hija Marjorie, de catorce anos, empieza a mostrar sintomas horribles de esquizofrenia que los medicos no consiguen mitigar. Muy pronto la situacion ha empeorado tanto que su descenso a la locura parece imparable. Desesperado, el padre pide ayuda a un cura para practicar un exorcismo. Y es entonces cuando se produce una vuelta de tuerca: debido a sus problemas economicos, acepta la oferta de una productora de reality shows para grabarlo todo. Quince anos despues, una escritora entrevista a la hermana pequena de Marjorie. A medida que ella rememora la tragedia, va desgranandose una impactante historia que plantea interrogantes sobre la memoria y la realidad, los medios de comunicacion, el poder de la ciencia y la religion, y la naturaleza misma del mal. Ganador del Premio de Novela Bram Stoker, Una cabeza de llena de fantasmas es un libro fascinante que combina el terror con el misterio, el drama familiar y la critica a la sociedad del espectaculo en la estela de El resplandor de Stephen King, La maldicion de Hill House de Shirley Jackson y El exorcista de William Peter Blatty.

  • Algodon de azucar de Jane Seymour

    https://gigalibros.com/algodon-de-azucar.html

    Yo era una chica normal y corriente hasta que se cruzo en mi camino una estrella de Hollywood. De pronto lo tenia todo: lujo y riqueza., pero tambien lo peor de ese mundo.

  • Un olivo entre trigales de Angeles Castillo Caballero

    https://gigalibros.com/un-olivo-entre-trigales.html

    En ciertos momentos de nuestra vida, todos solemos tener la ilusion de que manejamos las riendas de la misma a nuestro antojo. Es entonces cuando el destino se hace presente, desatando su furia sobre nosotros, encabritando nuestra montura que huye despavorida hacia el abismo, para demostrarnos hasta que punto estabamos equivocados. Solo los mas fuertes de espiritu son capaces de aguantar sus envites, reconociendo el nuevo sendero y redirigiendo el rumbo. Encorsetada por los condicionamientos morales de su tiempo, la existencia de Isabel, una joven nacida en 1837, ha comenzado a tambalearse. Hija de un poderoso terrateniente jienense, se vera obligada a convivir con unos labradores a los que quedara eternamente agradecida y a quienes permanecera ligado su porvenir. Tambien la vida de Antonio, un bibliotecario de la epoca actual, se ha visto convulsionada por acontecimientos ajenos a su voluntad. Mientras intenta salir de una reciente crisis personal coincidira con una companera de trabajo con la que congeniara muy bien, una universitaria en practicas que se encuentra investigando la situacion de la mujer en el pasado. Juntos nos introduciran en la cotidianeidad de las gentes del sureste espanol durante la segunda mitad del XIX. A traves de la tecnica del flashback, combinando matices de novela historica, etnologica y de intriga, se van entrelazando las diferentes tramas para descubrir la conexion existente entre los distintos personajes, escenarios y periodos historicos.

  • Un jardin al norte de Boris Izaguirre

    https://gigalibros.com/un-jardin-al-norte.html

    Inglaterra (condado de Kent), albores del siglo XX, los padres de la pequena Rosalinda se separan y ella es enviada a un internado, Saint Mary Rose. Desde ese momento solo vera a su madre en los pocos dias de vacaciones. Su padre se ha instalado en la India, oficialmente como agregado comercial, aunque en realidad ejerce como espia.Cuando, en la adolescencia, Rosalinda se reencuentra con su progenitor, se enamora del halo de exotismo que este desprende y le acompana de vuelta al pais asiatico, donde se iniciara en el espionaje de la mano del superior de su padre, Mr. Higgs. En la India contraera matrimonio con un hombre mayor que ella, Mr. Peter Fox, que la deslumbra pero que la abandona al poco cuando su salud flaquea.De vuelta al Viejo Continente, es enviada a Alemania para recabar informacion sobre el nacionalsocialismo de Hitler. Alli, un hombre, tambien bastante mayor que ella, y en este caso espanol, Juan Luis Beigbeder,la vuelve a enamorar por su inteligencia, cultura y modales. Siempre en la encrucijada entre el amor y la obligacion hacia su pais, Rosalinda se traslada a Tanger, centro internacional de intrigas politicas y economicas de la epoca, donde el espionaje y la pasion hacia Juan Luis Beigbeder lucharan por ser lo mas importante en su vida en los confusos y dramaticos dias de la guerra civil espanola y en los anteriores a la Segunda Guerra Mundial.

  • Si el Fuhrer lo supiera de Otto Basil

    https://gigalibros.com/si-el-fuhrer-lo-supiera.html

    Corre el ano 1965. La bomba atomica no cayo sobre Hiroshima y Nagasaki, sino sobre Londres, con lo cual el Gran Reich Aleman gano la guerra. La ideologia nazi se ha expandido por todo el planeta, ahora dividido en dos grandes esferas de poder, una occidental y alemana, el Magno Imperio Germanico, y otra oriental y japonesa, la Magna Iaponica. Es en esta tesitura en la que Hitler, <>, muere de viejo en su lecho y la Magna Iaponica ataca a sus aliados germanicos dos bombas atomicas. En mitad de ese caos generalizado, Albin Totila Hollrieg, especialista en giromancia y <> recorrera, por encargo del Partido, todo el Imperio en mision <>, mientras una imparable ola de suicidios recorre el Reich.

  • Dante. El Monstruo en mi Cama de Elena Romero

    https://gigalibros.com/dante-el-monstruo-en-mi-cama.html

    Nuestra historia no es realista.
    Y nadie nos creeria. Nunca.
    Pero le amo. Le necesito.
    Y necesito protegerlo.

  • Diez (Maeva Young) de Gretchen Mcneil

    https://gigalibros.com/diez-maeva-young.html

    Una lectura llena de suspense, mezcla de terror, venganza y romance.

  • Mi Sol (Improvisto Amor 2) de Lily Cerda

    https://gigalibros.com/mi-sol-improvisto-amor-2.html

    La senorita Sol es una alegre y hermosa joven, desprovista de malicia, ya que ha sido criada en el campo de Chervach por su abuelo el senor Mellor.

  • Sesion nocturna de Michael Connelly

    https://gigalibros.com/sesion-nocturna.html

    Renee Ballard trabaja en el turno de noche en Hollywood. Empieza muchas investigaciones, pero no termina ninguna, porque cada manana entrega sus casos a los detectives del turno de dia. A la que fuera prometedora detective le han asignado ese puesto como castigo despues de presentar una demanda por acoso sexual contra un superior.
    Sin embargo, una noche le tocan dos casos de los que no quiere desprenderse: la brutal paliza a una prostituta que es abandonada y dada por muerta en un aparcamiento, y el asesinato de una joven camarera durante un tiroteo en un club nocturno. Ballard esta decidida a no renunciar a los casos al amanecer. Contra las ordenes y los deseos de su propio companero, se dedica a ambas investigaciones de dia mientras cumple con su turno de noche. Los casos se complican y acercan a Ballard a sus propios demonios y a la razon por la que no renunciara al trabajo por mas dificultades que le ponga el departamento.

  • El tiempo en sus manos (Los Austrias 2) de Jose Luis Corra

    https://gigalibros.com/el-tiempo-en-sus-manos-los-austrias-2.html

    En El tiempo en sus manos, Jose Luis Corral nos introduce en los anos posteriores a la coronacion de Carlos I como emperador. Una vez resuelto el problema sucesorio tras el fallecimiento de su abuelo Fernando de Aragon y la incapacidad de su madre, Juana la Loca, para ejercer el gobierno, el joven Carlos es proclamado emperador. Convertido en el monarca mas poderoso del mundo, dueno de media Europa y de las Indias, se vera obligado a afrontar los problemas de unidad del imperio cristiano frente a la ofensiva turca. Para ello, contara con el apoyo, por fin, de todos los reinos de Espana, que pretende unificar bajo su reinado. Para asegurar la descendencia, contrae matrimonio con Isabel de Portugal, su prima hermana, con la que vivira un amor apasionado.

  • El doctor (Seleccion RNR) de Bel Diciembre

    https://gigalibros.com/el-doctor-seleccion-rnr.html

    La casa era imponente. En medio de la campina inglesa, sus muros grises se alzaban majestuosos. Con una altura de tres pisos, mas de mil metros cuadrados por planta y una extension de casi tres mil hectareas, no cabia duda de que la mansion del Conde de Gloucester era una muestra del poderio de aquel noble ingles. Martin caminaba despacio intentando seguir el ritmo que su padre, con la pierna lesionada, no tenia mas remedio que tener. Pero eso le permitia apreciar con mayor capacidad toda la inmensidad del lugar en el que se encontraba. Sin embargo, su padre no paraba de grunir y resoplar. --No te preocupes. Vamos con tiempo suficiente. --Martin intento tranquilizarle sabiendo que el sufria siempre por mantener lo que consideraba las minimas formas, y entre las que se encontraba el guardar una correcta puntualidad. --Lo se, hijo, pero me siento un inutil viendo como debes contener tu paso. La edad no perdona y esto solo es una muestra de lo que puede pasarme en un futuro muy cercano. --No digas tonterias. No hay ningun futuro cercano que anuncie calamidades y, cuando llegue el futuro lejano al que te refieres, tendras tu propia casa y el jardin en la misma puerta para poder regarlo si quieres desde la misma ventana, sentado en tu butaca. De eso me encargo yo, te lo aseguro. El senor Golsmith miro a su hijo con orgullo. Tenia ya veintisiete anos y habia heredado la hermosura de su madre, pero con una masculinidad propia. El color de su pelo era rubio mientras que sus ojos se acercaban al gris profundo abandonando el azul. Sin embargo, estaban siempre brillantes, muestra de una fuerte personalidad, curiosa y avida de conocimientos, que disfrutaba con lo nuevo y lo antiguo sin distincion. El cuerpo atletico era el de alguien que siempre ejercia algun que otro ejercicio fisico y todos los esfuerzos realizados por su educacion se dejaban ver en sus gestos y maneras, propias de cualquier miembro de la aristocracia. El senor Golsmith nunca habia ahorrado una sola libra en esa formacion pero, ademas, habia tenido la inmensa suerte de que el marques de Standford, con quien estuvo trabajando durante mas de veinte anos, le dejo en herencia una cantidad que para John Golsmith fue toda una fortuna. Aquel dinero se dedico en su integridad a su unico hijo a quien, con catorce anos, envio al mejor college de Inglaterra. Conocia los riesgos de esa decision. Relacionarse con la aristocracia cuando tus origenes eran tan humildes como los que correspondian a un simple jardinero no iba a ser facil para su hijo. Pero tambien era cierto que los tiempos estaban cambiando y que ya no era imprescindible poseer un titulo nobiliario para acceder a las mejores posiciones e, incluso, ser miembro del Parlamento. Martin demostro ser un muchacho con una tremenda personalidad. Nunca se acomplejo ni se amilano ante sus companeros de altisima clase social. Muy al contrario, su caracter bondadoso, su liderazgo natural y su privilegiada capacidad intelectual le granjearon, en muy poco tiempo, grandes amigos entre los que se contaban el vizconde de Ressy y el conde de Charmington. Junto con ellos, estudio aquellos primeros anos y nunca perdieron la amistad pese a que cada uno escogio caminos diversos para completar su formacion, desde el mundo de las finanzas para el conde de Charmington hasta la formacion en naviera militar preferida por el vizconde de Ressy, pasando por los estudios de medicina que habian sido la pasion de su hijo desde que, a los ocho anos, se habia quedado sin madre por una enfermedad que fue tan devastadora como cruel y repentina. El orgullo de ir conociendo como su hijo iba progresando personalmente fue un sentimiento mucho mas poderoso que la anoranza de no verlo mas que muy de vez en cuando. Durante todos aquellos anos se habian escrito cartas casi con frecuencia semanal y en todas ellas su hijo siempre le informaba de los mas nimios detalles, al tiempo que nunca olvidada transmitirle un carino que parecia ser incombustible a la distancia sin que nunca mediara un solo reproche. Era una prueba mas del caracter bondadoso de aquel muchacho, que habia sido siempre una constante en su personalidad. Sin embargo, lo cierto era que cada vez que lo miraba, John Golsmith veia a un hijo fisicamente muy diferente y a veces temia no poder reconocerlo en la siguiente ocasion. No era de extranar, la visitas que siempre suponian el traslado del padre donde estuviera su hijo, solo se producian una o dos veces como mucho al ano, y por muy breve tiempo. Para John Golsmith no era facil viajar porque suponia abandonar su trabajo y tenia un coste importante. Traer a Martin a su lado tampoco era simple. Los jardineros siempre vivian en casas muy humildes y pequenas ubicadas en las propiedades que cuidaban. Pero, por encima de todo, Mr. Golsmith queria evitar que su hijo tuviera que conciliar de una manera excesiva sus posibilidades y entorno con lo que significaba su propia familia

  • El pozo del cielo de Cristina Cerezales Laforet

    https://gigalibros.com/el-pozo-del-cielo.html

    Andres y Florinda inician una historia de amor oculta, mientras juegan a llamarse Ariadna y Teseo. Pasados los anos, la pasion entre los dos amantes se va enfriando hasta conducir la relacion a un punto muerto. Pero un dia, durante un viaje de Andres, Florinda recibe una visita que trastoca su existencia y le hace abandonar su casa, el lugar de su amor secreto, sin dar ningun tipo de explicacion.Cuando el regresa, se encuentra con una casa sin Florinda, en la que no soporta vivir con su ausencia pero de la que tampoco puede escapar, no consigue dejar de esperarla.