• la mujer del cartero - Leonor Moreira

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    Cuando un dia Clara recibe la visita de su nuevo vecino, Alex, queda impresionada al encontrarse ante un hombre atractivo, seductor y, sobre todo, muy misterioso.

  • LA MUJER DEL CARTERO (Thriller Romántico) Versión Kindle

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    LA MUJER DEL CARTERO (Thriller Romántico) de [Leonor Moreira] ... Una vez leí en un libro: Se nota que no es la típica novela de Amazon subida a lo bestia ...

  • LA MUJER DEL CARTERO : Moreira, Leonor - Amazon.es

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  • Reseña de "La mujer del cartero" de Leonor Moreira - Blog de ...

    http://namartaielsllibres.blogspot.com/2019/10/resena-de-la-mujer-del-cartero-de.html

    4 oct 2019 — Reseña de "La mujer del cartero" de Leonor Moreira · La novela nos cuenta como Clara, una joven · atrapada en un matrimonio insatisfecho que vive ...

  • Leonor Moreira: LA MUJER DEL CARTERO - Una vez leí en ...

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    21 jul 2019 — La mujer del cartero es la ópera prima de una escritora gallega de Galicia, Leonor Moreira. Es una novela en primera persona, ...

  • LA MUJER DEL CARTERO - Leonor Moreira - Babelio

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    10 jul 2019 — Críticas (6), citas (5) extractos de LA MUJER DEL CARTERO de Leonor Moreira. ... Comprar este libro en papel, epub, pdf en ...

  • La mujer del cartero - Leonor Moreira - Mi vida por un libro

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    20 sept 2019 — La antigua mujer del cartero no solo descubre todo lo que su nuevo vecino esconde, sino que entra a formar parte activa de su presente más ...

  • La mujer del cartero - Leonor Moreira - Debeleer.com

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    PDF • Descargar Libros Gratis. Buscar: ... La mujer del cartero – Leonor Moreira ... Mujeres que fingen ser las esposas ideales a los ojos de sus vecinos, ...

  • La Mujer del Cartero by Leonor Moreira - Goodreads

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    Be the first to ask a question about La Mujer del Cartero ... En el primer tercio del libro ya me di cuenta de que era un thriller, pero no imaginaba ese ...

  • La Mujer del Cartero by Leonor Moreira - Goodreads

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    La Mujer del Cartero book. Read 11 reviews from the world's largest community for readers. SINOPSIS: Cuando un d a Clara recibe la visita de su nuevo vec...

  • Una Vez Tomado (Un Misterio de Riley Paige 2) de Blake Pierce

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    Mujeres estan siendo asesinadas en el norte del estado de Nueva York, sus cuerpos encontrados misteriosamente colgando en cadenas. El FBI esta en el caso. Dada la naturaleza bizarra de los asesinatos y la falta de pistas, solo hay una agente a la que pueden recurrir-la Agente Especial Riley Paige.

  • Delitos de pasion de Adrian Aragon

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    Una mujer desaparece en la ciudad de Nueva Orleans (Luisiana) sin dejar rastro. Su novio acude a la policia para denunciar el hecho. Los detectives Daniel y Katherine son los encargados de buscar alguna pista del extrano suceso, ya que no parece haber ni un sospechoso ni un movil.

  • La gran travesia de Shion Miura

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    Cuando el responsable del departamento de diccionarios de la editorial Genbu Books esta a punto de jubilarse, se propone elegir a un sustituto para que se embarque en un ambicioso proyecto: la creacion del nuevo diccionario La gran travesia. Y Majime, un timido joven de escasas habilidades sociales aunque con una gran pasion por las palabras, resulta ser la persona adecuada.

  • El ano del hambre de Aki Ollikainen

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    Los escalamos chillan como un pajaro. En el fondo de la barca yacen dos lucios flacos, que mas que peces parecen serpientes. Ya no colean, con este frio se han quedado tiesos. Por las mandibulas entreabiertas todavia les chorrea sangre, lentamente, que se mezcla con el agua y forma finas florituras a los pies de Mataleena. Mataleena mete la mano en las aguas gelidas del lago y la deja flotar junto a la barca, ociosa, hasta que comienzan a dolerle las articulaciones. El viento entresaca ondas en la superficie del agua, el cielo se refleja moteado, fragmentado, como si lo hubieran quebrado a golpes. Juhani estira el cuello como una grulla; mira al cielo. Mataleena observa el pescuezo nervudo de su padre, luego el fino caballete de la nariz, y finalmente levanta la vista al cielo, una inmensa cuchara de plata que desciende sobre el lago. --Ya vuelan hacia el sur --suspira Juhani. --?Quienes? --Los cisnes. --Yo no veo ningun pajaro. --Es que ya se han ido. La mirada de Juhani se posa en Mataleena. --Pero al menos hemos conseguido pescado. Juhani arrastra la barca entre los arbustos. Marja ha salido a recibirlos; deja a Juho en el suelo y Mataleena toma a su hermano pequeno de la mano. Marja se asoma a la barca. --Que flacos estan. Los arboles de la otra orilla se reflejan negros en la superficie del agua. De algun lugar llega el aullido de un colimbo artico. Pronto, tambien el emprendera el vuelo hacia el sur. Caminan a traves del bosque por un sendero estrecho. Cuando Marja se agacha para buscar arandanos rojos, se oye un siseo rapido, airado, como si un tizon candente cayera en el agua. Marja chilla, salta hacia atras; sus pies no encuentran tierra al descender y se desploma de costado entre las ramitas. Primero distingue los arandanos, lividos por el azote de las noches de frio intenso, como puntos difusos. Luego escudrina en la direccion del siseo y poco a poco el ovillo negro comienza a adquirir la forma de una culebra. Sus ojos contienen el color de una baya escarchada, los dos colmillos son como carambanos. Pero la vibora no ataca, solo sisea. Juhani avanza a grandes pasos con una gran piedra levantada en alto, sobre la cabeza. Entonces ataca. La serpiente queda aplastada bajo la roca. De un soplo, Marja libera el aire que el miedo habia encerrado en su estomago. Juhani le tiende la mano y la ayuda a incorporarse. --Pobre bicho, ya estaba aterido. No tenia escapatoria. Marja observa el pedrusco, le parece ver la culebra a traves de el. --?Esta viva todavia? --No --responde Juhani, y se agacha para levantar la piedra. --!Por amor de Dios, no! Dejalo. No quiero verla. --Esta bien, que se quede ahi. Se oye un suave chisporroteo cuando el extremo ardiente de la tea toca el agua del balde. La tenue luz aun tiene fuerzas para dibujar la sombra de Juhani sobre los troncos de la pared cuando este se incorpora del catre, le levanta el vestido a Marja, posa la mano sobre su rodilla y le separa las piernas. Marja agarra su miembro en ereccion. Tambien a ella le apeteceria, pero el miedo es mayor incluso que el deseo ardiente. ?Y si se queda embarazada? Mas bocas que alimentar en esta miseria. Y asi empuja a Juhani de regreso al colchon. El suspira, tratando de ocultar su decepcion. Marja mueve la mano despacio, de arriba abajo, mientras aprieta el miembro de Juhani. El deja escapar un debil gemido. Ella se lleva la otra mano entre las piernas. Juhani termina primero. Marja se muerde el cuello del camison, las olas recorren su cuerpo. Cuando han pasado, la sensacion es otra v e z d e v a c i o. A c a r i c i a e l m i e m b r o f l a c i d o d e J u h a n i y p i e n s a e n l o s l u c i o s f l a c o s. Octubre 1867 Hay que sacrificar al peon. Si no, la reina blanca arrinconara al rey y el alfil no llegara a tiempo al rescate. Todavia esta a unos movimientos. Lars Renqvist no tiene mas remedio que admitir que la situacion sobre el tablero parece desesperada. Teo, nervioso, tamborilea con los dedos en el borde de la mesa. --?No te rindes aun? --le dice a su hermano--. Dejemos la partida por ahora y retomemosla en otra ocasion. --Esta bien. La acabamos en la proxima visita --responde Lars. Teo observa divertido el rostro de su hermano mientras este sigue escudrinando las piezas sobre el tablero. Nota que Lars ha aprendido a fruncir el ceno como su adorado superior en el Senado. --En mi opinion, ese senador tuyo esta equivocado --dice. --Tu no entiendes la esencia de este pueblo --suspira Lars, al tiempo que se levanta para servir ponche en vasos pequenos. Le ofrece uno a su hermano y continua--: a la gente hay que darle trabajo. Si se le llena el granero a cambio de nada, este no tendra fondo. Nuestro deber supremo es procurarles trabajo a aquellos que no lo tienen. --El trabajo resulta de bien poca utilidad y no da sus frutos si no hay comida que comprar con el salario. Lars se irrita. El senador ha obtenido un prestamo sin garantias de la casa bancaria Rothschild. Y se lo han concedido unicamente gracias a la buena reputacion del Estado. Es una confianza que no ha de deteriorarse perdiendo los nervios ante el primer contratiempo. --No me cabe en la cabeza que no lo entiendas --dice Lars, enojado. En ese instante se abren las puertas del salon y Raakel entra con la bandeja del te, que coloca en la mesita. Justo a tiempo. Lars toma aliento y se apacigua ante la mirada tierna de su esposa. Teo piensa que Raakel es mas sensata que su hermano. Si alguien hubiera tenido la ocurrencia de pedirselo, seguro que para entonces ella ya hubiera resuelto el problema de los mendigos. Le hubiera pedido a todo el mundo que regresara a sus hogares: habra comida en cuanto encontremos un puchero lo suficientemente grande. Solo hay que tener paciencia y esperar. --La idea era gestionar la compra del cereal de emergencia a traves de comerciantes. Esa era la propuesta del senador y llevaba toda la razon. No es culpa suya que los comerciantes no hayan sido lo suficientemente diligentes --aclara Lars, como un padre paciente que explica lo mismo a su hijo por septima vez. --No dio tiempo a adquirir nada de cereal. Y puedes pedirle a un comerciante que alimente a los pobres tanto como le pedirias a un pastor que le entregue la camisa al projimo --replica Teo. La mencion de los curas hace que Lars guarde silencio un instante, y Teo supone que su hermano aun siente cierta culpabilidad porque ninguno de los dos cumpliera el gran deseo de su padre y se dedicara a la teologia. --Por lo que a mi respecta, conozco a uno que estaria bien dispuesto a renunciar a su camisa por las putas del barrio de Punavuori --interviene Raakel. --Soy el medico de los pobres, igual que el gran Paracelso --responde Teo extendiendo los brazos. --Entonces las putas de Helsinki no tienen de que preo cuparse, con nuestro Paracelso velando por ellas. Lars suelta una carcajada. Raakel, exultante por su victoria, cierra la puerta de un portazo al salir. Tambien Teo se divierte al imaginar que en los labios de Raakel se esta dibujando una sonrisa triunfal al haber sido ella quien ha pronunciado la ultima palabra. Que buena madre seria si no fuera esteril. Aunque el problema bien podria tenerlo Lars, piensa Teo; quiza su familia este condenada a extinguirse con ellos. Tal vez sea ese el quid de la cuestion. La hambruna elimina a los mas debiles de la nacion, igual que un jardinero poda las ramas podridas de un manzano. Una vez que Teo se ha ido, Lars se concentra de nuevo en la situacion sobre el tablero. Con el peon podria ganar tiempo para unos cuantos movimientos mas, pero hasta para acabar en tablas seria necesario que su hermano cometiera un error garrafal. La partida esta perdida y Lars supone que Teo la ha dejado a medias a proposito, tal vez con la intencion de que el tuviese tiempo de estudiar la situacion y comprender lo desesperado de su posicion. A su mente acude la expresion de agonica crueldad del senador cuando dijo, irascible: --?El asistente de cuentas tiene algo que anadir? He dictado mi mensaje, !vaya a entregarlo! De eso hace ya un mes. Lars se habia quedado de pie en el umbral del despacho del senador; apretaba en la mano el telegrama enviado por el gobernador Alftan, cuidandose, sin embargo, de no arrugarlo, pues el senador se reservaba para si el derecho de estrujar los telegramas y arrojarlos al suelo en un arranque de colera. En el norte se habia acabado el cereal y Alftan requeria auxilio urgente. Lars solo era el insignificante mensajero, pero el senador dirigia contra el su enojo. Tal vez la situacion alli era verdaderamente desesperada, se habia atrevido a sugerir Lars, a lo que el senador habia respondido que seguramente, por lo menos en lo que respectaba a la gestion financiera. Lars habia salido del despacho entre juramentos, y en un principio se habia odiado a si mismo, su actitud vacilante, y luego habia odiado a todos los Alftanes del mundo, burocratas que, llegado un contratiempo, mostraban debilidad y se doblegaban ante el primer viento fuerte y dejaban solo a un hombre de la talla del senador, solo frente a la tormenta. Por ultimo, habia maldecido a los estupidos campesinos del interior, a los holgazanes, gordos propietarios de haciendas que ponian a sus jornaleros en la calle para que a ellos les quedara mas, cuando hubiesen debido alimentar a sus pobres, ya fueran asalariados o mendigos. --Se acabo por este otono --anuncia Raakel. Lars se espabila y mira interrogante a su esposa. Ella esta de pie junto a la rosa china y acaricia con delicadeza sus hojas verdes. --Hace mas de una semana que no echa ni una flor. --Vaya, antes daba flores hasta despues de Todos los Santos, ?no? Lars se fuerza a levantarse de la silla y se acerca a su mujer. Cada vez que la rosa china comienza a hibernar, a Raakel la abate la misma melancolia, y otra vez no tiene nada a lo que consagrarle su calor y afecto. ?Y si ya no florece mas? El mismo temor todo el invierno, la misma frase cada vez, cada ano, cuando Lars regresa del trabajo y encuentra a su esposa acariciando las hojas de la rosa china. --Bueno, entonces florecera en primavera de nuevo. --Quiza, quiza. Pero es que estos dias todo lo hermoso parece marchitarse. Un hombre con turbante cabalga por el desierto con una doncella de rostro velado en el regazo; de fondo, los rayos del sol poniente banan de oro un palacio. Cecilia esta desnuda, se pone en cuclillas sobre la jofaina y se enjuaga entre las piernas. Los hilillos de agua resbalan por el oscuro vello pubico. Los pequenos rizos se estiran, de su extremo caen gotas en la palangana. Cecilia endereza la espalda, posa las manos sobre las rodillas y abre las piernas un poco mas. La vulva aun esta abierta de resultas del coito. --Pareces bobo con la barbilla colgando --advierte. Teo le alarga un pano de lino con el que ella se seca entre las piernas. --?Como te llamas? Quiero decir, ?como te llamas de verdad? --?Es que Cecilia no te vale? Me llamo Elin. Pero Madame quiso llamarme Cecilia. En realidad, era Cecile. --?Y de verdad eres sueca, de Dalecardia? --Si. Dentro de una hora, la mujer podria ser Ulrika, de Polonia, si asi se lo piden. Empuja la palangana bajo la mesa, con la grupa levantada hacia Teo, mas alta de lo necesario. Con su exhibicion, logra lo que se propone. Teo trata de darle la espalda, pero los pies parecen estar clavados al suelo; los ojos, en las nalgas desnudas; en su piel blanca aun se distinguen las marcas rojo palido del colchon. Sabe que tengo que irme, piensa Teo. Algo le oprime el pecho. Cecilia toma la bacina de porcelana junto a la jofaina y se agacha sobre ella. La vision de una mujer meando le parece excitante, pero Teo decide que no permitira que ella gane la partida. En todo caso, no desea mostrar su derrota. --Tu lo que eres es una campesina, y de eso no te libras.

  • Su Deseo Prohibido de Renata Garcia

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    Natalia Alvarez movio las cortinas de la ventana de la cocina y miro hacia afuera. La lluvia caia en lo que se veia como una larga nube gris, y se pregunto si debia ponerse las botas de lluvia rojas que su madre habia comprado hace 2 anos. Natalia vivia en el centro de Filadelfia y trabajaba en la biblioteca de Vine Street. Hoy seria un dia como cualquier otro, penso, no iba a haber nada especialmente divertido, pero tampoco nada malo. Natalia recordaba cuando su madre solia venir a la biblioteca a visitarla mientras trabajaba en el departamento de atencion. Su madre trabajaba en la panaderia de la esquina, y ella metia croissants de chocolate o pasteles de limon en la bolsa de Natalia mientras ella trabajaba en el escritorio. Natalia penso con carino en el afecto de su madre. Cuando Betsy Alvarez fallecio de cancer de ovario solo seis meses despues, la vida de Natalia adquirio un giro completamente diferente. --Hola bebe, ?porque no le das un beso a papi? --Le grito a Natalia uno de los albaniles en la construccion mientras ella cruzaba por la avenida Benjamin Franklin y se dirigia hacia la biblioteca de Filadelfia. Natalia se rio para si misma pero no miro hacia arriba. El mismo equipo de trabajadores habian estado aqui toda la semana, trabajando en el techo de la tintoreria de Paulo, y el mismo tipo la habia interrumpido, sin falta, cada vez que se aventuraba a caminar por enfrente para ir a trabajar. Cuando Natalia llego a las grandes puertas giratorias de la biblioteca, les dio un buen empujon y luego se paro en la esquina para sacudirse un poco la lluvia. Un grupo de estudiantes de la escuela formaban una fila por la seccion de Jovenes Adultos, y parecia que estaban recibiendo un sermon de su frustrado maestro. Natalia limpio sus botas rojas de lluvia una vez mas en la alfombra negra, y luego se dirigio a su espacio en la seccion de Libros Raros. --Hola, Natalia --dijo Carla desde su lugar detras del escritorio--. Esta lloviendo a cantaros afuera ?eh? --Carla era una mujer grande, de unos cuarenta anos, y una de las mejores amigas de Natalia en el trabajo. Tenia una risa sincera y una personalidad audaz, y Natalia a menudo deseaba poder estar igual de segura y tener la misma confianza en si misma. Carla sabia que Natalia todavia estaba procesando la muerte de su madre, y trataba de mantener el estado de animo en la sala de los Libros Raros lo mas agradable posible. --Claro que si --Natalia se froto los brazos para calentarse--. Esperaba poder pintar algo afuera esta tarde, pero supongo que eso tendra que esperar --suspiro Natalia. Ella alquilaba un departamento que estaba en el primer piso, y el propietario le quito parte de su alquiler a cambio de que hiciera mejoras en la vivienda. --Bueno, nadie ha muerto nunca de un trabajo de pintura pospuesto --Carla movio su cabeza y estiro uno de sus oscuros rizos de su cabello--. Sabes, esa persona que te renta tu departamento la supo hacer --se rio--. Te tiene a ti pintando afuera y a esa otra chica podando el cesped… --se callo y siguio riendose para si misma--. Supongo que se metio en el negocio correcto --se rio de nuevo. Natalia sonrio para si misma, y divertida, se acerco a una gran caja de carton que estaba sobre una de las mesas circulares. --?Carla? --pregunto--. ?Que hay aqui adentro? --pregunto ella, curiosa. --Chica, no tengo ni idea. Barry vino ayer por la tarde y dejo esa caja en el frente. ?Damon lo trajo aqui esta manana? dijo que estaba muy pesada --Carla no parecia muy interesada y regreso a su trabajo archivando papeles en el escritorio. --Bueno, voy a abrirlo --comento Natalia, y puso sus manos en sus caderas. Natalia media alrededor de 1,70 metros con una cintura pequena y caderas curvilineas. Se sentia incomoda con su peso, a pesar de tener una buena figura. Hoy llevaba el pelo recogido en una cola de caballo, y Carla sonrio cuando se dirigio hacia la caja. --Apuesto a que son libros botanicos duros de Paris de finales del siglo XVI --dijo Carla--. No. Retiro lo dicho. Son libros del Arte de Venecia --asintio Carla. Natalia bajo las solapas de la caja. Metio la mano y saco dos grandes libros de tapa dura con letras de oro. Escritos en 1954, la coleccion de libros estaba compuesta por dibujos, pinturas e impresiones de Matisse, justo antes de su muerte. Natalia dio una rapida ojeada a traves de las paginas y luego los dejo a un lado. Los siguientes libros que saco fueron una coleccion ornamentada de poesia de tradicion budista. Natalia examino las portadas y luego las coloco cuidadosamente sobre la mesa. --Entonces, ?tenia razon? --pregunto Carla mientras miraba a traves de sus anteojos. --Bueno, estabas en el camino correcto --sonrio Natalia y alisando grueso cabello castano--. Este libro de poesia budista es lo que me llama la atencion --continuo y ojeando las primeras paginas--. Me encanta este estilo de poesia. Recuerdo a mi antigua profesora universitaria haciendo toda una unidad entera de esto --dijo con nostalgia--. Todavia recuerdo que nos hacia escribir los nuestros y luego nos pedia que los presentaramos a la clase --dijo, y luego se sento --. Eso parece que fue hace mucho tiempo --dijo Natalia distante. Carla se dio cuenta del estado de animo de Natalia y camino hacia ella deteniendose detras de su escritorio. --Estas pensando en tu madre, ?eh? --pregunto, y luego puso su mano en el brazo a Natalia--. Se como te sientes, y eso es todo lo que puedo decir --anadio. La madre de Carla habia fallecido hace unos cinco anos. Se sento de nuevo y luego Natalia parecio mejorar su estado de animo. --Pienso en ella todos los dias, Carla. Todo el tiempo --anadio--. Puedo oir su voz ahora mismo, diciendome que mis pantalones me quedan muy bien --se rio--. Ahora, ella no trataba de quedar bien o suavizaba lo que decia, pero habria pensado que estos pantalones se me verian bien --Natalia dio un pequeno giro delante de Carla--. La extrano tanto --dijo. Carla agito la cabeza y sonrio a Natalia. --Sabes, chica, creo que te vendria bien una buena salida en la noche --dijo--. ?Estas saliendo con alguien? --pregunto. --No --dijo Natalia, mirando sus botas de lluvia--. Creo que eso estaria bien. Sabes, me encantaria conocer a alguien que me haga olvidar algo del pasado --comento Natalia. Continuo dando vuelta a las paginas del libro de poesia dorado y luego los acomodo ordenadamente sobre la mesa. --Supongo que intentare encontrar un lugar para ellos en el estante --recogio Natalia los libros y se dirigio al otro lado de la habitacion. Al final del pasillo habia una gran estanteria marron. Estaba llena de novelas polvorientas y manuscritos conservados de autores oscuros. Natalia siguio buscando un lugar adecuado para los libros y decidio colocar el libro de Matisse en un extremo del Rincon del Artista. Luego agarro el libro de poesia budista y encontro un lugar para el en el estante de Literatura Cultural. Justo cuando se estaba dando la vuelta para buscar mas contenido en la caja de carton, Natalia vio a un hombre alto de pie al final del pasillo. Estaba hojeando uno de los libros de arte que se habia vuelto a archivar la semana pasada. Natalia recordo que alguien lo habia donado de un museo, y que habia sido recibido en condiciones casi nuevas. El hombre parecia perdido en la pagina que estaba viendo y, por lo tanto, no sospechaba de la intensa mirada de Natalia. --?Puedo ayudarte en algo? ?necesitas ayuda? --Natalia se le acerco y sonrio cortesmente. --Oh, no gracias, solo estoy mirando este libro increible --levanto la vista y Natalia se dio cuenta de que sus ojos eran de color azul turquesa. No podia recordar la ultima vez que vio a un hombre con unos ojos tan hermosos. Natalia tambien noto que tenia hombros anchos y cabello oscuro y ondulado. Parecia tener unos treinta y cinco anos, y a Natalia le parecio que era increiblemente guapo. --El otro dia recibimos ese libro --asintio Natalia y observo la pagina que estaba viendo. Parecia ser un boceto de arquitectura antigua, con algunas imagenes mas pequenas de jeroglificos en la parte de abajo--. Ese libro me dio mucha curiosidad desde que llego, pero aun no he tenido la oportunidad de leerlo --se acomodo el pelo detras de la oreja y luego se pregunto que mas podia decir. --Bueno, si quieres leerlo, te lo dejare aqui cuando termine --dijo el hombre, y Natalia se dio cuenta de que llevaba un brazalete de plata en una mano, y un anillo grueso de plata con un onix en el dedo. No queria parecer demasiado interesada, pero era dificil ocultar el hecho de que estaba realmente interesada en conocer a este hombre que se encontraba de pie frente a ella. --Claro, eso es genial --dijo Natalia--. ?Te gusta el arte? --pregunto. Toda la cara del hombre se ilumino. --Si, mucho --dijo--. De hecho, soy artista y estoy organizando una jornada de puertas abiertas para mi ultimo trabajo este viernes en el Cafe de Broadway. --Luego metio la mano en el bolsillo de su chamarra y saco un volante de papel doblado. Se leyo: Esculpe una vida que valga la pena vivir Obras de una epoca: Escultura, acuarela y joyeria Viernes, 1 de octubre de 6--8 Cafe de Broadway Natalia leyo el volante y luego se sintio muy emocionada. Hacia meses que no hacia nada que considerara remotamente interesante. Ella era una aficionada al arte, y de hecho solia pintar con frecuencia antes de que su madre muriera. Sintio mucho interes por el hombre, y en su invitacion a su evento. --Me encantaria ir --dijo Natalia, y luego extendio su mano--. Mi nombre es Natalia --dijo ella. El hombre sonrio, y estrecho su mano. Su agarre era firme y su mano calida. Natalia vio que llevaba botas de cuero y una bufanda de lana. --Yo soy Pedro --dijo, y sonrio genuinamente, luego respiro profundamente y paso sus dedos por su cabello arrugado--. Supongo que trabajas aqui --sonrio un poco mientras hacia el comentario. Natalia sonrio y enderezo sus hombros. --Por supuesto que si --se sintio un poco relajada con su nuevo conocido, y se dio cuenta de que por primera vez en mucho tiempo sintio una sensacion de alivio, un aura expresada de calma y de comodidad. Queria saber mas sobre Pedro, pero no queria alejarse demasiado de sus responsabilidades al otro lado de la sala de lectura--. Bueno, fue un placer conocerte. Espero verte el viernes --dijo y luego se giro para mirar hacia el escritorio. Pedro miro a Natalia mientras ella regresaba al otro lado de la habitacion. Le gustaba que su pelo fuera grueso y castano, y que llevara unas encantadoras botas rojas de lluvia. Le gustaba su sonrisa, y le gustaba la forma en que ella olia. Pedro sabia que tendria que ser cauteloso con lo mucho que revelaba sobre sus sentimientos, en el caso de que Natalia lo encontrara peculiar una vez que su verdadera naturaleza fuera expuesta. --Ok, chica. Cuentame todo sobre el --Carla ni siquiera levanto la vista de sus archivos. --Carla, ?puedes creerlo? ?Cuando fue la ultima vez que tuvimos a un chico bueno aqui? Quiero decir, claro, tenemos algunos hombres guapos de vez en cuando, !pero no de esa manera! --Natalia intento desesperadamente contener su excitacion, pero era casi imposible cuando llego a Carla. --Lo vi. Tenia todo ese asunto del macho artista --Carla asintio con la cabeza--. ?Cual es su historia? --pregunto ella, ansiosa. --Bueno, el es un artista, y su nombre es Pedro. Me invito a su evento el viernes --Natalia agarro el volante y luego lo abrio para mostrarselo a Carla--. Esto va a ser genial. Deberias de venir tambien --los ojos verdes de Natalia estaban muy abiertos y expectantes. Carla miro pensativa por un segundo

  • El coleccionista de flechas de Cristian Perfumo

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    !UN NUEVO THRILLER DEL AUTOR MAS LEIDO DE LA PATAGONIA!

  • La mujer sin marido de Lori Beasley Bradley

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    En el nombre de Dios, ?que hice para merecer tal verguenza y humillacion? Callie Jamison estaba sentada con su espalda erguida, usando su mejor traje negro y su sombrero: su vestimenta de luto. Se enjugo las lagrimas de rabia y verguenza. En el asiento del acompanante del calesin de su marido, bajaban por la calle Principal de Ellsworth, Kansas. En aquella soleada manana de junio, volvian del juzgado, lugar donde un juez acababa de disolver su matrimonio de diez anos con Evan Jamison. Fui una buena esposa. Lagrimas de verguenza mojaron la mejilla bronceada de Callie, quien se negaba a dirigirle la mirada a Evan. ?Como pudo hacerle esto? Ahora era una mujer divorciada, una mujer sin marido. ?Como soportaria la verguenza y el ridiculo? Las divorciadas eran destinadas a ser rechazadas. -!Ahi esta, Callie! Tu nuevo hogar -dijo Evan con desprecio cuando detuvo el calesin frente a la Casa Ellsworth. -No puedes estar hablando en serio -respondio Callie mientras miraba el edificio de tres pisos con estructura de madera y la leyenda <> grabada en oro en la enorme ventana delantera-. No puedo quedarme en este lugar, tiene… mala reputacion. -El juez dijo que tenia que pagar por tu alojamiento y comida en una residencia adecuada -se burlo Evan-. Ahora eres una mujer de mala reputacion, Callie, asi que esto te sienta muy bien, en mi opinion. Evan comenzo a reirse mientras levantaba sus tres bolsos de viaje de la parte trasera del calesin. -Apurate, mujer -le grito Evan mientras cargaba sus bolsas y las dejaba en la entrada de la casa de huespedes-. No tengo todo el dia. Tengo un rancho que administrar. Y supongo que vas a traer a esa nina a mi casa tan pronto como puedas. Evan no habia ocultado ni un poco su amorio con Polly Hardin, una chica de diecinueve anos, hija de un vecino y antigua alumna de Callie en la escuela. Durante los ultimos siete anos, Callie habia educado a los ninos que vivian en Ellsworth. Callie respiro hondo, se levanto la falda y se bajo del calesin. La brisa calida y seca hizo que un mechon suelto de su cabello castano se posara en sus ojos azules llenos de lagrimas. Callie lo volvio a colocar en su sitio con su mano enguantada. Sostuvo la cabeza en alto, se enderezo la chaqueta y camino por el polvoriento sendero. Le costo poner un pie delante del otro mientras seguia a Evan hasta el llamativo vestibulo de la casa de huespedes del pueblo, que tambien funcionaba como burdel, si los rumores eran correctos. Jovenes mujeres con vestidos de encaje estaban sentadas en sillones tapizados en terciopelo rojo. Callie no necesitaba mas pruebas para comprobar que los rumores eran correctos. La Casa Ellsworth era, de hecho, un burdel. Le hare una solicitud al juez. No hay nada menos adecuado para una maestra de escuela y una mujer que va a la iglesia. Evan no puede estar hablando en serio. -?Como puedo ayudarlos? -pregunto un hombre alto con cicatrices en la cara desde detras del mostrador, observando las bolsas que Evan llevaba y a Callie. Los penetrantes ojos oscuros del hombre le provocaron un escalofrio a Callie. -?Tienes lista la habitacion de la que te hable, Caine? -pregunto Evan mientras le dirigia una sonrisa de satisfaccion a Callie. -Se que querias que este en el tercer piso -respondio Matthew Caine con la mirada puesta en Callie. Se lamio sus delgados labios y sonrio. -Pero he tenido que dejarla abajo con las chicas hasta que algo se desocupe alli arriba. Tengo la casa llena en este momento. -Matt, ?no es un poco vieja para que este aqui abajo con nosotras? -pregunto una de las jovenes mujeres. -Parece tan vieja como mi madre, e igual de mojigata con su cuello alto y su cabello recogido bajo ese sombrero de matrona. Las demas mujeres rieron, y Callie sintio como sus mejillas enrojecian de verguenza al tiempo que sus ojos se llenaban de lagrimas. Le hare una peticion al juez, incluso si me tengo que arrastrar hasta el juzgado de rodillas. No puedo quedarme en este lugar horrendo junto con estas mujeres. -No me importa donde carajo la pongas -grito Evan y dejo caer las bolsas de Callie al suelo de madera pulida. -Ella no es mas mi problema. Levanto las manos en el aire, se dio la vuelta y abandono el vestibulo. -Que hombre tan encantador -murmuro con sarcasmo una de las jovenes al acercarse a Callie. – ?Donde la quieres, Matt? ?En la vieja habitacion de Ruthie? El hombre alto asintio con la cabeza sin apartar la vista de los senos de Callie. Puedo jurar que me esta tomando las medidas. -Vamos, carino -dijo la chica y se inclino para recoger dos de los bolsos de Callie-. Te mostrare tu habitacion. Callie se agacho, tomo su otro bolso, y siguio a la delgada pelirroja, quien paso el mostrador y camino por un estrecho y oscuro pasillo empapelado con el mismo llamativo tapiz del vestibulo. -Las chicas usamos estas habitaciones porque hay una puerta que da al exterior al final del pasillo para que nuestros clientes no tengan que salir por el vestibulo -explico la mujer senalando una luz difusa al final del pasillo-, y para que ese cabron entrometido de Caine no sepa nuestras idas y venidas – anadio mientras abria una puerta al final del pasillo. -?No tiene llave? -pregunto Callie con los ojos abiertos y horrorizada ante tanta vulgaridad por parte de la joven. La pelirroja llevo los bolsos de Callie a una habitacion donde una gran cama con marco de bronce era el elemento central. En la pared opuesta habia un armario alto. En una de sus puertas habia un espejo ovalado con una fisura que lo atravesaba. Vio un lavamanos con una jarra y un cuenco, ambos esmaltados. Un orinal a juego estaba en el suelo junto a la cama. Al lado de la ventana se veia un pequeno tocador con un espejo ovalado arriba sobre la pared. La habitacion olia como si el antiguo residente hubiera dejado el orinal lleno y nadie se hubiera molestado en vaciarlo. -Me llamo Maisie -dijo la chica, estrechandole su pecosa mano-, pero la mayoria de las chicas me llama Ruby por mi cabello. -?Que nombre te gusta mas?- pregunto Callie tomando la calida mano de la chica. Maisie la miro perpleja como si nadie le hubiera hecho esa pregunta antes. -Mi mama y mi abuela siempre me llamaban Mae -le susurro-. Tu puedes llamarme Mae si quieres. -Soy Callie -dijo mientras le estrechaba la mano-. Gracias por ayudarme con los bolsos, Mae. -Por nada -respondio la linda chica con una sonrisa que acerco las pecas de sus mejillas a sus brillantes ojos verdes. -Matt si que es una molestia terrible, y un holgazan. Nos manda clientes, se lleva la paga y estamos seguras de que se queda con mas del diez por ciento -dijo Mae entrecerrando los ojos-. Ten cuidado con el -le advirtio-. No me gusto la forma en que te miro. Al menos no soy la unica que se dio cuenta. -Tendras que conseguir tu propia agua de la bomba de atras y llevar tu orinal al retrete de afuera. Tambien esta en la parte de atras, pero puedes llegar facilmente desde la puerta que esta al final del pasillo. Sus ojos recorrieron la habitacion y se detuvieron en la cama, en donde se encontraba un delgado colchon sin almohada. -Me temo que tendras que conseguir tu propia ropa de cama -suspiro Mae-. La mayoria de nosotras cargamos la nuestra en el maletero cuando viajamos de ciudad en ciudad, pero tu puedes comprar ropa de cama nueva en el mercado de la calle. -Gracias -dijo Callie frunciendo el ceno. No habia considerado la ropa de cama cuando empaco sus cosas apresuradamente esa manana. Asumio que Evan la llevaria al hotel y no la dejaria en este prostibulo. Sin embargo, Callie sabia perfectamente cual seria el resultado en el juzgado. Evan y el juez Sterling jugaban juntos al poquer y Callie sabia que el hombre le concederia a Evan el divorcio que queria. -?Tienes dinero? -pregunto la chica con humildad-. Si no tienes, puedo darte unos cuantos dolares hasta que puedas conseguir los tuyos. -Tengo un poco -respondio Callie con una debil sonrisa-, pero muchas gracias por la oferta. -No es facil ser una mujer y estar por tu cuenta -suspiro Mae-. Tienes que pagar todo. La mayoria de nosotras comemos en El Filete Jugoso, al otro lado de la calle. El viejo Jenkins canjea las comidas por una mamada en la cocina de vez en cuando, siempre y cuando su mujer no este alli – dijo ruborizada. Callie sonrio. Conocia a Hiram Jenkins. -Creo que puedo pagar por mi comida. -!Casi me olvido! -anadio la chica mientras se dirigia a la puerta-, aqui esta tu llave -dijo sacando la llave de la cerradura y entregandosela a Callie. -Todas llevamos la nuestra con nosotras. Nunca se las dejamos a Caine en la recepcion cuando salimos. -Gracias, Mae -dijo Callie-. Supongo que sera mejor que guarde mis cosas y haga una lista de lo que necesito comprar en el mercado. -Claro, senora -respondio Mae y abrio la puerta. Las risas joviales y agudas de las jovenes entraron por la puerta y Mae puso los ojos en blanco. -Tabby debe haber contado otro de sus tontos chistes. Es tu vecina, por cierto, y te lo advierto ahora -dijo con un guino, senalando con la cabeza la pared que separaba la habitacion de Callie de la de al lado-. Tabby disfruta de su trabajo y puede ser muy ruidosa cuando lo hace. Cuando la chica cerro la puerta, Callie se apresuro a ponerle llave y comprobo que funcionara con un giro de la perilla y un fuerte tiron. Una vez convencida de que la puerta era segura, se tomo un minuto para estudiar su nueva morada. Las paredes de yeso eran de un verde palido y apagado, pero algunas grietas marcaban el yeso en ciertos lugares. Callie arrugo su nariz. No queria saber de que eran las manchas que bajaban por la pared detras de la opaca cabecera de metal de la cama. Podria pintar para refrescar el ambiente. Pero me niego a considerar este lugar como mi residencia permanente. La unica ventana de la habitacion no tenia cortina y cuando Callie se acerco a ella, noto huellas. Parecia como si se hubiera apoyado una cara contra el vidrio, tratando de echar un vistazo al interior

  • Los rostros del pasado (El adepto de la Reina 2) de Rodolfo Martinez

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    El adepto explora su pasado en busca de su futuro

  • El perdon segun Marcos de Norma Estrella

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    Marcos conocio la violencia y el miedo desde pequeno. Aprendio a esconderse cuando su padre volvia gritando a casa y a no hacer preguntas cuando su madre ocultaba la cara. Hasta que se canso. Su madre rezaba y le decia que debian perdonar, pero los ninos aprenden con el ejemplo y Marcos aprendio que los punos eran mas efectivos que los rezos.
    Miriam crecio en Palmira. Sus padres le ensenaron a respetar el legado cultural de las civilizaciones milenarias que florecieron entre el Tigris y el Eufrates. No entiende conceptos como frontera o nacion, pero cuando un grupo armado destroza el trabajo de sus padres y estalla la guerra en Siria, tiene claro de que lado esta: del de las victimas.
    Las vidas de Marcos y Miriam se cruzan en Alepo, un lugar que muchos definirian como el infierno en la tierra, pero hasta en los lugares mas dejados de la mano de Dios la luz y la esperanza logran abrirse camino, siempre y cuando se luche por ellas.

  • Durmiendo en el fuego de Benjamin Ruiz

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    En “Durmiendo en el fuego” la historia parte de un momento distinto al que dejamos: el dia anterior a su partida para localizar a su amor de juventud, Toni Hernandez sufre un accidente de trafico que lo deja sumido en coma durante seis meses. Despierta con amnesia y tarda casi doce anos en recordarla. Cuando por fin lo hace, rompe con su vida anterior y emprende un viaje de mil kilometros para encontrarla, pero ella se ha esfumado como un fantasma y Toni tratara de reconstruir su vida por medio de entrevistas y conversaciones con las personas que la trataron, aunque sin renunciar a reencontrarse con la mujer que le robo el corazon diecisiete anos atras. Rachel es esa mujer cuyos ojos llamean, que no parece envejecer y que arrastra una maldicion que marcara la vida de Toni hasta el punto de replantearse sus propios sentimientos hacia ella y elegir entre lo que dicta su corazon o lo que aconseja su cerebro.

  • Y me lo queria perder, Rosario Vila de Rosario Vila

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  • El fantasma de Anil de Michael Ondaatje

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    Una novela tan desgarradora como hermosa, un canto a la dignidad del ser humano. Por el autor de El paciente ingles.

  • Sin red (Serie Hacker 2) de Meredith Wild

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    A pesar de su caracter controlador, Blake Landon, el joven y rico hacker, ha conseguido por fin ganarse la confianza de la mujer que ama.
    Por su parte, Erica Hathaway, creadora de una red social de moda, ha accedido por fin a darle una oportunidad a Blake.
    Dispuestos a empezar juntos una nueva etapa, Erica esta decidida a no dejar que nada se interponga entre ellos, aunque para ello deba cederle el control a Blake dentro y fuera de su dormitorio.
    Pero cuando los demonios del pasado amenazan su futuro, Erica toma una decision que podria cambiar sus vidas para siempre.

  • Cuando nadie me ve de Noe Casado

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    ?Cuantas peliculas habeis visto en las que la protagonista es una chica modesta con mala suerte en los asuntos del corazon? ?Y en cuantas ella tiene un amigo gay que siempre la ayuda? ?En cuantas le rompen el corazon hasta que aparece el hombre ideal? ?No estais cansadas de los mismos argumentos?
    Pues bien, yo soy una de esas chicas modestas que no tienen suerte con los hombres.
    Tampoco busco demasiado, y como vivo en una ciudad pequena, la oferta es mas bien limitada. Me llevo algun que otro berrinche amoroso, aunque intento no amargarme. La desilusion me dura veinticuatro horas como mucho, porque para quitarme las penas ya tengo a Tito, mi companero de piso, un treintanero canon, divertido y heterosexual por los cuatro costados con el que, ademas, de vez en cuando mantengo alguna que otra charla trascendental. A Tito lo quiero a rabiar, y todos piensan que somos la pareja perfecta; no lo niego. Sin embargo, no solo no somos pareja, sino que hay mas… mucho mas… Si quieres conocer todos los detalles, no puedes perderte esta comedia erotico-romantica llena de entresijos, errores, tension sexual y erotismo

  • Yo confieso. 45 anos de espia de Fernando Rueda , Mikel Lejarza

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    1974: Mikel Lejarza es captado por el servicio secreto para infiltrarse en ETA con el alias de El Lobo.

  • Lo que el jeque quiere de Alex Anders

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    “LO QUE EL JEQUE QUIERE” es la ultima publicacion del autor superventas internacional Alex Anders y es para aquellos a quienes les encantan las pequenas historias de amor en las que virgenes inocentes son corrompidas por poderosos machos alfa que exigen sumision y que disfrutan del BDSM.

  • El arte de amarte de Josefa Cox

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    Emilia:
    A pesar de ser hija de un hombre millonario, eres una dentista destacada de tu ciudad.
    Te gusta hacer las cosas a tu manera sin recurrir al dinero de tu padre. Lo que hace de ti una joven solidaria, atenta, con inclinaciones filantropicas y un buen sentido de la moral.
    Eso te ha llevado a dedicarte al 100% a tu trabajo, porque te gusta y te hace feliz; aunque estes descuidando otros aspectos de tu vida personal.
    Eres muy inteligente, trabajas, te esfuerzas; eres una adulta decidida que, aun con tenerlo todo, no dejas de intentar ganarte la vida por ti misma. No como tu hermana.
    No la odias, pero sientes que podria hacer mas con su vida. Como tu.
    Disfrutas de la fortuna de tu padre, pero no te desvives por ella.
    Eres una mujer interesante ?Verdad?
    Pero el tiempo es inclemente y no escatima en danos; llevandose a tu padre, dejandote con un inmenso vacio en el corazon y abriendo paso a un momento delicado de tu vida.
    ?Que haras?

  • Hazme Feliz (Amar sin Querer 2) de Noni Garcia

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    Lo siento, Pablo, no tengo ganas de luchar... No tengo ganas de luchar porque, aunque te este odiando, te amo tanto que no se vivir sin ti. Sin tus besos, sin tus caricias, sin tus Te Quiero,... ?Por que lo hiciste, Pablo? ?Por que me traicionaste? ?Por que tiraste por la borda todo lo que estabamos construyendo? – Nuria, por favor, lucha... !Oh, Dios mio! - llora como nunca le he visto llorar – !Cuanto dano te he hecho! Estas asi por mi culpa y eso no me lo voy a perdonar en la vida. Fui tan estupido... pero, tu nunca me has negado nada y yo no te podia negar algo que sabia que deseabas... sabes que nunca he sido capaz de hacerlo. Yo nunca te exigi que lo hicieras, lo respete igual que tu siempre has respetado mis limites... bueno, siempre menos ese maldito dia en que los dejaste de respetar a lo grande, de la peor manera posible. – Yo se que lo nuestro no tiene solucion, pero te queda mucho por vivir. No dejes de luchar, peque. No deberia dolerme que digas que lo nuestro no tiene solucion porque no la tiene, pero hasta hoy, no me doy cuenta de lo mucho que te he querido, de lo mucho que te ame, de lo mucho que te amo… ?Quien entra? !Es Gonzalo! Se le ve triste y cansado. – Pablo, deberias irte ya, el padre de Nuria no tarda en volver y bastante tengo con explicarle una y otra vez que no soy el novio de su hija para tener que inventarme una explicacion de por que estas aqui. ?Mi padre piensa que Gonzalo es mi novio? No lo entiendo ?Por que habra llegado a esa conclusion? !Lola! ?Quien si no? – Solo un momento, Gonzalo. – Esta bien, tienes un minuto. – Me voy, peque. Volvere dia tras dia hasta que salgas de esta, despues desaparecere de tu vida. !Suelta mi mano! No quiero que me toques aunque no pueda sentir nada en este estado. Ni dolor, ni agujas, ni vendajes,... Nada. Me acaricia la mano pero no lo siento y, aunque me duela reconocerlo, quisiera sentirlo. Sentir sus suaves y largos dedos acariciando mi piel como tantas veces lo ha hecho. – Hasta manana, vida mia. Me besa la mano y... lo siento !Lo estoy sintiendo! He sentido su beso y... !Joder, que dolor de cabeza! Escucho como se cierra la puerta, pero no consigo ver nada. Solo siento este terrible dolor de cabeza y de garganta. Intento toser pero no puedo. Vuelve a sonar la puerta pero no se quien es porque todo esta oscuro y no consigo ver nada. – ?Nuria? !Enfermera, enfermera,...! - es Gonzalo pegando voces !No grites que me duele la cabeza! – ?Que ocurre? – Creo que esta despertando. 1 – Gonzalo, dame agua, por favor. – ?Como sabes que soy yo? – Chanel Allure Homme Sport, tu perfume. Solo conozco a un hombre que lo use y ese eres tu. – !Joder, guapetona! Y eso que solo hace unas horas que despertaste del coma. – ?Que hora es? – Las tres de la manana... – ?Y que haces aqui a esta hora? Normal que mi padre piense que eres mi novio... – ?Como sabes eso? – Es complicado de explicar y te reirias de mi. Digamos que te escuche decirselo a Pablo. – Lo sabes,... – Tranquilo, no pienso echarte la bronca por eso. Si, se que estuvo a mi lado justo antes de despertar. – Bueno, ya estarias despierta ?no? – No, no estaba despierta... o si... No preguntes ?quieres? - bebe agua con la canita -. Todavia me duele la garganta. – Y te seguira doliendo durante unos dias. Ahora descansa ?vale? – ?Cuando me quitaran la venda de los ojos? – Con respecto a eso... – Yo se que voy a volver a ver, quizas no el primer dia, pero voy a volver a ver... Se ha vuelto a quedar dormida, la medicacion que le estan poniendo es fuerte y estara asi un par de dias. Aqui estoy mirandola desde el butacon de una habitacion de hospital y preguntandome que hago aqui. Pregunta que tiene una respuesta rapida... ninguna mujer antes me ha dado lo que me da Nuria. Amistad, carino, apoyo, amor del puro, del bueno, del que existe entre dos amigos y si hablamos de la cama... !No seas cochino, que ahora no es momento de pensar en esas cosas! ?Como voy a conseguir que salgas de esta, Nuria? Los problemas fisicos estoy seguro que se iran solucionando, aunque la vista me sigue preocupando un poco, pero se que psicologicamente estas destrozada, va a ser duro. Dudo mucho que la terapia que estabas siguiendo en mi casa te haya sido de ayuda despues de esta situacion tan traumatica. !Ay, Pablo! Ese necio debio pensar antes lo que estaba haciendo, una mujer como Nuria no es facil de encontrar. Si no fuera porque hace mucho que renuncie al amor, no dudaria en conquistarla. El la tenia al alcance de la mano, ya la tenia solo para el, ella habia decidido que era hora de dar ese paso definitivo que tanto deseaba el. La veo tan indefensa, postrada en esa cama, que no puedo creer que sea ella. Sus bonitas manos siguen hinchadas, su cara amoratada y sus labios... con lo que me gustan esos labios y esa boca que me vuelve loco cuando... !Para ya, Gonzalo! Que razon tiene cuando dice que soy un guarro que solo piensa en el sexo. Te tienes que recuperar pronto, guapetona. Necesito verte sonreir, perderme en esos ojos castanos que tanto me gustan, jugar con esos rizos rebeldes que me encanta acariciar, sentir tu calor cuando nuestras manos se tocan, tu risa cuando te cuento esos chistes malos que tanto te gustan. Necesito que me abraces y sentir que todo vuelve a ser como antes del accidente. Lo de Pablo es otro tema que tendremos que tratar cuando no este tan tensa y podamos hablar del tema sin que sienta ansiedad. Con el accidente todo va a ser mas complicado, ha estado a punto de perder la vida por su culpa, si Pablo no hubiera... nada de esto hubiera pasado y ahora serian felices. Aunque toda la culpa no es suya, Nuria tampoco debio conducir en ese estado sabiendo que cuando tiene ansiedad pierde el conocimiento. En fin, ya abarcaremos eso cuando llegue el momento oportuno. Ahora lo importante es que salga bien de esta y se recupere por completo. Creo que debo intentar descansar un rato porque, aunque manana sea sabado, tengo muchas cosas que hacer. Entre ellas ir a ver el nuevo local y algunos pisos para ver si compro alguno. He hecho bien en quedar con Paco sobre las diez, asi me dara tiempo de ir a darme una ducha al hotel cuando lleguen Ana y Damian. Ya se de donde ha salido esa belleza y ese encanto que tiene Nuria, de su madre. Y, tambien, de quien ha sacado ese arrojo, esa fuerza y ese caracter, de su padre. Hacia mucho tiempo que no veia a Lola, pero al verla estos dias me he dado cuenta de que si no fuera porque tiene el pelo lacio y rubio, Nuria y ella serian dos gotas de agua. Sin embargo, Raul, es completamente diferente a ellas, es un calco de Daniel, segun Ana, pero con el caracter y el carisma de ella. No me cabe duda de que llegara muy lejos en la politica. Y entre pensamiento y pensamiento son las cuatro y manana voy a ser un zombi andante. Tampoco ayuda mucho estos incomodos sillones que mas que para descansar, parecen maquinas de tortura de otra epoca. Y si a esto le anadimos los ronquidos del acompanante de la cama de al lado, es cuando sabes que el cosmos se ha confabulado en tu contra para no dejarte dormir. He hecho bien en quedarme en un hotel, seria una locura conducir manana hasta Sevilla sin haber descansado. Se que podria haberme quedado en casa de Pablo, pero no me apetece nada ser acribillado a preguntas sobre Nuria que es lo que ha hecho desde que supo que se quedo en mi casa una semana despues del dia de la fiesta. Fue curiosa su reaccion... En un primer momento quiso matarme porque le cegaron los celos, hasta que comprendio que entre Nuria y yo no existe nada mas alla de la amistad... y algun que otro polvo, pero polvo de amigos no de enamorados, no de los que echan ellos. Todavia, cuando pienso en ellos como pareja, me sigue resultando extrano. Son veintitres anos de diferencia, el es el padre de uno de los mejores amigos de ella, que fue su primer amor. El es siete anos menor que el padre de ella... y se quieren como dos adolescentes sin importar las trabas que saben que encontraran en su camino. En parte entiendo las reticencias que Nuria ha tenido siempre para contarle al mundo que mantenia una relacion con Pablo porque la situacion no es facil. Pero por otra parte, no es sano mantener una relacion a escondidas, como si fuera algo malo, algo de lo que deberia avergonzarse, algo impuro cuando hacia mucho que no veia un amor tan puro como el que sienten ellos. Creo que debo dejar de darle vueltas a la cabeza porque Morfeo anda cerca y no quiero que se vaya sin acunarme un rato hasta que me venza el sueno como vence a un nino pequeno cuando lo acuna su mama. Y esto me recuerda que manana deberia llamar a mama, desde que esta viviendo la vida en Argentina, no quiere saber nada de este pobre hijo que ha dejado aqui indefenso... Hace bien, bastante ha sufrido en esta vida y ahora le toca disfrutar. – Gonzalo... Ya estamos aqui ?como ha pasado la noche? – Buenos dias, Ana. Solo se ha despertado un par de veces para pedir agua ?que hora es? – Son las ocho... ?no estaras pensando en conducir hasta Sevilla? Toma las llaves de casa, alli puedes... – No hace falta, Ana. Tengo habitacion reservada en el Hotel Guadalete y he quedado con Paco a las diez para ver unos pisos... – ?Vas a alquilar un piso? – No, lo voy a comprar. Y tambien un local para abrir un nuevo restaurante. – ?Tan serio es lo vuestro? - senala a Nuria con la cabeza. – !Ay, Ana! Que ya os he explicado que entre Nuria y yo no... – aguanta la risa y me doy cuenta de que se esta quedando conmigo

  • Mi dieta ya no cojea de Aitor Sanchez Garcia

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  • Te odio, pero besame, Isabel Keats de Isabel Keats

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    Lucas y Candela se conocen desde ninos. Segun Candela, lo suyo fue odio a primera vista, pero da la casualidad de que India es la mejor amiga de ambos y estan condenados a verse a menudo. Eso si, cada vez que se juntan vuelan los cuchillos. Todo indica que las cosas seguiran asi eternamente, hasta que Candela decide que ha llegado la hora de sentar la cabeza. A pesar de que odia los imprevistos y las sorpresas, esta dispuesta a embarcarse en una expedicion, nada menos que a Kamchatka, para asegurarse de que Victor, su novio, es el hombre de su vida. Sin embargo, no ha contado con Lucas quien, al parecer, tiene mucho que decir en el asunto y no esta dispuesto a que su pelirroja favorita se lance a semejante aventura con otro que no sea el. Pero hay cosas que son imposibles, al fin y al cabo, ellos se odian desde siempre… ?o no? Si te gusto ‘Te quiero, baby’ (Premio Dama Mejor Novela Romantica Contemporanea 2015) no te puedes perder esta nueva novela de Isabel Keats.

  • En la oscuridad de la noche (HQN) de Alissa Bronte

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    <> Lola maldecia entre dientes mientras aquel hombre la obligaba a seguirlo. Su padre era un mal nacido que la habia vendido a ese degenerado que mantenia sus vicios ocultos bajo el uniforme. El, que estaba en la cuspide del poder, era un gran hijo de perra. No entendia por que su esposa, la dulce Catalina, permanecia a su lado, aunque supuso, no era capaz de plantarle cara. Igual que le sucedia a ella. Nunca iba a borrar de su memoria el dia que su padre la entrego para salvar su avejentado y alcoholizado culo de los calabozos, con la excusa de que trabajaria como dama de compania de la esposa. Asi leeria y hablaria con la pobre mujer, que habia perdido la vista y que, lentamente, iba perdiendo tambien la movilidad de los musculos. <>, comentaban en el pueblo. Y ahi estaba, inocente y confiada, pensando que su padre por una vez en la vida habia hecho lo correcto, lo mejor para ella, algo bueno y desinteresado por su hija. Hasta que sintio el putrido aliento del capitan en su boca y su sudor sobre el vestido. Habian pasado algunos dias sin que la reclamara. Habia estado mas ocupado de la cuenta tratando de dar caza a la banda de forajidos liderados por el Caballero. Habia rezado, a pesar de ser algo contrario a sus creencias, rogando para que le sucediera algo terrible y, a ser posible, perdiese la vida en ello. Pero esa noche habia vuelto enfurecido por ser incapaces de dar con ellos a pesar de sus continuadas pesquisas; la gente del pueblo los protegia con celo. Habia escuchado algunas historias acerca de ellos y la verdad era que no le parecian peligrosos, mas bien hombres que se sublevaban contra animales como el capitan. Lo odiaba con todas sus fuerzas y sabia que esa noche iba a ser dura; pagaria sus frustraciones con ella. Siempre lo hacia. Le indico que lo siguiera a su despacho, su guarida, en la que cometia esos actos despreciables contra ella. Las piernas le temblaban, sentia que no iba a ser capaz de soportarlo de nuevo. Aun le quedaban algunos moratones en las piernas y en el cuello despues de su anterior visita a su cuerpo. Saboreo la bilis que lleno su boca con ese sabor amargo, tanto como lo estaba siendo su vida. No habia sido feliz nunca. Era duro admitirlo, pero era la realidad. Se agarro a la barandilla de madera que adornaba la escalinata hasta la planta superior, cuando llamaron a la puerta. Era el dia libre de Hector, el mayordomo, por lo que el dirigio su voluminoso cuerpo hacia la puerta farfullando improperios acerca de quien seria a esas horas. Abrio la puerta y varios guardias, sin esperar invitacion, entraron ocupando el gran vestibulo de la planta superior. Llevaban a un hombre maniatado y flanqueado por dos de ellos a los lados y varios mas a su espalda que esperaban la oportunidad de asestarle algun golpe si se atrevia a intentar escapar. Lola permanecio a un lado rezando para que su amo tuviese algo mejor que hacer que yacer sobre ella para descargar su frustracion y saciar sus bajos instintos. El preso levanto la cabeza y Lola pudo ver que sus ojos, grises al igual que una nube de tormenta, la miraban directamente, no a ella, sino dentro de ella, leyendola como un mapa abierto. Sintio un escalofrio que recorrio su larga espina dorsal y la dejo anclada en el sitio; helada. El preso no dejo de mirarla ni un solo instante. Ninguno se atrevio a pestanear para no romper el hechizo que los habia hipnotizado, atrapandola en el turbulento mar que eran sus ojos. El capitan los miro sin entender que sucedia. -Lo hemos pescado mientras haciamos la ronda. No hemos sido capaces de dar con el campamento, tampoco sabemos si estabamos lejos o cerca... No ha soltado prenda. - ?Acaso es mudo? -bramo con esa rabia animal que lo gobernaba. -No lo sabemos, pero no ha dejado escapar el mas leve sonido; ni siquiera cuando le hemos golpeado -confeso el guardia con satisfaccion. Lola observo el color purpura que adornaba su mejilla advirtiendo en ese momento que tenia el labio inferior inflamado y que un reguero de sangre, ya reseco, cubria la herida. -Quiero verlo -exigio el capitan. Uno de los guardias, ansioso, golpeo al joven en el estomago y este, a pesar de doblarse por el dolor, no dejo escapar nada mas que el aliento. Ella no podia creer lo que estaba viendo. Quizas si que era mudo, pues no era posible que un hombre aguantase esa embestida brutal en el estomago sin soltar ni la mas leve de las quejas. -Otro -pidio curioso.

  • El caso Newton de Anton Arriola

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    Bilbao, noviembre de 2001. Transcurridos apenas dos meses desde la destruccion de las Torres Gemelas, se desata en la ciudad vasca una cadena de extranos atentados. Uno tras otro, los pilares de la sociedad se ven golpeados: simbolos religiosos, centros culturales, patrimonio cientifico. Mientras la ciudadania se va sumiendo en el desconcierto, el asalto a la biblioteca de un catedratico de la Universidad de Deusto ha dado inicio a una segunda cadena de crimenes.

  • La joven que aprendio (A Kind of Magic 2) de S.s.g. Danvers

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    El viaje fue solo el principio.

  • Xander de Rose Gate

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    El no estaba preparado para encontrarla.Su mundo era un lugar sordido, frio y carente de color, hasta que ella aparecio y anuncio que era su nueva chofer.En su amarga existencia, los principes no montaban corceles ni las princesas conducian limusinas.El era oscuridad. Ella, luz.El odiaba la vida. Ella la amaba sin tregua.Cuando un corazon destruido se da de bruces con la estrella que lo ilumina, solo quedan dos opciones: o apagar la luz o dejarse absorber por ella.Porque, incluso en la noche mas oscura, siempre brilla una estrella.

  • Por y para siempre (La Posada de Sunset Harbor 2) de Sophie Love

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    --Buenos dias. Emily se estiro y abrio los ojos. La imagen que le dio la bienvenida era la mas hermosa que hubiese podido imaginar: Daniel, rodeado por las limpias sabanas blancas y con el halo de la luz matutina besandole el cabello revuelto. Inspiro una bocanada de aire profunda y satisfecha, preguntandose como habia podido alinearse su vida de un modo tan perfecto. Parecia que el destino, tras tantos anos de dificultades, por fin habia decidido darle un respiro. --Buenos dias. --Le devolvio la sonrisa con un bostezo. Volvio a acurrucarse bajo las sabanas, sintiendose comoda, abrigada y mas relajada de lo que lo habia estado nunca. La calma silenciosa de las mananas en Sunset Harbor contrastaban drasticamente con el ajetreo de su antigua vida en Nueva York. Podria llegar a acostumbrarse a aquello: al sonido de las olas rompiendo a lo lejos, al olor del oceano, a tener a un hombre atractivo tumbado junto a ella en la cama. Se levanto y fue hacia las puertas cristaleras que daban al balcon, abriendolas para poder sentir la calidez del sol en la piel. El oceano destellaba en la distancia, y los rayos de luz iluminaron el dormitorio principal que tenia a la espalda. A su llegada, hacia seis meses, habia sido un desastre lleno de polvo, pero ahora era una ensenada de tranquilidad de paredes y sabanas blancas, alfombra suave, una preciosa cama con dosel y mesitas de noche antiguas cuidadosamente restauradas. En aquel momento, con el sol dandole en la cara, Emily sintio que por una vez todo era perfecto. --?Estas lista para tu gran dia? --dijo Daniel desde la cama. Emily fruncio el ceno, con la cabeza todavia demasiado embotada por el sueno como para comprenderle. --?Mi gran dia? Daniel sonrio con suficiencia. --Tu primer cliente, ?recuerdas? A los pensamientos de Emily le hicieron falta un segundo para caer en la cuenta, pero enseguida recordo que tenia a su primer cliente, el senor Kapowski, durmiendo en la habitacion al final del pasillo. La casa que se habia pasado seis meses restaurando habia pasado de ser un hogar a un negocio, y aquello significaba que tenia que preparar un desayuno. --?Que hora es? --pregunto. --Las ocho --contesto Daniel. Emily se quedo paralizada. --?Las ocho? --Si. --!No! !Me he quedado dormida! --exclamo, volviendo a entrar a la carrera al dormitorio desde el balcon. Cogio el reloj despertador y lo agito con furia--. !Se suponia que tenias que despertarme a las seis, maldito cacharro! Lo volvio a dejar con un golpe sobre la mesita de noche y despues se apresuro hacia la comoda en busca de algo de ropa, lanzando sueteres y pantalones por todas partes. Nada le parecia lo bastante profesional.; habia tirado a la oficina toda la ropa que habia tenido para la oficina de su antigua vida en Nueva York, y ahora todo lo que tenia era ropa practica. --Tranquila --rio Daniel entre dientes desde la cama--. No pasa nada. --?Como que no pasa nada? --gimoteo Emily, saltando a la pata coja mientras se ponia unos pantalones--. !El desayuno empezaba a las siete! --Y solo hacen falta cinco minutos para escalfar un huevo --anadio Daniel. Emily se quedo paralizada alli donde estaba, medio vestida y con cara de haber visto a un fantasma. --?Crees que querra huevos escalfados? !No tengo ni idea de como escalfar un huevo! En lugar de tranquilizarla, las palabras de Daniel solo sirvieron para hundirla todavia mas en el panico. Arranco un arrugado sueter liliaceo del cajon y se lo paso con la cabeza, consiguiendo que la electricidad estatica le encrespase el cabello al instante. --?Donde esta mi mascara de pestanas? --pregunto, corriendo de un lado al otro--. ?Y podrias dejar de reirte de mi? --anadio, dirigiendo una mirada enfurecida a Daniel--. Esto no es divertido. Tengo a un huesped. !A un huesped que paga! Y no tengo mas que zapatillas de deporte que ponerme. ?Por que tire todos los tacones? Las risitas ahogadas de Daniel se convirtieron en carcajadas. --No me rio de ti --consiguio decir--. Me rio porque soy feliz. Porque estar contigo me hace feliz. Emily hizo una pausa; aquellas palabras tocaron algo en lo profundo de su ser. Lo miro, alli tumbado de manera languida como si fuera un Dios en su cama. Daniel tenia una cara con la que no se podia estar enfadada mucho tiempo. Daniel aparto la vista. Aunque Emily ya estaba acostumbrada a que Daniel se encerrase en si mismo cuando demostraba demasiado lo que sentia, aquello seguia poniendola nerviosa. Los propios sentimientos de Emily eran tan evidentes que era como si fuera trasparente. No le cabia duda de que siempre llevaba el corazon en la mano. Pero a veces Daniel la hacia sentirse perdida. Con el nunca estaba segura, y aquello le recordaba de manera casi dolorosa a sus relaciones anteriores y a la falta de estabilidad que habia sentido en ellas, como si estuviese de pie en la cubierta de un barco que se balancease sobre el mar y nunca fuese a acostumbrarse al balanceo. No queria que aquella historia se repitiese con Daniel, queria que con el fuese distinto. Pero la experiencia le habia ensenado que en la vida es muy raro conseguir lo que se desea. Volvio a girarse hacia la comoda, ahora en silencio, y se puso unos pequenos pendientes de plata. --Tendra que servir --dijo, desviando la mirada del reflejo de Daniel en el espejo para mirarse a si misma, y su expresion paso de ser la de una chica llena de panico a la de una mujer de negocios decidida. Salio con paso firme del dormitorio y se lo encontro todo sumido en el silencio. El pasillo del segundo piso era ahora imponente, con unas preciosas lamparas de pared y una arana en el techo que atrapaba la luz del sol matutino y la reflejaba en todas partes. El suelo de madera se habia pulido hasta la perfeccion, anadiendo un toque rustico pero glamuroso. Emily miro hacia la puerta que habia al final de dicho pasillo, la puerta de la habitacion que previamente habia pertenecido a Charlotte y a ella. Restaurar aquella habitacion habia sido lo mas dificil de todo, puesto que para ella habia sido como borrar a su hermana. Pero todas las cosas de Charlotte estaban ordenadas con cuidado en un rincon especial del atico, y Serena, amiga de Emily y artista local, habia creado algunas obras de arte asombrosas con la ropa de su hermana. Aun asi, seguia sintiendo un cosquilleo en el estomago al saber que habia un desconocido durmiendo al otro lado de aquella puerta, un desconocido al que ahora tenia que servirle el desayuno. En sus fantasias de convertir la casa en un hostal nunca habia llegado a imaginar como seria realmente, que aspecto tendria ni como se sentiria al respecto. De repente le parecia que no estaba preparada en lo mas minimo, como si fuera una nina jugando a ser adulta. Recorrio el pasillo hacia las escaleras asegurandose de hacer el minimo ruido posible. La nueva alfombra color crema era esponjosa bajo sus pies, y no pudo evitar mirarla con adoracion. La transformacion de la casa habia sido una autentica maravilla que contemplar. Todavia quedaba trabajo por hacer: el tercer piso en concreto era un completo desastre, con habitaciones en las que todavia ni habia entrado, y aquello sin mencionar los demas edificios de la propiedad que contenian una piscina abandonada y todo un ejercito de cajas que organizar. Pero lo que habia conseguido hasta el momento con una pequena ayuda de la amable gente de Sunset Harbor todavia le sorprendia. La casa le parecia ahora una amiga, una que todavia tenia secretos que compartir. De hecho, habia una llave en concreto que estaba demostrando ser todo un misterio; no importaba lo que intentase Emily, no conseguia encontrar que era lo que abria. Lo habia comprobado todo, desde los cajones de los escritorios hasta las puertas de los armarios, pero todavia no lo habia encontrado. Bajo la larga escalera que ahora contaba con unas barandillas pulidas y relucientes, la esponjosa alfombra de aspecto resplandeciente y los afianzadores de cobre que destacaban los colores a la perfeccion. Pero mientras bajaba admirandolo todo, se percato de que habia una mancha en la alfombra: una huella de barro desdibujada. Era claramente la huella de la bota de un hombre. Se detuvo en el ultimo escalon. <>, penso. Pero entonces noto que la huella se alejaba de ella, dirigiendose hacia la puerta principal, lo que significaba que la persona habia bajado las escaleras. Y si Daniel seguia en la cama, entonces aquella huella solo podia pertenecer a su huesped, el senor Kapowski. Emily se apresuro hacia la puerta y la abrio a toda prisa. El senor Kapowski habia llegado con su coche el dia anterior por el camino de entrada recien pavimentado y habia aparcado justo alli. El coche ya no estaba. Emily no se lo podia creer. Se habia ido. CAPITULO DOS Llena de panico, volvio a entrar corriendo en la casa. --!Daniel! --grito desde el pie de las escaleras--. !El senor Kapowski se ha ido! !Se ha ido porque no me he levantado a tiempo de prepararle el desayuno! Daniel aparecio en lo alto de las escaleras cubierto unicamente con unos pantalones de pijama, dejando al descubierto los hombros anchos y el pecho musculoso. Su cabello estaba enmaranado, lo que le daba el aspecto de un estudiante que se hubiese levantado con prisas. --Seguramente tan solo haya ido a Joe's --repuso, bajando las escaleras hacia Emily al trote--. Mencionaste lo buenos que son sus gofres, ?recuerdas? --!Pero se supone que yo le tengo que preparar el desayuno! --exclamo Emily--. El hostal es un B&B, de bed and breakfast, alojamiento y desayuno, no un B de bed a secas! Daniel llego al pie de los escalones y la tomo entre sus brazos, abrazandola suavemente por la cintura. --Quizas no se haya dado cuenta de lo que significa la segunda B. Quizas creia que significaba <>. O banana --bromeo. Le dio un beso en el cuello, pero Emily lo aparto agitando la mano y se escabullo de su abrazo. --!Daniel, deja de hacer el tonto! --espeto--. Esto es serio. Es mi primer huesped y no me he despertado a tiempo de hacerle el desayuno. Daniel sacudio la cabeza y puso los ojos en blanco con afecto. --No es para tanto. Habra bajado a desayunar junto al oceano en lugar de eso. Esta de vacaciones, ?te acuerdas? --Pero desde mi porche se ve el oceano --tartamudeo Emily con una voz que empezaba a fallarle. Se dejo caer sentada en el ultimo escalon sintiendose pequena, como una nina que hubieran castigado a sentarse alli, y dejo caer la cabeza entre las manos--. Soy una anfitriona horrible. Daniel le froto los hombros. --Eso no es verdad. Simplemente todavia no le has cogido el ritmo. Todo es nuevo y extrano, pero lo estas haciendo bien. ?Vale? Dijo aquella ultima palabra con firmeza, casi con paternalismo, y Emily no pudo evitar sentirse reconfortada. Alzo la mirada hacia el. --?Quieres que te escalfe a ti un huevo al menos? --pregunto. --Eso seria un detalle --dijo Daniel con una sonrisa. Tomo el rostro de Emily entre las manos y le dio un beso en los labios. Fueron juntos a la cocina y el sonido de la puerta abriendose desperto a Mogsy y a su cachorro, Lluvia, de su duermevela en el lavadero que habia justo al otro lado de la puerta tipo granero. Emily sabia que mantener a los perros fuera de la cocina y de cualquier otra parte de la casa que necesitase para el negocio del hostal era un deber absoluto si no queria que le cerrasen el negocio al instante por higiene y salubridad, pero se sentia mal por confinar a los perros a un espacio tan pequeno de la casa. Se recordo a si misma que era una situacion temporal; ya habia conseguido que cuatro de los cinco cachorros de Mogsy fuesen adoptados por amigos del pueblo, pero Lluvia, el mas pequeno de la camada, era mas dificil de colocar, y nadie parecia ni remotamente interesado en aceptar a la madre. A fin de cuentas era, siendo amables, una perra callejera bastante fea. Tras llevar a los perros fuera y darles de comer, Emily volvio a la cocina. Mientras tanto Daniel habia logrado salir un momento al jardin para recoger los huevos que habian puesto aquella manana las gallinas Lola y Lolly, y habia preparado una jarra de cafe. Emily acepto una taza agradecida y aspiro el aroma antes de acercarse a los fogones Arga, otra de las reliquias de su padre que habia restaurado, y se puso a practicar el arte de escalfar huevos. De entre todas las habitaciones de la casa, la cocina era su preferida. Aquel pobre espacio habia sido victima del tiempo y el abandono a su llegada, y despues los habia asaltado una tormenta que habia provocado mas danos, y despues la tostadora se habia fundido y habia provocado un incendio. El dano por el humo habia sido mas destructor que el fuego en si: las llamas tan solo habian alcanzado un estante y consumido algunos libros de cocina, pero el humo habia conseguido filtrarse por todos los huecos y resquicios, dejando tras de si manchas negras y el olor de plastico quemado en todo lo que habia tocado. En tan solo seis meses, a aquella habitacion le habia pasado todo lo malo que podia pasarle. Pero tras algunas noches de trabajo duro, por fin habia sido restaurada por tercera vez y tenia un aspecto encantador con su frigorifico retro y su original palangana blanca victoriana Belfast, ademas de sus encimeras de marmol negro. --Resulta --dijo Emily, sirviendo su quinto intento de huevo escalfado en el plato de Daniel--, que no soy una cocinera tan mala despues de todo. --?Ves? --dijo Daniel, cortando la clara del huevo y dejando que la yema dorada cayese sobre la tostada--. Ya te lo habia dicho. Tienes que escucharme mas a menudo. Emily sonrio, disfrutando del humor amable de Daniel. Ben, su ex, nunca la habia hecho reir como lo hacia Daniel, y tampoco habia podido reconfortarla nunca en sus momentos de panico. Con Daniel era como si nada fuera nunca demasiado complicado para hacerle frente. No importaba si se trataba de una tormenta o un incendio, Daniel siempre le hacia sentir que todo iba bien, que podia arreglarse. Su estabilidad era uno de sus rasgos mas atractivos; podia calmarla y tranquilizarla del mismo modo en que la tranquilizaba el oceano. Pero aun asi Emily nunca estaba segura de que opinaba Daniel, de si sentia lo mismo que ella. Tenia la impresion de que su relacion era como la marea, y al igual que esta, no podian controlarla por mucho que lo intentasen.

  • El salto de papa de Martin Ernesto Sivak

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    El 5 de diciembre de 1990 un grupo de obreros que levantaba un hotel en el centro de Buenos Aires vio como Jorge Sivak se lanzaba al vacio sin darles tiempo a impedirlo. Dirigente estudiantil, guerrillero urbano, abogado defensor de presos politicos, y el mismo preso politico y exiliado, Jorge Sivak nunca abandono la empresa familiar, un pequeno imperio creado gracias a la habilidad mercantil de su padre y a los fondos secretos del Partido Comunista. Quedo a cargo -sin don para los negocios- cuando su hermano mayor fue asesinado en el secuestro mas sonado de la decada de 1980: el Caso Sivak. Su hijo, Martin Sivak, que en el momento del suicidio tenia quince anos, reconstruye una vida que brillo y se extinguio ante sus ojos.

  • Quizas me quede manana de Lorenzo Marone

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    Todos intentamos emprender el vuelo, para luego, por la noche, resguardarnos bajo la pergola de nuestros pequenos gestos cotidianos. Ser rutinario no quiere decir ser un fracasado. Los ninos son rutinarios. Y los perros. Y son lo mejor que hay en el mundo.

  • !Tierra Tragame!, Martina Minkoff de Martina Minkoff

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  • Sombras nuevas, Alba Duro de Alba Duro

    https://gigalibros.com/sombras-nuevas-alba-duro.html

    Patricia lleva anos viviendo en Los Angeles, donde trabaja como escritora erotica en espanol. Su dia a dia consiste en apagar cigarrillos en el cenicero, escribir a oscuras en su ordenador y contestar emails de fans. Sin embargo, todo llega cuando recibe un email de Arturo, uno de sus lectores.

  • Por encima de la lluvia de Victor Del Arbol

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    Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da panico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramatico suicidio de un companero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus ultimos dias recordando y anorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidiran emprender el viaje de sus vidas, en el que descubriran que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.

  • Less de Andrew Sean Greer

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    ?Quien dice que no se puede huir de los problemas?

  • El arte del engano de Daniel Tubau

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    Una cuidada edicion que ofrece la mas completa panoramica del arte de la estrategia china publicada hasta la fecha.

  • La venganza de las palabras bonitas de Victor Mengual

    https://gigalibros.com/la-venganza-de-las-palabras-bonitas.html

    A veces los corazones
    se incendian
    y las palabras no encuentran
    una salida de emergencia.

  • Mi mitad oscura de Antonio Jesus Rubio Munoz

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    Cuando Alba abandono su pueblo natal, dejando atras a su familia y sus raices, penso que aquel suceso tambien quedaria enterrado en el pasado.
    Hoy, veinticinco anos despues, los recuerdos de aquel traumatico suceso han regresado a su mente para recordarle que nada puede olvidarse para siempre. Las pesadillas han vuelto para ser de nuevo las protagonistas de sus noches. La imagen de su amiga Alicia muerta parece querer decirle que, de nuevo, algo esta por suceder.

  • Un escandalo muy conveniente de Kimberley Troutte

    https://gigalibros.com/un-escandalo-muy-conveniente.html

    Lo que iba a ser un matrimonio de conveniencia se fue convirtiendo en pasion.

  • Una carretera en obras de Mo Yan

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    Novela vivida y brutal en la que el autor, a traves de preguntas audaces y burlescas, cuestiona el socialismo chino y muestra su dominio del lenguaje para dinamitar el discurso politico.

  • Reconstruyeme de Tahereh Mafi

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  • La Daga Espartana – Nicholas Guild de Nicholas Guild

    https://gigalibros.com/la-daga-espartana-8211-nicholas-guild.html

    Primera mitad del siglo IV a. C.
    Una fria noche, a las afueras de una tranquila aldea ilota, dos jovenes hermanos espartanos, Eurito y Teleclo, esperan agazapados para llevar a cabo su Krypteia, el antiguo rito de iniciacion a la sangre. Una familia -padre, madre e hijo- se aproxima; estan desarmados y no pueden defenderse. Los espartanos salen a la luz de la luna y completan el ritual matando al matrimonio. Pero el hijo, Protos, logra escapar primero y acabar con Teleclo despues.
    Rapidamente Esparta manda una partida de guerreros para acabar con el chico. Pero este, cuyo nombre significa <>, y que tiene una astucia y una habilidad para las armas fuera de lo normal, acaba con el grupo.

  • Todo lo que sone de Alanna Ignacio

    https://gigalibros.com/todo-lo-que-sone.html

    Todo lo que sone

  • Enamorarse en Central Park de Robert Blake

    https://gigalibros.com/enamorarse-en-central-park.html

    ?Que serias capaz de hacer por el amor de tu vida?
    En el Nueva York de los anos 90 donde las discotecas estaban abarrotadas, el Punk rock colapsaba las emisoras de radio y la moda Grunge inundaba de color las calles dos amantes tendran que enfrentarse a un destino que pretende separarlos
    Roger Dempsey es un informatico desenganado por el amor. Sus anteriores relaciones nunca llegaron a buen termino, hasta que un dia quedo fascinado por la incomparable belleza de una misteriosa mujer que le hara recuperar la fe en el amor.
    A partir de ese momento solo tendra en mente un objetivo:
    Pasar el resto de la vida a su lado.
    Desde ese instante emprendera una frenetica busqueda repleta de obstaculos y dificultades para conquistar un amor que le marcara para el resto de su vida.
    Dejate seducir por esta historia de amor entre Roger y Chantalle donde la ternura, el carino, y la pasion conviven en una apasionante historia cargada de romanticismo.

  • Bonita Avenue de Peter Buwalda

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    A finales de los noventa, Siem Sigerius es uno de los personajes publicos mas notorios y extravagantes de su pais. Antiguo campeon de judo, genio matematico de renombre internacional, amante del jazz y rector de una universidad emergente de provincias, su nombre suena como favorito para ocupar la cartera de ministro de Educacion; y a su acogedor domicilio conyugal, una granja cercana al campus, acuden todo tipo de curiosas personalidades.

  • La musa (Novela), Jessie Burton de Jessie Burton

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  • La catadora de Rosella Postorino

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    Una gran novela aclamada por la critica y en la lista de mas vendidos de Italia.

  • La Senal de Maxime Chattam

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    El nuevo joven prodigio frances con siete millones de lectores en Francia, traducido a veinte idiomas.

  • Los muertos si hablan de Eba Martin Munoz

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    Dos hermanas estrechamente unidas. Un horrible accidente que cambiara sus vidas. Un incidente oscuro y perverso. Un secreto, un misterio y dos versiones sobre los hechos.
    ?Quien miente? ?Quien cuenta la verdad?
    ?Alguien dice la verdad?
    ?Y si nadie miente?
    Escucha lo que tienen que decirte los muertos porque... porque los muertos si hablan.

  • Una vez anhelado (Un Misterio de Riley Paige 3) de Blake Pierce

    https://gigalibros.com/una-vez-anhelado-un-misterio-de-riley-paige-3.html

    Nadie se preocupa mucho cuando prostitutas aparecen muertas en Phoenix. Pero cuando se descubre un patron preocupante de asesinatos, la policia local pronto se da cuenta que un asesino en serie esta haciendo de las suyas y saben que no pueden con esto. Dada la naturaleza unica de los crimenes, el FBI sabe que necesita a su mente mas brillante para resolver el caso, saben que necesitan a la agente especial Riley Paige.

  • La novia perfecta de Karen Hamilton

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    Una mujer enamorada. Una obsesion desenfrenada. Nada impedira que sea… LA NOVIA PERFECTA.

  • Besos con sabor a fresas de Phavy Prieto

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    Maria es contable y su vida gira entorno a los numeros. Todo lo analiza, tiene que estar controlado, organizado y previsto en su milimetrica agenda, incluso la hora a la que debe lavarse los dientes, ver la tele o tener sexo.

  • Bajo el cielo (La rendicion de un libertino 2) de Laura Merce

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    Segunda entrega de la trilogia <>.

  • Rosas al corazon de Amanda Seibiel

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    Mi hermana me tenia la cabeza hecha un bombo de tanto hablar. No hacia mas que quejarse del idiota de su exmarido. Yo estaba tan aburrida y tan agotada que me deje caer en la cama del hotel como una muneca de trapo. Acababa de aterrizar a Nueva York y solo pensaba en regresar a Valencia. Llevaba quince anos yendo y viniendo a esta ciudad y cada vez me gustaba menos. Solo habia sacado dos cosas en claro de todo esto: hablar un ingles perfecto y saber que es lo que no queria en la vida: un marido. --Patricia, ?puedes callarte un momento? --dije--. Ya se que James es un capullo en toda regla, pero dejame descansar un poco. Acabo de llegar y estoy molida. Mi hermana puso cara de ofendida y se echo a llorar. Mi cunado se la habia liado bien gorda con los ninos y ese era el motivo de mi repentina presencia en Nueva York. Patricia se habia casado con James quince anos atras. Se conocieron un verano en Valencia y el yanqui se trajo a mi hermana para los Estados Unidos, donde se casaron y tuvieron dos ninos: James Junior y Dakota. Todo iba genial hasta que el se canso de mi hermana y la vida juntos se hizo insoportable. James utilizaba a los ninos como moneda de cambio, hasta que a ella se le inflaron los ovarios. Su ultima ocurrencia fue durante las vacaciones de verano: se presento en la casa de mi hermana diciendo que iba a pasarlas alli, que no tenia donde quedarse y que los ninos debian estar en el hogar conyugal. Mi hermana me llamo histerica a Espana, con una voz totalmente desesperada: --Ese cabron quiere amargarme la existencia. Si pretende que comparta el mismo techo que el va listo. Antes me lo cargo. --Relajate --respondi--. Lo que pretende es sacarte de tus casillas y, por lo que veo, lo esta consiguiendo. --?Como voy a relajarme, Carla? No se que hacer. Mis ninos son lo primero, pero no soporto a James. Intenta desquiciarme. Ya me ha hecho mucho dano, tu lo sabes. James la habia enganado y luego se lo nego vilmente. Era un cabron de mucho cuidado. Me jodia escuchar a mi hermana en ese estado y mas estando sola en un pais desconocido.

  • La Biblia del triatleta de Joe Friel

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    Durante casi 20 anos, los triatletas han recurrido a La Biblia del triatleta de Joe Friel para aprender a entrenar para la victoria. Ahora, en esta nueva edicion, revisada y ampliada, el autor nos ofrece los ultimos avances en la ciencia del deporte, los analisis de datos, la planificacion diaria y el desarrollo de las habilidades para ayudarte a crear un plan de entrenamiento personal que te lleve al exito.
    Asi pues, esta nueva version te ofrece:
    * Mayor personalizacion: una libertad de planificacion mas amplia que te permita dar respuesta a tus necesidades y tus preferencias unicas a la hora de organizar el entrenamiento para la temporada.
    * Entrenamiento basado en la potencia y el ritmo: una seleccion de programas de entrenamiento basados en la potencia o el ritmo para simplificar tu planificacion anual.
    * Sistema mejorado de analisis de datos: saca el mayor partido posible a tu techware gracias a las nuevas formas de analizar los datos, de centrarse en las cifras adecuadas y de comprender los resultados.
    * Desarrollo de las habilidades en natacion: trabaja tu brazada y obten resultados inmediatos gracias a cuatro movimientos basicos para nadar a mayo. Nuevo programa para entrenar la potencia: utiliza estos ejercicios de fuerza funcionales eficaces, disenados expresamente para triatletas que disfrutan de un tiempo limitado, para desarrollar la potencia duradera en la natacion, la bicicleta y la carrera a pie.
    * Plan de recuperacion personalizado: disena tu propio programa de recuperacion para asentar tu forma fisica despues de las largas sesiones de entrenamiento.
    * Ejercicios: sesiones ampliadas de natacion, ciclismo y carrera a pie para gozar de un abanico mas amplio de opciones que den respuesta a tus necesidades

  • El otro proceso de Elias Canetti

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    El otro proceso. Las cartas de Kafka a Felice es uno de los ensayos mas lucidos de Elias Canetti. Nadie mejor que Canetti, premio Nobel de Literatura, para comentar las Cartas a Felice de Franz Kafka. Canetti, quien, como Kafka, ha descrito magistralmente las funciones del poder, nos ofrece en este lucido ensayo un detallado analisis del sufrimiento del escritor durante los cinco anos de su correspondencia con Felice Bauer.