• la muerte viene de lejos - J. M. Guelbenzu

    https://gigalibros.com/la-muerte-viene-de-lejos.html

    La antigua Secretaria de Juzgado de la juez Mariana De Marco, Carmen, le pide que reabra un caso. La victima es un anciano que dos anos atras fallecio en su casa por emanaciones de gas, un suceso que en su momento se clasifico como accidente. Pero Carmen cree que se trata de un asesinato, y cuando la juez De Marco, tras no hallar indicios de crimen alguno, conoce por casualidad al sobrino de la victima, empieza a interesarse por la historia.

  • LA MUERTE VIENE DE LEJOS | JOSE MARIA GUELBENZU

    https://www.casadellibro.com/libro-la-muerte-viene-de-lejos/9788420474502/1214020

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  • La muerte viene de lejos - J. M. Guelbenzu | PlanetadeLibros

    https://www.planetadelibros.com/libro-la-muerte-viene-de-lejos/243146

    24 ene 2017 — La muerte viene de lejos, de J. M. Guelbenzu. La juez Mariana de Marco se enfrenta a un nuevo caso que parece ser un asesinato disfrazado de ...

  • La muerte viene de lejos (Áncora & Delfín) Versión Kindle

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    La muerte viene de lejos (Áncora & Delfín) Versión Kindle ... La antigua Secretaria de Juzgado de la juez Mariana De Marco, Carmen, le pide que reabra un caso. La ...

  • La Muerte Viene de Lejos - Pdl Tapa blanda - Amazon.es

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    La Muerte Viene de Lejos - Pdl : Guelbenzu, José María: Amazon.es: Libros.

  • LA MUERTE VIENE DE LEJOS - GUELBENZU JOSÉ MARÍA

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    Creo que la peor crítica que se puede hacer de un libro es que le sobran páginas, en este caso creo que sobre el 80%, me lo terminé saltandomelas de dos en dos.

  • La muerte viene de lejos - José María Guelbenzu - Lecturalia

    https://www.lecturalia.com/libro/1096/la-muerte-viene-de-lejos

    Libro ENTRETENIDO, sigue entreteniendo la saga de la juez De Marco, una historia intrascendente y amena que se deja leer. Otros libros del ...

  • LA MUERTE VIENE DE LEJOS - LAIE

    https://www.laie.es/es/libro/la-muerte-viene-de-lejos/9788420474502/712158

    LA MUERTE VIENE DE LEJOS ... Una mañana, un viejo avaro aparece muerto en la cocina de su casa por emanaciones de gas. El suceso se cierra con la conclusión de ...

  • la muerte viene de lejos - Letras a la taza

    https://www.letrasalataza.com/libro/la-muerte-viene-de-lejos_36121

    LA MUERTE VIENE DE LEJOS, JOSÉ MARÍA GUELBENZU, 17,65€. «Ni existe el Mal ni hay crimen perfecto.»Una mañana, un viejo avaro aparece muerto en la cocina de.

  • LA MUERTE VIENE DE LEJOS (EBOOK) - JM GUELBENZU

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  • LA MUERTE VIENE DE LEJOS FG - Agapea

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  • O calle para siempre de J. M. Guelbenzu

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    Un mensaje anonimo enviado al parroco que ha de oficiar una boda de postin y el asesinato de un chantajista de medio pelo en mitad de la ceremonia, involucrara a la juez Mariana de Marco y a su pareja, el periodista Javier Goitia, que asistian como invitados. Mariana esta convencida de que alguien de una de las familias de los contrayentes trato de impedir la boda, y que otro de los asistentes fue el asesino del maleante contratado para sabotearla.

  • Wonder. El juego de Christopher de R.j. Palacio

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    Tierna, intimista, inteligente, Wonder. El juego de Christopher nos lleva al principio de todo, al momento en el que todo comenzo…

  • El tren de la medianoche de Haizea Lopez

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    Jake espera pasar unas tediosas vacaciones de navidad en casa de su tio, pero desconoce que terminara sumergido en una misteriosa aventura llena de enigmas que tendra que resolver. Cada medianoche, el tren de las almas olvidadas aparecera en la antigua estacion de ferrocarriles abandonada para recogerle y mostrarle que todos en esta vida merecemos una segunda oportunidad.
    Una historia repleta de intrigas y aventuras que atrapara al lector.

  • La ciudad oculta (Los casos de Marina Altamirano 2) de Mar P. Zabala

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  • La jaula invisible de Alina Covalschi

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    Un secreto inconfesable, vidas en juego, un oscuro chantaje.

  • !A los Leones! de Lindsey Davis

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    Parece que por fin la vida del investigador Marco Didio Falco va a entrar en una epoca de desahogo economico e incluso de prosperidad, pues se ha puesto al servicio del emperador Vespasiano como agente tributario con amplios poderes y un sueldo nada desdenable. Sin embargo, la muerte de una gran estrella del mundo del espectaculo da un vuelco a todos sus planes y pone al descubierto el sordido mundo de las envidias y las rivalidades entre los entrenadores y los agentes de gladiadores. Cuando tambien un aclamado gladiador aparezca muerto, Falco no tendra mas remedio que iniciar una investigacion que le obligara a emprender un viaje a Africa acompanado de su esposa Helena y de su pequena hija Julia.

  • Calles de Edimburgo de Samantha Young

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    Los fans de Calle Dublin de Samantha Young reencontraran aqui a algunos de los personajes de esa estupenda novela, y los que aun lo la hayan leido sin duda querran hacerse con ella.

  • La Rendicion de Suzanna de Nora Roberts

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    Suzanna Calhoun y sus hermanas pidieron ayuda al ex policia Holt Bradford para encontrar el collar de esmeraldas de su bisabuela. Holt siempre habia sentido un especial interes por Suzanna y ahora tenia la oportunidad de proteger su vida y de intentar que ella se interesara por el...

  • La biblioteca de los muertos (La biblioteca de los muertos 1), Glenn Cooper de Glenn Cooper

    https://gigalibros.com/la-biblioteca-de-los-muertos-la-biblioteca-de-los-muertos-1-glenn-cooper.html

    Tu destino esta escrito. Y el de toda la humanidad…

  • A un instante de ti de Ricardo Espin Bueno

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    Manuel nacio el ano 1929 en el seno de una familia humilde de aldeanos y siempre sintio que no encajaba alli. Durante sus primeros anos, sufre la guerra, la perdida en el frente de su hermano mayor, la locura y muerte de su madre, la ejecucion de su maestro, descubre que su padre ayuda a los maquis, llegan sus primeros viajes a la capital, sus primeros suenos... A los catorce anos durante la Fiesta de la Vendimia, conoce a Felisa, otra aldeana como el a la que ese mismo dia le dice que se casara con ella. Tambien en esa fiesta conocera a Amelia Aguilar, la hija del terrateniente mas rico de la Comarca, que se enamorara de el. Esas relaciones marcaran su vida. Felisa es hija de Nemesio Molina, primo de Indalecio Romano, el padre de Manuel. Una relacion dificil porque los Romano y los Molina arrastran desde hace decadas unas rencillas que les conducen a peleas, reyertas, duelos a navaja... Y Amelia, es una nina malcriada que aprovecha sus encantos y su posicion para conseguir lo que quiere. Ese triangulo amoroso provocara momentos dificiles en las vidas de los protagonistas.

  • La chica que cazaba estrellas fugaces de Anina Roma

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    Una novela romantica sobre la busqueda del amor verdadero que leeras en menos de dos horas.

  • Liam (Detras de la musica 2) de Yunnuen Gonzalez

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    No es facil ser fan de The Radicals y seguidora de The Border.
    No es facil ser la mejor amiga de Cassie Berryman y ser invisible para el resto del mundo.
    Nadie sabe que Sophie McNamara existe, ni siquiera el guitarrista de The Border, de quien ha estado enamorada por cinco anos.

  • NAGA la gargola guardiana (Los guardianes de piedra 3) de Jess Dharma

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    La diosa Artemisa es secuestrada por el Minotauro de sus aposentos en la isla de Delos. Su tia Laya desconsolada manda a sus mejores guerreros del ejercito de las gargolas a buscarla a Creta y de paso matar al que ha osado a hacerlo, pero misteriosamente ellos tambien desaparecen sin dejar huella.
    Apolo y Scailar se embarcan en un viaje lleno de peligros por la Grecia antigua para recuperar a sus hermanos, enfrentandose a monstruos mitologicos y peligros inimaginables. Pero si hay algo peor que todo eso es que ellos dos se llevan a matar, el es un mujeriego y un prepotente de cuidado, y ella ha sido criada para no dejarse intimidar, aunque la atraccion entre ellos es igual o mayor al odio que sienten.
    Embarcate con ellos en ese viaje magico lleno de aventuras en un mundo mitologico.
    ?Aun no conoces el nuevo fenomeno sobrenatural que esta llegando a todos los rincones del mundo?
    No se trata de hombres lobo, ni vampiros, ni si quiera de angeles o fantasmas...

  • El trono de jade ( Temerario 2), Naomi Novik de Naomi Novik

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  • El reino de los olvidados de Alexander Rhode

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    Un hombre, desesperado y en lo mas alto de un viejo edificio, amenaza con quitarse la vida si no atienden a su peticion. Su mujer ha desaparecido. Esta desesperado. Y solo el inspector Robert Garland puede ayudarlo a encontrarla.

  • Confina-Dos de Anna Garcia

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    "Estiramos... Mantenemos durante diez segundos... No os olvideis de la respiracion... Utkatasana..." --?Que haces? --Yoga. --?Eso es yoga? Parece que le estes gritando a la vecina mientras tienes retortijones. --Shhhh. Por favor. Que me desconcentras. --?Desde cuando practicas yoga? --Desde hoy mismo, y pienso hacerlo todos los dias. --Ya. Claro. --Vete. No me hagas hablar, que me tengo que concentrar en respirar. --?Desde cuando te tienes que concentrar en...? --Alex, ya. ?No tienes nada que hacer en vez de molestarme? --Uy, si. Un monton --contesta con sarcasmo--. Quedaria con mis amigas, pero resulta que me obligas a quedarme en casa... --Claro. Porque el virus este lo he creado yo en la Thermomix, !no te fastidia! Que no lo digo yo, Alex, que lo dice el gobierno. Que no podemos salir. Ni tu, ni yo, ni nadie. --La vecina de enfrente sale. --Muy seria, dejo de mirar la pantalla de mi Tablet para centrarme en mi hija--. La vi anoche. --Estaria sacando la basura... Alex me mira enarcando una ceja mientras niega con la cabeza. --Y no tiene perro --insiste--. Y no eran horas para ir a la farmacia o al medico. No me extranaria que esa loca estuviera pasandose por el arco del triunfo la prohibicion de salir. Es la misma que pone la musica de Raphael y el Puma a todo trapo todos los domingos por la manana. La misma que vive asomada a la mirilla y no duda en abrir la puerta en cuanto ve algo que no le agrada. La misma que se queja constantemente de que sus vecinas de arriba, un grupo de estudiantes, pisan muy fuerte en el suelo y hacen un ruido infernal. La que tiene frita a la cartera, que en breve se negara a repartirnos mas cartas. E incluso tengo grandes sospechas de que es ella la que roba ropa de los tendederos del terrado. --El friky ese ha cambiado de postura hace rato... --dice Alex, senalando la pantalla de mi Tablet con un dedo y devolviendome al presente de golpe. Chasco la lengua y me doy por vencida. --?Y deberes? ?No tienes? --Ya los he hecho todos. --Ni de cona. --?Por que nunca me crees? --Porque tu fama te precede. --Te lo juro, mama. --De acuerdo. Te creo. Sigueme. Por el rabillo del ojo la veo caminar detras de mi con expresion satisfecha por haberse salido con la suya. O eso le hago creer el tiempo que tardo en ponerle en la mano un trapo y un bote de limpia muebles. --?Que es esto? --Esto es un trapo y esto... --Giro el envase para que pueda leer la etiqueta, pero ella me corta antes. --!Ya se lo que es! !Me referia a por que tengo que hacerlo yo! --Porque yo tengo que bajar a comprar y asi te mantienes ocupada. --Prefiero bajar yo a comprar. --No puedes. --!?Por que?! --Porque los ninos sois los que mas lo... --Mama, no soy una nina --me corta--. Tengo catorce anos. --Lo que tu digas. Mi respuesta sigue siendo no. --!Esto es muy injusto! !Me haces parecer una apestada! !Encerrada en esta mierda de piso! !A ver si viene ya papa a buscarme! --Pues siento comunicarte que han recomendado que los hijos de padres separados pasen el confinamiento con el progenitor con el que lo hayan empezado. --!?Que?! --Yo tampoco estoy entusiasmada con la idea, asi que menos dramas. --Fantastico... --resopla, dandome la espalda con el telefono ya en la mano--. Esto no se va a quedar asi. Voy a hablar con papa y seguro que vendra a por mi, aunque tenga que infringir la ley. --Si, seguro que si. Dejara a su amiguita en casa y vendra corriendo a buscarte --susurro, justo antes de salir de casa. Apoyo la espalda en la puerta, cierro los ojos y respiro profundamente. Esta manana ha salido un psicologo en la television explicando los posibles efectos negativos que esta situacion podria provocar. Decia que el confinamiento podria llevar al enfado, a la frustracion, al miedo o a la locura, y que todo eso podria ir a mas con el paso de los dias. Yo llevo solo tres dias confinada en casa con mi hija y puedo asegurar que he pasado ya por todos los estadios. El psicologo daba algunos consejos para poder sobrellevarlo mas o menos bien, tales como marcarse una rutina, hacer algo de deporte y hablar con amigos y familiares, ya sea en persona o por telefono. Nosotras, hablar, hablamos. Y nos gritamos tambien. A veces incluso nos insultamos un poco. Tambien hablo por telefono con mi familia, aunque a mi padre aun le cueste un poco hacerse con las nuevas tecnologias, con amigos e incluso realizo videoconferencias con mis alumnos del instituto. Asi que esa parte la cumplo. ?Deporte? Si soy sincera, nunca he sido amante del deporte. Tampoco es que mi horario en el instituto y la preparacion en casa de las clases me dejaran mucho tiempo para practicarlo, pero me he propuesto que el confinamiento no me lleve al sobrepeso, asi que pongo todo de mi parte para lograrlo. Si no me interrumpen como hoy, claro esta. Ya se que mi estilo no es el mas depurado, y quiza mis mallas tienen mas anos que Alex, pero el merito esta en intentarlo, ?no? --!?Que estas haciendo tanto rato en el rellano?! La voz de la vieja loca me sobresalta, y clavo la mirada en la puerta de delante. --Senora, metase en sus asuntos. --!Voy a llamar a la policia! --?Y por que motivo, si se puede saber? --!Porque solo se puede salir de casa para comprar bienes de primera necesidad e ir al medico! --!Y a eso voy, senora! --!Sin entretenerse por el camino! Resoplando y fulminando su puerta con la mirada, empiezo a alejarme hacia las escaleras. Al llegar a la calle, aun maldiciendo a la vieja, me tapo la boca y la nariz con el panuelo que llevo anudado al cuello y me dirijo al supermercado situado al final de la calle. Con el paso acelerado y la cabeza agachada, miro por el rabillo del ojo a un lado y a otro. Me siento como si estuviera haciendo algo ilegal, como si me estuviera escondiendo. Me consuela que el comportamiento de la poca gente con la que me cruzo sea igual que el mio. Un senor mayor incluso ha cruzado de acera para no tener que pasar cerca de mi. Lo entiendo, aunque no puedo evitar sentirme algo mal por ello. Una vez dentro del supermercado, me sorprende ver que reina el caos absoluto. Hay pasillos enteros con estanterias totalmente vacias. Algunos clientes corren empujando un carrito, mirando a un lado y a otro, sucumbiendo al panico por no encontrar lo que buscan. Un par de agentes de seguridad intentan que mantengan la calma, sin exito alguno. --La gente esta fatal... --susurro mientras camino hasta el pasillo de los lacteos. Cuando llego, me quedo totalmente en shock--. ?Donde...? Giro sobre mi misma, algo desubicada. Un carrito me golpea por la espalda. Dolorida, me doy la vuelta en busca de una explicacion o disculpa, pero a la senora parece importarle bien poco mi estado, y enseguida se pierde por otro pasillo. --Perdone... ?donde esta la leche? --le pregunto a una empleada del super, que me mira con expresion de agobio antes de contestar. --Estaba ahi. --?Estaba? Vuelvo a mirar hacia las estanterias vacias, atando cabos, de repente consciente de que las imagenes de supermercados desabastecidos, con interminables colas de clientes, son la cruda realidad. Empiezo a sentir agobio al imaginarme abriendo la nevera y encontrandola vacia, teniendome que conformar con una rama de apio mojada en hummus. Presa del panico, acelero el paso y recorro los pasillos a la carrera, llenando el cesto sin ningun criterio especifico. --Mantengan la distancia --me pide la cajera una vez me pongo en la cola y yo la miro recelosa, agarrando mi cesta de la compra como si temiera que alguien me la fuera a robar. En el fondo, no respiro tranquila hasta que salgo de nuevo a la calle, con una extrana sensacion de victoria, como si hubiera conseguido pasar una prueba. Con mi bolsa colgada al hombro, de nuevo con la boca y la nariz tapadas, corro hacia casa. Una vez en el ascensor, resoplo agotada y miro mi reflejo en el espejo. Empiezo a tener un color cetrino nada favorecedor. Quiza podria subir al terrado la hamaca de playa y aprovechar para tomar el sol. Asi tambien podria vigilar que nadie hurte ropa ajena. Con esa idea aun en la cabeza, meto la mano dentro de la bolsa. Saco una botella de horchata y la miro detenidamente. No es que me guste especialmente y creo que es la primera vez que la compro. En realidad, empiezo a preguntarme por que lo he hecho. Y sigo con la misma sensacion cuando echo un vistazo dentro de la bolsa y veo la coliflor, la lata de melocoton en almibar, la caja de conos de fresa y las toallitas de bebe. --Ni siquiera me gusta demasiado la fresa --susurro con la caja en la mano mientras se abre la puerta del ascensor y salgo al rellano. --!?Eso es un bien de primera necesidad?! --Escucho a la vieja gritar, consiguiendo asustarme de nuevo. No me lo puedo creer... --!Senora, por favor! !Haganos un favor a todos y centrese en Que bello es vivir! --!Voy a llamar a la policia! --!Y yo al asilo! !A ver si le hacen un hueco! En cuanto cierro la puerta de casa a mi espalda, descubro a Alex al final del pasillo, de brazos cruzados y con gesto de reproche. --?Haciendo amigas? --me pregunta. --Esa mujer es insufrible --digo, camino a la cocina. --!Hostias, helado! !Genial! --grita ella al ver la caja en mi mano, siguiendome con la clara intencion de abrirla y llevarse uno. --Ni hablar. Hay que racionar la comida, que no puedo estar saliendo cada dia a comprar. --?Coliflor? !Joder, que asco! ?Esto que es? ?Alcachofas en vinagre? Mama, ?que mierda has comprado? --Pues... --Rapido, que no te vea dudar. Con conviccion. No puede saber que entraste en panico y compraste lo primero que viste en las estanterias del supermercado--. Tienes que comer mas verdura, Alex. ?Has limpiado? Intento mantenerme firme y aguanto su mirada de brazos cruzados, imperterrita. Ella me mira durante unos segundos mas con una mueca extrana dibujada en la boca, hasta que se da por vencida. --Si. --?Seguro? --Enarca una ceja dandome a entender que no piensa contestarme--. ?Y has hablado con tu padre? Se la respuesta nada mas verle la cara, y tambien puedo adivinar como ha ido la conversacion a tenor de su comportamiento esquivo. --Si... --?Y va a venir a rescatarte? --insisto, cada vez mas convencida de la respuesta de su padre, mascando esta pequena victoria con deleite. --No. Me ha dicho que tengo que quedarme aqui por mi bien --contesta de forma esquiva, sin mirarme a los ojos--. Y ademas tiene mucho trabajo... --Ya. Bueno. Lo siento por ti, entonces --digo mientras me doy la vuelta para intentar que no vea la sonrisa de satisfaccion que se ha dibujado en mi cara. Cuando acabo de guardar todos los deliciosos manjares que he comprado, abro la caja de los helados y le tiendo uno a Alex. Ella lo coge y me sonrie de medio lado. Al ir a guardar el resto en el congelador, veo una luz de esperanza en el horizonte materializada en una pizza sabor barbacoa. La saco con orgullo, consciente de que sera el golpe definitivo para meterme a mi hija en el bolsillo. Parte 2: Hector. 4o 1o Me quito el casco de la moto y me peino el pelo con los dedos de la mano, de forma perezosa. Luego me froto la cara y bostezo de forma prolongada. Al principio fui reacio a marcharme el hospital, desoyendo a todos los companeros que insistian para convencerme. Me negaba a irme porque sentia como si, al hacerlo, les estuviera abandonando en la estacada. --Hector, por favor... Vete a casa a descansar. ?Cuantas horas llevas currando? --Estoy bien. --Imposible. Llevas mas de cuarenta y ocho horas sin parar. Vete a casa. --Desoyendo sus palabras, cojo el historial de otro de los pacientes postrados en una camilla en mitad del pasillo del hospital. Las Urgencias estan tan colapsadas que colocamos a los pacientes donde podemos, a la espera de ser atendidos. Dani pone una mano encima del historial para impedirme leerlo y me lo quita al rato--. Vete. A. Casa. Ahora. Es cierto que te necesitamos, pero descansado y en plenitud de facultades. Ahora mismo, eres mas peligroso que util. Asi que, despues de hacerme de rogar, le hice caso y aqui estoy, sentado sobre mi moto, con los brazos apoyados en el casco, intentando poner en orden mis pensamientos. Aun me cuesta creer que todo esto este pasando en realidad. Las calles desiertas, los hospitales colapsados y los supermercados vacios son mas propios de una pelicula apocaliptica. Antes de subir a casa, entro en el colmado de Hamza para comprar algo de pan. --Hola, Hector. ?Como estas? --Bien. ?Y tu? --Bien tambien. --?Y tu mujer y los ninos? --Bien. Asustados, pero bien. --Cualquier cosa, ya sabes donde vivo. --Gracias --me responde con una sonrisa agradecida. --?Te queda algo de pan? --le pregunto. --Creo que al fondo hay pan para hamburguesas... --Bueno. Menos es nada --contesto, encogiendome de hombros. --Tienes aspecto de cansado --comenta cuando estoy de nuevo frente a el--. ?Mucho trabajo en el hospital? --Si. --Es mas grave de lo que nos hacen creer, ?verdad? Le miro durante unos segundos, valorando si decirle la verdad o enganarle. --Saldremos de esta --opto por contestar, guinandole un ojo para infundirle confianza y afianzar mis palabras. Parece funcionar, porque el sonrie abiertamente, asintiendo a la vez con la cabeza. Levanto la palma de la mano para despedirme al tiempo que salgo de la tienda y camino hacia mi portal. Normalmente subo por las escaleras, corriendo y retandome a mi mismo para hacerlo cada vez en menos tiempo. Hoy no. Hoy subo en el ascensor. Apoyado en una de las paredes, observo mi reflejo en el espejo. Realmente no tengo buen aspecto. Si un paciente me viera acercarme con estas pintas, no creo que creyera que esta en buenas manos. Lo primero que hago al entrar en casa es quitarme la ropa y meterla dentro de la lavadora. Luego, dejo las zapatillas de deporte en el lavadero y me dirijo hacia el bano para pegarme una ducha. Toda precaucion es poca cuando vengo de un sitio tan contagioso como un hospital. Pierdo la nocion del tiempo. Plantado bajo el chorro de agua, dejo que esta golpee suavemente mi cabeza y mis hombros mientras apoyo las palmas de las manos en las baldosas. Cuando salgo, me visto con un pantalon corto y una camiseta vieja, cojo una cerveza y un par de los panecillos que he comprado antes, que pienso zamparme sin molestarme siquiera en rellenarlos con alguna loncha de embutido, y me dejo caer en el sofa. Cojo el movil y busco el telefono de mi padre. --Hola, hijo --me responde al primer tono. --Vaya. Que rapido --comento. --Es que estaba haciendo un Sudoku. --Ah, muy bien. ?Como estais? --Bastante bien, teniendo en cuenta las circunstancias. ?Y tu? --Ya sabes... cansado, pero bien. --?Estas en casa? --Si. Me han... obligado a tomarme un descanso. --Me alegro. ?Como estan las cosas por el hospital? --Bien. --No hace falta que me mientas. Soy viejo, pero tengo television y tu madre me obliga a ver todos los programas especiales acerca del Coronavirus. Es lo unico que se ve en casa, aparte de los gemelos esos que tiran paredes. --Se me escapa la risa--. Yo no me rio. Ahora no para de imaginar como quedaria el comedor si tiraramos la pared que lo separa de la cocina. Concepto abierto, lo llama ella. Si no me mata el colesterol, lo haran tu madre y sus ideas de bombero. -- Resopla de forma prolongada antes de continuar--: ?Y bien? --No es facil, papa, pero vamos haciendo progresos. Decidi parecer algo mas optimista de lo que ahora mismo me siento. --Eso es bueno, ?no? --Si. --Vale. --Le escucho hablar con mi madre de fondo--. No se lo voy a preguntar. No. Porque no hace falta. Me vas a volver loco... Esta bien. Espera. Hijo. --?Si? --?A que no esta permitido ir a la peluqueria? --?A la...? ?Mama tiene intencion de ir a la peluqueria? --Dice que tapar sus canas es cuestion de primera necesidad. --!No puede hacerlo! --Gracias. Dice que no puedes hacerlo. --Los escucho discutir durante unos minutos en los que yo intento meter baza, sin exito. La voz de mi madre se vuelve cada vez mas debil, y entonces mi padre vuelve a hablarme--: Cualquier dia la tienes que ir a buscar al cuartelillo. O eso, o acaba conmigo. --No la dejes salir. Dile que haga una lista de lo que necesitais del supermercado y manana os lo voy a buscar yo. --Ya la ha hecho. ?Le hago una foto y te la envio al movil?

  • Tu recuerdo arde de Jessica Cuevas Fadanelli

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    La segunda parte de la trilogia juvenil – romantica Tus ojos no me saben mentir.

  • Mi rancho sera tuyo de Erina Alcala

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    Un ano antes en el Hospital HCA Houston Healthecare de Texas... Se encontraba Michael Morris, de veintinueve anos, haciendose todo tipo de pruebas. Habia tardado en ir, por cabezota. Su capataz, Set, del rancho Morris en Olmos Park, a cuatro kilometros de San Antonio Texas, ya llevaba tiempo diciendole que tenia que ir al hospital o, al menos, al medico. Todo comenzo casi ocho meses antes con veintisiete anos. Se caia del caballo, tropezaba demasiado, se caia al suelo en pleno rancho y a veces no se sostenia. Pero el decia que seria cansancio. Lo cierto era que desde que su madre murio de cancer, se quedaron los dos hermanos solos con el padre. Su hermano mayor, dos anos mayor que el, Robert, habia tenido un ano despues de la muerte de su madre una gran bronca con su padre, porque este queria que se hiciera cargo del rancho con su hermano, y Robert dijo que no, que queria ir a la universidad antes para estudiar Derecho, tener una carrera universitaria como sus companeros de instituto, y asi poder llevar las cuentas y demas. Siempre habia querido tener un titulo universitario, era inteligente y solo serian cuatro anos, no haria master para no perder un ano mas, pero su padre, un gran trabajador y que era un tipo rudo, le dijo que no; Robert le comento que su hermano podia ocuparse esos anos mientras el volvia. Michael sabia llevar el rancho, y aunque tambien queria ir a la universidad, no dijo nada. Si dejaba a Robert, cuando este volviera pediria ir el, y le gustaba el rancho, aun asi, el padre se negaba. Por mas que los queria convencer de que los dos llevarian el rancho junto a el, no dio su brazo a torcer. --Si te vas, te iras sin un dolar, no voy a pagarte la universidad --decia el padre. La cosa casi llega a mayores, si no es porque medio el menor de los hermanos, Michael, que habia sido mas de su madre y aun sufria por no tenerla. Robert preparo una maleta con algo de ropa y se fue del rancho. --Cuidalo, es un testarudo --le decia Robert. --Hermano, no te vayas. --Tengo que irme, Michael, tu sabes llevar esto, volvere dentro de cuatro anos. --Por aqui no vengas, nada sera tuyo, manana voy al notario. Jamas vengas a mi rancho --dijo el padre--. Nada sera tuyo a partir de que salgas por esa puerta. Pero Robert salio y se fue. Ya habian pasado trece anos y Michael se quedo solo, porque el padre con rabia, se marcho a la manana siguiente a San Antonio a hacer un nuevo testamento, con tan mala fortuna de que tuvo un accidente antes de llegar y murio en el acto. Y Michael se quedo solo a los diecisiete anos en ese rancho, sin nadie, salvo Set, su capataz, que fue su padre, Nat, su mujer, su madre y los chicos que trabajaban en el rancho Morris. Fue un gran golpe porque apenas era un adolescente para hacerse cargo de ese rancho sin su hermano y este no contesto a las miles de llamadas que le hizo ni el ni Set. Y se dieron por vencidos. --Esperemos que Robert se entere y vuelva, Michael, no te preocupes. Pero el tiempo pasaba y no volvio. El se hizo con el rancho, que ya de por si era grande con mas de 10000 cabezas de ganado. Y trabajo siendo un adolescente; lo dio todo por ese rancho, perdiendo parte de su juventud, porque el tambien hubiese querido ir a la universidad. Y a veces se preguntaba donde estaria su hermano, lo echaba de menos, habian sido mas amigos que hermanos y Robert siempre lo cuidaba, pero ni una carta, ni ninguna llamada hizo al rancho jamas en esos anos. Y alli estaba ahora, sin casi movimientos en sus musculos y sin saber que le pasaba. Se quedo dos dias con Set en el hospital. Este daba instrucciones a los chicos por telefono y a su mujer Nat desde el hospital y les dijo que volverian al dia siguiente. Michael se habia dedicado al rancho descuidando un poco las casas y el barracon de los chicos y Set se lo decia. <>, decia siempre. Estaban sentados, Michael en una silla de ruedas y Set detras de el en la consulta del doctor; este llevaba todos los informes medicos. --Digame, doctor, ?que me pasa? --Lo siento, Michael, tienes una distrofia muscular rara que avanza a pasos agigantados. --?Es grave? --Me temo que si. --?Con veintinueve anos? --Lo siento, muchacho. --?Voy a morirme? --Tienes un ano por delante, poco mas, si te cuidas, haz lo que siempre has querido, pero si, te queda un ano de vida. No voy a mentirte. Te dare para el dolor medicinas, ahi las llevas, pero esta enfermedad no tiene aun solucion, los dolores se paliara al final con morfina, porque tus musculos van a estar rigidos cada vez mas y al final sera la circulacion, la que no podra hacer su funcion. Sera como si tu cuerpo te atrapara. --Un ano solo... --Si, ahora estas bien, en menos de ocho meses vendra lo peor. Lo siento. --?Tengo que venir? --No, no hace falta, el doctor de Olmos Park puede llevar tu caso, hablare con el para que te vaya recetando los medicamentos a medida que te vayan haciendo falta y le contare tu caso, te aconsejo que contrates a un quiromasajista para alargar la atrofia muscular. Si fuese a diario, mejor. Y le enseno fotos de la enfermedad. --Asi es como vas a verte, lo siento. Si, Michael, no voy a mentirte. No me gusta mentir a mis pacientes. No somos ninos ya. --!Joder! --Lo siento, muchacho. --Medicinas, morfina, y al final, cuidados paliativos. --Gracias, doctor. Set salio llorando y el sin poder creerlo. --Mi hermano, tengo que verlo, Set. --Intentaremos encontrarlo, Michael. --A mi padre no le dio tiempo de cambiar el testamento. --Buscaremos en dos meses a ver si damos con el. Y se fueron a casa. --Set, ?estas bien? --Si, llama a un contratista y a un investigador privado. --!Esta bien! --Y encargate del rancho. --Vale, pero deberias quitar esa sala de abajo y poner ahi tu dormitorio. --Eso pienso hacer. Y una lista de lo que me gustaria hacer antes de morir, entre ellas, casarme y tener un hijo. --?Como? --Que voy a tener un hijo. El doctor me dijo que me quedaba un ano de vida, pero alargaremos al menos para tenerlo. Prepara la maleta, nos vamos a Las Vegas. --Pero, Michael, ?estas loco? --Nos vamos, mientras hacen la obra. --?Que obra? --Todo lo que he dejado pasar estos anos, para mi mujer. --?Que mujer, Michael? ?Estas loco? --Voy a casarme en Las Vegas. Pero, haz lo que te digo. Al dia siguiente tenia al investigador privado alli. Le dio fotos antiguas y toda la documentacion necesaria para encontrar a su hermano. Le pago la mitad y este quedo en ir llamandole. Despues tuvo al constructor de San Antonio. Y le dijo que queria. --La casa, nueva, preciosa y moderna, lo mas moderno, con decoracion incluida, la casa de Set, los barracones de los muchachos y un repaso a todo. Los utiles, tractor y camionetas, los he comprado nuevos el ano anterior. Vallas blancas y altas y una nueva entrada preciosa, quiero un rancho bonito, tiene tres millones de dolares y esta Nat, que se ocupa de lo que sea. Lo quiero antes de dos meses todo. --Lo tendra. --Empiece por todo y cuando me vaya, la casa.

  • El escondite de Grisha de Ismael Martinez Biurrun

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    Dos veces huerfano con apenas diez anos, Grisha ha aprendido a protegerse por si solo y a esconder sus secretos. Todas las tardes se refugia en la biblioteca y escribe con los ojos cerrados lo que parece el diario de otro nino que vive a miles de kilometros y a quien no conoce. ?Quien es el otro Grisha? ?Es posible robar la vida de otra persona? Olmo no es un bibliotecario como los demas. Incapaz de poner nombre a sus propios sentimientos, huye de un pasado siniestro y busca consuelo en los brazos de la mujer policia que siguio su rastro. Cree que por fin ha puesto orden en su vida, hasta que se tropieza con Grisha. Olmo no contaba con volver a verse reflejado en los ojos de un nino malherido. Con atravesar un infierno ajeno para regresar al suyo. Este es el relato del insolito encuentro de Grisha y Olmo, del asesinato que cometieron juntos y del viaje que emprendieron en busca de respuestas y de redencion. Con el talento que la critica le ha reconocido para la combinacion de generos desde el thriller policial al fantastico, Ismael Martinez Biurrun ha construido un relato sobrecogedor, a un tiempo hermoso y terrible.

  • Siempre has sido tu de Maya Alvarez

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    Siempre que me necesites, yo estare para ti; Le jure cuando la vi. Despistada, hermosa, acomodando sus gafas y analizando todo. Ella es imposible de describir, tiene demasiadas aristas. Quizas yo sea un Alfa en la universidad, pero al lado de ella eso no sirve. Podria darle la vida si me lo pidiera, sin dudarlo, con la unica recompensa de obtener su atencion. Pero esta chica es distinta de todas, de las que esta enfocada en sus estudios y yo adoro que ella siga sus metas, debo ser paciente por que lo merece.
    Asi es. Han pasado los anos y ni el dinero, ni tener la facilidad de obtener todo lo que quiero como un caprichoso, compensa el saber que la chica de mis suenos aun no se fija en mi. Ella se ha convertido en una exitosa empresaria. Y ahora, despues de tantos anos, se presenta la oportunidad de pararme frente a su hermoso rostro y mostrarle que este es nuestro momento... para ser los dos. Es el momento de que ella se entere que nadie mas que yo puede amarla como merece, por que siempre ha sido ella para mi, en mis pensamientos y corazon.

  • El lenguaje de los bosques de Hasier Larretxea

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    Este libro quiere ser el sendero que escojas cuando te adentres en un bosque. Este libro quiere que crezca un arbol en tu palma de la mano desplegada. Este libro quiere mostrar el aliento y la respiracion de los pasos pendiente arriba. El sonido del rastro sobre el manto de hojas del otono. Este libro quisiera ser guia, brujula y esencia de todo aquello que rodea al arbol. Este libro es tierra, raiz, corteza, rama, hoja y fruto. Es nudo y temblor. La esencia espolvoreada de una vida curtida entre la espesura de la naturaleza. A este libro le gustaria sortear la niebla que lo cubre todo para amanecer en un rincon del paisaje en el que los pajaros le cantan al nuevo clarear del dia. Este libro es la semilla de una vida que florece en los reencuentros y en la busqueda de la hoja de ruta de la infancia que curte miradas y esencias. Este libro quisiera representar la ramificacion que se eleva hacia el cielo claro, donde se reencuentran las generaciones, el mundo rural y la vida en la ciudad. Este libro quiere ser indagacion y reflexion, ruta y cobijo.

  • La condesa de las tinieblas de Laura Gay

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    Paris, 1795. Marie Therese Charlotte de Borbon lleva tres anos viviendo encerrada entre los muros de la Torre del Temple, encarcelada por los revolucionarios franceses. Ha visto morir, uno tras otro, a todos los miembros de su familia y ha sufrido la mas terrible de las humillaciones: la violacion; teme que no haya escapatoria cuando se le ofrece la liberacion a cambio de doce prisioneros de guerra. Esa misma noche, mientras se divertia jugando a las cartas y con prostitutas, Leonardus Cornelius Van der Valckrecibe la visita de un noble austriaco que le hace una oferta que no puede rechazar: el mismisimo emperador austriaco le pide que tome bajo su custodia a su prima, la unica superviviente de la familia real francesa.

  • Si, Viviana Rivero de Viviana Rivero

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  • Juventud sin Dios de Odon Von Horvath

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    Al igual que hizo Michael Haneke muchos anos despues en La cinta blanca, Odon von Horvath narra en esta prodigiosa novela los origenes del nacionalsocialismo y como la semilla del mal ya estaba presente en los jovenes y en su educacion.

  • Me arriesgo a dormir contigo de Lidia Paez

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    Ariadna Leon es joven, decidida, impulsiva, amiga de sus amigos, brutalmente sincera, segura de si misma y sin filtro al hablar (o eso dicen los que la conocen).

  • El ladron de Tarryn Fisher

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    El amor es paciente; el amor es amable;
    el amor no presume o alardea.
    No hay arrogancia en el amor;
    nunca es brusco, bruto ni indecente;
    no es egocentrico.
    El amor no es facilmente amargo.
    El amor no se equivoca calculando.
    El amor confia, cree y sobrevive a todo.
    El amor nunca se quedara obsoleto.
    Luchare por ella.

  • Predestinados de Minnie Darke

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    Una chispeante novela astrologica que encantara tanto a escepticos como a sonadores.

  • Todas las veces que quieras de Armando Prieto Perez

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    Sangre cubana y un amor casi carnal por el arte, Luis es un seductor instintivo, de los que carecen de reglas e inhibiciones; por eso, ninguna mujer se le resiste, y sus conquistas terminan puntualmente en el taller de Navigli en el que pinta. Sobre sexo, cree saber incluso mas de lo que necesita, al menos, hasta que conoce a la propietaria de una tiendecita de vinilos en la que el tiempo parece haberse detenido, quien, sin pedirle permiso, pasa de ser su enemiga jurada a ser su obsesion. Todo por culpa de un huron. Pues si, porque, cuando la graciosa mascota comienza a sobrar en casa de ella, una noche de primavera en la que Milan parece magica, Luis se transforma en el Principe Azul: se ocupara de Lucky, pero, a cambio, ella tendra que posar para el una tarde a la semana, durante seis semanas. Un contrato autentico, del que Luis perdera pronto el control, arrebatado por una pasion que lo llevara, en el juego del placer, mas lejos de lo que nunca ha llegado. Y, mientras persigue la inspiracion y, poco a poco, conquista a su presa, no se dara cuenta de que, en realidad, el cazador ha sido cazado y de que puede que, con ella, haya encontrado el amor. Pero ?esta listo para reconocerlo y aceptarlo?

  • La estrellas de Nerea (Las estrellas 2) de Estrella Correa

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    Nerea intenta ser feliz al lado de lo que conoce, pero nada la llena.
    Nerea se siente sola, pero cree que, poco a poco, encontrara su camino.
    Nerea lucha, vive y suena, pero ni el tiempo sana las heridas de su corazon roto.

  • Montsegur, la Sinagoga de Satan de Jenaro Aranda

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    Montsegur, un pequeno castillo encaramado en un risco del Pirineo Oriental, desafio durante cuarenta anos al rey de Francia, al papado y al implacable acoso de la Inquisicion. Elegido a principios del siglo XIII por Esclarmonda de Foix, la Dama Blanca, para convertirlo en la meca del catarismo, durante anos fue uno de los principales centros de espiritualidad de la secta heretica a pesar del acoso sufrido durante la Cruzada Albigense predicada en 1209 por el papa Inocencio III, que sumio a toda la Occitania en la mayor voragine de terror y muerte que se habian conocido en siglos. En esta cruzada de cristianos contra cristianos se desplego la mayor furia imaginable y se llevaron a cabo las matanzas mas despiadadas que se recordaban. Se destruyeron ciudades, se masacraron poblaciones enteras y miles de infectados, como llamaban a los herejes, acabaron en las prisiones o en las hogueras de la Inquisicion, creada por el papa Lucio III en 1184 precisamente para frenar el auge de la nueva religion. Montsegur fue refugio de simples Creyentes, de Perfectas pertenecientes a la mas rancia nobleza occitana y de faidits, nobles despojados de sus dominios por los cruzados y relegados a la condicion de proscritos en las tierras que habian pertenecido a sus familias durante generaciones. Montsegur resistio al fiero y despiadado Simon de Montfort, el Leon de la Cruzada, y al cruel y sanguinario Arnaud Amalric, el abad de Citeaux, hasta que en 1243 Blanca de Castilla, la madre de Luis IX, ordeno al senescal de Carcassonne que decapitara la Cabeza del Dragon. La presion de las tropas del rey de Francia acabo aislando el pequeno reducto de los Buenos Hombres hasta convertirlo en una isla rodeada de enemigos dispuestos a lo que fuera por aniquilar a los cataros y destruir de una vez por todas la Sinagoga de Satan.

  • Mientras sonries de Laia Sinclair

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    Todo ocurrio con demasiada rapidez. Estaba frente a Alvaro Ojeda, calibrandolo con los ojos, cuando vi esa sonrisa suya que ya me habia puesto los pelos de punta cuando la habia visto en las fotos que el teniente me habia ensenado casi un ano antes. --?Quieres probar la mercancia? --me dijo, y sus ojos oscuros relampaguearon un instante--. Adelante, no te cortes. Echate unas rayitas, invita la casa. Habia sido un duro y largo camino llegar hasta aqui, un camino que me habia costado un ano de mi vida. Alvaro era el mayor narcotraficante de Boston, un distribuidor a gran escala. No trataba con los camellos a pie de calle, sino con otras mafias y bandas a las que les hacia llegar el material para que ellos la distribuyeran. Trataba directamente con los carteles colombianos y hacia de intermediario, llevandose un buen porcentaje por el trabajo. Si conseguiamos quitarlo de la ecuacion, el movimiento de cocaina se detendria y durante mucho tiempo las calles de Boston estarian limpias. Y si teniamos suerte y lo convenciamos para testificar, quiza podriamos desmantelar la mayoria de mafias y bandas de la zona. Me habia costado mucho acercarme hasta el para conseguir este encuentro cara a cara, meses de trabajo y de hacerme pasar por una narcotraficante dispuesta a gastar mucho dinero para conseguir buen material hasta ganarme su confianza y que accediera a reunirse conmigo. El trato era millonario, y le deje bien claro a su subalterno, con quien habia estado haciendo negocios hasta aquel momento, que no iba a ceder en mi demanda: queria hacer el trato directamente con Alvaro Ojeda. Los millones que iban a moverse esta noche, bien valian que el estuviera presente. --No suelo cagar donde como --le solte, en mi mas puro estilo de chica dura--. Las drogas hacen que el ser humano pierda el control de si mismo, y a mi me gusta mantener siempre el control. Estabamos en las afueras de Boston, en medio de un descampado oscuro rodeado por naves industriales. La unica iluminacion que teniamos eran los faros de nuestros propios coches, y la luz difuminada que llegaba, mas mal que bien, de las calles adyacentes donde se amontonaban los almacenes y las fabricas. --Una chica sensata. --Alvaro volvio a sonreir, y tuve que hacer un esfuerzo por no echar a correr. Siempre me pasaba lo mismo. Desde que habia entrado en el Departamento de Narcoticos de la policia de Boston, todos se maravillaban por mi sangre fria, y por la facilidad que tenia de meterme en el papel de una narcotraficante dura como el acero. ?La verdad? Cada vez que tenia que <> con uno de estos hijos de puta, temblaba por dentro. Era como si una alarma chillona me gritara en la cabeza <>. Pero no lo hacia. Me quedaba alli, quieta como un roble en mitad de un campo, cumplia con mi parte, y acababamos enchironando al sospechoso con un buen punado de cargos y pruebas en su contra. Pero esa noche todo se fue a la mierda. --?Sabes que? No me fio una mierda de las zorras como tu. --Me repaso de arriba abajo con ojos encendidos, como si me desnudara, y se paso la lengua por los labios--. No me fio una mierda --repitio. Aquello se estaba yendo al carajo, asi que improvise. No podia permitir que el tio dudara de mis intenciones, ni del personaje que estaba interpretando. Me acerque a el en dos zancadas, con las manos bien separadas del cuerpo para que ningun gatillo facil de los que lo acompanaban, pensara que tenia la intencion de hacerle dano a su jefe, o se desataria un infierno que me costaria la vida. Me quede a dos centimetros de su nariz, y lo mire con los ojos destilando frialdad. --Me importa una mierda que no te fies de mi --le espete siseando, recalcando con dureza la palabra mierda--. Mis credenciales estan limpias, yo tengo el dinero, tu la mercancia, y vamos a hacer negocios. No intentes joderme, Alvaro. El sonrio de medio lado. He de reconocer que si el tio no fuese pura escoria, quiza si dejaria que me jodiera un rato. Era guapo, del tipo latino, como yo, con el pelo oscuro y los ojos de un color chocolate muy apetecibles. Con el cuerpo musculoso, parecia un atleta de triatlon. Pero era pura escoria, y yo no me acostaba con ratas. --Eso es precisamente lo que estoy intentando, nena --me susurro--. Siempre les hago una prueba a mis compradores, ya sabes, para asegurarme que no son polis encubiertos. Normalmente me conformo con que se pongan hasta el culo de coca, pero en tu caso... --Me volvio a repasar de arriba abajo, senti su mirada acariciandome, desnudandome, mientras se pasaba la lengua por los labios. Solo le faltaba echar a babear--. En tu caso, --repitio. Me miro fijamente los labios y tuve que esforzarme por no apretarlos, y seguir manteniendo esa postura relajada, como si aqui no estuviera pasando nada fuera de lo normal, que por regla general, hacia que ellos tambien se confiaran--. Me conformare con que le hagas un buen trabajito a mi pequeno Dick Tracy. Al principio no lo entendi, hasta que comprendi el juego de palabras. El muy cabron queria una mamada. --?Asi, en frio? --le segui el juego--. ?Sin una cita previa? Soy una chica tradicional, no me van esas cosas. --Sonrei, coqueta, y di unos pasos atras para poner distancia entre ambos--. Pero despues de una buena cena, quien sabe... El se echo a reir con desgana y yo tuve la compulsion de gritar el codigo rojo que haria que todo el descampado se llenara de polis, pero aprete la mandibula y pude contenerme porque todavia no habia pasado nada por lo que pudieramos encerrar a aquella rata de cloaca y tirar la llave. --Asi que eres una chica tradicional... En ese caso, nena, estamos perdiendo el tiempo. Se giro e hizo un gesto con la mano a sus secuaces, cuatro hombres gigantes como armarios empotrados, con grandes bultos bajo los sobacos que me indicaban claramente el tipo de material que escondian alli: armas grandes, potentes, de las que la revientan a una de un disparo. --!Espera! --grite. No quise parecer desesperada, pero mi voz sono como un graznido--. He venido a hacer negocios, no a venderme como una puta en un burdel. ?Es que una mujer no puede mantener su dignidad? Se giro para mirarme, a medio camino de su coche. --No me gustas, princesa de hielo --solto con desprecio--, a pesar de todos tus antecedentes y de lo que la gente dice de ti. El lugar de una mujer esta en la cama con las piernas abiertas, para que su hombre pueda follarla bien, y no aqui, intentando comprar la mierda que vendo. La feminista que hay en mi se revoluciono al oir esas palabras, pero me mordi la respuesta sarcastica que asomaba a mis labios. Tenia un papel que interpretar, y debia cenirme a el. --Quiza cuando encuentre al hombre adecuado me convertire en una idiota babeante --conteste bromeando--, pero hasta que ese dia llegue, una chica tiene derecho a buscarse la vida. --Quiza el hombre adecuado esta aqui delante de ti. --Abrio los brazos, senalandose a si mismo --. Un hombre capaz de ponerte en tu lugar, que es de rodillas y con la boca abierta. ?Quieres hacer negocios conmigo? Ya sabes que tienes que hacer. Joder. Mierda. El tio no iba a bajarse del burro. --No lo hagas --susurro una voz a mis espaldas. Mike. Joder. Me habia olvidado completamente de el. Mike era mi companero y mi respaldo. En cada encuentro, se mantenia unos pasos por detras de mi, metido en su papel de secuaz y guardaespaldas. Nunca hablaba, y a veces incluso llegue a pensar que ni siquiera respiraba, siempre en un segundo plano y casi invisible a pesar de su estatura y corpulencia. --Debo hacerlo --conteste entre dientes. Alvaro seguia con la mirada fija en mi, esperando mi respuesta, sabiendo que habia ganado esa partida. --Nita, joder --exclamo Mike, y me agarro del brazo. Los ojos de Alvaro relampaguearon, y entonces se desato el infierno. Empezo con un leve reconocimiento en los ojos del narco, un fruncimiento imperceptible de su frente y una orden dada con voz fria. --Matadlos. No se que vio Alvaro en la estampa que formabamos Mike y yo alli, con mi brazo sujeto por su fuerte mano, enmarcados por las luces de los coches, en mitad del descampado, bajo el cielo oscuro de aquella noche desastrosa, pero lo que vio no le gusto nada y decidio cortar por lo sano. Todo ocurrio como en camara lenta y, al mismo tiempo, como en una de esas peliculas mudas que van mas rapido de lo normal. Alvaro se giro y se dirigio a su coche mientras sus secuaces sacaban las armas. Mike me empujo con fuerza para sacarme de la linea de tiro mientras desenfundaba y gritaba. Yo cai golpeandome el hombro y la cabeza contra el suelo. Las balas silbaron. Grite <>, que era el codigo que haria que los policias apostados en las calles adyacentes, o escondidos dentro de las naves industriales, cayeran sobre el descampado como un enjambre de abejas furiosas. Rode sobre mi misma y saque mi arma. Dispare, furiosa, sin ver realmente a donde. Algo me emborronaba la vision, y ante mi solo veia bultos que se movian sin ton ni son. Gritos. Maldiciones. Intente levantarme y algo impacto en mi pierna, haciendo que doliera como mil demonios, como si el infierno se hubiera apoderado de ella. Cai de nuevo, sin dejar de disparar, apretando la mandibula para no gritar. Me pase la mano por la cara, intentando despejar los ojos. Algo caliente y humedo la empapo. Entonces llegaron. El descampado se lleno de los uniformes oscuros del SWAT, de las luces azules y rojas de los coches, y todo acabo tan rapido como habia empezado. --?Mike? --grite, o por lo menos eso es lo que crei. La realidad fue que mi voz a duras penas salio por la boca mas que como un susurro. Me levante, cojeando, y arrastre la pierna hasta donde, unos segundos antes, habia estado Mike, dispuesto para protegerme. Todavia seguia alli. Por lo menos, lo que quedaba de el.

  • Mentiras legales de Yolanda Revuelta

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    Telma Olivares regresa a su tierra natal, Cantabria, con los suenos hechos pedazos. Poco queda de aquella joven llena de ilusion y con ganas de comerse el mundo.Una vez instalada en su cabana situada en Ubiarco, el mar le entregara algo muy especial, alguien que ella decide cuidar y proteger celosamente.Eric Dufort casi muere ahogado en las aguas del mar Cantabrico. Cuando recobra la consciencia y abre los ojos se encuentra en un lugar desconocido junto a con una mujer preciosa, de increible belleza que no es, como el creia, una sirena.

  • Seria genial de Rosario Vila

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    Cuando Alberto le pide a Marta un tiempo y se va de casa, ella no sospecha que pretende permanecer en un angustioso silencio, como tampoco se imagina que va a dejar a Flipy atras, su travieso huron. Marta se refugia en su tienda de labores, donde imparte talleres de trapillo a un divertido grupo de clientas, pero ni eso ni el nacimiento de los esperados bebes de su amiga Clara consiguen aliviar su desamor. Sin embargo, la vida te da lo que necesitas cuando menos lo esperas, y gracias a Flipy la suya esta a punto de cambiar.

  • La vida al fin y al cabo de Fernando Garcia Lobo

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    Me pregunto a que altura estoy en este momento. Nunca he sido muy habil para calcular distancias. En realidad, nunca lo he sido para calcular nada. ?Cuanto mide un edificio de viviendas de tres plantas? Esa pregunta, recuerdo que nos la hicimos un dia, hace mucho tiempo, en una terraza de verano tomando unas cervezas. Aquellos amigos de entonces, hace tiempo que abandonaron mi compania. Ley de vida. Recuerdo nuestras risas cuando un par contestamos: ?cien metros? Como se notaba que no teniamos ni idea de arquitectura, y ni falta que nos hacia por entonces. ?Cuantas personas pasan por nuestro lado a lo largo de nuestras vidas? Muchas. O no tantas. De todas se aprende algo, y ahora me pregunto que les habre ensenado yo a todas y cada una de ellas. Espero que algo bueno. Poco, me temo, pero bueno. Pero aqui donde estoy ahora, hay muchos mas de tres pisos, eso lo se seguro. Siento la ciudad a mis pies. Al alcance de mis manos. Desde aqui parece mucho mas grande. Si, definitivamente es una ciudad. Y ahora es mia. Estoy tan a gusto, que incluso he olvidado el motivo por el que estoy aqui arriba. Y me da igual. En este momento, todo me da igual… Cierro los ojos para sentir, solo sentir, que, de momento, sigo aqui, aunque haya decidido probar a volar… Yo elijo el momento. Y este es el mio. El ruido de una ambulancia ahi abajo, me devuelve al presente. A la realidad. Un aire helado me recorre todo el cuerpo. Me doy cuenta de que voy en mangas de camisa, a pesar de ser invierno. Es curioso que, la valentia de hace apenas unos minutos, se haya esfumado. Asi, de repente. Hace un momento, la idea de saltar al vacio, desde la azotea de este hotel, me parecia genial. No solo la unica opcion, sino la mas acertada. Pero ahora, aqui arriba en este edificio que no alcanzo a saber cual es, me entran las dudas. Permitanme la posibilidad de dudar al saber que me dispongo a hacer algo, que no tiene vuelta atras, que una cosa es echarle valor a esto del suicidio, y otra muy distinta es hacerlo a lo loco. Como ha cambiado mi vida esta ultima semana. La vida es esto, !pam! y todo cambia. En solo una semana, la ultima semana... PRIMERA PARTE: SEBASTIAN 1 Baje del autobus en la que crei que era mi parada. A pesar del frio, anduve unos metros con la chaqueta colgada del brazo, ajeno a todo lo que me rodeaba. Realmente, que mas daba el frio. Que mas daba todo. No podia quitarme de la cabeza la visita al medico, de hacia una hora. Todavia podia ver la cara de ese tipo, con su pose de hijo de puta, mirandome sin verme. Haciendo ver que me entendia. No entiendo el por que de la pose que adopta esa gente, ?nadie les ha dicho que utilizan el mismo uniforme que un charcutero? Si lo tuvieran mas en cuenta, tal vez dejarian de hablar con ese tufo a trascendente. --Lo siento senor Montes, lamento tener que decirle todo esto... --Monjes. --?Perdon? --Mi nombre es Monjes, Sebastian Monjes. --Ah, si, si, perdone... Aquel tipejo no sabia ni como me llamaba. Pero no le temblo la voz para soltarme, a bocajarro, la noticia. Sindrome de Stouhauer, o algo parecido... --?Oiga, y no sera el tal Montes el que esta bien jodido, y no yo? --tire de fina ironia. No hay que dejar de ser uno mismo, ni en las peores situaciones. Aquel hombre vestido de blanco me explico, a grandes rasgos, que aquel sindrome, era la explicacion a todos mis recientes dolores de cabeza y mis estimados mareos. Y lo hizo con una mezcla de falsa condolencia y franca satisfaccion profesional, por haber dado con la tecla. Por haber averiguado al fin el enigma. Como un mecanico, que nos anuncia el motivo por el cual nuestro coche no arranca. Con una sutil diferencia: el coche no era tal, era yo; y el problema era el contrario, el riesgo a apagarme del todo. El diagnostico del doctor Morales, o Minerales no lo recuerdo bien, no era muy alentador. Me explico con todo lujo de detalles el tratamiento de choque a seguir. No tendria ningun problema en exponerlo ahora mismo, pero me resulta del todo imposible. No le preste la mas minima atencion. Deje de pensar en aquella consulta. En aquel hospital venido a menos. Ya no me importaba nada. No estaba alli. Estaba en mi ninez. De nuevo enfrentandome a los miedos a solas. Con la terrible certeza de que esta vez, tocaba perder. Por mucho que aquel senor me explicara las diversas posibilidades, estaba convencido de que no. No habia nada que hacer. No veia el momento de largarme de alli. De despertar de aquella pesadilla. Esto no esta ocurriendo, me dije. Sabia perfectamente que era un burdo intento de enganarme a mi mismo. Que dura es la realidad… Hay momentos, los mas, en los que una buena mentira abriga. Lo unico que pude descifrar entre aquella coleccion de palabras y silencios, fue que habia un tratamiento experimental. El doctor Morales entonces, fue mas sincero todavia al indicarme que la esperanza de curacion era escasa. Nula mas bien. Pero merecia la pena intentarlo. Al menos para el, que parecia ligeramente inclinado a seguir con pruebas y mas pruebas. Anadio que el tiempo corria en nuestra contra. Me hizo gracia que utilizara el plural, y me tranquilizo la certeza de que en realidad, el tiempo corre en contra de todos. La cabeza me iba a estallar. Definitivamente aquel maldito sindrome iba ganando terreno. Durante el ultimo mes, prueba tras prueba buscando la solucion, habia albergado la esperanza de que todos aquellos males, desaparecieran de la misma manera en la que llegaron: de la noche a la manana. Todos tendemos a desear eso. Negamos el dolor esperando que desaparezca. Y lo peor es que, en ocasiones, lo conseguimos. Pero no siempre. Caminaba con pasos pesados hacia mi casa, reflexionando sobre que haria a partir de ese momento. Si valia la pena o no enfrentarse a nuevas pruebas, a nuevos tratamientos, a nuevas esperanzas… Todas encaminadas a fracasar. A sucumbir... Me detuve un momento para contemplar un parque repleto de ninos jugando. Ajenos a todo. Ajenos a mi realidad y a la de todos. Unicamente pendientes de lo suyo. !Que envidia! Ojala volviera a esa edad. A esa epoca dulce de la vida. --!Perdone, perdone! Segui caminando sin esperanza. Ahora mas que nunca, sin prisa. Como queriendo retener esos pasos. Ya no quedaban muchos... --Perdona... Note una mano sobre mi hombro y me gire por inercia. Ante mi habia un rostro ligeramente conocido. --Se te ha caido esto --me dijo, al tiempo que me tendia el sobre blanco del hospital. Sin decir palabra, lo cogi sin mirarlo. --Gracias, eh, gracias --balbucee con dificultad, mas por la sorpresa que por otra cosa. La rescatadora de mi maldito sobre, resulto ser Eva Losada, una antigua companera de mis tiempos de EGB. ?Como diablos lo llaman ahora? Cuanto ha llovido… A pesar del paso del tiempo, seguia teniendo la misma mirada burlona y sensual de entonces. Recuerdo que fue mi primer amor, aunque no estoy seguro de que a aquello que senti entonces, se le pueda llamar amor. Tal vez no lo era, o lo era en su maxima expresion. Toda una vida intentando averiguarlo, y ahora que tal vez llegaba al final del viaje, me daba cuenta de que lo mas importante no son ni las preguntas, ni las respuestas, ni nada parecido. Lo importante, es sentir la duda y tratar de resolverla. Cosa que yo, en la mayoria de las cosas verdaderamente importantes de la vida, no habia hecho. Demasiadas dudas pendientes por resolver. Le di las gracias y quedamos para tomar algo, algun dia. Volvi a mi mismo, al tirar de ironia. Le recalque que mejor no dejarlo para muy tarde, broma que deguste en mi interior, al saber que solo yo la entendia. Al llegar a casa, mas vacia y hueca que de costumbre, no sabia bien que hacer. A pesar de las advertencias del maldito doctor, me parecio que lo obvio y natural en mi situacion, era tomarme un buen copazo. Nunca he sido bebedor, hecho que no me ha impedido tener un pequeno arsenal alcoholico repartido en varios muebles de la cocina. Cualquier cosa valia. ?El whisky caduca? Torturandome con la bebida, como si no tuviera suficiente con lo mio, encendi el ordenador, y me dispuse a mirar, como si nada, mi correo y mi facebook. Nada destacable. En mi muro escribi un escueto "Puta Vida". Fui a la ducha, intentando que el agua aclarara mis ideas. ?Que iba a hacer a partir de ese momento? Lo unico que tenia claro, es que nada de pruebas. Eso no. Estaba harto. El doctor Morales, me habia emplazado a pedir nuevamente hora para seguir con el tratamiento. Me di cuenta en ese momento, que al salir de su consulta, no lo habia hecho. Simplemente sali, directamente a la calle, y a mi casa. Francamente, no me preocupaba

  • Mas alla de los 50 de Lola Masmola

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    Una novela de ficcion contemporanea que te atrapara entre sus paginas.
    Cumplir 50 anos, dejarlo todo atras (familia, casa, amigos…) y comenzar una nueva vida, es el sueno de algunas mujeres. El de Maria tambien. Acompanala en este apasionante viaje lleno de amor, amistad y pasion por la vida.
    Una novela repleta de personajes entranables de los que te costara despedirte. Un canto a la vida, a la ilusion por vivir.

  • Laila Winter y el corazon de las sombras de Barbara G. Rivero

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    Las sombras se extienden y amenazan con invadir cada rincon de Ialanthilian. Los tenebrii revelaran sus intenciones y sera necesaria la union de todos para hacerles frente. Laila tendra que dar lo mejor de si ante las adversidades que se interpondran en su camino para intentar salvar el mundo del mayor peligro de su historia. Ella y sus amigas conoceran traiciones, amistades rotas y amores imposibles, que pondran en riesgo todo aquello por lo que luchan. ?Dejara Maeve a un lado sus ambiciones por el bien comun? ?Recordara Jack el amor que sentia? ?Que ocurrira con Nia? Este libro cierra, con broche de oro, la mejor y mas exitosa saga de fantasia en espanol de los ultimos anos. Lo acontecido en los volumenes anteriores confluye, gracias a una fabulosa narrativa, en un desenlace trepidante que nos revelara al fin todos los secretos que aun permanecian ocultos.

  • Sonrisas y lagrimas (Suaves petalos de amor 1) de Encarna Magin

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  • No te arrepentiras de Bianca De Santis

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    Sonrei y asenti. Esperaria sus reacciones, aunque sabia que estarian de acuerdo. No se negarian a tomar otra cerveza jamas. Ademas, yo iba a pagar la ronda. "Pidamos otras cervezas", dije, subiendo mi cara para ver a mis amigos. "!Carajo! Pidamoslas", dijo Bruno, alzando su brazo para brindar con su copa. "Me encanta estar rodeado de chicas como estas". "Estoy de acuerdo. Pide esas cervezas", dijo Ruben, el segundo al mando de nuestro club. "En cuanto a ti, Bruno, no deberias preocuparte por las chicas que te rodean. Te tiraste a una de estas la ultima vez que estuvimos aqui. Solo querias llevarla a una habitacion". "Es verdad, Bruno. Te encantan estas chicas", dije. Sonrei y volvi a asentir. "Tienes razon. Las amo", dijo Bruno, encogiendo sus hombros. "Basta de charla. Es la hora de buscar un buen culo". Vio su cerveza y tomo lo que quedaba. Exhalo y luego dejo la cerveza en la barra. Entonces se levanto. "Busca un buen culo y quedate con el”, dijo Andres. Peino sus cabellos con su mano y uso la otra para indicarle a Bruno la pista en la que algunas chicas bailaban. "Pero para eso, sera mejor que veas a las chicas de la pista en lugar de vernos a nosotros. No me gusta que digas esa frase mientras nos ves", dijo. "?Estaras aqui otro rato?", me pregunto Ruben, viendome. Todos empezamos a reir unanimemente mientras Bruno caminaba con pasos lentos hacia la pista de baile, en busca de una companera para el resto de la noche. "Parece que te convertiste en su mama", dijo Osvaldo. Luego se levanto y toco el hombro de Ignacio. ?Por que no me acompanas a jugar billar? Quien pierda pagara las proximas cervezas". "?A que se debe tu curiosidad?", le pregunte a Ruben, dije, empezando a pasar por alto las bromas pesadas que se dijeron luego "Amigo, mi edad juega en mi contra. Si no me voy ahora, lo lamentare al levantarme a las seis de la manana. A primera hora tengo algunas reuniones importantes. Me parece que debo irme". Tome otro trago. "Vaya. Lamento escuchar eso", respondi, sonriendo. "?Algo mas que pueda hacer por ustedes?", dijo una camarera que se acerco a nuestra mesa. Era muy hermosa y sensual. Sonrio y llevo su mano a su cadera. "Si. Podrias hacerme sexo oral", le dije, viendo su cara. "Con una condicion: tienes que llevar mi pene al fondo". Sus mejillas se ruborizaron rapidamente. Ruben estrecho mi mano y luego vio a la camarera. "Tu forma de conquistar chicas es extrana", dijo. Se puso de pie, tomo lo que quedaba de su bebida. "Espero que llegues puntualmente manana. Lo lamentaras si no lo haces". Soy muy puntual", dije. "Quien llega tarde es Bruno", le dije, aunque solo podia ver a la chica. Ruben ya se alejaba. "Supongo que empezaste a trabajar en este club hoy", dije. Abrio ligeramente sus ojos y se fijo en mi cara. "Solo quiero que me complazcas", dije, y comence a reir. Una chica estaba detras de ella y captaba su atencion. Supe de quien se trataba. Era Martina Gomez. La malparida que me habia jodido. "Asi es", dijo, y rapidamente volteo para ver a la chica. Sus ojos no se despegaron de la camarera. "Carino, estan pidiendo a una camarera en la barra. Supongo que podrias ir para ayudar a tu jefe", dijo, mostrando una sonrisa amplia pero falsa. Note que su rostro se llenaba de verguenza. Incluso me parecio que se sentia humillada. Muy humillada. "Vaya. No lo escuche. Ire enseguida", respondio la camarera. En mi interior sentia un enorme deseo de tomarla y hacerle el amor en la barra, sin pensar en el resto de la gente. Sabia que era muy habil para hacer el amor, pero su comportamiento fuera de la cama era terrible. Actuaba como lo que era: una desquiciada. "Vaya, vaya. Parece que la corriente trajo a los peces mas grandes y lindos hoy", dijo. Le guine mi ojo, pero me concentre en mi trago. "No tienes que responder. Se que te alegra que haya venido. Y tambien se que te complaces a solas mientras piensas en mi sobre tu pene", dijo, sonriendo ampliamente. Tomo asiento muy cerca de mi y de inmediato toco mi ingle. En unos segundos presiono mi pene y se detuvo al bajar a mis pelotas. "Ya que tu mano esta por ahi, me gustaria que me dieras un masaje en las piernas", dije. "Y una cosa mas: ya no pienso en ti. Eres parte de mi pasado", asegure. Baje mi cara para ver como su mano subia a mi tronco. Estaba empezando a erguirse. "?Bailamos esta cancion?", pregunto, luego de reir con fuerza. Toco mi pecho y se puso de pie. Voltee para ver las caras de las chicas del bar, y recorde que habia estado en ese sitio en muchas ocasiones. "Eso jamas pasara", dije, viendola firmemente. Gire para ver mi cerveza y tome otro trago. Pude sentir sus senos juguetones con mi antebrazo. "Entiendo. Tienes miedo de lo que pueda suceder despues", dijo, dando un paso hacia mi. Su cabellera tocaba mis mejillas. "Hundiria mi tronco en tu vagina cerrada, hasta que llegue al fondo", dije. "Se que es lo que pasara despues, pero no tengo miedo", respondi. Me movi un poco y mis labios quedaron a solo unos milimetros de los suyos. Cualquier hombre desearia estar con ella... si no estuviera loco, claro. Note que jadeaba con mis palabras. Le costaba respirar. Senti su ansiedad y el aroma a fresas de su piel, que se unia con el olor dulce de su vagina. Entonces lo recorde. La primera vez que habiamos estado juntos. Y las incontables veces que vinieron despues. De hecho, Martina habia sido la primera en mi vida. Habiamos estado juntos durante varios anos. "Sabes lo mucho que te deseo", dijo, moviendose ligeramente. Con su mano derecha toco mi sien y luego llego a mi cabellera. "?Por que no buscas a otro tipo? No quisiera estar cerca de ti", dije. "Se que deseas muchas cosas, pero no puedo complacerte", dije. Retrocedi y retire su mano de mi cabeza. "Cristian, hemos estado separados por cinco meses". Mierda. Habiamos estado juntos casi una decada. Cuando comenzamos, era apenas un chico, inmaduro e inexperto, pero con su experiencia pude aprender y madurar en poco tiempo. "De hecho, han sido diez", conteste. Tome lo que quedaba de mi cerveza. Exhale y me levante. Tenia una gran ereccion, pero decidi pensar en otras cosas. Sabia que Martina despertaba esos instintos en mi cuerpo. Era capaz de llevarme a ese punto porque era muy atrevida en la cama... Aunque no queria dejarme llevar, sabia que estaba a punto de convencerme. Su cuerpo choco con mi pecho y de nuevo senti su mano en mi tronco. Lamio mi sien con su lengua caliente y me di cuenta de que mi cuerpo estaba caliente. Empece a sentir vibraciones a lo largo de mi espalda. "Al fondo hay un deposito en el que podrias complacerme". "Basta de charla. Si no sales ahora, voy a hacer lo que me pides", dije. "No tienes que recordarme ese deposito", le dije con molestia. La tome por el cuello y acerque rapidamente su cara. Acerco su boca y me dio un beso. "Te lo recuerdo porque quiero que me complazcas. Voy a quedarme aqui", aseguro.

  • Mi mundo se lleno con el sonido de tu voz de Cristina Prada

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    Un trabajo. Dinero. Un marido.

  • Travis y Emily_ El pasado imper de Abril Camino

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    Cuando las ruedas del avion tocaron con suavidad el asfalto de la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional JFK de Nueva York, Travis sintio la vieja tension de la expectativa. Las mismas sensaciones que solian embargarlo en los minutos previos a saltar al campo antes de un partido. Ilusion y nervios. Emocion y ansiedad. El habitual crujido de su rodilla derecha le recordo que el futbol era ya historia para el. Como casi todo lo que le habia parecido divertido cuando era joven. Cuando era joven. Hacia dos anos que habia dejado Nueva York para volver a Arizona, y tenia la sensacion de haberse hecho viejo desde entonces. Habia trabajado de sol a sol, al ritmo que su padre habia marcado, y ni siquiera habia buscado un lugar decente donde vivir. Pocas semanas antes de que el se instalara en Phoenix, su hermano Mark se habia mudado al rancho que la familia poseia en las afueras de la ciudad, y Travis se limito a ocupar su antiguo apartamento sobre el garaje. En el fondo de su alma, incluso sin ser consciente de ello, siempre habia sabido que regresaria a Nueva York. Sentado en el autobus que lo llevaba al sur de Manhattan, se sentia como un turista novato. Buscaba la silueta de los rascacielos sobre el East River, el sol dibujando el crepusculo de aquella tarde de final de verano sobre las azoteas de Brooklyn, el ritmo frenetico de la ciudad. Pero el no era un turista. El habia vivido cuatro anos en Nueva York y no habia vuelto a sentirse en casa en ningun otro lugar. Aquella ciudad aparentemente fria y despiadada era su lugar favorito en el mundo. Pese a los dos anos de ausencia, tardo segundos en trazar en su cabeza el recorrido que debia hacer en metro hasta el pequeno estudio que habia alquilado en el SoHo[1], a pocas manzanas de Little Italy[2]. Su hermano Preston lo habia elegido para el, teniendo en cuenta el exiguo presupuesto con el que contaba para los primeros meses. Su padre se habia tomado su desercion con deportividad y le habia ofrecido una asignacion similar a la que aun le pasaba al mas pequeno de los cuatro hermanos, Parker, pero el la habia rechazado. Queria comprobar si, viviendo como cualquier persona de su edad que empezaba en su primer empleo, conseguia sentir, al fin, que tenia veinticuatro anos. Encontro la llave sobre el marco de la puerta de entrada, donde Preston se la habia dejado, lanzo sus bolsas de viaje a una esquina del salon-cocinacomedor-dormitorio, y se rio con ganas al ver la nota que le habia escrito su hermano gemelo. Ademas de hacerle unas cuantas propuestas para las siguientes cuatro mil noches de sabado, lo informaba de que le habia comprado dos packs de Budweiser y se los habia metido en el frigorifico. A eso debia de referirse la leyenda urbana de que los gemelos se comunicaban de forma telepatica. Una cerveza, en ese preciso instante, sentado en el sofacama de su nuevo apartamento, era la perfeccion. Por desgracia, a Preston tambien se le habia ocurrido concertar una reunion fraternal, segun sus propias palabras, aprovechando que las fiestas de San Gennaro se celebraban en esos dias en su barrio. Tras cinco horas de vuelo y con la perspectiva de tener que ubicar todas sus cosas en un apartamento que cabria en la parte de atras de la camioneta que solia utilizar en Arizona, sus ganas de pasar la tarde bebiendo chianti[3] y comiendo cannoli[4] eran mas bien escasas. La propuesta incluia tambien a Parker y a su novia Amy. Travis habia conocido a Amy ese verano en el rancho familiar, donde habian coincidido todos durante una semana de vacaciones. Entre sus padres y la propia Amy habian conseguido convencer a Parker de que casarse ese mismo verano era una locura incluso para su nivel de impulsividad habitual. Pero Parker seguia siendo Parker, asi que solo lograron retrasar el enlace un ano. Ahora, tenian nueve meses por delante para organizar una boda. Un motivo mas para alegrarse de haberse ido de Phoenix y mantenerse alejado de la locura de preparativos en la que ya habia entrado su madre. Travis podia estar agotado por el viaje desde Arizona y deseando echarse a dormir, pero no enganaria a nadie si dijera que no le apetecia ver a sus hermanos. Le encantaban los dias, cada vez mas escasos, en que se reunian todos. Mark seguia en el rancho, de donde parecia que nadie podria sacarlo jamas, pero los otros tres Sullivan iban a compartir vida en Nueva York. Quiza Preston tuviera razon, y la ocasion mereciera celebrarse. Habia echado de menos a Preston los dos ultimos anos. Jamas lo diria en alto y, por supuesto, preferiria cortarse la lengua que reconocerlo delante de el. Adoraba a Mark y a Parker, pero la relacion con su gemelo siempre habia sido especial. Habian compartido amigos, deportes, locuras y tambien alguna novia. Al acabar la universidad, Preston habia aceptado la oferta de un viejo amigo de su padre para trabajar con el durante dos anos en Londres. Travis, en cambio, habia sido mas conservador y habia regresado a Arizona. Habia viajado a Londres cuatro veces en los dos ultimos anos para visitar a su hermano, y lo habia visto muy integrado en aquella ciudad loca en que los coches circulaban por el lado contrario, se bebia te en lugar de cafe, y los reyes vivian en palacios. Pero Travis lo conocia lo suficiente como para saber que el tampoco podia vivir lejos de Nueva York. Los dos llevaban dos anos sintiendo que se habian dejado un trozo de su alma en la Gran Manzana. En cuanto le surgio la oportunidad, a traves de un viejo conocido de Beta Theta Pi, de disfrutar de una beca como profesor adjunto en la misma escuela de Leyes de Columbia en la que todos los hermanos habian estudiado, Preston no dudo en cruzar de nuevo el Atlantico e instalarse en la ciudad. Durante una enajenacion mental transitoria, llegaron a pensar en compartir apartamento, pero llevaban demasiado tiempo luchando por diferenciarse el uno del otro como para caer ahora en ese error. Ademas, Preston se habia convertido en una especie de moderno al estilo europeo y se habia instalado en Brooklyn. A Travis, en cambio, no lo moverian de Manhattan ni los desorbitados precios de la vivienda, ni la incomodidad de convivir a diario con los turistas ni las mas que probables plagas de ratas a las que se enfrentaria en su viejo edificio. Cuando oyo el timbre de su portero automatico, tiro al fregadero la bolsa de hielo que se habia colocado un rato antes en la rodilla, y bajo las escaleras de tres en tres antes de recordar dos cosas: que la rodilla lo estaba matando y que un par de horas antes creia que no le apetecia demasiado ver a sus hermanos. || --Pero, ?que demonios te ha pasado, Preston? --Travis se rio con ganas de su hermano gemelo, que ya no lo parecia, con su pelo casi tan largo como el de Parker, su barba cuidadosamente desalinada y unas gafas de montura de pasta negras. --!Tu tambien no, por Dios! ?Crees que no he tenido suficiente con Parker? --Es que me esta costando mucho decidir si me horroriza mas el hermano pijo puro o el hermano pijo reconvertido en hipster --se burlo el menor de ellos. --Al menos nosotros no nos dedicamos a tatuarnos hasta los dientes. -- Travis entorno los ojos en direccion a su gemelo, con una interrogacion llena de sospecha--. ?No, Preston? --No, joder. Eso si que no. --Preston miro a su hermano pequeno y senalo el vendaje plastico que lucia en la parte interior de su antebrazo izquierdo--. ?Otro? Parker le respondio con una media sonrisa y un encogimiento de hombros, justo antes de protestar por que lo trataran como si aun tuviera doce anos delante de su prometida. --Perdona, Amy. Creo que ya intuiste este verano que no es agradable convivir con los hermanos Sullivan. --Podria llegar a acostumbrarme a vosotros. Al fin y al cabo, me toca lidiar con el mas rebelde, ?no? --Oh, si, todo un dechado de rebeldia el pequeno Park. Creo que esa imagen quedo atras cuando decidio casarse a los veintidos, por muchos tatuajes que se haga para disimularlo. --Que os jodan a los dos --respondio Parker, aunque su sonrisa contradecia sus palabras--. ?Cuando empiezas en el trabajo? --La semana que viene. Tengo tres dias para acabar de instalarme, buscar gimnasio para la rehabilitacion y emborracharme un par de veces como minimo. --?Rehabilitacion? ?Sigues con problemas en la rodilla? --le pregunto Amy, ignorando los planes de los otros dos hermanos sobre esas prometidas borracheras. --En teoria, ha mejorado con la operacion. Pero llevo dos semanas sin ir al gimnasio, y ha empezado a dolerme de nuevo. --En el gimnasio de Columbia hay descuentos para antiguos alumnos. Si quieres, me entero de como funciona y te paso la informacion --se ofrecio Preston. --Perfecto. Me queda mas o menos cerca de la oficina. --Si tu oficina esta cerca de Columbia, lo que no entiendo es por que has decidido vivir en el extremo opuesto de la ciudad. --He rechazado el dinero de papa. Asi que no me puedo pagar nada mas arriba del SoHo. --Yo pago en Harlem por un piso de dos habitaciones la mitad que tu por ese zulo --se burlo Parker. --No voy a vivir en Harlem. No te ofendas, Amy. --Su futura cunada le sonrio, quitandole importancia al comentario con un gesto de su mano--. Y, antes de que digas nada, Preston, mucho menos voy a vivir en Brooklyn. || Brooklyn, Harlem o hasta el mismisimo Phoenix ya no le parecian tan mala opcion a Travis cuando asumio que ni la cuarta parte de su impecable ropa de marca cabria en aquel piso. Iba barajando la opcion de guardar algun par de zapatos en el horno, mientras cubria caminando el breve trayecto entre su despacho y el gimnasio del campus en el que Preston le habia conseguido plaza. Se habia pasado la noche del sabado bebiendo con su gemelo y bailando en un rooftop de la Quinta Avenida, en un plan del que Parker se descolgo a ultima hora para ir a ver el musical Wicked con Amy y su hija. !Cielo santo, el mundo estaba loco! El domingo habia pagado las consecuencias de la noche anterior. Primero, tratando de echar de su apartamento, con la mayor elegancia que fue capaz de reunir, a la rubia siliconada bajo la cual habia visto amanecer; y, despues, aliviando con hielo e ibuprofeno el persistente dolor de su rodilla. La decision de retomar los ejercicios de rehabilitacion, habia asumido al fin, respondia mas a una necesidad que a un capricho. Cuando llevaba menos de media hora en el banco de cuadriceps, ya sudaba como si acabara de dar veinte vueltas a las pistas de atletismo de su instituto. De hecho, pocos anos antes, daba las vueltas que hicieran falta sin sudar como un pollo escaldado. Fue a echar mano de la botella de agua que, inteligentemente, habia comprado en una de las maquinas de los vestuarios, cuando reparo en la chica que ocupaba el banco a la derecha del suyo. Daba igual cuantos asaltos le hubiera proporcionado la rubia del sabado o cuanta intencion tuviera Travis de portarse bien en esas primeras semanas de trabajo. Tendrian que haberle arrancado los ojos para no fijarse en aquella mujer. Vestida con unas mallas largas de licra negras, una simple camiseta blanca de tejido tecnico y unas zapatillas de running, estaba tan concentrada en sus ejercicios que Travis se podia permitir el lujo de mirar sin disimulo. Pese al esfuerzo que se reflejaba en su ceno fruncido, la dulzura de su cara no podia pasar desapercibida a nadie que la mirara. Llevaba el pelo rubio -y que Travis apostaria a que era natural, para variar- recogido en un mono alto, y unos enormes ojos marrones no apartaban la vista de la punta de sus zapatillas. Cuando Travis acabo de beber, volvio a su rutina y decidio que trabajaria mas suave solo para prolongar su estancia en el gimnasio y esperar a que ella se levantara. No pensaba desaprovechar la oportunidad de disfrutar de ese culo enfundado en unas mallas brillantes como chocolate fundido. Igual de rico. Una hora despues, Travis habia perdido toda la esperanza y casi toda la dignidad, forzando unos ejercicios que estaban a punto de costarle un ataque cardiaco. Se levanto exhausto, preguntandose de donde sacaba aquella chica la resistencia. Seguro que habia entrado en Columbia con alguna beca de deporte. --Los primeros dias siempre son mas dificiles --le comento la chica del culo perfecto (ya habia decidido que no seria necesario verlo para juzgarlo), con voz dulce y sin atisbo de burla, cuando el paso por su lado camino de los vestuarios--. Pronto cogeras la forma. Travis se limito a asentir. Maldita sea. Habia quedado como un debilucho delante de una chica que no debia de tener ni siquiera edad legal para beber.

  • Alex, Quizas? – Jenn Bennett de Jenn Bennett

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    Bailey “Mink” Rydel cree haber conocido al chico de sus suenos. Los dos comparten su amor por el cine, pero si vinculo es solo online . Basicamente, Alex es el chico perfecto, aunque ninguno de los dos revelo aun su verdadera identidad. Ahora Bailey se muda con su padre, tendra la oportunidad de conocer a Alex. Es el momento de decifrar quien es el realmente, asi que Bailey usara todas sus habilidades detectivescas para descubrirlo antes de atreverse a una cita.. pero en el camino conocera a Porter Roth, un joven carismatico y guapisimo. ?Bailey llegara a conocer a Alex u optara por un joven real, que la seduce y la desafia todo el tiempo?

  • Verdades y mentiras (Suaves petalos de amor 2) de Encarna Magin

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    Segunda entrega de la trilogia <> de Encarna Magin, iniciada con Sonrisas y lagrimas.

  • Padre de la mafia (Vegas Clandestina 2) de Renee Rose

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    J CAP I TULO UNO enna LA MUSICA demasiado alta podria ser lo unico que me mantiene de pie en este momento. Reboto y giro en la pista de baile al ritmo de DJ Sunshine, la DJ mujer con mas onda de Ibiza. Es posible que tenga unos cuantos cosmos encima. La habitacion se inclina y gira de forma alarmante cada vez que me detengo. Creo que deberia agradecerle al mafioso Nico Tacone por pagar la cuenta de este estilo de vida fiestera, pero me pase toda la vida odiandolo, asi que ser agradecida seria todo un ajuste. De todas formas, me libero de nuestro contrato de matrimonio y me dio el dinero para escapar hasta que el resolviera las cosas con nuestras familias, asi que no tengo ninguna queja acerca de el. Me doy vuelta y me choco con una pared de exquisito traje italiano. El placer de la conocida esencia masculina me supera, y tiro los brazos alrededor del cuello del hombre antes de que mi cerebro registre lo que significa. Me han encontrado. Atrapada. -!Alex! -respiro. La mano derecha de mi padre. Su soldado, guardaespaldas, protegido; lo que sea que quieran llamarlo. No quise tirarme encima de el, pero el control de mi cuerpo no esta en su mejor momento. Ay, ?a quien engano? Quiero pegarme contra este hombre por completo. Ha sido el objeto de mis enamoramientos de colegiala desde que tenia quince. Fuerte, apuesto, poderoso, sensual. Italiano. Es todo lo que amo en un hombre. Y esta fuera de mi alcance. O en vez de eso, como princesa de la mafia con un contrato de matrimonio con otra familia, yo he estado fuera de su alcance. Lo que significo que sin importar cuanto coqueteara o intentara provocarlo, nunca mostro el menor interes por mi mas alla del ardor del deseo que juro estaba grabado en su mirada. Pero tal vez les echara a todas las chicas esas miradas sofocantes porque estoy bastante segura de que es un gran seductor. Sus brazos de hierro enroscan mi cintura, supuestamente para levantarme, porque no estoy haciendo un buen trabajo por mi misma, pero lo tomo como una invitacion y levanto las piernas para envolver su cintura. -Eso es, bambina. Nunca antes me llamo bebe y el placer que me causa se expande en mi interior mientras el tuerce mi antebrazo bajo mi trasero, se gira y camina rapido hacia la puerta. Para cuando mi cerebro entiende lo que esta sucediendo, ya salimos de la pista de baile y casi estamos fuera de la discoteca. -!Espera! Intento agacharme. Creo que cuando me colgue de el al saludarlo buscaba un baile sensual en la pista. Pero Alex solo piensa en los negocios, y si cree que me arrastrara de vuelta a Chicago para afrontar a mi padre, tendra que una pelea en sus manos. Pateo y me revuelco y de repente Yuri, el ruso gigante y tatuado que se sienta y mira a DJ Lucy todas las noches con cara de bobo, se para en frente de nosotros y bloquea a Alex. -Baja a la chica. Su acento es marcado como sus brazos musculosos. Es imposible no amar a Yuri. Estoy noventa y nueve por ciento segura de que tambien estuvo en la mafia. O bratva, como sea que llamen a la mafiya rusa. Sus tatuajes muestran sus antecedentes y cuando no esta mirando embobado a Lucy, su expresion promete la muerte a quien sea que se meta en su camino o que mire por mucho tiempo a su chica. El cuerpo ya inmovil de Alex se vuelve aun mas rigido. Me baja de a poco hasta los pies, supongo que para tener las manos libres para pelear. Empujo mi cuerpo entre ellos, pero sin mucho esfuerzo Alex me mueve hacia atras de el. -Esta bien, Yuri. -Mierda, estoy arrastrando las palabras un poco. Toco el brazo bien vestido de Alex-. Es mio. Quiero decir, esta conmigo. Estoy con el. Me puede llevar ahora. Yuri se suena los nudillos. -?Conoces a este tipo? No es seguro. Escucho a Alex grunir, en serio, a mi lado. -Es seguro para mi, -digo con rapidez-. No para otra gente. -Definitivamente no para ti. Tomo el brazo de Alex, ansiosa por salir de alli sin que corra sangre-. Dejanos pasar, Yuri. Los parpados de Yuri se entrecierran, pero despues de unos momentos, se hace a un lado. Alex no deja de mirar al tipo de forma amenazante hasta que estamos lejos, luego me vuelve a levantar y me lleva como a una nina pequena sobre su cadera. -Esto es divertido. -Me siento mas alto y pataleo como una nina feliz. Es una posicion ridicula, pero me encanta. -Te tiraria sobre mi maldito hombro, pero temo que me vomites los talones, -grune Alex. Me rio aninada y enredo los dedos en su cabello grueso y oscuro. En alguna parte de mi mente, ya se que manana me avergonzare por mi comportamiento, pero en este momento, es muy placentero estar tan cerca de Alex sin inhibiciones. Parece que me ha estudiado porque camina una cuadra hasta mi hotel y va directo hasta mi suite, donde espera a que busque a tientas dentro del pequeno bolso cruzado hasta encontrar mi llave. Sin querer se me cae y solo entonces me baja. Estoy borracha, asi que es probable que invente cosas, pero me gusta pensar que disfruto llevarme tanto como a mi me encanto montarme en su cintura. Por supuesto, me gustaria montar su cintura de otra forma por completo, pero es probable que eso no suceda. -Por favor dime que mi papa no esta aqui, -digo arrastrando las palabras mientras abre y empuja la puerta hacia mi suite de lujo en la que me he estado quedando. -No, solo yo. -Su voz es tensa. Se quita la chaqueta de traje con un tiron impaciente. -?Por que estas enojado? Levanta una ceja, lo que resulta extremadamente sensual en el. En serio tengo una debilidad por los peces gordos italianos y enojados. Victima por vivir en La Cosa Nostra, creo. Sus ojos se obsesionan conmigo, observan mi falda muy corta y mi pequena camiseta con tirantes. Bueno, estoy mostrando mucha mas piel que cuando estaba en casa, pero estoy en una isla espanola. -Estabas bailando en una discoteca, vestida asi. Borracha. !Te podria haber pasado cualquier cosa, piccolina! Niego con la cabeza, lo que hace que la habitacion gire. -Estaba a salvo, -digo arrastrando las palabras-. Viste como actuo Yuri. Me detiene el hecho de que Alex sujete mi antebrazo, me de vuelta, y empuje mi torso hacia abajo sobre la cama. Me rio aninada cuando su mano me golpea en el trasero, aunque en realidad sea insolente. -No vuelvas a decir ese maldito nombre. -?Que? Yuri. !Oh! !Bueno! Auch. -Bailo hacia la derecha y hacia la izquierda mientras me vuelve a golpear el trasero cinco veces mas-. Por dios, Alex. ?Que? ?Estas celoso? -De nuevo, es algo que no habria dicho sobria. Pero tampoco me ha dado vuelta o dado nalgadas un soldado de papa. Y tengo que admitir, es emocionante, aunque un poco miserable. No me da miedo Alex. Lo que le dije a Yuri fue en serio; es seguro para mi. Su lealtad a mi padre le llega hasta los huesos. Hasta ahora, habria jurado que no me tocaria un pelo de la cabeza, pero las nalgadas no me preocupan. De hecho, las tomo como signo de que quizas de hecho podriamos llegar a algun lado con Alex de una vez por todas. -?Celoso? -Alex respira agitado, lo que no tiene sentido porque esta en muy buena forma. A menos que… este tan excitado como yo. Tira hacia arriba mi falda muy corta. Chillo y la agarro con las dos manos para mantenerla abajo, pero me toma de las munecas y las pone detras de mi espalda. Luego me levanta la falda hasta la cintura y me pega en el trasero. Llevo una tanga, asi que su palma se conecta con mi piel desnuda y hace un chasquido que estoy segura de que la gente de la habitacion de al lado puede escuchar. Mi vagina se tensa con la intimidad del acto. Su mano esta tan cerca de mis hormigueantes partes femeninas. -Si, quizas. -Me vuelve a pegar-. ?Un ruso stronzo intenta impedirme irme contigo? Tiene suerte de que no le deje las bolas en la garganta. -Me esta dando nalgadas fuertes, primero en un cachete, luego en el otro. Me ahogo al respirar. No esperaba que Alex me reclamara. Por supuesto, puede que no signifique nada. Es probable que crea que le pertenezco porque actua como agente de mi padre. Y Dios sabe que mi padre se cree mi dueno. Me sigue dando nalgadas. -Dime que no has pasado todas las noches alli como estas ahora. No respondo porque no le mentire, y la verdad hara que se enoje mas. No estoy segura de poder soportar mas nalgadas, aunque mi vagina esta mojada y mi clitoris late. Toma mi silencio como un si y me golpea mas fuerte; su mano cae en movimientos rapidos y marcados. -Dime… -su voz se vuelve aspera, casi entrecortada-. Dime que no dejaste que esos bastardos se aprovecharan de ti. !Dime! -ruge. Em… ?que bastardos? Deja de darme nalgadas. -?Jenna? Si, su voz suena entrecortada. -No. Nunca. Todavia soy virgen, por ridiculo que suene. Todos estos anos, prometida a Nico Tacone; no lo se, creo que tenia miedo de que me hiciera algo horrible si no era virgen en nuestra noche de bodas. Y ya que me libero hace unos meses, bueno… nadie aqui era Alex. Asi que esa es la verdad. Alex me levanta de forma abrupta y me gira para que lo mire. -?Nunca? -dice casi sin voz. Niego con la cabeza. -Nunca, nunca. Su boca baja hasta la mia en un beso hostil. Estoy extasiada. Todo este tiempo estuve esperando no haber interpretado una atraccion que no era real. Rece porque no me volviera a rechazar. Y ahora, gracias a la virgen Madonna, !me esta besando! Me toca el trasero desnudo con ambas palmas, lo aprieta y presiona con firmeza sobre la carne marcada mientras sus labios se retuercen sobre los mios, su lengua invade. Es un beso perverso. Uno demandante. Empujo la pelvis hacia adelante, me quedo de puntas de pie para frotar mas alto. Su miembro se aprieta contra mi panza con una insistencia dura. Ay, Dios; es ahora. Perdere mi virginidad con el tipo al que siempre sone darsela. Alex DE ALGUNA FORMA me obligo a alejarme de Jenna. Sabe a arandano y vodka y quisiera devorarla, pero no puedo. Es la hija del don. ?Pero a quien engano? Acabo de hacerla arrodillar y darle nalgadas en el trasero como a una nina traviesa. Si eso no es reclamarla, ?que es? Y en serio, si no la reclamo ahora, las nalgadas serian un insulto humillador para ella. Ya no esta atada a Nico Tacone. Eso significa que esta libre. ?No es asi? Capturo la parte de atras de su cabeza y comienzo a besarla de nuevo. Sus labios son suaves y se ofrecen, su cuerpo se amolda al mio. No se por que pero tengo que averiguar mas acerca de los hombres. Soy un maldito celoso de solo saber que hay tipos que la vieron vestida asi. Presiono su espalda contra la cama, caigo sobre ella, todavia haciendoselo a su boca con mi lengua. Le sostengo las munecas por encima de la cabeza y me detengo para respirar. -?Cuantos hombre, Jenna? Solo dime. Ella frunce el ceno, su frente se arruga de forma adorable. -Te lo dije… Ninguno. No puedo respirar bien. -?Ninguno aqui? ?O ninguno… nunca? Se hace mas pequena ante mis ojos y me siento como el stronzo mas grande del planeta por menospreciarla. Por mucho que me inspire instintos dominantes y protectores, me gusta verla en su poder sexual. -Ninguno, nunca, -murmura. Mi pecho se tensa. Cazzo. A pesar de irradiar sexualidad, Jenna Pachino es inocente. La vuelvo a besar, de forma tierna esta vez. Y luego me obligo a salir de encima de ella. Porque me asegurare de hacer que su primera vez sea buena, no una aventura de borrachera de la que podria arrepentirse manana. Coloco mis brazos bajo sus hombros y rodillas para deslizarla sobre la cama y bajo las cobijas. Me sonrie, pero cuando la tapo hasta el menton, frunce el ceno. -?Que estas haciendo? -Te estoy metiendo en la cama, tesoro mio. Se sienta y me busca. -?No vendras? Me corro de su alcance, porque, maldita sea, si la dejo tocarme, me metere en esa cama en medio segundo. -Creeme, bambi, no hay nada que me gustaria mas que golpear entre esas piernas hasta que no puedas caminar derecha manana, pero no lo hare.

  • Eres mi sueno de Dani Eliott

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    H July abia fantaseado con ese dia desde que era una nina. Me imaginaba usando un vestido de encaje blanco, con flores en la mano, y un carruaje tirado por caballos que me llevara a un castillo escoces donde mi hombre rico y poderoso me esperaba para hacerme su esposa. Pero, la realidad termino siendo una perra, y mis suenos se fueron a la mierda. El magnifico castillo fue reemplazado por un centro de convenciones, y el encantador vestido blanco que se suponia que debia fluir por millas, fue sustituido por una maldita baratija de poca tela. Al menos una cosa parecia estar en marcha. Me iba a casar con el hombre que amaba, rodeada de mis amigos y familia, y lista para comenzar mi nueva vida con un gran hombre a mi lado. En todas mis fantasias, sin embargo, habia una cosa que nunca imagine. Una persona en particular a quien nunca le hice lugar en mi sonada lista de invitados, y quien en ese momento se cernia sobre mi, con sus ojos negros como el carbon entre un rostro cubierto de pelo salvaje y marron chocolate. Chewbacca. Y no solo eso, era Chewbacca vestido con un esmoquin que, sorprendentemente, le quedaba muy bien. --?Mffmhmmm? --Um, lo siento. No hablo wookie --le respondi. Se encogio de hombros de una manera frustrada que, debo admitir, estaba un poco fuera del personaje. Parecia mas un mocoso adolescente de gran tamano, que un temible y poderoso wookie. --!Mffmmhmm! --repitio. Decidi que eso era suficiente. --Cory, por mucho que admiro tu dedicacion a la autenticidad, vas a tener que quitarte eso si quieres que escuche una sola palabra de lo que dices. Agito la cabeza por un momento, como si tratara de sopesar los pros y los contras de la ruptura del personaje. Finalmente, levanto sus grandes manos peludas y se quito la mascara, mostrando una cara regordeta, con su cabello tipicamente desgrenado y despeinado pegado a su frente sudorosa. Respiro profundamente unas cuantas veces, como si acabara de salir de un sauna y necesitara desesperadamente llevar algo de aire no estancado a sus pulmones. --Lo siento. El disfraz es muy caluroso. --Lo entiendo. Esa cosa tiene que ser como un horno. Un horno cubierto de pelo, si es que es algo real. --?Crees que esto es pelo real? --pregunto, tirando de un punado de su antebrazo--. Ni siquiera se si lo es. Pero me mantengo alejado de las velas porque estoy bastante seguro de que de lo que sea que este hecho este disfraz, se consumira como papel de seda si me acerco un poco al fuego. Mire por encima del hombro a la escena detras de el. Era una locura disfrazada. Los invitados a la boda estaban todos en modo cosplay, vestidos como sus personajes favoritos de fantasia y ciencia ficcion. Un remix techno de lo que parecia el tema de Battlestar Galactica. Una de las fiestas mas nerds que habia visto en mi vida. Pero no era solo una fiesta, sino una boda. Mi boda. Todo hecho segun las especificaciones de mi futuro esposo, y con muy poca participacion de mi parte. Una figura delgada se me acerco, una que reconoci de inmediato, incluso por el rabillo del ojo, como Loisa Weeks. Trabajadora social, rubia explosiva, una de mis mejores amigas y, dama de honor. Llevaba un largo y elegante vestido, con su cabello rubio atado en la parte posterior de su cabeza en una gruesa trenza que enmarcaba sus bonitos rasgos como un halo. --Cory --repuso ella, cruzando los brazos sobre su pecho e inclinando las caderas a un lado --. Mas te vale que estes aqui por algo bueno. Estamos preparando a esta hermosa chica, y estoy bastante segura de que da mala suerte que estes en su presencia. No pude evitar sonreir. Defenderme nunca habia sido un problema para mi, pero Loisa, siempre se aseguraba de erradicar los inconvenientes antes de que tuvieran la oportunidad de empezar. --Es cierto --la respuesta salio de mi boca sin pensarlo. La cara de Cory que ya estaba roja por el disfraz, incremento su rubor. --Lo se, lo se. Pero me preguntaba si alguna de ustedes habia visto a George. --?George? --pregunto Loisa--. ?George Salt? ?El novio? Me estremeci, como siempre, al escuchar el apellido de mi prometido. Claro que me emocionaba mucho la idea de casarme finalmente despues de treinta y dos largos anos, pero tomar su apellido era algo que provocaba una reaccion diferente. No es que hubiera nada malo con el nombre en si mismo, sino que una vez que se llevara a cabo toda la estrafalaria boda, seria conocida, hasta que la muerte nos separe, como la Sra. July Salt.--Si --respondio Cory, limpiandose el sudor de la frente con la parte posterior de su muneca --. No lo he visto en ninguna parte. Pense que podria estar pasando el rato con ustedes. --Los novios no "pasan el rato" con las damas de honor antes de una boda, George --refuto Loisa--. Eso es basicamente maldecir la boda. --!Tranquila! --alzo sus manos peludas--. Solo me aseguro de que todo este bien. Quiero decir, es un poco raro que el novio este desaparecido durante su boda, ?verdad? Te lo pregunto en serio, nunca he estado una de estas cosas antes. --?No lo has visto? --le pregunte--. ?Estas seguro de que no esta entre la multitud en algun lugar? Es una boda tematica de cosplay, despues de todo. Una donde me convertiria en la Sra. July Salt y que incluia al Chewie que tenia delante de mi en la lista de cosas que nunca pense que estarian presentes el dia de mi boda. No me malinterpretes, me encantan las cosas de geek. Ponme en el equipo de un concurso del pub y pasare a la categoria de ciencia ficcion como una Runabout de Star Trek atravesando el fuego del laser durante una batalla en la guerra de los Dominios. Por supuesto, todo eso fue un remanente de la escuela secundaria, y en ese entonces me gustaba pensar que habia hecho la transicion de "dolorosamente nerd" a "encantadoramente sexy". George por otro lado, no tanto. Cuando llegamos a la vida del otro diez anos despues de habernos visto por ultima vez en la secundaria, me di cuenta de inmediato que aunque yo habia cambiado, el todavia ondeaba su bandera geek en alto. Y no lo niego, senti cierta nostalgia. --George no lleva una mascara --aseguro Cory--. Esta vestido como Indiana Jones, ?recuerdas? Claro que lo recordaba. Habia visto el disfraz muchas veces. Incluso intente llevarlo a la cama en varias oportunidades. Y no quiero decir que quisiera dormir en el. Me refiero al otro tipo de "llevarlo a la cama". "Intentar" es la palabra clave. --?Y no lo viste afuera tampoco? --pregunte. --No. Por eso me parece que es algo raro, no se. --Esta bien --intervino Loisa, poniendo su mano en la puerta del camerino--. Vamos a tener la boda en una de las mayores convenciones de comics de la ciudad, no es sorprendente que se haya ido a alguna parte. Ahora, Cory, ?por que no regresas con el resto de los invitados y dejas de darle a la hermosa novia mas cosas de las que preocuparse? Cory parecia mas que un poco avergonzado, pero su expresion se desvanecio rapidamente cuando enfoco su mirada en Loisa. La mujer con la que habia intentado, inutilmente debo anadir, meterse en la cama durante el ultimo ano. --Claro, claro. Las dejo solas, senoritas. Por cierto, Loisa, me encanta tu cosplay de Zelda… me impresiona mucho tu originalidad. --!Ja, ja! --ladro ella--. Sabes, iba a cerrar la puerta suavemente, pero ahora… Con eso, cerro de un portazo. El gran Chewbacca con cabeza humana fue reemplazado por madera solida. --Dios mio --resoplo. --No se por que te molestas. El tiene razon acerca de tu cosplay, pareces de un millon de dolares --admiti, senalando en un rapido sube y baja su vestido purpura y dorado de Leyenda de Zelda. --Un millon de rupias, querras decir --me guino un ojo y sonrio. Me rei. --Buen punto. --?Estas lista? --pregunto Ceci, otra de mis damas de honor y mejor amiga desde el instituto. Estaba vestida de pies a cabeza con un ajustado mono blanco, rosa y azul, su version de D.Va de Overwatch. Era una toma exacta, lo que dejaba muy poco a la imaginacion. Pero ella tenia el cuerpo delgado y tonificado, ideal para tomar ese personaje. El cabello largo y castano, y unos bonitos toques de pintura rosa bajo sus ojos completaban perfectamente el look. --?Que fue todo eso? --pregunto Dyana, la tercera dama de honor. Dyana era una amiga de la Universidad, la primera amiga que hice cuando llegue a Los Angeles. Desde entonces, ambas eramos inseparables, y siempre estabamos juntas en las buenas y en las malas. Y a diferencia de muchos de los invitados en la boda, ella conocia todo sobre el mundo del cosplay. De hecho, no era una cosplayer cualquiera, sino una sensacion de Instagram con un numero de seguidores cercano al millon. Ninguna convencion de comics de la ciudad estaba completa sin que ella apareciera vestida con cualquier disfraz en el que hubiera trabajado duro. Y mi boda no seria una excepcion. Su Viuda Negra era perfecta, hasta en los ultimos detalles. Y su buena apariencia de estrella de cine me hizo pensar que Scarlett Johansson deberia empezar a cuidar su espalda. --Era Cory, preguntando por George --aclaro Loisa. --?Y que hay con eso? --pregunto Dyana mientras se dejaba caer en una de las sillas rellenas cercanas. --Dijo que no lo habia visto --le respondi. --Antes de intentar ofenderme con su comentario, por Dios --dijo Loisa, con una sonrisa de satisfaccion. Me rei. --Si. Antes de eso. --Hmm --murmuro Ceci, sacando su telefono y mostrando poco interes en el asunto. Me pare frente al espejo, dandole un vistazo a mi vestido. No se trataba de un tema especifico de cosplay, queria tener algo de autenticidad en todo el proceso, despues de todo. Pero era apretado, corto y los hombros acampanados le daban un aspecto de nave espacial. Sin embargo, debo admitir que las chicas hicieron un trabajo increiblemente bueno con mi apariencia. Mi cabello negro azabache, hasta los hombros, estaba peinado a la moda, y el azul alrededor de mis ojos me daba un aspecto fresco y futurista, como una especie de mujer del futuro. --?Ya revisaste el Instagram de George? --me pregunto Ceci, con los ojos todavia en su telefono. --No. Ahora mismo tengo otras cosas en mente que las redes sociales. Como tratar de olvidar el hecho de que mi nombre iba a ser July Salt, por ejemplo. Y tratando de ignorar el hecho de que por mucho que no queria admitirlo, en algun lugar del fondo de mi mente sabia que me estaba casando con George porque el estaba alli, y me lo habia pedido, porque queria estabilidad en mi vida y tenia mucho miedo de quedarme sola. No es que no estuviera emocionada. Yo amaba a George, claro, aunque fuera un idiota. Era dulce -a veces demasiado dulce- y tenia un buen trabajo como supervisor de administracion de sistemas para una empresa de ingenieria local. !Y me iba a casar con el! Como, realmente casarse, ?sabes? Claro, lo del cosplay era un poco extrano, pero divertido. --?Por que? ?Que pasa con su Instagram? --pregunto Dyana. --Nada. Pero, um, su publicacion mas reciente fue hace una hora. Y aqui, en la convencion. --?Que tiene eso de raro? --pregunte--. Quiero decir, es donde se celebra la boda. Loisa, evidentemente comprendiendo el hecho de que Ceci estaba pensando algo y no lo decia, se acerco y le quito el telefono de la mano. --?Quien es la chica? --?Eh? --me aleje del espejo y me apresure a su lado. En la pantalla estaba el Instagram de Ceci, su nombre de usuario @balthasardidnothingwrong, era una referencia que nunca habia entendido realmente. Por supuesto, estaba el hombre en persona, vestido como un Harrison Ford -no tan guapo-, y de pie en medio del caos de la convencion. Y justo a su lado habia una chica que parecia que acabara de salir de la secundaria. Apenas reconoci su cara, el resto de ella eran grandes tetas y caderas anchas envueltas en el traje de un personaje de Street Fighter pero del que no sabia el nombre, uno de los mas mal vestidos, por supuesto. El brazo de George estaba alrededor de su cintura de una manera que parecia demasiado cercana y comoda para un hombre que estaba a punto de casarse. Y la chica se inclinaba hacia el con una mirada sonadora en sus ojos. No tenia ni idea de lo que estaba pasando, pero no me gustaba. Ni en la parte superior de la foto, ni el pie de foto, ni en el punado de etiquetas hacia ningun tipo de referencia a una boda. Un detalle menor. --!Mierda! ?Es realmente ella? --pregunto Dyana sorprendida. --?Que? ?Sabes quien es? --inquiri. --Claro que si --saco su propio telefono y comenzo a buscar--. Es Enji Gray. Ella es una especie de leyenda en la escena del cosplay. Tiene un recuento de seguidores que me hace quedar en panales. Dyana me dio su telefono, y con total intensidad pase por las fotos de la chica, asimilando foto tras foto de ella en los mas minimos y escasos trajes de cosplay, ni uno solo de ellos dejaba nada a la imaginacion. --!Santas tetas! --exclame. Pase por las fotos, todas posando en diferentes convenciones con diferentes trajes. No estaba segura de cuales eran algunos de ellos, pero el hilo comun era mostrar de mas. En todos se las arreglaba para poner sus voluptuosas tetas a la vista. Despues de profundizar un poco mas, me detuve en una foto que casi me hacer dejar caer el maldito telefono. Era George, sentado en una mesa con la pequena senorita Enji, y con quien habia salido un par de meses atras. El paisaje detras de ellos no era otro que en la maldita Francia de Paris, la ciudad de las luces y la ciudad de lo que sea que estuviera pasando entre mi prometido y un par de tetas sonrientes con piernas. --?Que demonios? --pregunto Ceci--. ?Se conocen? --La fecha coincide con un viaje de negocios que me dijo que tenia en Austin --respondi, todavia tratando de entender lo que estaba viendo. --Soy una chica de Los Angeles --dijo Loisa--, pero eso no parece Austin para mi. --?Por que demonios mi prometido esta saliendo con una chica de cosplay a mis espaldas? Loisa me quito el telefono y miro las fotos. --Santas tetas, tienes razon --admitio. --?Donde esta George? --pregunte, con panico--. ?Donde esta? Mi cara se calento y mis dedos se enfriaron. No tenia ni idea de lo que estaba pasando, pero era algo que no me gustaba. --July, no te pongas nerviosa. Estoy segura de que esta aqui en alguna parte --insistio Ceci. Ni siquiera espere a que terminara su frase cuando ya tenia mi telefono en la mano y disparaba mensajes como la Annie Oakley de los SMS. Luego decidi ir mas lejos, llamando a George para llegar al fondo de las cosas.

  • Guerra de imperios de Ben Kane

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    <> es la nueva saga del autor de la trilogia <>, el maestro de la novela historica.

  • La leyenda de Greg de Chris Rylander

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    Un joven descubre que su destino podria estar totalmente corrompido en esta divertidisima aventura de fantasia middle grade.
    Una serie ideal para los fans de Rick Riordan.

  • Dance therapy (Los Irwin 1) de Noa Pascual

    https://gigalibros.com/dance-therapy-los-irwin-1.html

    ?Podrias compartir mesa y mantel con: Un marchante de arte, un cocinero galardonado con una estrella Michelin, un monitor de deportes de alto riesgo, un abogado, un profesor, un cirujano y dos mecanicos?
    !Pues Beca, si!
    Era la envidia de muchas feminas, primer rival a vencer y adversaria fantastica para compartir.
    Se sabia la lider de todos, fiel a ellos y a sus principios; pero honesta y consecuente con sus decisiones.
    Eran un equipo en toda regla “uno para todos y todos para uno”, con Beca cerca los problemas se minimizaban y sin ella se ahogaban.
    ?Dejara Beca a un lado su felicidad y sus suenos, para estar cerca de ellos?

  • La tentacion del rey Midas de Jose Carlos Bermejo Barrera

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    La tentacion del rey Midas es un libro en contra de la abstraccion, pero a favor del pensamiento. intenta contribuir al analisis de la realidad economica, social y politica, partiendo del principio de que cualquier tipo de conocimiento solo puede captar una fraccion de la realidad y de que la realidad, previa a los conceptos e inabarcable por ellos, acaba siempre por salir a la luz en el choque de contradicciones y relaciones sociales y de produccion.

  • La tribalizacion de Europa de Marlene Wind

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    Estudiosa y defensora a ultranza de la UE, Marlene Wind expone en este libro el peligro que supone para el continente europeo la aparicion de partidos y movimientos nacionalistas y populistas que, sin valorar la responsabilidad que ello implica, propugnan la independencia de territorios europeos, provocando lo que
    Wind denomina la <> o <> de Europa. Continente este que en unos anos sera el que menos potencia demografica tenga en el mundo y, como consecuencia de ello, cualquier accion de disgregacion y ruptura repercutira en su poder y en su supervivencia. Gran conocedora de las incongruencias del discurso independentista, abordara en este trabajo su oposicion al proceso soberanista que se esta viviendo en Cataluna.

  • Quimera. Las edades barbaras de Malenka Ramos

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    Precuela de la exitosa trilogia de Malenka Ramos, Venganza.
    Un drama con tintes eroticos de la autora mas polemica del genero.

  • Es medianoche, Cenicienta de Adriana Andivia

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    Mi vida a los treinta y cuatro era puro cine. Pero no por lo romantica, emocionante y apasionada, sino porque la sal de mi existencia se resumia en las horas que pasaba tirada en el sofa, viendo una y otra vez las mismas viejas pelis de amor.

  • Preguntame por que eres tu de Alejandra Beneyto

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    Christina esta casada con su trabajo como estudiante de doctorado. Christina conoce a Harry, que tiene en su mano la decision de financiar su investigacion. Harry es cautivado por Christina, y hara lo imposible por convencerla de que romper su regla de no involucrarse con nadie del mundo academico no es un error.Harry y Christina se acercan y se separan, pero el no dejara que las cosas se queden de esa manera.Paralelamente, Matt se encuentra con Kate. Kate no soporta a Matt y Matt pierde los papeles cuando ella esta cerca.

  • El fruto del honor de Elif Shafak

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    La historia de una familia kurdo-turca que se traslada a Londres en los anos 70 sirve de motor narrativo para contar el dificil encaje de tradiciones distintas.